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GUÍA DE LA RESERVA NACIONAL DE
PARACAS
Guía de la Reserva Nacional de PARACAS
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GUÍA DE LA RESERVA NACIONAL DE
PARACAS EDICIÓN GENERAL Walter H. Wust TEXTOS Antonio Brack Egg, Yuri H ooker, Federico Kauffmann, Patricia Majluf, Víctor Pulido, Walter H. Wust, Ronald Woodman FOTOGRAFÍAS Walter H. Wust FOTOGRAFÍA SUBMARINA Yur Yurii Hooke Hookerr DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Gabriel Herrera / Wust Ediciones CARTOGRAFÍA Grupo Geographos ASISTENCIA EDITORIAL Nelly Del Ca Carpio, rpio, J orge Luis Mendoza, John Johnny ny Pa Parihu rihuamán án,, Nata Natalili Wust CUIDADO DE LA EDICIÓN Gabriel Herrera / Wust Ediciones PREPRENSA E IMPRESIÓN Gráfica Biblos S.A.
I.S.B.N: Xxxxx Hecho el Depósito Legal: N° 2005-3896 Impreso en Lima, Perú, 2006 Todoslosderechosreservados. Seprohibetoda reproducción parcial al o total deestaobra, a través de medios mecánicoso electrónicos, sin la autorización escrita delos autores.
PARACAS TOP
LAS AVES
LA CATEDRAL
La biodiversidad de Paracas es impresionante. Aquí se han registrado 216 especies de aves. Los diversos hábitat de la Reserva hacen de ella un sitio ideal para el descanso y alimentación de aves residentes y migratorias de orilla, provenientes de la región neártica del hemisferio norte, la región austral del hemisferio sur y de los altos Andes.
Producto de las travesuras de la erosión sobre un acantilado salitroso, La Catedral es uno de los destinos más recurrentes de Paracas. Se ubica justo al sur de la playa Yum Yu maqu que e, en unlu luga garr do dond nde e el vie ient nto o y la lass ol ola as ha han n la labr bra ado du dura rant nte e mile ileni nios osla ro rocca hasta darle la forma una enorme cúpula y una torre saliente.
LAS ISLAS BALLESTAS
LOS MANTOS
Las Ballestas son un importante depósito de guano y un lugar privilegiado para observar de cerca la mayor concentración de lobos marinos y aves guaneras en esta parte del litoral. Estas islas rocosas reciben su nombre de las ballestas o arcos, seguramente en razón a los grandes arcos de piedra que la erosión ha formado en ellas.
Las telas de paracas-necrópolis son reconocidas universalmente por la policromía de sus figuras bordadas. Fueron elaboradas con algodón y lana de camélidos. Al morir el individuo, adquirían la sagrada función de ropaje funerario. Los llamados mantos miden 2,50 m x 1,30 m en promedio.
LAS PLAYAS
EL CANDELABRO
Extensas playas de arena y enormes acantilados acantilados que caen al mar en picada; pi cada; decenas de miles de aves de todas formas y colores que planean sobre grandes colonias de lobos marinos; islas y puntas rocosas formadas por los estratos más antiguos de la Tierra; y extensos arenales y dunas donde el sol brilla sin piedad los 365 días del año.
Este enigmático geoglifo de 182 m de largo y 74 m de ancho se encuentra de cara al mar el norte de la península de Paracas y puede ser observado camino de las islas Ballestas. Como su nombre lo dice, di ce, se trata de un enorme candelabro – ¿quizás un cactus?– cac tus?– labrado sobre una empinada colina de arena.
A nuestros lectores Es probable que cuando esta Guía llegue a sus manos algunos de los datos que ofrece sobre infraestructura y servicios servicios haya hayan n perdi perdido do vigencia. Por o otro tro lado, un trabajo de esta magnitud puede dar lugar a errores involuntarios. Para brindar un mejor servicio, esta guía será permanentemente revisada y actualizada por un equipo especializado. Agradeceremos comunicarnos cualquier error, omisión o cambio producido en la información que contiene la presente edición a la siguiente dirección: Calle Alcalá 119, oficina 203 Miraflores iraflores-Lima -Lima 18 T. 273-1669 E-mail:
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Agradecimientos
Xxxxxxxx
Cómo usar esta guía Para su comodidad, hemos dividido esta guía en tres secciones: la primera, Información general, general, contiene datos generales sobre la Reserva Nacional de Paracas; la segunda,Datos segunda, Datos útiles para el viajero; viajero; proporciona consejos de interés para que su excursión a la Reserva sea un éxito y los próximos visitantes le estén agradecidos; y la tercera, Paracas de punta a punta, punta, presenta una relación detallada de las principales atractivos turísticos de la Reserva, así como datos útiles para llegar y disfrutar de sus beneficios. Complementa esta sección una detallada hoja de ruta. ruta. Usted encontrará, además, textos sobre ecología, historia y geología escritos por algunos de los más prestigiosos expertos peruanos. Estamos seguros que disfrutará su lectura mientras aprende sobre la naturaleza de Paracas. La sección final sobre Servicios turísticos le turísticos le informará acerca de la infraestructura disponible en Pisco y Paracas, los centros urbanos más cercanas a la Reserva. Se incluye también direcciones y teléfonos de hospitales, comisarías, agencias de viaje y otros de interés para el viajero.
PRESENTACIÓN
A
dorado y protegido desde tiempos muy antiguos por los primeros pobladores del litoral y objeto de bonanza nacional durante siglos enteros, el mar del Perú es uno de los más pródigos del mundo y, paradójicamente, uno de los más amenazados por el avance de la industria y la contaminación humana. A la luz de los importantes cambios climáticos a nivel global, que han producido una severa alteración en nuestros ecosistemas marinos, y de la presencia cada vez mayor de amenazas para la conservación del litoral es nuestro deber trazar nuevas estrategias para preservar la riqueza de nuestro mar, así como aprovechar sus paisajes y habitantes como una fuente limpia y sostenible de ingresos para la población local. La Reserva Nacional de Paracas es, sin duda alguna, el mejor representante del litoral peruano: extensas playas de arena y rocas cobijadas por enormes acantil ntilados ados que caen al mar en picada; decenas de miles de aves de todas formas y colores que planean sobre grandes colonias de lobos marinos; decenas de islas y puntas rocosas formadas por los estratos más antiguos de la tierra; y extensos arenales y dunas donde el sol brilla sin piedad los 365 días del año. Un laboratorio al aire libre donde es posible observar a las más asombrosas criaturas marinas y donde cada tarde, la muerte del sol nos regala las más estremecedoras pinturas naturales. Es un compromiso de Prima AFP colaborar con la difusión y la conservación de lugares como Paracas, donde la naturaleza parece haberse tomado el tiempo de labrar cada roca y playa, cada ave y grano de arena, con la minuciosidad de un artista barroco. Esperamos que esta publicación sirva como una herramienta para la conservación de Paracas y sus asombrosos habitantes.
Juan Jua n Pé Pére rezz Repsol YPF
PREFACIO dorado y protegido desde tiempos muy antiguos por los primeros pobladores del litoral y objeto de bonanza nacional durante siglos enteros, el mar del Perú es uno de los más pródigos del mundo y, paradójicamente, uno de los más amenazados por el avance de la industria y la contaminación humana. A la luz de los importantes cambios climáticos a nivel global, que han producido una severa alteración en nuestros ecosistemas marinos, y de la presencia cada vez mayor de amenazas para la conservación del litoral es nuestro deber trazar nuevas estrategias para preservar la riqueza de nuestro mar, así como aprovechar sus paisajes y habitantes como una fuente limpia y sostenible de ingresos para la población local.
A
La Reserva Nacional de Paracas es, sin duda alguna, el mejor representante del litoral peruano: extensas playas de arena y rocas cobijadas por enormes acantil ntilados ados que caen al mar en picada; decenas de miles de aves de todas formas y colores que planean sobre grandes colonias de lobos marinos; decenas de islas y puntas rocosas formadas por los estratos más antiguos de la tierra; y extensos arenales y dunas donde el sol brilla sin piedad los 365 días del año. Un laboratorio al aire libre donde es posible observar a las más asombrosas criaturas marinas y donde cada tarde, la muerte del sol nos regala las más estremecedoras pinturas naturales. Es un compromiso de Prima AFP colaborar con la difusión y la conservación de lugares como Paracas, donde la naturaleza parece haberse tomado el tiempo de labrar cada roca y playa, cada ave y grano de arena, con la minuciosidad de un artista barroco. Esperamos que esta publicación sirva como una herramienta para la conservación de Paracas y sus asombrosos habitantes.
Lic. Luis Alfaro Intendente de Áreas Naturales Protegidas-INRENA
SUMARIO Introducción Paracas, una costa prodi prodigio giosa sa
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Datos útiles para el viajero
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Información general general Consejos prácticos Usted y el ambiente: protéj protéjalo alo y protéj protéjase ase Qué llllevar evar Dónde acampar Qué comer Sobre el auto
Paracas kilómetro a kilómetro: hoja de ruta
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Fauna de Paracas
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Un laboratorio de diversidad Antonio Brack E.
Aves de Paracas
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Víctor Pulido
Aves migratorias migratorias
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Walter H. Wust
¿Lobo estás?
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Patricia Majluf
Un mundo submarino
Paracas de punta a punta
Pisco La Reserva Cómo llllegar egar Excursiones Bahía de Paracas Atenas El Candelabro Lagunillas La Mi Mina na y El Raspón Punta Arquill Arquillo o Playas al sur de la península: Supay y Yumaque La Catedral Mendieta Playa Pl aya Sacasemita emita Laguna Grande Bahía de la Independencia Playa Barlovento
32 35 43 43 44 45 46 46 47 47 48 48 54 55 55 56 57 58
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Yuri Hooker
Cetáceos
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El futuro de Paracas
112 11 2
Antonio Brack E.
