Kamasutra

February 5, 2017 | Author: Julian Quintero | Category: N/A
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La V erótica Esta postura requiere habilidades acrobáticas, presta atención: La mujer se sienta al borde de una mesa. Él se pone delante de ella con las piernas ligeramente dobladas. Entonces ella se apoya sobre sus hombros, pone primero la pierna derecha y luego la izquierda hacia arriba y las presiona con cuidado contra los hombros de él. Él le da impulso cogiéndola por el glúteo. ¡Ya pueden empezar los juegos amorosos!

El balancín Él se sienta con las piernas cruzadas y se apoya con las dos manos atrás. Ella se sienta de cara a él en su regazo, abrazándole los costados con los muslos. Durante el acto ella decidirá la velocidad y la profundidad de la penetración. Él se puede apoyar contra una pared y dejar las manos libres para las caricias.

El molinillo de viento Parece más complicado de lo que realmente es. Primero, el hombre y la mujer se sientan de lado en la cama, de forma que puedan mirarse. Entonces ella rodea con sus piernas el torso de él. Para mantener el equilibrio, se apoya con ambas manos. Por último, él abraza con sus piernas su cintura, sujeta sus muslos y se mueve suavemente hacia arriba y hacia abajo.

Triángulo tórrido A primera vista, esta postura recuerda a la clásica del misionero, ya que la mujer está tumbada sobre su espalda y el hombre se coloca encima. Sin embargo, el truco en esta posición es que el hombre va a cuatro patas. Luego la mujer levanta la pelvis en dirección al pene, de forma que le pueda penetrar. El hombre permanece en esta posición mientras ella mueve la pelvis arriba y abajo.

La nota X El hombre se recuesta en la cama con las piernas ligeramente abiertas. La mujer se sienta encima de él y le da la espalda. Entonces estira las piernas hacia atrás en dirección a sus hombros. El tronco se va para adelante entre las piernas del hombre, donde se puede apoyar tranquilamente. Para más impulso, se puede coger a los pies de él. Luego ella empieza a moverse.

Nirvana Ella está acostada boca arriba, con las piernas estiradas y los brazos sobre la cabeza. Él se coloca encima. Mientras el hombre se mueve de atrás a adelante, ella tensa todos los músculos, cierra las piernas con los muslos muy juntos y lleva los brazos al cabezal de la cama. Así se intensifica el efecto de la penetración y se consigue una estimulación natural del clítoris

El candado/ El encadenado Ella se sube en un mueble alto (encimera, lavadora…), se sienta en el borde y se apoya con los brazos atrás. Él se coloca frente a ella, que aprisiona la cadera del hombre entre sus piernas. Se miran profundamente a los ojos y él empieza los movimientos hacia adelante y hacia tras mientras ella dirige la dirección.

La milhoja El hombre está acostado boca arriba, la mujer se tumba sobre él con las piernas ligeramente abiertas. Ella tapa su cuerpo con el suyo propio y deja que le penetre. Entonces empieza a deslizarse sobre él con movimientos suaves de todo el cuerpo, adelante, atrás, lateralmente. Esta postura piel con piel se adapta muy bien a todas las mujeres, a las que les gusta tener las riendas.

El mono El hombre está tumbado boca arriba y flexiona las rodillas hacia su pecho. Ella se sienta de espaldas y se recuesta en los pies de él. Cuanto más peso apoye en sus piernas, más fácil será para su compañero. Original e intensa, gracias a la profunda penetración, “el mono” garantiza momentos muy sensuales. Pero, sobre todo la mujer, necesita fuerza muscular y sentido del equilibrio para esta postura. Si la pareja se coge mutuamente de las muñecas, resulta más fácil.

La mariposa La clave para esta postura es una posición correcta. Ella está tumbada sobre la espalda en un sitio algo elevado. Su trasero está aproximadamente 30 centímetros por debajo del de él. Ella levanta las piernas y las apoya en los hombros del hombre. Levanta la pelvis de forma que la espalda forme una línea recta. Él coloca las manos en su trasero para penetrarla así en el ángulo adecuado.

Ascensión a la lujuria Él está de pie con los pies firmemente anclados en el suelo. Ella se pone frente a él y se deja levantar. Le rodea con las piernas y se apoya con los pies en la cama o el sofá. Ahora él puede jugar con la posición de ella, aupándola o bajándola. El movimiento debería ser de arriba abajo, rápido y a la vez profundo.

Los equilibristas El hombre se tumba sobre la espalda, sus piernas están dobladas. Él sujeta a la mujer, que está sentada sobre él, por la cintura. En esta posición, el hombre decide la velocidad del movimiento. La mujer puede acariciar la base del miembro, una zona extremadamente erógena.

