Katherine v. Forrest Kate Dellafield - 2 Asesinato en El Bar Nightwood

March 28, 2017 | Author: joviveg3 | Category: N/A
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ASESINATO EN EL BAR NIGHTWOOD (Murder at the nightwood bar) K.FORREST Segunda parte de Kate Delafied Traducción Libre by TEAM LGM

Capítulo 1 La detective Kate Delafield giró en La Brea Avenue en un enclave en forma de herradura ocupada por un motel y una variedad de pequeños negocios. "Háblame de este bar, Ed" se dirigió a su compañero, el detective Ed Taylor, mientras orientaba el Plymouth entre las tres obstrucciones de cuadra blancos y negros que sobresalían de la calle "Esta cerca de la estación, debe ser uno de tus lugares de reunión" "Es una broma ¿verdad?" Taylor abrió su puerta y miró hacia arriba por el camino escarpado que conducía hacia unos arbustos que bordeaban el estacionamiento "Tiene que ser un Club privado. Nadie estaría tan loco de ocultar una bar allá arriba" Taylor sacó su corpulencia del coche y arregló su chaqueta a cuadros amarilla y verde "El Bar Nightwood" dijo él "Suena deprimente como el infierno" Kate se bajó y enganchó su insignia de cuero en el bolsillo superior de su chaqueta. Automáticamente metió la mano bajo la chaqueta para ajustar su pistolera de hombro, pensando que le gustaba el nombre del bar. El nombre se sentía sensato, significativo. Miró hacia la familiar calle de Los Ángeles con nueva perspicacia, valorándola como el punto focal de la próxima investigación. Al otro lado de La Brea, en la esquina, un restaurante de comida rápida color amarillo brillante ofrecía pollo frito y bizcochos y salsa. El resto de ese lado de la cuadra estaba cercado con alambre y dominado por un largo estacionamiento de adobe y bastidores, por lo que inmaculadamente blanco podría haber sido una sala de hospital para los coches dañados acumulados por los alrededores. En la propia Brea, el flujo de coches disminuyó momentáneamente ante la vista de los vehículos policiales dispersos por toda la zona fuera de la calle. Kate volvió su atención a su propio lado de la cuadra, dando un paso hacia atrás para examinarla, haciendo caso omiso al enredo de espectadores que miraban detrás de las barricadas del tráfico y la cinta amarilla de la policía. Divisó a Deems y a Foster medio

escondidos por las sombras, sus vestimentas azules le daban la espalda y estaban interrogando a dos jóvenes morenos de evidente ascendencia del Medio Oriente cuyos gestos transmitían elocuente desconcierto. A un lado de la calzada empinada que conducía a la colina estaba una tienda de ropa que había cerrado temprano en este domingo por la noche, así como la agencia de viajes al lado de ella. Al otro lado de la calzada, por debajo del motel, una agencia de alquiler de coches y una oficina de alquiler de buzón todavía estaban abiertas, la ventana abierta de una tienda contigua mostraba un signo de Alquiler. A cada extremo de la cuadra se ubicaban dos negocios proveedores de automóviles, uno especializado en reparación de Volkswagen y Audi y otro que vendía frenos y parachoques. Una cuadra típica en esta sección de La Brea para la división de la LAPD en Wilshire…excepto por un elemento. Kate examinó el Casbah Motel, pensando en todas las veces que había conducido por esta calle y que realmente nunca había visto el motel por lo irregular que era en medio de toda la variedad de pequeños negocios y restaurantes de comida rápida en La Brea. Fue construido en la ladera de la colina, el exótico nombre contradecía el aspecto formal: anchos y sencillos marcos de listones, color marrón oscuro, con una amplia franja horizontal de una pintura más ligera a lo largo y por debajo de las ventanas del segundo piso. Los arbustos tropicales y las palmeras daba un aspecto tupido, polvoriento, que reflejaba una larga existencia y que decoraba el lado que daba para la calle. Un pequeño café era la fachada del motel, un cartel en forma de fez (especie de gorro de lana) contenía las palabras comida turca. Veinticuatro unidades como máximo, supuso Kate y nada de esos casi palpables y desaliñados moteles de sexo por hora. Por lo que sabía, el Casbah Motel no era uno de los puntos calientes de la División. Aparentemente el estacionamiento en la colina servía al motel, la cafetería y el bar Nightwood. Kate pasó por debajo de la cinta amarilla y se dirigió hacia la colina empinada, presionando firmemente sus zapatos de suela resbaladiza en el asfalto rugoso para una mejor tracción, sonrió ante los gruñidos de Taylor por el esfuerzo. La edificación de madera color marrón café con un techo de tejas marrón oscuro, estaba separado del estacionamiento por una extensión brillante de ornamentos de roca blanca. Un grupo de pequeños abetos surgían de la roca triturada, un verde vivo que contrastaba con su fondo. La solitaria ventana del frente estaba iluminada con unas letras de neón lavanda que decía: Bar Nightwood. "Extraño…" comentó Taylor "…pero agradable y limpio" El estacionamiento, contenía quizás una docena de vehículos en el lado del motel, esparcidos en la parte de atrás y a los lados del Bar Nightwood, una sección del estacionamiento no era visible desde donde Kate estaba de pie. Varias decenas de espectadores, probablemente dueños de los negocios de la ladera, se agrupaban frente a esa

sección a un lado del motel, detrás de otra barricada de cinta amarilla de la policía. Kate dobló la esquina del edificio oscuro de madera y se detuvo. Como otra escena del crimen, el área había sido acordonada. Solo que no estaba el habitual señalamiento del cadáver, la figura en blanco a la que Kate siempre le echaba un vistazo. Un estacionamiento asfaltado no presentaba los mismos problemas de preservación de la escena como un terreno baldío o una calle pública, pero, Kate pensó con desaprobación que las precauciones no estaban de más. Caminando por el borde de la cinta amarilla que se extendía desde la esquina del Bar Nightwood hasta el Casbah Motel, evaluó el área. La escena del crimen era un rectángulo accesible desde dos lados: el estacionamiento y la puerta trasera del Bar Nightwood. El estacionamiento estaba separado de la ladera boscosa por una alta barda de madera por todo lo largo de uno de sus lados y el perímetro exterior. Dentro del rectángulo habían tres objetos: un contenedor de basura, una Vans Volkswagen color beige de los años sesenta, la de la puerta lateral que se deslizaba hacia atrás y el cadáver vestido de blanco. "Sargento Hansen…" dijo Kate en voz alta hacia el conjunto de agentes policiales que estaban reunidos alrededor de la puerta trasera del Bar Nightwood. El impasible Hansen hizo una gesto de saludo con su cabeza hacia Kate y Taylor y se abrió paso "Quiero un camino" hizo un gesto "Diagonal, a partir de ese extremo" Él asintió con la cabeza nuevamente "Estábamos esperando a ver lo que tú y Ed querían, Kate. El dueño del bar encontró a la víctima, Deems y Foster tomaron la llamada, yo la miré. Luego clausuramos todo" "Buen trabajo, Fred. Excelente" como supervisora del equipo estaba complacida de tener una escena del crimen aparentemente intacta y complacida de que no tuviese que iniciar esta investigación con la crítica, aunque la historia de Hansen sobre el procedimiento policial erróneo justificara esas críticas. Hansen miró su libreta "Aún no tenemos mucho. La víctima es Dory Quillin" deletreó ambos nombres "21 años, según dice el dueño del bar. No lo parece, sin embargo. Ella luce como…" La voz de Hansen parecía más aguda que de costumbre y Kate levantó la vista de su libreta. Sus ojos estaban enfocados en un punto en algún lugar por encima de su hombro. Él dijo "No sé, Cristo, ella luce como…es sólo una niña" El normalmente severo Hansen había participado en innumerables investigaciones de muertes de jóvenes víctimas. Obviamente, algo acerca de este homicidio le había tocado, derrumbando las defensas que habían sido endurecidas en sus catorce años de trabajo policial. Ella sabía que él no le daba la bienvenida a este tipo de vulnerabilidad así como tampoco lo hacía ella. Dijo enérgicamente "Entonces ¿qué más tenemos?"

Hansen volvió a bajar la mirada hacia su libreta "Aplastamiento del temporal izquierdo" su voz se fortaleció "Bate de béisbol, está en la escena. Aluminio" "¿Reciente?" Taylor no había levantado la vista de su libreta. "Al menos una hora, por como luce ella. Y acababa de regresar del béisbol. Ella…" Hansen se interrumpió. Taylor dijo con impaciencia "¿Entonces? ¿Tenemos sospechosos? ¿Hay testigos?" Una vez más los ojos de Hansen se centraron en un punto más allá del hombro de Kate "Un montón de posibles testigos. Todas ellas mujeres, todas clientes de este bar, Ed" esperó hasta que Taylor le miró. Entonces hizo un gesto hacia el Bar Nightwood "Es un...lugar para mujeres" Involuntariamente, Kate se volteó para mirar el Bar Nightwood. Un bar de lesbianas. No había estado en un lugar así en años, años y años, desde... Se volteó a sí misma nuevamente, concentrándose en las palabras de Hansen "Hemos entrevistado a todos, hemos recolectado nombres y números de licencia de conducir, hemos hecho las entrevistas…la FI (programa de revisión de expedientes) no fue de mucha ayuda. Excepto por el dueño del bar, todo el mundo es poco cooperativo" Taylor rascó su cabeza, luego arregló los mechones de su cabello lacio rubio sobre su calva "¿Y Deems? ¿Hablaron con Deems?" "Con ella se pusieron hostiles" Taylor gruñó y rodó sus ojos "No me importa si son lesbianas. Me importa un pedo si son marcianos ¿Por qué todo el mundo tiene que estar tan malditamente loco?" "Cualquier minoría perseguida…" entonó Hansen como si citara un texto "…tiende a actuar con hostilidad hacia los símbolos de su persecución" "Mierda" resopló Taylor. Kate le sonrió. Sin embargo estrepitosamente, el problema de lo que eran estas mujeres había sido traído rápidamente a la luz y estaba agradecida. Ella le dijo a Hansen "¿Pero el dueño del bar habló contigo?" Hansen miró su libreta "Magda Schaeffer" deletreó los nombres "Lo obtuve de sus permisos del negocio, no de ella. Se puso un poco más cooperativa cuando le sugerí que podría ser motivo para arrestarla" el rostro de Hansen se volvió severo nuevamente "Por servir a menores. La víctima, Kate, si tenía 21 entonces yo soy…"

"Identificación falsa" dijo Taylor en un tono aburrido "Apuesto a que la encontramos en ella ¿Tienes algo más? ¿Dónde vive?" "Justo allí" Hansen señaló la van "La mujer Schaeffer dice que generalmente estacionaba allí, o en la playa" Kate estudió el vehículo maltratado "Vamos a confiscarlo ¿Padres? ¿Parientes?" "Padres…al oeste de Hollywood, es lo que piensa la mujer Schaeffer. Las otras mujeres dicen solo conocer casualmente a la víctima. Y eso es todo lo que tenemos hasta ahora" Kate miró al Casbah Motel, su forma en L enmarcaba el lado opuesto del estacionamiento, y unas casillas vacías con ventanas con cortinas color beige. Ella hizo un gesto "¿Qué hay por allá, Fred?" "Davis y Ploski" "Despliega a todos los oficiales de los que dispongas, estoy segura que nos permitirán una búsqueda permisiva. Pídeles que entrevisten a todo el mundo que puedan encontrar. Un motel, un domingo por la noche…la personas cerraran sus cuentas. Obtengan direcciones. Asegúrense de tener las matrículas de cada vehículo en este estacionamiento y de toda el área que baja por la calle en La Brea. El registro del motel, también podemos trabajar con eso" ella dijo a Taylor "Empecemos aquí, antes que tengamos a la gente de laboratorio en toda la escena" En su libreta hizo un boceto rápido del rectángulo, la posición del contenedor de basura, la camioneta y el cuerpo. Anotó la hora que ella y Taylor habían llegado, las 07:13 y la fecha 16 de junio de 1985 y la temperatura aproximada, 70 grados. Bordeando la orilla de la cinta amarilla, moviéndose más allá de los espectadores que retrocedían como si estuviesen evitando la infección, Kate y Taylor caminaron hasta el otro extremo del rectángulo. Kate entró primero, Taylor esperó su señal. Se movió con cuidado, en línea recta hacia la Vans, escudriñando el suelo con cada paso. El estacionamiento estaba inusualmente limpio. Algunos trozos de envolturas de comida se habían desplazado rápidamente contra la valla, pero la mayoría de los desperdicios habían volado fuera de la ladera…hojas, hojas de pino, ramas, almacenados en patrones de remolinos de viento. Se inclinó varias veces para examinar las colillas y cerillas aplastadas en el pavimento, su estado de descomposición era antiguo. El asesino o asesinos dejaban una firma…todos los asesinos lo hacían…pero era poco probable, Kate reflexionó, esa firma podría ser encontrada aquí en la intemperie. Mientras echaba un vistazo a lo que parecían ser las habituales manchas de aceite en el pavimento, su mirada se congeló ante la mirada fija de unos ojos azul plata.

El rostro de Dory Quillin era del color de la cera pálida, enmarcada por un cabello dorado tan fino que se agitaba con la suave brisa de la noche. Su rostro delicadamente labrado, la pequeña y tierna boca, le recordaba a Kate la exquisita perfección del aspecto de un bebé. Pero fueron los grandes ojos azul plata que sostenían los de Kate, que le miraban suplicantes, con desconcierto. Kate apartó sus ojos alejándolos. Serenándose a sí misma, recordó que el descenso a la muerte podría congelar el aspecto en cualquier configuración, completó su examen de las manchas de aceite. Concentrándose en la colocación de sus pasos, tan cruciales para la preservación y recolección de pruebas, se detuvo ante el cuerpo. La ropa blanca era un uniforme de béisbol, tenía una raya negra en el lateral de los pantalones, no había letras en el frente de la camiseta. Ambos brazos estaban extendidos y ambas piernas estaban encogidas, los tacos estaban atrapados en el pavimento, como si el último acto de Dory Quillin hubiese sido un intento de levantarse, para llegar a su asesino. Y con esos brazos extendidos y ese rostro de incredulidad, había muerto… Una niña, había dicho Hansen en su reacia e inarticulada pena. Su ropa blanca añadía mayor simbolismo a la inocencia de su juventud y belleza. Y esos ojos elocuentes le decían a Kate que ella no había podido comprender la traición. A una distancia prudente Kate se dejó caer sobre una rodilla. La cabeza de Dory Quillin estaba en tres cuartos de perfil, el trauma en su lado izquierdo en parte estaba oculto pero gráficamente expresado por el charco de líquido oscuro en declive a lo largo del ángulo de la frente. Kate no tenía que ver toda la herida para saber cómo se veía, los bordes hinchados, los tejidos circundantes negros y llenos de sangre. Deseando con toda su alma poder llegar a más y cerrar los incrédulos ojos azul plata, Kate se obligó a examinarla. No había marcas visibles en ninguna área de la piel expuesta y el uniforme de béisbol parecía estar intacto; al parecer no había habido violación adicional de Dory Quillin. Llevaba un reloj de pulsera digital con una correa de plástico que no valía más que unos pocos dólares, juzgó Kate…y un anillo rosado. Las palmas de ambas manos estaban volteadas hacia arriba y Kate no pudo determinar si el anillo tenía una piedra de valor. La corta cadena alrededor de su cuello era de oro. La mandíbula y el cuello, los lugares donde generalmente comenzaba el rigor mortis (rigidez cadavérica), parecían todavía suaves y flexibles. La superficie de la piel no estaba lo suficientemente visible para revelar los signos azulados o rojizos y la lividez (coloración rojiza-amoratada de la parte posterior del cuerpo debido a una acumulación de sangre en esas zonas) parecía poco probable. Hansen tenía razón, este homicidio se había producido muy recientemente. El asesino de esta mujer…niña…no podía estar muy lejos. Tal vez incluso aquí mismo, en esa multitud de rostros mirando ávidamente a través del estacionamiento. Mientras le daba luz verde a

Taylor para que se uniera a ella, estudió y grabó sus rostros en su memoria. Pondría a Shapiro, que llegaría en cualquier momento, a tomar algunas fotos de ellos mientras fotografiaba el área en general. Observó cómo Taylor avanzaba siguiendo sobre sus pasos, colocando cuidadosamente sus grandes y torpes pies, chequeando por segunda vez…tal como se suponía debía hacer…el terreno que ella ya había estudiado. Entonces lo vio mirar hacia abajo hacia Dory Quillin, le vio sacar y meter sus labios carnosos. Normalmente a ella le solía disgustar un poco el humor negro de Taylor en una escena de muerte; era distractor, disminuía algo de la severidad y la tensión. Pero si él ahora salía con alguna broma horrible, juraba que lo odiaría para siempre. Él la miró en silencio y sus suaves ojos marrones reflejaron pena. Ella dijo en voz baja "Se supone que todos somos hijos de Dios. Ella luce como uno" "Todos somos los idiotas de Dios" su voz fue un gruñido resonante "O no haríamos la mierda que hacemos" Ella se volvió hacia la camioneta. Un bate de aluminio yacía bajo su sombra. Miró el metal desnudo que se apoyaba contra la manija. Dicha superficie podría tener una impresión. Más de una persona podría estar involucrada en este homicidio, pero sólo una persona había dado el golpe. Sin embargo, muchas manos pudieron haber agarrado ese bate antes que se convirtiera en un arma homicida...aun así, había esperanza. Durante varios minutos, los dos detectives, escribieron en sus libretas, Kate anotó en detalle la posición y apariencia del cuerpo, la condición de la vestimenta, el tamaño y la forma y el grado de coagulación de la sangre, sus impresiones generales. Moviéndose con cuidado, se detuvo a una distancia prudente del bate; Taylor se agachó a su lado. El bate brillante estaba manchado en un extremo; trazos de suciedad se aferraban a la zona manchada. Taylor puntualizó "Parece que se cayó, tal vez ahí mismo…podría ser una marca en el pavimento, una mancha de sangre. Entonces rodó hasta aquí" Kate estudió el bate, la vans, la posición del cuerpo "Quizás. También podría haber sido lanzado. Rebotó en la furgoneta y regresó aquí" "Habría una abolladura en la vans…no que se note. Pero hubiese habido un maldito estruendo, alguien pudo haber escuchado" "Tal vez alguien lo hizo" pero su instinto le decía que el asesino simplemente había dejado caer el bate y había huido. Una vez más estudió la escena "Con un golpe así, ella hubiese

caído como una piedra. Por las manchas de sangre ella no se había movido mucho" Kate hizo un gesto "Diría que el asesino se quedó por allí" Taylor se levantó "Por la herida en el lado izquierdo, tenemos un bateador diestro" Si no hubiese dado algunos giros con un bate imaginario como demostración, si no hubiese sonreído, podría haberle perdonado. Cinco minutos, Taylor pudo haberle permitido a Dory Quillin no más de cinco minutos de dignidad. Demasiado ocupada despreciándolo, como para responder, se dirigió a la vans. Ambos detectives se asomaron por la puerta abierta. La ventana trasera tenía cortinas en tela azul marino con lunares blancos; unas cortinas a juego dividían la cabina de la camioneta. El asiento trasero había sido removido, el suelo de la vans estaba ocupado por las posesiones de Dory Quillin: un saco de dormir enrollado; un baúl de mimbre, probablemente con ropa…varias camisetas, cuidadosamente dobladas, estaban encima del baúl. En un rincón, en estanterías endebles, estaban algunos alimentos secos…pan, galletas, barras de granola, productos enlatados, unos platos y vasos de plástico. Entornando sus ojos, Kate visualizó una bolsa de comida para gatos bajo el estante de abajo junto a una diminuta parrillera y carbón para barbacoa. Varias docenas de libros de bolsillo estaban ubicados contra una mesa pequeña de metal que al parecer había sido utilizada como escritorio, una libreta amarilla yacía boca abajo sobre ella. Justo detrás de la puerta estaba un guante de béisbol apoyado contra la pared. "No parece perturbado" dijo Taylor. Kate asintió con acuerdo. Ella pensaba en su propio apartamento en Santa Mónica, una sala de estar, dormitorio, estudio sin hablar del cuarto de baño. Probablemente doscientos cincuenta metros cuadrados, en total. Dory Quillin había vivido en menos de diez metros cuadrados. "Toda la banda está aquí" anunció Taylor, inclinando su cabeza hacia el Bar Nightwood y el grupo reunido a lo largo de la cinta amarilla. Ambos detectives hicieron su camino de regreso por el sendero que habían marcado, hacia el equipo que comenzaría a procesar la zona. Shapiro hizo un gesto hacia la ladera y dijo a Kate sin dejar de sonreír "Supongo que quieres fotos de cada hoja de cada árbol" Kate le respondió al delgado fotógrafo con barba fina "No me importaría si tomaras algunas fotos a los espectadores en tu recorrido" "Por supuesto" Shapiro encogió sus hombros y sonrió y puso su caja en el pavimento.

"Haznos otro favor…" dijo Taylor "…trata de no pisar a la víctima hasta que el médico forense llegue" Kate asintió con su cabeza hacia Hansen "Todo tuyo, Fred" sabía que él seccionaría la escena del crimen y haría que sus oficiales realizaran una búsqueda minuciosa y metódicamente mientras Shapiro fotografiaba la escena "Volveremos cuando Everson…" para su consternación, su voz se quebró. Había recordado la autopsia. Le dio la espalda al cuerpo de Dory Quillin como si ese acto pudiese evitar que esos ojos azul plata inundaran su mente. No sólo iba a llevar con ella la visión imborrable de ese rostro, tendría el recuerdo horrible de ese tierno cuerpo en una mesa de autopsia... "Regresaremos cuando Everson la examine" dijo Kate con firmeza. Cerró con fuerza su libreta y la metió en el bolsillo de su chaqueta. No era su estilo romper la regla cardinal de la labor policial: la objetividad. Ni era su estilo obsesionarse con Dory Quillin... Levantó la vista para descubrir que Hansen le miraba. Kate se encontró con sus ojos oscuros y sonrió débilmente. "Vamos, Kate" dijo Taylor. Él sonrió y señaló con el pulgar hacia el Bar Nightwood "Entremos y encantemos a todas esas jodidas mujeres hostiles"

Capítulo 2 ¿Qué clase de bar es este…?" murmuró Taylor. Lanzando la más superficial de las miradas en una gran sala inusualmente brillante para un bar, Kate no respondió. Lo más imperativo era reunir su ingenio, para evaluar a las diez mujeres agrupadas a lo largo de la barra curvada de madera oscura. La presencia de Taylor sólo añadía a su tensión. ¿Dónde empieza y termina mi integridad? ¿Qué pasa si alguien pregunta de frente si soy lesbiana? No van a preguntar. Estaba mirando los rostros de las mujeres en el bar. Ellas no necesitaban hacerlo. Se sintió despojada de sus pantalones de gabardina gris y chaqueta, su conservadora capa de invisibilidad en el mundo convencional. Aquí estaba totalmente expuesta contra su coartada natural.

Reconoció aspectos de sí misma en cada una de las mujeres que le devolvían la mirada. En la asertividad de la postura de una de las mujeres, en la estructura rechoncha de otra, en el intacto corte de cabello estilo corto color gris, en la ropa práctica, en los rostros sin maquillar y las uñas cortas bien cuidadas... Con hábito arraigado notó que dos mujeres eran negras, dos hispanas. Tres vestían pantalones de béisbol y camisetas similares a la de Dory Quillin de excepto que éstas tenían colores. Otras llevaban pantalones largos o cortos, con camisas y camisetas. Una mujer gorda en una falda Paisley y una blusa campesina estaba sentada con las piernas cruzadas, la falda estaba subida por encima de sus rodillas. Sus miradas perspicaces y directas le penetraban como una radiografía. Una mujer rolliza con pantalones cortos blancos y una camiseta rosa, aros de oro que colgaban de sus orejas, se inclinó para susurrarle algo a su acompañante, una mujer negra con el cabello tan corto que no podría tener más de media pulgada de largo. La mujer negra sonrió y asintió con la cabeza. "¿Quién de ustedes…?" dijo Kate en el tono más dominante que pudo reunir "¿…es Magda Schaeffer?" estaba preparada y lista, esperando escuchar la ola de murmullos divertidos en el tono grave de su voz. La mujer corpulenta se levantó de un taburete de la barra, tal vez tenía 65 años, con una franja de cabello blanqueado y que parecía auto-recortado. Su camiseta lavanda estaba metida en sus pantalones cortos hasta la rodilla y tenía más bolsillos de los que Kate creía posible en una prenda de vestir: las cremalleras cubrían todo el frente y los lados, con lazos de tela a cada lado, probablemente para sostener una linterna o un martillo. La mujer cruzó sus fuertes brazos curtidos y estudió a Kate con ojos negros hundidos y encapuchados. "¿Usted es Magda Schaeffer?" La mujer asintió inexpresivamente. "Soy la detective Delafield. Él es mi compañero, el detective Taylor" Una vez más la mujer asintió con la cabeza. ¿Alguien en esta sala alguna vez habla? ¿Alguna vez detienen sus miradas fijas? "Ya he respondido a todas las preguntas imaginables" dijo Magda Schaeffer. La voz era suave; Kate había esperado rudeza masculina. "Tenemos que revisar los detalles nuevamente, quizás muchas veces" Kate levantó su voz llenando toda la sala, lanzando su explicación del procedimiento con una sensación de alivio en este terreno familiar "Alguna de ustedes puede tener alguna información importante más de lo que cualquiera puede ver en estos momentos"

"Tonterías" Quien habló se recostó en un taburete en el extremo de la barra. Una gorra de marinero azul marina estaba colocada descuidadamente sobre sus afiladas características, sus vaqueros de corte exponía sus delgados pero musculosos muslos, las mangas de su camisa a cuadros azules estaban enrolladas hasta los codos. Ella señaló con el dedo a Kate, pero dirigió sus palabras a Taylor "¿Crees que por traer a una hermana aquí harás algún tipo de diferencia con nosotras?" ladró "Ella se ha vendido a sus propios opresores" Taylor lanzó una mirada de asombro a Kate. La mujer miró a Kate "¿Disfrutas ser uno de los chicos? ¿Pateando a tus propias hermanas por los alrededores?" Kate dijo con calma "No pateo a nadie por los alrededor" sabía que tenía que utilizar tácticas de distracción, dividir a este grupo, separarlas antes que se solidificara su hostilidad. "Patton…" dijo Magda Schaeffer, caminando hacia la mujer, con las manos en las caderas "…enfríate. Deja a un lado toda tu mierda política sólo unas pocas horas de tu vida así estas personas podrán hacer su trabajo e irse de aquí. Cuanto más pronto terminen más pronto se habrán ido" "Dory era una tortillera…" dijo Patton amargamente "El que la mató…terminará recibiendo una sentencia en nada menos que una cómoda celda igual que Dan White (fue un político y concejal de San Francisco que asesinó al alcalde de dicha ciudad, George Moscone y al concejal y activista gay Harvey Milk" Magda Schaeffer sacudió un dedo hacia ella "Patton, te lo advierto…" "Los policías nunca atrapan a nadie de todos modos" dijo la mujer gorda con la falda Paisley "Se requirió tres millones de ellos para encontrar al estrangulador de la colina. Todos los policías en todo el país no pudieron encontrar a Patty Hearst (fue secuestrada el 4 de febrero de 1974 del apartamento de su novio en California por un pequeño grupo de izquierda denominado Ejército Simbiótico de Liberación. Poco después, fue fotografiada con un rifle de asalto durante el atraco de una de las sucursales del banco Hibernia. Se dictó una orden judicial de captura y fue arrestada en el apartamento de otro de los militantes. En su juicio, Hearst declaró que había sido encerrada y cegada en un armario y abusada física y sexualmente, lo que causó su decisión de comprometerse con el grupo, un caso extremo de síndrome de Estocolmo, en el que los rehenes acaban compadeciéndose de los captores)"

Taylor se acercó a Patton "Estaremos más que encantados de escuchar cualquier cosa que tenga que decir" dijo de pie cerca de ella. Kate estaba muy familiarizada con la táctica; Taylor a menudo utilizaba su fornida constitución para empequeñecer e intimidar a un testigo, todo eso mientras hablaba en lo que él llamaba su voz jode-personas. Y continuó "Si amablemente espera hasta que hablemos con usted, señorita Patton…" La sala estalló en carcajadas. Patton empujó su gorra de yate hacia atrás y se apoyó en la barandilla de la barra mirando a Taylor, negando con su cabeza, su mirada divertida viajaba a través de él como si cualquier conversación claramente era una pérdida de tiempo. "¿Vive en una especie de túnel del tiempo?" dijo Magda Schaeffer con brusquedad a Taylor "¿Patton luce como si quisiera ser llamada señorita Patton?" "Es el procedimiento…" dijo Kate con precisión "…sin ánimo de ofender a nadie ¿Cómo le gustaría ser llamada?" "Maggie" respondió la camarera con una sonrisa casi imperceptible que era como una señal amigable. Kate se sintió súbitamente abrigada por ella. "Nos gustaría mirar por los alrededores del bar…" dijo Kate "…para orientarnos" en ese momento parecía más prudente removerse a sí misma y a Taylor que dividir a este grupo. Después entrevistarían a las mujeres por separado. "Todo lo que quiera" dijo Maggie con un vago gesto hacia la pared que estaba detrás de la barra "Los permisos del negocio están por allá" La barra del bar era una curva alargada, los bancos se ubicaban por todo lo largo de su longitud. Al final había un recipiente de vidrio lleno con monedas con una etiqueta cuidadosamente entintada: proyecto de ayuda para el SIDA L.A. Detrás de la barra, al lado de una pantalla de televisión negra ubicada en lo alto contra la pared, una larga pancarta decía: Vivo con orgullo en el 85. Un gran espejo en forma de riñón era rodeado por las luces lavanda, Bar Nightwood estaba escrito en letras similares a las letras que Kate había visto en la ventana, pero en cerámica pintada. "Dirige un lugar extraño, Maggie" dijo Taylor. Kate se molestó tanto por su comentario, como por su tono, que le pareció ofensivamente familiar y condescendiente. "Le garantizo…" dijo Taylor "… que este es el único bar en el mundo con un armario para libros" Kate caminó por la habitación, mirando a su alrededor con asombro creciente.

El armario para libros era grande y los cuatro estantes con unos tres metros de largo estaban abarrotados, hacia la parte posterior de la barra estaba una mesa de billar dominada por una pantalla de lámpara estilo Tiffany. Detrás de la mesa de billar habían tres mesas, cada una contenía un juego diferente: damas, ajedrez y un tablero de Scrabble. Otra mesa contenía pilas de revistas y libros de crucigramas y a su lado, otra contenía varios mazos de cartas y una caja color rosa, Kate distinguió las letras: Trivia Gay. Al otro lado de la pista de baile a no más de doce metros , otras dos mesas contenían juegos de backgammon. Contra la pared al fondo de la pista de baile se ubicaba un alto mostrador estrecho liderado por dos taburetes, un juego de video en cada uno. La máquina de discos, junto a una máquina de cigarrillos, estaba oscura. Toda la habitación estaba decorada con plantas frondosas bajo las generosas luces de la pista. Increíble, pensó Kate. Si tan sólo hubiese habido un lugar como éste, cuando salí del closet… "Es el tipo de lugar que siempre he querido" dijo Maggie "No es un lugar para ligar…hay un montón de esos lugares en la ciudad" se estaba dirigiendo a Kate, el ángulo de su cuerpo dejaba fuera a Taylor "Cualquier mujer que venga aquí, no solo está confinada a beber o bailar o jugar al billar. Puede sentarse consigo misma y leer una revista o un libro o jugar a las cartas con alguien o lo que sea" El tono de Maggie era bajo y serio "Diablos, simplemente soy muy feliz sirviendo solo café o refrescos como bebida. Estamos llenos los viernes y sábados por la noche y mis clientes son sobre todo personas de mayor edad y en su mayoría clientes habituales. Vienen solo para una cosa…" extendió las manos y terminó con tranquilo énfasis "…para relajarse y ser ellas mismas" "¿Dory Quillin era una habitual?" preguntó Taylor. Kate se alegró de que Taylor se hubiese vuelto a centrar en la entrevista, ya era peligrosamente sencillo, en estas circunstancias, tener su propia concentración fragmentada. Haciendo una seña a Taylor y a Maggie, Kate sacó una silla de una de las mesas cercanas. Los tres se sentaron. "Una semi-habitual" Maggie Taylor respondió la pregunta apoyando un zapato Puma en la silla sin utilizar. Encendió un Pall Mall sin filtro "Caía en la mayoría de los bares, como lo hacen la mayoría de los jóvenes" Taylor estaba tratando de adaptar su enorme constitución en la pequeña silla de madera "¿Cuánto tiempo tenía estacionada en su estacionamiento?" "Nueve, diez meses. Ustedes deben querer un poco de café. Roz…" llamó y sin esperar respuesta "…tráenos tres cafés ¿quieres?"

"Gracias" dijo Kate "Entonces debe haberla conocido bastante bien" "En realidad, no" "Estacionaba en su estacionamiento" el escepticismo de Taylor era evidente "¿También utilizaba el baño?" mientras Maggie asentía Taylor declaró "Cualquiera podría pensar que era bastante unida a ella" Una vez más Kate se irritó, leyendo la insinuación sexual en sus palabras. Maggie se encogió de hombros e inspiró el humo profundamente en sus pulmones "No, sólo sentía pena por ella ¿No la vió allá afuera?" "Sí…" Kate respondió por Taylor "…lo hicimos" El café llegó, Roz sirvió las tres tazas de una bandeja, alejándose rápidamente cuando los detectives declinaron la oferta de leche o azúcar. Maggie aplastó el cigarrillo y miró a Kate "Si vio a Dory entonces lo sabe. Una niña extraviada. Por su cuenta, sólo ella y esa van" "¿Realmente cree que tenía 21?" preguntó Taylor casualmente. "Tenía la prueba" Taylor asintió. Maggie suspiró "Caray, no lo sé. No lo creo. Dios, lucía como de 12. Pero muchos de ellos lo hacen. Cuanto más vieja me hago, todo el mundo se ve más joven. Dejarla estacionar aquí era lo menos que podía hacer por ella. Y de alguna manera era recíproco. Aunque cerrábamos a las dos, necesitaba algún tipo de protección después de esa hora, el lugar está demasiado lejos del camino. Mi último perro guardián rasgó con sus dientes su correa y se fue, Dory ofreció quedarse por un tiempo. Estuvo aquí desde entonces, no todas las noches, pero lo suficientemente..." La amplia boca de Maggie se torció hacia abajo en las esquinas. Pasó una mano por su grueso cabello blanco "Pensé que estaría más segura aquí que..." hizo un gesto como de desestimación, un gesto de inutilidad. "Puso mucha confianza en alguien que apenas conocía" Taylor no levantó la vista de sus notas "Dándole una llave de este lugar, con todo ese licor" Maggie agarró su taza de café con manos fuertes y piel rugosa "Usted hace juicios, confía en la gente ¿Cómo más podría vivir? Hubiese sabido si alguna vez hacía algo o tomaba algo. Ella nunca bebió mucho..." "¿Cuándo fue la última vez que la vio con vida?"

"Cuando salimos del estadio" la voz de Maggie era lacónica. "¿Cuál?" "Plummer Park" Maggie se volvió hacia Kate "El resto de nosotras acordó reunirse aquí y tomar unas cervezas. Dory dijo que no, que tenía cosas que atender. La escuché salir por la parte de atrás, pero no regresó. Alrededor de las 6:00 salí para votar algo de basura…" su voz firme vaciló. Capturando los ojos de Taylor, Kate le señaló con una inclinación de cabeza que le diera a Maggie algunos momentos para recobrar la compostura. Se puso al día en sus propias notas, intrigada por la idea de que tal vez la actitud de Maggie pudiese ser un camuflaje deliberado de profundidad e inteligencia. Kate preguntó "¿A qué hora escuchó llegar a la van? ¿lo recuerda?" "Sobre las 5:30, tal vez un poco después" "¿Cuándo empezó a llegar el resto del grupo?" "Pocos minutos de diferencia, estábamos en coches diferentes" "Claro, por supuesto" dijo Kate con una inclinación de cabeza. Entonces Maggie sonrió, los duros rasgos se ablandaron en delicadas líneas alrededor de su boca y ojos. Resistiendo una afinidad con ella, Kate continuó con seriedad "Las mujeres que ahora están aquí ¿estaban todas aquí cuando descubrió el cuerpo?" Maggie asintió y Kate preguntó "¿El bar abre a las cinco?" "A las cuatro, los domingos" "Entonces alguien estaba aquí antes de que llegara, atendiendo el bar" "Roz. Ella es mi camarera relevo. Verá, sólo cinco de nosotras estábamos en el estadio. Ash estaba aquí y también…" "En un momento llegaremos a esos nombres" interrumpió Kate, tomando nota rápidamente "Necesitamos saber sobre las circunstancias después que llegara ¿Alguien se fue?" "No. Y eso es definitivo. Incluso cuando el lugar está lleno vigilo muy de cerca lo que sucede en mi bar" Taylor dijo "¿Nos está diciendo que ninguna de estas mujeres puede salir ni instante sin que usted lo sepa?" "Claro que pueden" se pronto Maggie se levantó "Vamos"

Se dirigió hacia la parte trasera del bar, rodeando la esquina hacia un estrecho corredor de baldosas. Una puerta marcada con la palabra Mujeres, estaba directamente enfrente de la puerta trasera del Bar Nightwood. "Cualquiera que haya ido al lavabo podría haber salido por ahí. Ya sé que me van a preguntar quién no fue al lavabo" Kate sonrió, había estado a punto de preguntar. Maggie encendió otro Pall Mall, abriendo uno de sus innumerables bolsillos y guardando los cerillos en él. Hizo un gesto hacia la puerta "Ella aún está por ahí ¿verdad?...Dory" "Se necesita tiempo" dijo Kate en voz baja "Sin intención de faltarle el respeto, créame cuando le digo eso. Tenemos que ser muy cuidadosos ya que si nos equivocamos ahora, nunca podríamos recuperarnos desde allí. Pronto llamaremos al médico forense para que venga por ella" "Entiendo" dijo Maggie caminando hacia la mesa que habían ocupado "Es sólo que...la pobre chica..." Kate se sentó y agarró su taza de café, pensando que yacer en el aire fresco de la noche era la menor de las indignidades sufridas por el cuerpo de Dory Quillin. Ella preguntó "¿Qué nos puedes contar de ella? ¿Cómo pudo mantenerse a sí misma y a su camioneta?" Maggie se encogió de hombros y sacudió la ceniza de su cigarrillo con la uña de su pulgar "Es mi objetivo no saber lo que hacen mis clientes para ganarse la vida. Después de veinte años en este negocio aprendes a escuchar lo que los clientes quieren decirle, aprendes a tener cuidado de no hacer preguntas…incluso de las áreas de las que hablan" "Pero sabía que tenía padres…" Kate presionó sintiendo su evasión "Ellos viven aquí localmente ¿verdad? ¿Cómo lo supo?" "Ella habló de ellos. Nada en detalle, sólo observaciones amargas" "¿Cómo qué? ¿Qué dijo?" "Realmente no lo recuerdo ¿Que esperaría en sus circunstancias?…¿que no aprobaban lo que ella era?...sinceramente, no lo recuerdo" Taylor preguntó "¿Por qué la echaron? ¿Cómo permitieron que una chica como ella anduviese por allí viviendo en una van?" ¡Qué pregunta tan perfectamente estúpida! pensó Kate, esperando que Maggie respondiera. "¿Por qué le echaron?" repitió Maggie. Sus encapuchados ojos oscuros se volvieron fríos "Detective Taylor, haga una encuesta en cualquier bar gay. La jodida mayoría de todas

nosotras fuimos votadas __por nuestras familias. Mis propios padres decidieron que nada podría ser peor que tener una hija gay" "Bueno, sé que eso pasa…" fanfarroneó Taylor "…vemos todo tipo de niños en la calle, pero al mirarla aún es difícil de entender...no veo cómo alguien podría simplemente…" ¿Mis propios padres?, pensó Kate, ¿Cómo hubiesen reaccionado? Nunca se había arriesgado a decirles…y ahora la muerte se los había llevado fuera de su alcance. "¿Qué pasa con sus relaciones románticas?" preguntó Kate, interrumpiendo el pataleo de Taylor "¿Estaba involucrada con alguien aquí?" Maggie puso los ojos "No puede esperar que responda a una pregunta como esa. No sé lo que pasa con todas estas mujeres…es como pedirme que haga un seguimiento de lo que pasa en una conejera" Kate y Taylor rieron. Kate dijo "Entonces que usted supiese no había nadie en particular ¿es eso correcto?" Maggie se movió en su silla "Bueno...creo que tal vez hubo alguien un tiempo atrás" se encogió de hombros "A Dory le gustaban las mujeres de más edad, nunca parecía interesada en las más jóvenes y una gran cantidad de mujeres jóvenes estaban detrás de ella. Creo que incluso hubiese tratado de hacer avances con estos viejos huesos si le hubiese dado alguna señal" "¿Y no lo hizo?" dijo Taylor, mirándola fijamente. Maggie le devolvió la mirada "Si quisiera hijos, sería heterosexual" Taylor se echó a reír con incertidumbre y volvió a sus notas. "El partido de béisbol de hoy…" dijo Kate "¿Dory jugó?" "En segunda base. Inició el bateo" "¿Usted jugó también?" "¿Es una broma? Aparezco de vez en cuando, es divertido ver a las chicas. Escojo equipos de otros bares para reunirnos, jugamos de vez en cuando" "Estas mujeres de los otros bares…" intervino Taylor "…¿notó si Dory hablaba con alguna de ellas? ¿Tal vez irse con alguien?" Maggie sacudió su cabeza "Demasiado jóvenes para ella, de todos modos. Según recuerdo, no creo que ella conociera a muchas con quien hablar. Y todas se habían ido antes de irnos del parque"

Kate preguntó "¿Ella actuaba...diferente de alguna manera? ¿Digamos algo inusual?" Maggie apoyó la barbilla en su mano, casi cerrando los ojos mientras reflexionaba "Bueno...siempre era un poco hiperactiva...y hoy también pareció estarlo, tal vez un poco más. Acababa de regresar de un día o menos fuera de la ciudad" "¿Dónde?" preguntaron Kate y Taylor simultáneamente. Maggie les miró sorprendida "Algún lugar del centro de California…no recuerdo dónde. Demonios, no estaba prestando atención. Quiero decir, no me importaba…¿piensa que podría ser importante?" Kate dijo "En este momento tenemos que asumir que todo es importante" "¿Qué nos puede decir acerca de las mujeres aquí?" preguntó Taylor. Maggie apagó el cigarrillo "Tanto como podría decirles de Dory" Kate escuchó el recelo y tomó un enfoque indirecto. "¿Podría identificarlas a todas para nosotros? ¿Quiénes estaban en el parque?" "Patton estaba allí" Maggie sonrió a Kate "Por supuesto ya sabe quién es Patton" Kate le devolvió la sonrisa "La de las opiniones extremas" "Extremas, dice. Ella cree que estoy corrompiendo los templos corporales de mis hermanas sirviéndoles alcohol. También tiene un montón de otros consejos gratuitos y opiniones…como que debería compartir con mis hermanas cualquier dinero extra que gane más allá de lo que necesito para subsistir" la risa de Maggie era sin sentido del humor "No hay problema con eso…hago sólo lo suficiente para sobrevivir" Taylor miró a Patton que estaba inclinándose sobre la barra haciendo un gesto con las dos manos mientras hablaba con Roz "Si este fuese mi bar…" dijo él "…ella no pondría un pie en la puerta" "Una evidente tentación" admitió Maggie "Ella es un verdadero dolor en el culo. Pero siempre recuerdo que agitadoras como ella son las que han hecho posible todo lo que ha sucedido con los derechos de la mujer" "Entonces ¿quién más estaba en el parque?" dijo Taylor desinteresadamente, volviendo a sus notas. "La latina con la camisa de béisbol roja…es Tora. La otra latina sentada junto a Patton es Ash…Ash estaba aquí en el bar. Kendall estaba en el parque, que es el que tiene los pantalones de tela de algodón y la polo blanco. También lo estaba Raney, ella es la mujer

negra con el corte de cabello a lo Grace Jones (modelo, cantante y actriz. Jones destaca por su llamativa imagen y apariencia perturbadoramente andrógina) La otra mujer negra estaba aquí, su nombre es Audie" "¿De dónde sacan esos nombres?" se quejó Kate, escribiendo rápidamente. "¿Cuál es su nombre?" "Kate" "¿Alguna vez has querido cambiarlo?" "Nunca se me ocurrió" estaba escribiendo una breve descripción de las mujeres en el bar que fueran con cada nombre. "Digamos que se ha separado de una religión que desprecia absolutamente " dijo Maggie "Y digamos que sus padres le han llamado Bernadette Theresa en honor a sus dos santos favoritos" Kate sonrió "Veo lo que quiere decir" "Eso es sólo una de las razones por la que algunas de estas mujeres eligen sus propios nombres" "La mujer en el extremo de la barra" dijo Kate "No la ha mencionado" "No la conozco. Estaba aquí, no en el parque. Ha estado viniendo frecuentemente, pero demasiado poco como para llamarla una habitual" "¿Cuándo empezó a venir?" "Tal vez hace dos semanas" Kate miró a la mujer con interés "Estas otras mujeres…¿Son habituales?" Maggie asintió "Algunas vienen más que otras, pero las veo a todos ellas al menos un par de veces a la semana" Taylor dijo "¿Está segura que nunca vio a esa mujer antes de dos semanas?" "Positivo. Lo recordaría ¿Quién no lo haría?" La mujer, que llevaba pantalones con tonos de tierra y una enorme camisa marrón, sin forma, estaba en tres cuartos de perfil de Kate, escuchando a Patton. Sus grandes ojos almendrados, con la frente alta, su cabello oscuro estaba recogido bajo una gorra color beige ajustada de una porción de tela metálica. Sus pequeños labios eran llenos, los pómulos plenamente carnudos, su piel tenía una elevada penumbra anaranjada, una mezcla

racial compleja. Le recordaba a Kate las estatuas que representaban a las reinas del antiguo Egipto. "Exótica" comentó Taylor a Maggie "¿Sabe algo de ella?" "La segunda semana que entró, Audie se acercó a ella. Audie un alma con el mejor buen corazón...En fin, todo lo Audie dijo fue: anímate cariño, nada es tan malo…o algo así. Ni se molestó en quitar la mirada del suelo. La srta Congelador, así le llamo" Divertida, Kate estudió a la srta Congelador, estaba sentada en un taburete más allá de Kendall, con aspecto cansado y aburrido. "Amante de los problemas…" dijo Maggie "…no hay otra razón por la que una mujer como ella comience a venir acá. Si estás con alguien, o si estás sola y te sientes bien con eso, no tienes por qué estar en un bar de mujeres durante horas cada noche de la semana" Taylor dijo "Sus vecinos…el motel, los negocios bajando por la colina ¿cómo se sienten de que estén aquí? ¿Algún problema con ellos?" Buena pregunta, pensó Kate. Un sondeo en el vecindario podría aportar algunas buenas pistas… Maggie sacudió la cabeza "Al principio. Aún no están exactamente muy contentos de tenernos. Pero el lugar no es muy ruidoso, incluso en las noches de un sábado. Claro que tenemos un toca discos, pero no pongo música alta o tengo mujeres ruidosas" miró fijamente a Kate "¿Cree que alguien hizo esto porque...? ¿Cree que alguna banda simplemente vagó por aquí e hizo esto...por diversión?" "Maggie, no lo sabemos" dijo Kate con seriedad "Ni siquiera hemos formado una teoría. Resolvemos la mayoría de los homicidios porque la mayoría de las personas son asesinadas por personas que conocen. Pero la violencia al azar es una posibilidad…es un problema en aumento en todas partes" Los oscuros ojos de Maggie se fijaron en los de ella "He estado aquí por cuatro buenos años. Quería que este bar fuese un lugar tranquilo, nunca le he dado publicidad, sólo dependía del boca a boca. Nunca he hecho agites, nunca tuvimos que llamar a la policía, nunca tuvimos problemas. Bueno…" se corrigió "…no hubo un problema que no pudiésemos manejar nosotras mismas. Todo el mundo que viene aquí quiere mantener este lugar como algo especial, sin policías involucrados de ningún tipo. Nunca dejamos que algo se salga de control" Maggie terminó su café "Publicidad" dijo entre dientes "Ahora los locos sabrán que estamos aquí..." Publicidad, Kate lo sabía, pondrían un par de líneas en el Times, tal vez un párrafo en el Herald Examiner…la vida extinguida aquí no sería considerada lo suficientemente

importante para más "Haremos todo lo que podamos…le doy mi palabra en eso ¿Nos daría a mi compañero y a mí un par de minutos? Luego hablaremos con Patton" "Por supuesto" Maggie se levantó, metiendo el borde de su camiseta "Tenga cuidado con la primera pregunta ¿no?" "Correcto" respondió Kate con una sonrisa. Kate había tomado la decisión que debido a la agresividad de Patton, la mejor estrategia sería entrevistarla primero y si no se convertía en un testigo cooperativo entonces la despedirían, la sacarían del local. La pila de expedientes recopilados por Hansen y sus hombres contenían números de licencia de conducir y los nombres legales de estas mujeres, sin importar como preferían llamarse a sí mismas…y también sus direcciones. Si ella y Taylor profundizaban la información siguiendo una entrevista complementaria, serían capaces de encontrar en Patton... Mientras Maggie regresaba a la barra, la mirada evaluadora de Kate le siguió. Taylor preguntó "¿Cómo la evalúas?" "Cautelosa, cerrada, demasiado cuidadosa acerca de lo que nos dijo. Creo que tendremos que avanzar centímetro a centímetro con ella, tal vez con todas estas mujeres ¿Qué piensas?" "¿Yo? Creo que este bar, toda esta escena es rara, Kate. Aquí arriba lejos de la carretera...Vienes a un bar a beber y socializar, por Dios, no para jugar al ajedrez o leer Playboy" Kate rió entre dientes, sabiendo que Taylor esperaba la apreciación de su ingenio, a sabiendas que él nunca podría entender que para ella este bar se sentía bien y natural y bueno en todos los aspectos. Él nunca podría imaginar el alivio de escapar del claustrofóbico mundo heterosexual a un lugar apartado, privado, donde sólo hubiesen otras lesbianas… Taylor continuó "Creo que lo que nuestra cantinera Maggie sugirió es una buena posibilidad. Uno o varios matones vagaban por aquí y golpearon su cabeza sólo por el placer de hacerlo" Odiando esa posibilidad y las mínimas probabilidades de encontrar esa clase de asesino, Kate se encogió de hombros "Es tan probable como cualquier otra cosa" admitió ella "Vamos a hablar con la dulce y amable Patton" Cuando Taylor dijo su nombre, Patton se volvió bruscamente para mirarlos, su cuerpo rígido. "¿Qué te apuestas?" dijo Taylor a Kate "Ella no vendrá aquí"

"¿Y perderse la oportunidad de burlarse de nosotros? Seguro que va a venir" Patton desabrochó un par de gafas de sol tipo aviador del bolsillo de su camisa y se los puso, cogió un cigarrillo de un cenicero en el bar y lo puso en su boca. Metió las manos en los bolsillos de sus vaqueros, se deslizó desde su taburete en la barra y se paseó. Pateó apartando la cuarta silla en la mesa de Kate y con el mismo pie empujó la silla que quedaba equidistante entre Kate y Taylor. Sin sacar las manos de los bolsillos se acomodó en la silla y cruzó un tobillo sobre la rodilla. El humo del cigarrillo salió por la comisura de su boca y miró a Kate a través de sus gafas. Kate preguntó secamente "¿Qué nos puedes decir acerca de la joven que yace muerta allá afuera?" "Nada" la ceniza rodó por el frente de la camisa a cuadros azules de Patton. Sus gafas de sol brillaban por la luz de cantina. "¿Cuánto hace que la conoce?" Patton miró hacia el techo por unos momentos "Tal vez un año" dijo ella. Kate se sentó y la miró sin prisa, examinando su cabello rubio visible debajo de la gorra de marinero, sus finos rasgos afilados y la línea blanca apretada de su boca. Los zapatos para correr Adidas que Patton había apoyado en una rodilla comenzaba a moverse en un ritmo acelerado, como si fuese un ritmo que estuviese escuchando en su cabeza. Kate dijo "¿A qué hora llegó aquí desde el parque?" "Al mismo tiempo que todas las demás" murmuró Patton a través del cigarrillo, el zapato aumentó su ritmo. "¿A qué hora fue eso?" Patton se encogió de hombros. "No entendemos ese encogimiento de hombros" dijo Kate uniformemente "¿Nos está diciendo que no va a contestar o que no sabe?" Patton sonrió, sacó una mano del bolsillo y quitó el cigarrillo de su boca "No lo sé" "¿Notó algo inusual ya sea en el parque o aquí después?" Patton se encogió de hombros. Cuando la mirada de Kate se quedó inmóvil sobre ella, ella volvió a sonreír "No lo sé" dijo ella. Taylor habló "¿Tiene alguna idea de cómo Dory Quillin se ganaba la vida?" "Era físico nuclear" dijo Patton.

