Ia-K

February 20, 2024 | Author: Anonymous | Category: N/A
Share Embed Donate


Short Description

Download Ia-K...

Description

Página

1

Página

2

Página

3

Resumen

Ambos hombres sienten el deseo de Gray y deciden ponerlo a prueba, mientras pasan una noche en la cordillera, en busca de quien está matando el ganado del Triple M. Scotty y Dale toman cada uno una parte de Gray, y eventualmente, le obligan a elegir entre ellos, a pesar de que él no puede contemplar no tenerlos a ambos.

1

Straight = recto, pero como saben también es otra forma de decir heterosexual…

Página

Cuando es puesto a trabajar con estos mismos dos, Scotty Givens y Dale Hughes, le preguntan acerca de los quejidos y gemidos que se habían oído a través de las delgadas paredes de la barraca. Gray no sabe cómo responder sin revelar la lujuria que había sentido esa noche y lo mucho que hubiera querido hacer lo mismo con Scotty y con Dale.

4

El nuevo peón Grayson McCloud acaba de establecerse en el Triple M cuando tiene una visión en todo su esplendor. Varios de los otros empleados están participando en una orgía clandestina, y Gray no puede evitar ver y escuchar el placer que se desarrolla. Los celos y la soledad lo llenan, y se ve a sí mismo teniendo un paseo salvaje con dos de los nuevos peones contratados casi al mismo tiempo que él. El único problema es, que Gray está bastante seguro de que son tanto rectos1 como una flecha.

Advertencia

Página

Todos los personajes y los acontecimientos en este libro son ficticios. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es mera coincidencia.

5

M/M, M/M/M, M/M/M/M, ESCENA DE MENAGE, ESCENA DE ORGIA, JUEGO DE ESCENA DE PONI, BONDAGE, AZOTES, SEDUCCIÓN FORZADA, SUMISION, RIMMING, SEXO ANAL Y SEXO ORAL

NOTA DEL AUTOR

Prefiero ser abierto y honesto, que tenerlos a ustedes insatisfechos. Aprecio a todos mis lectores, nuevos y antiguos, y jamás quiero decepcionarlos.

Kelex

Página

Sé que algunos de ustedes están buscando profundamente emotivas parejas llenas de amor en sus romances eróticos/eróticos. Mientras yo también disfruto escribiendo ese tipo de historias, a veces es divertido solo leer un revolcón cargado de sexo salvaje por puro entretenimiento.

6

Las historias del Triple M Ranch, tienen que ver con el erotismo, la lujuria y el deseo salvaje, y el amor familiar. Mientras que intento un final de: Felices Por Ahora, esto realmente es más sobre aventuras salvajes y compartir cuerpos... no del tipo de amor de: Para Siempre que algunos lectores prefieren. Todos los hombres se preocupan unos por otros, pero son impulsados por la necesidad.

Capítulo Uno Los plateados rayos de luna se filtraban en el baño mientras Grayson McCloud enjuagaba sus manos en el viejo lavabo de porcelana. Una suave brisa soplaba detrás de las cortinas, lo que le permitía mirar el cielo estrellado en el espejo delante de él. La pequeña ráfaga estaba lejos de ser suficiente; la noche estaba más caliente que el infierno. Se inclinó y se lavó la cara con el agua fría, buscando consuelo del calor.

Gray fue recompensado por su paciencia con otro gemido ahogado. Una sonrisa apareció en la comisura de su boca. .

Página

Miró la puerta que reposaba torcida, intentando escuchar más sonidos mientras giraba la manija para cerrar el agua. En una barraca llena de hombres, el sexo no era algo que disfrutaran con demasiada frecuencia. Por desgracia, tu propia mano, en el rancho, era casi tan buena como tener una cita, a menos que uno fuera lo suficientemente afortunado como para encontrar un compañero masculino dispuesto con quien disfrutar de algunas noches de vez en cuando. En su experiencia, eso no sucedía con demasiada frecuencia. La mayoría de los vaqueros eran estrictamente homofóbicos, a menos que se les diera el momento oportuno para conseguir un pedazo de culo de un hombre en la clandestinidad.

7

Un gemido bajo le llamó la atención.

¿Sería uno de los trabajadores del rancho satisfaciéndose así mismo, bombeando su eje, en la profundidad de la noche, buscando un poco de liberación? Un suspiro sonó. De lo que parecía ser una voz diferente.

Página

El sudor ya había cubierto ligeramente su cuerpo. Ahora este estaba salpicado con gotas mientras sentía el calor de la necesidad. Los gemidos se hicieron más fuertes, y pronto fue evidente que eran sin duda dos hombres... si es que no tres. La curiosidad lo envalentonó. Si el par o el trío, eran lo suficientemente valientes para tener relaciones sexuales dentro de las delgadas paredes de la barraca, entonces ellos sabían que había una posibilidad de que pudieran ser escuchados. Gray se deslizó en el pasillo, guiado por su polla dura. Toda la sangre había dejado de ir a la única que debería de haber usado y se había dirigido al sur de la frontera. Poco a poco camino silenciosamente hacia el ruido, su respiración se hizo más y más rápida. Y cuanto más se acercó, más claros los gemidos ahogados se hicieron.

8

Los celos lo inundaron mientras el calor llenaba su pene. Había pasado demasiado tiempo desde que había tenido a alguien con quien gemir. Su eje palpitaba de necesidad, un poco hinchado en sus calzoncillos de algodón. Dos vaqueros que compartían un poco de amor de medianoche en una noche tan caliente como el infierno... era suficiente para poner a Gray duro como roca en poco tiempo. Se miró en el espejo y agarró su pene a través de sus calzoncillos, tratando de frenar la lujuria que lo inundaba.

Las palabras susurradas se escucharon fácilmente en la quietud de la noche. Gray se apoyó contra la puerta de Owen y Davis, bastante seguro de que acababa de oír hablar a Owen. ¿Así que Austin estaba follando a Owen? ¿Davis estaba en el cuarto, mientras todo esto estaba pasando? Tal vez él era el probable tercer sonido que Gray había oído. Las paredes finas como el papel probablemente darían más detalles. Sólo necesitaba esperar pacientemente. ¿

Así que era un pequeño y caliente trío detrás de la puerta, o tal vez incluso un cuarteto. Si Davis estaba ahí dentro, por supuesto. Davis no era un gran conversador, según lo que Gray había aprendido de sus semanas de trabajo en el Triple M Ranch2. Él era más hombre de acción. Si estaba ahí dentro, él podría nunca dar una pista. 2

N/T Perdón, estuve traduciendo ·Rancho Triple M” pero es incorrecto, porque al ser nombre propio tiene que quedar tal cual: Triple M Ranch. Corrijo mi error.

Página

La boca de Gray cayó, sus ojos se abrieron de repente. Esa voz no había sido la de Owen. O la de Davis. Gray podría ser bastante nuevo todavía en el rancho, pero siempre había sido bueno con las voces, y él estaba completamente seguro de que esa había sido la del capataz, Jensen.

9

Grayson metió la mano en sus calzoncillos y agarró la base de su duro pene. Sus párpados se cerraron mientras el sudor comenzaba a correr por su cuerpo ruborizado. Las visiones de los tres vaqueros entrelazados, follando entre sí, empujaron a Grayson justo al límite.

Gray cerró los ojos otra vez, imaginando un juego sexual de Twister3 con los cuatro hombres completamente desnudo y aceitados, luchando por el suelo.

Página

Su mirada se deslizó a la vieja perilla de porcelana por un segundo. Nunca había experimentado una orgía y se preguntó qué es lo que vería detrás de la puerta si la abriera sólo un poco.

10

Y se vio a sí mismo justo en el centro, rodeado por una maraña de miembros musculosos. Su cuerpo tembló ante la idea, y el semen goteó de la punta de su polla. Gray bombeó su puño a lo largo de su eje una y otra vez, los sonidos apagados y las visiones que creó lo estimulaban. Un gemido bullía en su garganta, pero se lo tragó, no quería ser atrapado jugando al voyeur. Era lo último que necesitaba. Siendo un nuevo empleado era bastante malo. No necesitaba ser etiquetado como Tom el fisgón.

Gray presionó la cabeza contra el marco de la puerta, sin dejar de mirar la perilla mientras trabajaba una mano sobre su polla erecta.

3

Twister es un juego de habilidad fabricado por la compañía Hasbro. Es interesante su referencia porque sus detractores decían que era como si vendieran “sexo en una caja”

¿

Una inhalación quedo atrapada en el pecho de Gray, quemando sus pulmones mientras observaba la escena. Con labios temblorosos, luchó contra el gemido que subió por su garganta. Sintió que su pene crecía imposiblemente duro. Su eje latía al mismo ritmo que su corazón acelerado. Todo era demasiado para asimilar... había demasiadas cosas sucediendo a la vez.

Página

Davis estaba en el suelo con Owen acurrucado encima, empalándose en la polla de Davis. Austin estaba encima de Owen, penetrando doblemente al hombre. ¿Dos? Un escalofrío corrió por la columna vertebral de Gray mientras consideraba tomar a dos hombres en su interior de esa forma. Pero eso no era todo. Jensen estaba detrás de Austin, follando el culo de Austin. Se movían juntos como si hubieran sido amantes toda la vida. Las ventanas estaban abiertas, la brisa ondeaba las cortinas extendiéndolas, y la luz de la luna se derramaba dentro, iluminando toda la perversa danza.

11

Cuidadosamente puso la palma de la mano en el pomo, la torció muy lentamente. Cuando sintió el cerrojo ceder y la puerta liberarse del pestillo, tomó una respiración profunda. Moviendo poco a poco la puerta abriéndola en pequeños incrementos, obtuvo su primer vistazo de una follada de cuatro vías. Nunca había presenciado nada igual... su mirada ni siquiera sabía dónde detenerse.

—¿Estás consiguiendo un vistazo lo suficientemente bueno, Grayson? —Dijo una voz profunda y gutural. Gray cerró la puerta y giró sobre sus talones, sabiendo perfectamente, que la profunda voz masculina había sido de Davis. De cualquiera de ellos que lo atrapara en el acto, no quería que fuera Davis, por una razón. El hombre era más malo que una serpiente de cascabel y sentía que la mordedura del hombre podría punzar dos veces peor.

Mejor aún, podría decir que había oído los gemidos y pensó que alguien estaba enfermo. Se había asomado dentro para comprobar y obtuvo un vistazo de lo inesperado.

Página

Gray se apoyó en la barandilla y miró hacia la vieja casa de campo, arriba en la pequeña colina, esperaba que nadie viniera a buscarlo. Sabía muy bien que no debería de haberlo hecho, pero había sido incapaz de detenerse, no con lo que sabía que podría estar pasando detrás de la puerta. En caso de que lo hicieran, repasó las excusas de por qué había estado allí. Podría afirmar que había ido a la habitación equivocada. Todavía era lo suficientemente nuevo, ¿verdad?

12

Pasó la puerta de su propio dormitorio y se dirigió directo hacia el porche. La puerta de malla oscilatoria necesitaba una maldita buena engrasada y era aún más escandalosa en medio de la noche. Maldiciendo el sonido, dio un paso descalzo por los viejos tablones de madera y dio vuelta a la esquina del porche envolvente, tratando de ocultar su presencia si alguien venía a buscarlo.

El capataz. Una caliente y sudorosa noche como ésta. Se habían detenido en un arroyo y se desnudaron a sus trajes de nacimiento antes de zambullirse en el agua un poquito fría que pasaba por la tierra. No había la suficiente para nadar, pero seguro que esa noche se había sentido refrescante. Una cosa había llevado a la otra y el capataz lo había mamado antes de follarlo. Eso fue hace casi un año, y la necesidad de Gray fue extendida dolorosamente al máximo. —¿Necesitas ayuda con eso?

Página

¿Cuánto tiempo había pasado desde que alguien lo había tocado? ¿Cuánto tiempo había pasado desde que había compartido cualquier intimidad con alguien? Grayson no podía recordar, había sido tanto tiempo. La zona ganadera no estaba llena de mujeres, y las que había más o menos perseguían a los dueños de los ranchos y a los hombres con dinero de verdad. No a un peón propenso a andar sin rumbo, de trabajo en trabajo. El trabajo podría ser en equipo, pero los vaqueros tendían a ser criaturas solitarias y ermitañas.

13

Oh, él había echado un vistazo, definitivamente. Su polla estaba palpitando entre sus piernas por el vistazo que había obtenido. Apretó la base de su eje a través del delgado algodón de sus calzoncillos, deseando que la furiosa erección bajara, pero el toque de sus dedos solamente provocó más necesidad. Metió la mano en sus calzoncillos y agarró la longitud mientras gotas de sudor corrían por su cuerpo recalentado.

Gray se volvió para mirar por encima de su hombro y vio a un Austin desnudo mirándolo fijamente. Al menos se sentía como si la mirada del hombre estuviera sobre él. Estaba más oscuro bajo el techo del porche en ese lado de la barraca, haciendo difícil evaluar la verdadera intención del vaquero. Gray deslizó su mano fuera de sus calzoncillos, deseando que Austin no lo hubiera visto así. —Lo siento, no fue mi intención ofender. Oí ruidos... —Se siente solo aquí. Trabajando esta tierra, rodeado de hombres. ¿Cuándo fue la última vez que alguien te tocó?

—Él es muy bueno en eso. Gray bajó la cabeza y abrió los ojos. Jensen estaba apoyado en el barracón, observándolos. El capataz se acercó y su cuerpo desnudo se hizo más visible.

Página

La mano del vaquero bajó a sus calzoncillos y a su pene antes de que pudiera evitar que eso pasara. Tampoco es que Gray la habría detenido. Él simplemente no estaba preparado para lo rápido que era Austin. O lo bien que se sentía la mano del hombre sobre él. Un gemido paso rápidamente por sus labios antes de que pudiera detenerlo, a la vez que su cabeza cayó hacia atrás. Abrió los ojos y vio el brillante cielo oscuro de arriba.

14

Demasiado tiempo. Gray no respondió, no pudo responder, cuando Austin se acercó. Su cuerpo empezó a temblar, sabiendo lo que podría venir.

Se inclinó y besó a Austin antes de girar y besar a Gray en los labios. Gray gimió cuando el beso se profundizó y la mano de Austin se tensó sobre él. Jensen rompió el beso y se quedó mirando a los ojos de Gray. —¿Podemos confiar en ti, Grayson? Grayson asintió, sabiendo instintivamente que su respuesta sellaría la suerte de la noche. —Sí —susurró, afianzando su posición.

Gray no podía ver la cara de Jensen lo suficientemente claro como para saber si su declaración tranquilizó al hombre, pero cuando regresó a la boca de Austin, devorando al joven semental mientras Gray observaba, supuso que sí lo había hecho. En poco tiempo, Austin jaló más cerca a Gray y le sacó los calzoncillos, dejándolo tan desnudo como los otros dos hombres. Allí, bajo la luz que se filtraba de la luna, frotaron sus manos sobre el cuerpo y las pollas unos de otros, explorando cada pulgada. Gray ni siquiera estaba seguro de quien eran las manos que tenía encima y no le importaba. Había pasado demasiado tiempo desde que había tenido el toque de otra persona y estaba muerto de hambre por la atención.

Página

Los demás. Scotty y Dale. Los otros dos nuevos empleados que habían sido contratados casi al mismo tiempo en el que Gray había llegado al Triple M Ranch. No, ellos no podían saberlo, pero desearía que pudieran. Quisiera que estuvieran allí en ese mismo momento. —No voy a decir nada a nadie.

15

—Los demás no pueden saber —dijo Jensen, su voz profunda. Gray notó que estaba teñida de lujuria.

Cada caricia contra su carne le daba de comer. Los dos vaqueros lo incitaron y provocaron hasta el límite, poniendo a su polla, dura como roca, imposiblemente más dura. Sus bolas se llenaron y se arrastraron firmemente bajo su eje. Austin se deslizó por el cuerpo de Gray y se detuvo cuando estuvo de rodillas. El vaquero lamió la erección de Gray, presionando la punta y lamiendo la sensible hendidura. Cuando Austin lo tragó, Gray gruñó, sintiendo la boca de Austin más caliente y húmeda de lo que había esperado.

Sin embargo, otros dos hombres vinieron a su mente. Dale y Scotty. Había deseado al par desde hacía semanas... y que fueran ellos con los que quería hacer esto, no con Austin y Jensen. No es que estuviera viendo el diente al caballo regalado. Después de meses de celibato forzoso, estaba en la cima del mundo. La ardiente boca de Austin... y las manos y labios ásperas de Jensen... todo era suficiente para enviarlo a la estratosfera.

Página

Mirando hacia abajo, a la cabeza de Austin, la luz plateada brillaba por las oscuras hebras, Gray quería que esto durara para siempre.

16

Se había sentido tan solo, noche tras noche con su propia mano. El tener una pareja, o dos, era la gula después de una hambruna. Su deseo rugió, y luchó por aferrarse a los desgastados límites de su liberación. Gray quería que esto durara el mayor tiempo posible, ¿Quién sabe cuándo tendría otra oportunidad de jugar de esta forma?

No sabía si Dale y Scotty untaban la mantequilla en su pan de ese lado4, así que no había una apuesta segura de que conseguiría su deseo. Pero si pudiera...

Y tan rápido como aparecieron sus fantasías, desaparecieron otra vez, obra de la luna, la falta de sueño, y el calor. Una vez más eran Austin y Jensen, dos hombres increíblemente guapos y viriles tocándolo.

4

Si tenían estas preferencias.

Página

Se tragó otro gemido cuando Jensen lo volvió a besar. Cuando se retiró, Jensen se había convertido en Dale. Pelo rubio y pálida piel sin marcas que cubría a un igualmente delicioso cuerpo. Gray tampoco le había visto desnudo, pero su mente trabajaba horas extra para crear lo que había ahí. Las camisetas y los jeans ajustados ayudaban a completar lo que faltaba.

17

Gray hecho una mirada hacia abajo a Austin y cuando el hombre guapo alzó la vista, su rostro se convirtió en el de Scotty. Un moreno de buena apariencia le devolvió la mirada, con un cuerpo duro como roca cubierto de tatuajes. Gray había visto solamente los que estaban en el brazo y el cuello de Scotty, pero los indicios que se asomaban por la camiseta del hombre desafiaban la imaginación de Gray, que estos se extendían más lejos. ¿Llegaban abajo hasta su pene? La polla que Gray imaginaba era larga y gruesa debido al gran bulto que había observado en los jeans del vaquero.