La pierna arriba

La mujer, tumbada, coloca una pierna en el hombro de su pareja. El hombre está de rodillas frente a ella y le penetra mientras sostiene con una mano la pierna y con la otra la parte superior del muslo de la mujer. Con sus manos libres, ella podrá estimularse los pechos o acariciar el pene de su pareja.

El molde

El hombre y la mujer se colocan en la postura de la cuchara. El hombre penetra con cuidado desde atrás. En esta postura él puede acariciar y besar los pechos de ella. Está especialmente recomendada para mujeres embarazadas.

El puente de madera

Esta posición sólo es adecuada para hombres ágiles y flexibles, de lo contrario será muy complicada. Él hace el puente, ella se sienta cuidadosamente encima de él y mueve las caderas suavemente de adelante a atrás. El tamaño corporal y el peso de la pareja deben encajar para evitar fracturas y calambres

El clip

El hombre se tumba de espaldas con las piernas juntas. La mujer se sienta sobre él, dobla el torso hacia atrás y se apoya en las manos. Durante el acto, ya que la mujer es la que se encarga del ritmo, él podrá acariciar el monte de venus y estimular su clítoris

En caja

El hombre y la mujer están tumbados de lado en la cama, él se aferra firmemente a la mujer desde atrás. Ella le aprieta con las piernas. El hombre estimula el clítoris de la mujer. Ella se puede estimular también antes de la introducción del pene

La cascada

El hombre se encuentra tumbado sobre la espalda. Ella se tumba, también de espaldas, sobre él apoyándose en los codos, con las piernas dobladas y sus pies sobre las rodillas de él. El hombre la penetra con movimientos suaves y sujetándola por la cintura. Esta posición puede ser una fase intermedia que continúa al darse la mujer la vuelta.

Dirty dancing Esta postura le da un significado totalmente nuevo a la expresión “Dirty Dancing”. La mujer está tumbada con la espalda en el suelo (o cualquier otra superficie lisa) y con las piernas dobladas para atrás, de forma que las pantorrillas tocan la cara interna de los muslos. Los brazos estarán estirados por encima de la cabeza. El hombre se tumba sobre su pareja con las piernas estiradas y la penetra. Con sus manos puede coger o los hombros, o la cintura de la mujer. Cuando se haya encontrado una posición cómoda para ambos, el hombre podrá estimular a su pareja con movimientos amplios, circulares o con profundas embestidas, dependiendo de las preferencias.

El perezoso Él confortablemente tumbado sobre la cama, las piernas colgando fuera de ella, con los pies en el suelo. Ella sentada encima, los muslos separados lo suficiente para poder acariciar su clítoris y la base del sexo del hombre. Es ella la que marca el ritmo durante la penetración y para lograr una estimulación mayor puede apoyarse en las rodillas. Esta postura ofrece al hombre un ángulo de visión excepcional sobre la penetración y sobre las nalgas y los genitales de la mujer. Sus manos están libres, por lo que puede estimular las nalgas y la zona anal de su pareja.

Actitud flexible

La mujer se acuesta boca arriba, encoge las rodillas hacia el pecho y estira los pies para arriba. El hombre de rodillas la penetra, apoyándose, con una mano, en la cara interna del muslo de la mujer y, con la otra, de lado en el suelo. En esta postura la mujer puede, al mismo tiempo, acariciar los testículos del hombre.

El delfín La mujer está tumbada en la cama, apoyándose sobre la cabeza y hombros. El hombre se coloca entre sus rodillas y rodea sus caderas con las manos mientras la penetra con suaves movimientos. Esta posición más bien deportiva, conduce a un orgasmo rápido, pero no se puede mantener mucho tiempo. Puede, por tanto, ser una postura introductoria para a continuación pasar a otra más confortable en la que el hombre, apoyándose en sus pantorrillas, acerca hacia sí la pelvis de su pareja acariciándole el clítoris.

El sapo El hombre está sentado en el borde de la cama con los pies en el suelo. La mujer se acuclilla delante de él de forma que el pene pueda introducirse. Ella se mueve hacia arriba y hacia abajo, apoyando las manos sobre los muslos. El hombre puede acompañar el movimiento levantado con las manos el trasero, también puede acariciar el pecho y el clítoris de su pareja.

