Gunter Dux - La Destitución de La Justicia

August 17, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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La destitución de la justicia y las l as precariedades cognitivas de la teoría neoliberal  

Günter Dux 1 La doctrina de salvación de la teoría neoliberal  La conciencia políticamente correcta La conciencia política de nuestros días registra el fracaso del Estado de bienestar, aunque en lugar de hablar de fracaso se prefiere hablar de ajustes. Pero esa terminología políticamente correcta denota un esfuerzo por deshacerse del peso que significa el haber empujado con los ajustes a millones de personas al margen de la sociedad. La convicción de que se ha hecho lo que el principio del Estado de bienestar exige permite pensar que políticamente no hace falta ya ocuparse de la población marginada. La cuestión de cómo mejorar las condiciones de vida de quienes no tienen empleo o no están en condiciones de trabajar, así ya no se les  plantea a los grandes partidos políticos, ni que decir de los liberales. A quienes se les ha  precipitado hacia ha cia abajo se les ubica eenn una situación de espera de la cual se afirma que sólo el mercado los podrá liberar. Mientras tanto va pasando la vida de millones de personas. Para los desempleados y para aquellas personas que consiguen trabajo solo en los grupos salariales más bajos no es un secreto que cuando las élites políticas hablan de recomposición en realidad se están refiriendo al fracaso del Estado de bienestar. La gente sumergida en tal situación experimenta este fracaso como la pérdida de una vida con sentido. Prevenir esto  justamente debería ser la función del Estado de bienestar. Después de todo tiene poco sentido negar que la evolución de las capas bajas, tal como se ha dado en los decenios pasados y plenamente a partir de los ajustes neoliberales, implica el fracaso del Estado de bienestar. Sería absurdo también negar, que hay unas capas bajas cuya vida está definida por la pobreza y la miseria, que realmente existen.2  Cabría esperar del fracaso del Estado de bienestar que despierte la conciencia social de que la sociedad de mercado nos ha llevado a una trampa de organización. Por esto mismo en el fondo se esperaría encontrar también una conciencia de que es en el sistema de la economía donde se ha de buscar el fondo de los problemas que aquejan a esta sociedad. ¿Acaso se puede negar todavía, el sistema económico está impidiendo a millones encontrar trabajo? En momentosque de auge de la economía se registra con toda claridad por qué quienes en esas fases encuentran trabajo anteriormente no lo han podido encontrar. Es también el caso de los millones que, aunque tengan trabajo se encuentran en los márgenes de la sociedad, dado que el sistema económico no les ofrece otra opción que la de emplearse por un salario 1

 Traducción Vera Weiler, Universidad Nacional de Colombia. El texto es un extracto con ajustes editoriales realizados con la aprobación del autor del libro Warum denn Gerechtigkeit. Die Logik des Kapitals [Por qué justicia. La lógica del capital. La política en disputa con la economía] , (Velbrück 2008). 2 La vida en la línea de pobreza o por debajo de la misma ya es una vida que raya en la miseria. m iseria. Pues en la línea de pobreza no hay garantías reales para las necesidades básicas sino que en esta línea de hecho comienza la lucha diaria por la comida, la vestimenta, la vivienda y la salud. Bajo la condición de incertidumbre de la vida para millones no hay chance de ganar esa lucha. Es perfectamente posible saberlo; únicamente hay que mirar. Vea la documentación d ocumentación hace unos años de P. Bourdieu et al., Das Elend der Welt [Hay trad. cast. La miseria del mundo] así como la más reciente de N. Klinger y J. König, Einfach abgehängt [Simplemente descolgado].

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extremadamente bajo. Finalmente se esperaría que se reconozca que, aun cuando todos los esfuerzos se concentren en la creación de condiciones favorables al sistema económico y por tanto a la generación de empleos, no se debe posponer la tarea de ayudar a los que el sistema económico en cualquier caso no integra o no integra lo suficiente para llevar una vida con sentido. Las expectativas son engañosas. En la conciencia pública no hay claridad ni siquiera de que los problemas de millones de personas se deben al sistema económico, como tampoco se entiende que no tiene sentido esperar del mercado ayuda para todos. Pero debido  precisamente a la absurda idea de d e que el mercado producirá prod ucirá una solución general los auxilios sociales se fijan tan tan bajos como si apenas tuvieran que ayudar a sobrellevar un momento  pasajero de ingresos muy mu y limitados. El hecho es que se ccuentan uentan por millones a qu quienes ienes viven como desempleados o trabajando por un salario miserable de manera permanente. Son razones estructurales las que en la sociedad de mercado impiden al sistema económico integrar a todos de manera duradera bajo condiciones que permitan llevar una vida con sentido. Exactamente por esto la política tiene que pensar en cómo formar unas estructuras que permitan asegurar la integración de los desempleados y de los perceptores de los salarios bajos en la sociedad. Ideas como las que en el pasado se abrigaban con respecto a la creación de un seguro de desempleo como solución temporal no bastan para el Estado de  bienestar de la sociedad de mercado moderna. Esto no puede ccontinuar ontinuar ignorándose después de que el Estado de bienestar en Alemania ha fracasado ya dos veces y en un momento en que pareciera destinado al fracaso a nivel mundial. Pero debido a una teoría económica integralmente comprometida con una concepción neoliberal de la sociedad queda bloqueada la pregunta misma de qué se puede hacer para garantizar la integración social de las capas marginadas. Dado que este tipo de teoría logró afincarse en el sistema político, éste no se identifica con la tarea de buscar formas de organización social, apropiadas para contrarrestar de manera permanente la insuficiente capacidad de integración del sistema económico.  La impugnación de la justicia En cuanto a su génesisdelalateoría neoliberal una teoría de su la sociedad que la se asumió desarrolló  partir del liberalismo temprana Edad es Moderna. Pero forma actual soloa después de que surgiera la sociedad diferenciada y de que estuviera conformado el sistema económico como sistema base de la sociedad. La teoría neoliberal conecta precisamente con este desarrollo. Su andamiaje teórico lo extrae del sistema económico. Pero su verdadera intención no apunta hacia éste, sino que se dirige hacia la sociedad en su conjunto y por ello hacia el sistema político. Se pretende que las condiciones sociales generadas por el sistema económico sean criterio y objetivo de toda la sociedad. Por esa misma razón la teoría neoliberal busca obligar al sistema político a que ajuste sus pretensiones y su capacidad de intervención a los límites que las reglas del sistema económico demandan. Se quiere  preservar la organización de la sociedad de mercado tal cual se forma a partir de la economía. La teoría neoliberal asume como un teorema válido la idea de que una verdadera ayuda para los que se ven empujados hacia los márgenes de la sociedad solo se puede esperarque del ha mercado. En este marco el Estado de bienestar se presenta ayuda do a los  pobres de asegurarapenas el mínimo de existencia. Puesto que paracomo este postula postulado no 2

 

hay otra justificación que la creencia de que la mejor de las sociedades posibles es aquella cuyo orden deja sin tocar las condiciones que el sistema económico produce, la teoría neoliberal las convierte en una doctrina de salvación. Es exactamente en esta forma de fe en el orden generado por la economía en la que se percibe la teoría neoliberal a sí misma. 3 Los artículos de fe que forman parte de la dogmática de la teoría neoliberal los voy a discutir más adelante. En el presente contexto interesa la descalificación de la justicia que la teoría neoliberal asocia con su fe. Hayek declara explícitamente  –   y otros están dispuestos a seguirlo en esto  –  que   que en la sociedad de mercado no puede haber forma alguna de justicia social. Para el sistema económico de mercado esta afirmación se podría aceptar. El enunciado, sin embargo, se pretende válido para la sociedad en su conjunto. Quien a pesar de esto postula justicia social, de acuerdo con Hayek, no sabe de qué está hablando o es un estafador. (XIV). Justicia social para la teoría neoliberal es una ‘categoría carente de 4 sentido’ (229 [279]).    La ciencia de la economía como doctrina de salvación  salvación   Una crítica de la teoría neoliberal de la economía se encuentra con que la teoría neoliberal,  por mantener su marco teórico ligado al sistema económico, pareciera estar acorde con la realidad social. La posibilidad de apreciar así las cosas se da gracias a que, como es sabido, el sistema económico constituye el sistema base de la sociedad de mercado. Es en primer lugar a través de este sistema que los hombres son conectados entre sí en forma de una sociedad  –  si  si es que resultan conectados realmente. Este referente real es lo que asegura a la teoría económica la amplia aprobación de la opinión pública, comenzando por la de la ciencia económica misma. Ahora bien, desde un punto de vista social la ciencia de la economía es una ciencia de miras estrechas. Nadie tomará a mal que esté ligada al sistema de la economía. Pero el rigor sistémico que la economía toma de este sistema la mantiene de tal manera cautivada, que la lleva a creer que en manos del sistema económico ha de dejarse la organización de la sociedad también. Desde luego, la teoría neoliberal se lo agradece,  pues en el fondo no está preocupada por el sistema económico sino por la sociedad. Esta  pretensión recibe su mayor refuerzo en la esfera política pública por iniciativa de las redacciones económicas de los medios de comunicación que traducen la dogmática del neoliberalismo en comentarios políticos cotidianos. Resulta un tanto extraño que la ciencia económica, con sutenga fe enalguna que la capacidad sociedad tal el sistema conformado, es la mejor posible decomo persuación, pueseconómico salvo quelaelha cuarto inferior de la sociedad pase desapercibido no hay nada en el mundo que de pie para tal creencia. No extraña, en cambio, que esta creencia de la teoría neoliberal cuente con la anuencia de gran  parte de los interesados burgueses. bur gueses. Pues entre e ntre los que en el siste sistema ma económico se encuentran encue ntran 3

 Así Fr. A. Hayek, Recht, Gesetz und Freiheit [Trad. cast. Derecho, legislación legislación y libertad. Una nueva  formulación de los principios liber liberales ales de la justi justicia cia y de la economía polític política a ]. Baso mi discusión sobre la teoría neoliberal en lo que se refiere a la dogmática en esta obra, porque ella representa una suerte de suma de los numerosos escritos de Hayek. Recht, Gesetz und Freiheit  es  es mucho más sistemático que Der  [Trad. cast. Camino a la servidumbre]. Las citas en mi texto se refieren al Weg in die Knechtschaft  [Trad. primero de estos libros. (Entre [ ] se agrega ag rega la página correspondiente a la edición en un tomo en lengua castellana. N. d. T.). 4 La literatura económica sobre la doctrina de Hayek es tan extensa como la crítica sociológica. Por muchos: B. Caldwell, Hayek’s Challenge. J. Gray, Freiheit im Denken Hayeks. Para la crítica sociológica últimamente Chr. Butterwege/ B. Lösch/ R. Ptak, Kritik des Neoliberalismus.

