Italia y Alemania

August 7, 2018 | Author: Maria Fernanda Dahik Leon | Category: Nazi Germany, Adolf Hitler, Benito Mussolini, Fascism, Czechoslovakia
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Descripción: Italia y Alemania...

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Unidad Educativa Isaac Newton

Viviana Buitrón, Nicole León 2do “C”

2018-04-12 1. Causas expansión alemana e italiana 2. Impacto de fascismo y nazismo en la política exterior de Italia y Alemania 3. Impacto de las cuestiones económicas, nacionales en la política exterior de Italia y Alemania 4. Cambios en las alineaciones diplomáticas diplomáticas en Europa; fin de la seguridad colectiva y apaciguamiento 5. Desafíos de Alemania a los acuerdos de pos guerra 1933-1938 6. Expansión italiana: abisinia 1935-1936; 1935-1936; Albania entrada a la segunda guerra mundial 7. Expansión alemana 1938-1939, 1938-1939, pacto de acero; pacto de no agresión germano soviético y el estallido de la guerra 8. Reacción internacional ante la agresión alemana 1933-1938 9. Reacción internacional ante la agresión italiana 1935-1936 10. Reacción internacional ante la agresión italiana y alemana 1940 Desarrollo

1.- CAUSAS: EXPANSIÓN DE ALEMANIA E ITALIA CUESTIONES ECONÓMICAS NACIONALES EN LA POLÍTICA EXTERIOR DE ALEMANIA E ITALIA Política EXTERIOR ALEMANA A la llegada de los nazis al poder, el gobierno de Adolf Hitler condujo una política exterior que apuntaba a la incorporación dentro del Reich de personas de etnia alemana (Volksdeutsche) que vivían fuera de las fronteras de Alemania. Dominio de Alemania en Europa occidental y la adquisición de un vasto y nuevo imperio De 1933 a 1938, Konstantin von Neurath, diplomático de carrera conservador, se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores de Alemania. Durante su mandado, Alemania condujo una política revisionista dirigida a vencer las restricciones impuestas sobre ella por el Tratado de Versalles Versall es y a quitarle la iniciativa iniciat iva diplomática a Gran Bretaña y Francia. Hitler, hizo el milagro que se llamó Hjalmar Horace Greeley Schacht, que con hábiles  políticas económicas sacó a Alemania del marasmo en que se encontraba y la perfiló como una potencia económica en 1939. Schacht, inició un plan de recuperación económica basado en la generación de empleo mediante obras públicas, en especial de construcción civil, control de precios y control de cambios. POLITICA ECONOMICA DE ITALIA Liberalización de la economía (1922-1926). Al llegar al poder los fascistas fasci stas lo primero que hacen es pagar al gran capital los favores recibidos El Estado dirigista (1926-1930). Desde 1926 se abandona la línea liberalizadora y el Estado empieza a intervenir y a controlar la economía. Creación de una lira fuerte para subrayar el prestigio del país, se mantuvo un cambio  bajo para otras monedas más fuertes y esto se reflejó en una dificultad para la

exportación de productos italianos. Se lanzó también a una actividad constructiva febril: desecación de pantanos, construcción de autopistas, electrificación del ferrocarril, construcción de edificios colosales sobre todo en Roma... todo ello como escaparate y  propaganda de los logros del régimen. La autarquía (década de los treinta). Los efectos de la crisis financiera de 1929 se van a notar en Italia a partir de 1932. Desde ese momento se reducen las exportaciones y va aumentar el paro de forma rápida. Esta política supone el total control de la economía por parte del Estado. La política autárquica se acentuaría a partir de 1936, año en el que Italia invadió Etiopía y muchos  países congelan sus relaciones con la Italia fascista. Poco a poco Italia se va acercando a Alemania. A finales de los años treinta la política económica italiana se va a orientar hacia una economía de guerra ante la probabilidad de que est alle una nueva guerra en Europa.