Kate y Taylor le miraron en silencio. "Tal

vez

deba

deletreárselos"

dijo

Patton

"F-I-S-I…"

"Patton…" dijo Kate cerrando su libreta "…estamos haciendo un verdadero esfuerzo para saber quién le quitó la vida a una joven" sacó una tarjeta de su ordenador portátil y la puso delante de Patton "Cuando haya terminado con toda esa postura, cuando se dé cuenta que lo que ha ocurrido aquí esta noche es mucho más importante que usted…llámenos" Patton se sentó mirando a Kate, sus ojos enmascarados invisible, su boca impasible. "Ahora váyase de aquí" dijo Kate. "No tienes derecho a darme órdenes" "Este bar es parte oficial de una escena de crimen. Y en cualquier caso aún no está abierto para la atención. Estaré feliz de hacer que un oficial le acompañe" "Apuesto a que lo haría" Patton se levantó. Haciendo caso omiso de la tarjeta de Kate, le dio la espalda a los detectives y se dirigió nuevamente a la barra. "Bien hecho…" comentó Taylor "Por mi parte, estaba considerando la brutalidad policial" Kate sonrió levemente "Ed, no veo ninguna razón para no notificar al médico forense" "Yo tampoco. Deja que yo me encargue, Kate ¿Por qué no trabajo allá afuera con Hansen? Podrías trabajar mejor en solitario aquí" "Lo dudo, pero adelante" dijo Kate "Tampoco les gusto mucho" "Tal vez no, pero este es un bar de mujeres...siento algunas vibraciones extras" La presencia masculina de Taylor en este bar, pensó Kate, era un hecho que ella resentía tanto como cualquier mujer aquí. Taylor se puso de pie y caminó hacia la puerta del Bar Nightwood. Patton le siguió, arrastrando un zapato sobre el trayecto que Taylor había hecho, pisando fuerte y raspando, como borrando cada uno de sus pasos "¡Un hombre!" gritó ella "¡En nuestro bar! ¡Yechhh!" Cuando Taylor se detuvo para mirar a Kate, moviendo su cabeza, Patton se inclinó y le susurró algo. Ajustando su corbata, nuevamente sacudió su cabeza y salió del Bar Nightwood. Patton pulió el pomo de la puerta con la manga "Yechhh" pronunció una vez más y luego abrió la puerta y desapareció en la noche.

Capítulo 3 Kate llamó a Tora hacia la mesa. La Chicana se sentó con la silla retirada, sus brazos cruzados sobre su camiseta de béisbol roja, las piernas cruzadas tan firmemente que los tobillos estaban cruzados alrededor del otro. Observó a Kate con ojos marrones resentidos. No, no conocía a Dory Quillin muy bien. No, no había notado nada raro en el estadio. Sí, había llegado al bar alrededor de las cinco y media, junto con todas las demás. No, no había visto ni oído nada inusual. No, no tenía nada más que añadir sobre Dory Quillin o por qué había sucedido. Kate recordó a Harry Johnstone, un sargento canoso que le había entrevistado cuando comenzó su carrera policial "Treinta años como policía…" le había murmurado a ella en su fiesta de jubilación, colocando un brazo pesadamente sobre sus hombros, sus ojos enrojecidos por la bebida y lo definitivo de la despedida "¿Para qué? Pura mierda. La gente de mierda nos odia. Les gustamos cuando nos necesitan. De lo contrario, nos quieren fuera de sus rostros" Más que la mayoría ella entendía el repliegue instintivo contra la figura uniformada con una placa y un arma. No era tanto por la autoridad santificada para matar o mutilar, sino por el poder de destruir, disminuir y dejar cicatrices en la vida. Implícito con el poder para arrestar estaba el poder para ejercer con fines caprichosos, crueles o incluso irreflexivos. No era de extrañar que la policía era la personificación de la amenaza para muchas personas homosexuales ya embrutecidas por el desprecio, cuyas vidas eran un testimonio de impotencia sin recurso. Una tras otra, Kate llamó a las clientas del Bar Nightwood. La hostilidad de Kendall no era menos obvia que la de Patton, pero menos evidente. Ash había sido tan silenciosa como Tora, brusca e impaciente con las preguntas de Kate. Audie no fue hostil, pero tampoco fue cooperativa…no hizo contacto con los ojos de Kate. Roz estuvo tan genuinamente desconcertada por los acontecimientos de la noche que Kate le despidió después de un par de preguntas superficiales. Kate miró por encima de sus notas. Con una mujer por ser entrevistada, aún no había aprendido nada útil sobre Dory Quillin o por qué había muerto. Kate aceptó una cuarta taza de café de Maggie y recordó su primera visita a un bar de lesbianas. Había sido idea de Julie conducir desde Ann Arbor a Detroit un sábado por la noche…Kate cumplía 21 años. Kate no pudo recordar después el nombre del Bar, sólo que estaba en las cercanías de la ciudad, en medio de una zona de guerra ocupada por edificios deteriorados, desfigurados e inundados de grafitis. El camarero, vestido con uniforme militar, cabello corto al ras, tan masculino que Kate nunca hubiese cuestionado su género, excepto en estas circunstancias. Otras mujeres en

ese bar eran igualmente masculinas…algunas vestidas con chaqueta y corbata y zapatos con punta. Se habían sentado entre mujeres que usaban blusas escotadas y minifaldas y tacones finos, joyería llamativa y peinados con laca y lápiz labial brillante con sus uñas a juego. Sentada con Julie en una mesa de la esquina en la habitación llena de tenue humo, Kate añadió su propio nerviosismo a la neblina y miró las figuras moverse fluidamente en la pista de baile con las canciones de Patti Page, Connie Francis, Jo Stafford, Everly Brothers…como si este bar, en 1967, hubiese quedado atrapado, persistiendo en el romanticismo rosa de los años cincuenta. Un camarero masculino circuló con una gran bandeja de bebidas, sirviéndole un whisky con soda a Kate y un daiquiri de Julie "Por ella" dijo ella y señaló con la cabeza hacia una joven rubia sentada en el bar con botas hasta la rodilla, una minifalda de cuero y un chaleco de piel con flecos. Cuando Kate hizo un gesto de rechazo, el camarero gruñó "Relájate ¿de acuerdo? Ella es una prostituta. Vienen en ocasiones, le gusta tirar su dinero en torno a las mujeres" Kate aceptó su bebida y quedó absorbida en la mirada de la mujer. Había entrado sola y ahora estaba sentada con la espalda apoyada en la barandilla de la barra, observando la habitación. Pronto se le acercó una mujer masculina con el cabello oscuro que usaba pantalones y camisa. Kate las vio bailar a través de cinco canciones, sus pasos y el ritmo el mismo, independientemente del tiempo…lento e increíblemente sugestivo. Las mujeres se fueron juntas, el brazo de la mujer masculina por la cintura de la otra. Kate se quedó mirando la puerta de la cantina mucho después que ellas desaparecieran a través de ella. Conocer a una extraña y no media hora después salir con esa extraña y llevarla a la cama...Kate saboreó lo último de su bebida como si fuese un extraño néctar que nunca sería probado. La mujer que se la había comprado existía en un mundo cuyos parámetros Kate no podía comprender. Ella y Julie permanecieron allí, bebiendo, viendo a otras mujeres beber y bailar y jugar al billar. Otras personas también se sentaron y observaron…hombres y mujeres heterosexuales…mirando ávidamente. Kate sintió una incipiente ira...la humillación. Su brusco rechazo del deseo de Julie a bailar había sido una negativa a ser parte de un espectáculo de fenómenos para estos voyeurs. Este lugar, cargado como estaba de música y conversación y actividad ruidosa, era demasiado parecido al lugar donde se encontraba su abuela…un gueto de exiliados, de desesperados. Varias de las mujeres masculinas, solicitando el permiso de Kate, invitaron a Julie a bailar. Kate observó a Julie en sus brazos sin resentimiento o celos o emoción de ningún

tipo, preguntándose por su propia pasividad y vacío y por eso le pareció repentinamente evidente que su vida siempre había sido como una brújula sin rumbo. El siguiente fin de semana cuando Julie nuevamente quiso dejar el campo y regresar al bar, Kate se negó con la rotundidad del granito "Entonces iré yo sola" había declarado Julie. Pronto Julie se había ido de la Universidad de Michigan y de la vida de Kate, atrapada por una de esas mujeres en ese Bar de Detroit. En su último año de universidad Kate había escuchado a un reclutador de la Infantería de Marina que se aventuró en el campus aprovechándose del revuelo de Vietnam. Ella entendió, en retrospectiva, que el alistamiento era su propia protesta…su primer desafío importante a un grupo de compañeros que habían dictado demasiados aspectos de su vida. Y cuatro años más tarde había conocido a Anne…y en los preciosos años posteriores, su vida se había expandido en significado e impacto. Nunca más puso un pie en una bar de lesbianas… Kate levantó la vista de sus notas y le hizo señas a la última clienta que quedaba en la barra del Nightwood. La mujer que Maggie había llamado srta congelador se sentó junto a Kate. Bajo las luces, de cerca, su piel había adquirido un brillo oscuro y un tono ocre. Miró a Kate con ojos oscuros, remotos y heridos. Su belleza contenía una amargura que tocó a Kate en un lugar interior al recordar la especulación de Maggie sobre "problemas de amantes" Compartía con esta mujer una pérdida semejante…también había sido abandonada, abandonada ante la vida por una preciosa amante que le había dejado por la muerte... "¿Puedo preguntar por qué me está mirando?" Kate comenzó "Lo siento ¿Podría arriesgarme a ofenderla aún más y preguntarle por su origen racial?" La srta congelador no cambió de expresión "La mayoría de la gente no pregunta…sólo miran. Española y Jamaicana, por un lado, Inglesa y japonesa por el otro" Kate asintió con la cabeza "Pensé que tal vez era algo así. Me hace pensar que en un mundo totalmente integrado, todas seríamos muy hermosa" La mujer sonrió, sus dientes fuertes y uniformes. El ligero aroma a almizcle llegó a Kate. Kate preguntó "¿Cómo se llama?" "Andrea Ross"

Todo un origen étnico y un simple nombre americano…era casi cómico. Kate le devolvió la sonrisa y le dijo "Por fin, alguien con un apellido" "Es simple paranoia, ya sabe" su voz era grave y musical, desde el fondo de su garganta. Andrea Ross hizo un gesto con dedos gráciles hacia el bar, como si las mujeres que Kate había despedido siguiesen allí sentadas "Ellas piensan que han salido a la luz porque están en un bar de lesbianas. Y tienen miedo, como todas nosotras. Todavía quieren evitar que les identifiquen, no quieren ser expuestas en sus puestos de trabajo o sus familias o lo que sea. Y de seguro no quieren estar involucradas en esto" "Usted no parece preocupada" "Estoy segura que debería estarlo" Andrea Ross empujó hacia arriba las mangas de su camisa de gran tamaño y agarró su copa, un destornillador (tipo de bebida con vodka). "¿Qué hace usted para ganarse la vida, srta Ross?" "La srta Ross vende bienes raíces" tomó un sorbo de su bebida, sus pequeños labios se curvaron hacia arriba antes que tocaron el borde de la copa. Kate volvió a sonreír "Estoy segura que a la srta Ross le va muy bien" "No espectacularmente bien, pero se las arregla para pagar sus facturas ¿Es la detective tan lista como para beber algo más fuerte que café a estas horas?" "No mientras está de guardia" respondió Kate, muy dispuesta a seguirle el juego "Ella agradece su consideración" y añadió "Usted es refrescante y no defensiva en comparación con las otras mujeres de aquí" Andrea dijo sombríamente "Las he escuchado quejarse de sus vidas, la forma en la que el mundo las trata. A mi modo de ver, este mundo puede ser una mierda, pero es el único que tenemos y no puedo ver cómo alguien puede esperar hacer una diferencia saliendo de él. Pero eso es lo que Patton y estas mujeres, en su mayoría, hablan cuando hablan de su política…sueñan la separación" Andrea estaba hablando con facilidad, en un supuesto entendimiento. Kate se preguntaba si sus declaraciones eran una cooperación con la policía o simplemente una conversación con otra lesbiana. Una vez más recordó la evaluación de Maggie sobre esta mujer sentada frente a ella, Kate escogió cuidadosamente sus siguientes palabras "Sin embargo, da la impresión de ser algo... amargada" Andrea se encogió de hombros "Puedes estar amargada sobre cosas que no tienen nada que ver con la política de los homosexuales"

La declaración, el tono monótono de su voz, no le invitó a hacer más comentarios o preguntas "Dory Quillin…" dijo Kate. Ahora que había establecido una buena relación, aunque tenue, redirigió la conversación "…¿la conoce?" "La conocía de nombre, de vista, por su reputación. Trató de ligarme una vez. Después que eso solo decía hola. De acuerdo a su definición ¿la conozco?" Kate miró sus notas. Esta mujer era elegante, intrigante, inquietante "La conocía de vista ¿Cuáles fueron sus impresiones?" "Una niña desgarradoramente hermosa" "Quien trató de ligarla" dijo Kate, endureciendo su tono. "Esta hermosa niña en particular estaba desesperadamente necesitada, con muchos problemas, totalmente desordenada. No necesité un reporte psiquiátrico…esas cosas eran muy obvias para mí. Sólo tengo 33 años, pero la sola idea de toda esa necesidad en la cama, francamente me agotaba" Kate rió entre dientes. Andrea le miró inexpresiva y luego tomó un sorbo de su bebida. Ella dijo "Fascinaba a todas las mujeres por aquí. Pero eran recelosas de ella, había algo demasiado imprudente en ella. Especulaban sobre ella todo el tiempo, cosas salvajes…" "¿Qué cosas salvajes?" "Drogas, mujeres, hombres, mafia, orgías…cualquier cosa que sus mentes pudiesen conjurar. Dory no pertenecía aquí. La mayoría de las chicas de su edad pasaban el rato en los Peanuts o la Palma o los bares del Valle. Obviamente ella estaba buscando algo más. Una madre-amante" Andrea apartó la mirada de Kate y continuó con voz cansada "…a las mujeres gay les gusta pensar que tenemos una actitud más ilustrada acerca de la diferencia de edad en nuestras relaciones. Pero sospecho que a veces sólo estamos tratando de volver a una época más segura cuando éramos hijas de nuestras madres. Volver a cuando éramos niñas y no teníamos conocimiento de los hombres y cuánto controlarían nuestras vidas" Kate asintió con la cabeza, dispuesta a sentarse allí mientras Andrea Ross estuviese dispuesta a hablar. "Las mujeres de aquí usan alcohol pero no químicos ilegales…los desaprueban. Descartan lo que no entienden, cualquier cosa a la que le tengan la mitad de miedo. Están demasiado lejos de alguien como Dory Quillin" Kate preguntó casualmente "¿Estaba Dory Quillin en las drogas?"

"¿No lo está todo el mundo?" Kate esperó. Después de unos momentos, Andrea dijo "Déjeme ponerlo de esta manera. Ella me pidió que fuera a su camioneta, me ofreció un poco de coca si era de mi agrado. No creo que estuviese hablando sobre esas cosas en latas" "¿Y no fue?" Kate presionó. "No estaba tras ella y no consumo drogas. Y no tiene nada que ver con las brechas generacionales o la virtud. Mi hermano tuvo una sobredosis cuando tenía diecisiete años" "Lo siento" ofreció Kate. El encogimiento de hombros de Andrea era un gesto habitual, notó Kate, un método para ganar tiempo mientras ponía en orden sus pensamientos "Tony estaba tratando de encontrar una manera de matarse a sí mismo desde el momento que tuvo diez años…nunca supe por qué" Kate le observó "¿Tuvo la misma sensación con Dory Quillin? ¿Por eso la evitaba?" Con ojos distantes, Andrea hizo girar su copa lentamente entre sus dedos delgados "Me sentía inadecuada, era por eso que la evitaba. Me hubiese sentido de esa manera con cualquiera. Ahora mismo necesito todo de mí misma por mí misma" Sus ojos se aclararon, miró a Kate con una franqueza que Kate encontró desconcertante "Nunca pensé que fuese autodestructiva. Exactamente lo contrario. Parecía que había algo muy saludable en ella, luchando por salir" Kate hizo una nota de esa evaluación, encontrándola a la vez reconfortante y triste "Sé que ha estado viniendo aquí sólo durante dos semanas…" se interrumpió cuando Andrea levantó ambas cejas "…una de las mujeres me lo dijo. Una investigación es posible sólo porque la mitad del mundo cotillea sobre la otra mitad" expresó su pregunta con cuidado "¿Por casualidad sabe si alguna de estas mujeres aquí esta noche estuvo involucrada con Dory en más de una manera casual?" "Patton" Kate escuchó eso con decepción, luego una agitación de sorpresa "Patton" dijo ella, su mente se llenó con la imagen de la chica rubia en el estacionamiento. Murmuró "Parece como...una pareja extraña. Para mí" "Por la manera en que otras mujeres se burlaban de Patton al respecto, aparentemente fue algo muy breve. Mi conjetura es que ella tomó a Dory como un proyecto de

adoctrinamiento…Patton es de ese tipo. Sé que algunas jóvenes de la edad de Dory son susceptibles, pero no pude verla muy interesada __en la retórica política. Para mí sus necesidades parecían mucho más básicas…" Andrea vació su copa y bajó el vaso con firmeza. Kate no pudo pensar en ninguna otra pregunta para Andrea Ross, que no fuesen las personales que eran inapropiadas. Ella dijo "Le agradezco su ayuda" "Una cosa más…" dijo Andrea "…alguien estuvo aquí quizás dos semanas atrás. Una mujer negra, de unos cuarenta años. He escuchado que las mujeres le llaman Neely, hablaron de ella cuando se fue. Ella fue la amante de Dory por un tiempo…no sé por cuánto tiempo" "¿Estaba buscando a Dory?" "No lo sé. Tengo entendido que solía venir todo el tiempo, pero no después que Dory estuvo quedándose aquí" "Gracias" Kate entregó a Andrea una de sus tarjetas. Andrea volteó la tarjeta entre sus dedos "Detective Kate Delafield…" dijo ella "…así que le gustaría que yo le llamara" No miró a Kate, el significado era claro en su voz. Si se le ocurre algo más que decirme acerca de este caso, fue lo que debió decirle Kate, estaba obligada a decírselo. En cambio respondió "Sí"

Capítulo 4 Kate conducía lejos de La Brea hacia West Hollywood, Taylor a su lado. La calle conocida estaba silenciosa y desierta a esta hora un domingo por la noche excepto por unos pocos coches agrupados por los semáforos. Se concentró en la calle en vez de la tarea por venir: notificar a la familia de Quillin el homicidio de su hija. Echó un vistazo a Robaire, un restaurante francés entre Beverly y Wilshire, incongruente en medio de las banderas que se agitaban de los lotes de automóviles nuevos y usados __ y casas de suministro y un supermercado. Se dio cuenta que no había cenado. Por encima de Beverly miraba la calle constantemente mejorada por los pequeños talleres gráficos, empresas de cine, una escuela de ballet…a excepción de un puesto en ruinas: Pink, un puesto de perros calientes a la que Taylor una vez le había llevado, proclamando que eran los mejores de la ciudad y también un hito histórico. Kate recordó un ataque histórico de indigestión.

Cuando se acercaron al Santa Mónica Boulevard, los pensamientos de Kate regresaron a las mujeres del Bar Nightwood "Por cierto…" le dijo a Taylor "…¿qué te dijo Patton en la puerta?" "No mucho" entonces Taylor gruñó "¿Qué demonios es un cerdo patriarcal?" Kate se echó a reír. "Dame un respiro, Kate" "Búscalo en el diccionario, Ed" La intersección a la que se acercaban no era inusual…un Carl Jr (venta de hamburguesas) en una esquina, una farmacia Thrifty frente a él, un lavado de autos en otra esquina, un McDonald sólo un poco más arriba de la cuadra…excepto por la señal azul que anunciaba: west hollywood. Kate no había estado aquí desde las elecciones en noviembre, cuando la zona se había incorporado por sí misma; esta intersección ahora formaba el límite de la nueva ciudad más inusual en América, con tres gays electos de los cinco que conformaban el consejo de la ciudad, uno de ellos ahora servía como alcalde pro tern (tiempo de mandato revocable). Giró por Santa Mónica Boulevard. A las once en punto de la noche del domingo un considerable tránsito de peatones se movía a lo largo de cada lado de la calle, en su mayoría hombres paseando en pares. A su lado, Taylor movió sus nalgas, su cabeza elevada y alerta, como si estuviese inhalando nuevo aire, de alguna manera sospechoso. "Un año más…" murmuró él "Entonces María y yo, estaremos moviendo nuestros culos fuera de este maldito manicomio de ciudad" "Al Condado de Orange, supongo" "Más adelante, hacia abajo por San Diego" respondió Taylor, obviando su sarcasmo como ella sabía haría "Tal vez aprenda a jugar al golf. Sembrar aguacates" "Emocionante, Ed" "Me cago de la emoción" Kate no respondió. Habían llegado a Holloway Drive y estaba mirando la banda central que dividía el Santa Mónica Boulevard. Echó un vistazo más allá de lo que podía ver. Las astas, de unos seis metros de alto y ubicadas tal vez a la misma distancia entre sí, sostenían pequeñas banderas, cada una de un país diferente, cada una se azotaban con elegancia en la brisa de la noche. Se conmovió por estos vestigios de los juegos olímpicos del verano pasado y el recuerdo de esos días exaltados cuando la soleada ciudad había lucido más

limpia, más brillante, más gloriosa de lo habitual, cuando los atletas de todo el mundo habían simbolizado a los mejores de la especie humana y brevemente había hecho olvidar el lado oscuro que ella constantemente veía… Pasaron junto a la estación del Sheriff de San Vicente, que era el organismo que aplicaba la ley en West Hollywood; luego los restaurantes y discotecas: Dan Tana, La Masia, el Trovador "Estamos casi en Beverly Hills…" se quejó Kate "¿Dónde está este lugar?" "Gira a la derecha en Doheny" dijo Taylor, consultando el mapa "Cristo, escucha estos nombres de calles, Kate. Harland, Keith, Lloyd…esta ciudad, incluso las calles tienen nombres de chicos. Jesús, aquí está una llamada Dicks" "Gay o heterosexual, el mundo entero discrimina a las mujeres" dijo Kate de buen humor. Miraba las grandes formas oscuras de los edificios de apartamentos a lo largo de Doheny y entre una fila de palmeras reales, estiró el cuello para ver la majestuosa altura de ellos, pero la parte de arriba era invisible en la oscuridad. "Gira a la derecha" ordenó Taylor. Kate paseó lentamente por la cuadra. Rodeando los grandes edificios en Doheny y el comercio en Santa Mónica, el vecindario con buena iluminación era un laberinto de calles tan estrechas que estacionar estaba permitido en un solo lado. Todas las casas eran pequeñas y de diseño individual, muchas de estilo español, la mayoría con ventanas enrejadas. Todas fueron construidas con sus estacionamientos al frente, dejando manchas minúsculas de césped, algunos cercados con bajas barreras de piedra. Los arbustos eran escasos…unos árboles bajos, unos arbustos cuidadosamente esculpidos. Las pequeñas casas y calles estrechas le recordaron a Kate a Venice su propio lado de la ciudad. Las ventanas de la casa de los Quillin estaban completamente selladas, incluyendo una ventana lateral que ni un niño de cinco años de edad podría escabullirse a través de ella. La fundación de la casa y la vereda que conducía a la calle estaban llenas de rosales, flores en diversas etapas de plenitud y decadencia; cuando Kate se dirigió por el camino de rosas vio una variedad de patos de plástico que reposaban en el suelo entre los arbustos. "¿Planeas tener patos entre tus árboles de aguacate?" dijo Kate en broma a través de una mandíbula apretada. Había visto a través de la ventana delantera sellada una pacífica escena doméstica…un marido y una esposa viendo las noticias de las once. "No, tal vez unas cuantas gallinas" Taylor pulsó el timbre de la puerta, dio un paso atrás, alisó su chaqueta, inhaló una respiración audible. Kate era consciente del dulce aroma de las rosas en medio del débil olor metálico del smog. "¿Quién es?" la voz era aguda y trémula.

"La policía, señora" respondió Taylor "Si camina hacia su ventana frontal estaremos encantados de mostrarle nuestra identificación" Kate oyó el roce de una cadena de seguridad. La mujer que abrió la puerta tendría unos cincuenta años, su delgado cuerpo estaba cubierto por un vestido de algodón amarillo. Sus ojos azules descoloridos se fijaron en Kate. Kate extendió su placa y su identificación "Detective Delafield, Departamento de Policía de Los Ángeles. Este es mi compañero, el detective Taylor ¿Podemos entrar, por favor?" La mano de la mujer fue a su garganta. Era una mano que lucía de setenta años. "Dios, sí, adelante…" dijo el hombre fornido que venía detrás de ella, quien llevaba un bata de baño de cuadros verde "…no dejemos que todo el vecindario se entere de esto, sea lo que sea" Kate y Taylor entraron en la sala de estar. Taylor preguntó "¿Podemos sentarnos?" tomó una silla sin esperar respuesta. Kate se sentó en un sillón frente a él. "Se trata de Dolores…" dijo la mujer, hundiéndose profundamente en el sofá. El hombre miró hacia un sillón reclinable cubierto de pana, luego se sentó a su lado. Kate aclaró su garganta "¿Ustedes son los padres de Dolores Marie Quillin?" "Soy Roland Quillin, ella es mi esposa Flora" se inclinó hacia ellos, con los hombros caídos "¿Qué ha hecho ahora?" "Lamentamos tener que informarle…" dijo Kate de manera uniforme "…que fue asesinada a principios de esta noche" Roland Quillin tomó la mano de su mujer; marido y mujer se miraron fijamente. "Lo siento de verdad" añadió Kate en el mismo tono uniforme. "Mis condolencias a ambos" dijo Taylor con solemnidad. Kate sintió esa familiar sensación de desear poder estar en cualquier parte del mundo, excepto dónde estaba. Había entregado mensajes similares en sus trece años de trabajo en la policía y siempre la sensación era la misma: que era una intrusa en la más privada, la más sagrada de las emociones. Ese día, un año y diez meses atrás cuando le informaron, en la oficina del capitán de la División, de la muerte de Anne Wilshire, ella misma había anhelado la soledad, estar en una cueva oscura en algún lugar lejano, para enroscar su cuerpo adolorido en un bola... "Roland..."

La boca de Flora Quillin funcionó, casi con vida propia…una boca pequeña con una delicadeza que Dory Quillin había heredado y al parecer todo lo que había heredado. Kate miró su lacio cabello rubio químicamente uniforme, la piel pálida estirada con fuerza sobre un rostro delgado, brazos huesudos, en un vestido amarillo, pantuflas de lona en los pies descalzos. Flora Quillin parecía una cruel caricatura de su hija. "Flora, sabíamos que esto sucedería...Dios lo sabíamos..." Los ojos de Roland Quillin se habían ampliado poco a poco hasta que los blancos mostraron todo alrededor del iris. Eran ojos azules, azul profundo más que los de su esposa o su hija. En el inicio de los sesenta, estaba casi calvo, su nariz sin forma y profundas arrugas alrededor de sus ojos. Una cicatriz apenas perceptible se extendía a lo largo de un pómulo recién afeitado, la cicatriz ligeramente curvada, probablemente una cuchillada que pudo haberse hecho años atrás, pensó Kate. La irritación de la reciente afeitada probablemente le había dado mayor visibilidad. Se quedó momentáneamente desconcertada cuando los ojos de Roland Quillin repentinamente interceptaron los suyos, interrumpiendo su concentrado escrutinio sobre él. Dijo lenta y claramente "Dolores no había sido nuestra hija durante mucho tiempo" Está muerta, Kate quería gritarle ¡su hija está muerta! ¿Cómo podría importar ahora algo más? Tres cuartas partes de su vida había sido quitada... Taylor habló "¿Podemos preguntar por qué sucedió eso, señor?" Roland Quillin cruzó sus brazos sobre la túnica a cuadros "Revise sus registros de la policía de Los Ángeles" dijo rotundamente. Una vez más miró a su esposa, que le devolvió la mirada "Flora…" dijo en voz baja "…es una bendición. Es la voluntad de Dios" Kate dijo en voz baja "Sr. Quillin, sabemos que son circunstancias dolorosas. Pero agradeceríamos saber qué vamos a encontrar" Los brazos de Roland Quillin se apretaron sobre su pecho. Andrea Ross había mencionado la cocaína, pensó Kate, mirando como su fina boca se curvaba hacia abajo. Quizás Dory Quillin se había metido en serios problemas con las drogas. "Prostitución…" dijo él. Asimilando esta nueva información, Kate se recostó en su sillón, frotando las manos a lo largo del suave tejido, enfadada consigo misma por su estado de shock. Tenía demasiada

experiencia en el trabajo de la policía…y era demasiado vieja por el amor de Dios…para ser engañada por la inocencia vestida de blanco de aquel joven cuerpo y los desconcertados ojos azul plata. Sintió ira irracional contra Dory Quillin. Ese rostro de muerte había transmitido traición. Ella misma ahora se sentía traicionada. Taylor dijo "Suena como si ella hubiese sido una prueba dura para ustedes, amigos" Kate añadió un gesto de acuerdo. El tono y enfoque comprensivo de Taylor, independientemente de su autenticidad, era el procedimiento policial eficaz. Roland Quillin preguntó "¿Qué pasó con ella?" Sin confiar en el tacto de la respuesta de Taylor , Kate respondió "Parece que se trató de un solo golpe por...un instrumento contundente" Flora Quillin preguntó con voz temblorosa "¿Cree que ella…sufrió?" "No lo creo" dijo Kate suavemente, compadeciéndose de ella ¿Quién podría saber lo que Dory Quillin había sentido? "Recibimos el reporte inicial sobre las seis de la tarde. Nuestra mejor estimación es que...falleció poco antes de ese momento" Roland Quillin preguntó en un tono de intensa amargura "¿Fue uno de sus clientes? ¿O una de sus acompañantes…femeninas?" Kate dijo "Señor, en este momento todavía estamos recabando nuestra información" Taylor abrió su libreta de notas "Necesitamos una identificación oficial, vamos a necesitarlos a uno o a ambos de ustedes" "No" dijo Roland Quillin. "¿Señor?" Taylor le miró sorprendido. "No" repitió él "No queremos verla" "Sra Quillin…" comenzó Kate. "No podría soportar mirarla" sus palabras fueron pronunciadas en un susurro. Kate intercambió una mirada con Taylor, quien levantó una ceja de manera casi imperceptible. Angustiada por lo que estaba presenciando en esta sala, dijo en voz baja "¿La tuvo bastante tarde en la vida señora Quillin?" "Tenía treinta y cinco años, sí" Su voz era suave, las palabras ligeramente alterada. Sureña, supuso Kate. Quizás Tejana. Ella preguntó "¿Tiene otros hijos?"

"Sólo ella. No fui la misma después de eso, nunca estuve bien, todavía no lo estoy, ya sabe...y ella fue una niña con cólicos, con problemas, tuvo muchos problemas. Cada vez más y más problemática, era tan rebelde, estaba enferma de la cabeza, ella..." miró impotente a Kate y luego a su marido. "Escapó a los catorce años" dijo él "Se fue dos semanas, la primera vez. Ustedes la encontraron en Hollywood. La arrestaron. En uno de esos...moteles" y añadió "La trajimos de vuelta…en esa oportunidad" levantó las manos en un gesto de impotencia. "Catorce, sólo tenía catorce años" dijo Flora Quillin "¿Qué sabía ella sobre cualquier cosa? Estaba enferma de la cabeza en ese momento. Y siempre decía saberlo todo. Desde el momento que tuvo diez años. Llena con las historias más salvajes, nunca sabías cuando estaba diciendo la verdad sobre cualquier cosa. Una vez ella…" "Huyó dos veces más" interrumpió Roland Quillin "Nunca nos decía lo que había estado haciendo después que decidía regresar a casa. Pero por todo ese dinero que tenía, lo sabíamos. Dieciséis años, salvaje como un coyote..." Kate dijo en un tono suave "Por lo que ha dicho antes, Sr. Quillin, también sabía que su hija era lesbiana" "Eso fue el colmo…" les dijo Roland Quillin "No fue suficientemente malo que tuviese que entregarse como una prostituta común…" Flora Quillin preguntó "¿Podría tal vez traerle a los detectives algo de beber? Hay café recién hecho..." "Se lo agradezco" dijo Taylor "Negro, por favor" Kate negó con su cabeza. No podría comer ni beber nada en esta casa. Los ojos de Kate siguieron a Flora Quillin y luego, regresó a la sala, una habitación que le recordaba su propio crecimiento y las casas de los amigos de la infancia en las que no había pensado en años. El sofá y los sillones a juego eran de cretona floral brillante, la mesa de centro y la mesa principal era de arce, con el formalismo de los populares muebles americanos de principio de los años cincuenta. Sobre el sillón de pana…había una cubierta tejida verde que le adornaba colgando por el borde; las otras dos lámparas en la sala tenían bases de vidrio opaco y sombras estriadas. Las alfombras beige estaban protegiendo las áreas rústica delante del sofá, el sillón reclinable y guiaban desde la sala de estar hacia las otras habitaciones de la casa. Un aparador de arce, visible en el comedor, estaba repleto de platos y adornos. Una bolsa de coser sobre una silla en la sala comedor de arce extendía su tejido en tonos de rojo. En la pared del fondo del comedor colgaba una cruz al lado de una pequeña reproducción enmarcada de St. Francis alimentando a las aves.

Flora Quillin entregó una humeante taza de café a Taylor y colocó un posa vasos en la mesa de café. Taylor colocó la taza cuidadosamente en el porta vasos. Kate preguntó "¿Cuánto tiempo ha pasado desde que ustedes...renunciaron a su hija?" "¿Dos años?" Roland Quillin preguntó a su esposa "Fue cuando trajo a casa a esa...esa...y nos dijo que eran..." "La mujer era negra…" dijo Flora Quillin a Kate "Veinte años mayor que Dolores y además negra. Casi fue la muerte para nosotros. Todo, esa niña enferma hizo todo para humillarnos y herirnos, era como si se quedara despierta por las noches pensando en las maneras de hacerlo" "Puedo ver que ella era una prueba para ustedes" dijo Kate "¿Qué edad tenía entonces?" "17" Cuatro horas atrás cuando murió, Dory Quillin tenía diecinueve años de edad… "¿Dónde…?" preguntó Roland Quillin cansadamente "¿…pasó esto?" Kate respondió "Su cuerpo fue encontrado en un estacionamiento en La Brea. Detrás de un lugar llamado el Bar Nightwood" "El Bar Nightwood" repitió Roland Quillin. Frotó su rostro con las dos manos "Incluso tuvo que morir en un bar de lesbianas" Flora Quillin preguntó con voz temblorosa "¿Saldrá todo esto en los periódicos?" "No sabemos señora" respondió Taylor "Es muy difícil predecir lo que los periódicos de Los Ángeles decidan cubrir. Tenemos homicidios en la ciudad todos los días, algunos nunca llegan a los periódicos en absoluto" "Hemos vivido en esta casa por más de veinte años" declaró Flora Quillin "No pueden imaginar lo que ha sido soportar que todos sepan acerca de Dolores. Tener que soportar la lástima de estas personas porque tu única hija…" Kate preguntó "¿Cómo es que sabía acerca de sus actividades recientes si no la veía?" Flora Quillin intercambió una mirada con su marido. "Ella llamaba…llamaba a su madre" dijo Roland Quillin "De vez en cuando" "Algunas veces traían sus correos aquí…" ofreció Flora Quillin "Los remitíamos a...ese lugar. Fue la única dirección que nos dió" Taylor dijo "¿Sabía que vivía allí en su van?"

Flora Quillin asintió "¿Puede imaginar una cosa así? Roland es contador, un buen hombre decente, hemos estado en esta parroquia veinte años, la gente de aquí son algunos de los mejores clientes de Roland…" Taylor interrumpió "¿Tiene alguna idea sobre amigos o compañeros suyos con los que pudiésemos hablar?" "Por supuesto que no" dijo Roland Quillin. "¿Enemigos?" sugirió Kate. Cuando los Quillins negaron con la cabeza preguntó "¿Cuándo fue la última vez que llamó?" Una vez más los Quillins intercambiaron miradas "Fue...no muy reciente" susurró Flora Quillin. "¿Podría ser más específica?" "No recientemente...no lo recuerdo. Lo siento" Kate le miró fijamente. La evasiva era evidente. Pero ¿por qué? ¿Qué podría estar escondiendo?. Flora Quillin se dirigió a ambos detectives "¿Alguno de ustedes tiene hijos?" "Dos muchachos" respondió Taylor "Los dos crecen y andan por su cuenta" "Feliz Día del Padre" dijo Flora Quillin. La sonrisa de Taylor fue fugaz e inquieta, lanzó una mirada hacia Roland Quillin que no cambió de expresión. Kate miraba con sorpresa, había sido vagamente consciente que el Día del Padre estaba cerca, pero no se había dado cuenta que era hoy. Flora Quillin dijo a Taylor "Tal vez piensa que somos padres terribles " "En absoluto, señora" "¿Cómo se sentiría si tuviese una hija y para cuando tuviese catorce años…?" Kate preguntó "Intentó conseguirle ayuda profesional?" "Por supuesto que sí" el tono de Roland Quillin era agudo con amargura "Fue cuando llegó a casa diciendo que era lesbiana. Psicoterapia…" dijo mordazmente "¿Dónde más pudo haber metido tal basura en su cabeza? Fue entonces cuando se enteró de lo fácil que era culparnos a nosotros de todo" Kate pasó a una nueva página en su libreta "¿Podemos tener el nombre del psiquiatra?"

"¿Por qué?" exigió Roland Quillin "¿Qué es lo que tienen que hablar con ella?" "No lo sabemos" dijo Kate suavemente "Dependiendo de cómo vaya la investigación, puede que no tengamos que hablar con ella en absoluto" "Marietta Hall" dijo Flora Quillin "Ella está en Brentwood" Kate registró el nombre y se levantó "Agradecemos su cortesía en estas circunstancias ¿Podemos pedir una foto de Dory para utilizar en nuestras consultas sobre ella?" "No tenemos ninguna" dijo Flora Quillin "No queríamos nada de ella en esta casa" Juzgada y declarada irredimible a la edad de diecisiete años. Kate se dio la vuelta, asqueada. "Y su nombre es Dolores" dijo Flora Quillin. "Mis disculpas" dijo Kate "Entendí que ella prefería llamarse Dory" "Sólo una forma más se desviar la crianza de sus padres y todas las leyes de Dios" dijo Roland Quillin. "Gracias, amigos" dijo Taylor "Buenas noches" Los detectives se metieron en el coche, Taylor detrás del volante. Él se encorvó sobre ella, mirando hacia la sellada y oscura casa; las luces se habían apagado con su partida. Taylor miró a Kate "Estoy tratando de averiguar que tendría que hacer uno de mis hijos para que yo lanzara uno de sus culos de forma permanente a la calle. No sé, Kate…¿qué diablos harías si tu hija decide ser una prostituta en Hollywood Boulevard?" "Ed, no lo sé ¿Pero podrías descartar por completo a una niña, como si fuese algún tipo de mala deuda? La criaron desde bebé...ahora podrías pensar que ella no era más que una mosca muerta" Taylor frunció el ceño hacia la casa "Creo que los Quillins son posibles sospechosos" Kate miró a Taylor con asombro. "Kate, ellos tienen un motivo…la forma como Dory jodió sus vidas" "Seamos serios, Ed. Por lo que dijo Maggie Schaeffer y las propias declaraciones de los Quillins, el odio era mutuo. Además, los padres no matan a sus hijos" y añadió con seriedad "Al menos no físicamente" "A veces sientes que quieres hacerlo, Kate" dijo Taylor con seriedad "…las cosas que hacen. Y un segundo es todo lo que necesitas para recoger un bate de béisbol. Y viste la

forma en que estaba muerta esa chica, la expresión de su rostro como si quisiera abrazar a quien le atacó" "Si ellos se odiaban mutuamente…" "No creo eso" dijo Taylor "Odiar a tu propio hijo, tu propia carne y sangre ¿cómo puedes comprar eso?" "Pero ¿por qué iban a querer hacerle algo ahora? Esto ha estado sucediendo desde que tenía catorce años. Ellos la echaron de su vida hace dos años, todo el daño que hizo ya estaba hecho ¿Por qué ahora? ¿Qué pudo haber pasado para hacer una diferencia ahora?" Taylor se encogió de hombros "Kate…" dijo con tristeza "…sé que algunos de ellos se ven muy jóvenes e inocentes pero ¿cómo puede alguien ser una prostituta y lucir como ella?" "Me pregunto lo mismo" admitió Kate. "Cristo, parecía como si nunca hubiese sido tocada" "Tal vez nunca sintió como si lo hubiesen hecho" dijo Kate. "He escuchado..." dijo Taylor y aclaró su garganta. Otra de sus delicadas preguntas, pensó Kate. Parte del juego que jugaban era que ella sabía que Taylor sabía que ella era lesbiana, pero ninguno de ellos lo discutían o lo admitían…Taylor porque obviamente se sentía incómodo con el tema y ella porque estaba convencida que su eficacia profesional dependía de la discreción y el silencio. "He escuchado que muchas prostitutas en realidad son lesbianas" dijo él. "He escuchado eso también" dijo Kate fácilmente. "¿Crees que es cierto?" "Sólo si abandonas la teoría de que las prostitutas realmente odian a los hombres" "¿Todas las lesbianas odian a los hombres?" ¿Cómo diablos voy a saberlo? pensó Kate con irritación ¿Acaso por el amor de Dios soy una experta con respecto a todas las lesbianas que han vivido? "Algunas lo hacen" respondió ella "Algunas mujeres heterosexuales también lo hacen" "Pero tú no ¿verdad Kate?" preguntó Taylor inocentemente "Crees que los hombres están bien ¿no?" "Uno o dos" respondió Kate secamente.