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 bien posicionados los mecanismos reales de distribución junto con los potenciales de poder del sistema económico se traducen en la convicción de que las condiciones dadas son las que deben ser y deben continuar en la forma en que el sistema económico las engendra. Pero no solo a esto se debe que la teoría neoliberal consiga poner la política a su servicio. El hecho de que el sistema económico en realidad constituye el sistema básico de la sociedad de mercado es decisivo para la recepción de la teoría neoliberal por la política. El sistema  político ciertamente ciertamen te está ligado a él. En la sociedad socied ad de mercado ccualquier ualquier forma f orma de política se puede defender solo en la medida en que logre crear condiciones que el sistema económico tiene que aceptar, para defenderse a su vez dentro del sistema político. Constatar que el contexto de la globalización no es el más propicio para imponerle al sistema económico condiciones y responsabilidades es una perogrullada.El que el sistema económico esté inscrito en el mercado mundial lleva a dejarlo, de ser posible, como está y a desconectarlo del Estado de bienestar. Por esta razón para el problema de la integración de los millones que el sistema económico no incluye o no incluye lo suficiente hay que encontrar una solución en el sistema político. Pero aquí este problema tropieza con dos obstáculos: en primer lugarse encuentra con una mayoría que se siente favorecida por el sistema económico y que es relevante para los procedimientos democráticos de formación de voluntad; en segundo lugar se encuentra con los políticos que, ellos mismos, forman parte de la mayoría favorecida y que por lo demás son legos en una materia altamente compleja. Su competencia reflexiva está ligada a las condiciones que encuentran en la sociedad. No se les ocurre en absoluto proponerse un cambio estructural del sistema social para que todas las  personas se puedan integrar en la sociedad en condiciones que les permitan pe rmitan llevar una vida llena de sentido. La teoría neoliberal aligera la carga para la política. En ésta no hace falta la reflexión, con tal de que se piense lo que los protagonistas de la teoría neoliberal piensan, que es que al sistema económico ‘se debe dejar hacer’. Si bien la teoría neoliberal supo introducir sus artículos de fe en la conciencia política de la opinión pública no ha podido erradicar el postulado de la justicia, no logró que la justicia fuera considerada por la conciencia pública como una categoría absurda. Cosa distinta es que el postulado de la justicia haya quedado sin efecto. Bajo el dominio del neoliberalismo ha quedado reprimido en la conciencia pública aquello a que se refiere la noción de justicia y, ante todo, las estrategias políticasDe requeridas hacerla realidad. es posible eliminar realmente la conciencia de justicia. hecho, lapara justicia como objetivoNo ideal cobra tanta más importancia, cuanto más apremiantes se presenten los problemas de la integración social  para un gran número de personas. La Fundación Friedrich Ebert realizó hace unos años un estudio “Gesellschaft im Reformprozess” ( Sociedad en proceso de reforma) en Alemania que arroja algunos datos ilustrativos. El 83% de los cerca de tres mil entrevistados indicaron que para ellos la justicia es muy importante (56%) o importante (27%).5A menos del 30% de las personas les parecía justa la distribución del bienestar en la República Federal. 6  No sorprende que este segmento de la opinión se constituya en medida desproporcionada de  personas de altos ingresos. Una suerte de elocuente estupefacción se advierte en el uso del 5

 R. Müller-Hilmer, Gesellschaft im Reformprozess, p. 12.  Así en el Wohlfahrtssurvey 1998 [Informe sobre bienestar]; Vea. H. Diefenbacher, Gerechtigkeit und Nachhaltigkeit , p. 28. El dato ha sido confirmado por una nueva encuesta mediante infratest. Der Spiegel  45,  45, 2006, p. 23. 6

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concepto de justicia en la política cotidiana. Ahí sirve para legitimar cualquier medida que a los políticos se les ocurra para perpetuar el status quo. Las razones por las que el postulado normativo de justicia lograimponerse a las condiciones reales radican enel auto-entendimiento del hombre propio de la Era Moderna. Con la justicia siempre está en juego el reconocimiento de una forma de vida del hombre que depende de una praxis sociocultural en la conducción de la vida en la sociedad. La justicia remite a la constitución básica de la existencia. El problema consiste en que la conciencia de justicia se ve confrontada con una constitución del poder político que ella no está en condiciones de modificar. Cambiarla requeriría la organización política desde los relegados a las capas bajas como un potencial de poder. Pero esto es casi imposible. Volveré a este punto más adelante. En el presente contexto interesaespecialmente esto: la situación real de poder no sería tan real si no estuviera soportada por la ciencia de la economía y, a través de los medios, por una teoría de economía política que pueden legitimar esta situación. Una teoría sociológica no  puede abandonarse a la ilusión de querer cambiar primero la conciencia c onciencia para luego generar unas condiciones que permitan perseguir la justicia en la política. Pero tampoco se puede negar que una fundamentación teórica representa una necesidad ineludible para una política de compromiso con la justicia. He aquíla tarea más importante de la ciencia, sociología y ciencia política por igual, en las condiciones actuales de la sociedad. Para cumplirla se  precisa de un ajuste de cuentas con c on la teoría neoliberal. A Friedrich Hayek se le debe el intento de fundamentar la destitución de la justicia, tema central de toda teoría neoliberal, a través de una dispendiosa elucubración sobre las bases de la sociedad. En eso procedió de una manera que es altamente característica de la teoría neoliberal. Como toda doctrina de salvación ésta también trata de apuntalar con argumentos racionales lo que es introducido en calidad de un sistema de creencias. Todo orden, dice Hayek, depende de que sea creído (64 [86]). Esto es válido también para el orden de la sociedad de mercado. A Hayek la razón le sirve únicamente para cobrar conciencia de los límites del conocimiento humano. En otras palabras ella sólo tiene la función de hacer creíble la fe en el sistema. Miremos la teoría de la sociedad de Hayek más detenidamente.  

2 La naturaleza de la sociedad Órdenes construidos y órdenes espontáneos  espontáneos  El interés teórico de Hayek desde el comienzo está determinado por el esfuerzo por representar la naturaleza del orden social de tal manera que se pueda probar el sin sentido del postulado de justicia. La forma de hacerlo es la distinción entre órdenes espontáneos y órdenes construidos. Órdenes espontáneos son aquellos cuyo sistema de reglas no ha sido creado intencionalmente. Precisamente esto los distingue de los órdenes creados, los de la familia, de la aldea y de la empresa. El orden de la sociedad, si se sigue a Hayek, siempre es un orden espontáneo. La diferencia más importante entre orden espontáneo y orden hecho consiste en que de aquel nunca se puede afirmar que sea ‘justo’ o ‘injusto’. Pues  justo o injusto puede ser únicamente lo que es resultado de una acción intencional singular (183 [221]). un Deorden manera que como justo o injusto en el mejor de los casos puede ser considerado creado. 5

 

Como sociólogo que tiene en la mira las diversas sociedades históricas se puede estar dispuesto a concederle cierta plausibilidad a la distinción entre unos órdenes espontáneos y otros intencionalmente creados. El orden de la sociedad es también en la comprensión sociológica un orden que no ha sido creado intencionalmente. Aun así en una revisión detenida la distinción entre órdenes espontáneos y creados se torna borrosa. Los órdenes hechos pueden ser creados intencionalmente. Los órdenes que se rigen por un estatuto o reglamento, las asociaciones por ejemplo, presentan esta forma de intencionalidad. Pero los órdenes que tiene en mente Hayek al hablar de órdenes creados, órdenes de la convivencia de seres humanos en familias o aldeas, se forman sin que se esté pensando en un orden  para luego lograrlo lograr lo intencionalmente. Se puede funda fundarr una familia de manera concienzuda, conc ienzuda,  pero su orden ord en se ha formado pre previamente viamente de otr otraa manera. Los órdenes creados crea dos ciertamente se definen en gran medida por las intenciones que a través de ellos se persiguen. Pero éstas se definen por intereses y necesidades atravesadosa su vez por interpretaciones de lo que  pasa en el mundo. Sus óórdenes rdenes resultantes se forman a lo largo la rgo de mucho tiempo a través del entrelazamiento de las prácticas de vida degeneraciones, prácticas determinadas por la  peculiar mezcla de intereses e interpretaciones. De esta manera se suelen generar los órdenes sociales en general, los creados al igual que los espontáneos. Se forman de modo emergente. Emergente quiere decir que los órdenes emergen a partir del entrelazamiento de múltiples acciones y comunicaciones. Estos órdenes emergentes pueden estar conectados con los objetivos perseguidos de forma más directa o menos directa. Los órdenes familiales  por lo común son cercanos a los intereses y objetivos que los miembros de la familia  persiguen. En cierta medida vale lo mismo vale para los órdenes sociales. Todo orden se basa en la intencionalidad de las acciones a través de las que  se forma. Son éstas é stas las que se condensan en un tipo; ellas se entrelaza entrelazann para  formar un orden de la sociedad.  sociedad.   Un orden de dominación como el sistema de vasallaje de la Edad Media presenta una gran influencia de objetivos intencionalmente perseguidos. Su tipo, la peculiar mezcla de relaciones de lealtad personal y de sometimiento a relaciones de dominación agrarias, define el tipo desistema del vasallaje. Y el orden de la sociedad de mercado, considerado  por lo común paradigma de eluninterés orden en espontáneoemergente, se forma manera similar. Nada locomo define tanto como la acumulación de capital, que de representa la punta de lanza de las acciones de los que actúan como empresarios. Quizás Hayek podría aceptar la naturaleza emergente de los órdenes sociales, porque le interesa únicamente que los órdenes sociales no sean concebidos como órdenes intencionalmente creados. Pues de esto depende la consecuencia que le importa: dejar en claro que sólo un orden intencionalmente creado puede adquirir el atributo de ‘justo’ o ‘injusto’. Para los órdenes emergentes Hayek entonces debería negar que puedan ser considerad os ‘justos’ o ‘injustos, del mismo modo en que lo hace con respecto a los órdenes espontáneos como él los entiende. Esto, sin embargo, resulta dudoso. Pues la mera constatación de la emergencia, como ya hemos visto, no impide que un orden que se constituye de modo emergente sea determinado por las intenciones de las acciones a partir de las cuales se forma. Esto es como válidouna en especial la sociedad mercado. Que lao sociedad de mercado se muestre sociedad para espontánea en el de sentido de Hayek, 6

 

como emergente, en nuestro sentido, no tiene porqué impedir que se le aplique el criterio de ‘justo’ o ‘injusto’. De hecho, esto es lo que sucede efectivamente. El juicio se puede dirigir exactamente hacia aquel momento por el que el orden de la sociedad de mercado se forma: hacia la acumulación de capital y la relegación de los intereses de los sujetos en la sociedad, que está ligada a la acumulación de capital. Pero esta no es la principal de las objeciones a esgrimiren contra de la tesis neoliberal de Hayek, según la cual a las sociedades de mercado no se les puede aplicar el criterio de justicia. Las sociedades de mercado son socialmente diferenciadas. Junto al potencial emergente de organización del sistema económico ha surgido el del sistema político. En realidad con la sociedad de mercado el Estado se ha desarrollado hacia un sistema político al que le son propiasunas funciones organizacionales para el sistema en su conjunto a la vez que para los sistemas parciales. El Estado como Estado de bienestar efectivamente está destinado a compensar los déficits en la capacidad de integración del sistema económico. Lo que hace se podrá considerar sin reserva bajo el criterio de lo justo e injusto, pues las medidas que este Estado toma son medidas intencionales que pretenden influir sobre la forma de la sociedad.Es precisamente este desarrollo lo que le suscita a Hayek la mayor  preocupación. Persigue Per sigue la teoría del neoliberalismo eesbozada sbozada por él el propósito de mostrar que la justicia social es una categoría sin sentido y que la práctica observable por doquier de lo que Hayek sataniza como política democrática liberal conduce necesariamente a la catástrofe de un régimen totalitario, tal como se conoció en forma de los regímenes comunistas o socialistas (4 [17]). A la sociedad de mercado, según el credo de la teoría de Hayek, hay que dejarle integralmente su carácter espontáneo (o emergente). Su orden se  puede retocar, pero solo para conferirle mayor coherencia cohe rencia a fin de que el mercado se pueda imponer como mercado de forma aún más exclusiva. Como se puede ver, Hayek quiere que la organización de la sociedad de mercado sea exactamente la misma que el sistema económico engendra. Ese es el credo en que se basa la teoría neoliberal, como he tratado de mostrar. ¿Cómo llega Hayek a este postulado? ¿Por qué trata de inmunizar el orden surgido del sistema económico contra el postulado de justicia en cualquiera de las formas en que éste desde el sistema político se le pueda presentar? La razón más importante  –  que   que Hayek despliega de manera en extremo redundante  – radica radica en la idea que él se hace de la génesis del orden espontáneo de una sociedad. La ve generada por un mecanismo evolutivo, que en su concepto contiene la garantía de representar el mejor de los órdenes  posibles.  El naturalismo evolutivo en la comprensión de la sociedad   Las sociedades se forman por el entrelazamiento de acciones y comunicaciones. Hayek  probablemente estaría de acuerdo con esta definición, aunque él conserve todavía algo de la idea de sociedad como asociación de personas (48 [68]). Podría estar de acuerdo Hayek también con la extensión de nuestra definición que implica que el orden de la sociedad es determinado por el entrelazamiento de acciones y comunicaciones fijadas en reglas. Pero sobre la forma en que se da el entrelazamiento Hayek ha desarrollado sus propias ideas. En la medida en que las reglas y el orden en conjunto se puedan entender como creados de manera no intencional, Hayek se ha inventado para ellos un procedimiento genético que se asemeja bastante la génesis según de reglas en el se comportamiento de de los la animales. Las al reglas de convivencia en laa sociedad, Hayek, forman a través adaptación medio 7

