Gramáticas pedagógicas y políticas (socio) educativas

April 3, 2019 | Author: UNAHUR | Category: Liberty, Teachers, Sicología y ciencia cognitiva, Further Education, Ciencia
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Por Prof. Carla Wainsztok, docente de pensamiento pedagogico latinoamericano de la Universidad Nacional de Hurlingha (UN...

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Gramáticas pedagógicas y políticas (socio) educativas Por Carla Wainsztok Las relaciones con los conocimientos son al mismo tiempo vínculos con las y los compañeras/os, con las compañeritas/os, relaciones en el mundo y con el mundo. Los “triángulos didácticos” que no son amorosos carecen de sentido(s). Pedagogías de las

amorosidades. Las pedagogías están siendo entre el logos, los logos, los otros logos y el eros  pedagógico. Conocemos dos maneras de relacionarnos, de vincularnos al mismo tiempo con los saberes en las aulas, en el sentido más amplio de la palabra aula, y por medio de las políticas educativas. En las aulas y por medio de las políticas podemos rozar biografías. bi ografías. Si las políticas educativas no cuentan con (las) aulas se demoran y tal vez este demorarse sea un desmoronarse. Si las aulas no cuentan con (las) políticas, estas pueden quedar enclaustradas. Desde las gramáticas pedagógicas pedagógicas “leer” las políticas educativas. El ministerio y sus dependencias. El ministerio y sus independencias. Transformar las compensaciones, dejar atrás lo “compensable” para pensar juntas/os. De las compensaciones a

un nuevo nombre: las políticas socio educativas. Las políticas (socio) educativas como transmisiones entre generaciones en nuestras comunidades. Las transmisiones no son meras “transferencias bancarias”, las transmisiones son los modos de compartir mundos, de convidarnos con otros mundos. Estamos siendo entre transmisiones, entre generaciones y en comunidades. Comunidades que pueden ser lo “común”

y que también son mutualidades. Las políticas como distribución de derechos y deseos. Estamos siendo entre las necesidades y los deseos. Ser sujetos de derechos y deseos. Los violines de las orquestas tienen formas de deseos. El derecho y el deseo a la música, las músicas. Pentagramar las esperanzas. Pentagramizar las gramáticas pedagógicas. Las músicas y las esperanzas. Música esperanza. Las netbooks que conectaban igualdades, conectaban también deseos. Las netbooks para aprender, enseñar, jugar, mirar, aprender a buscar y buscar para seguir aprendiendo. Las netbooks y las máquinas de coser. Recuerdos de otros peronismos, recuerdos de estos recientes años. Peronismos recientes. Estos son parafraseando al viejo Goethe nuestros años de aprendizaje. ¿Se pueden quitar de los corazones las memorias de las netbooks? Las memorias que desbordan los chips. ¿Se pueden desconectar las igualdades? Los libros ¿no tienen formas deseosas y deseantes? Los libros construyen lectoras/es, construyen pedagogías de las lecturas. Llenar las bibliotecas de las escuelas de lecturas y de ternuras. Poblar las escuelas de imaginaciones. Imaginar otras escuelas. e scuelas. El ajedrez que educa y una jugada maestra. Las piezas de “otras pedagogías”, reinas, reyes y

 peones. Los estatutos de los peones.

Y volvió el turismo educativo, las pibas, los pibes y el mar. ¿Qué sonidos nos trae el caracol  junto al oído? Susurros y risas. Las risas y las brisas. brisas. ¿En la distribución de derechos y deseos no había también algo del orden de las ternuras? El derecho al conocimiento es también el derecho a conocer nuestros derechos. Derecho al conocimiento, deseos de reconocimiento. Preguntas y ternuras, preguntas hechas con ternuras. ¿Cuánto tiempo lleva construir “un estado educador”? ¿Cuánto tiempo estados educadores

