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MANUAL DE INJERTACIÓN DE CITRICOS INTRODUCCIÓN La superficie establecida con cítricos en México, es de 502,000 hectáreas, con una producción promedio anual de 6.5 millones de toneladas, lo que coloca a nuestro país como el quinto productor de cítricos a nivel mundial. En Baja California, la superficie con cítricos supera las 1,200 hectáreas, siendo la naranja la especie con mas superficie establecida con poco más del 50 % del área, le siguen en orden de importancia el limón (aproximadamente 25 %) y el restante es ocupado por toronja y mandarina. Estos cultivos se establecen con una esperanza de vida superior a los 50 años, requiriéndose de grandes inversiones al inicio de las plantaciones y el desarrollo de las mismas. La obtención de árboles de cítricos no se efectúa, como en el caso de otras plantas cultivadas, a través del uso de semillas, sino por medio de procedimientos conocidos como propagación vegetativa, mediante los cuales se logra obtener plantas totalmente iguales en sus características y en su tipo de fruta. Si por el contrario, la semilla fuera empleada directamente para producir árboles, éstos tendrían características distintas entre si, serían diferentes unos de otros y sus frutas no se parecerían a aquellas de las cuales fueron tomadas las semillas. El injerto de escudete o en "T" aquí descrito, es apropiado para un variado número de especies de frutales como: cítricos, durazno, ciruelo, chabacano, manzano, uva y especies de rosal. Mediante este método de injertación es posible obtener árboles que produzcan fruta de calidad y que además puedan tolerar ciertas condiciones del suelo adversas al crecimiento. DESARROLLO DEL PORTAINJERTO Un portainjerto es una variedad de cítrico, del cual la fruta no es usualmente consumida, pero que es compatible a varios tipos de suelos, otorga resistencia contra enfermedades del suelo, incrementa el rendimiento, mejora la calidad del fruto y el vigor a la variedad que se injerta sobre el. La mayoría de los árboles de cítricos cultivados actualmente, provienen de una yema de variedad de cítrico injertada sobre un portainjerto. Los portainjertos que se sugieren utilizar en función de la especie de cítrico a injertar son:

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Citrus volkameriana: utilizado para limón, naranja, toronja y mandarina. Citrus macrophyla: utilizado para limón.

Citrange carrizo: utilizado para limón, naranja, toronja y mandarina.

La plántula del portainjerto que será injertada, debe de provenir de semilla de portainjerto certificada libre de enfermedades, especialmente del Virus de la Tristeza de los Cítricos (VTC). En México existen viveros certificados y autorizados para la venta de estas semillas. Las semillas del portainjerto son sembradas en camas (figura ( figura 1), 1), durante los meses de febrero a abril, dejándose en esos lugares hasta que alcancen una altura de 15 centímetros, la cual es apropiada para hacer el transplante ya sea a macetas de plástico o al vivero a campo abierto (figura ( figura 2). 2).

Figura 1. Semillero

Figura 2. Plántula en bolsa de plástico

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Mientras las plántulas permanecen en el semillero deben tener adecuada humedad, evitando sobre regar, para no ocasionar la muerte de plántulas por ataque de hongos del suelo. La fertilización constante en el semillero es necesaria para favorecer el crecimiento y desarrollo de las plántulas. Una vez transplantadas las plántulas a las macetas plásticas o a campo abierto, deben regarse con frecuencia y fertilizarse regularmente, hasta que logren obtener un diámetro semejante al grosor de un lápiz (0.6 a 1.0 cm), condición apropiada para llevar a cabo la injertación. Una vez que el portainjerto esté listo para su injertación, se toman en cuenta las siguientes recomendaciones para lograr una injertación exitosa. MATERIALES NECESARIOS PARA INJERTAR Los materiales indispensables en la labor de injertación son: una tijera para poda, una navaja para injertar y cinta para amarre de injertos (figura (figura 3). 3). La tijera de poda se utiliza para eliminar hojas y pequeñas ramas, que aparecen por debajo del sitio donde se realizará la injertación. Las mejores navajas para injertar de manera exitosa son generalmente las que tienen las hojas más delgadas y bien afiladas. Navajas con hojas gruesas y sin filo, ocasionan cortes irregulares, evitando que la yema injertada pegue con rapidez. Prefiera las navajas de hojas de acero de alto carbón, debido a que son mas fáciles de conservar afiladas.

