Historicismo (Terminado) 1.1

March 24, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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Historicismo El historicismo es una corriente de pensamiento que se basa en el estudio de la historia para comprender todos los asuntos humanos, sin excepción. Esta doctrina sostiene que es imposible tener una perspectiva que no tenga en cuento los hechos y eventos ocurridos, y que la realidad en la que vive el ser humano es solo el producto de la historia que le precede. Para el historicismo el ser no es más que un proceso temporal y mutable, por lo que la razón y el intelecto no pueden realmente comprenderlo. Por lo tanto, se basa en la historia para explicar la realidad, siendo la filosofía la que profundiza en este devenir histórico con el fin de explicar y sistematizar el conocimiento. Según el historicismo, la filosofía es un complemento de la historia. Su tarea consiste en llevar a cabo una teoría de la historia. Esta se propone efectuar una exploración sistemática de los hechos históricos.

Antecedentes

La llamada Escuela histórica del Derecho reconoce como antecedentes la idea  jurídica de los sofistas griegos en la antigüedad, y las de Giambattista Vico en la edad moderna. La referida escuela alcanzó su más alto desarrollo en Alemania con las obras de Friedrich Karl von Savigny, Georg Friedrich Puchta y Gustav von Hugo . Antes, en Inglaterra, Edmund Burke en su ensayo Reflexiones sobre la Revolución Francesa (1790) había criticado duramente dicho movimiento político, señalando la necesidad de inspirar toda acción social en la historia, el hábito y la religión. metodología del historicismo indica que la filosofía es un complemento de la La historia.

 

Objetivos Su tarea consiste en llevar a cabo una teoría de la historia. Esta se propone efectuar una exploración sistemática de los hechos históricos. Los hechos científicos, artísticos, técnicos, políticos o religiosos pueden ser considerados hechos históricos porque tienen importancia para la vida del hombre. El historicismo sostiene que no debe existir una teoría histórica con esquemas previos que imponga sobre el pasado. Ranke postula que debe ser el pasado el que hable; el historiador no tiene boca. Pone de manifiesto un método, el filológico, que consiste en el recurso a los documentos escritos oficiales. En el año 1824 Ranke publica "Historia de los Pueblos Romanos y Germánicos (1494-1514)". Éste es el primer libro del tipo de historia historicista, y va a incluir el programa ideológico de esa nueva historia. El contenido analiza un conflicto entre la monarquía francesa y la española por los territorios de Italia, la tesis de Ranke es que Europa surge como el conflicto entre los pueblos románicos y los germánicos. Lo importante del libro es el método, el enfoque que da al asunto. Por eso publica un apéndice donde expone sus métodos, a la vez que critica a los autoresque anteriores que habían escrito sobre por ejemplo a Guicciardini, en su Historia de Florencia hace esa algohistoria, que es insostenible, que es recurrir a la novela, ya que Ranke cree que hay que acudir a los documentos para saber con seguridad lo que había ocurrido (Ranke se basa para este libro en los l os informes de los embajadores venecianos).

ENFOQUE HISTORICISTA

Introducción La realización de los estudios geográficos bajo un enfoque historicista ha permitido entender la realidad espacial de aquellas áreas en las que se ha aplicado, considerando su evolución en el tiempo. Este tipo de enfoque ha permitido visualizar el significado del proceso histórico para haber alcanzado una determinada realidad espacial, desarrollando en el lector una identificación con el territorio que obliga a pensar en la realidad espacial de hoy y del futuro.  Asimismo surgen cuatro preguntas preguntas fundamentales: 1) Cuando se trata de evaluar la claridad y veracidad de las fuentes históricas

utilizadas en el estudio, los documentos son, por ética de los autores de los estudios geográficos, auténticos, pero la duda aparece cundo cuestionamos si el autor del documento histórico presentó una versión real de los hechos geográficos descritos o actuaron con el interés de tergiversar esa realidad

