Interpretaciones Batllismo Caetano Alfaro

November 9, 2018 | Author: fabian_pais | Category: Democracy, Uruguay, Politics, State (Polity), Ideologies
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DIVERSAS INTERPRETACIONES INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena nuevas y más grandes mejoras. El legislador ya no pued puede e deten deteners erse. e. Nueva Nuevas s exige exigenci ncias as del del pueblo provocarán nuevas reformas. Y así hasta DIVERSAS INTERPRETACIONES INTERPRETACIONES la última. SOBRE EL PRIMER BATLLISMO El batIlismo es, pues, una tendencia netamente En Caetano, Gerardo y Alfaro, Milita: HISTORIA refor reformis mista: ta: una una prime primera ra reform reforma a prepa prepara ra una una DEL URUGUAY CONTEMPORÁNEO. FCU / segunda, y ésta a su vez una tercera, y cada y cada una Instituto de Ciencia Política. Montevideo 1995. Pág. apoyándose en la anterior y derivando de ella: no 85/104 brusco sco o repenti entino no cam cambio bio, sino sino gra gradual dual transición. De esta manera, todo se alcanza sin perturbar el equilibrio social, paulatinamente, en I. La mirada apologética un movimiento progresivo rítmico. Las conquistas se irán sucediendo, una tras otra, hasta la última. Giudice, Giudice, Roberto y González Conzi, Efraín. Sin violencias ni sacudidas. Armoniosamente. "Batlle y el batllismo" . EJ. Medina. 2' edición. El batIlismo persigue como solución final el Montevideo, 1959, págs. 402-403. desp despla laza zami mien ento to haci hacia a la soci socied edad ad de los “El bat lllli sm smo, después de señala r la medi medios os de riqu riquez eza. a. Este Este desp despla laza zami mien ento to de exis existe tenc ncia ia de una una grad gradua uaci ción ón infi infini nita ta de manos de particulares a manos de la colectividad, posiciones económicas económicas entre la burgues burguesía ía y el se hará hará grad gradua ualm lmen ente te.. Se hará hará resp respet etan ando do la proletariado, apoya su acción más en el sentido libe libert rtad ad del del trab trabaj ajo o y el dere derech cho o de propied propiedad ad mora morall de los los hom hombres bres que que en su posic osició ión n privada privada producto producto del trabajo. trabajo. 'La unificac unificación ión de económ económica ica.. Y no hace hace —ni —ni podr podría ía hacer hacer— — un una industria y el establecimiento, por tanto, de llamado llamado excluyent excluyente e a determin determinada ada clase clase social: social: un mono monopol polio io parti particul cular ar y, en conse consecue cuenci ncia, a, convocar todos los hombres que amen la libertad pert pertur urba bado dorr e inju injust sto, o, dice dice Batl Batlle le,, es lo que que y la justicia justicia —hállense —hállense donde se hallen— hallen— para constitu constituye ye la posibilid posibilidad, ad, con otros medios, medios, de establecer un régimen de justa distribución de la aquella paulatina transformación'. fortuna social. Con la naciona nacionalizac lización ión de algunos algunos servicio servicios s  Así integrad int egrado, o, el batl lismo lis mo util iza la públicos e industrias (y no se han nacionalizado demo democr crac acia ia como como medi medio o de acci acción ón.. 'Los 'Los todos por falta de una mayoría electoral) electoral) ya se ha procedim procedimiento ientos s revolucio revolucionario narios s están buenos buenos dado un gran paso: ello representa el para los gobiernos absolutos que niegan todas apod apoder eram amie ient nto o por por la soci socied edad ad de útil útiles es de trabajo hasta entonces en manos de particulares. las liber libertad tades. es. En las repúbl república icas, s, el obrer obrero o En cuanto a las industrias, serán tiene el voto que es la fuerza que fácilmente monopolizadas por el Estado cuando ellas hayan puede realizar sin una gota de sangre y sin una sido monopolizadas, o estén a un paso de serlo, lág lágrima ima, las las más just ustas aspir spira acio ciones del por un particular o por un pequeño número de prole proletar tariad iado', o', dice dice Batlle Batlle.. Y con el voto voto por  particulares. Por el Estado que, para el batIlismo, no es más que la sociedad organizada arma, los más fuertes, los que tienen la vic toria toria  jurídicamente.  jurídicame nte. Lo mismo mismo acontecerá acontecerá en el suelo. suelo. en sus manos, los seguros vencedores son los Y así el batllismo alcanzará la finalidad última. desheredados: porque son los más Habrá establecido entonces totalmente la libertad del trabajo, que no existe hoy en los servicios que El pueb l o d ir ec t a ment e, o su s no puede ueden n pre prestar starse se sin sin autor toriza izacio ciones nes representantes, representantes, reducidos a simples ejecutores especi especiale ales s (agua (aguas, s, electr electrici icidad dad,, ferro ferrocar carril riles, es, de la volu volunt nta ad popu popula larr grac gracia ias s al manda andato to tranvías, telégrafos, teléfonos); y que no existe imperativo, irán realizando las reformas. La vía tampoco en los otros servicios cuando han sido monopolizados por particulares. Y que no existe parlamentaria o la vía directa son las que adopta desde muchos puntos de vista para el asalariado, el batIlismo en su acción política. Gracias a la cuand cuando o imper impera a el régim régimen en patro patrona nal. l. Y habr habrá á labor labor legis legislat lativa iva,, el batIl batIlism ismo o respo respond nde e a las respe respetad tado o la propi propied edad ad priva privada da prod product ucto o del del neces necesida idades des de cada cada mome momento nto histórico histórico con derecho y de la justicia. reformas inmediatas que no son un fin en sí Cuando todas las industrias y demás agentes mismas sino un medio de alcanzar la reforma de producción hayan sido monopolizadas por el última. En efecto: el batllismo fundamenta la Esta Estado do,, será será lleg llegad ado o el mome moment nto o de atri atribu buir  ir  científicamente científicamen te a cada uno lo que le corresponda. eficacia de la acción legislativa en este axioma: Las dificultades de hallar la fórmula una una mejor mejora a cultur cultural, al, moral moral o econó económi mica ca de la absoluta absolutamen mente te justa son enormes enormes.. El batllism batllismo, o, mult multit itud ud prov provoc oca a en ésta ésta un sent sentim imie ient nto o de estudiando la realidad de ese momento histórico, desconformidad que genera a su vez un deseo de

