José Martí y la educación popular
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c ________________________________________ RESUMEN Este artículo presenta a José Martí como fuente histórica de la educación popular en América Latina. Se parte del supuesto de que no puede haber una verdadera re-fundación sin el regreso a los momentos fundacionales, las ideas o los principios de la educación popular. Después de dar una breve reseña de la obra de Martí y el pensamiento, podemos caracterizar el concepto de educación popular como la educación de las personas, en el sentido de una educación universal. En un nivel diferente, tratamos de identificar los elementos en la obra martiana de la educación popular como un movimiento políticopedagógico que se concreta sobre todo desde la segunda mitad del siglo 20. La premisa aquí es que en algún momento dado la educación de las personas y la educación popular deje de ser términos equivalentes, y que en José Martí encontramos elementos para pensar en estos dos términos dialécticamente, en un movimiento de re-creación de una práctica que, si bien troceados por las contingencias históricas, es todo. Cuatro pilares de la educación popular se identifican en su trabajo: la valoración de la pluralidad de los saberes, la relación interpersonal como el medio de enseñanza-aprendizaje, y la base de la transformación social, el conocimiento de la realidad desde una perspectiva emancipadora como un acto político, y la educación proceso de formación de la sociedad. Palabras clave: Educación Popular - José Martí - América Latina.
________________________________________ La educación debe ir a donde la vida continúa. Es absurdo que la educación tiene hasta el momento sólo el hombre tiene para la preparación sin llegar a la preparación de él. La educación debe dar los medios para resolver los problemas que la vida puede presentar. Los grandes problemas humanos son: la preservación de la existencia y la conquista de los medios para hacerlo dócil y tranquilo. (Martí, 2001, p. 308) 1 Los momentos de crisis tienden a ser acompañado por un retorno a lo que se considera original o fundación. En la vida personal, puede significar largos años de terapia para hacer las paces con uno de los padres reales o imaginarios, y las marcas que dejaron en la infancia. En la historia, es el intento de volver a las fuentes donde se encuentran los hechos y las ideas que en un momento dado representa la ruptura o la innovación. Así, la Reforma protestante (Lutero, 1995) busca en el texto bíblico, ahora disponible para ser impreso en grandes números, la base para garantizar una nueva relación con Dios y entre las personas, contribuyendo a la universalización de la educación escolar, a la altura de Ilustración, Rousseau (1995) declara que la República de Platón a ser el mejor libro jamás escrito sobre la educación, en la actualidad, los politólogos y sociólogos, preocupados por la democracia representativa que se ha desviado, a su vez a los autores que dieron cuerpo a esta forma de gobernar en sus textos y institutions2. La educación popular pasó por un período de re-conexión a tierra (Vargas, 1996) o, como algunos la tienen, de la refundación, en el que un retorno a las fuentes se organizó en dos sentidos. En primer lugar, en un sentido horizontal, no fue la incorporación de diferentes y nuevas referencias acerca de los temas centrales de la educación, como sujeto, de conocimiento, la historia y el poder. Hubo también una búsqueda en el sentido vertical, especialmente en relación con las culturas autóctonas. El movimiento zapatista en México, la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), y las manifestaciones de los pueblos indígenas en Bolivia han sacado a la luz y abandonado realidades distintas y lecturas del mundo. El Negro y los movimientos de mujeres, entre otros sectores de la sociedad oculta, han invitado a nuevos actores a la escena. La cultura popular ya no se lee bajo un sesgo estrictamente clasicista, y abierto a aceptar la pluralidad de manifestaciones y formas de expresión que comprende la realidad sentida y vivida. Hoy en día, el concepto de clases combina las formas populares de la dominación del pasado con efectos opresivos de la lógica capitalista contemporánea. La diversidad de los movimientos sociales y manifestaciones populares tiene que ver con las formas concretas de enfrentamiento requiere de hidromasaje este "curioso" (Mouterde, 2003, p. 86) que es la vida cotidiana en nuestros tiempos. Debemos recordar que la necesidad de volver a tierra surgió de la sensación de que la práctica había sido vaciada, con la condición de muy poco para contribuir al avance real de la sociedad. Tal vez la inmediatez de las exigencias de la práctica educativa, junto a las demandas siempre apremiantes, de la vida de las personas, como la vivienda y el empleo, han contribuido a la pérdida no sólo de los horizontes, pero también de radicalidad. Ir a The Roots requiere de un esfuerzo redoblado de la práctica de interconexión volver sobre los propios, y es incompatible con espontaneidades. Como parte de este cuadro, se presta poca atención a las fuentes de la teoría de la educación popular, que suelen ser tratados como un movimiento pedagógico creado en la segunda mitad del siglo 20, indisociable de la historia de la sociedad en general, y de la historia de la educación, en particular, en contradicción con la premisa de la educación popular sobre la historicidad del acto educativo. Por un lado, es de hecho la reciente construcción de un cuerpo teórico-práctico que se refiere a la educación popular en el sentido estricto. En Brasil, los movimientos de la cultura popular, el método de Paulo Freire y la lucha clandestina durante el período de la dictadura militar, sin duda, son factores que marca el surgimiento de un campo que se adhiere a ciertos principios y por una perspectiva metodológica distinta de la que se inicia un diálogo con otras ideas de education3. Por otro
lado, hay voces en la