LA CRISIS ASIÁTICA monografia
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“LA CRISIS ASIÁTICA”
INTRODUCCIÓN
La crisis financiera de Asia Oriental, estallo con la devaluación del BAHT Tailandés el 2 de Julio de 1997, dejo atónitos no solo a los inversionistas y acreedores de la región, sino también a académicos y economistas de las principales organizaciones Internacionales. Los logros de crecimiento sostenido con equidad previos a la crisis, fueron reales; tanto es así que las políticas desarrolladas por los países eran tomadas como ejemplo de lo que se debería hacer. El modelo Asiático había sido exitoso, medido tanto por los resultados económicos, como por avances en el campo social. La reducción de la pobreza, los altos niveles de educación y una distribución relativamente igualitaria de los ingresos son una prueba de ello. Estas economías consideradas Milagrosas experimentaron un vuelco espectacular y se genero así entre las manifestaciones de la crisis estuvieron una abrupta salida de capitales de la región, la depreciación de las Monedas y las contracciones del P.B.I. La crisis asiática ha impactado a los países latinoamericanos en distintas etapas. Como es en el Perú, afectó diversos aspectos del sector externo de las economías. El primero de ellos, se relaciona con la baja del precio de los productos primarios agrícolas y minerales como resultado de la caída de la demanda de los países asiáticos por estos bienes. Ello tuvo un efecto fiscal inmediato en aquellos países cuyo presupuesto es altamente dependiente de los ingresos de exportaciones de petróleo, cobre y níquel. En octubre 97, el contagio, o efecto "Tom Yum" (es una sopa tailandesa), "Bahtulism" o "Thaiphoon" para otros comentaristas, ha conllevado una serie de devaluaciones y caídas de los mercados bursátiles de otros países asiáticos, incluyendo Hong Kong y Corea del Sur. A partir de este momento los mercados bursátiles norteamericanos y latinoamericanos sufrieron caídas brutales y en el caso latinoamericano especulación contra sus divisas.
1.- ORIGEN DE LA CRISIS ASIÁTICA 1.1.- Cómo se originó la crisis asiática Lo que comenzó en julio de 1997 en Tailandia, con la devaluación de su moneda, se ha extendido por algunos países del Este Asiático generando una crisis económica en muchos de éstos y con repercusiones a nivel mundial. ¿Qué pasó realmente en Asia? Todo empezó con la devaluación de la moneda de Tailandia en julio. Esto se extendió a Malasia (11 de julio), Indonesia (21 de julio), Filipinas (11 de julio). Estos países han visto sus monedas devaluadas en un 50% o más de su valor desde julio de 1997 a mayo de este año. Esto repercutió en sus Bolsas de Valores, que ya venían cayendo desde principios de 1997 y han perdido a la fecha alrededor del 50% de su valor. En los mercados financieros se da la ley inexorable de que cuando hay un boom a continuación viene una caída, y la fuerzas de mercado explotaron en julio de 1997 con la devaluación Tailandesa. A ella le siguieron las monedas de los otros países ¿Por qué sucedió esto? 1.2.- Problemas que desencadenaron la crisis Tres problemas se han señalado para que se desencadene la llamada crisis asiática: primero, las monedas de estos países habían estado casi pegadas al dólar, no habiéndose devaluado los últimos tres años (excepto Indonesia), es decir estaban sobrevaluadas (y así sus exportaciones habían perdido competitividad, especialmente frente a China); segundo, tenían un déficit en cuenta corriente grande, especialmente Tailandia, uno de los más afectados con un déficit de un 8% de su PBI. En promedio los países más afectados tenían un déficit de 4% a 5% del PBI; y, por último, el sistema financiero de estos países estaba en muy mala forma, por préstamos mal hechos, incobrables, muchas veces contraídos para comprar acciones y terrenos que subieron sin medida ni control los últimos años y que empezaron a bajar en él ultimo año, o a empresas que se expandieron sin ningún control. A todo esto, el retiro de los flujos de capital extranjero en estos países ante la inseguridad que sentían por los problemas mencionados y la acción de algunos especuladores que atacaron sus monedas, agudizó la caída del valor de éstas. Justamente, los especuladores, después que atacaron las monedas de esos 4 países, vieron a Hong-Kong como la próxima víctima. Hong-Kong también tiene su moneda pegada al dólar, y esta moneda no había variado de valor frente al dólar en los últimos 5 años. Hong-Kong también tuvo un alza bastante considerable en el precio de sus acciones en Bolsa y en el valor del terreno los últimos años, aunque no se puede decir que su sistema financiero estaba mal. En todo caso, para defender su moneda de una devaluación, la Autoridad Monetaria de Hong-Kong (el equivalente de un Banco Central), elevó la tasa de