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena establecerá la fórmula de acuerdo con la nueva la cuestión de la propiedad de la tierra' (Henry realidad". Finch); 'el gobierno de Batlle operaba en un contexto casi completamente urbano' (John Kirby), son ejemplos de lo que se ha convertido 2. Vanger, Milton. "El país modelo. José Batlle en conocimiento convencional. y Ordóñez. 1907-1915" .  Arca—E.B.O. 'El arreglo de Batlle —reformas urbanas a Montevideo. 1980. Pág. 212-215. cambio del statu quo rural' (Peter Winn) es visto como un 'camino lateral' (Ricardo Martínez Ces) La presidencia de Batlle ya estaba llegando a su destinado a expandir el consumo urbano, 'resolver  tensiones sociales' y así 'no afectar las término medio —más de la mitad si el Colegiado iba estructuras tradicionales que él quería preservar' a cortar su administración en un año— y aunque (Henry Finch). Batlle retenía algunas de sus más radicales Tomados en conjunto, estos estudios propuestas hasta después de que se estableciera interpretan mal las intenciones de Batlle, reducen el Colegiado, las líneas generales de su visión del el alcance de su política y subestiman su radicalismo. En vez de aceptar el statu quo rural, Uruguay —país modelo— eran ahora más se estaba moviendo para imponer el uso intensivo definidas y más conocidas de lo que lo habían de la tierra y reclamar las tierras fiscales. En lugar  sido cuando su elección basada en la imagen de de operar en un contexto casi exclusivamente un Batlle 'maduro'. Estaba utilizando la urbano, su obra de gobierno y su política eran prosperidad de la nación para impulsar la nacionales. Las estaciones agronómicas, casinos, ferrocarriles del Estado, un nuevo puerto todavía transformación económica, rural y urbana. La no anunciado, sobre el Atlántico, cerca de Brasil, estancia se tornaría intensiva, la agricultura se todo estaba destinado al desarrollo del interior, el expandiría; la industria crecería (la sustitutiva de crédito y los seguros de los bancos del Estado importaciones y la nueva, como la pesca, el alcohol servían al interior y a Montevideo, ahora tenía industrial, la minería). Nuevas y ampliadas usinas en todo el país; los nuevos liceos departamentales acercarían el nivel cultural del empresas del Estado detendrían el drenaje del interior al de Montevideo. oro a la vez que reducirían los costos para los Políticamente, Batlle presidía un partido consumidores. El Estado, 'dueño de todas las nacional, no sólo montevideano. fortunas y de gran parte de ellas', por medio de los Tampoco creo sea acertada la opinión de que impuestos, estaría capacitado para proporcionar a Batlle quería preservar las estructuras tradicionales y aliviar tensiones sociales a través todos una vida decorosa. La educación y la de caminos laterales. Un hombre que estaba cultura también estarían al alcance de todos. En proponiendo hacer del Estado 'el dueño de todas contraste con revolucionarios posteriores que las fortunas o de gran parte de ellas', obviamente quieren eliminar la distancia entre intelectuales y no quería preservar las estructuras tradicionales. obreros forzando a los intelectuales a realizar  Esta interpretación errónea de las intenciones y de la política de Batlle surge por mirar el pasado del trabajos manuales, Don Pepe quería disminuir esa Uruguay desde el punto de vista de la continuada distancia dándole a los trabajadores una cultura crisis económica posterior a la década del 50, intelectual. Las mujeres serían liberadas de la cuando el consumo excedía a la producción, Iglesia y de las constricciones de la dominación cuando el país tenía una enorme burocracia, y masculina. El proceso hacia el país modelo cuando las empresas del Estado producían déficit, paros y apagones. continuaría, bajo la creciente democracia, dirigido El argumento del 'camino lateral' ubica el camino por el Partido Colorado y asegurado por el de esta situación en la segunda presidencia de Colegiado. Batlle. Según este argumento, Batlle incrementó Este resumen de lo que Batlle estaba haciendo, intencionalmente el empleo público, especialmente difiere en la mayoría de los escritos recientes — comenzando en la década de 1960— acerca de en las empresas del Estado, para aumentar la él. Esos escritores ven a un Batlle que, por falta masa obrera, el consumo y el mercado de de conocimiento sobre asuntos rurales y por  productos (Ricardo Martínez Ces). Una opinión cálculo político, deja tranquilos a los estancieros, similar en Carlos Real de Azúa ("El impulso y su descuida al interior y concentra sus planes en freno. Tres décadas de batllismo y las raíces de la Montevideo donde estaba su respaldo político.  Afirmaciones tales como 'el núcleo del problema crisis uruguaya"). Pero el propio Batlle, como lo — la tenencia de la tierra— aún no había llegado demuestra el análisis de sus presupuestos, fue al líder en la Presidencia' (J. P. Barran y B. muy cuidadoso en mantener bajo el crecimiento Nahum); 'aunque Batlle adoptó una postura del empleo público. Hasta he sostenido que las reformista radical con respecto a un amplio sector  empresas proyectadas por Eduardo Acevedo de intereses e instituciones, ella no se extendió a

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena tenían menos empleados de los necesarios para del orden burgués, y hasta llega a tolerar que el representante más radical de la pequeña llevar adelante sus propósitos. Para Batlle, la función burguesía, el 'obrerista' Domingo Arena, declare primordial de esas empresas era restringir el que debe dejarse de lado la simple neutralidad drenaje del oro y proporcionar servicios nuevos y estatal en los conflictos obrero—patronales para más baratos dentro del programa de desarrollo colocarse de parte del más débil. económico que estaba imponiendo al Uruguay. Tan liberal es que, por boca de ese batllista, se denuncia duramente a la sociedad capitalista: Llenar las empresas con demasiados empleados 'esta sociedad capitalista, para poder seguir  elevaría los costos y les impediría ofrecer servicios marchando como marcha, para poder seguir  baratos. El éxito justificaría la creación de otras; la utilizando como utiliza al pobre rebaño humano, ineficiencia, no. necesita forzosamente mantenerlo en un estado Cuando las Usinas Eléctricas extendieron sus de abyección, de embrutecimiento, de abandono servicios a todo el país, se le dio a su Directorio el en que hoy vive'. derecho de despedir trabajadores aun cuando, O se plantea, para un futuro indefinido, la normalmente, los empleados públicos sólo podían colectivización de la tierra y de los restantes ser despedidos con venia del Senado. Los medios de producción. legisladores se opusieron. El Ministro de Pero en el fondo, la burguesía industrial se siente Hacienda, José Serrato, contestó que el Estado expresada y segura por el batIlismo, a pesar de los quería que sus empresas tuvieran éxito y tenía que pujos radicales de la pequeña burguesía, 'organizarlas (...) en igual forma en que las organiza expresados sobre todo a través de Arena. Y eso la industria privada'." en la medida en que el batIlismo descarga todos sus dardos contra la lucha de clases, verdadero II.- La mirada marxista motor de donde el proletariado extrae en la práctica su ideología revolucionaria, socialista y ortodoxa comunista. Ataca, primero sutilmente, la lucha de clases, propagandeando la conciliación; y siempre, • Louis, Julio A. "Batlle y Ordóñez. Apogeo y  muchas veces ya no sutilmente, blandiendo el muerte de la democracia burguesa". Natura Libros. Montevideo, 1969. Pág. 183-116 y 189-90. garrote o la pluma contra las ideas revolucionarias. El gradualismo reformista es posible mientras se Carácter radical, progresista y zigzagueante exprese el propósito (¡y hasta Domingo Arena lo del batllismo hace!) de aplicar la ley contra los que inciten a la violencia. "El batllismo mantiene el carácter burgués del Estado ampliando su estructura democrático— De esta forma, hábilmente, el batIlismo actúa burguesa y la apropiación privada de los medios como antídoto contra la revolución proletaria. Su de producción y de cambio. Sostiene el sistema práctica es la siguiente: cuando el proletariado burgués y propagandea entre las masas la forcejea para romper sus cadenas, le dirige confianza hacia el régimen democrático—burgués. palabras dulces convenciéndole de que no apele El punto principal del batllismo ideológicamente consiste en valorar la democracia y la ley, como a la violencia, de que dirija sus argumentos a factores supremos, estables y condicionantes de los convencer al patrón, o se dirige al patrón demás (... ) pidiéndole que no sea cruel. Y por fin, mientras le asegura que algún día todos serán iguales, La burguesía industrial inteligentemente permite que el patrón mantenga las cadenas de la conducida por BatIle y Ordóñez, propagandea, posibilitada por la situación económica, la esclavitud asalariada. democracia, consciente de que es la forma más sutil de enfrentar la política revolucionaria del Por fin es preciso estimar la significación política proletariado. Un proletariado, por otra parte, interna de José Batlle y Ordóñez. Su aguda sumamente débil social, política e inteligencia, su habilidad para maniobrar entre ideológicamente. Favorecida por esas circunstancias, la amigos y enemigos, su penetrante visión burguesía permite que dentro del batIlismo se psicológica, puesta sagazmente de relieve por  hable de conquistar una auténtica libertad y  Arena, al servicio de la unidad del partido. Es la  justicia a través de la colectivización, se expresión más alta, más definida, de lo que es su manifiesten propósitos antiimperialistas y hasta partido. Con sus virtudes y defectos. Cobija bajo socializantes. Permite que el Estado se mantenga 'neutral' en los conflictos obrero—patronales, su atenta mirada intereses contradictorios pero no aunque ejerciendo el papel de sostenedor jurídico antagónicos. Está siempre listo a inclinarse, se gún

