Ikkyu-Poemas Del Monje Libertino

October 11, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Ikkyu, poemas del monje libertino

Ikkyu

IKKYU SOJÚN Biografa de un asno !iego En el siglo IX, los monjes que siguen al maestro Chan Linjí  Linj  crean la escuela Linjí  Linjí  [jap.  [jap. Rinzai], con el objeto í  crean de proseguir fielmente sus enseñanzas. Linjí  calificaba

 

a sus discí  discí pulos pulos de asnos ciegos. E Ikkyu, que se cre creí  í a fiel heredero de la lí  lí nea nea del maestro Rinzai, se valió valió de ese nombre para vindicar su Zen directo ante el Zen decadente que encarnaban la arrogante jerarquí  jerarqu í a monacal de su época, más preocupada por quemar incienso que por practicar la meditació meditación y ejercer la compasió compasi ón budista. Ikkyu se creyó creyó siempre un fiel heredero de los grandes maestros Rinzai, la llamada lí  l í nea nea Otok án que iniciarí  iniciar í an an Daio y su discí  discí pulo pulo Daí  Daí to to Kokushi en el siglo XIV, y que seguirí a Kaso Sodón, su maestro directo. Es el kanná kanná Zen, el Zen del pueblo, sin alharacas, austero, cercano y compasivo. El camino del zen se encuentra en todo lo existente. Así , con estas premisas de partida, má Así  m ás el componente de su propio cará carácter, sensible y rudo a la vez, devoto í  í  eque imp o, as  como extraordinariamente culto, la vez popular y campechano, no es de extrañ extra ñar aque la historia califique este monje que fue tan amado por el pueblo como de iconoclasta, impí  impí o, o, borracho o libertino. Posiblemente Ikkyu Sojú Sojún no sea nada de eso, y tal vez lo sea todo a la vez, en una gran unidad que todo lo incluye, como el Zen. En todo caso, Ikkyu sí  que

 

fue un monje sin fronteras. Ni la tierra, ni los rí  r í os, os, ni el frí  fr í o, o, ni la lluvia, ni la miseria, ni el hambre, ni la guerra, ni la muerte, ni los jerarcas, ni las casas de placer, ni las tiendas de sake, ni su propia mente fueron nunca para él un lí mite infranqueable. Fueron, sencillamente, cosas de la vida, tal cual son. Hijo bastardo del emperador

Senguikumaru, que así  así  se  se llamaba Ikkyu al nacer, vino al mundo en 1394, en un pequeñ pequeño suburbio de Kyoto. Su padre fue el emperador Gokomatsu, y su madre, la dama de la corte Iyono Tsubone [tambié [también llamada Teruko Hino], perteneciente al influyente clan Fujiwara de la clase samurá samurái, y que bien pronto fue extrañ extra ñada de la corte. La época era convulsa. El emperador era una figura meramente y religiosa shogun. Losrepresentativa diferentes clanes competaí an competí  amanos n entredel sí , al sí  igual que los todopoderosos monasterios budistas, armados con milicias, y la casta de los samurá samur áis. En este marco, y para evitar controversias sucesorias y demáás, el emperador extrañó dem extrañó a  a Iyono a Saga, tomando como pretexto una sospecha de intento atentado contra él, y el hijo de ambos creció creció en un humilde ambiente de campo. Y no serí a hasta ser mayor que conocerí a

 

realmente quien era su padre. Ikkyu I kkyu nunca entendió entendió la razó raz ón del abandono que sufrieron su madre y él, priváándole de un padre. priv En 1399, a los cinco a ños, Senguikumaru fue llevado por su madre al monasterio Zen Rinzai de Angoku-ji. El sentimiento de alejamiento materno forzoso será ser á  otro trauma que le marcará marcará hasta prá prácticamente el dí  dí a de su muerte, tras su longeva y movida vida. El abad de Angoku-ji, Shukan Zoge, lo acogió acogió y lo dotó dotó de una instrucció instrucci ón religiosa y de una gran base cultural basada en la lengua y la literatura chinas. Le cambi ó el nombre por el de Shuken. Los jovencitos novicios como él eran juguetes sexuales de los veteranos. Ikkyu superó super ó esa época con dolor, aunque entusiasmado por sus estudios, demostrando una gran inteligencia. En 1406, con trece añ años, el maestro Seisojin lek enseñó ense ñó a  a escribir poemas en chino, y en 1408, con quince añ a ños, ó ya escribi  uno que se hizo famoso en Kyoto. Las flores cubren el manto de la primavera. Me paseo recitando con emoció emoción. Multitud de flores se abren purificando cielo y tierra. Su fragancia llega hasta mi lecho ¿Es eso un sueñ sue ño ef í  í mero? mero? (1) El graznido de un cuervo: la iluminación

 