historia que han sido silenciadas y las prácticas que han quedado fuera de los parámetros de análisis hegemónico, y que puede ser rescatada como una especie de telón de fondo las prácticas de más reciente desarrollo. Dentro de la situación general de desconocimiento de la historia de la educación en América Latina, este hecho no es sorprendente. Sabemos que poco antes de Paulo Freire y, si no hacemos un esfuerzo por recuperar la memoria de este proceso político-pedagógico, corremos el riesgo de no saber mucho después de él, e incluso de perder lo que sabemos acerca de él. El argumento presentado aquí es que no puede haber una verdadera re-fundación sin el regreso a los fundadores o momentos de la estructuración, ideas o principios de la educación popular. No hablamos de los principios de algo estático y eterno. Mencionamos aquí la observación de que la defensa de Baldwin Andreola todavía tiene sentido hablar de principios éticos: "Estamos de acuerdo en que no tendría sentido si los principios eran las prioridades establecidas en el Olimpo idealista de Platón. Creo, sin embargo, que los principios Debe entenderse que la demanda aparece, emerge, y nacen de la existencia´. (Arreola, 2003, p. 21). A continuación se relaciona el principio con el sentido etimológico se encuentra en la archi griego "" (primero, el original). El llamado es entonces para una arqueología de la educación popular en el continente. En este artículo se tendrá en cuenta el pensamiento de uno de los pensadores que forman parte de la trayectoria de la educación popular. En José Martí se encuentra una expresión muy lúcido de lo que la educación en América Latina debe ser, y bocetos de la pedagogía de la región de América Latina. Su dedicación a la causa de la revolución en Cuba durante la segunda mitad del siglo 19 incluye la educación como un factor central para la conquista de la independencia y para la realización de la vida en esta parte del mundo. El texto de este artículo se divide en tres partes: a) una breve introducción al pensamiento de Martí, poniendo en perspectiva y reflexionar sobre el sentido amplio de su trabajo como una fuente de educación popular, b) el concepto de educación popular como educación de la gente en un sentido amplio, c) invertir los términos de la cuestión, la educación de la gente de la educación popular. La premisa es que en un momento dado de la educación de la población y la educación popular dejó de ser equivalente, y que en José Martí elementos tenemos que pensar en estos dos términos en una forma dialéctica, en un movimiento de re-creación de una práctica que, aunque separadas por las contingencias históricas, es único. c José Martí vivió en la segunda mitad del siglo 19 (1853-1895), un período marcado por la consolidación de la independencia de las jóvenes repúblicas de América Latina y, en el caso de Cuba y Puerto Rico, todavía por la conquista de la independencia de España. Toda su vida y el trabajo tienen como fondo la lucha por la autodeterminación de su país, Cuba, y la constitución de un grupo de naciones soberanas, consciente de su herencia cultural en el Sur de América. Esta dedicación a la causa emancipadora significa que pasó la mayor parte de su vida en el exilio, que viven en varios países (España, México, Guatemala, Venezuela y EE.UU.), donde trabajó como periodista, profesor, escritor y activista político. En la escena política, la lucha contra España se sigue con un ojo afilado en el "gigante de las siete de inicio de la liga" que surgió en el Norte. El hecho de que vivió la mayor parte de su exilio en Nueva York le permitió observar de cerca el crecimiento de este país vecino con una mezcla de admiración y temor. La admiración por los avances en el cultivo de la tierra y en la incorporación de nuevas tecnologías, y para la educación pública que se están instalando en muchos lugares de América del Norte. Aprehensión es el peligro inminente de comercio de una forma de dominación por otra, se corre el riesgo de agotar las fuerzas en una lucha sin sentido. Martí comprendió que la verdadera liberación de Cuba no podría suceder sin la unión de la gente, de todos los sectores de la sociedad. El Partido Revolucionario Cubano, fundado en 1892, adoptó esta bandera y, a causa de sus ideales de unidad, Martí era su alma. El partido tuvo un papel decisivo en la lucha por la independencia que estalló en 1895, y Martí fue de Nueva York para unirse a las tropas bajo el mando del General Máximo Gómez. El 19 de marzo de ese año, murió en la batalla contra el ejército español en Dos Ríos, sin ver realizado el gran sueño de su vida. El pensamiento martiano de la universalidad es incuestionable. Somos conscientes de la universalidad de la hermana gemela de la radicalidad. El radical, no-pensamiento sectario, es el que se adentra en The Roots de las condiciones y situaciones analizadas, con lo que consiguen que abarque la diversidad. Es como una piedra arrojada a un lago: mientras se hunde, se produce círculos concéntricos que amplían al mismo tiempo que la piedra busca su lugar en el fondo del lago. Este tipo de universalidad explica por qué tantos pensadores de diferentes ámbitos de conocimiento _ científicos, políticos, filósofos, teólogos, pedagogos, literatos, comunicadores, entre otros _ se encuentran en el pensamiento de Martí. Cada uno de ellos se encuentra en sus temas de trabajo que les ayudan a tejer nuevas narrativas en los nuevos tiempos y lugares. En Brasil, como ha señalado Reck (2005) sobre la base de la documentación y testimonios, el MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra) en Martí tiene una importante fuente de inspiración para componer el conjunto de las ideas pedagógicas. La frase muy de la escuela itinerante (escuela itinerante) recuerda el conocido Maestros texto Expresionismo (Maestros ambulantes), en la que Martí señala la necesidad de maestros que están dispuestos a ir lejos y proporcionar los conocimientos técnicos y la ternura, ambas esenciales para la vida.