 

pasada. La duda podría hacerse mayor si se llegara a lograr otra referencia en la cual se presentara una realidad espacial distinta, para la misma época en el mismo espacio estudiado. Esta situación podría hacerse más compleja cuando se trata de precisar las causas que originaron los cambios espaciales observados, considerando que cada autor mostrará su parcialidad política e ideológica. 2)  Una segunda observación se refiere a que los geógrafos historicistas

parecen conformarse con los resultados obtenidos por la referencia histórica consultada sin plantear el análisis geográfico que pueda realizarse con los datos obtenidos de registros de la época. A manera de ejemplo puede mencionarse que los datos de producción agrícola de un determinado rubro pudieran permitirnos estimar la superficie cubierta por el rubro estudiado, o las características de la demanda. 3)  Una tercera idea de los estudios geográficos historicistas es que

generalmente no desarrollan la intención de un planteamiento teórico, al no comparar la realidad histórica estudiada con la de otros espacios donde, durante la misma época histórica tratada u otra época distinta, se presentan hechos geográficos similares. Esta idea puede conducir a calificar al enfoque historicista como excepciona lista, afirmación que los geógrafos historicistas podrían intentar superar, a efectos de contribuir al desarrollo teórico de la disciplina geográfica. El geógrafo historicista más que ningún otro debe estar claro que el presente que una determinada sociedad le de al espacio, está condicionado por la estructura espacial preexistente. 4) Finalmente el geógrafo historicista debe plantear la diferenciación muy clara

cuando se trata de una fuente histórica directa, como las descripciones de viajeros, o cuando se trata de una fuente secundaria, como puede tratarse del análisis que determinado autor realizó de otro que describió un fenómeno determinado. La presentación de una fuente primaria obliga al análisis del autor citado, mientras que el uso de una fuente secundaria tiende a obligar al autor a entender, justificar y posiblemente aceptar o rechazar el análisis que hizo el autor secundario del hecho geográfico estudiado. Con base en estas cuatro críticas planteadas se propone la revisión de los trabajos de Pedro Cunill Grau y de Carl Sauer. El historicismo como enfoque geográfico En función del planteamiento de la Geografía de entender al espacio como proceso implica la necesidad de su enfoque historicista, expresión que Ivonne Alvarado (1993) sustenta cuando destaca que: “El espacio geográfico circundante a la sociedad

se contrapone a esta, no en la forma estática de reservas y recursos, sino como forma histórica transitoria de la base natural de la sociedad, inseparable de su base técnica”. Asimismo refiere: “El espacio geográfico es una categoría

activa porque en él se acumulan tiempos históricos, las formas espaciales que se observan son el producto acumulado de la acción histórica de una sociedad en constante transformación” para cerrar definiendo que: “El espacio geográfico

es una compleja trama de procesos culturales, económicos y sociales, en síntesis histórico-naturales liderizados por la sociedad, y esta complejidad es el centro del análisis geográfico”.  El historicismo como corriente se vislumbra a

 

finales del siglo XVIII y principios delXIX, cuando como rechazo de las ciencias al positivismo se tomo el dualismo kantiano (espacio-tiempo). Lo que Kant presentó como una oposición entre la naturaleza y la historia, relacionando la primera con las ciencias físicas y naturales y la segunda con las ciencias humanísticas, interpretando la naturaleza como el reino de loa necesidad y la historia como el de la libertad. El avance de este dualismo científico, llevó al historicismo de fines del siglo XIX a plantearse una perspectiva teórica al problema delsocial, saber pues histórico, la historia a la categoría explicativade delalavalidez realidad esta elevando es el resultado de un proceso de desarrollo, por lo que el estudio y entendimiento de ese proceso se convierte en esencial e indispensable para entender la realidad. (Capel,1981). El conflicto entre lo natural y lo humano se refleja en la geografía bajo el dualismo geografía física-geografía humana, la primera ya había mostrado un gran arraigo en el círculo de los especialistas, mientras que la segunda comenzaba a estructurarse como tal, comenzado por el esfuerzo su sistematización realizado por F. Ratzel. Apareció así un esfuerzo de relación para el estudio del espacio a través de Vidal de La Blache, con la geografía regional, manteniendo el carácter ideográfico de esta disciplina. Definido el carácter regional de geografía se mantuvo al historicismo como enfoque para entender el espacio, siempre destacando en forma primordial el carácter humano del mismo, esto manteniendo las pautas kantianas de fines del siglo XVIII. Bajo estas pautas ciertos autores historicistas refieren superficialmente el carácter físico del espacio estudiado, mientras que otros destacan la importancia de dichos factores para explicar los patrones de aprovechamiento de recursos. Necesidad de analizar las fuentes históricas Revisando algunas referencias de trabajos realizados bajo el enfoque historicista podrían precisarse estrategias para evaluar algunas observaciones planteadas en este tipo de trabajo. En la obra del Doctor Pedro Cunill Grau titulada Geografía del Poblamiento Venezolano en el Siglo XIX , al describir a la población venezolana, en el capítulo I, señala que para inicios de la centuria, Alejandro Humboldt reseñó en su obra Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente destaca que la población del país fue de 785.000 habitantes. Asimismo agrega una referencia de Depons, en su obra la parte orientalhabitantes. de Tierra Agrega Firme entambién la América Meridional (1960) indicaViaje una acifra de 728.000 la referencia de  Aurrecochea que presenta una cifra de 786.000 habitantes, y para Lavaysse, siendo más preciso destaca una población de 975.972 habitantes para 1907. Indudablemente el gran número de referencias muestra una determinada población para la mayoría de los autores consultados, sin embargo el último de ellos muestra una población significativamente superior, por lo que se requiere una consideración especial del autor mencionado tratando de detectar la fuente utilizada por Lavaysse. Humboldt destaca en la obra citada anteriormente que la población para 1811 fue de 1.000.000 habitantes, mientras que otros autores señalan cifras inferiores a los 800.000 personas, cifras que obligan a una investigación para precisar las cifras mencionadas y la realidad del país en dicho espacio. Al referirse al crecimiento de la población explicado por el crecimiento natural demográfico y las nuevas corrientes inmigratorias de peninsulares, el mejoramiento de las condiciones médico-sanitarias,