Era injusto para estos dos imaginarlos como cualquier otra persona sino quienes eran, dos magníficos hombres dispuestos a ayudarle a mantener la soledad a raya por una noche.

Austin lo chupó más duro, ordeñó hasta la última gota de cada descarga de la polla de Gray. Cuerda tras cuerda estallaron hasta que quedó con las rodillas débiles y su respiración entrecortada. Por suerte, todavía se aferraba a la barandilla. Si no, posiblemente estaría tendido ya de espaldas. Mientras su corazón retumbaba en el pecho, vio como Jensen tomó el control, golpeando profundamente en el cuerpo de Austin. Austin giró su cabeza, besando a Jensen y compartiendo el sabor de Gray. Gray casi se endureció otra vez con solo eso.

Página

Interrumpiéndola o no, él había sido invitado e iba a tomar ventaja de la boca en su polla. Cerró los ojos y se concentró en esos labios calientes alrededor de él, dejando que la agitación y el latido en su pene y testículos se desbordaran e inundaban todo su cuerpo. Con un gemido con los dientes apretados, se vino, derramando la semilla en la fabulosa garganta de Austin.

18

Jensen se apartó de Gray y rodeó el cuerpo magro de Austin. Se arrodilló y agarró las caderas de Austin antes de hundirse en el vaquero con un golpe fluido. Gray miró a los dos juntos mientras se retorcían, sabiendo que definitivamente este no era su primer baile. Parecía que el par se mecía entre sí con más pasión que lujuria, y Gray casi se sentía como si estuviera interrumpiendo su actuación.

Scotty y Dale vinieron a su mente otra vez, pero casi se ríe en voz baja. Ni siquiera sabía si los vaqueros eran homosexuales, y mucho menos interesados en él. Sería disparatado pensar que pudiera tener a uno de ellos sintiendo algo más intenso que lujuria por él. —Tienes que mantener esto para ti —susurró Jensen, arrastrando a Gray lejos de sus pensamientos. —Por supuesto —dijo Gray—. Dije que lo haría.

Página

Los dos se quedaron allí por un momento, montando su culminación y aferrándose uno al otro. Gray sintió el aire espeso de emoción y tuvo la certeza de que había algo más que sexo entre los dos hombres. Los dos se aferraban entre sí con fuerza, la intimidad post orgásmica no se perdía en ellos. Sintiendo una punzada de celos, Gray la apartó, sabiendo que nunca iba a encontrar nada por el estilo. Él fue condenadamente afortunado de haber encontrado liberación en una caliente noche oscura. Lo que Austin y Jensen parecían compartir era uno en un millón, y Grayson no era un hombre afortunado en ningún aspecto.

19

Gray se puso de rodillas y cogió el pene de Austin, sólo para sentir la mano de Jensen ya allí. Se echó hacia atrás y continuó recuperando el aliento, sintiéndose como el intruso de nuevo; observó cómo Austin se vino, arqueaba su espalda y un gemido bajo salía de sus labios. Jensen prolongo el orgasmo, uniéndose a Austin cerca del final del mismo. El capataz llenó el culo de Austin con una carga de esperma mientras besaba a su amante en la nuca.

—No sabemos cómo reaccionarían Scotty o Dale, y le prometimos a Mack que no ahuyentaríamos a los nuevos trabajadores —dijo Jensen. ¿Habían tenido relaciones sexuales con él para forzar su silencio? El pensamiento perturbó un poco a Gray, pero a pesar de todo, había estado tan necesitado que realmente no le importo. — No voy a decir una palabra a ninguno de ellos. Pero si yo los he oído a ustedes cuatro en la habitación, ellos también podrían haberlo hecho.

Gray rio. Un poco de diversión. Él habría pensado que eso le ayudaría a relajarse. Esto sólo pareció empeorar las cosas. Ahora quería deslizarse en el cuarto de Scotty o de Dale y terminar la noche adecuadamente. Austin se puso de pie. —Gracias —susurró antes de caminar sin prisa de regreso hacia la puerta. Jensen siguió al hombre. El mosquitero chirrió mientras entraban y dejaban fuera a Gray con sus pensamientos.

Página

—Pero tuvimos un poco de diversión con Grayson con ello —dijo Jensen con una sonrisa.

20

—Sabía que no deberíamos de haber follado en el barracón. Deberíamos haber tomado un paseo afuera —dijo Austin, alejándose de Jensen y sacando la polla del hombre—. Tomamos demasiado riesgo.

Gray se apoyó en la barandilla y miró el cielo estrellado. Únicamente lejos de la ciudad, dentro de la zona ganadera, uno podría ver un cielo tan brillante como éste. Una brisa más fresca surgió y se difundió sobre su cuerpo recalentado, haciendo que sus ojos se cerraran con placer. Cuando los volvió a abrir, vislumbró una estrella extra brillante y susurró un rápido deseo a los cielos.

Página

21

En cuanto sus párpados comenzaron a ir a la deriva, cerrándose, agarró sus calzoncillos y se los puso antes de desaparecer dentro del barracón y buscar su cama.

Capitulo dos Grayson cabalgó sobre la colina del Triple M Ranch, viendo como el cielo sin fin se abría encima del paisaje de Texas a la mañana siguiente. Mientras que el cielo de la noche había sido hermoso, no se podía comparar con el espectáculo matinal. El amanecer, con sus rojos encendidos y naranjas, como éste lamia la tierra por debajo, era su momento favorito del día. Había algo inquietantemente tranquilo en esos momentos. Incluso los animales parecían bramar menos y asombrarse por la magia encima de ellos.

Gray miró a su izquierda y vio el nuevo amanecer iluminando a sus compañeros para ese día, Scotty Givens y Dale Hughes. Gray inhaló, tratando conseguir que la sangre que se estaba precipitando a su polla regresara encima del cuello. Era una batalla perdida, sin embargo, dado su deseo por el par de hombres guapos.

Página

Él debería sentirse agotado. No lo estaba. Gray estaba acostumbrado a tener solamente unas pocas horas de sueño cada noche. Por alguna razón, su cuerpo simplemente no necesitaba las ocho horas completas para sentirse descansado, por suerte para él. Otra razón por la que se sentía animado eran los dos hombres a su lado.

22

O alguna mierda así. Su madre siempre había dicho que estaba lleno de esta.

Ambos eran grandes, más alto que los seis pies y tres pulgadas5 de Gray, y tan anchos como los jugadores de fútbol, fuertemente cubiertos de músculo. Años de trabajar la tierra habían creado cuerpos perfectos que Gray luchaba por ignorar. La única diferencia importante era la apariencia morena de Scotty en comparación con las más clara de Dale. La ascendencia escocesa de Gray se mostraba a través de sus mechones claros castaño rojizo y ojos verdes. Ellos juntos, eran un mal chiste. Tres vaqueros entran en un bar... un pelirrojo, un rubio, y un moreno... No era una broma lo mucho que Gray quería a ambos hombres.

No es que hubiera una posibilidad de conseguir lo que quería.

5

1.91 m.

Página

Anoche, se había imaginado entrar en una de sus habitaciones y acabar con el fuego que Austin y Jensen habían encendido. Pero cuando se había preguntado a quien preferiría más, Gray no pudo tomar una decisión. Los dos lo fascinaban. Si hubiera entrado en un dormitorio, habría querido que los dos hombres estuvieran ahí esperando por él, sobre todo después de presenciar la orgía que había vislumbrado la noche anterior. Nunca había visto nada igual y le hizo desear algo intenso.

23

Al mismo tiempo.

Un vaquero gay podría ser herido si no tenía cuidado y salía ante la persona equivocada. Lo había aprendido de la manera difícil hace unos años. Las contusiones y huesos rotos pudieron haber sanado, pero habían dejado cicatrices profundas. La noche anterior había sido increíble, sentirse libre de ser él mismo, aunque sólo sea por un rato. Debería estar feliz con eso. Tenía amantes potenciales con los otros hombres en el barracón, si jugaba bien sus cartas, pero, por supuesto, él elegiría el camino más difícil. —¿Entonces ustedes chicos, escucharon los hechos salvajes de anoche? —Preguntó Scotty de repente.

—Más de una persona —dijo Scotty—. Tres de ellos salieron afuera y siguieron en el porche. Me escabullí a echar un vistazo, pero estaba demasiado oscuro y no podría decir quiénes eran. Gray tragó, temeroso de que hubiera sido ya atrapado. —A cada quien lo suyo —dijo finalmente Dale. —¿No tienes problemas con que haya hombres gays en el barracón? —Preguntó Scotty. Dale se encogió de hombros, llenando a Grey con un poco de esperanza. —Nop. No tengo ningún problema con ello. ¿y tú? — Preguntó Dale a Scotty.

Página

—Sí, he oído todo ese barullo —dijo Dale con una risa—. Alguien estaba teniendo un poco de diversión.

24

Gray apartó la mirada, recordando su promesa. Él no sacaría del armario a los otros vaqueros, o salir el mismo en el proceso.

Scotty miró hacia adelante, como si estuviera considerando su respuesta con cuidado. —Supongo que no —finalmente respondió, pero luego se dio la vuelta para dirigirse a Gray—. Estás muy callado. ¿Qué opinas de que los hombres estén jodiendo dentro del barracón? Los ojos de Gray se redondearon, pero trató de actuar tan tranquilo como pudo. —Como dijo Dale, a cada quien lo suyo. Si no le están haciendo daño a nadie, no me importa. Scotty clavó en Gray una mirada fija y no dijo una palabra. Partes iguales de calor y de miedo llenaron el cuerpo de Gray, cuando el hombre caliente como el infierno lo observó por un momento.

—¿Alguna vez han estado con otro hombre? —Preguntó Scotty, a nadie en particular. —¿Por qué? ¿Lo has estado tú? —Preguntó Dale. Gray sonrió, apreciando el increíble desvío por parte de Dale. Dale era todavía una gran interrogante en la mente de Gray, pero Scotty, se inclinaba hacia tenso, sin duda, especialmente después de su interrogatorio hace un momento. Parecía un poco molesto por las actividades nocturnas de los otros empleados. Dale, por el contrario, no parecía estar molesto para nada.

Página

Gray soltó el aire que había estado conteniendo y maniobró su caballo alrededor de un par de cabezas.

25

—Sí, supongo que sí —dijo Scotty finalmente, volviéndose hacia el ganado que estaban revisando.

—Nah —dijo Scotty, frunciendo el ceño, arrugando su hermoso rostro. Definitivamente tenso. —¿Y qué tal tú, Gray? —preguntó Scotty. Gray sintió ambos pares de ojos sobre él y junto las riendas en sus manos con fuerza, tratando de comprar un segundo o dos. —¿Por qué? ¿Estás buscando una cita, Scotty? Dale soltó una estruendosa carcajada, mientras que Scotty entrecerró los párpados a Gray.

—No dejes que te moleste. Puede ser un idiota —dijo Dale. —¿Has trabajado antes con él? —Preguntó Gray, curioso acerca de los dos. Nunca había tenido la oportunidad, hasta ahora, de pasar algo de tiempo con sólo ellos dos. Parecían en cierto modo, cercanos, y se preguntaba cuál era su vínculo. —Sí. En los dos últimos ranchos, trabajamos juntos. —¿Así que el imbécil trabaja bien contigo?

Página

—Listillo —espetó Scotty antes de instar a su caballo. Dejó a los dos hombres un poco atrás, guiándolos a través del ganado.

26

Sin duda tenso. De alguna manera, eso sólo hacía a Scotty aún más apetecible. Un desafío. Una sonrisa se dibujó en los labios de Gray, a pesar de que trató de luchar contra ella.

Dale rio de nuevo antes de volver a mirar a Gray. El hombre clavó a Gray con una mirada durante unos segundos antes de mirar hacia adelante. —No siempre es un idiota. En realidad, es un tipo bastante decente la mayor parte del tiempo. Gran trabajador. De confianza. En esta línea de trabajo, necesitas de alguien así en tu equipo.

—¿Por qué te fuiste de ahí? —Preguntó Gray, queriendo que Dale hablara más. Le gustaba el timbre de voz del hombre. Había una cualidad relajante en ella... también algo más que hacía que estremecimientos corrieran por su espina dorsal y piel de gallina recorriera su cuerpo. —Solo necesitaban esa ayuda extra por unos meses. Fue un buen trabajo, y habría estado dispuesto a permanecer ahí si hubieran sido capaces de mantenerme.

Página

—Nos encontramos con algunos problemas en un rancho después de trabajar juntos durante unos meses. El ranchero era un idiota y pagaba una mierda. Nos recortó la paga varias semanas, y luego mintió y dijo que nos había pagado en su totalidad cuando le reclamamos. Ni Scotty, ni yo lo soportamos o nos retractamos de ello, por lo que nos despidió a los dos. Antes de irnos, su hijo, que era mucho mejor hombre que su viejo, nos dio información sobre otro rancho que necesitaba un poco de ayuda extra.

27

Gray asintió. Eso era definitivamente seguro. Un trabajador tenía que confiar en el hombre a su lado y, a veces él había sido desafortunado en una mala situación.

—Eso es duro. Tengo la esperanza de que tal vez este lugar sea uno en el que pueda quedarme un tiempo. Dale suspiró. —Tú y yo, los dos. Estoy cansado de mudarme y empezar de nuevo una y otra vez. Estoy listo para que un poco de raíz crezca bajo mi pie. Las raíces no eran algo de lo que Gray supiera mucho. Podría ser agradable sentirse como en casa por un tiempo. Especialmente cuando hombres con ideas similares, como con los que había disfrutado anoche, estaban por aquí. —Sí, eso no sería tan malo. Si Mack está planeando realmente que este rancho crezca, podría haber posibilidades de quedarse aquí por un tiempo.

Sobre la tierra estaba una vaca muerta. No sólo muerta, sino destripada. Lo que sea que lo había hecho la había desgarrado de manera horrible. —¿Coyote? —Preguntó Dale mientras acercaba su caballo—. Casi se ve obra de animales... pero no del todo. Gray se bajó de la silla y agarró las riendas de su caballo, tirando del animal detrás de él. El caballo parecía nervioso entre más se acercaba Gray.

Página

Gray escuchó el grito de Scotty por encima de los berridos del ganado. Instó a su caballo a través de la manada hasta donde estaba Scotty en ese momento bajándose de su montura.

28

—¡Oigan! ¡Vengan aquí!

—Sí, esas no parecen las marcas de ningún animal que haya visto alguna vez. Pero, ¿qué más podría hacer tal cosa? Scotty negó con la cabeza mientras se arrodillaba junto a la vaca. Miró las heridas un momento antes de girarse a mirar por encima del hombro. —Creo que alguien quiere que pensemos que un animal hizo esto. No falta nada de la carne. Si un animal hubiera hecho esto, se habría alimentado de su presa. Ésta esta simplemente cortada de manera salvaje. Sin embargo, fueron demasiado lejos y mostraron sus intenciones.

Gray se volvió para examinar el horizonte, preguntándose si el que había hecho esto todavía estaría por ahí. —Deja el rifle. Dale sacó el rifle de la silla y se la dio a Gray, junto con algo de munición extra. Sólo habían traído uno con ellos, en caso de que se encontraran con carroñeros. Ahora este podría ser necesario para protegerlos a él y Scotty. Alguien había tenido la intención de dejar un mensaje, al parecer, y Gray se negaba a ser el próximo mensaje. —Ustedes dos manténganse a salvo, volveré tan pronto como sea posible —dijo Dale antes de girar su montura y galopar rápidamente hacia la casa principal.

Página

—Cabalgaré de regreso y reuniré un poco de ayuda —dijo Dale— . Ustedes dos pueden mantener alejado al ganado hasta que volvamos.

29

—Tenemos que regresar al rancho e informar a Mack. Luego, traer a los chicos aquí para que podamos enterrar esta vaquilla — dijo Scotty.

Gray miró a Scotty. —¿Sabes de algunos enemigos que tenga Mack? Gray negó con la cabeza. —Sé que Mack me dijo que tuviera cuidado de la Circle J, propiedad de Pete Hardwick. Aparte de eso, no tengo ni idea. —El círculo de idiotas6 —dijo Scotty con una carcajada. —¿El qué? —Preguntó Gray. —Así es como Mack lo llamó... al Circle J.

—La tierra está comprada y vendida. ¿Cómo el matar a una vaca ayudara a Pete ahora? —Preguntó Gray. —Tal vez Pete sólo quiere ser una espina en el costado de Mack. —Scotty se puso en pie y sacudió sus manos enguantadas en su redondeada parte trasera—. Diablos, no sé. Mack podría tener un montón de enemigos por lo que sabemos. No tiene sentido jugar juegos de adivinanzas. Mack lo averiguara.

6

Circle =circulo, grupo. Mack les dice circle jerk (Circle J) = circulo de gilipollas, idiotas, patanes imbéciles.

Página

—Pero sus empleados podrían, por un buen precio. Jensen hizo una vez un comentario, diciendo que el viejo Pete no estaba contento de que Mack se estuviera expandiendo. Pete quería la tierra que Mack compró.

30

Gray sonrió. —Por lo que he oído de Pete, no creo que él tuviera las bolas para hacer este desastre.

Jensen se detuvo poco después, remolcando una retroexcavadora detrás de él. Los hombres trabajaron rápidamente para bajarla y empezar a cavar un agujero, mientras que Mack estudiaba la escena. —¿Llamaste a la policía? –Preguntó Scotty a Mack. —No tiene caso. El que hizo esto tiene al sheriff controlado — respondió Mack, con la mandíbula apretada. —¿Quién sería este? —Preguntó Gray.

Página

El silencio cayó entre ambos mientras esperaban. La facilidad de conversación que había sentido con Dale no estaba aquí con Scotty, independientemente de cuánto quisiera Gray que lo fuera. Dada la situación, no era momento para ponerse todo hablador, de todos modos. Siguieron rondando a la vaca, alejando a la manada, hasta que escucharon los motores de camionetas en la distancia. Mack estuvo con ellos en poco tiempo, su todoterreno lanzaba polvo detrás de él como algo salido de la película de Mad Max.

31

Gray se giró para observar el horizonte, esperando que el culpable mostrara su rostro. Por la forma en que la vaca se había desangrado, había muerto hace bastante tiempo, así que quien haya cometido el crimen probablemente estaba lejos, muy lejos en este momento. Una vez que ambos se subieron otra vez a sus monturas, Gray siguió manteniéndose alerta de todos modos, al tiempo que trabajaba en contener al rebaño junto con Scotty.