Florestan Fernandes (1995, p. 32) Martí vio en la "humanista e intrépido combatiente", para quien la revolución representa un proceso continuo de perfeccionamiento del ser humano y la sociedad. La Revolución Cubana en busca de su autonomía política debe ser vista como una expresión de la gran lucha por la igualdad entre los más ricos y las naciones más pobres del mundo. En filosofía, Raúl Fornet-Betancourt (1998) reconoce en el inaugurador Martí de lo que podría ser identificado como un pensamiento filosófico de América Latina, que tendría como funciones la polifonía, dando voz a los mulatos, los indios y los afro-americanos. Es también una reflexión hecha desde el margen, en la perspectiva y los intereses de los oprimidos. La inspiración de Martí, según Fornet-Betancourt, se deshace dogmatismos de la filosofía y de la repetición pedante, aceptando el riesgo de pensar de las circunstancias de la realidad concreta. Reinerio Arce (1996) ve en Martí la base de un pensamiento teológico latinoamericano. Sus escritos están impregnados de la crítica a la religión como un aliado de los poderosos, mientras que proféticamente reconocer el cristianismo como la religión esencialmente de los pobres y para los pobres. La nueva religión en la nueva sociedad sólo podía descansar en la libertad fundada en la razón. No es el caso, en Martí, de una racionalidad calculada y fría. La verdadera religión no sería menos que la "poesía del mundo venidero". Para Roberto Fernández Retamar (2006), José Martí representa el pensador moderno, de primera de nuestra América, el fundador de un nuevo pensamiento social que une la voluntad de emancipación con la búsqueda de la justicia social. Por esta razón, los grandes revolucionarios de América Latina del siglo 20, como el Che Guevara y Fidel Castro, al igual que los movimientos sociales, tienen en él uno de sus principales fuentes de inspiración. No es difícil ver a Martí como un resorte para otros ámbitos: en la literatura, tanto como autor y escritor como crítico, en el periodismo, como un observador perspicaz, crítico y comprometido, en la política como un pensador revolucionario y activista de su la realidad, en la ciencia como promotora del espíritu creativo. Al mismo tiempo, no hay razón para caer presa de las idealizaciones en contra de su propio sentido de la realidad, Martí (2001). Era un hombre que vivió intensamente su tiempo, lo que significa que no estaba libre de las contradicciones de la época, ni por encima de ellos. Se puede aplicar a él la comprensión con la que uno se acerca a los hombres de Bolívar, Hidalgo, o de San Martín: A veces se quiere lo que no quiera, pero lo que no perdonaría un hijo a su padre? El corazón se llena de ternura cuando pensamos acerca de estos gigantescos fundadores. Ellos son los héroes: los que combaten a su vez, los pueblos libres, o los que sufren en la pobreza y desgracia por defender una gran verdad. Los que luchan por la ambición, por hacer esclavos de otros pueblos, por tener más poder, para la adopción de otras personas de sus tierras, no son héroes, sino criminales. (p. 308) La universidad también revela el uso de fuentes que se funden en una autoría de la originalidad extrema. Sólo tenemos que leer algunos párrafos para sentir que estamos ante un pensador capaz de traducir la complejidad en palabras simples. Las verdades esenciales, dice Martí, caben en las alas de un colibrí. La elocuencia y la sencillez de su estilo, sin embargo, no tienen nada que ver con la palabrería vacía: "El lenguaje tiene que ser matemático, geométrico, escultórico. La idea ha de encajar exactamente en la frase, tan fuertemente que no podemos quitar nada de él sin retirar lo mismo de la Idea "(p. 255). Esta frase resume muy bien su estilo vigoroso y vibrante. También es muy difícil de analizar las influencias que marcó el pensamiento de José Martí. Como periodista, intelectual y activista político, siguió a los pocos los movimientos de la sociedad de su tiempo. Aparte de eso, el hecho de que él vivía en Nueva York, en ese momento ya es un centro económico y cultural importante, y ha trabajado en varios países de América Latina y Europa, lo coloca en una posición privilegiada para entender su mundo bajo la perspectiva de que define como nuestra América. Debemos señalar también el esfuerzo consciente de Martí para mantener su independencia intelectual. Según Reinerio Arce (1996), no se puede colocar en cualquier escuela de filosofía. Martí se define el intelectual como alguien que se caracteriza por su capacidad para juzgar con autonomía, Martí (2001). Algunos de los que se llaman intelectuales son, para él, meros imitadores, y tomar de ellos si sus autores, se convierten en maniquíes sin brazos y piernas. "Otros que saben leer, pero traer su propia marca a donde el maestro, como si más de la luz, no se atreve a poner su mano. Y, sean príncipes o artesano, estos son los creadores. ¿Qué tenemos que hacer para saber? Para examinar nuestro criterio con el examen realizado por el criterio de los demás, o lo que es aún más seguro, para examinar con nuestro propio criterio. Martí era un ávido lector, y cualquier intento de identificar las fuentes de su pensamiento debe estar precedido por las palabras de cautela reconociendo su precariedad. Un ejercicio importante fue realizado por Reinerio Arce, quien, basándose en las referencias de Martí, identifica tres autores especialmente relevantes en la formación de sus ideas. A los que añadir las fuentes autóctonas, lo que dará forma a lo que el llama nuestra América. El primero de ellos es José de la Luz y Caballero (1800-1862) quien, junto con Agustín Caballero (1762-1835) y Félix Varela (1783-1853), son las principales figuras de la filosofía cubana en el primer semestre del 19 siglo. José de la Luz pensamiento tenía tres componentes que se muestran también en Martí: un capítulo religioso basado en un amplio
