La Autopsia de Judas
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(Este, pues, adquirió un campo con el pago de su iniquidad, in iquidad, y cayendo de cabeza, se reventó por en medio, y todas sus entrañas se derramaron. (LBLA). Este pasaje de la Escritura nos habla de Judas quien tuvo un oficio apostólico, él tenía un tremendo llamamiento, pero tuvo un final que da tristeza, t risteza, su carrera terminó el día de la Pascua, la primera vez que se celebró la mesa del Señor, él participó en la primera cena del Señor pero después entregó a Jesús. Luego de haber hecho esto, Judas no pidió misericordia, misericordia, no aprovechó la mesa del Señor, sino que saltó sobre una soga, él no creía en una oportunidad para él, el enemigo le envió dardos a la mente para que creyera que ya nunca más podría ser el mismo, entonces Judas murió soltándose de una soga, y lo único que quedó de él fueron sus entrañas derramadas. La palabra entrañas es el asiento de las pasiones más violentas que un hombre puede tener pero también los sentimientos más entrañables, los dos extremos están presentes en las entrañas, las entrañas son lo más íntimo del corazón, son los sentimientos, afecciones y pasiones, lo que llevamos adentro. Cuando se sacrificaban los corderos, lo partían, y las entrañas eran limpiadas con agua y les quitaban el cebo a las entrañas, porque este cordero se iba a convertir en una ofrenda. No comeréis del cordero nada crudo, ni cocido en agua; sino asado al fuego, con su cabeza, sus piernas y sus entrañas. (RVA) Este cordero es figura de Cristo Jesús, por eso se cambió la pascua por la mesa del Señor, porque Cristo dijo que el cordero era él. Ahora bien, el cordero se come de tal forma que las entrañas son comestibles, quiere decir que debemos ser como Cristo, tener los mismos sentimientos de Cristo. Tenemos que sentir como Cristo siente, tener las afecciones de Jesús, comer las pasiones, el motor con que Cristo actuaba, recordemos que Jesús dijo un nuevo mandamiento: Amarnos como él nos amó.
Jesús eligió apóstoles como Tomás, que era un incrédulo, eligió a Pedro que tenía un terrible carácter, él era muy enojado, eligió a Felipe que no creía en los milagros y buscaba lo visible. Y también eligió a Judas, el nombre de Judas da como terror y miedo, por lo que él hizo, él era un hombre elegido, él oraba y sanaba, pero terminó mal porque sus entrañas no estaban bien, no se comió las entrañas de Cristo Jesús, no tenía los sentimientos ni la forma de pensar de Cristo. Necesitamos entender el propósito de Dios, que es tener la mente de Cristo: Dios quiere sanar nuestros sentimientos, como dice Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: (Jerusalén). Es hermoso ver cómo Dios sana nuestros cuerpos pero también es hermoso que haga una sanidad de las entrañas. Tenemos que salir de este culto con la forma de pensar en Cristo, limpiar nuestras entrañas y no pensar diferente a Jesús. En esta oportunidad, hablaremos de la autopsia de Judas, que murió de esa terrible forma en que sus entrañas quedaron expuestas y derramadas.
Y estas aguas malditas entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre, y caer tu muslo. Y la mujer dirá, Amén, Amén. (RV1862) Cuando un hombre consideraba que su esposa le había sido infiel, él podía presentarse ante un sacerdote, el cual tomaba tierras para hacer un tipo de agua que la mujer debía tomar, y si a ella se le hinchaba su vientre, entonces se demostraba su infidelidad. Espiritualizando el verso, se nota que no debemos llevar infidelidad, que es una semilla de traición, esta infidelidad se puede presentar en el hogar, adentro puede haber un deseo de infidelidad, pero también nos habla de una infidelidad al Señor, como la que cometió Judas, ser infiel en el trabajo, inclusive ser infiel en el servicio al Señor y en las ofrendas que le damos a nuestro Señor. Es necesario que en este mensaje, que tomamos Santa Cena, busquemos las entrañas del Señor que comimos con el pan, que es el Cuerpo de Cristo. A Judas le sucedió esto por tener esa semilla de traición Se vistió de maldición como si fuera su manto, y entró como agua en su cuerpo, y como aceite en sus huesos. Judas no se logró sacar
su infidelidad, esa semilla que llevaba en las entrañas. Nosotros debemos lograrnos en el Nombre de Jesús. Otro ejemplo de infidelidad es tener un don y no ponerlo al servicio del Señor, cuando sabemos cantar y no estamos en el coro de la iglesia, estamos siendo infieles al Señor y no estamos poniendo el talento al servicio del Señor, esto viene a ser una infidelidad.
Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad. (LBLA) Notemos estos celos amargos en el corazón, lo que nos presenta un nuevo punto de vista sobre las entrañas de Judas. Su comida se mudará en sus entrañas: hiel de áspides se tornará dentro de él. (RV1862) Judas se llenó de amargura, algo que nos puede dañar terriblemente es tener una amargura, la amargura impide la gracia, nace cuando tenemos el sentimiento de que nos hicieron una injusticia, es algo que está en las entrañas. Judas perdió su dulzura, cuando alguien no puede hacer algo, nosotros nos amargamos; un ejemplo en la Escritura es Ana, que estaba como amargada con Dios porque el Señor no le había dado hijos, ella también perdió su dulzura. Pero la higuera les respondió: "¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ondear sobre los árboles?" La amargura hace perder la dulzura y lo terrible es que si no tenemos dulzura, entonces carecemos de frutos, y el Señor viene a buscar frutos. Recordemos que Jesús maldijo a una higuera por no encontrar frutos, hasta en el hecho de amar se tiene que dar frutos, lo que involucra el dar, así se demuestra ese fruto, que puede ser estorbado por andar amargado con alguien. Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los jóvenes; Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar. (LBLA) Jesús tiene un fruto dulce a nosotros, ese debe ser nuestro proceder, con dulzura, el vino del Señor es dulce, es gozo. Necesitamos reírnos, ser dulces, tener el gozo del Señor, danzar con gozo, predicar con dulzura, con alegría.
Se rio, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? (LBLA) Sara se rio, desde sus adentros, ella pensó en que iba a tener placer, sus entrañas se emocionaron, hasta le pusieron “Isaac” a su hijo, que significa risa. Esto nos enseña que la vida se debe llevar con risa y con gozo, no debemos amargarnos en la prueba, porque Jesús estará con nosotros, podemos ir hacia abajo o hacia arriba, pero la amargura no debe tener cabida en nosotros, porque estamos en el propósito, en la vida del Espíritu, nuestros sentimientos deben estar como los de Cristo.
Ten misericordia de mí, oh Jehovah, porque estoy en angustia. Mis ojos, mi alma y mis entrañas se han debilitado por el pesar. (RVA) Las peores enfermedades son las del alma, una enfermedad del alma que Dios sana, es una enfermedad de las entrañas, es una enfermedad que se llama angustia. Las angustias vienen de problemas, de deudas, las enfermedades del cuerpo, las amenazas, las extorsiones, etc. La angustia es un miedo al futuro de cosas que no han pasado y que probablemente no pasarán, es una enfermedad de nuestros sentimientos, es la forma de ver el mundo de forma terrible, es pensar lo que sucederá de una forma negativa, se manifiesta hasta en los solteros que tienen miedo de casarse. David estaba angustiado por la multitud de enemigos que tenía, esto nos enseña que debemos tomar nuestra entraña y sacar la angustia de cosas que no han pasado y que muy probablemente no sucederán. El futuro no se debe ver con angustia sino con esperanza que causa gozo y no avergüenza. Judas se angustió, él tuvo miedo de enfrentar el futuro, se angustió y se suicidó, el enemigo lo vio y lo acusó más. Pero debemos recordar, que nosotros tenemos a Cristo y por lo tanto tenemos esperanza. La angustia es falta de fe, es no visualizar el futuro que tenemos asegurado en Cristo Jesús. La esperanza no avergüenza porque veremos la Gloria de Dios, el Señor se manifestará a favor nuestro si tenemos esperanza, nuestro camino, nuestro propósito es que Dios nos bendiga, Dios nos lleva al desierto, como dice Él es quien te sustentó en el desierto con maná, comida que no habían conocido tus padres, con el propósito de humillarte y probarte para al final hacerte bien. (RVA). Si estamos en el camino del Señor, él nos llevará al final a hacerte bien. Estamos en la tierra de abundancia, él ha sanado nuestra tierra y debemos tener gozo, que nuestras entrañas se llene de gozo.