Figura  3. Materiales para injertación 

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La mayoría de las cintas para amarre de injertos son de color claro y de polietileno muy delgado. Para usos caseros, las tiras pueden obtenerse de bolsas de plástico sandwicheras, cortadas 15 centímetros de largo. Ni la cinta para uso eléctrico ni la adhesiva Scotch son recomendados, aunque la cinta de teflón de plomero puede funcionar. El propósito de la cinta es ejercer una pequeña presión en la yema injertada, para conservar fuera excesos de humedad y proteger a la yema mientras los cortes cicatrizan y empiezan a crecer juntos. CUIDADOS PREVIOS A LA INJERTACIÓN El portainjerto a utilizar debe ser saludable; los estresados por agua o debilitados por enfermedades no soportarán la labor de injertación. injertación. Deben tener tener un grosor semejante al diámetro de un lápiz (0.6 a 1.0 cm), para que sean mas fáciles de manipular por injertadores novatos, aunque portainjertos más delgados y más gruesos pueden ser injertados con éxito, con un poco más de práctica. El momento para llevar a cabo la injertación es cuando la corteza pueda ser fácilmente desprendible de la madera. Antes de iniciar con la tarea de injertar, es una buena idea probar el portainjerto para ver si la corteza se desprende. Simplemente corte la corteza con una navaja, y vea si esta desprende fácilmente. El desprendimiento de la corteza ocurre durante la primavera y nuevamente en el otoño. Mantener un estado de humedad constante en el suelo, favorece el desprendimiento de la corteza. SELECCIÓN DE LA VARETA PORTAYEMAS La vareta portayemas debe de consistir de ramas de árbol de menos de un año de edad y de 0.6 centímetros de diámetro (figura ( figura 4). 4). La vareta portayemas debe tener yemas en reposo y la madera saludable; yemas que han brotado y están en crecimiento activo o provengan de árboles enfermos, no son recomendables para ser utilizadas. Las varetas portayemas deben ser redondeadas o anguladas y estar lo suficiente endurecidas para que cuando las yemas sean cortadas, el tejido no se rompa. Las yemas deben ser bien abultadas y sanas y con separación entre ellas no muy próximas. No escoja madera de brotes muy vigorosos o extremadamente espinosos o de "chupones" que se originan del tronco o de las ramas. Elimine las hojas de la madera portayema, dejando el pecíolo (tallo de la hoja) intacto (figura (figura 5). 5). Los pecíolos proveen de un sitio para tomarla yema, cuando esta es cortada de la vareta portayema. En algunos casos, pequeñas espinas pueden ser usadas en lugar de los peciolos para manejar las yemas.

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Figura 4. Vareta portayemas con hojas.

Figura 5. Vareta portayemas sin hojas.

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ALMACENAMIENTO DE LAS VARETAS PORTAYEMAS Debido a que las varetas portayemas deben tener yemas en reposo, estas deben ser colectadas antes de sacar las yemas y guardarse. Las varetas portayemas pueden ser almacenadas por 3 a 4 semanas. Para conservarlas simplemente guarde las varetas portayemas en rollos de papel humedecido e inserte los bultos en bolsas de plástico. Cierre la bolsa y almacene en el refrigerador con una temperatura de 2 a 7 grados C. Asegúrese que las varetas portayemas no se congelen. CORTANDO LA YEMA

El aspecto mas critico de la injertación es el corte de la yema, la cual consiste de una muy delgada tira de corteza y una astilla de madera bajo la yema, que debe ser cortada de una forma lisa y suave. Seleccione una yema vigorosa de la vareta portayema y haga un corte perpendicular a lo largo de la vareta portayemas, de uno a dos centímetros por encima de la yema (figura ( figura 6). 6). Corte la yema y un pequeño trozo de madera penetrando la vareta, usando un movimiento continuo de empuje. El corte debe empezar un centímetro por debajo de la yema y profundizar lo suficiente en la madera, debido a que cuando el corte es finalizado en el corte perpendicular, la corteza y el pequeño trozo de madera se separarán de la vareta portayema (figura (figura 7). 7). Haga un corte adicional para separar la yema de la vareta (figura ( figura 8). 8). Use el pecíolo de la hoja para manipular la yema. Evite tocar la parte lisa de la yema con los dedos; el aceite de las manos puede impedir la adecuada conexión de la yema al portainjerto.

