Hume, Roberto Ernesto - Las Religiones Vivas

September 9, 2017 | Author: José Reyes | Category: Vedas, God, Homo Sapiens, Faith, Salvation
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LAS RELIGIONES VIVAS

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LAS RELIGIONES VIVAS ESBOZO HISTORICO DK LAS RKLKÍIONKS C O N KSl' KCI AI . KK FK RK NC ' I A A SL'S KSCHITLIHAS S AC HA DAS Y l'.N C O M P A R A C I O N C O N l'.I. C RI S I ' I A N I S M O

Por

ROBERTO ERNESTO HUME

VI' .HSION C A S T U . I . A N A

MANUEL BEI;TR0Y

EDITORIAL MUNDO HISPANO



I

EDITORIAL MUNDO HISPANO Apartado 4256,

El Paso, Tx. 79914

EE. UU. de A.

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teratura y arquitectura religiosa notables; pero en ge­ neral se han mantenido como una comunidad heredi­ taria, centralizada y dividida. Han sufrido a conse­ cuencia de divisiones internas, así como de perseeucmnes de indúes y de mahometanos. En su larga histo­ ria hay algunos acontecimientos descollantes. A . c.

513. Sobrevino el primer cisma, catorce años despues de la muerte del fundador. 400. Por primera vez se veneró una imagen de Mahavira en un templo jainista auaque la fecha pudo ser posterior, (Mrs. Stevenson, “ Heart of Jainiem ” “ L a Entraña del Jainism o” , 6 9 ). 300. 86 86 cree que los dos primeros grupos princi­ pales de los libros sagrados fueron adoptados en el concilio de Patna. 250 . El gran monarca budista, Asoka, donó cinco cavernas a los jainistas “ por tanto tiempo como duren el Sol y la Luna” , 232. Samprali, nieto y sucesor de Asoka, fundó templos y monasterios jainistas. D. C. 100. La literatura jainista nació al Sur de la In­ dia en lengua tamil. 200. La literatura jainista aparece al Oeste de la ted ia en los diaJeetos de Gujarat, 514, Créese que el canon, jainista de los libros sagrados se terminó en el concilio de Valablii, 550, M Jainismo se hace popular al Sur de Maratha, comarca del Oeste de la India. 640, El famoso peregrino budista chino, Hiusn Isang, halla muchos templos 7 creyentes jai n is t^ en Conjeevaram y otras partes de la India Meridional. Halla también en la Sep­ tentrional a ios ascetas desnudos y vestidos de blanco que le muestran " e l lugar donde el maestro alcanzó el conocimiento de los principios que buscaba y donde primeramen^ predico la le y ” ( “ Buddhist Records of the WMtern W orld” . Versión de Beal de " L as Oronicas Budistas del Mundo Occidental” 1 : 44-145), ’ 650, El rey indú Kuna persigue a los jainistas en Arcot, al Sur de la India, empalando a ocho

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LAS R E L IG IO N E S VIVAS mil (Vincent Sniith “ Early History of In­ d ia ” “ Historia Primitiva de la India” . 3.” ed. 455). Siglo V III. El ‘ ‘ Naladiyar ’ colección de cuartetos anomicos, que está en segundo plano en la alta literatura del pueblo tamil, proviene de fuen­ te anónima, pero indiscutiblemente jainista. 800. E l “ Kurral Sagrado” , de Tiruvalluvar, qui­ zás el más famoso poema en lengua tamil, usa algunos términos técnicos del Jainismo, y ha sido reclamado como obra de un ja i­ nista. 815-880 E l Jainismo en el Norte de la India, bajo la ■ dirección de Jinasana y Gunabhadra, hizo progresos notables durante el reinado de Amoghavarsha. 1125-1159. El más eminente y erudito escritor jainista, Hemachandra, convirtió en Gujarat a un rey indú, Kumarapala, quien inmediatamente cons­ truyó treinta y dos templos e hizo de su pro­ vincia el baluarte permanente del Jainismo. 1174-1176. Otro rey indú posterior del Gujarat “ inició su reinado con una persecución implacable de los jainistas, haciendo torturar a su jefe has­ ta matarlo ’ ’ y destruyendo los templos de esta religión. ( Vicente Smith, “ Historia Primitiva de la India” , 3.* edición, p. 203). 1297-1298. El conquistador mahometano del Gujarat, Alaud-din, hizo una gran matanza de jainistas. 1542-1605. El gran mogol mahometano Akbar, empera­ dor de la India, estuvo favorablemente dispues­ to hacia los jainistas. Abolió la contribución per capita en Gujarat, admitió los reclamos ds aquéllos sobre ciertos lugares santos de pere­ grinación y en deferencia a la prédica ja i­ nista de benevolencia para con los animales, proclamó medio año de abstinencia de ma­ tanza de éstos en toda la India.

10. Comparación entre el Jainismo y el Induísmo. Entre la primei’a religión fundada por hombre en la India, y la más antigua natural y principal de este país, pueden advertirse puntos de semejanza y dese­ mejanza iniciales y una similitud posterior creciente.