2-.Impacto del Fascismo y el Nazismo • Italia perdió cientos de miles de muertos, junto con la ruina económica, más el aumento del desempleo. A esto se suma la baja de los salarios, y la bancarrota estatal mundial de los años '30. • Mussolini prosiguió la tarea de construir un estado fuerte y totalitario. El primer paso fue la supresión de la libertad de prensa y de la libertad de reunión. El segundo fue la persecución de los políticos no fascistas. Para gobernar con más comodidad en 1926 Mussolini aumenta los  poderes del primer ministro. Otros factores. 4.La situación política La inestabilidad junto con la debilidad de los gobiernos hace que la democracia aparezca como un sistema político desprestigiado. Los grandes partidos que hay en ese momento en Italia pasan por una etapa de crisis interna. 5.El ascenso del fascismo En 1922 Mussolini cuenta con la simpatía del gran capital, la patronal italiana, aporta dinero  para subvencionar a los grupos fascistas que utilizan, sin apenas disimulo, material del ejército. Impacto del Nazismo en la política exterior de Alemania Tras el Tratado de Versalles de 1919, Alemania se vio muy poco beneficiada con el final de la guerra, la gran perdida de territorios y la perdida de gran parte de sus fuerzas armadas, llevaron a Alemania a formar una ola de venganza contra sus enemigos. El objetivo final de la política exterior nazista era la conquista del Lebensraum o espacio vital alemán. Hitler sostenía que el pueblo elegido (la raza superior) debía disponer de suficiente espacio, su objetivo inmediato eran las tierras de Europa Oriental, pobladas por razas consideradas inferiores. En el capítulo 14 del tomo 2 de Mi lucha, Hitler ya advertía la necesidad de Alemania de expandirse más allá de sus fronteras: «la política exterior del Estado racista. Lebensraum, espacio vital. La relación equilibrada entre espacio y población era necesaria dado que la existencia de un Estado se garantizaba al disponer de un espacio suficiente para satisfacer sus necesidades. Este espacio era considerado un «espacio vital»3 para el futuro de Alemania. De esta forma, la Alemania Nazi apoyaba sus ideas expansionistas en la geopolítica, es decir, la influencia de los factores geográficos en las cuestiones políticas.

Uno de los objetivos de la política exterior del nazismo era lograr la unificación de todos  pueblos de habla alemana. Por esta razón es que el nacionalsocialismo proyectó la incorporación a Alemania de los núcleos germanos de Austria, Checoslovaquia, Polonia y de las zonas de Danzig y Memel. • En 1927 se firma la Carta del lavoro. • En 1936 se considera plenamente instaurado el Estado totalitario fascista. • Italia había caído en la orbita Alemana • La participación de ambos en la guerra civil española en 1939 fecha en la que se f irma un tratado de amistad y alianza entre Italia y Alemania, conocido bajo el nombre de «Pacto de Acero». El fascismo Italiano. 1.La victoria mutilada Italia se sentía frustrada tras la I Guerra Mundial. 2.La situación económica Tras la Guerra Italia tiene una economía arruinada. el 55% de la población activa se sigue dedicando a la agricultura. 3.La agitación social En las ciudades eran frecuentes las huelgas y la ocupación de fábricas por los obreros que se veían amenazados por el paro. Las huelgas, generalmente, degeneraban en enfrentamientos.

Impacto del Fascismo en la política exterior de Italia. Agitación social en Italia. Impacto en la política italiana. Impacto del nazismo. Espacio vital. Los primeros éxitos en política exterior. La victoria exterior más importante de 1935 fue el plebiscito del Saar en enero. • En 1933, Adolf Hitler es elegido democráticamente, Alemania se convierte en una dictadura firme. • En 1936 se inicia la Guerra civil Española a la que Hitler con su aliados Benito Mussolini no dudan en intervenir para el bando de Francisco Franco, la guerra civil se extendió hasta 1939. • En 1938, Hitler con la excusa de unificar los pueblos de habla germana, decide invadir  pacificamente Austria, y formando el Gran Tercer Reich.

