Joseph Kett Descubrimiento e Invención de la Adolescencia (1993)

November 29, 2017 | Author: Norik | Category: Adolescence, Youth, Adults, The United States, Psychology & Cognitive Science
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Descripción: Sobre el uso del concepto de Adolescencia...

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JOURNAL OF ADOLESCENT HEALTH 1993;14:~72

Descubrimiento e Invencibn de la Adolescencia en la Historia JOSEPH

F. KElT,

Ph.D.

La Invencidn de la Adolescencia Los historiadores han puesto de relieve la forma en que 10s sucesos historicos han configurado la adolescencia, En Europa y America la adolescencia pas6 practicamente inadvertida coma etapa de la vida hasta mcdiados de1 siglo XIX. En la segunda mitad de1 s&lo, se la descubrid gradualmente, pero este proceso de descubrimiento entraM un element0 de invenci6n en el sentido de que, aunque 10s cambios sociales arrojaron nueva luz sobre 10s aiics de la adolescencia coma fase definida de1 ciclo vital, 10s rasgos psicosociales atribuidos a 10s jovenes estaban imbuidos de 10s valores de 10s psiccilogos, educadores, y padres de clase media. El lector de 10s dos voldmenes de G. Stanley Hall tituiados ~I~o1~sccv~~(19041, obra que fund6 el camps de la psicologia de1 adolescente en 10s Estados Unidos de America, tendr& multiples ocasiones d;t: observar csh interacrir5n de1 descubrimiento y la invention (1). Desde el punto de vista de Hall, la adolescencia estd caracterizada por turbulencia y es&s, fundamentalmente porque 10s impulses sexuales en maduracion tienen que enfrentarse con el muro de la prohibicit5n social. En consecuencia, Hall abcga por la elimination de las presiones sobre 10s adolescentes que experimentan la pubertad. Est6 mal, sefiala, enviarles a trabajar, -Dr. Kett es pmjww de Historia. Universidad de Virginia. Basado en la ponencia presentada originalmente en la Conferencia de la Qrptizacibn Panamericana de la Mud sobre Cambio Social y Lkwwollo en Ia tWokscench: Enhue en Ins AmCticas. Washington, DC, 16 a 18 de matzo de 1992. Dirucidn pam fas .qaratas: Joseph F. Kett, Ph.D., History Department, University of Virgitlia, Randall Hall, Charlottesville, VA

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published by Et*vier S&xc

sobrecargar sus mentes en la escuela o pedirles que pasen por experiencias religiosas traumaticas. Hall se consideraba un descubridor o explorador que cartografiaba un continente hasta entonces desconocido, ya que insistia en que la adolescencia solo se habia convertido en etapa problematica de la vida en las ciudades modernas, en las cuales se acumulan las presiones para una conducta precoz. Sin embargo, sus frecuentes invocaciones sobre la precocidad nos rccuerdan 10s rasgos normativos de su conception de la adolescencia. La nocidn de que 10s jovenes pueden realizar ciertas actividades antes de tiempo presupone la existencia de periodos precisos en 10s cuales determinadas actividades son apropiadas. Para reforzar su argumento, Hall recurre a la llamada teorfa de Ia recapitulation, la idea de que en la transicien de la ninez a la juventud y la adultez el sujeto recapitula la historia de la humanidad. Hall I VU zs:r; idez rrruc!m m& lejos que otros eruditos lki anteriores, ya que estaba convencido de la existencia de un vinculo biologic0 hereditario entre 10s nifios y nuestros antepasados primitivos. Por ejemplo, asi coma 10s nifios pequefios juegan con arena y madera coma el hombre primitivo, 10s muchachos en la pubertad se tornan imaginativos, emocionales, idealistas, deseosos de seguir a lideres, propensos al- cult0 de heroes, cualidades todas ellas clue evocan 10s rasgos de1 hombre medieval. Los muchachos se sienten atraidos tambien por el valor martial, otra muestra de que las experiencias de 10s hombres de1 medioevo encontraban eco en sus ~onciencias. Segsln la prescripci6n de Hall, la mejor forma de proceder es dejar quf el rtifio experimentc tan plenamente corn0 es posible esos intereses y actividades apropiados para su nivel hist&ico. De otro modo, 10s instintos a 10s que Qsocietyfor Adolescent Medicine, 1993 Publishing Co., lx., 655 Avenue of the Americas, New York, NY IOOICI