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(1) Puntos ds semejanza en los orígenes. Mahavira fue nacido, criado, vivió y murió en la fe indú. No rechazó el Induísmo, ni fue rechazado por los indúes, a diferencia de Jesús, que fue rechazado por sus correligionarios de origen, los judíos. Aun des­ pués de encabezar a los treinta años un movimiento religioso que' llegó a convertirse en un sistema inde­ pendiente, Mahavira siguió manteniendo dos firmes creencias indúes: el Karma, la ley cósmica impersonal de retribución moral, y la transmigración o reencar­ nación de las almas..-después de la muerte. (2) Puntos de divergencia en los orígenes. El Jainismo nació con más puntos de desemejanza que de similitud respecto al Induísmo. Protestó contra la creencia del Induísmo en la di­ vinidad, ya sea de las numerosas deidades védicas y brahmánicas, o del Absoluto único y metafísico de los Upanishadas. Mahavira no sostuvo la existencia de divinidad alguna. Protestó contra la filosofía monística indú, que con­ sidera el alma individual y toda la m ateria como una fase del alma mundo. En lugar de esto, Mahavira pre­ dicó una filosofía dualística, que niega la teoría del alma universal y afirma la realidad de la individual y de toda materia. Protestó contra los sacrificios de animales del InIlaísmo, según se establecen en los Vedas y en los I5rahmanas. En vez de aquéllos, Mahavira predicó el sacrificio ascético ile .sí luismo y benevolencia para con los animales. Protestó contra el sistema social indú de una esca­ la de cuatro castas, cu cuyo reemplazo Mahavira sos­ tuvo la igualdad de todos los hombres, ((ue practican 1 ascetismo religioso. Proti'stü contra los métodos de salvación del Induís-

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mo, mediante plegarias v ceremonias, con ayuda de sacerdotes y dioses, en vez de lo cual Mahavira sos­ tuvo un plan de estricta salvación por sí mismo. Protestó contra los libros sagrados del Induísmo, los Vedas, escritos en el arcaico lenguaje sánscrito, en vez del cual Mahavira enseñó en el dialecto de su tiem­ po, escribiéndose posteriormente en dicho dialecto prá­ crito todos los libros sagrados del Jainismo. Protestó contra el interés exclusivista del Induísmo en la casta y en el país de cada hombre, en reem­ plazo de lo cual, Mahavira predicó, se cuenta que por mandato divino, una religión que iba a beneficiar a todos los hombres y al mundo entero.

Las dos sostienen actualmente el régimen de castas, i|ue Mahavira rechazó teóricamente pefo que no subs­ tituyó con ningún otro principio constructivo de coii|H>ración en la vida social, y que se ha introducido [losíeriormente hasta en las jerarquías divinas del Jaiiiisiiio popular. En los tiempos presentes los jainistas sienten cada VI"/. menos las diferencias que los separaron del gran I iiei'po envolvente del Induísmo, y en diversos modos sil Tren el notable poder asimilativo del mismo, con le­ ves exigencias en cuanto a fe, conciencia y conducta.

(3) Puntos de semejanza posteriores.

('ierta noble conducta, a ejemplo del fundador, que s(í sacrificó a sí mismo en su entera devoción al más ideal religioso que fue capaz de concebir. Cierta noble insistencia en la renuncia de sí por l ada cual, a cualquier costo personal, en aras del su|Mcmo ideal religioso enseñado por su fundador. Su hincapié en la realidad del alma humana, así loitio en la del cuerpo, comprendiendo a ambos en su |iiaii de salvación. Su subordinación de todas las cosas materiales del inundo en pro de los valores religiosos del alma. Su reverencia por la ^’ida, aunque parcial o indisIIrn id a . Cierta caridad positiva, j)or ejemplo hacia los aniiiiiiles. Su condenación teórica del régimen de castas, ¡lor n/.is (|ue no lograse emanciparse totalmente de él. Sil ' ‘congregación” , la más antigua entre las orgaiM/aciones religiosas de! mundo donde se ingrese voHintariamente.

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Durante el largo curso de su historia, estas dos re­ ligiones han vivido juntas en el Indostán y sólo allí. De ahí que la más nueva y la menor se haya asimilado a la más antigua y mayor en ciertos puntos dados. Hoy ambas sostienen la creencia de un dios perso­ nal: el Jainismo, principalmente en la persona de su divinizado fundador y el Induísmo, en la de las encar­ naciones de aquélla en Krishna, Rama, Vishnu y Siva. Hoy ambas son politeístas, procediendo el Jainismo posteriormente a forjar numerosas deidades, como lo hizo el Induísmo antes y después de aquél. Hoy las dos practican la idolatría, que no apareció en el Induísmo antes de Mahavira, y no obstante la protesta de la secta jainista no Idólatra de Sthanakvasi. Una y otra tienen ahora templos, que primitivamen­ te no tuvieron, y en ese sentido se aseinejan muy es­ trechamente. Una y otra tienen ahora sacerdotes brahamanes en sus templos, aunque sólo para este objeto se admiten miembros individuales de la clase sacerdotal indi'i en los templos jainistas.

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Puntos fuertes del Jainismo.

12 Puntos débiles del Jainismo. Su carencia de un dios personal supremo, no obsi.iiite la veneración de Mahavira.

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Su falta de ayuda divina, al alcance del ser huma­ no, a pesar de la restauración del culto en este siste­ ma originariamente ateísta. Su interés esencialmente centralizado en cada p e r­ sona y que se prescribe a cada individuo en su estre­ cho plan de salvación propia. Su falso análisis de la causa del mal, localizándolo desde luego en el cuerpo. Su excesivo hincapié en el ascetismo exterior. Su método negativo general de represión. Su incongruencia al predicar la caridad para con los animales y al mismo tiempo la severidad para consigo mismo. Su falta Se distinción de diferentes valores que de­ ben incluirse en una vida armoniosa y plena. Su general indiferencia hacia la alegría, la belleza y el mundo. Su poca estimación del valor de la vida humana. Su condenación de la m ujer y de la familia. Su carencia de un principio constructivo de organi­ zación y progreso social. Su total pérdida de cierta perspectiva universal, an­ tes observada. Su deslizamiento histórico a la idolatría y al régi­ men de castas.

CAPITULO IV EL BUDISMO l,A RELIGION DEL APACIBLE CULTIVO MCE AL DE SI MISMO

1. Introducción: su rango entre las religiones vi­ vas. El Budismo fue la prim era religión del mundo que llegó a ser internacional por más que a menudo en pfincipio se le haya negado el título de religión. S i bien por razones históricas la podemos clasificar como religión. . . no colma la noción de religión y carece de verdadero derecho a ese título. (Menzies, ‘ ‘ History o í Religión” , “ Historia de la Religión” 353, y tam­ bién 380 y 424) .

