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Título original: LA GYMNASTIQUE FACIALE Traducido del francés por Antonio Rodríguez Esteban Diseño de portada: Editorial Sirio, S.A. Fotografías: Cory Sorensen y Antoine Bonsorte Ilustraciones: Amy-Zone ©
©
de la edición original 2006 Les Éditions de l’Homme una división del grupo Sogides Montréal, Québec de la presente edición EDITORIAL SIRIO, S.A.
EDITORIAL SIRIO
ED. SIRIO ARGENTINA
C/ Panaderos, 14 29005-Málaga España
Nirvana Libros S.A. de C.V. 3ª Cerrada de Minas, 501 Bodega nº 8 , Col. Arvide Del.: Alvaro Obregón México D.F., 01280
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Prefacio PREFACIO
Debido al incremento de la esperanza de vida, luchar contra el envejecimiento cutáneo ha pasado a ser una preocupación notable en nuestra sociedad. La cirugía estética de rejuvenecimiento, que en realidad es de «recuperación de un estado anterior», desempeña un papel muy importante en esta lucha. El cuidado del rostro se integra en un contexto global que comprende reglas higiénico-dietéticas –ausencia de tabaco, precauciones con la exposición al sol, etc.– y cuidados cosméticos basados en las cremas hidratantes de belleza. Añadir la
gimnasia facial nos ayudará mucho a prevenir las alteraciones causadas por el paso del tiempo. El libro de Catherine Pez propone ejercicios sencillos y efectivos que están al alcance de todos, ilustrados con tablas anatómicas que indican claramente los músculos en acción. Estamos ante una obra clara, rica e innovadora. Doctor Bertrand Matteoli, cirujano plástico
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Prólogo PRÓLOGO
Nuestro rostro posee una estructura especial, consecuencia de nuestro patrimonio genético y de nuestra osamenta, pero también del estado de los músculos subyacentes. Sin embargo, a menudo olvidamos que la estructura del rostro está conformada por más de cincuenta músculos, que son los que, en gran parte, determinan su apariencia. Su función es tan importante como la del resto de la musculatura corporal, que sostiene el esqueleto y lo pone en movimiento. Existen ejercicios destinados a desarrollar, flexibilizar y tonificar la musculatura del rostro, tal como hacemos con el resto del cuerpo. Se trata de la gimnasia facial.
Desgraciadamente, con la edad asistimos a fenómenos de alteración más o menos notables. La elasticidad, el tono y la frescura de la piel disminuyen. Los rasgos se difuminan, los pómulos se vacían, las mejillas se transforman en mofletes, los párpados se aflojan. Y las inevitables arrugas de expresión aprovechan el déficit de colágeno para hacerse más profundas. Esta perspectiva, lejos de ser idílica, con frecuencia induce a las mujeres a considerar el recurso a la cirugía estética, pero es perfectamente posible retrasar esa opción. ¿Cómo? Mediante la práctica de la gimnasia facial.
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Introducción
Gimnasia facial
EFECTO DE L A GIMNASIA FACIAL EN L A PIEL Y LOS MÚS CULOS DEL ROSTRO
La gimnasia facial consiste en una serie de ejercicios cuyo objetivo es mantener la forma de los músculos del rostro, principalmente donde más necesario sea. Se trata de corregir un óvalo flácido, desarrugar el contorno de los labios, despejar la mirada, borrar un doble mentón, etc. De hecho, como comprobarás, todo es posible. Para empezar, nos basaremos en los músculos que forman la estructura y la base del rostro y la expresión. Del mismo modo en que entrenamos nuestro cuerpo para fortalecer el abdomen, por ejemplo, nos dispondremos ahora a «ejercitar» nuestra faz, y esa acción sobre los músculos retrasará o incluso frenará la pérdida de vitalidad de la piel. Con el paso del tiempo, las fibras de la piel se atrofian progresivamente. La dermis segrega una menor cantidad de elastina y colágeno, y más tarde la disminución de las hormonas femeninas agrava esta situación. Afortunadamente, la gimnasia facial aumenta el volumen y la tonificación de las fibras
musculares, al tiempo que estimula la circulación subcutánea. Así, vivificada por estos ejercicios, la piel adquiere un mejor color, y se vuelve más firme y menos seca o grasa, según el caso. Cuanto más practiques estos ejercicios, más comprobarás sus efectos benéficos en la tonicidad de la piel y el brillo de la tez. Verás también cómo mejora la eficacia de tus cremas. La gimnasia facial es eficaz, segura y tan sencilla de poner en práctica que sería una lástima privarse de ella. Además, aporta una satisfacción muy gratificante, la de utilizar al máximo los recursos de la naturaleza; esa sensación es comparable a la que experimentamos cuando practicamos asiduamente un deporte o cumplimos con eficacia cualquier trabajo sobre nosotros mismos. Acudir a un cirujano estético es un acto pasivo; sin embargo, practicar la gimnasia facial es un acto voluntario que nos responsabiliza y nos motiva, lo cual justifica ampliamente los cinco minutos diarios que le dedicaremos.