Inspiración oriental

La mujer se encuentra tumbada, con las piernas ligeramente abiertas y las rodillas dobladas. El hombre se desliza entre sus muslos, elevándola suavemente por la pelvis para penetrarla. Al mismo tiempo alza el vientre de la mujer hasta su boca, para besarla dulcemente. Una postura maravillosamente romántica

La carretilla

La mujer está tumbada boca abajo en la cama, sus caderas a la altura del borde. Ella se apoya en los codos. El hombre se coloca entre sus piernas y eleva las caderas de ella para penetrarla.

No te vayas

El hombre está acostado de lado. La mujer se sitúa junto a él con la cabeza hacia abajo y entrelaza las piernas a la pelvis del hombre mientras se abraza a su pierna. En esta posición, frota los senos contra los muslos de él. El hombre puede durante la penetración acariciar las nalgas de su pareja e introducir los dedos en su ano

El compás

La mujer se tumba con las piernas abiertas sobre la espalda. Su pelvis está apoyada sobre un cojín para que el pene se pueda introducir mejor. El hombre se tumba entre las piernas de su pareja. Se sostiene con las manos y se mueve de atrás a adelante. Esta postura es excitante y estimulante al mismo tiempo, los amantes pueden mirarse a los ojos y besarse.

Rodillas al frente

La mujer y el hombre se arrodillan uno frente al otro. El hombre coloca sus muslos entre los de ella y penetra a su pareja. En esta postura íntima son posibles numerosas caricias

La cruz

La mujer está tumbada boca arriba con una pierna estirada, la otra doblada. El hombre se siente a horcajadas sobre los muslos abiertos de su pareja y coloca su rodilla bajo el muslo de la pierna doblada. Apoya las manos detrás de su espalda. La mujer puede poner una mano sobre la cadera de su pareja y marcar el ritmo de las embestidas.

La tumbona

El hombre se apoya en sus manos. La mujer se recuesta cómodamente en una almohada, mientras sus piernas descansan sobre los hombros del hombre. Ella se mueve adelante y atrás. En esta posición el pene penetra de forma especialmente profunda y, por lo tanto, proporciona un gran placer a ambos.

El loto La mujer se tumba sobre la espalda y dobla las piernas cruzadas, mientras el hombre se tumba entre sus piernas y la penetra desde arriba. Para que la mujer no tenga que soportar el peso de su pareja, se recomienda que él se apoye en los brazos. Esta diversión puede ser aun más divertida si se pone un cojín bajo el trasero para modificar el ángulo de penetración. Otra ventaja de esta postura es que ella tiene las manos libres para estimular sus zonas erógenas o las de su pareja.

Pierna en alto La mujer y el hombre se ponen de pie uno frente al otro a dos palmos de distancia aproximadamente. La mujer gira su pie izquierdo ligeramente hacia el lado, mientras el derecho apunta hacia adelante. El hombre toma una postura estable con las piernas un poco abiertas y flexionadas. Ella se abraza a la nuca del hombre, mientras él pone los brazos alrededor de la cintura de su pareja. Ahora se pone un poco difícil: La mujer sube su pierna derecha hasta colocar el pie en el hombro izquierdo del hombre, la rodilla derecha de ella debe permanecer ligeramente flexionada. Mientras el hombre la penetra lentamente, la mujer le facilita el camino deslizando la pantorrilla sobre su hombro izquierdo lo máximo posible.

La inclinación lujuriosa

La mujer está en una cama o una silla, el hombre se coloca de pie tras ella, de forma que su pecho toque la espalda de ella. La mujer dobla las rodillas y se apoya en el cuerpo de el hombre, mientras éste la penetra por detrás.

La montaña mágica

¡Muy tierna! Primero se construye una montaña de cojines en el suelo. La mujer se deja caer en este montón con el tronco hacia adelante. Ella se abraza a las almohadas, mientras él la abraza por detrás. Entonces ella abre las piernas ligeramente, de forma que él se pueda arrodillar entre ellas y penetrar a su pareja suavemente.

El pájaro prisionero

La mujer se tumba sobre su espalda y levanta las piernas, el hombre se arrodilla y la penetra desde abajo. En esta posición, el punto G se estimula con mucha fuerza. El hombre debe presionar firmemente las rodillas de su pareja para aumentar su potencia viril.

El helicóptero

Con esta caliente postura de 360 grados, te sentirás una máquina sexual. El hombre está tumbado sobre la mujer, la penetra y luego se mueve, con ayuda de los brazos y piernas en círculo sin romper la unión. Si se practica con frecuencia, se consigue cogerle el tranquillo.