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DESCUBRIMlENTO E INVENCION DE LA AEQLESCENCIA EN LA HISTORIA

se niega una catarsis en su etapa naciente irrumpen de forma amenazadora en la madurez (1). Si prescindimos de las especulaciones de Hall sobre la recapitulation, nos damos cuenta de que estaba acometiendo una empress de gran transcendencia historica: la acotacion de un tipo de comportamiento para 10s jovenes que no es infantil ni adulto. El adolescente de Hall tiene que prepararse para la madurez poniendose a prueba en situaciones que requieren valor, compromise, y respeto por el orden, pero estas situaciones no pueden ser tm remedo de las actividades de 10s adultos. A este respecto, cabe considerar a Hall coma inventor de un modelo de comportamiento de1 adolescente. La relacion entre la psicologfa de la adolescencia de Hall y el comportamiento que esbozo para 10s adolescentes es casi incestuosa. Sin su postulado de que 10s adolescentes son vulnerables a turbulencia y estrks, sus prescripciones para el comportamiento de1 adolescente se hubieran derrumbado. A su vez, su convencimiento de que la turbulencia y el estr& son cruciales en la adolescencia no tiene ninguna base empirica; por el contrario tiene sus rakes en 10s valores morales de Hall y, sobre todo, en su temor a la precocidad. Sin embargo, afinnar que Hall invento la adolescencia deja sin respuesta varias preguntas. Los trabajos de Hall coincidieron en 10s Estados Unidos con Ia difusion de organizaciones juveniles patrocinadas por adaltos, coma el departamento de trabajo para 10s muchachos de la Y.M.C.A. (Asociacion Cristiana de Jovenes) y 10s Roy Scoetts (Muchachos Exploradon+, asi coma con la gradual prolongation de la ed.ucacion hasta entrada la adolescencia. El estudio de John Gillis sobre las relaciones de edad en Europa revela que 10s esfuerzos por arropar 10s aiios de adolescencia en tuna red de instituciones y leyes protectoras cobraron impulso tanto en Gran Bretafia coma Alemania a comienzos de1 siglo XX (2). Naturalmente, las organizaciones juveniles tomaron formas diferentes seglin 10s pafses. La organization de Mucbachos Exploradores de 10s Estados Unidos, fundada en 1910, two coma modelo una organizacion similar fundada en Gran Bretafia en 1908 por el general Robert Baden-Powell, pero estructural y programaticamente esas dos organizaciones cran diferentes. Con un imperi.0 que defender y una reserva de soldados profesionales jubilados donde obtener dirigentes, 10s exploradores britainicos se inclinaban m&s hacia una organization paramilitar y la preparack% para la guerra, mientras 10s estadounidenses ha&n mPs hincapik 2n en&tar a 10s muchachos c6mo ascender el escalafon de las organizaciones.

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Sin embargo, en ambos pa&es los muchachos teman que WI’muchachos y no habia que apresurarlos para que se hicieran hombres (3).

2Por

qutf

de1 Siglo?

la Adolescencia a Principios

Aunque concedemos que la invencidn de la adolescencia estuvo imbuida de 10s valores de sus arquitectos, tenemos que preguntarnos ipor que tantas personas en distintos pa&es la inventaron siguiendo pautas similares, y por que esta invention se produjo en ese momento? il?or que no, por ejemplo, hacia 1800, 1850, o 1950? En terminos mis generales, la respuesta a esta pregunta esta en reconocer que, si bien la adolescencia fue inventada, en cierto sentido tambien fue descubierta a principios de1 siglo XX, porque fue precisamend:e hacia finales de1 siglo XIX cuando 10s adolescentes se convirtieron en un grupo de edad claramente perfilado en las sociedades industriales avanzadas. Las rakes de este cambio estan en la historia de la secularization la industrialization, y, mas en la modernization. Tratare de ilustrar las interrelaciones de estos factores en 10s Estados Unidos, pero debemos tener en cuenta que otros paises experimentaron cambios similares en la segunda mitad de1 siglo XIX. Los cambios economicos y sociales de1 siglo XIX tuvieron efectos especialmente marcados sobre 10s grupos de edad. Antes de la mitad de1 siglo XIX, la edad no constituia un factor particularmente importante o revelador de la experiencia social y, la mayor parte de la gente solia mostrar tal indiferencia respect0 a la edad, que, al menos en retrospectiva, casi resulta asombroso. En la +oca colonial muchos estadounidenses no sabian su edad y, durante ia IIliijWii;?4ik de! sigln -XIX,la gente corriente no celebraba cumpleafios. El primer censo federal en 1790, registro &lo la persona que tenia menos de 16 aiios o mas de I6 aiios, e incluso esta rudimentaria di+ion se apiico unicamente a 10s varones blancos. Los grupos de edad eran caracteristicos de casi todas las institucioneseducativas antes de 1850. Es bien sabido que, con frecuencia 10s estudiantes universitarios de1 siglo XVIII y principios de1 XIX eran mucho m6s j6venec que 10s de1 siglo .XX. LO que pass inadvertido es que en la universidad, por cada “simple muchacho” ha.bia tambien un joven de veintitantos o treintaitantoo adios. OtrO tal’lt0 atia en las academias, instituciones que prosperarorl en el siglo XIX coma escuelas preparatorias para J,a universidad y, con mayor frecuencia,

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alternativas m&s baratas a las universidades. Antes de la Guerra de Secesi&, en las academias habia alumnos de cinco o seis aiios hasta veinticinco 0 CaSi treinta. En las escuelas primarias rurales, en las que nomahnente la mayorfa de 10s estadounidenses aprendian forxnalmente las primeras letras, la edad de 10s alumnos variaba desde tres o cuatro aiios hasta 10s veintitantos (4). Los grupos de edad amplios no rran exclusives de las escuelas. Durante todo el period0 colonial y gran parte de1 siglo XIX, las familias incluian una mezcla de lactantes niiios pequefios, muchachos y muchachas, jovenes de ambos sexos, personas maduras y ancianos. Los lugares de trabajo se caracterizaban par una diversidad parecida. En la granja, 10s nifios y nifias empezaban a trabajar tan pronto coma eran lo bastante fuertes para ser titiles, y en las labores artesanales era costumbre contratar a nifios de diez y once afios. Debido a la inexistencia de planes oficiales de jubilation, estos jdvenes trabajaban en presencia tanto de ancianos coma de personas maduras. En vista de la diversidad de edad que caracteriza& prkticamente a todas las instituciones sociales en 10s Estados Unidos antes de 1850, no resulta extraiio que la terminologia de la Cpoca para refe rirse a las etapas de la vida fuera sumamente vaga (5). Los libros de consejos familiares solian referirse a la nifiez y la juventud, pero sin especificar 10s intervalos de edad correspondientes. Una de las razones por las que dichas obras trataban tan imprecisamente la cuestion de la edad es que ~1momento en que se producfan las experiencias de la vida dependia poco de la edad. La clase social y el sexo eran factores much0 m8s importantes en la detexminacibn de la experiencia (4). Nada de esto se debe tomar coma prueba de que la sockdad preindustrial o la naciente sociedad industrial estadounidense no estuviera familiarizada con la juventud coma etapa de la vida o con las instituciones para j6venes. En epoca anterior a la Guerra de Seceshh, prosperaron toda clase de instituciones y organizaciones integradas por “juvenes” o “la juventud”: sociedades literarias o teatrales integradas por aprendices, compatias de bomberos, y organizaciones antialcoholicas. Se encuentran referencias tambien a costumbres juveniles coma desfiles de mhcaras de 10s aprendices, y juergas organizadas en dfas festivos. A este respecto, 10s estadounidenses compartfan la larga tradicicjn de organizaciones se_ p=adas para la juventud que en Europa habia dado lugar a las danzas de mayo, las cencerradas, y otras retmiones de tip0 camavalesco. En estos rituales no

