Kabalá Tora Org1

September 26, 2017 | Author: David Saportas Lièvano | Category: Torah, Moses, Soul, Creation Myths, Haggadah
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Descripción: Cabalà...

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Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Introducción Religión, Dios y Alma Muchos de los términos que solemos emplear al referirnos a temas tales como judaísmo y espiritualidad nos han llegado a través de traducciones y poseen una carga de subjetividad en cuanto a su significado y objetivos. Esto ha afectado no sólo a quienes se acercan a la Sabiduría de Israel a través de textos traducidos, sino que ha llegado más profundamente aún, deformando nuestra percepción del judaísmo. En otras palabras: nos hemos acostumbrado a evaluar e interpretar la Sabiduría de Israel de acuerdo a parámetros ajenos a nuestra propia tradición. Términos tan familiares como "Religión", "Dios" y "Alma", a partir de los cuales surgen las discordancias entre los defensores de la "Religión" y los llamados "laicos", son conceptos extraños al judaísmo. Tales conceptos se basan en traducciones simplistas y erróneas que han dividido a los hombres y han creado confusión en nuestro mundo espiritual. El vocablo "Religión" proviene del latín re-ligare es decir: volver a ligar aquello que ha sido desconectado. Este concepto no aparece en los textos de la tradición hebrea ni en nuestra tradición oral hasta la Edad Media. En este período los sabios judíos se vieron presionados a tomar parte en confrontaciones verbales a fin de demostrar la validez de la espiritualidad del pueblo de Israel. A raíz de ello Sabios tales como el Rabino, Médico y Poeta Iehudá Halevi (siglo X) en su libro "el Cuzarí" y Maimónides (siglo XIII), específicamente en su "Guía de los Perplejos", se vieron forzados a declarar que la Torá de Israel es también una "Religión" organizada con bases lógicas y estructura desarrollada. Para ello recurrieron al vocablo Dat, que significa norma e iniciación. El judaísmo consiste en la iniciación de un pueblo entero en las normas /mitzvót [1] que lo acercan gradualmente al Kadósh Barúj Hú [2]. Estas normas constituyen las leyes objetivas a partir de las cuales conforma el Kadósh Barúj Hú a Su Creación, y que codificadas nos son transmitidas a través de la Torá. La palabra "Religión" no es adjudicable al judaísmo, puesto que confunde y lleva a interpretarlo en base a doctrinas ajenas. El concepto "religar" implica el acto de volver a ligar dos o más cosas separadas. La Creación está permanentemente unida al Kadósh Barúj Hú, de lo contrario no tendría existencia. El dilema reside en la forma en que el hombre, síntesis de la Creación, se relaciona y percibe al Kadósh Barúj Hú: con la conciencia de que EL y Su Creación son una Unidad, o seccionando la continuidad de la realidad y la vida. Nuestra tradición especifica que todos los aspectos de la vida son diversos grados de una misma y única realidad, el Infinito/ Ein - Sof. Esta realidad generada por el Kadósh Barúj hú contiene todos los estados posibles, y es ilimitada e indivisible. La palabra "Dios" deriva del latín Deus, que a su vez proviene de Zeus - divinidad mitológica griega - hijo de Cronos ,"Dios" del tiempo. Esto dificulta nuestra comprensión y deforma nuestro concepto de la realidad, ya que pretende definir la base y objetivo de la Torá de acuerdo a una lógica humana limitada por el espacio y el tiempo. Nuestra tradición nos transmite que: "Antes de la emanación de las emanaciones y la creación de los mundos, la Luz del Infinito llena toda la realidad" (libro "Etz Jaím" - El Arbol de las Vidas), siendo la Creación una proyección inferior de Su misma Luz. En la Torá, los libros de los Profetas, Escritos, etc. encontramos diez nombres generales que designan diez formas en que el hombre puede percibir la plenitud de la Luz Infinita expandida desde la Esencia misma del Creador (consultar el vocablo NOMBRES en el cap. "Conceptos básicos"). Todos los nombres y denominaciones que la Torá emplea no se refieren a la Esencia del Creador, ya que SU Esencia se encuentra por encima de todo nombre y denominación posible. Los nombres que la Torá menciona para referirse al Creador nos indican la percepción que el hombre tiene de la plenitud de la Luz que se expande de SU Esencia denominada en el lenguaje de la Kabalá, Atzmút.

La confusión y falta de rigurosidad continúan cuando llegamos al concepto "Alma". Aquí generalmente se multiplican las definiciones, quedando finalmente el concepto pendiente en una aureola "espiritual" y "mística" sin contenido, objetivo ni dirección. Es decir, que cuando se habla de "Alma" o espíritu se trata generalmente, como en los casos de "Religión" y "Dios", de traducciones inexactas de las nociones hebreas originales. La Luz proyectada desde el Infinito dentro del espacio de la Creación adquiere diversas gradaciones a medida que desciende y se aleja de su origen y fuente. Estos grados de la Luz del Infinito en su descenso por los diversos mundos adquieren características diferentes de acuerdo a su distancia espiritual con respecto a la fuente que la emite, el Infinito / Ein - Sof. Para ello la tradición de la Kabalá posee una nomenclatura vasta y precisa, la cual nos indica los diferentes grados y formas en que el "Alma" se manifiesta. El estudio de esa nomenclatura (la cual desarrollaremos a lo largo de nuestro libro), tanto en su forma teórica como en la aplicación de las mitzvót, es la base del estudio de la Sabiduría de la Kabalá 1- Mitzvót: Código que incluye 613 instrucciones contenidas en la Torá, para el trabajo espiritual del pueblo de Israel. 2- Kadósh Barúj Hú: Denominación hebrea que se emplea para designar en forma general al Creador. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Introducción El Lenguage de la Sabiduría El lenguaje en su forma escrita y oral es la herramienta básica para transmitir una sabiduría. Por dicha razón nos es imposible entender el judaísmo sin el conocimiento del real significado de los conceptos y códigos que transmiten esta Sabiduría. La Sabiduría de Israel está compuesta por la tradición escrita/ Torá shevijtáv y la tradición oral / Torá shevealpé las cuales, en su conjunto, conforman el conocimiento judío. La Torá de Israel, nuestra Sabiduría y tradición, se puede comparar a un gran prado con frondosos árboles, fuertes ramas y profundas raíces a través de las cuales extraen su vitalidad. Para que dichos árboles den su fruto, es preciso una elaboración en la que participen todos los elementos de nuestro prado. La semilla puesta en la tierra debe recibir luz y agua para, finalmente, dar su fruto. Nos relata nuestra tradición que el hombre se compara a un árbol del campo. Para que el hombre pueda recibir, es necesario que transforme la materia prima del mundo mediante su trabajo. En el mundo no hay edificios ya hechos, sino que debemos construirlos; para comer pan debemos plantar, cosechar y luego hornear, etc.

El Kadósh Barúj Hú nos dio los elementos básicos para poder completar la Creación. El Kadósh Barúj Hú nos dio la Torá, el plano, pero para extraer la Sabiduría contenida en la Torá debemos esforzarnos y extraer de nuestro interior, ayudados por la Torá, los frutos. Cuando la Torá no es trabajada y estudiada, es como quien tiene la semilla, la tierra y el agua, ya que todo está en potencia, pero para comer pan hace falta el trabajo del hombre. Y, a su vez, para que todos coman hace falta enseñar a arar, plantar, cosechar, hornear y saber dar. El vocablo prado, en hebreo pardés, alude al prado de la Sabiduría, dado que las iniciales de dicha palabra conforman las cuatro perspectivas a través de las cuales entendemos la Torá. La primera inicial (P) se refiere al pshat. Pshat caracteriza lo simple, es el relato literal de la Torá. Es exactamente lo que leemos o escuchamos sin segundas intenciones. Es la raíz de todas las formas de percepción. La segunda inicial (R) alude al remez. Remez nos indica una insinuación. No tiene una diferencia substancial con el pshat, mas revela lo interior de él. El remez le da una dimensión más profunda al relato ya que los personajes, las situaciones y todos los detalles presentados por la Torá, inclusive las letras, nos transmiten una enseñanza siempre actual.

En el pshat las ideas son expresadas en forma directa, detallada y explícita mientras que en el remez son mencionadas por la senda invisible de la insinuación, y, el entendedor ... entiende. Estos dos caminos de entendimiento "cuidan" el interior de la Torá, ya que ocultan más de lo que revelan.Al entrar al laboratorio de un gran científico, sin el conocimiento de los códigos de su ciencia, poco y nada entenderemos a pesar de tener todo frente a nuestros ojos. La tercer inicial (D) nos indica el drash. Drash proviene del verbo exigir. Esta lectura encierra una búsqueda en la cual el hombre exige un significado más profundo del texto que en las anteriores perspectivas. La última inicial del pardés (S) nos indica el sod. Sod significa secreto. El Zóhar [1], uno de los libros más importantes de la Sabiduría de la Kabalá, define al sod como causa, ya que quien conoce la causa conoce la consecuencia, es decir el "secreto" Mientras el pshat y el remez son para el principiante en cierto modo pasivos, el drash y el sod son decididamente activos; provienen de un imperativo totalmente conciente de la voluntad. Cada una de estas perspectivas, a través de las cuales la Torá se expresa y manifiesta, no indica un cambio en la esencia interior de la Torá, sino en la forma en la que se presenta ante nuestra percepción y entendimiento. El Rab Ashlag nos explica que, del mismo modo en que una persona se viste para presentarse ante el público, la Torá se "reviste" con diferentes "ropajes" para que los hombres puedan acercarse a ella gradualmente, haciéndola parte de sus vidas. El entendimiento integral de la Torá requiere una visión que sintetice la Sabiduría en una sola y única visión, como si observáramos un mismo acontecimiento desde todos los ángulos posibles al mismo tiempo. Cada una de las perspectivas del pardés es imprescindible para que nuestra comprensión de la Sabiduría sea plena. Al ser el sod la causa las incluye a todas, ya que cuando comprendo el significado interior tomo conciencia de los objetivos y comienzo a percibir el orden en el cual cada aspecto cumple su función. La Sabidura de la Torá se expresa mediante cuatro lenguajes generales: 1)El lenguaje de la Torá. Expresado en los 5 libros de Moshe (Pentateuco). 2)El lenguaje de la Halajá. Compendio de leyes y codigos, que incluye la Mishná, el Talmúd, el Shulján Arúj, etc., transmitido en un lenguaje técnico y sintético. 3)El lenguaje de la Hagadá. Midrásh, relatos que amplían y continúan la tradición escrita, Torá shevijtáv (Pentateuco) y la tradición oral, Torá shevealpé (Mishná, Talmúd, Shulján Arúj, etc.) 4)El lenguaje de la Kabalá. El lenguaje de la Kabalá utiliza todos los lenguajes antes mencionados. La Kabalá por ser la parte interior de la Torá, no es una materia separada de la Torá sino que sintetiza, une y le da forma a toda la Torá como un todo indivisible. El vocablo Kabalá significa literalmente recepción, es decir, que dicho estudio prepara al hombre para recibir todos los grados y planos de la vida como una realidad única. El capítulo Pirkei Avót de la Mishná nos relata que: "Moshé Kibél Torá MiSinai Umsará leIehoshúa ... " : "Moshé recibió la Torá desde Sinaí transmitiéndosela luego a Iehoshúa . . . ". El vocablo kibél / recibió se refiere a la Kabalá / recepción. Todos los Patriarcas, Profetas y verdaderos Sabios del pueblo de Israel fueron y son Mekubalím / Kabalistas, es decir receptores y transmisores de la Sabiduría Interior de la Torá, la Kabalá. La Kabalá, nos permite a través de su estudio, forjar los instrumentos para lograr una lectura profunda, lúcida y objetiva de la Torá escrita/Torá shevijtáv y oral / Torá shevealpé.

El conocimiento de esta Sabiduría nos introduce al trabajo espiritual conciente a partir del estudio de las leyes que rigen los diversos planos de la realidad. Dichas leyes están codificadas en los diversos textos de la espiritualidad de Israel: la Torá, el Séfer Ietzirá, el Talmúd, el libro del Zóhar, el Etz Jaím, el Shulján Arúj, el Sidur, etc. El lenguaje de la Kabalá se denomina: lenguaje de las ramificaciones / sfát haAnafím. Este lenguaje le da al vocabulario de la Torá, de la Halajá y de la Hagadá una perspectiva multidimensional. Cada concepto del lenguaje de las ramificaciones / sfát haAnafím se desprende de un concepto previo, encadenando así causa y consecuencia, tal como sucede en un árbol en donde cada rama surge de otra rama. Quien siga cuidadosamente el camino de las ramas llegará al tronco y luego a las raíces que sustentan al árbol. [1] El libro del Zóhar recoge la Sabiduría Interior de Israel, la Kabalá, transmitida por los Sabios de la Mishná (compilación de la tradición oral de Israel) hasta el tanaíta Rabí Shimón Bar Yojái (siglo II de la e.c.) El término zóhar implica dos aspectos: brillo y esplendor,(de la plenitud de la Luz); y también cuidado y advertencia (lehizahér), ya que para recibir y transmitir Luz es necesario un sumo cuidado en nuestros actos e intenciones. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Introducción El Lenguaje de la Sabiduría II El lenguaje de las ramificaciones / sfát haAnafím no se revela al estudioso en su aproximación exterior, ya que se dirige a las causas interiores de la Torá para lo cual es imprescindible el estudio de los códigos propios de la Kabalá. Estos códigos actúan en todas las perspectivas simultáneamente, y cuando logramos incorporarlos, adquirimos la sabiduría para ver las causas y consecuencias interiores de la realidad y la vida. Los primeros libros que menciona nuestra tradición (de acuerdo al Midrásh y al Talmúd como también a todos los escritos kabalísticos de todas las épocas), aún antes de la entrega de la Torá, son libros netamente de Kabalá como el libro "Raziél haMaláj" cuya existencia supera los 5000 años (Véase " Midrásh Shojer Tov Bereshít ", " Meám Loez Bereshít ", " Sefer haIashar Nóaj "), y también el "Sefer Ietzirá "/ "Libro de la Formación" escrito por Abraham Avinu ("Sefer Yetzirah", Aryeh Kaplan, Introduction XII). La Torá escrita / Torá shevijtáv y la oral / Torá shevealpé conforman las leyes objetivas que rigen la Creación, por lo tanto existen aún antes del mundo. Esto es similar a las leyes físicas que el hombre no inventa, sino que descubre. Nos enseña el Rab Ashlag que en lo espiritual, a diferencia de lo material, el acto de dar y de recibir no son simultáneos. Cuando alguien me da un objeto yo lo recibo inmediatamente. En lo espiritual no es necesariamente igual. El dar y el recibir no son simultáneos.Quien enseña una sabiduría no tiene garantía alguna de que ésta sea recibida, sino que el "alumno" tendrá que esforzarse con el fin de aprehenderla. La Torá nos es entregada, Matán Torá, pero la recepción depende de nuestro esfuerzo. Cada generación, a través de sus Sabios, debe revelar nuevos aspectos de la Torá, ya que la Torá es un proyecto para todas la generaciones. Abraham, Itzják, Iaacóv, nuestros Patriarcas, como individuos, previo a la consolidación del pueblo de Israel, llegaron a entender los principios generales contenidos en la Torá aún antes de Matán Torá (entrega de la Torá). En cambio, cuando se piensa en todo un pueblo a lo largo de todas las generaciones, necesitamos un sistema educativo integral basado en principios y leyes que abarquen a todos los individuos, la recepción de la Torá / kabalát ha Torá. La Kabalá nos introduce al conocimiento de cómo recibir todos los grados de la Sabiduría a través de la aplicación de las leyes y códigos contenidos en la Torá, las mitzvót.Cuando entendemos y llevamos a cabo las mitzvót en forma conciente, es decir, no solamente en su manifestación exterior sino que también cambiamos nuestra actitud interior, comienza a surgir la verdadera armonía entre las personas. Entonces sí podemos pensar en la verdadera espiritualidad y en la fusión del hombre con el Kadósh Barúj Hú. En cambio, hasta no llegar a ese momento aún estamos centrados en nosotros mismos, es decir que no estamos prontos para dar. Sólo cuando podemos dar, es decir extraer de nuestro interior hacia el prójimo y la sociedad, comenzamos a conocer al Kadósh Barúj Hú .

El libro del Zóhar nos enseña que el hombre fue creado para realizarse plenamente. Sólo cuando nos relacionamos con la vida en forma completa podemos llegar a percibir el orden en el que cada aspecto de la realidad cumple su función. De acuerdo a la Torá, el hombre y la mujer deben encauzar todas sus energías positivamente dando así continuidad a la vida(Génesis 1:28). Por dicha razón el ideal judío es la familia, ya que nos brinda el marco propicio para que el hombre y la mujer manifiesten sus instintos, emociones y pensamientos en forma armónica. En familia aprendemos a compartir y a asumir la responsabilidad por nuestros hijos y a entender a nuestros semejantes y a la comunidad. Nuestra tradición nos enseña que no juzguemos a nadie hasta no estar en su lugar. Cuando damos, comenzamos a comprender a la fuente que sólo da, el Kadósh Barúj Hú. De ello deducimos que el dar y crear armonía entre los hombres requiere una voluntad constante, ya que no es suficiente dar sino que se debe hacer con sabiduría. Cuando pensamos sólo en recibir en forma egoísta, vemos a todos los hombres como nuestros competidores, en cambio cuando queremos ayudar encontramos en los hombres aliados para nuestro proyecto. La verdadera construcción en la cual debemos invertir todos nuestros esfuerzos es la de construirnos interiormente. Hasta que el hombre no sea íntegro en su interior nada de lo que haga perdurará. La torre de Babel (Génesis 11) es un claro ejemplo. La Torá nos relata que había una sola lengua en toda la tierra ... y los hombres quisieron edificar una torre cuya cúpula llegue al cielo ... entonces el Kadósh Barúj Hú confundió su lengua y ya no pudieron entenderse, y cesaron de construir la torre. Los hombres quisieron expandirse exteriormente sin tomar en cuenta su crecimiento interior. Cuando no maduramos interiormente comprendiendo que el deseo de recibir egoísta lleva a la destrucción, perdemos el lenguaje verdadero, los códigos que nos dan la posibilidad de entender que tanto el bien como el mal nos van a afectar a todos por igual. Nuestro estudio y el desarrollo de nuestra vida de acuerdo a la Torá y la Kabalá no son algo externo a nosotros. Conforman nuestro SABER y fundamentalmente nuestro SER. A partir de ello nos convertimos en partícipes del "programa de la Creación" que consiste en beneficiar a todas las creaturas infinitamente. La mitzvá central de toda la Torá es "Amarás al prójimo, a quien está próximo a tí, como a ti mismo", y hasta que el hombre no comprenda este principio, todas las mitzvót serán incompletas. Amarás al prójimo como a ti mismo es la actitud interior que nos ayuda a no repetir el error de la torre de Babel. Babel proviene del vocablo hebreo confusión (Bilbul), lo que nos indica que cuando el hombre piensa sólo en sí, es porque está confundido, y no comprende la razón por la cual está en este mundo ni el objetivo de su vida y de la Creación. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Introducción La Percepción de la Realidad La realidad del hombre está limitada generalmente por la percepción sensorial, la emoción, el pensamiento y la imaginación. Estos aspectos son los conductos a través de los cuales nos relacionamos con la vida. En la forma en que orientemos estos aspectos percibiremos la realidad; pero la orientación, ¿de qué depende? Depende del objetivo que tengamos. En esa dirección se dirigirá nuestra orientación. Un arquitecto, por ejemplo, concentra sus sentidos, su emoción, pensamiento e imaginación en cómo delimitar de la mejor forma el espacio para construir edificios; un químico se dedicará a la comprensión de las leyes que rigen los elementos para crear nuevas substancias. Todos, no importa cual sea el área de interés, concentran sus potencialidades en su objetivo, siendo el objetivo el centro inamovible que atrae todas nuestras energías. En todos los ámbitos de la vida hay objetivos particulares y objetivos generales. Cuando los objetivos particulares está en contradicción con los objetivos generales se producen conflictos que desembocan generalmente en sufrimientos, tanto en el plano individual como colectivo. Un ejemplo claro de esto es el cuerpo humano: nuestro cuerpo está compuesto por distintos órganos, cada uno con diferentes funciones, pero con un y único objetivo: servir al bienestar del hombre. El hombre está sano cuando cada órgano trabaja para este cometido. En cambio, si cada órgano trabaja para sí descuidando su relación con el resto del cuerpo, éste se resentirá y finalmente el propio órgano se verá afectado.

Debemos comprender las leyes y los principios generales que gobiernan la Creación, o sea, las 613 mitzvót que relacionan al hombre con su semejante y con el Kadósh Barúj Hú [1]. Al aplicarlos, lograremos equilibrar nuestros intereses y objetivos particulares con el objetivo general que abarca a todos los seres y a todos los aspectos de la vida. Lo general y lo particular obedecen a las mismas causas, por lo tanto al entender lo general comprenderemos mejor lo particular, es decir el sentido de cada uno de los detalles que conforman la realidad y cuál es nuestro lugar y función dentro de la Creación y la vida. La base del sufrimiento humano es consecuencia directa del desequilibrio entre lo particular y lo general. El equilibrio se logrará cuando las voluntades individuales estén en armonía con las leyes y los principios que rigen la vida en todos los planos, lo cual ha de beneficiar a todos los seres por igual. El logro del equilibrio entre lo particular y lo general, del hombre con su prójimo y del hombre con todos los aspectos de la realidad,es justamente la razon de la vida. Este proceso es la Creación, y consiste en el perfeccionamiento constante al cual el hombre debe aspirar, es la razón por la que estamos en este mundo; es la base del trabajo espiritual de Israel, la emuná [2] de Israel. La base de la Torá es la emuná que es un imún [3], o sea un entrenamiento permanente en todos los momentos de la vida para que no olvidemos el objetivo general cuando lo confrontamos a nuestros intereses particulares. Este entrenamiento no es algo simplemente intelectual, sino que es una forma de vida basada en la Torá y las mitzvót que ayuda al hombre a actuar en armonía con las leyes que rigen todos los ámbitos de la vida y de la realidad. La Torá y las mitzvót nos confrontan a parámetros concretos para que sepamos medir en todo momento nuestra relación con el prójimo, con la familia y la sociedad en todos los órdenes de la vida. "El mundo material influye sobre nuestros pensamientos, emociones y actos. El gesto exterior despierta nuestra actitud interior influyendo en última instancia sobre nuestro comportamiento. El hombre se impresiona de sus propios actos, por lo tanto la perseverancia escrupulosa en la práctica de las mitzvót, aún al principio sin asociar el sentimiento, finalmente llega al corazón rompiendo el hielo interior. Las ideas más elevadas, si no se materializan en actos concretos, acaban por corromperse y corromper a sus adeptos. Por ello la Torá nos transmite un código de leyes prácticas muy precisas adaptadas a todas las circunstancias de la vida. La energía mental y emocional debe ser fijada por un acto concreto, de lo contrario, corre el riesgo de transformarse en un sentimiento vano y una idea abstracta. Así como la cáscara protege al fruto, la acción efectuada a través de las mitzvót cuida la integridad del corazón, mantiene los grados del conocimiento y preserva la claridad de la visión interior". Conceptos extraídos del libro "Mijtáv de Eliahu", tomo 3 pag. 127 "Aquél cuya sabiduría es superior a sus actos es comparable al árbol con follaje pesado y espeso, pero con raíces débiles que el viento puede arrancar". (Pirkei Avót ) La emuná de Israel es una disciplina permanente en el desarrollo de la voluntad de dar y beneficiar al prójimo. Cuando esta voluntad y deseo son completos se logran los grados más altos de la Sabiduría para así poder aplicarlos. La Kabalá es el conocimiento judío que nos proporciona los instrumentos para que la voluntad y el deseo se unifiquen con la plenitud de la Luz Infinita/ Or Ein - Sof. En la medida en que el hombre se esfuerza en beneficiar al prójimo, la Luz lo ilumina y le descubre gradualmente todos los aspectos de la realidad. Las Luces/Orót que dan la fuerza para poder realizar este proceso están codificadas en la Torá a través de las mitzvót, dependiendo de nosotros que ese conocimiento se aplique o permanezca latente. En dicho aspecto reside justamente el libre albedrío del hombre; o nos conectamos con la vida a través del conocimiento de las leyes que rigen la Creación (con conciencia), o sufrimos por nuestra ignorancia. La Sabiduría de la Kabalá es denominada también Sabiduría de la Verdad / Jojmát haEmét, ya que si el hombre la estudia con entrega y con todo su ser, le indica dónde está situado exactamente frente a sus semejantes y a la vida, y cuál es su grado de conciencia con respecto a la Luz Infinita/Or Ein - Sof y a su Creador y Creador de todo lo creado el Kadósh Barúj Hú.

[1] Las leyes y los principios generales, o sea las mitzvót, se explicarán a lo largo del texto y más específicamente en el capítulo "Cuatro prácticas ancestrales". [2]Emuná: Entrenamiento en el deseo de dar y beneficiar (se traduce comúnmente como fe y creencia). Disciplina espiritual, toma de conciencia de la voluntad y deseo de la Neshamá/Alma. Forma de conocimiento que amplía gradualmente el espacio mental y emocional del hombre. [3]Imún: Entrenamiento, ejercicio. Proviene, al igual que el vocablo emuná, de la raíz Amén. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Introducción Lo Espiritual y lo Material El Rabino Iehudá Halevi Ashlag, Sabio Kabalista que vivió en Jerusalem hasta mediados del siglo XX , en el comienzo de su comentario al "Etz Jaím" ( "Arbol de Vidas", de Itzják Luria Ashkenazi conocido como el Ariz’al, siglo XVI) nos señala que: " Debemos recordar que toda la Sabiduría de la Kabalá está basada en estratos espirituales que no requieren ni espacio ni tiempo, y ninguna falta o cambio los gobiernan ni afectan". " La ausencia, como el cambio, sólo actúa sobre los estados materiales, siendo allí donde reside toda la dificultad para los principiantes. Estos toman a menudo dichos conceptos en su expresión material dentro de los dominios del tiempo y el espacio, los cuales fueron utilizados por sus autores sólo como referencias palpables de sus raíces superiores ". - Talmúd Eser haSefirót, Or Pnimí Capítulo I Para comprender lo que el Rabino Ashlag nos explica tenemos que ubicarnos por sobre el plano físico y trasladarnos a conceptos tales como, por ejemplo, la alegría y la tristeza. La alegría y la tristeza se manifiestan en el mundo emocional del hombre y no ocupan un lugar físico. Cuando alguien está alegre y luego, por determinada circunstancia entristece, no significa que la alegría dejó de existir, sino que ese hombre perdió momentáneamente su capacidad de estar alegre. Pero si los estímulos que generan la alegría vuelven, desaparecerá la tristeza y la alegría ocupará su lugar. Las emociones no ocupan un lugar físico, sino que abarcan el mundo emocional del hombre siendo generalmente su influencia más poderosa que la realidad material. La emoción y el pensamiento son poderosos instrumentos a través de los cuales el hombre se conecta con la realidad. Aunque no debemos olvidar que son tan sólo medios para lograr materializar nuestra voluntad y deseo. La voluntad y el deseo son la fuerza interior que mueven al hombre, pero ... ¿Cuál es el objetivo que motiva a esa poderosa fuerza ... ? La voluntad altruista de ayudar y beneficiar al prójimo y a la sociedad o, por el contrario, el deseo personal, egoísta. En este punto radica la diferencia entre lo espiritual y lo material. Espiritual es la voluntad altruista de beneficiar al prójimo y material es el deseo personal, egoísta. (cita del libro " Maamarei Shamáti " , pag. 107, del Rabino Kabalista Barúj Shalom Ashlag). Por eso nos enseñan nuestros Maestros que es fundamental aprender el lenguaje, la terminología y los objetivos de la Kabalá de un verdadero iniciado en esta Sabiduría. De este modo evitamos interpretar dichos términos fuera del contexto de la Torá y la Kabalá, lo cual desemboca en sincretismos, pseudo - espiritualidad y mística.

Kabalá es el estudio del orden de causas y consecuencias espirituales que se generan a partir de la causa primera, el Infinito / Ein - Sof. Espiritual es todo aquello que no resulta afectado o cambiado ni por el espacio ni por el tiempo. No depende de estados emocionales o de lo que pensemos acerca de ello. Es la causa que genera todo el mundo material. Explicación: en el plano físico hay leyes que rigen la materia, como ser la gravedad. Observamos que cada vez que un objeto entra en el ámbito de dicha fuerza es atraído inexorablemente por ella, hasta que otra fuerza la contrarresta. La actividad de la fuerza de gravedad no depende de lo que creemos o pensamos o sentimos, sino que es objetiva y tiene sus propios códigos. Quien quiera relacionarse con ella positivamente deberá conocer sus parámetros y sólo luego podrá usarla en su beneficio. La esencia de la fuerza de gravedad se encuentra por encima del mundo material ya que no depende de la voluntad de los hombres. Como en el caso de la gravedad, la esencia del mundo físico tiene su raíz en el plano espiritual. Las leyes espirituales actúan en todos los planos: físicos, emocionales y mentales, pero sólo percibimos sus consecuencias cuando nos relacionamos con la realidad concientemente (como en el ejemplo anterior acerca de la ley de la gravedad). Por el contrario, cuando el hombre se relaciona con la realidad inconcientemente, sin conocimiento de las leyes que rigen la vida, es como un niño que no tiene conciencia de las consecuencias de sus actos. Es importante definir precisamente el área a la cual se aboca este estudio. De lo contrario podríamos perdernos en un laberinto de ideas ajenas a los objetivos de la Kabalá. El objetivo de este estudio es educar a la voluntad y al deseo del hombre hacia el bien colectivo, que es la meta de la Torá: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". El único cambio posible que podemos lograr en la vida es la actitud interior, lo que deseamos en nuestro corazón. El "mejor" sistema socio-político-económico está destinado a fallar si el hombre es egoísta. En cambio, cuando cambiamos interiormente buscando el bien colectivo, el "peor" de los sistemas exteriores va a funcionar. Los verdaderos cambios y batallas se desarrollan en nuestro interior. Para ello el hombre debe conocerse y conocer las leyes que rigen todos los planos de la realidad. Entonces, tomará gradualmente conciencia de su raíz y objetivo, unificándose con todos los hombres y con el Kadósh Barúj Hú. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - El Alma Nefesh, Ruaj y Neshamá Cuando la Torá relata la Creación del hombre, en el libro del Génesis, nos dice: ... hizo al hombre, formó al hombre y lo creó. Génesis, 1:26, 2:7, 1:27 También en el libro del Profeta Isaías encontramos el siguiente versículo: " Todo lo llamado en Mi Nombre por Mí, los creé, los formé, también los hice ". Isaías 43:7 ¿Por qué la Torá emplea tres verbos cuando se refiere a la Creación del hombre ? Hizo, se refiere al mundo de la Acción y al nivel del alma que se llama Néfesh y está relacionado con los instintos. Formó, nos indica el mundo de la Formación y se refiere al nivel del alma que se designa con la palabra Rúaj y que abarca el aspecto emocional. Creó, designa el mundo de la Creación y está conectado con el nivel del alma denominado Neshamá, el pensamiento. Verbo Crear Formar Hacer

Mundo Creación Formación Acción

Aspecto del Alma Neshamá Rúaj Néfesh diagrama 1

Característica humana Pensamiento Emoción Instinto

Estos tres niveles son tres aspectos básicos generales dentro de los cinco que abarcan la totalidad del alma. Para entender cada uno de estos aspectos hay un ejemplo tradicional, el cual nos relata que el hombre es como un carruaje que se usaba antiguamente como medio de transporte. En el ejemplo, la carroza simboliza el cuerpo del hombre que por sí solo no puede realizar ningún movimiento. Los caballos que tiran de la carroza son los instintos, el Néfesh, que mueven la carroza físicamente en las diferentes direcciones. El cochero simboliza la emoción, el Rúaj, quien indica: parar, hacia la derecha o hacia la izquierda, más rápido, más lento, etc. Pero, cuando el carruaje se encuentra ante la posibilidad de tomar diferentes caminos, ¿quién decide ... ? La carroza por sí sola no puede moverse; los caballos esperan la orden del cochero; y el cochero, ¿a quién obedece ... ? ... al pasajero, a quién no vemos pero es el que hace que todo se mueva y gire en torno a su voluntad, ya que él fue quien "contrató" a la carroza con los caballos y al cochero para conducirlo hacia su "destino" . La Neshamá, esencia interior del alma, está representada por el pasajero, y se reviste en el cuerpo a través de los instintos, emociones y pensamientos para llegar a su objetivo: la toma de conciencia de su naturaleza y su función en el mundo, para luego fusionarse concientemente con la Luz Infinita. A dicho objetivo se puede arribar a través de dos caminos: 1) Con conciencia, cuando los tres aspectos del alma (pensamiento, emoción y acción) están en armonía con las leyes que rigen la Creación, o 2) Con sufrimiento, cuando los caballos, el cochero y el pasajero están en desacuerdo. De lo cual se deduce que si el hombre piensa de una forma y siente de otra, sus actos lo conducirán inevitablemente al sufrimiento. Así como hay leyes que rigen los fenómenos físicos, como ser la ley de gravedad, etc., también hay leyes que rigen los planos instintivos, emocionales, mentales y espirituales. La verdadera libertad surge cuando el hombre obra en concomitancia con esas leyes y no simplemente de acuerdo a su sentir momentáneo, instintivo y/o emocional. Por eso el judaísmo, a través de la Torá y las mitzvót, es un estudio y un entrenamiento constante en adaptar las características humanas a las leyes superiores que rigen todos los planos de la Creación. La Torá nos transmite las leyes objetivas que rigen la vida y la Creación, y las mitzvót nos proporcionan los elementos prácticos, que cuando son bien aplicados, nos ayudan a dirigir nuestros deseos hacia el bien de nuestros semejantes y el nuestro propio, transformándonos de esa manera en "socios activos del programa de la Creación". Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - El Alma El Alma de acuerdo al relato de la Torá Las festividades del pueblo de Israel nos ayudan a afrontar el presente y crear el futuro, y no tan sólo a recordar el pasado. En Pesaj conmemoramos la LIBERTAD. Pero debemos entender qué es la LIBERTAD en la conciencia judía. La LIBERTAD reside en actuar de acuerdo a nuestra verdadera naturaleza y objetivos y no de acuerdo al sentir momentáneo. Todos los planos que rigen la vida tienen sus leyes y es libre quien actúe en armonía con dichas leyes. El relato de Pesaj nos transmite estos conceptos y nos enseña cuál es la naturaleza del hombre y su objetivo. En dicho relato el Faraón simboliza el Néfesh, instintos del hombre, que al ser utilizados incorrectamente pueden esclavizarlo, como sucede en Egipto. Egipto, en hebreo Mitzráim, proviene del vocablo meitzarím que significa limitaciones. Cuando el hombre es esclavo de sus instintos, está sumido en las limitaciones que él mismo se impone. Para liberar al pueblo de Egipto, es decir al hombre de sus limitaciones, llega Moshé: estrato del alma que se relaciona con el pensamiento. Moshé, a través de todo el relato bíblico, enfrenta al Faraón con el propósito de que deje salir a su pueblo de la esclavitud. La mente guiada por la voluntad superior quiere imponerse sobre los instintos para encauzarlos hacia el bien del pueblo, es decir, hacia el bien del hombre. En toda la trama bíblica vemos cómo Moshé, Aharón, Miriam, pueblo, Faraón, Egipto, desempeñan cada uno un claro y determinado rol.

Cada uno de ellos conforma un aspecto de la naturaleza humana, y toda la trama bíblica nos relata el drama existencial del ser humano. Personaje Moshé Aharón-Miriam Faraón Pueblo

Aspecto del Alma Neshamá Rúaj Néfesh Identificación

Egipto

Mitzráim

Característica humana Pensamiento Comprensión Superior Emoción Instintos Deseo de recibir Egoista Conciencia y deseo Limitación de las cualidades superiores, como ser la generosidad

De acuerdo al judaísmo, la LIBERTAD se logra cuando los tres niveles básicos del alma: Néfesh / instintos, Rúaj / emociones y Neshamá / pensamientos, actúan en equilibrio con las leyes que rigen la vida. Cuando la conciencia humana sale de Egipto - Mitzráim, de las limitaciones, y se identifica con los estratos superiores del alma actuando de acuerdo a las leyes espirituales, es entonces cuando hay verdadera LIBERTAD. En el relato bíblico, cuando Moshé sube al monte Sinaí a recibir la Torá, Aharón no logra evitar que parte del pueblo haga el becerro de oro. Cuando el Rúaj /emoción /Aharón queda a merced de un nivel de conciencia bajo, el hombre sucumbe. Gran parte del pueblo pedía volver a Egipto: -¿hacia dónde nos llevas? - le preguntaban a Moshé, quien guiaba al pueblo firmemente hacia la " Tierra prometida ". Moshé simboliza el pensamiento dirigido hacia el bien colectivo y puede ver los objetivos más allá de la situación momentánea. Cuando la conciencia se encuentra en el nivel de la Neshamá, nuestro Moshé interior, es decir a nivel de la comprensión superior, el hombre actúa libre de sus propias limitaciones. Esa es la verdadera salida de Egipto. En la noche de Pesaj se realiza el Seder, cuyo significado es orden. La Torá nos transmite el orden de cómo debemos salir de nuestras limitaciones. Por ello la Hagadá de Pesaj [1] nos recuerda la responsabilidad que tienen los padres hacia sus hijos de relatar dicho episodio generación tras generación, sintiéndose cada uno como si él mismo saliese de Egipto. [1]Hagadá de Pesaj: Relato de la vida del pueblo de Israel durante su esclavitud en Egipto hasta la liberación a través de Moshé y Aharón. La Hagadá se lee durante la cena de Pesaj y es costumbre que los niños pregunten a sus padres sobre el significado de dicho relato. Los Sabios y estudiosos suelen quedarse luego del Seder profundizando y exponiendo el significado interior de la festividad. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Coordenadas Espirituales La Voluntad, el Tiempo y el Espacio Dijo el Rabí Janiná ben Akashiá: "quiso el Kadósh Barúj Hú refinar a Israel y para ello le dio abundancia de Torá y mitzvót" (Mishná). Cabe aquí la pregunta : ¿a qué refinamiento se refería el Sabio Rabí? Las leyes generales que rigen todos los estratos de la realidad y la vida son la manifestación de la Fuerza Creadora dentro del espacio y el tiempo, es decir la Voluntad del Kadósh Barúj Hú. El trabajo espiritual del hombre consiste en elevar su voluntad y deseo a Su Fuente, el Infinito / Ein - Sof, recipiente de la plenitud de Su Luz. Cuando esto sucede, toda la multiplicidad de la realidad y la vida encuentran su resolución al fusionarse con su raíz y máxima identidad, el Kadósh Barúj Hú. El lenguaje de la Kabalá es una precisa nomenclatura que designa las gradaciones de manifestación de la voluntad y el deseo. El Gran Sabio Kabalista I. L. Ashlag en su " Introducción al Libro del Zóhar" nos explica que la voluntad se encuentra por encima del pensamiento, es decir, que cuando el hombre piensa no hace más que articular y darle forma mental a su voluntad y deseo. De acuerdo a la percepción judía de la realidad el pensamiento no es causa

sino consecuencia. El acto de pensar es el resultado de cómo intelectualizamos y percibimos nuestra voluntad y deseo. La función del pensamiento consiste en discernir si nuestro deseo es egoísta o altruista, previendo así la consecuencia de nuestros actos. ¿Qué es lo que el hombre desea ? Todos deseamos recibir plenitud, denominada en el lenguaje de la Kabalá : Luz / Or. Cada uno le confiere a la plenitud, a la Luz, un nombre. A veces la denominamos riqueza, otras salud, otras amor, etc. Cada nombre que le adjudicamos a la plenitud de la Luz responde a nuestras propias limitaciones. La plenitud de la Luz no es influenciada a causa de nuestros intereses temporales ni varía a raíz de los nombres que le adjudiquemos, de la misma forma que las leyes físicas como la gravedad, etc. no se ven afectadas por nuestros pensamientos ni estados de ánimo; lo que cambia es nuestra relación hacia la Luz. Cada nombre nos indica la forma en la cual recibimos la plenitud de la Luz. Todas las denominaciones que mencionamos, riqueza, amor,etc., son características temporales y espaciales, es decir materiales y densas de cómo percibimos la Luz. El lenguaje de la Kabalá nos introduce en sus propios códigos y terminología para denominar nuestra relación y recepción de la Luz / Or, los cuales están por encima de las influencias temporales y espaciales. La recepción de la plenitud de la Luz, de lo completo, es la fuerza primigenia que mueve todos los procesos de la Creación. El deseo de recibir dicha plenitud es lo esencial y común a todos los seres, luego cada uno lo intelectualiza y limita dentro de su mente y/o emociones, transformándolo en algo intelectual y/o emocional.El deseo de recibir es la naturaleza básica de todo lo creado y es lo que nos hace limitar y dividir la realidad, alejándonos de lo que se encuentre fuera del área de nuestros intereses particulares. La Torá nos transmite que la mitzvá más importante es amar al prójimo como a nosotros mismos. Dicha mitzvá nos indica que hasta que el hombre no transforme su deseo de recibir en deseo de dar no logrará entender a su prójimo, a la vida, ni tampoco podrá conocer el objetivo para el que fue creado este mundo. El Kadósh Barúj Hú sólo da, ya que ¿ de quién va a recibir ? Nosotros en cambio somos deseo de recibir. Cuando el hombre recibe para compartir y no por egoísmo comienza a entender a los otros hombres. De ese modo se transforma él mismo en "socio activo del programa de la Creación", que consiste en beneficiar a las creaturas en forma infinita. De acuerdo a la Kabalá, la Creación conforma el espacio donde se producen los movimientos y cambios activados por la voluntad y el deseo. Las dos coordenadas básicas de la Creación son el espacio y el tiempo, es decir que nuestro deseo de recibir se mueve dentro del ámbito de la Creación (espacio y tiempo) para lograr satisfacer sus ansias de plenitud. La voluntad y el deseo están por encima del espacio y del tiempo. La comprobación más contundente de ello es que cuando deseo realmente algo genero el tiempo y el espacio para conseguirlo. Siempre tenemos tiempo para lo que realmente deseamos. Más aún, si ese deseo llega al grado de necesidad, el tiempo y el espacio no son más que coordenadas en donde la voluntad se expande para lograr su objetivo. La voluntad supera lo temporal y lo espacial y es lo que crea, moldea y dirige a estas dimensiones. La voluntad da forma y dirección a todo lo existente dentro de estas dos coordenadas, como ser el pensamiento, la emoción y la acción. Debido a esto, la educación judía busca el desarrollo y fortalecimiento de la voluntad, lo que por ende mejora y refina el pensamiento, la emoción y nuestros actos. Nuestra voluntad debe actuar dentro de las leyes objetivas que rigen la Creación, sino caeríamos bajo influencias pasajeras, es decir que simplemente estaríamos esclavizados a nuestros deseos y emociones temporales olvidándonos del objetivo de plenitud que abarca a todos los seres y a todos los aspectos de la realidad. El hombre debe educarse para pensar dentro de las leyes objetivas que rigen los planos materiales, emocionales, mentales y espirituales como un todo indivisible. Dichas leyes se encuentran codificadas en la Sabiduría Interior de la Torá: la Kabalá. La Sabiduría de la Kabalá se dirige al interior del hombre, a nuestro deseo y voluntad de recibir la Plenitud Infinita (Kabalá = recepción). Todas las expresiones de la Sabiduría de la Kabalá sobre lo temporal y espacial, no se refieren al espacio y al tiempo como los entendemos en nuestra realidad material y sensorial. En el lenguaje de la Kabalá los términos antes y después significan causa y consecuencia, siendo antes la causa y después la consecuencia. Los conceptos superior - elevación se refieren a la medida de refinamiento del deseo mientras que, por el contrario, los conceptos inferior - descenso son medidas de densificación del mismo. Cuando se dice que un estado se elevó, significa que el estado inferior refinó su voluntad y deseo fusionándose con el estado superior, es decir que superó su deseo de recibir egoísta transformándolo en altruismo. Al profundizar en los códigos y el lenguaje de la Kabalá comenzamos a percibir el orden que ocupa cada aspecto de la realidad. A partir de allí podemos entender la vida en forma objetiva, de lo contrario viviríamos en un mundo caótico reaccionando constantemente ante todo lo que sucede sin percibir como cada particularidad tiene su función y lugar en el Todo. El estudio y la aplicación de la

Kabalá a través de las mitzvót debe estar integrado completamente a nuestra vida cotidiana, ya que la substancia a la cual la Kabalá se refiere es el deseo, y es precisamente el deseo lo que la Torá nos exige refinar en nuestro trabajo espiritual. De acuerdo a la Torá, tanto mejor es el hombre cuanto superiores son sus deseos, es decir que sus deseos generan el bien. Y esto es lo que expresó Rabí Janiná ben Akashiá : "quiso el Kadósh Barúj Hú refinar a Israel y para ello le dió abundancia de Torá y mitzvót", con el propósito de acercarnos a EL, Raíz y Fuente de todo lo creado. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Coordenadas Espirituales El Espacio espiritual del Alma El Néfesh, el Rúaj y la Neshamá son solamente tres aspectos generales de la totalidad de la realidad, de acuerdo a la tradición de la Kabalá. El Néfesh contiene, a su vez, diferentes aspectos, ya que los instintos poseen también su parte emocional y mental. Lo mismo sucede con el Rúaj y la Neshamá. El "mapa espiritual de la realidad" (ver diagrama No. 4) representa una de las formas a través de la cual la Kabalá nos transmite los diferentes aspectos que conforman al hombre y a la Creación. Debemos entender que la realidad y la vida son dinámicas y están por encima de esquemas y términos. El estudio preliminar de la Kabalá se basa en el conocimiento del significado de la terminología para acceder posteriormente a dicha realidad. ATZMUT La esencia EIN-SOF El infinito OR EIN – SOF La luz del Infinito TZIMTZUM Concentración del deseo de recibir la Luz del Infinito NESHAMA ALMA OLAMOT Mundos-grados de Ocultamiento de la Luz

OROT luces-grados de Revelación de la Luz del Alma IEJIDA JAIA

ADAM KADMON ATZILUT TIEMPO- ESPACIO BRIA IETZIRA ASIA

NESHAMA RUAJ NEFESH Diagrama 4

De la misma forma que un músico lee una partitura, o un científico descifra una fórmula, así también el iniciado interpreta el sentido correcto de los textos cuando conoce el significado completo de cada uno de los términos del lenguaje de la Kabalá. Néfesh, Rúaj y Neshamá son los aspectos del alma que están dentro del ámbito del tiempo y del espacio, ya que los instintos, las emociones y los pensamientos se suceden temporal y espacialmente. Hay otros aspectos del alma, en hebreo Jaiá y Iejidá, los cuales están por encima de la influencia del tiempo y el espacio y se relacionan con los aspectos más interiores del alma como ser el deseo, la voluntad y el placer. La voluntad y el placer están por encima del pensamiento, la emoción y los instintos, siendo ellos la fuerza motora

que mueve a los hombres. El pensamiento discierne entre los diferentes aspectos de nuestra voluntad, para lograr aprehender lo completo, la plenitud que se expande desde la Esencia del Creador / Atzmút Observamos en nuestro " mapa " (diagrama No. 4), que la raíz del alma está en el Infinito/ Ein - Sof, como nos lo transmite la Sabiduría de la Kabalá: Previo a la Creación, la plenitud de la Luz Infinita llena toda la realidad no habiendo espacio para que el vacío ni la necesidad se manifiesten ("Etz Jaím"). A nivel de nuestra percepción diríamos que la plenitud satisface todos nuestros pensamientos, emociones y deseos, de modo que no queda ningún otro aspecto de la realidad que pueda surgir y atraer nuestra atención. Antes de que surja cualquier deseo o voluntad, la plenitud de la Luz Infinita lo colma, tal como sucede con el feto en el vientre materno que recibe alimento y calor antes de desearlo. Estaríamos plenos, sin conciencia del deseo, ya que antes de que surja cualquier deseo la plenitud lo llena. Es como la historia del príncipe que vive en el palacio de su padre, el rey. Al príncipe nada le falta. Todo lo del rey es suyo, pero él no es el rey. Luego, y continuando con el texto del "Etz Jaím", surge el tzimtzúm /contracción del deseo de recibir la plenitud de la Luz Infinita. El príncipe desea igualarse a su padre, ser rey, pero para ello deberá dejar el palacio y crear su propio reino. Como consecuencia de la contracción del deseo de recibir / tzimtzúm, la plenitud de la Luz Infinita se oculta dejando un vacío de ella misma. Ello sucede dado que no hay imposición en el terreno espiritual, por lo tanto el tzimtzúm permite que surja el libre albedrío y podamos optar por la Luz - el bien - por nuestra voluntad, y no por imposición. Nuestro príncipe se va del palacio y surge el deseo y la conciencia de todo lo que poseía dentro del reino. Ahora el príncipe comienza a comprender a su padre, ya que ante la carencia toma conciencia del valor de todo lo que poseía, y de la gran responsabilidad que implica ser rey. Como resultado del ocultamiento de lo pleno aparece el deseo. El deseo estaba incluído en el estado anterior, pero no tenía la posibilidad de manifestarse, ya que la plenitud infinita colmaba al deseo sin dejarle espacio para que se manifieste. El príncipe en el palacio tenía deseos, pero el rey saciaba todas sus necesidades y el príncipe no tenía conciencia de lo que poseía. Al dejar el palacio surge en el príncipe el deseo de volver a poseer lo que ya era suyo, sólo que ahora es por su propia necesidad y no porque su padre se lo dio. El estado de Infinito / Ein-Sof incluye la Luz (plenitud) y el deseo de recibir la Luz en equilibrio, pero como la Luz llena el deseo, por consiguiente no lo percibimos. Ello es análogo al verdadero amor que unifica sin dejar espacio para que otro sentimiento lo extinga. Luego del tzimtzúm / contracción del deseo de recibir, aparecen los dos estados en forma independiente: la Luz - plenitud, y el deseo de recibir la Luz. Después de que el príncipe deja el palacio, surge la nostalgia de su vida anterior. Esa nostalgia es la que mueve al príncipe a querer recuperar dicha realidad. El espacio creado por el deseo, la nostalgia de la Neshamá de recuperar el estado de plenitud / Ein - Sof, es la Creación. La Creación es el proceso gradual que acerca el deseo a la plenitud de la Luz hasta unificarlos nuevamente como en el estado de Infinito / Ein - Sof, previo al tzimtzúm. ¿Cuál es la finalidad de volver a realizar lo ya existente antes de la Creación ? Como vimos: "Previo a la Creación la Luz del Infinito llena toda la realidad". Este proceso es necesario para la voluntad y deseo de la Neshamá, siendo que en la Luz, en la plenitud, no hay absolutamente ningún cambio ni movimiento. La Luz es completa en sí misma. En cambio, al perder la plenitud de la Luz, el deseo de la Neshamá debe lograr reconstruir el estado de Infinito por su propia necesidad, y no recibir la Luz por imposición como sucede previo a la Creación. Un ejemplo claro para entender dichos conceptos es la relación entre padres e hijos. Cuando el hijo forma una familia y deja la casa de los padres, aprende a ser independiente y autosuficiente como siempre quisieron sus padres, pasando a ser ésta su propia necesidad y no, como lo era anteriormente, sólo el deseo de sus padres. " Por eso dejará el varón a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne." ( Genesis 2:24) Los hijos entienden a sus padres cuando ellos mismos se transforman en padres. El hombre comienza a entender al Creador cuando él mismo se transforma en creador, es decir cuando da. El deseo del alma toma conciencia de la Luz cuando la necesita por su propia voluntad y conciencia, y no por imposición. La independencia del deseo con respecto a la Luz genera nuevos espacios espirituales indicados en nuestro "mapa" por los 3 mundos: Briá, Ietzirá y Asiá, que indican los diferentes grados de recepción de la Luz Infinita. Los estratos del alma, también

denominados grados de la Luz, señalan los grados de aproximación del deseo hacia la Luz. En el lenguaje de la Kabalá, el deseo es denominado klí y la Luz Or. Los 5 grados de la Luz / Or y los 5 mundos /olamót que reciben dicha Luz están situados en nuestro "mapa" (diagrama 4) uno frente al otro, indicando así la relación directa de cada grado de la Luz / Or con su respectivo espacio y mundo. El tiempo y el espacio sólo se manifiestan a partir de los 3 mundos inferiores Briá, Ietzirá y Asiá. Esto sucede ya que los 2 estratos superiores del alma - la voluntad (Jaiá) y el placer (Iejidá) - se encuentran por encima de la influencia temporal y espacial. Ello se debe a que la voluntad y el placer del alma no dependen de cambios sino que son permanentes. El alma sólo desea unificarse a la plenitud de la Luz como el amor que unifica al hombre y a la mujer para crear y dar de sí mismos. Pero cuando la voluntad y el placer se revisten de pensamientos, sentimientos y acciones comienza el movimiento en pos de la plenitud de la Luz en los 3 mundos inferiores, Asiá, Ietzirá y Briá. Ello produce movimiento a nivel humano, generando así tiempo y espacio. La Kabalá y el Judaísmo en general, a través del estudio de la Torá y la aplicación de las mitzvót, se basa en el desarrollo de todos estos aspectos orientados hacia el objetivo fundamental: guiar al deseo, la voluntad y el placer del hombre hacia el bien colectivo " AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO" Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá - Coordenadas Espirituales Los Estados de la Voluntad y el Deseo Antes de la manifestación del tzimtzúm (contracción original del deseo de recibir la plenitud de la Luz Infinita) el Ein-Sof (Infinito) llena toda la realidad. "Debes saber que antes de la emanación de las emanaciones y de la creación de las creaciones, Or Elión Pashút (Luz Suprema Simple) llena toda la realidad. Y no hay en ese estado, lugar vacío distinguible como aire vacuo ni espacio, sino que todo está lleno de esa Luz Infinita Simple. Y no hay para ese estado distinción de principio ni de fin, sino que es todo Luz Simple, igual en una igualdad única. Y eso es lo llamado Luz Infinita (Or Ein- Sof)" . " El Arbol de las Vidas"/"Etz Jaím" (texto transmitido por el Rabino y Sabio Kabalista Itzják Lúria Ashkenazi a su discípulo el Rabino Jaím Vital siglo XVI, Safed). Como vimos en el capítulo "El espacio espiritual del alma": Ein- Sof es el estado previo a la manifestación de la Creación en el cual reina el lleno absoluto y donde el deseo es colmado antes de manifestarse. antes de que surja cualquier deseo o voluntad, la plenitud de la Luz del Ein-Sof lo llena tal como sucede con el feto en el vientre materno, quien recibe alimento y calor antes de desearlo. Esto sucede, no porque no exista allí voluntad ni deseo sino a causa de que la plenitud de la Luz llena toda la realidad sin dejar espacio para que el deseo u otro tipo de voluntad se manifieste. Al no haber ninguna voluntad ni deseo no hay "movimiento", ya que el deseo y la necesidad son los que producen dicho "movimiento". Si no hay "movimiento" tampoco rigen "allí" el tiempo y el espacio. En cambio, luego que se activa el tzimtzúm (contracción y limitación) surgen la voluntad y el deseo. Lo que estaba en potencia pasa a manifestarse, y aparecen así el tiempo y el espacio y todo tipo de formas y movimientos buscando reconstruir el estado previo al tzimtzúm. Nace la Creación, es decir, el deseo y la voluntad de recibir la Luz que llena la realidad antes de revelarse el tzimtzúm. La Creacion, lo nuevo, es el deseo. Debemos saber que hay dos formas de ver la realidad. La primera es anterior al tzimtzúm, raíz y esencia de todo. Es el equilibrio completo en el cual todas las posibilidades están incluídas en armonía perfecta, el Infinito / Ein - Sof. La segunda es posterior al tzimtzúm e incluye infinidad de posibilidades y aspectos en su forma de manifestarse. - La primera está más allá de la percepción y la conciencia momentánea del hombre. Se halla fija en SU LUGAR, trascendiendo todo espacio, tiempo, cambio y permutación . Es el estado de Infinito / Ein - Sof. - La segunda, en cambio, depende de la voluntad y el deseo de cada hombre, y está subordinada a los cambios emocionales y mentales dentro de las coordenadas de espacio y tiempo a las cuales cada hombre está sometido.

- El primer estado, anterior al tzimtzúm, se encuentra más allá de los cambios y es la meta de toda actividad y movimiento, es decir, de todo estado que no sea "ESE" (el Infinito). - El segundo, es el estado de manifestación en el cual se producen todos los cambios y dentro del cual todo lo que esté fuera del primero se mueve constantemente, produciendo diferentes formas en su querer asemejarse al primero, es decir al estado previo al tzimtzúm. - El segundo es un ocultamiento del primero y comprende toda la gama de grados existentes exceptuando al primero; entendiendo estos grados y diferencia de estado como diferencias en lo que se desea y donde se aplica la voluntad. La cercanía o distancia entre los hombres reside en donde cada uno focaliza su voluntad y deseo, y eso es lo que acerca o aleja a un hombre de su semejante. Debido a ello la educación judía, a través de la Torá y las mitzvót, educa la voluntad y el deseo, llevando gradualmente al hombre a depurar y elevar su deseo hasta hacerlo uno con la plenitud de la Luz Infinita. Cuanto mayor es la lejanía con respecto al estado de lleno y completitud, el Infinito - Ein Sof, mayor es la "distancia" con respecto al origen. Pero esta "distancia" no se mide en términos de espacio ni de tiempo, sino en la forma diferente de aplicar la voluntad : Deseo de recibir - egoísmo, o deseo de dar altruismo. En la Creación percibimos infinidad de grados de la voluntad y el deseo. Desde los estados más "alejados" e inmersos en los mayores ocultamientos espirituales como los reinos mineral, vegetal y animal, hasta llegar al hombre donde están dadas todas las posibilidades y potencias para llegar a los más altos grados, trascendiendo así la mecanicidad de los estados inferiores. El hombre contiene en sí todos los reinos existentes, desde lo mineral hasta las posibilidades más refinadas de lo espiritual. A través del uso de su voluntad, el hombre puede trascender la identificación con los estados inferiores y alejados del estado original, el Infinito/Ein- Sof, para ser UNO con la única REALIDAD el KADOSH BARUJ HU. Principios Generales de la Sabiduría de la Kabalá La Esencia, el Infinito y el Alma La generalidad de la realidad desde el punto de vista espiritual se divide en tres índoles: ATZMUT EIN- SOF NESHAMA ATZMUT: es la esencia inmanifestable, la mismidad del Creador y su "lugar" está por encima de la palabra y toda articulación posible. De acuerdo con los maestros de la Kabalá nada se puede expresar acerca de SU ATZMUT, ya que no tenemos alcance alguno. Todo lo que digamos acerca de la ATZMUT del CREADOR estará basado en meras suposiciones e imaginación, y la Kabalá sólo trata de lo que el hombre tiene la potencialidad de alcanzar mediante su esfuerzo y superación. Por lo tanto, todo esfuerzo en dirección a definir la Esencia es contraproducente y no responde a los propósitos de la Kabalá. Todo el vocabulario que maneja la Sabiduría de la Kabalá no tiene realidad en Atzmút, es decir en la Esencia del Creador, sino sólo en la Luz que se expande desde EL, en Su manifestación. EIN-SOF: es el Infinito donde se encuentra el "programa de la Creación", cuya finalidad y voluntad es beneficiar a las creaturas infinitamente. Ein - Sof es el "lugar" de encuentro entre la Esencia del Creador y la Neshamá, entendiendo este vínculo como la voluntad original de dar placer y completitud a todas las creaturas. Por lo tanto Ein - Sof es el espacio de relación entre la Esencia del Creador/Atzmút y su Creación.

NESHAMA: es aquella a la cual le está destinada toda la plenitud, beneficio y completitud contenidos en el Ein Sof. Cinco nombres tiene el alma y éste es su orden de lo inferior a lo superior: Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jaiá y Iejidá. Así comienza el libro "Shaar haGuilgulím"/ "El Pórtico de las Rotaciones del Alma", tal como lo recopiló el Rabino y Kabalista Jaím Vital según lo recibió de su maestro el Rabino y Sabio Kabalista Itzják Luria Ashkenazi, conocido como el Ariz’al. La Luz del Infinito / Or Ein - Sof, al ingresar dentro del ámbito de la Creación adquiere voluntad y conciencia diferenciada, lo cual se traduce en diferentes seres y formas. Este proceso ocurre simultáneamente en todas las particularidades de la Creación, adoptando así la Luz del Infinito diversos grados e índoles. En el hombre estos grados de voluntad y conciencia conforman los diversos estratos del alma, llamados: Néfesh, Rúaj, Neshamá, Jaiá y Iejidá. Los 5 estratos del alma con su infinidad de gradaciones son los grados de la Luz del Infinito revestidos en la conciencia, voluntad y deseos del hombre. Estos 5 grados son las Luces que luego van a iluminar gradualmente los ocultamientos producidos por el acto del tzimtzúm / contracción original del deseo de recibir la Luz del Infinito, en los 5 mundos denominados : Adam Kadmón, Atzilút, Briá, Ietzirá y Asiá. Mundos Adám Kadmón Atzilút Briá Ietzirá Asiá

Grados del Alma Iejidá Jaiá Neshamá Rúaj Néfesh

La palabra mundo, en hebreo olam, proviene del verbo lehialém que significa ocultar. Es decir que cada mundo es un ocultamiento de su estado precedente, y el mundo superior es a su vez generador y causante de su inmediato inferior. La relación entre los mundos está regida por la ley de causa y efecto, siendo que todo lo que sucede en los mundos inferiores es el resultado de cómo éstos reciben lo superior, y no cómo lo superior es en sí mismo. La única posibilidad de que los mundos inferiores expandan sus límites y se unifiquen con los superiores es elevándose hacia ellos. Esto sólo se logra refinando nuestros deseos, nuestra voluntad y conciencia. La realización de este proceso requiere el conocimiento y la puesta en práctica de los aspectos fundamentales de la Sabiduría de la Kabalá, que son : MAASE BERESHIT: conocimiento y conciencia de los mundos, planos y grados que rigen la Creación. En el lenguaje de la Kabalá ellos son designados con nombres muy precisos que indican, para el iniciado, la distancia espiritual con respecto a los estados superiores y al origen, el Infinito / Ein - Sof. El estudio de este "mapa" (diagrana 5) y su nomenclatura, introduce al iniciado en los diferentes grados y voluntades existentes, y depende del esfuerzo personal de éste para que dicho estudio trascienda el plano mental y pase a ser espiritualmente aplicable. MAASE MERKABA: trabajo espiritual del hombre en su ascenso gradual por los mundos. La base de este estudio es el refinamiento de nuestra voluntad y deseos personales sin lo cual no se "abren" las puertas de nuestro corazón, que es el lugar donde está la merkabá, la carroza, que puede llevarnos hacia los mundos superiores. En maasé merkabá es fundamental trabajar el ratzón lekabel / voluntad y deseo de recibir y el ratzón lehashpía / voluntad y deseo de dar y beneficiar, ya que el ratzón lekabel hace descender la carroza hacia los mundos inferiores y el ratzón lehashpía la eleva hacia los mundos superiores. En este aspecto reside, en definitiva, el libre albedrío del hombre: ratzón lekabel, deseo de recibir egoísta o ratzón lehashpía, deseo de dar y beneficiar.

Ratzón, deseo y voluntad, es lo que produce todos los movimientos en el hombre, tanto en lo personal como en lo colectivo, en lo espiritual y en lo material. Todo es parte de una y única realidad indivisible de la cual cada Neshamá es una manifestación. El trabajo del hombre consiste en transformar su ratzón lekabel en ratzón lehashpía. El ratzón lekabel es imposible de anular ya que es toda la Creación y la fuerza que mueve nuestra vida. El trabajo espiritual conciente consiste en que nuestro deseo de recibir sea un deseo de recibir para dar. De esa forma elevamos nuestro pequeño y limitado mundo al Infinito/Ein - Sof donde todas las Neshamót son UNA y todos los olamót / mundos, son UNO. Introducción Para introducirnos en la percepcion judia de la realidad debemos aprehender determinados principios generales que nos facilitaran la comprension de los objetivos de la educacion de acuerdo a los parametros que nos enseña la Tora. 1. Cuatro formas generales La Tora, en el libro de Bereshit - Genesis 2:4, nos ensenia que el mundo fue creado para la accion. Por ello observamos que toda sabiduria, filosofia y corriente de pensamiento finalmente se materializa en actos concretos y en un modo de vida a traves de cuatro formas generales: a) Cuando el pensamiento y la emocion justifican nuestros deseos sin considerar las consecuencias que estos generen: egoismo. b) Cuando la pasividad e inercia dan lugar a «espacios vacios» que en ultima instancia son llenados por pensamientos, emociones y actos inconcientes: indiferencia. c) Cuando nos basamos en nuestros pensamientos y emociones para prever los efectos de nuestras acciones: buenas intenciones. d) Cuando discernimos en base a Principios Universales y Objetivos, previendo asi, realmente, la consecuencia de nuestros actos: altruismo. El item d) señala el proposito de la educacion judia. De ahi el lugar insustituible que ocupa el estudio como medio para que el hombre agudice cada vez mas su discernimiento, pues de lo contrario corremos el riesgo de hacer del conocimiento un fin en si mismo: saber por saber. El estudio debe llevar a la comprension y esta a la practica transformando asi la actitud humana, en forma tal que tomemos conciencia de nuestras acciones, y si estas conducen al bien colectivo. Solo entonces podremos prevenir que surja el egoismo, consecuencia de la autojustificacion y la percepcion subjetiva de la realidad. Amaras a tu projimo como a ti mismo. Levitico 19:18 No hagas al projimo lo que no quieras que te hagan a ti. Talmud Babli, Shabat 31 El pueblo de Israel ha perpetuado esta forma de percibir la vida basado en las mitzvot (*), las cuales le brindan al hombre parametros concretos con que evaluar la realidad y un camino seguro para lograr su plenitud y la finalidad para la cual fue creado.

