Informe de Lectura

 

 I  NSTITUTO S UPERIOR UPERIOR P   EDRO F   RANCISCO BONÓ  I  NTRODUCCIÓN   AA  LAS  LAS  CIENCIAS  SOCIALES   Estudiante:  Juan

José Alfaro Calvo. Facilitador:  Celedonio Jiménez. Fecha: 22/09/21

 Informe de lectura lectura  El príncipe1 En el presente informe de lectura abordaremos la obra  El Príncipe de Nicolás Maquiavelo, pero primero mencionaremos algunos datos biográficos de nuestro autor que nos servirán para contextualizar la referida obra. Nos sirve de pórtico la frase de Abbagnano para entender la vida y vocación de Nicolás, su vida “fue dedicada al intento de realizar una comunidad política italiana” 2. Nicolás Maquiavelo, filósofo, político y dramaturgo. Nació en Florencia en 1469, ya en 1498 accede al cargo de secretario de la cancillería de la república florentina, donde emprende importantes misiones diplomáticas en la corte papal, en la corte de Francia y ante el emperador. Su servicio diplomático le dio la oportunidad de tener relación con “un personaje que los críticos señalan entre los posibles modelos para El príncipe: César Borgia” 3. En 1512 después de la caída de la república, abandona la vida pública, y se retira al campo, donde redacta su obra  El 

 Príncipe –por la cual es considerado como el padre de la ciencia política moderna–, en 1513 –aunque fue publicada  póstumamente en 1532–, Nicolás Maquiavelo murió en su ciudad natal en 1527. Ahora comenzaremos a introducirnos propiamente en la obra. La cual discurre sobre los modos de adquirir y conservar  el poder. Para Maquiavelo “el primer mandamiento de un político es ser realista, conocer las circunstancias y adaptarse a ellas”4. Podemos afirmar que el libro trata exclusivamente de los principados y de cómo se adquieren y conservan, por lo que nuestro autor en los primeros capítulos de la obra explica las distintas clases de principados que hay, y las maneras en que estos pueden adquirirse. Con respecto a los Estados la mayoría “o son hereditarios” 5, o por el contrario “son nuevos”6. Según sus planteamientos los hereditarios son mucho más fáciles de gobernar. Según Maquiavelo “es en el principado nuevo donde se encuentran las dificultades. Sobre todo si no es totalmente nuevo, sino como un miembro de otro, de manera que podamos llamarle, conjuntamente, casi mixto” 7. Nuestro pensador  nos da reflexione reflexioness importante importantes, s, nos dice que aun cuando se cuente con un ejército poderoso, poderoso, es necesario necesario conseguir conseguir el favor de los habitantes. Otra importante disposición brindada es que quien adquiera territorios nuevos ha de aniquilar la

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 Nicolás Maquiavelo, El príncipe (Madrid: Tecnos, 2001)  Nicolás Abbagnano, Historia de la flosoa. Tomo II  (La Habana: Félix Varela, 2005), 32.

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 Maquiavelo, El príncipe…, IX.  Maquiavelo, El príncipe…, XII. 5  Maquiavelo, El príncipe…, 5. 6  Maquiavelo, El príncipe…, 5. 7  Maquiavelo, El príncipe…, 7.