El Señor Jesús iba a orar únicamente con Pedro, Juan y Jacobo; los discípulos podían tener celos por lo que pasó, por eso necesitamos comer las entrañas del Señor para evitar esos sentimientos, porque estamos bendecidos, podemos amar al prójimo como Jesús nos amaba.
Y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus entrañas, hasta que las entrañas se te salgan a causa de la enfermedad de cada día. (RV1862) Después de todo esto, el SEÑOR lo hirió en los intestinos con una enfermedad incurable. Verso 19 Y aconteció que con el correr del tiempo, al cabo de dos años, los intestinos se le salieron a causa de su enfermedad, y murió con grandes dolores. Y su pueblo no le encendió una hoguera como la hoguera que habían encendido por sus padres. (RV1862) Joram fue un rey que comenzó mal, y sus entrañas se derramaron, lo que le sucedió fue que él era el primogénito de sus hermanos, y mató a sus hermanos que eran mejores que él, tenemos que sacar de nuestras entrañas la envidia y la competencia. Una competencia se puede dar entre los equipos de la iglesia, entre los hermanos de la iglesia. Todo el que aborrece a su hermano es homicida, y vosotros sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. (LBLA) Joram se casó con una hija de Jezabel, se casó en un yugo desigual, este es el primer paso para que entre el espíritu de Jezabel a nuestra casa. Necesitamos cambiar las entrañas de Judas que van a la muerte por las entrañas de Jesús, los sentimientos de Jesús. Estamos viendo las intenciones del corazón, algo más profundo que las acciones, como las infidelidades, por lo tanto debemos cambiar nuestras entrañas por las de Jesús, en la Mesa del Señor, tomamos las entrañas del Cordero, no debemos temer porque estamos en el propósito del Señor. Necesitamos cambiar nuestras pasiones desordenadas por la pasión del Señor, cambiar nuestra mentalidad de amargura, pocas veces se ministran intenciones, la mayoría de veces se ministran las acciones, no las intenciones.
Las entrañas representan nuestros sentimientos más Íntimo y nuestras pasiones más fuertes, y en esas partes tan privadas guardamos pensamientos que no le agradan a Dios y nadie está libre de esto ya que Judas era un Apóstol y se contamino sus entrañas, pero en la mesa del Señor tenemos acceso a las entrañas de Cristo, a pensar como Cristo piensa, solo no tenemos que cometer el error de Judas menospreciar la misericordia, la oportunidad que El Padre nos da de reconciliarnos con El en la mesa. Bajo esta perspectiva, es necesario que en el Nombre de Jesús nos saquemos: 1) Es necesario que al sentarnos en la mesa saquemos toda entraña de infidelidad y la cambiemos por las entrañas de fidelidad de Cristo. 2) Es necesario sacar toda amargura de nuestro corazón y cambiar por el vino, por el gozo que nos da el vino de la mesa de nuestro Dios 3) Es necesario sacar la angustia de nuestras entrañas: La angustia es un miedo al futuro, deuda que no podemos pagar, amenazas, extorsiones, pero con las entrañas de nuestro Señor podemos entender que todo lo podemos en Cristo, El futuro no se puede ver con angustia lo debemos de ver con esperanza 4) Es necesario sacar las entrañas de la envidia y la competencia: Al rey Joram lo contamino la envidia y como sus hermanos eran mejores que él los mato, se convirtió en un homicida y actualmente un homicida es alguien que aborrece a su hermano. Es necesario tomar las entrañas de Cristo y que el amor de nuestro este en nosotros, para poder amarnos entre hermanos Amén y Amén.
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