Informe de Lectura Ramón Prat I Pons

December 27, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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U NIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA, SEDE BOGOTÁ  FACULTAD DE TEOLOGÍA  PROGRAMA DE LICENCIATURA EN TEOLOGÍA M ÉTODOS P ASTORALES PROFESOR : MARIO A NDRÉS PEÑARANDA QUINTANA   

 

STUDIANTE A MÍREZ,  O . F . M .   E : PIERRE GUILLÉN R AMÍREZ FECHA : 26.2.2013

 

CÓ D. 20121410034

I NFORME DE LECTURA N°. 1 TÍTULO DEL DOCUMENTO:  Cap. II. «Definición del tratado de teología pastoral» y Cap. III «Relaciones entre teología especulativa y teología pastoral». TEMA: Generalidades de AUTOR : Ramón Prat i Pons  FECHA DE LECTURA: 21.2.2013 los métodos pastorales. TESIS PRINCIPAL:  Tomando en consideración ambos capítulos, se identifica la siguiente tesis  principal: El tratado de teología pastoral «pretende articular el momento reflexivo y el 1

momento la fe» , con el finhumano de «servir de marco ubicar la la acción de de la Iglesia»2, aoperativo partir deldedesarrollo histórico y tomando en para consideración Palabra Dios. En este sentido, la relaci relación ón entre teología especulativa y teología pastoral «se produce de una manera privilegiada en la comunicación»3, es decir, en el diálogo dinámico y crítico en el que ambas dimensiones (la práctica y la teórica) se interpelan mutuamente de acuerdo a su naturaleza propia, desde la situación real de la comunidad cristiana. TESIS SECUNDARIAS  «El elemento permanente de la Teología Pastoral será la reflexión crítica alrededor del acontecimiento pastoral»4, a la  par no solo de los cambios del

COMENTARIO PERSONAL  Están en juego dos realidades: una teórica y otra práctica. En la Teología Pastoral convergen ambas, pues el ser y el obrar, más que oponerse, se autoimplican y se autoexplican. Se trata, entonces, de la doctrina teológica en función del acontecimiento pastoral y viceversa. Por

mundo, también de la tanto, doctrina teológica que ilumine la práctica cristologíasino y de la eclesiología. que nouna lleve a la realización de lanoIglesia y de su misióny en el mundo es pura especulación, sin incidencia real y efectiva en la historia humana, y una práctica pastoral que no esté asentada sobre una juiciosa fundamentación teológica deviene en mera acción carente de soporte categorial. En este sentido, la Teología Pastoral se comprende como la conjunción de lo teórico con lo  práctico, de lo reflexivo con lo operativo, y se puede afirmar que «previamente a realizar un programa de 1

 Ramón Prat i Pons, Tratado de teología pastoral: compartir la alegría de la fe.  (Salamanca: Secretariado Trinitario, 2005), 56. 2  Ibid ., ., 55.  3

  Ibid  Ibid ., ., 66.   Ibid   Ibid ., ., 51. 

4



 

 

Según Liégé «la Teología Pastoral es la ciencia teológica del quehacer pascual, dentro de la Iglesia, de cara a la edificación del cuerpo de Cristo»6.

«La Teología Pastoral no es un  pragmatismo aplicado a la teología; puesto que trabaja las mediaciones en función de los objetivos de la fe, que son:

acción pastoral, se necesita de una criteriología teológica»5. Ahora bien, el talante de la reflexión acerca del acontecimiento pastoral es crítico, en tanto que explora los límites, delimita los objetivos, tareas, actitudes, prioridades y sistemas organizativos de la Iglesia y además tiene la función de, enfrentando la autenticidad de su ser teologal con las realizaciones  prácticas de acción, buscar las líneas fundamentales de su autorrealización. Por tanto, es significativa la importancia que tiene tanto la cristología como la eclesiología dentro de la teología  pastoral. Cristo y la Iglesia se constituyen en referentes obligatorios de la acción pastoral, porque la humanidad de Cristo es el sacramento por antonomasia del encuentro con Dios, y en ella Dios no sólo se ha revelado en  plenitud, sino que actúa salvíficamente en el mundo, mundo , y la Iglesia se comprende entonces como la continuidad de tal humanidad por la que la acción salvífica de Dios entra definitivamente en la historia. La Iglesia hace presente y efectiva en el mundo la salvación acaecida en el misterio pascual de Cristo. En este sentido, la praxis de la Iglesia es eminentemente  pascual porque continúa la obra salvífica de Dios. La Teología Pastoral nos pone de cara a la dimensión soteriológica de la la acción de la Iglesia. No se trata, pues, de una acción social o puramente humana, sino de la gracia salvífica de Dios en acto. La acción pastoral es en sí misma sacramental, porque hace referencia a Dios mismo actuando, esto es, salvando. Las acciones  pastorales de la Iglesia son salvíficas porque en ellas la vida nueva y la salvación de Cristo se hacen carne en nuestra situación socio-histórica, puesto que, como afirma Rahner, la Iglesia la verdad teórica sinonoquees essolamente también la la institución institución de de la verdad práctica. Entender la Teología Pastoral como la ciencia teológica del quehacer pascual es referirnos a la autorrealización de la Iglesia en su dimensión histórica y comunitaria y en últimas a la historicidad misma de la revelación de Dios en Jesucristo. La Teología Pastoral no puede comprenderse como contraposición a lo doctrinal, sino, en virtud de lo ya expuesto, como íntimamente vinculada a la reflexión sistemática de la teología. Sin embargo, entender la dimensión práctica de la pastoral como algo puramente

5

  Ibid  ., 55.   Ibid .,   Ibid   Ibid ., ., 54. 

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revelar el mensaje de Dios a los hombres, revelando, de esa manera, a la persona humana la dignidad que tiene delante de Dios, reconciliar las personas humanas conduciéndolas hacia unas nuevas relaciones interpersonales a una vida nueva»7.

«La Teología Pastoral es una eclesiología operativa que hunde sus raíces en la eclesiología sistemática, y que desarrolla sus implicaciones de cara a la acción»8.

funcional y utilitarista sería de hecho convertirla en un  pragmatismo, y entonces no habría diferencia difer encia entre ella y una acción política o social cualquiera. La Teología Pastoral ciertamente se ocupa de la acción de la Iglesia,  pero como co mo objeto de fe, f e, partir par tir de la cual cu al debe ser tratada. Esto no impide que la Iglesia, por su dimensión humana,  pueda ser estudiada por otras ciencias, descrita fenomenológicamente, analizada sociológicamente, o comprendida desde sus caracteres culturales. Sin embargo, eso no es teología pastoral. Ahora bien, la acción pastoral se debe mover entre el Reino y el mundo. Permanecer exclusivamente inserta dentro del Reino causaría un espiritualismo ahistórico y excesivamente  próxima al mundo una politización del mensaje de Cristo. El Reino está dado en función de los hombres presentes en el mundo, y la Iglesia sirve a ambos para que el mundo se salve. Es necesario propender por un equilibrio y/o tensión dialéctica entre Reino y mundo. Lo anterior se traduce en una evangelización que debe ser fundamentalmente humanización, según lo vivido y  predicado por Jesús de Nazaret. Naz aret. La acción pastoral depende en gran medida de la concepción de Iglesia que se tenga. Si entendemos entendemos la Iglesia bajo la clásica figura piramidal, entonces la  pastoral es efectuada activamente por los sacerdotes y recibida pasivamente por los laicos. Por el contrario, si la Iglesia es vista como sacramento de comunión y el diálogo es la base común que une a sus miembros, la  pastoral será incluyente, dinámica, basada en una  profunda valoración del mundo de hoy y del momento  presente y entendida como servicio y participación par ticipación plural. En este sentido, la Teología Pastoral es una eclesiología

operativa. Iglesia se realiza y se autoconstituye través de suLa acción pastoral. La manera cómo la Iglesiaa se comprende a sí misma determina las condiciones para la comunicación real y efectiva con los hombres y su historia. «La teología es especulativa Si se entiende la acción pastoral de la Iglesia como  pero el cristianismo es concreto, consecuencia directa de la fe cristiana, se posibilitan en tanto que es vivo y cauces adecuados para incidir en la realidad intramundana operante»9. y la experiencia religiosa se hace fuerza de transformación histórica. Por tal motivo, la acción  pastoral no puede ser mera práctica simbólica; tampoco  política o puramente social; es ante todo: práctica 7

., 57.  8  Ibid .,

  Ibid  ., 58.   Ibid .,   Ibid   Ibid ., ., 65. 

