Hablando Sola Sobre La Verdad

 

Hablando sola sobre la verdad.

¿Has visto alguna vez a alguien que tenga en sus manos la verdad y no la comparta? La verdad nunca reside en las manos de un egoísta. La verdad duele, cuando descubrimos la mentira en la que hemos vivido. Compartir un sentimiento profundo es dar desde un lugar donde existe el sentimiento puro, que es lo más cercano que tenemos a la verdad. Con todo y que no creo que exista “la verdad”, existe una definición general que podemos asociar con esta palabra, y esta sería la sinceridad. Supongamos que si existe “la verdad” y, que de acuerdo con esta que existe hoy, hay algo que sí es seguro: siempre duele oírla o decirla. ¿Y porque nos duele la “verdad”? ¿No debería doler más una mentira? Pues en realidad SI, duele más una falsedad, porque nos duele la verdad al descubrir la mentira en la que hemos vivido. A lo mejor no estamos preparados para vivir en total sinceridad. Quizás porque la “verdad” nos pone decisiones en las manos, y elegir es la más difícil de todas las acciones. Los cierto es que nunca dejas de tomar decisiones porque, aunque no decidas, decides “no decidir”, y esto de alguna forma es decidir. Cuando decides

decidir tienes a tu favor que, es por ti y por nadie más. A veces lo que decidiste no funciono como hubieras querido y este es uno de los riesgos, pero todo lo que vale la pena en la vida implica uno. Hay algo que existe siempre y a todas horas: el “arrepentimiento”. Muchos dicen que nunca debes de arrepentirte de nada, pero es imposible, es más, ni siquiera es una decisión. ¡De repente te pasa!, ¡te arrepientes! Cuando nos arrepentimos hay que tomar otra decisión y esta vez más importante aún. La decisión que confirma que tan sincero eres en verdad contigo. Esto es lo que yo pienso de las decisiones. Existen todos los días, unas son importantes, otras quizá no tanto, pero ahí están, y es mejor tomarlas, con todos los riesgos que implican. La verdad es el producto de la experiencia. Esta definición le da una base a cualquier otra que haya dicho anteriormente sobre “la verdad”. La experiencia te lleva a tu verdad. La mejor sensación en la vida es tener la certeza de algo. Como cuando te cae encima un sentimiento inequívoco de que estas enamorad@. Es como la sensación que tienes cuando pones la última pieza de un rompecabezas o cuando contestas en el juego de maratón antes de que se acabe la pregunta, sin la opción múltiple. La certeza es de lo que trata la vida. La medicina no será efectiva sin la certeza, la ciencia tampoco. Por eso hay tantas equivocaciones, “desdicha, problemas y desilusiones ” y, dado que a nadie le importa la certeza, mucha gente se conforma con un “casi”, “a lo mejor” o con un simple “puede ser”. Lo bueno es que tarde o temprano te llega la certeza, y desgraciadamente la mayoría de las veces nos llega al comprobar lo contrario. Pero qué bueno es comprender algo.

 

Yo creo que cuando te das cuenta de que no eres la misma persona que hace un año o quizás hace algunos meses, sabes que has cambiado, y cambiar es comprender. Creo que es aquí donde reside la diferencia entre las personas que logran tanto y las que no logran nada en la vida. Tengo muy presente que en un momento dije: “total, la verdad que importa”, sigo pensando igual, solo que me refiero a la “verdad” como una palabra que lleva consigo una definición concreta que aparece en un diccionario, y ésa es la que no importa. Importan la experiencia y la certeza. Todos somos todo. En algún momento de nuestra vida hemos sido buenos para alguien, y en otros, hemos sido malos. En algún momento hemos sufrido y en otra ocasión hemos hecho sufrir. En algún momento hemos dicho lo equivocado y hemos hecho llorar a alguien. Hemos sido a veces lo que nunca esperábamos ser, o hemos hecho lo último que esperábamos hacer. Ay quien poder ser una maravilla ante mis ojos y ante los ojos de otros, todo menos una maravilla. Lo que quiero decir es que, de acuerdo con cada uno de nosotros, ay una verdad “personal”. No hay que hablar, ya que en realidad sabemos quién es quién para nosotros. Y lejos de nosotros puede ser nadie o alguien completamente diferente. ¿Por dónde empezar? Llega un momento en que la razón de vivir encuentra un lugar en nuestra vida y de repente, todo lo que nos confundía empieza a tener sentido: nos vamos dando cuenta de que lo que importa son las cosas que no podemos ver y que las que si podemos ver no siempre son fieles a lo que parecen. Con el tiempo nos damos cuenta de lo mucho que valen nuestras relaciones y el lugar que merecen y de alguna forma, todo lo que hacemos nos va transformando en algo mucho más grande. Conforme vamos viviendo, vamos sintiendo y con el sentir se aclara todo; las lágrimas nos revelan que son y siempre van a ser parte de nosotros, pero las risas nos recuerdan una y otra vez que son la esencia de la vida. El amor es todo y no podemos limitarnos a sentir solo partes de una fuerza tan grande. Espero que el amor que hoy recibas lo regreses con un detalle desde el fondo de tu corazón, porque nada en la vida vale más que eso y que todo lo que hagas sea con las mejores intenciones, porque algún día todo lo que has dado se te regresara, y entonces sabrás porque estás aquí. Daniela Rivera Zacarias.

 

HABLANDO SOLA

HABLANDO SOLA SOBRE LA VERDAD.

Seudónimo: Angy

No. De folio 1310912

Estudiante de secundaria