Rock and Roll

Ella se acuesta sobre su espalda y estira las piernas en dirección a la cabeza hacia atrás (como en una voltereta hacia atrás). Él se arrodilla ante ella, abre las piernas ligeramente y las coloca a ambos lados de la cabeza de él, sobre sus hombros. Él agarra sus caderas con fuerza y se inclina sobre su cuerpo. Ella se apoya bien en él y disfruta de los movimientos de balanceo. Los amantes tienen contacto visual y pueden utilizar ambas manos para acariciarse mutuamente.

El ventilador

De espaldas a la pareja, la mujer empuja la rodilla contra una silla o taburete y se apoya con las manos apoyando sus antebrazos. El hombre aprieta contra ella por la espalda y mueve su mano entre las piernas ligeramente separadas a acariciar su clítoris. Sólo entonces entra en ella. En esta posición, las paredes internas de la vagina y el punto G se estimula bastante

La mecedora

El hombre está tumbado sobre su espalda. La mujer se sienta lentamente a horcajadas sobre él. Una vez dentro, el hombre levanta su torso de manera que están sentados frente a frente. La mujer le rodea con las piernas y él hace lo mismo. A continuación, ambos colocan los codos bajo las rodillas del otro y las elevan a la altura del pecho. Comenzad a meceos hacia delante y hacia atrás.

El barco de vela El hombre se arrodilla al borde de la cama y se acerca hacia la mujer que se encuentra tumbada boca arriba. Él eleva ligeramente las piernas de ella, manteniéndola por los tobillos y realizando un movimiento de vaivén. La penetración es muy profunda, resultando relajante para la mujer y excitante para el hombre ya que es el que domina la situación. En función de la altura del hombre, puede que sea necesario colocar un almohadón bajo las nalgas de la mujer.

Contra la pared

El hombre coge a la mujer en brazos sujetándola por las nalgas. Ella rodea al hombre con sus piernas a la altura de la cadera, y para ayudar a sujetar su peso coloca los pies contra la pared. Esta postura requiere un poco de fuerza por parte del hombre, pero el resultado merece la pena. Además, está la emoción que produce hacerlo en un lugar diferente.

La estrella

La mujer se encuentra tumbada, sobre la espalda, con una pierna estirada y la otra doblada. El hombre se monta a horcajadas sobre ella, pasando una pierna por debajo de su pierna doblada y echando uno de los brazos hacia atrás, para apoyarse. La postura de la estrella puede resultar un poco cansada, aunque es muy estimulante, ya que la mujer puede acariciar el cuerpo del hombre o su propio cuerpo durante el acto.

Super-G

La mujer se coloca a cuatro patas con sus brazos frente a su cabeza. El hombre se arrodilla tras ella y la agarra de las caderas. Esta postura también se conoce como “el perrito”, y es una de las grandes favoritas dentro del Kamasutra. Un consejo: evita realizar esta postura sobre una alfombra, si no puede que acabes con las rodillas doloridas.

El arco del triunfo

El hombre se sienta con las piernas estiradas sobre la cama. La mujer se sienta de rodillas sobre él. Después de encontrar una posición cómoda, ella arquea la espalda hacia atrás, de forma que la cabeza esté más o menos entre las piernas del hombre. Con sus manos se agarra a los pies y los tobillos de él, lo que le da algo de apoyo. Ahora el hombre se inclina hacia adelante y... ¡empieza la diversión!

Cabalgando hacia atrás

El hombre tumbado sobre su espalda, la mujer, sentada a horcajadas sobre él, dándole la espalda y con las rodillas apoyadas en el suelo, efectúa movimientos de vaivén. Ella al mismo tiempo puede acariciar el sexo de su pareja o su clítoris

El número 8 La mujer se tumba boca arriba con las piernas ligeramente entreabiertas, preferentemente con un almohadón bajo sus nalgas, para facilitar la penetración. Él se tumba sobre ella, apoyado sobre sus brazos y coloca las manos a ambos lados de la cabeza de ella. La mujer coloca sus manos en las caderas del hombre y le ayuda a hacer movimientos en forma de 8. Un 8 horizontal es el símbolo de infinito, por lo que esta postura puede ser una manera divertida de hacerse una promesa mutua.

La amazona

El hombre se sienta cómodamente en una silla, la mujer se sienta sobre él mirándole. Mientras se mueve hacia adelante y hacia atrás, él le acaricia los pechos. Esta postura es muy estimulante.

La adoración

Ella está a cuatro patas apoyándose en los antebrazos. Él, de rodillas, la penetra por detrás. La profunda penetración favorece la estimulación de las paredes vaginales y el punto G de la mujer. Además, el hombre tiene una visión muy excitante de todo el acto.