9



 

 

La articulación entre teología especulativa y teología pastoral se desarrolla a partir de un  presupuesto fundamental: «El destinatario de la Revelación es la persona real e histórica que camina hacia el Reino de Dios»10.

«El trabajo de la teología es  personal pero, fundamentalmente, es comunitario y solidario en el tiempo y en el espacio»11.

histórica. Si creer fuese un adherirse conceptualmente a una idea, no sería necesaria la «acción pastoral», sino una «retórica» lo suficientemente bien constituida para  persuadir a alguien. Sin embargo, la fe del cristiano tiene un lugar propio: el mundo de la vida. Éste es el espacio  propio de la pastoral. Al igual que la revelación cristiana que es histórica, el diálogo entre teología especulativa y teología pastoral tiene un escenario obligado: las circunstancias contextuales, sociales y culturales del hombre. Dios se ha servido de acontecimientos concretos para narrar en nuestra historia su propia historia. Por tal motivo, no es  posible un diálogo abstracto, sino realista, a partir de  posibilidades morales, religiosas, sociales y culturales concretas. Muchas veces, cuando hablamos de teología  pastoral, nos limitamos a señalar las consecuencias operativas de la especulativa. Esta supeditación ha sido la causa de que se dude del estatuto epistemológico de la teología pastoral, limitándose a entender por tal el extraer las conclusiones operativas que en toda dogmática han de estar presentes. No obstante, la acción pastoral necesita reflexión teológica y viceversa. Lo doctrinal no se opone a lo pastoral, sino que se complementan. Tal compenetración encuentra su realización en la persona humana que está determinada por las circunstancias del mundo en que vive, pero a su vez llamada por Dios a  participar de su Reino. La Teología Pastoral tiene como base la Iglesia. El paso de la fe personal a la fe comunitaria es consecuencia y tarea de la pastoral. La reflexión pastoral es el resultado de la cooperación de muchos y, en definitiva, de la eclesialidad de la fe. Ello pone de manifiesto, no un uniformismo arbitrario, sino dela pensar, comunión en de la diversidad, es decir, una forma de actuar, acción pastoral que tenga en cuenta los distintos agentes y los distintos destinatarios.

CONCLUSIÓN:  Así, pues, «la especificidad de la Teología Pastoral está en el esfuerzo de traducir en método crítico y en categorías de acción el diálogo establecido entre la praxis histórica y la praxis cristiana; [y por tanto] es la reflexión teológica previa al acto pastoral con el fin de darle contenidos»12. Después de todo, la Teología Pastoral debe proyectar el «deber ser» de la Iglesia como función identificada dentro de las ciencias teológicas. Igualmente, deberá examinar la situación concreta eclesial para, desde la proyección de una situación nueva, 10

66.    Ibid  ., 68.   Ibid ., 12   Ibid   Ibid ., ., 72. 

., 11  Ibid .,



 

 

trazar caminos de acción. Se debe articular la teología especulativa y la teología teología pastoral.  No podemos, por tanto, hablar de pastoral olvidándonos del ser de la Iglesia o de lo doctrinal. Es más, no puede haber una práctica seria y consecuente que no tenga a la reflexión como uno de los elementos constitutivos de su proceso. No se puede privar a la acción pastoral de un momento primero de naturaleza reflexiva que, situado en el interior de la misma acción, la fundamenta y la hace necesaria. A partir de la reflexión teológica, la acción adquiere identidad y se sitúa en la globalidad del obrar eclesial. ***

I NFORME DE LECTURA N°. 2 TÍTULO DEL DOCUMENTO: CAP. 17.  «Método de la teología práctica» y C AP. 18. «Pastoral de conjunto». TEMA: Antecedentes del FECHA DE LECTURA: 21.2.2013 AUTOR : Casiano Floristán método pastoral. TESIS PRINCIPAL:  Casiano Floristán considera que:  El método de la teología práctica es, en  primer lugar, una hermenéutica, hermen éutica, es decir, una «interpretación de la realidad humana actual»13  y, en segundo lugar, un «saber confesional»14, puesto que se realiza según la dinámica de la fe cristiana o a la luz centra del evangelio. De este modo, de layteología pastoral aarticula teoría y praxis, y «se en la realización de la feelenmétodo la historia en la sociedad, saber, 15 en la implantación del reino de Dios» . Ahora bien, toda práctica pastoral concreta «se relaciona con la totalidad de la Iglesia local, diocesana o particular, ya se trate de acciones que se coordinan, de responsables que actúan en común, de estructuras pastorales relacionadas entre sí o de destinatarios sobre los que se actúa» 16; es en este sentido que se habla de pastoral de conjunto. TESIS SECUNDARIAS  «La teología es, según Forte, conciencia crítica de la praxis eclesial y mundana a la luz de la Palabra de 17