Al Budismo originario de Buda se le puede desealiri(;ar más precisamente así con las palabras de una de las primeras autoridades en la m ateria: E l Budismo, por lo menos en su primitiva y verdadera forma, no es una religión en absoluto^ sino un mere sis­ tema de moralidad y de filosofía fnr.dado en uua teo­ ría pesimista de la vida. (Monier.Williams, “ Buddhism” , “ El Budismo” , 537; igualmente 539).

Indudablemente su fundador no se propuso fundar una nueva religión. Su interés principal fue salvar al liombre de un mundo totalmente infectado con misefia. No enseñó fe en una deidad personal, culto ni ple^'arias. Predicó sí una ley moral universal, éticamenIe superior al metafísico Ser Supremo enseñado por el I iiduísmo, contra el cual reaccionó. Más adelante el iMisino Buda fue deificado; la mayoría de los budistas

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creyó luego en muchos otros dioses y se han desarro­ llado el culto, el uso de plegarias j una organización eclesiástica que después de la del Jainismo es la más antigua organización religiosa del mundo en que se ingresa voluntariamente. Sólo otras dos religiones vivas aspiran hoy a ser universales. La perspectiva universal del Cristianis­ mo. empezó 500 años, y el del Islam, 1100 años, des­ pués del Budismo. En cuanto al número de budistas del mundo, tal vez el cálculo más aproximado sea el de 137 millones, y la más excesiva pretensión 500 millones, sostenida por T. W. Rhys Davids (“ Buddhism, A Sketch” , “ Bos­ quejo del Budismo” , pág. 6 ). Pero este ardiente ex­ positor del Budismo califica de exagerada su preten­ sión en las páginas siguientes de su libro: Ni uno sólo de los 500.000.000 que ofrecen flores de vez eii cuando en los santuarios del Budismo, y que estíin más o menos modelados por la doctrina budista, es exclusiva o enteramente budista.

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>obie w concepción no humana, y su nacimiento sobrenatuial de una rema madre que tenía 45 años (War>en, “ BuddhLsm in Translations” , “ El Budismo en sus Traducciones” , 42-48). Su Jiijo nac-ió para dicha del mundo, sin dolor ni enrumeciad. Asi tu€ su milagroso iiaeimiento í'SBR 40 • )>arto 3,% p. 5-6) . v . ■•

Muchas marav'illas acompañaron su advenimiento, l'n santo indú profetizó !a futura grandeza del inlante (W arren, BT., 45-47; SBB, 19:16-18). Suscitábanse dudas acerca de la historicidad del fundador del Budismo, cuando en diciembre de 1896 • 1 doctor Fuhrer, de la Inspección Arqueológica BriIrinica (British Archaeological Sarvey), descubrió una inscripción en una columna desenterrada, que el fa­ moso Rey Asoka, budista converso, erigiera en Kapila\ astil, cuna de Buda, alrededor del año 250 A. C. (1). {1) E l príncipe en su palacio (De 1 a 29 uilos).

Hoy el Budismo ha muerto virtualmente en la tierra de su nacimiento. En la India inglesa “ los únicos so­ brevivientes del genuino Budismo indio son una pe­ queña comunidad de cerca de 2.000 personas (1). Hoy no profesa el Budismo colectividad alguna de arios o semitas; solamente la profesan los mongoles. Salvo ciertos retoños recientes en Siam, China y Japón, el Budismo está totalmente inactivo.

Su nombre fue Gautama en sánscrito, o Gotama en jiali. Fue hijo único y heredero presunto del rico raja ilel clan de Sakya, de la ciudad de Kapilavastu, a unas cien millas al Norte de Benarés. Fue criado en conilicioHos lujosas.

2. La, vida del fundador, Buda (560 a 480 A. C.)

Cuando el infante cumplió 16 años, su padre le tdil’icó tres palacios.

Algún material biográfico puede encontrarse en los libros canónicos, pero ningún ensayo de biografía com­ pleta. Narraciones y poemas posteriores refieren mu­ chas maravillas, como por ejemplo el sueño de la madre (1 )

Censo de 1911, pág. 125.

Y el rey buscó para nodrizas del futuro Buda a mu.jeres de hermosa figura, y exentas de todo defecto. V :i>:í el futuro Buda. creció rodeado ¡)or inmensa seiviiliinibre y eu medio de f;ran esplendor. (Warren, BT, 53 ).

Y gozando de jjran magnificencia vivió, cambiando de jialacio eu cada estación. (Warren, BT, ’5 5 ). (1) “ Archeological Survey of Nort In dia” , vol. VI, 27_’H J897; “ Inspección arqueológica de la India Septeñtrio"•■il” , rol. VI, 1-7-28, 1897.

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A los 19 años se casó con una princesa de las cerca­ nías, pero no tuvo hijos en los diez primeros años. (2) La Oran Renunciación (a los 29 añ&s). Durante un paseo el príncipe Gautama fue profun­ damente impresionado por cuatro espectáculos que pre­ senció al p a s a r: un viejo decrépito, un enfermo repug­ nante, un cadáver y un tranquilo asceta religioso, no turbado por sufrimiento alguno. Entonces se sintió afli­ gido al pensar que él mismo y todos los hombres es­ taban sujetos a las miserias de la vejez, las enfermeda­ des y la muerte, y llegó a la convicción de que sólo al precio de un resuelto sacrificio de sí mismo y de una biisqueda, ganar,ía triunfadora paz. Por lo tanto, a pe­ sar de una feroz tentación, renunció a su mujer, a su hijo recién nacido y a la herencia del trono de su pa­ dre. Cortóse los cabellos y adoptó el hábito de monje. (SBE, 19 ; 31-58; 49 :1. 27-61; W arren, BT, 56-67). (3) E n pos de la salvación (de los 29 a los 35 años). Empezó por resolver el problema antes inapreciado del sufrimiento universal, según el más acreditado mé­ todo de salvación del Induísmo, a saber; la especula­ ción filosófica tocante a la relación mutua del ser hu­ mano con el Ser Supremo. Pero aún así no salió fuera del atolladero. (SBE, 10 : 142).