3.-

https://prezi.com/slesfe8a0mid/impacto-de-las-cuestiones-economicas-nacionales-en-la-politicaexterior-de-italia-y-alemania/

4. Transcripción de Cambios en las alineaciones diplomáticas en Europa Expansión Alemana Violación al Tratado de Versalles Las fuerzas armadas alemanas participaron de un rearme secreto incluso antes de que los nazis llegaran al poder. A partir de entonces, los nazis apoyaron el rearme y expandieron rápidamente la producción de armas. El Pacto de Acero Mussolini y Hitler Estallido de la segunda guerra mundial 1938-1939 Ambos países acordaron:  No atacarse, ni independientemente ni en alianza con otros estados.  No apoyar a otro tercer país que pudiera atacar a la otra parte del pacto. Continuar las consultas sobre los temas de interés común.  No unirse a ningún grupo de potencias que directa o indirectamente pudiera amenazar a cualquiera de las partes firmantes. Resolver sus diferencias mediante la negociación. Permitió que Alemania atacara Polonia el 1 de septiembre de 1939 sin temor. El 3 de septiembre, Gran Bretaña y Francia, que habían garantizado cinco meses antes la  protección de las fronteras de Polonia, declararon la guerra a Alemania. Pacto de Acero Oficialmente el Pacto de Amistad y Alianza entre Alemania e Italia. Fue un acuerdo político y militar firmado el 22 de mayo de 1939 en Berlín, entre los Ministros de Relaciones Exteriores Galeazzo Ciano por el Reino de Italia y Joachim von Ribbentrop por Alemania, en el que se sentaban las bases de un futuro apoyo mutuo en caso de guerra. Hitler estaba decidido a anular las disposiciones militares y territoriales restantes del tratado de Versalles e incluir a la etnia alemana en el Reich como un paso hacia la creación de un imperio alemán en Europa. Pacto de no agresión germano-soviético 2. En septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Al cabo de algunas semanas, los polacos se rindieron. Los alemanes anexaron la anterior ciudad libre de Danzig y la totalidad de Polonia occidental. 1. Las tropas alemanas ingresaron a Austria el 12 de marzo de 1938 y recibieron el apoyo entusiasta de la mayor parte de la población. Este país fue incorporado a Alemania al día siguiente. El  pacto tendría una duración de 10 años. Estos sucesos marcaron el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. La URSS había intentado alcanzar un acuerdo de seguridad colectiva contra la Alemania nazi con Francia y Gran Bretaña. La firma de los acuerdos de Munich en septiembre de 1938, dejó a

los soviéticos ante la perspectiva de enfrentarse en soli tario a la expansión nazi en Europa Causa Los líderes de Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania celebraron una conferencia en Munich, en septiembre de 1938, en la que aceptaron la anexión alemana de los Sudetes a cambio de que Hitler prometiera la llegada de la paz. Conflicto militar que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» Causas de la expansión Tras la Primera Guerra Mundial la situación de Alemania era desastrosa. Los territorios  perdidos, más las penas impuestas por el Tratado de Versalles: ejército limitado y pagos de indemnización de guerra a los vencedores. La pobreza y la disconformidad Alemana. Deseo de recuperar lo que ellos sentían arrebatado.

Parte de estrategia Alemana Estallido de la Guerra Pacto germano-soviético En 1938, Hitler amenazó con desencadenar una guerra europea, a menos que los Sudetes, una zona de frontera de Checoslovaquia con una mayoría de etnia alemana, fueran cedida a Alemania. Acontecimientos

Bibliografía https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007594 https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007593 http://www.laguia2000.com/alemania/el-expansionismo-aleman https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007593 http://www.lasegundaguerra.com/viewtopic.php?p=7336 https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007593

5. https://docs.google.com/presentation/d/15w2E8i90gap6eGhRwz42s8s85CN7U3WcDXfTqbQB CEc/edit#slide=id.p36

