Interpretacion Escalas Maci 1

October 31, 2017 | Author: Kathia Linares Galluffi | Category: Anorexia Nervosa, Adolescence, Suicide, Depression (Mood), Anxiety
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Descripción: test de psicología...

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UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA FACULTAD DE PSICOLOGIA Y CIENCIAS SOCIALES

INVENTARIOS DE LA PERSONALIDAD

INVENTARIO CLÍNICO PARA ADOLESCENTES DE MILLÓN

MACI

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PROFESORA: LIC. ETHEL CAMARENA JORGE

INVENTARIO CLÍNICO PARA ADOLESCENTES DE MILLÓN

MACI

FICHA TECNICA Nombre: Inventario Clínico para Adolescentes de Millón-MACI. Autor: Th. Millón. Administración: Individual o Colectiva. Duración: Entre 30 y 40 minutos Aplicación: Adolescentes entre 13 y 17 años.. Significación: evalúa características de personalidad y síndromes clínicos en la adolescencia. SINDROMES PERSONALIDAD CLÍNICOS A-Difusión de la 1-Introvertido Identidad B-Desvalorización 2A-Inhibido de sí mismo. C-Desagrado por 2B-Pesimista propio cuerpo D-Incomodidad 3-Sumiso respecto al sexo E-Inseguridad 4-Histriónico con los iguales F-Insensibiidad 5-Egocéntrico social G-Discordancia 6A-Rebelde Familiar 2

H-Abusos en la 6B-Rudo infancia AA-Trastornos de la 7-Conformista Alimentación BB-Inclinación 8A-Oposicionista abuso sustancias CC-Predisposición 8B-Autopunitivo a la delincuencia 9-Tendencia DD-Propensión a Límite la impulsividad EE-Sentimientos de ansiedad FF-Afecto depresivo GG-Tendencia al suicidio

Material: Cuestionario, Hoja de respuestas, Software DESCRIPCIÓN E INTERPRETACIÓN DE LAS ESCALAS ESCALA 1: INTROVERTIDO Los adolescentes introvertidos carecen de capacidad para experimentar la vida tanto de forma dolorosa como placentera. Su personalidad es semejante a la personalidad esquizoide del DSM por su tendencia a ser apáticos, indiferentes, distantes y poco sociables. Sus emociones y necesidades de afecto son escasas y el individuo funciona como un observador pasivo, indiferente a las recompensas y afectos, así como a las demandas que se derivan de las relaciones humanas. Los adolescentes introvertidos caracterizados por su escasa capacidad de experimentar tanto el dolor como el placer no parecen estar interesados en las satisfacciones personales o sociales, ni tampoco manifiestan excesiva incomodidad cuando se ven enfrentados con las dificultades personales o las discordias sociales. Este tipo de déficit en ambos extremos de la polaridad placer-dolor constituye la base de lo que se ha denominado estilo pasivoindiferente. Las puntuaciones altas indican que los adolescentes tienden a ensimismarse, mostrándose tranquilos y no emocionales. Suelen ser apáticos, distantes y 3

poco sociables. Sus necesidades de afecto y sentimientos son mínimas. Tratan de no involucrarse emocionalmente con otros, no se sienten seguros, y carecen de deseo y de la capacidad de sentir alegría o tristeza con profundidad. No evitan a los demás, simplemente son indiferentes a quienes lo rodean.

ESCALA 2A: INHIBIDO La segunda combinación, clínicamente significativa, basada en problemas de la polaridad dolor-placer incluye a adolescentes con una capacidad disminuida para experimentar placer pero con unas inusuales características de anticipación del dolor psíquico y de sensibilidad frente a el. Esperan de la vida que resulte dolorosa, con pocas gratificaciones y mucha ansiedad. El desequilibrio derivado de la anticipación de dolor psíquico y la disminución de satisfacciones psíquicas constituye el núcleo de este tipo de personalidad. Los prototipos Introvertidos, Inhibido y Pesimista comparten un sentimiento mínimo de gozo y escasa capacidad de disfrutar, pero únicamente el tipo Inhibido esta, a la vez, inclinado a sentir angustia y aprensión. La teoría clasifica a los prototipos Introvertido e Inhibido como retraídos (Introvertido=pasivo-retraído e Inhibido= activoretraído). Incapaces de experimentar placer, ambos tipos retraídos (al igual que el Pesimista) tienden a caer en situaciones de aislamiento y en comportamientos que favorecen la propia alineación. Los puntajes altos indican que los adolescentes tienden a ser bastantes tímidos o incomodarse ante otros. Estos jóvenes desean acercarse a la gente pero han aprendido que es mejor mantener la distancia y no confiar en la amistad de los otros. Aunque a menudo se sienten solos, evitan el contacto interpersonal, temen el rechazo y tienden a guardar para si sus sentimientos más fuertes. ESCALA 2 B: PESIMISTA Existen puntos comunes entre los tres primeros Prototipos de personalidad, especialmente el abatimiento, el pesimismo, la falta de alegría, la incapacidad para experimentar placer y una aparente torpeza motriz. En el prototipo Introvertido, que es similar al Trastorno de personalidad de tipo esquizoide del Eje II del DSM, existe una incapacidad para la alegría (al igual que para la tristeza). En el prototipo Inhibido, hay un incremento de la alerta para anticipar el dolor y, en consecuencia, una falta de atención para la alegría. Para el Pesimista, ha habido una perdida significativa, una sensación de abandono y la perdida de la esperanza de poder encontrar la 4