Taylor se echó a reír. Con una última mirada a la casa oscura de Quillin se alejó de la acera.

Capítulo 5 Kate se dirigió sin prisa desde Olympic Boulevard hacia la ciudad de Santa Mónica, avanzando a través de sus pensamientos como si circulara por el océano así como por el tráfico de la noche. Los rostros se filtraban por su mente: Maggie Schaeffer; Patton; Roland y Flora Quillin. Andrea Ross. Y siempre Dory Quillin. Después que Taylor se había ido a casa, Kate se había quedado en la estación comprobando la Unidad de Registros y comprobando que efectivamente Dory Quillin había sido detenida como menor de edad, por un cargo de prostitución. Entonces Kate examinó la pila de tarjetas de entrevistas recopiladas por los funcionarios de Hansen…entrevistas con los propietarios y clientes de las empresas de la ladera, el personal y los huéspedes del motel. Había descubierto que catorce ventanas del motel daban hacia el estacionamiento del Bar Nightwood, los huéspedes habían ocupado nueve de esas habitaciones. Aproximadamente a las seis de la tarde de un tranquilo e idílico día del Padre, el asesino de Dory Quillin había tenido suerte, nadie había mirando por ninguna de las ventanas que daba al estacionamiento compartido por el Casbah Motel y el bar Nightwood. Si los expedientes de identificación eran inútiles para suministrar pistas, reflexionó Kate hoscamente, parecía poco prometedor seguir con las entrevistas que ella y Taylor realizarían en los próximos días. A menos que los técnicos encontraran algo muy inusual en la van Volkswagen, Dory Quillin probablemente se convertiría en una estadística más entre los archivos de violencia criminal del Condado de Los Ángeles, una mezcla permanente entre los casos no resueltos de la ciudad. O tal vez llegaría el día en que algún conductor asesino fuese finalmente capturado aquí o en alguna otra ciudad y confesaría sin más y sin darle importancia, también maté a unas cuantas personas más. Una niña en Los Ángeles. Allá en el 85, con un bate de béisbol...Y los detalles espeluznantes de otra versión de Juan Corona (asesino serial encarcelado en los Estados Unidos por crímenes cometidos en ese país) o Henry Lee Lucas (otro asesino serial)resaltarían a través de los titulares de los periódicos de la nación... Kate se encogió de hombros con impaciencia, al darse cuenta que estaba aplicando al caso de Dory Quillin su propia teoría sobre homicidios no resueltos en general…que un porcentaje significativo habían sido cometidos por monstruos errantes y anónimos, asesinos en serie que vagaban de ciudad en ciudad, de estado a estado, destrozando vidas sin el menor escrúpulo o remordimiento por los horrores que cometían. Apagó la Olímpica y decidió que en lugar de reflexionar inútilmente sobre los asesinos en serie, debería mirar con interés la bebida que pronto tendría para ponerle fin a este largo

día. Entró en el garaje subterráneo de su apartamento en la Avenida Montana preguntándose por qué en los Estados Unidos no podía producir un whisky decente propio. Encendido las luces de su apartamento, frunció el ceño ante la ventana abierta y el escudo de polvo recién formado en los muebles. Mucha madera aquí, había comprado demasiada madera…una enorme mesa de teca, un escritorio, un bar, armarios y estantes para libros, un estante para revistas, incluso el sofá y las lámparas estaban acentuados en madera…toda eso comprado un año atrás. Necesitando símbolos no tangibles de Anne, sabiendo que llevaría a Anne con ella donde quiera que viviera y por el tiempo que viviera, había vendido sin pesar todos los muebles, junto con su casa en Glendale. Y había comprado toda esta madera en una compulsión por rodearse de sustancialidad, de objetos que sugirieran solidez y permanencia: la muerte de Anne había sido demasiado y había quitado la tierra debajo de ella. Sirvió whisky generosamente sobre los cubos de hielo, limpiando unas cuantas gotas del mostrador con una toalla, tristemente consciente de su pulcritud. Había vivido con Anne durante doce años en un cómodo desorden; ahora estaba obsesionada con el orden. Miró su contestador; la luz parpadeaba. Kate querida, soy Ellen ¿Podemos almorzar esta semana? Stephie y yo vamos a la marcha de Orgullo Gay este domingo, luego nos vamos de vacaciones...¿Puedo verte antes de esa fecha? Sigues siendo la policía favorita de todos en Modern Office...la mía también. Te amo, adiós Kate... "Adiós, Ellen" murmuró Kate "Yo también te amo" Se quitó la chaqueta y la arrojó sobre una silla, resistiendo la necesidad de colgarla en el armario del dormitorio. Pensando en Ellen O'Neil y la investigación del homicidio en Modern Office, donde había conocido a Ellen hacía más de un año, volvió a la nevera para añadir cubitos de hielo a su bebida. Bebió una buena cantidad de whisky y luego seleccionó jamón envasado __y un poco de queso para un sándwich. El whisky quemó su garganta y extendió su calor. ¿Qué había dicho Andrea Ross esta noche acerca de su falta de respuesta al avance de Dory Quillin? Necesitaba todo de mí misma por mí. Cinco meses después de la muerte de Anne ella misma no había necesitado menos. Pero fue cuando conoció a Ellen O'Neil…cuando no había tenido ni una migaja emocional que ofrecer a alguien. Difícilmente podía lamentar esa reunión o esa noche tan necesaria cuando Ellen le había refugiado entre sus brazos. Pero ahora voy a volver a la vida, pensó ella, algunos de los lugares muertos comienzan a regenerarse...

Excepto por el momento adecuado de su reunión, Ellen estaría esperando por ella en estos momentos en el tranquilo dormitorio oscuro al final del pasillo. Kate tomó otro sorbo de whisky calentándose y dirigió un pensamiento venenoso hacia Stephanie Hale. Sea cual sea su opinión de la egocéntrica y frágil profesor de la UCLA, tenía que darle crédito: había luchado por Ellen. Se había recuperado rápidamente de su asombro y rabia ante la amenaza de una relación que había considerado segura más allá del desafío. Había comprado una casa para complacer a Ellen, a pesar que la acción sería un riesgo ante la exposición de su relación con sus colegas académicos, a pesar de que la compra de una casa asequible significaría vivir en el despreciado San Fernando Valley. Incluso había aceptado incondicionalmente las ambiciones de carrera de Ellen. Y Ellen se había comprometido a hacer que la relación funcionara "Ni siquiera puedo pensar en ti como una alternativa" le había dicho a Kate en su manera franca "Anne llena cada rincón de tu vida. No hay espacio para nadie más" No había otra opción ética, como Kate lo veía, sino aceptar la decisión de Ellen, Ellen le ofreció el cariño y la lealtad de su amistad. Ahora tenían almuerzos ocasionales juntas, tomaban una copa después de la hora del trabajo…lo que el tiempo permitía. Todavía había una atracción entre ellas y Kate se daba cuenta que eran cuidadosas la una con la otra, ninguna de ellas queriendo hacer algo para lastimar a la otra. Esa noche…¿cuánto tiempo había pasado? Casi un año y medio desde que había llorado entre los brazos de Ellen O'Neil y luego después de eso, después de eso...No había habido alguien más después de Ellen, nadie remotamente tentador o incluso interesante...Hasta esta noche. Llamaría a Ellen mañana, almorzaría con ella tan pronto como tuviese oportunidad de respirar con la investigación de la muerte de Dory Quillin. De pronto agotada, Kate puso la comida en la nevera y agarró el whisky y se dirigió a su dormitorio, sus pensamientos sobre Ellen O'Neil se atenuaron ante la imagen de Andrea Ross.

Capítulo 6 Kate aparcó el Plymouth en el bulevar Washington frente al depósito municipal de la división Wilshire. Taylor salió con desánimo del coche y metió la faldón de su camisa deportiva amarilla en los pantalones, después de tirar su chaqueta y corbata en el asiento trasero. En el camino

había gruñido su opinión de que este caso era una gran pérdida de tiempo y produciría un enorme y gran cero en sus esfuerzos y caducaría. La vans Volkswagen estaba en el último garaje de la fila en la parte trasera de la parcela "Baker…" llamó Kate mientras ella y Taylor entraban en el edificio de metal "…vamos a entrar" El hombre de las huellas digitales trabajaba en la parte delantera de la camioneta, con su cabeza calva muy quieta colocaba la cinta sobre una huella latente en el salpicadero. El polvo gris de las huellas dactilares cubría toda las superficie expuesta. Él no respondió ni levantó la cabeza hasta que levantó con cuidado la cinta adhesiva transparente, con una huella digital conservada "Adelante" espetó él. Kate se acercó a la puerta del lado abierto de la vans, barriendo las partículas de polvo de las huellas digitales que se aferraban en su chaqueta marrón y pantalones. Taylor pasó junto a ella hacia la estantería improvisada en la parte trasera de la vans mirando hacia abajo hacia la bolsa de comida para gatos debajo del estante inferior "Me pregunto qué pasó con el gato" dijo él. Kate estaba en la mesa de formica blanca que Dory Quillin había utilizado como escritorio; ésta estaba cubierta del polvo gris de las huellas digitales. Abrió el cajón individual. Habían cinco billetes de cien dólares en abanico visibles en la parte inferior del cajón y tres bolsas de plástico transparente con polvo blanco. "Coca" anunció Taylor junto a ella "Un par de onzas ¿Qué crees?" "Eso parece" dijo Kate brevemente. "Drogas…" dijo Taylor "…hasta ahora nuestra víctima de rostro angelical iba tras mujeres, hombres y ahora drogas. Tal vez era una estrella de porno" Kate escuchó la amargura en el sarcasmo y se dio cuenta que sentía la misma sensación por haber sido engañada por Dory Quillin. Taylor señaló el dinero "Los billetes de cien dólares, recompensa de Johns" "Probablemente" Kate estuvo de acuerdo "Lo mismo pasa con la coca. Hoy en día es lo mismo que dinero. Ed, si ella estaba haciendo billetes de cien dólares y bolsas de coca, no estaba obteniendo sus clientes de las calle" "No" puso una mano en la funda de su cinturón "Kate…" dijo con entusiasmo "…si ella estaba consiguiendo cien dólares tal vez tuvo a algún pez gordo temblando"

Deliberadamente alentó su renovado entusiasmo, ella ofreció "Un muy buen motivo para un asesinato, Ed" ¿Por qué no? pensó con resignación. Vamos a añadir el chantaje a la lista. Taylor asintió "El lugar no parece perturbado. Si el dinero y la coca seguían aquí, tal vez tenía una lista en alguna parte" "Quizás" agarró una libreta amarilla que estaba extendida boca abajo sobre la mesa. "Qué demonios…" murmuró Taylor. Kate miró los tres enormes y pesados bloques fuertemente entintados de impresión negra: S285 S288 S290 Cada letra y número quizás tenían cuatro pulgadas de alto por dos de ancho, los tres bloques llenaban la parte superior de la página. Recordó su propio hábito de dibujar los contornos de las flechas y luego rellenarlos. Pero ninguno de los garabatos que hacía distraída eran tan grandes y llamativos como estos bloques de impresión que parecían gritar desde la página. Intrigada y perpleja, decidió conservar la almohadilla como evidencia. Para su propia referencia, copió las letras y los números en su libreta, notando que cada S era decididamente deforme, con un engrosamiento en su curva descendente, con cuidado duplicó la forma. Miró los fragmentos que se adherían al papel en la parte superior del anotador, un bolígrafo destapado yacía junto al anotador "Una página fue arrancada" dijo ella "Ed, creo que todo esto podría significar algo" "Sí" dijo Taylor desinteresadamente. Se agachó sobre una rodilla para examinar los libros apilados en el suelo al lado de la mesa. Distraída con el anotador, Kate preguntó por pura curiosidad profesional "¿Qué tipo de libros son?" "Novelas" respondió Taylor. Agarró una tras otra "Amándola, El gen homosexual, El camino de la Lesbiana…Jesús, aquí está uno llamado Antiguos cuentos de lesbianas" "Me hago una idea" dijo Kate con una sonrisa, pensando que a ella misma le gustaría leer alguno de los libros. Se inclinó más cerca de la libreta amarilla, examinándola.

"Baker…" gritó ella "…¿podrías venir aquí por un minuto y polvorear algo por nosotros?" Con un gruñido de aceptación Baker salió de la parte delantera de la camioneta. Kate señaló "La parte superior de esta página ¿podrías sacar la impresión a partir de la página anterior?" Baker se agachó inmediatamente, sus ojos a nivel de la parte superior de la mesa y sacudió el polvo color gris en la parte superior del papel amarillo. Kate pudo ver claramente: 15 de septiembre 1985 y debajo de eso, en el margen izquierdo, las letras Qu comenzando una palabra que había sido cortada por los bloques de escritura. "El décimo quinto fue el sábado…" dijo Kate "La página arrancada puede estar por aquí en alguna parte" "De ninguna manera" dijo Baker resentido "Su bolsa de basura se encuentra entre los asientos delanteros. No hay nada en ella, sino toallitas" "¿Por qué no estaría aquí?" desafió Taylor "Aquellas cartas…" hizo un gesto hacia el anotador "…podrían ser las dos primeras letras de "Querida" Tal vez estaba escribiendo una carta a alguien y la envió" "Muy cierto" dijo Kate, complacida con él. "¿Y cómo sabemos que la escribió el sábado? Podría haber puesto esa fecha en cualquier momento" "También es cierto" admitió Kate "Mira, Ed, el nuevo anotador…de donde arrancó la página es el primero. Creo que estaba en este escritorio haciendo esta página con lo-quesea-que-hacía justo antes que la mataran. Mira cómo algunas de las última cifras no estaban completamente llenas. Y mira el bolígrafo…estaba destapado" "Kate, mucha gente deja los bolígrafos destapados" Kate agarró el bolígrafo "Éste es de tinta. Con una punta puntiaguda, esa es la razón por la que marca la página de abajo. Las personas no dejan destapados los rotuladores" "Pero estaba fuera de la vans cuando la compró" "Alguien entró en la vans, mientras ella estaba sentada aquí, ella salió…" "Los dejo sabuesos…" dijo Baker ácidamente "…algunos de nosotros no tenemos tiempo para estar alrededor y teorizar" Kate sonrió mientras él caminaba hacia la puerta para regresar a su trabajo. El irascible Baker era un excelente técnico en huellas dactilares "Ed…" dijo ella "…tal vez tienes razón

con esa lista, tal vez está por aquí. Vamos a echar un vistazo de cerca. Revisaré la cesta de mimbre" Desabrochó la tapa y la levantó. En la parte superior, cuidadosamente doblada, estaba una camisa de seda blanca como la nieve y pantalones blancos de seda, dos pares de bragas de seda blancas y dos sostenes de encaje a juego, el tamaño de la copa era muy pequeña. Kate tocó la suave tela de la camisa. Esta tenía que ser la ropa que Dory Quillin llevaba a sus encuentros sexuales. Había encontrado su billete de salida de Hollywood Boulevard por comprender…instintivamente o de otra manera...las fantasías masculinas básicas. En esta ropa blanca era joven y virginal, sería la fantasía de muchos hombres como una niña angelical…o un niño angelical. Otra ropa también yacía doblada cuidadosamente en la cesta: bragas y sujetadores convencionales, calcetines, pantalones cortos, camisetas sin mangas, vaqueros, camisetas, sudaderas. La ropa real que Dory Quillin llevaba, pensó Kate. Estas prendas de vestir de seda eran un disfraz, un simulacro, un juego, una pretensión… Se encogió de hombros con exasperación. Una vez más estaba idealizando, nuevamente estaba construyendo un personaje de una expresión que había percibido en esos espectrales ojos azul plata de la chica muerta. Si alguien debería ser objetiva sobre Dory Quillin, debería ser ella…la detective encargada de la investigación de su asesinato. Debajo de la ropa, Kate extrajo un bolso de hombro blanco de lona y plástico tejido, las tiras colgaban del bolso…el bolso de una adolescente. Su contenido estaba bien ordenado y obviamente sin revisar. Kate usó su bolígrafo para mover los objetos para una mejor visión. Había una cartera, un peine de mango largo, un cepillo, un compacto, una caja que contenía…de acuerdo a la etiqueta…sombras de ojos azul, un paquete de toallitas del tamaño para llevar en un bolso, otro bolígrafo como el que estaba en el escritorio y una pequeña libreta de espiral que Kate sacó y abrió. No era, como había esperado, una libreta de direcciones. Sólo la primera página del cuaderno contenía la escritura: S285 S288 S290 Estos habían sido garabateados, como si hubiese sido escrito a toda prisa o con agitación.

Kate sacó la billetera, una simple billetera de cuero doblada igual que la suya, con un bolsillo para las monedas, una ventana que mostraba una licencia de conducir y varias ranuras para tarjetas de crédito. La licencia de conducir mostraba la foto descentrada de una seria Dory Quillin y la fecha de nacimiento del 03/05/63; se había estado haciendo pasar como de veintidós años. Kate revisó los compartimientos: un billete de veinte, uno de cinco, seis de uno; las ranuras para las tarjetas de crédito contenían una docena de tarjetas de presentación y una hoja de papel doblada. "Ed…" dijo ella en voz baja. Taylor se apartó de su inspección a los estantes de los alimentos de Dory Quillin. Silbando, examinó las tarjetas de presentación que Kate había extendido sobre la mesa y la hoja de papel adicional que alisó, enumeraba nueve nombres y números de teléfono. "Bingo" dijo él "Mira los títulos en estas tarjetas de presentación, Kate. Ejecutivos de General Electric, Wells Fargo, Arco, Bank of America" leyó él "AT & T, GTE…eso es un buen toque, usaba ambas compañías telefónicas. Alcoa…es un buen toque también, tal vez ellos hicieron el bate. Twentieth Century Fox, NBC-TV. Y mira esto, Kate. Smith Barney. De donde hacía dinero a la antigua" Kate sonrió con tristeza y luego pasó un dedo por la lista de nombres y números en el papel "Podría ser interesante, comprobar estos números" "Apuesto a que son más inmuebles de las empresas de Fortune 500" añadió Taylor alegremente "Es pan comido vamos a tener algunos capitanes de la industria de cara roja" Kate le mostró la libreta "Idénticos a los del anotador. Creo que esto podría significar algo importante, Ed" "Mi apuesta es que significa una mierda. Sólo en las novelas las víctimas dejan mensajes muertos" "Puede que tengas razón…" admitió Kate "…pero tengo la sensación...que hay un montón de trabajo aquí, Ed. Al revisar estas nuevas pistas potenciales, hablando nuevamente con las mujeres en el Bar Nightwood, los padres de Dory. Ahora que lo nuevo ha surgido" "Un viaje de regreso al Bar Nightwood" dijo Taylor "Esta vez me pondré mi chaleco a prueba de balas" "Tal vez sería mejor si lo hago en solitario" sugirió Kate con una sonrisa "Tampoco soy bienvenida allí, pero encajo un poco mejor que un cerdo patriarcal"

"Oink gruñido…" dijo Taylor de buen humor y regresó a su revisión de la camioneta de Dory Quillin.

Capítulo 7 Walter Phillips era calvo, en sus cincuenta años, aseado y bronceado; llevaba un traje negro sutilmente a rayas, una camisa blanca y una corbata gris. Mientras Kate y Taylor caminaban a través de una extensa alfombra oriental él se colocaba de pie detrás de su escritorio, les tendió una mano, había dado instrucciones directas a su secretaria de cabello gris que dejara entrar a los detectives. Después del ritual de presentación e identificación, Kate y Taylor se sentaron en los sillones frente al enorme escritorio de teca en forma de boomerang cubierto por un puñado de papeles y una terminal de computadora. Phillips se sentó en su sillón de cuero y miró a los detectives con cordial expectativa. Del sobre archivador gris de la ciudad de los Ángeles Taylor deslizó una foto de Dory Quillin, una fotografía de Shapiro recortada en la cabeza. Dijo cortésmente "Tenemos información de que conoce a esta persona, Sr. Phillips" Los planos pulidos del rostro bronceado se congelaron en inmovilidad mientras Phillips miraba el brillante rostro de Dory Quillin muerta "¿Qué es todo esto...?" él miró a Kate, su oscura mirada le atravesó. "¿Qué nos puede decir acerca de esta persona?" repitió Kate con frialdad, lo que reforzó el enfoque de confrontación de Taylor. Para desestabilizarlo aún más golpeó con un dedo sobre la foto que Taylor había puesto sobre la mesa, para dirigir su atención hacia ella. Pero no miró hacia abajo en la foto, sino que fijó su mirada en Taylor "Tengo derecho a saber exactamente de que se trata todo esto" su voz era firme y autoritaria. Demasiado confiado, decidió Kate. Mucho más allá del ataque sorpresa, su mejor táctica probablemente sería darle a este hombre la vida de Dory Quillin. Phillips se dirigió a Taylor en un tono tenso "Tengo derecho a saber exactamente qué tipo de problema trae a la policía a mi oficina bajo el supuesto error de que yo pudiese estar asociado con este problema" "Asume que hay problemas…" Kate ganó tiempo, observándolo, desinteresada de las parafernalias de esta espaciosa oficina en las alturas de la esquina de la torre del Bank of America.

Phillips inclinó su cabeza hacia la foto que yacía extendida sobre su escritorio, sus ojos parpadearon al verla y luego alejó la mirada "No se necesita mucha imaginación para ver cuando fue tomada" "Sí señor" respondió Taylor "Y nos gustaría que nos dijera lo que sabe de ella" "No sé una maldita cosa. Y desde luego, nada en absoluto acerca de su muerte" Fue suficiente; aunque indirectamente, había admitido conocer a Dory Quillin y Kate lo presionó "¿Dónde la conoció?" "Conozco mis derechos, Detective. No tengo que responder a sus preguntas, tengo el derecho a un abogado" "Con todo respeto, señor, estamos llevando a cabo una investigación, no haciendo una acusación" Sus ojos se encontraron y sostuvieron los de Kate, igualó la fuerte mirada oscura con dificultad. Pero sintió como disminuyó la intensidad y la concesión en la mirada antes de escuchar las palabras "En el Hyatt, en el bar" suspiró audiblemente y luego preguntó "¿Qué pasó?" "Fue asesinada anoche" respondió Kate, todavía sosteniendo su mirada "Un golpe en la cabeza" Él parpadeó y desvió la mirada hacia la foto y luego cerró sus ojos por un momento "¿Ella...sufrió?" Ante este primer signo de humanidad en Walter Phillips, Kate sintió que se ablandaba involuntariamente. La misma pregunta que había hecho Flora Quillin…pero este hombre había dejado caer cuidadosamente su fachada para hacer esa pregunta y proviniendo de él fue muy extraño. "Al parecer no" respondió Kate suavemente "¿Cómo organizaba los encuentros con ella sr Phillips?" y añadió "Estamos muy al tanto de sus…actividades" Él puso las manos sobre el escritorio y los miró, manos pequeñas con dedos cónicos, las uñas con el brillo parecía ser producto de una manicura profesional "Un servicio de contestador. Ella regresaba mis llamadas" "¿Dónde se conocieron?" Continuó inspeccionando sus propias manos "En el Hyatt, en el bar. A veces me esperaba…" Phillips se interrumpió como si lamentara la información que había ofrecido voluntariamente, luego continuó con tristeza "…a la vuelta de la esquina de aquí"

"¿Quién le habló sobre ella?" preguntó Taylor. Los ojos de Phillips se elevaron hacia él "Ya le he dicho como la conocí" Kate se inclinó hacia delante "Sr Phillips, los grandes hoteles tienden a tener mucho cuidado con las mujeres solteras que frecuentan sus bares. Tenemos una lista de sus clientes masculinos, vamos a hablar con todos ellos. En este punto solo estamos haciendo preguntas de rutina, está en usted cooperar. A menos que no le importa el problema de mayor visibilidad" "Darryl Smith" dijo Phillips "Nueve pisos más abajo" Kate recordaba el nombre entre aquellos que habían conseguido de la lista de números de teléfono de Dory Quillin. "Mire…" dijo Phillips "…ella era...hubo algunos buenos momentos, eso es todo..." Taylor preguntó "¿Con qué frecuencia la veía?" La mirada de Walter Phillips se desvió hacia un punto entre Kate y Taylor "Tal vez...una vez al mes. Cada vez que ella decidía devolverme las llamadas. A veces pasaban dos semanas o más antes que regresara mis llamadas. Era independiente como el infierno, era…" Phillips parpadeó y se interrumpió. "¿Cuánto le pagaba?" preguntó Taylor. Los ojos oscuros se estrecharon bruscamente "Teníamos citas para cenar. Le compraba bebidas y la cena" "¿Su relación era platónica?" preguntó Taylor sarcásticamente "O ¿nos estás diciendo que ella estaba satisfecha con la comida y la bebida a cambio de sus servicios profesionales?" "No tengo idea de lo que hacía con otros y no me importa" dijo Phillips su voz nuevamente autoritaria "Teníamos citas para cenar. Eso era todo" "¿Tal vez compartían un poco de cocaína, junto con las bebidas y la cena, Sr. Phillips?" "No voy a dignificar eso con una respuesta" Kate escuchó este intercambio con impaciencia; Phillips era demasiado listo para admitir el hecho ilícito de posesión de drogas y mucho menos la solicitud de una prostituta. Ella interrumpió "¿Cuándo fue la última vez que la vió?" "Hace más de un mes. Nunca regresó mi última llamada…" se interrumpió y sus ojos se distanciaron, como si estuviese examinando el carácter definitivo de esas palabras. "¿Qué clase de persona era?" preguntó Kate en voz baja, en su ensueño.

"Ella era dulce y divertida...se reía de mis chistes. Era inusualmente bonita…" se encogió de hombros "¿Qué espera que diga?" Algo más, pensó ella. Algo mejor. Preguntó con dureza "¿Dónde estaba la noche del domingo, Sr. Phillips?" Su mirada se centró en ella nuevamente "En casa" dijo con resentimiento. Y añadió en un bajo tono reticente "Con mi esposa. Y los niños. Jesús…" expresó repentinamente "…usted no tendrá que comprobar eso ¿verdad? Jesucristo" "Eso está por verse" dijo Kate sin piedad. Cerró su libreta, dejó caer una de sus tarjetas sobre el gran escritorio de Phillips y se levantó "Es posible que tengamos más preguntas" dijo ella. Sacudiendo su cabeza, Phillips giró en su silla para mirar por encima de las torres de la ciudad. Darryl Smith mandó a decir que estaba en una reunión, pero que saldría momentáneamente y cinco minutos más tarde, saludó sombríamente a los detectives en el cubículo dividido por vidrio que era su oficina en el departamento de auditoría. Una versión rubia más joven que Phillips, pero con mucho menos cabello, que llevaba un traje azul marino, Smith se sentó rígidamente erguido, miró inexpresivamente la foto de Dory Quillin, reconociendo que era conocido de ella, emitió respuestas corteses pero concisas al igual que Walter Phillips y no ofreció nada más. En Wells Fargo fueron recibidos inmediatamente y de manera educada y la ilusión de la cooperación por parte de Thomas Wilson. También de Robert Stone en AT & T, John Moore en Alcoa, Donald Lee en Arco, quienes dieron respuestas idénticas a cada pregunta planteada y ningún detalle que proporcionara información fresca o pistas de ningún tipo. "Cristo…" murmuró Taylor cuando él y Kate se sentaron en el Plymouth para completar sus notas "Todo el mundo en esta lista negra sabe que venimos, todos están preparados y listos. Estos otros nombres que necesitamos comprobar, vamos a terminar como zapatos de cuero gastados y punto. Ejecutivos, mierda. Son peores que los políticos" "Se pasaron a Dory Quillin de mano en mano como una bolsa de papas fritas" dijo Kate con amargura, cansada, sintiendo su cansancio como un peso de plomo "Esta es una versión completamente nueva de la vieja red" Taylor lanzó su libreta de notas en el asiento entre ellos "Apuesto a que incluso tienen coartadas para aquellos que no están cubiertos" Ella respiró profundamente y expulsó todo el aire "Fue mi culpa, nunca debí decirle a Phillips que teníamos una lista. Metí la pata, Ed"

"Estás bromeando ¿verdad? En el momento que hubiésemos salido de su oficina, él habría llamado a sus amigos. Lástima que empezamos con un pájaro inteligente como Phillips. Pero mierda, todas estas aves son inteligentes. Son a los ladrones estúpidos que capturamos, no a los más inteligentes" Kate miró su reloj "Vamos a dividir el resto de los nombres de la lista, Ed y a separarnos. Te dejaré en la estación, tal vez podrías ver si algo interesante ha surgido de los números de matrícula de los vehículos en la escena del crimen. Tal vez podrías empezar a trabajar en la orden de allanamiento que necesitamos para revisar el archivo de Dory en el consultorio de su psiquiatra. Haz lo que puedas y luego ve a casa y disfruta una buena cena a una hora decente con Marie" Taylor asintió "Te vas a casa también, Kate. Pareces cansada. El Bar Nightwood puede esperar hasta mañana" "Quiero quedarme en esto. Si hay un rastro en algún lugar, no quiero que se enfríe" Taylor arrancó el Plymouth y luego le sonrió "Dale mis saludos a Patton" Kate sonrió, pensando en Andrea Ross, preguntándose si estaría en el bar Nightwood.

Capítulo 8 Después de dejar a Taylor, una entrevista más infructuosa convenció a Kate que otro contacto con los hombres de la lista de Dory Quillin podía esperar, tal vez un espacio de tiempo de un día o dos podría introducir el elemento aprehensión y dar lugar a incoherencias útiles en sus historias. Entrando con la Plymouth en la autopista de Hollywood, admitió que no había ninguna justificación real para regresar a West Hollywood…sólo una sensación persistente de tener asuntos pendientes allí. Tal vez la necesidad de ver a la luz del día la casa y el vecindario donde Dory Quillin había crecido y se había escapado cuando sólo tenía catorce años. O tal vez para confirmar con la luz del día que los dos padres que habían borrado de su vida la existencia de una hija, seguían siendo implacables incluso ante su muerte. Al cruzar la avenida La Brea en West Hollywood, Kate desaceleró el Plymouth tanto como el tráfico se lo había permitido. Al final de la tarde con la luz del sol bañando la ciudad, cruzó a lo largo de Santa Mónica Boulevard, feliz de estar sin Taylor a su lado, dispuesta a mirar las tiendas de ropa y restaurantes y cafés al aire libre y toda la actividad de la calle, eufórica como una niña en vacaciones de verano. Sabía que la fuente de su placer era pura ubicación geográfica: el simbolismo de esta ciudad, una ciudad donde era bienvenida, un lugar donde pertenecía.

Roland Quillin estaba de rodillas en su jardín sobre las flores que recubrían el borde de la casa, trabajando con una paleta corta en la base de un rosal, moviendo la tierra del suelo y suavizándola. Mirando su diligencia, Kate caminó por el césped. Como si sintiera la vibración de sus pasos, su movimiento rítmico se desaceleró, la miró y sobriamente le saludó con la cabeza. Cuadrando con tensión sus hombros, reanudó su trabajo. "Siento molestarle…" dijo a su espalda sin importarle la descortesía "…¿está la señora Quillin en casa?" Se puso en cuclillas sobre sus talones, con manchas de barro en las rodillas de sus pantalones grises de algodón y se limpió la frente con una manga de su camisa; la cicatriz curva en su pómulo parecía perlada por el sol "Está descansando, tuvo una cirugía de cáncer hace unos meses. Hoy está cansada, no me gustaría molestarla tan pronto" "Por supuesto" dijo Kate con simpatía inmediata, recordando una vez más que la vida de muchas personas no eran menos dolorosas que la de ella "Espero que se recupere sin demasiados problemas" "Bueno, fue cervical, creen que quitaron todo. Vio al médico de nuevo esta mañana, siempre le agota" se arrodilló nuevamente y continuó con su trabajo "Sin ánimo de ofender, espero que la policía no tenga que molestarnos nunca más. No sabemos nada de lo que le pasó a Dolores. Ahora está con Dios, soportando su juicio" Pensativa, Kate observó a Roland Quillin palear y amontonar suciedad alrededor de los rosales, el vello oscuro largo se enmarañaba en sus gruesos brazos, los guantes manchados de tierra protegían sus manos. Obviamente, ni una noche de sueño, ni este brillante nuevo día de junio habían traído ninguna nueva perspectiva a los Quillins. "Sólo tengo un par de preguntas" dijo finalmente "¿Sabe el nombre de la mujer negra que su hija trajo aquí y cómo podemos llegar a ella?" El movimiento no se detuvo "No tengo idea ni Flora tampoco. Dolores debió decirlo pero lo sacamos inmediatamente de nuestra mente" "¿Tiene alguna idea del por qué su hija hizo un viaje hasta el centro de California dos días antes de su muerte?" El movimiento disminuyó, luego reanudó su actividad y hundió la pala en el suelo "No tengo idea" dijo Roland Quillin. Hay algo aquí, decidió Kate. Con deliberada lentitud sacó su libreta del bolso. Roland Quillin detuvo su trabajo y otra vez se sentó sobre sus talones mientras ella hacía una nota de su pregunta exacta y su respuesta.

Él se puso de pie, se quitó los guantes de jardinería, los metió en un bolsillo trasero "Si tiene más preguntas, vamos adentro" dijo secamente "No es problema de los vecinos" "No tengo más preguntas en este momento" dijo Kate "Espero que la señora Quillin pronto se sienta mejor" añadió uniformemente "Estaré en contacto nuevamente" Kate estacionó en La Brea. La calle estaba tranquila y sombría, sus negocios cerrados por la noche. Caminó por la colina con poca luz hacia el Bar Nightwood, notando que a las diez en punto las cortinas de todas las ventanas del Casbah Motel estaban cerradas, o los huéspedes eran madrugadores o probablemente había pocos huéspedes. En contraste el interior del Bar Nightwood parecía excesivamente brillante. Desde la entrada vislumbró a Andrea Ross sentada a solas en una pequeña mesa leyendo una revista. Kate rápidamente alejó su atención de la evaluación del ambiente, asintiendo con la cabeza a Maggie Schaeffer quien se apoyó en la caja registradora, sus brazos cruzados, mirando a Kate, estaba vestida con pantalones color beige y una camisa manga larga lavanda con un brazalete color lavanda. Tal vez habían quince mujeres presentes, al parecer una gran cantidad de público para un lunes por la noche, pero el lugar se sentía extrañamente tranquilo. La televisión de la barra tenía su volumen tan bajo que podía escuchar sólo un bajo zumbido del diálogo, Chris Cagney argumentaba vehementemente con una estoica Mary Beth Lacey. Desde la mesa de billar se escuchaba el clic y el choque de las bolas: una mujer en vaqueros desteñidos con bolsillos deshilachados brevemente la inspeccionó luego se inclinó para estudiar su siguiente movimiento, su oponente le miró, su taco de billar colgaba en su hombro como un rifle. En el bar, de espaldas a ella, Patton estaba sentada con Roz, junto a Patton estaban las dos mujeres negras que Kate había entrevistado ayer, Raney y Audie. En una mesa, Kendall estaba sentada entre Ash y Tora, las tres con la barbilla sobre sus manos, sus miradas centradas en el tablero de Scrabble. Todas las mujeres en el Bar llevaban brazaletes idénticos; Kate notó una cesta de bandas lavanda en el extremo de la barra al lado del tazón de vidrio lleno de monedas en beneficio de la lucha contra el sida. Patton giró su taburete. Mirando fijamente a Kate mientras empujaba hacia atrás su gorro de marinero y luego le dio un codazo a Roz, dijo algo a Raney. Una a una las mujeres en el bar se voltearon para mirar a Kate. Sin ninguna prisa avanzó tranquilamente por la habitación, Kate se acercó a la máquina de discos y vio que estaba oscura…una de las razones para el silencio anormal y otra señal de respeto hacia Dory Quillin por Maggie Schaeffer y las mujeres de este bar. Kate echó un vistazo a algunas de las selecciones de la música "You Needed Me" "Just One Look" "No Go Breaking My Heart" "More Than A Woman"…Anne Murray, Linda Ronstadt, Elton

John, los Bee Gees...cosas viejas, pop rock de carretera, de la clase que había aprendido a amar, porque era la música de Anne...se agarró a los lados de la máquina de discos, enojada por estos ataques inesperados y despiadados de la memoria que aún eran tan debilitantes, todavía no podía hacer frente a este tipo de dolor. Enderezó los hombros, se dirigió resueltamente hacia la barra. Patton todavía la estaba mirando fijamente, con ojos color azul claro fríos y burlones "Entonces" dijo ella con el cigarrillo colgando en una esquina de su boca "¿cómo va el asunto del asesinato?" Al parecer, la perspectiva de Patton, al igual que la de los Quillins, no había cambiado durante la noche. Kate respondió inexpresiva "Nunca tenemos un día lento" Raney rió entre dientes, un sonido rico y bajo. La esquina de la boca donde colgaba el cigarrillo de Patton se elevó, seguía mirando a Kate. "Es bueno verte nuevamente" dijo Maggie Schaeffer en tono firme a Kate "¿Puede la casa invitarte a una copa?" "No, pero gracias" Kate sonrió, apreciando su calidez "Uno de estos días entraré aquí fuera de servicio" Patton resopló. "Eso espero" respondió Maggie "Vas a estar muy a gusto" Kate alzó la voz ligeramente para ser escuchada por todo el silencioso bar "Tengo información de que Dory Quillin tuvo una amante que estuvo con ella por un tiempo" permaneció de pie con su cuerpo cuidadosamente ubicado con la espalda hacia Andrea Ross, para asegurarse que el contacto visual no revelara a Andrea como la fuente de esta información. Kate continuó "La mujer es negra…" "Eso realmente reduce todo" dijo Raney. La sala estalló en risas. Sonriendo a Raney, Kate terminó "…y su primer nombre es Neely" El silencio volvió al Bar, incluso el de las bolas de billar había cesado. Kate esperó con muy poca esperanza. Sin duda había habido considerable conversación entre todas estas mujeres y si no eran hostiles hacia esta investigación, seguramente estaban temerosas. El homicidio de una lesbiana que estuviese vinculado con drogas y prostitución era un pantano donde muy pocas personas estarían dispuestas a enredarse en él y mucho menos mujeres con sus propias ansiedades individuales acerca de la exposición.

"Tenemos que hablar con ella" explicó Kate "Tenemos que aprender más acerca de la víctima" "Víctima" repitió Patton con amargura "¿Por qué no llama a Dory por un número?" "Patton, rellena tu mochila…" gruñó Maggie. Ella le dijo a Kate "Debería echar un vistazo a los otros bares de la ciudad. Peanuts, las Palmas…" "No en Peanuts…" dijo Audie "…es un lugar para jovencitas, es…" encontrándose con la mirada de Patton, guardó silencio. Definitivamente Peanuts, decidió Kate. Si Dory Quillin era una indicación, la mujer llamada Neely tenía gusto por las mujeres jóvenes "Gracias" le dijo a Maggie. Levantó la voz "¿Alguien conoce el apellido de Neely?" Nuevamente se hizo el silencio. Cansada y decepcionada, aceptó la derrota, Kate buscó la mirada de Andrea Ross para asentir un buenas noches. Y Andrea le devolvió el gesto. Sintiendo los ojos de toda la barra sobre ella, Kate se acercó a la mesa de Andrea y dijo en voz baja "No quiero crearte un problema aquí" Andrea sonrió "Siéntate, María Tifoidea" Kate sacó una silla "Sin embargo como resulte este caso, me alegraré cuando todo haya terminado" murmuró ella. Luego miró a Andrea con placer. Su cabello oscuro, estaba recogido en una pila ingeniosamente torcida detrás de su cabeza, transmitía el mismo efecto que la gorra ajustada herméticamente había causado la noche anterior: enmarcaba discretamente su rostro aristocrático. Llevaba una camisa de gran tamaño de un tono vivo de coral, su falta de forma era tentadoramente sugerente de la madurez de su cuerpo. Kate miró los dedos de Andrea, que estaban trazando el borde de la copa, pensando que nunca en su vida una mujer había logrado agitarla e impactarla físicamente de manera tan instantánea…ni siquiera Anne. Aclaró su garganta "Estos dos bares que Maggie mencionó ¿están cerca de aquí?" Andrea asintió "Puedo hacerlo mejor. Neely podría estar en uno de ellos esta noche…y como sé qué aspecto tiene, pienso que me gustaría ir contigo" "Estaría muy agradecida" dijo Kate en silencio, sintiendo el pesado latido en su garganta. Maggie se acercó a la mesa con una bandeja "Siempre puede servir un poco de café" dijo con brusquedad, sirviendo a Kate y colocando una servilleta de papel a su lado, no debajo de la taza de café.

"Maggie, se lo agradezco mucho" dijo Kate. Agarró su taza y bebió de ella, palmeando la servilleta con la otra mano. Echó un vistazo a la servilleta y la metió en el bolsillo de su chaqueta. En la parte inferior estaba escribió Malone. Andrea le miró con ojos brillantes, evidentemente no se había perdido de nada. Ella sonrió "¿Lista para irse Detective Delafield?" Durante este segundo viaje a West Hollywood, Kate estaba distraída por el paisaje y por la presencia de la mujer a su lado, por la fragancia sensual a almizcle que llenaba sus fosas nasales. "No he estado aquí en mucho tiempo" dijo Andrea en voz baja, mirando a su alrededor con interés "A excepción del Bar Nightwood ya no salgo de mi propio territorio" "Yo tampoco" respondió Kate. Con la esperanza de obtener más información personal de lo que Andrea ofrecía "Parece que divido todo mi tiempo entre mi casa en Santa Mónica y mi trabajo en la División Wilshire" "Es el distrito Silverlake y Echo Park para mí" respondió Andrea. Kate buscó otra conversación, algún tema inocuo que no se interpretara como una manera de sonsacar información por parte de una detective de policía de Los Ángeles. No se había sentido tan incómoda desde su adolescencia "La música en la máquina de discos…" dijo ella "…no había escuchado ninguna de esas canciones en años" "Tampoco yo" dijo Andrea, su voz baja, distante y melancólica "¿Hay algo que pueda hacer más daño que la música? Sólo una oración en una canción…y todo un período de tu vida te inunda nuevamente...Todos esos recuerdos, toda esa emoción..." "No podría estar más de acuerdo" dijo Kate. Continuaron en completo silencio, Kate comprendió que había elegido un tema que garantizaba cerrar por completo toda comunicación. Compartía una angustia común con esta mujer, pero ninguna de las dos quiso revelar su dolor y mucho menos explicarlo. Hizo un giro en U alrededor de la franja divisoria en Santa Mónica Boulevard y encontró una puesto para estacionar en frente de la sala de masajes con luces de neón junto a la Palms. El bar parecía bastante normal y entonces Kate abrió la puerta del coche y la música rock surgió por la puerta a unos cincuenta metros de distancia. Mientras se acercaba al bar el compás parecía hacer rebotar la acera hacia arriba. Ella pensó: Voy a odiar este lugar... La puerta de entrada estaba adornada con carteles, entre ellos un cartel con letras audaces advirtiendo que se necesitaban dos identificaciones, incluyendo una con una foto. Ensordecida por la música a todo volumen, Kate siguió a Andrea a una habitación larga, estrecha, oscura y fresca, con olor a cerveza y humo.

Una docena más o menos de clientes, tanto hombres como mujeres, estaban esparcidos a lo largo de la barra o en las mesas contra la pared. Había dos camareros; Kate sentía sus ojos sobre ella mientras seguía a Andrea a través de la sala y hacia otra habitación en la parte trasera que reverberaba con el sonido, la pista de baile estaba iluminada con luces para escenarios, las paredes estaban forradas de neón y brillaba con el ritmo atronador mientras un cantante masculino chillaba ¡I love rock 'n roll! Al lado de la sala un disc jockey estaba sentado en una jaula acristalada mirando alrededor con aburrimiento y con ojos vidriosos. Dos parejas estaban en las mesas, una de las parejas eran hombres. En la pista de baile dos mujeres jóvenes bailaban, se torcían, se balanceaban y se cruzaban al unísono. Los oídos de Kate zumbaban; podía sentir las vibraciones en el suelo, moviendo sus piernas y todo su cuerpo. Andrea negó con la cabeza, dio media vuelta y se dirigió hacia la habitación exterior. Haciendo una pausa en la puerta, con una mano en el brazo de Kate, acercó sus labios a la oreja de Kate para ser escuchada, ella dijo "¿Por qué no escribes una nota y la dejas con el cantinero?" Kate sacó una de sus tarjetas. Apoyándose en un estante que había sido diseñado para contener bebidas junto a varios taburetes con respaldo alto, escribió: Para Neely Malone. Llámame. Estoy tratando de ayudar… Mientras cerraba su bolígrafo, Andrea recogió la tarjeta. "Yo me hago cargo" gritó Kate por encima del estruendo. Una vez más los labios de Andrea se acercaron a su oído "Es mejor que me dejes hacerlo. Actúas demasiado como un policía" Andrea caminó hacia la barra, hacia la zona de servicio. Cuando una de las cantineras se acercó Andrea le hizo señas para que se acercara y habló con ella, deslizando la tarjeta en el bolsillo de la camisa de la camarera, Kate pudo ver como colocaba un billete alrededor de la tarjeta. Luego, sin mirar a Kate, Andrea se acercó a la entrada, Kate le siguió. Abrió la puerta del coche para Andrea "Gracias ¿Cuánto te debo?" "Cinco. Pensé que estaría más inclinada a cuidar de Neely ¿Por qué no haces otra tarjeta para Peanuts? Si Neely no está allí haré el mismo acto. Puedes esperar en el coche" Extrayendo dos billetes de cinco dólares de su billetera, Kate sonrió y negó con la cabeza, todavía recuperándose de las ondas del choque de la música "¿Realmente han cambiado tanto los tiempos? Nunca me había sentido tan malditamente vieja en toda mi vida"

Andrea rió "Deberías estar aquí los fines de semana. Cobran la entrada, dos bebidas mínimo…y está lleno hasta la bandera con lesbianas que lucen como si tuviesen catorce años" Una vez más Kate negó con la cabeza. Regresaron al Bar Nightwood contestando con facilidad las preguntas de Andrea sobre su pasado…sobre crecer en Michigan, sus padres, su paso por el servicio militar, su paso por Vietnam y su carrera en la policía de Los Ángeles. En el estacionamiento del Bar Nightwood, mientras Andrea abría la puerta del coche, Kate audazmente se volteó hacia ella para preguntarle si podría llamarla, pero Andrea se extendió hacia ella, silenciándola con suaves dedos fríos que parecían quemar el lado del cuello de Kate con su gentileza. "Te veré pronto" dijo Andrea. Y se había ido.