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era extrano que 10s jdvenes representaran el papel de guardianes mora!cs de la sociedad, coma ha seiialado John Gillis, golpeando cacerolas de hojalata bajo la ventana de algun libertino, o turbando la felicidad conyugal de1 viejo que acababa de casarse con una joven (2). Sin embargo, en comparacicjn con las instituciones para adolescentes de epocas posteriores, estas organizaciones tradicionales presentaban rasgos diferenciales. En primer lugar, eran espontkeas, creadas por 10s propios jovenes, y no patrocinadas por adultos. En segundo lugar, el ser miembro de alguna de el’as no era cibice para serlo tambien de sociedades de adultos. Par ultimo, incluian a personas de una amplia gama de edad, desde muchachos y muchachas prepubescentes a jdvenes veinteaiieros de uno y otro sexo. En una epoca en que la pubertad se iniciaba m& tarde que en la actualidad y, m&s importante, en que el crecimiento fisico se prolongaba hasta la mjtad o mas de la tercera decada de la vida, la determinacihn de la juventud no dependia de la edad sino de la condition social. Durante el Segundo cuarto de1 siglo XIX por ejemplo, 10s estadounidenses llamaban juventud al period0 comprendido entre la salida de1 hogar patemo y el matrimonio. Solian relacionar la edad de 16 a 25 afios con este periodo; pero, en !a medida en que la experiencia de la juventud dependia de las actividades y no tanto de la edad, este interval0 de edad no era mds que una somera aproximacion. Durante la primera mitad de1 siglo XIX, y especialmente entre 1830 y 1850, se detecta en la sociedad estadounidense 10s comienzos de un cambio hacia una conciencia m&s precisa de la edad. Es significativo que aste cambio no estuviera inspirado en ninguna teoria revolucionaria acerca de la niiiez o la adolescencia. Par el contrario, el impulso initial procedib de 10s planes de 10s educadores que intentaron reformar la escuela comun (o publicas) estadounidense en las tres decadas anteriores a la Guerra de Secesion. Prdcticamente todos 10s reformadores de las escuelas comunes coincidian en que clasificar a 10s alumnos seg$in su edad y logro escolar permitia a 10s estudiantes competir entre ellos en un medio controlado, en el cual podrfan aprender 10s principios de la conducta honrada y el respeto por 10s demds. El establecimiento de grados en las escuelas se produjo en dos etapas. En una primera, se separcj a 10s nifios mls pequefios, de tres a cinco aiios, envigndoles a veces a escuelas “infantiles” aparte; y luego se alento a 10s estudiantes mayores, “10s muchachos grandotes” de 15 a 2@ aiios, a abandonar la

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escuela primaria. En 1851, John D. Philbrick fund6 una escuela en Boston que incluia una disposition para promover a 10s estudiantes cada seis meses de un grado a otro. Durante las dos decadas siguientes, la mayoria de las comunidades, tanto urbanas coma rurales, establecieron sus propias escuelas primarias por grados, y, si bien en la priictica habfa variantes, al llegar 10s aiios setenta la secuencia normal era que 10s estudiantes entraran al primer grad0 al cumplir 10s seis aiios y terminaran el octave a 10s catorce (5). Desde 10s adios cincuenta y sesenta estos cambios en el nivel primario afectaban las academias y universidades, en las que empezaba a surgir algo coma un interval0 de edad “normal.” Except0 en el Sur, empezaron a considerarse raros 10s estudiantes universitarios de catorce afios, y 10s de 30 y 35 adios desaparecieron progresivamente (4,5). Paulatinamente, estos cambios se fueron reflejando en 10s libros de texto. En las escuelas primarias rurales de principios dei siglo XIX no habia libros de texto; 10s nifios llevaban a la escuela cualquier libro o liloros que tuvieran sus padres y aprendian a leer en ellos. Por el contrario, al llegar 10s anos ochenta, 10s libros de text0 se escribian especfficamente para determinados niveles de escolarizacion y, coma consecuencia, cada vez rnas para niveles especificos de edad (51. Sin embargo, esas fechas dejan entrever la lentitud con que fue arraigando la notion de 10s niveles de desarrollo. El establecimiento de grados en las escuelas fue mas un reflejo de las doctrinas sociales de 10s reliormadoresescolares que de descubrimientos psicolbgicos;asf, la introduccibnde escuelas con grados por edad a me&ados de1 siglo XIX, no Beg6 a plasmarse en libros distintos para cada grupo de edad hrista la generation siguiente. Una de las explicaciones de este relativo retraso en la aparicion de teorias del. desarrollo es la persistencia de valores religiosos conservadores. Significativamente, el propio Hall habia dejado atras el cristianismo evangklice de su juventud, y estaba convencido de que era ran grave errur empujar a 10s jovenes a expresar formahnente su sentimiento religioso. Consideraba que tales expresiones formales constituian otra muestra de la peligrosa precocidad de 10s j6venes. M& bien, esperaba que el idealism0 moral que surgfa inevitablemente en la pubertad se canalizara en direcciones menos espirituales, por ejemplo, hacia en bs que 10s adolescentes organizaciones juveniles cultivaran Iealtad hacia sus compaiiero> y dirigentes. pero estos eran 10s sentimientos de un liberal en materia de religion, y el liberalism0 constitufa un canponente necesario de miedo a la precocidad. Incluso