Las tijeras sexuales

La mujer se tumba boca arriba en una mesa y coloca su pelvis en el borde. A continuación estira las piernas hacia arriba. El hombre se coloca frente a ella y coge sus piernas de los tobillos. Mientras la está penetrando, él cruza y abre las piernas de ella para conseguir variar la presión que ejercen los músculos de la vagina.

El barco

El hombre, tumbado sobre su espalda, penetra a la mujer, que está sentada sobre su sexo con las piernas hacia un lado y los muslos separados. Ella marca el ritmo.

El tobogán

La mujer está tumbada sobre su tripa relajadamente. Las piernas están ligeramente separadas. El hombre se sienta justo detrás de las nalgas de su pareja, con las piernas a ambos lados de la mujer y las manos apoyadas atrás. Él se mueve adelante y atrás y la mujer puede juntar sus piernas para una sensación aun más intensa.

El caracol Ella está tumbada boca arriba con las piernas plegadas sobre su pecho y los pies apoyados en los hombros de él, que se inclina sobre ella de rodillas. En esta postura la penetración es especialmente profunda, por lo que es importante que la vagina esté suficientemente lubrificada para que no resulte doloroso. Esta posición produce sensaciones muy intensas en la mujer, sobre todo si el hombre llega a eyacular

La perezosa

El hombre se arrodilla delante de ella y se echa para atrás apoyándose en los brazos. La mujer está tendida en la cama con las piernas extendidas y la cabeza sobre la almohada. Ella coloca los muslos abiertos de la mejor forma para que el pene pueda introducirse. Especialmente excitante: Los amantes se pueden observar mutuamente.

El picoteo El hombre está sentado ligeramente de lado, y entonces se apoya en un brazo mientras presiona una rodilla contra el suelo. La mujer apoyada en sus antebrazos, se frota contra su sexo dándole la espalda y es la que marca el ritmo de los movimientos durante la penetración. Él puede acariciar los senos, las nalgas y la zona anal de su pareja con la mano que tiene libre. Es más recomendable hacer este ejercicio sobre la alfombra que sobre la cama.

Comando G

Ella se acuesta boca arriba y tira de las rodillas hacia el pecho. Él se arrodilla frente a ella y sostiene sus pies, entonces la penetra. Él marca el ritmo y la profundidad de la penetración. La cosa puede ser aún más intensa si ella apoya los pies en su pecho y él sujeta sus caderas.

Vuelta a casa

Ella se tumba de espaldas y se coloca un cojín bajo el trasero, mientras él se arrodilla entre las piernas de ella. Esta postura permite una penetración especialmente profunda. Ella cruza las piernas a la espalda del hombre y efectúa movimientos ondulatorios con la pelvis primero en una dirección y luego en la contraria.

El desafío

La mujer pone los pies sobre la silla, con el torso doblado y los codos apoyados en las rodillas. El hombre la mantiene como si estuviera sentada, sujetándola por la cintura. El hombre es el que lleva el movimiento de adelante a atrás. Aceptar el desafío garantiza toda un experiencia de placeres.

El abandono

La mujer se tumba cómodamente sobre un cojín, con las rodillas dobladas. El hombre se introduce entre los muslos ligeramente abiertos de ella y levanta su pelvis para penetrarla. Se inclina hacia adelante para poder besar el vientre de su pareja. Él decide el ritmo de los movimientos, mientras la mujer se abandona a él totalmente

La silla

El hombre está sentado en una silla y la mujer encima, es ella la que lleva el movimiento levantándose y sentándose. Mientras tanto él puede estimular el clítoris de su pareja, y ella puede acariciarse el pecho.

El juego de la cabeza

La mujer se tumba de espaldas, y sube las piernas, de forma que las nalgas y los muslos se eleven lo máximo posible del suelo. Con las manos se puede apoyar en la parte baja de la espalda. Entonces el hombre se arrodilla frente a la mujer, pone las piernas estiradas de ella sobre sus hombros y la penetra. Para un mayor apoyo, ella se puede sostener en los muslos de él.

La postura del agarre El hombre se coloca tumbado boca arriba en la cama, mientras que ella se coloca sobre él y comienza la penetración. Entonces ella se coloca completamente estirada sobre él y comienza a moverse hacia delante y hacia atrás, marcando la velocidad que más le guste. Es una postura ideal para un contacto corporal completo, y disfrutar de besos y caricias. También es una postura recomendable para chicos muy bien dotados, para que no hagan daño a sus parejas, ya que la penetración no es muy profunda.

