Jorge Carrera Andrade Microgramas

 

 Biblioteca Nacional del Ecuador Ecua dor "Eugenio Espejo" 

 

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 Biblioteca Nacional del Ecuador Ec uador "Eugenio Espejo"   

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MICR.OGRA.MAS

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(Precedidos de u n Ensayo y seguidos de una selecdón¡-de - h a i \ 9 \ \ s _ _ i ; w p 1 ~ s e s flLf l / ¡.:·(\ '' . '; '''Ór

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DEL

AUTOR

E N ESTA MISMA EDITORIAL

GUIA

E LA JOVEN POESIA ECUATORIANA 1939

A N T O L O G I A POETICA DE PIERRE REVERDY

1940

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ORICEN DEL

Y PORV NIR

MICROGR

M

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 Biblioteca Nacional del de l Ecuador Eugenio Espejo    

GENEALOGIA N o tengo la pretensión d e haber inventado el

Micrograma, pues ya e n el Siglo d e Oro, Don Francisco d e Quevedo y Villegas, e n la pausa d e dos Sueños , escribió su B oda y Acompañamiento del Campo , collar rú,tico. d e epigramas castellanos, abuelos directos del micrcgrama infantil que yo echo a rodar por el mundo. Don Francisco intentó, e n dónosos cuartetcs de castizo humorismo, la caricatura regccijada de los los pequeños seres de la huerta : el r á ~ n ó m o r o de lass legumb legumbres. res. Y luego: cañas , la cebolla, la

i'Doña Alcachofa, vestida

a imitación d e las flacas : basquiñas

carne poca

más basquiña s,

muchas faldas .

El micrograma n o es sino el epigrama español, despojado d e s u matiz subjetivo. O más bien dicho, ·

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JORGE CARRERA ANDRADE

e l epigrama e>encialmente gráfico, pictórico, que por

s u hallazgo d e la realidad profunda del objeto -de secretaeta- llega a constituir una estilización s u actitud secr emocional;

l ep-igrama

réducido

en

volumen,

enriquecido d e compleja modernidad, ensanchado a todas las cosas que integran el coro vital d e la tierra.

Boca d e risa tenía e i e1)igrama clásico, y s u carácter unibteral n o alcanzaba a satisfacer a ciertcs espíritus inclinados r11editativamente sobre el espec táculo del mur1do.

mo

el

Era menester añadir añadir al humoris

sentido trasc:ndental, la vibración d e l a

vida, la grandiosidad del mensaje de las cosas peque ñas. A l esquema jocoso d e p e r ~ o n j e s sucesos, había que sumar el apunte Tápido e n que se aprisio

nara el gesto d e las vidas insignificantes, despreciac as por l m contempladores de u n m undo monumental. Así nació el micrograma.

EPIGRAMA, SAETA, PROVER IO Y CANTAR

El epigrama escapado d e la meseta castellana, se empapó d e luz mística, s e retorció d e torturante

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MICROGRAMAS

graci,a arábigoandaluza

se· convirtió e n

s ~ e t a

.

L a saeta es l a hija mayor del cantar popular d e

España.

E l vino y la guitarra f SÍsten de

alumbramiento

del

cantar.

rebosa d e parroquianos

Cuando

b r

la

al bodega o ~ z o

las espitas d e los tcneles entonan s u córo líquido, e n el .que se distinguen claramente la aflautada· dulzura del moscatel, los Y

trémolos del málaga, los secos hipos del jérez y el

áspero reclamo de l a manzanilla, entre las mesas r o deadas de rostros aceitunados, con pat llas en forma d e boca d e trabuco y con sombrero cordobés, se alza

d e pronto u n lamento metálico d e guitarras y una

voz e n espiral v á sacando, a desgarrones, todos los sollozos encadenados en las cavernas del pecho: Y a s e l c o m e l a tiert·a. Y yo, q u e soy u n m l hom.bre, aún n o m e h e muer to d e p e n a / ' ( 1

La saeta tiene más torturado estilo, más abo lengo racial.