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a finales de1 siglo XIX, 10s protestantes conservadores eran reacios a aplazar la experiencia espbihd de sus hijos, y en general se oponfan a la separacihn por edad, porque consideraban que el mensaje divine era apropiado para todos. La salvacidn de1 alma era tan importante para 10s niiios coma 10s adultos. En consecuencia, 10s intentos de separar por edad a 10s alumnos de las escuelas dominicales, de 10s liberales religiosos en 10s afios sesenta y setenta de esa centuria, encontraron mayor resistencia y lograron menos resultados que la separacih por edad en las escuelas publicas (4,5). Otra de las causas de1 lento avance de las ideas sobre las etapas y el calendario de desarrollo humano es la penetration desigual de la conc,encia de1 tiempo en la socicdad estadounidense. En las comuniclades rurales la realization de tareas habia estado regulada siempre por la salida y la puesta de1 sol, miis que por 10s relojes. Ram vez, 10s contratos laborales, hasta bien entrado el siglo XVIII, especificaban el period0 en que habian de realizarse las tareas. La aparicion de la industrialization en gran escala entre 1820 y 1860 introdujo el sonido de la campana de la fdbrica en la vida de un mimero creciente de estadounidenses, pero las campanas no eran relojes. La production en gran escala de relojes para el hogar se inicio apenas en 10s afios treinta, y hasta 10s sesenta no hubo production en masa de relojes de bolsillo (5). Estos cambios indujeron a 10s estadounidenses a concebir el tiempo de forma nueva. A algunos siempre les habia preocupado malgastar su vida, pero ahora les preocupaba malgastar minutes o incluso segundos. Fn 1895, Frederick WinslowTaylor, en su primer ensayo sobre la gestion cientfficade las fabricas, afirmabaque se podia calcular el tiempo verdadero o cientifico que requerfa cada tarea en la fabrica. En consecuencia,no es sorprendenteque en 1881, el medico neoyorquino George Miller Beard atribuyera el “nerviosismo” de 10s estadounidenses a 10s relojes de pared y bolsillo, 10s cuales estaban creando el habit0 de pensar que la perdida de unos cuantos momentos haria saltar por 10s aires sus esperanzas (31. En 10s aiios ochenta de1 siglo XIX, 10s medicos empezaron a prestar mayor atencion al tiempo, en particular al calendario de las etapas de la vida. La notion de que la vida se dividia en etapas no era ninguna novedad; durante siglos 10s eruditos Y arii&s h&im descrito la transition de la niiiez a la juventud, la madurez y la vejez. Per0 corn0 hemos observado, estas descripcionescareciande precision en cuanto a id edad, y daban poca idea de1dewrollo

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humane. A principios de1 siglo XIX, 10s libws de medicina mencionaban con escasa frecuencia las enfermedades peculiares de 10s niiios y daban poca idea de la correlation entre la edad y el crecimiento. Al llegar 10s aiios cuarenta, 10s libros sobre el tratamiento de las enfermedades infantiles eran m&s corrientes, pero incluso esos tratados se limitaban a describir el desarrollo fisico de 10s nifios en relation con el ad&o; en consecuencia, pueden encontrase afirmaciones coma que el corazon de 10s nifios late m&s pausadamente a medida que se van hacienda mayores. Pue solo en 10s afios setenta y ochenta que surgi6 la pediatrfa coma especialidad medica y 10s medicos empezaron a re)tacionar la edad con el crecimiento. En 10s noventa la nueva ciencia de la pediatrfa descubrio una relacicin suficientemente estrecha entre ambas variables, coma para hablar de un ritmo normal de crecimiento (5). Este proceso de desc+lbrimiento se centro sobre todo en 10s rti%s prepubescentes, y en este respect0 la labor de 10s m&dicos complement6 la de 10s educadores, quienes Inicialmente intentaron estandarizar las experiencias escolares de 10s nifios de seis a catorce adios de edad. Pocos jovenes de finales de1 siglo XIX disfrutaban de algo parecido a esa especie de moratoria de responsabilidad adulta que Hall preconizaria, pero coma resultado de cambios en la economfa estadounidense, empezaron a aparecer viSOSde la antipatia de Hall por la prccocidad.

La Industrializacih

de1 Ritmo de Maduracidn

En 10s Estados Unidos coma en gran parte de1 mundo, las comunidades rurales llevaban much0 tiempo prescribiendo el trabajo productive de 10s jdvenes tan pronto coma eran bastante fuertes para ser tit&s. En el extremo opuesto, las economfas industriales modemas encuentran relativamente poca utilidad en el trabajo de 10s niiios, y en muchos pa&s es&%prohibido. Esto podrfa inducimos a pensar que esa hostilidad a la precocidad surgio coma subproducto autom6tico de la industrialization. Pen, serfa un error arribar a esa conclusion. En 10s Estados Unidos, el progreso de la mecanizacion habfa empezado desde 10s adios treinta de1 siglo XIX a erosionar la demanda de aprendices de artesano. Sin embargo, durante toda esa centuria, 10s padres de las clases trabajadora y media baja seguian dependiendo de 10s ingresos de sus hijos. Debido a la mengua en la demanda de trabajadores juveniles CaliBcados, 10s pa&s de clase trabajadora empujaban a sus hijos hacia trabajos no especializados. A mediados del siglo XIX, la juventud de la clase tra-

