La Antropologia y El Estudio de La Cultura

March 19, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Introducción La antropología y el estudio de la cultura:   fundamentos y antecedentes

1. Definición y alcances de la antropología

En esta obra nos proponemos efectuar una aproximación a las diferentes temáticas que trata y a los problemas que qu e intenta resolver en la actualidad la antropología como ciencia. En primer lugar debemos explicitar en qué campo de las ciencias se ubica la antropología. ¿Cuál es el objeto de estudio de la antropología general? Sin duda, los comportamientos humanos, las conductas o las actividades huma ñas en el presente y el pasado, de acuerdo con la posición teórica de cada antropólogo y con la especialidad que se trate. Por lo tanto, podemos ubicar la antropología dentro del ámbito de las ciencias sociales, junto con la histo ria, la economía y la sociología, entre otras. Sin embargo, no podemos conl.i nuar esta presentación sin antes definir de qué hablamos cuando nos referí mos a la antropología como ciencia. En segund se gundoo lugar, ¿qué significa sign ifica ‘antro ‘a ntropolo pología’ gía’?? ¿Cuales son los alcance;; alcance;; E

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t| 10. De avunculus, tio materno en latin.  

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Univ. v. o f California Publ. Publ. in Amer. Amer. Arch aeol and 11. Robert Lowie, “The matrilineal Complex”, Uni

Mónica B. Rotman

ilrc. Kn los grupos donde la relación ilrc. rela ción entre ppadr adree e hij hijoo es fam familiar, iliar, la relación relación cutre tío materno y sobrino es rigurosa y allí donde el padre representa la autoridad familiar, el tío es tratado con libertad. En ambos casos hallamos los dos sistemas de actitudes pero invertidos. Para Rad Radcli clifF fFee-Br Brow own n la filiación ddeterm eterminaba inaba en últim ú ltimaa instancia instan cia el senti senti do de estas opo oposiciones. siciones. En el régime régi men n pat patrilin rilineal, eal, don d onde de el pad padre re y la lín línea ea de del padre pad re rrepresenta epresentan n la autorid autoridad ad tradicional, el tío materno ma terno es co conside nsiderado rado “un “una madre mad re masculina”; masculina”; en ca cambio mbio,, en los regímen regímenes es m matril atrilinea ineales les se encuentra la

 

situación situaci ón inversa inversa:: el tí tíoo materno materno eencarna ncarna la autorid a utoridad ad y las relaciones relaci ones de afe afecc to y familiaridad se fijan sobre el padre. Lévi-Straus Lévi -Strausss reconoce reconoce la importancia de la cont contribu ribución ción de Radcliffe-Bro Radcliffe-Brown wn y su esfuerzo de síntesis, pero afirma que su análisis deja abiertos ciertos problemas: 12  el avunculado no está presente en todos los sistemas matri y patrilineales, y a veces aparece en sistemas que varían su línea de filiación. Pero además, y esto es importante, la relación avuncular, dice Lévi-Strauss, no es entre dos términos (tío matemo-sobrino) sino entre cuatro: hermano, hermana, cuñado, sobrino. Radcliffe-Brown aísla arbitrariamente ciertos ele mentos men tos de una est estructura ructura global, que debe ser tra tratad tadaa com comoo tal: como un siste ma que incluya todas las combinaciones posibles.   En ese sentido sen tido se deben co con n siderar los cuatro tipos de relaciones ligadas entre sí, es decir, las relaciones entre hermano/hermana, marido/mujer, padre/hijo, tío materno/sobrino 13 (LéviStrauss, 1984). Lévi-Strauss toma ejemplos etnográficos con los cuales construye un cua dro. Examina los cuatro pares de relaciones (oposiciones) que constituyen el sistema y califica la relación entre los términos como “positiva”, en el caso de

12. Hay que tener presente, además, además, que Lévi-Strauss disiente co con nR Radcliffeadcliffe-Brow Brown n respecto de aspectos conformación de los sistemas de parentesco. Para este último, losn tér términ minos os importantes de parentesco parentescosobre eranla paral paralelos elos a la distribución de obligaciones obligacio nes y derecho derechos s de ““ego” ego” (eran (era forma for mass de clasificación clasificación social) social) y a cada una de las diferentes clasificacion clasificaciones es de grados grado s de parentes co correspondí correspondían an actitudes preci precisas sas de las cuales derivaba, en consecuencia, consecu encia, el en entramado tramado norma tivoo ddee una sociedad (Tiscomia, 1998). tiv 1998). Esto implicaba que para p ara el autor aut or “el ssistem istemaa de actitudes” no era más más que la expresión expresión del “sistema de denominaciones” denom inaciones” , planteán planteándose dose una correspondencia entre ent re amb ambos. os. Para Lévi-Strauss Lévi-Strauss (1979), en cambio, se trata de dos d os órdenes distintos de realidad realidad.. Existe Exi ste una diferencia diferencia profunda entre lo que se ha dado en llamar lla mar el “sistema “siste ma de denominaciones” den ominaciones” (que consiste en los términos en que se expresan los diferentes tipos de relaciones, es decir la “nomenclatura”)  y  el “sistema de actitudes” (que consiste en las distintas conductas recíprocas). Cabee aclarar que el análisis de Cab de Lévi-Strauss se va a centrar en estas últimas (las actitudes). 13. Los crít críticos icos de Lévi-Str Lévi-Strauss auss han señalado que en realidad entre cuatro té términ rminos os no n o hay cua cuatro tro relacio rel aciones nes sino sino seis. seis. Para realizar ssu u dem demostración ostración Lévi-Strauss también aislaría arbitrariamen te (al igual que Radcliffe-Brown) ciertos elementos de una estructura global. Deja de lado, sin mayores may ores consideraciones, consideraciones, las las relaciones entre madre e hijo y entre cuñados cuñados,, “ausencia “au sencia”” que tam pocoo se justificaría a través del argumento de que tales relacione poc relacioness sería serían n estructura e structuralmente lmente secun darias (Reynoso, 1998).  

£1 estru ctu ralismo de C Clla u de L Léévi-S tra uss: li lin ea m ien tos te teór ico-m e tod ológicos

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la relación mantenida sea de carácter armónico, afectuosa, familiar, de c o n f i a n z a , etc. etc.;; y “negativa” “ne gativa” en el caso de que la relación sea de carácter au auto to ritario, represiva, hostil, etc. 14 (véase cuadro de página siguiente). Se observa entonces que la correlación entre formas de aavunculado vunculado y tipos tipos de filiació filiación n no agota el tema; formas diferentes de avunculado pu pueden eden coexis tir con un mismo tipo de filiación (patrilineal ( patrilineal o matrilineal). mat rilineal). No obstant ob stante, e, siem sie m pre hallamos la misma mism a relación fundamen fu ndamental tal entre los cuatro pares de oposi ciones que se necesitan para elaborar el sistema. El avunculado debe ser tra que

unapercib relación a un sistema, que debe reposa ser considerado su   tado como co conj njun unto to para per cibir ir suinterior estructura estr uctura que, como vimos, en cuatroen térmi t érmi

nos (hermano, (hermano, hermana, hermana , padre, hijo), unidos entre sí por dos pares de oposicio nes correlativas y tales que, en cada una de las dos generaciones implicadas (tío-sobrino/padre-hijo/hermano-hermana/marido-mujer), (tío-sobrino/padr e-hijo/hermano-hermana/marido-mujer), existe siem siempre pre una relación positiva y otra negativa (Lévi-Strauss, 1984). Lévi-Strauss se pregunta qué qu é es esta estructura y cuál puede ser su razón. razón. Responde que es la más simple estructura de parentesco que pueda concebirse y que pueda existir; es “el elemento de parentesco”, el verdadero “átomo de  estruc  est ructur tura a de d e pare pa rent ntes esco co  es necesario que se parentesco”. Para que exista una hallen presentes los tres tipos de relaciones familiares dados siempre en la soci so cied edad ad humana: human a: una relación de consanguinidad (hermano-hermana), una  filiac ión n  (padre-hijo). de alianza   (esposo-esposa) (esposo-esposa) y una fil de iació Este carácter de “elemento de parentesco” resulta de la existencia univer sal de la prohibición del incesto. Es decir que en toda sociedad humana un homb ho mbre re únicamente puede pu ede obtener un unaa mujer de manos de otro hom hombre, bre, quien la cede cede en forma for ma de hija o de hermana. Esto torna innecesario explicar cómo el tío materno hace su aparición en la estructura de parentesco: no aparece, di dice ce Lévi-Strauss, sino que está inmediatamente dado; es la condición de esa es tructura. Se ha procedido entonces a una desconstrucción del objeto, para una pos te teri rior or reconstrucción reconstru cción en términos térm inos de su ubicación en el sistema. Esto implica im plica ubicar los fenómenos en un campo semántico integrado por una estructura de oposiciones similar a la elaborada por la escuela de Praga respecto del fonema.

14. Como afirma a firma Herrá Herrán n (1990), los procedim ientos de abstracción para cons construir truir las oposiciones son evidentemen eviden temente te algu algunos nos de los aspectos m ás discutibles de la obra de Lévi-Strauss. Se señala qu que, e, metodológ me todológicame icamente, nte, reduc reducir ir el carácter de llas as relaciones familiares al signo + y las antag antagóni óni cas al signo - presupone: a) que la información etnográfica posibilita llegar a una evaluación no problemática de todos los casos y que los referentes de una descripción pueden clasificarse unívo camente como de un signo u otro; b) que en cada sociedad rige solamente un patrón de conducta que es acatado por todo el mundo unánimemente; y lleva a que una diversidad de conductas queden clasificadas como analíticamente iguales dada la dualidad de las asignaciones posibles (Reynoso, 1998: 195).  

Ménica B. Rotman

62 El análisis análisis estru estru ctur al, según Lévi -Straus -Straus s

 

El estructuralism o de Claude L év i-Stra us s: lliin e am ien tos teó rico -m e tod ológicos

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El análisis de Lévi-Strauss se aparta nuevamente de los planteos de Radcliffecli ffe-Bro Brown. wn. Para este último la unidad unid ad mínima mínim a de parentesco era la “famili “ familiaa elemen ele mental tal”” compuesta por po r un hombre, una mujer y el/los hijos de ambos. A las la s relaciones existentes dentro de la familia elemental el autor las denomina “relaciones de primer orden”. Distingue luego relaciones de segundo grado u orden (las que vinculan a dos familias elementales mediante un miembro en común com ún), ), de tercer grado u orden (aquellas que vinculan a tres o más familias) y señala señala que poseyendo información infor mación genealógica se podrían trazar tra zar relaciones

de cuarto, quinto grado, etc. (Radcliffe-Brown, 1924, citado por Lévi-Strauss, 1984).15 Señala Lévi-Strauss (1984), distinguiéndose de Radcliffe-Brown, que lo que confiere al parentesco su carácter de hecho social no es lo que conserva de la natural nat uralez ezaa (su carácter cará cter biológico) sino precisamente el movimiento movimient o por el cual se separa de ella: “Un sistema de parentesco no consiste en los lazos objetivos de filiación o de consanguinidad dados entre los individuos; existe solamente en la conciencia de los hombres; es un sistema arbitrario de representaciones y no el desarrollo espontáneo de una situación de hecho”. El parentesco se establece y perpetúa sólo a través de determinadas modalidades de alianza. De tal modo, las relaciones consideradas por Radcliffe-Brown como de “primer orden” son función de de aquellas él trata secundarias y derivadas, que además dependen éstas. que Entonces, si como el parentesco requiere como cony dici dición ón de existencia la relación entre lo que Radcliffe-Brown denom denomina ina “fami li liaas elementales”, elementales” , no son las “familias” “fa milias” (términos aislados) lo verdaderamente elemental sino la relación entre estos términos.  4.2  4 .2.. El E l conc co ncept epto o de estru e structur ctura a

Se trata de un concepto central para el estructuralismo levistraussiano, tanto a nivel teórico como metodológico. Lévi-Strauss (1984) aclara que las investigaciones de estructura no reivindican para sí un campo propio entre los hechos sociales sino que constituyen más bien un método susceptible de ser aplicado a diferentes problemas etnológicos. Cabe señalar que ha sido el parentesco el principal contexto en el cual los etnólogos se han ocupado de la (noción de) estructura. El principio fundamen tall afirma ta afirma que la noción de estructura estruct ura social no refiere a la realidad empírica    sin  si no a los mod modelos elos con constru struido idoss a pa p a rtir rt ir de d e ésta és ta   (Lévi-Strauss, 1984). Lévi-Strauss indaga en las concepciones que formularon formularon otros investigado

15. Como bien señala Tis Tiscom com ia (1998: 25): “El privilegio que otorga Radcliffe-Brown Radcliffe-Brow n a la familia familia eleme ele ment ntal al como grupo organizador organiza dor del parentesco parent esco radica [...) en que es en este reducido grupo de parien par ientes tes en el que están presentes con may mayor or claridad toda todass las actitudes y normas n ormas sociales qque ue lu lueg egoo se se extienden [...] al resto de los grupos. gru pos. Esto E sto la convierte en un campo ca mpo de observación priv privii  

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res sobre el tema y reconoce que Radcliffe-Brown ha hecho un aporte al plan tear que “el análisis busca reducir la diversidad (de dos o de trescientos siste mas de parentesco) a un orden, sea cual fuere. Por detrás de la diversidad puede discernirse, en efecto, un número limitado de principios generales que se aplican y combinan de distintas maneras”. No obstante, Lévi-Strauss (1984) va a marcar inmediatamente los puntos que lo distancian de Radcliffe-Brown. Le reprocha h haaberquedado cautiv tivoo een n la concepción de la morfolo loggía y la fi fisio sio linglesa. ogía descr esRadcliffe-Brown cript iptiva iva,, ppeermanecpersistió ien iendo aasí sí fiel a laconvicción posic posición ión natu na ralllos ist is talazos de labiológicos escuel escuelaa en la detura que

eran a la vez el origen y el modelo de todos los tipos de lazos familiares, de mane ma nera ra qu quee rreedujo la estr tru uct ctu ura so socia ciall al conjunto de las rel re lacio ci ones socia sociale less existe exi stente ntess en una so soccied iedad dada. L Laa aasimilación similación de llaa pr prim imer eraa a las seg segund undas as leva vaba ba a Radcliff cliffee-B -Bro row wn a ver la estru estructura ctura social como como con co nsistente en un i lle número indeterminado de relaciones diádicas, la forma de relación más sim p le qque ue se pued edaa concebir ir.. P Paaraél, la estructura soci social al eera ra direc re ctamente apre apre-- ¡ hensible. Para Radcliffe-Brown la noción de estructura es un concepto que cumple una función ddee mediaci iacióón entr tree los los co conc ncep eptos tos de la an antr trop opol olog ogía ía soc so cia iall y lo loss de

la En sus de losbiol utilizabiología. una una ana analog logía íatanto org rgáánque ic icaa yéladen opta unanálisis a concepción bisistemas olog ogis ista ta,,defi fissparentesco iológica, LéviLévi Stra St raus usss ap apela ela a una analog logía con los los fenómenos lin lingü güís ísti tico coss y lleva lo loss estuestudios de pa paren rentesco tesco hacia la tteo eoría ría de la comuni comunicac cació ión. n. Lévi-Strauss señala la diferencia entre “estructura social” y “relaciones sociales” y afirma: “Las relaciones sociales son la materia prima empleada para la construcción de los modelos que ponen de manifiesto la estructura social misma. Ésta no pued edee ser ser red reducid cida, a, en nin ningún gún caso caso,, al con co njunto d e las  relaciones sociales observables en una sociedad determinada” (Lévi-Strauss, 1984 19 84:: 25 251, 1, n nu uestr estroo su subrayado). L Laa estru estructur cturaa no pue puede de se serr apreh re hen enddida di dire recc tamente en la realidad concreta.16 Como bien señala Jean Pouillon (citado por Del Barco, 1967:18), se trata de romper las relaciones aparentes para definir aquellas realmente determinantes. La configuración de esas relaciones subyacentes no es una parte privilegiada de la organización aparente sino que es el soporte soporte ex expplica licativo tivo y puede se serr muy distinto distinto de lo lo que ap apre rehe hend ndee el ob obse serv rvaa

16 16.. Del Barco (19 (1967 67)) ppla lan ntea tea que ex exis iste ten n tr tres es niveles fundamenta fundamentales les de si sign gnif ific icac ació ión n o análi análisis sis-aplicación del concepto de estructura, que implican niveles de abstracción cada vez mayores. El primero hace referencia a la estructura en la cosa, en la sociedad, etc. El segundo trata de cons tr tru u ir un modelo modelo qque ue secon confun funde con con llaas rrela elacio cione ness sociales y que mues m uestra tra los los h hec echo hoss ta tall c om omoo son, inte intercone ctados, etc. etc.razones (en este este núltimas iv ivel el se ubde ic icaantoda los análisis stru ruct ural al-f -fun unci cion onal alism ismo) o).. El terc tercer er nivelrconectado busca dars,las realidad.delY eest es enctur este nivel donde se encuentra el estructu est ructuralis ralismo mo ddee L Lév évi-S i-Str traauss. ss. D Dee ac acu uerd erdo con con este planteo, la l a soci s ociolo ología gía y la l a etn et n olo ol ogía gí a se ubi ubica ca rían en el segundo nivel de análisis, en tanto la lingüística y la antropología estructural se plan 

pr gl est estruct ructurali uralismo smo de Claude Lévi-Strauss: lineamientos teórico-metodológicos

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dor. La estructura subyacente debe ser explicitada mediante la construcción de modelos estructurales. Como señala Bemard Pingaud (1968: 14), puede considerarse que para   Lévi-Strauss “la estructura es, en primer término, ese vínculo invisible que   i m p o n e un orden a la colección”. Queda claro que esta tarea de reducir lo arbitrario a un orden no se limita   a los sistemas de parentesco, sino que debe ejercerse también en otros domi nios ios, incl incluso uso en aque aquellos llos —como el de la m it itol olog og ía - que se ocupan de la s crea ciones en apariencia más arbitrarias y libres del pensamiento humano.