—Sólo hay una persona en que puedo pensar, Pete Hardwick. — Mack se quitó el sombrero y se golpeó el muslo con él—. Hijo de puta. —Podrían ser adolescentes —Jensen sugirió—. No hay nada que hacer aquí en tierra de nadie. Un grupo de jovencitos podría ser lo suficientemente estúpido. O estar lo suficientemente aburridos. —Nah. Conozco a la mayoría de los chicos por estos lares y son buenos chicos. No me harían algo como esto. —Mack golpeó su sombrero otra vez y miró en la dirección del Circle J—. Puedo sentirlo en mis huesos. Pete tiene sus dedos en esto.

Gray ayudó a los otros hombres a cargar la vaca en la retroexcavadora. Jensen empujó rápidamente la ternera en el agujero que había cavado y cubrió la tumba de la vaca. Cuando todos terminaron, Mack observó a Grayson, Dale, y Scotty. —Quiero que ustedes tres acampen en este lugar esta noche. Sin fuego. Sin luces. Vigilen y vean si regresan esos bastardos. La excitación paso rápidamente por del cuerpo de Gray. Solo, afuera en la montaña, con los dos sujetos de sus fantasías. No podía pedir nada mejor.

Página

Mack sacudió la cabeza. —Hazlo.

32

—Pongamos este animal bajo tierra antes de que comience a pudrirse y arruine la manada —dijo Jensen—. ¿A menos que necesites cualquier otra cosa, Mack?

—Mack, esto podría ser cosa de una sola vez —dijo Jensen—. El entusiasmo de Gray se hundió y esperaba que Mack no le hiciera caso. —Tal vez. Tal vez no —dijo Mack—. Quiero cortar esto de raíz, así que no lo dejaré pasar. —Dudo que vuelvan otra vez a la noche siguiente. No tiene sentido —dijo Scotty. Mack cruzó los brazos sobre su pecho. —¿Tienes un problema haciendo lo que te pido? Scotty se apresuró a negar con la cabeza. —No, jefe. Voy a dormir aquí durante un mes si eso le hace feliz.

—Esperemos no llegar a eso. —Jensen suspiro antes de girarse hacia a Gray—. Vallan a tomar un poco de equipo de acampar y vuelvan para comprobar el resto de la manada. Voy a tomar a Austin y dirigirme hacia el sur. Usted tres vallan al norte, hacia el cañón.

Página

—Esto podría tomar ese tiempo —dijo Mack—. Puede que tengan que moverse con la manada, y mantenerse en la periferia hasta que vuelvan. Pero sé que van a volver. Esto era una amenaza. Habrá más. Ustedes tres van a seguir al rebaño, durante todo el tiempo que sea necesario.

33

—Sí que la hiciste. —dijo Jensen en voz baja.

Página

34

—Sí, señor —dijo Gray, y volvió a subir en su caballo. Trató de reprimir una sonrisa. Quién sabe cuánto tiempo estaría ellos tres fuera, en la montaña. Solos. Gray sabía que había una buena posibilidad de que no pasara nada, pero podría desear.

Capítulo tres

—¿Necesitas ayuda?

Página

Había un poco de ruido detrás de él. Dale estaba empezando una cena rápida en la estufa de campamento y Grayson estaba atendiendo a los caballos, pero ambos hombres eran silenciosos como podían serlo, la inmensidad de las montañas se tragaba sus sonidos. Se volvió de nuevo hacia los menguantes rayos de sol y vio como este bajaba un poco más. Sabiendo que siempre había trabajo que hacer, se volvió hacia Dale.

35

Scotty martilló la última estaca en el suelo y comprobó la cuerda para asegurarse que estaba tensa. Una vez que la tienda estaba armada, se puso de pie y se sacudió las manos polvosas en la parte de atrás de sus pantalones, antes de mirar a su alrededor. Estaban a una milla más o menos del cañón que separaba a la Triple M del Circle J. Las formaciones rocosas se elevaban hacia el cielo, una espiral de púrpura y rosa oscuro cuando el sol se ponía en el cielo. Unas pocas estrellas eran ya visibles más arriba, y la luna llena mirada con enojo hacia la tierra. Era tranquilo aquí en el medio de la nada, mucho más tranquilo que cualquier vida que Scotty hubiera conocido antes.

Dale se encogió de hombros mientras agitaba el contenido en la pequeña estufa de gas a la luz de los remanentes rayos de sol, y de la pequeña linterna a su lado. —Lo único que puedo cocinar sin fuego son frijoles. Está casi terminado. —Estupendo. —Hay carne seca en la bolsa, si quieres algo más. —¿Qué? ¿Y arruinar el desayuno? —Scotty dejó caer su culo al otro lado de Dale y observó a Grayson con los caballos. El pelirrojo era difícil de catalogar. Parecía bastante agradable, pero distante. No es que los vaqueros tendieran a ser todo lo contrario. Se necesitaba cierto tipo de hombre para trabajar en un rancho.

—Estoy pensando en ello. —Grayson siempre le había dado a Scotty una vibra extraña. Scotty se sentía... incomodo... cuando el pelirrojo estaba alrededor y no sabía por qué. No era que sintiera que Grayson fuera peligroso o un problema, pero no estaba seguro de qué era lo que le confundía del hombre. —No vas a hacerle pasar un mal rato, ¿verdad? —Preguntó Dale. —Podríamos estar aquí por un par de semanas y no necesito que los dos se cabreen el uno al otro.

Página

Dale miró por encima del hombro y se encogió de hombros. — No lo sé. ¿Por qué no se lo preguntas?

36

—¿Cuál crees que sea su historia? —Preguntó Scotty a Dale, asintiendo hacia Grayson.

—Nah. No pienso hacerlo —dijo Scotty—. Sólo quiero saber que puedo confiar en él. Dale asintió, pero no dijo nada. Los dos se quedaron allí en cómodo silencio durante unos minutos más. Scotty observó a Grayson todo el tiempo, la penumbra del atardecer lo hizo más y más difícil de ver. Era un hombre bien constituido, musculoso. Años de duro trabajo se mostraban en su cuerpo.

—Gracias —dijo antes de tomar el primer bocado. Después de tragar miró a Scotty y Dale—. Estaba pensando que podríamos tomar turnos. Al menos uno de nosotros debe permanecer despierto durante la noche y vigilar. Scotty tomó el cuenco que le daba Dale. —Suena bien, Grayson. —Me puedes llamar Gray. Únicamente mis padres me llamaban Grayson. No era la primera vez que se lo había dicho a Scotty, pero por alguna razón, Scotty prefería el nombre completo. —Tal vez cuando te conozca mejor.

Página

Grayson dejó caer el cepillo que había estado usando y se acercó. Se puso en cuclillas frente a Scotty, y Dale le entregó un cuenco. El pequeño círculo de luz de la linterna apenas tocó su cara. Por suerte el crepúsculo todavía proporcionaba un poco de iluminación.

37

—La cena esta lista —Dale gritó hacia Grayson, casi haciendo saltar a Scotty.

Grayson lo miró. —¿Qué quieres saber? Scotty tomó un bocado de frijoles y masticó lentamente, tratando de pensar en una buena pregunta inicial. —Aquí fuera, sólo nos tenemos unos a otros en quien confiar. Simplemente no te conocemos bien todavía. —Una perfecta oportunidad para conocerme ahora. —Grayson sonrió extrañamente, un brillo acudió a su ojo, y Scotty sintió que su pecho se oprimió—. No hemos trabajado mucho juntos desde que nos contrataron.

¿De dónde diablos salió eso? —La confianza no viene durante la noche. Se construye con el tiempo. Grayson asintió. —Cierto. Scotty hurgó en su plato de comida, tratando de ignorar la lujuria creciente en sus entrañas. No era gay, sin embargo, se estaba poniendo duro por el vaquero frente a él. Había jugado un poco cuando era más joven, en el ejército, pero había superado aquella fase de duda de su vida. Era firmemente heterosexual.

Página

¿Guapo?

38

Scotty dio otro bocado, confundido por la extraña sensación que sentía. No quería jugar más a las veinte preguntas. Quería estar lo más lejos del pelirrojo como fuera posible. El muy guapo pelirrojo.

—Entonces, ¿de dónde sacaste todos esos tatuajes? —Preguntó Grayson. Scotty miró hacia sus brazos y a todos sus tatuajes. Varios le cubrían el pecho, la espalda y las piernas, pero pocos veían eso. — El ejército. Tengo uno por cada misión en la que estuve. Cada momento significativo. Aunque algunos fueron hechos en el reformatorio juvenil, pero la mayoría de ellos ya han sido cubiertos. —¿Reformatorio juvenil? ¿Eras una mala semilla? —preguntó Grayson.

Grayson sonrió, mirando hacia abajo a su plato a medio comer. Por alguna razón, esa sonrisa tímida sólo sirvió para poner más duro a Scotty. —Definitivamente no un monaguillo. —Entonces, ¿cuál es tu historia, Grayson? Te dije la mía. ¿Cómo te criaste? —Nada especial. Madre soltera en Dallas. Murió cuando yo tenía unos doce años y me enviaron a vivir con mi tío en God’s Country. Tenía un pequeño rancho, y trabajé con él hasta su muerte. He estado vagando desde entonces.

Página

—No fui el mejor chico. Ser botado entre hogares de acogida hace eso. El Ejército elimino todo eso de mí, en su mayoría. ¿Qué hay de ti? Apuesto a que eras monaguillo.

39

Scotty miró a Dale que en silencio comía su cena. Dale ya había hecho esa pregunta hace años y sabía la respuesta.

—¿Sin familia? Grayson masticó la comida en su boca y se la tragó. Su mirada se reunió con la de Scotty en el crepúsculo. —Mi padre está en algún lugar. Se fue cuando yo tenía tres años y nunca regresó... y mi... por lo tanto sí. Sin familia. Scotty podía sentir el dolor que venía de Grayson. O tal vez era su propio reflejo en él. Él entendía lo que significaba estar completamente solo. —¿Qué fue eso de y mi? Grayson negó con la cabeza. —No fue nada.

Dale enjuagó el tazón vacío con agua de su cantimplora. —No hay una historia triste. Mis padres todavía viven cerca de Austin. Simplemente me gusta trabajar con las manos y los animales. Nada de oficinas o escritorios para mí. —Dale quería ser veterinario —añadió Scotty—. Un gran veterinario de animales. —¿Por qué no lo hiciste? —Preguntó Grayson a Dale. Dale fulminó con la mirada a Scotty antes de girarse hacia Grayson.

Página

—¿Qué hay de ti, Dale? ¿Cuál es tu historia? —Preguntó Grayson, haciendo caso omiso de la incitación de Scotty.

40

—Nada, ¿eh? —Scotty contempló a Grayson, pero el hombre se negó a mirarlo a los ojos.

—Mis calificaciones no eran lo suficientemente buenas como para una beca, y mis padres no estaban dispuestos a ayudarme. Supuse que no era mi destino. —Siempre hay préstamos —dijo Grayson. —No me gusta deberle nada a nadie —dijo Dale en voz baja—. Vivo de lo que gano y nada más. —Comprensible —dijo Grayson antes de limpiar su tazón también—. Entonces, ¿quién va a tomar el primer turno?

Scotty observó al hombre deambular hacia la tienda que había instalado, un repentino deseo de seguir al hombre hizo estremecer su cuerpo. Una vez que Grayson estuvo dentro, sintió la mirada de Dale sobre él. Volviéndose a su amigo, sintió que Dale quería decir algo. —¿Qué? Dale sacudió la cabeza. —Nada. —Jaló el rifle para acercarlo más a él y verificar que estuviera cargado antes de ponerlo de nuevo en el suelo. Apagó la linterna y los dejó a oscuras. Muy pronto las estrellas y la luna emitieron su luz sobre la montaña, resaltando un mundo que parecía muy diferente.

Página

—Voy a dormir un par de horas. Sólo ven y despiértame cuando sea mi turno —dijo Grayson mientras se levantaba.

41

—Yo lo haré —dijo Dale mientras guardaba la estufa de campamento. Agarró la olla usada y la limpió con una toalla y un poco de agua de su cantimplora.

—¿Por qué no vas a dormir, también? Scotty miró hacia la tienda, demasiado excitado para dormir o para confiar en sí mismo con Grayson en el interior. Su cuerpo palpitaba con una necesidad que no había sentido en mucho tiempo. Él no se sentía atraído por los hombres, pero se sentía atraído por Grayson. Eso es lo que habían sido esos raros sentimientos. En el fondo, él lo sabía, pero no había querido admitirlo. Ahora eso estaba muy claro, y se sentía demasiado lujurioso, para ignorarlo por más tiempo. —Nah, voy a ayudarte a vigilar.

Dale rio. —Igual que hablar con un niño malcriado. Se hizo el silencio entre ellos por unos momentos, el único sonido era el susurro del pequeño arroyo cercano. —Si fuera un apostador, diría que no quieres entrar en esa tienda de campaña con Grayson. —¿Qué te hace decir eso? —Preguntó Scotty, con incredulidad. —No erices tus plumas7. Pero veo la forma fija en que lo miras.

7

No saques las uñas; no te pongas a la defensiva etc.

Página

—No estoy cansado.

42

—Lo más probable es que no aparezcan tan pronto, si es que aparecen. Ve a descansar un poco —dijo Dale.

Scotty apretó la mandíbula. —No lo miro fijamente... no de esa forma. Simplemente me parece que no puedo leerlo. —Es solitario aquí afuera. Rodeado de hombres. Como he dicho antes, yo no juzgo. Los hombres tienen necesidades. —Dije que no lo veía de esa manera —dijo Scotty un poco más fuerte. ¿

¿

Página

43

—Si no vas a ir a dormir un poco, lo haré yo —escupió Dale—. No hay razón para que los dos estemos despiertos.

Capítulo cuatro

En vez de acostarse frente a Gray, Scotty se acostó junto a él. Antes de que Gray pudiera preguntar algo, labios firmes estaban en los suyos, besando todo el aire de sus pulmones. Un momento de sorpresa le hizo apartarse, pero sólo le tomó un momento con sus dedos contra el pecho duro para saber que no iba a parar este avance.

Página

La solapa de la entrada se abrió y se cerró muy rápido, Gray no pudo ver quien había entrado. Suponiendo que Dale estaba de guardia, tendría que ser Scotty. En la oscuridad de la tienda, no podía estar seguro.

44

Gray se sacó las botas antes de extenderse en uno de los dos sacos de dormir en el suelo de la pequeña tienda de campaña. Aspiro un poco de la caliente y seca noche de Texas y cerró los ojos. El sueño no iba a venir, no con los dos hombres calientes fuera de esa tienda. Además, no estaba seguro de si Scotty iba a venir para echarse una siesta también o si el hombre se quedaría afuera con Dale para vigilar. La idea de Scotty tendido en el saco de dormir junto a él hizo a su eje engrosarse aún más de lo que ya estaba. Apretó los dientes, dispuesto a detener la necesidad que lo atravesó rápidamente.

Las manos de Scotty estaban sobre él, tocando, tentando, y provocando. Su pene ya había estado duro, pero ahora, ahora estaba luchando contra la tela de algodón de sus vaqueros, gritando por su liberación. Como si Scotty leyera su mente, su pene fue liberado rápidamente y agradablemente acariciado. Gray no perdió tiempo en hacer lo mismo a su pareja. Liberó el pene de Scotty y comenzó a bombear el puño sobre la gruesa longitud.

—Quítate los pantalones —una ronca demanda susurrada salió cuando Scotty rompió el beso por un segundo. Rápidamente reclamo los labios de Gray por un momento, hasta que Gray se apartó para quitarse los pantalones vaqueros y la camisa.

Página

Arrastró sus dedos sobre la carne caliente y masculina, trazando los contornos de los duros músculos de Scotty. Gray se deleitó con la sensación del vaquero, el cuerpo ligeramente sudoroso y lleno de polvo, vestido con jeans ajustados. Jeans que en ese momento fueron empujados a la parte superior de los fuertes muslos de Scotty. Los besos se profundizaron entre más se tocaban.

45

Nunca antes en su vida había querido más la luz. Cuando Scotty se quitó la camisa y Gray empujó sus pantalones hacia abajo, Gray deseó ver más de las curveadas líneas de los tatuajes que cubrían el cuerpo del hombre. Sabía que había más y quería trazar el camino de cada marca con sus dedos... y lengua. Los mendigos no podían elegir, así que tomaría lo que estaba recibiendo e imaginaría que estaba haciendo exactamente lo que él deseaba.

Dejando puestos sólo los calcetines, se abalanzó sobre el hombre corpulento y buscó la boca del vaquero, amando la forma en que la barba raspaba fuerte su cara. El beso de un hombre siempre era más rudo que de cualquiera de las chicas que él se había obligado a besar.

Lamió la parte inferior del pene de Scotty y volvió a la cabeza gorda, antes de tomar más profundo al hombre. Poco a poco, fue capaz de tragar más del eje de Scotty. Codicioso, Gray lo quería todo. Las bolas del vaquero se frotaron contra la barbilla de Gray y habría hecho cualquier cosa por tener las manos libres para apretar y pellizcar el pesado saco. Scotty gimió bajo por encima de él, y Gray se quejó en respuesta alrededor de la polla gruesa de Scotty. Una vez que Gray fue capaz de tomar casi totalmente a Scotty, el vaquero empezó a joder su boca.

Página

Scotty era sin duda más áspero. Él empujó a Gray al suelo. Fue inmovilizado por un fuerte par de rodillas sobre sus hombros, y sintió el roce de una polla contra sus labios. Sin pensarlo, se abrió para el hombre, chupando su polla tan profundo como pudo. Un toque de almizcle se extendió en su lengua y tragó el delicioso sabor salado junto con la carne caliente forzada en su boca. El vaquero era grueso y largo, por lo que había sido capaz de sentir en su mano, y parecía imposiblemente más grande cuando Gray trató de tomar al hombre hasta la parte de atrás de su garganta.

46

Le gustaban las cosas más ásperas.

Página

47

Sus caderas rodaban mientras forzaba más y más su eje en la garganta de Gray. Gray amó cada segundo del trato rudo. Su pene en posición de firmes, su cuerpo palpitaba por más. —Está bien. Ponme bien húmedo, Grayson —dijo Scotty por encima de él. Sin embargo, la voz era distinta. Los ojos de Gray se abrieron cuando se dio cuenta de que podría ser Dale encima de él, no Scotty. Estaba demasiado oscuro para que estuviera seguro.

—Espera. No estoy listo para venirme todavía —susurró la voz profunda. Gray todavía no estaba seguro de quien era su amante. Por suerte él quería a ambos hombres, por lo que no le importaba demasiado cual semental estaba empujando la polla entre sus labios. No había estado seguro de que esto pudiera pasar, de una forma u otra. El hecho de que sucediera, era una fantasía en sí mismo.