 

destacando el inicio de los estudios de medicina en el país, reflejado por Depons en la obra referida, también destaca como argumentos los siguientes: el establecimiento de nuevos hospitales y lazaretos, la propagación de la vacuna antivariólica y el uso de la quina, acciones que no llevaron a la disminución de numerosas epidemias que diezmaban a la población venezolana, como la diarrea, la disentería, la fiebre tifoidea y las enfermedades venéreas, señaladas por el autor. Estas contradicciones se destacan sin ampliar las explicaciones requeridas, lo que confirma la descripción necesidad de la constatación del uso de más de una en fuente para lograr la más precisa de la realidad espacial estudiada. Las contradicciones, como la descrita en el párrafo anterior se repiten en diferentes aspectos, como el caso de la concentración de población en Venezuela, destacando que en los primeros años del siglo XIX, este proceso se observó en las poblaciones de villas y pueblos, señalada en la “Ordenanza de los Llanos”, pero al mismo tiempo se  destacaba que “las ciudades y pueblos tenían ya mucha población sin

ocupación, por lo que se propuso recoger a los mendigos y ser trasladados para trabajos agropecuarios”  (Exposición del Prior del Real Consulado de Caracas, Don Vicente Linares, 1801), agregando la denuncia que “todos los sábados se reunían 1.200 mendigos en el palacio episcopal para pedir limosna”. En 1812, el Arzobispo de Caracas revela que “hay que  precaver que las ciudades no sean tan populosas y se vean más pobladas que los campos”. Cuando se leen estas líneas surge una serie de preguntas sobre la población en villas y pueblos y su relación con las grandes ciudades. El análisis geográfico de las fuentes históricas La geografía historicista debe añadir, no sólo las fuentes históricas que se incorporan en la descripción de los espacios, sino también el análisis geográfico de la realidad descrita, en este sentido puede destacarse parte de la descripción que hace Carl O Sauer del avance de los españoles asentados en Culiacán (1963): “La alta cultura nativa de México, procedente últimamente de los Mayas de Centro América alcanzaron tan lejos hacia el norte como el valle del río Culiacán en la costa oeste. Hay una razón para suponer que la expansión de esta cultura hacia el norte se realizó a lo largo de la costa pacífica y no desde el interior de México a la costa. Estos pueblos de estando la costa poco no tenían la organización military de los aztecas y tarascanas, acostumbrados a la guerra tampoco estaban familiarizados con la acción concertada necesaria para oponerse a determinados invasores. Las unidades políticas eran pequeñas involucrando raramente más de un valle. Las planicies de inundación fértiles suplieron cosechas abundantes que fueron complementadas con una pesca abundante y una gran captura de mariscos obtenidos de los estuarios y las corrientes de agua locales. Los indios vivieron en grandes villas densamente ocupadas, asimismo fueron excelentes artesanos y su número fue tan significativo que se compara con la actual población rural del sector. Los establecimientos más grandes se localizaron a lo largo del valle aluvial de Culiacán, pero también se observaron pequeños poblados asentados a largo de las márgenes de las cuencas interiores, los cuales aparecen como ocupaciones estrechas formando una suerte de cinturón de piedemonte, con las altas montañas atrás.”   Asimismo, Sauer continúa su descripción, considerando las técnicas históricas