Servicios turísticos
118 11 8
Mapas y croquis
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UNA COSTA PRODIGIOSA
UNA COSTA PRODIGIOSA Patricia Pat ricia Majluf M ajluf
P
ocos son los que visitan el Perú con el propósito expreso de conocer sus costas. En comparación con Machu Picchu, los Andes o la selva amazónica, nuestra costa desértica y sus fríos mares no suelen llamar la atención y pasan desapercibidos
para la gran mayoría de viajeros. Incluso para los propios peruanos, a menudo la costa vale únicamente por sus hermosas playas y como fuente de manjares inagotables. Solo recientemente, a raíz de las catástrofes ocasionadas por El Niño en los períodos 1982/83 y 1997/98, estamos percibiendo el importante rol que ju jue ega el m ma ar e en nn nue uesstr tra as vida idass y llo om muc ucho ho que que depe depend nde emos de este y sus re reccur urssos para nuestro bienestar. Una afortunada combinación del perfil de nuestras costas y un complejo sistema de corrientes que trae del sur las aguas frías de la Antártida y que continuamente recicla los nutrientes del fondo marino hacia la superficie, hace del mar peruano el más rico de la Tierra. En base a la extraordinaria abundancia de unas pocas especies marinas, la economía nacional tuvo importantes momentos de auge en los últimos dos siglos. Primero el guano de isla y después la harina de anchoveta, hicieron del Perú una de las principales naciones pesqueras del mundo. Sin embargo, el escaso cuidado que se puso en la explotación de estos recursos llevó en muy pocos años al colapso de ambas industrias. Entre 1960 y la actualidad, el Perú ha capturado casi el 10% del volumen total de la pesca en el mundo entero, y solo podemos seguir pescando volúmenes tan altos debido a la extraordinaria productividad de nuestras aguas. En cualquier otra parte del planeta, bajo las condiciones de explotación a las que están sometidos nuestros recursos marinos, hace mucho que estos se hubieran agotado. Por otro lado, la riqueza de nuestro mar no es constante a causa de la aparición del fenómeno El Niño, que consiste en el arribo de grandes masas de aguas cálidas y
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto ocasiona que la anchoveta y otros peces migren
pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto ocasiona que la anchoveta y otros peces migren al sur o se refugien en aguas más profundas, fuera del alcance de sus depredadores. Con sus presas prácticamente inaccesibles, las aves y lobos marinos mueren en masa y la pesca se paraliza. Las especies de nuestro litoral, normalmente adaptadas para sobrevivir a este tipo de fluctuaciones naturales a través de estrategias reproductivas muy flexibles que les permiten minimizar las pérdidas a largo plazo, están siendo afectadas por los cambios cambios en nuestros patrones de clima a raíz del d el calentamiento global, que ocasiona ocasiona una presencia cada vez mayor de El Niño en nuestras costas. Si combinamos esto con la captura indiscriminada y constante de la mayor parte de la biomasa disponible de anchoveta y sardina por la pesquería industrial, las consecuencias a mediano plazo para muchas de las principales especies de nuestro litoral podrían ser muy graves. Poblaciones que antes eran capaces de resistir los efectos de El Niño muy intensos, recuperándose rápidamente de estos, hoy en día toman cada vez más tiempo en hacerlo y nunca logran alcanzar los niveles poblacionales que tenían antes del desarrollo de la pesca industrial de la anchoveta. A partir de mediados de la década de 1970, después del primer pr imer gran col colapso apso de la pesquería, las l as poblaciones de aves y mamíferos marinos, así como las de muchas especies de peces de la costa peruana, se han mantenido en niveles muy bajos, y se han reducido cada vez más después de cada Niño. Si efectivamente se está produciendo un aumento en la frecuencia e intensidad de la ocurrencia de El Niño, pronto muchas de las poblaciones de fauna marina habrán desaparecido de nuestro litoral, a no ser que se logre reducir 20
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la presión de pesca de forma tal que estas especies tengan suficiente alimento disponible para incrementar su capacidad reproductiva o de recuperación. Aunque no existe mucha información disponible disponibl e sobre el estatus de la mayoría de llos os recursos marinos, existen indicios claros que muchos de aquellos que son explotados comercialmente se encuentran sobreexplotados o colapsados. Las estadísticas muestran que las principales especies de importancia comercial prácticamente han desaparecido y que la mayoría de las especies de mariscos están siendo capturadas muy por debajo de la talla mínima permitida. Esto indica que también están siendo sobreexplotadas y sus poblaciones se encuentran seriamente afectadas. Este colapso de las pesquerías no se limita al Perú; la actividad está en crisis en todo el mundo. La FAO reporta que de las quince principales regiones pesqueras del mundo, cuatro ya han sido agotadas y nueve están en franca declinación. En la última década y a escala mundial mundial llas as captur pturas as están cayendo, aun cuando las l as flotas flotas pesqueras están en constante expansión y pescando cada vez más intensamente. Algunos stocks pesqueros de gran importancia, como el bacalao en el Atlántico Norte, se encuentran en estado crítico, de forma tal que ya se ha prohibido o reducido significativamente su pesca. Sin embargo, solo recientemente se ha tomado conciencia de la crisis profunda que afecta a los ecosistemas marinos y de la necesidad urgente de hacer algo por ellos. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto ocasiona que la anchoveta y otros peces migren
Una afortunada combinación del perfil de nuestras costas y un complejo sistema de corrientes marinas, hace del mar peruano el más rico de la Tierra. En el Perú, sin embargo, poco o nada se ha hecho al respecto. Con la riqueza del mar peruano en mente, siempre se ha presumido que los recursos del mar son inagotables y que se pueden recuperar sin importar la presión que se ejerza sobre ellos. Además, con casi el 60% de la población y las principales industrias ubicadas en las zonas costeras, los intereses políticos y económicos generados son muy fuertes, y esto lleva a que los políticos no hagan nada al respecto. Por otro lado, los altísimos niveles de pobreza de las comunidades pesqueras hacen que estas se muestren reacias a cualquier medida que limite su uso de los recursos. Es posible que un factor relevante que ha contribuido a esta inercia sea el poco conocimiento de los peruanos sobre la importancia del mar y sus recursos y de la crisis en que se encuentran. A diferencia de los bosques, donde la tala es evidente a simple vista, los mares aparentemente no cambian. Difundiendo la excepcional riqueza de nuestras aguas, representada magistralmente por las costas de Paracas,
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto ocasiona que la anchoveta y otros peces migren
esperamos que se logre una mayor apreciación de ellas y, de ser posible, el interés suficiente para buscar un cambio a largo plazo en nuestras formas de uso. Esperamos que esta guía contribuya con este propósito.
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INFORMACIÓN GENERAL Categoría: Reserva Categoría: Reserva Nacional creación: 25 25 de setiembre de 1975 Fecha de creación: legal: Decre Decreto to Supremo Supremo N° . 1281-75-AG Dispositivo legal: Superficie: 335.000 hectáreas * Superficie: 335.000 Localización: distrito Localización: distrito de Paracas, provincia de Pisco, Región Ica silvestre: 216 especies de aves, más de 180 de peces y 20 de cetáceos Vida silvestre: 216 Arqueología: 114 114 sitios arqueológicos registrados Arqueología: Hábitat: desiertos, Hábitat: desiertos, playas de arena, enormes acantilados y orillas rocosas Objetivo Conservar una muestra representativa de los ecosistemas marinos del mar frío de la Corriente Peruana, considerado por los especiali ialistas stascomo el más productivo de la Tierra, además de mantener los ambientes utilizados por una amplia variedad de especies migratorias para su alimentación y refugio durante sus largas travesías anuales. Reconocimientos Debido a su importancia como lugar de descanso y alimentación para especies migratorias, en 1991 fue elevada a la categoría Reserva Regional de la Red Hemisférica para Aves Playeras (en la actualidad Programa Wetlands for the Ame Americas). Asimismo, en abril de 1992 fue reconocida como uno de los sitios de carácter especial para la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional (Convención RAMSAR), especialmente como hábitat de especies acuáticas. * Parte de la superficie superfi cie de la Reserva, específi específicame camente 217.594 hectáreas, está constituida por ambientes acuáticos. El resto, 117.406 hectáreas, corresponde al desierto costero.
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Texto ANP Te NPss, SINANPE e importancia de las ANPs
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Mapa ANPs
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DATOS UTILES PARA EL VIAJERO
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No le ha pasado alguna vez que luego de viajar horas de horas y llegar a lo que cree el rincón más apartado y hermoso de la ruta, y a punto de desempacar su cargamento y sintiéndose un Indiana Jones o Robinson Crusoe, encuentra las “huellas” de algún visitante anterior. Me refiero a las infaltables bolsas de basura, cuando no está desperdigada por el lugar; “tatuajes” en los árboles o tristes recordatorios en las rocas... “Juan estuvo aquí” o “Pepe y Lola se aman”. Bueno, si le ha pasado, no crea que es el único. A continuación, algunas recomendaciones de utilidad para disfrutar conservando conserva ndo nuestras playas:
CONSEJOS PRÁCTICOS M uchas de las playas de Paracas carecen carecen de servicios para el visitante, lo que para muchos es precisamente donde reside el encanto del lugar. Por eso, cuando se dirija hacia una playa que no conozca lleve siempre agua y alimentos en cantidad suficiente. No olvide el protector solar y alguna casaca ligera para el viento de las tardes, así como una bolsa plástica para llevar de vuelta sus desechos. En caso de transitar por caminos afirmados o de arena, evite aventurarse en ellos a menos que esté acompañado y cuente con la experiencia del caso. Si va a circular por arena desinfle un poco sus neumáticos, ello evitará que su vehículo se atasque fácilmente. Para los que gustan de las comodidades de la ciudad, las playas cercanas a la bahía de Paracas cuentan con restaurantes y establecimientos de hospedaje que funcionan todo el año e incrementan su afluencia y servicios entre diciembre y marzo. Recuerde que estos lugares se llenan durante los feriados nacionales, por lo que es necesario hacer las reservas con anterioridad. En ciertas playas, como las de la bahía de Paracas y algunas del norte, existe el riesgo de ser “picado” por una raya o pastelillo. Para ello se recomienda ingresar al mar con zapatillas, watershoes o arrastrando los pies, con lo que se evita las dolorosas heridas. En caso de una picadura, lavar con abundante agua dulce y lo más caliente posible. No use arena porque empeorará la situación. Los aficionados al camping tienen en Paracas una amplia gama de playas para escoger. Recomendamos acampar siempre en grupo, especialmente cuando se visita playas alejadas o de acceso difícil. Las caletas pesqueras son buenos lugares para alquilar embarcaciones y conseguir pescado fresco, así como para reparar desperfectos en motores fuera de borda.