interés. Al subir la tasa de interés se hace más atractivo tener la moneda de Hong-Kong y no dólares, evitándose la devaluación de su moneda. Pero la subida de la tasa de interés hace menos atractivo tener el dinero en acciones en la Bolsa. La gente vendió sus acciones en Bolsa y esto originó la caída de la Bolsa de Valores de Hong-Kong que en realidad estaba sobrevaluada en su valor (había subido en promedio su valor 3 veces en los últimos 4 años). 1.3.- La caída de la Bolsa de Valores de Hong-Kong La caída de la Bolsa de Valores de Hong-Kong afectó las Bolsas en otras partes, pues Hong-Kong es un centro financiero de nivel internacional y era la cuarta Bolsa de Valores del mundo en valorización (ya no lo es por la caída de su valor). Esto afectó a las Bolsas del mundo, como la de New York (que también estaba algo revaluada). Las Bolsas del mundo cayeron por el efecto de globalización de las Bolsas, pues los grandes inversores, los fondos de inversión que tienen dinero en todo el mundo, ante la caída de valor en una Bolsa recomponen su cartera de inversiones vendiendo o comprando en otras Bolsas. Ocurrió también una toma de ganancias (vender las acciones que se considera están caras) y mucho de especulación. Los problemas de Corea del Sur y Japón fueron la novedad. Aquí el problema principal es el sistema financiero de estos países que tienen muchas deudas por cobrar y no pueden cobrarlos. En el caso de Corea del Sur, sus bancos se endeudaron en el exterior para financiar el crecimiento de las empresas en el país. Estas empresas tienen problemas en devolver el préstamo pues invirtieron demasiado en expandirse, algunas con poco criterio económico y sin encontrar donde vender su producción. Hubo también mucha inversión en Bolsa que ha caído a la mitad de su valor en el último año. En Japón el problema es más financiero, el sistema financiero no puede recuperar los préstamos que dieron a gente y a empresas que invirtieron en la compra de acciones en Bolsa y en terrenos, que se triplicaron en precio de 1985 a 1990-91 pero desde ahí perdieron su valor, casi en un tercio las acciones, y la mitad el valor del terreno. Japón sufre las consecuencias del rompimiento de su «burbuja económica» (la subida de precios de las acciones en Bolsa y del terreno entre 1985-90 y su posterior derrumbe de precios). En Corea del Sur caen algunas compañías, en Japón caen algunas instituciones del sistema financiero, ambas por no poder pagar o poder recuperar sus deudas. Los países del Asia Oriental verán disminuido el ritmo de crecimiento de sus economías este año 1998 y 1999, esperando poder recuperarse a partir del año 2000. Se espera que las reformas que emprendan harán que se fortalezcan sus economías. El factor más débil de Asia es su sector financiero, controlado muchas veces por el gobierno, alejado de los estándares internacionales de regulación y sin competencia del extranjero (excepto Hong-
Kong). Pero el problema de Hong-Kong, Corea del Sur y Japón es muy diferente al de los 4 países que han visto su moneda devaluada tan drásticamente. Hong-Kong, Corea del Sur y Japón tienen empresas industriales fuertes y competitivas (aunque en Corea del Sur muchas de ellas tendrán que reestructurarse). Ellos seguirán siendo fuertes exportadores, y ante una baja en el crecimiento de sus economías, sus empresas exportaran con mayor ímpetu al mundo. Todos los países del Este Asiático se prevé que exportaran más y serán más competitivos en el futuro. Especialmente los países que han visto sus monedas devaluadas fuertemente (y Corea del Sur, cuya moneda ha sufrido el impacto de malas deudas de su sistema financiero) verán favorecidos sus productos en el extranjero, pues estos serán más baratos en dólares (la devaluación de sus monedas hace que el precio en dólares sea menor). 1.4.- Consecuencias de los problemas financieros La consecuencia más importante de los problemas financieros en el Asia Oriental, es que al bajar la actividad económica de estos países en los próximos dos años, la demanda por materias primas de estos países podría disminuir, con la consiguiente baja en los precios de estas materias primas, algo que afectará a países exportadores de estos productos, como el Perú. 2.- LA PARTICIPACIÓN DEL FONDO MONETARIO Internacional (FMI) Las crisis que asolaron a varios países asiáticos en 1997 y 1998 sorprendieron a casi todos, durante muchos años, las economías de Corea del Sur, Tailandia, Indonesia y Malasia se habían considerado como ejemplos de éxito. Desde 1970 habían alcanzado tasas anuales de crecimiento que, en promedio, se situaban entre 6.9% (Indonesia) y 8.4% (Corea). Estos países sufrieron un contagio comercial y financiero que hizo que sus crisis tuvieran efectos tan adversos y diferentes en cada país. Solicitando una asistencia financiera sin precedentes para tratar de contener la crisis que presentaban con créditos del FMI que complementó con ayuda del Banco Mundial, el Banco de Desarrollo Asiático y de algunos países industrializados. Los tres países que acudieron al FMI para su auxilio; Tailandia, Indonesia y Corea del Sur alcanzaron compromisos de financiamiento en conjunto por 125.3 mil millones de dólares estadounidenses (FMI, 2000). A Tailandia se le recomendó una política monetaria restrictiva, una tasa de fondeo que pasó de 10% a mediados de 1997 a niveles de 25%, a principios de 1998. Sin embargo, en Indonesia la situación política y social se deterioro drásticamente, siendo éste el principal factor que contribuyó a engrandecer la crisis financiera. En Corea del Sur las autoridades intentaron distribuir la carga fiscal en varios períodos y proyectaron un déficit fiscal de 1% del PIB para 1998 en comparación con la situación fiscal de equilibrio en 1997.
