Jiménez, Juan Ramón - Sonetos espirituales (1914-1915) (1917)
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Libro de poemas...
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OBRAS D E
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
OBRAS DE JUAN RAMÓN JIMÉNEZ BIBLIOTECA CALLEJA
VERSO PRIMERAS POESÍAS ARIAS TRISTES
OLVIDANZAS ELEGÍAS LABERINTO POEMAS IMPERSONALES
APARTAMIENTO EL SILENCIO DE ORO SONETOS ESPIRITUALES ESTÍO
ETERNIDADES POESÍAS ESCOGIDAS
PROSA PROSA PRIMERA POEMAS EN PROSA RECUERDOS PLATERO Y YO LA COLINA DE LOS CHOPOS ELEGÍA A LA MUERTE DE UN HOMBRE LAS FLORES DE MOGUER VIDAS PARALELAS SEVILLA
CUENTO Y SUEÑOS CREACIÓN MISS CONCIENCIA
LIBRO COMPASIVO
VERSO
Y
PROSA
ESTO
UN POETA RECIÉN CASADO MONUMENTO DE AMOR
DIARIO DE
rpocr ^AIVOV
OBRAS D E
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
SONETOS ESPIRITUALES (
I
9
4
I
9
I
-
I
5 )
TBRCBRA EDICIÓN
CASA EDITORIAL CALLEJA
MADRID I
9
I
7
PROPIEDAD
DERECHOS RESERVADOS PARA TODOS LOS PAÍSES COPYRIGHT
1917
BY
CASA EDITORIAL CALLEJA De
esta obra se
han tirado 100 ejem-
plares numerados en papel de hilo.
SONETOS ESPIRITUALES
—
I914-I915
—
FEDERICO DE ONÍS ÁSPERO Y DULCE
COMO UN PAISAJE ESPAÑOL DE PIEDRA Y CIELO
A
sonnet
is
a
moment's monument,
Memorial from the
To one dead
soul' s eternity
deathless hour.
D. G.
ROSSETTI.
AL SONETO CON MI ALMA
Sonetos
3
I
AL SONETO CON MI ALMA OMO
en
V,_>> cual en
el ala el infinito vuelo.
mismo que en
lo
fulgor,
y en
como en y
el frescor
y
la
así
llama
la
el
caminante
azul el solo cielo;
el
la
esencia errante,
la flor está la
melodía está
en
el
el
consuelo,
chorro, penetrante,
riqueza noble en
en mi carne está I
el
diamante,
el total
8
anhelo.
SONETOS ESPIRITUALES En copia,
ti,
soneto, forma, esta ansia pura
como en un agua remansada,
todas sus inmortales maravillas.
La
claridad sin fin de su hermosura
es, cual cielo
en
de fuente, ilimitada
la limitación
de tus
I
9
orillas.
I
AMOR
II
PRIMAVERA ABRIL, sin tu
asistencia clara, fuera
invierno de caídos esplendores;
mas aunque
abril
no
te abra a
ti
sus floras,
tú siempre exaltarás la primavera.
Eres
la
primavera verdadera;
rosa de los caminos interiores, brisa
de
los secretos corredores,
lumbre de
la
recóndita ladera. 2 2
SONETOS
ESPIRITUALES
¡Qué paz, cuando en
la
tarde misteriosa,
abrazados los dos, sea tu risa el surtidor
de nuestra sola fuente!
Mi corazón recogerá
tu rosa,
sobre mis ojos se echará tu brisa, tu luz se dormirá sobre
2 3
mi
frente...
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
III
MIENTRAS
la
última luz de
la
esperanza
alumbre débilmente mi camino,
yo
iré,
sonriendo y
contento,
\h.y^
la
como un
que
vivir
fiel,
a
niño,
mi destino,
de
la
andanza.
de bienaventuranza
de un amor guardado, este divino
fuego que un día se regala,
en una primavera
sin
fino,
mudanzal 2 4
SONETOS Mas
si
me
quedará mi
ESPIRITUALES
quitas tú esa luz, oscuro
existir,
y
astrosas nieblas
decorarán mi corazón, que escombra el sol.
Me
olvidaré del cielo puro,
llegaré a ver la luz
y haré
lo
que
de
las tinieblas,
se hace entre la
sombra.
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
IV
MURO CON ROSA SIN
ti,
¿qué seré yo? Tapia sin rosa,
¿qué es a
la
primavera? [Ardiente, duro
amor; arraiga, firme, en este muro
de mi carne comida y ruinosa!
Nutriré tu fragancia misteriosa
con
el
y mi
raudal de mi recuerdo oscuro,
última sangre será
el
puro
primer color de tu ascensión gloriosa. 2 6
SONETOS [Sí,
la
ESPIRITUALES
ven a mí, agarra y desordena
profusión ingenua de tus ramas
por
la
negra oquedad de mis doloresi
¡Y que
me
al
citarme
abril,
en
la
cadena
encuentre preso de tus verdes llamas,
todo cubierto de tus frescas
2 7
floresi
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
V
OJOS CELESTES
YO
creí
que
el
color azul del cielo
bajaba, a veces, a la tierra oscura,
y
tras
de
corrió,
de
él,
en cazas de dulzura,
flor
en
mi desconsuelo.
flor,
Casi lo tuvo mi ardoroso anhelo
un ...
día, ¡clara
Pero
la
mariposa pural
mariposa era
sombra de un
delirar
la
dura
de mi desvelo.
2 8
SONETOS ESPIRITUALES Ojos celestes; como
encima de
la tierra,
el cielo, estáis
— doble rosa
que oculta un hondo fondo vespertino
¡Como
el cielo
—
también, nunca bajáis
a la miseria de la carne
umbrosa
en que se pierde mi anhelar divino!