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familia del antiguo príncipe, y no debe de alterar ni las leyes ni los impuestos, de manera que en “poco tiempo se convierta, uniéndose con el principado antiguo, en un solo cuerpo” 8. Continúa Maquiavelo analizando las estructuras de los reinos conquistados y cómo esa estructura puede ser fundamental  para su conquista, pero aún más, para su posesión. Un principado gobernado por po r un rey y un conjunto de señores, es más fácil de conquistar, pero es difícil de conservar, ya que alguno de los señores se puede levantar y reclamar el poder. En el caso de los principados gobernados por un rey en donde el resto son siervos suyos, una vez exterminado el rey y su linaje es posible lograr hacerse con el poder, este tipo de principado es más difícil de conquistar, pero más fácil de conservar. Hay las tres maneras de proceder ante los Estados adquiridos: la primera opción es destruirlo, como destruyó Roma a Cartago; la segunda radicarse en él; y la tercera mantener las leyes y costumbre anteriores, pero sometiendo al pago de tributos y bajo un gobernador leal al príncipe, según nuestro autor esta última es la peor de todas las opciones. Para Maquiavelo hay dos maneras de adquirir los principados: con las armas propias y la virtud, o con las armas y la fortuna de otros. La primera opción tiende a ser muy dificultosa para el príncipe, sin embargo, una vez que alcanza el  poder está muy seguro en su posición. Además “las dificultades que encuentran al conquistar el principado, nacen en  parte de las nuevas formas e instituciones que se ven obligados a introducir para sostener su estado y su seguridad” 9. Los que llegan a príncipes “sólo con la ayuda de la fortuna, con poco esfuerzo llegan al poder, pero en cambio han de luchar  mucho para mantenerse en él”10, esto es así ya que se depende de un conjunto de factores que lo condicionan. Maquiavelo Maquia velo nos advierte advierte sobre el buen y mal uso de la crueldad. Afirma Afirma que es bien usada si se da un “baño de sangre inicial, acompañado de algunas mejoras indudables para los súbditos que queden vivos, y luego no volver a emplear  métodos violentos”11. Esto debido a que “las injurias han de hacerse todas a la vez, para que paladeándolas menos hagan también menos daño, mientras que los favores hay que hacerlos poco a poco, para que puedan saborearse mejor” 12. Luego aborda Maquiavelo los principados civiles y los eclesiásticos. De los primeros dice que “para llegar a él no se necesita ni mucha virtud ni mucha fortuna, sino más bien una astucia afortunada)” 13, ya que se llega a él con el favor del  pueblo y para él se requiere sobre todo astucia política, principalmente para mantener el favor del pueblo. Por otra parte, p arte, el principado eclesiástico “las dificultades se presentan todas antes de poseerlos; porque se adquieren o por virtud o por  fortuna y se conservan sin la una ni la otra; ya que se apoyan en las seculares leyes de la religión, tan poderosas y de tal cualidad, que mantienen a sus príncipes en el poder sea cual sea su manera de proceder y de vivir” 14. 8

 Maquiavelo, El príncipe…, 9.  Maquiavelo, El príncipe…, 23.

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 Maquiavelo, El príncipe…, 25.  Maquiavelo, El príncipe…, XXVII. 12  Maquiavelo, El príncipe…, 37. 13  Maquiavelo, El príncipe…, 38. 14  Maquiavelo, El príncipe…, 38. 11

 

A continuación, Maquiavelo aborda los temas correspondientes a la milicia y los soldados. Nos dice que “las armas con las que un príncipe defiende su estado, o son propias o mercenarias, o auxiliares o mixtas” 15. Por lo tanto, se centra en la idea de si un príncipe es capaz de valerse por sí mismo o no. Si posee hombres, dinero y un ejército adecuado lo califica como capaz, sino ha de refugiarse en las murallas resistiendo los ataques enemigos. Sobre los soldados mercenarios nos dice que “si uno tiene su estado fundado sobre las armas mercenarias, jamás estará tranquilo y seguro; porque están desunidas, son ambiciosas, indisciplinadas, desleales, gallardas entre los amigos y entre los enemigos viles; ni temerosas de Dios ni leales con los hombres” 16. Sobre las tropas auxiliares dice que “son otro tipo de armas inútiles” 17. Llega a la conclusión de que “sin tener ejércitos propios ningún principado está seguro”18, y aclara que “los ejércitos propios son aquéllos que están compuestos o por súbditos o por ciudadanos o por siervos tuyos: los demás, son mercenarios o auxiliares”19. Posteriormente Maquiavelo expone las cualidades que debe de poseer un príncipe. Primero nos indica que un príncipe, “no debe tener otro objetivo, ni otra preocupación, ni considerar cosa alguna como responsabilidad personal, excepto la guerra”20. Ya que un príncipe que desconozca el arte de la guerra, jamás será estimado por sus soldados, ni tampoco  podrá fiarse de ellos. Luego nos dice que si un príncipe es demasiado generoso con sus súbditos no será apreciado u solo  provocará más codicia, y hace que el príncipe gaste todo su patrimonio. Por lo tanto, si opta por la avaricia, podrá ahorrarle impuesto al pueblo, así que “un príncipe debe preocuparse bien poco de que lo tachen de mezquino” 21.  Nos dice Maquiavelo que “todo príncipe debe desear ser tenido por compasivo y no por cruel: no obstante, ha de  procurar no hacer mal uso de su compasión” 22. Pero “un príncipe no debe preocuparse de la fama de cruel si con ello mantiene a sus súbditos unidos y leales”23. Y Afirma que cuando hay que prescindir de una de las dos cualidades “es mucho más seguro ser temido que amado” 24. Respecto al cumplimiento de la palabra, Nicolás recomienda que un príncipe solo debe de cumplir con su palabra cuando esta se adapte a sus propósitos. Aquí Maquiavelo introduce la metáfora del zorro y el León. Dice “es pues necesario ser zorra para conocer las trampas y león para atemorizar a los lobos” 25. De modo que “un señor prudente no  puede, ni debe, mantener la palabra dada cuando tal cumplimiento se vuelva en contra suya y hayan desaparecido los motivos que le obligaron a darla” 26. Luego nuestro pensador nos advierte que hay que evitar ser menospreciado y 15