Página

Gray cerró los ojos, la emoción corrió por sus venas cuando la comprensión lo golpeó. No tenía idea de quien lo estaba jodiendo. Sonrió alrededor de la polla en su boca y la chupó con más fuerza, listo para conseguir una carga caliente de semen en su boca.

48

¿

Scotty, o Dale, la sacó de sus labios y rápidamente volcó a Gray sobre su estómago. Sintió el grueso tallo del pene presionando contra su culo y se alzó de nuevo, tratando de ayudar a la polla a encontrar su agujero. Inclinándose, se puso en posición, la cabeza de la polla del vaquero contra su ano.

A Gray no le importaba cuál de los hombres estaba dentro de él. Él los quería a ambos. Él quería ser tocado. El sexo de anoche no lo había tranquilizado, sólo lo dejo con ganas de más. Su amante se detuvo una vez que estuvo profundo hasta las bolas. Gray respiraba bruscamente, mezcla de placer y dolor, lo suficiente para conseguir que su polla goteara.

Página

Su amante era lento y paciente, otra vez haciéndole pensar a Gray que era Dale. Scotty no era paciente, o no parecía serlo. Sin embargo, sabía tan poco de los dos hombres, que no tenía idea de cómo, cualquiera de ellos, serían como amante. Poco a poco, el hombre lo estiro y se hundió pulgada a pulgada en el culo de Gray, haciendo huir su cordura.

49

Los gruesos y musculosos muslos descansaron contra la parte de atrás de los suyos, la capa de pelo grueso le hacía ligeramente cosquillas. Sentía la presión del hombre dentro de él, la cabeza extendiéndolo un poco. Gimió, el dolor punzante. Había pasado demasiado tiempo desde que había sido follado por el culo, y quería eso con una desesperación que rara vez había sentido. Dolor o no, iba a tener al vaquero hundiéndose dentro de él.

Semen se desprendió de la punta y cayó a su saco de dormir. Metió la mano bajo su cuerpo y agarró la longitud con una mano, pasándola arriba y abajo del eje hasta que un gemido salió de sus labios.

La mano de Gray fue apartada y reemplazada por la de su vaquero. La mano callosa se sentía increíble en su pene mientras montaba el eje detrás de él. El toque era todo lo que necesitaba para hacerlo añicos. Se vino con un grito contra los labios de su amante. El vaquero se tragó su pasión, profundizando el beso mientras Gray entraba en erupción por todo el saco de dormir.

Página

Después de unos minutos de tomar la brutal jodida, su amante desaceleró, levantando a Gray y sosteniéndolo cerca. Su espalda contra el frente de su vaquero, se mecieron juntos durante unos minutos, mientras su amante capturaba su boca de nuevo y la saqueaba con otro beso contundente.

50

Ese gemido pareció sobrepasar a su amante. Con un fuerte gruñido, el vaquero se retiró y se estrelló de nuevo en el cuerpo de Gray. Gray apretó la mandíbula, tomando la brutal follada, acariciando su pene al ritmo de los poderosos empujes. Su amante lo agarró de los hombros y se impulsó dentro de él, empujando profundamente con cada fuerte azote. Gray comenzó a gemir con cada golpe, la necesidad dentro de él estimulada por el juego brusco. Estaba cerca de llegar, tan cerca. Su cuerpo estaba recubierto con una fina capa de sudor, y tembló bajo el cuerpo fuerte del hombre más grande.

Nunca había tenido una liberación tan fuerte, y temía que nunca tendría una mejor. Su cuerpo se sentía como de goma una vez que se bajó de su viaje. Su vaquero todavía estaba caliente y duro detrás de él. Gray fue empujado hacia abajo sobre el saco de dormir cuando su amante se retiró. Gray se quejó, no estaba dispuesto a perder la sensación todavía. El hombre no se había corrido todavía, y quería sentir el calor resbaladizo del semen goteando de su culo.

El hombre se puso rígido por encima de él, su ritmo cada vez más rápido. Gray sintió que el hombre estaba cerca y decidió lanzar un poco de obscenidades para ayudar a su amante sobre el borde.

Página

Una vez más, su amante se detuvo. Se inclinó hacia delante, casi doblando a Gray por la mitad, mientras el hombre besaba los labios de Gray. A medida que el beso se intensificó, el amante de Gray se movió, haciendo girar sus caderas mientras alimentaba a Gray con su pene. Cuando el beso se rompió, los golpes se aceleraron. Una vez más, Gray disfrutó de una follada áspera, el golpeteo hizo crecer su pene duro una vez más. Se agarró la longitud y se acarició mientras su amante vaquero tomaba todo.

51

Gray no esperó mucho tiempo. Fue girado sobre la espalda y sus tobillos colocados sobre los hombros de su amante. En un instante, fue llenado de nuevo, la gruesa polla dura lo perforó una vez más. Un gemido salió de sus labios mientras era llenado, sabiendo que no había mejor sensación que la que sentía en ese momento.

Página

52

—Lléname... con un poco de leche caliente. Quiero sentirte... caliente y profundo. El hombre lo agarró por los tobillos y se puso completamente rígido. Gray sintió los primeros chorros de esperma dentro de su culo y las sacudidas de la polla del hombre, mientras cuerda tras cuerda hacían erupción. Gray no había estado cerca de otro orgasmo, pero la sensación del hombre viniéndose dentro de él lo empujó sobre el límite. Se corrió en su mano una vez más, su espalda se arqueó por la rápida liberación.

—Gracias —susurró la voz profunda, y estaba fuera de Gray. Gray rodó sobre su costado, extendiendo la mano hacia el hombre, pero él se había ido. La solapa de la tienda se abrió, dejando entrar casi nada de luz. Y luego fue cerrada. Solo, Gray todavía no tenía idea de cuál hombre acababa de follarlo. Se tumbó en el saco de dormir, sonriendo, mientras disfrutaba la relajación postcoital.

Página

Y cuando todo terminó, la montaña de hombre se salió del culo de Gray y se tendió sobre él. Gray sintió los dientes en su labio inferior y un gemido se elevó de su garganta.

53

Se corrieron juntos, gimiendo y retorciéndose uno contra el otro, mientras encontraban su culminación.

Capítulo Cinco

Scotty terminó de enderezar su ropa y se acercó a donde estaba Dale sentado. —¿Te sientes mejor ahora? —Preguntó Dale. —¿Qué quieres decir con eso?

Página

Una sonrisa maliciosa cruzó por sus labios, sabiendo que había estado en lo cierto. Scotty tenía una erección por el apuesto vaquero. Bueno, al parecer ya no tenía una erección por el hombre, al menos no por el momento. Dale sintió que su pene se hinchaba al pensar en los dos hombres dando vueltas en la tienda, y sabía que no sería capaz de aguantar la noche sin tomar alivio hundiéndose en el cuerpo de Grayson.

54

Dale observó cómo Scotty salía de la tienda, tirando de sus pantalones. Con el ceño fruncido y tratando de reprimir sus celos, Dale aplacó toda emoción. La visión de Dale era muy buena, siempre lo había sido, y era probable que su amigo no tuviera idea de que estaba siendo vigilado. Dale había estado observando a Grayson desde el momento en que habían entrado a la propiedad. Había algo en el caliente vaquero que había avivado los deseos de Dale desde el primer momento. El tener a Scotty tomando al hombre primero, dolió. Había sentido una atracción que venía de Scotty también, que era por lo que lo había incitado. Había querido saber si tenía a Grayson para él solo.

—Todos esos gemidos saliendo de la tienda de campaña... y sales con tus pantalones abajo... bueno, uno supone. —No pasó nada —escupió Scotty mientras cruzaba sus brazos sobre el pecho—. Lo bueno es que vine aquí ya que aparentemente estás ciego y oyes cosas. Nuestro asesino de animales podría colarse delante de tus narices. —¿Entonces no te importaría hacerte cargo por mí, entonces? Me gustaría echarme una siesta. Contra ese pelirrojo caliente de allí. La cabeza de Scotty giró rápidamente. —¿Qué? ¿Lo quieres?

—¿Tienes un problema con eso, Scotty? Scotty cruzó los brazos sobre el pecho y miró hacia la distancia. —¿Por qué debería tener un problema? Dale sonrió, percibiendo que eso estaba comiendo al hombre vivo. Se puso de pie y dio a su endurecida polla un golpe. —Buenas noches entonces. Te enviaré a Grayson para relevarte... si es capaz de caminar después de que haya terminado con él. Estaba seguro de haberlo oído refunfuñar detrás de él. Su sonrisa se amplió.

Página

Scotty estaba en silencio, pero podía sentir que había algo que el hombre quería decir.

55

—Todos tenemos necesidades. Ha sido demasiado tiempo desde que he tenido un pedazo de culo caliente. Tengo la sensación de que Grayson será receptivo a mi oferta.

Dale se dirigió a la tienda, seguro de que Scotty lo detendría. En el momento en que llegó a la solapa de la tienda, se sorprendió de no haber sido atacado. Si Scotty no iba a poner resistencia, Dale tomaría lo que quería. Y quería al pequeño pelirrojo caliente. Entró por la solapa. Antes de ponerse demasiado cómodo, se quitó la camiseta y se desabrochó la bragueta de los vaqueros, tratando de contener el deseo que sentía. Si no conseguía algo de control, acabaría explotando su carca con el primer contacto del cuerpo de Grayson. Agarrando su pene, lo acarició hasta que estuvo duro y listo para el vaquero debajo de él. —¿De regreso por más? —Grayson susurró desde el suelo. Dale no respondió al principio, la lujuria lo golpeó con fuerza.

Grayson se detuvo. —Esta no es la misma polla que acaba de follarme. —Nop —dijo Dale, su voz más profunda de lo habitual. Extendió la mano y acarició la mejilla de Grayson con la palma, tratando de transmitir en silencio su necesidad. Sabía que era insuficiente, pero tenía miedo de que, si abría demasiado la boca, arruinaría el momento. —No soy Scotty.

Página

Dale se arrodilló, sabiendo que debía decirle a Grayson que no era Scotty, pero quería demasiado sentir el contacto de las manos del hombre. Grayson agarró su pene y Dale se dejó ir, cerrando los ojos mientras Grayson lo acariciaba con perfectas caricias, firmes.

56

—Ven aquí —susurró Grayson.

Grayson apartó la mano, y el corazón de Dale calló. —¿Supusiste que tendrías un pedazo ya que Scotty lo consiguió? No funciona de esa manera. —No. Estaba celoso de que llegó a ti primero. Debería haber sido yo. No puedo soportar la idea de su olor en ti. Quiero el mío en ti. Dale escuchó un leve jadeo y sintió el calor aumentar en la tienda. Su pene palpitaba de necesidad, la necesidad que se había acumulado durante semanas.

Hubo una breve pausa, pero Grayson cedió y Dale sintió unos labios calientes envolverse alrededor de su eje. Un gemido fue arrancado de su garganta cuando Grayson lo tragó entero. Clavó los dedos en el pelo de Gray, instando al hombre al ritmo que necesitaba. Empujando sus caderas, alimento con su polla la boca del atractivo pelirrojo. Fue mejor de lo que podía haber imaginado. —Así es, Grayson. Chúpame bien. Hazme llegar. Grayson trago más duro su longitud, la profunda succión hizo que sus ojos se pusieran en blanco. Dale se inclinó hacia delante y sintió la espalda desnuda de Grayson, y más abajo, su culo desnudo.

Página

Los labios de Dale se extendieron en una amplia sonrisa. — Chúpamela. Ponme a punto de estallar.

57

Después de un momento, la mano de Gray volvió a la polla de Dale. —Entonces marcarme.

Página

58

Una sonrisa creció otra vez en los labios de Dale cuando golpeó ese culo tan duro como pudo. Grayson gritó e hizo una pausa sobre su pene, pero se quejó en voz alta y mamó a Dale incluso más fuerte mientras Dale pasaba la mano por la carne herida. Dale lo golpeó de nuevo, sólo para sentir las vibraciones de un profundo gemido vibrando sobre su polla. Se sentía demasiado bueno para no tener otro, por lo que golpeó al vaquero de nuevo, aunque esta vez más fuerte. Dio golpe tras golpe al trasero desnudo de Grayson, mientras empujaba su pene en la garganta del hombre.

Él había estado tumbado en la cama, escuchando los gemidos unas puertas más abajo, acariciando su pene. Una puerta se abrió y alguien había ido al baño, a Dale se le ocurrió que había sido Grayson. Poco después, había oído a varios de los hombres ir fuera. La curiosidad se había removido dentro de él, y una pizca de celos de que Grayson pudiera estar haciendo algo sin él. Dale los había seguido, pero había estado demasiado oscuro como para ver mucho. Se había detenido en el espacio común, viendo desde una de las ventanas.

Página

Esta no era la primera monta de Grayson, ni siquiera Scotty había sido su primero, Dale estaba seguro de ello. Grayson sabía qué hacer con una polla, y Dale se podía imaginar que Grayson había sido uno de los amantes que había escuchado anoche.

59

¿

Todo lo que había sido capaz de decir es que, fueron tres hombres los que habían disfrutado compartiendo en un trio. El cuerpo de Dale había vibrado, la suficiente necesidad dentro de él, como para hacer que sus piernas se debilitaran. Había querido salir y unirse a los amantes, pero no estaba seguro de cómo habrían reaccionado, sobre todo cuando reclamara al que quería.

Por ahora, saciaría su lujuria en el cuerpo del vaquero, solo. Demasiado rápido, Grayson lo llevó hasta el borde. Su eje dolía por correrse y llenar la boca del pelirrojo con una carga espesa, pero quería hundirse en el culo de Grayson una y otra vez antes de que explotara. Se salió de la boca de Grayson y empujó al hombre hacia abajo, sobre el saco de dormir. —Quiero follar ese culo apretado tuyo —susurró Dale.

Página

Cuando Mack había sugerido que salieran a las montañas, había sabido ahí y en ese momento que él tendría a Grayson. Visiones de un varón siendo utilizados por dos hombres rondaron en su mente. Nunca había querido participar en un trio, hasta que anoche había abierto los ojos. Scotty jodiendo a Grayson figuraba, de alguna forma, dentro de su plan. Antes de que regresaran al rancho, él intentaría conseguir su deseo. Los dos follarían a Grayson juntos.

60

Por lo que había visto... sabiendo que Grayson probablemente estaba en medio de ellos. Sabiendo que otro estaba follando o chupando a su hombre lo había llevado a la perturbación.

Grayson gimió y se retorció bajo el cuerpo de Dale. Colocando los tobillos del vaquero sobre sus hombros, Dale buscó el apretado capullo de Grayson con la cabeza de su polla. La encontró, resbaladiza y húmeda con el esperma de Scotty, e ingresó repentinamente con un suave deslizamiento. Cuando estuvo profundo en el interior de su vaquero pelirrojo, se detuvo para inclinarse por un beso. Pasó la lengua dentro de la boca de Grayson, probando la mezcla de sabor de él y de Scotty. Sabiendo que el hombre acababa de chupar y follar a su amigo podría haberles molestado a algunos, pero para Dale, eso le agregaba erotismo. Grayson no era el primer amante que habían compartido los dos amigos, siempre en una extraña clase de competencia. Ahora no era diferente.

Grayson dormía bajo el mismo techo que ellos. Las cadenas, estaban en el lugar. Joder el vaquero podría causar problemas y obligarlos a salir eventualmente de otro rancho. La necesidad que Dale sentía no se podía negar, sin embargo. Tendría a Grayson, sin importar lo que pudiera pasar en el futuro.

Página

Las mujeres que habían compartido, en las raras ocasiones en las que iban a la ciudad, habían sido de una sola noche. Sin cadenas. Sólo una noche de intenso placer.

61

Sólo que esta no sería una sola noche de placer.

El cuerpo de Grayson lo apretó con fuerza mientras se hundía en él una y otra vez. El cuerpo de Dale dolía de necesidad, con el corazón latiendo en sus oídos. No podía recordar la última vez que había estado tan caliente, y esa vez no fue con una mujer. Una noche no sería suficiente con este hombre.

Debajo de él, Grayson se retorcía, gimiendo en voz alta. Su mano trabajando vigorosamente sobre su propio eje, bombeando hacia arriba y abajo por su longitud. Dale podía escuchar al hombre masturbándose debajo de él y le gustaría poder ver al vaquero correrse. La próxima vez, no estaría oscuro. Ellos follarían bajo el cielo estrellado, donde Dale pudiera ver la expresión de deseo en la cara de su amante. El cuerpo de Grayson se tensó. Con un grito, Dale supo que el hombre se estaba corriendo. Sintió un poco de semen golpear su abdomen y eso fue todo lo que necesitó para acabar.

Página

El sudor goteaba por su cuerpo debido al esfuerzo. Se balanceaba en el cuerpo de su amante, dándole todo lo que tenía. El aire de sus pulmones quemaba mientras su cuerpo se tensó más.

62

Se machacó dentro del resbaladizo culo de Grayson, rugiendo con necesidad. Cuanto más bombeaba en la carne de Grayson, más duro se ponía. Había estado cerca de correrse desde hace tiempo, pero la sensación de Grayson envuelto alrededor de su eje se sentía demasiado bien como para dejarlo. Dale quería estar dentro de su vaquero toda la eternidad, se sentía demasiado bien para no estarlo.

Su columna vertebral se tensó, arqueándose, mientras inundaba el culo de Grayson con una espesa carga de esperma. Un grito se desgarro de sus labios mientras llenaba a Grayson con su semilla, gruesa cuerda tras gruesa cuerda de semen. Cuando se vació, y su cuerpo estuvo débil, se salió del cuerpo de Grayson. Cayendo al suelo, rodó de costado y abrazo estrechamente a Grayson. Grayson se tensó al principio, pero pronto apoyó la cabeza en el hombro de Dale. Dale dio un casto beso en la frente del pelirrojo. —Gracias.

Página

Dale sonrió. El cuerpo del vaquero se sentía bien a su lado. Pronto se durmió, manteniendo abrazado a su amante.

63

El hombre se quedó en silencio, pero dio un beso en el hombro de Dale y se acurrucó más cerca.

Capítulo Seis Gray se despertó, una luz brumosa se filtraba en la tienda. Se levantó sobre un codo y miró hacia abajo a un Dale adormecido. La comprensión entonces lo golpeó. Había jodido con ellos dos anoche. Y él no había tomado un cambio de guardia.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí afuera? Scotty levantó la vista de nuevo, la ira en su rostro. —¿Por qué eso importa ahora? —Lo siento. No fue mi intención dejarte aquí afuera toda la noche.