Para poder denominarse estructura, los modelos deben satisfacer cuatro condiciones: ) Una estructura presenta un carácter de sistema. Consiste en elementos tales que una modificación cualquiera en uno de ellos entraña una modifi cación en todos los demás. 2) Todo modelo pertenece a un grupo de transformaciones, cada una de la cuales corresponde a un modelo de la misma familia, de manera que el conjunto de estas transformaciones constituye un grupo de modelos. 3 ) Las propiedades indicadas permiten pe rmiten predecir pred ecir cómo reaccionará el modelo, 1

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caso dedebe que uno de sus elementos ) en El modelo ser construido de manera manse eramodifique. que su funcionamiento funcionamie nto pueda dar cuenta de todos los hecho he choss observad obs ervados os (Lévi-Strau (Lév i-Strauss, ss, 1984).17

Los modelos pueden Los puede n ser conscientes  oinconscientes, inconscientes,  de acuerdo con el nivel en que funcionan. Los primeros, llamados usualmente “normas”, se cuentan entre los más pobres, debido a que su función no consiste en exponer los meca nismos de los usos y las creencias sino en perpetuarlos. Cuanto más nítida es la estructura manifiesta, más difícil se torna aprehender la estructura pro fu fun nda, debido a los los modelos m odelos conscientes y deformados deform ados que se interponen entre el observador observador y su objeto. Pero las normas norm as culturales no son automáticament autom áticamentee estructuras; son más bien piezas importantes que ayudan a descubrir estas últimas (Lévi-Strauss, 1984), porque de lo que se trata es de acceder a las categorías inconscientes de las sociedades en cuestión. Por su parte Lévi-Strauss hace referencia a la escala del modelo en rela ción con la escala de los fenómenos. Diferencia entre modelos mecánicos  y modelos estadísticos.  Los primeros corresponden a modelos cuyos elementos const con stitu itutiv tivos os se encuentran en la misma m isma escala que los fenómenos. Los segun dos refieren a aquellos cuyos eelemen lementos tos se encuentran e ncuentran en una escala diferen dife ren te. .Los modelos mecánicos son aplicables a comunidades pequeñas, por ejem-

17. Señala Serge Thion (1967) que q ue Lév Lévi-Strauss i-Strauss define así las necesidades de una form formalización alización  

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pío, en las sociedades “primitivas” las leyes matrimoniales pueden ser repre. sentadas en modelos en los cuales figuran los individuos, distribuidos en cla ses de parentesco o clanes. En nuestra sociedad se vuelve imposible recurrir a este tipo de modelo porque las diversas clases de matrimonio dependen de factores más generales. Para determinar las constantes de nuestro sistema matri at rim monia iall el modelo modelo ap aprop ropiad iado se sería ría de natura naturaleza leza esta estadí díst stic ica. a. Lévi-Strauss (1984) reconoce que junto a estos dos tipos de modelos existen formas interme dia di as: algu al guna nass sociedad sociedades es ap aplica lican un modelo u otro de acue acuerd rdoo con co n la clase clase de de

fenómeno, pero además los mismos fenómenos pueden depender de ambos ti pos de modelos según la manera en que se los agrupe entre sí o con o t r o s fenómenos. El análisis estructural se interesa en construir modelos cuyas  prop  pr opie ieda dade dess   form  fo rm ales al es sean red reducib cible less a las propiedades de otr otros os modelos pertenecientes a  n iv ivel eles es estratégicos dis disti tin nto toss (Lévi-Strauss, 1984). El objetivo “ideal” para Lévi-Strauss es llegar a un nivel de análisis en el cual la estructura social pueda ser comparada en un pie de igualdad con es

truP ctaurraaseldeautor, otro tipo: men menta tallco ym sopbren rentod to lingüística. la socied sociedad ad com re dedoun conjunto de es estruct uc turas ur as que coco- « rresponden a diversos tipos de órdenes: sistema de parentesco, organización f soci so cial al,, organi organizaci zación ón econ económ ómica ica,, etc.Y etc.Y tod todas esta estass es estru truct cturas uras de orde orden n pued pueden en a su vez ser ordenadas a condición de descubrir las relaciones que las unen y la manera en que reaccionan unas sobre otras desde la perspectiva sincrónica. Queda por señalar la apelación de Lévi-Strauss a un “espíritu humano”. Como señala Oscar del Barco (1967:23), para el investigador francés hay “un \ «espíritu» que impone su re redd de fo form rmaas incons inconscien cientes tes a di distin st into toss ni nive velles de la ! realidad soci social al y a los cual cuales es sólo sólo se puede llegar media mediant ntee la la co constr nstruc ucci cióón de de ¡ m odelos” . Cabe Cabe indicar indicar qu que en en otro tros tra trabajos jos LéviLévi-Str Strauss auss no se refe referi rirá rá aall i “espíritu humano” sino que hablará de la corteza cerebral y de las constriccio-  nes que ella imprime a las cosas.  A los fines de de aclara lararr el tópico precedente volva olvam mos ahora sobre el con conce ceppto de inconsciente en Lév Lévi-S i-Stra traus usss (19 (1984),18qu 8que le posi posibi bililittará cons co nstr trui uirr una una in terpretación particular de lo que denomina “espíritu” o “pensamiento”. Sos tendrá que el inconsciente se reduce a un término con el cual se designa una  función  fun ción simb imbóli licca, específicamente humana, que se articula sobre función: la la base de leyes universales que son verdaderamenteintemporales. intemporales. Lévi-Strauss diferenciará entre entre in inco cons nscie cien nte y sub su bco cons nsci cien ente te.. En tanto que el segundo es considerado receptáculo de recuerdos y de imágenes coleccio nados en el transcurso de cada vida y se convierte así en un “simple aspecto  por el contrario, el el inconscie ien nte es siempre vacío, se limita a de la memoria”; nc invpcHp-ariones.  

El

estructuralismo de C Cllau d e L Léévi-Straus s: li l ineam iento s tteeó rico-m etod ológicos

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■ jnponer ie iey y es est estruc ructur turale aless (form as) a los lo s elemento elem entoss ina inarticu rticulad lados os (cont (co nten enii dos) Que vienen d el su subc bcon onsci scien ente te (datos (da tos de la m emoria). emo ria).   Se podría decir que

el subconsciente es el léxico individual en el que cada uno de nosotros acu mula vocabula voca bulario rio de su historia histo ria personal, person al, pero éste sólo adqu adquiere iere signifi sign ifi cación si el inconsciente lo organiza según sus leyes y conforma así un dis curso.19 Tales leyes son siempre las mismas, para todos los individuos, en todas las ocasiones en que ejerce su actividad el inconsciente y para todas

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las m a t e r i a s a las cuales se aplica la función. Pero ellas son además poco numerosas, lo cual nos permite comprender por qué el mundo del simbolis mo es infinitamente diverso en su contenido, pero siempre limitado en sus leyes” (Lévi-Strauss, 1984: 184). Como bien señala Vázquez: Este inconsciente, que es el mismo espíritu humano capaz de impo ner formas universales (estructuras) a un contenido, no parece un in consciente individual, al modo de Freud. Pero tampoco se revela como un   inconscient incon sciente e social. [...] [... ] En realidad, rea lidad, se trata de un un inconsciente inconsciente que po dríamos llamar “natural”; la estructura del cerebro humano a partir de  la cual cual se desarrolla des arrolla el pensamiento pe nsamiento (esto constituye una petici petición ón de prin cipio) con base en un proceso de oposiciones binarias, las oposiciones bi narias de Jakobson. (Vázquez, 1982: 105)

Paul Ricoeur (1963) argumentará que se trata de un inconsciente categorial combinatorio, que se confunde con la naturaleza.  Ahoraa bien,  Ahor bie n, la funció fun ción n in incon consci scien ente te de la mente men te (del espíritu espí ritu)) sería, serí a, enton en ton ces, una función organizadora, combinatoria y esquematizante. Se trata de una actividad formal, que consiste en imponer formas a un contenido. LéviStrauss (1984) entiende que tales formas son fundamentalmente las mismas para todos los espíritus: antiguos y modernos, primitivos y civilizados. El autor destaca así la unidad psíquica del espíritu humano; la razón es fundamentalmente igual en todas las culturas y en todos los tiempos: Tal vez un día descubramos que en el pensamiento mítico y en el pen samiento científico opera la misma lógica, y que el hombre ha pensado   siempre igualmen igu almente te bien. El progreso —supuesto que el término pudiera   entonces entonc es apl a plica icars rsee- no habría habr ía tenido como escenario escenario la concien conciencia cia sino el  mundo, un mundo donde la humanidad dotada de facultades constantes   se habría encontrado, en el transcurso de su larga historia, en continua   lucha con nuevos objetos. (Lévi-Strauss, 1984: 210)



19. Agr Agrega ega Vázquez (19 82 82:10 :104) 4) que en la concepción de Lévi-Strauss, las pulsiones, los recuerdos,  

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Ménica B. Rotman

Cabe menci menciona onar, r, por últim último, o, qu que enel plan planteo teo teóric eórico-m o-met etodo odológ lógic icoo de Lév LéviStrauss existe una estrecha relación entre el concepto de estructura y el (Je transformación.  Expresamente él señala que, dadas las características del objeto de estudio,20 ,20 ha adoptado adoptado un unmétodo étodode“trans “transfor formacio maciones” nes” y no de “flux “ fluxio io nes” (Lévi-Strauss, 1984: X  XX XXV). Como ya hemos mencionado en párrafos anteriores, para ser tal una es tructura debe consistir en un sistema con cohesión interna, pero lo que desea mos esyque cohesión inaccesible a la observación de undestacar sistemaahora aislado sóloesta se revela “enresulta el estudio de las transformaciones gracias a las cuales es posible hallar propiedades semejantes en sistemas en

 XXXV XV). ). Lo propio de un sistema de apariencia diferentes” (Lévi-Strauss, 1984: XX sign si gnoos es se serr transformable, es de decir ir,, tra traduci cibl blee en en el lenguaj lenguajee de otr o troo sistem sistema, a, mediante permutaciones.

20. In Indi dica cand ndoo las dificultades de adop adopció ción n ddee una una ppers erspe pecti ctiva va histórica históri ca en el tr trata atamie miento nto de los los hech he chos os pr prop opio ioss de llaa disciplina, el aaut utor or sseñ eñal alaa que que la ddive iversid rsidad ad ddee las soc socieda iedades des humanas huma nas y ssu u —'.-v,«™ .(„terminan mío nllao =» nrpcpnt.pn “nomo instaladas en el tiempo presente” (Lévi-Strauss,  

Relaciones de poder y formas de organización política en la a n t r o p o lo g í a c l á s i c a

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Car lo oss R a d ov ov i c h

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1, Introducción

En el período en que se constituye la antropología clásica, de marcada in fluen flu enci ciaa británica, los estudios sobre la organización po política lítica se desarrollaron de la mano de la expansión colonial. En 1940 1940 los antropólogos antrop ólogos britán británicos icos Mey Meyer er For Fortes tes y Edw Edward ard E. Evans-PritEva ns-Pritchard coeditan Sistemas políticos africanos,' un estudio comparativo acerca de sistemas pueblos africanos cuyocomo objetivo principal, se gúnlosafirman lospolíticos autores de en ocho la Introducción, era servir material de con sult ltaa tanto para antropólogos antropó logos como para administradores colonia coloniales, les, que ne cesi ce sita taba ban n aplicar con eficacia efica cia el siste sistema ma de “gobierno in indirecto directo”” (“indirec (“indirectt ru rule” le”))   por parte del gobierno colonial sobre los pueblos dominados. Estee libr Est libroo fue considerado conside rado en su momento el prime primerr intento sistemático de un estu estudio dio comparativo comparat ivo aacerca cerca de cómo las “sociedades primitivas” actuaban para mantener la lley ey y el orden. En el prólogo de ese texto Alfred R. Radcliffe-Brown afirmaba respecto de su importancia: importancia : El estudio de las instituciones con especial ferencia a lascomparativo sociedades más simples, es unapolíticas, rama importante de re la  antropología antropo logía social que no ha rec recibid ibido o todavía la atención que merece. L La a  publicación de este volumen ofrece la oportunidad de realizar una breve  exposición acerca de la naturaleza de este estudio, tal como es concebido   por los editores y por mí [...] el presente volumen presenta materiales   para la comparación d de e ciertas sociedades africanas sólo en relación a su  organización política. Esto, por supuesto, supone hacer una abstracción

1. M. Fortes y E. Evans-Pritchard,  Afric  Af ric an Pol Politic itical al Sys tem tems, s,   Londres, International Political Inst Instit itut ute, e, 1940 (esta vers versión ión original contaba con dos introducciones, una rrealizada ealizada por los compi la lado dore ress y otra efectuad efectuadaa ppor or Alfred R. Radcliffe-Brown).  

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Juan Carlos Radovicf, de una clase diferente, ya que en cualquier sistema social las institucio nes políticas, las instituciones económicas, la organización del parentes co y la vida ritual están íntimamente relacionadas y son interdependien-  tes. En la cien iencia hay maneras correctas correctas e incor incorre recta ctas s de hac h acer er abst abstra rac c ciones; las maneras correctas son provechosas ya que nos conducen a  importantes avances en nuestro conocimiento; las maneras incorrectas  no son sólo infru infructu ctuos osas, as, sino que son, son, a veces veces,, un obst obstác ácul ulo. o. Si vamo va mos s a 

estudiar instituciones políticas en abstracción de otros rasgos de los sis temas sociales, necesitamos estar seguros de que nuestra definición de lo  “polí líttico” es ta tall qu que esté en condiciones condiciones de del delim imit itar ar una un a clas cl ase e de fe fenó nóme me noque pueda con convert vertirs irse e -prov -provec echo hosa same ment ntee- en objeto objeto de un trat tr atam amie ien n to teórico por se sepa parad rado o de esos otros otros rasgo rasgos s del d el sis si stem te ma so soci cial al to tota tal. l. (For (For te tes s y Evans-P vans-Pritch ritchard ard,, 1979, 97 9, Prólogo) Prólogo)

De acuerdo con John Gledhill: Bajo los regímenes coloniales de Occidente, uno de los tipos de conoci mientomás valios valiosos os que que los antropólogos antropólogos podía pod ían n ofre ofrecer cer er era a el el rela relati tivo vo a  los sis iste tem mas de leyes leyes y de de gobiernos autóc autóctono tonos. s. La may ma yor oría ía de los l os gobier gobier nos coloniales habían optado por sistemas de gobierno indirecto (“indi-   red rule”). La autoridad colonial contaba con la mediación de los líderes   indígenas, y el dominio del derecho occidental se legitimaba a través de   una cierta adaptación a las “costumbres” locales. En última instancia,  sin embargo, predominaron las leyes y la autoridad de los colonizadores.  XX  X X, los antropólogos se encontraban en la misma posición en  En el siglo siglo la que se había hallado el clero del Imperio español en América en el alba  de la expansión europea. Las autoridades se mostraban interesadas en  las acusaciones de brujería y las venganzas de sangre con miras a acabar   con todo aquello que no resultara aceptable para la “civilización” euro pea. Sin embargo, quedaban algunas áreas donde se mantenían prácti cas indíg íge enas, com como la ley consuet consuetudi udinar naria ia sobre sobr e los l os dere derecho chos s de propi propie e dad, que los regímenes coloniales trataban de manipular en su propio  benefi fic cio y que incluso podían podían codific codificar ar como como ley l eyes es re reco cono noci cida das s por por e ell  Estado colonial. En general, esta reestructuración burocrática de las “tra dicio iciones” autócto tóctona nas s y la organiz organizaci ación ón socia sociall se ll l levó evó a cabo cabo en un marc marco o  de ideas preco recon nce ceb bidas idas por parte de Eur Europ opa, a, lo que propor proporcio cionó nó a los l os an tropólogos la opor oportun tunida idad d de ofrecer sus ser servic vicios ios a la l a caus ca usa a de la fo form rma a ción de la adm administra inistració ción n colonial. colonial. (Gle (Gledhi dhilll, 20 0 0 : 1 5-1 6 )

Con relación a este involucramiento profesional del antropólogo en el ám bito colonial, Evans-Pritchard afirmaba:  



de poder y formas de organización organiza ción política en la antropología clásica clásica tratarlos por tiempo reducido para que realicen investigaciones determi nadas. [...] Este E ste arreglo arregl o es es ventajoso para el antropólog antropólogo, o, porque porque adquie re una experiencia que le permitirá luego ocupar un puesto en la univer sidad, y para el gobierno, porque recibe los beneficios del trabajo de un   hombre perfectamente preparado, que conoce los adelantos más recien tes sobre el tema. (Evans-Pritchard, 1973: 125-126)

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No obstante, Gledhill aclara: Los antropólogos que trabajaban en los países coloniales raramente   eran agentes del colonialismo en sentido estricto. [...] Sin embargo, la   mayor may or parte de aquellos profesionales se mostraron “dispuestos a servir” se rvir”  y, lo que que resulta más má s significativo, el a análisis nálisis de la antropología antropología académi ca predominante, tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos, se   demostró incapaz de abordar el hecho de que su objeto de estudio era un  mundo mun do estructurado por la expansión colonial colonial de Occidente Occidente y el imperia imper ia lismo capitalista de una manera sistemática. (Gledhill, 2000: 19)

En la obra citada Fortes y Evans-Pritch Eva ns-Pritchard ard critican los estudios clásicos de la filosofía política afirmando que no han servido dado que no han trabajado sobre la base del “comportamie “comportamiento nto observ observado” ado” . La filosofía po política lítica estudiaba instituciones en términos de etapas evolutivas en la historia de la sociedad humana. Según los autores, estos estudios con tendencia evolucionista resul ta tabban un “e “ejer jercici cicioo inútil in útil ” .3 Fortes y Evans-Pritch Evans-Pritchard ard proponían realizar estu dios de tipo inductivo y comparativo, de ahí que en el trabajo que editan pre sentan diversos estudios de sociedades africanas. En la Introducción del trabajo de Forbes y Evans-Pritchard, ellos estable cen do doss tipos de sistemas políticos polít icos  segú  según n el material estudiado por los diferen tes autores, en su gran mayoría discípulos de Bronislaw Malinowski. Sistemas políticos africanos según Fortes y Evans-Pritchard (1979)

 

Sociedades grupo A

Sociedades Socie dades grupo B

Con autoridad centralizada (gobierno). Maquinaria administrativa e instituciones instituciones jurídicas. División de la riqueza en función de privilegios basados en el status. status. (Ejemplo: zulúes, bemba, kede, ngwato, etc.) Estados Esta dos orim itivos

Sin autoridad centralizada. Sociedades segmentarias. Sin divisiones marcadas de rango, riqueza o status.