alegría. Ninguno de estos prototipos de personalidad experimenta el placer, pero por razones diferentes: una deficiencia; una orientación al dolor; desesperanza acerca del futuro; desaliento; un panorama desconsolador; un irreparable e irrecuperable estado de cosas por el cual aquello que pudo haber sido ya nunca volverá a ser posible. Semejante al tipo de personalidad Depresiva, el Pesimista experimenta el dolor como algo permanente y no puede considerar el placer como algo ni siquiera posible. Las puntuaciones altas indican que los adolescentes se caracterizan por exhibir un aspecto abatido y melancólico, quizás desde la infancia. Poseen una visión triste y pesimista de la vida. La mayoría se siente culpable y con remordimientos, percibiéndose a si mismo como inadecuados o sin valor ESCALA 3: SUMISO Los adolescentes que muestran el prototipo Sumiso (como en su equivalente personalidad dependiente del DSM) han aprendido que el sentirse bien, seguro y confiado (sentimientos asociados con el placer o la evitación de dolor) deriva casi exclusivamente de su relación con los otros. En sus comportamientos, estos adolescentes muestran una gran necesidad de apoyo externo y de atención. Si se hallan carentes de afecto y cuidados, sienten un gran malestar, tristeza y ansiedad. Cualesquiera que sean sus experiencias tempranas pueden preparar el marco para este desequilibrio por dependencia. Un adolescente con una personalidad sumisa puede haber estado sobreprotegido y en consecuencia haber fracasado en la adquisición de la capacidad de autonomía e iniciativa. La experiencia de una baja autoestima y el fracaso con los iguales a puede llevar estos individuos a evitar el desarrollo de tentativas de aserción y gratificación de si mismos. Aprenden tempranamente que las experiencias gratificantes no se logran fácilmente por uno mismo pero se aseguran apoyándose en otros. Aprenden a contar con los otros, no únicamente para su subsistencia y seguridad, sino que también aprenden a esperar pasivamente a que los otros tomen la iniciativa en cuanto a suministrarles seguridad y sostén. Clínicamente, la mayoría de ellos se caracterizan por una búsqueda de las relaciones en las que los otros les garanticen afecto, protección y dirección. Aceptan, de forma pasiva, cualquier cosa que las circunstancias les aporten. Aquellos adolescentes que puntúan alto tienden a ser sentimentales, sensibles y amables en sus relaciones con otros. Son extremadamente reacios a ser asertivos con ellos mismos, y evitan tomar la iniciativa o asumir el rol de líder. Exhiben un comportamiento adhesivo y temen a la