Entonces probó el ascetismo corporal, método de sal­ vación que recomienda el Jainismo. Sustentábase con un grano de sésamo o de arroz por día, y, al cabo, los seis años que el Gran Ser j)asó en­ tre esas mortificaciones fueron como nn tiempo pasado en tratar de anudar el aire (Warren, BT, 70-71).

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(4) La gran iluminación {a los 35 años). Una noche, solo, sumido en quieta meditación, sentado con las piernas cruzadas bajo de un árbol io, encontró una solución psicológica simple de la causa y del re­ medio del mal. Las “ Cuatro Nobles Verdades” que ha­ lló, fundamento universal del Budismo, pueden resu­ mirse así: Toda existencia implica sufrimiento. Todo sufrimiento proviene de ceder a deseos de suyo insaciables. Por tanto el sufrimiento cesará con la supresión de todo deseo. De cualquier modo toda persona debe vivir moderada­ mente, esto es, de acuerdo con el “ noble camino óctu­ p le ” ; de la verdadera fe, de la aspiración, de la pala­ bra, de la acción, de la vida, del esfuerzo^ del pensa­ miento y de la concentración (SB E 10 : 1, 52; 11 : 148152, 13 : 95-102; 17 ; 104-105) .

La palabra que parece haber caracterizado más ple­ namente esta crítica experiencia espiritual, es “ buddha”, participio pasado del verbo sánscrito “ volverse iluminado” o “ sabio” , palabra que ha sido desde en­ tonces el apelativo especial del fundador de esta re­ ligión . Tan pronto como mi conocimiento j mi vista interior vieron completamente clare respecto a cada una de esas cuatro nobles verdades, yo estuve seguro de liaber al­ canzado la visión profunda de esa sabiduría que es in ­ superable en cielos y tierra. Inmutable es la emancipa­ ción de mi corazón. Esta es mi postrera existencia. No habrá renacimiento para mí. (SBE, 1 1 : 152-153) .

Su sensación de alivio al verse libre del temor de la transmigración, se registra en varios de los documentos canónicos, como parte integrante de su “ iluminación” (SBE, 10 :1. 42-43; 11 .-153; 13 ;97; W arren, BT, 338).

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(5) Su público ministerio {De los 35 a los 80 añas). Enseguida se encaminó a través de sn tierra natal de Magadha, en la India septentrional, y predicó su nuevo evangelio de salvación, mediante el cultivo éti­ co psicológico autodisciplinario, sosteniendo que a una persona sincera le basta sólo ejercitar adecuadamente sus propios estados de conciencia, prescindiendo de to­ dos los recursos convencionales de las religiones, como divinidades, culto, ceremonias, dogmas, sacerdocio o re­ laciones sobrenaturales. Buda atacaba particularmente las ideas corrientes del Induísmo acerca de un Ser Supremo metafísico, el valor de la plegaria y la santi­ dad de los libros védicos. ¿Quién ha visto nunca a Bralniia cara a cara.’ ¿Querría la orilla opuesta del río Akirvati por la mo­ ra invocación, plegarias, ps]>cranzas y loas de iiu hombre, venir a este lado? ¡Por tanto, las habladurías de estos brahmanes, ver­ sados en los Vedas, llegan a ser ridiculas meras pala­ bras, coea vacía y vana! (SB E , 11 : 173, 174, 180).

Cuando Buda hubo conseguido sesenta discípulo.s. los envió a su vez a propagar su sencillo mensaje de salva­ ción más urgentemente necesaria y más fácilmente ob­ tenible que la que el Induísmo anunciara. Id ahora, por compasión al mundo, en busca de la dicha de dioses y hombres. No vay.'ns dos por el mis­ mo camino. Predicad la «loctrina gloriosa. Proclamad una vida, consumada, iH'rfecta y pura de santidad. (SBE, 13 ; 112J13; también ll':(iO ).

Blula era uii predicador eficaz y laborioso e hizo muchas conversiont's. Algunas de nus parábolas se asemejan a las de Jesús, pero son muy distintas, como la parábola del sembrador (SBE, 10 : 2. 11-15), la del Hijo Pródigo (SBP]., 21 ; 99-lOG) ; la del Grano de Mostaza (Rhys Davids, “ Buddliism. a Sketch” . “ Boscpiejo del Budismo” . 13.‘í-i;U ). Un gran número

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de éstas .se hallan coleccionadas en el libro de E. W. Burlingame, “ Buddhist Parables” , “ Parábolas Bú­ dicas” . Con centenares de argumentos y ejemplos he regoci­ jado, de un modo u otro, a todas las criaturas (SBE, 2 1 :4 4 ). ^ ’

Falleció Buda a la edad de ochenta años, muy de­ crépito físicamente, pero invencible en espíritu’ “ en el barrio de una pequeña ciudad abigarrada” , donde se encontraba a la sazón dedicado a su obra de pre­ dicación ambulante, en medio de 500 discípulos. En esta asamblea plena de hermanos no hay uno solo que tenga duda o sufra engaño acerca de Buda o de la verdad o del seadero o del camino... Entonces el Bendito dirigióse a los hermanos y les dijo: “ ¡Ved aquí, herma­ nos, lo propia que es la decadencia a todas las cosas compuestas! ¡Trabajad por vuestra propia salvación con diligencia! Estas fueron las últimas palabrais del Bien­ aventurado. (SBE, 11 : 114; 19 : 307; Warren, BT, 109-,