2 9
—
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
VI
GUARDIA DE AMOR ONGO 1
mi voluntad, en su armadura
de dolor, de trabajo y de pureza,
a cada puerta de la fortaleza
porque sueles entrar en mi amargura.
Mensajes de deleite y de ternura escucho en torno, en del verde
campo en
la
delicadeza
flor...
— jYa mi
va a sucumbir, de nuevo, a tu
tristeza
locura!...
SONETOS Para no
y golpeo
oírte,
el
ESPIRITUALES muevo mis
escudo con
la
esposas,
espada,
de mi pasión, a un tiempo, esclavo y dueño.
Mas y
el
dormir
me
tú te entras, cruel
por
la
con tus
ata
rosas,
y desvelada,
puerta vendida de mi sueño.
3
i
1
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
V
1
OCASO
EN
una procesión de resplandores,
se fué
y
por mi poniente
dejó vana
y
sola el
el claro día,
alma mía,
como un campo en domingo.
¡Claras flores,
suma ardiente de
olores de colores,
que, en un apasionado mediodía, erais la paz, la gracia
y
la alegría;
¡qué umbríos, ahora, son vuestros olores! 3 2
SONETOS
ESPIRITUALES
Se me cayó por
tierra el rico
que mis hombros, un recios
y
manto
día, sostuvieron,
altivos bajo la realeza...
Cansado y pobre, mi oro fué mi
llanto,
y mis hombros desnudos no pudieron con
S
la
debilidad de mi tristeza.
ONETOS
3
RAMÓN
JUAN
JIMÉNEZ
VIII
NADA tu
abandono opongo
JlV torre subido a verá
la
lira
elevada
de mi divino pensamiento;
ella, el
mar, por
corazón sangriento él
empurpurada.
Fabricaré en mi sombra
mi
la
la alborada,
guardaré del vano viento,
buscaré en mis entrañas mi sustento...
Mas
¡ay!
si
esta paz 3 4
no fuera nada?
ESPIRITUALES
SONETOS ¡Nada,
sí,
mi corazón fuese el
Que
al
agua,
mundo un
¡y
tú eres tú, la
soy yo solo
y de
este
castillo
el
modo
hueco y
frío...
humana primavera,
agua,
la tierra, el aire, el ...
— O que cayera
nada, nadal...
el
fuego, ¡todol,
pensamiento mío!
3 5
JUAN RAMÓN
I
JIMÉNEZ
X
ROSAS DEVUELTAS
AQUI que
cuando
ramas
la
estáis
ya conmigo, secas
fuisteis a ella
perfumadas, vivas,
primavera en sus
abrió, a la luz
flores
altivas
de mis amores.
Habéis morado entre
los
resplandores
de su hermosura, como yo, cautivas;
hoy que os da
me
libertad, rosas pasivas,
parecéis, oscuras, mis dolores. 3 6
SONETOS ESPIRITUALES jjQué
haremos ya, sabiendo
que tuvimos un
día,
a que puede subir
el
y
que no ha de
que nos ve
fragancia
la belleza
alma, oliendo?
[Todo se desentiende en a
la
la distancia
llegar esta tristeza
sonreír, rosas, muriendol
3 7
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
X
LUTO QUELLA jLjLde
oro
claridad
la frente,
que
me
como un
ponía
ascua pura,
aquella lumbre celestial, frescura
que en torno de mi paz resplandecía;
¡ay!
¿qué se hizo de aquel bello día
cuya aurora de amor y de hermosura se obstinaba en colgar a el
ropaje sin
fin
mi ventura
de su alegría? 3 8
SONETOS ESPIRITUALES Hoy, un negror tenaz trágica pesadilla el
— me enlutece
sagrario inmortal del pensamiento.
Voy y y
— nublado umbroso,
al
vengo, cansado y espinoso;
huir hacia la luz, se entenebrece
su oro total con mi oscurecimiento.
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XI
VIGILIA ODAS
X
las
noches vienes a mi sueño,
para decirme, dulce y quedamente,
que mi empeño en echarte de mi
como
a
frente,
una maldición, es vano empeño.
Las torres que conquisto en
el
risueño
día para el olvido, en la doliente
noche
las
voy perdiendo, nuevamente...
¡Despierto esclavo
si
me dormí
dueñol
SONETOS Velo
al sol,
y
ESPIRITUALES a la luna, desvelado,
aguardo ansioso a que
y asuste
la
sombra caiga
tu visión la amanecida.
El dormir ¡ay de mil se
de
día,
por
la
porque
el
sueño no
me
ha olvidado:
te traiga,
noche, esperando tu partida.
4
I
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XII
NOSTALGIA
ROSA
fresca de gracia
en cuyo
cáliz
y de
ternura,
mi doliente vida
creyó que iba a encontrar
la
apetecida
paz, guirnalda de luz de su locura;
¡oh día
de verdad, aurora pura
y
eterna, sin cansancio
¿a
dónde has
y
sin salida!
vuelto, dime, la encendida
y plena majestad de su hermosura? 4 2
SONETOS Igual
y
que
el
ESPIRITUALES
día estoy, cuando, ardiente
libre, el sol se va,
reales, copia triste
Cuando
la
en decoraciones
de su imperio.
sombra,
como negra
frente,
piensa, larga, en las vastas creaciones
de
la
aurora que se abre en
4 3
el
misterio.
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XIII
AL INVIERNO Desde el estío
INVIERNO, la
y
ven,
y haz
tierra
con tus vientos
carne de mis secas ilusiones;
trae contigo las devastaciones
del fuego
de
y
los terribles
movimientos
tierra.
Ruede soles
de
tu odio los sangrientos
las batallas; las legiones
de tu hambre y de tu peste de visiones trágicas pueblen los arruinamientos. 4
4
SONETOS Mi
lira
quede
y nunca más para
la
ESPIRITUALES sin su
florezca
primavera, de
voz celeste
mi camino, flor
pura.