El movimiento giratorio, d e la l:aya

dera, al batir monótono del tamb.or, e n las ciudades africanas -acumulamiento d e cuadriláteros d e cal al-- es (1) De un poema d e Domen china

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JORGE CARRERA ANDRADE

las flautas los atambores y las chirimías d e la Semana Santa andaluza. Sólo que, ahora, la voz misma es l a bayadera estilizada. l cuerpo inmóvil, d e rodillas a los piés d e la Mar :lrena lujosa sufre una e3pede d e éxtasi5 mientras el rito sube por la garganta entre 8ÍUstadas contorsiones hasta convertirse e n u n alarido místico. e l mismo que acompaña

poetas andaluces hzm recogido este alto Los b1lbuceo racial para sus creaciones. Hace quince años Manuel Machado llenó los :ímbitos del idioma con sus c nt res olie olientes ntes a verbena verbe na azahar claveles claveles untuo3os cabellos d e la gitanería. Antonio Machado que bebió l a agria luz castellana e n el austero p·aisaíe de Soria h a escrito igualmente

y cantares. L a fisoncmia espiritual del malogrado poeta era la d e u n maestro d e escuela d e provincia, ante l paisaje desolado que componen la fuente de piedra unos cuatro chopos ahilados y una ronda d e niños que cantan. E n stis Canciones d e varias Tierras , Machado prendió, con alfileres de luz breves pensamientos poéticos con ribetes d e filosofía verdaderos microgramas, por l fondo y proverbios

l a forma;

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MICROGRAMAS

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1 Junto al agua negra, O l o r d e m a r y jazmines. N oche malagueña .

2 Canta, canta, canta

junto a s u tomate e l grillo e n s u jaula .

3 E n t r e las negras encinás hay u n a fuente d e piedra,

y u n cantarillo de barro que n u n c a se llena .

TRES EJEMPLOS Hasta los poetas más dispares d e nuestros días

. como Juan José Domenchina, Jorge Guillen Angel Láza.ro escriben poemas sintético sintéticos. s. Lázaro es el depositario d e la tradiCión romántica española d e l a

muerta poesía d e chambergo las escuela¡¡ literarias que

de pipa, al margen d e

han

ido

sucediéndose

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JORGE CARRERA ANDRADE

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al avance de l a cultura. E n s u libro E l Molino que n o muele , l poeta de Oren se, nos dá u n puñado de blanca harina emocional y u n vaso de añeja añeja du dulzu lzura ra galai galaica, ca, El pa paisa isaje je familiar del poeta s la carretera d e l a Lo Lonia nia,, el Pazo 'de V elle y una huerta de rosas donde se pierde u n niño que n o está n i debajo del membrillo, n i e n el palomar, p

r

l ~ l

m e n t e

n i a la orilla del pilón,

n i detrás d e los conejos tan blancos como l a leche, con u n a bolita roja d e cristal

m ~ t o

a las sienes .

El poeta de Galicia se entretiene trazando estos palotes co'n l a simplicidad d e la infancia: MIRADA O h mirada infantil, microscopio perfecto capaz d e ver las cosas e n s u exacto volumen y e n s u color verdadero .

AEROPLANO Mariposa de aluminio,

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MICROGRAMAS prisionera e n u n fanal, anda buscando salida.

Se asfixia...... N o

puede más.

Dios, levántala e l

Déjala

poesía

~

una

vez

p

r ~

la poesía d e Jorge Guillén y dije que v á ganando e n dureza metálica, cohesión, tenacidad y rigor. Hablé ya d e que el color d e s u poesía era " e l color d e adentro" y d e que cada vez v á más hacia el hueso de las cosas. Hay que añadir que nadie Óomo Guillén conoce la entrada y salida del laberinto gongorino, y que nadie, como él, h a llegado a apresar tan netamente el aire y la luz d e l a Hablé

ya

e s c

castigo

de

Góngora:

" O h lu n a Cuanto abril Qué vasto

dulce e l aire

Todo l o que perdí volverá con

de

las

aves":

delicia

Todo, ~ n e l aire, s pájaro. S e cierne l o inmediato resuelto e n lejanía".

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JORGE C RRER

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NDR

DE

El tan discutido Juan José Domenchina, dueño glóbulos os rojos, fuerte f uerte voci d e una poesía rica e n glóbul ferador en sus páginas d e pugilato ideológico, se h a dejado seducir también por e l poema compdmido L a Corporeidad d e l o abstracto . Buen convcedor d e los itinerarios d e la poesía nueva, e n su libro

n o h a vacilado e n dar e l nombre d e hai-kais a s u

colección d e versos sintéticos, dejando d e lado al . epigrama, epigra ma, al proverbio y al cantar. Esta

l a lluvia d e Domenchina:

~

Lluvia d e estío :

en. los árboles verdes cuelga sus nidos .

Y este pájaro, trazado con maestría: P á ja r o tnuerto qué agonía d e plumas ~

el silencio .

