Hayek y El Rol Del Estado

Universidad Academia de Humanismo Cristiano Escuela de Gobierno y Gestión Pública Carrera de Administración Pública Vespertina Profesora: Fabiola Miranda

El Liberalismo según Hayek y el Rol del Estado

Nicolás A. Georger García

Desarrollo En el texto “Liberalismo” de F.A. Hayek, se expone desde una visión economicista todo un proceso histórico y social donde el autor sienta las bases de su argumentación respecto a qué es el liberalismo y en qué se diferencia su postura respecto a las otras visiones del liberalismo. ¿Por qué sostengo que es un análisis economicista?, la razón radica en que todos los supuestos que el autor sostiene apuntan principalmente a razones económicas y comerciales, ya que todas las libertades individuales y el límite al actuar del Estado, estarían en función de dicho objetivo y no por la libertad como un abstracto filosófico. Para resumir, señalaremos que en un comienzo el autor sostiene que hay distintas formas de liberalismo, siendo las tres principales: -

Inglesa, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media y el pensamiento de los Whigs, teniendo como idea central la limitación del Estado a un sistema jurídico con restricciones a la acción del Ejecutivo, para luego centrarse en el pensamiento de Adam Smith.

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Europea continental, basada en los principios y la filosofía de la Revolución Francesa, en el sentido del establecimiento de una República y de derechos universales.

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Estadounidense, centrada en el pensamiento independentista y Constitucional que caracterizó el proceso, donde el individuo tiene amplias libertades y el actuar del Estado está fuertemente restringido respecto a la individualidad, garantizando derechos a nivel jurídico.

Las ideas señaladas anteriormente apuntan a la libertad del individuo en todo aspecto, que el Estado debe sólo garantizar aquella libertad a través de instituciones de justicia, al señalar que “si bien todos deben ser lo más libre posible, la coerción no debe eliminarse completamente sino sólo reducirla al mínimo necesario para impedir que individuos o grupos de individuos ejerzan la coerción en forma arbitraria sobre otros”, básicamente como una forma de desvincularse de la idea anarquista de eliminación del Estado.

Para el autor, el Estado debe ser garante de la libertad de los individuos y su rol debe ser el de salvaguardar dicha libertad, en un sentido simplista se puede señalar que sienta sus bases sobre la idea de “la libertad termina donde empieza la del otro”, con ello oponiéndose a las ideas socialdemócratas y marxistas de la redistribución y la planificación central, respectivamente. El autor también señala que casi de forma espontánea, las personas lograrán por la motivación para ser responsables de su propio destino. El autor respalda la separación de los poderes, como influencia de la idea continental de liberalismo, al citar y respaldar la idea de que “cualquier sociedad en la que no se garanticen debidamente los derechos y no se determine la separación de poderes, carece de constitución” El texto cierra haciendo un análisis autocrítico a la idea general del liberalismo al señalar que uno de sus supuestos incuestionados era la deseabilidad del avance del conocimiento o progreso y que era asegurado por la libertad intelectual, lo cual llevaría al aumento de la capacidad del hombre para conseguir sus objetivos por medio del avance tecnológico y científico, lo cual combinado con la libertad individual aumentaría o mejoraría muchos aspectos a nivel material y moral, aunque la experiencia señala que no ha sido lo único ni tampoco lo suficiente. A su vez, el mismo autor señala que pese a la insuficiencia del liberalismo como única forma de progreso social, dice que durante los períodos de liberalización fue donde más se lograron avances en dichos aspectos. También el texto cierra haciendo una defensa a la libre competencia como el mejor mecanismo de avance para el progreso constante. Comentarios Personales Si bien, comparto con el autor la idea de la separación de poderes del Estado y de la libertad como un bien superior, me resulta bastante escueto pensar que la libertad por si sola es el método de desarrollo y crecimiento como sociedad, ya que presupone que todas las personas son capaces de competir con las mismas condiciones previas y que la atomización es la base para que la sociedad de manera agregada genere crecimiento.

Es crítico el caso de países como Chile, donde la ideología neoliberal ha dado pie a tener índices de desigualdad económica, educativa, social, cultural a niveles de países paupérrimos, donde se grafica que la libertad individual enfocada en lo económico y la libre competencia no son para nada motores de crecimiento equitativo. Es importante resaltar el bien de la libertad, pero si ésta existe para algunos, mientras otros permanecen sometidos a la precariedad, no es una verdadera libertad, sino que es sólo una forma eufemística de elitismo y oligarquía, ya que incluso en los países donde el liberalismo se ha cultivado por más tiempo y se ha hecho una férrea defensa de él, es el Estado –entendiéndolo como los contribuyentes- es quién viene a poner orden en la economía y presta los servicios necesarios para que la libertad sea más plena que si no existiese esa acción correctiva del Estado frente a una sociedad desregulada. Claros son los ejemplos de países de Europa central como Alemania y Francia, donde el coeficiente Gini disminuye considerablemente luego del rol redistributivo del Estado, lo cual señala que los mercados desregulados y la libertad total sólo terminan en libertinaje para algunos y esclavitud para otros, esto sin contar los impactos en el medio ambiente, que es un costo altísimo que recién estamos comenzando a entender e incorporar a la hora de hacer análisis. En síntesis, el aporte del liberalismo es indudable, sobre todo en las autonomías y en la separación de poderes, pero claramente es insuficiente a la hora de ser un modelo perfecto para organizar la sociedad, ya que sus carencias empíricas son evidentes. Personalmente creo que el rol correctivo del Estado es imprescindible y la libertad económica por si sola es insuficiente.