 plurinacionales? Las lenguas de las historias, las historias de las lenguas. Las lenguas de las historietas. ¿En cuántas lenguas escribe, piensa y dice Mafalda? Las lenguas y las memorias. Había una vez…los deseos de comunicar (nos) de dejar huellas son inmemoriales. Deseos y necesidades de producir signos, de perdurar en signos. Pintadas y dibujos en cuevas y muros. Las primeras poéticas en una pared. Las poéticas luego fueron encerradas en nombre de la propiedad privada. La privada propiedad. Y entonces… aparecieron los “pelotones de fusilamiento”. Pero es ahí, por ahí, por los

intersticios de lo privado por donde se escapan las memorias de las mariposas. Encuentros televisivos y un(a) zamba para no olvidar. Las memorias de las mariposas y las poéticas pintadas se escapan, se expanden en los murales, en los muralismos del sur. Memorias de Carpani, de Zapata y Rivera. En las riberas de las memorias. Navegar en las memorias para no naufragar. ¿Se pueden ocultar las memorias? ¿Por cuánto tiempo? ¿En dónde se ocultan? Las memorias huidizas ¿juegan a la escondida? Piedra libre para las memorias. Libres las memorias. Pedagogías de las memorias. Pedagogías libertarias. Memorias libertarias. Memorias que levantan vuelos como mariposas. Las memorias de las la s mariposas. ¿Quién narró las historias de los derechos y los deseos durante la gestión anterior? Los tiempos de las políticas, los tiempos de las gestiones. Las temporalidades pedagógicas. Tiempos y temporalidades que necesitan y desean complementarse. La pregunta no es ¿cómo hacer pedagogías en estos días?, la pregunta es ¿cómo no hacer pedagogías en estos días? ¿Qué otra tarea más bella e ineludible? En tiempos “neocoloniales” pensar, problematizar a los profetas del odio y la yapa. La colonización pedagógica no es la yapa. El odio es el “fundamento” “fundamento” de las l as colonizaciones.

Ya no es posible nombrar sólo las expoliaciones económicas y las colonizaciones pedagógicas como las pedagogías de los nombres impropios. Las colonizaciones y los odios. Los odios que andan sueltos, odios y temores. Las pedagogías pueden (trans) formar los odios en otros sentimientos. Forjar gramáticas pedagógicas para pensar y problematizar. Las pedagogías que están atentas a las pasiones, a leer las pasiones, a leer con pasiones, que no son compasiones sino justicias cognitivas. Leer la polis. La polis y las pasiones. La polis y (tecno) polis.  Nuestra polis y tecnópolis. No hay “tecné” fuera de la polis. ¿Qué hay fuera de la polis? Los

griegos y los bárbaros. Los griegos y la otredad. La barbarie.