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separación. Es común que menosprecien sus logros y desestimen sus capacidades ESCALA 4: HISTRIONICO Los adolescentes con una personalidad Histriónica, a primera vista, parecen bastante diferentes de sus homólogos pasivos. Esta diferencia en el estilo manifiesto e el resultado de la fácil y emprendedora manipulación de los acontecimientos por parte del activo-dependiente que potencia la atención y apoyo de los otros y evita la falta de aprobación o el abandono. Este adolescente, frecuentemente muestra un hambre insaciable, a veces indiscriminada, de estímulos y afecto. Su inteligente y con frecuencia astuto comportamiento social da la apariencia de confianza interna y de una independiente seguridad en si mismo. No obstante, bajo este disfraz subyace el temor a una autonomía autentica y la necesidad de constantes señales de aprobación y aceptación. Los elogios y el afecto deben ser repuestos constantemente y son buscados en cada fuente de refuerzo interpersonal en la mayoría de los contextos sociales. Los puntajes altos indican que los adolescentes tienden a ser conversadores, encantadores y gregarios, expresándose emocionalmente. Suelen tener breves pero intensas relaciones con otros. Estos adolescentes se interesan por experiencias y nuevas formas de diversión. A menudo se aburren de la rutina y con las relaciones prolongadas. ESCALA 5: EGOCENTRICO Existe una confianza primordial en si mismo mas que en los otros. Han aprendido que el máximo placer y el mínimo dolor se logran confiando exclusivamente en si mismos. La tendencia a centrarse en si mismos da lugar al desarrollo de dos líneas principales de personalidad. La primera, el prototipo Egocéntrico, incluye la adquisición de una imagen altamente valorada de si mismo, aprendida en gran parte como respuesta a unos padres que le admiran y complacen. Estos adolescentes destacan por su sentido de un derecho otorgado sobre los otros y porque experimentan placer simplemente ocupándose pasivamente de si mismo. Las experiencias tempranas les han enseñado a supervalorarse a si mismos. Esta seguridad y superioridad, a veces basadas en falsas premisas, pueden ser insostenibles en función de logros verdaderos o maduros. No obstante, asumen alegremente que los otros deben reconocer que son especiales. Las puntuaciones elevadas indican que los adolescentes suelen tener bastante confianza en sus capacidades y a menudo son vistos por los demás 6

como centrados en si mismo o narcisistas. Raramente dudan de su propio valor, y actúan de forma segura. Suelen ser arrogantes, explotadores y no comparten o se interesan poco en las necesidades de los otros ESCALA 6 A: REBELDE Los adolescentes rebeldes, aquellos a los que la teoría caracteriza como ejemplos de una orientación activa-independiente, muestran la apariencia, el temperamento y el comportamiento inaceptable del trastorno antisocial de la personalidad del DSM. Actúan para contrarrestar de forma anticipada el engaño y el desprecio proveniente de los otros. Lo hacen mediante su implicación activa en un estilo hostil y tramposo y embarcándose en un comportamiento ilegal mediante el cual busca el desquite o la explotación de otros. Escépticos en cuanto a los motivos de los demás, estos adolescentes desean autonomía y buscan la revancha por lo que ellos sienten como injusticias pasadas. Muchos de ellos son irresponsables e impulsivos y se sienten justificados de ser así porque juzgan que los demás no son ni de fiar ni leales. La insensibilidad y la crueldad con los otros son los principales medios que han aprendido a utilizar para atajar lo que ellos consideran abuso o victimización. Los puntajes altos indican que los adolescentes tienden a actuar de manera antisocial, a menudo evitan comportarse de acuerdo a las pautas socialmente aceptadas. Estos adolescentes suelen tener actitudes de profunda rebeldía que los puede llevar a conflictos con sus padres, la escuela o autoridades legales ESCALA 6 B: RUDO Hay algunos adolescentes en los que las propiedades habitualmente asociadas con el dolor y el placer están en conflicto o invertidas. Al igual que en el prototipo Autopunitivo, que se expondrá mas adelante, estos adolescentes no solo buscan o crean acontecimientos objetivamente dolorosos sino que experimentan algunos de ellos como placenteros. Esta variante de la inversión dolor-placer en el prototipo Rudo de personalidad (semejante al trastorno sádico del DSM) se caracteriza por considerar el dolor (estrés, temor, crueldad) más bien como un placer y como la forma preferida de relacionarse con los otros. En contraste con el prototipo Autopunitivo, este adolescente asume un rol activo controlando, dominando e intimidando a los otros. Las acciones que humillan, degradan y abusan de los otros las considera como placenteras. Los prototipos de personalidad Autopunitivo y Rudo se agrupan bajo la etiqueta de discordantes para reflejar, por una parte, la estructura disonante de su sistema dolor-placer 7