conocimiento de la Biblia y la Patrística, la cadena basada en el conocimiento científico de la Física y Química, y un capítulo filosófico. Este eclecticismo, la mezcla de una espiritualidad profunda con la fe en la ciencia como un instrumento para el mejoramiento del individuo y la sociedad, también será de las características del pensamiento martiano. El exilio en España, Martí puso en contacto con un movimiento llamado krausismo español. Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832) fue un filósofo alemán a quien la vida debe regirse por un principio racional derivada de la semilla colocada en el ser humano por el mismo Creador. El mundo es un ser finito que se desarrolla en el seno de un ser infinito, que es Dios "La perfección consiste en la unidad de los hombres a través del amor, el conocimiento y la realización del bien en Dios, para que la ciencia y la razón contribuirá de manera decisiva, desde que el hombre, una síntesis de la naturaleza y el espíritu, no puede renunciar al mundo sensible "(Urbina, 1966, p. 825). Además de influir en la filosofía y la teología, este movimiento que defiende la burguesía de izquierda liberal español promovió el movimiento amplio de la educación pública. Sus exponentes fueron en España Julián Sanz del rio4 (1814-1869), (1814-1874 Fernando de Castro) y Giner de los Ríos (1839-1915), el último de los fundadores de la asociación para la educación pública y de las conferencias para la educación de las mujeres. Otra influencia fue Ralph Waldo Emerson (1803-1882), miembro del movimiento conocido como Nueva Inglaterra trascendentalismo, que se opone tanto al materialismo científico y el dogmatismo religioso. Hay, según Emerson, una mayor correspondencia entre el ser humano y el universo. "De hecho, no hay nada externo, así que necesito para tejer los hilos desde el interior de mis entrañas... el propósito de la vida parece ser el de familiarizarse con el hombre... y la mayor revelación es que Dios está en cada hombre "(citado Arce, 1996, p. 37). Todo lo que el ser humano necesita que se encuentre dentro de sí mismo. En los años que vivió en México (1875-1876) y Guatemala (1877-1878), creció en él la idea de un autóctono de América Latina, sin duda debido a su conocimiento de las culturas indígenas que viven en esos países, Martí (2001 ). En Guatemala, en 1877, publicó un texto titulado Los nuevos códigos, en la que expresó su confianza en que el nuevo pueblo estaba surgiendo en esa parte del mundo. Interrumpida por la conquista de la obra natural y majestuosa de la civilización americana, la gente extraña que se creó con la llegada de los europeos, para la savia nueva rechaza el cuerpo viejo, no indígena, ya que sufrió la injerencia de una civilización devastadora, dos palabras que, siendo antagónicos, constituyen el proceso, el pueblo se creó en forma mixta, que con la reconquista de su libertad se desarrolla y restaura su propia alma. Es una verdad extraordinaria: el espíritu universal gran muestra una cara particular en cada continente. Thus, we, with all the frailty of a child seriously injured in its cradle, have the generous fervency, the valiant restlessness and intrepid flight of a fierce and artistic original race (p. 98). Esta cita incluye a muchos de los significados atribuidos por José Martí el concepto de Nuestra America5. Se reconoce que la conquista ibérica representa una interrupción en la historia que los pueblos de este continente estaban construyendo. Con la conquista, dice, la hoja fue arrancada del gran libro del universo. Contrariamente a lo imaginario de los colonizadores, Martí reconoce que no hay borrón y cuenta nueva aquí, un mundo vacío a ser llenado por una civilización superior. Hubo una historia muy rica, como lo demuestran los edificios, los observatorios astronómicos, y los logros en la agricultura. Por esta razón, se recomienda en el artículo de Nuestra América (2001, v. 6), que debemos estudiar la historia de los incas y los mayas, incluso si no estudiar la historia de los griegos, porque nuestra Grecia es preferible a un Grecia que no es nuestra. "Injertar en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser nuestra." A estas influencias formativas se han añadido otros a lo largo de su vida, resultando en la articulación de pensar que la ciencia y la espiritualidad, las ideas y la acción, razón y emoción, la sensibilidad y el rigor crítico, fuentes clásicas de la tradición occidental con las creencias de los pueblos autóctonos. Ellos dan forma, en su conjunto, a un autor que desafía la clasificación, y que por esta misma razón, y constituye la fuente indispensable para el pensamiento latinoamericano en general y para la reflexión pedagógica en particular. ï ! José Martí identifica a la educación popular con la educación de las personas dentro de la tradición clásica de la modernidad. Al igual que en la visión de la Reforma Protestante, en el que la Iglesia y el mundo necesita cristianos educados en el principio del sacerdocio universal de todos los creyentes, Condorcet y sus contemporáneos revolucionarios lucharon por la educación de los