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena las circunstancias, a desplegar el progresismo peculiares del país. También aparece este social, económico y político del partido hacia el elemento elusivo en su aspecto de lectura cual parece predispuesto, e igualmente a ideológica, en lo que podemos denominar  replegarse, en aras de la unidad partidaria, en 'falacia batIlista', que lo hace permanecer al aras de seguir siendo expresión política de la nivel de las estructuras aparentes a las que trata burguesía industrial en los períodos de crisis, de modificar creyendo que son las profundas. Y como ocurre con el 'alto de Viera'. aquí radica el núcleo más importante para Su progresismo de los años de apogeo nuestro análisis, ya que él orientó las prácticas económico poco a poco se va apagando, a  jurídico– políticas del batIlismo. medida que la burguesía industrial retrocede y, Uno de los elementos de esa 'falacia batllista',  junto a él, en primera fila, retrocede el partido en ligado a su concepción universalista racionalista, su conjunto. consiste en la dicotomía que establece entre Cumple en el Uruguay, y dentro de su partido, aquí y allá, es decir, el Uruguay y el Viejo Mundo. similar papel al de Luis Bonaparte, que Marx pone Para negar la realidad y escamotearla, sostiene, de relieve. Su papel `bonapartista' consiste en sin advertir las características comunes del sistema, que lo que existe o puede estar  otorgar leyes avanzadas a los obreros, favorecer   justificado en Europa, en los países viejos, no a los pequeños propietarios, proteger a las existe ni está justificado aquí, en este país nuevo mujeres, ancianos y niños, impulsar el desarrollo —a su juicio— con excepcionales condiciones de la burguesía industrial, serenar a los grandes geográficas, demográficas y culturales. Así propietarios de tierras y de comercios, procede con respecto a la lucha de clases, a las g reformas sociales, etc., incurriendo en una ilusión nacionalizar resortes básicos y otor  ar  muy generalizada en esta etapa de las concesiones a los imperialistas. A diferencia de formaciones sociales hispanoamericanas. Luís Bonaparte, tuvo la suerte de morir a tiempo, En función de la transformación realizada en como muy lúcidamente afirma Martínez Ces, las estructuras jurídico–políticas (reforma antes de que su creación estallara en mil pedazos constitucional, leyes sociales, intervencionismo estatal en la economía, etc.), la democracia como consecuencia de la crisis del sistema. política hace aparecer como no utópicos los otros Batlle y Ordóñez es imagen y reflejo de una elementos de la estructura ideológica y época, de un país: de un Uruguay que quiso y no enmascara las contradicciones fundamentales y pudo ser." secundarias de la realidad (lucha de clases, lucha entre fracciones de la burguesía, dominación imperialista, monopolios. etc..). 2. Claps, Manuel y Lamas, Mario Daniel. "Algunos aspectos de la estructura del bat-  (...) llismo", en Investigación Económica. Vol. XLI, N° Las reformas sociales de la época batllista, sin perjuicio del adelanto que significaron, no 162. México, UNAM, oct.-dic. 1982, págs. 219cambiaron en lo sustancial la situación de la 265. clase obrera, sus condiciones durísimas de vida, el nivel mínimo de subsistencia, etc. Sin "Con relación a la realidad histórico—social, el embargo, esta ideología fue muy eficaz para batIlismo posee elementos de conocimiento crear y mantener el horizonte utópico, apoyado en el desarrollo económico del país y  en la capaces de insertarse en ella y transformarla, posibilidad de ascenso social que permitió el aunque sólo sea a nivel jurídico— político y, en mantenimiento de las libertades políticas como el mucho menor medida, en las relaciones sociales máximo realizable en una formación social como y de producción. la uruguaya de ese entonces, Poco a poco, a lo largo de los años, la ideología batIlista llega a una formalización teórica del horizonte utópico y También aparece el elemento elusivo de esta naturaliza así, por la vía del discurso, los rigores ideología, o sea la ausencia total, minimización o de la realidad. Así, los seguidores de Batlle hablan simplemente olvido de aspectos fundamentales de los axiomas batllista y afirman: 'Para mí, la de la realidad ('ceguera al contexto') y que en palabra de Batlle es axiomática'. (Mateo Legnani sus rubros más importantes se refiere al en la Convención de 1925) (...) imperialismo, al capitalismo, al contexto Batllismo: ¿Socialismo o capitalismo? histórico hispanoamericano, etc. Es decir, lo que significa el límite de su conciencia posible dada En los capítulos anteriores indicamos que el su situación de clase y las características intervencionismo del Estado batllista en la

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena economía no había significado un debilitamiento esa etapa de regodeo de las cifras que fue también una hora de la vida argentina. Con del carácter capitalista de nuestra formación acrimonia (como siempre en él), un antibatllista social sino, por el contrario, un reforzamiento de tan consecuente como Mario Falcao Espalter, las estructuras de dominación vigentes que criticó en 1920 tal estado de espíritu. favorecían la apropiación de la plusvalía por parte de las diferentes fracciones de la clase burguesa. Por ello, es como siempre a los factores cualitativos Sin embargo, ese intervencionismo, así como la a los que hay que apelar cuando se quieren política social del batllismo, dieron lugar al sorprender 'las grietas en el muro', el gusano en la fruta exteriormente opulenta. lanzamiento de versiones como que estábamos  Aventuremos, sin embargo, antes de su estricta en presencia de una corriente socialista o al consideración, que los modelos del subdesarrollo menos socializante (...) y los de los modos de salir de él, dan relevancia y ¿Cuáles son las diferencias que separan su cohesión a muchas de las críticas que en estas ideología de la socialista? Podemos mencionar: su reflexiones se han realizado. Tal es, por ejemplo, posición de clase, su concepción filosófica el evidente en el fracaso en diversificar y hacer  espiritualista y, por tanto, la imparranda concedida crecer el sector primario agrícola-ganadero en a los diversos factores de la conducta humana: el términos sustanciales. Tal, el no haber previsto el concepto de lucha de clases que rechaza y también, efecto embotellador que sobre todo el desarrollo conexo con ello, la división esquematizada en industrial tendrían tanto aquél como la pequeñez burgueses y proletarios: por último, su posición frente del mercado. (Una seña, si se quiere, uno de los a la supresión de la propiedad privada y a la muchos lados desde el que puede presentarse el socialización de los medios de producción. capital problema de la 'magnitud nacional', El batllismo quisiera organizar una sociedad geográfica, demográfica y económica, en que una capitalista más justa y humanitaria, donde el empresa modernizadora se hace factible y el capital no fuera deshumanizado y egoísta, regida acuciante para nosotros de qué porvenir poseen, por altos principios morales compartidos por igual como tales, las 'pequeñas naciones'). Tales por todas las clases y sectores sociales. podrían ser también (reanudo el recuento) el Por otra parte, el reformismo y aparente carácter negativo de ciertos trazos que aquí se han subrayado. El haber dejado subsistente el anticapitalismo del batllismo, cumple la específica sesgo predominantemente intelectualista y función de obstaculizar cualquier intento de universalista de la educación uruguaya. El organización política autónoma de las clases haber promovido un espíritu de 'alto consumo', de explotadas. En tal sentido, su carácter intermedio, reclamo, derecho y facilidad antes de haberse que rechaza los extremos, tiende a ocultar  llegado a estadios más altos de desarrollo. El haber anquilosado una superestructura política las contradicciones sociales y políticas haciéndola sólo nominalmente representativa tan fundamentales de la sociedad uruguaya." inepta para recibir auténticas inflexiones del …....................... entramado social como para comunicar a éste impulsos valederos. Haber angostado por  sectarismo político y religioso la generosidad y la amplitud de su veraz llamado a construir un país nuevo. Haber empantanado en la rutina política III. La mirada ensayística y en la torpeza burocrática toda dirección dinamizadora. Real de Azúa, Carlos. "El impulso y su freno. Tres décadas de batllismo y las raíces de, Con todo, si hubiera que ceñir las debilidades la la crisis uruguaya-. E.B.O. Montevideo, 1964. más globales, más conspicuas, de más efecto a largo plazo, es especialmente a dos que hay que "El Batllismo contribuyó a modelar, en esfuerzo hacer referencia. dominante o más egregio que otros factores La del móvil filosófico cultural podría ser una de concurrentes, una sociedad y un Estado muy ellas, pues es dable pensar que la filosofía superiores a casi todos los otros 'progresista' de que el Batllismo se reclamó ha hispanoamericanos según pautas determinadas. entrado en proceso definitivo de disgregación y Unas pautas que, ni exclusivas ni intemporales, caducidad y que sus ingredientes racionalistas, cabe llamar, más localizadamente 'modernas' y individualistas, hedonistas, ético–inmanentistas, 'progresistas'. romántico–populistas o han seguido la suerte del Todas las dimensiones del país dieron un compuesto que los integraba o han entrado —lo salto hacia adelante y seguirían creciendo un que en cierto modo es más seguro— en nuevas, tiempo, siendo los guarismos decisivos de la en muy disímiles y hasta casi siempre población y la producción los que antes se irreconocibles recomposiciones. detuvieron. De cualquier manera, pasó el Ceguera al contexto podría registrarse por  Uruguay en las primeras décadas del 900, por  fin; olvido, por ejemplo, de las restricciones que

