Descripción: La etnia pemón, de la familia caribe, está subdividida en tres grupos dialectales: arekuna (pemón del nort...
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD DEL ZULIA
FACULTAD DE HUMANIDADES YEDUCACIÓN ESCUELA DE LETRAS
DEPARTAMENTO DE LINGÜÍSTICA
Gramática de Referencia del Pemón
Trabajo de Ascenso para optara la categoría de Profesor Titular presentado por Dra. Gisela Swiggers
Maracaibo, Noviembre 2010
Gramática de referencia del pemón
Trabajo de Ascenso para optar a la categoría de Profesor Titular
Autora: Dra. Gisela Swiggers C.1.7.708.833 Correo electrónico:
[email protected]
IV
DEDICATORIA
A mis tres Enriques, coordenadas de mi vida. A mi madre, en la tierra.
A mi padre, en el cielo.
AGRADECIMIENTOS
A Dios Padre, razón de todas las cosas. A la virgen de la
Milagrosa, refugio de mi alma. Al Dr. José Álvarez, por guiarme en el descubrimiento de esta hermosa lengua, el pemón. A Saturnino Pinto, colaborador siempre dispuesto, por
abrirme las puertas de su lengua y su cultura. A Néstor Arrieta,
por su amor, paciencia y auxilio en momentos críticos. A Berta Vega y Mayela Vílchez, amigas incondicionales, por darme su apoyo y aliento. A Donaldo García, amigo solidario, por acompañarme en este viaje de descubrimiento. A todas aquellas
personas
e
instituciones
que
aportaron
sus
conocimientos sobre esta lengua.
A todos, gracias.
Vil
Swiggers, Gisela. A reference grammar of Pemón. Trabajo de ascenso para
optar a la categoría de Profesor Titular. Facultad de Humanidades y Educación, LUZ. Maracaibo, 2010. 252 p.
ABSTRACT
The present dissertation presents a reference grammar of Pemón, a Carib language spoken by around 27.000 persons, most of which live in the Municipality of Gran Sabana in the Bolívar State. It has been formulated within the field of
descriptive linguistics. In order to achieve this goal: (a) all the previous studies of Pemón were examined; (b) a number of narratives, both elicited and religious transiations into Pemón, were anaiyzed; and (c) a number of nominal, verbai, and
postpositional paradigms, as well as sentences, were elicited. This grammar deals with the phonological, morphological and syntactic levéis of the language, from the phoneme and the phenomena that contribute to their allophonic variation, to the types and structures of complex sentences. Among the most significant findings are: the derivational richness of this language, the definition of the adjective as a
subclass of nouns, the strong cohesión of the OV group of constituents, of the
genitive NP (Possessor-Possessed) and the postpositional phrase, as opposed to flexibility of other relations, the use of analytical constructions for the formation of causative constructions, and of nominalization as the main strategy in the creation of relative clauses. This grammar systematizes the previous knowledge contributed
by diverse linguists, both the classic scholars and more contemporary linguists, all this verifted with the data obtained during fieldwork carried out by the present author. In order to facilítate its use by the speakers of the language, the
orthographical conventions recently adopted by the Pemón teachers have been used.
Key Words: reference grammar, Carib, Pemón.
VI
Swiggers, Gisela. Gramática de referencia del pemón. Trabajo de ascenso para optar a la categoría de Profesor Titular. Facultad de Humanidades y Educación, LUZ. Maracaibo, 2010. 252 p.
RESUMEN
La presente tesis presenta una gramática de referencia del pemón, lengua caribe hablada por alrededor de 27.000 personas, la mayoría de las cuales se encuentran en el Municipio Gran Sabana del Estado Bolívar. Está delimitada dentro del área de la lingüística descriptiva. Para lograr el propósito antes expuesto: (a) se revisaron los estudios previos del pemón; (b) se analizaron relatos recogidos y textos religiosos traducidos ai pemón; y (c) se eiicitó un conjunto de paradigmas (nominales, posposicionales y verbales) y oraciones. La gramática elaborada trata los niveles fonológico, morfológico y sintáctico de la lengua, desde el fonema y los fenómenos que influyen en la variación alofónica hasta los tipos y estructuras de las oraciones complejas. Entre los resultados más significativos se encuentran la riqueza derivativa de esta lengua1 la definición del adjetivo como una subclase de nombres, la complejidad de las posposiciones, la fuerte cohesión entre los constituyentes OV, de la FN genitiva (Poseedor-Poseído) y de la frase posposicional (FP) frente a la flexibilidad de otras relaciones, el uso de la estrategia analítica para la formación de las construcciones causativas y de la nominalización como estrategia principal en la creación de cláusulas relativas. La gramática propuesta constituye una sistematización del conocimiento previo
aportado por diversos lingüistas, tanto de los tratadistas clásicos como de lingüistas más contemporáneos, todo esto confrontado con investigación de campo de la autora. Para facilitar su consulta por los usuarios de la lengua, se ha utilizado el sistema de escritura adoptada recientemente por los maestros pemones.
Palabras clave: gramática de referencia, lengua caribe, pemón.
vin
Abreviaturas A AT
Sujeto transitivo Atributo (temas posesivazos)
ABL
Ablativo Absolutivo Movimiento hacia el hablante
ABS ACÁ AGU
Agua
ANI
Animado
AR
Adverbializador
AR.S
Adverbializador singular Adverbializador plural
NR.ANl NR:INA VR:FAC NR:INST NR:NEG NR:0 O OBL Ot
Nominalizador de animado Nominalizador de inanimado Verbalizador factitivo Nominalizador instrumental
Nominalizador negativo Nominalizador de objeto Objeto Oblicuo
Objeto indirecto
P
Predicado
PV
Predicado verbal
Predicado nominal Partícula
Frase posposicional Futuro: primera persona
PN PART PAS PEPA PEPE.S PEPE.P PERF PEY PL POND POS PP PRES PRON:1 PROH PRON:2 PRON:3 PRON:13
FUT
Futuro
PRON:3p
FV
Frase verbal
PROP
Pronombre: 3ra. persona plural Propósito
GER
Gerundio
PROX
Próxima!
I
Indefinido acusativo Indefinido Ideófono
Repetitivo
AR.P
DES
Aumentativo Be nefactivo Causativo Causal Cláusula Colectivo Contrario Desiderativo
DIST
Dista!
DIM
ENF
Diminutivo Destransitivizador Partícula dubidativa Partícula enfática
ERG
Ergativo
ES
Estático Finalidad Frase nominal
AUM
BEN CAU CAUS CL COLEC CONTRA
DTR DUB
FIN FN FP
FUT:1
Pasado
Participio pasado Participio presente singular Participio presente plural Perfecto
Peyorativo Plural Partícula Ponderativa Posesivo
Posposición Presente
Pronombre: 1 ra. persona Prohibitivo
Pronombre: 2da. Persona
Pronombre: 3ra.persona Pronombre: 1ra. persona plural exclusiva
IND INT INTEN
Indefinido
INTJ
Interjección
REPET RF S SIM TRN V VR:CAU VR:PRI VR:VER
IRR
Irreal
1
ITER
Iterativo Locativo Movimiento
2
IND IDEO IMP.S
IMP.PL
LOC MO NEG NR
Imperativo singular imperativo plural Partícula interrogativa Intención
Negación Nominalizador
3
30
Reflexivo
Sujeto intransitivo Simultáneo
Tránsito por transferencia espacial Verbo Verbalizador causativo
Verbalizador privativo Verbalizador verificativo
Primera persona Segunda persona Tercera persona Objeto de tercera persona
IX
Índice general
Pág. Resumen Abstract Abreviaturas
vi vii viii
índice general índice de mapas, tablas y figuras
ix xiii
Presentación
14
primera parte
16
capítulo i. introducción 1.1. El Problema
17 18
1.2. 1.3.
Justificación y aplicabilidad Objetivos del estudio
20 22
1.3.1. Objetivo general 1.3.2. Objetivos específicos
22 22
Antecedentes Bases teóricas 1.5.1. Gramática de referencia
22 27 27
1.5.2. Tipología lingüística
29
1.4. 1.5.
1.5.2.1. Universales lingüísticos 1.6.
30
Metodología
32
1.6.1. Área y tipo de estudio
32
1.6.2. Recolección de los datos 1.6.3. Análisis de los datos
33 38
capítulo ii. etno-historia pemón 2.1. familia lingüística caribe 2.2. Llegada de los caribes a Venezuela; orígenes,
expansión y asentamientos
2.21. Los caribes, portadores del cauxí 2.3. Sistema de intercambio entre los indígenas de Venezuela 2.4. la llegada de los europeos 2.4.1. El contacto 2.4.2. La colonización
2.4.3. La República 2.4.4. El Siglo XX 2.5. EL PUEBLO PEMÓN
39 40
43
48 50 54 54 57
60 61 62
2.5.1. Organización socio-económica
65
2.5.2. Vivienda 2.5.3. Música
68 68
2.5.4. Religión 2.5.5. La lengua 2.5.6. Los pemones en los siglos XX y XXI
69 70 72
SEGUNDA PARTE: GRAMÁTICA DE REFERENCIA DEL PEMÓN
76
CAPÍTULO i: FONOLOGÍA 1.1. SISTEMA FONOLÓGICO
77 78
1.1.1. Fonemas y alófonos 1.2. Sistema de escritura 1.3. La sílaba
1.3.1.Diptongos 1.4. Rasgos suprasegmentales
79 82 83
85 87
1.4.1. Acento y estructura métrica
88
1.4.2. Reducción silábica 1.4.3. La entonación
90 91
capítulo ii: morfología
95
2.1. Clases de palabras 2.1.1. Nombres 2.1.1.1. Nombres denominativos 2.1.1.1.1. Clasificación
96 97 97 99
2.1.1.1.2. La posesión
101
2.1.1.1.3. Género
104
2.1.1.1.4. Número
105
2.1.1.1.5. Casoergativo 2.1.1.1.6. Valores apreciativos 2.1.1.2. Nombres descriptivos
108 109 110
2.1.1.2.1. Número
112
2.1.1.2.2. Valores apreciativos
113
2.1.1.2.3. Grado 2.1.1.3. Nombres cuantificadores 2.1.2. Pronombres
113 115
118
2.1.2.1. Pronombres personales
119
2.1.2.2. Pronombres demostrativos
120
2.1.2.3. Pronombres interrogativos
122
2.1.2.4. Pronombres indefinidos 2.1.3. Verbos 2.1.3.1. Verbos transitivos 2.1.3.2. Verbos intransitivos
123 125 126 127
2.1.3.3. Verbos copulativos 2.1.4. Posposiciones
128 129
2.1.5. Adverbios 2.1.5.1. Adverbios locativos
133 134
2.1.5.2. Adverbios temporales
135
2.1.5.3. Adverbios de modo 2.1.6. Partículas
137 137
2.1.7. Interjecciones
140
2.2. Morfología verbal flexiva
143
XI
2.2.1. Marcadores de persona y número 2.2.2. Sistema de conjugación 2.2.2.1. Sistema de conjugación ergativo-absolutivo 2.2.2.2 Sistema de conjugación nominativo-acusativo 2.2.3. Tiempos verbales 2.2.3.1. Pasado
2.2.3.1.1. Pasado general 2.2.3.1.2. Pasado indefinido: reciente y distante 2.2.3.2. Presente 2.2.3.3. Futuro
143 144 144 146 149 150
150 151 153 153
2.2.3.4. Progresivos 2.2.4. Aspecto
154 155
2.2.5. Modalidad 2.2.5.1. Modalidad deóntica o evaiuativa
158 158
2.2.5.2. Modalidad epistémica 2.2.6. La voz capítulo in: derivación 3.1. Derivación nominal
3.1.1. Prefijo nominalizador n-/nü3.1.2. Sufijos nominalizadores
160 161 163 165
165 165
3.1.2.1. Nominalizador deverbal -n 3.1.2.2. Nominalizador deverbal -no 3.1.2.3. Nominalizador de instrumento -tók
165 167 167
3.1.2.4. Nominalizador negativo -pün 3.1.2.5. Nominalizador descriptivo -pan
169 170
3.2. Derivación verbal
170
3.2.1. Prefijo destransitivizador es3.2.2. Verbalizador causativo-pa
170 171
3.2.3. Verbalizador factitivo -ma 3.2.4. Verbalizador incoativo ~ta
172 174
3.2.5. Verbalizador privativo -ka
175
3.2.6. Verbalizador verificativo -tó
175
capítulo iv: sintaxis 4.1. Frases 4.1.1. Frase nominal
4.1.2. Frase posposicional 4.2. el predicado 4.2.1. Predicado nominal 4.2.2. Predicado verbal 4.3. Cláusulas
4.3.1. Tipos de cláusulas 4.3.1.1. Cláusulas remáticas y arremáticas 4.3.1.2. Cláusulas intransitivas 4.3.1.3. Cláusulas transitivas
176 177 177
180 182 182 183 185
185 185 185 186
XI1
4.3.1.4. Cláusulas ditransitivas 4.4. Combinación de cláusulas 4.4.1. Coordinación de cláusulas
187 188 190
4.4.1.1. Coordinación copulativa
192
4.4.1.2. Coordinación adversativa
193
4.4.1.3. Coordinación disyuntiva
194
4.4.2. Subordinación de cláusulas 4.4.2.1. Subordinación sustantiva
4.4.2.1.1. En función de sujeto 4.4.2.1.2. En función de objeto
195 197
198 198
4.4.2.1.2.1. Subordinadas causativas
199
4.4.2.1.2.2. Subordinadas citativas
204
4.4.2.2. Subordinación adjetiva 4.4.2.2.1. Relativización de sujeto 4.4.2.2.2. Relativización de objeto 4.4.2.2.3. Relativización de objeto indirecto
205 208 210 211
4.4.2.2.4. Relativización de oblicuo
212
4.4.2.2.5. Relativización de frases posposicionales 4.4.2.2.6. Relativización de genitivo 4.4.2.2.7. Relativización de objeto de comparación
213 214 214
4.4.2.3. Subordinación adverbial
215
4.4.2.3.1. Subordinadas temporales
215
4.4.2.3.2. 4.4.2.3.3. 4.4.2.3.4. 4.4.2.3.5. 4.4.2.3.6.
218 218 220 222 223
Subordinadas modales Subordinadas finales Subordinadas condicionales Subordinadas causales Subordinadas concesivas
4.4.2.3.7. Subordinadas comparativas
223
4.5. la negación
225
Conclusiones y recomendaciones Bibliografía
229 231
Anexos Anexo 1: Sóronkóntó. Texto interlinearizado
241 242
Xlll
ÍNDICE DE MAPAS, TABLAS Y FIGURAS MAPAS
Poblamiento indígena por familia al momento del contacto Poblamiento indígena actual por familia lingüística
53
tabla 1 tabla 2 tabla 3
Familia lingüística caribe Fonemas consonanticos del pemón Fonemas vocálicos del pemón
40
tabla 4 tabla 5
Fonemas y alófonos consonanticos del pemón Fonemas y alófonos vocálicos del pemón
tabla 6 tabla 7 tabla 8 tabla 9
Combinaciones silábicas del pemón Alomorfos de posesión Numerales cardinales del pemón Numerales ordinales del pemón
tabla 10
Pronombres y afijos pronominales del pemón en verbos, nombres y
tabla 11 tabla 12 tabla 13 tabla 14 tabla 15
posposiciones Pronombres demostrativos del pemón Pronombres interrogativos del pemón Posposiciones simples del pemón Morfemas posposicionales Adverbios locativos del pemón
tabla 16 tabla 17
Interjecciones propias del pemón Interjecciones onomatopéyicas o ideófonos
140 142
tabla 18
Prefijos nominativos
149
tabla 19 tabla 20 tabla 21
Paradigmas del pasado reciente y del pasado distante Marcas aspectuales del pemón Afijos derivativos nominales y verbales
153
tabla 22
Alomorfos del prefijo destransitivizador
171
tabla 23
Marcas morfológicas utilizadas para la nominalización y relativización
228
tabla 24
Marcas de comparación del pemón
224
MAPA1 MAPA 2:
75
TABLAS
78 78 81 82 84 102 116 117 120 120 123 130
132 134
155 164
FIGURAS
FIGURA 1
Representación oscilográfica (parte superior) y curva melódica (parte inferior de la oración enunciativa Ma'non pichu'ka'póuya Tú besaste a la muchacha'
FIGURA 2
92
Representación oscilográfica (parte superior) y curva melódica (parte inferiorde la oración interrogativa ¿Ma'nonpichu'ka'póuya? '¿Tú besaste a la muchacha?'