Página

Una vez que estuvo fuera de la solapa de la tienda, alzó la vista hacia donde estaba sentado Scotty. Él miró en su dirección y le frunció el ceño, antes de mirar hacia el frente al nuevo amanecer. Gray caminó sin prisa mientras se ponía su camisa y se detuvo a un paso de Scotty.

64

Scotty estaría probablemente enojado con él. Con cuidado, se apartó de Dale, con la esperanza de no despertar al hombre. Tan pronto como se puso de pie, buscó su ropa. El semen todavía goteaba de su culo, pero no tenía tiempo para preocuparse por ello. Se puso los pantalones vaqueros y las botas, y salió de la tienda con la camisa en la mano.

Scotty se rio con sarcasmo. —Estabas un poco ocupado jodiendo a Dale. No quería interrumpir. Gray se detuvo, las palabras en la punta de la lengua. ¿Habían sido celos lo que había escuchado? —¿Tienes un problema con el hecho de que me lo follé? Scotty se puso de pie y se enfrentó a Gray. —¿Por qué lo tendría, Grayson? —Creo que a estas alturas finalmente puedes llamarme Gray. —¿A estas alturas? —Ya que me conoces sexualmente. Scotty frunció el ceño. —No sé de lo que estás hablando.

La boca de Gray se abrió. No sabía qué decir a eso. Estaba sorprendido y un poco triste de que el hombre negara su noche juntos. Mirando a los enfurecidos ojos de Scotty, sintió una pequeña preocupación de miedo. Dale salió de la tienda, abrochándose los pantalones vaqueros. Miró a los dos y sonrió a Gray. —Encendamos un fuego ahora que el sol está subiendo. Necesito café. —Hazlo tú mismo —escupió Scotty antes de pasar rosando a Gray, y luego Dale, antes de sumergirse en la tienda.

Página

—No soy gay —escupió Scotty—. Yo no jodo a los hombres.

65

Gray frunció el ceño. —¿Vas a negarlo a la luz del día?

Dale se acercó a Gray, mirando por encima de su hombro a la tienda. Se giró tan pronto como estuvo cerca. —¿Por qué fue eso? —Él niega que tuvimos sexo anoche porque él no es gay. La cabeza de Dale se levantó mientras su boca se abría. — Sospechaba que podría haber problemas esta mañana. La duda inundo a Gray. —Él fue el primero en la tienda, ¿verdad? Dale asintió. —Sí. —Dio un paso más cerca de Gray y presionó sus labios contra los de Gray—. Y nos guardamos lo mejor para el final.

—Tenemos mucho trabajo por hacer —Gray susurró contra los labios de Dale. —No me lo recuerdes —Dale respondió antes de liberar lentamente a Gray. Cogió la cafetera y se dirigió hacia el arroyo—. Consigamos un poco de agua fresca y lavarnos un poco.

Página

Dale beso a Gray de nuevo, esta vez más profundo y más duro. Gray podía saborear la necesidad en los labios del vaquero, y los arañazos de su barba, le dejaban la cara en carne viva igual que la necesidad que ahora sentía. Cuando Dale lo acercó más, Gray también pudo sentir la dura polla de Dale, lista para más amor.

66

Una sonrisa se extendió a lo largo de los labios de Gray. Al menos uno de ellos aceptó lo que pasó anoche.

La polla de Gray, engrosada ya debido al beso y la necesidad que sentía por el hombre, se puso totalmente erecta con la idea. — Bueno. Dale sonrió y se dirigió al agua. Gray lo siguió, tratando de aplacar su lujuria. Tan pronto como estuvieron junto al agua, Dale puso la cafetera en la superficie lisa de una roca de alrededor y comenzó quitándose la ropa. Se volvió hacia Gray, que sólo se quedó mirando a los detalles del cuerpo de Dale siendo revelados, y tratando de ignorar los gritos de necesidad que palpitaban en su pene.

Se dejó caer de rodillas, las pequeñas piedras que se pegaron un poco en su carne. Ahuecando el agua, la derramó sobre su culo maltratado, enjuagando algo de semen de su cuerpo. Dale se acercó más, arrodillándose detrás de él. —Déjame hacer eso. Gray se congeló cuando Dale comenzó a verter agua sobre su culo y uso su mano para quitar los restos de sus relaciones sexuales.

Página

Gray respondió a la sonrisa con una de las suyas y se quitó la ropa. En poco tiempo, estaban ambos desnudos y chapoteando en la nítida agua fría. Esta apenas les llegaba más allá de sus tobillos, pero era suficiente para ofrecer algo de alivio a Gray. No para la lujuria que sentía, sino que la frialdad se sentía bien en su piel.

67

—Sé que quieres lavarte después de anoche —dijo Dale con una sonrisa—. Vamos. Déjame ver tu cuerpo.

Página

68

Gray capturó la atención de Dale mientras el vaquero continuaba lavándolo. Calor atravesó el cuerpo de Gray cuando vio levantarse el fuerte deseo en la mirada de Dale. Miró hacia otro lado, el calor que venía de Dale era demasiado intenso. —Me olvidé de algo —Dale susurró al oído de Gray y se puso de pie. Se acercó a sus vaqueros y rebuscó en un bolsillo antes de regresar con Gray. Levantando la mano, Dale mostró una pastilla de jabón. Gray sonrió cuando Dale se inclinó detrás de él de nuevo. — ¿Estabas planeando tenerme desnudo por aquí?

Ser un pedazo de culo aquí y allá, un rápido revolcón en el heno para aliviar la soledad de la montaña ocasionalmente, todo eso era lo que Gray había sido para cualquier hombre. Tener a Dale tocándolo con lo que casi se sentía como reverencia... era casi demasiado. Gray no estaba acostumbrado a sentirse así de emocional después de una follada.

Página

Cuando empezó a enjabonar el cuerpo de Gray, todo humor se fue de Gray. Las manos del hombre se sentían tan bien en su carne. La frialdad del agua no tenía ningún efecto, no cuando Dale era puro fuego sobre su piel. El vaquero enjabonó su culo antes de estirar la mano a su alrededor para enjabonarle el pecho y el abdomen. El calor ardía en el cuerpo de Gray, los toques sensuales eran más de lo que podría haber esperado de Dale.

69

—Absolutamente —dijo Dale, con humor en su voz.

Cuando su estómago estuvo limpio, Dale siguió con la polla de Gray, agarrándola por la base. —No tuve la oportunidad de ver esto anoche. Podía escuchar que te acariciabas tú mismo, y quería muchísimo ver tu mano frotando tu eje —dijo Dale en el oído de Gray mientras el hombre enjabonaba desde la cabeza y de regreso hacia abajo—. Quería ver qué cosa te gustaba. Qué tan duro estabas por mí. Gray tembló en los brazos de Dale. —¿Se siente bien eso, Gray? Gray asintió con la cabeza. —Sí.

Gray sacudió sus caderas hacia delante en la mano de Dale. El sol siguió ascendiendo, llenando el cielo de luz multicolor. El amanecer siempre fue el favorito de Gray, y hoy, este era el mejor amanecer de todos. Miró hacia arriba al cielo brillante y dejo que el vaquero lo llevara más alto. A la intemperie, donde cualquiera podría ver, Dale lo acariciaba. Estaban en medio de la nada, lejos del mundo, pero siempre había una posibilidad de que pudieran ser atrapados, incluso si fuera sólo Scotty.

Página

Gray sintió aumentar la excitación. Su cuerpo se tensó, su deseo avivado por el hombre sexy y sus eróticas palabras.

70

—Anoche, te corriste, y no lo vi. Quiero verte venir esta mañana. Muéstrame.

Página

71

Cuando su mente se desvió hacia el vaquero que lo había rechazado, se puso tenso. La mano de Dale se sentía bien, pero el rechazo de Scotty hizo que su deseo menguara un poco. —¿A dónde vas, Gray? —Dale susurró en su oído—. Quédate aquí conmigo. ¿Se siente bien mi mano en ti? —Más fuerte —susurró Gray, necesitando alejar los pensamientos rebeldes y centrarse de nuevo en el hombre guapo que lo sostenía. Dale lamió el lóbulo de su oreja y lo apretó con más fuerza. También aceleró un poco el ritmo, presionando más fuerte a Gray.

—Hmm... Yo diría que te gustaron las nalgadas de anoche. Dime, Gray. ¿Te gustó que golpeara ese pequeño y rondo culo tuyo? Gray asintió con la cabeza hacia atrás, sobre el hombro de Dale. —Si. Dale empujó a Gray hacia adelante, sobre sus manos y rodillas. Sin soltar el pene de Gray, Dale le dio una nalgada con su mano libre. Un gemido brotó de la garganta de Gray justo antes de que otro golpe azotara su culo.

Página

Gray se estremeció. Las nalgadas no eran algo a lo que estuviera acostumbrado, pero lo habían puesto más caliente anoche.

72

—No me defraudes —susurró Dale—. O voy a tener que pegarte de nuevo.

Durante todo el tiempo, Dale acarició su pene, añadiendo aún más placer al dolor. Gray apenas podía respirar debido al deseo corriendo por sus venas. Cada caricia de las manos callosas del vaquero lo empujaban más y más cerca del límite. Finalmente, se vino con un grito. Dale tiró de él para enderezarlo rápidamente, mirando por encima del hombro de Gray mientras su polla disparaba otra cuerda de esperma. Esta aterrizó sobre el estómago de Gray y la mano de Dale, la cual cubría el eje mientras Dale ordeñaba más de la liberación de Gray.

Las palabras fueron escupidas como una orden, tal como lo habían sido la noche anterior. El toque de dominación excitó a Gray. Lamió la goteante cabeza de la polla de Dale, saboreando el sabor salado y dulce del hombre. Su cuerpo se estremeció, y supo que quería probar más. Engullendo el pene de Dale, chupó con fuerza, disfrutando la sensación del grueso eje extendiendo su boca. Dale gimió su placer y se balanceó en la boca de Gray. Alimentó a Gray, hundiéndose profundamente en su boca.

Página

Dale se puso de pie y luego se volvió a arrodillar cerca de la cabeza de Gray. —Muéstrame tu agradecimiento. Chupa mi polla.

73

—Eso fue hermoso —susurró Dale al oído de Gray. Lo empujó sobre sus manos y rodillas de nuevo y empezó a lavar el semen recién agregado. Las atenciones pronto lo pusieron duro otra vez. Era imposible sentirse así de necesitado. Se había venido tres veces desde anoche y ahora estaba duro otra vez.

Una mano cálida presionó la parte posterior de su cabeza, los dedos se deslizaron por su pelo húmedo. Dale lo insto a ir más rápido y Gray obedeció la silenciosa orden. Se tragó tanto como pudo del vaquero, succionando tan fuerte como podía. Los gemidos de Dale deleitaron a Gray. Le encantaba el sonido melódico del placer de su amante, y chupó aún más duro con la esperanza de ser recompensado con una carga de esperma.

Un ceño fruncido estropeó el hermoso rostro de Scotty. —No debería desearte. —Entonces vete —escupió Gray, la ira llenándolo. Scotty arrodillado allí, desnudo y hermoso, inmóvil. Se quedó en silencio, mirando a Gray. Por último, habló. —Lo siento. —No es suficiente —respondió Gray, la ira lo dominaba. Scotty cerró los ojos, y Gray dejó que sus ojos finalmente se deslizaran por los tatuajes zigzagueantes que sabía estaban ahí.

Página

Gray se apartó, apoyando su espalda contra el poderoso pecho de Dale. —No. No eres bienvenido a unirte a nosotros. Me rechazaste esta mañana. No puedes tomar lo que rechazas.

74

De repente, unas manos agarraron sus caderas, y sintió la punta de una polla dura contra su ano. Liberando a Dale de sus labios, miró por encima de su hombro para ver a Scotty preparándose para entrar en él. Una oleada de deseo lo atravesó. No deseaba nada más que tener a los dos fallándolo, pero después del rechazo de Scotty, no podía simplemente dejar que el hombre lo tomara.

Scotty era una pieza de arte andante, dejaba poco de su carne sin cubrir. Gray quería tocarlos todos, trazar las líneas, pero no ahora. No después de que Scotty lo había humillado. —Disfrutaste de mí anoche —dijo Scotty—. Te disfruté. ¿Por qué no podemos seguir? Me disculpe. —¿Y cuando volvamos a la barraca, fingirás que nada de esto pasó? ¿Me ignorarás? Scotty apartó la mirada. Gray estuvo seguro de saber la respuesta a sus preguntas.

Dale se movió detrás de él. —Tú no vas a hacerme eso, ¿cierto? Dale se puso rígido. —¿Cierto?

Página

Scotty finalmente se levantó y se dirigió de nuevo al campamento. Gray observó el cuerpo musculoso del hombre, deseando llamarlo para que regresara y tocara cada pulgada de su tatuada piel.

75

—No seré algo que tú negaras después —dijo Gray—. Vete.

—No —dijo Dale—. No puedo decir que voy a irlo anunciando, sin embargo. El desearte podría meterme en un mundo de dolor. Pero después de lo de anoche, todo lo que puedo pensar es en tocarte. —Puedo aceptar eso, supongo —dijo Gray en voz baja. —Aunque, parece que los otros trabajadores, en la Triple M, tienen un montón de diversión por su cuenta, unos con otros. —Estamos a salvo allí —dijo Gray, sabiendo que el resto de los hombres guardarían su secreto. Todos ellos tenían sus propios secretos.

—Yo miré —dijo Dale contra el oído de Gray—. No pude ver mucho, estaba demasiado oscuro. Mi vista es buena, pero con la puerta mosquitera y la oscuridad absoluta, no podría decirlo. Pero estaba seguro que uno de los hombres, eras tú. —¿Viste? —Yo quería hacer más que observar. Quería follarte allí mismo. —¿Por qué no lo hiciste? —El deseo comenzó a regresar al cuerpo de Gray, al pensar que había sido visto por el vaquero moreno. —No estaba seguro de si estabas ahí. Era a ti a quien quería. Nadie más.

Página

Gray se puso rígido. Había prometido no contar el secreto de los demás.

76

—¿Eras tú, la noche anterior... en el porche?

Gray temblaba contra el pecho de Dale. Dale empezó a correr sus callosas manos sobre el cuerpo de Gray, reavivado la lujuria. —Quiero que folles mi culo —dijo Gray. Él había rechazado a Scotty. Quería premiar a Dale.

Dale había demostrado ser más que digno. Gray miró fijamente el agua deslizarse mientras Dale se metía profundamente en él. Gemidos se derramaban de sus labios mientras el vaquero lo tomaba. Su pene duro se mecía entre sus piernas, forzado por los impulsos violentos de su amante. Cuando Dale se puso rígido, su cuerpo se tensó contra el de Gray, y sintió los espasmos de la polla de Dale antes de que se viniera. Los primeros chorros de esperma caliente en su culo, desencadenaron otra descarga.

Página

El agua fría corría por sus rodillas y muñecas, mientras el sexy vaquero lo follaba a la intemperie. Dale se aferró a los hombros de Gray y bombeó con fuerza, dándole a Gray la jodida áspera que él necesitaba. Gray miró hacia el campamento y vio a Scotty observándolos joder. No le importó. Que el hombre los viera. Scotty no había demostrado ser digno.

77

Dale fue rápido en tomar la oferta. Empujó a Gray hacia adelante y presionó la cabeza de su pene contra el ano de Gray. Con un suave empujón, entró rápidamente más allá del grupo de nervios, y se deslizó hasta el fondo. Bien dentro de Gray, Dale se detuvo, su polla palpitante.

Página

78

Mientras Dale llenaba su culo con esperma, Gray entró en erupción en el arroyo, el agua se llevó su liberación. Dale apretó fuertemente a Gray contra si mientras se vaciaba, drenando hasta la última gota de lujuria. Cuando terminaron, descansaron allí, Dale atrapado dentro de él, respirando con dificultad. El corazón de Gray tronaba en su pecho. Miró hacia el campamento, pero no vio señales de Scotty. Dale le dio un beso en su nuca. —Quiero estar dentro de ti por siempre.

—Te he ensuciado de nuevo —dijo Dale mientras enjuagaba el semen con agua fría. Gray cerró los ojos, disfrutando la sensación de las manos del vaquero sobre él. Una vez más, su mirada se desvió hacia el campamento. Había hecho lo correcto al alejar a Scotty. Entonces, ¿por qué se sentía tan vacío?

Página

Dale se rio y presionó otro beso en el hombro de Gray. Poco a poco se retiró, un hilo de semen se deslizó por el interior del muslo de Gray mientras se movía.

79

Gray se echó hacia atrás contra la marchita erección de Dale. —Si tan sólo eso fuera posible.

Capítulo Siete

Por ignorancia, había pensado que una probada del hombre podría curarle el deseo. Un polvo rápido, sin condiciones, en la oscuridad, donde nadie podía ver. Tan pronto como se había deslizado dentro del culo de Grayson, supo que se sentía como el cielo. Pero él mismo se había dicho... una vez. Una vez para arrancar la idea del hombre de su mente y de su cuerpo.

Página

Él no era gay. Le gustaban las mujeres. Sin embargo, había estado atraído por Grayson desde hacía semanas. Había soñado con follar al hombre noche tras noche. Hasta las más oscuras horas de la noche, había frotado su eje, imaginando hundirse en el cuerpo de Grayson. Más de una vez se había corrido, con el nombre de Grayson en los labios. Había luchado y sofocado las palabras y su liberación en su almohada para evitar ser descubierto.

80

Scotty instó a su caballo, tratando de mantenerse un poco por delante de Grayson y Dale. Apenas podía soportar mirar a los dos hombres, ambos claramente saciados y relajados. Después de su liberación de anoche, Scotty debería sentirse igual de tranquilo y relajado, pero se sentía irritado. Luchaba contra los deseos que sentía por su pequeño pelirrojo.

Una vez sólo lo había hecho sentir como un adicto en busca de otra dosis. Cuando Dale había reclamado a su pelirrojo, los celos lo habían inundado. Se había sentado en la oscuridad, mirando hacia la nada, y había tenido que escuchar a los dos follando. Había querido ir a la tienda y quitar a Dale del hombre. Él había querido reclamar lo que era suyo. No obstante, había luchado contra el impulso. Él no era gay. Se suponía que era solo una vez.