Otra medida consistió en la intervención, cierre o fusión de los bancos en problemas, el resultado alcanzó para 1998 una devaluación de las monedas de Tailandia, Indonesia, Malasia y Corea del Sur; en 29.78, 40.19 y 33.38%, respectivamente. Con 56 bancos cerrados en Tailandia, 16 en Indonesia y 14 bancos suspendidos en Corea, los problemas se agudizaron en los tres países y optaron por una política económica acomodaticia que logró que las tasas de interés real y nominal del mercado de dinero se situarán por debajo de las anteriores a la crisis en Corea y Tailandia a principios de 1998 y en Indonesia fue hasta a mediados de 1999 (FMI, 1999). El avance de las reformas estructurales redujo las presiones que impactaban a las monedas nacionales, con el incremento de precio del petróleo y el superávit comercial con los países importadores de petróleo de la región promovió, los superávit comerciales y el aumento de la competitividad de sus productos de; Indonesia y Malasia. Además, se restablecieron las reservas internacionales que ayudaron a la disminución de la vulnerabilidad de los países frente a las perturbaciones externas. Para el año 2000 Corea acumulo más de US$85 000 millones, y el país volvió a los mercados internacionales de capital. En Tailandia, las reservas internacionales superó más de 100% la deuda externa en el corto plazo, lo que se diferenciaba de la situación imperaba en 1997, empleando los tres países solo 66.6 mil millones de dólares del préstamo contraído (FMI, 2000). En resumen, en Asia se debían crear exactamente el mismo tipo de instituciones financieras existentes en Estados Unidos, como una condición del apoyo del FMI. Además, los sistemas financieros debían volverse "transparentes", esto es, proveer el tipo de información financiera confiable usado en Occidente para tomar decisiones financieras razonables. Sin embargo, la mayor crítica contra el rol del FMI en la crisis se concentró sobre su respuesta a la crisis. Como país tras país entraba en crisis, muchos negocios locales y préstamos que habían tomado los gobiernos en dólares americanos, se volvieron mucho más costosos respecto a la moneda local en la que obtenían sus ganancias, encontrándose incapaces de pagar a sus acreedores. La dinámica de la situación era muy similar a aquella de la crisis de la deuda de América Latina. Los efectos del programa de ajuste estructural fueron mixtos y su impacto una controversia. No obstante, los críticos señalaron la naturaleza contradictoria de estas políticas, argumentando que en una recesión, la respuesta tradicional keynesiana era incrementar el gasto público, apoyar a las compañías mayores y reducir las tasas de interés. La razón era que, por este medio, se estimularía la economía, evitando la recesión, con lo cual los gobiernos podían restaurar la confianza al mismo tiempo que prevenían el malestar económico. Asimismo, sostenían que el mismo Gobierno de los Estados Unidos había seguido políticas expansivas, tales como la reducción de las tasas de interés, el
incremento del gasto público y el recorte de impuestos, cuando los Estados Unidos entraron en recesión en 2001. Aunque tales reformas, en la mayoría de casos, eran largamente necesitadas, los países más involucrados terminaron sufriendo una reestructuración política y financiera casi completa. Sufrieron devaluaciones monetarias permanentes, un número masivo de bancarrotas, colapsos en todos los sectores económicos, depresión del mercado inmobiliario, alto desempleo y malestar social. Para la mayor parte de los países involucrados, la intervención del FMI había sido rotundamente criticada. El rol del Fondo Monetario Internacional fue tan controvertido durante la crisis que muchos ciudadanos locales llamaron a la crisis financiera la "crisis del FMI". En retrospectiva, muchos comentaristas critican al FMI por empujar a las economías en desarrollo de Asia hacia la "vía rápida del capitalismo", es decir, hacia una liberalización del sector financiero (eliminación de restricciones para los flujos de capital); mantenimiento de altas tasas de interés domésticas para atraer una cartera de inversiones y capital bancario; y fijar la moneda nacional al dólar para tranquilizar a los inversionistas extranjeras contra el riesgo monetario. En otras palabras, se argumentaba que el FMI en sí mismo era la causa de la crisis. 3.- PAÍSES AFECTADOS 3.1 Tailandia Entre 1985 y 1996, la economía de Tailandia creció a un promedio de más del 9% anual, la tasa más alta de crecimiento económico de un país en aquella época. En 1996, un fondo de cobertura norteamericano había vendido $400 millones de la moneda tailandesa. Esto fue posible porque desde 1978 hasta el 2 de julio de 1997, el baht tailandés estaba fijado al dólar en tasa de 25 a 1. Los días 14 y 15 de mayo de 1997, el baht fue golpeado por un ataque especulativo masivo. El 30 de junio de 1996, el primer ministro Chavalit Yongchaiyudh dijo que no devaluaría la moneda. Esta fue la chispa que encendió la crisis financiera asiática, cuando el gobierno tailandés falló en su defensa del baht contra especuladores internacionales. El boom económico tailandés se detuvo entre despidos masivos en el sector financiero, inmobiliario y de construcción que tuvieron como resultado una enorme cantidad de trabajadores regresando a sus pueblos al interior del país y 600.000 trabajadores extranjeros siendo enviados de regreso a su país de origen. El baht se devaluó rápidamente y perdió la mitad de su valor, alcanzando su punto más bajo de 56 unidades por dólar en enero de 1998. La bolsa de valores tailandesa cayó un 75% en 1995. Finance One, la compañía financiera más grande de Tailandia hasta entonces, colapsó.
El 2 de julio de 1997, la administración tailandesa dejó que la moneda local fluctuara. El 11 de agosto de 1997, el FMI comunicó el lanzamiento de un paquete de rescate para Tailandia de más de $17 mil millones, sujeto a condicionantes, tales como la aprobación de leyes relacionadas con los procedimientos en caso de bancarrota (reorganización y reestructuración) y el establecimiento de marcos regulatorios fuertes para bancos y otras instituciones financieras. El FMI aprobó el 20 de agosto de 1997 otro paquete de ayuda financiera consistente en $3900 millones Los partidos de oposición tailandeses denunciaron que el ex primer ministro Thaksin Shinawatra se había aprovechado de la devaluación, aunque los subsecuentes gobiernos liderados por partidos de la oposición no investigaron sobre este tema. Para el 2001, la economía de Tailandia se había recuperado. La creciente recaudación fiscal permitió al país estabilizar su presupuesto y pagar sus deudas con el FMI en el 2003, cuatro años más tarde de lo programado. Incluso después del golpe de Estado por los militares, el baht tailandés continuó apreciándose: de 36,5 baht por dólar a 33 baht por dólar en mayo de 2007 y a 31 baht por dólar en mayo de 2008. El gobierno actual está tratando de elevar la tasa de crecimiento de la economía tailandesa al 6% durante el 2008. 3.2 Indonesia En junio de 1997, Indonesia parecía estar lejos de una crisis. A diferencia de Tailandia, Indonesia tenía una baja inflación, un superávit de la balanza comercial de más de $900 millones, inmensas reservas internacionales de más de $20 mil millones y un buen sector financiero. Pero, un gran número de corporaciones indonesias habían tomado préstamos en dólares americanos. Durante los años anteriores, como la rupia indonesa (rupiah) se fortalecía con respecto al dólar, esta práctica había funcionado bien para estas corporaciones: sus niveles de deuda efectivos y costos financieros habían decrecido mientras el valor de la moneda local aumentaba. En julio de 1997, cuando Tailandia permitió la fluctuación del baht, las autoridades monetarias de Indonesia ampliaron la banda cambiaria de la rupiah del 8 al 12%. En agosto, la rupiah cayó bruscamente debido a ataques severos. El 14 de agosto de 1997, el régimen monetario de fluctuación manejada fue reemplazado por un arreglo de tasa de cambio de libre fluctuación. La rupiah cayó aún más. El FMI intervino con un paquete de rescate de $23 mil millones, pero la rupiah se hundía en medio del temor por las deudas de las corporaciones, ventas masivas de rupiah y fuerte demanda de dólares. La rupiah y la Bolsa de Yakarta llegaron a un punto bajo histórico en septiembre. Con el tiempo, Moody's bajó de categoría a la deuda a largo plazo de Indonesia hasta 'bono basura'.
