Huelga Del 54
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OBJETIVO PRINCIPAL
Conocer las causas, asi asi como el proceso evolutivo y las consecuencias consecuencias del movimiento obrero que dio paso a la huelga general en el año de 1954 en Honduras.
OBJETIVOS ESPECIFICOS.
1. Deta Detall llar ar cóm cómo o sur surge ge el el movi movimi mien ento to Obr Obrer ero o Hond Hondur ureñ eño o , cuá cuále less han sido sus luchas y cuáles han sido sus logros .
2. Cono Co noce cerr los los enfo enfoqu ques es que que se se apli aplica caba ban n en en el el asp aspec ecto to labo labora rall las Empresas Bananeras como la Tela RR Co. y la Standard Fruit Co. Incluyendo beneficios y condiciones de trabajo para los obreros.
3. Espec Especifi ifica carr las las ca caus usas as que que mo moti tiva varo ron n a los los obrer obreros os a reali realiza zarr la Huelga de 1954 y definir si al final se cumplieron sus objetivos.
4. Enum Enumer erar ar los los ben benef efic icio ioss que que ac acar arre reo o esta esta Huel Huelga ga para para los los trabajadores en esa época y las futuras , como ser la Ley de Reforma Agraria y la Ley del seguro Social entre otras.
INTRODUCCION
En este informe, basados en la Historia, trataremos de comprobar los aspectos que se definen como detonantes para el estallido de la Huelga de obreros- campesinos en el ano de 1954 en Honduras, una de las Denominadas “Banana Republic ”
Hace cinco décadas ocurrió el acontecimiento más trascendental del siglo XX hondureño, el más formidable y trascendental movimiento laboral en nuestra historia. Ocurrió en el seno de la ¨prisión verde¨ , título certero con el que Amaya Amador designó a las plantaciones bananeras, por cuanto cualquier intento organizativo del proletariado era doblemente reprimido, por el Estado mediante los comandantes de armas y cabos cantonales, y por las fruteras vía comisarios y delatores.A raíz de la iniciación de la masiva inversión extranjera en nuestro país, nuestro gobierno y a falta de inversión nacional, termino cediendo funciones que le eran propias y esenciales para su afirmación como estado nacional. Entre ellas: administración de muelles y obras portuarias, acceso a recursos hídricos, control de las primeras telecomunicaciones, producción de energía eléctrica, control de propiedades territoriales, y por añadidura, exoneración de impuestos. A partir de estas privilegiadas condiciones de partida, las empresas bananeras obtuvieron desproporcionados beneficios económicos que dieron lugar a una explotación de carácter monopólico y generaron su particular articulación con el poder político el cual manipulaban a gusto antojadizo. Sin embargo, por el mismo proceso que se incrementaba la acumulación capitalista, la fuerza de trabajo exigida para ello, promovió el desarrollo del proletariado de las plantaciones bananeras aumentando el número de obreros. La Gran huelga bananera, iniciada en la ciudad de El Progreso, en las instalaciones productivas de la Tela RR. Co., el 1º. De mayo de 1954, y luego convertida en Huelga general, dieron lugar a la obtención del derecho a sindicalización para todos los trabajadores hondureños. Es a partir de esta movilización colectiva que los trabajadores son reconocidos como actores determinantes del acontecer nacional y, en lo que atañe al sector campesino en particular, no puede obviarse su incidencia como factor explicativo fundamental en el surgimiento y difusión de las organizaciones campesinas.
INTRODUCCION
En este informe, basados en la Historia, trataremos de comprobar los aspectos que se definen como detonantes para el estallido de la Huelga de obreros- campesinos en el ano de 1954 en Honduras, una de las Denominadas “Banana Republic ”
Hace cinco décadas ocurrió el acontecimiento más trascendental del siglo XX hondureño, el más formidable y trascendental movimiento laboral en nuestra historia. Ocurrió en el seno de la ¨prisión verde¨ , título certero con el que Amaya Amador designó a las plantaciones bananeras, por cuanto cualquier intento organizativo del proletariado era doblemente reprimido, por el Estado mediante los comandantes de armas y cabos cantonales, y por las fruteras vía comisarios y delatores.A raíz de la iniciación de la masiva inversión extranjera en nuestro país, nuestro gobierno y a falta de inversión nacional, termino cediendo funciones que le eran propias y esenciales para su afirmación como estado nacional. Entre ellas: administración de muelles y obras portuarias, acceso a recursos hídricos, control de las primeras telecomunicaciones, producción de energía eléctrica, control de propiedades territoriales, y por añadidura, exoneración de impuestos. A partir de estas privilegiadas condiciones de partida, las empresas bananeras obtuvieron desproporcionados beneficios económicos que dieron lugar a una explotación de carácter monopólico y generaron su particular articulación con el poder político el cual manipulaban a gusto antojadizo. Sin embargo, por el mismo proceso que se incrementaba la acumulación capitalista, la fuerza de trabajo exigida para ello, promovió el desarrollo del proletariado de las plantaciones bananeras aumentando el número de obreros. La Gran huelga bananera, iniciada en la ciudad de El Progreso, en las instalaciones productivas de la Tela RR. Co., el 1º. De mayo de 1954, y luego convertida en Huelga general, dieron lugar a la obtención del derecho a sindicalización para todos los trabajadores hondureños. Es a partir de esta movilización colectiva que los trabajadores son reconocidos como actores determinantes del acontecer nacional y, en lo que atañe al sector campesino en particular, no puede obviarse su incidencia como factor explicativo fundamental en el surgimiento y difusión de las organizaciones campesinas.
La Huelga fue respondida por parte de las compañías bananeras con fuertes despidos en los años subsiguientes a su desarrollo. Con ello colaboró el aumento de la productividad por el avance tecnológico y el abandono de tierras motivado por grandes inundaciones en el litoral norte, área principal de las plantaciones. Subsecuentemente, los movimientos campesinos incorporarán como práctica sistemática la dinámica de dividirse y fragmentarse en una línea opositora y una oficialista, transformándose esta última en correa de transmisión de la política estatal. Los Obreros, esos seres anónimos se atrevieron a desafiar a la United Fruit Company, la transnacional con extensas plantaciones en el Caribe y Centroamérica, que contaba con respaldos decisivos entre prominentes círculos políticos y financieros en Washington, Boston y Nueva York, paralizando labores en los momentos más álgidos de la Guerra Fría . Dividido pues, del mismo modo que toda la historia sindical de Honduras, y tal como se presentía en el transcurso de la propia huelga bananera, nació el movimiento campesino Hondureño.
El proletariado agrícola ha tenido la particularidad de estar integrado por asalariados rurales pero también campesinos, y ello explica que la centralidad de sus luchas esté asociada con el acceso a la tenencia de tierras. Por ello, las organizaciones campesinas en Honduras se han movilizado tradicionalmente en la exigencia de aplicación de las leyes de Reforma Agraria que han existido en el país.
Como una de las consecuencias de estos movimientos obreros las empresas multinacionales abandonaron los campos anegados, extendiendo el desempleo y el hambre entre los campesinos. En algunos casos, la suspensión de actividades fue temporal, en otros, como en el caso que nos ocupa, el retiro de las empresas fue definitivo, pero en todos los procesos existió un denominador común: la desocupación de los trabajadores
ANTECEDENTES HISTORICOS
Los primeros cultivos cultivos de banano se hicieron en Honduras por personas aisladas e independientes en Islas de la Bahía. Allí se presentaron algunos compradores norteamericanos y llevaron la fruta a Estados Unidos, donde la vendieron a buen precio. “Allá por 1860 llegaron a Nueva Orleáns, llevadas
por las goletas de las Islas, los primeros racimos de bananos hondureños, procedentes de las Islas. Mr. Oteri, comerciante en frutas establecido en la ciudad de Nueva Orleáns, se intereso en el negocio, tanto por la novedad que despertó como por la halagadora ganancia obtenida, a pesar de que entonces el racimo se pago diez veces mas caro que hoy”. El primero que envió un barco un barco el E.B.Ward Jr. A llevar bananos de Las Islas y que se dedico al transporte regular de dicha fruta, fue el referido comerciante Oteri.
1.1 Nace el comercio bananero
A partir de estos ensayos, varias empresas se dedicaron a comprar bananos a los productores nacionales de la Costa Norte de Honduras. Entre dichas empresas se encuentran la “New Orleáns and Bay Island Company”, la “Macheca Brothers Company”, la “Vaccaro Brother Company” y la “Williams and Rankin Rankin Company”. Para favorecer a los cultivadores locales, el gobierno de la República emitió en 1893 un decreto por medio del cual obligaba a los comerciantes a obtener los bananos en las playas y no al borde de los barcos. Esto se hacia para que el deterioro de la fruta, despachada en pequeñas lanchas hasta los buques, corriera a cuenta de las empresas comercializadores y no de los productores. Los racimos eran apilados en las bodegas de los barcos de carga y para que el calor no acelerara el proceso de maduración, se dejaban abiertas las escotillas, con el consiguiente peligro al navegar por las agitadas aguas del Caribe.
A pesar de esas dificultades el banano fue ganando terreno en la economía hondureña al aumentar año con año el volumen de su exportación. Así observamos que, si en 1892 este producto constituía el 11.3 por ciento de las exportaciones globales de Honduras, en 1896 dicho porcentaje es ya de 22.8, para alcanzar en 1903 el 42.0 por ciento. En 1893 también se decreto un impuesto de dos centavos de dólar por racimo exportado. Los fondos obtenidos se destinaron al desarrollo de la educación primaria en Honduras y al estimulo de la producción bananera misma mediante el procedimiento de subsidiar nuevas líneas de transporte hacia los mercados norteamericanos, donde aumentaba sin cesar la demanda.
El auge del negocio llevo a que algunos de los compradores tuvieran la audaz idea de cultivar ellos mismos la fruta para no depender totalmente de los productores locales. En 1890 los hermanos Vaccaro de origen italiano solicitaron permiso con ese propósito. El mismo les fue otorgado y, a partir de 1900, se establecieron en el Valle del Aguan. Durante los años 1903 y 1904 les fueron extendidas las correspondientes concesiones. Por otra parte, el norteamericano Wiliam Streich obtuvo en 1902 una concesión del
gobierno de Honduras para explotar cinco mil hectáreas a ambos lados del rió Cuyamel, obligándose a pagar diez centavos de dólar por cada hectárea cultivada y veinticinco por la sin cultivar. El concesionario Streich construyo un ferrocarril entre Omoa, Cuyamel y Veracruz, a fin de extraer la fruta de los cultivadores regionales. Asimismo, sembró bananos en las tierras que le habían sido concedidas.
1.2 Aparece el célebre Zemurray (ver anexo 3 )
Streich tuvo algunos problemas económicos en el desarrollo de su empresa bananera, por lo que se la vendió a Zemurray, una de las figuras mas funestas que se encuentran ligadas a este negocio en Honduras. Inicialmente Zemurray se dedico a la compra y venta de bananos maduros descartados en los puertos de Mobile y New Orleáns. Con la ayuda de la United Fruit Company, formo la Hubbard Zemurray Company para obtener la empresa de Streich. Logrado esto, se lanzo con audacia al cultivo de la fruta, empleando nuevos métodos, tanto en dicha actividad como en el trato de las autoridades. No obstante encontrar algunos obstáculos iniciales en el cumplimiento de los compromisos contraídos con la United, Zemurray formo en 1911 la Cuyamel Fruit Company, con un capital de cinco millones de dólares. Pero no encontrándose muy seguro en su enfrentamiento con la United, también se lanzo al objetivo de arrancarle nuevas concesiones al gobierno de Honduras. Movido por este propósito, armo y financio al general Manuel Bonilla para que derribara de la Presidencia de la Republica a Miguel R. Dávila, quien apoyaba los negocios de la United. Con ese fin preparo un barco el Hornet y se lo entrego a Bonilla. El triunfo de esta acción era vital para Zemurray, pues el gobierno de Honduras negociaba entonces un empréstito con la casa Morgan and Company a través del Convenio Paredes Knox, cuyo articulo segundo deba como garantía el derecho de dicha casa de recaudar impuestos de las aduanas hondureñas, lo que obviamente, chocaba con las pretensiones de Zemurray de obtener nuevas regalías en sus negocios bananeros.
El “Hornet” hizo algunas incursiones a lo largo de la Costa Norte, pero suspendió sus actividades porque le gobierno de Estados Unidos hizo que el Presidente Dávila la entrara en arreglos con la oposición bajo el pretexto de evitar un nuevo derramamiento de sangra. Las pláticas se llevaron a cabo a bordo del buque norteamericano Tacoma el día 23 de febrero de 1911. Por el Presidente de Honduras asistieron Máximo Rosales y Manuel F. Barahona; por Zemurray, Alberto Membreño y Fausto Dávila; y como representante del Gobierno de los Estados Unidos concurrió Thomas C. Dawson, Cónsul en Puerto Cortes.