3. La veneración de Buda. Uno de los hechos más curiosos de la historia de las religiones, es el modo en que Buda, que no enseñó el culto de ningún objeto divino, sino que trabajó me­ diante el sacrificio de sí mismo por la salvación del mundo, llegó a ser objeto de amor y culto. (1) Pruebas de la humanidad de Buda. Los primitivos relatos ingenuos de los libros canó­ nicos cuentan varios incidentes que demuestran que Buda estuvo sujeto a las comunes debilidades humanas, aun después de su “ iluminación” . El Bienaventurado padecía de flato. (SBE, 17 : 68) . Mas después que el Bienaventurado hubo probado la comida preiparada por Kunda, el fundidor, lo acometió una terrible enfermedad, la disentería; y un, agudo do­ lor casi mortal. (SB E , 11 : 72).

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(2) La admiración ilimitada por Bioda, de sus discí­ pulos. Sus devotos y amantes discípulos no hallaron falta en aquel que pudo fácilmente coronarse rey, pero que voluntariamente renunció a su real herencia en pro de la religión y por espacio de casi medio siglo se confun­ dió con la plebe para salvar el mundo. No hay falta en el perfectamente iluminado y medi­ tativo Buda (SBE, 10 : 2-29) . ¡Tan sin igual en el mundo, tan dulce, tan bueno! ¡Y sostenía ante sí ideales tan altos, empresas tan grandes! (SB E , 35 : 178). Rey de los reyes del Universo, conquistador. (SBE,

10 : 2. 102). La admiración emocionada hacia Buda, como ser per­ fecto, se convirtió en culto oficial a él, como superior a los propios dioses del Induísmo. E l más noble de los hombres, como el mismo Indra. (SBE, 49 : I, 56) . Los seres celestialee,’ con BraJima a su cabeza, fueron a la ciudad y le adoraron, buscando su favor. (SBE, 4 9 :1 ,1 9 0 ). Los dioses y los hombres le adorarán como al “ Gran­ de que trascendió al tiempo” . N i hay en el mundo con sus dioses nadie que t© ig'uale. (J. H_ Moore, “ Itivuttaka. The Saying of Buddha” , “ Las Sentencian de Buda” , 132-133).

(3) Pruebas de la divinidad de Budu. Apareció y enseñó maravillasamente ante el pueblo reunido y desapareció, dejando atónita a la gente: jQuién puede ser éste, que así ha desaparecido? ¿Hombro o dios? (SBE, 11 : 4 9 ).

Su nacimiento fue anunciado por treinta y dos pro­ nósticos, como los siguientes:

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Los ciegos recobraron su vistn, como íi Impulsos ilel leseo de ver su gloria. I j o s sordos oyeron. Los mudos liahlarou. Los jorobados se enderezaron. Los cojo.s re­ cobraron su aptitud de caminar. Todos los que estaban atados fueron libertados de sus ligaduras v cadenas. (Warreii, BT, 4 4 ).

Su “ iluminación” fue acompañada por testimonios análogos. Los ciegos de nacimiento recobraron la vista; los sor­ dos de nacimiento el oído; los rengos de nacimiento el uso de sus piernas; .y las cuerdas y cadenas'de los cau­ tivos se romjiieron y cayeron, (Warren, BT, 8Í1).

(4). Buda, objeto de especulación teológica. Dos ramas principales ha producido t i Budimiio. I jüs adeptos del “ Vehículo Menor ” , el Hinayana, del sur d.‘ Asia, han procurado ser fieles a la enseñanza del Maes­ tro, esto es: que él sólo enseñó el modo de huir del sufrimiento y que las cuestiones especulativas son in­ útiles para la religión. La miseria la he explicado. El origen de la mjseria io he explicado. Y el modo de concluir con la miseria lo he explicado... porque esto tiene que ver con los fundamentos de la religión, y tiende a la aversión, a la supresión de la pasión, a la cesación de la actividad, a. la quietud, al conocimiento, a la sabiduría suprenui, ai Nirvana. (Warren, BT, 122) .

La rama del norte que ha difunditlo el Budismo tan extensamente en la China y el Japón, ha producido ciertas doctrinas teológicas que constituyen el Mahaviina, o “ Vehículo M ayor” . Esta ve en Buda no sólo a un maestro que entró en el Nirvana a .su muerte, si­ no a un verdadero salvador divino. Preexistente, encarnado confornic a su plan, sobreiiaíuralnient(‘ concebido, inilngrosanunte nacido. (AVarren, BT, 42-46). Sin pecado y no obstanlc sul'riciuiü inexplicablemente. (SBE, :S5 : 178).

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Vino al mundo con un propósito redentor. (Í^BE, 21 ; 40, 46). Omnisciente y omnividente. (SB E , 2 1 : 4 4 , 118,121). Salvador de dioses y de hombres. (SB E , 21 : 120). El es eterno. (SB E , 21 : 302).

Ni un Dios mismo, ni un Gundharva (es decir un es­ píritu), ni Mara, (demonio) con Brahama podrían cam­ biar en derrota la victoria de un hombre que se lia con­ quistado a si mismo y que siempre vive refrenado. (SBE, 1 0 : 1 .3 1 - 3 2 ) .

No sólo ha sido deificado Buda, sino que se le ha convertido en miembro de una trinidad budista.

Buda tuvo la audacia del verdadero gran reforma­ dor al denunciar y reinterpretar el régimen de cas­ tas indvi. 500 años antes de Cristo, y con algunas de sus mismas palabras, Buda dijo a los orgullosos y ra­ paces pecadores de su tiempo que tanto el hombre ver­ daderamente admirable de la alta clase, como el real­ mente despreciable de la baja, deben ser juzgados con arreglo a su carácter moral y no conforme a su he­ rencia o a su esfado social, ni de acuerdo con los for­ malismos de la religión convencional.