FIGURA 3
93
Representación oscilográfica (parte superior) y curva melódica (parte inferiorde la oración interrogativa ¿Anük pichu'ka'puyaó? '¿A quién besaste?'
93
PRESENTACIÓN
La importancia de los estudios de las lenguas amerindias es innegable. El
peligro que corre cada una de ellas justifica la atención que pueda dárseles. El Estado venezolano, las universidades, diversas instituciones no gubernamentales,
lingüistas y docentes han juntado sus esfuerzos para publicar diccionarios, gramáticas, vocabularios, textos literarios, etc. que permitan la permanencia y fortalecimiento de nuestras lenguas autóctonas.
La etnia pemón, de la familia caribe, está subdividida en tres grupos dialectales: arekuna (pemón del norte), kamarakoto (zonas de Kamarata y
Urimán), y Taurepan (pemón del sur). Este pueblo vive principalmente en la región de la Gran Sabana y en la sierra de Imataca, al sur-oeste de Venezuela, en el estado Bolívar. Hay, según el censo realizado en el año 2000, 27.157 pemones.
Aunque su lengua no puede considerarse en peligro inminente de extinción, su preservación es fundamental para esta cultura.
Este trabajo de investigación, descriptivo y tipológico, se ha realizado con la intención de ofrecer a maestros pemones, a lingüistas y a toda persona interesada
en esta lengua, una gramática de referencia que sistematice los conocimientos
previos aportados tanto por los tratadistas clásicos como por los lingüistas contemporáneos, confrontado con el trabajo de campo de la autora
Para lograr este propósito se revisaron los estudios previos del pemón, se analizaron relatos y textos religiosos, y se elicitaron un conjunto de paradigmas
(nominales, posposicionales y verbales) y oraciones. En esta última tarea se contó
15
con la valiosa ayuda de Saturnino Pinto, maestro pemón de la comunidad de Manak Kürü en Santa Elena de Uairén.
Como la gramática de referencia del pemón será un texto de consulta no sólo para lingüistas, sino para sus hablantes y para toda aquella persona interesada en la lengua, debe ser clara, precisa, sencilla y libre de abstracciones innecesarias que puedan confundir a los lectores.
El trabajo se ha dividido en dos partes. La primera parte incluye el
planteamiento del problema, los marcos teórico y metodológico, así como el estudio de la etnohistoria pemón. La segunda parte está dedicada completamente
a la gramática de referencia, la cual trata los niveles fonológico, morfológico y sintáctico de la lengua; desde el fonema y los fenómenos que influyen en la variación alofónica hasta los tipos y estructuras de las oraciones compuestas.
Primera Parte
Capítulo I Introducción
18
1. INTRODUCCIÓN
1.1.
EL PROBLEMA
Muchas son las definiciones que se han dado a la lengua, desde el inicial
sistema de signos: sistema funcional, instrumento de comunicación, etc.; pero una
lengua es también la herencia de un pueblo, de sus valores y expresiones culturales, de su cosmovisión. En el año 2003, en la Convención para la
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, la UNESCO reconoció la función esencial de las lenguas en la expresión y transmisión del patrimonio cultural
inmaterial y el valor de su léxico como el reflejo de las prácticas sociales y culturales y el sentir de los grupos.
La UNESCO (2009b), basada en la propuesta de especialistas en la
salvaguardia de lenguas en peligro, señaló nueve criterios para determinar el grado de vitalidad y peligro de desaparición de una lengua: •
Transmisión intergeneracional de una lengua.
•
Número absoluto de hablantes.
•
Proporción de hablantes dentro de la población total.
•
Cambios en los dominios de uso de la lengua.
•
Respuesta a nuevos ámbitos y medios de comunicación.
•
Disponibilidad de materiales para la educación y alfabetización.
• Actitudes lingüísticas y políticas gubernamentales e institucionales que incluyan uso y estatus oficial.
19
•
Actitudes de los miembros comunitarios hacia su propia lengua.
•
Tipo y calidad de la documentación.
Mientras menos de la cuarta parte de las lenguas del mundo son usadas en
las escuelas y en el ciberespacio, miles de ellas no tienen cabida en las aulas, en los medios de comunicación y en las empresas editoriales. El peligro de desaparición de estas lenguas es indiscutible. Con la idea de sensibilizar a la humanidad, se publicó la tercera edición del
Atlas de la UNESCO de las lenguas del mundo en peligro de desaparición
(UNESCO, 2009c;. Por otro lado, el 2008 fue declarado Año Internacional de los
idiomas por las Naciones Unidas con el lema "Las lenguas cuentan" (UNESCO, 2009a).
Nos enfrentamos al hecho de que más de la mitad de las lenguas que se
hablan en el mundo se encuentran en peligro de extinción, y muchas de ellas
carecen de soportes escritos. Según un informe de la UNESCO (2005, 171) una
lengua desaparece cada dos semanas por término medio. Para este organismo "la desaparición de una lengua es una pérdida para todos los seres humanos porque suele confirmar la extinción de un modo de vida y una cultura, así como una
representación del mundo y una forma de acceso al conocimiento y el pensamiento que a menudo es único" (Ibid.).
La elaboración de gramáticas es fundamental para la preservación de una
lengua. Al respecto podemos decir que el pemón cuenta con dos gramáticas, la primera, escrita en 1943 por Fray Cesáreo de Armellada y reeditada en
20
colaboración con el Padre Olza en 1999; y la segunda, escrita por Monseñor
Gutiérrez (2001), dirigida a los maestros pemones. Estas obras son invaluables;
pero tanto su escritura, estructuración, presentación de ejemplos, así como el tratamiento de algunos aspectos, hacen que su consulta y estudio sean difíciles.
Los lingüistas contemporáneos, por su parte, han estudiado aspectos puntuales de la lengua, de acuerdo a sus propios intereses. Estos trabajos, dispersos en diferentes revistas, son poco accesibles para los hablantes y maestros del pemón. Por
esta
razón
se
hace
necesaria
una
revisión,
actualización
y
sistematización de los conocimientos aportados en las dos gramáticas, una
revisión de los trabajos de diversos lingüistas, así como el planteamiento de
aspectos no tocados hasta ahora. Todo esto integrado en un solo texto que pueda ser consultado por los hablantes y los estudiosos de la lengua. Una gramática que pueda constituirse en texto de consulta en las aulas de clase. 1.2.
JUSTIFICACIÓN Y APLICABILIDAD
La necesidad de elaborar una Gramática de Referencia del pemón es
evidente. Recordemos que según la UNESCO (2009b) uno de los criterios para
determinar el grado de la puesta en peligro de una lengua es la disponibilidad de materiales para la educación y alfabetización. Mientras más textos para la educación y alfabetización se tengan en una
lengua, mayor probabilidad de permanencia tendrá. En Venezuela, la mayoría de las escuelas utilizan textos escritos en castellano; al respecto Mosonyi y Mosonyi
(2000, 493) señalan que "el fenómeno aculturativo está presente, y el español va
21
ganando terreno en el seno de la juventud escolahzada; por lo que se hace necesario tomar desde ahora las providencias indispensables para evitar la
erosión de este patrimonio lingüístico cuando aún estamos a tiempo". El Estado venezolano ha tomado conciencia de la importancia de las
lenguas indígenas y la necesidad de su preservación. Entre los artículos que
reflejan este sentir podemos considerar los Artículos 119 y 121 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000), que respectivamente rezan: Articulo 119. El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas,
su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su habitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida. Corresponderá al Ejecutivo Nacional, con la participación de los pueblos indígenas, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras, las cuales serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles de acuerdo con lo establecido en esta Constitución y la ley (p. 53).
Artículo 121. Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrados y de culto. El Estado fomentará la valoración y difusión de las manifestaciones (p. 53).
Un estudio descriptivo proporcionará una visión general y actualizada del pemón y servirá para:
• La elaboración de materiales de alfabetización y enseñanza de esta lengua
y, por lo tanto, para el Régimen de Educación Intercultural Bilingüe. • Asesoramiento a instituciones gubernamentales y no gubernamentales interesados en la preservación y enseñanza de las lenguas amerindias de Venezuela.
• Estudios comparativos de lenguas emehndias de Venezuela, especialmente las caribes.
22
• Entrenamiento de cursantes de estudios de postgrado en las disciplinas lingüísticas y antropológicas.
• Texto de consulta para profesores y estudiantes pemones, en universidades y pedagógicos; asi como para cualquier persona interesada en esta lengua.
1.3.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
1.3.1. Objetivo general
Elaborar una gramática de referencia del pemón. 1.3.2. Objetivos específicos
1. Describir el sistema fonológico del pemón
2. Sistematizar las categorías gramaticales del pemón. 3. Determinar los principales procesos morfológicos 4. Describir los distintos tipos de cláusulas.
5. Determinar el orden de constituyentes en frases y cláusulas. 6. Sistematizar los tipos de oraciones complejas.
1.4.
ANTECEDENTES
Los primeros estudios sobre el pemón fueron realizados por el etnólogo alemán Theodor Koch-Grünberg. Cinco volúmenes comprenden la obra Vom
Roraima zum Orinoco (Del Roraima al Orinoco), producto de su viaje de
exploración realizado entre 1911 y 1913 y publicado entre 1917 y 1928. En ellos
23
encontramos un interesante vocabulario del pemón, con su segmentación
morfológica, así como un estudio gramatical de esta lengua. El mayor problema de este trabajo lo constituye el hecho de que el estudio gramatical que el autor hizo forma parte del volumen que no ha sido traducido al castellano
La primera gramática del pemón fue escrita por Fr. Cesáreo de Armellada, misionero capuchino, en 1943. Una edición revisada de la misma, en colaboración con el Padre Jesús Olza, apareció en 1999. En esta última, se intenta dar
respuesta a las objeciones que con respecto a la ortografía utilizada se han hecho. Este trabajo tiene como mérito ser la primera descripción amplia de esta lengua. El texto editado en 1999, el cual fue tomado para el presente estudio,
consta de 50 capítulos que abarcan un muy amplio espectro de los fenómenos
lingüísticos del pemón. El mayor problema de este texto es la desorganización en los aspectos tratados: los capítulos se presentan de manera aislada, sin considerar aquellos que lo anteceden o lo siguen; no hay una jerarquización de los fenómenos estudiados, se puede pasar del estudio de un morfema a la oración y
luego a una categoría gramatical; el estudio del verbo, por su parte, está distribuido a lo largo de todo el texto. Todas estas razones hacen difícil la consulta de esta gramática.
En 2001 se publicó una gramática didáctica escrita por Monseñor Mariano
Gutiérrez y dirigida principalmente a los maestros pemones. Esta gramática está organizada en 16 lecciones. Entre sus mayores problemas tenemos la poca
profundidad en el tratamiento de algunos temas; la inclusión de textos, dentro de
24
algunas lecciones, que no contemplan los aspectos estudiados en las mismas y; por último, la presentación de ejercicios sin las debidas instrucciones. Uno de los principales inconvenientes de estas gramáticas se centra en la escritura utilizada. Las obras de Armellada y Olza (1943, 1999) y de Gutiérrez
(1999) presentan una escritura diferente a la usada actualmente por sus hablantes. La escritura del pemón ha ido evolucionando de acuerdo a las
propuestas hechas a lo largo del tiempo y los maestros se han organizado y han llegado a consensos sobre el sistema de escritura que utilizarán en sus aulas. Otros aportes a la lengua son los diccionarios. Se han escrito dos diccionarios bilingües
pemón-castellano/castellano-pemón.
El
primero,
de
Armmellada, publicado en 1944 y ampliado posteriormente por Gutiérrez en 1981, con una reedición en 2007, sigue fiel a la escritura del original. Este texto se puede
comprar en librerías, pero con cierta dificultad. Un segundo diccionario, elaborado por Uzcátegui en 1982 es una tesis no publicada y no tiene la profundidad del anterior.
Mosonyi y Mosonyi (2000) aportan una panorámica de la fonología y morfosintaxis del pemón, con una visión y una escritura actualizada. Atienden fenómenos fonológicos como el acento yámbico y la palatalización, entre otros; y
afirman que esta lengua presenta dos variantes geográfico-dialectales, el taurepán y el arekuna. El kamarakoto, según los autores, es otra lengua. Estas dos lenguas
(pemón y kamarakoto) se han acercado en los últimos cien años, pero el kamarako mantiene un vocabulario exclusivo de esa lengua y más cercano al
cumanagoto y otras lenguas extintas del oriente venezolano.
25
En el nivel morfosintáctico, Mosonyi y Mosonyi (2000) presentan como
orden de palabra más común SOV y lo definen como no rígido. Explican la oración arremática, la frase nominal, la carencia de artículos y de género gramatical. Se
interesan por la diversidad de plurales morfológicos. Consideran que la lengua es rica en adjetivos y señalan la posición de los mismos con respecto al sustantivo. Se refieren a la posposición como una categoría gramatical-funcional de la lengua
y admiran su riqueza. Estudian los tiempos presente y pretérito (sintético y analítico). Dedican atención a adverbios, verbos, conjunciones y partículas. Dentro de las cláusulas, estudian las relativas y las citativas.
Otros investigadores atienden aspectos específicos de la lengua. Tuggy
(s.f.) describe, en un trabajo no publicado, el inventario fonológico del pemón compuesto, según el autor, por 10 consonantes y 7 vocales, así como sus alófonos. Analiza las posibilidades de aparición de dichos fonemas al inicio, en
medio y al final de sílaba. Señala, además, que la clave para explicar dicho sistema fonológico es la asimilación.
García y Rodríguez (2000) realizan un análisis acústico de los fonemas del
pemón, estudian la duración de todos los fonos según distintos criterios. Se evidencia en el mismo, aspectos como el alargamiento entre pausa, la duración
larga de las consonantes oclusivas sordas y de la nasal alveolar sobre la bilabial. Álvarez ha estudiado diversos aspectos de la lengua pemón, su inquietud ha abarcado tanto la fonología como la morfosintaxis y la lexicografía (2000a).
Este autor ha dado explicaciones fonetológicas a diversos problemas presentados tanto en los diccionarios como en las gramáticas del pemón. Tal es el caso del
26
alargamiento vocálico, el cual ha presentado como un caso de alargamiento
yámbico, por lo tanto un fenómeno fonético y no fonológico (1997, 2000a). Trabajos más recientes (2006, 2008)
se dedican a la nominalización como
estrategia de relativización en pemón. Este investigador propone una clase verbal formada por verbos transitivos e intransitivos, y reporta un comportamiento intransitivo del verbo echi (2000b).
El verbo pemón ha sido también centro de atención de algunos lingüistas.
Tuggy (1989) nos proporciona un estudio de la morfología verbal del pemón, elaborado como material para un curso dado en el Summer Institute of Linguistic.
Romero-Figueroa ha estudiado tanto la morfología verbal (2000b), como el tiempo, el aspecto y la modalidad en pemón (2000a).