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parte
El método EL MÉTODO
Este libro presenta un fácil y eficaz método de entretenimiento ilustrado con tablas anatómicas de los músculos del rostro. Los ejercicios siempre están destinados a reforzar ciertos músculos bien identificados. Al principio, realiza el ejercicio al menos unas diez veces seguidas para comprender exactamente la función del músculo y su efecto en la piel. Deberás ser perseverante, al menos en un primer momento, a fin de devolver a los músculos la tonicidad perdida. Los resultados pueden variar en función de las personas. Tres sesiones bastarán para algunas mujeres: para otras serán necesarias diez. Pero, independientemente de la frecuencia con que lo hagas, ¡el resultado será espectacular!
Cuando domines bien la técnica, practica el ejercicio hasta el momento en que el músculo «se caliente», es decir, cuando al masajearlo produzca calor; así medirás mejor su eficacia. Para conseguirlo, es necesario visualizar la zona que queremos trabajar. Se trata de adoptar una buena posición ante un espejo (la mejor es aquella en la que te encuentres más cómoda: de pie ante un espejo, sentada o incluso recostada, siempre que la cabeza no se incline hacia ningún lado). Después, cuando domines la técnica, no necesitarás ya el espejo y podrás realizar los ejercicios en cualquier lugar, incluso en el coche durante un trayecto largo. ¡Sólo corres el riesgo de que los demás conductores piensen que sufres de tics nerviosos! 13
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NOCIONES DE ANATOMÍA
Para comprender mejor la acción de los músculos y los beneficios que podemos obtener, son indispensables algunas nociones de anatomía facial. Para empezar, el rostro se divide en tres zonas: el tercio inferior mandibular, el tercio medio máxilo-naso-zigomático y el tercio superior órbito-frontal.
«Conocer es saber»
El tercio inferior mandibular El ejercicio de los músculos de la parte inferior del rostro afinará el mentón y el óvalo de la cara, llenará las mejillas, redondeará los labios y reafirmará la piel del cuello. Los músculos principales son el platismo (músculo cutáneo del cuello), los orbiculares de la boca, el mentoniano, los bucinadores, los maseteros y los depresores de los ángulos de la boca.
LA GIMNASIA FACIAL
El tercio medio máxilo-naso-zigomático El ejercicio de estos músculos esculpirá los pómulos, rellenará el espacio bajo los orbiculares, y evitará las patas de gallo y los surcos nasogenianos. Incluye los músculos zigomáticos mayores y menores, la parte superior de los bucinadores, los maseteros, los elevadores del labio superior, el risorio y los nasales.
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El tercio superior órbito-frontal El ejercicio de estos músculos previene la famosa «arruga del león» (entre las cejas), abre el ojo y tensa el párpado superior, desinfla el párpado inferior, reafirma la parte lateral superior del rostro y atenúa las «patas de gallo». Los músculos principales son los orbiculares de los párpados, los temporales, el occipitofrontal y los corrugadores supraciliares.