ciudadanos de las naciones libres y soberanas. Martí (2001) asume esta premisa: La educación popular no significa exclusivamente la educación de las clases más pobres, sino que todas las clases de la nación, que es el mismo de la gente, estar bien educado. Al igual que no hay ninguna razón para la educación y los ricos, no a los pobres, ¿qué razón hay para educar a los pobres y no a los ricos? Todos son iguales (p. 375). La aplicación de esta educación de las personas pasa por una reforma de las leyes que rigen la educación. La escuela para todos debe ser la meta y su obligatoriedad es incuestionable. Vale la pena incluso castigar a los padres a garantizar este derecho a todos los niños de Nuestra América. La libertad y la obligatoriedad de la escolarización son expresiones complementarias para la emancipación de la gente, ya que comentarios de un proyecto de enseñanza del derecho en
México en 1875: (La ley) establece dos grandes principios: si bien la totalidad del proyecto no es aceptable, sería salvado por estos dos principios que la sustenta y engendraron: la libertad de enseñanza y la escolarización obligatoria. Es decir, la enseñanza obligatoria y la libertad de enseñanza, debido a que la tiranía saludable es mejor que esta libertad (Martí, 2001, p. 353) Martí (2001) no oculta su admiración por las escuelas de diversas partes del mundo, y por diversas razones. De Alemania, es especialmente aficionado a la formación humanística asociados a la educación técnica. La electricidad en la escuela de Darmstadt tendría un programa ejemplar para la educación de los electricistas, la enseñanza de la disciplina "Magnetismo y la electrodinámica, máquinas de teléfono, la teoría del potencial con aplicaciones especiales para la ciencia de la electricidad, las señales eléctricas de los ferrocarriles" (p.284). De los Estados Unidos, también admira la educación técnica, pero sobre todo su vinculación directa con la industria. Él ve en estas escuelas la posibilidad de superar la tradición secular de ver el trabajo manual como algo menos, para los esclavos. El trabajo manual proceden de bienestar físico, mental, moral y las ventajas que podrían ayudar al crecimiento de cada hombre de las sociedades hispano-americana. Por encima de todo, dice, "el hábito del método, un contrapeso saludable que la imaginación tiene para con nosotros, con sus espuelas de oro, en particular en nuestras tierras de vehemencia, inquietud y desorientación" (p.284). ¿Por qué no unir, insiste en otra parte, el impulso creativo de los pueblos de esta parte del mundo con el trabajo metódico que exige los nuevos tiempos. Que ve con entusiasmo que en varios países de América Latina "las escuelas de Artes y Oficios" se ponen en marcha para llevar la educación hasta la fecha, es decir, hasta los equipos científicos. Las Escuelas de Artes y Oficios para ayudar a resolver el problema humano que ahora emerge con nuevos datos, ya que los árboles viejos, la monarquía y la Iglesia, bajo cuyas ramas de un hombre muchos llevan una vida cómoda, empiezan a marchitarse. Ahora bien, ni cortesanos, ni frailes. Los tiempos están agitados, los hombres están despiertos, y cada uno tiene que tallar sus propias manos con la silla en la que se asentará en la fiesta de la revista Fortuna. Esas clases estable y fija a través del cual la vida entró a través de los canales abiertos ya no existen, no hay más legiones de mendigos descalzos, ni un enjambre de pretendientes, - aunque aún existe! - Tampoco regimientos de caballeros para matar, robar y damas para servir, ni los rebaños de lacayos (Martí, 2001, p.284). En Inglaterra, Martí ve cómo las mujeres comienzan a competir por posiciones en la universidad en igualdad de condiciones. En los Estados Unidos no dejar de observar cómo la exclusión de las mujeres de las escuelas es la discriminación pura, sin ninguna relación con la inteligencia o la capacidad. Esto también es cierto de los descendientes de hispanos en los Estados Unidos. Incluso en condiciones adversas, la Gusmáns, Arellanos Villas destacan en sus clases por su creatividad y rendimiento, que muestra que la inferioridad es histórica y producida por las malas condiciones sociales. Junto con el entusiasmo con la ciencia en el espíritu positivista de la época, que alimentó muchas fuerzas revolucionarias y republicanas, Martí valores, también el cultivo del espíritu. Su poesía es el mejor testimonio de ello. El espíritu científico no es antitético a la propiedad intelectual y espiritual del desarrollo. Por el contrario, ambos deben ser útiles para el desarrollo de live6. No es suficiente para crear escuelas y de tener las leyes. La ineficacia de muchas de las reformas educativas se puede ilustrar con la metáfora de la arena seca de deslizamiento sobre las rocas inclinadas con nada para detenerlo. Esta roca inclinada que no se modifique con el paso de la arena, es el alma del público adoptadas por el egoísmo y la grosería, y por esta razón que se resiste "a la llegada de la mejora de las prácticas que solo acepta en nombre y forma" (Martí, 2001 , p. 285). Estos breves comentarios y muestras de pensamiento pedagógico de José Martí vamos a percibir su preocupación por lo que hoy llamaríamos una educación de calidad para todos. Se trata de abrir el acceso a todos, indiscriminadamente, sino también de tener una planificación capaz de hacer frente a las necesidades de la sociedad de la época. La educación de la gente de la educación popular? La creencia de que la educación del