 

ambiente (14 [30]). Hayek ve emerger las reglas de un proceso de selección de experiencias en el grupo (13 [29s]) que le confieren beneficios de supervivencia en su entorno (20 [36]). Y las reglas ante todo se forman porque por medio de ellas el grupo gana la supremacía sobre otros grupos (166 [202]). No se trata de que unos particulares busquen su ventaja en la sociedad y que ello explique la razón por la que surgen unas reglas; las reglas no se crean con miras a las ventajas perseguidas por unos individuos, ni con consideración de las consecuencias para la sociedad (21 [38]). Las reglas se forman en un  proceso de selección social soc ial evolutivo, en el que las ventajas para el grupo son decisivas. dec isivas.  No es difícil reconocer que las ideas evolutivas que Hayek asocia con la génesis de las reglas y su entrelazamiento en el orden de la sociedad tienen relevancia directa para la negación de la justicia. Por una parte nadie es responsable del orden de la sociedad que se forma evolutivamente, pero porotra el orden de la sociedad se forma siempre en interés de la sociedad. Para ésta el orden ha resultadobeneficioso (172 [209]). El objetivo de toda la dispendiosa elucubración sobre espontaneidad y conformación de reglas es mostrar que la sociedad de mercado, tal como se ha conformado, es naturalmente la mejor de las sociedades posibles. Habrá que reconocer, dice Hayek, que en la sociedad hay individuos que salen perdiendo, pero esto hay que soportarlo. Sociológicamente las reglas se podrían entender de forma tal que se presenten como surgidas de un proceso de selección, dado quepara la formación de reglas (casi) siempre hay posibilidades distintas a la realizada, al menos desde la óptica de un segundo observador. Obviamente habría que poner en juego alguna racionalidad instrumental. Pues lo que forma las acciones, y después el tipo de regla por medio de la cual que se forma el orden social, siempre es algún tipo de racionalidad con arreglo a fines subjetivamente determinados. Después de todo, las reglas no son nada más que unas formas de acción durables para situaciones reiterativas. Precisamente estoes lo que Hayek no quiere. Como hemos notadopara él la única función de la razón es la dereconocer que las reglas una vez formadas se deben seguir. Para ello tiene dos razones: la primera radica, como no se cansa Hayek de repetir, en que nadie puede tener bajo control la cantidad de datos para definir  por sí mismo sus acciones libre de toda regla. Pues bien, no se negará que para actuar se necesitan unas reglas a que atenerse. Mucho menos plausible resulta la otra razón que Hayek paraporexplicar quécuales hay queregirse portanto reglas. Hayek las concibe como valores tiene últimos, medio por de los se formarían la sociedad como el modo de vida decada persona. Como valores últimos naturalmente las reglas no pueden ser sustentadas: simplemente hay que creer en ellas. Si bien esto es un lugar común bastante  popular, no deja por ello de ser fruto de una lógica pre-moderna, que para cuanta cosa aparezca busca una última razón, para llegada a ésta detener el pensamiento. Este  procedimiento no se acompaña de valor cognitivo alguno, seguramente no respecto a la sociedad de mercado. Para entender esta sociedad lo más fácil sería tener en cuenta el tipo de acciones por el que ella se ha constituido histórico-genéticamente, que es el de una acumulación instrumental-racional de capital. Las reglas que en la búsqueda de este interés se producen a través del mercado se deben a la constitución sistémica del mercado. Ellas se forman por el entrelazamiento de las acciones en el mercado y con la auto-organización del mercado como un sistema económico. No hay necesidad de ninguna fe en el mercado ni en las reglas del mercado como un valor último para ello. La fe en el mercado y en las reglas 8

 

del mercado acaso sirve para rechazar las aspiraciones de los que se sienten castigados por el mercado. Así que hay mucho diletantismo especulativo en la idea que Hayek se hace de las reglas y su proceso de formación. El naturalismo evolutivo permanece opaco y no ofrece ninguna explicación real, encubriendo más bien el proceso de formación de la sociedad. En una comprensión moderna ilustrada este proceso aparece de manera distinta. Mientras la evolución biológica remite al genoma, el proceso en que se forma la sociedad surge de acciones. Se trata de acciones de sujetos que actúan en las formas mediales de organización del pensamiento y el lenguaje. Las sociedades son acciones entrelazadas y son acciones lo que se fija en reglas sociales. Son los intereses perseguidos con las acciones lo que hace que las acciones se fijen efectivamente en reglas. Pero esto no ocurre  porque, como cree Hayek, los actores quieran protegerse contra sucesos inciertos (173 [211]), sino porque quieren satisfacer sus intereses. Y éstos a su vez son perseguidos de manera permanente. Mediante las reglas se pueden fijar y asegurar simultáneamente  potenciales de poder y esferas de interés. La crítica de las ideas sobre las que se basa la teoría neoliberal en cuanto al proceso en que se forman las reglas en particular y la sociedad en su totalidad es para la crítica de la teoría neoliberal en conjunto de suma importancia. Pues si las ideas de Hayek sobre la formación de las reglas por una parte están destinadas a demostrar que a las sociedades no se les  puede calificar ccomo omo ‘justas’ o ‘injustas’,certificarles por otra la mayor perfección posible lleva a que tampoco se asuman como criticables. Ya vimos que en concepto de Hayek el orden social se forma en interés del grupo, lo que quiere decir, por principio, en el interés de todos. Este supuesto va al nervio de la comprensión sociológica de la sociedad, porque del seguimiento reconstructivo desu génesis resulta evidente que la sociedad se forma por el entrelazamiento de acciones que se plasman en ella a través de procesos de poder. 7 Los  potenciales de poder, sin embargo, desde los días de la revolución nneolítica eolítica se han formado de manera desigual. Siempre unos tomaron la iniciativa y sometieron a otros, ya se trate de grupos, castas, capas o clases. Son también procesos de poder lo que se fija en las reglas y en el orden global de la sociedad. Las condiciones que efectivamente presenta la sociedad de mercado, lo ilustran ampliamente. A fin de contradecir del modo más decidido posible la mistificación naturalista de Hayek con respecto a la formación tanto de unas reglas particulares comoen relación con el orden general de la sociedad, es preciso notar lo siguiente:  Las reglas se forman porque con ellas se persiguen intereses permanentes.  Los intereses int ereses se hacen valer en la sociedad a través de potenciales de poder.  El orden de la sociedad lo constituye la red de intereses incorporados y consolidados en forma de reglas a través del poder. En la base de la aceptación de su validez está el hecho de que esos intereses lograron imponerse y dar forma a la sociedad.  sociedad. 

7Sobre

esto vea el estudio sobre el proceso de formación de la sociedad en G. Dux, Von allem Anfang an:

Macht nicht Gerechtigkeit. Studie zur Genese und historischen Entwicklung des Postulats der Gerechtigkeit .

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Justamente de esta manera ˗ gobernada por intereses y armada de poder ˗ surge la sociedad en las reglas que se forman con ella. Del mismo modo en que se forman las reglas, también ellas se entrelazan formando sociedad: esto es a través de los potenciales de poder que entran en ellas. Nada nos impide evaluar si las reglas y el orden social conformados de esta manera son justos.

 La justicia de la sociedad Que las sociedades se formen de modo espontáneo y no intencional es la razón por la que Hayek seniega a entender las sociedades como constructos.Y el criterio de ‘justo/ injusto’a su juicio es aplicable sólo a lo que es creado intencionalmente. Pero como constructos, se  puede entender no sólo a unas formaciones que como tales hayan surgido intencionalmente sino también a aquellas que se constituyen de elementos creados de forma intencional, reconocidos como constructos por Hayek también. Las sociedades son formaciones de este segundo tipo. Son constructos que se forman del entrelazamiento de otros constructos, de acciones y de comunicaciones. A primera vista pareciera tratarse de un asunto meramente referido a la definición de un concepto que sin perjuicio se puede realizar de distintas maneras. Pero no es así, la definición a que me he referido está determinada por un aspecto cuyo reconocimiento se torna importante cuando se trata de comprender la sociedad. Es ésta un constructo que incorpora acciones de tipo constructivo de las que se forma su orden, el orden de la sociedad. Las acciones y metas de los actores se definen ya con un orden de sociedad en la mira.Los actores no sólo saben que tal orden de la sociedad existe, sino que están implicados en él por las acciones de los demás. Pues la expectativa de los otros de ver respetadas sus acciones reclama para sí el orden social. Cada una de las acciones se forma tal como lo exige el tipo de las acciones que entran a conformar la estructura del orden. Entre las acciones individuales y el orden de la sociedad hay una dialéctica de intermediación: el orden se forma junto con las acciones; las acciones lo siguen, pero también lo modifican. Por cierto, en el proceso de conformación de la sociedad hay una participación propia sistémica que se formaa la par con el entrelazamiento constitutivodel orden de la sociedad. Y este componente sistémico escapa a la intencionalidad de los actores. Pero esto no quiere decir que no lo tengan en cuenta, hasta donde lo de entienden. La condición la sociedad capitalista de mercado permite documentar todo esto con mucha claridad. Sociedades de mercado se forman a través de las formas elementales de intercambio. Se dice que en esto consiste su ventaja. Puede que así sea. Pero el mercado característico del capitalismo no se puede entender pensando enla organización de un mercado campesino, que es lo que ocurre cuando, bajo el auspiciode la concepción individualista de sociedad del liberalismo se cree que el mercado representa […] un orden libertario paradigmático porque se le puede considerar como una arena

legalmente protegida de cooperación voluntaria, en la que los individuos pueden obtener beneficios mutuos mediante el intercambio voluntario y por la participación voluntaria en arreglos colectivos (asociaciones, organizaciones, empresas, etc.). 8 

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 J. V. Vanberg, Die Verfassung der Freiheit , p. 43.

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Para el estudio sociológico de las estructuras de la sociedad de mercado tal visión del mercado resulta inane. En la sociedad de mercado ‘el mercado’ es un sistema de mercados. Dentro de este sistema el mercado laboral es el elemento estructurador de la sociedad. La lógica interna de ésta no se ha formado ya en el interés de todos sino que es determinada por el interés de los empresarios en la plusvalía o ganancia. Es este interés lo que subyace al complejo proceso de producción. Puede que, cuando los trabajadores entran en la “arena legalmente protegida de cooperación voluntaria” , ahí se intercambien equivalentes como en el mercado campesino, pero éstos no dejan de ser determinados por las estructuras del mercado laboral. Si se concede que el mercado laboral está gobernado  por los intereses de la acumulación de capital, y si además se reconoce reco noce al mercado laboral la boral como lo que en realidad proporciona la estructura de la sociedad de mercado ¿Todavía se  podrá ver definido el orden de la sociedad capitalista de mercado de manera distinta que a través del orden del sistema económico, es decir por el interés en la acumulación de capital de sus constructores? Sin duda, el sistema económico de la sociedad de mercado no sólo está compuesto de las acciones de los empresarios dirigidas a la acumulación de capital. Forman parte también los intereses y acciones de los asalariados, pero lo hacen sólo en forma dependiente derivada, y pueden realizarse solamente en la medida en que los intereses en la acumulación de capital se lo permitan. Esto sencillamente es consecuencia de la conformación del orden a través del interés en la acumulación de capital. Es precisamente  por ser esto así, por el hecho, pues, de que las estructuras de la forma del orden de la sociedad se conforman a partir de los intereses dominantes en las acciones de quienes  producen este orden, que quienes quedan al margen de esta sociedad tienen muchos motivos de volver objeto de sus críticas y reclamos el propósito de traducir esta forma de acción en forma de organización definitiva de la sociedad. Es posible que el mercado se revele como el sistema económicamente más eficiente que se pueda realizar. Pero esto no implica que también sea el sistema social más eficiente en permitirles a todos una vida decente. Lo que me parece importante, después de todo, es esto:  El que elorden se forma por elque entrelazamiento de acciones, conhecho que sedepersiguen unossocial intereses específicos engendran también un tipo de acciones específico  – acumulación acumulación de capital  –  , también expone a este orden al juicio bajo el criterio de justicia. Que el orden de la sociedad de mercado no se haya creado intencionalmente no implica ya su inmunidad contra la aplicación del criterio de justicia, basta la intencionalidad de los intereses incorporados del capital. El problema consiste en que aun cuando esta forma de orden configurada por acciones entrelazadas ciertamente se enfrenta con la demanda de  justicia, la realización de la misma se encuentra con la resistencia masiva de los que el sistema económico beneficia.