Otro aspecto muy estudiado en el pemón es la ergatividad y su escinción.
Entre los lingüistas interesados tenemos a Gildea (1998, s.f.) y Álvarez (1998, 2004), quienes señalan como marcador de dicha ergatividad la forma -ya con su
correspondiente alomorfo -da. Álvarez (1998, 2004) reporta, además, un alineamiento nominativo en los tiempos pasado próximo, pasado remoto o distante
y futuro inmediato, en contraste con el pasado general que mantiene su alineamiento ergativo.
En cuanto a la sintaxis, Vizoso (2004) analiza, desde la perspectiva
tipológica, la frase nominal del pemón, tanto su morfología flexiva y derivativa como las relaciones que sostiene con sus modificadores. Las construcciones
progresivas son analizadas por Álvarez como construcciones complejas intransitivas integradas por un verbo no finito y la cópula (2000b).
Las
27
construcciones causativas han merecido la atención de Palencia y Álvarez (2000)
y Palencia (2000), quienes reportan causativas léxicas que utilizan verbos matrices como donto (ordenar), ekanonka (obligar) y emaputó (forzar) para el
predicado de causa y un complemento oracional con un verbo en forma personal con el sufijo de propósito -fo'pe. Por otro lado señalan como poco productivo el sufijo cognado -pa en el pemón.
También encontramos estudios comparativos de lenguas caribes, muchos
dedicados a las del norte. En primer lugar debemos considerar a Gildea (1998),
quien realiza un estudio comparativo de la morfosintaxis. En el mismo, el autor clasifica estas lenguas en siete grupos, de acuerdo con su carácter ergativo o nominativo; además analiza aspectos como la posesión, la nominalización y otras
formas deverbales proto-caribe. Álvarez (2004), ya mencionado anteriormente, y Romero-Figueroa (2006), también han comparado la ergatividad de las lenguas caribes, tanto las habladas en Venezuela como las del norte en general. 1.5.
BASES TEÓRICAS
1.5.1. Gramática de referencia
La palabra gramática proviene del latín grammaffca y esta, a su vez, del
griego YpaMPcmKrí. Entre sus acepciones tenemos "ciencia que estudia los elementos de una lengua y sus combinaciones" y "tratado de esta ciencia" (RAE, 2001).
En lingüística, este término abarca un amplio abanico de fenómenos. En
esta investigación nos centraremos en la acepción de gramática como tratado o
28
manual. Dentro de esta consideración, Crystal (1997, 88) clasifica las gramáticas
en seis tipos: descriptiva, pedagógica, prescriptiva, de referencia, teórica y tradicional. Específicamente define la gramática de referencia como aquella que
pretende ser lo más amplia posible y de esta manera ser un libro de referencia para todos los interesados en el establecimiento de los hechos gramaticales. Una gramática de referencia está dirigida, entonces, no al aprendizaje de la
lengua sino a la consulta de detalles específicos de la misma. Entre los posibles usuarios podemos contar a:
•
Los hablantes de la lengua que deseen aprender más sobre ella.
• Los lingüistas que deseen adquirir información sobre la lengua, para el estudio de aspectos específicos o con fines comparativos.
• Toda aquella persona, no especialista en lingüística, interesada en la lengua.
Erickson, haciendo referencia a la elaboración de una gramática popular,
señala que la misma debe ser accesible a los no lingüistas. Agrega la autora que
"Una gramática bien escrita ayuda a los hablantes a entender la estructura de su
propia lengua, la que han hablado toda su vida de una manera fluida, pero inconsciente. También ayuda a los que no son hablantes a entender cómo es esa lengua" (1999, 1).
La elaboración de una gramática que puede ser consultada por no
especialistas en lingüística debe ser, entonces, sencilla, clara y precisa. Debe evitar, hasta lo posible, conceptos abstractos que impidan la comprensión de los
29
fenómenos explicados y la terminología que se utilice debe ser conocida por sus usuarios (Erikson, 1999).
1.5.2. Tipología lingüística
La tipología se puede definir como un
método de clasificación
lingüística, así como lo son el genético y el areal (Greenberg, 1990, 26).
Su
propósito es "la clasificación exhaustiva de las lenguas humanas en términos de rasgos variantes [...] Es un método de búsqueda de universales" (Moure, 2001, 45).
Son varios los objetivos que se han otorgado a la tipología: a) la descripción de una lengua a partir de sus propiedades estructurales (Comhe, 1990); b) las diferencias y semejanzas entre lenguas, no una en particular (Moreno Cabrera,
1997); c) la determinación de patrones interlingüísticos y sus correlaciones; y d) la clasificación de las lenguas y de sus componentes de acuerdo a
sus
características formales comunes (Whaley, 1997). De este último objetivo, Whaley desprende tres principios básicos: 1) la
tipología envuelve comparación de lenguas; 2) el acercamiento tipológico envuelve la clasificación de componentes o de lenguas: de esta manera, los datos de
diversas lenguas permitirán determinar los grados de semejanza o de variación de los fenómenos; y 3) la tipología se interesa por la clasificación basada en rasgos formales de lenguas.
Las lenguas que se agrupan tipológicamente pueden ser habladas en zonas geográficas remotas y sin relación genética. La comparación es estructural; por
30
esto, junto a los estudios tipológicos, se encuentran los universales del lenguaje (Comrie, 1990,514-515).
1.5.2.1 Universales lingüísticos
Moure (2001) señala a la Conferencia sobre los Universales del Lenguaje, celebrada en Dobs Ferry (Nueva York), entre el 11 y 15 de abril de 1961, como el
inicio de los estudios contemporáneos sobre universales, junto al Simposio sobre Universales en Teoría Lingüística. "Los seguidores de Dobs Ferry recurren a las lenguas del mundo y rescatan el concepto de tipología estableciéndolo como un valioso mecanismo para descubrir universales" (Id. 29), es decir, propiedades comunes a todas las lenguas.
Uno de los organizadores de la conferencia de Dobs Ferry, Greenberg (1966)
presentó
45
universales
tipológicos
que
pretendían
explicar
el
funcionamiento del lenguaje. Para lograr su propósito, el autor hizo una revisión de 30 lenguas de las cuales tenía conocimiento previo. Este trabajo en solitario le
valió el título de maestro de la tipología lingüística. Greenberg (1966) partió del criterio de que el orden del verbo y los
principales argumentos en la oración se correlacionan con algunas características sintácticas. De esta manera, si conocemos el orden de palabra básico de una lengua, conoceremos el orden de otros pares tales como el nombre y el adjetivo,
el nombre y el genitivo, las adposiciones, etc. Comrie afirma que "el trabajo de Greenberg ha demostrado que es posible llegar a generalizaciones significativas
31
entre lenguas, considerando una amplia gama de ellas y sin que sea necesario realizar análisis abstractos de las mismas" (1989, 150).
Por su parte, la gramática generativa, en su búsqueda de una gramática universal
genéticamente
heredada,
plantea
la
existencia
de
universales
lingüísticos que permitan explicar la rapidez con la que un niño aprende un sistema tan complejo como lo es su lengua materna. Para Chomsky: [...] la tarea principal de la teoría lingüística debe ser establecer una hipótesis de universales lingüísticos que, por una parte, la diversidad real de las lenguas no demuestre falsa, y, por otra parte, que sea lo suficientemente rica y explícita para dar razón de la característica rapidez y uniformidad del aprendizaje lingüístico y de la asombrosa complejidad y alcances de las gramáticas generativas que resultan del aprendizaje del lenguaje (Chomsky, 1970, 27-28).
Un universal lingüístico es, entonces, un rasgo o propiedad común a
todas las lenguas. De acuerdo a la perspectiva en la que se ubique el investigador, los universales permitirán la comparación de lenguas o la explicación de la naturaleza
del
lenguaje.
La
gramática
generativa
propone
una
primera
clasificación de los universales lingüísticos en dos grupos: universales sustantivos y universales formales. Los primeros hacen referencia a las categorías que componen una lengua y que pueden ser extraídos de conjuntos delimitados, como lo son en fonología, los rasgos distintivos. Los segundos hacen referencia a las
condiciones de funcionamiento de la gramática, las características estructurales que dan cuenta de las relaciones que se establecen entre los componentes de una lengua (Chomsky, 1970).
La tipología ofrece otros dos parámetros de clasificación: a) universales absolutos (sin excepciones) o tendencias (no absolutos); y b) universales
32
implicativos, es decir, aquellos que señalan la relación entre dos características (si A, entonces B) o universales no implicativos, los cuales señalan sólo la presencia
de una propiedad. De acuerdo al área de estudio, los universales pueden ser: a) fonológicos, b) gramaticales, c) semánticos o d) simbólicos (Comrie, 1989). El estudio de los universales y la tipología lingüística parecen oponerse ya que el primero busca los rasgos comunes y la última, las diferencias entre las lenguas para el establecimiento de tipos. Pero en realidad estos dos estudios se complementan; según Comrie, actúan en paralelo, son "facetas diferentes dentro
de una única tarea investigadora" (1989, 57-58). 1.6.
METODOLOGÍA
1.6.1. Área y tipo de estudio La presente investigación está delimitada dentro del área de la lingüística, específicamente de las lenguas amerindias. Su objetivo principal es el estudio del pemón, lengua que pertenece a la familia lingüística caribe.
Es una investigación descriptiva pues su intención es la descripción de la fonología, morfología y sintaxis del pemón, de la estructura interna de las
oraciones simples y compuestas.
Para Dankhe (c.p. Hernández, Fernández y
Baptista, 1999, 60) los estudios descriptivos pretenden especificar las propiedades de personas, comunidades o fenómenos sometidos a análisis. Este tipo de estudio permite analizar cómo es y cómo se manifiesta un fenómeno y sus componentes. Desde un enfoque tipológico se analizan los distintos fenómenos
lingüísticos
de
pemón
y se
ubican dentro
de
los tipos
lingüísticos
33
correspondientes. Se estudian aspectos como el orden de palabra, estrategias utilizadas en los diversos procesos descritos, tipo de lengua, etc. La investigación está, además, enmarcada dentro de la etnohistoria de la
cultura pemón, ya que se revisa la historia de dicha etnia desde los primeros movimientos de la familia caribe, su llegada a Venezuela, su organización socieconómica, su cultura, etc., hasta nuestros días.
1.6.2. Recolección de los datos
Los métodos de recolección de los datos fueron la entrevista (elicitación) y el análisis documental. El corpus lingüístico fue recogido a partir de dos fuentes
orales, una primaria y otra secundaria. Para la recolección del corpus lingüístico primario se contó con la colaboración del profesor jesús saturnino pinto benavides, quien vive en la comunidad de Manacri (Manak Kürü), aledaña a la
ciudad de Santa Elena de Uairen, y trabaja en la Escuela Fe y Alegría y en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). El corpus lingüístico secundario proviene, en su mayoría, de textos orales pemones transcritos y traducidos por diferentes investigadores; y posteriormente
recogidos en una base de datos por Álvarez (2008). Para poder identificar estos datos, se tomó como referencia las abreviaturas creadas por el autor, la cuales se
escriben debajo de cada ejemplo tomado para explicar algún aspecto de la lengua. Una segunda fuente está constituida por los relatos transcritos en pemón y traducidos al castellano por el Proyecto Itekare Yuwa (2003). En este último caso se utiliza la abreviatura CUP seguido por el número de página.
34
A continuación se identifican los textos utilizados, con su correspondiente referencia:
•
Una historia de piai'mó: narrado por Raúl González (febrero de 1984) y reecopilado y analizado interlinealmente por Bruce Edward Tuggy. Trabajo presentado como anexo del trabajo inédito Pemon Verb Morphology, presentado como requisito de curso en el Workshop in Grammatical
Description, Summer Institute of Linguistics, Eugene, Oregon, 1989. (BET-PIA). • El relato de gavilán: tomado del libro ilustrado titulado: Kui'kui'türiau pantonü. UNUMAy FIEB(1995). (CAB-KÜI). •
Los huevos rotos (Armellada, 1943, 223-224). (CDA-G02).
•
Pelear por nada (Armellada, 1943, 224-225). (CDA-G01).
•
Elbachaco y la cigarra (Armellada, 1943, 225-227). (CDA-G03)
•
Cuento de la a/>eya:(Armellada, 1943, 227-231). (CDA-G04).
•
Un cuento de tío Conejo (Armellada, 1943, 231-233). (CDA-G05).
•
El salto del río Kamá (Armellada, 1943, 233-235). (CDA-G06).
•
El padre de las cerbatanas (Armellada, 1973, 81-83). (CDA-P23).
•
Indios que guardaron sal en el río (Armellada, 1973, 89-90). (CDA-P26).
•
El indio que peluqueó a un piamá (Armellada, 1973, 91-93). (CDA-P27).
35
•
Elcocuyo y la zarzamora (Armellada, 1973, 260-263). (CDA-P80).
•
El araguato rezador que se encontró con Jesucristo (Armellada, 1973, 280281). (CDA-P82).
•
Relato de los pichaukok en Wonkén: Recopilado por Cesáreo de Armellada, apareció en Barceló, 1982, 188-192). El texto español apareció en Armellada (1988,78-81). (CDA-W01).
• Relato del viejo que se quedó colgado de un
guamo: Recopilado
por
Cesáreo de Armellada, apareció en Barceló (1982, 193-194). El texto español apareció en Armellada (1988, 66-67). (CDA-W02). •
Relato de los habitantes en Arauta-Merú: Recopilado por Cesáreo de
Armellada, apareció en Barceló (1982, 194-195). El texto español apareció en Armellada (1988, 68-69). (CDA-W03).
•
Relato actual, no antiguo, del indio Antasawomai: Recopilado por Cesáreo de
Armellada, apareció en Barceló (1982, 195-197). El texto español apareció en Armellada (1988, 70-72). (CDA-W04).
•
No cuento, verdad: Relato de unos que fueron a Caracas: Recopilado
por
Cesáreo de Armellada, apareció en Barceló (1982, 197-200). El texto español apareció en Armellada (1988, 70-72). (CDA-W05).
36
•
Relato de Seremadá, habitante del Roraima. Recopilado
por Cesáreo de
Armellada, apareció en Barceló (1982, 200-204). El texto español apareció en Armellada (1988, 73-77). (CDA-W06).
•
Tío Conejo empeñado en cogerle su cantar a un mawarí: Recopilado por
Cesáreo de Armellada, apareció en Barceló (1982, 285-286). El texto español apareció en Armellada (1988, 162-163). (CDA-W07).
•
Leyenda de cómo empezó el cantar del ñauñau: Recopilado por Cesáreo de Armellada, apareció en Barceló (1982, 286-288). (CDA-W08).
•
Marité bailador del aiyán: Recopilado por Cesáreo de Armellada, apareció en
Barceló (1982:295-298). El texto español apareció en Armellada (1988:168171). (CDA-W10).
•
Leyenda del origen del marakpa: Recopilado por Cesáreo de Armellada,
apareció en Barceló (1982, 298-302). El texto español apareció en Armellada (1964). (CDA-W11).
•
Un tigre atrapó a un indio: Recopilado por Cesáreo de Armellada, apareció en
Barceló (1982, 331-333). El texto español apareció en Armellada (1988, 22-24). (CDA-W12).
•
Libro de lectura en el dialecto taurepán del idioma pemón: Texto de Fierro (1982), con la asesoría lingüística de Esteban Emilio Mosonyi y Cesáreo de
37
Armellada y con la asesoría didáctica de Haydée Bracho de Cortez. (JUFPYT).
•
Kamo'da ada.mori
enu.da'pontó'pó pantonü: El texto tomado del
libro
ilustrado titulado. UNUMA y FIEB (1994). El texto original fue recopilado y escrito por Manuel Sifontes y sometido a luego a revisión por parte de varios grupos de hablantes del pemón. (MAS-KAM).