La galleta de la pasión

Ambos amantes se arrodillan uno frente al otro. Entonces levantan una pierna, apoyando el pie en el suelo. Se acercan y él la penetra. Los dos se mecen suavemente hacia adelante y hacia atrás.

El carro

La mujer se agacha frente al hombre y se coloca en la postura de La Carretilla. Como ayuda, se puede colocar un almohadón bajo su frente. El hombre se coloca detrás de ella y la agarra de los tobillos, ella flexiona las piernas, llevándose las rodillas hacia el pecho, y las coloca por encima de las de él. Para que esta postura no resulte extenuante para ella, puede sujetar su peso con sus antebrazos, en lugar de únicamente con sus manos.

Flor de loto

En la postura de la flor de loto el hombre está sentado con la piernas cruzadas en la cama y la mujer se sienta sobre él a horcajadas. Él dirige el movimiento con sus manos, besando los senos de su pareja.

La sirenita Ella se acuesta boca arriba en el borde de una cama, mesa o encimera. Una almohada bajo las nalgas puede dar un poco más de altura. Ella estira las piernas rectas y cerradas hacia arriba y desliza sus manos por debajo de las nalgas y la almohada para elevarse más, o se agarra al borde de la cama, mesa o encimera. También puede simplemente dejar las manos sueltas. El hombre se pone de pie delante de ella y la penetra. Si la cama o mesa es demasiado baja, puede arrodillarse. Él agarra los pies de ella para aumentar el efecto de la acción, de esta forma se consigue más estabilidad para una penetración más profunda.

Vista especta-cular

El hombre se sienta con las piernas medio cerradas y estiradas en la cama o suelo. La mujer le da la espalda y se sienta sobre él dejándose penetrar. Extiende las piernas para atrás, de forma que su tripa se apoya sobre las piernas de su pareja. Entonces ella se desliza hacia arriba y hacia abajo, apoyándose en los pies del hombre como ayuda.

Tortilla francesa

El hombre se encuentra sentado, apoyándose sobre la mano derecha, con las piernas estiradas. La mujer se coloca de espaldas a horcajadas. Está arrodillada, apoyada en los brazos y llevando el ritmo del movimiento. El hombre puede acariciarle los senos y el trasero con su mano izquierda

Fuerza aérea

Los amantes están de pie uno frente al otro, entonces la mujer se abraza a su pareja firmemente con las piernas. Él la mantiene sujeta por las nalgas y la espalda. Ventaja: se puede hacer en cualquier lugar. Desventaja: sólo apta para mujeres que pesen poco y hombre fuertes. Otra variante: ella se apoya con la espalda en la pared

La estrella de mar El hombre está sentado en el suelo con las piernas ligeramente flexionadas. La mujer se sienta sobre el regazo de él dándole la espalda y se deja penetrar. Entonces echa el tronco hacia adelante, apoya las manos en las plantas de los pies del hombre y se mueve hacia arriba y hacia abajo. En esta postura él puede besar su espalda y y acariciarle los pechos a su pareja. Cuidado: esta posición requiere bastante habilidad por parte de ambos amantes.

La carretilla

La mujer se apoya de costado sobre los antebrazos y sobre las rodillas. El hombre de rodillas, coge a su pareja por la pelvis y se pone a horcajadas, llevando el movimiento. La postura de la carretilla es una postura de transición, puesto que resulta agotadora para ella.

La samba lateral

Ella está tumbada de lado en la cama o el suelo en forma de L (piernas estiradas formando un ángulo recto con el torso) y le da la espalda al hombre. Él se tumba detrás de ella en una especie de posición de la cuchara. Luego eleva el torso detrás de ella y la penetra desde atrás.

Aperitivo sabrosón

El hombre está sentado en el suelo o en una cama no muy blanda, con una pierna estirada y la otra ligeramente flexionada para mantener el equilibrio. La mujer se sienta sobre él y se apoya en él firmemente. El hombre la sujeta del trasero con firmeza para esegurar una penetración profunda.

La sumisión

La mujer se apoya sobre sus brazos, apoyada sobre el vientre con una pierna plegada. El hombre, sobre ella, se apoya sobre sus brazos en tensión. Él la penetra efectuando un movimiento de vaivén que acentúa el grado de placer.

Los pies en la tierra

El hombre y la mujer están erguidos de pie, las nalgas y la pelvis están firmemente apretados. Ella le da la espalda. Él, con los brazos estirados, le coge las manos a ella y tira hacia sí para penetrarla desde detrás. La mujer puede apoyarse en una mesa para mantener más fácilmente el equilibrio.