Capítulo 9 La autopsia había sido como cualquier otra, excepto que Kate estaba concentrada en las manos del patólogo sin mirar el rostro de Dory Quillin, ni siquiera cuando la sierra de Mitchell abrió su cráneo. Fijamente observaba la incisión de cuerpo entero en el torso a la que otros detectives morbosos de homicidios se referían como: canoteando el cuerpo. Como siempre el olor químico del lugar era corrosivo para sus fosas nasales; sentía como invadía su ropa, como se filtraba por sus poros. En la sala fría la cual estaba tranquila, excepto por el dictado del patólogo a su micrófono, ella observaba con atención, preguntando sin preguntar mientras los órganos internos de Dory Quillin se medían, se pesaban y se evaluaban y la terminología técnica para el trauma en el lado izquierdo de su cerebro que fue pronunciado al micrófono como la causa oficial de la muerte. Taylor hizo una sola pregunta y en una palabra "¿Drogas?" "No hay pistas de agujas" respondió Mitchell mecánicamente, concentrado en su trabajo "Sólo leves trazas de cocaína en la muestras de orina. Las muestras en el tejido pueden decir algo diferente, pero en estos momentos no hay ninguna otra indicación" Kate y Taylor salieron de USC Medical Center. Taylor gruñó por el esfuerzo de aflojarse la corbata "Así que ahora lo sabemos. Murió por el golpe en su cabeza"

"Te veo a las once" dijo ella secamente, no estaba de humor para su sarcasmo. Él sabía tan bien como ella que una autopsia podía revelar nueva información y podía traer nuevas pistas potenciales en una investigación de homicidio. Completando un bostezo, Taylor asintió. Él nunca había hecho alusión a la costumbre de Kate de ir a casa inmediatamente después de una autopsia a menos que razones imperiosas se lo impidieran. Él dijo con disgusto "Tenemos que perder el tiempo comprobando el resto de la inútil lista de Dory. Tenemos que perder más tiempo con la psiquiatra de Dory tratando de averiguar lo que había en la jodida cabeza de esta chica. Mierda, Kate" Kate le miró de soslayo a pleno sol de la mañana lo que era inusual en junio al sur de California. Su chaqueta estaba caliente, cada vez más incómoda "Descubrir lo que había en su cabeza podría darnos un camino que recorrer, Ed. Marietta Hall parece nuestra próxima apuesta lógica" y probablemente nuestra última esperanza, pensó con desánimo. Kate volvió a la autopista de Santa Mónica. Veinte minutos más tarde estaba en su apartamento quitándose cada pieza de ropa como si estuviese contaminada, sellando todo dentro de una bolsa de plástico para ser lavada y secada. Agarró una bolsa de papel del gabinete del baño, puso su rostro en ella e inhaló. Estornudando convulsivamente, sus lágrimas corrieron, dio un paso debajo de la ducha. Veinte minutos más tarde, su cuerpo higienizado estaba vestido con ropa fresca, estaba de camino a San Vicente Boulevard en Brentwood, las ventanas del Plymouth estaban abiertas para completar el secado de su cabello, el olor y la sensación…si no el recuerdo…de la sala de autopsias se había ido. "Cristo" murmuró Taylor, su voz tan baja que sólo Kate pudo escucharla. La oficina de la Dra Marietta Hall era un enorme matorral de plantas…higueras, plantas de maíz, schefflera…una docena o más de ellas en pequeños porrones verdes. Impresiones de enormes flores anaranjadas gigantes y pájaros rojos y verdes colgaban en las paredes amarillas brillantes. El escritorio de la doctora estaba cubierto de ceniza tan ligera que la madera parecía rústica, así como la estantería a juego que se desbordada en carpetas de hojas intercambiables y gruesos libros de texto. El escritorio estaba rodeado por cuatro sillas modulares de terciopelo negro densamente acolchados como el interior de una cuchara. Kate miró a su alrededor buscando el tradicional diván del psiquiatra y no pudo localizar uno en medio de los arbustos, a menos que una hamaca calificara como uno; estaba fija a cuatro tubos que iban desde el suelo hacia el techo pintados con esmalte negro y colocados en frente de la ventana ante la vista del San Vicente Boulevard. El cabello de Marietta Hall colgaba en dos colas rizadas grises justo por encima de sus hombros. Su rostro, muy bronceado, estaba delineado por dos profundas arrugas como

paréntesis alrededor de una amplia boca delgada y afilada. Una fina red de patas de gallo yacían en las esquinas de sus ojos azules que miraban interrogantes a Taylor, profundizando su evaluación en Kate. Se puso de pie para darle la mano, una destacada mujer en pantalones blancos y camisa de mezclilla bordada, su cuerpo delgado así como sus brazos y pechos, se engrosaban en su estómago y caderas. La mano que Kate agarró era grande, áspera y cálida, como la mano de un agricultor, su agarre era firme. A Kate le gustó. Mostrando su identificación, se presentó a sí misma y a Taylor, Kate se sintió un poco superada por la imponente y estremecedora presencia de Marietta Hall en esta oficina sorprendente "Apreciamos que haya tomado el tiempo para vernos" comenzó ella. "No, en absoluto. Normalmente es la hora de mi almuerzo" el tono de la doctora y su enunciación era gutural, Garboesque (una expresión que se utilizaba para relacionar cualquier cosa que tenía que ver con Greta Garbo) "Y estoy haciendo otro de mis intentos inútiles de dieta" Apresuradamente Kate metió la mano en su bolso de hombro por la orden de registro. Una pequeña charla cortés era una cosa pero ella sacó a relucir la línea aburrida y mortal de las dietas. Deslizó la orden a través del escritorio "Dra Hall, estamos investigando la muerte de una antigua paciente suya. Dolores Marie Quillin. Fue asesinada la noche del domingo" "Oh Diosa" Marietta Hall tomó la orden de su escritorio, se sentó bruscamente en la silla del escritorio, pasó una mano por su rostro y luego por su cabello gris, revolviéndolo "Oh Diosa qué tragedia" la sonora voz parecía ponderar las palabras con gravedad magisterial. Hizo un gesto hacia los detectives "Siéntense…" frotó su rostro nuevamente, las yemas de sus dedos amasaron alrededor de sus ojos "…y denme un momento" Taylor miró con incertidumbre las sillas inusuales, alzó sus cejas a Kate, entonces frunció el ceño uniéndolas, una expresión de placer se extendió por su rostro. Kate se sentó en la silla junto a él, se sentía pecaminosamente cómoda. Sacó su libreta. Marietta Hall presionó su intercomunicador "Jack querido…" dijo ella "…tráeme el archivo en Dory Quillin. Está por la Q" apagó el interruptor y dijo a los detectives "Si no le digo buscará por la K y me dirá que no lo encuentra. El sistema escolar de California ¿qué están enseñando a los chicos en estos días? Seguramente no ortografía" Kate negó con la cabeza "Nuestra propia academia de policía tuvo que poner personas en clases de recuperación" Un joven delgado con pantalones de algodón ligero y una túnica amarilla llegó con una carpeta. Marietta Hall agarró la carpeta y deslizó la orden devolviéndola "Saca una copia de

todo ahora mismo ¿podrías, querido? El archivo original se irá de la oficina" lo despidió con una sonrisa cariñosa y un guiño. "Una tragedia" repitió ella "Una absoluta pérdida que sólo la Diosa puede explicar. Debo decirles que estoy conmocionada, pero no sorprendida. Pero esperaba, maldición esperaba...pensaba que podría ser una de los que pudiese...¿Qué ha pasado? Como si no pudiese adivinarlo" "¿Cuál es su suposición?" preguntó Kate antes que Taylor pudiese contestar. "Algún psicópata...nunca pude hacer que Dory entendiera que cualquier hombre que conociera podría ser un asesino. Simplemente me sonreía, pensaba que podía manejar cualquier cosa..." haciendo una mueca se quedó mirando las manos entrelazadas sobre su escritorio "¿Eso fue lo que pasó?" "Puede que sea así" dijo Kate suavemente "Sin embargo, las circunstancias de su muerte lo hacen cuestionable" en pocas palabras describió la escena en el Bar Nightwood "Tenemos entendido por el Sr y la Sra Quillin que empezó a tratar a Dory después de su primera escapada de casa" "Antes de eso. La vi por primera vez cuando tenía doce años" Kate intercambió una mirada de sorpresa con Taylor. Marietta Hall pasó una uña sobre el patrón de granizo en su escritorio "La escuela la envió. Había hecho una acusación de abuso sexual contra un profesor masculino de gimnasia" "Dra Hall, por favor denos detalles" dijo Kate, tensa con todos sus sentidos alertas. "Fue hace como siete años, lo recuerdo claramente como si fuese ayer. La escuela estaba a punto de salir de vacaciones de verano. Estaba casi muerta por el exceso de trabajo, pero oh Diosa, todos aquellos chicos descuidados, maltratados y luchando...En aquellos días estaba asociada con servicios sociales del Condado de LA, así como con el sistema escolar. Todavía hago, de vez en cuando, trabajos de consultoría para el Condado, pero..." Agotador, pensó Kate compasivamente. No era de extrañar que haya entrado a la práctica privada ¿Quién podría soportar durante tanto tiempo a todos esos niños con sus mentes y cuerpos rotos? La doctora abrió sus grandes manos curtidas sobre el escritorio y las examinó "Dory afirmó que el joven había puesto a la fuerza sus manos dentro de sus bragas y luego intentó penetrarle con su pene. Se le hizo un examen pélvico por supuesto…no hubo evidencia física de ningún tipo. Y cuando se llegó al momento en específico…al tiempo real y a las circunstancias…su historia entera se vino abajo" miró a Kate "Estoy convencida que Dory

sabía muy bien que eso pasaría. Era su manera de llamar la atención sobre lo que realmente estaba sucediendo" la doctora hizo una pausa. "¿Qué era?" presionó Taylor. "Obviamente, esto tomará más que unos pocos minutos" la doctora presionó el intercomunicador "Jack querido traer la cafetera y dos tazas más ¿quieres?" guardó silencio, mirando a Kate. Desconcertada por la mirada, molesta por la posibilidad de que esta psicóloga fuese dada al teatro, Kate tapó su bolígrafo Flair y miró sus notas hasta que el joven vestido de túnica salió de la habitación. La doctora vertió el café en las dos tazas y se las entregó a Kate y a Taylor, luego llenó una taza azul con una figura arrancando pétalos de margarita que decía: Estoy cuerdo…Estoy loco. Kate tomó varios sorbos, pensando que últimamente estaba bebiendo demasiado café. Colocando la taza en una esquina del escritorio, destapó su bolígrafo. "No tengo ninguna prueba…" dijo Marietta Hall en su tono bajo y resonante "…pero estoy convencida que Dory Quillin no podía soportar hacerle frente a otro verano fuera de la escuela. Debido a que siempre estaría accesible y sería constantemente molestada. Por su padre" El bolígrafo de Kate se quedó inmóvil sobre su libreta y luego anotó declaración exacta de Marietta Hall. "Su padre" la voz de Taylor era plana y escéptica "Usted sospecha de esto ¿verdad? En realidad nunca se lo dijo ¿correcto?" "Por supuesto está en lo correcto" dijo Marietta Hall con cierta aspereza "Sabe muy bien que estaba obligada por ley a hacer una denuncia policial. Sólo sentiría regocijo al ver a cualquier pederasta ser detenido y etiquetado como tal" "Tomando en cuenta que ella había mentido acerca de este profesor de gimnasia…" dijo Kate "…¿por qué inferir el abuso sexual en absoluto?" "Cualquier persona que trabaja con jóvenes con problemas busca eso automáticamente" dijo Marietta Hall, todavía con cierta aspereza en su tono de voz, sus ojos azules fríos "Tenemos estadísticas que nos dicen que debemos buscarlo. Una de cada cuatro niñas en este país es víctima de abuso sexual. Y el noventa por ciento del abuso ocurre justo en el hogar" Se cruzó de brazos, apoyando los codos sobre el escritorio y se inclinó hacia Kate "En el caso de Dory el patrón era muy familiar, la evidencia era clásica. Se apartaba de su grupo etario…no tenía ningún amigo en absoluto. Era el tipo de joven brillante, pero totalmente

carente de autoestima. Temerosa, desconfiada de las figuras de autoridad, incluyéndome. Cuando la vi por primera vez se había quemado a sí misma no sé cuántas veces, se había cortado, se había caído y se había roto muchos huesos…lo que nombren. Sus padres pensaban que era propensa a los accidentes, pero era el comportamiento autodestructivo clásico de un niño abusado. Dormía mal, tenía pesadillas frecuentes. Hubo períodos enteros en su vida en que se aislaba. Y estaba obsesionada con todas las cosas sexuales, hacía preguntas sexuales o hacía referencias sexuales y chistes sin ninguna razón en absoluto" Marietta Hall pasó una mano por su cabello desordenado, suspiró y tomó un largo sorbo de café "Todo lo que faltaba para completar el patrón era la escapada y dos años después hizo eso justamente y sus padres me a enviaron nuevamente" "¿Por qué está tan segura que era el padre?" Taylor cruzó un tobillo sobre la rodilla y apoyó su libreta "¿Por qué no un tío o un vecino?" "Debido Dory se había vuelto contra él. Eso también es parte del patrón, ya ve. Los niños siempre aman a sus padres…están atrapados en eso de amarlos hasta que tienen razones más convincentes para detenerse. Algunos niños nunca entienden, incluso en la edad adulta, que tienen todo el derecho de retirar su amor a un padre, viven con la creencia de cuentos de hadas que amar a un padre despreciable logrará que algún día ese padre cambie” Kate preguntó en voz baja "Dra Hall ¿por qué ella no admitió lo que estaba pasando?" Después de una rápida mirada a Taylor la doctora dijo lentamente y con cuidado "¿Estoy en lo correcto cuando digo que ustedes...no saben o al menos no han tenido una conversación en profundidad con una víctima de abuso sexual?" "He trabajado en juveniles" Kate hizo tiempo, al darse cuenta que la doctora le estaba dando la oportunidad de protegerse a sí misma si no quería contestar una pregunta tan delicada delante de Taylor "Pero los oficiales de policía, cualquiera que sea nuestra sensibilidad y no podemos simplemente tener la misma relación con la víctima como profesionales como ustedes" "Por supuesto que no" dijo Marietta Hall observándola "Y muchos profesionales entran en el campo porque están decididos a no permitir que otras víctimas sufran tanto o por tanto tiempo como ellos lo hicieron" Kate sintió que era atravesada por su mirada. Ella admitió "Alguien cercano a mí...fue abusada sexualmente cuando era pequeña" se movió con malestar, recordando la noche que Anne le había contado del tío que le había llevado abajo hacia un sótano y había tocado sus genitales mientras llevaba su mano hacia su pene, tenía siete años de edad, Anne lo masturbó. Años más tarde Anne había estado entre los brazos de Kate temblando por la renovada fealdad de su memoria, el renovado sentido de la vergüenza y la violación...

La doctora asintió "A menudo, un niño nunca revela lo que le ha pasado porque está demasiado avergonzado, incluso a menudo se siente de alguna manera responsable. A veces el niño ha sido advertido para que guarde silencio" Marietta Hall fijó su mirada en Taylor y agitó un dedo hacia él "Y si es un padre él que le dice que no debe revelar lo que está haciendo, le cree absolutamente…después de todo, es su padre, él es la figura de mayor autoridad en su vida" Taylor retiró bruscamente el tobillo de su rodilla y se enderezó en la silla cuando la doctora continuó "En el caso de Dory, sé esto: ella era muy consciente de lo que comúnmente ocurre cuando un niño revela todo…la unidad familiar se desquebraja. Los horribles conflictos que sufren los niños maltratados van más allá de toda imaginación y Dory estaba en tal agonía que tenía que decirle a alguien, verá, en vez de acusar a su padre culpó a un joven perfectamente inocente, con la esperanza de atraer toda la atención hacia ella como si con eso pudiese detener el abuso" Taylor aclaró su garganta "Usted dijo que no hubo ningún signo real...nada físico en la evidencia" "Detective Taylor, muchos abusadores utilizan prácticas sexuales distintas en la relación sexual" una mano agitó su cabello desordenándolo y poniéndolo cada vez más salvaje, se inclinó sobre el escritorio hacia Taylor "Muchos hombres usan eso como justificación…como no es coito realmente no cuenta, no hay nada malo en poner tu pene entre las piernas de tu hija sin penetrarla, no hay nada de malo en poner tu pene en su boca…" "No tengo hijas…" pronunciado Taylor desde lo profundo de su silla "…solo hijos" "Por supuesto" dijo Marietta Hall en su voz gutural de costumbre, echándose hacia atrás "Perdone la elección de palabras. Estaba hablando en general" dijo en una voz aún más suave "Los niños también sufren su propia parte de abusos, sabe" Permitiendo que Taylor retomara su compostura, Kate preguntó "¿Transmitió sus sospechas a Flora Quillin?" Marietta Hall suspiró, abrió el cajón superior de su escritorio y sacó un cigarrillo largo y delgado envuelto en papel marrón oscuro y lo encendió. Un aroma que contenía una pizca de tabaco de pipa llegó Kate. "No la primera vez. Sin ningún reconocimiento de algún tipo por parte de Dory, tenía que tener mucho cuidado con todo lo que le dijera a su madre. Una vez que el asunto con el profesor de gimnasia fue aclarado, le hice llegar mi sospecha de que de hecho se había producido algún tipo de abuso. Pero la señora Quillin estaba convencida de que Dory había inventado todo el episodio por una imaginación preadolescente febril"

De un cajón del escritorio Marietta Hall sacó una réplica de plástico de un cerebro humano, abrió una compuerta en la parte superior y dio unos golpecitos en la ceniza del cigarrillo "Tenía la esperanza, así como Dory, que la atención prestada le advertiría a su padre para que se alejara y haría que el abuso sexual se detuviera. No se detiene hasta cierto punto, como ve. Cuando el niño alcanza una cierta madurez o cuando el autor finalmente ve una amenaza para sí mismo. Le dije a Dory que tenía que buscar ayuda, ella…" Kate interrumpió "Antes de este incidente con el profesor de gimnasia ¿cree que Dory trató de decirle a su madre?" "Si corría el riesgo, perdería" Marietta Hall metió la mano en el cerebro y apagó el cigarrillo, examinó el largo extremo y lo arrojó en el interior "No hay mayor riesgo para un niño que decir a su madre. Es el riesgo final ¿A dónde más podría ir un niño vaya en busca de amor? Si la madre rechaza la verdad cuando el niño lo revela, a quien más podría recurrir el niño…literalmente pierde a ambos padres. Y les puedo decir esto: una respuesta muy común de muchas madres es la negación. Y me refiero a la negación completa. La negación a cualquier precio. La negación de la evidencia justo en frente de sus ojos. Debido a que la madre no puede enfrentar el verdadero significado de lo que ese niño le ha dicho. Muchas mujeres no ven escapatoria de sus situaciones domésticas, por lo que se vuelven contra su propio hijo, porque no pueden soportar la visión de su propia celda. Otras madres hacen algo aún más despreciable…engañan al niño con la auto-culpa, le acusan de seducción, les hacen creer que son los responsables" "Dra Hall…" preguntó Kate en voz baja "…¿nunca obtuvo un reconocimiento indirecto de Dory de que eso estaba pasando?" Kate se sorprendió por la sonrisa de Marietta Hall, su brillantez. Entonces vio que la clara mirada azul de la doctora se había centrado más allá de ella, en sus propios recuerdos. "Dory tenía la más maravillosa de las mentes caprichosas. Nunca confió en mí…nunca confió en ninguna figura adulta, pero le gustaba. Mis sesiones con ella…era como perseguir a un pequeño espíritu encantador e inteligente a través de un laberinto. Me encantaba estar con esa hermosa niña rubia, era tan brillante y...bueno, hay niños con los que trabajas que terminan siendo tus tesoros...y ella parecía aún mucho más preciosa, por lo que estaba pasando..." Taylor dijo "Volvió aquí dos años más tarde ¿Le dijo algo en absoluto?" "No, ni siquiera entonces. Regresó sólo porque sus padres no sabían qué más hacer con ella y había estado dispuesta a verme anteriormente. Tenía menos miedo, pero no era menos evasiva" Kate dijo "Sus padres nos indicaron que para ese entonces estaba involucrada con la prostitución"

"Sí. Estaban mucho más asombrados por eso de lo que yo estaba. Había caído con una prostituta mayor que trabaja en un salón de masajes en las afueras de Hollywood, había encontrado una forma rápida de ganar dinero, de alejarse de su familia cada vez que quería" la doctora agregó con ironía "Dory lo percibió como su independencia" Taylor preguntó "¿Era esta prostituta una lesbiana?" Marietta Hall le miró "¿Cómo diablos voy a saberlo?" Taylor dijo "¿No era consciente que Dory era lesbiana?" "Por supuesto ¿Considera eso un asunto importante?" Taylor dijo con sarcasmo "Creo que es un poco raro que ella no confirmara toda su teoría acerca de su padre, pero le dijera que era lesbiana ¿Cuando salió eso a relucir?..." demandó él "…¿la primera vez que la vio o la segunda vez?" "La segunda vez" mirando a Taylor, Marietta Hall sacó un cepillo para el cabello de un cajón de la mesa y peinó su cabello y los mechones rizados crujieron cuando se vieron obligados nuevamente a enmarcar el rostro de la doctora. Ella dijo "Me ayudó muchísimo a explicar la profundidad de su trauma. Los niños abusados __son dañados, pero uno sólo puede imaginar el sufrimiento de una niña lesbiana en manos de un abusador de niños masculino" "Dígame algo…" el tono de Taylor había cambiado, de la dureza a la curiosidad "…¿cree que el abuso sexual…si hubiese sucedido…podría haberle convertido en lesbiana?" "Repitiéndome a mí misma, una de cada cuatro mujeres en este país ha sido víctima de abuso sexual ¿Una de cada cuatro son lesbianas?" Tal vez, pensó Kate, medio divertida por el intercambio. La doctora se encogió de hombros con impaciencia "¿Cómo puede alguien saber eso? Si le hubiesen abusado de niño ¿se hubiese convertido en gay?" Taylor gruñó "Cualquier hijo de puta que hubiese intentado eso…" "Por favor, evíteme todas las cosas machistas que hubiese hecho" Marietta Hall se volteó hacia Kate "La segunda vez que Dory estuvo aquí me dijo que tenía sentimientos sexuales por las mujeres y sólo por mujeres. Que se había sentido de esa manera durante toda su vida. Ella no había, por cierto, actuado aun siguiendo esos sentimientos" Kate preguntó por su propia curiosidad "¿Cómo manejó eso? ¿Qué le dijo?" "Le dije que estaba bien tener esos sentimientos. Que tal vez…" dijo la doctora pensativa "…la primera vez que alguien le dijera que tenía sentimientos por ella estaba bien. Le

advertí que no dejara caer la noticia sobre sus padres, pero por supuesto debí haber adivinado que con una personalidad tan autodestructiva, sería lo primero que haría. Y esa fue la última vez que la vi. Sin embargo, lo escuché de sus padres" La doctora sonrió sardónicamente "La madre me llamó. Dijo que yo debería hervir en aceite. Me acusó de poner esas basuras pecaminosas en la cabeza de su hija, amenazó con demandarme. Quizás Dory le lanzó todo a la vez…que era lesbiana y que su padre era un pederasta ¿Quién sabe?" "El profesor de gimnasia…" dijo Kate "…todavía está en LA ¿En el sistema escolar?" "No" lucía afectada "Oh Diosa, eso fue…Dory no tenía forma de saber lo que haría con su acusación...El joven se imaginó tras las rejas, en prisión, supongo…¿quién no lo haría? Suministró los nombres de sus amantes…sólo habían sido dos. Los dos hombres" "Jesús" expresó Taylor "La mitad del mundo…" se interrumpió. Marietta Hall lanzó una mirada fría sobre él "Era un maestro en la escuela secundaria, solo algunas personas estaban al tanto de lo que había admitido...Una silenciosa transferencia administrativa fue arreglada" Kate dijo "Vamos a necesitar su nombre y donde contactarlo" Con un suspiro, Marietta Hall se deslizó hacia atrás buscando en un gran tarjetero y lo hojeó "Esta información es de siete años atrás, por supuesto. Carl era un joven tan bueno…" "Tal vez no tan bueno" dijo Taylor "Tal vez se vengó de esta chica por arruinar su vida" "Detective Taylor, la mayoría de las personas sanan sus heridas y siguen adelante. Pocos de nosotros andan por allí vengando las heridas de nuestras vidas. La mayoría de nosotros se conforma con el simple reconocimiento de nuestro dolor" "Todavía tenemos que hablar con él" "Por supuesto que sí" dijo Marietta Hall, escribiendo en un bloc de notas "¿Puedo confiar que no va a rodear su casa con un equipo SWAT?" arrancó la hoja y se la entregó a Kate. Sonriendo y mirando el papel, Kate dijo "Le garantizo la máxima discreción" su nombre era Carl Brickwell, una dirección Modesto, California. Dory Quillin había hecho un viaje a California Central... De su bolso de hombro Kate sacó una fotocopia de la escritura que había encontrado en la vans de Dory Quillin y la desdobló "Dra Hall ¿significa algo para usted?"

La doctora extendió la hoja de papel sobre el escritorio y bajó la mirada hacia ella, masajeando debajo de sus ojos mientras se concentraba. Una vez más los números miraban seductoramente a Kate: S285 S288 S290 "Me parece que debe ser…" dijo finalmente la doctora "…sin duda lo es. Esos números traen una vibración, de alguna manera sé lo que son" "Tómese su tiempo" le animó Kate. La doctora pasó un dedo sobre una S "Esta extraña forma en cada una de las letras es intencional, significa algo..." Finalmente negó con la cabeza "¿Podría conservar esta copia y pensar en ello?" "Por supuesto" Kate se levantó y sacó una de sus tarjetas. Taylor tuvo problemas con su silla para ponerse de pie. "Jack tendrá el expediente de Dory listo para que se lo lleven. Le llamaré si averiguo sobre estos números. Y usted permanezca en contacto conmigo" dijo Marietta Hall, en su tono una orden sonora "Me importa mucho, como ve. Nunca olvidé a esa joven y nunca lo haré"

Capítulo 10 Kate desaceleró el Plymouth, mirando detenidamente hacia el Casbah Motel y su restaurante turco adyacente. Con Taylor dormitando a su lado, condujo alrededor de la manzana. Orange Drive, la calle detrás del Bar Nightwood, estaba llena de viejas casas de dos pisos de estuco desvanecidas por el sol y con colores apagados, los techos de teja roja estaban polvorientas. Todos los jardines eran pequeños y ordenados y luminosos por los grupos de ásters (flores azuladas y blancas), zinnias (también llamadas rascamoños), trinitarias (flores violetas), trepadoras (también llamadas capuchinas). Típico de muchas calles en Los Ángeles, había sólo dos o tres árboles de diversos tamaños. Un hermoso edificio destacaba, era gris con toldos azules, de apariencia fresca con su gran árbol de sombra y arbustos bien cuidados. Kate giró en la esquina y cruzó la corta cuadra hacia La Brea, admirando la belleza de la sorprendente hibisco escarlata (planta ornamental artística) que prácticamente cubría el techo de una casa de madera blanca.

S285 , S288 , S290 . Las cifras secretas se mofaban de ella. Ellas estaban conectadas de alguna manera con la muerte Dory Quillin…de eso estaba segura. Rodeó la manzana una vez más. En Orange Drive un hombre negro mayor había salido para atender su pequeño jardín. El vecindario, Kate sabía, había sido totalmente integrado por más de una década. Levantó la vista detrás de las casas de estuco hacia la colina boscosa que separaba este vecindario del Bar Nightwood. No parecía haber ninguna razón lógica por la cual un asesino o asesinos intentarían acceso a la escena del crimen a través de esta colina y luego a través de una alta barda de madera, pero aún así la calle había sido sondeada por oficiales de Hansen. Nadie en la cuadra había notado algo raro, el pasado domingo había sido el Día del Padre… Pensando siniestramente sobre Roland Quillin, volvió el coche hacia la estación. Ella y Taylor pasarían el resto del día en otros casos pendientes, en los aspectos más urgentes en cuanto a seguimiento y papeleo y luego regresaría aquí esta noche. No obstante, con los descubrimientos de este día, tendría que desarrollar más información acerca de la vida actual de Dory Quillin, no su pasado. Tenía que encontrar a Neely Malone. Esta noche iba a interrogar a cada mujer hasta que averiguara algo que pudiera utilizar. Poco antes de las nueve, Kate estacionó en la calzada en forma de media luna frente al enclave de los negocios en La Brea. Un solo empleado en la agencia de alquiler de coches estaba ocupado cerrando, sólo la oficina de alquiler de buzón permanecía abierta a esta hora. Kate caminó hasta la colina, examinando nuevamente el camino que el asesino o asesinos habían tomado para llegar a Dory Quillin. "...Partiré en dos tu cabeza, puta tortillera..." "...Reorganizaré tu cara hija de puta..." " ...homosexual imbécil..." Llegaron a ella otros insultos incoherente que eran gritados por voces masculinas y femeninas. Apresuradamente subió la colina y vio las ventanas iluminadas del Casbah Motel con las figuras mirando hacia abajo hacia el estacionamiento. La adrenalina corrió a través de ella, corrió hacia la parte trasera del Bar Nightwood. Una luz naranja emitida por una sola linterna estándar iluminaba a más de una docena de mujeres, incluyendo a Maggie Schaeffer y a Andrea Ross, formaban un semicírculo en torno a dos jóvenes, uno un musculoso y negro, el otro un blanco grasiento con cabello rubio, ambos en jeans y camisetas sin mangas. Blandiendo pedazos de tubería gruesa, sostenían a Audie que estaba maniatada entre ellos.

En la acera frente a un coche negro con llamas pintadas a través del capo, Roz estaba sentada a horcajadas sobre el cuerpo de un tercer hombre que se retorcía, su enorme volumen colocado directamente sobre su pecho le asfixiaba, su falda había sido arrojada sobre su rostro. Ash, Tora y Raney, dirigidas por la chillona Patton, se abalanzaban hacia los dos jóvenes quienes apuntaban con sus armas, gritando maldiciones; las mujeres se retiraron y luego se reunieron para avanzar nuevamente…una ola balanceándose hacia adelante y hacia atrás, creando una enorme sombra oscura que hacían arcos en el estacionamiento con la coreografía caótica. "¡Policía!" metiendo la mano en la chaqueta en busca de su arma, Kate se abrió paso entre las mujeres, empujando a la gritona Raney hacia un lado. "¡Policía!" niveló su arma hacia los dos hombres "¡Alto ahí!" "¡Vete a la mierda!" Patton bailaba con rabia en la línea de tiro de Kate, agitando sus brazos. "Patton, sal del camino ¡Ahora!" "Patton" gritó Maggie "¡Vuelve aquí! ¡Todas ustedes fuera del camino!" La ola de mujeres que se balanceaban con incertidumbre, se rompió. El joven negro que sostenía a Audie torció su brazo por detrás de ella; Audie lanzó un agudo grito de dolor. Raney pasó corriendo junto a Kate, Kate agarró su camiseta y la arrojó a un lado. Raney se tambaleó y cayó de manos y rodillas. Patton gritó "Venga ¡vamos a encargarnos de estos asquerosos!" "¡Retrocede!" rugió Kate al dar la orden "Maggie ¡lleva a estas mujeres adentro!" "Todas ustedes muévanse…" gruñó Maggie "…¡o sus 86 en este lugar se terminaron!" Los ojos de Kate estaban fijos en los dos jóvenes que estaban tirando y arrastrando a Audie con ellos hacia atrás hacia su coche, sólo Patton se quedó en un rincón vigilante. "Muchachos, deténganse justo allí" dijo Kate con voz tranquila "Escúchenme. Suelten el tubo ahora, no pasa nada" "Claro" el joven negro se burló "Suelte el arma, nosotros soltamos los tubos" "Dispárale a sus pollas" gritó Patton burlándose. "Cállate" gritó Kate con rudeza ¿Cómo controlar a Patton y calmar la situación sin el uso de la fuerza, sin que alguien saliera herido?

"Patton…" gritó Maggie "…¡cierra la maldita estúpida boca y vuelve aquí!" "Muchachos, suelten los tubos" repitió Kate, caminando deliberadamente hacia ellos. Escogiendo su hombre ladeó la muñeca para que su grueso cañón negro de la .38 estuviese al nivel del ojo del joven rubio. Sus ojos, vidriosos y oscurecidos por las pupilas distendidas, se centraron en su arma. Audie se soltó de su agarre, tropezó y cayó de rodillas. En ese mismo instante, reaccionando por puro instinto, Kate se lanzó, golpeando con el mango de su arma la muñeca del rubio. Él dejó caer su tubo con un aullido de dolor. Captó el destello de movimiento, el joven negro balanceaba su arma mientras Patton se lanzaba sobre él. Kate empujó al hombre rubio con todas sus fuerzas hacia él. Ambos hombres se estrellaron contra el coche. Kate hundió su pistola en la garganta del hombre negro "Suéltala" El tubo cayó ruidosamente sobre el pavimento. "De cara al coche" dijo entre dientes mirando los ojos oscuros "Ahora " ¿Dónde estaba el otro hombre? No podía desviar ni por un instante la mirada. Se tensó, encogiéndose de hombros, sabiendo que él podría recuperar su arma. Mientras el hombre negro se volteaba ella lo empujó violentamente hacia un lado. Él se tambaleó a lo largo del lateral del coche, luchando por recuperar su equilibrio. Sacando las esposas de su bolso y metiendo la pistola en el cinturón de sus pantalones, lo agarró del brazo y aseguró una de las esposas en una muñeca. Clavó su otro puño con saña en su columna vertebral. Mientras se retorcía ella arrastró su otro brazo hacia atrás y aseguró las esposas restante. Alejando el arma de él, se alejó de él asumiendo una postura defensiva, levantó su arma y la aseguró en ambas manos y se dio cuenta con gratitud que Tora, Kendall y Maggie habían clavado a los otros jóvenes contra el coche, sus brazos se habían levantado para proteger sus cabeza mientras Patton saltaba locamente de un lado al otro, golpeando sus brazos con su propia tubo "¡Perseguidores de homosexuales gilipollas!" gritaba ella. "Está cubierto" gritó Kate "¡Todo el mundo atrás!" Las mujeres se alejaron del coche a excepción de Patton; Maggie agarró el cinturón de sus vaqueros de poca altura y luchó poniéndola hacia un lado. Kate levantó la voz "Alguien que llama a mi apoyo" "Ya lo he hecho" dijo Andrea desde algún lugar detrás de ella.

El joven rubio recuperó su equilibrio, miró a Kate con airados ojos vidriosos. Sacudió sus brazos y muñecas, como si con eso pudiera eliminar los golpes que había recibido "Tortillera…" escupió inclinándose hacia ella, balanceando sus brazos. "Quédate donde estás" Kate levantó el cañón de su pistola al nivel de su rostro, sabiendo desesperanzada que podría muy bien tener que disparar el arma. Él era un drogadicto, estaba sin sentido por las drogas. Oyó las sirenas, el sonido se fortalecía rápidamente. Un minuto más, tenía que mantener el control por un minuto más... Él se tambaleó hacia ella "No tienes las bolas para disparar, cabrona" "Ni un paso más" sólo un drogadicto, invulnerable ante la bravuconería por las drogas, no reconocía el peligro, escogió este momento cuando sus dos amigos estaban fuera de acción para realizar este movimiento suicida. "Tortilleras boludas de mierda, todas ustedes…" "¡Hi-yiih!" Patton gritó, saltando para golpear con su pipa su cabeza. En ese mismo instante, Kate lo agarró y lo puso a un lado, llevándolo hacia adelante y golpeando su rostro sobre el capó del coche. Colocando el disco del cañón de su arma contra su cuello, colocó su rostro al lado del suyo y gritó directamente en su oído "¡Cierra la boca idiota o te vuelo la cabeza!" "Me hacen vomitar, tortilleras…" Todo su control se fue. La rabia recorrió todo su cuerpo inundándolo de adrenalina, ahogándola "Baboso" gritó a su oído. "Maldita cerda tortillera…" Apretando su cabello rubio grasiento tiró de su cabeza hacia arriba y luego golpeó su rostro contra el capó del coche. Sintió como el cartílago se rompía. "¡Mi nariz!" la voz fue un elevado grito de angustia "¡Rompiste mi nariz!" se liberó de su agarre para agarrar con frenesí su rostro. Kate retrocedió. El intenso dolor producido por la fractura de la nariz romperían sus defensas incluso inducida por medicamentos. "Brutalidad policial, imbécil…" se burló Patton "Enorme hombre machista, todas vamos a testificar cómo esta mujer policía te rompió la nariz, imbécil sin bolas"

Con ambos hombres aparentemente incapacitados y asegurados contra el coche, Kate mantuvo su arma nivelada rígidamente sobre ellos "Roz" gritó ella "¿Todo bien por ahí?" "No hay problema" Roz quitó la falda del rostro de su cautivo, un joven fornido con cabello negro grueso y un rostro enrojecido por la rabia impotente. Maggie dijo sin aliento "Escuchamos ruido aquí afuera, ellos estaban tratando de…" "Más tarde…" ordenó Kate. Necesitaba toda su concentración sobre los dos hombres que estaban en su línea de fuego "Y permanece detrás de mí" Maggie se había acercado a su lado. "Está bien, seguro" Las sirenas chillaban a través de La Brea. Dos agentes subieron la colina, sus linternas atravesaban las sombras en el estacionamiento. Otras sirenas aullaban a lo lejos. "Hey hermana…" el hombre negro llamó suavemente a Audie "…no sabíamos que pertenecías aquí, estábamos tratando de alejarte de estas mariconas" "Por supuesto" Maggie dio un paso adelante y se inclinó "Unos caballeros como ustedes, estaban obligando cortésmente a Audie a entrar a su coche de escoria y nosotras fuimos lo suficientemente groseras…"

"Hey hermana…" dijo el joven negro a Raney, las esposas tintineaban mientras inútilmente sacudía sus brazos "…eres mi hermana negra, recuérdalo" "Animal ¿a quién llamas hermana? Estas hermanas son mis hermanas, asquerosa basura" Llevando escopetas, los oficiales salieron de sus autos, Knapp y Rollings seguidos por Pierce y Swensen. Saludó con un asentimiento de cabeza a los oficiales, tratando de ocultar su alivio, Kate guardó su pistola en la porta pistola de hombro. Rollings esposó al rubio y le dio unas palmaditas en la cabeza, ignorando su lloriqueo por su nariz. Pierce y Swensen se acercaron al cautivo de Roz y se quedaron mirándolo, sonrientes. "Tomaremos el relevo desde aquí, gracias señora" dijo Pierce y ayudó a Roz a ponerse de pie. "Voltéate Beethoven" ordenó Rollings a su cautivo, haciendo un gesto con el cañón de su escopeta, haciendo sonar sus esposas.

Kate miró a Audie. Estaba acurrucada contra Raney, su rostro negro pálido por la impresión, las lágrimas goteaban de sus ojos, no trató de acabar con ellos. Kate hizo una seña hacia Maggie "Llévala dentro ¿podrías? Usted y Raney cuiden de ella. Haga que todas entren, pronto estaré allí" Los oficiales ya habían escoltado al hombre negro hacia un coche de policía. Ella dijo a Rollings "Mantenlos separados, asegúrate de leerles sus derechos. Obtendré la historia completa"

Capítulo 11 Después de ver como se alejaban los tres prisioneros, Kate entró en el Bar Nightwood. Las mujeres se reunieron en un grupo compacto, hablando en voz baja, Audie en medio de ellas, como en un centro de protección. Raney tenía un brazo alrededor de ella, mirando con ojos preocupados como Audie sorbía una taza humeante de café que sostenía con dos manos temblorosas. Kate buscó a Andrea, quien asintió con la cabeza, su sonrisa rápida y cálida. Kate se dirigió a Audie y se inclinó sobre la mesa para preguntar en voz baja, con simpatía "¿Te sientes mejor?" Audie asintió "Sí. Algo. Te doy las gracias, la forma en que ayudaste, cómo manejaste a esos sucios...esos..." "No lo hice sola" Kate se enderezó, extendió las manos señalando al grupo de mujeres "Tuve este equipo swat para ayudar…sin armas, pero muy, muy valientes" Maggie se puso en pie y salió de detrás de la mesa, con las manos metidas en los bolsillos de sus bermudas lavanda. Se encogió de hombros hacia Kate y dijo bruscamente "La mujer nos hizo mucho bien" Patton también se puso de pie junto a Maggie. Se había puesto su gorra de marinero, al parecer derribada en el cuerpo a cuerpo y se la quitó en un gran gesto de barrido, haciendo una profunda reverencia hacia Kate y anunció "Incluso voy a conceder que esta mujer consiguió sus ovarios" Riendo junto con las mujeres, Kate agarró una silla y se la llevó a la mesa de Audie. "Esos rufianes…" dijo Maggie "…dos de ellos blancos, uno de ellos negro ¿No es una gran integración? Incluso tenemos bandas de igualdad de oportunidades"

Audie, Kate se dio cuenta, estaba sonriendo con esfuerzo por la ligereza de sus compañeras. Kate puso su silla frente a Audie y se sentó pero se dirigió a Maggie "¿Qué ha pasado ahí fuera?" "Escuchamos el jaleo" Maggie hizo un gesto hacia el estacionamiento "Ese coche trucado…sonaba como tornillos en una lavadora. Así que Patton y Roz salieron. Los tres asquerosos tenían a Audie…" "Sí…" dijo Audie "…ellos…" su voz temblorosa se __quebró. Raney la atrajo hacia sí. "Tenían a Audie…" apuntó Patton "…trataban de meterla a toda prisa en su coche machista de mierda" su tono se fue marchitando por el desprecio "Le saltamos al idiota más grande, estábamos gritando como desaforadas" "Todas salimos…" dijo Kendall "…todas nosotras" "Los imbéciles agarraron los tubos de su coche…" dijo Patton "…luego tú llegaste. No es que no pudiéramos encargarnos de esos asquerosos nosotras mismas" "Pero gracias de todos modos" añadió Maggie con ironía. "Audie" preguntó Kate en voz baja "¿Podríamos hablar en privado durante unos minutos?" Era crucial que consiguiera la historia individual de Audie sin adornos o interferencia de las mujeres…especialmente Patton. Audie lanzó una mirada alarmada hacia Raney, luego a Kate y luego a Raney. "Escucha, no pasa nada, cariño" dijo Raney "Esta mujer es buena. Vamos a terminar con esto" los dedos largos y delgados de Raney estaban acariciando la piel gruesa del brazo de Audie en un ritmo lento y suave. "Te quiero conmigo" susurró Audie. "Por supuesto" dijo Kate a Raney. Unos momentos más tarde en una mesa en la parte trasera del bar, Kate le dijo a Audie "Necesito que respondas sólo algunas preguntas. Luego, tan pronto como te sientas lo suficientemente fuerte, iremos a la estación" "No" Audie negó con la cabeza y respiró profundamente, exhaló en un suspiro que tomó varios minutos en completarse "No puedo" dijo ella. "Audie, trata de relajarte. Sólo dime exactamente lo que sucedió. Te prometo que cuidaré bien de ti, yo…" "Usted no entiende" dijo Raney "Ella no puede presentar cargos y no puede testificar"

"Soy maestra en un kindergarten" susurró Audie. Las lágrimas brotaron y rodaron por sus mejillas. "Este es un bar de lesbianas" dijo Raney. Hizo un gesto hacia la parte trasera del bar Nightwood hacia el estacionamiento "¿Lo qué ha pasado allí fuera ocurrió en un bar de lesbianas" Estudiando los inteligentes ojos oscuros de Raney, el hermoso rostro cincelado enmarcado por un corte de cabello al estilo de Grace Jones, luego el rostro redondeado y maternal de Audie, Kate recordó cinco novelas que había leído en la universidad, los libros de Ann Bannon que Julie le había prestado, mientras habían sido amantes. Esas historias se habían desarrollado en Greenwich Village en los años cincuenta, cuando el mayor miedo había sido a la policía, que revoloteaba periódicamente por los bares gay para arrestar a los clientes y marcar definitivamente muchas de las vidas de esos clientes... "Ella no puede presentar cargos" dijo Raney y se acercó a Audie para acariciar tiernamente los mechones de cabello oscuro gris en su sien. Kate fijó su mirada en Audie, quien le devolvió la mirada con sus ojos oscuros inundados de lágrimas "Audie, los tres matones que estaban aquí esta noche…si se les permite salir a vagar por las calles, van a continuar acosando a otras personas gay" Audie secó sus ojos con la manga de su camisa de algodón, luego colocó las dos manos sobre la mesa. Se sentó hacia atrás en su silla "Soy una mujer negra…" dijo ella en voz baja, temblorosa "Sé lo que pasa con la policía y los tribunales, lo veo todos los días en mi vecindario negro. Lo qué ha pasado esta noche…si levanto cargos y los tres van a la cárcel será sólo por un rato" levantó su voz "Tengo mucho que perder ¿me oyes? No vale la pena para mí ¿me oyes?" Kate asintió con tristeza "Sí, lo escucho" y añadió "Pero esos hombres que estaban aquí esta noche…¿se te ha ocurrido que también pudieron haber estado aquí el domingo por la noche?" "No" Audie le miró fijamente "Eso fue diferente. Si puedo ayudar con respecto a Dory…” su voz había bajado "Si descubre que ellos mataron a Dory…" "Audie…" dijo Kate "…no es tan simple. Si estás dispuesta a seguir adelante, tiene que ser ahora. Tienes que presentar un informe a la policía en este momento, no después del hecho. De lo contrario, un abogado defensor podría pisotear cualquier testimonio tuyo con los dos pies. Mi propia integridad y credibilidad como agente investigador serían puesta en duda. Pero si haces una denuncia policial, puedo decirte que será investigada a fondo" Audie preguntó con calma "La presencia de ellos aquí esta noche…¿tiene alguna evidencia acerca de ellos, además de esto?"