y, por otra, el carácter conflictivo de sus relaciones interpersonales. El prototipo Autopunitivo, frecuentemente la victima de las relaciones conflictivas, es descrito como pasivo-discordante, y el prototipo Rudo, mas expresivo, se considera activo-discordante. El estilo Rudo de personalidad incluye adolescentes que no necesariamente han de ser considerados rebeldes o antisociales pero cuyas acciones dan a entender que encuentran placer en conductas que humillan a otros o que violan sus derechos o sentimientos. Dependiendo de la clase social y de otros factores moderadores pueden ser semejantes a las características clínicas que en la literatura se conoce como carácter sádico. Son generalmente hostiles y permanentemente combativos, y se muestran indiferentes o incluso complacidos por las consecuencias destructivas de su comportamiento amedrentador, conflictivo y abusivo. Los puntajes altos indican que los sujetos tienden a ser dominadores y abusar de los demás. Generalmente cuestionan los derechos de otros y prefieren controlar la mayoría de las situaciones. A menudo son rudos y poco amables, y suelen impacientarse con los problemas o debilidades ajenas ESCALA 7: CONFORMISTA Este contradictorio prototipo de personalidad es semejante al trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad del DSM. Estos adolescentes muestran una clara orientación hacia los otros y consistencia en la corrección social y el respeto interpersonal. Sus historias generalmente indican que han estado sujetos a obligaciones y disciplina, pero únicamente cuando habían transgredido las constricciones y expectativas parentales. Por debajo de la apariencia de sumisión y de la orientación hacia los otros existen intensos deseos de rebelarse y de imponer sus sentimientos e impulsos orientados hacia si mismos. Se hallan atrapados en esta ambivalencia. Para evitar la intimidación y el castigo, han aprendido a negar la validez de sus propios deseos y emociones y a adoptar los valores y preceptos establecidos por los otros. Con frecuencia, la disparidad que perciben entre sus propios impulsos y el comportamiento que deben mostrar para evitar la censura, les conduce a la tensión física y a rígidos controles psicológicos. Puntuaciones altas revelan adolescentes que tienden a ser serios, eficientes, respetuosos y conscientes de las reglas. Intentan hacer lo que es correcto y apropiado, suelen racionalizar sus emociones y mantener bajo

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control. Prefieren vivir sus vidas de una manera ordenada y planificadora, evitando las situaciones imprevistas ESCALA 8 A: OPOSICIONISTA En ambas orientaciones, dependiente (Sumiso e Histriónico) e independiente (Egocéntrico y Rebelde), los adolescentes muestran la patología mediante una estrategia de afrontamiento que esta orientada o bien hacia los otros o bien hacia si mismos alcanzando un nivel que puede ser desequilibrado y exageradamente unilateral. El desequilibrio entre el si mismo y los otros no es el único prototipo considerado en la polaridad si mismo-otros de esta teoría. Las personas “normales” muestran una cómoda posición intermedia entre las polaridades de si y otros. Algunos prototipos de personalidad, aquellos que la teoría describe como ambivalentes, están a la vez orientados tanto hacia si como hacia los otros, con lo que se hallan en un intenso conflicto entre lo uno y lo otro. Algunos de estos adolescentes que denominamos Oposicionistas (semejantes a la personalidad pasivo-agresiva del DSM-III y a la personalidad negativista del DSM-IV) dudan entre los otros y si mismos, a veces se comportan de manera obediente y otras reaccionan de forma desafiante. Puntuaciones elevadas ubican al adolescente que tienden a estar descontento, comportándose de modo negativista y malhumorado, con reacciones a menudo imprevistas. Pueden ser agradables y sociables al mismo tiempo que hostiles e irritables. Con frecuencia se sienten confundidos y arrepentidos de lo hecho, pero parecen incapaces de controlar sus estados de ánimo. ESCALA 8B: AUTOPUNITIVO El prototipo de personalidad Autopunitivo deriva en gran parte de una inversión de la polaridad placer-dolor. Estos adolescentes interpretan los acontecimientos y establecen las relaciones de una manera que no solamente esta reñida con la función tan profundamente arraigada de esta polaridad (la supervivencia) sino que además es contraria a las asociaciones que estas emociones adquieren, habitualmente a través del aprendizaje. Para el adolescente Autopunitivo, el dolor puede haberse convertido en algo preferible al placer y ser pasivamente aceptado, cuando no estimulado, en las relaciones íntimas. Los puntajes altos indican que los adolescentes tienden a ser sus peores enemigos, actuando en forma autodegradante y pareciendo contentarse con el sufrimiento. Muchos boicotean los esfuerzos de otros por ayudarlos. 9