•
Jesús esempo esekama: Porción de texto bíblico, Lucas 1.26-38 (Gutiérrez Salazar, 1987, 178-179). El texto español ha sido tomado de la versión de
Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga Cueto. Nuevo Testamento. Biblioteca
de Autores Cristianos, Madrid, MCMLXVlll (1968). 14a ed. (MGS-LCA). •
Pabloya tekare ekama: Porción de texto bíblico, Gálatas 1.11-24; 2.1-10. Nosker y Tuggy (1993). La traducción
española
ha
sido tomada
de la
llamada Versión Popular: Dios Habla Hoy. La Biblia con Deuterocanónicos.
Publicada por la Sociedad Bíblica Americana, Nueva York, 1983, 2a ed. (NYTGAA)
•
Jesúsya yeese'mepó'sa
epi'tó: Porción de texto
bíblico, Marcos 2.1-12.
Berryhill, Nosker y Tuggy (1990). La traducción española ha sido tomada de la llamada Versión Popular: Dios Habla Hoy. La Biblia con Deuterocanónicos.
Publicada por la Sociedad Bíblica Americana, Nueva York, 1983, 2a ed. (NYTMAR).
38
•
Jesús
e'tame parau puro'po: Porción
de texto bíblico, Marcos 6.45-52.
Berryhill, Nosker y Tuggy (1990). La traducción española ha sido tomada de la llamada Versión Popular: Dios Habla Hoy. La Biblia con Deuterocanónicos.
Publicada por la Sociedad BíblicaAmericana, Nueva York, 1983, 2a ed. (NYTMRB).
•
Jerusa/én pona' Jesús ewomü: Porción de texto bíblico, Marcos 11.1-11.
Berryhill, Nosker y Tuggy (1990). La traducción española ha sido tomada de la llamada Versión Popular: Dios Habla Hoy. La Biblia con Deuterocanónicos.
Publicada por la Sociedad Bíblica Americana, Nueva York, 1983, 2a ed. (NYTMRC).
•
Kene'wó: Koch-Grünberg (1981, 165-169). (TKG-V01).
•
How the frog got its shape: Arekuna traditional story: Tomada de Edwards, Walter F. (1977, 50-52): (WFE-ATS).
•
Oraciones aisladas tomadas de Armellada y Olza (ELl-ACU), y Derbyshire (1985). (ELI-LOC).
1.6.3. Análisis de los datos
Se realizó un análisis cualitativo de los datos recogidos, dirigido a la búsqueda de los patrones fonológicos, morfológicos y sintácticos de la lengua. Se organizaron estos datos de acuerdo con los aspectos estudiados y se compararon con lo establecido previamente por los investigadores del pemón, mencionados en los antecedentes de este estudio.
Capítulo II Etno-historia pemón
40
2. ETNO-HISTORIA PEMÓN
2.1. FAMILIA LINGÜÍSTICA CARIBE Los caribes son el pueblo más fuerte y más musculoso que he visto nunca; ellos solo contradicen las divagaciones de Raynal y Paw acerca de la debilidad y la degeneración de la especie humana en el Nuevo Mundo. Un caribe adulto parece un Hércules fundido en bronce Alexander von Humboldt
La familia lingüística caribe es una de las más importantes de América del
Sur. El número de pueblos que hablan una lengua de esta familia se estima que, tomando en cuenta las extintas y en vías de extinción, superaría la centena. Sus
integrantes se extienden desde el oriente de Colombia, Venezuela y las Guyanas hasta Brasil, en la cuenca del Xingú. Se han realizado diversas clasificaciones de
esta familia: Girard 1971, Durbin 1977, Kaufman 1989 y Gildea 1992 (c.p. Fabre, 2005). En la siguiente tabla, versión actualizada del tronco Caribe, se aprecia la pertenencia del grupo pemón a esta familia: TABLA 1: FAMILIA LINGÜÍSTICA CARIBE I Pana re
II Kari'ña III YUKPA
1. Yukpa/yuko 2. Japreria IV GRUPO GUYANÉS 1. Tiriyo 2. Karijona 3. Kaxuyána y Warikyána 4.WaiWai
5. Hixkaryána 6. Akuriyó 7. *Hianakoto-umaua 8. Saluma 9. Chilena
10. *Guaque
V GRUPO CENTRAL
1. Mapoyo (Wanai) 2. Yabarana
3. Wayana 4. Apalaí 5. Yekwana
VI GRUPO NORTEAMAZÓNICO 1. Waimiri-Atroari 2. Makuxi
3. Pemón (Arekuna) 4. Akawaio (Kapón) 5. Patamona (Ingarikó) 6. *Pawishiana
Vil GRUPO SURAMAZÓNICO A Kuikuro
Matipu Nahukwa
Kalapalo VIII GRUPO SURAMAZÓNICO B 1. Bakairi
2a Ikpeng (Txikáo) 2b Arara
(Tomado de Fabre, 2005, 2)
41
Los caribes ocupaban la costa (entre Paria y Borburata), los alrededores del Lago de Maracaibo, las islas localizadas al norte de la isla de Trinidad, las
márgenes del Orinoco y de sus afluentes. Estas regiones se corresponden con las posteriormente denominadas
Provincias de
Margarita,
Trinidad,
Guayana,
Cumaná o Nueva Andalucía y una pequeña porción de la Provincia de Maracaibo (Fundación Polar, s.f., 2).
Basso (c.p. Cousins, 1992, 66) señala ocho rasgos culturales y sociales que tipifican a esta familia:
•
Estrategia de subsistencia: agricultura itinerante de tala y quema con siembra de yuca amarga, pesca, cacería y recolección
•
Sistema de parentesco bilateral sin grupos de descendencia o grupos corporados.
•
Categorización social por parentelas integradas por pariente bilaterales.
•
Ritos chamanísticos mediante el uso del tabaco.
•
Ceremonias pan-comunitarias seculares.
•
Espejo o sombra imagen del alma.
•
Reclusión de las muchachas durante la primera menstruación. Los caribes, explican Vargas y Sanoja (2004, 6), poseían un sistema de
organización territorial, basado en los vínculos y contactos regulares, que les
permitió estar informados tanto de las llegadas como de los movimientos de los españoles en diversos territorios. Los autores señalan tres grupos de resistencia
caribe de Venezuela: los caraqueños, los de la región centrocostanera y los del
42
Bajo Orinoco. La resistencia de la región centro costanera fue comandada por los jefes guerreros Guaicaipuro, Paramaconi y Terepaima. Su control sobre el valle de Caracas y sus montañas impidió hasta 1568 un asentamiento castellano estable.
Los caribes contaron con arcos, flechas, guaycas, macanas y hachas de piedra. Las flechas, elaboradas con maderas duras y flexibles con un astil de pluma de pájaro, que le daba velocidad, alcance y precisión. Las macanas, como
espadas de madera, se utilizaban también como instrumento agrícola. Las guaykas eran lanzas de madera dura que podían ser utilizadas en el combate cuerpo a cuerpo, o lanzadas hasta 60 metros (Vargas y Sanoja, 2004, 7-8). Para los autores, la debilidad de los caribes no residía en sus armas sino en
su concepción de la guerra. Éstos intercalaban períodos de calma entre cada batalla, durante los cuales regresaban a sus casas para vivir en paz. Los españoles, por su parte, tenían una concepción de exterminio: su intención era la conquista de territorios y la aniquilación del enemigo como grupo organizado. Su conocimiento de tácticas militares y políticas, producto de siglos de guerra con los
árabes, fueron su punto fuerte "frente a la formación militar de los caraqueños, numerosos, bien armados y valientes, pero carentes de una concepción global de la guerra como estrategia política" (Vargas y Sanoja, 2004, 9). La resistencia de los caribes del Bajo Orinoco, liderizada por los kari'ña, fue
más prolongada. Vargas y Sanoja señalan como factores que facilitaron la larga resistencia: "1 la existencia de poblaciones caribes muy numerosas y organizadas y el reducido número de soldados y frailes comprometidos en la conquista y
43
reducción de las etnias indígenas. 2 la distancia que mediaba entre los enclaves españoles y sus bases logísticas y, 3 el apoyo material que brindaron los
holandeses e ingleses al esfuerzo de guerra de los caribes" (Vargas y Sanoja, 2004, 9)
La guerra de caribes y españoles trajo como consecuencia la intensificación
de la organización jerárquica de las comunidades y la alianza con ingleses y
holandeses. Los jefes guerreros más destacados fueron Quirawera, Taricupa y
Yaguaría. Éste último comandó la Gran Rebelión de la región Aro-CauraCuchivero en 1730. Esta resistencia se mantuvo desde 1630 hasta 1740 (Vargas y Sanoja, 2004, 10).
2.2.
LLEGADA DE LOS CARIBES A VENEZUELA: ORIGEN, EXPANSIÓN Y ASENTAMIENTOS
Sobre el origen y poblamiento de los grupos caribes se han planteado diversos modelos y teorías. Uno de los primeros autores en explorar el tema es Lathrap (c.p.TarbIe, 1985, 46), el cual señala como posible punto de origen caribe las cercanías de las tierras altas de la Guayana, a lo largo de la ribera norte del Bajo Amazonas.
Schwerin (c.p.Tarble,1985: 46) ubica el origen de estos grupos en la
Cordillera Oriental de Colombia y considera sus movimientos en dos oleadas: en la primera, en los años 500 a.C. se dirigieron al Orinoco, Guayana y Amazonas; en la segunda, alrededor de los 1000 d.C, hacia el Bajo Orinoco, la costa y las Antillas. Para Meggers (c.p.TarbIe, 1985, 48) comienzan su expansión alrededor
del año 8000 a.C. en la cuenca amazónica y se dirigen hacia el norte en una
44
primera expansión; luego, alrededor de los 1000 a.C, hacia las sabanas de la Amazonia.
Durbin (c.p.TarbIe, 1985, 48-49 ) ubica el origen caribe en la Guayana venezolana, Surinam y Guayana Francesa, de donde señala tres movimientos: el primero dentro de las Guayanas; el segundo, desde la Guayana brasileña a la Amazonia; y el tercero, desde la costa Caribe de Venezuela hacia el sur del Lago de Maracaibo, a la Sierra de Perijá y Colombia. Por su parte, Vargas y Sanoja (2004) consideran como punto inicial de la travesía caribe, aquel que se encuentra entre el Matto Grosso y las cabeceras del Amazonas. Según estos últimos, los caribes, agricultores y ceramistas, entraron en territorio venezolano a través de la
cuenca del Orinoco alrededor del Siglo III d.C. La ocupación del territorio de
Guayana y la Amazonia en los siglos IX y XIV culminaron la ola expansiva hacia Venezuela.
Tarble analiza los modelos propuestos y señala que no es posible concebir un modelo de expansión sin que se tomen en cuenta todos los factores que pueden influir en la reubicación y selección de un nuevo asentamiento. La revisión de las fuentes históricas revela la variabilidad de los diferentes grupos. Este hecho lleva a la autora a concluir que no se pueden tratar a estos pueblos como si fueran homogéneos, y que su expansión
"debe ser entendida como un proceso
acumulativo o de continuas reubicaciones de los asentamientos y no como movimientos de población premeditados o planificados" (Tarble, 1985, 53).
Explica la autora que para desarrollar un modelo de expansión es fundamental considerar las características de los caribes en cuanto a lengua, organización
45
política y patrones de asentamiento; así como definir sus estrategias adaptativas de acuerdo a las zonas geográficas. Otro factor fundamental de crecimiento y movimientos migratorios es el comercio, el cual trajo consigo una diferenciación del poder económico de las comunidades. Así, los grupos que llegaron a controlar las redes comerciales influyeron sobre otros grupos (Tarble, 1985). Tomando como base información lingüística, arqueológica y etnohistórica, Tarble propone tres modalidades de expansión: •
Comunidades que ocuparon zonas interfluviales
•
Patrón ribereño
•
Dentro de las sabanas
Las migraciones de las comunidades interfluviales no fueron intencionales,
dependían de la búsqueda de los recursos necesarios para su estrategia adaptativa, los cuales no se encontraban en un solo sector sino en toda la región. Por esta razón su dispersión no puede haber sido lineal, sino gradual (Tarble, 1985,54).
Las comunidades dentro del patrón ribereño contaron con tierras fértiles y
un régimen de lluvias que le permitía el cultivo del maíz, una pesca abundante y ríos navegables que hizo posible el comercio y, por lo tanto, provocó luchas por el dominio
de
las
intencionales y
rutas
comerciales.
Sus
movimientos
migratorios
fueron
lineales. Las comunidades ubicadas dentro de las sabanas, al
contrario, sufrieron por la pobreza del medio ambiente. Por esta razón sus
46
migraciones (por vías terrestres) fueron más frecuentes y a mayores distancias, en busca de "parches selváticos" (Tarble, 1985, 54).
Tarble propone un modelo de expansión caribe en cuatro etapas que culminan en el momento de la llegada de los españoles, ya que se introducen nuevos factores de cambio:
Primera etapa: a partir de 3000 a.C. El lento desplazamiento de los caribes, cazadores y recolectores dependía de la abundancia del medio ambiente. La autora coincide con Durbin en ubicar el centro de expansión en la Guayana de
Venezuela,
Surinam o
Guayana francesa.
En
esta etapa se origina
la
diferenciación entre grupos del norte y grupos del sur (Tarble, 1985).
Segunda etapa: comienza aproximadamente en 1000 a.C. Se toma como factor la probable adopción del cultivo de la yuca por la familia arawaka que pudo traer consigo
una
"mayor
sedentarización
y
un
aumento
de
la
población".
Aproximadamente en 1000 a.C. ocurre una reducción de la selva (propuesta por Haffer 1969 y Vanzolini 1970) (mencionados por Tarble, 1985), período durante el
cual, según Tarble, la búsqueda de recursos produjo movimientos más rápidos. La posterior reforestación (300 a.C. a 400 d.C.) trajo el desplazamiento de los
grupos caribes de la región de Guayana a sus poblaciones originarias. Sus movimientos se limitaron al interior de las Guayanas con un
patrón, por
consiguiente, interfluvial. En esta etapa se produce la diferenciación de tres grupos sublingüísticos en las Guayanas: occidental, este-oeste y sur, correspondiéndose con la migración radial.
47
Tercera etapa: alrededor de los 400 d.C. En esta etapa se deben considerar dos modos de expansión: el ribereño y el interfluvial.
Para el primero, esta etapa se caracteriza por la adopción del complejo
maíz/frijol/calabaza y el acercamiento de algunos grupos caribes a los ríos Amazonas y Orinoco, lo que trajo como consecuencia el dominio de sectores de estos ríos e interacción entre grupos de la zona. Todo esto permitió el crecimiento
demográfico, las innovaciones tecnológicas, la intensificación de la agricultura y especialización en el comercio; teniendo también disputas territoriales, incremento de la actividad bélica y esclavitud. Sus migraciones fueron lineales, intencionales y
agresivas. Los grupos del patrón interfluvial, por su parte, utilizaron las vías fluviales secundarias (Tarble, 1985, 60-61). En esta etapa se comienza a relacionar a los grupos caribes con la cerámica desgrasada con cauixí (espículas de esponja de agua dulce) a lo largo del Orinoco.
Cuarta etapa: 600 d.C. a 1000 d.C. El dominio del Orinoco estaba en manos de los
portadores de la cerámica del cauxí.
Continúa el crecimiento a lo largo de las
riberas de los ríos principales y, por lo tanto, aumenta la interacción entre grupos, la actividad bélica y comercial. Los caribes salen del Orinoco medio hacia otros sectores del mismo río,
debido a la presión de otras poblaciones también en proceso de expansión (tupiguaraní y arawaka) (Tarble, 1985, 61). Esta presión pudo haber sido sentida por las comunidades selváticas, produciéndose migraciones de grupos caribes
48
hacia la ribera sur del Orinoco y las sabanas altas, dando inicio a la tercera modalidad expansiva señalada por la autora (Tarble, 1985, 61).