pueblo es la educación popular se deconstruye las generaciones de gobernantes y administradores de empleados el poder de la educación institucionalizada para mantenerse en el poder y, paradójicamente, para mantener a la gente ignorante. La persistencia del analfabetismo, deserción escolar, y el bajo rendimiento de los estudiantes no pueden atribuirse al azar ni a la incompetencia de maestro o de la falta de capacidad de los individuos. La educación popular, que Martí (Cuba), Sarmiento (Argentina) y Varela (Uruguay), entre otros pensadores de la época, vio como igual a la educación del pueblo, comenzó a ser entendida como una alternativa a esta educación de la población asociado a la escuela. En la breve historia de la educación popular, hay un consenso en que era en la segunda mitad del siglo 20 que fue constituida como una propuesta pedagógica con su propio cuerpo de principios y metodologías. Aparte de la reacción a la educación escolar y conservative7 muy deficiente, el cambio en el sistema productivo y en las relaciones entre los agentes de este sistema contribuyó a la constitución de la educación popular, así como para las iniciativas de educación de adultos
que promueven los organismos nacionales e internacionales. Hay, sin embargo, a través de la historia de América Latina (Streck, 2006) un conjunto de prácticas pedagógicas que se cubren por la ideología de las clases hegemónicas, y que de manera clandestina se manifiesta en la pedagogía de la supervivencia, de resistencia y de relación. Hubo también reflexiones que difícilmente se puede encontrar en los libros de texto para los cursos de formación del profesorado. Es en este sentido que podemos identificar en las características de trabajo de José Martí que más tarde dieron forma a la política de los supuestos pedagógicos de la educación popular. El intercambio de conocimientos Una característica f álamo educación tal como la conocemos hoy en día es que se libera de los espacios formales de educación y trata de aproximaciones entre saberes de diferentes lugares de la sociedad y la cultura. La escuela es ahora vista como uno de los muchos espacios donde se educan las personas. Como ya se ha visto, Martí es un defensor vehemente de la enseñanza pública obligatoria para todos los niños, pero su utopía pedagógica va más allá. Su descripción de la experiencia Chantaqua ilustra su sueño de ver la educación como un lugar para el encuentro de personas y de saberes, del conocimiento práctico de cómo la cocción de las patatas a las últimas novedades de la física. Chantaqua era un sistema de educación popular que comenzó con una asamblea docente en una escuela dominical en 1874, que se reunió en la ciudad de Punto Feria del lago Chantaqua, el oeste de Nueva York. La escuela fue organizada por John Heyl Vincent (1832-1920), el obispo de la Iglesia Metodista, y se convirtió rápidamente en un lugar para conferencias y estudios. En Chantaqua, Martí observa la realización de su sueño de una escuela abierta que acoge a todos aquellos que tienen algo que enseñar y están dispuestos a aprender. "La cocina, enseña a cocinar. Paseos, enseña a caminar. Dibujo enseña a dibujar. Enseña a cocer las patatas y para medir las ondas de luz. Esta "universidad del pueblo" no tiene ninguna inscripción, ni tampoco los títulos cuestión, pero en ella, se encuentran los alimentos para la curiosidad y enseñanzas prácticas para la vida y todos los días. Tengamos en cuenta esta escena en movimiento: "El marido, totalmente feliz, besa a su esposa en la mejilla, traer felicidad a los ojos:" la mujer, que valen más que antes! ³Las prendas son de percal o pobres de la lana. Las manos se han endurecido "(Martí, 2001, p. 433). Allí, lo mejor del arte y la ciencia se pone al alcance del ciudadano común. Una experiencia similar se puede encontrar en las descripciones de las reuniones de "La Liga". Fue fundada en 1889 por José Martí y Rafael Serra para formar a los exiliados cubanos para la tarea revolucionaria. Sería erróneo pensar que las estrategias de guerra y el arte del manejo de las armas se enseñan allí. No íbamos a encontrar personas que, en el exilio, preparado para la ciudadanía, mediante la enseñanza y el aprendizaje. "Algunos aprenden a leer y escribir en torno a una mesa de trabajo, mientras que otros estudian y corrección del otro disertación, nadar en el más profundo del corazón humano y buscar la luz de la sentencia y para el bien del país lo oculto y lo verdadero que puede ser apenas se ve en las páginas de la historia "(Martí, 2001, p. 252). Tenemos aquí una de las grandes utopías de la educación popular: el aprendizaje de intercambio y difusión. Incluso si las relaciones pedagógicas que están inmersos en el poder, por lo que siempre implica una negociación cultural (Mejía, Awad, 2001, p. 119), Martí destaca en sus observaciones en su práctica y la dimensión de la voluntad, que a su vez, la educación popular en un importante de espacio para la formación de líderes que tienen un compromiso ético-político que privilegia la solidaridad (Adams, 2007). Así, en la educación popular se encuentra, al lado del otro, la negociación de la posición y las ideas, porque las personas involucradas están inmersas en relaciones de poder, el intercambio entre las personas conscientes del hecho de tener algo que dar y que reconocen su interdependencia y el intercambio como una expresión de la donación. ! Los conocimientos técnicos y científicos no son de José Martí en un fin en sí mismo. No importa cómo