6. En la segunda mitad de los años 20, Mussolini comenzó a imaginar la creación

de un imperio africano  que otorgase a Italia el papel de gran potencia colonial. La propaganda fascista alentaba el deseo de dominio del Mediterráneo a la manera en que lo había hecho la Antigua Roma. Italia ya había conquistado parte de Libia, Eritrea y Somalia, pero lo que hacía

especialmente apetecible a Abisinia (Etiopía), era el no estar cubierta por zonas desérticas y ser susceptible de una intensa explotación económica. El 3 de octubre de 1935, sin previa declaración de guerra, el ejército italiano  penetró en Abisinia, contando con la oposición del Reino Unido, la tibieza de Francia y el total apoyo de Alemania. El emperador Haile Selassie  intentó infructuosamente oponerse a los invasores. La Sociedad de Naciones impuso sanciones a Italia en noviembre. Mussolini respondió con la salida de la delegación italiana de dicho organismo. Las sanciones, sin embargo, no llegaron a tener efecto y, de hecho, fueron retiradas el 4 de julio de 1936. La débil reacción de las potencias democráticas y el apoyo de Alemania animaron al dictador italiano a consumar la conquista del territorio. El moderno ejército motorizado del general Pietro Badoglio  destruyó completamente al ejército abisinio. Haile Selassie se vio obligado a abandonar la capital Addis Abeba, que cayó en manos italianas el 5 de mayo de 1936. Tras la conquista de Abisinia, Mussolini proclamó el nacimiento del Imperio Italiano, del que también formaría parte el Dodecaneso griego (perteneciente al Imperio Turco, y ocupado por Italia en 1912) . En 1939 invadió Albania. Albania entrada a la 2nda guerra mundial  Albania siempre fue un país conflictivo y pobre que estuvo a lo largo de su historia oprimido por sus vecinos. Acosado siempre por el Imperio Otomano, la Primera Guerra Mundial frustró las posibilidades de independencia de los albanecdes, pues el país estuvo ocupado en sucesión, por Grecia, Serbia, Francia, Italia y el Imperio AustroHúngaro. Desde 1920 hasta 1939, Albania se autogobernó, pero Ahmet Bei Zogu que representaba a la aristocracia albanesa, en 1928 se proclamó presidente y más tarde se coronó con el título de Rey Zog I. El Rey Zog logró mantener un período de relativa calma en el país y desde 1925 se acercó a la Italia de Mussolini, con quien emprendió una estrecha relación.  Al año siguiente firmo un Pacto de Amistad con Italia y en 1927 una alianza militar por 20 años. El Primer Ministro en 1936, era Kostia Kotta. El Reino de Albania llegó a depender excesivamente de Italia, al extremo que para 1939 controlaba su economía y a las fuerzas armadas. Finalmente Mussolini invadió el país, el 7 de Abril de 1939 y el Rey Vittorio Enmanuel III fue nombrado Rey de Albania.

Zog escapó llevándose las reservas de oro del país, para terminar siendo destituido en ausencia, en 1946. Antes de eso, durante la guerra, en 1943, Mussolini le pide ayuda a Hitler y los alemanes invaden el territorio de Albania. Los comunistas liderados por Enver Hoxha formaron la resistencia contra el invasor, y finalmente después de la guerra, tomaron el poder.

7. Expansion Alemana

En la Conferencia de Lausana de 1932, Alemania, Gran Bretaña y Francia acordaron la suspensión formal de los pagos de compensaciones impuestos a los países derrotados después de la Primera Guerra Mundial. Por eso, cuando Adolf Hitler asumió como canciller de Alemania en enero de 1933, ya se habían revisado las disposiciones financieras del Tratado de Versalles (el acuerdo de paz posterior a la Primera Guerra Mundial). Hitler estaba decidido a anular las disposiciones militares y territoriales restantes del tratado y a incluir a la etnia alemana en el Reich como un paso hacia la creación de un imperio alemán en Europa.

Las fuerzas armadas alemanas participaron de un rearme secreto incluso antes de que los nazis llegaran al poder. A partir de entonces, los nazis apoyaron el rearme y expandieron rápidamente la producción de armas. El 16 de marzo de 1935 volvió a introducirse la conscripción militar, lo cual violó abiertamente el Tratado de Versalles. Al mismo tiempo, Hitler anunció la expansión del ejército alemán a más de 500.000 hombres.