Había visto la mirada de dolor en los ojos de Grayson. Eso también lo había herido a él. Pero había sido tan terco como una mula para evitar arruinarlo todo. Después, cuando había escuchado los gemidos procedentes del arroyo, había tratado de ignorarlos. La envidia lo había asomado a la solapa de la tienda. Desde ahí, había visto algunos de sus juegos. Se puso de pie y se acercó un poco más, duro como el infierno, mientras los espiaba follando en el agua ondulante. Había necesitado unirse a ellos. Sentir a Grayson debajo de él. Sin embargo, había sido rechazado.

Página

Negó todo.

81

Y cuando había visto a Grayson salir a la mañana siguiente, sin camisa, con sus jeans ajustados puestos, la lujuria había casi partido por la mitad a Scotty. Los celos volvieron con toda su fuerza, también, y junto con la necesidad que sentía, había negado todo. Negó el increíble sexo. Negó su atracción por Grayson.

Tal como él había negado a su amante. Dolió. Su disculpa no había sido suficiente. No estaba seguro de que tendría que hacer para volver a congraciarse con Grayson. No estaba seguro que alguna vez pudiera. Una vez que rodearon uno de los altos muros de piedra del cañón, la mayoría de la manada quedó a la vista. Al igual que un trío de buitres. Scotty clavó los talones en su montura para incitarla. Alcanzó rápidamente el objeto de deseo de los buitres. Otra vaca... destripada, igual que la anterior.

Dos hombres a caballo doblaron en el desfiladero. Scotty se giró para verlos antes de dirigirse a su caballo y tomar su escopeta. Dale y Grayson estaban de pie con armas de fuego en sus manos un instante después, los tres enfrentaron a los recién llegados. Los dos hombres se detuvieron y pusieron las manos en alto. Scotty miró sus mochilas y vio picos y palas, así como la marca conocida en el flanco de los caballos. —Creo que ustedes dos están un poco lejos del Circle J.

Página

Grayson y Dale lo alcanzaron mientras se deslizaba de su caballo. Se arrodilló junto a la vaca e inspeccionó el desastre. Una vez más, el animal había sido desangrado y nada de su carne comida. —Exactamente igual que la primera. Esto no es un animal. Únicamente uno de la variedad humana.

82

—Maldita sea.

—No tenemos malas intenciones —dijo uno de ellos. —¿Qué están haciendo aquí? —Preguntó Dale mientras rodeaba los caballos. —Palas y picos. ¿Planean enterrar algo? Ambos vaqueros del Circle J estaban callados. Eran bastante similares en apariencia, sólo que uno era un poco más moreno que el otro. —Mi amigo te hizo una pregunta —escupió Scotty—. Contéstale. —Veníamos a enterrar la vaca. Antes de que alguien la viera. —¿Ustedes hicieron esto? —Preguntó Grayson.

Los hombres se miraron el uno al otro. El más blanco habló. — No queremos ningún problema. Es por eso que vinimos aquí. Para evitar problemas. —¿Quién hizo esto? —Gritó Scotty, bombeando su rifle y apuntándolo hacia el hombre que había hablado al último. El hombre palideció y levantó las manos más arriba. —¡Pete! Pete lo hizo. —¿Por qué? —Preguntó Dale.

Página

—¿Quién lo hizo? —Preguntó Scotty.

83

—¡No! —Dijeron los dos hombres a la vez.

—¿Cómo diablos voy a saberlo? El hombre está loco. Estaba enojado de que Mack comprara esta propiedad debajo de sus narices. Tal vez está tratando de obtener venganza. No puedo decir qué es lo que está pasando en la cabeza de ese hombre. Todo lo que sé es que está obsesionado. —¿Por qué están encubriéndolo? —Preguntó Gray. —Porque estamos tratando de detener una guerra sin cuartel entre Mack y Pete —dijo el otro hombre—. Si esto se intensifica, podría empujar a Pete al límite. No sé qué podría pasar con Mack o cualquiera de ustedes.

Scotty bajó el arma. —No podemos dejar que Pete continúe asesinando a la manada. Tiene que ser detenido antes de que las vacas no sean más suficientes para él. —Tienes razón —contestó el vaquero menos moreno—. Yo simplemente no sé cómo hacerlo. Cuando nos enteramos de la primera vaca, sospechamos que había sido Pete. Lo seguimos anoche y descubrimos que lo fue. Sabía que era perverso, pero no tan retorcido.

Página

—Porque él es nuestro tío —el más moreno de los dos respondió—. Vinimos a ayudarle, sabiendo que estaba un poco trastornado antes de que viniéramos. Este lugar sólo lo ha vuelto peor.

84

—¿Por qué te importa? —Preguntó Scotty—. ¿Por qué trabajar para un loco?

—Tenemos que decirle a Mack —dijo Scotty. El vaquero moreno asintió. —Contárselo a Mack podría empeorar esto diez veces más. Mack enfrentaría a Pete. Y no estoy seguro de cómo terminará eso. —Podemos hablar con él. Decirle de sus inquietudes. Y asegurarnos de que no se comporte precipitadamente. El vaquero moreno sacudió la cabeza. —No. Él tiene que escucharlo de nosotros. Vamos a meter esta vaca en la tierra y luego regresaremos con ustedes y le contaremos a Mack nosotros mismos.

—No sabemos si esto llegue tan lejos. Cooper negó con la cabeza. —Y no sabemos que esto no lo haga. No voy a dejar que llegue a ese punto. Scotty se quedó mirando al vaquero más claro y luego de nuevo a Cooper. Cooper miró a su compañero, hasta que el otro hombre finalmente cedió. —Bien. Pero no podemos volver a la Circle J después de esto. No dejaré que corte mi garganta mientras duermo.

Página

—¿Y si no lo hacemos? ¿Te vas a sentar y dejar que Pete posiblemente mate a Mack y sabe Dios quién más?

85

—¿Cooper? No podemos hacer eso. Si Pete se entera de lo que hemos hecho, estaremos prácticamente muertos.

—Tal vez Mack los contrate. —Cooper se bajó de su caballo y le ofreció una mano a Scotty—. Soy Cooper. Este es mi primo, demasiado dramático, Alan. Scotty le estrechó la mano. —Scotty. Dale es el alto. El pelirrojo... —Scotty se volvió para mirar a Grayson por un momento, el deseo todavía lo inundaba al ver al hombre. Se volvió de nuevo a Cooper una vez que vio la mirada de desprecio cruzando la cara de Grayson—. El pelirrojo es Grayson.

—No sé si haya alguna solución —dijo Scotty mientras volvía a enfundar su rifle. Los cinco se lanzaron a excavar un enorme agujero que se tragara a la vaca. Hicieron un trabajo rápido y todos empujaron la vaca a la tumba. Cuando terminaron, Scotty estaba cubierto con tierra seca y sudor. Miró a Grayson, que estaba igual de cubierto que él. La idea de jalar al hombre a una ducha con él, puso duro a Scotty como una roca en un instante, incluso tan agotado como estaba. Grayson debió haber sentido la mirada de Scotty, y se volvió para mirarlo.

Página

Scotty tomó uno de los picos que Cooper le ofreció. Cooper apoyó su pala en el hombro y echó un vistazo a la vaca muerta, moviendo la cabeza.

86

Cooper hizo una señal a los otros dos hombres. —Yo diría que es un placer conocerlos, pero teniendo en cuenta las circunstancias... Esperemos que podamos solucionar esta mierda.

—Incluso cubierto de tierra eres sexy —susurró Scotty al hombre—. Me encantaría ayudarte a lavar. El calor inundó la mirada de Grayson, dándole un poco de esperanza a Scotty. —Vete a la mierda, Scotty —Grayson respondió antes de ponerse de pie. Scotty observó al pelirrojo caminar de vuelta a su caballo y montar.

Página

87

—Tenemos mucha tierra que cubrir para regresar al rancho — dijo Grayson a todos, sin mirar a Scotty—. Vámonos.

Capítulo Ocho

Cuando el rancho apareció a la vista, Gray apresuró aún más a su caballo. Mientras los cinco corrían hacia ahí, Austin y Jensen salieron del granero y miraron en su dirección. Gray no se detuvo hasta que estuvo justo delante de la casa del rancho... y Mack salió a recibirlos. Se bajó de su caballo y rápidamente ató su montura antes de acercarse a Mack. —¿No son esos hombres de Pete? —Preguntó Mack, mirando más allá de Gray.

Página

Al otro lado, cabalgaba Dale y Scotty. Miró a Dale, el hombre grande y tranquilo que le había mostrado más sensibilidad de la que había sentido nunca. Una parte de él estaba molesta de que dejaran la cordillera, donde pudieran estar solos y explorar más el uno del otro. Pero hablar con Mack y detener lo que se estaba agitando en su camino, era imperativo. Con suerte Mack podría estar con la mente despejada y no iniciar la Tercera Guerra Mundial.

88

Gray instó al caballo a ir más rápido, listo para regresar al Triple M. Su culo estaba dolorido como el infierno, pero hizo caso omiso del dolor, necesitaban llevar la información de regreso con Mack. Hecho un vistazo a los dos hombres a su derecha, sobrinos de Pete. Parecían honesto y sinceros, pero con la situación, Gray no confiaría en ninguno de los dos más de lo que confiaría en Pete.

—Sí... y tienen noticias —respondió Gray, volviéndose hacia Cooper y Alan. Cooper, junto con los otros hombres, desmontaron y se acercaron a los escalones. Cooper ofreció una mano a Mack al tiempo que Austin y Jensen se unían a la refriega, luciendo curiosos. —Señor Maitland, es un placer conocerlo al fin. Mack dio la mano con cautela a Cooper, un ceño fruncido en su rostro. —Y ¿por qué es que me estoy reuniendo con ustedes? Cooper retiró su mano y miró a Alan. —Este es Alan, mi primo. Pete es nuestro tío.

Mack se quitó el sombrero de la cabeza, maldiciendo por lo bajo. —Sé que está enojado, pero tienes que tener cuidado —dijo Cooper. —¿Y por qué dices eso? Ya tiene a las autoridades compradas. ¿Se supone que yo le permita matar a mi ganado, vaca por vaca? Alguien tiene que detenerlo. Si no va a ser el sheriff, entonces seré yo. Cooper negó con la cabeza.

Página

—Lo vimos matar a una de sus vacas anoche. También creemos que está detrás de la de la otra anoche —dijo Cooper.

89

—¿Y? —Preguntó Mack.

Página

90

—Nuestro tío es un hombre enfermo, Sr. Maitland. Habíamos esperado venir aquí, por algo de paz y una tierra serena, tal vez él había mejorado. En su lugar, comenzó a comprar tierras y el poder que vino con eso, sólo lo ha hecho peor. Se ve a sí mismo por encima de la ley. Eso lo hace peligroso para cualquiera que se interponga en su camino. Mack miró a Cooper, con la cara sin expresión. Gray sentía la tensión que irradiaba de su jefe y entendió los sentimientos de frustración. —Y el sheriff podría ser de más ayuda de lo que piensa —agregó Cooper.

—¿Alguna idea con lo que Pete lo esté amenazando? —Preguntó Mack. Cooper negó. —No, ni una pista. Pero conociendo a mi tío, es un grande y oscuro secreto. Pete es bueno logrando descubrirlos por alguna razón. —¿Por qué venir y decirme esto? —Preguntó Mack—. ¿Están dispuesto a hundir a su propia carne y sangre?

Página

—Pete tiene algo con que amenazar al Sheriff Tanner. El sheriff no está feliz por ello. He visto cuanta rabia siente Nate hacia mi tío.

91

Mack cruzó los brazos sobre el pecho. —¿Cómo?

—Alan y yo vinimos aquí para vigilar a Pete. Se está poniendo poco a poco fuera de control y no hay nada que podamos hacer para recuperarlo. Hemos tratado de hablar con él, sólo para volverse en nuestra contra un par de veces. Sin ayuda, esto se podría poner muy feo. —Sí, ya se puso feo —dijo Alan—. Estamos tentando a la bestia al estar aquí, que le dice todo esto. Alan se volvió y miró a Cooper, obviamente irritado por lo que Cooper estaba haciendo. Gray realmente no confiaba en Alan, pero Cooper parecía sincero.

—Ustedes dos pueden quedarse aquí por un tiempo, lejos del Circle J —dijo Mack—. A menos que tenga algún otro lugar a donde ir. —Pete es la última familia que tengo —dijo Cooper antes de volverse hacia Alan—. Además de éste. —Agradezco su hospitalidad, Señor Maitland, pero preferiría un aventón a la estación de autobuses —dijo Alan. —¿Alan? —Preguntó Cooper, con el ceño fruncido.

Página

Alan giró hacia Gray y le frunció el ceño. —No hay nada que se pueda hacer. Pete no va a ser detenido y ahora estamos en peligro.

92

—Déjame adivinar. Fue idea de Alan enterrar a la vaca y no decirle a Mack lo que Pete estaba tramando —declaró Gray.

—Puedes quedarte si quieres, pero no voy a dejar que esto se vuelva en mi contra. —Jensen, ¿puedes llevar a Alan a la ciudad? —Preguntó Mack, sin apartar la mirada del hombre en cuestión. Se volvió a Cooper—. ¿Te quedas? —Sí, pero sólo si usted todavía está contratando empleados. No me quedaré sin trabajar. Mack sonrió ligeramente. —Bienvenido al Triple M. —Mack se volvió para mirar a Gray—. Grayson, ¿podrías mostrarle a Cooper tu habitación? Puede quedarse a dormir contigo. —Claro que sí, Mack.

Gray se detuvo y miró por encima de su hombro. —No puedo irme y dejar este lío sin resolver —Cooper declaró.— Si quieres huir, entonces huye. No voy a detenerte. Cooper siguió caminando. Gray caminó sin prisa junto al hombre hasta que llegaron a la barraca. Abrió la chirriante puerta mosquitera y siguió por el largo y estrecho pasillo hasta que abrió la puerta de la habitación, que mostraba cinco literas arregladas cuidadosamente. Cooper entró en la habitación y miró a su alrededor. —¿Cuál es la tuya? —La que está junto a la ventana.

Página

—¡Cooper! Tienes que venir conmigo —Alan gritó.

93

Gray se dirigió hacia el barracón, Cooper lo siguió.

Cooper hecho un vistazo a la habitación. —¿Y el baño? Estoy cubierto de tierra. Y todo lo que huelo es sangre en mis manos. —Dos puertas más a la derecha, pero la ducha al aire libre podría ser la mejor opción por lo sucio que estamos todos. Toma una o dos toallas del cuarto de baño y sal. Te prepararé algo de ropa. Pareces ser más del tamaño de Scotty. Voy a ver si está dispuesto a donarte algo por mientras. —Gracias. Tengo que regresar al Circle J en algún momento. Tengo cosas que recoger, si Pete me deja. —Toma tu ducha y nos preocuparemos de eso más tarde.

—¿Tienes algo de ropa que le puedas prestar a Cooper? Parece ser de tu talla. Scotty sonrió ligeramente. —Pareces prestar la suficiente atención para conocer mi talla, ¿eh? —La mía sería demasiado apretada. La de Dale demasiado grande. Si no quieres, puedo ir a preguntarle a Jensen cuando regrese.

Página

Gray salió de la barraca en busca de Scotty y lo encontró a él y a Dale llevando los caballos al establo, incluyendo los dos del Circle J. Cuando Scotty vio acercarse a Gray, hizo una pausa, mirando a Gray con una mirada intensa. Una mirada que Gray sintió propagarse a través de su cuerpo traidor. Quería a Scotty intensamente, pero no iba a ser usado e insultado.

94

Cooper asintió. —Sí.

La sonrisa de Scotty vaciló. —No, ven a mí cuando necesites algo. Gray sintió un temblor de deseo extenderse por él, al igual que ira por el tono y el mensaje. —¿Y a qué se debe eso? —No querías que te ignorara una vez que regresáramos, así que voy a hacer lo contrario. Te voy a reclamar como mío. Asegúrate de que ninguno de esos otros vaqueros intente tocar lo que es mío. Dale tosió detrás de Scotty. —¿Lo que es tuyo?

El spray se sentía bien en su dolorido cuerpo. Entre los dos días en la silla de montar y los dos hombres en su culo, estaba rígido en todas partes. La irritación que sentía por Scotty tampoco ayudaba mucho. —Le pediré a Jensen algo de ropa cuando regrese —gritó Gray hacia Cooper. Cooper era callado, sólo asintió.

Página

—No soy de nadie. Así que metete eso por el culo —dijo Gray antes de girar sobre sus talones. Se marchó de nuevo a la barraca y comenzó a quitarse la ropa mientras se acercaba a la ducha al aire libre. Se metió en la cabina de al lado de Cooper, que estaba ya medio limpio.

95

Scotty dio la vuelta para enfrentarse a Dale. —Sí. Lo que es mío. Me escuchaste.

Gray cerró los ojos y dejó que el agua enjuagara las últimas veinticuatro horas. De repente, había alguien a su espalda. Abrió los ojos y miró por encima del hombro. Scotty estaba desnudo y apretujándolo en la ducha. —Apártate —escupió Gray, tratando de ignorar la sensación de la polla dura de Scotty en la parte baja de su espalda. —Te estoy reclamando públicamente, como pediste —dijo Scotty al oído de Gray mientras frotaba sus caderas y deslizaba su polla entre las mejillas de Gray.

Gray se volvió y empujó a Scotty. —Basta de juegos, Scotty. Y dejar de ser un idiota. Scotty se quedó justo fuera de la ducha, el barro goteaba de su perfecto y musculoso cuerpo. —¿Pensé que esto es lo que querías? Que yo admitiera que te quería y que no te ignorara cuando regresáramos. —No puedes reclamarme como tuyo después de una noche. Gray se volvió hacia la ducha y comenzó a lavarse el polvo. Vio por el rabillo del ojo cuando Scotty se metió al cubículo al otro lado de Cooper.

Página

Al parecer, Scotty también lo vio. —Mantén tus ojos, y tus manos, lejos de mi hombre —gruñó Scotty.

96

—Nunca pedí nada por el estilo —respondió Gray. Miró a un lado y vio a Cooper observándolo con atención, con los ojos medio cerrados.

—¿Pero Dale lo hace? Tuvo una noche y tú todavía estás feliz con él. Gray vio que los ojos de Cooper se ensancharon por la esquina de su ojo. —¿Entonces vas a pasar de negar que eres gay a anunciárselo a los extraños? ¿Cuál es la razón de ese cambio? —No soy gay —declaró Scotty—. No soy gay, pero te quiero. El verte con Dale me está volviendo loco. Y la idea de que estés de vuelta aquí y jodiendo con otro hombre me está poniendo la piel de gallina. Así que es mejor poner mi reclamo y hacer que los demás den marcha atrás para que pueda tenerte. —No es así como funciona.