Asi el mensaje judio se transmitio de generacion en generacion llegando su esencia universal vigente e intacta hasta nuestros dias. (*) Codigo que incluye 613 instrucciones generales contenidas en la Tora para el trabajo espiritual del pueblo de Israel. 2. Una nueva y original forma de percibir la realidad Hace aproximadamente 4000 años Abraham Avinu inicia una nueva y original forma de percibir la realidad basada en el altruismo, tal como fue expuesto en el item 1 apartado d). Abraham Avinu comprendió la dificultad y las debilidades del hombre en su camino espiritual; siendo aún niño destruyó las estatuas de Téraj, su padre, quien se encontraba inmerso en la idolatría reinante. La representación de imágenes fija la realidad en un momento histórico, a una estética, a una determinada cosmovisión. El impedimento de darle forma material a la realidad espiritual nos exige sobreponernos a nuestras limitaciones mentales y emocionales. La imagen parcializa y proclama la independencia de lo particular y pasajero en lugar de elevar e integrar lo individual a lo eterno. Abraham Avinu descubre que la aparente multiplicidad de seres y aspectos que conforman la realidad, tanto de orden material-sensorial como espiritual, son diversos grados de una misma y única Realidad Infinita, denominada en el lenguaje interior de la Torá: Ein - Sof. Dicha Realidad es generada por la Esencia Creadora, la cual es llamada en el mencionado lenguaje espiritual: Kadósh Barúj Hú, HaShém, Atzmút, etc. 3. De acuerdo a Sus actos Lo conoceré Del Kadósh Barúj Hú no tenemos aprehensión ni percepción en absoluto. Los cinco sentidos humanos sumados a lo máximo que nuestra imaginación pueda transmitirnos es, en el mejor de los casos, la manifestación del efecto de la actividad de la Esencia, pero nada pueden ofrecernos acerca de la Esencia en sí misma. De acuerdo al judaísmo la Esencia es incognoscible y no posee nombre ya que todo nombre es un límite, una definición, y aquí nos estamos refiriendo al principio generador de toda la realidad, el cual es atemporal y aespacial. Los textos tradicionales judíos nunca definen la Esencia, sino que los nombres y denominaciones allí mencionados se refieren a las diferentes formas y manifestaciones a través de las cuales la percibimos. 4. Si Lo conociera sería El (Baal Shém Tov) Solamente en el Kadósh Barúj Hú «somos». Cuando la mente intenta conocer al Yo, en hebreo Anojí, llega a un punto impenetrable, dado que conocer nuestro Yo y conocer la Esencia es lo mismo (ver item 3) . El Kadósh Barúj Hú es la máxima identidad de toda la realidad en «donde» todo y todos «somos Uno». Así como el agua contenida en un recipiente al ser devuelta al océano se funde y unifica con el mar, así cada alma es parte inmanente de la Esencia Infinita. En el ámbito espiritual conocimiento es fusión, en hebreo dvekút. Dvekút es lo que unifica al conocedor con el conocimiento y lo conocido. Para lograr la dvekút no es suficiente la especulación intelectual, es necesaria la vivencia, que se alcanza mediante el estudio de la leyes espirituales, la Torá, y la práctica de actos de bien: las mitzvót. De esa forma el hombre recrea en su vida la Realidad Infinita.

5 . Leyes espirituales Cuando el hombre des-cubre una ley accede a un código que le proporciona los elementos y el orden de cómo definir y reproducir un fenómeno. Así como el conocimiento de la ley de gravedad nos permite construir edificios, aviones, etc., el conocimiento espiritual nos permite crear el «espacio apropiado» para que se manifieste el amor, la comprensión, el aprendizaje, etc. Las leyes que rigen el ámbito corporal, instintivo, emocional, mental y

espiritual son objetivas, ya que no dependen de lo que sentimos, pensamos, ni de cómo percibimos la realidad. Si creemos o no creemos en la ley de gravedad, ésta actuará independientemente de nuestra creencia. La auténtica educación judía debe forjar en el hombre instrumentos de discernimiento que le permitan captar la realidad en base a parámetros objetivos. Por ello la Torá nos transmite principios concretos: las mitzvót, que al ser realizadas concientemente, como será explicado a lo largo del libro, logran activar todas las potencialidades del hombre expandiendo permanentemente su visión de la realidad. La realización de las mitzvót nos compromete intencionalmente con las necesidades del prójimo y la sociedad. De esta forma el hombre actúa como el Kadósh Barúj Hú, da de sí, y al hacerlo, finalmente, disfruta de una nueva vivencia: comienza a conocer-Lo y ser en El, como fue explicado en el item 4. 6. Estímulos exteriores - estímulos interiores El hombre vive generalmente reaccionando ante estímulos exteriores: ¿Qué opinan de mí, qué poseo?, etc. El egoísmo, la imagen superficial y lo perecedero absorben gran parte de las energías humanas. La realidad materialsensorial acapara la existencia, haciendo que el hombre olvide su verdadera identidad y el objetivo de su existencia. Cuando esto sucede, la conciencia comienza a recorrer un laberinto en torno a lo inmediato, a la apariencia, olvidando el hombre «quién es» y el porqué de su existencia. La vida se transforma en un permanente reaccionar ante lo superfluo, y así se crea una sociedad en la cual sus integrantes no se conocen a sí mismos y no conocen a su prójimo; ya que toda relación se basa en la imagen y en estímulos exteriores. Los verdaderos objetivos quedan opacados y la fuerza interior se diluye, perdiendo el hombre la conciencia de su identidad y el propósito de su existencia. 7. El impulso interior Las mitzvót -fundamento de la percepción judía de la realidad- nos brindan los medios para superar la dependencia que impone la realidad material-sensorial cuando se transforma en un fin en sí mismo. El Shabat, por ejemplo, establece un entrenamiento espiritual semanal: La mujer enciende las velas. Llega la Luz al hogar creando una pausa de toda actividad en pos del ámbito material y por lo tanto una distinción cualitativa dentro del tiempo. Cada individuo en forma personal, y la comunidad colectivamente a través de la tefilá (Concepto traducido generalmente como oración y plegaria, es la meditación judía por excelencia a través de la cual el hombre activa todo su ser y la realidad en dirección a su origen y el origen de todo lo creado: el Kadósh Barúj Hú.), los cánticos y la alegría, unen sus voluntades a la voluntad del Kadósh Barúj Hú (ver item 4). Cada familia se reune en su respectivo hogar, recibe generalmente huéspedes (lo cual incluye varias mitzvót), realizan el kidúsh, etc. Todo ello crea un espacio en el tiempo dentro del cual podemos des-cubrir un nuevo ámbito de la realidad: el altruismo. Cada acto que me identifica con el Shabat, como cada una de las mitzvót, activa cuatro componentes básicos: a) Concreto: La realización del acto en sí. b) Emocional: El entusiasmo y la actitud positiva. c) Mental: La intención conciente. El conocimiento de los diferentes mecanismos sensibles e inteligibles que son activados al realizar la mitzvá. d) Espiritual: El altruismo que expande permanentemente la percepción de la realidad. La realización del acto concreto (a) y la emoción positiva (b), sumadas a la comprensión superior (c), expanden la conciencia humana (d). La experiencia del rito, en su índole interior, nos da acceso a una forma de conocimiento que fusiona (dvekút) al individuo con sus semejantes y con su máxima identidad: el Kadósh Barúj Hú. Lo mental

nos brinda cierta noción de la realidad pero también la limita. Por ello la experiencia y aprehensión interior de los símbolos y ritos, asociados al estudio conciente, nos ayudan a trascender las formas puramente intelectuales. De ese modo el hombre comienza a percibir lo interior y a superar la vida basada tan sólo en estímulos exteriores. Pero el comienzo, como todo comienzo, exige un desafío: el esfuerzo de superar las influencias del mundo material-sensorial, o sea, destruir los ídolos tal como lo hizo Abraham Avinu (ver item 2). Quien vivió pendiente de estímulos exteriores deberá activar su voluntad para salir de la inercia y «cambiar el rumbo». Ese es un momento muy importante, ya que aparece la oportunidad de comenzar a conocernos des-cubriendo quiénes realmente somos (consultar item 4) . Cuando hacemos una pausa con respecto a la realidad material-sensorial creamos un espacio en el tiempo: Shabat. La auténtica vida de Torá y mitzvót desarrolla la percepción de la realidad, no sólo en función de las necesidades propias sino también de las del semejante y la sociedad. Así logramos transformar el espacio que nos distancia de los hombres en un espacio de encuentro, donde nos asociamos desarrollando proyectos para el bien colectivo. De este modo, cada individuo logra reconocerse como parte inherente de una misma y única realidad infinita e indivisible. 8. Un sendero que trasciende las barreras del tiempo La percepción de la realidad iniciada por Abraham Avinu tendrá continuidad a través de su descendencia, primero con su hijo Itzják y luego a través de su nieto Iaacóv. Varias generaciones después, cuando Moshé Rabeinu recibe y transmite la ley escrita y oral, la Torá, y el pueblo de Israel se consolida como nación, esta forma de pensamiento adquiere un carácter nacional y universal. El Tanáj, la Mishná, el Talmud, la Kabalá, la Halajá, la Jasidút, el Musár, etc., sumados a las miles de explicaciones y comentarios que de estas fuentes surgieron, nos transmiten por miles de años una línea de pensamiento, una identidad, y principalmente una forma de vida basada en la unidad armónica de todos los aspectos de la realidad. 9. Del hombre al hombre, del hombre al Kadósh Barúj Hú Dicha forma de aprehender la vida como un todo se traduce en el modo en el cual el judaísmo percibe la relación del hombre con su prójimo y la relación del hombre con la fuerza generadora y máxima identidad de toda la realidad. En el judaísmo estos dos aspectos son complementarios y se refuerzan constantemente. Así el hombre tiene la posibilidad de desarrollarse en base a parámetros concretos y evaluar la realidad en todos los ámbitos en los cuales la vida se manifiesta. Como fue explicado en el item 1 toda filosofía y/o forma de pensamiento desemboca finalmente en un modo de vida y, por lo tanto, en una escala de valores. Es por ello que la educación judía se concentra en el fortalecimiento de la voluntad altruista, ya que es justamente el egoísmo la fuente del mal. Pero, como lo hemos mencionado y desarrollaremos con más profundidad a lo largo del libro, ello debe ser realizado en base a principios universales-objetivos y no solamente de acuerdo a nuestro sentir momentáneo. Dichos principios, como vimos, son las mitzvót que transmite la Torá, puesto que a través del desafío constante de su aplicación nos enfrentamos concientemente con nuestros deseos evaluando objetivamente si nuestro comportamiento es altruista o egoísta. Las mitzvót son los principios universales que rigen la armonía entre los hombres y los diversos planos de la realidad: material-sensorial, emocional, mental y espiritual. Como ya lo aclaramos son objetivas, de la misma forma en que lo son las leyes que controlan los fenómenos físicos que el hombre no inventa sino que des-cubre, ya que no dependen de lo que sentimos y pensamos, ni de nuestra intelectualización de la realidad. Hacer hincapié en transformar el egoísmo en altruismo es el objetivo central de la educación judía, ya que el egoísmo nos hace perder objetividad al alejarnos de nuestra verdadera esencia.De este modo el hombre educa su voluntad y aprende a identificar el bien y elegir por sí mismo. Entonces logramos expandir y armonizar gradualmente nuestros limitados deseos con la voluntad del Kadósh Barúj Hú siendo ésta, en última instancia, nuestra verdadera y máxima aspiración e identidad.

Capítulo 1 Primera parte (ir a introducción) . La armonía universal Yo soy una creación y mi prójimo también. Mi trabajo está en la ciudad y el suyo en el campo. Yo me levanto temprano para hacer mi labor y él para hacer la suya. Así como él no presume de realizar mis tareas, tampoco yo presumo de realizar las suyas. Se nos ha enseñado: Aquél que produce más y aquél que produce menos son iguales en tanto sus corazones estén dirigidos hacia el cielo. -- Talmud de Babilonia, tratado Brajót página 17a La humanidad es análoga a un gran cuerpo compuesto por distintos órganos, cada uno con diferentes funciones pero con el objetivo común de servir al bienestar del hombre. El hombre está sano cuando cada célula de cada órgano trabaja para que éste pueda servir al cuerpo. En cambio, si una célula se desliga de su función y responsabilidad con respecto al órgano al cual pertenece y trabaja para sí, descuidando su relación con el resto del cuerpo, ello afectará a todo el sistema debilitando también a la propia célula que generó dicho desequilibrio. Toda cultura y civilización cumple una función en el contexto del gran cuerpo de la humanidad. Cada individuo tiene una función irreemplazable dentro del «órgano» al cual pertenece. Los conflictos entre diferentes pueblos y civilizaciones son similares a un cuerpo enfermo. Cuando el deseo de recibir egoísta induce a un individuo o a un grupo a pretender que el «órgano» al cual pertenece sea el único válido, está actuando en contra de la ecología espiritual, o sea de las leyes con las cuales el Kadósh Barúj Hú manifestó la Creación. En cambio, cuando todos los pueblos se unen con la intención de beneficiar al gran cuerpo que conforma la humanidad, todos reciben por igual: uno produce materia prima, otro la desarrolla, y así sucesivamente. Cada ser, comunidad, nación, etc., aporta de acuerdo a su verdadera naturaleza y vocación y de esa forma comparte todo y se unifica en torno al objetivo común: el bienestar del hombre. Es así como cada ser humano, sociedad, cultura y civilización, logra expresar su potencial en forma constructiva de acuerdo a sus características. Sólo así podrá surgir el bien que conduce a la armonía universal. . El bien y el mal ... para que decidan entre lo verdadero y lo falso, entre el bien y el mal ... Rambán (Najmánides) sobre la Torá Bereshít 9 Odiad el mal y amad el bien ... Amós 5:15 Hasta no definir nuestro objetivo el bien y el mal son relativos y todo queda aparentemente abierto ante nosotros. En cuanto definimos conciente o inconcientemente nuestro objetivo, el bien y el mal adquieren definición. El bien es todo aquello que nos acerca al objetivo mientras el mal es lo que nos aleja de él. Sin embargo, aún estamos dentro del ámbito de lo relativo, ya que si el objetivo que nos propusimos no es real estaremos invirtiendo nuestro esfuerzo en vano. Asimismo, si el objetivo de un malvado es hacer daño, todo lo que lo ayude a lograrlo para él será «el bien» ya que lo acerca a «su» objetivo. Los diferentes estratos de comprensión de la Torá, como la Halajá, el Midrásh y principalmente la Kabalá -que incluye todos los niveles de la Torá- nos revelan la Sabiduría interior de la vida a través de la cual el hombre puede tomar conciencia de los verdaderos objetivos y de cómo alcanzarlos. Así superamos el ámbito caótico y de cambio constante que resulta al vivir reaccionando a nuestro sentir momentáneo. Esto sucede cuando logramos definir objetivamente dónde reside el bien y dónde el mal. De este modo surge la comprensión del objetivo del

bien por el cual el Kadósh Barúj Hú manifestó la Creación, y así comenzamos a definir qué es realmente el bien y qué es el mal. Entonces el bien será «verdadero» y podrá acercarnos al objetivo. . El objetivo El libro del Zóhar [1] nos indica que el objetivo de la Creación del hombre es la plenitud total y absoluta que surge solamente cuando creamos el «espacio apropiado», tal como fue descrito en el item 5. La Creación, como el cuerpo, es completa y perfecta cuando todos sus componentes actúan armónicamente. Recordemos que el cuerpo está sano cuando cada célula de su respectivo órgano trabaja para el bien del cuerpo. Análogamente, cuando cada individuo transforma su egoísmo en altruismo actuando en pos del bien colectivo, surge el espacio para la plenitud. Así como el cuerpo es perfecto en su conjunto y no en sus partes aisladas, la Creación es también completa en su totalidad. La perfección es el logro de la armonía entre las partes, dado que cada individuo necesita de su prójimo y de la sociedad para realizarse. Por ello, y solamente cuando cada individuo canaliza su energía en pos del bien colectivo, surge la perfección. La vida basada en la satisfacción momentánea nos desvía del mencionado objetivo. En cambio, las mitzvót nos ayudan a armonizar nuestros actos presentes en pos del objetivo que incluye todo y a todos (véase item 1). Por dicha razón un gran principio general ( mitzvá) y original de la Torá, como lo expresó Rabí Akiva, es: Amarás al prójimo como a ti mismo. Todo acto que nos aleja de dicho objetivo retrasa la manifestación del bien absoluto, dado que a través del amor y el compromiso con el prójimo logramos la fusión (dvekút) con nuestra máxima identidad, donde todos los conflictos encuentran su resolución: el Kadósh Barúj Hú. Notas: 1- El libro del Zóhar recoge la Sabiduría Interior de Israel, la Kabalá, transmitida por los Sabios de la Mishná (compilación de la tradición oral de Israel) hasta el tanaíta Rabí Shimón Bar Yojái, siglo II de la e.c. El término zóhar implica dos aspectos: brillo y esplendor (de la plenitud de la Luz), y también cuidado y advertencia (lehizahér), ya que para recibir y transmitir la Luz es necesario un sumo cuidado en nuestros actos e intenciones. Capítulo 1 Segunda parte

4. El camino del hombre El camino del hombre puede realizarse por dos vías: a) Inconcientemente, y en última instancia, sufriendo y reaccionando sin dirección objetiva a causa de su ignorancia (ver item 1, a, b y c). b) Concientemente, al definir a través del estudio interior de la Torá y la práctica intencionada de las mitzvót los límites entre el bien y el mal, lo real y lo imaginario (ver item 1d).

5. Las mitzvót El concepto mitzvá (singular de mitzvót) indica la acción que activa y conecta (tzavta) diferentes ámbitos de la realidad; y a su vez nos da conciencia del prójimo a partir del fortalecimiento de la voluntad y la perseverancia en la realización de actos altruistas (ver item 7). Las mitzvót ayudan a trascender el egocentrismo, ya que a través de

su práctica el hombre comienza a comprender que el mundo no comienza ni termina en él. Las mitzvót nos brindan parámetros para medir nuestro grado de altruismo y egoísmo, son coordenadas espaciales y temporales (Las mitzvót impulsan el altruismo hacia los diferentes espacios en que el deseo se manifiesta: material-sensorial, emocional, mental y espiritual, indicándonos el ritmo adecuado y el momento propicio para realizar nuestras actividades y expresar nuestros sentimientos y pensamientos) de expansión y contención de nuestros deseos (ver item 1). Las mitzvót tienen una sola y única fuente: el Kadósh Barúj Hú. Para lograr una mejor comprensión, nuestros Sabios Ê''Ï las ordenaron en dos grupos generales: (I) a) Mitzvót que ayudan al hombre a discernir si su relación con el prójimo es altruista o egoísta (bein adám lejaveró). b) Mitzvót que orientan al hombre en pos de la energía de vidas que nutre toda la Creación y su máxima identidad: el Kadósh Barúj Hú (bein adám laMakóm). (II) a) Mitzvót de expansión de la voluntad (asé). b) Mitzvót de contención del deseo (lo taasé). 6. (Ia) Mitzvót bein adám lejaveró, (Ib) Mitzvót bein adám laMakóm Ia) Las mitzvót que relacionan al hombre con su prójimo (bein adám lejaveró) nos ayudan a comprender que las necesidades de los otros son tan importantes como las propias, y cuando no están resueltas nos afectan a todos por igual. Así el hombre puede lograr incorporar la noción de unidad dentro de la aparente multiplicidad de la realidad, ya que cuando el objetivo de los hombres es similar se unen en pos de él y «la unión hace la fuerza». El bien colectivo es el objetivo que nos une y responsabiliza mutuamente, primero hacia nuestro entorno, familia, amigos, luego hacia la comunidad y el mundo todo. Ib) Las mitzvót que relacionan al hombre con el Kadósh Barúj Hú (bein adám laMakóm) nos transmiten «el ritmo» de recepción de la plenitud de Su Luz Infinita para así fusionarnos, dvekút, en El (ver item 4). ¿Cómo puede fusionarse el hombre con el Kadósh Barúj Hú? La comprensión de este concepto requiere una introducción para acceder a los fundamentos de la espiritualidad judía, y por ende a sus mecanismos educativos. Así como los objetos materiales se separan físicamente, las existencias espirituales se separan cuando poseen objetivos disímiles. Cuanto mayor es la diferencia en el objetivo mayor será la distancia espiritual. Como ya lo explicamos, un ejemplo de esto es el cuerpo humano: nuestro cuerpo está compuesto por distintos órganos, cada uno con diferentes funciones, pero con un solo y único objetivo: servir al bienestar del hombre. El hombre está sano cuando cada órgano trabaja para este cometido. En cambio, si cada órgano trabaja para sí descuidando su relación con el resto del cuerpo, éste se resentirá y finalmente el propio órgano se verá afectado. Ello significa que cada célula y cada órgano estará en armonía con el cuerpo y entre ellos mismos mientras su objetivo sea común. Igual sucede con las almas humanas, a pesar de estar revestidas en diferentes cuerpos, cuando su objetivo es similar: el bien colectivo, entonces nos unificamos y somos uno con la Fuente Infinita. La concretización del bien colectivo no surge instantáneamente sino que requiere una elaboración, un proceso educativo. Como ya lo expresamos en otros textos, en el ámbito espiritual, a diferencia del material, el acto de dar

y recibir no es simultáneo. Cuando alguien nos da un objeto tenemos la posibilidad de recibirlo inmediatamente. En lo espiritual no es necesariamente igual, el acto de dar y recibir no siempre coincide en el tiempo. Quien transmite una sabiduría no tiene garantía alguna de que ésta sea recibida; el alumno tendrá que esforzarse con el fin de aprehenderla. La Torá nos dice que el Kadósh Barúj Hú «demoró» 6 días en crear el Mundo y 40 en dar la Torá a Moshé en Sinái. Eso nos indica que no es suficiente con dar sino que debemos enseñar cómo recibir correctamente la Sabiduría. En hebreo, el verbo recibir proviene del vocablo Kabalá (recepción), es decir el conocimiento que nos enseña cómo recibir los diferentes grados de la Sabiduría que nos transmite la Torá. La Torá, a través de sus Sabios, nos enseña cuál es el modo de aprehender la Sabiduría, pero será cada individuo de acuerdo a sus características espirituales quien des-cubra «su forma» de lograrlo. Decimos «su forma», ya que cada individuo tiene una función irreemplazable en el logro de la armonía y cuando la alcanza se completa una nueva parte del gran «puzzle universal». Cuando encontramos nuestro «lugar» (makóm) revelamos la fuerza altruista que está latente en nuestro interior, aguardando el momento para manifestarse. Al mover un pieza de cualquier mecanismo, éste dejará de funcionar correctamente y esa pieza ya no podrá dar su potencial a dicho sistema. Lo mismo sucede con el hombre: cuando no «está en su lugar» (makóm) surge el egoísmo, ya que al no encontrar cómo manifestar armónicamente su energía la expresará negativamente. Si des-cubrimos «nuestra forma» de dar, de ser útiles a la familia y a la sociedad, no sentimos necesidad de ser ni de poseer lo del otro sino, por el contrario, buscamos ayudar al prójimo a descubrir su vocación, a formar su familia, etc., a encontrar «su lugar». 7. (IIa,b) Mitzvót asé, mitzvót lo taasé La Torá no es determinante sino que nos ayuda a encontrar los parámetros de lo posible y necesario, lo bueno y lo malo, para cada etapa y momento. Las mitzvót de expansión (asé) y de contención (lo taasé) nos indican cuándo actuar o posponer nuestros deseos, limitándolos en pro de una futura expansión. Cuando deseo algo ¿cómo sé si es bueno o malo? La Torá nos brinda mitzvót, parámetros objetivos (no asesinarás, no robarás, etc.) a través de los cuales podemos discernir entre el bien y el mal y de esa forma prever las consecuencias de nuestros actos a corto y largo plazo (ver item 1). El bien y el mal no pueden ser definidos en sí mismos, bueno y malo, como fue explicado en el item 11, dependen del objetivo. En la Creación algo es bueno o malo con respecto a una realidad más allá del sujeto que la experimenta. Somos buenos padres, buenos esposos, etc., o sea el bien y el mal se evalúan de acuerdo a lo que proyectamos a nuestro entorno. El Kadósh Barúj Hú todo lo hizo para bien y queda en nosotros, aprehendiendo las leyes de la Torá, desvelar la forma y el momento para extraer el bien oculto existente en cada ser y aspecto de la realidad. La misma energía que destruye puede construir cuando la aplicamos en la forma adecuada, ver ejemplo al final del item 71. Como lo expresa el libro de Kohélet "Todo tiene su tiempo ...". La Creación es el «gran proyecto» y como todo plan tiene sus principios y fases de desarrollo. La Halajá le enseña al hombre el ritmo y la forma de relacionarse con dichos principios. La Kabalá nos ayuda a comprender el plan a través del cual HaShem beneficia a las creaturas en forma infinita. A partir de estas bases se logra edificar una sociedad en la cual cada individuo asume la responsabilidad por su prójimo, lo que nos conduce a percibirnos como diferentes partes de una misma unidad (consultar item 10). Al tomar conciencia de la realidad a partir de dichos parámetros, comenzamos a vivenciar la mitzvá de "Amarás al prójimo como a ti mismo", ya no en base a nuestro parecer y sentir momentáneos sino des-cubriendo que amar al prójimo como a sí mismo es una ley objetiva como lo son las leyes de la naturaleza en el ámbito material. Entonces podemos percibir el orden de causas y consecuencias a nivel de nuestros deseos, emociones y pensamientos, de la misma forma en que sucede con los fenómenos físicos. Así, el bien se torna objetivo, ya que comprendemos que el principio "Amarás al prójimo como a ti mismo" -igual que el resto de las mitzvót contenidas en la Torá- trascienden la índole humana adquiriendo una dimensión de leyes universales, las únicas capaces de combatir la raíz del mal: el deseo egoísta de recibir.

Capítulo 1 Tercera parte (ir a introducción I Primera parte I Segunda parte ) La Tora nos brinda un sistema educativo con el fin de saber como relacionarnos con el deseo en cada etapa de la vida. Por el contrario, cuando ignoramos el orden y el ritmo de aprehension de la realidad provocamos en nosotros, nuestros hijos y la sociedad situaciones para las cuales aun no estamos preparados, lo que equivaldria a darle a un bebe alimento para adultos. Estos dos comportamientos se definen como kedusha y tuma. Kedusha y tuma representan dos formas de relacionarse con la realidad. Kedusha nos indica la energia que estamos en condiciones de recibir y emplear positivamente. Tuma, en cambio, es la energia que todavia no estamos capacitados para utilizar. Tuma señala la forma de recepcion que finalmente genera destruccion a nivel individual y colectivo. Tuma es producto del placer momentaneo y egoista sin evaluar sus futuras consecuencias. La forma de relacionarnos con la kedusha es la braja. Braja se traduce comunmente como bendicion. Braja es la reflexion mental, emocional y verbal que antecede la relacion del hombre con el mundo de la kedusha. 8. El proceso educativo Un bebé no está preparado para alimentarse de la misma forma que un adulto. Está desprovisto de dientes, su aparato digestivo aún no está desarrollado y por lo tanto no puede digerir ciertos alimentos. Su relación hacia el mundo exterior es pasiva dado que recibe lo que le dan sus padres. Los adultos disciernen y deciden por él, pues es incapaz de diferenciar entre lo que le hace bien y lo que puede dañarlo. En el mundo espiritual, al igual que en el vientre materno, el alma no posee conciencia de su deseo, ya que sus necesidades son saciadas antes de manifestarse. Cuando «llega a este mundo» surge el deseo en forma general y los padres lo alimentan, le brindan amor y toda su experiencia al nuevo ser. Es el inicio de la manifestación del deseo, todavía inconciente, ya que no sabe con qué ni cómo satisfacerse, sólo desea saciarse. A medida que el hombre se desarrolla, su deseo comienza a intensificarse y expandirse cada vez más sobre todos los ámbitos de la realidad, instintos, emociones y pensamientos. Por ello el hombre procura su vocación, su pareja, «su lugar». La Torá nos brinda un sistema educativo con el fin de saber cómo relacionarnos con el deseo en cada etapa de la vida. Por el contrario, cuando ignoramos el orden y el ritmo de aprehensión de la realidad provocamos en nosotros, nuestros hijos y la sociedad situaciones para las cuales aún no estamos preparados, lo que equivaldría a darle a un bebé alimento para adultos. Estos dos comportamientos se definen como kedushá y tumá. 9. Kedushá - Tumá - Brajá Kedushá y tumá representan dos formas de relacionarse con la realidad. Kedushá nos indica la energía que estamos en condiciones de recibir y emplear positivamente. Tumá, en cambio, es la energía que todavía no estamos capacitados para utilizar. Tumá señala la forma de recepción que finalmente genera destrucción a nivel individual y colectivo. Tumá es producto del placer momentáneo y egoísta sin evaluar sus futuras consecuencias. Ejemplo: El cuerpo debe ingerir la cantidad y calidad de alimento que le provea la energía para funcionar correctamente. Si comemos en exceso generaremos un desequilibrio y finalmente enfermedades, ya que sobrecargamos al cuerpo con energía que no puede asimilar. También debemos tener cuidado en el tipo de

alimentación; si no es balanceada el cuerpo tenderá a generar colesterol o azúcar, etc. Análogamente sucede con nuestra energía instintiva, emocional, mental y espiritual. Cuando atraemos instintos, emociones, pensamientos y energías que todavía no sabemos manejar, ocasionaremos graves desequilibrios en la ecología espiritual del individuo y la sociedad. La forma de relacionarnos con la kedushá es la brajá. Brajá se traduce comúnmente como bendición. Brajá es la reflexión mental, emocional y verbal que antecede la relación del hombre con el mundo de la kedushá. La brajá es el discernimiento dentro del ámbito de la kedushá. Previo al acto de acercarme a la kedushá -energía que estamos preparados para recibir y emplear positivamentediscierno y tomo conciencia del objetivo de mi deseo a través del pensamiento, el sentimiento y la palabra y del modo en que éste se expande hacia todos los ámbitos de la realidad. Cuando la vida está basada en la kedushá y la brajá surge la conciencia superior, siendo que ahora el hombre se relaciona con el prójimo y con todos los ámbitos de la realidad concientemente, previendo las consecuencias de sus actos y ya no en forma mecánica e instintiva, tal como fue explicado en el item 1. 10. La iniciación, el proceso educativo que atraviesa el deseo de la Neshamá Para que el hombre logre transformar sus ansias de recibir en altruismo, deberá pasar por cuatro etapas espirituales en la educación del deseo y el fortalecimiento de la voluntad. Cuando decimos el hombre nos referimos al concepto hebreo de Adám, el cual fue creado masculino y femenino, Bereshít 1:27. La Kabalá nos enseña que en los «mundos superiores» el alma se encuentra en estado de unidad y cuando «llega a este mundo» se divide en dos aspectos. La mujer y el hombre son dos mitades; siendo el casamiento, la educación de los hijos y la influencia positiva sobre la sociedad los componentes imprescindibles para la realización espiritual. La Torá nos transmite instrucciones precisas -mitzvót- las cuales, concientemente aplicadas, nos conducen a dicho objetivo. Capítulo 1 Ultima parte (ir a introducción I Primera parte I Segunda parte I Tercera parte) Brit milá Bar-Bat mitzvá y Matrimonio son tres niveles de iniciacion que, sumados a la vivencia que se alcanza mediante el estudio de la leyes espirituales -Tora- y la practica de actos de bien -mitzvot, brindan el marco para la transformacion del deseo egoista inconciente en conciencia altruista. De esa forma el hombre puede lograr la plenitud y alcanzar su maxima identidad: el Kadosh Baruj Hu. Toda indole de egoismo que durante la existencia corporal no fuera transformada en altruismo sera una obstruccion, un lastre que aferra a la neshama (alma) al plano material-sensorial. Esta identificacion dificulta y hace «angustiante» su pasaje a los planos espirituales. La muerte

La «experiencia» de la muerte ayuda a la desidentificación con el plano corporeo. Dicha experiencia es «vivida» por cada neshama en forma diferente de acuerdo a la conciencia espiritual que alcanzó en el mundo material. La neshama, aun despues de la muerte, se «dirigira» siempre hacia donde su atraccion la impulsa y lo que no ha sido resuelto en el plano material-sensorial la hara volver a este para completar la transformacion del egoismo en altruismo. A este proceso se lo denomina guilgul, o sea el mecanismo que hace que el deseo de la neshama rote por los diferentes estratos de la realidad, tanto material como espiritual, hasta que supere concientemente todas las formas que el egoismo adquiere. La educación judia, cuando es aplicada correctamente, nos brinda la comprension de los principios espirituales para sobreponernos a los estados inferiores-egoistas de la realidad que desembocan en el caos personal y colectivo. A traves del altruismo logramos despertar nuestra conciencia superior de la realidad donde todo es Luz y armonia infinita. 11. Brit milá Es la etapa preliminar para la formación de la voluntad espiritual. Mediante la realización del brit milá les damos a nuestros hijos la posibilidad de sobreponerse a las influencias más burdas del deseo. La fuerza de los instintos es insaciable; en cambio, cuando la ubicamos en su justo lugar nos proporciona la energía para revelar luz y plenitud en todos los ámbitos de la vida. El brit milá es una iniciación. No obstante, para que el camino espiritual judío se concretice debemos darle continuidad a través de una educación que fortalezca constantemente la voluntad altruista. Por ello las mitzvót actúan directamente en el deseo del hombre manteniéndolo en estado de alerta contra el mayor de sus enemigos: el egoísmo (consultar item 1). 12. Bar-Bat mitzvá Cuando el niño y la niña llegan a la adolescencia surge la fuerza de la energía creadora, fuente de vida y plenitud. Como toda energía requiere sumo cuidado, dado que con ella podemos construir y recibir inmenso placer o, si la empleamos incorrectamente, puede ser la fuente de los mayores sufrimientos. A modo de ejemplo: Antes de la adolescencia el niño es como una persona que posee unas pocas monedas. ¿Cuánto bien o mal puede hacer con tal suma? En cambio, el adolescente es como un gran financista. Cuando se posee millones, hace falta criterio para emplear el dinero correctamente. Ahora son necesarios abogados, contadores, cajas fuertes, guardias, computadoras, etc. En el momento en que surge en el adolescente la energía creadora, es deber de los padres y educadores brindarle los principios para que sepa utilizar su energía en forma correcta. En dicha etapa la Torá nos indica que llegó el momento de iniciar a los jóvenes en las leyes de manifestación y contención del deseo (ver item 16). De esa forma colaboramos en la creación de una sociedad altruista basada en principios universales y no simplemente en el sentir momentáneo.

13. Matrimonio De acuerdo a la Torá el hombre y la mujer deben encauzar positivamente sus energías en pro de la continuidad†de la vida. Por dicha razón el ideal judío es la familia, ya que nos brinda el marco propicio para que el hombre y la mujer se realicen plenamente manifestando sus instintos, emociones y pensamientos en forma armónica. En

familia aprendemos a compartir y asumir la responsabilidad por nuestros hijos y a entender a nuestros semejantes y a la sociedad. El matrimonio es el estado que permite a cada uno de los integrantes de la pareja pasar del período pasivo y receptivo que prevaleció hasta entonces, a una etapa en la cual lo fundamental es el dar y el comprender: a su pareja, a sus hijos y a la sociedad. Es la posibilidad de concretizar realmente el altruismo. En esta etapa el hombre (Adám) puede lograr el desarrollo espiritual armónicamente, puesto que su conciencia empieza a trascender los límites egocéntricos. Comprometiéndose con las necesidades del prójimo se expande a nuevos aspectos de la realidad. Ahora actúa como el Kadósh Barúj Hú: da de sí mismo. 14. Muerte Las tres etapas mencionadas Brit milá, Bar-Bat mitzvá y Matrimonio son tres niveles de iniciación que, sumados a la vivencia que se alcanza mediante el estudio de la leyes espirituales -Torá- y la práctica de actos de bien -mitzvót, brindan el marco para la transformación del deseo egoísta inconciente en conciencia altruista. De esa forma el hombre puede lograr la plenitud y alcanzar su máxima identidad: el Kadósh Barúj Hú. Toda índole de egoísmo que durante la existencia corporal no fuera transformada en altruismo será una obstrucción, un lastre que aferra a la neshamá (alma) al plano material-sensorial. Esta identificación dificulta y hace «angustiante» su pasaje a los planos espirituales. La «experiencia» de la muerte ayuda a la desidentificación con el plano corpóreo. Dicha experiencia es «vivida» por cada neshamá en forma diferente de acuerdo a la conciencia espiritual que alcanzó en el mundo material. La neshamá, aún después de la muerte, se «dirigirá» siempre hacia donde su atracción la impulsa y lo que no ha sido resuelto en el plano material-sensorial la hará volver a éste para completar la transformación del egoísmo en altruismo. A este proceso se lo denomina guilgúl, o sea el mecanismo que hace que el deseo de la neshamá rote por los diferentes estratos de la realidad, tanto material como espiritual, hasta que supere concientemente todas las formas que el egoísmo adquiere. La educación judía, cuando es aplicada correctamente, nos brinda la comprensión de los principios espirituales para sobreponernos a los estados inferiores-egoístas de la realidad que desembocan en el caos personal y colectivo. A través del altruismo logramos despertar nuestra conciencia superior de la realidad donde todo es Luz y armonía infinita. 15. El discernimiento Turnus Rufus le preguntó a Rabí Akiva cuáles acciones son más bellas, si las divinas o las humanas. Tras responder las humanas colocó delante del romano espigas de trigo y pan preguntándole a su vez cuál prefería.Rabí Moshé Jaím Luzzatto, conocido como el Ramjal, expresa en la introducción a su libro sobre la lógica y el discernimiento, Séfer haIgaión, que la Creación debe ser completada por el hombre. Es así que vemos a un árbol dar mejores frutos cuando fue cultivado por el hombre que cuando está librado a la naturaleza. Lo mismo ocurre con el intelecto humano: si no está entrenado, sus resultados son incomparablemente inferiores que si lo ha sido. El intelecto debe actuar permanentemente asimilando nueva información sobre su entorno, pero también es necesario que adquiera la Sabiduría de cómo conocer, para no confundirse y así poder aprehender la realidad correctamente. Nuestros Sabios alcanzaron el arte del discernimiento el cual nos permite ordenar nuestras percepciones intelectuales, haskalá, en función de que éstas sean comprendidas correctamente, havaná, y así nos ayuden a alcanzar la verdad, hasagá, como será explicado a continuación. 16. Haskalá - Havaná - Hasagá (Intelectualización - Comprensión - Alcance, Aprehensión) El proceso que nos conduce a percibir objetivamente la realidad pasa por tres etapas: Haskalá Es nuestra intelectualización de los conceptos. En esta etapa limitamos la realidad a nuestra percepción mental. Havaná

Es el proceso que atraviesa nuestra comprensión hasta que logramos asir la realidad en forma objetiva. En la primera etapa, haskalá, aún limitamos la realidad a nuestro entendimiento. En cambio, en esta segunda etapa, nuestra percepción se expande más allá de nosotros mismos, ya que dejamos de justificar nuestra comodidad, carencias y egoísmo en pos del bien y la verdad objetivos. De esa forma trascendemos nuestros límites mentales y comenzamos a comprender la vida tal como es y no como en la primera etapa, haskalá, en la que reducimos la realidad a nuestras necesidades y sentir momentáneo. Hasagá La hasagá, el nivel más alto de comprensión, surge como resultado del discernimiento basado en los principios que generan la realidad en todos sus ámbitos y su concretización en la vida (ver item 1d). La hasagá incluye la haskalá y la havaná ya resueltas. La hasagá armoniza todos los planos de la vida, producto de nuestro esfuerzo perseverante en trascender las propias limitaciones que surgen a causa de nuestra percepción subjetiva y muchas veces egoísta de la realidad. Mientras nuestra percepción de la realidad no trascienda el ámbito especulativo y filosófico, toda conclusión a la cual lleguemos estará basada en el efecto que producen las impresiones mentales y emocionales desligadas de «la realidad». En lugar de ayudar al hombre a entender la vida como un todo, lo conducen a una ruptura y división entre los planos emocionales e intelectuales y el plano espiritual: ética-estética, arte-ciencia, espíritu-materia, etc. Ello genera una tendencia a adaptar y justificar la realidad a uno mismo, desembocando en un estado de impaciencia e intolerancia con respecto a las necesidades de nuestro semejante. La realidad deja de ser objetiva; todo depende de cómo yo percibo y siento momentáneamente lo que son las cosas y no cómo las cosas son realmente. Esta percepción parcial de la realidad conduce al hombre a subjetivizar y, consecuentemente, a dividir su comprensión alejándolo más y más de los ideales de la Torá. El judaísmo se basa en la havaná, comprensión y amor al prójimo, resultado de una educación que fortalece permanentemente la voluntad de dar. La educación judía nos orienta a comprender que yo y mi semejante somos parte de una misma realidad. Así logramos asir objetiva y gradualmente la realidad: hasagá. 17. La función del intelecto Y los maskilím brillarán como el esplendor del firmamento... Daniel 12:3 El vocablo maskilím proviene del concepto haskalá (ver item 25) y se refiere, en el contexto de la Torá, a quienes se esfuerzan en discernir en los principios objetivos universales hasta pensar, sentir y actuar «naturalmente» de acuerdo a ellos. O sea que finalmente logran también captar a nivel intelectual (haskalá) la realidad espiritual (hasagá). El intelecto es el instrumento y la mente es el espacio donde el hombre puede discernir concientemente las consecuencias de la concretización de sus deseos. Para que ello suceda debemos previamente educarnos en base a parámetros objetivos que nos orienten en la dirección correcta: en pos del bien colectivo. La Percepción Judía de la Realidad Lo mental confiere cierta noción de la realidad pero también la limita. Por ello la experiencia y aprehensión interior de los símbolos y ritos, asociados al estudio conciente, nos ayudan a trascender las formas puramente intelectuales (item 7).

El tiempo y el espacio

Los interrogantes de cuándo y dónde comenzó la Creación carecen de sentido para nuestros Sabios, ya que el tiempo y el espacio son formas de percepción que surgen con el hombre. Las preguntas que siempre ocuparon a los Sabios de Israel son: ¿cuál es el objetivo de la Creación y cuál es la función del ser humano? Cada una de estas líneas de pensamiento genera una forma diferente de percibir la realidad: a) La búsqueda de respuestas a los interrogantes de cuándo y dónde comenzó la Creación, conducen a un análisis exterior de la existencia, puesto que focalizan la atención humana en los procesos del ámbito material-sensorial descuidando el resto de la realidad. b) En cambio, al preguntarnos ¿cuál es el objetivo de la Creación y cuál es nuestra función?, dirigimos el pensamiento a des-cubrir el orden de causa-consecuencia que rige no solamente los fenómenos del ámbito material-sensorial, sino que también la realidad espiritual. Cuando decimos espiritual, como ya fue explicado, nos referimos al ámbito de la realidad que nos posibilita el acceso a las causas, en tanto que material son las consecuencias generadas por dichas causas (consultar item 27). Los interrogantes de cuándo y dónde comenzó la Creación se refieren al plano material-sensorial. En cambio ¿cuál es el objetivo de la Creación y cuál es nuestra función? se dirigen a lo espiritual, las causas, y es sólo a través de dicha forma del conocimiento que develaremos finalmente, también, el sentido espacial y temporal de la realidad. El ámbito espiritual es un espacio «concreto» al que el ser humano puede tener acceso cuando toma decisiones basado en principios universales y objetivos y no sólo a partir de su sentir momentáneo (ver item 70). El ámbito espiritual es el plano de las causas en el cual todo está en potencia y donde se produce la «concepción» de toda la realidad. Todo ser, fenómeno, objeto y aspecto de la vida es concebido en el ámbito espiritual; luego se encadenará a través del ámbito mental y emocional para manifestarse finalmente en el plano material-sensorial. La aprehensión de la realidad espiritual, las causas, y todo el proceso que eso implica, exige un amplio y exhaustivo aprendizaje, ya que estamos acostumbrados a impresionarnos por las formas exteriores que nos llegan a través de los sentidos, olvidando muchas veces que nuestra percepción de la realidad es el resultado de un proceso en el cual los sentidos nos brindan tan sólo una lectura inmediata. Los sentidos no son sino canales a través de los cuales percibimos, pero luego debemos discernir la información receptada. Para comprender este concepto es necesario conocer los dos niveles de discernimiento que el ser humano realiza (Hakdamá Panim Masbirót 16): 1) Entre lo que nos hace sentir bien y lo que nos hace sentir mal. 2) Entre lo verdadero y lo falso. El primer punto de discernimiento (lo que nos hace sentir bien y lo que nos hace sentir mal) es común a todos los reinos de la naturaleza y es de orden instintivo. El segundo (lo verdadero y lo falso) es exclusivo del ser humano y requiere una elaboración intelectual, ya que nos exige ver objetivos a largo plazo. El primero se refiere al ámbito sensible que conocemos a través de los sentidos. El segundo al inteligible alcanzable mediante la inteligencia, como lo explicamos en el item 26. Cuando el hombre toma conciencia de dichos principios comienza a expandir su percepción de la realidad, dado que ahora ya no la limita a meras sensaciones, sino que puede acceder paulatinamente a las causas y luego al objetivo que hay por detrás de toda la realidad material-sensorial. A pesar de que los interrogantes de cuándo y dónde comenzó la Creación no tienen sentido para nuestros Sabios, como fue ya explicado al comienzo del item, encontramos en los textos de nuestra tradición: la Torá, el Zóhar, Etz Jaím, etc. expresiones temporales, espaciales y antropomórficas. Cuando los textos se expresan en términos temporales se refieren a causas y consecuencias; siendo «lo anterior» la causa y «lo posterior» el «efecto» de

dicha «causa». Algo similar sucede con los términos espaciales: «alto», «elevado», indican cercanía al origen, al Infinito o Ein - Sof; mientras que «bajo», por el contrario, significa lejanía del origen. Lo elevado es el altruismo, pues nos acerca gradualmente a la forma original, a la Fuente Infinita que nutre en forma altruista a toda la realidad, al Kadósh Baruj Hú. El egoísmo, por el contrario, es lo bajo pues nos aleja de El. El antropomorfismo que aparece en los textos tradicionales es una forma de expresión utilizada para que el ser humano comprenda, a partir de su realidad y experiencias en el plano material-sensorial, los conceptos espirituales que se encuentran «más allá» de lo temporal-espacial. Nomenclatura espiritual El Rav Áshlag nos explica en el libro Prí Jajám (El fruto del Sabio), Introducción al Segundo Tomo, que a pesar de que los textos kabalísticos distinguen diferentes formas en la realidad espiritual, como ser mundos, sefirót, grados, etc., ésta nomenclatura se refiere únicamente a nuestra percepción. En la plenitud de la Luz no hay sefirót, grados ni niveles de ninguna índole. Dichas clasificaciones surgen en nuestro pensamiento, producto de cómo nosotros intelectualizamos la realidad que se expande del Kadósh Barúj Hú (véase item 68). Nuestra percepción no tiene la más mínima posibilidad de aprehender-Lo en Sí Mismo. En Su Esencia nuestra conciencia selectiva se diluye, dado que «Allí» el conocimiento, el conocedor y lo conocido son Uno. En cambio, en los dominios del tiempo y el espacio, en la multiplicidad de la Creación, para que nosotros percibamos Su Voluntad de dar plenitud, creó y nos dio los sentidos por medio de los cuales somos activados y tomamos conciencia de Su Luz. El libro del Zóhar y también el Ariz'al, en el Shaar haHakdamót (Pórtico de las Introducciones), entre otros, nos aclaran que las expresiones y relatos utilizados tanto en la Torá escrita como en toda la tradición oral no deben ser tomados literalmente. Las expresiones que allí aparecen manifestando situaciones y aspectos de la realidad conocidos por nosotros, fueron así expuestos como referencias para acercarnos a la realidad espiritual despojada de tiempo y espacio. Encontramos en el Zóhar (parte tercera, pág. 152), por ejemplo: Dijo Rabí Shimón Bar Iojái: ¡Ay de quien diga que la Torá viene a contarnos relatos triviales! Siendo así, aún hoy podemos hacer «Torá» de relatos cotidianos y hasta más bellos que ellos. Y si la Torá viene a explicarnos asuntos de este mundo, los gobernantes del mundo tienen entre ellos asuntos más interesantes. Todas las palabras de la Torá se refieren a causas superiores, espirituales. Los relatos de la Torá son sólo su vestidura, y quien piense que la vestidura es la Torá misma y que no hay nada más, es tan ignorante como el que juzga a las personas por su apariencia exterior pensando que la persona es su ropaje (ver items 52 y 68). La Torá, al igual que las personas, tiene vestimentas, cuerpo, neshamá (alma) y neshamá de la neshamá. Los relatos, como vimos, son su ropaje, las mitzvót son su cuerpo, la neshamá es Israel que activa las mitzvót y por sobre todos se encuentra la Neshamá de la neshamá: el Kadósh Barúj Hú. Al Kadósh Barúj Hú es a «Quien» debemos llegar a través de la Torá (ver item 4). También encontramos en el Shaar haHakdamót, Introducción Primera: Es sabido que en lo «alto» no hay cuerpo ni tampoco fuerza corporal alguna. Todas esas imágenes e ilustraciones (que nos describen los libros), no están sino para refinar el oído de modo que el hombre pueda comprender los estados superiores-espirituales, que son imposibles de aprehender y registrar en la mente humana. Por ello «se concedió el permiso» de hablar en el contexto de ilustraciones e imágenes. Así, tanto en el libro del Zóhar como en la misma Torá, nos encontramos con expresiones como: los ojos de HaShem rondan en toda la Tierra, los ojos de HaShem se dirigen hacia los tzadikím (justos), y HaShem escucha, huele, habla, etc. Cuánto más grandioso es aún lo escrito: y creó HaShem al hombre a su imagen y semejanza, a imagen y semejanza lo creó, masculino y femenino.

Y si la Torá misma lo dice, también nosotros podremos expresarnos en tal lenguaje con la correspondiente simpleza, ya que no hay «Allí en lo alto» sino luces finas y sutiles, absolutamente espirituales e imposibles de aprehender, «desde aquí», en forma alguna. Como está escrito en Devarim 4:15 : Porque el día que les habló HaShem en medio del fuego, en Horev, no vieron ninguna imagen. La percepción de la realidad La percepción de la realidad se conforma a partir de dos componentes básicos: «el que percibe» y «lo percibido». A «lo percibido» previo a la percepción lo llamamos Su Esencia, en hebreo Atzmutó, y a «los que perciben», quienes alcanzan ciertos grados de Su Esencia los denominamos almas, en hebreo neshamót. Respecto a Sí misma, la Realidad es Una, sin que se operen cambios en la Esencia, tal cual dice el versículo "Yo no cambié". La realidad «es» independiente de la forma en que es percibida; los cambios son experimentados por el que percibe. Como ya vimos en el item 78, la conciencia temporal-espacial de la realidad es una forma de percepción que surge con el hombre. Por ello, cuando nos referimos a la realidad espiritual y aún más, a la Esencia de toda la realidad -Atzmutó- no corresponde discernir en términos temporales y espaciales, tal como la mente simple los aprehende (ver items 29, 30 y 31). Ni siquiera las denominaciones más sutiles pueden definir los mundos espirituales en sí mismos, pues «Allí» no poseemos percepción alguna, dado que la dualidad conocedor-conocido carece de existencia. «Allí» no sólo se conoce, «Allí» se Es. Todo el lenguaje de la Sabiduría de la Kabalá se refiere a las diferentes formas en que la neshamá puede aprehender la plenitud de la Luz (Or), que la Esencia de toda la realidad manifiesta. Or y klí El vocablo hebreo Or (Luz) designa a la Plenitud Infinita que se expande desde la Esencia del Creador (Atzmútó). Klí (instrumento-vasija) indica el deseo de recibir la Plenitud Infinita. Or se refiere al concepto de «lo percibido», mientras klí al de «el que percibe», explicados en el item anterior. El Or y el klí (la plenitud y el deseo de recibirla) surgen y emanan de la Esencia del Creador (Atzmútó), sólo que «Allí» se encuentran en estado de unidad más allá de las dualidades transmisor-receptor, conocedor-conocido, perceptor-percibido. Cuando la Luz que se expande de Su Esencia no es «percibida» por «el que percibe» recibe la calificación de « Or sin klí»; sobre esto no poseemos palabras ya que, ¿cómo podemos definir aquello que no logramos aprehender? Pero cuando el Or es alcanzado por un klí, ello significa que surge una «sub-realidad», que oculta y limita a la realidad original, al Infinito-Ein-Sof. Ello es similar al discípulo, quien precisará estudiar varias veces las enseñanzas recibidas y él mismo enseñarlas para alcanzar el nivel de su maestro. Hasta entonces sus intentos de comprender no son sino «sub-comprensiones» de lo que el maestro le ha enseñado. El origen de la percepción y la palabra El «sentido» general primario que activa todo el sistema perceptivo es «el deseo de recibir» la plenitud de Su Luz. Este «deseo de recibir» se ramifica posteriormente a través de múltiples formas, dando existencia así a todos los ámbitos de la realidad, a partir de lo cual surgen el pensamiento, los sentimientos y los sentidos, consecuencia del «deseo de recibir» de las creaturas de aprehender la plenitud de Su Luz. El libro Etz Jaím nos enseña que antes de la manifestación de la Creación, en el estado de Infinito (Ein-Sof), el deseo es colmado antes de manifestarse. Antes de que surja cualquier deseo o voluntad, la plenitud de la Luz Infinita lo llena, tal como sucede con el bebé en el vientre materno, quien recibe alimento y calor antes de desearlo. Esto sucede, no porque no exista allí voluntad ni deseo sino a causa de que la plenitud de la Luz llena toda la realidad sin dejar espacio para que el deseo u otro tipo de voluntad se manifieste. Al no manifestarse ninguna voluntad ni deseo no hay movimiento, como la mente humana lo concibe, ya que el deseo y la necesidad son los que producen movimiento, y al no haber movimiento tampoco rigen «Allí» el tiempo y el espacio.

En cambio, cuando surge la Creación, lo que estaba en potencia pasa a manifestarse, y aparecen así el tiempo y el espacio y todo tipo de formas y movimientos anhelando el Estado de Plenitud (Ein-Sof) anterior a la Creación. Nace el deseo, es decir la Creación. Dado que el deseo de recibir es la innovación, lo que llamamos genéricamente «creatura», no podemos discernir, no hay palabras posibles sino a partir de «dónde-cuándo» el deseo de recibir es activado por la plenitud de Su Luz. La palabra surge a partir de la articulación del deseo con la plenitud de la Luz, del klí con el Or (ver item 81). Previo a la manifestación de dicha dualidad, en la Esencia del Creador -Atzmutó- la realidad se «encuentra» en estado de unidad y la articulación, «el diálogo», sólo se manifiesta a partir de la dualidad. Como ya fue explicado, cuando experimentamos plenitud no diferenciamos entre ésta y el deseo de recibirla, percibimos una unidad. Entonces, el deseo no tiene necesidad de «dialogar» con la plenitud, siendo que son dos aspectos de una misma realidad. El diálogo surge cuando el deseo anhela la plenitud que no posee. Entonces comienza a surgir el conjunto de sonidos articulados con que el hombre manifiesta lo que piensa y/o siente, es el origen de la percepción y el lenguaje. De acuerdo al potencial cognoscitivo de cada creatura será el lenguaje que podrá desarrollar y su conciencia de la realidad, ya que es a través de la palabra y del pensamiento que articulamos nuestra percepción de la realidad. Pero, cuanto más inteligible sea la realidad con la cual «dialogamos», más sutil y elaborado deberá ser el lenguaje que empleemos para aprehenderla (ver item 68). La aparición de la palabra y de un lenguaje capaz de articular aquello que es materia de puro conocimiento, sin intervención de los sentidos, la realidad inteligible, señalan que la conciencia y por ende el deseo llegó a su máximo desarrollo, ya que nuestra conciencia se expande en lo que deseamos. Ello sucede sólo en el ser humano, siendo que el reino mineral, el vegetal y el animal no fueron dotados con la facultad de abstracción que le permite al hombre captar relaciones lejanas de causa y consecuencia. El hombre posee el potencial de desear lo infinito y de alcanzar, a través del discernimiento, la conciencia de la realidad espiritual. ¿Quién soy? Cuando decimos «yo» ¿dónde se «sitúa» nuestra conciencia? En el cuerpo ..., en la emoción ..., en el pensamiento, ¿Dónde «está» nuestro yo? ¿Yo soy mi cuerpo? En la misma pregunta se encuentra la respuesta, en la propia formulación se realiza la distinción entre «yo» y «mi cuerpo». «Ese yo», la conciencia de mí mismo, es quien formula y responde la pregunta, siendo el cuerpo un instrumento a través del cual el yo se manifiesta. Cuántas veces «ese yo» le impone al cuerpo actos en contra de «su deseo». ¿Quién es entonces ese «yo» que puede dirigir al cuerpo: mi emoción, mi tristeza, mi alegría...? El «yo» puede también sobreponerse a la tristeza y transformarla en alegría. Muchas veces conseguimos despertar fuerzas interiores para realizar determinados actos atravesando nuestras barreras emocionales, inseguridades, etc. ¿Quién es entonces ese «yo» que puede dirigir a la emoción? ¿Es acaso el pensamiento que se piensa a sí mismo, o es «ese yo» quien se expresa a través del pensamiento haciéndome conciente de que soy, que existo? El límite de la conciencia Cuando intentamos aprehender nuestra Esencia, llegar a nuestro Yo, percibimos que el pensamiento se diluye ante el interrogante de ¿quién soy? Esto sucede porque nuestro Yo más interior es «parte» de la esencia de toda la realidad, y así como el agua contenida en un recipiente al ser devuelta al océano se funde y unifica con el mar, así cada alma es parte inmanente de la Esencia Infinita. Si lo conociera sería El, nos dice el Baal Shém Tov. Cuando la mente intenta conocer al Yo llega a un punto impenetrable en el cual el pensamiento lo traduce como deseo de recibir. Ello se debe a que el Yo más interior, Anojí (ver items 72 y 85), sólo podrá surgir cuando la plenitud colme infinitamente al deseo de recibir. Mientras el deseo de recibir se encuentra separado de la plenitud la anhela incesantemente, generando pensamientos y formas mentales en su afán de asirla que, sin el entrenamiento espiritual adecuado, conducen a una percepción caótica de la realidad, impidiéndole al yo el «acceso» a la conciencia de sí mismo.

La conciencia de sí mismo El hombre conoce comparando. No podemos conocer nada en sí mismo, sino que aprehendemos la realidad en base al contraste y a la analogía. Defino el frío a partir de la falta de calor, etc. El hombre no es completo en su persona sino que necesita de su semejante y del resto de los componentes de la realidad, oxígeno, alimento, bebida, etc. para existir, concretizar sus aspiraciones y completarse. El Kadósh Barúj Hú, máxima identidad y destino final de toda la realidad «Es» completo en Sí Mismo, ya que El «Es» y «Está» por encima de la realidad que El mismo genera. En hebreo hay dos formas para denominar al sí mismo, al yo: a) aní. b) Anojí

a) aní : Es la percepción que limita la realidad a mi subjetividad. Esta forma de percepción crea una barrera que aisla al hombre del resto de la realidad y su verdadera esencia. b) Anojí : Designa la percepción que me permite aprehender la realidad en forma objetiva, trascendiendo los límites que me impone el aní. La percepción de la realidad a través del Anojí me otorga acceso al estado en el cual el aní encuentra su resolución. Contrariamente al hombre en quien el aní y el Anojí conducen a dos formas de percibir la realidad, «en» el Kadósh Barúj Hú no existe tal oposición ya que El «Es» el que percibe, lo percibido y la percepción. «En» el Kadósh Barúj Hú el aní y el Anojí están unificados, siendo esta unidad la más insondable y la finalidad de toda las realidades puesto que «Allí» no se percibe, «Allí» se «Es» (ver item 4). El que percibe, lo percibido y la percepción Estos aspectos que, como fue expuesto, se hallan unificados en el Kadósh Barúj Hú, en el hombre constituyen las tres dimensiones y medios para alcanzar la conciencia objetiva de la realidad. Para que ello suceda tendremos que armonizar todos los componentes de la Creación, entendiendo que cada ser es único e insustituible. De lo contrario, nuestra imagen de la realidad se reducirá a una mera justificación de nuestras limitaciones y debilidades. a) El que percibe: Es el deseo de recibir, el aní, al ir tomando conciencia de la Voluntad Superior, el Anojí. En el lenguaje de la Kabalá, al aní, se lo denomina klí, (véase item 81). La conciencia capta al que percibe (al deseo), como espacio, sea éste material, emocional o mental, en el cual se produce la percepción.

b) Lo percibido: Es la Plenitud Infinita manifestada «desde» la Esencia de toda la realidad: el Kadósh Barúj Hú. En el lenguaje de la Kabalá se lo denomina Or, (ver item 81) c) La percepción : Es el resultado del «encuentro» entre «el que percibe», el klí, con «lo percibido», el Or (consultar item 80). En la comprensión humana, la percepción es aprehendida como el instrumento mental de nuestra voluntad que permite «movernos» a través de los diferentes niveles de conciencia. La conciencia capta a la percepción, o sea al proceso a través del cual el que percibe (el deseo) aprehende lo percibido, como tiempo. Su realidad es Una y Unica, la multiplicidad surge en nuestra percepción a causa de las diferentes formas a través de las cuales «el que percibe», el yo, aprehende «lo percibido»: como el klí percibe al Or (ver item 1). Al tomar conciencia y responsabilizarnos de las consecuencias que generan las diferentes formas en que podemos expresar nuestro deseo de recibir: egoísmo o altruismo, comienza la unificación de el que percibe, lo percibido y la percepción. Entonces surge la conciencia de nuestra máxima identidad, el Anojí, «donde todos somos» Uno: El Kadósh Barúj Hú.

Prólogo El estudio de la Cabalá, está envuelta en varias dificultades. Dicha ciencia se concentra en la dimensión espiritual y abstracta, para tratar sobre temas que se hallan por sobre lo que experimentamos en la vida cotidiana. En esta ciencia, no solo los conceptos son distintos a los conceptos a los que estamos acostumbrados, sino que la actitud del "Cabalista" y su forma de relacionarse con todo lo que lo rodea, son distintos a cuanto estamos habituados. Los caminos del pensamiento que nos sugiere la ciencia cabalística, son tan distintos y extraños, que un maestro que enseña esta ciencia, debe valerse de ejemplos y parábolas a cada paso. Y todo por qué? Porque desde la más tierna infancia hemos desarrollado en los educandos, su relación con la obra creada y no con el proceso de su formación.. Cuando yo compro un automóvil o una casa, no me preocupo especialmente por el desarrollo de la fabricación del automóvil o de las etapas de la construcción de la casa. Mucho menos me interesan cuáles eran las motivaciones del que fabricó el automóvil y del que construyó el edificio, si lo habrían hecho para ganarse el pan u obtener un premio por sus creaciones. Estamos acostumbrados a que nos importe el bien, su precio, y si satisface nuestras expectativas y necesidades.. En resumen, nos hemos acostumbrado a relacionarnos con la creación acabada y no con el proceso de sus expectativas y necesidades. En resumen, nos hemos acostumbrado a relacionarnos con la creación acabada y no con el proceso de sus expectativas y necesidades. En resumen, nos hemos acostumbrado a relacionarnos con la creación acabada y no con el proceso de sus expectativas y necesidades. Hemos sido acostumbrados y educados desde muy niños a entender el material que estudiamos. Desde el jardín se enseña a los infantes a preguntar y entender todos los temas presentados. El método inicial de la enseñanza es a través de la percepción. Por ejemplo: Cuando enseñamos a sumar y restar, usamos maderitas o dibujos , para hacerles percibir el concepto que trataremos de inculcarles. Cuando se enseña los conceptos de altura y profundidad en geografía, se orienta a los educandos a construir montañas y profundidades en grandes cajas con arena. Lo antedicho se basa en la premisa que no existe en el conocimiento, nada que no haya sido percibido previamente por los sentidos. Como resultado de este criterio, confiamos en nuestros sentidos a tal punto, que, sólo cuando vemos un determinado objeto, para nosotros tiene entidad real. Los sentidos y sólo los sentidos son los que afirman la existencia de la cosa. Si un hombre no ve el objeto, no lo huele, no lo siente, no lo escucha ni lo saborea - quiere decir que la cosa no existe en realidad. Por lo tanto y luego de habernos acostumbrado a confiar solamente en nuestros sentidos, ¿Cómo podremos vincularnos con propuestas de esta ciencia, cuyos temas giran alrededor de asuntos que no podemos captar con nuestros sentidos y que están por encima de la capacidad de nuestra inteligencia? En la Cabalá se habla de mundos espirituales, niveles de espiritualidad, cada nivel por encima del otro. Aparentemente, estos son temas místicos, que jamás podremos entender! Tanto más que encontramos en el sagrado libro del "ZOHAR" y en los escritos del ARIZa"L, ciertas menciones como "abrazos", "besos", “unión conyugal", etc. que resultan dificiles de entender cómo todo esto puede relacionarse con una ciencia que es totalmente sagrada y pura!. Un problema más que nos surge, está vinculado con el método de la enseñanza de esta disciplina. Las dificultades que se le presentan al estudiante, no radican solamente en la captación de los nuevos conceptos con multiplicidad de particularidades y su comprensión. La dificultad principal radica en abarcar todos los elementos y componer con ellos una imagen totalizadora y una construcción integral. Para entender los principios de esta ciencia, es posible sólo cuando el que estudia tiene ante sí un cuadro integrado, y por otro lado, para percibir una imagen integrada, debe el estudiante entender cada concepto por separado! Como ejemplo, tomemos un hombre que jamás había visto un reloj. Si le mostramos todos sus componentes desarmados, le explicamos cómo se arma y que su función, finalmente, será la de señalar la hora, le resultará dificil de entender de qué se le está hablando; pero si se le mostrara un reloj en funcionamiento, entonces podrá comprender y relacionar los distintos elementos con la unidad completa.