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(Ejemplo: nuer, tallensi, logoli, etc.) Sociedades sin Estado

Juan Jua n Carlos Carl os Radov adovich ich

La diferencia fundamental entre los distintos grupos estriba en el rol de los si sisstem temas de lin linaajes jes ddee la estructur estructuraa polí política. tica. Las so soci cied edad ades es sin. Estado (gru (grupo po B) consisten en sociedades segmentarias basadas en el sistema de linajes que establece unidades corporativas con funciones políticas. En las sociedades del grupo A la organización administrativa regula las relaciones políticas entre segmentos territoriales. En las sociedades del grupo B lo hace el sistema de linaajes lin jes se seggmenta entari rios os.. En éstas, el sist sistema ema de ppaarent re ntes esco co jue ju e g a un rol ro l funda- ¡ mental la organización territorialeny grupo de linaje. política debido a la estrecha relación entre grupo En cu cuaanto al marco terr territor itorial ial lo consider consideran an impo im port rtan ante te pero er o su fu func nció ión n eess ' diferente en cada tipo de organización política. En el grupo A la unidad admi-

nis istr traati tivva coin inci cidde con la unidad territorial. Los dere de rech chos os y la lass obligaciones obligaciones | están delimitados territorialmente. El rey, por ejemplo, es un gobernante te rr rrit itoori riaal, es ca cabbez ezaa administrativa y jud judici icial al de un ter terri rito tori rioo dete de term rmin inad ado. o. En el grupo B, en cambio, las unidades territoriales son las comunidades locales, en las que prevalecen los lazos de cooperación de los linajes. En ellas la membresía se define en términos de parentesco. Así, las interrelaciones entre seg mentos territoriales son coordinadas por las interrelaciones existentes entre segmentos En estedetipo de sociedades las relaciones políticas no constituyende unlinajes. simple reflejo las relaciones territoriales.  Addemás, la es  A esta tabbilid ilidaad ddee ffuer uerzas zas en el el sistem sistemaa políti político co se logr lograa med edia iant ntee el eeqquil ilib ibri rioo en entr tree tend tendencias encias conf conflictiv lictivas as e in inter teres eses es di dive verg rgeent ntes es.. En la lass ssoc ocie ieddades del grupo A el equilibr equilibrio io se exp e xpre resa sa en enttre lo loss aspe as pect ctos os que refuerzan la autoridad central y aquellos que lo controlan. El sistema de go bierno en un Estado africano se presenta como un equilibrio entre poder y auto torrid idaad por un lado lado,, y obligac obligaciones iones y rres espo ponsa nsabi bilid lidade adess de la máxi xim ma au auto to ridad por otro. En las sociedades del grupo B el equilibrio es diferente. Se trata de un equilibrio entre segmentos, espacialmente yuxtapuestos y estruc turalmente equivalentes, definidos en función de linajes y de localidad. Cada gemne.nL to ti ene euct distinto disti s intereses intereseses rel relación ación otro otades ros s se segm gmen ento suest de del l as mism ismo oserd rde La a tien es estr tru ctu urantos política un en conjunto decon lealt lea ltad es lo loca cale les s tos op opue stas y ddeoe lazos rituales y de linajes divergentes. La estabilidad, entonces, no se logra mediante una organización centralizada sino a través de la suma total de las relaciones entre segmentos. Peter C. Lloyd, veinticinco años después (1965) de publicado el libro de Fortes y Evans-Pritchard, lo evaluaba en los siguientes términos: Como crítica a Evans-Pritchard y Fortes, pronto se señaló que no se  daba en todas las “sociedades sin Estado” que los linajes segmentarios  fueran la base de la organización política, dado que en varios de ellos los   grupos edad oque las los asociaciones hombres domi nantes; de mientras linajes no de eran grupos importantes sociales pocoeran importan tes en las sociedades estatales. Incluso la división entre sociedades “con”

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 jjela  jje laC Ci°nes i° nes

P°^er P°^ er y f °r °rma mass de orga or gani niza zació ción n políti po lítica ca en la aantr ntrop opolo ología gía clásica clás ica

segmentación, linaje, centralización y Estado han dominado todos los in tentos de clasificación, de modo que estos conceptos fueron construidos   como pares de opuestos: segmentación versus  centralización, linajever  suss   estado. (Lloyd, 1965:;65)  su

Un ejemplo de ello lo demuestra Fortes en 1953, cuando ...describía al linaje como incompatible con el Estado; dado que donde  ambos existían habría inestabilidad; pues cuanto mayor fuera el grado   de centralización, más débil sería la fuerza corporativa de los grupos de   descendencia (linajes). (Lloyd, 1965: 66)

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2. Edw Edward ard E. E Evan vans-P s-Pritc ritchar hard d (1902-1973)

Fue sucesor de Radcliffe-Brown y alumno de Bronislaw Malinowski en la London School of o f Economic Econ omics, s, donde d onde obtuvo el título de doctor en 1927. 1927. Se des d es empeñó como profesor de antropología social en Oxford hasta 1970. Además, realizó distintas investigaciones de campo entre los pueblos nilóticos de Kenia, Sudán y el norte de África. Áfr ica. Entre En tre sus principales principa les obras podemos pod emos n nombra ombrar: r: Brujer ería ía,, magia y oráculos orác ulos entre los Azande Aza nde,, de 1937;  Loss nuer,  Lo nu er,  de 1940,Siste mas políticos africanos  (coedición con Meyer Fortes), de 1940;  El pare pa rent ntes esco co   div ivin ino o entre entr e los l os shillu shi lluk, k,  de 1948;  Loss sanu  Lo s anusi si de Cirena Cir enaica, ica,  de 1949;  Paren  Par entes tesco co   y matrim matrimonio onio entre los nuer, nue r,  de 1951;  Antr  An tropo opolog logía ía socia s ocial, l,  de 1951;  La religi rel igión ón   nuer,  de 1956;  Ensay  En sayos os en antro an tropol polog ogía ía social, soci al,   de 1962;  La posi po sició ción n de las   mujeres en las sociedades primitivas,  de 1965;Teoría Teoríass sobre la religión prim pri m i tiva, de 1965;  Ell Trickste  E Tric ksterr entre ent re los lo s azand az ande, e,  de 1967;  La muerte muer te entr e ntree los l os aza a za n de del Sudán, de 1968;  Loss azan  Lo a zande de.. Histo Hi storia ria e institu inst itucion ciones es polít po lítica icas, s,  de 1971; Antropología social,  de 1973;  La relac re lación ión hombre hom bre-m -muje ujerr entre entr e los azand aza nde, e,   de 1974. En el capítulo IV, IV, “El sistem sis temaa político pol ítico”, ”, de  Loss nuer  (Evans-Pritchard,  Lo (Evans-Pritcha rd, 1987), el au autor tor se plantea resolv res olver er la cuest cu estión ión de cómo se mantiene mantie ne el orden orde n político a pesar de la inexistencia delza Estado en las que sociedades segmentarias. Evans-Pritchar Evans-Pr itchardd comienza comien afirmando las las tribus tribus nuer están divididas divididas en segmentos segmentos y que éstos, a su vez, se subsegmentan subsegm entan en segmentos segmento s menores. me nores. Expone un diagrama diagra ma posib p osible le de una un a tribu nuer n uer (Lou) mostrando la forma en que se segmentan secciones primarias, que contienen secciones secunda rias, que contienen secciones terciarias que están compuestas por grupos de parentescos y domésticos. El autor va demostrando demostrand o cómo cóm o se trama el orden en una sociedad sin Esta do y, por ende, sin institucio inst ituciones nes de derecho derech o y sin sentido sen tido de la “propiedad “prop iedad”” ; una “anarquía ordenada”, según la denominación que elabora. La organización política nuer se organiza sobre la base de la “distancia estr estruc uctu tura ral” l” que los nuer nue r estable esta blecen cen respecto respec to de cada segmento segme nto de la tribu, de  

1

Juan Carlos Radovich

la pertenencia a un linaje y de un grupo de edad. Significa la .distancia entre grupos de personas en un sistema social, expresada en función de los valores. Encada tr trib ibu unuer con convive viven n dif difere erente ntess llina inaje jes, s, pe pero ro un unoo de ello el loss es el domi nante. Una tribu es el grupo mayor dentro del cual se activan lealtades defenslVas 0 Para em emppren render accion acciones es gue guerre rreras ras,, ent entre re los lo s n nue uerr o ccon on otro tr os pueblos. n una unidad guerrera mínima, pero en las luchas intertribales no se toman pri rission ioneros ni ssee des estr tru uye yen n establos, y se re resp spet etaa a mu muje jere ress y ni niño ños. s. De Dent ntro ro de la tr trib ibu u rig igee el pago de compen compensación sación ppor or h hom omic icid idio io y otro ot ross co conf nfli lict ctos os.. Un hom bre tiene obligación moral dentro de su tribu, pero no respecto de otra.  Ah  A hora bien, la ausencia de “co “cont ntro roll po polític lítico” o” y por lo tanto de “gobierno” no

resu sult ltaa nece ecesa sari riaamente en la aus ausenci enciaa ddee un unaa es estr truc uctu tura ra po pollític ít icaa y de compor tamientos políticos. De ahí en más, Evans-Pritchard demuestra cómo juega el principio de segmentación de fusión-fisión entre los nuer. Introduce el principio regulador de las relaciones políticas, es decir, el prin cipio relacional de identidad contrastativa de grupo. Un grupo es tal sólo en relación con otro. Alguien se ve como miembro de un grupo solamente en con traste con otro grupo. Ello le permite inferir: Los valo lor res político líticos s son relati relativos vos y el si sist stem ema a pol polít ítico ico es un si sis stema te ma  entre tre ten tendencias ias o opu puesta estas sh hacia acia la es escisi cisión ón y lla a fu fusi sión. ón. [... ..]] La tende tendenci ncia a  a la ffu usión iónes in inh her eren ente te al carácter s segmenta egmentario rio de la est estruc ructur tura a pol polít ítica ica  nuer er.. (Evans-Prit s-Pritchard chard,, 198 987) 7)

La fus fusión ión-fis -fisió ión n en los gr grupos upos polí polític ticos os so son n ddos os as aspe pect ctos os de dell m mis ism mo sistema segmentario pues sus divisiones deben entenderse como un equilibrio entre estas tendencias por un lado opuestas y a la vez complementarias.  Assí las cosas, es im  A impposib ible le def defin inir ir la tribu como un principio de or orga ganiz nizaa ción política, o como unidad política. En muchos lugares se reconoce el valor tribal, pero existen secciones que se consideran relativamente autónomas. La cuestión es analizar bajo qué circunstancias un grupo se considera con una identidad común. Propone, entonces, no partir en el análisis de la enumera ción de un marco fijo de organización que podrían ser las tribus nuer, sino analizar la organización política en función de los valores y las situaciones sociales que ponen en juego las relaciones entre los diferentes segmentos tri bales Las situaciones sociales -preñadas de valores sociales—que le permiten preguntarse acerca de la “politicidad” e “institucionalidad” de comportamien tos tos ppoolít lític icoos een n la so socie cieda dadd nuer son las div divers ersas as form formas as de sol soluci uciónón-medi mediaci ación ón de En ccoonflict fli ctos os y la for form ma een ndequ que e seestudio cons constru truye ye la “ au auto tori ridad dad las conclusiones su Evans-Pritchard se .pregunta si es posi ble hablar de un comportamiento político diferente de un comportamiento so  

m Relaciones

de poder y formas de organización política en la antropología clásica

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vendettas, pueden

considerarse comportamientos políticos. Afirma entonces que sólo en el plano de las relaciones estructurales (nivel abstracto) puede hablarse de una esfera particular de las relaciones políticas.  3 .

La vendetta

vendetta (feud)4 es la hostilidad mutua comunidades comunidades locales, den ( bloodentre (blood feud feud)) constituyen tro troLa de una trib tribu. u. Las vendettashostil  de idad sangre una institu ción tribal. Si una tribu intenta vengar un homicidio contra otra tribu, el re sultado es una guerra intertribal y no una vendetta  de sangre, en estos casos

no hay modo de resolver el conflicto mediante arbitraje. No hay autoridad ante la cual quien ha sido ofendido pueda quejarse y obtener desagravio, sino que éste está en sus manos. No obstante, existen una serie de mecanismos que regulan los conflictos. Estos mecanismos son, por ejemplo, los límites a la lucha que imponen la condición de parentesco, la per tenencia a un determinado grupo de edad, la intervención de muchos en el conflicto, no usar lanzas en esas circunstancias, la mediación de ancianos, etcétera. Paraa resolver una ofensa de sangre se produce un com Par comportam portamiento iento consue tudinario (basado en la costumbre), casi ritual. El ofensor se aloja en la casa del jefe piel de leopardo, se realiza u una na incisión para que se le vay vayaa la sangre del muerto (sacrificio del novillo). Se pasa a una instancia de negociación. Por ejemplo, los parientes del ofendido exigen cabezas de ganado, pero éstas no se pagan de una sola vez, de modo que el conflicto sigue dando forma a las rela ciones sociales entre las partes y las formas de reparación incluyen a otros miembros del grupo. Cuando un hombre mata a un miembro de su aldea o de una aldea vecina la vendetta se resuelve pronto porque porqu e la vida en común es incompatible con el estado de vendetta.  Cuando varios hombres resultan muertos en una lucha secciones no se espera una que se lentre a próxi próxima ma luchagrandes pa para ra vengarlos. Ello ppuede uedecompensación, resultar en lasino ddivisión ivisión de aguarda la tribu tribu.. En est estos os casos vemos cómo opera el concepto de “distancia est estructu ructural” ral” elabo rado por Ev Evans-P ans-Pritcha ritchard. rd. Loss afectados por un homicidio son los parientes ag Lo agnaticios naticios (los consanguí neos), pero influyen en las relaciones entre comunidades. Los parientes pue den intentar matar al asesino o a cualquiera de sus agnados próximos. No

4.  término  Feud:

inglés que significa, entre otras cosas, “enemistad inveterada, lucha encarniza da (entre dos familias, clanes o tribus)”; Simón and Schuster International Dictionary,  Nueva

 

76

Juan Carlos Radovic^

pueden matar al hijo del hermano de la madre, ni de la hermana de la madre porque no pertenecen al linaje patrilineal del asesino. Dado que los afectados por una vendetta no pueden puede n co come merr en la m misma isma ca cassa lo loss nuer comen entod todas las casa casass de la alde aldeaa y, ccom omoo la prohib hi bició ic ión n afe af ect ctaa grave mente las interacciones cotidianas, el conflicto debe zanjarse rápidamente.  Así  A sí las cosas, la vendetta  sólo persiste en secciones que estén lo suficiente mente cerca para mantener relaciones de hostilidad, pero lo suficientemente lejos como para que no entorpezcan los contactos cotidianos pacíficos. Vemos así el funcionamiento de la relatividad de las relaciones estructurales. 4. La antropología política en la actualidad

En la antropología política contemporánea se han producido diversos cam bios. Según Teresa Pires do Rio Caldeira (1989), en los estudios actuales los enfoques clásicos de la antropología desaparecen o han sido ubicados en una posición bastante marginal, y quedan definitivamente a cargo de las ciencias políticas. Los nuevos estudios enfocan sobre todo relaciones de poder, formas de legitimación de la autoridad, poder local, etc. Las relaciones de poder son observadas en los más variados lugares y se vinculan apenas con el ejercicio de la auto tori riddad co con nst stit itu uida ida. Además, Además, lás rela re laci cion ones es de p o d e r se pu pued eden en expre sarr de las sa las manera rass más ssut utiles iles y no se n nec eces esit itaa la refe re ferrencia ci a al us usoo de la fuerza física, que era un tema constante en la antropología política tradicional de inspiración británica. En suma, actualmente los antropólogos parecen estar menos interesados en estudios antropológicos de la política y más volcados hacia las diversas dim imeensi sioones polí líti ticcas ddee ssocied ociedade adess y ccul ultu tura ras; s; me meno noss preo eoccupados p or el tipo de organización política que por temas como dominación, resistencia, lucha, conflicto. Existe el presupuesto de que las relaciones sociales están marcadas de vari riaas manera rass po porr rela relacion ciones es de de desi sigu gual alda dadd y de po pode der, r, es esto to es, po r rela ciones de dominación. Estas relaciones, a su vez, no son totales o no están manif ifeest staadas de form formaa fija y ex explícita. plícita. L Laa do dom minac in ació ión n coe co existe is te con la resi re siste sten n cia a la dominación, y la cultura actúa en esa definición transformando y re produciendo esas relaciones de fuerza. Lo que está en juego, entonces, es la dinámica de las prácticas culturales y su imbricación en relaciones de poder, en las más variadas formas en que éstas se manifiestan y en los más diferen tes contextos de la vida social. Esta transformación fundamental en la forma de concebir el núcleo de la antropología política -el pasaje del énfasis en la descripción y clasificación de sistemas e instituciones políticas típico del evolucionismo de Lewis Morgan y del estr estru uct ctu ura ral-f l-fu unci cion onaalis lism mo británic británicoo ddee la dé déca cada da de dell 4 0 - ha haccia el anális análisis is de re rela laci cioones de poder oder y ddesigu esigualda aldadd es estuv tuvoo ac acom ompa paña ñada da,, se segú gún n la au auto tora ra,, de otras otr as sser erie iess ddee tran transform sformacion aciones es ccom ompl plem emen enta tari rias as..  

 jaC  ja Cj0nes de pode p oderr y formas form as de or orga ganiz nizaci ación ón política polí tica en la an antro tropol polog ogía ía clásica clás ica