Al final de las conversaciones se acordó que el Presidente Dávila y el Vicepresidente Dionisio Gutiérrez renunciaran de sus cargos y le entregaran el mando a Francisco Bertrand, quien convocaría a elecciones durante el mes de Octubre. Todo se hizo al pie de la letra, según estaba previsto en los planes de Zemurray, el único candidato que se presento a los comicios de octubre fue el general Bonilla. Este asumió la Presidencia de la Republica el 31 de Enero de 1912. Un mes después Zemurray obtuvo una concesión de 10 mil hectáreas de nuevas tierras, otorgadas por el Decreto N. 78 del 4 de marzo de 1912. Posteriormente recibió la habilitación del puerto de Omoa, concedido según Decreto N. 68 del 5 de marzo de 1914. Además, Zemurray se convirtió en el agente de su propia competidora, la United, al obtener para ella en forma dolosa nuevas concesiones. Antes de 1912 esta empresa se dedicaba a comprar fruta a los productores nuestro país; pero el 8 de abril de ese año, el segundo de Zemurray en las fincas de la Cuyamel Fruit Company, H.V. Rolston, obtuvo una concesión para construir un ferrocarril en el puerto de Tela; dos meses después paso Rolston se derechos a Zemurray, quien, a su vez, los cedió el 4 de marzo de 1913 a la Tela Railroad Company, subsidiaria de la United.
1.3 Expansión de las compañías
Provista de esta concesión, la Tela Railroad Company inicio operaciones bananeras con mucho dinamismo en la zona litoral atlántico y en las riberas del rió Ulúa, de modo que ya en 1915 ocupaba el primer lugar entre las compañías exportadoras de banano desde nuestro país. En 1912 la Truxillo Railroad Company, otra subsidiaria de la United, obtuvo una concesión para construir un ferrocarril y explotar nuevas tierras dentro de su zona de actividades, lo cual inicio a partir de 1914 desde Puerto Castilla. Con estos y otros avances, la United adquirió un poderío extraordinario en Honduras, superior al logrado por ella en Costa Rica, Guatemala o Colombia. Sus posesiones durante 1914 alcanzaban a 15 mil acres, pero después de 1924 dicha cifra llego a los 87 mil acres, de modo que Honduras se transformo en el principal asiento de operaciones de la United Fruit Company en América Latina.
Por su parte los hermanos Vaccaro, establecidos en la Ceiba, se dedicaron a expandir su ferrocarril con el propósito de obtener nuevas tierras de cultivo, ya que, conforme a la concesión respectiva, por cada kilómetro de vía férrea teniendo derecho a doscientos cincuenta hectáreas. Luego, a partir de 1913, se dedican a diversificar sus operaciones en nuestro país: instalan un ingenio azucarero; fabrican licores; montan una fabrica de
aceite, manteca vegetal, jabón y abonos, con cuyo fin aprovechan los cocos, los corozos y las semillas de algodón; instalan una fabrica de cervezas y otra de zapatos; y, finalmente, organizan un banco, el Atlántida, que es hoy en día uno de los mas poderosos del país. En 1924 los Vaccaro reorganizan su empresa y dieron origen a la Standard and Steamship Company, la que en 1926 se convirtió en la Standard Steamship Corporation de la actualidad. Pero Zemurray no quiso quedarse a la zaga y se apresuro a participar en esta carrera expansionista de los negocios bananeros. A partir de 1920 adquiere nuevos terrenos por el lado de Las Guanchias e introduce un sistema de riego que le permite mejorar considerablemente la fruta. A los pocos años las exportaciones de la Cuyamel Fruit Company subieron en flecha. Estas eran durante 1920 de 2 millones 800 mil racimos, pero en 1928 las mismas subieron a 8 millones 800 mil, es decir cuatro veces mas. Asimismo, Zemurray monto un gigantesco ingenio azucarero en la Lima, departamento de Cortes, y, mediante hábiles maniobras, obtuvo el control del Ferrocarril Nacional, así como permiso para construir y retener un muelle en Puerto Cortes.
1.4 Las Peleas ínter monopolísticas.
Esta era la política seguida por todos los monopolios bananeros instalados en Honduras y como cada uno de ellos buscaba ganar el favor de los gobernantes de turno o simplemente llevar al poder a quienes podían servirles incondicionalmente, nuestro país se convirtió en un campo de intrigas, conspiraciones y batallas entre esos monopolios y sus correspondientes grupos políticos. Puede, pues, afirmarse que gran parte de las guerras civiles, las matanzas y los golpes de Estado ocurridos en Honduras desde las postrimerías del siglo anterior hasta 1932 fueron producto de las maniobras puestas en practica por las compañías bananeras en su afán de ensanchar sus negocios mediante la adquisición de concesiones verdaderamente onerosas para nuestra Patria, al estilo de las recomendadas por la insultante Carta Rolston. Por supuesto, una rivalidad como la antes indicada dentro de un país tan pequeño y pobre como Honduras no era del todo conveniente para los mismos monopolios bananeros. Esto los llevo siempre a buscar un arreglo entre ellos, sobre todo los que, como la United y la Cuyamel, eran los mas agresivos. Una coyuntura vino a favorecer ese arreglo: la gran crisis económica de 1929, que hizo quebrar a millares de empresas de Estados Unidos y echo abajo importantes negocios monopolistas en todo el mundo. Esas circunstancias, y dado que Zemurray se inicio en el negocio bananero con el apoyo de la United Fruit Company, contribuyeron a que ambas empresas se pusieran fácilmente de acuerdo para no salir perjudicadas frente a la catástrofe: Zemurray acepto vender la Cuyamel a cambio de 300
mil acciones de aquella empresa, con un valor de 32 millones de dólares. La United Fruit Company, teniendo a Zemurrey entre sus grandes propietarios, se convirtió en un gigantesco imperio bananero dentro de Honduras capaz de decidir sobre numerosas cuestiones de importancia para la nación. Las rivalidades cesaron y en nuestra patria se abrio un periodo de paz, el que fue capitalizado por el dictador Tiburcio Carias Andino.
2. EL MOVIMIENTO OBRERO
A raíz de la puesta en marcha durante el año 1869 del proyecto del ferrocarril interoceánico, se producen en Honduras las primeras concentraciones importantes de obreros. Aunque gran parte de esta fuerza de trabajo no era hondureña, sino de los países vecinos, la misma contribuyo sin duda alguna al desarrollo de las contradicciones sociales en el país. Algunos documentos informan, sobre los conflictos que se producían entre los trabajadores y la empresa contratistas a causa de los bajísimos salarios pagados por ella y los malos tratos de que eran objetos aquellos. En algunos casos los obreros escapaban de los sitios de actividad y eran perseguidos como animales, según el informe de uno de los ingenieros de las obras: “estoy seguro que si el Gobierno me diese mas tropas, podría con ellas evitar la deserción de los trabajadores y adelantar con estos los trabajos y evitar las perdidas que causan a los contratistas. El Teniente Coronel don Julio Mundt, mi segundo, se ha dedicado a la persecución de ellos y obtenido buenos resultados en sus excursiones”. Al fracasar el proyecto ferrocarrilero y quedar reducidos a unos cuantos kilómetros de línea, desapareció la fuerza proletaria allí reunida y las luchas sociales correspondientes.
2.1 Los obreros mineros
Después de la concentración obrera generada por el proyecto del ferrocarril, es el mineral de San Juancito el que, a partir de 1880, da lugar al agrupamiento proletario de mayor importancia en nuestro país. El choque entre obreros y patronos se traslada este punto de Honduras, pues la empresa norteamericana “The New York and Rosario Mining Company”, impuso unas condiciones de trabajo sumamente duras en las minas, lo que obligaba a los trabajadores a la correspondiente resistencia. Los salarios eran sumamente bajos en las distintas actividades de la empresa y el trato de los capataces des daban a los mineros era sencillamente brutal. A causa de esto, el 10 de marzo de 1909 estallo un movimiento huelguístico en las
minas. Los obreros reclamaban aumentos salariales, un mejor trato y medidas de seguridad en los túneles. Los cuerpos policiales de San Juancito, pagados por la empresa, atacaron violentamente a los mineros, muchos de los cuales resultaron grave mente heridos. El gobierno liberal de Miguel Dávila envió refuerzos militares y una comisión negociadora, la que obligo a los obreros a reincorporarse al trabajo e hizo encarcelar a los dirigentes principales, entre ellos a Rufino Ardon, Camilo Lozano, Marcos Montoya, Julián Regino Andino, Mario Andino y Daniel Gutiérrez. 2.2 Las primeras huelgas obreras
A partir de la llegada de los monopolios bananeros a la Costa Norte en 1899 y 1902, comenzaron a producirse nuevas concentraciones proletarias en Honduras. A consecuencia de ellos las luchas capitalistas y trabajadores se ensancharon un poco más y adquirieron mayor profundidad. La primera huelga importante en los campos bananeros se produjo durante el mes de julio de 1916 dentro de los dominios de la Cuyamel Fruit Company. El motivo de la acción fue el robo que la empresa les hacia a los trabajadores en las tiendas de la misma, donde les aceptaba el dólar con un valor de Lps. 2.31 pero se los entregaba como pago a un valor de Lps. 2.50. Los obreros decidieron por esta causa no embarcar la fruta de la compañía y tampoco hacer los cortes respectivos. La empresa recurrió entonces a esquiroles, quienes cortaran cerca de cinco mil racimos y se disponían a llevarlos al muelle. Esto obligo a los huelguistas, unos 600 en total, a destrozar la fruta con sus machetes para impedir que fuera embarcada. En represalia las autoridades militares de Cuyamel, al servicio de la empresa, capturaron a cerca de 400 huelguistas y los llevaron amarrados al Castillo de Omoa. Sin embargo, el comandante de la fortaleza se negó a introducirlos en las celdas y los libero al siguiente día, ya que opinaba, que el reclamo de los trabajadores era completamente justo.
En septiembre de 1920 estalla otro movimiento huelguista en las plantaciones bananeras de la Costa Norte. Esta vez se produjo en los campos de la “Vaccaro Brother Company”, con sede en la Ceiba. La huelga tenía como principal objetivo arrancarle a la compañía mejores salarios. Más de mil obreros se desplazaron desde las plantaciones hasta la ciudad antes dicha, donde se encontraron las oficinas de dicha empresa. Allí entablaron negociaciones con representantes de la misma y con el Gobernador Político del departamento de Atlántida, Antonio Lagos. Los huelguistas se apoderaron prácticamente de la ciudad, hasta paralizar todas las actividades económicas de la misma. El Gobierno Liberal de Rafael López Gutiérrez declaro a la Republica bajo el estado de sitio y envió tropas a la Ceiba para mantener el orden público y salvaguardar las propiedades de la empresa. De esa manera los huelguistas fueron obligados a retornar a sus labores, no sin antes sufrir la correspondiente represión.
2.3 Nacen las primeras federaciones obreras
En 1921 fue organizada, por varios grupos artesanales y mutualistas, la Federación Obrera Hondureña (FOH). Esta entre otros objetivos, se proponía los siguientes: a. Fundación de sociedades cooperativas en sus tres fases: producción, consumo y crédito empezando su labor por gestionar la reforma del Código de Comercio vigente; b. Gestionar la reglamentación de las relaciones entre obrero y el capitalista, procurando el arreglo equitativo de las huelgas y una ley de accidentes del trabajo; c. Organización de escuelas de obreros, gestionando con el ejecutivo el envió al exterior de los mejores preparados; d. Trabajar en el sentido de que las empresas proporcionen viviendas baratas e higiénicas a los trabajadores; e. La lucha por la instalación de centros para atender la salud y la educación de los trabajadores.
En marzo de 1925 se produjo una huelga en el ingenio azucarero de la Lima, propiedad de la Cuyamel Fruit Company. El General Francisco Martínez Fúnez representante del gobierno en el conflicto, sintetizo así las exigencias de los obreros: “supresión de las ordenes como medio de pago; el pago de salario semanal y en efectivo; jornadas de ocho horas de trabajo; aumentos salariales hasta dos dólares diarios; rebaja del veinticinco por ciento en los artículos expendidos en los comisariatos y finalmente la petición de que los familiares de los trabajadores fuesen atendidos en los centros médicos hospitalarios de la Compañía, sin costo adicional”. La huelga se extendió a los campos bananeros de la misma empresa, por lo que se ordeno de parte del gobierno central, su inmediata reprensión. La empresa rechazo los aumentos salariales, así como la rebaja en los precios de los artículos vendidos por ella, y solamente accedió a los puntos secundarios.
En mayo de 1926 se organizo, con la presencia de numerosas organizaciones sindicales, la Federación de Sociedades Obreras del Norte. La creación de la misma significaba un salto cualitativo en el desarrollo del movimiento obrero hondureño, pues sus propósitos al contrario de la FOH que seguía siendo mutualista, era luchar contra los patronos por los derechos de los afiliados.
