John Stott El Cristiano Contemporaneo

October 18, 2020 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Pqro ser un "crislionoconlempor6neo"es precisoosegurornosde que nuestro presenteest6 enriquecidofonto por nuesfroconocimientodel posodo como por nuestro expectotivo en cuonto ol futuro. Estelibro es un ensoyo sobre el moneio cristionodel fiempo, sobre el modo en que se esperoque vinculemos el posodo, el presentey el futuro en nuesiro monero de pensor y en nuestro mqnarc de vivir. 2Podemospreseryorintocto lo identidod hist6ricsdel cristionismo - hocer honor ol posodo - sin ol mismo tiempo lonzornoso lo derivo y oporlomos de nuestroscoel6neos?Por ofro lodo, ic6mo podemos desorrollor uno odecuodo humildod onie el fuiuro no reolizodo- hocer honor ol futuro sin monifestorsuficienciodebido o nuestrogrodo ociuol de progreso?Estos son los inierrogonlesque se plonteon en lo Introducci6ny en lo Conclusi6n respectivomente.Entre ocerco los investigociones de lq influencioque eiercen sobre nosotros el posodoy el futuro encontromosveintirln copitulosdedicodoso los responsobilidodes cristionosocluoles.El crisfiono contempor6neo es lo conlinuoci6n de l-s fe crisfiona frente o los desofios confemporfineos, en el sentido de que este 0ltimo libro exploro osuntosrelocionodoscon lo 6tico sociol,mienlros que el primero esl6 relocionodocon cuestionesde doctrino y discipulodoboio cincoospectos:el Evongelio,el discipulo,lo Biblio,lo iglesio y el mundo. Todoslos copifulosconstituyenun inlenfo de hsblor menos y "escuchorcon ombos oidos", o fin de logror un doble obietivo: evitor los peligros opueslosde lo infidelidody lo folto de pertinencio,y proclomqr lo Polobrs de Dios ol mundo de Dios eficozmenteen el dio de hoy. Lo Guio de estudio focilitor6el uso de esfo importonte obrq o nivel personoly comunilorio.

ISBN 0-A0ag-0335-1

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EL CRISTIANO CONTEMPORANEO

EL CRISTIANO CONTEMPORANEO John Stott ,

CON GUIA DE ESTUDIO

© 1995 Nueva Creaci6n filial de Wm. B. Eerdmans Publishing Co. 255 Jefferson Ave. S.E., Grand Rapids, Michigan 49503, EE. DU.

Nueva Creaci6n, Jose Marmol 1734 - (1602) Florida Buenos Aires, Argentina Titulo original: The Contemporary Christian © 1992 Inter-Varsity Press Traducci6n de David R. Powell Reservados todos los derechos All rights reserved Impreso en los Estados Unidos Printed in the United States of America

Indice Abreviaturas principales

9

Prefacio

11

Introducci6n: El entonces y el ahora EI cristianismo hist6rico y contemponmeo Intentos de modemizar a Jesus Elllamado a escuchar con ambos oidos

15 15

Parte I: EI evangelio

29

1. La paradoja humana La dignidad humana La depravaci6n humana La paradoja resultante

31 33

2. La libertad aub~ntica El aspeeto negativo: liberados de El aspeeto positivo: liberados para

43 45 49

3. Cristo Ysu cruz La Palabra de Dios La cruz de Cristo El poder del Espiritu

55 56

4. La pertinencia de la resurrecci6n "Que significa la resurrecci6n? "Realmente tuvo lugar la resurrecci6n? "Par que tiene importancia la resurrecci6n?

67 68

19 23

Library of Congress Cataloging-in-Publication Data Stott, John R. W. [Contemporary Christian. Spanish] EI cristiano contemponineo : con gufa estudio / John Stott. p. em. Includes bibliographical references. ISBN 0-8028-0935-9 (pbk. : alk. paper) I. Christian life. 2. Theology. 3. Time - Religious aspects - Christianity. 1. Title. BV4501.2.S78618 1995 230 - dc20 95-40218 CIP

ex libris eltropical A menos que se indique 10 contrario las citas de la Biblia corresponden ala versi6n de Reina-Valera revisada en 1960. Las lineas de la canci6n de la p. 20 pertenecen a Getsemani (1 Only Want to Say) de la 6pera rock Jesucristo Superestrella. Letra de Tim Rice. Musica de Andrew Lloyd Webber. © 1969 por MCA Music Ltd., divisi6n de MCA Inc. ReprOOucido con el generoso permiso de Tim Rice. Tiene copyright internacional. Reservados tOOos los derechos. ,L~ canci6n en la p. 225 es Love Changes Everything de Aspects ofLove. Muslca: Andrew Lloyd Webber. Letra: Don Black y Charles Hart. © 1988 The Really Useful Group Ltd. Todos los derechos para los Estados Unidos los controla R. & H. Music Co. Tiene copyright internacional.

5.