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bajadora urbana repartia su tiempo entre el trabajo corn0 jomalero, 10s oficios callejeros y largos perfodos de desempleo. Muchos de ellos se convertfan en excelentes candidates para las bandas que surgieron en las ciudades estadounidenses hacia esa Cpoca. Cuando el reformador Charles Loring Brace advirtid en 1871 acerca de “las clases peligrosas de Nueva York” se referia a 10s niiios y 10s jovenes (6). Por lo menos en un principio, la industrialization fue acogida con cierta esperanza por 10s padres de clase media. Si bien la industrlalizacion habfa reducido la demanda de trabajo manual calificado, cred nuevas posibilidades para lo que luego se llamaria empleo de oficina, dependientes de tienda, tenedores de libros y agentes de distintas clases. Hasta finales de1 siglo, un Chico a partir de 10s trece adios podfa esperar encontrar trabajo en una oficina de contabilidad o establecimiento mercantil, sobre todo si tenia 10s contactos adecuados. A mediados de siglo, un observador de las prhcticas de 10s establecimientos mercantiles de Nueva York seiialaba que 10s comerciantes iban a buscar dependientes directamente a las escuelas primarias, y preferentemente de comunidades rurales. En resumen, buscaban oficinistas jdvenes y alfabetizados, pero poco refinados (4). Esas attitudes de 10s comerciantes no eran distintas de las de sus contemporaneos reformadores de las escuelas publicas, quienes en su celo por proteger a la niiiez de las influencias corruptoras, estaban ansiosos por librar a las escuelas elementales de 10s “muchachos grandotes,” 10s adolescentes que a menudo perturbaban el orden en las escuelas. El comienzo de la etapa mas avanzada de industrializacion, a partir de 1870, introdujo cambios importantes muy graduales tanto en el mercado de trabajo juvenil coma en la actitud de 10s educadores. Inventada en 10s adios setenta, la modema empresl estadounidense impulsd la utilization de maiquinas de aita velocidad en la fabrication de una amplia gama de productos y acelero la disminucion de la demanda de trabajadores manuales calificados. Sin embargo, las empresas tenfan al mismo tiempo un gran apetito de trabajadores que dirigieran a sus compafieros, que pudieran encauzar el flujo de materiales a 10s obreros en la nave de production o predecir las ventas, llevar a cabo anilisis de mercado, y tomar decisiones con respect0 a la mejor forma de financiar la expansion. Antes de 1900, ninguna de esas t&nicas se ensefiaba en las escuelas; en las cuatro o cinco escuelas universitarias de negocios creadas antes de ese aiio en 10s Estados Unidos, lo-s estudios de negocios se impartfan m&s coma tema de humanidades que coma conocimientos t&micos.

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Pero 10s dirigentes empresariales tendian cada vez mis a contratar gerentes entre 10s graduados universitarios. Las propias universidades medias y superiores estaban convirtiendose en instituciones academicas mis serias y, paraddjicamente, mas tolerantes de la falta de madurez de sus estudiantes. En 10s setenta y ochenta de1 siglo XIX, 10s estudiantes universitarios se enclaustraron m&s qde sus predeceseres. Durante generaciones antes de la Guerra de Secesion, 10s estudiantes universitarios habian padecido un regimen de normas que les habfa hecho rebelarse con frecuencia, pero tambien habfan disfrutado cierto grado de relacidn social con 10s adultos en 10s mitines politicos y las sociedades literarias. Despues de 1870,los reglamentos se hicieran m&s suaves y las rebeliones disminuyeron, pero tambien se redujeron 10s contactos sociales con 10s adultos. De mods creciente, las energias de 10s estudiantes universitarios fueron absorbidas por las actividades extracurriculares patrocinadas por la universidad: las competiciones deportivas interuniversitarias, y el gobierno, 10s periodicos, y las revistas literarias estudiantiles. Un expert0 ha resumido estos cambios con la acertada frase campus life (la vida en el recinto universitario): la aparicion de un mundo cerrado en si mismo en el que 10s estudiantes aprendfan el valor de1 exit0 competitiw dentro de un marco normativo. El aura de maxims esfuerzo que caracterizaba a la vid.a universitaria a finales de1 siglo XIX two el efecto, probablemente no buscado, de socavar la imagen traditional de 10s universitarios corn0 seres excesivamente espirituales, librescos, y emocionalmente incompatibles con 10s rigores de 10s negocios. Esa aura result6 de1 agrado de 10s dirigentes empresariales (7). Las revistas literarias de finales de1 siglo XIX, proyectaban imdgenes favorables de “la vida universitaria,” pero en 10s noventa, solo 1% de 10s jovenes de 18 a 24 adios asistian a universidades de grad0 medio o superior, y ~6110un cuarto de millon de estudiantes eran alumnos de ensefianza secundaria, ptiblica, o privada. Sin embargo, 10s padres de clase media que no podfan permitirse el lujo de enviar a sus hijos a la universidad tenfan tambien que enfrentarse con UWI serie de decisiones nuevas. En las gigantescas empresas que estaban surgieron a finale,; de1 siglo Xr’3 las conexiones familiares eran una forma menos segura de que un joven obtuviera empIe de lo que lo habfa sido en las pequefias empresas de 10s Estados Unidos de la preguerra. Ademas, el trabajol manual se desprestigiaba a 10s ojos de la clase media autcktona, no ~310porque requerfa una capacitaci6n cada vez menor, sino porque atrafa

a muchos inmigrantes. Las revistas educacionales de finales de1 siglo XIX recogian numerosos lamentos en cuanto que 10s padres hacian todo lo po&le por evitar que sus hijos trabajaran en “oficios ordinarios,” y esperaban que sus hijos se convtiieran en flamantes dependientes o tenedores de libros. En 10s setenta y ochenta, las escuelas privadas que ensefiaban mecanografia, aritmetica comercial, y otras asignaturas orientadas a 10s empleos de oficina, experimentaron un crecimiento impresionante, y en 10s noventa, se duplico el numero de estudiantes de ensefianza secundaria. La escolarizacion prolongada parecfa la mejor via para conseguir un empleo de oficina. A principios de este siglo, 10s educadores, economistas, y sociologos acumularon datos que parecian mostrar que 10s jdvenes que aplazaban su entrada en el mercado de trabajo hasta 10s 16 afios o mais, obtenfan a la larga mayores ingresos y un trabajo m6s respetable. En el precise momento en que bs medicos correlacionaban la edad y el crecimiento, 10s economistas y 10s educadores correlacionaban la edad y el salario y especificaban el “valor en efectivo” exact0 de 10s incrementos de la education.

Adolescencia, Sexo, y Roles Sexuales Estos cambios afectaron tanto a muchachos coma muchachas, pero la lma.yor parte de lo que se escribib acerca de la adolescencia a principios de1 siglo XX se refiere a 10s muchachos y fue elaborado por hombres. Ni Hall ni sus seguidores escribieron mucho sobre la adolescencia femenina, y las organiza-

ciones juveniles patrocinadas nor adultos que surgieron dcsrw, ‘c 4,~ IPsr) scl centraron fundamentalmente en 10s muchachos. Las organizaciones de muchachas adolescentes surgieron mb tarde, e inicialmente estuvieron mucho menos difundidas. Par otra parte, las organizaciones juveniles que admitian muchachas hacian hincapie en un modelo de sccializacion continua. Luther Halsey Gulick, que junta con su esposa organize Camp Fire Girls (MUchachas Acampadoras) en 1912, pensaba que a 10s muchachos les gustaba ser muchachos, pero que las muchachas preferian pensar en sus roles adultos. Las Girl Scouts (Muchachas Exploradoras) tenfan que ganar sus medallas coma amas de casa y Iavanderas y, a diferencia de la segregation por razon de sex01en que insistian quienes trabajabancon 10s muchachos, 10s monitores de las muchacha.s preferfan actividades recreativas mixtas coma bailes y el montacsmo en grupos mixtos. Asimismo, 4-K la principal organizaci6n juvenil rurai, reunfa a 10s

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mfios de las granjas de uno y otro sexos para realizar actividades de elaboration de conservas y de cria de pohuelos que prefiguraban sus roles adultos. Por el contrar+o, las organizaciones de jovenes de1 sexo masculine adoptaban el modelo de socialization discontinua, con frecuencia hacienda hincapie en la instruccion militar o ejercicios giKUI&tiCOS, 10s CU&?S no prefiguraban las ocupaciones adultas m8s probables. Casi todos 10s rasgos atribuidos al adolescente-el valor martial, el cult0 a Los heroes, la tendencia a formar bandas-par&an mds apropiados de muchachos que muchachas. Sin embargo, las nfias salian de las escuela primaria a la misma edad que 10s nifios y su probabilidad dc ingresar en la

ensefianza secun$aria era mayor. Como grupo de

edad, las adolescentes se habfan hecho tan visibles coma 10s muchachos, pero 10s arquitectos de la adolescencia no constderaban que ellas planteaban cuestiones o problemns importantes (3). El peso decisive de Ias diferencias por razon de sexo tanto en la concepcidin de la adolescencia coma en la organization de1 trabajo de 10s jovenes puede expltcarse de varias formas, pero hay una que destaca entre ellas. Tradicionahnenk, el muchacho podia afirmar su independencia mediante el abandon0 de la escuela y la obtencion de trabajo. Las mitologfas de1 exit0 en el siglo XIX encomiaron siempre al joven intipido y fuerte que triunfaba por sus propios medios a una edad temprana. En resumen, la mitologla de1 &ito se inclinaba por la precocidad. Pero al llegar 1910 10s cambios en la economfa habian hechoque 10s educadores y padres de clase media consideraran esa precocidad negativa para el progreso de las carreras. Ahora, para triunfar en el mundo 10s muchachos tenian que permanecer mds tiempo en la escuela. De alguna manera habfa que ensefiarles a ser din&nicos e independientes, cualidades necesarias para 10s puestos ejecutivos en la vida adulta, mientras se les mantenfa pasivos y subordinados en las escuelas. Paulatinamente, la pasividad en la escuela y la dependencia en el hogar se iban correspondiendo. Mediante el cultivo de1 msiximo esfuerzo y la masculinidad, quienes trabajaban con 10s j6venes en las organizaciones juveniles segregadas por sexo intentaban preparar a 10s muchachos para sus roles futures, negtindoles al mismo tiempo el contact0 con dichos roles. De manera significativa, la masculinidad, definida coma oposicion a la infantilidad, se definfa ahora coma lo opuesto a Lafeminidad. El “muchacho con hombrfa,” concepto que dejaba de ser contradictorio, se convertfa ahora en ideal. Ya que mencionamos la inclination a ensefiar a

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10s muchachos a desarrollar las cualidades necesarias para el &it0 en el mundo de las grandes empresas, cabe recordar que 10s valores de que estaba imbuido el concept0 de adolescencia eran 10s de la clase media. Fue fundamentalmente en la clase media donde 10s primeros adios de la adolescencia adquirieron importancia a principios de siglo (4,s). A partir de 1920, tanto la conception coma las instituciones de adolescencia se difundieron m&s alla de la clase media. La expansion de la education secundaria en esas dCcadas sirvio de motor para difundir la experiencia de la adolescencia en&e un ampho espectro de grupos sociales, y reducir las diferencias entre las e::periencias de 10s muchachos y las muchachas.