En noviembre del mismo año tuvo lugar en Tegucigalpa un congreso de unidad del movimiento obrero hondureño, con la presencia de numerosas organizaciones obreras y artesanales del país. El objetivo del congreso era lograr la unidad de los trabajadores organizados de Honduras y discutir una Constitución Obrera donde figuraran los principios y aspiraciones del proletariado hondureño frente a los patronos y el gobierno.
A causa de esto, numerosos lideres obreros de la Costa Norte, entre los cuales figuraban los muy conocidos Graciela García y Manuel Cáliz herrera, organizaron el 1 de mayo de 1929 el primer Congreso Obrero Campesino de Honduras. Producto del mismo fue el surgimiento de la Federación Sindical Hondureña. El Congreso Obrero Campesino declaro “traidores al ideal emancipador al proletariado” a los dirigentes de la FOH y reivindico los principios de la Constitución Obrera de 1926, pisoteados por aquellos. Además se creo un periódico “El Trabajador Hondureño”.
La Federación Sindical Hondureña se dedico, a organizar a los trabajadores bananeros y a dirigirlos en su lucha contra los monopolios establecidos en la Costa Norte. El Cuarto Congreso de la FSH celebrado en enero de 1932, se ocupo de trazar una línea concreta relacionada con el trabajo organizativo entre los trabajadores de la zona. El documento principal de dicho Congreso, dice “La Federación Sindical Hondureña, única central de clase del proletariado hondureño, tiene como tarea fundamental la organización de los miles de proletariados explotados por la United Fruit Company en un “Sindicato de Trabajadores de la Industria Bananera”, única forma de prepararlos para conducirlos a luchar por sus reivindicaciones inmediatas y por el abatimiento del sistema de explotación capitalista” El Congreso ordeno la formación de Comités Sindicales en todos los centros de trabajo del monopolio bananero para “defender los intereses económicos y políticos de los trabajadores.
2.4 Nuevos movimientos huelguísticos
A principios de 1932 tienen lugar varios movimientos huelguísticos que afectan a las tres compañías bananeras establecidas en la Costa Norte: La Tela Railroad Company, la Standard Fruit Company y la Truxillo Railroad Company. La primera se produce el 3 de enero de 1932 cuando los trabajadores del muelle de Tela deciden paralizar las actividades de embarque de fruta en protesta por la decisión unilateral adoptada por la Tela Railroad Company en cuanto a rebajarles el salario a 17 centavos la
hora, de 25 que ganaban. El día 4 se unieron al movimiento los trabajadores del ferrocarril. El Presidente Mejia Colindres, declaro el estado de sitio en cinco departamentos: Colon, Yoro, Atlántida, Cortes e Islas de la Bahía. El movimiento estaba dirigido por la Federación Sindical Hondureña, cuyos líderes lograron que 200 esquiroles enviados por la compañía a los muelles se unieran a los huelguistas. El paro termino el 8 de Enero, cuando la empresa accedió a casi todas las peticiones de los trabajadores y estos aceptaron una rebaja de centavos en su salario por hora. El 7 de febrero de 1932 se inicio una de las huelgas mas prolongadas y difíciles que se hayan producido en los campos bananeros. La misma tuvo lugar en las plantaciones de la “Truxillo Railroad Company”. Recurriendo a la represión abierta y al soborno, tanto la compañía como el gobierno, lograron ponerle fin hasta la segunda semana de abril, que duro mas de dos meses.
El 17 de enero de 1932 se produjo otra acción huelguista de grandes proporciones en las dependencias de la Standard Fruit Company. La misma fue Los Planes, pero luego se extendió a todas las fincas de dicha empresa, tanto en el departamento de Colon como de Atlántida.
2.5 El movimiento obrero de 1933
Durante la dictadura de Tiburcio Carias Andino, que se extiende desde 1933 hasta 1949, el movimiento obrero fue salvajemente reprimido. El estado de sitio, según informa Washington el 20 de febrero de 1936 el Embajador norteamericano L. J. Kenna, “aunque no se haya declarado esta en vigencia”. Los sindicatos constituidos durante años anteriores tuvieron que realizar sus actividades en forma clandestina o disolverse. Cualquier trabajador que intentara formar un sindicato en las empresas capitalistas nacionales o extranjeras sobre todo en los campos bananeros era acusado de “subversivo” y enviado a la cárcel o simplemente muerto por los verdugos de Carias. Por esta razón y por el hecho de que el combate contra la dictadura se convirtió en la principal batalla política del pueblo hondureño durante ese periodo, las actividades puramente sindicales y obreras pasaron a un segundo plano.
Tiburcio Carias Andino le entrego la Presidencia de la Republica a Juan Manuel Gálvez el 1 de enero de 1949, obligado por unas circunstancias políticas que hacían inaceptables las dictaduras del viejo cuño. Durante el nuevo gobierno se produjo una relativa legalización del movimiento obrero, pues la tendencia entonces frente al ejemplo aleccionador de la revolución
democrático-burguesa de Guatemala (1944-1954), era dar la apariencia de libertad y democracia. El 4 de marzo de 1949 se aprobó la Carta Interamericana de Garantías Sociales. Este documento reconocía, el derecho a la libre organización de los trabajadores en sindicatos, a la huelga y al salario mínimo. Los trabajadores aprovecharon para impulsar hacia adelante su movimiento, no solo reverdeciendo las viejas organizaciones sino también creando otras nuevas. Esto se hacia siempre con mucho cuidado, pues la represión no desapareció por completo, sobre todo en los campos bananeros.
La legalización definitiva del movimiento obrero hondureño surge como una conquista de la gran huelga de 1954. Al gobierno a y a los monopolios le interesaba que las organizaciones sindicales aparecidas en aquellas circunstancias fueran encabezadas por elementos patronales y no por líderes auténticos de los trabajadores. Este hecho entre otras cosas determino la acción contra el Comité General de Huelga precedido por Cesar Augusto Coto, a quien se le envió a la cárcel acusado de comunista, maniobra a la que se presto Manuel de Jesús Valencia dirigente de la huelga de la Lima. El nuevo comité se convirtió, al finalizar el movimiento, en Comité Central Sindical, bajo cuya dirección se llevo a cabo del 28 al 31 de agosto de 1954 un congreso obrero. De aquí salio el Sindicato de Trabajadores de la Tela Railroad Company (SITRATERCO), dirigido por elementos afines a la Organización Regional Interamericana del Trabajo (ORIT), principal vehiculo de la política anti-obrera de los monopolios norteamericanos en América Latina.
El 16 de febrero de1955 se puso en vigencia la Carta Constitutiva de Garantías del Trabajo, que representa el primer intento de legislación obrera en Honduras. Posteriormente el 6 de junio, se promulgo la Ley de Organizaciones Sindicales. Aunque este instrumento legal daba algunas facilidades para la organización del proletariado, el mismo era fundamentalmente restrictivo, pues prohibía las Federaciones y Conferencias, así como las huelgas. Precisamente con base en esta ley, el gobierno de Julio Lozano Díaz llevo a cabo en 1956 una dura reprensión contra el movimiento obrero organizado de la Costa Norte en represalia por impulsar un nuevo intento huelguista. Numerosos dirigentes sindicales de la región fueron encarcelados, lo que dio lugar al desarrollo de una amplia actividad de masas en todo el país por obtener su libertad. En febrero de 1957 se unieron en el puerto de Tela los representantes de varios sindicatos de la Costa Norte con el propósito de formar una Federación Regional. El proyecto era avalado por la ORIT. En la referida reunión se echaron las bases del organismo antes indicado y se convoco para un nuevo encuentro. Este tuvo lugar los días 28 y 29 de abril y de el
surgió la Federación Sindical de Trabajadores Norteños de Honduras (FESITRANH). Este mismo trabajo se hizo durante el año 1958 en Tegucigalpa, siempre bajo la asesoría de la ORIT. Del 20 al 23 de ese año se reunieron varios sindicatos en un Congreso y, como parte de las resoluciones allí adoptadas, se creo la Federación Central de Sindicatos de Trabajadores Libres de Honduras (FECESITLIH). Finalmente, del 24 al 27 de septiembre de 1964 tuvo lugar una Asamblea de representantes de las federaciones sindicales y de otros organismos vinculados al movimiento obrero hondureño para construir una instancia superior de organización. Así nació la Confederación de Trabajadores de Honduras (CTH) y quedo completamente establecida la estructura legal de dicho movimiento en Honduras, para cuyo logro fue necesario el trabajo abnegado de muchísimos obreros y hasta el sacrificio personal.
LA HUELGA DE 1954
E l continuismo de Carias, significaba desde el punto de vista económico, la conservación de la estructura del capitalismo dependiente, establecido a partir de la reforma liberal de 1876, y desde el punto de vista político, el mantenimiento en el poder del grupo oligárquico dirigido por los latifundistas semifeudales.
El hecho de que el 1949 se haya decidido el cambio del dictador y la sustitución del mismo por Juan Manuel Gálvez, en nada modifico la situación, ya que, si bien Gálvez rompió con el tradicionalismo más crudo para seguir una línea modernizante, propia de la burguesía intermediaria, con ellos era imposible que se produjeran cambios sustanciales. A causa de eso, el proletariado hondureño, con su destacamento entonces mas importante: los trabajadores bananeros, asumió la pelea por imponer algunas transformaciones básicas en el país, favorables a sus intereses, pero también de beneficio para todo el pueblo hondureño. Así se produjo la gran huelga bananera de 1954.
3.1 Antecedentes inmediatos a la huelga. Sus orígenes fueron aparentemente fortuitos, pero, en realidad, estaban conectados con la crisis estructural predominante en el país y la necesidad de introducir reformas económicas, políticas y sociales. La chispa de la huelga fue un conflicto laboral surgido a mediados del mes de abril en el muelle de Tela. Resulta que los trabajadores cargaron varios barcos durante la Semana Santa, desde el miércoles 14 hasta el sábado 17. Como no terminaron con la fruta, les fue necesario trabajar el día domingo 18. La United Fruit Company, interpretando a su antojo el Decreto N. 96, del 4 de marzo de 1949, pago doble los días feriados de Semana Santa, pero únicamente reconoció día y medio por el domingo 18. Los estibadores, en respuesta ante tal arbitrariedad, no cobraron sus cheques y amenazaron con una huelga el día 24. Fue necesario que el Ministro de Gobernación, General Antonio Inestroza, interviniera en el asunto para lograr resolverlo conforme a la demanda de los trabajadores. Igual problema se presento en el muelle de Puerto Cortes a fines del mismo mes de abril. El día lunes 26 atraco un barco frutero con el propósito de cargar. El estibador Rafael García no recibió boleto para integrarse a las
cuadrillas de cargadores de ese lunes, pues se encontraba suspendido por haber dejado caer durante una jornada anterior un racimo de bananos, cuyo precio era apenas de L.0.20. Sus compañeros reaccionaron violentamente y no quisieron cargar la fruta hasta que no se le diera la misma oportunidad a García.
De nuevo intervino el Ministro Inestroza, quien logro que el gerente de la United M. Aycock, ordenara la restitución del referido trabajador a partir de las 6 de la tarde del martes 27. También durante el mismo lunes se produjo cierta agitación en el taller de Puerto Cortes, donde se detuvo a Juan Canales, acusado de ser el promotor de la intranquilidad allí suscitada. Ante estos hechos, el Presidente de la Republica, Juan Manuel Gálvez, ordeno la concentración de tropas en Puerto Cortes. Asimismo, el Ministro de Relaciones Exteriores, J.E. Valenzuela, envió con fecha 30 de abril una drástica circular a todos los gobernadores políticos de la Republica, por medio de la cual les ordenaba ”la expulsión de los agitadores extranjeros”. Estas disposiciones fueron recibidas, naturalmente con indignación entre los trabajadores de la Costa Norte, pues se consideraron como una venganza de las compañías bananeras y del propio gobierno por haberse atrevido aquellos a defender sus derechos frente a los abusos de la United.
A fines del mes de abril y como una continuación de los conflictos surgidos durante la Semana Santa, los trabajadores del muelle de Tela y el personal de enfermería del hospital del mismo lugar, formaron un comité de Huelga. Este preparo un pliego de peticiones para enviarlo al Gerente de la División Mr. Kenett Block. En dicho pliego se exigía el 50 por ciento de aumentos salariales y se daba un plazo de 48 horas para la respuesta. El Gerente Block demando 30 días como tiempo adecuado para responder, ya que, según informo, el problema debía consultarse a las oficinas centrales de Boston. Ante tal actitud, los trabajadores paralizaron sus actividades el 3 de mayo. Ese fue el inicio firme de la huelga.