Aparentemente, debiera la ciencia de la Cabalá permanecer en un rincón como piedra que no tiene aplicación por las dificultades que señalamos. Pero si examináramos el tema profundamente, veremos que la cosa no es tan grave. Como a todo idioma nuevo, también a ésta lengua hay que acostumbrarse. Si ciertamente los conceptos tratados en esta ciencia no son fáciles de captar, son una orientación hacia lo más trascendental. Y si el que estudia es conciente que tiene sus límites para la comprensión, podrá tener otra actitud. Se irá acostumbrando a "ver" con ojos de su inteligencia la existencia real de elementos que sus sentidos no logran percibir. El estudiante se acostumbrará a afirmar la existencia de cosas, no a través de sus sentidos sino con su intelecto. Para entenderlo, daremos un ejemplo: Es sabido que existen cuerpos celestes que se encuentran a distancias siderales de nosotros; distancias que se miden en años luz. El astrónomo se vale de un telescopio para ver una estrella. También puede fotografiarla. Está seguro que la estrella existe. Pero, después de cálculos matemáticos se comprueba que dicha estrella ya se había extinguido hace mucho tiempo pero por la distancia de años luz que lo separaba de la tierra, el astrónomo ve su reflejo que sigue errando por el universo con la velocidad de la luz. He aquí un ejemplo de cómo los sentidos pueden inducir a error, y sólo después de valerse de su inteligencia, llegar a la verdad. La existencia verdadera de las cosas se establece por la inteligencia y no por los sentidos. En Cabalá hablamos de la esencia de las cosas. Debemos aceptar nuestras limitaciones. Cuando el estudioso sepa que su capacidad intelectual no es ilimitada, y aceptara la existencia de cosas cuya esencia no entiende, significa que está dotado de la cualidad de la humildad y podrá estudiar esta ciencia. Comenzaremos a tratar los conceptos básicos de la Cabalá que ayudarán al estudiante a familiarizarse a la forma de pensamiento distinta a la que estaba acostumbrado. Hablaremos sobre el concepto "deseo" y lo dividiremos entre voluntad Divina y voluntad humana. Traeremos citas del ARIZa"L; pasaremos al concepto "luz e iluminación”; “principio del encadenamiento de los mundos”; “luz y recipiente”; “materia y forma”; universos, nobleza, creación, creatividad, realización y otros. Luego pasaremos al lenguaje de la Cabalá. es decir, estudiaremos la manera de utilización de los valores de los "Sefirot", (Atributos) y sus significados. Primera Parte - Acerca del Deseo Capítulo 1 - Clases de Deseo El Deseo Humano El concepto "deseo" o voluntad, tiene en la Cabalá un significado especial. Un sentido mucho más amplio que el que conocemos. Utilizaremos un ejemplo: Un hombre compra una casa que se halla en los últimos tramos de su construcción. Antes de esta etapa, hubieron otras. Hubo una etapa de planificación; antes que ésta, la idea de su construcción. Es decir, establecer los objetivos; si será casa para viviendas o para otros usos. Pero, previo a todas estas etapas, existió el deseo de construir el edificio. Si estableciéramos un orden de las etapas que condujeron a la construcción del edificio, veríamos que el primer tramo le corresponde al deseo de construir la casa; la segunda etapa sería la planificación. O sea, la recolección de datos sobre todas las posibilidades, y la tercera etapa sería la realización. Esta última etapa es el paso de la potencialidad a la acción. Durante las etapas del deseo o la voluntad y la planificación, la construcción de la casa existía sólo en la posibilidad, mientras que en la etapa de la realización, el edificio se convierte en una existencia real. Si observáramos alrededor nuestro, veríamos que todo lo que existe pasó por este proceso. Cuando un hombre construye una vivienda, una fábrica, asfalta una calle, o realiza cualquier tarea simple como escribir una carta o preparar la cena, todas estas actividades pasan por un orden establecido, un paso gradual y progresivo de una etapa a otra, como ser: 1) deseo de hacer. 2) Planificación que incluye detalles y objetivos de la obra, y 3) La acción o realización de la obra.

Deseo y capacidad Nos preguntamos: ¿Cuando un hombre realiza un trabajo, podemos deducir a través de dicha obra, cual es la capacidad total de esta persona? Por ejemplo: Un ingeniero construye un puente pequeño y angosto, ¿Podemos deducir de esto, que el ingeniero no es capaz de construir un puente más ancho y más grande? Seguramente no podemos llegar a semejante conclusión, porque es posible que en esta oportunidad era necesario construir un puente pequeño y angosto y si se necesitara otro más grande y más ancho, el mismo ingeniero podría haberlo hecho sin ninguna dificultad. Exponiéndolo en otras palabras diremos que del hecho que el ingeniero haya construido un puente pequeño y angosto, no podemos inferir sobre su capacidad. Lo que sí podemos deducir es cual fue su deseo: Quiso hacer dicho puente, de no haberlo querido, no lo hubiese hecho. Puesto que "deseo" significa lograr determinado objetivo, y no existe voluntad humana cuyo objetivo no sea conseguir algo, resulta que la finalidad deseada es la que limita la voluntad. En nuestro caso, el ingeniero quiso construir un puente angosto porque el objetivo de la construcción de dicho puente fue lo que limitó su deseo a construir éste puente y no otro, aun pudiendo construir un puente más grande. Lo resumiremos de la siguiente manera: 1) De las acciones de un hombre podemos conocer su deseo. 2) De lo que hace no podemos saber cuales son todas sus posibilidades. 3) El objetivo y la finalidad que el ingeniero quiso lograr, son los que limitaron su deseo y su acción. Dos aspectos del Deseo Hemos hablado sobre dos planos o aspectos del deseo: 1) Lo que el ingeniero podría querer hacer; 2) Lo que el ingeniero quiso hacer. El primer aspecto es el máximo que el ingeniero puede alcanzar, o sea, toda su capacidad. El segundo aspecto es su capacidad limitada, de la que se valió, o sea, lo que hizo en realidad y no lo que pudo haber hecho en potencia. Creación del Mundo - Revelación del Deseo del Creador Hasta ahora hemos hablado del deseo humano y de su obra. Continuaremos ahora considerando el deseo Divino y su Creación. El mundo en el que habitamos y que fue creado en los seis días del Génesis, también pasó por las etapas que hemos enunciado (A continuación explicaremos que a este modelo: "Deseo - Razonamiento - Acción" lo estableció el Creador, creando las bases para la actividad humana dentro del mismo modelo). En un principio fue el deseo; el deseo Divino de crear el mundo. Tanto el deseo como el razonamiento o planificación son cosas ocultas y sólo conocidas por su dueño. Y si retornamos al ejemplo anterior, la construcción de la casa, el deseo está oculto dentro nuestro, en nuestro interior. Nuestro deseo es sólo nuestro, no tenemos socios. El deseo del hombre es su naturaleza y su esencia. Este deseo puede ser revelado, exteriorizado, ser conocido y hasta compartido por otros. Cuando construimos la casa, quedó revelado nuestro deseo. Decimos, entonces, que pasó de ser oculto a revelado. De la potencialidad a la acción. Por lo tanto, la creación del mundo es la revelación del deseo del Creador. Es decir, con la creación del mundo quedó revelado el deseo de Di-s de crearlo. Tampoco de la Creación Divina podemos inferir cual es toda la capacidad del Creador. Por el contrario, siendo que creemos que su capacidad es ilimitada y su deseo tampoco tiene límites, por lo tanto no hay nada que le impida crear otro mundo, más completo aun; y si a pesar de esto, creó el mundo tal cual lo conocemos, es porque el Creador limitó su deseo con una finalidad determinada que El mismo ha establecido. Nos encontramos, pues, que Di-s se fijó una finalidad al crear el mundo y por dicha finalidad limitó su propio deseo y creo el mundo no con toda su capacidad sino con su capacidad limitada.

El Deseo limitado y el Deseo simple - el Infinito Estamos hablando de dos aspectos: 1) La voluntad Divina e ilimitada 2) El deseo de Di-s limitado. Al primero, los sabios de la Cabalá llaman "Deseo simple" o "EIN SOF" ("infinito") y al segundo aspecto llaman "SEFIROT" (Atributos). Quiere decir que Di-s creó el mundo por medio de su deseo limitado o a través de las "Sefirot". El tema de las "Sefirot" es fundamental en la ciencia de la Cabalá y más adelante dedicaremos un capítulo especial a este tema. Por ahora diremos que las "Sefirot" o atributos, son parte del deseo limitado. Para explicarlo, diremos que la creación del mundo es la revelación del deseo Divino de crear el mundo (como se dijo anteriormente). Di-s deseó crear un mundo incompleto para que los seres humanos completaran el faltante por medio de su Servicio a Di-s. Si hubiese creado el mundo con "Toda su Capacidad", sería un mundo completo y no habría lugar para el Servicio a Di-s. Por eso reveló el Creador sólo parte de su capacidad. En otras palabras, el Creador reveló sólo su deseo-capacidad limitado. Quiso el Creador revelar su deseo por etapas, revelación tras revelación y las "Sefirot" (atributos) son las fuerzas con las que creó el universo y son la revelación de su deseo. Resumiremos diciendo, que las diez "Sefirot" son las partes de su deseo limitado con las que creó el mundo "limitado" y no "completo". Debemos remarcar que todos nuestros análisis rondan alrededor de la voluntad limitada solamente, puesto que el deseo simple o ilimitado no lo entendemos ni lo captamos. Y no sólo eso, sino que nos está vedado inquirir e investigar, como está dicho: "Lo incomprensible para tí - no investigues". El sagrado "ZOHAR" (libro místico por excelencia de la Cabalá) denomina al deseo simple, "Deseo de todos los deseos", la fuente y la raiz, que de él se revelarán todos los deseos con sus particularidades en detalle. El deseo simple - el infinito, es el principio de todo lo creado en el pasado, de lo que se crea en el presente y lo que se creará en el futuro. Para decirlo simplemente, el "Infinito" encierra en sí a toda la existencia. Para hacerlo más claro, tomaremos un ejemplo de un principio parecido: Cuando se habla en matemática de un número infinito, se refiere a un número que no puede ser superado por otro. Los sabios de la Cabalá ven en este concepto algo más. Un número infinito es aquel que anula todos los demás números, tal como el cero es anulado al lado de cualquier otro número. Hasta un número infinito menos uno, queda nulo en relación al número infinito, como si fuera un cero. Por lo tanto, todos los números quedan nulos frente al infinito. De lo que se desprende que toda la existencia es nula frente al deseo simple o infinito de Bendito Él y Bendito su Nombre. Habiendo llegado a este punto, explicaremos el versículo del Salmo 113: ¿"Quién como Hashem nuestro Di-s que está en las alturas y mira en las profundidades de los cielos y la tierra"? La Grandeza y Poder de Hashem es tal, y se halla tan alto que en relación a El, es como si la tierra y los cielos fueran vanos por su nulidad! Aquí surge la respuesta a los que sostienen que el Creador del mundo, aparentemente, supervisa a las criaturas superiores que, a su vez, niegan el cuidado a los seres inferiores, los humanos. Esta demanda es una tontería puesto que la Grandeza del Señor, en relación con el Infinito, grande y pequeño resultan inexistentes. Por el contrario, Su Grandeza se manifiesta en que observa a todos por igual. Por eso lo alabamos en un poema de los "Iamim Noraim" que dice: "Es igual e iguala al grande con el chico”. Distincion entre Deseo Divino y Deseo Humano Podemos distinguir entre deseo Divino y humano en varios aspectos: 1) El deseo humano se despierta siempre con un fin determinado y este fin es el que limita su deseo. Frente a esto, el deseo Divino no es limitado. 2)El deseo humano es una etapa entre otras, dentro del proceso del paso de la potencialidad a la acción. La concreción de la acción es el último tramo y el más importante de todo el proceso. No es suficiente que el hombre desee. Su deseo no producirá nada. Sólo su acción producirá la realización de su deseo. Es más importante su "acción" que su "potencialidad". No es lo mismo con el deseo Divino, pues éste es la realidad misma. y cuando surge el deseo Divino, inmediatamente se concreta . El deseo Divino contiene en sí la "potencialidad" y la "Acción" al mismo tiempo.

Es muy dificil asimilar ideas como esta, ya que estamos acostumbrados a tomar el deseo como un concepto abstracto, y ¿Cómo es posible que algo se convierta en realidad sin ninguna acción? No obstante, el Rey David Z ´L´ ya lo dijo en un versículo: "Él dijo y fue; ordenó y se presentó". También nuestros sabios del Talmud dijeron: "Con diez mandatos fue creado el mundo". O sea, con la palabra solamente. Para que se entienda más facilmente, daremos un ejemplo: Cuando un Señor ordena a su sirviente fiel mover algo de un lugar a otro, podemos distinguir la pausa entre la orden y la ejecución. Entre la idea del Amo y la acción del sirviente. Frente a esto, si el Amo quisiera mover la cosa por si solo, no observaríamos ninguna pausa, pues al surgirle la idea de mover la cosa, su mano lo hace inmediatamente. Así es la naturaleza humana. Cuando quiere decir algo, actúan su órganos correspondientes e inmediatamente fluyen las palabras. La explicación es que el hombre contiene dentro de sí el deseo y los miembros ejecutores que convierten su deseo en realidad en un solo acto, a diferencia de lo que pasa entre el Amo y su sirviente. Ciertamente, toda la existencia está en la esencia del Creador y tal como en el caso del hombre que al surgirle la idea actúan los órganos correspondientes, así cuando le surge un deseo a Hashem se concreta inmediatamente. En los escritos del ARI´ZaL, volvemos a encontrar expresiones como "Cuando surgió su deseo simple de crear mundos..."; " ...En efecto, cuando surgió su deseo simple de inspirar mundos y poner en acción su poder...". Prestemos atención y veremos que no dice "cuando Di-s "creó" sino "Cuando surgió su deseo" es decir, fue suficiente con el deseo del Creador para crear todo. Por eso, cuando yo digo Di-s quiso es como si dijera Di-s Creó. Hay otra diferencia: Cuando el hombre hace algo, no hay relación entre el hombre y su creación. Un carpintero hace una mesa. La mesa seguirá existiendo y cumpliendo su función, también después de la desaparición del carpintero. Distinto es con el deseo Divino. El deseo de Di-s no sólo hace, sino que crea "algo" de la nada y aun después sigue preservándolo, lo fortalece y le da vida. Pero, en el momento que surge una situación por la que Di-s no desea su continuidad, ese "algo" deja de existir. Luz-Resplandor El Deseo del Creador se revela por resplandores espirituales Hemos recordado que la finalidad de la "Creación" es mejorar el mundo en el Reino de Di-s, y que dicha mejora será hecha por los seres humanos. Nosotros tenemos, por un lado el deseo del Todopoderoso y por el otro a los seres sobre quienes recae la obligación de cumplir con el deseo de Di-s. Cuando un hombre desea revelar su deseo, puede hablar, escribir, etc. La pregunta es: ¿Cómo revela Di-s su deseo a los seres humanos elegidos? ¿Cómo sabrán los seres humanos qué deben hacer y cómo deben conducirse? La respuesta es que el Creador lo revela a través de "HEARA" (Resplandor) que envía a los seres. La explicación simple del concepto "resplandor" es una sensación interna, una especie de impulso a actuar de determinada manera. "HEARA" es una especie de directiva que viene de una Fuente Espiritual Superior. Grandes sabios de la Torá explican que el deseo del Creador llega a los seres por medio de resplandores, como rayos de luz que provienen del sol. Los sabios de la Cabalá usan los términos "OR" (luz) y "HEARA" (resplandor), como el deseo de Hashem que es transmitido desde su fuente a los seres. Asi como en el mundo físico la luz es la fuente y la iluminación es lo que se irradia desde la fuente de luz, así denominamos en el lenguaje de la Cabalá a la esencia del deseo Divino - "Luz" y al deseo que transmite "HEARA" o "Resplandor". Como ejemplo, diremos que la luz de una vela es la fuente, y el resplandor es lo que se irradia de la luz de la vela. Así mismo, la luz eterna es la esencia y el resplandor es lo que se irradia de ella. Los Cabalistas optaron por los términos "LUZ" y "RESPLANDOR" por varios motivos. Porque son conceptos abstractos y sirven para expresar ideas relacionadas con la voluntad del Creador. Además, en el resplandor físico que se conoce hay una característica semejante al resplandor espiritual. Por ejemplo, la luz física sale de su fuente sin separarse de ella, sino que cada rayo sigue recibiendo su energía y cualidad de su fuente y, si se interrumpiera la luz de la fuente, también se interrumpirá el resplandor. Dicha característica no se da en la naturaleza, ya que todo objeto tiene existencia propia sin depender de la fuente de la que surgió. Por ejemplo, si arrancamos una flor

de la planta, se marchitará pero no desaparecerá! Frente a eso, si se cerrara una habitación con una cortina, se impondrá la oscuridad en la habitación, la luz desaparecerá! Este es el único ejemplo conocido de un elemento de la creación ligada a su fuente sin interrupción. Por eso eligieron los sabios de la Cabalá designar la propagación de la voluntad Divina "resplandor" y a la fuente del resplandor - "Luz". El Resplandor convertido en Luz - La Revelación del Deseo Divino Es sabido que la luna refleja la luz que recibe del sol, quiere decir, que el sol es la fuente de luz y la luna es el resplandor que se desprende del sol. Eso sería correcto si comparáramos la luna con el sol. Pero se da el caso que usamos a la luna como fuente de luz. Por ejemplo, un espejo dirigido a la luna refleja rayos de su luz. Resulta entonces, comparativamente, que la luna es la fuente de la luz que irradia el espejo. Tomaremos otro ejemplo: Un maestro que enseña a su alumno, le transmite sabiduría y se transforma en la fuente de la cultura que adquiere el alumno. Si este alumno enseñara a otro alumno, se convertiría, a su vez, en fuente de resplandor y así sucesivamente. En los términos de la Cabalá, la cultura que emana del maestro, que es la fuente de luz, respecto del alumno, Y éste se convierte en la fuente cuando pasa a ser maestro. Como moraleja diremos, que el resplandor espiritual , que es la extensión del deseo Divino, emana de una fuente de nivel espiritual supremo. Esta misma fuente recibió la luz de una fuente más elevada aun. La fuente de todas las fuentes es la "Luz Eterna" o infinita", la fuente de todos los deseos, que es la raiz y la fuente de toda la existencia y de ella se desarrollan todos los resplandores. O sea que, el deseo se extiende del infinito y, revelación tras revelación, nivel tras nivel, tal como la sabiduría del Rav se revela eslabón tras eslabón desde un alumno de nivel alto al de más abajo y de él a niveles más bajos. Como veremos más adelante, el Deseo Divino se extiende por medio de los Atributos. O sea, los Atributos son la revelación del Deseo Divino. Cuando el Rey David Z´L´ quiere conocer a Hashem, dice: "Envíame Tú luz y Tú verdad, Ellos me tranquilizarán". También: "Contigo está la fuente de vida, en Tú luz veremos luz". Para resumir: El resplandor espiritual es la revelación del Deseo Divino, la extensión de ese Deseo. Y no sólo eso: En la acepción de "Resplandor" está también la obra del Creador, pues su Deseo es su Obra. Por eso el uso de los términos "Luz" y "Resplandor" es muy amplio en la ciencia de la Cábala. Captación por el Intelecto y la Captación por los Sentidos Dos son las clases de captación, a través del intelecto y a través de los sentidos. La captación de los sentidos incluye todo lo que el hombre capta con sus cinco sentidos. La captación de la inteligencia es todo lo que el hombre percibe sin la intervención de ninguno de sus sentidos. Por ejemplo: Un hombre acerca sus manos al fuego y aprende el concepto de calor por medio de su sentido del tacto. Cuando este hombre oye que en algún lado hay un incendio y llega a la conclusión de que en aquel lugar hay una temperatura elevada, es una deducción inteligente, a la que denominamos "captación intelectual".(Prácticamente no existe la captación intelectual pura, ya que en toda deducción asociamos en alguna medida, una experiencia material que hemos adquirido con los sentidos). La percepción intelectual es más real que la de los sentidos, porque los sentidos pueden inducir a equívocos y hay muchos ejemplos en ese sentido. Pero como hemos sido acostumbrados desde la más tierna infancia a confiar en los sentidos solamente, nuestra captación intelectual no ha sido desarrollada desde temprana edad, por eso confiamos sólo en los sentidos, como ya explicamos. El Origen de la captación Intelectual es el Alma Todo lo que el ser humano capta en cualquiera de los temas, se denomina "resplandor intelectual", es decir, la fuente de la inteligencia que se llama "luz intelectual" envía un "resplandor inteligente", entonces, la cosa estudiada se hace clara y entendida y es incorporada al conocimiento. Todo alumno experimentó la vivencia de empeñarse en entender un tema con obstinación, sin lograr entenderlo. Repentinamente, le brota una idea, una

chispa repentina, y lo dificil se le hace entendible. Este relámpago de la inteligencia proviene de la fuente intelectual que es como un manantial permanente, pródigo en resplandores inteligentes que nos permiten entender cosas y llegar a conclusiones concretas, aun en campos que los sentidos no tienen comprensión. La fuente intelectual la posee todo ser humano y los sabios de la Cábala sostienen que el alma es la fuente de la inteligencia. Por eso el hombre no puede concebir la esencia del alma, porque el alma está por encima del nivel de captación del hombre, más arriba de su inteligencia. Ciertamente, la esencia del alma no lograremos captar, pero conseguiremos saber de su real existencia. El Encadenamiento Progresivo (Seder Hishtalshelut Behadragá) Origen y consecuencia - causa y efecto ("ila - vealul" "siba - umesubev") Entendemos que origen y causa son una misma cosa. Lo mismo nos parecen los términos efecto y consecuencia. El origen o la causa son los que originan cualquier existencia. Dicha existencia es el efecto o consecuencia. Observando las características de la luz, encontramos que el resplandor que parte de la fuente de luz original, puede cambiar su definición y convertirse, a su vez, en fuente de luz. Como ejemplo, pondremos los rayos del sol que se reflejan en la luna. Esta capta los rayos y los refleja como si fueran suyas propias. También los rayos emitidos por la luna se reflejan en otros objetos que, a su vez, se convierten en fuentes que vuelven a reflejar estos rayos. Más adelante traeremos definiciones desde el punto de vista del hishtalshelut (encadenamiento) de las cosas. El sol sería el origen, la primera causa en el proceso del encadenamiento que hemos presentado. Los rayos del sol serían el efecto o consecuencia de la primera causa. Estos mismos rayos del sol se convierten en origen o causa cuando chocan en la luna y los rayos reflejados desde la luna son la consecuencia o efecto de los rayos del sol. La luz de la luna, a su vez, se hace origen o causa, cuando es reflejada en un espejo que ilumina con la fuerza de la luz lunar y así sucesivamente. Otro ejemplo: Un maestro enseña a su alumno. El maestro es el origen o causa (de la cultura del alumno) y cuando este alumno enseñará a otro alumno lo aprendido, se convertirá de efecto en origen o causa y así sucesivamente. El común denominador de ambos casos, es que el origen o la causa contiene todo lo que hay en la consecuencia. Esta, a su vez, no tiene nada que no haya en la causa desde el punto de vista cualitativo. Tampoco hay en la consecuencia nada que no haya en la causa. La diferencia entre causa y consecuencia está sólo en lo cuantitativo. En otras palabras diremos que en lo cualitativo no hay diferencias entre la luz que emite el sol de la luz que emite la luna. Características similares aparecen tanto en la luz del sol como en el de la luna. La diferencia grande que existe entre ambos, es en lo cuantitativo. Esto es aplicable también en el segundo ejemplo. Si bien en cuanto a la calidad de los conocimientos del maestro y alumno, no hay diferencia, por cuanto la de ambos es Torá meHashamaim (Torá de Di-s), la diferencia está sólo en la cantidad. Esto es un ejemplo de encadenamiento progresivo, un concepto importante en la ciencia de la Cabalá. Ciertamente, en el lenguaje de la Cabalá definimos que una existencia o realidad se va encadenando, progresivamente, desde otra existencia, solamente si se dan las condiciones que mencionamos anteriormente. En otras palabras, no hay en la "ILA" (causa) lo que no hay en alul (efecto o consecuencia), tampoco hay en la consecuencia lo que no hay en la causa. El acento lo ponemos sobra la palabra "progresivo". Por lo tanto hay Hishtalshelut (encadenamiento) entre ila y alul (causa y efecto) sin progresión. Emplearemos esta definición para analizar lo que nos sucede a diario. En toda actividad que el hombre realiza, hay un proceso que comienza con el deseo o la voluntad de este hombre, que finaliza con la acción o realización. Prácticamente, todas las etapas del proceso están incluídas en su deseo, sólo que se producen eslabón tras eslabón. Por lo tanto, como hemos dicho, el primer eslabón es haratzón (el deseo), por ejemplo, de comer torta. El segundo paso es programar la manera de conseguir la torta. A continuación, se entusiasma, emociona y se imagina la satisfacción que sentirá al comer la torta. Otro eslabón más es ir a adquirir la torta y el último eslabón degustarla, comerla.

En el ejemplo, el deseo contiene todo el proceso y por eso es la ila, el origen o causa de todo lo que pasó. Todo eslabón está incluído en el anterior, sólo que va apareciendo oportunamente. El deseo es totalizador de todo un proceso, pero el hombre no tiene instrumentos en su cuerpo para revelarlos. Frente a esto, está el cerebro que revela el paso siguiente que es la planificación. Es decir: la planificación y la reflexión se realizan ( y así se revelan) en el cerebro; El eslabón siguiente se revela en el corazón que es el órgano del sentimiento y entusiasmo. El eslabón siguiente se revela a través de las piernas que caminan y lo transportan. Y, el último eslabón es la acción, que se revela en todo su ser. Cada eslabón en el proceso es ila (origen) o causa del efecto que le sigue que, a su vez, pasa a ser causa para el siguiente eslabón en el proceso. Más adelante, definiremos el proceso de esta hishtalshelut (encadenamiento) en los términos de las Sefirot (Atributos) y veremos cómo la Sefirot se encadenan una en otra en el proceso de causa y efecto. El encadenamiento entre Ila VeAlul (origen y consecuencia o causa y efecto) existen sólo en el plano espiritual o intelectual. La existencia material se realiza de la nada. El hishtalshelut (encadenamiento) entre Ila Vealul, Siba y Mesubev se produce sólo en el plano espiritual o intelectual. En este plano es posible decir que el eslabón tal o cual es la consecuencia del eslabón precedente. Cuando digo: "entre 200 partes", ésta parte está incluída entre las 200. O si digo: "velocidad de 100 K.H.", está claro que en esta velocidad está incluída también la de 40 K. H. Por consiguiente puedo decir que los "doscientos" son el origen de la parte única o que la velocidad 100 K.H. es la Ila de 40 K.H., porque estamos cumpliendo con las condiciones que enunciamos anteriormente. No es lo mismo en el plano material. No se puede decir que determinada cosa material es Ila (origen) de otra cosa material, puesto que la una no contiene a la otra, sino que cada unidad material tiene cualidades que no posee la otra. En el plano material no se puede decir que una realidad es consecuencia encadenada de otra realidad, sino que cada realidad material es una creación individual Yesh MeAyin (surgida de la nada). La totalidad de la existencia material se suele agrupar en cuatro clases. Una distinguida de la otra: mineral, vegetal, animal y parlante. De acuerdo a nuestras palabras, no podemos decir , que el desierto es el "Ila" (causa u origen) del reino animal; tampoco que el reino animal es el origen del vegetal, ni que el vegetal es la causa del mineral, porque cada grupo contiene cualidades que no existen en las otras. Y, no solamente eso, sino que las particularidades de cada grupo también son diferentes a las del otro. Más adelante dedicaremos un capítulo a este tema, donde volveremos a acentuar que no hay "hishtalshelut" (encadenamiento entre origen y consecuencia), excepto en el plano espiritual--intelectual exclusivamente. Este principio es básico en la Cabalá en particular y en la Fé judía en general, de donde se desprende el rechazo categórico de todo tipo de teoría de la evolución. Y, como veremos más adelante, la ciencia de la Cabalá también rechaza toda hipótesis que la existencia material sea el resultado de un encadenamiento con la existencia espiritual. Reshit Jojmá (El principio de la sabiduría) El Portal del amor Introducción del traductor y prefacio Introduccion del traductor (*) El principio de la sabiduria del rabino Eliahu de Vidas es una obra ambiciosa dividida en "portales": el temor, el amor, el arrepentimiento, la santidad, y la humildad. Con gratitud al Todopoderoso presentamos aquí la version en castellano del Portal del amor. (tora.org.ar solo presentara extractos de esta magnifica obra). Sabemos poco de la vida de rabi de Vidas. Nacio en Safed, y quedo huerfano muy joven. Sufrio una pobreza extrema durante la niñez. El principio de la sabiduria fue su obra de mayor importancia; la completo en Safed en 1575, y su primera impresión fue en Venecia en 1579. Hacia el final de su vida rabi de Vidas se traslado a Jebron, y llego a ser uno de los principales rabinos de la ciudad. Fallecio en Jebron en 1587. Rabi de Vidas fue el estudiante mas destacado del rabino Moshe Cordovero, a quien llamaba Ramak. Este ultimo fue el maestro de la Kabbalah en el Safed del siglo XVI, hasta que aparecio el rabino Isaac Luria, el santo Ari, a quien llama "mi maestro", asi como de rabi Abraham Berujim, el kabalista de Safed de quien se dijo que tuvo una vision de la Shejina (Presencia Divina)

Prefacio a Reshit Jojmá El Prefacio a Reshit Jojma (El Principio de la Sabiduria) esta escrito por el Rabino Moshe Schatz, kabalista contemporaneo de Jerusalem Proceso de la redención Aceleración de la redención Según la tradición, la sabiduría de Kabalá ha de serle escondida al público para que no malinterpreten sus profundos conceptos esotéricos. Sin embargo, enseña el Zohar que eventualmente, esta sabiduría ha de salir a la luz y ser revelada a todos. Más aún, añade el Zohar, en generaciones futuras, inclusive los niños podrán comprender la sabiduría secreta de la Torá. ¿Cómo podemos yuxtaponer estos dos principios? ¿Qué distingue las generaciones más tardías de las más tempranas, en particular ya que la erudición y rectitud en siglos pasados eran mucho mayores que ahora? Esta pregunta es paralela a otra importante pregunta, que es ¿Cuándo se puede revelar esta importante materia, y cuando se ha de evitar hacerlo? El Zohar nos advierte repetidas veces que el que revela los misterios de la Torá de modo impropio, causa que el pueblo de Israel se vuelva vulnerable a los Acusadores, que siempre están listos a recordarle al Creador las faltas de Su pueblo Israel. Por otra parte, la participación en la diseminación de la sabiduría secreta de la Torá es una tarea esencial que despierta la compasión Divina en el mundo y la consciencia mesiánica. Por consiguiente, el no hacerlo causa lo contrario, así como lo han expresado los kabalistas a través de las generaciones. Es innegable que la sabiduría de la Kabalá está acaparando la atención pública. ¿Hemos de alegrarnos de ello o bien lamentarnos? ¿Qué está haciendo el Señor del Universo y porqué? Para responder a estas preguntas, debemos comprender el mecanismo del proceso de la redención. Una de las razones por las cuales es vital el estudio correcto de la Kabalá es que sus teorías holísticas e integrativas suscitan una nueva conciencia y sensibilidad a la vida, a Dios, y a todos los aspectos de su Creación. Esta comprensión es muy importante para captar las ideas del gran sabio del siglo XVIII, el Gaón de Vilna, acerca de la relación entre la Torá y la sabiduría del mundo, y cómo se relacionan con el proceso de la redención. El Gaón de Vilna mantiene que el desarrollo del proceso de la redención está intrínsecamente relacionado al desarrollo de la Torá a través de las generaciones. Como existe una unicidad omnipresente en toda la existencia, este desarrollo de la Torá ha de ser concomitante con el desarrollo de la sabiduría mundana, como explicaremos. Rabí Hilel de Shklov, discípulo del Gaón de Vilna, dice en nombre de su maestro: El desarrollo del proceso mesiánico sucede paso a paso, conjuntamente con la revelación de la sabiduría de la Torá, mediante la revelación de los secretos esotéricos de la Torá, junto con el desarrollo de los siete campos de sabiduría natural [la ciencia] mediante la iniciación de abajo [esfuerzos del hombre]. Este es el significado del siguiente Zohar: "En el año 600 del sexto milenio [1840] se abrirán los portales de la sabiduría celestial y las bajas fuentes de sabiduría". Estudiaremos el texto completo del Zohar para comprender el proceso de la redención. Este texto del Zohar se refiere a la última letra Heh del Tetragrama, que representa a la Shejiná, y la letra Vav, que representa la luz del Mesías. Dice el Zohar: Dijo Rabí Yosi: Está escrito: "Yo, Dios, lo aceleraré - el proceso redención - en su tiempo (be'itá)". La palabra be'itá - (en su tiempo) puede leerse (con vocales diacríticas diferentes) be'et Heh, es decir, "en el tiempo que la letra Heh llegue al tiempo de cinco". Es decir, cuando llegue el tiempo que la letra Heh se levante del polvo de Su exilio - como el valor numérico de la letra Heh es cinco, la alusión a be'et Heh - al tiempo de cinco, se refiere al período "que termina el quinto milenio, lo aceleraré - el proceso de la redención". Añadió Rabí Yosi aunque la redención espera hasta que la Shejiná se levante del polvo del exilio, aún así, Israel permanecerá en el polvo del exilio, por el período que representa un día y no más.

El concepto zohárico de un día equivale a mil años porque el universo físico tal que lo conocemos durará seis mil años. Los seis mil años están incluidos en los seis días de Ma'asé bereshit - la creación. Por tanto, cada uno de los seis días de la creación representa mil años. El período principal del exilio es el quinto milenio - de 4000 a 5000 - año 240 de nuetra era. - 1240 de nuestra era. Desde entonces la luz mesiánica ha comenzado a descender paulatinamente. Hemos de añadir al exilio otro medio día, que es la mañana hasta el mediodía del sexto día, de modo que el período del exilio y el proceso de la redención dure "un día y medio" - 1.500 años. El sexto día representa el principio de la luz mesiánica. Sin embargo, se espera que la verdadera luz mesiánica comience a partir del mediodía en adelante, en el momento que el día comienza a imbuirse del resplandor del Shabat entrante. Así como el sol comienza a ponerse a partir del viernes al mediodía, la era mesiánica está iluminada por el Gran Shabat que comienza al anochecer. El Gran Shabat corresponde al séptimo milenio que viene inmediatamente después de la segunda mitad del sexto día, así como el Shabat viene después del viernes por la tarde. Como hay diferentes modos de calcular a qué corresponde el concepto de "mediodía", fluctúa según los méritos del pueblo de Israel en el proceso de la redención. Dijo Rabí Yehudá: Cuando la Comunidad de Israel - que representa la Heh final del Tetragrama - fue exilada del Su hogar - la Vav del Tetragrama de donde proviene la luz mesiánica - las letras del Nombre Divino se separaron, si puede decirse así, y la Heh dejó a la Vav. Como se separaron [la Shejiná, la nación de Israel y la Torá que están en exilio, dijeron a Dios], como está escrito: "Estoy muda, silenciosa. [Ni siquiera] hablo del bien al ser mi dolor tan vivo" [8]. La voz y la expresión están mudas. Este es el exilio de la Torá, que no se expresa para ser comprendida correctamente, y por tanto crea conceptos erróneos. Por lo tanto Ella - la Shejiná, la nación de Israel y la Torá - yace en el exilio durante el día, que representa la letra Heh. ¿A qué se refiere? Se refiere al quinto milenio - desde los años 4000 a 5000, o 240 a 1240 de nuestra era. Aunque el exilio comenzó antes del quinto milenio, aún así, los mayores sufrimientos del exilio sucedieron durante el quinto milenio. Como indica el Zohar, citando el siguiente versículo, "Me dejó desolada y enferma todo el día" (Lamentaciones 1:13). El secreto de la Vav es el sexto milenio, ya que en este tiempo, la Vav está alzando a la Heh del polvo del exilio. El texto implica más adelante que la luz del sexto-la Vav proviene del séptimo milenio - el gran Shabat. Por tanto, es durante el sexto milenio que la luz de la Vav alzará a Israel, a la Shejiná y a la Torá, del exilio. La Vav que representa la luz mesiánica es el sexto milenio. Esta Vav está sacando a Israel del exilio hacia la era mesiánica que viene de la luz del Gran Shabat. [Como hay distintas perspectivas de donde comienza la Vav (el sexto), hay diferentes puntos intermedios en que se estima que ha de descender la luz mesiánica. Esto se debe a que cada principio y punto intermedio de un período de "seis" marca un nuevo nivel de la bajada de la luz mesiánica, a pesar que el verdadero Mesías aún no ha llegado]. Los períodos de "Seis," o sea la Vav=6 multiplicada por Yud=10, que produce sesenta, simbolizan los períodos variables de la luz mesiánica. Si aún no llegó el mesías entonces cada sesenta años del sexto milenio, la Heh - que representa a Israel, a la Shejiná, la Torá y el mundo, ¡ya que la Heh es Maljut! - está acumulando poder para poder unirse a la Vav con el propósito de salir del exilio por completo. ¡Este es el proceso de la redención! Notas: Simcha H. Benyosef es responsible de la traduccion al español de la monumental obra de la Kabbalah El Portal del Amor, de Reshit Jojma (El Principio de la Sabiduria) escrito por el rabino Eliahu de Vidas. El Portal del Amor esta proximo a salir en su version en castellano y, en exclusivisdad, estaremos adelantando el Prefacio y la Introduccion escrita por el traductor. Ademas, Simcha Benyosef es autor del libro Living the Kabbalah, guia para el Shabbat y las Festividades, basado en las ensenianzas del rabino Rafael Moshe Luria. Editorial Continnum. Escrito en ingles es posible adquirirlo a traves de www.amazon.com. Aquellos que lo deseen podran comunicarse directamente con Simcha H. Benyosef, en español o ingles a: [email protected].

1- Véase el Zohar vol. 3, Idra Rabá p.128a. 2- Zohar 118a, véase más adelante. 3- Kol Hator Jerusalén, 1994 p.117, párrafo # 4. 4- Véase también el comentario del Gaón de Vilna a Isaías 1:2, in Likutei HaGra, p. 11, Jerusalén 1963. Han de conocerse las tres areas principales de la sabiduría: la metafísica, las ciencias naturales y las ciencias aplicadas con la sabiduría aplicada". 5- La última Heh del Tetragrama YHVH se refiere a la Shejiná, presencia de Dios, la nación de Israel, la Torá, y todo el mundo. Todo cuanto se aplica a uno se aplica a los otros. Como la última Heh es la sefirá de maljut-reino, también se aplica al resto del mundo, ya que maljut representa todo el universo. La Heh, como maljut, es femenina y la que recibe la energía. En cambio, la Vav es masculina. Es el que da la energía y representa la luz del Mesías. En caso de exilio, la Heh se separa de la Vav y va en exiliio. El valor numérico de la Heh es 5, y representa el quinto milenio, en que se manifiesta la mayor parte del exilio. El valor numérico de la Vav es 6, y representa el sexto milenio, en que se encuentra la luz del Mesías, y viene a sacar a la Heh, que representa a Israel, al mundo, etc., del exilio. 6- Zohar vol 1. Vayera Pp. 116b - 117a, 118a. 7- Isaías 60: 22. 8- Salmos 39:3. Proceso de la redención Aceleración de la redención (segunda parte) Por lo tanto, en el año seiscientos del sexto milenio [el año 5.600 corresponde al año 1840] se abrirán los portales de sabiduría celestial [la kabalá], así como las bajas fuentes de sabiduría [las ciencias]. Entonces, todo el mundo se preparará a entrar al séptimo milenio estudiando los misterios de la Torá , así como en el sexto día de la semana, cuando el sol comienza a ponerse después de su cenit de mediodía, el viernes por la tarde el hombre se prepara a recibir el Shabat. Asimismo, a partir de la segunda mitad del sexto milenio - desde el mediodía en adelante - todo se acelera, así como todo se accelera el viernes por la tarde en el hogar judío y se hacen todos los preparativos para el Gran Shabat. A esto alude el versículo: "En el año seiscientos de la vida de Noé… se rompieron todas las fuentes del gran abismo (la ciencia) y se abrieron las aberturas del cielo (kabalá)" [Génesis 7:11]... El proceso de la redención acelera a medida que nos acercamos al tiempo indicado. Como hemos mencionado, "Yo, Dios, lo aceleraré". Continúa el Zohar: A medida que nos acercamos a la verdadera era mesiánica, inclusive los niños podrán comprender la simplicidad de la sabiduría esotérica que será revelada a todos. Como dicen los profetas: "Luego [Yo Dios] convertiré a los pueblos a una lengua pura, para que todos puedan invocar el nombre del Eterno, para servirle con un solo consentimiento". Explica el Zohar que el proceso de la redención se refiere a la luz de la era mesiánica que baja por etapas. Cuando comience finalmente la era mesiánica, será el momento en que la unicidad del Altísimo será revelada a todos. Todos estarán conscientes de ello y tendrán los medios para comprenderlo. No obstante, sino merecemos la era mesiánica, su energía luminosa se esparcirá en diferentes campos y seguirá haciéndolo hasta el punto intermedio siguiente. Dios prometió emanar esta luz hacia abajo en un momento determinado y está cumpliendo Su promesa, ya que una vez que se emite la energía espiritual, ésta ha de alcanzar su propósito. Si los que estaban destinados a recibirla - el pueblo judio - no han llegado al nivel de cercanía al Creador que se espera de ellos, la energía espiritual bajará aún así, pero mientras tanto se desviará de su meta destinada. Sus chispas serán diseminadas entre las naciones, que a su vez producirán ilustración, sabiduría inventiva y tecnología.

Cuando las chispas de la luz mesiánica se diseminen entre las naciones, como dice el Zohar precedente, se abrirán los portales de la sabiduría celestial - referencia a la Kabalá - con las bajas fuentes de sabiduría - referencia a la sabiduría secular. No obstante, la revelación de distintas facetas de la sabiduría no es una meta individual. Mejor dicho, esto sucede para que la sabiduría se haga un recipiente para abrir las nuevas percepciones de la Kabalá y revelar así la unicidad de Dios. Esencialmente, la sabiduría no es tan divisiva como la vemos hoy. Más bien se compone de diferentes aspectos, como las partes de una gestalt unificada o entidad íntegra. La redención de la sabiduría secular, hasta el punto de unificarse con la Kabalá, forma parte del proceso de la redención. La Kabalá es un metasistema que unifica toda la sabiduría en una entidad íntegra superior y se vuelve el reflejo de la unicidad de Dios. La aceleración de la sabiduría está sucediendo en nuestro tiempo en particular para preparar a la humanidad para la era mesiánica, que es la luz del séptimo milenio, así como el hombre se prepara para el Shabat cuando el sol comienza a ponerse. Esto no significa la puesta del sol, sino el momento en que el sol comienza a bajar en el horizonte, es decir, a partir de medio día. A un nivel más excelso, Dios está llevando a caba este proceso al nivel cósmico, preparando así a la humanidad para las luces del gran Shabat. El mensaje del Zohar es que la sabiduría secular, junto con la kabalá, son chispas de la luz oculta del Mesías. Según el Zohar, esta aceleración está sucediendo ya como parte de los preparativos para el séptimo día - es decir, el séptimo milenio, que viene después de la era mesiánica. Asimismo, a partir de la mitad del sexto día se comienza a ver la luz del séptimo, y su fulgor aumenta a medida que va llegando el día. El quinto día - el quinto milenio - corresponde al exilio. Tenemos después como otro medio día, "la mañana" del sexto milenio. Observamos un proceso similar en la obra de la creación. Aunque en el quinto día sucedió la creación de los pájaros, los peces y los animales marinos, aún así, durante la mañana del sexto día, fueron creados los mamíferos. Este día y medio, que el Creador dedicó a los animales, representan la duración de nuestro exilio. A continuación, después de la mitad del sexto día de la Creación, hizo Dios a Adán, que representa la idea del Mesías. Por tanto, el período de tiempo desde la creación de los animales hasta la del hombre paralela el día y medio de nuestra preparación para el Shabat, y asimismo, corresponde al concepto del Zohar del día y medio que conduce a la era mesiánica - la redención. Construcción de un recipiente La iniciación gradual del proceso mesiánico corresponde a la lenta diseminación de los conceptos kabalísticos. Esto se debe a que la Kabalá revela el fundamento de la creación de una forma unificada. Estas revelaciones forman parte de la luz mesiánica. Los conceptos de la Kabalá van revelándose según el nivel de la luz mesiánica que desciende. Puede plantearse la pregunta si los primeros kabalistas conocían las enseñanzas de la Kabalá como las presentaba el Ari. Rabí Moshé Cordovero enseñaba la Kabalá en Sefad del modo tradicional hasta que vino el Ari, y reveló una dimensión totalmente nueva. Señala el Ari, como lo indica Rabí Jaim Vital en el Etz Jaim: Rambán - Najmánides - y sus compañeros de estudio, así como los primeros sabios - como por ejemplo, Rabí Nehuniá ben Hakaná, autor del Bahir - también comprendían el concepto de partzuf-gestalt. Los primeros sabios no utilizaron la terminología de partzuf-gestalt porque la luz mesiánica del partzuf-gestalt no comenzó a fluir a este mundo hasta el tiempo del Ari. El alba de la luz mesiánica permitió al Ari introducir el concepto de partzuf-gestalt, aunque era voluntad Divina que reservase sus revelaciones al respecto a sus comunicaciones privadas con su discípulo principal, rabí Jaim Vital. Desafortunadamente, enseñó el Ari un concepto esotérico del Zohar antes que bajase del Cielo la emanación de tal enseñanza. Por lo tanto, cuando enseñó dicho concepto, sus discípulos aún no estaban listos para escucharlo, y el Ari sintió que su muerte sería el resultado directo de tal revelación prematura, como de hecho sucedió. El vínculo entre la diseminación de la luz mesiánica y la inhabilidad de los primeros sabios de discutir conceptos que conocían, aún no está claro. ¿Cómo puede uno comprender un concepto y a la vez, ser incapaz de formularlo?

¿Había algún decreto Divino o razón ilógica que prohibiera su diseminación? Para responder a esta pregunta, analicemos el proceso de la comunicación entre un parlante y un oyente. El impartir una idea implica que el oyente tiene medios - un recipiente - para comprenderlo. El idioma es uno de los medios más básicos. La comprensión del oyente presupone que conoce el idioma de comunicación, ya que si no, sólo oíra sonidos. Si sólo tiene rudimentos del idioma, comprenderá hasta cierto punto pero no podrá captar el pleno significado del parlante. Un recipiente sólo puede contener la substancia que se le echa, según su capacidad. En este caso, la substancia es el pensamiento comunicado, que puede verse como la luz que se disemina, y el recipiente es la capacidad de captar de la mente. Mejor conozca el individuo cierto concepto, más fácil será de comunicarle los puntos más sutiles o información interna acerca del tema. Sucede a menudo que pensadores produzcan teorías antes de su tiempo. Su generación aún no está a nivel de captar sus ideas, especialmente porque no hay nada en su mundo que concuerde con lo que el inventor trata de comunicar. Por resultado, como la gente carece de medios para comprender, pueden rechazar su mensaje. Un ejemplo es Wilhelm Reich, psiquiatra alemán que discutió ideas de la Nueva Era - como la integración de cuerpo y mente - en los años cincuenta, y la reacción general fue que le metieron en la cárcel. La recepción a sus ideas fue muy negativa, porque en ese tiempo, la gente no tenía los recipientes adecuado para recibirlas. Hoy en día, con la aportación de la ciencia contemporánea, estos conceptos parecen elementarios y son totalmente aceptados, pero hace cincuenta años, no era así. Para aceptar una idea, el oyente ha de tener un concepto equivalente que armonice con lo que le están diciendo. Este concepto equivalente se vuelve el recipiente que le permite de emplazar en su mente lo que están comunicando. A medida que progresa la ciencia y se vuelve el mundo más sofisticado, se alista la mente progresivamente a aceptar conceptos abstractos. Hemos citado anteriormente la nota de rabí Jaim Vital, que "Los primeros sabios no utilizaron la terminología de partzuf-gestalt porque la luz mesiánica del partzuf-gestalt no comenzó a fluir a este mundo hasta el tiempo del Ari." Esto significa que hay una bajada paulatina de la luz mesiánica, ya que cada nueva percepción, todo lo que tenga valor, proviene de esta luz. Es decir, para que se comprenda un concepto, primero tiene que descender la luz mesiánica que corresponde a ese concepto. En tiempos del Ari, bajó una concentración especial de la luz y le permitió mencionar el concepto de partzuf-gestalt, pero aún faltaba la intuición de ruaj hakodesh-inspiración Divina, que iba mucho más allá que el nivel cognoscitivo de expresión del momento. El nuevo nivel de ruaj hakodesh sólo le permitió al Ari discutir estos conceptos con los iniciados, que ya estaban preparados para comprender al nivel intuitivo. A medida que pasó el tiempo fue bajando el ruaj hakodesh, pero no obstante, no había recipientes cognitivos de comprensión humana para captar las enseñanzas de la Kabalá. La única manera de comprender verdaderamente la Kabalá era a través de la intuición de ruaj hakodesh. Sin embargo, con el tiempo, el fluido Divino aumentó hasta el punto que fue posible percibir la Kabalá a través del intelecto humano, de manera que se facilitaría y aclararía con el tiempo. Notas: 1- Es importante comprender en qué consiste el proceso de la redención, que es el objetivo de este prefacio. El proceso de la redención es el exilio y parte de la redención, que están sucediendo simultáneamente. Uno de los principios de la Kabalá que hemos de comprender es que siempre hay una iniciación de abajo de algún modo que exige alguna participación directa o indirecta. Esta participación atrae hacia abajo la emanación de la luz en forma de sabiduría, sustento, etc. Por lo tanto, el proceso de la redención supone alguna participación de nuestra parte. Declara el Raya Mehemna en el Zohar, [vol. 3, parshat Naso, p. 124b] las palabras que Eliyahu (Elías) el profeta dice a rabí Shimón bar Yojai: "A través de tu libro - el Zohar (es decir, la Kabalá) - comenzará a brillar una luz de despertar a Dios (de arrepentimiento - teshuvá). A éstos no les será necesario sufrir pruebas ni tribulaciónes porque probaran el Árbol de la Vida, que es el libro del Zohar. Por medio de esto saldrán del exilio con amor y compasión." El mensaje es que para atraer hacia abajo la luz y la era mesiánica dotada de compasión Divina en lugar de juicio estricto hemos de abrir esta conciencia mesiánica a través de la espiritualidad derivada de nuestros estudios de Kabalá. Si no lo hacemos, estamos creando para nosotros la entrada a la era mesiánica a través de las tribulaciones y el juicio estricto, como dice el Tikunei Zohar, tikún 30 s.v. Nativ Tinianá, p. 73b. y el en tikún 43, p. 82a. Véase en ambos lugares el comentario Kisé Melej y la introducción de rabí Jaim Vital al Etz

Jaim. Véase también la nota 14. El Zohar y el Gaón de Vilna señalan la importancia de estudiar la Kabalá a la par de la sabiduría laica. Sólo hay que estudiar la sabiduría laica con la intención de conectarla a la Kabalá , ya que sin el estudio preparatorio de la Kabalá, es imposible lograr el objetivo deseado. Bajo la capa de la sabiduría laica se oculta Oró shel meshiaj (la luz del Mesías), que ilumina la compresión de la Kabalá, porque ambos estudios están vinculados. Entonces puee verse que no hay más que Dios, y no hay más que la Torá. 2- Es decir, después del mediodía, media hora después de las doce de la tarde, a las 12:30 de la tarde cuando comienza a ponerse el sol, y no al crepúsculo, cuando de hecho, comienza el Shabat, porque el Zohar se refiere a la preparación para Shabat que se hace antes de Shabat, inmediatamente después del mediodía. Este período del viernes por la tarde representa la verdadera era mesiánica. De aquí proviene el concepto de la duración del exilio, "un día y medio", el quinto milenio hasta la tarde del sexto. El quinto milenio es la dureza del exilio y no podrían liberarse ni siquiera por medio de la teshuvá (el arrepentimiento). Sin embargo, a partir del sexto milenio y en adelante (la Vav) la luz del Mesías comienza a brillar, y aumenta la posibilidad de salir del exilio. 3- Isaías 60: 22. 4- Sofonías 3:9. 5- El "Lev Simja", es decir, Rabí Simja Bunim Alter, previo rabino Gerer, hermano del Beit Israel, era bien conocido en los círculos jasídicos de los Gerer, por una declaración que hizo, que, en vista del exilio de la luz mesiánica, no requiere explicación: El Altísimo concedió tres regalos (hashpa'ot) al mundo, y la comunidad de Torá de Israel, al no apoderarse de estos tres regalos en el momento que se concedieron, los perdió a los tres a favor de las fuerzas externas, o del "Otro Lado". La jojmá-sabiduría se perdió y cayó en las manos de los científicos. Erets Israel - la tierra de Israel se perdió y cayó en las manos de los zionistas laicos. La teshuvá - el despertar a Dios y a la Torá se perdió y cayo en las manos de los judíos asimilados - el movimiento ba'al teshuvá. (Rabí Simja Bunim, autor del Lev Simja, previo rebbe de los jasidim Gerer, elaborando acerca del comentario del rebbe de los jasidim Kotzker al Zohar que precede.) Una nota acerca de la declaración anterior sobre el despertar del movimiento ba'al teshuvá de judíos asimilados que regresan a la Torá. ¡Es increíble que este despertar, que también debería haber sucedido entre los miembros de la comunidad judía ortodoxa, fue "desterrado" y concedido sólo a los judíos asimilados! Es decir, fueron los judíos asimilados y no los ortodoxos que se sensibilizaron a la luz de teshuvá que emanaba del reino celestial. Este despertar es una apertura a la conciencia de la Kabalá en relación a la luz mesiánica que debería haber sucedido entre los ortodoxos, y por supuesto, se expandería y se volvería entonces una conciencia colectiva por todo Israel. Véase la nota 14. 6- Etz Jaim vol.2 p. 119 y edición de letra cuadrada vol. 2 p. 413 s.v. L'hari Z"L. El Ari sabía que era voluntad Divina que cediese a las insistencias de Rabí Jaim Vital al respecto. Glosario de términos kabalísticos Extraidos de la introduccion, (escrita por Simcha Benyosef*), a la version en castellano del "Portal del Amor", la trascendental obra de la Kabalah escrita por el Rabino Eliahu de Vidas en Reshit Jojma. El rabino de Vidas escribia para un lector familiarizado con los conceptos basicos y las interrelaciones de la Kabala. En las paginas que siguen, ofrezco al lector un resumen de los principios kabalisticos necesarios para comprender su obra. No es un compendio de todas las enseñanzas de la Kabala, sino la clave de este trabajo. Por ejemplo, no puede comprenderse el significado del concepto "sefira" con la mera traduccion de esta palabra. No obstante, esta traduccion, en el contexto de las ideas presentadas por estas paginas, puede bastarle al lector para captar lo que la experiencia de una sefira podria representar.

En Sof l Mundos l Almas l Partzufim y Sefirot l Compañeros l Partes del cuerpo l Shejiná l Compañeros de alma l Espíritus sin cuerpo l La Oración de la Medianoche l Centinelas de Jerusalen EN SOF Aún antes de los prodigiosos actos de la Creación, lo único que existía era En Sof - la Luz Infinita del Ser Supremo. Por lo tanto, toda discusión de la obra de la Creación comienza por En Sof. Esta luz del infinito es totalmente simple, sin diferenciación. Mientras existiese esta luz infinita en su plenitud, no podría existir nada otro. La Creación comenzó con el encogimiento de En Sof-la Luz Infinita. Sin embargo, seguía siendo imposible que existiese el mundo tal como lo conocemos, debido a la increíble intensidad de la luz. Por tanto, había de velarse En Sof. El kabalista rabí Moshé Jaim Luzzato, también conocido por el nombre Ramjal, comparó la atenuación de la luz de En Sof a una llama protegida por muchos velos. La luz difusa que se percibe a través de los velos no afecta de ningún modo a la intensidad de la llama original. MUNDOS La serie de velos que Dios creó para ocultar Su Presencia son los cuatro mundos espirituales; cada uno de ellos esconde Su luz con opacidad creciente hasta que se vuelve casi indistinguible. El más elevado de estos mundos es Atzilut-Cercanía; a continuación viene Beriyá-Creación, Yetzirá-Formación y Asiyá-Acción. La relación entre Dios, la Creación, y el hombre, se establece a través de los mundos celestiales. ALMAS En hebreo el alma suele llamarse nefesh o neshamá, aunque éstos son términos que denominan niveles de alma específicos. Las tres dimensiones principales del alma son la neshamá, el ruaj y la nefesh. El término ruaj lleva el artículo masculino porque suele aludir a la Fuerzas Masculina de la Providencia Divina, mientras que la nefesh se refiere a las Fuerzas Femenina de la Providencia. La parte inferior de la neshamá mora en el cerebro, y su parte superior queda fuera del cuerpo. El ruaj mora en el corazón; la nefesh está unida al hígado. El ruaj y la nefesh están directamente unidos al cuerpo, en contraste con la neshamá, cuya adhesión al cuerpo es sólo parcial. Más allá de la neshamá están los niveles de jayá-esencia viva y yejidá-esencia única. El cuerpo es incapaz de contener estas excelsas fuerzas. Por lo tanto constituyen lo que la Kabalá llama "Luz circundante", en contraste con la nefesh, el ruaj y la neshamá, llamadas "luz interna". La fuente Divina del hombre se denomina la raíz de su alma. Explicó rabí Jaim Vital que la raíz del alma humana está muy elevada en el mundo de Atzilut-Cercanía [1]. La rama del alma se extiende por todos los mundos hasta llegar al cuerpo del hombre. En cada nivel, en cada uno de los mundos celestiales, tiene el alma una raíz. A través de sus obras merece un alma ascender de nivel en nivel, y cada nivel del alma corresponde a un nivel distinto de conciencia Divina. Explica el Portal del amor que los términos nefesh, ruaj y neshamá, no sólo son partes del alma, sino también niveles de conciencia. Así, pues, cada uno de estos tres términos abarca diferentes niveles de conciencia Divina. Por ejemplo, el nivel básico de nefesh es la fuerza vital del hombre, pero para alcanzar el más alto nivel de nefesh se ha de cumplir los preceptos y de hacer buenas obras [2]. A continación viene el ruaj-espíritu, y reposa sobre la nefesh. El hombre merece recibir el nivel de ruaj por medio de su cumplimiento de los preceptos relacionados con el habla, y en particular al estudiar Torá con su voz. En otras palabras, así como el vocablo hebreo ruaj significa "viento", o "soplo", para recibir su ruaj, el hombre ha de utilizar su soplo para articular las enseñanzas de la Torá en hebreo, en lugar de leerlas en silencio, que requiere mucho menos esfuerzo. Luego viene el alma neshamá a reposar sobre el ruaj. El hombre merece ascender al excelsio nivel de neshamá por medio de los preceptos relacionados con el pensamiento [3], como el temor y amor al Creador. PARTZUFIM Y SEFIROT Los partzufim son entidades unificadas y colectivas que tienen la capacidad de obrar recíprocamente. No puede existir nada que no sea un partzuf. De hecho, la realidad es una interconexión infinita e inacabable de partzufim. El equivalente español más próximo a la palabra partzuf es el concepto alemán de gestalt, que se define como:

una estructura de elementos espirituales tan integrados como para constituir una entidad íntegra y coherente cuyas propiedades no se derivan de la suma de sus partes. Los partzufim obran recíprocamente uno con otro, así como toda parte de toda entidad íntegra es por sí misma una entidad íntegra que tiene sus propias partes. En este sentido, un partzuf es una entidad íntegra y esencial de una realidad holográfica - que por sí misma forma parte de otra entidad íntegra superior a ella - y esencialmente es una entidad íntegra dentro de otra entidad íntegra dentro de otra ad infinitum. Sin embargo, cuando se analiza la naturaleza de esta entidad íntegra, o partzuf, se ve que se compone de diez partes interconectadas, sin las cuales la entidad íntegra no existiría. Por supuesto, si cada una de estas partes se aislase de las otras, sería por sí misma una entidad íntegra compuesta de la interconexión de diez partes. Estas partes interconectadas de la entidad íntegra se llaman sefirot. Al hablar de sefirot nos referimos siempre a la parte particular de la entidad íntegra en cuestión. "Hay diez sefirot, y no nueve, ni once," como declara el Sefer Yetzirá, porque cada partzuf ha de tener su parte superior, su parte media y su parte inferior, así como su derecha, izquierda y centro. La parte superior derecha es jojmá-sabiduría; la parte superior izquierda es biná-entendimiento, y la parte superior central es daat-conocimiento. La parte media derecha es jesed-bondad; la media izquierda es guevurá-reserva; y la media central es tiferet-armonía. La parte inferior derecha es netsajdominio; la inferior izquierda es hod-empatía, y la inferior central es yesod-fundamento. La décima sefirá que da cohesividad a las nueve sefirot puede ser una de dos posibilidades: sea keter-corona cuando el partzuf o entidad íntegra está conectado a otro partzuf por encima de él, sea maljut-reino cuando está conectado a otra entidad íntegra bajo la primera. Sin embargo, a veces, las diez sefirot del partzuf son keter, jojmá, biná en la parte superior, jesed, guevurá, tiferet en la parte media, y netzaj, hod, yesod, en la parte inferior. En este caso, maljut es la décima, ya que daat se manifiesta como un nexo de unión entre los lados interiores de jojmá y biná, y no como una sefirá distinta. Un equivalente físico al concepto de partzuf es el hombre: aunque el cuerpo humano consta de diferentes partes, es sin embargo una entidad íntegra coherente, y no sólo una serie de partes del cuerpo. Si analizaramos al hombre como partzuf, diríamos que su cabeza corresponde a jojmá-sabiduría, biná-entendimiento, y daat-conocimiento; su brazo derecho es jesed-bondad; su brazo izquierdo guevurá-reserva; su tórax o corazón es tiferet-armonía; su pierna derecha es netsaj-dominio; su pierna izquierda es hod-empatía, y su órgano sexual es yesod-fundamento. Como está conectado a su Creador por encima de él, es keter-corona en su cabeza la que le da realidad. Asimismo, el concepto del Zohar de "misterio," se refiere a la interpretación esotérica de un versículo que revelará el partzuf-gestalt completo de este versículo, es decir, la integración de todos los niveles de entendimiento tras de este versículo. Un partzuf-gestalt alcanza la realización cuando adquiere la capacidad de recibir la energía Divina que viene de arriba así como de transmitirla hacia abajo. La idea de que las sefirot son poderes independientes de toda entidad íntegra o partzuf, es una noción errónea. Rabí Kaplan (z"l) comentó al respecto: Aunque Dios ha creado ciertas sefirot a través de las cuales se relaciona con nosotros, son éstas similares a los cables de un teléfono. Al llamar a un presidente, no les presentamos respeto a los cables del teléfono, a pesar de que son instrumentos para la recepción del mensaje.En la etapa inicial de la Creación, las sefirot eran entidades fragmentadas que se centraban en partes específicas de una entidad íntegra. En la segunda etapa de la Creación, las sefirot individuales se unieron para formar cinco entidades íntegras, o partzufim. Keter-corona se vuelve un partzuf que simboliza la merced Divina sin mitigación. Keter es la interfaz entre En sof, el Creador y la Creación. Jojmá-sabiduría se convierte en un partzuf que simboliza las Fuerzas Masculinas de la Creación. La Creación comienza al nivel de jojmá. El término "masculino" en Kabalá expresa la acción de dar, mientras que "femenino" indica la capacidad de recibir. Biná-entendimiento se vuelve un partzuf que representa las Fuerzas Femeninas de la Creación. Keter-corona representa la voluntad de Dios y constituye el propósito Divino de la Creación, la de beneficiar al hombre con el bien fundamental, apegándose a Dios mismo por sus propios esfuerzos. Nos es imposible profundizar en el propósito Divino de la Creación porque así como Dios es infinito, así también lo es Su voluntad, y queda más allá del entendimiento humano. La voluntad Divina representada por keter funciona de dos modos distintos. Uno de ellos está por encima de las leyes y la lógica de la Creación y puede obrar sin referencia a ellas. En el segundo aspecto de keter, la voluntad de Dios actua a través de

las leyes y la lógica de Su Creación. Jojmá-sabiduría representa los componentes originales de la Creación, mientras que biná-entendimiento constituye todos los detalles pertinentes a la Creación, inclusive la lógica y las leyes bajo las cuales se correlacionan los elementos que se integran en los componentes originales. A nivel de jojmá, la cualidad de rajamim-compasión que proviene de keter es incondicional. Si una compasión incondicional penetrase en los mundos inferiores, ya no podría el hombre lograr el bien fundamental. Por lo tanto, las siete sefirot inferiores introducen un sistema de juicio en el que el hombre recibe su recompensa así como la pena merecida, para permitirle superarse y alcanzar el bien fundamental. Las seis sefirot - jesed-bondad, guevurá-reserva, tiferet-armonía, netsaj-dominio, hod-empatía y yesodfundamento - constituyen un partzuf que representa las Fuerzas Masculinas de Providencia Divina. La sefirá jesed significa literalmente "bondad". Los conceptos de ahavá-amor y de jesed-bondad se originan en la misma raíz celestial. En este mundo, la sefirá jesed se manifiesta como amor. Maljut-reino es una sefirá femenina en el sentido que la iluminación se procesa dentro de ella de un modo similar al proceso de gestación en una hembra. Ninguna sefirá puede tener efecto en los mundos bajo el de AtzilutCercanía, hasta que se combine y se integre con las demás en la exacta proporción requerida por los mundos inferiores. Maljut-reino no tiene luz propia; es un recipiente perfecto que recibe la iluminación de todas las sefirot que están por encima de ella. Cada una de las sefirot la infunde con la luz que la caracteriza, y están todas incluidas en ella. Sin maljut-reino, las Fuerzas Masculinas de la Providencia Divina se difundirían, cada una en su propia dirección, incapaces de cooperar la una con la otra. A medida que maljut-reino las recibe, las integra en un entidad íntegra unificada. Maljut simboliza las Fuerzas Femeninas de la Providencia que permiten al hombre recibir la energía luminosa que le llega de las Fuerzas de Providencia Masculinas. COMPAÑEROS El Zohar menciona a los "santos compañeros". La Idrá Rabá menciona que Rabí Shimón bar Yojai y nueve de sus discípulos moraron en una cueva para estudiar las enseñanzas esotéricas de la Torah. Rashbí comprendía la raíz del alma de sus discípulos, según el orden de las sefirot. Juntos constituían un partzuf perfecto. Los diez compañeros aparecen tan a menudo en las citas del Zohar que ayuda conocer sus nombres y saber cómo se relacionan con las sefirot: Rashbí - keter; Rabí Elazar - jojmá; Rabí Aba - biná; Rabí Yehudá - jesed; Rabí Yitzjak - guevurá; Rabí Yosi bar Yaakov - tiferet; Rabí Hizkiyá - netsaj; Rabí Yisá - hod; Rabí Jiyá - yesod; Rabí Yosi maljut. Más adelante se unió a ellos otro discípulo, Rabí Yeisa Zuta. PARTES DEL CUERPO El número de partes de nuestro cuerpo corresponde al número de los preceptos de la Torah. El cuerpo es como la prenda de vestir del alma. El alma llena todo nuestro cuerpo, de modo que cada una de nuestras partes del cuerpo tiene una estrecha conexión con una parte de nuestra alma. Cada parte de nuestra alma está conectada con uno de los 613 preceptos y se llena de energía luminosa Divina cuando cumplimos el precepto al cual está conectada. Cuando transgredimos un precepto, la parte de nuestro cuerpo y alma a los cuales se conecta el precepto, carecerá de la shefa-energía Divina que proviene de las cuatro letras del santo Tetragrama. Entonces queda espiritualmente muerta la parte del cuerpo conectada al precepto violado. Cuando se escapa la santidad de una parte del cuerpo, queda imbuida esta parte de un espiritu de impureza. Además, cada parte del alma en nuestro cuerpo tiene un conducto espiritual que no está dentro de nosotros. Es por este conducto, adherido a Dios mismo, que nuestra alma atrae a sí el ruaj Divino tras el cumplimiento de cada precepto o abstención de cada prohibición. Cuando el hombre cumple mitsvot-preceptos, realizando así el propósito de la Creación, la energía luminosa que proviene de los mundos celestiales es enorme; y por resultado se colma el mundo de bendiciones y de daatconocimiento íntimo de Dios.