En 1410 se convirtió convirtió en discí  discí pulo pulo de Ken’o, maestro del templo de Saikon-ji y representante del sector má m ás puro y menos corrupto del Zen, que le impuso el nombre de Sojún. En 1414, fallecido Ken’o, se dirigió  totalmente desolado de monasterio en monasterio hasta que determinó determinó quitarse la vida en el lago Biwa. La llegada de un mensajero de su madre reclamá reclam ándole impidió impidi ó su suicidio. En 1415 se dirigió dirigió al monasterio de Katata y, tras larga petició petición y espera a sol y serena, se convirtió convirtió en discí  discí pulo pulo de Kaso Sodó Sodón [1352-1428], que será el maestro que realmente le marcará de por vida. Kaso será será el que le imponga en 1418 el nombre con el que pasará pasará a la historia, Ikkyu, “un descanso”, tras solucionar el koan de los 60 bastonazos de Toz Tozáán: Ummón preguntó Ummó preguntó a Tozá Tozán: “¿De donde vienes?”. “Vengo de Sado”. “¿Dó “¿Dónde has estado este verano?”. “He estado en el monasterio de25 Hokuzi en Konan”. “¿Cuá “¿Cu ándo saliste de allí  allí ?”. ?”. “El de agosto”. “¡Cabeza hueca! “Te merecerí  merecer í as as sesenta golpes de bastó bast podrí a ensuciarlo, ¡vuelve de dó dónde has ón, pero podrí  venido!”. Tozá Tozán se pasó pasó la noche en vela, y al dí  d í a siguiente le preguntó preguntó a Ummó Ummón: “¿por qué qué me merecerí  merecer í a sesenta golpes de bastó bastón? ¡Dí  ¡Dí melo!”. melo!”. “¿Por quéé vas de camino en camino?”. Y en ese momento le qu vino la iluminación a Tozán.

 

Ikkyu escribió escribió “tengo que volver del mundo ef íí mero m   ero al mundo no ef íí  mero. mero. Un tiempo de descanso... que caiga la lluvia, que sople el viento”. Dijo Kaso: “el mundo ef í mero es el mundo de las pasiones; el mundo no ef íí mero m   ero es el mundo sin pasiones... ¡y tu descansas entre ambos mundos! La lluvia puede caer, el viento soplar, es el orden las cosas”. A pesar de ese reconocimiento, Ikkyu no dejó dejó de llevar una vida de vagabundo. A pesar de ser discí  disc í pulo pulo de Kaso, no viví a en el monasterio, si no en una barca en el lago Biwa, relacioná relacionándose con los pescadores y otra gente sencilla. Para su sustento confeccionaba alpargatas que luego vendí  vendí a en el pueblo, ya que Kaso tení  ten í a prohibido a sus monjes ejercer la mendicidad. La Iluminació Iluminación le llegó llegó a Ikkyu estando precisamente en esa barca, en el añ a ño 1420, al oí  oí r el graznido de un cuervo en la oscuridad de la noche. Los cuervos graznan, pero que dice un cuervo cuando no dice nada? Un cuervo que no dice nada puede decir lo que quiera... como los hombres. La voz de cuervo era su voz, surgida en la noche, inmersa en ella y en su silencio. Con la llegada de la aurora, su destino, cielo y tierra formaban una unidad. Así  As í  escribió  escribió Ikkyu su experiencia:

 

Durante diez añ años mi mente ha anhelado la razó razón de la có cólera y la ira, ¡incluso ahora! El cuervo grazna, y un arhat emerge del polvo. Un brillante y gran sol emerge de la oscuridad en un rostro iluminado. Ikkyu, huérfano de todo padre y madre

En 1422 el maestro Kaso comunicó comunicó a Ikkyu su deseo de que le sucediera y otorgarle el inka, el sello de la transmisión. Ikkyu lo rechazó, no obstante Kaso así  lo consignó consign ó aunque se lo reservó reservó hasta su muerte, situació situaci levantó los celos de Yoso Soi [1379ón que levantó 1458], el alumno má más aventajado de Kaso. No obstante, cuando éste falleció falleció al cabo de seis añ años, Yoso se apropió apropió del nombramiento, hurtando a Ikkyu su derecho legal. Ikkyu incrementó incrementó su vida de ñ í  vagabundo. ese mismo a o fat dico para Ikkyu, 1428, tambié tambiéEn n murió muri ó su madre en su humilde casa de Sagano. Tres añ años despué después, Gokomatsu, el padre de Ikkyu, abdicó abdic ó como emperador y se hizo monje. En 1432, mientras Ikkyu, ayudado de Sogé Sogén, antiguo monje del monasterio de Shokoku-ji, abre el templo de Shuunan, Yoso abre el templo de Yoshunan como rama del