El ciudadano y el logos. Los bárbaros y las voces. ¿Si los bárbaros no argumentan cómo habrán de hacer ciencia y técnica? ¿Qué éticas pueden tener aquellas/os que sólo emiten voces? ¿Qué “paideias” pueden construir? Las éticas y las pedagogías. Las pedagogías como gram áticas éticas y políticas. ¿Cómo escribir desde los márgenes del logos? ¿Se escribe como bárbaros? ¿Los bárbaros escriben? ¿Cómo? Qué irreverentes, qué barbaridad. Escribir entre las singularidades y las  pluralidades. Un logos, un pensamiento. No hay pensamiento único. No hay puro pensar, ni pensar puro. Todo pensamiento es mestizo. Los pensamientos no derraman. Al pensamiento binario y dicotómico nos gusta complejizarlo. El argumento ar gumento y las voces. Palabras y paideias. El origen de las lenguas y las pedagogías. La amorosidad de la supervivencia. Construir futuros. Inventar e inventariar pasados. Ficciones y filiaciones. Palabras y poiesis. Poéticas de las creaciones. Las creaciones y las creencias. Crear y creer. Las  palabras sagradas y profanas. profanas. La polis y las pedagogías. Las políticas y las pedagogías como agite de libertades. ¿Cuánto tiempo se necesita para agitar las libertades? Las pedagogías y las políticas educativas como práctica de las libertades, no para las libertades. ¿Cuánto es mucho tiempo para las construcciones políticas y pedagógicas? ¿Qué puede hacer un ministerio sin escuelas? El Instituto Nacional de Formación Docente y la necesidad de inventar Nuestra Escuela. Las  políticas educativas y las pedagogías pedagogías de los nombres propios. ¿No era acaso necesario que un maestro, una maestra pudiera estar formada/o para narrar los derechos como conquista y por lo tanto plausible de ser perdidos? Contar las historias latinoamericanas en clave de derechos, narrar las pedagogías del Sur en clave de deseos. ¿Por qué los derechos se conquistan y los deseos se cumplen? ¿Quiénes narrarán las historias de las políticas políti cas educativas (de) estos años? Las pedagogías y las necesidades de contar, c ontar, narrar y enseñar nuestras historias.  Nuestras historias no son sólo los relatos de los manuales, tampoco las “viejas” cronologías.  Nuestras historias están siendo nuestras vivencias, nuestras experiencias. Estamos siendo en las historias, estamos haciendo historias. Los tiempos de las historias. La historia de nuestros tiempos.  Nuestras historias inclusivas, inclusivas, que incluyen lo que pudimos pudimos hacer y lo que aún no. “Crear” Fines. Campañas de alfabetizaciones y formaciones de adultas/os. Crear “maestras/os comunitarias/os”.

Las palabras y las historias. Las biografías y las historias. Enredar nuestras biografías en las historias sociales. Dibujar palabras, dibujar historias. Dibujar cielos y sures. Dibujar suelos y sures. Los parlamentos también pueden ser juveniles y del sur.

Escribir en el suelo, en el sur. Escribir en el cielo bajo la cruz del sur. Entre el suelo y el cielo están los deseos, nuestros deseos, están los anhelos, nuestros anhelos. Escribir para levantar vuelo junto a las mariposas. Escribir es otro modo de levantar vuelo. Escribir es otro modo de rememorar. Recuperar los fragmentos para construir un discurso amoroso y pedagógico. Escribir para (re) construir las esperanzas. Pedagogías de las esperanzas Las esperanzas y las escrituras. Crear geonarrativas. Si las geografías son los dibujos de la tierra, las geonarrativas son nuestros modos de leer y pensar desde el Sur. Volver a empezar, volver a leer, volver a escribir, volver a reír. Una maestra de orquestas estudia luthería, para arreglar los instrumentos. Una maestra estudia. ¿Qué es eso de universidades y tecnicaturas por todos lados? ¿Quién narró la historia de las  pedagogías de las ternuras? Pensar pedagógicamente a casi cien años de la Reforma Universitaria. ¿Acaso el eurocentrismo no habita(ba) las universidades construidas? La palabra universidad es el conjunto y la totalidad de las/os estudiosas/os. En la palabra universidad está su potencialidad la de reunir (se) para estudiar y también otra marca no tan  pedagógica la cercanía entre universidad y universal.  Nosotras/os ya sabemos que lo universal oculta muchas veces las singularidades, las diversidades, los mestizajes. El rostro del otro, el encuentro con las otras y los otros. Ética y  política. Eticidad y politicidad que deviene en pregunta ¿quiénes son la totalidad de las/os estudiosos? La(s) universidad(es) pueden ser un espacio de transmisiones. ¿Cómo se relaciona una universidad que en su nombre no dice di ce nacional con las otras universidades nacionales? ¿Cómo se relaciona dicha universidad con las universidades del conurbano? Los conocimientos sino se comparten y convidan no son conocimientos; apenas saberes encerrados y enclaustrados. Volar para no desesperar, volar para salir del laberinto. Volver para salir del laberinto. “De todo laberinto se sale por arriba” talló en algún muro un escritor del Sur que también fu e ministro de

educación.

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