¡Brisa, luz, fuerza, paz, salud, agreste
dulzor,
primer contento matutino...
¡Ya
más grave dolor
el
será ventural
4 5
JUAN
RAMÓN
JIMÉNEZ
X V I
HASTÍO O
mismo que
JL^que vuelve
el
enfermo desahuciado,
a la pared, débil, su frente,
para morirse, resignadamente
mi espalda vuelvo a tu
¡Gracias a
ti,
mujer!
glacial cuidado.
Mas
tú
más has dado
que merecí. ¡Capricho impertinente de niño que creía en ...
lo
demente...
Pero estoy ya de agradecer cansado. 4 6
ESPIRITUALES
SONETOS Tu
sol discreto
que desgarra un punto
el cielo gris
de enero,
mi pena,
me
ni
y, dulce,
gusta, ni
me
dora
incita.
[Déjame! ¡Que se caiga todo junto, tu conciencia
que
y mi amor, en
llega ya, vacía e infinita!
4 7
esta hora
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XV
RETORNO FUGAZ ÓMO
era,
Dios mío,
— ¡Oh, corazón ^•Era
como
¿Como
Tan
la
el
era?
mente
indecisa!
pasaje de la brisa?
huida de
la
primavera?
leve, tan voluble, tan ligera
cual estival vilano...
como
falaz,
cómo
¡Sí!
Imprecisa
sonrisa que se pierde en
¡Vana en
el aire, igual
risa...
que una bandera! 4 8
—
SONETOS ESPIRITUALES ¡Bandera, sonreír, vilano, alada
primavera de junio, brisa pura...
iQué loco fué tu carnaval, qué
Todo
tristel
tu cambiar trocóse en nada
— ¡memoria, ciega abeja de amargura! ¡No sé cómo
SoN WToS
eras,
yo que
4 9
sé
que
fuiste!
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XV
I
MUJER CELESTE ROCADA X
en blanco toda
con que ensombreces
la
hermosura
la naturaleza,
te elevaré a la clara fortaleza,
torre de
Allí,
me Con
mi
ilusión
y mi
locura.
Cándida rosa, estrella pura,
dejarás jugar con tu belleza...
cerrar bien los ojos, mi tristeza
reirá,
pasado
infiel
de mi ventura.
SONETOS ESPIRITUALES Mi
vivir
duro
así será el
del breve día; en
será
el
mal sueño
mi nocturno
largo,
mal sueño tu cruel olvido;
desnuda en
lo ideal, seré tu
dueño;
se derramará abril por
mi letargo
y creeré que nunca has
existido.
5
i
JUAN RAMÓN
XVI
JIMÉNEZ
I
voz NUEVA E quién es esta voz? ¿Por dónde suena ff•
l>
que
Íl^ la
voz esta, celeste
transe, leve,
el silencio
con su hoja
y
argentina,
fina
de hierro de mi pena?
Dime, blancura dime, luz de
azul
la estrella
de
la
azucena,
matutina,
dime, frescor del agua vespertina; ¿conocéis esta voz, sencilla y buena? 5
2
SONETOS ESPIRITUALES ...
y
Voz que me hace
alegre, a
no sé qué
de oro, en que
...
Que no
el
volver los ojos, triste
cristal
de gloria
ángel canta su ¡Aleluyal
es de boca ni laúd que existe,
que no ha salido de ninguna
historia...
¿De
que no eres suya?
quién, de qué eres, voz
5 3
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XVIII
RAMA DE ORO DOLIENTE rama de hojas otoñales que
el sol
cuando hurta
rama
es,
Todas que
la
divino enjoya
el sol la
y
nube, polvorienta
de miserias materiales.
las
maravillas inmortales
hoja de oro exalta y representa,
se las lleva la hora turbulenta al
trasparenta,
centro de los senos celestiales. 5
4
SONETOS ESPIRITUALES Corazón, seco, vano
y pobre nido
en que los sempiternos resplandores hallan,
un punto, refulgente calma.
Cuando
el
amor
te deja
en
el olvido,
se truecan en cenizas tus fulgores
y
es vil escoria lo
que
creiste alma.
5
5
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XIX
EL CORAZÓN ROTO
CREÍ que
el
pobre corazón ya estaba
compuesto para siempre. atado con
de mi
las
Me
cuerdas de poesía
lira alta
pura.
y
Comenzaba a florecer, por
nueva y
gentil, la
donde yo pasaba, primavera mía;
sueños de paz y cantos de alegría la luz
del sol en
mi rincón entraba. 5
6
lo había
SONETOS ESPIRITUALES Entre
las rosas, tú te apareciste,
como siempre
reidora e inconstante,
salvando redes y tendiendo
El mirar noble se
y se
el
me
lazos...
puso
triste,
mal atado corazón amante
me
quedó, otra vez, hecho pedazos.
5
7
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XX
OCTUBRE ESTABA
echado yo en
del infinito
que
el
campo de
otoño envolvía en
la tierra,
Castilla,
la
amarilla
dulzura de su claro sol poniente.
Lento,
el
arado, paralelamente
abría el haza oscura,
mano
y
la sencilla
abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente. 5
8
enfrente
S o
iV
E T
ESPIRITUALES
o S
Pensé arrancarme
el
corazón,
y
echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo, al
ancho surco del terruño
a ver
si
tierno,
con partirlo y con sembrarlo,
mostraba
la
primavera
el
árbol puro del
le
amor
al
mundo
eterno.