Usted y el ambiente: protéjalo y protéjase Hay una frase que resume lo que debe ser una visita exitosa a un lugar natural: “No tomes más que fotografías y no dejes más que tus huellas”. Créalo, si le gusta la vida al aire libre, verá que bien funciona y de esta forma nos beneficiaremos todos. 30
Qué llevar Nunca vaya a la playa sin protector solar (la capa de ozono nos pasa la factura). Gorro o sombrero, además de lentes de sol son siempre recomendables. Abundante agua potable, especialmente si va con niños. Lleve siempre consigo bolsas para los desperdicios y sobretodo... llévelas de regreso al basurero más cercano. El próximo visitante (que puede ser usted, se lo agradecerá). A menudo, una buena bolsa de dormir es suficiente para pasar las noches de verano en las playas peruanas. En todo caso, arme su carpa antes de llevarla de campamento y vea que tiene todo lo necesario. Compre leña en los pueblos cercanos a la playa para hacer su fogata nocturna. Asegúrese de apagarla bien antes de dormir (no la cubra con arena).
Dónde acampar Fíjese en la dirección del viento (en nuestra costa, generalmente es suroeste) y oriente su campamento de espaldas a este. Busque una zona protegida protegi da del viento, viento, que suele ser el extremo sur de las ensenadas. Observe las marcas marcas de la última úl tima marea, no sea que tenga que despertar despertar surfeando surf eando por la noche. Guía de la Reserva Nacional de PARACAS
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Por la tarde la arena se suelta, con el consiguiente peligro de que su vehículo se atolle. Téngalo en cuenta si ingresa a un lugar poco accesible de noche o de mañana. Muchas playas se abarrotan durante los feriados largos, especialmente en Año Nuevo. Si gusta de la soledad y la paz... quédese en Lima en esos días.
Qué comer Si está cerca de una caleta de pescadores compre pescado y mariscos frescos. No se arrepentirá. Una propina sumada al precio del pescado suele ser suficiente para que los pescadores le preparen un almuerzo suculento e inolvidable. Si lleva carnes blancas (pollo) calcule medio día antes de que empiece a malograrse. Guarde bien sus alimentos por la noche. Los perros, roedores y zorros (cuando los hay) pueden hacer de las suyas con su desayuno. No lave los platos ni arroje los desperdicios a la orilla. Generalmente los restos permanecen allí por semanas, justamente en los lugares ideales para darse un buen baño. Utilice un balde y haga un agujero en la arena para ello. No use detergentes. Un poco de arena fina limpia hasta la peor de las mugres.
Sobre el auto Asegúrese de contar con gata y llanta de repuesto... bien inflada (un inflador nunca está de más). No olvide los documentos: tarjeta de propiedad y licencia de conducir. Contar con una buena guía u hoja de ruta ayuda mucho y entretiene. Verifique el estado de los frenos, luces y batería.
EL GUARDAPARQUE Xxxxxx.
Texto Te guardaparques 32
PARACAS DE PUNTA A PUNTA
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PISCO Distancia desde Lima 261 km (N) / 6 h por carretera asfaltada
Altitud 5 msnm
Temperatura Máx: 30 ˚C Mí n: 8 ˚C Promedio anual: 22 ˚C
Código LDN 56
La historia de Pisco se remonta a tiempos precolombinos. El valle donde se levanta la ciudad era parte de los territorios del señorío de Chuquimanku, que fue anexado más tarde al Tawantinsuyu bajo el gobierno de Pachacútec. La fundación española de la ciudad se pierde entre los vericuetos de las crónicas. Para algunos, fue en 1640 cuando el virrey Conde de Nieva estableció la Villa de la Magdalena de Pisco. Para otros, fue fundada bajo el nombre español de San Clemente de Macera en 1650. Lo cierto es que, años más o años menos, y debido al efecto de los devastadores maremotos de 1662 y 1687, la l a población se mudó hacia hacia el interior – al lugar que hoy ocupa– bajo bajo el nombre de Villa Villa de Nuestra Señora de la Concordia de Pisco. Pero sus penurias no acabarían allí, los piratas habían puesto el ojo en la ciudad y apenas un año más tarde, el corsario William Davis la asoló sin piedad. La situación de la población cambió conforme crecían sus parras y viñedos. Pronto se necesitó más mano de obra para procesar la uva, por lo que fueron traídos al lugar esclavos negros con órdenes de trabajar la tierra. Se dice que la naciente industria del vino llevó a la gente de color a superar en número incluso a la raza indígena de la zona antes de la Independencia. El aguardiente producido en las haciendas y embarcado desde el pequeño puerto recibió el nombre popular de pisco. Desde aquí partían los cántaros o pis piscos cargados del preciado aguardiente de uva hacia diversos puntos del país y el extranjero. Años más tarde, Pisco se convertiría en el cuartel general de don José de San Martín, quien desembarcó en las costas de Paracas una soleada mañana de setiembre de 1820. Cerca a la actual ciudad se encuentra la antigua hacienda Caucato ––nombrada nombrada en honor a un ave local– , escenario del triunf tr iunfo o de las fuerzas libertadoras libertador as sobre los realistas al mando de Rodil. Hoy Pisco posee la denominación de origen de la más venerable de nuestras bebidas: el pisco. El puerto, inactivo, sigue siendo la base de la pesca artesanal y el punto de acopio de la mayor parte de los los mariscosque llegan ll egan a la capital capital – conchasde abanico, almejas, choros, chavetas, chanques y cangrejos. Además posee una pesca siempre generosa y de gran calidad que cuenta con cabrillas, lenguados y ojos de uva, entre sus exponentes más sobresalientes. Pisco se ubica a unos minutos de la carretera Panamericana Sur. La ciudad ha sido dividida en dos partes, Pisco pueblo, con sus casonas de estilo colonial, arboledas y plazas (aquí está la mayoría de servicios); y 36
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Pisco puerto, a orillas del mar, donde se ubica el local de la Capitanía de Puerto, el viejo muelle de fierro, la plazuela Colón y varias casonas de quincha con hermosas ventanas de hierro forjado (lamentablemente muy venidas a menos) ubicadas a lo largo del Malecón Miranda. Durante el verano existen aquí varios albergues para turistas y uno que otro restaurante. En la ciudad, siempre tranquila y apacible, hay poco que ver. Sugerimos tomar la fresca plaza, a la sombra de viejos higuerones y poncianas, como punto de partida para visitar la catedral y el Club Pisco (Av. San Martín 132), cuartel y base de operaciones del Libertador durante su estadía en la ciudad. Muy cerca se encuentra la antigua iglesia San Francisco, construida por los jesuitas y separada de la Municipalidad por un estrecho pasaje. Si le gusta el misterio, dése una vuelta por el Cementerio Municipal para visitar la tumba de Sarah Ellen, quien murió en 1913. Pregunte a los guías locales por su historia de vampiros y fantasmas, bien conocida por todos en Pisco. La avenida San Martí artín n –bastante – bastante deteriorada teriorada al momento de cerrar esta edición– une la plaza principa principall con el puerto. Esta fue la ruta que utilizó el Li Libertador bertador para ingresar a la zona luego de su desembarco en Paracas. Esta es también la ruta que deberá seguir para dirigirse a Paracas.
SERVICIOS Vea la página 120
RECOMENDACIONES • Los servicios (hoteles y restaurantes) suelen estar abarrotados durante los fines de semana largos. Haga sus reservas con tiempo. • Los mosquitos pueden ser un problema durante las noches de verano en la ciudad. Lleve espirales o repelente. • Desde Pisco salen colectivos cada media hora rumbo a Paracas. Averigüe por los horarios de regreso (ver Servicios, pág. 120). 38
San Andrés Una antigua caleta de pescadores ubicada al lado mismo de la carretera que une Pisco con Paracas. El muelle artesanal José Olaya, bulle de actividad cada mañana con la llegada del pescado fresco. En San Andrés encontrará varias bodegas y una estación de servicio para sus primeros abastecimientos; d desde esde este pintoresco distrito en donde a la puerta de cada casa encontrara botes varados y hombres tejiendo las redes de pesca, salen a la mar valerosos pescadores que nos permiten disfrutar disfrutar del delicioso deli cioso pescadit dito o que en nuestra mesa se sirve al vapor o frito con mucha cebollita y rocoto.