SHEJINÁ Imagínate que todo el pueblo judío está reunido en cierto espacio. Las partes de sus almas fuera de sus cuerpos, tienen niveles que llegan a Dios mismo. El centro de contacto donde se reúnen todas las almas judías no es un punto sino una entidad completa que contiene todas las caraterísticas de una persona, excepto que esta "persona" es espiritual, no física. Esta es la Shejiná, o Maljut. Como la Shejiná es la estructura colectiva de todas las almas judías, le afectan directamente las transgresiones de los hombres. Por otra parte, cuando el hombre se supera en su cumplimiento de la Torah y se esfuerza en su servicio Divino por amor a la Shejiná con la intención de aliviarla de Su pena, asciende la Shejiná al reino celestial y logra lo que se denomina un yijud-unificación. La kabalá distingue entre dos yijudim-unificaciones fundamentales; uno más bajo, de las Fuerzas Divinas de la Providencia, y otro más excelso, de las Fuerzas Divinas de la Creación. Ambas unificaciones causan que se aumente la shefa-energía dirigida al mundo material. Algunos individuos rectos refinan las partes de su cuerpo a través de los distintos aspectos de su servicio Divino de tal modo, que ellos mismos se vuelven una morada para la Shejiná, y pueden estar plenamente conscientes del espíritu Divino que reside en ellos. Éste es el propósito esencial de la Creación: el hombre, por su propio esfuerzo, ha de llegar a gozar del onegdeleite del apego a la Presencia Divina mientras viva en este mundo para poder continuar desarrollándolo cuando esté en el otro mundo. La dinámica de la realización de este propósito es lo que nos enseña Rabí de Vidas en su Principio de la sabiduría. COMPAÑEROS DEL ALMA No cabe duda que la "compañera compatible" [4] que Dios le tiene reservada al hombre, puede asistirle en su tarea. Sin embargo, no sólo se trata de ayuda. Un hombre solo no puede completar la rectificación que tiene que hacer en este mundo. La raíz espiritual del alma se compone de una mitad masculina y otra femenina, que encarnan a este mundo como hombre y mujer. La encarnación de ambos no necesariamente sucede simultáneamente; sólo cuando el hombre es recto alcanza el privilegio de encontrar y casarse con su verdadera compañera. Hasta el matrimonio sin embargo, el hombre sigue siendo una media alma. Mediante las tres etapas de la ceremonia matrimonial, los tres niveles principales del alma, la nefesh-alma, el ruaj-espíritu y la neshamáalma, se unen a los de su esposa, y los recién casados se vuelven un solo ser, con una sola estructura espiritual en común. En consecuencia, cada uno de los cónyugues sólo puede alcanzar la plenitud espiritual y la perfección mediante su unión matrimonial, cuando conducen sus vidas con pureza. Incluso cuando el hombre y la mujer que se casan no son verdaderos compañeros del alma - lo que sucede a menudo en nuestro tiempo - tienen que llevar a cabo juntos cierta misión que les fue asignada en el cielo. A veces, por decreto Divino, una persona no logra encontrar a su pareja ideal. No obstante, es deber del hombre o de la mujer que están solteros, de seguir tratando de encontrar una pareja compatible, ya que el individuo, sólo puede alcanzar su potencial espiritual a través del matrimonio, y un decreto puede cambiar en cuanto cumpla cualquier rectificación que personalmente requiera. Cuando un hombre viene a este mundo sin una deuda abrumadora que rectificar, puede encontrarse con su compañera del alma y casarse con ella sin mucho esfuerzo. El Arí cita el caso de un hombre que pecó y había de reencarnar, mientras que su compañera del alma ya había completado su tarea en este mundo y no necesitaba más reencarnaciones [5]. En casos especiales, le es permitido a su compañera de reencarnar con él, y entonces ella regresaría a este mundo con él para ayudarle. Cuando llega el momento en que él tiene edad de casarse, sin embargo, no la encontrará sin esfuerzo como en el primer caso, sino después de una intensa y dificultosa búsqueda. Esto se debe a que, como reencarnó debido a algún pecado que cometió en su vida anterior, los Acusadores celestiales hablarán en contra de él. Deserán impedirle de encontrarla, aduciendo que no se lo merece. Por lo tanto diseminan hostilidad entre la pareja, y éstos se pelean. Así, pues, está escrito que hacer parejas es tan difícil como partir el Mar Rojo. Enseña el Arí que después de morir el individuo, se reúne con la que fue su verdadera pareja del alma, en el Edén después de medianoche [6]. En cambio, cuando una persona comete una transgresión cuya pena es lo que en hebreo se denomina caret, que literalmente significa "corte", o "excisión", y no se arrepiente antes de morir, la consecuencia es el corte o separación permanente entre las dos medias almas. Más aún, su alma nefesh quedará separada para siempre de su raíz celestial.

ESPÍRITUS SIN CUERPOS Aunque el pasado de una persona siempre puede limpiarse mediante el arrepentimiento - la teshuvá - muchos ignoran que ciertas transgresiones requieren un nivel de arrepentimiento muy profundo. Una de estas se menciona en Vivir La Kabalá [7] : Enseña el Arí que Dios le confió al hombre el poder de utilizar su líquido espermático para crear un alma santa. Por lo tanto, siempre que el hombre tiene contacto sexual con su esposa en un momento en que ella esté ritualmente pura [8], sea que esta unión engendre una criatura o no, está creando una alma de santidad. Si la unión no produce criatura, este alma creada se une a otras en lo que en Kabalá se llama el "Palacio de almas". Cuando un hombre desperdicia su energía sexual usando su líquido espermático para toda actividad que no sea el contacto íntimo con su esposa legítima bajo el santo lazo del matrimonio, sea judío o gentil, intencional o accidentalmente, también crea un alma, pero ésta forzada a reunirse con las fuerzas del mal. … Como la nueva alma se convierte en un espíritu malo sin cuerpo, que está íntimamente vinculado al alma del hombre que le dio existencia, tiene la habilidad innata de derrumbar toda la estructura espiritual del hombre. Por lo tanto, el hombre que desperdicia su energía sexual está enfrascando su propia esencia Divina en la impureza del mal. … Como Dios no mora en la impureza, esta transgresión aleja la Presencia Divina de este mundo. Más aún, el hombre se encontrará constantemente atraído a las fuerzas negativas que se pegan a él; éstas formarán un denso envoltorio alrededor de él, hasta que sea totalmente incapaz de vincularse a Dios. Afirma el Arí que este pecado es más dañino que cualquier otro, porque cuando un hombre comete cualquier otra transgresión, sólo una parte de su alma celestial está arrastrada a las profundidades de las fuerzas del mal. Sin embargo, cuando un hombre malgasta su energía sexual, no es sólo su propia alma que arrastran hacia abajo, sino otra alma completa también. En este caso, las fuerzas negativas se vuelven inmensamente más potentes que las fuerzas de santidad. Debido a la insensibilidad espiritual que resulta en consecuencia de su acto, le es sumamente difícil llegar a ser inspirado por una añoranza lo bastante intensa para causar el arrepentimiento. Según los sabios de la Torá, no puede uno imaginarse hasta qué punto los infortunios que afligen a la humanidad se deben a esta transgresión en particular. No obstante, siempre que quede un aliento de vida dentro de la persona, permanece en él un vínculo que le une a su Hacedor. El deseo de renovar el lazo de amor con su Creador, le permite al hombre de atraer a sí la luz radiante de las excelsas Fuerzas de Creación, la única fuerza capaz de superar la atracción negativa hacia el mal. Entonces puede arrepentirse por haber malgastado el poder Divino que le fue confiado y al hacerlo comienza a recuperar la energía de su propia alma [9]. ***** He incluido esta larga tangente en la introducción al Portal del amor para ayudar a todos los que se esfuerzan por mantenerse firmes en su servicio Divino pero suelen tropezar en el ámbito de la energía sexual. El hombre que se sienta conmovido por las recomendaciones y advertencias de rabí de Vidas acerca de la importancia de rectificar el pasado para que la energía luminosa Divina pueda manifestarse en su alma, será incapaz de reunir la voluntad suficiente para seguir su impulso, a menos de estar al tanto de lo que precede. LA ORACIÓN DE MEDIANOCHE El Portal del amor nos permite vislumbra el dolor de la Shejiná ante Su separación, y recomienda encarecidamente al lector que alivie Su angustia levantándose para la oración de medianoche. La oración de medianoche, llamada en hebreo tikún jatzot (la rectificación de medianoche), esencialmente consta de dos secciones. La primera es tikún Rajel, que se compone de versículos que lamentan la destrucción del Templo y la amargura del exilio. Esta parte del servicio no se lee en días festivos, como rosh jodesh (primer día del mes lunar hebreo), en Shabat o en las Pascuas. La segunda sección es tikún Leá, que consiste en versículos de añoranza por la Presencia Divina. El concepto judío de medianoche no indica las doce de la noche, sino la mitad de la noche. Para saber la hora exacta de medianoche se calcula el período de tiempo entre la puesta del sol y el amanecer y se divide por dos. Por ejemplo, si se pone el sol a las 5:00 de la tarde y sale a las 6:00 de la mañana, tenemos trece horas. La midad de esto es seis horas y media. Por lo tanto, medianoche será a las once y media de la noche; es decir, se la añaden seis horas y media a la hora de la puesta del sol, las 5:00 de la tarde. Es imposible de pensar en la oración de medianoche sin la clara imagen de rabí Yehudá Getz, un importante

kabalista que fue el último rabino del kotel (el Muro de la Lamentaciones), así como de todos los lugares santos de Israel, antes del milenio actual. Una ojeada en su oración de medianoche ayudará al lector a comprender la naturaleza de este aspecto del servicio Divino. Aunque rabí Getz no apreciaba la gran carga que constituía el trabajo administrativo y el protocolo que formaba parte de su puesto oficial, nunca pensó en dejarlo porque le permitía preservar la santidad de los lugares sagrados de Israel. Como resultado, a menudo llegaba las 10:30 o las 11:00 de la noche antes de que se acostara. A pesar de esto, siempre se levantaba antes de medianoche, deseoso de comenzar su servicio de la noche. Por tanto, todas las noches del año, rabí Getz dejaba su hogar en la vieja ciudad de Jerusalén, y se dirigía al Muro poco antes de medianoche. Iba a un espacio en la parte más recóndita de la sección interior del Muro, que según la tradición estaba emplazado en frente del kodesh hakodashim (el "santo de los santos"), y se sumía en las lamentaciones de su oración. Rabí Getz enseñaba que aunque es más fácil permanecer despierto, es muy importante acostarse y después levantarse antes de medianoche. Tiene que crearse lo que los kabalistas llaman dormitá, un sueño espiritual en que el mojín-la consciencia está en estado inactivo y luego se despierta. Es imposible sentir la renovación del alma sin haber dormido. Cuando un judío está dormido y luego se despierta, como su alma está vinculada a las almas colectivas del pueblo de Israel, su despertar físico para la oración de medianoche causa la estimulación espiritual de Israel. Es sólo cuando está en el estado de dormitá que el alma colectiva de Israel puede despertarse, e instintivamente buscar el vínculo perdido con el Templo. Rabí Getz sabía que todo su servicio Divino del día siguiente - el suyo propio así como el del pueblo de Israel en conjunto - dependía de su despertar antes de medianoche. Sentía profunda empatía con el pueblo de Israel, y sabía hasta qué punto su oración de medianoche les infundiría fuerza de espíritu. Por lo tanto, era por su gran sentido de responsabilidad hacia Israel que con tanta puntualidad saltaba de la cama a la hora apropiada, por muy cansado que estuviese. Cuando se acostaba por la noche, solía tener la mente llena de las historia del día acerca del sufrimiento de la gente debido a las matanzas de los terroristas que sucedieron durante una gran parte de los años de su vida. Cada tragedia individual le motivaba dirigirse al Muro y volcar su alma angustiosamente. En el servicio adicional de rosh jodesh, (el primer día del mes hebreo lunar), a menudo le caían las lágrimas a rabí Getz al leer, "Nuestro Dios… que sea este mes final y término de todas nuestras tribulaciones..." Un día, un importante sabio de la Torá en Jerusalén se complicó en una crisis de tal magnitud, que buscó la ayuda de rabí Getz. Para ponerse en contacto con el rabino, acudió a uno de sus amigos, un médico quien, a medianoche estudiaba en la yeshivá de rabí Getz, Bet El. Respondió el médico: "En esta época del año, medianoche es a las once y media de la noche; esté usted a la entrada de las cámaras recónditas del Muro quince minutes antes. Cuando llegue el rabino, pídale unos minutos." Esa noche, al ver al sabio de Torá, a quién conocía, respondió rabí Getz que con gusto hablaría con él, pero sólo después de la oración. El sabio entonces se permitió agregar: "¿Me permite estar con usted mientras reza?" Aunque sorprendido, rabí Getz asintió. El sabio comentó después: "El rabino sollozó como un niño. Sus oraciones le tomaron como una hora y media. La imagen afligida de este anciano, cuyo rostro brillaba de su cercanía al Creador, se me quedará grabada en la mente para siempre". El propósito esencial de esta oración es que la persona se vea a sí misma como una morada para la Shejiná, y por ello, se lamente profundamente del dolor Divino, llegando hasta el punto de derramar lágrimas si le es posible. De hecho, el tercer capítulo del Portal del amor comienza con el versículo de Isaías [10], "Nafshí-Mi alma Te anhela en la noche; así es, rují-mi espíritu dentro de mí Te ansía". Explica rabí de Vidas que Isaías llama a la Shejiná "nafshí", y anhela Su Presencia por la noche, porque Ella es un espíritu de santidad que viene a morar en él." "No podemos imaginar la intensidad de un dolor hasta enfrentarnos con el de la Shejiná", observó un kabalista contemporáneo de Jerusalén, rabí Moshé Schatz. Un ser humano a menudo deja el ámbito de su dolor, distraído por su monólogo interior, explica rabí Schatz. En cambio, la Shejiná fija Su atención en Su angustia con la intensidad que sólo una entidad íntegra como la de un partzuf-gestalt, puede tener. El dolor se centra en toda la consciencia. Rabí Getz decía a sus discípulos que si no podían llorar por el exilio de la Shejiná, deberían de tratar de derramar lágrimas por sus propios pecados. Como hemos visto, el alma tiene distintos niveles, y el más alto se vincula a Dios mismo. Sin embargo, todos estos niveles, explica el Zohar, están estructurados uno dentro de otro, como las

capas de una cebolla. Por lo tanto, el que viola los preceptos está cerrando dentro de sí los conductos por los cuales la energía Divina podía transmitirse al mundo de alrededor. El servicio de medianoche per se no es largo. Al terminar, rabí Getz leía otras oraciones kabalísticas, y entre éstas, una escrita por el kabalista del siglo XVIII, rabí Shalom Sharabi, conocido por el nombre de Rashash. El propósito de la oración es esencialmente que la shefa-energía luminosa Divina pueda descender desde la Luz Infinita de En Sof a todos los partzufim-gestalts sucesivos, y manifestarse en los niveles internos del alma humana. Rabí Getz incluía cuidadosamente todas las formas de estudio de Torah en su orden de la noche. Primero estudiaba la Biblia, luego la Mishná, una página de Talmud, una muestra de la halajá-ley, y para terminar, el Zohar. Sólo entonces se sumía en la esencia de su estudio de la noche, las enseñanzas del Arí, y las del Rashash. CENTINELAS DE JERUSALÉN No cabe duda que el levantarse antes de medianoche y quedarse despierto toda la noche hasta después de la oración de la mañana es muy difícil, y como observó una vez rabí Getz: "¡Hay cosas en la vida a las que nunca puede uno acostumbrarse, y ésta es una de ellas! "Uno de los discípulos de rabí Getz, que es abogado durante el día, comentó que para él, lo que le permite al individuo pasarse las noche sumido en el servicio divino es su esfuerzo por no gastar energía inútilmente. Una manera esencial de retener el nivel de energía es tener cuidado con lo que se come. El que toma su comida principal por la noche, es probable que no se pueda levantar a tiempo, ya que la digestión requiere mucha energía. Por lo tanto, el que se acuesta con el estómago lleno dormirá más de lo que normalmente necesita. Más aún, el que sabe que cierto alimento no le sienta bien, y decide un día ser indulgente al respecto y comerlo de todos modos, es probable que no pueda levantarse esa noche, porque su sistema tuvo que gastar energía adicional para digerirlo. Inclusive cuando se tiene cuidado con la selección de alimentos, pongamos, por ejemplo, que alguien toma su comida principal al principio de la tarde, y por la noche sólo toma algo ligero. Si al levantarse por la noche tiene hambre y come algo, es probable que no pueda quedarse en pie el resto de la noche. El esfuerzo requerido para la digestión le causará tener sueño. Rabí Getz aconsejaba a sus discípulos de tomar carne y vino sólamente durante los días en que la comida forme parte de una mitzvá-precepto, como el Shabbat, las Pascuas, bodas o circuncisiones, etc. Recalcaba que inclusive cuando se tenía cuidado con la selección de alimentos, era importante no comer demasiado. La mejor manera de adquirir la disciplina férrea requerida para que lo que comemos nos permita participar plenamente en el servicio de la noche es de considerar la comida una parte íntegra del servicio Divino. Si se tiene consciencia que el hombre se alimenta con el propósito de adquirir energía para servir a Dios, es más difícil permitirse una golosina que pueda disminuir la cualidad de su servicio de la noche. Recuerdo mis principios en el servicio de la noche. Tenía sumo cuidado de comer alimentos saludables con moderación durante la semana, pero Shabat era un desafío formidable. Los manjares que se sirven en la cena de Shabat forman parte de la experiencia de Shabat, y no existe el imperativo de levantarse a medianoche como durante la semana, ya que el Shabat, los mundos celestiales regresan a su fuente y la Shejiná asciende. No obstante, muchos tratan de despertarse de noche aún así, inclusive más tarde, para no perderse un momento del estudio de Torá con el elevado estado de consciencia que es producto del alma adicional de Shabat. Una parte importante del desafío de levantarse a medianoche es de acostarse a la hora que la mayoría están comenzando sus actividades sociales. Y sin embargo, a pesar de las dificultades de este servicio, como lo muestra rabí de Vidas, hay quien viene al mundo precisamente para este propósito. Estos son los Centinelas de los muros de Jerusalén, que fueron nombrados en el cielo para levantarse y participar en la oración de medianoche y recordarle al Altísimo Su amor por la Comunidad de Israel y Su promesa de redención. Hemos de aclarar el significado de "recordar a Hashem", ya que está claro que el olvido no es posible hablando del Altísimo. Al lamentarnos a medianoche, estamos atrayendo la atención de Hashem a nuestra constante pena, causada por Su alejamiento. Es un principio kabalístico que todo lo que sucede en la tierra es un reflejo de lo que sucede el el cielo. Por lo tanto esperemos y oremos para que cuando los seres celestiales respondan a nuestras oraciones con las suyas propias, causen un impulso de voluntad celestial que inicie la esperada redención. Existe gente especial, dice rabí de Vidas en el capítulo nueve, que no necesitan que les recuerden la importancia del servicio de medianoche:

La llamada de Isaías está explicada en el Zohar anterior, "los que eternamente ansían recordar al Altísimo Su amor, no dan descanso a su corazón". En otras palabras, los que ellos mismos ya se consumen de anhelo por el Altísimo, "que recordáis a Hashem", que ya están acostumbrados a recordarle, no necesitan que les manden: "¡No Le dejéis guardar silencio!" La intensidad de su propio anhelo les permitirá comprender por sí solos que no deben "dejarle guardar silencio. "Por consiguiente, anota el Zohar que éstos "no dan descanso a su corazón". Así como [11] "una mitsvá atrae a otra mitsvá", en mayor grado, su deseo de recordarle al Altísimo causa que estén siempre alertas y no les permite nunca guardar silencio ni dar descanso a su corazón. Esto nos ayuda a comprender el versículo, [12]He emplazado centinelas sobre tus muros, oh Jerusalén. Nunca se descuidarán, ni de día ni de noche.Nunca guardarán silencio. Estos centinelas están designados en el cielo, y les mandan que nunca guarden silencio. En cambio, "los que recordáis a Hashem", están tan próximos al Altísimo, que no necesitan mandato; por su propia voluntad, nunca guardan silencio. Ayudan a rectificar a la Shejiná; y no cabe duda que quien obra de esta forma es Su amado. Los sabios de Torá de hoy, se preocupan acerca de los que desean adoptar el servicio de noche antes de llegar al nivel espiritual adecuado, y al hacerlo dediquen su energía al servicio de la noche, a coste de su estudio u ocupación del día. Si una persona tiene larga experiencia en su esfuerzo por superar lo físico, se contentará de unas cuantas horas de sueño por la noche, además de siestas cortas durante el día. En cambio, la persona que carece de la disciplina que forma parte de un alto nivel de servicio al Altísimo, podría quedarse dormida la mayor parte de la mañana, y descuidar sus quehaceres diarios. Por resultado, este comportamiento le sería nefasto a su elevación espiritual. Es innegable, sin embargo, que existen personas que no han tenido la oportunidad de estudiar Torá, y no obstante sienten el imperativo de levantarse a participar en el servicio de la noche, esforzándose para que sus ocupaciones diarias no sufran en consecuencia. Recuerdo el caso de una mujer joven quien, abrumada por sus problemas, fue a consultar a un kabalista de quien había oído increíbles historias, ignorando las advertencias rabínicas acerca de esta clase de gente [13]. Le encontró vestido de blanco, con una túnica que flotaba alrededor de él. Al verla entrar, sin dejarla expresarse, como si lo hubiese olfateado, el hombre exclamó que todos sus problemas se debían al hecho que se despertaba para el servicio de noche. Añadió que estaba ella estrangulando a sus hijos al levantarse de noche para rezar y estudiar la Torah. La mujer se quedó anonadada. Su marido sentía profunda empatía con ella, pero ¡qué podía decir! ¡El hombre actuaba como si recibiese información de una fuente superior! La pareja regresó a casa y la mujer durmió toda esa noche. A la mañana siguiente, despúes del desayuno, se volvió a dormir, totalmente abatida. Poco después, al despertar, le vino un versículo a la mente, "Los que recuerdan a Hashem nunca guardarán silencio" [14]. Como no podía identificar el versículo, fue a ver a un sabio de la Torá a quién conocía y apreciaba. Al oír su historia, el rabino la instó a continuar su servicio de la noche como antes, ya que le estaban comunicando que tal era la voluntad Divina. En otro caso, un hombre trabajaba durante el día y dedicaba sus noches al servicio Divino. Se acostaba temprano y hacía una siesta durante el día, cada vez que le entraba sueño. Esto continuó hasta que poco a poco comenzó a sentir un cansancio desesperante que no parecía aliviarse, y le diagnosticaron con el Síndrome del cansancio crónico. Fue a visitar a un médico de Jerusalén que le conocía bien. Éste le dijo: "Mira, yo sé bien lo importante que es para ti tu estudio nocturno, pero ¡se trata de tu vida! Yo soy el médico del equipo de fútbol, y cuando a uno de los futbolistas le vino esta enfermedad, tuvo que ausentarse temporalmente del equipo, a pesar de que ibamos a participar en los Juegos Olímpicos. Créeme, por fuerte que sea tu deseo hacer este servicio, no puede ser mayor que el de este futbolista de seguir jugando."El hombre oyó esto y sonrió, sin responder. Esa noche, oró: "Señor del Universo, si es Tu voluntad que sufra esta enfermedad, lo acepto con amor; pero no creas que me va a impedir de servirte todas las noches de mi vida". Noche tras de noche, luchaba contra el cansancio que le abrumaba en cuanto comenzaba la oración de medianoche. A veces le vencía el sueño y se quedaba dormido en la alfombra, donde se sentaba en señal de luto a recitar la oración. Transcurrieron así unas semanas, hasta que paulatinamente sintió que su energía iba aumentando, y eventualmente la enfermedad quedó reducida a un recuerdo del pasado. Rabí Getz aconsejaba a sus discípulos novicios de comenzar gradualmente, despertándose media hora antes de despuntar el alba y recitando la oración de la mañana con el amanecer. Poco a poco, podrían añadir a este tiempo, y despertarse cada vez más temprano hasta que pudiesen levantarse antes de medianoche. Insistía con sus

discípulos: "Al principio, es suficiente levantarse una vez por semana, luego dos veces por semana, y así sucesivamente, ya que la meta es de conseguir el dominio del cuerpo pero no romperlo, Dios nos libre". El Arí aconseja: Haz que tu sueño forme parte de tu servicio Divino, como dice el versículo: "En todos tus caminos, ten presente a Dios" [15]. En conclusión, ¿quién tiene la responsabilidad de participar en este santo servicio? La respuesta es, quienquiera que sienta amor a Dios con cada fibra de su ser, o, como lo expresa rabí de Vidas, con el vínculo de deveká, el deseo de jasheká y el deseo mezclado con deleite, denotando una voluntad arrolladora, de jafetsá [16]. Cualquiera que luche por cumplir el servicio de la noche puede atestiguar acerca de la increíble cercanía al Altísimo que se siente durante el estudio de Torá hecho en esas horas. Hemos visto cómo el profeta Isaías describe el espíritu de santidad que venía a morar en él en esos momentos. A nuestro nivel, puede que no sea la plena experiencia del Espíritu de Inspiración Divina, sino un sentido penetrante de Su cercanía, de Su ayuda para descifrar un texto complejo, de Su profundo deseo de ayudarnos a vencer en nuestra lucha por permanecer despiertos toda la noche. ¡Cuántas noches sucede que un novicio no logra levantarse debido a que cayó en cualquiera de los escollos mencionado en este estudio! Suena el despertador, y se extiende una mano soñolienta para apagar el sonido estridente que molesta. Poco después es posible que se oiga el cantar de un gallo, la llamada de una voz femenina, o cualquier sonido insólito para esa hora de la noche. Todas estas son señales del amor de Dios, y de el ánimo que nos presta para que nos levantemos, superemos nuestra materia física, y nos hagamos una morada para Su Presencia. Notas: 1- La explicación siguiente se basa en Shaarei Kedushá, (4:3), escrito por Rabí Jaim Vital, el discipulo más importante del santo Ari, Rabí Isaac Luria, y también coetáneo de Rabí de Vidas. 2- Ver el Zohar, Vayigash, 206a, con las enseñanzas de rabí Daniel Frish en el Matok Midevash. 3- Rabí Alexander Ziskind, autor de Yesod veshoresh ha'avodá, sugiere que para tener el pensamiento fijado en el Altísimo todo el tiempo, inclusive en momentos en que es imposible estudiar Torá, se puede repetir mentalmente la frase: aní maamín, beemuná shelemá, she Atá yajid umeyujad. (Yo creo con fe total que Tú eres único y unificado.) 4- Perífrasis de Génesis 2:18. 5- Shaar HaGilgulim, hakdamá 20. 6- Introducción al Shaar HaMitzvot. 7- Véase el capítulo "Shovavim-Hijos rebeldes". 8- Véase Rabí Aryeh Kaplan, "Waters of Eden: The Mystery of the Mikvah" en The Aryeh Kaplan Anthology II (New York: Mesora Publications, 1991), y Tehillah Abramov The Secret of Jewish Femininity (New York: Targum Press, 1988). 9- Un hombre sólo puede rectificar el daño que ha causado al derramar líquido espermático mediante un nivel de arrepentimiento muy elevado. Primero, ha de estar casado, y por lo tanto tener la posibilidad de decir "nunca más". A continuación, ha de confersarle su pecado al Todopoderoso en sus propias palabras, expresando su amargo arrepentimiento, y tomar la decisión irrevocable de nunca más pecar de este modo. También tiene que ayudar a otros a evitar este pecado. Luego ha de contribuir a causas legítimas de caridad, y participar él mismo en actos de bondad para que su propia bondad al prójimo atraiga la del Todopoderoso hacia él. Más aún, ha de intensificar sus esfuerzos por estudiar Torá, cualquiera que fuese su propio nivel. Sólo entonces estará listo a encontrarse con un kabalista - siempre que sea éste digno de su confianza - y preguntarle cuál es su tikúnrectificación personal. 10- Isaías 26:9. 11- Avot 4:2. 12- Isaías 62:6. 13- Véase Rabí Yaakov Hillel, Fe y desatino: lo oculto en la perspectiva de la Torah, adaptado de la obra hebrea Tamim Tiheyeh (Jerusalén: Yeshivath Hebrath Ahavath Shalom). 14- Perífrasis de Isaías 62:6.

15- Proverbios 3:6. 16- Véanse los capítulos III y IV. Reshit Jojma El amor de la Shejiná. Cómo amarla para que nunca se separe de ti. COMO QUISIERAS QUE TE AMASEN Lo que sigue se deriva de las enseñanzas de los comentaristas acerca de la historia del malvado Shejem. Rabí Menajem Recanati, de santa memoria, escribió que la interpretación esotérica del incidente en que Shejem, hijo de Jamor el Hivita, tuvo relaciones íntimas con Diná, era que Shejem representaba la serpiente del Jardín del Edén que cohabitó con Eva. [2] Basamos esta deducción en la similitud de la palabra hebrea jivi-hivita, a jiviá, que significa serpiente en arameo. La matriarca Leá tuvo seis hijos y una sola hija, Diná. Aprendemos de este Zohar que esta hija […] representa a la Shejiná [3]. Si el malvado Shejem, motivado por su lascivia, logró una relacion íntima con Diná vinculándose a ella, deseándola y ansiándola con todo su ser, así también deberías tú unir tu alma con la Shejiná de estas mismas tres maneras, como explicaremos.Comparando la historia del amor del malvado Shejem por Diná con el vínculo entre la Comunidad de Israel y el Creador, el autor del Midrash quiso poner de manifiesto, que las tres expresiones que citó, también describen tres grados de intensidad distintos en el amor de Dios a Su pueblo. Quería mostrarnos que así como el Creador desea vincularse a nosotros, así también debemos nosotros vincularnos a Él de estas mismas tres formas. Nos pide la Torá [4], "amarás a tu compañero - es decir, a tu prójimo - como a ti mismo", y como señalaron los sabios del Midrash [5], "tu compañero es el Altísimo, porque está escrito [6], "A tu propio compañero y al compañero de tu padre no los abandones". En Su gran amor a nosotros, el Altísimo nos considera compañeros, como dice el versículo [7], "por Mis … compañeros", y [8]"para los hijos de Israel, pueblo cercano a Él". Por lo tanto está escrito "ama a tu Compañero", o sea al Altísimo, "como a ti mismo", con el amor que quieres que otros sientan por ti. En pocas palabras, Dios quiere que le ames con la misma intensidad que querrías que a quien amaras sintiese por ti. Imagina a dos compañeros que se aman, y uno de ellos, por amor, es bueno con el otro, le da ropa, comida y bebida, así como toda clase de bendiciones. ¿No es correcto que para no ser desagradecido, el beneficiado ame a su compañero como a sí mismo? Si sucediese que su generoso compañero necesitara algo, entonces el compañero que ha aceptado la generosidad de su amigo debería corresponder, pagándole el favor según sus medios. Si no le fuera posible ayudar a su compañero, debería por lo menos mostrarle su buena voluntad, a pesar de que por el momento no pueda devolver el favor. Aprendemos de este ejemplo que el Todopoderoso fue el primero en demostrar Su bondad a todas Sus criaturas. En particular, mostró favor a Su pueblo Israel a través de los milagros que hizo y continúa haciendo para nosotros, como lo expondremos a continuación.

Por consiguiente, has de ser consciente de la magnitud del amor de tu Creador, porque es tu Compañero, y has de amarle para no ser desagradecido, como está escrito repetidas veces en los Tikunim. Has de mostrarle a Él y a Su Shejiná tu propio amor, adoptando los preceptos de la Torá como norma de vida. Dice el versículo [9], "como pájaro que anda errante fuera de su nido, así es el hombre cuando anda fuera de su lugar". Quien falla en su servicio Divino no sólo causa el exilio de la Shejiná, a veces llamada "pájaro errante fuera de su nido", sino también del Todopoderoso, a veces llamado "ish" (lit. hombre) en las Escrituras. [10] ****

"Ama a tu compañero como a ti mismo" puede por lo tanto comprenderse como un mandamiento de amar a la Shejiná y estimularla con tus obras para que nunca le falte, así como te gustaría que la persona a quien amas te hiciese a ti. Es sabido que Ella infunde esencia vital y bendiciones a las criaturas terrenales. Así como no querrías que te faltase energía Divina y esencia vital durante el transcurso de tu vida, así también has de esforzarte en donar aceite al mundo celestial, como lo he indicado, porque los seres celestiales necesitan a los humanos. Explican nuestros sabios que, si se permite decir, el Altísimo necesita tener a Su Shejiná en el mundo terrenal, como lo explicó mi maestro en detalle en su libro Pardés Rimonim.[11] Esta necesidad requiere que expresemos nuestros sentimientos de deveká-vínculo, jasheká-deseo y jafetsá-voluntad arrolladora. Así como queremos que Dios nos ame con estos tres grados de intensidad, ya que ningún amor es completo sin los tres, así también hemos de amarle a Él y a la Shejiná, para cumplir el precepto "ama a tu compañero como a ti mismo". Regresemos ahora al análisis del Misdrash que examinamos anteriormente acerca de la fuente bíblica de las tres expresiones de amor. Por el modo en que el malvado Shejem cortejó a Diná aprendemos que hay que amar a la Shejiná de tres maneras distintas. Esto se debe a que la Shejiná no puede lograr un yijud-unificación en el cielo a menos que el hombre recto inicie el proceso apegándose a Ella con estos tres grados de intensidad. Entonces, mediante estas tres clases de amor, la Shejiná establece un pacto con el hombre recto que se apega a Ella de estos tres modos, porque es con este pacto con el que logrará la plenitud ansiada. Como enseñan los sabios, la Shejiná sólo establece un pacto con los que le ocasionan placer adoptando los preceptos de la Torá como norma de vida, con la intención de ayudarla a lograr la plenitud en el cielo. [12]

UNA POR OTRA Primero has de lograr el grado de deveká-vínculo, como dice el versículo, "vinculóse su alma a Diná". La esencia del vínculo es que te esfuerces con cada fibra de tu ser a ayudar a unificar a la Shejiná con el Todopoderoso y deshacerla de todos las malas klipot-cortezas. Para conseguir esto has de erradicar de tu mente todos los pensamientos ajenos, como lo enseña Rashbí en el Zohar [13]. Mientras te concentras en unificar a la Shejiná con el Todopoderoso no han de haber pensamientos ajenos en tu mente. El versículo "vínculose su alma a Diná" implica que has de vincularte a Diná que es Ella, y Ella es la Shejiná, y a nadie más. Esta advertencia es similar a la enseñanza del Talmud que dice que no se ha de beber en un vaso mirando a otro, porque esto se llama cambiar a uno por otro [14]. ¡Cuánto nos ha advertido Rashbí en este respecto! DINÁ: A LA INVERSA Como hemos visto, las Escrituras se refieren a este proceso: Y vinculóse su alma a Diná. Y amó a la muchacha. Y le habló cariñosamente al corazón. Estas tres etapas son preparativos para la unificación de la Shejiná con el Altísimo. El malvado obró a la inversa, ya que primero violó a Diná, después la cortejó y se prendó de ella, y solo entonces se vinculó su alma a ella. Este no es el orden apropiado. El proceso correcto sería que inicialmente, se apegase su alma a Diná, a Ella y no a otra; que se vinculase a Ella con amor, y que le hablase con palabras que traten de llegar al corazón, y después que le invadiera el deseo. Tan sólo a través del vínculo del alma y el amor puede sentirse el jefets - la voluntad arrolladora que infunde a la persona un anhelo infinito de unión - como lo hemos explicado. *****

La voluntad arrolladora (jefets) está estrechamente vinculada con el cumplimiento de los preceptos. De hecho, el objetivo ideal de tu jefets-voluntad arrolladora ha de ser que participen tu corazón y tu alma así como tu cuerpo en el cumplimiento de los preceptos, como deducimos de la historia del malvado Shejem. Como dice el versículo, "y el joven no demoró en hacer aquello, porque se deleitaba con la hija de Jacob". La quería porque ella era hija de un gran hombre, el patriarca Jacob, de bendita memoria. No te debes demorar en cumplir un precepto aún si sabes que va a ocurrir algo malo a consecuencia de ello. Como aprendemos del ejemplo de Shejem, a pesar de su plena consciencia del peligro personal que amenazaría a su cuerpo y alma si hiciese lo que le pedían, no demoró en circuncidarse "porque se deleitaba con la hija de Jacob". Su jeshek-deseo y jefets-voluntad arrolladora de unión con ella habían alcanzado tal grado de intensidad que no se demoró ni un instante. ***** ENTREGARSE EN CUERPO Y ALMA Es importante notar que el texto no dice "el joven no demoró en hacer aquello, porque su alma se deleitaba con la hija de Jacob," sino "porque [él] se deleitaba con la hija de Jacob". En cambio, en los versículos anteriores acerca de Shejem, el alma es sujeto de la acción, como en: "el alma de mi hijo Shejem anhela profundamente a vuestra hija," y también, "vinculóse su alma a Diná. "La razón por la ausencia del alma precisamente en el versículo que describe la voluntad arrolladora de jefets, es que en este caso, el muchacho ya se había entregado en cuerpo y alma en su amor por Diná. Por consiguiente la escueta frase, "se deleitaba (jafets) con la hija de Jacob", habla por sí sola. El nivel de devekut-vínculo requiere que sientas un intenso anhelo por el Altísimo y Su Shejiná, como indicado en el mandamiento, "y amarás al Eterno tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todos tus recursos". Rashbí, de santa memoria, explica que "amarás al Eterno tu Dios" se refiere a tu amor por la Shejiná [16]: Dice el versículo [17]: "Es el tiempo de que obre el Eterno, porque ellos han anulado Tu Ley". Las palabras "Es tiempo de que obre el Eterno" implican que hay tiempos y tiempos, como dice el versículo [18], "tiempo de amar, y tiempo de odiar". Existe el tiempo en el cielo, y el concepto esotérico de la fe se basa en este tiempo. Esta es la explicación esotérica de la Shejiná, que también se denomina "Tiempo", porque cambia según el tiempo. Hay tiempos en que asciende, y tiempos en que desciende. El tiempo en que asciende a una posición de dominio se denomina tiempo favorable. Así, pues, debes de amar a Dios en todos los tiempos, es decir, has de amar a la Shejiná, que esté ascendiendo o descendiendo, como dice el versículo, "amarás al Eterno, tu Dios". Por lo tanto la frase "tiempo de amar" indica que la Shejiná es el Tiempo que debes amar. Sin embargo hay otro tiempo, el de las malas cortezas, que alude al concepto esotérico de los dioses ajenos. Has de odiar este otro tiempo para proteger tu corazón contra el poder de su atracción. Este es el "tiempo de odiar". ....el grado de intimidad de tu vínculo al Altísimo sólo depende de tu deseo y tu amor por la Torá, hasta el punto que pienses en ella como en el ser que más amas, objeto de tu deseo Notas 2- La serpiente es la personificación de Satán; Zohar Vayishlaj 66b. 3- Zohar Vayetse 153b. 4- Levítico 19:18. 5- Shemot Rabá 27:1. 6- Proverbios 27:10. 7- Salmos 122:8. 8- Salmos 148:14. 9- Proverbios 27:8. 10- Véase Éxodo 15:3, "El Eterno es Señor de la guerra". La palabra hebrea que expresa "Señor" es ish, que literalmente significa "hombre".

11- Portal octavo, capítulo 20. 12- Tratado Sanhedrín 22b. 13- Vayelej 285a; Rabí de Vidas cita este pasaje del Zohar en el último capítulo de su Portal del Temor. 14- Tratado Nedarim 20b. 15- Zohar Vayetse; sección Sitré Torá 155a. 16- Zohar Terumá 155b. 17- Salmos 119:126. 18- Eclesiastés 3:8. Capítulo X SIRVE A DIOS CON ALEGRIA Hemos dedicado el capítulo precedente a las rectificaciones de la Shejiná y Sus adornos. En este capítulo explicaremos que todas esas facetas del servicio Divino, que forman parte del deber del hombre de rectificar a la Shejiná, han de hacerse con alegría. Como lo dice el versículo [2], "por no haber servido al Eterno tu Dios con alegría y corazón dispuesto", y también [3], "Servid al Eterno con alegría". Explica el Zohar [4]: Dijo Rabí Yosi: La Shejiná sólo mora en un espacio perfecto, que contiene los aspectos del alma nefesh, ruaj y neshamá de la persona, y ha perfeccionado ésta sus rasgos de carácter. No mora en un espacio que carezca de algún aspecto del alma, ni en un espacio tachado por los pecados del hombre, ni en un espacio triste - en una persona que esté deprimida - sino en un espacio que haya sido preparado para este propósito, en un espacio alegre. Durante los años que Yosef estuvo separado de su padre, Jacob estaba triste, y como resultado la Shejiná no moraba en él. Hemos aprendido: dijo Rabí Elazar en el nombre de Rabí Aba: Dice el versículo, "Servid al Eterno con alegría. Presentaos ante Él cantando". De este versículo comprendemos que sólo puede servirse a Dios con alegría, ya que, como dice Rabí Elazar, la Shejiná no mora en un hombre que esté triste. Vemos un ejemplo de esto en el caso del profeta Elisha, que, cuando se enojó y se entristeció acerca de Jehoram, rey de Israel, dijo [5], "pero ahora traedme a un músico. Y ocurrió, cuando tocaba el músico, que La mano del Eterno vino sobre él". De la boca de nuestro maestro, Rabí Isaac de Luria Ashkenazí, de bendita memoria, he oído la explicación del versículo, "por no haber servido al Eterno tu Dios con alegría … cuando tenías abundancia de bienes". Subrayó que "cuando tenías abundancia de bienes" nos dice que cualquiera que sea nuestra situación personal, hemos de servir a Dios con un sentido enérgico de alegría, como si tuviésemos "abundancia de bienes". Esto significa que nuestra alegría debe provenir del Altísimo, de Sus preceptos y Su Torá, mejor que todo el dinero del mundo. Como dice el versículo acerca de la Torá [6], "no pueden compararse a ella todas las cosas que puedas desear". De igual modo, ninguna alegría del mundo puede compararse a la alegría de cumplir una mitsvá. Ya he explicado esto anteriormente, en el capítulo segundo de este portal, referente al amor, y he oído que atribuían esta enseñanza a Rabenu Yoná, acerca del versículo [7], "honra al Eterno con tu sustancia". CONOCER LOS DESEOS DEL REY El modo en que puedes adquirir la alegría del corazón es contemplar la bondad del Creador, como hemos explicado. Piensa en cómo nos entregó la Torá y dite a ti mismo: La Causa de todas las causas ha creado todos los seres vivientes para el bienestar del hombre y dirige Su Providencia Divina hacia mí. A pesar de Su grandeza infinita, Él protege a un mosquito diminuto como yo y aunque no soy nada en comparación con Él, me concede los beneficios de este mundo así como los del mundo venidero. Esto se asemeja a un rey con un número infinito de ministros distinguidos. Una vez vio a un siervo en su país y le llamó, diciendo: "Es mi deseo que me sirvas y que de los ministros que me rodean, seas uno de los que vean el semblante del rey". Añadió el rey, "si me sirves correctamente, el puesto que te daré será más alto que el de los respetados ministros que están conmigo". ¿No debe este siervo cumplir sus deberes con plena alegría y decirse; como este gran y poderoso rey, a quien no le

falta nada, me ha elegido a mí para que sea su siervo, con la intención de favorecerme, no debería trabajar para él con alegría y corazón dispuesto? El autor de Sefer Hajasidim escribe acerca del origen del amor, y señala que para servir a Dios con alegría, debes imaginarte por un momento que estás sirviendo a un rey de carne y hueso. Si supieras de algo que le agradara al rey, no descansarías un momento hasta que encontrases un modo de cumplir el deseo del rey, a pesar de que este rey es un mero ser humano, cuyo final será el gusano, como tú [8]. Te alegrarías sobremanera si supieras que este rey se da cuenta de lo que hiciste y está contento de ti. Como el Rey a quien sirves en realidad es un Rey vivo y eterno, ¡cuánto más deberías luchar por servirle y esforzarte por cumplir Sus preceptos! DEMASIADO EXQUISITO PARA SOPORTARLO También debes pensar: ¿No emprenden sus quehaceres todos los seres celestiales con alegría, contentos de cumplir la voluntad de su Hacedor? Sin embargo su tarea celestial es doble que la nuestra, ya que las esferas nunca cesan su acción. Todas las mañanas, cuando sale el sol, sale con alegría, como dice el versículo [9], "el sol es como esposo que sale de su tálamo". Nuestros sabios han comparado el sol a un poeta ante el Omnipresente. Como enseña el Zohar [10]: Al viajar el sol en su órbita, comienza a cantar con una voz agradable. Dice [11], "Alabad al Eterno, invocad Su Nombre. Dad a conocer Sus acciones entre los pueblos", y [12], "Cantad al Eterno un nuevo cántico", porque el sol observa todas las obras del Altísimo y le dice al hombre que agradezca a su Creador por todos los beneficios que le da. Israel alaba al Creador de día con el sol, como dice el versículo [13] "para que Te teman al salir el sol". Es decir, para que expresen su temor de Ti con canciones y alabanzas en el momento que Te está cantando el sol. Es este momento que aceptan el yugo del reino celestial, aunque enseñan [14] que es una mitsvá rezar al amanecer. Dijo Rabí Elazar: Si el corazón de los hombres no estuviese bloqueado y el ojo de su entendimiento cerrado, no podrían soportar la dulzura del cántico del sistema solar mientras viaja en su órbita. Más aún, enseña el Midrash [15]: Está escrito [16], "Desde la salida del sol, hasta su puesta, será alabado el Nombre del Eterno". Derivamos de esto que desde el momento que sale el sol hasta su puesta, continúa alabando al Altísimo. Notamos una experiencia similar cuando Yehoshua estaba en Gabaón, y rezó que el sol continuase brillando. Yehoshua no dijo, "Sol, (amod) párate", sino [17], "Sol, detente en Gabaón", usando la palabra hebrea dom, que por lo general significa "guarda silencio" [18]. Esto implica que cuando el sol se para de alabar a Dios, se detiene en su órbita. Por consiguiente, Yehoshua le dijo, "dom-guarda silencio, para que puedas detenerte". Dos personas viajaron hasta la India para ver la salida del sol. De estas dos personas, volvió solamente uno y estaba mudo. El primero se acercó demasiado para oír la melodía del sol y falleció; el otro se volvió mudo. A su regreso, este último comunicó la historia por escrito. De igual modo, el Talmud menciona a Senaquerib, rey del ejército asirio, quien amenazaba a Israel en el tiempo del rey Hizkiyahu [19]. Para ayudar a Israel a vencerlos, Dios hizo que el ejército asirio y su rey oyesen el cántico de la esfera solar y murieron, pues no pudieron soportar el éxtasis que sintieron al oír el sonido de esta música . LA GLORIA DE DIOS ES SU ALABANZA Así como el sol canta la alabanza de Dios, así tambien lo hacen los seres celestiales. Los que Él emanó en el mundo de Atsilut, los que creó en el mundo de Beriyá, los que formó en Yetsirá, los que hizo en Asiyá, todos alaban a la Causa de todas las causas. El Altísimo creó a todos los seres vivientes por Su gloria, como dice el versículo [20]: "Quien ha sido creado para Mi gloria es llamado en Mi Nombre. Yo le he formado, sí, Yo le he hecho". La gloria de Dios es Su alabanza, como lo indica el salmo [21], "En Su Templo, todos dicen, "¡gloria!" Los sabios del Midrash desarrollaron este tema [22]:

Está escrito [23]: "Los cielos declaran …" lo que dice el versículo [24], "el Eterno ha hecho todas las cosas según Sus propósitos", por Su gloria. La expresión "según Sus propósitos" significa que hemos de alabarle, como dice el versículo [25]: "Cantad al Eterno con alabanzas". "Según Sus propósitos" también puede indicar como Su testimonio; todas las obras de Dios son prueba de Su poder. La enseñanza que Dios lo ha creado todo por Su gloria implica que todo, o sea todos los seres vivientes y todos los frutos de Su obra Le alaban. El rey David se refería a esta alabanza unánime en los versículos [26]: "Alabad al Eterno desde los cielos. Alabadle en las alturas. Alábenle todos Sus ángeles. Alábenle todos Sus ejércitos. Alábenle el sol y la luna…". Y anota el Zohar [27]: El versículo "Alabad al Eterno desde los cielos" alude al sitio en el más alto mundo celestial de Atsilut donde la shefa-energía Divina comienza a extenderse hacia abajo con el propósito de iluminar los otros mundos celestiales, así como a la Shejiná. Esto señala las seis sefirot jesed-bondad, guevurá-reserva, tiferet-armonía, netsaj-dominio, hod-empatía, y yesod-fundamento. La interpretación esotérica del versículo [28], "inquiere en los días que te precedieron", se refiere al mundo de Atsilut a este nivel y más abajo. Acerca de "los días que te precedieron" - los días de la Creación - y de una extremidad del cielo a la otra extremidad del cielo, aún tenemos el derecho de hacer preguntas, pero sólo podemos esforzarnos por conseguir información a partir de este nivel hacia abajo. Por lo tanto comienza el salmo "Alabad al Eterno desde los cielos", porque a este nivel podemos comenzar a comprender, y por consiguiente, podemos hacer preguntas. Sin embargo, más allá de los cielos, acerca de las tres primeras sefirot: keter-corona, jojmá-sabiduría y biná-entendimiento, no tenemos el derecho de investigar: esto queda oculto a la percepción humana, e inclusive si preguntamos, no recibiremos respuesta. "Alabadle en las alturas": "los cielos" y "las alturas" aluden a dos lados, jesed-bondad a la derecha, y guevuráreserva a la izquierda. Es a partir de aquí que comienzan a extenderse hacia abajo las otras sefirot, NAHY, que es netsaj-dominio, hod-empatía y yesod-fundamento, en el concepto esotérico de los "grados" para rectificar correctamente, porque el objetivo principal de NAHY es de rectificar el factor determinante en los conductos superiores de la energía Divina. CONCEPTO ESOTÉRICO DE LOS "GRADOS" "Alábenle todos Sus ángeles": los ángeles sugieren las dos hileras principales - o bien "columnas" que transfieren la energía Divina, de los lados derecho e izquierdo. El lado derecho con su netsaj-dominio y el lado izquierdo, con su hod-empatía. Estos dos representan las dos columnas bajo el cuerpo. El objetivo de estas columnas es sostener el cuerpo, representado por tiferet-armonía. Las columnas sostienen el establecimiento de fuerzas que guían el mundo terrenal, ya que el Altísimo dirige el mundo con ternura y compasión. Por consiguiente, dirige Su energía por medio de netsaj-dominio y hod-empatía, y ellas canalizan el flujo de energía a las criaturas terrenales según su capacidad de recibirla y contenerla. ¡Ven y mira! Estas columnas sobre las cuales se mantiene en pie el cuerpo netsaj y hod - explican el concepto esotérico bajo el concepto de ángel, como lo dice el versículo, "Alábenle todos Sus ángeles". La razón por la cual netsaj y hod aluden al concepto esotérico de los ángeles es que estas sefirot son la contraparte espiritual de los muslos humanos, instrumentos corporales que permiten al cuerpo ir de un lugar a otro. Los espíritus llamados ángeles, cuyo propósito es de ser mensajeros de su Amo enviados de un lugar a otro, provienen del concepto esotérico bajo netsaj y hod. Los ángeles son creados en el mundo celestial de YetsiráFormación. Su propósito es de ser enviados a cumplir misiones en el mundo terrenal y de enfocar la energía Divina, transmitiéndola de un modo que pueda el hombre recibirla. Como consecuencia, su acción se asemeja a la de dominio y empatía. "Alábenle todos Sus ejércitos": todos los santos ejércitos celestiales provienen de este lugar, que representa el concepto esotérico bajo la señal del santo pacto - y proporcionan energía a maljut-reino. La señal del pacto está grabada en los innumerables ejércitos de ángeles restantes que provienen de allí, ya que todos ellos dan distinción, grandeza y soberanía al Altísimo por medio de yesod-fundamento. Como dice el versículo [29]: "El Eterno, Cuyo Nombre es el Dios de los ejércitos". El significado de este versículo es que Dios es el factor distintivo de los

innumerables ejércitos de ángeles restantes, porque la palabra hebrea TSEVAOT-ejércitos se compone de TSEVAejército y OT-señal distintiva, lo que sugiere que los ejércitos celestiales dan distinción y grandeza al Altísimo. "Alábenle el sol y la luna": el concepto esotérico de la unión celestial entre el Altísimo y la Shejiná, representados por el sol y la luna, queda en la sefirá yesod-fundamento. Yesod también se llama "sol", y su propósito es iluminar a maljut. Yesod abarca las estrellas celestiales resplandecientes de luz - que aluden al concepto esotérico de las fuerzas Divinas de jesed-bondad - y las constelaciones, que aluden al concepto esotérico de las fuerzas de justicia estricta. Así, pues, la continuación del versículo, "Alábenle todas las luminarias" también pertenece al ámbito de yesod, como hemos enseñado. El salmo [30] luego sube al más elevado espacio celestial de donde proviene todo: "Alábenle los cielos de los cielos". Dice el versículo, "alaben al Eterno desde la tierra"; esto representa a maljut. El "fuego y granizo" del versículo siguiente corresponden al cielo y a la tierra. El versículo "Alaben al Eterno desde los cielos" indica entonces el espacio a partir del cual comienza la energía Divina a dirigirse hacia abajo. "Alábenle en las alturas" corresponde a jesed-bondad y a guevurá-reserva. "Alábenle todos Sus ángeles" corresponde a netsaj-dominio y hod-empatía. La razón por la cual se usa la palabra "ángeles" aquí es que los ángeles son mensajeros enviados de un lugar a otro y su fuente celestial es el equivalente Divino del muslo humano. "Alábenle todos Sus ejércitos" corresponde a yesod-fundamento. "Alábenle el sol y la luna" se refiere a tiferet-armonía y maljut-reino. "Alábenle los cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos" sugiere las tres primeras sefirot, keter, jojmá y biná. El salmo luego desciende a las fundaciones materiales de la Creación: "Alaben al Eterno, desde la tierra, los monstruos marinos y todas las profundidades". Comprendemos porqué el salmo no incluye la alabanza de todas las criaturas vivientes, ya que están mencionadas en "Alábenle todos Sus ángeles; alábenle todos Sus ejércitos". Quizás hubiese sido preferible mencionar primero a los ejércitos y luego a los ángeles pero el salmista tenía que seguir el orden de los atributos Divinos expresados por las sefirot. Los elementos de la Creación de Dios, los celestiales y tanto más los terrenales, todos alaban a la Causa de todas las causas, y "alábenle los cielos de los cielos" alude incluso a la sefirá keter-corona en el espacio más excelso, de donde todo proviene. Continúa el salmo [31], "Alaben el Nombre del Eterno, porque Él dio la orden, y fueron creados. Concluimos que el "Nombre del Eterno" - el santo Tetragrama - mencionado aquí, expresa la manifestación más esencial de la Creación de Dios. Este Nombre se vincula a la Causa de todas las causas, Amo y Soberano, como lo he explicado en el primer capítulo del Portal del temor. Todos Le alaban por crearlos ex nihilo-de la nada, como lo sugieren las palabras "porque El dio la orden y fueron creados". Lo que antecede se aplica asimismo a keter-corona, que también es emanada. Así, pues, la forma imperativa, "Alaben el Nombre" no proviene de keter, sino más allá, ya que keter es también una emanación Divina. Por lo tanto, en "porque, Él dio la orden y fueron creados", los taamim (notas musicales de la Torá) que expresan la puntuación indican el equivalente de una coma después de la palabra "porque", de modo a destacar que Él es la fuente de toda la Creación.Según un libro antiguo, hay en el cielo, en el mundo del Trono, un ángel que tiene mil bocas, y cien mil lenguas en cada boca. Con cada una de sus lenguas, canta las alabanzas de su Hacedor. Los Tikunim explican su esencia excelsa [32]. De igual modo, el libro Brit Hamenujá describe a varios ángeles cuyos nombres terminan con sílabas como ron, que provienen de la misma raíz que la palabra hebrea riná-cántico. Estos se encargan de los cánticos y las alabanzas. Se llaman cánticos de Alamot.[33] Es referente a ellos que los sabios de la Gran Asamblea incluyeron en el orden de las oraciones [34]: "Y aunque nuestra boca estuviera llena de canciones como la mar y nuestra lengua con himnos como la muchedumbre de las olas …". 2- Deuteronomio 28:47. 3-Salmos 100:2. 4-Zohar Vayjí 216b. 5- II Reyes 3:15.

6- Proverbios 3:15. 7-Proverbios 3:9. 8-Números 14. 9-Salmos 19:6. 10-Zohar Vayakhel 176a. 11-Salmos 105:1. 12-Salmos 98:1. 13-Salmos 72:5. 14-Tratado Berajot 9b. 15-Midrash Tanjuma, Ajaré Mot 9. 16-Salmos 113:3. 17-Josué 10:12; trad. Rabí Yaakov Elman. 18- Por ejemplo, la versión hebrea del versículo que vimos en el capítulo nueve, "no guardes el silencio", es al domi lahem. 19-Tratado Sanhedrín 95b. 20-Isaías 43:7. Trad. Yaakov Elman Una traducción más literal de este versículo muestra que la palabra "gloria" viene antes de "quien ha sido creado": "Quien es llamado en Mi Nombre y para mi gloria, Yo le he creado …". Este orden de palabras se debe a que el versículo contiene alusiones a los mundos celestiales y que la gloria de Dios alude al mundo más elevado de Atsilut. Los otros tres mundos están indicados como sigue: Beriyá: "le he creadoberativ"; Yetsirá: "le he formado-yetsartiv"; y Asiyá: "he hecho-asitiv". 21-Salmos 29:9; trad. Metsudah Tehillim. 22-Midrash Tehilim 19:1. 23-Salmos 19:1. 24-Proverbios 16:4. 25-Salmos 147:7. 26-Salmos 148:1-3. 27-Zohar Pikudé 232a. 28-Deuteronomio 4:32. 29-Isaías 48:2. 30-Salmos 148:7. 31-Salmos 148:5. 32-Tikún 70, 135a. 33-Alamot era el nombre de un instrumento musical usado en el Templo. Véase Salmos 46:1. 34-Nishmat col chay, Tikrav Rinati p. 505. Capítulo X SIRVE A DIOS CON ALEGRIA II ANHELO DE VER EL MISTERIO DIVINO Explican los comentadores que el gran mar canta un cántico de alabanza, como en el versículo [1], "para que mi gloria pueda cantarte alabanzas y no quedarse callada", y también [2], "Oh Elohim, no guardes más silencio". El mar siempre está estimulado para cantar las alabanzas del yijud-unificación celestial, como lo ha explicado mi maestro, de bendita memoria [3]. Sus olas son espíritus del Trono que también están inspirados para cantar. Lo que antecede nos ayuda a comprender el Zohar [4]:

Dice el versículo [5], "Cuando se levantan sus olas, Tú las aquietas" (teshabejem)." La expresión hebrea "teshabejem" proviene de la misma raíz que shevaj-alabanza. Al alzarse las olas, son dignas de alabanza porque se elevan inspiradas por su anhelo de ver el yijud-unificación. Derivamos de esto que quien quiera ver y comprender el misterio Divino, aún cuando no se le permita, se le considera sin embargo digno de alabanza y todos le celebran. Los espíritus celestiales del Trono van y vienen para ver y percibir la luz Divina un poco más allá de sus poderes de percepción. A pesar de que retroceden y no pueden captar lo que queda más allá de su capacidad, sin embargo los alaban por ansiar percibir más y unirse en un vínculo apasionado a la luz Divina. De igual modo, después de la muerte, las almas agradecen y alaban al Altísimo, como lo explica el Zohar [6]: Al final del Shabat - en el momento en que el ruaj-espíritu desciende del Edén superior donde ha morado durante el shabat, el alma-nefesh alumbra y resplandece hasta el Edén inferior con la luz Divina y con la energía que ha recibido del ruaj. Fortalecida con esta energía, el alma-nefesh entonces, se endereza en su tumba, y se materializa en su forma anterior, en su cuerpo pasado. Se forma luego una vestidura para la esencia de los huesos, y todos los huesos del interior de esa forma se levantan de la tumba, celebran y agradecen al Altísimo, como lo sugiere el versículo[7], "Todos mis huesos dirán: "Oh Eterno, ¿quién es como Tú?" Observa que no está escrito que todos los huesos "dicen", sino "dirán", en el futuro, o sea, cuando se levanten de la tumba. Y si el ojo físico tuviese el permiso de ver las formas celestiales, en particular la vestidura de los huesos, durante las noches después que termina el shabat, las noches de Rosh Jodesh-[las primeras noches del mes lunar], y las del tiempo de las pascuas, vería la apariencia de formas en pie sobre las tumbas, agradeciendo y alabando al Altísimo. Valdría la pena verlo, ya que toma lugar literalmente en este mundo, pero la simpleza de espíritu del hombre le impide distinguirlas. CÁNTALE TU ANHELO DE ÉL Como todos los seres celestiales cantan su apego a El, del mismo modo, tú también has de cantar y alabar para causar dicha a tu Hacedor, con el propósito de vincularte a El, porque la canción enciende el anhelo del vínculo apasionado. Cuando recuerdes todos los beneficios y bondades que te otorgó, sentirás como describimos en la oración el shabat por la mañana [8]: Aunque nuestra boca estuviera llena de canciones como la mar … no acertaríamos, oh Señor, Dios nuestro, expresarte nuestra gratitud ni bendecir Tu Nombre, oh Rey nuestro, ni la milésima y ni la diezmilésima parte de los favores, milagros y maravillas que hiciste con nosotros y con nuestros padres en el pasado. … Por lo tanto … el espíritu y el alma que insuflaste en nuestro ser, y la lengua que pusiste en nuestra boca, todos ellos agradecerán, bendecirán, alabarán, glorificarán, y cantarán siempre a Tu Nombre, oh Rey nuestro. Esta era la intención del rey David al decir [9]: "Tu bondad me hará dichoso, porque Tú viste mi aflicción". La dicha que sentía David provenía de su conciencia del amor que Dios le había mostrado. Por lo tanto, David estaba constantemente cantándole a su Hacedor y nos recomendó que le imitásemos y cantásemos las alabanzas de Dios, como dice el versículo [10], "Regocijaos en el Eterno, oh justos", y también [11]: "Cantadle un cántico nuevo". Observamos que siempre que el pueblo de Israel presenció un milagro hecho para ellos, rompieron a cantar. Como dice el versículo[12]: "Entonces cantó Israel este cántico", y también[13], "cantó Deborah". No puede haber un milagro sin la participación del atributo Divino de jesed-bondad, como lo enseña el Zohar [14]: Dice el versículo [15], "servid al Eterno con alegría": La alegría se materializa mediante el cohen-sacerdote, porque él siempre está lejos del din-juicio, ya que la raíz de su alma proviene del atributo jesed-bondad. Un cohen-sacerdote siempre ha de tener el semblante alegre, más que otras personas.

El Zohar cita el versículo "servid al Eterno con alegría" y anota que quien viola un precepto negativo de la Torá ha de rectificarlo ofreciendo un sacrificio, confesando su pecado y sintiéndolo; y si puede derramar lágrimas al expresar su remordimiento, sería mejor para él. Si es así, ¿cómo puede sentir la alegría y el cántico que se le pide? Mientras teníamos el Templo, el proceso dependía del cohen-sacerdote y del levita. Debido a su vínculo con jesed-bondad, el cohen llevaba a cabo la rectificación con alegría, mientras que el levita era responsable por el cántico. El Zohar pregunta entonces [16]: Ahora que el Templo está destruido y ya no podemos ofrecer sacrificios, el hombre que peca ante su Amo y regresa a Él arrepentido evidentemente tiene que sentir amargura en el alma, tristeza y el espíritu quebrantado. ¿Cómo puede este hombre estar alegre y lleno de cánticos, como se le pide? Nos enseñan, sin embargo, que al alabar a su Amo, regocijarse en su estudio de Torá, y estudiar Torá con su cántico, cumplirá la alegría y la canción que requiere para servir a Dios. El hombre siempre ha de preocuparse por sus pecados, pero durante los momentos en que está alabando al Omnipresente y estudiando Torá, ha de sentir alegría y cantar la melodía de su estudio de Torá con una voz agradable. No obstante, mientras que está sumido en su oración, sentirá que se le rompe el corazón por sus pecados. Más aún, el Zohar también enseña que la alegría y el cántico son paralelos a yesod-fundamento y maljut-reino [17]. Anota el Talmud [18]que "el hombre siempre debería entrar la distancia de dos puertas en la sinagoga"[19]. Esotéricamente, maljut y yesod representan "dos puertas". Esto implica que el yijud-unificación Divino no es completo a menos que la persona "entre la distancia de dos puertas" es decir, a menos que su oración pueda unificar a maljut y yesod y absorber alegría en su fuente misma. Es con esta alegría que están Israel destinados a terminar su exilio. Así, pues, la causa principal de tu alegría debe ser que Dios te designó como uno de Sus siervos que Le unifican, un privilegio no dado a todos. Esencialmente, debes sentirte lleno de alegría en el momento de la oración, en particular si estás en la sinagoga o en la sala de estudios. La razón tras esto, es que la oración es una necesidad del Altísimo, como podemos verlo por el hecho que llega a ser una corona para el Rey del mundo. Por lo tanto, dite a ti mismo: ¿Qué hice yo para merecer coronar al Rey del mundo? Si el Rey, por Su gran bondad, me acercó a Él, debo dedicarme a Su servicio con alegría. 1-Salmos 30:13. 2-Salmos 83:2. 3-Shaar Mahut Hanhagá. 4-Zohar Noach 69b. 5-Salmos 89:10; trad. Metsudah Tehillim. 6-Zohar Terumá 142a. 7-Salmos 35:10. 8-Nishmat; op. cit. 9-Salmos 31:8; Metsudah Tehillim. 10-Salmos 33:1. 11-Salmos 33:3. 12-Números 21:17. 13-Jueces 5:1. 14-Zohar Vayikrá 8a. 15-Salmos 100:2. 16-Zohar Vayikrá 8a. 17-Zohar Vayikrá 8b. 18-Tratado Berajot 8a. 19-Ya que si se quedase a la entrada, cerca de la puerta, parecería que tenía prisa por irse.

