Hoja de Trabajo - Tecnologia y Calidad de Vida

 

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CIENCIA Y CALIDAD DE VIDA INTRODUCCIÓN: En pleno desarrollo del siglo XXI, es fácil observar que en los últimos tiempos los avances científicos y tecnológicos han alcanzado niveles espectaculares, dignos de cualquier película de ciencia ficción de mediados del siglo pasado. Sin embargo, la gran mayoría de los problemas sociales presentes en aquellos tiempos y aún en épocas anteriores, no han sido superados ni se encuentran cerca de serlo. Aún cuando la ciencia ha alcanzado los conocimientos y los medios necesarios para combatir los eternos fantasmas del hambre, la enfermedad y las condiciones de vida infrahumanas, los resultados no se verifican en el común de la población. Además, a medida que la ciencia avanza, el impacto causado al ambiente se va acrecentando, lo que de seguro acarreará importantes consecuencias a mediano o largo  plazo. Mi hipótesis será, entonces, la siguiente: “Si “Si nuestros conocimientos científicos y tecnológicos  siguen avanzando sin la imperiosa compañía de la sabiduría necesaria para poder aplicarlos correctamente, sólo se mejorará la calidad de vida de una elite de la población mundial, a la vez que las alteraciones al medio continuarán, llevándonos directo al desastre ecológico”. ecológico ”. Intentaré demostrar   pues, la ineludible necesidad de enfocarnos en cómo lograr una distribución más adecuada de los recursos, de manera que todos puedan contar con las indiscutibles mejoras que tiene que ofrecer la ciencia para la calidad de vida, reduciendo drásticamente el impacto sobre la naturaleza, cuyas secuelas,  pueden no tener vuelta atrás.

DESARROLLO: Hace 80 años, una epidemia de gripe dejaba miles de muertos. Y ni hablar de enfermedades como la tuberculosis o diversas infecciones, que frecuentemente eran incurables. Hoy, en los albores de este nuevo siglo, los adelantos tecnológicos y científicos, y no sólo en lo que se refiere a la medicina, han transformado completamente el mundo. En el tiempo transcurrido entre esa época mencionada anteriormente y la actualidad, hemos experimentado el desarrollo de verdaderas maravillas científicas, resultado de un prodigioso avance en los últimos 100 años, como la  penicilina, los trasplantes de órganos, la estructuración del genoma humano, los organismos Transgénicos, la tecnología informática, entre muchísimos otros ejemplos. Sin embargo, es fácil observar que la distribución de estos adelantos es tremendamente desigual, ya que sus beneficios sólo alcanzan a mejorar la calidad de vida de una pequeña parte de la población humana. Pero, antes de hablar de calidad de vida, es necesario definir qué implica este concepto. La noción de calidad de vida se ajusta al momento histórico, cambia según el lugar geográfico del que se trate y, sobre todo, tiene en cuenta el aspecto cultural de la sociedad en cuestión. En términos generales, se asocia un nivel alto de calidad de vida a un ambiente que nos permita trabajar, gozar de buena salud, recrearnos, informarnos, educarnos y alimentarnos. Depende no sólo de condiciones físicas y biológicas, sino también de aspectos sociales y culturales que promueven la actividad y el desarrollo del hombre en todas sus posibilidades.