 

monasterio de Daitoku-ji, ambos en la misma ciudad de Sakai En 1433, Ikkyu se encontró encontró por primera y única vez con su padre en la ermita imperial de Sento. Aquel le preguntó pregunt ó “¿Qu  “¿Quéé existe má más allá allá?”, y respondió respondió Ikkyu: “todo es ef í  m ímero,   ero, pero las estaciones se suceden siempre en un orden inalterable: primavera, verano, otoñ oto ño, invierno... y durante ese tiempo vienen nuevas vidas al mundo. Desde mi punto de vista, la eternidad podrí  podr í a o no existir”. Y todaví  todav í a le preguntó preguntó: “el emperador, ¿es un dios, un sí mbolo o un ser humano?”. Y le dijo: “el emperador puede ser las tres cosas, ya que el emperador refleja los deseos de todos. Es lo que todos vemos en lo má más hondo de nuestro corazó coraz ón”. Gokomatsu le pidió pidió perd  perdó ón por no haberlo tenido en consideració consideración ni a él ni a su madre, y se puso paz entre ambos. Poco despué después (el 20 de octubre), el í  ñ emperador mor a a la edad de 57 a os. El iconoclasta

En 1435, Ikkyu criticó criticó a los monjes de los grandes monasterios, y especialmente a los de Yoshunan que dirigí  dirig í a Yoso, yendo por todo Sakai con una espada de madera colgada de la cintura: “¡los monjes de hoy dí  d í a son como ese sable de madera! ¡Un sable que parece

 

auténtico en una funda muy decorada, pero que en auté realidad no sirve para cortar nada!”. Poco despué después originó origin ó un nuevo escá escándalo al orinar sobre el tejado del templo de Shokoku-ji, el segundo en rango de los Cinco Grandes Monasterios Zen de Kyoto. Una ané anécdota muy conocida de él cuenta que un dí  dí a que iba de camino, echó echó a nevar y estaba muerto de frí  fr í o. o. Por suerte pasó pasó ante un pequeñ pequeño monasterio. Llamó Llam ó y pidió pidió hospitalidad, y le ofrecieron una sopa caliente y un lugar donde dormir. No obstante, la noche era muy frí a e Ikkyu seguí a muerto de frí o. Al poco de acostarse, los monjes vieron fuego en la sala donde dormí  dormí a el invitado y fueron corriendo, y estupefactos vieron como en el brasero estaba ardiendo el buda de madera del templo. El abad le dijo hecho una furia: “¿pero te das cuenta de lo que está est ás haciendo?”. Dijo Ikkyu: “esta noche hace demasiado í  í  fr o, y arde tan bien. ¡un le osrespondieron. a mi!”. “¡Pero“Pero esto es pecado imperdonable!”, el un buda que hay en mi corazó corazón tiembla de frí  frí o”. o”. Ikkyu terminó terminó  de nuevo a la intemperie. En 1438, Ikkyu se instaló instaló en una sencilla casa situada al lado del templo Rezeimadeno Rezeimadenoko-ji ko-ji Dodabo de Kyoto, aunque siguió siguió abierto el pequeñ pequeño templo de Sakai, y en 1440 fue nombrado abad de Nyoian,

 

templo fundado por Gengai, maestro a su vez de Kaso, el venerado maestro de Ikkyu. No obstante, permaneció permaneci ó escasos meses hasta que decidió decidió volver a su vida errante... y sus menudeos a las casas de placer. El libertino

Una vez, estando con una prostituta Ikkyu le preguntó preguntó  si alguna vez ella habí  habí a dudado de él como monje. La chica, llamada Mamiji, le respondió respondió que él renunció renunció a cosas mundanas para ser monje, y ella a vivir... aunque todaví a no habí a logrado quitarse la vida. Mamiji procedí  proced í a de una familia pobre que la obligó oblig ó a prostituirse. “Tan só sólo la muerte me librará librará de ese sufrimiento”, dijo, e Ikkyu le respondió respondió: “Todo el mundo muere un dí  dí a u otro, pero hay muchos que no conocen el verdadero valor de la vida: esos si que estáán muertos! Yo, todas las mañ est ma ñanas, nazco”. De otra ocasió ocasión es la historia que cuenta que, paseando por Sakai, se encontró encontró ante un duelo entre dos hombres. Uno frente al otro, blandí  blandí an an sus espadas pero no decidí  decidí an an atacarse e Ikkyu les preguntó preguntó “¿Por qué qué  habééis dejado de moveros?”. “¡Es por el honor de hab hombre!”, respondió respondió uno. “¡Exacto, para demostrar nuestro amor a Jigokudayu!”, respondió respondi ó otro. “Ya veo”, dijo Ikkyu, “es un combate entre dos perros en

