La Cultura de la Pobreza

October 28, 2019 | Author: Anonymous | Category: Pobreza, Pobreza e indigencia, Ciencia filosófica, Ciencia, Sicología y ciencia cognitiva
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La Cultura de la Pobreza

Hay diferencias entre la pobreza y la cultura de la pobreza. La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso y carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas que inciden en un desgaste del nivel y calidad de vida de las personas en cambio la cultura de la pobreza es una forma de adaptación a las condiciones en que se desarrollan los individuos en la pobreza es una solución que crean estos individuos contra la pobreza y la frustración. Los integrantes del sector pobre se desenvuelven bajo un nivel de desorganización y una no conciencia de clase, al igual que no se percatan de la situación en que se encuentran, se crean valores y actitudes que van de acuerdo a su contexto esto los hace limitarse en su desarrollo como actores sociales. No solo su formación se ve influida por el sector pobre, las clases altas y medias influyen en su comportamiento y actividades que desarrollan durante su vida, adoptan varias personalidades que no son congruentes ni racionales con su persona. Las personas que integran la cultura de la pobreza tienen características muy marcadas a nivel individual, se encuentran con sensaciones de marginalidad, impotencia, dependencia e inferioridad estas características las hace no percatarse de su situación económica, social y política, entonces se adaptan a los problemas que son comunes en las regiones que habitan, esta adaptación y reacción de los pobres se debe a la marginación por una sociedad capitalista. La pobreza produce una cultura marcada por condiciones críticas que crean una visión del mundo, valores y comportamientos propios para sobrevivir en esas condiciones. Al no tener una conciencia de clase las personas que se encuentran bajo “una cultura de la pobreza” tienden a modificar y mantener en constante cambio su modo de vida y las actividades que desarrollan en sus vidas cotidianas, por ejemplo una persona de escasos recursos se encuentra bajo un pensamiento de que la vida se debe de vivir de cierta manera con ciertos bines materiales aunque por lo general no siempre necesarios. Entonces esta persona se crea la idea de la necesidad de un producto en específico, pero como este producto es difícil de obtenerlo la persona del sector marginado busca en otros productos la necesidad de satisfacerse como si tuviera el producto inicial, aunque este nuevo producto no cubra las expectativas iniciales ha servido por un momento para conservar al individuo en un estado de equilibrio.

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Introducción El objetivo de nuestro trabajo es lograr comprender el concepto de cultura de la pobreza Su causa y consecuencias en la sociedad. Es decir explicar y dar a conocer las características y manifestaciones que con lleva a ser pobre. Sus actitudes, hábitos y expectativas de esta gente e situación de pobreza Explicar que es el círculo de la pobreza, en que consiste y cuáles son sus interpretaciones Claramente con este trabajo lograremos ver y entender la realidad de mucha población chilena que diariamente enfrentar su realidad, su cultura, la cultura de los pobres.

Concepto de cultura: Cultura es todo lo que existe en el mundo, y que ha sido producido por la mente y la mano humana. Por ejemplo, las fiestas, los alimentos, los sistemas políticos, la manera de pensar, la ropa y las modas, los medios de convivencia, el daño al medio ambiente, la manera de jugar al fútbol, la guerra y las armas, los actos humanitarios… Todos éstos son productos culturales porque han surgido de la creación humana y de su manera de entender, sentir y vivir el mundo. Cultura es todo aquello, material o inmaterial (creencias, valores, comportamientos y objetos concretos), que identifica a un determinado grupo de personas, y surgen de sus vivencias en una determinada realidad. Dicho de otro modo, cultura es la manera como los seres humanos desarrollamos nuestra vida y construimos el mundo o la parte donde habitamos; por tanto, cultura es el desarrollo, intelectual o artístico. Es la civilización misma. Concepto de pobreza: Situación o forma de vida que surge como producto de la imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas .el concepto de pobreza es fundamental mente económica y tiene impacto políticos y sociales

Concepto de cultura de la pobreza: Lewis la define como una adaptación a un sistema estratificado en es este caso e sistema capitalista del que los pobres se sienten excluidos en una posición marginal que no les permite integrarse psicológicamente abatidos por el desaliento la desesperación tienden a refugiarse en un sistema propio, como explica con el ejemplo de los créditos informales los que recurren las familias que no pueden obtenerlo en los bancos Esta adaptación es hereditaria transmitiéndose de padres a hijos por lo que los niños cuando tiene 6 a 7 años de edad incorporan lo valores y actitudes de su cultura

Manifestaciones de la pobreza Marginalidad: Se define como un proceso estructural de formación de proletariado , de nuevos pobres , y de constitución de clases sociales . La población marginal paso a ser caracterizada como carente de infraestructura, de oportunidades de educación y de empleo Vulnerabilidad: Es la cualidad de vulnerabilidad que es susceptible de ser lastimado o herido ya sea física o moralmente. Se refiere al que las personas en estado de pobreza son más vulnerables a todo a enfermedades a su economía principalmente. También sociales y culturales Desigualdad: La desigualdad es el trato desigual o discriminación de un individuo hacia a otro debido a su posición social, económica, religiosa, sexo, raza. Exclusión social: Proceso de desintegración social en el sentido de una ruptura progresiva de la relación de entre el individuo y la sociedad, bajo la concepción de ciudadanía donde existiría una responsabilidad moral, colectiva por su integración social.

Movilidad social: El concepto de movilidad se refiere a la facilidad la persona puede subir o bajas en la escalera económica de un país. Cuando hay poca movilidad social son

escasas las posibilidades de que alguien mejore su situación económica en relación con las de más independientemente de su capacidad individual. La movilidad social nosotras la relacionamos con las características de la pobreza donde podemos agregar que una de las actitudes de la gente es por ejemplo - odio a la policía - desconfianza del gobierno - cinismo frente a la iglesia - fuerte orientación hacia vivir el presente - escasa o nula planificación del futuro

Comportamiento de los pobres: Ser pobres conlleva alteraciones importantes en la conducta humana que privan a buena parte de las personas que la padecen de un desarrollo psicológico adecuado. Una alimentación escasa provocará desnutrición y el subsiguiente daño fisiológico, incluido el cerebral. Se señala que la pobreza genera rasgos culturales propios como "pocos deseos de planear el futuro", "sentimientos de inferioridad y marginalidad", creando conductas de auto segregación, machismo en los hombres y conductas de mártires en las mujeres, "sentimientos de fatalismo", "desconfianza social" y una tendencia a vivir en el presente. Es decir, comportamientos sin objetivos y metas en la vida tipo: Como vaya viniendo vamos viendo. indica situaciones de vida que marcan patrones de conducta tales como el hacinamiento y la ausencia de vida privada, alcoholismo, abandono de hogar, violencia social e intrafamiliar, autoritarismo en las relaciones de pareja y familia, ausencia de infancia como etapa de formación y de vida, bajo nivel educativo y analfabetismo funcional. Todo esto trae como consecuencia un bajo rendimiento físico, así como igualmente intelectual. El lenguaje, los conocimientos científicos, el aprendizaje cultural, social y escolástico serán limitados y aunque el trabajo, las habilidades y el esfuerzo existan, la pobreza no forma a las personas que la resisten para poder controlar su propio destino, surgiendo cuadros crónicos de desesperanza, frustración y depresión. Lewis comprendió la pobreza y sus particularidades como una subcultura es decir como algo que posee cierta estructura como una forma de vida que se transmite de generación en generación