 

seguidas para el desarrollo de la misma: “Como una parte de la reconstrucción del escenario indígena, para el tiempo de la conquista, he tratado de reproducir precariamente la ruta de Guzmán (Capitán conquistador español) en forma detallada. Las discrepancias entre la ruta de Guzmán y el denominado más tarde “Camino Real”,  fueron cartografiadas por Carl Sauer. Concluyendo su descripción destaca la importancia de la vialidad (senderos peatonales) indígenas: “El Ejército español continuó los caminos que fueron antiguamente   rutas a través del bosque de natural las planicies o las zonasindígenas de pendiente pronunciada con denso, cobertura seca, herbáceas vías que cubren toda la región costera de Sinaloa; estas formaciones vegetales son prácticamente impenetrables, excepto a través de los caminos que habían sido mantenidos como tales. Los senderos indígenas fueron peatonales e invadidos progresivamente por la vegetación natural vecina, tal como ocurre hoy con esos senderos. “Las descripciones de Sauer muestran el esfuerzo del autor por demostrar la integralidad del análisis considerando diferentes factores del ambiente y relacionándolos con las actividades humanas. Asimismo el autor demuestra el carácter dinámico del espacio estudiado, lo que permite definir al paisaje como proceso de transformación espacial. Los estudios geográficos historicistas deben generar la intención de planteamientos teóricos. La descripción de diferentes espacios bajo este enfoque historicista podría orientar la comparación con espacios de características y formaciones espaciales similares podría contribuir a generar teorías sobre la relación de tales procesos con las realidades espaciales encontradas. En este caso podría mencionarse el estudio presentado por el Doctor P. Cunill sobre el despoblamiento del golfo de Paria, Venezuela, durante el siglo XIX (1980): En este estudio se describe la evolución del proceso de ocupación de la subregión sur de la península de Paria, considerando los procesos migratorios provenientes desde el occidente de ese espacio y desde Trinidad que para la época fue ocupada por los ingleses, generando una migración de población de franceses que salían de la isla. El trabajo de Cunill refiere a las razones políticas, económicas, históricas y geográficas que condicionaron ese proceso migratorio. El autor describe que: “Desde Carúpano y Río Caribe se extienden migraciones de colonos  criollos y españoles con la ayuda de plantaciones algunos esclavos vanlogrando extendiéndose roturacionesque de importancia para las de cacao, avanzar hasta el valle de San Bonifacio hacia el golfo de Paria . Estas migraciones se ven beneficiadas por el establecimiento en 1736 de pueblos misionales en la vertiente interior de la península de Paria que mira hacia el Golfo de Paria, como los pueblos de indios misionales de Irapa, Soro y Macuro, que a finales del siglo XVIII se mestizan y proporcionan mano de obra a las haciendas cacaoteras de sus entornos”, Este proceso de ocupación pudo haberse repetido en forma similar en espacios de plantaciones, por lo que podría considerarse fundamento para el establecimiento de teorías de ocupación de la época. Asimismo, Cunill Grau describe el proceso de despoblamiento en el período de emancipación (independencia): “La guerra de Emancipación desencadena en esta microregión un proceso radical de despoblamiento y empobrecimiento territorial. Ello se inicia en 1813, en las costas de Güiria, desencadenándose el abandono de muchas haciendas en su entorno. Más

 