 Maquiavelo, El príncipe…, 48.  Maquiavelo, El príncipe…, 48. 17  Maquiavelo, El príncipe…, 53. 18  Maquiavelo, El príncipe…, 57. 19  Maquiavelo, El príncipe…, 57. 20  Maquiavelo, El príncipe…, 58. 21  Maquiavelo, El príncipe…, 64. 16

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 Maquiavelo, El príncipe…, 66.  Maquiavelo, El príncipe…, 66. 24  Maquiavelo, El príncipe…, 67. 25  Maquiavelo, El príncipe…, 71. 26  Maquiavelo, El príncipe…, 71 23

 

odiado,, para lo cual es necesario odiado necesario evitar ser “ser rapaz y usurpador usurpador de los bienes y de las mujeres mujeres de sus súbditos” súbditos” 27, ya que la mayoría mayoría de los hombres mientras mientras no se les quiten los bienes ni el honor se dan por satisfechos. satisfechos. Además lo hace despreciable el ser considerado “voluble, frívolo, afeminado, pusilánime, irresoluto” 28. Los príncipes prudentes han de tratar de no desesperar a los poderosos y de satisfacer y tener contento al pueblo. Comenta Maquiavelo que “nada hace estimar tanto a un príncipe como las grandes empresas o el dar de sí ejemplos 29

extraordinarios” . Un príncipe príncipe se las ha de ingeniar ingeniar para que cada una de sus acciones acciones le proporcione proporcione fama de hombre grande y de extraordinario ingenio. Un príncipe debe de “mostrarse admirador del talento, acogiendo a los hombres virtuosos y honrando a los que sobresalen en algún arte” 30, además debe de realizar premiaciones o castigos que sirvan de ejemplo para sus súbditos. Luego nuestro pensador aborda el tema de los secretarios de los príncipes, al respecto nos dice que “cuando veas que el ministro piensa más en sí mismo que en ti, y que en todas las acciones persigue su propio provecho, puedes estar seguro que no será nunca buen ministro ni podrás fiarte jamás de él” 31, por lo tanto los secretarios más fieles han de ser los  pongan por encima su interés personal al príncipe y al Estado. Además, advierte Maquiavelo que los príncipes han de evitar a los aduladores. Recomienda que “no hay otro medio de defenderse de las adulaciones que haciendo comprender  a los hombres que no te ofenden diciéndote la verdad” 32. Finalmente, Maquiavelo reflexiona sobre las causas de la pérdida de Italia por parte de los príncipes. Según nuestro  pensador los príncipes que han perdido sus estados, como el rey de Nápoles o el duque de Milán, sufren un “defecto común en lo que se refiere a las armas” 33, falta de ejércitos, mala relación con el pueblo, no teniéndolo de su parte, además, no han sabido asegurarse con los grandes y poderosos. Maquiavelo afirma que los príncipes tienen que asumir  riesgos ries gos y ascender ascender al poder a través través del trabajo, trabajo, la virtud, virtud, la prudencia prudencia y la capacidad de adaptarse adaptarse a las circunstanci circunstancias as cambiantes, porque el “príncipe que sólo se apoya en la fortuna se arruina tan pronto como ésta cambia” 34. Maquiavelo remata su exposición realizando una exhortación a liderar Italia y liberarla de los bárbaros, dicha exhortación va dirigida a la fami famili liaa  Médici  en la figura de Lorenzo –a quien ha dedicado su obra 35 –, con el deseo de “regenerar Italia y devolverle, con nueva savia, el esplendor de la antigüedad romana” 36, para poder lograr este objetivo remarca lo ya dicho

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 Maquiavelo, El príncipe…, 74.  Maquiavelo, El príncipe…, 74. 29  Maquiavelo, El príncipe…, 91. 30  Maquiavelo, El príncipe…, 95. 31  Maquiavelo, El príncipe…, 97. 28

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 Maquiavelo, El príncipe…, 98.  Maquiavelo, El príncipe…, 101. 34  Maquiavelo, El príncipe…, 104. 35  Ver, Maquiavelo, El príncipe…, 3. 36  Maquiavelo, El príncipe…, XIV. 33

 

anteriormente ha de “proveerse de ejércitos propios; porque no existen soldados más fieles, ni más auténticos, ni mejores”37.

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 Maquiavelo, El príncipe…, 110.