 

celo. Entonces, ¡daos prisa, no dejá dejáis que la gente vaya por la calle!”. “¿Có “¿Cómo dos perros en celo?”, replicaron. “Si no queré queréis que os traten como tales, deteneos enseguida”. “¡No nos vengas ahora con moralinas de monje, eso no sirve para nada!”, dijo uno. “¡Tu eres quien está está haciendo moralina censuráándome que os la haga yo!”. Y cesaron de censur luchar. No obstante, aquella pelea le abrió abri ó la curiosidad, y quiso conocer aquella Jigokudayu objeto de deseo. Fue a la casa de placer, la chica lo invit ó a sake y le preguntó pregunt ó: “Hacerse monje y retirarse a la montañ monta ña sirve para purificar el espí  espí ritu, ritu, pero ¿có ¿cómo es que bebes sake sin filtrar?”. Soltando una gran carcajada, Ikkyu respondió respondió: “Aunque un monje retirado beba sake sin filtrar, no significa que abandone su ermita para ingresar en el mundo: todos los monjes no tienen í  necesariamente esp ritu puro”.en “Vuelve puesentre a tu montañ monta ña, aquí  aquí  en  enelSakai estamos la frontera dos mundos opuestos”. Y respondió respondió: “Si no concibo mi cuerpo como tal, ¡poco importa donde estoy!”. La mujer, almacén del Buda

Ni cabe decir que con esa filosof íí a  de vida Ikkyu escandalizó a las gentes de su época, no ya por beber

 

alcohol, cosa prohibida por los Cinco Grandes Preceptos budistas, si no por ir con mujeres: si el deber de un monje era mantenerse cé célibe, él no solamente no lo practicaba si no que ¡ademá ¡además se relacionaba con chicas de casas de placer! La mujer se hallaba en los niveles má más bajos de la escala social. Incluso la má más honrada y sabia, encarnaba las cinco má m áculas no purificables y se la consideraba sujeta a las tres sumisiones: al padre, cuando pequeñ peque ña, al marido cuando mayor, y a sus hijos al llegar a la ancianidad. Las prostitutas todaví  todaví a tení  tení an an menos consideració consideración: eran lo más bajo de lo más bajo. Al respecto se cuenta la historia de que Ikkyu se topó topó  una vez con dos muchachas que se bañ ba ñaban en una laguna. Cuando lo vieron se agazaparon para taparse sus partes. Ikkyu se arrodilló arrodilló, oró oró ante ellas, y luego se fue. Las jó jóvenes, sorprendidas, lo llamaron y le é í  preguntaron por qu oí  a rezado Ikkyu como si no hubiera o hab í do do nada y lespor gritellas. gritó ó “¡hay un hizo kappa en el agua!” [animal acuá acu ático fantá fantástico], y las chicas salieron de ella dando alaridos. Ikkyu se giró gir ó y les dijo: “las mujeres son como almacenes que contienen las enseñ enseñanzas de Buda: todo el mundo procede del cuerpo de una mujer, incluso Buda y Bodhidharma. Vosotras mismas, yo, el shogun, los campesinos, los bandoleros, todo el mundo procede

 

del vientre de una mujer. Por tanto, ¡las mujeres son almacenes que contienen tesoros! Hasta los almacenes de los nobles, que contienen objetos de gran valor estáán muy lejos de tener el mismo valor que vosotras, est las mujeres”. Así  no es de extrañar que para Ikkyu, el precepto del celibato le resultaba absurdo: “respetarlo equivale a negar el origen del nacimiento de todos los seres vivos, incluidos Buda y Bodhidharma”. Y otra historia má más como colof ón: en noviembre de 1440 tuvieron lugar los funerales por el centenario de la muerte del maestro Daí to Kokushi, fundador del gran monasterio de Daitoku-ji. Con gran pompa, asistieron abades y maestros de todo Japó Jap ón. Ikkyu tambiéén acudió tambi acudió. No obstante, al ver el desprecio con el que los monjes trataban a los fieles que se acercaban a depositar sus humildes contribuciones y como se adulaba a los ricos, Ikkyu desistió desistió de realizar su ó ñ ofrenda y se vací  retirí a  acompa ado de una prostituta a una vieja ermita vac del monasterio. Influjo sobre las artes del Japón

En 1442, Ikkyu y su peque pequeñ excepción ña comunidad, a excepció de Songé Songé que regresó regresó a Sakai, construyeron el pequeñ pequeño templo de Shida-ji [shida en jap. “cementerio”] en el bosque del monte Yuzurisan. Allí  estuvieron  estuvieron un año,