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena imponía al desenvolvimiento industrial la pequeña intelección plena es un bien en sí y pudo dictar a magnitud de la comunidad y  de su mercado, nuestros orondos gobernantes de las últimas desprecio a las constricciones a que sujetaría el décadas acciones y abstenciones que no crecimiento de la clase inedia y obrera una hubieran lucido, pero que pudieron dejar más estructura aguada del tipo de la uruguaya, desbrozado el camino. La convicción, por el desatención a los fenómenos y desequilibrios de contrario, de que con algunos retoques políticos y una situación de marginalidad en un medio económico—sociales se había llegado a un cultural tan intensamente europeizado como ya estado de perfección no sólo es antidialéctica y era el nuestro. La falta de conocimiento de las antihistórica sino que tiene mucho que ver con condiciones americanas y de la naturaleza y todo el espíritu que inficionó lo mejor de la obra significación del imperialismo que hizo a Batlle, en batllista. 1904, acariciar la idea de la intervención de la Ricardo Martínez Ces le ha llamado el 'espíritu marinería yanki en nuestra guerra civil, no es, en de facilidad', señalando de paso lo ajeno que la cierto sentido, más que el corolario verosímil de personalidad de Batlle era a él. Podría llamarse una situación ambigua, de la residencia en un 'espíritu acreedor' también. Un trazo universal de limbo en el que no éramos ni americanos ni la sociedad de masas que países industrializados europeos. y maduros pueden (incluso) tener interés en fomentar, pero que aquí se desplegó en un muy  A este respecto, se ha hablado del 'país de distinto contexto. Un inverosímil optimismo, una espaldas a América', bullente, promisoria, trágica, sistemática ceguera a la dureza acechante de la que geográficamente integramos. Es un tema historia, al rigor de la competencia entre predilecto de las recientes promociones sociedades y naciones fue trasfundido a grandes intelectuales y algunos libros muy conocidos de oleadas a toda una colectividad a la que se Mario Benedetti, de Carlos Martínez Moreno, lo acostumbró al constante reclamo, a la que se han orquestado con riqueza. Vale la pena señalar, aflojó hasta un ritmo de trabajo propio de tiempos con todo, que es dudoso que una 'atención a lo idílicos, a la que se dotó de un sistema de americano', una menor alienación a los figurines seguridad social cuyo costo respecto a la de la cultura literaria y social de Francia tuviera producción de la que tiene que salir, del aporte de que haber llevado a una renuncia de ciertas los activos de la que ha de ser extraído, nadie se superioridades naturales de nuestro país respecto atreve ya a decir que, absoluta o a otras zonas de América, a un masoquista comparativamente, no sea desmedido. Una ponernos a la altura de las más infortunadas. colectividad, en suma, a la que se hizo creer que, En realidad, entre no haber conseguido tras el éxito de los primeros esfuerzos, la plenitud hacernos una nación 'central' y no 'periférica' del reino y sus 'añadiduras' habían llegado. (una tarea de la magnitud de parar el sol) y este En su terminología de las etapas de desarrollo habernos diferenciado de lo específicamente Walt Rostow opinó tras un rápido conocimiento del Uruguay, que éramos una sociedad que había rioplatense y americano; entre haber querido pasado sin etapas del 'take off', del 'demarrage' o dotarnos de todos los órganos y tejidos de una del impulso del crecimiento inicial a la del 'alto nación madura y haberse conformado con el consumo de masas'. Traducido a cualquiera otra destino y la magnitud de una pequeña comunidad terminología, el diagnóstico sigue siendo exacto. económica e ideológicamente mediatizada, se Y aún otra cosa podría resultar más grave: una sociedad a la que se estancó en una suerte de deslinda con suficiente precisión la falacia radicalismo verbal básicamente conservador y a batllista. Una falacia que en cierto modo era la que se limó de toda energía revolucionaria inevitable: el despejarla hubiera reclamado esas incómoda, trabajosa, dura al fin, haciéndole creer  grandes energías históricas de eslora, de aliento que con algunas elecciones ganadas, algún universal que recién las naciones del Tercer  impuesto más, algunas medidas legislativas, los privilegios de los grupos superiores caerían al Mundo están, como un todo, en condiciones de suelo como hojas secas y el feliz imperio de la potenciar y planear. La situación desde la que tal igualdad sería alcanzado. No se necesita ser un empresa quiso acometerse en nuestro país es de revolucionario cabal para pensar que si en algún las que están más allá de la mera culpa o mala país el 'evolucionismo' social ha tenido un sentido fe subjetivas: cualquier solución de fondo sólo enervador, ese país es el Uruguay. podría haber vencido la precariedad de lo que se Culminando este proceso, hemos llegado a ser  una sociedad económicamente estancada, logró (dejando, por obvio, de lado el no haber  políticamente enferma, éticamente átona. Podrá hecho nada) por medio de un giro copernicano decirse, también, que civilmente sana y del destino de Latinoamérica entera. socialmente más equilibrada que muchas otras Pudo, con todo, darse, pudo alborear una de su tipo, pero las notas peyorativas son las comprensión más exacta, menos satisfecha, dinámicas y  éstas sólo pasivas y remanentes. menos hinchada de las constricciones que Porque, globalmente (ya se trató de fundarlo) acechaban a lo ya realizado. La lucidez de una