Para Lewis la cultura de la pobreza se puede analizar desde 4 perspectivas *La relación entre la subcultura y la sociedad en general *La naturaleza de la comunidad *La naturaleza de la familia *actitudes y carácter de la persona Si se enraíza la noción de que el pobre no tiene salvación debido a su cultura que es posterior o sea antes antes de su condición ,entonces de nada sirve preocuparse de una posición desventajosa , lo que se plantea es cambiar su cultura como Cusa perpetuante de sus males

El circulo de la pobreza: Muy en resumen, consiste en señalar que los pobres tienen rentas muy bajas y que la poca renta que tienen la destinan fundamentalmente al consumo, es decir, no tienen capacidad de ahorro. Sin capacidad de ahorro no pueden invertir (no hay formación de capital). Y sin inversiones no aumenta la producción, ni la productividad, ni el empleo. Sin aumentar la producción un país se estanca y se empobrece. Un país pobre no ahorra consume casi toda su renta para poder sobrevivir. Si solo se producen bienes de consumo no se producen bienes de inversión y sin inversión (incremento de capital) no hay crecimiento económico. En el otro ámbito que lo caracterizamos trata de explicar el de como la pobreza se va traspasando de generación en generación ej. : padre pobre, hijo pobre y así sucesivamente. Como hemos dicho anteriormente ellos se desarrollaron en una cultura asi que inconscientemente se va copiando más tarde

Manifestaciones de la pobreza: La música, como expresión artística y por propia definición de qué es el arte, se constituye en una obra que refleja su tiempo. Podemos identificar que la mayoría de las clases social bajas o también se podrían llamar populares escuchan lo que son las rancheras provenientes ni siquiera de su país si no de

México que en cierta parte es uno de los países con mayor índice de pobreza y más que nada marginalidad de américa. El hip hop se considera uno de los estilos musicales populares que surgieron el Estados Unidos. Se considera tal en esta manifestación porque su contenido la mayoría habla de su descontento social y pertenencia a la marginalidad. Es considerada la música cumbia también como característico de la pobreza ,o también llamada cumbia villera.

La vivienda: En muchos casos la vivienda no es propia, si no que habitan en campamentos o en una casa todos juntos, inhibiéndose la privacidad de los adultos y aún más de los niños. Siendo que una persona debería tener su propia cama, su espacio para poder evitar enfermedades y en casos muy lamentables posibles violaciones por parte de adultos a niños.

Conclusión Los seres humanos conformamos nuestra forma de ser, nuestras actitudes ante la vida, nuestro comportamiento y nuestra personalidad en base a parámetros biológicos, genéticos, sociales y psicológicos. La cultura de la pobreza genera lo que es la pobreza propiamente tal, debido a su conjunto de comportamientos de creencias acciones del ser humano presenta en su diario vivir que es su cultura. Debido a esto es que se genera una copia de los grupos en la pobreza y los estudios concuerdan con las mismas características. Podemos concluir que la cultura de la pobreza se va transmitiendo, que tal vez nunca se va a terminar, porque existe un círculo vicioso. Los pobres abatidos por el desaliento y la desesperación tienden a refugiarse en su propio grupo

OSCAR LEWIS Y EL CONCEPTO DE “CULTURA DE LA POBREZA”. CRÍTICAS Y APORTACIONES DESDE LA ANTROPOLOGÍA. RAFAEL FERNÁNDEZ SILVA*

Resumen

Este trabajo ante todo constituye una recopilación bibliográfica de varios autores que investigaron directa o indirectamente acerca de la pobreza. Concretamente trata de valorar desde los distintos puntos de vista profesionales el pensamiento del antropólogo norteamericano Oscar Lewis sobre un tema, la pobreza, que acunó durante toda su carrera y del cual nació su archiconocido concepto de “cultura de la pobreza”. Frente a él emerge la figura de Charles A. Valentine, otro autor de mediados del siglo XX cuya obra se erige como la antítesis del primero. Sobre los pensamientos de estos dos antropólogos, hacia finales de siglo, surge una corriente de pensamiento antropológico que propone una revisión de dichas teorías con el fin de adaptarlas a las nuevas sociedades contemporáneas. De dicha corriente destacaremos dos trabajos de finales de los años ´90 cuyos autores, los doctores en Antropología social José Luis Anta Félez y Pilar Monreal Requena, publican con el fin de revisar y postular nuevas ideas al respecto. A pesar de que se trata de un tema basado en largos años de investigaciones y estudios desarrollados en un ámbito local (principalmente en México, la India y Puerto Rico), trataré de extrapolar las conclusiones de manera global, entendiéndolo como un sistema generalizado a todas las culturas y sociedades.

*Estudiante de primer curso del Grado en Geografía y Gestión del Territorio. Facultad de Geografía e Historia. Universidad de Sevilla.

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La aportación de Oscar Lewis al mundo de la Antropología. Nace el concepto “Cultura de la Pobreza”. El antropólogo neoyorquino Oscar Lewis se propuso, con sólo 29 años, reestudiar nada más y nada menos que la investigación que alzó el pensamiento teórico de Robert Redfield a lo alto de la antropología 20 años antes. Lewis investigó, redactó y polemizó con su antecesor sobre el trabajo del municipio de Tepoztlán (Morelos, México), que a posteriori serviría como experiencia de campo y referencia constante tanto a Oscar como a Ruth Lewis (su mujer) a lo largo de sus trabajos en este país. Esta investigación, muy conocida y valorada, le permitió a Lewis consolidar un estilo de trabajo particular que fue afinando a lo largo de los siguientes 25 años de producción antropológica. A diferencia de Redfield, quien ve la ciudad desde la perspectiva del campo, Lewis la ve desde dentro y muestra cómo la vida cotidiana de los migrantes tepoztecos al Distrito Federal se da sin la desorganización que la teoría redfieldiana atribuía a esta ciudad. En la concepción de Lewis, la relación entre la dimensión material y cultural no es en modo alguno mecánica. Por una parte, muestra que las transformaciones en las condiciones de vida no implican una transformación automática de las mentalidades, esto es, que hay rasgos culturales que no cambian aunque cambie la posición económica. Así, poco a poco Lewis expone su concepto de la pobreza como algo cultural, no sin antes diferenciar, claro está, al pobre por enculturación del que lo es por desgracia o calamidad. Pero no es hasta 1959, tras la primera edición de su libro “Antropología De La Pobreza. Cinco Familias”, cuando el término “cultura de la pobreza” pasa a estar en boca de multitud de antropólogos y demás personas dedicadas a las ciencias sociales, empleándose desde entonces correcta e incorrectamente con gran frecuencia. La cultura de la pobreza tiene su propia estructura y lógica, un modo de vida que pasa de generación en generación. No sólo es un problema de privación y desorganización, es decir, un término que signifique la ausencia de algo sino que más bien es una cultura en el sentido antropológico tradicional; ya que proporciona a los seres humanos un esquema de vida preparado para solucionar problemas humanos y que desempeña en sí una función significativa de adaptación. Según la teoría lewisiana, la cultura de la pobreza es una adaptación y una reacción de los pobres a su marginación por parte de una sociedad capitalista estratificada en clases y muy individualista; también representa un esfuerzo por enfrentar las