II
AMISTAD
XXI
A LA POESÍA ÁRBOL JOVEN Y ETERNO, CASTILLO DE BELLEZA En el libro «árbol
años05>,
de narciso alonso cortés
en tu cerca
Sí;ya
abril
más
al sol
ruin,
que desordena
con su pasión verdecedora,
libre ¡oh árbol preso!,
tu cúpula broncínea, blanda
Por
ti
es fuerte tu cárcel;
y
dora
plena.
por
ti
amena
su soledad inerme. Inmensa aurora es tu
sombra
en
yermo
el
interior, fresca
sin
y sonora
voz que te encadena. 6 2
SONETOS ESPIRIl^UALES Ave y
viento, doble ala
vendrán a tu
que
el
de
prisión, sin otro anhelo
la libertad
y
la
Espera, ¡oh árbol solol
seguro en firme en
ti
la
y armonía,
hermosura...
— ¡oh alma mía! —
e incorporado al cielo,
excelsitud de tu amargura.
Setiembre, 1914.
6 3
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
XXII
MAÑANAS Lecho prestado •
I
'T'X URA, i
seca, fatídica
mañana,
J que me despiertas con tu vehemencia
agria de aquel concierto de inocencia,
gala del fondo de mi soberana
noche;
revuelta hez de pena humana,
de deslumbrada y sórdida conciencia,
que tarda en tomar
sitio
en
la
paciencia
de esta grotesca farsa cotidiana! 6 4
SONETOS
ESPIRITUALES
¡Mañana, duerme más; deja que se
vaya acostumbrando, hora
al
pensamiento de
Y que
la
vida
el día
tras hora,
triste.
despierte mi melancolía
en descansada paz
—
¡única aurora!
que envuelva en lentos oros cuanto
Sonetos
existe.
5
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXIII
A MI PENA
DE
blanco toda, casta y verdadera,
con
la
mañana
eras de pronto
como
pálida en la frente, la reciente
rosa de nunca vista primavera.
Te
salía tu
aroma por doquiera,
esencia nueva, que al resplandeciente día le era su olor propio
Llegada
y
la última, fuiste la
conciente...
primera.
SONETOS ESPIRITUALES ¡Cómo al
hueco
hizo,
Tu
tu cuerpo se ajustó, callado, triste
que
la farsa loca
menguada, su guardarropía!
constancia dejóme arrodillado,
frente a tu perfección tembló fué,
como
tú,
mi boca,
perfecta mi alegría.
6 7
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXIV
A UN AMIGO
HACIA
la luz se te fué a
ti
tu rosa
tronchada, aquella luz de tu quebranto;
yo tuve entre mis manos
y
se
Es
me
la
el
encanto
fué a la vida bulliciosa.
muerta mi
viva,
soledad de
la tierra;
imperio tu
ilusión,
en
no en
la el
espantosa santo
que en suave canto
tiene tu vida con su paz gloriosa. 6 8
SONETOS Abrazado
a tu
que en mayo, en
el
ESPIRITUALES lira,
amigo, espera;
ella bajará a tu
blancor de todo, con
de todo, en
la fragancia
de todo, por su escala
el
vida
vuelo
mensajera
florecida...
Del mundo no se vuelve,
%
6 9
sí
del cielo.
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XXV
TRASTORNO
NUNCA
creí
que
el
efémero también.
que
el
odio alimentara
albo
Yo
lirio
fuera
no sabía
la alegría.
¡Invierno, te llamaron primaveral
^Por qué el
la estrella altiva
seco nido de
la
y pura era
noche umbría?
¿La paloma inmortal
cómo encendía
corvo pico de ave carnicera? 7 o
SONETOS ESPIRITUALES Pues aquel manantial, con su negrura enlutecía el
mar de
la
mañana.
El ruiseñor pudo asustar
Hablaba el
y
el
al
hombre.
niño con palabra impura,
corazón era una gruta insana, la traición tenía
un claro nombre.
7
I
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXVI
A UNA JOVEN DIANA (A ALBERTO GIMÉNEZ FRAUD)
EL
bosque,
sólo es
si
tu planta lo emblanquece,
ya fondo de
tu paz
humana,
vasto motivo de tu fuga sana,
cuyo frescor
La
tu huir franco ennoblece.
luz del sol del día inmenso, crece
dando contra es tu estela.
más, y
el
tus
Por
hombros. La mañana ti
la
viento por
fuente ti
7 2
más
mana se embellece.
SONETOS Evoco,
una
A
altiva
al
ESPIRITUALES
verte entre
y pagana
el
verdor primero,
cacería...
un tiempo eres cierva y cazadora.
¡Huyes, pero es de te persigues a sin
más pasión
ti,
ni
ti;
persigues, pero
Diana bravia,
rumbo que
Abril, 19 14.
7 3
la
auroral
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XXVII
NOCHES IDEALES Bajo la acacia en flor la
divina luz de las estrellas
L Vque
miran mi
mis ojos andan,
infinito desconsuelo,
tristes,
por
el cielo,
perdidos locamente por entre
ellas.
Estas estrellas claras son aquellas
que en noches puras de pasión y anhelo bajaban, hechas manos, hasta
el
suelo
a entretenerse con mis dichas bellas. 7 4
ESPIRITUALES
SONETOS [Oh
subir,
oh caer de pena y
gracia,
correspondencia eterna de ideales cuidados, satisfechos vanamente!
Al
través del
juegan el cielo
aroma de
como dos
la acacia,
niños inmortales
humano y
la celeste frente.
7 5
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXVIII
SOLEDAD A
SONABA yo, cantando, del
amor
que va por en
flor va,
solo,
por
el
en
la alegría
puro y verdadero,
el vivir,
como
en mayo, por
El otro amor,
UN POETA MUERTO
el rojo,
el
sendero
la pradería...
repetía
ocaso sordo y dominguero
su corazón de carne, en bullanguero volver. 7 6
SONETOS ...
ESPIRITUALES
Cantando
sola ya, seguía
mi alma tu canto, chorro de frescura
que caía cual en su propia en
el cáliz
Me una
y
abierto de
fui al
estrella,
sentí olor
balcón,
y de
oí
y
mi
vi
fuente,
pena...
en
la
verde altura
una voz ausente,
lirio
y de
7 7
azucena...