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena parecemos ineptos para la altura de los tiempos y sus implícitos desafíos. IV. La mirada de la historiografía más No pretendo afirmar que entre este cuadro y el Batllismo la relación sea inequívoca. Puede contemporánea defenderse aún ahora que el Batllismo no es el responsable de nuestra crisis por que no es el Henry. "Historia económica del  'único responsable'. Empero si todavía se le Uruguay contemporáneo". E.B.0. considerara hipotéticamente actor único, podrían Montevideo, 1980, págs. 16-21. alegarse dispensas que tendrían a su mano tres 'porqués'. Primero, porque completó de alguna manera 'En la historiografía uruguaya ha existido una una imagen del país y la consideró aceptable, tendencia a considerar las dos presidencias de  juzgando, por ende, que no tenía razón de hacer  José Baffle y Ordóñez (19(73-1907 y 19 II-1915) y  'otra' cosa. la sostenida influencia que ejerció hasta su Segundo, porque, supuesto lo anterior, fueron muerte en 1929, como un cambio radical en la factores supervinientes los que la destruyeron y vida del país. En realidad, no pueden existir  ya no está el Batllismo, por lo menos en su mejor  dudas acerca de la importancia de esos años `forma', en su plenitud histórica, para calafatearla decisivos para la posterior evolución del o inventar otra nueva. Uruguay. El último conflicto armado entre blancos Tercero, porque (matizando la primera y colorados terminó en 1904 y, a partir de dispensa), cuando un movimiento político —como entonces, se consolidaron las formas es el caso del Batllismo— alcanza esa 'imagen democráticas de gobierno y los partidos políticos satisfactoria' se detiene y el esfuerzo por hacerla adquirieron definitivamente carácter civil. La más veraz, cabal y profunda alteraría el cuadro y legislación que le ha valido al Uruguay la las estructuras alcanzadas. Ello hace que cuando equívoca denominación de 'estado benefactor' es atacada esa imagen, o ésta se desdibuja, se se originó en ese período. El valor de las plantee la duda, de si el esfuerzo correlativo por  exportaciones se duplicó entre 1900 y el estallido devolverle su vigencia no hará correr demasiados de la Primera Guerra Mundial a raíz de la riesgos a lo que, de alguna manera, se conserva, iniciación del comercio de carnes congeladas. La de algún modo sobrevive. actividad industrial aumentó y se realizaron Sin embargo, de tener que escogerse entre una importantes mejoras en la infraestructura, tanto a opción, podría resistir una buena andanada de nivel urbano como nacional. La sola enumeración críticas, sostener que determinadas limitaciones de estos cambios llevaría a pensar que —sin internas, ciertas carencias y falibilidades fueron desmedro alguno del significado de su obra— las que no le permitieron culminar su importante sería más acertado decir que Batlle fue la obra, las que de algún modo le impidieron darle creación de su tiempo que sostener —como lo perduración, hacerla resistente a todos los hace Vanger— que fue el creador de los embates de descomposición que por tres mismos. décadas más sobrevendrían." En realidad, los logros de Batlle pueden ser  considerados como respuestas a dos procesos que eran ya evidentes a fines del siglo pasado: la inestabilidad social del sector ganadero y el rápido crecimiento de la economía urbana. El fenómeno batllista significó una transacción —de carácter liberal, humanitario, muy de clase media— entre las tensiones sociales y políticas resultantes de estos procesos encontrados.  Aunque en algunas oportunidades puede haber  tomado formas radicales —más que nada en la defensa por parte del Estado de los sectores económica y socialmente desvalidos— la intención subyacente del batIlismo era de esencia conservadora; se trataba de extender las funciones del Estado a los efectos de asegurar el equilibrio

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena de fuerzas entre las distintas clases sociales y que respecta al corto plazo, existía un argumento concluyente: la economía urbana —cuyos realzar el papel del sistema político (...) intereses Batlle representaba directamente— La última guerra civil tuvo una gran tenía margen para crecer sin entrar en conflicto importancia en la determinación de las relaciones con las arcaicas estructuras rurales 1...) entre el gobierno esencialmente urbano de Batlle La política económica de Batlle no logró ningún y los propietarios rurales. A pesar de los daños y cambio importante en la estructura económica del pérdidas físicas que tuvo que sufrir  y  de su aislamiento político. que resultó evidente, la país. Se concedieron beneficios impositivos a las clase alta rural pudo considerarse satisfecha. La nuevas empresas industriales que se sumaron a la conducta financiera del gobierno de Batlle fue — protección arancelaria ya existente. Pero al faltar  a pesar de los costos de la guerra— inobjetable. una política fiscal progresista, el mercado se Más importante aún fue la concluyente mantuvo sin desarrollarse y tuvo que ser el demostración de que el poder de una autoridad central resultaba —a largo plazo— una garantía socialista Emilio Frugoni quien señalase el mucho más efectiva de la paz y de la estabilidad carácter regresivo del proteccionismo aplicado a interna que cualquier acuerdo interpartidario los artículos de primera necesidad. sobre la base de una distribución territorial de El crecimiento del sector público —otro rasgo del zonas de influencia. La época de los acuerdos, batIlismo-- lejos de perjudicarlo, favoreció de las tradicionales formas de coparticipación a indudablemente al capital nacional. El monopolio través de las cuales los partidos habían por parte del Estado en algunos tipos de seguros mantenido una paz inestable desde 1872, había se realizó a expensas de empresas extranjeras, llegado a su fin. no de las uruguayas. Los propietarios rurales tuvieron claro, a partir  Por otra parte, la hostilidad de Batlle hacia el de 1904, que el Partido Colorado no planea capital extranjero, si bien era sincera, distaba atacar el principio de la propiedad privada de la mucho de ser una actitud de enfrentamiento a la tierra ni rescatar tierras fiscales que los intromisión imperial. (…) propietarios habían ocupado. La autonomía del Si bien los resultados económicos de la política sistema político era. en verdad, un privilegio del batllista fueron en verdad modestos, sus logros que la naciente clase política no podía sociales y políticos fueron realmente importantes. arriesgarse a abusar atacando las bases mismas La inmigración masiva introdujo nuevos intereses del sector rural. Un pacto implícito se estableció en Montevideo —instituciones e ideologías de entonces entre ambos sectores. Sin embargo, la base social— que empezaron a entrecruzarse paradoja de la vulnerabilidad política de la clase con las fidelidades partidarias tradicionales que alta rural —el hecho de que un grupo hasta entonces no habían tenido una base social económicamente dominante no pudiese controlar  homogénea. Las organizaciones obreras se el sistema político— fue reconocida en 1916 fortalecieron a partir de 1895 y el descontento cuando los propietarios rurales se unieron para laboral se intensificó durante la década de rápido formar la Federación Rural como un grupo de crecimiento que precedió a la Primera Guerra presión que actuase en el seno de ambos Mundial provocando alarma entre los sectores partidos tradicionales en defensa de los intereses empresarios más poderosos. Los partidos del campo. políticos tradicionales, tan mal equipados para registrar y articular los nuevos reclamos se sintieron  A pesar de todas las ideas peligrosas que se igualmente amenazados por la militancia de los proclamaban en Montevideo, los intereses rurales obreros. La respuesta de Batlle fue elevar al tenían poco que temer. La política agropecuaria Estado —y con él al sistema político— al plano de de Batlle fue, en realidad, neutral. Su propósito una benevolente neutralidad desde la que se podía era lograr la transformación gradual de una mediar en los conflictos sociales que se convirtiesen estructura insostenible. pero las medidas que en un peligro para el orden que el Estado quería puso en práctica —elevación de los impuestos salvaguardar. Las leyes consagraron una sobre la tierra, impuestos a la herencia y al aspiración primaria del movimiento obrero —la ausentismo, salarios mínimos para el medio  jornada de 8 horas— en 1915. Posteriores actos rural, planes de colonización, créditos a los legislativos fueron anticipando los reclamos pequeños productores— fueron fácilmente laborales y, de esa manera, los viejos partidos evadidas o tuvieron escasos resultados. A largo políticos se fortalecieron a expensas del movimiento plazo, el fracaso del batIlismo en reformar la sindical y —más aún— de la eventual temática de estructura agraria iba a tener serias consecuencias los partidos de izquierda. Mientras los clubes para el futuro desarrollo del Uruguay. El rápido políticos cumplían el papel de agentes para la crecimiento de las exportaciones y las integración de los inmigrantes montevideanos, la demostradas habilidades en el difícil arte de la aprobación de leyes sobre pensiones a la vejez, conciliación política constituyeron —por otra parte  jubilaciones, descanso semanal para los — razones de peso para evitar un enfrentamiento trabajadores. seguros de accidentes de trabajo y de fondo con los intereses rurales. Además, en lo