Servicios
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Guía de la Reserva Nacional de PARACAS
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I O I S ENTRE LA ARENA HISTORIAS Federico Kauffmann Doig
La península de Paracas fue el lugar elegido por los hombres del desierto para sepultar a los ilustres difuntos de la cultura que denominamos paracas, un pueblo cuyos orígenes se remontan a los últimos siglos previos a nuestra era. Hoy sabemos que su desarrollo se prolongó por más de quinientos años, aproximadamente hasta el siglo IV. Dos son las etapas que comprende esta cultura, las mismas que han sido nombradas por los expertos en función a la forma en que enterraron a sus muertos: paracas-cavernas y paracas-necrópolis, que le sigue cronológicamente. La región de Paracas es extremadamente árida. Al carecer de agua, sus suelos son improductivos. Por esta razón no fue habitada. Los cuerpos que allí fueron sepultados corresponden a pobladores que moraron en los valles vecinos, acaso en sectores medios del valle de Pisco, si tomamos en cuenta los recientes hallazgos de cerámica de estilo paracas-cavernas realizados en el lugar. No obstante la cercanía del mar, con su rica fauna marina, tanto los paracas-cavernas como los paracas-necrópolis se sustentaban básicamente de la agricultura, y solo en segundo lugar de la pesca. Testimonio de ello son los alimentos colocados en vasijas que debían alimentar simbólicamente a los difuntos en su viaje de ultratumba. Como sucedió en todas las sociedades antiguas que basaban su economía en la agricultura, los paracas debieron experimentar un apremiante crecimiento demográfico, que los obligaba a extender su frontera agraria más allá de los estrechos valles bañados por el agua de los ríos provenientes de los Andes. Aquello exigía realizar complejas obras de irrigación. Pero estos esfuerzos resultaban insuficientes cuando sobrevenían alteraciones climáticas recurrentes, como las provocadas por el fenómeno de El Niño, causante de feroces sequías o excesos pluviales que daban lugar a catastróficos desbordes de los ríos. Para paliar estas adversidades, que hacían asomar una y otra vez el flagelo del hambre, los antiguos peruanos recurrían a elaborados rituales destinados a granjearse la benevolencia de lo que consideraban era el dios del agua, un ser sobrenatural capaz de regular el régimen régimen de las lluvias que –al precipitarse precipi tarse en áreas cordill cordilleranas– eranas– engrosaban los río ríoss costeños y permitían permití an así ffecundar ecundar a la diosa Tierra o Pachamama. Si bien la aridez de la península de Paracas no permitía morar de manera permanente en ella, su configuración, al proyectarse mar adentro, debió recibir especial significado: hundía su punta, por así decirlo, en las entrañas de la Mamacocha u 40
océano. La Mamacocha era para los antiguos peruanos fuente universal de las aguas. Esta circunstancia explicaría por qué el pueblo paracas eligió esta península como lugar de reposo de sus muertos. Las tumbas de los paracas-cavernas estaban conformadas por espacios colectivos excavados en forma de grandes pozos en el suelo. Los paracas-necrópolis, en cambio, sepultaban a sus difuntos directamente en la tierra o emplazándolos en pequeñas cámaras subterráneas recubiertas de piedras. En ambos casos, los cuerpos de los muertos eran momificados y envueltos en abundantes telas hasta conformar un bulto o fardo funerario. Mientras que en las sepulturas paracas-cavernas la cerámica asociada es policroma, de colores brillantes aplicados después de la cocción, en las de paracas-necrópolis esta es por lo general monocroma. Sin embargo, fue en sus magníficas piezas textiles donde estos últimos volcaron su amor por los colores. Las exploraciones arqueológicas realizadas en 1927 y en años posteriores por Julio C. Tello y Toribio Mejía Xesspe, pusieron al descubierto 429 fardos o paquetes funerarios paracas-necrópolis. Algunos – cercadel 10%– 10%– alcanzabangrandes dimensiones, llegando a medir varios metros de longitud por más de 1,50 m de alto. Las telas de paracas-necrópol as-necrópolis is son reconocidas universalmente por la la policromía poli cromía de sus figuras bordadas. Fueron elaboradas con algodón y lana de camélidos (llama, alpaca y vicuña). Al morir el individuo, adquirían la sagrada función de ropaje funerario. Las n llos os lllamados la e prendas paracas-necrópolis más portentosas son mantos, que miden, en mabaque quelos losmantos man mantos toseran eransujetados sujetad sobre término medio, 2,50 m x 1,30 m. Se estimaba ar für ür Völkerkunde, Vö er Univer los hombros, pero en el antiguo Seminar deelaaUniversidad de Bonn, te bordada or a aque queretrata r per Alemania, fue expuesto un fragmento dee tela aapersonajes quee man de e un una a larga arg rga a mantilla. ant ntii a. portan el manto sujeto a la cabeza, a manera Guía de la Reserva Nacional de PARACAS
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En los mantos de paracas-necrópolis las figuras bordadas aparecen distribuidas siguiendo un patrón específico: van ordenadas en hileras. Una misma imagen es representada en sucesión, aunque variando sus detalles debido al color de sus hilos. Por lo general, estos presentan una figura emblemática per se. Los seres sobrenaturales son expuestos unas veces boca arriba y otras veces boca abajo, en estricta alternación cromática. Las diversas figuras policromadas bordadas en los tejidos deben ser consideradas como representaciones gráficas de relatos míticos.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto ocasiona que la anchoveta y otros peces migren
To Toda dass las las mom omia iass dePa Para raccas acusan po possic ición iónfe feta tal. l. Ad Ade emás depr pra acticar extens tensament nte e la trepanación del cráneo, los paracas lo deformaban hasta alcanzar límites más allá de lo imaginable. En la boca, sobre la lengua, las momias suelen lucir una lámina de metal, patrón cultural de carácter mágico también presente en otras culturas del antiguo Perú y de América. Las momias de Paracas portan adornos tales como collares, narigueras de oro imitando mostachos de felino, diademas y ornamentos circulares hechos de oro laminado que eran emplazados en las orejas o sobre las trenzas. Con todo, los objetos de oro son escasos y se les confeccionaba utilizando láminas martilladas muy delgadas o del tipo papiro.
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LA RESERVA Distancia desde Lima 261 km (N) / 6 h por carretera asfaltada
Altitud 5 msnm
Temperatura Máx: 30 ˚C Mí n: 8 ˚C Promedio anual: 22 ˚C
Código LDN 56
CÓMO LLEGAR Para acceder a la Reserva y sus playas es posible tomar dos rutas alternativas: una clásica, que se inicia en el desvío del km 230 de la Panamericana Sur y que conduce a Paracas atravesando la ciudad de Pisco y la caleta de pescadores de San Andrés; y otra, también asfaltada aunque menos frecuentada, que parte del desvío en el km 245 de la Panamericana Sur, pasando la fundición de estaño, y que recorre unos 11 km para unirse a la carretera asfaltada en la zona de La Puntilla, a la entrada misma del balneario de Paracas. En el cercano balneario de Paracas y la playa El Chaco es posible encontrar varios hoteles y restaurantes (ver Servicios turísticos, pág. 120), además de embarcaciones para visitar las islas Ballestas. Desde la garita de ingreso a la Reserva parte un camino hacia la izquierda (asfaltado los primeros 15 km) que conduce a las Salinas de Otuma (y a partir del cual se accede a las bellas playas de Supay, Yumaque y La Catedral). Siguiendo hacia la derecha se llega al Museo de Sitio Julio C. Tello y al desvío (afirmado, izquierda) que conduce a las playas del extremo sur de la península (Lagunillas, La Mina, el mirador de lobos de Punta Arquillo, entre otras). Si no se toma este, se puede continuar por la carretera asfaltada (derecha) que prosigue hacia El Sequión, la apacible Atenas y Punta Pejerrey, donde se ubica el puerto General San Martín (fin del camino). Desde Lagunillas, varios caminos afirmados conducen al sector sur de la Reserva, y se unen eventualmente con la ruta que parte de la garita de control, y nos permite acceder a muchas de las playas más bellas y mejor conservadas de la región: Mendieta y la bahía Independencia (Canastones, Carhuas, Barlovento, El Negro, Antana, Olleros). Para llegar a estas últimas es necesario contar con vehículos 4 x 4 (y saber conducirlos) ya que el terreno es arenoso y difícil. Recomendamos ingresar con guía a esta zona. * Si desea contar con un mapa oficial, l a zona de la pení península nsula de Paracas se encuentra cubierta por la carta 28 K del Instituto Geográfico Nacional de Lima.
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EXCURSIONES
Bahía de Paracas
* Las distancias e están stán medidas desde la gari garita ta de control de ingreso a la l a Reserva.
Distancia: 4,5 km Distancia: Servicios:: restaurantes, hoteles, internet, policía, centro de salud y tiendas Servicios
Aquel lugar lugar mágico de desiertos salilitrosos trosos y mar siempre azul, es sin duda la principal principal reserva natural de nuestro litoral. Sus cerca de 335.000 hectáreas se extienden desde la península del mismo nombre hasta la punta Gallinazo Sur, que se ubica al sur de Morro Quemado en la bahía de la Independencia, protegiendo una extraordinaria diversidad de especies adaptadas a la vida en la estrecha franja que definen las arenas y las olas. Contar con el mar más rico del planeta le ha valido a Paracas la oportunidad de convertirse en un verdadero imán para la vida natural. Y los humanos no nos excluimos. Hasta sus costas llegan cada año cientos de miles de aves migratorias que, recorriendo distancias que quitarían el aliento hasta al viajero más curtido, encuentran en sus orillas el alimento necesario para sobrevivir durante el frío invierno septentrional. Hasta ellas llegan también, cada verano, procedentes de las congestionadas urbes costeñas, una legión de visitantes en busca de, precisamente, lo que no tienen en casa: paz, aire puro y un paisaje de ensueño.
El balneario de Paracas es el último punto para abastecerse de insumos antes de iniciar su visita a la Reserva. Caracterizado por sus grandes palmeras datileras y sus arbolillos de tamarix, el lugar l ugar cuenta con un puñado de casas –algunas –algunas muy luj lujosas osas– ubicadas en el malecón a ambos lados del antiguo hotel Paracas (hoy remozado y en excelentes condiciones) y varios alojamientos para turistas turi stas. El balneario cuenta con algunos muelles privados, una flotilla de lanchas recreativas, además de un minimarket, teléfono público, correos, centro de salud, cabina de Internet, estación de Policía y una estación de servicio (la última posibilidad de aprovisionarse de combustible por estos lares). La bahía de Paracas ha sido reconocida por la OMI (Organización Marítima Internacional) como una zona altamente sensible.
Recorrer Paracas puede ser, al mismo tiempo, una experiencia relajante y encantadora o una aventura radical. Depende del lugar que escoja como destino y la información con que cuente al ingresar a sus caminos de salitre afirmado.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
El Chaco Ubicado sobre una pequeña ensenada, El Chaco comenzó como un punto de embarque para botes pequeños. Más tarde, sus aguas calmas atrajeron a sanandresinos y pisqueños hasta convertirlo en una suerte de playa de fin de semana. Con el tiempo, el lugar se pobló de embarcaciones y se convirtió en el punto de salida alternativo para las lanchas con destino a las islas Ballestas (ver Servicios, pág. 120). Hoy, El Chaco es punto de referencia obligado para todo aquel que visite Paracas. Aunque luce l uce algo descuidado y cuenta con problema probl emass de limpieza, se ha organizado para ofrecer una flota competente de lanchas rápidas y un bulevar con buenos restaurantes especializados en pescados y mariscos. Existen Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Esto ocasiona que la anchoveta y otros peces migren
varios hospedajes sencillos, una feria artesanal y cabinas de Internet. Desde aquí parten también los colectivos a Pisco.