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Una segunda transformación clara fue el pasaje del estudio centrado en tribales - o el estudio de de sociedades sin Estado o de Esta s o c i e d a d e s y pueblos tribales dos primitivos- para el estudio de la constitución del mundo moderno. Tres temas son imP01"tantes al respecto: 1 ) el encuentro colonial; 2 ) las interco n e x i o n e s de grupos y culturas, y 3) el estudio de culturas y sociedades en el llamado Tercer Mundo. L a mayoría de las veces en que esos temas son anali z a d o s existe una referencia al contexto internacional del capitalismo indus trial, definido en términos de desigualdad y dominación. La creciente conciencia respecto de la “cuestión colo colonial” nial” tran transformó sformó la des ig igu ual alda dadd de poder involucrada en el “encuentro colonial” en un problema problem a po polí lí tico más importante de ser tratado por los antropólogos que las investigacio nes sobre sistemas políticos nativos, todos ellos ya modificados en razón de las relaciones con los agentes sociales occidentales. En esta línea, la antropología de los encuentros coloniales ha tendido a explorar no sólo las relaciones de

dominación y desigualdad entre los colonizadores occidentales y los pueblos colonizados del Tercer Tercer Mundo Mund o sino sin o además la producción de situaciones y cul turas específicas como resultado de esos encuentros. En otras palabras, una antrop ant ropolo ología gía de los encuentros encuen tros coloniales analiza las relaciones de poder p oder y de dominación que moldean, por un lado, los encuentros propiamente dichos y, por otro, sus productos, o sea, las varias formas generadas por combinaciones ueseexisten existe n hoy ho y en día en el llamado llam Tercer ejemplo, relaciones de cqla las , movimientos sociales, constitución consado titución deMundo: nuevas por subjetividades, subjetividad es, etcétera. etcétera. Una tercera transformación, íntimamente relacionada con la anterior, ha sido la de pasar del estudio est udio de sociedades socieda des ddistantes istantes y extrañas al estudio de la propia sociedad y, algunas veces, del propio grupo. Una cuarta transformación, que se refiere a los estudios de relaciones de poder, es el pasaje del énfasis én fasis en el análisis de relaciones relacione s sincr sincrónicas ónicas hacia ha cia el análisis de relaciones diacrónicas. De hecho, la crítica a los estudios funcionalistas y estructuralistas fue acompañada por la búsqueda de modelos de aná lisis procesuales y dinámicos. Las relaciones de poder y de dominación pasa ron a ser, así, tomadas a partir de la perspectiva de su constitución: son pro ductos históricos, cuyos procesos de formación tienen que ser reconstituidos de modo de permitir su comprensión e interpretación. Casi ninguna de las nuevas etnografías sobre relaciones de poder, aun cuando se trate de los lla mados “pueblos sin historia”, deja de tener una contextualización y una re construcción constru cción histórica. histórica . La quinta transformación va en dirección de una antropología que toma de manera crítica su propia práctica, focalizando en las relaciones de poder involucradas en la producción del conocimiento antropológico. Uno de los as pectos de esa crítica fue la elucidación del contexto imperialista en el cual la antropolog antrop ología ía fue moldeada moldea da y cómo eso influyó en su análisis. Actualm Actu almente ente esa crít crític icaa continúa teniendo vigencia vigen cia y es puesta en práctica p ráctica para discutir cues tiones como la relación del investigador con sus informantes de otras cultu  

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Juan Carlos Radovic^

ras, en cuanto traspasadas por relaciones de poder; las deformaciones en las representaciones del otro en las etnográficas, por ejemplo en cuanto a la ne gación de la contemporaneidad del objeto o el sujeto de conocimiento, de for ma de mante ten ner al otro siempre siemp re a dista dis tanc ncia ia,, en e n otr o troo tiem ti empo po;; la l a eelu luci cida daci ción ón de reglas de pro rodducció cción n y circulación de ddis iscu curs rsos os de verd ve rdad ad,, anal an aliz izan ando do los lo s disdispositivos de co cons nstru trucci cción ón de la “auto “a utorid ridad ad etn e tnog ográ ráfi fica ca”” . La lect le ctur uraa y el análianálisis de la etnog tnogra rafí fíaa de Evans-Pr Evan s-Pritch itchard ard sobr so bree el sist si stem emaa pol p olít ític icoo n nue uerr va en

í | ! i

esta  Ah  A hdirección. ora bien, si el estructural-funcionalismo fu fuee la refe re fere renc ncia ia teóri te órica ca centr central al | de la antr troopolo loggía tradicional, la más impo im port rtan ante te en los lo s est e stud udio ioss rrecient ecientes es í sobre cuesti tioones de poder parece sser er el marx ma rxis ismo mo.. Esto Es to no sign si gnif ific icaa qque ue la ! mayoría de los estudios o etnografías sean marxistas, pero sí que el marxismo  j es la referencia teórica que llevó a los científicos sociales a pensar las diferen

cias socia iale less en térm términos inos de poder pode r y de desi de sigu gual alda dadd y a con co n side si dera rarr lo loss siste sistemas mas simbóli liccos en té térm rmin inos os de dominación. domina ción. Tamb Ta mbié ién n ffue ue el m a rxis rx ism m o el qque ue enf enfati ati zó la visión de las relaciones sociales en términos de su constitución histórica y en términos de conflicto y lucha.

 

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.

.

v

El estudio de los sistemas de parentesco en la antropología   c lásic a:

Lewis H. Morgan, Alfred R. Radcliffe-Brown

Claude Lévi-Strauss

 Juan C a r lo s R a d o v ic h

1. Introducción



En la antropología clásica el rol fundamental que se le asignaba al paren te tessco se debía a que se lloo con considera sideraba ba el idioma social que perm permitía itía represen re presen tar la totalidad, cuando desde la etn etnografí ografíaa se pretend pretendía ía re recupera cuperarr el sentido de totalidad a través de sus partes componentes. Esta perspectiva permitía clasificar las distintas sociedades en términos de oposiciones como “sim “simples/com ples/complejas” plejas” , “prim “primitivas/civiliza itivas/civilizadas” das”,, “á “ágrafas/ligrafas/literarias”, “tradicionales/modernas , etcétera. Estas tipologías se elaboraban en función del uso que cada una de estas sociedades hacía del parentesco. En unas, el parentesco dominaba la socie dad en su conjun conjunto to en otras era solo parte del ámbito dom domestico estico-priva -privado. do. De esta manera el parentesco se constituía en la vía principal para acceder al conocimiento de las sociedades denominadas “simples”, “primitivas” o “tra dicionales”.  Así las l as teo teorías rías sobre eell pa paren rente tesco sco se iintr ntrodu odujer jeron on en eell ce centr ntroo de llos os deb debaa tes de de la antropología como cienc ciencia, ia, aaspecto specto sobre el cual nunca hubo consenso teórico entre los antropólogos.

2. El rol del parentesco según diversos autores clásicos  2.1  2 .1.. El evo evoluc lucioni ionismo smo:: Le Lewi wiss H Hen enry ry Mo Morga rgan n

Las relaciones de parentesco, según este autor y otros que podemos ubicar dentro den tro de la corriente evolucio evolucionista, nista, eran aasimilables similables a formas en evolución en el desarr desarrollo ollo de la historia huma humana, na, en estrech estrechaa relación con aaspectos spectos como los modos de subsistencia, el desarrollo del lenguaje, el nivel de la organización política polí tica,, el grado de avance tecn tecnológ ológico, ico, la prop propiedad, iedad, etc. Se trataba de pensar el pasado en términos de “p “prog rogreso reso”” o “ev “evolución” olución” a través de estadios o etap etapas as

 

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(salvajismo, barbarie y civilización) que habría atravesado la sociedad huma na en su desarrollo histórico. En 1871 Morgan publica su obra más importante, Sistemqs de consangui re copilación de térmi térmi nid ida ad y afinidad de la fami fa mili lia a humana. huma na. Se trata de una recopilación nos de parentesco pertenecientes a diferentes pueblos y épocas. Morgan se sorprende al encontrar grandes semejanzas entre pueblos ubicados en conti nentes muy distantes, por ejemplo, los tamiles del sur de la India y los aborí genes dakota de las planicies de Estados Unidos. Morgan defendía la idea de la unid idaad fundam fundamenta entall de la familia humana, human a, en con c onso sona nanc ncia ia con lo aafirmado firmado mero ayor ayoría ía de los evolu cionistas asso enciedades torno una nidad adscala integra int l eogreso igualdad dpeolr glaén éne humano hum ano, , yevolucionist ubicaba ubic aba a las socieda desdeenlauna uunid “e “esc alaegral de progr pr eso”” de de acuer cuerddo con con su terminolo terminología gía del paren parentes tesco. co.  An  A nte tess de Morgan Morgan las terminologías sobre los sistemas siste mas de parentesco paren tesco no

habían sido tenidas en cuenta. El no sólo aisló simplemente la terminología sino que la consideró un conjunto semántico, un sistema de significados. Cuando descubre que los aborígenes norteamericanos ojibwa e iroqueses no estaban emparentados en términos lingüísticos pero poseían el mismo sis tema denominativo para designar al “padre” y a todos los parientes masculi nos de esa generación (lógica clasificatoria), llegó a la conclusión de que a pesar de las diferencias lingüísticas estos pueblos estaban relacionados de al guna manera. consideró él uso generalizado delpermitía términodeducir ‘padre’ por parte de lasAdemás personas, aunqueque diferenciaran los roles, le que la terminología del parentesco estaba reflejando un estadio anterior ca racte ra cteriz rizad adoo por la promis pro miscui cuidad dad.. De este modo todas las terminologías de parentesco conocidas por Morgan son ubicadas en dos grupos: 1 ) sistema sistema clasificatorio: clasificatorio: iroqueses, ir oqueses, algunos pue blos de Asia y Oceanía, y 2) sistema descriptivo: ingleses, Europa y Oriente Medio. Morgan quería probar el origen asiático de los amerindios. Un aspecto im portante de Si Siste stema mass de consanguinidad consa nguinidad y afinidad.. afinidad.... fue la utilización de la term te rmin inol olog ogía ía del parentesco como herram he rramient ientaa meto me todo doló lógic gicaa para pa ra los estudios estudio s antropológicos. Los grupos clasificatorios y descriptivos no fueron entendidos por Morgan como dos sistemas paralelos y contemporáneos sino como estadios sucesivos de una seri seriee evolutiva evolutiva que iba desd desdee la promis pro miscui cuidad dad prim pr imit itiv ivaa hast h astaa la mono m ono gamia moderna.  2.2.. El  2.2 El estructu estructuralral-fun funcion cionalis alismo: mo: Alfred Alfr ed R. R Radc adcliffe liffe-Br -Brow own n   y la la teor teoría ía de la la filiación filiación

El estructural-íuncionalismo británico recibe en un primer momento una marca rcada influe influenci nciaa biologis biologista-organ ta-organicist icista. a. Consi Con sider deraba aba que las socied soc iedade adess eran “organismos” y sugería estudiarlas con los métodos de las ciencias naturales.  

gl estudio de los sistem as de pare n te s co en la an trop olo gía clásica

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También recibe la influencia durkhemiana en términos en que los hechos so ciales  preceden a los individuos y ejercen unacoacción  sobre su comporta miento a través de las normas y losvalores. valores. Desde esta perspectiva, entonces, la sociedad es considerada'fundamentalmente un orden moral. La persistencia del orden social depende del mantenimiento del sentimien to de  solida  sol idarid ridad ad.. En  soc  socied las iedad ades es ssegm egment entari arias as  la solidaridad de sus miem bros depende de su mutua semejanza. Según este enfoque, en todas las socie dades las formas de agrupamiento social determinan la conciencia social de sus miembros, y las formas de conciencia se mantienen y vigorizan a través de Para su revalidación en rituales simbólicos. Radcliffe-Brown el parentesco es el organizador de la  est ructur  estruc tura a so cial, definida como “la red de relaciones sociales observables empíricamente”.  A su vez, los  sistem  sist emas as de pare pa rent ntesc esco o  constituyen estas relaciones. Según este autor, un sistema de parentesco paren tesco incluye la existencia de grupos sociales defini defin i

dos, por ejemplo, la  fa milia  fami lia   y los  grup  gr upos os uni unilin lineal eales es de pa pare rent ntesc esco o   (linajes, clanes, mitades). Los derecho derechoss y deberes y lascostumbres costumbres sociales  (incluyendo el culto culto a los antepasad an tepasados) os) forman form an parte de este  sistema.  sistem a. La  func  fu nción ión  del parentesco, entonces, será establecer los grupos sociales a través del principio de la  filia  fil iaci ción ón,,  ordenando las relaciones relaciones jurídicas (trans mis isió ión n ddee bienes y derechos), y conformar conform ar órdenes y jera jerarquía rquíass sociales, atri buci bu ción ón de de bienes materiales, m ateriales, el poder pod er político y los derechos de rechos y obligaciones obliga ciones en general. Para este autor la  filia  fil iació ción n  se convirtió en pr  prin el incip cipal al pri princ ncip ipio io ex expli plicat cativo ivo   en la teoría del parentesco.  Asimis  Asi mismo mo critic cri ticaa la “hist “hi stor oria ia con conje jetur tural” al” utili ut ilizad zadaa ppor or autore aut oress evo e voluc lucion ionis is tas. Radcliffe-Brow Radcliffe-Brown n no le atribu atribuía ía a este tipo de metodología metodolo gía histórica histó rica ningún valo va lorr como herramienta herram ienta de investigación in vestigación.. En re respuesta spuesta a la interpretación interpreta ción de Morgan sobre los sistemas clasificatorios, Radcliffe-Brown señalaba que los térmi tér mino noss de par parent entesc esco o  utilizados eran paralelos a la distribución dederechos derechos   y obliga obligaciones ciones  en  sis  sistem un temaa unil u niline ineal al  (patrilineal o matrilineal). De D e este modo el padre y sus hermanos conforman una categoría de parientes diferente del grupo rupo de la madre y sus herman hermanos. os. Según esta corriente del pensamiento antropológico, las terminologías del   parentesco eran formas de clasificación social que  perm  pe rmití itían an distin dis tingu guir ir : • El universo del del parentesco parentesco (¿qui (¿quiénes énes son parientes parientes y quiénes n no?) o?).. • Gradaci Gradaciones ones y distintos distintos tipos de relaciones sociales sociales según según la ubicación ubicación de de cada uno en una red de parentesco. • A cada cada clas clasificac ificación ión de grado grado de parentesco cor corresponden responden actitudes actitudes,, ritua les de de cortesía, prescripcione prescripcioness e interdicciones m matrimoniale atrimoniales, s, etc. De estas estas actitudes, además, se deriva ent  entra el rama mado do nor norma mativo tivo  de la sociedad. Para Radcliffe-Brown el parentesco constituye la estructura social básica básica  

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en cier cierta tass socied sociedades ades.. Un individuo individuo está est á relaci rel acion onado ado por po r su nacim nac imien iento to y posi ción con un gran número de personas, con algunas de las cuales mantiene específicas relaciones de tipo jurídicas (v.g. derechos y deberes entre padrehijo, etcétera). Este autor habla de cuatro formas de alianza o asociación: 1) intermatrimonio onio;; 2) 2) intercambio intercambio de bienes bienes y servicios; serv icios; 3) frate fr atern rnida idadd de sang sa ngre re o ritual, y 4) relaciones burlescas.  familia  famili a elemental, elemental,  según Radcliffe-Brown, existirían las actitudes En la normativas (morales) puras, a partir de las cuales se puede llegar a recons truir el sistema. Las  familias  famili as compu compuestas, estas,  por su parte, son familias elementales con un mie iem mbro bro en en común común (v.g (v.g.. poligínica y poliánd pol iándrica rica). ). Este Est e aut a utor or recon re conoce oce diferen

tes tes grad grados os en en las las relaciones genealógicas que puede pu eden n existi exi stirr en los sistema sist emass de de parentesco pare ntesco y afinidad. a finidad. Radcliffe-Brown señala tres tipos fundamentales de relaciones sórbales: 1 ) ) consanguinidad  (entre hermanos);2 filia  filiació ción n o descendencia (entre progeni tores e hijos), y 3) afinidad o matrimonio (entre cónyuges). Sintetiz Sint etizand ando, o, Radcliffe-Br Radcliffe-Brown own privilegió privileg ió dos do s áreas: las reglas y loscompor compor tamientos,  filia  fil ción ón  se analiz analizánd ándolas olas como comoexplicativo zonas zonastivo complemen comp lementaria tarias. s.del Así,parentesco, la iaci virtió en el principal  en la teoría puescon la  principio explica consideró la institución organizadora ~de la estructura social. Sus funciones serían establecer los grupos sociales a través del principio de la filiación y el ordenamiento de las relaciones jurídicas (transmisión de bienes y derechos, conformación de órdenes y jerarquías sociales). Entonces, la estructura social se defin definee por reglas jurídicas (conjunto (co njunto de derecho dere choss y obli o bliga gacio cione nes) s) expresadas en el lenguaje del parentesco.  2.3  2 .3.. El estructurali estructuralismo: smo: Clau Claude de Lévi-Str Lévi-Strauss auss y la teor teoría ía de la a alian lianza za

La década de 1960 coincide con el auge del estructuralismo, que propone una visión alternativa de la estructura social. El estructuralismo levistraussiano se convierte en la principal oposición teórica al estructural-funcionalismo inglés. Para Lévi-Strauss, a diferencia de Radcliffe-Brown, las relaciones sociales constituyen la materia que permite construir modelos que constituyen la es tructura social. Busca leyes universales que rigen la actividad inconsciente del espíritu humano. Estas leyes no son accesibles a la observación empírica. Se trataría de definir relaciones abstractas pero constantes que traducen el aspecto inteligible del fenómeno estudiado (las  estru  es tructur cturas as sub subya yacen centes tes). ).   Por lo tanto, tanto, según Lévi-Strauss: Lévi-S trauss: El término estructura social no se refiere a la realidad empírica sino a  los modelos que se construyen según ésta. [...] las relaciones sociales son  

gj estudio de los sistemas de parentesco en la antropología clásica la materia prima con la que se elaboran los modelos que constituyen la   estructura social. (Lévi-Strauss, 1984)

 Asimismo  Asim ismo,, afirm afirma: a:

¿

Si, como lo creemos nosotros, la actividad inconsciente del espíritu  consiste en imponer formas a un contenido, y si estas formas son fun damentalmente las mismas para todos los espíritus, antiguos y moder nos, “primitivos” y civilizados [...] es necesario y suficiente alcanzar la  estructura inconsciente que subyace en cada institución o cada costum bre para obtener un principio de interpretación válida para otras institu ciones y otras costumbres. (Lévi-Strauss, 1984)

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Enfatiza el estudio de las reglas matrimonial matrimoniales es de  sis  sistem los temas as de pa re rent ntes es co. El conjunto conjunto de reglas no debe ser clasificado en categorías heterogén heterogéneas eas ya que representan maneras de asegurar la circulación de mujeres en un grupo social, o sea que reemplaza un sistema de relaciones consanguíneas de origen biológico por un  siste ma de ali  sistema alianz anzas. as.   Este planteo constituye, en consecuen cia, su hipótesis de trabajo.  estru  es tru el ctu ctura ras s elem enta entales les par paren entes tesco las  son los don siste maPara s que Lévi-Strauss permiten determ determinar inar cír círculo culo posible dedel parientes yco allegados, de se distinguen potenciales cóny cónyuges uges prohibidos y posibles (matrimonio (matrim onio preferencial). Tanto Tan to las estructuras elem elementales entales como las estructur estructuras as complejas (de nues tra sociedad) no son absoluta absolutass dad dadoo que en llas as primeras ex existe iste cierta posibili dad de elección y en las segu segundas ndas nunca es absolutamente lib libre. re.

