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September 12, 2017 | Author: Cristobal Severo Huamani Carrion | Category: Pulse, Heart Rate, Physical Examination, Respiratory System, Artery
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Descripción: las constantes clínicas básicas de los animales domésticos...

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INFORME N°5

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS ESCUELA PROFESIONAL MEDICINA VETERINARIA

ASIGNATURA: DOCENTE: ESTUDIANTE:

MVZ. Diana Paredes Chacnama

INFORME N°5 CONSTANTES CLÍNICAS EN ANIMALES DOMÉSTICOS Cristóbal S. Huamani Carrión1 1. INTRODUCCIÓN

La base de la práctica clínica se basa en signos clínicos y de las técnicas de exploración física, junto con el conocimiento de los fundamentos de los métodos complementarios de diagnóstico y de los análisis clínicos forman parte de las constantes clínicas y la ciencia responsable del estudio es la semiología (Broglia & Del Amo, 2015). Existen varias formas de poder diagnosticar las enfermedades, en las constantes clínicas las evaluaciones son de manera directa e indirecta usando instrumentos especiales. Por ejemplo, para percibir sonidos internos del animal puede hacerse por medio de auscultación para percibir ruidos y sonidos originados como consecuencia de procesos fisiológicos o patológicos que acontecen en el organismo. Puede ser directa, si se apoya directamente la oreja en el sitio a auscultar, o indirecta o instrumental, cuando se utiliza estetoscopio o fonendoscopio. Sin embargo, la otra forma de diagnóstico clínico es la olfacción un método general de exploración física (Broglia y Del Amo, 2015; Ramírez, 2005). La temperatura corporal es también indicativo del estado de salud animal, la homeostasia de la temperatura corporal se mantiene en condiciones normales y es regulada gracias al equilibrio entre la termogénesis y la termólisis producto del metabolismo de proteínas, hidratos de carbono y grasa (Brejov, 2014). Constantemente los animales están propensos a diferentes enfermedades con presentaciones diversas, por eso un clínico veterinario debe conocer las formas de la exploración clínica para diagnosticar. La práctica consistió en la exploración clínica básica para el diagnóstico de los animales domésticos, teniendo en cuenta su importancia clínica. 2. OBJETIVO 2.1. Conocer las técnicas de la exploración clínica básica en animales domésticos 3. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA El examen clínico es una serie de procedimientos que se desarrolla el clínico cuando examina un paciente, de manera ordenada o sistematizada llamado sistema médico orientado a problemas (Sistema Weed). El examen físico se divide en dos partes, el examen objetivo general y examen objetivo particular por sistemas o zonas topográficas. Para la ejecución del examen físico se utilizan los siguientes métodos de exploración: inspección, palpación, percusión, auscultación, olfacción y mensuración considerando los diferentes elementos que intervienen durante el desarrollo del examen físico, siempre existe la posibilidad de errores. Cada uno de los métodos de exploración tiene un proceso de análisis, pero en algunos casos se debe resaltarse las más importantes en la exploración clínica (Broglia & Del Amo, 2015; Brejov, 2014). La auscultación es la exploración por medio del sentido del oído. Es la percepción por el oído de las manifestaciones acústicas originadas por los procesos vitales normales o patológicos (circulación, respiración, digestión, etc.) de las cuales se puede inferir el estado de las mismas y de los órganos que las realizan. De acuerdo a la forma en que se hace puede ser: directa o inmediata e indirecta, mediata o instrumental (Brejov, 2014). La 1

Estudiante de Patología Veterinaria I; Medicina Veterinaria sede Marangani; UNSAAC Marangani; 06 de diciembre de 2016 [email protected]