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Atenas
Lagunillas
Distancia: 11 km Distancia: Servicios:: restaurante, estacionamiento, camping Servicios
Distancia: 7,5 km Distancia: Servicios:: muelle artesanal, restaurantes, estacionamiento, baños públicos Servicios
Es la playa de más fácil acceso de la Reserva, se caracteriza por tener poca profundidad y movimiento de aguas. Alberga una alta diversidad de aves y el 70% de las que habitan en la zona son especies migratorias. Atenas es considerada,
Una de las zonas más visitadas de la Reserva, a la que se llega siguiendo una trocha de 6 km que corta el “cuello” de la península de Paracas. El lugar, a orillas de una amplia bahía de aguas calmas, cuenta con un desembarcadero artesanal a donde
de acuerdo a la zonificación de la Reserva, como una zona de recuperación, un espacio que requiere un manejo especial para recuperar su calidad y estabilidad ambiental, Además, las playas Sequión, Atenas, Cangrejal y Santo Domingo se encuentran en la denominada Zona de protección estricta, destinada al descanso, anidación y alimentación de aves residentes y migratorias. Por ello no se permiten allí actividades turísticas como el kitesurf , windsurf u otras actividades similares.
llega el pescado y mariscos frescos cada tarde. También existen varios restaurantes especializados en platos marinos, algunos muy buenos como el clásico Rancho de la Tí Tía a Fela la.. Ha Haccia el e ex xtr tre emo sur e en ncon ontr tra ará una pequeña playita de arena gruesa y rojiza, ideal para disfrutar de un buen baño en las frías aguas. Lagunillas es el punto de partida para visitar el mirador de lobos de Arquillo y la playa La Mina. Aquí también se pueden rentar botes para la pesca de pinteo.
El Candelabro Distancia: 15 km Distancia: Servicios:: ninguno Servicios Este enigmático geoglifo de 182 m de largo y 74 m de ancho se encuentra de cara al mar el norte de la península de Paracas y puede ser observado, solo desde el mar, camino de las islas Ballestas. Como su nombre lo dice, se trata de un enorme candelabro cande labro – ¿quizás un cactus cactus?– ?– labrado sobre una empinada ccoli olina na de arena. arena. Su trazo recuerda al de las líneas de Nasca, aunque su factura es más reciente y data del tiempo de la Colonia. Algunos dicen que fue trazado por piratas y otros aseguran que estaría relacionado con la Cruz del Sur y servía como referencia para los navegantes. Existe un camino afirmado que parte desde playa Atenas hacia el noroeste y llega hasta el lugar. Está prohibid prohibido o acercarse por tierra, po porr lo que El Candelabro debe observarse únicamente desde el mar.
La Mina y El Raspón Distancia: 12,5 km Distancia: Servicios:: estacionamiento, baños Servicios
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
Las playas más concurridas concurri das de la Reserva y, para muchos, las las más hermosas. De mar calmo y cristalino, toma su nombre debido a la antigua mina de carbón que se ubicó en el extremo sur de la playa. Se accede a ellas siguiendo el camino afirmado a Lagunillas. Los letreros en el aparcadero lo orientarán. Existe un sendero de cemento con escaleras para descender a la playa. Durante el verano suele estar muy concurridas por bañistas. Aquí es posible acampar y realizar deportes acuáticos como el buceo. El Raspón es una pequeña playa de arena y ubicada a la izquierda de La M Mina– ina– a la que llegan ll egan los bañistas escapando de las multitudes. Para llegar a ella deberá descender por una cuesta rocosa empinada, donde deberá tener cuidado (de allí el nombre de la playa).
Punta Arquillo Distancia: 12 km Distancia: Servicios:: mirador, estacionamiento Servicios
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Ubicada en el extremo sur de la península de Paracas, es un excelente mirador de las loberías, loberí as, desde donde se puede apre apreciar ciar –sobre – sobre todo en verano– al cóndor andino en busca de placentas y carroña. El mirador posee barandas de seguridad y un estacionamiento para vehículos. Le recomendamos llevar un buen par de binoculares y abrigo, ya que el viento suele ser intenso. Si va con niños esté muy Guía de la Reserva Nacional de PARACAS
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Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
alerta con los precipicios. Se accede a través de la ruta de Lagunillas, a 15 km de la garita de ingreso.
Playas al sur de la península: Supay y Yumaque Distancia: 6 km Distancia: Servicios:: mirador, estacionamiento Servicios Se accede accede a ellas desde La Lagunil gunillas las o la l a garita de control de la Reserva, siguiendo una trocha afirmada que recorre la costa. Rumbo al sur, antes de llegar a los grandes acantilados, hay una playa de arena gruesa y mar medianamente calmo llamada Yu Yuma maqu que e, n nom ombr bre e de or orige igen qu que echu hua a qu que e sign ignific ifica a “dond donde e se extra trae con la ma mano no””. Aquí podrá escarbar escarbar en la orill ori lla a y encontrar un marisco marisco muy preciado conocido como “palabrita”, muy agradable para las pastas o tallarines de campamento. Al final de esta playa, rumbo al sur, encontramos uno de los acantilados más pronunciados de la costa llamada Punta El cielo, vecina de La Catedral, que se encuentra bañada por las aguas de la playa Supay, palabra quechua que significa diablo. Esta playa no es recomendada para nadar debido al fuerte movimiento de sus aguas, sin embargo con unos buenos anzuelos podría hacer la pesca para la semana. En este lugar habita un grupo de delfines residentes que usted podrá avistar con mucha facilidad desde la parte alta de la playa.
La Catedral
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
Distancia: 10 km Distancia: Servicios:: mirador, estacionamiento Servicios Producto de la erosión sobre un acantilado salitroso, La Catedral es, junto a las islas Ballestas,el destinomásrecurrentedeParacas. Paracas.Seubicajustoal surdela laplayaYumaque. 50
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D A DEL TIEMPO LA ODISEA Ronald Woodman Pollitt
El desierto y sus criaturas ha sido un tema apasionante para el hombre peruano desde tiempos inmemoriales. A diferencia de los hombres europeos, que no conocieron la inclemencia incleme ncia de la arena y el sol, los l os hombres hombres del Nuevo M Mundo undo –y – y no solo llos os que viven en el litoral li toral–– se han ocupado ocupado del mar y de esa estrecha franja de dunas y rocas que le sirve de preludio. Y en Pa Para raccas, el d de esie iert rto o tieneun uno o de susmayor ore es expo pone nent nte es, n no o solo olo a causa desus bellos paisajes, también a su alta biodiversidad y su historia, que han permitido que esta área se encuentre protegida por el Estado desde hace más de tres décadas. La falta de vegetación y la ausencia total de lluvias del desierto de Paracas hacen posible leer con claridad el gran libro de la geología, esa suma de procesos que desde el nacimiento de la tierra han configurado el rostro actual de la Reserva: puntas rocosas, decenas de islas que salpican el litoral, farallones que caen en picada hacia el mar y decenas de islas e islotes, que hacen de Paracas un lugar irrepetible. Aquí en Paracas afloran las rocas más antiguas de la Tierra, aquellas formadas en el Precámbrico, hace 700 millones de años, cuando la vida en el planeta estaba aún en proceso de formación. Otro aspecto determinante del clima y la morfología de Paracas es la reaparición de la Cordillera de la Costa, una cadena de montañas muy importante a nivel geológico que nace en el norte, en los Cerros de Amotape piuranos, y se interna en el mar, donde se encuentra cubierta de sedimentos en su mayor parte. Esta cordillera aflora a la altura de Paracas y conforma las partes más elevadas de la península, así como las numerosas islas de la zona, antes de desaparecer a la altura de
To Todo doss e essto toss fac facto tore ress h hac ace en que que e en n Para Paraccas bri brille lle el el sol sol los 365 365 d días ías de dell añ año. o. Es como un verano perpetuo. La gran insolación de la Reserva facilita la creación de
Nasca, donde forma los cerros Tunga y Huricangana, de 1.500 metros de altura.
fuertes vientos provenientes del mar, las famosas paracas, que pueden alcanzar hasta 80 km/h.
A diferencia del resto de la costa peruana, Paracas carece de esas franjas de verdor ocasional, donde los hombres han desarrollado la agricultura. Aquí, los ríos más cercanos, Pisco e Ica, se encuentran a 150 km de distancia hacia el norte y sur, respectivamente. Y esto se debe a la presencia de la Cordillera de la Costa que bloquea cualquier curso de agua proveniente de los Andes. Esta ausencia de erosión fluvial hace que el suelo de Paracas se parezca a Marte, al punto que la NASA, antes de enviar su primera sonda al planeta rojo usó a Paracas como centro de entrenamiento para la interpretación de imágenes.
El fuerte viento y el oleaje han producido verdaderas joyas naturales, sobre todo en las partes más occidentales de la Cordillera de la Costa, donde los acantilados de Morro Quemado, la península y el cerro Lechuza alcanzan alturas de hasta 600 metros. Estas paredes verticales que parecen caer al mar en picada están compuestas por rocas plutónicas, granitos y graneodoritas, que afloraron a causa del plegamiento de la corteza terrestre en tiempos antiguos.
Otro de los factores que determinan la morfología de Paracas es la ausencia total de lluvias, al punto que es probable que no haya llovido en varios miles de años. Como el mar de Paracas es más frío que en el resto del litoral, la sequedad típica de la costa es 52
allí más pronunciada. De la misma forma, las estribaciones andinas están tan alejadas que hacen imposible el paso de las lluvias provenientes de la Amazonía. Por otro lado, las grandes extensiones casi planas del desierto de Paracas calientan las brisas marinas e incrementan la sequedad.
osm uc ucho ho m ás aantiguos, nt ntigu iguos os, ccorrespondientes or orre resspo pon n En estas zonas es posible observar sedimentos mucho más all on ona as de e PPlayón a y Mendieta, en ie ieta ta, deeformas sinuosas periodo precámbrico, comunes en las zonas cas gneiss ness y y p ue ser er a pr y veteadas. Los mineros sajones sajones llaman a estas rocas pueden apreciada en lass n erosionados e na osp orlaarompiente. mpie piente. piedras y guijarros redondeados que son por Guía de la Reserva Nacional de PARACAS
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Otro tipo de roca de interés que se puede apreciar en Paracas corresponde al Carbonífero y está compuesta por material orgánico fosilizado, como árboles, plantas y turba depositados hace aproximadamente 300 millones años. Son precisamente estos restos vegetales los que al convertirse en carbón liberaron el oxígeno que actualmente respiramos y que permitió el desarrollo de la vida en el planeta. Este tipo de rocas pueden ser observadas en los extremos de la playa La Mina y se caracterizan por su forma escamosa. La siguiente fase visible de la geología de Paracas corresponde al Terciario, aproximadamente hace 40 millones de años. Estas rocas del Terciario constituyen otro atractivo pues, además de la región petrolífera del norte, ningún otro lugar de la costa presenta este tipo de sedimentos. Se dividen en dos formaciones, según la clasificación de los geólogos: la de Pisco y la de Paracas. La primera, y más reciente, está compuesta por material del Mioceno superior y Plioceno inferior, entre 4 y 15 millones de antigüedad. Estas rocas de color blanco se denominan diatomitas y están formadas por esqueletos fósiles de microorganismos monocelulares (diatomeas). Son característicos de las Salinas de Otuma y la zona contigua a Ocucaje, donde el color blanco característico de esta formación se aprecia con claridad. Aquí es común encontrar fósiles de mamíferos superiores, ancestros de las ballenas y delfines de nuestros días. Por su parte, la Formación Paracas, típica de la península y alrededores, tiene entre 35 y 40 millones de años de antigüedad y pertenece a la época del Eoceno superior. Esta es la roca de color amarillento típica de la Reserva, que puede apreciarse en la Catedral, el monumento natural más visitado por los viajeros.