Estos adolescentes pueden negarse cosas placenteras y pueden sabotear sus propios esfuerzos por lograr el éxito. ESCALA 9: TENDENCIA LIMITE El prototipo de personalidad de Tendencia Límite corresponde, según la teoría, a una orientación emocionalmente disfuncional que dificulta la adaptación por su ambivalencia. Los conflictos existen en todos los ámbitos, entre placer y dolor, activo y pasivo, y si mismo y los otros. Los adolescentes con este prototipo de personalidad parecen incapaces de adoptar una posición consistente, neutral o equilibrada entre los extremos de estas polaridades, tendiendo a fluctuar de un extremo al otro. Experimentan estados de ánimos intensos y endógenos, con periodos recurrentes de abatimiento y apatía, frecuentemente salpicados con rachas de rabia, ansiedad o euforia. Entre las características que los diferencian de los cuadros de personalidad menos graves, están la inestabilidad y la labilidad de sus estados de ánimo. Adicionalmente, muchos de ellos expresan y pueden llegar a actuar a partir de pensamientos recurrentes autolesivos y suicidas. Algunos se muestran manifiestamente preocupados por asegurarse el afecto. Muchos de ellos pueden tener dificultad en mantener un sentimiento consistente de identidad. En la dimensión interpersonal, la mayoría muestran una ambivalencia cognitiva y afectiva que se hace evidente por la presencia simultánea de sentimientos de rabia, amor y culpa hacia los otros. Estas características representan un bajo nivel de cohesión estructural en su organización psíquica. Puntuaciones elevadas son indicadoras de adolescentes que tienden a exhibir disfunciones de personalidad severas, mostrando las formas más patológicas entre los rasgos y características de las personalidades precedentes. Asimismo suelen presentar marcada inestabilidad emocional, relaciones interpersonales erráticas, comportamiento caprichoso, hostilidad impulsiva, temor al abandono y acciones autodestructivas. EXPRESIÓN DE PREOCUPACIONES ESCALA A: DIFUSIÓN DE LA IDENTIDAD La adolescencia es, principalmente, un periodo de examen de si mismo, de los otros y de las creencias. Antes de que los adolescentes puedan abandonar de manera confortable la seguridad de la dependencia infantil, deben formularse alguna idea acerca de quienes son, adonde van y como podrán llegar allí. Su tarea consiste en construir un puente que les permita cruzar el abismo desde la irreflexiva vinculación infantil a lo estableció 10

hasta la propia independencia con una comprensión clara de quienes son. Esta transición, a veces caótica y perturbadora, desde la inconsciencia de la infancia a la identidad adulta constituye el foco de la escala de Difusión de la identidad. Para facilitar el desarrollo eficaz de la identidad, deben existir factores tales como relaciones satisfactorias entre padres e hijos y adecuados modelos de rol del propio sexo. La resolución del tema de la identidad es central para que el adolescente sea capaz de establecer su independencia, de convertirse en miembro de un grupo de iguales y de desarrollar su identidad sexual. Sin un sentido claro de los valores y una identidad personal es muy poco probable que se produzca un desarrollo saludable. Los adolescentes con puntuaciones altas en esta escala se hallan confundidos sobre quienes son y que quieren. Inseguros de su identidad, parece que no pueden orientar sus acciones hacia objetivos futuros o valores. Parecieran conducirse en la vida sin metas claras y, a menudo, no tienen definido la clase de persona que les gustaría ser. ESCALA B: DESVALORIZACIÓN DE SÍ MISMO En la adolescencia temprana, se entra en un periodo doloroso de comparación de si mismo con los ideales que parecen mucho más lejanos de lo que el adolescente había considerado previamente. Es la disparidad entre ambos, y la lucha por resolverla, lo que constituye el foco de la escala de Desvalorización de si mismo. Esta lucha esta íntimamente ligada con los esfuerzos del adolescente para desarrollar su propia identidad. La insatisfacción con respecto a si mismo se convierte entonces en una marcador muy personal de falta de felicidad y no simplemente en un índice común a la mayoría de los adolescentes. Con la madurez, los adolescentes aprenden a no culpar a los otros de sus propias dificultades. Los adolescentes con puntajes altos pueden tener idea de quienes son pero no se hallan satisfechos con su propia imagen. Hablan abiertamente de sus sentimientos de baja autoestima. Encuentran poco que admirar en si mismo y temen fracasar en aquello que desean hacer. ESCALA C: DESAGRADO POR EL PROPIO CUERPO Los niños aceptan crecer y cambiar como aceptan cualquier otro aspecto de su existencia cotidiana. Cuando ocurren los cambios, los sienten como algo gradual y son integrados con escasa conciencia. Por el contrario, los cambios que tienen lugar en la adolescencia temprana y media son de naturaleza diferente. El crecimiento es rápido, afecta a la sexualidad y crea cambios 11