 

regresando de nuevo a Kyoto, má más tranquilo tras las grandes revueltas que habí  habí an an tenido lugar. Al poco se les unió unió como discí  discí pulo pulo Shuko [Mokichi Murata, 1423-1502], el inspirador y creador del Chado japoné japonés. En 1445, Yoso, el eterno oponente de Ikkyu fue nombrado abad superior del monasterio de Daitoku-ji. Otro de los grandes incondicionales amigos de Ikkyu poesí a renga, y era el poeta Ninagawa, maestro en poesí  compañ compa ñero en alguno de sus viajes. Un dí  d í a, a, en casa de aquéél, compartiendo una comida que le habí  aqu habí a ofrecido, Ikkyu le dijo: “Disculpa a este monje que te visita sin traerte nada”. “No es ningú ningún problema. El espí  espí ritu ritu que acepta la nada tiene el encanto del vac vací  í o: o: me has hecho el mejor de los regalos procedente del vací  vací o, o, la esencia del Zen”. “No, lo has descubierto tu só s ólo. El aspecto de una gota de agua depende de la naturaleza misma: si está está sobre una hoja verde, es verde, si est estáá encima ó de hoja añ es roja”. Ninagawa  en 1448. Eseuna mismo aroja, ño sucedió sucedi ó tambi  tambié én una muri gran inundació inundaci ón causando una gran mortandad al arrasar los puentes de Gojo en Kyoto y de Seta en Omi, bajo los cuales viv viví  í a una multitud mí  mí sera, sera, y luego la peste asoló asoló la tierra. El asno ciego

 

Durante tres añ años no cesaron de suceder calamidades. A las de 1448, en 1449 inundaci inundació ón y terremoto en Kyoto. En 1450, fuertes lluvias expandieron de nuevo enfermedades. En 1451, revueltas de campesinos y rebrote del bandolerismo. Los nobles, los samuráis y los ricos tomaron la actitud de aislarse de esa desolació desolaci ón, y se multiplicaron los actos sociales en la intimidad con finalidad de ostentació ostentación. Los grandes monasterios tambié también se encerraron en ellos mismos y en la sofisticació sofisticación, y só sólo se abrí  abrí an an para recaudar los donativos del pueblo, que en su desesperació desesperación só sólo ansiaba ir a rezar a Buda para salir del desastre. Los maestros Zen vendí  vendí an an el siho a quien pudiera pagarlo, y con ello se costeaban nuevos refinamientos. Sogé Sogén, discí  disc pulo de Ikkyu se quejó quejó amargamente de ello a í pulo Ikkyu: “¡Es inaceptable! Esos monjes son la encarnació encarnaci ón del deseo, y sin embargo, ¡llevan el koromo!”. E Ikkyu le dijo “Tu, al igual i gual que yo, también llevamos koromo, aunque sean harapos. Tenemos que ir con cuidado, ya que el há h ábito de los monjes encarna nuestro deseo de liberarnos de nuestros propios deseos. Intento tener eso siempre en mi pensamiento”. El 2 de agosto de 1453 se incendi incendió ó Daitoku-ji. Por entonces Ikkyu ya tení  tení a 60 añ años y habí  habí a fundado en Kyoto la nueva ermita de Katsuro [lit. “asno ciego”].

 

Al poco se une al sangha el joven Zenchiru Konparu, que será será el fundador de la rama Konparu del teatro No. Así  As í , en los má márgenes del stablishment iba creciendo el nuevo Zen que encarnaba Ikkyu: la pr prááctica compasiva de sus monjes, la renovada Ví a del Té, las nuevas tendencias pictó pictóricas de Bokusai, la renovació renovación del teatro No... el Zen impregnó impregnó la sociedad de tal manera, que sus formas y prá prácticas en estas artes se mantienen práácticamente incó pr incólumes seis siglos despué después. En 1456, Ikkyu reconstruyó reconstruyó el templo de Myosho-ji en Takigi, con la ayuda de los habitantes del pueblo. El templo original habí  habí a sido construido a su regreso de China por el maestro Daio, maestro a su vez de Da Daí  í to. to. A su lado construyó construyó el pequeñ pequeño santuario de Shuunan, para el que nombró nombró abad a Bokusai. Ambos edificios son conocidos hoy dí  dí a como el Templo de Ikkyu. Aquí  Aqu í  escribiráá “Esqueletos”, en escritura japonesa y no en escribir í  caligraf a china, e ilustrado con dibujos a fin de que todo el mundo pueda entender la enseñ enseñanza del Buda. Un dí  dí a el monje Sogé Sogén le preguntó preguntó: “¡No comprendo nada de la ley de Buda! Renuncié Renuncié a monje por qué qué no conseguí  consegu  entender nada. Ahora soy un viejo que pesca, í  entender con el pescado que vende bebe sake y escribe poemas todos los dí  dí as”. as”. “Escucha”, le dijo Ikkyu, “no hay ningún fin en la ley de Buda, pero la gente se pierde

 

buscando un fin”. “¡Dime lo que hay que hacer si no hay ni camino ni fin en el budismo!”. “Dicen que hacerse monje significa “abandonar el mundo”, pero yo digo que es eliminar cualquier concepto de frontera. Al convertirme en monje, jam ás he abandonado el mundo. Mi corazó corazón y el universo se han entendido, ¡ya no tengo ninguna frontera!”. “Las creencias, obstáculos para la paz”