Si bien la crisis de la rupiah empezó en julio y agosto de 1997, se intensificó en noviembre cuando los efectos de esa devaluación de venero se mostraron en los balances corporativos. Las compañías que se habían prestado en dólares debieron enfrentar los altos costos impuestos por el declive de la rupiah y muchos reaccionaron comprando dólares y vendiendo rupiah, socavando aún más el valor de esta última. La inflación de la rupiah y las subidas considerables resultantes en los precios de los productos alimenticios llevaron a levantamientos en todo el país, en los cuales murieron más de 500 personas solo en Yakarta. En febrero de 1998, el presidente Suharto despidió al presidente del Banco de Indonesia, pero esto fue insuficiente. Suharto fue forzado a renunciar a mediados de 1998 y Jusuf Habibie se convirtió en presidente. Antes de la crisis, la tasa de cambio de la rupiah y el dólar era de aproximadamente 2600 rupiah por 1 dólar. En varios momentos durante de la crisis, la tasa se hundió a más de 14000 rupiah por dólar. Ese año, Indonesia perdió el 13,5% de su PIB (Producto Interno Bruto). 3.3 Corea del Sur Los resultados macroeconómicos en Corea del Sur eran buenos, pero el sector financiero estaba cargado con préstamos no rentables, pues sus grandes corporaciones estaban financiando expansiones agresivas. Durante este tiempo, hubo prisa en construir grandes conglomerados (chaebol) para competir a nivel mundial. Muchos negocios a la larga fallaron en garantizar las ganancias y la rentabilidad. Los conglomerados coreanos, más o menos completamente controlados por el gobierno, simplemente absorbieron más y más inversión de capital. Al final, el exceso de deuda llevó a quiebras mayores y adquisiciones. Por ejemplo, en julio de 1997, el tercer fabricante de autos más grande de Corea del Sur, Kia Motors, solicitó préstamos de emergencia. En la víspera del deterioro del mercado asiático, Moody's disminuyó la clasificación del crédito de Corea del Sur de A1 a A3, el 28 de noviembre de 1997; y lo bajó de categoría nuevamente a B2 el 11 de diciembre del mismo año. Esa disminución contribuyó al posterior declive de las acciones coreanas, dado que el mercado bursátil tenía una tendencia a la baja desde noviembre. La bolsa de Corea cayó el 4% el 7 de noviembre de 1997; al día siguiente, se hundió un 7%, en su mayor caída en un solo día hasta entonces. El 24 de noviembre las acciones cayeron un 7,2% más, debido al temor de que el FMI pidiera reformas duras. En 1998, la Hyundai Motor Company asumió el mando de Kia Motors. La empresa de $5 mil millones Samsung fue disuelta debido a la crisis y con el tiempo Daewoo Motors fue vendida a la compañía norteamericana General Motors (GM). Mientras tanto, el won coreano se debilitó a más de 1700 por dólar desde 800. A pesar de una ralentización profunda inicial y de numerosas bancarrotas corporativas, Corea del Sur ha logrado triplicar su renta per cápita en términos de dólares desde 1997. De hecho, reasumió su rol como la economía de más
rápido crecimiento del mundo. Desde 1960, su Producto Interno Bruto per cápita se ha incrementado de $80 en términos nominales a más de $21000 en el 2007. Sin embargo, como el chaebol, el gobierno de Corea del Sur no ha resultado ileso. El porcentaje de su Deuda Pública-PBI se ha más que duplicado (aproximadamente del 13 al 30%) como resultado de la crisis. 4.- EFECTOS DE LA CRISIS EN EL PERÚ Los países asiáticos atravesarán una etapa de ajuste económico que disminuirá su crecimiento en estos próximos dos años. La devaluación de sus monedas y la baja de su actividad económica harán que exporten más de sus productos al exterior. Para el Perú se pueden esperar ventas de productos asiáticos muy baratos que pueden afectar a la industria textil, vidrios. Metalmecánica y en menor medida zapatos y juguetes. Además, el bajo crecimiento económico de esos países hará que demanden menos de nuestras materias primas, teniendo como consecuencia menores volúmenes exportados y menores precios de estos productos en el mercado internacional. 4.1.- Cómo afectó la crisis asiática al Perú La crisis asiática ha afectado a nuestro país en diferentes campos entre los cuales tenemos: 4.1.1.- Comercio.- El Perú vio disminuido el valor de sus exportaciones por la crisis asiática. Esto se debe a dos razones, las cuales están relacionadas entre ellas. Primero el menor crecimiento económico en los países asiáticos hará que estos disminuyan sus importaciones y demanden por ejemplo menos materias primas de nuestro país. Ya que el 80% de lo que le vendemos a los países asiáticos son materias primas, el sector de exportaciones no tradicionales (materias primas) es el que se verá más afectado. Asimismo la menor demanda de importaciones de parte de Asia afectará el crecimiento económico mundial y reducirá el crecimiento de los demás países. Se calcula que países como EE.UU. y Europa podrían ver disminuido su crecimiento económico entre 0.3% a 0.5% en el presente año, y los países en desarrollo como el Perú aún más. La CEPAL y el BID calculan que los países latinoamericanos verán disminuido en promedio su crecimiento económico este año 1998 desde un 4.0% a 4.5% anual sin crisis asiática a un 3.0% a 3.5% anual con la presente crisis. El menor crecimiento económico a nivel mundial hará que la mayoría de los países demanden entonces menos materias primas de nuestro país. La segunda razón es que la menor demanda a nivel mundial por nuestras materias primas ha hecho que los precios de éstas se reduzcan en forma notable durante el último año. Según información del cuadro 3, los precios del