físicos significativos en cuanto a configuración, forma y atractivo. Los deseos y sueños referentes a la apariencia se confrontan ahora de forma clara con la propia identidad física que emerge. La manera en que el adolescente se ve a si mismo se basa, en parte, en aspectos objetivos de su desarrollo corporal, pero este físico es juzgado en el contexto de una miríada de experiencias y de normas sociales. Los adolescentes con puntuaciones elevadas en esta escala están descontentos con las imperfecciones o desviaciones que perciben en su madurez física o morfológica. Asimismo, suelen manifestarse insatisfechos en relación con su atracción física o encanto social. ESCALA D: INCOMODIDAD RESPECTO AL SEXO El adolescente se enfrenta a la tarea de reconciliar las creencias previamente aprendidas con un nuevo y fuerte despertar sexual. Este proceso impone que se desarrolle la imagen de ser una persona con impulsos sexuales que son capaces de expresarse y de proporcionar placer. La capacidad de integrar estos impulsos sexuales en el marco de la imagen de uno mismo tendrá una influencia clara en los sentimientos del adolescente con respecto al sexo y en su manera de establecer relaciones sexuales. Los puntajes altos en esta escala revelan a adolescentes que consideran confusos o desagradables los pensamientos y sentimientos sexuales. Están preocupados por sus impulsos y a menudo temen expresar su sexualidad. Se hallan preocupados por conflictos en donde se requiere ejercer un rol sexual. ESCALA E: INSEGURIDAD CON LOS IGUALES Como en la infancia, los grupos de compañeros de su edad permiten a los adolescentes ejercitarse en las relaciones, dentro de un estadio del desarrollo que es común para todos. Es evidente que existen normas de iguales y que hay una presión para adaptarse a ellas, pero parece ser que los adolescentes utilizan el grupo de forma primordial para equilibrar sus necesidades de dependencia con sus aspiraciones de independencia. Los adolescentes ven al grupo de iguales como una fuente de apoyo en un momento en el que están intentando distanciarse de los valores y del dominio de los padres. Aunque la afiliación al grupo de iguales no abarca todos los aspectos de la vida del adolescente, conforma y tiene influencia significativa en su comportamiento social.

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Los adolescentes con puntajes altos manifiestan desanimo y tristeza por ser rechazados por sus pares. Desean aprobación pero fallan en lograrla por lo que muchos se apartan y quedan aun más aislados.

ESCALA F: INSENSIBILIDAD SOCIAL La característica mas destacada del comportamiento de este tipo de personas es una indiferencia generalizada hacia los sentimientos y reacciones de los otros. Esto es diferente de la hostilidad abierta; antes bien, lo que muestra es una despreocupada indiferencia ante la presencia de la incomodidad o el dolor de los otros. Con frecuencia esta persona, poco compasiva y aparentemente inconmovible ante la necesidad de reciprocidad en las relaciones sociales, puede elegir el aislamiento, la apatía o la insensibilidad. Se trata de un individuo que puede evitar las limitaciones ordinarias y adoptar activamente puntos de vista que son contrarios a los derechos de los otros. La mayoría de las veces se observa o bien una disminución de la vida interpersonal o bien un deseo de tratar sin ningún miramiento a aquellos que se cruzan en su camino. Para estos individuos es simplemente mas fácil no preocuparse que modificar su comportamiento. Puntuaciones elevadas en esta escala indican tendencias a ser fríos e indiferentes al bienestar de otros. Caracterizan a personas que desean anular los derechos de los demás con tal de lograr sus fines personales. Carecen de empatía y muestran poco interés en construir lazos personales profundos. ESCALA G: DISCORDANCIA FAMILIAR La relación del adolescente con su familia junto con las percepciones de lo que debería ser, es el foco de la escala de Discordancia familiar. Esta escala evalúa los sentimientos y las percepciones del adolescente, no lo que es objetivamente real. En muchos aspectos, la casa y la familia sirven como un anfiteatro exterior en el que la lucha interna entre dependencia e independencia se puede desarrollar de forma segura. Ambas inclinaciones son fuertemente positivas: por una parte, la autonomía y los privilegios de la madurez, y por la otra parte la seguridad y el sostén. Ambas suponen un precio, la responsabilidad para la primera de ellas y la insuficiencia de uno mismo para la segunda. Los adolescentes con puntuaciones altas en esta escala reconocen que sus familias son tensas y conflictivas. Sienten tener pocas fuentes de sostén y tienen un sentimiento general de extrañeza con sus padres; dependiendo de 13