Las extensas dunas de arena que forman verdaderas cordilleras de arena son otras de las atracciones geológicas de Paracas, y un imán que atrae a miles de aventureros cada año. Estas formaciones son depósitos de arena transportadas por el viento y forman los sedimentos del cuaternario más recientes. Mirar más allá de los paisajes del desierto nos puede enseñar mucho sobre cómo se formaron la Tierra y sus habitantes. Cada acantilado, playa y canto de Paracas guarda en su memoria una historia de millones años que espera al viajero para ser descubierta.
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Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
En este lugar el viento y las olas han labrado durante milenios la roca hasta darle la forma una enorme cúpula y una torre saliente. Las paredes de La Catedral se han convertido en el hogar de numerosas aves marinas como chuitas, zarcillos y piqueros, mientras que los roqueríos de los alrededores son el mejor lugar para observar al gato marino (Lutra felina). La administración de la Reserva ha implementado una zona de estacionamiento y un mirador, además de barandas de protección; próximamente se instalará un sendero interpretativo. Para llegar hasta La Catedral debe seguir la ruta asfaltada que parte de la garita de control de ingreso a la Reserva y que conduce a las Salinas de Otuma, al sur (ruta a la izquierda). También es posible empalmar este camino siguiendo la trocha afirmada que parte de Lagunillas y se dirige al sureste.
porción de arena protegida del viento, aunque por lo general está ocupada por los extractores de algas o cochayuyo. Sus aguas suelen ser muy frías y el viento intenso, así que tome sus precauciones; sus islas e islotes cercanos (La Tortuga, el Panetón) son ideales para la práctica del buceo y la pesca deportiva. Para llegar tome el camino asfaltado hacia las Salinas de Otuma, pasando por el desvío a La Catedral, y siga luego la trocha afirmada. Indispensables: abrigo, protector solar y agua.
Algo más al sur del mirador, siguiendo el borde del acantilado, está la playa La
Una playa amplia y hermosa, poco visitada, salvo por algunos campistas y tablistas
Catedral (algunos también la llaman Yumaque, lo que crea confusión). Aquí encontrará señalización de la Reserva y una nueva zona de estacionamiento. El ingreso al interior de la Catedral está prohido, ya que el INGEMMET, organismo encargado de estudios geológicos en el país, detectó desprendimientos de roca que podrían causar accidentes a los visitantes. Dicen algunas guías para viajeros que este fue uno de los lugares escogidos para filmar la famosa película El Planeta Planeta de los Simios; sin embargo, Charlton Heston no ha confirmado el dato.
en busca de olas durante las crecidas. Se ubica poco antes de llegar a Laguna Grande,, al otro lado Grande l ado de la porción por ción de tierra ti erra que se adentra en el mar (Punta Carreta). Posee una zona de arena amplia y un islote blanco y afilado hacia el norte, llamado Lornillo, a través del cual pasan las olas.
Playa Sacasemita Distancia: 36 km Distancia: Servicios:: ninguno Servicios
Laguna Grande Distancia: 35 km Distancia: Servicios:: ninguno Servicios
Mendieta Distancia: 25 km Distancia: Servicios:: ninguno Servicios Un verdadero monumento al mar que reconocerá por el montículo de roca perforado en el centro por la fuerza de las olas. Es posible acampar en la pequeña 56
Como su nombre lo indica, Laguna Grande es una amplia zona de aguas bajas y azules que se ubica en el extremo norte de la bahía de la Independencia, cobijada por la Punta Carretas. En el lugar existen dos pequeños asentamientos de pescadores: el llamado Sector Muelle al norte, cuenta con algunas casas y un muelle artesanal flotante, además de algunas bodeguitas y un puesto de control y vigilancia de la Guía de la Reserva Nacional de PARACAS
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previa de la Jefatura Jefatura de la Reserva y en compañía de un guardaparque Desde aquí es posible descender hacia las mayores loberías de la región. La caminata es ardua y toma todo el día. Lleve agua, binoculares y abrigo.
Bahía de la Independencia Distancia: 40 km Distancia: Servicios:: ninguno Servicios
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
Reserva, desde donde los guardaparques realizan sus actividades de conservación, de acuerdo con los objetivos de creación de la Reserva . Hasta aquí llegan los colectivos procedentes de Pisco. Hacia el sur, está el sector denominado Ranchería, ubicado sobre un varadero de arena sobre el que se levantan un conjunto de antiguos ranchos, esta comunidad está asentada en el lugar hace unos 100 años aproximadamente. Debido a su poca profundidad y ubicación, laguna grande es una suerte de guardería natural para numerosas especies de peces y mariscos. Aquí se desarrollan las algas, los mismos que añosatrás –gracias –gracias a una inusual combinación de condiciones condiciones naturales y de mercado– propiciaron la llegada de grandes cantidades de trabajadores, algunos de los cuales se quedaron. Desde el sector norte de la laguna parte una trocha afirmada que permite llegar a una zona de hermosos acantilados (Puntas Sacasemita y Redumbao), ideales para la fotografía y el avistamiento de aves. Ojo, tenga cuidado con las grietas en el terreno.
El general don José de San Martín, libertador del Perú, desembarcó aquí en 1820 al mando de 4.118 hombres con el fin de acabar con el virreinato más poderoso de América. Lejos del tráfago de esos días, la bahía de la Independencia ofrece hoy al viajero un apacible paraíso de playas calmas donde pasar un excelente día de sol. Le recomendamos la zona sur de la playa Cruz de Carhuas, protegida del viento por la Punta El Queso, y con una larga playa de arena, ideal para un buen baño y el buceo. Se accede a esta zona por una vía afirmada que parte de la garita de ingreso a la Reserva hacia el sur, atravesando las salinas de Otuma y Mendieta. También llega hasta aquí una trocha que parte de Comatrana (Ica). De ser posible vaya con camionetas todo terreno o vehículos altos pues la ruta es engañosa hasta para los más experimentados. Evite viajar de noche.
Barlovento Distancia: 110 km Distancia: Servicios:: ninguno Servicios Una extensa zona de playas de arena, algo ventosas, muy visitada por los pescadores con caña, por la abundancia de corvinas y lenguados. En Barlovento se inicia un circuito de playas de arena, separadas por promontorios rocosos y dunas, que se
La laguna se encuentra casi encerrada por un estrecho paso de agua formado por una saliente de tierra (llamada El Ancla), al oeste, y la punta Ranchería, al este. Por esta “bocana” pasan todos los días las embarcaciones que se dirigen a mar abierto o regresan a la seguridad de la bahía cargados con productos del mar. Laguna Grande es también el punto de partida para visitar la playa Caclio (buena para acampar) y el Morro Quemado (585 msnm), una gran montaña en el límite sur de la Reserva que domina el extremo sur de la bahía de la Independencia y desde donde se obtienen espectaculares delque litoralvive y las cercanas. En Morropor Quemado una flora vistas particular y amenazada deislas humedad producida la niebla,existe que es visitada solo con fines de investigación debido a su alta fragilidad y con autorización 58
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prolonga hacia el sur y es accesible solo con vehículos todo terreno y por pilotos experimentados. Estas son: El Negro, en realidad un conjunto de pequeñas ensenadas, rodeadas por rocas oscuras; Antana, llamada ll amada también Santa Ana, posee un cerro hacia el sur donde existe una gran cueva (la mayor de la costa) en la que suelen acampar los pescadores con auto incluido; y Gallinazo, donde existe un pequeño refugio de palos habitado por pescadores. Al sur de esta playa existe una gran duna que corta el paso, conocida como la “duna del más allá”, que debe ser atravesada para seguir al sur rumbo a Punta Lomitas, Olleros y Boca del Río (Ica). Para llegar existen varios caminos afirmados que parten desde Laguna Grande o Pozo Santo (unas 3 h, si no se extravía en el camino). Es muy importante solicitar un permiso para visitar la zona a la Jefatura de la Reserva . El lugar no cuenta con servicios así que lleve abrigo, agua y alimento.
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LAS ISLAS S DE PARACAS
Islas Ballestas Distancia: (6 km) 1 h de viaje en lancha desde Paracas Distancia: Servicios:: ninguno Servicios Estas islas rocosas reciben su nombre de las ballestas o arcos, seguramente en razón a los grandes arcos de piedra que la erosión ha formado en ellas. Las Ballestas son un importante depósito de guano y un lugar privilegiado para observar de cerca la mayor concentración de lobos marinos y aves guaneras en esta parte del litoral. Ballestas está formada por tres islas: sur, centro y norte. Para visitarlas es necesario abordar las lanchas que parten del embarcadero de El Chaco; aunque las excursiones pueden ser contratadas desde Pisco a través de las agencias. La travesía dura entre dos y tres horas. Para ello usted tiene dos opciones: las lanchas del hotel Paracas o aquellas que parten de El Chaco (estas últimas requieren de un cupo mínimo para zarpar). Las expediciones parten cada mañana desde las 6:30 am. Recomendamos hacer sus reservas con antelación y procurar salir lo más temprano posible (a medida que avanza la mañana el viento y la chupina hacen menos placentero el retorno a la costa). Ojo, ninguna de las embarcaciones cuenta con cabina para pasajeros, así que recomendamos llevar protector solar y casaca cortavientos, además de cámara fotográfica y binoculares. Si sufre de mareos, tome medicación al menos una hora antes de embarcarse. En las islas está prohibido desembarcar. Recuerde, existen distancias mínimas para el acercamiento de las lanchas. No permita que su guía se acerque demasiado a la costa o moleste a los animales. Las islas Ballestas no son parte de la Reserva, sin embargo, existe una propuesta para incluirlas junto con las islas Chincha; por lo pronto siguen bajo la administración de PROABONOS.