 La incomprensión en la impugnación de la justicia justicia   11

 

La idea de sociedad encerrada en el neoliberalismo, eso era lo que quería ilustrar, implica mucha ignorancia. Esto es especialmente cierto con respecto a la comprensión de la  justicia. Hayek la toma por un concepto inocuo: basado en la moral y unido a principios (justicia), viendo a ambos como un asunto del poder de acción del sujeto. Con tal concepto, en efecto, no se llega a la crítica de las estructuras de la sociedad de mercado. Pero involucrarse con la caracterización de las estructuras sociales, como es el caso del neoliberalismo, también obliga a definir el concepto de justicia de manera distinta, de modo que quederelacionadocon la estructura específica de la sociedad a la que se refiere. Pero entonces no debe escaparse el hecho deque mediante el concepto de justicia cobran notoriedad unos problemas que son generados por el principio de la acumulación de capital. Estos son los que se expresan en la crítica a la inclusión insuficiente de millones en el sistema económico.  Lo que lleva a calificar el sistema económico en términos de ‘justo/ injusto’ es el hecho de que la forma de organización de la sociedad de mercado capitalista causa problemas existenciales para millones de personas. La comprensión de la justicia socialque venimos desarrollando torna casi irrelevante lo que Hayek sabe decir sobre justicia. Para él el postulado de justicia está condicionado por una visión de la posición del sujeto en la sociedad, que está determinada por el sesgo individualista del liberalismo de siglos pasados. Hayek piensa que la posición de cada uno en la sociedad se debe a la capacidad de acción propia y, quizás, también a la influencia que pueda tener su procedencia familiar (160 [196]). Justicia social entoncesse le presenta como un postulado que pretendenivelar esos elementos determinantes del lugar social de las personas a fin de que todos tengan las mismas condiciones y oportunidades para su  posicionamiento en la sociedad. En su concepto, en cambio, todos tienen que aceptar las determinantes de su nacimiento y de su posición social del mismo modo en que con respecto a su constitución biológica lo tienen que hacer. A veces Hayek piensa incluso que quienes exigen justicia social piden para todos salarios iguales (233s [284s]). No es posible ni lo uno ni lo otro, esto no está en discusión. Pero Hayek, en general no sabe qué hacer con un concepto sistémico de justicia. Todas las veces de nuevo entiende justicia como “exigencia de algún grupo de interés” (248  [298s]) de verse en pie de igualdad con los demás en la sociedad. Tales exigencias habría quederechazarlas por poner en por peligro el orden básico de la sociedad que, en concepto Hayek debiera regirse reglas abstractas. Hayek reconoce que la organización social puede resultar altamente desfavorable para unos individuos. Es así en el juego, dice, y en el mercado no es distinto. Su orden no se puede por ello poner en tela de juicio. Pierde dinero el que saca cartas malas en el juego del póker, quien tiene cartas malas en el póker de la sociedad que da dependiendo de la asistencia para los pobres. A ésta no se opone el neoliberalismo. Si el proceso formativo de la sociedad es naturalizado de modo tal que se le vea sometido a una evolución cuya lógica estructural se presenta análoga a la evolución biológica, la sociedad siempre de nuevo tiene que presentarse como la mejor de todas las sociedades  posibles. Exactamente así quiere entender Hayek la sociedad de mercado. me rcado. En tal sociedad no hay lugar para la justicia. El concepto mismo es trivializado de tal manera que resultan irreconocibles los problemas que las sociedades de mercado presentan actualmente y que tratan de mitigar con el Estado de bienestar como principio constitucional. Precisemos por 12

 

esto cómo se presenta la justicia en una visión sociológica desarrollada a partir del carácter construido de la sociedad. 3  Justicia en el marco del constructivismo  La sociedad como constructo  constructo   Las sociedades en la comprensión sociológica se presentan como el entrelazamiento de las acciones y comunicaciones en que los hombres conducen su vida. Ya cuando,a continuacióndelaconformación evolutiva de la constitución antropológica,se dio el proceso de formación de sociedad, en la base del mismo estuvo la acción como constructo director.9  Las acciones se forman en el medio del pensamiento y del lenguaje, en este sentido llano las acciones son de ‘naturaleza espiritual’. Me he tomado el trabajo de mostrar que al contrario de lo que afirma Hayek también las sociedades de mercado son sociedades que se han formado constructivamente. Su forma de organización altamente compleja de la producción y de las transacciones monetarias ha surgido a partir del interés de los empresarios en la acumulación de capital. El hecho de que en el mercado el entrelazamiento de esas acciones se haya producido en la forma de acciones que conectan con acciones no pone en duda el carácter de constructo de esta organización. Es el entrelazamiento del interés dominante de los empresarios y las empresas en la acumulación de capital en la economía lo que llevó a la conformación del sistema social de la sociedad de mercado. Los sistemas sociales, como todos los sistemas, presentan también mecanismos propios que funcionan de manera automática. Este es el caso especialmente de la sociedad de mercado. Pero esto no pone en cuestiónsu disposición constructiva. Debido a ésta se forma una lógica propia del sistema determinada por las acciones que gobiernan el proceso en que el sistema se forma.  La lógica del sistema  No es realmente un secreto que a través del mercado se entrelazan los procesos de acumulación de capital de lade sociedad de mercado, como tampoco lo sonlos beneficios queconstitutivos esto produce.delLasistema obligación acumular capital bajo condiciones de competencia estimula la capacidad de innovación. 10 De esto se han beneficiado también los que en interés de la acumulación de capital estuvieron involucrados en el proceso organizado por los empresarios produciendo el capital, como obreros y empleados. No hace falta discutir esto aquí. En todapresentaciónde la sociedad de mercado se viene entonando la canción que alaba los éxitos de este tipo de sociedad. 11 El problema es que a medida que se va definiendo la lógica propia de un sistema se van definiendo sus límites también. Y la lógica del sistema que nos concierne, ha llevado a lo largo de la historia a un desequilibrio característico de la sociedad de mercado entre el impulso dirigido hacia la 9

 Sobre esto G. Dux, Von allem Anfang an: Macht nicht Gerechtigkeit. Studien zur Genese und historischen Entwicklung des Postulats der Gerechtigkeit . 10 Impresionante Fr. A. Hayek, Der Wettbewerb als Entdeckungsverfahren Entdeckungsverfahren, p. 249-265. 11 De nuevo recientemente G. Willke, Neoliberalsimus.

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acumulación de capital de un lado y el interés de los millones que no fueron incluidos o lo fueron sólo en condiciones insuficientes, por el otro.Exactamente así se presenta la sociedad de mercado hoy día. La inconmensurable riqueza generada por ella y distribuida de acuerdo con los mecanismos propios del sistema está en flagrante contradicción con la apremiante miseria en que viven millones de personas. A nadie que tenga interés en saberlo se le puede escapar que la negación de los intereses vitales de tanta gente en esta sociedad es la consecuencia de la lógica interna del sistema de la sociedad de mercado instaurada en el interés de la acumulación de capital. Las personas que se ven excluidas no tienen razones para ver en la sociedad de mercado la mejor sociedad posible. Al tener conciencia del carácter construido de las formas de existencia humanas tampoco se halla ninguna razón por la que para esas personas resultaría  plausible conformarse con esta sociedad. Aunque la ética del liberalismo tempranamente haya incorporado la idea de que lo importante es la felicidad del mayor número 12, los  beneficios que indiscutiblemente oofrece frece la sociedad para la gran cantidad de aquellos que  participan de la riqueza no se compensan con la pobreza y la creciente miseria en sus  bordes. Este conflicto encuentra su articulación en el postulado de la justicia social. La  justicia ya no reclama para sí unos principios metafísicos de lo Bueno, ni principios trascendentales de la razón o del lenguaje; la justicia hoy reclama condiciones de existencia ¡bajo la constructividad de la sociedad de mercado! Evidentemente el postulado de la justicia se dirige contra la forma de organización de la sociedad construida a través del mercado.  La lógica interna eenn el constructo de la sociedad de mercado es lo que ofrece resistencia contra la justicia. Esta sociedad se forma a través del mercado. El mercado constituye el sistema director de la sociedad. Pero en el mercado, en el sistema de la economía, no se puede introducir la justicia. En este punto  podemos seguir a Hayek.  Hayek.   La magnitud total del problema se revela si tenemos presente el antagonismo entre el sistema económico y la justicia.  Acumulación de capital versus justicia Si el modus operandi del sistema económico se ve determinado por la acumulación de capital, si, en otras palabras, se considera que el sistema económico está fijado en la lógica de la acumulación de capital, resulta evidente que a este sistema no se acomoda ninguna forma de justicia enfocada hacia el equilibrio de los intereses. Así que se puede suscribir sin reserva a Hayek cuando constata que justicia con seguridad “no es aplicable a la modalidad con que el proceso impersonal del mercado proporciona bienes y servicios a determinadas personas: ésta no puede ser justa ni injusta […]” (221   [270]). No tiene sentido cuestionarlo, está claro que la lógica sistémica de la economía de las modernas sociedades de mercado es determinada por el principio de la acumulación de capital. Y este 12 En

Jeremy Bentham, Principles of Moral and Legislation (1780). La fórmula como tal remite a Francis Hutcheson (1694-1796), An Inquiry into the Origin of our Idea I dea of Beauty and Virtue , (1725).

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 principio lleva a la generación de potenciales de acción y de poder desiguales en el mercado. Por esto mismo tampoco tiene sentido querer lograr justicia al interiordel sistema de la economía por medio de la creación de condiciones inicialmente iguales para todos los  participantes en el mercado.13  Tal cosa significaría querer equilibrar todas las veces de nuevo las diferencias de la acumulación de capital. De este modo lalógica misma del sistema de acumulación de capital también se quebraría. Pero esta es la única lógica que define qué es posible y qué no lo es en el sistema. Es preciso notar que no es posible lograr  justicia con esta lógica dentro del sistema económico. Ni siquiera se puede decir qué  podría ser justicia. ¿Cuál debería ser el salario justo? ¿Ninguna apropiación de plusvalía  por el e l capital? ¿Todo el valor creado cre ado ppara ara los trabajadores? Con una un a economía ec onomía capitalista esto no se puede hacer. Entonces ¿una parte del excedente? Para esto no hay criterio disponible, ni tampoco motivación del lado de los empresarios y capitalistas. La suya se orienta hacia toda ganancia posible, con tal de que se la pueda obtener por medios legales. Precisamente en esta forma se ha mostrado el mercado a lo largo de los siglos. Hayek no sucumbe a la tentación de mostrarlo mejor de lo que es, al reconocer que lo que produce el mercado sería injusto, a condición de que se pudiera aplicar el criterio de ‘justo/ injusto’ (215 [264]). Pero esto, como con razón afirma, no es posible. ¡Es en verdad imposible!  El conflicto. La vida como bien de la justicia  justicia   Nadie que se vea excluido o insuficientemente incluido en la sociedad de mercado se conformará con el diagnóstico señalado. Nadie que se sienta amenazado puede efectivamente conformarse con él. El concepto de justicia con que opera la teoría neoliberal resulta completamente anodino frente al que aquí está sobre el tapete: se trata de reclamar un elemental interés de vida bajo las condiciones de la sociedad de mercado. A este interés no se puede renunciar. Tampoco es posible negarlo a quienes lo estén reclamando, porque se demanda un bien que se sustrae a la justificación discursiva, pero que por la misma razón tampoco se puede rebatir. Vivir y querer vivir no es nada que requiera justificación. Ni siquiera es algo que se pueda argumentar. Para una comprensión moderna esa voluntad de vivir es la base de la existencia en el mundo; se trata de un verdadero a priori, pero de uno secular. La peculiar forma de organización de la existencia humana, el del tener que vivir en constructividad, unos mundos creados, ha sometido al hombre a la historicidad desarrollo de esa que condujo a la sociedad de mercado. Así, la integración en esta sociedad se ha convertido en condición de la vida. La forma histórica, bajo la cual hay que llevar la vida en la sociedad de mercado ha llegado a ser una condición de la existencia tan poco poderosa como la vida misma. En consecuencia, quien niegue en la modelación de la sociedad la obligación para con los criterios de sentido de ésta sociedad, se hace culpable del sacrilegio contra la vida. Hayek lo hace y la teoría neoliberal en esto le sigue.  La oposición contra el constructivismo de la Era Moderna Moderna  

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Así G. Willke, Neoliberalismus, p. 41 s.