3. La prohibición del incesto

La oposición naturaleza/cultura es el fundamento de las ideas de Lévi prohi  pr ohibic bición ión o tabú de dell ince incesto, sto,  q Strau Str auss ss.. Tal oposición se exp expresa resa en la  que ue tiene que ver con la na naturaleza, turaleza, con la bio biología, logía, pero como regla constituye un fenó meno social social.. La proh prohibición ibición del in incesto cesto no tiene un origen purament puramentee natural o cultural y tampoco es un compuesto de elementos tomados en parte de la naturale natu raleza za y en parte de la cultu cultura, ra, sino que constituye eell movimien movimiento to funda menta me ntall que posibilita el pas pasaje aje de la na naturalez turalezaa a la cultur cultura. a. Poseee la universalidad de la na Pose naturaleza turaleza a travé travéss de la regla y la particula rid ridad de la cultura, dado que si bie bien n existe como regla universal, su aplicación varía según tiempo y espacio. Para Lévi-Strauss, en el hombre todo lo universal corresponde al dominio de la naturaleza, caracterizado por la espontaneidad. En cambio, todo lo que corresponde a la cultura está snietn a  nrvr-mao — 1  . ■ -----

 

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prohibición del incesto, la naturaleza deja de existir en el hombre como reino sobera ran no. Es el pro proceso ceso med mediante iante el cual la n nat atu u ra rale leza za se su supp era er a a ssíí m mis isma ma al posibilitar el inicio de la cultura. La prohibición del incesto es una regla res trictiva de las actitudes culturales que al mismo tiempo es universal. Siempre existe algún tipo de restricción de las relaciones sexuales y matri moniales. Consiste en una reglamentación de las relaciones entre los sexos, un desborde de la cultura en el seno de la naturaleza. Se trata de un mecanismo para asegurar que los intercambios de mujeres se produzcan entre familias y entre grupos. L Laa pro prohi hibic bición ión del incesto se h hal alla la en la na natu tura rale leza za pe pero ro só sólo lo pode mos aprenderla como regla social. Al expresar el pasaje de la naturaleza a la cult ltu ura ra,, pper erm mite ite el pa pasaje saje de dell hech hechoo nat natura urall de la cons co nsan angu guin inid idaa d al he hech choo cu cull tura tu rall ddee la alia lian nza za.. Es Esta ta prohib prohibición ición como inte in terv rven enci ción ón regu re gula la,, regl re glam amen enta ta,, cum ple el papel fundamental de la cultura de asegurar la existencia del grupo.

Lévi-Strauss busca leyes universales que rigen la actividad inconsciente del espíritu. En sus estudios sobre las reglas matrimoniales y los sistemas de parentesco, trata de definir relaciones abstractas pero constantes que tradu cen el aspecto inteligible del fenómeno estudiado. El conju jun nto de reg reglas las n noo ddebe ebe ser clas clasifi ificad cadoo en ca cate tego gorí rías as he hete tero rogé géne neas as ya que todas ell llaas repres represen enta tan n ma maneras neras de aase segu gura rarr llaa circ ci rcul ulac ació ión n de mu mujer jeres es en un grupo social, es decir, posibilita reemplazar ion sistema de relaciones con  sistema  sistem a de alian a lianzas. zas. sanguíneas, de origen biológico, por un En su búsqueda por conocer el inconsciente cultural Lévi-Strauss conside ra que todo hombre lleva en su estructura biológica toda una serie de poten ciali ialiddades que ssee van a m manife anifestar star en la cu cultu ltura ra a ttra ravé véss de si sist stem emas as simb simbóli óli cos que en su pr profu ofund ndida idadd son iguales para cu cual alqu quie ierr so soci cied edad ad y cu cultu ltura ra,, per peroo que son dif ifer eren ente tess en apa aparien riencia. cia. El es estru tructu ctura ralis lismo mo en encu cuen entr traa un unaa iden identidad tidad de las operaciones formales, los instrumentos mentales, aunque las expresio nes sean diversas. Pone énfasis en la alianza, considerando el átomo del parentesco y agre gando la co con ndició ición n de dell int intercam ercambio bio (de muj mujer eres) es).. La te teor oría ía de la alia al ianz nzaa expli ca las las re rela laci cioones en entre tre los grup grupos os mediante el m at atri rim m on onio io y de defi fine ne al conjunto

de Las reglas matrimoniales por un lado limitan prohíben un círc írcla ulosociedad. de par aren ente tesc sco, o, m mient ientras ras qu quee por otr otroo ppre resc scri ribe ben, n, indi in dica can n oun una a pre prefer feren en cia matr trim imoonial, ial, a trav través és del intercambio bbas asad adoo en la reci re cipr proc ocid idad ad.. Las prácticas de la  exog  ex ogam amia ia conforman la expresión social de la prohibi ción ión del inc incesto sto. Con Constit stituy uyee un unaa regla de re reci cipr proc ocid idad ad.. M ient ie ntra rass qu quee la prohi bición del incesto se centra en las relaciones definidas entre personas, la exo gamia está focalizada en las relaciones definidas entre grupos. En su teoría de la filiación Radcliffe-Brown proponía analizar las relacio nes entr tree norm rmas as y cond conducta uctas, s, o sea, la con condu ducta cta en rela re laci ción ón con co n las la s regl re glas as de pare ren ntesco co;; een n la teo teoría ría de la alian alianza za Lévi Lévi-St -Stra raus uss, s, p or su pa part rte, e, plan pl ante teaa ana li liza zarr sis iste tem mas de clasi clasificac ficación ión social social,, es de decir, cir, llas as es estr truc uctu tura rass m en enta tale less sub subya ya centes en los sistemas de parentesco.  

85 El estudio estudio de los sistemas sistem as de parentesco parentes co en la antropología clásica 4.

Género y parentesco

En su trabajo de 1994 Sylvia Yanagis Yanagisako ako y Jane Collier plantean revitalizar los enfoqu enfoques es sobre sob re el parentesc pare ntescoo y situar los estudios sobre la prob problemá lemática tica del género en el centro teorético de la antropología, cuestionando los límites entre estos dos campos.  Afirm  Af irman an qu quee ddesd esdee hac h acee ap aprox roxim imad adam amen ente te tres tre s ddécad écadas as el pare pa rent ntes esco co dejó de se serr motivo motiv o de con controve troversia rsia e innov innovación ación conceptual en los estudio estudioss aantro ntropo po lógicos como lo fue durante las primeras décadas del siglo XX dado que, una vez estructural-funcionalista, los posteriores han superado focalizadoelelenfoque parentesco  pee r se   sino como part  p parte e deestudios la economía econom ía políticanoen los trabajos de Claude Meillassoux y Emmanuel Terray, por ejemplo; o como forma de desigualdad social en la cual el género constituye una dimensión clave. Según las autoras, los aportes más importantes provienen de feminis

tas del ámbito académico que postulan ignorar la línea divisoria entre género y parentesco (Yanagisako y Collier, 1994).  4.1  4 .1.. El d des esaf afío ío fe fem m in inist ista a a la teor teoría ía del pa paren rentes tesco co

En la década de 196 19600 diversas posturas feministas feministas plantearon estudia estudiarr el el parent par entesc escoo para entende ente nderr el lugar de la mujer m ujer y sus sus posibilidades. D Debe ebe recor darse que los traba trabajos jos clá clásicos sicos se ba basaba saban n en la percepción de una división div isión del tra traba bajo jo que establecía un ámbito privado-doméstico como exclusiva exclusivamente mente fe menino y un ámbito público reservado para los hombres. Durante la ddécada écada de 197 19700 la antropología feminista cambia su orientación al tratar de entender las construcciones de género en sociedades particulares, cuestionando las principales teorías sobre el parentesco, en particular la conceptualiz ceptu alización ación como “invariab “in variables” les” de ciertos aspectos (lazos afectivos, sanciones sancion es mora mo rale les) s),, que se naturalizarían y derivarían del vínculo madre-hijo. La Lass antropólogas feministas cuestionaron esta dicotomía naturalizada de la división del trabajo entre un ámbito público (masculino) y un ámbito privado (femenino), observando diferentes experiencias femeninas en diversas formas de organiza ción económica, política y cultural, y criticaron la aparente naturalidad de la rela re lació ción n madre-hijo y la relació relación n entre la supuesta supuesta “autoridad” “autoridad” masculin masculinaa y la actual dinámica de poder y privilegio en situaciones sociales particulares. Asi mismo se dieron cuenta de que era necesario analizar la arena política y econó mica en su conjunto para comprender tanto lo masculino como lo femenino (Yanagisako y Collier, 1994).  Afirm  Af irman an tam ta m bi bién én que las la s ccon once ceptu ptuali alizac zacion iones es sobre femin fem inei eida dadd n noo ppue uede den n ser comprendidas fuera del orden cultural porque los hechos biológicos sólo adquieren significación en el interior de amplios sistemas de significados.  Ya se hab h abía ía de demo most stra rado do cóm cómoo los pro proces cesos os produ pro ducti ctivos vos in influ fluía ían n en el desa de sa rrol rrollo lo del ciclo del gru grupo po do doméstico. méstico. En este sentido, se abrió un am amplio plio campo ca mpo  

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El est estudio udio de los sistemas de parentesco en la antropología clásica

de profundización al introducirse conceptos como unidad doméstica o grupo

Sexo y género deben distinguirse; corresponde al sexo el campo de las dife-

domé domésti co, , que permitieron permitieron superar elyalcanc e an alític o del vas conce pto de lia lia, , siem sistico empre pre sujeto a naturalizaciones c onfusiones onfusi ones operativas operati desde u un nfami pun to de visto metodológico.  Al rechaz rechazar ar las “reglas matrimoniales” matri moniales” de L évi-S évi-Strau trauss, ss, Pier re Bourdieu (199 (1998) 8) propon proponee analizar las “estrategias matrimon matri moniales” iales” v iend o c ómo en socie dades particulares la gente reproduce relaciones de reproducción y de des igualdad social. Ot Otra rass postura posturass han argumentado que el parent parentesco esco n o constitu con stitu ye un domi nio aislable y discreto de significados sino que estos significados derivan de toda una serie de dominios culturales: clase social, religión, nacionalidad, etnicidad, género, etcétera.

rencia renciass biológicas entre h ombres y mujeres, y que con se el género nossobre referim os dife a las construcciones socioculturales y psicológicas imponen estas rencia renciass biológicas. Asimismo, resu lta imposible inten tar comprende r los signi ficados de género y parentesco si los separamos del sexo y la reproducción biológica.

 4.  4.2. 2. Repensa Repensando ndo el gén género ero y el parentesc o

 Yanag  Ya nagisa isako ko y Collier plantean que los anális is de géner o puede n aportar nu nuev evos os ddato atoss a los estudios estudios sobre parentesc o dado que g éner o y paren parentesco tesco se con constr struy uyen en mutuam mutuamente. ente. Por lo tanto no pue den s er tra tados como si uno fue ra previo previo resp respecto ecto ddel el otro porque se real realizan izan juntos jun tos en sistema si stema s s ociales , polí ticos, ticos, económicos y cultu culturales. rales. E l  g é n e r o  y  l

o s

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a c t o r e s ” b i o l ó g i c o s   d e   l a  r e p r o d u c c i ó n

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e x u a l

 Alguna  Alg unass crít críticas icas a los estudios de parentesco en Estados Est ados Uni Unidos dos d emostra ron quetiene para losverantropólogos el parentesco ancló en la biología porq porque ue tien e que con relaciones basadas en siempre la re prodseucci ucción ón social. A l estu diar una sociedad determinada se supuso siempre que la relación primaria reproductiva era la relación entre un hombre y una mujer, caracterizada por el intercambio sexual y sus consecuencias fisiológicas: embarazo y parto. Evi dentemente la variada etnografía ha demostrado que no siempre resulta de esta manera. Sin embargo, suele inferirse que la creación de la descendencia humana por medio del intercambio heterosexual (embarazo y parto) constitu ye el proceso biológico mediante el cual suponemos que la cultura construye relaciones sociales como el matrimonio, la filiación y el parentesco bilateral.

4. 3  3 . Reuniendo género y parentesco

Si bien conforma n un único cam po analítico, el hecho de que se constituyan mutuamente no implica que ocurra del mismo modo en todas las sociedades. No hay dominios obvios, un iversales, de las relaciones sociales (públicas o pri vadas vadas). ). Debemos averiguar qué procesos sim bólicos y sociales hacen que estos dominios aparezcan como autoevidentes y “naturales”.  A n

a l i za n d o

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o n j u n t o s  s o c i a l e s

¿De qué manera se define la diferencia en sociedades particulares? No exis ten ten “hechos” biológicos o materiales qu e tengan consecuencias sociales y signi ficados culturales en sí mismos. El intercambio sexual, el embarazo y el parto son hechos culturales, cuya forma y significados han sido construidos social mente. Antes que dar por hecho que las sociedades están constituidas por do min minios ios institucionales explicables funcionalmente, debemos investigar los pro cesos sociales y simbólicos por los cuales las acciones humanas tienen conse cuenciass y significados. cuencia

«

5. Los sistemas de desigualdad

í     f    

 Yana gisako y C ollie r parten part en de la prem isa de que todos los siste mas socia les incluyen la desigualdad como rasgo característico. La cuestión principal radicaría en ver de qué distintas maneras se presenta. Para ello, las autoras proponen un programa analítico de tres facetas:

í     í     í     í    

Ob Obvia viame mente nte,, producir producir humanos engloba también tambi én otros aspect aspectos os y llaa repro duc ción ción hu human manaa compr comprende ende una amplia gama de c uestiones. uesti ones. E l  g

 

é n e r o   y  l o s

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e c h o s ” b i o l ó g i c o s   d e   l a  r e p r o d u c c i ó n

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e x u a l

Género y parentesco se constituyen mutuamente. Mucho de lo que se ha escrito sobre parentesco se enraíza en supuestos acerca de las características naturales de hombres y mujeres y sus roles respectivos, y de que la diferencia “natural” entre ambos es la base de la reproducción humana y por lo tanto del arentesco.

1) El análisis cultural del signifi cado.  Resulta imprescindible explicar los sig nificados culturales que la gente actualiza por medio de su práctica de las relaciones sociales. Deben buscarse las categorías que se emplean en contex tos sociales específicos, y los símbolos y sentidos que subyacen (sangre, amor, sexo, sexo, genes, poder, etc.). Estos símbolos y significados son siem pre evaluativos y codifican distribuciones particulares de poder, prestigio y privilegios, pero no son estáticos; no se trata de estructuras “tradicionales” autoperpetuables. El análisis cultural del significado no puede efectuarse aislado del análisis d e l o s n a t ro n e s He a m n n Po r l n f n n t n r»n n n o Ho

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^~ 1

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 2)) Model  2 odelos os sistémilos sistémilos de desigualdad. desiguald ad.  Deben analizars analizarsee las

noc nocione ioness del senti do común y sus significados viendo cómo al perseguir sus fines la gente da vi vidda a es estr truc uctu tura rass de desigual desigualdad dad que limitan sus prop propias ias po posib sibilid ilidad ades. es. Pero

aque est steelas an anál ális isis is ddee los significados debedeseguirle un anál análisis isis de las l as estr estructu ucturas ras personas efectivizan a través sus acciones. Debemos focalizar también en cómo las estructuras modelan las experien cias ias de la ge gent ntee y recíprocamente có cómo mo lo loss individuos ccrea rean n es estru tructu cturas ras a tr traa vés de sus acciones. Si bien cada sociedad debe analizarse en su especificidad, podemos elabo rar una serie de modelos ideales típicos con el fin de efectuar comparaciones. Este mod odel eloo n noo recurr recurree a los aspectos materiales com comoo ra rasgo sgoss determ det ermina inante ntes. s. Las autoras toman su modelo de sociedades de “servicios por la novia”, basa saddo en los los té términ rminos os de las tra transacci nsacciones ones matrim matrimoniales oniales com comoo m mom omen ento toss de “reproducción social”, en aquellas sociedades en las que el parentesco organi za lo los s ddere erecho choss y lascon ob obligac ligaciones iones bases de llaa gente. Las sociedades distintas de organización tendrán diversos mo mentos de “reproducción sistèmica”. El modelo sistèmico no privilegia ningún ámbito ito. Asim Asimism ismoo permite la com comprens prensión ión de las inco inconsi nsiste stenci ncias as ap apar aren entes tes de los significados, mediante el uso de herramientas analíticas necesarias para superar nuestro propio sesgo cultural.  3)) Anál  3 Análisi isiss histó históric rico. o. Más

allá de la desigualdad, el cambio es factible en todo ti tippo de ssoc ocie ieda dad. d. Para ve verr cómo la lass sociedades ca cambian mbian y cóm cómoo los proc pr oces esos os se mantienen relativamente estables a través del tiempo necesitamos efectuar un an anál ális isis is histó histórico rico qque ue interp interprete rete llas as idea ideass y las prác práctic ticas as de dentr ntroo ddel el conte co ntexx

to de de acción y significado. Se una trat trataasecuencia ddee ver cóm cómo o las co conexion nexiones es co con n el pasa pasado do con constr striñe iñen nym mod odel elan an su suss dinámicas con el presente, tanto para observar sociedades con una gran diná mica ica de cam cambio bio com comoo también las caracterizad caracterizadas as por su apa aparen rente te con contin tinuid uidad ad social y cultural. Se trata entonces de analizar ideas y acciones pasadas que han creado estructuras en el presente, evitando suponer que los sistemas de desigualdad actuales constituyen los productos atemporales de pasados idén ticos. Debemos preguntamos cómo estos sistemas se desarrollan a partir de pasados disímiles. Finalmente, Yanagisako y Collier destacan en sus conclusiones la necesi dad de cuestionar la diferenciación fundada eny la diferenciación biológica como la baseentre de lahombres distincióny mujeres entre lo masculino lo femenino, cuestionando la universalidad de nuestros variados supuestos so

bre esta problemática.