tarde en el mismo año se produce el asedio del pueblo “… nos sitiaron con tanta estrechez que sus habitantes se vieron obligados a alimentarse por espacio de siete meses con plátanos y chocolate” (Cita del manifiesto   del General Santiago Mariño, Cumaná, 12 de octubre de 1813)”   En esta descripción referida al año 181, momento de la Campaña Admirable de Simón Bolívar, cuando entró triunfante a Caracas, muestra que la situación de la guerra de independencia no fue igual en todo el territorio venezolano. Hecho que demuestrayque la geografía puedede considerarse importante la descripción análisis territorialhistoricista de un proceso conflicto bélico pasadoen y demostrar sus influencias en la realidad de hoy. El geógrafo historicista debe plantear la diferenciación muy clara cuando se trata de una fuente histórica directa, como las descripciones de viajeros, o cuando se trata de una fuente secundaria, como puede tratarse del análisis que determinado autor realizó de otro que describió un fenómeno determinado. El planteamiento implica la necesidad de buscar fundamentos para asegurarse lo verdadero de la versión o referencia presentada por diferentes autores. Las referencias de los viajeros son fuentes que requieren fundamentos importantes para asegurarse la certeza de lo referido; esto generalmente lo buscan los investigadores en trabajos de campo realizados en el sitio. Este puede ser el caso de la referencia sobre la descripción de una hacienda en la península de Paria del siglo XVIII y XIX, hecho por Cunill Grau en su trabajo sobre la península referida: “… cuenta con una casa patronal cubierta de techo de paja, observándose en sus alrededores siete casillas de vivienda de negros esclavos que alcanzan 17 varones y hembras con sus hijos” (referencia de Papeles de Isnardi, 1802). En el área de estudio pueden encontrarse hoy construcciones remodeladas que muestran una estructura similar a la referida. Asimismo, el uso de más de una referencia describiendo una situación similar podría considerarse como una aproximación a la realidad local de la época estudiada. Este es el caso de la descripción de las formas de ocupación de los terrenos en la península de Paria, de acuerdo a lo planteado por Pedro Cunill Grau: “Algunos colonos de Trinidad, españoles y extranjeros, convidados de la fertilidad y abundancia de tierras de la inmediata costa del golfo Triste o de Paria que se hallan despobladas e incultas, pasaron a en ellas siy ncuando yo entré en este gobierno que había porción deestablecerse gente establecida, noticia del gobierno …(Cita de  oficio de Vicente Emparan, 31 de marzo 1802). Más adelante Cunill, al referirse al establecimiento fáctico, sin títulos de propiedad reseña: “Se le preguntó (al ocupante) si para establecerse en Güiria pidió permiso al juez territorial o al señor Gobernador de la Provincia; espondió, que cuando llegó a Güiria era un desierto” (Tomado de la declaración de Don Francisco Isnardi, Caracas, 10 de  

octubre de 1801), sustentando lo mencionado anteriormente con respecto a la ocupación de las tierras.

 

Historia El historicismo surge a mediados del siglo XIX en Alemania como respuesta de cierto grupo de pensadores ante las instituciones científicas y el ideal positivista, que tenían tanto auge en el momento. El primer libro considerado como historicista es Historia de los pueblos romanos y germánicos (1494-1514)  publicado en el año 1824 y escrito por Leopold Von Rake, quien estudia y examina dichos hechos históricos con un método que se dedica a explicar en el apéndice. Este método sería luego transmutado al método de análisis historicista. Dichas figuras que dan inicio al movimiento historicista se basaban en que la historia no debe ser vista como distintas acciones llevadas a cabo durante eventos aislados, sino más bien como un conjunto, una totalidad que debía ser estudiada como tal. El desarrollo del historicismo tomo lugar en todos los años que transcurrieron desde su primera concepción hasta el comienzo de la  la  Segunda Guerra Mundial.   El pionero en dicho campo fue Wilhelm Dilthey, quien se atrevió a Mundial. diferenciar por primera vez las ciencias naturales de las ciencias del espíritu. El historicismo comienza a tomar fuerza en manos de diversos pensadores, como Karl Popper, Georg Friedrich Puchta y Benedetto Croce. Estos se convencen de aplicar el método de análisis de dicha corriente no solo a la comprensión del ser, sino también a la teoría política, al derecho y, por supuesto, a la filosofía. El historicismo sostiene que la filosofía la  filosofía debe ser parte de este y no viceversa, y que los filósofos tienen entonces que enfocarse en llevar a cabo exploraciones e investigaciones filosóficas a profundidad que sean de utilidad para el conocimiento y la comprensión del ser humano y su vida en el mundo.  

 

Características del historicismo Debido al hecho de que cada pensador crea sus propias reglas y límites, todo historicismo cambia de acuerdo con el autor que se estudie. No obstante, ciertas peculiaridades se presentan en casi todos los acercamientos al historicismo, y estas características son las siguientes:  – Se basa en establecer una teoría de la historia.  –  El procedimiento apropiado y más justo para estudiar los problemas

concernientes al ser humano y su existencia es la investigación histórica.  – Diferencia a las ciencias naturales de las ciencias del espíritu y propone dejar

a un lado la búsqueda de leyes naturales en el campo de las ciencias humanas.  – Todos los episodios históricos están conectados, y es a través de estos que

se alcanza el conocimiento. La historia es una sola y afecta el presente y el pasado humano.  – Es inherentemente contextual.  – Sostiene que cada individuo se ve afectado por la época en la que vive y la

historia que le precede.  – La investigación histórica resulta en la creación de leyes generales a través

de la inducción.  – Concibe al ser como producto de un devenir histórico.  –  Considera que todo hecho científico, artístico, político e inclusive religioso

forma parte de la historia de una época específica de la existencia del ser humano

 