la personalidad de los padres, estas dificultades pueden reflejar rechazo paternal o rebelión adolescente. ESCALA H: ABUSOS EN LA INFANCIA La victimización no es, obviamente, un problema exclusivo de la infancia y la adolescencia, pero los niños son un grupo especial de individuos dependientes y vulnerables. La aparición de las estructuras sociales familiares ha establecido la subordinación de los niños a sus mayores, lo cual les deja frente al riesgo de falta de cuidado y abusos. Que el trauma infantil y los abusos son elementos importantes en el desarrollo posterior de psicopatología es algo bien establecido, aunque existe cierta preocupación de que ello haya adquirido una cualidad evanescente en las ultimas dos décadas. No obstante, los estudios retrospectivos de pacientes psiquiátricos internados sugieren que quizás un tercio y la mitad de ellos tienen historias de abusos físicos o sexuales o de ambos. Las mujeres aparecen con más probabilidad de ser victimas que los hombres, especialmente en el caso de abusos sexuales. Los hombres que han sufrido abusos tienen una mayor tendencia a reaccionar volviéndose agresivos, mostrando características de personalidad antisociales o sádicas, mientras que las mujeres se inclinan a volverse autodestructivas (autolesivas o suicidas) mostrando características de personalidad limite o autopunitiva. Los puntajes altos en esta escala son indicadores de sentimientos de vergüenza o enojo hacia el hecho de haber sido sujeto de abuso verbal, físico o sexual por parte de sus padres, hermanos, parientes o amigos de la familia. SÍNDROMES CLÍNICOS ESCALA AA: TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN El impulso que subyace al comportamiento anoréxico o bulímico varía considerablemente, así como el nivel de peligro que supone la gravedad de la psicopatología asociada y el grado en que constituye una reacción a estresores del entorno. Los puntajes altos indican que los adolescentes exhiben tendencias hacia la anorexia y bulimia nerviosa. Los anoréxicos tienen un miedo intenso o engordar, aun cuando se hallen por debajo de su peso. Los bulímicos no pueden controlar lo que comen, induciéndose vómitos o utilizando laxantes o diuréticos.

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ESCALA BB: INCLINACIÓN AL ABUSO DE SUSTANCIAS Los adolescentes que usan y abusan del alcohol no han aumentado de forma apreciable en la última generación y la “revolución de las drogas” parece haber sido una frase ente los años 1960 y 1970, alcanzando su cima durante ese periodo y descendiendo a partir de él. Lo que se ha podido ver en los últimos años es la continuación del abuso de sustancias entre ciertos adolescentes perturbados, mas que una tendencia de masa cultural. El tema en discusión es quienes usan drogas y alcohol en exceso, por que lo hacen, que grupos de edad y que trayectoria siguen, que sustancia emplean, por cuanto tiempo, con que propósitos. Puntajes altos muestran adolescentes con un patrón desadaptativo por abuso de alcohol o drogas que los puede llevar a un significativo deterioro en su conducta y rendimiento. Muchos pasan una importante cantidad de su tiempo tratando de obtener estas sustancias, comportándose de manera socialmente inaceptable, teniendo que continuar con el uso de sustancias aun cuando saben que tienen efectos persistentes y deteriorantes en sus vidas. ESCALA CC: PREDISPOSICION A LA DELINCUENCIA Numerosos conflictos y luchas internas pueden provocar que los adolescentes tengan problemas; y un numero igualmente amplio de acontecimientos y desordenes internos pueden llegar a los adolescentes a convertirse en problemas. Generalmente los adolescentes que tienen problemas, hacen notar su malestar mediante la exhibición de comportamientos problemáticos con la familia, amigos y profesores. Los adolescentes que son problemáticos consiguen la atención mediante el malestar que infligen a los otros y a través de la indiferencia por las limitaciones ordinarias de la sociedad. Las puntuaciones elevadas indican que los adolescentes tienden a liderar situaciones en las que se violan los derechos de los otros, tales como amenazar a otros, uso de armas, robos, engaños y otras clases de conducta antisocial. ESCALA DD: PROPENSION A LA IMPULSIVIDAD El comportamiento impulsivo se distribuye a lo largo de un continuo y la sociedad y las familias en particular establecen indicadores claros a lo largo de ese continuo que indican lo que es aceptable y lo que no lo es. En primer lugar, hay comportamientos que de forma regular merecen aprobación o incluso elogios. A continuación, están aquellos comportamientos que, si bien no son encomiables, son vistos como parte del proceso de hacerse adulto y 15