COMENTARIO PERSONAL  Sin lugar a dudas, la teología debe servir de mediación hermenéutica entre la fe cristiana y la cultura. La teología debe encarnarse en las realidades humanas con el fin de  proponer horizontes viables de sentido de cara al misterio

Dios» .

cristiano. Una un teología escindida la realidad humana es sencillamente discurso vacío ydeabstracto. Esto significa significa que toda reflexión acerca de cómo es Dios debe llevar aparejada una idea acerca de cómo este Dios interviene en el mundo y tiene que ver (o no) con los problemas, las acciones, las aspiraciones y los deseos de los seres humanos. Toda teología debe proponer un modo creyente de proceder respecto de lo humano. El método, además de ser El método no solo es modo de proceder paulatino, como si una herramienta operativa tratase de una receta o formula que debe seguirse paso a paso. 13

 Casiano Floristán, Teología práctica. 5ª Ed. (Salamanca: Sígueme, 2009), 303.    Ibid   Ibid ., ., 304. 

14

15

303.    Ibid  ., 309.   Ibid ., 17   Ibid   Ibid ., ., 297. 

., 16  Ibid .,



 

 

 para abordar un saber, es «el estudio científico de los  procedimientos empleados,  junto al análisis teórico de nuevos modelos de interpretación o paradigmas que sirven de referencia,  para la obtención 18de resultados conceptuales» .

El método teológico debe entenderse a partir de la idea de que «el lenguaje religioso, de acuerdo con J. L. Austin, es performativo, no meramente u operativo, ya constatativo que implica una actitud de compromiso  personal; lo que importa es la afirmación dotada de 19 “sentido de actuación”» .

El método es (y aún más privilegiadamente) una actitud, un espacio desde el cual pensar un algo específico, es también una conciencia e incluso un campo epistemológico u horizonte de sentido. El método es también una apuesta conceptual, es una opción de pensamiento, que conduce por senderos  particulares de sentido. Por tanto, la l a teología debe d ebe reflexionar sobre su propio método e incluso tomar conciencia de la necesidad de uno nuevo (más bíblico y pastoral, según el Concilio Vaticano II), pues la problemática teológica actual no se circunscribe a dogmas particulares o a reformas concretas, sino que se ocupa de los fundamentos mismos de la fe y de la posibilidad de poder hablar todavía de Dios en mundo actual. Tal acometido se logra, a mi modo de ver, mediante una profunda reflexión teológica sobre el modo de  poder hablar acerca de Dios en las circunstancias actuales. Cuando hablo de un nuevo método teológico más pastoral, no estoy diciendo que deba ser menos sistemático, riguroso o responsable, como si se tratara de una mera transmisión de los instrumentos teológicos para el trabajo concreto en una comunidad de fe, sin instrucción para poderlos emplear eficazmente o reflexionar sobre su pertinencia real o pensar teológicamente de manera independiente. Eso, definitivamente, no es el sentido de un método más pastoral. En su defecto, recordemos que el Concilio Vaticano II exige una reflexión científico-teórica del elemento pastoral en la teología que contribuya a madurar la argumentación y el  propio lenguaje teológico. Considero importante referirme al problema de la imposibilidad de un método teológico de talante positivista. A mi modo de ver, un método cuantitativo (factual) crea, en cierto sentido, un monopolio de la noción de verdad, pues restringe todo intento de investigar al orden de lo que es conocible científicam Una positivización de las ciencias (y de suscientíficamente. métodos)ente. desemboca, inevitablemente, en una reducción del quehacer teológico a resultados cuantitativos, lo cual es inaceptable. Es evidente que los resultados de una investigación de naturaleza teológica no serán, en términos de  producto, ni remotamente semejantes al de una investigación,  por ejemplo, sobre física cuántica. Es más, la noción misma de «producto» es cuestionable, pues ella encierra la mentalidad pragmática de un algo que deba ser evidenciado, constatado, verificado. No por ello ello se puede asegurar que la teología carece de método y que en ella no se pueden adelantar investigaciones rigurosas. Aquí el problema radica

18

  Ibid  ., 298.   Ibid .,   Ibid   Ibid ., ., 299. 