sensaciones de desesperanza y desesperación, que surgen al percatarse de la improbabilidad de lograr éxito según los valores y los objetivos establecidos por el conjunto de la sociedad. "La gente dentro de la cultura de la pobreza está consciente de los valores de la clase media, comenta sobre ellos y en ocasiones los ve y defiende como suyos; pero en conjunto no vive en función de ellos." (Lewis, Antropología de la Pobreza. Cinco Familias, 1959). Es decir, que no hay una verdadera correlación entre lo que dicen y lo que hacen. Sabemos que Lewis entendía por cultura de la pobreza un conjunto de cinco características. Las resumo a continuación (Anta Félez, 1998): I. La vida de la gente pobre se rige a nivel local con organizaciones que superan el plano de la familia nuclear, con uniones matrimoniales de carácter informal y temporal. En la vida de la comunidad se da una falta de participación y de integración en las instituciones sociales.

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La cultura de la pobreza se asienta sobre una patología psicosocial, falta de afectividad, organización ínfima, ausencia de niñez, privación de maternidad, confusión en la identificación sexual, poca capacidad para plantear el futuro, gran número de enfermedades psicológicas, etc. Una gran falta de aspectos materiales, económicos y morales. Por último, la solución estaría en realizar una ruptura del concepto de pobreza por medio de la creación de una asistencia social que les convirtiera (reinventándolos) en clases medias o realizar una revolución (la cual sólo se podría hacer en países “lejanos y atrasados")

IV. V.

Su estrategia de abordar la investigación vinculándose al máximo con los sujetos dio a este antropólogo gran profundidad y conocimiento de los mismos, desarrollando así minuciosos trabajos no por ello exentos de polémica. El uso de ciertas técnicas como el empleo de la grabadora no era entonces un recurso común ni del todo aceptado, sin embargo resultó un instrumento central en su trabajo y en sus productos antropológicos. Sin duda, Oscar Lewis fue uno de los mayores responsables del resurgimiento de las historia de vida1 (Life-History). Después de casi tres décadas (desde finales de los ´30 hasta mediados de los ´60) en donde sólo era prestigioso el estudio mediante técnicas y herramientas estadístico-cuantificables, antropólogos como Sidney Mintz o Ricardo Pozas utilizaban junto a Lewis las historias de vida para dar cuenta, de manera viva y descriptiva, algunos resultados de sus investigaciones más notorias. (Acevedes Lozano, 1994) Oscar Lewis desarrolló este método como nadie y con una variedad de casos que le permitieron probar diversas formas de trabajar y exponer sus postulados. La práctica y propuesta de éste no eran esclavas al enfoque cualitativo sino que, frente a las tendencias hegemónicas que excluían métodos y prácticas cualitativas, propuso una estrategia comprensiva y con resultados integradores, nunca excluyentes. Sirva un ejemplo: en

“Antropología De La Pobreza. Cinco Familias” el abordaje que hizo a las cinco familias pobres que conoció e investigó en México fue con la idea de lograr una triangulación entre ellas. No desechaba la información estadística, ni evitaba levantar encuestas, pero sus precauciones metodológicas lo mantenían alerta para lograr esa interacción entre sus fuentes. Metódico y preciso la autobiografía múltiple en el seno de la familia fue su camino principal; la observación etnográfica, tanto la indirecta como la directamente involucrada en las situaciones sociales de las familias, fue otra parte medular de su método intensivo. A mi parecer y tras haber leído a este autor, puedo expresar que sólo comprendiendo la metodología de Lewis, se pueden llegar a entender sus profundas conclusiones: “…He intentado, como antropólogo, comprender la pobreza y sus características como cultura o, con mayor precisión, como subcultura, con su propia estructura y razón de ser, como un modo de vida que pasa de una generación a otra en las 1

Las Historias de Vida constituyen una técnica en la Antropología que nos permite reunir los acontecimientos más significativos de vidas, desde el nacimiento hasta el momento en que nos sentamos a ordenar los pasos andados. Para hacer una historia de vida utilizamos como principal herramienta la memoria, pues nos permite reconstruir de dónde venimos, la formación paulatina de nuestra familia, el contexto social, cultural, político y económico que nos ha tocado vivir y todos aquellos hechos que nos han marcado.

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familias. Este enfoque dirige la atención al hecho de que la cultura de la pobreza en las naciones modernas, no sólo es una cuestión de bajo nivel de ingresos, desorganización o carencia alguna, sino que también representa aspectos positivos y satisfacciones sin las cuales los pobres difícilmente podrían seguir adelante...” (Lewis, Pobreza, burguesía y revolución, 1972). El trabajo de Lewis no sólo repercutió en el campo académico sino que fundamentalmente impactó y sacudió a sectores de opinión pública que fueron leyendo sus escritos conforme iban publicándose en inglés o en español. Tal vez parezca inútil cuarenta años después de la publicación de sus trabajos interrogarnos sobre cómo leer hoy, en el siglo XXI y en los albores de la globalización, la obra de Oscar Lewis. En el siguiente apartado intentaré analizar diferentes trabajos de antropólogos que dedicaron y dedican parte de sus estudios a la marginalidad partiendo de las ideas de Lewis. Ya sea a favor o en contra de éste, son obras que relacionan directamente el pensamiento del antropólogo americano con las propias teorías de cada uno de ellos, lo cual me parece clave para llevar a cabo la finalidad que me fue impuesta con este trabajo.

Revisión epistemológica del concepto “cultura de la pobreza”. Crítica de Charles Valentine y aportaciones de José Luis Anta Félez y Pilar Monreal Requena. Como se ha explicado en el apartado anterior, Oscar Lewis caló hondo en la conciencia social de su época. Por ende su trabajo fue motivo de polémica y controversia dentro de la Antropología antes y después de su muerte y lo es también en nuestros días. Al igual que hiciera él con Redfield, la obra de Lewis ha sido tremendamente discutida por diversos antropólogos, sociólogos y políticos. Su conceptualización sobre la “subcultura de la pobreza” motivó infinitas discusiones entre sus colegas, originando importantes revisiones disciplinarias sobre los efectos de la modernización. Cuando Oscar Lewis inició sus investigaciones en México quizás no advirtiese la tremenda polémica que sobre él se cerniría. Entre algunas de las críticas que giran en torno a las obras de Lewis se hallan las que lo presentan como un defensor de los intereses neocolonialistas de EEUU. En Los años '50 Lewis fue antropólogo-asesor de la Fundación Ford en estudios sobre las comunidades campesinas de la India para

la implementación de un programa de desarrollo comunitario. En esa misma década también realizó investigaciones para la Fundación Guggenheim. No era ningún secreto en esa época que estas Fundaciones mantenían vínculos con los servicios oficiales y secretos de EEUU. Por dicho motivo quienes lo critican señalan que las investigaciones acerca de las formas de vida en las comunidades campesinas de México o la India no son fortuitas, sino que manifiestan toda una intencionalidad política. Pero no son este tipo de críticas las que nos interesan abordar en este trabajo sino más bien aquellas enfocadas a debatir los rasgos teóricos que caracterizan el concepto "Cultura de la Pobreza". Intentaremos exponer las ideas principales de tres autores cuyos trabajos recogen un profundo estudio de éste y otros conceptos relacionados con la pobreza. El análisis se centra en tres textos: La cultura de la pobreza (1972), de Charles Valentine; “Revisitando el concepto de pobreza” (1998), de José Luis Anta Félez; y “¿Sirve para algo el concepto de cultura de la pobreza?” (1999), de Pilar Monreal Requena. 4|Página