 

La economía del don*    A l e j a n d r o B a l a z o t e

1. Introducción

Pocas temáticas se incluyen con tal claridad dentro del “núcleo duro” del campo antropológico como el tratamiento de las prácticas reciprocitarias. La pertinencia perti nencia disciplinar de su tratamient tratam ientoo está fuera fuera de discusión, dado que se presenta distante de los pliegues en los cuales la disputa entre las distintas ciencias es más ardua. En el amplio campo de la antropología económica existen sin duda puntos de contacto y yuxtaposiciones con otras disciplinas. En tal sentido el análisis del intercambio de mercancías remite a estudios que indudablemente aproxi man la economía y la antropología. La diferenciación entre intercambios de mercad mer cadoo e intercambios de regalos parece un primer y burdo límite que impi imp i de un abordaje global de los procesos de distribución y circulación de bienes y servicios no ya desde la economía o la antropología sino desde la teoría social misma. su vez, la oposición entreya objetos ceremoniales y “cosas útiles” no hace másA que reproducir los límites señalados. La relevancia del tema no parece pa rece admitir discusió discusión n y nos preguntamos: ¿en quéé reside la seducción de esta temática?, qu tem ática?, ¿por qué tanto desde la antropología clásica como desde el surgimiento de la antropología económica numerosos autores procuraron esclarecer sus características?  Asíí la  As lass cosas cos as,, el conc co ncept eptoo de reci re cipr proc ocida idadd no está e stá asociad aso ciadoo ni qqued uedaa circ ci rcun unss

* Este trabajo se complementa con la ponencia presentada en el VII  VI I Congreso de Antropología Social “Tres interpretaciones sobre el ensayo, sobre los dones de Marcel Mauss”. En ella analizá bamos bam os distintos abordajes deseñaland la obra de ese autor.y En primer lugarteóri pasábamos revista rev ista aluga la lectura real realizada izada por Lévi-Strauss, señalando o ru rupturas pturas continuidades teóricas; cas; en segundo lugar, r, ana lizábamos la relectura propuesta por Maurice Godelier en su trabajo “El enigma del don”; final

mente, reseñábamos los límites del tercer paradigma propuesto por el grupo Movimiento AntiUtilitarista en Ciencias Sociales (MAUSS) cuyos principales refe referentes rentes son Alain Caillé y Jacques Godbout.  

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cripto a ninguna escuela antropológica. Se valen de él tanto el funcionalismo malinowskiano como el estructuralismo lévistraussiano, el culturalismo de Marshall Sahlins y el atomismo parsoniano; hasta el neomarxismo setentista recurrió a tal concepto para explicar situaciones micro. En este ste trab trabaj ajoo aana nalizam lizamos os el tratamiento de las prá práct ctic icas as re reci cipr proc ocit itar aria iass y  kula la  el fenómeno del intercambio en dos referentes etnográficos clásicos: el ku trobriandés y  po  potla el tlach ch practicado por los pobladores de la costa noroccidental. A continuación abordamos la sistematización realizada por Marcel Mauss y algunas de las críticas que su producción suscitó. 2. “Los regalos hacen amigos y los amigos se hacen regalos”: el k u l a

En 1922 Bronislaw Malinowski publica  Los argonautas argon autas del Pacífi Pa cífico co occi dental  cuyo objetivo consiste en estudiar el anillo  kula  como una forma de intercambio. En ese trabajo señala cómo, contradictoriamente, se presenta al “hombre primitivo económico” como individualista, inconsciente, indolente y al mismo tiempo lógico y coherente con la situación y que sólo actúa de acuer do con motivos estrictamente racionales. Coincidentemente tanto la antropo logía clásica como la economía presenta(ba)n la economía de los indígenas com como ddes espr prov ovist istaa ddee ppauta autass de intercambio y come comercio rcio muy mu y el elab abor orad adas as.. Se ccar arac acte teriz rizaa a la eecon conom omía ía primitiva como ca caren rente te de form fo rmas as específicas específicas de ppro ropi pied edad ad.. En eella lla se en encuent cuentra ra ausente cual cualqui quier er di dist stin inci ción ón en entr tree lo mío y lo tuyo, y se la reduce a una serie de actividades tendientes a garantizar los med edios ios de su subs bsist isten encia cia.. La oposición ddee Malinowski Malinowski a es esta ta afir af irm m ac ació ión n es total: No encontramos en todo esto ni el más leve reflejo del verdadero esta do de cosas tal como se nos presenta en las Trobiand, a saber: que toda la   vida vid a trib tribal al está regid regida ap por or un con constante stante dar y to tomar mar;; que to toda da ce cere remo moni nia, a,   todo acto legal o consuetudinario, se acompaña de un presente material y   otro otro pres presente ente rec recípro íproco. co. (Mali (Malinowski, nowski, 19 1975 75:: 17 174) 4)

Mali alino now wsk skii señ señala ala do doss er errores rores com comunes unes en la lit litera eratu tura ra ec econ onóm ómic icaa ddee prin cipios de siglo: 1 ) los indígenas consideran los bienes materiales con sentido estrictamente estrictam ente prá práctico, ctico, y 2 ) los intercambios se producen exclusivamente por la impo imposib sibilid ilidad ad ddee la lass un unidad idades es económicas de log lograr rar el pleno ple no abas abastec tecim imien iento to material. Al señalar estas falencias abre la puerta para el análisis del inter cambio de bienes ceremoniales:

Precisamente porque piensan tanto en dar, la diferencia entre lo mío y  lo tu tuyo yo se ve más bie bien n refo reforzad rzada a qu que e deb debilitada. ilitada. (Ma (Mali linow nowsk ski, i, 1 975: 18 181) 1)

Es común señalar que fue Mauss quien advirtió la “obligatoriedad” del re  

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de objetos preciosos, los vaygua,  entre los asociados  kula  kul a no constituía un re galo voluntario sino que estaba impuesta por determinadas obligaciones so ciales. El regalo era la infrecuente enlalas Este pionto límite,puro es decir, ofrenda por queTrobiand. no hay que darcaso nadaconstituía a cambio. un Sí resultaban cotidianas las prácticas habituales de regalos y pagos parciales correspondidos, que dieron origen a distintas formas de intercambio con un mayor o meno menorr grado de equivalencia. F Finalmente, inalmente, como resulta resultado do de u un n máx máxii mo equilibrio en la transacción, señala el trueque como el otro punto extremo (Malinowski, 1975). Según Raym ond Firth (1974), Malinowski es qui quien en introduce por primera vez de ma manera nera eexplícita xplícita el concepto de rec reciprocidad iprocidad en la literatur literaturaa an antropoló tropoló gica. La tendencia a crear lazos sociales a partir del intercambio de regalos exce ex cedde los límites familiar familiares, es, y produ produce ce y reproduce las ca caracter racterísticas ísticas del sis tema social: Mostró también cómo el constante dar y tomar, no sólo entre los par ticipantes específicos en un cambio declarado, sino también entre los  parientes y entre todos los miembros de comunidad en un campo más   extenso, tiende tie nde a dar coherencia coherencia y sentido a la vida social. (Firth, (Firth , 1974 19 74:: 238)

La polaridad entre el  kula  kul a y gi  gim el m w ali al i —el primero, espe específi cífico co iinte nterca rcamb mbio io ceremonial (de cosas de escasa “utilidad” asociadas al prestigio) y el segundo concebido como el comercio o trueque—es planteada por Melville Herskovits (1982) como un continuo de formas de intercambio: Las series de categorías de intercambio en las islas Trobiand [...] indi can cuán imperceptiblemente puede p uede la entrega de regalos regalos ir adquiriendo adquiriendo  contornos comerciales, dentro de la misma sociedad: 1) Regalos puros. 2) Pagos acostumbrados, irregularmente corr correspo espondid ndidos, os, sin ninguna  equivalencia estricta. 3) Pagos por servicios prestados. prestados . 4) Regalos Regal os devueltos en forma de equivalentes económ económicos. icos. 5) Intercambio de bienes materiales por privilegi privilegios, os, títulos y posesiones  no materiales. 6) Trueque ceremonial, con con pago aplazado. 7) Comercio puro y simple. (Herskovits, 1982: 198 2: 168)

En este sentido Malinowski M alinowski n noo es claro. Por un lad ladoo concibe el  kula  kul a como el

intercambio tanto de “bienes preciosos y de mercancías útiles y por tanto es una insti institució tución n eco económ nómica” ica” (Malin (Malinowski, owski, 197 1975: 5: 97) y por otro lo limita aall inter  

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 ku cambio es qu que? e? k el ula consiste en la entrega de un regalo ceremonial” (ídem: 107). Kefuerza esta separación de esferas de intercambio rescatando el punto de vista de los indígenas: Los indígenas distinguen con toda claridad el trueque que practican  conprofu rofusió sión y el el qu que e tienen un idea precisa precisa y un térmi término no para para desi de sign gnar ar lo: en kiriwinano,  gimwali.   A menudo, para criticar un procedimiento    kula  ku la,, dicen: “Lle incorrecto, demasiado precipitado o inconveniente en el  kula  ku la como si fuera gi  gim va su un m wa li” .  (Malinowski, 1975: 107)

La doble moral aparece nítida en el discurso de los indígenas. Lo que está bien visto para un tipo de intercambio es duramente criticado para el otro. El  gimwali  gim wali  contrastan con la osten osten-rega regateo teo y la av avide idezz por obtener vent ventaj ajas as del tosa generosidad propia del intercambio de collares y brazaletes. El sistema principal de poder es la riqueza y el de la riqueza es la  generosidad. En efecto, la tacañería es el vicio más despreciado y la única  cosa so sob bre la cu cual los indígenas indígenas tienen tienen una concepción moral moral muy mu y estri est ric c ta; ta; en en ca cam mbio io,, la generosida generosidad d es la esenci esencia a de la la bondad. bondad. (M (Mal alin inow owsk ski, i, 1975:109)

 kula  pero El principio de equivalencia no está ausente en los intercambios adquiere formas distintas para manifestarse. La competencia entre miembros  ku  k ula ap del anillo  apaarece rece sot soterr errad ada, a, disimulada por las formas de co cort rtes esía ía esta blecidas entre los asociados: El pri prin ncip cipiobásico básico del código código moral moral de los indí indígena genas s [...] [...] es se ser r equ e quit ita a tivos en sus transacciones  kula  y cuanto más importante sea la posición   del ind indiv ivid idu uo, más más deseará deseará brillar brillar por su gener generosi osidad. dad. [...] [... ] se es esta tabl blec ece e  una enca encarn rniza izad da competencia competencia por por ser el dador dador má más gene genero roso so [... [...]] no se  trata tra ta de un rega regateo teo ni de de escati escatimar mar a cada uno la la part parte eq que ue le toca. toc a. E l que  da pone tanto celo en que su regalo sea generoso como el que lo recibe.   (Malinowski, 1975:109)

 kula Malinowski señala que  ku el la no es una especie de trueque sino ofrendas recí recípproc ocaas de de va valor lor equ equiva ivalen lente. te. El iinter ntercambi cambioo es de car caráct ácter er no nobl blee y se llev llevaa a cabo de manera “aparentemente pura, desinteresada y modesta” (Mauss, 1979:180).  kula  potlach h hacen referencia al contraste Las comparaciones entre  ku el la y potlac el  potla ch.. Sin entr entre e la m mode odestia stia de de son los donant do nantes es del de kula l entre  y laambos soberbia de los  po del latlach embargo, muchas las similitudes intercambios: unicidad de las piezas intercambiadas, la historia particular de cada una de ellas y su entr en trel elaaza zam mien iento con con el ggrup rupoo donante, el car caráct ácter er nob n oble le de los prin pr inci cipa pale less ac

 

to tore res, s, as así com comoo ta tam mbién bién la yuxtaposición de co comer mercio cio de cosas co sas ú ti tile less con el intercambio de obietos ceremoniales.

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3. La violencia del in interca tercamb mbio: io: el p ot l a c h

El particularismo histórico histó rico ssurge urge a comienzos del siglo X XX X cuando el ev evolu olu cionismo comenzó a evidenciar sus limitaciones lim itaciones teórico-metodológicas. teórico-metodológicas. Su prin cipal Boas, se caracterizó porde realizar intensos tra bajos exponente de campo, fue así Franz como por su que énfasis en el estudio la historia de cada cultura en particular. Dentro de esta desconfianza hacia la generalización se podría enmarcar otro recelo hacia las manifestaciones materiales y su perspectiva económica. Así, estos fenómenos no fueron un tema de interés para Boas, que se centró especialmente en los aspectos simbólicos de la cultura a la vez que rechazó casi todas las formas de determinismo cultural: La teoría del determinismo económico no es más adecuada que el   determinismo geográfico. Es más atrayente porque la vida económica   es una parte integral de la cultura y está íntimamente relacionada con todas sus fases, mientras que las condiciones geográficas constituyen    siempre un elemento externo. Sin embargo, no hay razón para conside rar las demás fases de la cultura como una superestructura levantada   sobre sobr e una base económica, pu pues es las condi condiciones ciones económ económicas icas actúan si siem em pre sobre una cultura preexistente y dependen de otros aspectos de la  cultura. [...] La teoría de que las fuerzas económicas precedieron a toda mani festación de la vida cultural y ejercieron sus influencias sobre un grupo  sin ninguna carac característ terística ica cultural es insostenible. La vida cultural está  siempre económicamente condicionada y la economía está siempre cultu ralmente condicionada. (Boas, 1964: 197)

 A fine finess del sigl sigloo XI XIX X Bo Boas as pu publ blic icaa The Social Organization and the Secret   Societies ofthe Kwakiutl Indians,  donde plantea que los intercambios acaeci dos entre los kwak kwakiutl iutl esc escapaba apaban n a cualqu cualquier ier explicación de orde orden n económico. E  potla  po l tlach ch  constituía un sistema de intercambio que confería mayor prestigio a lo loss individuos que se desprend desp rendían ían de bienes. La presentación etnográfica del  po tlac tl ach h   establecí establecíaa un freno a las afirma cion ciones es utilit utilitaristas aristas y a las interp interpreta retacione cioness que conferían al criterio maximizador una universalidad sin matices. Marvin Harris (1986) señala que las fiestas kwakiutl desafiaban cualquier explicación tecnoecológica o tecnoeconómica. De utilidad esta manera bienes intercambiados cual quier quier y de lalos satisfacció satisfacción n de necesidad necesidades esestaban físicas. desprovistos La utilidad dedeconsu mo, especialmente en épocas recientes, ha sido desdeñable; consiste en ropa, mantas y otros artículos de lujo que son manipulados únicamente a nivel de prestig pre stigio io (Ba (Bam m ett ett,, 1938 1938). ). Para eeste ste aautor utor la transferencia de bienes no gguarda uarda

ninguna ning una similitud con los fenóm fenómenos enos de intercambio ec económico onómico y las inversio  

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nes re reaaliza lizadas rf rfo son son de capital sino de pres p restig tigio. io. La jac jacta tan nci ciaa y la auto autoglor glorifi ifi-cación del donante enfatizan la desigualdad que refuerza el intercambio: Soy el gra gran njefe qu que avergüenza avergüenza a la gente [...]. [.. .]. Llevo Llevo la envid env idia ia a su sus s  miradas. Hago que las cosas se cubran las caras al ver lo que continua mente ente hago en este este mund mundo. o. Una Un a y otra ot ra vez invit invito o a toda todas s las la s trib tr ibus us a  fiest fie sta as de acei aceite te,, soy soy el único único árbol grande [... [. ..]. ]. T Tri ribu bus, s, me debé debéis is obe ob e diencia [...]. Tribus, regalando propiedades soy el primero. Tribus, soy   vues estr tra a águ águila. ila. Trae Traed d a vuestro contador contador de la la propiedad, propiedad, tribu ri bus, s, para para  que trate en vano de contar las propiedades que entrega el gran hacedor  de cobre, e ell jefe. (Testim (Testimon onio io de je jefe fe kwakiut kwakiutl, l, en Har H arri ris, s, 1993: 21)

La influencia de Boas en la interpretación del  potlach  potla ch  se evidencia en los tra trabajo bajoss de su discípu discípula la Ruth Benedi Benedict. ct. Las co comp mpet eten enccia iass k wa kiu iutl tl —qu quee im im plicaban de y la aeliminación de esclavosunai expli lica caci cióónladedestrucción ti tippo psic psicoló ológi gico. co. bienes Esta autora autor atri a tribuy buyee ca cara ract cter erís ísti tica castenían s psi psico cológ lógi cas a distintos pueblos; así, los zuñi resultan apolíneos mientras que los kwa kiutl son dionisíacos desprovistos de otros objetivos que no sean la autoglorificación y la obtención de prestigio a partir de la competencia económica: La in incl clin ina aci ció ón dionisía dionisíaca ca de de las tribus t ribus de la costa costa del noroe noroest ste e es e s tan ta n  violenta en su vida económica, en su vida militar y en sus ceremonias de  duelo como lo es en sus iniciaciones y b bail ailes es ceremon ceremonial iales. es. Son el polo polo  opues esto to de los pueb pueblos los apolíneos. apolíneos. (B (Bened enedic ict, t, 1971 71:: 15 159) 9)

Hasta aquí p  pot el otla lach ch en las versiones de Boas y sus seguid seg uidore oress se caracte riza por ser un intercambio que: a) b) c) d) e)

es llev llevado a cabo cabo por por los nobles nobles con el el fin ddee ccon onso soli lida darr su su ppre rest stig igio io;; co con nsiste siste en la cesión cesión o destrucc destrucción ión de bi bien enes es;; exist existee la obl obliga igación ción de devolver con con incr increm ement ento; o; es resul resultad tadoo de un unaa economía de exc exceden edente tes; s; está stá despo spojad jado de razó razón n práctica o cálculo cál culo utili ut ilita taris rista ta en el sen enti tido do as asig igna na do por Sahlins, y f) su explica explicación ción escapa al anális anál isis is eco econó nómi mico co..

En 1950 Helen Codere (citada por Piddocke, 1981) plantea la cuestión histórica incluyendo los efectos de la subordinación económica y cultural a la cual ffu ueron som somet etid idaas las las poblaciones oorigi riginar narias ias di difer feren enci cian ando do la lass ce cere remo mo nias en los períodos de precontacto y contacto con la cultura angloamerica na. Este punto también es retomado por Stuart Piddocke (1981), que divide la historia kwakiutl en cuatro períodos: precontacto (hasta 1792), primer

contacto (1792-1849), período  potlach (1849-1920) y pospotlach (1920 hasta nuestros días).  