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La teoría neoliberal tiene el sentido de tener que defender la sociedad de mercado contra el constructivismo de la justicia. El propósito es comprometer a la política a conformarse con la situación tal como el sistema económico la engendra, y el principio constitucional del Estado de bienestar implica una misión que va en contravía con tal requerimiento. Contra el Estado de bienestar están dirigidos los mayores esfuerzos de la teoría neoliberal. Hayek no se ha cansado de afirmar que no solo el orden espontáneo del mercado sino también el de la sociedad de mercado en generales inaccesible a cualquier intervención constructiva (53 [73s]). Todo intento de establecer justicia a pesar de todo con la ayuda del Estado estaría condenado a conducir a un sistema totalitario comunista o socialista (216ss [264ss]). En el propósito de contrarrestar cualquier intervención sobre la organización de la sociedad a través del Estado, finalmente adquiere su verdadero contenido sociopolítico la destitución de la justicia que se ha proclamado. Se impugna también la la comprensión lograda plenamente en la Modernidad del hecho de que los seres humanos, efectivamente estamos viviendo en un mundo construido, por el cual también hay que asumir la responsabilidad, hasta donde la competencia constructiva lo permita. Es por esto que Hayek busca presentar la sociedad como resultado de la selección natural. Por esto afirma también que la razón de ser de un orden social no la podemos comprender. Los órdenes, si se sigue a Hayek, siempre deben ser considerados valores últimos a los que sencillamente hay que atenerse (167 [203]). Como valores últimos no pueden ser justificados, hay que creer en ellos (64 [86]). Tiene razón Alexander Rüstow al afirmar que el neoliberalismo se  basa en una ‘visión sub-teológica del mundo’. Ambas tesis, tanto la nega ción del constructivismo como la fundamentación del orden a partir de la fe, son epistemológicamente atrasadas. El constructivismo de la Modernidad no se puede desmentir. Es parte de la conciencia  básica de la Edad Moderna tornada realmente reflexiva sólo en tiempos recientes. Las sociedades se forman a partir del entrelazamiento de las acciones de los sujetos. Y las acciones son formas de la praxis de conducción de la vida que se han formado de modo medial, es decir a través de pensamiento y lenguaje. En exactamente este sentido se trata de formas de vida creadas constructivamente. Esto es lo que he tratado de ilustrar. Con respecto a la sociedad de mercado no hay duda de que el sistema económico como sistema  base se conforma a partir de las la s accione accioness de los empresarios y, por medio de las acciones de los empresarios desde la finalidad de la acumulación de capital.  Estamos condicionados por este sistema, pero no estamos obligados por ello también a dejar las condiciones en la forma en que el sistema económico las ha  generado.    generado. La posibilidad de intervenir en la configuración de las relaciones sociales tiene su base en la definición de las funciones del sistema político. Recaen en éste una competencia y una soberanía de conformación que se pueden aprovechar. En contra de su aprovechamiento la teoría neoliberal esgrime la afirmación de que cualquier intervención propicia un sistema comunista y, al final, conduce al ocaso de la civilización. Esta afirmación evidentemente es tributaria de la constelación de los sistemas políticos del siglo pasado. Sólo que ella no tiene sentido como argumento en contra de una política que ciertamente procura no afectar la eficiencia del sistema económico. Pero incluso la política más cuidadosa de integración de los que el sistema económico excluye no podrá convencer a Hayek y a los protagonistas 16

 

de la teoría neoliberal. Ellos invocan explícitamente la fe no solo en el sistema económico sino también en una sociedad moldeada por este sistema. Sin embargo, bajo condiciones del conocimiento logrado en la Modernidad esto de nada sirve. Comenzando por el hecho de que donde haya un credo, diez más irán a pedir la palabra también. Si se quisiera, se  podría concederle c oncederle la palabra a la justicia también como una creencia. Pero la justicia no es algo así. La justicia incluye la toma de partido por un a priori del hombre bajo la condición de unas formas prácticas de la vida culturalmente creadas. Debido a la incorporación del credo de la teoría neoliberal a la ciencia de la economía, la crítica de la teoría neoliberal necesariamente ha de continuar con la crítica a esta alianza. 4 La economía como economía política En una sociedad que representa un sistema diferenciado, los distintos sistemas parciales tienden a ser objeto cada uno de una ciencia propia. Las fronteras de los sistemas, así, se convierten en fronteras de la correspondiente ciencia. Por esto las funciones de la economía se pueden concebir fácilmente como referidas a la explicación de la  procesualidad del sistema económico. e conómico. Sin embargo, ni los sistemas parciales ni las ciencias destinadas a ellos se conforman con una definición de sus funciones que fija a éstas dentro de los límites de su respectivo sistema parcial. Es así porque los sistemas parciales están integrados en la unidad funcional del sistema conjunto. La teoría de sistemas poco sabe sobre cómo esto ocurre.14  Sobre los sistemas sociales parciales sabemos que desarrollan una estrategia altamente significativa para integrarse al sistema global de la sociedad. Por esta razón cada sistema parcial de la sociedad desarrolla una teoría de la sociedad en la que se halla a sí mismo.15  La estrategia que sigue el sistema económico de la sociedad de mercado para verse integrado en el sistema social conjunto es la de tratar a la lógica delsistema socialcomo determinada por la de la economía. Esto no sorprende, dado que cada sistema sólo ve y entiende lo que su propia lógica le permite. Así es como el sistema económico puede formarse la idea de ser el encargado de la formación de la estructura de toda la sociedad. La teoría económica asume esta estrategia. No habría problema con ella si esto ya fuera todo. Podríamos atribuir su postulado de que la lógica de la economía determina también lacomúnmente de la sociedad las distorsiones en la percepción de la sociedad como se desprenden de losa sistemas parciales. Pero con eso no basta, porque la confusión inducida de forma sistémica entre la lógica  propia del sistema económico y la del sistema social en su totalidad, ciertamente, tiene consecuencias prácticas para la relación entre economía y sociedad, que no se pueden aceptar. Pues el sistema económico es, como ya hemos constatado, un sistema dispuesto en función de los intereses y de la lógica de la acumulación de capital. Los intereses de los sujetos los reconoce solamente como intereses derivados y subordinados. Precisamente en razón de que así es se puede concordar con Hayek en la idea según la cual no hay lugar  para la justicia en el sistema económicono. Solo que no es posible contentarse con esto 14

En ocasiones esto lo notan también autores de otras disciplinas al tratar de servirse de la teoría de sistemas para sus propios fines. Ver R. Homann, H omann, Theorie der Lyrik , p. 15. 15  H. Willke, Supervision des Staates, p. 109 s.

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 porque, si la lógica de la economía fuera también la de la sociedad en su totalidad, la  justicia efectivamente nocabría noca bría en la sociedad. Esta es la doctrina do ctrina de la teoría neoliberal. Y la economía como ciencia la asimila ampliamente. En la medida en que incorpora y acepta el postulado de la determinación de la lógica de la sociedad por la lógica del sistema económico, la teoría económica pasa de ser una teoría mal fundamentada auna científicamente perversa. Precisamente por esto también se convierte en ideología. Pues, de  por sí miope en términos sistémicos, la teoría económica llega por esto mismo a ser una teoría que toma partido por los intereses de los beneficiados por el sistema económico. La fe en una sociedad de mercado, cuyo orden, tal como el sistema económico lo engendra, se  presume propio de la mejor sociedad posible tiene efectos nocivos para los que se ven marginados en esta sociedad. Es esta toma de partido lo que lleva a la perversión ideológica de la teoría económica al igual que de la teoría neoliberal. Y esto no se debe a la negación de la justicia en el sistema económico sino a su total rechazo para la sociedad en general. Las teorías se pueden tratar como lo hemos hecho con la teoría neoliberal. Se puede identificar sus puntos débiles y mostrar sus deficiencias. Otra cosa son las teorías que se comprometen con unos intereses. En su caso se tropieza con potenciales de poder, que no son fáciles de superar. En la economía como disciplina con pretenciones científicas la teoría neoliberal ha encontrado uno de los potenciales de poder más eficaces. La teoría económica como ciencia, al instaurar la lógica del sistema económico como la de toda la sociedad, está haciendo causa común con la teoría neoliberal prostituyéndose en beneficio de los que sacan ventaja del sistema económico. Precisamente así, como partidaria de la teoría neoliberal, se presenta la ciencia de la economía al público y así se ha grabado en la conciencia de las personas. Y como ya he indicado, ha sabido aprovechar el potencial de  poder del sistema económico para ello. Más de sesenta think-tanks think-tanks   con sus respectivas redes están dedicados en todo el mundo occidental adifundirsus posturas. Una de las redes empleadas en esta tarea en Alemania es la red de la ‘Nueva economía social de mercado’ (Neue Soziale Marktwirtschaft). La teoría neoliberal no es ‘la’ teoría teoría económica. Las divergencias de doctrina en la cienci cienciaa

económica no son menores que en otras ciencias. No presentaría mayor dificultad ponerse de acuerdo de las sistémica doctrinas sideéstas cómodearmonizar individualismo liberal con con la algunas comprensión las supieran condiciones vida delel individuo y la 16 sociedad.   Sin embargo, en el coro de la economía la teoría neoliberal no es cualquier teoría. Cuando se trata de la economía como economía política, independientemente de las diferencias que pueda haber en materia de doctrina económica, la mayoría de los economistas coincide en la voluntad de dejar las condiciones sociales como el sistema económico las engendra. Para los que resultan excluidos por el sistema, ellos están dispuestos a conceder apenas el mínimo de existencia, no se puede obtenermás de ellos. La 16

Este es el caso especialmente del individualismo normativo n ormativo de la Institutionenökonomie de Viktor Vanberg. Pero salta a la vista que también ésta trata de ponerse en línea ccon on la teoría neoliberal. Cómo debiera lograrlo es su secreto. V. Vanberg, Die Verfassung der Freiheit , p. 36-51; del mismo, Sozialstaatsreform Sozialstaatsrefor m und die soziale Gerechtigkeit , p. 173-180. Un importante comentario sobre la doctrina de Vanberg lo representan los trabajos de Nils Goldschmidt. N. Goldschmidt, Zur Theorie der Sozialpolitik , p. 63-95.

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idea de que el sistema político debiera ser garantía de una justicia que integre a todos en condiciones que permitan llevar una vida con sentido, a la mayoría de los economistas le resulta tan horripilante como a Hayek.17 Mi crítica de “la” ‘teoría económica’ apunta a este consenso sobre la lógica del sistema económico como determinante de la lógica de la sociedad. Hay que tener presente el objetivo que se persigue mediante la colonización de la conciencia pública por la teoría neoliberal. Históricamente junto con la sociedad de mercado se ha formado una competencia y una soberanía respecto a la organización de la sociedad que primero sirvió a los ciudadanos para reclamar justicia en contra de la sociedad feudal. Posteriormente el proletariado se ha servido del postulado de justicia para amortiguar los déficits del sistema económico a través de la competencia y autoridad de organización del Estado. Después del decaimiento de la sociedad de clases, el postulado de la justicia proporcionó el sustento para el Estado de bienestar. A este Estado se le asignó la tarea de lograr por el camino político lo que el sistema económico no puede lograr: la inclusión de todos en la sociedad en condiciones que permitan llevar una vida con sentido. Exactamente a este entendimiento histórico de la justicia se le atraviesa la teoría económica, cuando se hace partícipe con su reclamo de la supremacía del sistema económico sobre el político de la colonización de la conciencia pública por la teoría neoliberal.18 Y con esta misma programática libra la lucha por el futuro de la sociedad de mercado. En tanto economía política ella está pretendiendo nada menos que el sometimiento de la humanidad a la lógica del sistema de la economía. En el terreno de la economía política, en efecto, se decide en qué mundo mañana vamos a vivir. 5 La teoría económica como doctrina de la salvación  Los artículos de fe  fe  La ciencia aspira a que sus conocimientos sean verdaderos. Esto es válido para las ciencias que se ocupan del mundo social lo mismo que para las ciencias naturales. La teoría económica sabe sacar provecho de este estatus de la ciencia. Está en todo su derecho de hacerlo en lo se refiere a la procesualidad sistemaeneconómico mismo.traducir La teoría económica se que convierte en ideología sólo en ladelmedida que crea poder su doctrina en el modelo obligatorio para la organización de la sociedad en su totalidad. Al  presentar tal pretensión la teoría económica adquierevisos dedoctrina desalvación. Hayek ha resaltado del modo más claro posible esta faceta. Se recordará que sostiene que la validez del sistema normativo de la sociedad no es susceptible de ser fundamentada, sino que hay que creer en el sistema de reglas en tanto forma de orden de la sociedad como 17

La excepción de nuevo la representa la Ordnungsökonomie de Vanberg. Él quiere que el pueblo decida hasta qué punto ha de serle concedida competencia al Estado para el diseño de la sociedad. V. Vanberg, Die Zukunft der sozialen Marktwirtschaft , p. 3-8. Con razón N. Goldschmidt se refiere a esto en términos de una „ordnungsökonomische Wendung” – si fuera ejecutada, esto habría que añadirlo, con rigor. N. Goldschmidt, Zur Theorie der Sozialpolitik , p. 63. 18Acerca de la ocupación de la conciencia política también y muy en particular de la socialdemocracia por la teoría teoría neoliberal vea J. Borchert, Alte Träume, neue neue Realitäten, p. 56.