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1. Crítica de Valentine Charles A. Valentine es un antropólogo estadounidense que destacó en las décadas de los ´60 y ´70 por ser uno de los estudiosos más dedicados a los problemas de pobreza y marginación social. Es el principal crítico de la teoría de Lewis y de su concepto “cultura de la pobreza” aunque no el único, junto a él autores como Leacock (1971) y Riessman (1962) han formulado sus propuestas contra el neoyorquino Oscar Lewis. En su obra La cultura de la pobreza, Charles Valentine reconoce los aspectos positivos del enfoque de Lewis, pero puntualiza sus errores metodológicos y las numerosas contradicciones entre los datos empíricos que ofrece y su concepción abstracta de la “cultura de la pobreza”. “…La y otras corrientes de pensamiento parecido contradicen todo lo que tiene de positivo el concepto de cultura…” (Valentine, 1972). Para Valentine el concepto de cultura reúne tres aspectos que lo hacen valiosísimo. En primer lugar, su universalismo: todos los hombres tienen culturas. En segundo lugar, su énfasis de organización: todas las culturas poseen coherencia y estructura, desde las pautas universales a todos los modos de vida. Y en tercer lugar, el reconocimiento de la capacidad creadora del hombre: cada cultura es un producto colectivo del esfuerzo, el sentimiento y el pensamiento humano. En este sentido, la cultura ha venido a significar simplemente el modo de vida de un pueblo en su totalidad. Valentine entiende que los portadores de una cultura son una colectividad de individuos, del tipo que dé una sociedad o comunidad. Se entiende por tanto que cultura y sociedad no son la misma cosa, aunque desde luego estén muy relacionadas. Asimismo sostiene que la noción de una “cultura de la pobreza” deforma la realidad vivida por los pobres y alienta políticas que perpetúan la desigualdad. Esta contradicción entre cultura y “cultura de la pobreza” no solo altera, según Valentine, el significado esencial de la idea de cultura sino también a sus indicaciones principales con respecto a la teoría y el método en las ciencias humanas. Aunque los propósitos de autores que como Lewis defienden tal concepto sean moralmente nobles y persigan fines distintos, la popularización de estas nociones no hizo más que arraigar la racionalización que consiste en culpar a los pobres de su pobreza. Valentine además incide en el obstáculo que supone este pensamiento para la solución de la pobreza en sí. En contra de la teoría lewisiana, él interpreta otros procesos para una situación de pobreza que no sean necesariamente la atribución de un sistema cultural distintivo a las pobres. Por ejemplo la correlación entre pobreza y delincuencia, para Valentine, es resultado de una estructura social en la que se combinan

oportunidades desiguales para cada uno de sus estratos, estratos que en teoría poseen iguales metas para todos en lo que al éxito se refiere. La teoría de Valentine descansa sobre el hecho de que distintas capas sociales comparten valores culturales significativos. Anteriormente se enumeraron las cinco características (pautas culturales) básicas de lo que Lewis denominaba cultura de la pobreza. De forma alternativa se muestra a continuación lo que Valentine (1970:134-146) propone, siguiendo los cinco puntos antes citados: 5|Página

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I.

La organización de la comunidad en uniones familiares extensas y de carácter bifamiliar se debe a una adaptación a las condiciones venidas desde fuera, ya que, en última instancia, lo que se busca es la supra-seguridad del grupo frente a la inferioridad existente en relación a otros grupos-clases sociales. La falta de integración y participación es parte de un mundo que trata de ser realista y adaptativo, a la par que también es una actitud muy corriente en las clases medias. Gran parte de las patologías psicosociales caracterizadas en los grupos pobres son formas adaptativas a la realidad diaria, lo que no deja de demostrar la limitación de ciertas facetas de la vida, lo cual, en cualquier caso, es común a otras clases sociales. La falta de aspectos materiales, económicos y morales es parte de la valoración de las “cosas" entre diferentes grupos sociales y, en cualquier caso, existe una maximización de los valores en cuestión. Por último, para combatir la pobreza hay que romper el esquema social en su totalidad no reconvirtiendo a las clases pobres en clases medias, como decía Lewis, sino modificando la estructura social total y ciertas pautas subculturales.

II.

III.

IV.

V.

La obra de Valentine, que pasa revista también a “la tradición peyorativa” de E. Franklin Frazier con sus trabajos clásicos sobre la familia negra en EEUU y

continua por las políticas sociales de los sociólogos Nathan Glazer y Daniel Moynihan, habla de desorganización de la vida del pobre urbano, la desintegración de su familia, su resignación, fatalismo y carencia de objetivos. 2. La aportación de Anta Félez José Luis Anta Félez es antropólogo y profesor universitario. Actualmente imparte docencia desde el Área de Antropología Social de la Universidad de Jaén. Es director del Grupo de Investigación "Una mirada antropológico-social desde Andalucía" y de la RAE (Revista de Antropología Experimental). Su artículo “Revisitando el concepto de pobreza” publicado en 1998, expone consistentemente las dos corrientes básicas en las que se han basado los antropólogos para encuadrar la pobreza dentro de la sociedad: por una parte, la tesis de Oscar Lewis sobre “cultura de la pobreza” y, por otra, la crítica ciertamente constructiva de Charles Valentine, que puede denominarse como “contracultura de la pobreza", lo que sería un intento de desarrollar la teoría de pobreza y cultura globalmente. Anta Félez entiende a Lewis y su concepto de “cultura de la pobreza” como un argumento donde la pobreza se mostraría ante la sociedad como una cultura en cierta medida independiente de ésta y con sus características propias que se muestran a la vez incómodas a nuestros ojos de clase media, pero que fundamentarían la proporción para observarlas y estudiarlas como algo “diferente". Y su crítica sobre este es: I. La cultura que parece atribuírsele a la pobreza es parte de las negaciones que se le atribuyen a la clase media; es decir, la clase media sería el modelo y los pobres figurarían con el papel, por otro lado tan mítico, del antihéroe. El sesgo del investigador es mucho mayor de lo que en un principio se podría esperar y lo que una investigación de primer orden puede admitir. 6| Página

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Por último, la cultura de la pobreza se suscribiría como parte subcultural de la clase baja, en ningún caso como parte independiente de la sociedad general.