En 1458, a los 82 añ años de edad, murió murió Yoso Soi estando en la cima del reconocimiento imperial por la reconstrucció reconstrucci ón de Daitoku-ji. Los añ a ños posteriores volvieron a ser de gran convulsió convulsión en Japó Japón. Entre finales de 1460 y principios de 1461 murieron má m ás de 80.000 personas a causa del hambre y las enfermedades. En 1463, Ikkyu vivió vivió temporalmente en Sumiyoshi. El 26 de mayo de 1467 estalló estall ó la guerra civil denominada de Onin, que dur  once tr gicos años. Muchos grandes monasterios,ó como elá de Daitoku-ji, fueron pasto de las llamas. Una vez, Ikkyu en su marcha errante se encontró encontró con un monje peregrino rezando abrumado: “Aunque crean en dios y en el Buda, los samur samurááis matan a seres humanos en las batallas. Parten hacia la batalla tras rezar una oración. ¿Por qué rezan? ¿Lo hacen por la

 

victoria o por un poder sobrenatural? ¿O para calmar las almas de los muertos? Dudo que el hombre sea digno de poseer el cará carácter de Buda”, y fijá fijándose en Ikkyu le dijo “¡Dame seguridad monje viajero! ¡Mis creencias titubean!”. Ikkyu respondió: “no me extraña. Te propongo que olvides toda creencia”. “¡Pero esas no son palabras de un monje! Aunque yo sea un pobre hombre que no pueda aspirar al despertar universal, ¡mi deseo de paz entre los hombres es sincero!”. s incero!”. “Por eso te propongo de olvides tus creencias”, le dijo de nuevo Ikkyu, “¡Las creencias son obstá obstáculos para la paz!”. También se cuenta la historia de un encuentro de Tambié Ikkyu con el tambié también popular monje Rennyo [1415– 1499], maestro que inició inició la restauració restauración de la escuela Jodo-shinshu [verdadera escuela de la Tierra Pura]. Rennyo le dijo: “Dime, ya que crees en el Zen de la fuerza de uno mismo, nosotros que creemos en la fuerza del buda Amida mediante nuestras invocaciones [Namu Amida butsu], nos encontramos a menudo con el siguiente problema: ¿qué ¿qué debe hacerse si el que pronuncia las invocaciones por los demá demás es un hombre mediocre que no consigue liberarse de sus propios deseos?”. Respondió Respondió Ikkyu: “Es cierto que controlarse a uno mismo no es tarea f ácil. Muchas veces uno hace tonterí as as a pesar suyo.”. “Yo me

 

encuentro entre esa clase de hombres”, reconoció reconoció  Rennyo, “y no entiendo por qué qué actualmente ejerzo la invocació invocaci ón por los demá demás, así  así  que  que he llegado a la conclusió conclusi ón de que es la fuerza f uerza de Amida la que me ha encomendado esta misión”. “Los que pertenecen a la escuela de la fuerza de Amida por invocaci invocació ón dicen que es dicha fuerza la que les ayuda a alcanzar el despertar, mientras que yo, que creo en la fuerza en uno mismo, digo que alcancé alcancé el despertar solo”. De repente Ikkyu dio una estruendosa palmada mientras se quedó quedó con las dos manos juntas, y pregunt preguntó ó: “Segú “Según tu, ¿este ruido procede de la mano derecha o de la mano izquierda?”. Rennyo se echó echó a reí  reí r y dijo “¡Ya entiendo!”. “Así  “Así  es  es como alcanzamos el despertar”, dijo Ikkyu, “como lo hiciera el Buda, nosotros lo llamamos el despertar, la luz, el nirvana, el má m ás allá allá, el paraí  para í so... so... entrar en el paraí  para í so so de Buda no depende de la escuela bú búdica, ¡sino del espí  espí ritu ritu só sólo del hombre! La tierra pura puede encontrarse sin este mundo vil. Un hombre mediocre puede tener cualidades de Buda. El despertar se encuentra en el deseo. El despertar nace del pesar de vivir. La alegrí  alegrí a só sólo puede existir con la ayuda de la desgracia. Si no se conoce jamá jam ás el pesar, ¡jamáás se conocerá ¡jam conocerá la alegrí  alegrí a! a! Es como el anverso y el reverso de una hoja: no puede hacerse desaparecer

 

sólo de un lado. ¡Eso es la vida! ¡Eso es lo que significa vivir!”. Aparece su amada Shin