En Puerto Cortes comenzó a manifestarse el conflicto a partir del domingo 2 de mayo. Las cosas se produjeron así: el sábado 1 los estibadores consultaron con el jefe de muelle, Mr.Smith, si se les pagaría doble el domingo 2. Dicho empleado respondió que iba a consultar el asunto para informarles después. El propio día domingo aun no tenía respuesta, los trabajadores se negaron a cargar la fruta. A causa de esto fue llamado un juez del trabajo, quien les pregunto a los obreros “¿Cual es el problema muchachos?”. Uno de ellos, le dijo a otro que tenía a su lado: informa voz. Este explico el asunto de la mejor manera que pudo, pero al reanudarse las
labores, Mr. Smith no le dio cupón para intervenir en las mismas, acusándolo de ser el “líder de la agitación” allí surgida. En respuesta, los estibadores no trabajaron el domingo 2, y el lunes 3 se declararon en huelga juntamente con los obreros del taller de mecánica.
3.3 La generalización de la huelga
Desde Tela partieron el 3 de mayo grupos a pie para informar a los trabajadores de El Progreso y La Lima sobre el desarrollo de los acontecimientos. El día 4 se paralizaron todas las actividades de la United Fruit Company. El 5 lo hicieron los trabajadores de la Standard.. A partir de entonces se detuvieron otras empresas industriales y comerciales de la Costa Norte, de modo que esta que do prácticamente inactiva. Inmediatamente se realizo un Comité Central de Huelga de los trabajadores bananeros, con representantes de los distintos distritos de la United: Tela, Cortes, El Progreso, La Lima y Bataan. Dicho comité pasó por varias reorganizaciones, pero el definitivo es el siguiente, con sede en El Progreso:
Cesar Augusto Coto, Secretario General; Juan B. Canales, Secretario de Organización; Francisco Ríos, Secretario de Prensa; Guillermo Rosales M, Secretario de Actas; Manuel Sierra, José Vásquez; Adán Posas, Cruz Meléndez, Gabriel David, Ernesto Pérez, Ángel M. Domínguez, Antonio Rivas, Gregorio Ferrera y Augusto Castañeda, Prosecretarios. El Comité Central de Huelga presento el 11 de mayo, un pliego de peticiones de 30 puntos, en el que exigía, entre otras cosas:
Un aumento salarial del 50 por ciento Mejora de los servicios hospitalarios Vacaciones de 15 días pagados cada año Bonificaciones en junio y diciembre Viviendas higiénicas para todos los trabajadores y Mejor trato en el trabajo.
La táctica de los monopolios bananeros y del gobierno fue, desde el primer momento, prolongar el conflicto por tiempo indefinido y dividir a los huelguistas. La primera línea, cuyo fin era vender a los trabajadores por hambre, se aplico al rechazarse la negociación con el CCH. La segunda, dirigida a debilitar por dentro el movimiento, se puso en práctica a través de la intriga entre los comités de huelga y haciendo uso del soborno. Pero gracias a la ayuda de todo el pueblo hondureño, la huelga se mantuvo durante las dos primeras semanas calculadas para vencerla. Esta resistencia imprevista obliga al gobierno y a la empresa a comenzar las negociaciones el 23 de mayo, para lo cual se nombro una Comisión Mediadora, dirigida por Tomas Cáliz Moncada. Pero si la táctica de ganar tiempo no les dio resultado a los empresarios y a las autoridades, la línea de “división” si les produjo algunos frutos. Tanto el gobierno como la United levantaron la acusación de que el CCH estaba “asesorado por comunistas procedentes de Guatemala”. De esa manera esperaban meter cuñas entre el Comité Central y los Comités Locales. Sobre dicha base comenzaron a efectuar pláticas por separado con el Comité Local de la Lima, a la cabeza del cual se encontraba Manuel Jesús Valencia. Este se reunía secretamente en San Pedro Sula con representantes de la iglesia para escuchar los planeamientos del gobierno y de la United. El CCH conoció de tales maniobras y dispuso hacer un cambio en el Comité Local de La Lima. El 20 de mayo llego Cesar Augusto Coto a esta población con 14 dirigentes para efectuar la reestructuración del caso. Uno de los compañeros de Coto acuso a Valencia de “traidor”. Utilizando los micrófonos instalados en el hipódromo “Chula Vista” de la Lima. Valencia respondió acusando, a su vez, de “comunista” al dirigente antes dicho y haciéndolo registrar. En los bolsillos del mismo se encontró una hoja suelta del Partido Democrático Revolucionario Hondureño, en la que esta organización apoyaba el movimiento huelguista. La multitud allí presentada tomo como prueba dicho documento y amenazo con linchar a todo el grupo.
Desde entonces se rompió la unidad entre los Comités Locales de Huelga y el Comité Central, pues Valencia comenzó a infiltrar agentes suyos en Tela, El Progreso y Batan.
Este problema fue valorado adecuadamente por la empresa y el gobierno para vencer la huelga, sumándolo a tres factores más:
1. El regreso al trabajo por parte de los huelguistas d el Standard al llegar a un arreglo con la empresa el 19 de mayo;
2. Las inundaciones producidas ese mismo mes por los ríos Ulua y Chamelecon al no efectuarse las obras de canalización de todos los años y ser rotas por agentes de la compañía las ya hechas; y
3. El avance del movimiento contrarrevolucionario de Guatemala, con la ayuda de la United, la CIA y el gobierno de Juan Manuel Gálvez.
Todos estos fueron utilizados en forma muy calculada contra la huelga. Las negociaciones se mantuvieron hasta el lunes 31 de mayo. Este día al discutirse el Acta del sábado 29, la delegación de los trabajadores, encabezada por Coto, pidió la reconsideración de un punto aprobado por los negociadores del día sábado. El punto decía: “presentarse al desempeño de sus labores después de aprobado cuatro puntos del pliego de peticiones”. Coto exigió, según lo resuelto en una asamblea efectuada el domingo 30, que el texto fuera el siguiente: “presentarse al desempeño de sus labores, después de aprobados los 30 puntos del pliego de peticiones”.
La empresa acuso a los trabajadores de “faltos de seriedad” y rompió las negociaciones.
3.5 Se pierde la unidad interna
El 1 de junio, por la noche, Coto y otros miembros del CCH se presentaron en el campo de huelga de La Lima para discutir con Valencia la línea a seguirse después del rompimiento de las negociaciones. Valencia acuso públicamente de “comunista” a Coto y lo hizo encarcelar esa misma noche, juntamente con Manuel Sierra y dos ayudantes: Rubén Portillo y Modesto Rubio. El día 2 de junio, Valencia publico una hoja suelta en la que declaraba su apoyo a la reelección presidencial de Juan Manuel Gálvez y anunciaba el surgimiento de la Unión Sindical de Trabajadores Hondureños, de la que se declaraba su Secretario General. En esa misma hoja se autodenominaba el “legitimo representante de los trabajadores” y pedía a la empresa reanudar las negociaciones. El mismo 1 de junio, el Comité Local de Tela condeno a Coto y demás compañeros por el rompimiento de las negociaciones y se solidarizo con Valencia. El 5 este convoco a una reunión en San Pedro Sula con representantes de Tela, El Progreso, La Lima, Cortes y Bataan, a fin de organizar un nuevo CCH, el que resulto integrado por las siguientes
personas: Manuel de Jesús Valencia, Humberto Díaz Zelaya, Antonio Radillo, Raúl Estrada, Henry Sheran, Santos Ochoa, Benigno González, José Cubas, Celeo González, Carlos Ramírez, Rafael Alberti, Rufino Sosa, Israel Orellana, José Arnulfo Espinoza y José Alberto Panchame.
Este CCH publicó, el 7 de junio, una carta pública al Gerente Aycock en la que le proponía nuevas platicas. Sin embargo, la empresa, aduciendo que en El Progreso funcionaba otro CCH, se dirigió a los trabajadores por medio de hojas volantes arrojadas desde avionetas. En dichas hojas se hacia una propuesta: elevar el salario de L.3.30 a L.4.00 por día y dar medicina gratuita a los trabajadores, con sus respectivas familias, que tuvieran salarios de L. 1.50 a L. 2.00 al día. Después de este levantamiento, tanto el gobierno como la empresa reconocieron a Valencia y marginaron el CCH de El Progreso.
3.6 Se reanudan las negociaciones
El 12 de Junio se reanudaron las negociaciones. El 27 fue derribado el gobierno democrático-burgués de Jacobo Arbenz, en Guatemala, lo que envalentono a la United. El 1 de julio esta presento un pliego de propuestas que ignoraba por completo el planteamiento de 30 puntos de los trabajadores y echaba por la borda su propio ofrecimiento de elevar hasta L.4.00 al día el salario mínimo en todas sus dependencias. Las nuevas ofertas eran las siguientes: aumento de L. 0.10 por hora a los trabajadores de los muelles y una bonificación de L.40.00 para quines se presentaran a su trabajo en un lapso de 5 días. El costo de este ofrecimiento era de cinco millones de lempiras.
La comisión negociadora del gobierno se manifestó en contra de esta oferta y propuso otra, con los siguientes costos: 7.7 millones de lempiras en aumentos de salario; 4.50 en prestaciones sociales; 698 mil para indemnizar a determinadas capas de trabajadores. La suma total era de 13 millones. La empresa rechazo el plan de gobierno. Por esa razón el propio Presidente Gálvez se ofreció como mediador, tratando, naturalmente, de capitalizar el conflicto, pues aspiraba a reelegirse en las comisiones de octubre de 1954. Gálvez, en realidad, lo que hizo fue avalar la nueva propuesta de la empresa y desconocer el punto de vista de la comisión gubernamental. Por algo había sido abogado de la United durante muchos años. El 9 de julio, después de 66 días, termino la huelga al firmarse un convenio con exiguas concesiones a los trabajadores, basadas en la oferta del 1 de julio, es decir, un incremento salarial de L. 0.05 a L.0.10 por hora y una
gratificación de L. 40.00 para los trabajadores que se reincorporaran de inmediato a sus labores. El hambre, la represión policial, las intrigas y la traición logró, por fin, quebrantar la voluntad de lucha de los obreros.
Sin embargo, si bien estos no obtuvieron de inmediato lo que se proponían, con su acción cambiaron el curso de la historia hondureña. El movimiento obrero fue legalizado, se emitieron nuevas leyes de carácter social y, sobre todo, a raíz de la huelga surgió la posibilidad de un cambio de esquema de las clases gobernantes.
El hambre, las represión policial, las intrigas y la traición, lograron por fin, quebrantar la voluntad de lucha de los obreros, pero si estos no lograron de inmediato lo que se proponían, con su acción cambiaron el curso de la historia hondureña. El nueve de julio, después de sesenta y nueve días, terminó la huelga con la firma de un convenio sobre insignificantes concesiones a los trabajadores, con base a la oferta del primero de julio, es decir un incremento salarial de 5 a 10 centavos por hora y una gratificación de L. 40.00 para los trabajadores que se reincorporaran de inmediato a sus labores. "Todo pasó sin que pasara nada" -dijo el gerente de la Tela, al finalizar la huelga. Sin embargo, ese evento mejoró las condiciones de vida de los trabajadores en los campos bananeros y del resto de trabajadores del país.
Papel que desempeño del Presidente Manuel Gálvez en la Huelga de 1954 La gran huelga de dos meses de duración en los campos bananeros (ver anexo 4) de Honduras fue como una tormenta eléctrica que galvanizó a la conciencia nacional. Sorprendió comprobar cómo, sin previa preparación sindical y orillados a reunirse en la clandestinidad, los trabajadores demostraron tener sólida capacidad de lucha y madurez. Sorprendió asimismo la enorme solidaridad con los huelguistas demostrada por el pueblo hondureño. El gobierno de Gálvez se decidió por la negociación y no la represión y las bananeras tuvieron que avenirse a tratar con sus trabajadores. Surgió así el movimiento sindical, de 1954 en adelante, que abriría en Honduras las puertas a otros procesos democratizadores y del que llegó a afirmarse que era el más potente en Centroamérica. 1954 fue también año electoral. Como en otras ocasiones, la presencia de tres candidatos complicó el proceso. Los nacionalistas se apuntaron divididos, con el viejo General Tiburcio Carías al frente del Partido Nacional, y su antiguo vicepresidente Abraham Williams como candidato del Movimiento Nacional Reformista. La popularidad del candidato del Partido Liberal, Ramón Villeda Morales, era incontenible pero no obtuvo la mayoría requerida. El Congreso electo no se instaló pues ambas alas nacionalistas no hicieron acto de presencia; se rompió el orden constitucional y en defecto del Presidente Gálvez, que se había retirado por motivos de enfermedad, quedó como Jefe de Estado, de facto, su vicepresidente Julio Lozano Díaz. Caracterizado por su eficiencia administrativa, Lozano Díaz gobernó en 1955 y 1956. Nueva borrasca cuando pretendió imponerse en el mando sin otro apoyo más que el de un reducido circuito de allegados. El Ejército lo derrocó el 21 de Octubre de 1956. La Junta Militar de Gobierno prometió devolver el país a la constitucionalidad en el término de un año, promesa que cumplió. La Asamblea Nacional Constituyente, fruto de las elecciones de 1957, promulgó una nueva Constitución de la República y en elecciones de segundo grado designó a Villeda Morales como Presidente. Quince días antes de finalizar su período, Villeda fue sustituido violentamente por el mismo Ejército que había facilitado el proceso de su lllegada al poder. El golpe militar ocurrido el 3 de Octubre de 1963 contra el gobierno de Villeda fue sangriento.