Jesucristo es Senor La convicci6n teol6gica EI compromiso radical

37 40

57

65

75

77 83 84 87

Parte II: El discipulo

95

6. EI oido atento Escuchar aDios Escuchamos unos a otros Escuchar al mundo

97 99 101 105

7. La mente y las emociones La mente Las emociones La mente y las emociones

13. La exposici6n de la Palabra Dos convicciones Dos obligaciones Dos expectativas

199 200 203 208

Parte IV: La iglesia

211

109 109 115 120

14. Desafios seculares a la iglesia La busqueda de trascendencia La busqueda de significaci6n La busqueda de comunidad

213 214 219 223

8. Guia, vocaci6n, y ministerio La guia La vocaci6n El ministeria

123 124 126 134

9. EI primer fruto del Espiritu El amor, el gozo y la paz El amor en acci6n El amor es el fruto del Espiritu

141 141 145 147

15. La evangelizaci6n por medio de la iglesia local Diversas formas de evangelizaci6n La iglesia debe entenderse a si misma (la teologia) La iglesia debe organizarse (las estructuras) La iglesia debe expresarse (el mensaje) La iglesia debe ser ella misma (la vida)

229 230 231 235 240 242

Parte III: La Biblia

153

16. Dimensiones de la renovaci6n de la iglesia La verdad Lasantidad La misi6n La unidad

247 251 252 253 255

10. Perseverar en la Palabra Afirmarse en la Palabra Perseverar en la Palabra Predicar la Palabra

155 157 159 164

17. Los pastores de la iglesia El modelo sacerdotal El modelo pastoral

261 263 269

11. Responder ala Palabra El discipulado maduro La integridad intelectual El progreso ecumenica La evangelizaci6n eficaz La humildad personal

167 167 170 174 176 178

Parte V: EI mundo

281

12. La trasposici6n de la Palabra El problema hermeneutico Nuestro propio encierro cultural El condicionamiento cultural de la Biblia Ejemplos de trasposici6n cultural

179 180 182 186 190

18. La singularidad de Jesucristo Argumentos a favor del pluralismo La singularidad de Jesucristo Jesus es Senor Jesus es Salvador Jesus es nuestro

285 287 293 295 297 300

19. Nuestro Dios es un Dios misionero El Dios del Antigua Testamento

309 313

El Cristo de los Evangelios El Espiritu Santo de Hechos La iglesia de las Cartas La culminaci6n de Apocalipsis

20. La mision holistica La evangelizaci6n y la responsabilidad social La base biblica para esta colaboraci6n Consideraci6n de cinco objeciones Algunos ejemplos de esta colaboraci6n

21. La cristologia de la mision La encamaci6n de Cristo (el modelo) La cruz de Cristo (el costo) La resurrecci6n de Cristo (el mandato) La exaltaci6n de Cristo (el incentivo) El don del Espiritu de Cristo (el poder) La parusia de Cristo (la urgencia)

Conclusion: EI ahora y el todavia no El reino que ha venido y el reino venidero La revelaci6n, la santidad y la sanidad La iglesia y la sociedad

Guia de estudio

315 316 318 320 323 324 328 334 337 341 342 345 349 350 352 355 359 361 365 370 375

Principales abreviaturas Versi6n autorizada (del rey Jaime) de la Biblia (1611). La Biblia de las Americas (Fundaci6n Bfblica Lockman, 1986). La Biblia para Latinoamerica (Paulinas, 1972). Sagrada Biblia, traducci6n de Francisco Cantera Burgos y Manuel Iglesias Gonzalez (BAC, 1975). El camino a la luz (NT; Sociedad Bfblica Internacional, 1979, 1985). CL GNB The Good News Bible (NT 1966, 4ta. edici6n 1976; AT 1976). \LPD Ellibro del pueblo de Dios (Ediciones Paulinas, s/£). LXX El Antiguo Testamento en griego seglin la Septuaginta, siglo III a.c. \J NBE Nueva Biblia Espanola, traducci6n dirigida por Luis Alonso Schokel y Juan Mateos (Ediciones Cristiandad, 1975). NEB The New English Bible (NT 1961, 2da. edici6n 1970; AT 1970). NIV The New International Version (Nueva Versi6n Internacional de la Biblia en ingles) (1973, 1978, 1984). REB The Revised English Bible (1989). RSV The Revised Standard Bible (NT 1946, 2da. edici6n 1971; AT 1952). RV The English Revised Version of the Bible (1881-85). RVA Versi6n de Reina y Valera actualizada (Editorial Mundo Hispano, 1982, 1989). RVR Versi6n de Reina y Valera rev. en 1960 (Sociedades Bfblicas Unidas). RV77 Versi6n de Reina y Valera rev. en 1977 (CLIE). lSBA Sagrada Biblia, de Serafin de Ausejo (Editorial Herder, 1964). TDNT Theological Dictionary of the New Testament, ed. G. Kittel y G. Friedrich, traducido al ingles por G. W. Bromiley, 10 tomos '~~M~ (Eerdmans, 1964-76). ~ La Santa Biblia, «versi6n moderna» de H. B. Pratt (1893; ed. rev., Sociedad Bfblica Americana, 1929). Dios habla hoy, «versi6n popular» (Sociedades Bfblicas Unidas, ~VP 1966, 1979). AV BA \" BLA CI