Asimismo Félez, al igual que Valentine, tacha a Lewis de no desarrollar en profundidad sus postulados, ya que lo que él hacía era dar el material bruto reelaborado, en forma de historias de vida, lo que además de no ser especialmente significativo tampoco mostraba su teoría de forma absolutamente contundente. Por otra parte, sobre la teoría de Valentine argumenta que este ve la pobreza como la carencia de algo necesario, deseado o de reconocido valor, lo que le lleva a entender que existen varios grados de pobreza. En cualquier caso se trata de una “cualidad relativa", por lo que la “esencia de la pobreza es la desigualdad", lo que le permite deducir que la pobreza está íntimamente vinculada con el status. Según Félez, si no se hace una interpretación muy generalizada, la teoría de Valentine podría resumirse de esta manera: “la pobreza es un efecto de la lucha de clases”. (Anta Félez, 1998) Al igual que con Lewis, incide sobre Valentine en algunos aspectos de su teoría. Según el profesor Anta Félez, Valentine no presenta una diferenciación ontológica clara entre marginación, pobreza y subcultura, lo que le lleva a afirmaciones válidas en planos teóricos, nunca ajustados a una realidad social dada. Para terminar con el análisis sobre el concepto de pobreza, el Dr. Félez sostiene que son conceptos complejos que no sólo tienen que ver con la estructura social sino que además presentan planteamientos sutiles de cómo vemos y analizamos el medio en que nos movemos y cuál es la particular forma del poder: qué es y cómo se ejerce. 3. La aportación de Monreal Requena Pilar Monreal Requena es una antropóloga especializada en la investigación acerca de las desigualdades entre las relaciones sociales, de género, etnia o clase; además de participar en proyectos de investigación de Antropología urbana y redes sociales y el estudio de barrios de ciudades grandes como Madrid. A las puertas del siglo XXI, publica en 1999 su artículo “¿Sirve para algo el concepto de cultura de la pobreza?” dentro de la revista Occidente. Siguiendo la corriente de la época, el texto expone la discrepancia

de si la cultura de la pobreza es concebida como estilo o modalidad de vida de los pobres, los factores causantes de la cultura de la pobreza y las consecuencias resultantes en la vida de estos grupos sociales. Para el análisis teórico, la autora aporta dos perspectivas que intentan explicar la forma de vida de los pobres. En primer lugar, una visión culturalista apoyada por el concepto de “cultura de la pobreza” que creó Lewis en los años ´60, y en segundo lugar la visión estructuralista, que se decanta por la cultura del gueto. La postura culturalista pone el peso de la culpa sobre los agentes sociales, es decir, sobre las estrategias y oportunidades de la gente a enfrentarse a situaciones con recursos escasos. Mientras que la postura estructuralista, hace recaer la responsabilidad de la situación de estas personas sobre las estructuras políticas y económicas implantadas en esa sociedad en cuestión donde se da esta marginación. A este respecto habría que señalar que tanto una visión como la otra coinciden en el hecho de que los valores, las organizaciones y la actividad laboral de las poblaciones pobres están bastante alejadas en todos los ámbitos (cultural, geográfico, político y económico) del resto de la sociedad. Según la profesora Monreal Requena debemos entender la cultura en un sentido parecido al que admitiese Valentine, es decir, como un estilo de vida que caracteriza y 7|Página

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define a una población donde además se combinan un conjunto de relaciones históricas, políticas y económicas dando como resultado los rasgos de una determinada población. Así pues, para ella la “cultura de la pobreza” no son más que espacios urbanos que se han ido forjando a partir de relaciones internas y externas a partir de adaptaciones y resistencias a los cambios y normas de la cultura dominante. Solo se entiende el concepto de “cultura de la pobreza” relacionándolo con la cultura dominante y la hegemonía. Es decir, donde convergen las fuerzas y resistencias de los grupos dominantes frente al consentimiento y sumisión de los grupos dominados. Si bien va en la línea de Valentine, el pensamiento de la autora no se muestra tan radical a la hora de anular el concepto propuesto por Lewis. Según ella, no se puede explicar bajo ningún pretexto el concepto de “cultura de la pobreza” como algo dado en un punto y en un lugar, hay que entenderlo desde un punto de vista relacional. Así, podemos analizar la situación de recursos escasos y la desconexión de un grupo con el resto de la sociedad, pudiéndose activar estrategias y planes que hagan posible el cambio en estos barrios. Estas políticas deben presentar las características adecuadas para que se adapten a las necesidades de estos grupos y combatan problemas como la violencia callejera o el tráfico de drogas, favoreciendo la planificación familiar y la creación de ciertos valores sociales. En definitiva, mientras se siga manteniendo esta lacra de cultura de la pobreza o del gueto y no se lleven a cabo actuaciones para erradicarlas, estaremos responsabilizando a los pobres de su propia pobreza, y su situación no es más que el resultado de la marginación de la sociedad. Según se entiende, la Dra. Monreal expresa en su artículo que si bien hoy día no podemos hablar de una cultura de la pobreza al más puro estilo lewisiano, no por ello el concepto debe ir al traste, sino que más bien es una reestructuración epistemológica lo quizás éste necesite. Eso sí, de su pensamiento se desprende una cierta presura porque esto suceda ya que, al igual que Valentine, defiende que mientras siga existiendo una “verdadera” cultura de la pobreza esta no ayudará a su propia erradicación.

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OSCAR LEWIS Y EL CONCEPTO DE “CULTURA DE LA POBREZA”. CRÍTICAS Y APORTACIONES DESDE LA ANTROPOLOGÍA.

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Conclusiones De la existencia o no de la “cultura de la pobreza” tal y como la definió Lewis o Valentine, o de si deberíamos o no llamarla así, o de si en cualquiera de los dos casos hoy en día queda fuera de contexto es de lo que a continuación quiero escribir algunas líneas concluyentes. Sobre si el concepto de “cultura de la pobreza” de Oscar Lewis alberga en sí fallos teóricos que lo imposibilitan, diré en primer lugar que, de acuerdo con Valentine, la cultura que parece atribuírsele a la pobreza lewisiana parece ser parte de las negaciones que se le atribuyen a la clase media; es decir, se refleja la clase media como el modelo y los pobres con el papel de héroes inevitablemente marginados. En definitiva, bajo mi parecer la cultura de la pobreza se suscribiría como parte subcultural de la clase baja, en ningún caso como parte independiente de la sociedad general. No por eso creo que la obra de Lewis no pueda entenderse o valorarse como merece en la actualidad. Si bien es cierto que, de manera necesaria, mucho han cambiado desde entonces las corrientes de pensamiento antropológico en cuanto a la pobreza en sí, creo que no es esa la piedra angular de esta cuestión puesto que para mí, lo verdaderamente importante no está en las respuestas que Lewis ofrece sino en el propio planteamiento de sus preguntas y en el instrumental metodológico que desarrolló para responderlas. ¿Por qué los pobres presentan rasgos culturales propios?, ¿Por qué todas las formas de pobreza se ven afectadas por idénticas problemáticas sociales?, etc. En fin, creo que la teoría de Lewis, aún hoy día, puede enriquecer enormemente al mundo académico. Por repartir justicia hacia todos los bandos, diré que la revisión de Valentine está hecha en la medida en que ha sido desarrollada y estructurada por Oscar Lewis, es decir, que Valentine reforma, amplía y desarrolla “únicamente” lo dicho por Lewis, y lo que aporta es un criterio de totalización cultural. No quiero insinuar con esto que el trabajo de Valentine me parezca oportunista o ventajoso, sino simplemente “matizador”, si se me permite el término. Independientemente de la teorización de la tesis de la cultura de la pobreza y de la antítesis de Valentine, lo verdaderamente interesante es la observación conjunta sobre el “fenómeno" de la pobreza, aunando así ambas dialécticas. Tanto para uno como para el otro, la pobreza es parte de un proceso emergente de la clase media, es decir, partiendo de la base de que la sociedad es un todo, la pobreza es la frustración en las perspectivas de desarrollar una clase media totalizadora de la sociedad; la diferencia estriba, pues, en que para Lewis la

clase media existente es válida como modelo, mientras que para Valentine habría que recrear el concepto, ampliándolo y modificándolo.