Capítulo X SIRVE A D-S CON ALEGRIA (TERCERA PARTE) ver primera LOS ÁNGELES Y LA ORACIÓN DE ISRAEL Referente a la oración, Rabí Shimón bar Yojai enseñó que tres grupos de ángeles se reúnen en la sinagoga en los momentos de la oración [1]. Un grupo consiste en ángeles del mundo de Yetsirá que alaban al Altísimo durante el día; recitan cánticos de alabanzas desde "Baruj Sheamar" hasta "Yishtabaj" junto con Israel. Hay otros ángeles que alaban al Altísimo por la noche, y éstos no acompañan a Israel durante el día. El segundo grupo consiste en ángeles que están presentes cada vez que el pueblo de Israel dice en la tierra, "Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos", en la plegaria llamada kedushá-santificación - cuando el oficiante repite la Amidá. Continúa el Zohar: Y bajo la tutela de este segundo grupo están los ángeles que se ponen en movimiento en todos los firmamentos en el mundo de Asiyá para ayudar a que ascienda la oración de Israel. Estos buenos abogados de la oración de Israel no permiten que los Acusadores, que están siempre dispuestos, bloqueen las oraciones durante su ascenso. El tercer grupo de ángeles consta de las "compañeras" celestiales, llamadas "cánticos de Alamot", y aluden al concepto esotérico de las siete vírgenes dignas de honrar a la Shejiná. Estas vírgenes también aluden a los siete palacios celestiales que rectificamos en la bendición "Yotser or uboré joshej" (Quien forma la luz y crea la oscuridad). Añade Rashbí: Todos estos ejércitos celestiales llevan a cabo sus rectificaciones con el mismo orden que las ejecutan Israel, con los mismos cánticos de alabanza y rezos que recitan Israel. Así, pues, la rectificación de estos seres celestiales, así como la de la Shejiná misma y Sus asistentes, todo depende de las oraciones de Israel. Continúa el Zohar [2]: La kedushá-santificación dicha en la repetición de la Amidá - cuando hay un mínimo de diez hombres reunidos santifica los mundos celestiales, y el Altísimo nos permite que atraigamos a nosotros estos poderes de santidad que originalmente provienen de Él. Sin embargo, no hay kedushá-santificación en el cielo hasta que el pueblo de Israel no la diga en la tierra. Como dice el versículo [3], "Seré santificado entre los hijos de Israel". Es decir, estoy santificado en el cielo por medio de la kedushá-santificación dicha por los hijos de Israel. Regresaré a las demás lecciones de Rashbí acerca del tema en el Portal de la santidad. ALEGRÍA ANTE DIOS Cuando estés en la sinagoga, debes alegrarte que estás en la morada de Dios, como dijo el rey David [4], "Me alegré cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Eterno". También dijo [5]: "Mi alma ansía y suspira por los atrios del Eterno. Mi corazón y mi carne cantan de júbilo al Dios vivo". Asímismo debes alegrarte cuando estés estudiando Torá, como enseña el Talmud [6]: Rabí Nehuniá ben Hakaná decía una plegaria corta al entrar a la sala de estudio y al salir. Decía al salir, "Te agradecemos, Oh Eterno, Dios nuestro, que has situado nuestro destino entre los que se sientan en la sala de estudio y no entre los que se sientan en la esquina [de la calle].Yo me levanto temprano y ellos se levantan temprano, pero yo me levanto para estudiar Torá mientras que ellos se levantan para charlas vacías. Yo trabajo y ellos trabajan, pero yo recibo una recompensa por mi servicio y ellos no; yo corro y ellos corren, pero yo corro hacia la vida del mundo venidero mientras que ellos corren hacia el pozo de la destrucción".

Con la ayuda de Dios, desarrollaremos este tema en el lugar apropiado. Nuestros rabinos, de bendita memoria, continuaron [7], vinculando la alegría a la profecía según el modelo del profeta Elisha [8]: "Pero ahora, traedme a un músico. Y ocurrió, que cuando tocaba el músico, la mano del Eterno vino sobre él". Derivamos de este versículo que la Shejiná no mora en el hombre ante la indolencia, la tristeza, la frivolidad, la irreverencia, la conversación o las charlas vacías, sino cuando siente la alegría de una mitsvá. Como dice el versículo, "'Pero ahora, traedme a un músico …'." Dijo Rabí Yehudá, "Del mismo modo, se debe entablar una conversación ligera y animada antes de discutir asuntos legales (de halajá)". Dijo Rabá, "Asimismo, quien se acuesta despreocupado y contento se despertará con un sueño bueno". […] Así se comportaba Rabá, y hacía un comentario humorístico antes de empezar a enseñar, con el propósito de levantar el ánimo de los estudiosos presentes. Luego se sentaba, imbuido de temor ante la Presencia Divina y comenzaba a enseñar. Debes cumplir los preceptos con ánimo y alegría, ya que las mitsvot son los adornos que lleva el Rey. Sentirías aún más la alegría de cumplir mitsvot si tuvieses conciencia de la rectificación espiritual que llevan a cabo los preceptos, y del gran bien que le estás haciendo a tu propia alma al cumplir una mitsvá. Como dice el versículo [9]: "Los preceptos del Eterno son correctos y alegran el corazón". Esto se aplica con particularidad a la tsedakácaridad, ya que has de alegrarte al darla; la alegría que sientes en ese momento te permite vincularte a la Shejiná, como lo sugiere el versículo [10], "contemplaré Tu rostro en tsedek-justicia". Discutiremos este tema en la sección apropiada. Vemos un ejemplo de esto en el caso del rey David y el pueblo de Israel, que se regocijaron al dar sus ofrendas para la construcción del Templo [11]: "Y alegróse el pueblo, porque las dádivas habían sido ofrendadas voluntariamente, por cuanto de todo corazón habían sido ofrecidas al Eterno. Y David el rey, estaba jubiloso". Cuando estás bien dispuesto al emprender una mitsvá, la mitsvá misma te impregna de alegría. Más aún, la sección Idra del Zohar revela que el saludar a todos con el semblante alegre ocasiona un misterio Divino [12]: Hemos aprendido que el versículo [13]: "Me deleitaré en el Eterno" alude a la cúspide de la alegría celestial. Cuando hay una iluminación de esta excelsa fuente Divina, todos los Acusadores son silenciados y se propaga la alegría. [Explica el Matok Midevash que una de las bendiciones que le pidió Dios a Aarón que les diera a los hijos de Israel fue [14], "Que el Eterno - las Fuerzas Masculinas de la Providencia Divina - haga resplandecer tu rostro". Las palabras de esta bendición implican que la Providencia Divina no siempre ilumina al hombre. Enseña la Idra que quien desea atraer hacia sí este favor Divino saluda a todos con alegría, ya que al hacerlo se vincula con la fuente celestial más excelsa de alegría y merced.] Como consecuencia, la alegría ilumina los mundos celestiales con [15]"la luz del semblante del Rey", que es "la vida". Continúa el Zohar: Hemos aprendido que cuando se revelan las dos facetas de la fuente más excelsa de alegría y merced [16]- la fuente celestial de los atributos de merced y "fidelidad" - las fuerzas de justicia estricta cesan de obstruir la luz. Entonces las lámparas - las sefirot de las Fuerzas Masculinas de la Providencia - relumbran con alegría. Como resultado, todas las sefirot de las Fuerzas Femininas de la Providencia se iluminan también, así como los mundos celestiales Beriyá, Yetsirá y Asiyá. El universo está imbuido de alegría y las fuerzas de jesed-bondad no cesan de emitir su luz y energía. Así, pues, hemos de reaccionar con alegría a toda situación y saludar a todos alegremente para infundir la luz de la vida a los universos. Esto se aplica en particular cuando recibes a un sabio de la Torá o a tu propio maestro: debes obrar como si recibieses a la Shejiná, que se ha de hacer con plena alegría. Comenta el Midrash acerca de Aarón [17]: Está escrito [18], "él saldrá a tu encuentro y se alegrará en su corazón". El versículo no se limita a decir que Aarón se alegrará, sino que "se alegrará en su corazón". Dijo Rabí Shimón bar Yojai: El corazón de quien se alegra de la grandeza de su hermano llevará los urim y los tumim, como dice el versículo: "Y pondrás en el pectoral los urim y los tumim, que llevará Aarón ... 1- Zohar Terumá 131b. 2- Zohar Terumá 133a.

3- Levítico 22:32. 4- Salmos 122:1. 5- Salmos 84:3. 6- Tratado Berajot 28b. 7- Tratado Shabat 30b. 8- II Reyes 3:15. 9-Salmos 19:9. 10-Salmos 17:15. 11-I Crónicas 29:9. 12-Zohar Nasó 133a. 13-Isaías 61:10. 14-Números 6:25. 15-Proverbios 16:15. 16-Éxodo 34:6. 17-Tanjuma Shemot 27. 18-Éxodo 4:14. 19-Ibid. 28:30 Nota de la edición Stone definiendo Urim ve Tumim: El pectoral estaba doblado en dos y formaba un bolsillo. Moshé metía en él un trozo de pergamino que contenía el Nombre Inefable. Este Nombre era Urim, de la palabra or-luz, porque causaba que se encendieran las letras de los nombres de las tribus en el pectoral; y se llamaba Tumim de la palabra tamim-completo, porque si se leían correctamente, estas letras presentaban respuestas completas y verídicas a las preguntas de importancia nacional que le hacía a Dios el Sacerdote Magno. Rabí Aryeh Kaplan explica el concepto de Urim veTumim en su Living Torá: Consultaban a los Urim veTumim como a un oráculo; el Sacerdote Magno meditaba en las piedras hasta que llegaba al nivel de inspiración Divina (Ruaj Hakodesh). Entonces miraba el pectoral con visión inspirada, y las letras que formaban la respuesta se encendían o resaltaban. Con su inspiración Divina, el Sacerdote Magno combinaba entonces las letras para deletrear la respuesta. Capítulo X SIRVE A D-S CON ALEGRIA (CUARTA PARTE) ver primera INVITADOS HUMANOS Y CELESTIALES Referente a la alegría de las pascuas, sabemos que enseñan los sabios que el hombre tiene el deber de regocijarse en las pascuas compartiendo con los miembros de su hogar comidas que incluyan carne y vino [1]. La razón por la cual la palabra "pascua" se dice "ushpiza" en arameo es que, literalmente, esta palabra significa "residente ocasional de una posada": así, pues, del mismo modo en que saludaríamos a un invitado con el semblante bien dispuesto, igual hemos de recibir las pascuas, ya que en cada una de las pascuas hay una energía luminosa Divina diferente enfocada sobre nosotros, como lo explicó Rashbí en el Zohar [2], acerca de las [3]"sagradas asambleas". Enseñaron los Tikunim acerca del tema [4]: La Shejiná se llama "pascua" en cada una de las tres pascuas, es decir, Pesaj, Shavuot y Sucot, porque recibe la concentración de iluminación y energía Divina particular de cada una de las tres pascuas. Por ejemplo, en Pesaj recibe el brillo de jesed-bondad, en Shavuot de tiferet-armonía y en Sucot recibe la concesión ilimitada de las Fuerzas Superiores de Creación y Providencia. Como dice el versículo [5]: "Tres veces al año celebrarás pascuas en Mi honor", para dirigir la iluminación hacia maljut-reino, llamada también "año". Los versículos subrayan "en Mi honor", porque la Shejiná representa el Templo, y dice el versículo [6], "se presentarán [lit. serán vistos] todos

los varones". Se especifican los varones para que éstos atraigan a la tierra la energía de yesod-fundamento, que físicamente es análoga al órgano masculino, y espiritualmente, designa la base de todas las bendiciones. Continúa el Zohar, el hombre que va a ver a la Shejiná [como han dicho los sabios, así como los hombres iban a "ser vistos", también iban a "ver",] ha de darle una ofrenda. El final del versículo alude a ellos, "y no se presentará ante el Eterno con las manos vacías", ha de infundirle a Ella energía Divina por medio de sus rezos y ofrendas. Ha de alegrarse con Ella, con la Shejiná llamada "pascua", como dice el versículo [7]: "Te regocijarás en tu pascua", y el Altísimo también se regocija con Ella. Quien va al Templo en una de las tres pascuas "para ver" tiene que guardarse contra la tristeza, porque la tristeza permite que las fuerzas del mal y las de la oscuridad estén en control, el contrario de la"luz y alegría" concedidas al pueblo judío el día de Purim. La tristeza también atrae la pena, que empuja al hombre hacia el mundo de los muertos llamado sheol, a la sección baja de Gehinom. Estas fuerzas se llaman tejol-bazo, que es conocido por su color negro, y también se llaman "mancha". Por tanto, cuando una persona tiene tendencia a la tristeza se considera que tiene una mácula, y dice el versículo [8], "No se acercará todo aquél que tuviere mancha", no es digno de ir al Templo en las tres pascuas. La pascua de Succot es el epítome de la alegría, y como lo indican nuestras plegarias, hemos de regocijarnos, en particular cuando estamos en la sucá-cabaña. Menciona el Zohar [9]: Tu semblante debe resplandecer de alegría cada uno de los días de Sucot - ten cuidado en particular de no entristecerte o enojarte durante Sucot - estás en la compañía de los invitados celestiales que están contigo. Y mi maestro, de bendita memoria, Rabí Moshé Cordovero, subrayó la redacción del Zohar, que hace hincapié en "cada uno de los días de Sucot", en lugar de referirse en general a los siete días de la pascua. Esto nos enseña que hemos de hacer muestra de una alegría especial en cada uno de los días de esta pascua, porque los siete días corresponden a los siete invitados celestiales: cada día de Sucot recibimos a un invitado celestial distinto y debemos mostrar cuánto nos alegramos con su presencia. El Zohar dice a continuación que hemos de imitar a Rabí Hamemuna el Anciano, quien solía expresar su alegría al entrar a la sucá, ya que sólo quien siente alegría en su corazón puede mostrarles a sus invitados el rostro resplandeciente de alegría. No necesitamos citar el resto de este Zohar, sino sólo el comentario. Hemos de alegrar a los pobres, porque la porción de los invitados a tus comidas está vinculada con la de los pobres; los invitados a tus comidas absorben alegría como consecuencia de lo que comen los pobres, porque la fuente espiritual del pobre está en maljut-reino. Quien alegra a los pobres atrae shefa-energía de bináentendimiento y la dirige a maljut. Entonces los pobres también quedan infundidos de energía Divina. DE LA FRIVOLIDAD A LA ALEGRÍA Para sentir la alegría de las pascuas hay que evitar la frivolidad de las bromas y las salidas de las que disfrutan los gentiles. Como dice el versículo [10]: "No te regocijes, Israel, como los demás pueblos". Nuestra alegría debe provenir de la pascua misma, ya que estos son días de sagradas asambleas, como ya hemos explicado. Las pascuas son oportunidades para que el hombre, que reside en la oscuridad, se regocije con la nueva concentración de energía Divina que puede atraer a sí. Por resultado, nuestra alegría en la pascua de Simjat Torá ha de ser más intensa que en otros tiempos sagrados. Como nuestros sabios, de bendita memoria, han enseñado [11], "sólo se les ha dado pascuas a Israel para permitirles profundizar en sus estudios de Torá". Es importante comprender que al predominar la alegría se puede causar un yijud-unificación celestial, porque es imposible que un ser emanado, separado de su fuente de creación, se aúne con su fuente original a menos que ambos compartan un motivo de alegría en común. Esta alegría causa que el Emanador desee esta revinculación. El ser emanado también siente intensa alegría al reunirse con su fuente y absorber energía Divina luminosa.

Está escrito [12], "el fuego del altar seguirá ardiendo". Explica el Zohar que la llama de amor estaba eternamente alimentada por el servicio Divino de los levitas [13]. Mientras que el cohen-sacerdote proviene de la fuente de jesed-bondad, los levitas provienen de guevurá-reserva. El servicio que proporcionaban en el Templo rectificaba el mundo terrenal aunando las fuerzas Divinas de jesed-bondad y guevurá-reserva. Esta unificación mitigaba la severidad de la reserva infundiéndole bondad. Añade el Zohar: Dice el versículo [14], "serán los levitas los encargados del servicio de la tienda de reunión", es decir, el objetivo esencial del servicio de los levitas era llevar a cabo un yijud-unificación entre el Altísimo y las almas colectivas de la Comunidad de Israel, logrando así que se realizara plenamente la Shejiná. El servicio de los levitas causaba que el lado izquierdo - de guevurá-reserva - se extendiese por la tierra y recibiese a la Comunidad de Israel, como lo indica el versículo [15]: "Está Su mano izquierda bajo mi cabeza". Sólo entonces podía haber un yijud-unificación total, según la interpretación esotérica de [16], "y me abraza Su diestra". ¿Quién enciende el amor de "Está Su mano izquierda bajo mi cabeza"? La respuesta es "hu" (literalmente "él"), el levita. Hay un abanico de interpretaciones para explicar la respuesta final, "hu"; una de éstas es que alude a las fuerzas de biná-entendimiento. La energía que encenderá a la Comunidad de Israel con la alegría del yijud-unificación provendrá de biná. La iluminación causará que todos los mundos celestiales se eleven a su fuente en AtsilutCercanía y se aunen, produciendo así la esencia de la alegría. Esta introducción nos ayudará a comprender los versículos del rey David, dulce cantante de Israel [17]: "Gozaos en el Eterno y deleitaos con El, vosotros que sois rectos", y también [18]: "y mi alma se deleitará en el Eterno". El alma se siente llevada al punto culminante de la alegría al ser iluminada por la luz de Atsilut-Cercanía en su forma unificada abarcada por el Nombre, ya que las cuatro letras del santo Tetragrama aluden a todos los mundos celestiales aunados, como lo hemos explicado. Quien se vincula al Nombre al nivel de tiferet-armonía, donde todo se aúna, absorbe sustancia vital de su fuente celestial y la extiende hasta el mundo terrenal. […] Así, pues, si quieres infundir alegría a tu alma, medita por algún tiempo todos los días y contempla la grandeza de las cuatro letras del Nombre, como lo he explicado en el capítulo cinco del Portal de la santidad. MEDITACIÓN DIARIA El rey David alude a esta meditación en los versículos [19], "He puesto a Y-H-V-H siempre delante de mí", y a continuación [20], "Mi corazón pues está contento y kevodí-mi alma se regocija". La palabra hebrea kevodí significa literalmente "mi gloria" y se refiere al alma-neshamá, porque la neshamá fue emanada por el santo Nombre, como lo indica el versículo [21]: "Vosotros sois hijos de Y-H-V-H, vuestro Dios". Por consiguiente cuando la persona piensa en el Nombre, su neshamá relumbra con un maravilloso resplandor y se regocija. Tal es la intensidad de la iluminación que recibe el alma-neshamá, que puede incluso extender su resplandor hasta infundirlo al cuerpo. Por lo tanto, continúa el versículo [22]: "Mi carne también disfruta de seguridad" que después de la muerte, los gusanos no tocarán sus restos. Este es el nivel que logran los rectos que se vinculan al santo Nombre; porque incluso después de la muerte, les llaman "vivos". La razón de esto es que su apego al santo Nombre, que es la fuente de la vida, transmite alguna sustancia vital incluso a su carne, de manera que inclusive después de la muerte, les llaman "vivos". Por lo tanto, podemos comprender que en el versículo anterior, "mi corazón está contento" se refiere a la carne, mientras que kevodí-(mi alma-neshamá) señala el espíritu que mora en el cuerpo.Y todo fue creado por el santo Nombre, como lo he explicado en el capítulo siete del Portal de la santidad. Podemos conjeturar que después de la muerte, el alma se une al nivel donde estaba vinculada durante la vida de la persona, de modo que ahora también puede descansar en paz. Sin embargo, esto también se aplica a la carne, porque mientras vivía la persona, su carne también estaba vinculada al Nombre, y se regocijaba en el Nombre. Y de todas las 248 partes del cuerpo, la más importante es el corazón; por consiguiente, mereció David que el gusano no entrase en contacto con su carne.

Lo que antecede nos ayudará a comprender el versículo [23]: "Cantad alegremente, oh justos, a causa del Eterno". A primera vista, parece que el texto debería de ser "Cantadle alegremente al Eterno", así como el versículo [24], "Cantadle, cantadle alabanzas". Sin embargo, la redacción correcta es "a causa de". Esta redacción insólita puede explicarse de dos maneras distintas. Una posibilidad del mensaje a los rectos es que si cantan, tengan en mente la unificación del santo Nombre. Se les pide que canten "a causa del Eterno", a causa del Nombre - que está siempre presente ante ellos - que deben unificar en su mente. Un cántico alegre hecho de este modo puede ocasionar que alcancen un vínculo perfecto al Altísimo. Un cántico alegre puede mover al que lo escucha hasta el punto que llegue a vincularse al Altísimo. ¿Cómo sucede esto? Cuando un hombre canta las alabanzas del Rey del mundo como lo hizo el rey David, y también el recto Yehudá Halevy, quien compuso muchas alabanzas poéticas al Omnipresente, la mera enunciación de estas alabanzas enciende el alma de tal modo que logra vincularse apasionadamente a su Hacedor, porque el Altísimo ansía que hablemos de Su grandeza. Como exclamó el rey David [25], "Una generación referirá Tus obras a la otra …", y también [26], "del poder de Tus tremendas hazañas … hablaré". La mayoría de este salmo explica el gran mérito que es cantar la alabanza a Dios; todos estos salmos encienden un profundo anhelo y amor entre Israel y su Padre Celestial. Esto puede compararse a un rey de carne y hueso que oye a uno de sus siervos hablando con un gran temor reverencial de su amo. Con seguridad, esto ha de inspirar al rey a que ame a su siervo y se diga a sí mismo, "Es indudable que me ama, por lo tanto, me esforzaré por responder a su amor". El mensaje no presenta dificultades de interpretación, así como el versículo: "Cantad alegremente, oh justos, a causa del Eterno", que significa: Cuando vosotros, oh justos, cantáis con alegría a causa del Eterno, en seguida os vinculáis a Él. Las notas musicales de este versículo ponen énfasis en la palabra "justos", ayudándonos así a explicarlo de esta manera. continua Notas 1-Tratado Pesajim 109a. 2-Zohar Emor 94a. 3-Levítico 23:2. 4-Tikún 21, 58b. 5-Éxodo 23:14. 6-Deuteronomio 16:16. 7-Deuteronomio 16:14. 8-Levítico 21:18. 9-Zohar Emor 103b. 10-Oseas 9:1. 11-Talmud de Jerusalén, Tratado Shabat 15:3. 12-Levítico 6:5. 13-Zohar Koraj 178b. 14-Números 18:23. 15-Cantar de los cantares 2:6. 16-Cantar de los cantares 2:6. 17-Salmos 32:11. 18-Salmos 35:9. 19-Salmos 16:8. 20-Salmos 16:9. 21-Deuteronomio 14:1. 22-Salmos 16:9. 23-Salmos 33:1. 24-Salmos 105:2. 25-Salmos 145:4. 26-Salmos 145:6.

Capítulo X SIRVE A D-S CON ALEGRIA (QUINTA PARTE) ver primera DEVEKUT Y EL PODER DEL SONIDO Enseña el Tikuné Zohar que el mismo sonido de las melodías contiene una alusión a las letras del Nombre: Existen diez clases de "ruedas", alientos que provienen de la boca. Los llaman ruedas porque ruedan al ascender de sefirá en sefirá, y abarcan todas las sefirot. Estas son diez, que alude a la letra Yud, la primera del Nombre, cuyo valor numérico es 10, y que corresponde a los diez dedos; representan la función de tiferet-armonía de mitigar a guevurá-reserva. Los cinco dedos de la mano izquierda, así como los cinco dedos de la mano derecha puntean las cuerdas del arpa para sacar la melodía. Estos diez dedos elevan el aliento que expresa el sonido de la melodía, y se componen de cinco y cinco, correspondientes a la primera y última letra Heh del Nombre [porque el valor numérico de Heh es cinco]. Ascienden y descienden por medio de "los seis" grados [jesed, guevurá, tiferet, netsaj, hod, yesod], que corresponden a la Vav del Nombre [el valor de Vav es seis]. Los sonidos por lo tanto abarcan el Nombre completo y son como una escala de seis peldaños por los cuales los alientos ascienden y descienden. Uno de los caminos que conducen al vínculo de devekut es que te aisles por un tiempo determinado todos los días y contemples la grandeza del Creador, como lo hemos explicado en el Portal del temor y en el Portal del amor. A continuación lee las respuestas finales de Job al Altísimo; recita estos versículos lentamente y en voz alta, procurando comprender su significado. Asimismo, Rabenu Tam sugiere que una vez por semana, se acostumbre a leer la respuesta Divina a Job desde el torbellino, "¡Cíñete ahora tus caderas como un hombre!" Rabenu Yoná nos aconseja que leamos todos los días, "Y ahora, oh Israel, ¿qué requiere de ti el Eterno tu Dios sino que Le temas …" Es recomendable seguir sus consejos. Más aún, durante las oraciones de la mañana, lee los salmos de alabanza en voz alta, prestando atención al significado de las palabras, y conseguirás devekut. También deberías acostumbrarte a leer a diario algunos capítulos del Libro de salmos en la sinagoga, en voz alta y con suma concentración. También sería beneficioso leer los salmos con cavanot - meditaciones cabalísticas - como lo enseña la Kabalá, mediante algunos de los Nombres mencionados en el Zohar. Así como el sonido de un cántico conduce al vínculo de devekut, la Torá que también se llama un cántico, así también, causa devekut. Como explicaron los sabios acerca del versículo, "aún de noche Su cántico está conmigo", el cántico de la Torá surge sólo durante la noche. El objetivo esencial de estos cánticos, sea el cántico de la Torá u otro, es de proporcionar una fuente de estimulación para la Shejiná, como lo indica el versículo, "para que mi alma pueda cantarte alabanzas, y no quedarse callada. ¡Oh Eterno, Dios mío, Te alabaré por siempre!" Sin embargo, la exclamación de David que alabaría a Dios por siempre, para que su alma pudiera cantar, no debe interpretarse literalmente, que se limitaba a componer cánticos, ya que si fuera así, ¿cuándo estudiaba Torá? Es indudable que el estudio de Torá de David formaba parte de sus cánticos de alabanza y gratitud, como lo expresa el versículo, "Te alabaré con corazón sincero cuando yo aprenda Tus justos preceptos". Una de las maneras en las que se te pide que demuestres tu amor por el Rey es honrarle y cantar ante El en la sinagoga, así como se canta delante de un rey de carne y hueso con la intención de honrarle. Alabar al rey equivale a honrarle, como dice el versículo, "en Su Templo todo dice: "¡Gloria!"

CÓMO SE HONRA A DIOS También está escrito: "Atribuid al Eterno gloria y fuerza. Atribuid al Eterno la gloria debida a Su Nombre". ¿Cómo se honra Su Nombre? Está claro que se hace por medio de los cánticos e himnos de alabanza. Como enseña el Zohar: Dijo Rabí Elazar, citando el versículo: "¡Oh Eterno, Tú eres mi Dios. Te exaltaré y alabaré Tu Nombre, porque has hecho cosas maravillosas. Tus consejos desde antiguo son fieles y verdaderos". ¡Qué cuidado han de tener los hombres para proteger el honor del Altísimo, y alabar Su gloria! Los hombres deben contemplar la esencia del honor Divino para tener conciencia de lo que éste reclama, y para esforzarse con todo su ser de protegerlo. Cuando la persona sabe cómo alabar a su amo correctamente - según el orden de los atributos - el Altísimo cumple su voluntad. Más aún, tal persona causa un incremento de bendiciones en el cielo y en la tierra, ya que sabe cómo atraerlos desde el fundamento de todas las bendiciones. Por lo tanto, quien sabe cómo alabar al Altísimo y unificar Su Nombre - de llevar a cabo un yijud-unificación entre el Altísimo y la Comunidad de Israel - es amado en el cielo porque es como un hijo de la casa, que sabe cómo reparar la casa y a quien confían la llave de sus tesores. También es bienamado en la tierra - porque todos saben que es como el hijo que siempre ha de cumplir la voluntad de su padre. Esta persona honra al Altísimo ante su ejército celestial. Dice el versículo acerca de una persona de esta índole: "Eres Mi siervo, Israel, en quien seré glorificado", como "eres Mi fiel siervo, eres tan importante para Mí como todo "Israel, en quien seré glorificado". El Zohar también explica el versículo: "¡Alza la voz, oh Bat Galim! ¡Escucha, oh Laish!": Por lo tanto, la persona que multiplica sus alabanzas al Creador - y por resultado, lleva a cabo un yijudunificación celestial - acrecenta la paz en el cielo. Así, pues, dice el profeta, ¡Escucha, oh Laish!" la Shejiná, también llamada Laish, escucha las alabanzas de Israel y las acepta favorablemente. Como no sabemos componer alabanzas a Dios nosotros mismos, es mejor que recitemos las del rey David. El rey David pidió que sus salmos se leyeran en las sinagogas y salas de estudio, como dice el versículo: "Moraré en Tu tienda por siempre". Dijo el rey David, "Señor del universo, sea Tu voluntad que lo que han compuesto mis labios sea recitado en este mundo". Y añade el Midrash: Dijo Rabí Jeremías en el nombre de Rabí Yojanán: Dice el versículo, "Moraré en Tu tienda por siempre". Se podría pensar que David estaba pidiendo vivir en este mundo así como en el otro. Sin embargo, dijo: "Sea Tu voluntad que mi trabajo se lea en sinagogas y salas de estudio, como si estuviese yo vivo". Dijeron también los sabios que David pidió que los que leyeran sus salmos de alabanza recibiesen en el cielo la misma recompensa que los que se sumen en el complejo estudio de enfermedades como la peste, como dice el versículo: "Sean aceptadas ante Ti … las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón". Es importante, sin embargo, que quien lea salmos, himnos o cánticos en la sinagoga no los lea en voz alta a menos que tenga buena voz. Añadió el Zohar acerca del versículo "¡Alza la voz, oh Bat Galim! ¡Escucha, oh Laish!": Este versículo trata de la Comunidad de Israel, de la Shejiná, moviéndola a cantar las alabanzas del Altísimo con Su bella voz, para alegrarle. Así, pues, le dicen, "¡Alza la voz!" Aprendemos de esto que quien canta las alabanzas del Altísimo debe hacerlo con un bonita voz, agradable a los que le escuchan. Si no puede cantar melodiosamente, que no cante en voz alta, sino que alabe al Altísimo en voz baja. ¡Ven y mira! Los levitas, cuyo servicio Divino suponía cantar la alabanza de Dios, provienen del lado de guevurá-reserva, la fuente de los cánticos y las alabanzas; dice el versículo acerca de ellos, "al llegar a los cincuenta años de edad, dejarán de oficiar", ya que después de esta edad, la voz se debilita.

DE MELODÍA A CACOFONÍA Así como los cánticos de la Torá conducen al vínculo apasionado al Altísimo, así también las canciones obscenas y deshonrosas que cantan las mujeres causan que se aleje el alma-neshamá de la luz de la vida. Como mínimo, estas canciones constituyen conversación frívola, palabras que carecen de sustancia. ¡Cuántos hombres de almas inferiores están atraídos por estas canciones vulgares y pierden su alma en el proceso! Por ellos exclamó el profeta: "Quita de Mí el ruido de tus cánticos. No quiero oír la melodía de tus salterios." Y también: Entonan cánticos al son del salterio. [Tocan] instrumentos de música y se comparan con David. Los sabios del Talmud, de bendita memoria, enseñan: Dijo Rabí Yojanán en el nombre de Rabí Shimón bar Yojai: Los hombres no deben llenarse la boca con risa en este mundo, ya que dice el versículo: "Y se llenará nuestra boca con risas, y nuestra lengua con cánticos. Y dirán entre las naciones: "El Eterno ha hecho grandes cosas con ellos". Cuentan de Rabí Shimón ben Lakish que desde el momento en que oyó esta lección de Rabí Yojanán, su maestro, no volvió nunca a llenársele la boca con risa en este mundo. Rabí Isaac Elfás citó lo que antecede, así como la enseñanza talmúdica al respecto. Así, pues, citamos sus palabras: Enseñan en el tratado Guitín que le preguntaron una vez a Mar Ukba: ¿De dónde aprendemos que debido a la destrucción del Templo, se nos prohibe ahora cantar en las salas de fiesta? Envió una misiva por escrito, citando por respuesta un versículo de Oseas: "No te regocijes, oh Israel, como los demás pueblos porque te has apartado de tu Dios". Le enviaron otra misiva, indicando que el versículo siguiente de Isaías también parecía responder a la pregunta, en particular puesto que se refería a las repercusiones de la destrucción del Templo, "No beben más vino con una canción … ". Respondió Mar Ukba que basándose en el versículo de Isaías, da la impresión que sólo está prohibido el acompañamiento musical, pero del versículo de Oseas aprendemos que ambos están prohibidos. Continúa el Talmud: Al observar que Mar, hijo de Rabí Ashi, estaba entrelazando una guirnalda para su hija, le preguntó Rabina: ¿No respetas la interpretación del versículo, "la mitra sacerdotal será quitada y la corona real será arrebatada"? Respondió: Los hombres han de imitar al sacerdote magno, pero no las mujeres. Enseñan al final del tratado Sotá: Dijo Rab: el oído que escucha canciones habría de ser cortado. Dijo Rabá: Cuando hay canciones en una casa, eventualmente habrá destrucción. Como dice el versículo, "Cantarán voces en las ventanas. Habrá desolación en los umbrales …". Dijo Rabí Yosef: Cuando cantan los hombres y comienzan las mujeres a cantar con ellos, hay promiscuidad, pero cuando cantan las mujeres y se unen a ellas los hombres, es como el fuego que se propaga. ¿Cuál es la diferencia entre los dos? En el primer caso, los hombres sólo son culpables de oír cantar a las mujeres, pero en el segundo caso, la lujuria puede conducir a la inmoralidad sexual y al pecado. Dijo Rabí Yojanán: La persona que bebe vino mientras escucha la música de los cuatro instrumentos musicales que mencionaremos acarrea cinco castigos al mundo. Como dice el versículo: "¡Ay de los que madrugan para ir en pos de la bebida fuerte! Se demoran tarde hasta la noche, hasta que el vino les inflama. La lira y el salterio, el pandero y la flauta y el vino están en sus fiestas". ¿Qué está escrito a continuación? "Por tanto Mi pueblo se ha ido en cautiverio, por falta de conocimiento. Y sus hombres honrados están hambrientos, y su multitud está sedienta". Discute el Gaon las canciones que se nos prohibe cantar, como canciones del amor entre dos personas, o canciones que alaban la belleza, como solían hacer los Ismaelitas en las canciones que llaman "as'ar". Sin embargo, ningún hombre judío debe evitar cantar las alabanzas del Altísimo, ni cánticos que evoquen beneficios pasados del Creador. Es apropiado cantar éstos en casas de novios o en salas de recepción. No he visto nadie que se oponga a esta costumbre. Explica el Talmud al respecto:

Quien cita un versículo del Cantar de los Cantares y lo canta como una canción popular, y quien cita un versículo en un momento u ocasión en que es inapropiado - en circunstancias frívolas, en una ocasión que no es ni pascua judía ni ocasión festiva como una boda - acarrea desgracias al mundo. Cuando esto sucede, la Torá se envuelve en arpillera y, erguida ante el Altísimo, exclama: ¡Señor del universo! Tus hijos me están usando para realzar sus asambleas frívolas; me tratan como si fuese un instrumento musical! Respondió el Altísimo: Hija mía, ¿qué pueden hacer mientras comen, beben y se regocijan? Replicó la Torá: Señor del Universo, si son expertos en los estudios bíblicos, que estudien la biblia, los profetas o las escrituras. Si especializan en los estudios mishnaicos, que estudien Mishná, la leyes y las parábolas. Y si saben estudiar Talmud, que discutan las leyes de Pesaj, Shavuot o Sucot, en los tiempos respectivos de estas pascuas. Rabí Shimón b. Elazar declaró en nombre de Rabí Shimón b. Janina: Quien lee un versículo correctamente hace bien al mundo, como dice el versículo, "la palabra a su debido tiempo ¡cuán buena es! "Las añadiduras-tosefta al tratado Sanhedrin citan la advertencia de Rabí Akiba, "Quien compone una canción basada en los versículos del Cantar de los cantares y la canta en una fiesta no tiene parte en el mundo venidero". DELICIAS DE ESTE MUNDO El piadoso autor de Deberes del corazón escribe al respecto: Este mundo y el otro son como dos enemigos; cuando satisfaces a uno provocas la ira del otro. Es importante que sepas, sin embargo, que es imposible que el hombre se vincule a la alegría de su Hacedor siempre que siga disfrutando de los placeres materiales de este mundo, de la comida o de la bebida. Como dijo el profeta: Y he aquí regocijo y alegría, matanza de bueyes y de ovejas, hartazgo de carne y de vino. "¡Comamos y bebamos, [pensó la gente,] porque mañana moriremos!" ¿Qué está escrito a continuación? El Eterno de los ejércitos reveló en mis oídos: "Seguro que esta iniquidad no será expiada hasta que muráis" Dijo el rey Salomón: "El corazón de los sabios está en la casa de duelo, pero el corazón de los necios está en la casa del festín". Y dijo el profeta Jeremías: "Yo no me senté en la asamblea de los que se divertían en su regocijo". Comentaron nuestros sabios: Le dijo la Comunidad de Israel al Altísimo, "Señor del universo, yo no entré en los teatros ni en los circos de los paganos, ni me divertí con ellos; "Me senté sola por causa de Tu misión". Por lo tanto, no se debe gozar de los placeres de este mundo, ya que todos ocasionan el pecado, como advertieron nuestros sabios: Dice el versículo, "Le digo al arrogante: "No obres con arrogancia", y al malvado: "No hagas ostentación". Les dice el Altísimo a los pecadores: Los rectos no disfrutaron en Mi mundo y ¿ queréis vosotros disfrutar en él? Dijo Rabí Levy en el nombre de Rabí Shimón b. Menasyá: El talón de Adán relumbraba más que el sol; ¡cuánto más brillaba su semblante! No es de extrañarse, porque por lo general, si el hombre hace tablas para sí mismo, reservando una para su propio uso y la otra para su hogar, ¿cuál hará más bella? ¿No será la suya propia? De igual modo, Adán fue creado para servir al Altísimo, mientras que el sol estaba destinado al servicio de los hombres. Dijo Rabí Levy en el nombre de Rabí Jama, hijo de Janina: El Altísimo le dispuso treces pabellones en el Edén, como dice el versículo: "Estabas en el Edén, en el jardín de Dios. Cada piedra preciosa te cubría". Y después de toda esta gloria, se le dijo, "pues polvo eres y al polvo volverás". Abraham no gozó de Mi mundo y ahora ¿vosotros queréis gozar? Engendró un hijo a los cien años, y al final le dijo el Altísimo: "Toma ahora a tu hijo, Isaac, tu (hijo) único, … y ofrécelo allí en holocausto". Israel ni disfrutó de Mi mundo, porque el versículo no dice "Israel se regocijó en su Hacedor", sino "Regocíjese Israel en su Hacedor"; están destinados a regocijarse en las obras del Altísimo en la vida futura. Si puede decirse, el Altísimo mismo no gozó de Su mundo, como está escrito: "Regocíjese el Eterno en Sus obras". El versículo no dice "se regocijó", sino "regocíjese". En la vida futura, el Altísimo se alegrará con las obras de los rectos.

Capítulo X SIRVE A D-S CON ALEGRIA (CUARTA PARTE) La risa excesiva ver primera El Libro de buenos rasgos de carácter, que tenemos en forma manuscrita, enseña que no se debe reír demasiado, ya que esto dismuye el temor de Dios [3]. Cuando te ríes no puedes comportarte con reverencia a tu Hacedor; más aún, cuando te ríes durante excursiones o en casas de juego, ni siquiera puedes sentir el temor a Dios. Por lo tanto, debes reprender a tu hijo para que no se ría por el menor pretexto. Tampoco debes conseguirle a tu hijo un maestro o compañero que se ría demasiado, como indica el versículo [4]: "Yo no me senté en la asamblea de los que se divertían en su regocijo", y también [5]: "En toda pena hay ganancia". La alegría y la risa traen muchos infortunios: por ejemplo, si te alegras cuando tropieza tu prójimo, o cuando está afligido por algún infortunio característico de este mundo. Como dice el versículo [6]: "No te regocijes cuando cae tu enemigo". Y aún peor, cuando te alegras de los errores que haya cometido tu prójimo en el servicio del Creador, o de la falta de saber de tu prójimo. El siervo que atiende con fidelidad a su rey ha de tener conciencia de sus responsabilidades ante su amo. Debe dolerle si ve a gente que se rebela contra su amo y ha de lamentarse por ellos. Entonces se le considera un siervo fiel. Sin embargo, cuando el siervo ve a gente que no prestan atención a su amo y le denigran y sin embargo, sigue contento, no se le considera un siervo fiel. Como dice el versículo [7]: "El Eterno se complace en los que Le temen". Cuando un hombre se alegra ante el tropezón de su compañero, su voluntad no se aúna con la voluntad de su Creador. Como consecuencia, rezaba Rabí Nehuniá ben Hakaná [8]: "Que no se equivoquen mis colegas al aplicar la halajá-ley y que no me alegre yo si se equivocan; y que no me equivoque yo y se alegren ellos a costa mía". Recitaba Rabí Nehuniá esta oración porque se daba cuenta lo fácil que era alegrarse ante el error del prójimo para sentirse superior a él y hacerse un nombre. Vio que inclusive hombres importantes no tenían particular cuidado de evitar esta falta. Así, pues, la persona cuya voluntad es la voluntad de Dios se lamenta cuando los hombres no cumplen la voluntad de Dios. Has de rezar que incluso tu enemigo sirva al Creador. También, al pronunciar las bendiciones de la Amidá, Atá jonen (Tú favoreces al hombre), en Hashivenu, Avinu (Retórnanos, oh Padre nuestro), y Selaj lanu, Avinu (Perdónanos, oh Padre nuestro), ten en mente incluir a todo el pueblo de Israel, los que te aman, como los que te odian. Esto se aplica a todas las bendiciones que digas, ya que, ¿cómo puedes rezar para que se curen todos los hijos de Israel y no querer que tu prójimo - incluso la persona que te odia - se cure? Este deseo de eclipsar al prójimo está muy difundido en el corazón de los hombres y no tienen conciencia de ello. Por lo tanto hemos escrito estas lineas para advertirte - si eres de los que sienten reverencia al Altísimo - que prepares tu corazón y fijes tu atención en tu Hacedor, volcando tu alma ante Dios por todo el pueblo de Israel, los que te aman, así como los que te odian. Así, pues, estarás cumpliendo el mandamiento [9], "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" y también [10], "que el que tiene las manos limpias se hará cada vez más fuerte". Hay una clase de regocijo y de risa que es aún peor que la clase anterior, como la de quien se burla del fervor con el cual otro se dedica a su servicio Divino y al cumplimiento de los preceptos. Esta clase de hilaridad ocasiona cuatro clases de sucesos desgraciados: La primera es, que tal personal impide que la luz de los preceptos ilumine su alma ennegrecida porque muestra falta de respeto a los que los cumplen. Su actitud degrada los preceptos a sus propios ojos. La segunda es, que puede influenciar a la persona recta a que disminuya su nivel de piedad, ya que es posible que inclusive una persona recta no pueda soportar la prueba de ser ridiculizada. La tercera es, que muchos que nunca han tratado de seguir el camino del Altísimo no puedan arrepentirse debido al exceso de hilaridad y sigan su camino en la oscuridad por el resto de sus días. La tendencia de esta persona de hacer de la vida una broma, no sólo le impedirá recibir el bien reservado para los rectos de este mundo, sino también le enviará al mundo de los muertos. Debido a su ligereza, sufrirá el castigo Divino de los que hacen pecar a otros.

La cuarta es, que su continua risa hace que se asemeje a los pistoleros que se mantienen en los cruces de camino para emboscar y les cortan las piernas a los transeúntes que le llevan regalos al rey. Se comporta como quien odia al rey: su actitud es totalmente reprensible. Otra clase de alegría más amarga que la hiel, es la alegría de los que cometen inmoralidades sexuales, robos y otras transgresiones, y de los que gozan al satisfacer su lujuria. El versículo [11] dice acerca de ellos que, "se regocijan haciendo el mal", y que "se complacen en la perversidad del mal". El castigo Divino que recibirán es duro y los arrastrarán a las profundidades del mundo de los muertos. Existe otra clase de alegría que envuelve los preceptos de humo, porque impide que el temor Divino infunda el corazón de los hombres; es la alegría de los que se emborrachan y se divierten en los bares. Esta clase de alegría conduce a la pena, porque mucho mal proviene de la hilaridad y de las fiestas con mucha bebida. Como dijo la personificación de la sabiduría, Salomón, hijo de David [12], ¿Quién se lamenta? ¿Quién se queja? ¿Quién se pelea? ¿Quién delira? ¿Quién tiene herida sin causa? ¿Quién tiene los ojos enrojecidos? Los que se demoran con el vino; los que buscan los licores mezclados. El profeta Isaías también dijo [13], "no consideran la obra del Eterno ni han reparado en lo que han hecho Sus manos". Asimismo, está escrito, "El vino es burlador; la bebida fuerte causa conmoción, y el que se bambolea con ellos no es sabio". ALEGRÍA MEDIANTE LAS BENDICIONES Después de explicar la verdadera esencia de la alegría y en qué consisten sus manifestaciones negativas, mostraremos hasta qué punto tenemos el deber de adquirirla. Podemos decir: es cierto que el amor y la alegría constituyen una sola entidad, como lo hemos mostrado. Así, pues, si quieres ser recto y ser considerado descendiente de Abraham, como dice el versículo [15], "a quien he escogido, simiente de Abraham, que Me amaba", has de estar alegre al ofrecer al Altísimo las bendiciones de los sentidos, las de las oraciones diarias, de tu estudio de Torá y de tu cumplimiento de los preceptos. También has de recibir a la gente con alegría y absorber la alegría de las pascuas, como mencionamos. En las bendiciones, esfuérzate por ofrecer alabanzas y gratitud a la Causa de todas las causas, que creó el objeto que estás bendiciendo, y mediante estas alabanzas, te vincularás al amor de tu Creador, así como a Su grandeza y majestad. Hemos mencionado cómo todos los seres celestiales y las almas en el cielo alaban al Creador por el bien que han recibido de Él, ya que Su energía y Su luz Divina nunca cesan de impregnarlos. Por estos beneficios hemos de bendecirle. Este fue el objetivo de los sabios de la Gran Asamblea al instituir bendiciones que se han de recitar por todo cuanto disfrutamos, para que recordemos el amor del Altísimo, Su grandeza y majestad, y Su dirección perpetua en cada uno de nuestros pasos. Las bendiciones nos ayudan a tener conciencia de que Él creó el objeto de la bendición con el poder de Sus atributos Divinos, con la intención de permitir a los seres terrenales que disfruten de su shefa-energía y se vinculen a El para siempre. En consecuencia, hemos de ofrecer alabanzas y bendiciones al Creador con un buen corazón, un buen ojo y con alegría. El Zohar explica el versículo [16]: "El Eterno nos ha tenido presente. Bendecirá a la …" y enseña que cuando alabas a tu prójimo, también has de bendecirle para evitar echarle mal de ojo. Esto se debe a que quien menciona las alabanzas de su prójimo causa que recuerden en el cielo los pecados de su prójimo. El mal de ojo predomina entonces y dirige hacia ellos las fuerzas de justicia estricta. Por lo tanto, decretaron los sabios que quien juzgue a su prójimo será el mismo juzgado primero [17]: Cuando bendices a tu prójimo - por ser sabio o tener buenos rasgos de carácter - el Altísimo quiere que lo hagas con buen ojo para alejar de él el mal de ojo, las fuerzas del mal, y con buen corazón. Cuando bendices al Altísmo, ¡cuánto mejor ha de ser tu buen ojo, tu buen corazón y el amor que llena tu corazón! Por lo tanto, di tus bendiciones con el corazón y con el alma, y no sólo con la boca, como dice el versículo [18]: "Amarás al Eterno tu Dios con todo tu corazón …"

Podemos comprender el concepto de amor Divino al examinar las diferentes costumbres prevalentes en este mundo. Es sabido que si le das a tu prójimo un regalo espontáneamente, y no a cambio de otro que te haya dado él, el receptor del regalo siente el impulso de amarte a su vez, inclusive si el regalo carece de importancia. En el caso del Altísimo, que otorga todo a todos; de quién dice el versículo [19]: "Por cuanto todas las cosas provienen de ti", no cabe duda que el hombre sentirá el impulso de amarle. Si reflexionas en esto al pronunciar una bendición de los sentidos, se encederá en tu corazón tu amor por Él. Por otra parte, quien diga una bendición sin la intención de alabar al Creador recibirá el castigo Divino, como lo señala el Sefer Jasidim [20]. Cuando dices tus bendiciones con alegría y buen corazón, te vuelves el conducto por el cual se revela en la tierra el atributo de bondad. Así como el atributo de jesed-bondad siempre ejerce su influencia de concesión infinita, voluntaria y llena de alegría - ya que, como lo hemos explicado, la alegría y la bondad provienen de la misma fuente - así también debe obrar la persona que bendice. Como dice el versículo [21], "bendeciré a quienes Te bendigan". Así como desea infundir a la Comunidad de Israel bendiciones que provienen de jesed-bondad, asimismo la bondad le infunde a él también, y se le considera [22], "el que tiene ojos generosos". "SI TE OLVIDO, OH JERUSALÉN ..." Del mismo modo que has de regocijarte en tiempos de alegría, así también tienes que lamentarte en tiempos de luto, como por ejemplo en los cuatro ayunos - el siete de Tamuz, cuando los babilonios abrieron una brecha el el muro de Jerusalén, el nueve de Av, cuando los Templos fueron destruidos; el tres de Tishrí, cuando Guedaliá fue asesinado, y el diez de Tevet, cuando comenzó el sitio a la ciudad de Jerusalén [23]- así como durante los veintiun días de pena entre el diecisiete de Tamuz y el nueve de Av. Estos son días de aflicción e infortunio. Más aún, siempre que no sea un día de alegría, has de llorar la destrucción del Templo y la profanación de Su Nombre entre los gentiles, como enseña el Tana debe Eliahu [24]: Tienes que sentir dolor todos los días ante la profanación de la gloria del Omnipresente y de la gloria de Israel. También has de desear, anhelar y esperar con ansia la restauración de la gloria de Jerusalén, de Israel y del santo Templo, así como la redención, esperando que suceda pronto. Comenta el Zohar [25]: Vino Rabí Yehudá a Rabí Elazar y le encontró sentado con una mano sobre la boca, con apariencia triste. Le preguntó Rabí Yehudá, "¿En qué piensa usted, señor? Respondió Rabí Elazar: Como dice el versículo: "En la luz del semblante del rey está la vida". Cuando el Rey, que es el Altísimo, ilumina los mundos inferiores con Su semblante, les infunde esencia vital. Sin embargo, cuando no brilla Su semblante, no dirige Su energía luminosa sobre los hombres. En particular, cuando la luz de Su semblante se convierte en dolor y llanto, es evidente que la esencia de vida no se enfoca hacia los seres vivientes. Rabí Elazar estaba expresando su angustia ante el dolor de la Shejiná en exilio. Comprendemos de este Zohar hasta qué punto hemos de sentir la humildad y la tristeza. Alza los ojos al cielo y verás la reserva de la shefa-energía; se oscurecerán los semblantes si piensan en las maravillas y los milagros que solían suceder [27], "en los días remotos como en los años antiguos". Por lo tanto, debes reflejar la falta de alegría en el cielo disipando tu alegría natural y centrando tu espíritu en El. Te harás entonces un receptáculo capaz de contener el Espíritu Divino que se dirigirá a ti, según el concepto esotérico de la Creación. Añade el Midrash [28]: Dice el versículo, "languidece la que dio luz a siete".. Dijo Jeremías, "Estaba de camino a Jerusalén, cuando alcé los ojos y vi a una mujer sentada en la cumbre de una montaña, vestida de negro, despeinada, que se lamentaba, preguntándose quién la consolaría. Por mi parte, yo también estaba expresando mi propio dolor y me preguntaba quién me consolaría a mí. Me acerqué a ella y le dije: "Si eres mujer, háblame, pero si eres espíritu, vete de mi presencia".

Respondió ella: "¿No me reconoces? Yo soy la que tuvo siete hijos. Su padre se fue mar adentro. Mientras lloraba por él, vino una persona y me dijo: 'Tu casa se cayó sobre tus siete hijos y los mató'. Ya no sé por quién llorar, y por quién desmelenarme. Le dije: "¿Quién eres? ¿Acaso eres mejor que Madre Sion, que se ha vuelto un pasto para los animales del campo? "Respondió ella:: "Yo soy tu Madre Sion, quien se ha vuelto un pasto para los animales del campo. Yo soy la madre de los siete acerca de los cuales está escrito, "languidece la que dio luz a siete". Le dijo Jeremías [30]: "¡Parece que estás sufriendo el golpe de un enemigo! Como dice el versículo: "¡Sacúdete el polvo! ¡Levántate y siéntate oh Jerusalén!" El Midrash Ejá del Zohar desarrolló el tema de las lágrimas que hay que verter por el destierro y la destrucción [31]. Todos los que lloraron por Jerusalén merecerán presenciar su restauración. Como dice el versículo [32]: "Regocijaos con Jerusalén…. Alborozaos con ella, vosotros que la lloráis". NOTAS 3- Orjot Tsadikim, capítulo noveno. El texto de Rabí de Vidas tiene algunas variantes. 4-Jeremías 15:17. 5-Proverbios 14:23; trad. R. Charles Wengrow, Malbim on Mishley. 6-Proverbios 14:23; trad. Stone. 7-Salmos 147:11. 8-Tratado Berajot 28b. 9-Levítico 19:18. 10-Job 17:9. 11-Proverbios 2:14. 12-Proverbios 23:30. 13-Isaías 5:12. 14-Proverbios 20:1. 15-Isaías 41:8. 16-Salmos 115:2. 17-Zohar Bamidbar 117b. 18-Deuteronomio 6:5. 19-I Crónicas 29:14. 20-Simán 151. 21-Génesis 12:3. 22-Proverbios 22:9. 23-Zejariá 8:19; itálicas basadas en la nota de la traducción Stone. 24-Capítulo cuatro del Midrash Yalkut Ki Tisa, 391. 25-Zohar Shemot 17b-18a. 26-Proverbios 16:15. 27-Malají 3:4. 28-Pesikta Rabatí 26. 29-Jeremías 15:9; Rashi explica que los siete aluden a Samaria y a la diez tribus, de quienes provinieron siete dinastías de reyes malvados. Estos ya habían sido desterrados. 30-Isaías 52:2. 31-92:2. 32-Isaías 66:10

Capítulo XI DEL AMOR A LA PIEDAD En los capítulos que preceden hemos explicado la esencia del amor a Dios y el modo en que puede el hombre adquirirlo según las palabras de Rabí Shimón bar Yojai, de bendita memoria. Ahora discutiremos las preparaciones que debe el hombre llevar a cabo para adquirir este amor y grabarlo para siempre en su corazón. Nuestros sabios han explicado estas preparaciones en la Baraita siguiente [1]: El versículo [2] "te guardarás de toda cosa mala" significa que durante el día el hombre no debe permitirse pensamientos que puedan conducirle a la impureza nocturna. Por lo tanto, dijo Rabí Pinjas ben Yaír: El estudio de Torá conduce a la vigilancia; la vigilancia conduce al fervor; el fervor conduce a la limpieza; la limpieza conduce a la abstinencia; la abstinencia conduce a la pureza; la pureza conduce a la santidad; la santidad conduce a la humildad; la humildad conduce al temor al pecado; el temor al pecado conduce a la jasidut-piedad; la piedad conduce al Ruaj Hakodesh (espíritu de inspiración Divina), y la inspiración Divina conduce a la resurrección de los muertos. La jasidut-piedad es el más importante de todos, ya que dice el versículo [3]: "Tú hablaste en visión a Tus piadosos siervos". Esta opinión es distinta a la de Rabí Yehoshua ben Leví, quien dijo: La humildad es el más importante de todos, porque dice el versículo [4]: "El espíritu del Señor, Hashem-Elohim está sobre mí, porque el Eterno me ha ungido, para traer buenas nuevas al humilde". Hemos optado por la opinión de Rabí Pinjas que jasidut-piedad es el más importante de todos los rasgos de carácter, de acuerdo con nuestro ensayo sobre el amor, debido a la explicación de Rabí Shimón bar Yojai en el Zohar que los conceptos de jasidut-piedad y ahavá-amor son idénticos. Dice el Zohar [5]: Le dijo Rabí Elazar a su padre: Padre, he oído la explicación del "amor intenso". Dijo su padre: Dilo ante Rabí Pinjas, hijo mío, ya que ése es el nivel en que él se encuentra. Alabando la piedad de Rabí Pinjas [6], Rabí Shimón explicó el versículo [7]: "Regocíjense los piadosos en la gloria":Rabí Pinjas es la corona de jesed-bondad, el atributo más excelso. Por consiguiente, hereda la gloria reservada para los piadosos.Podemos ver la fuente común de ahavá y jesed en la profecía de Jeremías [8], "Sí, te he amado con amor (ahavá) eterno. Por tanto, te he atraído con jesed. Más aún, exclama el salmista [9], "¡Amad al Eterno, todos vosotros Sus piadosos siervos!" Por lo tanto hemos decidido dedicar este capítulo a la exposición de los rasgos de carácter que conducen a la jasidut-piedad con su fundamento de ahavá-amor. Cuando se adquieren estos rasgos, el amor y la piedad se graban en el corazón hasta que se alcanza el nivel en que el espíritu de inspiración Divina (Ruaj Hakodesh) viene a morar en la persona. Rashí, de bendita memoria, explica la Baraita que antecede: A continuación del versículo "te guardarás de toda cosa mala", está escrito [10]: "Si entre vosotros hubiere alguien impuro por impureza acaecida durante la noche …". El primer mensaje advierte al hombre de cuidarse que no le suceda tal cosa. Los instrumentos a su disposición son: La Torá: Al sumirse en sus enseñanzas y comprender sus advertencias, el hombre se guarda de todo mal. El fervor: La persona que tiene cuidado de no pecar no se permitirá pensamientos que puedan conducirle a la impureza. La vigilancia: Al enfrentarse con la posibilidad de transgredir, el hombre ha de tener cuidado de no caer en ella, como dicen de un sabio del Talmud [11]: "¿No fue porque tenía mucho cuidado de no tocar [la comida]? - No, fue porque era muy escrupuloso y no cabía duda que se había lavado las manos antes de comer." La limpieza: Hay que estar limpio de pecado. La abstinencia: Hay que abstenerse incluso de lo que está permitido para evitar de satisfacer todos sus deseos. La pureza: Tu objetivo es de tener un carácter luminoso y una claridez que vaya más allá de la limpieza. La adquisición de estos rasgos conduce a que el espíritu de inspiración Divina more en la persona, porque ésta se vuelve una morada terrenal para la Shejiná.

Rabenu Nisim cita la explicación de Rashí y añade unos cuantos comentarios acerca de la humildad, el temor al pecado y la piedad: [12]. Estos rasgos nos ayudan a volvernos humildes y a distanciarnos de los asuntos de este mundo. Entonces le tememos al pecado como a un enemigo. Finalmente llegamos al nivel de la jasidut-piedad, en que todo lo que emprendemos es por amor a Dios. Deseamos desarrollar la explicación de Rashí y estudiar los particulares de cada uno de los rasgos mencionados, así como examinar cómo aparece cada rasgo en la biblia, los profetas, o las Escrituras. La Torá ayuda al hombre a adquirir fervor; aprendemos de varias fuentes que el estudio de Torá desarrolla la participación activa de la persona en el cumplimiento de mitsvot. El trabajo Torat Cohanim explica [13]: Dice el versículo [14]: "Si en Mis leyes anduviereis y cumpliereis Mis preceptos …" "Si en Mis leyes anduviereis" significa: persevera en tus estudios de Torá. "y cumpliereis Mis preceptos": esto se refiere a quien estudia Torá para cumplir. El que no estudia, no cumple tampoco. Terminará por despreciar a otros e incluso sentirá menosprecio por los sabios. Al final impedirá a otros que cumplan. Más aún, ni siquiera aceptará los preceptos entregados a Moshé en Sinaí, y eventualmente negará la existencia de Dios. Vemos de esta cita que el esfuerzo que suponen los estudios de Torá apremian al hombre a aplicar lo que ha estudiado cumpliéndolo, como explicó Rashi, de bendita memoria, ya que los numerosos mandamientos y referencias al castigo Divino le incitan a guardarse del pecado. LA VIGILANCIA La Torá presenta tres facetas distintas del rasgo de vigilancia. El primero se encuentra en el mensaje de Yitró a Moshé [15], "adviérteles acerca de los estatutos y las enseñanzas". En su interpretación del versículo [16], "para que enseñéis a los hijos de Israel todos los estatutos", los sabios talmúdicos explican que los "estatutos" se refiere a las lecciones del Midrash, y las "enseñanzas" se aplica a la Torá Escrita y Oral [17]. El orden que recibe Moshé, "adviérteles", implica que así como tuvo que advertirles acerca de los preceptos basados en prohibiciones, así también debe advertirles acerca de los preceptos de sentimiento y acción. El segundo se encuentra en muchos profetas, y en particular en Ezequiel [18], "Pero tú, si no advirtieres al malvado …". La palabra hizharta-advertir usada aquí proviene de la misma raíz que zehirutvigilancia. El concepto de vigilancia [19]se aplica a las prohibiciones, como hemos visto acerca del versículo, "te guardarás de toda cosa mala", que le pide al hombre de no permitirse los pensamientos impropios durante el día para evitar la impureza durante la noche. Concluye Rabí Pinjas que la esencia del cumplimiento de preceptos yace en la vigilancia. El rasgo de vigilancia afecta a incluso la articulación correcta de las palabras hebreas en la oración y el estudio de Torá. Los salmos del rey David sugieren este tercer aspecto de la vigilancia: "Más deseables son que el oro … Y más dulces son que la miel. Además, por ellos es advertido (nizhar) tu siervo". [Enseña el Matok Midvash [20]: La articulación se formula en la garganta mediante las letras guturales - Alef, Jet, Heh, 'Ain - y se revela por medio del aliento que entra en contacto con el paladar mediante las letras Gimel, Yud, Caf, Kuf. Así, pues, la Kabalá distingue entre el paladar y la garganta; conecta el paladar con el atributo Divino de la entrega sin reservas, y la garganta con la entrega con reservas. Así como el paladar nos permite saborear la dulzura de la comida, la articulación cuidadosa de las letras palatales aúna los atributos de entrega con reserva y sin ella. Esta actitud es "dulcísima" para quien vigila la claridez de su articulación de las letras hebreas en su oración, en el sentido que le promete una gran recompensa.]

Enseña el Zohar [21]: El rey David nos advierte de tener cuidado al articular las letras palatales, como sugiere el versículo [22], "las letras de su paladar son dulcísimas". La continuación del versículo, "es la dulzura misma", alude al efecto del acoplamiento de la garganta y el paladar; es decir, el efecto combinado de la clara articulación de las guturales y palatales es "la dulzura misma" en el cielo. Dice el versículo [23], "Lo que no tiene sabor, ¿puede comerse sin sal?; o sea, "lo que no tiene sabor" como la carne cruda - es decir, una persona que no cumple la Torá - se vuelve sabroso (se endulza) al echarle sal - o sea, al adoptar los preceptos de la Torá como norma de vida [24]- y, "el producto de la rectitud será la paz". El concepto de la rectitud evoca la justicia estricta; así, pues, la entrega reservada de la justicia estricta, evocada por las letras guturales, se endulza mediante la entrega sin reserva sugerida por las palatales, cuyo producto "será la paz". La palabra shalom-paz señala la shelemut-realización llevada a cabo por el acoplamiento de la garganta con el paladar mediante la clara articulación de las guturales y palatales, que, en el cielo, es considerada "la dulzura misma" y ocasiona la plena realización celestial. Las palabras del salmo aluden a esta realización, ya que si las guturales son "más deseables que el oro", las palatales son dulcísimas, ya que son más deseables "que mucho oro fino". Dijo el rey David: "por ellos es advertido tu siervo" - tenía sumo cuidado de articular claramente las letras guturales y palatales en su rezo, con la intención de producir la plena realización celestial. "Declaro", dijo Rabí Shimón hablando de sí mismo, "que salvo en una sola ocasión, he sido vigilante y me he asegurado que articulo claramente y sin errores todos los días de mi vida. Podemos ver de esta cita que hemos de ser vigilantes respecto a todas las especificaciones mencionadas por nuestros sabios, de bendita memoria, y por los libros de sus siervos piadosos. Hemos de ejercer cautela de no tropezar con todos los obstáculos de los cuales nos han advertido. Hemos de observar que el concepto de vigilancia se aplica a las mitsvot de sentimiento y acción positiva, así como a las que implican prohibiciones. Las mencionan en la Torá y en las enseñanzas de los sabios de la Gran Asamblea, como por ejemplo, la advertencia de no mirar a la mujer, ni siquiera su ropa tendida en un muro [25], y muchas más. El hecho que el Talmud de Jerusalén no mencione el concepto de vigilancia puede deberse a la variedad de sus ramificaciones y a que lo abarca todo. Dice el texto: "El fervor conduce a la limpieza; la limpieza conduce a la pureza; y la pureza conduce a la santidad". Asimismo, no se menciona la abstinencia junto con los otros rasgos, ya que la abstinencia y la santidad son fundamentalmente similares, como lo explicaremos con la ayuda de Dios. Notas: 1-Tratado Avodá Zará 20b. 2-Deuteronomio 23:10. 3-Salmos 89:20. 4-Isaías 61:1. 5-Zohar Bereshit 11b. 6-Zohar Ajaré Mot 62a. 7-Salmos 149:5. 8-Jeremías 3:12.. 9-Salmos 31:24; trad, Metsudah Tehillim. 10-Deuteronomio 23:11.