Otro modelo que debemos considerar es el esbozado por Villalón (1987) en un estudio léxicoestadístico de 14 variantes caribes (yabarana, kamarakoto, panare, pemón o arekuna, bakairi, mukushi, caribe, kariña o galibi, cumanagoto, hianacoto-umaua, rucuyen taurepan, ye'kwana y yukpa). El propósito del trabajo es hacer una clasificación de estas lenguas y para lograrlo se estimó el grado de semejanza léxica de las 14 variantes a partir del cálculo de los porcentajes de cognados glotocronológicos reflejados en un gráfico tridimensional. A partir de los
resultados, la autora propone un conjunto nuclear de 10 lenguas, rodeadas de cuatro variantes periféricas, dos de ellas variantes remotas (hianacoto-Umaua y yukpa). Esta división coincide con la "aparente división Este/oeste" (Villalón, 1987, 39). La autora señala que la división fundamental Norte/Sur, planteada por
Durbin (1977) y basada en la evolución del proto-fonema *p en las lenguas sureñas, no se aprecia en el análisis léxico; aunque acepta la presencia de subgrupos como el de Circum-Roraima (makushi, taurepan, pemón y kamaracoto) y el
Grupo de la Costa (chaima y cumanagoto) (Villalón, 1987, 42).
2.2.1. Los caribes, portadores del cauxí El primero en atribuir a los caribes la alfarería con cauxí fue Lathrap (Tarble, 1985). Tarble ubica su aparición en Venezuela a partir de los 400 d.C, en la tercera etapa de su modelo de expansión. Explica la autora que en aquellos
49
lugares donde se encontraron evidencias de esta alfarería, se encontraron
también otros estilos distintos, por lo que concluye que hubo entre ellos actividades comerciales.
Zucchi (1985, 26), a partir de las evidencias halladas en diferentes lugares de Venezuela, señala tres etapas de ocupación de los portadores de esta alfarería que se caracterizaron por la diversidad de mecanismos de interacción con los
grupos locales. Para establecer una primera etapa, se basó en los tiestos con
cauxí (sencillos, sin la posterior variedad y complejidad decorativa) hallados en Agüerito. Este etapa es denominada como "temprana o intrusiva" y ubicada entre los 400 y 500 d.C.
Para esta autora, la intrusión de los grupos portadores del cauixí fue
pacífica, debido a su "vulnerabilidad política y económica". Estos grupos, que se alejaron de sus tierras ancestrales, eran exploradores de nuevas tierras y, por tanto, militarmente más débiles que los grupos ya asentados allí. Estaban,
además, necesitados de alimentos y de condiciones para su estadía. Todo esto provocó el intercambio entre los grupos exploradores y los ya asentados en la zona (Zucchi, 1985, 26-29). En la segunda etapa (500-1000 d. C), intermedia o de intercambio, los grupos caribes se establecieron a lo largo del Orinoco, interactuando intensamente
con otros grupos aparentemente arawakos.
Este período se caracteriza por la
adopción del complejo maíz/frijol/calabaza y un aumento demográfico (Zucchi, 1985,29-35).
50
En la tercera etapa (1000-1400 d.C), los grupos caribes se habían incrementado y ejercieron presión sobre los grupos asentados en las riberas del
Orinoco, iniciando así un nuevo movimiento expansivo hacia los Valles de Aragua, Caracas, Tuy y las islas de Los Roques (Zucchi, 1985, 35-39). 2.3.
SISTEMA DE INTERCAMBIO ENTRE LOS INDÍGENAS DE VENEZUELA
Mansutti (s.f, 1) señala que el territorio venezolano se encontraba totalmente poblado al momento del contacto con los españoles, todas las tierras estaban ocupadas. Se identifican para ese momento cuatro familias: saliva, caribe,
arawak y chibcha; existen, además, otros grupos que por no poder ser considerados pertenecientes a
ninguna de las familias
mencionadas,
se
denominan independientes. Todos estos pueblos, "culturalmente diferenciados", basaban su economía
en la agricultura. No existían estructuras políticas centralizadas, como indica Mansutti (s.f). Poseían, en su lugar, un sistema político horizontal en el cual
ningún grupo dominaba; con una integración lingüística también horizontal (Biord, 1985,
93).
Complejas redes comerciales permitían mantener relaciones
interétnicas. Al respecto, nos explica Amodio: Los pueblos indígenas americanos, contradiciendo la imagen de los países europeos coloniales han construido, no vivían aislados unos de los otros, sino que mantenían intensas relaciones entre ellos, hasta conformar sistemas de intercambio regional. En estos sistemas de intercambio, que incluían todos los ámbitos de la vida cultural, participaban tanto comunidades de un mismo grupo étnico, como otras de filiación lingüística y étnica diferentes. En verdad, se trataba de conjuntos articulados de sistemas y sub-sistemas, donde a los circuitos internos al grupo cultural y étnico, correspondían circuitos más amplios a nivel regional." (2003, 51)
51
Morey y Morey (1975) reportan cuatro mercados estacionales principales: •
Mercado de Pescado en el Orinoco Medio: se realizaba de enero a abril, durante el ciclo de desove de la tortuga Arrau y la temporada de caza de jaguares, pájaros y otros animales.
•
Playas de Tortugas del Guaviare-lnírida: los visitantes se abastecían de
pescado durante todo el año y lo cambiaban por alimentos cultivados. El verano era la época de mayor actividad. •
Mercado de Pescado en el Norte de los Llanos: Durante los meses de
enero y febrero la recolección de carne, huevos y aceite de las tortugas terecay. •
Mercado de Curare del Alto Orinoco: Se realizaba anualmente. Los
principales manufactureros y comerciantes de este producto eran los Caverre.
Mansutti y Bonneuil (1994-1996, 48)
proponen un quinto mercado
estacional en Wanai. lugar en el que se cruzan las cuencas del río Sipapo, Suapure, Cuchivero, Erebatoy Ventuari. La región del Orinoco "constituía un verdadero mosaico étnico. Había una
gran sociodiversidad y también una extensa linguodiversidad, como expresión y correlato de la biodiversidad tan amplia existente en esa región" (Biord, 2006, 87). Las relaciones entre los diferentes grupos se regían por ciertas reglas. Se estableció un elemento de canje, que generalmente era la concha de la quiripa
52
(Morey y Morey, 1975; Biord, 1985). En yacimientos del Orinoco medio se han encontrado grandes cantidades de estas conchas (Biord, 2006, 105)
Para Mansutti (1992, 28) "Las redes comerciales, por su extensión y densidad, eran la estructura integradora más importante". Biord (1985, 87) nos
explica que "era un verdadero sistema de interdependencia regional [...] no solo se intercambiaban productos, materias primas o bienes materiales [...] también era frecuente el intercambio de ideas políticas, bélicas y religiosas, así como modas y diversiones".
En el siglo XX se podían encontrar todavía indicios de este sistema
comercial en los intercambios e interacción social entre ye'kuanas y pemones,
ye'kuanas y otros grupos más alejados como en el Esequibo; entre grupos de
Guayana con akawaios, pemones y piaroas (Biord, 2006, 93). En los últimos tiempos se ha postulado la existencia de un sistema
interétnico regional en la costa noroeste de Venezuela (desde el Lago de Valencia hasta la Península de Paria). Posiblemente un macro grupo étnico con una lengua: caribe septentrional; y cuatro dialectos: occidental, cumanagoto, chaima y guaquerí o dialecto insular (Biord, 2006, 99-100). Mientras el Orinoco era el eje económico del sistema meridional, el Lago de Valencia lo era del eje del sistema septentrional. "Allí confluían tradiciones, tanto del occidente (con el predomino del cultivo del maíz) como del oriente de Venezuela (con predominio del cultivo de la yuca)" (Biord, 2006, 103).
53
Las redes fluviales permitieron la articulación de los dos sistemas
comerciales Los indígenas viajaban por los grandes ríos o por los ríos interiores y cuando no había una conexión fluvial, caminaban (Biord, 2006, 107). Para Amodio (c.p. Gassón, 2006: 35), el intercambio entre sociedades
prehispánicas trajo como consecuencias culturales: la formación de lenguas comunes y el multilingüismo, ajuares cerámicos similares, familias pluriétnicas y procesos de reafirmación étnica.
Lengua SAI iva
Lengua Caribe Lengua Arawak Lengua Independiente
Lengua Chibcha
Nota: Los colores expresan el dominio regional de una fawnlia lingüistica,
sabemos de te existencia de pequeños grupos de ferntas tmgo&*c*s
¿Arante* en medio de la» amas dominadas por hablantes da tamMu
Inpiitattcas pareculafcs.
Mapa 1: Del Poblamiento Indígena por Familia Lingüística al momento del contacto Tomado de Manssuti (s/f)
54
2.4.
LA LLEGADA DE LOS EUROPEOS
2.4.1. El contacto
Viola, miércoles, primero de agosto, un día después que descubrió la isla de Trinidad, año del nacimiento de nuestra salud Jesucristo de 1498 años, a la cual
llamó isla Santa, creyendo que era isla, disque comenzó a llegarse para entrar por la boca que llamó de la Sierpe, en el Golfo de la Ballena que nombró, que halló todo dulce.
Bartolomé de las Casas
La fase de contacto (considerada el primer período de la colonización) se
caracterizó por la permanencia de las antiguas relaciones tribales, los procesos de trabajo y las técnicas indígenas, pero inmersos en un modo de producción clasista. Los bienes necesarios para la vida cotidiana eran suministrados por el trabajo de los indígenas (Vargas; c. p. Sanoja y Vargas, 2005, 25). En esta fase se inició el sistema misionero, el cual a lo largo de la historia puede ser dividido en dos etapas. La primera etapa dada durante este contacto de españoles e indígenas llega hasta la Independencia, momento en el cual son
desarticuladas las misiones; la segunda, se inicia en el siglo XX y perdura en el presente (Mansutti, s.f.).
Ya en su segundo viaje trajo Colón dos frailes franciscanos, los padres Juan de Deule y Cosín o Tisín. En 1500 tres religiosos acompañaron al Comendador
Francisco de Bobadilla encargado de investigar a Colón. Estos frailes parecen haber tenido dos misiones: labores apostólicas y de observación. Pero no fue sino
hasta 1502 cuando trece de estos religiosos llegaron a América para establecerse. Sus primeras misiones en tierra firme tuvieron un final trágico (Arellano, 1986, 169-
55
170), ya que se encontraban entre las tierras descubiertas, los indígenas y la codicia de los españoles.
A finales de 1575 o principios de 1576 se establecieron definitivamente con la fundación del Convento de San Francisco e iniciaron su obra misional en 1577.
Fundaron conventos en Trujiilo, El Tocuyo, Barquisimeto y Carora (Arellano, 1986,
197-198). En 1807, 230 años después, tenían a su cargo más de 60 pueblos desde la boca del río Uñare (área caribe) hasta San Carlos de Río Negro (área arawaca). En estas últimas misiones encontraron, entre otros, miembros de las
etnias: píritus, cumanagotos, palenques o guarives, cores, tumuzas, chaimas, faranques, y caribes (Id. 198-199).
La orden capuchina, de hermanos laicos y sacerdotes inspirados en San
Francisco y fundada en 1528, llega a Venezuela en el siglo XVII. Su primera misión fue la de Cumaná, creada gracias a la autorización por Real Cédula de
1657. Se limitaba a los estados Monagas, Sucre y buena parte del estado Amazonas, poblados por chaimas, caribes, cuacas, pariagotos y guaraúnos. Después de los chaimas, los caribes eran los más numerosos y se localizaban en las márgenes del Orinoco (Arellano, 1986). La segunda misión establecida por los capuchinos fue la de los Llanos,
fundada en 1657. Esta misión se extendió considerablemente, llegando a los estados Yaracuy, Lara, Cojedes, Portuguesa, Apure, Barinas, Guárico y Aragua. Este afán de extensión les trajo problemas con los dominicos en Barinas y con los jesuítas en el alto Orinoco. Poblaron estas misiones diversas etnias: guamonteses, goyones, jirifaras, guamos, atatures, cucuaros, guajiros, chiricoas, taparitas,
56
guaguas, güires, achaguas, guaquiris, mapoyes, tamanacos y aruacaimas. (Arellano, 1986,201-202).
Su tercera misión fue la de Trinidad y Guayana. En 1687 se dedicaron a
Guayana. Para establecerse allí debieron acordar con jesuítas y franciscanos. A este acuerdo se denominó "La Concordia". Los capuchinos debían evangelizar desde la Angostura para arriba hacia las orillas del río Cuchivero. En este territorio
se
encontraban:
caribes,
guáyanos,
guaicas
(probablemente
akawaios),
arinagotos y panacayos. La última misión fundada fue la de Maracaibo, la cual incluía la Provincia de Mérida y La Grita.
La primera misión de los dominicos data de 1509, llegando a bordo de "La Espinóla". Las siguientes misiones ocurrieron en 1510 y 1511. En esta tercera visita, fray Antonio de Montesinos predicó su célebre homilía en el cual lanzó "el
primer grito dado en América a favor de los derechos humanos" (Arellano, 1986, 170).
Los dominicos evangelizaron Barinas, Apure y Pedraza, pero dejaron las
misiones por invasiones de indios hostiles. En 1710 volvieron a Barinas y Apure. Fundaron los siguientes conventos: de San Vicente de Mérida, en 1567; de la
Inmaculada Concepción del Tocuyo, 1576; de San Jacinto de Caracas, en 1595; y de Nuestra Señora de la Candelaria de Trujiílo, en 1598 (Arellano, 1986, 196-197). Los agostinos llegaron en Venezuela en 1590 y evangelizaron en los estados Táchira, Mérida, Barinas, Trujiílo, Apure, Zulia y Falcón y temporalmente
en Guayana y el Orinoco. En los Llanos de San Martí y Casanare permanecieron hasta después de (a Independencia (Arellano, 1986, 207-208).
57
Los jesuítas, cuyos miembros conforman la Compañía de Jesús fundada
por San Ignacio de Loyola, fueron los últimos en llegar a Venezuela y los primeros en abandonarla. Intentaron establecerse en los Llanos en 1625 y
luego en
Guayana. Lograron tener éxito en el Orinoco hasta 1767, cuando fueron expulsados (Arellano, 1986, 208-209). En la misión del Orinoco, se encontraban:
achaguas, tunebos y jiraras. Más tarde lograron entrar en contacto con guahibos, chiricoas y salivas.
2.4.2. La colonización
Para Sanoja y Vargas (2005, 23), esta fase se inicia en el siglo XVIII y se caracteriza por una "acentuada concentración de la propiedad de la tierra" y una "tendencia hacia el desarrollo de producción agrícola especializada, vinculada en parte al mercado mundial, basada en la plantación y el uso intensivo de mano de obra esclava o servil".
En
esta
etapa
se
comienzan
a
evidenciar
los
grandes
cambios
demográficos y culturales que se produjeron debido al contacto de los indígenas de las nuevas tierras con los conquistadores españoles. Mansutti (s.f., 6) señala tres causas principales de estos cambios:
La primera fue la violencia,
representada por la matanza de indígenas (arbitraria, según el autor), y el tráfico de esclavos, "el más perverso mecanismo de violencia".
Algunos grupos
indígenas pactaron con países europeos para la captura de esclavos, como es el caso de los Kari'ña. El esquema de la servidumbre, tradicional de los pueblos orinoquenses, en el cual las mujeres y los niños, cautivos de guerra, realizaban el
58
mismo trabajo que los miembros del grupo captor y hasta podían llegar a casarse con estos, se convirtió en una esclavitud mercantilista. Los indígenas se convirtieron en un producto comercial (Biord, 1985).