"No puedo hablar de eso contigo" respondió Kate, suavizando su tono "Pero lo que pasó aquí esta noche es una buena evidencia por sí sola. Sabremos mucho más cuando los interroguemos mañana" "Ellos simplemente negaran todo" dijo Raney "Sabemos que nadie vio como mataron a Dory" "Sólo una persona lanzó ese bate" respondió Kate respetando la agudeza de estas dos mujeres bajo estas circunstancias "Los otros dos pudiesen entregar al asesino" "No sería eso lo suficientemente bueno" dijo Audie con silencioso énfasis. "Su coche…" dijo Raney "…lo hubiéramos escuchado la noche del domingo" "Podría haber utilizado otro coche" respondió Kate. "¿Por qué matarían a Dory?" argumentó Raney. Por diversión, pensó Kate. Por ninguna razón en absoluto. Pero estos tres drogadictos habían intentado llevar a Audie con ellos y para propósitos evidentes. De acuerdo con Patton, ni siquiera habían tomado los tubos de su coche hasta que las mujeres salieron del bar... De repente cansada, Kate frotó su rostro con las dos manos. Aun así, un bate de béisbol había sido utilizado contra Dory Quillin…y era el mismo modus operandi que con un tubo ¿Y cómo se habían enterado estos tres sobre el bar aislado? ¿Por qué habían venido aquí esta noche? Tal vez sólo uno de los tres había estado aquí la noche del domingo, tal vez había regresado esta noche con sus amigos...Quizás. Tal vez, tal vez, tal vez... "Lo que está tratando de hacer aquí es importante, ya lo sé…" dijo Audie en voz baja con sinceridad "Enseño a niños y jóvenes de raza negra…mi trabajo también es importante. Para mí y para ellos. Por lo que es capaz de decirme, con lo que sé…lo siento, la única decisión que puedo tomar es no. Espero que puede entender el por qué" "Lo entiendo…" respondió Kate con cuidado "…es una mujer bajo la protección de las leyes de este estado que no defiende los derechos civiles básicos. Y…" ella admitió "… también entiendo sus razones" "No creo que haya ninguna razón para hablar de esto nunca más" dijo Raney " Audie está realmente alterada y me gustaría llevarla a casa" Con cansancio, Kate asintió. Las tres mujeres se levantaron, se dirigieron a la parte delantera de la bar "Buenas noches chicas…" dijo Raney al grupo de mujeres "…gracias nuevamente"

Patton dijo a Kate "Así que ya lo sabes…Audie no puede presentar cargos. Tal vez ahora puedas ver todo nuestro problema contigo como policía. Las personas que realmente estás protegiendo son varones blancos de clase media heterosexuales y a sus esclavas" Kate reprimió la oleada de furia. Independientemente de la retórica incendiaria ¿cómo podía no estar de acuerdo con la base de la verdad que Patton acababa de decir? Por las horas que había pasado en los tribunales, sabía muy bien qué clase era la más adecuadamente protegida y defendida. Se encontró con los ojos azul pálido de Patton "Lo único que puedo hacer como agente de policía, es tratar de hacer que las leyes de este país se apliquen a todos. Y creo que eso es digno de hacer, creo que vale la pena tratar de sacar de las calles a los monstruos que no merecen vivir entre los seres humanos" Hizo un gesto hacia el grupo de mujeres, su ira resurgió "Pero ninguna de ustedes va a ayudarse a sí mismas ni a mí. Atan mis manos. No sólo esta noche…es todo. Estoy tratando de ayudar. Ustedes no hablaron conmigo, ninguna de ustedes, la noche que Dory fue asesinada. Ni siquiera hacen algo tan simple como ayudarme a encontrar a una mujer con la que debo hablar…" "Espera…" interrumpió Patton "…no nos eches esa mierda ¿vale? ¿De verdad crees que puedes encarcelar a quien le hizo eso a Dory?" "Sólo puedo hacer todo intento honesto y sé cómo hacerlo" respondió Kate "Ya lo he hecho. Y seguiré haciéndolo" "Nosotras tal vez no hemos sido demasiado amables…" admitió Patton "…pero realmente no sabemos mucho más de lo que te contamos el domingo" hubo un murmullo de asentimiento "Nos gustaba Dory, pensábamos que ella era…había algo en ella…ella era especial, eso es todo. Pero no la conocíamos muy bien, ni siquiera yo, y yo…" Patton se interrumpió en aparente vergüenza, trazó el borde de su zapato para correr a lo largo de un tablero en el suelo "¿De verdad necesitas hablar con Neely?" "Sí" Kate fijó sus ojos en Patton, como para obligarla con la intensidad de su mirada "Todavía tengo mucho que comprobar y tengo que hablar con alguien que conociera bien a Dory, tengo que obtener información más actualizada acerca de su vida" "Haremos lo que podamos" dijo Patton. "Sí" dijo Raney. "Sí lo haremos" dijo Tora, con claro acento hispano.

Kate asintió con la cabeza, tratando de no mirar a Andrea; en lugar de eso miró a Maggie quien le respondió con una débil sonrisa pero triunfante. Kate dijo a Audie "Haremos todo lo posible para levantarle algunos cargos a esos rufianes, de todas formas" Pero había hablado para darle un sentido de necesidad e impartir algo positivo al trauma de Audie. Sin la corroboración de los testigos y los testimonios, no habría ningún caso en absoluto por asalto e intento de secuestro, o resistencia a la autoridad. Incluso un cargo por alteración del orden público no serviría. Lo mejor que podía hacer era argumentar la presencia de drogas en cantidades suficientes en los tres matones o en su Pontiac negro para presentar cargos por delitos graves. De lo contrario, sólo podrían mantenerlos durante la noche por la intoxicación por drogas y para el interrogatorio. Hubo silencio en la sala; se sentía incómodo y cálido "Escuchen…" dijo Kate "…el problema aquí esta noche ha terminado. Es temprano ¿por qué no se relajan? Tengo algunos maleantes de los que tengo que encargarme en la estación" "Vayan a la barra, todas las tortilleras con agallas" dijo Maggie en voz alta caminando hacia su puesto "Esta ronda será a cuenta de la casa" Sus voces se alzaron en animada conversación, el grupo de mujeres se separó para dirigirse a la barra. Raney y Audie, un brazo alrededor de la otra, caminaron hacia la puerta principal. Andrea se unió a Kate "Creo que voy a ir a casa" su rostro estaba tenso, cerrado; lucía acabada. "Te acompañaré afuera" dijo Kate mirándola con preocupación. En el auto de Andrea, un Olds Cutlass gris, Andrea se volteó y miró su rostro "Tienes que ir a tu trabajo" dijo en tono de arrepentimiento. "Sí" dijo Kate también con pesar "Gracias por tu ayuda, por conseguir que el respaldo llegara tan rápido" Andrea dijo en una salida brusca de palabras "Paso por el mundo heterosexual, tengo que pagar el precio…toda la humillación que tengo que tragar, las bromas, los insultos…" "Lo sé" intervino Kate. "Me doy cuenta que hay gente loca por ahí que nos odian hasta el punto de querer asesinarnos. Pero realmente ver ese odio asesino, verlo venir directamente en contra de ella…es como saber sobre la violación y luego verla en realidad. Y esos infrahumanos se saldrán con la suya...Dios…" se atragantó. "Andrea…" dijo Kate con preocupación "¿tienes a alguien con quien quedarte esta noche?"

"Voy a estar bien" hizo un gesto de impaciencia, alejando su mirada de Kate, su rostro volvió a cerrarse. "¿Tal vez podría llamarte más tarde?" Andrea abrió su bolso, un enorme paño de tela con compartimentos de cuero, sacó una caja de tarjetas de presentación y un rotulador, empujado hacia arriba las mangas de su camisa de gran tamaño, se inclinó sobre el capó de su coche. Kate la miró, pensando que Andrea parecía excesivamente aficionada a la ropa de gran tamaño. "Sí, llámame" dijo Andrea dándole la tarjeta donde también había escrito su dirección "Si te apetece, ven y te daré un poco de café" "Me gustaría eso" dijo Kate en voz baja "No vamos a interrogarlos a los tres hasta mañana, así que no estaré ocupada por mucho tiempo" "Bien" Andrea abrió la puerta de su coche y se sentó al volante "Hay algo que quizás debo decirte" dijo ella y cerró la puerta.

Capítulo 12 Kate salió de la estación poco después de las diez. Mientras se abría paso a través de la autopista intercambiando el centro por las tranquilas calles de la ciudad en el Distrito Silverlake, olas persistentes de fatiga invadieron su anhelado tiempo a solas con Andrea. El día había sido largo, comenzando con la autopsia de Dory Quillin y terminando con el papeleo que había tenido que completar en la estación. Pero fue el enfrentamiento en el estacionamiento del bar Nightwood, lo que había gastado totalmente su adrenalina, lo que tanto le había agotado. La casa era una pequeña edificación blanca, su viejo porche oscuro y sombrío con las formas de las plantas de hoja verde. Kate frunció el ceño ante la puerta de marco de aluminio endeble, las ligeras pantallas de fácil extracción y las ventanas. Un niño de dos años de edad, podría entrar en este lugar. Perturbada, tocó el timbre. Desde el patio trasero un perro gruñó y luego ladró. Kate de repente fue bañada por la luz que iluminaba el bosque de plantas en la terraza. Para su alivio, la luz también revelaba una puerta interior consistente y una ventana de la sala de estar enrejada. La casa no era tan vulnerable como parecía. Andrea, en jeans y una enorme camisa a cuadros azul, estaba de pie en el marco de la puerta interior, su casa cálida y brillante detrás de ella; entonces salió a la terraza para abrir la puerta. El rico aroma a café llegó a Kate. De pronto se sintió débil, con la presencia femenina de Andrea y la calidez de su casa; estaba adolorida por el cansancio y la soledad.

"Te ves cansada" dijo Andrea tomándola del brazo, la llevó a la sala de estar "¿Qué tal algo más fuerte que el café?" "El café está bien" Kate se dejó caer en un sofá densamente acolchado y miró con curiosidad a su alrededor. Como si el porche hubiese desbordado esta habitación, las plantas ocupaban el piso y la base de la chimenea, así como las superficies de cristal de la mesa de centro, las dos mesas de madera de cerezo y varios estantes de una alta librería. En la pared frente a ella colgaba una enorme impresión, bandas geométricas de colores, que lucían costosas en su simplicidad. La habitación había sido elaborada con cuidado y Kate se sintió cómoda en ella. "¿No bebes en absoluto?" preguntó Andrea "Seguramente no sigues en servicio ¿Los policías trabajan 18 horas al día?" "En una investigación de homicidio no tenemos horario fijo. Tenemos que movernos rápidamente, desarrollar la información rápidamente. Seguimos hasta que no podemos hacerlo por más tiempo. Así que todavía estoy trabajando. Técnicamente, no tengo nada que hacer aquí a menos que esté de turno" "Está bien, estás de guardia. Ahora, ¿qué te gustaría beber estando de turno? Tengo un excelente brandy, también escocés, vodka, vino, luces como una bebedora de whisky para mí" Kate sonrió "Eres muy observadora. Y amable. Ahora un poco de café con un poco de coñac suena perfecto" Andrea desapareció en la cocina. Kate sacó un reposapiés del extremo del sofá, sintiéndose a gusto al hacerlo y se quitó los zapatos poniendo sus pies en alto. Andrea regresó con dos tazas de café humeantes y las colocó en la mesa de café. Desde un compartimiento de la parte inferior de la estantería sacó una botella de Henessey y dos copas y sirvió generosamente. "Todas las plantas que tienes aquí, son maravillosas" comentó Kate, aceptando la copa de brandy, calentándola con las dos manos. "Las plantas son simplemente la forma de vida más saludable en esta tierra" dijo Andrea con fuerza "No se aprovechan las unas de las otras y puedes mantenerlas vivas y creciendo para siempre" "Nunca lo pensé de esa manera" murmuró Kate, sorprendida por la intensidad en la voz de Andrea. El primer sorbo de brandy fue ambrosía, el licor se deslizó fácilmente a través de su cansancio.

"¿Algo nuevo de los tres neandertales?" con gracia, Andrea se sentó junto a Kate, metiendo sus pies debajo de ella y su copa de brandy ahuecado en una palma. "Todos tienen antecedentes penales. Robo, venta de bienes robados. No había drogas en ellos, puede haber algo en el coche. Pero la mayoría de los que se dopan no almacenan a menos que estén traficando, no pueden darse el lujo. Ellos ingieren lo que compran" "Verdaderos activos para la sociedad" dijo Andrea hoscamente. Kate tomó el café que estaba fuerte y confortante "Puedo decirte cuál será su historia mañana cuando les preguntamos. Que Audie quiso ir con ellos y que las mujeres en el bar y yo interferimos, que soy una mujer policía prejuiciosa y fui injusta con ellos. Les interrogaremos por supuesto cada pulgada de sus vidas acerca de Dory" " Kate…los hombres jóvenes como esos tres, sin duda no todos terminan en la cárcel, hay demasiados ¿Qué sucederá cuando se hagan mayores?" "Si se hacen mayores…" corrigió Kate "…tal vez uno de tres…" Sonó el teléfono. En el segundo timbrazo se escuchó el clic del contestador automático. "Andy dulzura. Sé que estás ahí, por favor, toma el teléfono..." una voz de mujer surgió suavemente a través del altavoz, temblorosa por la necesidad "Andy...agarra el teléfono, bebe...por favor..." Andrea se acercó al contestador automático y apagó el volumen "¿Qué decías?" le dijo a Kate. Kate bebió más café " Tal vez uno de ellos consiga una buena persona con quien contraer matrimonio…" continuó ella, mirando a Andrea mientras se acomodaba nuevamente en el sofá "…pero sus antecedentes penales serán la muerte en el mercado de trabajo y nunca tendrá un trabajo de importancia. Tal vez logre algo en la economía informal, tal vez no lo haga" Los ojos de Andrea se fijaron en el contestador automático; la luz de mensaje en espera no había empezado a parpadear, lo que indicaba que la persona que había llamado aún seguía hablando. "Lo más probable…" continuó Kate "…es que todos ellos terminen vendiendo drogas. Tal vez sean atrapados y podrían pasar un buen tiempo en la cárcel. Probablemente mueran jóvenes…una sobredosis o alguna falla de algún órgano vital relacionado con las drogas. O sus cerebros estarán tan fritos que se convertirán en zombies que terminaran viviendo en las calles recolectando latas de la basura"

La luz de mensaje en espera finalmente comenzó a parpadear, los ojos de Andrea todavía estaban fijos en él. Kate dudaba que había escuchado una sola palabra de lo que había dicho "¿Andrea…?" preguntó ella "…¿alguien te está molestando?" Los ojos de Andrea, fríos y sin expresión, se encontraron con los de ella "Mi ex amante. Llama todo el tiempo. Gracias a mi contestador automático, nunca tengo que hablar con ella" Con sus sentidos invadidos por el sutil aroma de su perfume, la belleza de su rostro y el porte de Andrea, Kate le miró con cálido deseo ¿Que podría haber hecho esta ex-amante para ganarse tal enemistad de Andrea? Kate aclaró su garganta "Me preguntaba…pensaba que tal vez..." había hablado impulsivamente y ahora se debatía entre pensamientos frenéticos: ¿Qué invitación podría hacerle a Andrea? Era incapaz de cocinar una cena decente, ver una película parecía demasiado juvenil "Dependiendo de lo que ocurra con este caso, estoy libre este fin de semana. Pensé que tal vez...tal vez te gustaría tener una cena en la playa…" se interrumpió confundida por la severidad en el rostro de Andrea. "Estaba bastante segura que te sentías atraída por mí" su voz era plana, casi acusatoria. Confundida por el tono de Andrea, Kate dejó su taza de café y trató de ordenar sus ideas "Yo…yo estoy segura que tengo eso en común con un montón de mujeres" "Estás desperdiciando tu tiempo, Kate" las palabras fueron cortantes "No soy en absoluto lo que parezco" "¿En qué sentido?" estaba completamente desconcertada. Pero Andrea no respondió. Cerrando los ojos, levantó su copa de coñac y bebió un trago. "Sigo mis instintos" dijo Kate desesperada por llevar la conversación hacia el reino de la comprensión "Aprendí a hacer eso en el trabajo policial y he confiado en él…he tenido que hacerlo. Eres una de las mujeres más interesantes y atractivas que he conocido en mucho tiempo. En todos los sentidos" "¿En todos los sentidos?" Andrea empezó a desabrochar los puños de su camisa. "En todos los sentidos" confirmó Kate, aún a tientas para encontrar tierra firme en alguna parte. Andrea se apoderó del resto de su camisa con ambas manos y tiró de ella hacia arriba y sobre su cabeza.

Kate contempló dos cicatrices rojas e irregulares que se dirigían y prolongaban a través de una extensión de carne hinchada y oscura, cicatrices perfectas y uniformes marcadas por puntadas color rosa. "¿Ves lo engañosas que pueden ser las apariencias?" la voz de Andrea era suave, no miró a Kate. Continuó con voz casi inaudible "Mis senos solían ser más grandes que los tuyos" Kate llegó a ella, necesitando proteger la crudeza de esas cicatrices, necesitando proteger la desnudez de Andrea ante la frescura de esta habitación verde. Agarró los hombros desnudos de Andrea para calentarla, frotándolos, acariciando la carne fresca bajo sus manos y miró los ojos que le miraban con asombro. "Escúchame…" dijo Kate en voz baja "…la mujer que amaba murió quemada hace un año y diez meses. Me habría quedado con ella sin brazos o piernas o pechos. Me habría quedado con ella con quemaduras o cicatrices o cualquier cosa, si tan sólo Anne hubiese vivido" Andrea hundió su rostro en el hombro de Kate. Kate la tomó entre sus brazos y movió sus manos sobre la suave piel de la espalda de Andrea "Todo está bien. Andrea, sigues siendo hermosa. Todo está bien" "No lo soy…" susurró Andrea "Lo que Bev dijo fue verdad" Bev…¿la mujer en el teléfono? ¿La ex amante de Andrea? "¿Qué dijo?" Kate la atrajo hacia sí. "Nada. Nada en absoluto" "No lo entiendo ¿Cuándo fue eso?" La voz de Andrea fue amortiguada contra la tela de la chaqueta de Kate "Cuatro meses después...de la cirugía. No me había mirado a mí misma, ni siquiera cuando las vendas se retiraron. Yo...no pude" Andrea levantó su cabeza para mirar nuevamente a Kate, sus ojos marrones brillaban por las lágrimas "Tampoco dejé que Bev mirara. No hacíamos el amor, me dolía en ese tiempo, tenía mucho adormecimiento...Pero sobre todo, no podía soportar ser tocada. Me sentía tan...mutilada. Pero necesitaba que ella mirara ¿entiendes?" "Sí" dijo Kate. "Necesitaba que lo hiciera por las dos y que dijera que estaba bien, que estaba bien que me mirara a mí misma...¿entiendes?" "Sí" dijo Kate.

"Y finalmente se lo pedí...Y entonces ella no dijo nada, sólo me miró y luego yo miré hacia abajo y vi lo horrible que era…" "Andrea, sigues siendo hermosa. Eres una mujer hermosa" Andrea negó con la cabeza "No. Mis pechos eran perfectos..." agarró su camisa y se secó los ojos. "¿Cuándo tuviste la cirugía?" "Hace seis meses" "¿Está todo bien? ¿Estás recuperada completamente?" "Si te refieres a si sacaron todo, sí. Los ganglios linfáticos estaban limpios. Me dicen que voy a estar bien" "¿Por cuánto tiempo tú y Bev estuvieron juntas?" "Cuatro años" "Pudiste haberle dado un poco más de tiempo…" Kate suspiró. Era ridículo, justificar el comportamiento de esta mujer que no conocía, cuyo territorio acababa de invadir. "Lo que dijiste, la forma en que lo dijiste…si tan solo Bev..." "Andrea, ella tenía mucha ansiedad por tí. Algunas personas sólo necesitan más tiempo para adaptarse. Una amiga de Anne le dijo a sus padres que era lesbiana. Ellos no lo tomaron bien, pero dos meses más tarde tenían remordimientos por cómo habían reaccionado. Bev sonaba muy arrepentida por teléfono" "Bev es lenta para reaccionar sobre un montón de cosas, pero esto fue diferente, Kate. Ella sabía de esto. Sabía días antes de la cirugía, todos esos meses después..." Tenía que convencer a Andrea, pero para convencerla tendría que defender a Bev. Y cuanto más defendía a Bev... "Andrea, saber sobre algo como esto no importa. Yo sabía que mi madre se estaba muriendo. Pero su verdadera muerte fue un impacto que nunca pude imaginar" Andrea se quedó en silencio durante unos momentos "Siento mucho acerca de tu amante…" dijo finalmente "…Anne fue muy afortunada de tenerte en el tiempo que lo hizo" "Gracias" dijo Kate.

Andrea desabrochó la chaqueta de Kate, tomándose su tiempo y la empujó fuera de ella. Deslizó sus brazos alrededor de los hombros de Kate "Tus botones de metal se sienten fríos en mis cicatrices" dijo ella sonriendo. Kate rió entre dientes y recogió la camisa, la puso sobre los hombros de Andrea "Hace frío aquí adentro" Andrea tomó el rostro de Kate entre sus manos y le miró a los ojos. Las manos de Kate se movieron a lo largo de la suave piel sedosa de los brazos de Andrea hasta sus hombros y luego su espalda. Mantuvo contacto con los ojos de Andrea, sabiendo que con cada momento que pasara Andrea vería cada vez con más claramente su deseo. "Eres muy hermosa" Kate susurró las palabras, el rostro de Andrea se acercaba al suyo. "Quédate conmigo esta noche" murmuró Andrea contra los labios de Kate. Fortalecida por el frio impacto de la ducha, Kate se envolvió en una toalla y entró en el pequeño dormitorio, con poca luz. Andrea estaba apoyada sobre las almohadas, con su cabello oscuro y brillante extendido en la blancura, una sábana le cubría hasta los hombros. Acarició el borde de la cama junto a ella. Sonriendo, Kate obedientemente se sentó a su lado. Andrea desenvolvió la toalla, la dejó caer al suelo y sin prisa la observó. "¡Qué gran mujer eres!" murmuró y tomó el rostro de Kate entre sus cálidas manos. Pasó sus dedos a través del cabello de Kate "Tu cabello es maravilloso, tan suave y fino..." sus uñas acariciaron el cuero cabelludo de Kate, creando olas de sensaciones escalofriantes; Kate sintió la piel de gallina en sus brazos. Las manos de Andrea llegaron al cuello de Kate, rodeándolo, sus palmas exploraron su curva y luego los hombros de Kate, sus uñas se deslizaron suavemente y Kate no pudo reprimir su estremecimiento. Sonriendo en evidente auto-satisfacción, Andrea tomó los pechos de Kate entre sus manos, ahuecándolos en sus palmas, como sopesándolos. Deslizó sus palmas alrededor de la curvatura de ellos y Kate cerró los ojos para concentrarse en el cálido roce, sus sensaciones se hicieron más profundas cuando los dedos de Andrea comenzaron a amasarlos sensualmente, cuando la yema de sus dedos hicieron círculos en cada pezón y luego se deslizaron acariciándolos. Andrea se sentó y apartó la sábana que le cubría a sí misma, atrajo a Kate hacia ella. Otra vez tomó los pechos de Kate entre sus manos, esta vez para que encajaran con ella, suspirando mientras sinuosamente ajustaba su propio cuerpo. Kate deslizó sus brazos alrededor de su delicada esbeltez, sosteniéndola cerca y la bajó lentamente, con cuidado para preservar la fusión entre sus cuerpos.

Mientras el cuerpo de Andrea se unía a todo lo largo con el de ella, Kate contuvo el aliento ante la suave calidez de ella. Las manos de Andrea acariciaban su espalda, sus uñas nuevamente le hicieron estremecer; las manos cálidas se movieron sobre sus caderas, apretándolas con brutal posesión. Las piernas de Andrea se entrelazaron con las de ella, Kate sintió el suave vello, el calor entre las piernas de Andrea contra su muslo. "Tu cuerpo es una maravilla" susurró Andrea mirándola a través de ojos oscuros y párpados pesados__. Apoyándose en sus codos, sostuvo el rostro de Andrea entre sus manos, mirándola y acariciando la suave y firme piel que era como piedra caliente y pulida por el océano bajo el sol. Inhaló su aroma almizclado, penetrando profundamente su deseo y le susurró: "Dios, te quiero" Andrea atrajo la boca de Kate hacia la suya, sus labios aumentaron su posesiva presión hasta que Kate sintió la impresión de sus dientes; entonces los labios de Andrea se volvieron sensualmente suaves, rindiéndose ante ella y cuando la lengua de Kate entró en ella, Kate estaba recién traspasando el deseo que ascendía a una totalmente nueva meseta. Las manos de Andrea en su cabello atrajeron aún más la boca de Kate hacia ella, la lengua de Andrea encontró la de ella con movimientos rápidos y ligeros, el cuerpo de Andrea se volvía sutilmente ondulante debajo de ella. Kate sintió como el calor húmedo entre las piernas de Andrea se movía contra su muslo, sintió que perdía el control por segunda vez esta noche. Dominada por su deseo, deslizó una mano hacia los muslos de Andrea. Su palma ahuecó la exquisita calidez cubierta de musgos, sus dedos se hundieron en una profundidad satinada y los muslos de Andrea se cerraron con fuerza, urgiéndola. Demasiado rápido, pensó Kate en medio del éxtasis de sus sensaciones, estoy haciendo todo demasiado rápido...Pero la boca de Andrea se convirtió en pura pasión ante la de ella, Andrea apretó sus brazos alrededor de la parte más gruesa de la espalda de Kate y balanceó su cuerpo superior contra los pechos de Kate. Luego hundió su rostro en el hombro de Kate y abrió las piernas, las caderas se agitaron cuando los dedos de Kate comenzaron a moverse. Pronto las caderas de Andrea comenzaron a elevarse en lo que Kate pensó se estaba corriendo, hasta que se elevaron una y otra vez y otra vez en un temblor tenso que se fue calmando gradualmente. "Tan bueno…" susurró Andrea, su cuerpo se ablandó una vez más bajo Kate "Oh Dios, tan bueno" suavemente alejó la mano de Kate. "Demasiado rápido, fui muy…" "Te quería...Dios, nada más"

Hizo que Kate rodara sobre su espalda y se echó encima de ella, todavía respirando con rapidez; Kate podía sentir sus rápidos latidos del corazón. Una vez más Andrea se fusionó con ella, ajustando los pechos de Kate con ella. Kate vio la breve mueca de dolor cruzar por su rostro y preguntó alarmada "¿Te he hecho daño? ¿Fui demasiado brusca?" Andrea soltó un tembloroso suspiro y sonrió "No que me haya dado cuenta" Y añadió "A veces siento algo de ardor alrededor de la cicatriz…es fugaz. Me dicen que pronto desaparecerá. No te preocupes" Andrea cerró sus ojos, acurrucándose sobre Kate "Se siente maravilloso, tus pechos se sienten simplemente increíbles contra mí" mantuvo la cabeza de Kate acunada entre sus brazos "Casi no tienes que disculparte por nada" dijo y la besó. Con la boca de Andrea sobre la de ella en persistente ternura, Kate exploró el cuerpo satinado acostado sobre ella, deslizando sus manos lentamente a lo largo de las curvas de la espalda de Andrea y las caderas ricamente firmes, por sus muslos y debajo de ellos, deslizando una mano disfrutó nuevamente el calor húmedo entre sus piernas. Andrea estaba trazando una de sus orejas con su lengua, su mano bajaba lentamente sobre Kate, su palma acariciaba su estómago, sus piernas. Kate cerró los ojos ante el exceso de sensibilidad. Adolorada por los húmedos dedos que le acariciaban, gimiendo por la necesidad, Kate puso a Andrea debajo de ella nuevamente y se movió con urgencia, las uñas de Andrea se arrastraban a través de sus hombros, sus omóplatos. Kate volvió a gemir cuando las uñas recorrieron su espalda y se arqueó, presionándose contra Andrea, traspasada. Su liberación fue dulce y completa, levantó su cuerpo de Andrea lentamente y satisfecha, ya impregnada por la fatiga "No me dejes dormir" murmuró ella "No quiero dormir" "Tengo otros planes para ti, ruda y dura policía..." Tiempo después, ella yacía indefensa, sus pezones ferozmente endurecidos dentro de la dulce boca de Andrea, las uñas inmisericordes de Andrea parecían estar en todas partes a la vez. Entonces los dedos de Andrea comenzaron a acariciar suavemente entre sus piernas y luego Andrea estuvo bajo ella nuevamente, mezclando ritmos precisos en su cuerpo. Exhausta, murmuró contenta, demasiado repleta para luchar, se hundió en el sueño con Andrea cálidamente entre sus brazos, en rostro de Andrea acunado contra sus senos.

Capítulo 14 Salió del sueño cuando la voz de Andrea le llamó por su nombre y abrió los ojos hacia la luz de la mañana nublada que se filtraba entre las cortinas color beige. Andrea, que llevaba una bata de seda azul hielo, se sentó con gracia en el extremo de la cama. Dijo suavemente "Me dijiste ayer por la noche que tenías que levantarte a las seis" Kate frotó sus ojos, el estado de alerta se apoderó pronto de ella, se sentía descansada y poseída por una relajación profunda que reconocía era consecuencia de su liberación sexual. Recordó el hambre, la prisa de la noche anterior, luego la enervación y la impotencia que le había impedido explorar a Andrea en todas las formas íntimas que ella hubiese querido… "Lo siento, me quedé dormida sobre ti, ayer fue justo…" "Por favor, deja de pedir disculpas. Me siento gloriosa esta mañana. Fuiste completamente y maravillosamente satisfactoria para mí" De hecho había contentamiento en el rostro de Andrea, Kate lo notó, una tranquila belleza que no había visto antes. Y como para confirmar que era una mujer totalmente gratificada, Andrea se sentó lejos de ella en la cama, al parecer sin necesitar o querer su contacto esta mañana. "Estoy preparando algo para desayunar" dijo Andrea sonriendo "¿Quieres venir conmigo?" "Un café estaría bien" dijo Kate. De repente consciente de que estaba hambrienta, añadió "Y todo lo que tengas, si no es mucha molestia" "Como pan tostado y melón por la mañana ¿Eso estará bien?" "Bien" respondió Kate, anhelando tocino, huevos y panecillos ingleses. Todo el mundo sabía en estos días, a excepción de Taylor, que estaba comiendo comida ligera, saludable y a lo que ella se refería como privativa. Andrea se levantó; su bata llegaba hasta el piso arremolinándose alrededor de sus pies, hizo su elegante caminata por la habitación. Kate se dio una ducha rápida, usó el desodorante sin permiso, se conformó con enjuague bucal y se puso su ropa. Se sentó a la mesa en la alcoba comedor junto a la cocina y alegremente y rápidamente despachó el tercio de un melón y dos rebanadas de pan de trigo integral, declinando una repetición, después de haber decidido que tomaría después un desayuno decente con Taylor.

Andrea estaba hablando con facilidad de los cambios que había hecho en esta casa desde que la había comprarlo dos años atrás y el orgullo y placer que había puesto en ello. Había una formalidad en ella que Kate sentía no debía perturbar y respondió con anécdotas de su propia experiencia como dueña de casa, cuidando de no aludir en modo alguno su unión de la noche. Luego Andrea dijo, pinchando su último trozo de melón "Nunca fui infiel a Bev en todo el tiempo que estuvimos juntas ¿me crees Kate?" "Por supuesto que lo creo" dijo Kate terminando su café "Nunca fui infiel a Anne y estuvimos juntas doce años" Andrea sonrió "Sí, puedo sentir que serías así con la mujer que amaras. Pero después de la forma como Bev se comportó después de mi cirugía...sin importa cuántas veces haya tratado de explicar lo que ella hizo o dijo, nunca podría ser la primera mujer en mi cama después de mi operación ¿lo entiendes?" "Sigo pensando que estás siendo un poco dura con ella" respondió Kate, rellenando su taza de café, sin importarle un pepino Bev. "Estaba en el Bar Nightwood esperando por ti" dijo Andrea en voz baja "No sabía cuánto tiempo tendría que seguir yendo hasta que alguien como tú entrara allí. Las mujeres se acercaban a mí, pero te estaba esperando. Sólo a ti" Kate le miró, sorprendida y sin palabras. Andrea, en la real suavidad de la bata azul, nunca le había parecido más hermosa. "Tal vez te obligué a venir hacia mí debido a mi necesidad" reflexionó Andrea, sus ojos oscuros y distantes. Luego miró con franqueza a Kate "Necesitaba una mujer que admirara y respetara, una mujer que no sólo se sintiera atraída por mí, sino que también me pareciera atractiva" "Gracias" logró decir Kate. "No. Soy la que debe dar las gracias. Por primera vez en mi vida necesitaba validación como mujer. Y tenía que tenerla de ti. No de Bev, no de una mujer cualquiera, sino de ti. Cuando me quisiste anoche y me hiciste el amor como lo hiciste, fuiste todo lo que necesitaba" Kate le miró con asombro silencioso. Andrea continuó en un tono serio "…y disfruté complacerte, te disfruté, Kate" El silencio que cayó entre ellas era delicado, como un capullo; Kate no estaba dispuesta a perturbarlo. Bebió su café mientras Andrea miraba un libro de citas

encuadernado en piel, presumiblemente una lista de su actividad inmobiliaria para este día. Finalmente, Kate se levantó. Andrea agarró su brazo y le acompañó hasta la puerta. Con sus manos suaves en los hombros de Andrea, Kate besó su frente "Te llamaré tan pronto como me sea posible" dijo ella "¿Vas a estar aquí esta noche?" "Por supuesto" Algo en su tono sonó extraño al oído de Kate, miró fijamente a Andrea. Pero Andrea estaba sonriendo.

Kate se sentó en su escritorio en el salón del escuadrón de Detectives mirando por encima las notas de sus interrogatorios por separado de los tres jóvenes detenidos en el bar Nightwood. Perry Jerome Lee, el joven negro, parecía tener una coartada sólida, el domingo por la tarde y por la noche había estado en South Central Los Ángeles. Jugando al billar en el bar de Jakey, afirmó que dos camareros podrían responder por él. Robert Kenneth Johnson y Gerald Thomas Petrie habían ido a "pasar el rato" y no podían o no querían dar cuenta de su paradero. Lee y Johnson habían llegado al Bar Nightwood por sugerencia de Petrie; Petrie, que vivía en una habitación amueblada en Sycamore, había escuchado "por el vecindario" que se había producido una muerte en "ese bar raro para tortilleras" y querían "echar un vistazo a esa articulación rara y sus clientes raras" A partir de ahí las historias fueron divergentes. Lee simplemente estaba "tratado de rescatar a una hermana negra que no tenía nada que ver en absoluto con esas pervertidas" la historia de Johnson y la de Petrie era como Kate había predicho: Audie había acordado acompañarlos y primero las mujeres y luego Kate habían interferido. En presencia de Kate, Petrie solo tocó una vez el puente de su nariz y los moretones a lo largo de sus pómulos y luego apartó la mano, sin mencionar sus otras heridas. Según Petrie y Johnson, solo tomarían un par de copas, nada más. Lee afirmaba con toda seriedad que él había aceptado pastillas para el dolor de un amigo, por un dolor de cabeza. El Pontiac había resultado limpio... Durante su intenso interrogatorio a cada uno de ellos, Taylor había estado presente, pero se limitó a escuchar, con un pie apoyado en la mesa de la sala de interrogatorios, su presencia silenciosa y siniestra atraía miradas cada vez más

inquietas en cada joven. Ahora Taylor estaba tomando su turno con ellos, trabajando en solitario, llevando a los sospechosos de regreso de uno en uno para señalar las contradicciones en cada una de sus historias. Kate lanzó su libreta de notas en el escritorio. Petrie…o quizás ambos, Johnson y Petrie…podrían estar involucrados en la muerte de Dory Quillin, pero el instinto le decía que era poco probable. Ambos eran ladronzuelos y drogadictos y el dinero y la cocaína en la camioneta de Dory Quillin habían quedado intactos. Los ladrones de hecho podían ser violadores, pero rara vez realizaban matanzas gratuitas. En todo caso tendrían que ser puestos en libertad, no tenían nada para mantenerlos dentro. En medio del murmullo de las conversaciones, los portazos de cajones de archivo, la actividad habitual del zumbido monótono del escuadrón, Kate escuchó su nombre en el sistema de buscapersonas. Agarró su teléfono "Detective Delafield" "Soy Neely Malone" la voz era alta y suave "Lo siento, supe hace unos días que quería hablar conmigo, pero no he estado en condiciones de hablar con nadie desde la noche del domingo" las palabras fueron pronunciadas con voz temblorosa, pero con la precisión y la enunciación de una mujer bien educada. "Srta Malone, lo entiendo" respondió Kate, su euforia por finalmente contactar con esta mujer se evaporó en solidaridad con su dolor. Sea cual sea el papel que Neely Malone había jugado en la vida de Dory Quillin, la suya fue la primera emoción que había sentido en alguien que parecía más profundo que un duelo transitorio "Realmente lamento su pérdida" "Gracias. Gracias por su comprensión. Por lo que me dicen de usted, sé que lo entiende" Al parecer, las mujeres del Bar Nightwood le habían transmitido su confianza en Kate o su conocimiento de que ella era lesbiana, o ambos. "Mi compañero y yo queremos hablar con usted ¿Sería conveniente…?" "Sería conveniente para mí ir hasta allá" dijo Neely Malone con educada firmeza "¿A las 11:00 estaría bien?" "Entonces la veremos luego, señorita Malone" A las diez y media Taylor se paseó nuevamente por la sala de la brigada y deslizó una cadera en el borde del escritorio de Kate. Se rió entre dientes y dió un golpe juguetón en su hombro "Petrie se puso muy enfadado cuando le pregunté por las

marcas en su rostro. Dijo que no era mi maldito asunto, que se metió en una pelea con un tío…¿qué te parece?...antes de llegar al Bar Nightwood" Kate sonrió irónicamente "¿Es eso cierto?" Audie se negó a presentar cargos porque era lesbiana y ahora uno de los agresores de Audie se negaba a denunciar abuso…o reconocimiento alguno de algún abuso en absoluto…por un oficial de policía porque ese oficial era una mujer. "Con solo atrapar a tres pendejos cargados con drogas, conseguirías una medalla" gruñó él "Me molesta que tengo que dejarlos ir, Kate. Habrían tomado a esa mujer y la habrían violado hasta los sesos, son pura mierda de perro, puedes olerlos" Taylor señaló con el pulgar de manera despectiva hacia la sala de interrogatorios "Quien realmente me molesta es Petrie. Si no fuese demasiado machista para admitir que fue derribado por una mujer policía, estarías en problemas en este momento con Asuntos Internos. Esa es la mierda por la que tengo ganas de agarrar la maldita pensión de veinte años e irme a recolectar los malditos aguacates" Kate sucumbió ante su cinismo, añadiendo a su propia venganza: Petrie merecía mucho más que su rostro estrellado contra el capó de un coche. Los tres maleantes lo merecían. Sin embargo, siendo fría y objetiva, sabía que ella había estado fuera de control en ese estacionamiento. Un oficial de policía siempre debía accionar con aplomo…y aunque había usado la fuerza por necesidad, su furia como lesbiana también había aportado un componente importante. Menos mal que no tendría que explicarse y defenderse a sí misma ante Asuntos Internos. "Ed, esos tres no son tan tontos que no podrían entender por qué no fueron fichados. Volverán a ese bar…" Taylor se cruzó de brazos "He hecho algunas sugerencias a los tres caballeros" Kate le sonrió, conociendo el tono, imaginándolo en la sala de interrogatorios, su inmensa constitución sobre cada sospechoso, su rostro contra los suyos mientras hablaba en voz baja, con cortesía. Taylor en su momento más educado era Taylor en su momento más amenazante. "Así que cuéntame, Ed" "Le sugerí fuertemente al sr Lee y al sr Johnson que a menos que quisieran más preguntas sobre los eventos del domingo en el Bar Nightwood, capullos como ellos deberían pensarlo muy bien antes de regresar a esta división, que no seríamos tan amables y hospitalarios la próxima vez. Le sugerí al sr Petrie, en particular, que dado que sigue husmeando en nuestra división podría vivir aquí y que si es tan duro

como para ir a buscar lesbianas, a lo mejor su virilidad necesita más investigación…y la próxima vez que lo atrapemos me ocuparía de ello personalmente, que lo pondría en una determinada celda de detención en la que se investigaría a fondo y de manera exhaustiva su masculinidad" Riendo, sentada hacia atrás en su silla con las manos detrás de su cabeza, Kate dijo "Ed, por todos los medios vamos a requisar esa celda de detención" "Los idiotas" Taylor pronunció un último insulto "Entonces ¿que hay hoy en la agenda, mujer maravilla?" "Neely Malone vendrá en unos pocos minutos. Dependiendo de lo que ella nos diga, podremos tener nuevas pistas. De lo contrario, terminaremos con lista de Dory Quillin" Taylor se quejó en voz alta. "Luego agarramos la tarjeta de crédito para gasolina para un viaje mañana para entrevistar al ex profesor de gimnasia en Modesto" Taylor gimió aún más fuerte "Horas y horas de mirar tierras agrícolas y vacas. De ida y vuelta. Mierda, Kate"

Neely Malone se sentó en la silla con respaldo recto en la sala de interrogatorios y pasó una mano por un afro modesto y perfectamente redondeado con una raya color gris a través de él, como la brida de un casco romano. Luego se quitó las gafas sin montura, buscó en su bolso, extrajo un pañuelo y secó sus ojos enrojecidos y reemplazó los lentes. Miró a Kate. Sus ojos oscuros, acentuados con un toque de sombra de ojos siena tostado y magnificados por los gruesos cristales, parecían impulsados __hacia fuera de su rostro redondo "Por favor, llámeme Neely" dijo en voz aguda, suave y temblorosa que Kate había escuchado por teléfono. Era una mujer corpulenta, sus generosas curvas realzaban su ropa que fluía casualmente. A Kate le gustó la bata marrón, los pantalones holgados color arcilla de ligero algodón arrugado, los colores eran ricos en contraste con el tono color miel de su piel. Pero eran los ojos magnificados de Neely Malone lo que eran más llamativos: confirmaban la inteligencia que Kate había escuchado en el teléfono y que contenían suavidad inconfundible y compasión. Parecía ser una mujer de gran calidez y dadiva y Kate se sintió instintivamente atraída por ella.

Taylor entró en la habitación, Kate les presentó mientras se acomodaba junto a ella en la mesa de formica "Señora,,," dijo él "…Lo sentimos mucho y sentimos tener que molestarle" El enfoque de Taylor fue inusualmente deferente, incluso ante una mujer llorosa y Kate notó que estaba desconcertado. El estilo maternal de Neely Malone obviamente no encajaba en ninguno de sus conceptos estereotipados de las lesbianas. Ella dijo a Neely "Tal vez podríamos empezar por hacer que nos diga la última vez que vio a Dory" "Hace una semana. Vino a cenar. Llamó la noche siguiente y esa fue la última vez..." secó sus ojos bajo los lentes con una toalla y luego se quitó las gafas y las guardó en su bolso "Venía a cenar cuando el espíritu le movía, siempre estaba contenta de tenerla. Siguió su propio camino separándose de mí diez meses atrás" Las palabras habían sido pronunciadas con calma, sin amargura, no hubo ningún intento de ocultar quien había dejado a quién. Kate le observó un momento más antes de preguntar "¿Por cuánto tiempo le conoció?" "Vivió conmigo no más de once meses. La conocí casi exactamente un año antes de eso, yo…" "Así que la conoció cuando tenía que…¿diecisiete años?" Kate interrumpió, con ganas de completar estos datos en sus notas antes que Neely continuara. "Sólo una forma de hablar. Iba a decir que la conocí por primera vez en la USC General del Condado. Soy enfermera, trabajo en el turno de la noche en la sala de psiquiatría" Neely interceptó la mirada de asombro de Kate "Drogas" dijo con precisión "Mezclaba cocaína con Dios sabe qué, no recuerdo, heroína, con toda probabilidad. Estaba desquiciada, la trajeron a restricción. Los jóvenes, ponen todo tipo de chatarra en sí mismos, las historias que podría contarles..." levantó las manos en un gesto de inutilidad "Las drogas que tomaba la llevaron a un terrible, terrible lugar" Sus ojos estaban distantes, estrechándose por el dolor de sus recuerdos, llenos de lágrimas que se derramaban "Esa noche le abracé tanto como pude, reteniéndola y todo eso, y hablé con ella. Eso pareció ayudar. Su pobre cuerpo se sacudía y temblaba, gemía tanto..." Neely hizo una pausa para quitar las lágrimas de sus mejillas. Kate fácilmente pudo imaginar su figura regordeta con un uniforme blanco almidonado, podía visualizarla dándole consuelo a la agonizante Dory Quillin con su calidez y tranquilidad, con su fuerza maternal.