11-Tratrado Julin 107b; Rabí Waldman explica que Rabí Huna estaba dándo a Rabí Hamenuna carne y pan a comer, a pesar de que Rabí Hamenuna no se había lavado las manos ritualmente antes de comer. Pregunta el Talmud si la razón por la cual Rabí Huna no había insistido que se lavara las manos Rabí Hamenuna porque este último tenía sumo cuidado de no tocar la comida. La respuesta es que en realidad, Rabí Hamenuna se había lavado las manos, ya que era conocido por su extrema escrupulosidad acerca del cumplimiento de preceptos. Esta explicación ilustra la diferencia entre el fervor y la vigilancia; se expresa el fervor antes de la acción y vigilancia al llevar a cabo la acción. 12-Tratado Avodá Zará 6a. 13-Torat Cohanim, Bejukotai 1. 14-Levítico 26:3. 15-Exodo 18:20. 16-Levítico 10:11. 17-Tratado Keritot, capítulo tercero, "Amru lo - Le dijeron…" 13b. 18-Ezequiel 33:9. 19-Salmos 19:11-12. 20-Zohar Haazinu 295 Como hemos visto en el capítulo sexto, Matok Midevash explica que así como el paladar nos permite saborear la comida sabrosa, así también los maestros de la sabiduría esotérica se esfuerzan por captar todos los niveles de comprensión tras de los preceptos de la Torá para endulzar el proceso de cumplirlos. 21-Zohar Haazinu 295b. 22-Cantar de los Cantares 5:16; nuestra traducción. 23-Job 6:6. 24-Isaías 32:17. 25-Tratado Avodá Zará 20b.

Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [1] Keter: La Voluntad [ratzón] La voluntad y el deseo están íntimamente relacionados, pero también pueden ser opuestos: la voluntad suele basarse en una elección racional, mientras que el deseo suele surgir de una emoción profunda. Distinguimos entre Keter, la voluntad primera [o instinto] y Daat, el desarrollo de ese instinto que se manifiesta como deseo. Keter, la primera Sefirá o emanación, es vista como la voluntad primera pues en el momento en que Keter fue formado no existía otra cosa excepto la Luz del Infinito. Keter es por tanto una Voluntad Original, mientras que Daat, que viene luego de Jojmá y Biná, es una manifestación desarrollada de esa Voluntad y se encuentra así más cercanamente asociada con el deseo. Keter es la fuente de la libertad de elección del hombre su capacidad para elegir cómo actuar y reaccionar frente a las situaciones de la vida. Cuando está dirigida hacia el bien, esta voluntad puede llevar a la persona al nivel de Keter. Pero también puede transformarse en una fuerza negativa en la vida.

Cuando un seguidor le pidió al Rabí Najmán que definiera la libertad de elección, el Rebe contestó: Es realmente muy simple: Si lo deseas, lo haces. Si no lo deseas, no lo haces. El Rabí Natán comenta que esta afirmación aparentemente simple es de hecho una enseñanza muy importante. La gente actúa en general como si estuviese atrapada por sus propios deseos o impulsos. A veces la gente justifica una mala reacción diciendo que así son, y que no pueden cambiar. El Rebe enseña que cada persona, en cualquier momento de su vida, puede cambiar, simplemente eligiendo de manera diferente (Likutey Moharán II, 110) . El Rabí Natán le atribuye a esta enseñanza amplias ramificaciones. Desde el momento en que Dios creó al hombre, explica el Rabí Natán, El puso este poder de la libertad de elección en sus manos. Si una persona decide buscar la espiritualidad, esa decisión obliga a Dios, si así pudiera decirse, a activar los poderes que se encuentran en la creación y sostener este deseo. De manera inversa, si la persona elige seguir los bajos deseos de su corazón incluso el mal esa decisión en efecto obliga a Dios a sostener y asistir a la persona en la senda que elige (Likutey Halajot, Birkot HaShajar 5:76-79) . Si aplica la voluntad, la persona puede liberarse de su pasado, ascendiendo al Keter de su presente nivel y desde allí más arriba aún. O puede separarse de todo el bien que pudiera haber alcanzado y descender a niveles muy inferiores a aquéllos en los que se encuentra. La voluntad controla tanto los movimientos del comportamiento como los movimientos espirituales. Siendo el instinto básico del hombre, la voluntad es el primer peldaño en la búsqueda de la espiritualidad. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [2] Keter: La Voluntad de las Voluntades En uno de sus discursos clásicos sobre este tema, el Rabí Natán define de esta manera a la voluntad: la voluntad es la fuerza más importante en la vida. El hombre debe acostumbrarse en cada momento de su vida a esperar, a desear y a anhelar la Divinidad estudiar Su Torá, cumplir con Sus mitzvot y servirLo como corresponde (Likutey Halajot, Arev 3) . El Rebe Najmán enseñó que la voluntad es el principal servicio al Santo, bendito sea. Ni siquiera los ángeles pueden decir que sirven verdaderamente al Santo, bendito sea, tal como corresponde en virtud de Su grandeza y elevación, más allá de toda descripción. Si es así, cómo puede el hombre servir alguna vez al Santo, bendito sea? A través del deseo de servir al Santo, bendito sea. En esta área todas las personas son iguales. Aunque todos somos diferentes y no hay dos personas que tengan los mismos deseos, la voluntad y el deseo de cada persona actúan como sus poderes más grandes en esta búsqueda por alcanzar los niveles más elevados (ver Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #51) . Aquél que dirige su voluntad hacia Dios podrá elevarse a un nivel de verdadera espiritualidad. Incluso si es detenido por fuerzas externas y se ve impedido de cumplir su deseo en el servicio a Dios, esto no es usado en su contra. Mientras no pierda la esperanza de desear hacer el bien y de servir a Dios, podrá recibir su recompensa, pues su deseo estaba dirigido en la dirección correcta. La principal recompensa que le aguarda al alma es alcanzar la Voluntad Absoluta que, en el lenguaje del Zohar es llamada Ra'ava d'Ra'avin (literalmente, La Voluntad de las Voluntades). El alma fue hecha descender desde los ámbitos más elevados para habitar aquí abajo, en este universo material. Mientras el alma se encuentra encapsulada en un cuerpo terrenal, la persona debe aprender a dirigir su voluntad hacia la Voluntad de su Creador. Podemos comparar esto con el sentimiento de dos personas muy apegadas entre sí. Cuanto más grande sea la distancia que las separe, más grande será su deseo y voluntad de volver a estar cerca. De manera similar, el alma ha viajado desde los niveles más elevados Keter hacia este mundo inferior. Aquí debe aprender a dirigir su voluntad para retornar a su Fuente y merecer la cercanía con Dios en el Mundo que Viene. Por otro lado, la voluntad negativa aleja a la persona de Dios; así como los buenos deseos llevarán en última instancia a la persona hacia las buenas acciones, los malos deseos harán descender a la persona, distanciándola de Dios.

El Rabí Natán continúa explicando que dado que Keter es la primera manifestación de la Voluntad de Dios para crear el mundo, todo en la creación refleja un aspecto de la Voluntad de Dios (ver también Likutey Moharán I, 17:1) . Es por esto que el hombre puede encontrar a Dios en todas partes, pues Su Voluntad está presente en todas las cosas. Así, no existe la desesperanza para aquél que busca la espiritualidad, pues no importa dónde se encuentre ni en qué nivel esté, siempre podrá encontrar a Dios. Esta es la principal tarea del hombre en la vida, anhelar y buscar la Divinidad (Likutey Halajot, Arev 3:1-5). Explica también el Rabí Natán que la recompensa para el que busca la espiritualidad es la capacidad de avanzar espiritualmente con un constante aumento de la conciencia y el conocimiento de Dios, para alinear su voluntad con la Voluntad de Dios y ser incluido en Su Unidad. Al dirigir la voluntad para servir a Dios con lo mejor de nuestras capacidades, nos conectamos con Keter, la Voluntad Absoluta. Como hemos visto, dado que Keter se define como el Propósito Final de la creación y la recompensa del Mundo que Viene, la persona puede de hecho experimentar y vivenciar su recompensa eterna incluso en este mundo (Likutey Halajot, Netilat Iadaim LiSeudá 6:57) . Es interesante notar que el Rebe Najmán enseña que mediante el acto de comer Es posible alcanzar la elevada conciencia de esta voluntad (Likutey Moharán II, 7:10) . Esto es sorprendente a la luz del hecho de que la voluntad representa a Keter, el nivel espiritual más elevado, mientras que comer parece ser una función vulgarmente mundana. Sin embargo, explica el Rabí Natán, el acto de comer facilita el logro del objetivo espiritual del hombre en este mundo: sostiene la vida, manteniendo el alma conectada al cuerpo. Esto ocurre especialmente al comer con intención de obtener las fuerzas necesarias para el logro de la espiritualidad, pues este tipo de comer eleva las chispas de santidad que se encuentran en la comida. Comer con esta actitud puede llevar a la persona a un intenso deseo y voluntad por lo espiritual (al punto en que pueda unirse prácticamente con Keter) (Likutey Halajot, Netilat Iadaim LiSeudá 6:45) . Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [3] Keter: El arte de la paciencia Keter y Paciencia De una manera u otra, todas las enseñanzas del Rebe Najmán nos dan una profunda percepción de la dinámica del verdadero ascenso espiritual. En una de sus enseñanzas más importantes (que trataremos más adelante) explica el Rebe que, hasta cierto punto, todo crecimiento y avance tiene lugar dentro de las limitaciones del nivel actual de la persona. Por ejemplo, cuando una persona se encuentra al nivel del Néfesh , todos sus esfuerzos espirituales hasta ese momento han tenido como objetivo rectificar los cinco niveles de su alma dentro del nivel del Néfesh . Recién luego de haber completado esta rectificación la persona esta lista para avanzar al siguiente nivel del Rúaj . En este punto, sin embargo, se presenta un problema. Cómo es que la persona sabe que ha llegado al cenit del nivel inferior y que ahora está lista para avanzar al nivel siguiente? Cómo puede saber qué implica el acto de elevarse al nivel siguiente? Además es necesaria la restricción para frenar a la mente, de modo que ésta no se vea expuesta a los niveles demasiado poderosos que están más allá de las capacidades que ha desarrollado hasta el momento. Cómo puede elevarse con seguridad por sobre su nivel actual sin pasar más allá de los límites de su mente racional? Esa es la función de Keter. La palabra KeTeR quiere decir corona , pero también connota espera , como en (Job 36:2) , Espera [ KaTaR ] un poco. La corona indica que existe algo arriba, algo que compele a la persona a ascender a un nivel superior. Pero, aun así, uno debe comprender que es imposible alcanzar ese nivel de manera directa. Existe una barrera que rodea a la persona y que la retiene, evitando que avance más allá de su posibilidad.

Esta barrera, Keter, se manifiesta en el atributo de la paciencia, que impone un período de espera entre la absorción del conocimiento del nivel ya alcanzado y el avance hacia el nivel superior. Aquél que usa la cabeza sabe cuál es la diferencia. Con el intelecto bajo control, será capaz de reconocer sus límites y fallas. Al mismo tiempo buscará alcanzar niveles más elevados y estará listo para aprovechar toda oportunidad de crecimiento. Así, Keter actúa como una barrera automática que impide que la persona vaya demasiado lejos, demasiado rápido. Para ascender continuamente por esta escala espiritual, cada persona deberá trabajar cultivando la virtud de la paciencia, absolutamente necesaria para alcanzar Keter el intelecto superior. Veamos cómo traduce el Rebe Najmán estas enseñanzas en un consejo práctico para todo aquél que busque un camino espiritual. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson Nota de Edición: Al final de la entregas correspondientes a cada sefirá, incluiremos a modo de corolario el extracto correspondiente a esa sefirá del libro Tomer Devorá Keter [4] Los trece atributos de misericordia Tomer Devorá El Rabí Moshé Cordovero (1522-1170) es autor de muchas e importantes obras de Kabalá y fue director de la escuela de Kabalá de Safed antes de la llegada del Ari. Entre sus escritos se encuentra el Tomer Devora (La Palmera de Débora), donde describe y explica las principales "Características" de Dios que el hombre debe emular, y cómo están aludidas en las Diez Sefirot. En este importante trabajo muestra cómo es que el hombre puede alcanzar estos elevados niveles. Comienza su primer capítulo con una explicación del objetivo de su libro: Es apropiado que el hombre se parezca a su Creador, pues entonces se hace digno de su "imagen Divina". Si su parecido con la imagen espiritual sólo fuese corporal, sin el desarrollo de las características espirituales relacionadas, estaría falsificando la exaltada forma que posee, obteniendo el título de "una bella forma con actos detestables", pues las acciones del hombre son la forma espiritual y la imagen Divina. ¿De qué sirve la "imagen Divina" física del hombre si en sus acciones no se parece a su Creador? Corresponde por tanto que el hombre se asemeje en sus acciones y actos a la [Sefirá de] Keter... El Rabí Moshé Cordovero procede a realizar un estudio sobre cómo las "Características" se encuentran aludidas en cada una de las Diez Sefirot y cómo el hombre puede alcanzar estas características en cada uno de los Niveles Superiores. También explica (Capítulo 2) que el hombre no puede lograr todos estos atributos de una sola vez, sino que debe desarrollarlos e internalizarlos de manera lenta y constante. Lo que sigue es una síntesis de las enseñanzas del Tomer Devora. Los Trece Atributos de Misericordia están enraizados en la Sefirá de Keter. Dedicarse a obtener estos atributos rectifica el propio nivel de Keter. El Rabí Cordovero basa su lista de características espirituales en el versículo de Mija (7:18-20) donde se enumeran los Trece Atributos de Misericordia. Estos atributos, los cuales el hombre debe esforzarse por imitar, son: (1) Tolerancia; (2) Paciencia con los demás; (3) Perdonar; (4) Buscar el bien en los demás y para los demás; (5) No guardar la ira; (6) Realizar actos de bondad; (7) Amar y buscar el bien para alguien que te ha hecho daño y ahora desea rectificar ese daño (perdonarlo no es suficiente); (8) Recordar las buenas acciones de los demás y olvidar sus malas acciones; (9) Sentir compasión por los demás, incluso por la gente malvada; (10) Actuar con honestidad; (11) Actuar con bondad e indulgencia hacia los demás (no insistir en aplicar "la letra de la ley" sobre los demás); (12) Ayudar a los demás a arrepentirse y no guardarles rencor; (13) Buscar maneras de mostrar misericordia y compasión a los demás, aunque uno no encuentre en ellos ningún factor atenuante.

Otros atributos y acciones paralelos de Keter que se encuentran en la "imagen Divina" del cuerpo humano son: - La humildad; mantener la mente libre de todo pensamiento de mal; mostrarle siempre favor a los demás; mirar siempre el bien y rechazar el mal; evitar mirar lo impropio o indecente; ayudar al indigente; no caer en la ira; ejercer la paciencia; recibir a toda persona con alegría; nunca hablar mal, ni maldecir ni dedicarse a una charla vana; hablar siempre de cosas buenas. Para alcanzar el atributo de la humildad, uno debe huir del honor y no buscarlo nunca. Es necesario reconocer los propios errores, recordando constantemente nuestros pecados y buscando maneras para rectificarlos. Esto nos mantendrá en el camino hacia la humildad. Además, tratar de honrar a todos y amar a los demás. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [5] Jojmá y Biná [4] Los poderes espirituales del intelecto... Jojmá y Biná El cerebro se compone de tres secciones el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo ( medulla oblongata ). Cada una de estas tres secciones posee funciones diferentes pero totalmente coordinadas. El cerebro es el asiento del intelecto, el cerebelo coordina los movimientos del cuerpo y el bulbo raquídeo (conformado por la médula, el cerebro central y el hipotálamo) transmite los impulsos a través de todo el sistema nervioso. Estas tres áreas fundamentales del cerebro actúan como vehículos de sus correspondientes mojin , los poderes espirituales del intelecto: el cerebro es el asiento de Jojmá (Sabiduría); el cerebelo es el asiento de Biná (Comprensión); y el bulbo raquídeo es el asiento de Daat (Conocimiento). El cráneo, que alberga los mojin , corresponde a Keter (Corona). Los Mojín: Una Perspectiva Kabalista Tanto en la Biblia como en los escritos Talmúdicos y Kabalistas encontramos referencias a Jojmá (Sabiduría), a Biná (o Tevuná , Comprensión y Lógica) y a Daat (Conocimiento). Estos tres forman la Cabeza del Arbol Sefirótico de la Vida y son llamados en general los mojin (poderes intelectuales). Las siete Sefirot inferiores corresponden al Cuerpo y son llamadas midot (atributos del carácter) a través de los cuales se manifiestan los mojin . Como sistema unificado, las Sefirot representan etapas de desarrollo a partir de un impulso inicial o voluntad (Keter) hacia un acto final de realización de esa voluntad (Maljut). Keter puede ser visto como Causa y Maljut como el Efecto. Todas las otras Sefirot todo lo que sucede en el camino son etapas en el proceso de llevar el primer impulso hacia su realización final. Jojmá (Sabiduría) y Biná (Comprensión) Así como Keter corresponde al cráneo, Jojmá y Biná corresponden a los dos hemisferios del cerebro. Juntos, Jojmá y Biná son llamados las cosas ocultas, pues así como los pensamientos de la persona sólo se manifiestan a través de sus acciones, de la misma manera, los efectos de Jojmá y Biná son visibles sólo cuando se actualizan en las Sefirot inferiores. Una de las fuentes Bíblicas para Jojmá y Biná es el versículo en Proverbios (3:19) , Dios fundó la tierra con Jojmá ; El estableció los cielos con Biná . La Biblia afirma aquí que Jojmá y Biná son las fuerzas básicas empleadas por Dios para crear el mundo. En un sentido Divino, Jojmá constituye los axiomas que definen el mundo, mientras que Biná comprende el sistema lógico que conecta estos axiomas. Todas las leyes de la naturaleza son esencialmente axiomas y el más simple de los axiomas contiene varios niveles. Por ejemplo, el axioma de que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta implica la existencia de un punto, de

líneas rectas, del espacio y demás. Estas categorías existen en Jojmá. En Biná, ellas juegan lógicamente y emergen como un sistema coherente de leyes. A nivel humano, Jojmá se manifiesta como la sabiduría Divina comunicada a través de la revelación profética, que denota la capacidad de penetrar las capas superficiales de la realidad y percibir la esencia de las cosas. Esto puede verse en la construcción misma de la palabra Jojmá. Si separamos [e invertimos en hebreo] las dos primeras letras, obtenemos KoaJ MaH (en hebreo la j puede leerse también como k) que literalmente significa, el potencial de qué? o el poder de preguntar. En este sentido, Jojmá, KoaJ MaH , se refiere a la pregunta con respecto a lo que algo realmente es, a su esencia. Jojmá es llamada comienzo, como en (Salmos 111:10) , Reshit Jojmá El comienzo de la sabiduría. Siendo un paralelo del hemisferio derecho del cerebro, de lo no verbal, Jojmá corresponde a los axiomas fundamentales del conocimiento que yacen detrás de todo nuestro proceso de pensamiento. Estos axiomas se encuentran en la estructura misma de la mente al nacer y llegan a integrarse a ella mediante nuestras experiencias de vida. Ellas forman la base de nuestra capacidad de estructurar y categorizar la información, y por tanto de obtener sabiduría. Biná es la capacidad de deducir información adicional a partir de la información que ya ha sido recibida. El Talmud (Sanedrín 93b) define BiNa como la capacidad de comprender o distinguir una cosa de la otra. Está relacionada a la palabra hebrea BeiN , que significa entre medio. En este sentido, Biná implica la capacidad de reconocer las relaciones subyacentes. Así, mientras que Jojmá nos permite llegar a la esencia de algo, Biná nos permite percibir esa cosa en relación con otras. En el nivel de Jojmá, todo lo que existe se encuentra en un estado de potencial indiferenciado, de esencia. Es a través de Biná que la mente diferencia las cosas. Jojmá representa así un conocimiento indiferenciado, mientras que Biná es la fuente de la capacidad para analizar este conocimiento y separarlo en sus partes componentes. Podemos hacer una analogía con el agua (Jojmá) fluyendo a través de un sistema de tuberías (Biná). El agua misma es un fluido indiferenciado sin una estructura macroscópica esencial. La estructura se le impone cuando fluye a través del sistema de tuberías. Debemos hacer notar que, en general, la gente tiende a oscilar en sus aplicaciones de Jojmá y Biná. Y esto se hace de manera inconsciente. El sistema de pensamiento de la Kabalá enfatiza sin embargo el hecho de ser conscientes de este movimiento pendular de la conciencia y de integrarlo para que pueda funcionar en conjunto. Este es el significado de la directiva para la meditación que se encuentra en el Sefer Ietzirá (Libro de la Formación 1:4) , Comprende con sabiduría y sé sabio con comprensión. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [6] Jojmá y Biná: [6.2] Alcanzar un intelecto fiel... Jojmá y Biná [6.2] El Intelecto Fiel Se dice que Jojmá y Biná corresponden al intelecto, aquello que conocemos y comprendemos. Keter, por otro lado, corresponde a la fe no a una fe sin mente, sino a una fe que incluye y a la vez trasciende el intelecto. El Intelecto de Dios es Infinito; el nuestro no. No importa cuán alto podamos ascender en la escala espiritual, siempre quedarán niveles superiores que aún no hemos ni siquiera comenzado a entrever. El intelecto humano puede compararse a la mente de un niño que aprende constantemente a través de sus maestros, de libros o de las experiencias de la vida. Al crecer, comprenderá más; y al mismo tiempo tomará fuerzas del conocimiento que ha obtenido y ello lo llevará a aprender más aún. Cada nuevo descubrimiento le abrirá nuevos y vastos horizontes.

Comprenderá cuánto más hay aún por conocer, mucho más que lo que pensó en un comienzo. Siempre quedarán campos enteros de conocimiento totalmente desconocidos para él; siempre niveles superiores de sabiduría que aún no ha alcanzado. Esto es una lección de humildad. Nosotros somos este niño. Antes de abalanzarnos como el proverbial elefante en la tienda de porcelana, primero debemos alcanzar la humildad de reconocer nuestras limitaciones. Si bien es verdad que nuestro deseo es obtener los más altos niveles de comprensión espiritual, no podemos basarnos solamente en nuestros propios e incipientes intelectos para llegar allí. Debemos desarrollar un saludable respeto por nuestros maestros, poniendo nuestra fe en aquellos que son más sabios que nosotros. Por sobre todo, debemos tener fe en el hecho de que existe un Dios Cuyo Intelecto trasciende infinitamente el nuestro. Esta fe nos llevará por sí misma hacia los niveles más elevados del intelecto. Y también generará en nosotros la humildad necesaria para no avanzar demasiado rápido en nuestra búsqueda, a no ir demasiado lejos. Enseña el Rebe Najmán: El judío debe siempre concentrarse en la sabiduría más elevada y en el intelecto inmanente que se halla en todas las cosas. Debe unirse a ese intelecto de modo que éste pueda iluminar su propio intelecto. De esta manera, será capaz de acercarse al Santo, bendito sea, a través de cualquier objeto. Pues el intelecto inmanente es una gran luz que brilla constantemente para la persona. Así está escrito (Eclesiastés 8:1) , La sabiduría hace brillar el rostro de la persona (Likutey Moharán I, 1:2) . La cita anterior proviene de la primera lección del Likutey Moharán , el magnum opus del Rabí Najmán. Esta lección trata sobre la importancia de desarrollar el intelecto en toda su capacidad. Buscando la sabiduría, uno puede ascender al nivel del alma denominado Jaiá , el más alto y profundo nivel de Jojmá , haciendo descender la Esencia de Vida hacia la propia vida de la persona. El Rebe Najmán explica este fenómeno comparando la mente con la luz del sol, la brillante fuente lumínica que nos permite ver con claridad aquello que se encuentra delante nuestro y así saber cuál sendero debemos tomar en la vida. Pero, señala el Rebe, la luz del sol es extremadamente brillante, tan intensa que no podemos mirarla directamente, pues puede cegarnos. Sólo podemos mirar al sol a través de un filtro o pantalla, o mirar su luz reflejada por la luna. De la misma manera, el intelecto del hombre es una brillante luz que puede enceguecer a la persona que lo utiliza sin filtros, esto es, a aquél que trata de ser demasiado inteligente y piensa que ya sabe y conoce todo aquello que se puede conocer. Para protegernos de esta actitud, requerimos del filtro de la fe. Así como la luna refleja la luz del sol, la fe refleja la luz del intelecto. Este filtro de la fe consiste de hecho en saber que existe un intelecto superior. Sabiendo esto, nadie será tan arrogante como para pensar que conoce todo lo que pueda conocerse. Entonces, dado que uno no puede comprender este intelecto, tal como uno no puede mirar el sol, se apoyará entonces en la misma fe que le dará la confianza para continuar ganando más conocimiento. Todos, no importa cuán seguros puedan parecer, se enfrentan siempre a las dudas. La gente se encuentra asediada por todo tipo de preguntas y de pensamientos confusos. El intelecto no siempre puede ver más allá del torbellino de la vida. Por el contrario, hay muchas instancias en las que el sol, es decir la capacidad de tomar una decisión, está oculto y prevalece la oscuridad. Uno simplemente no puede ver cómo salir del problema. Es la luz reflejada, nuestra fe en la existencia de una solución, lo que nos permite salir. Esto se haya aludido en el versículo (Isaías 30:26) , La luz de la luna será como la luz del sol. Cuando la fe de la persona es fuerte, la luz de la luna aumentará y llegará a brillar tanto como la del sol. La fe guiará a la persona a través de los momentos difíciles hasta que alcance una genuina claridad el verdadero intelecto.

Pero no todo lo que se presenta como intelecto es verdadero intelecto. Existen filosofías e ideas que parecen muy impresionantes, pero que pueden alejar a la persona de Dios. Tal intelecto es llamado también luz del sol, pero la luz que refleja es la luz de la falsa creencia. Y así puede verse con frecuencia cómo la vida de la gente se arruina a causa de una falsa creencia. Con respecto a esta clase de intelecto está escrito (Isaías 24:23) , La luna se turbará y el sol tendrá vergüenza... Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [7] Jojmá / Un Pensamiento de Humildad [7.2] La mejor manera de alcanzar la sabiduría es adquirir el rasgo de la humildad. Dice el versículo (Job 28:12) , Jojmá proviene de Ein [la nada]. Como hemos visto, Ein corresponde a Keter, y Jojmá proviene de Keter. Dado que Ein hace referencia a la nada, aquél que adquiere el atributo de la humildad (es decir, la negación de sí mismo) puede alcanzar verdadera Jojmá. Sin embargo, la persona que separa su sabiduría de la humildad, se separa de Keter, la fuente de la verdadera sabiduría. Su sabiduría se vuelve suya propia, pero es una sabiduría fallida, tanto en el pensamiento como en la capacidad creadora que sigue al pensamiento. Esta persona ya no acepta sus propias fallas y, como enseña el RebeNajmán (Likutey Moharán II, 12:1) , Aquél que se apoya sólo en su propia mente puede equivocarse seriamente y llegar a un terrible mal. Así dice el Rebe (Likutey Moharán I, 10:4) , El intelecto le advierte constantemente al individuo que no sea orgulloso. Más bien uno debe comprender que el principal servicio al Santo, bendito sea, es la total simpleza, sin ninguna clase de sofisticación (Likutey Moharán II, 19:1) . Dejando de lado la sofisticación y el orgullo, uno puede llegar a ser completo y servir a Dios con total simpleza. Hoy en día, en una era en que los cultos, y en especial los cultos religiosos, se encuentran muy difundidos, puede haber algunos que pongan en duda la afirmación del Rebe Najmán, Aquél que sólo se apoya en su propia mente puede equivocarse seriamente y llegar a un terrible mal. A los miembros de estos cultos se les enseña que el pensamiento independiente es algo peligroso y son llevados a dejar de pensar. Sin embargo, la diferencia entre esa vacía falta de pensar y el proceso de pensamiento guiado por Jojmá es que Jojmá es una expresión de Koaj Ma , el poder de 'qué?' lo que indica el poder de maravillarse y preguntar. Una y otra vez, en sus conversaciones y lecciones, el Rebe Najmán animaba a sus discípulos a que preguntasen y exhortaba a sus seguidores a que utilizasen sus facultades mentales en todo su potencial. La advertencia del Rebe sobre los peligros de basarse en el propio intelecto se refiere a un intelecto carente de Torá. Ello estaba dirigido a los líderes del Iluminismo de esos días. Estos eran hombres instruidos que habían dejado de lado la observancia de la Torá, siguiendo los dictados de sus mentes y no los de nuestros Sabios. El resultado fue KaReT (separación) de KeTeR, una completa alienación del Judaísmo y asimilación con su entorno material. Puede decirse que al emplear su propia Jojmá, se desconectaron de Keter, perdiendo así la salvaguarda que los hubiera protegido y mantenido dentro del ámbito de la espiritualidad.

Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [8] Jojmá y Biná...tan opuestos como inseparables Enseña el Ari que Jojmá y Biná son inseparables. Estos atributos son llamados dos amigos que nunca se separan (Zohar III, 4a) y son paralelos al cerebro, dividido en los hemisferios derecho e izquierdo. Aunque cada uno posee su propia identidad, ellos nunca se separan. Como hemos visto, Jojmá representa una sabiduría indiferenciada, el hemisferio derecho no verbal, mientras que Biná es la manifestación de esa sabiduría, el hemisferio izquierdo verbal. El Sefer Ietzirá (1:4) dice, Comprende con Sabiduría y sé Sabio con Comprensión, significando que para alcanzar los niveles más altos de percepción de Dios, Jojmá y Biná deben ser utilizadas en conjunto. Alternativamente, Jojmá y Biná corresponden respectivamente al cerebro, que controla el proceso de pensamiento y al cerebelo que es responsable de la coordinación muscular y del equilibrio del cuerpo. En este sentido, Jojmá representa el intelecto general del hombre, la capacidad de dominar un tema y de integrar sus principios fundamentales dentro de su proceso mental. Biná indica la capacidad de dirigir el cuerpo basado en las órdenes de la mente. Esto se logra a través de la capacidad de la mente para derivar información adicional de los datos ya recibidos. Para poder buscar la espiritualidad, la persona necesita de ambos. Para ilustrar esto, en el nivel de Jojmá, cada ser humano sabe que existe un Dios. Incluso aquellos que no buscan a Dios poseen un reconocimiento latente de El. Incluso el autodenominado ateo posee un profundo sentido de Dios, si bien oculto. Biná dirige la lucha para comprender y desarrollar este conocimiento latente. Sin Biná, Jojmá no cumple ningún propósito. La relación entre Jojmá y Biná también se encuentra expresada en la Kabalá en términos de masculino y femenino. Para la formación de un ser humano, el hombre aporta el esperma mientras que la mujer lo retiene en el útero durante nueve meses hasta que emerge un niño completamente desarrollado. De la misma manera, Jojmá toma la forma de una serie de hechos que pueden ser colocados dentro del útero de Biná para ser desarrollados y transformados en una estructura lógica completa. Vemos así que la fuerza creadora de lo masculino puede llegar a fructificar sólo cuando es recibida, canalizada y procesada dentro del útero femenino. Esto es consistente con la relación entre una Sefirá y un Partzuf . La Sefirá de Jojmá corresponde al Partzuf de Aba [Padre], mientras que Biná corresponde a Ima [Madre]). En otro sentido, Jojmá alude al pasado, mientras que Biná se refiere al futuro. Esto puede verse en las palabras hebreas para masculino y femenino. La palabra hebrea para masculino es ZaJoR , que está compuesta por las mismas consonantes que ZoJeR (recordar). Femenino en hebreo es NeKeVá , que contiene las mismas consonantes que NiKeV (agujerear; penetrar). De modo que lo masculino recuerda el pasado, mientras que lo femenino penetra en el futuro. Tanto Jojmá como el pasado pueden ser explicados en términos de la información que tenemos. El futuro, por otro lado, existe sólo en nuestras proyecciones imaginarias, que son producto de Biná. Debemos por tanto emplear nuestra Biná para poder ver allí.

Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson 9.2 Trabajar los atributos de Jojmá y Biná Es apropiado que el hombre se parezca a su Creador, pues entonces se hace digno de su "imagen Divina". Si su parecido con la imagen espiritual sólo fuese corporal, sin el desarrollo de las características espirituales relacionadas, estaría falsificando la exaltada forma que posee, obteniendo el título de "una bella forma con actos detestables", pues las acciones del hombre son la forma espiritual y la imagen Divina. ¿De qué sirve la "imagen Divina" física del hombre si en sus acciones no se parece a su Creador? Corresponde por tanto que el hombre se asemeje en sus acciones y actos a la [Sefirá de] Jojmá Uno debe esperar que Dios le imparta Su conocimiento al hombre, para que el hombre pueda alcanzar percepciones más claras de la Divinidad. Más aún, la persona debe estar siempre deseosa de compartir su conocimiento con los demás. El versículo afirma (Salmos 104:24), "Todo fue creado con Jojmá". Así, todo en el mundo refleja la sabiduría de Dios. Con este conocimiento, la persona debe centrar sus pensamientos en cómo beneficiar a los demás, buscando siempre maneras de ayudarlos. Así como un padre siente compasión por sus hijos, cada persona tiene la responsabilidad de ser compasiva hacia los demás, al igual que hacia todos los niveles de la Creación - mineral, vegetal y animal. Uno debe cuidar el medio ambiente dado que ello refleja a Dios y a Su Sabiduría. Biná Para perfeccionar el atributo de Biná, uno debe arrepentirse constantemente. El arrepentimiento está asociado con Biná, con el corazón y con el sistema sanguíneo. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [10.3] Daat, la unión perfecta Daat [Conocimiento] Como hemos visto, Jojmá impregna a Biná, el útero, que almacena el pasado y da nacimiento al futuro. Pero, aunque podemos recordar el pasado y quizás anticipar el futuro es sólo el presente lo que conocemos . Daat (Conocimiento) es producto de la confluencia de Jojmá y Biná. El momento presente, ubicado en la transición entre el pasado y el futuro, corresponde a Daat. Daat representa así la idea de la unión perfecta entre los opuestos. Es por esta razón que la Torá utiliza este término en referencia a las relaciones conyugales, como en el versículo (Génesis 4:1) , Y Adán conoció a Eva. No existe relación más íntima que aquélla en que el esposo y la esposa dos opuestos se conocen uno al otro. Mediante las relaciones maritales, el esposo y la esposa se vuelven una sola carne (ibid. 2:24) y pueden concebir un hijo que será la unificación tangible de sus propias características. Así la unión del marido con la esposa y el hijo nacido de esa unión, encarnan el concepto de Daat.

Daat es también una manifestación especial de Keter. Esto puede verse en el hecho de que casi nunca encontramos juntos a Keter y Daat en una misma representación del orden Sefirótico . Siempre que Keter es contado entre las Diez Sefirot , Daat es excluido y viceversa. El Ari trata en numerosos lugares con respecto a la relación mutuamente excluyente de Keter y Daat. Keter y Daat son respectivamente manifestaciones internas y externas del mismo concepto. Keter, como hemos visto, es equivalente a nuestra voluntad más básica y a nuestro impulso interno más inviolable. Daat, por otro lado, es el nivel del intelecto que empleamos para conectarnos con el mundo. Con relación a Jojmá y Biná, Daat representa una manifestación externa. Jojmá y Biná son procesos completamente internos, llamados las cosas ocultas, mientras que Daat es la capacidad de expresar a los demás esa actividad interna. Así, Jojmá y Biná y, en un grado mayor Keter, son las fuerzas que yacen detrás de los procesos internos del pensamiento, mientras que Daat está detrás de la capacidad de comunicar eficientemente nuestros pensamientos. Expresado en términos de la conciencia humana, Jojmá representa aquello que podemos llamar pensamiento puro e indiferenciado, el cual aún no ha sido separado en ideas o conceptos diversos. En el nivel de Jojmá encontramos los axiomas más básicos de la existencia en una suerte de unidad prístina. Biná es el nivel que sigue inmediatamente a Jojmá. Representa el poder de diferenciación, la capacidad de escrutar y realizar distinciones lógicas. En este sentido, Biná es el sistema de lógica mediante el cual los axiomas básicos de Jojmá son delineados y definidos. Daat puede llamarse lógica aplicada, la manifestación de esa mente interna. Así, Daat es la capacidad de comunicar aquello que conocemos. Esto puede verse en la definición Talmúdica de una persona sordomuda. El Talmud (Jaguigá 2b) afirma que el sordomudo no posee Daat. Es posible que tenga los poderes del intelecto, pero mientras le falte la capacidad de comunicar su conocimiento al mundo, es considerado como si no tuviese Daat. Por otro lado, en el momento en que puede comunicarse, así sea a través de la escritura o por señas, ya no es más considerado un mudo de acuerdo con la ley judía. Vemos así que la capacidad básica para comunicar y desarrollar una relación inteligente con el mundo externo es función de Daat (Likutey Moharán I, 25:1) . Juntos, Jojmá, Biná y Daat constituyen los procesos mentales básicos que subyacen toda expresión creativa. Pero, aunque ellos puedan representar los niveles más abstractos de la mente, de hecho derivan del impulso primario de Voluntad (Keter), que es mucho más sutil y abstracto y que trasciende los axiomas y la lógica de la creación. Keter contiene a Jojmá, Biná y Daat dentro de sí en una unidad trascendente. Esto se expresa en una muy poderosa guematria (equivalente numérico): el total del valor numérico de Jojmá (73) más Biná (67) más v'Daat (480) es 620, que es el valor exacto de Keter . Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson [11.3] Daat: La construcción interior Daat: El Santo Templo Moisés recibió la orden de construir el Santuario en donde se revelaría sobre la tierra la Presencia Divina de Dios. ¡Mira! le dijo Dios: Yo he llamado a Betzalel... Yo lo he dotado con un espíritu Divino, con Jojmá (Sabiduría), Tevuná (Comprensión) y con Daat (Conocimiento)... (Exodo 31:2-3) . Rashi define a Daat como Rúaj HaKodesh, inspiración divina. Cuando los poderes de Jojmá y de Biná se combinan, se obtiene Daat (Conocimiento) y se construye un Santuario. Esto también puede lograrse a nivel individual. Toda persona es capaz de construirse a sí misma como un Santo Templo en el cual puede manifestarse el Rúaj HaKodesh .

Así enseñó el Rebe Najmán (Likutey Moharán I, 13:1) , Adquirir Daat es comparable a la construcción del Santo Templo, mientras que la ausencia de Daat corresponde a su destrucción. Por ende, el objetivo del hombre debe ser buscar Daat y construir su propio y personal santuario de espiritualidad, en donde pueda revelarse la Divinidad. Como hemos visto (Capítulo 14) , Daat es la manifestación externa de Keter. Es una cuasi- sefirá que debe ser formada mediante la confluencia de Jojmá y Biná. De hecho, la principal rectificación de todo lo dañado en este mundo proviene de la construcción del intelecto de Daat. El Rabí Natán explica que la razón principal de esto radica en el pecado de Adán al comer del Etz HaDaat , el Arbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Dado que el daño que él generó con ese pecado se produjo en el ámbito de Daat, también su rectificación debe provenir de Daat (Likutey Halajot, Kriat HaTorá 6:11) . Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson 3.12 Daat, la fuerza de vivir en presente Enseña el Rebe Najmán: Jojmá es el intelecto potencial; Biná es el intelecto lógico; Daat es la sabiduría adquirida (Likutey Moharán I, 25:1). Jojmá es la primera revelación del intelecto. Es el intelecto potencial, pues aún se encuentra indiferenciado. Biná es el proceso de pensamiento lógico a través del cual se manifiesta Jojmá. Finalmente, cuando aquello que ha sido absorbido y comprendido puede ser aplicado en un nivel práctico , uno ha alcanzado Daat. Daat: El Bulbo Raquídeo y la Médula Espinal Esto puede comprenderse mejor recordando que Daat es un paralelo del bulbo raquídeo y de la médula espinal. Todo lo procesado por el cerebro se manifiesta en la respuesta del cuerpo frente a la dirección del cerebro. La médula espinal, siendo una extensión del bulbo raquídeo, refleja la capacidad de Daat de recibir de Jojmá y Biná. Como hemos visto, Jojmá representa el pasado mientras que Biná representa el futuro. Daat es la fuerza del presente, el aquí y ahora, donde interactuamos con las fuerzas que nos rodean. Como tal es sólo a través de Daat que podemos verdaderamente llegar a ser conscientes de la Divinidad que nos rodea y nos conforma. Para aprender cómo llegar a ser conscientes de la espiritualidad a través de Daat, recordemos que en la estructura de las Sefirot , Jojmá se encuentra del lado derecho y Biná del lado izquierdo. Los lados derecho e izquierdo corresponden respectivamente a Jasadim (Bondad) y Guevurot (Juicios). Anteriormente explicamos [entrega 8.2] que Jojmá, que es el aspecto masculino, se une con Biná, el aspecto femenino, para crear Daat. La combinación de Jojmá y Biná es crucial para el funcionamiento del Daat. A nivel práctico, si intentamos estructurar nuestras vidas sólo con la bondad, nos sentiremos abrumados e incapacitados para funcionar. Si tratáramos de vivir una vida regida puramente por el juicio no podríamos existir, pues toda mínima desviación de las responsabilidades demandaría un grave castigo. Así, el equilibrio entre la bondad y el juicio es algo crucial para una existencia sana. De la misma manera, alcanzar la mezcla perfecta de amor y de respeto a Dios (Jesed y Guevurá) es equivalente a alcanzar Su conocimiento. El amor nos permite entregarnos de manera irrestricta, mientras que el respeto nos ayuda a mantener la distancia apropiada necesaria para servir a Uno tan exaltado como Dios.

Daat crea también un equilibrio saludable en las relaciones humanas. Daat representa la compasión, estado en el cual la bondad y la restricción son ejercidas de manera simultánea. Un ejemplo de esta combinación puede verse claramente en la manera sabia de disciplinar a un niño. Un padre puede castigar duramente a su hijo para descargar su propia ira, o puede evitar castigarlo, por temor a generar un mayor antagonismo. Cualquiera de estos comportamientos va en detrimento del niño. La disciplina administrada en forma ordenada puede ser empleada de manera tal que el niño comprenda cuál es el comportamiento inaceptable y cómo debe comportarse en el futuro. La restricción es utilizada en su forma de castigo pero combinada con el amor al niño. Esta es la verdadera compasión, la compasión creada mediante Daat. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot Dáat, la búsqueda del centro Adaptado de material de clases de Ben Itzjak por [email protected] Entrega 13 El hombre tiene, por definición, una tremenda necesidad de entender. Pero existe una contradicción entre nuestra extrema necesidad de entender y lo que pasa a nuestro alrededor: en el mundo, en la historia... En pocas palabras: ¿por qué pasa lo que pasa? ¿Verdaderamente logramos entendernos a nosotros mismos, al prójimo, etc.? Y más aun: ¿qué es lo que nosotros realmente hacemos para entender? Intentemos definir esta notable contradicción: nuestro desarrollo, por ahora llamémoslo mental o analítico, suele ser mínimo, y, por consiguiente, como nuestra capacidad de analizar la compleja realidad es mínima, nos resulta imposible llegar a definir lo que podríamos llamar como verdadero. Nuestra necesidad de entender también podría ser considerada como la imperiosa necesidad de saber qué es lo correcto, qué es lo que esencialmente deberíamos hacer, para qué estamos aquí, qué es lo que hemos venido a hacer al mundo, qué es lo que Di's quiere de nosotros.Por otro lado, estamos todo el tiempo experimentando, dejándonos guiar por la intuición, por nuestras voluntades aprendidas. Cuando yo puedo decir con absoluta certeza: esto es lo correcto y esto es lo que debo hacer, es porque el proceso en proceso de análisis he superado al "yo pienso", al "yo creo", al "me parece" y al "me gusta..". Digamos que he ejercido una energía mental que me ha llevado a una conclusión clara y objetiva y, en consecuencia, puedo decir esto es lo correcto y es lo que yo debo hacer sin lugar a dudas. Sufrimos mucho por nuestra incapacidad de entender y se nos va la vida en esto: porque cuando no entendemos estamos picoteando acá y allá, probando, cambiando, frustrándonos. Y, además, únicamente cuando el hombre está en lo correcto, en su verdad, en su lugar, en su espacio y en su tiempo, recibe ayuda de los Cielos. ¡Ahí todo funciona! En cambio, cuando se corre de un lugar a otro, cuando la brújula interna se ha extraviado, nada funciona. Vamos en contra de la corriente, chocamos contra muros espirituales, energéticos; nos vamos cayendo, nos tropezamos porque no es lo nuestro, no tenemos que estar ahí. Más cuidado: no actuamos de este modo porque somos mala gente sino porque simplemente no sabemos cómo hacerlo diferente, no hemos podido escudriñar de un modo suficiente el por qué de todo lo que pasa a nuestro alrededor. En el pensamiento de Torá, esta energía o esta llave para entender es llamada: Dáat (dalet, ain, tav). El Dáat es una fuerza mental que la mayoría de nosotros no utilizamos porque no hemos sido educados para utilizarla y porque ser autodidacta en este campo es casi imposible. El Dáat es lo único que nos puede sacar del "yo pienso que", "yo siento que", "yo creo", "me parece" en el que nosotros vivimos, de esa sopa de sentimientos, intuiciones y gustos en la que intentamos estar con nuestro cuello fuera para poder seguir sobreviviendo.

En los textos místicos de Israel, la esencia de Moisés está asociada con el nivel del Dáat. No resulta curioso entonces que en el camino desde Egipto al Sinaí, de la esclavitud a la Torá, Moisés haya debido enfrentarse a Amalek, cuyo valor numérico es similar al de la palabra hebrea safek, duda. Moisés, el Dáat, derrota a la duda permanente que nos habita, al safek (Éxodo 17). Hay un texto talmúdico impresionante que está en el Tratado de Nedarím, del Talmud de Babilonia, página 41. Allí encontramos un pasaje del libro del Deuteronomio en el que se explica que, si Israel se desvía completamente del camino, de su lugar y de su esencia, recaerá sobre el pueblo la maldición definida en la Torá como: "bejoser kol" : "desprovisto de todo". Esta maldición, "desprovisto de todo", es definida en el Talmud por Rab Nájman dice como el nivel de la carencia absoluta. Se trata del nivel en el que la persona simplemente "no tiene Dáat". O sea, aquella persona que no tiene Dáat no tiene nada. Abáie, otro sabio, dice también en el Talmud que la máxima pobreza se alcanza cuando el individuo carece del nivel de Dáat. El Talmud también enseña: "En occidente dijeron (para el Talmud de Babilonia, Babilonia está ubicada en Oriente, e Israel es Occidente): El que tiene el Dáat, todo lo tiene; el que no lo tiene ¿qué tiene? El que lo adquirió ¿qué le falta?. Y el que no lo adquirió ¿qué adquirió?".Rashi, el exegeta clásico, acerca de este texto comenta: el que tiene Dáat tiene absolutamente todo y no le falta definitivamente nada. Lo que los sabios del Talmud nos revelan aquí es que el Dáat es la principal energía del hombre, o sea, es lo que define el todo o la nada. Lo que en el Talmud nos revelan es que aquella persona que posee el nivel del Dáat es una persona rica, íntegra, completa, a pesar de que le falte todo el resto, porque el que tiene Dáat no le falta nada. Y, por el contrario, la persona que tenga todo a escala material, pero que no tenga Dáat, en realidad no tiene nada. La pobreza, cuando es la expresión de la falta del Dáat, es la pobreza esencial. Otra de las cosas que los sabios nos revelan es que el Dáat es la energía que permite adquirir, poseer. Cuando ellos dicen: "quien tiene Dáat tiene todo y quien no tiene Dáat no tiene nada", en realidad nos están enseñando que únicamente a partir de la energía del Dáat, se puede adquirir, o sea, se puede lograr que algo que no era mío pase a mi propiedad esencial. El Dáat es lo que me permite adquirir y comprar, y por eso resulta lógico, entonces, que una persona que no tiene Dáat, no puede comprar nada tampoco a nivel legal, o sea, un niño no puede comprar porque no tiene Dáat.¿Qué significa "comprar y vender" y "adquirir"? Es cuando yo renuncio a algo a tu favor y este intercambio, ante todo, es mental; algo que era mío pasa a ser tuyo y yo entrego otra cosa, para asumir o tomar posesión sobre algo que me estás dando. Ahora bien, y requerimos en este caso de vuestra máxima atención: cabe preguntar: si el nivel del Dáat es lo que permite comprar y adquirir ¿cómo podemos llegar a "tener" Dáat antes de poseerlo? En pocas palabras: sino tengo Dáat, como puede adquirir y obtener mi Dáat. Esto se presenta, aparentemente, como una contradicción. La respuesta la trae el Rey Shlomó cuando dice que el Dáat proviene - según el lenguaje exacto - Mipiv (de la boca del Creador) Dáat UTevuná, es decir, el Dáat lo recibimos directamente de Di's y creo que deberíamos entenderlo así: sabemos que la Neshamá, el alma, que tenemos proviene directamente del aliento que Di's insufló en nosotros. "Aliento de vida", dice la Torá. En ese insuflar aliento de vida, en ese darnos vida, o lo que nosotros llamamos: puso en nosotros un alma, eso incluye también el Dáat, que es lo más elevado de esa Neshamá. El problema es que aunque lo tenemos, esta en nosotros en potencia, y la pregunta es si lo transformamos en una energía utilizable, en algo que día a día nos sirva para vivir. Por lo tanto, la llave principal no está afuera, según nos revelan los sabios. Esa llave ya habita en nosotros, es un tesoro que tenemos, y no hay ningún maestro que nos pueda transmitir el Dáat desde afuera. Es cierto, un buen maestro de Torá no puede ofrecerte Dáat, pero puede y debe guiarte hacia como llegar a ejercer el Dáat, como bucear en las profundidades de nuestra Neshamá para poder llegar a esta energía y transformarla en algo relevante. Tratemos de transparentar nuestra dinámica interior, y resumiendo para poder construir sobre la base de estos cimientos que nos pertenecen digamos que: Nosotros estamos todo el tiempo "queriendo cosas", el ratzón (voluntad), hace que el hombre por naturaleza esté todo el tiempo queriendo y necesitando. El estar vivo, muy probablemente, pueda identificarse con el querer. Todo el tiempo que quiero algo estoy vivo. Profundicemos

más todavía: ¿dónde estamos nosotros ahí? ¿Qué significa ese "yo quiero" permanente que nos habita? Esa voz ¿soy realmente "yo" o son mis voluntades aprendidas disfrazadas de mi yo esencial? Hay que poder separar esto, desmembrarlo y abrirlo. Hay que tener mucho cuidado en esto, es un tema muy delicado, y toda nuestra vida espiritual depende de esto. Normalmente los "yo quiero..." aprendidos de la educación recibida, la televisión, la radio, etc, etc, tapan con una cantidad increíble de cáscaras mi "verdadero yo" y estoy tan identificado con mis voluntades aprendidas que finalmente no sé dónde estoy ni quién soy. Evidentemente, si lo figuramos en la mente, el Dáat está en el centro del yo asfixiado por una enorme cantidad de voluntades aprendidas. Todo el tiempo que el ratzón (voluntad) funciona de modo enloquecido, el Dáat no funciona. Por supuesto, estamos todavía hablando a escala general, pero para aproximarnos al tema podemos decir que: todo el tiempo que yo quiero... (al nivel ese que hemos definido, yo quiero una manzana, yo quiero una casa, yo quiero un trabajo, y que ahí se nos va la vida...), todo el tiempo que yo estoy detrás de todo eso, el Dáat no tiene espacio. Únicamente cuando yo puedo decir: no me interesa lo que quiero sino que me interesa lo que debo, me interesa lo que es correcto para mí, y logro deshacerme por un instante de las voluntades aprendidas, entonces únicamente ahí le doy lugar al Dáat, es decir, le "paso el micrófono" para que hable y se exprese. Es mucho más "fácil" dejarse arrastrar por ese torrente de voluntades que van decidiendo por nosotros, que enfrentarse a la corriente, parar este torrente y decir: no te escucho, no me quiero guiar por vos, no me interesa lo que opinas, y quiero objetivamente determinar lo que es correcto para mí, en este tiempo y en este espacio. Nosotros sabemos y entendemos que el mundo tiene Sentido y que tenemos una Misión, y que existe una Voluntad Primaria y que estamos aquí para algo. Y es obvio que podemos decir: qué es lo que debo, porque toda persona en su interior sabe qué debe hacer y para qué vino al mundo. La sensación de estar en deuda no es necesario explicarla; el hombre es un ente que se siente en deuda, el hombre es un deudor existencial, o sea, el hombre sabe que esta aquí para cumplir una misión determinada. El hombre tiene eso que llamamos matzpún (conciencia, palabra hebrea relacionada con la "brújula") y sabe que está aquí para algo y se siente mal perdiendo su tiempo. Todo el tiempo que nosotros no podamos - se agrega aquí un concepto - ejercer la contemplación, lo cual significa: detenerme, contemplar la situación específica que me toca vivir, reflexionar acerca de esta situación particular (dado que es única), no tengo ninguna posibilidad de parar el torrente de voluntades. Cuando contemplo y digo: ¿y ahora qué, cómo sigo?, automáticamente las voluntades me quieren vender baratijas, pero yo puedo decir: ¡No, hoy no compro nada! ¡Hoy quiero lo más caro, lo más preciado, lo esencial! Obviamente, hacer esto es muy trabajoso y es mucho más fácil dejarse tentar por las baratijas, además: ¡todos compran baratijas y todos viven! Aunque, claro, deberíamos en algún momento definir qué significa vivir. Para llegar a querer hacer lo que debo, tiene que haber una actitud contemplativa, reflexiva y ese es el primer paso cuando venimos desde afuera y estamos en búsqueda del centro. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [14.3] Daat: Saber qué es el bien Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton. Traducido al Español por Guillermo Beilinson No todo lo que expresamos con nuestros labios es digno de ser llamado habla. El Rebe Najmán enseña que sólo aquellas palabras que son aceptadas pueden ser consideradas habla. Esto se comprende a partir del versículo (Salmos 19:4), No es considerado ni habla ni palabras cuando [lo que es dicho] no es escuchado. Si nuestras palabras contienen bien, serán aceptadas, pues la gente tiende por naturaleza a buscar el bien. Las palabras que carecen de bien son en general rechazadas. Para saber qué es el bien, necesitamos Daat. Sólo si introducimos Daat en nuestro hablar serán aceptadas nuestras palabras (Likutey Moharán I, 29:1).

Aquí el Rebe Najmán ensalza la importancia del buen hablar. Bueno es un término relativo. Uno puede recorrer todo el espectro de la vida y encontrar que el bien tiene innumerables niveles. En muchos casos el mal puede disfrazarse de bien, lo que da como resultado todas las mentiras que son aceptadas junto con un hablar verdadero y bueno; pero todos están de acuerdo en que las calumnias y otras clases de hablar denigrado no son buenos. Estas clases de habla ejercen un fuerte efecto negativo sobre la persona que las articula aparte del daño que causan a quien las escucha y a la persona calumniada. Por ende, es necesario definir el bien que uno debe introducir en su hablar. Cuando el Rebe Najmán habla de introducir Daat dentro del habla, se refiere al conocimiento y al reconocimiento de Dios. Existen muchas maneras de acceder al reconocimiento de Dios, incluso en temas mundanos. Uno puede llegar a reconocerlo a través de la alegría, del temor, de la plegaria, del amor o de cualquiera de las muchas emociones e incluso frustraciones que una persona puede experimentar. Es necesario estimular conscientemente nuestro intelecto para reconocer a Dios. Con la conciencia de Dios, automáticamente introduciremos Daat en nuestras palabras. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [15.4] Jesed: La fuerza del amor Extraído de "Anatomía del Alma" escrito por Por Jaim Kramer Con Abraham Sutton . Traducido al Español por Guillermo Beilinson El amor es quizás la más poderosa de las emociones. El amor puede ser tan abrasador que nada puede interponerse en su camino. El Rey Salomón comprendió muy bien esto cuando dijo (Cantar de los Cantares 8:7), Muchas aguas no pueden extinguir el amor. Esto se debe a que el amor humano está enraizado en el Atributo Divino de Jesed (Bondad). Debido a que Dios derrama constantemente Su bondad sobre la Creación, los sentimientos de bondad y de amor abundan siempre en el mundo. Ellos pueden llevar al hombre hacia alturas increíbles, o hacia el más profundo de los abismos. El amor al dinero puede llevar a una persona a poner en riesgo su propia vida o la vida de aquellos que se encuentren en su camino. La inmoralidad sexual es una perversión del amor; generalmente trae como resultado la destrucción de los hogares e hijos ilegítimos o no deseados. El amor al poder, tan frecuente en los anales de la historia, ha ocasionado guerras y derramamiento de sangre en gran escala. Por el contrario, el mismo atributo de amor, aplicado correctamente, puede construir un matrimonio saludable y un hogar cálido y comprensivo. Puede llevar a la persona a las alturas de la creatividad en beneficio de toda la humanidad. Así, el tremendo poder del amor tanto en sus aspectos constructivos como destructivos puede explicarse mejor en el hecho de la cercanía de Jesed con Biná (Jesed se encuentra inmediatamente detrás de Biná; ver Apéndice C). Las Sefirot superiores (Keter, Jojmá y Biná, las mentalidades) están ocultas y la primera manifestación de sus tremendos poderes en las Sefirot inferiores, se produce en la Sefirá de Jesed, que implica salir hacia los demás y avanzar hacia los otros para su beneficio. Visto de otra manera, Jesed está más arriba que Guevurá, indicando que se encuentra más arriba y más allá de la restricción, lo que evidencia el gran poder del amor. Como hemos visto a lo largo de este libro, existe un equilibrio entre el bien y el mal sea cual fuere el poder que existe para el bien, ese mismo potencial existe para el mal. Así, si el amor no es debidamente controlado a través de Guevurá, es decir, del temor a Dios puede llegar a ser muy destructivo. Si el amor es adecuadamente controlado, se vuelve la herramienta más efectiva para la construcción de la humanidad y de la paz. Así dice el versículo (Salmos 89:3), El mundo se construye con Jesed. Aquél que difunde el amor y trae la paz entre las personas produce grandes rectificaciones Arriba (Likutey Moharán I, 75:4).

Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [16.5] Guevurá Compilación realizada de diversas fuentes de Breslov, en especial "Anatomía del Alma" Por [email protected] El "Arbol Sefirótico de la Vida" se representa tradicionalmente en tres columnas: derecha, izquierda y centro. A la derecha, correspondientes al cerebro derecho, el brazo derecho y la pierna derecha respectivamente, se encuentran Jojmá, Jesed y Netzaj. A la izquierda, correspondientes al cerebro izquierdo, el brazo izquierdo y la pierna izquierda, están Biná, Guevurá y Hod. En el centro, correspondientes al bulbo raquídeo, la espina dorsal y los órganos sexuales están Keter, Tiferet, Iesod y Maljut. La cuasi-Sefirá de Daat se incluye entre las Sefirot cuando Keter no está presente y viceversa. En la Kabalá, la "Derecha" representa el concepto de la irrestricta e incondicional Misericordia, Amor e Iluminación. La "Izquierda" representa el concepto de restricción y de un dar condicionado (dependiendo del recipiente y de su capacidad para recibir). El "Centro" representa el equilibrio sinergético óptimo de las dos polaridades. El concepto de derecha, izquierda y centro está aludido en la Introducción al "Tikuney Zohar" (p.17a), llamado "Petijat Eliahú" (El Discurso de Elías), que aparece en muchos Sidurim: Estas Diez "Sefirot" se ordenan de acuerdo a tres columnas. La columna de la derecha es "larga" [porque representa el amor y la bondad]. La columna de la izquierda es "corta" [porque representa el juicio y el poder de restricción]. La columna del centro o cuerpo se dice que es "intermedia" [porque representa la misericordia, la armonía perfecta entre el amor y la restricción]. [De esta manera las Diez Sefirot sirven como conductos a través de los cuales Dios regula Su interacción con los seres humanos de acuerdo con sus acciones]. Por sobre todo, sólo está Él Quien las dirige, pero a Él ningún poder lo dirige ni por encima ni por debajo, ni de ningún lado. Si el amor no es debidamente controlado a través de Guevurá, es decir, del temor a Dios puede llegar a ser muy destructivo. Si el amor es adecuadamente controlado, se vuelve la herramienta más efectiva para la construcción de la humanidad y de la paz. A nivel práctico, si intentamos estructurar nuestras vidas sólo con la bondad, nos sentiremos abrumados e incapacitados para funcionar. Si tratáramos de vivir una vida regida puramente por el juicio no podríamos existir, pues toda mínima desviación de las responsabilidades demandaría un grave castigo. Así, el equilibrio entre la bondad y el juicio es algo crucial para una existencia sana. De la misma manera, alcanzar la mezcla perfecta de amor y de respeto a Dios (Jesed y Guevurá) es equivalente a alcanzar Su conocimiento. El amor nos permite entregarnos de manera irrrestricta, mientras que el respeto nos ayuda a mantener la distancia apropiada necesaria para servir a Uno tan exaltado como Dios. El conocimiento de que la mezcla entre las fuerzas opuestas ( Jesed y Guevurá) es algo necesario para mantener la creación puede ayudarnos a comprender cómo la Divinidad está presente en este denso planeta material. El principio básico de la existencia es que Dios permea toda la Creación, desde los niveles más elevados hasta los más bajos. Por un lado, cuanto más elevado sea el nivel al que la persona ascienda, más grande será la revelación de Divinidad que experimente y más será atraída hacia lo espiritual. Por otro lado, en los niveles inferiores de existencia, la presencia de Dios se hace cada vez más oculta, hasta que en el más bajo de los niveles da la sensación de que Él no existe, Dios no lo permita. Dado que Jesed y Guevurá son las "Sefirot" que sirven de interfase directamente con los "mojín" (los poderes del intelecto), ellas expresan pensamientos. El nivel de los pensamientos de una persona representa el límite de su capacidad espiritual, de su alcance. Sus pensamientos determinarán cuánto Jesed y Guevurá utilizará, dependiendo de su nivel. Las manos, representadas por Jesed y Guevurá, también expresan pensamientos mediante los movimientos y gestos con los cuales tienden a acompañar las palabras. Las manos siempre se están moviendo; "hacia qué" lado se muevan depende de las intenciones de la persona. Por esta razón el Talmud declara (Shabat 14a), "!Manos activas!" pues ellas están expresando constantemente nuestras emociones internas. Así las

manos no sólo expresan el límite físico externo, sino también nuestra capacidad espiritual. Como veremos, en ningún otro lugar es esto tan evidente como en la plegaria y en la fe. En la estructura de las Diez Sefirot, Jesed (Bondad) hacia la derecha y Guevurá (Juicios) hacia la izquierda, vienen inmediatamente después de Biná. Biná, directamente por sobre Guevurá, es de hecho la fuente de todos los juicios, como en (Proverbios 8:14), Yo soy Biná; la fuerza [Guevurá] es mía. Más aún, sabemos que Biná está enraizada en el corazón, que se sitúa levemente hacia la izquierda del cuerpo (Zohar I, 10b; Likutey Moharán I, 41). A partir de esto podemos comprender que Biná, como fuente de Guevurá (fuerza), indica que el corazón tiene un tremendo poder que, apropiadamente canalizado, es capaz de dirigir a la persona hacia Dios. El Rebe Najmán enseña así que cuando alguien despierta su corazón para servir a Dios, tanto la fuerza como los juicios (que se encuentran en el corazón) lo inspiran con cálidas palabras. Conceptualmente, los juicios que uno enfrenta son los sufrimientos que uno debe soportar (por ejemplo, los problemas familiares, la confusión, las dudas, la adversidad. Estos juicios inspiran a la persona para que examine sus pensamientos y sus acciones, para ver si están enraizados en el bien o, Dios no lo permita, en el mal. Una vez que ha contemplado la verdad de sus acciones, y se ha visto estimulado a cambiar su comportamiento, o bien sus buenas acciones lo han inspirado a realizar más actos buenos, puede entonces llorar ante Dios, con cálidas palabras de plegaria y con absoluta verdad (Likutey Moharán I, 38:5; ver también ibid. 15:2). Este despertar del corazón en la plegaria mitiga los juicios, pues servir a Dios con verdad en el corazón revela la elección (es decir, el buen juicio y sinceridad) de los deseos de la persona. Sus palabras de verdad actúan como guía para llevarla por el sendero que finalmente aliviará sus sufrimientos. Así el acto de orar nos confiere el poder de traer al mundo abundante bondad y bienestar, lo opuesto al juicio (Likutey Moharán I, 45, 46). El habla deriva del aspecto Divino de Guevurá, que denota fuerza y severidad. Por tanto debe ser suavizada mediante el estudio de la Torá y la expresión de palabras de bondad y de santidad. Este es el motivo por el cual debemos tener especial cuidado en evitar todas las formas de hablar degradado, en especial los comentarios peyorativos sobre otra gente. [Likutey Etzot]

Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [16.5] Tiferet El sendero del medio…la verdad y la armonía Compilación realizada de diversas fuentes de Breslov, en especial "Anatomía del Alma" Por [email protected]

La forma humana encarna también las Diez 'Sefirot'. El cráneo corresponde a Keter, el hemisferio derecho del cerebro corresponde a Jojmá y el hemisferio izquierdo corresponde a Biná. El bulbo raquídeo y la médula espinal corresponden a Daat. El brazo y la mano derecha corresponden a Jesed; el brazo y la mano izquierda corresponden a Guevurá; y el torso corresponde a Tiferet. La pierna derecha y el riñón derecho corresponden a Netzaj; la pierna izquierda y el riñón izquierdo corresponden a Hod; y la señal del santo Pacto, la circuncisión, corresponde a Iesod. El espacio en el cual la persona se para (es decir, los pies) representa su Maljut (Reinado).