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Por eso, en la época de los cultivos transgénicos y los múltiples avances científicos tecnológicos orientados a la agricultura, es inverosímil hablar de un incremento en la calidad de vida, cuando, a pesar  de todos los adelantos ya mencionados, de la actual población mundial de 6.000 millones de personas,  por lo menos 1.500 millones están nutridos en forma inadecuada. Se calcula que 20 millones de personas mueren cada año por los efectos directos de la desnutrición, y se piensa que muchas más mueren por los efectos indirectos de la misma2. En el tiempo que se tarda en leer este párrafo, en alguna parte del mundo ha muerto un niño debido a la mala nutrición. Y eso no se debe a falta de conocimiento científico, sino a nuestra propia incapacidad para aprovecharlo correctamente. Y la mala nutrición no es el único problema que aqueja hoy en día la calidad de vida humana. Si se quiere sostener un nivel de vida digno para la población global, es necesario revisar además de la  producción, la distribución de la riqueza y de los alimentos, pues de otra forma seguiríamos desnivelando el equilibrio entre países desarrollados y en vías de desarrollo. Millones de personas en nuestro país y en todo el mundo viven en la pobreza, en viviendas de lo más rudimentarias, en condiciones de hacinamiento, luchando día a día por satisfacer sus necesidades mínimas. Y es obvio que toda esa gente, cuyo desafío diario es conseguir con qué alimentarse, está muy lejos de alcanzar los  beneficios que los avances científicos tienen para brindarles. No pueden acceder a los mejores tratamientos médicos, a una buena educación, a una vivienda digna, y mucho menos a los beneficios tecnológicos “accesorios”, como una computadora o telefonía celular. Muchas personas mueren como consecuencia de enfermedades que se pueden prevenir fácilmente o cuyos tratamientos ya se han desarrollado y puesto a prueba. Entonces, ¿Cómo podemos decir que la ciencia ha favorecido a la calidad de vida humana cuando sus resultados son sólo accesibles para una fracción la población mundial? ¿A qué se debe nuestra incapacidad para lograr una distribución más justa de los recursos disponibles?. Y, más importante aún ¿Cuáles son las posibles soluciones al problema?. Bueno, el potencial de la ciencia para incrementar el nivel de vida es indiscutible, y de hecho lo ha logrado visiblemente a través de los siglos. El problema radica en que esos beneficios sólo son disfrutados por parte de la población, debido a las marcadas y crecientes diferencias entre unos y otros sectores sociales. La actual mentalidad general está llevando a acentuar esta situación, ya que muchos tienden a preocuparse por sus propios intereses, sin la necesaria disposición a sacrificar lo propio por el  bien común. Y mientras seguimos intentando cambiar nuestras actitudes por otras más inteligentes que favorezcan a toda la población humana, vamos consumiendo los recursos y alterando el ambiente irreparablemente, dirigiéndonos directamente a una catástrofe ecológica. Los daños a la capa de ozono van en aumento, la deforestación en un problema cada vez más grave, la biodiversidad se encuentra seriamente amenazada y hasta el agua se ha convertido ahora en un recurso de distribución considerablemente desigual. Otro  problema actual es el uso de la energía: la humanidad consume en un solo año la cantidad de combustibles que en la naturaleza tomaron un millón de años en formarse. Todos estos problemas, afectan directa o indirectamente, a mediano o largo plazo, la calidad de vida humana. Intentemos tan solo pensar en las insalvables secuelas que podría traer el calentamiento global con el consecuente

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derretimiento polar, la escasez del agua, la falta de fuentes de energía confiables para llevar adelante las más comunes actividades humanas, etcétera, etcétera, etcétera. Y estas consecuencias pueden llegar a ser  irreparables: se considera que si hoy se decidiera no volver a utilizar compuestos contaminantes de la atmósfera, como las CFC, pasaría casi un siglo para que su acción pudiera revertirse. Y a medida que la ciencia y la tecnología avanzan, vamos acentuando esa contaminación. A partir de la Revolución Industrial (considerada la gran prueba del valor de la ciencia empírica) se ha arrojado casi el 25% de dióxido de carbono que contiene hoy la atmósfera3. Y lo peor es que la mayoría de la población apenas si tiene conciencia de esto. Tarde o temprano, la población humana se verá limitada por factores externos, la pregunta es, llegada esa limitación ¿Seremos capaces de superarla o habrá un deterioro tan importante que esta etapa llegará más bien como el colapso de la civilización humana?.