Neely sacudió su cabeza con fuerza, como si con eso pudiese alejar sus recuerdos "En algún momento al día siguiente se recompuso…o por lo menos ya no estaba en la sala en mi siguiente turno. La siguiente vez que la vi fue un año después. Había terminado con una amante y comencé a salir a los bares nuevamente y la vi en el Horn…es un club en el Valle que atrae a mujeres mayores, más establecidas. Luego aprendí que necesitaba a una mujer madura, alguien en quien pudiese confiar. Tenía dieciocho años para ese entonces y por supuesto no había tenido ni idea de que era gay. No creía que ella se acordara de mí, pero lo hizo. Vino a mi casa esa noche y no se fue" "Durante ese tiempo…" Taylor aclaró su garganta, Kate sabía que estaba formulando su pregunta con cuidado "…durante ese tiempo ¿no estaba consumiendo drogas o...jugando su otro oficio?" "Error…" dijo Neely con sequedad "…todavía consumía coca de vez en cuando. Pero la venta de su cuerpo…ocurría con mucha más frecuencia" "¿Le molestaba?" preguntó Taylor. Al menos una vez en cada entrevista, Kate pensó con disgusto, Taylor tenía que ser un idiota, al menos una vez cada entrevista. "¿Molestarme?" Neely pronunció las palabras como si estuviese examinando los excrementos "¿Le molestaría si su esposa fuese una prostituta?" Taylor, escribiendo en su libreta, no respondió. Neely se dirigió directamente a Kate "Ella no podía ver por qué vender su cuerpo a los hombres importaba, incluso para alguien que le amaba. Ya que no significaba nada en absoluto para ella. Su cuerpo era un instrumento que no tenía nada que ver con ella, podía venderlo a un buen precio…¿por qué no? Y no podías convencerla de que era degradante porque era tan completamente despectiva con sus hombres que pensaba que eran ellos los que se degradaban" "Once meses…" dijo Taylor "…si estaba tan desesperada ¿por qué se quedó con ella tanto tiempo?" "Ella no tenía remedio. Y mientras trataba de ayudarla llegué a quererla mucho" dijo Neely, simplemente, y Kate le creyó. Neely continuó "Tenía que tener mucho cuidado con cualquier intento de cambiar su comportamiento. Todo era una cuestión de enfoque, de desafiarla. Le acusé de abandonar la escuela porque no tenía el valor de continuar. Eso le enfureció, entonces fue y pasó el examen de equivalencia de la secundaria, se matriculó en LA City College"

"¿Alguna vez asistió a clases?" preguntó Kate, sonriendo ante la tortuosidad de Neely. "Tomó cursos de introducción a la psicología, sociología y filosofía" dijo Neely orgullosa "Todavía tengo los libros de texto y también sus cuadernos de notas. Acababa de matricularse para…" se interrumpió, sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente. "Neely…" dijo Taylor "…¿por qué la dejó?" Metió la mano en su bolso por otra toalla "Todo se vino abajo cuando mi madre sufrió una apoplejía. Fue una época terrible, tuve terribles problemas de dinero...De repente entre mi trabajo y la preocupación por mi madre tuve muy poco tiempo para darle a Dory..." Neely sopló en su toalla nueva "Entonces lo que ocurrió fue aún peor. Las cuentas médicas de mamá eran…" Neely hizo un gesto extendiendo la palma sobre el suelo "Dory me ofreció dinero. 2800 dólares en efectivo, la mayoría eran billetes de cien dólares. No pude tomarlo…no podía. Porque sabía cómo lo había conseguido…y quiero decir ¿cómo iba a tomar ese tipo de dinero de ella? ¿cómo podría?" Neely sonó su nariz "He tenido entrenamiento psicológico, sabía por qué las niñas se convertían en prostitutas, conocía el patrón de vida de Dory, sabía que no debía juzgar o castigar porque era exactamente de lo que ella había huido. Que era lo que había visto" "Disculpe…" dijo Taylor levantándose. La puerta de la sala de interrogatorios estaba entreabierta y Taylor había sido llamado. "Por favor, continúe" dijo Kate a Neely. "Sabía que Dory se iría algún día, lo sabía. Pero necesitaba cuidados y un refugio seguro hasta que estuviese lista..." Neely negó con su cabeza "En fin, compró su camioneta y eso fue todo. Pensaba que el Bar Nightwood no era el peor lugar para que se quedara. Maggie es una mujer buena, sabía que mantendría un ojo en ella. Nunca iba allí sino de vez en cuando, cuando tenía que dejar sanar mis heridas" "Neely ¿tienes alguna idea de cuál era su vida actual, sus colaboradores? Si tenía algún enemigo" "¿Enemigos?" Neely se encogió de hombros "Tal vez sepa incluso mejor que yo lo peligroso que es…para una joven estar con esos hombres extraños. Pero nunca hablaba de ellos, excepto para reírse y burlarse. Cada vez que venía a verme hablaba

acerca de las mujeres que conocía en los bares, o acerca de sus clases, o libros...Y por supuesto de sus padres. Supongo que sabe todo acerca de eso" Kate dijo cuidadosamente "Hemos tratado de armar una imagen objetiva de la vida de Dory, pero ellos no han sido de mucha ayuda" Neely sonrió débilmente "Imagino que no. Un par de semanas después de estar conmigo Dory declaró que ellos querían conocerme. La pequeña mentirosa" murmuró sonriendo suavemente mientras recordaba "Afirmó que ellos sabían que era lesbiana y por supuesto para entonces no tenía la suficiente imagen de su vida con ellos para saber todo lo que estaba pasando...así que fue una nueva versión bizarra de adivina con quién voy a cenar, excepto que solo llegamos hasta la sala de estar. Su padre nos ordenó salir, pensé que su madre tendría un ataque al corazón. Estaba mortificada" Neely borró cualquier impresión de su mortificación, con una risa tan contagiosa que Kate respondió a ella con una sonrisa propia "Estaba tan furiosa con Dory…" Neely recordó "…pero más tarde comprendí por qué lo hizo, quería obligar a su madre a enfrentar la realidad sólo una vez, ver y creer algo acerca de ella" Taylor regresó a su silla y Neely se dirigió a ambos detectives "¿Saben que su padre abusó de ella?" "Neely…" dijo Kate "…realmente no podemos discutir la información que hemos reunido. Pero nos gustaría saber algo que pueda decirnos acerca de eso" Neely dijo en voz baja "Si hubiese sabido sobre Roland Quillin antes de conocerlo, le habría vomitado encima. Y Flora Quillin también. Con toda su negación, ella fue igual de mala. Ambos padres incluso negaban la existencia del daño que habían causado…" "¿Cree que…?" Taylor preguntó "…¿o Dory creía que ellos eran los responsables por cómo habían resultado las cosas?" Neely se estremeció ante la pregunta y luego dijo con fuerza a Taylor "¿Qué piensa usted? Negaron el abuso sexual, la rechazaron como lesbiana, como persona" "Entonces ¿por qué simplemente no los rechazó en respuesta? Si hubiesen sido mis padres les hubiese dicho exactamente donde podían meterse" "De ninguna manera…" dijo Neely acaloradamente "…¿me está diciendo que usted solo le daría la espalda a una relación si alguien cometiera un delito contra usted?" Ni en sueños, pensó Kate.

"Dory no podía alejarse de eso más de lo que pudo. No podía hacer que no le importara, estaba obsesionada con sacar algún tipo de reconocimiento por parte de ellos" Luego los hombros de Neely se desplomaron y ella suspiró "Incluso se le metió en la cabeza demandar. Y lo decía en serio" le dijo a Taylor "Imagínese que usted pudiese pensar en demandar seis años después de un crimen, cuando ya ha acusado a un profesor inocente de un crimen similar, cuando le ha ocultado a un psicólogo lo que realmente sucedió, cuando ha estado haciendo su vida como una prostituta" "De ninguna manera" dijo Taylor. "Exactamente fue lo que le dije" "Este asunto con el padre…" dijo Taylor, dando golpecitos con el bolígrafo en su libreta de notas "…si ella lo inventó con el profesora, entonces ¿por qué no con el padre?" Neely Malone fijó sus ojos oscuros en él "Podía tener sexo libremente con hombres a los que despreciaba, pero cuando se trataba de hacer el amor realmente amaba…se paralizaba. Resulta que tengo conocimiento de primera mano. Me contó lo que le hizo, pero lo sabía de todos modos por lo que ella no se atrevía a hacer conmigo. Primero él le acariciaba entre las piernas, luego se masturba mientras le practicaba sexo oral. Durante el período escolar lo hacía cada vez que podía estar a solas con ella lejos de su madre. Durante las vacaciones de verano lo hacía todos los días, a veces varias veces al día. Y lo hizo desde que tuvo cinco años" Kate sentía como si estuviese atrapada en una piscina de silencio que sólo contenía a sí misma, a Taylor y a Neely Malone. Finalmente dijo "Dory hizo un viaje hasta el centro de California unos días antes de que ella…" buscó a tientas las palabras "…antes de que sucediera" "Lo sé" dijo Neely "O al menos sé que fue a algún lugar. Ella llamó el pasado jueves por la noche, tenía algo que hacer hacia el norte, vendría a verme con una noticia poco después de su regreso. Recuerdo que sonaba muy tranquila por el teléfono, un poco extraña y le preguntó qué le pasaba, a donde iba. Simplemente repitió lo que ya había dicho" "¿Cree que podría haber ido a ver al maestro que acusó?" "¿A él? No creo que alguna vez haya sabido donde terminó. Pero tal vez se enteró, tal vez fue exactamente allí a dónde fue. Para verlo, explicarle. Nunca dejó de molestarla, ya sabe"

De una carpeta en su escritorio Kate extrajo y levantó una fotocopia de las figuras que había encontrado en la furgoneta de Dory Quillin. S285 S288 S290 "¿Esto significa algo para usted?" Neely miró con curiosidad las figuras "No ¿Debería?" "Creemos que Dory estaba trabajando en esto poco antes de...el momento de su muerte" Neely alcanzó el papel y lo extendió sobre su regazo. Una lágrima salpicó la página "Oh, Dios mío, mire lo que he…" "Está bien" dijo Kate "Tómese su tiempo, Neely" "Puedo ver que Dory estaba agitada...los números se ven tan...poderosos" murmuró ella. Examinó las cifras por un tiempo "No tengo idea de lo que significa" dijo finalmente. Pasando los dedos sobre el papel, preguntó con voz ronca "¿Podría de alguna manera conservar esto?" "Por supuesto" Kate observó cómo las manos de Neely doblaron el papel y lo metía con cuidado en el bolsillo lateral de su bolso, sus manos grandes y capaces y sin embargo suaves de aspecto, manos que habían sostenido y amado a Dory Quillin... "Gracias por su ayuda" dijo ella pensando que mientras Neely había logrado llevar más plenamente a la vida a la joven muerta con cabello rubio y ojos azul plata, Neely no le había ayudado a estar más cerca de encontrar al asesino de Dory Quillin. Las pistas ahora habían alcanzado el punto de fuga. Nuevamente Taylor fue llamado; con un murmullo de disculpa caminó por la sala para contestar su teléfono. "¿Sabe que…?" la voz de Neely vaciló "…¿los Quillins…sabe que arreglos hicieron sobre...Dory?" "No, no lo sé" Kate respondió suavemente. Si los Quillins no sentían ninguna obligación de identificar el cuerpo de su hija ¿desearían reclamarla para el entierro? "Dory amaba el agua, así que…" susurró Neely "…sé que ella hubiese querido que sus cenizas hubiesen sido esparcidas en el mar ¿Cree que pueda lograr que los

Quillins hagan eso? ¿O tal vez que me entreguen el cuerpo a mí? Encontraré el dinero en alguna parte, tengo que hacerlo" "No lo sé" dijo Kate "Neely, voy a ver qué puedo averiguar" "He estado pensando los últimos tres días y noches por qué la quise tanto" dijo Neely "Sé que en parte era porque había tanto de niña en ella, tanto de madre en mí. Ella era la niña que siempre quise…en mis tiempos no se podía tener un hijo y vivir como una lesbiana independiente como algunas hacen hoy. Pero Dory también era en cada pedazo una mujer y tan hermosa ¿sabe?...Muy inteligente, brillante y rápida y...y dulce y tierna...en un segundo estaba discutiendo sobre algún pasaje de su libro de filosofía y al siguiente estaba llorando por un pájaro muerto que encontró en mi jardín. Era torpe como un potro en cierto modo, sólo querías abrazarla, todo el tiempo. Hay una frase en algún lugar de Shakespeare que recuerdo de la secundaria, ha estado rondando por mi mente en estos últimos días…La vida es un fuego brillante" Adolorida con simpatía por la mujer frente a ella, Kate se sentó en silencio, inmóvil, mientras Neely secaba nuevamente sus ojos. "La mayoría de nosotros somos personas grises que terminamos recorriendo nuestro camino por la vida…" dijo Neely "…y entonces algunos de nosotros somos como Dory. Sé que era lo que Shakespeare pensaba cuando escribió esa frase…ella era la vida de un fuego brillante" Suavemente, Kate dijo las palabras que Andrea le había dicho la noche anterior sobre Anne "Ella tuvo la suerte de tenerte en el tiempo que lo hizo" Neely Malone asintió, se puso las gafas nuevamente, recogió su bolso y se levantó. Agarró la tarjeta que Kate le entregó y luego miró el expediente sobre la mesa, la carpeta amarilla con las notas de Kate había hecho de esta entrevista "Será archivado en los registros de la comisaría…supongo que eso le dará más inmortalidad que lo que la mayoría de nosotros tendremos"

Capítulo 14 Cuando Kate and Taylor dejaron la estación para revisar los nombres restantes de la lista de Dory Quillin, Taylor estaba silbando alegremente. Kate sabía la razón de su buen humor: sólo quedaban estas últimas entrevistas para llevar a cabo, el viaje a Modesto mañana y luego la investigación básica del homicidio de Dory Quillin estaría completa. El caso comenzaría su inexorable desvanecimiento hacia la pseudo vida, el archivo pasaría a un proceso de revisión que comenzaría con Jake Belliard,

el D-3 a cargo de la mesa de homicidios y la participación del Teniente Burke y otros oficiales superiores, entonces sería relegado al limbo…a un archivo permanentemente abierto que contenía todos los homicidios sin resolver, otorgándose vida condicionada sólo durante la revisión periódica y cuando sus datos básicos, inscritos en los archivos de la computadora, concordaran con un nuevo y/o semejante crimen. Ella no sentía consuelo por el hecho de que los casos no resueltos eran un pequeño porcentaje de los homicidios en general, que la mayoría de las personas que morían a manos de otro eran víctimas de alguien que conocían y que las investigaciones competentes y cuidadosas inevitablemente conducían a arrestos y condenas. Incapaz de distraerse o calmarse a sí misma, incluso al pensar en Andrea, miró por la ventana de la Plymouth, luchando por ocultar su creciente ira contra Taylor. Su actitud hacia una investigación sin éxito siempre podría representarse en una curva predecible: cuando su esperanza se desvanecía, también lo hacía su interés. Él hizo todo lo necesario…después de todo, ninguna piedra obvia podía ser dejada sin mover cuando un archivo importante en un caso criminal era objeto de una estrecha supervisión…pero él iba a través de las propuestas, llevaba a cabo sus funciones con competencia mínima, su maquinaria mental operaba en una marcha baja. Y un detective desinteresado le enfurecía ya que podía perder las posibilidades, podría perder las sutilezas y los matices que sugerían nuevas pistas... Mientras Taylor, silbando "Country Roads" les llevaba a través de la niebla y el humo, a través del trafico atascado y el tráfico peatonal del centro de Los Ángeles, ella mantuvo su silencio funesto. Todas las entrevistas se encontraban en los edificios de oficinas en un área de diez cuadras alrededor de la Séptima y Flower Streets y por la tarde ella y Taylor habrían llegado a la última entrada en la lista de Dory Quillin. Pembroke Investments, Inc. ocupaba los pisos octavo y noveno de un edificio de oficinas en Flower. La espaciosa oficina del noveno piso del analista de valores Gabriel Koerner tenía una vista, aunque distante, de delicados edificios blancos en una colina…la elegante arquitectura griega del centro musical. A pesar de la presencia de tres teléfonos en el escritorio de Koerner…un instrumento convencional y dos grandes consolas con luces constantes…la oficina parecía tranquila, casi silenciosa. Los ojos de Koerner, notó Kate, viajaban constantemente hacia las dos consolas. Koerner era pequeño y delgado, con el cabello rubio que había disminuido considerablemente, tendría unos treinta años, tal vez más joven. Llevaba un chaleco de satén gris desabrochado sobre una camisa blanca con mangas enrolladas hasta los

codos y su corbata marrón a rayas estaba floja con sus tiras torcidas. Un agudo contraste con los cuidadosos y poco receptivos hombres en la lista de Dory Quillin, él le había dado la bienvenida a los detectives con una sonrisa y un amistoso apretón de manos, señalando los dos sillones de cuero frente a su escritorio. "Siento molestarle, veo que es un día ocupado" dijo Kate cuando se sentó, notando como sus ojos volvían una vez más a las consolas. Él rió entre dientes "No, sólo una maldita mañana ajetreada" miró hacia abajo como si recordara su atuendo y apretó el nudo de su corbata, comenzó a abotonarse el chaleco "El mercado ha cerrado, todavía estoy descomprimiendo" su voz resonó con energía y optimismo "Que mañana, otro gran paso en el Dow. Si ustedes dos no están jugando en el mercado deberían hacerlo" Taylor dijo secamente "Resulta que tengo veinte reservado" "Cincuenta mil es nuestra costumbre…" los ojos azules de Koerner escanearon la chaqueta y los pantalones de poliéster de Taylor "Sí, bueno..." terminó de abotonarse el chaleco y luego dio a Taylor una sonrisa cautelosa "Entonces ¿cómo puedo ayudarles?" Koerner echó un breve vistazo a la foto de Kate colocó sobre su escritorio con remaches de cuero "Dory Quillin" Kate lo miró con dureza. Para los demás hombres de la lista, la mujer de la foto había sido simplemente "Dory"…si es que mencionaban el nombre. "Sí" dijo Koerner "Escuché que estaban haciendo preguntas" "¿Quién le dijo?" demandó Taylor. "Dickie Fishlin" dijo Koerner inmediatamente y agradablemente. Kate recordó. Fishlin había sido tal vez su sexta o séptima entrevista, no había dicho nada inusual, no había sido ni más ni menos cooperativo que los demás. "Dickie me habló de ella tal vez hace un año o algo así, dijo que ella estaba...Miren, no tengo nada que ocultar, ni una cosa" levantó sus manos; las palmas hacia arriba y ofreció una sonrisa fácil "Seguro, la conocí. Claro que sabía lo que tenía a la venta. Pero no pasó nada. De hecho, fue algo jodidamente..." Él se dio la vuelta hacia su estantería y vertió líquido color amarillo pálido de una jarra de cristal en un vaso de cristal a juego "Jugo de piña…" explicó él "¿Puedo ofrecerles algo? ¿Algo de esto? Tenemos café por ahí…" añadió inclinando su cabeza hacia la puerta cerrada de la oficina como si fuese un lugar que despreciara.

Ambos detectives negaron con la cabeza "Gracias" agregó Kate. Los brazos de Taylor se cruzaron, él estaba mirando tres trofeos plateados de vela en la estantería de Koerner. "Bebo estas cosas todo el tiempo. No café, no drogas, una copa o dos en la noche, eso es todo. No fumo, tampoco se permite aquí…¿Quién lo necesita? Tener una población que invierta en lo que le digas que invierta, no hay nada más grande…" "¿Por qué su encuentro con Dory Quillin fue algo jodidamente…?" Taylor le interrumpió, abriendo de un tirón su libreta. Kate notó que detestaba a Gabriel Koerner. "Porque solo le conocí durante unos cinco minutos. Y fueron uno extraños cinco minutos. Les puedo decir cada palabra que nos dijimos el uno al otro. Le conocí en un bar en Bonaventure el pasado jueves en la noche a las siete en punto" Kate le miró consternada ¿Por qué no se le había ocurrido que el último hombre…el hombre más nuevo…en la lista de Dory Quillin también podría haber sido el último en verla con vida? "A las siete y diez, diría yo. Llegué a tiempo, ella llegó tarde. Su nombre era Dory y vestía de blanco…fue todo lo que supe. Luego ella entró y les digo ella estaba...bueno, Dickie dijo que ella…quiero decir, ella era un bombón. Pantalones blancos, camisa de seda blanca, joven, rubia, delgada como un lápiz, no le creí cuando Dickie me lo dijo, pero…todavía no puedo creer que apareciera muerta tres días más tarde. Alguien la mató ¿verdad?" "Correcto" dijo Taylor en un tono que prohibía más preguntas. Koerner negó con la cabeza, agarró su vaso de cristal "En fin ella se sentó, aún estaba recuperando el aliento. Le dije hola ¿cómo estás? y entonces le sugerí cenar en el hotel" vació su jugo y miró intensamente a los detectives "Tienen este fantástico restaurante…" se interrumpió, al parecer, viendo algo en la cara de Taylor "Entonces la camarera está ahí queriendo saber lo que la joven le gustaría beber. Ella pide un vodka tonic y la camarera le pide su identificación, algo de lo que no podía culparla" Sin mirar Koerner agarró la foto de Dory Quillin colocada en su escritorio y se la entregó a Kate "Ponga esto lejos ¿de acuerdo? En fin, ella la saca de su cartera y se la muestra a la camarera y luego dice algo más acerca de su bebida queriendo algo más que limón…lo olvidé. Su billetera estaba abierta sobre la mesa, así que le eché un vistazo a su licencia de conducir, por curiosidad ¿sabe? Y veo que su apellido es Quillin"

Koerner se dio la vuelta y se sirvió más jugo de piña; Taylor miró a Kate, poniendo ojos de disgusto. Koerner dijo "Quillin es un nombre poco común, ya sabe, por lo que le dije que recordaba a un Quillin de hace años atrás en mi ciudad natal. Pero que ese Quillin no era un buen sujeto…había sido expulsado de la ciudad por abusar sexualmente de las niñas. Kate se sentó hacia atrás bruscamente en su silla. "¿Cuándo fue eso?" Taylor exclamó. Kate se recuperó "Ed, déjalo terminar su historia primero ¿Qué pasó entonces, sr Koerner?" "Dios ¿qué está pasando aquí? Usted dos se ven tan sorprendidos como ella. Me preguntó de dónde era y le dije Summerville…una pequeña ciudad en las afueras de Fresno" Fresno. En el centro de California... "Entonces quiso saber acerca de las niñas, de que se trataba todo. Caray, no podía recordar casi nada, eso había sido veinte años atrás ¿saben? Yo tenía como nueve años. Este sujeto Quillin operaba en Kennedy Memorial Park, abusó de no sé cuántas niñas antes que lo atraparan" Quillin fue arrestado. Y reseñado... "Paula Jankowski, fue una de ellas, vivía justo en mi cuadra. Sus padres eran polacos, no permitieron que la llevaran a la sala de audiencias. Pero el padre de Paula…demonios, me estoy adelantando. En fin, este sujeto Quillin fue a juicio en Fresno…ese es el condado…" Fue procesado, había un expediente del juicio... "Casi, que recuerde, hubo todo tipo de alboroto con los padres de las niñas que testificaron" Kate pensó: ¿Cómo pude haber sido tan estúpida como para no reconocer los números de Dora? Yo de todas las personas… ¿cómo he podido ser tan malditamente estúpida? Cuando Koerner hizo una pausa para beber más jugo, Taylor le preguntó "¿Sabe el nombre de pila de este Quillin?" Koerner negó con la cabeza "Ella también me lo preguntó. No lo recordaba"

"¿Alguna vez vió a ese hombre?" "Ella me preguntó eso, también. No, solo escuché todo tipo de historias, todo el pueblo habló de eso durante todo ese verano" "¿Alguna foto de él en el periódico?" Una vez más Koerner negó con la cabeza "Fue en el año 64, no lo olvide. Cosas como esas no se ponían en los titulares como todo ese asunto en el preescolar McMartin en la actualidad. No lo recuerdo…si el hombre fue absuelto o tal vez los padres no quisieron que sus hijos atestiguaran…pero él fue liberado. Y fue entonces cuando el padre de Paula se encontró con el sujeto fuera de la sala y cortó su cara antes que alguien pudiera llevárselo" La cicatriz en el pómulo de Roland Quillin... "Quillin captó la indirecta y se largó rápidamente de la ciudad" concluyó Koerner. Taylor preguntó "¿Cómo reaccionó Dory Quillin cuando le contó todo eso?" "Salió corriendo como si sus ropas blancas estuviesen en llamas. Y esa fue la última vez que la vi. Cristo, estaba avergonzado. La gente en ese bar me miraban como…" "Sr Koerner…" dijo Kate "…¿hay algo más que pueda añadir a lo que nos ha contado? ¿Algo más que dijera Dory Quillin? ¿O no?" Koerner negó con la cabeza a cada una de las preguntas "No, eso fue todo. Eso es todo lo que sé" Kate asintió con la cabeza a Taylor y se levantó "Vamos a querer una declaración formal firmada por usted" dijo ella, mientras caminaba a través de la oficina hacia la puerta "Estaremos nuevamente en contacto" "¿Una declaración? ¡Hey, espera un minuto!" Kate cerró la puerta tras él. "Sinvergüenza ingenioso…" dijo Taylor caminando por el vestíbulo hacia los ascensores "Un aplauso para el trabajo policial de rutina" Ella estaba demasiado eufórica para disfrutar el sarcasmo "Esa página de números en la vans de Dory, Ed…¿ya descubriste lo que significan?" "Nope. Pero seguro que he descubierto algunas otras cosas" Un ascensor llegó cuando Gabriel Koerner salió por la puerta de su oficina "¡Esperen un minuto! ¡No tengo nada que ver con eso!"

Taylor le dio un alegre saludo cuando las puertas del ascensor se cerraron "¿Qué pasa con los números, Kate?" "Lo verás de forma gráfica en tan sólo unos minutos, Ed. Veinte minutos a partir de ahora aprenderemos en la computadora porque Dory Quillin tuvo que hacer un viaje de 200 millas para averiguarlo" "Te digo la verdad, Kate, pensaba que todo el asunto sobre el padre de Dory había sido una mierda. Pensaba que Dory había inventado todo eso solo para tener una excusa de hacer todo lo que quería" "Puedo ver cómo pudiste pensar eso…" admitió Kate. Las puertas del ascensor se abrieron en la planta baja "Pero tuviste razón sobre una cosa que nunca consideré ni por un momento…que los Quillins eran sospechosos"

Capítulo 15 Kate miró sombríamente la impresión de la computadora del sistema de comunicación de la red. El expediente de la detención de Roland James Quillin contiene una sola entrada: Summerville, condado de Fresno, California, 7 de julio de 1964, violación del Código Penal de California §288, 17 cargos. Cargos desestimados en Fresno, 9 de Noviembre de 1964. Código Penal §290…registro de delincuente sexual…se aplicaría en caso de condena, Kate lo sabía y murmuró esta información a Taylor que silbó suavemente desafinando mientras examinaba la impresión. Kate negó con la cabeza, maravillada ante la irónica pista que Dory Quillin había dejado que apuntaba hacia su asesino. Los números de la sección del Código Penal de California…las estipulaciones por las que cada sospechoso era arrestado, juzgado y condenado. Taylor admitió "No conozco los números de las sección de manera improvisada como tú, Kate" "No lo creo" Ocho años como detective de homicidios, él era el menos probable que la mayoría para conocerlos. Los oficiales de patrulla lo reconocerían fácilmente ya que los escuchaban cientos de veces en el Código Penal; los números se comunicaban por radio a los patrulleros para describir la naturaleza de un delito o de uno nuevo cometido. Pero los detectives tendían a familiarizarse más con los de su área particular de investigación asignada.

"2-8-8…" dijo ella "…actos lascivos contra niños. 2-90, registro automática como delincuente sexual. Conozco muy bien esos números, Ed. De juveniles. Eran familiares para Marietta Hall por la misma razón…ella ha estado involucrada en muchos casos con niños. Incluso la S que Dory hizo era una pista…era deforme, porque no sabía cómo escribir el símbolo de la sección. Todo estaba ahí, sabía que estaba allí…no lo vi" "Habría venido a ti…" dijo Taylor con confianza "…pero había un tercer número, Kate" "Sección 2-80-5…" respondió ella "Incesto. Aplicó esa para sí misma ¿Recuerdas cuando Neely Malone dijo que Dory quería demandar a su padre y que hablaba en serio al respecto? Vamos a tener que reconstruir a donde fue Dory cuando condujo hasta Summerville, pero tuvo que hacer preguntas para encontrar los números de la sección. De alguna manera aprendió lo suficiente como para acabar en los juzgados de Fresno y mirar el expediente público del juicio" "Tal vez Roland Quillin todavía tiene parientes allí, Kate" "Posiblemente" Kate estuvo de acuerdo "Koerner mencionó a una Paula Jankowski…quizá Dory la encontró, también" "Apuesto a que fue a la biblioteca en busca de los periódicos" "Y para averiguar todo lo que pudiera sobre esos números de sección" "Kate, ahora tenemos mucho de qué hablar " "Vamos a comer. He estado anhelando tocinos y huevos desde que…todo el día" Se sentaron en un reservado de la cafetería de un mini centro comercial cerca de la estación. Taylor añadió una tortilla Denver a la orden de Kate y luego dijo "Quillin…él es suficiente para hacerme vomitar. El tipo viene aquí, se casa de inmediato con la penosa Flora que probablemente pensaba había tenido suerte de conseguir semejante premio tomando en cuenta que no era ninguna jovencita y entonces le ofrece exactamente lo que siempre había soñado, una niña con la que podía hacer lo que quisiera siempre que le diera la gana" Con esfuerzo Kate sacó las imágenes de Dory Quillin de su mente, para concentrarse en la evaluación de la información que tenía en la mano "El motivo es la cosa más clara que tenemos, Ed. Dory regresó de su viaje con todo preparado, con todos los cargos contra él"

"Sí. Y puedes apostar tu insignia que nadie aquí sabía que había sido arrestado en el norte y mucho menos el por qué" Kate dijo con seriedad "…incluyendo a su esposa" "Sobre todo ella. Así que Dory regresa de Summerville y se entera que está lleno de mierda hasta las cejas. Dory, de repente, tiene suficiente dinamita apilada alrededor de él para volar el tapadero de su matrimonio, su medio de vida, toda su puta vida por no hablar de su enferma polla de mierda" Recordando la ansiedad de Quillin por mantener en secreto todos los detalles acerca de su desgraciada hija, Kate añadió su propio sarcasmo con enojo "Y además ¿qué pensarían todos los vecinos?" Luego tuvo un nuevo pensamiento y se sintió repentinamente sombría. En la gran emoción de la adición de esta nueva pieza vital del rompecabezas, no había dejado de mirar el conjunto. Bebió un sorbo de café, ordenando sus pensamientos en la búsqueda de nuevas perspectivas. "El motivo es realmente todo lo que tenemos, Ed. No hay testigos, no hay huellas, ni evidencia física que no sea la lista de números de Dory. Además una esposa que no quiere ver lo que está pasando a su alrededor y no tiene que testificar en contra de su esposo, sin importar qué" Su comida llegó; Kate la miró sin apetito. Taylor se hundió en su tortilla "Sí…" dijo él "…aun así tenemos una muy buena maldita causa probable para el arresto" "Echemos un vistazo a esto de manera realista ¿de acuerdo? Ese expediente de la detención de Quillin es la única evidencia sólida que tenemos ¿Es admisible? No. A un jurado no se le permitirá saber acerca de la única detención de un hombre que nunca fue condenado ¿Y qué otra cosa nos queda aparte de eso? Si arrestamos a Quillin, creo que estaremos viendo un caso que va a terminar de seguro en un rechazo del fiscal" El desánimo de Taylor fue visible. Bajó el tenedor lleno de huevo y bajó la mirada hacia él. Entonces hizo un gesto con el tenedor cargado mientras hablaba "Hey, todavía tenemos una buena oportunidad, Kate. Tal vez podríamos pillarlo" No era probable, pensó ella. Ninguna confesión fue hecha cuando fue detenido en el norte. "Atrapemos al hijo de puta…" dijo Taylor "…torzamos su polla por detrás de su culo. Veamos lo que hace"

Reflexionando sobre las palabras de Taylor, sintió esperanzas y regreso su apetito, agarró la mitad de su panecillo Inglés y lo mordisqueó, estaba fresco y caliente y mantecoso. Atacó su tocino y sus huevos. Unos minutos más tarde, revitalizada por la comida dijo "Creo que tenemos que hablar con los Quillins. Juntos" "¿En serio?" Taylor levantó la vista de la demolición de sus papas "¿Por qué ella?" "Si ella no sabe lo que Dory descubrió en el norte, podría tener más eficacia si lo escucha cuando se lo soltemos a él ¿Qué va a hacer ella cuando descubra que no sólo abusó de Dory, sino que también la mató?" "¿Quieres decir que la quieres allí cuando le demos la paliza a Quillin?" Taylor no podía creerlo "Jesús, no estoy seguro de eso, Kate. Podríamos tener todo tipo de problemas con eso" "¿Qué tenemos que perder? Si ella viene contra nosotros, podríamos estar ante un caso con nuevas posibilidades" "Tenerla allí cuando le demos la paliza" Taylor dijo las palabras como si las masticara "Sabes, podría ser muy interesante, Kate" "Pondría una enorme cantidad de presión sobre los dos" "Sí, pero es tan disparatado…sobretodo siendo marido y mujer ¿Estás segura que no estaríamos violando los derechos constitucionales de alguien?" Kate sonrió "¿Por qué lo haríamos? ¿No son los esposos y esposas una sola entidad jurídica? Una correcta advertencia Miranda (es una advertencia que debe darse a un imputado que se encuentra en custodia de la policía de Estados Unidos, antes de que le hagan preguntas relativas a la comisión del ilícito. La policía puede requerir información biográfica como el nombre, fecha de nacimiento y la dirección del domicilio del sospechoso. Las Confesiones no constituirán una prueba admisible en un juicio a menos que el imputado haya tenido conocimiento y haya ratificado su entendimiento de su Advertencia Miranda) a tiempo debería funcionar bastante bien para hacerse cargo de los derechos constitucionales" Taylor terminó lo último de su comida y apartó su plato "Tengo que decirte una cosa, Kate. 19 años como policía y nunca había investigado ni detenido a nadie por juguetear con niños pequeños. Quiero decir, quiero matar a ese asqueroso" "Tengo mis propios sentimientos fuertes acerca de él" Kate miró su reloj "Regresemos. Son sólo las tres y media, nos pondremos en contacto con las fuerzas del orden en Summerville y obtendremos una imagen clara de lo que hay en el

expediente de Quillin. Entonces planearemos muy cuidadosamente nuestro enfoque con el señor y la señora Quillin"

Capítulo 16 Flora Quillin expresó su queja suavemente "Realmente pensé que habíamos visto lo último de ustedes" Roland Quillin no dijo nada, pero su rostro sombrío estaba levemente abigarrado. Cuando los Quillins se hicieron a un lado para permitir la entrada a Kate y a Taylor, Kate deliberadamente guió el camino hacia la sala de estar y eligió el sillón que daba directamente a la puerta y con una vista despejada del sofá. Podía oler la cocción de alimentos: la salsa de espagueti o quizás chili. Taylor tomó el sillón a su derecha. Los Quillins se acomodaron en el sofá, como lo habían hecho la noche que Kate y Taylor les habían notificado de la muerte de su hija. Kate hizo una evaluación de la descorazonada Flora Quillin. En todo caso, la mujer se veía más delgada, más pálida, más opaca, más cansada e insignificante de lo que recordaba. El vestido de algodón era de un verde que no tenía descripción, parecía desvanecerse en la tela del sofá, después de un rato el rostro de Flora Quillin se mezclaba con las paredes ligeramente verdes de la habitación. Por el contrario, Roland Quillin en su brillante polo amarilla y pantalones de algodón color marrón oscuro proyectaba fuerza, corpulencia y confianza. Sin embargo, era Fauna Quillin quien sería el factor principal al determinar del resultado de esta confrontación... "Sr. Quillin…" dijo Kate "…vamos a empezar con preguntas para usted. Por favor diga su nombre completo, fecha y lugar de nacimiento" Él la examinó. Ella se sentó en el sillón con tranquilidad bajo su escrutinio, con los hombros rectos, sabiendo que estaba bien preparada para él. Incluso Taylor, en su chaqueta verde hoja, su camisa blanca y pantalones beige que felizmente había escogido para llevar hoy, su cabello rubio lacio recientemente afeitado y bien peinado, parecía inusualmente sustancial y formal. "Roland James Quillin, 4 de agosto de 1925, Fresno, California" la respuesta fue lenta y paciente como si Quillin ejerciera gran racionalidad al elegir seguirle la corriente "¿Puedo preguntar por qué todo esto es necesario?" "Es una parte necesaria en la investigación sobre la muerte de su hija" respondió ella secamente, pensando que incluso con su calvicie y las profundas arrugas alrededor

de sus ojos, la complexión fornida de Quillin sugería fuerza y __vigor juvenil "¿Quién sería su pariente vivo más cercano?" Sus ojos azul oscuro se volvieron fríamente vigilantes "Tengo un hermano, Fred Quillin. Él vive en Hawaii" "¿Cuánto tiempo ha vivido allí?" "Años. No sé, 30, tal vez. No veo por qué…" "¿Sus padres han fallecido?" Un asentimiento con su cabeza. "¿Cuándo?" "Mi padre en el 56, madre en el 59" Así que los parientes más cercanos de Quillin no habían vivido en Summerville en el verano de 1964... "¿Su ocupación?" "Contador de impuestos. Trabajo por cuenta propia" su mirada se desvió de su rostro hacia la libreta donde ella había anotado rápidamente sus respuestas y luego al sobre gris al lado de ella. "¿Cuando llegó a Los Ángeles?" Hubo una breve pausa y luego Quillin respondió "A principio de los 60" "Querido…" dijo Flora Quillin "…fue en 1964" "Por supuesto…" Quillin estuvo de acuerdo, suavizando su rostro mientras sonreía a su esposa "Ser interrogado por la policía es inquietante para mí" Estoy segura que lo es, pensó Kate. Estoy segura que es inquietantemente familiar. Ella le dijo "Tenía casi 40 años en 1964 ¿Por qué decidió dejar Fresno?" Quillin levantó la cabeza para mirarla "¿Qué tiene eso que ver con algo?" "Sr. Quillin…" replicó ella "…¿por qué le molesta la pregunta?" Quillin cruzó sus gruesos brazos; parecían grumosos con el vello oscuro "Esta situación me molesta, detective. Mejores oportunidades, vine aquí por mejores oportunidades ¿Hay alguna otra razón por la que la gente se muda aquí?"

"No lo sé" como era de esperar, Quillin fue endureciendo su línea de defensa con el aumento de su hostilidad "¿Fue la señora Quillin su primera esposa?" "Sí" Quillin pareció relajarse un poco con la pregunta, se echó hacia atrás y sonrió a su esposa. Ella le dirigió una leve sonrisa en respuesta, con las manos fuertemente entrelazadas sobre su regazo. "¿Cuándo se casaron?" Flora Quillin respondió tímidamente "El 4 de junio de 1965. Roland nunca lo recuerda, cada año tengo que recordarle" Deliberadamente, Kate la ignoró. En este momento no quería que Flora Quillin añadiera turbulencia en la corriente cruzada entre ella y Roland Quillin "¿Cuándo y dónde conoció a la señora Quillin?" "En una iglesia social" dijo con facilidad "Uno o dos meses después de haber llegado aquí" "Oh sí…" afirmó Flora Quillin "…Roland no perdió tiempo me pidió que me casara con él" "¿Y Dolores Quillin cuando nació?" "El 3 de Mayo de 1966" Roland Quillin sonrió nuevamente a su esposa "3 Kg 500 gramos" Kate dijo en voz baja "Y murió a la edad de 19 años" Roland Quillin miró hacia abajo "Dios trabaja de maneras misteriosas..." Flora Quillin fijó sus ojos en el crucifijo colgado en la pared a la izquierda de Kate "El juicio de Dios puede venir a cualquier hora, fue lo primero que mi papá siempre me enseñó" su voz sonaba cansada, derrotada "La ley de Dios no tiene nada que ver con la ley del hombre" Compadeciéndose de esta mujer y su futuro sombrío, Kate no pudo evitar preguntar "¿Tiene familiares cercanos, señora Quillin?" "Bueno, no. Mis padres murieron jóvenes, a los cuarenta años, los dos. Tengo una hermana, Frances. Enseña a los misioneros laicos. Ha estado en África durante años cuidando de todas aquellas almas patéticas por allá" Kate tomó unos momentos para completar sus notas y para reflexionar sobre la astucia de Roland Quillin. Había encontrado la coartada perfecta: una mujer devota,

que obedecería todos los principios de su fe sin dudar, incluyendo las advertencias bíblicas y sacerdotales a las mujeres de aceptar el dominio del hombre. Kate pasó la página de su libreta, su señal a Taylor para que se hiciera cargo de los interrogatorios y Taylor dijo bruscamente "¿Ha tenido alguna dificultad con la ley, sr. Quillin?" La expresión de Quillin no cambió, miró a Taylor sin pestañear "¿Qué quiere decir?" "Quiero decir…¿alguna vez has tenido alguna dificultad con la ley?" Quillin dijo "Tuve que enfrentar a un tosco policía de tráfico una vez" Muy sosegado, pensó Kate. Es lógico…ha tenido años preparándose para el día de hoy. Taylor dijo con calma "¿Alguna vez ha sido arrestado o ha cometido algún delito?" Quillin se sentó hacia atrás, cruzando sus piernas y cruzando sus brazos sobre el pecho sin dejar de mirar a Taylor. "Por supuesto que no" dijo Flora Quillin con aspereza. Kate tuvo cuidado de no mirar a Taylor y esperó que él tampoco le hubiese dado importancia a la confirmación de Flora Quillin de que Quillin le había mantenido ignorante de sus antecedentes. "¿Sr. Quillin?" Taylor presionó "¿Nunca ha sido arrestado o reseñado?" "No puedo decir que alguna vez ha ocurrido" respondió Quillin. "Según nuestros registros usted fue arrestado en Summerville, California, el 7 de julio de 1964" Kate estaba observando a Flora Quillin, sus ojos color azul pálido se ampliaron, entonces se centró en sus manos sobre su regazo cuyos nudillos estaban blancos. "¿¡Por qué están haciendo esto!?" Quillin se había sentado hasta la mitad del sofá para bramar su demanda "¿¡Qué derecho, qué razón tiene usted para sacar a relucir eso!? ¡Fui absuelto!" Momentáneamente distraído por su dramatismo, Kate volvió rápidamente su atención a Flora Quillin, que estaba mirando, con la boca abierta, a su marido. "¿Absuelto?" repitió Taylor sarcásticamente "El caso fue desestimado, Quillin y sólo porque sus pequeñas víctimas no llegaron a declarar"

"¡Y qué! ¿¡Qué más da!? Nunca fui condenado ¡no puede usar eso contra mí!" "¿Víctimas? ¿Pequeñas víctimas?" Fauna Quillin tembló "Roland ¿qué es todo esto?" "Nada, Flora. Nada, cariño, te lo juro" Taylor se trasladó hacia adelante en su silla y se inclinó hacia Quillin. Su voz era baja y coloquial "Un jurado fue seleccionado. Hubo dos días de testimonios de policías y psicólogos infantiles" "No puede hacerme esto" Quillin había bajado su voz, pero el tono era malévolo "Esto es persecución, esto es completa invasión a la intimidad" "Su expediente del juicio está en un archivo público en el palacio de justicia de Fresno, Quillin. Ahora díganos por que fue arrestado" "Por nada" rugió él "¡Nada! Me dejaron ir ¡eso lo prueba!" Todo el rostro de Flora Quillin decayó "Roland, no continúes así. Sea lo que sea, estoy segura que va a estar bien" "Flora, nunca quise que supieras de eso. No necesitabas saberlo. No tenía ningún sentido que lo supieras" la voz de Quillin se estremeció con sinceridad "Quería dejar todos esos terribles días detrás de mí. Ahora estos dos han sacado todo esto" "Quillin…" dijo Taylor ásperamente "…tiene la inicial Q tatuada en la palma de su mano derecha en la base del pulgar" Quillin se inclinó hacia delante y golpeó sobre la mesa de café con su mano derecha, volteándola. La palma callosa pero libre de marcas o cicatrices. "Hizo que quirúrgicamente…" Flora Quillin se interrumpió cuando su marido volvió salvajemente su mirada hacia ella. "No les des ninguna información" gritó él. "Pero Roland, cuando es la verdad…" "¡No les ofrezcas nada! ¡No te metas en esto, Flora!" Kate miró con satisfacción la furia de Quillin. Si estar casado con una mujer religiosa tenía sus ventajas, también tenía sus peligros. Del sobre gris sacó sus notas de los teléfonos y también el teletipo (dispositivo telegráfico de transmisión de datos, ya obsoleto) confirmado desde Fresno "Marie Jankowitz…" leyó ella "…6 años de edad, Clara Ross de 7 años y Gena Grayson

también de 7 años, los oficiales de policía de Summerville declararon que usted las llevó al baño de mujeres detrás del Kennedy Memorial Park y colocó su mano dentro de sus ropas y acarició sus genitales" "¡No lo hice! ¡No he hecho nada a nadie! ¡No tiene derecho a hacer esto delante de mi esposa!" "Esto es terrible" la voz de Flora Quillin era un ronco susurro escandalizado "¿Por qué le están diciendo esas cosas a Roland? Él no pudo haber hecho ninguna de esas cosas terribles" "Paula Jankowski…" continuó Kate "…7 años de edad e Hilda Johnson de 8 años y Jill Smythe, también de 8 años de edad, dijeron que usted les dio una barra de helado y luego las sentó con cada una de ellas en el banco de un parque con una mano dentro de sus bragas mientras tenía la otra mano dentro de sus pantalones" "Tiene que parar esto…" susurró Flora Quillin. Roland Quillin se sentó en silencio, con los brazos cruzados, su rostro deformado y rojo de la rabia. "Jean Phillips de 6 años, le mostró al detective Edwards de la policía de Summerville el cubículo donde usted la llevó en el baño de mujeres, donde luego le quitó las bragas y le realizó sexo oral" "¡Detenga esto!" Flora Quillin se lanzó como si fuese a rasgar los papeles de las manos de Kate. Kate extendió rápidamente una mano para impedírselo y con la misma rapidez Flora Quillin se dejó caer en el sofá. Ella susurró "¿Por qué le hace esto a mi marido?" "Todas estas siete niñas…" continuó Kate, dirigiéndose a Roland Quillin pero manteniendo a Flora Quillin claramente en su campo de visión "…describieron con precisión sus dimensiones físicas. Seis de las siete mencionaron el tatuaje en la palma de su mano derecha" Los rasgos finos de Flora Quillin se congelaron en inmovilidad. "Cuatro de estas niñas fueron llevadas a declarar…" Kate relataba desde sus notas "…en el último momento los padres de las cuatro se negaron a ponerlas en el estrado y tener que hacer que lo confrontaran en los tribunales, haciendo que admitieran y describieran en público exactamente lo que les había hecho a cada una de ellas" Kate deslizó los papeles nuevamente dentro del sobre gris y dijo en modo de conversación, para los oídos de Flora Quillin "Ciertamente no es algo poco común. Sé por mi propia experiencia como oficial de policía que los casos de abuso de

menores pueden ser muy difíciles de procesar. Por esas mismas razones el caso en su contra fue desestimado" "Eran mentiras…" dijo Quillin. Kate fue sorprendida por la calma en su voz "…el caso fue desestimado porque eran una sarta de mentiras, nada más y nada menos" "Quillin…" dijo Taylor "…¿de dónde sacó esa cicatriz en su mejilla izquierda?" Quillin dijo con acritud "Me golpeó contra una puerta" "Salió de la sala del tribunal y se encontró con los puños del padre de Paula Jankowski. Ya que él no iba a permitir que saliera tan rosita después de abusar sexualmente de su hija de 7 años de edad. El agente judicial lo llevó a un hospital donde le tomaron puntos de sutura. Y fue entonces cuando decidió que sería mejor desaparecer de Summerville" "Roland…" susurró Flora Quillin. "Cariño, te lo estoy diciendo nada de esto es cierto" su voz era fuerte, con convicción "Uno pensaría que estos dos agentes de la ley sabrían lo suficiente para presumir la inocencia de un hombre, si no se ha probado su culpabilidad, se supone que esa es la manera como trabaja la ley. Un grupo de niñas malvadas me vieron en un parque muchos años atrás y dijeron un montón de mentiras sobre mí. Y es por eso que no quisieron testificar. Debido a que todo era mentira. Tan pronto como estos dos oficiales de la llamada ley…" él pasó una mano ante Kate y Taylor, como si espantara insectos "…tan pronto como salgan de nuestro hogar, voy a contarte toda esta pesadilla. Ahora que me han obligado a hacerlo" Kate observó a Roland Quillin colocar brevemente una mano sobre las manos apretadas de su esposa. Tal como había anticipado, no había ángulo en el que acercarse a él. Él no era susceptible a recurso alguno de conciencia o ética…la conducta de su vida había obviado eso. Hasta ahora, sin duda, había viajado más allá de cualquier concepto de conciencia a la etapa psicopática de muchos criminales para racionalizar cualquier acto, aunque fuese monstruoso. Un sujeto que no cooperaba, en ocasiones podría ser abordado directamente, con un llamamiento a la lógica y el propio interés del sujeto, pero sin duda notó que en Quillin no había elementos de negociación. En un crimen capital por asesinato premeditado él no tenía nada que ganar con la cooperación. Ahora que terminaba la etapa preliminar de esta entrevista, solo quedaba un camino. Si Roland Quillin no tenía miedo, seguramente Flora Quillin si lo tenía. Si no se podía llegar a él a través de la conciencia, seguramente con ella sí podrían. Si a él le faltaba toda consideración moral, seguramente a ella no. Si había alguna esperanza para resolver este caso, por la suficiente recopilación de pruebas para condenar a

este hombre, toda esperanza recaía en ella...Esta mujer en negación de alguna manera se le debía hacer entender exactamente el tipo de criatura con la que se había casado. "Sr. Quillin…" dijo ella"…tenemos razones de peso para creer que está involucrado en la muerte de su hija y por eso vamos a hacerle este nuevo interrogatorio. Ahora voy a informarle de sus derechos" Flora Quillin emitió un sonido inarticulado. "Eso es obsceno…" siseó Quillin. "Tiene el derecho a permanecer en silencio…" dijo Kate uniformemente "…todo lo que diga puede y será usado en su contra en un tribunal de justicia. Tiene derecho a hablar con un abogado, tiene derecho a tener un abogado presente. Si no puede pagar un abogado, se le proporcionará sin costo alguno ¿Entiende estos derechos?" "No tengo nada que ocultar" "Por favor, responda a la pregunta ¿Entiende estos derechos?" "Por supuesto. No que importe…usted ya violó mis derechos" "No lo hemos hecho ¿Desea usted renunciar a su derecho a guardar silencio?" Él miró a su esposa, que estaba mirando fijamente sus manos sobre su regazo "Ya se lo dije, no tengo nada que ocultar" "¿Quiere abandonar el derecho a hablar con un abogado y que él o ella estén presentes durante el interrogatorio?" "No hay ninguna razón por la que necesite un abogado" "Roland…" susurró Flora Quillin "…podríamos llamar a Charlie Howe" "No quiero un abogado" dijo Quillin ásperamente "No lo necesito" Sin duda uno de su propia parroquia, pensó Kate irónicamente. Volvió su atención a Flora Quillin, que aún tenía que responder de alguna manera a lo Kate esperaba. Ahora era imperativo que ella tuviese más contacto con esta mujer antes que Roland Quillin pudiese ejercer su influencia "Sra. Quillin…" dijo en voz baja, tratando de evitar de su tono cualquier elemento de súplica "…es libre de ir a la comisaría si lo desea" "Flora, tú te quedas aquí" ordenó Roland Quillin y luego añadió más suavemente "No te quiero allí, cariño. Voy a arreglar todo esto y regresaré directamente a casa"

"Por supuesto que voy, Roland" la voz era susurrante y distante "Tengo que estar allí" "¿Será capaz de organizar su propio transporte, señora?" preguntó Taylor cortésmente "Usted no puede acompañarnos, lo siento mucho pero es la normativa" "Por supuesto..." "Flora, escúchame. No te quiero allí. Quédate aquí" Pero Flora Quillin se levantó y se dirigió sin hacer ruido por el piso de madera hacia la mesa del comedor, donde agarró su bolso y desapareció por la parte de atrás de la casa, probablemente hacia una puerta que daba al garaje. Taylor se puso de pie y sacó las esposas "¡Sobre sus pies, sr. ciudadano común. Las manos detrás de la espalda…como lo hizo la última vez"

Taylor se sentó a la cabecera de la mesa en la sala de interrogatorios, Kate y Roland Quillin a cada lado de la mesa de madera con su tope de fórmica. Sin que Roland Quillin supiera, la grabadora de la habitación había sido encendida. Kate había terminado de llenar el formulario 5.10, el largo informe final del investigador, con sus numerosas secciones de información sobre los detalles de la vida cotidiana de Roland Quillin, pasada y presente. Flora Quillin, ansiosa como un pájaro por la angustia de no poder acompañar a su marido en esta habitación, había aceptado la garantía de Kate de que no tardaría en hablar con ella y estaba esperando en el pasillo en otra sala de interrogatorios. La mejor oportunidad contra Roland Quillin, Kate lo sabía, era incitarlo a cometer errores al hacerlo enojar y al ponerlo a la defensiva. Del sobre gris sacó el original con la protección de plástico con los números del Código Penal de Dory Quillin y dijo fríamente "¿Reconoce esto, Quillin?" Él solo le dio un vistazo y luego centró sus ojos azul oscuro en ella "No ¿Qué tiene que ver conmigo?" "Su hija hizo esto ¿Ni siquiera reconoce uno de estos números?" Lo miró nuevamente, de manera más escrutadora "No significa nada ¿Qué son?" Ella no respondió y deslizó la evidencia dentro del sobre, sabiendo que su acción solo le inquietaría. Era probable que él, de hecho, no reconociera los números y de ninguna manera iba a revelar el significado de esta pieza principal de pruebas.