Prefacio

S

er «contemporaneo» es vivir en el presente, y movernos con los tiempos, sin ocuparnos necesariamente ni del pasado ni del futuro. Para ser un «cristiano contemporaneo», sin embargo, es preciso asegurarnos de que nuestro presente este emiquecido, en la medida mas plena posible, tanto por nuestro conocimiento del pasado como par nuestra expectativa en cuanto al futuro. La fe cristiana 10 exige. El Dios en el cual confiamos y al cual adoramos es «el AHa y la Omega ... el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso»,l en tanto que el Cristo Jesus con el cual estamos comprometidos es «el mismo ayer, y hoy, y por los siglos».2 De modo que este libro es un ensayo sobre el manejo cristiano del tiempo, sobre el modo en que se espera que vinculemos el pasado, el presente y el futuro en nuestro modo de pensar y en nuestra farma de vivir. Estamos enfrentados a problemas principales. El primero es la tension entre el «entonces» (pasado) y el «ahora» (presente), y el segundo la tension entre el «ahara» (presente) y el «todavia no» (futuro). La Introduccion presenta el primer problema. Planteo el interrogante sobre si es posible, verdaderamente, hacer honor al pasado y a la vez vivir en el presente. zPodemos preservar intacta la identidad historica del cristianismo, sin al mismo tiempo lanzarnos a la deriva y apartarnos de nuestros contemporaneos? zPodemos, ademas, comunicar el evangelio en terminos modernos y atractivos, sin al mismo tiempo distorsionarlo e incluso destruirlo? zPodemos ser autenticos y al mismo tiempo mantener la necesaria frescura, 0 sera preciso escoger? La Conclusion presenta el segundo problema, a saber, la tension entre el «ahara» yel «todavia no». Planteo el interrogante sobre la medida en que nos es dable explorar y experimentar ahora todo 10 que Dios ha dicho y hecho mediante Cristo, sin introducirnos indebidamente en la zona de 10 que aun no nos ha sido revelado. 11

PREFACIO

EL CRISTIANO CONTEMPORANEO

Alternativamente, lc6mo podemos desarrollar una adecuada humildad ante el futuro no realizado, sin manifestar suficiencia debido a nuestro grado actual de progreso? Entre estas investigaciones acerca de la influencia que ejercen sobre nosotros el pasado y el futuro encontramos veintilin capitulos dedicados a las responsabilidades cristianas actuales. Entiendo que El cristiano contemportineo es una obra que sirve de continuaci6n de La fe cristiana frente a los desafios contemportingos, en el sentido de que este ultimo explora asuntos relacionados con la etica social, mientras que el que ellector tiene en sus manos esta relacionado con cuestiones de doctrina y discipulado bajo los cinco encabezamientos siguientes: «El evangelio», «El discipulo», «La Biblia», «La iglesia», y «El mundo». Nohagoninglin intento de ser sistematico, y menos exhaustivo. En cambio, he elegido una cantidad de asuntos que se encuentran en la vanguardia de los debates actuales, 0 que son de importancia segun mi propio entendimiento. Ademas, si bien este libro no es, por cierto, una colecci6n antojadiza de ensayos y sermones, buena parte de los materiales presentados aqui han sido utilizados en conferencias y exposiciones en diferentes partes del mundo. Ademas del tema del tiempo, y de las relaciones entre el pasado, el presente, y el futuro, hay un segundo asunto que recorre este libro. Se refiere a la necesidad de hablar menos y escuchar mas. Por cierto que los cristianos tienen la reputaci6n de ser locuaces. Muchos de mis lectores recordaran la descripci6n que hace E. M. Forster en A Passage to India sobre la experiencia de la anciana senora Moore en una de las famosas cuevas Marabar, especialmente ese mon6tono pero terrorifico eco «bum». Ya adentro estaba a punto de desmayarse. Ahora que estaba afuera estaba tratando de escribir una carta. Sin embargo, una extrana sensaci6n de desesperaci6n comenz6 a inundarla, cuando «subitamente, en el borde de su mente, apareci6 la Religi6n, el pobre cristianismo parlanchin, y ella comprendi6 que todas esas palabras divinas, desde «Sea la luz» hasta «Consumado es» no pasaban de ser un «bum».3 Va sin decir que las palabras de Dios son mucho mas sustanciales que los ecos que resuenan en una cueva, por cuanto son palabras de verdad y de vida, palabras que la senora Moore no queria reconocer. No obstante, 10 crucial es escucharlas con reverente atenci6n y no asfixiarlas con nuestra propia locuacidad prematura. 12

En particular, como se indica en el subtitulo de este libro, creo que hemos sido llamados a la dificil y penosa tarea de «e.scuchar con ambos oidos». Vale decir que hemos de prestar cmdadosa atenci6n (aunque por supuesto con diferentes grados de respeto) tanto a la antigua Palabra como al mundo moderno, con el fm de relacionarlos entre si mediante una combinaci6n de fidelidad y sensibilidad. Todos los capitulos constituyen, por cierto, un intento de escuchar con ambos oidos, si bien estoy seguro de que algunos 10 logran con mayor exito que otros. Es mi firme convicci6~, sin embargo, que s6lo si podemos desarroll.ar. est~ capaCldad, podremos evitar los peligros opuestos de la mfId~lIdad y la falta de pertinencia, y podremos hablar la Palabra de DlOS al mundo de Dios eficazmente en el dia de hoy. Deseo expresar mi especial gratitud al estudiante Todd Shy~ mi ayudante actual, quien ha recorrido labori~samen~e.todo el lIbro en borrador y ha hecho muchas sugeshones uhles; a Steve Andrews, uno de mis anteriores ayudantes, por su meticulosa tarea de preparar los indices; a David Stone por su ha~ilidad par~ componer la guia de estudio; y a Frances W~ltehead, ml omnicompetente secretaria, por haber mecanograflado en forma inmaculada un manuscrito mas. N avidad, 1991