En el Pacto de Locarno de 1925, Alemania reconoció tanto la inviolabilidad de sus fronteras con Francia y Bélgica como la desmilitarización de la región del Rin. Sin embargo, el 7 de marzo de 1936, Hitler repudió este acuerdo y ordenó que las fuerzas armadas alemanas (Wehrmacht) ingresaran en la desmilitarizada región del Rin. La acción de Hitler fue condenada por Gran Bretaña y Francia, pero ninguna de las dos naciones intervino. Después de un período prolongado de intensa propaganda dentro de Austria, las tropas alemanas ingresaron al país el 12 de marzo de 1938 y recibieron el apoyo entusiasta de la mayor parte de la población. Austria fue incorporada a Alemania al día siguiente. En abril, esta anexión alemana fue retroactivamente aprobada en un plebiscito que se manipuló a fin de indicar que aproximadamente el 99 por ciento de la población austriaca deseaba la unión (conocida como  Anschluss) con Alemania. En el plebiscito, no se les permitió votar ni a los judíos ni a los romaníes (gitanos).

EL PACTO DE MUNICH Y LA DIVISIÓN DE CHECOSLOVAQUIA En 1938, Hitler amenazó con desencadenar una guerra europea, a menos que los Sudetes, una zona de frontera de Checoslovaquia con una mayoría de etnia alemana, fueran cedidos a Alemania. Los líderes de Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania celebraron una conferencia en Munich, Alemania, los días 29 y 30 de septiembre de 1938, en la que aceptaron la anexión alemana de los Sudetes a cambio de que Hitler prometiera la llegada de la paz. Checoslovaquia, que no participaba de las negociaciones de Munich, aceptó bajo la importante presión de Gran Bretaña y Francia. El 15 de marzo de 1939, Hitler violó el Pacto de Munich y actuó en contra del estado checoslovaco. Proclamó a las provincias checas de Bohemia y Moravia como un protectorado alemán, y las fuerzas alemanas las ocuparon. Eslovaquia se convirtió en un estado independiente, estrechamente aliado con Alemania. Hungría, que había anexado territorio en el sur de Eslovaquia después de la conferencia de Munich, tomó la Transcarpatia, de Ucrania. Checoslovaquia dejó de existir.

Poco más de una semana después, el 23 de marzo de 1939, las tropas alemanas ocuparon Memel. Lituania no pudo impedir la ocupación. Hitler también presentó exigencias territoriales sobre Polonia en la primavera de 1939. Exigió la anexión de la Ciudad Libre de Danzig a Alemania y también el acceso ferroviario extraterritorial por el llamado Corredor polaco a Prusia Oriental.

Convencidos de que Hitler no iba a negociar de buena fe, Gran Bretaña y Francia garantizaron la integridad del territorio polaco contra la agresión alemana. Con la decisión de Hitler de atacar Polonia, a fines del verano de 1939 Europa estaba al borde de la guerra.

Pacto de acero

El Pacto de Acero fue uno de los acuerdos bilaterales más trascendentales en la Europa del siglo XX. Suscrito por la Alemania Nacionalsocialista y la Italia Fascista, ambas formarían el bloque de las potencias del Eje durante la Segunda Guerra Mundial. Origen

Históricamente las relaciones entre Alemania e Italia en el siglo XX habían sido muy tensas. Por ejemplo durante la Primera Guerra Mundial entre 1914 y 1918, el Reino de Italia rompió la Triple Alianza con el Segundo Reich y el Imperio AustroHúngaro para cambiarse al bando de los Aliados conformado por Gran Bretaña, Francia y Rusia. Aquel gesto de traición que contribuyó a la derrota de los Imperios Centrales, implicó además que en el Tratado de Saint-Germain firmado con

Austria, ésta tuviese que ceder los territorios del Alto Adiggio, Trento, Trieste y Bolzano a Italia que en aquellos instantes estaban habitados por más de 300.000 ciudadanos alemanes. Tampoco la amistad cambió entre la Italia Fascista de Benito Mussolini y la Alemania Nacionalsocialista de Adolf Hitler porque el régimen de la primera, consideraba al régimen de la segunda una “mala copia” según palabras del Duce e