Sea como fuere, he de terminar agradeciendo al gremio de antropólogos su inmensa dedicación por este y otros temas sociales que tan difíciles soluciones plantean. Desde fuera de esta comprometida disciplina, se antoja como un regalo el poder acudir a tan extensa producción bibliográfica que, por otro lado, entiendo no tiene el único fin de agradar a lectores moralistas, sino más bien el de calar hondo en sistemas sociales de gobierno que los acojan como soluciones a distintas problemáticas sociales.

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Bibliografía Acevedes Lozano, J. E. (1994). Oscar Lewis y su aporte al enfoque de las historias de vida*. Alteridades , 27-33. Anta Félez, J. L. (1998). Revisitando el concepto de pobreza. Espiral , 47-71. Lewis, O. (1959). Antropología de la Pobreza. Cinco Familias. México: Fondo de Cultura Económica. Lewis, O. (1972). Pobreza, burguesía y revolución. En O. Lewis, K. Kewes, & C. Fuentes, La cultura de la pobreza. Pobreza, burguesía y revolución. (pág. 85). Barcelona: Anagrama. Monreal Requena, P. (1999). ¿Sirve para algo el concepto de cultura de la pobreza? Revista de Occidente , 75-88. Nivón, E., & Mantecón, A. R. (1994). Oscar Lewis revisitado*. Alteridades , 5-7. Valentine, C. (1972). La cultura de la pobreza. Buenos Aires: Amorrortu editores.

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La cultura de la Pobreza. Se llama "cultura de la pobreza" a un concepto antropológico creado por el antropólogo Oscar Lewis mientras estudiaba los problemas de la gente que vive en chabolas y barrios urbanos. En su estudio (1961-1966) Lewis describió a los pobres de las ciudades de México, Nueva York y Lima.

Los aspecto básicos, según el estudio de Lewis, de lo que él llamo la cultura de la pobreza, son: - odio a la policía - desconfianza del gobierno - cinismo frente a la iglesia - fuerte orientación hacia vivir el presente - escasa o nula planificación del futuro George Foster y Oscar Lewis han mantenido que hasta cierto punto, la cultura de la pobreza constituye una respuesta racional a unas condiciones objetivas de impotencia y pobreza. Pero también afirman que una vez surge, la cultura de la pobreza suele perpetuarse pasando de padres a hijos, con lo cual las nuevas generaciones no están psicológicamente preparadas para aprovechar todas las oportunidades de progreso que puedan aparecer en el transcurso de sus vidas. Lewis propuso en su estudio que sólo un 20 por ciento de los pobres urbanos tienen en realidad la cultura de la pobreza, y que el 80 por ciento restante vivían bajo condiciones infraestructurales, pero sin estar condicionados por los factores psicológicos que encierra la cultura de la pobreza. El concepto de cultura de la pobreza expuesto por Lewis, ha sido objeto fuertes críticas por parte de otros antropólogos.[] Socialmente, atribuir la pobreza a valores de los que cabe responsabilizar a los mismos pobres es una manera de tranquilizar la conciencia.[] La tendencia a culpar a los mismos pobres de su situación no es una idea privativa de los miembros de las clases medias y altas. Los mismos pobres son a menudo defensores del punto de vista de que si una persona realmente quiere trabajar, siempre encontrará empleo. Para el antropólogo Marvin Harris, esta forma de entender el mundo demuestra escasa comprensión de las condiciones político-económicas que hacen la pobreza inevitable para algunos. Lo que hay que ver como un sistema, se aprecia como fallos, motivos y opciones personales

Migraciones: Entre la Intolerancia y la Utopía Sobre la Globalización de la “cultura de la Pobreza” Paloma García Picazo

RESUMEN Steffen Angenendt sostiene que la historia de la humanidad podría escribirse como la historia de las migraciones, además señala que la determinación básica de la migración es "una búsqueda individual de una mejora de las condiciones de vida, siendo "una fuerza motora decisiva del desarrollo humano”. Durante a lo largo de la historia del ser humano, esta temática ha sido tratada a razón de las múltiples inmigraciones ocurridas por guerras. Es tan antiguo el concepto, que Platón consideraba a los “extranjeros” no sólo bárbaros, si no “enemigos naturales”. Los procesos de migraciones hay sido procesos sociales de marcada conflictividad, ya que rompe con ciertas jerarquías sociales de la sociedad receptora, favoreciendo un ascenso social de determinados grupos o individuos locales junto con el de ciertos inmigrantes. Las fronteras estatales se convierten en un foco donde se proyecta el mayor dramatismo de esta situación, ya que son un foco que proyecta asuntos legales, políticos y simbólicos, relacionados con los inmigrantes. Las políticas sobre inmigración han generado división social en muchos países. Además de conflictos relacionados con asuntos laborales y de competencia por los recursos del bienestar social, se generan debates por la cultura, es decir, si se debe exigir o no a los inmigrantes que adopten la lengua y los valores de la nueva sociedad. La globalización, considerada como efecto de las emigraciones, redefine el movimiento de las personas por el mundo, ya que han aumentado la cantidad de personas que emigran hacia los países de ingresos altos. Dentro de este punto, hay 7 condicionantes que avalan el incremento: 1. Cambio demográfico, 2. Inmigración indocumentada, 3. Movimientos migratorios circulares, 4. Redes de inmigrantes, 5. Remesas, 6. Refugiados y personas que solicitan asilo y 7. Feminización. Cuando el ser humano viven en un régimen tipo feudal, autoritario o totalitario, no desea permanecer en su tierra de origen, pero aun así no quiere alejarse de la comunidad de origen a la fuerza, obligado por fuerza armada, terrorista, política, social, económica, religiosa. ideológica, racial, cultural. Según la autora, la migración forzosa es aquella en la que el desplazamiento de las personas se ve obligado por la fuerza de las circunstancias insuperables, ya sea situaciones de subdesarrollo o pobreza en que la vida humana se limita a la supervivencia material. Y la migración forzada implica que en el lugar de