John Stott

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INTRODUCCI6N

EI entonces y el ahora

L

as expresiones mismas, «el cristiano contemporaneo» y «cristianismo contemporaneo» (como, por ejemplo, en el «Institute for Contemporary Christianity»a) les parece a muchos una contradiccion terminologica. lComo se Ie puede llamar «contemporaneo» al cristianismo? lAcaso no se trata de una fe antiquisima? lAcaso su Fundador no viviD y murio casi dos milenios atras? lAcaso no es el cristianismo una pieza de epoca, un ejemplar de museo, una reliquia antigua del pasado remoto, carente de actualidad para los hombres y mujeres modemos? Mi proposito en este libra consiste en intentar dar respuesta a estas preguntas, y demostrar que existe algo que se llama «cristianismo contemporaneo». No se trata de una nueva version del cristianismo que estamos empenados en inventar, sino del cristianismo original, historico, ortodoxo y biblico, que con sensibilidad procuramos relacionar con el mundo modemo.

Cristianismo historico y contemporaneo El modo de comenzar consiste en reafirmar, sin pedir disculpas, que el cristianisrno es una religion historica. Desde luego que toda religion puede afirmar que es, en alguna medida, «historica», porque todas surgieron en un contexto historico particular y vuelven su mirada hacia su fundador (p. ej., el Buda, Confucio, o Mahoma), y / 0 a una sucesion de maestros precursores. El cristianismo, sin embargo, hace una afirmacion mas fuerte todavia de ser historico, porque no se apoya solamente en una persona historica, Jesus de Nazaret, sino en ciertos acontecirnientos historicos que se relacionan con el, especialmente su nacimiento, su muerte y su resurreccion. Tambien son acontecimientos,

15

EL ENTONCES Y EL AHORA

EL CRISTIANO CONTEMPORANEO

mas que personas, los que hacen que el judaismo sea historico. El Antiguo Testamento presenta a Yahve no solo como «el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob» sino como el Dios del pacto que hizo con Abraham, y que renov6 con Isaac y Jacob; no s6lo como el Dios de Moises, sino como el Redentor responsable del exodo, que procedio a renovar el pacto una vez mas en el monte Sinai. Los cristianos, por 10 tanto, estan por siempre ligados de coraz6n y de mente a estos acontecimientos hist6ricos y decisivos del pasado. Se nos exhorta constantemente en la Escritura a volver la mirada hacia ellos en actitud de agradecimiento. Mas min, Dios hizo provision deliberadamente para que su pueblo hiciera memoria de sus actos salvlficos en forma regular. Lo que la Pascua represent6 para el exodo, como festival anual en celebracion de la salvacion operada por Dios, la Cena del Sefior representa para la muerte expiatoria de Cristo, permitiendonos recordarla regularmente y celebrar sus grandes beneficios. Es de este modo, entonces, que mediante la palabra y el sacramento, el pasado se vuelve nuevamente presente. Los origenes historicos del cristianismo constituyen una gran bendici6n. Nos proporcionan un fundamento solido. Nuestra fe no esta edificada sobre leyendas, cuentos de hadas, 0 aun mitos, sino sobre acontecirnientos reales. Al propio tiempo, no obstante, estos acontecirnientos constituyen un probkma, porque ocurrieron hace tanto tiempo. La gran brecha entre el entonces y el ahora, el pasado y el presente, 10 historico y 10 contemporaneo, resulta desconcertante en alguna medida. Quienes pertenecen a la generaci6n mas joven nos dicen que no les interesa la historia. Ella no hace sino provocarles un bostezo largo y despectivo. A ellos solo les interesa el ahora, dicen, no el entonces. Se asemejan a HuckleberryFinn, cuando la viuda de Douglas Ie relat6 por primera vez la historia de Moises y los juncos: Estaba yo impaciente por saber todo 10 que podia acerca de el; pero al fin me dej6 entrever que hada un tiempo considerable que Moises estaba muerto; de modo que ya no me interese mas en el; porque no les doy ninguna importancia a las personas muertas. 1 Hace mas de veinte afios que me persigue una conversacion que tuve sobre este tema con dos hermanos, asunto que he relatado detalladamente en I Believe in Preaching. 2 Eran estudiantes uni16