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auscultación indirecta, mediata es cuando se realiza por medio de instrumentos como el estetoscopio y el fonendoscopio. Para que el sonido se transmita perfectamente por el sistema este debe ser perfectamente hermético pues de lo contrario se atenúa mucho los ruidos. Este método se emplea de manera rutinaria para la evaluación de los pulmones, corazón, tráquea y de algunas vísceras abdominales, el procedimiento se realiza de manera ideal, en un ambiente silencioso. Las ojivas del estetoscopio se dirigen hacia adelante y se aplican firmemente en los conductos auditivos del operador, evitando de este modo la interferencia de los ruidos externos. (Brejov, 2014; Broglia & Del Amo, 2015). Aplicando la auscultación se puede identificar los sonidos cardíacos anómalos, determinando la presencia o ausencia de los sonidos alterados, así como para examinar el ritmo y la frecuencia cardíaca y evaluar los cambios en los sonidos pulmonares. Los sonidos cardíacos se crean por el flujo turbulento de la sangre y las vibraciones asociadas en el tejido durante el ciclo cardíaco. Los ruidos respiratorios pueden reducirse mediante la colocación de los dedos en ambas fosas nasales durante un corto periodo de tiempo (por ejemplo: el ronroneo en los gatos). Otros artefactos también pueden interferir con la auscultación; temblores, movimientos del sonido de aire, ciclos respiratorios, fesciculaciones musculares, etc. Por eso, es importante que durante la auscultación el animal coopere y que la sala esté silenciosa, y el animal debe permanecer en estación (Nelson & Couto, 2010). La exploración física del aparato cardiovascular constituye una parte importante de la consulta veterinaria en pequeños animales, con especial atención cuando se trata de animales longevos o de razas predispuestas. El éxito en el diagnóstico de enfermedad cardiovascular dependerá del ejercicio correcto de la anamnesis, del desarrollo del examen físico temprano del paciente y del empleo de métodos complementarios de diagnóstico; permitiendo de este modo, detección de enfermedades en estadios precoces o asintomáticos. La exploración del aparato circulatorio comprende el estudio de: sistema arterial, sistema capilar, sistema venoso y corazón. El examen arterial consiste en tomar el pulso arterial que se define como la onda pulsátil que ocurre cuando con cada latido cardíaco, se envía una cierta cantidad de sangre hacia el sistema arterial. El objeto de palpación de una arteria periférica, es la evaluación de la fuerza de la onda pulsátil, y con ella de la función de los componentes arteriales de la circulación mayor. En caninos y felinos, los vasos de elección son las arterias femorales porque permiten apreciar las particularidades del pulso, aunque eventualmente podrán palparse otras arterias como la radial y la metatarsiana dorsal III (Broglia & Del Amo, 2015). Tabla 1: Frecuencias cardíacas normales de los animales domésticos (Ramírez Benavides, 2005). Especie Pulsaciones por minuto Caninos 60-120 felinos 110-130 Cuando la frecuencia cardíaca y la frecuencia del pulso superan el límite fisiológico máximo, se denomina al cuadro taquicardia. La disminución en la frecuencia del pulso se denomina bradicardia y se da por asfixia. En estado de plena de salud, la frecuencia del pulso arterial coincide con la cardíaca. El pulso arterial puede definido como la onda de expansión que experimentan periódicamente las arterias coincidiendo con los latidos cardíacos (Brejov, 2014).

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Figura 1: Constantes vitales fisiológicas en los animales domésticos (Mayhew & Houston, 2002) En animales normales en condiciones estándar, la frecuencia respiratoria por minuto debe estar dentro del rango que se recoge en la tabla 1. En los pequeños animales puede hacerse la inspección del movimiento de las costillas que indican la frecuencia respiratoria, desde arriba (dorsal) cuando está en posición de pie. Los valores de la frecuencia respiratoria pueden variar por causas fisiológicas o patológicas. El aumento de la frecuencia respiratoria se denomina taquipnea o polipnea, la disminución, bradipnea u oligopnea y la pérdida de la función respiratoria, apnea (Mayhew & Houston, 2002; Brejov, 2014). La evaluación de la temperatura interna de los animales mediante el uso de los termómetros clínicos se le conoce como termometría clínica. Los termómetros clínicos son llamados termómetros de máxima que generalmente son de mercurio. Se llama así porque la columna mercurial luego de ascender hasta una determinada altura, por el calor de la zona donde se colocó el termómetro permanece en ella. Los termómetros de uso veterinario tienen una escala que oscila entre los 34 y 45 °C. La temperatura corporal se determina en las diferentes especies introduciendo un termómetro en el recto. Para esto, se debe tomar la cola por la base y elevarla hacia dorsal. La forma correcta de introducir el termómetro es lubricarlo previamente con vaselina y luego, realizar movimientos rotatorios suaves. El termómetro debe contactar con la mucosa rectal durante unos minutos (Broglia & Del Amo, 2015; Brejov, 2014). La exploración de las mucosas para el reconocimiento de datos sistémicos, abarca la valoración del color, humedad y el tiempo de llenado capilar. Las alteraciones de la circulación periférica, por problemas cardiovasculares o disminución del volumen circulatorio (hipovolemia), además de la anemia, dan lugar a mucosas pálidas. En condiciones normales el color de la mucosa es rosado. Otra alteración es la mucosa cianótica o de coloración azulada por hipoxia o cianosis independientemente de su origen. Las mucosas explorables son: conjuntival, oral, peneana/prepucial/vulvar y rectal (Broglia & Del Amo, 2015). La exploración clínica para conejos contribuye eficazmente a la prevención y control de las enfermedades. La respiración se toma por los movimientos de la región costillar, se cuenta por espacio de un minuto. También se puede poner la mano en las fosas nasales, pero este procedimiento provoca estrés y el dato se altera. La frecuencia respiratoria normal de especie se encuentra entre 50 y 60 respiraciones por minuto. El pulso se toma presionando 3