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena salarios mínimos consolidaba la lealtad de los trabajadores al aparato estatal que los protegía. La legislación era el precio que debían pagar los 2. Zubillaga, Carlos. "El batllismo, una pequeños industriales en ascenso por la expresión populista". En "El primer batllismo. estabilidad política y social. Cinco enfoques polémicos". E.B.O. – CLAEH. La ideología del batllismo fue, Montevideo, 1985, págs. 16.-45. fundamentalmente, una ideología de clase inedia.  Aunque ningún sector social fue excluido de la alianza batllista, los mejor representados fueron el de la pequeña industria y el de los empleados públicos y privados. Un sentimiento igualitario combinado con la defensa de la propiedad, la creencia en el valor de la movilidad social manifestada a través del apoyo a la educación y a la igualdad de oportunidades y la afirmación del Estado por encima de los intereses de las distintas clases sociales, fueron rasgos característicos de la temática del movimiento. La política batllista consistía, entonces, en mantener  mediante concesiones el equilibrio entre fuerzas sociales crecientemente antagónicas, mientras conservaba y fortalecía la independencia del sistema político a través de su capacidad de mediar entre ellas. Sin desmedro de la significación que el período batllista tuvo en la evolución del Uruguay, resulta evidente que no se inició en él el crecimiento y la diversificación de la economía urbana y que no representó enteramente el ascenso de una nueva clase social. Menos aún puede decirse que haya logrado un cambio significativo en los términos de la dependencia uruguaya. El sistema político comparativamente autónomo que se gestó en épocas anteriores fue empleado para asegurar el aislamiento político del sector económicamente dominante, es decir, los propietarios rurales, y para establecer un cierto grado de equilibrio entre el capital y el trabajo en el medio urbano, entre el capital nacional y el capital extranjero, entre el capital británico y el capital norteamericano. El Estado se convirtió en un mediador neutral en los conflictos de intereses y el control de las organizaciones partidarias tradicionales sobre un aparato estatal en franco crecimiento quedó plenamente confirmado."

Las claves populistas del batllismo "El populismo aparece como un movimiento político característico de América Latina, fundado en la concertación social, que intenta modificar — a través de una estrate gia reformista promovida por un líder carismático y sin un sistema político democrático formal en pleno funcionamiento— la estructura primario–exportadora y promover una industrialización acelerada, en búsqueda de caminos de inserción autónoma en el mercado mundial. La acción populista resulta, por lo demás, sumamente fluida, cambiante, sometida a impulsos pragmáticos no siempre gobernables, que juegan como respuestas sensibles a los requerimientos de las masas pero sin una cabal previsión de las consecuencias que los factores puestos en movimiento pueden generar (...) Sostenemos como hipótesis (para cuya confirmación empírica ofrecemos algunas someras anotaciones) que el 'primer batIlismo` configuró una de las primeras experiencias populistas en América Latina (...) Un intento de caracterización como el presente implica —parece obvio pero no es desdeñable reiterarlo— un esfuerzo científico por interpretar, sobre bases más sólidas que las de la solidaridad ideológica o el simple Impresionismo' intelectual, un proceso de honda incidencia en la configuración del Uruguay contemporáneo. El modelo batllista de desarrollo: una ideología  populista El modelo batllista de desarrollo, cuya implementación se pretendió lograr mediante un proceso de reformas legales (facilitado por el exclusivismo político que si gnó un tramo considerable de la experiencia gubernamental del bautismo), conformó un vasto pro grama de transformaciones tendiente al lo gro de un mayor  bienestar para la mayoría de la población. En este marco conceptual amplio se inscribieron las siguientes estrategias operativas:

I)

De nacionalización–estatización.

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena —muchas veces— una parcial respuesta a viejos De industrialización. II) reclamos del movimiento sindical). En este De tecnificación y transformación III) manejo ideológico de la actitud concedente del estructural del sector agropecuario. Estado radicó uno de los rasgos más claramente De mejoramiento de las IV) populistas del discurso batIlista: 'Que hemos condiciones de vida. suscitado en el pueblo el apetito de todos los De incremento de la educación. V) bienes materiales? En eso puede haber mucho de verdad. Fuimos nosotros los que propusimos y Una propuesta económica capitalista realizamos la jornada de ocho horas, invitando al con.fuerte componente de intervencionismo trabajador a tomar algún reposo. Somos nosotros estatal  los que hemos realizado cuanto se ha hecho para La preocupación del batllismo por la silbsistencia aumentar sus bienes materiales. Y somos de la propiedad privada como motor del desarrollo nosotros los que nos hemos empeñado siempre económico, tuvo una de sus expresiones más en apartar sus miradas del cielo para que las significativas en el firme rechazo a In implantación dirigiese a esta tierra, y los que le decimos día a del impuesto a la renta. Considerada como una día que tienen derecho a vivir mucho mejor de lo traba a la aplicación productiva del capital, esta que viven y que deben luchar para llegar a ese medida de política impositiva fue combatida fin. Muchas veces ofrecimos al pueblo más de lo desde tiendas baillistas, proponiéndose en su que pedía." (El Día. 6.2.1920). lugar el impuesto a la tierra y el impuesto a la heLas trabas a la consagración de un sistema rencia (..,) democrático formal  Pero la política de equilibrio que la concertación El batIlismo buscó la implantación de un modelo social exigió del batllismo, traducida también en la reformista sobre la base de un sistema político promoción de medidas legislativas favorables a que estaba lejos de configurar la consagración de las condiciones de los asalariados, generó formas un régimen democrático formal. Entre la diversas de preocupación en los sectores democracia social y la democracia política, optó empresariales. El tono tranquilizador de las por la primera, poten cializando para lograrla el mismas caracterizó desde entonces el discurso rol del partido, en una dinámica excluyente de la batIlista (...) pluralidad de expresiones políticas. Todo lo cual tiñó su accionar de un inequívoco cariz populista. La acción del Estado providente: una legislación En este plano resultaron contradictorios de las social otorgada afirmaciones de Baffle en ocasión de sus dos Hubo en el pensamiento badlista, no obstante las candidaturas presidenciales (formuladas como salvedades anotadas, una concepción implícita propuestas de perfeccionamiento democrático del de la intangibilidad del orden social (no en su sistema político) los movimientos específicos formulación liberal clásica, sino en la renovada realizados por su partido en la acción legislativa y del 'socialismo de Estado'), que descartó en la práctica electoral. (...) cualquier forma de superación estruciural tendiente a priorizar el trabajo en la dinámica Batlle y Ordóñez: un líder carismático productiva. De allí que el batllismo se proclamara En el sugerente reportaje de El Tiempo de enero 'obrerista' y • no socialista'. Es decir, que confiara de 1903, Batlle y Ordóñez avanzó una en la acción de un Estado providente pero no interpretación sobre la diversidad de roles entre la intentara modificar las relaciones últimas del sismasa ciudadana y el elenco político, que tema productivo, mediante mecanismos de configura un elemento ineludible para la socialización de los medios de producción, de comprensión de la dinámica populista del cogestión o de auto gestión obrera. battlismo. Sostuvo en la ocasión que eran El carácter providente del Estado árbitro se perfectamente distinguibles las funciones de tradujo, de manera inequívoca, en el elector y las de gobernante, y que la injerencia otorgamiento de una legislación social que se directa de la ciudadanía en estas últimas anticipara a las reivindicaciones obreras (o que resultaba inconveniente. 1 A los ciudadanos está fuera asumida y esgrimida por el partido de cometida la creación de los gobiernos y a los gobierno como anticipándose a dichas gobiernos está cometida la realización de los reivindicaciones, aunque en la realidad resultara