Se agachó y agarró su ropa y las polvorientas botas antes de que se marchara de vuelta al barracón, el agua caía de su cuerpo desnudo. Pasó a Dale en su camino, pero no estaba de humor para hablar. Gray fue directamente a su habitación y cerró la puerta de un golpe, dejando caer la ropa en una pila en el suelo. Un momento después, la puerta se abrió y se giró para decirle a quien quiera que fuera que se largara.

Página

Gray se enjuagó y cerró el agua. Se volvió para mirar a Scotty y entrecerró los ojos. —Sólo mis amigos me llaman Gray. Tú puedes llamarme Grayson.

97

—Entonces, ¿qué es lo que quieres, Gray?

Cooper se quedó allí de pie, con los ojos abiertos, con sólo una toalla envuelta alrededor de su estrecha cintura. —¿Está bien que entre yo? —Sí —dijo Gray, antes de dejarse caer encima de la cama y jaló una sábana sobre su cuerpo todavía húmedo. Cooper se sentó en una cama frente a él. —¿Así que eres gay? —¿Es eso un problema?

—Sí. —Entonces estás en el lugar correcto aquí —dijo Gray con una sonrisa—. Estás seguro. Cooper sonrió hacia el techo. —Tuve esa impresión. ¿Y el resto de estos chicos? —No te darán problemas. Bueno, se supone que Mack está contratando algunos trabajadores más, así que quien venga después, no puedo decirte. —Entendido. ¿No te importaría mantener esta información en secreto, sin embargo? No estoy exactamente afuera.

Página

Las palabras impactaron lentamente a Gray. Giró la cabeza para mirar a Cooper. —¿Eres gay?

98

—Nop. Nunca conocí a un vaquero gay. Por lo menos, no uno que no estuviera molido a golpes. —Cooper yacía sobre la cama, la toalla todavía cubriéndolo—. O devolviéndome la mirada desde el espejo.

Gray se sentó y se quedó mirando a Cooper. —No hay problema. —Te lo agradezco. Gray sintió que acababa de hacer realmente un buen amigo por primera vez en su vida. Un hombre que lo entendería completamente. Y tenía un grande y fornido amante, por lo que sabía.

Página

La vida siempre le lanzaba bolas curvas.

99

Al igual que una seductora y tatuada pesadilla, alguien que estaba comenzando a pensar que no era realmente para él. No cuando sus sentimientos por Dale crecían más profundo a cada minuto. En un principio había sentido más que una atracción hacia Scotty, pero la fuerza tranquila que Dale ofrecía parecía cada vez más atractiva. Él había querido a los dos, pero ahora tenía dudas.

Capítulo Nueve Scotty lavó el resto de la suciedad de su cuerpo. En el interior, estaba furioso con nadie más que él mismo. Estaba arruinando las cosas una y otra vez. Cuando se trataba de Gray, o más bien Grayson, Scotty se volvía un idiota, incapaz de pensar racionalmente. Nada de lo que decía o hacía era correcto, ya que su cerebro era inútil cuando el hombre estaba cerca. —¿Qué hiciste para sacar de quicio a Gray?

—Sabes que él es mío, ¿cierto? Scotty sintió los celos recorrerlo. —Oh ¿enserio? —O puedes controlarte y él puede ser nuestro. —¿Quieres decir, compartirlo? Dale se giró en la ducha y humedeció su pelo. —No pareció importarte unirte a nosotros en el arroyo. —No estaba pensando con la cabeza que está encima de mis hombros. Simplemente no quería quedar excluido.

Página

Dale abrió el agua, silencioso junto a él. Después de unos momentos, Dale finalmente se volvió hacia él.

100

Scotty volvió para ver a Dale entrar en la cabina de ducha junto a él. —Sólo fui un total y completo idiota.

Apoyando un codo en la barrera entre ellos, Dale resopló. — Sigue actuando de la misma forma y siempre serás excluido. No lo posees porque jodieron una noche. Deseas volver a su cama y lo trataras con algo de respeto. No voy a dejarlo ir. Se siente demasiado bien en mis brazos. Pero también puedo ver la lujuria en sus ojos cuando estás cerca. El compartirlo nos beneficia a ambos. Scotty medito aquello por un momento. —¿Cómo eso beneficiaria a ambos? Suena como que eso te beneficia a ti. —Necesitas ayuda para volver a su gracia. Tal vez pueda ayudarte con eso.

Scotty sonrió mientras cerraba el agua. —Entonces ¿qué hacemos? —Déjamelo a mí.

Página

Dale se movió otra vez bajo la ducha y se lavó. —Sí. Lo hace. Incluso cuando está enojado contigo.

101

Scotty miró a Dale y supo que aquello podría ser la única manera de romper la tensión entre él y Grayson. —¿Él realmente me mira de esa manera?

Dale se coló en la habitación de Gray más tarde esa noche y se acercó a la cama del hombre. La luz de la luna inundaba la habitación, trazando cada músculo y cada curva del pecho desnudo de Gray. Deslizó la sabana hacia abajo y estuvo un poco decepcionado que Gray llevara boxers. Con cuidado, lo despertó. Los ojos del hombre se abrieron lentamente y parecieron enfocarse un poco.

—¿Salir? —Preguntó Gray, rascándose la cabeza—. ¿Que estamos haciendo? —La puerta de malla necesita engrasarse. No quiero que toda la casa escuche que salimos. —Estoy descalzo. Déjame ir a buscar mis botas. —No hay tiempo. No vamos lejos. Gray se encogió de hombros y salió por la ventana.

Página

Gray se deslizó de la cama, con los parpados todavía pesados. Dale lo guio desde su habitación a la suya. Cuando la puerta se cerró, Dale abrió la ventana, una que ya le había retirado la malla mosquitera. —Sal por aquí —instruyo mientras se giraba hacia Gray.

102

—Ven conmigo —susurró, tratando de no despertar a Cooper. Por lo que había oído, Cooper ya había escuchado lo que pasaba. No había necesidad de que el nuevo trabajador oyera más.

Dale tendría que haber probado su ruta de escape, porque forcejeó para sacar su gran cuerpo, pero finalmente lo consiguió con un poco de ayuda de Gray. Él los condujo por la vereda de tierra a un bosquecillo de árboles, éstos los taparía más de lo que Dale había planeado. También ocultaban a Scotty, quien estaba a la espera. Dale arrastró a Gray a las sombras que hacían los árboles. Atrajo más cerca a Gray y besó al hombre. —Regresamos a casa antes de lo esperado. Tenía más cosas que quería hacerte. Gray sonrió. —Entonces, ¿qué es lo que tienes en mente? —Un trio.

Gray tembló bajo su tacto, pero no dijo nada. Dale lo acercó más y sintió la polla dura del vaquero contra su muslo. —Yo diría que es algo que tú desea, también. —¿A quién tienes en mente para que se una a nosotros? — Preguntó Gray, de manera vacilante. Le dio la vuelta a Gray y jaló la espalda del hombre contra su pecho. —Él.

Página

—Desde que te vi en el porche con los otros hombres, he querido compartirte. Verte chupar una polla mientras yo estoy muy profundo dentro de tu cuerpo.

103

La sonrisa de Gray vaciló. —¿Un trio?

Scotty entró en un pequeño rayo de luz de luna y sonrió a Gray. —No —dijo Gray, moviendo la cabeza—. Sabes cómo me siento. Dale puso un beso justo debajo de la oreja de Gray, tratando de hacer que el hombre se relajara. —También siento lo mucho que lo deseas, a pesar de que estés enojado. Él la jodió y puede ser un idiota, pero yo ya te dije eso. —Voy a hacer lo que quieras que haga —añadió Scotty—. Di lo que quieres que diga. Sólo quiero que esto esté bien entre nosotros, para poder tocarte de nuevo. —¿Y qué garantías tengo de que no sigas siendo un idiota?

—Porque me gusta que estés en mis brazos. No estoy listo para soltarte— respondió Dale antes de besar el omóplato de Gray. Gray se estremeció en sus brazos. —Confío en ti. No en él. —Yo te protegeré —Dale susurró en el oído de Gray—. Sé que lo deseas. Puedo verlo en tus ojos. Leerlo en tu cuerpo. Gray se volvió hacia Dale. —Si me quieres tanto, ¿por qué estás tan interesado en compartirme?

Página

Gray se relajó un poco contra Dale. —¿Y por qué harías eso? — Le preguntó a Dale.

104

Dale contestó por Scotty. —Él te lastima y patearé su culo.

Dale acunó la mejilla de Gray. —Como dije, desde que te vi con dos hombres, ha sido una fantasía recién descubierta. Cuando se puso detrás de ti en el arroyo, casi me perdí en ese instante. No podría imaginar compartirte con nadie más. Él puede ser un idiota, pero confío en Scotty con mi vida. Gray volvió a mirar a Scotty. —Si accedo a esto, no me hace ser tuyo. No pertenezco a nadie. Dale sintió como si hubiera recibido un puñetazo en el estómago. Gray era de él, aunque el vaquero parecía no comprender ese hecho todavía. Había mucho tiempo para persuadirlo. —De acuerdo —respondió Scotty—. No perteneces a nadie.

—Puedes follar con quien quieras —escupió Scotty, pero incluso Dale no creyó completamente esas palabras. —Lo digo en serio —respondió Gray—. Sin cadenas. Es solitario aquí, y estamos disfrutando unos de otros, con respeto. Nada más.

Página

Las manos de Dale se tensaron en el cuerpo de Gray, su sentido de posesividad lo puso en el borde. Se mantuvo al límite de la discusión y aplacó el torrente de palabras que trataron de escapar de sus labios.

105

—Y si decido ir a joder con alguien más, no causarás problemas.

Dale apoyó la cabeza contra el tronco del árbol, conteniendo más palabras. Se obligó a tragarse todas ellas. No era dueño de Gray. No tenía derechos sobre el hombre o hacer tales demandas, no importa cuán intensamente lo quisiera. —¿Significa eso que seguimos? —Preguntó Scotty.

Tomó la polla de Gray por la base y comenzó a acariciar el duro eje mientras giraba la cabeza de Gray para que pudiera besar al vaquero. Su lengua se batió en duelo con la de Gray, la necesidad llenándolo, encendiéndolo. Esta noche, él conseguiría su fantasía, con su polla enterrada en el culo de Gray. Scotty se apretó más cerca y puso su mano en la polla de Gray, también, interrumpiendo los movimientos de Dale. En lugar de discutir, dejó a Scotty tomar el relevo. Dale frotó su eje por la línea del culo de Gray, más que listo para hundirse profundo. Primero tenían que sacarse ropa.

Página

Dale suspiró de alivio y empezó a tirar hacia abajo el bóxer de Gray con la punta de la bota. Él y Scotty estaban completamente vestido, después de haber planeado esto horas antes. Había un saco de dormir a pocos pies de distancia, listo para ellos, así como lubricante y agua. Dale tenía la intención de deshidratar a su amante para cuando terminara la noche, y a sí mismo.

106

Gray miró por encima del hombro a Dale y luego de nuevo a Scotty. —Sí. Seguimos.

Dale se movió por detrás de Gray y se desnudó rápidamente, dejando sus artículos en un pequeño montón cerca del árbol. Una vez que estaba completamente desnudo, jaló a Gray hacia él. — Parece que necesitas igualarnos, Scotty. Dale llevó a Gray hacia la bolsa de dormir y puso al hombre de rodillas. —Sabes a quien le perteneces, ¿verdad? —Susurró Dale mientras se arrodillaba delante de Gray y lo besó sin piedad. Gray se apartó. —Me escuchaste. No pertenezco a nadie. Dale clavó su mano en el pelo de la nuca de Gray y apretó su agarre. —Entonces, ¿por qué te estremeces cuando te ordeno que me obedezcas?

—Oh, lo hiciste. Las primeras veces, te detuviste, sin saber si debías someterte, pero instintivamente me has obedecido. Y ambos sabemos cuánto te gusta el castigo. La mirada de Gray se encontró con la de Dale en la escasa luz y Dale pudo ver la necesidad grabada en el rostro del hombre. —Quieres pertenecerle a un hombre. Quiere que él te domine, ¿cierto? Los labios de Gray se movieron, pero no salió ningún sonido.

Página

—No supe que estuvieras dándome órdenes entonces —dijo Gray sin aliento.

107

Gray se estremeció una vez más, reafirmando su punto.

—Hice una pregunta. Y espero que sea contestada —Dale susurró con dureza, tirando del pelo de Gray. —Siii —finalmente dijo entre dientes. —Eres mío —dijo Dale, las palabras que había luchado por contener negándose a ser detenidas otro segundo—. La única razón por la que Scotty te tocará es porque lo estoy permitiendo. ¿Me entiendes? Los dedos de Gray se clavaron en el bíceps de Dale. —Síii — respondió.

Scotty se reunió de nuevo con ellos, ahora desnudo. Se puso de arrodillas detrás de Gray y presionó su cuerpo contra el amante de Dale. Los celos se manifestaron por un momento, pero Dale empujó la emoción en su lugar. Gray quería a Scotty. Dale quería compartir un amante. Esto era lo que todos querían. Lo que todos ellos necesitaban. Dale se recostó en la bolsa de dormir, alzado sobre sus codos. Observó cómo Scotty acariciaba cada pulgada de la piel de Gray, terminando con las manos de Scotty sosteniendo el pene y las bolas

Página

Gray gimió contra los labios de Dale, su cuerpo temblando violentamente. La lengua del pelirrojo era tímida al principio, pero rápidamente se puso más impaciente y necesitada cuando el beso continuó.

108

—Scotty podrá pensar que eres suyo, pero ambos sabemos la verdad —susurró Dale antes de besar a Gray sin piedad.

de su pelirrojo. Gray gimió bajo mientras Scotty lo masajeaba, retorciéndose en los brazos del hombre. Dale tomó su propio pene y bombeó la carne gruesa con una mano mientras que observaba a los dos juntos. Scotty besó el hombro de Gray, mientas se rozaban entre sí. Seguramente, el pene de Scotty estaba duro y se frotaba contra el culo firme de Gray, listo para invadir y penetrar el culo de su amante. Eso no iba a suceder esta noche. —Chúpale la polla, Gray.

El cuerpo de Gray se estremeció antes de que se girara hacia Scotty. Bajando hasta el suelo, Gray tragó a Scotty. Dale se puso de rodillas y se movió a un costado del cuerpo de Gray para poder ver a su amante obedecer su orden. Una sonrisa apareció en su rostro cuando vio a Gray chupar a Scotty hasta la raíz. Dale se giró para ver el culo apretado de Gray en alto, la luz de la luna que se filtraba iluminó la carne blanca. A pesar de que Gray lo había obedecido, sabía lo mucho que su amante disfrutaba de una buena zurra. Con un golpe fuerte, golpeó una mejilla y fue recompensado con un profundo gemido de Gray, todo eso mientras sus labios estaban envueltos herméticamente alrededor de la polla de Scotty.

Página

—Chupa su polla. Y deja que se venga en tu cara —dijo Dale otra vez.

109

La mirada de Gray se alzó para encontrarse con la de Dale, la orden se extendió entre ellos.

Una y otra vez, golpeó el culo firme de Gray, dando golpes sin ritmo. No quería que Gray anticipara los golpes, manteniéndolo siempre en el borde. El sudor cubría todo el cuerpo de Dale mientras azotaba a su vaquero, su polla permanecía firme pidiendo atención.

Scotty pronto comenzó a ponerse salvaje, sus caderas se sacudieron casi sin control, y Dale supo que era su oportunidad. Se movió detrás de Gray y presionó la cabeza de su pene contra el ano de Gray, y poco a poco se metió hasta el fondo. Poco a poco extendió a su amante ampliamente, llenándolo por completo. Gray rompió su agarre en el pene de Scotty para gemir en voz alta y volteo para mirar a Dale por encima del hombro.

Página

Separando las mejillas de Gray ampliamente, Dale pasó un poco del lubricante por el apretado capullo del interior. Empujó profundo su dedo índice, atravesando el fuerte anillo de nervios, y revistió de lubricante el interior. Jodiéndolo con el dedo, mientras que el vaquero chupaba a Scotty, Dale se tragó un fuerte gemido, su pene palpitó dolorosamente. Necesitaba estar profundamente dentro de su amante, pero sabía que al segundo que se deslizara en su interior, podría perder su control.

110

Cuando se detuvo, Gray presionó su culo hacia atrás, en silenciosa demanda por más castigo. Con una sonrisa, Dale proveyó lo que su amante necesitaba. Otra andanada envió a Gray sobre el borde. Sin una mano en su polla, Gray se vino, gimiendo alrededor del miembro de Scotty. Dale sonrió mientras ayudaba a ordeñar los últimos restos de semen del eje de su pelirrojo, la reluciente semilla brilló a la luz de la luna.

Página

111

Dale tiró hacia atrás a Gray contra él por un momento, besándolo con ferocidad y degustando un sabor salado y dulce, que no era de Gray, en sus labios. —Mío —gruñó bajo en el oído de Gray mientras arremetía en el hombre, empalando a su amante con su gruesa polla. Gray se volvió para, una vez más, besar a Dale antes de susurrar —Sí.

En este instante, el deseo de ambos era el mismo. Scotty. Dale lo necesitaba y Gray lo deseaba. Si no fuera por eso... Dale alejó los pensamientos. No estaba tan acostumbrado a pensar o sentirse así. Por ahora, todo lo que quería era explotar en el culo de su vaquero pelirrojo. Scotty se tensó, su espalda se arqueó. Se retiró de la boca de Gray y se vino en un costado de la cara de Gray con un gruñido. Otra cuerda salpicó el pecho de Gray y brilló bajo la luz de la luna. Cuando Scotty se vació, retrocedió, observándolos a ambos.

Página

Dale no era un hombre posesivo. Nunca lo había sido. Pero Gray sacaba ese deseo de él. La idea de Gray con cualquier otra persona casi lo destrozó.

112

Una sonrisa se dibujó en los labios de Dale cuando Gray se inclinó para volver a la polla de Scotty. Con un sorbo, Gray aspiró el eje del hombre de vuelta a su garganta mientras Dale se machacaba en su culo.

Dale se salió del culo de Gray y lo giró para enfrentarse a él, polla contra polla. En lugar de hundirse en el caliente culo de su amante en ese momento, rodó a ambos una vez más, aterrizando de espaldas en el saco de dormir. —Empálate tú mismo en mi verga —dijo Dale, en voz baja. Gray se levantó sobre sus caderas y agarró la base del pene de Dale, antes de volver hacia abajo sobre esta y empalarse a sí mismo. Se dejó hundir en la longitud, un profundo gemido salió de sus labios. —Dale —susurró, sus expresivos ojos cerrados.