con los dedos índice y del medio en la cara interna de los muslos, se cuenta las pulsaciones en 15 minutos, se multiplica por 4 y se tienen las pulsaciones totales/minuto. El conejo como especie tiene la particularidad de presentar en pulso bastante elevado, incluso en condiciones normales (120 a 150 pulsaciones por minuto). Este parámetro se puede incrementar en enfermedades septicémicas, anemias, intoxicaciones y desciende considerablemente en el shock vascular y pérdida de sangre. La temperatura se mide introduciendo en termómetro clínico en el recto, con una ligera inclinación, de manera que el bulbo del termómetro contacte con la pared del intestino por espacio de 3 minutos. El valor normal en esta especie oscila entre 38,5 y 39,5 °C. La temperatura puede aumentar en cuadros infecciosos, exposiciones directas a los rayos solares o por aumento a los rayos solares de la temperatura ambiental. Puede estar disminuida en estados de desnutrición y anemia (Marcea, 2016). 4. MATERIALES 4.1.Materiales biológicos - Perro - Gato - Conejo 4.2.Materiales de uso clínico - Termómetro - Vaselina - Estetoscopio - Dígito del dedo medio 5. PROCEDIMIENTO La práctica se procedió revisando la frecuencia cardíaca y respiratoria, el pulso arterial en animales pacientes, también se revisó las mucosas y temperatura en grados °C. 5.1. Frecuencias cardiacas Para reconocer la frecuencia cardiaca se realizó mediante auscultación mediata indirecta o instrumental utilizando el estetoscopio, a nivel de la región torácica ventral para la comodidad en la transmisión perfecta del sonido durante un minuto. Luego, registramos los datos obtenidos de cada animal (perro, gato y conejo). 5.2. Frecuencias respiratorias La medida se realizó en la región torácica lateral a nivel del codo del antebrazo en el perro, en conejo los datos se registraron de acuerdo al movimiento nasal y del gato no se tuvo la información adecuada. Sin embargo, tal vez existieron controversias en los datos obtenidos de algunos animales. La medida tardó durante un minuto. 5.3. Pulso arterial Se consideró adecuado la medida del pulso a nivel de la arteria ciática del muslo con el dígito del dedo medio para su mejor percepción durante un minuto. 5.4. Medida de la temperatura Consideramos la técnica de toma de temperatura rectal usando un termómetro clínico; procediendo con la lubricación del termómetro con vaselina, inmovilizamos al animal luego introducimos al termómetro en el recto hasta que la ampolla con mercurio supere el esfínter anal. Esperamos durante 3 minutos. 5.5. Revisión de las mucosas Revisamos todas las mucosas solamente en el perro, para obtener alguna alteración patológica. 4

6. RESULTADOS

A partir de las medidas clínicas mencionadas se obtuvieron los datos de la frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, pulso arterial y temperatura de las especies: perro, gato y conejo2. 6.1. Tabla 2: Datos obtenidos de la exploración clínica. Conejo Gato Perro Frecuencia 210 lat./min 178 lat./min 112 lat./min cardiaca Frecuencia respiratoria Pulso arterial Temperatura Mucosas

150 res/min

28 res/min

100 res/min

¿? ¿? Normal

138 pulso/min 39 ¿?