El Auge de las Escuelas de Ensefianza Secundaria La generation de Hall habfa encontrado una economfa todavfa caracterizada por la demanda de mano de obra juvenil, pero para 1900 esa demanda estaba menguando y serfa atin mds baja en el period0 posterior a 1920. En 10s adios veinte, 10s reformadores habfan logrado la promulgation de suficiente legislacion protectora coma para desanimar o disuadir completamente a 10s empleadores de contratar a jB vents de 14 aiios. Adem&, la prosperidad que siguio a la primera guerra mundial hizo posible que un ntimero creciente de trabajadores manuales sacrificara 10s posibles ingresos de sus hijos y les permitieran asistir a la escuela secundaria. La Gran 3epresion complete la labor de la prosperidad, al reducir la demanda de mano de obra a todos Los niveles, y especialmente de jovenes. La proporcicin de jdvenes de 17 aiios que se graduaban de la escuela secundaria, que era solo 35% en 1890, aumento a 28,8% en 1920 y 49% en 1940. El aumento de la poblacion de estudiantes de secundaria contribuyo tambidn a determinar 10s lfmites de la adolescencia. Hall habfa afirmado que la adolescencia se extendia hasta 10s primeros aiios de la veintena, que era cuando, en su epoca, 10s muchachos dejaban de crecer ffsicamente; por el contrario, 10s que trabajaban con 10s muchachos equiparaban la adolescencia con el intervala de 10s 12 a 10s 16 afios, el grupo de edad de1 que se ocupaban la mayoria de las organizaciones juveniles en 1910. En 1940, era ya corriente determinar 10s lfmites de la adolescencia por el interval0 de edad correspondiente a la escuela secundaria, de 10s 14 a 10s 18 arias. August Hollingshead sefialo en su estudio de 10s jovenes de Ehnstown en 10s aikos treinta

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que, para todos 10s efectos, 10s jovenes que abandonaban la escuela secundaria dejaban de ser considerados adolescentes (8). La preponderancia de la escuela secundaria en la determination de 10s lfmites de la adolescencia es comprensible, ya que en 10s veinte habia quedado claro que las organizaciones juveniles patrocinadas por adultos no lograban atraer a suficientes adolescentes para justificar su raz6n de ser. A diferencia de las organizaciones juveniles coma 10s Muchachos Exploradores, que tenfan dificultades para retener a 10s muchachos hasta la mitad de la adolescencia, las escuelas secundarias conseguian retener cada vex mds muchachos y muchachas mayores de catorce afios. Sin embargo, a pesar de su gran bite, en 1940 uno de cada cinco j6venes de 14 a 17 afios no asistia a ellas. Uno de 10s probables efectos de este fenrimeno fue el aumento de las presiones paternas para que 10s que asistian a ellas persistieran hasta graduarse. John Model1 seiiala que, en 10s treinta, la asistencia a la escuela secundaria y el matrimonio eran priicticamente estados excluyentes el uno de1 otro, y que la escuela y el trabajo tambien se excluian mutuamente. Par decirlo de otra manera, 10s jovenes todavia tenian que elegir entre el mundo de la escuela y el mundo de1 trabajo.

La Guerra y Sus Repercusiones Inmediatas La Segunda Guerra Mundial y la &poca inmediatamente posterior repercutieron en esta disyuntiva de manera crucial. Al entrar 10s jdvenes de 18 aAos o mds en el servicio militar, el resto de 10s adolescentes encontro nuevas oportunidades de empleo lucrative. En 1943, gran nlimero de j6venes trabajadores aceptaron trabajo a tiempo complete a la edad de 16 6 17 afios, mientras 10s de 14 y 15 aiios obtenian trabajo a tiempo partial. La disminucicin de la edad de matrimonio durante y despu& de la guerra redujo la distancia entre 10s adolescentes y lo que habia constituido tradicionalmente el simbolo de la edad adulta. En 1950, un adolescente de 16 aiios podia razonablemente esperar casarse entre 10s 18 y 24 adios. Ademas, la prosperidad, especialmente despues de 1949, puso dinero en 10s bolsillos de 10s adolescentes, asi coma de sus padres. El consume, otro rasgo distintivo de la edad adulta, estaba ahora al alcance de 10s adolescentes (91. La sociedad reacciono ante estos cambios con ambivalencia. Al principio de 10s adios cincuenta la prensa estaba plagada de articulos sobre la ola de delincuencia juvenil que supuestamente arrasaba el pais, y el Senado de 10s Estados Unidos celebr6 du-