El visitante

De pie, el hombre estimula con su sexo el de su compañera. Cuando ella esté excitada, la penetra. Pero en esta postura la penetración no es profunda y suele ser necesario que la mujer se ponga de puntillas o lleve tacones.

El escandinavo

La mujer da la espalda a su compañero y se arrodilla como muestra la imagen. El hombre la sujeta por las nalgas, modulando la amplitud del vaivén. La posición del Escandinavo permite que la mujer pueda acariciar el sexo de su compañero, ofreciéndole la estimulante visión de sus nalgas

Supernova

El hombre está tumbado de espaldas sobre la cama con los pies hacia el cabecero. La mujer se sienta sobre él de forma que pueda mirarle a la cara. Entonces se empieza a mover hasta que esté cerca del orgasmo, momento en el cual (para intensificarlo) para, coge al hombre por el torso y le mueve de forma que su cuerpo, brazos y espalda cuelguen del lado de la cama, entonces se sigue

La tarántula

El hombre se apoya sobre las manos y tiene las piernas estiradas. La mujer le rodea con los muslos y se apoya en las puntas de los pies y las palmas de las manos. Su pelvis queda libre para para los movimientos rítmicos.

La escalera

En unas escaleras: La mujer se pone de rodillas en un escalón, el hombre uno por debajo, los dos miran escaleras arriba. Ella se apoya o en el escalón de arriba o en la barandilla. El agarra las caderas de su pareja y la penetra desde atrás.

Aperitivo sabrosón

El hombre está sentado en el suelo o en una cama no muy blanda, con una pierna estirada y la otra ligeramente doblada para mantener el equilibrio. La mujer se monta a horcajadas, apoyándose en su pareja. El hombre la mantiene fuertemente por la espalda para asegurar una penetración profunda. Ella adapta el movimiento para procurar un mayor placer. En esta posición puede estimular los senos mediante besos y mordisqueos

La Y

La mujer se acuesta boca abajo sobre la cama y se desliza hacia adelante hasta que cuelga de cintura para abajo del borde de la cama. Las palmas de sus manos tocan el suelo. El hombre se tumba sobre su pareja, con las piernas entre las de ella y la penetra desde atrás. Él la agarra por la cadera y levanta la cabeza y el torso, hasta que ambos cuerpos formen una sexy 'Y

El par de pinzas ¡Esta postura es perfecta para las parejas cargadas de energía! Por supuesto, es conveniente que la mujer tenga fuerza en los brazos. Ella se tumba en el borde de la cama, sólo tocan el colchón sus pantorrillas, tobillos y pies. Se apoya sobre su brazo izquierdo y, entonces, entra el hombre en juego: él la levanta por la cadera, se coloca por encima de la pierna izquierda de ella, le levanta la derecha y la penetra, mientras ella está colgada al borde de la cama. Suena algo confuso pero todo va bien cuando se empieza con ello. Esta postura favoroce el bombeo de sangre de la mujer, ¡lo que garantiza un orgasmo explosivo!

El momento Zen

Esta postura proporciona un momento de tranquilidad durante un cansado maratón sexual. Ambos se tumban de lado mirándose. Lo ideal es que el pene esté dentro en todo momento. La mujer coloca la pierna sobre la cadera de él y, primero con movimientos lentos y luego cada vez más rápidos, guía a ambos hasta el orgasmo.

Confidencias

El hombre y la mujer están tumbados de lado cara a cara. Ella le abraza con las piernas. Mientras él la penetra, ella puede acariciarle el pene y la nuca. En esta posición se pueden confesar todo: lo que prefieren y también lo que les gustaría descubrir juntos.

El sacacorchos

Él está acostado de espaldas con las piernas ligeramente separadas y la cabeza sobre una almohada. Ella se balancea con las piernas sobre él (sus cuerpos forman una cruz) y las junta con fuerza. Luego se sienta sobre él y se apoya en los brazos. Cuando él la penetra, abre las piernas ligeramente para que él pueda moverse lentamente y la penetración sea más intensa.

Arriba, arriba y fuera

La mujer se acuesta boca arriba con la cabeza en una almohada y estira las piernas hacia arriba en el aire. El hombre se arrodilla frente a ella (su pecho toca la parte posterior de los mslos de ella) y pone las piernas de la mujer con una ligera presión hacia un lado. Entonces el hombre la penetra. Él puede apoyar las manos en la cama, el suelo o a uno de los lados del torso de la mujer para ayudarse en el movimiento.

El cartero

La mujer está tumbada sobre la espalda con las nalgas en el borde de la cama. El hombre se arrodilla en un cojín en el suelo y la penetra mientras acaricia su clítoris y sus pechos (esta postura también se puede llevar a cabo de pie, con la mujer echada en una mesa).