Isla San Gallán
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playas pedregosas de la isla, llamada El Playón, es lugar de descanso de muchos lobos y atrae a visitantes de cuando en vez. La isla es también visitada por tablistas durante la llegada de las crecidas, pero no pernoctan en ella, ya que está prohibido desembarcar, acampar en ella. San Gallán ha sido clasificada, según el Plan Maestro de la Reserva Nacional de Paracas, como Zona de Protección Estricta, y la franja desde la orilla a 100 metros mar adentro como Zona Silvestre. Por ello, hay restricciones para acampar y practicar surf . Indague en la garita de control.
Islas Chincha Distancia: (6 km) 1 h de viaje en lancha desde Paracas Distancia: Servicios:: ninguno Servicios
Las viejas crónicas informan que el nombre indígena de esta gran isla era Chankaylla y que, al igual que el cerro Lechuza, era un punto de referencia para la aproximación de las embarcaciones que accedían a Pisco. Vista desde el extremo oeste de la península, San Gallán parece más un continente que una isla. Pose enormes acantilados y cumbres que superan los 400 m de altura, a menudo cubiertas por la niebla. El sector norte de la isla i sla cuenta con una zona de aguas tranquilas tranquil as y varios islotes islotes ––llllamados amados
Apesardesunombre,lasChinchaseencuentranfrenteal puertodePisco. Pi sco.Antiguamente Anti guamente estas islas fueron el principal punto de extracción de guano. En ellas se construyeron viviendas, muelles y hasta uno que otro palacete. Se dice también que era frecuente observar centenares de embarcaciones fondeadas en sus aguas, en espera de cargar el preciado fertilizante con destino a ultramar. Debido a su importancia estratégica, las Chincha fueron capturadas por los españoles en 1864 y recuperadas para el Perú luego del combate del Callao del 2 de mayo de 1866. Las islas, tres en total, se llaman Sur, Centro y Norte, y se ubican a una distancia aproximada de 400 metros una de tresalbergan alb ne la otra siguiendo una alineación sur-norte. Las tres grandes concentraciones de aves guaneras y cuentan con ensenadas, as as,, roqueríos roqueríos y aca acantilados ntilados de gran gra belleza..
Los Mentirosos los pescadores– encontinente lugar de descanso de colonias de lobos y avespor marinas. La isla estáconvertidos separada del por el Boquerón, una zona de mar traicionero y grandes tumbos que dificulta la navegación. Una de las
No el ProAbonos, desembarco está prohibido en enceellas. tuencargado apor de realizar lass nisimioodescentralizado ntrai raizzSu a otutela etne a yyaaprovechamiento estáobstante, a cargo de ente organismo campañas guaneras cada seis años.
Distancia: (5 km) 40 min de viaje en lancha desde Paracas Distancia: Servicios:: ninguno Servicios
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Isla Independencia Distancia: (3,5 km) 30 min h de viaje en lancha desde Laguna Grande Distancia: Servicios:: ninguno Servicios A esta isla guanera, grande, elevada y achatada en la cima, se le conoce localmente como la Vieja. Vieja. Posee grandes cerros de arena hacia el norte y acantilados ntilados infranqueables hacia el este. La sección sureste es la más accesible, y allí se encuentran las instalaciones construidashacecuatrodécadas décadasparalaextraccióndel guano.En ellugar l ugarhayunpequeño muelle (El Panetón), varias casas y hasta un edificio de tres pisos, que permanece vacío hasta la llegada de los extractores (cada seis años). Hacia el norte hay una ensenada de mar calmo donde se cultivan algas para exportación. Se le llama Punta Callao y, vista desde el aire, reproduce con exactitud la figura del yin yang. Con excepción de los dos guardaislas de ProAbonos y los guardaparques de la Reserva que patrullan la zona, la isla está habitada solo por aves y lobos. Una de sus particularidades reside en albergar a la mayor colonia de potoyuncos (Pelecanoides gardnotti), unas pequeñas aves del tamaño de una paloma que anidan en agujeros excavados en las laderas arenosas y salen cada noche a pescar anchovetas en altamar. Hacia el sur, luego de atravesar una explanada amplia convertida en colonia de anidamiento de pelícanos, se encuentra un promontorio barrido por el viento llamado cerro Pan de Azúcar.
Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
MAPA ISLAS
Isla Santa Rosa Distancia: (3,7 km) 45 min h de viaje en lancha desde Laguna Grande Distancia: Servicios:: ninguno Servicios Se ubica justo al sur de La Vieja y se encuentra separada de esta por un estrecho canal llamado La Trujillana en honor a un barco patriota hundido en estas aguas. En Santa Rosa solo existe un par de casas de madera habitadas por guardaislas guardai slas y un embarcadero de madera. Para acceder a la isla hay que subir la larga escalera de cuerda de 10 m de altura que suele bambolearse con el viento. Esta pequeña isla pasaría desapercibida sino fuera por su alucinante paisaje y la enorme cantidad de fauna que la habita. Aquí viven lobos, zarcillos, aves guaneras y nutrias, que anidan en cada saliente y se aprietan para aprovechar hasta el mínimo espacio disponible. La isla está partida en dos. Una playita de canto rodado, cubierta por el mar durante la marea alta, la conecta con la sección sur, llamada Santa Rosita (dicen que antiguamente un puente colgante las unía). uní a). Dada su ubicación –a – a escasos minutos inutos de Laguna Grande– este lugar debería ser un punto de visita obligado para los amantes de la naturaleza. La recomendamos como un lugar excepcional para la práctica del kayak (tomando todas las medidas de seguridad).
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EL GUANO N DE ISLA Walter H. Wust Elguano, palabraqueprovienedelquechuawanu, era utilizado utilizado por los l os antiguos peruanos peruanos desde tiempos inmemoriales. Cosechado y almacenado en lugares especialmente acondicionados en la costa, era transportado a los valles de las serranías y empleado para la fertilización de las campos de cultivo que alimentaban al Imperio Inca. El guano de isla era utilizado como abono de forma generalizada y cada isla se había destinado para el uso de una región específica del imperio. Asimismo, se habían establecido serios castigos para quienes incumplieran con los reglamentos de uso. “En tiempo del Inca Inca – señala el Inca Garcil Garcilaso– aso– había habí a tanta vigi vigilancia lancia en guardar aquell aquellas as aves, que en tiempo de cría a nadie le era lícito entrar en aquellas islas, so pena de vida, porque no las asombrase y echase de sus nidos. Tampoco era lícito matarlas en ningún tiempo dentro ni fuera de las islas so misma pena”. Se sabe, además, que desde épocas remotas el hombre peruano conoció los poderes
En 1840 se firmó el primer contrato para la explotación y exportación del guano. “Los
fertilizantes del pescado, pues se ha encontrado en numerosas ocasiones una anchoveta o una cabeza de sardina enterrada junto con una planta de maíz, con el claro propósito de fertilizarla.
apremios fiscales y la falta de honradez de los concesionarios determinaron que el país no recibiera el ingreso justo por esa riqueza”. La extracción del guano de isla se convirtió pronto, a pesar de lo escandaloso de los términos de los contratos, en una actividad creciente y que ocupaba a una mano de obra importante en el país, además de la de millares de esclavos chinos traídos de ultramar.
A mediados del siglo pasado, al llegar los primeros investigadores a las costas del país, las l as deposicio iciones nes de las aves guaneras ha habí bían an formado una capa de guano que sobrepasaba los cincuenta metros de altura sobre las islas y puntas inaccesibles de nuestro litoral.
Los trabajos de embarque, comercialización y consignación permitieron el movimiento de una inusitada flota de barcos en nuestras costas, la mayoría de los cuales era de bandera inglesa. Se iniciaba así una era de dependencia basada en el guano que precipitó al país en el primero de los muchos sucesos de explotación irracional de recursos que recorrerían las páginas de su historia.
Según Tauro del Pino, fue el naturalista y explorador Alexander von Humboldt el primero en enviar muestras de guano a Europa para su análisis en laboratorio. Los resultados hallados, especialmente su alta concentración de nitrógeno, llamó pronto la atención de los investigadores. La extracción del singular fertilizante, considerado treinta veces más eficaz que el estiércol de ganado (con un contenido de 16,21 % de nitrógeno), alcanzó entonces proporciones descomunales.
La exportación de fertilizante a Gran Bretaña pasó de poco más de 14.000 toneladas en 1842 a casi 200.000 en 1851. El deterioro del recurso se había iniciado de manera irreversible. El estudioso M. Denegri señala:
El guano de isla parecía inagotable. Miles y miles de toneladas eran extraídas y exportadas a Europa mientras los gobiernos de turno se enriquecían a un ritmo impresionante. El Perú se sobrepuso así de una dura crisis que lo había azotado desde hacía varias décadas. Sin embargo, con el paso de los años y el desarrollo de una intensa actividad pesquera sin limitaciones ni planificación a futuro, se fueron diezmando los grandes cardúmenes de anchoveta que poblaban nuestros
“Infortunadamente el Perú no supo aprovechar la coyuntura. Lejos de ello, la falaz riqueza guanera nos convirtió en país dependiente de la exportación en sus ingresos y de la importación en su abastecimiento. Los barcos europeos no tenían con qué llenar las bodegas en sus viajes hacia el Perú; el guano sí les aseguraba la carga de retorno y esa circunstancia explica que buena parte de las veredas de Lima fueran hechas con lajas inglesas y que nuestras cocinas consumieran carbón importado de Inglaterra”.