Figura 6. Sacando yema (de abajo).

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Figura 7. Sacando yema (desliz de navaja).

Figura 8. Sacando yema (corte final).

PREPARANDO EL PORTAINJERTO La altura para injertar la yema en el portainjerto se sitúa a 20 centímetros sobre el suelo. En el área que será injertada, elimine todas las hojas, espinas o pequeños brotes. Para óptimos resultados, el área donde la yema será injertada, debe ser preferentemente plana con cerca de 2 centímetros de distancia entre dos pecíolos de hojas. Con la navaja se hace primero un corte transversal de 1 centímetro con giro de la navaja (figura (figura 9), 9), luego se hace un corte longitudinal, de 2 a 3 centímetros en la corteza (figura 10), 10), formándose la “T” (figura (figura 11). 11).

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Figura 9. Corte transversal

Figura 10. Corte Longitudinal

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Figura 11. Corte en T terminado

INJERTANDO LA YEMA EN EL CORTE EN "T" De forma cuidadosa deslice la yema entre las tiras de corteza levantadas (figura (figura 12) 12) y empuje la yema hacia abajo del hueco hasta que las tiras cubran totalmente la yema y esta quede bien acomodada en el hueco (figura (figura 13). 13). Oriente la yema en la misma dirección que tenía en la vareta portayema. Envuelva el área completa con la cinta, teniendo cuidado de no dejar ninguna área de la yema expuesta (figura (figura 14). 14). Las tiras de corteza se apretaran firmemente contra la yema con la cinta. Esto conducirá a la yema a permanecer húmeda y facilitará el contacto entre las células de la yema y el portainjerto, para que la yema sobreviva. La tira de cinta es pasada por debajo de la última vuelta y estirada para asegurar que quede bien apretada (figura (figura 15). 15).

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Figura 12. Insertando yema Figura

13. Yema insertada

Figura 14. Yema cubierta con cinta

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La yema pegará en un período de 12 a 14 días, notándose esta de color verde. Cuando la yema se observa de color negro o café, es indicio de que no prendió por lo que será necesario reinjertar. Con una buena técnica de injertación, este método llega a reportar hasta 98 % de prendimiento. FORZADO DE LA YEMA Después de los 12 a 14 días, el encallado y la unión de la yema debe de ocurrir, por lo cual se puede ya retirar la cinta. La forma mas fácil es hacer un corte vertical a partir de la parte baja del patrón y hacia arriba de la yema y entonces quitarla. También puede cortarse en el nudo y desenrollarse. Cuando el brote en la yema viviente crece (figura (figura 16), 16), la yema es "forzada". Para injertación de primavera, esto debe ocurrir inmediatamente, mientras que para injertación realizada en el otoño, la yema permanece en reposo hasta la primavera siguiente. Todos los brotes que emergen dentro de 3 centímetros por encima y por debajo de la nueva yema deben ser removidos a mano, tan pronto como aparezcan.

Figura 16. Yema creciendo

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Para forzar el crecimiento de la yema injertada, es suficiente con realizar el doblado del portainjerto por encima del sitio donde se coloco la yema (figura ( figura 17). 17).

Figura 17. Planta desbrotada y doblada DESPUNTE DEL BROTE Y TERMINADO DE LA PLANTA

Una vez que la yema injertada ha empezado ya a crecer, debe de ser atada a un tutor de madera de 60 centímetros, colocada próximo a la planta. Los amarres deben ser flojos, para no estrangular el brote (figura18 (figura18). ). Luego que el brote proveniente del crecimiento de la yema injertada ha sobrepasado la altura del tutor, se despunta con la intención de promover el desarrollo de brotes laterales, que posteriormente se convertirán en las ramas principales del árbol (figura (figura 19).

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Figura 18. Amarres flojos

Figura 19. Decapite

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El proceso entero desde la injertación hasta la terminación del árbol requiere de cerca de nueve a once meses, dependiendo de la estación del año, del clima prevalente y los cuidados de la planta injertada (figura (figura 20). 20).

Figura 20. Planta terminada

FUENTE: Campo Experimental Valle de Mexicali, CIRNO-INIFAP. AUTOR: M.C. Rubén Ramos Velásquez, Investigador de Cítricos del CEMEXI-CIRNO-INIFAP CEMEXI-CIRNO-INIFAP

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