19



 

 

«Para hacer teología se necesita analizar nuestro mundo actual de experiencia, percibir las estructuras constantes de la experiencia fundamental cristiana en el Nuevo Testamento y en la

en la definición disciplinar, es decir, en el objeto y naturaleza misma de la teología. Por tanto, una investigación metodológica en teología tendrá que abandonar, a mi modo de ver, una pretensión de cientificidad positivista. Si bien el lenguaje teológico es un lenguaje demostrativo (como lo es también el de la física), −y lo digo en el sentido de que existe la posibilidad de formular hipótesis sobre algo y  posteriormente proceder a argumentarlas− su interés no es la constatación empírica, sino formulación del problema en categorías de tipo narrativo, evocativo e incluso anamnético. La teología (a diferencia de las ciencias fácticas) no pretende ser copia de los hechos sin más. En este sentido, la teología no pretende obtener verdades «adæquatio rei et intellectus », una suerte de adecuación de su método con la cosa (o al objeto de estudio). La teología no es un espejo que reproduce el mundo. ¡Lejos tal pretensión! Un método teológico apropiado deberá, a mi modo de ver, conservar cierto aire de familia con la hermenéutica, la fenomenología, el estructuralismo, la genealogía, etc. Incluso podría apelar al eclecticismo metodológico de las ciencias sociales (sería lícito hablar también de interdisciplinariedad), de modo que sus orientaciones básicas miren no a la satisfacción de necesidades inmediatamente empíricas, sino a la solución de  problemas sistemáticos en general. La teología pastoral entendida como «puente» entre el mundo actual y la Revelación es, como ya se ha insistido a lo largo de este escrito, un redimensionamiento del quehacer teológico en general a partir de la «palabra viva» de la realidad de los hombres y mujeres con el fin de lograr una reflexión crítica, madura, inculturada a la luz de la fe. De este modo, la teología se enriquece al no quedar restringida a la sola repetición de verdades, sino a investigar e iluminar la vida

tradición posteriorcrítica” y hacer y madura conciencia una “correlación de eclesial histórica. con Es enprofundidad este sentido cultural que se habla de una «correlación «correlación 20 crítica» entre la Sagrada Escritura, la Tradición y el mundo de ambas “fuentes”» . los hombres. El método de la teología El método (o métodos) de la teología pastoral ya no puede ser  pastoral, al articular teoría y  puramente especulativo o deductivo, en el sentido de que  praxis, adquiere un matiz  partan de supuestos generales de fe para arribar luego a la «inductivo en tres situación particular del creyente. La historia de la Iglesia y momentos fundamentales:  por ende de la práctica pastoral ha demostrado cuán poco ver, juzgar y actuar»21  y afortunado resulta proceder así. Un método inductivouno «empírico crítico que empírico-crítico es, a mi modo de ver, un giro de la mirada consta de tres fases: teológica hacia el valor de lo humano, de la historia, de las 20

  Ibid  ., 302.   Ibid .,   Ibid   Ibid ., ., 304. 

21



 

 