CONSECUENCIAS DE LA HUELGA DE 1954
El surgimiento y posterior reconocimiento del sindicalismo no fue una lucha fácil, pues en todo momento hubo fuerte oposición a la organización de los trabajadores, pero el fuerte movimiento de los trabajadores bananeros en la huelga de mayo de 1954 obligó al Gobierno de turno encabezado por Juan Manuel Gálvez, a quien se le vincula Directamente con las compañías bananeras, a realizar algunos cambios en la legislación hondureña y es así que: En el mes de diciembre de 1954, mediante decreto Ley se crea la Secretaría de Trabajo Asistencia Social y Clase Media, con el fin de buscar la armonía entre patronos y trabajadores.
Los cambios provocados entre las relaciones obrero-patronales, hacen que empiece a surgir un sistema de legislación laboral en Honduras. De esta manera fue puesta en vigencia en 1956 la Carta Constitutiva de Garantías de Trabajo, documento que sentó las bases para lo que habrá de ser el Código de Trabajo que fue emitido en 1959.
A Gálvez le sucede en el Gobierno de la República Julio Lozano Díaz, quien se había desempeñado como su Vice-Presidente. Este Gobierno se caracteriza por una intensa campaña anticomunista, encaminada a combatir al joven partido comunista que había tomado fuerza a raíz de los eventos suscitados en la reciente huelga bananera.
El efímero Gobierno de Lozano Díaz fue derrocado mediante un golpe de Estado que instauró en el poder a una Junta Militar el 21 de octubre de 1956. Los militares convocaron a elecciones para elegir autoridades constitucionales, las que fueron ganadas por el candidato liberal Doctor Ramón Villeda Morales . Durante su campaña el candidato liberal había prometido mejorar los problemas socioeconómicos del país, la emisión de una ley de Reforma Agraria y el Código de Trabajo. Fue así como en mayo de 1959, mediante decreto 189 del Soberano Congreso Nacional, se emitió el Código de Trabajo. Este incorporó nuevas disposiciones legales y reglamentó todo lo concerniente a la relación entre el capital y el trabajo. Independientemente de sus imitaciones legales el nuevo instrumento constituía una evidente victoria de los trabajadores y era consecuencia directa de la nueva situación generada por la huelga de 1954, y cuyo contenido fue tomado de la versión del Código de Colombia, mismo que a su vez se copió de la Ley Federal de México de 1931, vigente aun con una serie de reformas
La legalización de los sindicatos que fue conquista de la huelga de 1954, dio el derecho a organización de otros sectores como ser campesinos, maestros y pobladores urbanos.( Ver Anexo 1)
La lucha por la reformas sociales y políticas y por la democratización del país
1954 (13 de marzo) Emisión del Decreto Legislativo No. 159 con el objetivo de crear un FONDO ACUMULATIVO para la posterior fundación del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). El Fondo se capitalizó con recursos provenientes de multas impuestas a infractores de la ley, accidentes de trabajo, ley de Trabajo de Menores y Mujeres y Ley de Marina Mercante, entre otras. El Fondo se creó en el Banco Central de Honduras, pero el mismo nunca pasó a ser parte del patrimonio del IHSS.
1957 (19 de diciembre) Se aprueba el Decreto No.21 en la Asamblea Nacional Constituyente que delega al IHSS la responsabilidad de administrar los servicios del seguro social.
1959 Se emite el decreto legislativo No. 140 que sustenta la ley del seguro social y crea el IHSS como institución de derecho público y prestación de servicios obligatorios.
1962 Inicio de operaciones del IHSS.
ASPECTOS REVELANTES DE LA HUELGA DE 1954
LA HUELGA OBRERA: 30 abril al 8 de julio de 1954.
La unidad administrativa de la Tela Railroad Company, subsidiaria en Honduras de la United Fruit Company, hoy Chiquita Brands, se opuso a pagarles a los trabajadores muelleros del Puerto de Tela el doble del salario por concepto de trabajo en días festivos. Desde el 4 de marzo de 1949, se había establecido obligatoriamente el pago doble por días festivos (feriados). Eso provoco el descontento en las instalaciones de la Tela y
Puerto Cortés. Los trabajadores paralizaron las actividades y anunciaron una huelga. Constituyeron el Comité de huelga y prepararon el pliego de peticiones. Al conocer la intransigencia de la compañía, varios departamentos se sumaron a la paralización de actividades. En lugares como El Progreso y Bataan la organización de los trabajadores estaba en ascenso. El 30 de abril se convocó a una celebración para el primero de mayo. La presencia multitudinaria de los trabajadores y el respaldo de la población fue el detonante para declarar una huelga general en todas las instalaciones de la compañía Tela Railroad. El 3 y 4 de mayo, los trabajadores habían paralizado las actividades y se amplió el movimiento huelguístico. El 7 de mayo, los trabajadores de la Standard Fruit Company, Castle and Cook, se unieron solidariamente a la huelga con los trabajadores de la United Fruit Company, movilizándose alrededor de 15, 000 trabajadores de la zona de La Ceiba, sede de la Standard. Se constituyó el Comité Central de Huelga el 17 de mayo. La amplia solidaridad mostrada al movimiento de los trabajadores bananeros despertó muestras de apoyo militante de todo el pueblo de Honduras, más de 35, 000 trabajadores se movilizaron a nivel nacional en solidaridad. El país experimentó una verdadera conmoción espiritual y humana al volcarse todos los sectores, estudiantes, comerciantes, artesanos y mujeres. Hubo adhesiones de solidaridad internacional. Después de muchos días de jornadas de negociación y el patrocinio de la Comisión Mediadora del Estado, el 8 de julio de 1954 se firmó el convenio definitivo. Entre el 1° y el 2 de mayo de 1954, los trabajadores bananeros de Honduras se fueron a una huelga que, después de una semana, cubriría el país en un gran alzamiento que involucraría a casi la totalidad de los trabajadores, formando un movimiento social sin precedentes. Para entender este fenómeno, hay que recordar lo que eran los monopolios bananeros que, como la United Fruit Co. y la Standard Fruit Co., no sólo dominaban la economía de Honduras y el Caribe, sino que eran un “Estado dentro del Estado”: ponían y quitaban presidentes, controlaban el Congreso Nacional y las leyes estaban a su servicio. Los trabajadores sufrían una explotación sin límites, no gozaban de ningún derecho laboral o social. El país estaba sometido desde hacía 25 años a una terrible dictadura que no permitía libertades políticas y no habían elecciones de presidentes. Los sindicatos y toda organización social fueron disueltos al llegar al poder en Honduras el General Tiburcio Carías Andino (1932). Lo mismo acontecía con los partidos políticos, en particular el Partido Comunista de Honduras, de gran influencia entre los trabajadores bananeros. Al derrumbarse el fascismo europeo con la Segunda Guerra Mundial (19391945), las dictaduras centroamericanas son estremecidas por el auge de las luchas populares. Se derrumban Ubico en Guatemala y Martínez en El Salvador, pero Carías sale indemne después de masacrar al pueblo. Mas Carías, por la presión de las luchas en el contexto internacional, cede el poder a Juan Manuel Gálvez, viejo abogado de la United Fruit. Se inició así
una apertura política que aprovechan los trabajadores e intelectuales progresistas. Se organizan en un partido político, el Partido Demócrata Revolucionario Hondureño (PDRH) que el 10 de abril de 1954 daría origen a la reorganización del Partido Comunista de Honduras (PCH). En abril de 1954 se dan dos protestas que serían como un “embrión” de la huelga. En Tela, Atlántida y Puerto Cortés, dos puertos de la costa atlántica de Honduras y que eran lugares de embarque del banano de la United Fruit Co., a los trabajadores se les obliga a cargar los barcos sin pagarles el trabajo extra, sin reparar que era domingo, día de descanso. Los trabajadores se niegan y hacen un paro laboral; el Gobierno interviene y manda soldados, y mientras se firma una acta de suspensión del paro, los juzgados conocieron del caso. Para el 5 de junio, la United Fruit Co., con el auxilio del Gobierno y de traidores, reprime y organiza otro Comité Central de Huelga. Son encarcelados por “comunistas” César Augusto Coto y otros; la represión se extendió a otras ciudades. El gobierno de Gálvez en ese momento se alió con el Gobierno estadounidense para invadir a Guatemala y no querían tener el “patio trasero” con un problema como era ese alzamiento popular. La guerra fría hacía sentir su garra en Honduras. El 9 de julio se logra terminar la huelga firmando un acta que no cumplía con lo que los huelguistas querían. Pero aun con la represión y la traición, la huelga logra, en lo general, sus objetivos. El Partido Nacional en el poder entra en crisis y le es imposible seguir gobernando, incluso imponiendo una dictadura con Lozano Díaz, que sustituye a Gálvez que se retiró “por enfermedad”, después vendría un golpe militar reformista y convoca a elecciones que les gana a la oposición con Villeda Morales. Villeda Morales aprueba en 1959 un Código de Trabajo, legaliza el sindicalismo, da el seguro social y una reforma agraria. Los estudiantes ganan la autonomía de la Universidad Nacional y las mujeres su derecho al voto. Nace todo un marco jurídico y una Constitución de avanzada. Esos son los logros de este alzamiento popular. A 50 años de este fenómeno social de 1954, que no se ha vuelto a repetir, los trabajadores hondureños ven amenazadas sus conquistas por el neoliberalismo, que quiere hacer retroceder todo lo conquistado en 1954.
El movimiento sindical y campesino está en crisis. Sus organizaciones coptadas por el oportunismo; se quieren imponer leyes represivas, ahora con el cuento de reprimir al terrorismo y la delincuencia. Una nueva estrategia se hace necesaria para dar una nueva visión del país que tenemos y queremos. Nuevas formas de organización y lucha son indispensables, sin abandonar lo viejo y la experiencia. Los trabajadores bananeros casi desaparecieron, son una minoría; el obrero industrial es
sustituido por el trabajador de la maquila. Así aparecen nuevos “embriones” de organización y lucha: nace en el 2001 el Bloque Popular, luego la Coordinadora Nacional de la Resistencia Popular. Miles de trabajadores salen a las calles a protestar dirigidos por estas organizaciones. El 26 de agosto del 2003, los trabajadores se movilizan y se toma por 24 horas a la capital del país. La consigna de crear un nuevo poder popular surge desde abajo, nacen asambleas populares en todo el país y se organiza la protesta y la propuesta. Aunque el fenómeno de 1954 no se puede repetir, se vislumbra y se crea una nueva lucha.
CONSECUENCIAS DE LA HUELGA DE 1954
En lo Económico:
Pérdidas millonarias en la producción bananera, en salarios no devengados por los obreros en huelga e ingresos fiscales no percibidos por el Estado. A esto hay que agregar, la disminución de la exportación de plata por el cierre de la mina de San Juancito. El trabajador que laboraba en las compañías bananeras se vio afectado por la pérdida masiva del empleo, avalada legalmente por dos de las cláusulas del convenio firmado. El uso cada vez más generalizado del trabajo por contrato y la creciente mecanización del proceso productivo fueron los mecanismos que permitieron la separación masiva de trabajadores y la apertura de negocios privados en las zonas de influencia de las compañías bananeras.
En lo Laboral:
Contribuyó al surgimiento y a la consolidación del sindicalismo legal en Honduras; así como al reconocimiento del derecho de asociación sindical. Se impulsó la creación de varios sindicatos en las instalaciones de la Tela Railroad Company y contribuyó a montar las bases de una expansión acelerada de la sindicalización en el país y la promoción de los derechos de los trabajadores. Fortaleció las organizaciones sindicales al integrarse las Federaciones de Sindicatos de bases o industria para representar los intereses económicos y sociales de los trabajadores.
En lo Institucional:
Se creó el Ministerio del Trabajo, Asistencia Social y Clase Media, como el órgano estatal encargado de contribuir a la emisión y supervisión de un conjunto de leyes sociales que culminaron con la promulgación del Código del Trabajo en 1959.
OBJETIVO GENERAL Dar a conocer como surge el proceso evolutivo y las consecuencias del movimiento obrero que dio paso a la Huelga General de 1954 en Honduras.
OBJETIVOS ESPECIFICOS Detallar como surge el movimiento obrero hondureño, cuáles han sido sus luchas y cuáles han sido sus logros. Conocer los enfoques que se aplicaban en el aspecto laboral en las empresas bananeras, incluyendo beneficios y condiciones de trabajo para los obreros. Especificar las causas que motivaron a los obreros a realizar la huelga de 1954 y definir si al final se cumplieron sus objetivos. Enumerar los beneficios que acarreo esta huelga para los trabajadores en esa época y en las futuras, como ser la Ley de Reforma Agraria y la Ley del Seguro Social, entre otras.