cobre, el oro, el petróleo, el café han disminuido desde que empezó la crisis asiática (aunque la caída de los precios, por ejemplo los del petróleo y del oro no es exclusivamente por la crisis asiática, sino también por una sobreproducción, en el caso del petróleo, y de una venta de oro de algunos Bancos Centrales Europeos en aproximación a la llegada del Euro, la moneda única europea, en el caso del metal oro). En todo caso, la menor demanda de nuestras materias primas debido a un menor crecimiento de los países en el mundo como consecuencia de la crisis asiática, y la baja en el precio de estas materias primas por esta menor demanda hará que los ingresos por exportaciones del Perú se reduzcan este año 1998. De hecho esto ya se nota. Según estadísticas del BCR, en el período enero-marzo 1998 nuestras exportaciones de productos tradicionales (materias primas) fueron de 675 millones de dólares, en comparación con los 1,114 millones de dólares del período enero-marzo 1997. De los 439 millones de dólares que se dejaron de exportar, en verdad 297 millones de dólares fueron por menores exportaciones de productos pesqueros (por el Fenómeno de El Niño que disminuyó la extracción pesquera), pero se dejo de exportar 97 millones de dólares en productos mineros, y esto sí puede atribuirse a un efecto de menor demanda y menor precio de los minerales por la crisis asiática. En todo caso, la caída de nuestras exportaciones por la crisis asiática será un hecho este año 1998. Aunque, el Perú no sufrirá tanto como otros países pues no dependemos directamente mucho de los países asiáticos para nuestras exportaciones. En 1997 sólo el 22.13% de nuestras exportaciones iba a los países asiáticos, de los cuales las recibían 3 países más afectados, como Corea del Sur, Indonesia, Tailandia. Sólo iba el 2.44% del total de nuestras exportaciones. Por el lado del comercio también tenemos que las importaciones desde Asia podrían aumentar debido a la devaluación de las monedas de estos países que hacen más competitivos sus productos. Los productos asiáticos podrían competir con nuestros productos en nuestro propio mercado, aumentando las importaciones de esa región en nuestro país, o también los productos asiáticos competirán con nuestros productos en los mercados del exterior. Sobre esto último por ejemplo se tiene que según el Comité de Textiles y Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias, las exportaciones de estos productos peruanos, que estuvieron creciendo a una tasa de 25% anual en los últimos años, este primer trimestre de 1998 sólo aumentaron en un 10%, esto es a una tasa menor, que se puede atribuir a una mayor competencia en los mercados externos de parte de productos más baratos provenientes de los países asiáticos.
En todo caso, respecto a la competencia de productos del Asia en nuestro mercado interno, las importaciones provenientes de los países asiáticos son todavía pequeñas, por ejemplo en 1997 representaron sólo el 14.87% del total. De los 3 países más afectados y que han visto devaluada su moneda en mayor proporción como Indonesia, Corea del Sur y Tailandia, las importaciones sólo representan el 3.62% del Asia. Sin embargo, aún cuando las importaciones asiáticas son una pequeña fracción del total de productos importados por el Perú, en sectores como el de juguetes, textiles y confecciones, ya las importaciones asiáticas representan un componente importante. Se dice por ejemplo que en el mercado de juguetes en el país, el 70% son importaciones, casi la mayoría de Asia, aunque más de China y Taiwán. 4.1.2.- Problemas financieros.- La crisis asiática que empezó con la devaluación de las monedas en Asia y la baja en la Bolsa de Valores a nivel mundial, ejerció en octubre pasado, una presión también sobre la devaluación de la moneda en el Perú, y sobre la baja en la Bolsa de Valores de Lima. Sin embargo, la moneda peruana no se ha devaluado ni su Bolsa de Valores ha sufrido una caída pronunciada. La razón es que en el caso del Perú la moneda no se devaluará pues hay abundantes dólares en la economía (de la privatización, de capitales extranjeros en Bolsa) y además el Banco Central de Reserva mantiene una política monetaria restrictiva. Además se cuenta con un nivel de Reservas Internacionales bastante grande, casi 10,600 millones de dólares a mayo de 1998, que se usarían para defender la moneda ante un ataque especulativo. También la Bolsa de Valores en Lima es pequeña y se negocian acciones de pocas compañías, por eso no se vislumbra una fluctuación tan fuerte en la Bolsa. En todo caso, la relación del Perú con los países asiáticos, como se ve por el lado de las exportaciones e importaciones, es en verdad pequeña, y no hay un impacto tan fuerte (en comparación con Chile, por ejemplo, donde se exporta más de un tercio del total a los países de Asia). Por eso también la economía peruana al no estar tan ligada a los países asiáticos no enfrenta mayores problemas financieros, como podrían ser un ataque especulativo en su moneda o un brusco descenso en el valor de su Bolsa de Valores. 5.- LAS ECONOMÍAS NO AFECTADAS Si bien es cierto la crisis asiática afecto a toda la región, como se ha visto, algunas economías, tales como Taiwán y China prácticamente no se vieron afectadas. La clave estuvo en la depreciación del dólar en Singapur, pues Taiwán y Singapur tenían estructuras exportadoras similares (Singapur, deprecio su moneda por la depreciación del ringgit de Malasia, su principal socio comercial).