origen este en peligro la propia integridad física de las personas por las amenazantes condiciones, en donde la única salida es la huida. Las migraciones tienen situaciones de base que provocan que estas se generen, y generalmente son conflictos armados en donde: 1.La mayoría de las guerras de hoy son civiles, 2. Las guerras actuales raras veces se resuelven; simplemente, se eternizan, 3. En la mayoría de las guerras no se usan armas de alta tecnología, 4. La mayor parte de las bajas son civiles, 5. Cuando las condiciones habituales de vida son violentas, no sorprenden las respuestas violentas, 6. Existe una fuerte relación entre la guerra y la injusta distribución de recursos para una vida digna, 7. La mayor parte de la humanidad, en términos casi absolutos, carece de estos recursos, 8. Los conflictos armados responden a múltiples causas, entrecruzadas en todas direcciones y 9. La guerra acabará sólo cuando sus causas sean eliminadas. El asilo fue reforzado con la costumbre de la Iglesia Católica, durante toda la Edad Media, en ejercer esta protección guiada por la caridad, utilizando la inmunidad en los lugares sagrados. Su expresión moderna se produjo luego de la “Declaración de los Derechos el Hombre” en Francia 1789, llegando a lo que es hoy con la proclamación oficial de como los Derechos Humanos en 1948, pero mas específicamente en 1951 con el Estatuto de los Refugiados en la Convención de Ginebra, donde se conoce el término refugiado. En la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de las Naciones juega un rol principal a los refugiados. Al ser sustituida por la Organización de Naciones Unidas, se crea una nueva institución llamada Organización Internacional de Refugiados (OIR), que no pudo redistribuir a los afectados por la Segunda Guerra Mundial, por los bloques occidental y comunista. En 1951 se funda Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), donde refugiado ya no se asocia a grupos nacionales o étnicos, si no que a la situación de la persona establecida fuera de su patria y que no podía regresar por motivos ya expuestos. No podían ser repatriados sin su consentimiento por miedo a persecución. En 1995, el ACNUR estimaba que el número de refugiados ascendía a 14,5 millones en todo el mundo. A ello se sumaban 5,4 millones de desplazados internos y 4 millones de personas retornadas a sus países de origen, aunque necesitadas de una protección especial. El refugiado cuenta con derechos garantizados por la comunidad internacional, pero no le aseguran la acogida segura en determinados Estados, ya que la Convención no impone que los estados den asilo. Los migrantes cuentan con términos jurídicos internacionales, régimen propio. Si son por trabajo, están bajo la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como en general por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), existiendo 5 tipos principales:

1. Inmigrantes: derecho de residencia por tiempo determinado o permanente, 2. Ciudadanos étnicos: derecho de integrarse en el Estado que actualmente constituye y representa su nación, 3. Inmigrantes temporales: emigran por un tiempo determinado por convenio o trabajo, 4. Inmigrantes de alta cualificación: el Estado receptor los demanda como privilegiados, y 5. Inmigrantes ilegales: no poseen ningún permiso de residencia o trabajo, etc Los migrantes forzados tienen 3 líneas principales en cuanto a su origen: 1. Conflictos residuales originados de la Guerra Fría: (1949-1989): existiendo las denominadas guerras por delegación, en donde los países del “Tercer Mundo” se enfrentaban teledirigidas, en vez de las potencias incluidas en la problemática central. 2. Conflictos de ámbito estatal: internos, reordenamiento post-colonial. 3. Conflictos insertables en lo que se conoce como “Post. Guerra Fría” (1989-1991): producido por la disolución de la ex Unión Soviética y República de Yugoslavia. Dentro de las causas, también encontramos las malas prácticas en cuanto a la nula aplicación del término desarrollo sostenible, dejando consecuencias graves en planeta, generando efectos invernaderos, afectando a las poblaciones más pobres, vinculadas con hambrunas y pandemias recurrentes. La cultura de la pobreza son las tradiciones y valores de los grupos indigentes, que viven al día sin la expectativa o esperanza que su situación va a cambiar y mejorar. Aunque el papel del pobre en la sociedad, esta susceptible de cambio y evolución, ya sea ayudado por el Estado al cual pertenece o por organizaciones de todo tipo, incluyendo las religiosas. Es por ello que optan por una migración forzada de su circulo y buscan mayores oportunidades que en el entorno en donde se desenvuelven. En la Conferencia sobre la Población en El Cairo, 1994, se proclama el derecho de las personas a permanecer dignamente en su lugar de origen, donde s recomienda: 1. Aliviar la pobreza, democratizar y gestionar de un modo eficaz los gobiernos de los países emisores, y evitar el deterioro ecológico, 2. Desactivar los conflictos internacionales e internos, garantizar los derechos de las minorías étnicas, religiosas y lingüísticas, 3. Los estados receptores admitan flujos de migración temporal, realizando políticas publicas que mejoren las condiciones de acogida de los migrantes, 4. Promover los derechos de los inmigrantes documentados, y 5. Asegurar una protección temporal a los refugiados y desplazados que lleguen de forma masiva. La violencia cultural se hace parecer como algo que no es malo, teniendo como tópicos: 1. Religioso: línea ente el bien y el mal, 2. Ideológico: diferentes tipos de pensamiento sobre un tema en común, 3. Lingüístico: puede ser usado para sobrevalorar o denigrar a una persona, grupo, etc., 4. Artístico formal: la estética y la ética, 5. Científico empírico: concierne a las ciencias de fuertes

proyecciones prácticas, y 6. Científico formal: sintetiza concepciones generales y hegemónicas del mundo. La diáspora implica un salto hacia delante abordando una realidad actual con espíritu positivo, permitiendo señalar las condiciones del exilio, denuncia si violencia implícita y tomar conciencia de ella. Genera una conciencia integradora que ingresa o recibe

REFLEXIONES Uno de los procesos sociales que más ha aumentado en los últimos años, es la migración. Alrededor del 3% de la población mundial, es decir, casi 200 millones de personas, reside en un país distinto al de su nacimiento. Las razones como ya hemos visto son numerosas, pero las cifras más recientes confirman el receso del número de refugiados y un incremento moderado de migraciones económicas y un aumento considerable en las migraciones desde las áreas rurales hacia los entornos urbanos, confirma la tendencia prevista para el 2008 a nivel global, año en el que por primera vez la mitad de la población se concentra en las ciudades.

El sur de Europa y Canadá, así como algunos países asiáticos, se sumaron a Estados Unidos como destinos migratorios principalmente de los latinoamericanos y el liderazgo femenino incorporó una nueva tendencia en la conformación de las familias trasnacionales; además del constante incremento de la fuga de capital humano (trabajadores calificados, personas con niveles educativos medios o superiores, jefes de familia, estudiantes de nivel medio y superior, etc.).

En lo que respecta a Latinoamérica, continuamente instituciones de importancia como lo son la Organización de los Estados Americanos OEA, su Secretaría Ejecutiva para el Desarrollo Integral SEDI y el Departamento de Desarrollo Humano DH, a través del Portal Educativo de las Américas invita a reflexionar sobre el tema.

Según el BID 30 millones de los inmigrantes del mundo son latinoamericanos y caribeños y 17 millones de ellos actualmente en EE.UU. producen una renta de 450 mil millones de dólares, equivalente al tercer PIB de

la América, después de México y Brasil (con excepción de EE.UU. y Canadá). Otro indicador que cobra cada vez más importancia es el de las remesas, que en muchos casos supera la inversión privada y la ayuda extranjera.