CONCLUSIÓN: Teniendo en cuenta estos datos, y partir de su análisis, podemos arribar a la lass siguientes conclusiones. Primeramente, es urgente la necesidad de cambiar la forma de pensar, adoptar políticas más sabias que  permitan continuar con el avance científico, pero con una distribución mucho más justa de sus resultados. Es decir, que a la par del desarrollo de la ciencia debe acompañar un desarrollo de la conciencia, una preocupación general por alcanzar la mentalidad que permita reducir las diferencias de distribución y brindar a toda la población humana la posibilidad de gozar de todos los beneficios que la ciencia tiene que ofrecer a su calidad de vida, que, por otro lado, son innegables. En una civilización que  pretende prosperar, no hay ha y lugar para el egoísmo, sino para una búsqueda conjunta y comprometida del  bien común, que hace a la calidad de vida de cada uno de sus miembros. Por otro lado, la concientización debe incluir también la contaminación ambiental, sus distintas formas y  probables consecuencias. De otra manera, no sólo nosotros, sino también y especialmente las generaciones venideras, observaremos con impotencia como la calidad de vida es limitada por la falta de recursos disponibles, y atacada por un ambiente cuya corrupción lo ha convertido en hostil para el correcto desarrollo humano. La capacidad para mejorar nuestro nivel de vida está y es notable, pero el desafío se encuentra en alcanzar la sabiduría que nos muestre el camino para sacar el mejor provecho de ella, para toda la  población humana.

¿La Ciencia es buena o mala? Comente, debata y de una respuesta sustentada Depende con que intenciones se desarrolle. Desde hace muchas décadas la ciencia a avanzado tanto que nos ha facilitado la vida cotidiana y a salvado incontable número de vidas alrededor del mundo. Así mismo también ha avanzado para mal debido al desarrollo de armas que nosotros mismos hemos creado. Por lo tanto la ciencia es neutra, no tiene ninguna conciencia, son los humanos quienes poseen la conciencia moral, el sentimiento de lo que es bueno y de lo que es malo para ellos mismos y para los demás; y esta conciencia moral debe servirles para orientar las investigaciones científicas en una dirección beneficiosa para toda la humanidad.

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TECNOLOGÍA Y CALIDAD DE VIDA Somos testigos de cambios tecnológicos a diario. En cualquier circunstancia de la vida nos encontramos con nuevos servicios y productos que poco a poco van penetrando en nuestras vidas. Nuestros hábitos se adaptan a las nuevas tecnologías y nos parece natural contar con ellas. Se supone que estas mejoran la calidad de vida. ¿Es eso válido para todos los ámbitos de la vida cotidiana? Por ejemplo, en el campo de la velocidad de desplazamiento dentro de las ciudades, ¿ha aumentado la velocidad de d e movilización de los vehículos en los últimos 50 años? Ciertamente, los carros son más veloces y también más seguros y económicos. Hay más autopistas, túneles y puentes. Y también en el mundo, centenares de millones de carros nuevos que congestionan más las vías y hacen el tráfico más lento.  No es claro, entonces, que las nuevas tecnologías hayan contribuido a mejorar la calidad de vida en relación con el tiempo requerido para desplazarse en los centros urbanos actuales. Y ello vale para todo el mundo. Nada como un trancón de 50 km en verano saliendo de Munich hacia Italia, que puede implicar velocidades de 5km/hora durante diez horas. Hay otros ejemplos cercanos, como el del transporte aéreo. Desde el inicio del uso de los jets en la aviación comercial (más o menos en 1960, con los Boeing 707…) hay muchos nuevos modelos, aunque la velocidad de los mismos sigue siendo igual. Incluso, en el caso del famoso Concord, cuya velocidad superaba la del sonido, que sirvió durante décadas la ruta Londres-Nueva York, el servicio fue suspendido hace varios años. Quizás lo más distintivo para el usuario común en la época actual en materia de nuevas tecnologías sean los dispositivos y servicios de la información y las telecomunicaciones. Sean los tablets, los “smartphones”, las redes sociales o el acceso cada vez más veloz a Internet, se trata de verdaderos cambios que afectan nuestra vida cotidiana. Sin embargo, vale val e la pena preguntarse si los cambios  principales en la materia ya están realizados o si el impacto grande de las tecnologías de la información está aún por verse. La respuesta es ambivalente. Por una parte, hemos visto enormes cambios en pocos años. Mucha gente conectada, millones de móviles tradicionales e inteligentes en mercados como el colombiano, 17,4 millones de usuarios en Facebook (cifra impresionante). La gente opina lo que quiere cuando quiere en Twitter o Facebook. Por otra, no obstante, hay un largo camino por recorrer. Las empresas, sobre todo las pequeñas (que son la inmensa mayoría) no saben aplicar las tecnologías de la información a sus  procesos productivos y comerciales. Amplios sectores del gobierno y del Estado, incluyendo la justicia, la educación y la salud, ignoran las inmensas posibilidades que para la productividad y el bienestar  ciudadano pude tener las TI.