Lo ocurrido en Taiwán genero expectativas de que Hong Kong siguieron el mismo camino, pues las autoridades de Hong Kong respondieron mediante una política monetaria contractiva, que elevo las tasas de intereses a niveles que lograron prevenir una salida de capitales. Al parecer esta medida convenció a los inversionistas de que la mantención del tipo de cambio fijo en Hong Kong era creíble. En consecuencia, si un país liberaliza la cuenta de capitales y al mismo tiempo presenta un tipo de cambio inflexible y un marco regulatorio inadecuado, es un candidato a una crisis financiera y cambiaria. Por lo tanto, no siempre la liberalización de la cuenta de capitales es la causante de todos los males, si no las características que la economía presenta en el momento de la liberalización. 6.- LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA ASIÁTICA 6.1.- La recuperación económica asiática La crisis asiática, que empezó en julio de 1997 y afectó a todo el mundo, prácticamente ha terminado en la región asiática. Casi todos las economías de la región experimentaran un crecimiento positivo este año, y especialmente algunos como Corea del Sur, lo harán a tasas especialmente altas de crecimiento económico. En todo caso a partir del año 2,000 otra vez la región asiática crecerá a tasas superiores a cualquier región en el mundo (como lo hizo en los últimos 25 años).
Crecimiento del PBI (% crecimiento anual) Años
1997
1998
1999
Hong Kong
5.3
5.1
-0.5
Corea del Sur Singapur Taiwán China Indonesia Filipinas Tailandia Malasia Japón
5.0 8.0 6.8 8.8 4.3 5.2 -1.3 7.5 -0.7
-5.8 1.5 4.8 7.8 -13.4 -0.5 -9.4 -7.5 -2.1
8.0 5.0 5.5 6.8 2.0 3.0 3.0 2.0 0.9
Fuente: Los datos de 1997 y 1998 de la revista semanal "Far Eastern Economic Review", Hong Kong; de 1999 proyecciones del Banco Asiático de Desarrollo.
Las economías más golpeadas por la crisis fueron Tailandia, Indonesia, Corea del Sur, Malasia y Filipinas. Japón es un caso aparte pues su economía ya desde comienzos de esta década se encontraba en problemas. Hong Kong también es un caso especial, pues aquí el desinfle de la "burbuja económica" (la baja en los precios de las acciones de Bolsa de Valores y de la propiedad inmobiliaria) fue bastante fuerte (aunque esto fue algo común a prácticamente todos las economías de Asia). En todo caso la rápida recuperación de las economías asiáticas se debe a las siguientes razones: 6.2.- Razones de la recuperación asiática Una de las causas de la crisis asiática fue que las monedas asiáticas, especialmente de las economías más golpeadas, se habían revaluado desde 1994 respecto a China (que devaluó su moneda, el yuan, en ese año) y desde 1995 respecto a Japón (el yen desde abril de ese año dejo de revaluarse y empezó más bien a devaluarse). La reevaluación de las monedas en las economías asiáticas hizo perder competitividad a sus exportaciones, especialmente desde la segunda mitad del año 1996. Esto se agudizó en la primera mitad del año 1997. Antes esto, Tailandia por ejemplo, se vio forzado a devaluar su moneda en julio de 1997 y le siguieron las demás economías. La devaluación de las monedas les devolvió la competitividad. Sin embargo, esta devaluación fue demasiada alta y ahora el valor de algunas de estas monedas se han recuperado, pero aún mantienen su competitividad. Por ejemplo, el baht de Tailandia, que llegó a devaluarse de 25.88 baht por dólar de julio de 1997 a 54.22 por dólar en enero de 1998, ahora a septiembre de 1999 está en alrededor de 38.25 por dólar. En todo caso, con monedas más competitivas las exportaciones de los países asiáticos han aumentado, y ésta es una de las razones de la recuperación asiática. Otra razón para que las exportaciones asiáticas decayeran desde la segunda mitad del año 1996 fue que la demanda (y el precio) de muchos productos asiáticos, como computadoras y productos electrónicos, habían bajado en los mercados internacionales. Esto sucedió por la saturación en ciertos mercados y por la sobreproducción de algunos de estos artículos. Sin embargo, el continuo crecimiento de la economía norteamericana (y europea en menor medida) ha hecho que la demanda por estas exportaciones aumente ahora. No sólo eso, casi un 30% en promedio de las exportaciones asiáticas van a otras economías asiáticas, y con estas en caída durante lo peor de la crisis en 1998, disminuyeron aun más las exportaciones. Ahora con las economías asiáticas en recuperación, sus exportaciones también aumentan. Por ejemplo, las exportaciones de Malasia han aumentado un 16.3% en el período abril - junio de este año, en comparación con igual período del año 1998. La recuperación en casi todas las economías asiáticas, especialmente en Corea del Sur, Tailandia, Malasia, Japón, China, está siendo impulsada por un
fuerte gasto fiscal. Especialmente Malasia fue uno de los primeros en aplicar esto, a despecho del FMI que aconsejó a estas economías retracción en el gasto fiscal inmediatamente después del comienzo de la crisis en julio de 1997. Algunos aseguran que fueron las recetas restrictivas del FMI las que más bien profundizaron la crisis asiática. En todo caso, todas las economías asiáticas ahora tienen déficit fiscal (antes casi ninguna tenía), pues están estimulando sus economías hasta que el sector privado tome las riendas del crecimiento. Por ejemplo, China este año está gastando mucho para mantener su economía caminando y se calcula que su déficit fiscal pueda llegar este año 1999 a más de 1.5% del PBI (cifras oficiales, casi el doble de 1997). 