se producen por la necesidad de cuestionar los límites y de desarrollar el sentimiento de si mismo; estos son, aun, permisibles y entran dentro del rango de la moratoria psicosocial. Los siguientes son aquellos comportamientos que exceden los límites de tolerancia de la familia o de la escuela. Puntajes altos muestran a adolescentes que tienden a actuar de acuerdo con sus sentimientos ante la minima provocación. Tienen poco control sobre sus impulsos sexuales y agresivos. Fácilmente excitables ante el menor problema, descargan sus impulsos de manera repentina, impetuosa y a menudo arriesgada. ESCALA EE: SENTIMIENTOS DE ANSIEDAD La ansiedad es una emoción universal. Sin embargo, se la considera un grave trastorno psicológico si se presenta frecuentemente, persiste por largos periodos de tiempo, no puede ser explicada por estresores objetivos y desborda la capacidad del individuo para relacionarse socialmente o para funcionar de forma adecuada. Con frecuencia, los adolescentes ansiosos refieren sentimientos que son o bien vagamente aprensivos o explícitamente fóbicos. Están característicamente tensos, indecisos e inquietos, tienden a quejarse de diversos problemas físicos, tales como opresión, sudoración excesiva, dolores musculares inespecíficos y nauseas. Los puntajes altos son reveladores de adolescentes que poseen una sensación de presagio y aprehensión sobre toda clase de problemas lo que los hace sentir nerviosos o inquietos. A menudo esperan temerosamente que aparezcan eventos desconocidos de carácter tormentoso. ESCALA FF: AFECTO DEPRESIVO La mayoría de los adolescentes deprimidos siguen inmersos en la vida cotidiana pero están preocupados por sentimientos de desaliento o culpa, falta de iniciativa, apatía, baja autoestima, inutilidad y desaprobación de si mismos. Durante estos periodos de abatimiento puede haber accesos de llanto, ideación suicida, actitud pesimista, aislamiento social, poco apetito o necesidad de comer en exceso, fatiga permanente, baja concentración, perdida de interés en actividades placenteras y disminución de la eficacia en la realización de tareas corrientes o rutinarias. A menos que la escala Afecto depresivo sea notablemente elevada, no es probable que se den las características de la depresión mayor. Una detallada investigación de los ítems concretos puede permitir al clínico el diferenciar las características

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especificas del estado de animo distimico (p. ej., baja autoestima o desesperanza). Los puntajes altos indican que los sujetos muestran un disminuido nivel de actividad, claramente distinto del que los caracterizaba en el pasado. Son menos efectivos, tienen sentimientos de culpa y fatiga, desesperanza hacia el futuro, falta de confianza, retraimiento social y sensaciones de inadecuación.

ESCALA GG: TENDENCIA AL SUICIDIO Puede decirse que existe un continuo que incluye: pensamientos acerca de lesionarse a si mismo de forma intencionada o muerte (ideación suicida), lesionarse a si mismo intencionadamente (comportamiento autodestructivo), comportamientos suicidas fracasados (tentativas de suicidio) y, finalmente, tentativas logradas (suicidio). Cualquier elevación en la escala de Tendencia suicida, debe ser tomada en serio. Aunque los adolescentes confrontados con problemas psicológicos piensan con frecuencia en el suicidio como una solución, son pocos los que seriamente ponen en acto estos pensamientos. No obstante, los datos epidemiológicos indican que el suicidio logrado aumenta bruscamente durante la adolescencia. El daño infligido a si mismo es la causa mas frecuente de muerte en el grupo de 15 a 19 años, lo que no ocurre en ningún otro grupo. Puntuaciones altas indican que los adolescentes admiten tener pensamientos y planes suicidas. Reconocen sentimientos de menosprecio y desesperanza. La idea de que otros estarían mejor sin ellos es común en este tipo de pensamiento. Los puntajes elevados en esta escala deben ser tenidos muy en cuenta por familiares y profesionales.

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FORMATO DE CORRECCIÓN INFORMATIZADA Una vez cumplimentado el cuestionario por el evaluado, se procede a pasar los datos al formato de calificación electrónica. Una vez hecho eso, automáticamente aparecerán los resultados. FORMATO ELECTRONICO

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RESULTADOS

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INTERPRETACIÓN La interpretación del MACI se de en base a la puntuación de prevalencia que obtenga la persona según el siguiente cuadro.

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