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valor último de la existencia del hombre. La teoría económica y los think-tanks sumisos a ella basan precisamente en esta creencia el rigor con que se esfuerzan por aplicar su credo a la esfera política. En su doctrina de la salvación se distinguen básicamente los siguientes cuatro artículos de fe: 1º La 1º  La tesis de la mejor de las sociedades po posibles sibles  –  La   La teoría económica presume que la sociedad de mercado dominada en su organización global por el sistema económico como sistema base es la mejor de las sociedades posibles. En el pasado en apoyo a esteteorema todavía se podía aludir a la experiencia del comunismo. Pero se mantiene aún después de que no haya quedado quien defienda este sistema. 2º  La tesis de la supremacía del sistema económico económico   –   La teoría económica se siente comprometida sin reserva y límite alguno con los intereses del capital. Todo diseño de la sociedad que busque cambiar las condiciones generadas por el sistema económico es considerado perjudicial para la sociedad en su totalidad. 3º La 3º  La tesis de la omnipotencia del sistema ec económico onómico   –  –  Insensibles   Insensibles frente a la miseria en que viven millones de personas al margen de la sociedad, se declara que el sistema económico está en condiciones de proporcionar una solución para todos los problemas, siempre y cuando se lo deje operar sin restricciones en su lógica propia. Con base en este artículo de fe la teoría económica no solo se opone a la intervención del Estado, también le exigeque se someta al dictado de la lógica del sistema económico. 4º La 4º La tesis de la garantía de libertad para el sujeto sujeto   –  –  La  La teoría económica defiende con ahínco la tesis de que cualquier modificaciónde las condiciones sociales por parte del Estado amenaza y acaba con la libertad del sujeto. A éstala teoría económica la declarael bien supremo del hombre yen el pasado se apoyaba en alusiones al sistema del comunismo para ilustrar la veracidad de su tesis. Crítica de la supuesta mejor sociedad posible  posible   La teoría económica, o bien no registra la con realidad o, si esla elpercibe, busca en todo en caso defendersu propia validez en contradicción ella. Este caso particularmente el  primero de los cuatro artículos de fe que sostiene que vivimos en la mejor sociedad  posible. No se le podrá contradecir a secas, porque no está a la vista ninguna otra o tra sociedad  posible que la de mercado. Per Peroo si esta sociedad se toma en la forma fo rma de sujeción al sistema económico se presenta, incluida la indescriptible miseria que este sistema ha causado en el  pasado, entonces la tesis de que es la mejor sociedad posible luce como una burla del sufrimiento humano ligado a toda su historia. Es una burla también a las necesidades de la gente empujada a la la marginalidad en la sociedad actual. Pues la afirmación planacon que esta teoría acompaña la creciente separación entre los de arriba y los de abajo en la sociedad equivale también a la negación plana de una vida con sentido para los que han llegado abajo. Precisemos una vez más aquella modesta verdad que es posible conocer, pero a la que la teoría económica con mucho esmerose resiste. Se trata de reconocer que el hecho de que en 20

 

el mercado se intercambien equivalencias no puede justificar que se deje todo como está. Pues “el” mercado de una economía capitalista constituye un sistema de mercados en el

que el mercado laboral representa el verdadero sistema director. Mas este mercado es un mercado altamente organizado y determinado por potenciales de poder. Es un mercado organizado en el interés de la acumulación de capital y en consecuencia suforma sistémica también está organizada por la lógica de la acumulación de capital. No puede ser distinto. De otro modo el sistema económico no habría tomado la forma que tiene. Tampoco se habrían dado las ventajas de este sistema en cuanto a su capacidad enorme de producir  bienes, ni su potencial innovador. Nada de esto está en duda. Solo que tampoco lo está el que la idea de que un sistema organizado en el interés de solo una parte de los que luego viven bajo él represente la mejor sociedad posible. Para la parte que en este sistema resulta marginalizada el postulado encierra cierta contradicción. Crítica del supuesto de la supremacía del sistema económico  económico   El segundo artículo de fe, que postula la supremacía del sistema económico, puede alegar a su favor que el sistema económico representa efectivamente el sistema base de la organizacióngeneral de la sociedad de mercado. Por eso el sistema económico, más que cualquier otro sistema, le prescribe a su entorno unas condiciones que determinan suspropias operaciones. Así, pues, al sistema político como entorno del sistema económico le es permitido emplear su competencia de organización y su soberanía en la práctica sólo en la medida en que no interfiera con los engranajes funcionales delas operacionesdel mercado. La comprensión de la constitución sistémica de la sociedad, sin embargo, implica más que el solo conocimiento de la integración funcional y de la integridad del sistema. Hay que reconocer además que el modo y la lógica de funcionamiento de este sistema han sido definidos constructivamentey de una manera que no concuerda con el interés de todos en su integración en la sociedad en condiciones que hagan posible llevar una vida con sentido. La teoría económica se niega a reconocer este hecho sobre el cual no cabe duda alguna. La crítica sociológica del segundo artículo de fe se dirige, pues, contra el intento de concederle a la lógica del sistema económico como uno de los sistemas parciales una  prevalencia a laeconómico cual se declaran sacrosantas condiciones sociales en aquella forma en queenelgracia sistema las engendra. Si loslas sistemas en su constitución básica no han surgido de manera natural, como cree Hayek, si se trata más bien de sistemas creados constructivamente y determinados por intereses, entonces la lóg lógica ica de los intereses que en estos sistemas tienen preponderancia,en cuanto a su pretensión de dominar el sistema en su totalidad, queda abierta a la crítica. Esta no les puede ser negada a los que sufren del sistema. Por consiguiente la crítica sociológica de la teoría económica en relación al segundo artículo de fe se dirige contra la asimilación de la teoría neoliberal a la condición de doctrina de salvación comprometida con los intereses de los beneficiados por el sistema de la economía. En contraste con el momento de salvación contenido en el dogma neoliberal, la crítica sociológica procura estar en sintonía con el nivel actual del conocimiento, y éste exigeque se reconozca que los sistemas sociales son sistemas construidos. Precisamente por tratarse de sistemas creados de forma constructiva se puede  preguntar por la razón de ser de la lógica que los rige y convertir justo a esta lógica en objeto de la crítica. No hay razón para aceptar a la sociedad de mercado tal cual surge del 21

 

sistema económico. Puede obrar sobre ella un potencial político comprometido con los intereses de todos y dispuesto a hacer valer la justicia social. Crítica del supuesto de omnipotencia Al sostener que el sistema económico sería el más apropiado para hacer frente a todos los  problemas de la sociedad, la teoría económica como ciencia da lugar a la caricatura. Como hice notar ya al comienzo, el sistema económico no dispone de mecanismo alguno que le  permita establecer un equilibrio entre los intereses del capital y los de los sujetos en la sociedad. A la sociedad de mercado, a lo largo de su historia, le tocó dejar abandonados al desempleo a millones de personas, cosa que sucede también en el presente. Durante toda su historiaesta sociedad ha permitido que millones vivieran a duras penasen la frontera establecida por el mínimo de subsistencia. Eso mismo también está ocurriendo hoy día. Pero eso no es todo. No está diseñado siquiera este sistema para servir los intereses de todos los miembros de la sociedad. La satisfacción de las necesidades de los sujetos en la sociedad se da, si acaso se da, de forma subordinada y derivada. El sistema económico únicamente las puede integrar en la medida en que esas necesidades sirvan al interés de acumulación de capital. En la actual fase de desarrollo de una economía globalizada la negación del interés de los sujetos se vuelve objeto de la crítica porque el desarrollo del sistema económico se está dando con un alto grado de organización de la economía, de modo que la negación asume rasgos de privación intencional de millones de personas en los márgenes de la sociedad. La maximización de las ganancias y los rendimientos financieros han ganado prioridad sobre un desarrollo del sistema económico en el interés de todos. Como ya he señalado, desde hace algún tiempo el sistema económico está presentando utilidades altas, que en gran  parte se reparten.19 La remuneración exorbitante de los directores y miembros de las juntas directivas ya no representa una porción insignificante de la economía en su conjunto. En algunas empresas esas retribuciones absorben más del 60 por ciento del incremento en las utilidades. En la distribución de utilidades, los intereses de los asalariados ni se asoman. Lo que ocurre confirma más bien que la procesualidad del sistema económico está determinada porlos la sujetos. lógica de acumulación de capital despreocupada por las necesidades y los intereses de La lógica de la acumulación de capital y el lugar subordinadoque en ella ocupan los intereses de los asalariados, en ninguna parte se muestran con tanta claridad como en las  propuestas que hacen los repre representantes sentantes de la ciencia para el m manejo anejo de los lo s conflictos.Todo su interés se limita a forzar a los desempleados a que acepten trabajar por una remuneración por debajo del umbral de pobreza. A Algunos lgunos de los sabios de la economía en esta perspectiva proponen suspender por completo los auxilios del Estado de bienestar para las personas en capacidad de trabajar. Esto crearía condiciones,  en que cada cual tendría 19

En el año 2006 para las 1023 sociedades registradas en la Bolsa eran 35.3 mil m il millones de Euros, 19 por ciento más que en el año inmediatamente anterior. Las sociedades cubiertas por el índice Dax reparten 41 por ciento de las ganancias entre los accionistas. Fuente: DSW  [Deutsche  [Deutsche Schutzvereinigung für Wertpapierbesitze.V. ].

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que tratar de sobrevivir bajo pena de morir de hambre. La propuesta oficial prevé la reducción de los auxilios mínimos en un treinta por ciento. Esta propuesta recientemente ha sido precisada en el sentido de que, quien no consiga trabajo podría ser alquilado a las empresas por cuenta de los municipios obligados a responder por unos auxilios sociales, a cambio de un salario por debajo del límite de pobreza. 20 Se esperaría recuperar así parte del gasto efectuado por la obligación que impone el Estado de bienestar. No puede pasar desapercibido que todas esas propuestas buscan estabilizar el desarrollo del sistema económico en la fase de la globalización en el nivel salarial más bajo posible. “Para los

gerentes: ingresos como en Estados Unidos, para los asalariados: sueldos como en Polonia. 21 Así ha de ser ”, ”, constata Franziska Augstein.  Ni rastro del efecto trickle down, down, en el que tiempos atrás se pensaba para hacer más aceptables los efectos de la globalización ya iniciada. Actualmente la economía ya no se esfuerza por legitimar las condiciones dadas, ahora remite a la naturaleza fáctica del sistema y con eso le basta. Todas y cada una de las  propuestas que presenta la teoría económica de la política llevan el sello de un increíble desdén frente al interés de los sujetos en conducir su vida de acuerdo con lo que en esta sociedad es considerado una vida con sentido. Crítica de la sentencia de la libertad como bien supremo  supremo   Autodeterminación y libertad son postulados que tienen por condición la auto-comprensión del hombre lograda en la Edad Moderna. Su configuración social se ha dado bajo la conciencia moderna de que el mundo es construido. Todas las valoraciones que se refieren a la conducción de la vida del hombre convergen en el sujeto, porque éste mismo es el que las produce. El universo no conoce valores. Era inevitable que en la temprana Era Moderna ambos postulados, el de la autodeterminación y el de la libertad, se refirieran al trabajo como aquella de las actividades vitales que absorbía la mayor parte del tiempo y de la energía de la mayor parte de las personas. En Hegel y también en Marx el trabajo se encuentra idealizado como actividad creativa y de autodeterminación. Hasta el día de hoy el liberalismo hace suyo este concepto de trabajo en relación con el trabajo asalariado. Pero en realidad la sociedad de mercado a la mayoría de las personas no les ofrece ya la  posibilidad de autodefinirse a través del trabajo; no la hay para pa ra los empresarios ni mucho menos para los asalariados. De ser cierto que, como ha dicho Lorenz von Stein, es característico dialécticasedemanifiesta la historiaenelelhecho de que delde proletariado la exclusión dedelalapropiedad postulado delalaoposición distribución los bienes aa  partir del trabajo22, pues entonces la dialéctica de la historia del trabajo ha desaparecido víctima del sistema económico. En el sistema de la sociedad de mercado, el trabajo de la mayoría de las personas lo definen otros y poco o nada tiene que ver con autodeterminación. El trabajo se debe a la preocupación del sujeto por su autoconservación. En esto radica su significado. Si, empero, el trabajo en muchos casos aún ofrece la oportunidad de desarrollar unas potencias del sujeto, esto se debe a una conexión