Representantes principales La numerosa cantidad de historicistas que ha habido a lo largo del tiempo son evidencia de cuánto auge tuvo esta escuela alguna vez.    A pesar de ser sumamente criticada por otras tendencias, el historicismo se mantuvo fuerte por más de un siglo, antes de ser criticada por nuevas generaciones de filósofos más contemporáneo contemporáneos. s. El historicismo es apoyado por grandes nombres alemanes e italianos, entre los cuales se encuentran los siguientes:

Wilhelm Dilthey

Pensador alemán que buscaba comprender la vida desde una perspectiva del mundo más mundana y menos metafísica. Fue un gran psicólogo e historiador de las ciencias del espíritu, y se dedicó a establecer diferencias entre estas ciencias y las naturales. Creó el método historicista, con el cual pretendía eliminar el uso del método científico cuando de ciencias del espíritu se tratase. Se oponía a la idea de que la verdad era producto o manifestación de lo absoluto o un ser superior, ya que sostenía con firmeza la idea de que toda interpretación es relativa y está ligada intrínsecamente a la historia del interpretador.

 

Leopold von Ranke Historiador alemán que publicó el primer libro de historia historicista. Es considerado por algunos como el que dio inicio a esta corriente y delcomo método histórico, de quepensamiento se establecería el necesario para adquirir todo conocimiento humano. Para Ranke, el historiador debe permanecer en silencio y dejar que sea la historia la que hable, siempre recurriendo a los documentos más originales que recuenten los eventos a estudiar.

Benedetto Croce Filósofo, político e historiador italiano. Mientras el historicismo tomaba forma en Alemania, Croce se acerca a las mismas ideas desde el territorio italiano. Para Croce la historia no es cuestión del pasado sino del presente, ya que está tan viva cuando ocurre y cuando se recuerda.  Sostenía que la historia es el mejor medio a través del cual se puede alcanzar verdadero conocimiento. De igual forma, con la ayuda de la historiografía, el hombre puede llegar a comprender sus más insondables procesos espirituales y la razón detrás de estos .

 

Giambattista Vico   Abogado y filósofo de la historia napolitano. Notable por su concepto de verdad como resultado del hacer (verum ipsum factum). Toda su doctrina, todos sus puntos de vista en torno del conocimiento y de la historia, son elaborados en oposición al cartesianismo —como quedó dicho—, y a la concepción de su tiempo que hacía de la física la ciencia paradigmática. Su enfoque según el cual el hombre puede conocer, en propiedad, lo que es producto de su hacer, lo lleva a sostener que la Naturaleza, obra divina, puede ser pensada, pero no «entendida». Sólo Dios, que lo ha hecho todo, puede tener una comprensión total de todo. 

EL MOVIMIENTO HISTORICISTA

El historicismo alemán surge en las dos últimas décadas del siglo pasado y se desarrolla en el período que transcurre hasta el comienzo de la segunda guerra mundial. La primera manifestación del movimiento historicista alemán - según Pietro Rossi  – se da en 1833 con la Introducción a las Ciencias del Espíritu de Dilthey (Einleitung in die Geisteswissenschaften) y su última gran expresión (un reexamen retrospectivo de los orígenes del historicismo y testimonio de su crisis final), será la aparición, en 1936, de El historicismo y su génesis (Die Entstehung des Historismus) de Meinecke. Según Meinecke el término historicismo, que fue "...empleado por primera vez en su sentido justo en el libro de K. Werner sobre Vico, 1879, al hablar de historicismo filosófico de Vico." (Friedrich Meinecke. El historicismo y su génesis; México, F.C.E.,1943,p. 11; en Eugenio Imáz, Op.cit., p.13), alude a la sustitución de una consideración generalizada de las fuerzas humanas históricas, por una consideración individualizadora. Esto no significa - agrega - que el historicismo excluya la búsqueda de regularidad y tipos universales de la vida humana, sino que necesita emplearlos y fundirlos en su sentido de lo individual.

 

Entre los representantes más notables de este movimiento filosófico en  Alemania merecen que se citen, además de Max Weber, a Wilhelm Dilthey, Georg Simmel, Oswald Spengler, Ernst Troeltsch y Friedrich Meinecke. También pueden añadirse los nombres de Wilhelm Windelband y Henrich Rickert, quienes se vinculan a la filosofía de los valores en el seno del neocriticismo y cuya obra influirá sobre los estudiosos de las ciencias humanas y sociales, como es el caso de Simmel y Weber. Ambos, al igual que Dilthey, compartirán el intento kantiano de fundar en la conciencia el conocimiento histórico, aunque diferirán profundamente en su concepción acerca de la naturaleza de tal conocimiento. Aun reconociendo que los métodos de las ciencias naturales no eran aplicables, sin más, a las ciencias sociales o culturales, los neokantianos se propusieron encontrar para estos estudios, categorías igualmente racionales y reformular el concepto de causación, de modo que resultara aplicable a las ciencias humanas. Pensaban que el contenido irracional de estas ciencias podía abordarse con métodos mét odos racionales, y estaban convencidos de la posibilidad de un conocimiento objetivo también en este ámbito. Mientras que el primer tercio del siglo XIX estuvo marcado por el esfuerzo de los historiadores alemanes por plantear la historia como ciencia y definir el nuevo paradigma del historicismo, en la segunda mitad del siglo la proyección de la escuela histórica alcanzó su apogeo, como puede apreciarse particularmente, en la manera que una serie de disciplinas afines otorgaron preferencia a la aproximación histórica. Así se explica, por ejemplo, el esplendor de la Kulturgeschichte (que va de la historia del arte a la sociología de la cultura), representada fundamentalmente por W.H. Riehi y J. Burckhardt. Sin embargo, paralelamente a esta evolución -y con frecuencia en estrecha relación con ella-, los últimos años del siglo XIX verán multiplicarse los signos de una crisis del historicismo optimista, que había conquistado a las generaciones precedentes y cuyo registro reflexivo era la filosofía crítica de la historia. Partiendo de la constatación de que la mayoría de los historiadores de su tiempo habían abandonado los fundamentos filosóficos (idealismo) o religiosos (luteranismo) que daban coherencia a la visión de la historia de un Ranke o de un Humboldt, algunos filósofos, como Wilhelm Dilthey (1833-1911), Heinrich Rickert (1863-1936) o Ernest Troeltsch (1865-1923), pusieron de manifiesto las aporías teóricas del historicismo (crítica de la concepción según la cual el historiador podía leer directamente la verdad objetiva del pasado, observación de los componentes irracionales de la naturaleza humana, crítica del axioma según el cual existiría una unidad de la historia humana). A pesar de su fidelidad a la tradición hermenéutica y su búsqueda de apoyo en Kant, no llegaron a elaborar verdaderamente una teoría del conocimiento histórico sustentado en bases renovadas y científicamente sólidas. "Sin embargo, la lección del historicismo no se ha perdido; por el contrario, ha ofrecido una serie

 

de categorías interpretativas de importancia decisiva que han permitido determinar las dimensiones históricas del mundo humano, mientras que sus perspectivas metodológicas han abierto el camino al análisis de las ciencias histórico-sociales y de sus procedimientos." (Francesco Borghesi Sgoluppi. El historicismo, de Dilthey a Meinecke. 1995)

ESPIRITU Y NATURALEZA

La formulación de este paradigma partía del establecimiento de un contraste esencial entre, por un lado, las ciencias de la naturaleza, consagradas a la observación de fenómenos que se reproducen según leyes rigurosas e inmutables; y por otro las ciencias del hombre, o ciencias del espíritu, cuya realidad primaria es el cambio y cuyo objeto de estudio es una infinidad de acciones concientes y cargadas de sentido, únicas e irreductibles las unas a las otras. Es así como la historia se constituyó en la clave para la comprensión de la realidad humana, teniendo por objeto el estudio de individualidades específicas, que era preciso aprehender y para lo cual las nociones generales, los conceptos abstractos y los métodos cuantitativos y estadísticos no resultaban apropiados o suficientes. El conocimiento histórico habría de fundarse, pues, en la comprensión (Verstehen), consistente en una reconstrucción - lo más escrupulosa posible - de las intenciones y los motivos de los actores de la historia, mediante la utilización de los métodos de crítica creados por la filología clásica, procurando captar su originalidad por medio de la intuición (Anschauung) y la simpatía (Ahnnung). En este contexto, el siglo XIX sería llamado en Alemania "el siglo de la historia" y estaría representado por los grandes historiadores de la política, la economía, el arte, la religión, la filosofía, la filología y el derecho. "En Alemania, /.../ la lengua civilización los desarrollo, únicos lazosjunto comunes. En filosofía. armonía con la filologíay la había tomadoeran gran con la Eraellas, propio extender a la historia en general las nuevas apreciaciones sobre el desarrollo independiente de las lenguas. /.../ Muchos historiadores alemanes se entregaron entonces con provecho a los estudios filológicos. Construyeron la historia del derecho, por analogía con la historia de las lenguas. Creyeron que la historia de las instituciones y de la civilización de los diferentes pueblos era susceptible de una distinción tan marcada como la historia de las lenguas." (Eduard Fueter. Historia de la historiografía moderna. 1953, Tomo II) Este interés por la historia, que se advierte sin duda bajo el influjo del romanticismo, de su voluntad de revivir el pasado dentro de la propia situación histórica, irá conformando una concepción del conocimiento histórico que se identificará con cierta práctica del oficio de historiador. Como ciencia objetiva,