el conocimiento científico relevante, sigue siendo un medio creado por la humanidad para hacer frente a las dificultades de la vida que, por su vez, no están agotados por lo que la ciencia es capaz de proporcionar. Por lo tanto, "aquí es (...) lo que los profesores tienen que tomar a los campos. No sólo explicaciones agrícolas e instrumentos mecánicos, pero la ternura que el hombre tanto echa de menos y eso les hace mucho bien" (Martí, 2001, p. 289). Un siglo más tarde, Paulo Freire (1996) de nuevo los que deseen, así como un requisito de la Ley de la enseñanza, también en el contexto de una pedagogía que se propone ser revolucionario. Hay tanto en el reconocimiento tácito de que los verdaderos cambios sólo son posibles cuando implican el ser humano integralmente. "Los hombres, dice Martí, en el mismo texto, se sigue comiendo las máquinas y los depositarios de las preocupaciones. Tenemos que hacer de cada hombre una antorcha" (p. 159). Para ello, es necesario, en primer lugar, para descongelar las venas congeladas de los pueblos de nuestra América. La educación popular se hace de las relaciones afectivas uno de los pilares de su práctica y encuentra su mejor éxito cuando se logra integrar la razón y la emoción. Por ejemplo, el movimiento de las CEB (Comunidades Eclesiásticas de base) fue acusado de una riqueza litúrgica impresionante. La música, de Chico Buarque y Geraldo Vandré al hip-hop de hoy,
moviliza las prácticas de resistencia y de protesta. El místico integra las prácticas pedagógicas y sociales del MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra). También sabemos que cuando los jóvenes y la educación de adultos se convierte en escuela de EJA (Educación de Jóvenes y Adultos), corre el riesgo de perder esta dimensión estético-afectiva, y tiende a encajar en la lógica institucional, con las mismas prerrogativas, pero también con las mismas dificultades (Godinho, 2007). ï ! Una de las características de la educación popular es su conciencia de sí mismo como una práctica político-pedagógica. En una realidad de intereses en conflicto, la neutralidad implica el cumplimiento de aquellos que tienen los instrumentos y los medios para ejercer el control. Desde esta premisa, sin embargo, existen grandes diferencias en la interpretación y hacer frente a estos conflictos. En Martí `s de pensar, los intereses en conflicto no se resuelve a través de la lucha de clases, como en la teoría marxista. Con motivo de la muerte de Marx, Martí (2001) escribió un artículo en el que rinde homenaje a él por haber tomado el lado de los más débiles. Él reconoce los méritos de Marx, por haber fundado el mundo sobre nuevas bases, y despertó la clase obrera europea. Sin embargo, considera que la lucha de clases insuficiente para resolver el conflicto, ya que enfrenta al hombre contra el hombre. Revolución tiene en este momento un carácter trans-clasismo llamando a todos los cubanos a luchar por la independencia. Según Raúl Fornet-Betancourt (1998) la percepción de Martí inaugura en América Latina una recepción tradicional de Marx, que ve en su trabajo por encima de todo opción por los pobres. Teología de la Liberación y de importantes segmentos de la educación popular se pueden incluir en esta tradición, al no hacer una distinción inmediata entre lo popular y la clase social en un sentido marxista más estrictos. Con su agudo sentido de la realidad, Martí es consciente de la diferencia de desarrollo entre América Latina y las sociedades europeas, con poca industrialización y una clase obrera casi inexistente. Según Antonio Cândido (1995, p. 29) "su radicalidad reside ante todo en una concepción popular de la democracia", la comprensión de lo popular como un privilegio de la perspectiva de los oprimidos y los poor8. El pensamiento político de Martí es, al mismo tiempo un reto y anti-dogmática. Su indignación se vuelve contra todos y cada forma de opresión, de la esclavitud negro emancipación (Cuba incluyó la liberación de los esclavos) a la sumisión a la jerarquía eclesiástica o al imperio, tanto en la antigua representada por España y el nuevo en la figura de la " gigante con botas de siete leguas "que se estaba formando en América del Norte. De ahí el valor de la libertad como se explica a los niños en una de Oro Edad (La Edad de Oro): La libertad es el derecho de todo hombre tiene a ser honrado y de pensar y hablar sin hipocresía. En Estados Unidos, no se podía ser honrado, ni pensar, ni hablar. Un hombre que oculta lo que piensa o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honorable. Un hombre que obedece a un mal gobierno, sin trabajar para que el gobierno sea bueno, no es un hombre honorable. Un hombre que cumple con las leyes injustas y permite que el país en el que nació para ser pisoteada por los hombres que maltratan, no es un hombre honorable. El niño, cuando empieza a pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por todos aquellos que no pueden vivir con honradez, debe trabajar para que todos los hombre puede ser honorable y debe ser él mismo un hombre de honor (Martí, 1995, p. 4). La educación como la auto-educación de la sociedad Aunque Martí admiraba a los sistemas educativos establecidos en Europa y en Estados Unidos, así como el carácter científico y técnico de la educación en estos países, que está totalmente en contra de los trasplantes de leyes, prácticas y teorías. "Injertar el mundo en nuestras repúblicas, pero el tronco ha de ser de nuestra república. Y callar a los vencidos pedante, porque