versitarios, quienes me dijeron que habian repudiado la fe ~e ~us padres, en la que habian sido criados. Un? de ell~s era agn?stlco en ese momento, el otro ateo. Les pregunte por que. LNo crelan ya en la verdad del cristianismo? No, ese no era su problema, contestaron. Su dilema no era deterrninar si el cristianismo era verdadero, sino si era pertinente. LComo podia serlo? El cristianismo, prosiguieron, era una religion palestn:a p:imitiva. Habia surgid~ en el seno de una cultura palestina pnffiltlva. De modo que, Lque tenia para ofrecerles a ellos, que vivian en un mundo .m?d~rno y emocionante, con viajes espaciales, trasplantes qUlrurgicos e ingenieria genetica? iResultaba totalmente inaplicable! Esta irnpresi6n, de que el cristianismo es algo remoto, obs~leto y carente de actualidad est .. El profesor Hirsch insiste en que solo el autor determma el slgnIflCado ?e un texto, y que «excluir al autor original como el q~e deter~na el significado» es «rechaz~r el linico pr~ncipio nor~~tlv~7convmcente que podria darle vahdez a una mterpretacIOn». De mod?, entonces, que el «significado» de un texto es 10 que el autor .quena decir al escribirlo, y, por consiguiente, es permanente, ffilentras que su «significacion» es la manera en que afecta a diferentes personas y el modo en que se relaciona con diver.sos co~textos, y, por 10 tanto, es variable. Is Hay un mund~ d~ ~lferenCla ~nt~e.la expresion de Bultmann, de que «un texto SI!?IU~I~a 10 que sigrufica para mi», y la de Hirsch, de que «un texto slgnIflCa 10 que el autor queria que significara». De manera que el significado del texto se ha de buscar y encontrar en las palabras mismas, las palabras empleadas por el autor, y no en los pensamientos y sentimient?s del lector. ~om? 10 ha expresado el profesor David Wells, haclendo suyo el. enfasis de B. B. Warfield: «El significado no se ha de buscar por enClma del texto, detras de el, mas alIa de el 0 enel interprete. El significado se ha de encontrar en el texto. El lenguaje del texto determina cual es el significado que Dios quiere que entendamos.» Esto es asi J?orque «las palabras tienen significados ... Ninguna lengua permite que el significado £lote libremente separado de las palabras e~pleadas ... A menos que las palabras y su significado vuelvan a UIUrse e.r:,la practica hermeneutica, no podemos tener acceso a la revelacIOn mas que en un sentido mistico».19 , La segunda pregunta que tenemos que hacerle al texto es: «lQue dice?» 0 sea, habiendo discemido su significado original (que fija el autor), tenemos luego que reflexionar sobre su mensaje contemporaneo (de que manera se aplica a la gente hoy). Aqui entra la sensibilidad espiritual. Tenemos que aumentar nuestro conocimiento del mundo moderno: sus presuposiciones y preocupaciones, su mentalidad y animo, su cultura volatil y sus 206

decadentes niveles morales, sus valores, metas, dudas, temores, pesares y esperanzas, y no menos su obsesion con el propio ser, con el amor y la muerte. Solamente entonces estaremos en condiciones de discernir el modo en que la Palabra que no cambia Ie habla a este mundo cambiante. Nada me ha ayudado mas a lograr esto que el grupo de lectura de profesionales jovenes que se ha reunido conmigo en Londres cada seis semanas aproximadamente durante los ultimos veinte anos. Al final de cada sesion nos ponemos de acuerdo sobre que libro 0 pelicula vamos a ver para la proxima reunion. Elegimos, principalmente, libros y pelfculas que expresen perspectivas no cristianas. Luego nos preguntamos: (1) lCuales son las principales cuestiones que plantea a los cristianos? y (2) l Como se relaciona el evangelio con personas que piensan y viven asi? En otras palabras, Ie hacemos la segunda pregunta al texto biblico: «lQue dice?» Si captamos el significado original del texto biblico, sin pasar a ocupamos de su mensaje contemporaneo, nos rendimos ante el anticuarianismo, que no tiene relacion alguna con las realidades presentes del mundo modemo. Si, por 10 demas, comenzamos con el mensaje contemporaneo del texto, sin primeramente haber aceptado la disciplina de descubrir su significado original, nos rendimos ante el existencialismo, que no tiene relacion alguna con las realidades pasadas de la revelaciOn. En lugar de esto, debemos hacer ambas preguntas, primero siendo fieles en procura de conocer el significado del texto, y luego siendo sensibles en la tarea de procurar discernir su mensaje para el dia de hoy. Mas aun, no hay atajos para lograr esto. No hay mas que el duro trajin del estudio, enprocura de familiarizamos tanto conlas Escrituras en su plenitud como con el mundo modemo en toda su variedad. Se trata, de hecho, de otro caso de la disciplina de «oir con ambos oidos», que consiste en escuchar humildemente 10 que dice la Escritura y crfticamente 10 que dice la modernidad, con el fin de relacionar la una con la otra. Este modo de escuchar es una indispensable condicion preliminar para la predicacion. El 18 de noviembre de 1991, el dia en que Terry Waite fue liberado despues de haber sido retenido como rehen durante casi cinco afios en el ubano, se pidio a varias personas que habian sido rehenes anteriormente, y cuya liberacion el mismo habia negociado, que hicieran alglin comentario. Uno de ellos fue una mujer, Jean Waddell, que habia servido como misionera en Iran. «Es un buen comunicador --dijo-, escucha.» 207