Entre el 1° y el 2 de mayo de 1954, los trabajadores bananeros de Honduras se fueron a una huelga que, después de una semana, cubriría el país en un gran alzamiento que involucraría a casi la totalidad de los trabajadores, formando un movimiento social sin precedentes. Para entender este fenómeno, hay que recordar lo que eran los monopolios bananeros que, como la United Fruit Co. y la Standard Fruit Co., no sólo dominaban la economía de Honduras y el Caribe, sino que eran un “Estado dentro del Estado”: ponían y quitaban presidentes, controlaban el Congreso Nacional y las leyes estaban a su servicio. Los trabajadores sufrían una explotación sin límites, no gozaban de ningún derecho laboral o social. El país estaba sometido desde hacía 25 años a una terrible dictadura que no permitía libertades políticas y no habían elecciones de presidentes. Los sindicatos y toda organización social fueron disueltos al llegar al poder en Honduras el General Tiburcio Carías Andino (1932). Lo mismo acontecía
con los partidos políticos, en particular el Partido Comunista de Honduras, de gran influencia entre los trabajadores bananeros. Al derrumbarse el fascismo europeo con la Segunda Guerra Mundial (19391945), las dictaduras centroamericanas son estremecidas por el auge de las luchas populares. Se derrumban Ubico en Guatemala y Martínez en El Salvador, pero Carías sale indemne después de masacrar al pueblo. Mas Carías, por la presión de las luchas en el contexto internacional, cede el poder a Juan Manuel Gálvez, viejo abogado de la United Fruit. Se inició así una apertura política que aprovechan los trabajadores e intelectuales progresistas. Se organizan en un partido político, el Partido Demócrata Revolucionario Hondureño (PDRH) que el 10 de abril de 1954 daría origen a la reorganización del Partido Comunista de Honduras (PCH). En abril de 1954 se dan dos protestas que serían como un “embrión” de la huelga. En Tela, Atlántida y Puerto Cortés, dos puertos de la costa atlántica de Honduras y que eran lugares de embarque del banano de la United Fruit Co., a los trabajadores se les obliga a cargar los barcos sin pagarles el trabajo extra, sin reparar que era domingo, día de descanso. Los trabajadores se niegan y hacen un paro laboral; el Gobierno interviene y manda soldados, y mientras se firma una acta de suspensión del paro, los juzgados conocieron del caso. Para el 5 de junio, la United Fruit Co., con el auxilio del Gobierno y de traidores, reprime y organiza otro Comité Central de Huelga. Son encarcelados por “comunistas” César Augusto Coto y otros; la represión se extendió a otras ciudades. El gobierno de Gálvez en ese momento se alió con el Gobierno estadounidense para invadir a Guatemala y no querían tener el “patio trasero” con un problema como era ese alzamiento popular. La guerra fría hacía sentir su garra en Honduras. El 9 de julio se logra terminar la huelga firmando un acta que no cumplía con lo que los huelguistas querían. Pero aun con la represión y la traición, la huelga logra, en lo general, sus objetivos. El Partido Nacional en el poder entra en crisis y le es imposible seguir gobernando, incluso imponiendo una dictadura con Lozano Díaz, que sustituye a Gálvez que se retiró “por enfermedad”, después vendría un golpe militar reformista y convoca a elecciones que les gana a la oposición con Villeda Morales. Villeda Morales aprueba en 1959 un Código de Trabajo, legaliza el sindicalismo, da el seguro social y una reforma agraria. Los estudiantes ganan la autonomía de la Universidad Nacional y las mujeres su derecho al voto. Nace todo un marco jurídico y una Constitución de avanzada. Esos son los logros de este alzamiento popular. A 50 años de este fenómeno social de 1954, que no se ha vuelto a repetir, los trabajadores hondureños ven amenazadas sus conquistas por el neoliberalismo, que quiere hacer retroceder todo lo conquistado en 1954.
El movimiento sindical y campesino está en crisis. Sus organizaciones coptadas por el oportunismo; se quieren imponer leyes represivas, ahora con el cuento de reprimir al terrorismo y la delincuencia. La consigna de crear un nuevo poder popular surge desde abajo, nacen asambleas populares en todo el país y se organiza la protesta y la propuesta. Aunque el fenómeno de 1954 no se puede repetir, se vislumbra y se crea una nueva lucha.
HONDURAS HUELGA DE LOS TRABAJADORES DE LAS COMPAÑIAS BANANERAS DE 1954 Entre el 1ro y el 2 de mayo de 1954, los trabajadores bananeros de Honduras se fueron a una huelga que, después de una semana, cubriría el país en un gran alzamiento que involucraría a casi la totalidad de los trabajadores del país. Nunca los huelguistas se imaginaron que estaban partiendo la historia de Honduras y formando un movimiento social sin precedentes. Para entender este fenómeno, hay que recordar lo que eran los monopolios bananeros que, como la Unidad Fruit Co. y la Standard Fruit Co., no sólo dominaban la economía de Honduras y el Caribe, sino que eran un "Estado dentro del Estado", ponían y quitaban presidentes, controlaban el Congreso Nacional, y las leyes estaban a su servicio. Los trabajadores sufrían una explotación sin límites, no gozaban de ningún derecho laboral o social. El país estaba sometido desde hacia 25 años a una terrible dictadura que no permitía libertades políticas y no habían elecciones. Los sindicatos y toda organización social habían sido disueltos al nomás llegar al poder político de Honduras el general Tiburcio Carias Andino. Lo mismo acontecía con los partidos políticos, en particular el Partido Comunista de Honduras de gran influencia entre los trabajadores bananeros. 1932 marca el inicio de esta dictadura. Al derrumbarse el fascismo europeo con la segunda guerra mundial (19391945), las dictaduras centroamericanas son estremecidas por el auge de las luchas populares. Se derrumban Ubico en Guatemala y Martínez en El Salvador, pero Carias sale indemne después de masacrar al pueblo. Carias, más por la presión de las luchas en el contexto internacional, cede el poder a Juan Manuel Gálvez, viejo abogado de la United Fruit. Se inició así una leve apertura política que aprovechan los trabajadores e intelectuales progresistas. En 1948 se organizan en un partido político, el Partido Demócrata Revolucionario Hondureño (PDRH) que el 10 de abril de 1954 daría origen a la reorganización del Partido Comunista de Honduras (PCH), y aparecen embriones de organizaciones sindicales como el Comité
Coordinador Obrero (CCO) que al ser reprimido por Gálvez se transformaría en Comité de Unidad Sindical (CUS) y luego en Comité de Lucha Obrera (CLO). El PDRH y el PCH, así como el CCO, el CUS y el CLO se dan a la tarea de organizar en las ciudades principales: Tegucigalpa, San Pedro Sula, Progreso, Puerto Cortés, La Lima, Tela y Ceiba, unos "círculos de estudio" del partido político y otras pequeñas organizaciones sindicales. Estas agrupaciones en los campos de trabajo de los obreros bananeros eran clandestinas. Los "círculos" educaban a los trabajadores en literatura política y los defendían de los desmanes de las compañías bananeras, exigían horarios de 8 horas de trabajo, seguridad social, pago de días festivos. Esta labor se realizaba desde los años 1945, era un trabajo riesgoso, clandestino, lento, se le llamaba "trabajo de hormiga". Para 1953, en Honduras se presentaban dos coyunturas favorables a las luchas de los trabajadores. Por un lado, las compañías bananeras, para salir de una crisis en el cultivo y exportación del banano, estaban reorganizando las formas de trabajo y de pago: se cambiaban las jornadas de trabajo, se rebajaban los salarios, se acentuaba la explotación. Al mismo tiempo, el país entraba en un año electoral. Para octubre de 1954, se debería de convocar a elecciones de Presidente. En el seno del partido gobernante, el Partido Nacional, se inició una disputa por el poder político, entre los seguidores de Carias y Gálvez que intentaba reelegirse y continuar con un "reformismo en el Estado". La oposición se reorganizaba alrededor del Partido Liberal y su candidato Ramón Villeda Morales. La lucha política y por reivindicaciones económicas se agudizó. Por un lado los trabajadores pedían salarios, un código de trabajo, seguridad social, y el pueblo en general pedía "elecciones libres". Miles de hondureños se lanzan a las calles entre 1953 y 1954. Los comunistas y sus organizaciones clandestinas ante esta coyuntura favorable decidieron celebrar el 1ro de mayo de 1954 acatando las consignas del III Congreso de la FSM que fueron transmitidas a los trabajadores en manifiesto redactado por Rigoberto Padilla Rush, quien asistió a ese congreso por el CCO. En abril de 1954, se dan dos protestas que serían como un "embrión" de la huelga. En Tela, Atlántida y Puerto Cortés, dos puertos de la costa atlántica de Honduras y que eran lugares de embarque del banano de la United Fruit Co., a los trabajadores se les obliga a cargar los barcos sin pagarles como trabajo doble, sin reparar que era domingo día de descanso. Los trabajadores se niegan y hacen un paro, el gobierno interviene y manda soldados, y mientras se firma una acta de suspensión del paro, y los juzgados conocen del caso. Por otro lado, el CCO y el PCH convocan a los trabajadores bananeros a la ciudad de Progreso a celebrar el primero de mayo que estaba prohibido por el gobierno. Los trabajadores presentan también a la compañía un pliego de
peticiones protestando por el cambio en el modo de trabajar y de pagar el salario. Los trabajadores acuden al llamado, se realiza una manifestación de protesta. Los trabajadores deciden irse a una huelga ante la negativa de la empresa a sus reclamos. Miles se incorporan a la huelga el 3 de mayo, se paralizan Tela, Batan, Progreso, después se agregaría Puerto Cortés y la Lima. Lo que habían hecho los comunistas durante casi diez años, con su labor educadora y organizadora, a través de sus "células" y la difusión de sus periódicos "Vanguardia Revolucionaria" y "Voz Obrera" se estaba realizando: parar los desmanes de las bananeras con una huelga nunca vista en Honduras desde 1932. Lo objetivo, lo consciente, lo espontáneo y lo planeado, encontraron en 1954 las condiciones para realizar la huelga. Ya para el 5 de mayo, la huelga se expandió al otro monopolio bananero, la Standart Fruit Co. con sede en el Puerto de la Ceiba. En junio la huelga se extendió a las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, se paralizaron fábricas, aserraderos, ingenios de azúcar y minas. Era un alzamiento popular, ya de todo el país. En la ciudad del Progreso se formó un Comité Central de Huelga encabezado por Cesar Augusto Coto. Mientras en la Lima empezaron a surgir la intervención de los bananeros y el gobierno, al quedar en ese sector el maestro Manuel de Jesús Valencia, dirigente de formación anticomunista. Los bananeros lograron también aplacar a los de Ceiba y firmaron un acuerdo de regreso a las labores. Mientras con los obreros de Progreso se inició una negociación y a la vez una labor de represión. En el Progreso, los trabajadores formaron un "pequeño gobierno" que el gran novelista social Ramón Amaya Amador, autor del libro "Prisión verde", catalogó de "Comuna de Paris en embrión". Los trabajadores formaron comités de apoyo, de vigilancia y la ciudad empezó a ser dirigida por los obreros en huelga. Para el 5 de junio, la United Fruit Co., con el auxilio del gobierno y de traidores, reprime y organiza otro Comité Central de Huelga. Son encarcelados por "comunistas" Cesar Augusto Coto y otros, la represión se extendió a otras ciudades. El gobierno de Gálvez en ese momento se había aliado con el gobierno estadounidense para invadir a Guatemala y no querían tener el "patio trasero" con un problema como era ese alzamiento popular. La guerra fría hacía sentir su garra en Honduras. El 9 de julio, se logra terminar la huelga firmando un acta que no cumplía con lo que los huelguistas querían. Pero aún con la represión y la traición, la huelga logra, en lo general, sus objetivos. El Partido Nacional en el poder entra en crisis y le es imposible seguir gobernando, aún imponiendo una dictadura con Julio Lozano Díaz que sustituye a Gálvez que se retiró "por