Indrani

La mujer se coloca tumbada boca arriba con sus rodillas dobladas hacia el pecho. El hombre se coloca de rodillas entre las piernas de su compañera y la penetra. Ella puede acercarle más entrelazando sus manos tras su trasero y manteniendo las piernas en las axilas, o empujando sus pies hacia su pecho. Si el hombre está bastante bien dotado, esta puede ser una postura que facilitará la comodidad de la pareja.

El candelabro

En esta postura la mujer está tumbada sobre la espalda, con una almohada bajo la cabeza, la pelvis elevada sobre un almohadón situado al borde de la cama. El hombre se encuentra arrodillado en la cama. Ella eleva sus nalgas ofreciéndose así al hombre que la penetra acariciándole las nalgas y la zona interna del muslo, una zona muy erógena.

El limbo

En el ritmo está la clave: El hombre está sentado en una silla y se coloca un cojín o algo similar debajo de las rodillas para que estén ligeramente elevadas. Su pareja se sienta a horcajadas sobre su regazo recostándose contra sus muslos. Entonces levanta las piernas dobladas y las coloca sobre sus hombros. Él la sostiene por las caderas y la dirige en esta postura mientras la penetra.

El maestro de los muslos

Él se tumba sobre la espalda con las piernas dobladas. Ella le da la espalda ligeramente, extiende una de su piernas y, mientras se apoya en sus rodillas, se coloca cuidadosamente sobre su pene. En esta posición ella casi toca con su vientre la pierna doblada de él. Utiliza esta pierna como apoyo mientras se mueve adelante y atrás, arriba y abajo

Por detrás

El hombre apoya la espalda contra la pared y mueve la pelvis hacia adelante para penetrar a la mujer, que está doblada delante de él. Mientras sujeta los muslos de ella firmemente, se mueve rítmicamente hacia adelante y hacia atrás

Así de simple

La mujer está tumbada sobre su espalda, las piernas separadas, entregada a su pareja para que la penetre. Las manos de ambos están libres para acariciarse hasta llagar al orgasmo.

Los chicos a un lado

Ella se tumba de lado de espaldas a él, que se arrodilla a su lado y le mira a la nuca, de forma que ambos están colocados perpendiculares entre sí. Él desliza la rodilla que está más cerca de ella, entre sus piernas y la penetra. Ella mueve su pierna "libre" algo más lejos, así él tendrá una vista mejor de su trasero y se podrá agarrar mejor a sus caderas, mientras la complace con sus embestidas

Cruce carnal

En esta postura primero ella se tumba de lado. Luego levanta la pierna para que el hombre se pueda colocar entre sus piernas y penetrarla. El hombre y la mujer tienen que formar un ángulo recto. El hombre, para tener más apoyo, puede sujetarse en los hombros de ella. Ella se apoya con los pies en alguna superficie estable. Y ya puede comenzar el viaje...

La sirena voladora

El hombre se sienta en una silla. Ella se monta a horcajadas echando su cuerpo hacia atrás, con la cabeza reposando sobre un almohadón. El hombre la penetra haciendo un movimiento de vaivén y acariciándole los senos. La postura de la sirena voladora es bastante acrobática y exige una cierta agilidad

El pino

La mujer apoyada en las manos con los brazos extendidos. El hombre al borde de la cama le levanta la pelvis mientras ella desliza las piernas por debajo de sus brazos. La postura del pino requiere cierta agilidad y que sólo se puede mantener durante unos minutos.

Defensa amorosa

El hombre se coloca de rodillas, mientras que su pareja, tumbada de espaldas, coloca sus pies sobre el torso de él. De esta manera, el hombre puede retroceder o inclinarse hacia delante para que los muslos de su compañera entren en contacto con su pecho. La postura de la Defensa amorosa ofrece una penetración muy profunda

La siesta

El hombre está tumbado de lado y la mujer perpendicular a él. Esta postura es perfecta como pausa para coger aire durante una larga sesión de sexo. En esta posición se pueden intercambiar apasionadas miradas con la pareja y, además, ambos amantes tienen las manos libres para acariciarse

Ábrete sesamo

El hombre se arrodilla sobre la cama, ella está acostada boca arriba frente a él, levanta el trasero y envuelve con sus piernas a su pareja. Mientras él le proporciona estabilidad con sus manos en la espalda de ella, la mujer puede acariciarse los pechos. En esta postura, ambos amantes pueden controlar la velocidad e intensidad.

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