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Harris señala que antes del primer contacto con los kwakiutl en 1792 estas Harris poblaciones estaban comerciando con sus vecinos bienes provenientes de los europeos. “Durante la primera parte del s ig l o X I X el lento incremento del co mercio fue acompañado por un drástico descenso de la población, producido por las epidemias de viruela y de enfermedades” (Harris, 1986: 267). En 1949 se lleva a cabo el establecimiento en Fort Rupert de un puesto comercial que da inicio a intensas actividades económicas que impactaron grandemente en la población. Los bienes procedentes del comercio europeo ocasionaron una intensifica según n Piddocke, mientras que pa para ra Cocie Cocie ción de la competencia por el status, segú re fue la prohibición de prácticas guerreras la que causó el aumento de la intensidad de las competencias  potla  po tlach ch.. Ambos autores tienen en cuenta los factores históricos y la incidencia del contacto intercultural en la práctica ce remonial remon ial del de p  pot l otla lach ch..  potla  po tlach chde Helen Codere describe el  como secuencia trab trabajo ajo y el ahorro, la acumulación acumu lación capitaluna y las prácticasestablecida de agasajo aga sajoentre de losel kwakiutl del noroeste de Estados Unidos. La distribución pública de los bie nes de un individuo indivi duo es el clímax clím ax al que qu e se llega al final de una serie de ciclos de acumula acum ulació ción. n. Este evento no clausura cla usura sino que abre un nuevo ciclo de aacum cumu u la lació ción n y preparació prep aración n de otros intercambios intercamb ios ceremoniales. La interpretación de Piddocke (1981) (19 81) cambia diametralmente diametralmente las cosas pues éste ste considera que, pr pragmá agmáticamen ticamente, te, el contrarre star los  potla  po tlach ch  servía para contrarrestar efectos de las oscilaciones cíclicas en la obtención de recursos. Así, aquellos que obtenían un excedente temporal compensaban a aquellos que tenían una merm me rmaa en la obtención de su subsistencia. También Andrew Vayda (citado por Piddocke, 1981) plantea que el  potla  po tla ch  es una respuesta funcional para mini

mizLas mizar ar los efectos de las al varia variaciones cionesdel estacionales. aproximaciones estudio  potla  po tlach ch  ponen de relieve otros aspectos centrales de la antropología económica: a) La convertibilidad convertibilid ad de bienes y los límites de distintas distintas esferas esferas de intercam interc am bio. b) El entrecruzamiento entrecruzamie nto entre la distribución de bienes y la consolidación consolid ación del orden social. c) La aplicabiliaad de categorías económicas para inte interpretar rpretar el fenómeno. fenómen o. d) La existencia de una eco economía nomía de prestigio. e) El impacto del intercambio intercamb io llevado a cabo entre los grupos grupos indígenas indígena s y los blancos. Con respecto a este último punto, Eric Wolf señala cómo el comercio de pieles, en constante aumento durante la segunda mitad del siglo X IX , se rela ciona con una drástica disminución de la población kwakiutl próxima a Fort

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tar el volumen y la circulación del dinero, bajaba el número de aspirantes a timbre, títulos y prerrogativas” (Wolf, 1993: 237). De esta manera Wolf r e s c a  ta de los textos de Codere y Boas la importancia de considerar las prácticas de intercambio no como fenómenos microlocales sino por sus vinculaciones con fenómenos más globales. La descripción y el análisis de los modelos etnográficos como  potlach el  y el  ku  k ula dieron visibilidad a los temas económicos en el tratamiento de la antro pología clásica y constituyeron la base para futuras aproximaciones realiza das desde la antropología económica. Tanto en Malinowski como en Boas hay una intención de relacionar los hechos etnográficos en un contexto de discu sión teórica con las ciencias económicas. La pertinencia de sus análisis, el uso de sus categorías y conceptos así como la utilidad de sus conclusiones resulta ban cuestionadas. Ni el autor de  Loss argon  Lo argonau autas tas del Pacífico Pa cífico occidental ni el influyente maestro de la antropología norteamericana formularon la pregun ta clave: ¿por qué la gente intercambia bienes? Fue Mauss, años más tarde, quien intentó una primera respuesta. 4. Marcel Mauss y el ensayo sobre los dones

En 1924 M Mauss auss public publicaa en  An  A nnée Socio Sociolo logi giqu quee su célebre  Essai sur le do don.  En este trabajo plantea que el don no puede ser estudiado aisladamente sino que forma forma ppar arte te ddee vin vincu culac lacion iones es en entre tre la obl obliga igaci ción ón de dar, dar, ace cepptar ta r y de devolv volver. er. Mauss buscó esclarecer las relaciones entre el derecho personal y el derecho real señalando la existencia de una moral contractual que regula las formas bajo las cuales acontecen los intercambios producto de la sociedad “moderna”. La comparación de los derechos primitivos y el derecho romano le permite esta blecer que la separación entre personas y cosas constituye la base para explicar figuras jurídicas como la propiedad y los mecanismos de alienación. ¿Cuál es ¿Cuál es la norm orma de d der erec ech ho y de inter interés és que ha he hech cho o que en la las s  socied soc iedad ades es detipo tipo arcai rcaic co el r rega egalo lo recibido ha haya ya de ser se r o obl blig igat ator oria iame ment nte e  devu de vuelto? elto? ¿Qué fuer fuerza za tie tiene ne la cosa que se da da,, que ob oblliga iga al do dona nata tari rio o a  devolverla? (Mauss, 1979:157)

Esta pregunta inicial de su obra sobre qué hay en la cosa dada que hace que ésta deba ser devuelta lo lleva a una respuesta de tipo idealista. Es el  ell hau, la razón del intercambio. “Elhau acompaña a la  e espíritu de las cosas, cosa, quien qu quier ieraa qu quee ssea ea su detentador detentador”” (Ma (Mauss, uss, 197 1979: 9: 167 167),), “ es el hau que quiere volver al lugar de su nacimiento, al santuario del bosque y por lo tanto a su propietario” (ídem: 168). La conservación de la cosa resulta peligrosa. Mauss adjudica fundamental importancia a las formulaciones del jurista

maorí Tam Tamati ati Ra Raná nápiri, piri, qu quien ien expr expresa esa que llos os ob obje jeto toss taonga estaban dotados L

 



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Rescatando los testimonios recogidos por Elsdon Best transcribe la interpre tación de Tamati Ranapiri: Hoy voy a hablaros del h a u ... El h a u   no es de ningún modo el viento   que sopla. Imagínense que tienen un artículo determinado ( t a o n g a )  y  que me lo dan sin que se tase un precio. No llega a haber comercio. Pero   este artículo yo se lo doy a un tercero, que después de pasado algún tiem po decide darme algo en pago (utu.)  y me hace un regalo (taonga).   El t a o n  g a   que él me da es el espíritu ( h a u )   del taonga   que yo recibí primero y que  le di a él. Los taonga   que yo recibo a causa de ese t a o n g a   (que usted me  dio)) he de devolvérselos, pues no sería justo (tika)   dio por mi parte quedarme  con esos t a o n g a ,   sean apetecibles ( r a w a )   o no (kimo).   He de devolvérselos  porque son el h a u  del t a o n g a  que yo recibí. Si conservara esos taonga   podrían causarme daños e incluso la muerte. (Mauss, 1979: 166-167)

Propiedad personal y poder Propiedad p oder se relacionan relacionan para explicar exp licar la la circulación de las las cosas. Siguiendo con Ranapiri: El t a o n g a ,   así como todas las cosas de propiedad personal, poseen un  h a u ,  un poder espiritual. Yo recibo una cosa y se la doy a un tercero, el  cual me devuelve otra, otr a, obligado por el h a u   de mi regalo, y yo yo estoy oblig obliga a do a devolverle esa cosa porque es necesario devolver lo que es en reali dad el producto del h a u   del t a o n g a   que recibí de él. (Mauss, 1979: 167)

El hau  maorí se convierte en una razón generalizada generalizada que explica la univer salidad del intercambio. Algunos autores critican a Mauss por la interpreta ció ión n de los testimonios testimo nios del jurista jur ista maorí mao rí recogidos por Best en 1909 (Sahlins, 1983). Las críticas por p or un lado apuntan a errores de traducción y por otro a la literalid liter alidad ad con que se acepta la interpretación interpreta ción textual. Tanto Firth como Sahlins señalan que Mauss habría sacado de contexto las afirmaciones de Ranapiri. Firth plantea que el hau   es un concepto de difícil aplicación, a su vez advierte que se habría generalizado la noción de hau restándole especificidad a diversos tipos de espíritus de las cosas, con fundiendo el hau   de las personas, persona s, el de las tierras tierras y bosques, bosque s, y el deltaonga taonga   (Sahlins, 1983). A su vez señala que no es la sanción mágica lo único que garanti gar antiza za la devolución devo lución sino que también tam bién el miedo a perder perde r las futuras posi p osi bilidad bil idades es de intercambio intercamb io y el deterioro deterio ro de la reputación personal perso nal im impulsan pulsan la contraprestación. El incentivo del status tiene un campo de aplicación mucho mayor,   algunas de estas ocasiones en que se derrocha a manos llenas no le con fieren al anfitrión anfitrió n ningún titulo o insignia insigni a especial especial pero pero le permiten acre centar su prestigio entre sus vecinos o, al menos, mantener su status   brindándoles el equivalente de los servicios que le prestaron un tiempo  

 

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Debemos aclarar que Mauss consideraba que las observaciones sobre el derecho maorí podían contribuir a la conformación de una teoría general de las obligaciones, limitando al menos inicialmente generalización los principios enunciados. La “maorización” del ensayolasobre los dones hadesido señalada por numerosos autores y duramente debatida en los últimos años La generalización del hau como razón razón última de todos los inter intercam cambios bios no es de ning ningun unaa manera manera una cosa comprobable comprob able a par p artir tir de las afirm afir m acion aci ones es de la obra citada. Por el momento lo que ha quedado claro es que, para el derecho mao rí, la obligación de derecho, obligación por las cosas, es una obligación  entr en tre e almas, almas, ya que la cosa cosa tiene un alma, es e s del alm a lm a (Mau (M auss ss,, 197 1979: 9: 168)

Lévi-Strauss señaló criteriosamente que el hau no es la razón del cambio sino “la forma consciente bajo la cual los hombres de una sociedad determina da, en que el problema tenía una especial importancia, han comprendido una nece ne cesi sida dadd incon inconscie sciente nte,, cuya razón es otra” otra ” (Lév (L évi-S i-Stra traus uss, s, 1979: 33). La L a int inter er pretación literal de la explicación del jurista maorí por parte de Mauss fue objetoo de agudas i'efle objet i'eflexione xiones: s: .. ¿No es éste quizá un caso (no tan extraño por otra parte) en que el   etn etnólo logo go se deja deja engañar engañar por el indígena? Y no por el indígena indí gena en general, genera l,  que no existe, sino por un grupo indígena... En este caso en lugar de  aplicar hasta el final sus principios, Mauss renuncia a favor de una teo ría neocelandesa que tiene gran valor como documento etnográfico, pero  que no deja de ser una teoría... No hay motivo para que, porque unos   sabios maorís se hayan planteado los primeros unos problemas y los ha yan resuelto de una forma atractiva pero poco convincente tengamos que  aceptar su interpretación. (Lévi-Strauss, 1979: 33)

 Añoss más  Año más tarde tarde Maurice Godelier (1987) (1987 ) contin con tinua uaría ría esta est a crítica crí tica;; a su en tend tender er Mauss auss habría habría sido sido víctima de su em empiri pirismo smo,, da dado do qu quee la noció no ción n de hau  es tan tan sól sóloo una construcc construcción ión subjetiva que inten int enta ta dar da r cuen cu enta ta de una u na totalida totalidadd soci so cial al que que interc intercam ambia bia y encuentra su sustent sus tentoo en tal proces pro ceso. o. Si en  Ensa  Ensayo el yo sobre el don  la noción dehau   resultaba resu ltaba explicativa par para darr cuen da cuenta ta del del int interca ercambio mbio,, Mauss no hacía hac ía más m ás que cont co ntin inua uarr con co n las ideas ideas insinuadas en trabajos anteriores. El hau  era al ensayo sobre los dones lo que la noci noción ón de mana mana era para la teoría gene g eneral ral de la magia ma gia.. En su trabajo trabajo “Val alor or mágico ágico y valor valor de de cambio” presenta pres entado do en 1914 en el Institu Ins tituto to Fran Francés cés de Antropología enfatiza el carácter mágico y religioso de la moneda: “La noción de moneda aparece aliada con la noción más precisa de sagrado”

(Mauss, 1971: 89). ■pii  j

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misma. Lo extraño se torna menos peligroso. Si para la filosofía social la socie dad se organiza en torno de un pacto pac to que integran antiguas partes pa rtes compe co mpetiti titi vas, para para Mauss Ma uss es el don el que elimina la guerra. Esto último va a ser retomado años más tarde por Lévi-Strauss y constituye la base de la teoría de la alianza (Lévi-Strauss, 1983; Dumont, 1982). El don se convierte en garantía de orde orden n social y constituye cons tituye el medio med io para pa ra superar sup erar un “caos “ caos inicial” inicia l” próximo al planteo de Thomas Hobbes. Para Mauss la sociedad se constituye por mecanismos que van desde la prestación total al contrato individual, y este último es el específico de la so ciedad capitalista. El hau que motiva los intercambios constituye un elemento si sin nté téti tico co que permite perm ite superar supe rar el estado de anarquía anarq uía mediante media nte la consolidación de un nuevo pacto. Como señala Sahlins, permite racionali ra cionalizar zar el pasaje pasa je de un est staado de guerra de todos contra todos todo s al intercam intercambio bio de todos con todos. El origen del cambio-don se da una vez superada “la fase de prestación total”. Como extremo opuesto señala la constitución del contrato individual. Queda claro que la prestación prestació n total no n o es entre individuos indiv iduos sino entre “personas morales”. No son los individuos sino las colectividades las que se obligan mu tuamente, las que cambian y contratan; las personas que están presen tes en el contr contrato ato son personas morales: clanes, tribus, familias. (Mauss, (Mau ss,

1979: 159-160)1

Si para la filosofía social había que buscar busc ar el origen de lo social en un pacto (Thomas Hobbes, Baruch Spinoza, John Locke, Jean-Jacques Rosseau) que implic imp licaba aba una renuncia renunc ia como la de ejercer ejerce r la violencia violen cia individual indiv idual para par a deposi dep osi tarla en un colectivo, para pa ra Lév Lévi-Strau i-Strauss ss el origen de lo social también tamb ién está e stá en una renuncia: la de consum cons umir ir las mujeres muje res del d el propio prop io grupo.2 grup o.2 Es esta es ta prohibiprohib i-

1. Giorgio Alberti y Enrique Mayer (1974: 21) integran ambos polos definiendo la reciprocidad com como “el intercam intercambio bio norm normativo ativo y continu continuoo de bienes y ser servicios vicios entre personas pe rsonas cono conocidas cidas entre sí, sí, en el que entre una prestación y su devolución debe transcurrir un cierto tiempo, y el proceso de negoci neg ociaci ación ón de llas as partes, en lug lugar ar de ser un abier abierto to regateo, es más bien encu encubierto bierto por formas de comporta comp ortamient mientoo ceremonial. Las partes interactu interactuantes antes pu pueden eden ser tanto individuos com comoo institu ciones". 2. Sahl Sahlins ins hace un agudo ccomentario omentario señaland se ñalandoo el rechaz rechazoo al planteo de Lév Lévi-Strauss i-Strauss por pparte arte de los etnólogos británicos y americanos. La inclusión de los intercambios matrimoniales dentro de un sistema de prestaciones totales y el tratamiento de las mujeres como “bienes de consumo” habría generado desconfianza etnocéntrica por parte de éstos. “Ya que se parte del supuesto de que el mundo está diferenciado como el nuestro en particular, siendo las relaciones económicas una cosa y las sociales (parentesco) otra, entonces, hablar de grupos que intercambian mujeres par arec ecee una extensión inmoral de los negocios al matrim matrimonio onio y una difamación H» tn/ tn/W W —  

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 Alejand  Ale jandro ro Bala Balazot zotee

ción la que da inicio a un tipo de intercambio fundamental presente, según este autor, en todo tipo de sociedad.3 Mauss (19 (1979), u utilizan tilizando do un “método compa com parat rativ ivoo con concr creto eto*, *, pa pasa sa rev revist istaa a un variado material etnográfico. Primeramente aborda los intercambios de objetos tonga acaecidos en Polinesia. Estos objetos estarían fuertemente vin cula laddos “a la tie tierra rra, al cla clan, n, a la fami familia lia y a la pper erso sona na”” y se ca cara ract cter eriz izar aría ían n po porr su potencia religiosa y fuerza mágica. Posteriormente analiza el trabajo de Malinowski sobre el intercambio  kula  ku la en las islas Trobriand, enfatizando la unicidad de las piezas intercambiadas (vaygua). Esta institución [el  kula]    tiene también su aspecto mítico, religioso    tiene y mágico. Los vaygua vaygua no  no son cosas indiferentes, no son simples monedas. Cada una, al men enos os las más apreciadas y codi codici ciadas adas,, tiene ti ene un mi mism smo o  prestigio, tiene un nombre, una personalidad, una historia, incluso una  leyenda. (Mauss, 1979:184)

La indiferenciación resulta característica de este tipo de intercambios; las cosas, los valores, los contratos y los hombres aparecen mezclados (Mauss, 1979). Esta ide idea aadq dquie uiere re mucha fuer fuerza za en llaa co conc ncep epci ción ón m au auss ssia iana na seg según ún la cual del caos indiferenciado inicial se evolucionaría hacia la diferenciación, cuya máxima expresión la constituye eñ el plano jurídico el contrato indivi dual. R Reesu sult ltaa inter interes esan ante te destacar las pprox roximi imidad dades es de nu nues estr troo au auttor en cuanto a cie cierta rtas eta tappas prim primigen igenias ias con la famo famosa sa lley ey ddee pa part rtic iciipa paci ción ón de Luc uciien LévyBruhl.4 Finalmente aborda  potla  potlach el ch practicado por los kwakiutl, los tsimshian y los haida de la costa noroccidental americana. Reconoce en este tipo de inter cambio las mismas “instituciones, sólo que más radicalizadas y acentuadas” que las ya reseñadas. E  potla  po l tlach ch,, tan típico como hecho tan característico de estas tribus, no   es disti istin nto del sistem sistema a de cam cambio bio de dones. Sólo dif difier iere e de é él, l, po por ru un n llado ado,,  por su violencia, exageración y por el antagonismo que suscita, y por otro   lado, por su estructura más simple, más esquemática que la de Melane sia. (Mauss, 1979:197)

Enfatiza el carácter colectivo del contrato y destaca la aparición de las no ciones de crédito, plazo y honor. En realidad esas nociones estaban presentes

3. Para Lévi-Strauss (1983), la prohibición del incesto no tiene un origen puramente natural o cultural sino que, combinando la universalidad de la naturaleza con la particularidad de la cultu ra, realiza el pasaje dinámico de un ámbito a otro.