enfermedad", después vendría un golpe militar reformista y convoca a elecciones que les gana a la oposición con Villeda Morales. Villeda Morales aprueba en 1959 un Código de Trabajo, legaliza el sindicalismo, da el seguro social y una reforma agraria. Los estudiantes ganan la autonomía de la Universidad Nacional y las mujeres su derecho al voto. Nace todo un marco jurídico y una Constitución de avanzada. Eso son los logros de este alzamiento popular. A 50 años de este fenómeno de 1954, que no se ha vuelto a repetir, los trabajadores hondureños ven amenazados sus conquistas por el neoliberalismo que quiere hacer retroceder todo lo conquistado en 1954. El movimiento sindical y campesino está en crisis. La mayoría de sus organizaciones han sido cooptadas por el oportunismo, se quiere imponer leyes represivas, con el cuento de reprimir al terrorismo y la delincuencia. Una nueva estrategia se está haciendo necesaria para dar una nueva visión del país que tenemos y queremos. Nuevas formas de organización y lucha son necesarias, sin abandonar lo viejo y la experiencia. Los trabajadores bananeros casi han desaparecido, son una minoría, el obrero industrial está siendo sustituido por el trabajador de la maquila. Así aparecen nuevos "embriones" de organización y lucha: nace en el 2001 el Bloque Popular, luego el 2003, la Coordinadora Nacional de la Resistencia Popular. Miles de trabajadores salen a las calles a protestar dirigidos por estas organizaciones. El 26 de agosto de 2003, los trabajadores se movilizan y se toman por 24 horas a la capital del país. La consigna de crear un nuevo poder popular está surgiendo desde abajo, surgen asambleas populares en todo el país y se organiza la protesta y la propuesta. Aunque el fenómeno de 1954 no se puede repetir, se está vislumbrando y creando una nueva lucha. Los trabajadores hondureños se aprestan a celebrar con júbilo y con movilizaciones los 50 años de la gloriosa huelga de 1954. Nota final. La CTAL y Vicente Lombardo Toledano con el apoyo de la Federación Sindical Mundial jugaron en 1954 un papel vital: organizaron a nivel continental y mundial un movimiento solidario también sin precedentes. Justo es reconocerlo en los 110 años de su nacimiento. La Universidad Obrera como educadora dio su aporte. HISTORIA DEL DERECHO LABORAL INTRODUCCIÓN Es importante conocer cual ha sido la trascendencia del quehacer productivo nacional, para lograr entender y marcar una pauta que permita distinguir realidades en escenarios de épocas completamente diferentes; saber cual ha sido la génesis y sus primeras regulaciones es el primer paso
para lograr comprender de una manera diáfana la evolución de tan importante elemento social. En la historia se encuentran normas relativas al trabajo desde los días de la colonia. No se puede hablar propiamente de un Derecho Laboral Antiguo, no existían orígenes. En sus antecedentes las leyes de india se denominaban así la recopilación de cedulas, cartas, provisiones y leyes ordenadas por Carlos II con el propósito de unificar y divulgar las disposiciones. Entre este conjunto de reglas que integran la recopilación referente a los indígenas destaca su reducción y libertad por constituir un monumento jurídico de equidad y justicia. El titulo XII dispone libertas del indio, su jornada de trabajo su remuneración, etc. los indios eran eximidos de responsabilidad en casos de negligencias o descuido. En los tiempos antiguos predominaba la consideración del trabajo como pena, como maldición odiosa, dejando a un lado el sistema de trabajo familiar de las primeras agrupaciones humanas, puede decirse que en las grandes civilizaciones antiguas, el trabajo forzoso constituía el régimen general de trabajo. LA esclavitud, era casi el único medio para obligar a los hombres a obedecer y a cooperar en el trabajo armónicamente. En los comienzos de la edad moderna surge el régimen capitalista y aparece un sistema de trabajo distinto de los habidos hasta entonces. la desaparición de la esclavitud, hacía del salario el único factor determinante de la concurrencia de obreros para la producción común, la influencia de oro al Viejo Continente prestaba gran facilidad para la generalización del salario. Los campesinos acudían a la ciudad, donde se les ofrecía la oportunidad de trabajar en las máquinas, sin necesidad de aprendizaje previo. Las mujeres y los niños participaron por un salario que se les pagaba por un trabajo igual al de los hombres. En la evolución del derecho a partir de la primera guerra mundial El desarrollo de la legislación del trabajo y la profunda transformación de conceptos jurídicos que supone la corriente del derecho laboral, ha hallado una culminación universal en el acceso de los principios fundamentales que lo rigen, a las Constituciones políticas de los Estados. Como antecedentes históricos al nacimiento de dicha organización, contamos con las ideas de economistas, industriales, filántropos, teólogos, de diputados católicos en el parlamento francés, señalados como precursores del movimiento de internacionalización del Derecho del Trabajo. La organización Internacional del Trabajo surge a raíz de una violenta convulsión mundial, su constitución fue establecida en la Parte XIII del Tratado de Versalles. En ella se señala la necesidad de la justicia social para obtener paz y la urgencia de lograr todos los pueblos, un régimen de trabajo realmente humano, y la O.I.T. surge para cumplir y asegurar la existencia de ese régimen de trabajo realmente humano, quedando así garantizada su eficacia.
FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DEL DERECHO DEL TRABAJO Antecedentes Históricos. Nacimiento y Desarrollo Inicial del Derecho del Trabajo. En los tiempos antiguos predominaba la consideración del trabajo como pena, como maldición odiosa, dejando a un lado el sistema de trabajo familiar de las primeras agrupaciones humanas, puede decirse que en las grandes civilizaciones antiguas, el trabajo forzoso constituía el régimen general de trabajo. LA esclavitud, era casi el único medio para obligar a los hombres a obedecer y a cooperar en el trabajo armónicamente. En la Edad Media, el primer paso y más fundamental en la transformación conceptual del trabajo lo había dado en la antigüedad el cristianismo, cuando le atribuye un sentido redentor. El trabajo no será ya ocupación infamante, actividad odiosa a la que ha de eludir quien tenga medios económicos o posición social para lograrlo. Es un deber moral. Desaparecida la esclavitud, en el campo, el régimen feudal agrupaba autoritariamente alrededor del señor a los vasallos, quienes le rendían trabajo a cambio de su protección y gobierno. En la ciudad, nació por el contrario un régimen artesanal controlado por la corporación profesional o gremio. Si la servidumbre ofrece poco material al estudio jurídico laboral, no ocurre así con el régimen profesional urbano de las corporaciones, estas tenían fines, no sólo económicos, sino también educativos, jurídicos, benéfico, asistenciales y finalmente, políticos. Dentro de ellas se llegó a crear una estructura férrea que degeneró en oligarquía y fue aniquilada por la Revolución en nombre de la Libertad. En los comienzos de la edad moderna surge el régimen capitalista y aparece un sistema de trabajo distinto de los habidos hasta entonces. El descubrimiento de América, el desarrollo de la gran industria, hacían imposible la aplicación del régimen artesanal; la desaparición de la esclavitud, hacía del salario el único factor determinante de la concurrencia de obreros para la producción común, la influencia de oro al Viejo Continente prestaba gran facilidad para la generalización del salario. Los campesinos acudieron a la ciudad, donde se les ofrecía la oportunidad de trabajar en las máquinas, sin necesidad de aprendizaje previo. Las mujeres y los niños participaron en el mercado de trabajo, preferidos en razón del menor salario que se les pagaba por un trabajo igual al de los hombres. El contrato de trabajo en el cual el trabajador comprometía su actividad mediante un precio convenido, se convirtió en figura común de ejercicio del trabajo en el campo de la vida económica. Se aplicaron normas romanas referidas al arrendamiento de servicios operarios libres. Quien pagaba el salario imponía crecientes onerosas. La concentración de la población industrial en los suburbios trajo la formación de un proletariado urbano que tenía que ganar el salario para poder vivir, y por ganarlo
aceptaba cuanto le fuera impuesto. El proletariado urbano no tenía el recurso del campesino, a quien la tierra le ponía a cubierto del hambre. La condición del trabajador frente al industrial, vino a determinar un estado de cosas bochornosas. Se olvidó la condición humana de los trabajadores. En el campo jurídico, la simulación del trabajo a una mercancía lo dejaba enteramente sujeto a la Ley de la oferta y la demanda y apartaba toda consideración sobre la persona humana de quien lo prestaba. Así fue como un cúmulo de circunstancias geográficas, económicas, técnicas y políticas, acompañadas de una crisis de ideas morales, produjeron e una evolución de tres siglos un terrible estado de cosas, que hizo menester la aparición de las primeras leyes del nuevo Derecho del Trabajo, a mediados del siglo XIX. Nace éste en forma de leyes de emergencia, irregularidades en su alcance y modo de aplicación, fragmentarias aunque innovadoras. Elaboradas, frecuentemente ante la presión de las fuerzas obreras organizadas. El punto de partida del movimiento legislativo en los países industriales podría fijarse en la ley inglesa de 1802 sumamente imperfecta, pero que al menos admitió la regulación de las condiciones de trabajo y la protección de los niños. Parecidas alternativas hubo en Francia, donde se impulsó una legislación intervencionista, en la revolución de 1848. En Alemania, se legisló sobre condiciones de trabajo y Seguro Social. En Italia, se legisló sobre el trabajo de menores, en España, con la creación del Instituto de Reformas Sociales en 1903. En Estados Unidos, se crearon oficinas de Estadísticas del Trabajo. En Iberoamérica, la legislación laboral comienza a principios del siglo XX, aunque en Brasil, se dictaron disposiciones protectoras de la infancia en 1890. Libertad de Trabajo La Libertad de Trabajo tiene dos sentidos: 1. Sentido positivo: Es la facultad que tiene cada persona de dedicarse al ejercicio de cualquier actividad licita, siempre que se respeten los derechos de los demás. 2. Sentido negativo: Se refiere a que a nadie se le podrá obligar a trabajar en contra de su voluntad. En caso de incumplimiento del contrato de trabajo, no se podrá coaccionar al trabajador, teniendo tan solo el patrono el derecho de exigir un cumplimiento equivalente a la obligación del trabajador de prestar el servicio. Es decir la indemnización del perjuicio sufrido por la negativa del trabajador a cumplir con lo pactado. Limitaciones: El trabajo presenta una dimensión social que trasciende al individuo que la realiza, de allí que esa libertad se vea limitada por los derechos de los demás. Despido es la terminación unilateral de la relación de trabajo por voluntad del empleador. Este puede involucrar a un solo trabajador, en cuyo caso se le denomina individual, o colectivo si afecta a un grupo de trabajadores. Al despido colectivo se le denomina masivo cuando afecta a un numero igual o mayor al 10% de los trabajadores de una empresa que tenga mas de 100 trabajadores, o al 20% si la empresa tiene menos de 100 pero mas de 50 trabajadores, o a un numero de 10 trabajadores para aquella empresa que
tiene menos de 50 trabajadores, siempre y cuando los despidos hayan sido efectuados en un plazo de tres meses. En caso de no llegar a acuerdo alguno, en lugar de acudir a la acción directa (huelga), se procederá al arbitraje obligatorio conforme al procedimiento de ley. LIBERTADES COMPLEMENTARIAS A LA LIBERTAD DE TRABAJO Se garantiza la libertad de transito por carreteras o caminos que conduzcan a los centros de trabajo, pero si dichas vías son de propiedad particular, su propietario podrá reglamentar su uso, previa aprobación de las autoridades competentes. EVOLUCIÓN DEL DERECHO DEL TRABAJO A PARTIR DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Leyes que al principio parecían eminentemente nacionales, se han ido convirtiendo en instituciones del Derecho del Trabajo en todo el mundo. Se trata de una lista de leyes que versan acerca de las mismas materias: Trabajo de niños y mujeres, jornadas de trabajo, accidentes del trabajo, en las naciones más adelantadas: convenciones colectivas, seguro social obligatorio, salarios mínimos, subsidios familiares, vacaciones pagadas, etc. Y así nace la ciencia del Derecho del Trabajo, se inicia en una tendencia codificadora, a la unificación de los criterios con respecto a las distintas situaciones planteadas, pero no resulta fácil, no hay que olvidar que este derecho como derecho social está fundado en factores económicos, siempre variables. Codificar para algunos ofrece graves dificultades y peligros, por tratarse de un Derecho nuevo, en vías de formación y de una legislación que no es estática sino dinámica; los códigos del trabajo pueden paralizarlo en su evolución. Sobre todo cuando consideran que hablar de código, implica centrar una ley única, reguladora de manera completa y sistemática de todo el derecho positivo de un país. Pero para otros las ventajas de que haya una legislación central, orgánica, que establezca los principios fundamentales sobre los cuales habrán de levantarse sus normas específicas, no implica que no se pueda dejar margen amplia para la adecuación a nuevas necesidades, a nuevas estadísticas y a nuevas concepciones. El desarrollo de la legislación del trabajo y la profunda transformación de conceptos jurídicos que supone la corriente del derecho laboral, ha hallado una culminación universal en el acceso de los principios fundamentales que lo rigen, a las Constituciones políticas de los Estados. Los postulados básicos del Derecho del Trabajo han culminado en su reconocimiento dentro de las Declaraciones de Derechos formuladas en un plano continental y universal después de la II Guerra Mundial. Internacionalización: Causa. Los Precursores.