incluso una competencia ideológica entre dos maneras de entender el fascismo. Ni siquiera el trato personal entre los dos fue inicialmente amable porque tras el primer encuentro el 14 de Junio de 1934, Hitler acudió a Venecia vestido de paisano y Mussolini con un ostentoso uniforme militar, algo que hizo sentirse incómodo al Führer que notó estar en inferioridad respecto de su interlocutor, quién no dudó en llevar las riendas de la conversación rechazando la oferta de Hitler de reconocer al Alto Adiggio como parte de Italia a cambio de apoyar la expansión alemana hacia de Austria y mucho menos de formar una alianza defensiva contra Gran Bretaña y Francia. De hecho, cuando el Tercer Reich intentó al mes siguiente, en Julio de 1934, anexionarse Austria tras el asesinato por las SS del Canciller Engelbert Dollfuss durante el “Putsch de Viena”, el Ejército Italiano se

presentó en la frontera del Paso del Brennero para ayudar al Ejército Austríaco en caso de producirse una agresión alemana, lo que frustró por el momento los planes hitlerianos de expandirse hacia los Alpes. Curiosamente Adolf Hitler en su libro de  Mi Lucha ( Mein Kampf ) había estudiado la posibilidad de un entendimiento entre el pueblo germánico y latino renunciando a los territorios del Alto Adiggio y Trento, para obtener el apoyo de los italianos o por lo menos la no intervención, en la búsqueda de un nuevo “espacio vital” a lemán o “Lebensraum” en Europa Oriental a costa de los eslavos y Rusia. A pesar de que

Benito Mussolini consideraba tonterías todas las cuestiones raciales alemanas y ficción su política expansionista, cuando durante la Guerra Ítalo-Etíope de 1935 a 1936 que culminó en la conquista de Etiopía y la creación del África Oriental Italiana, tanto Gran Bretaña como Francia sancionaron al Gobierno de Roma (que hasta ese momento había sido un socio de ellos frente al Tercer Reich), el fascismo italiano rompió relaciones con las democracias occidentales y desde entonces buscó acercar posturas con el nacionalsocialismo alemán. Relaciones Ítalo-Alemanas Los primeros contactos entre Alemania e Italia tuvieron lugar en Septiembre de 1937 cuando los intereses de ambas coincidieron por su rechazo a la Sociedad de Naciones y la cuestión de la Guerra Civil Española debido a que tanto Berlín como Roma apoyaban la causa de la España Nacional del “Generalísimo” Francisco

Franco en contra del comunismo de la Segunda República. Fue así como Benito Mussolini viajó a Berlín para ser recibido por Hitler en una ostentosa ceremonia que dejó totalmente hipnotizado al Duce porque fue agasajado a lo largo de una avenida entre la Calle Brandenburger Tor y la Calle Westend por grandes bustos de Emperadores del Imperio Romano, columnatas con guirnaldas y haces de lictores, estandartes con águilas del Tercer Reich y unos pilones blancos con la simbología de los dos regímenes, todo ello precedido por un juego de luces nocturnas con los colores rojo, blanco y verde de la bandera italiana. Acabada aquella recepción, Mussolini expresó al Führer: “mañana Europa será fascista”.

Acto seguido y aunque nuevamente el Duce reclinó una alianza militar, no intervino en Marzo de 1938 tras producirse la anexión de Austria al Tercer Reich durante el

llamado “Anschluss”, un gesto que Hitler le agradeció diciendo: “No lo olvidaré  jamás”.

En Mayo de 1938, el Ministro de Asuntos Exteriores del Tercer Reich, Joachim Von Ribbentrop, consiguió que Adolf Hitler viajase a Roma para entrevistarse personalmente con Benito Mussolini. Durante la reunión, el Ministro de Asuntos Exteriores, Galeazzo Ciano, se mostró contrario a la propuesta de los alemanes porque tras una conferencia en el Palacio Chigi, alegó acertadamente que el Tercer Reich emprendería aventuras militares sin consultar con nadie. No opinaba así el Duce que intentó impresionar al Führer mediante un desfile en la “Ciudad Eterna” a la que acudió el mismo Rey Víctor Manuel III sobre una avenida

adornada de lictores y cruces gamadas, antes de partir a la Bahía de Napolés para vislumbrar unas maniobras en las que un centenar de submarinos se sumergieron al unísono bajo el agua. Una vez concluidas estas festividades de siete días sobre Florencia, Toscana y Umbría, y después de un banquete en el Palacio Venezia de Roma, Mussolini estrechó la mano de Hitler con la siguiente frase: “Ahora ya nada puede separarnos”. Sorprendentemente el Duce cumplió su palabra porque su

