Hora Santa Para Catequistas
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Descripción: Ayuda para catequistas...
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HORA SANTA A SOLAS CON EL SEÑOR PARA CATEQUISTAS Objetivo: realizar una meditación, un dialogo personal con el señor y orando para que el camino que hemos elegido del ser llamados hacer catequistas, el cual escuchamos y elegimos, Dios permita que seamos ejemplo: vivo de él en la vida de cada persona. CANTO PARA LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO ORACIÓN: Señor Jesús, queremos estar junto a ti, Quizá no se nos ocurran muchas cosas, pero queremos estar, queremos sentir tu amor, como cuando nos acercamos a una hoguera, ese calor que solo tú nos das, queremos amarte, queremos aprender de ti a amar. Lo importante es estar abiertos a tu presencia. Y agradecer, alabar, suplicar. Y callar cuando tu nos hablas y así escuchar, no decir nada, simplemente estar. Acógenos como discípulos que quieren escuchar tus palabras, aprender de ti, seguirte siempre. Acógenos como amigos. Y haz de nosotros también seamos tus testigos, testigos del amor. Señor Jesús, toca nuestro corazón, danos tu gracia, sálvanos, llénanos de la vida que sólo tú puedes dar. Amén. Oración Arrepentimiento y perdón Oh Dios, dame en esta hora la gracia de reconocer debidamente mis pecados ante ti, y de arrepentirme de ellos verdaderamente. Borra de tu libro, Señor de misericordia, mis múltiples acciones cometidas contra ti. Perdóname todas las distracciones en la oración, mis pecados de omisión, y mis pecados deliberados contra la conciencia. Dame luz para ver lo que he de hacer, valor para emprenderlo y firmeza para llevarlo a cabo. Que en todas las cosas avance en la obra de santificación, de la realización de tu voluntad; y que en definitiva, por tu misericordia, pueda alcanzar la gloria de tu Reino eterno, por Jesucristo nuestro Señor. Amen CANTO: Renuévame, Reflexiones
EL MANDAMIENTO DEL AMOR AMAR COMO JESÚS NOS AMA Juan 15, 10 - 16 Estando reunidos Jesús les dice: «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de
mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos. Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.» Palabra del señor Momento de silencio CANTO: Como el Padre me amó (o según el coro) Música de fondo: instrumental Meditación: Un día, el Amor llegó tan lejos que se entregó a sí mismo hasta morir derramando su sangre en un madero. Cada día, el Amor llega tan lejos que se entrega a sí mismo para saciar nuestra hambre de amor en el pan compartido en una Cena. Sacramento de un Dios encarnado que no ha venido más que a amar y a servir; memorial de un Dios que se dejó despojar para abrir en el fondo de nuestro atolladero una brecha nueva, pero tan estrecha que sólo el pobre puede pasar por ella, y sólo el amor descentrado de sí puede atravesar. Sacramento de una muerte única que recapitula todo don de un sí liberador; memorial de un sacrificio único en el que muere la muerte de un mundo pecador. Sacramento del triunfo definitivo del amor, en el que el hombre se salva entregándose; memorial del triunfo definitivo de la vida, en el que el hombre se hace inmortal y amando. Canto: ORACIÓN Y MEDITACIÓN: Lo más importante no es que yo te busque, sino que tú me buscas en todos los caminos; Lo más importante no es que yo te llame por tu nombre, sino que tú tienes el mío tatuado en la palma de tus manos; Lo más importante no es que yo te grite cuando no tengo ni palabra, sino que tú gimes en mí con tu grito; Lo más importante no es que yo tenga proyectos para mí, sino que tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro; Lo más importante no es que yo te comprenda, sino que tú me comprendes en mi último secreto. Lo más importante no es que yo hable de ti con sabiduría, sino que tú vives en mí y te expresas a tu manera;
Lo más importante no es que yo te guarde en mi caja de seguridad, sino que yo soy una esponja en el fondo de tu océano; Lo más importante no es que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas, sino que tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas; Lo más importante no es que yo trate de animarme, de planificar, sino que tu fuego arda dentro de mis huesos; Porque ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte... Si tú no me buscas, llamas y amas primero? El silencio agradecido es mi última palabra y mi mejor manera de encontrarte. Momento de silencio Acción de gracias Después de cada frase vamos a contestar: Gracias, Señor por amarme tanto. R/. Gracias, Señor por amarme tanto.
Por tu muerte y resurrección que nos salva. R/. Por haber instruido la Eucaristía que nos alimenta. R/. Por este tiempo que nos has concedido para adorarte y venerarte. R/. Por todos los beneficios que nos concedes. R/. Por esta hora de comunión contigo. R/. Por tus palabras que reconfortan y sanan. R/. Por tu cruz que tanto enseña. R/. Por tu sangre que a tantos salva. R/. Por tu amor sin tregua y sin fronteras. R/. Por la Madre que al pie del madero nos dejas. R/. Por olvidar nuestras traiciones e incoherencias. R/. Porque aun siendo Dios, te arrodillas y a servir nos enseñas. R/. Por tu sacerdocio que es generosidad, ofrenda y entrega. R/. Por tu amor sin límites R/.
Padre Nuestro Bendición con el Santísimo Canto Final: Eucaristía milagro de amor
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