(5) La idolatría de Buda. Es una de las ironías de la historia que aquel euyo principal mensaje y cuyas últimas palabras antes de morir fueron una exhortación a una vida ética susten­ tada en el esfuerzo personal, opuesta a la dependencia de cualquier clase de Ser Divino, llegase, andando el tiempo, a ser adorado en las mayores y más numerosas imágenes humanas existentes. (SBE, 11 :114; W arren, BT, 109). 4. Moral del Budismo. E l mensaje práctico de Buda ofrece notable contras­ te con las visionarias especulaciones del Induísmo fi­ losófico acerca de un Ser Supremo inefable, lo mismo que con el sacerdocio rentado, los sacrificios rituales y las numerosas ceremonias religiosas del Induísmo sacerdotal. Un breve documento búdico, el Dhammapada, contiene más de veinte pasajes que ordenan el dominio, la conquista, la purificación, la necesidad de incesante vigilancia y la responsabilidad personales para la propia salvación.

Un hombre no se convierte en brahmán por su famili.i o por su nacimiento. El que posee la verdad o la recti. tud, esc es bendito, ese es un brahmán. ¡ Oh necio! den tro de tí hay rapacidades, pero tu exterior lo muestras limpio. (SB E , 10 : 1, 91; igualmente 10 : 1. 38-39, 909(i : 10 : 2. 88, 111-115, 13 : 79-80). Él hombre airado y lleno de odio que daña a los seies vivientes, que habla falsamente, que se alaba a sí mismo y desprecia a los demás — ese es un verdadero paria. (SB E , 10 : 2. 2 1 2 2 ).

En el seno de la Orden Budista desaparecen las cuatro castas del Induísmo (SBE, 20 : 304). Cinco prohibiciones prescribe Buda a todo creyente budista: No matar, no robar, no cometer adulterio, no itienfir, no beber alcoJinl. ( Sutfa - Nipata, 392-398; SBi:. 1 0 : 2 : (i3-0«;).

Es bueno domar el espíritu, que es difícil de refrenar V volandero. La domesticación del espíritu trae la feli­ cidad. (SBE, 10 : 1, 12). C ).

Diez prohibiciones prescribe a la jerarando nn lu;;:ir secundario.

9

83

Semejanzas parciales entre el Budismo y el Cris­ tianismo.

Las dos religiones oriundas del Asia, recibieron men­ saje misionero de su fundador y se hicieron inteniacionales; pero el Budismo no ha salido del Asia ni .se ha extendido geográficamente en los siete siglos últi­ mos. En cambio, el Cristianismo se ha dilatado a E s­ te y Oeste, ha hecho un mayor esfuerzo en su activi­ dad misionera durante los til timos siglos y entre todas las religiones vivas es la que da más promesas de lle­ gar a ser efectivamente universal. Las dos religiones hacen hincapié en la vida m oral; pero el Budismo prescribe una moralidad ajena al culto de deidades. El Cristianismo ordena una moral qtie es semejante al carácter de Dios y que debe lo­ grarse Dios mediante. Las dos religiones exaltan una ley moral cósmica que abarca el destino humano, incorruptible e inevi­ table; pero el Karma del Budismo es un principio im­ personal, que finalmente destruye la individualidad. El Cristianismo enseña que el Ser Supremo es una pev■sona supremamente perfecta que emplea la ley moral universal para forjar personalidades humanas perfec­ tas. Las dos religiones» diagnostican el egoísmo como la inmediata causa de la miseria hum ana; pero el Bu­ dismo prescribe para curarlo una supresión negativa del individuo, enteramente en beneficio propio y arti­ ficiosamente concentrada en uno mismo, mientra.H que el Cristianismo prescribe como cura, un amor positivo a los demás, altruista y soeiocéntrico. Las dos religiones predican un evangelio de salva­ ción; pero mientras el Budismo enseña la salvación del individuo aparte de la sociedad, el Cristianismo enseña la salvación del individuo y de la sociedad. Las dos religiones han producido instituciones mo-

LAS R EL IG IO N E S VIVAS

E L BUDISMO

násticas; pero el Budismo mira la vida monástica co­ mo intrínsecamente superior, en tanto que el Cris­ tianismo enseña el carácter sagrado de toda vida so­ cial. Las dos religiones reverencian a su fundador por cierto carácter superior de su vida, pero Buda reali­ zó el ideal búdico de cultura moral sólo en la última jiarto de su vida, después de probar y abandonar su­ cesivamente otros tres ideales; la vida de indulgencia para consigo, la de especulación filosófica y la de as­ cetismo corporal. Jesús continuamente, desde su niñez, vivió una vida sana y gozosa de unión con Dios y con los hombres, que ofreció como tipo de vida normal pa­ ra todos. Ambas religiones fueron iniciadas por fundadores (¡ue se sacrificaron por ellas extraordinariamente; pe­ ro Utula muere, viejo, a los ochenta años, de disente­ ria, de resultas de una comida pesada, y Jesús muere joven, de treinta años, en la cruz, porque los hombres no apreciaron su sacrificio de amor.

La actividad en el Budismo es temporalmente inevi­ table, pero es un mal que al fin hay que vencer. En el Cristianismo la actividad es esencial para la vida santa. Los sufrimientos por otro son imposibles en el B u­ dismo a causa de su fundamental doctrina individua­ lista. En el Cristianismo los injustamente causados son un hecho terrible, pero pueden emplearse como medio de salvación. El pecado contra un Ser Divino es negado por el Budismo. Según el Cristianismo, se peca contra Dios, contra el prójimo y contra sí mismo. La vida, en el Budismo, a causa de sus sufrimientos no vale la pena de vivirse. En el Cristianismo, la vida, a despecho de sus penas es progresivamente valiosa.