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXIX
SUEÑO IMAGEN
alta
y
tierna del consuelo,
aurora de mis mares de lis
tristeza,
de paz con olores de pureza,
¡premio divino de mi largo duelo!
Igual
que
el tallo
de
la flor
del cielo,
tu alteza se perdía en su belleza...;
cuando hacia mí volviste creí
que
me
la
cabeza,
elevaban de este suelo. 7 S
SONETOS Ahora, en
el
ESPIRITUALES alba casta de tus brazos,
acogido a tu pecho trasparente, |cuán claras a mí tornan mis prisiones!
¡Cómo mi agradece
con que
corazón, hecho pedazos,
el dolor, al
tú,
beso ardiente
sonriendo, lo compones!
7 9
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
XXX SIESTA
TENÍA
el
niño
al pajarillo
ciego
en una noria de juguete atado,
vendado ya
el
el
ojo que dejó
destino sin
fe.
Me partido triste lo
el
vendado
corazón,
hubiera a
dormí luego,
como él,
si el
juego
agigantado,
roto; después, entre lo trastornado
del soñar, era él pájaro de fuego. 8 o
SONETOS ESPIRITUALES Llama en
la
sólo, ojos toda,
y
noria, a una,
que mi dolor loco giraba
sacándome mi sangre con mis
¡sangre de luz, nueva
ojos;
mañana y luna
nueva, que un campo mágico regaba,
trocando en azucenas
Sonetos
los abrojos!
6
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXXI
PRIMAVERA A
A rosa
huele con su olor
con su
JL-/ brilla la estrella el
de
ruiseñor abarca la
Y
la
más
tierno olor
fulgor azul deja
y me hace
me
trino.
es malo,
mi frente oscura
sollozar
pura,
hermosura
noche con su más hondo
el
fino.
más
luz
UNA MUJER
de desventura
del ruiseñor el brote cristalino. 8 2
y
el
divino
ESPIRITUALES
SONETOS Y no que
el
es aquella
pena prodigiosa
corazón antiguo
me
lamía
con su lengua de miel insuperable...
¡Haz que
me
que
la estrella
que
el
ruiseñor
huela plácida
me me
la rosa,
inflame la poesía,
suene deleitable!
8 3
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXXII
AL MAR ANOCHECIDO I
su belleza en
como en que
el sol
ti,
mí morir pudiera
mar, se borran los colores
divino te dejó, en las flores
de luz de toda su gentil carrera!
Mas ¿qué
es la
muchedumbre, pasajera
eterna, de este oleaje de dolores,
para
tal
resplandor de resplandores,
alba sola de toda primavera? 8 4
SONETOS ESPIRITUALES ¡Mar,
toma
tarde sola
tú, esta
y
larga,
mi corazón, y da a su sufrimiento tu anochecer sereno
I
Que una
infinitud el
y extendido.
vez sienta
de su
latir
él
cual tú
sangriento,
color uniforme del olvido!
8 5
,
en
la
amarga
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
XXXIII
CREPÚSCULO A
EMANSO 1
A
una
de bondad, en que mi herida
\me bordas tú de rosas! estrella en ocaso.
—de
De
mano mi
corazón
Los dos somos
jnejores.
tu
UNA MUJER
ella
— Pura^ esplende pende
— la vida. Encendida
está en nuestra ilusión^ que
ahora comprende^
la única luz, la que en las venas
prende
de oro de paz la sangre enriquecida, 8 6
—
SONETOS ESPIRITUALES |Clara amistad de limpia frente
y noble!
El alma varonil, severo roble, toca un cielo, por
Por la
ti
en
morada
nuevo,
la
Julio,
con
fe
gigante.
tarde, el alba le encristala
interior,
el sol
ti,
de
la
y
le regala,
vida agonizante.
1914.
8 7
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XXXIV
LUNA DE SETIEMBRE
PRONTO vendrá esta luna sobre del jardín,
el frío
cuando yo, serenamente,
torne de estar, mi frente con tu frente, tu corazón, amiga, con el mío.
Pasaré entre las yedras del umbrío sendero, en que errará, perdidamente, el
color
flor,
y
el olor
de tanta ardiente
muerta ya, de este marchito 8 8
estío.
SONETOS ESPIRITUALES [Dicha,
que en
la
estación entra
y perdura
con tan diverso bienestar! ¡Oh fuego dulce que
¡Frío,
y que
la
el aire
gratamente
enfría!
que se estremece, en su ternura, llama bella funde, luego,
en lazo estrecho de ávida alegría!
8 9
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
XXXV
NUBES NEVADA de la
los cielos, pareciste
luna trastornada en primavera.
Vi, una vez, no se dónde, una pradera así,
blanca cual tu te apareciste.
En un sueño más sueño de nuevo a mí como del último blancor
Me
la
que
aún, volviste
mensajera el
alma
desperté dos veces, triste 9 o
y
espera... triste.
SONETOS ESPIRITUALES No
sé
si
desvelada va o dormida
mi esperanza contigo. Sobrepasa unas veces, con
luz, tu
mismo
albor,
cuando estoy más despierto que en
Y la
a veces, es
como que me
traspasa
negra sombra de un almendro en
9
la vida...
flor...
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XXXVI
PASEO
ENque
la
el día
suntuosidad gris del poniente enarbola
la
pena de
corto muere, en un alarde
de color y de
Bordeamos,
luz,
hondo y vehemente.
silenciosos, la corriente
donde, en doblado afán, entre
la tarde,
islas
de hojas
estrelleo titila
el cielo
secas...
por tu 9 2
Un
frente...
arde
cobarde
SONETOS ESPIRITUALES La hora de va a
la
pasión, abierta, loca,
noche mojada, en
el
exceso
agudo de una excelsa despedida...