"Quillin…" dijo ella "…explique su paradero el domingo 16 junio aproximadamente a las 6:00 de la tarde" "Estaba en casa" replicó él "Justo en mi propia casa. Tomando la siesta de la tarde" Taylor resopló y los ojos de Quillin se estrecharon "Mi esposa apoyará eso" dijo Quillin ácidamente. Kate dijo "Ya ha declarado que ocultó su registro de arresto ¿Por qué no se lo dijo a su esposa?" "Ya lo dije, nunca fui condenado, tenía todo el derecho de poner todo eso detrás de mí" "Quillin, no somos idiotas" Kate levantó su voz "No le contó porque sabía que de esa manera podría disfrutar de forma segura de su sucio apetito sexual por las niñas cada vez que quisiera…con su propia hija" "Eso es…" Quillin se interrumpió cuando Taylor se inclinó hacia él, hacia su rostro. "¿Cuando se enteró que su hija hizo un viaje a Summerville?" Roland Quillin levantó sus cejas y también alzó sus manos "No sé nada de eso" Nuevamente Taylor resopló y Kate sacudió su cabeza para expresar su propio escepticismo. Taylor dijo "Su hija se enteró de todo acerca de su sucia vida, Quillin. Lo sabemos y lo sabe. Ella fue hasta allá para conseguir toda la sucia historia de lo que se enteró aquí" "¿Cómo lo descubrió?" exigió él. Decidiendo que algunos detalles incrementarían la presión sobre él, Kate dijo "Ella conoció a alguien que recordaba lo que usted había hecho en el verano del 64, Quillin. Y nosotros también lo hemos encontrado. Su hija verificó los registros en la corte en Fresno y descubrió la persona que tenía como padre…algo que por lo general se arrastra por las alcantarillas" Mirándola, con las manos empuñadas sobre el tope de formica de la mesa, Quillin abrió la boca para hablar, pero luego la cerró. "Descubrió todo sobre su santo padre que la echó de su propia casa" dijo Taylor con desprecio "Su santo padre que abusaba de indefensas niñas, cuanto más jóvenes mejor. Su santo padre que fue arrestado y estuvo a una pestaña de pasar tiempo en la cárcel. Demasiado para evitar sus pequeños secretos sucios, Quillin"

Roland Quillin miró a Taylor, con el rostro desencajado por la furia. "Ella lo contactó cuando regresó de Summerville…" dijo Kate "…así que salga de eso, Quillin ¿Cuándo lo contactó?" "No lo hizo" Quillin pronunció las palabras a través de dientes apretados. Taylor dijo con brusquedad "¿Con qué frecuencia abusó de su pequeña hija, Quillin?" "Nunca" gruñó él "Si hablaron con su psiquiatra, ya saben todo acerca de cómo acusó a alguien más de lo mismo. Eso prueba que era una mentirosa" Taylor dijo sarcásticamente "Curiosa coincidencia cómo su hija y otras siete niñas en Summerville resultaron ser unas mentirosas" Kate dijo "Ella mintió para protegerlo. Ella mintió y arruinó la vida de otro hombre para alejarlo…porque no podía soportar las cosas viles que hacía con ella todos los días en su joven vida. Debido a que no sabía la clase de escoria que tenía por padre" Taylor dijo "Ella mintió para proteger su inútil y asquerosa vida, Quillin" "No…" respondió Quillin "…ella simplemente mintió" Kate dijo "Ella se escapó cuando tenía catorce años para alejarse de usted y las cosas sucias que le hacía, Quillin" "No pondrá nada de eso sobre mí, hermana. No tuve nada que ver con lo que se hizo a sí misma. No tuve nada que ver con que ella se convirtiera en una lesbiana y una prostituta. Y no va a sacar nada de mi esposa…" Quillin escupió "…porque ella tampoco cree eso" Kate dijo "Sabemos que cometió actos de abuso sexual y sexo oral con su hija. Sabemos que lo hizo todos los días desde el momento en que ella cumplió 5 años" "Entonces pruébelo. Lo que está diciendo es estúpido y sin valor. Debido a que no tiene ninguna prueba" Kate dijo "La noche que hicimos nuestra notificación de su muerte, usted y su esposa dijeron que su hija todavía llamaba a casa de vez en cuando. Así que por su propia admisión todavía tenía contacto con ella. Ella regresó aquí desde Summerville y lo enfrentó ¿no es así?" "Nunca la vi. Nunca hablé con ella"

"Supo que fue allá y supo de lo que se enteró" la voz cargada de Taylor parecía rebotar en las losetas acústicas de la habitación "Sabía que ella usaría eso para probar lo que le hizo. Ella iba a decírselo a su madre, iba a decírselo a todo el mundo, tal vez incluso lo llevaría a los tribunales. Ella había estropeado su vida entera. Así que fue al Bar Nightwood y se sentó en su vans en el estacionamiento y la esperó. Y luego la mató" Él no respondió. Taylor dijo con desprecio "¿Te comieron la lengua, Quillin?" Quillin se cruzó de brazos. "Abusó de su hija desde que tuvo 5 años. Y luego la mató ¿verdad, Quillin?" Quillin dijo lentamente y con precisión "Ya tiene todas las respuestas que alguna vez conseguirá de mí. No maté a nadie. No le hice nada a Dolores. Puede rastrillar mi expediente con la detención hasta que esté ciego. Haga todas las acusaciones locas que desee. No puede soportar nada" Kate inclinó su cabeza hacia Taylor y se levantó. Taylor se levantó y se inclinó cerca de Quillin "Solo estamos empezando contigo, imbécil. Cuando hayamos terminado, tú estarás acabado, pedazo de mierda de perro baboso" "Toma un vuelo al carajo" dijo Quillin. Fuera de la sala de interrogatorios, Kate estudió a Roland Quillin a través de la ventana de un solo sentido. Estaba sentado relajado en la mesa, con un brazo extendido en la parte posterior de la silla de al lado y un tobillo cruzado sobre una rodilla. "El hombre es insensible, Ed" dijo Kate "Si existiera algo como la reencarnación, él debió haber sido una cucaracha" "Sí. O tal vez una serpiente de cascabel sin sonajeros. Como supusiste, la mujer es realmente todo lo que tenemos y la desdichada de Flora apagó su interruptor años atrás" "Creo que sería mejor si hablo con ella a solas" dijo Kate. "Sí está bien" Taylor estaba viendo a Quillin "El hijo de puta…" murmuró el "Tengo que ir al lavabo. Y vomitar" "Puede que vaya justo detrás de ti. No olvides esposarlo a su silla" "Sí. Las esposas lucen realmente naturales en ese hijo de puta"

Los ojos claros de Flora Quillin lucían vidriosos. Ella respondió la pregunta de Kate con voz desconectada "Bueno, supongo que Roland estuvo en casa todo el domingo pasado" Kate miró hacia el otro lado de la mesa en consternación. Esta mujer quien no vería lo que no escogía ver ¿estaba en el proceso de retiro mental, tratando de darle sentido a todo lo que había escuchado? "¿El pasado sábado y domingo, su hija llamó a su marido? ¿Vino a casa?" Flora Quillin negó con la cabeza. "Sra. Quillin, escúcheme. Sabemos que su marido cometió actos de abuso sexual y sexo oral a su hija prácticamente todos los días desde que tuvo 5 años" Flora Quillin dejó caer sus manos en su regazo, se sentó desplomada en la silla de metal y miró sus manos. "Aun así, ella lo amaba, le amaba tanto que arruinó la vida de un hombre inocente, porque era la única manera que conocía para advertirle a su marido que se alejara de ella. Ella vino con usted y se lo contó, sra Quillin. Ella se lo dijo ¿no es así?" "¿Qué?" En consternación Kate repitió sus declaraciones y añadió "Ella le contó que su marido estaba abusando de ella ¿no es así?" "Oh. Bueno, sí, fue tiempo después del asunto con el maestro. Dijo que lo había hecho para proteger a Roland. No le creí" La voz de Flora Quillin estaba tan asombrosamente tranquila, que de hecho Kate le miró sin poder hacer nada "¿Lo cree ahora?" Flora Quillin le miró entonces y sus ojos azul pálido se volvieron opacos "Necesito hablar con Roland sobre eso, ya ve" "No, sra Quillin, no lo veo" Kate alzó su voz, queriendo forzar a que la mente de esta mujer regresara a esta habitación "Lo que veo es un hombre que eligió no decirle a su esposa acerca de su pasado, porque sabía que podría disfrutar de forma segura de sus apetitos sexuales cuando quisiera…con la hija que le dió" No hubo respuesta. Kate dijo "Entonces él echó a su hija de su propia casa, descartándola porque era inconveniente y creaba problemas y ya no era interesante para él para el sexo. Y

entonces ella supo toda la verdad sobre su padre…que no sólo la violó a ella, sino que había cometido los mismos actos despreciables con otras niñas" Deseando poder hacer físicamente que Flora Quillin le escuchara Kate dijo "Su hija se enteró de todo eso 4 días antes de su muerte, sra Quillin. Imagínese cómo se debió haber sentido. Imagine su desesperación para viajar 200 millas. Imagine como leía ese expediente judicial de su padre por la violación de otras niñas. Imagine sus sentimientos cuando se enteró que su padre…su marido…intencionalmente y deliberadamente destruyó su infancia. Se llevó su inocencia por sus propias viles satisfacciones. Destruyó toda posibilidad para que ella tuviese una relación con usted, su propia madre. Y luego, sra Quillin, completó la destrucción de su hija tomando su propia vida" Flora Quillin no cambió de expresión, sus ojos estaban centrados en sus manos sobre su regazo ¿Había oído algo de esto? "Sra. Quillin…" Kate declaró "…sabe que lo que estoy diciendo es cierto. Lo sabe desde el fondo de su corazón" No hubo respuesta. Con un suspiro, que no trató de ocultar, Kate sacó la hoja con los códigos penales nuevamente del sobre gris ¿Qué tenía que perder, mostrándoselos a Flora Quillin? Sin su ayuda no tendrían ningún caso "Mire esto, sra Quillin" Obediente, Flora Quillin levantó la cabeza y se quedó mirando la hoja cubierta de plástico. "Este fue el último acto de su hija antes de morir. Son los números del código penal. Los números que descubrió allí, en Fresno, los que ellos utilizaron para arrestar y reseñar a su marido" "Ella escribió una nota…" dijo Flora Quillin con voz normal. Señaló las notas en la hoja de papel amarilla rayada "Dejó un papel como este. Lo dejó en el buzón de correo" Finalmente…finalmente se había resquebrajado. Kate presionó con entusiasmo "¿Cuándo? Sra. Quillin ¿qué decía la nota? Dígame que decía" "Lo olvidé" susurró ella y su mirada azul pálida se alejó de Kate. Kate quiso ir encima de la mesa hacia ella "Sra Quillin, por favor, míreme" la mirada giró obedientemente hacia Kate, buscando en su rostro con incertidumbre.

"La nota decía que tenía pruebas sobre los crímenes de su padre en su contra ¿No es eso lo que decía?" "Lo olvidé" los ojos azul claro estaban nuevamente opacos. "¿Todavía tiene el pedazo de papel?" "No...simplemente era más de su locura, lo tiré a la basura" "¿Se la mostró a su marido?" Flora Quillin cerró sus ojos y negó con la cabeza, sus pequeños labios fruncidos hacia la invisibilidad. No era claro, incluso cuando Kate repitió la pregunta, si estaba respondiendo a la pregunta o negándose a responderla. "Sra. Quillin…" dijo Kate "…piense cuidadosamente ¿Quiere ser cómplice de asesinato? El delito de homicidio está en contra de la ley del hombre y en contra de la ley de Dios" Flora Quillin dijo "Le he dejado hablar, he dejado que terminara con todo esto ¿Ya terminó sus preguntas sobre Roland? ¿Podemos irnos ahora? No me siento bien" Kate cerró sus ojos y se dejó caer en su silla. La mujer que recordaba, había sido sometida recientemente a una cirugía de cáncer "Sra. Quillin…" dijo con voz cansada "…sólo una vez en su vida deje de engañarse a sí misma. Siete niñas lo identificaron en Summerville ¿Cuántas niñas más estuvieron allí que nunca lo revelaron en absoluto? ¿Tiene alguna idea de lo que hace su marido cada vez que sale de su casa? ¿Cuántas otras vidas de niñas inocentes está dañando? Él puede ser su marido ¿pero quiere albergar a un asesino? ¿Un asesino que mató a su propia hija?" "No es cierto" Flora Quillin susurró, con sus ojos todavía cerrados. Kate perdió el control "Es cierto" le gritó "Mire en su corazón, sra Quillin. Lo que su hija descubrió, lo que escribió en ese papel que dejó en su buzón, era cierto. El hombre con el que se casó nunca fue el hombre que creía que era. Él era un..." buscó más palabras para describir a este vampiro que vació la inocencia de niñas pequeñas, pero ante la visión de los ojos cerrados y el rostro de Flora Quillin, reconoció su derrota. Sacó una de sus tarjetas y escribió su número de teléfono en la parte posterior "Llámeme, sra Quillin. Ya sea aquí o en casa. A cualquier hora del día o de la noche. Su propia vida podría estar en peligro. Tenemos todas las razones para creer que su marido ya mató una vez. Si pudo matar a su propia hija…"

"Por favor…" susurró ella "Sólo déjenos ir ahora. Estoy muy cansada" Kate asintió con la cabeza. Y dijo con amargura "Usted y su marido son libres para irse" En la puerta de la sala de interrogatorios Flora Quillin se detuvo para transferir las correas de su bolso desde la mano hacia su delgado hombro. Kate pudo ver que las palmas de cada mano contenían cuatro heridas rojas en forma de media luna.

Capítulo 17 Después que Roland Quillin fue puesto en libertad, Kate se sentó tristemente con Taylor en la sala de interrogatorios. "Fue un buen plan…" dijo Taylor para consolarla "…caerle a los Quillins era la única oportunidad que teníamos, Kate" "Puede ser…" dijo ella "…pero tengo que decirte que estoy teniendo segundos pensamientos. Acerca de Flora Quillin específicamente. Le advertí, Ed…pero aún así, si ella es la única testigo viable contra él…" "No voy a perder el sueño. Quillin figuró que nunca lo vincularíamos a Dory, pero si le hace algo a la desdichada de Flora lo tenemos por los pelos y él lo sabe" "Él podría fugarse" Taylor se encogió de hombros "¿A dónde? Ha estado jugando al sr. ciudadano confiable durante demasiados años. Si la mitad de la información que nos dio es correcta, tenemos una docena de maneras para seguirle la pista. Además, el tipo no es un jovencito para andar recorriendo todo el país. Kate, no tenemos nada contra él, él lo sabe. Parecía muy seguro acerca de su esposa, también…y él la conoce malditamente mucho mejor que nosotros. Digo que hagamos lo que podamos. Enviemos su descripción a toda nuestra gente. Puedes apostar que ha estado en la caza desde que Dory se fue ¿Cuál es el estatuto de limitaciones en el 2-80-8?" "Tengo que comprobarlo, pero creo que seis años" respondió Kate, asintiendo con la cabeza. "Así que, todas las víctimas que describan en todo ese tiempo a un tipo fornido con una cicatriz en el pómulo izquierdo y el sr. ciudadano confiable pasará su tiempo de pie en las alineaciones ¿Quién sabe? Tal vez aún podríamos despellejar su culo"

"No me he dado por vencida totalmente con su esposa" dijo Kate, recordando las marcas de uñas en las palmas de Flora Quillin "Tal vez algo de lo que pasó aquí le tocó" "Sí. Quizás. Nunca subestimes a una mujer ¿verdad?" pero Taylor parecía dudoso "Imagino que si no tenemos noticias suyas en un día o dos, nunca conseguiremos nada de la desdichada de Flora" Kate volvió a asentir. Esperaba tener noticias de Flora Quillin esta noche. Se sentó en su silla, levantó los brazos, estiró los músculos de la espalda y el cuello "Dios, estoy cansada, Ed. Realmente agotada" "Vamos a casa, compañera" dijo Taylor "Ha sido un maldito largo día" En su escritorio Kate sacó la tarjeta que Andrea le había dado, agarró el teléfono. Que permaneciera en casa esta noche era imprescindible en caso de que Flora Quillin llamaba; quizás Andrea pudiese venir. Lo siento, no puedo atender el teléfono en este momento. Si deja su número después de la señal me pondré en contacto con usted tan pronto como pueda. Gracias. Muy decepcionada, sintiéndose aún más cansada, Kate miró su reloj: las 7:20. Probablemente Andrea todavía estaba en una cita inmobiliaria. Podría dejarle un mensaje... Entonces recordó la voz suplicante de anoche, la ex amante llamada Bev quien Andrea había evitado durante dos meses mediante el interceptor de llamadas de ese contestador automático sin piedad. Rechazando la idea de dejar un mensaje en la misma máquina, colgó. La llamaría desde su apartamento; Andrea seguramente estaría en casa para entonces.

Kate con unos vaqueros y una camiseta, se sirvió un poco de whisky, deslizó una cena de TV en el microondas, puso Sarah Vaughan en el reproductor de cinta y trató con Andrea nuevamente. Y lo intentó de nuevo a las 8:30. Inquieta y deprimida, se sentó en su sillón, con los pies en alto, con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, escuchando la voz acaramelada de Sarah Vaughan vibrando en la quietud de la sala, sintiéndose demasiado cansada para moverse cuando la cinta finalmente se apagó. Por supuesto que Andrea tendría un trabajo que le mantendría confinada y ocupada. ¿Quién mejor para comprenderlo que ella misma? Todas esas veces que había pasado largas horas alejada de Anne con sólo una llamada telefónica para darle una

explicación y a veces ni siquiera eso…y Andrea no podía llamarla…no tenía el número de teléfono de Kate. Kate no se había acordado de dárselo, ni para el caso, Andrea lo había pedido... Detente, se dijo a sí misma. Deja de ser una ridícula. Sólo tenía que ser paciente. Estaba en la misma posición que Ellen O'Neil había estado con ella un año atrás. Lo que Ellen había querido y que ella no había podido dar…seguramente no entonces, no cinco meses después de la muerte de Anne. Con Andrea sólo habían pasado 2 meses desde que había roto su propia relación de largo plazo y todavía estaba adolorida...el hecho de que ella y Andrea hubiesen ido a la cama había sido un suceso aislado basado en sus necesidades, al igual que había ocurrido esa noche con Ellen...la mejor y única oportunidad para esta nueva relación sería darle tiempo para crecer, todo el tiempo que necesitara. Permitir que Andrea terminara de procesar su ruptura con la mujer llamada Bev. Aun así, parecía que Andrea podría estar allí esta noche para tomar su llamada. Porque habían ido a la cama juntas…y lo que habían compartido no había sido insignificante. Andrea había dicho que estaría allí. Por supuesto, ella había respondido a la pregunta de Kate de si estaría allí. Su ausencia prolongada parecía distanciar cada vez más la importancia de su noche juntas. Kate miró pensativamente a través de su departamento con poca luz y finalmente alejó sus pensamientos, cambiándolos por la ansiedad sobre Flora Quillin. También se impacientó con esos pensamientos. Nada, no había absolutamente nada que pudiese hacer al respecto, ya sea con Flora Quillin o Andrea Ross. Sonó el teléfono. Kate salió de su ligero sopor y saltó hacia él, mirando el reloj: las 9:00 "¿Detective Delafield? Soy Flora Quillin" "Sí…" dijo Kate con impaciencia "¿Está bien, señora Quillin?" "¿Qué si estoy bien? Bueno...sí, diría que sí..." cuando la voz de Flora Quillin disminuyó, Kate se esforzó por escuchar, podía escuchar el ruido de un motor…tal vez un autobús o un camión…entonces sonidos más leves del tráfico, el ruido indefinible de aglomeración de una calle. Flora Quillin estaba en un teléfono público. "Sra. Quillin ¿está segura que está bien? ¿Dónde está?" "La razón por la que llamé…" anunció Flora Quillin con una voz de pronto clara y distinta "Quiero saber ¿dónde está el cuerpo de mi hija?"

"En la USC Medical Center" respondió Kate perpleja "Ya que no ha sido reclamada, está en la oficina del forense" Allí estuvo el estruendo repentino de una corneta. "¡Dios mío, es Roland!" exclamó Flora Quillin y colgó. Kate colgó el auricular, mirándolo ¿Qué diablos estaba ocurriendo? ¿Dónde estaban los Quillins y por qué? ¿Y que estaba pasando por la cabeza de Flora Quillin? Tal vez los Quillins se dirigían a reclamar el cuerpo de su hija…pero ¿por qué llamar desde un teléfono público para averiguar dónde estaba el cuerpo de Dory? Flora Quillin no parecía preocupada o agitada en lo más mínimo, no le había parecido que estuviese en ningún tipo de peligro. Pero algo parecía extraño, algo que se siente muy mal acerca de esa llamada telefónica. Sin poder hacer nada, Kate agarró el Time en la mesa de café. Encendió el televisor y se recostó en su sillón. Luego se concentró en su otra ansiedad. Esperaría, decidió ella, hasta las 9:30 para intentar nuevamente con Andrea. Abrió la revista. Exactamente a las 9:30 se sirvió otro whisky y marcó el número de Andrea. "¡Hola!" escuchó una voz suave, alegre y femenina. No era la voz de Andrea. Kate aclaró su garganta "Estoy llamando a Andrea ¿Ella se encuentra?" "Espere" Una mano fue colocada sobre el receptor, pero Kate pudo escuchar la voz elevada y las palabras ahogadas "Teléfono para ti ¿quieres tomarlo allí?" hubo una pausa y luego la voz alegre dijo "No pregunté, Andy" Ahora Kate reconoció la voz. Un receptor fue descolgado, al parecer de "allí" y el otro receptor se colgó. "Hola, soy Andrea" "Soy Kate" estaba sentada en su sillón mirando aturdida la pantalla de la televisión, al hombre del tiempo delante de un mapa cubierto de nubes de los estados del oeste "Lamento molestarte, veo que tienes...a alguien contigo" "Sí" dijo Andrea en voz baja "No pensé que las cosas cambiarían tan rápidamente, pero cambiaron. Bev está aquí" "Sí" dijo Kate "La reconocí por el contestador automático de anoche"

"Eres una muy buena detective" Kate escuchó la sonrisa en la voz de Andrea "A veces puedo ser una terrible detective" respondió ella. La razón de la formalidad de Andrea esta mañana ahora era muy transparente ¿por qué entonces no había sido igual de claro para ella? Toda la evidencia había estado allí. Andrea había dicho: Nunca le fui infiel a Bev en todo el tiempo que estuvimos juntas... "Kate, nos conocemos muy poco tiempo…" dijo Andrea "…no es tiempo suficiente para habernos causado ningún daño la una a la otra ¿estoy en lo cierto?" "Correcto" dijo Kate, obligándose a poner positividad en su tono y cerrando sus ojos. Después de la manera como se comportó Bev después de mi cirugía, nunca podría haber sido la primera mujer en mi cama... Quizás no la primera mujer, pero sin duda la segunda. Por primera vez en mi vida necesitaba validación como mujer. Y tenía que tenerla de ti. No de Bev... Había recibido esa validación. Y era todo lo que ella quería de Kate. Era claro por qué el contestador automático había estado esta noche y donde era el "allí" de donde Andrea había tomado esta llamada. Kate dijo "Te deseo lo mejor. Creo que tienes mejores cosas que hacer en este momento que hablar conmigo" "Kate...Buenas noches, Kate" la voz era suave y sincera "Espero que podamos ser amigas ¿Podemos seguir siendo amigas?" "Por supuesto. Buenas noches, Andrea" Con las manos en los bolsillos traseros, Kate paseó lentamente por su sala de estar. Recordó el extraño tono de Andrea esta mañana cuando había respondido por supuesto a la pregunta de Kate sobre estar en casa esta noche. Ahora reconocía el tono: superficial. Ella había usado el mismo tono para sí misma en respuesta a la pregunta de Andrea sobre seguir siendo amigas. No había manera de que fuesen amigas. No iba a flagelarse a sí misma estando cerca de una mujer que deseaba y que había estado en el proceso de enamorarse, a sabiendas que esa mujer pertenecía irrevocablemente a otra. Y Andrea no desearía

estar alrededor de la mujer con la que había dormido…independientemente de su justificación para el acto…eso le recordaría su infidelidad a la mujer que realmente amaba. Kate apagó el televisor. Podía escuchar el silbido tenue del tráfico en la Avenida Montana, la alarma de un coche ululaba en la distancia. El apartamento parecía grande, oscuro y terriblemente vacío. Arrojó el Times nuevamente en la mesa de café y sacó la publicación de La aplicación de la ley del revistero. Metiendo la publicación bajo su brazo mientras caminaba hacia la cocina y vertió su bebida por el desagüe. No tenía ganas de beber. O leer. O ver la televisión. O pensar. Especialmente pensar. Iría a la cama y trataría de leer su publicación y tal vez se quedaría dormida haciéndolo. Se sentó en el borde de la cama y agarró la foto enmarcada de su mesa de noche y la sostuvo con ambas manos, mirando a la mujer joven de cabello claro, sonriente y usando vaqueros y una camisa a cuadros roja apoyada en una valla gris, de fondo estaba el mar gris…la foto había sido tomada en un viaje a Oregón. "¿Por qué tuviste que dejarme?" susurró ella "Desde que te fuiste, todo se ha ido al infierno"

Capítulo 18 Despertando por la música de su radio reloj, Kate involuntariamente se incorporó y pasó las piernas sobre el lado de la cama. Al recordar los acontecimientos del día y la noche anterior, la depresión añadió peso sobre el pesado cansancio en sus piernas. Caminó hacia la cocina y se sirvió café de la cafetera automática, haciendo una pausa para beber de la taza humeante antes de llevarla con ella al cuarto de baño. Veinticinco minutos más tarde, completando los preparativos para irse al trabajo, estaba sentada en su sala de estar con un plato de huevos revueltos y tostadas, tratando de distraerse con las Noticias de CBS de la mañana y Los Ángeles Times. Dobló el periódico y lo dejó caer sobre la alfombra, apagó el televisor con el control remoto. No tenía sentido evitar esto, pensó ella. Podía mirar sus dos fracasos y superarlos. Aunque su tiempo con Andrea Ross no podía ser clasificado como un fracaso…no cuando la intrusión hacia un amor exclusivo nunca había representado ni la más remota posibilidad, ni siquiera un podría ser.

Pero el caso de Dory Quillin…¿acaso sería un podría ser? Cierto, había habido una falta de corroboración de eventos: testigos y evidencia física, algunas coincidencias y la suerte que normalmente a veces descendía como una bendición en una investigación de homicidio. Pero también existía la sensación de que algo más todavía estaba dentro de su campo de visión, algo que no había visto lo suficiente, algo que podría haber ayudado a colocar a Roland Quillin detrás las rejas, donde debía estar. Incluso en condiciones ideales, pensó con malicia, su crimen no lo calificaría para la silla eléctrica. No en California, donde el requisito previo para la pena de muerte sería un asesinato de carácter particularmente atroz, los siempre problemáticos "Circunstancias especiales". Desear tal castigo para Roland Quillin era irracional y vengativo, concedió ella; por muy monstruo que fuese, la pena de muerte todavía parecía una pérdida básica de criaturas como él. En lugar de eso deberían sufrir el destino más útil al ser asignados para el estudio científico y la experimentación, utilizarlo para cualquier cosa que pudiese ayudar a deducir de estas subespecies malignas y caníbales que habían perdido el derecho moral a ser tratados como algo más que carne de laboratorio. Especialmente una subespecie que se aprovechaba de los niños... Kate se levantó, sacó su libreta de su bolso, hojeó las páginas de notas, una transcripción secreta de esta fallida investigación. Y era un fracaso de la peor clase…porque habían identificado al asesino de Dory Quillin sólo para permitirle seguir vagando por las calles, sólo poniéndolo en guardia para que pudiese perpetrar sus actos con una mayor vigilancia en el futuro. Pensó en Marietta Hall cuya determinación de avanzar en las aguas residuales de los delitos contra los niños había naufragado, cayendo en el agotamiento y el amargo reconocimiento de la inutilidad. Había prometido permanecer en contacto con esta mujer, para mantenerla informada ¿Qué podía decirle? Kate miró lentamente sus notas de la conversación con la psicóloga, muchas de las frases que evocaban la memoria clara y poderosa de esa entrevista. FQ CONVENCIDA DQ MINTIÓ DQ ESPERO ATENCION PARA ADVERTIR RQ QUE SE ALEJARA ABUSO SE DETIENE CUANDO EL PERPETRADOR SE VE AMENAZADO KD: ¿QUE LE DIJO DQ A FQ? MH: EL MAYOR RIESGO. MUCHAS MADRES LO NIEGAN. LO NIEGAN COMPLETAMENTE A CUALQUIER COSTO.

Las palabras de Marietta Hall resonaban en la mente de Kate: una respuesta muy común de muchas madres era la negación. Y me refiero a completa negación. Negación a cualquier precio. Negación de la evidencia justo frente a sus ojos... Negación a cualquier costo.... Quedándose pasmada por el nuevo propósito que vio en los aspectos de su información, Kate se sentó inmóvil durante algún tiempo, su mente dando tumbos, volvió a montar los hechos. Finalmente se levantó y se movió en trance hacia el teléfono que sonaba. Sonó bajo su mano. "¿Kate? Soy el Teniente Rodríguez" "Sí, señor" respondió en total estado de alerta ante el tono cortante del Teniente Manuel Rodríguez, el comandante de guardia. Había llegado a apreciarlo por su vivacidad en el trabajo; él toleraba las ventajas de la cortesía y las pequeñas charlas sólo en ausencia de un asunto urgente de la policía. "La peor maldita cosa, Kate. Un incendio de coche justo al lado de la estación. En el estacionamiento de ese centro comercial de allí. Una fatalidad. Un Olds Omega (tipo de coche), 80-2, revisamos el DMV, por ese caso que tú y Ed…" "El caso Quillin…" confirmó ella, apenas capaz de pronunciar las palabras que no podían salir de su garganta seca "Recuerdo la marca y el modelo por el 5-10 que llené ayer" Estaba tratando de asimilar lo que él había dicho, necesita obtener cualquier otra información que tuviera, desesperada por dejar el teléfono y estar ya de camino hacia la escena. Flora Quillin. Flora Quillin le había llamado la noche anterior desde un teléfono público...Ella había estado con Roland Quillin... Una fatalidad...Una. "La matrícula salió volando cuando el tanque de gasolina explotó o hubiésemos tenido un endemoniado tiempo averiguando todo esto tan pronto. Tenemos allí un cuerpo tan carbonizado que no podemos hacer ninguna identificación" "Voy hacia allá en este momento. Señor ¿llamó a Ed?" "Él es el siguiente en la lista" "Gracias" Kate colgó el teléfono, agarró su bolso, su chaqueta y corrió hacia la puerta.

Sin tener la luz roja de emergencia en su Plymouth, Kate movió su Nova agresivamente a través del tráfico de la hora punta de la mañana, dejando un rastro de conductores furiosos a lo largo del camino conocido por Santa Mónica y West LA. Pasó estruendosamente por la estación de la División Wilshire, siempre un bastión de solidez en medio del paisaje monótono de Venice boulevard, más allá de la esquina Broadway Savings y Loan y patinó en el estacionamiento del centro comercial, deteniéndose bruscamente en frente de Zody. El ennegrecido y humeante coche estaba ubicado en el estacionamiento de Savings y Loan, tal vez a un centenar de metros de la comisaría. Cuatro patrullas, dos camiones de bomberos y un vehículo oficial de bomberos lo rodeaban. Una multitud de espectadores silenciosos llenaban la acera, detenidos por media docena de oficiales y una barricada de cinta amarilla. Kate se abrió paso con cuidado sobre el asfalto del estacionamiento que estaba manchado y encharcado con los productos químicos de la extinción del coche. Sus fosas nasales temblaron y retrocedió ante el hedor acre. Recordó un viaje a lo largo de la costa que ella y Anne habían tomado a raíz de un incendio forestal, recordó el humo nocivo que les había llegado de los cadáveres carbonizados, los humeantes árboles y los animales muertos... Saludó con su cabeza a Hansen, quien le devolvió el saludo impasible, luego rodeó los restos. Tomando respiraciones leves por el hedor, miró en el coche, en los restos negro y rojo estaba una figura detrás del volante, sus manos preparadas y enganchadas como garras. Sabía que la postura era típica de una víctima de quemaduras de 4to grado, las manos como garras era el resultado de la contracción de los músculos cocidos y carbonizados. Se resistió a recordar, obligando a su mente a alejarse de su conocimiento muy personal de las quemaduras de trauma en el cuerpo humano… Hansen se acercó a ella, portapapeles en mano "La tragedia Quillin continúa…" entonó él "…es bastante obvio que es un suicidio, por como luce" "Te equivocas" dijo en breve "Dime lo que tienes, Fred" Él la miró y luego recitó obedientemente "Pearson pasó a las 6:58. Vio el coche como una antorcha mientras estaba abandonando la estación. No pudo acercarse, dijo que era un infierno. Los chicos…" Hansen hizo un gesto con su portapapeles hacia el camión de bomberos y el coche oficial "…estuvieron aquí en menos de dos minutos. El Jefe Scarborough…" una vez más Hansen hizo un gesto con su portapapeles, hacia el coche oficial y el hombre negro con el sombrero de jefe de batallón que estaba escribiendo en su portapapeles "…dice que el interior del coche

estaba empapado de gasolina, así como la víctima. Eso, más el tanque de gasolina… no es de sorprender que fuese como una bomba" Un Honda Civic amarillo se detuvo en el estacionamiento al lado del coche de Kate; Taylor salió, sacó su chaqueta a cuadros azul del asiento de atrás y se la puso mientras caminaba, chapoteando descuidadamente por los charcos químicos. Dio una palmada a Hansen en el hombro…miró el cadáver entre los restos humeantes, sacudió su cabeza con tristeza a Kate "Debí haberte escuchado, compañera" dijo él "El hijo de puta se fue y se lo hizo a la desdichada Flora" "No, no se lo hizo, Ed. Es Roland Quillin quien está en el coche" Taylor le miró fijamente y Hansen bajó el portapapeles y miró fijamente los restos carbonizados, como para verificar su identificación. "Está bien, Kate" dijo Taylor con calma "Entonces ¿cómo sabes que es él?" Kate lo ignoró "Fred ¿Pearson vio a alguien alejarse de la escena?" "No, Kate. Miró por los alrededores, como lo hicimos el resto de nosotros cuando llegamos aquí. Pero había una gran cantidad de espectadores, muy rápido" Y Flora Quillin, pensó Kate, atravesando la multitud que estaba fuera de la barrera de cinta, podría haberse desvanecido por el pavimento, aún más con un fondo de espectadores. "Fred…" dijo ella "…envía un coche a la casa Quillin. Es…" buscó en su bolso por su libreta y leyó la dirección "Ella tiene unos cincuenta años, no más de 52, tal vez 50 Kg, cabello rubio teñido. No es probable que esté ahí, pero aún así tenemos que verificarlo" "Está bien, Kate ¿Supongo que es una sospechosa?" "Así es" Hansen salió corriendo. "Kate…" dijo Taylor con paciencia "…siento como que estoy en un planeta completamente diferente al tuyo. No imagino lo que estás suponiendo aquí en absoluto" "Sólo se me ocurrió esta mañana. Estaba a punto de llamarte cuando Rodríguez me localizó. Maldita sea, Ed, fue un clásico mal manejo. Estaba tan concentrada en una solución que ni siquiera miré cualquier otra cosa. Flora Quillin escuchó cada palabra que dijimos ayer. No respondió, porque se dio cuenta de lo que yo también me había

dado cuenta…si ella seguía adelante, Roland Quillin se alejaría como un hombre libre. Porque Roland Quillin no mató a Dory. Flora Quillin lo hizo" Una vez más él le miró "Kate, sé que no soy el más brillante de los sujetos…" "Yo soy la estúpida" mordió las palabras "Todo estaba allí, debí haberlo visto. Flora Quillin tenía exactamente el mismo motivo que Roland Quillin…evitar que Dory destruyera toda su vida. De una manera diferente tenía tanto que perder como su marido. Marietta Hall nos dio la primera pista sobre Flora…que algunas mujeres niegan el abuso de menores por parte de sus maridos a cualquier costo" alzó la voz dándole énfasis "A cualquier precio. Tuvimos la corroboración de Neely Malone. Flora Quillin nos demostró ella misma que no iba a ver lo que no quería ver… prefería abandonar a su propia hija que mirar el tipo de hombre con el que se había casado y el tipo de mentira que estaba viviendo" El olor del coche quemado asaltó nuevamente a Kate, se movió más lejos "Flora cometió un solo error ayer…me contó acerca de esa nota que Dory dejó en su buzón de correo. Mi conjetura es que Dory escribió a sus padres acerca de lo que había encontrado en Summerville, amenazó con demandar, propagar el escándalo y crear grandes problemas. Flora Quillin encontró la nota. Mi siguiente conjetura es que nunca se la mostró a Roland Quillin. Me dijo que la había destruido y creo que probablemente lo hizo" "Así que supones que fue Flora quien se acercó al Bar Nightwood, no Roland" el tono de Taylor se mostró escéptico; se rascó la calva y luego las capas de cabello sobre ella. Kate asintió con la cabeza "Para tratar de razonar con Dory sobre lo que Flora pensaba era sólo su última locura. Mi teoría es que Dory le dijo que tenía una prueba irrefutable de su padre. Y Flora siendo Flora, no vería ni escucharía esa prueba. Sólo vio que Dory había llegado con una nueva forma terrible para traer más dolor y tal vez incluso la ruina financiera de sus vidas. Así que fue Flora Quillin quien recogió el bate y la mató" "Y ayer finalmente Flora vió lo equivocada que había estado" el tono de Taylor no había perdido nada de su escepticismo "Así que decide acabar con Roland, porque sabe que no podemos tocarlo por ninguna de las cosas que le hizo a Dory o a cualquier otra persona" "Sí, Ed ¿Lo ves? Ayer le obligamos a ver la verdad. No tuvo más remedio que confesárselo a sí misma y también por las normas de su religión"

"¿Sí?" Taylor hizo un gesto hacia el coche "¿Entonces por qué la desdichada de Flora no se convirtió en antorcha junto con su esposo? ¿Cómo es que no tenemos dos cuerpos allí?" Ella se complació a sí misma con una respuesta sarcástica "Debido a que el asesinato es justificable, pero el suicidio va en contra de su religión" luego dijo con impaciencia "Todavía puede hacerlo por lo que sabemos. Es por eso que tenemos que empezar a movernos y encontrarla" Taylor se rascó la cabeza y suspiró "Es tan malditamente loco que suena como que podrías estar en lo cierto. Pero hay una gran falla importante en tu teoría, Kate ¿Cómo la desdichada Flora logró hacer todo esto por sí misma?" una vez más hizo un gesto hacia el coche ennegrecido y hacia el cadáver oscuro carmesí "¿Cómo la pequeña Flora se encargó del enorme Roland que es del doble de su tamaño?" "No lo sé" admitió ella "La gente del departamento de bomberos dice que el coche y la víctima fueron rociados con gasolina. De alguna manera entre anoche y las siete de esta mañana Flora logró mantenerlo indefenso e impotente hasta hace cuarenta minutos" Él dijo sarcásticamente "Y muy cuidadosamente lo trajo aquí junto a la estación para no perturbarnos. No lo creo, Kate. Estás totalmente equivocada en este caso. Tuviste razón la primera vez cuando dijiste que Flora estaría en peligro. Es Flora quien está en ese coche y Roland la puso aquí y él está saliendo de la ciudad riéndose a carcajadas" "Ed…" "Escúchame, Kate. Mira este coche, por Dios. Incluso si Flora lo hubiese sometido con una pistola ¿crees que él se hubiese sentado allí permitiendo que ella le bañara en gasolina y luego que le encendiera una cerilla? Cualquiera hubiese preferido tomar una bala en la cabeza que ser quemado, por amor de Dios" "Tal vez ella le disparó primero" replicó Kate "Mira, ahora mismo ella tiene asuntos pendientes. Me llamó desde un teléfono público ayer por la noche con ganas de saber dónde estaba el cuerpo de Dory. Creo que ahí es donde está" Taylor golpeó el coche quemado "Y creo que ahí es donde está" Ella se dio la vuelta y caminó hacia su Nova. Estaban perdiendo mucho tiempo con toda esta discusión. Dejarían sus vehículos personales en la estación y tomarían el Plymouth...

Taylor se apresuró para mantenerle el paso "Maldita sea, Kate, la única cosa que Flora podría disparar sería una pistola de juguete. La repugnancia de todo lo demás la dejó medio noqueada la semana pasada. La desdichada Flora no tiene en ella dispararle a alguien y mucho menos convertir a su marido en barbacoa" Kate no respondió. "Ella ni siquiera intentaría algo como esto, Kate. Quiero decir, sabes mejor que yo que las mujeres no hacen esta mierda" No muy a menudo, pensó Kate abriendo la puerta del coche. Pero somos capaces. "Ed, no tengo ni idea de cómo Flora logró esto. Pero sí sé una cosa: Hablará con nosotros ahora. Y tenemos que atraparla rápido en caso de que decida hacer algo contra sí misma. Dejemos al forense y a los técnicos aquí, no hay más que podamos hacer aquí de todos modos" "Está bien, está bien" se quejó Taylor "Sigo pensando que deberíamos revisar los aeropuertos en busca de Roland Quillin" "Y yo creo que Flora Quillin está en la USC Medical Center. Porque no puedo imaginarla yendo allí anoche con Roland Quillin. Vamos a comprobar con el hospital de camino y nos mantenemos en contacto con la patrulla que va a revisar la casa Quillin por si acaso" "¿Cómo salió de aquí sin un coche?" se deslizó por el amplio bulevar "¿Agarró un autobús? ¿Cómo llegó a alguna parte, por el amor de Dios, sin que nadie le viera?" "Tampoco sé eso…" dijo Kate, deslizándose en su coche. "Si estás en lo cierto acerca de esto…" dijo Taylor tirando de la puerta de su Honda "…soy un idiota y tú eres Sherlock Holmes" Definitivamente eres un idiota, pensó con amargura, cerrando de golpe la puerta de su coche, pero en lo que respecta a este caso, soy el inspector Clouseau (Inspector Jefe Jacques Clouseau, personaje de detective de ficción de la serie de películas de La Pantera Rosa, de Blake Edwards).