Este otro micrograma sugerente:

u é es el rocío ? ¿LQ a feliz miniatura del propio nido .

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MICROGRAMAS

L

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CORRIENTE SUBTERRANEA

España es u n tablero d e ma mati tiza zada da belleza belleza.. Es una casi isla geográfica, pues tiene e n sus costados dos mares de agua, el Mediterráneo y el Cantábrico,

y ese otro mar de sólido oleaje, los Pirineos.

·cada

región

Cada

es un conjunto variado

y completo.

provincia, u n mundo perfectamente demarcado original, donde se ven los mejores ejemplares d e hombres, animales plantas. Cada ciudad, u n cosmos.

N o soy d e la opinión de Eremburg que

fué sino a ver l m arrieros y los bur.ros d e Castilla y a conversar con l anarquista Durruti e n a r c e ~ u o

lona. Prefiero dejarme llevar por los aires w ~ fundos del cantar popular español y leer a los poetas

d e perfil ~ t n i c o

d e aceitunado pigmento,

como

Rafael Alberti que extrae gotas fr8gantes de c8ntares y soledades e n sus N a n a s donde conversan brisas

del mar con brisas d e la tierra.

D e esa tierra que

divide el Guadalquivir con su cimitarra d e plata líquida luz. El granadino García Lorca prende despejos d e cantares

saetas, como alas multicolores, e n las

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JORGE C.i\RRERA ANDRADE

columnas de azulejos d e sus romances, más bellos

talvez que los del añejo Romancero.

Nadie como

él para enhebrar aires populares con una aguja d e eternidad:

E n l a lu n a negra d e los bandoleros

cantan l a s espuelas Caballito negro,

¿ donde llevas t u jinete muerto ? Y e>tos poemítas, ya con micrograma :

perfil d e gráfico

TIERR

Las niñas d e l a brisa

v a n con sus largas colas .

PITA

P u lp o petrificado. Pones cintas cenicientas a l vientre d e los montes y muelas formidables

a los desfiladeros. Pulpo petrificado .

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MICROGRAMAS

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Mas, Federíco García -qeador de Antoñito el Camborio del A mar go d e esa inolvidable." inolv idable."EsceEscen a del Teniente Coronel de l a Guardia Givil , que debía costarle l a vida, años más tarde, entre los esbel. tos árboles de Granada- se dejó seducir e n lo loss últimos tiempos por el guiñ9 verde luminoso del Mar Caribe se fué a orear s u frente bajo los cocoteros d e Cuba bajo los rascacielos de Nueva York. A caza, entonces, del ritmo nuevo, d e l a auténtica música d e rumba que acompaña el ruido d e los palillos d e las duras semillas que resuenan dentro d e la lass pequeñas pequeñ as calabacalabazas huecas huecas,, movidas acompasadamente por las manos de los negros. La música popular, los aires que se entonan in, voluntariamente por calles y plazas, por mercados y bodegones, al transformarse con la magia del arte nuevo en poesía de nuestros dias, resultan e n verdad

insuperables como expresión d e u n pueblo de una raza. El pregón del vendedor ambulante en las grande gra ndess ciudades; ¡¡,.entonac ¡¡,.entonación ión del dialec dia lecto to local, los r u i d o s . ; r i i

f : é á l 1 i ¿ o ~ : • r ( 3 ~ ~ a n t o s

a u • ó c 5 9 r o s ; e s t á ? 1 I a \ a ~ · ~

hoy. V ~ ~ t a J . o ~ . · ~ o / ~ t , s

s

y los

instrumentos

a enriquecer

la

poesía d e

q f tratan de evad1tSe total-

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JORGE CARRERA ANDRADE

mente del mundo real que nos atropella y ncs empuja, a pesar nuestro, nos humilla y nos levanta

no

puéden evitar qüe se filtre por las rendijas de sus poemas el aire delgado del cantar popular.

SIGNIFICADO D E L HAIKAI Tres pariente3 le hemos encontrado ya al micro

grama: el epigrama castellano el cantar y l a saeta. ún

es preciso añadir uno más: el haikai japonés

hermano exótico venido d e l m países del arroz y los pinos enanos.

Los chaparrones primaverales obligan a los labriegos a cubrirse· con s u gabán de paja los ciruelos cirue los e n flor encienden buena estación y

l aire como candelabros d e l a las muchachas

se visten con

kimonos d e colo colore> re> claro3

El paisaje pais aje es dulce e

infantil como labrado e n porcelana.

Namiko-san

e n s u casa de papel (¡inolvidable Kenjiro T ol