Tú
lloras sin
saber de qué, y mi boca
recoge, dulce, en tu exaltado beso el
alma innumerable de
9 5
la vida.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
XXXVII PRIMAVERA A
AMOS SALVADOR Y CARRERAS, ME REGALÓ CON SU ESTEREOSCOPIO QUE, ESTANDO YO ENFERMO,
ERA un descenso vano de mis Mayo
triste
días.
dejaba negro y recto
mi bosque interno. En un mentido aspecto de
sol,
temblaban mis alegorías.
Y... |oh
montones de
luz,
oh pedrerías
de color, dulce amigo predilecto,
que
diste a
con
la
mi romántico intelecto
virtud de tus fotografías! 9 4
SONETOS ESPIRITUALES Una bajó, al
andariega primavera hirviente
hormiguero de oro, de
la frente
corazón gentil y embelesado...
Me
erguí,
demandé pan y
y, cara al sol,
recomencé
el
quise vino,
camino
por un mágico campo encristalado.
Mayo,
1914.
9
5
RAMÓN JIMÉNEZ
y U A N
XXXVIII
PANAL AM
A M S, EN ELOGIO DE SU NOBLE DILIGENCIA
TRA vez, amistad, a mí has venido, V..^ dulce, como un ¡Sé
con todo
corazón abierto
el
panal. ...No sé
si
estaba muerto.
que a tu claridad he revivido!
Cuando
llegabas, el
monstruoso olvido,
negro y brutal, se levantó, cubierto
de
altiva luz,
torvo por
el
y huyó ante
el sol
despierto,
sendero amanecido. 9 6
SONETOS
ESPIRITUALES
¡Bendita tú, virtud resplandeciente,
que traspasas
las llagas
con divinas
lenguas de blandas mieles fervorosas!
¡Torne
el
amor, y cíñame a
la
frente
su corona dramática de espinas,
porque
la
Sonetos
adornes tú con
la
de rosas!
7
III
RECOGIMIENTO
XXXIX
ÁRBOLES ALTOS BIERTAS sobre bajos,
la
copas de oro deslumhrado,
redondez de
que os arrobáis en
los
verdores
los colores
mágicos del poniente enarbolado;
en vuestro agudo éxtasis dorado derramáis vuestra alma en claras
y desaparecéis en
resplandores,
ensueños del jardín abandonadol I
o o
flores,
SONETOS
ESPIRITUALES
¡Cómo mi corazón últimas,
que
os tiene,
sois ecos,
y
ramas
sois gritos
de un hastío inmortal de incertidumbres!
¡Él,
y abre
cual vosotras, se deshace en llamas, a los horizontes infinitos
un florecer espiritual de lumbres!
I
o
I
U A
RAMÓN JIMÉNEZ
N
XL
A MI
ALMA
SIEMPRE tienes la rama
preparada
para
la
rosa justa; andas alerta
siempre,
el
oído cálido en
la
puerta
de tu cuerpo, a
la flecha
inesperada.
Una onda no
pasa de
la
que no se
lleve
nada,
de tu sombra abierta
De
noche, estás despierta
la luz
mejor.
en tu
estrella, a la
vida desvelada.
SONETOS ESPIRITUALES Signo endeleble pones en
Luego, tornada gloria en revivirás en todo lo
Tu
rosa será
que
las
las cosas.
cumbres,
sellas.
norma de
las rosas,
tu oir de la armonía, de las lumbres
tu pensar, tu velar de las estrellas.
I
o 3
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ
XL
I
1AMOR...I
DE
tanto caminar por los alcores
agrios de
mi
vivir
cansado y lento,
mi desencadenado pie sangriento no gusta ya de
ir
entre las flores.
¡Qué bien se casan estos campeadores, el pie
que vence y
el
entendimiento!
El recio corazón ¡con qué contento piensa en mayo, brotado de doloresi I
o 4
SONETOS Es ya
el
ESPIRITUALES
otoño, y en
el
yermo y puro
sendero de mi vida sin fragancia, la
hoja seca
me
dora
la cabeza...
¡Amor! Amor! ¡Que ¡Que no cojo
al
abril se torna oscuro!
verano su abundancia!
¡Que encuentro ya divina mi
»
o
5
tristeza!
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XLII
SETIEMBRE ARTIRIO
del otoño!
La dolencia
del oro hace del jardín ardiente el
verdadero ocaso, más vehemente
y más
sin fin
que
él.
Una
inminencia
de algo que va a no ser más,
la
frecuencia
del viento, el leve lamentar doliente del gorrión, le
dan a
lo
presente
anuncios vagos de mortal ausencia. I
o 6
ESPIRITUALES
SONETOS La
ola amarilla
como mayo
la azul,
se alza, igual al cénit
...
y
que setiembre inflama, en
triste
fuego
que un alma arrepentida,
mismo, y arde, y
cae, rota
llora,
y desalada,
en una confusión de hojas
I
o 7
y
clama...
luego,
sin vida.
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
X
E
I I I
entró mi corazón en esta nada,
como aquel
pajarillo, que,
de
los niños, se entró,
en
la
sombría
sala
De cuando en á lo infinito,
por su
L
que
ilusión;
ciego
volando
y temblando,
abandonada.
cuando, intenta una escapada lo está
engañando
duda, y se va, piando,
del vidrio a la mentira iluminada. o 8
SONETOS
ESPIRITUALES
Pero tropieza contra
el
una vez y otra vez, y por deja,
pegada y
En un
bajo cielo la sala
rota, la cabeza...
rincón se cae,
ahogándose de sangre, palpitando de anhelo
I
al fin, sin
vuelo,
fría el ala,
y de
o 9
torpeza.
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XLI V
OCTUBRE través de
la
paz del agua pura.