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DIVERSAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PRIMER BATLLISMO Prof. Daniel Martirena intereses públicos. La intervención directa de los políticos de las oligarquías preexistentes. g elementos populares en el _  obierno conduciría al He ahí, sin duda, uno de los perfiles diferenciales de esta experiencia populista: desorden y a la anarquía'. (El Tiempo. 23.1.1903). su nacimiento en el seno de una formación El líder era visto entonces, como el ideal receptor  política tradicional (extremadamente plural de los deseos y las aspiraciones incumplidas de en su integración social y, en los sectores populares y como su único realizador  c on se cu en ci a, c ar en te d e l a mí ni ma potencial (...) coherencia exigible para su articulación c om o p an i do m od er no ). E l b ad li sm o c or no p art ido p op ul is ta n o ac tuó con El batllismo: un partido con funciones tribunicias independencia en el plano político y electoral, El modelo organizativo del batllismo en el plano porque no rompió sus ataduras con el del quehacer político concreto estuvo dado por un t ra di ci on al is mo ( po r e l c on tr ar io , l as partido concebido como portavoz de los realimentó con sus acuerdos comiciales y las sublimó mediante la evocación descontentos (de los postergados), integrado por  permanente, de su matriz caudil lista, de las elementos bien intencionados provenientes de 'glorias de la Defensa' y de otros tópicos todos los sectores sociales, destinado a respaldar  emocionales). Esa adhesión tradicional la acción del líder y vehiculizarla, dotado de i mpl ic ó t ra nsf eri r al seno mismo del aspiración hegemónica (sin perjuicio del formal batIlismo las características de extrema pluralidad ideológica que eran propias de reconocimiento del pluripartidismo). l as v ie ja s co le ct iv id ade s his tó ri ca s Un esquema de esa naturaleza necesitaba uruguayas, en una adecuación fluida — asegurar el rol del partido en un proceso de sólo comprensible en el contexto nacional— democracia social, sin liberar todas las a la naturaleza del partido populista (es deposibilidades de democratización política que la cir, a su rol de articulación de. intereses, a la vez convergentes y encontrados). Por  modernización de la sociedad uruguaya parecía esta razón, el batllismo no cortó jamás su requerir. Por lo mismo, el planteo de reforma vinculación con la colectividad tradicional: constitucional de Baffle y Ordóñez en sus servía a su c ondición de partido populista  Apuntes de 1913, tendía a consolidar la presencia (fruto y vocero de la concertación social) la del partido en el gobierno colegiado por un naturaleza plural de su matriz histórica. El riesgo que quizás no calibró debidamente período más extenso que aquel que la residía en que los sectores colorados no Constitución de 1830 habilitaba a desempeñar al batllistas (por ende ajenos a la política de Presidente de la República. concertación s oc ia l) e nc ont ra ro n s us En tesis política, pues, el batllismo sostuvo como aliados en las alas conservadoras de la instrumento ineludible para el logro de su entente populista. Ese riesgo se concretó. por lo que no resultó extraña la propuesta de cambio social, la política de partido: convergencia en la 'Revolución de Marzo' el partido mayoritario gobernando con sus ideas, d e r iv er is ta s, v ie ri st as y s os is ta s c on sus métodos y sus hombres, inclusive nutriendo batIlistas conservadores, todos ellos disla administración con sus militantes (...) en el puestos a inclinar la balanza en perjuicio de los cumplimiento de una práctica burocrático– sectores populares. clientelística de vieja raigambre en el coloradismo. Solo la presencia del líder carismático Pero en la realidad política, lejos de jugarse a pudo validar la opción mediatizadora que la política de partido —lo que hubiera requerido implicó la permanencia del batllismo en el optar por su autonomía como partido en el seno del Partido Colorado. Cuando a su sistema político uruguayo— el batllismo prefirió muerte la polí tica de alianza con el la comodidad electoral del lema tradicional. tradicionalismo (los 'acuerdos colorados')  Ahogó, entonces, sus potencialidades y anuló su s e e vi de nc ió e n t od a s u negatividad. Se especificidad, al no poder articular —con valor  produjo la fractura interna del partido que para todo el Partido Colorado— la coordinación habilitó el tránsito hacia 1:1 regresión de la acción gubernamental con las decisiones institucional de 1933 y la liquidación del cambio de las autoridades partidarias. No pudo ser, en social reformista." consecuencia, el portavoz oficial de los descontentos, sino que hubo de conformarse con ser  el coprotagonista de maniobras elector ales en l as q ue l os r ec la mo s d e l os s ec to re s sociales movilizados por la experiencia populista fueron neutralizados por los resabios

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3. Barrán, José Pedro y Nahum, Benjamín. "Batlle, los estancieros y el  imperio británico" . E.B.O. Montevideo. 1981 Tomo II: "Un diálogo difícil. 19031910". Págs. 7-8, 13- I 5 y 39-45). -Los movimientos políticos y sociales son lo que quieren sus protagonistas pero también lo que ven de ellos sus antagonistas e incluso el historiador, quien representa la interrogación del presente Por eso, este libro pretende ser como un jue g o de múltiples espejos en que la visión del contrario refleja y  a la vez recrea a través de sus esperanzas y sus miedos. Batlle se vio a si mismo como un hombre del progreso. los obreros lo consideraron un 'amigo', el patronato industrial y  británico lo creyó 'un socialista', los socialistas, un burgués de buena voluntad, los blancos, un autócrata demágogo, y el historiador, un reformador. Cada una de estas miradas es falsa y verdadera al mismo tiempo por  parcial, y son todas juntas la que dan idea cabal del personaje, el movimiento que protagonizó y su época.

Caracterización Fue ese elenco político del novecientos, el  protagonista de lo que de ahora en adelante denominaremos 'reformismo', es decir, la tendencia a promover el cambio más o menos radical de los modelos económicos, sociales y mentales dominantes, sin recurrir a la violencia. Preferimos usar el término 'reformismo' en lugar del habitual `batIlismo' por varias razones. En primer lugar, en todo el período a estudio (1903-1916) y más todavía en el que se analiza en este tomo (1903-1910), el  batIlismo no era aún un partido organizado, con autoridades, lema y programa; tampoco, a no ser en los años finales (1914-16), un movimiento de masas. En segundo lugar, los que vivieron y escribieron en 1905 a 1910, utilizaron en general el término 'reformista' para designar a la corriente que luego se denominará `batllista'. En los documentos analizados,

mensajes presidenciales, ministeriales, discursos parlamentarios y editoriales  periodísticos, los seguidores de Batlle se llamaron a sí mismos 'reformistas' o 'reformadores', pretendiendo expresar con ello la esencia misma de su nueva fe; el uso del aparato estatal para la promoción de una economía que nos tornara Independientes', de una sociedad que fuera 'justa', de una cultura científica que nos liberara de la 'esclavitud de la ignorancia, todo ello dentro del respeto por  el `estado de derecho' y sus reglas de juego, lo que impedía el recurso a la violencia revolucionaria y a la vez identificaban al reformismo con la defensa de los derechos individuales, herencia que la mayoría de sus dirigentes no podía olvidar por haberse formado al calor de la lucha contra el santismo. En tercer lugar, el uso del término 'reformismo' nos permite ubicar al batllismo como una de las muchas corrientes políticas europeas y americanas que buscaron en las  primeras décadas del siglo XX eliminar las aristas más crudas del 'capitalismo salvaje' y resucitar el viejo anhelo de 1789 por una sociedad ideal, sin recurrir, empero, a los mismos métodos (...) Una ideología jacobina Arturo Ardao ha comprobado que una concepción ética de la sociedad y el derecho fue la base filosófica del reformismo, al menos si nos referimos a su personalidad descollante, Batlle y Ordóñez. Una moral, en efecto, de sello tolstoiano, no católico, en la que el hombre era el centro de una obsesión a veces hedonista, sin que nada, y menos una institución, lo trascendiera; imbuida de cierta 'piedad difusa, casi cósmica' hacia el ser débil, fuera de la naturaleza que fuera (humana o animal), hallárase donde se hallare (en el Uruguay o en el resto del mundo); vertebrada  por una 'concepción romántico anarquista—  naturalista, un poco a lo Ibsen, del individuo y las construcciones sociales' al decir de Carlos Real de Azúa. Una ideología, entonces, finisecular, alimentada en el pensamiento enciclopedista, la creencia en el progreso indefinido a través de la ciencia y la difusión de la educación, y