La segunda causa fueron las enfermedades ("de accionar ciego") que llegan con los conquistadores y para las cuales no estaban inmunizados los indígenas. Entre las epidemias que afectaron a Venezuela se encuentran: la viruela, el sarampión, la malaria y otras como disentería, influenza, tosferina, fiebre amarilla y tifus (Mansutti, s.f.)
Perera (2003, 57-58), basado en la tesis del "desequilibrio parasitario" entre
América y el Viejo Mundo de McNeill (1984) y Crosby (1972), nos explica que cuando los europeos llegaron en 1492, tenían una gran capacidad inmunológica
gracias a su cohabitación con el gran universo de organismos producto de la multiplicación de rebaños domésticos y de
las grandes concentraciones
poblacionales. En cuanto a los indígenas americanos, el autor señala como factores que impidieron antes de la conquista la intensificación de las infecciones, la prevalencia de enfermedades de transmisión oral-fecal y el establecimiento de fiebres eruptivas: •
Movilidad poblacional.
•
Distribución en extensas áreas rodeadas de barreras naturales como
bosques y ríos. •
Poca capacidad de transformar el entorno.
•
Bajo crecimiento demográfico.
59
•
Hábitos alimenticios como la doble cocción y la alta ingesta de proteínas.
•
Uso de medicinas naturales.
•
Hábitos higiénicos.
Para Perera, la malaria y la sífilis pudieron estar presentes en América antes de la llegada de los europeos.
La primera porque es posible que ya se
usara la corteza amarga de plantas que contienen quinina para el tratamiento de cuadros febriles; y la segunda, debido a las evidencias de la presencia de lesiones
por trepanomas y descubrimiento de antígenos. La tercera causa de los cambios demográficos fue la desorganización
social (producto de las dos primeras). Las poblaciones indígenas fueron destruidas totalmente u obligadas a desplazarse. La agricultura y el comercio
especializado desapareció, se agudizaron los conflictos interétnicos. Se produjo una crisis en el sistema de relaciones sociales: de integrados e interdependientes pasaron a ser "dominados por los centros urbanos mestizos". Los más afectados
fueron
aquellos
grupos
con
sistemas
de
relaciones
más
complejas,
económicamente especializadas y asentadas en los sitios de mayor riqueza natural; los menos afectados fueron los grupos con "modos de vida generalistas, asentados en desiertos y montañas (de difícil acceso)" (Mansutti, s.f., 7).
La cifras de personas que habitaban América al momento del contacto y del posterior descenso poblacional sólo puede ser supuesta, no existen datos concluyentes. Los estragos causados por la violencia, (as enfermedades y la
60
desorganización social no serán verdaderamente conocidos. Para darse una idea,
los estudiosos se llevan por el reporte de los cronistas y misioneros. Aquellos grupos que dejan de ser mencionados, es probable que no hayan sobrevivido.
Mansutti y Bonneuil (1994-1996, 64), mediante un estudio estadístico, llegan a la conclusión de que "mientras más dispersa y menos interdependiente era la población de una etnia, mayores eras sus posibilidades de perpetuarse como grupo".
Mientras los grupos nativos sufrían todos estos cambios, el dominio colonial
se fue organizando mediante "tres poderosos instrumentos: la lengua y la cultura
castellana, la coerción mediante la fuerza militar y las misiones religiosas (Sanoja y Vargas, 2005, 18).
2.4.3. La República
Las misiones en Venezuela fueron desarticuladas violentamente a partir de 1817, durante la época de la Independencia. Las mercancías de los almacenes y los rebaños fueron expropiados para financiar la organización del nuevo gobierno, comprar armas, papel, tinta. Los pueblos de misión se transformaron en pueblos de criollos (Sanoja y Vargas, 2005).
Con la salida de los misioneros de Venezuela, el Estado, débil, permitió que las relaciones entre indígenas y no indígenas fueran determinadas por los intereses de los segundos. El sistema de interdependencia regional se simplificó y
las microrredes que todavía existían dependían de los europeos (Mansutti, s.f., 7), Desapareció el sistema de resguardos, con el cual se protegían los derechos de
61
los indígenas a sus tierras. Se distribuyeron las tierras a los indígenas, dejando de ser propiedad común, lo que facilitó la expropiación o la compra de las mismas.
Imperó el latifundio y los indígenas fueron proletarizados (Mansutti, s.f.) o enrolados en el ejército (Sanoja y Vargas, 2005).
2.4.4. El Siglo XX Ya en el siglo XX, se hizo necesario volver al sistema de misiones. Para
reorganizar la Patria, luego de la victoria independentista, "Había que asegurar la autonomía efectiva en todo el territorio nacional heredado de la Monarquía y parar las posibles apetencias territoriales de países limítrofes". Los indígenas, que en su gran mayoría habitaban las fronteras, no tenían conciencia de una Patria general, eran dueños de una cultura propia y carecían de fronteras entre las diversas etnias (Gutiérrez, 1978, 495-496)
Por estas razones, el 16 de junio de 1915 se elaboró la Ley de Misiones y el
21 de febrero de 1922 se firmó un Convenio entre el Ejecutivo Nacional y la Orden Capuchina. De esta manera se restablecieron las misiones en Venezuela.
Los
capuchinos llegaron al Delta, la Gran Sabana y Perijá; los Salesianos, al Amazonas; los evangélicos, al Amazonas y estado Bolívar. Todos tenían el propósito de "reducir y civilizar a los indígenas". El Estado, por su parte, hizo sentir más su presencia en la vida de los
indígenas: comenzaron los programas de vacunación, lo que permitió la recuperación de la población; disminuyó la violencia hacia los indígenas y; por
último, se dio la migración rural-urbana, acto sistémico más que voluntario, según
62
Mansutti, ya que constituye una respuesta a las exigencias de la sociedad contemporánea. Pero su defectuosa integración a las ciudades, ha traído como consecuencia, la indigencia (Mansutti s.f., 10). Este panorama de indigencia ha
dado una falsa imagen de "indígenas perezosos".
2.5. EL PUEBLO PEMÓN
Son muchas las denominaciones que este grupo étnico de filiación caribe ha recibido, contamos entre ellas:
•
Kamarakoto, y sus variantes: camaracoto, camaragoto y cameragoto.
•
Arekuna y sus variantes: arecuna, zarecuma, aricuni, jarecuna, jerecoune, arecoona, yerecuna, yaricuna y yerecuuna.
•
Taurepan, y sus variantes: taurepang, taulipang, taulepang y taulebang.
•
Pemón, y sus variantes: pemontón, pemong y pemongong. Antes de la colonia se utilizaba ya el nombre "camaragoto". La primera
referencia a los "yaricuna" proviene de fuentes coloniales del siglo XVIII. El uso del nombre "taulipang" se atribuye a Koch-Grünberg a partir de su viaje a la región del Roraima entre 1911 y 1913, y el de "pemón" a los misioneros capuchinos a partir de los años 40 del siglo XX (Cousins, 1992, 64).
Gutiérrez (1978, 508) considera la denominación "taurepan" peyorativa y carente de todo fundamento nativo. Frente a "kamara-koto", que es el habitante de
kamarata e "ingari-kok", que es morador de la Guayana Inglesa, "taurepan" .se deriva, según el autor, de taure püen (que no habla), que se relaciona con una expresión usada en las antiguas misiones del Caroní.
63
Cousins identifica a los pemones como: [...] los que viven principalmente en las tierras altas de la Región Guayanesa de Venezuela, conocida como la Gran Sabana, que forma parte del llamado Macizo Guayanés, y está situada en el extremo suroeste de Venezuela colindante con Brasil y Guyana. La región ocupada por los pemón incluye el alto y medio Caroní, el alto Cuyuní y el Paragua medio, mientras que encontramos a los pemón también en ciudades fuera de esa zona como Ciudad Bolívar y la misma Cacaras. También hay una comunidad arekuna en Guyana (Paruima) y tres poblados taurepang en Brasil (1992, 63).
Los Pemones no constituyen un grupo endogámico, se casan con personas de otras etnias. Entre los grupos que han mantenido contacto constante con ellos se encuentran los ye'kwana (de filiación caribe también) (Thomas, 1982, 310).
Gutiérrez (1978, 509) describe a los Pemones como gente del color del
indígena sudamericano, con divei^os matices gracias al mestizaje; de estatura aproximada de 1.60 mts., cuerpo fornido, rostro más bien redondeado, cabello negro mate y lacio, ojos oscuros (algo rasgados y oblicuos), labios gruesos, nariz chata y gruesa. Los pemones estaban dispersos en muchos grupos semi-independientes y
que, aunque poseían lazos de parentesco y de intercambio, no tenían conciencia de pertenecer a un mismo grupo étnico, en el sentido político (Cousins, 1992, 65), Las fuentes históricas reportan la ubicación de los Pemones "desde el Alto
Surumu y afluentes del Uraricuera en el Territorio Federal de Roraima (Brasil) hacia el norte hasta Carrao, con sus fronteras orientales en el Valle del Paragua y sus afluentes" (Thomas, 1982, 313). Los contactos continuos de este grupo con
gente no-pemón, anteriores al siglo XX, fueron mínimos. Los primeros contactos con los europeos datan del siglo XVIII cuando una misión Carmelita y militares
64
portugueses se establecieron por el Sur en el Río Branco, y los capuchinos se acercaron por el Norte en el río Caroní (Migliazza, 1980,129-130). Debido al trabajo misionero, fueron organizados en familias o pequeños grupos de familias. Algunos poblados eran mixtos, en los cuales convivían con
familias de las etnias akawaio (Guyana), makushi y wapishana (Brasil) y con criollos (región del Paragua bajo y el Caroní) (Migliazza, 1980, 130). Para
Gutiérrez (1978, 511), desde una visión muy misionera, los pemones entraron a la Historia el 11 de junio de 1933 cuando se firmó el acta de la segunda Casa Misional de Luepá, llamada "San Francisco".
La etnia pemón está subdividida en tres grupos dialectales: arekuna (pemón del norte), el kamarakoto (zonas de Kamarata y Urimán), y taurepan (pemón del sur). Los matrimonios entre los tres grupos son comunes, especialmente luego del establecimiento de las misiones (Thomas, 1982, 310). La presente investigación se dedicará al grupo taurepan.
El grupo teurepán habita en Venezuela, Brasil y Guyana. En Venezuela se ubica al sudeste del estado Bolívar, en la Gran Sabana y se concentra en las
aldeas de Francisco de Yuruaní, Maurak, Kavanayen, Kamoirán. Se trabajará específicamente en la comunidad de Manacri (Manak Kürü), aledaña a la ciudad de Santa Elena de Uairen, la cual data de los tiempos de la fundación de esta ciudad.
65
2.5.1. Organización socio-económica
En la etnia pemón no existen clanes ni linajes. La sociedad se organiza a partir de la familia como unidad primaria. El matrimonio
marca todas las
relaciones sociales y es, además, la base de la actividad económica de la
sociedad (Thomas, 1976a, 1982). Gutiérrez (1976, 529) considera que este grupo étnico es más familiar que tribal.
Ninguna ceremonia marca la realización del matrimonio, basta con que el novio cuelgue su hamaca en la casa del suegro y cumpla con el servicio postmarital que dura de uno a dos años, durante el cual debe cultivar su conuco y el
de los padres de su pareja. La edad para el matrimonio es de 15 a 17 para las mujeres y de 18 a 23 para los hombres. Las relaciones entre el hombre y su suegro marcan el desarrollo del matrimonio (Thomas1976a, 1982). La residencia
matrilocal al inicio del matrimonio es la norma, pero la residencia de los esposos puede cambiar debido a varios factores como lo son el hecho de crearse nuevos
vínculos matrimoniales en la familia de la mujer, el fallecimiento de los padres de la misma, etc. (Thomas, 1982, 348). Los pemones, según Thomas (1982), suelen agruparse de tres maneras:
grupo habitacional, asentamiento y vecindario. Urbina y Heinen (1982) señalan como formas de organización el "vecindario" y la "familia extendida", formada por los grupos domésticos.
Estos grupos domésticos o habitacionales, constituyen la "principal unidad
de producción y consumo";
están formados por la pareja madura, los hijos
66
(hembras y varones) solteros y las hijas casadas, con sus esposos e hijos. Lo común es la convivencia de hasta tres generaciones (Urbina y Heinen, 1982, 31). El sistema de parentesco se caracteriza por:
a) Estructura de filiación cognática: la pertenencia de un pemón a un grupo se establece por ascendencia consanguínea tanto femenina como masculina.
b) Matrimonio entre primos cruzados bilaterales: Una persona puede casarse con otra que pertenezca al grupo de parientes secundarios, nunca
primarios. "En el caso Pemón un hombre debe casarse con una mujer a la que él se dirige con el término wirichi y quien se dirige a él con el término ukuraf (Urbina y Heinen, 1982, 33-34). El sistema económico pemón distingue tres áreas: subsistencia, relaciones con criollos y relaciones con nativos. La subsistencia no implica intercambio comercial. Se refiere al aprovechamiento de la cosecha de los conucos, de la caza, la pesca y la recolección, para satisfacer las necesidades alimenticias del grupo.
La agricultura en la Gran Sabana no es fácil debido a sus tierras acidas. El principal cultivo de este grupo es la yuca amarga "manihot útilísima" y, en menor
cantidad, la yuca dulce "manihot dulce". Siembran, entre otros, batata morada y blanca, ñame, mapuey, ocumo, bananos, caña de azúcar, pinas, algodón, lechoza
y maíz. De la yuca obtienen el casabe, base de su dieta diaria, el almidón y el kachirí, bebida elaborada mediante la fermentación de la harina (Thomas, 1977; Gutiérrez, 1978).
67
Los pemones complementan su dieta con proteínas provenientes de la caza
y la pesca. En general comen casi todos los animales y peces que les provee el entorno salvo aquellas especies que están prohibidas antes del nacimiento de un
niño, ya que pueden llevarse su alma, entre ellas están: patos, picures, dantas,
váquiros, venados, palomas pequeñas y peces grandes (Thomas, 1982, 349-350) La segunda área, las relaciones con criollos, implica el trabajo asalariado y la compra de artículos con dinero. Thomas (1977,102-104) nos muestra el ejemplo de la Misión Capuchina en 1970-1971, en la cual los hombres se
dedicaban a la limpieza del conuco y a la construcción del edificio de la misión y de la represa necesaria para el suministro de agua. Mientras trabajaban, los indígenas recibían créditos para la compra de algunos artículos con el doble del costo que en Ciudad Bolívar. Por esta razón, los indígenas no permanecían por
mucho tiempo como jornaleros, sólo hasta que consiguieran la cantidad que les permitiera adquirir ciertos artículos como herramientas, pólvora, municiones, telas, etc. Durante su estadía se alimentaban principalmente de casabe, aurosá,
pimientos y ocasionalmente con algún enlatado que compraban. Dentro del trabajo en las minas se comportaban de la misma manera. Por último, fas relaciones nativas se refieren al intercambio de artículos,
intra o intertribales, que facilitan las actividades de subsistencia. Implican el trueque de objetos, sin intercambio de dinero ni de alimentos. Algunos de los
objetos de intercambio son: rallos, curiaras, perros de caza, ollas (barro y metal), armas y municiones, curare, cerbatanas, redes de pesca, cestería, chinchorros,
etc. (Gutiérrez, 1976; Thomas, 1982).