JL
Vel
las
hojas secas van,
últimos,
El
sol le
dora
por su
luz,
cielo, verde,
al río
sus verdines;
y
jazmines
los
a la ventura.
en
la
más
de su ancha plenitud, deja del
de
libre altura
los fines
mundo en un extremo de ilusión,
j
jardines
Tarde en toda tu hermosural I
I
o
SONETOS
ESPIRITUALES
¡Qué paz! Al chopo claro viene y canta
un pájaro. Una nube se desvae sin color, luz, se
y una
sume en
sola mariposa, la luz...
Y se de todo no sé qué triste
hálito,
que
de no morir más aún,
I
I
I
levanta trae,
la rosa.
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XL V
REY DE VANIDADES > ORONAB A
V^^con y
la
tarde mi tristeza
sus multiplicados resplandores,
eran oro magnífico estas flores
mustias, adorno vil de mi cabeza.
Desde sonreí,
la
cumbre de mi
realeza,
campeador, a mis dolores;
cual miel, paladeé mis sinsabores;
pensé que
el
pesar era
la belleza.
SONETOS ESPIRITUALES Mujer se
al fin, la tarde,
desnudaba de su
quedábanse
vanamente
luz; las
sin ansia
Volví a ser yo. Las
y
cosas
sin sentido...
flores
de mi frente
volaron cual doradas mariposas,
y me quedé hecho
Sonetos
rey del olvido.
el
I
I
3
8
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XL VI
MAYO ESPIRITUAL A
estrella sola luce
JL/ cartel, cual
si
en
el
violento
un afán de primavera
única, de la tierra, la encendiera
sobre su sueño llano y polvoriento.
Al
cielo
mira
de eternidad, flor le
el
sin
campo
todo, hambriento
que su pasajera
importe. Parece que subiera
ya hacia su
celestial renacimiento.
I
I
4
SONETOS ESPIRITUALES Lo mismo que
la
sangre que
la estrella
fuera dejando, mientras sube y arde
hacia
Y
sí,
la
ancha sombra cae,
cada vez
como
si
fuera
la estrella está el
despuntar,
de un ideal y nunca visto
t
I
5
fría.
más
bella,
la tarde,
día.
1
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XLV
1
HIERRO ...
Duris ut
Nigrce
ilex tonsa bípennibus
ferad frondís in
Per damna, per
Algido,
c cedes,
ab ipso
Ducit opes animunque
ferro...
Horacio.
roble castigado, que,
I el
V
tornar de
doraba
la
la sencilla
al
constante
primavera,
oquedad de su madera
con su tranquilo corazón fragante.
De entre
hierro era la
paz de
parecía que al cielo el
el
retoñar pujante
el
la estación
primera;
árbol devolviera
hacha en ramo fulgurante. I
1
6
SONETOS ESPIRITUALES Recordé abrió
el
hacha que con
tajo frío
mi corazón, roble robusto,
primavera de oro y de consuelo.
¡Que mis brazos, verdor del pecho mío, se levantaron solos, en augusto
poder, vibrando luz,
i
al
I
7
vasto cielo!
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
XLV
I I I
HOMBRE SÓLO LEGRE \L al
Vque
campo
das
y milagroso vencimiento la libertad!...
y jugador
Niño puro otra vez,
me
fui,
cantando,
verde. Estaba el cielo blando,
saltona el agua
se
Me
iba en lo
me
pensamiento
más íntimo ocultando,
del ignorado corazón.
andando, se
el
el viento.
Y
andando,
abría el sentimiento... i
8
SONETOS ESPIRITUALES [Con qué encanto seguí
como
mariposas,
cogí la malva del vallado,
y paré
el
agua con mi mano abiertal
Perdido en el
las
universo
la
fui,
alborada de las cosas, resucitado
del corazón de la varona muerta.
I
I
9
JUAN RAMÓN
JIMÉNEZ
XLIX
ROSAL UÁN
grato
abres junto
Me
das
el
tú, rosal
al laurel
sueño, y luego, a
que, a la ventura,
de mi ventana! la
mañana,
cambias mi sueño por tu esencia pura.
En cada
me
trae
hora mía, tu dulzura
una distinta dicha. Hermana
buena tu rosa de mi ausente vana,
me
imitas lo mejor de su hermosura. I
2
o
SONETOS ESPIRITUALES Lo ñnges sujetas, sin lo llenas
¡A ver
todo,
tus alas
pedirme por tu vida,
de fragancias y colores...
si
me
eres
puesto que todo el
y todo con
lo
fiel, si
me
que piensa
retorno inconciente de tus
\
2
I
regalas, olvida,
flores!
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
L
SUEÑO
TE
en
Abrí
bañabas, la
como una luna
llena,
secreta soledad umbría.
los mirtos.
Toda
la alegría
de tu escondite se tornó en mi pena.
Dejando absorta de
y
llanto, huiste
la
noche,
al
la
laguna y plena
avergonzada y
cruzar tú, parecía
que se trocaba toda en azucena. I
2
2
fría;
SONETOS
ESPIRITUALES
El blanco imán de tu carnal diamante la
noche entera
y
fuiste
Al
y
me
llevó tras
ti
de oro, de carmín, de
alba, el
mar
rosa...
se puso por delante,
cual la primavera, huir te vi
desde
la
playa
muda y
I
2 3
dolorosa.
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
L
I
EL JARDÍN
ERA —
¡no,
no era
así!
La primavera verde no era gloria del
que
lo era, ¡y
Hoy, en
el
no
— de otra manera.
todavía
mas parecía
sol;
lo era!... ¡y sí lo era!
banco que
la
primavera
cuelga de verde y guarda de armonía,
parece que
el
y honda
ardiente plenitud primera.
la
invierno torna
I
2
4
fría
SONETOS ESPIRITUALES No, no es
y todo
está contento
sin ansia
Es
Nada
el sitio.
y
abril
|mas no lo
sin
es,
no se levanta
y en su hora,
temor de
porque
está anhelando
la
mudanza.
abril está
pasando,
porque en su verde aurora el sol
de mi esperanza!
i
á
5
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
L
I I
ESPERANZA •
r^SPERAR!