La inmigración, como ha sido siempre en todo el mundo, es un elemento vital para el desarrollo de las sociedades. Chile no está exento de ello y desde su independencia ha sido privilegiado con la llegada de cientos de miles de extranjeros que han venido al país para contribuir con su esfuerzo a nuestro desarrollo social, político y económico Las cifras del último Censo de población (2002) y las mediciones realizadas por el Departamento de Extranjería, dan cuenta de 317.056 migrantes en Chile. Ello representa el 1,9% de la población total, lo que sigue siendo un porcentaje bajo, comparado con otros países importantes receptores de migración, como son Venezuela, Argentina y Brasil; y lo que no supera las tendencias históricas, dado que en el Censo de 1930, se llegó a un 2,4%. Otras cifras más actualizadas entregadas el 2008 por el Departamento de Extranjería y Migración, dan a conocer que de los inmigrantes existentes, 83.352 son peruanos, 59.711 argentinos, 20.214 bolivianos, 14.668 Ecuador y 112.956 de otras nacionalidades. Esto reflejado en base a las visas otorgadas en el año 2007 queda distribuido en 27.8%, 20.55, 6.9%, 5.0% y 38.8% respectivamente. Si bien estamos lejos de poder afirmar que Chile sufre hoy una oleada migratoria, es claro que sí existe un incremento en relación de años pasados, sin embargo, nuestro país, es visto más como un país emisor ya que por cada extranjero que reside acá, hay cinco chilenos viviendo en el exterior, 80% de ellos por razones económicas. Ya sea en nuestro país o en el mundo, las migraciones traer consigo una gran gama de beneficios tanto para la nación de origen como también para la que los recibe ya que:

1) Aportan activamente a la economía nacional principalmente por: * Las transferencias de fondos contribuyen a equilibrar la balanza de pago de estos países, conocido como “Aumento de Remesas” * Mejora de la capacidad de producción, ya que muchos de los migrantes vuelven a sus países a invertir.

* Regulación del mercado del empleo favorable a los empresarios y Promoción de los trabajadores nacionales. * Se crean redes internacionales de comercio. 2) Los países de acogida laboral capacitan a nuevos trabajadores aumentando sus conocimientos y competencias otorgando un valor agregado, lo que se valora cuando los migrantes retornan parcial o definitivamente a sus países de origen. Esto se identifica como “Migración Circular” y constituye una transferencia invaluable de capital social y competitivo que no es posible desconocer. Tal es el caso de los cubanos y ecuatorianos que representan en Chile la mayor presencia extranjera de profesionales de la salud -médicos y enfermeras en los servicios de salud pública- contribuyendo a elevar el nivel de vida de nuestro país. 3) Se potencia la investigación, desarrollo e innovación.

A pesar de todas las ventajas que acabamos de señalar, los inmigrantes deben enfrentar continuamente numerosas desventajas que afectan su integridad, que en cierta medida se originan al iniciar este proceso de mala manera, es decir ilegalmente. Desde hace varios años, desde Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú ingresan clandestinamente al país numerosos inmigrantes, a veces sin documentos, muchos de ellos con mujeres e hijos. Peruanos y ecuatorianos representan la mayoría de los 200 mil emigrantes que se encuentran en condiciones inhumanas.

Generalmente entran por pasos fronterizos no controlados por las autoridades chilenas y de los países vecinos, sin documentación y -por consiguiente- difícilmente pueden trabajar en forma normal y menos acogerse a sistemas sociales.

Si consideramos nuestra definición de que las personas tienen en Chile -cuerpo, alma y RUT-, estos extranjeros, al no poder documentarse, son absolutamente marginados y, lo que es más grave, son prácticamente inexistentes. Sus mujeres suelen tener hijos, los cuales tampoco pueden ser inscritos en el Servicio de Registro Civil.

El RUT, instrumento definitorio en Chile de la condición humana, provoca además la vida infrahumana de más de 6 mil niños inmigrantes que al no contar sus padres con alguna visa de ingreso, con un contrato de trabajo por más de seis meses, donde el empleador se comprometa a pagar el pasaje de regreso a su país y muchas otras condiciones, no pueden tener su RUT. Por consiguiente, no tienen acceso a la educación y, peor aún, no proteger su salud, porque en consultorios, hospitales, clínicas, etc., lo primero que se les exige es dicho documento. Sus madres son atendidas únicamente durante el período de embarazo, sólo para el parto y ni siquiera como indigentes, ya que para postular a esta condición se requiere tener RUT. Esto sumado a la legislación migratoria vigente en Chile data del año 1975, que tal como se mencionó, limita gravemente la ciudadanía de los migrantes y el acceso a servicios sociales, como es el caso de la visa sujeta a contrato, tendencia que produce el efecto negativo de generar ciudadanos de segunda categoría lo que provoca un acceso a trabajos por lo general precarios o mal remunerados.

Todo lo mencionado confluye en una distante y no muy buena apreciación, sobre todo desde el punto de vista de la valoración que realiza la sociedad hacia la migración latinoamericana y, específicamente, hacia la migración andina.

Bueno no parece necesario abundar en argumentos sobre algo que es obvio. Corresponde que las autoridades nacionales se preocupen con cierta urgencia por solucionar los problemas que presentan estas minorías.

Es muy necesario que se encuentren los métodos administrativos adecuados para que se legalice esta situación, superando algunos síntomas de xenofobia que suelen advertirse entre nosotros. Es importante plantear este tema a la ciudadanía como un elemento cultural a trabajar, en cuanto a la apertura y tolerancia de los chilenos con los inmigrantes.

La tarea es extensa y compleja. Al día de hoy prácticamente no existe ningún país ni ninguna ciudad latinoamericana que no forme parte del proceso migratorio, bien por emisores o por receptores de migrantes. En muchos casos, ambas condiciones a la vez. Los sueldos y las relaciones familiares se negocian en el ámbito trasnacional. América Latina existe más allá de las fronteras de la región, en otras áreas geográficas donde las condiciones económicas, políticas

o sociales generan atractivo para conseguir proyectos de vida individuales o familiares, temporales o permanentes.

El gobierno debe tomarlo como un asunto que requiere una solución urgente, y evitar la vergüenza que significa para Chile tener niños de otras nacionalidades residentes en el país sin que tengan -por lo menos- los mismos accesos a la salud y a la educación que tiene el resto de nuestra población. Esta falta de acceso perjudica la salud de toda nuestra población y demuestra falta de realismo y responsabilidad. Ellos ya están en nuestro país y deben ser tratados como seres humanos.

El gobierno chileno debe fijar una política de migraciones que regularice la situación de aquellos extranjeros que han llegado a vivir en nuestra tierra y garantice el respeto de sus derechos. Ello ha de permitirle también, avanzar en la integración física con nuestros vecinos.

BIBLIOGRAFÍA * Organización Internacional para las Migraciones: “Ventajas y Desventajas de las Migraciones Laborales” * MARGARIT, Daisy: “Integración Social e Inmigración” * ORTIZ, Jorge – MORALES, Soledad. “Impacto socioespacial de las migraciones intraurbanas en entidades de centro y de nuevas periferias del Gran Santiago” * ESCOBAR SEPÚLVEDA, Santiago. “MIGRACIONES EN AMÉRICA LATINA”

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