20

 Así H.-W. Sinn en Der Spiegel  50/  50/ 2006, p. 27.  Fr. Augstein, “Bis zum letzten Tropfen”, SZ  del  del 7 de noviembre 2006. 22  L. von Stein, Proletariat und Gesellschaft , p. 67; ver arriba cap. 5. 21

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contingente. Fuera de eso la moderna forma del trabajo establece límites estrechos al desarrollo de la personalidad.23  La teoría económica entiende el postulado de la libertad como rechazo a la regulación estatal de la economía. Esto tiene sentido en la medida en que la libertad de las decisiones económicas es parte integral de la lógica del sistema económico. Pero al esgrimir el  postulado de la libertad contra cualquier posibilidad de obrar políticamente sobre la organización de la sociedad, es decir, contra toda participación política que se niegue a dejar las condiciones tal cual el sistema económico las genera, la teoría económica pasa el límite delasola resistencia contra la regulación estatal. Así hace valer su dogmatismo obsoleto y así, ante todo, se muestra una vez más como doctrina de salvación. Bajo las condiciones del desarrollo de la sociedad de mercado, la decidida toma de partido por la autodeterminación y la libertad del individuo tiene que ir acompañada necesariamente de la insistencia igualmente enfática en su condición de integración sistémica en la sociedad de mercado. Veamos en qué medida. Toda teoría de la libertad se ve obligada a añadir a su postulado de libertad una restricción: la libertad de cada uno sólo puede llegar hasta donde no afecte la libertad del otro. 24  De otro modo bajo condiciones sociales de conducción de la vida la libertad se anularía a sí misma. La teoría liberal al igual que la neoliberal entiende esta limitación en términos individualistas: A no debe violar los derechos de B. Pero este no es el problema de la libertad en la avanzada sociedad de mercado. Los derechos de defensa de los ciudadanos entre sí los asegura el sistema de justicia civil y penal. El problema central de la libertad en la sociedad de mercado lo constituyen los derechos de participación. En esta sociedad las  personas quedan ubicadas ubicada s dentro de los límites de la sociedad por su nac nacimiento, imiento, sin que su integración familiar sea garantía de su simultánea inclusión en el sistema económico y en la sociedad. El cambio a este respecto de las sociedades agrarias a la sociedad de mercado de la Época Moderna no presentaría problemas si el mercado ofreciera tal garantía. Pero  justamente este no es el caso. En la medida en e n que el suje sujeto to depende depe nde de la inclusión en el sistema económico y de la integración en la sociedad, únicamente el Estado puede por medio de su competencia y autoridad de organización definir las regulaciones que ofrezcan tal garantía.  El imperativo ético en la ba base se del liberalismo que exige posibilitarles a todos y cada uno el desarrollo de su personalidad, en la sociedad de mercado se puede convertir en realidad sólo bajo la condición de que el Estado asuma la garantía de la integración de todos en la sociedad. 25 Sólo bajo esta condición el sistema económico es tolerable para el sujeto.  sujeto. 

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La suerte de la auto determinación y de la libertad en las nuevas formas de organización del trabajo en la sociedad del conocimiento la muestran L. Boltanski/ È. Chiapello, Der neue Geist des Kapitalismus. 24 J. Stuart Mill, On Liberty , p. 14, passim. 25 Esto no lo ven quienes como Noam Chomsky C homsky adhieren a un concepto anarquista de libertad, que habría de hacerse valer en una economía comunitaria. Ver N. Chomsky, Die Zukunft des Staates. [El futuro del Estado?]

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Ver en esto la amenaza del retorno del sistema comunista es cosa de un dogmatismo mineralizado propio de las doctrinas de salvación. Se ha buscado extraer a la sociedad de mercado del campo de la controversia, como ya he tratado de ilustrar. De hecho, casi nadie la cuestiona. Pero tendría que ser una sociedad de mercado distinta de todos modos a la que se conforma con la exclusión de millones de personas por el sistema de la economía. Es posible una definición concisa de la tarea para el futuro:  El Estado tiene que garantizar la autonomía del sistema económico; pero a la vez tiene que aprovechar su autoridad y competencia de obrar sobre la  sociedad para responder al anhelo anh elo de millones de personas de se serr integradas en la sociedad en condiciones que les permitan llevar una vida con sentido.  sentido.   Bajo las condiciones actuales de una economía globalizada el sistema económico tiene la sartén por el mango, porque los que por obra del sistema económico se ven socialmente marginados no están presentes en el sistema político en forma suficientemente organizada. Ellos son incapaces de conformar un poder alternativo en contra de los protagonistas de la teoría económica.

6 Crítica de la teoría económica como ciencia  A quién le sirve la ciencia  ciencia  ¿A quién le sirve la ciencia de la economía? ¿Para quién trabajan los no escasos bien think-tanks,, que alientan a la dotados institutos de economía? ¿A quién responden los think-tanks ciencia económica como doctrina de salvación? Y ¿a quién le sirve el muy bien dotado gremio asesor conformado por los llamados cinco sabios de la economía?26  Estas cuestiones se plantearían de otra manera si la ciencia respetara los límites de su objeto de estudio. Por supuesto que a la economía le compete hacer transparente la procesualidad del sistema económico. Pero en el discurso político público no se trata de eso. El solo hecho de que en el sistema de la sociedad en su totalidad la economía sea el sistema base, cosa que obliga a asegurar el funcionamiento del sistema económico para que la sociedad no se desintegre, anima la economía reclamar la supremacía Pero sobreesto la política. una sociedad de mercado cona tal aspiraciónatoca vivir forzosamente. no haceEn menos  problemática la pretendida pr etendida supremacía, pues las exigencias de la lógica de la sociedad y la lógica sistémica de la economía no coinciden. Entre ambas hay un conflicto difícil de superar. Lo he mencionado ya varias veces: la lógica de la sociedad está determinada por el interés de los sujetos de ligarse con las acciones de los demás de tal manera que les sea  posible vivir una vida de acuerdo con lo que en la sociedad se reconoce como una vida con sentido. Pero la lógica de la economía está determinada por el interés del capital en la acumulación de capital. Por ello, para respaldar el reclamo de la supremacía del sistema de la economía sobre la sociedad, la teoría económica pretende demostrar, apoyada en la autoridad de la ciencia, la necesidad de dejar abandonados a los sujetos a aquellas condiciones de vida que el sistema económico engendra. No hay frase dirigida desde la teoría económica hacia la arena política que hable de cosa distinta a ‘dejar hacer’ al 26

Se refiere al Sachverständigenrat , un gremio alemán [N. de la T.]

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sistema económico. Como supuestos implícitos siempre figuran aquellos postulados que hemos identificado como característicos de la teoría económica en calidad de doctrina de salvación ligada al interés del sistema de la economía. Cada uno de esos postulados se traduce en loque en momentos de iluminación incluso algunos políticos han identificado como peligroso autoengaño. Es cierto que los altibajospropios del sistema económico implicanun cambio permanente ensu capacidad de empleo. Pero es cierto también que este sistema no presenta mecanismo alguno que permita erradicar definitivamente el desempleo. Hay una gran cantidad de personas permanentemente desempleadas también en este momento. Fuera de eso el sistema económico en su condición actual presenta un alto número de personas empleadas en condiciones extremadamente precarias, cuyos salarios rayan en la línea de pobreza o se ubican aun por debajo de ella. En condiciones similares entra a trabajar también buena parte de los que gracias a algún auge de pronto consiguen empleo. Aunque el crecimiento no se detiene, ese incremento apareja una cada vez mayor división al interior de la sociedad. Y no hay la más mínima señal de que el proceso de empobrecimiento y dela absoluta miseria creciente en el extremo inferior de la sociedad pudieran en algún momento reversarse. Ambos fenómenos se desprenden de la lógica del sistema, y en la época de la globalización de este sistema cobran para millones de sujetos precisamente aquella forma nefasta que encontramos en las sociedades de mercado en todo el mundo. Después de todo lo que hemos visto  podemos ciencia: indicar de manera precisa el problema que presenta la teoría económica como  El problema está en la transformación de la autonomía del sistema econ económico ómico en doctrina de salvación para la política. Es esta forma de transformación lo que pervierte a la teoría económica en tanto ciencia. La perversión tiene una dimensión epistemológica que se hace valer en dos planos: en el primero se  presenta como simple perversión de la verdad, un deber todavía de la ciencia; en el segundola perversión generala cimentación ideológica de un nihilismo económico que es pernicioso para los seres humanos. Este nihilismo económico representa además un fracaso epistemológico.  epistemológico.  Tenemos que discutir ambas formas de perversión.  La perversión de la verdad   El sistema de la sociedad en su conjunto y sus sistemas parciales son sistemas creados de manera constructiva, son sistemas que se forman a partir del entrelazamiento de las acciones e interacciones de los sujetos. Como quiera que se produzca el entrelazamiento en red, el sistema social que de ahí surge está determinado por los intereses perseguidos  por los sujetos. Esto se puede saber. Se puede sabe saberr por ello también que no ha sido, como cree Hayek, un mecanismo natural de selección lo que llevó a la conformación de la sociedad de mercado, supuestamente el mejor sistema posible para los sujetos, sino que es la consecuencia del hecho de que la sociedad de mercado se desarrolló a través del entrelazamiento de la organización de capital. En manos de este sistema se puede dejar la organización de toda la sociedad solamente bajo la condición de que se esté comulgando 26

 

con los intereses del capital. En eso precisamente radica la perversión de la verdad, deberde la ciencia. Las ciencias sociales están comprometidas con la verdad de otra manera que las ciencias naturales. Tienen un acceso diferente al ámbito objeto de su conocimiento y también  persiguen otro interés cognitivo. La circunstancia de que los sistemas sociales sean sistemas construidos abre la posibilidad de conocer sus estructuras reconstruyéndolas a  partir de los potenciales constructivos en su proceso de formación.27  En las ciencias sociales de este modo se torna posible aprehender las estructuras del conocimiento y así comprender realmente las del objeto social. A una ciencia, que trata de conseguir certeza del área objeto de estudio suyo mediante la reconstrucción del proceso en que se formó, se le plantea la tarea de identificar aquellos intereses que fueron determinantes en el proceso de conformación de los sistemas sociales. A esta oportunidad e interés cognitivosescapa la teoría económica con su toma de partido por el capital. En lugar de destacar al menos el hallazgo objetivo de que el sistema económico es un sistema creado en el interés de la acumulación de capital y basado en el interés de la misma, la toma de partido por la lógica del sistema económico como lógica también de la sociedad transmite la impresión como si este sistema respondiera al interés de todos los sujetos. En esto consiste el gran autoengaño de la teoría económica como ciencia. Esta ni siquiera permite que surja tan solo la pregunta perentoriapara de sihacer no se valer puedelos someter el sistema global la sociedad a la intervención constructiva intereses de todos losdesujetos. Por esto mismo la teoría económica se prostituye frente al sistema de la economía en interés de la acumulación de capital. Tal teoría no sólo hace que la situación se presente como si no hubiera alternativa a la priorización de los intereses del capital frente a los intereses de los sujetos, sino también como si la acumulación del capital estuviera en interés de todos. Es una percepción pervertida de las condiciones reales porque, reconocer que bajo los auspicios de una economía capitalista absolutamente todas las personas que reciben unos auxilios sociales viven mientras vivan de la economía, no ofrece motivo alguno para suponer que el sistema esté en interés de todos. Tal supuesto encubre más bien el hallazgo que he tratado de resaltar lo más claramente posible de que el interés de los sujetos en llevar una vida con sentido para el sistema sólo existe como interés derivado del interés del capital.28 El propio de los sujetos es incorporado por el sistema económico solamente hasta donde provechoso para la acumulación delacapital. a que el interés de resulte los sujetos en una conducción decente de vida esDebido sólo unprecisamente interés derivativo de los rendimientos del capital, aquel es subordinado a la acumulación de capital y puede también ser negado por éste. Los sujetos que no son necesarios para la acumulación de capital quedan fuera de la percepción del sistema. Vistos desde la óptica del sistema simplemente ‘sobran’, como se ha dicho ciertamente con respecto a los jóvenes desempleados de los suburbios franceses.29  Justo de esta manera fueron tratados los sujetos por el sistema político en el reciente desmonte del Estado de bienestar.