 

la historia permitirá descubrir cómo se desarrolló realmente el pasado, explorando sistemáticamente y comprobando -con la ayuda del método de análisis crítico de los textos- las fuentes primarias escritas. También, y a pesar de lo abstracto de su filosofía de la historia, una figura como Hegel mostrará que la historia no es tan solo un conjunto de hechos aislados, sino una totalidad en desarrollo dialéctico. En base a todas estas consideraciones resulta comprensible la génesis y evolución del historicismo, que si bien no se observará exclusivamente en  Alemania ("La modalidad historiográfica que irrumpe con una fuerza sin igual en los países que, a comienzos del siglo XIX, van a la cabeza de la cultura europea, no es un fenómeno que pueda adscribirse a ninguno de ellos con exclusividad, ni explicarlo mediante las consabidas transmisiones literarias e influencias. Hay historicismo en Francia, en Alemania, en Inglaterra, en Italia". Eugenio Imáz. El pensamiento de Dilthey. 1978), podría decirse que encontró en la escuela histórica alemana su forma más acabada y su mayor coherencia, lo que explica, a la vez, su extensión y la duración de su influencia.

Arquitectura historicista El historicismo, también denominado romanticismo, desarrollado principalmente en el siglo xix y principios del xx concentraba todos sus esfuerzos en recuperar la la arquitectura  arquitectura de tiempos pasados. Se trataba de imitar estilos arquitectónicos de otras épocas incorporándole algunas características culturales de ese siglo mientras que la arquitectura la arquitectura ecléctica se dedicaba a mezclar estilos para dar forma a algo nuevo. Se pueden destacar diversas corrientes como las neobizantinas, neomudéjar y neobarrocas, aunque la que más auge tuvo fue la neogótica la  neogóticapracticada practicada en las islas las  islas Británicas que se basaba, como bien indica su nombre, en un nuevo gótico resucitado. Entre las edificaciones realizadas según este estilo destaca el el Parlamento  Parlamento Británico, proyectado Británico, proyectado por  A.  A. W. Pugin (1812-1852) yy Charles  Charles Barry (1795-1860). También tuvieron mucha importancia algunas variantes orientales, como el neogótico-indio, del que es un ejemplo el Pabellón el Pabellón Real de Brighton, obra Brighton,  obra de John de John Nash (1752-1835). En España, destacó la corriente neomudéjar, corriente  neomudéjar, como  como expresión de un estilo propio y nacional. En las artes las artes iberoamericanas de finales del xix, debido a ese ese nacionalismo  nacionalismo que sacó a escena el Romanticismo, el Romanticismo, se  se observa el afán por encontrar la "identidad nacional". En cuanto a la arquitectura esto tuvo su reflejo gracias al historicismo. La arquitectura historicista en Iberoamérica en  Iberoamérica intentó imitar la arquitectura prehispánica y reinterpretarla siguiendo los cánones contemporáneos de la época.

 

Estilos arquitectónicos historicistas                    

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Neobarroco Neobizantino Neogriego Neocolonial Arquitectura georgiana Neoegipcio Neogótico Neomudéjar Neorrenacimiento Neorrománico

Santuario de las Lajas en en Ipiales,  Ipiales, Colombia,  Colombia,   representante del gótico tardío.

El Palacio El Palacio de Westminster y el el Big  Big Ben,  Ben,vistos   representantes del neogótico británico, desde el río Támesis. río Támesis.  

 

Referencias

1. Nielse, Kai (2004) Historicismo. Robert AUDI, Diccionario de Filosofía. Akal, Madrid 2. Popper, Karl. La miseria del historicismo. historicismo. Alianza, Madrid, 2002 3. Croce, Benedetto (1938) La Historia como pensamiento y acción 4. Bevir, Mark (2017) Historicism a and nd the Human Scienc Sciences es in Victorian Britain. Cambridge University Press 5. Bambach, Charles R. (1993) Heidegger, Dilthey, and the Crisis of Historicism. Cornell University Press, Ithaca

 

 

 

 

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