rante tres aiios audiencia para descubrir las causas de1 fenomeno. Un academico expert0 en la cuestibn afirma, que no hubo tal aumento brusco de la delincUenCia, per0 1aS hipotesis para explicarlo abtmdaban, y la mayoria se basaba en uno u otro aspect0 de la precocidad: 10s j6venes se habian hecho demasiado independientes, tenian demasiado dinero, o sus padres eran demasiado tolerantes. J. Edgar Hoever, Director de1 FBI, insistia en que 10s j6venes tenfan que hacerse mis leales a sus instituciones estudiantiles, o tenian que parecerse m8s a 10s adolescentes que Hall habia imaginado a comienzos de1 siglo (10). Sin embargo, en el fond0 de todo este escdndalo de la delincuencia en 10s cincuenta, podfan vis!umbrarse indicios de un acomodo sutil entre padres e hijos. Los padres de entonces adoptaron una actitud mais relajada y tolerante con respect0 a las citas con el sexo opuesto y el volver tarde a casa que 10s padres de 10s treinta, y estaban dispuestos a sufragar por lo menos algunas de las pautas de consume que distinguian a 10s adolescentes de 1950 de sus predecesores (9). Probablemente, una de las razones de este cambio de actitud fue que la asistencia a la escuela secundaria se convirtio en la experiencia normal, y para una parte creciente de la juventud estadounidense un mero paso hacia 10s estudios universitarios. En cierto modo, la escuela secundaria empezo a ser menos controvertida, y 10s padres no tenian que controlar a sus hijos tan rigidamente coma en decadas anteriores. Incluso 10s jbvenes que abandonaban 10s estudios secundarios podian esperar encontrar trabajo en una economia dinamica. En resumen, el temor a la delincuencia de 10s cincuenta parece haber sido una fase en que 10s adultos reafirmaron sus creencias basicas acerca de1 comportamiento apropiado para 10s jovenes, en el preciso moment0 en que se adaptaban a los cambios conductuales de la juventud.

El Desmantelamiento Social de la Adolescezcia En 1959, Edgar Friedenberg describio al adolescente “en extinci6n,” y, en su estudio de la juventud europea en la historia, John Gillis tit& el capitu10 SObre 10s cincuenta y 10s sesenta “el fin de la adolescencia” (11). Para estos expertos, la adolescencia es menos una fase de1 ciclo human0 de desarrollo que una epoca de la historia. Aunque quiz& exagerado para lograr un mayor efecto, su argument0 no es en modo alguno disparatado. Los atributos que la generation de Hall asociaba descriptiva y normativamente con la adolescencia-la inocencia, la pure-

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za, la akura de miras, la vulnerabilidad-parecen ahora &&antes e incluso pintorescos. Una manera de mterpretar la historia reciente de la adolescencia es considerarla coma el desmantelamientomasivo de1 ideal social de comienzos de1 siglo XX. Al final de 10s aiios sesenta, por ejemplo, la decision Gaulf de1 Tribunal Supremo asesto un golpe mortal a las practicas de 10s tribunales juveniles, al insistir en que 10s adolescentes gozan de 10s mismos derechos en cuanto a procedimiento judicial que 10s adultos. Una serie de decisiones jwfdicas ha establecido el derecho de 10s adolescentes a su intimidad. En derecho c~nstitucional, la tendencia ha sido a eliminar Jas distinciones entre jiivenes y adultos. Asimismo, 10s intentos jurfdicos de proteger a 10sj6venes de la corrupcidn de las malas peliculas o libros se enfrentan ahora con un clima inh6spito. En el campo de la economia, 10s adolescentes suelen compatibilizar 10s estudios con el trabajo, mucho mas que en 10s aiios treinta, Casi todas las normas referentes a la edad se han debilitado, de manera que suele darse el case de que 10s estudiantes que abandonan la escuela en la adolescencia vuelven a ella mas adelante. La asistencia a la universidad se asocia much0 menos con las edades de 17 a 21 que en 1955. Muchas personas se preguntan si se debe tratar a 10s adolescentes coma tales y prefieren, en lugar de ello, considerarlos y tratarlos coma adultos jovenes sin experiencia y semicompetentes (12,13). En la medida coma se les consideraba en 1820, podemos especular con la notion de que la historia se repite. Pero, por supuesto, nunca se repite. Los trahjos que 10s estudiantes de secundaria tienen ahora son pa& fundamental de1 mundo sin future de1 trabajo juvenil, no peldafios hacia un trabajo permanente. Cumplen su prop&it0 de permitir mayor indepndencia a 10s adolescentes en un marco que requiere cierto tipo de dependencia. El calendario de

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la escolarizacionse ha hecho mb flexible,pero no el requisito de escolarizacion.El vivir en el hogar patern0 y tener alglin trabajoocasional es la forma mls asequiblede obtener una education. El frivolo entusiasmo de finales de 10s sesenta y setenta por derribar 10s muros de la escuela, y mandar a 10s adolescentes a vivir su vida, parece ahora tan disparatado coma la imagen de1 adolescente inocentey pure. Las tensiones que entraiia la maduracion no se han desvanecido, reaparecen con diferentes formas en cada generation.

Referencins 1. Hall CS. Adolescence: Its psychology

and its relations to physiology, anthropology, sociology, sex, crime, relition and education. 2 ~01s. New York, 1904. 2. Gillis JR. Youth and history: Tradition and change in European age relarions, 177~Present. New York, 1974, 3. Macleod Dl. Building character in the American boy: The Boy Scouts, YMCA, and their forerunners, 1870-1920. Madison, w1:1983. 4. KettJF. Rites of passage: Adolescence in America. 197~Present. New York, 1977. 5. Chudacoff HP. How old are you? Age consciousness in American culture. Princeton, NJ: 1989. 6. Brbcc CL. The dangerous classes of New York. New York, 1871. 7. Horowitz HL. Campus life: Undergraduate cultures from the end of the eighteenth century to the presenr. New York, 1987. 8. Hollinghscad AB. Elmtown’s youth: The impact of social class on adolescence. New York, 1949. 9. Model1 J. Into one’s own: From youth to adulthood in the United States, 1920-1975. Berkeley, CA: 1989. 10. Gilbert JB. A cycle of outrage: America’s reaction to the juvenile delinquent in the 1950’s. New York, 1986. 11. Friedenberg EZ. The vanishing adolescent. New York, 1959. 12. Hampel RL. The last little citadel: American high schools s&e 1940. Boston, 1986. 13. Zimrlng F. The changing legal world of adolescence. New York, 1982.

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