papel fue esencial respecto a la firma de los Pactos de Munich junto al Primer Ministro Neville Chamberlein del Reino Unido y del Presidente Eduoard Daladier de Francia mediante los que se cedió la provincia de los Sudetes a Alemania a costa de Checoslovaquia. A raíz de todos estos sucesos y pese a que la posibilidad de una alianza ítalo-germana volvió a ser rechazada por Galeazzo Ciano cuando Joachim Von Ribbentrop se presentó en Roma los días 27 al 29 de Octubre de 1938, todo parecía apuntar a una colaboración militar en un cercano futuro.

Reunión entre Adolf Hitler y el Ministro de Asuntos Exteriores Galeazzo Ciano durante el Pacto de Acero.

Inesperadamente Francia reclamó algunas zonas de los Alpes Italianos a finales de 1938, lo que sumado a las aspiraciones de Italia por arrebatar sobre dicha área de influencia las provincias de Niza y Saboya, junto a la colonia de Djibuti en África, llevaron al Gobierno de Roma a estudiar la posibilidad de una coalición defensiva con Alemania. Curiosamente y aunque las exigencias del Gobierno

Francés nunca fueron en serio, la torpeza de la diplomacia gala facilitó que el embajador italiano en Berlín, Bernardo Attolico, presentase una carta en el Ministerio de Exteriores del Reich para pactar una alianza contra los anglofranceses con la condición de que se respetase el Alto Adiggio como un territorio italiano (e incluso el Gobierno de Roma se ofreció a financiar la evacuación de aquellos habitantes alemanes en la zona que quisieran regresar a Alemania). Sólo la invasión del Ejército Alemán a Chequia el 15 de Marzo de 1939 estuvo a punto de interrumpir las negociaciones (debido a que jamás se avisó con antelación al Duce), de no ser porque Hitler a toda prisa declaró oficialmente que jamás se opondría a los deseos italianos de expandirse por el Mar Mediterráneo y Croacia a costa de Yugoslavia. Incluso Japón manifestó su deseo de sumarse a esta coalición a través del Primer Ministro Hiranuma Kiichirô, siempre que se incluyera como enemigo a la Unión Soviética, algo que por el momento tanto Berlín como Roma declinaron debido a que Hitler estaba pactando en secreto con Iósif Stalin un reparto de Polonia (aunque no descartó atraer al Imperio Japonés en el futuro ante el temor de una intervención de Estados Unidos). La anexión de Italia a Albania en Abril de 1939 se llevó a cabo con un éxito absoluto debido a que el apoyo internacional del Tercer Reich fue clave para evitar que ninguna nación se posicionase a favor del Gobierno de Tiranna. Al mes siguiente, el 4 de Mayo de 1939, Berlín y Roma ultimaron los retoques finales de la coalición por medio de los Ministros de Asuntos Exteriores Joachim Von Ribbentrop y Galeazzo Ciano. De esta reunión que se prolongó dos días hasta el 7 de Mayo, surgieron dos malentendidos que tendrían consecuencias en el futuro: primeramente que con el pacto los italianos creyeron apaciguar a los alemanes para que dejasen de reclamar territorios a la fuerza; y segundo, que los germanos se convencieron de que los italianos pronto entrarían en guerra contra los franceses cuando precisamente las relaciones entre Roma y París se estaban fortaleciendo. A estos inconvenientes diplomáticos de “letra pequeña”, además

hubo que añadir que los italianos cometieron la torpeza de pensar que Alemania iba a consultarles antes de emprender cualquier operación militar, o que respetasen no entrar en ninguna guerra antes de tres años (debido a que el Ejército Italiano no estaría preparado para afrontar un conflicto hasta transcurrida esa fecha). Pacto de Acero