27

Acerca de la estrategia epistemológica de la reconstrucción ver G. Dux, Historisch-genetis Historisch-genetische che Theorie der Kultur , pp. 177-186. [pp. 147-152 de la edición en español, N. d. T.] 28  Sobre esto también G. Vobruba, Politik mit dem Wohlfahrtsstaat , p. 75. 29  U. Beck, „Die Revolte der Überflüssigen“, SZ  del  del 15 de noviembre de 2005.

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Simplemente fueron “dejados atrás” como aquellos que el sistema económico no

necesitaba.30 

La tesis de que se está atendiendo el interés de todos adquiere una presentación perversa no sólo porque presente como interés de todos lo que está en el interés de sólo una parte, sino también porque se niega a un cambio de perspectiva:  Desde la perspectiva de la sociedad eenn su conjunto el interés de los sujetos, de todos por cierto, en su integración en la sociedad en condiciones que permitan llevar una vida con sentido, es un interés opuesto al del sistema económico en la acumulación de capital. Desde la perspectiva de la sociedad por tanto hay que plantearse la pregunta de cómo resolver la diferencia de intereses. Los intereses de ‘los’ sujetos no se pueden someter a los intereses del sistema econ ómico,

ya que hacerlo para millones de personas significaría negarlos. Justo eso es lo que se entiende por supremacía de la economía sobre la política. Desde el mismo encubrimiento de la lógica íntima del sistema económico la teoría económica entra en conflicto con la verdad, y lo profundiza en la medida en que se niega a admitirEn el esto carácter construido de la sociedad términos abiertos a la supremacía del sujeto. ciertamente se advierte un déficitenepistemológico que encierra los contornos de una visión del mundo.  El valor de la vida versus el nihilismo pervertido perve rtido de la teoría económica  económica  En la Modernidad se ha tornado ineludible el hecho de que el modo de existenciahumano es algo construido que, dado que en el universo no se encuentra otra pista de esa naturaleza, se puede comprender solamente haciéndoles el seguimiento a las condiciones que en la constitución antropológica se presentan. Al tratar de hacerle seguimiento a su  propia constructividad los seres humanos se ven remitidos a sí mismos. El hecho de que tengan que volver sobre sí mismos se puede ver como una forma de nihilismo insoslayable en Modernidad, que, para la hablar con Brecht, no queda a quéaatenerse. Cabesíseñalar, sin laembargo, que esyajustamente condición que apremia al sujeto volver sobre mismo lo que a fin de cuentas pone a su alcance el único tipo de valoración que está realmente a su disposición: el valor incondicional de sí mismo. Dado precisamente que toda apreciación valorativa de la conducción de la vida parte del sujeto, el sujeto se ubica en el  punto de convergencia de cualquier tipo de valoración que pueda haber. Las doctrinas doctr inas de salvación, independientemente de las diferencias que pueda haber entre ellas, siempre tratan de escapar a la ineludible consecuencia de todo eso, que es la conversión del sujeto en criterio de evaluación de todo lo construido. Por ello también esas doctrinas invariablemente buscan remover al sujeto del punto de convergencia de la única forma de asignación de valor que queda en la comprensión secular de las formas de existencia humanas. En la doctrina de salvación de la teoría económica esto ocurre de una manera que, de nuevo, resulta perversa: en el lugar del sujeto como punto de convergencia de todas 30

 N. Klinger/ J. König, Einfach abgehängt. Ein wahrer Bericht über die neue Armut in Deutschland .

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las formas de valoración y de constructividad se instala su constructo - el sistema económico. Si el hecho de que el sujeto queda remitido a sí mismo se tuviera que entender como nihilismo, como lo entendió Nietzsche31, por su atadura con la lógica de la acumulación de capital como lógica de toda la sociedad, incluso el nihilismo es pervertido todavía. La anterior reflexión epistemológica ilustra a qué se refiere la propuesta de hacerle el seguimiento a la justicia. Se trata de recuperar la soberanía constructiva sobre la forma social de existencia. Este es el propósito que perseguimos al hacer responsable al sistema  político no del sistema de la economía pero sí de la forma f orma de organización de la sociedad. El ámbito de la política no puede eludir el hecho de que es a través de la justicia que se realiza lo único cuyo valor queda en pie, el sujeto mismo. La intención de asumir las consecuencias de eso es inherente al Estado de bienestar, al que le es propio el propósito de  proteger la autonomía de la conducción de la vida del sujeto en contra de la lógica del sistema económico. Resumen 1 a conciencia política de la opinión pública está dominada actualmente por la teoría La L neoliberal. Este es el caso especialmente de la conciencia política de los representantes de los grandes partidos. En su gran mayoría están comprometidos firmemente con el teorema central de la teoría neoliberal según el cual la solución de los problemas políticos se espera del mercado. Esta convicción determina también su relación con el postulado de justicia. A las capas bajas se las pone a esperar a que les llegue ayuda del mercado. Mientras ésta haga su aparición a las personas que realmente la necesitan se las mantiene en el límite o por debajo de la línea de pobreza. Para la política la pretensión de mejorar ahora mismo sus condiciones de vida se ha convertido en anatema. 2 En la teoría neoliberal no hay lugar para la justicia. Hayek, quien puede ser tomado como el representante teórico de esta teoría, la ha declarado explícitamente ‘categoría sin sentido’. Su descrédito lo ha tratado de fundamentar mediante un dispendioso edificio

teórico con que se dirige contra la moderna comprensión delas sociedades como constructos. El proceso de formación de estas lo ve gobernado por procesos de selección análogos a la naturaleza, a través de los cuales todas las veces surgiría la mejor sociedad  posible. Precisamente debido a que la sociedad se debe a procesos de selección de la evolución, ella, de acuerdo con Hayek, no es accesible para la justicia. El constructo que Hayek formula del proceso de formación de la sociedad no cumple con las modernas exigencias de conocimiento. Por supuesto que la sociedad se ha formado evolutivamente. Sólo que, mientras la evolución de las especies concierne al genoma, el 31

 Fr. Nietzsche, Also sprach Zarathustra [Trad. cast. Así habló Zaratustra Zaratustra].

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 proceso de formación de la socieda sociedadd se da a través de acciones para las que la evolución e volución ha  proporcionado apenas las bases. El respectivo tipo de acciones determina qué sistema social surge del entrelazamiento de las acciones. Esto también es válido para el entrelazamiento de las acciones que genera la sociedad y aplica en especial al entramado de acciones que constituye la sociedad de mercado. La organización de la producción y de los servicios con el propósito de la acumulación de capital representa aquel tipo de acciones a través del que se forma la sociedad de mercado. 3 La incomprensión sociológica del proceso de formación de la sociedad produce consecuencias que se muestran en la incomprensión también de la justicia en la sociedad de mercado. El hecho de que en cuanto a su lógica interna la economía como sistema surja del entrelazamiento de acciones cuyo objetivo es la acumulación de capital permite ciertamente referir la justicia a unas acciones. A través del entrelazamiento de acciones la sociedad adquiere una constitución sistémica característica. Para la sociedad de mercado el sistema económico representa el sistema base. Es en primer lugar debido a este sistema que los hombres son conectados en las formas prácticas de las acciones y de la comunicación como sociedad. también cierto que valer en el en sistema económico la justicia no se puede volver realidad. Pero La justicia se es puede hacer la sociedad de mercado solamente si la constitución básica de la sociedad como la determina el sistema económico no es aceptada como el orden definitivo de la sociedad. Quien reclama justicia, por tanto quiere aprovechar la competencia de organización y soberanía del sistema político con el fin de lograr unas condiciones provechosas para aquellos que el sistema económico está excluyendo o sólo incluye en condiciones insuficientes. 4 Quizás Hayek hubiera admitido la visión sociológica acerca del proceso de conformación de la sociedad de mercado bajo exigencias epistemológicas modernas. Pero podemos estar seguros deteoría que enneoliberal cuanto alactual descrédito de se la muestra justicia Hayek hubiera brazo la a torcer. La también inmunenoa la crítica.dado ParaelHayek teoría de la sociedad se basa en un valor último, que se manifiesta en el orden de la sociedad. En él hay que creer. La teoría neoliberal es una doctrina de fe y quiere serlo. Ella cree tener que dejar las condiciones de la sociedad de mercado tal como se forman desde el sistema económico. La fe de la teoría neoliberal a ojos de la ciencia es superstición. Hay razones para ello que hay que esclarecer y que son demasiado triviales como para que no se las pueda identificar. La fe de la teoría neoliberal se basa en el interés económico de los que en el sistema económicoestán bien. Pero eso no es todo. Esta fe se niega a reconocer que no hay ninguna razón sobre la cual fundamentar la negación del anhelo de inclusión a los que el sistema excluye. Negarlo a pesar de todo significa dirigirse contra la vida. Esta exige ser llevada como vida determinada a través de sentido. 5 30

 

La teoría neoliberal es hoy la teoría predominante en la conciencia política pública. Como  parte del sistema económico ella refleja las estructuras de distribución y de poder del mismo. Los que se ven beneficiados por el sistema económico buscan defender su posición  presentándolo como algo natural e ineludible. La teoría neoliberal cuenta con el respaldo de una amplia mayoría de los economistas que concuerdan con ella en cuanto a que las condiciones sociales deben dejarse tal cual el sistema económico las engendra. La justicia que el sistema económico no puede lograr, en su concepto tampoco al sistema político se le debe permitir. De manera que la perspectiva neoliberal exige que la lógica del sistema económico sea también la del sistema de la sociedad. Este contenido de la doctrina económica es lo que aquí se critica como ‘teoría económica’. En términos sistémicos este contenido no tiene sentido, porque un sistema parcial no puede aspirar a determinar el sistema en su conjunto. En términos prácticos este contenido no tiene sentido porque la toma de partido por el interés de una parte de la sociedad lleva a ignorar los intereses de la otra.Y en tanto conocimiento no tiene sentido porque no se puede continuar en pos de una fe cuando de lo que se requiere es del conocimiento. 6 Como toda doctrina salvacionista, la teoría económica también elaboró su doctrina en el formato dogmático de unos artículos de fe. Forman parte de estos el postulado de la mejor sociedad posible, el de la prevalencia economía, de la omnipotencia del sistema económico, pero ante todo el postulado de de la garantía de el la libertad. Bajo el desarrollo de la economía en la época de la globalización cada uno de estos postulados se muestra como ideología plana. Ninguna sociedad de mercado, en la forma en que se desarrolla a través del sistema económico, podría reclamar para sí ser la mejor sociedad posible. Tal idea la contradice el hecho de que esta sociedad arroja a millones de personas a los márgenes del torrente social donde se empobrecen y terminan por vivir a menudo en la más absoluta miseria. El postulado de la omnipotencia al sostener que el sistema económico está en condiciones de resolver los problemas sociales también se revela como ideología pura integrada en la teoría de la economía. Pues es precisamente a partir del sistema económico que surgen los problemas. El desempleo y la pobreza se han formado a partir de las estructuras de este sistema. Pensar que haya alguna posibilidad de superarlos, aunque sea retrospectivamente, es de nuevo ideología. Finalmente, el sistema económico no puede de ninguna manera afirmarlas de hace sí mismo que asegura auto-determinación y la libertad del sujeto. Por el contrario, imposible para los lamillones que se ven excluidos por este sistema. 7 Por mucho que las ideologías estén circunscritasaunas estructuras de intereses y de poder, ellas siempre presentanademás un déficit en materia de conocimientos críticos. Como doctrina de salvación la la teoría económica se encuentra en contradicción con la simple verdad de que el sistema definido por la lógica de la acumulación de capital desconoce el interés intrínseco de todos los sujetos sin excepción en una conducción provechosa de su vida en la sociedad. Pero la negación de la primacía del sujeto por la teoría económica además está en contradicción con uno de los desarrollos más fundamentales de la autocomprensión del hombre en la Modernidad: el descubrimiento de que la constructividad de la forma de existencia humana remite al hombre a sí mismo. Si esto fuera nihilismo, como habría que asumir con Nietzsche, entonces la negación de la prevalencia del sujeto sería 31

 

una forma pervertida del nihilismo: en lugar del sujeto se convierte al capital, su creación, en punto de convergencia del valor en la existencia. La justicia requiere que en el interés de todos sea recuperada la posibilidad de que la política intervenga con soberanía en la definición de las formas de organización de la existencia, hacia esto está dirigida. En la misma dirección se dirige el dimensionamiento político de otro Estado de bienestar.

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