115 pulso/min 39.5 Normal

7. DISCUSIÓN

La tabla 2 muestra los resultados de las distintas exploraciones clínicas de tres especies, que pueden ser veraces o falsas. Los datos clínicos obtenidos a partir del perro difieren muy poco con las informaciones ya establecidas en la literatura; la frecuencia cardíaca es de 112 latidos por minuto que está dentro del rango de lo normal de la frecuencia. Se considera dentro del rango normal porque el animal explorado es un perro mediano. Mayhew y Houston (2002) consideran al rango de la frecuencia cardíaca de los perros grandes incluyendo medianos en límites de 60 a 140 latidos por minuto, que por fortuna incluye dentro de los límites a la información obtenida. Posiblemente existieron muchas factores que han actuado interferiendo la auscultación y por lo tanto existen errores posibles en la auscultación. Consideramos la frecuencia respiratoria en el perro de 100 respiraciones por minuto existiendo gran diferencia con las informaciones presentadas por diferentes autores. En el cuadro presentado por Mayhew y Houston (2002) presentada en el informe por la confiabilidad de su información muestra un rango de 18 a 30 respiraciones por minuto de la frecuencia respiratoria que en comparación con el dato clínico obtenido difiere en gran medida. Consideramos este error con la confución de la frecuencia cardíaca y falta de experiencia del estudiante para diferenciar los sonidos intenos. Además de ser mucho el exceso de error, razonablemente no podría coincidir aún si el animal estaría en estado de taquipnea tal como indica Brejov (2014). En el pulso arterial no existe ninguna diferencia con otras informaciones. Si consideramos lo que indica Brejov (2014), en el estado de salud plena del animal, la frecuencia del pulso arterial coincide con la cardíaca. Donde el pulso arterial puede ser definido como la onda de expansión que experimentan periódicamente las arterias coincidiendo con los latidos cardíacos. Bajo esta idea consideramos la salud normal del animal y un poco posible error en la obtención del dato. Los datos de la temperatura no tienen una discusión a causa de la similitud con las informaciones de la literatura, enfatizando que superan el nivel de la temperatura que sería por muchas razones (frío, u otro caso fisiológico). Sin embargo, cabe resaltar que cada especie fue explorada por grupos diferentes de estudiantes. Por la misma razón, las discusiones no pueden ser exactas porque cada uno sabe cómo realizó sus procedimientos. La frecuencia cardíaca y el pulso arterial del gato 2

Los resultados obtenidos del experimento de la exploración clínica no son veraces en muchos casos, por la confusión y falta de experiencia de los estudiantes en el manejo instrumental y del análisis clínico.

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no tienen una coincidencia en sus datos, lo cual lleva a una gran pregunta, por su puesto consideramos el error del explorador ya sea en la auscultación o en la presión arterial, de acuerdo a la idea indicada de Brejov (2014) que señala la coicidencia de la presion arterial y la frecuencia cardíaca. Además de eso, debe considerarse que la presion arterial no deferiería tan bajo de la frecuencia cardíaca que sin duda es el error del explorador. La frecuencia respiratoria es 28 respiraciones por minuto y está dentro de los límites normales tal como señala Mayhew y Houston (2002) el rango de la frecuencia es de 20 a 30 respiraciones por minuto y no sería necesario discutir. Es posible que el error existió aún si fuera poco. Del mismo modo la temperatura es normal y no se necesita discutir. Los datos clínicos obtenidos del conejo difiere en muchos casos con las informaciones ya establecidas, por su puesto es causa de la dificultad del conteo de los sonidos por auscultación indirecta. En los datos, la frecuencia cardíaca es de 210 latidos por minuto y Marcea (2016) señala que las pulsaciones arteriales y la frecuencia arterial es de 120 a 150 pulsaciones por minuto. Sin embargo, en mi opinión los datos clínicos del conejo pueden variar de acuerdo a la línea, por lo tanto no tengo que discutir pero se debe resaltar que posiblemente sería error del explorador. Tampoco la frecuencia respiratoria coincide, estos problemas podrían ser por las mismas razones que antes, el dato obtenido es de 150 respiraciones por minuto y Marcea (2016) señala que el rango de la frecuencia respiratoria es 50 a 60 respiracones por minuto. Finalmente, comparando los datos de la frecuencia respiratoria y frecuencia cardíaca de todas las especies exploradas concluimos que el conejo tiene un elevado en sus datos clínico. Es posible que esta diferencia sea por el tipo de especie, por ser un roedor. 8. CONCLUSIÓN Constantemente los animales se enferman; por lo tanto, es necesario conocer las técnicas de las constantes clínicas que son primordiales para un clínico veterinario. El estudiante debe adaptarse en los aspectos de este trabajo para hacer lo correcto el diagnóstico y obtener un buen resultado. Además debe señalarse que los animales tienen diferentes datos clínicos de acuerdo al estado fisiológico, patológico, especie, razas y otros que podría confundir a un clínico en la obtención de los datos. 9. BIBLIOGRAFÍA Brejov, G. (2014). Semiología Veterinaria Medicina 1. Buenos Aires-Argentina: FVET-UBA. Broglia, G., & Del Amo, A. (2015). Manual de Semiología de los animales domésticos. edulp. Marcea, A. (2016). Plan de exploración clínica para conejos. EcuRed, 164-174. Mayhew, J., & Houston, D. (2002). Exámen y diagnóstico clínico en veterinria. Madrid-España: Elsevier science. Nelson, R., & Couto, G. (2010). Medicina interna de pequeños animales . España: Elsevier; Cuarta edición. Ramírez Benavides, G. F. (2005). Manual de semiología clínica veterinaria . Manizales-Colombia: Universidad de Caldas .

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10. ANEXOS

Figura 2: Partes del fonendoscopio o estetoscopio (Ramírez Benavides, 2005).

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