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Ese es un reto mundial. Parece ser que todavía pasarán décadas para que los grandes impactos de las TIC redunden en transformaciones sustanciales en la calidad de vida de la gente. Eso sí, se puede acelerar el camino con campañas permanentes y ambiciosas de cultura digital. El uso de una u otra forma de tecnología para la producción de bienes y servicios es también una de las variables claves en la calidad de vida. Tenemos una oportunidad inmejorable para cambiar nuestra existencia y nuestro entorno, haciendo pequeños cambios en la forma que hacemos las cosas. Si nos orientamos hacia prácticas de auto producción de bienes usando tecnologías sencillas, lograremos no sólo afectar nuestra economía doméstica, sino que también el sentido de nuestra existencia, ya que estaremos cambiando el eje desde las necesidades n ecesidades del poseer a las necesidad necesidades es del ser. Hoy día, las tecnologías alternativas o intermedias están experimentando un fuerte desarrollo, son tomadas cada vez más en cuenta por los gobiernos y pueden influir en nuestra vida diaria. Las tecnologías alternativas se caracterizan por ser sencillas, baratas, al alcance de todo el mundo, respetuosas del medio ambiente y eficientes. Las experiencias van desde la producción de energía en forma eólica a los huertos caseros, ofreciendo opciones en el tratamiento de los residuos domiciliarios, el reciclaje, medios alternativos de transporte (auto eléctrico, hidráulico, etc). En las grandes ciudades el tratamiento de la basura ha llegado a ser un problema  – y un negocio- de  proporciones. Los efectos en el medio ambiente son desde hace tiempo, devastadores y los costos asociados al retiro y disposición definitiva de los residuos, un verdadero dolor de cabeza para las arcas fiscales. En circunstancias que existen alternativas más baratas, respetuosas del medio y más racionales desde la perspectiva económica. Una combinación de reciclaje de los desechos no orgánicos, con la  producción de composte (un producto con un alto valor como fertilizante orgánico), es una elección más eficiente, que tan sólo requiere ingenio y una organización distinta. A un nivel micro, la producción casera de vegetales en base a huertos orgánicos son una excelente opción para disponer de alimentos más saludables y ricos en vitaminas y, a la vez, proporcionan una excelente oportunidad para entrar en contacto con la naturaleza y de paso armonizar con ritmos cosmo  biológicos. Una muy buena alternativa también, es el cultivo de hierbas medicinales y aromáticas. En números anteriores de esta publicación se han presentado recetas en base a semillas germinadas, sencillas, fáciles de preparar y con un tremendo tremend o potencial nutritivo.

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CUESTIONARIO

1.  ¿Por qué el medio ambiente es cada vez más caótico? Se debe a que los problemas ambientales no se pueden analizar ni entender si no se tiene en cuenta una perspectiva global, ya que surgen como consecuencia de múltiples factores que interactúan. Nuestro modelo de vida supone un gasto de recursos naturales y energéticos cada vez más creciente e insostenible. Las formas industriales de producción y consumo masivos que lo hacen posible suponen a medio plazo la destrucción del planeta. Algunos efectos de la crisis ecológica ya están claramente perceptibles: aumento de las temperaturas, agujero en la capa de ozono, desertificación, acumulación de residuos radiactivos, extensión de enfermedades como el cáncer o la malaria, insalubridad del agua dulce, inseguridad, agotamiento de los recursos renovables y no renovables, etc. El despilfarro de unas sociedades repercute directamente en la  pobreza de otras y contribuye al deterioro ambiental general.

2.  ¿Quiénes trabajan en las oficinas durante mayor cantidad de horas?

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3.  Mencione un ejemplo claro, donde la tecnología si ha contribuido con mejorar la calidad de

vida

Tecnologías de rehabilitación: En este caso, la tecnología intenta sanar al paciente de la patología q que ue sufre. Un ejemplo concreto puede ser el láser de dióxido de carbono, el mismos es utilizado en la odontología, para la realización de intervenciones quirúrgicas o para atacar diversos cánceres, así mismo éstas hacen parte de las estrategias que facilitan la integración de la  persona en situación de discapacidad.

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