LA EXPOSICION DE LA PALABRA

EL CRISTIANO CONTEMPORANEO

Dos expectativas Luego de las dos convicciones acerca de la Escritura, y de las dos obligaciones al exponerla, vienen, como consecuencia, dos expectativas. Si realmente abrimos y damos a conocer el texto inspirado con fidelidad y sensibilidad, lque es 10 que podemos esperar que ocurra? Primero, esperamos que se oiga la voz de Dios. Esta expectativa surge de la creencia de que el Dios que ha hablado en el pasado tambien habla en el presente a traves de 10 que ha hablado. Una expectativa de esta naturaleza, que a traves de su antigua Palabra Dios se dirige al mundo moderno, esta, sin embargo, en situaci6n de decadencia en el rna de hoy. Como ha dicho Langmead Casserley, erudito miembro de la Iglesia Episcopal Norteamericana, «hemos ideado un modo de leer la Palabra de Dios, de la que jamas sale palabra alguna de Dios». Cuando llega el momenta del sermon, los fieles juntan las manos y cierran los ojos, haciendolo con grandes demostraciones de piedad, tras 10 cual se acomodan para disfrutar el acostumbrado adormecimiento. Es mas, el predicador alienta esto con su modo y su voz adormecedora. iQue diferente es cuando tanto el predicador como la gente esperan que Dios hable! Toda la situaci6n se transforma y se electriza. Los fieles traen su Biblia consigo, y cuando la abren, se sientan en el borde del asiento ansiosamente, a la espera de 10 que Dios quiera decirles. Se trata de una representaci6n de la escena en la casa de Cornelio, el centuri6n, cuando lleg6 Pedro. Cornelio Ie dijo: «Ahora, pues, todos nosotros estamos aqui en la presencia de Dios, para oir todo 10 que Dios te ha mandado».20 lPor que no va a experimentar una congregaci6n cristiana el mismo grado de expectativa en el dia de hoy? El predicador mismo puede alentar esta actitud. Se prepara cuidadosamente, de tal modo que evidentemente espera que Dios Ie de un mensaje. Ora fervientemente antes de salir de la casa camino de la iglesia, y ora de nuevo en el pulpito antes de predicar, para que Dios hable a su pueblo. Lee y expone el texto con gran seriedad de prop6sito, sintiendo profundamente 10 que dice. Luego, cuando ha terminado, ora nuevamente y experimenta una quietud y una solemnidad manifiestas en la presencia del Dios que ha hablado.

208

La segunda expectativa es que el pueblo de Dios 10 obedezca. La Palabra de Dios siempre exige una respuesta de obediencia. No hemos de ser oidores olvidadizos, sino hacedores obedientes, de la Palabra de Dios.21 En todo el Antiguo Testamento oimos el lamento divino: «iOh si hoy escuchareis su VOZ!»22 Dios seguia enviando sus emisarios al pueblo, «mas ellos hadan escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlandose de sus profetas, hasta que subi6la ira de Jehova contra su pueblo, y no hubo ya remedio».23 lC6mo, entonces, deberia responder el pueblo? lQue clase de obediencia se requiere? La respuesta es que el contenido de la palabra expuesta determina la naturaleza de la reacci6n que se espera. Lo que hacemos como respuesta a la Palabra de Dios depende de 10 que el nos diga por medio de ella. Consideremos algunos ejemplos. Si, en el texto explicado y mediante dicho texto Dios habla acercade si mismo y su propia y gloriosa grandeza, nosotros respondemos humillandonos delante de el en adoraci6n. Si, en cambio, habla acerca de nosotros, de nuestra indocilidad, de nuestra inconstancia, de nuestra rebeli6n y nuestra culpa, entonces respondemos adoptando una actitud de penitencia y confesi6n. Si habla acerca de Jesucristo, aquel que muri6 para llevar nuestros pecados, y fue levantado de los muertos para demostrarlo, respondemos con fe, asiendonos a este Salvador venido del cielo. Si habla acerca de sus promesas, nos proponemos heredarlas; si habla acerca de sus mandamientos, nos proponemos guardarlos. Si Dios nos habla acerca del mundo, y su colosal necesidad espiritual y material, entonces nace en nosotros su compasi6n, tanto para predicar el evangelio como para servir a los necesitados. Si, por otra parte, Dios nos habla a traves de su Palabra en cuanto al futuro, la venida de Cristo y la gloria posterior, entonces se inflama nuestra esperanza y nos proponemos ser santos y estar ocupados sirviendo hasta quevenga. El predicador que se ha metido profundamente en el texto, que )ha captado y desarrollado su tema dominante, y se ha sentido el mismo conmovido por su mensaje, se ocupara de hacerlo resaltar ;en la conclusi6n y de darles a los oyentes la oportunidad p~a reaccionar al mjsmo, a menudo en silenciosa oraci6n, en tanto cada persona es impulsada por el Espiritu Santo a tomar la decisi6n de obedecer de un modo apropiado.

209

EL CRISTIANO CONTEMPORANEO

Esta es, entonces, la definici6n de la predicaci6n que me aventura a ofrecer allector. Contiene dos convicciones (que el texto biblico es un texto inspirado que, no obstante, tiene que ser abierto y expuesto); dos obligaciones (que debemos abrirlo y exponerlo con fidelidad al texto mismo, y con sensibilidad para con el contexto modemo); y dos expectativas (que por medio de la exposici6n y la aplicaci6n de la Palabra escrita Dios mismo ha de hablar, y que su pueblo oini su voz y Ie respondeni con la debida obediencia). Es un enorme privilegio ser expositor biblico, vale decir, ocupar el pulpito con la Palabra de Dios en las manos y en la mente, con el Espiritu de Dios en el coraz6n, y con el pueblo de Dios ante la vista, con la expectante esperanza de que la voz de Dios sea oida y obedecida.