En julio de 1469, Ikkyu regresó regresó a la ermita de Shuunan, en Takigi, pero la guerra obligó obligó a su comunidad a desplazarse de nuevo hasta Sumiyoshi, instaláándose al añ instal año siguiente en una cabañ cabaña donde se organizó organiz ó la ermita de Unmon-an. Allí  Allí  será  será donde conoceráá a la compañ conocer compañera del final de su vida, una cantante ciega ambulante llamada Shin [también llamada Shinme o Mori, puesto que se escribe igual y con el mismo significado: “bosque”]. Ikkyu tiene 77 años. Shin, 30. Tras una primera noche en que Ikkyu le ofreció ofreci ó abrigo y arroz, y ella le correspondió correspondió con sus canciones, Shin ñ é se fue. Dos a os despu s, con Shuunan reconstruido y la comunidad residente allí  allí  de  de nuevo, en otoñ otoño de 1472 aparece Shin, despué después de un largo periplo buscando infructuosamente a Ikkyu. Ikkyu le recriminó recrimin ó porqu  porquéé se marchó marchó sin decir nada, y ella le confesó confes ó que no deseaba ser ni una carga para la comunidad, ni un obstá obstáculo para la Ví  Ví a del budismo. “Ante ti tienes un viejo reseco, del que só s ólo quedan la piel y los huesos”, le dijo Ikkyu. “Yo no veo ni

 

prosperidad ni guerra, desde pequeñ peque ña só sólo he notado el viento helado, pero ahora he sentido por vez primera el agradable calor de tu voz, y eso me hace feliz”, dijo Shin. Los lugareñ lugareños murmuraban. Los monjes se preocupaban, pero entendí  entendí an an a su maestro. Ikkyu se comparaba al bambú bambú, que reverdece en otoñ otoño, cuando las demá demás plantas amarillean. Para el bambú bambú, el viento otoñ oto ñal es viento primaveral. Él, viejo, se hallaba en el otoñ oto ño de su vida. Al cumplir los 81 añ años, el emperador Tsuchimikado nombró nombr ó a Ikkyu maestro superior del monasterio de Daitoku-ji, convirtié convirtiéndose en su 47 abad... aunque no permaneció permaneci ó all  allí  í  ni  ni un solo dí  dí a. a. No obstante, su nombre influyó influy ó para captar numerosos donativos para su nueva reconstrucció reconstrucci ón. Ikkyu se mantuvo en Shuunan, y desde í  ó ñ all  sigui  impartiendo su singular ense anza del Zen. A los 87 añ años, tras varios añ años de padecer la malaria, escribió escribi ó en chino Nubes Locas, su principal obra poéética a manera de recopilació po recopilación de sus versos. Algunas biograf í  a  s cuentan que Shin le cuidó cuid ó a pie de ías cama. Otras dicen que aquella murió muri ó antes que Ikkyu [aquí  [aqu í  se  se reproduce un poema que parece indicar eso].

 

Lo cierto es que de Shin se s e pierde la pista con la muerte de Ikkyu. Al cabo de un añ año, en octubre de 1481, el estado de salud de Ikkyu se agravó, y el dí a 21 de noviembre, a las seis de la mañ mañana, dejó dejó esta vida a los 88 añ años de edad en la postura de zazé zazén, como los grandes maestros. El hombre es minú minúsculo comparado con el universo donde vive. ¿Y si ese universo fuera uno mismo? La obra

La biograf í  í a de Ikkyu se conoce por lo que él mismo escribió escribi ó, por lo que otros escribieron sobre él, y sobre lo que la tradició tradición cuenta sobre él y sobre sus andanzas, algunas verdaderas y otras totalmente legendarias. Entre las obras cabe destacar en primer lugar Kyoú Kyo ún Shu [Colecció [Colección de la Nube Loca], que incluye un millar de poemas, y que se recoge en parte en esta obra. Luego está está su obra en prosa: Maka Hannya Haramita Shingyo kai [Explicaci [ Explicació ón del Sutra de la Perfección de la Gran Sabidurí a], a], a manera de

 

comentario de este popular sutra de la corriente Mahayana, especialmente importante para el Zen; Kana hogo [Sermó [Sermón sobre el Dharma en kana], escrito como su nombre indica en graf íí  a y lengua japonesa, dirigida al gran público como las demás obras en kana; Mizukagami me-nashi gusa [Disquisició [Disquisición sobre el espejo ciego], escrito sobre diversos tó tópicos del budismo; Futari bikuni [Dos monjas], sobre las virtudes de la vida religiosa; Amida hadaka monogatari [La verdad de Amida al descubierto], sobre la unidad y universalidad de todas las enseñanzas budistas; Bukkigun [Gran guerra del Buda contra el infierno], sobre el bien y el mal y la nodualidad; y Goikotsu [Esqueletos], escrito en prosa y en verso, sobre la muerte y la impermanencia de las cosas y de la vida, que se incluye en esta obra. De lo escrito sobre él, lo má más directo es la obra Ikkyu osho nempu [Crónica del venerable Ikkyu], obra atribuida a su discí  discí pulo pulo Bokusai, monje y gran pintor del siglo XV japoné japonés. Si bien esta obra ya contiene algunos aspectos biográ biográficos discutibles, la imaginació imaginaci ón popular sobre la vida y obra de Ikkyu se desborda a partir del siglo XVII con la aparició aparición de numerosas obras basadas tanto en la obra de Bokusai como en la tradició tradición oral. Un siglo despué después de su muerte, Ikkyu ya era leyenda en todo Japón.