4. Una de las principales causas de la crisis asiática fue que la burbuja económica que experimentaron casi todas las economías asiáticas reventó a comienzos de 1996-97. Desde comienzos de los 90 hasta 1996-97 (y en Japón de 1985 a 1990), los precios de las acciones en la Bolsa y de la propiedad inmobiliaria experimentaron una subida espectacular. Esto fue posible porque hubo dinero abundante en estas economías, muchas veces dinero del exterior, y porque las instituciones bancarias prestaban dinero para comprar esos activos sin preguntar mucho por la idoneidad de los prestatarios ni por el destino del dinero a invertir. La especulación en el precio de las acciones y en la propiedad inmobiliaria tuvo que terminar. Sin embargo, ahora los precios de esos activos se están recuperando, muestra de la confianza en estas economías (está viniendo dinero del exterior otra vez) y porque la economía real también se está recuperando (la producción industrial y las exportaciones están aumentando). Por ejemplo, en Corea del Sur, el índice de la Bolsa de Valores de Seúl, que cayó de un valor de 758 en julio de 1997 a 297 en septiembre de 1998, ahora en septiembre de 1999 está en alrededor de 940 (a niveles superiores de cuando empezó la crisis). El sistema bancario y financiero en general en Asia es uno de los sectores más débiles de esas economías. Los bancos, al prestar dinero sin hacer muchas preguntas, alimentaron la burbuja económica. Ahora se está saneando el sector bancario en la región. Algunos bancos están siendo liquidados, otros se están uniendo entre ellos, pues había demasiados bancos. En este aspecto Japón, que presenta un sistema financiero muy débil, a pesar de ser la segunda economía más grande del mundo, está avanzando bastante. La crisis económica japonesa, que se desato desde que la burbuja económica reventó en 1990, dejo a muchos bancos con préstamos incobrables y en quiebra. Recién desde el año pasado Japón está tomando medidas para sanear su sistema financiero (después de 8 años que empezó la crisis, por eso la crisis demoró tanto y recién ahora se está recuperando su economía). Muchos bancos se están uniendo, por ejemplo, a comienzos de septiembre de este año 3 bancos: Industrial Bank of Japan, Dai-Ichi Kangyo Bank y Fuji Bank,
anunciaron que se unirán en uno solo, para ser más competitivo (y de paso crearán el banco más grande del mundo). Otra de las principales causa de la crisis fue que el capital extranjero se retiro súbitamente de la región asiática desde la segunda mitad de 1997, forzando la devaluación de muchas monedas. Ahora estos capitales están regresando. Está aumentando la inversión en la Bolsa de Valores de la región, así como de la inversión extranjera directa. Muchas empresas extranjeras están aprovechando de la reestructuración empresarial en la región, comprando alguna de estas empresas. En todo caso, con mano de obra aún barata en la región, y con una economía competitiva, los inversionistas extranjeros seguirán invirtiendo en la región. 7.- CONSECUENCIAS 7.1 Asia La crisis tuvo efectos significativos a nivel macroeconómico, incluyendo profundas reducciones en el valor de las monedas, el mercado bursátil y otros precios de activos de varios países asiáticos. El Producto Bruto Interno en dólares nominales de los países del Sureste Asiático cayeron de US$9,2 mil millones en 1997 a $2,18 mil millones (31,7%) en 1998. En Corea, los $170,9 mil millones que cayeron en 1998 fueron igual al 33,1% del Producto Bruto Interno de 1997. Muchos negocios colapsaron y, como consecuencia, millones de personas cayeron por debajo de la línea de pobreza entre 1997 y 1998. Indonesia, Corea del Sur y Tailandia fueron los países más afectados por la crisis La crisis económica también llevó a una conmoción política, en particular terminando con las renuncias del presidente Suharto en Indonesia y del primer ministro Chavalit Yongchaiyudh en Tailandia. Hubo un aumento general del sentimiento anti-occidental, siendo George Soros y el Fondo Monetario Internacional singularizados como objetos de crítica. El grueso de la inversión norteamericana en Tailandia terminó, siendo reemplazada en su mayoría por inversión europea, aunque la inversión japonesa fue sostenida. Los movimientos islamistas y otros separatistas se intensificaron en el Sureste Asiático cuando se debilitaron las autoridades centrales. Las consecuencias a largo plazo incluyeron el retroceso de las ganancias relativas producidas en los años del boom que precedieron a la crisis. El PBI per cápita en dólares nominales cayó en un 42,3% en Indonesia en 1997; 21,2% en Tailandia; 19% en Malasia; 18,5% en Corea y 12,5% en Filipinas. The World Factbook de la CIA informó que la renta per cápita (medida por la paridad de poder adquisitivo) declinó en Tailandia de $8800 a $8300 entre 1997 y 2005; en Indonesia, de $4600 a $3700; en Malasia, de $11100 a
$10400. En el mismo periodo, el ingreso per cápita mundial se incrementó de $6500 a $9300. De hecho, el análisis de la CIA sostiene que la economía de Indonesia era todavía más pequeña en el 2005 que lo que había sido en 1997, sugiriendo un impacto en ese país similar al de la Gran Depresión. En el Sureste Asiático, la mayor parte de la inversión y un monto significativo del peso económico cambió de Japón y el Sureste Asiático a China e India. La crisis ha sido intensamente analizada por economistas por su amplitud, velocidad y dinamismo: afectó a docenas de países, tuvo un impacto directo en la vida de millones de personas, sucedió en el curso de unos pocos meses y a cada etapa de la crisis tanto los economistas más importantes como las instituciones internacionales parecieron estar un paso atrás. Quizás lo más interesante para los economistas fue la velocidad con la cual acabó, dejando a la mayoría de las economías desarrolladas sin daño. Estas curiosidades han provocado una explosión de literatura sobre economía financiera y una letanía de explicaciones sobre por qué ocurrió la crisis. Varias críticas se han dirigido contra la conducción del Fondo Monetario Internacional en la crisis, incluyendo una por el ex economista del Banco Mundial Joseph Stiglitz. Políticamente, hubo algunos beneficios. En varios países, particularmente Corea del Sur e Indonesia, hubo un empuje renovado para mejorar el gobierno corporativo. La inflación desbocada debilitó la autoridad del régimen de Suharto y llevó a su derrocamiento en 1998, así como a la aceleración de la independencia de Timor Oriental. La crisis asiática ha hecho que los países asiáticos tengan una propensión hacia el ahorro. Portes, de London Business School, cree que la razón detrás de la excesiva acumulación de reservas por parte de China y otros países asiáticos, sea el afán de protegerse contra una nueva crisis. Para muchos economistas, esto ha creado grandes desequilibrios globales que fueron una de las causas de la crisis hipotecaria de 2007. 