68
2.5.2. Vivienda
Los pemones construían tres tipos de vivienda: tapuruka 'rancho', tapui 'casa' y waipa 'casa redonda'. Para la primera, provisional, se ponen unas estacas
en el suelo en forma rectangular sobre las cuales se colocan palos largos en los
laterales y más cortos en los lados estrechos, y sobre estos una cumbrera que se cubre con palmas, hojas o hierba. La segunda, más estable, posee paredes de
bahareque (al contrario de la anterior que no siempre las posee) y la cumbrera generalmente termina en un palo largo o en palos yuxtapuestos sobre los que se tejen palmas u otros elementos. La última, tiene base circular y ovalada, suelo aprisionado, paredes de bahareque y techo de palma o paja, no tiene divisiones
interiores y todo se sujeta con bejucos o lianas. Puede ser considerada el tipo propio de habitación de este grupo y suele ser utilizada para fines culturales (Gutiérrez, 1978, 515-516).
La palma de moriche es muy utilizada para hacer los techos. En aquellas zonas donde no se encuentre esta planta, se utiliza la hoja de paruya (Gutiérrez, 1978,516).
2.5.3. Música
Cuenta Gutiérrez (1978, 548) que los pemones tienen muy desarrollado el sentido del sonido y del ritmo. En su cultura musical abundan los cantos de
trabajo, de cuna, de amor y sagrados. Entre estos últimos se encuentra el Murwa, entonado para la protección de influencias negativas; y el Marik, canto tradicional.
Las danzas tienen motivos sociales, excepto la "areruya", introducida por los
69
protestantes. La Parichara que se baila en círculos para invocar a los animales, se
realiza en cualquier ocasión. Los participantes se pintan el cuerpo y se adornan con coronas de plumas.
Entre los instrumentos musicales podemos encontrar pitos de caña, flautas también de caña (de sonido dulzón y melancólico), flautas de tibia de venado,
tambores y maracas. Los pemones utilizan también dos bastones, el waronka y el kevei, con los que marcan el paso golpeando el suelo. (Gutiérrez, 549). 2.5.4. Religión
Son los capuchinos los religiosos que con más intensidad han realizado trabajo misional dentro de los grupos pemones. Han fundado seis misiones: Santa
Elena de Uairen, Kavanayen, Kamarata, Wonkén, Urimán y La Paragua (Setién, 1984). Dentro de estos grupos han surgido ciertos movimientos religiosos con el Areruya (Aleluya), el Chochimuh y el San Miguel (Thomas, 1976b). La religión Aleluya surgió entre 1870 y 1880, entre los makushi. Koch-
Grünberg opina que los pemones recibieron esta religión directamente de los makushi (c.p. Thomas, 1976b, 6). El movimiento de San Miguel se inició en 1971. Es una mezcla de "conceptos religiosos indígenas y chamanistas con enseñanzas
católicas procedentes de los misioneros que evangelizaron el territorio tribal" (Id. 1). Algunas comunidades han recibido una gran influencia adventista: Yuruaní
(Kumarakapai), Maurak y Betania (Wariwantei), Apoipó, La Colonia y Mata-kutia.
70
2.5.5. La lengua
La familia caribe es la tercera en extensión de América del Sur, precedida por la arawaka y la tupí-guaraní. Se cuentan en ella de 40 a 60 lenguas, incluyendo las desaparecidas o en vías de extinción. Estas lenguas encuentran dispersas desde el sudeste y nordeste de Colombia hasta las Guayanas, y al sur del Amazonas, entre este río y la cuenca del Xingu (Fabre, 2005, 1) Salvatore Gilij, en el siglo XVIII, fue el primero en advertir la similitud entre un grupo de lenguas habladas en los territorios de las misiones del Orinoco.
Posteriormente se realizaron otros estudios.
Entre las clasificaciones más
destacadas podemos nombrar a Girad (c.p. Fabre, 2005, 2), quien distingue quince subgrupos no jerarquizados. Este autor ubica el pemón en el último, denominado residual, junto a otras 14 lenguas que no logra clasificar dentro del tronco caribe.
Kaufman (c.p. Gildea, 1992) considera, dentro de la rama norte-amazónica, una subrama pemong integrada por: makuxi, pemong, taurepan. kamarakoto,
kapong, akawaio, patamona y parukoto. Durbin (c.p. Fabre, 2005, 4) ubica al
pemón dentro del grupo D Caribe Guáyanos oriental y occidental, subgrupo V, denominado makusi. Para Gildea, este grupo es el más problemático, ya que está constituido por lenguas que no pudieron ser incluidas en ningún otro grupo. Villalón (c.p. Fabre, 2005) divide esta familia lingüística en: caribe nuclear u
oriental y caribe periférico u occidental; y ubica al pemón dentro del primer grupo. Para Migliazza (1980, 121) existe una estrecha relación entre el pemón y el kapón. Esta última lengua reúne a tres pequeños grupos: akawaio, ingarikó y patamona.
71
Las diferencias entre las tres lenguas son consideradas por el autor como insignificantes. A su vez, el pemón, como ya lo hemos mencionado, reúne tres
dialectos inteligibles como el arekuna, taurepan y kamarakoto. Una clasificación
más cercana incluye al pemón entre las lenguas del área del Circum-roraima, junto al ingarikó, el akawaio y el makushi. Las semejanzas entre estas lenguas es
interesante (Álvarez, 1994). Longa (2003: 21) señala que dentro del grupo taurepan existe un
bilingüismo no homogéneo, determinado, entre otros factores, por el área de ocupación geográfica. Su ubicación en un área tripartita Venezuela-Guyana-Brasil,
le permite conocer y usar otras lenguas como el castellano, el portugués y el inglés. Estas lenguas han enriquecido la lengua pemón con nuevos vocablos.
Sin embargo, para la autora "el uso del taurepan como primera lengua revela que la vitalidad de la lengua materna en el seno del grupo es muy fuerte [...] el uso el español y del portugués como segunda lengua tiene una vitalidad relativa en el grupo, especialmente en dominios públicos como la escuela, el trabajo y en las reuniones intergrupales" (Longa, 2003, 21). Algunos de los préstamos que encontramos en pemón son; •
Del castellano: rami 'alambre', arkora
'argolla', kabare 'caballo',
kaareta 'carta', paka 'vaca, toro'.
•
Del portugués: chanera 'ventana', sirinka 'goma, caucho', purunu 'horno, budare".
•
Del inglés: chitoro 'ciudad', chiripa "plata'.
72
2.5.6. Los pemones en los siglos XX y XXI
La Resolución del 22 de febrero de 1922 con el Convenio entre Ejecutivo Nacional y la Orden Capuchina, dio origen a la Misión del Caroní, la cual incluía "Todo el Territorio Federal Delta Amacuro y también del Estado Bolívar comprendido desde la desembocadura del Caroní hasta la frontera con Brasil,
cuya línea sigue con la frontera con Guyana hasta el mar (Gutiérrez, 1978, 499) Esta Misión fue dividida en tres zonas, una de ellas se extendía desde el
Paralelo 6o hasta la frontera Este-Sur del Venezuela (hoya hidrográfica ParaguaCaroní). En esta zona habitaba principalmente el grupo pemón (Gutiérrez, 1978, 499-501).
Se presume que las costumbres y tradiciones de este grupo sufrieron ciertos cambios a partir de la penetración de las misiones en 1920. La adopción de las religiones, católica o adventista, ha influido en la eliminación de la reclusión de
las muchachas a partir de la primera menstruación, el uso del guayuco, pintura facial y corporal, uso de adornos; y han disminuido los ritos chamánicos. El
matrimonio preferencial entre primos cruzados y el sistema de terminología de parentesco propio están desapareciendo en beneficio de sistemas similares a los
de los criollos (Cousins, 1992, 66-67).
73
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Mapa 2: Poblamiento Indígena actual por Familia Lingüística. Tomado de Instituto Geográfico de Venezuela (2003)
A partir de los años 70 del siglo XX, la economía pemón dio un vuelco: de dedicarse a la agricultura pasaron a dedicarse a la minería artesanal, se
monetarízó la economía y esto trajo como consecuencia cambios en las relaciones
de parentesco, tales como la relación suegro-yerno (Cousins, 1991). Se estima que la población pemón en esa época, en Venezuela, era: arekuna, 1.600; kamarakoto, 600; y taurepan, 1.800 (Thomas, 1982, 311). Los pemones han realizado diversos esfuerzos en la defensa de sus
derechos. En lo político, se apropiaron de la "Federación Indígena del Estado Bolívar", creada en en 1972, por el Estado venezolano. En lo económico han
74
luchado y luchan por conseguir concesiones mineras y permisos turísticos y agricultura comercial. A la par de su lucha, han sido arrinconados, nos explica Cousins (1992, 71), por el desarrollo nacional: proyectos como la represa hidroeléctrica del "Guri", construcción de pequeñas represas y represa en el Alto Mazaruni.
En la actualidad, este pueblo vive principalmente en la región de la Gran Sabana y en la sierra de Imataca, al sur-oeste de Venezuela, en el estado Bolívar. El censo realizado en el año 2001 registra 27.157 personas.
En 1997 se realizó en San Francisco de Yuruaní (Kumarakupá\), el II
Congreso Pemón. En este evento, etnias de Venezuela, Guyana y Brasil, unieron esfuerzos para solicitar al Estado venezolano que reconociera el título de propiedad de la tierra, hacer frente a la apertura minera de la Reserva Forestal de
Imataca y al tendido eléctrico Venezuela-Brasil (Martínez, 2004, 6).
Este tendido eléctrico nació del acuerdo firmado en 1997 por los presidentes de Brasil y Venezuela, Fernando Enrique Cardoso y Rafael Caldera, respectivamente. La obra atraviesa los Parque Nacionales de Canaima e Imataca,
la cuenca alta del río Caroní y zonas de tepuyes. Estos territorios están ocupados por indígenas pemones, akawaios y ka'riñas. Luego de la aprobación de la Constitución de 1999, el Vicepresidente de la
República de Venezuela, Isaías Rodríguez, y una delegación de la Federación Indígena de Bolívar, firmaron un acuerdo que incluía la aceptación del Tendido, la agilización del proceso de demarcación de tierras, el compromiso del Estado de no hacer más proyectos (gubernamentales o privados) sin la autorización de los
75
indígenas y la creación de un fondo de desarrollo integral para los pueblos indígenas (García; c.p. Martínez, 2004, 7). Pero este acuerdo no acabó con la confrontación.
SEGUNDA PARTE
Gramática de Referencia del Pemón
Capítulo I
Fonología
78
1. FONOLOGÍA 1.1-
SISTEMA FONOLÓGICO
Toda lengua posee un conjunto de elementos limitados o finitos que al ser combinados permiten la formación de las palabras de su léxico. El conocimiento de estas unidades es fundamental para el estudio de cualquier lengua. Estas unidades finitas son los fonemas. Las mismas han sido definidas como unidades
mínimas (por tanto indivisibles) que, aunque carecen de significado, nos permiten hacer distinciones semánticas (Obediente, 1988, 23-24). El pemón posee el siguiente sistema fonológico, formado por 10 fonemas consonanticos y 7 vocálicos:
Tabla 2 : Fonemas consonanticos del pemón
Oclusiva
Labial
Coronal
Velar
Glotal
P
t
k
7
Fricativa
s
Nasal
m
Vibrante
n r
Glide
w
y
Tabla 3: Fonemas vocálicos del pemón Anterior Altas Medias
Bajas
Central
posterior
79
1.1.1. Fonemas y alófonos Los fonemas, unidades abstractas, están en la mente de los hablantes de
una lengua. Cuando estos hablantes utilizan su lengua, los sonidos sufren ciertos cambios de acuerdo a su posición con respecto a otros sonidos que lo rodean. Por lo tanto, un fonema puede tener más de una forma de realizarse. Cada una de estas variantes recibe el nombre de alófono. Los alófonos son, entonces, las
distintas realizaciones fonéticas (concretas y específicas) de un fonema
al
momento de ser pronunciados por los hablantes.
Por lo general las diferencias alofónicas no son percibidas por los hablantes; pero en algunos casos, son tan evidentes que la comunidad lingüística
llega a considerarlas como fonemas diferentes. Esto puede acarrear dudas en el establecimiento de una ortografía y, por consiguiente, en la elaboración de diccionarios y gramáticas. Uno de los fenómenos más importantes en esta lengua es la palatalización, el cual puede apreciarse claramente cuando a una base nominal o verbal se le prefija la forma de 3ra persona /-, como en los siguientes ejemplos: [11 a.
c.
usan
b.
ichan
u-san
i-san
1S-madre
3S-madre
mi madre
su madre
usaraima
d.
icharaima
u- saraima
i- saraima
1S-peinar me peina.
3S-peinar lo peina
80
En esta lengua podemos encontrar palabras iniciadas con ch, que son producto de palatalización de la consonante y la aféresis de la vocal inicial /-, como se aprecia en [2]: [2] a.
Mure da
Ótók
soresorema'pó.
Mure
da
mure
ya
otók
soresorema-'po
mure
ya
i-soresorema-'pó
niño
ERG
Piedra
deslizar-PAS
niño
ERG
3S-deslizar-PAS
El niño deslizó la piedra.
b.
choresorema'pó.
El niño la deslizó.
Álvarez (2000a) se interesa por las entradas lexicales de estos verbos con ch inicial que se pueden encontrar tanto en Armellada y Gutiérrez, 1981 (c. p.
Álvarez, 2000a, 1); como en Uzcátegui, 1982 (c. p. Álvarez, 2000a, 1), ya que al ser analizados se evidencia que su encabezamiento en un diccionario pemón debería ser con s inicial.
A continuación sistematizaremos la alomorfía del pemón, Se transcriben entre barras oblicuas los fonemas; y entre corchetes, los alófonos. Se incluye,
además, la comparación con el repertorio fonológico del castellano, ya que nos puede ayudar a lograr una mayor comprensión de estos fonemas. Para realizar
esta labor, se tomó como punto de partida el trabajo realizado por Mosonyi y Mosonyi (2000, 495-497):
Tabla 4: Fonemas y alófonos consonanticos del pemón
Fonema |
Equiv. en castellano
[k1] Virtualmente idéntica a la "k" del castellano.
Contornos
Alofono
vn
[k]
Se palataliza cuando es precedido por la vocal anterior alta [i]. Se labializa cuando es precedido por la
vocal posterior alta [u]. En el resto de los contornos.
Ejemplos
[kJa:paJü] 'Ikabarú'
[k a:i]
[ 'lo dije' [sekenpan]
'cojo' Iml
Casi idéntica a la "m" del castellano.
/n/
Casi idéntica a la"n" del castellano.
[müJe]
[m]
En todos los contextos.
[n]
Se palataliza cuando está precedido por la vocal anterior alta [i].
ni
Se velariza ante consonante velar.
'niño'
[ipa] 'nosotros'
[manuqkó] 'baila'
[m]
Se labializa ante consonante oclusiva labial.
lL /p/
[n]
En el resto de los contornos.
[sampura] 'tambor'
[ene:ton] 'animales'
IpT
Prácticamente idéntica a la
vocal posterior alta [u].
[pwe:toi] 'mi amigo'
Se fricatiza entre vocales.
[tapaJa]
Se labializa cuando es precedida por la
"p" del castellano. [W
'cuchillo'
[p] Ixl
Coarticulación V y "I". No existe equivalente en castellano.
[J]
W Isl
Prácticamente idéntica a la "s" del castellano.
[s]
En el resto de los contornos.
[ipana] 'oreja'
En todos los contornos.
[su?paJa] 'gallina'
Cuando precede o sigue a la vocal anterior alta [i], se pronuncia la africada palatal (similar a la ch del castellano).
[etíi] 'ser' [ixjan]
En el resto de los contornos.
[usan]
'su
mamá' mi
mamá'
w /t/
Idéntica
a
la
"t"
del
Se palataliza, cuando está precedido por la vocal anterior alta [i].