 

Hacer el bien  No hacer el mal mal Caligrafía de Ikkyu Sojún  ____________________________________   __________________ __________________ 

KYOUN S"U

#$ole!!i%n de la Nube &o!a' Si tu meditación no puede realizare en el !abellón de la "ida y de la #uerte $%&' fama y fortuna te cauti(ar)n enterame enteramente* nte* +a gente tiene un remedio infalible, -a (ece un abroo guiado' a (ece una corteza de limón. ////

(labando al monje Kido $0&

 

1l maetro de 2yu3ang e rebeló abolutamente contra todo' 2bandonando u h)bito como i e tratara de una andalia rota* +a tranmiión correcta de +injí no e una coa imple* 1n el cielo' el (iento ilba bajo la luna aciando a un corazón 4ue palpita* ////

(nota!i%n para la )istoria sobre lo )e!)o por *ato Kokus)i $5& +e(anta en lo alto la gran l)mpara e ilumina por  completo el firmamento* +o carro del 67ni8 compiten por 4uien reza ante en el !abellón del 9harma' !ero de lo 4ue comen (iento y de lo 4ue moran bajo la llu(ia' nadie e acuerda'  Ni de lo (einte a:o 4ue (i(ie (i(iera ra bajo el puente ;ojo* //// inzai? 1l 4uinto !atriarca dijo en una ene:anza @cinco pecado' y e oye el trueno@ $A&

 

1tando en el umbral' un grito y la jaula de hierro e dearma* +o cinco pecado habitan en lo monje dede el  principio* #elocotón y ciruela' (iento de prima(era' y al atardecer una fieta amena, #edio obrio' medio ebrio' el ake e como una oga* //// otro florido' en u totalidad' encantadore como lo ue:o* Cuando la flore etallan' crecen con gran paión'  pero una (ez caen' caen' nadie ha habla bla de ella de nnue(o* ue(o*

 

//// Incluo i yo fuera un dio o un uda etaría en mi mente* 1toy entado bajo una l)mpara' y un monje flaco canta cancione de amor* 1ncima de mi' el feroz (iento oto:al rola cerca' y mi corazón e ahoga en nube gruea* +o abio no creyente no tienen el conocimiento'  pero mantienen continuamente continuamente uu een mente en la "ía*  No hay ningún urtidor u rtidor de uda n la naturaleza'  pero diez mil utra utra e detilan detilan en una ola canción* //// =uiiera ofrecerte algo para ayudarte'  pero en la ecuela ecuela del Ken -no tenemo nada. ////

Bajo el alero fragante 1l oto de bambú tiene nue(o brote* 1te (iejo monje de nue(o e iente jo(en*

 

#i hermoura ólo treinta y ei* Bna freca bria e filtra entre lo muro tambaleante* $G& ////

2l bast%n del 7en $GJ& 1l placer amoroo' cuando e profundo' puede cauar  dolor' e incluo hacerte ol(idar de la mejor proa y poeía* Sin embargo' yo e8perimento una alegría hata ahora deconocida' y el delicioo onido del (iento calma mi  penamiento**  penamiento ////

2logio propio +o dicípulo de Qao no aben del Ken' inzai* inzai* $J& 1legante en u pol(o y u carmín* Hata un upremo e iluminado uda podría 4uedar  impreionado* "erla a ella e el epíritu de la prima(era de #aR3ei, u bello epíritu difunto 4uiz) fue deterrado al Papón* $L& Cuerpo y mente no pueden er eparado en iluorio o real* 1n el mundo del deeo' todo e hunden en el ufrimiento* Sue:o agridulce' paado' preente y futuro' eenta kalpa*

 

+o kalpa on (acío y in forma' el epíritu de #a 3ei* $JM& ////

Imagen de un ar)at de juerga en una !asa de pla!er $J%& 1mergido del pol(o' el arhat toda(ía e halla lejo de un uda* 1ntrar en una caa de placer de(iene una gran #e río internamenteabiduría* de #a:juhri recitando en el Surangama Sutra* !erdido y lejano e hallan eo a:o de placer de  ju(entud* $J0& ////

Seg9n el &ibro de los $antos +aci(o camino' triteza por el abandono de la caa y la tierra* 1l e:or contempla al )guila pecadora de la otra orilla del río* Siguiendo el ejemplo' la corteana recibe en la noche el fa(or de u e:or,

 

una taza de jade' noche tra noche' de mucha  prima(era y oto:o* oto:o* $J5& ////

Un lego re!ita un poema ante la puerta de una !asa de pla!er y luego se +a Bna chica del pabellón no tiene penamiento' pero tiene penamiento* Bn poeta e deborda en (ero' tanto como deborda u e8ceo Era una larga llu(ia' claro de pordeeo* el oete' y una canción al atardecer* 2dorable' con mucho entimiento' el hombre igue recitando apoyado en la puerta* $JA& ////
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