210

PARTE

IV

La Iglesia

J

uan Wesley tenia razon cuando describio al cristianismo como una religion esencialmente «social», y agrego que convertirlo en una religion «solitaria» equivaldria a destruirlo. Esto no es 10 mismo que negar que ofrece salvacionindividual y que llama al discipulado individual; es mas bien afirmar que la iglesia se encuentra en el centro del proposito de Dios. Cristo se dio a si mismo por cada uno de nosotros, se nos dice, no solo «para redimirnos de toda iniquidad» sino tambien para «purificar para si un pueblo propio, celoso de buenas obras».l El problema que experimentamos, toda vez que pensamos en la iglesia, se refiere a la tension entre el ideal y la realidad. El ideal es hermoso. La iglesia es el pueblo elegido y amado por Dios, su propio y especial tesoro,la comunidad del pacto con la que se ha comprometido para siempre, dedicada en forma continua a adorar aDios y a extenderse hacia el mundo en actitud misericordiosa; un refugio de amor y paz, y un pueblo peregrino encaminado hacia la ciudad eterna. Pero en la realidad, nosotros, los que sostenemos que constituimos la iglesia, somos con frecuencia un heterogeneo conjunto de individuos mas bienzaparrastrosos, semicultos y semisalvos, sin inspiracion para el culto de adoracion, que ademas nos peleamos constantemente entre nosotros, mas preocupados en subsistir que en cumplir la mision, que marchamos por la senda forcejeando y tropezando, y que constantemente

EL CRISTIANO CONTEMPORANEO

necesitamos ser reprendidos y exhortados, para 10 cual tanto los profetas del Antiguo Testamento como los apostoles del Nuevo Testamento tienen a disposicion abundante material. Como consecuencia de esta distincion entre el ideal y la realidad, las opiniones de la gente respecto a la iglesia varian enarmemente. Por un lado, P. T. Forsyth podia escribir que «la iglesia de Cristo es el producto mas grande y mas excelente de la historia humana ... 10 mas grande que hay en el univerSO».2 Par otro, Thomas Arnold escribio: «A la iglesia, como ahora se presenta, ningun poder humano puede salvarla ... Cuando pienso en la iglesia, podria sentarme, suspirar y morirme .»3 Lo que me propongo en la Parte IV de este libro es centrar la atencion en el ideal, en 10 que Dios quiere que sea su iglesia, manteniendo a la vista al mismo tiempo la realidad, de modo que podamos con mas facilidad tomar conciencia de los cambios que se deben hacer. Los primeros dos capitulos son complementarios, ya que en el capitulo 14 consideramos el desafio que el mundo plantea a la iglesia, y en el capitulo 15 la mision de la iglesia en el mundo. En el capitulo 16 se vera que la necesaria renovacion de la iglesia induye, como oro Jesus, no un area solamente (p. ej., su unidad y su espiritualidad), sino todas las areas de su vida. Y con este fin los que hemos sido ordenados para el ministerio pastoral de la iglesia tenemos que ser renovados nosotros mismos, segun el proposito de Dios para con nosotros, tema que nos ocupa en el capitulo 17.

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CAPITULO CATORCE

Desafios seculares a la iglesia

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na de las necesidades mas grandes en la iglesia hoy es una . sensitiva toma de conciencia del mundo que nos rodea. 51 somos verdaderos servidores de Jesucristo, tendremos los ojos abiertos (como 10 hizo el) y puestos en las necesidades humanas, como tambien los oidos alerta para escuchar los gritos de angustia. Yresponderemos de manera misericordiosa y constructiva (una vez, mas como 10 hizo el) al dolor de la gente. Esto no quiere decir que en todo sentido dejemos que «el mundo fije la agenda para la iglesia», como solla decirse en la decada de 1960,0 que sigamos al mundo como un perrito a su amo. Por.tarnos asi seria confundir servicio (aquello que es nuestro llamaffilento) con servilismo (10 que no es), e interpretar la sensibilidad (que es una virtud) en funci6n del conformismo (que es un vicio). No; 10 primero y 10 principal es que tenemos que declarar y hac~r 10 que Dios nos ha mandado declarar y hacer; no debemos rendlf un homenaje obsecuente al mundo. Al propio tiempo, a menos que escuchemos atentamente las voces de la sociedad secular, que nos esforcemos por entenderlas, y que seamos capaces de sentir con la gente en medio de su frustraci6n, ira, perplejidad y desesperaci6n, llorando con los q,:e lloran careceremos de autenticidad como los discipulos de Jesus de N;zaret. En cambio, correremos el peligro (como se ha dicho con frecuencia) de contestar preguntas que nadie hace, de ~ascar donde no hay comez6n, de ofrecer product.os que no t~enen demanda; en otras palabras, de ser totalmente 1rrelevantes, Justamente 10 que con frecuencia ha sido la iglesia en el curso de su larga historia. 213

DESAFIOS SECULARES A LA IGLESIA

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En este capitulo quisiera presentar allector la triple busqueda de los hombres y mujeres modernos y secularizados, la triple busqueda que, de hecho, es la triple y universal aspiraci6n humana, que el prapio Jesucristo hace nacer en las personas, que s6lo el puede satisfacer y que plantea a la iglesia el desafio de presentar a Cristo en su plenitud al mundo.