Las siete 'Sefirot' inferiores se corresponden con el cuerpo de la siguiente manera (ver 'Innerspace', Capítulos 4 y 7-9, para una exposición detallada de las Sefirot): Sefirá

Representación Física

Representación Conceptual

Jesed

brazo/mano derecha

dar

Guevura

brazo/mano izquierda

restringir

Tiferet

torso

armonia, verdad

Netzaj

pierna/riñon, testiculo derecho

victoria, duracion

Hod

pierna/riñon, testiculo izquierdo

sumision, majestad

Iesod

organo sexual

pacto , canal

Maljut

pies, corona del miembro, pareja

recibir, reciprocidad

En su estado ideal "rectificado" , las 'Diez Sefirot' se ordenan en tres columnas: derecha, izquierda y centro. Las columnas derecha e izquierda representan fuerzas espirituales extremadamente poderosas y opuestas. La columna derecha siempre representa misericordia y bondad, mientras que la columna izquierda representa severidad, disciplina y restricción. La columna derecha se caracteriza por un amor y aceptación incondicional y una voluntad de trascender los límites mediante la unión de un yo con otro; la columna de la izquierda enfatiza las obligaciones y las responsabilidades, determinando límites y definiciones del yo. Mientras que cada columna por sí sola podría parecer no tener nada que ver con la otra, en verdad, ellas son opuestos complementarios. Esta relación se concreta en la columna del centro. Es función de la columna central el sintetizar las fuerzas aparentemente opuestas de la "derecha" y de la "izquierda" , generando armonía, unidad y paz. Cuando la columna del centro funciona de esta manera, se dice que las Diez 'Sefirot'se encuentran en un estado rectificado. Hemos visto esto al tratar con Jojmá y Biná, las 'Sefirot'que definen las funciones de la mente: la derecha (intuitiva, artística) y la izquierda (analítica, lógica). Cada una por separado carece de perfección. Para alcanzar un estado perfecto de equilibrio mental, la mente humana requiere de Daat, la confluencia de Jojmá y Biná. Un principio idéntico se aplica a todas las fuerzas humanas: la armonía se logra cuando aprendemos a equilibrar los aspectos opuestos de nuestra personalidad. De acuerdo con las enseñanzas antiguas, esto sólo puede lograrse cuando la influencia unificadora de Jojmá, Biná y Daat (nuestra Conciencia Divina Superior) fluye hacia abajo, hacia los "compartimientos" opuestos de nuestras 'midot'(rasgos de la personalidad y emociones). El torso encarna el concepto de Tiferet, la columna central de armonía y verdad: representa el objetivo final de una vida armoniosa basada en la verdad. El torso equilibra las tendencias extremas de los lados "derecho" e "izquierdo" de nuestra personalidad. Mientras que Jesed (correspondiente a la mano derecha), simboliza un dar y una aceptación incondicional, y Guevurá (la mano izquierda) simboliza la justicia basada solamente en el mérito del receptor, Tiferet (el torso) armoniza estos dos extremos. Es por esta razón que Tiferet es llamado a veces "Rajamim" (misericordia) y a veces 'Mishpat' (un juicio apropiado y justo). Tiferet es así un Juicio Misericordioso (un juicio atemperado con misericordia), el equilibrio final de dos aparentes opuestos. Es por esto que la palabra hebrea para designar al juez es 'ShoFeT'. Su función es juzgar entre dos partes en disputa y ayudarlas a llegar a un acuerdo pacífico, lo cual es 'miShPaT'. Aunque nosotros como individuos podamos percibir la verdad de maneras diferentes, el juez verdaderamente sabio puede ayudarnos a reconocer y aceptar las vastas diferencias entre los litigantes y puede incluso llegar a superar esas diferencias, de modo que podamos vivir juntos en armonía. Esta es la manifestación de Tiferet. El Rebe Najmán enseña que Tiferet, la columna central, corresponde a la plegaria. La plegaria se asemeja a (Salmos 149:6) "una espada de doble filo [que corta todas las barreras entre la persona y Dios]" . Al orar debemos cuidarnos de no dirigir nuestra "espada" demasiado a la derecha, hacia Jesed, ni demasiado a la izquierda, hacia Guevurá. Debemos mantenernos centrados (Likutey Moharán I, 2:3).

El Rabí Natán explica esta enseñanza del Rebe Najmán: Abraham, Itzjak y Iaacov encarnan las tres 'Sefirot' de Jesed, Guevurá y Tiferet, respectivamente. Abraham representa a Jesed, tal y como puede verse claramente a través de sus bien conocidos rasgos de bondad y hospitalidad. Itzjak es el paradigma de Guevurá, pues él estaba deseoso de realizar el auto sacrificio más grande en aras de Dios. Iaacov es conocido como Tiferet, pues integró en su vida los dos atributos, el de su padre y el de su abuelo. Abraham tuvo dos hijos, Ishmael e Itzjak. Itzjak también tuvo dos hijos, Esaú y Iaacov. En cada caso, el primogénito representa una especie de absorción genética donde los 'siguim' (impurezas) fueron separados en dos etapas a partir de la simiente pura de los Patriarcas, de modo que finalmente, a través de la tercera generación de los hijos de Iaacov, se estableció la santa nación de Israel. Dicho de otra manera, Abraham e Itzjak "trabajaron juntos" , cada uno desarrollando por completo su propio atributo, hasta que fueron capaces de unirlos en Iaacov. Y así es como llegó a la existencia la nación judía. Abraham le puso a su primogénito el nombre de Ishmael (en hebreo significa literalmente, 'Ishma El' : "Dios escuchará" ). Esto implica que Dios escucha nuestras plegarias, tal como puede verse en las palabras del ángel de Dios a Agar, la madre de Ishmael, al informarle que ella tendría un hijo de Abraham (Génesis 6:11), "Le pondrás por nombre Ishmael, porque Dios ha escuchado tu angustia" . Sin embargo, en este sentido, Ishmael alude también a la noción de que todo aquello que necesitamos nos llega debido al Jesed de Dios (Bondad). Aunque esto es absolutamente verdadero, da lugar a un gran error. Esta actitud puede llevarnos a la errada conclusión de que no necesitamos esforzarnos para lograr algo. "Dios 'Ya' ha escuchado mi plegaria. ¿Para qué seguir orando?" Esaú representa el acercamiento opuesto. El nombre ESaU significa "terminado" o "completo" , a partir de la palabra hebrea 'ASUi' (literalmente "hecho" ) (Rashi Génesis 25:25). "Esaú" simboliza al hombre en su propia "auto imagen" , relacionándose con el mundo como si él fuera lo más importante y el objetivo final de la vida. Fue Esaú quien preguntó:(Génesis 25:32), "¿Para qué necesito la primogenitura?" indicando una negación de la Divina Providencia y repudiando por tanto la plegaria. Es el poder de "Esaú" dentro de la persona lo que la hace preguntar: "¿Para qué orar cuando mis plegarias son inútiles? Dado que no existe providencia, mis plegarias no funcionarán" . Rechaza la compasión de Dios, diciendo que Dios no escucha nuestras plegarias pues sólo recibimos lo que merecemos. Estas dos perspectivas, la de Ishmael y la de Esaú, cada una de las cuales por sí sola debe ser rechazada, están simbolizadas en la ceremonia del 'brit milá' (circuncisión). La circuncisión conlleva, ante todo, el retiro del prepucio. Este tiene dos capas, una externa y otra interna. Existen por tanto dos etapas en la mitzvá de la circuncisión: 'milá' (literalmente "cortar" ), con lo cual se retira la capa externa del prepucio; y 'priá' (literalmente "revelando" ), que implica llevar para atrás la fina membrana interna para "revelar" la corona. La capa externa del prepucio representa una 'klipá' (cáscara) de materialidad irredimible y que debe ser totalmente rechazada y eliminada. La capa interna tiene connotaciones más sutiles, pero sigue siendo una 'klipá'. Las circuncisión judía no está completa sin ambas. Retirar el prepucio sin retraer la membrana fina para revelar la corona es como no haber hecho la circuncisión en absoluto (Ioré Deá 264:4). Al aplicar esto a Esaú y a Ishmael, vemos lo siguiente: Esaú representa la parte de la humanidad que no realiza ninguna clase de circuncisión. Esaú desdeña la circuncisión y todo lo que ella representa, no habiendo razón alguna para volverse a Dios. Ishmael, por el otro lado, realiza la circuncisión, pero sólo de modo parcial. Él retira la capa externa del prepucio, pero deja intacta la capa interna. Aplicando esto a la plegaria, Esaú representa esa parte de nosotros que no quiere retirar el prepucio del corazón, mientras que Ishmael representa esa parte en nosotros que trata, pero se detiene antes de completar el proceso. El Rabí Natán explica este concepto en términos de la "espada de doble filo" de la plegaria mencionada más arriba, y representada por Tiferet:

La persona debe tomar el camino equilibrado del centro. Debe aumentar constantemente sus esfuerzos en la plegaria, sabiendo que ninguno de sus ruegos es en vano; pero al mismo tiempo debe recordar que sin la bondad del Santo, bendito sea, será incapaz de alcanzar nada, a pesar de todos sus esfuerzos y devociones. Cuando hacemos nuestra parte, orando constantemente por la salvación, el Santo, bendito sea, hace ciertamente Su parte y en aras de Él Mismo nos agracia con Su bondad y nos redime. Para alcanzar este equilibrio se necesita la práctica de la caridad (la cualidad de Iaacov como en, "Justicia y 'Tzedaká' [caridad] en Iaacov" (Salmos 99:4). Es por esto que debemos dar caridad antes de orar. Al hacerlo, distribuimos abundancia a través de nuestros propios actos de caridad y esto nos permite elevar la calidad de nuestra plegarias. De la misma manera, nuestras plegarias unidas a la caridad Le dan al Santo, bendito sea, motivo y razón para responder nuestros ruegos y enviarnos la abundancia que buscamos (ver Likutey Halajot, Najalot 4:23). Iaacov, el progenitor de las doce tribus de Israel y la encarnación de la columna del centro, representa el sendero medio de la verdad que armoniza los dos extremos. Debemos seguir el sendero de Iaacov en nuestra oración y tener fe en que Dios ha escuchado y aceptado nuestras plegarias. Pero aun así debemos esforzarnos constantemente e intensificar nuestras plegarias pues siempre hay mucho más por lo cual debemos orar. El Rabí Natán explica que la verdad (Tiferet) es el principal catalizador que permite transformar todo lo potencial en existente, pues "la verdad permanece, pero no la mentira" (Shabat 104a). Si la persona se apega a la verdad, sus ideas terminarán por actualizarse y perdurarán. Sin la verdad, sus actos, aunque puedan llegar a fructificar, finalmente se volverán estériles (Likutey Halajot, Matna Shejiv Mera 2:4). Está claro que ante todo debemos buscar la verdad en todo lo que emprendamos. Entonces, cuando comencemos a formular nuestros pensamientos y tomar los pasos necesarios para llevarlos a la práctica, éstos podrán perdurar Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [[18.7] Netzaj Compilación realizada de diversas fuentes de Breslov, en especial "Anatomía del Alma" Por [email protected] El Tikuney Zohar describe las Diez Sefirot como un sistema unificado que Dios permea y dirige tal como el alma permea y dirige al cuerpo. Los "miembros" del "cuerpo cósmico" están ordenados de la siguiente manera: Jesed [bondad y amor] es el brazo derecho, Guevurá [restricción] es el brazo izquierdo y Tiferet [armonía] es el torso. Netzaj [dominio] y Hod [empatía] son los dos muslos y Iesod [cimiento; canal] es la extremidad del cuerpo, el signo del pacto sagrado. Maljut [reinado] es la boca [del santo pacto]. Es por tanto llamado Torá She be'alPé ["Torá de la boca" o "Torá Oral" ]. [Por sobre estos "miembros" está la "cabeza" en la cual] Jojmá [sabiduría] es el cerebro [derecho], el asiento del pensamiento y Biná [comprensión] es el cerebro [izquierdo] y el corazón, mediante el cual el corazón comprende. Respecto a estos, está escrito (Deuteronomio 29:28), "Los secretos pertenecen a Dios [correspondiendo a la Sefirá de Jojmá] nuestro Señor [correspondiendo a la Sefirá de Biná]" . Keter Elión [corona superna] es el Keter [corona] de Maljut [reinado], con respecto a la cual se ha dicho (Isaías 46:10), "Yo [Dios] declaro el final [Maljut] desde el principio [Keter]" . Todo el sistema de Olamot y Sefirot fue creado como un filtro de la Luz de Dios para permitir que el hombre pueda interactuar con Dios de manera segura, sin ser abrumado. Tal como el cuerpo humano enmascara la intensidad del alma, también las Sefirot enmascaran y ocultan la Luz de Dios.

Extendiéndose hacia abajo desde la extremidad inferior del torso, las piernas son los pilares que soportan el cuerpo y el principal medio de locomoción del hombre. En el plano espiritual, las piernas representan el límite inferior y más externo del hombre. Es mediante las piernas que el hombre se pone en contacto con el suelo físico. Al empujar con sus piernas contra la tierra, el hombre es capaz de levantarse y elevarse por encima de esa misma tierra. Las piernas corresponden a las Sefirot de Netzaj y Hod. Juntamente con el órgano sexual, que corresponde a Iesod, componen la tríada inferior de Sefirot. NeTZaJ viene de la raíz l'NaTZeaJ, que significa tener dominio o victoria. HoD significa esplendor, pero también está relacionado con el término HoDaá, admisión, y connota un estado de sumisión. Netzaj es una extensión de Jesed, el atributo de dar. Sólo aquél que tiene "control" sobre sí mismo es capaz de mostrar benevolencia hacia los demás. Hod es una manifestación de Guevurá, el rasgo de restricción. Ambos atributos son necesarios para lograr un equilibrio en la vida, pues uno debe saber no sólo cuándo refrenarse, sino también cuándo consentir con lo de los demás. Utilizando ambas "piernas" , uno puede avanzar, confiado en la "victoria" y en el éxito de su emprendimiento, al tiempo que lo equilibra con una saludable conciencia de que hay veces en que uno debe restringirse frente a fuerzas superiores a las propias. El Rebe Najmán enfatiza cuán importante es equilibrar estas dos fuerzas opuestas. En muchos lugares (ver por ejemplo Likutey Moharán I, 6:4) habla de ser experto en "ir y volver" . Esto se basa en la visión de Ezequiel (Ezequiel 1:14), "Las "Jaiot" iban y volvían, con la apariencia de un relámpago" . La capacidad de "ir" es necesaria en nuestro servicio a Dios, en esos momentos en los cuales deseamos "elevarnos al cielo" (Salmos 139:8). La capacidad de "volver" se requiere cuando nos vemos forzados a "hacer nuestro lecho en el infierno" (ibid.). Esto significa que si, por un lado, uno es digno de ascender a un cierto nivel, no debe quedarse allí. No importa dónde uno se encuentre, nunca debe estar satisfecho de su nivel. Uno es capaz de más, de modo que está obligado a desarrollar y utilizar esa capacidad. Esto es Netzaj. Esta es la capacidad necesaria para creer y saber que uno puede avanzar constantemente, cada vez más. Por otro lado, si uno debe caer, Dios no lo permita, entonces no importa cuán lejos o en qué abismos uno haya caído, incluso si se encuentra en los abismos mismos de la depravación, Dios no lo permita, nunca debe abandonar la esperanza. Suceda lo que suceda, es necesario buscar y apelar a Dios para que nos ayude. Es necesario fortalecerse como uno pueda, allí donde se encuentre. Dios puede ser hallado hasta en el más hondo de los abismos. También allí debes unirte a Él y no darte por vencido. Esto es Hod. Esta es la capacidad de volver, de encontrar a Dios incluso cuando te has visto forzado a "hacer tu lecho en el infierno" , aceptando, incluso en la más desfavorable de las circunstancias, Su Voluntad y sólo Su Voluntad. Tus piernas tienen una fuerza tremenda. Aprende a utilizarlas. Practica el mantenerte firmemente de pie. Cuando decidas avanzar, hazlo con convicción. Afírmate. Cuando debas detenerte y dejar el paso, hazlo sin dudas ni pesar. Dejar pasar implica comprender el secreto de la auto anulación. La pierna derecha corresponde a la auto afirmación y la pierna izquierda a la auto anulación. Caminar requiere de ambas. Cuando te afirmes, no dejes a Dios fuera. Cuando debas anularte, no te engañes pensando que eres inferior. Los más grandes Tzadikim conocieron el secreto de la auto anulación y en eso yace su misma grandeza. Incluso con respecto a Dios se dice que: Siempre que encuentres la mención de la grandeza de Dios y de Su omnipotencia, también encontrarás mención de Su humildad. Esta idea puede verse en la Torá, en los Profetas y en las Sagradas Escrituras.

Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [[19.8] Hod Compilación realizada de diversas fuentes de Breslov, en especial "Anatomía del Alma" . Por [email protected] El "Arbol Sefirótico de la Vida" se representa tradicionalmente en tres columnas: derecha, izquierda y centro. A la derecha, correspondientes al cerebro derecho, el brazo derecho y la pierna derecha respectivamente, se encuentran Jojmá, Jesed y Netzaj. A la izquierda, correspondientes al cerebro izquierdo, el brazo izquierdo y la pierna izquierda, están Biná, Guevurá y Hod. En el centro, correspondientes al bulbo raquídeo, la espina dorsal y los órganos sexuales están Keter, Tiferet, Iesod y Maljut. (La cuasi-Sefirá de Daat se incluye entre las Sefirot cuando Keter no está presente y viceversa). En la Kabalá, la "Derecha" representa el concepto de la irrestricta e incondicional Misericordia, Amor e Iluminación. La "Izquierda" representa el concepto de restricción y de un dar condicionado (dependiendo del recipiente y de su capacidad para recibir). El "Centro" representa el equilibrio sinergético óptimo de las dos polaridades. *Tal como fue citado en el articulo sobre Netzaj: Las piernas corresponden a las Sefirot de Netzaj y Hod. Juntamente con el órgano sexual, que corresponde a Iesod, componen la tríada inferior de Sefirot. HoD significa esplendor, pero también está relacionado con el término HoDaá, admisión, y connota un estado de sumisión. Netzaj es una extensión de Jesed, el atributo de dar. Sólo aquél que tiene "control" sobre sí mismo es capaz de mostrar benevolencia hacia los demás. Hod es una manifestación de Guevurá, el rasgo de restricción. Ambos atributos son necesarios para lograr un equilibrio en la vida, pues uno debe saber no sólo cuándo refrenarse, sino también cuándo consentir con lo de los demás. Utilizando ambas "piernas" , uno puede avanzar, confiado en la "victoria" y en el éxito de su emprendimiento, al tiempo que lo equilibra con una saludable conciencia de que hay veces en que uno debe restringirse frente a fuerzas superiores a las propias. Enseña el Ari que Hod, siendo el extremo más bajo del cuerpo por su lado izquierdo (que representa los juicios), es el lugar de donde surge el potencial para el mal. Es por esta razón que cuando Iaacov luchó con el ángel guardián de Esaú, éste lo golpeó en el muslo izquierdo, indicando un debilitamiento de la capacidad de Iaacov para luchar contra el mal durante el exilio (ver Génesis 32:26; Julin 91a). Como hemos visto, las piernas y los pies representan el extremo más bajo al cual puede llegar un hombre y, como tal, su contacto continuo con el mundo material. La existencia espiritual es llamada "vida" , mientras que el dedicarse solamente a lo material lleva a la insensibilidad y a la muerte espiritual. Así enseña el Rebe Najmán que los pies, representando Maljut, son los más cercanos al lado de la muerte, al ámbito del "Otro Lado" , como dice el versículo (Proverbios 5:5), "Sus pies descienden a la muerte" . Por tanto, aquél que ha dañado los "pies" no sólo se une a una existencia material, sino que de hecho le entrega su fuerza espiritual al Otro Lado y permite que las fuerzas del mal se nutran a través suyo (Likutey Moharán I, 67:4), que Dios nos salve. Enseña el Rebe Najmán que todo el mundo físico es comparable a los "pies" , la extremidad inferior de los universos de santidad. Este es el significado de (Isaías 66:1), "La tierra es Mi escabel" . Es posible encontrar a Dios en todas partes, incluso en el más mundano de los ambientes. Sin embargo, la santidad que se encuentra en los niveles más bajos no tiene el poder ni cercanamente parecido al de aquélla que puede hallarse en los niveles superiores. Más aún, una intensa exposición al mundo material puede absorber a la persona, alejándola de la misma santidad que está buscando. Por tanto el Rebe Najmán recomienda decididamente buscar a Dios a través del estudio de la Torá y de la plegaria, en lugar de tener que descender a los niveles más bajos para poder cumplir con nuestra búsqueda espiritual (ver Likutey Moharán I, 54:2).

Caminando Erguido Enseña el Rebe Najmán: Para ser capaz de andar por la senda del arrepentimiento (Teshuvá) uno debe conocer la Halajá, los Códigos (Likutey Moharán I, 6:4). La palabra hebrea para caminar es HaLiJÁ, relacionada con la palabra bHaLaJÁ, que designa los Códigos de la Ley. Dado que la palabra para "caminar" es similar a la utilizada para designar los Códigos, podemos deducir que el conocimiento de los Códigos es aquel conocimiento necesario para andar con éxito por el sendero de la vida. Los Códigos indican aquello que está permitido (refiriéndose a la Sefirá de Netzaj, pues ellos nos instruyen sobre cuándo y cómo avanzar) y lo que está prohibido (refiriéndose a Hod, pues nos instruyen con respecto a cuándo detenernos y no avanzar). Tal conocimiento "trae paz" a un corazón dividido (ver Likutey Moharán I, 62:2). Saber qué hacer en una situación dada crea una actitud segura y saludable (cimiento o Iesod) frente a la vida. También enseña el Rebe Najmán que la plegaria corresponde a los pies (Likutey Moharán I, 55:5). Orar a Dios constituye el reconocimiento de Su dominio, y ésta es la esencia de "pararse con firmeza" . Más aún, el temor corresponde a los pies, como en (Eclesiastés 12:13), "El final de todo... es temer a Dios" . El temor es el "final" , que indica los niveles más bajos. Uno debe comenzar la búsqueda espiritual con "un pie firme" , con temor a Dios. Cuando los "pies" son "firmes" (cuando el temor a Dios está presente), ellos crean un canal a través del cual es posible recibir la abundancia proveniente de Dios. * Aclaración de la editora Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [20.9] Iesod Compilación realizada de diversas fuentes de Breslov, en especial "Anatomía del Alma" . Por [email protected] El Ari habla de Or Iashar(Luz Directa) y de Or Jozer (Luz Refleja). Dios nos envía la abundancia que nos sustenta. Con ella vivimos y somos capaces de realizar buenas acciones. De manera recíproca, estas buenas acciones Le dan a Dios un cierto placer. Como un padre y una madre, Dios se alegra cuando Sus hijos "crecen" y se vuelven capaces de Imitarlo. Este es el najes (placer) que Él recibe de nuestras buenas acciones. Cuando buscamos emular a Dios, ello es considerado como si Le hubiésemos dado algo en retorno. Enseña el Rebe Najmán: El benefactor corresponde al aspecto masculino, mientras que el beneficiario corresponde al aspecto femenino. Aquél que da corresponde al hombre. Aquél que recibe corresponde a la mujer. Este principio se aplica a todos los Universos y a todos los niveles. Incluso el Santo, bendito sea, cuando recibe placer del cumplimiento de una buena acción por parte de Sus creaciones, es considerado, si así pudiera decirse, un Beneficiario, reflejando el Aspecto Femenino (Likutey Moharán I, 73:2). Este concepto puede ser visto en términos de la interacción del hombre con Dios a través de las Diez Sefirot: la abundancia de Dios se expande desde Arriba, a lo largo del sendero de las Sefirot, a través de Iesod y hasta Maljut. Maljut es la más baja de las Sefirot y el punto a través del cual el hombre puede llegar a reconocer y servir a Dios. Aceptar el Reinado de Dios es el primer paso para acercarse a Él. De modo que inicialmente es a través de la Sefirá de Maljut que interactuamos y establecemos una relación fundamental con Dios. (Recordemos que Maljut corresponde a lo femenino pues se basa en el rol de aceptacióndel yugo del Reinado de Dios). Sólo luego de haber aceptado el yugo de Su Maljut (Reinado) es

posible comenzar a relacionarse con Iesod como el puente hacia los ámbitos superiores. Así como Dios siente placer al enviarnos Su abundancia, también recibe placer de Sus criaturas cuando éstas avanzan hacia niveles superiores en el reconocimiento y servicio a Dios. La Sefirá de Iesod corresponde al brit, el órgano reproductor masculino; en la Kabalá, Iesod es llamado Jai Olamim- la "Vida de los Mundos" (Zohar I, 193b). "Vida" , pues por un lado sirve al propósito y a la esencia misma de la vida y por otro, porque se dice que está "vivo" , es decir, es un instrumento para dar la vida; "Mundos" , porque Iesod actúa como un catalizador, permitiendo la interacción entre los Mundos Superiores y este mundo (Maljut). Así como la Sefirá de Iesod transfiere shefa desde las Sefirot superiores hacia la Sefirá de Maljut, Iesod es también el punto de retorno desde donde Maljut, habiendo derivado su fuerza vital y abundancia desde Arriba, puede devolver a Dios el placer de Sus criaturas al servirLo. "Iesod representa así uno de los más grandes placeres humanos. Es el tipo de placer que incluye los niveles más profundos de la mente humana. El placer puede ser bueno o malo, pues puede llevar hacia una u otra dirección" (Innerspace, p.69). Si el nivel de Iesod de la persona es de santidad, la llevará a buscar niveles más elevados de Divinidad. Trabajo Espiritual > Aprehendiendo las Sefirot [20.9] Iesod Compilación realizada de diversas fuentes de Breslov, en especial "Anatomía del Alma" . Por [email protected] El Ari habla de Or Iashar(Luz Directa) y de Or Jozer (Luz Refleja). Dios nos envía la abundancia que nos sustenta. Con ella vivimos y somos capaces de realizar buenas acciones. De manera recíproca, estas buenas acciones Le dan a Dios un cierto placer. Como un padre y una madre, Dios se alegra cuando Sus hijos "crecen" y se vuelven capaces de Imitarlo. Este es el najes (placer) que Él recibe de nuestras buenas acciones. Cuando buscamos emular a Dios, ello es considerado como si Le hubiésemos dado algo en retorno. Enseña el Rebe Najmán: El benefactor corresponde al aspecto masculino, mientras que el beneficiario corresponde al aspecto femenino. Aquél que da corresponde al hombre. Aquél que recibe corresponde a la mujer. Este principio se aplica a todos los Universos y a todos los niveles. Incluso el Santo, bendito sea, cuando recibe placer del cumplimiento de una buena acción por parte de Sus creaciones, es considerado, si así pudiera decirse, un Beneficiario, reflejando el Aspecto Femenino (Likutey Moharán I, 73:2). Este concepto puede ser visto en términos de la interacción del hombre con Dios a través de las Diez Sefirot: la abundancia de Dios se expande desde Arriba, a lo largo del sendero de las Sefirot, a través de Iesod y hasta Maljut. Maljut es la más baja de las Sefirot y el punto a través del cual el hombre puede llegar a reconocer y servir a Dios. Aceptar el Reinado de Dios es el primer paso para acercarse a Él. De modo que inicialmente es a través de la Sefirá de Maljut que interactuamos y establecemos una relación fundamental con Dios. (Recordemos que Maljut corresponde a lo femenino pues se basa en el rol de aceptacióndel yugo del Reinado de Dios). Sólo luego de haber aceptado el yugo de Su Maljut (Reinado) es posible comenzar a relacionarse con Iesod como el puente hacia los ámbitos superiores. Así como Dios siente placer al enviarnos Su abundancia, también recibe placer de Sus criaturas cuando éstas avanzan hacia niveles superiores en el reconocimiento y servicio a Dios. La Sefirá de Iesod corresponde al brit, el órgano reproductor masculino; en la Kabalá, Iesod es llamado Jai Olamim- la "Vida de los Mundos" (Zohar I, 193b). "Vida" , pues por un lado sirve al propósito y a la esencia misma de la vida y por otro, porque se dice que está "vivo" , es decir, es un instrumento para dar la vida; "Mundos" , porque Iesod actúa como un catalizador, permitiendo la interacción entre los Mundos Superiores y

este mundo (Maljut). Así como la Sefirá de Iesod transfiere shefa desde las Sefirot superiores hacia la Sefirá de Maljut, Iesod es también el punto de retorno desde donde Maljut, habiendo derivado su fuerza vital y abundancia desde Arriba, puede devolver a Dios el placer de Sus criaturas al servirLo. "Iesod representa así uno de los más grandes placeres humanos. Es el tipo de placer que incluye los niveles más profundos de la mente humana. El placer puede ser bueno o malo, pues puede llevar hacia una u otra dirección" (Innerspace, p.69). Si el nivel de Iesod de la persona es de santidad, la llevará a buscar niveles más elevados de Divinidad. ¿Por qué la Kabbalah hoy? (texto extraido de la conferencia de Simcha Benyosef en New York. Mayo 2001) La gente esta comprendiendo la importancia de la Kabbalah para alcanzar los estados elevados de conciencia que ellos desean y estan buscando formas de adquirir esa sabiduria. El problema es que ciertas mentes comerciales han sintonizado con este anhelo del alma y estan usando, o mejor dicho malgastando Kabbalah para vender pseudo elevaciones, prometiendo gratificacion instantanea a cambio de un precio. De alguna forma, es comprensible como uno es capaz de pensar que cualquier precio material es barato respecto de lo que representa el esfuerzo por llenar nuestro vacio con conciencia Divina y lo que eso nos costaria, ya que lo que se pide de nosotros no es sencillo. Debemos tener en mente que el estado elevado de conciencia que nosotros estamos persiguiendo no es un estado alterado. La persona efectivamente se convierte en vehiculo para servir de morada a la Divina Presencia! Es verdad que esto no llega facilmente, y cuando sucede es dificil mantenerlo. Pero si una persona quiere ganar una Marathon , no se sorprenderia si le dicen que hay un camino para lograrlo sin todo el esfuerzo de entrenamiento, simplemente corriendo alrededor de la manzana? En lo subsiguiente examinare varios ejemplos para mostrarles que significa decir que Kabbalah es la dimension interior de la Tora. Comenzare clarificando dos terminos tal como son enseñados desde la Kabbalah: Alma y Reencarnacion. "…El alma es una entidad espiritual integrada compuesta de cierto numero de chispas de santidad cubiertas por una vestidura eterea, que es el tselem-imagen, tambien conocida como cuerpo astral.[1] Este tselem es llamado la medida de los dias de una persona, porque el/ella tienen tantos dias de vida como chispas contiene el alma. Algunas de esas chispas tienen lo que nosotros llamamos fuerzas del otro lado (fuerzas externas) adheridas a ellas. Cada dia que la persona observa preceptos Divinos, rectifica la chispa particular correspondiente a ese dia, pero en el dia que no lo hace, la chispa permanece defectuosa (flawed). De esta manera, el proposito de el hombre que descendio a este mundo es desprender la chispa sagrada del dominio de las fuerzas externas mediante la observacion de los preceptos. Cuando la persona cumple la voluntad Divina cada dia, la chispa de ese dia asciende para reunirse con la gran totalidad de la estructura espiritual de su alma, que comprende la colectividad de chispas que fueron rectificadas en otras vidas y que aguarda en lo alto a que termine de rectificar todas las chispas que pertenecen a su alma. Despues de la muerte, el tselem-imagen asciende a lo alto, y se recubre dentro de otra vestidura espiritual de una naturaleza aun mas elevada, pero esto sucede solo cuando la persona ha completado la rectificacion del numero completo de chispas. A continuacion presentare la definicion de "alma" contenida en el prefacio de Living the Kabbalah [2] : "Segun las enseñanzas de la Kabbalah, el alma no es simplemente una fuerza espiritual recubierta por el cuerpo, al cual le infunde vida. Existen niveles superiores del alma que existen mas alla del cuerpo. El alma de un hombre es una estructura espiritual completa, cuyo punto mas alto esta vinculado a D-os. Cada nivel del alma se corresponde a diferentes estados mentales a traves de los cuales uno se apega concientemente al Creador con cada aspecto del ser. Estos estados ocurren principalmente durante las oraciones. La serie formal de plegarias constituyen una escalera que guia ascendentemente hacia un estado expandido de conciencia en el cual el hombre se vincula al Altisimo en una union del alma."

Notas: 1- Etz Jaim, Shaar Hakavanot, 6:1. Cita del Rab Daniel Frish en su comentario del Zohar, Matok Midevash, Vayeji, p 224a. Publicado por Rab B. Dadkal, 225 Division Ave. Brooklyn N.Y. 1211, 1993-2000 2- Cita del Prefacio de Living the Kabbalah, escrito por Simcha Benyosef, Editorial Continnum, NY. Escrito en ingles Desde Jerusalem… Una Aproximación a la Kabalah… En algunos ambitos de estudio de la kabbalah se habla de este mundo como un mundo de causa y efecto, donde lo que vemos representa el 1% de la verdadera realidad. Como podemos relacionarnos con el mundo de esta forma? La manera mas apropiada de observar el mundo, segun la kabalah, es pensar que este mundo representa el todo, no que representa una parte sino que representa el 100%. Lo que sucede es que este mundo está conectado con otros aspectos de la realidad, y está conectado por medio de lo que en la kabalah se denomina 'halvasha', interconexion de todos los mundos. Pero en efecto este mundo no es un mundo que es un poquito de lo que hay arriba, sino que todo lo que existe, toda la consecuencia de los mundos primarios que D-os creo, las 974 generaciones de la Creación que D-os creó y destruyó, todo eso, todos los restos de esto, estan manifestados en este mundo. O sea que nuestro mundo es la manifestación de todo lo que D-os habia creado desde que El empezo a crear. La Creacion es para D-os la manera en la que El se manifiesta. Entonces no podemos decir que el se manifiesta un poco, el problema es que nosotros no podemos ver la conexion, a causa de nuestro bajo estado espiritual, pero nuestra meta es reconectar este mundo con todo lo que El habia Creado anteriormente, y este es el concepto de Tikun: rectificacion. Es por medio de la rectificacion que nosotros hacemos en este mundo que podemos reconectar todo lo que D-os habia creado desde la perspectiva de Su voluntad de la Creación. Por ejemplo Adam Ha Rishon (El primer hombre) es una consecuencia de las 974 generaciones que existieron anteriormente. En el Talmud está escrito que D-os creó el mundo y lo destruyo varias veces, y la razón de porque los destruyó es porque al principio D-os creo sólo a través del aspecto de Din-justicia, y esto no dio los resultados que el quería, es por eso que los destruyó. La destrucción de estos mundos no quiere decir que D-s se haya equivocado, sino que todo forma parte del proceso total de Creación. Entonces cuando Creó el mundo a traves de los 6 días de la Creación que conocemos en la Biblia en el libro de Génesis, el proceso comenzó de nuevo, pero esta vez no solo con Din-justicia estricta sino con Hesed-misericordia. La verdad es que hubiera sido mejor desde una perspectiva, que lo que creó por Din-justicia estricta, hubiera tenido éxito, pero no lo tuvo. Pero hay otro concepto, todo el proceso de Creacion de D-os es para el bien del propósito de la Creación, el no crea y destruye porque quiere castigar. Todo el concepto de castigo es un proceso de rectificación del hombre, por ejemplo el Rab Yehuda Fedaya, (kabalista del siglo XX) en el libro Minjat Yehuda trae que el hacía rectificaciones, la gente iba a el con problemas que tenían en sus vidas a causa de los pecados que habían cometido, y entonces por medio de rectificaciones kabalísticas el rectificaba el alma de la persona para que cuando muriese no tuviera que sufrir tanto en el purgatorio. Entonces, a una de las personas que el había rectificado le pidió que despues de que muriera, volviera en sueño y le dijera si lo que él estaba haciendo estaba bien o no, ya que ' a lo mejor lo que estoy haciendo no es la Voluntad Divina' entonces la persona murió, y le dijo: 'lo que usted esta haciendo es la Voluntad Divina' porque la Voluntad de D-os no es castigar por el hecho de castigar si, usted puede rectificar en este mundo mejor es porque no hay que hacerlo despues. El concepto de onesh-castigo no es como un padre que da una paliza a su hijo porque hizo algo que no debía, para que no lo repita, el concepto de castigo es para causar un sufrimiento para que a traves del sufrimiento el pecado sea rectificado.

Es lo mismo con cualquier clase de dificultades que el hombre tenga en la vida, no son para castigar sino con la meta de rectificar a la persona, el ejemplo que se usa es el ej. Del refinamiento de metales. El metal se refina una y otra vez hasta que salga puro. Esa es la meta del sufrimiento. Nos purificamos con el objetivo de acercarnos. La purificación tiene por meta poder reunir nuestras almas a su orígen, porque a traves de muchos pecados que el hombre hace, en especial los pecados sexuales, hay alrededor del hombre impedimentos, que le prohiben reunirse a su orígen. Estos impedimentos son como cáscaras-klipot que nos impiden percibir la unidad de D-os en este mundo. Y las cáscaras tratan de sacar la vida del hombre para sus propios fines. El ejemplo en la literatura europea es Drácula, que es un ser casi humano, que durante la noche, que es el tiempo en que la mayoría de las almas vuelven a su orígen cuando duermen, entonces el se convierte en vampiro y saca la sangre de los cuerpos. La razón por la cual saca sangre de los cuerpos es, porque de lo contrario no puede vivir, él saca la vida de la persona para poder vivir. Entonces, es como el ser humano, está siempre rodeado de 'dráculas', la idea de base es que se trata de un ser ajeno que saca la vida de la persona para sus propios fines. No podemos decir que este es un mundo de causa y efecto porque eso implica que ambas están en el mismo nivel, o sea que es cierto que si uno hace ciertas cosas, por ej si uno transgrede sexualmente es evidente que las consecuencias de estos actos en la vida de la persona son muy graves. Pero no se perciben como consecuencias a causa del estado espiritual tan bajo de las personas; cuanto mas alto es el estado espiritual de la persona mas el percibe las consecuencias. Si la persona es un tzadik (justo y piadoso), o tiene un nivel espiritual muy alto, tiene mucho temor a D-os, y el temor es a causa de las consecuencias que sus actos, incluso los más pequeños que no sean de acuerdo a la Voluntad Divina, pueden a traer a su vida. Toda la humanidad siente que D-os y el mundo son uno, si se puede decir de una manera..lo que sucede es que cuando vivimos nuestra vida normal, nuestra vida urbana, en que todo aparece como 'desconectado', en la casa en la que vivimos las cosas no funcionan siempre como deberían funcionar, y uno baja a la calle y tampoco funciona como debería, y la calle es distinta al departamento, y entonces tiene que viajar al trabajo, y el trabajo es distinto a la vida que tiene en la casa, y distinto de la vida en la calle, entonces hay una serie de desconecciones y más desconecciones…todo está desconectado, y es por esto que mucha gente le gusta tomar vacaciones en el campo, porque estando en el campo, en la naturaleza no siente la aparente desconección de la misma manera; siente que todo es uno, entonces esa persona 'vuelve nueva' a su casa, y ¿por qué?..hay que entender que en el campo tambien hay multiplicidad y desconexión, las hojas son diferentes entre si, y distintas de los troncos, y etc..pero la percepción que uno tiene allí es distinta, uno tiene tendencia a ver la totalidad de las cosas, no la particularidad de una cosa separada de la otra. Y es por esto que la persona estudia Tora, porque a través de estudiar Torá y el esfuerzo que esto implica, la meta es tratar de romper las cáscaras y llegar a un lugar donde puedo ver la unidad de las cosas. La dificultad de estudiar Torá es que, al principio uno no ve la unidad, nuevamente todo aparece desconectado, y es entonces que una persona tiene que tener la emuná-fe que a través de la entrega al estudio, la unidad vendrá, y eso sucede poco a poco, nada se revela de golpe, la revelación es gradual e inplica esfuerzo, y el acto de estudiar es una demostración del amor de D-os y del amor de la humanidad, ahora si uno estudia con la intención de demostrar que es más inteligente que su vecino entonces no sólo que no está realizando su meta sino que está convirtiendo la Torá en un veneno para su vida. ¿Por qué hay tanta dificultad para aceptar el estudio de la dimensión interior de la Torá-la kabalah cuando eso nos permitiría acceder más directamente a la percepción de la unidad? Depende. Kabalah es una palabra demasiado amplia, y tiene muchos significados. Ahora uno no puede estudiar cosas que pertenecen a la intimidad de D-os con Su Creación si uno no está dispuesto a modificar su vida de manera tal de vivir una vida de rectitud sobre todo rectitud sexual. Un sabio americano que escribió un libro 'el asiento del alma' el trata de describir como la tarea básica del hombre es hacer de su vida concretamente un

asiento para su alma. Ahora bien, si la persona no está dispuesto a controlar sus apetitos, instintos y comer como corresponde, llevar una vida sexual correcta entonces ¿qué es lo que está haciendo? La familia Abujazira, una familia de gente santa, tienen una gran cualidad, la vigilancia de su mirada, esto quiere decir que ellos no miran lo que no tienen que mirar. No miran mujeres, no miran peleas, no ven la basura que hay en la televisión sólo tratan de emplear sus ojos para la mirada interior y el estudio de la Torá; efectivamente todos pueden alcanzar un nivel de este cuidado, o sea, cuando se nos presenta algo que puede elevar los deseos sexuales o elevar el rencor es mejor desviar la mirad y no ver. La satisfacción que se obtiene a través de la mirada es un pecado muy grande poque representa que no puede controlar porque eleva la parte más animal que es la parte que efectivamente debemos dominar. El Gaón de Vilna dijo que la unica razón por la cual se creó el hombre es para cambiar su naturaleza, entonces cada persona es creada con sus particularidades y la meta es cambiar la naturaleza. Hay una gente que se crea con naturaleza muy bondadosa, otros rencorosos, con deseos materiales, en ambos casos la meta es transformar la naturaleza básica. Por ejmplo Abraham, nuestro Padre, decimos que recordamos a Abraham porque controló su deseo de Merced-Jesed. Su naturaleza hubiera sido sentir compasión por su hijo Izjak, y dominar esta compasión que tenía por su hijo con el propósito de servir a D-os, es lo que nos hace recordarlo, porque si el pudo hacer esto, entonces D-os puede hacer lo mismo hacia nosotros. Y esto es así porque es la unica manera en la que nosotros podemos actuar como seres independientes, o sea, recibir lo que nosotros no hicimos por nuestros propios medios, en el lenguaje de la Torá se llama Pan de la Verguenza. De la misma manera que un hombre tiene satisfacción de trabajar y llevar el pan a su casa por el trabajo que hizo, de la misma manera D-os quiere que nosotros merezcamos Su Bondad. Una persona que nace con un caracter malo tiene que agradecer a D-os por este caracter malo, porque cualquier cosa que él haga por cambiar su carácter será el medio por el cual él merezca recibir la luz Divina , y efectivamente todos los sufrimientos que uno pasa en la vida tienen esta meta. Es como un apoyo que D-os dá al hombre para cumplir con su propósito. El libre albedrío del hombre no está en todo. Un hombre que nació con un cuerpo defectuoso no puede tener el libre albedrío de ser un atleta, el libre albedrío consiste en cambiar su naturaleza, y esto, todo el mundo tiene posibilidades de hacerlo. Todos llegamos a un punto en la vida que sabemos que es crucial para nosotros mismos, es ahí donde está nuestro trabajo, nuestra tarea en el mundo, y no todos tenemos la misma tarea. Tenemos que comprender que todo es una serie de contradiciones, de opuestos, y la tarea del hombre consiste en aceptar estos opuestos y entender que todo proviene de la misma fuente. Hay una historia de un hombre que estaba sufriendo enormemente, tenía todo tipo de dificultades, economicas, familiares, etc.. entonces se presentó delante de su Rab, y el Rab le dijo: hay una sola persona que puede ayudarte, ¿por qué no le vas a ver? Entonces este hombre fue a ver al Rab Susha , y este le preguntó: ¿por qué vienes a verme a mi?, el hombre le respondió porque mi Rab me dijo que usted me iba a explicar porque hay tanto mal en el mundo, ¿por qué hay tanto sufrimiento?..entonces el Rab Susha que era una persona que no tenía dinero, no tenía hijos , no tenía nada, le contestó:..yo no entiendo porque su Rab lo mandó a verme a mi, porque yo nunca tuve un día malo en mi vida. Esto nos muestra como todo, absolutamente todo depende de la conciencia de la persona. Toda la vida de la persona tiene por tarea elevar el nivel de su conciencia de la realidad Divina, o, dicho de otra forma, adquirir nuevos niveles de conciencia. El punto más importante que impide a la persona elevar su conciencia es no querer tratar de cambiar su naturaleza. Y no se cambia su naturaleza borrando su naturaleza, o echándola por la basura o viviendo una vida ascética. Se cambia la naturaleza tratando de atraer hacia uno mismo la conciencia de la unidad de D-os. Cuanto más la persona intenta unirse a la conciencia Divina, más facilmente puede cambiar su naturaleza porque entonces no es que controla su rencor, o se muerde la lengua para no hablar sino que se da cuenta cuanto mal el rencor le hace a sí mismo y hasta que punto el rencor lo aleja de su fuente más alta, ya que esencialemnte el rencor nos trata de convencer de que: 'yo' tengo la razón, y no la otra persona , o que 'yo' tengo control de mi vida, y entonces guardo rencor porque siento que, en esta situación específica, no tengo control de mi vida.

En hebreo la palabra para ego es ani y ain, que es la nada, tienen las mismas letras. Y la meta del hombre es unificar el yo con la nada, el ani con el ain. Y este es el concepto de Bitul: entrega. La entrega no es nulificar el ego, sino entregarlo. Ambas cosas deben coexistir. La manera de entregarse no es por ejemplo a través de la meditación, ya que uno puede meditar y ser una persona muy egoista. La idea de klipá (cáscara) es sólo algo que esconde la kedushá-santidad. No se puede llegar a la luz Divina de manera directa. No hay luz Divina que no esté transmitida a través de una klipá. Por ejemplo la Creación de este mundo, el mundo del Génesis, es una klipá respecto de la kedushá que hubo antes de la Creación. Nuestra tarea es revelar la luz que se esconde detrás de la cáscara, siempre hay cáscara . En el mundo venidero, y con el Mashiaj, la cáscara y la fruta, la oscuridad y la luz serán una sola, pero en nuetra vida no hay esta unificación naturalmente. Aquí las cosas se presentan como cuando una mujer está preparando Shabbat y pela las papas y las batatas, saca todas las cáscaras, eso es lo que estamos haciendo en esta vida; lo hacemos en todos los órdenes, no sólo en el comer. No existe cosa en este mundo que no tenga algo de santidad/kedushá. Y no hay santidad que no esté rodeada de 'mal' o klipá. Si los malos sentimientos, aquellos que nos separan de los otrso, el egoísmo, etc.. están enraizados en el corazón de las personas…como podremos transformarlos? Cambiando o dominando la naturaleza con el fín de adquirir una conciencia Divina más alta. A través del estudio de la Torá. Y esto es muy dificil de lograrlo solos ya que hay muchos libros que estudiar; pero tambien es dificil encontrar un Rab con quien aprender. Pero uno debe hacer todo lo posible por hallar con quien estudiar, y debemos estar abiertos al proceso de aprender e integrar aquello que aprendemos a nuestra propia vida, de lo contrario, si no podemos hacerlo, debemos rezar y pedir la ayuda de D-os. No hay Rab que no pase parte de su día pidiendo a D-os que le ayude a integrar aquello que estudió. Se escucha decir que hay personas que quieren estudiar kabalah para 'controlar sus vidas', pero es un absurdo. Cuanto más uno se abandona a lo que D-os le quiere dar, entonces más uno recibe. Si en cambio, uno define que esto es lo que quiere recibir y no lo otro ..está perdido. ¿Quién es rico? Aquel que es feliz con su parte! EL FORTALECIMIENTO DE LA FE POR MEDIO DE LA INMORTALIDAD DEL ALMA (extraído del libro "Cuerpo y Alma, por Rab Yoel Shwartz, (c) Edit. Jerusalem de México) "Este mundo se asemeja a una cueva en el desierto que está debajo de la tierra. El que se halle dentro de esta cueva se imaginará que no existe otro mundo más que ese, ya que no verá lo que hay afuera. Pero si saliera de ella, vería que hay tierras extensas, los cielos, los océanos, además de los astros y las estrellas. De la misma forma el hombre, al estar en este mundo, piensa que no existe otro mundo más. Pero si pudiera salir de él se daría cuenta de la amplitud del Mundo Venidero y el esplendor de su grandeza" ("Sefer HaYashar" del rabino Zerajia HaYevani, también atribuido a Rabenu Tam, captulo12). El insigne rabino Yejiel Mijal Ticochinsky escribi lo siguiente: "Nuestra vida sobre la tierra, la cual lo hace pasar del vientre de la madre al vientre de la tierra, junto con todos los demás seres vivos, y de la cual ha sido tomado y a la cual regresará, no es sino un puente que conecta dos tipos de vida fundamentales que se encuentran en los extremos de nuestra existencia: el pasado y el futuro. Bien que ambos son fundamentales y completamente distintos uno de otro, el pasado ya esta determinado, mientras que

el futuro es libre y únicamente será afectado por la naturaleza de lo que el hombre haya hecho en este mundo con su voluntad propia. "El puente que une estos dos extremos es lo que denominamos 'la vida'; la salida del vientre materno, 'el nacimiento', y el retorno a la tierra, 'la muerte'. En razón a que durante el trancurso de su vida el hombre no experimenta sino su vida inmediata y no alcanza la auténtica vida espiritual sino por medio de sus funciones fsicas, no tiene noción de su pasado ni idea alguna de lo que le depara el futuro. "Si, estando en las entrañas de su madre con la cabeza entre las piernas, la boca cerrada y comiendo a través de su ombligo, el hombre tuviese el grado de desarrollo que poseen los seres humanos en la tierra, no hay duda alguna de que concebiría la totalidad del mundo como la cavidad del vientre. No podría ser capaz de concebir la existencia de un mundo más grande que el de la cavidad del vientre. Por otra parte, el tiempo de su estadía en este mundo sin duda alguna que lo consideraría como un periodo de tiempo muy largo, especialmente debido a que estaría lejos de los problemas de la vida. Si dos hermanos gemelos se preguntasen entre sí qué es lo que les espera al salir del vientre, no tendrían ningún modo de imaginarse lo que les acontecería aquí en la tierra. "Si nos imaginamos que uno de estos gemelos cree en la tradición religiosa que habla acerca de la vida futura, mientras que su hermano es una persona secular que no cree más que en lo que su propio intelecto es capaz de comprender y, por lo tanto, no cree más que en este mundo, sin duda alguna que ambos se disputarían entre sí y sostendrían altercados ideolgicos acerca de su visión futura, no menores que los que tenemos nosotros entre el creyente que afirma que el alma no se aniquila y entre el descredo, quien se imagina que el hombre no posee más que su vida inmediata. Cuando el gemelo que crea en la tradición le diga al hermano que al salir del vientre nacerán en una vida nueva y más amplia, y le relata todo lo que ha recibido por tradición, que comerán con la boca y verán de lejos por medio de sus ojos, que oyerán gracias a los oídos, que sus piernas serán extendidas, así como que marchando en posición erecta podrán viajar a las partes más alejadas del globo terrestre, en donde habrá mares y ríos, plantas que crecen, y que por encima de la tierra habrá un firmamento lleno de estrellas y planetas, etc., acaso el otro gemelo -quien no cree sino en lo que su propia mente puede concebir- se reirá de su hermano "ingenuo" por contar acerca de cosas que no tendrán un mañana y le dirá: 'Sólo un ingenuo podría creer en toda esa sarta de tonterías que el intelecto no es capaz de comprender'? Y entre más su hermano prosiga relatándole acerca de la multitud de cosas que verán en ese mundo, más el se burlará de él el hermano secular. "'Y según tí, hermano secular', preguntará el hermano creyente, 'qué es lo que nos espera al salir del vientre?' Su hermano responderá: 'Pero si es claro y evidente! Cuando se abra la cavidad que forma nuestro mundo y seamos desarrarigados de aquí, de este lugar en el cual comemos y bebemos alimentos ya preparados, caeremos en un abismo del cual ya no regresaremos y en el cual seremos exterminados.' Todavía hablando, se abrirá el vientre de su madre y el gemelo "ingenuo" se deslizará y caerá al exterior. Su hermano secular permanecerá en el vientre, aterrorizado de la "desgracia" que le ha ocurrido a su hermano y se lamenterá amargamente por él, diciendo: 'Pobre hermano mío! dónde estás?' Tu ingenuidad y tu fé únicamente preguntaba por los dolores del parto; ello te enturbiaron el entendimiento y por eso no te esforzaste en agarrarte fuertemente para no caer en el abismo.' Lamentándose por la pérdida de su hermano, llegará a sus oídos la voz de llanto de su hermano caído precipitadamente del vientre y se lamentará aún más por sus gemidos y dirá: 'Sin duda que éste es el último suspiro de su alma al salir de él.' En ese momento, mientras que, por un lado, en el vientre, hay lamentos y gemidos por la "muerte" del hermano, en otro lugar los padres y los parientes exaltan de alegría y exclaman: 'Felicidades, felicidades! Nos ha nacido un niño! Si hay una gran diferencia entre el mundo del vientre y nuestro mundo, entonces la diferencia que hay entre este mundo y el Mundo Venidero -en donde el alma se encontrar al salir de sus límites terrenales- es infinitamente mayor. La vida en el vientre de la madre constituye un umbral que conduce al mundo inferior y limitado que conocemos, mientras que la vida en la tierra es, a su vez, un umbral que desemboca en el mundo superior que no conoce límites." Nos resulta difcil comprender la noción de espiritualidad pura, y con mayor razón el placer espiritual del Mundo Venidero, ya que estamos completamente compenetrados de lo material y miramos todo con la perspectiva material de este mundo. No obstante, podemos darnos una idea de ello en el anhelo de honor. El honor es lo más valioso que existe a los ojos del ser humano, como afirmó el autor del libro "Mesilat Yesharim": "El deseo de honor es muy poderoso, ya que al hombre le sería posible vencer sus ansias de dinero y de los demás placeres si no fuese porque su anhelo de honor se lo impide" (final del captulo 11). El honor no cura

enfermedades ni tampoco sacia el hambre, pero a pesar de ello es sumamente valioso para el hombre. Al ser humano le resulta muy difcil sufrir una injuria y muchos han sido los individuos que se han suicidado por la verguenza, aun cuando no hayan sufrido ningn perjuicio ni en sus cuerpos ni en sus propiedades, sino únicamente en su buen nombre. Unicamente en razón de la verguenza que sienten ya no pueden continuar viviendo y prefieren la muerte a la vida a tal grado que llegan incluso a cometer este acto tan terrible. Y qué es el honor? Algo completamente espiritual: es el reconocimiento de la personalidad y el valor intrnseco del hombre en el mundo. Su fuente se localiza en el alma (consultar al respecto el libro "Nishmat Jayim", Discurso 1, captulo 9, en donde se citan varios versículos bíblicos que aluden al alma con el apelativo de "honor") y su propósito no es otro sino la plenitud de la personalidad, sólo que ha sido falsificado por los hombres y desvalorizado por unas fichas de juego. Pero si nosotros somos capaces de reconocer este deseo incluso cuando ha sido deformado y desvalorizado, comprenderemos por ello que el placer espiritual verdadero no puede ser ni medido ni imaginado. El judío que ya haya probado el "sabor" de la Torá y los mandamientos por sí mismos, haya cumplido el Shabat y gustado de su sabor "semejante al del Mundo Venidero", ya no necesitará de estos ejemplos y le será evidente de inmediato que no es posible igualar a los placeres materiales con los placeres espirituales. La creencia en la inmortalidad del alma está implantada muy hondamente en el corazón de todo ser humano, incluso si lo niega abiertamente. Esta es la única explicación al hecho de que en todo el mundo -inclusive en las tribus más primitivas- se le otorga un gran respecto a los muertos. Todos saben que el ser humano no desaparece del mundo cuando muere y por ello es necesario tratar el cuerpo del muerto con respeto, el cual le ha servido fielmente hasta ese momento. Resulta interesante el caso de uno de los más feroces defensores de las autopsias en Israel (el Ministro de Salud de uno de los gobiernos anteriores) por quien, al morir, uno de sus parientes luchó con todas sus fuerzas para impedir que se le hiciese la autopsia a su cuerpo, pues en el fondo de su corazón sabía cual era la verdad. El rabino Ticotinshky escribió a este respecto las siguientes palabras: "Innumerables individuos están dispuestos a sacrificar sus vidas en aras de los principios más importantes para ellos. Cuál es la razón de esta voluntad de sacrificarse? Ciertamente, al morir, desaparecer de la existencia! En particular, los hombres que sacrifican sus vidas en aras del honor que se les tributará después de su muerte, si realmente no creen en la inmortalidad del alma, qué les importa que reverencen su cuerpo inanimado? Qué diferencia hay entre este cuerpo inanimado de cualquier otro objeto sin vida? Entre estos individuos encontraréis a los ateos que no creen en lo espiritual ni en nada que no sea tangible. Pero a pesar de ello están dispuestos a entregar su vida por ideales espirituales tales como la justicia (según ellos la conciben) y otros ideales semejantes, sin detenerse a pensar que este acto está en contradicción con su perspectiva materialista de que sólo existe lo que pueda ser percibido por medio de los sentidos. Un ejemplo tpico de esto lo constituye la gran estatua que los soviéticos le hicieron a Lenin, principal legislador de las leyes anti-religiosas, la cual era semejante a los monumentos que los zares y nobles rusos anteriores se erigían a sí mismos y cuya memoria ya se había disuelto en el tiempo. Y cuántas estatuas se erigen a sí mismos los herederos polticos de Lenin! Cuánto anhelan que se les levante monumentos similares después de su muerte! No constituye acaso una gran paradoja que precisamente los que niegan cualquier existencia después de la muerte son los que desean que su memoria sea recordada para siempre?" (op. cit., captulo 7, inciso 2). Una de las leyes fundamentales de la ciencia es la Ley de la Conservacin de la Materia, promulgada por el físico francés Lavoisier, quien afirmó que nada que sea material desaparece del mundo, sino que sólo se transforma. La cantidad de materia y de energa que existen en el mundo es fija y constante. Ahora bien, es evidente que si esto ocurre con la materia, con mucha mayor razón se aplica al alma humana, la cual es eterna. (Este punto ya fue tratado por el autor del libro "Gesher HaJayim", as como por el autor del libro "Derosh Or HaJayim", el mismo que escribi el comentario "Tiferet Yisrael" a la Mishná.) En otras palabras: tanto el sentimiento natural como el pensamiento puro y lúcido dan testimonio de que el alma del hombre es eterna. Más adelante arguiremos que, hasta donde sea posible, también hay testimonios concretos de esto.

Ante todo, quisiera relatar un suceso personal que me ocurrió. Mi padre (de bendita memoria) fue sepultado de un modo provisional en el Monte del Reposo (Shaar HaMenujot) de Jerusalén. En el primer aniversario de su fallecimiento (el 2 de Jeshván del año 5729-1968) lo trasladamos al terreno familiar que se localiza en el Monte de los Olivos. Entonces nos dimos cuenta de un hecho increíble: el cuerpo no se había descompuesto ni apestaba, sino que sólo estaba un poco arrugado. Los miembros de la Jevra Kadisha (la asociación que se ocupa de sepultar a los muertos según la ley judía -N. del T.) y los demás presentes se asombraron mucho de este hecho increíble que maravilló a todos. Pero de hecho encontramos en el Talmud y en los libros santos numerosos sucesos semejantes, y la razón de ello es que "la descomposición le es tan dura al muerto como una aguja en la carne de un vivo" (Berajot 18; ver además el final del captulo 2 de este libro) y hay individuos que alcanzan el mérito de que la descomposición fsica no afecte sus cuerpos. Con mayor razón, entonces, las almas sobreviven y constituye un gran honor para ellas que el cuerpo no se descomponga. En todos los lugares del mundo existen personas que se ocupan de lo relativo a las almas (los espiritistas). Esta actividad ciertamente que está prohibida por la Torá. Sin embargo, la prohibición misma de invocar a los fantasmas y espíritus demuestra que existe la posibilidad real de tener contactos con los espritus de los muertos. Esto se demuestra a partir del caso bíblico del espiritista de Ein Dor que invocó al espritu del profeta Samuel para que conversara con el rey Saúl (1 Samuel 28). Nuestros sabios también nos han transmitido varios casos de invocación a las almas de los muertos (ver, por ejemplo, Gitín 56-57; Midrah Rab , Bereshit, capítulo 11; y el libro "Nishmat Jayim", Discurso 3, captulos 7 y 26). En nuestra época hemos tenido el mérito de que se nos hayan revelado testimonios concretos que demuestran a las claras la inmortalidad del alma. El Jafetz Jayim explicó por qué precisamente en nuestra época fuimos dignos de que se multiplicasen los inventos técnolgicos tales como la radio, el teléfono, la telegrafa inalámbrica y otros inventos parecidos. Las generaciones anteriores creyeron con fé perfecta en lo que nuestros sabios afirmaron: "Sabe lo que está por encima de tí -un ojo que ve y un oído que oye, y todas tus acciones están escritas en un libro" (Pirkei Avot). Empero, en las generaciones más recientes, se debilitó la fé de la gente y ésta comenzó a negar la existencia de todo aquello que no pudiera ser percibido por los sentidos. Por consiguiente, D-os nos ha dado la oportunidad de tener ejemplos concretos y palpables de esta idea. En efecto, un hombre habla aquí y su voz es escuchada en el otro extremo del planeta, y no sólo esto, sino que además no se pierde ningún sonido. Ahora resulta posible grabar en una cinta toda acción que el hombre realice. Por ello, ahora es más fácil creer que cuando el hombre sea llamado a comparecer en el Cielo, pasarán delante de él un registro de todas las acciones que efectuó en la vida y estará obligado a justificar cada una de ellas. E incluso en lo tocante a nuestro tema, la difusión de los inventos modernos constituye una ayuda especial que la Providencia dispensa a nuestra generación, cuya fé se ha debilitado y precisa de fortalecimiento y de fundamentación. A continuación presentaremos un extracto del artculo aparecido en la revista "Newsweek" (1976) y en el diario israel "Yediot Ajaronot" (29 de Elul 5777-1977). He dividido este artículo en párrafos, y junto a cada párrafo he añadido una comparación con lo dicho por nuestros sabios al respecto. EL fortalecimiento de la Fe por medio de la inmortalidad del alma (segunda parte) (extraído del libro "Cuerpo y Alma, por Rab Yoel Shwartz, (c) Edit. Jerusalem de México) 1. "Hay una vida después de la muerte, afirman por primera vez los hombres de ciencia. Médicos y psiquiatras que a lo largo de varios años han analizado a enfermos que desde un punto de vista médico eran considerados como muertos y después volvieron a la vida, han descubierto puntos comunes en sus relatos que prueban, según ellos, que la muerte no implica la aniquilación total del ser humano. "El doctor Raymond A. Mody, un médico joven que se especializa en la psiquiatría y es un psicólogo distinguido de la Universidad de Virginia, en su libro 'La Vida Despuâs de la Vida' que ha sido publicado recientemente, aporta testimonios de personas que 'vieron la

muerte', enfermos de gravedad o vctimas de accidentes automovilsticos que haban sido declarados como muertos, pero que sin embargo permanecieron con vida gracias a los 'milagros médicos.' Los relatos de sus experiencias poseen diversas variantes, pero también contienen elementos específicos que son comunes a todos acerca de lo que les ocurrió durante las horas o los momentos de su 'fallecimiento." En el Talmud se relata un hecho similar referido a un cierto hombre que había estado en el mundo de ultratumba y que después volvió a la vida. "Rav Yosef, el hijo de Rav Yehosha, se enfermó y su alma partió del mundo. (Cuando regresó a la vida), Abaye le dijo: 'Qué fue lo que viste (en el mundo de la verdad)?' El respondió: 'Ví un mundo al revés; los superiores están abajo y los inferiores están arriba.' El otro dijo: 'Viste un mundo claro...!' (El otro le dijo:) 'Y escuché que decían -afortunado es el que viene aquí con su estudio en su mano'" (Baba Batra 10). En el tratado Rosh HaShaná (17) se relata que Rav Huna, el hijo de Rav Yehoshúa, alcanzó el mérito de volver a la vida debido a que había sido indulgente con los demás cuando sufría un daño. En el tratado Semajot (al principio del captulo 8) está escrito: "Salen a los cementerios y examinan a los muertos hasta tres días... Ocurrió una vez que examinaron a uno, el cual después vivió veinticinco años, luego de lo cual murió." Esto quiere decir que en esa época, que sepultaban a los muertos en cuevas, era obligatorio examinar al muerto después de la sepultura para determinar si es que había vuelto a la vida. Un hecho semejante se encuentra en "Likutei Maharil", en donde se relata que esto mismo le sucedió al Maharil (ver las "Hagaot del Yaavetz ad loc.). 2. "(Todos los relatos) contienen elementos especficos que son comunes a todos acerca de lo que les ocurrió durante las horas o los momentos de su 'fallecimiento': una caverna oscura, una luz intensamente brillante que había allí, un 'ser' que desbordaba amor sin fin. Ese ser hablaba con ellos por medio del pensamiento. Vieron a todos sus parientes y amigos -fallecidos antes que ellos- que venían a su encuentro... "Todos los que testimoniaron contaron que sus parientes y amigos ya fallecidos venían a su encuentro, como para conducirlos o dirigirlos. 'Eran las personas que había conocido en mi vida y que habían muerto. Ví a mi abuela y a la niña que había conocido en la escuela. Contemplé claramente sus rostros y sentí su presencia muy cerca de mí. Parecían felices y todo lo que ocurría era algo alegre'." En lo que respecta a la luz intensa hablaremos de ella en el transcurso de nuestra exposición. El encuentro con los parientes es mencionada en varias ocasiones en el libro del Zohar. Por ejemplo, en la sección de Bereshit 18 se cuenta lo siguiente: "Cuando se cumplen los días del hombre, se le da la oportunidad de ver todo lo que no había podido ver hasta entonces... Su padre y sus parientes se encuentran con él y él los reconoce; y ellos acompañan al alma hasta el lugar que habitará." En el Talmud (Berajot 28) se cuenta que Rab Yojanán ben Zakai antes de morir dijo a sus discpulos: "Preparad un trono para Jizkiyahu, rey de Judá." Rashi explica: "El cual viene a mí para acompañarme." Por otra parte, en la introducción al libro "Gesher HaJayim" se cuenta que en el momento del deceso del rabino Ticotinshky, éste señaló la silla que estaba al lado de la cama y exclamó: "Mi maestro, el rabino Shmuel Salant! Mi maestro, el rabino Shmuel Salant!" 3. "Ellos vieron imágenes rápidas, pero claras, de sus vidas... "El doctor Mody enfatizó que todos hablaron de un 'ser de luz' que les preguntó (por medio del pensamiento) si estaban preparados para morir, así como lo que habían logrado hacer en la vida. Al doctor Mody le pareció, a partir de lo dicho por los pacientes, que puesto que esa 'luz' los conocía y sabía todo acerca de ellos, no tenía objeto en sí misma, sino que su propósito era incitar el proceso de la memoria y trazar un panorama de la vida del fallecido. Todos ellos concordaron en afirmar que las 'memorias' que tenían de sus vidas no tenan el significado normal de la palabra, sino que era semejante a un 'filme' que tena las dimensiones de otros tiempos. Ellos contemplaron sus vidas en fragmentos relampagueantes, aunque en orden cronológico, a una velocidad inusitada. Algunos afirmaron que la vieron en colores, en tres dimensiones e incluso en movimiento. Ellos también sintieron las sensaciones particulares a cada imagen. Algunos dijeron que únicamente vieron los fragmentos más importantes, los momentos decisivos de su vida; otros contaron que vieron todo, desde los detalles más ínfimos hasta las cosas más importantes. Muchos declararon que su facultad de registro intelectual era muy poderosa, y que fueron capaces de ver, comprender y abarcar una gran cantidad de información o de pensamientos que les venían a la mente."