La necesidad de unas disposiciones y reglamentaciones de carácter universal, surgen como consecuencia de los beneficios resultantes para la clase trabajadora obtenidos con la promulgación de leyes nacionales tendientes a regular las relaciones entre patronos y obreros. Creación basada en la actitud asumida por los trabajadores del mundo que desde fines del siglo XIX y bajo la consigna de Carlos Marx habían formado agrupaciones y sindicatos a fin de obtener ciertas reivindicaciones. La influencia cada vez mayor de la clase trabajadora en el destino económico, social y político de las naciones, los problemas laborales y la iniciativa de organizaciones científicas, institutos de derecho, de iglesia católica, etc. quienes estaban convencidos de que la justicia social es la base sobre la que descansa la paz, y por ello lucharon sobre la internacionalización de este derecho. Como antecedentes históricos al nacimiento de dicha organización, contamos con las ideas de economistas, industriales, filántropos, teólogos, de diputados católicos en el parlamento francés, señalados como precursores del movimiento de internacionalización del Derecho del Trabajo. Entre los precursores de la internacionalización del derecho del trabajo, se pueden destacar: · Robert Owen, industrial escocés · Blanqui, francés · Villerme, francés En el campo oficial la iniciativa corresponde en primer término a Suiza, quien gestionó todo lo posible por lograr acuerdos internacionales en ese sentido. El Káiser Guillermo II se apropió de la idea, logrando reunir en 1890 la Conferencia de Berlín, con asistencia de catorce países, siendo la primera celebrada entre estados para tratar de cuestiones relativas al trabajo, logrando sólo votos, aspiraciones y deseos. Las conferencias internacionales siguieron, pero especialmente entre asociaciones sindicales, y entre hombres de ciencia y técnicos. En 1900, se fundó en París la Asociación Internacional para la Protección Legal de los Trabajadores, con una Oficina Internacional en Basilea y secciones nacionales autónomas, auspiciando diversos congresos internacionales. Los esfuerzos suizos no cesaban y conducían a conferencias de gobierno en Berna, en los cuales se adoptaron los primeros acuerdos sobre la prohibición del uso del fósforo blanco en las cerillas y del trabajo nocturno de la mujer. Otro antecedente, se dio en el surgimiento de los tratados bilaterales de condiciones de trabajo, siendo el primero el celebrado entre Francia e Italia en 1904 acerca de accidentes de trabajo, trabajo de mujeres y menores y ahorro postal, seguido por una verdadera red de tratados bilaterales de trabajo entre las principales naciones europeas. Creación y Organización de la Organización Internacional del Trabajo Surge a raíz de una violenta convulsión mundial, su constitución fue establecida en la Parte XIII del Tratado de Versalles. En ella se señala la necesidad de la justicia social para obtener paz y la urgencia de lograr todos
los pueblos, un régimen de trabajo realmente humano, y la O.I.T. surge para cumplir y asegurar la existencia de ese régimen de trabajo realmente humano, quedando así garantizada su eficacia. La idea de crear una Organización Internacional del Trabajo que tuviese por finalidad la protección del os obreros, fue planteada en 1897 en dos importantes congresos: El Congreso de Zurich, integrado en su mayoría por socialistas y social cristianos y el Congreso de Bruselas, integrado por obreros, representantes de poderes públicos y notables economistas. Pero es en 1900 cuando se efectivamente se pone en práctica la internacionalización de las leyes del trabajo en el Congreso de París. Es a partir de 1919 y con la creación de la O.I.T., que comienza la etapa jurídica de la Internacionalización del Derecho Laboral. Estructura de la O.I.T. Está conformada por dos órganos: 1.- La Conferencia, que es de carácter periódico. 2.- La Oficina, que es permanente y está dirigida por el Consejo Administrativo. La Conferencia Está compuesta por: el Presidente y tres vice-presidentes, uno de los cuales será delegado gubernamental, otro delegado de los empleados y otro de los trabajadores. Entre sus funciones se destacan: 1. Considerar funciones o cuestiones específicas relativas a las condiciones de trabajo, con el objeto de llegar a la conclusión de convenios internacionales. 2. Recibir los informes anuales presentados por los estados miembros respecto a la aplicación dada a los convenios en sesiones previas, en los cuales sean partes. 3. Proporcionar un cambio general de opiniones acerca de los problemas mundiales del trabajo. La Oficina Internacional del Trabajo Es el órgano administrativo. Está integrada por 60 personas, nombradas en forma tripartita: 20 representantes del gobierno, 20 representantes de los trabajadores y 20 representantes de patronos. Cada país nombra dos delegados: uno patronal y otro sindical. Se exige que por lo menos la mitad de sus miembros sean países importantes dentro del campo industrial con el fin de que sus decisiones tengan cierto peso y fuerza. Entre sus funciones se destacan: 1. Preparar y convocar la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo. 2. Publica las resoluciones y tratados. 3. Informa a los miembros de la Organización de los acuerdos adoptados. 4. Brinda asesoría técnica a los miembros de la O.I.T. 5. Produce el material necesario para la Conferencia Internacional. Fines de la Organización Internacional del Trabajo Tiene por finalidad brindar protección a los trabajadores, para lo cual promueve entre todas las naciones del mundo: a. Plenitud de empleo y elevación de los niveles de vida. b. Protección adecuada de la vida y salud de los trabajadores. c. Suministro de alimentos, viviendas y facilidades de recreación y cultura adecuada. d. Disposiciones relativas a la duración, condiciones de trabajo, salarios, utilidades y salarios mínimos. e. Garantía de iguales oportunidades educativas y profesionales. f. Reconocimiento del derecho al contrato colectivo. g. Protección de la infancia y la maternidad. h. Extensión de las medidas de seguridad social y asistencia médica completa. Convenios
Los convenios internacionales son verdaderos proyectos de tratado o tratados concluidos pero no ratificados que adquieren carácter de tratados internacionales cuando son ratificados por dos Estados por lo menos. Recomendaciones No son instrumentos vinculantes, habitualmente versan sobre los mismos temas que los Convenios y recogen directrices que pueden orientar la política y la acción nacionales. Son principios generales destinados a orientar a los Gobiernos en la preparación de sus respectivas legislaciones nacionales. La adopción de un acuerdo implica para los Estados miembros la obligación de llevarlo a consideración de su poder legislativo nacional o de quien corresponda, dentro del plazo de un año. Su ratificación implica la obligación a su cumplimiento, y de informar a la Conferencia acerca de las medidas tomadas para cumplirlo. En caso de incumplimiento podrá reclamar ante la O.I.T. cualquier organismo profesional (obrero o patronal) o cualquier otro Estado Miembro, en cuyo caso se designa una Comisión de Encuesta, para averiguar el asunto, examinarlo, fijar posiciones y hacer recomendaciones en cuanto a las medidas a aplicar. En caso de no aceptación de estas medidas se podrá recurrir la Corte Internacional de Justicia, cuya decisión es inapelable. La mínima sanción, más sencilla y menos conflictiva, entraña una sanción moral, eficaz al menos para determinar al Estado a subsanar el cumplimiento de obligaciones en que no está solamente empeñada su actuación internacional sino también su tranquilidad interna. El Derecho del Trabajo en Venezuela. Antecedentes. Instrumentos legales que regularon el Trabajo en Venezuela durante la Colonia y los primeros Cien Años de la República. Antecedentes En el indagar histórico se encuentran normas históricas relativas al trabajo desde los días de la Colonia. Las circunstancias de la organización colonial no dejaban de presentar algunos rasgos de semejanza con la situación del trabajador moderno. Es interesante verificar como, a tanta distancia, la idea de justicia pudo ofrecer resultados parecidos, por lo menos en parte, a los que en nuestra época habrían de integrar esta nueva rama jurídica. Suele afirmarse que las Leyes de Indias son un precedente histórico de la moderna legislación laboral. No es que se pueda hablar con propiedad de un Derecho Laboral antiguo, pues no habían aparecido los fenómenos que le dieron origen; pero hay disposiciones dignas de señalarse: trabajo de mujeres y niños, exención de responsabilidad en el trabajo, prohibición de cargar peso, trabajos prohibidos, previsión social. Reflejan, por eso, Las Leyes de Indias el mismo principio intervencionista que habría de mover después al Derecho del Trabajo: la protección del Estado al trabajador indio, quien prestaba en forma rudimentaria el trabajo asalariado cuyo desarrollo tomaría tanta importancia en el régimen
capitalista. Constituyen así aquellas leyes, una fuente digna de estudio formal. CONCLUSIONES El Derecho del Trabajo surge a finales del siglo XIX como consecuencia de la aparición del proletariado industrial y de la agrupación del mismo en torno a grandes sindicatos. En sus orígenes, giraba en torno al contrato de trabajo para extender más tarde su campo de acción a otros ámbitos de la actividad jurídica, lo que llevó aparejado el establecimiento de una jurisdicción singular y órganos administrativos y laborales propios. El trabajo presenta una dimensión social que trasciende al individuo que la realiza, esa libertad se ve limitada por los derechos de los demás, la ley orgánica, prevé la posibilidad de impedirle a una persona la realización de un trabajo, cuando este vulneró los derechos de tercero o los de la Sociedad. En el Congreso se presento un proyecto en 1988 que regulaba en dos artículos y en formas separadas, el despido masivo y la reducción de personal. El proyecto paso a estudio del Senado, la Comisión nombrada modificó refundiendo las dos instituciones en un solo artículo, a la vez que eliminó el procedimiento administrativo de reducción de personal, dejando tan sólo la posibilidad de una solución negociada. Las principales materias de las que se ocupa el Derecho del trabajo en la actualidad son: el contrato de trabajo y sus distintas modalidades; derechos y deberes de los trabajadores por cuenta ajena; remuneración, salarios, pagas extraordinarias; régimen jurídico de los trabajadores autónomos; seguridad e higiene en el trabajo; Seguridad Social; relaciones laborales; huelga y cierre patronal. Los objetivos fundamentales perseguidos por el Derecho del trabajo responden en esencia a una finalidad tuitiva o de amparo. El trabajo humano, objeto posible de negocios, es un bien inseparable de la persona del trabajador. La finalidad de la Organización Internacional del Trabajo es brindar protección a los trabajadores, para lo cual promueve entre todos los las naciones del mundo una serie de norma. No son instrumentos vinculantes, habitualmente versan sobre los mismos temas que los Convenios y recogen directrices que pueden orientar la política y la acción nacionales.
Huelga de 1954
Entre el 1° y el 2 de mayo de 1954, los trabajadores bananeros de Honduras se fueron a una huelga que, después de una semana, cubriría el país en un
gran alzamiento que involucraría a casi la totalidad de los trabajadores, formando un movimiento social sin precedentes. Para entender este fenómeno, hay que recordar lo que eran los monopolios bananeros que, como la United Fruit Co. y la Standard Fruit Co., no sólo dominaban la economía de Honduras y el Caribe, sino que eran un “Estado dentro del Estado”: ponían y quitaban presidentes, controlaban el Congreso Nacional y las leyes estaban a su servicio. Los trabajadores sufrían una explotación sin límites, no gozaban de ningún derecho laboral o social. El país estaba sometido desde hacía 25 años a una terrible dictadura que no permitía libertades políticas y no habían elecciones de presidentes. Los sindicatos y toda organización social fueron disueltos al llegar al poder en Honduras el General Tiburcio Carías Andino (1932). Lo mismo acontecía con los partidos políticos, en particular el Partido Comunista de Honduras, de gran influencia entre los trabajadores bananeros. Al derrumbarse el fascismo europeo con la Segunda Guerra Mundial (19391945), las dictaduras centroamericanas son estremecidas por el auge de las luchas populares. Se derrumban Ubico en Guatemala y Martínez en El Salvador, pero Carías sale indemne después de masacrar al pueblo. Mas Carías, por la presión de las luchas en el contexto internacional, cede el poder a Juan Manuel Gálvez, viejo abogado de la United Fruit. Se inició así una apertura política que aprovechan los trabajadores e intelectuales progresistas. Se organizan en un partido político, el Partido Demócrata Revolucionario Hondureño (PDRH) que el 10 de abril de 1954 daría origen a la reorganización del Partido Comunista de Honduras (PCH).
En abril de 1954 se dan dos protestas que serían como un “embrión” de la huelga. En Tela, Atlántida y Puerto Cortés, dos puertos de la costa atlántica de Honduras y que eran lugares de embarque del banano de la United Fruit Co., a los trabajadores se les obliga a cargar los barcos sin pagarles el trabajo extra, sin reparar que era domingo, día de descanso. Los trabajadores se niegan y hacen un paro laboral; el Gobierno interviene y manda soldados, y mientras se firma una acta de suspensión del paro, los juzgados conocieron del caso. Para el 5 de junio, la United Fruit Co., con el auxilio del Gobierno y de traidores, reprime y organiza otro Comité Central de Huelga. Son encarcelados por “comunistas” César Augusto Coto y otros; la represión se extendió a otras ciudades. El gobierno de Gálvez en ese momento se alió con el Gobierno estadounidense para invadir a Guatemala y no querían tener el “patio trasero” con un problema como era ese alzamiento popular. La guerra fría hacía sentir su garra en Honduras. El 9 de julio se logra terminar la huelga firmando un acta que no cumplía con lo que los huelguistas querían. Pero aun con la represión y la traición, la
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