84

10. Diferencias radicales entre el Budismo y el Cris­ tianismo. El Budismo niega a un Dios personal, salvo cuando deifica al propio Buda, y desde entonces adora a mu­ chos dioses. En el Cristianismo hay un Sei- Supremo. Dios, (pie debe ser obedecido, amado y creído. E l h o m b r e en el B u d i s m o es u n c on g l o me r ad o t e m ­ po r al sin valor. E n el Cri st ian i smo, c ad a i n d i vi d u o huJiiano ^rezco\aeío. o

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140

L A S R E LIG IO N E S V IV A S

En el curso del tiempo ha crecido mucho el apre­ cio de Lao-Tsé y se le ha engrandecido hasta guberna­ mental y teológicamente. En el año 156 D.C., por p r i­ mera vez el Estado decretó sacrificios en su honor. En el siglo I V D. C. surgió el dogma de la concepción sobrenatural del “ Venerable F ilósofo” o, como se ha traducido en su título honorífico, “ viejo-nino . For haber nacido con el pelo blanco y haber sido tan pre­ cozmente sabio, declaróse su nacimiento sobrenatural, no de infante sino de persona madura, que había esta­ do en el vientre de su madre por espacio de 72 u años (S B E 39:35, Nota 1). En el año 58 6 D.C. con motivo de la reparación del templo que estó en el lu­ gar de su nacimiento, colocóse en él una inscripción, que declara el dogma de la repetida reencarnación de Lao-Tsé (S B E 40:311-313). E l Emperador de la Chi­ na que reinó de 650 a 684 D.C., proclamó a Lao-Tse emperador antiguo. E n los años 713 a 742 se le ca­ nonizó como “ el gran Sabio Antepasado . En fecha posterior no exactamente determinable, se le incorpo­ ró en una Trinidad Taoísta, cuyo segundo miembro es un principio metafísico llamado Pan-Kú “ el Demiur­ g o ” y el tercero es otro personaje historico conocido comúnmente como “ el Emperador P erlin o” que fue deificado en 1116 DC. (Soothill, “ Three of Ohina” “ Tres Religiones de la China , . Los discípulos admiradores de Lao-Tsé no le enros­ tran las palabras humillantes que él mismo se dirigió en la época de su retiro del mundo a la oscuridad y muerte fin al y que están contenidas en los libros sa­ grados de esta religión, antes creen que aquel que les enseñó a creer en la bondad universal y seguirla, tuvo que ser divino. Lao-Tsé no enseñó la creencia en un Ser Supremo personal y su doctrina acerca de la bondad persistente que se debe mostrar a los malos, no la ejem plifico en­ teramente con su propia conducta.

el

t a o is m o

141

Sin embargo, millones de sus adeptos de China han reconocido en su gran sabio y maestro religioso una manifestación positiva del Ser Divino. La historia de China puede señalarse como ejemplo de realización persona de ^ ao-lse del principio que enseñó en el capítulo veintioeho de su libro, concerniente al reconocimiento v exaltación final de la humildad. en la sombra será el modelo del mundo enteró. Siendo este modelo del mundo, la eterna virtud, no le faltara,

ino ^ iyo_).

absoluto. (Dourfas, Taoism ” , “ Confueianismo y t I oís ^

Lao-Tsé fue en ciertos respectos, un sabio “ filó­ sofo ^_ejo , pero no un “ siervo doliente” de la Chi­ na D io a su religión cierto noble idealismo, pero no se dio a si mismo. Otras seis entre las religiones vivas, fundadas por persona, toman sus nombres de sus respectivos funda­ dores: el Jainismo, el Budismo, el Confueianismo el ^oroastrismo, el Cristianismo y el Mahometismo; pero el Taoismo lo tomó no de la personalidad o ejemplo de su maestro supremo, sino de su doctrina principal concerniente al principio impersonal “ T a o ” . 5. Libros S acad os del Taoismo, E l más importante tesoro literario un documento atribuido generalmente dador. Su título “ Tao-Teh-King” ha de diversas maneras por más de doce gleses .

del Taoismo es al mismo fun­ sido traducido traductores in­

A menudo se deja sin traducir v se le cita en su lorma original, como un compuesto de tres nombres chinos. Se le ha traducido “ E l Clásico del Tao y de la V irtu d ” (Chalmers), “ E l Libro del Sendero' de la

142

LA S BELIG IO NES V IV A S

V irtu d ” (O íd ), “ E l Clásico de la Gracia Providen­ cia l” (P a rk er), “ E l Principio de la Naturakza y sus Atributos” (B a lfo u r), ‘ ‘ Pensamient°9 sobre la Nat^^^^ raleza v Manifestaciones de Dios (A lexander) ( ^ i zás la versión más simple y exacta es Canon de Ra­ zón y V irtu d ” (Carus). E l trabajo de la versión de este libro sagrado de Taoismo hasta a media docena de idiomas europeos ha demostrado ser fascinador pero d ifici . ^radujolo a latín en el año 1788 el misionero catolico Padre bramont en la errónea creencia de que los místenos dt la Bajitísima Trinidad y ^ d e l D ios encanado se crecn.stiano de V erd ad” , contiene una lista’ de dos