no hay tierra en la que un hombre puede ser más orgullosos que en nuestras repúblicas dolor de América" (Martí, 2001, p. 15). La universidad europea, dice en Nuestra América, dará lugar a la universidad americana. De la misma manera, es justo, o incluso más importante el estudio de nuestra historia de los incas hacia delante de lo que es el estudio de la historia de una Grecia que no es nuestra. Sería un error, sin embargo, para ver en Martí una negación xenófoba de la tradición occidental filosófica y literaria. Lo que él defiende en este y en otros escritos es el potencial de esta América, que combina diferentes razas y tradiciones para crear su propia cultura. En realidad, ya hemos perdido una oportunidad: "(El) la recompensa habría sido reunidos, con la caridad del corazón y la audacia de los fundadores, el pañuelo y la toga; en la movilización de los indios, en el ajuste de la libertad a los cuerpo de los que se levantó y ganó "(p. 15). Sin embargo, Martí cree que, el tiempo está maduro para un nuevo intento. La revolución cubana, en la que Martí dedicados por completo, muestra estas expectativas y posibilidades de la nueva sociedad. José Martí previó como pocos la aparición de un nuevo centro de poder imperial en el norte de América. Esto no hace de él un enemigo del pueblo de América del Norte o un crítico ciego de esta sociedad. Vivir en las entrañas del "monstruo", que reconoce las virtudes en la sociedad norteamericana que desea ver también en el sur. Como la educación se ha indicado anteriormente, la Ciencia, la sala de las mujeres en la escuela y en la administración pública, y la valoración del trabajo
manual se encuentran entre los aspectos positivos que Martí reconoce en el país donde se llevó a cabo la mayor parte de su trabajo como escritor, político y poeta. Al mismo tiempo, nunca será una sociedad verdaderamente libre hasta que los hombres y las mujeres son capaces de pensar por sí mismos. La educación es, por tanto, un proceso de auto-educación de la sociedad sobre la base de las fuerzas que existen en ella, con la contribución de la oferta de otros pueblos. Para Martí, no hay ninguna pregunta sobre los pueblos de América Latina a integrarse en el mundo moderno de la máquina y la ciencia, o permanecer al margen de este proceso. Hay un sentido de universalidad agravada por las condiciones actuales de nuestros pueblos para conocer y promover los intercambios de diversos tipos. Esta es una razón para la valoración de la diversidad, como vemos en la Historia de Homens contada a través de sus casas (Historia de los hombres dijo a través de sus casas), donde Martí (1995) muestra a los niños cómo cada tipo de casa tiene su razón en su contexto, y que finalmente había llegado el momento en que los pueblos puedan vivir como hermanos, conocer y visitar cada other9. " Este estudio no hace justicia a la amplitud y la densidad del pensamiento de José Martí. Es sobre todo un ejercicio en una incorporación más sistemática de una de las fuentes de nuestro pasado. Además, siempre es arriesgado para incorporar las ideas de un autor del que estamos separados por más de un siglo, y por un sinnúmero de transformaciones en la sociedad y la cultura. Hay, sin embargo, también algunas constantes que hacen de Martí un hombre de la modernidad notable. Sus ideas permiten temas acuciantes de la actualidad para asumir las formas más clara, y para ser más fácilmente se transforman en objetos de nuestra reflexión de hoy. Uno de esos temas recurrentes en la educación es la sensación de la eternidad la zaga de los otros pueblos por delante de nosotros. Martí (2001) denuncia como un ataque monstruoso que establece el divorcio entre la educación de su tiempo y su tiempo, pero reconoce también la inutilidad de los trasplantes de llenar este vacío. La salida para él es en la vinculación de la educación con la vida concreta de los individuos y los pueblos. No hay magia, pero no estamos ante una fatalidad histórica bien. Todo lo que tenemos que hacer es hacer uso del potencial creativo de cada pueblo. Como un revolucionario en el que muchos de los ideales de Rousseau pulsar (Streck, 2004), Martí cree en la posibilidad de provocar lo mejor de cada ser humano. Las rupturas con el pasado de opresión son posibles porque la historia está abierta a la creatividad humana. Este pensamiento utópico, libre de determinismos, ha sido otro ingrediente fundamental de la educación popular a lo largo de su historia. Esto también se refleja en la forma de hacer pedagogía, en el sentido de que no puede haber una pedagogía para la libertad, si la pedagogía en sí misma no está libre de dogmas que atan a los regímenes fijos o limitar la posibilidad de que las circunstancias lo permitan. El pensamiento de Martí aparece como la inspiración para una pedagogía radical, firmemente fundada en la realidad social y cultural en el que sucede, pero igualmente comprometidos con la transformación de esta realidad. Ò #$ %%&' () !* + ,! (- ## $ &% () .!) */00123445+3446'* ! () +2 ) ï 34467ï8 %9"ï%&Ò%: ,.%9"ï%&Ò%;/62>07ï8 %& # ! ?! # c ï@ 7ï8 Ò%9A"&# 14 () = % # B;"%C&344//3@7ï8 %'ï&ï# D # EÒ % &3441/347ï8 F9%9&F% c .G"ïï.9C&c ) = &/00H>32>> 7ï8 F"9'2Ò'%9"'&% I! c %$J$ #K%$&/00@//H7ï8 F.&== # # ! ! , ) = =K'&/005/5H7ï8 C".9432>3H*" +7ï8 %'.&cï 9 &/055@3H2@357ï8 %C%&c"4>H2//4N) ï N 2! V /H/446 % 3>434@ & # = #! = # ' #*9 c &+ K 2! &ï W# & L ! . #*% !+ ' * ,+ * &344>+& % * &3441+& .#=$ ! ! 9 *. ï&3445& Ò ) +
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