El Midrash dice al respecto: "Cuando el hombre sale del mundo, todos sus actos pasan delante de él, y le dicen -'esto es lo que hiciste en tal o cual da; ciertamente reconoces esto, no?' Y el responde: 'Sí, sí'" (Sifri, Haazinu, acerca del versículo bíblico "el Formador, cuyo acto es perfecto"). En otro lugar se dice: "Cuando al hombre le llega la hora de salir del mundo, el Santo, Bendito sea, se le aparece y le dice -'escribe los actos que hiciste y firma que has muerto por ellos'. Y él los escribe y los firma" (Yalkut Shimoni, Job, 247:922). Fenómenos similares también ocurren en la vida misma. Un paracaidista cuyo paracaídas no se abrió a tiempo, contó que vio toda su vida pasar delante de éâl "como en un filme" (al final, el paracadas se abrió y él se salvó). No obstante, en los casos en que la gente llegó a un nivel más avanzado del paso de la vida al mundo espiritual, vieron las cosas con mayor detalle. EL fortalecimiento de la Fe por medio de la inmortalidad del alma (Tercera parte) (extraído del libro "Cuerpo y Alma, por Rab Yoel Shwartz, (c) Edit. Jerusalem de México) 4. "Y todos, sin excepción alguna, pudieron ver y oír todo lo que ocurría a los cuerpos materiales que habían abandonado 'abajo'. Todos ellos relataron hasta los más ínfimos detalles la mesa de operaciones sobre la cual habían 'muerto' o el automóvil destrozado en donde habían 'perecido'. Dieron informaciones precisas incluso de los detalles médicos más pequeños. Los médicos que los atendieron no comprendían cómo fueron capaces de registrarlos en los momentos en que estuvieron muertos según los criterios médicos, sin pulso cardiaco, sin respiración y sin registro de ondas cerebrales. "'Supe que estaba muerta', contó una de las pacientes, 'pero no podía hacer nada, ya que nadie me escuchaba. Salí de mi cuerpo. No tengo duda alguna de que ví mi cuerpo extendido sobre la mesa de operaciones y escuché que los médicos ya me daban por muerta. Me sentí terriblemente, pues no quería morir. De pronto ví una luz; al principio era tenue, pero se intensificó hasta convertirse en una luz poderosa que es imposible de describir. La luz lo rodeaba todo, pero aun así no me cegó y pude continuar viendo el cuarto de operaciones... "Sin relación alguna con el libro del doctor Mody, sus opiniones son apoyadas por las investigaciones de la doctora Elisabeth Kabler-Ross, psiquiátra que trabaja desde hace veinte años con enfermos incurables. En una de sus conferencias, la doctora dijo lo siguiente: "Yo sé, sin ningún asomo de duda, que la vida existe después de la muerte." Las declaraciones de esta científica de cincuenta años de edad fueron duramente atacadas por ciertos sectores religiosos (católicos, por supuesto; -el autor) los cuales alegaron que ella se jactaba de "saber" algo que era materia de fé y no de conocimiento. La doctora Kabler-Ross accedió, después de estos ataques, a hablar más en concreto y a abrir los expedientes que contenían los testimonios y las investigaciones que había realizado a lo largo de ocho años con enfermos y víctimas de accidentes automovilísticos, los cuales habían muerto desde un punto de vista médico, pero que después habían regresado a la vida. "La doctora Klaber-Ross comenzó a investigar este tema después de que decubrió que los enfermos más graves que había tratado habían muerto en su mayoría con una amplia expresión en el rostro. Además de eso, muchos de ellos habían hablado con alguien o haban visto algo en el momento de su fallecimiento. Al principio había pensado que estaban alucinando, pero después se convenció de que estaban en plena posesión de sus facultades mentales y que también la habían reconocido a ella en esos momentos... "Las investigaciones realizadas por la doctora Klaber-Ross apoyan y complementan los testimonios del doctor Mody. Uno de los hechos mencionados se refiere al de un joven de veinte años que había perecido en un accidente automovilístico. Cuando la polica llegó al lugar del accidente, lo encontraron tendido entre los destrozos del automvil, con la pierna amputada. Todos los esfuerzos realizados para hacerlo vivir resultaron infructuosos y fue declarado muerto. Sin embargo, había permanecido con vida. El contó a la doctora Klaber-Ross lo que había sentido en el momento en que su alma salió del cuerpo y pudo ver su cuerpo tendido sobre la carretera con la pierna amputada. No comprendía lo que le había ocurrido; experimentó un bienestar sublime y se sintió completo, incluso con la pierna amputada. Vio el carro de la polica y después de eso dio detalles precisos de su salvamento, así como del salvamento de los cuerpos de los dos pasajeros que viajaban con él. "Otro testimonio interesante contenido en los archivos de la doctora relata lo que le ocurrió a un químico

que se había quedado ciego como resultado de una explosión en un laboratorio un año antes de que experimentó la 'muerte'. Esa persona relató con lujo de detalles su muerte y todo lo que 'había visto abajo...' "A la pregunta de si aparte de estos testimonios existe algún apoyo o explicación científica a estos fenómenos, la doctora respondió que no tenía modo de explicar el hecho de que la gente que había muerto según los criterios médicos, después del suceso habían descrito con todo lujo de detalles lo que había ocurrido con ellos y en torno suyo, en ocasiones con un conocimiento que únicamente podía saberlo el doctor." Nuestros sabios dicen al respecto: "Durante los tres das siguientes a la muerte, el alma sobrevuela sobre el cuerpo" (Talmud Yerushalmi, Yevamot 17:3). En otro lugar se dice: "El muerto sabe todo lo que se dice enfrente de él hasta que se cierre la sepultura...Otro afirmó: hasta que la carne se consuma" (Shabat 152); "Rav le dijo a Rav Shmuel bar Shilat: a la hora de mi muerte esfuérzate en lo que dices de mí, pues yo estaré allí y escucharé tus palabras" (ibid.). 5."Recurren elementos específicos... una luz intensa y abundante, un 'ser' que derramaba amor sin fin. El ser habló con ellos por medio del pensamiento... "'De pronto ví una luz. Al principio era tenue, pero se intensificó. Iluminó todo mi alrededor, pero no me cegó y pude seguir viendo el cuarto de operaciones. Cuando la luz me preguntó si yo estaba preparado para morir, sentí como si estuviera hablando con un ser humano, pero no era un ser humano; era una luz que que hablaba, que se comunicaba. Me dí cuenta de que la luz sabía que yo no estaba preparada para morir. Tuve la sensación de que se me estaba examinando; me sentí sumamente bien, experimenté un sentimiento de seguridad y de amor. Es difcil describirlo, difcil de explicar...' "Cuando estuve allí, en presencia de esta luz tan intensa, me sentí tan bien que no quise regresar', contó uno de los entrevistados, 'pero pensé en mi esposo y en mis tres hijos; es difícil de explicar cómo o por qué, pero supe que yo tenía que decidir entre quedarme o regresar, como si la decisión estuviera en mis manos, y me decidí a regresar.' Otra entrevistada relató: 'Estuve fuera de mi cuerpo, pero supe con toda claridad que yo poda decidir quedarme o partir.' "'Esta luz', contó otra, 'poseía una personalidad tan bella, tan calurosa y buena, que no quería abandonarla.' Otros enfatizaron su sentimiento de que había una línea luminosa entre ellos y el ser de luz, y que sabían con toda claridad que si pasaban de esta línea ya no regresaran. El doctor Mody dijo que en las mentes de los que relataron sus experiencias no había un asomo de duda de la realidad de sus experiencias. "Los relatos acerca de la luz intensa y acerca de los parientes que venían al encuentro del fallecido también son mencionados en los testimonios de la doctora Klaber-Ross..." Nuestros sabios dijeron: "Rab Dos dijo -está escrito: 'pues el hombre no podrá verme y vivir' (Exodo 33). En sus vidas no ven, pero si ven en la hora de su muerte" (Bamidbar Rabá, al final de la sección de Nasó). Ya mencionamos que el Zohar declara que en la hora de su muerte al ser humano se le permite ver todo lo que no pudo ver en su vida, así como que al morir, D-os se le aparece al ser humano y le dice: 'escribe tus acciones'. Esto nos indica que a la hora de la muerte el hombre logra contemplar las revelaciones más grandes, y cada ser humano ve de acuerdo con su nivel espiritual. Por otra parte, sabido es que a las revelaciones espirituales se les asemeja a la luz. El Midrash declara: "Cuando es que el Santo, Bendito sea, muestra la grandeza que les ha preparado? Cerca de la muerte" (Yalkut Shimoni, Tehilim 874). En el "Sefer HaYashar" (del rabino Zerajia HaYevani, pariente de Rabenu Tam), capítulo 14 está escrito: "El Mundo Venidero es extenso, sin límites ni cubiertas; todo lo que hay allí es una luz inmensa que no puede ser comparada con la luz que hay en este mundo." 6. "Algunos de los entrevistados hablaron de la desilusión que sintieron al regresar, a pesar de que a ninguno de ellos se le ocurría suicidarse: 'No quise regresar. Lloré una semana entera después de la experiencia que tuve. No quise vivir en este mundo después de lo que ví en el otro. De regreso traje conmigo las mismas sublimes sensaciones que tuve allí. Ellas permanecieron conmigo algunos cuantos días, e incluso ahora todavía las siento en ocasiones.' El doctor Mody dedujo que entre más permanecieron los 'muertos' en esa existencia espiritual, tanto más les era difícil regresar...'Todo lo que ocurría era alegre...'"

En el Zohar (sección de Vaielej) se dice que los justos se alegran en el día de su partida. En otro lugar (secciín de Vaerá , 98) se dice que el alma desea salir de este mundo y disfrutar del placer del mundo espiritual. Por esta razón el día en que un justo (Tzadik) muere se denomina "Hilula" (festividad de júbilo). En otro lugar más del Zohar (sección de Emor, 5) se declara que la salida del alma del cuerpo se opera a través de la alegría del apego a D-os. (En tiempos antiguos era una costumbre judía acompañar a los muertos con música de flautas y con canciones, tal como se menciona en el libro "Gesher HaJayim", tercera parte, p g. 21). No obstante, todo esto se declara con respecto a los justos; así, pues, la pregunta es si esas personas tenían el nivel espiritual de un justo. Pero también es posible que incluso los que no sean justos son capaces de contemplar el mundo espiritual y su bienestar, aunque no se les permita permanecer allí. EL fortalecimiento de la Fe por medio de la inmortalidad del alma (Cuarta y última parte) (extraído del libro "Cuerpo y Alma, por Rab Yoel Shwartz, (c) Edit. Jerusalem de México) 7. "Algunos de los que hablaron con el doctor Mody pensaban que el amor, la voluntad intensa o las oraciones de otros fue lo que les hizo regresar. Una mujer contó lo siguiente: 'Escuché al médico decir que yo estaba muerta, y me sentí sumamente bien. Sin embargo, fui atraida de nuevo con fuerza a través del túnel obscuro. Cuando abrí los ojos ví a mi esposo y a mi hermana parados al lado de la cama, estupefactos y llenos de lágrimas en los ojos.' Hay otros que no se acuerdan del momento en que regresaron a sus cuerpos: 'No me acuerdo del instante en que entré de nuevo a mi cuerpo. Me dormí, y cuando regresé me encontraba de nuevo aquí.' Otros, en cambio, se acuerdan perfectamente de su regreso: 'Estaba arriba y contemplaba a los demás trabajar sobre mí. Ví que colocaban el aparato de electro-choques sobre mi pecho y ví a mi cuerpo convulsionarse a causa de la corriente eléctrica. En ese momento caí de nuevo, como si fuera un fardo pesado, a mi cuerpo'." La posibilidad del efecto de una oración en un suceso similar la hallamos en el Zohar, en donde se relata el caso de Binoka, el cual rezó por su padre, pues necesitaba de él para estudiar, y éste fue salvado de la muerte. 8. "A dos conclusiones llegaron aquellos que haban contemplado sus vidas: que era necesario amar al prójimo y que era sumamente importante estudiar, estudiar mucho. Uno de ellos dijo: 'Tuve la sensación de que este proceso de aprendizaje debía continuar y que nunca jamás iba a terminar, sino que se prolongaría para siempre'." Ya hemos mencionado que nuestros sabios dijeron que en el Mundo Venidero se declara: "Afortunado es aquel que viene aquí con su estudio en la mano." También afirmaron que en el Mundo Venidero los justos se dedican al estudio de la Torá (ver, por ejemplo, Baba Metzía 85 sobre la discusión que hubo entre D-os y la Academia Celestial). Por otro lado, se ha prometido que los que olviden su estudio en este mundo lo recordarán en el Mundo Venidero, si es que lo olvidaron por causa de fuerza mayor (Shulján Aruj HaRav, Hiljot Talmud Torá 82:10, en el nombre del libro "Per Etz Jadash"). Es cierto que aquí no nos estamos refiriendo a gentiles, los cuales no se dedican al estudio de la Torá . No obstante, también ellos están obligados a estudiar las maravillas del Creador, así como meditar en la grandeza de D-os que se manifiesta en la creación. A este respecto señalaron nuestros sabios (Shabat 75): "Todo aquel que sepa reflexionar acerca de los ciclos del tiempo y los movimientos de las constelaciones celestes, pero no lo hace, a él se le aplica el versículo "y los actos del Eterno no contemplaron, ni tampoco vieron la obra de Sus manos" (Isaas 5; ver además el libro "Jovot HaLevavot", Shaar HaBejiná, captulo 2, quien aporta fuentes adicionales acerca de esta obligación.) Además de ello, los gentiles pueden dedicarse al estudio de los Siete Mandamientos Universales que les corresponden. El Talmud afirma a este respecto que el gentil que se dedica al estudio de los Siete Mandamientos Universales es comparable al Cohen Gadol (Sumo Sacerdote; ver Sanhedrín 59). El amor al prójimo constituye uno de los principios fundamentales de la Torá, y el mundo se sostiene sobre tres pilares básicos: la Torá, el servicio divino (Avodá) y los actos de bondad al prójimo (Gemilut Jasadim). La Torá declara a este respecto: "El mundo está edificado sobre la bondad" (Salmos 89). Sin lugar a dudas que el judío está obligado a cumplir los 613 mandamientos de la Torá, pero a pesar de ello estos

mandamientos poseen una importancia singular, ya que en el Mundo Venidero se otorgará recompensa por ellos, además de que en este mundo también se disfrutará de sus frutos (Mishná al principio del orden Pea). Por lo demás, el Talmud señala que "el que quiera salvarse de los sufrimientos que acompañarán a la venida del Mesías, que se dedique al estudio de la Torá y a los actos de bondad al prójimo" (Sanhedrín 98). La razón de ello radica en que estos mandamientos constituyen principios generales muy grandes que tienen el poder para incitar al ser humano al cumplimiento de toda la Torá. "La doctora Klaber-Ross, el doctor Mody, el doctor Tuamalu y otros individuos relacionados con este tema piensan que los testimonios de las personas que continuan llegando -aún después de que el tema salió a la luzposeen la capacidad de provocar una revolución en el pensamiento de la gente. El miedo a la muerte dará paso a un sentimiento de seguridad y confianza de que después de la muerte no todo terminará. "'Lo que nosotros sabemos hoy en da constituye el primer peldaño que nos acerca al mundo supra-terrenal', dijo la doctora Klaber-Ross. 'Existen otros peldaños más que no podemos conocer.' Ella hiperboliza y afirma que es posible que ellos guardan una semejanza con lo que nosotros concebimos acerca del Jardn del Edén y el infierno: 'Quizás no de la forma en que nuestras mentes lo conciben actualmente. El infierno podra ser el reflejo de la culpa individual -después de nuestra vida material- que sentimos por cosas que debieron haber sido hechas y no lo fueron, así como por la falta de amor, de comprensión y de estudio.'" Pos supuesto, no poseemos la capacidad para saber con exactitud lo que es el Jardín del Edén y el Gehinom (infierno o purgatorio). No obstante, nuestros sabios nos han legado descripciones tanto del Jardín del Edén como del Gehinom (ver a este respecto los tratados "Gan Edén" y "Gehinom"). Sin embargo, es claro que todo lo que dijeron eran expresiones que apuntaban a conceptos espirituales profundos, tal como lo se al el Rambam en su introducción al captulo "Jelek" de la Mishná de Sanhedrín. (Ver también más adelante el capítulo 12 de este libro.) Aquí citaremos como ejemplo la explicación al tema que dio Rabenu Yona al castigo del "Kaf HaKela": "Sabed que el alma del malvado, cuyas pasiones mientras estaba vivo estaban centradas en sus deseos corporales, y que separó su deseo del servicio al Creador y se desarraigó de su raíz espiritual, al morir caerá hacia abajo, a la tierra, hacia el lugar de sus pasiones. Su destino será como el del polvo de la tierra, el cual baja y no sube. Aun así, la subirán hacia las alturas para ser juzgada y para ver cómo fue que cambió el Cielo por el Seol (el lugar de los muertos), de la misma forma que se eleva una piedra mediante una honda (Kaf HaKela). Pero después de que subió al Cielo, su naturaleza la hará bajar a la tierra, de la misma forma que la piedra regresa y cae a la tierra después de haber sido lanzada, como está escrito: 'El alma de mi señor (el rey David) estará atada con la atadura de la vida al Eterno, tu D-os; y las almas de vuestros enemigos El las arrojará como del hueco de una honda' (Samuel 25:29). Nuestros sabios declararon: 'Tanto las almas de los justos como las almas de los malvados subirán al Cielo y serán juzgadas allí. Las almas de los justos saldrán inocentes del juicio y serán depositadas debajo del Trono de Gloria (Kisé HaKavod); las almas de los malvados caerán de nuevo a la tierra y serán confundidas allí, como está escrito: 'y las almas de vuestros enemigos serán arrojadas'. También está escrito que 'cuando muere un hombre malvado, su esperanza se perderá' (Proverbios 11:7; Kohelet Rab 3:27). El alma de un malvado no tendrá esperanza de salir de la obscuridad a la luz, como está escrito acerca de las almas de los malvados: 'Irá a la generación de sus padres; hasta la eternidad no verá la luz' (Salmos 49:20). En estos mismos términos hay que entender lo dicho más arriba acerca del sentimiento agradable que esas personas sintieron al salir de sus cuerpos y contemplar la grandeza espiritual del mundo superior. Pero el que no tenga el mérito para ello se lo perder . Estos sufrimientos constituyen una parte de los sufrimientos del Gehinom.

A MODO DE CONCLUSION Resulta evidente que no poseemos el derecho para explicar todas las declaraciones de nuestros sabios en sentido literal, máxime tratándose de temas cuya esencia misma es espiritual. Además, hay que tener precaución con toda investigación científica que aborde estos temas, ya que la mayoría de sus conclusiones no son sino conjeturas y especulaciones. Sin embargo, el paralelismo tan grande que hay entre las declaraciones de nuestros sabios y este estudio científico hace surgir la sospecha de que quizás las declaraciones de nuestros sabios también se expliquen literalmente. No ha sido nuestra intención emitir opiniones determinantes, ni tampoco presentar la perspectiva de la Torá acerca de este tema. Nuestra intención ha sido mostrar los cambios que han experimentado las opiniones científicas a fin de reforzar en nosotros la fé en la veracidad eterna de la Torá. Y si a la luz de los nuevos estudios científicos los eruditos de la Torá se sienten impulsados a elucidar en profundidad la perspectiva de la Torá sobre el mundo espiritual, entonces esa será para m una buena recompensa. El Alma Eterna Escrito por el Rab Iosef Medrez Elo-kay, D'os mío!, el alma que me has dado es pura… (Rezo de la mañana, Sidur) 1. Anatomia del Cuerpo y el Alma Maestro: los Sabios judíos nos revelaron los secretos del alma y es por eso que hoy puedo enseñarte algo al respecto. Alumno: ¿Y en que libro se puede encontrar eso? M: Por ejemplo en "Shaarei Kedusha" o "Las Puertas de la Santidad" escrito por el gran Rabino Cabalista Rab Jaim Vital hace más o menos 500 años, en la ciudad de Safed. Este Rabino fue alumno de Rab Yitzjak Luria (el Ar'i Z'l) el cual revelo al mundo los conceptos de la Cabalá donde se explica con detalles las partes mas secretas de la Tora. A: ¿Cuál es la descripción básica del alma? M: Antes de describirla tenemos que entender la función que el cuerpo humano ejerce en el hombre. A: Pero, ¿no son la misma cosa el hombre y el cuerpo humano? M: el hombre es - en realidad - el alma misma, la cual se cubre con el cuerpo humano, es decir, con la piel, la carne, los huesos y las arterias que llegan a constituir la vestimenta del hombre o del alma. El alma está compuesta de 248 órganos y 365 arterias espirituales, y a cada una de esta partes les corresponde una parte fisica en el cuerpo humano. A: Pero, en realidad el alma y el cuerpo están separados, ¿no? M: No totalmente separados. Siendo el cuerpo la vestimenta del alma y teniendo el mismo número de partes, los constituyentes espirituales del alma se entrelazan con los corporales para otorgarles vida y permitirles cumplir con sus funciones físicas. Cuando llega la muerte y el alma se separa del cuerpo, todas las partes físicas pierden su conexión espiritual, que las mantenía con vida y dejan así de subsistir. 248 órganos espirituales 248 órganos físicos

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Alma

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Cuerpo humano

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365 arterias espirituales 365 arterias físicas

M: Tambien es importante saber que el cuerpo humano fue creado por D'os con cuatro elementos básicos: el fuego, el aire, el agua, y el polvo.

^ Fuego

Cuerpo Humano ^ ^ Aire Agua

^ Polvo

M: Debes entender que la descripción del alma sobre la cual hemos hablado hasta ahora, era la que existía hasta antes del pecado de Adam, el primer hombre. Cuando Adam cometió el pecado de comer de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal, la serpiente, indirectamente, introdujo en el hombre un "veneno", el cual se extendió e impregnó tanto al alma como al cuerpo de éste. Este "veneno", causa las enfermedades y la muerte, tanto del alma como del cuerpo. Como dice en Génesis: "Pues en el día que comieras de él (del árbol del entendimiento), morir, morirás". Y como la palabra "morir" aparece dos veces en el versículo, se aprende de esto que la ingestión del fruto es la causa de dos muertes: la del alma y la del cuerpo. A: Al principio de esta sesión me enseñó que el alma y el cuerpo están constituidos por los mismos componentes ¿verdad?, entonces el alma humana también debería estar compuesta de cuatro elementos al igual que el cuerpo ¿no es cierto? M: Ciertamente, el alma se compone de cuatro elementos básicos buenos o yetser hatov (el impulso del bien). La parte negativa del alma la conocemos como el yetser hará (el impulso del mal), el cual se encontraba fuera del hombre antes del "pecado mortal" (mejor conocido como el de la serpiente), y se convirtió en una parte integral de él, con el "veneno" que la serpiente le introdujo. Este yetser hara se basa a su vez en cuatro elementos basicos negativos. Alma V V Yetzer Yetzer HaTov HaRá ^ ^ Cuatro Elementos Positivos Cuatro Elementos Negativos Cuando el yetser hará domina sobre el hombre, éste hace que sufra de enfermedades espirituales, y en el caso de que el yetser hará logre un dominio absoluto, el alma puede ser destruída, llegando inclusive a su propia muerte. el hombre puede usar su parte buena, el yetser hatov (el impulso del bien), y luchar contra su yetser hará, evitando así las enfermedades y la muerte espirituales. A: ¿A qué se refiere usted con enfermedad y muerte espirituales? M: Me refiero a que pueden existir personas que, físicamente estén perfectamente sanas, pero, que al haber pecado tanto, su alma esté "enferma" y aunque exteriormente se vean fuertes, sanas y caminando felices por la calle, en su interior estén agonizando, o inclusive muertas. Y esto es lo que el Talmud nos enseña: "A los reshaim (malvados) aunque están vivos, se les llama muertos porque su alma esta muerta, y a los tzadikim (justos), aunque están muertos, se los llama vivos porque su alma sigue viva". Por eso el Talmud dice que Yaacov nunca murió porque su alma siguió existiendo aún después de la muerte física de su cuerpo.

El Alma Eterna Escrito por el Rab Iosef Medrez

Las Mitzvot como Alimento Espiritual del Alma Toda las personas tienen un gran potencial espiritual; lo malo es que no lo creen o no lo quieren creer; si tan sólo se lo propusieran, podrían alcanzar niveles espirituales muy elevados. Tanto el estudio de la Tora, como su cumplimiento, debe ser hecho en forma lenta y progresiva, digiriéndolo poco a poco para poder basar nuestro próximo paso en lo que ya digerimos en el anterior, y así poder construir una vida espiritual fuerte. M: Continuemos con la explicación del alma. Voy a hablar ahora sobre el alimento de nuestras almas, ya que también ellas, como el cuerpo humano, necesitan de alimento para subsistir, siendo para ellas necesario un alimento espiritual. El alma tiene 248 organos. Cada uno de estos se alimenta de la mitzva positiva o de "hacer", que le corresponde a este. Si la persona no cumple con una de estas mitzvot, el miembro correspondiente a ésta, muere ya que no tiene el alimento espiritual necesario para su subsistencia. A: Entonces, ¿es el cumplimiento de las mitzvot positivas el que da la vida a nuestra alma y el no cumplimiento de ellas es lo que la "mata"? M: Sí. Y lo mismo se aplica con las mitzvot de "no hacer" o los pecados, pero de forma un poco diferente. El alimento que obtenemos de las mitzvot positivas que cumplimos, llega a los miembros correspondientes del alma por medio de ciertos canales, que son las 365 arterias del alma. Cuando una persona comete un pecado, el canal correspondiente se tapa con alimento impuro, el cual es el producto del pecado, y no deja pasar al alimento puro a su miembro correspondiente, haciendo que éste se "seque", pero no llegando a "morir", distinto de lo que ocurre cuando no cumple con la mitzvá positiva de este miembro (que acaba muriendo). A: ¡Es un sistema espiritual increible! M: La persona debe buscar con todas sus fuerzas cumplir con todas las 613 mitzvot, tanto las positivas ("harás"), como las negativas ("no harás"). Las mitzvot positivas le darían vida al miembro correspondiente a esa mitzvá. Igualmente cuando se le presenta en su camino una mitzva negativa o pecado, deberá tratar de evitarlo y así el canal correspondiente a esta mitzvá será descontaminado o purificado y por él fluirá la energía positiva espiritual hacia los diferentes órganos del alma. Si el hombre logra cumplir con todo esto, llegara a purificar su alma como lo hicieron nuestros primeros padres (patriarcas), Abraham, Yitzjak e Yaacov. - El Alma Básica y el Alma Intelectual A: Eso está muy bien en lo que se refiere a las 613 mitzvot de la Torá, pero ¿qué tiene que ver el alma con las características humanas, de las cuales también habla el judaismo? M: Esta es una excelente pregunta! En realidad existe un alma dividida en dos: el alma basica y el alma intelectual. El concepto de las características buenas o malas están impresas en el alma básica, la cual es la base del alma intelectual. Esta ultima tiene como funcion principal el cumplimiento de las mitzvot. De aquí vemos que las características humanas no están nombradas entre las 613 mitzvot, sino que son un prerequisito necesario para el cumplimiento de las mismas. Porque el alma intelectual por sí misma no tiene el poder de realizar ninguna mitzvá en ninguno de los 248 miembros del cuerpo si no es a través del alma básica, que está mas cercana al cuerpo. Las características humanas negativas no permiten cumplir apropiadamente con las Mitzvot como ya bien lo dijeron nuestos Sabios en el Talmud: "la persona que se enoja es como si cometiera idolatría", o "el que es arrogante es como si no creyera en D'os". Esto nos enseña que el no tener buenas virtudes humanas es equivalente a la violación de mitzvot, ya que las características humanas son los cimientos y la base de todas las 613 mitzvot. Por eso no fueron nombradas entre éstas, porque ya están incluidas en el alma misma. De todo ésto concluímos que debemos cuidarnos mucho de las virtudes humanas ya que si se tienen características buenas, con mayor facilidad se podrá cumplir con las mitzvot. Abraham Avinu se esforzó en componer sus características humanas, y después de lograrlo, sin habérselo ordenado D'os, empezó a cumplir todas las mitzvot, las cuales surgieron naturalmente de sus características ya compuestas. Alumno: Nunca me había planteado cómo Abraham Avinu pasó de ser hijo de un idólatra a ser un tzadik o

persona justa… Maestro: Ahora entenderás mejor lo que los Sabios dijeron sobre ser humilde: ser humilde te lleva al mundo venidero (Olam Habá). ¿Por qué?, porque esta virtud te llevará a cumplir las mitzvot, y ésto te llevará al Olam Habá. A: ¿Quiere decirme que dependiendo de la manera en que yo actúe, puedo evitar enfermedades espirituales y lograr tener un alma sana? M: Sí, y no sólo eso, sino que el alma básica junto con el cuerpo humano podran dejar entrar a D'os, que residirá en el alma intelectual misma, en el momento que ella cumple con las mitzvot. En otras palabras, el alma básica prepara al cuerpo humano, para que cuando la persona cumpla con las mitzvot, el alma intelectual se eleve a niveles espirituales muy altos. - Las Características Humanas ¿Recuerdas que el cuerpo del hombre está constituido por cuatro elementos? Las características humanas negativas provienen de los mismos cuatro elementos: fuego, viento, agua y polvo. Del elemento del fuego proviene la arrogancia o presunción, ya que es el elemento más ligero y volátil de todos (como el fuego mismo). De la arrogancia deriva el enojo, ya que cuando la persona es arrogante, se enoja al ver que no obedecen sus deseos, voluntades o caprichos. Si esta persona reconociera sus debilidades, sería más humilde y por lo tanto no se enojaría. También el odio al prójimo se deriva de la arrogancia, ya que la persona que es presumida odia a cualquier persona que tenga una o varias cualidades que él no tiene. Del elemento del viento se origina la conversación vana o sin un propósito definido que lleva a tener un beneficio espiritual o físico. Sus derivados son las mentiras, hablar mal del prójimo (lashón hará) y alabarse ante los demás diciéndoles sus propios méritos o cualidades.

A: Maestro!, qué interesante… M: Muy! Cada vez que se lo repito a uno de mis alumnos, yo mismo me vuelvo a asombrar de la profundidad de estos conceptos...pero continuemos. Del elemento del agua se extrae el deseo a los placeres, ya que éste es el símbolo y origen de toda clase de placeres. Sus derivados son hajemda (codicia), o sea apropiarse del dinero, de la mujer que no le pertenece y todas las demás pertenencias de su prójimo, para obtener placer de ellas. También se deriva la envidia, ya que es así como se sentirá al querer ser como los ricos para tener placer de su dinero. Del elemento del polvo nacen la virtud negativa de la depresion o tristeza y todos sus derivados como la pereza para cumplir con las mitzvot, por estar triste al no poder adquirir las riquezas de este mundo, o por los dolores o penas que le sobrevienen. Otros derivados son el sentimiento de insatisfacción de todo lo que posee y el deseo de querer adquirir cada vez más y más. Resumiendo todo lo anterior, vemos que las causas principales de las características morales negativas del hombre son cuatro: la arrogancia y el enojo derivado de ésta el habla vana el deseo del placer la tristeza Las cuatro se derivan de los cuatro elementos negativos del alma básica. Lo opuesto a esto son las cuatro cualidades positivas derivadas de los cuatro elementos positivos del alma básica, los cuales son: La humildad o lo que es lo mismo, Tajlit hashiflut (la modestia maxima), al alejarse de cualquier forma de enojo derivado de la arrogancia.

El silencio, saber utilizar el habla y la boca, que fueron creadas para estudiar Torá, rezar y para necesidades del alma y el cuerpo, o para honrar a otras personas. La aversión a todos los placeres corporales y a toda cosa extra que no le sea necesarias. La alegría perpetua, estar siempre con alegría al tomar todos los acontecimientos difíciles que D'os le trae con regocijo y aceptación. Sentir felicidad por el cumplimiento de las mitzvot de D'os, y tener como propósito principal en la vida el estudio de la Torá, y como propósito secundario el trabajo LOS MUNDOS ETERNOS Escrito por el Rab Iosef Medrez Elo-kay, D'os mío!, el alma que me has dado es pura… (Rezo de la mañana, Sidur) 1. Las Fuerzas del Hombre y Los Mundos Espirituales MAESTRO: ¿Cómo te has sentido? ALUMNO: Muy bien, maestro. Estuve con mis compañeros y todos estuvieron de acuerdo que la sesión pasada fue muy interesante, pero obviamente tienen muchas preguntas, así como yo también las tengo. M. Dime ¿cuáles son tus preguntas? A: Mi primer pregunta es: ¿cuándo el hombre hace cosas buenas... esas cosas le hacen bien a su alma, pero ¿qué es lo que ocurre con el mundo alrededor? Usted me había dicho que también este sistema se aplica a todas las partes y cosas del mundo entero, y que hay una cierta influencia de una persona hacia otra persona. M: Por supuesto, esto es justamente lo que hablaremos en esta sesión. Hablaremos de la influencia de las mitzvot o las acciones de las personas sobre el universo y todo el mundo y, por sobre todo, sobre el mundo espiritual. En primer lugar hay que explicar los diferentes mundos que existen. A: :Cuantos mundos espirituales existen? M: :Hay cuatro mundos, así como las neshamot. El primer mundo es el mundo de la nobleza, y es algo tan espiritual que no podemos entenderlo. El segundo mundo es el mundo de la creación, y es el mundo que se creó de la nada pues cuando D'os creó al mundo lo creó de la nada. El tercer mundo es el mundo de la formación, ya que D'os, después de haber creado el mundo, le dio forma. El cuarto mundo es el mundo mas inferior: el Mundo de la acción, en el cual vive el hombre. El hombre puede influir y controlar todos los mundos espirituales. Cuando D'os terminó de crear al hombre dijo "…y fue muy bueno", es decir que el hombre es lo más grande que existe, pues de él se generan todas las fuerzas positivas y negativas que controlan el mundo ya sea físico como espiritual. A: Muy interesante, pero que tiene que ver el Hombre con estos Mundos? M: La respuesta es un poco compleja, pero para estas alturas tu ya podrás seguir el hilo. Nosotros sabemos que la Torá dice que la persona fue hecha a semejanza e imagen de D'os. La pregunta es ¿cómo

es esto posible, si nosotros sabemos que D'os no tiene imagen? La respuesta es que la persona es similar a D'os ya que Él le concedió ciertas fuerzas muy poderosas. A: Eso es algo asombroso! M: Bueno, primero explicaremos las fuerzas que D-s posee y luego lo compararemos con el Hombre. A: Maestro estoy muy ansioso aprender esto. M: Quizá tu sabrás que uno de los varios nombres de D-os es Elokim. La palabra Elokim se refiere a que D'os es la fuente de todas las fuerzas en el mundo, y no sólo eso, sino que Él es la raíz de todas las causas y de todo lo que ocurre en el mundo. Si en un momento dado, D'os - Quien es la raíz de todas las fuerzas - se retiraría del mundo, este se destruiría. La presencia de D'os es la que hace que el mundo siga existiendo, pues el mundo se hizo de la nada y en el momento que D'os quite sus fuerzas del mundo, el mundo volvería a l caos y finalmente a la nada. A: Y el Hombre? M: El hombre fue creado parecido a Él (a D'os)…. lo que significa que el hombre con sus fuerzas - el habla, sus acciones, y sus pensamientos - sea el que dirije al mundo hacia lo bueno o hacia lo malo. En un lugar de las Sagradas Escrituras dice "Denle fuerzas a D'os" En otro lugar encontramos: "El Todopoderoso, D'os, Él que te hizo nacer, tú lo debilitarás". Entonces surge la pregunta ¿cómo puede uno hacer fuerte o débil a D'os? La respuesta es que D'os hizo un sistema en el cual el hombre tiene el poder de debilitar o fortalecer las fuerzas del universo según sus acciones. El hombre es en realidad la residencia de D-os, como dice la Tora:"Y residiré en ellos". Eso significa que las personas constituyen el alma de todos los mundos, es decir que todos los mundos operan según las acciones del hombre. A: Que sistema tan asombroso! M: En verdad, muchas personas dicen ¿Quién soy yo? Pero en realidad valen mucho, pues ellos llevan el control de este mundo. Cada una de sus acciones puede llevar la balanza para un lado o para el otro. Se podría explicar mejor de este modo Tenemos una Mishná en Avot que dice: "Conoce lo que hay arriba de ti". Esto simplemente significa que D'os está sobre ti. Pero también se puede hacer un juego de palabras (en hebreo) que traducido es: Tienes que saber que lo que hay arriba en el cielo, viene de ti. Y también hay un versículo que dice: "D'os es tu sombra". Así como cuando la persona camina hay una sombra que hace exactamente lo que la persona hace, así también, D'os hace con el mundo y con la persona de acuerdo a las acciones de esa persona. Es decir que D'os actuará como su sombra. A: Me podría dar un ejemplo practico de este concepto? M: Tomemos el ejemplo del Beit Hamikdash (El Gran Templo de Jerusalén) A: Si mal no recuerdo el Beit Hamikdash fue destruido hace como 2000 años y esta es la razón por la cual guardamos duelo en el día de Tishá Beav. M: Sí, por supuesto. Tienes que saber que el Beit Hamikdash, a pesar de que fue destruido físicamente por nuestros enemigos, ya estaba destruido espiritualmente por los pecados de los judíos. Los pecados de ellos subieron al cielo, destruyeron el Beit Hamikdash espiritual y es por eso que fue muy fácil destruirlo físicamente. A: Pero ¿cómo funciona la relación entre el Hombre y los Mundos Espirituales?

M: Es obvio que el hombre solo puede influenciar en los Mundos Espirituales por medio del Alma la cual también es Espiritual. El alma que viene desde los cielos pasa por muchos mundos espirituales antes de llegar al hombre. Esa alma que está en el hombre está conectada con todos los niveles de almas que están en el mundo superior. También está escrito que D'os insufló en los orificios nasales del hombre un alma de vida. Por otro lado, el hombre fue creado después de todos los animales, porque contiene todas las partes de la creación, y al haber sido creado último todas las partes de la creación entraron en él. Es por eso que está escrito en la Torá: Naasé Adam "hagamos un hombre", pues D'os invitó a todas las creaciones del mundo para hacer al hombre. Si el hombre peca, entonces, todas las partes del mundo pedirán perdón por él, y si él hace cosas buenas, ellas estarán contentas con él. Otro aspecto del Alma humana es que el hombre antes del pecado - cuando comió del fruto - era todo bueno. Y el mal o el pecado estaban fuera del hombre, y eso es lo que simboliza la serpiente. Después del pecado el mal entró en el hombre y ahora la persona está constituida del bien y del mal, y todos los actos de las personas siempre están combinados con el bien y el mal. Incluso que la persona sea un gran tzadik (recto) tiene en ella ciertos elementos de lo malo. Es por eso que no se puede juzgar a la persona cuando hace cosas malas, pues también ella hace cosas buenas. D'os le dijo al hombre: El día que comas del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, morir has de morir. D'os no quiso decirle que por comer la fruta moriría, sino que la única manera de remediar el hecho de haber ingerido el mal dentro de él, es por medio de la muerte. Pues al morir el mal desaparecerá. A: Maestro, esto es muy interesante. Yo pensaba que la muerte era un castigo. M: No, no es un castigo, es la medicina para remediar el pecado cometido. Luego, D'os no le permitió al hombre comer del árbol de la vida, puesto que si comía de ese árbol se haría eterno y siempre llevaría consigo lo malo. Al no poder comer del árbol de la vida, el hombre es mortal y con la muerte se separa de lo malo. A: Bueno, me explico usted la relación entre el Alma humana y los mundos espirituales. Pero cual es la relación estos y las mitzvot? M::Hablaremos ahora de las mitzvot y cómo ellas pueden influenciar en el universo y en el mundo espiritual. La mitzvá tiene el poder de rectificar los mundos. Todo depende de cómo se hace la acción y de la pureza de pensamiento que va detrás de la mitzvá. Cuando realizamos una mitzvá decimos una bendición que dice que D'os nos santificó a través de esa mitzvá, es decir, que no sólo rectificamos mundos sino que también nos rectificamos a nosotros mismos. A: Explíqueme todo esto, ¿cómo es su funcionamiento? M: Desde el momento que la persona piensa en hacer una mitzvá, hace impacto en los cielos y desde allí le envían una luz y de esta manera él se apega a D'os. Esta luz lo envuelve y lo ayuda a completar la mitzvá, y la luz se hace más grande, y es como si estuviera en el Gan Edén. Esto lo induce a hacer más mitzvot y rechazar hacer cosas malas. Como está escrito en Pirké Avot: una mitzvá trae a otra mitzvá. Es por eso que siempre decimos que por más pequeña que sea la mitzvá es importante hacerla, pues eso hará que la persona sea inducida a hacer más mitzvot y se aleje de lo malo. Esto es así puesto que cuando la persona hace una mitzvá, el ietzer hará (impulso del mal) no puede luchar contra ella. A: Pero… seguramente ocurre lo mismo con los pecados. M: Sí, por supuesto. Si la persona hace algo malo atrae a un espíritu de impureza hacia él y cae sobre él un espíritu del gueinom (infierno) aunque esté vivo. Entonces vemos que la persona en realidad no tiene que esperar hasta los 120 años para ver lo que es el Gan Edén y lo que es el Gueinom. Puede saborear lo que es el Gan Eden cuando realiza una mitzvá y puede sentir lo que es el Gueinom cuando comete un pecado. Es por eso que la persona puede, por medio de un pecado, dañar o destruir mundos.

A: Entonces, si una persona destruye mundos, ¿cómo puede volver a componerlos? M: La persona puede recomponer lo que destruyó. Según nuestras acciones son las reacciones del cielo. Como dijo Newton: para cada acción hay una reacción. Ahora pasaremos a otro tema, el cual habla de los ángeles A: De este tema no tengo ninguna noción LOS MUNDOS ETERNOS (parte III) Escrito por el Rab Iosef Medrez M: Además, debes saber que el alma de la cual estamos hablando - tu alma - está compuesta de varias partes. Una parte es el alma básica, la cual se alimenta de las actitudes humanas, el alma espiritual se alimenta de las mitzvot. Pero a parte de esto hay otras partes: las cuales las designamos con la sigla NERAN - NEFESH, RUAJ y NESHAMÁ. El nefesh es el alma más inferior, y es la que reside en el hígado y en la sangre, pues es lo más básico que hay - es la vida. Esta es la parte del alma que se alimenta de los actos que nosotros realizamos. Luego está el dibur - habla - que es el que alimenta al ruaj. Así como dice en la Torá que D'os insufló ruaj en el hombre, refiriéndose al habla, lo cual nos diferencia de los animales. El nefesh también es parte de los animales, pero el ruaj es lo que nos diferencia de ellos. El ruaj está en el corazón, y el pensamiento reside principalmente en la neshamá, la cual está en el cerebro. Ahora, la neshamá es algo que en realidad no entra en el cuerpo del hombre. A: Pero ¿cómo puede formar parte del hombre si no está en el hombre? M: Antes del pecado, la neshamá estaba dentro de Adam, pero luego de que cometió el pecado salió de él y sólo está por encima de la persona. La única persona que tuvo la neshamá dentro de él después del pecado de Adam Harishón, fue Moshé Rabenu, pues la Torá dice "Ish Haelokim" - el hombre Divino - es decir que la neshamá estaba en él. Es esta neshamá la que hace que la persona pueda entender los secretos y la lógica de la Torá. Por otro lado, la persona no tendrá las chispas de la luz de la neshamá, si ella no estudia o piensa en Torá. Pues la Torá y la neshamá vienen de la misma fuente. Entonces cuando el pueblo judío estudia Torá, incorpora en él la neshamá y de esa manera se une a D'os. A: Lo que yo no puedo entender es cómo el pueblo judío puede conectarse con D'os o unirse a Él, pues D'os es infinito. M: Nuestra relación es con los mundos espirituales que Él creó. Cuando nosotros queremos relacionarnos con D'os debemos hacerlo por medio de la Torá y las mitzvot. De lo contrario no podemos crear ninguna relación con Él. Y la Torá es en realidad, la neshamá y la vida de todos los mundos. Es por eso que si se dejaría de estudiar Torá habría un caos, se destruiría el mundo. En el Sidur está escrito que D'os implantó la vida de los mundos dentro nuestro. A través del estudio de la Torá, los mundos seguirán existiendo. De aquí aprendemos que si el judío estudia Torá obtiene esas chispas de la neshamá y se lo puede llamar Israel. A: Tengo una pregunta, ¿hay una conexión entre estas tres cosas, el nefesh, el ruaj y la neshamá? M: Tu pregunta es buena. Por medio de la respuesta verás cómo se conectan estas tres almas y cómo la persona puede hacer teshuvá - arrepentirse - y que D'os le borre ese pecado. Debemos entender que cada alma, digamos el nefesh tiene 10 sefirot y la sefirá más elevada del nefesh es la que se conecta con la sefirá menos elevada del ruaj y la sefirá más elevada del ruaj se conecta con la sefirá menos elevada de la neshamá. La neshamá también se conecta con la raíz de la neshamá, la cual se llama jaiá, y es la kneset Israel - el conjunto de todas las almas de Israel. Y así la neshamá jaiá se conecta con D'os en los mundos espirituales. Es por eso que nosotros decimos que el judío tiene una parte del Alma Divina. Entonces, el nefesh - aunque sea el alma inferior - cuando hace cosas correctas puede conectarse con el ruaj, con la neshamá y finalmente con D'os. Es decir que es como una cuerda que va desde el nefesh hasta D'os.

A:¿Por qué D'os hizo toda estructura de almas? M: D'os en Su bondad infinita quiso poner las almas de cierta manera, para que la persona pueda subir poco a poco de nivel espiritual, mediante el cumplimiento de las mitzvot y el estudio de la Torá, hasta llegar a apegarse a D'os mismo. A: Todo está muy bien cuando uno sube de nivel espiritual, pero ¿qué ocurre cuando uno baja de nivel espiritual? M: D'os en Su gran sabiduría, hizo que los pecados no puedan alcanzar las almas más elevadas. A: Podría usted explicarme esto. M: Por supuesto. Mira, la persona cuando hace una determinada mala acción, tiene un castigo de caret, es decir que se corta el alma de ella. Pero sólo se corta el nefesh. El ruaj no se corta. Cuando el nefesh se desconecta no lo hace completamente, pues la parte más elevada del nefesh no se corta y sigue conectado con el ruaj. Entonces cuando la persona dice el viduy, es decir confiesa sus pecados y se arrepiente de ellos, vuelve a conectar las nueve partes que se desconectaron del nefesh, con el ruaj. A: Pero si la persona peca también con el ruaj, ¿qué pasará con el nefesh y el ruaj? M: Por ejemplo si la persona peca hablando mal de otro, el ruaj no recibe el caret pero sí recibe daños. A:¿Cómo es que la neshamá puede rectificar lo dañado por el ruaj? M: Cuando la persona hace teshuvá, se arrepiente, piensa en arrepentirse. Cuando la persona hace viduy debarim se confiesa de palabra - el ruaj hace que exista más santidad y esa santidad baja sobre el nefesh y el nefesh puede conectarse con el ruaj completamente. Y en el momento que la persona hace cualquier daño al ruaj - por ejemplo, habla cosas malas o hace bitul Torá - entonces el ruaj daña al nefesh. ¿Cómo puede entonces reparar esto? Haciendo teshuvá - arrepintiéndose. Cuando la persona tiene el pensamiento de la teshuvá, eso sube del cerebro la neshamá - hasta la jaiá - la raíz de la neshamá - y luego baja hacia la neshamá y de allí baja hacia el ruaj y de allí baja hacia el nefesh y todo vuelve a reconectarse A:¿Qué pasa cuando la persona peca con el pensamiento? M: La neshamá está formada de partes, alumbramientos. Entonces cuando la persona peque con el pensamiento, al estudiar Torá la santidad subirá a la raíz de su neshamá y esto bajará a la neshamá y luego sobre el ruaj. Es lo que dice en Tehilim el versículo 19, cuando la persona estudia Torá hace que el nefesh regrese a su raíz completamente. Cuando la persona estudia Torá lishmá, es decir por el sólo hecho de estudiar Torá, la persona se purifica toda. Y así como la persona se purifica cuando estudia Torá y cumple mitzvot , así también los mundos espirituales se purifican. A: Pero maestro, ¿cuando yo realizo una mitzvá tengo que pensar que todas estas cosas están ocurriendo? M: Por supuesto, sería lo ideal hacerlo. Sabemos que nuestros Avot - Patriarcas - cumplían con todas las mitzvot aunque aún no habían recibido la Torá, pues ellos sabían los daños que causados al no cumplir con ellas. Entonces tenemos que entender que las mitzvot y el estudio de la Torá son exactamente para componer todos los mundos espirituales. Cuando la persona entiende el motivo de las mitzvot, cumplirá con ellas, así como lo hicieron nuestros antepasados, incluso antes de recibir la Torá. A: Entonces, ¿por qué Abraham Avinu no hizo el berit milá antes de que D'os se lo ordene? M: Porque entendió que no iba a componer nada en los mundos antes de sus 99 años. Cuando cumplió los 99 años D'os le dijo que era el momento de componer algo por medio de esa mitzvá. A: Entonces, si la persona sabe qué mitzvot él tiene que cumplir para componer los mundos, no necesita cumplir con las otras, o puede también cumplirlas de distinta manera. M: No, no. Cuando vino Moshé Rabenu dijo "Ele hamitzvot" - estas son las mitzvot, es decir que no podemos hacer nada nuevo. Pues en realidad el motivo verdadero de las mitzvot aún no le ha sido revelado a nadie en el mundo. Sólo a Adam Harishón antes del pecado. Y esa es la luz del primer día. Es por eso que está escrito que

Adam podía ver desde un extremo a otro del mundo. Él podía entender todos los motivos verdaderos de las mitzvot. A: Entonces, debemos cumplir con todas las mitzvot. M: Por supuesto, puesto que no sabemos realmente por qué fueron dadas. A: Entonces, ¿por qué hay nuevas mitzvot como por ejemplo Januká? M: Esta clase de mitzvot son cosas que la Torá indicó con una insinuación que deben ser cumplidas. Pero cuando se cerró el Talmud, hace 1500 años ya no se pudo poner una nueva mitzvá. A: Entonces, ¿aunque la persona no entienda por qué debe cumplir las mitzvot, tiene que cumplirlas de todas maneras? M: Debe cumplirlas aunque no entienda nada, pues los mundos serán compuestos por él de todas maneras y tendrán más santidad y luz. D'os hizo que las mitzvot que la persona cumple influyan en los mundos incluso que la persona no entienda su significado profundo y esencial. A: Pero…¿por qué entonces hay libros que explican las mitzvot y dan sus razones, si usted dijo que no se puede saber el significado de ellas? M: Lo que yo he dicho es que no se puede saber el profundo y esencial significado, pero por supuesto que hay algunas razones que sí se saben. Esto es necesario para que las personas quieran cumplir con las mitzvot y piensen en estas razones y sepan así las cosas buenas que él puede generar. Por otro lado, si no existiese ese pensamiento, de todas maneras eso no impediría que la persona por medio de su acción influencie en los mundos, pues nosotros vivimos en el mundo de la acción La Curación del Cuerpo y el Alma por el Rabino Itzjak Ginsburg Exilio espiritual El concepto/realidad de la enfermedad está fuertemente conectado en la Torá con el del exilio. El pueblo (o individuo) en exilio ha sido desterrado de su origen, de su patria. La separación es equivalente a la enfermedad, tanto en los planos espiritual o físico. En general, la enfermedad -debilitamiento- es el distanciamiento entre el alma y el cuerpo; en la terminología de la cabalá y la jasidut, la separación de la luz de sus recipientes (como en el mundo primordial del caos, una realidad que experimenta disociación y distanciamiento de sus luces respecto a sus recipientes, y por lo tanto se rompen, dicho de otra manera se vuelven enfermos, y al fin mueren). Encontramos la yuxtaposición de los conceptos de exilio y enfermedad en la expresión "este exilio enfermo" (utilizado a menudo en jasidut). El Zohar llega hasta decir que la Shejiná misma (la Presencia Divina de Di-s en la creación, Su luz inmanente e infinita que "llena todos los mundos") está "enferma" durante el exilio (el exilio del pueblo judío). Rabi Shneur Zalman de Liadi explica en extenso este tema en el Tania. La sangre está asociada con la sefirá de biná, el principio madre ("la madre da el rojo [la sangre] a su hijo"). El último y más largo exilio es llamado por el profeta como: "el exilio enfermo es el exilio de Edom", de la palabra "rojo" (adom) y "sangre" (dam). Se explica en jasidut que la rectificación consumada del principio madre en el alma se realiza a través del amor ilimitado por nuestro prójimo judío. De esta manera, uno vivencia a todo el pueblo judío unido, con amor y compañerismo, bajo las alas protectoras de la madre "Divina". El amar a todos los judíos como a uno mismo conecta todos los órganos del "cuerpo" Divino; el amor en si es la sangre vivificante que une todos los órganos del cuerpo. La palabra dam, "sangre", está asociada con la palabra adam, "hombre", connotando en particular al pueblo judío como un todo. Sólo con ahavat jinam, "amor gratuito" por todo Israel rectificamos la causa de "el exilio enfermo", que es el sinat jinam, el odio gratuito.

Enseñan nuestros sabios que todos los exilios del pueblo judío, incluido el último llamado exilio de Edom, reflejan (diferentes aspectos de) el de Egipto, arquetípico y primero. En cabalá, Egipto corresponde también, en impureza, al útero materno, (el éxodo de Egipto es el nacimiento del pueblo de Israel de este vientre impuro). Por lo tanto, todos los exilios, así como todas las enfermedades, comienzan y terminan con la disfunción de la sangre, lo que resulta en el debilitamiento del sistema inmunológico. En la terminología de la cabalá: " biná se extiende hasta hod", como explicaremos. La Torá traza una comparación adicional del estado de exilio (un estado espiritual insano) y su conexión con la característica de hod, una propiedad del sistema inmunológico. Encontramos que el ángel de Esav hirió a Iacov en muslo izquierdo; es esta lesión, en definitiva, la que lo envió junto con sus hijos al exilio, y denota en general la naturaleza del exilio del pueblo judío. La pierna o muslo izquierdo es identificado con hod. Este es el órgano más vulnerable a las lesiones. Este se asocia también con el sistema del cuerpo (el inmunológico) más susceptible a los desórdenes, confusión e incapacidad para distinguir entre Esav y Iacov. Tras su victoria sobre el ángel de Esav, le fue esencial a Iacov reestablecer y reforzar su verdadera identidad, por lo que forzó al ángel a bendecirlo con su verdadero nombre, no conocido hasta ese momento, Israel. En conclusión, cuando rectificamos nuestra capacidad de reconocimiento y agradecimiento a Di-s por todo lo que tenemos, nos relacionamos con El por encima de la lógica y la razón y retornamos a El en sumisión (características del poder rectificado de hod en el alma), así seremos curados de la enfermedad del exilio y seremos capaces de experimentar nuestro retorno a la salud y la redención. Encontramos de esta manera que hod es la vulnerabilidad de la enfermedad (por donde atacó el ángel), pero también el punto por donde se supera la enfermedad, donde somos débiles es precisamente por donde nos fortalecemos; por donde nos enfermamos es por donde podemos ser curados. Por eso, en toda enfermedad está incluida la clave para la naturaleza de la cura en si. Las leyes de la Torá. Una perspectiva kabalística Este artículo esta traducido por tora.org.ar con el permiso de www.kabbalaonline.com De acuerdo a la Kabalá, nuestras almas descienden dentro del plano físico de la existencia desde una dimensión espiritual superior precedente y trascendente. La razón por la cual nuestras almas vienen a este mundo (Olam Aasé) es para obtener aquello [lo mismo] que HaShem quiere darnos, la Vida Eterna en el Mundo Venidero ( Olám HaBá). Hashem sabe (porque Él nos hizo de ésta forma), que sin que logremos la Eternidad a través de nuestro propio esfuerzo, nunca podrá realmente ser nuestra. No obstante Él creó esta dimensión inferior física como una etapa en la que cada uno de nosotros podrá trabajar en la misión y el destino particular del alma, y al mismo tiempo, participar en la misión colectiva que culminará con la completa transformación de este mundo ( Olam Aasé) en su complemento más alto, el Mundo Venidero (Olám HaBá). Entre tanto hay solo un problema. Nuestras almas se duermen en el momento que ellas entran y se encuentran con la tosca materialidad de este plano físico. Sujetos a (y agobiados por) las leyes de la materia, del tiempo y del espacio, somos muy pronto desconectados de nuestra fuente-raíz espiritual. La voz de nuestra conciencia física nos susurra a los oídos, "Esto es todo lo que existe". Sin algún tipo de ayuda de Arriba, nosotros nunca podríamos superar la estructura mental de Mitzraim. [Mitzraim es el plural de "meitzar" (estrecho, angosto), y representa los lazos dobles y la conciencia estrecha que caracterizan esta dimensión más baja]. Para ayudarnos a despertar del interior del sueño, y para saber que este-mundo NO es todo lo que hay, Hashem nos dio la Torá y sus mandamientos [mitzvot]. En su nivel más básico, la Torá nos guía respecto de cómo rectificar este plano inferior físico. Así es que uno de los objetivos declarados del Judaísmo es la rectificación de la existencia humana (y por extensión, todos los aspectos de la realidad física), a través de la sabiduría de la Torá y la aplicación de sus preceptos en cada esfera de la vida. Además de esto, pero de una manera mucho más sutil,

también nos reconecta a nuestro origen espiritual. De esta forma, con el objetivo de imbuir a los mandamientos con el poder de rectificar y transformar la realidad, la meta declarada del estudio de la Kabalá es la comprensión de cómo los mandamientos de la Torá, que son aplicados a personas físicas que viven aquí abajo, en este tosco mundo material, tienen un aspecto espiritual extra-dimensional que nos conecta a la realidad superior de donde nosotros provenimos. A través del estudio de la Torá en este nivel, comenzamos a "recordar" esa realidad superior, y a "verla" realmente detrás y dentro de la realidad más baja. Entonces esta dimensión inferior se transforma y finalmente resplandece translucida por la realidad superior que todo el tiempo estuvo allí pero de manera oculta. Este es el significado de la famosa enseñanza del Zohar de que la Torá tiene "vestimenta", un "cuerpo", "alma", y "alma del alma". Zohar Be'ha'alot'cha (3:152a) "Ven y Ve...la Torá tiene un "cuerpo" y un "alma". El "cuerpo" de la Torá son sus mandamientos los cuales son llamados 'gufei Torá', literalmente "los órganos [miembros] de la Torá'. Este "cuerpo" se cubre con los "vestidos" que no son otras más que las historias mundanas de la Torá...los Necios no intentan ver que hay bajo estos vestidos exteriores. Aquellos que entienden más no miran las "vestimentas", pero si "al cuerpo" que hay debajo. Aquellos que son verdaderamente sabios, los sirvientes del Rey Supremo, miran al "alma" de la Torá, su esencia. En el Futuro Último, ellos están destinados a mirar "el alma del alma" de la Torá...Pobres de aquellos que piensan que la Torá es nada más que sus historias...Feliz de aquellos que ven la Torá como debe ser vista.." La intención no es desechar los " vestidos " (las historias) y el " cuerpo " (los mandamientos físicos de la Torá), pero, una vez habiendo percibido y apreciado el " alma " (el aspecto dimensional más alto de las historias de la Torá y sus mandamientos), suficiente para traerlo [bajarloincorporarlo] tanto como nos sea posible a nuestras vidas. Tomer Devora Apendice extraido del libro "Anatomia del alma", Breslov research institute El Rabí Moshé Cordovero (1522-1170) es autor de muchas e importantes obras de Kabalá y fue director de la escuela de Kabalá de Safed antes de la llegada del Ari. Entre sus escritos se encuentra el Tomer Devora (La Palmera de Débora), donde describe y explica las principales "Características" de Dios que el hombre debe emular, y cómo están aludidas en las Diez Sefirot. En este importante trabajo muestra cómo es que el hombre puede alcanzar estos elevados niveles. Comienza su primer capítulo con una explicación del objetivo de su libro: Es apropiado que el hombre se parezca a su Creador, pues entonces se hace digno de su "imagen Divina". Si su parecido con la imagen espiritual sólo fuese corporal, sin el desarrollo de las características espirituales relacionadas, estaría falsificando la exaltada forma que posee, obteniendo el título de "una bella forma con actos detestables", pues las acciones del hombre son la forma espiritual y la imagen Divina. ¿De qué sirve la "imagen Divina" física del hombre si en sus acciones no se parece a su Creador? Corresponde por tanto que el hombre se asemeje en sus acciones y actos a la [Sefirá de] Keter... El Rabí Moshé Cordovero procede a realizar un estudio sobre cómo las "Características" se encuentran aludidas en cada una de las Diez Sefirot y cómo el hombre puede alcanzar estas características en cada uno de los Niveles Superiores. También explica (Capítulo 2) que el hombre no puede lograr todos estos atributos de una sola vez, sino que debe desarrollarlos e internalizarlos de manera lenta y constante. Lo que sigue es una síntesis de las enseñanzas del Tomer Devora.

Keter Los Trece Atributos de Misericordia están enraizados en la Sefirá de Keter. Dedicarse a obtener estos atributos rectifica el propio nivel de Keter. El Rabí Cordovero basa su lista de características espirituales en el versículo de Mija (7:18-20) donde se enumeran los Trece Atributos de Misericordia. Estos atributos, los cuales el hombre debe esforzarse por imitar, son: (1) Tolerancia; (2) Paciencia con los demás; (3) Perdonar; (4) Buscar el bien en los demás y para los demás; (5) No guardar la ira; (6) Realizar actos de bondad; (7) Amar y buscar el bien para alguien que te ha hecho daño y ahora desea rectificar ese daño (perdonarlo no es suficiente); (8) Recordar las buenas acciones de los demás y olvidar sus malas acciones; (9) Sentir compasión por los demás, incluso por la gente malvada; (10) Actuar con honestidad; (11) Actuar con bondad e indulgencia hacia los demás (no insistir en aplicar "la letra de la ley" sobre los demás); (12) Ayudar a los demás a arrepentirse y no guardarles rencor; (13) Buscar maneras de mostrar misericordia y compasión a los demás, aunque uno no encuentre en ellos ningún factor atenuante. Otros atributos y acciones paralelos de Keter que se encuentran en la "imagen Divina" del cuerpo humano son: - La humildad; mantener la mente libre de todo pensamiento de mal; mostrarle siempre favor a los demás; mirar siempre el bien y rechazar el mal; evitar mirar lo impropio o indecente; ayudar al indigente; no caer en la ira; ejercer la paciencia; recibir a toda persona con alegría; nunca hablar mal, ni maldecir ni dedicarse a una charla vana; hablar siempre de cosas buenas. Para alcanzar el atributo de la humildad, uno debe huir del honor y no buscarlo nunca. Es necesario reconocer los propios errores, recordando constantemente nuestros pecados y buscando maneras para rectificarlos. Esto nos mantendrá en el camino hacia la humildad. Además, tratar de honrar a todos y amar a los demás. Jojmá Uno debe esperar que Dios le imparta Su conocimiento al hombre, para que el hombre pueda alcanzar percepciones más claras de la Divinidad. Más aún, la persona debe estar siempre deseosa de compartir su conocimiento con los demás. El versículo afirma (Salmos 104:24), "Todo fue creado con Jojmá". Así, todo en el mundo refleja la sabiduría de Dios. Con este conocimiento, la persona debe centrar sus pensamientos en cómo beneficiar a los demás, buscando siempre maneras de ayudarlos. Así como un padre siente compasión por sus hijos, cada persona tiene la responsabilidad de ser compasiva hacia los demás, al igual que hacia todos los niveles de la Creación - mineral, vegetal y animal. Uno debe cuidar el medio ambiente dado que ello refleja a Dios y a Su Sabiduría. Biná Para perfeccionar el atributo de Biná, uno debe arrepentirse constantemente. El arrepentimiento está asociado con Biná, con el corazón y con el sistema sanguíneo, tal cual se trató en nuestro texto en el Capítulo 9. Jesed Jesed está asociado con el amor, de modo que la persona debe cultivar el amor por Dios y por la humanidad. Existen muchas maneras de cultivar este amor: - Cuidar a nuestros hijos y atender sus necesidades.

- Visitar a los enfermos y atender sus necesidades; también cumplir con la mitzvá de enterrar a los muertos y de confortar a los deudos. - Dar caridad a los pobres. - Ser hospitalario con las visitas y hacer la paz entre la gente. Guevurá Guevurá denota restricción. Este atributo ya ha sido tratado a lo largo de nuestro texto. Uno debe siempre ejercitar la restricción al enfrentarse con la tentación al pecado. Tiferet La Torá corresponde a Tiferet; así el estudio de la Torá es el método principal para desarrollar el propio atributo de Tiferet. Sin embargo, si la persona actúa orgullosamente con respecto a sus conocimientos, mirando con desprecio a sus alumnos, a sus amigos o a otros menos afortunados que ella, se priva así de beneficiarse verdaderamente de su conocimiento de Torá. Uno debe también utilizar su conocimiento de Torá para alcanzar el consenso de sus colegas y no adentrarse en la disputa ni en argumentos injustificables. Netzaj y Hod Netzaj y Hod corresponden a los pies, los que sirven de soporte al cuerpo. Para alcanzar estos atributos es necesario aumentar la influencia de la espiritualidad en el mundo, es decir, respetando y mantenimiento el estudio de la Torá, el cimiento del universo. El estudio del Jumash (Biblia) fortalece a Netzaj, el estudio de la Mishná fortalece a Hod, y el estudio del Talmud fortalece a ambos. Iesod Para fortalecer Iesod uno debe cuidarse de todo pensamiento o palabra inmoral. Es necesario también guardar el Pacto de todo acto inmoral. Maljut Dado que Maljut se encuentra asociada con la "pobreza" es necesario ser humilde para desarrollar este atributo. Esto incluye mantener un estilo de vida humilde, evitando la ostentación. También es importante trabajar para alcanzar el temor al Cielo, dado que Maljut representa la aceptación del yugo del Cielo. Para poder alcanzar cualquier nivel de Maljut es necesario estar casado y comportarse de acuerdo con los dictados de pureza familiar de la Torá. * Sea la voluntad del Todopoderoso que merezcamos andar sólo en Sus caminos, perfeccionar nuestra "imagen Divina", y ser dignos de reflejar los tremendos poderes de las Diez Sefirot todos los días de nuestras vidas. Amén.

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