144

L A S E E LIG IO N ES V IV A S el

cientos sesenta y ocho paralelos entre versículos del Tao-Teh-King y de la Biblia. (Basel, “ Missionsbuehhandlung” , “ Manual del Misionero” , 1914). Otro libro taoísta mviy posterior es el “ Tai-Shang K a n g'Y in g P ie n ” , “ Tratado de los actos y de sus retribuciones” . Sólo es inferior al Tao-The-King, se­ gún los propios taoístas y los estudiantes de las reli­ giones existentes, por el alcance de sus ideales éticos. Junto con algunas doctrinas crudamente primitivas, contiene ciertos pasajes que, en punto a ética, no han sido sobrepujados por ninguna de las religiones lio cristianas. Puede encontrarse en la B iblia varios paralelos a la descripción siguiente del “ Hombre Bueno” : E l no andará por callejuelas obscuras. Acum ulará vir­ tudes y actos meritorios. Sentirá amor por toda cria­ tura. Será leal, filia l, amante p ara con sus hermanos menores y sumiso a sus mayores. Se corregirá a sí mis­ mo y así transform ará a otros. Tendrá lástim a de los huérfanos y compadecerá a las viudas. Respetará a los ancianos y protegerá a los jó ­ venes. N i a los enjambres de insectos, ni a la hierba, ni a los árboles lastim ará. Deberá oomipadecer las ten­ dencias malignas de los demás; regocijarse de sus cua­ lidades; ayudarles en sus dificultades; salvarles de sus peligros; m irar sus ganancias como suyas, y sus pér­ didas del mismo modo; no publicar sus defectos, ni va­ nagloriarse de su propia superioridad; poner coto a lo malo, y exaltar y exhibir lo bueno; ceder mucho y to­ mar poco para sí; recibir insultos sin resentirse, y ho­ nores con aire aprehensivo; hacer favores sin buscar re­ compensa, y dar a otros sin arrepentirse lu eg o . Esto es lo que se llam a una hombre bueno. Todos los demás lo respetan. E l Cielo en su curso lo protege. L a fe li­ cidad y el provecho le siguen. Todo lo malo se aleja de él. Todo lo que hace alcanza éxito. Puede alimen­ tar esperanzas de volverse inmaterial e inmortal (S B E , 40 ; 337-238).

Pero también este segundo libro sagrado del Taoísmo enseña una larga serie de manda'mientos impor­ tantes y triviales, como estos:

t a o is m o

145

^ u n c a divulgues las faltas de tus nadrw ^u n c a confundas el mal con el bien N o premies a los deshonestos. N o castigues al inoceate. N o retes al viento, ni abuses de la lluvia

í*agan olvidar ¡a. Devuelve lo que te presten. No m T Z

concedido,

lan^:

°

N o llores o escupas hacia el Norte N o escu/pas a las estrellas errantes. N o señales a un arco ít-;«

¿ if í; . f

z 'i .T S “ u .

7 p o fo u é a le g r iT fe lic id ld ¿Por qué, entonces, no nos esforzamos en hacer el bien? (D ouglas, ‘ Confucianism and msmo y Taoism o” , 260-271)

Taoism ”

,

“ Omifii/.;. Oonfucia-

6 . E1 concepto centraJ del “ Tao” .

® T s i S e T nada de S r a hT ? “ S h iíta íí^ i

2 2 ? 4 ” 24

Significado etimológico primario de común, es “ ruta” , “ sendero” Palabra china, “ T a o” , en su má.s r acepción, aparece en el nombre religiones existentes, el Shintoísmo o

=9;19 :2 3;

Los libros cónfucianos también emplean esta misma Jdea religiosa para indicar el “ camino” de] perfecto lehgjoso y también el “ método” del Ser Supremo

146

E L TAOISMO

LA S RE LIG IO N E S V IV A S E l sendero ( T a o ) ; lo que no quieres que te hagan, no lo hagas a otro. ( “ Doctrine o f the M e a n ” , “ Doctrina del M ediano” , 12 : 3 ). E l camino del cielo (T ie n -T a o ), es bendecir al bueno y hacer al malo m iserable” (S B E , 3 : 9 0 ).

c o L l '(3 9

sustentadora de toda,s las P ” “ ^tivo,

anterior

cosas“. T 5 i T 3 . 4 ) ‘:

Por lo menos tres significados diferentes de “ T a o ” se han derivado de la idea primaria de "ca m in o” , a saber: el orden físico y moral del mundo; el sendero de razón, verdad, principio; y el camino de virtud perfecta, o el camino recto de vida que el Cielo aprue­ ba, y que el Cielo mismo sigue. En su más alta acep­ ción técnica, “ T a o” designa el absoluto filosófico, el Ser Supremo religioso. Carus siempre interpreta la palabra con el equivalente inglés “ reason” , razón; Pa r­ ker, ‘ ‘ Providenee ’ ’, providencia ; Alexander, ‘ ‘ God ’ ’, Dios. La traducción francesa de Remusat usa “ Ser Supremo” , “ Razón” , “ Palabra” y “ Logos” , para representar al “ T a o ” de los chinos. La traducción del “ Evangelio según San Juan” al chino, empieza con el primer versículo a sí: En el principio era el ‘ ‘ Tao ’ ’ y el Tao estaba con Dios, y el Tao era D ios” .

“ Y o no sé de quién es hijo. Parecería haber sido an­ tes de D io s ” . (T ao -T eh -K in g, 4.3, S B E , 3 9 : 5 9 ) .

E l Tao es fundamentalmente inactivo e indescrip­ tible; pero el Tao-Teh-King intenta describir sus ac­ tividades y atributos (* ). ( 1 ) 1/88 cifras de referencia de esta sección, y la siguiente, corresponden a capítulos y versículos del T ao-Teh-K ing.

cielo y

a

la tierra

^ « “ «tentador de todas las

^ gimipenetrante',

libre

de

presunción,

creador.

(3 4 :

Conocible solamente por intuición. (47 : 1-2: 81-1) Conocer al eterno es ilustrarse. (Carus l e U - 5 5 - 3 ^

hin embargo, es omnipaternal. 25?™

5

2

(4 -1 )



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7. Concepto del Ser Supremo. L a principal doctrina religiosa del Tao-Teh-King, es la tocante a un Ser Supremo eterno, impersonal, mís­ tico. En todo el libro sólo figura una vez el apelativo personal (T i, literalmente “ gobernante” ), que en los “ Libros Sagrados del Oriente” se traduce “ D ios” .

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