7.2 Fuera de Asia Luego de la crisis asiática, los inversionistas internacionales eran reacios a prestar dinero a países en desarrollo, llevando a ralentizaciones económicas en muchas partes del mundo. El poderoso shock negativo también redujo marcadamente el precio del petróleo, el cual alcanzó un descenso de $8 por barril alrededor de fines de 1998, causando un apuro financiero en los países miembros de la OPEP y otros exportadores de petróleo. Esta reducción en los ingresos por petróleo contribuyó a la crisis financiera rusa en 1998, que a su vez causó el colapso en los Estados Unidos del Long-Term Capital Management después de perder $4,6 mil millones en cuatro meses. Un colapso más amplio en los mercados financieros fue evitado cuando Alan Greenspan y el Federal Reserve Bank of New York organizaron el pago de una fianza de $3625 millones. Las grandes economías emergentes de Brasil y Argentina
también entraron en crisis a fines de la década de 1990 (ver crisis de la deuda argentina). La crisis en general fue parte de una reacción global en contra del Consenso de Washington y de institucionales internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, los cuales se volvieron simultáneamente impopulares en los países en desarrollo, siguiendo el crecimiento del movimiento antiglobalización en 1999. En cuatro rondas de conversaciones sobre el comercio mundial desde la crisis asiática (en Seattle, Doha, Cancún y Hong Kong) no ha sido posible alcanzar un acuerdo significativo puesto que los países en desarrollo se han vuelto más firmes y las naciones están volviéndose en torno a tratados de libre comercio regionales o bilaterales como una alternativa a las instituciones globales. Muchos países aprendieron de la crisis y aumentaron rápidamente sus reservas internacionales como una protección contra ataques, incluyendo Japón, India y Corea del Sur. Países tales como Brasil, Rusia e India, así como la mayoría del Sureste Asiático empezaron a copiar el modelo japonés de debilitar sus monedas, reestructurar sus economías hasta crear un superávit de cuenta corriente para formar grandes reservas en moneda extranjera. Esto llevó a un financiamiento creciente de bonos del tesoro norteamericano, permitiendo o ayudando a desarrollar burbujas inmobiliarias (entre el 2001 y 2005) y bursátiles (en 1996-2000) en los Estados Unidos. A pesar de esto las economías de la gran mayoría del Primer Mundo no entrarían en recesión hasta después de los atentados del 11 de septiembre de 2001. 8.- CONCLUSIONES La historia de la crisis financiera asiática de los países afectados pueda resumirse en: La liberalización financiera interna y externa. Esto resulto un boom crediticio, sostenido con el ingreso de capitales privados externos. Los préstamos bancarios. El crecimiento de los préstamos bancarios llevo a un deterioro en la calidad de los fondos adicionales, lo que precipito una sobre inversión en diversos factores, los cuales algunos mostraban una saturación en el ámbito mundial.
En consecuencia la apertura al ingreso de capitales y la liberalización financiera, son opciones validas de política siempre y cuando el sistema financiero interno se encuentre preparado para poder absorber los flujos de capital. En este caso los países afectados por la crisis, tuvieron un pobre manejo del ingreso de capitales privados, el cual constituyo una fuente de desestabilización.
La crisis de Asia nos deja una lección, el cual es que la alusión a los fundamentos sólidos o no de una economía, no solo debe incluir aspectos macroeconómicos, si no también microeconómicos. Desde luego una vez iniciada la crisis, el pánico financiero desencadena una corrida bancaria del país; la inestabilidad de los mercados financieros mundiales lleva a que de manera fácil, los inversionistas opten por buscar colocar sus fondos en otras economías. En conclusión, las reformas en el sector financiero y la integración al mercado mundial de capitales no se realizaron de la manera adecuada. En el ámbito macroeconómico las políticas deben generar los fundamentos adecuados; esto significa inflación baja, pequeños déficit fiscales, un déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos sostenible y consistente con el servicio futura de la deuda, tipos de cambio reales adecuados y un monitoreo del endeudamiento externo del sector privado. 9.- BIBLIOGRAFÍA o Diario Gestión, varios números, especialmente del 10 de mayo de 1998. o Revista Semanal "Far Eastern Economic Review" de Hongkong, varios números. o Seminario de Economía Asiática y Seminario de Economía Japonesa, dictado por Carlos Aquino Rodríguez, en el Centro de Estudios Orientales de la "Pontificia Universidad Católica del Perú", 1995 y 1996. o Conferencia de José F. Valdez C. en el Programa de Acercamiento de la Fuerza Aérea con el Sector Privado organizado por la Fuerza Aérea del Perú e IPAE Lugar: Escuela Superior de Guerra Aérea en la Molina. o Boloña, Carlos. "Experiencias Para una Economía al Servicio de La Gente".Nutesa SAC, Lima, 2000. o Blanchard, Oliver. "Macroeconomía", Pearson Educación S. A., España, 2000. o Barro Robert (1998), “El FMI no apaga incendios, los crea,” Bussines Week, diciembre 8. o Donrbusch, Rudiger (2000), “Stiglitz vs. El FMI: otro punto de vista”, carta al editor de The New Republic, o Corsetti Giancarlo, Pesenti Paolo, Roubini Nouriel (1998),
o Fondo Monetario Internacional, Informe anual, De 1998, 1999 y 2000, Washington DC. o Krugman, P (1998), “Currency Crises,” mímeo, MIT. o Radelet Steven y Sachs Jeffrey (1998), “The Onset of the East Asian Financial Crisis”, NBER Currency Crises conference. o Rogoff, Kenneth (2002), “Carta abierta”, Departamento de investigación del FMI. o Stiglitz, Joseph (2000), “Lo que me enseñaron las crisis económicas mundiales”, The New Republic.
Bibliografía [editar] Libros
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[editar] Documentos
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