Oficialmente el 22 de Mayo de 1939, Alemania e Italia forjaron su alianza con la firma del Pacto de Acero. La ceremonia que tuvo lugar en Berlín entre los Ministros de Asuntos Exteriores Joachim Von Ribbentrop y Galeazzo Ciano, a la que además acudió Adolf Hitler en calidad de mero observador, marcó el nacimiento del Eje y dibujó el mapa internacional de la Segunda Guerra Mundial. Artículos: 1. Estipula que Alemania e Italia estarán en comunicación la una con la otra, en regla al “entendimiento de todos los intereses comunes o de la situación general europea”. 2. Obligación de Italia y Alemania a seguir una política exterior similar: por ejemplo, los dos países acuerdan en los eventos internacionales que sucedan a entrar en mutua conversación. 3. Promesa de soporte militar completo de los signatarios de ir a la guerra con otro país. 4. Sostenimiento de las intenciones del Artículo 3, en concordancia con el establecimiento de una gran cooperación en la esfera militar y en la esfera de economía de guerra. Este

artículo también sostiene una gran comunicación entre Italia y Alemania en orden con los logros económicos y de cooperación militar. 5. Obligación de Italia y Alemania de acordar todos los futuros armisticios, fomentando el  soporte del apoyo militar y la planificación entre los dos países. 6. Instamiento a la importancia de mantener relaciones con países que sean amigos tanto de Italia como de Alemania. 7. El Pacto de Amistad y Alianza entre Alemania e Italia tiene validez: esto estipula que el  Pacto entra en vigor desde su firma y que deberá cumplirse hasta el final en 1949.

·Hubo dos cláusulas secretas que jamás se hicieron públicas. La primera consistía en una cooperación militar y económica. La segunda en un acuerdo para llevar a cabo una campaña de propaganda mutua entre las poblaciones de ambos países para justificar el Pacto Berlín-Roma.

Bibliografía:

-Mario Toscano, Así fue la Segunda Guerra Mundial. Volumen 3. “El Pacto de Acero”, Noguer (1972), p.58-61 -http://en.wikipedia.org/wiki/Pact_of_Steel La URSS había intentado alcanzar un acuerdo de seguridad colectiva contra la Alemania nazi con Francia y Gran Bretaña. La firma de los acuerdos de Munich en septiembre de 193 8, dejó a los soviéticos ante la perspectiva de enfrentarse en solitario a la expansión nazi en Europa oriental. Stalin i nició, por consecuencia, una nueva orientación diplomática. Sustituyó a Maksim Litvinov, judío y partidario de la seguridad colectiva, como ministro de exteriores, sustituyéndolo por Molotov, quién inició inmediatamente negociaciones con Von Ribbentrop, ministro nazi de asuntos exteriores. Aunque las negociaciones con los occidentales continuaron, Stalin optó por el p acto con Hitler para conseguir el tiempo necesario que le permitiera reconstruir su ejército, fuertemente debilitado por las purgas de 1937. Para Hitler, el pacto l e abría la posibilidad de invadir Polonia y volverse posteriormente con Gran Bretaña y Francia. El pacto, finalmente, fue firmado en Moscú por Ribbentrop y Molotov en presencia de Stalin. Por el pacto de no agresión, ambos países acordaron no atacarse, ni independientemente ni en alianza con otros estados; no apoyar a otro tercer país que pudiera atacar a la otra parte del pacto; continuar las consultas sobre los temas de interés común; no unirse a ningún grupo de potencias que directa o indirectamente pudiera amenazar a cualquiera de las partes firmantes; y a resolver sus diferencias mediante la negociación. El pacto tendría una duración de 10 años.  A este tratado se le unió un protocolo secreto que dividía la Europa oriental en zonas de influencia germana y soviética. Se acordó la partición de Polonia y se dejó a Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y la Besarabia en el área de influencia soviética.  Así cuando Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, las tropas soviéticas entraron en el país, estableciéndose la mutua frontera en el río Bug. En noviembre de 1939, la URSS atacó Finlandia y la forzó a ceder el istmo de Karelia. Las repúblicas bálticas fueron también ane xionadas por Stalin, pasando a configurarse como repúblicas soviéticas en agosto de 1940. Finalmente, el pacto de no agresión fue roto por Hitler el 22 de junio de 1941, cuando las tropas nazis se lanzaron a la invasión de la URSS.

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