Capítulo 19 “Ver para creer" murmuró Taylor junto a Kate. Flora Quillin, vestida de negro, con un pequeño bolso de tela en una mano y un libro negro en la otra, se paseaba por el pasillo fuera de la oficina del forense, con la cabeza hacia abajo. Kate supuso que el severo vestido de mangas largas y cuello de corte cuadrado probablemente era el que había usado en los funerales o funciones formales en su iglesia. "Pero Jesús, quien creería que la desdichada Flora..." Taylor se fue callando mientras Flora Quillin, al verlos, caminó rápidamente por el pasillo hacia ellos. "Pensé que este sería el mejor lugar para esperar…" dijo ella "…ya que no tenía un coche ni nada de eso. Y sabiendo que supondría todo esto…" agregó a Kate. "Me tomó mucho tiempo" respondió Kate, al ver que el libro era un misal. El rostro de Flora Quillin estaba pálido, pero parecía tranquilo, casi sereno. Ella olía ligeramente a gasolina. "Estoy agradecida de que no hubiese sido tan pronto. Tenía que hacer todo lo que hice" "Sra. Quillin, le estamos poniendo bajo arresto" Kate se acercó a Flora Quillin y delicadamente pero con firmeza, le quitó el bolso. "Sí, por supuesto" Taylor dijo "Lo siento señora, pero tengo que esposarla" agarró sus puños en su gran mano como avergonzado. Ella asintió con la cabeza y con torpeza agarró el misal con las dos manos, Flora Quillin tendió sus muñecas, que parecían esqueléticas como patas las aves. "Lo siento señora, tienen que estar detrás de su espalda. Es el reglamento" "Oh. Bien, está bien" le entregó el misal a Kate, le dio la espalda a Taylor y juntó sus muñecas "Un buen hombre me permitió ver a Dolores…" dijo mientras Taylor esposaba sus puños "…por supuesto, su cuerpo es sólo la cáscara de su alma, pero pensé que estando aquí podría traer mis oraciones más directamente a ella. Ya que pronto me uniré a Roland…" agregó con voz serena "…en el sufrimiento de los castigos de la condenación eterna" Kate y Taylor avanzaban por el pasillo, Flora Quillin entre ellos. Entraron en el vestíbulo, Flora Quillin haciendo sonar las esposas con el movimiento de sus pies.

Una pareja de ancianos se detuvieron a medio paso para mirar. Kate pensó: Si supieran. Esta pequeña mujer de apariencia inofensiva ha golpeado la cabeza de su hija y ha convertido a su marido en un cadáver carbonizado. Flora Quillin se inclinó hacia ella para susurrarle "Usted ha hecho un trabajo muy bueno, detective Delafield. Siempre he sabido que las mejores personas en esta tierra son los que asumen los más terribles empleos"

En la División Wilshire, en la sala de interrogatorios, donde Roland Quillin había sido interrogado el día anterior, Kate y Taylor se sentaron con Flora Quillin. Kate recitó la advertencia Miranda y dijo "¿Entiende estos derechos, sra Quillin?" "Sí, querida" respondió ella con voz clara y calmada "Y por favor llámeme Flora" "Flora…" repitió Kate obedientemente "¿Elige renunciar a su derecho a guardar silencio?" "Sí, querida" "¿Elige renunciar a su derecho a un abogado?" "Sí, por supuesto" "En este punto ¿podría decirnos en sus propias palabras acerca de la muerte de su hija Dolores y su marido, Roland?" "Bueno, Dolores llamó a la casa…" "¿Cuándo fue eso?" "El pasado sábado por la mañana, era temprano, Roland estaba regando las rosas así que no supo en absoluto lo que se dijo…" "¿Pero usted le dijo a su marido que Dory…lo siento, Dolores había llamado?" "No, nunca lo hice, no hasta anoche. Y siga adelante y llámele Dory. Si así era como le llamaban sus amigos, tenía que ser el nombre que más le gustaba. Solía llamarla así cuando era pequeña, ya sabe, antes de..." Flora suspiró, sus ojos se llenaron de lágrimas. Sus manos pálidas, entretejidas con pequeñas venas azules, se deslizaron sobre la superficie de la mesa de formica, entonces sus dedos translúcidos acariciaron el lomo de piel de su misal.

"Así que hablé con ella. Ella estaba molesta, decía cosas terribles de Roland. Volví la cabeza, como siempre lo había hecho, como aprendí a hacerlo años atrás..." miró a Kate con angustia "Supongo que ahora sabe que yo era la causa de todo este problema…por no escuchar las cosas que ella me dijo" No eras la causa. Su marido lo era. Pero Kate le devolvió la mirada con ligera simpatía y un guiño receptivo, sabiendo que era imperativo no quitarle la culpa que era la raíz de esta confesión completa. "Bueno, ella se puso tan histérica que finalmente colgué. Llamó inmediatamente y le dije..." la voz de Flora vaciló "…le dije que se fuera y nos dejara en paz. Se lo dije como tantas veces lo había hecho, tantas veces cuando llamaba...Oh Creador celestial de todos nosotros..." Kate metió la mano en su bolso y sacó un paquete de toallitas del tamaño para bolsos. "Gracias, querida. Bueno, más tarde ese día salí a buscar el correo…no llega hasta la tarde y había una nota de Dolores...de Dory" se corrigió "Ella había venido y supongo que sólo la colocó en la caja" Se secó los ojos con una toallita y se sonó la nariz "Bueno, ella decía en la nota que quería hablar conmigo y que iría con el Padre Jamison y le mostraría algún tipo de prueba contra Roland que decía que era un abusador de menores. Bueno, supongo que ya sabe que lo vi como más de sus locuras, excepto que esta vez había aparecido con un nuevo tipo de esquema para hacer daño a la reputación de Roland y la forma como se ganaba la vida. Así fue como lo vi" Nuevamente Flora secó sus ojos "Bueno, después de pensar en ello el resto del sábado y parte del domingo, decidí que debía hablar con ella…" "Flora…" interrumpió Taylor "…su marido…¿era consciente de algo de esto?" "No y la razón fue, bueno, no quería molestarlo y el domingo pasado había sido el Día del Padre, ya sabe ¿Recuerda que se lo mencioné?" "Sí, Flora, lo recuerdo" dijo Taylor en voz baja. "Parecía particularmente cruel, siendo el día del padre…así que no le mencioné este nuevo problema. Y verá, lo que usted no sabe es que, el tiempo vendría cuando tuviese que decirle que mi salud estaba en problemas nuevamente, verá..." ¿Se estaba refiriendo a su cirugía de cáncer? Kate miró a Taylor, señalando con un breve movimiento de cabeza que no deberían interrumpir a Flora Quillin en este momento para hacerle preguntas.

"Salí de la casa alrededor de las 4 más o menos, Roland estaba dormido en el sofá. Le escribí una nota diciéndole que estaba visitando a Alice, ella vive a tres puertas de distancia. Bueno, después de conducir todo el camino a ese lugar donde Dolores…Dory estaba viviendo, no estaba allí en su camioneta. No me atreví a entrar ahí, a ese...a ese bar para averiguar cuando estaría de regreso, pero detuve a una de esas mujeres…" "¿A quién?" preguntó Kate, frunciendo el ceño ante Taylor ¿Por qué esta mujer…quien quiera que haya sido…no mencionó eso? "¿Puede describirla?" "Bueno, tenía cabello negro muy corto, tenía aspecto masculino, ya sabe. Nunca pude entender como Dolo…Dory era una de ellas, no era ni un poco de esa manera...En fin, esta mujer llevaba vaqueros, un chaleco hecho a mano, con círculos con cruces bordadas en ellos en el frente. Al rato ella volvió a salir, supongo que solo entró por cigarrillos, dijo que Dory estaba en un estadio de béisbol, que volvería a las 5:30. Luego se subió a su camioneta..." Coincidencia. Suerte y momento adecuado. Si esa mujer se hubiese quedado en el bar, este homicidio se hubiese resuelto de inmediato... "Así que decidí esperarla. Y alrededor de las 5:45, supongo que lo era…justo cuando tenía que regresar a casa para prepararle la cena a Roland…por fin llegó, subiendo por la colina en esa horrible vans. Y me bajé del coche…" Kate pensó: Así que me equivoqué cuando Dory hizo esos números. Los hizo antes de irse al parque. Alguien probablemente le interrumpió, invitándole a jugar béisbol...y ella se fue y simplemente dejó el bolígrafo destapado... "Bueno, supongo que me vio. Salió de la vans, llevaba ese traje de béisbol blanco...así que me acerque a ella y simplemente le dije con tranquilidad: por favor Dolores, es el Día del Padre. Bueno, ella se echó a reír. Esta terrible carcajada como si se hubiese vuelto loca...la verdad sea dicha, de repente sentí miedo de ella. Entonces ella abrió el costado de la camioneta y me ordenó entrar y yo le dije que no quería, pero ella entró y no tuve más remedio que seguirla, ya ve. Luego agarró ese anotador y me mostró los números que usted me mostró ayer y me dijo cosas acerca de Roland, sobre el viaje que hizo, las mismas cosas que usted me dijo ayer, sacudió ese anotador delante de mí…¿lo ve?" Kate asintió con la cabeza "Sí, Flora" agregó por el bien de la grabación. "Sacudí mi dedo hacia ella en respuesta, le dije que estaba inventando más cosas y entonces ella me gritó, me gritó cómo iría delante de todo en el mundo hasta que le creyeran, incluso que llevaría a Roland a la corte y entonces yo también tendría que creerle"

Ella miró suplicante a Kate, la parte blanca de sus ojos azul pálido inyectados en sangre "Tuve una cirugía, ya sabe, por el cáncer en mi seno. Antes no podía ver porque había sufrido todo ese dolor ¿Por qué Dios me estaba haciendo sufrir así? pero ahora lo entiendo. Y entiendo por qué Él ha puesto nuevamente el cáncer en mi hígado" Kate miró a Taylor, preguntándose si su rostro también tendría la misma inexpresividad que la de él mientras absorbía esta información y su significado. Recuperó su ingenio y le preguntó "Su marido, él no sabía nada...¿sobre el regreso del cáncer?" Flora negó con la cabeza "No había querido decírselo, no hasta que tuviese que hacerlo. Usted ve, los médicos me dijeron que no había nada que hacer al respecto ahora. Todo era parte de la razón por la que estaba tan frenética sobre Dory…sabía que no iba a estar aquí mucho más tiempo para él. Y le dije a ella todo eso, le dije sobre el cáncer. Y se puso a llorar, dijo que Roland también me había hecho eso, que había destruido todo a su alrededor incluyéndome a mí y a ella, a las dos. Y que iba a atraparlo, que iba a destruirlo por todo lo que había hecho...y fue entonces cuando le dije que dejara toda esa locura o le daría una paliza como lo hacía cuando eras una niña mala. Y, de repente, empezó a reírse nuevamente" Flora frotó sus ojos; sus hombros pesados en un suspiro y un sollozo; Kate no podía decir cuál "La verdad sea dicha, me pareció que el mismo diablo se había apoderado de ella. Siempre había sospechado en el fondo que tal vez era el diablo quien estaba en posesión de ella todo este tiempo, tal vez por eso hacía las cosas que hacía. Dijo que iría directamente con el Padre Jamison, saltó de la camioneta y yo agarré el bate y fui detrás de ella, tenía que hacer que se detuviera...ella se dio la vuelta para decir algo más y entonces recuerdo esa mirada como si no pudiese creer lo que estaba viendo..." Flora Quillin tomó las muñecas de Kate, su agarre era feroz, sus manos calientes y secas "Lo siguiente que recuerdo...fue el más terrible sonido, fue repugnante, como una vez en el coche cuando me encontré sobre una ardilla pequeñita y pude escuchar como sus pequeños huesos se agrietaban...y Dory estaba en el suelo mirándome y tratando de levantarse y lo único que vi fue, como saqué al diablo fuera de ella ¿se da cuenta?" estaba apretando y tirando de las muñecas de Kate "Pensé que Dios había dirigido mi mano. Eso fue lo que realmente creí ¿lo ve?" Kate estaba enferma de pena, enferma con el recuerdo del rostro de incredulidad de Dory Quillin, los ojos azul plata mirando hacia arriba en señal de súplica, con desconcierto. "¿Lo ve?"

"Lo veo" Kate logró reconocerla. Liberando a Kate, Flora puso su rostro entre sus manos y rápidamente se sentó erecta y asintió vigorosamente "Pero ahora sé que todo este tiempo, todos estos años, el diablo estaba en mí, actuando a través de mí y de Roland. El diablo nos había poseído a los dos" Kate miró a Taylor, él se encogió de hombros casi imperceptiblemente, girando sus ojos. "Me fui a casa. Y Roland todavía seguía dormido, sin saber que me había ido, ni lo que había hecho. Allí estaba de regreso en mi propia casa, creyendo en mi alma que Dios había hecho su juicio por medio de mí, era la mano y la voluntad de Dios en mis últimos días en esta tierra, dirigiéndome a destruir a Dory para proteger a Roland..." Ella miró a Kate y le susurró "Antes de continuar ¿podría tener un poco de agua?" Kate asintió aprobando a Taylor quien se levantó "Vuelvo enseguida" dijo él. Kate esperó hasta que él regresó con un vaso de plástico y se lo entregó a Flora y esperó otra vez mientras Flora secaba sus ojos enrojecidos por las lágrimas y tomaba varios sorbos de agua. "Flora…" dijo Kate "…¿podría decirnos ahora lo que sucedió desde el momento en que usted y su marido se fueron ayer?" "Sí, por supuesto" dijo Flora. Su voz se había fortalecido y de repente estuvo calmada, sus ojos estaban opacos. Volvió sus palmas hacia arriba y Kate vio las heridas en forma de media luna más costrosas que había notado ayer, ella recordó haber visto esa misma opacidad en sus ojos cuando le había descrito a Flora Quillin el significado de los crímenes de su marido. "Roland habló conmigo camino a casa, me hizo preguntas, pero no puedo decirle con exactitud qué pasó o que le dije...porque estaba demasiado ocupada pensando cómo debería hacer aquello que tenía que hacer. Sabía que todo había sido mi culpa, lo ve, era mi error el que tenía que arreglar, porque no había nada que ustedes pudiesen hacerle por lo que él le hizo a Dory y Dios sabe cuántas otras cosas a esas niñas..." Cerró las manos y comenzó a cavar con sus uñas en las heridas…similares a los estigmas (son señales o marcas que aparecen en el cuerpo de algunas personas, casi siempre devotas cristianas. Estas heridas son similares a las heridas infligidas sobre Jesús durante su crucifixión según la iconografía cristiana tradicional) Kate agarró

sus manos y enderezó suavemente los dedos secos y calurosos. Flora retiró sus manos de Kate y las colocó sobre el misal. "Roland nunca estuvo interesado en mí después del nacimiento de Dory, ya ve, después que nos dimos cuenta que no podía quedar embarazada nuevamente. Y todo este tiempo me había sentido culpable por ello y simplemente agradecía que todavía me quisiera con él aunque no podía darle más hijos...Ahora que pienso en ello, recuerdo una cosa que dijo después que llegamos a casa. Dijo que el hombre tenía el dominio sobre su familia y que el hombre tenía el derecho de manejar a su familia a su antojo y que nadie tenía el derecho bajo ninguna ley a cuestionar eso. Y que si eso me hacía infeliz entonces debería pensar en cómo podría valerme por mí misma, sin él. Sí recuerdo cuando Roland dijo eso. No me importaba mucho lo que dijera, porque sabía lo que iba a hacer ¿lo ve?" Los ojos opacos de Flora miraron hacia el espacio durante tanto tiempo que Taylor finalmente le presionó "Así que ¿qué hizo, Flora?" "Oh. Bueno, pensé que no podía tomar un cuchillo o un hacha contra él, es demasiado fuerte, no podía arriesgarme a que me detuviera, ya ve. Así que prepare su cena, hice chili casero hirviéndolo en la tetera eléctrica antes que ustedes vinieran a vernos. Esperé hasta que él estuvo en el baño y luego me escabullí hacia el garaje, es donde guardamos el veneno para ratas, siempre tenemos ratas tratando de quedarse allí. Entonces serví su plato de chili y lo revolví con algo de raticida ¿lo ve?" Ella estaba mirando expectante a Kate y entonces Kate respondió "Sí, Flora" resistió el impulso de frotar la piel de gallina de sus brazos. "Pero no sabía que cantidad usar ¿lo ve? Y no quería que él se diera cuenta, o que no le gustara el chili y no se lo comiera. Así que lo rocié tal vez con una cucharadita y puse un poco en el café y luego después en la cena, cuando quisiera otro bourbon además del que tomaba antes de la cena, también añadí un poco allí ¿lo ve?" Nuevamente miraba intensamente a Kate "Ya veo" respondió Kate. "Fue justo después que terminó el whisky que él se enfermó. Supo de inmediato lo que había hecho ¡Me has envenenado! dijo él. No, no lo hice, le dije, deseando darle más tiempo para que hiciera efecto. Es el chili, Roland, no te cayó bien. En ese momento él caminaba con asombroso por la habitación sosteniendo su estómago, agarró el teléfono y marcó el 911, el número de emergencia, ya sabe y entonces descubrió que el teléfono no funcionaba. Ya había pensado en eso ¿ve? Ya había cortado con las tijeras el cable del teléfono, por el extremo que sale de la pared, para que él no se diera cuenta. Entonces temí que fuese con los Morrison, los vecinos, a

pesar de que nunca nos llevamos bien con ellos, pero también tenía planes para eso. Llevé el hacha desde el garaje cuando traje el veneno para las ratas y la escondí debajo del sofá, por si acaso" Flora tomó un sorbo de agua. Kate se maravilló ante la firmeza de sus manos, la uniformidad de su voz mientras relataba estos detalles del asesinato calculado. "Pero él no lo hizo. Entró tambaleándose por la puerta lateral hacia garaje, así que supe iba a conducir él mismo. Bueno, eso tampoco era algo bueno, así que rápidamente conseguí el hacha y corrí tras él. Pero él llegó al garaje y fue todo lo más lejos que pudo llegar. Se puso muy enfermo, vomitó todo el lateral del coche hasta que estuvo tan débil que no pudo mantener levantada su cabeza. Así que aleje las llaves del coche. Y fue entonces cuando empezó a decir por favor, por favor, ayúdame. Él todavía estaba vomitando el veneno y pude ver que tal vez no iba a matarlo inmediatamente o tal vez no del todo, pero estaba demasiado enfermo como para moverse y supe que lo tenía y que estaba hecho. Ahora podía pensar en Dory y en todas las cosas que él había hecho para destruir a la niña encantadora que era y lo que había hecho para ponerme en contra de ella y no me pareció suficiente simplemente tomar el hacha contra él...Así que le ayudé a entrar en el coche diciendo que iba a llevarlo al hospital. Pero después de eso salí del coche y seguí con lo mío y mientras él vomitaba y decía por favor, por favor ¿lo ve?" "Ya veo" dijo Kate con fascinación por la frialdad. "Roland mantenía una lata de cinco galones de gasolina en el garaje, la mantuvo allí durante ese tiempo cuando hubo escasez de gasolina. Siempre le dije que era peligroso y que debía sacarlo de allí, pero nunca me hizo caso así como no lo hacía con casi nada. Bueno, desenrosque la tapa y agarré una de mis cacerolas de la cocina y saque toda esa gasolina, cacerola tras cacerola y lo empapé con ella, su cabello, su ropa y muy especialmente entre las piernas y luego vertí el resto de la misma en el interior del coche. Él todavía estaba vomitando, también tuvo diarrea y seguía diciendo por favor, por favor, porque él sabía que lo iba a quemar ¿lo ve?" Hizo una pausa, obviamente esperando a que Kate respondiera. "Lo veo" susurró Kate. "Pero entonces vi lo loco que sería hacerlo allí, tomaría toda la casa, tal vez a los vecinos también y eso no me parece bien. Y además, todavía tenía que encontrar el cuerpo de mi hija, hablar con ella. Sabía que él no podía salir del garaje o incluso fuera del coche, así que me fui a la casa y me limpié y me puse este vestido, era el más apropiado, ya ve, por lo que iba a hacer a continuación. Y por supuesto agarré mi libro de oraciones. Decidí conducir hasta aquí ¿lo ve? Note este gran centro

comercial cuando Roland y yo estuvimos aquí, me pareció un buen lugar para venir, sería más fácil para ustedes encargarse de todo después que hubiese terminado con él" Kate intercambió una mirada con Taylor, recordando su afirmación de que Roland Quillin había dejado el cuerpo de su esposa en la puerta de su casa como una broma macabra. Taylor le devolvió la mirada con un giro de sus ojos como diciendo ya te escuché. "Él no sabía lo que tenía planeado, creo que pensaba que le estaba llevando para recibir ayuda. Incluso parecía contento de ver la estación de policía. Así que conduje aquí y estacioné allá" hizo un gesto, hacia un lugar en la habitación "Estaba muy tranquilo y vacío, como pensé estaría. Y fue entonces cuando me fui a la cabina telefónica y le llamé para averiguar dónde estaba Dory" "Creo que fue alrededor de las 9:00" ofreció Kate en voz baja, para el beneficio de la grabación de la cinta. "Supongo que podría haber sido. Pero cuando salí del coche para llamarle, Roland consiguió arrastrarse y presionó la bocina, tan débil como estaba. Así que regresé y empujé su mano y por supuesto estaba demasiado débil como para detenerme. Pero aun así, me asustó. No sabía que más podría intentar. Así que le dije que lo iba a quemar en ese mismo momento, pero luego noté que había venido sin cerillos. Ni Roland ni yo fumábamos ¿lo ve?" "Lo…" Kate aclaró su garganta, luchando contra el impulso casi irresistible de reír histéricamente "Lo veo" "Así que fui a la parte trasera del coche y me quité el sujetador. Lo usé para atarle las manos al volante ¿lo ve?" Flora alisó con sus manos la parte delantera de su vestido, sobre su pecho cóncavo y dijo con admiración "Nunca permití que mi marido me viera así y aquí estoy sentada en una comisaría sin usar mi ropa interior" "Se ve muy bien" retumbó Taylor. Flora se apartó de él en consternación, abriendo mucho sus ojos y Kate dijo con dulzura "No pasa nada Flora, no hay ningún problema en absoluto, está perfectamente bien" ¿Por qué, pensó con ira, Taylor nunca tenía el buen sentido de saber cuándo debería mantener su maldita boca cerrada? Ella dijo en voz baja "Dígame lo que sucedió entonces, Flora ¿Qué hizo después?"

Flora le miró, sus ojos azul pálido se suavizaron "Oh. Bueno, entonces fui a la farmacia que estaba un poco retirada del centro comercial…" dijo con firmeza "…y le pregunté al primer hombre que vi fumar, un buen joven, a pesar de un hábito tan horrible, al menos fue un hábito que Dory nunca tuvo, le pedí por favor si podía prescindir de una caja de cerillos y él fue muy amable" Kate pensó: Si él alguna vez supiera... "Dios me perdone por mi enojo, por romper tantos de sus mandamientos, decidí esperar tanto como pude sobre Roland. Sacaba la caja de cerillos a cada rato y actuaba como si en ese momento lo iba a quemar, solo para escucharlo decir por favor, por favor y así yo pudiese preguntarle en cada oportunidad ¿Dory te decía eso siempre que le hacías todas aquellas cosas tantas veces y todos esos años? y también para poder decirle que pronto sentiría lo que sería el fuego del infierno y luego por el resto de la eternidad" mirando fijamente a Kate con ojos muy abiertos y llenos de pánico, Flora susurró "Lo peor es que pronto estaré allí con él" Kate no pudo evitar tratar de darle cierta medida de consuelo "Si se supone que Dios perdona..." "No esto…" susurró ella "…voy a orar a Él, pero ¿cómo puede perdonar todo esto? Entonces, cuando los coches comenzaron a llegar y las personas comenzaron a ir al trabajo, supe que era el momento. Conseguí por mí misma un lata de refresco en el estacionamiento y la acomodé con las llaves del llavero de Roland y el cambio en su bolsillo y cualquier cambio que tenía en mi bolso. Y entonces encontré un volante de publicidad, lo metí en la lata y lo convertí en un fusible" le dijo a Kate en forma de conversación "Una vez tuve un incendio provocado por grasa en la cocina, así que sabía todo acerca de cómo suben los incendios rápidamente y tenía que estar bien lejos de allí o quedaría atrapada con el coche y Roland. Así que esperé hasta que no hubo tráfico a lo largo de la calle y encendí el papel en la lata y me quedé tan lejos como pude, sabiendo que tenía que introducirlo a través de la ventana del coche ¿lo ve?" hizo una pausa, mirando a Kate. "Lo veo" pronunció Kate. "Roland estaba mirándome ¿lo ve? y decía por favor, por favor, por favor y yo le dije: esto es por todas las pequeñas vidas inocentes que has ensuciado y contaminado, ve al infierno donde perteneces, esto es por mi hija. Y lo lancé y Roland fue envuelto en llamas justo en frente de mis ojos" Kate cerró sus ojos por un momento, tratando de disipar la imagen. Cuando estuvo segura de su voz dijo "¿Y entonces qué pasó, Flora?" "Bueno, inmediatamente entré en tu estación de policía aquí"

"Jesús…" expresó Taylor. "Por favor, joven…" Flora lo reprendió "Llegué aquí justo a tiempo…" continuó ella "…vi una de sus patrullas aproximarse a la vuelta de la esquina. Entonces un joven oficial muy amable fue muy solícito en ayudarme a conseguir un taxi" Taylor gimió. ¿Quién…? pensó Kate con tristeza ¿…alguna vez dudaría o sospecharía de una mujer pequeña, vestida de negro y con un misal? Taylor dijo en tono amable "¿Y esa es toda la historia, Flora?" "Excepto que me pareció que debía acabar conmigo misma, junto con Roland, pero necesitaba ver a mi hija y tenía que haber alguien quien explicara todo esto, además, mi fallecimiento va a suceder muy pronto de todos modos" "Haremos que se sienta tan cómoda como sea posible, Flora" prometió Kate. "No merezco comodidad. Mi juicio en esta tierra no serán nada en comparación con el del más allá" "Flora, vamos a escribir una declaración para que la firme…" explicó Kate "…y vamos a tener que encargarnos de algunas otras cosas. La pondremos en una celda de detención, por el momento y luego la transportaremos a la instalación de Sybil Brand para mujeres" "Eso está muy bien…" dijo Flora serenamente "…siempre y cuando tenga mi libro de oraciones. Solía leerle a Dory la Biblia para niños cuando era pequeña…" dijo ella, sus ojos distantes "…pero le gustaba volverme loca con todas las preguntas... era una cosita tan inteligente, siempre preguntando por qué. Como una vez que encendí la luz en su habitación y en ese momento ella tenía que saber de dónde venía la luz y cómo se producía y por qué la bombilla tenía esa forma tan divertida y un millón de preguntas...No podía haber otra niña como ella, nunca. Tan bonita con ese cabello rubio, solía decirle que Dios lo había arrancado de las alas de un ángel y así había hecho su cabello..." Flora negó con su cabeza "Era una cosita tan salvaje, libre, incluso cuando era pequeña. Nunca pude quitarle eso. La verdad sea dicha, nunca soñé con las cosas que ella pensaba que podía hacer cuando fuese grande. Simplemente no era cómo las mujeres en mi tiempo, ve. Bueno, recuerdo..." se interrumpió, sonriendo, perdida en un ensueño "Dígame algo…" le dijo a Kate de pronto "…usted está afuera en el mundo mucho más de lo que yo estoy...sé que ella estaba dándose a sí misma a los hombres y que era una terrible hacerlo y que era por dinero. Pero esa mujer con la que estuvo por tanto tiempo ¿por qué haría una cosa así?" se dejó caer en su silla "Supongo que también Roland la llevó a eso"

Kate dijo cuidadosamente "Hablamos de la mujer con quien vivía Dory. Era obvio que ella amaba mucho a Dory. Creo que ayudó mucho a Dory con el dolor de lo que su padre le hizo. Creo que su hija amaba a otras mujeres porque era su naturaleza. Una gran cantidad de personas simplemente son así, Flora" Flora repentinamente lucía enferma y agotada "No puedo aceptar eso, ve, lo que dice. Va en contra de todas las leyes de Dios" Flora cerró sus manos en puños y se estremeció; las abrió y miró las palmas de sus manos como si se diera cuenta por primera vez de las heridas. Kate señaló el libro que estaba entre ella y Flora "Puede haber respuestas allí. Pero viviremos vidas muy estrechas si pensamos que todas las respuestas están en un solo libro. Todas las respuestas nunca estarán en un solo libro" Flora negó con la cabeza. Agarró su misal "Tengo que creer que lo que hay en este libro es su voluntad en la tierra y por eso no puedo aceptar lo que usted me dice" Kate se levantó, sabiendo que cualquier argumento sería inútil y sintiendo la muerte de Dory Quillin como un peso aún mayor. Kate guió a Flora Quillin desde la sala hacia una celda de detención. Luego regresó a la sala de interrogatorios. Taylor estaba sentado con los pies sobre una silla adyacente, tamborileando su bolígrafo sobre la mesa. "Cuando la llevemos a Sybil Brand…" dijo Kate "…será mejor que la coloquemos en el sistema para una vigilancia al suicida" "Sí" dijo Taylor "Tenemos que hacerlo. Todo ese trabajo parecerá realmente tonto cuando su cáncer se haga cargo de ella y muy rápido" Kate asintió con la cabeza "Nunca verá una sala del tribunal. Así que, Ed, la desdichada Flora finalmente dejó de ser una desdichada" "Sip. Ahora es la chiflada Flora. Jesús, Kate. Marie y yo, vamos a la iglesia de vez en cuando, pero…Cristo ¿sabes algo? Deberían poner una declaración en la Biblia así como la ponen en los cigarrillos…algo como: el contenido de este libro puede congelar su cerebro"

Capítulo 20 A las 10:15 de la noche del jueves, el Bar Nightwood brillaba con luz y estaba lleno de conversaciones animadas; Hill Street Blues estaba en el aparato de televisión y la voz melancólica de la contralto Anne Murray salía suavemente desde la máquina de discos. Había unas 25 mujeres presentes, incluyendo aquellas con las que Kate se había reunido sólo una hora después de la muerte de Dory Quillin. Excepto Andrea Ross. Kate saludó con un asentimiento de cabeza a Maggie y luego a Patton que se había volteado en su taburete de la barra para darle la bienvenida con un saludo burlón; luego a Audie y Raney que estaban sonriéndole desde una mesa donde estaban jugando Scrabble y luego a otras mujeres cuyos rostros había llegado a reconocer en los cuatro días desde la muerte de Dory Quillin. Kate se acercó a la barra, inclinándose sobre ella para decirle a Maggie "Tengo un anuncio ¿Podrías silenciar un poco el lugar?" Maggie estudió a Kate sólo por un momento, luego agarró un interruptor debajo de la barra, bajó el volumen de la máquina de discos hasta lo inaudible e hizo lo mismo con la televisión que estaba por encima de la barra. La conversación cesó; los rostros se volvieron hacia Kate y Maggie. Kate levantó su voz para dirigirse a la sala "Quería hacerles saber que hemos resuelto el homicidio de Dory Quillin. Hemos hecho un arresto" Una creciente ola de murmullos fue silenciado por los sonidos de Maggie que les instaba a callarse. Kate se preparó para la reacción de lo que iba a decir a continuación. "Hemos arrestado a Flora Quillin. La madre de Dory. Tenemos una confesión completa" Se produjo un silencio que fue ensordecedor para sus oídos, Kate miró los rostros boquiabiertos. "Sálvanos a todos…" pronunció una mujer de cabello gris que Kate no conocía "¿Su madre?" Patton saltó de su taburete "¿Arrestaron a su madre?" "Sí" dijo Kate con seriedad "Ella…"

"¿Su madre?" gritó Audie desde su mesa "¿Cómo es posible que su madre…?" Audie se interrumpió como si las siguientes palabras fuesen indecibles. Kate miró los rostros atónitos de Tora y Ash, de Kendall y Roz…de todas las mujeres en el Bar Nightwood ¿Cómo explicar a la familia Quillin? ¿La enorme oscuridad de esta tragedia? Aun así ¿Cómo evitárselo a estas mujeres lesbianas, muchas de las cuales habían sufrido graves dolores infligidos por sus propias familias? ¿Cómo evitar que la sombra negra de la muerte de Dory Quillin manchara aún más a este bar, a estas mujeres? "Ella enloqueció" dijo Kate. "Es la única explicación" declaró Maggie detrás de ella, lo que Kate agradeció. Raney dijo "Pensé que nos habías dicho que de seguro habían sido esos maleantes de la otra noche ¿Estás segura de esto?" "Sí" respondió Kate "Ella confesó este crimen, así como el homicidio de su esposo, que murió quemado esta mañana" "Puta mierda" exclamó Patton en medio de las exclamaciones de asombro de las otras y el horror de todo el bar. Patton metió las manos en los bolsillos de sus vaqueros, enganchando los pulgares a través de los lazos de la correa y movió de atrás hacia adelante sus zapatillas de correr "Tienes razón, la mujer tiene que estar totalmente loca. Así que ¿qué más nos puedes decir?" "¿Qué más necesitas saber?" respondió Kate con amabilidad "Viste a Dory allá afuera en el estacionamiento, viste lo que le hicieron ¿Qué es lo que quieres saber?" "Más, maldita sea. Más que decirnos que una loca le quitó la vida a Dory" entonces Patton se encogió de hombros y murmuró "Algo que nos haga sentir mejor" "La madre de Dory está muriendo de cáncer de hígado" dijo Kate "El médico nos dijo que tiene seis semanas de vida, como mucho" "Eso no me sirve. No para mí. Eso no me hace sentir malditamente mejor" "A mí tampoco" dijo Kate "La muerte de Dory es un inútil desperdicio sin sentido" no trató de ocultar la vehemencia y la amargura de su voz. "Dory trató de hablar conmigo acerca de sus padres…" dijo Patton con tristeza "No quise escucharla. Le dije que me mantuviera alejada de ellos"

"Patton, yo también le dije eso…" dijo Maggie "…y ambas teníamos razón. Se lo digo a todas ustedes…" se dirigió a la sala llena de mujeres con voz firme "…no podemos elegir a nuestros padres, pero de seguro podemos elegir cómo nos sentimos acerca de ellos ¿Por qué debemos amar a alguien que no nos acepta ni nos respeta? Además…" dijo Maggie, bajando la voz a su suave tono habitual "…tenemos el poder en nosotras para hacer nuestras propias familias" "Esto es parte de mi familia…" dijo Tora haciendo un gesto con las dos manos hacia la sala llena de mujeres. Añadió con una leve sonrisa "Me gustan las familias grandes" Kendall dijo "Roz y yo vamos a la Iglesia de la Comunidad Metropolitana. Esa es una gran y excelente familia..." "Librerías…" dijo una mujer alta y morena que Kate no conocía "Encontré todo un mundo gay a través de todas las cosas que encontré en las librerías feministas" La sala se volvió cálida nuevamente con el sonido de la conversación animada y unos inicios vacilantes de risa. Con la atención desviada de ella, Kate dijo a Maggie "¿Tienes un momento?" señaló una mesa desocupada en el frente de la barra. "Sí. Deja que consiga un poco de café. Roz, hazte cargo ¿puedes?" Maggie se extendió bajo la barra hasta alcanzar sus interruptores e hizo sonar a Diana Ross en la habitación. Unos minutos más tarde, el humo de un Pall Mall (cigarrillo) subía más allá de su mechón de cabello blanco y también estaba una taza de café sin tocar en frente de ella, Maggie estaba sentada con los ojos entornados fijos en Kate. Kate sonrió "Estoy siendo radiografiada" "Hay mucho más en este asunto con Dory que no has soltado" Kate respondió con un encogimiento de hombros, no iba a mentirle a esta mujer. "Tal vez hables de eso uno de estos días" dijo Maggie. "Tal vez" "Eres muy buena en lo que haces, Kate" Kate negó con su cabeza "A menudo me siento inadecuada, Maggie. Tanto esfuerzo para lograr algo que no parece aportar mucha diferencia. Lo que haces aquí parece mucho más importante que lo que yo hago"

"Créame, haces una diferencia. Ambas somos mujeres fuertes. Creo que tenemos que compartir nuestra fuerza como podamos. Creo que las dos lo hacemos" Maggie se encogió de hombros y sacudió la ceniza de su cigarrillo "Nunca podría ser un policía. Creo que tú no estarías encantada de ser una camarera" "Puede que no" Kate le miró con renovado interés. Había tenido curiosidad por Maggie desde su primer encuentro. En los próximos días, cuando pasara un tiempo, de vez en cuando, en el Bar Nightwood, quizás aprendería más sobre esta enigmática mujer. Dijo con una sonrisa "Mujer fuerte, tengo que pedirte un favor" "Por supuesto" "El cuerpo de Dory aún se encuentra en la USC Medical Center. Aparte de su madre, no hay nadie más, sólo dos familiares en diferentes partes del mundo. Voy a decir esto, Maggie…Flora Quillin entiende la dimensión de su crimen. Tanto es así que está entrando rápidamente en la catatonia (estado físico y psicológico; se caracteriza por que la persona desvaría y dice frases que tienen poca coherencia, así como anormalidades en sus movimientos físicos) Muy pronto no será capaz de hacer nada en absoluto" "Esa mujer no debería tener nada que ver con el entierro de Dory…" dijo Maggie bruscamente, apagando su cigarrillo "…Dory debería ser enterrada por su verdadera familia, su propia gente" "Eso es lo que pienso, también" dijo Kate "¿Te harías cargo? Me ocuparé de mover los hilos necesarios. Neely Malone me dijo que Dory hubiese querido ser cremada y que sus cenizas fuesen esparcidas en el mar" "Debí haberlo adivinado" Maggie frotó su mandíbula "Estuve en un servicio de cremación el año pasado y lo hicieron bastante bien, todo es simple y agradable. Creo que puedo lograr que se haga de la misma manera y sin mucho dinero. Neely no tiene ni un centavo, ya sabes. Pero hemos ahorrado unos trescientos para el proyecto de ayuda, podemos usar parte de eso, voy a poner un poco de mi propio dinero. Estoy segura que podremos reunirlo" "No hagas nada de eso" Kate sacó la chequera de su bolso de hombro. Maggie agarró el cheque que Kate había hecho "No tienes que hacer esto, Kate" "Sí, tengo que hacerlo" respondió Kate. "Me ocuparé a primera hora de la mañana" hizo un gesto hacia las mujeres en el bar "Estoy segura que todas van a querer asistir. Lo harán condenadamente bien" añadió

ella. Dio unos golpecitos con el dedo en el cheque "No creo que vaya a necesitar tanto" sonrió a Kate "Si no lo hago ¿qué tal si el resto entra en el fondo de ayuda?" Kate asintió con la cabeza "Por supuesto" Maggie dobló el cheque y lo deslizó en el bolsillo de su camisa "¿Ahora estas fuera de servicio? ¿Puede la casa invitarte una copa?" "Estoy fuera de servicio y me gustaría un whisky doble en las rocas, pero la casa no tiene que invitarme" "Eres una obstinada" se quejó Maggie levantándose "Vamos a la barra" Maggie preparó el whisky de Kate en frente de ella "Por cierto, no he visto a la srta congelador en un par de días" A Kate le tomó un momento recordar que ese era el sobrenombre que Maggie le había puesto a Andrea Ross. "Parece realmente extraño…" dijo Maggie "…después de haberla visto aquí durante horas cada día las últimas dos semanas. He estado en este negocio desde hace mucho tiempo, esa mujer de seguro estaba buscando algo" "Tal vez lo encontró" Kate agarró su bebida "Por la srta congelador" dijo ella. Cuando Maggie fue a atender a una mujer al final de la barra, Kate se relajó en su cansancio, escuchando con satisfacción todos los sonidos femeninos a su alrededor. "Entonces…" dijo Maggie, volviendo a ella. Levantó un brazo hacia el estandarte que colgaba encima del espejo: Vivo con orgullo en el 85 "…¿vienes a la marcha del Orgullo Gay el domingo?" Kate negó con su cabeza "Está muy bien cubierto por los medios de comunicación. Y patrullada por el Departamento del Sheriff. Conozco a algunas de esas personas, es simplemente demasiado arriesgado" Maggie se inclinó sobre la barra e hizo un gesto a la parte posterior de la sala, hacia el estacionamiento "Hace dos noches pusiste tu vida en riesgo allá afuera. Mañana podrían matarte en tu trabajo. Y me dices que no puedes ir a un desfile del Orgullo Gay ¿eso no te parece un poco raro?" "Sí…" respondió Kate "…lo es. Pero…" Patton se acercó a la barra. Señaló con un dedo acusador hacia la bebida de Kate y alzó su nariz "Yechhh…" dijo ella.

Entonces se quitó su gorra de marinero y se inclinó hacia Kate "Usted agente, Raney y Audie nos han desafiado en una partida de Scrabble ¿Qué te parece si vamos allí y les pateamos el culo?" Kate miró hacia donde las dos mujeres estaban sentadas, sonriéndole "Hecho" le dijo a Patton.

EPILOGO El tráfico peatonal llenaba las aceras a ambos lados de Westbourne Avenue, los hombres y mujeres jóvenes lucían, pensó Kate, menos de la mitad de su edad. Había encontrado un lugar en el estacionamiento con dificultad, conduciendo su Nova a la deriva de arriba a abajo por las calles al sur de Santa Mónica Boulevard desde San Vicente de La Cienega, antes de descubrir un puesto donde estacionar su coche. El pronóstico del tiempo sugería un día libre de humo por debajo de los 80 y se había puesto pantalones cortos y su camiseta favorita y la luz del sol se filtraba por sus gafas de sol y su visera. Bizqueando con sus ojos llorosos, caminó por la calle hacia Santa Mónica Boulevard. Un enorme sector de la humanidad flotaba hacia arriba y hacia abajo por el bulevar, alimentando el lado norte de la franja divisoria que estaba flanqueada a ambos lados con los espectadores, muchos de ellos hacinados contra los escaparates, al otro lado de la calle. El ayudante del sheriff montaba en su caballo marrón que trotaba lentamente. Kate miró el rostro sonriente del oficial de mediana edad que le resultaba vagamente familiar. Sus ojos no la registraron, estaba concentrado en la vigilancia de la multitud delante de él. Bajando por la calle, frente al Tropicana Motel había una pequeña sección de gradas y Kate se dirigió hacia ella, pensando que podría cubrirse bajo su sombra. Las gradas estaban casi llenas, pero le preguntó al joven regordete con camisa hawaiana que custodiaba su escalinata "¿Están todos estos asientos reservados?" Sus dientes blancos brillaron en su rostro barbudo "Para usted puedo arreglar un asiento por sólo seis dólares. Para combatir el SIDA" Ella le pagó, le dio las gracias, aceptó un boleto verde y subió las escaleras hasta llegar al final de la tercera fila. Sus compañeros en la gradas eran de diferentes edades, la mayoría usaban pantalones cortos y camisetas sin mangas o franelillas, muchos de los hombres no usaban nada arriba. Un número de refrigeradores de espuma de poliestireno se escondían debajo de los asientos de losa. De todas partes alrededor de ella llegaban las risas y los gritos, un zumbido agudo de anticipación.

"Bienvenida, toma una cerveza, únete a la fiesta de las gradas" dijo un rubio de ojos azules junto a ella ofreciéndole una lata de Michelob. Llevaba pantalones cortos color blanco y sandalias, su pecho lampiño rosado por el sol; Kate pensó que era uno de los hombres más guapos que jamás hubiese visto. "Me encantaría…" dijo ella sonriendo "…pero la cerveza me pone caliente y ya estoy caliente" Él se inclinó, buscó en su nevera, sacó una Coca-Cola goteando por lo helada que estaba "Aquí tienes, querida" "Eres maravilloso" dijo ella aceptando la Coca-Cola, quitándole la tapa. "Tu también" respondió él y se volvió hacia su compañero, un hombre con barba de más edad, Kate decidió era aún más guapo que el rubio. Bebió encantada la Coca-Cola helada y miró al otro lado de la calle. Los jóvenes, hombres y mujeres, algunos tendidos en las aceras en sillas de jardín, parecían increíblemente guapos, elegantes, confiados, felices. Había gritos constantes al saludar a los recién llegados, las personas saltaban de un lado al otro uniéndose en abrazos. Llena de júbilo por la escena, Kate observaba con el orgullo y la indulgencia de un padre que de vez en cuando hacía una mueca de dolor cuando vislumbraba otra extensión de piel joven demasiado rosada por el sol. Hacia abajo en Santa Mónica, a la izquierda de Kate, se elevó una ovación, decididamente femeninas en su estridencia, acompañada de muchos silbidos de admiración. Una sheriff que lucía masculina muy bronceada, que Kate no conocía, avanzaba sobre un gran caballo y sonreía tontamente. Su compañero, calvo y de mediana edad, estaba espantando a los espectadores detrás de la calle con breves toques de su silbato; él también estaba sonriendo. Kate miró más arriba en Santa Mónica hacia La Ciénega y vio a otros oficiales vestidos de color marrón en motocicletas que paseaban lentamente a lo largo de la calle. Tenían poco que hacer; este jugueteo, personas de buen carácter, a pesar de las latas de cerveza por todas partes, no mostraban signos de alboroto. A lo lejos, hacia La Ciénega, llegó un revuelo, un estruendo de motores. "¡Está empezando, está empezando!" dijo el joven a su lado. Momentos más tarde, delante de las gradas de Kate, aumentaron los aplausos, hombres vestidos de cuero en motocicletas pasaban tronando delante de ellos portando banderas de Estados Unidos volando en lo alto de los mástiles decorados con serpentinas de colores. Las motocicletas daban vueltas y realizaban maniobras intrincadas y entrecruzadas entre sí, entonces tronó por el Boulevard.

Detrás de ellos marchaban jóvenes con una larga bandera amarilla con letras negras: Calle Christopher West/ los Ángeles desfile del orgullo gay. Y detrás de ellos otra bandera: Vivo con orgullo en el 85. Entonces un flotador blanco se deslizó a la vista, tenía el aspecto de la crema batida amontonada, música alegre a todo volumen de algún lugar de adentro, letras intrépidas que proclamaban a la ciudad más joven de América: La ciudad de West Hollywood. Kate podía escuchar los nuevos vítores que aumentaban a medida que el flotador blanco pasaba con lentitud majestuosa ante ella. Entonces, la sección de las gradas estallaron en silbidos estridentes y aplausos y todos a su alrededor tanto hombres como mujeres jóvenes se levantaron. En medio del sonido ensordecedor que vibraba en sus oídos y debajo de sus pies vio una pancarta: Padres y amigos de lesbianas y gays. Ella se puso de pie, aplaudiendo con todos los demás mientras el gran contingente caminaba mostrando sus carteles. Sus ojos se clavaron en un hombre y una mujer, el hombre oscuro, la mujer rubia, cada uno con un brazo alrededor de una joven rubia entre ellos y vió la pancarta que los padres sostenían en alto: Amamos a nuestra hija gay Kate se quedó de pie en el extremo de las gradas, viendo como el grupo marchaba hacia abajo por Santa Mónica, escuchando como los gritos se elevaban a su paso. Ella permaneció de pie, mirando…mirando hacia abajo de Santa Mónica. Todo lo que podía ver a través de sus ojos cegados por las lágrimas eran miles de personas homosexuales. Miles y miles de personas.

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