kairológica, proyectiva y culturas y de su materialidad. Esta perspectiva metodológica estratégica»22. deviene en un nuevo posicionamiento de la teología que ya no es la palabra primera, sino, acto segundo (usando la expresión de la teología de la liberación). La palabra primera está en la vida misma del creyente, cuya fe opera en circunstancias concretas históricas y culturales. Por tanto, la teología ejerce un servicio, como reflexión crítica del acontecer humano y eclesial, desde categorías socioculturales. No deja de ser interesante, por ejemplo, el marcado énfasis que pone la teología de la liberación en la praxis y en la realidad como  punto de partida y enfoque enfo que hermenéutico, constituyéndose así en auténtica reflexión crítica de fe, pues no se queda en un mero ejercicio de reflexión ideológica, sino que, al tener la Palabra de Dios como fundamento, deviene en experiencia de  profundo talente teologal. «La pastoral de conjunto se Hablar de una pastoral de conjunto es referirse identifica teológicamente indiscutiblemente al carácter sociológico de las prácticas con la acción pastoral y  pastorales a partir del Vaticano II y por ende es el sociológicamente con la reconocimiento del origen eminentemente secular de un modo  programación o de proceder evangelizador. En otras palabras, es la Iglesia Iglesia  planificación».23   bebiendo de la eficacia de los planteamientos sociales e incorporándolos a su propio quehacer. La pastoral de conjunto es también la respuesta de la Iglesia a las circunstancias actuales y por ende a la imperiosa necesidad de una nueva evangelización. Se trata, entonces, de pasar de una  pastoral de tipo individualista que ignora la configuración social a una pastoral de la acción común y planificada. El mundo de la posguerra, presenta una nueva estructuración social que exige que la Iglesia no se anquilose en sus estructuras y cree unas nuevas de cara a la misión, sobre todo en lo que atañe a la conjunción de fuerzas (civiles y eclesiásticas) en los ambientes sociales donde están presentes

«La acción pastoral, como toda acción, necesita un  proyecto operativo o plan concreto de actuación que relacione de modo dinámico todas las tareas que intervienen en el  proceso»24.

los fieles.especialmente este sentido, por ejemplo, la figura de los  pastores, esp En ecialmente la del obispo y de su ministerio queda fortalecida pastoralmente, siendo el motor y el animador  pastoral del conjunto diocesano. Un plan de pastoral es la concretización operativa de toda una acción pastoral. Se trata de una útil útil carta de navegación que  permite realizar la evangelización ev angelización de manera más eficaz. Sin embargo, es necesario saber que el plan pastoral está en función de la evangelización y no al contrario. De ser así, la la evangelización parecería más una práctica empresarial que religiosa. El plan pastoral debe ser realizable y práctico y debe  propiciar el paso de la pastoral de escritorio a la pastoral del

22  Ibid ., ., 23

307.    Ibid  ., 312.   Ibid ., 24   Ibid   Ibid ., ., 313. 



 

 

mundo de la vida. Un plan evangelizador, entendido dentro de la lógica de la pastoral de conjunto, no puede estar sujeto a la concepción de la Iglesia como sociedad perfecta, bajo la clásica figura piramidal y autorreferencial. Sencillamente no habría pastoral de conjunto allí. A mi modo de ver, se hace necesario abandonar la idea de los laicos como sujetos pasivos de la acción pastoral. La pastoral de conjunto redescubre el carácter profético, sacerdotal y real de todos los miembros de la Iglesia por su bautismo; se valora la vocación laical en sí misma, sin estar necesariamente referida al ministerio ordenado de los clérigos. El diálog diálogoo tiene que ser la base común que une, el servicio y participación conjunta de todos los miembros de la Iglesia. CONCLUSIÓN:  La metodología de la teología práctica redescubre el carácter operativo y social, así como la función transformadora y efectiva de la fe en Cristo. Su propósito es la realización del misterio Pascual del Señor en la historia de los hombres. Se trata, pues, de una ortopraxis, es decir, de una relación crítica entre doctrina o teoría, por una parte, y acción o práctica, por la otra. De tal forma, que la teología pastoral no es un discurso de talante especulativo, sino «performativo» (o «realizativo»), pues no se limita a describir cómo debería ser la relación entre práctica y teoría, sino que por el mismo hecho de ser expresado transforma la realidad de dicha relación, haciéndola en sí misma operativa. La pastoral de conjunto no queda restringida a una acción pastoral construida solamente desde la parroquia, sino que se fija en las zonas humanas, es decir, en la unidad social elemental de la vida de un grupo de personas. Su realidad es sociológica y está tomada del cúmulo vivo de relaciones y condiciones humanas de un territorio amplio, y leídas a la luz del evangelio. La concretización de la acción pastoral se efectúa en el plan pastoral, fruto de una valoración conjunta de los agentes agentes que intervienen en los procesos de evangelización. Por tal motivo, «el plan pastoral es para cada comunidad cristiana una guía práctica que orienta el proceso educativo, celebrativo, y compromisual de los creyentes, en el que se señalan los momentos, las responsabilidades y los objetivos»25.

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  Ibid   Ibid ., ., 318. 



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