[it'aimo]
Se sonoriza cuando es precedida por
[pandon]
'su abuelo'
castellano.
[d]
/y/
Parecida a la "y" de 'yeso' del castellano, pero más vocálica.
consonante nasal.
'relato'
[t]
En el resto de los contornos.
[tuna] 'agua'
LW
Todos los contornos, en posición prenuclear.
[jamu?]
[d]
alófono libre.
[damu?] [woi]
'COLEC
'COLEC /w/
m
[w]
Todos los contornos, en posición
'hueco'.
prenuclear.
'alrededor'
No existe equivalente en
[h]
Se fricatiza cuando precede a
[wohpó]
Parecida a la "u" de
consonantes oclusivas sordas.
castellano.
'matar
(PAsy
[?]
En el resto de los contornos.
[we?numü] 'dormir'
82
Tabla 5: Fonemas y alófonos vocálicos del pemón Contornos
Equivalencia en castellano
lal
I Casi idéntica a la "a" del castellano.
fel
I Virtualmente idéntica a la "e" del castellano
Casi idéntica a la "i" del
[i]
sílaba.
castellano
Ül
úl
1.2.
Todos los contornos, en núcleo de
En posición postnuclear.
[apirji] 'tomar' [woi] 'alrededor'
No existe equiva
[ castellano.
SISTEMA DE ESCRITURA
Desde las primeras investigaciones sobre estas lenguas hasta nuestros días se han propuesto seis alfabetos para el pemón: •
Alfabeto de Koch Grünberg.
•
Alfabeto Armellada-Gutiérrez.
• Alfabeto de Lenguas Indígenas de Venezuela (ALIV). •
Alfabeto de los Protestantes.
• Alfabeto de la Sociedad Civil de Apoyo al Indígena (UNUMA). •
Alfabeto del Proyecto Itekare Yuwa.
83
La presente gramática respeta, en lo posible, el trabajo que han realizado los
miembros de Itekare Yuwa (s.f.), ya que estos maestros, luego del estudio de los
alfabetos anteriores, han llegado a un importante consenso; y son posibles usuarios de esta gramática y responsables de la enseñanza de esta lengua en la escuela.
El alfabeto propuesto en esta gramática consta de 20 grafemas, 7 vocálicos y 13 consonanticos, de los cuales la ñ es usada exclusivamente por el dialecto kamarakoto.
a, ch, d, e, i, k, m,n, ñ, o, o, p, r, s, t, u, ü, w, y,'.
El grupo Itekare Yuwa (s.f.) propone que:
• Cuando a final de sílaba se encuentren las vocales üi, se escriba üy, para evitar confusiones; así tapüi 'casa', se debe escribir tapüy. •
El fonema glotal /?/ a final de palabra, se represente con el grafema K.
•
El fonema /s/, por su parte, se representa mediante dos grafemas: s, ch. Este último producto de la palatalización de /s/. Esta alomorfía es tomada en cuenta por la plena conciencia que de ella tiene el hablante.
1.3.
LA SÍLABA
Una sílaba es una unidad fónica formada por uno o más fonemas, es cada
una de las emisiones de voz que integran una palabra. Esta unidad comienza y termina con una depresión y su centro está constituido por una cima (DRAE, 2000, 1879). Veamos un ejemplo de segmentación silábica en castellano: Teléfono:
Te»lé*fo-no
84
Cada lengua permite ciertas combinaciones de fonemas dentro de sus sílabas.
En pemón, estas combinaciones de fonemas vocálicos (V) y
consonántivos (C) en una sílaba son: Tabla 6: Combinaciones silábicas del pemón Monofónica
V
e-ne
Bifonémicas
W CV VC
artou
'sin dilación'
ne*ke
(NEG) 'puerta'
Trifonémicas
Cuatrifonémicas
in»na*ta
CW
'sol'
wc
'¡Ayr
cwv
kuai
cwc
a'*naik
moriche'
1 'maíz'
La estructura silábica en pemón puede representarse mediante la siguiente fórmula:
(C) V (C) Mientras las
sílabas bifonémicas CV son las
más frecuentes,
las
trifonémicas son las menos frecuentes. El núcleo silábico es la vocal, ya que ella
sola puede constituir una sílaba. Por no ser opcional, la vocal nuclear es la única que no aparece entre paréntesis en la fórmula presentada. Todas las consonantes pueden aparecer en posición inicial de sílaba [3],
pero en posición final de sílaba encontramos sólo a la consonante nasal alveolar Inl y a la glotal /?/ [4]. [3]
a. /pü-nun/ c. /pa- ron/
'amor' b. /e?-pi/ labio' 'enfermedad' d. /e-nu?*sa?/ 'apagado'
e. /a-tun*nuvsa?/
'apretado'
f.
/da?-tai/
'tiempo'
85
[4]
a
/kai-ku-se/ 'tigre'
d. /ta-püi/ g. /pu-rai/
b /pon/
Vestido'
c. /ó-tó?/
'casa' e. /pü*nün/ 'cariño' f. 'sandalia' h. /ma?*non/ 'muchacha' i.
^ ,
'piedra
/wu-ri?/ 'mujer' /mo*ro?/ 'pez'
1.3.1. Diptongos
La fonología tradicional reconoce en la sílaba tres partes:
a) Ataque: consonante(s) que precede(n) a la vocal nuclear;
b) Núcleo: llamada también ápice, cima, cumbre o centro y, por lo general, es una vocal); y
c) Coda: consonante(s) que sigue(n) al núcleo de la sílaba. Frente a esta división, la fonología métrica ofrece un enfoque jerárquico en la
sílaba, en el cual se identifican dos constituyentes principales: ataque y rima. El
primero está constituido por la o las consonantes iniciales (opcionales); la rima, por su parte, está constituida por el núcleo vocálico y las consonantes postnucleares (opcionales) (Crystal, 2000, 513).
Ataque o
Rima
arranque
Núcleo
Coda
A la coincidencia de vocales que se articulan en una misma emisión de voz
(sílaba), se denomina diptongo. Para que exista un diptongo una de las vocales
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que coinciden debe ser la anterior alta /i/ o la posterior alta luí. En estos casos, estas vocales, se convierten en semivocales o semiconsonantes.
Existen tres tipos de diptongos: a) decrecientes o descendentes: en los cuales el segundo elemento es /i/ o luí; b) creciente o ascendente: en los cuales /i/ o luí ocupan la primera posición; y c) neutro: en los cuales se encuentran las dos vocales altas i\ul o /uj/.
Las lenguas pueden no presentar todos tipos de diptongos. Cuando existe
un verdadero diptongo en una sílaba, las dos vocales se encuentran en la rima, por tanto es pesada; cuando la primera vocal forma parte del ataque, la sílaba es liviana; por último, si la segunda vocal no forma parte de la rima, es miembro de la sílaba siguiente. Para que exista, entonces, un diptongo, las dos vocales deben estar unidas dentro de la rima.
La inexistencia de los diptongos ascendentes o crecientes se evidencia en
esta lengua, que con una estructura métrica yámbica organiza sus palabras en grupos de dos sílabas, una liviana y una pesada (ver 1.4.1.)-
Cuando en pemón una vocal alta /i/ o /u/, precede a cualquier otra vocal, el hablante no las reconoce como miembros de la misma sílaba. Esto se evidencia
en la necesidad de darle mayor peso a la sílaba que contiene a la segunda vocal, por medio del alargamiento vocálico, como en [5a], o por la introducción de otra
consonante, como en [5b], que de esta forma pasa a formar parte del siguiente pie yámbico:
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[5] a
chiapu
b.
siriana
(chi-aa) • (pu)
(si-rii)-(ya*na)
almacén
grupo sanema
El pemón posee diptongos decrecientes o descendentes [6], y neutros [7]: [6] a.
ai:
[maj-kah-pa]
'guardó'
D-
a":
[tawJeh-p9]
'dijo' 'regañar'
c.
ei:
[e*nej-ka]
d.
eu:
jpewpew]
e.
oí:
f.
oí:
g. h.
ou: ou:
[po-koj] [yoj] [ai-tow] [tawkin]
ideófono' 'lamento'
'árbol' 'sin dilación' 'uno'
[7] a. iu: b. ui:
[a-tjiw] [saiTTiu-kwi'na]
'claro' 'voy a recoger'
1.4. RASGOS SUPRASEGMENTALES
1.4.1. Acento y estructura métrica
Todas las palabras del pemón son agudas; es decir, poseen un acento primario predecible en la última sílaba; por tanto, no es necesario marcarlo ortográficamente como en el castellano. [8] a.
tan*chi
'barba'
b.
mo-rok
'pez'
c.
e*nu*pa
'educar'
El pemón posee, además, una estructura métrica yámbica. De acuerdo a
este patrón, cada palabra de la lengua se organiza en pies; cada pie, a su vez,
está constituido por dos sílabas. La primera, liviana, caracterizada por una sílaba corta (V o CV); la segunda, pesada, caracterizada por una sílaba larga (CW o
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CVC). Esta segunda sílaba es el núcleo del pie yámbico. Observemos en [9], cómo el peso de cada sílaba está determinado por su lugar dentro del pie: [9] a. /pa-taa/ b. /u-paa*ta/ c. d.
pata upata
'lugar' 'mi lugar'
/e-paa-ta-man/ epataman /tee*pa«taa-ma*sen/ teepatamasen
'colonizar' 'colono'
La estructura métrica yámbica ha sido denominada también acento
yámbico.
Hasta 1997 dicho acento era considerado una forma de "longitud
vocálica". El primero en dudar del carácter fonémico de la duración vocálica fue
Álvarez (1997), quien describió las propiedades de esta estructura métrica (Álvarez, 2000a, 80): a) La métrica del pemón se divide en pies yámbicos con núcleo a la derecha.
b) Se permiten pies degenerados; es decir, constituidos por una sola sílaba (ej. (pi.ro).(to.to).(ko) 'abalea'.
c) Se consideran livianas las sílabas V y CV; y pesadas las sílabas W y VC:
[10]
a. (ai) • (mu* Ku) • (da) b. (en) • (ta- ko) • (ro- ka) • PLLL 'recoge'
(ka)
PLLLLL 'eructa'
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d) El pie yámbico puede ser optimizado. De acuerdo a esta propiedad, como la cabeza del pie yámbico debe ser pesada, una sílaba liviana se optimiza mediante el alargamiento de la vocal. [11]
a- (ai) * (mu* Kuu) • (da) b. (en) • (ta- koo) • (ro* kaa) • PLPL 'recoge'
(ka)
PLPLPL 'eructa'
e) Toda palabra debe tener por lo menos un pie métrico. f) La cabeza del último es la sílaba tónica de la palabra.
En un interesante número de palabras existe lo que algunos estudiosos de
la lengua han considerado "vocales largas", diferenciándolas del alargamiento
vocálico propio de la estructura métrica de esta lengua. Mosonyi y Mosonyi (2000) consideran que este fenómeno es impredecible. Álvarez (2000a, 81) lo aprecia como la mera concatenación morfológica con el encuentro de vocales idénticas, como ocurre en el español en casos como coordenada y coordinación.
Esto se produce especialmente en palabras cuyas raíces se inician con
vocal, a las cuales se les ha agregado el prefijo tV-. Pero puede ocurrir también en medio de palabra. Veamos los siguientes ejemplos: [12]
a. tee-se*nu*pa*sen
te-esenupasen
'estudiante, aprendiz'
b.
tee-pan«ta-ka*sen
te-epantakasen
'divisible'
c.
taa'ri-won»sen
te-ariwonsen
'volador'
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1.4.2. Reducción silábica
La reducción silábica es un proceso de dos fases mediante el cual algunas sílabas CVafta finales de tema, al recibir un morfema iniciado en consonante
obstruyente (oclusiva, africada o fricativa) o nasal, produce: (a) la desaparición de
la vocal; y (b) el resilabeo de la consonante que permanece, con lo cual pasa a formar parte de la sílaba anterior. Si la consonante es obstruyente, pierde sus rasgos supraglotales y se transforma en una glotal (oclusiva o fricativa); si es
nasal, toma el mismo punto de articulación de la consonante que le sigue. Este fenómeno es evidente al agregar el morfema de imperativo -kó al tema de presente de un verbo.
[13] Consonante nasal:
a.
Presente
Imperativo
Glosa
wanümü
wanünko
'dormir'
namümü
manünko
'bailar'
anumü
anünko
'tomar'
ekatumü
ekatunko
'correr'
Consonante obstruyente: b.
Presente
Imperativo
Glosa
echi
e'ko
^ser'
kapü
ka'ko
'tejer'
nepü putu apichi
ne'ko pu'ko achi'ko
'traer' 'saber' 'tomar'
La consonante sola no puede formar una sílaba, ya que no puede ser núcleo; pero la lengua, que no permite la pérdida total de la sílaba, mantiene la
huella como parte de la sílaba anterior, convirtiéndola en una sílaba pesada. Esta segunda fase del fenómeno descrito constituye un proceso de reparación de la
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estructura métrica de la palabra o preservación de la mora. La palabra ha perdido una sílaba, pero mantiene el número de moras. Este interesante fenómeno, presente en otras lenguas caribes, es reportado por Álvarez (1996) en pemón,
quien busca una explicación a la variedad de sílabas temáticas propuestas por la pemonística clásica.
1.4.3. Entonación
La entonación es "la sensación perceptiva de las variaciones de tono, duración e intensidad a lo largo de un enunciado, al modo de una escala musical"
(Aguilar, 2000, 115). Tiene funciones fonológicas, pragmáticas y extralingüísticas (Aguilar, 2000): •
Distingue los límites de cada enunciado.
•
Identifica modalidades oracionales,
como por ejemplo enunciados
afirmativos (Juan vino ayer) de enunciados interrogativos (¿Juan vino ayer?).
• Realza algún fragmento dentro del enunciado, de interés para el hablante.
• Aporta
información
sobre
las actitudes,
intenciones,
emociones,
sentimientos y creencias del hablante.
•
Identifica la procedencia geográfica y social del hablante.
La entonación, en pemón, permite distinguir las oraciones enunciativas, las interrogativas totales y parciales.
Las oraciones enunciativas, declaran o informan un hecho para afirmarlo o negarlo con certeza. El patrón melódico estas oraciones, de acuerdo con el
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ejemplo tomado, se caracteriza por una inflexión ascendente hasta la primera sílaba acentuada non, con cierta uniformidad en el cuerpo central y una inflexión descendente desde la penúltima sílaba póu. •»i»WW3»«MBOO«WO»OWWBOOOO«0»9»»W8080eCOa>
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Figura 1: Representación oscilográfica (parte superior) y curva melódica (parte inferior de la oración enunciativa Ma'non pichu'ka'póuya Tú besaste a la muchacha'
Las oraciones interrogativas permiten hacer preguntas. Estas pueden ser
totales o parciales. Las primeras interrogan sobre el total del enunciado y exigen una respuesta de "sí" o "no". El patrón melódico de este tipo de oraciones, de acuerdo con el ejemplo tomado, se caracteriza por una inflexión ascendente hasta
la primera sílaba acentuada non, con uniformidad en el tono central, una inflexión ascendente en la penúltima sílaba pou y una inflexión descendente en la última sílaba ya.
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Figura 2: Representación oscilográfica (parte superior) y curva melódica (parte inferior de la oración interrogativa ¿Ma'non pichu'ka'póuya? '¿Tú besaste a la muchacha?'
Las interrogativas parciales preguntan sobre una parte del enunciado y se caracterizan por presentar un pronombre interrogativo. El patrón melódico de estas oraciones, según el ejemplo presentado, se caracteriza por una inflexión
ascendente hasta la primera sílaba acentuada nuk, un cuerpo central uniforme, una leve inflexión descendente en la penúltima sílaba póu que vuelve a ascender en la última sílaba ya. ™»*>*»