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el rechazo del 'prejuicio' religioso corno factor  explicativo del mundo y el hombre. El reformismo se pensó a sí mismo y se vio como un hijo de la 'Gran Revolución', y es éste. por cierto, uno de los tantos puntos de contacto que tiene con el contemporáneo Partido Radical—Socialista francés (...) Más importante es advertir que el reformismo fue sobre todo una postura vital, un sentirse los abanderados de cierta concepción racional y ética del mundo y no meramente los sostenedores de un programa político. El núcleo del mensaje no ofrece dudas: la organización social, económica y política debe garantizar a cada individuo las mismas oportunidades de elevarse en la escala social, dependiendo luego todo del 'mérito personal'. Concebido como una suma de virtudes intelectuales, ya que el talento era lo único que debía diferenciar a los hombres entre sí. (...) El segundo postulado incorpora la novedad: la 'Gran Revolución' ha dejado resabios que se oponen a la igualdad: el desnivel económico entre los ciudadanos y el mantenimiento de la educación como privilegio de minorías. El Estado será la herramienta niveladora que restablecerá la igualdad natural. Concebido como el representante de toda la sociedad, inclinará la balanza del lado del débil cuando la estructura económica, social o cultural haya colocado el fiel del lado de los fuertes, los  privilegiados, los menos. El Estado deberá ser  (y podrá ser) el corrector de la injusticia; no tiene por qué seguir necesariamente representando a los grupos dominantes. Para ello abandonará su viejo papel de 'juez y gendarme' e intervendrá directamente en la economía y la sociedad. Esta concepción dará origen a la ampliación de los fines del Estado, criterio común en la Europa 'progresista' de la época, según el cual los servicios públicos no  podrían quedar en manos de la empresa  privada. (...)  Reforma, no revolución El Estado reformista no pretendía destruir el sistema sino sus excesos. Este postulado aplicado a la concreta realidad uruguaya tenía. empero, sus bemoles, ya que los excesos  parecían constituir parte del sistema. De

cualquier manera, el reformismo quiso poner  distancia entre él y las ideologías revolucionarias del novecientos. Mucho fue dicho con tal de separarse de ellas. Esto se debió a dos factores cuyos respectivos pesos es difícil medir con exactitud: la propia convicción de ser 'obreristas' y no 'socialistas', y la necesidad de tranquilizar a las clases conservadoras (...) La lucha de clases era un hecho que podía ser  modificado sin modificar el supuesto de la  propiedad privada de los medios de  producción. Para El Día, los estancieros incluso debían esperar ventajas económicas del fraccionamiento de sus tierras mediante la expropiación y la colonización. Los términos en que se entablara el difícil diálogo con las clases propietarias tendrían que elegirse con cuidado; no era una 'lucha' contra el latifundio lo que preconizaba el reformismo (y parecían creer ciertos extremistas dentro del movimiento), sino una tarea de convencimiento. Claro que si ella fracasaba, el Estado actuaría, 'pero sin menoscabo de intereses legítimos'. En todas las clases sociales había hombres de  buena y mala voluntad. El individuo no tenía determinada su conciencia por su posición social, sino que su conciencia seguía el camino del bien colectivo cuando era despertada. Este razonamiento evitaba que se tuviera que recurrir siempre a la coerción para modificar el orden establecido: bastaba a veces difundir, con argumentos razonables, la necesidad del cambio y hasta los beneficiados del modelo terminarían aceptando las reformas. El reformismo se vio a sí mismo como un 'socialismo de estado'. tan respetuoso de la  propiedad privada, como consciente de las limitaciones de ese derecho, tan dispuesto al cambio como a promoverlo sólo por medio de 'la evolución' pacífica."

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 Barrán, José Pedro y  Nahum, Benjamín. "Batlle, los estancieros y el imperio británico". E.B.O. Montevideo. 1982. Tomo III: "El nacimiento del batllismo Págs. 78-83.

 El batllismo, 'partido del Estado'  "El batllismo de estos años fue, entre otras cosas, el brazo político del Estado. La profesionalización de sus dirigentes en el manejo del gobierno; el rol esencial que  jugaba en su electorado todo tipo de  burocracia (civil, militar, policial, pasiva, obrera, originada ésta en los entes industriales del Estado creados por el movimiento); el carácter protagónico que sus ideólogos le asignaron al Estado como motor de la vida económica y árbitro de lo social, todo, en fin, se armonizaba para conferirle ese papel. En realidad, los dos primeros rasgos formaban  parte de la vieja herencia colorada que, eso sí, el batIlismo consolidó; y el tercero, justificaba éticamente tanto al creci miento del espacio estatal como al batIlismo, su 'intérprete'. Los contemporáneos fueron también raramente unánimes en esta caracterización del batllismo. La oposición lo definió  peyorativamente como 'el partido del Estado' sin advertir que el propio batllismo aspiraba a representar los intereses 'superiores' de la comunidad encarnados precisamente en el Estado (...) En la ideología batllista, al Estado correspondía el papel protagónico si se deseaba implantar una sociedad 'solidaria'. El era la gran fuerza capaz de oponerse a la dictadura de los monopolios, 'cartels y agrupaciones financieras' privadas que tendían al dominio de la 'producción': a él correspondía, en nombre de 'ese valor  fundamental que es el hombre' limitar los viejos conceptos clásicos de 'libertad y  propiedad' en beneficio exclusivo de todos, al decir del Ministro de Hacienda en 1911, José Serrato. Al Estado incumbía impulsar el cambio y dinamizar la economía en estos países 'nuevos' (...) La justificación ética de esta notable extensión de los roles del Estado radicaba en su identificación con la sociedad organizada. Lo que beneficiaba al Estado terminaba por 

 beneficiar a todos los ciudadanos. (...) Pero ese Estado, ¿debía representar sólo a los 'débiles', al proletariado? No. el Estado no debía estar al servicio de ninguna clase sino  por encima de todas pues era la única entidad capaz de garantizar la armonía social. ¿Y si había que elegir entre el interés del Estado y el interés de los oprimidos del taller  o del hogar, o entre mantener incólume el vigor del ejército —brazo armado del Estado colorado— y los principios jacobino–  libertarios que muchos batllistas defendieron, '  principios que les hacían ver en el ejército al sostén del injusto orden social y al enemigo del obrero y la libertad? La actitud del  batllismo ante estas opciones reveló dónde  puso el acento, dónde vio que estaba su 'cosa  propia', con quién se sentía identificado más y mejor, si con las clases populares o con el Estado. Ciertos derechos de los trabajadores, como el de huelga, tenían un límite preciso para estos 'socialistas de Estado': no regían cuando el Estado era el empleador. (...) El fortalecimiento del ejército, ya lo hemos comprobado, primó también sobre cualquier   principio libertario que se hubiera infiltrado  —y se infiltraron por cierto variasen los editoriales de El Día o sus escritos de divulgación de ideas políticas. (...) El batllismo mereció bien el calificativo de 'partido del Estado'. El movimiento era una consecuencia del tamaño singular que estaba alcanzando el Estado en la sociedad uruguaya tanto como una causa de ese hecho. Pero no fue sólo eso, ya que, contradictoriamente, este 'partido del Estado' nació de una elite política que hizo sus primeras armas luchando contra el militarismo santista, encarnación en bruto de la 'fuerza del Estado'."

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