La btisqueda de la trascendencia Hasta no hace mucho «trascendencia» se consideraba un termino mas bien oscuro, cuyo usa estaba limitado a instituciones de formaci6n teo16gica. AlIi los estudiantes aprendian la distinci6n entre «trascendencia» (con el significado de que Dios estaba por encima y fuera del mundo creado) e «inmanencia» (con el significado de que Dios estaba presente y activo en el). Hoy en dia, sin embargo, casi todos tienen alguna noci6n de la trascendencia, porque ha sido popularizada por el furor de la «meditaci6n trascendental». La busqueda de la trascendencia es, por consiguiente, la busqueda de la realidad ultima, mas alIa del universo material. Es una protesta contra la secularizaci6n, es decir, contra el intento de eliminar a Dios de su propio mundo. Es un reconocimiento de que los seres humanos no viven «s6lo de pan», por cuanto el materialismo no puede satisfacer al espiritu humano. Considere ellector algunos ejemplos de la desilusi6n actual con el secularismo y la persistente busqueda de la trascendencia. Primero, esta el reciente colapso del euro-marxismo. No estoy pensando ahora en el socialismo como ideologia politico-econ6mica, sino en el marxismo clasico, como filosofia que niega la existencia de Dios. Al marxismo se 10 present6 originalmente como un sustituto para la anticuada fe religiosa. Pero los conversos fueron pocos e infrecuentes. Como afirm6 el can6nigo Trevor Beeson acerca de la Europa oriental en la decada de 1970, «las doctrinas basicas del comunismo no han convencido la mente, ni han satisfecho las emociones de la intelectualidad ni del proletariado. Por otra parte, la vida religiosa ha desplegado una notable ductilidad y, lejos de desaparecer, en muchos casos ha desarrollado nueva vitalidad y poder».! Solzhenitsyn dijo algo similar en 1983, espedficamente acerca de la Uni6n Sovietica. Llam6la atenci6n a algo que los lideres sovieticos no esperaban que ocurriera:

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que en un pais donde las iglesias han sido niveladas, donde un ateismo triunfante ha hecho desmanes incontroladamente durante dos tercios de siglo, donde el clero esta totalmente humillado y privado de toda independencia, donde 10 que queda de la iglesia como instituci6n es tolerado s6lo enbeneficio de la propaganda dirigida a Occidente, donde hasta hoy se manda a la gente a los campamentos de trabajos forzados debido a su fe, y donde, dentro de los campamentos mismos, los que se reunen a orar en la epoca de la pascua son encerrados en celdas de castigo, ellos (a saber los lideres sovieticos) no podian imaginar que, sometida a la fuerza arrolladora comunista, la tradici6n cristiana pudiera sobrevivir en Rusia. Pero quedanmuchos millones de creyentes; es s6lo la presi6n extema 10 que les impide hacerse oir. 2

La segunda esfera en la que se nota que la gente esta desilusionada con el secularismo es eI desierto del materialismo occidental. El secularismo no satisface mas al espiritu humano, ni en su atuendo capitalista ni en su atuendo comunista. Theodore Roszak es un elocuente exponente norteamericano de su vaciedad. El significativo subtitulo de su libra Where the Wasteland Ends es Politics and Transcendence in a Post-Industrial Society (La politica y la trascendencia en una sociedad posindustrial).3 Roszak lamenta 10 que llama la «coca-colonizaci6n del mundo».4 Sufrimos ~scri­ be- «una claustrofobia psiquica dentro de la cosmovisi6n cientifica»,s en la que el espiritu humano no puede respirar. Critica a la ciencia (la seudo ciencia, creo que quiere decir) por su arrogante pretensi6n de explicarlo todo, su «espiritu desprestigiador»,6 y el que haya «desarmado los misterios». «Porque 10 que puede medir la ciencia es s6lo una porci6n de 10 que el hombre puede conocer.»7 Este mundo materialista de ciencia objetiva, sigue diciendo, no es por lejos «10 suficientemente espacioso» para nosotros. 8 Sin la trascendencia «la persona se encoge».9 Su receta (la recuperaci6n de la «imaginaci6n visionaria» de Blake) es miserablemente inadecuada; pero su diagn6stico indudablemente da en el blanco. Los seres humanos saben instintivamente que no se puede encerrar la Realidad en un tuba de ensayo, 0 untar en un portaobjeto para realizar un examen microsc6pico, 0 aprehender mediante la fria observaci6n cientifica indiferente. La vida tiene otra dimensi6n, una dimension trascendente, y la Realidad es «espantosamente vasta».l0 En tercer lugar, la busqueda de la trascendencia se ve en la epidemia del abuso de las drogas. Hay, desde luego, una cantidad de 215

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interpretaciones diferentes d~ este f~t;0meno pr, «sean uno». En otras palabras, la oracion de Jesus ~en~a, pru:ne:~ y principalmente, el sent.ido ~e que hubi,e~e contmUldad hl~ton~a entre los apostoles y la IglesIa posapostohca; que la fe rle la 19l~sla no cambiase con el paso de los MOS, sino que se mantuvlese reconociblemente invariable, y que la iglesia de todas las generaciones mereciese el epiteto de «apostolica»'. debid? ~ su lealtad al mensaje y la mision de los apostoles. La unldad cnshana comienza por consiguiente, como unidad con los apostoles (por medio del Nuevo Testamento, que pone a nuestra disposicion la ensenanza de elIos); sin esto, la unidad entre las iglesias no seria distintivamente cristiana. En segundo lugar, Jesus oro para que su p~eblo disfn~tase de unidad can el Padre y el Hijo. Si bien la puntuaClon del verslculo 21 es discutible, la mayoria de las versiones considera qu~ }a segunda c1
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