Scotty apareció otra vez, sosteniendo su pene todavía duro. Se arrodilló detrás de Gray, pene en mano. Gray se detuvo y se volvió para mirar a Dale. —¿Está bien? Los ojos de Scotty se abrieron. —¿Estás pidiendo su... permiso? ¿Para qué te folle? —Él está a cargo —dijo Gray, provocando una sonrisa en Dale. —Creí que no le pertenecías a ningún hombre.

Página

Los párpados de Gray se abrieron e hizo como se le ordenó. Se movió arriba y abajo sobre la longitud de Dale, tomando todo lo que podía. Dale luchó para permanecer inmóvil, cuando todo lo que quería hacer era rodarlos de nuevo y entrar profundamente en el culo de Gray.

113

—Mírame —ordenó Dale—. Mírame cuando te follas tú mismo con mi pene.

Gray negó con la cabeza y miró a Dale. —Estaba equivocado. Soy propiedad de uno. —¿Dónde me deja eso? —Preguntó Scotty. —Compártelo conmigo —respondió Dale—. Llena su culo con dos pollas. Scotty no se movió por un momento, pero finalmente miró a Dale. —¿Él es tuyo... y estoy incluido por todo el tiempo que lo permitas?

Dale se rio. —Voy a tomar eso como un no. ¿Nos quieres a ambos dentro de ti? —Gray no respondió al principio, pero su culo apretó alrededor del miembro de Dale—. ¿Lo quieres? —Sí, pero sólo si tú quiere —respondió Dale. Gray miró por encima del hombro a Scotty. —Lo quiero. —¿Entonces qué vas a hacer, Scotty? ¿Vas a follar el culo de mi vaquero o no? Scotty miró entre los dos. —Si esto es lo más cerca que puedo llegar para tener a Gray, entonces supongo que tengo que decir que sí.

Página

—Tenía suerte cuando podía encontrar una.

114

—Síp —respondió Dale. Se volvió para mirar a Gray—. ¿Alguna vez has tenido dos pollas dentro de tu culo?

Gray se inclinó hacia delante sobre el pecho de Dale y ofreció su culo a Scotty. Scotty se acercó y presionó la cabeza de su pene contra el ya estirado ano de Gray. Lentamente, se introdujo lentamente. Gray se puso rígido contra Dale. Dale besó al hombre y acarició su cuerpo, tratando de calmarlo mientras Scotty entraba despacio. —¿Tienes demasiado dolor? Gray negó con la cabeza. —Me gusta el dolor.

Finalmente, Scotty estaba profundamente dentro del culo de Gray, su pene junto al de Dale. Sin decir una palabra, los dos comenzaron a moverse, saliéndose lentamente y volviendo a introducir sus duros ejes en el cuerpo de su vaquero. Gray gimió en voz alta, retorciéndose entre sus cuerpos. —¡Más fuerte! —Exclamó, exigiendo más. Scotty y Dale aumentaron el ritmo, moviéndose en sintonía con el otro mientras daban a Gray lo que necesitaba.

Página

Gray se abrió para Dale, succionando el dedo profundamente y llevando el semen a su garganta. Otro movimiento rápido sobre la cara de su pelirrojo y otro giro de lengua limpiaron completamente a Gray, y le hicieron pensar en otra cosa que estar siendo dividido.

115

Dale frotó el semen que dejó Scotty con su dedo índice y lo llevó a la boca de Gray. —Chupa.

Dale sintió su liberación acercarse, estaba luchando para contenerla, pero sabiendo que dos pollas dividían en dos a su amante, le hizo más difícil la lucha de lo imaginado.

Cuando estaban conectados, Gray cayó sobre el pecho de Dale, aparentemente sin hueso. Scotty se retiró, Gray gimió ligeramente cuando Scotty se salió. —Me voy de nuevo a la barraca —anunció Scotty. Le dio un beso en la frente de Gray, pero rápidamente los abandonó. Dale no se sorprendió. Las cosas no habían salido como Scotty había planeado. Gray se mantuvo en la cima de Dale, empalado por la polla todavía dura de Dale. —Deberíamos hablar de lo que pasó aquí.

Página

Dale no pudo contenerse por más tiempo. Su cuerpo se tensó y se vino con un grito, llenando el culo de Gray con un caliente chorro de semen. Las manos de Gray se clavaron en los hombros de Dale cuando se vino también, la mano de Scotty en su pene, bombeó su liberación de su cuerpo. Ellos se corrieron juntos, la carga de Gray tan copiosa como con la que Dale llenó su culo. Antes de que terminaran, Scotty se tensó, añadiendo su propia carga al culo abusado de Gray.

116

Especialmente con Gray gimiendo y moviéndose entre ellos, y pidiendo más. Siguieron moviéndose más rápido, en definitiva, estrellándose duro en el culo de Gray. Al mismo tiempo, Gray siguió retorciéndose y gimiendo entre más duro era follado.

Dale acarició la cabeza de Gray y forzó al vaquero a mirarlo. — Sí, deberíamos hacerlo. Gray miró a los ojos de Dale, en silencio. Hubo una oleada de emoción allí, demasiadas para que Dale las comprendiera completamente. —No sé dónde viene la posesividad. Pero la idea de ti no siendo mío... no puedo respirar. —¿Los azotes? ¿Las ordenes?

—Y te excita —Dale término por él. —Odio admitirlo, pero lo hace —susurró Gray—. Pero, ¿dónde nos deja esto? Me reclamaste como tuyo. —Y lo eres. Eres mío. Ni de Scotty. Ni de alguien más. Solo mío. Gray rodó sus caderas, acariciando el pene de Dale. —No estoy impotente aquí. Puedo hacer que me obedezcas, también. —Como bien deberías —respondió Dale, disfrutando de la sensación de Gray montándolo a él—. Porque soy tan tuyo, como tú eres mío.

Página

Gray se estremeció contra Dale. —No he tenido mucha experiencia. Nunca he tenido alguien tan dominante. Tan autoritario.

117

—Completamente fuera de lo normal. Sin embargo, tus reacciones sólo me dan ganas de hacerme más audaz. Cada vez que exijo algo de ti, te sometes y obedeces. Obedientemente.

Gray se quedó en silencio, sin dejar de cabalgar lánguidamente la polla de Dale. —Eres mío, ¿eh? —Soy tuyo. —Y esta necesidad tuya, de verme joder otros hombres. ¿Cómo funciona? —Puedes joder con cualquier persona que quieras... conmigo. Mientras los dos estemos de acuerdo en la pareja. —¿Qué hay de parejas? Los ojos de Dale se abrieron. —¿Parejas? ¿Cómo en grupo?

Gray gimió y se alzó, sólo para dejarse caer de golpe hacia abajo en la polla de Dale. —Igual que lo acabamos de hacer con Scotty. Dos hombres en el culo, mientras que el que follan también chupa una polla. Dale gimió, rodando a Gray en su espalda. —¿Y quieres eso? Gray sonrió a Dale. —No fuiste el único que terminó teniendo algunas fantasías nuevas esa noche. Dale bombeó en el culo de Gray mientras tiraba de los tobillos del hombre hasta sus hombros.

Página

—¿Un cuarteto? —Dale se impulsó en el culo de Gray—. ¿Cómo funcionó eso?

118

—La noche que me viste en el porche... conseguí una follada porque había espiado a Jensen, Austin, Owen, y Davis juntos.

Página

119

—Voy a hacer casi cualquier cosa que desees, si eso te hace feliz. Por cierto, ¿con quién jodiste en el porche? Gray frunció el ceño ligeramente. —No vas a hacer nada, ¿cierto? —Nop. Pero supongo que probablemente esos dos son los que quieres que se unan a nosotros —Dale respondió sinceramente. Ahora que Gray había creado la visión en su mente, todo lo que Dale podía ver era a su vaquero pelirrojo siendo follado por tres grandes pollas.

Gray jaló a Dale hacia abajo y lo besó. La lengua del pelirrojo se arremolinó alrededor de la boca de Dale antes de que sus lenguas lucharan por el dominio. Por último, Dale saqueó la boca de su amante, ganando la batalla. Aunque tenía la sensación de que Gray ganaría la guerra. De hecho, se podía sentir enamorándose del hombre... el hombre al que había reclamado ya como suyo. El pequeño demonio de fuego era adictivo, y Dale no estaba dispuesto a dejar ir la droga más sexy conocida por el hombre.

Página

—Estoy más que de acuerdo con eso —dijo Dale antes de arremeter dentro de su amante—. Te daré... lo que sea... que quieras.

120

—Jensen y Austin —dijo Gray en voz baja—. Se supone que no debía contar su secreto, pero si estás de acuerdo con ellos uniéndose...

Capítulo Diez Scotty se marchó ofendido hasta el porche, con la ropa y las botas en la mano. Frustrado más allá de toda duda, se dejó caer en una de las mecedoras, demasiado enardecido para entrar justo ahora. Todavía duro, no podía creer el giro de los acontecimientos. Quería a Gray, pero estaba bastante claro que Dale había reclamado al hombre.

—¿Las cosas con Gray no van según lo planeado? Scotty apretó la mandíbula. —No es que sea de tu incumbencia. —Hiciste una escena justo en frente de mí, más o menos lo hace de mi incumbencia —dijo Cooper mientras se acercaba. Cooper se detuvo entre los pies de Scotty y se arrodilló allí. Antes de que Scotty pudiera decir una palabra, Cooper comenzó a acariciar sus muslos, acercándose más y más a su pene cubierto. —Esa erección tuya, necesita un poco de atención —susurró Cooper.

Página

Scotty volteó a un lado para ver a Cooper sentado en la barandilla a unos pocos pies de distancia. Quería decirle al hombre que se fuera, que lo dejara solo, pero las palabras no salían. Sacó su bóxer del montón y cubrió su erección. —He estado mejor.

121

—¿Estás bien?

—No me atraen los hombres —Scotty espeto, el deseo llenó su cuerpo por el segundo hombre en tan pocos días. —No pareces molesto por mi toque —respondió Cooper, empujando un poco bajo los boxers—. Podría ayudar a aliviar algo de tu dolor. Scotty se quedó mirando al hermoso recién llegado. Realmente no le había dado al hombre más que una mirada de pasada, pero Cooper estaba bien construido, musculoso y robusto de una manera muy sexy.

Volvió a su lugar entre los muslos de Scotty y retiró los boxers, después de bajar el cuenco al suelo, a los pies de Scotty. Con mano relajada, Cooper limpió el pene de Scotty con el agua tibia y un paño. Las caricias distrajeron a Scotty, y todo lo que podía pensar era en la boca de Cooper sobre él. Una vez que Cooper terminó, bajó la cabeza y pasó la lengua por la cabeza del pene de Scotty, recogiendo unas gotas de semen en su lengua. —Puedo hacerte que olvides todo acerca de Gray —susurró Cooper—. Al menos por esta noche.

Página

Cooper sonrió. —Podemos encargarnos de eso. —El hombre se puso de pie y apenas abrió un poco la puerta chirriante, antes de introducirse en el interior. Unos momentos después, volvió a salir con un cuenco de agua y un paño.

122

—Acabo de follar a Gray —Scotty escupió—. Todavía lo tengo en mi pene.

—Chúpame —susurró Scotty, y su cabeza cayó hacia atrás cuando Cooper hizo exactamente eso. La boca del hombre era increíble. Y Cooper tenía razón en una cosa.

Dale llevó de vuelta a Gray hacia la ventana abierta. —Sabía que iba a estar bien —respondió antes de levantar a Gray. Gray se arrastró al interior y luego ayudó a que Dale metiera su grande y musculoso cuerpo de nuevo al interior. Una vez que Dale estuvo dentro, Gray miró por la habitación, muy parecida a su propio cuarto. Aunque, había dos camas individuales una al lado de la otra. — ¿Cómo las juntaste? Están atornillados al suelo.

Página

—Parece que Scotty estará bien —dijo Gray a Dale. Había una pequeña punzada de celos mientras veía que Scotty conseguía que le mamaran su polla, pero, al fin y al cabo, él quería a Dale. Scotty era demasiado rebelde, demasiado voluble. Dale ya había mostrado su mano firme. Eso es lo que quería Gray.

123

No pensó en Grayson.

—Con suficiente fuerza bruta, y fuerza de voluntad, conseguirás lo que quieras —dijo Dale con una sonrisa. —Ah —respondió Gray—. Debería volver a mi habitación. —Esta es tu habitación —respondió Dale—. Yo duermo a la izquierda. Gray se detuvo, mirando a Dale en la luz de la luna. —No te preocupes. Pasaremos tus cosas aquí mañana.

—Ven aquí —dijo Dale, su voz severa. Con una sonrisa temblorosa en sus labios, Gray obedeció, y permitió a su amante envolverlo en sus fuertes brazos. Esto era lo que extrañaba cuando estaba junto a Scotty. Seguridad. Y un sentido de pertenencia. Nunca se había sentido usado o abusado en los brazos de Dale. —Me siento un poco mal por Scotty —dijo Gray en el pecho ligeramente peludo de Dale. Dale se tensó un poco. —¿Por qué?

Página

Sin embargo, siempre lo había anhelado.

124

Dale se deslizó bajo las sábanas y las abrió para que Gray se metiera a su lado. Gray se quedó allí, fascinado por la idea. Algunos polvos rápidos eran todo lo que conocía del amor. Dormir al lado de un hombre toda la noche era algo con lo que no estaba familiarizado.

—Había querido a los dos, al principio. Y esta noche, cuando esto comenzó, dijimos que era simple diversión. Él entró en esto pensando que podría tener más, y sé que él quería más. —No le diste ninguna garantía. Gray pasó un dedo por los mechones de pelo del pecho de Dale. —No, pero también insinué que era libre de hacer lo que quisiera. —¿Y ahora? —Yo sé la verdad. Dale sonrió. —¿Cuál es?

Gray estiró la mano y acarició la mejilla de Dale. —No lo podrías haber dicho mejor. —Se inclinó y besó sus labios mientras Dale se movía entre sus muslos. Con un suave empujón, Dale estaba profundamente hasta las bolas en su interior, conectándolos.

Página

Dale giró a los dos, empujando a Gray debajo de él. —He sentido más contigo de lo que jamás haya sentido con otro ser humano. Esta posesividad no es nada a lo que este acostumbrado, pero se siente bien. Quiero tu felicidad. Quiero mantenerte a salvo. Nunca he sentido esto antes, y no sé cómo explicar lo que siento. No puedo decir a dónde va esto, pero no, no eres libre y yo tampoco, no sé qué pasará mañana, pero justo ahora, tú eres mío y yo soy tuyo.

125

—No estoy acostumbrado a no ser libre.

—No quiero estar en otro lugar sino aquí —Dale susurró contra los labios de Gray.

Página

126

—Es donde perteneces.

Capítulo Once Mack Maitland entró en la oficina del sheriff y miró a Nate Tanner. —¿Podemos tener unas palabras? Nate se levantó de la esquina del escritorio de su adjunto y le indicó a Mack que entrara en su oficina. Una vez que Mack y él estuvieron en el interior, Nate cerró la puerta. —¿Qué puedo hacer por ti, Mack?

—Esos caballos le serán devueltos en breve. Deben estar en el tráiler yendo hacia allí ahora. —¿Por qué tienes sus caballos, Mack? —Vinieron con dos de sus trabajadores que necesitaban escapar del Circle J. —¿Y por qué esos trabajadores sintieron la necesidad de escapar?

Página

Nate se sentó en su silla y se estiró hacia atrás. —Gracioso. Pete me llamó esta mañana y me dijo que hiciera lo mismo contigo, por robar dos de sus caballos.

127

—Puedes detener a Pete Hardwick por matar a un par de mis vacas.

Mack se inclinó un poco sobre la mesa y miró a Nate. —Ellos fueron testigos de que Pete mató a mis vacas y vinieron a confesar. Les ofrecí refugio. —¿Por qué no vinieron contigo para hacer una declaración? —Uno de ellos estaba demasiado asustado. Nosotros lo llevamos a la estación de autobuses ayer. El otro está en mi rancho. Cooper Hardwick. Puedes ir a hablar con él cuando desee. Nate frunció el ceño. —¿Cooper? ¿El sobrino de Pete? —El mismo. Nate vio hacia otro lado.

—Cooper me dijo que Pete sabe algo de ti, algo malo. ¿Vas a seguir siendo su marioneta o vas a defenderte? Nate miró un momento a Mack. —¿Cooper te dijo qué era lo que Pete sabía de mí? —Dijo que no sabía, pero dijo que tenía que ser algo grande. Nate pareció aliviado. —Mack, las elecciones hacen a los sheriffs. Ahora que la mayor parte de la tierra en este condado está en manos de Pete, él llama mucho la atención. Si quiero seguir siendo el sheriff, tengo que tener cuidado alrededor del hombre. —Ten cojones, Nate.

Página

Una mirada de miedo cruzó el rostro del sheriff.

128

—¿Sheriff? ¿Qué vas a hacer?

La mandíbula de Nate se apretó. —Lo que sabe de mí podría destruirme. No he dicho que no podía ir tras él, pero simplemente tenemos que tener cuidado. —El no ganar una reelección no sería el fin del mundo. Haz tu maldito trabajo. Nate estuvo en silencio un momento. —Mi padre fue comisario. Mi abuelo. Su padre. Ha habido un Tanner con esta insignia por generaciones. Hay una expectativa que tengo que mantener.

Página

Nate se encontró con los ojos de Mack. —Los caballos están en su camino de regreso, ¿dijiste?

129

—Te he conocido la mayor parte de tu vida. Nada de lo que pudieras haber hecho debería mantenerte bajo el pulgar de ese hombre. Eres un buen hombre, o al menos lo eras antes de que Hardwick llegara a la ciudad.

—Mientras hablamos. Nate se levantó de su escritorio y se ajustó la corbata. —Vamos a hablar con Cooper y luego averiguaremos qué hacer después.

Fin

Sobre El Autor Kelex es el seudónimo de un autor de romance multi-publicado, cuyos demonios internos decidieron llevarlo de excursión dentro de algo mucho, mucho más oscuro. Kelex escribe exclusivamente para Twisted E-Publishing. Vive en lo profundo del sur, KELEX chorrea sudor en la laptop, escribiendo cuentos picantes con el sonido del soulful jazz como música de fondo.

Página

https://www.goodreads.com/author/show/6860126.Kelex

130

Para saber más de sus libros visita:

Página

131

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF