Historia económica y financiera de la República Dominicana
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Historia económica y financiera de la República Dominicana 1844- 2009 CONTENIDO
Introducción Concepto de contabilidad Bancaria La estructura económica 1844 – 1870 Problemas monetarios Economía durante la anexión Cambios en la política económica entre 1865 – 1880 Los primeros bancos Medios de comunicación 1844 – 1924 La situación económica entre 1922 y 1930 De la segunda guerra mundial a la creación de la moneda nacional Resumen de la economía dominicana en los últimos años Conclusión Bibliografía Web grafía
INTRODUCCION La República Dominicana desde sus inicios como Estado independiente ha venido atravesando por graves problemas económicos, los cuales se han ido agudizando según transcurren los años. En vista de esto las autoridades gubernamentales en su afán de apalear esa crisis se han visto en la necesidad de recurrir al endeudamiento externo como una forma de contrarrestar la crisis económica y social. El endeudamiento público externo o acuerdo de préstamos contraído por el sector público con otros países y en los cuales se establece el pago de intereses y amortización de capital en moneda extranjera y fechas específicas, ha sido el principal instrumento empleado por el gobierno para financiar los déficits económicos por el cual ha atravesado la nación dominicana. Según el gobierno dominicano los diferentes empréstitos realizados generarán los recursos necesarios que permitan realizar los ajustes económicos para poner a funcionar el aparato productivo nacional. nacional. Sin embargo, a pesar de la gran cantidad de flujo de capitales que ha llegado al país en condiciones de préstamos, estos no han podido desarrollar su estructura positiva por varias razones; una de las razones principales es que un gran porcentaje de los recursos provenientes de los préstamos han sido devueltos a las grandes potencias y a los bancos comerciales dominicanos en forma de pagos de intereses y amortización de deudas anteriores. Además la corrupción administrativa de los altos funcionarios imperante en nuestro país los cuales han causado la fuga de capitales proveniente de la deuda externa. CONCEPTO DE CONTABILIDAD BANCARIA
La definición técnica que se suele utilizar para la contabilidad bancaria, hace referencia a que la misma es quien se ocupa de la capacitación, la medición y la valoración de todos aquellos elementos financieros que circulen internamente en un banco. Por otra parte comprende también la actividad de control de la información de todo el dinero que circule en una entidad bancaria con el f in de suministrarles a los gerentes bancarios, las herramientas para que puedan realizar la toma decisiones que determinarán cuáles serán los próximos pasos del desarrollo de la contabilidad bancaria. En este sentido es fundamental que se tenga en cuenta la particularid particularidad ad que poseen los bancos, ya que se debe analizar el proceso interno correspondiente a la transformación de valores, con la finalidad de poder ofrecer flujos de información mucho más adecuados. Para lograr esto, la contabili contabilidad dad bancaria debe realizar un análisis técnico de todas las actividades que se desarrollan en el banco; las particularidades por las cuales se destaca la entidad; las posibilidades de la misma frente a la obtención de toda la información que requiere y las necesidades correspondientes al flujo de la misma. Independientemente de cual sea el caso, el objetivo más importante que posee el desarrollo de la contabilidad bancaria es mejorar el mismo, aumentando el flujo de información económica que respecta al banco en cuestión. De esta manera poder planificar una evolución de los productos y servicios ofrecidos por el banco, será mucho más sencillo. Aspectos primordiales de la contabilidad bancaria
La contabilidad bancaria, si bien suele aplicarse con las mismas normas que en cualquier otro tipo de entidad financiera, generalmente en este caso, la misma va cambiando en una manera dinámica, pero también exigiendo cierta flexibilidad en todos los procesos donde intervenga. Es muy importante que consideremos, son tres los aspectos que residen en la contabilidad bancaria, los cuales son, en primer lugar, el conocimiento real de los costos, para poder realizar una reducción o una racionalización racionaliz ación de los mismos. En segundo lugar esta el conocimiento de las rentabilidades de todos aquellos productos o servicios que desarrollan los bancos, con el fin de una mayor satisfacción de sus clientes; y el tercer aspecto que se considera en la contabilidad bancaria es el control de las variables fundamentales, como por ejemplo, los riesgos que los bancos están propensos a asumir durante el desarrollo de todas sus actividades. Sin duda, en aquellas situaciones en donde los márgenes que determina la contabilidad bancaria, comienzan a decrecer en consecuencia al incremento de la competencia, dicha disminución resulta fundamental para lograr conocer y controlar los costos correspondientes a los productos, como también para adecuar los precios de los mismos. En la actualidad son muchos los bancos que se encuentran en una búsqueda para lograr un crecimiento de su negocio y muchos otros aspectos que contribuyen al posicionamiento del banco en el mercado correspondiente. Por otra parte no podemos ignorar el hecho de que muchas investigaciones que se fueron desarrollando con respecto a la contabilidad bancaria en diferentes bancos, muestran que aún si no se emplea un sistema de costo que funcione recogiendo todos los propósitos de valuación de la planificación, el inventario, el control y la toma de
La definición técnica que se suele utilizar para la contabilidad bancaria, hace referencia a que la misma es quien se ocupa de la capacitación, la medición y la valoración de todos aquellos elementos financieros que circulen internamente en un banco. Por otra parte comprende también la actividad de control de la información de todo el dinero que circule en una entidad bancaria con el f in de suministrarles a los gerentes bancarios, las herramientas para que puedan realizar la toma decisiones que determinarán cuáles serán los próximos pasos del desarrollo de la contabilidad bancaria. En este sentido es fundamental que se tenga en cuenta la particularid particularidad ad que poseen los bancos, ya que se debe analizar el proceso interno correspondiente a la transformación de valores, con la finalidad de poder ofrecer flujos de información mucho más adecuados. Para lograr esto, la contabili contabilidad dad bancaria debe realizar un análisis técnico de todas las actividades que se desarrollan en el banco; las particularidades por las cuales se destaca la entidad; las posibilidades de la misma frente a la obtención de toda la información que requiere y las necesidades correspondientes al flujo de la misma. Independientemente de cual sea el caso, el objetivo más importante que posee el desarrollo de la contabilidad bancaria es mejorar el mismo, aumentando el flujo de información económica que respecta al banco en cuestión. De esta manera poder planificar una evolución de los productos y servicios ofrecidos por el banco, será mucho más sencillo. Aspectos primordiales de la contabilidad bancaria
La contabilidad bancaria, si bien suele aplicarse con las mismas normas que en cualquier otro tipo de entidad financiera, generalmente en este caso, la misma va cambiando en una manera dinámica, pero también exigiendo cierta flexibilidad en todos los procesos donde intervenga. Es muy importante que consideremos, son tres los aspectos que residen en la contabilidad bancaria, los cuales son, en primer lugar, el conocimiento real de los costos, para poder realizar una reducción o una racionalización racionaliz ación de los mismos. En segundo lugar esta el conocimiento de las rentabilidades de todos aquellos productos o servicios que desarrollan los bancos, con el fin de una mayor satisfacción de sus clientes; y el tercer aspecto que se considera en la contabilidad bancaria es el control de las variables fundamentales, como por ejemplo, los riesgos que los bancos están propensos a asumir durante el desarrollo de todas sus actividades. Sin duda, en aquellas situaciones en donde los márgenes que determina la contabilidad bancaria, comienzan a decrecer en consecuencia al incremento de la competencia, dicha disminución resulta fundamental para lograr conocer y controlar los costos correspondientes a los productos, como también para adecuar los precios de los mismos. En la actualidad son muchos los bancos que se encuentran en una búsqueda para lograr un crecimiento de su negocio y muchos otros aspectos que contribuyen al posicionamiento del banco en el mercado correspondiente. Por otra parte no podemos ignorar el hecho de que muchas investigaciones que se fueron desarrollando con respecto a la contabilidad bancaria en diferentes bancos, muestran que aún si no se emplea un sistema de costo que funcione recogiendo todos los propósitos de valuación de la planificación, el inventario, el control y la toma de
decisiones correspondientes, correspondientes, estas entidades bancarias llevan a cabo presupuestos por unidades de negocios analizando todas las desviaciones.
Teniendo esto en cuenta, puede afirmarse entonces que, existen diferentes tipos de limitaciones para una adecuada utilización de la contabilidad bancaria, y entre las cuales la más importante de estas limitaciones es sin duda la dificultad para el traslado de los sistemas de información que fueron creados específicamente específicamente para otros tipos de entidades financieras y comerciales, teniendo en cuenta la complejidad de las actividades que se desarrollan en las mismas También resulta muy importante de considerar el hecho de que cualquier tipo de entidad debe disponer de un sistema de información y de costos que de adecúe a sus características, y especialmente hablando de la contabilidad contabilidad bancaria y los bancos, los sistemas adecuados deben controlar los márgenes bancarios; enfrentar los riesgos que posee la actividad de la contabilidad bancaria; adaptar la calidad de los productos y servicios ofrecidos, según las exigencias actuales en el entorno bancario, deben también determinar la calidad de todos los activos. ESTRUCTURA DE LA ECONOMÍA 1844 - 1870 En la estructura economía de nuestro país luego de la independencia nacional, veremos los siguientes puntos importantes:
Las actividades productivas básicas de la economía Los efectos de la guerra dominico haitiana sobre la producción Situación de la zona fronteriza Datos de la población La situación de las vías de comunicación La economía natural Las artesanías Principales ocupaciones El sistema de cultivo El corte de madera y el aspecto contractual de los trabajadores La baja en las exportaciones El comercio en manos de extranjeros La especulación con el oro de los judíos La regionalización de la producción El cultivo del tabaco y su importancia Datos de exportación de tabaco entre 1844 – 1870
ESTRUCTURA DE LA ECONOMÍA 1844 – 1870 La sociedad dominicana registro importantes cambios en su economía a partir de la independencia nacional, pero los principales p rincipales renglones de la actividad productiva seguirán siendo, hasta 1870, al igual que como lo fue durante el periodo de integración a la República de Haití, el corte de madera caoba, Campeche, guayacán, guayacán, la cría de ganado vacuno y el cultivo de tabaco.
El corte de madera y la cría de ganado vacuno, constituían la base de la economía de la región sur y sureste mientras el cultivo del tabaco jugo el mismo papel en la región norte, donde muchos propietarios y contratista, de igualmente y a menor medida, se dedicaban al corte de madera. La modificación más importante en la economía dominicana fue a consecuencia de la independencia nacional, donde el Estado recién surgido se vio en la obligación de enrolar a miles de trabajadores, agricultores, agricultores, peones, artesanos y pequeños y medianos propietarios en las filas del ejército para defender el territorio nacional. Lo cual provoco un serio decaimiento en todas las actividades productivas.
Lo peor ocurrió en la zona fronteriza donde era el principal foco de conflicto bélico, pues allí fue necesario abandonar durante varios años el cultivo, retirar el ganado vacuno y caballar, y detener el corte de manera. Es importante tomar en cuenta que el Estado dominicano recién formado y qué modelo sus lineamientos jurídicos con la promulgación de la constitución de noviembre del 1844, surgió vida con una característica muy peculiar. Esta característica fue la siguiente: el estado era principal latifundista de la nación, pues heredo, no solo gran parte de las propiedades de la iglesia Católica confiscadas por el régimen de Boyer, sino también centenares de grandes haciendas y miles propiedades pequeñas y medianas pertenecientes pertenecientes a ciudadanos haitianos haitianos que abandonaro abandonaron n nuestro territorio, y a soldados y oficiales del ejército de Haití. Aun en 1861, el Estado dominicano era propietario de por lo menos ocho decimas partes de su territorio. En 1844, la población apenas alcanzaba a los 126 mil habitantes, según José Ramón Abad, hecho por el el cual el enrolamiento enrolamiento forzado forzado al ejército de cerca cerca de 8 mil cultivadores y peones agrícolas, deterioro seriamente el sistema productivo de la Nación. Por cierto, sistema productivo muy atrasado o casi primitivo, carente del dominio técnico que ya conocían Europa y Norteamérica, cuyas sociedades Vivian en pleno apogeo de la revolución industrial que consolido el mercado mundial. La República Dominicana en aquella época no tenía siquiera vías de comunicación terrestres adecuadas entre sus pueblos. A diferencia de los países europeos y de Estados Unidos, donde el maquinismo había envuelto ya a todas las esferas de las l as actividades productivas, incluyendo la agricultura, y donde ferrocarriles y el barco a vapor, la más luego el de combustión, comenzaban a revolucionar todo el sistema de transporte haciendo más activo los mercados nacionales y el mercado mundial, en la República Dominicana las vías de comunicación continuaban siendo los viejos caminos trazados durante la colonia.
Esto impidió la conformacion de un mercado nacional originando la paradójica situación que hacía que los principales puertos y ciudades del país, Santo Domingo, Puerto Plata, Azua y Montecristi, registraran mayores contactos con el exterior, que
con los pueblos dominicanos establecidos en el interior. Incluso la navegación de cabotaje era escasa y se efectuaba en viejas goletas y buques de vela. Esa limitante, se mantuvo durante varias décadas lo que influyo de manera notable en la economía, acentuada en el atraso. Dentro de ese marco la economía natural orientada al autoabastecimiento familiar, tenía un enorme peso, debido precisamente a la ausencia de un mercado nacional, por la falta de vías que facilitaran la comunicación entre los campos y pueblos. Únicamente las unidades productivas situadas en zonas cercanas a las ciudades tenían a posibilidades de participar en el escaso intercambio comercial. No existía desarrollo industrial alguno y entre las artesanías los sectores dedicados a la elaboración de serones, principal medio de empaque para el transporte de los productos agrícolas.
Modelo de serones que se utilizaban para el empaque y transporte de los productos agrícolas. En las últimas unidades productivas, generalmente de tamaño muy reducido, donde encontramos la presencia de la familia integrada a la producción, junto al corte de madera, puede decirse que era la única expresión en nuestro país, de lo que la historia del capitalismo se conoce con el nombre de producción mercantil simple. Por otro lado, el examen de las clasificaciones estipuladas en la Ley de Patentes promulgada a mediados de 1845, nos permite formar una visión más clara sobre la situación económica del país. Las categorías por ocupaciones que contemplaba dicha ley, que sumaban a penas 25, eran las siguientes, Boticarios, consignatarios, dueños de casas de trucos y brillares, curtidores, licorista, ebanistas y carpinteros, negociantes en maderas y frutos, mercaderes de alquitrán y aceite, jugueterías y panaderos. No a parecen en una lista de sola actividad industrial. No hay documentos que indiquen el numero de patentes que fueron registrados a partir de la promulgación de la ley, pero puesto que la referida legislación en principio prohibió la apertura de negocios en las zonas rurales, donde se concentraba la mayor parte de la población, más del 80% de suyo se desprende que el número de establecimientos patentados era sumamente bajo. La población urbana era muy reducida. La ciudad de Santo domingo, para solo un ejemplo, no tenía en aquel momento (1845) 12 mil habitantes. Regionalización de la actividad productiva La actividad productiva y el sistema de propiedad de la tierra, establecidos en las zonas agrícolas, tienen característica muy especificas que lo diferencias de otros periodos. Desde ese entonces existían tres regiones con peculiaridades muy propias. En la región Norte, el cultivo del tabaco era la piedra angular de la agricultura, notándose allí la existencia bastante extendida de la pequeña y mediana propiedad.
En la región Este, la actividad fundamental era la ganadería, sobre la base de latifundismo notablemente acentuado en el lenguaje de la época el latifundismo era denominado como “hato” En la misma región, a la ganadería la seguía el corte de
madera. La región Sur conforma ciertas características similares a la región Este en cuanto a la acentuada presencia de la gran propiedad, pero aquí el hato ganadero no tuvo la importancia que registro en la región Este. En la región Sur, además, es notable la existencia bastante numerosa de pequeños trapiches dedicados a la elaboración de azúcar, melaza y alcohol para la fabricación de ron. A la creación de esa especialización regional de la actividad productiva, contribuyeron las diferentes existentes en las calidades de las tierras de cada región, las variaciones del clima, e incluso, detalles históricos. Cultivo del tabaco 1844 – 1870 Durante el periodo de integración con Haití, el cultivo del tabaco registro un aumento en Santo Domingo como nunca antes se había conocido. Solo la exportación de 1841, que ascendió a 3, 219,690 supero en más veinte veces las exportaciones hechas durante los últimos años del periodo colonial: 1810 – 1822. A partir de la independencia nacional, el cultivo de tabaco continúo avanzando. Fue la única actividad productiva no afectada de manera sensible por los efectos de la guerra dominicohaitiana que inicio en marzo del 1844 y que mantuvo en tensión al país por varios años.
El tabaco tenía dos destinos: el mercado exterior y el interior. Para el consumo local pasaba por una fase artesanal de elaboración para convertirlo en “andullos” que eran utilizados para fumar pipa o “cachimbo” y para masticar, costumbre bastante arraigada
en la población campesina. La comercialización del tabaco, sin embargo, escapo al control de los dominicanos, pues fueron los comerciantes extranjeros, en su mayor parte alemanes, quienes monopolizaron su exportación. Muchos de estos comerciantes eran agentes de casas comerciantes de Bermen y Hamburgo, donde estaban establecidos los principales compradores del tabaco dominicano. el investigador dominicano Antonio Lluberes, en un interesante artículo publicado en la revista EMME (mayo 1978) que de 16 firmas exportadores establecidas en Puerto Plata, apenas 2 eran de apellidos nacionales. Muchos de esos extranjeros exportadores también actuaban como usureros en el plano de la financiación de la cosecha. Facilitan dinero en préstamos a los cultivadores bajo el compromiso de la compra obligatoria de la cosecha. El corte de madera Debido a la buena calidad de la madera dominicana, desde la era colonial disfruta de
un alto aprecio en los mercados europeos. La caoba, el cedro, el pino, el Campeche y otras maderas resistentes fueron artículos de exportación. Durante el periodo de integración con Haití, particularmente la exportación de la caoba se constituyo en una de las principales fuentes de ingresos de divisas. La caoba era altamente cotizada en Francia, Inglaterra y Estados Unidos, era utilizado en la fabricación de mueble, interiores de buques, y en la construcción de las viviendas para puertas y ventanas. Durante los primeros años de la época republicana en el corte de madera y su exportación si bien sufrió una ligera reducción, a causa del conflicto bélico con Haití, fue una de las actividades productivas más importantes.
El informe de Hacienda del 1945-46 señala que durante ese año fueron exportados 3, 223,000 pies de caoba. Diez años más tarde, en 1855, el cónsul ingles Schomburgk, en informe enviado a su gobierno destaca que ese año fueron exportados 3, 479,000 pies a un precio de 122 pesos fuertes el millas. Entre los principales comerciantes extranjeros dedicados al corte de madera estaban: Abrahán Cohen, J.B. Bouvi, quien años más tarde se dedico a la fabricación de billetes falsos, Jules Grandgerard, Nicolás Dorocher y otros. LOS PROBLEMAS MONETARIOS
Especulaciones, sustitución de monedas, leyes que se ejecutaron luego de la independencia, como son: La sustitución de la moneda haitiana por la dominicana Situación de las finanzas La especulación de las monedas oro y plata Primeras emisiones del papel moneda Ley del policía rural para obligar al campesinado al trabajo y su parecido código rural de Boyer Los efectos de esta ley dentro del campesinado Peso dominicano se cotiza a 2,000 por peso fuerte. Conflictos monetarios con cónsules europeos
LOS PROBLEMAS MONETARIOS El estado Haitiano, tenía su sede administrativa en Puerto Príncipe, capital de la República. En Santo Domingo y otras ciudades importantes de la parte este de la isla, solo existían cajas de recaudaciones cuyos fondos periódicamente tenían que ser remitidos a la ciudad capital. Cuando las autoridades haitianas abandonaron nuestro país en marzo del 1844, el recién surgido gobierno dominicano que tomo el nombre de Junta Central Gubernativa, apenas encontró en las cajas la suma de $6,086.64 pesos fuertes y $5,093.77 en moneda haitiana. El único tesoro existente, era el medio circulante en moneda haitiana, aunque muchos comerciantes importantes mantenían siempre en sus arcas monedas extranjeras que eran utilizadas para cubrir sus transacciones en caso de necesidad.
El primer gran problema económico que enfrentaron las autoridades fue el de crear una moneda nacional para poder retirar de la circulación la moneda haitiana, cuestión que fue asumida por la Junta Central Gubernativa el 29 de agosto del 1844, mediante decreto que ordeno una emisión monetaria de 150 mil pesos en moneda dominicana. Con posterioridad a esta primera emisión de billetes, se ordenó otra en moneda metálica de cobre ascendente a 50 mil pesos.
Mientras las emisiones se efectuaban para hacer frente a los gastos de la guerra con Haití que inmediatamente se desato, el gobierno tomo préstamo del comercio local de 12 mil pesos fuertes y $95,591.77 en moneda haitiana. No hay indicios documentales que permitan aclarar cuales elementos fueron tomados en cuenta para determinar el monto de esa primera emisión monetaria, pero lo que sí es evidente es que el peso dominicano nació devaluado, y que la especulación monetaria se constituyó en uno de los más fructíferos negocios de aquella época. Las especulaciones sobre la economía dominicana, se tornaba me manera deplorable, según David Porter, quien fue enviado por el gobierno de Estados Unidos. A la cabeza de esa especulación monetaria marchaban los comerciantes importadores y exportadores, en gran parte de origen judío. Esa indiferencia del gobierno frente a la especulación monetaria y a la sangría de divisas que origino, pues la moneda de buena ley representada en monedas metálicas de oro plata y cobre, comenzó a escasear, profundizaron aún más la devaluación monetaria y la fuga de divisas, a pesar el decreto del 23 de enero del 1845, que prohibió la exportación de este tipo de moneda. El desastre financiero bien obligo al gobierno de Santana tan tempranamente como el 2 de julio del 1847, a establecer una deuda consolidada ascendente a un millón de pesos nacionales, para poder facilitar el canje de la moneda devaluada que comenzó a ser amortizada a razón de 80 pesos promedio de su valor en oro. Esa misma resolución aprobada el día anterior por el Consejo Conservador, autorizo al Poder Ejecutivo a efectuar una nueva emisión en papel moneda por l a suma 250 mil pesos. El propósito fundamental del gobierno era adquirir moneda fuerte representada en monedas de plata y oro para cubrir sus necesidades administrativas y los gastos de la guerra, y también para cubrir la deuda con acreedores nacionales y extranjeros. Esta medida no tuvo los efectos esperados y el papel moneda continúo devaluándose. No obstante, el gobierno se Santa continuo efectuando emisiones monetarias. Entre 1844 y 1849, se efectuaron emisiones monetarias por un valor superior a los tres millones de pesos. Esas emisiones, el desorden administrativo, la situación de guerra con Haití que sustrajo brazos a la agricultura y a las artesanías, originaron una crisis
económica terrible.
Varias disposiciones tomo a Santana a fin de superar la situación antes descrita, la más sobresaliente es la que crea la policía rural, con miras a obligar a la población al trabajo. Esa ley de policía rural, tenía un corte my parecido al Código Rural dictado por el gobierno haitiano de Boyer durante el periodo de la integración con Haití. En uno de sus artículos la legislación establecía “todo habitante residente en una sección rural
deberá tener su campo en un buen estado de cultivo, en proporción a la cantidad de brazos que tuviere en su establecimiento cuyo cultivo se graduara según la cantidad de terreno”
Otras disposiciones tomadas por el gobierno de Santana en sus intentos por superar la crisis económica que padecía el país que merecen se señaladas son las siguientes: la que estimula la inmigración ofreciendo a cada inmigrante 50 acres de tierra a título gratuito, la que exoneraba del pago del derecho aduanero a las maquinas agrícolas e industriales, y la de marzo del 1846, que rebajo los impuestos de importación al arroz, la harina, la papa, frijoles, maíz, azúcar, café, arenque, queso, carne de vaca y a otros productos de primera necesidad. Es bueno mencionar la ley de libre exportación de las minas a solicitud de cualquier individuo promulgada en mayo del 1848, y la les sobre arrendamiento de los bienes nacionales, de mayo del año anterior. La retirada del campesinado “conuquero” hacia lugares menos accesibles a la
vigilancia de las autoridades, acción que facilitaba la escasa población del país, y la total ausencia de controles en las inmensas propiedades del Estado donde el “conuquero” finalmente encontraba asiento.
Esta conducta que se había iniciado con la puesta en partica de parte del gobierno de Santana, de su enrolamiento obligatorio al ejército para combatir las incursiones de los haitianos, se fue generalizando poco a poco años después, cuando los caudillos regionales en permanente estado belicoso, comenzaron a utilizar el mismo patrón para conformar sus tropas particulares y cuando se dictaron medidas para obligarlo a ofrecer servicios gratuitos en la reparación y aperturas de caminos, situación que aprovechan los hateros influyentes o gobiernistas como eran denominados en el lenguaje de la época, para conducir a decenas de trabajadores al trabajo forzado y también gratuito en sus grandes propiedades madereras. La ley de Policía Rural, paradójicamente, creo un estado de desolación en el campo sobre todo en las regiones Sur y Este que afecto aun más considerablemente la actividad productiva durante muchos años. La cuestión monetaria durante el primer gobierno de Báez y el segundo de Santana
Buenaventura Báez, asumió la presidencia de la República el 24 de septiembre del
1849 y si bien anuncio en su discurso inaugural pronunciado ese mismo día la aplicación de un programa de gobierno orientado a organizar el sistema monetario, combatir el agio disciplinar el ejército, e introducir ciertas reformas en la economía, su política financiera o estuvo distante de la aplicada anteriormente por el general Santana. A penas cuatro días después de pronunciado su discurso prometiendo enfrentar el problema monetario, en septiembre de 1849, bajo la excusa de hacer frente a los gastos de guerra, el presidente Báez emitió un decreto ordenando la emisión de un millón de pesos. Siete meses después, en abril del 1850, con la misma excusa ordeno a su ministro de hacienda reunir 600 mil en moneda de oro, al tiempo que dispuso otra emisión monetaria para cubrir la compra de la suma antes señalada. Los documentos oficiales no señalan el monto de esta última emisión. El 15 de mayo de ese mismo año, el descredito alcanzado por la moneda nacional emitida sin ningún respaldo, tanto Báez como Santana, obligo al primero, con la aprobación del congreso, a negociar un empréstito de dos millones de pesos destinados a recoger el papel moneda circulante. Otro factor importante que influyo en el desastre monetario lo fue la falsificación de papeletas, acción dolosa que era practicada por delincuentes con influencias políticas, primero durante el régimen de Santana, y también durante el de Báez. En noviembre del 1854 se descubrió en la ciudad de Santo Domingo una falsificación de considerable importancia.
Sus autores fueron los comerciantes de la plaza Aniceto Freites y Juan Bautista Bouvi, y consistió en la emisión de 300 mil billetes falsos de cinco pesos, que sumaban 1, 500,000. Los billetes fueron impresos en los Estados Unidos e introducidos al país en una nave procedente de Saint Thomas. La más trascendental y escandalosa de las emisiones monetarias hechas por Buenaventura Báez, ocurrió durante su segundo gobierno en 1857, dicha emisión fue hecha con el propósito de aprovechar la excelente cosecha de tabaco que se registro aquel año en el Cibao, a fin de reunir recursos financieros que fortalecieran a su régimen, y al mismo tiempo, ampliaran sus posibilidades de continuar al poder, pues faltaba poco para la terminación de su mandato. En esa oportunidad al principio de decidió hacer una emisión de seis millones de pesos, los cuales serian destinados, dos millones para retirar el papel moneda deteriorada de anteriores emisiones y el resto a la compra de la moneda fuerte en circulación en el Cibao y también a la compra de tabaco. Más tarde se acordó aumentar la emisión hasta catorce millones de pesos.
La situación monetaria durante la anexión
Varios meses después de proclamada la anexión a sugerencia de las autoridades coloniales, fue creada por el Capitán General Santana, una comisión especial para esclarecer la situación monetaria del país. En esa comisión estuvo compuesta por Don Tomas Bobadilla, Don Miguel Lavastida, Don Pedro Ricart y Don Zoilo del Castillo, en calidad de secretario. La referida comisión rindió un informe a las autoridades españolas que señalaba entre 1844 y 1861, fueron hechas varias emisiones monetarias que superaban los 148 millones de pesos nacionales. Del total emitido fueron incinerados más de 64 millones, quedando en circulación casi 83 millones y medio de pesos nacionales, que al cambio fijado por el decreto de Santana el año anterior, significaban una cifra cercana a los 34 mil pesos fuertes. Una opinión más clara sobre el desorden monetario, la ofreció la Cámara de Cuentas, al ser cuestionada sobre el mismo problema. “la Cámara señalan los funcionarios no tienen hoy un archivo fundado, explicito y completo. La funesta guerra de 1857 – 1858 destruyo o disperso lo que hasta
entonces se hallaba en orden. El gobierno que sucumbió entonces, hecho en su agonía, para prolongarse un tanto su convulsa existencia, a la emisión del papel moneda, sin norma ni medida, con un jugador que pierde, y que en un vértigo de desesperación juega a la ultima prenda de su esposa y el último recurso de sus hijos”.
Al final del documento la cámara de cuentas presento una relación sobre el papel moneda puso en circulación entre 1857 – 1861: EMISIONES En 27 de julio de 1857, según registro, había en circulación la cantidad de $38, 556,930.75 Del 8 de noviembre al 21 de enero de 1859 fueron contrasellados por la cámara $19, 242,000.00 Del 4 de mayo al 20 de agosto de 1860, fueron contrasellados por la cámara $20, 000,000.00 Del 22 de agosto al 22 de octubre de 1860, fueron contrasellados por la cámara $10, 240,000.00 Del 5 de enero al 16 de febrero fueron contrasellados por la cámara del 1861 $8, 000,000.00 Para un total de $96, 038,930.75 INCINERACIONES En el año 1858, según registro de contaduría $32,700 En el año 1859, según registro de contaduría $5, 834,063 En el año 1860, según registro de contaduría $7, 797,910 En el año 1861, según registro de contaduría $7,338, 260 En el año 1861, según registro de contaduría $48, 345 Total incinerados $21, 051,278 Total en circulante $75, 037,652.75 Por su parte el Tesorero General, Don Manuel Zapatero, escribió un informe adicional que es una verdadera radiografía del desorden monetario creado por los gobiernos de
Santana y Báez entre 1844 y 1861 Parte del documento referido “la unida verdad que hay, con la de su existencia
amenazante, es que se arrojo a circulación en cantidades que nadie sabe y que nunca quedo la constancia fehaciente, porque ni de las emisiones quedaron huellas indelebles que para siempre debieron dar fe, ni tampoco de las amortizaciones en grado de seguridad, y así aunque parezca de absoluta necesidad se haya perdido mucho, e inutilizado mucho mas, nada hacemos a favor”
Luego de estas y otras indagaciones sobre la cuestión monetaria de Santo Domingo, en Madrid; el consejo deMinistros de España acordó, el 14 de febrero del 1862, proceder al canje de la moneda dominicana, mediante la emisión de billetes talonarios al portado, por una cantidad de $400 mil pesos fuertes. De esa manera, la moneda nacional, en lugar de ser canjeada a 250 peos nacionales por un peso fuerte, como esperaban Santana y su grupo, recibió un valor mucho menor, muy cercano a los 2,000 pesos por cada peso fuerte. LA ECONOMÍA DURANTE LA ANEXIÓN Durante la anexión surgieron varias situaciones en la economía como son: Las actividades productivas de miel de abeja, cera, azúcar, ganadería, corte de madera Situación de las minas Déficit financiero Nuevos impuestos Gobierno colonial amplia democracia.
LA ECONOMÍA DURANTE LA ANEXIÓN Para 1861 la población dominicana ascendía a cerca de 250 mil habitantes y las principales actividades productivas seguían siendo el corte de madera y a la agricultura, sobresaliendo en este último aspecto el cultivo de tabaco que alcanzo ese año entre los sesenta y ochenta mil quintales. Ese mismo año la exportación de ese producto se elevó a una cifra cercana a los 700 mil pesos fuertes.
A estos dos reglones productivos le seguía la producción de miel de abeja y cera. De este último producto se exportaron el año antes mencionado cerca de 30 mil libras, con un valor cercano a los 25 mil pesos fuertes. La producción de azúcar comenzaba a repuntar, aunque su exportación conservaba aun niveles muy bajos. También se producía café, cacao, algodón, pero en cantdades insignificantes más bien dirigido a abastecer el mercado interno. La cría de ganado vacuno, otro renglón importante años antes, había sufrido muchísimo a causa de las discordias civiles y la guerra con Haití, y su exportación era pacíficamente nula. La permanente situación entre Santo Domingo y Haití, cerro el mercado de exportación de ganado vacuno en gran escala hacia aquella República, principal compradora.
A pesar de la existencia de minas muy ricas en oro, plata, cobre y sal, otros minerales con buenos mercados, los yacimientos mineros estaban abandonados. Además, como la guerra de la restauración se desarrolló en el campo el corte de madera fue paralizado.
El brigadier del ejército español Antonio Peláez Campomanes, quien visito nuestro país en aquellos días, destaco que “ l a agricultura puede decirse que no existe, pues a excepción de unos mil quintales de tabaco que se recolecta en la provincia de Santiago, que se exporta para el extranjero, no se cultiva otro producto, a pesar de la facilidad que se obtendría todos con la mayor y abundancia; la azúcar escasamente se fabrica, pero si merecen los cueros al pelo y una cantidad considerable de cera que se exporta a Europa”.
Por otra parte, los ingresos del Estado provenientes en su mayor parte de los impuestos a las importaciones y en menor medida a las exportaciones, apenas llegaron en 1860 a 302,741.61, cuando los gastos superaban el medio millón d e pesos fuertes. Todos los tratadistas que han estudiado este crucial periodo de la historia dominicana, coinciden en sostener que fue a situación de permanente crisis vivida por la República desde la proclamación de la independencia en 1844, el factor clave que empujo a Santana y su grupo, a inclinarse por la reincorporación del país a la corona española. Los resultados obtenidos con esa acción, sin embargo, fueron exactamente contrarios a lo esperado. Pues la economía no mejoro y lo que fueron exactamente contrarios a lo esperado, pues la economía no mejoró y lo que fue peor, España aplico una política que ahondo aun más el ya deteriorado panorama económico de Santo Domingo, llegado a afectar los intereses de los propios propiciadores del proyecto anexionista.
En primer lugar, el tren burocrático fue ampliado hasta la exageración. A Santo Domingo fueron enviados nuevos funcionarios civiles y militares españoles con salarios altísimos, que desplazaron a los nativos en la administración y el mando del gobierno. Ese aumento en la administración creó un déficit crónico en las finanzas coloniales, pues mientras los ingresos apenas llegaban al medio millón de pesos fuertes, los superaron los tres millones, hecho que obligo a la creación de nuevos impuestos. Lo pero ocurrió en el plano monetario. Meses antes de proclamar la anexión, el general Santana emitió un decreto, para favorecer a los especuladores miembros de su grupo, fijando un cambio a la moneda nacional muy por encima de su valor real, con la esperanza de que fuera aceptado por las nuevas autoridades españolas. Las nuevas autoridadesno solo no acataron el decreto, sino que además una buena parte de los funcionarios se dedico al acaparamiento de la moneda devaluada a pin de especular, y para facilitar sus propósitos, rechazaban a los dominicanos el papel moneda supuesto a ser canjeado, bajo la excusa de que se encontraba muy deteriorado o de que era falsificado, para luego comprarlo por trasmano a un valor
bajísimo. Esa conducta afecto sensiblemente a muchos comerciantes nativos que se arruinaron, pues fatalmente esa acción coincidió con una notable reducción del comercio causada por la guerra de secesión que estallo en los Estados Unidos en aquel momento. Ese país teína un mercado importante para los productos dominicanos y el comercio nacional se abastecía con muchos artículos norteamericanos. En plena guerra de la Restauración, el gobierno colonial promulgo dos disposiciones sumamente odiosas: la primera fue el impuesto del 4% sobre el valor de las viviendas a los habitantes de la cuidad capital, y la segunda era el denominado “servicio del bagaje” que arruino el negocio del transporte a base de recuas, pues obligaba al campesinado dominicano a prestar sus animales, sus hombres y familiares, para el traslado de las tropas en campaña. Lo que más afecto la economía de la nación durante la anexión fue la guerra de la restauración que sustrajo miles de brazos a la agricultura, deterioro la administración pública y dejo amplias zonas del país comercialmente paralizadas.
CAMBIOS EN LA POLÍTICA ECONÓMICA 1865 – 1880 En este capítulo veremos los siguientes puntos: Primeras medidas de corte fomentalistas Listado de concesiones otorgadas por el Estado dominicano para el fomento de la agricultura y la industria entre 1866 – 1870 Franquicias favorecen la introducción del ferrocarril. Política de fomento del Presidente González
CAMBIOS EN LA POLÍTICA ECONÓMICA 1865 – 1880 Después de la anexión a España y la consiguiente guerra de la Restauración, profundizaron hasta la catástrofe el débil aparato productivo de la nación, u na nueva orientación en la condición de la economía comenzó a ser aplicada por los diferentes gobernantes que asumieron el poder a partir de 1865. En primer lugar, se fueron adoptando medida de corte fomentalistas a fin de incentivar la economía. En consecuencia, el Estado paso a incentivar para estimular la producción. Los primeros pasos en esa dirección fueron tomados por el general Cabral (1866 – 1868) y continuaron siendo aplicados por Báez (1868 – 1874) y por los demás gobiernos que sucedieron.
El Estado dominicano en ese momento tenía una enorme ventaja para actuar en esa dirección, era propietario de caso 80% del territorio nacional. Desde hacía bastante. tiempo varios intelectuales que ocuparon posiciones importantes en la administración pública y en el parlamento, venían defendiendo la necesidad de
que el Estado adoptase una conducta más activa en el plano de la conducción de la economía. Hasta de momento los distintos gobiernos que se sucedieron entre 1844 y 1865, habían cifrado sus esperanzas en la inmigración para desarrollar el país, pero todos los esfuerzos que hicieron fracasaron
Entre los intelectuales que más se destacaron en defensa de la intervención del Estado en el fomento de la economía se destacan: Pedro Francisco Bono, Benigno Filomeno de Rojas, Pablo Pujol y Manuel de Jesús de Peña y Reynoso. Entre los tres el más importante lo fue Pedo Francisco Bono, un hombre con una extraordinaria capacidad, abogado, medico, ensayista, periodista, economista, etc. Para Bono, de acuerdo l discurso que pronuncio en el Senado en 1856, la situación económica del país se veía afectada, desde el surgimiento de la República, debido a factores adversos, grandes males, según sus propias palabras que influían de manera negativa en su desenvolvimiento. El primer gran mal que afectaba era la existencia de un ejército permanente muy numeroso que no dejaba al hombre trabajar, le gaste su tiempo y no le da compensaciones. Otro gran mal que afecta la economía del país era la falta de equilibrio en sus rentas y erogaciones, falta que obliga al gobierno a emitir continuamente un papel moneda que desgasta la riqueza pública. Casi el noventa por ciento de los egresos del Estado se gastaban en el ejercito de cerca de diez mil soldados muy mal pagados, apenas había sido abiertas en todo el país seis escuelas públicas y un seminario administrado por la iglesia Católica. El total de niños y jóvenes que recibían docencias no llegaban a seiscientos y la asistencia sanitaria era rural, pues solo existía un hospital situado en la ciudad capital. Por otra parte los caminos para el transporte eran las mismas trochas abiertas durante la colonia y en algunos lugares las mismas vías trazadas por los aborígenes.
Los principales correctivos propuestos por Bono, nunca fueron puestos en práctica por ninguno de los gobiernos que tuvo que soportar la República, pero el espíritu fundamental de su propuesta, que era la de una mayor participación del Estado en el estimulo al desarrollo económico entro en vigor a partir de 1866. Como parte de la política fomento que diferentes gobiernos se dedicaron a la entrega, mediante concesiones y franquicias, de importantes recursos del país a empresas y ciudadanos extranjeros. Muchas de esas concesiones no entraron en ejecución y otras fueron traspasadas como la del telégrafo y solo algunas salineras realmente entraron en producción. Resulta interesante destacar que de las 14 concesiones más importantes codificadas por nosotros, correspondientes a los años 1866 – 1870, solo una fue entregada a un ciudadano dominicano, la de Carlos Báez, con la Salinas de Bani en el 1870. Además de concesiones el gobierno entrego muchas franquicias para reducir impuestos de importación de instrumentos de trabajo y maquinarias, para exonerar el derecho a puerto y tonelaje a barcos que transportaban materias primas para ser usadas por empresas concesionarias, para exonerar o rebajar los derechos de exportación a exportadores de frutos y para exonerar impuestos los alimentos
destinado a los empleados de las nuevas empresas. Entre 1876 y 1878 fueron concedidas concesiones y franquicias de gran significación, como la que permitió la construcción del ferrocarril Sánchez La Vega, que comenzó sus trabajos en 1882 también la que estableció el monopolio de transporte marítimo entre la República y Estados Unidos, y otra menor para establecimiento de fábricas de jabón, velas y pastas alimenticias. El 12 de mayo del 1875 el presidente González promulgo un decreto que estableció franquicias para exonerar derechos de importación a las maquinas de vapor que fueran utilizadas por los ingenios azucareros. Ese mismo decreto exonero por tres años la importación de comestibles para la alimentación de los trabajadores y técnicos de la industria azucarera y a los muebles a ser usados por los funcionarios. La orden de poder ejecutivo también liberaba del servicio militar a los dominicanos que trabajaban en los ingenios. LOS PRIMEROS BANCOS
El pensamiento de Borlo entorno a los problemas financieros El desorden administrativo Déficit en las cajas recaudadoras La indolencia de los funcionarios frente a la corrupción La mala calidad del papel moneda fomenta la falsificación monetaria The first City Bank ingresa al negocio financiero de Santo Domingo The Royal Bank of Canada abrió sucursal
LOS PRIMEROS BANCOS: ANTECEDENTES Entre los más serios inconvenientes con que surgió a la vida independiente la nación dominicana, no solamente se encuentra la falta de recursos financieros, sino además, la carencia de un grupo dirigente con plenos dominios de la economía y las finanzas. La creación de un banco nacional había sido formulada en la constitución de 1844 en su artículo 94, incisos 5, 6 y 7, pero jamás el propósito fue puesto en práctica. Otro de los grandes problemas lo era el desorden administrativo y la conducta dolosa de una buena parte de los funcionarios que tenía a su cargo las recaudaciones del Estado. La indolencia exhibida por los altos funcionarios cuando se ponían en evidencia cualquier malversación de los fondos públicos. En 1856 fueron descubiertas varias irregularidades en varias cajas administrativas de las principales ciudades, Santo Domingo, Puerto Plata y La Vega, ningunos de los funcionarios de esas dependencias fueron llevados a justicia. En año siguiente 1857 no solo se registraron los mismos déficit, sino que era más grave, según informe el senador Francisco Fauleau, encargado de examinar informe del ministro de hacienda, fueron encontrados en caja cerca de 500 mil
pesos en vales incobrables y letras protestadas. Otro de los males que a menudo perjudican el fisco público, es que casi siempre que el gobierno se dedicaba a la construcción de una obra, los gastos exceden considerablemente a lo que se había propuesto, circunstancia que no podemos atribuir sino a la alta falta de presupuesto hecho con exactitud. Durante el régimen de los seis años de Báez, una disposición del poder ejecutivo autorizo en 1869 a los norteamericanos Edward Prime Jr. Y Edward P. Hollister, a fundar un banco que se denominaría Banco Nacional de Santo Domingo el cual tendría un capital de 100 mil pesos fuertes. Esa cantidad podría realizar todas las operaciones de cambio, descuento, depósito, hipotecas, ventas, etc. Obligación de reembolso al a vista en la ciudad de Santo Domingo. Uno de los contratos firmados entre el gobierno de Báez y los norteamericanos para la fundación del Banco Nacional de Santo Domingo, establecía que el banco pagaría al gobierno el 1% sobre los billetes emitidos. Esos billetes serian recibidos e pago de impuestos municipales, compra de tierras públicas. Y toda clase de impuestos pero no el pago de derechos aduanales. Este proyecto de los norteamericanos pronto fracaso, pues abrió con poco capital, los fundadores no pudieron reunir la cantidad originalmente establecida, y su administrador residente, E. Prime, declaro la empresa en banca rota.
Otros proyectos bancarios fallidos se efectuaron durante el gobierno de González en 1875, en el efímero mandato de Espaillat en 1876, y también en el gobierno del Arzobispo Meriño, encontrándose asociados en este último proyecto, el comerciante dominicano Maximiliano Gullón con el norteamericano Manuel Dodina. El 26 de noviembre del 1888, el presidente Ulises Heureaux, otorgó a su socio y amigo, el general Eugenio Generoso de Marchena, una concesión para la fundación de un banco. Por sus relaciones con capitalistas europeos fundamentalmente ingleses y franceses, de Marchena en aquel momento se había convertido en el principal consejero financiero del gobierno, en cuya representación había logrado conseguir un acuerdo con la casa Westendorp & Co. Que abrió de nuevo con las compuertas al endeudamiento exterior dominicano. En enero de 1889, en un arreglo cuyas interioridades se desconocen, de Marchena traspaso su concesión al abogado español con oficina en Londres, Antonio María Regidor, quien había servido como representante del gobierno dominicano ante el comité de Bonos Extranjeros grupo que reunió a los poseedores de los bonos que puso en circulación la casa Hartmont, a partir de 1869. El 26 de junio de 1889, Heureaux otorgo a la sociedad Credit Movilier, de Paris Francia, los derechos necesarios para establecer en nuestro país un banco. Esa entidad financiera tendría un capital de dos millones de pesos en oro, pero la primera emisión de acciones deberá ser un mínimo de 800 mil pesos oro. Por el articulo diez se estipulo que el banco tendrá el derecho exclusivo de emitir billetes pagadero en metálico al portador y a representación, del importe que respectivamente fije a cada
billete de administración en Europa, en una extensión equivalente al duplo del capital efectivo del banco y siendo su circulación legal dentro de la república. Los banqueros se comprometieron a abrir sucursales en la ciudad capital, Santiago, Puerto Plata Montecristi y Samana. El Banco Nacional que quedo debidamente instalado en noviembre del 1889, con oficinas en la calle Colon, de la ciudad de Santo Domingo, puede decirse, fue la primera que fue la primera institución financiera de este tipo que opero en la República Dominicana. Pero su funcionamiento normal no permaneció por mucho tiempo ya que a finales del 1891, entro en conflicto con el presidente Heureaux, con motivo de un préstamo que, por la suma de 150 mil pesos, solicitara el dictador dominicano. En el contrato personal establecido por el gobernante dominicano con el Banco de Santo Domingo, se estipulaba que esa entidad podía elevar el préstamo hasta la suma de 300 mil pesos, compromiso que no pudo cumplir, y como esa entidad financiera no había abierto sucursales que contractualmente se obligo a abrir en el interior del país, el ministro de hacienda de Heureaux comunico de forma amenazante, que si él no cumplía con el desembolso de la suma total que especificaba el acuerdo de préstamo, el gobierno podía anular la concesión bancaria, en virtud de que no habían sido abiertas las sucursales en el interior que se señalaban en el contrato original. El banco negocio con el General, a un título personal, un arreglo por cuyo medio Heureaux entregaba al banco $127,500.73 en hojas de sueldos y bonos de la deuda pública con un 5% de descuento. Este documento, fechado en Santo Domingo el 30 de diciembre de 1891, fue seguido por otro acuerdo con fecha del día siguiente entre los dirigentes del banco y el ministro de hacienda, con el propósito de otorgar al banco los beneficios que había exigido por su negociación directa con el General Heureaux. Un año después el 3 de diciembre del 1892, Heureaux dirigió una carta al Banco Nacional de Santo Domingo, informando que traspasara sus obligaciones al Sr. Jacobo de Lemos, un socio suyo, propuesta que fue rechazada por el banco. La negativa origino una demanda judicial del general contra el banco, siendo condenado este ultimo año el 22 de diciembre por el Tribunal de Primera Instancia a pagar una indemnización de $60 mil al dictador La institución financiera se resistió a cumplir con la sentencia, y entonces el gobernante acompañad de la fuerza pública se presento personalmente al banco, y con la ayuda de mecánicos Estadounidense, rompió la caja fuerte y se apropio de la suma reclamada. Este hecho dio origen a un serio conflicto diplomático entre el gobierno de Heureaux y Francia, y un almirante de la marina de ese país con varios buques de guerra viajo a Santo Domingo para demandar una reparación de los daños causados. Sin embargo la intervención de los Estados Unidos y de la empresa norteamericana Santo Domingo Impronvement Co. tales incidentes dieron comienzo a la decadencia del banco, el cual dejo de operar después de una primera declaración de quiebra dictada en noviembre del 1900. A partir del cierre del Banco Nacional de Santo Domingo, algunos comerciantes importantes actuaron individualmente como agentes financieros, realizando préstamos, descuentos de documentos, y transacciones. Cabe mencionar a la
familia Vinici y a Santiago Michelena, quien llego a actuar incluso como representante de los intereses del First National City Bank.
En 1912, fue organizado el Banco Nacional de Santo Domingo, cuyos accionistas principales eran los norteamericanos, Samuel M. Jarvis, y Frank M. Mitchell. En calidad de accionistas participaron en su fundación de los dominicanos Jaime Vidal, Angelo Porcella, Arturo Pellerano Alfau, Pedro Nadal, P. A. Ricart y la familia Ricart Cía. nEn 1917 durante la ocupación militar norteamericana, este último consorcio financiero adquirió los negocios de Michelena y abrió un sucursal en Santo Domingo bajo el nombre de The International Banking Corporation. Una orden ejecutiva del gobierno interventor norteamericano de abril de 1917, designo a este banco como depositario de los fondos del gobierno militar. Tres años más tarde, en 1920, The Bank of Nova Scotia, abrió también una filial en nuestro país. MEDIOS DE COMUNICACIÓN: 1844 – 1924 Como se ha mencionado, la falta de vías terrestres de comunicación acentúa el atraso de la economía: El principal medio de transporte es el animal de carga Inicio de construcción de ferrocarril Sánchez La Vega Velocidad del ferrocarril Santo Domingo con el exterior
MEDIOS DE COMUNICACIÓN Tanto en la región del Cibao como en la ciudad capital, asociaciones e intelectuales de prestigio trataron en vano de motivar a diferentes gobiernos papa que emprendieran la construcción de vías terrestres que puedan facilitar el transporte de las mercancías. La ausencia de carreteras estimulo la crianza de caballos de paso fino para el uso del viajero individual. En el Cibao y en la región este del país se dedicaba a su cría con fines de ventas. Por otra parte, la indiferencia de los gobiernos frente al mal estado de los caminos condujo a varios productores y comerciantes a crear proyectos e intentar llevar a la práctica algunos planes para solucionar el problema. En 1846 la sociedad Patriótica de Fomento de Santiago, trato de conseguir los recursos necesarios para construir una carretera que uniera esa población con Puerto Plata, pero fracaso en su intento. Un año después se pudo lograr que el congreso aprobara la creación de un peaje a los viajeros y a las recuas que viajaban con el fin de recaudar fondos para construir una carretera que felicitará la comunicación terrestre, pero estos fondos recolectados en aplicación a la ley nunca fueron dedicados al objetivo propuesto.
El esfuerzo más importante lo llevo a efecto Gregorio Riva, fundador de un pequeño
poblado situado en el Noroeste del país al borde del rio Yuna que fue denominado Almacén de Yunna, y que hoy lleva como nombre Villa Riva. A partir de la década de los sesenta se dedico a los negocios de exportación y al propio tiempo de canalizar las aguas de los ríos Camú y Yuna, el primero afluente del segundo, a fin de utilizar sus aguas como transporte de los productos agrícolas desde el centro del Cibao hasta la bahía de Samana. Rivas fue el propulsor de la construcción de un ferrocarril. Esa vía que comunico la vega con Sánchez un tramo de 132 kilómetros, fue construido con capital ingles. Fue inaugurado en 1887. Su propietario es la compañía escocesa, cuyo principal accionista era Alexander Bair. El ferrocarril era utilizado para el transporte de carga y pasajeros. El proyecto que unió a Sánchez con La Vega fue denominado originalmente, ferrocarril Santiago Samana pero no alcanzo esas poblaciones, aunque más tarde fueron construidos rémales que enlazaron a San Francisco de Macorís, Salcedo, Moca, y Santiago a esa vía farrea. Durante el gobierno de Heureaux se mejoraron algunos caminos y fueron construidos algunos puentes, como el del rio Ozama, pero no se construyeron carreteras que permitiera el transito normal. Esa situación que afectaba de manera muy sensible el avance de la agricultura. Durante el régimen de Cáceres se dio inicio a la construcción de una carretera que uniría a la ciudad de Santo Domingo, situada en la zona sur, con el norte. El proyecto fue iniciado en 1910, pero quedo trunco pues la muerte del presidente el año siguiente, solo había sido abierta una pequeña vía que de unos 14 kilómetros que apenas llegaba a Los Al carrizos.
La construcción de la carretera que unió a la ciudad capital con el Cibao, y otra que comunico a esa misma cuidad con Barahona y la del Este que llego hasta la Romana, estuvieron a cargo de empresas norteamericanas. Esas nuevas carreteras dieron un notable impulso a la economía pues unificaron el mercado nacional, haciendo posible la utilización del automóvil como medio de comunicación terrestre, originado al propio tiempo una reducción en el costo del transporte de los productos agrícolas y otros. LA SITUACIÓN ECONÓMICA ENTRE 1922 – 1930 En 1922 los norteamericanos, en cumplimiento del acuerdo de evacuación que se conoce con el nombre de plan Hughes-Peynado, instalaron un gobierno provisional presidido por Juan Bautista Vicini, con el propósito fundamental de que organizara comicios para elegir un presidente constitucional ya al cuerpo legislativo. El régimen de Vicini no tomo en el plano económico ninguna medida significativa. A diferencia de otras sociedades agrícolas atrasadas con economías orientadas en lo fundamental al mercado interior, la economía dominicana apuntada hacia el exterior, y no podía suplir las necesidades de alimentación de su población. En julio del 1924, Horacio Vásquez llego al poder por medio de elecciones, la situación económica nacional no era de bonanza, sino de dificultades. Los
precios de los principales artículos de exportación se despalmaron en 1920, a causa de la crisis mundial, no había logrado su completa recuperación y la tendencia en el mercado mundial era inestable. Tal realidad redujo los ingresos del Estado y por este motivo muchas escuelas habían sido cerradas durante el gobierno militar norteamericano y no pudieron ser abiertas inmediatos. En 1924, la suma total recaudada por el régimen de Vásquez alcanzo los 10, 320,730.07 dólares y de ese total tuvo que pagar 4, 519,476.62 dólares, casi el 59%. Por tales razones, necesitado de recursos para poder cumplir con sus promesas electorales, Vásquez acudió al congreso para que le permitiera emitir bonos por la suma de 2, 500,000 dólares, con un interés de 5 ½ %, rendible a los dos años, petición que fue cumplida mediante resolución. Esa emisión se amparo en una orden ejecutiva del gobierno interventor, que aprobó una emisión de bonos por la suma de 10 millones de dólares, del cual solo se utilizaron 6,700 millones dejando pendiente la suma de 3, 300 millones. Con la aprobación del gobierno de Estados Unidos, una firma norteamericana descontó los bonos. Con esta nueva emisión la deuda exterior dominicana se elevo a l $3, 534,276.14 dólares.
A finales del 1924, el viejo caudillo cibaeño estableció un acuerdo con el gobierno norteamericano para la firma de una nueva convención que entro en vigencia el año siguiente, luego de será aprobada por el congreso de Estados Unidos y el de nuestro país. En el 1929, no fue muy bueno para la economía nacional, ni mucho menos para las finanzas del gobierno, pues Vásquez quien pretendía reelegirse, abrió de par en par la corrupción en la administración pública y el ejército. Ese año una misión de expertos en cuestiones financieras contratada por el gobierno, la cual estuvo encabezada por Charles Dawes, ex vicepresidente de los Estados Unidos, recomendó recortes en el presupuesto de la nación y descubrió manejos turbios en los fondos que administraba el ejercito. Ese mismo año en el 1929, el 24 de octubre, estallo la gran depresión de la economía norteamericana, hecho que origino el cierre de la bolsa de valores de New York, los precios del azúcar y todos los productos dominicanos de exportación, salvo el café, de la misma manera que como ocurrió durante la crisis de 1920, se desplomaron, y el gobierno se vio obligado a aplicar una rígida política de austeridad suprimiendo centenares de empleados públicos. Decenas de pequeños, medianos comerciantes, y hasta grandes importadores y exportadores, comenzaron a entrar en dificultades, pues vieron de pronto su crédito restringido o cerrado, registrándose una paralización de casi todas las ventas.
DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL A LA CREACIÓN DE LA MONEDA NACIONAL
Datos sobre industrias en 1973 y su diferencia respecto a 1942
Datos sobre industrias en 1946 Los inicios sobre el uso del cemento en las construcciones Aumenta la producción arrocera Sistema de trabajo en las fincas arroceras La reforma monetaria crea moneda nacional
DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL A LA CREACIÓN DE LA MONEDA NACIONAL La economía dominicana en el 1930 y los años finales de la segunda guerra mundial, el país registró un crecimiento considerable, aunque la mayor parte de la población continúo viviendo en la miseria. Durante ese periodo que cubre algo más de 15 años, comenzó a parecer un cierto desarrollo industrial orientado a la sustitución de importaciones, proceso que fue favorecido por leves que lo estimularon y hasta por propios inconvenientes comerciales creados por la propia guerra. En este sentido la producción azucarera fue ampliada, el cultivo de nuestros productos tradicionales fue en aumento, con ligeras caídas y se expandió la producción de muchos productos de primera necesidad que se importaban, como el arroz, las habichuelas, las grasas comestibles etc. Sin embargo ese incipiente industrial desarrollado fue monopolizado por Trujillo, sus socios y familiares quienes amparados en el control político y militar absoluto del país, se constituyeron en el principal grupo burgués nacional. Durante ese período, la industria azucarera, en manos de empresarios norteamericanos, era el pilar del desarrollo industrial. Podemos decir que la República Dominicana en aquellos tiempos era una gran factoría azucarera, con una artesanía en transición hacia la manufactura, en cuyo alrededor existían dos o tres docenas de verdaderas industrias, esas últimas, casi todas propiedad de Trujillo.
250 Fabricas de zapatos 87 Fábricas de chocolates 212 Fabricas de muebles 28 Fábricas de cigarrillos 87 Fabricas de ataúdes 16 Fábricas de Harina 10 Fabricas de jabón 6 Fábricas de licor El número de personas empleadas en la industria nacional, paso de 31,950 en 1937 a 39,475en 1942. Pero al igual que como ocurría en 1937, la industria azucarera empleaba cerca de 70% del total de los trabajadores bajo salarios del sector industrial. Por estos años, entre las nuevas fabricas que aparecieron, se cuentan queserías, fabricas de ladrillos y bloques, varias empresas dedicadas a la confección de tejidos, dulcerías, fabricas de embutidos, panaderías, zapaterías, mas dos nuevos ingenios azucareros, etc.
En estos cinco años, las exportaciones crecieron en casi dos millones de dólares, y las importaciones se mantuvieron escasas. Los ingresos del Estado, por su parte, se dispararon de 11, 561,867.48 dólares en 1937 a 16, 799,839.03 dólares en 1942. La agricultura también avanzo durante este periodo, pero el logro más importante ocurrió en el arroz, el país alcanzo su autoabastecimiento, pasando a ser además exportador de ese grano. El aspecto financiero Uno de los logros más importante de la tiranía, además de la creación del Banco de Reservas en 1941, y la fundación del banco agrícola e Industrial en 1945, entidades estatales que Trujillo utilizo para la ampliación de su crédito personal a fin de ensanchar sus actividades comerciales e industriales, lo fue el pago de la deuda exterior a mediados de 1947 que ascendía en esos momentos a $9,270,855.55 dólares, acción que le permitió la promulgación de un conjunto de leyes dirigidas a implantar el signo monetario nacional., que sustituyo el dólar que circulaba legalmente en nuestro país desde 1905. Para reunir la suma pagada para cubrir la deuda exterior, el gobierno ordeno al Banco de Reservas la compra de una emisión de bonos del Estado por la casi totalidad de la suma a ser cubierta, pagaderos en 17 meses. Para llevar a efecto la reforma monetaria, en enero de 1947 fue reformada la Constitución dominicana, para anular una clausula que prohibía las emisiones de papel moneda desde hacía casi cuarenta años, y fue promulgada la ley no. 1528, del 13 de octubre de ese mismo año, más la ley orgánica del Banco Central. Diez días después de promulgada la primera legislación, el 23 de octubre de 1947, se procedió a hacer el canje del dólar norteamericano en circulación por el peso oro dominicano equivalente a 0.888671 de gramos de oro. El peso dominicano, como el dólar, fue dividido en cien partes iguales denominadas centavos. La reforma monetaria de 1947, estableció al libre con convertibilidad de la moneda nacional con cualquier divisa extranjera. El año siguiente, una resolución de Fondo Monetario Internacional, institución internacional de control financiero, creada en 1944 con los convenios de Bretton Woods, reafirmo la paridad del peso dominicano frente al dólar.
RESUMEN DE LA ECONOMÍA DOMINICANA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS
La decadencia de la totalitarismo trujillista Política económica de Juan Bosch Golpe de Estado y política económica del Triunvirato
El segundo Triunvirato La guerra de abril y el gobierno provisional de García Godoy La economía durante los 12 años de Balaguer La economía durante el gobierno del PRD Política económica de los 10 años de Balaguer Medidas económicas de Leonel Fernández El gobierno de Hipólito Mejía Actividad empresarial El sector minero El endeudamiento publico externo de la republica dominicana (1994-2003). Análisis de sus causas y consecuencias
La decadencia del totalitarismo trujillista. El monopolio que ejercía Trujillo sobre las actividades económicas más importantes del país, lo convirtió en el hombre más rico de la nación. La inversión de capital extranjero se redujo, y el dictador comienza a final de su período, a reintegrar la deuda externa que había eliminado totalmente. A partir de 1958 la crisis económica venía afectando considerablemente al pueblo dominicano con el aumento desproporcionado del desempleo y los artículos de primera necesidad. A partir del ajusticiamiento de Trujillo, se produjo una aguda inestabilidad política, social y económica; la población se centraba en su deseo de acabar con los remanentes del régimen.
Política económica de Juan Bosch Bosch, es quien primero plantea una Reforma Agraria. Se interesó además en impedir cualquier tipo de corrupción administrativa. Bosch, a pocos meses de su gobierno, promulgó una nueva Constitución, de carácter liberal, que contemplaba las siguientes reformas en cuanto a lo económico: prohibió los latifundios privados, calificó el minifundio como antieconómico y antisocial, prohibición de la propiedad de los extranjeros en nuestro territorio, la prometida Reforma Agraria y derecho a los trabajadores a gozar de los beneficios de la empresa. En 1963 nuestro país sufre un notable desequilibrio económico. El Presidente toma entonces algunas medidas, tales como: recuperación de algunos bienes del Estado que se encontraban en manos de los Trujillo, solicitar a los empresarios anticipar el pago de los impuestos para pagar el sueldo a los empleados, plan de austeridad del gasto público, restricción del gasto público, revocó el contrato del Estado dominicano con la Esso Standard Oil para construir una refinería de petróleo, promulgó la ley tope del azúcar y la miel, obligó a los exportadores a entregar el 100% de las divisas para regular el flujo, creo el Departamento de Control de Precios, firmó un préstamo para construcciones de la presa de Taveras y Valdesia y el muelle de Puerto Plata.
A decir verdad, es casi seguro que el pueblo dominicano no estaba preparado para vivir en la democracia y libertad. Las medidas de Bosch boicotearon la política económica de la burguesía a favor de la clase pobre, lo cual entre otras causas provocan que a sólo 7 meses de gobierno, sea víctima de un Golpe de Estado con falsas acusaciones, poniendo fin a la nueva gestión económica, que incluía la Reforma Agraria.
Golpe de Estado y política económica del Triunvirato La agitación social y las presiones de diversos sectores nacionales y extranjeros llevaron el gobierno a la derrota. En 1963 se produjo el Golpe de Estado, y el profesor Juan Bosch fue preso y exiliado. Los golpistas disolvieron el Congreso Nacional y declararon inexistente la nueva Constitución, poniendo en vigencia la Constitución de 1962. Entre las medidas económicas, cabe mencionar la subida de los precios de los artículos de primera necesidad.
El segundo Triunvirato Tomaron medidas a favor de la clase empresarial como estrategia para recobrar simpatía y adeptos. Entre éstas, se contemplaba la eliminación de impuestos de numerosos artículos de importación, concedieron préstamos al empresariado dominicano, incrementó los gastos del Estado, estimuló la inversión privada. Estas medidas trajeron consigo un déficit económico en la balanza de pagos y un desorden en la economía nacional . La situación económica del país era muy precaria, lo que produjo el descontento social y el reclamo de los sectores populares por medio de diversas huelgas.
La guerra de abril y el gobierno provisional de García Godoy El Triunvirato sobrevivió precariamente mientras se mostraba su incapacidad administrativa. El comercio ilícito por parte del aparato estatal llegó a tales niveles, que empezó a perjudicar los intereses de los sectores burgueses. Es difícil esquematizar el aparato económico durante la guerra civil, que buscaba la salida de Donal Reid (Presidente del Triunvirato) y el retorno a la constitucionalidad , es bien sabido que la crisis impregnaba en todos los sectores, pues la población en general se integró a la lucha, dejando de lado sus actividades sociales y económicas. La Guerra finalizó con las negociaciones de la OEA que objetaban a García Godoy como presidente provisional. La tarea del nuevo Presidente tenía como prioridad la reorganización del Estado para crear las condiciones para la celebración de elecciones en 8 meses. Aplicó la sustitución de las importaciones, fomentó las exportaciones, liberó de impuestos a los artículos de primera necesidad, etc. La campaña electoral se caracterizó por el terrorismo en contra de la candidatura de Juan Bosch y en beneficio de Joaquín Balaguer, quien tomó la presidencia el 16 de agosto de 1966.
La economía durante los 12 años de Balaguer Balaguer procedió a fortalecer el aparato económico nacional. Su política económica se basó en el fomento del sector agrario, incentivo de la producción industrial y estímulo a la inversión extranjera. El modelo desarrollista se basó en la construcción de infraestructura vial y de grandes obras y planes habitacionales. Fomentó el parasitismo político. El modelo fue aprovechado con los precios relativamente bajos del petróleo, pero altos para el café, azúcar, cacao. El grueso de los fondos del presupuesto estuvo dirigido hacia la agricultura debido a la necesidad de cubrir la demanda interna y evitar las importaciones. Se introdujeron las leyes agrarias que aplicarían una reforma en el sector agrícola; estas leyes protegían al pequeño campesino por el Estado. Fueron rechazadas por los latifundistas, y su puesta en práctica resultó muy limitada.
El incentivo industrial fue uno de los propósitos fundamentales de los gobiernos de Balaguer. Mediante la ley sobre Incentivo y Promoción Industrial se exoneró del pago de impuesto a las maquinarias y a las materias primas para las nuevas industrias. En poco tiempo, cientos de nuevas industrias se instalaron. Ya para el 1975 el gobierno se había consolidado en el poder con gran estabilidad y crecimiento económico. Se estableció una clase media que fueron personas beneficiadas por concesiones y privilegios que les otorgó el gobierno. El gasto público estuvo dirigido fundamentalmente a las obras de infraestructura, además, numerosos consorcios y empresas principalmente norteamericanas recibieron concesiones ventajosas y estímulos para invertir en el país. A partir de la década de 1970 la economía dominicana sufre un cambio hacia una economía de servicios, pasando de esta forma la agricultura y la ganadería a un segundo plano.
La economía durante el gobierno del PRD En 1978 fue electo el presidente Antonio Guzmán. Entre sus características se encuentran la ampliación de los gastos corrientes que crearía una demanda inducida para activar la producción y el apoyo a la producción agrícola y agropecuaria. Estos factores en lugar de estimular de desarrollo de los sectores productivos, trajeron consigo una crisis económica, déficit presupuestal, incremento de las importaciones y paralización de proyectos por falta de fondos. El Presidente tomó algunas medidas para encaminar la economía nacional, pero que sumada a los daños causados por el huracán David y la tormenta Federico no tuvo mejoría.
Guzmán fomentó de manera sustancial el apoyo a la producción agropecuaria. Los productos de la dieta diaria estuvieron al alcance del poder adquisitivo de la mayoría de la población. Por último, las empresas estatales fueron proyectadas por el Presidente para ser saneadas administrativamente, tomó préstamos que no lograron resolver los problemas. Para las elecciones del 1982 el PRD se encontraba dividido, y de los comicios electorales fue electo Salvador Jorge Blanco. Sus
medidas económicas giraron en torno a reducir el déficit fiscal y de la balanza de pagos a través de la eliminación de subsidios a los sectores productivos nacionales. Inició el tránsito hacia la economía de servicios iniciada por Balaguer. Sin embargo la crisis se agravó. Esto trajo como consecuencias el aumento de la inflación, devaluación del peso, alto nivel de desempleo y deterioro de las condiciones de vida. El endeudamiento nacional crece nuevamente con la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero que con sus medidas sugeridas la situación empeoró. La inflación se disparó al 700% y se produjo un aumento de los precios de los productos básicos en un 200%. Las denuncias de corrupción al gobierno de Jorge Blanco fueron orientadas a desacreditar su gobierno y la incapacidad administrativa del PRD destruyendo la poca popularidad que aún conservaba. Balaguer y el partido reformista estuvieron a cargo de estas denuncias de enriquecimiento ilícito. Balaguer se presentó a elecciones como la figura clave para gobernar con eficacia administrativa.
Política económica de los 10 años de Balaguer El país empezó a beneficiarse de una estabilidad macroeconómica que favoreció el desarrollo. Se redujo el nivel inflacionario, se controló el presupuesto fiscal y se redujo la deuda externa. El gasto público fue dirigido a la expansión y el crecimiento, centrado en la construcción. De esta forma enfrentó el desempleo, aumentó el flujo de dinero y la capacidad adquisitiva de amplios sectores. En general, se inició la política neoliberalita. Se produjo un reordenamiento del aparato productivo centrándose en la economía de servicios ya iniciada. El impacto del turismo y las industrias de zonas francas, inician a la República Dominicana en el mercadeo y publicidad de lo que puede ofrecer y servir, en lugar de vender.
Estas industrias generan fuentes de trabajo, promocionando la emigración hacia los focos turistas, algo ya había iniciado hacia la ciudad de Santo Domingo y Santiago. Las zonas francas surgieron fruto de la inversión extranjera que Balaguer incentivó, por tanto, la mayor parte de sus fondos es dirigido a su país de origen, limitando las ganancias de nuestro país a pequeñas recaudaciones de impuestos. Con el turismo, existe un fenómeno parecido, teniendo que agregar otros males como el impacto ambiental, transculturación, promoción sexista y denigradora de nuestro país, entro otros. La balanza de trabajos se equilibró considerablemente con este nuevo tipo de industria, aunque hoy día está causando efectos contraproducentes. La aplicación de estas medidas neoliberales perjudicó la producción agropecuaria. Se acrecentaron los cordones de miseria en las periferias de las grandes ciudades y también se produjo el éxodo migratorio hacia el extranjero.
Medidas económicas de Leonel Fernández
El gobierno de Leonel Fernández inició con debilidad por la fuerte oposición que presentaba en el Congreso. Su programa de gobierno se centró en la modernización del Estado y las instituciones públicas a través de diversas reformas. El PLD sometió al Congreso un paquete de medidas económicas que incluía el ajuste de los precios de los combustibles a un aumento, aumento del ITBIS, impuesto selectivo al consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos y la unificación de la tasa de cambio. Propuso un paquete social que eximía de impuestos a los alimentos de la dieta diaria y subsidio a los artículos de primera necesidad. Sin embargo, la oposición del Congreso bloqueó estas iniciativas. El crecimiento económico se encuentra en la macroeconomía y la inversión extranjera, aunque este crecimiento no significa una reducción de la pobreza. Otros aspectos fueron la gran cantidad de suntuosas obras y creaciones de diversas Secretarías, que fueron cuestionadas por diversos sectores iniciando las denuncias de corrupción en las sobre valuaciones y los contratos grado a grado.
El gobierno de Hipólito Mejía El 16 de agosto del 2000 el presidente Leonel Fernández entregó su cargo a Hipólito Mejía y Milagros Ortiz. El gobierno sometió un paquete económico de similares características al sometido durante la anterior gestión, basado en una reforma fiscal y tributaria; con la mayoría del Congreso a su favor estas medidas fueron aprobadas. Este paquete vino acompañado de algunas medidas en los sectores de educación, salud, empleo, agricultura y asistencia social; además aprobó la Ley General de Hidrocarburos y aplicó un subsidio al gas licuado. Luego de la recesión económica durante la segunda mitad de los 80 y principios de los 90, durante la cual el PIB se contrajo un 5 % y la inflación alcanzó un 100%, la República Dominicana entró en un período de crecimiento moderado y disminuyente inflación hasta 2002, luego del cual, la economía entró en recesión. El PIB se contrajo un 1% en 2003, mientras la inflación se disparó por encima del 27%. A pesar de un creciente déficit comercial, el turismo y las remesas han ayudado a obtener reservas en moneda extranjera. En la actualidad, las remesas provenientes de EUA, Europa y otros países, constituyen parte de la economía nacional.
Según el Informe Nacional de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, República Dominicana 2005,[1]establece que este país se ha insertado en la economía mundial de manera social y políticamente excluyente, conociendo tasas de crecimiento económico promedio anual en los últimos años por encima del 5%. Sin embargo, el carácter excluyente del modelo económico que se ha impuesto, no ha revertido este crecimiento al bienestar de la población. Ante el contrario, señala el Informe, República Dominicana, al año 2002 era el país número 13
(de un total de 177 en el mundo) que menos había aprovechado para mejorar el posicionamiento en el Índice de Desarrollo Humano (IDH). Con esto se puede hablar de un fracaso de las élites políticas de los últimos 50 años en conducir a su población a estadios de bienestar y seguridad. Por igual, el Informe deja claramente establecido, que el problema de la economía dominicana no es de inserción en mercados, sino de estrategias de competitividad que debieran estar asociados al bienestar de su población. El Informe concluye diciendo que la "causa principal de la pobreza dominicana y del bajo desarrollo humano relativo no es la falta de financiamiento y de recursos económicos, sino el escaso compromiso con el progreso colectivo del liderazgo nacional y empresarial durante las últimas décadas y la ausencia de un pacto social y de empoderamiento de los sectores mayoritarios de la sociedad dominicana". En diciembre de 1996, el entonces entrante presidente Leonel Fernández, presentó un paquete de reformas - incluyendo la devaluación del peso, reducción en las tarifas de importación e incremento en el precio de los combustibles - en un intento de crear una economía orientada al mercado que pueda competir internacionalmente. Entre 2000 y 2004, el gobierno de Hipólito Mejía, introdujo cambios que impactaron a la economía dominicana. Relegación de reformas que estaban en curso, desaceleración de la oferta exportable (algo que ya había comenzado en el anterior gobierno de Fernández), y sobre todo, la crisis cambiaria y bancaria (el tercer banco y grupo financiero del país: el BANINTER; y dos grupos financieros bancos más, conocieron una quiebra que ascendió a cerca del 15-20% del PIB anual), unido a la corrupción administrativa generalizada y asociada a estas quiebras, y debido a la acentuación de la crisis del sector eléctrico, compendian un cambio de naturaleza nunca vista en la economía dominicana. La magnitud de la crisis hizo colapsar sectores completos de la economía, y se estima, que entre un 12 a un 15% de la población pasó de ser pobre a muy pobre o indigente. Esto significa cerca de 2 millones de personas. Aunque la economía ha comenzado a crecer bajo la nueva administración de Fernández que se inició en agosto de 2004, construcción, turismo y telecomunicaciones son los sectores que están a la vanguardia.
Sin embargo, no hay que olvidar lo sostenido por el Informe Nacional de Desarrollo Humano 2005 del PNUD/RD, cuando señala que el modelo actual de turismo no constituye, a pesar de su vigor, una propuesta sostenible, y que si el mismo "no se modifica, se agota". Por lo cual, queda como asignatura pendiente en el país, que el liderazgo nacional discuta a fondo cuál será esa modificación que hay que hacerle a este sector pujante de la economía dominicana. Según el citado Informe, las externalidades negativas relacionadas con: la inseguridad ciudadana, el deterioro medioambiental (que va desde desmonte de áreas protegidas, destrucción de hábitats de especies endémicas, hasta el uso de fuentes de agua para propósito de desechos y destrucción de manglares y de ámbitos marinos), la especulación inmobiliaria, y sobre todo, la exclusión de la población dominicana y su valor agregado al contexto de la actividad turística, son factores de mediano y largo plazo que "harán insostenible en el tiempo esta actividad". Más aún, con la fuerte competencia que el mismo entraña en el ámbito caribeño.
Resultó paradójico, irónico y sorprendente en el ámbito nacional e internacional, que apenas a dos meses de publicado el Informe del PNUD, en el que se demostraba técnicamente la inviabilidad de este modelo de turismo a largo o mediano plazo, bajo el subtítulo en el capítulo III de "El Turismo: Si No se Modifica, Se Agota" el propio Ministerio de Turismo (Secretaría de Estado), lanzara una campaña internacional de promoción turística en la cual, su eslogan principal dice: "República Dominicana: Lo tiene todo". La actual administración está trabajando para incrementar la capacidad de producción de energía eléctrica, pieza clave para el crecimiento económico continuado, aunque su problema principal no es de generación sino de financiamiento. La compañía eléctrica estatal, fue privatizada, luego de numerosos retrasos. Proceso que se había iniciado en la pasada Administración de Fernández, y que en la de Mejía, tomó forma y se ejecutó, no sin infundirle su particular sello a dicha ejecución. Sin embargo, luego de múltiples retrasos, posponiéndose soluciones, de préstamos internacionales (Banco Mundial y otros), la superación del déficit del suministro energético, parece estar aún muy lejana. El Acuerdo de Madrid,
mediante el cual, el país re-compró las empresas distribuidoras de energía, y se planteó a largo plazo el pago de las deudas en el sector eléctrico (al 2015), no dejan mentir respecto al hecho de que las medidas actuales, son apenas un paliativo a la difícil situación del sector. Actividad empresarial En República Dominicana la constitución y todo lo relativo a las sociedades comerciales dominicanas esta reglamentada por la Ley 3-02 de Registro Mercantil y el Código de Comercio Dominicano. Por lo general las sociedades comerciales comunes en República Dominicana y la que a su vez presenta mejores ventajas operativas son las compañías por acciones CxA. En esta los accionistas solo se responsabilizaban al aporte suministrado, en lo referente a las obligaciones contraídas por la sociedad. La nacionalidad de los accionistas no es un obstáculo según las leyes de República Dominicana para poder constituir una compañía. El Código de Comercio tiene entre los requisitos para la incorporación de sociedades o compañía por acciones que el mínimo en cuanto al número de accionistas sea de siete. El sector minero La economía de la República Dominicana ha sufrido las consecuencias de la reducción de la producción del sector minero, pasando de un aporte medio anual al PNB del 4,5 % en el periodo 1975-88, a tan solo el 1,8 % en el periodo 2000-02. Esto se ha debido fundamentalmente al cierre de las minas de bauxita de Pedernales en 1991 por agotamiento de reservas, al cierre temporal de la mina de oro de Pueblo Viejo en 1999 y a los paros temporales de la explotación de los yacimientos de níquel
de Falconbridge por las fluctuaciones internacionales de los precios. La empresa minera Placer Dome va a acometer la reanudación de la explotación minera de Pueblo Viejo de Rosario Dominicana, pero el Estado Dominicano debe hacerse responsable de la mitigación de los impactos ambientales de las pasadas explotaciones, en cuyo apoyo acude la Unión Europea con una serie de proyectos entre los que se encuentra este Plan de Gestión de Aguas. Por otro lado, la situación actual de los precios de los metales es muy favorable para la explotación estable por parte de Falconbridge. Una consecuencia importante de la reducción de producción minera ha sido la pérdida de ingenieros de minas y geólogos obligados a dedicarse a otras actividades o a emigra. Índices PPA: paridad de poder adquisitivo - $96.875 millardos (este. 2010) PPA - per cápita: paridad de poder adquisitivo - $10,105 (este. 2010) PPA - composición por sector: agricultura: 10.7% industria: 31.5% servicios: 57.8% (2003) Población por debajo del nivel de pobreza: 25.1% (2007) Tasa de inflación (precios al consumidor): 27.5 (2003) Fuerza laboral: 2.3 a 2.6 millones (este. 2000) Fuerza laboral - por ocupación: servicios y gobierno 58.7%, industria 24.3%, agricultura 17% (este. 1998). Tasa de desempleo: 12.5% Industrias: turismo, procesamiento de azúcar, ferroníquel y minería de oro, textiles, cemento, tabaco Crecimiento de producción industrial: 2% (estimado. 2001) Electricidad - producción: 9,186 GWh (2001) Electricidad - por fuente: combustible fósil: 72.04% hidroeléctricas: 27.62% nuclear: 0% otros: 0.34% (1998) Electricidad - consumo: 8,543 GWh (2001) Electricidad - exportaciones: 0 kWh (1998) Electricidad - importaciones: 0 kWh (1998) Agricultura - productos: caña de azúcar, café, algodón, cacao, tabaco, arroz, habichuelas, papas, maíz, guineos; ganado, cerdos, productos lácteos, huevos Exportaciones: $5.524 millardos (f.o.b., estimado. 2003) Exportaciones - mercancías: ferroníquel, azúcar, oro, plata, café, cacao, tabaco, carnes Exportaciones - socios comerciales: E.E.U.U. 84.4%, Canadá 1.7%, Haití 1.5% (2003 estimado.) Importaciones: $7.911 millardos (f.o.b., 2003) Importaciones - mercancías: productos alimenticios, petróleo, algodón y telas,
químicos y farmacéuticos Importaciones - socios comerciales: E.E.U.U. 49.5%, Venezuela 11.3%, México 4.4%, Colombia 4% (estimado. 2003) Endeudamiento - externa: $6.567 millardos (estimado. 2003) Ayuda económica - receptor: $239.6 millones (1995) Moneda oficial: 1 peso dominicano (RD$) = 100 centavos Tasas de cambio: Pesos dominicanos (RD$) por US$1 - 35,20 (Enero de 2006),29,36 (Junio de 2005), 46.151 (Febrero de 2004), 18.609 (2002), 16.161 (Enero de 2000), 16.033 (1999), 15.267 (1998), 14.265 (1997f), 13.775 (1996), 13.597 (1995) Año Fiscal: Año calendario Año 2003 La República Dominicana experimentó un gran crecimiento económico en los 90 hasta una recesión económica en efecto de los fraudes bancarios (más de 89.000 millones de pesos, equivalentes a US$4.900 millones), destacándose el fraude del Banco Intercontinental (BANINTER), (RD$55.000 millones, equivalentes a US$3.100 millones), y una fuga de capitales de las reservas internacionales del Banco Central Dominicano.
El déficit total llegó cerca de los US$7.000 millones (RD$125.000 millones); representando cerca más de un tercio del PIB del 2002. Añadiéndose a esto surgió una especulación respecto a los índices reales, que sobrepasó un 130% en el 2003 respecto la moneda nacional, debiéndose esta a una fuga de más de 1.500 millones de dólares (aumentando el déficit de medio circulante a cerca de 5.500 millones), y una inflación cerca del 42%; comprimiendo más aún el PIB del 2003, que finalmente decreció un 1%. Fue la Crisis Bancaria más imponente del 2003, y considerando las proporciones de las demás, respecto al PIB, esta crisis amparó el mayor fraude bancario en la historia contemporánea. AÑO 2004 Fue un año de cierta inestabilidad económica, el IPC o Índices de Precios al Consumidor llegaron a niveles históricos para aquel momento (Sept-2005, IPChistórico), la devaluación llegó al tope con un 300% del margen de Enero del 2003 y la inflación acumulada anual llegó a un devastador 55%. En este año se expande la convicción de convenir con los EE. UU. un Tratado de Libre Comercio con la República Dominicana, conocido internacionalmente como CAFTARD (por sus siglas en inglés), y por otra parte el Fondo Monetario Internacional prometió al gobierno de Hipólito Mejía garantías para un acuerdo bilateral para el desembolso de bonos millonarios en alivio del déficit de más de US$7.000 millones en el año 2003, por un monto cercano a los US$1.000 millones. Compra del 50% de las empresas eléctricas A partir de Noviembre del 2003 se nota un auge significativo en el mercado cambiario y esto es producto de la compra de parte del gobierno del presidente Hipólito Mejía de
las empresas eléctricas, este hecho que le costó $400 millones de dólares al fisco del país fue determinante para la crisis financiera dominicana. En la campaña del año 2000, esta compra fue una de las promesas del candidato presidencial. Este sobregiro en la economía empieza a denotarse durante enero y febrero del año 2004. Estadísticas para 2004 En las estadísticas expuestas respecto al IPC el margen es (Enero de 1999=100). Mes Compra US$ por RD$ IPC al 1999 Inflación mensual % Enero 46.6411 207.06 9,23 Febrero 50.4426 230.36 11,25 Marzo 47.1813 235.76 2,34 Abril 44.8114 237.40 0,70 Mayo 47.6920 243.64 2,63 Junio 48.6710 248.49 1,99 Julio 45.5559 250.02 0,62 Agosto 42.1052 251.38 0,54 Septiembre 37.6214 248.53 -1,13 Octubre 32.9781 251.88 1,35 Noviembre 30.1345 247.72 -1,65 Diciembre 29.3291 244.04 -1,49 Promedio 41.9303 241.35 2.19 AÑO 2005 El IPC vs. Mercado Cambiario El año 2005 ha sido de carácter enigmático para muchos analistas de la crisis dominicana, principalmente por el estatus del IPC sobre la paridad del mercado cambiario, donde el IPC ha escalado cifras récords cuando la principal moneda para el intercambio comercial interno o externo (el dólar vs. $RD) se ha sincretizado en un 50% de su valor de un año atrás (Récords del IPC en este caso se refieren a cifras de todos los tiempos alcanzadas en el año 2005). Este hecho infiere una sobrevaluación de la moneda dominicana relativa a la inflación acumulada desde el inicio de la crisis y sin la presencia de algún descenso considerable en esta última (en el presente año donde el peso dominicano se expone aparentemente estable) que en efecto conlleva a una economía de paridad adquisitiva desproporcionada para el consumidor en general. Hoy en día y en base al IPC se estima que la tasa del dólar debería ubicarse entre los 42 y 45 pesos dominicanos frente al dólar o incluso una cifra mayor, no obstante actualmente se acopla dentro del margen promedio de 33,00 (en ascenso) pesos por dólar, esta última en efecto a la alza uniformemente comprendida en mes de octubre, pero aun con esta alza del dólar frente al peso dominicano muchos analistas creen que aún no ha comenzado a sinterizarse la moneda (la razón es el IPC que no cede). La relación entre el IPC y el mercado cambiario sugiere actualmente que la economía
poseía más fluidez en el mandato del presidente Hipólito Mejía, mientras que en el mandato de Leonel Fernández presentan una solidez en términos que según economistas y empresarios no son de mucha longevidad y confiabilidad por el desequilibrio que existe en dicha relación. Actualmente existe una polémica auspiciada por los sectores hoteleros y turísticos en general, por las recomendaciones del FMI, por economistas de alto prestigio, por los empresarios por la escaza competitividad en efecto al alto IPC o costos de producción para participar en buenas condiciones en el DR-CAFTA, entre otros; para que el peso dominicano se ubique en una tasa de 37 o 38 pesos por dólar. Las tasas de interés Hoy en día las tasas de interés en el entorno bancario han desatado otra polémica en el entorno económico, principalmente para los sectores que tienden a depender de este valor. En el gobierno del presidente Mejía las tasas de la reserva del Banco Central se ubicaban en el margen de 40% en un plazo a 18 meses, pero a poco menos de un año de cumplirse el mandato del presidente Fernández las tasas en el mismo rango se encontraban apenas en un 16%, y aquellas que se expandían sobre los 20%-25% hace un año, apenas alcanzaban el 10%. Este hecho ha desatado polémica entre los analistas y economistas, pues en su criterio las tasas de interés no son fieles a la tasa de depreciación del peso dominicano, que es un valor fundamental al determinar las tasas de interés en todos los rincones del mundo.
Polémica PIB Representantes de la mayor entidad bancaria del país, el Banco Central de la República Dominicana, han expresado de manera pública un crecimiento del PIB anual cercano al 10%, mientras que el FMI mantiene su posición sobre un crecimiento moderado y numerosos analistas han expuesto que si hay algún progreso el PIB no será significativo, pues estiman que la Parida d de Poder Adquisitivo decrecerá de manera desastrosa y que como ejemplo existe el análisis sobre la competitividad del Foro Económico Mundial que expuso que la República Dominicana decayó 30 lugares en una lista de 117 países.
Estadísticas para 2009 En las estadísticas expuestas respecto al IPC el margen es (Enero de 1999=100) Mes Tasa Compra US$* IPC al 1999 Inflación mensual % Enero 35,50 314,16 0,28 Febrero 35,61 315,12 0,31 Marzo 35,81 315,61 0,16 Abril 35,91 316,06 0,14 Mayo 35,93 316,42 0,11 Junio 35,92 323,26 2,16
Julio 35,94 323,65 0,12 Agosto 35,99 326,41 0,85 Septiembre 36,07 326,77 0,11 Octubre 36,04 327,52 0,23 Noviembre 36,08 331,02 1.07 Diciembre 36,10 331,34 0,10 El endeudamiento público externo de la republica dominicana (1994-2003). Análisis de sus causas y consecuencias Situación Económica Nacional En septiembre de 1994 se puso en práctica un programa de estabilización económica. Las medidas adoptadas perseguían reducir, en el corto plazo, el nivel de la demanda agregada de la economía a fin de mitigar las presiones inflacionarias y crear las bases para el fortalecimiento de la posición externa del país. Las medidas de restricción monetaria y fiscal promovieron la reducción de la inflación a un 9.2% en 1995. El tipo de cambio nominal del mercado libre se mantuvo relativamente estable durante ese año, exhibiendo una brecha con relación al tipo de cambio oficial la que fluctuó entre un 3% y un 5%. La cuenta corriente de la balanza de pago motivado por un notable crecimiento de las exportaciones de bienes, una fuerte expansión de los ingresos del turismo, las zonas francas y las telecomunicaciones y un menor crecimiento de las importaciones, cerro con un superávit de US$125.5 millones, equivalente a 1.1% del PIB. Las reservas brutas del Banco Central aumentaron en US$143.9 millones y las reservas netas aumentaron a US$119.2 millones. El crecimiento del PIB ascendió a un 4,8% superior al 4.3% registrado en 1994, la tasa de desempleo se redujo a un 15.8% como resultado de la política de construcción implementada por el gobierno de entonces. Durante el 1996 la economía dominicana siguió mostrando un ambiente propicio para el crecimiento con estabilidad. De hecho se registró una tasa de crecimiento de 7.3% y la tasa de inflación fue un 3.9%. No obstante el cambio de autoridades gubernamentales ocurrido en agosto puso de manifiesto la necesidad de elevar el gasto en sueldos y salarios de los funcionarios públicos. Esa necesidad llevó al gobierno a proponer un conjunto de medidas impositivas con el objetivo de obtener los ingresos suficientes para financiar de forma no inflacionaria el aumento del gasto público. El Congreso Nacional rechazó las propuestas del poder ejecutivo, por lo cual solo se ejecutaron las medidas administrativas: aumento de los precios de los combustibles y devaluación del tipo de cambio. Estas medidas tuvieron sus consecuencias entre estas figuran: • Evolución de los precios:
La tasa de inflación para 1997 fue de un 8.4% superando en más de cuatro puntos porcentuales a la variación de precios de 1996. La acelerada tasa de inflación se explica por el aumento de más de un 30% en los precios de los combustibles aprobados por las autoridades en 1996. Ahora bien no está demás señalar que el índice de precios también se vio afectado por el aumento de los precios de los
combustibles por un lado y por otra parte por el aumento de los precios de algunos productos agrícolas, provocado por la escasez ocasionadas por fenómenos atmosféricos adversos, el aumento de la tarifa eléctrica residencial y el establecimiento del 2% de impuesto sobre la facturación mensual del servicio telefónico. • Tasa de interés y de cambio:
La política monetaria y restrictiva aplicada provocó un aumento de la tasa de interés, la cual se elevó en 10 puntos porcentuales respecto al nivel mínimo de 1997. No obstante a partir de mayo del 1998, las tasas empezaron a descender producto del descongelamiento de los recursos de la banca comercial. En lo que se refiere al tipo de cambio se decidió devaluar la tasa de cambio oficial en un 9.3% para unificarla con la tasa prevaleciente en el mercado extra bancario. Durante el año 1999 se adoptaron diversas medidas para adecuar el crecimiento de los agregados monetarios a los objetivos de estabilidad de precios. La cuenta corriente de la balanza de pagos registró un déficit de 12% del PIB en 1997. Este comportamiento explicado por el mayor aumento de las importaciones de bienes (16.1%) en relación a la variación de exportaciones de bienes (6.8%). Sin embargo, debido a la extraordinaria importancia del sector servicios, así como el aporte de las zonas francas y las remesas el déficit en cuenta corriente se redujo de 1.6% en 1996 a 1.1% del PIB en 1997. Para el 1998 esta cuenta continuo registrando saldo negativo, para esta fecha el déficit se situó alrededor de un 2.4% del PIB. Ese resultado refleja el incremento tanto del déficit comercial como de los egresos por concepto de renta de la inversión. Por otro lado el saldo positivo de la cuenta de capitales permitió no sólo financiar el déficit de la cuenta corriente, sino también incrementar en US$193 millones las reservas internacionales netas del Banco Central, las cuales alcanzaron US$547.0 millones. El déficit del sector público durante este período se situó en torno a un 1.1% del PIB. Ese déficit causado según las autoridades por los desequilibrios financieros de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) y el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), las cuales se esperaba se reduzcan luego de materializada la capitalización o privatización de las empresas públicas. Sin embargo dado por hecho la privatización este déficit continuó y un ejemplo de eso es que en el año 1999 el sector público exhibió un resultado deficitario superior al de los años anteriores 1.2% del PIB. • Situación económica nacional resiente (2000 -2003):
Durante tres años consecutivos la demanda externa a presentado un comportamiento adverso en la República Dominicana, en el que repercutió el débil desempeño de la economía estadounidense. Con todo esto el PIB aumentó 4.1% en el 2002. La demanda interna adquirió un importante ímpetu gracias a la elevación de los gastos de consumo privado, robustecido por el incremento del gasto público y de las remesas del exterior que representan más del 11% del consumo privado. Un abultado gasto público, financiado en parte con recursos provenientes de bonos emitidos en el año 2001 compensó la falta de dinamismo de las exportaciones. El surgimiento de preocupantes signos de inestabilidad macroeconómica, muy
acentuada en el segundo semestre del año 2002 determinó que se frenará el gasto y se profundizarán las restricciones monetarias. Aun más hacia fines de años, con objeto de reforzar el esfuerzo estabilizador se concertó un pacto de estabilidad y desarrollo entre el gobierno y el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), y ello condujo a que la austeridad fiscal y monetaria se prolongara hasta inicio del año 2003. Sin dudas el ajuste más importante se efectuó en el ámbito cambiario y en las tasas de interés para operaciones en moneda nacional. A causa del menor ingreso de las divisas generadas por el turismo y las zonas francas el mercado cambiario sufrió persistentes presiones. La situación empeoró al combinarse con el alza de precio internacional del petróleo, lo que determinó una considerable depreciación real del tipo de cambio, por encima de los niveles compatibles con los fundamentos reales de la economía. Los esfuerzos restrictivos de las políticas monetarias hicieron posible que se el evaran la tasa de interés real, lo cual influyó en que se pospusieran las decisiones privadas de inversión. Además la percepción de incertidumbre y riesgos de los agentes económicos propició que se acelerara el proceso de dolarización de las operaciones bancarias activas y pasivas con el consiguiente aumento de riesgo de exposición de las operaciones en moneda extranjera para el conjunto del sistema. El panorama económico se complicó aun más al estallar la crisis en el sistema bancario, la cual condujo a la intervención administrativa del segundo banco más importante y a comprometer recursos financieros por un monto que se estima equivale al 15% del PIB. La volatilidad cambiaria se agudizó, se elevaron las tasas de interés y se estima que ocurrieron nuevos episodios de fuga de capitales. En consecuencia el ambiente de incertidumbre que había prevalecido en el primer trimestre entre los agentes económicos debido a la guerra en Irak se acentuó en el segundo trimestre del año 2003. Ante el panorama de fragilidad financiera e institucional, las autoridades establecieron negociaciones con los organismos financieros internacionales (Fondo Monetario Internacional FMI, el Banco Mundial –BM y el Banco Interamericano de Desarrollo BID) para obtener recursos por mil millones de dólares destinados a palear la crisis. Además en enero del 2003 se colocaron bonos soberanos por 600 millones de dólares en los mercados internacionales. • Mercado cambiario:
Este se ha caracterizado durante este período por una marcada volatilidad, llegando en junio a alcanzar una paridad de 34 pesos por dólar, es decir, hubo una depreciación nominal de 58% con respecto a diciembre y de 89% con relación al igual mes del año anterior. En noviembre del 2003 el dólar se cotizó a 43 pesos por dólar algo sin precedentes en la historia de la República Dominicana. • Evolución de precios:
La inflación presentó 10.9% de aumento en el primer semestre del 2003 como consecuencia del drástico ajuste cambiario y del alza del precio internacional del
petróleo. Contexto Socioeconómico Internacional Durante el año 1994, la economía mundial experimentó una reactivación económica, registrando el Producto Interno Bruto (PIB) real un aumento de 3.0% luego de tres años de lento crecimiento de 1.6% en el período 1991-1993. Dentro de los países desarrollados que experimentaron un mayor dinamismo económico, estuvieron Canadá (4.3%), Estado Unidos (4.0%) y Reino Unido (4.0%), entre las economías en vía de desarrollo, Asia (8.1%) y América Latina (3.7%). Asimismo los países industrializados elevaron el producto per cápita en 2.0%, mientras las economías en desarrollo experimentaron un crecimiento de 3.6% en este indicador. En este contexto de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el Producto Interno Bruto de la Región creció en 3.7% en 1994 inferior al registrado por la República Dominicana equivalente a 4.3%. El crecimiento experimentado por el país fue superior al de economías con características similares como Bolivia y Ecuador (4.0%), Guatemala (3.5%) y Paraguay (3.0%). Asimismo el producto per cápita del conjunto de los países de la región se elevó en 1.9% en tanto el de la economía dominicana aumentó en 2.3%.
Por segundo año consecutivo en 1995 la economía mundial registró un incruento de 3.5%. No obstante detrás de este crecimiento se ocultó la desaceleración que evidenciaron los países industrializados y con desarrollo en América Latina, contrarrestado por el buen desempeño de los países africanos, el medio oriente y los países en transición. Otro rasgo relevante fue la exposición mostrada en el comercio de bienes y servicios mundiales que creció a una tasa de 9%, sobre duplicando el ritmo de crecimiento de la producción mundial en el escenario internacional, se destacó también la presencia de bajos niveles inflacionarios en la mayoría de los países. Esta evolución de la economía estuvo marcada por la continuación de los procesos de liberación comercial adoptados por la generalidad de los países en desarrollo. La República Dominicana, inmersa en esa dinámica de la economía internacional, logró en 1995 una expansión del comercio de bienes y servicio superior al 17.4% la tasa más alta registrada por el país en los 90. Los indicares económicos para el año 1996 reflejaron que el Producto Interno Bruto real de la economía mundial experimentó un crecimiento del 4.0%. Entre los países que mostraron mayor dinamismo estuvieron Estado Unidos (2.4%) y Japón (3.6%), mientras que Alemania (1.4%), Francia (1.3%), Italia (0.7%), Reino Unido (2.1%) y Canadá (1.05%) crecieron menos que en el año 1995. Asimismo, el PIB creció para los países industrializados (2.3%), la Unión Europea (1.6%), países en desarrollo (6.5%), Asia (8.2%) y América Latina (3.4%). Las economías de América Latina y el Caribe continuaron sus esfuerzos orientados a una mayor apertura. Se registro un crecimiento del PIB en la región de 3.4% Sin embargo la República Dominicana creció en (7.3%), cifra que refleja que la actividad económica se desarrollo en el contexto de mayor estabilidad económica y financiera. El crecimiento experimentado por el país fue superior al de Bolivia (4%), Guatemala
(3%), Ecuador y Paraguay (2%). En la mayoría de los países, la tasa de crecimiento fluctuó entre el 3% y el 5%. El producto per cápita de la región fue de 1.7%, en tanto el de República Dominicana aumentó en 5.3%. 16 A pesar de los efectos de la crisis financiera asiática, la producción mundial (PIB real) creció un 3%. El volumen de mercancía aumentó un 5%, el segundo de los mayores incrementos registrados en más de dos decenios. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), registraron el mejor desempeño desde hace un cuarto de siglo, al mostrar una tasa media de crecimiento de 5.3% (comparada con el 3.2% para el período 1991-1996), y una tasa media de inflación de 11%, el nivel más bajo en 50 años. Asimismo, el producto per cápita del conjunto de los países de la región se elevó en 1.7% en relación a 1996. Este comportamiento de acuerdo a investigaciones del Banco Mundial obedece a las reformas estructurales implementadas por algunos países, las cuales le permitió aumentar el ingreso per cápita en un 2% más que aquello que no introdujeron reformas. Entre los mejores resultados están los de Argentina, Brasil, El Salvador, México y Perú. En cuanto a los resultados relativos a la producción de América Latina y el Caribe, inciden principalmente el crecimiento positivo de Argentina, Costa Rica, El Salvador, México, Perú, Uruguay, Venezuela, Chile y especialmente República Dominicana que creció en más de 2 puntos porcentuales que el promedio de la región, y que según cifras de la CEPAL fue el segundo más alto de Latinoamérica y el Caribe. Para 1998, la tasa de crecimiento de la economía mundial en su conjunto, se estimó en 2.2%, por debajo de los niveles alcanzados en 1997 de 4.1% según el Fondo Monetario Internacional FMI. Esta desaceleración se explica por el impacto negativo de la crisis de los mercados financieros del sudeste asiático, Japón y Rusia. La primera mitad del 1998 estuvo caracteriza por una reducción sustancial de la demanda de producto básicos, por la caída los precios del petróleo, y la reducción de la tasa de crecimiento del comercio mundial producto de la crisis financiera que se había originado en Asia a mediados de 1997. A partir del mes de agosto de 1998, se sumó la crisis Rusa, la cual derivó en una devaluación del rubro, declaración de una moratoria parcial del servicio de la deuda externa del país, el incumplimiento de pago de la deuda interna y establecimiento de mecanismo de control sobre los capitales. Los países latinoamericanos y del Caribe, según la CEPAL mostraron una tasa de crecimiento de 2.3% en 1998 superior al promedio de la economía mundial, aunque menor que el experimentado por la región en 1997, acompañado de un nivel de inflación que se ha establecido en alrededor de 10% durante los dos últimos años. Esto se logró a pesar de sufrir los efectos severos de la crisis financiera internacional, así como desastres naturales que azotaron a varios países, como el Niño, que afectó a Perú, Ecuador y otros países de la región y, los huracanes Georges y Mitch, que devastaron República Dominicana, Honduras y Nicaragua, entre otros. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1999 la economía mundial, logró un crecimiento de 3.0% superior al 2.2% obtenido en el año anterior. Este crecimiento estuvo motorizado, principalmente por el excelente desempeño de la
economía estadounidense. También contribuyeron a la expansión de la economía internacional, la dinámica de las economías Europeas, el incipiente proceso de recuperación de Japón, el relativo repunte de las economías del Este Asiático afectada por la crisis iniciada a mediado de 1997 y el mejoramiento de la crisis de América Latina. En este año se obtuvo una recuperación de la estabilidad de los mercados financieros internacionales y una reanudación de los flujos financieros hacia varios de los mercados emergentes. El repunte más significativo y de mayor impacto en la economía internacional, fue el del precio del petróleo con un aumento cercano al 140%. Las economías latinoamericanas experimentaron una notable desaceleración con un crecimiento estimado de 0.1% en 1999 frente al 2.3% logrado en 1998. El retroceso no fue mayor, tal como se esperaba en el primer semestre, debido a que la crisis brasileña fue menor de lo provisto y a que la economía mexicana tuvo un buen desempeño. El PIB conjunto de ambos países representa más del 70% de la economía de la región. En este contexto, la economía dominicana logró una tasa de expansión de 8.3%, con una inflación de 5.1% lo cual colocó a República Dominicana como uno de los pocos países en mostrar ese notable cambio. Entre los factores internacionales que favorecieron ese desempeño, cabe destacar el amplio crecimiento de la economía estadounidense, así como la reactivación de los mercados internacionales de inversión, hacia aquellos mercados emergentes que, como el dominicano presentaron solidez y estabilidad en sus principales indicadores económicos. Durante el año 2000 según estimaciones del Banco Mundial la economía internacional creció a 4.1% superando el 2.8% del 1999. Específicamente ha sido significativo el crecimiento de 6.3% de los países menos industrializados, debido principalmente al incremento de sus exportaciones. La fuerte expansión observada en los tres primeros trimestres se debilitó en los últimos meses del año, debido a la desaceleración de la economía estadounidenses y los incrementos de los precios internacionales del petróleo. El comercio mundial de mercancías aumentó cerca del 10% casi duplicando la tasa de 5.1% en 1999. Este estuvo concentrado en manufactura productos agrícolas y petróleo cuya participación aumentó de 10% en 1999 a 14.0% en el año 2000 como resultado del crecimiento de sus precios internacionales en 60.6%. 16 Las economías de América Latina y el Caribe experimentaron un notable crecimiento de 4.0%, recuperándose del descenso a 0.3% en 1999. Esta expansión estuvo influenciada por el excelente desempeño de México y Brasil. En este contexto de recuperación de la región, se destaca el crecimiento de la República Dominicana que duplicó el promedio de la región siendo el más alto de todos los países. En el transcurso del año 2001 la economía mundial sufrió una pronunciada desaceleración y según previsiones del FMI, creció a un tasa de 2.2%, muy inferior al 4.7% del año anterior. Dada la participación de la economía norteamericana en el PIB mundial y su tradicional papel de "motor de la economía mundial", su caída se transmitió al resto del mundo con un grado de sincronización no visto desde la gran depresión de 1929. Los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre contribuyeron a acentuar la
desaceleración, ya muy evidente y marcada, creando un clima de incertidumbre y afectando la confianza de los consumidores, productores e inversionistas a nivel mundial. Por primera vez después de 1975, las tres principales economías del mundo, entraron simultáneamente en recesión: Estado Unidos, desde marzo de l 2001, Japón a partir del primer trimestre de ese año y Alemania al inicio del segundo semestre. Como consecuencia de la duración y profundidad de la caída en el crecimiento de las principales economía del mundo, las repercusiones globales fueron fuertes, siendo las regiones más afectadas el Este Asiático y América Latina. Durante el año 2002 la economía mundial continuó con un doble desempeño reflejándose con gran fuerza en las economías emergentes. Para el 2003 la economía mundial continuó sin presentar señales claras de recuperación, por lo cual las sucesivas predicciones sobre su tasa de expansión anual han ido disminuyendo. Ni siquiera una vez finalizada la guerra contra Irak, se ha observado el esperado repunte. Solamente los mercados bursátiles han experimentado cierta estabilidad y crecimiento, lo cual se interpretado como una anticipación de una cercana mejoría económica. Diagnóstico del Endeudamiento Público Externo en la República Dominicana (19942003) En el año 1994, la República Dominicana recibió desembolsos de recursos por un monto de US$228.0 millones, de los cuales US$ 83.4 millones fueron de organismos internacionales entre los que se destacan US$49.0 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y US$32.7 millones del Banco Mundial (BIRF). Asimismo, se recibieron US$62.4 millones por acuerdos bilaterales y US$68.7 millones de financiamiento de corto plazo extendido por el Banco Latinoamericano de Exportaciones (BLADEX), a través del uso de líneas de créditos resolventes. Si se compara el monto recibido en 1994 con los de 1993, resulta una disminución de US$92.7 millones, que se explica principalmente por los desembolsos recibidos del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante 1993. Por otra parte durante el año 1994 fueron aprobados créditos por un monto total de US$153.7 millones, cifra inferior en 35.6% a las de 1993, para los siguientes proyectos. Durante este año según cifras preliminares el servicio pagado por concepto de la deuda pública externa experimentó un aumento de 8.9% respecto al año anterior al totalizar US$536.7 millones, de los cuales US$193.3 millones fueron de intereses; aumento que se explica fundamentalmente en los pagos realizados a la Banca Privada Internacional bajo el plan financiero de 1993. Los pasos realizados en 1994 a los países miembros del Club de París, ascendentes a US$114.0 millones, correspondiente a la deuda comercial de corto y largo plazo reflejan una disminución equivalente a un 30.8% en relación con el 1993. La diferencia entre el monto desembolsado y las amortizaciones realizadas, muestran un resultado negativo ascendente a US$115.5 millones. Al finalizar el año 1995, la deuda pública externa global ascendió a US$3,993.95
millones, con composiciones porcentuales tanto por acreedor como por deudor similares a las del año 1994: 79.3% ante acreedores oficiales y 20.7% ante acreedores privados; y con una participación del 64.1% correspondiente al gobierno central seguido por el Banco Central de la República Dominicana con un 27.0%, el resto les pertenece a otros organismos autónomos, a las empresas públicas y a deudores del sector privado sobre financiamientos garantizados por el sector público. Al 31 de diciembre de 1995 la deuda pública externa experimentó un incremento de 1.3% respecto al año anterior, como resultado, fundamentalmente, del desembolso de US$51.00 millones del primer tramo del préstamo sectorial financiero concertado entre el Banco Central y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para apoyo de balanza de pagos y segundo, de la variación en los intereses diferido en el pago, producto del desfase entre sus fechas de vencimiento y la estresa de los pasos por el gobierno central para efectuar pago de su deuda y de ciertos compromisos de otras instituciones del sector público. En cuanto a la evolución de la deuda, los desembolsos recibidos durante 1995 ascendieron a US$378.11 millones, US$208.30 millones por financiamiento de mediano y largo plazo (55.1%) y US$169.81 millones por financiamiento de corto plazo incluyendo operaciones corrientes con Bancos Comerciales bajo línea de créditos resolventes y renovables. En términos generales los desembolsos recibidos experimentaron un aumento de 59.9% respecto al año anterior. Por otra parte durante el citado año el sector público dominicano concertó créditos externos de mediano y largo plazo por un monto aproximado de US$108.00 millones, que en conjunto fueron 33.7% menores a los del 1994, para destinarlos a los siguientes proyectos. En lo referente al servicio de los compromisos públicos externos, el país realizó pagos por US$581.46 millones, equivalentes al 4.8% del Producto Interno Bruto a precios corrientes del año. Del total pagado, US$196.96 millones fueron por intereses, lo cuales aumentaron en un 8.4% respecto al año anterior. De los pagos efectuados, US$440.27 millones correspondieron a deudas de mediano y largo plazo (75.7%) y US$141.19 millones (24.3%) por deudas a corto plazo, incluyendo las citadas operaciones corrientes con Banco Comerciales. Comparada las amortizaciones con los desembolsos recibidos resulta un flujo neto negativo para el país por US$6.39 millones, aun cuando lo créditos a corto plazo presentaron un resultado positivo de US$42.51 millones. Durante el 1996 el monto de la deuda pública externa global se redujo en US$183.7 millones (4.6%) respecto al año 1995 al totalizar US$3814.9 millones al 31 de diciembre de 1996, según cifras preliminares del Banco Central. Esta disminución se explica, fundamentalmente por haber efectuado amortizaciones superiores a los desembolsos recibidos y a cambios en la valoración respecto al US dólar, de las divisas en que están denominados los saldos de los compromisos contraídos. Al 31 de diciembre de 1996 la estructura de la deuda pública externa por tipo de acreedor fue similar a la observada durante los años 1994-1995, siendo las acreencias de tipo bilateral las de mayor significación (47.1%), seguidas por las deudas con organismos multilaterales (31.4%). Para dar seguimiento a la política de cumplimiento del servicio, durante 1996, se efectuaron pagos totales por un monto de US$705.6 millones; de los cuales US$427.5
millones corresponden a compromisos de mediano y largo plazo y, de estos US$256.2 millones de capital principal. Asimismo las amortizaciones por operaciones corrientes ascendieron a US$261.9 millones. Cabe destacar que los desembolsos recibidos en el año fueron solo de US$402.6 millones, de los cuales US$118.4 millones corresponden a compromisos formalizados a mediano y largo plazo. Se estima que para este año la República Dominicana realizó pagos para servir su deuda pública externa de todos los plazos, equivalentes a un 11.7% del valor de las exportaciones totales. Por último, durante el año 1996 el sector público dominicano suscribió 20 nuevos contratos de financiamiento por un monto de US$220.9 millones cuyos recursos serían destinados a proyectos de gran impacto social y económico, para desarrollar actividades educativas, agropecuarias, de distribución energética, de construcción, de salud, así como para el desarrollo agroindustrial. Estos nuevos créditos provinieron de fuentes multilaterales (68.4%) y bilaterales (31.6%) con entidades de Alemania y España. Para el año 1997, la posición de endeudamiento externo del sector público alcanzó un monto de US$3502.8 millones, reflejando una notoria reducción de US$304.5 millones respecto a igual fecha de 1996. La composición de esta deuda por tipo de acreedor presenta una estructura muy similar a la de los últimos cuatro años, 78.8% corresponde a acreedores oficiales de los que 48.4% son compromisos bilaterales y 30.4% multilaterales. Por concepto del servicio global de la deuda externa de mediano y largo plazo, el país realizó durante 1997 pagos ascendentes a US$433.9 millones de los cuales 58.8% correspondieron a amortizaciones y 41.2% a intereses y comisiones. En cambio los desembolsos solo ascendieron a US$109.1 millones. Esto significa que el país continuo siendo un exportador neto de capitales, ya que por cada nuevo dólar norteamericano recibido, pagó a sus acreedores alrededor de cuatro en 1997. Uno de los factores que incidió en la reducción de la deuda de 1997, fue la cancelación de los compromisos con las empresas japonesas Nissho Iwai y Marubeni Corporation, la cual generó al país una reducción de US$98.1 millones. También una reducción de US$94.5 millones en el valor adecuado producto de la pérdida de valor, respecto al dólar norteamericano, experimentada por ciertas monedas como el yen japonés, el marco alemán y el franco francés en las cuales estaba denominada parte de la deuda externa del país. Además esta depreciación incidió favorablemente para el país de en la valoración de los derechos especiales de giro y en la unidad cuenta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Finalmente es importante destacar que en 1997 se finalizó la conciliación de la deuda pública dominicana con la Conmodity Cocdit Corporation (CCC) originadas en garantías otorgadas hace aproximadamente 11 años, llegándose a un acuerdo de reprogramación muy favorable para el país, mediante el cual se extendió el plazo de pago de los atrasos de dicha deuda a cinco años con una tasa de interés fija del 6.5% anual. Durante el año 1998, la deuda pública externa global registró un nivel de US$3,507.0 millones, reflejando una disminución de apenas US$2.2 millones respecto al saldo registrado a igual fecha de 1997. Cabe destacar que la composición de la deuda externa pública por tipo de acreedor presenta una estructura similar a la de los últimos cinco años: el 81.1% corresponde a acreedores oficiales, de los que el 48.7% corresponde a compromisos bilaterales y 32.4% a multilaterales. El restante 18.9%, se
refiere a deuda con la banca u otro acreedores privados. Durante el año 1998, el país realizó pagos por concepto del servicio de la deuda de mediado y largo plazos por US$341.6 millones, de los cuales 52.8% correspondió a amortizaciones de capital y 47.2% a intereses y comisiones. Por su parte los desembolsos fueron de US$191.4 millones, de los cuales US$109.0 millones se recibieron en el último trimestre del 1998 incluyendo el préstamo concebido por el FMI como apoyo a la balanza de pagos a raíz del huracán Georges. Este nivel de desembolso significó un incremento de 75.8% con relación a los recibidos en el año 1997. Esto significa que el país continuó siendo un exportador neto de capitales muy a pesar de que los países del Club de Paris y Venezuela aceptaron el diferimiento de pago de US$128.0 millones correspondientes al servicio de la deuda con vencimientos entre septiembre de 1998 y marzo de 1999, de cuyo valor el 56.3% correspondía a 1998. Para el 31 de diciembre de 1999 la deuda pública externa global de la República Dominicana registró un monto de US$3,625.3 millones, cifra que muestra un incremento de US$58.2 millones, es decir, tan solo un 1.6% respecto al nivel del año 1998. Dicho incremento se originó principalmente por el uso de los recursos de los préstamos de emergencia otorgados al país para la reconstrucción nacional luego del huracán Georges y el de préstamos concedidos para el desarrollo de proyectos prioritarios para las áreas de salud, educación, transporte y transmisión de energía; así como el diferimiento de seis meses en el pago del servicio de la deuda de los países del Club de París y la reprogramación con Venezuela. A diferencia de años anteriores en que el país era un exportador neto de capitales oficiales, la política de endeudamiento del gobierno, basada en la contratación de recursos destinados a proyectos de bien social, ha permitido el aprovechamiento de recursos internacionales mayormente concesionales durante el año 1999, con un resultado neto favorable para el país ascendente a US$60.3 millones, al comparar los recursos frescos recibidos con los pagos de principal efectuados.
Durante el año 2000 el flujo neto de la deuda pública externa de mediado y largo plazo, es decir los desembolsos menos las amortizaciones de capital, registró un resultado positivo de US$70.4 millones. En dicho período los desembolsos ascendieron a US$350.7 millones y las amortizaciones aUS$280.3 millones. El servicio de la deuda pública global, la cual incluye los intereses, las comisiones y las amortizaciones relacionadas con la misma, ascendió a US$497.1 millones equivalente a un crecimiento de US$124.0 millones con respecto al año anterior. Al concluir el año 2000 la deuda pública externa global experimentó un incremento de US$17.8 millones, respecto a la de 1999, ascendiendo a US$3,675.5 millones. Sin embargo, los principales indicadores de deuda externa reflejan que la capacidad de endeudamiento del país continuó mejorando, ya que la relación deuda externa / PIB se redujo de 21.1% en 1999 a 18.6% en el 2000 y la razón servicio de la deuda / exportaciones de bienes y servicios también se redujo de 7.2% a 4.7%. Tales indicadores revelan, además, una mejoría de la solvencia financiera internacional del país y de la
sostenibilidad en el mediano y largo plazo de la cuenta financiera de la balanza de pagos. No obstante haber tenido lugar el desembolso de los 500 millones en bonos soberanos colocados por el gobierno en el mercado financiero internacional, durante el año 2001 el saldo de la deuda externa global del sector público dominicano solo se incrementó en US$452.6 millones, (12.3%) al pasar de US$3,684.7 millones al cierre del año 2000 a la suma de US$4,137.3 millones durante la conclusión del año 2001. La colocación de los bonos soberanos en el mercado internacional por parte del gobierno dominicano no sólo produjo un incremento neto de la deuda pública externa, sino que, como era de esperarse, también dio lugar a un cambio significativo en la estructura de la misma, desde el punto de vista de los acreedores externos. En ese sentido, la deuda con acreedores oficiales, compuestos por organismos multilaterales tales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y otros, así como la que se concentra en entidades vinculadas a los gobiernos de los países amigos, definida como bilateral, experimentó una reducción en su participación en el curso del año de más de 9 puntos porcentuales; mientras que la correspondiente a acreedores privados incrementó de un 18.9 a 28 por ciento sobre el total debido a que, por su característica; la emisión de bonos se coloca vía la llamada banca de inversión.
Con respecto al servicio de la deuda pública externa de mediano y largo plazo, los pagos fueron por US$622.3 millones, incluyendo US$200.4 millones de intereses. Dicho servicio fue superior en 25.1% al del año 2000, entre otras razones, por el incremento de US$58.8 millones correspondientes al pago de los primeros dos vencimientos de principal de la deuda concesional reestructurada en la última negociación con el Club de París de 1991 y por el aumento en US$15.9 millones en la cuota de la deuda documentada en bonos PD1**, una vez finalizado el período de semigracia. Durante estos dos últimos años la deuda pública externa global ha aumentado debido en su totalidad a los recursos recibidos por la segunda emisión de bonos soberanos realizada en el mes de enero del 2003 a un plazo de 10 años y tasa de interés anual de 9.04% en adición a los recursos de los bonos, el país recibió desembolsos por valor de US$47.9 millones de organismos multilaterales, principalmente del BID y del Banco Mundial, US$124.0 millones provenientes de otros países básicamente Estado Unidos, España. Alemania y Venezuela, con carácter bilateral, y US$114.8 millones otorgados por la banca privada.
En el primer semestre del 2003 la economía dominicana recibió US$886.7 millones por concepto de desembolso de préstamos a todos los plazos, de los cuales los correspondiente al mediano y largo plazos contratados por el sector público fueron US$831.7 millones. En dicho semestre, el país realizó pagos por el servicio de la deuda ascendiente a US$520.7 millones. Del total de pagos realizados, las amortizaciones fueron US$400.1 millones y el resto intereses.
La deuda pública externa de corto plazo registró una reducción de un 5.3% de los desembolsos y el aumento en un 14.6% de su servicio, por lo que tanto su flujo neto como su transferencia neta tuvieron resultados negativos. Evaluación de la deuda pública externa Enero-Junio 2001-2003 Para ver el cuadro seleccione la opción "Descargar" del menú superior En estos cuadros se pudo observar que sin la emisión de bonos soberanos, el flujo neto de deuda a mediano y largo plazo hubiera sido negativo en US$46.0 millones, convirtiéndose el sector público en exportador neto de capitales y que las transferencias netas también hubieran sido negativas. Desembolsos recibidos Enero-Junio 2001-2003 (Millones de US$) Para ver el cuadro seleccione la opción "Descargar" del menú superior Elaborado según informaciones del Banco Central, "Boletín Trimestral 2003" Destino de los recursos obtenidos por la emisión de bonos soberanos del 2003 (Millones de US$) Para ver el cuadro seleccione la opción "Descargar" del menú superior Causas y Consecuencias del Endeudamiento Público Externo: Son diferentes las causas que determinan el endeudamiento de un país, entre éstas están: • Los prestamos dirigidos a financiar proyectos para el desarrollo económico y social. • Préstamos para financiar los déficit de la balanza de pago. • Prestamos generados por intereses cobrados sobre intereses de la deuda no pagados. El endeudamiento en si no es malo, el problema de un país no radica en su endeudamiento, sino en la capacidad de generar los servicios para cumplir con sus obligaciones sin afectar su desarrollo económico. Por eso es fundamental que los préstamos se concierten a largo plazo e intereses bajos y se destinen a financiar proyectos que mejoren la eficacia productiva del país deudor. Un endeudamiento público excesivo puede tener como resultado o consecuencia: Un aumento en las tasa de intereses, la cual se refleja en una reducción de la inversión privada, austeridad del gasto, bajo salario, aumento de precio de los productos debido a las presiones fiscales impuesta por El gobierno sobre las empresas productoras de bienes y servicios, reducción del poder adquisitivo de la persona, puede inhabilitar la capacidad del endeudamiento de los próximos gobiernos, incluso puede llegar a provocar El incumplimiento de pago del servicio de la deuda.
CONCLUSIÓN Durante los últimos seis años del pasado siglo (1994-2003), la República Dominicana registró un cierto crecimiento económico debido principalmente a condiciones climatológicas favorables, a la política de construcción aplicada por el gobierno y algunos factores externos que incidieron en dicho crecimiento. Sin embargo, este
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