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SATÉLITES PERVERSOS a arquitectura del Tercer Reich se cimentó en torno al Führer, un astro central, sobre el que giraron unos satélites tan heterogéneos como perversos. Fue su círculo más íntimo, la élite del nazismo, en su mayor parte brillante y cultivada, la responsable en gran modo de la construcción de la barbarie. Heinrich Himmler,, Hermann Göring, Joachim von Ribbentrop, Albert Speer, Martin Himmler Bormann o Rudolf Hess constituyeron, entre otros, la columna vertebral de aquel aque l régimen totalitario y genocida. Compartían el resentimiento por la Alemania derrotada y sometida al Tratado de Versalles. Su antisemitismo y el fervor a Hitler, ese “héroe sobrehumano”, modelado por la eficaz propaganda de Joseph Goebbels, contribuyeron a fortalecer su compromiso con la causa nazi. Pero no solo les impulsaba el e l fanatismo. También También la ambición. Su afán por ganarse la confianza del hombre más poderoso del Reich creaba una rivalidad que fue alimentada por el propio Hitler, quien estimulaba la competencia interna entre sus subordinados para mantenerlos alerta. Mediante un enfoque poliédrico, en e n este número pasamos revista al entorno militar, político y privado del Führer. Nos sumergimos en las entrañas de aquel período a través de sus principales protagonistas y analizamos a nalizamos sus relaciones mutuas. Si la figura de Eva Braun va ligada a la faceta más íntima, que no por ello menos compleja, de Adolf Hitler, otros personajes permiten descubrir algunos reveladores aspectos del dictador. Por ejemplo, su adicción a los estupefacientes. Theodor Morell, su médico personal, conocido por Göring como el “Ministro inyector”, le inoculaba todo tipo de sustancias para convertirle en el superhombre que debía llevar a Alemania a la victoria final. Desde los diferentes ámbitos de su acción, todos contribuyeron contrib uyeron a apuntalar el mito de aquel líder al que consideraban más allá del bien y del mal. Del mismo modo, fueron copartícipes de la implantación de aquel régimen aterrador.
L
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ROSENBERG
sia el mismo año que él y que moriría del brazo del Führer durante el golpe de Estado que intentó este en 1923. La segunda particularidad es que hacía extensible su odio a los judíos al cristianismo. “Cuando nos ponemos nuestras camisas pardas”, diría durante un mitin en Hanóver en 1934, “dejamos de ser católicos o protestantes. Somos solo alemanes”. Rosenberg aborrecía la naturaleza interna-
tianas. Aunque Hitler estuviera de acuerdo con esa tesis, nunca la llevaría a la práctica. Ofender abiertamente a cuarenta millones de alemanes protestantes y veinte millones de católicos, que además simpatizaban con la política antibolchevique del régimen, nunca entró en sus planes. Como era de esperar, Rosenberg se puso rápidamente en contacto con grupos de extrema derecha. Por mediación de Eckart
del Partido Nacionalsoc Nacionalsocialista ialista Obrero Alemán Ale mán (NS (NSDA DAP P, en sus sig siglas las en alem alemán) án).. A finales de d e 1919, 1919, durante una reunión del partido recién fundado (todavía llamado solamente Partido Obrero Alemán), Rosenberg vio por primera vez a un militar austríaco con un pequeño bigote apellidado Hitler. “Mentiría si dijera que quedé anonadado por él y que de inmediato me convertí en un partidario incondicional
cionalistapor cosmopolita del, una cristianismo. Abogaba pyor una fe fe nueva, nueva “religión “religión de la sangre” inspirada en los mitos germánicos, y no en las tradiciones judeocris-
ingresó en la Sociedad Thule, una organización esotérica, pangermanista y antisemita entre cuyos miembros se encontraban muchos de los futuros integrantes
suyo”, escribiría en su celda de Núremberg. Sin embargo, le bastaron quince minutos de escucharlo hablar en público para sentirse totalmente cautivado. “Cambió com-
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pletamente mi destino personal y lo fundió con el de la nación alemana en su conjunto”. A partir de ese día, Rosenberg se con virtió en uno de los más leales y serviles colaboradores de Hitler Hitler..
El periódico más odiado En 1920, el partido nazi compró un pequeño semanario propiedad de la Sociedad Thule llamado Völkischer Beobachter (“ObBeobachter (“Observador del Pueblo”). El “periódico más odiado del país”, como lo calificaba Hitler en sus discursos para estimular su venta, fue el diario oficial del partido hasta su prohibición en 1945. Lo dirigió en primer lugar Eckart, pero, tras abandonarlo en 1923 192 3 y morir de un ataque at aque al corazón poco después, pasó a manos de Rosenberg. Fueron años de una fecunda actividad periodística y programática. Además de
BASÁNDOSE BASÁNDO SE ENRACISMO IDEAS DE TEÓRICOS DEL COMO GOBINEAU Y CHAMBERLAIN, PUBLICÓ OBRAS ANTISEMITAS su labor en el diario, diar io, que en 1931 1931 alcanzó los 120.000 suscriptores, el laborioso redactor escribió durante esa época gran parte de su obra ob ra ensayística. El tema era común a todos sus libros: la supuesta conspiración judía para dominar el mundo y la necesidad de combatirla por los pueblos arios. Basándose en ideas de teóricos del racismo como el conde Joseph Arthur de Gobine Gobineau au ( Ensay Ensayo o sobre sobre la desigualdad de las razas humanas), humanas), el pangermanista Houston Stewart Chamberlain ( Los funda fundament mentos os del sig siglo lo XIX ) y una lectura sesgada de Friedrich Nietzsche, el escritor publicó obras con títulos tan elocuentes como La como La huella del judío a lo lo largo largo de la historia (1920), historia (1920), La La inmor inmoralida alidad d en el Talmud (1920), Talmud (1920), El El sionismo, sionismo, enemigo del estado (1922) estado (1922) o Los o Los pro protoco tocolos los de los sabi sabios os de Sion y la política judía mundial (1923), mundial (1923), en el que promueve el popular libelo antisemita a pesar de que dos años antes se había demostrado su falsedad. El mit mito o del del sig siglo lo XX (1930) fue su obra magna. Planteado como una secuela del libro de Chamberlain, Rosenberg trató de com-
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relaciones públicas (“tenía todo el encanto de un sepulturero”, escribió un periodista americano sobre él), y era un interlocu interlocutor tor tedioso, un hombre dogmático y soberbio incapaz de hablar de otro tema que no fuera “la sangre y la raza”. Lo más fructífero de sus viajes fueron los contactos que estableció con otros simpatizantes del nazismo. Consiguió apoyos en varios países que más adelante, como en el caso de Noruega, donde el pronazi Vidkun Quisling daría un
del partido, como Reich Reichsleite sleiter r (“líder del Reich”), el máximo rango del NSDAP solo por debajo del propio Führer. Más adelante, fue designado “comisionado del Führer para la Formación y Educación Doctrinaria Integral del NSDAP”. Un cargo con más nombre que contenido real, pero que le permitió tomar algunas decisiones con respecto a la difusión de la ideología nazi entre el pueblo alemán. Esta labor le llevó a entrar en conflicto con su gran enemigo
golpe de Estado en 1940, 1940, servirían para allanar el camino de la expansión alemana. Un año después, en 1934, Hitler eligió a Rosenberg, junto a otros quince miembros
dentro del partido, el ministro de Propaganda Joseph Goebbels. Una rivalidad que fue alimentada por el propio Hitler, quien gustaba de fomentar este tipo de com-
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petencia interna entre sus subordinados para mantenerlos alerta.
Una alianza incomprensible El 21 de agosto de 1939, Rosenberg se llevó una de las mayores decepciones de su vida. Se enteró por la radio, al mismo tiempo que el resto de los alemanes, de que su admirado Führer se disponía a firmar un pacto de no agresión ag resión con la Unión Soviética. No se lo podía creer. Hitler no solo iba a pactar con el enemigo, haciendo oídos sordos a sus advertencias sobre la asociación judeo-bolchevique, sino que le había dejado completamente al margen
NAZIS
GOEBBELS EL CREADOR DEL
MITO HITLER Desde el Ministerio de Propaganda nazi, Joseph Goebbels se encargó de modelar la imagen de Adolf Hitler a lo largo del Tercer Tercer Reich. Para ello, controló los medios de comunicación del país y les obligó a repetir sus consignas. Gracias a sus excelentes campañas mediáticas, el Führer apareció en todas partes y a todas horas como un héroe sobrehumano. Así fue como la mayoría del pueblo alemán creyó haber encontrado a su salvador. salvador. SERGI VICH SÁEZ, HISTORIADOR
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GOEBBELS
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GOEBBELS
ALEMANIA: RUINA MORAL Y ECONÓMICA Del humillante Tratado de Versalles a la ascensión del nacionalsocialismo LA DERROTA SUFRIDA en la Primera Guerra Mundial (abajo, regreso de soldados a Berlín en 1918) supuso para Alemania una hecatombe. El Tratado de Versalles firmado en 1919 con los aliados comportó la pérdida de sus colonias, la reducción de su ejército a 100.000 soldados profesionales y la prohibición de poseer artillería pesada y un ejército del aire. Alemania fue obligada a aceptar la plena responsabilidad del estallido del conflicto, con el consiguiente pago de reparaciones. Para asegurar dicho pago, las áreas de la margen izquierda del Rin fueron ocupadas
por los ejércitos aliados. En total, Alemania perdió el 13% de su territorio, del que obtenía el 75% de su producción de hierro, el 30% de acero y el 28% de carbón.
EL TRATADO PROVOCÓ gran resentimiento entre los alemanes. Además, estos factores pesaron muy negativamente sobre la República de Weimar, surgida tras la abdicación obligada del káiser, en 1918, por el creciente malestar social. El nuevo régimen dependía para su funcionamiento de una clase dirigente burocrática y militar del antiguo
imperio, nada comprometida con la democracia. Tras años de crisis a causa de los millones de soldados desmovilizados, del pago de las reparaciones y de la hiperinflación, el sistema ganó cierta estabilidad. Sin embargo, la recesión mundial derivada del crac de Wall Street en 1929 agravó la situación. En tan difícil contexto, comenzaron a ganar adeptos opciones políticas de corte totalitario, que, como el NSDAP, defendían el racismo, el nacionalismo y la exaltación de la fuerza.
EL MIEDO DE LAS CLASES burguesas a un triunfo del socialismo y la credulidad de los sectores más humildes en las promesas de acabar con el paro y aumentar el bienestar contribuyeron a la meteórica ascensión del nazismo.
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dole a todas las instancias del movimien-
ron a Goebbels en un maestro del arte de
llamaban a Goebbels sus enemigos, había
to excepto el propio Führer. La tarea no resultaba fácil, pues la capital era un foco izquierdista en la que el NSDAP tenía poca implantación, pero Goebbels supo demostrar su capacidad, no solo como organizador y orador, sino también como propagandista. Fiel a su lema “la agresión da dividendos; nunca debe uno retirarse y permanecer a la defensiva”, multiplicó los envites a sus oponentes políticos. Lo importante para Goebbels era que hablaran de él y de su partido, le tenía sin cuidado si bien o mal, y lo segundo acabó siendo lo más frecuente. La publicidad para el lanzamiento de su
la persuasión, lo que llamó la atención de Hitler, todo un experto en el tema. Así fue como el líder del partido le otorgó el cargo de jefe de Propaganda del NSDAP, NSDAP, en sustitución del propio Gregor Strasser.
transformado a Horst Wessel –líder local nazi asesinado por comunistas– de pendenciero proxeneta en ídolo juvenil (su canción se convirtió en el himno del partido), se afanó en convencer a todos de
Al igual que Goebbels, Adolf Hitler tenía las ideas muy claras a la hora de influir en la opinión pública, tal como había expuesto en los primeros capítulos de su Mein Kam Kampf pf , y ambos coincidieron en que
que Hitler era el único ser capaz de hacer frente a la conjura judeo-bolchevique y de sacar a Alemania del pozo en que se hallaba sumida. Junto a esta capital virtud, otras cualidades adornaban, siempre se-
semanario Der Angriff , o la campaña de semanario Der desprestigio realizada contra el jefe de la policía local berlinesa, Bernhard Weiss, que obstaculizaba sus mítines, convirtie-
era su propia figura, y no otra cosa, el principal activo a explotar. De la misma forma en que el Schrumpf (el germano encogido), como germane (el germane
gún los medios de comunicación nazis, la figura del antiguo cabo: sagacidad, inteligencia, tenacidad, resistencia... En definitiva, rasgos que casaban a la perfección
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JOSEPH GOEBBELS SE REVELÓ UN MAESTRO DE LA PERSUASIÓN,LO PERSUASIÓN, LO QUE LLAMÓ LA ATENCIÓN DE HITLER
GÖRING
GÖRING LA FIGURA MÁS EXCÉNTRICA DEL EXCÉNTRICA DEL TERCER REICH Hermann Göring, as de la aviación durante la Primera Guerra Mundia Mundial,l, se adhirió incondicionalmente incondicion almente a las filas del nazismo. Así comenzaba su meteórica carrera política. El poder le sirvió para amasar una gran fortuna y acumular obras de arte mientras, influido en parte por su afición a la morfina, tomaba a la ligera decisiones cruciales. SERGI VICH SÁEZ, HISTORIADOR
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GÖRING cio de sus superiores, que solían encomendarle misiones de reconocimiento. Mientras estaba ingresado en un hospital a raíz de un ataque de reumatismo agudo, recibió la visita de uno de sus mejores amigos, que se estaba formando como aviador. Esto despertó en Göring las ganas de volar. Dado de alta, y tras sortear sor tear numerosas trabas, pudo acompañarle como observador. Se le elogió por la precisión de su cometido y se le premió con la Cruz de Hierro de 1.ª clase y la realización del curso de piloto. Pronto obtendría sus primeras victorias, hasta que fue derribado en el intento de abatir un bombo mbardero británico. Sufrió una grave herida en la cadera que le mantendría apartado de la lucha varios meses. A su regreso regreso al al frente frente se mostró mostró como un consumado piloto, acumulando victorias a la par que medallas. Consiguió el mando de la 27 Escuadrilla de caza y la condecoración más importante de Alemania, la orden Pour le Mérite. Aquello lo convirtió en un héroe nacional, y su fotografía se vendía en quioscos qu ioscos y librerí li brerías. as. Pero su máxima recompensa llegaría en 1918, cuando tomó el mando del Escuadrón de caza n.º 1, que había pertenecido, hasta su muerte, al legendario Barón Rojo. Göring mantuvo su tradicional espíritu de
HABÍA OÍDO EN LA KÖNIGSPLATZ KÖNIGSPLA TZ DE MÚNICH EL DISCURSO DE UN GESTICULANTE POLÍTICO QUE LE ENTUSIASMÓ cuerpo hasta el final de la guerra. Basta señalar la “accidental” rotura de los trenes de aterrizaje de sus aviones al ser entregados a los franceses tras el armisticio. Desmovilizado con el grado honorífico de capitán, su reincorporación a la vida civil, como la de tantos otros veteranos, resultó problemática. Le prestó ayuda un oficial británico, que había sido muy bien tratado mientras fue su prisionero. Pero su madre, ahora viuda y abandonada por su
acrobáticas. La noticia de que una compañía sueca recién creada necesitaba pilotos le indujo, tras una breve estancia en Dinamarca, a trasladarse a Estocolmo. Fue aceptado, pero solo en segunda instancia y sin sueldo fijo, de modo que completaba sus ingresos con la venta de paracaídas para poder asistir a las continuas fiestas a las que era invitado. En 1920, tras un accidentado vuelo que le obligó a aterrizar en el helado lago Baven,
sueco con quien tenía un hijo. Göring sintió por ella un apasionado y correspondido amor desde el primer día. Poco después la pareja se trasladó a Múnich y, tras entre vistarse con Franziska, Franziska, Carin Carin pidió el di vorcio, aun aun a costa de perder perder la custodia custodia del niño. Carin y Hermann se casaron en una sencilla ceremonia y fijaron su hogar en un albergue de caza cerca de Múnich. Unos meses antes, Göring había oído en la Königsplatz de la capital bávara el dis-
protector, atravesaba dificultades económicas. Ante esto, el joven Göring decidió aprovechar sus habilidades. Se dedicó a realizar vuelos privados y exhibiciones
llevó al conde Eric von Rosen a su castillo de Rockelstad, en donde conoció a la que iba a ser la mujer de su vida. Carin, cuñada del conde, estaba casada con un oficial
curso de un gesticulante político que le entusiasmó. Al día siguiente fue a escucharlo de nuevo a su habitual tertulia del café Neumann, y se afilió a su partido tras
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NAZIS
UNA VI VIDA DA DE AL A LTIBAJOS El irregular camino de Göring entre sus hazañas en la Gran Guerra y la caída del Tercer Tercer Reich
1893
1932 NSDAP, el Zentrum y el
1915 su primer vuelo como piloto
1933
HERMANN WILHELM GÖRING nace el 12 de
enero en el sanatorio de Marienbad, cerca de Rosenheim, en Baviera, Alemania.
EL 3 DE OCTUBRE realiza
en la Primera Guerra Mundial.
1920
CONOCE A CARIN FOCK, casada con el capi-
tán sueco Nils von Kantzow. Tras su divorcio, celebran su boda en 1921.
HITLER encabeza el
1923 Putsch de Múnich, en el que Göring es gravemente herido.
1928 del Reichstag (el Parla-
ES ELEGIDO MIEMBRO
mento alemán) como uno de los doce representantes del NSDAP, el partido nazi. Tras nuevas elecciones, es nombrado vicepresidente del Reichstag dos años después. No recupera el mando de las SA.
1931 en Estocolmo. Hacía varios
SU ESPOSA CARIN fallece
años que padecía tuberculosis.
CON LOS VOTOS del
Partido Popular Bávaro, Göring es nombrado presidente del Reichstag.
HITLER ES PROCLAMADO canciller de un gobierno
de coalición. Göring unirá a la presidencia del Reichstag el cargo de ministro sin cartera, ministro del Interior de Prusia y comisario de Aviación del Reich. COMO MINISTRO del Interior de Prusia funda una fuerza auxiliar de policía formada por miembros de las SA, las SS y los Stalhelm, así como los dos primeros campos de concentración de Alemania. INCENDIO del Reichstag. GÖRING crea la Gestapo.
NACIMIENTO DE LA LUFTWAFFE, LUFT WAFFE,
la fuerza aérea alemana, que será puesta 1935 en manos de Göring.
SE CASA CON la actriz de teatro Emmy Sonnemann. El matrimonio tendrá una hija, Edda, en 1938.
1936 ción del Plan Cuatrienal, por SE LE ENCARGA la direc-
lo que deja la organización de la Luwaffe en manos de su amigo Erhard Milch, antiguo capitán en la fuerza aérea imperial. SE DESTITUYE al ministro de Defensa Werner von Blomberg.
1937 la reunión que decidirá GÖRING participa en
el camino de la guerra.
1938 RISCAL de campo
ES NOMBRADO MA-
en el mes de febrero. EN MARZO, las tropas alemanas entran en Austria sancionando el Anschluss, o unión de ambos países. Göring participa activamente en el mismo.
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GÖRING FIRMA EN SEPTIEMBRE del Pacto de Múnich, que supuso la desmembra-
1941 A Reinhard Heydrich, el GÖRING ORDENA
ción de Checoslovaquia. Göring ayuda en la confección del documento final. Ribbentrop adquiere protagonismo. 9 DE NOVIEMBRE, Noche de los Cristales Rotos, que supuso el saqueo de numerosos comercios judíos a lo largo
jefe de la SD, el establecimiento establecimiento de un plan para “la solución total de la cuestión judía en el área de influencia alemana”.. Daría lugar a la Conferencia mana” de Wannsee (20 de enero de 1942), que marcaría las premisas para llevar
y ancho de Alemania.
a cabo la “Solución Final”, principio del Holocausto.
1939 alemana de Polonia, que SEPTIEMBRE. Invasión
da lugar a la Segunda Guerra Mundial. En los días previos y subsiguientes, Hermann Göring mantiene contactos con los británicos a fin de evitar el conflicto, al tiempo que aprueba los planes para llevar a cabo la campaña de Polonia. EN EL DISCURSO ante el Reichstag para exponer las causas de la guerra, Hitler comunica el nombramiento nombramiento de Göring como su sucesor.
1940 pieza el ataque masivo de EL 13 DE AGOSTO em-
la Luwaffe sobre Gran Bretaña, comúnmente considerado considerado el inicio de la batalla de Inglaterra, que finalizaría con la derrota alemana el 31 de octubre. Su estrella en el régimen empieza a declinar.
1942 alemán del mariscal EL 6.º EJÉRCITO
Von Paulus queda cercado en Stalingrado a finales de noviembre. Göring ofrece a Hitler mantener su avituallamiento por aire, lo que no podrá cumplir. Von Paulus se rendirá en febrero de 1943. Ante el aislamiento de Göring, Goebbels Goebbels asume la visita de las zonas alemanas atacadas.
1945 sustituir en marzo
GÖRING INTENTA
a un Hitler a quien, al saberlo retirado en búnker, considera sin libertad de su movimientos. Este ordena su arresto y le destituye. En mayo se entrega a las tropas estadounidenses intentando acaparar un protagonismo que ya no tiene.
1946 se suicida en prisión.
EL 15 DE OCTUBRE
decir a su esposa: “Seguiré a este hombre en cuerpo y alma”. Había conocido a Adolf Hitler. Sin embargo, y como reconocería después, el afamado piloto no se aproximó al nazismo por su ideología (“Esas bobadas nunca me interesaron”), sino por su añorado espíritu de lucha: “La lucha en sí misma era mi ideología”. Hitler recibió a Göring con los brazos abiertos, pues el conocido héroe de guerra daba lustre a su modesto NSDAP. NSDAP. Le ofreció el mando de las SA, las secciones de asalto del partido. par tido. Fueron tiempos difíciles, de mucho trabajo y escasa recompensa. Los Göring, como muchos de sus compañeros, tuvieron que pasar por numerosas estrecheces, aliviadas con algún dinero que Carin, cuya salud se iba deteriorando, iba recibiendo de Suecia. Sin embargo, la impaciencia corroía el espíritu de un Hitler ansioso por conquis-
LA MORFINA QUE LE ADMINISTRARON PARA SU HERIDA DEL PUTSCH IBA A CONDICIONAR SU CARÁCTER Y SU ASPECTO tar el poder. En 1923, deslumbrado por la exitosa Marcha sobre Roma de Mussolini, intentó un golpe de Estado, el Putsch de Múnich, pero calibró erróneamente la situación. Abocado al fracaso, se puso al frente de sus partidarios en una marcha hacia la sede del gobierno bávaro. Estaba convencido de que las fuerzas del orden no lo impedirían, dado que el respetado general Ludendorff iba a su lado. Al poco de iniciarse comenzó un tiroteo que la disolvió, provocando numerosos muertos y heridos. Entre estos últimos se hallaba el capitán Göring, a quien una bala había atravesado la pelvis. Fue recogido por unos amigos y, tras un primera cura en la casa de los Ballin, una familia judía, logró huir de la policía junto a su esposa cruzando la frontera austríaca. La gravedad de la heriher ida hizo que los facultativos facultativos le administraran fuertes dosis de morfina, que acabarían condicionando tanto su carácter como su apariencia, convirtiendo su anterior esbeltez en obesidad. Una vez restablecido se trasladó con Carin a Italia, a la espera de
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¿De dónde salió el cianuro? LOS ENIGMAS EN TORNO AL SUICIDIO DE GÖRING EN LA CÁRCEL SIGUEN DANDO LUGAR A HIPÓTESIS ACABADA LA SEGUNDA Guerra Mundial, los vencedores crearon el Tribunal Militar Internacional, un organismo encargado de juzgar juzg ar los los crímene crímeness de guer guerra ra com cometid etidos os por por los nacionalsocialistas. nacionalsocialistas. Se reunió en la ciudad alemana de Núremberg entre noviembre de 1945 y octubre del año siguiente, y se pronunció sobre las acusaciones a 24 altos dirigentes y a ocho organizaciones organizaciones del partido.
¿CÓMO OBTUVO GÖRING la cápsula cápsula de cianuro? En los años cincuenta, Erich von dem Bach, excomandante de las SS, aseguró habérsela proporcionado poco antes del suicidio, pero su versión ha sido generalmente rechazada. Otras teorías especulaban con la posibilidad po sibilidad de que Göring trabara amistad con un lugarteniente estadounidense, que habría sido el proveedor del veneno.
EL 1 DE OCTUBRE de 1946 el tribunal halló a Göring (a la dcha.) culpable de conspiración para hacer la guerra y de crímenes contra la humanidad, humanidad, entre otros cargos, y le condenó a la horca. Pero Göring moriría en la prisión de Núremberg el día 15, la noche an-
americano retirado, Herbert Lee Stivers, antiguo componente de la guardia de honor en los juicios de Núremberg, declaró haber suministrado a Göring, de parte de una mujer alemana, lo que creyó un “medicamento”.
tes de cumplirse la sentencia, por la ingestión de una cápsula de cianuro.
De verificarse algún día esta versión, pondría fin a múltiples conjeturas.
fortuna, no solo por los salarios salarios y privilegios ligados a los cargos que ostentaba, sino también por las donaciones y regalos que recibía tanto de industriales y banqueros como de corporaciones municipales. También su carrera política siguió en alza. Se le encargó la creación de una potente fuerza aérea, la Luftwaffe, a la que se dedicó en cuerpo y alma, cuidándose hasta del diseño de sus uniformes. A ello siguió su nombramiento como comisario
SE DEDICÓ EN CUERPO Y ALMA A LA CREACIÓN DE LA LUFTWAFFE, Y HASTA SE CUIDÓ DE DISEÑAR LOS UNIFORMES de consolación no hizo tambalear su fidelidad hacia el Führer, a quien siguió
del Reich, grado que le permitía estar por encima de los numerosos mariscales que
del Plan Cuatrienal, un proyecto que debía convertir Alemania en una nación económicamente autárquica, con vistas a un futuro conflicto. Se materializaría en una reunión en el despacho de la Cancillería, a la que asistió junto con Hitler y los principales jefes de las Fuerzas Armadas. Pero lo que Göring más ambicionaba era convertirse en ministro de Defensa, y estar así por encima de d e todos los militares. La ocasión se la ofreció la boda del titular de esta cartera, Werner von Blomberg, con una mujer mucho más joven que él, de quien los servicios de información hallaron un más que dudoso pasado.
sirviendo devotamente en los grandes asuntos políticos que siguieron. La forzada unión de Austria a Alemania o la firma del Pacto de Múnich, en cuya redacción colaboró, son dos de ellos. Sin embargo, la creciente influencia del nuevo ministro de Exteriores, Joachim von Ribbentrop, ensombreció el ascendiente de Göring. El estallido de la Segunda Guerra Mundial y el el magnífico magnífico papel de desempeñado sempeñado por su Luftwaffe en las campañas de Polonia y Francia volvieron a situarle en primer plano. Y eso pese a que en los días previos había maniobrado confusa y oficiosamente ante los británicos por medio de un
un alud de victorias iba creando. Se había convertido, además, en el sucesor oficial de Hitler. Se hallaba en el cenit de su carrera, pero mucho más cerca del fin de lo que nadie pudiera pensar. Gran Bretaña se hallaba entonces sola frente a la invicta Alemania, y Hitler pensaba en la invasión de la isla. Requisito previo para la misma era la destrucción de la RAF, las fuerzas aéreas británicas. La tarea, que sería conocida como la batalla de Inglaterra, fue encomendada, como jefe de la Luftwaffe, a Göring. Muy pronto se evidenció que no iba a ser nada fácil. El poco radio de acción de los cazas
Puesto el expediente en manos de Hitler, este forzó la renuncia de Blomberg, pero asumió la cartera él mismo. Göring fue nombrado mariscal de campo. El premio
industrial sueco para evitar el conflicto, a la vez que ordenaba a sus aviones a actuar sin piedad ante los polacos. Eran tiempos de lucha. Göring fue ascendido a mariscal
alemanes, la falta de bombarderos estratégicos o el revés de algunos modelos estrella, como el Me 110, pusieron de manifiesto que, aun siendo la fuerza aérea
A PRINCIPIOS DE 2005, un soldado
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GÖRING
más importante del momento, la Luftwaffe tenía numerosos puntos débiles. Eran
Ejército en Stalingrado. Tampoco le resultó factible defender a su país del creciente
achacables, en parte, a la personalidad de un jefe que alternaba los períodos de hiperactividad con otros de indolencia, y que solía tomar trascendentales decisiones muy a la ligera, dejando a otros su a veces imposible realización. rea lización. Lejos de enfrentarse al fracaso, Göring dio rienda suelta a su patológico deseo de acumular obras de arte. Poco a poco, el Reichsm Rei chsmarsc arschall hall fue sumergiéndose en un mundo irreal, sin calibrar las consecuencias de sus actos. Como cuando ordenó al jefe de las SD, Reinhard Heydrich, el establecimiento de un plan para “la solución total de la cuestión judía en el área de influen-
furor de los bombardeos aliados, a pesar de su promesa: “Si un bombardeo enemigo alcanza el territorio alemán, mi nombre no será Hermann Göring”.
cia alemana”, instrucción en la que se basó la puesta en práctica del Holocausto. O cuando ofreció a Hitler la imposible misión de abastecer por vía aérea al cercado 6.º
le informaban sus observadores en el cuartel general. Sin embargo, la vista del inminente colapso pareció despertar una vez más má s su fino olfato políti político. co. Ante A nte la
Fracaso, prisión y muerte Lejos de visitar las destruidas ciudades que sus cazas ya no podían defender –tarea que fue asumiendo Goebbels, ministro de Propaganda–, el cada vez más desprestigiado Göring consumía el tiempo contemplando los preciosos objetos que atesoraba en sus residencias. En apariencia, permanecía ajeno al devenir de una contienda que iba llegando a su fin, como
falta de capacidad de maniobra de Hitler, que se encontraba recluido en el búnker de la Cancillería, y amparándose amparándose en un decreto de 1941 que así lo preveía, envió un radiograma al Führer: si no recibía contraorden, asumiría el gobierno del Reich. Tuvo la mala suerte de que Bormann, secretario personal de Hitler, y Ribbentrop, sus peores enemigos en esas fechas, se hallaran allí cuando la misiva llegó. Hitler se puso furioso, y hasta pensó en fusilarlo, como estos querían. Al final, solo fue desposeído de sus cargos y retenido retenido en su residencia residencia de BerchstesBerchstesgaden, donde permaneció en una posición algo confusa que duró varios días. Göring se entregó a las tropas estadounidenses en 1945, muerto ya Hitler, y quiso adoptar el papel de máxima figura alemana. No fue tolerado tolerado por las autoridades de ocupación, que lo sometieron a una nueva cura de desintoxicación y lo sentaron en el banquillo de los acusados en Núremberg, junto junt o al rest resto o de los los jerifalt jerifaltes es del del régimen régimen que no habían sucumbido. Más delgado y con un buen aspecto general, aparecía en primera fila en un extremo del banquillo, y muy pron pronto to se erigi erigió ó unila unilatera teralmen lmente te en jefe moral moral de los los detenidos detenidos.. Sagaz Sagaz en sus respuestas y casi siempre sonriente, parecía no tomar en serio los cargos que se le imputaban. Hasta que recibió la sentencia de culpabilidad, que comportaba la muer muer-te en la horca. Aquel día, al abandonar la sala, dijo al soldado que lo custodiaba: “Bueno, a fin de cuentas, cargo con la pena máxima”. Era quizá la primera vez en muchos años que hacía frente a la realidad.
PARA SABER MÁS BIOGRAFÍA BUTLER, Ewan; y YOUNG, Gordon. Goering, mariscal sin gloria. Barcelona: Círculo de Lectores, 1982. KERSAUDY, François. Goering. Madrid: La
Esfera de los Libros, 2010. MANVELL, Roger; y FRAENKEL, Heinrich. Goering. Barcelona: Picazo, 1981.
MEMORIAS GÖRING, Emma. Göring, mi marido. Barcelona: Luis de Caralt, 1972.
ENSAYO FEST, Joachim. Los dirigentes del III
Reich. Barcelona: Luis de Caralt, 1973. LEBERT, Norbert y Stephan. Tú llevas mi nombre. Barcelon Barcelona: a: Planeta, 2005.
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NAZIS
RUDOLF HESS EL ÚLTIMO PRESO DE SPANDAU Es el jerarca nazi que más enigmas plantea. Parecía destinado a suceder al Führer, pero perdió terreno ante Göring, Goebbels o Himmler. SERGIO SÁNCHEZ COLLANTES, DOCTOR EN HISTORIA
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HISTORIA Y VIDA
HESS
En 1934 Hess intervino intervino en los preparati vos de la Noche de los Cuchillos Largos, la sonada purga de miembros de las SA que se saldó con el asesinato de su jefe, Ernst Röhm, y otros conspicuos nazis acusados de tramar una conspiración. A Hess, precisamente, se había dirigido el oficial de las SA Viktor Lutze cuando escuchó las graves opiniones que sobre Hitler profería Röhm, a quien acabará sucediendo. Y también Hess había sido el receptor de un informe que Bormann redactó ya en 1932 sobre la reprochable
nes revolucionarias”. Y parece que incluso se ofreció voluntario para par a ejecutar personalmente a los conjurados. Pero el gran protagonista y beneficiado de aquellos hechos fue Göring, a quien Hitler, por un decreto de 7 de diciembre de 1934, nombró su lugarteniente para todas las facetas “del gobierno nacional” en el caso de que él no pudiera asumirlas, designándolo de hecho sucesor a los pocos días. En rigor, Göring se había impuesto como número 2 en la jerarquía nazi, mientras se iban reforzando también figuras
vo la potestad potestad de vetar el nombramient nombramiento o o la promoción de funcionarios. Las persecuciones y el boicot contra los judíoss se dispa judío dispararon raron en 1935, con una violencia a la que la la cúpula nazi nazi no puso reparos. Aunque a dirigentes como Hess sí les preocupaba hasta cierto punto la descoordinación y la imagen que podría formarse la opinión pública extranjera. En septiembre de 1935, las leyes de Núremberg, al redefinir la ciudadanía de los alemanes en términos excluyentes, codificaron ese antisemitismo irracional que
conducta de Röhm. Así, el día 25 de junio de 1934, Hess advirtió por la radio: “Ay de aquellos que pensaran traicionar su lealtad al Führer y llevaran a cabo accio-
como Himmler, en el ramo de la seguridad, o Goebbels, en la propaganda. Aun así, Hess continuó en una situación de poder envidiable, ya que todavía en 1935 obtu-
el discurso nazi venía alimentando desde sus orígenes. De los detalles de su aplicación se encargó el Ministerio del Interior, pero en colaboración con las oficinas of icinas de
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NAZIS
Un enigmático vuelo LA TENTATIVA DE HESS DE LLEGAR A UN ACUERDO CON LOS BRITÁNICOS ES UN EPISODIO CON LAGUNAS ENTRADA LA TARDE del 10 de mayo de 1941, un bimotor Messerschmitt Bf 110 salió de Augsburgo, en el sur de Alemania, rumbo a Escocia. Llevaba un único pasajero a bordo que, ya por la noche, saltó en paracaídas al sur de Glasglow, donde fue encontrado por un campesino. El ocupante del avión era Rudolf Hess y, aunque nunca se reconociese oficialmente, parece que trataba de negociar una paz “separada” con los ingleses. Allí tenía intención de ver al duque de Hamilton, a quien había conocido brevemente en 1936 durante los Juegos Olímpicos de Berlín. Confiaba en que le sirviera de enlace para convencer a las autoridades
ses se hallaban en el Este. Sin embargo, fue hecho prisionero y permanecería encerrado el resto del conflicto. En el Imperial War Museum de Londres se conservan los restos del avión que pilotaba (a la dcha., una instantánea tomada en el lugar del impacto).
británicas de que Hitler no quería la guerra en el frente occidental, porque sus interei ntere-
agilizase su plan de atacar la URSS en una decisión que resultó fatídica para el Tercer Reich.
Hess. Durante la Noche de los Cristales Rotos, en noviembre de 1938, junto con las órdenes dadas a la policía y las SS de no impedir la destrucción de propiedades de judíos, llegó una de la oficina de Hess en la que se prohibía quemar sus tiendas, aunque motivada realmente por el temor a causar posibles daños en negocios colindantes de “dueños arios”. Los conflictos laborales no habían desaparecido en el Tercer Reich, aunque se intentó disimular la tensión social. Igual que en otros regímenes fascistas, se encauzó cualquier demanda a través de un sindicato único, el Frente Alemán del Traba jo, tras tras desmantela desmantelarr y prohibir prohibir las demás demás organizaciones. Allá por 1937, Hess insistía en no ceder ante quienes reivindicaban mejoras salariales y pedía más sacrificios en aras de un futuro próspero.
SEGÚN LA TESIS de Martin Allen –historiador controvertido desde que fue acusado de falsificar algunos documentos–, los servicios de inteligencia británicos hicieron creer a Hess y su entorno que había posibilidades de lograr el acuerdo, porque un sector de la clase dirigente opuesto a Churchill así lo deseaba; pero todo habría sido una maniobra para que Hitler, confiado en tener resuelto ese frente,
LA INFLUENCIA DE HESS EN HITLER SE DEBILITÓ CON EL AUGE DE OTRAS FIGURAS QUE LUCHABAN ENTRE SÍ POR EL PODER
En vísperas del estallido de la guerra, en agosto de 1939, Hess entró a formar parte del Consejo de Defensa del Reich. El periodista barcelonés Ramón Garriga,
patio de butacas salió el impresionante grito de adoración ado ración “¡Führer, Führer...!”, que se prolongó hasta que Hitler tomó la palabra. Rudolf Hess estaba a su lado, y allí se confirmó su condición de sucesor por detrás de Göring. Garriga fue asimismo testigo de la caída de París en junio de 1940 y recuerda cómo, para el armisticio de Compiègne, Hitler llegó acompañado de Hess, Göring, Ribbentrop y otros jerarcas. El servicial ayudante, pues, continuaba en la primera fila. Sin embargo, varios autores han incidido en cómo la influencia real de Hess se fue debilitando por el auge de otras figuras, f iguras, entre las cuales, a su vez, latían rivalidades personales y se libraban tácitas luchas
fue interrogado después de la guerra, sentenció: “Hitler nunca se dejó influenciar mucho por Hess, pero creía, con razón, que podía contar con su fidelidad, aunque al final le trataba muy mal”. Tales eran las circunstancias en las que Hess tomó una decisión con la que quizá
corresponsal en Berlín, relató sus impresiones tras asistir a un mitin el histórico 1 de septiembre de 1939, el día en que las tropas nazis invadieron Polonia. Del
por el poder. A medida que avanzaba la guerra, a pesar de seguir en la cúpula del régimen, Hess debió de sentirse postergado. El viejo profesor Haushofer, cuando
trataba de relanzar su maltrecho protagonismo. Corría la primavera del d el año 1941, 1941, Estados Unidos todavía no había entrado en la guerra, Hitler ultimaba sus planes
Una guerra vivida a medias
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HESS
de invadir la URSS y las perspectivas no eran nada halagüeñas para los aliados. Justo entonces, Hess participó en una misión que daría mucho que hablar. Asesorado por los Haushofer, voló solo hasta Reino Unido, supuestamente con el objetivo de intentar establecer un acuerdo con
como un enemigo común. Pero terminó encarcelado, y ya no volvería al continente hasta el final de la guerra. La reacción de Hitler, según algunas versiones, habría sido de despecho, aunque otras hipótesis consideran que todo se hizo con la autorización del Führer; o
caer preso de un ataque de locura, y así se comunicó al público por radio. Su puesto lo ocupará entonces Martin Bormann, y Hess irá cayendo en un relativo olvido sin que se llegue del todo a renegar de su memoria. Un loco, al fin y al cabo, no era un traidor. No obstante, hubo
los británicos que permitiese a los alemanes concentrar los esfuerzos en el frente del Este con la llamada Operación Barbarroja. La clave era presentar a los sovié soviéticos ticos
que al menos Hess creyó interpretar sus deseos, obviando quizá que Hitler hubiese preferido otro emisario. Oficialmente Of icialmente se consideró que lo hizo motu proprio, al
quienes lo repudiaron desde entonces. Por ejemplo, el propio Bormann, que había llamado a su hija Ilse en honor de la mujer de Hess –su madrina– y, al co-
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HESS
cualquier cosa. Bird se consideraba “el único hombre en quien él confiaba” y aseguraba que conversaron muchas horas. Después de la liberación de Albert Speer y Baldur Baldu r von Schirac Schirach, h, gobernador gob ernador del Tercer Reich en Viena, el 1 de octubre de 1966, Rudolf Hess se convirtió en el único recluso de esa cárcel, de modo que expió la mitad de su condena en absoluta soledad, aunque custodiado por varias decenas de guardias. De entonces se conservan diversas fotografías, dentro del edificio y en el patio, en las que se aprecia
Cuando murió, la prisión fue demolida. Entre otras razones, para evitar que se con virtiera virti era en un sitio sitio de culto. culto. En efect efecto, o, las organizaciones neonazis de varios países vieron vie ron en él a un ref refere erent nte, e, y ent entró ró a for formar mar parte de su martirologio. Enterrado en Wunsiedel, Wunsie del, Baviera, su tumba llegó a con vertirse, de hecho, hecho , en un lugar de peregrinación ultraderechista, por lo que fue desmantelada en 2011. En los últimos tiempos se han desclasificado documentos que confirman que las autoridades británicas defendieron la liberación anticipada
PARA SABER MÁS
su progresivo envejecimiento. Anciano y todo, bajo sus espesas cejas se averigua una mirada igual de turbadora que la que le distinguía en su época de gloria.
de Hess por razones humanitarias, disponiendo del apoyo de estadounidenses y franceses, mientras que la parte soviética se negó a reconsiderar su postura.
1933-1939. Barcelona: Península, 2007. 1933-1939. Barcelona: GALLEGO, Ferran. Todos los hombres del Führer. La élite del nacionalsocialismo, 1919-1945. Barcelona: Debate, 2006.
BIOGRAFÍA ALLEN, Martin. Martin. El El enigma Hess. El último secreto de la Segunda Guerra Mundial al descubierto. Barcelona: descubierto. Barcelona: Planeta, 2004. BIRD, Eugene. Eugene. Rudolf Rudolf Hess, el prisionero de Spandau. Barcelona: Dopesa, 1974. DOUGLAS-HAMILTON, James. Hess: misión sin retorno. Barcelona: retorno. Barcelona: Grijalbo, 1974. ENSAYO Fabrice. El D’ALMEIDA, Fabrice. El pecado de los dio- ses. La alta sociedad y el nazismo. Madrid: nazismo. Madrid: Taurus, 2008. J. El III Reich en el poder, EVANS, Richard J.
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RIBBENTROP
hijo de un militar prusiano que, por razones poco claras, dejó las armas en 1908 para exiliarse provisionalmente en Suiza. La familia vivió allí un tiempo antes de que Joachim y su hermano Lothar fueran en viados a Londres L ondres durante un año a ño para p ara aprender inglés. inicialmente su padre quería queAunque emigrasen a África, en otoño de 1910 1910 ambos se embarcaron hacia Canadá, donde el futuro jefe de la diplomacia alemana llegó a labrarse una posición muy prometedora en el comercio. Sin embargo, cuando estalló la conflagración de 1914 su vida cambió completamente. La misma tarde del 4 de agosto, el día que Gran Bretaña declaró la guerra a Aleman Ale mania, ia, lo dej dejóó to todo do y regre regresó só a Euro Europa, pa, sorteando el control naval británico, para enrolarse en el Ejército. Herido, condecorado con la Cruz de Hierro de primera clase, acabó la guerra guer ra en 1918 1918 como teniente adscrito a la representació representación n militar alemana en Constantinopla, donde su trayectoria se entrelazó con las de varias
PRETENDIÓ HABER PARTICIPADO EN LAS NEGOCIACIONES DE VERSALLES, PERO NO CONSTA SU NOMBRE personalidades políticas y diplomáticas que serían claves en el futuro de Alemania y en el suyo. Entre otros, el político y diplomático Franz von Papen. Las relaciones con este último serían decisivas decisiva s en el tortuoso período de enero de 1933 y en las operaciones políticas que harían de Hitler el canciller de Alemania, cuando Ribbentrop ya formaba parte del círculo más relevante del partido nazi. Perdida la guerra, asistió como todos sus compatriotas a la humillación del Tratado de Versalles. Aunque posteriormente pretendió hacer constar en su biografía que había participado personalmente en las negociaciones como ayuda de campo del general Von Seeckt, lo cierto es que su nombre no aparece en ninguna lista de delegados. Hasta en el juicio de Núremberg siguió sosteniendo que la causa de todo lo que había sucedido en Europa había sido aquel tratado de paz, como pretexto
EL FALSO ORIGEN ARISTOCRÁTICO UNO DE LOS FACTORES más reveladores de la personalidad de Ribbentrop (abajo, con Ciano, ministro italiano de
de 62 años hija de un militar. Habría que remontarse varios siglos para comprobar si las familias compartían origen genealó-
Exteriores, en al 1940) es lay partícula “von” “von”, que antecede apellido que refiere a un, origen aristocrático. Una ley de 1919 había abolido cualquier privilegio asociado a este tratamiento, pero autorizaba a seguir usándolo a aquellos que ya lo tuvieran. La rama Ribbentrop de la que descendía Joachim no contaba con la partícula, y para poder tenerla tramitó su adopción (con 32 años y ya casado) por parte de Gertrudis-Carlota von Ribbentrop, soltera
gico. En todo caso,para la adopción incluía una pequeña pensión su nueva “madre adoptiva” como compensación por este “ennoblecimiento” sobrevenido. El hecho define bien su arribismo, aunque los verdaderos aristócratas no siempre aceptaron a quienes habían usado este camino para granjearse un tratamiento nobiliario. Él, no obstante, no se privó de utilizar el “von” por sistema, sobre todo cuando firmaba como ministro de Exteriores.
HISTORIA Y VIDA
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NAZIS
HIMMLER
EL HOMBRE FUERTE DEL TERCER REICH El jefe de las SS consiguió crearse con su orden paramilitar un auténtico Estado dentro del Estado. Sería el hombre más poderoso de la Alemania nazi después de Hitler. Hasta que el curso de la Segunda Guerra Mundial le llevó a convertirse en un traidor. SERGI VICH SÁEZ, HISTORIADOR
S
i en los medios nacionalsocialistas de los primeros años veinte veint e alguien alguien hubiera recabado la opinión sobre Heinrich Himmler, la casi unánime respuesta habría sido “es un buen muchacho”, y poco más. Porque, con sus eternos quevedos, “el fiel Heinrich”, como le llamaría Hitler, era visto por casi todos como alguien eficiente y cumplidor,, pero sin destacar ni intecumplidor lectual ni físicamente. físicamente. Algo así como el perfecto subalterno, que atendía sin pausa las órdenes de sus jefes esbozanesboz ando una leve sonrisa. En realidad, esa sonrisa no contradecía la calculadora mirada de sus azules ojos de miope. Con el paso de los años, Himmler llegaría a ser la cabeza visible de un enor-
me imperio político, militar militar,, económico y policial, de un verdadero Estado dentro del Estado, que lo convertiría en el hombre más poderoso –a excepción de su Führer– y también más temido del Tercer Reich.
Los primeros compases Fue el segundo de los tres hijos varones de Gebhard y Anne Himmler. Heinrich vio la luz en el Mún Múnich ich de 1900 900,, en una familia tradicional y católica de la clase media alta. Su padre, un reputado reputado profesor de lenguas clásicas, había sido tutor del príncipe Heinrich de Baviera. De hecho, le puso a su hijo ese nombre en su honor, y el Príncipe, para corresponder, aceptó ser su padrino. El pequeño Heinrich fue siempre bas-
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HIMMLER
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NAZIS
Bienvenidos al imperio del fiel Heinrich LAS SS, SU ACUMULACIÓN ACUMULACIÓN DE PODER Y LA BUENA IMAGEN DE LA ORGANIZACIÓN PARAMILITAR en el hombre más poderoso de Alemania, a excepción del propio Hitler. TODOS VIGILADOS
El primer paso del proceso lo daría al restaurar a sus SS como la única guardia personal del Führer. Con ello no solo seguía al minuto las actividades del canciller, sino que accedía a su círculo más íntimo. Esta posición se vería reforzada con el progresivo control sobre todas las policías de Alemania. Fue gracias a la colaboración del eficiente Reinhard Heydrich y a la creación de la Oficina Central de Seguridad del Reich (RSHA), heredera de todos los expedientes policiales del país. Una vez puestos en orden, esos expedientes le darían una valiosa información sobre los más importantes personajes de Alemania, tanto enemigos como amigos, incluido el propio Hitler. Por fin, la completa libertad de actuación (lograda con la eliminación de su inmediato superior, Ernst Röhm), la sustracción de su organización a la jurisdicción de los tribunales ordinarios y el hecho de ser responsable de sus actos solo ante el Führer iban a permitir dar forma a sus sueños. HITLER, NORMALMENTE parco
a la hora de mostrar sus sentimientos a los demás, distinguió afectuosamente a Himmler (arriba) con el apelativo de “el fiel Heinrich”, en reconocimiento a la lealtad mostrada en los momentos difíciles. El Führer estaba convencido de que el líder de las SS nunca le fallaría. Así fue hasta que, al ver que el Reich se desmoronaba,, buscó su propia salvadesmoronaba ción al margen de su jefe. Durante años había sido el perfecto ejecutor de sus designios. Sin embargo, había instrumentalizado instrumentalizado de tal forma ese servicio que en cada paso que daba, en cada orden que cumplía, hallaba la forma de incrementar su poder personal y el de la organización que lideraba. Quería convertir a sus “Schutztaffeln” “Schutztaffeln”,, con las que se identificaba en cuerpo y alma, en un Estado dentro del Estado. Y se convirtió
UN BUEN PUESTO
A partir de aquí, el imperio de las SS no haría más que crecer crecer,, ocupando todos los ámbitos sociales y económicos del Reich a través de sus numerosas secciones. Pero en conjunto, y en contra de lo que suele decirse, la Allgemeine-SS (Organización general de las SS) sería socialmente bien vista por el común de los alemanes. De ahí que todo tipo de personas, desde empleados hasta profesionales, pensaran en ingresar en ella como un medio seguro de promoción (esto obligaría a Himmler, obsesionado en mantener el nivel de exigencia racial, a decretar periódicas purgas con miles de expulsados, antes de que la guerra le hiciera cambiar de criterio). Pero de lo que nadie hablaba era de las tenebrosas actividades de alguna de sus secciones.
tes fueran puros racial e ideológicamente. Aplicó también también periódicas periódicas depuraciones depuraciones en busca de la calidad y la obediencia ciega. En este punto, su “orden de hombres nórdicos” solo era un proyecto. Pero, fiel a su carácter, supo esperar. El poder deéxitos Himmler iríatido, aumentando al calor de los del partido, par y ya en 1930 tomaría posesión de un escaño en el Reichstag, mientras sus SS crecían en número e influencia. Una rebelión de las secciones de las SA en el norte del país le permitió demostrar la fidelidad de sus hombres a Hitler, y este entendió la conveniencia de apoyarse en ellos para afianzar su liderazgo. El Führer les envió el siguiente texto: “Hombres de las SS, vuestro honor significa lealtad”. Desde entonces el lema lo llevarían grabado en sus dagas. En el éxito de su misión participaron participaron algunos de sus colaboradores, entre ellos Reinhard Heydrich organizaría ía y dirigiríaHeydrich. el SD, el Servicio deorganizar Seguridad de las SS, cuya razón de ser, vigilar a los miembros del partido, sería superada con creces. Contó con uno de los archivos arch ivos policiales más importantes del mundo, una eficaz herramienta en las luchas políticas en las que Alemania se hallaba inmersa.
Himmler y las SS al poder El acceso de Hitler a la Cancillería en 1933 abrió nuevas posibilidades a Himmler Himmler y sus SS, ya difíciles de disociar. No solo porque Hermann Göring, ministro de Interior de Prusia, los utilizara como policía auxiliar en la represión de los grupos de izquierda. También porque, tras el incendio del Reichstag y la supresión de las garantías constitucionales, constitucionales, Himmler sería nombrado jefe de la policía de Múnich y abriría su propio campo de concentración en Dachau. Sería el modelo de los que vendrían después, y contrastaba por su organización con los caóticos, aunque no menos terribles, centros de internamiento de las SA, a las que las SS aún estaban formalmente supeditadas. supeditadas. Entonces el centro del poder se hallaba en Berlín, y Himmler quiso estar cerca, por lo que vendió la granja e instaló instaló a su familia (que se había incrementado con Gerhard, su hijo adoptivo) más cerca de Múnich. Él, mientras tanto, vivía en el exclusivo barrio berlinés de Dahlen, donde se encontraban la mayor parte de los jerarcas nazis. Eso
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HISTO R IA Y V IDA
NAZIS
EL FAN DE LO MISTÉRICO
Himmler y la mezcla de la raza, el Tíbet y el Santo Grial
verdadero centro místico verdadero místico de la organizaorganización. Esta contaba con un capítulo secreto del que formaron parte los máximos jerarcas de las SS, quienes, antes de reunirse, debían llevar a cabo diversos ejercicios de purificación. No es de extrañar que organizara una expedición al Tíbet en busca del origen de la raza aria, o que en su visita a España en 1940 se hiciera llevar a la abadía de Montserrat, no solo para ver sus montañas (que identificaba con el mítico Montsalvat de Par de Parsif ), sino para pedir la sifal al), documentación que creía que guardaba su biblioteca sobre el Santo Grial.
La guerra y los propósitos El crecimiento territorial del Reich, en especial tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, amplió el ámbito de actuación de Himmler y sus hombres. Ahora se habían convertido en la herramienta
COMO TANTOS JÓVENES en los años de entreguerras, Himmler Himmler resultó muy permeable a doctrinas esotéricas. Eran difundidas por asociacione asociacioness ultranacionalistas como la Sociedad de Thule, de cuya rama bávara, al igual que Rudolf Hess, fue miembro. Imbuido por estas ideas, pronto concibió la visión de crear una “orden masculina alemana”. Sería la guardiana de la esencia racial germana, como creía que habían hecho los caballeros teutónicos, para evitar que la modernidad y el judaísmo la hicieran desaparecer desa parecer.. Esta hermandad mística de caballeros no sería otra que las SS.
PSEUDOCIENCIAS Un instituto instituto dependiente de las SS, el Ahnenerbe (Sociedad para la Investigación y la Enseñanza de la Herencia Ancestral), sería el encargado de construir esta visión mitificada del pasado germánico justificándola científicamente. científicamente. No dudó en enviar una expedición al Tíbet en busca del origen de la raza aria, o en rastrear el lugar en el que pudiera hallarse el mítico “Santo Grial”, pero también ordenó hacer desaparecer cualquier prueba que contradijera contradijer a sus principios.
CALENDARIO SS Himmler dotó a su organización de un corpus que mezclaba principios raciales y eugenésicos con antiguas costumbres germanas. Quería sustituir los postulados de la religión cristiana, de la que se había convertido convert ido en furibundo enemigo, por un moderno paganismo. De ahí la implantación de un calendario festivo que celebrara los solsticios o el día del dios Wotan. O la sustitución de los sacrame sacramentos ntos cris-
OTRO CAMELOT El ejemplo más evidente de esta concepción caballeresca y medieval de Himmler fue la rehabilitación del castillo de Wewelsburg (arriba). Contenía una impresionante biblioteca de temas medievales y esotéricos y un museo dedicado al rey sa jón Enriqu Enriquee I el el Pajar Pajarero ero,, del que se llegó llegó a considerar reencarnación espiritual. No se ha podido confirmar que en Wewelsburg se llevaran a cabo extraños rituales, pero su Sala de los líderes supremos, con sitiales en torno a una especie de pozo circular
tianos por otros como la “boda SS” o “la imposición de manos” que recibían los hijos recién nacidos de los SS.
como nueva Tabla Redonda, puede dar una idea de la artúrica visión que Himmler tenía de su “Orden Negra”.
que debía hacer delas Europa continente arianizado, donde razasun inferiores debían ser subyugadas, cuando no eliminadas. De todo esto se encargarían las SS. Primero de forma improvisada, por medio de los Grupos de Acción. Después, sistemáticamente, tras la Conferencia de Wannsee presidida por Reinhard Heydrich, Heydrich, en la que se determinó el destino de los judíos. Himmler, al tanto de todo, aceptó llevar a cabo la Solución Final. Un fragmento del discurso pronunciado en Poznan en mayo de 1944 refleja claramente hasta qué punto había llegado su obsesión por la pureza racial: “No puedo, sencillamente, arriesgarme a matar solamente a los hombres, y dejar dejar que los hijo hijoss crezcan crezcan veng vengadores adores y se enfrenten a nuestros hijos y a nuestros nietos. Nos [vemos] obligados a llegar a la firme decisión de hacer desaparecer a este pueblo de la faz de la tierra”. Mientras tanto, su vida personal había sufrido importantes cambios. No había roto su matrimonio, pero durante años mantu vo un una a re rela laci ción ón es esta table bleco con n la jo jove ven n He Hedw dwig, ig, su secretaria, de la que nacerían dos hijos, Helge y Nanette Dorothea. Mientras, su salud empeoraba. Padecía fuertes espasmos abdominales y jaquecas provocados por la lucha por mantener su autocontrol y frialdad. Solo las manos del masajista m asajista finlandés Felix Kersten, su confidente, parecían aplacarlos. Pero a principios de 1943, la hasta entonces exitosa marcha de la guerra empezó a cambiar, y las derrotas
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HISTORIA Y V ID A
NAZIS
BERGHOF, EL REFUGIO DE HITLER
en 1937 y supo de la existencia de Eva cuando esta interrumpió su reunión, instando a Hitler a que fuese a atender a sus invitados. Horrorizado, Spitzy se preguntó quién podía hablar así al amado Führer. Wilhelm Brückner, asistente de Hitler, le respondió que este “también tenía derecho a una vida privada”. Sin embargo, a medida que se sucedían los dramáticos acontecimientos, la posición de Eva como anfitriona en el Berghof se afianzó. Tras el estallido de la guerra, Hitler acudía allí cada vez más a menudo. La mansión era su lugar favorito. Se sentía seguro y disfrutaba de un ambiente que incluso podría calificarse de familiar familiar.. La presencia de Eva era obligatoria. Existen muchos testimonios gráficos de la vida en aque aquell lugar lugar impr impresion esionant ante, e, rodea rodea-do de espléndidas montañas. En su mayoría, grabaciones realizadas por Eva, pero
LA RESIDENCIA preferida de Hitler,
el Berghof, estaba ubicada en la zona montañosa de Obersalzberg, en Baviera, al sur de Alemania. El área, de gran belleza, fue la escogida por la jerarquía nazi para su descanso. Hitler alquiló el Berghof en 1924. Diez años después, en el auge de su poder, compró la vivienda, coincidiendo con la expropiación forzosa del valle de Obersalzberg, que se declaró “Territorio del Führer”. Göring, Bormann y Speer se construyeron casas en él. También se crearon infraestructuras, como un cuartel para la SS. La construcción más espectacular fue la Kehlsteinhaus (el “Nido del Águila”) un regalo del partido al Führer ührer,,
1939, al partido nazi. Como testimonian las películas caseras de Eva, los Braun disfrutaron sin complejos de las ventajas de su cercanía al poder. Frecuentaban el Berghof, la segunda residencia de Hitler en los Alpes bávaros, bávaros, y viajaron viajaron en el avión avión pri vado de Hitle Hitlerr a Norue Noruega ga e Italia. Italia. Aman Amante te de la moda, Eva se había convertido en una compradora compulsiva; adoraba los zapatos de Ferragamo y poseía una extensa colección de abrigos de piel.
Su papel en el Berghof Con regalos y viajes Eva compensaba los ninguneos que le dispensaban Hitler y su entorno. Estos eran especialmente patentes
a más de 1.800 metros de altura, al que se accedía mediante un ascensor excavado en la montaña, aún en uso. PESE A QUE se ha hablado del carácter “familiar” del Berghof, era un lugar de trabajo. Un fuerte de 30 habitaciones con soldados de la SS de guardia en la entrada. Allí se planeó, entre otras, la Operación Barbarroja, la invasión de Rusia. También También se recibió a dignatarios extranjeros, como los duques de Windsor. Hitler estuvo por última vez en otoño de 1944. Unos meses después, la aviación británica bombardeó el lugar, que fue
posteriormente demolido.
en el Berghof. Allí, explicó la biógrafa Gitta Sereny,, “la tenían escondida. Cuando veSereny nían visitantes importantes, la enviaban a su habitación. Eva no era parte de la vida oficial de Hitler, jamás lo fue, lo que fue seguramente duro para ella”. Quizá como consuelo ante aquellas humillaciones, Eva filmaba desde su habitación la llegada de dignatarios extranjeros y de jerarcas nazis. Su existencia era desconocida incluso para diplomáticos de nivel, como Reinhard Spitzy,, asistente personal de Joachim von Spitzy Ribbentrop, entonces embajador en Reino Unido. En su libro Eva Br Braun. aun. Una vid vida a con con Hitler, Heike B. Görtemaker narra cómo Spitzy acompañó a Ribbentrop al Berghof
también protagonizadas por ella: se la ve recogiendo lirios con el traje regional bávaro, haciendo gimnasia en bañador junto a un lago, tomando el sol mientras come cerezas, dando de comer a las ardillas impecablemente vestida. Una existencia privilegiada y protegida donde todos sonríen, ajenos a los horrores que acontecían más allá de aquellas montañas.
MÁS QUE DE CARÁCTER ERÓTICO, SU PAPEL FUE EL DE PROVEERLE DE LOS PLACERES DE UN AMBIENTE RELAJADO También sonríe Hitler, al que Eva no plasmó en uno de sus habituales ataques de ira, sino acariciando a su perra Blondi y jugan ju gando do afa afable blemen mente te con los hi hijos jos de Spe Speer er y su espo esposa sa Marga M argarete. rete. El matr matrimoni imoni o formaba parte del círculo más íntimo del dictador, que incluía a Hoffmann y su familia, a Martin y Gerda Bormann y a los doctores Morell y Karl Brandt, cuya esposa, Anne, era muy amiga de Eva. Los biógrafos son unánimes al concluir que, pese a su cercanía durante los años de guerra, Eva Braun no tuvo influencia alguna en las políticas de Hitler. También También coinciden en que, más que de carácter erótico, su principal papel fue el de proveer proveerle le de
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n su biografía sobre Hitler, Ian Kershaw concluye que el momento en que el Führer se dio cuenta de su poder real fue cuando advirtió que “podía hablar”. La capacidad de enardecer a las masas, de convencer,, de hipnotizar al público, fue convencer uno de los pilares del éxito populista de Hitler, pero no explica por sí sola la ascen-
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de 1923. Diez años después del fallido golpe de Estado (y con las secuelas del crac del 29 y la memoria reciente de la hiperinflación en la República de Weimar) Weimar),, el NSDAP era el partido más votado de Alemania Aleman ia y una una de las grandes organizaorganizaciones del país. ¿Cómo se produjo este cambio? ¿A quién fue debido? Uno de sus artífices fue Martin Bormann, el gran bu-
nómico posterior a Versalles contribuyó a la radicalización de un joven (Bormann nació en 1900), 1900), hijo de un empleado de de correos, al que la vida parecía conducir hacia el comercio agrícola. Y esa fue su ocupación tras la guerra: encontró empleo como gerente en una finca. Como buen burócrata, su labor era cuadrar los números. Una tarea difícil, no solo por la hiper-
sión nazismo. de sus discursos, supodel movilizar aA untravés número nada desdeñable de personas a principios de los años veinte, veint e, pero pero no organiza organizarlas, rlas, como se se demostró en el fracasado Putsch de Múnich
rócrata y el hombre queel dotó de estructura a la masa que movía nazismo. Como muchos de los jerarcas del Tercer Reich, Bormann fue un soldado más en la Primera Guerra Mundial. El desastre eco-
inflación períod período 1921-23, era 1921-23, sinotal por el pillaje. Eldel hambre enoAlemania que cualquier finca agrícola sufría saqueos por parte de ciudadanos que buscaban algo que comer, aunque los ataques también
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EL PADRE BORMANN La trayectoria religiosa de Martin Adolf y la polémica final MARTIN BORMANN tuvo diez hi jos con su esposa es posa Gerda. El E l mayor de ellos, llamado Martin Adolf Bormann (en la imagen) en honor a Hitler, vino al mundo en 1930, y dedicó su vida a expiar la culpa de un padre al que, dijo, no llegó a odiar. “Con los años aprendí a distinguir entre mi padre como individuo y mi padre como oficial ofici al nazi”, nazi”, explicó en 1993. Huérfano de padre desde 1945 y de madre un año más tarde, fue acogido por una familia católica austríaca y se convirtió al catolicismo en 1947. Profundamente compungido por el horror causado por su progenitor, se ordenó sacerdote, fue profesor de religión, dio charlas sobre el
Holocausto y ejerció de misionero en el Congo en los años sesenta. Un accidente de coche sufrido en 1969 le llevó a dejar los hábitos y a casarse, pero no a abandonar sus creencias. En 1987 conoció a Dan Bar-On, hijo de un superviviente del Holocausto, con el que visitó Israel en 1993. No obstante, la crueldad y el abuso acabaron pintándose, al menos como acusación, en su biografía: en 2011 fue denunciado por un exalumno que tuvo cuando fue profesor en Austria por abusos sexuales cometidos en la década de los sesenta. Negó los hechos. Martin Bormann Jr. murió dos años después. El juicio no llegó a celebrarse.
bels, Göring y Himmler. A pesar de la inminencia de la derrota, el secretario personal de Hitler no cejó en su empeño obstinado de eliminar rivales. El 23 de abril de 1945, cuando la vida que le quedaba al Reich se podía contar por horas, un Bormann exasperado entregó a Hitler un telegrama enviado por Hermann Göring en el que este preguntaba al Führer si su insistencia en quedarse en Berlín era una renuncia a su cargo y posición, y si, por lo tanto, se activaban las leyes sucesorias que elevaban a Göring a jefe del Estado. Hitler lo recibió con apatía, pero la insistencia de Bormann le hizo reconsiderarlo y verlo como una traición, por la que Göring fue arrestado. Cuando cinco días después trascendió que Heinrich Himmler, líder de las SS, había tomado la iniciativa de negociar una rendición con los aliados, Hitler su-
CON GOEBBELS, OTRO FIEL A HITLER, ORGANIZÓ LA PIRA EN LA QUE ARDIERON LOS RESTOS DE ESTE Y EVA BRAUN po que había perdido. Bormann fue nombrado ministro del Partido y albacea del testamento por parte del Führer, que le definió en su último texto como “mi más fiel camarada”. El rigor burocrático de
nistro de Armamento ni al mariscal del Reich. Sí estaban en él Bormann, Hans Heinrich Lammers, jefe de la Cancillería (y autor de la idea del comité), y el mariscal de campo Wilhelm Keitel. El poder efectivo de ese Comité de d e Tres fue nulo, pero sirvió para que Bormann restase influencia sobre Hitler a sus enemigos
Hitler como responsable último de cada decisión, pero el filtro para llegar a él ya era Bormann, sin apenas cortapisas.
Los últimos días del Tercer Reich ponen de relieve que la ambición y el fanatismo eran los motores de la vida de Bormann,
Bormann le llevó a cumplir, sin aparentemente sentir nada, con sus últimas tareas. Con Goebbels, otro fiel, organizó la pira en la que ardieron los restos de Hitler y Eva Braun. Fue él quien comunicó al almirante Dönitz la muerte de Hitler, retrasándola un día y mintiendo para crear el mito de que el Führer murió en combate. Después huyó. No porque fuese su voluntad escapar de Berlín, sino porque, como ministro del Partido, tenía que organizar el gobierno de un Reich que ya no existía. Moriría en la huida, aparentemente por suicidio, el 2 de ma yo de 1945. 1945. Su cadáver no fue encontra-
más cercanos: Speer, Göring y también Goebbels. Y consolidó aún más el poder del que, desde el 12 de abril de 1943, era también secretario personal del Führer.
por encima de quien fuera, excepto del Führer. Cuando Hitler se trasladó al búnker de Berlín en el que acabaría quitándose la vida, su entorno de confianza
do 1972, fue 1998. identificado conhasta pruebas de pero ADNno hasta En un macabro guiño póstumo, el gran burócrata del Tercer Reich no vio confirmada
Ambición sin límite
El Reich seguía siendo personalista, con
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HISTORIA Y VIDA
lo formaban el propio Bormann, Goeb-
su muerte hasta que el meticuloso pro-
EN LA ÓRBITA HEINRICH HOFFMANN
ás de medio millón de ins-
exponía su ideario, ya disfrutaba de una
El fotógrafo contrató como asistente a Eva Braun, a la que presentaría a su jefe en 1929. Tiempo después, su hija, Henriette, se casaría con Baldur von Schirach, uno de los jerarcas del régimen. El matrimonio caería en desgracia por sus discre-
tantáneas dedicó Heinrich Hoffmann (1885-1957), el fotógrafo personal de Hitler, a la propaganda del nacionalsocialismo. La difusión masiva de sus imágenes, en libros, pósteres o postales, entre otros medios, le proporcionó una fortuna en derechos de autor. Lo mismo que al Führer, aunque este, gracias a los derechos de Mi lucha, el libro en el que
posición económica desahogada. Para Hoffmann, colocarse detrás de un objetivo era algo le venía de familia. Su padre había retratado al gran duque de Hesse. Tras la Primera Guerra Mundial, Hoffmann se afilió al partido nazi y acabó por convertirse en la sombra de Hitler. Le seguía con su cámara a todo tipo de actos. En paralelo, la relación entre los dos hombres se hizo muy estrecha.
pancias con la política oficial. Tras el hundimiento hundimiento del Reich, Hoffmann intentó distanciarse del horror nazi declarándose apolítico. De todas formas, por su labor propagandística propagandística,, fue condenado a diez años de cárcel, reducidos finalmente a cuatro. En la imagen aparece junto a soldados aliados en los juicios juicios de Núremberg, mientras revisa material fotográfico utilizado en el proceso.
El fotógrafo fotógrafo del III Reich
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ANTON DREXLER
ntes de llamarse Partido Nacionalsocialista cionalsocial ista Obrero Alemán, el NSDAP de Hitler fue el Partido Obrero Alemán (DAP). Esta fuerza, que existió solo entre 1919 1919 y 1920, fue uno de tant an-
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traición cometida en la retaguardia, el mito de la “puñalada por la espada”. El fundador del DAP, el cerrajero muniqués Anton Ant on Drex Drexler ler,, se conv convertirí ertiría a en el ment mentor or político de Hitler. El futuro líder del Tercer Reich se sintió atraído por su folleto Mi folleto Mi
te crecimiento. Sin embargo, los dos hombres pronto iban a colisionar. Les separaba la cuestión de las alianzas políticas con otros grupos. Para evitar un pacto con la ultraderecha tradicional, Hitler amenazó con dimitir. Fue un farol afortunado. Así se aseguró la posición hegemónica y redujo a su rival a la posición de presidente honorario. Drexler acabó por abandonar el partido, al que no regresó hasta 1933, tras la conquista nazi del poder. Pese a su
tos grupos de la extrema derecha nacionalista surgidos tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial. Todos eran radicalmente anticomunistas y culpaban
despertar político . Drexler le animó a incoporarsepolítico. al partido al advertir su capacidad oratoria. Fue un fichaje rentable. El partido, a partir de sus cuarenta miembros
condición de fundador, volvería aArridesempeñar ningún papelno relevante. ba aparece, en el típico traje tradicional bávaro, en una imagen tomada a princi-
El gran mentor político
de la catástrofe militar a una supuesta
iniciales, empezó a experimentar un fuer-
pios de la década de los treinta.
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EN LA ÓRBITA
TRAUDL JUNGE
Guardiana de secretos udo conocer a Hitler en la distancia corta y provocaría controversaria al presentar su lado humano. Gertraud Junge (1920-2002), “Traudl”, era la hija de un militante histórico del partido
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nazi, Max Humps, uno de los involucrados en el fallido intento golpista de 1923. Su ambición, en principio, era ser bailarina, pero su vida tomó otro rumbo r umbo cuando llegó a Berlín y se convirtió en la secretaria más joven de Hitler con apenas 22 años. Pronto contrajo matrimonio con un militar (en la imagen, una instantánea de la boda). Él no tardaría en morir en combate. Traudl sería testigo de excepción de los últimos días de Hitler en el búnker de la Cancillería, de donde escapó con una pistola y una cápsula de cianuro. Los so viéticos la detuvieron. detuvi eron.
Dulcificando monstruo Tras recuperar laallibertad, se dedicó al periodismo. En 2001, poco antes de morir, mor ir, publicó el libro de memorias Hast Hasta a el el últiúltimo momento, inédito durante muchos años. Con la frescura de los recuerdos inmediatos, describe un ambiente viciado, en el que el Führer se rodeaba de una corte de mediocridades para satisfacer sus necesidades de adulación. Sin embargo, la crueldad de los jerarcas del Tercer Reich podía coexistir con el humor y las buenas maneras. El Hitler que aparece aquí no es el hombre impersonal descrito por su principal biógrafo, Ian Kershaw Kershaw,, sino un indi viduo amable e indulgen indulgente, te, capaz cse apaz de disde culparamabl a unaesecretaria que presentó ante él y el rey de Bulgaria con la boca llena: “No importa, hija mía, un rey no es
más que un ser humano”.
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LENI RIEFENSTAHL
ineasta, actriz y fotógrafa, Leni Riefenstahl (1902-2003) simboliza la contradicción de un arte excelso puesto al servicio de una dictadura sin escrúcupulos. En El triunfo de la voluntad (1935) cantó la
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Sin embargo, el estigma de su colaboración con el nazismo la persiguió el resto de su vida. Llegó a rumorearse que mantuvo una relación íntima con Hitler, pero ella siempre negó que así fuera. Al acaba acabarr la la Segund Segundaa Guerra Guerra Mund Mundial ial fue
grafía. Se hicieron famosas sus instantáneas sobre los nuba, un pueblo de Sudán. Arriba,, Riefen Arriba Riefenstahl stahl apare aparece ce en primer tér tér-mino mientras filma la concentración nazi en Núremberg en 1934, episodio que inmortalizaríaa en El triu inmortalizarí triunfo nfo de la vol volunta untad d. Se trataba de un acto de propaganda que se celebraba anualmente en esa ciudad. En esta ocasión, Albert Speer deslumbró a la audiencia con su catedral de luz, una columnata inmaterial inmaterial formada a partir de
gloria de Hitler con procedimientos técnicos revolucionarios. su Olympia (1938), documental sobre los Juegos Olímpicos de Berlín, la consagró como una de las
detenida, pero noRespecto se la acusó de ningún crimen de guerra. al Holocausto, afirmó no saber nada y que sintió horror al conocer los exterminios. A partir de en-
más centenar de reflectores antiaéreos.de Élun y Leni eran grandes artistas, pero también es cierto que se beneficiaron de los abundantísimos medios materiales
La cineasta del régimen
cineastas más innovadoras de la época.
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tonces, reorientó su carrera hacia la foto-
que el régimen puso a su disposición.