4. En un pie de página Mauss (1979: 186-187) señala: Se podría usar el término que Lévy-Bruhl uti tiliz lizaa de or orddina inario: rio: ‘participació ‘participación’: n’: sin embareo. emba reo. es un té térmi rmino no nnp m n fn ™ ».” ». ”  

La economía del don

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en otros referentes etnográficos clásicos del intercambio, pero es aquí donde adquie adq uiere ren n una fuerza explicativa explic ativa relevante. El carácter agonístico del  potlac  pot lach h  es contrastado con otras formas de intercambio menos radicalizadas en las antagonism o aparecen atenuados atenuados.. cuales la rivalidad y el antagonismo Es importante señalar que la violencia y el antagonismo, lejos de ser disrupt ru ptiv ivos os de lo social, se constituy con stituyen en en un tipo particular de víncul vínculoo social. El relacionamiento de clanes, grupos y linajes pasa por la participación en tales eventos. El  po  p o tl tla a ch  es un fenómeno de morfología social; la reunión de tribus,   clanes y familias, incluso de naciones, pone de manifiesto una excitación   digna de ser tomada en cuenta; se fraterniza y sin embargo se sigue sien do extranjero. Se entra en comunicación y oposición dentro de un comer cio gigantesco, en un constante torneo. (Mauss, 1979: 203)

La triple obligación de dar, aceptar y devolver dev olver adquiere mayor presencia en la medida en que los intercambios se toman más violentos. En realidad debe ríamos decir mayor visibilidad, dado que en otras formas de intercambio las presiones se tornan quizá más veladas pero no por ello menos eficaces. Godelier (1998: 213) en su trabajo sobre el legado de Mauss advierte el distin dis tinto to origen de las obligacio obligaciones nes de ddar ar y aceptar acepta r (de tipo social y económico) fren fr ente te a la obligación de devolv d evolver er que para Mauss Mau ss encuentra encuen tra razón a partir del caudal mágico de las cosas “que generalmente es idéntico al del donante y al del recipendiario”. Para finalizar, es importante aclara a clararr que para Mauss la importancia de las donaciones recíprocas en las “sociedades primitivas” es mucho mayor que en la nuestra. Su relevancia consiste con siste en que tales intercambios superan el ámbi to de lo estrictamente eeconómico conómico para pa ra constituirse en lo que denomina “hech “hechoo socia sociall total”, que incluye aspectos asp ectos religiosos, relig iosos, jurídicos, juríd icos, m morales orales y por supuesto económicos.

 

Transformaciones en el concepto de trabajo

 S u sa san na  R . P r e s t a  R

1. Introducción Introdu cción

En el contexto de la reestructuración capitalista de la década del 70 (acen tuada en la década del 90 con los procesos de globalización), el concepto de trabajo sufre cambios significativos. Esta reestructuración puede entenderse, por un lado, como una inserción en el ámbito del trabajo formal de nuevas formas de organización del proceso productivo seguida de nuevas tecnologías y, por otr otro, o, com comoo un aaumento umento del mercado de empleo informal, subcontra su bcontración, ción, flexibilización laboral y terciarización (De la Garza Toledo, 2000). En los paí ses más avanzados se estaba dando un pasaje a nuevos modelos de organiza ci ción ón de la producc producción, ión, que se difere diferenciaban nciaban de los modelos fordistas de produc pro duc ci ción ón masiva. E En n la Argentina, bajo la dictadura militar de 1976, la respuesta resp uesta a es esos os cambios se orientó orie ntó a la apertur aperturaa externa de llos os mercados, lo cual significó la eliminación de las regulaciones, los subsidios y los privilegios existentes hasta ese entonces. Asimismo, se produjo una reestructuración del mercado laboral que implicó un aumento del sector informal y de la marginalidad so cial, la desconcentración del empleo industrial y la expansión de los sectores de servicios com comerciale erciales, s, financ financieros ieros y personale personales. s. Las crisis de la década déca da del 30 y fines ddel el 60 sirvieron de impulso definitivo d efinitivo para las nuevas formas de acumulación de capital que encontraron su punto de apoyo en las form formas as de organiz organización ación del del trabajo que ofrec ofrecía ía el m modelo odelo jap o nés. Las nuevas tecnología tecnologíass abarata abarataron ron n noo sólo llos os productos comercializa come rcializados dos porr las empresas po em presas sino tam también bién la fuerza de trabajo utilizada. De este modo, m odo, la revolución revol ución técnica n noo garantizó la estabilidad del del crecimiento o la armonía del desarrollo social sino que operó tanto por destrucción como por construcción (Coriat, 1992). Más allá de que el trabajo asalariado se transformó en una actividad que, lejos de llevar a la autorrealización de los sujetos, implica su desrealización, alienación alien ación y co cosificación, sificación, el tra traba bajo jo ocupa un llugar ugar central como refere referente nte para la construcción de subjetividad. Consecuentemente, este artículo se centrará  

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Susaná R. Presta

en un recorrido histórico que nos permita reflexionar sobre las transformacio nes del concepto de trabajo y sus distintos significados.

2. Una mirada histórica sobre el concepto de trabajo

Históricamente, el trabajo ha sido la ocupación más significativa del hom bre. br e. A part rtir ir de su activ activida idad, d, el hombre hombre crea crea y se recr re creea a sí mism mi smo. o. Cuand Cua ndoo el el productor directo se libró de la servidumbre, se convirtió en vendedor de su fuerza de trabajo. Pero esta emancipación de los trabajadores fue posible a fuerza de ser despojados de sus medios de trabajo y, en consecuencia, de los objetos necesarios pára su subsistencia. Se provoca un cambio en la actitud de los hombres frente a sus propios productos. Asimismo, aparece en escena el individuo, qu  quee era impe impens nsab able le antes antes de la mod m oder erni nida dad. d. No se podí po díaa pensa pensarr la la particularidad sino en términos de universalidad. Existía el feudo, la familia, la pero no tal^ el individuo; sólo totalidades orgánicas dentro de las cuales ésteIglesia, se perdía como En este contexto,j la’propiedad privada de los medios de producción queda en manos de unos pocos y se convierte en el medio de alienación del trabajo, a la vez que consecuencia de esa alienación. Según Karl Marx (1987a) el concep to de propiedad remjteia la relación del trabajador con las condiciones de su producción o reproducción como las suyas propias. Existen diferentes formas de propiedad según sean las condiciones de producción. A partir de la separa ción de los productores de sus medios de producción se genera un pasaje de la propiedad privada basada tanto en el trabajo como en la relación del trabaja dor individual e independiente con sus condiciones de trabajo a la propiedad pr priva ivada da sust susten enta da én la explota ex plotación delresultado trabaj trab ajoo aj ajen El prol pr etaariad ri adoomateria vive viv e en condiciones detad pobreza que no ción son el deeno. lao.falta deolet recursos les sino el producto “artificial” de la organización de producción capitalista. En este contexto, el hombre toma conciencia de sí mismo como ser social, comoo su com sujeto jeto y obje jeto toSi Sim multánea ultáneam mente del acon ac onte tece cerr hist hi stór óric icoo-so soci cial al.. La socie dad feudal abarcaba en su unidad todas las relaciones intersubjetivas como para pa ra ma manifest ifestaars rsee en en la conciencia conciencia en tanto tant o real re alid idad ad del del homb om bre. re . La sociedad sociedad burguesa consuma el proceso de socialización de la sociedad. De este modo, el capitalismo derriba todas las barreras espacio-temporales entre los distintos territorios e impregna todas las dimensiones de la vida social: La enajenación aparece tanto en inaccesible el hecho dede que mi como medioendeelvida es de otro, que mi deseo es la posesión otro, hecho de que cad cada co cosa sa es otra que que ella misma, misma, que mi acti activi vida dadd es otra otra cosa cosa,, que, por último (y esto es válido también para el capitalista), domina en general gen eral el el poder poder inhumano. inhumano. (M (Marx, 1979: 166) 166) Desde sus comienzos, el capitalismo necesitó de una fuerza de trabajo dis-

 

Transformaciones en el con cepto de tra b a jo

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ponible para ser incorporada al proceso de producción. Se requirió, entonces, ¿el disciplinamiento de las masas trabajadoras. Con esto se produjo un quie bre con las anteriores formas en que los sujetos se relacionaban con su trabajo y, en este sentido, Marx dice:; El trabajo se ha convertido entonces, no sólo en tanto categoría sino también en la realidad, en el medio para crear la riqueza en general y, com o determinación, ha dejado de adherirse aall individuo individuo com o una p arti cularidad suya. (Marx, 1984: 55)

El trabajo dejó de ser una un a fuente fuen te de satisfacción y autorrealización autorrea lización para pa ra los suje su jeto tos. s. En cambio, pasó a ser una un a fuente fuen te de alienación alien ación y, y, en muchos mu chos casos, de sufrimiento. Los sujetos aprendieron a darle un sentido propio a lo que ha cían, a encontrar algún significado en su confrontación diaria con el padeci mient iento. o. Ahora, Ahora , conformaba confo rmaban n un u n nosotros (los “obreros”, los “trabajadores”, etc.)  ellos  ell os  (los “patrones” , los “empresarios”). que se distanci dista nciaba aba de un “emp resarios”). Resulta inte resa resant ntee tener en cuenta las transforma transformaciones ciones que se dieron durante la Revolu Revo lu ción Industrial en Europa. El protestantismo y el utilitarismo compusieron com pusieron la ideolo ide ología gía dominan dom inante te de la época. Su expresión exp resión se hallaba halla ba en las escuelas escue las domi do mi nicales que promovía la Iglesia de Inglaterra, que ponía el acento sobre la disc discip iplin linaa y la represión. Entre En tre sus funciones aparecía la imperiosa necesidad de conservar en los hijos de los pobres “un “ un espíritu de laboriosidad, economía econom ía y pied piedad ad”. ”. Las presiones presion es se extendí exte ndían an desde d esde la fábrica hacia haci a todas las relacione rela cioness sociales cotidianas: el ocio, la forma de hablar, los modales (Thompson, 1977). Se instalaron toda una serie de instituciones que tenían como fin asegurar aquellas pautas culturales, valores y símbolos que mantuviesen el orden so cial en detrimento de la cultura que era construida desde el pueblo. Se derri baro ron n tradiciones y estilos de vida, y se elevó sobre ellos una masa m asa de trabaja traba ja dores que, por fuerza o consentimie con sentimiento, nto, tuvo que cumplir con las pautas paut as cultu cu ltu rales sociedad capitalista. Las clases adineradas de Londres se preocu paron de porlacrear organizacione orga nizaciones s sociales y religiosas destinadas a “cristianizar y ci civili vilizar” zar” a la clase trabajadora y los pobres (Jones, 1989). 1989). Sumándose Sum ándose a esta campaña, se dictó una legislación acorde que trataba de erradicar las actitu des y los malos hábitos h ábitos de la clase obrera. Sin embargo, estas intervenciones interve nciones en la vida vid a cotidiana de la clase obrera sólo desembocaron en un ahondamiento ahonda miento en la separación de clases.  A prin p rincip cipios ios del siglo XX,  XX, el modelo taylorista de producción (organización científica del trabajo) centró sus fuerzas contra el oficio. El conocimiento y el con contro trol del saber hacer h acer eran monopolio mon opolio de la clase clase obrera, lo cual les permitía p ermitía controlar los tiempos de producción. El problema era que los patronos no te nían acceso a estos saberes y, así, los obreros inmovilizaban el desarrollo del capital. Consecuentemente, el taylorismo se constituyó como una estrategia de dominación del trabajo (Coriat, 1982). Encontramos que:  

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...si bien es cierto que el taylorismo se instaló sobre todo en la gran em presa, se aplicó con la mayor frecuencia a poblaciones obreras recientes, de origen rural, subcalificadas y poco autónomas. (Castel, 1997: 334) La mayor parte de la mano de obra utilizada no era espec especializada ializada y, por lo tanto, tan to, se ab abarataba arataba su cost costo. o. Además, Adem ás, estos trabajadores no estaban es taban organiza dos y carecí carecían an de las herramientas para ha hacer cer valor valorar ar su fuerza de traba trabajo. jo. El esquema metodológico de Taylor se fundamentaba en la selección de obreros con potencial para especializarlos en determinadas tareas, el estudio científic cient íficoo de éstas y su descompos descomposición ición en operacion operaciones es y gestos que eran crono metrados para eliminar los “tiempos muertos”, el desarrollo de una supervi sión sió n de ti tipo po funcional y la aplicación del pago po porr pieza. En 1918 1918 aparecieron los transportadores de cadena, los transpo transportadores rtadores de cinta y la línea de montaje y, con ella, la producción estandarizada de piezas que conocemo conocemoss como el modelo fordista de pro producción ducción en masa. El transporta dor actuaba actuaba de manera qu quee elim eliminaba inaba los tiem tiempos pos muertos m uertos y los cconvertía onvertía en tiempo tiem po de tr trabajo abajo productivo, o sea que la jor jornad nadaa labo laboral ral se prolongaba. Asi mismo, mism o, la línea ddee montaje producía la parce parcelación lación del trabajo, lo cual implica ba que que la destreza del trabajador no era necesaria. Al cont control rol re realizad alizadoo por la lass máquinas máqui nas se añadía una vigilancia de tipo “panóp “panóptica” tica” que quedab quedabaa asegura da por por eell desarrollo de la producción ““en en linea” linea”.. En este contexto se asentó la relación entre la producción en masa  y  el consumo de masas, lo cual daba al  y obrero obre ro llaa posibilidad ddee convertirse en co consumidor nsumidor de los prod productos uctos de la soci sociee dad el indus industrial trial..alEsto último suma sumaba ba asalariales, otros factore factores s co como mo los seguro seguross ión socia les, derecho derecho trabajo, lossebeneficios la re relativa lativa participac participación en la propiedad social e incluso ocios (Castel, 1997). Sin embargo, según Castel, el advenimie advenimiento nto de la sociedad salarial no repres representará entará el triunfo de la cond condii ción obre obrera. ra. Asalariados “burguese “burgueses” s”,, eempleados, mpleados, jef jefes es,, miemb m iembros ros de las profe siones intermedias, el sector terciario: la salarización de la sociedad rodea al asalariado obrero y vuelve a subordinarlo, esta vez sin la esperanza de que puedaa llegar a impo pued imponer ner su liderazgo. L Laa escala so social cial tiene un núm número ero crecien te de niveles a los cuales los asalariados liga ligan n sus iden identidades tidades,, ssubrayando ubrayando la diferencia difer encia con el escalón inferior y aspirando al estrato super superior. ior. Desde principios de la década del 50 se desarrolla el modelo japonés de organización organiz ación del trabajo y admi administración nistración de la prod producción ucción.. La em empres presaa T Toy oyoo ta realizó realizó un despido masivo de trabajadores pese al increm incremento ento de los pedi pedidos dos provenientes proveni entes de la guer guerra. ra. La empresa em presa imple implement mentoo el  ou s t in time,  kan-b  ka n-ban an j  ju time,  a partir del cual pudo responder a la demanda sin aumentar su personal. Aquí la fabricación no se realiza “en cadena” (de arriba hacia abajo) sino que se partee de los pedidos dirig part dirigidos idos a la fábrica y de los prod productos uctos vendi vendidos dos (de ab abaj ajoo hacia arriba). Asimismo, se incorporan las tareas de control de calidad a los

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creatividad, la capac creatividad, capacidad idad reflexiva, el compromiso, la responsabilidad y la mayor autonomía de los trabajadores son aspectos fuertemente alentados por la em presa. pres a. El modelo japon japonés és pla plantea ntea un “sistema de empleo” basado en el empleo de por vida, el salario por antigüedad, el sindicalismo de empresa (más ccoope oope rativo que conflictivo), la formación en el lugar de trabajo y la “flexibilidad interna” (capacidad de realizar diferentes tareas). Con el inicio de una nueva fase capitalista regida por la competencia, la diferenciación y la calidad, el modelo japonés se extendió mundialmente. Sin embargo, Coriat (1992) sostiene que la imitación de este modelo tuvo grandes dificultades dificult ades y contradicciones en cad cadaa contexto nacional. nacional. En general, se toma tom a ron sólo aquellos elementos que permitieron una mayor productividad y efi ciencia, por ejemplo, los círculos de calidad. Pero se omitieron aquellos aspec tos del modelo vinculados al trabajador, es decir, las contrapartidas que debe ofrecer la empresa al asalariado a cambio de su compromiso. La subjetividad de los -t -taa npor fuertemen fueel rtemente te rechazada, lo posibleaeliminad eliminada a tanto por el trabajadores el taylorismo como fordi fordism sm o- adquiereen importanci importancia en las actu actuales ales formas de organizar el trabajo a partir de una “acelerada transferencia de capacidades no sólo físicas (incluyendo la habilidad manual) sino también in telectuales, a los bienes de capital” ca pital” (Azpiazu, Basualdo Basua ldo y Nochteff, 1988 1988:: 23). Finalmente, podemos decir que las crisis que se produjeron en la década del 30 y a fines del 60 sirvieron de impulso definitivo a nuevas formas de acumu lación de capital que encontraron su punto de apoyo en las formas de organi zación del trabajo que ofrecía el modelo japonés. 3. Los distintos significados del concepto de trabajo

El trabajo  es una noción queabarca pero no equivale  al empleo (trabajo realizado bajo condiciones contractuales contra ctuales y por el ccual ual se recibe una rem remunera unera ción material) (Jahoda, 1994). El trabajo tiende a provocar una representa ción positiva en la que el sujeto puede volca volcarr su personalidad en e n lo que hace y obtener satisfacción. En contraposición, el trabajo-em trabajo-empleo pleo se percibe, en gene ral, negativamente con relación a otros tipos de trabajo (ídem). Ahora bien, Marx (1984) sostiene que en la sociedad capitalista la realización del trabajo se presenta como la desrealización del trabajador. Esto quiere decir que el trabajo no es en sí una forma de alienación pero viene a ser enajenante cuando es externo al trabajador, cuando el trabajador no se afirma realizándolo sino que es es un med medio io para satisfacer necesidades fuera del trabajo. trabajo. El trabajo tr abajo es la actividad esencial hombre, y como serpor genérico hace de su actividad un producytovital producto de sudel voluntad y conciencia, lo tanto,éste su aactividad ctividad es libre. lib re. Por el contrario, el trabajo alienado transfor transforma ma esa relación y cambia cam bia la *" ' ’ .••11 •
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