I
L> cuelga
las espigas
¡Esperar! Mientras,
nubes de oro a
suceden a
el cielo
las lluviosas;
las rosas;
las hojas secas a la espiga; el hielo
sepulta la hoja seca; en largo duelo,
despide
el
ruiseñor las amorosas
noches, y las volubles mariposas
doblan en
el caliente sol
I
su vuelo.
2 6
SONETOS ESPIRITUALES Ahora, a la lenta
la
candela campesina,
cuna de mis sueños mecen
los vientos del
La carne
se
octubre colorado...
me
torna
viejas, las ilusiones
y
lo
que espero
más
divina,
encanecen,
¡ay! es
I
mi pasado.
2 7
RAMÓN JIMÉNEZ
JUAN
LUI
ELEGÍA
MI
tedio se repite en la corriente,
lento
y mudo, como otro
dios,
andando
entre los chopos de oro, que cantándole
están
y trasparente.
al cielo libre
Es mi vida
esta doble
mis pies contra mis sus raíces;
pies,
estampa ardiente: entrelazando
mi frente separando
de mi frente su anhelo, inmensamente. I
2
8
SONETOS ESPIRITUALES Todo
el
otoño humano,
a esta tarde postrera
como
ilusión,
más
torna
y encendida,
a un suave nido palpitante;
en que desde
mi
libre,
bella
el
espejo que trastorna
me contempo que
el
ensueño
en esta vida ¡y
más
distantel
RAMÓN
JUAN
L
VOZ
,
O
— JIMÉNEZ
oí? ¡Sí!. ..De
I
V
DE NIÑO una voz que no habló
brote celeste, hijo de
mecido por
de
la
la estrella
cristal,
cuna virginal
que, en sueños, escogí.
¿Del primer corazón que
amó
—
¿lo vi?
lucero matinal, digo, triunfal grito que, trastornado, matinal
lucero creyó
el sueño?...
¿Lo
¡Sí! I
3
o
oí? |Sí!
aquí,
— SONETOS ESPIRITUALES — Igual que una vez que tornando oí,
de madrugada
y
fino,
que
la
al valle,
un raudal duro
luna con su plata
última libertaba aún del puro
primer
sol;
ya en
la
vida
y aún
¡Voz de niño, más que
I
3
soñando...
el silencio grata!
í
RAMÓN
JUAN
JIMÉNEZ
V
L
OTOÑO ESPARCE
octubre,
blando movimiento
al
del sur, las hojas áureas
y en
la
y
las rojas,
caída clara de sus hojas
se lleva al infinito el pensamiento.
¡Qué amena paz en este alejamiento de todo, ¡oh prado tus flores,
con tu
oh agua,
cristal
bello, fría
ya,
estremecido I
que deshojas
3 2
que mojas
el viento!
SONETOS ESPIRITUALES ¡Encantamiento de oro! ¡Cárcel pura,
en que
el
echado en
En una la
cuerpo, hecho alma, se enternece, el
verdor de una colina!
decadencia de hermosura,
vida se desnuda,
la excelsitud
y resplandece
de su verdad divina.
I
3
3
ÍNDICE
é
—
AL SONETO CON MI ALMA I.
Al soneto con mi alma
.
.
.
p^gg.
.18
I
AMOR — Primavera — Mientras la última IV. — Muro con rosa V. — Ojos celestes VI. — Guardia de amor
22
ÍI.
III.
luz de la esperanza.
VIL— Ocaso
24
26 28
30 32
VÍIL— Nada
34
— Rosas devueltas — Luto XI. — Vigilia XII. — Nostalgia XIII. — Al invierno XIV. — Hastío XV. — Retorno fugaz XVI. — Mujer celeste XVII. — Voz nueva XVIII. — Rama de oro XIX. — El corazón roto XX. — Octubre IX.
36
X.
38
I
40 42 44
46 48 50 52
54
56 58 3 7
II
AMISTAD XXL — A
págs.
LA POESÍA
62
XXII.— Mañanas XXIII.
—A
64
MI PENA
66
XXIV. — A UN AMIGO XXV.— Trastorno
68 70
XXVI.— A UNA joven Diana
72
— Noches ideales XXVIII. — Soledad XXVII.
74 76
XXIX.— Sueño
78
XXX.— Siesta
80
XXXI.— Primavera XXXII.— Al mar anochecido XXXIII.
— Crepúsculo
....
82
84 86
XXXIV. — Luna de Setiembre
88
XXXV.— Nubes
90
XXXVL— Paseo
92
XXXVIL— Primavera
94
XXXVIII.— Panal
96
III
RECOGIMIENTO XXXIX.— Árboles altos XL.— A mi alma
— ¡Amor...! — Setiembre XLIII. — Se entró mi
100 102
XLI.
104
XLII.
106
corazón en esta nada
XLIV.— Octubre XLV.— Rey de vanidades XLVL— Mayo espiritual I
3 8
.
108
no 112
114
Págs.
XL VIL— Hierro XLVIII.
— Hombre
ii6
sólo
ii8
XLIX.— Rosal
120
— Sueño
122
L. LI.
— El
jardín
124
LII.— Esperanza
— Elegía — Voz de LV. — Otoño
126
LUI.
LIV.
128
niño
130 132
F
I
N
ESTE LIBRO SE ACABÓ DE IMPRIMIR
EN LA IMPRENTA DE FORTANET DE MADRID EL 19 DE FEBRERO DE
1917
a
University of Toronto
Library
DO NOT REMOVE THE CARD FROM
H to LO
4^ •H
P 01
B
uí o. -Pi
•H
(Di
THIS
POCKET
»-3
o
Acmé
Library Card Pocket
Under Pat.
*'Ref.
Index File"
Made by LIBRARY BUREAU
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