mares – principal drásticamente la producción del preciado abono. alimento de las aves– que redujo drásticamente
El ingreso de divisas provenientes de la venta del guano llegó a ser tan importante que superó largamente el presupuesto del Estado, al punto que los peruanos de aquel
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entonces no tenían que pagar impuestos. Para el año 1900, sin embargo, debido al mal uso del recurso y la sobreexplotación pesquera quedaban ya muy pocas aves en las islas guaneras. Esto motivó una reacción decidida de las autoridades. En 1909 el gobierno creó la Compañía Administradora del Guano y se solicitó la asesoría de expertos internacionales para iniciar la recuperación de la población de las aves guaneras. Se establecieron guardianías en las islas y se evitó ocasionar disturbios incluso durante las campañas de extracción. En 1946 se crearon las Zonas Reservadas Guaneras en torno a algunas de las puntas de nuestro litoral, y se ampliaron de manera significativa los refugios para las aves y la fauna marina. Los resultados no tardaron en aparecer: para 1950 se alcanzó un promedio de 18 millones de aves (casi el triple de la población existente hacia principios de siglo). Desde entonces, las poblaciones de aves guaneras han venido sufriendo ciclos de abundancia y crisis, marcados por los efectos de los fenómenos climáticos y las crecientes tasas de pesca. En la actualidad el guano continúa siendo explotado, pero la recolección debe realizarse cada seis años, período necesario para formar la delgada capa – de tan solo unos centímetros– centímetros– que justifi justifique que la extracción. Las puntas e islas guaneras se encuentran actualmente protegidas por la legislación peruana. Su control y administración es responsabilidad de ProAbonos (Proyecto Especial de Promoción del Aprovechamiento de Abonos Provenientes de Aves Marinas), entidad que ha hecho un excelente trabajo a lo largo de los años, a pesar de las limitaciones presupuestales y de infraestructura con que cuenta. Toda autorización de ingreso a estos lugares deberá ser gestionada ante la entidad responsable y cumpliendo con normas de conservación rigurosas. En la zona de Paracas, algunas de las islas (San Gallán e Independencia) son protegidas por la administración de la Reserva Nacional, que tiene a su cargo su monitoreo y conservación. 68
PARACAS KILÓMETRO A KILÓMETRO
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HOJA DE RUTA El recorrido hacia Paracas se inicia en el desvío ubicado a la altura del km 230 de la carretera Panamericana Sur. Coloque el odómetro de su vehículo en 00. La carretera lo llevará hasta la ciudad de Pisco Pisco (5 (5 km). Una vez allí tome la avenida San Martín (actualmente bastante deteriorada) que se ubica frente a la catedral y conduce hacia el puerto de Pisco Pisco (km (km 07). Al final de la calle doble a la izquierda y estará en el antiguo malecón Demetrio Miranda. Luego de pasar frente a la Capitanía de puerto y por algunas cuadras de casonas ingresará a un descampado con el mar a su derecha. Es el inicio de los humedales de San Andrés – Andrés –o o lo que queda de ell ellos os a causa causa de la contaminación y el descuido. Pronto llegará al poblado de San Andrés (km Andrés (km 09), que posee un muelle y algunos restaurantes. Aquí, como en otros lugares, la carretera toma el nombre de una avenida, este caso, caso, Genaro Medrano. Medrano. A continuación verá la base de la Fuerza Aérea-Grupo Aéreo 51 (km 11), la zona de la nueva planta de gas (km 13) y las fábricas harineras y conserveras (km 16). Un desvío a la izquierda (km 20) marca el inicio de la ruta asfaltada que desemboca a la altura del km 245 de la Panamericana Sur. Usted estará en las proximidades del balneario de Paracas, Paracas, con sus típicas palmeras datileras y botes anclados. Desde aquí, siempre siguiendo la orilla del mar, llegará al primer desvío marcado por un singular monumento que representa la riqueza marina de la zona: a la mano derecha se encuentra la hermosa hermosa bahía de Paracas, Paracas, poblada de hoteles y casas residenciales, y el siempre activo embarcadero de El Chaco, Chaco, con su rosario de hostales y restaurantes playeros especializados en pescados y mariscos.
Para ingresar las playas Paracas continuar por la ruta (mano izquierda) unos 4 km yallegar hastadelaParacas es garita es garita de preciso ingreso a la Reserva (km Reserva (km 25, Puesto de Control Santo domingo). All Allí,í, guardaparques correctamente uniformados le exigirán el pago del derecho de ingreso a la Reserva, el mismo que garantiza la protección y salvaguarda de esta área natural protegida. A cambio le será entregado un ticket oficial, un mapa y un folleto explicativo. A escasos metros de la garita el viajero encontrará una importante bifurcación: la ruta asfaltada hacia la derecha conduce a la zona de Lagunillas y Punta Pejerrey; Pejerrey; la ruta de la izquierda se interna en el desierto con rumbo al sector sur de Paracas Yu (Yumaque, L La a Catedral, Men Mendie ieta ta, La Laguna Grande y otros). Siguiendo la vía principal encontrará el desvío a la derecha al Museo Julio C. Tello (km Tello (km 27), que cuenta con una pequeña aunque interesante colección de piezas 72
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siempre calmas, es la preferida de los aficionados al windsurf y kitesurf por por presentar buen viento por las tardes. Aquí se encuentra el campamento Athenas Athenas,, propiedad de El Griego (don Miguel Yica Ormeño), quien prepara buenos cebiches y parihuelas en su restaurante y proporciona alojamiento y sitios para camping a buen precio. Larutaasfaltada asfaltadapasaAtenas pasaAtenas y y concluye en la entrada del puerto General San Martín (Punta Pejerrey, km 39), desde donde se embarca la harina de pescado producida en la bahía y la sal de Otuma Otuma,, usada para descongelar carreteras en Estados Unidos y Canadá Canadá,, e – irónicamente– irónicamente– el peligroso ácido sulfúrico producido en la refinerí refinería a de Cajamarquilla (Lima). Aquí también atracan los cruceros de lujo que, cada cierto tiempo, llegan para visitar las costas de Paracas, Chincha y las líneas de Nasca. Un desvío alternativo parte hacia la izquierda unos 2 km antes de Atenas Atenas y se interna en las colinas desérticas hacia El Candelabro y la hermosa playa Talpo, Talpo, en el extremo norte de la península. Desde aquí es posible ver, hacia el sur, las islas Blanca o Lobillos Lobillos,, las Tres Marías y Marías y las Ballestas Ballestas.. Aguas cálidas y pobres en nutrientes provenientes del otro lado del Pacífico.
TIERRA ADENTRO Desde el desvío ubicado al lado de la garita de control (mencionado líneas
arqueológicas, textiles y momias descubiertas por el famoso arqueólogo peruano en 1925 (los mejores textiles, sin embargo, están en los museos de La Nación y de Arqueología, en Lima). En el lugar existe un centro de interpretación, donde usted podrá informarse acerca de la ecología de Paracas, su biodiversidad y sobre los esfuerzos de conservación que se llevan a cabo. La visita al centro de interpretación es indispensable porque le permitirá conocer sobre el funcionamiento de los ecosistemas marinos y por qué es importante preservarlos; también sabrá qué animales podrá observar, y en dónde, durante su visita. Algo más adelante (km 27,5) aparece un letrero de madera que indica el ingreso a la zona de Lagunillas (izquierda). Este camino afirmado lo conducirá, a través de un sinfín de curvas y baches, hasta la hermosa bahía de Lagunillas (32,5), la misma que cuenta con una pequeña playa de arena, algunos restaurantes y un pequeño muelle artesanal. Desde Lagunillas e ess posible tomar los caminos a las playas El Raspón y Raspón y La Mina (5 Mina (5 km), quizás las más bellas (y concurridas) de Paracas. Desde aquí parte también un camino que conduce, retirándose momentáneamente de la costa, a playa Prieto (de Prieto (de arenas oscuras) y al mirador de lobos de Arquillo Arquillo (6 (6 km), un enorme farallón desde el cual es posible divisar colonias de aves guaneras y lobos marinos asoleándose en los islotes y, con algo de suerte, al majestuoso cóndor andino en busca de carroña.
arriba) parte una carretera de sal y asfalto que conduce hacia las playas que se extienden hacia el sur de la península. Yu península. Yum maque aque es es la primera de ellas, ideal para acampar (ojo con el viento); luego se suceden Supay Supay (km (km 06) y La Catedral (km 10), famosa formación en forma de bóveda producida por la erosión de las olas sobre un acantilado de salitre.
En EnArquillo Arquillo,, extremo sur de la península de Paracas, termina el camino convencional. Hacia el oeste se suceden una serie de acantilados y colinas que culminan en Cerro Lechuza,, zona de cara al océano que tiene enfrente a la isla San Gallán. Lechuza Gallán. Volviendo a la ruta asfaltada en el desvío a Lagunillas Lagunillas,, es posible continuar hacia la derecha hacia las playas de El Sequión (km Sequión (km 33) y Atenas Atenas (km (km 36). Esta última, de aguas 74
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Siempre hacia el sur, el asfalto se termina en un desvío a la izquierda que conduce a la playa LasSalinas (km Salinas (km15), a cuyas espaldas se ubican las salinas de Otuma. Otuma. En el espacio que queda entre la costa y las minas de sal existe una depresión que alcanza los ocho metros bajo el nivel del mar. Esta suele estar cubierta de agua salobre y se conoce como Lago del Muerto. Muerto. Hasta aquí llega el camino asfaltado (sal cubierta de asfalto). Hacia el mar verá una gran isla achatada, llamada Zárate Zárate,, nombrada con precisión El Panetón. Panetón.
Siga la trocha afirmada rumbo al sur y llegará a la hermosa playa Mendieta Mendieta (km (km 22), buena para acampar y paraíso de pescadores y buzos. La reconocerá por contar con islote cercano en forma de caparazón y varios arcos horadados por las olas: La tortuga (su verdadero nombre es La Viuda). Viuda). Desde Mendieta Mendieta la la ruta continúa al sur pasando por una zona de médanos parcialmente cubiertos por vegetación que cobijan la playa Cueva de las las Zorras hasta terminar en la Punta Mendieta. Mendieta. Desde este punto las trochas se internan en el desierto hacia el sector sur de la Reserva: Laguna Grande y Grande y la la bahía bahía de la Independencia. Independencia. La carretera se pega a la costa algo antes de llegar a la ensenada de Laguna Grande. Grande. Hacia la izquierda está la plata Sacasemita Sacasemita,, con el islote Lornillo custodiando Lornillo custodiando su extremo norte. Si se sigue bordeando el mar se llega a la punta Sacasemita emita y yal cerro Carreta (415 Carreta (415 msnm) o cerro Wilson, Wilson, desde donde se obtiene una impresionante vista de la bahía de la Independencia, Independencia, hacia el sur. Unos kilómetros de sueva descenso permiten llegar a las azules y calmas aguas de la Laguna Grande (km 35). En Laguna Grande confluyen Grande confluyen los caminos afirmados que llegan desde Paracas Paracas (el (el que usted ha venido siguiendo) y otro procedente del este, que se inicia en Pozo Santo,, a la altura del km 256 de la carretera Panamericana Sur. Santo
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