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Galileo Galilei Y sin mbarg se uev Germán Puerta estrep
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Puea, ermán Galileo alle eán Puea. - Bogotá' Panamercaa dtoral, 25. 108 p; 20 cm. (Personajes) SB 978-95830171 1 alileo, alile, 1564-1642 11 alileo, alle, 1564-1642 Crítca e nterpretacón 1 Tít 11 Sere 925.2c r9e AJI33
EBanco de la RepúblicaBbloteca Luis Ágel Arango
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Panamericana dtoral Ltda. ó to
Conado Zga o, ó vgó ác
dtoral l Malnnte Cie aleo alle © Hulton rchve etty Images Segda reipresón, febrero de 2009 e ecó, juio de 25 © anamerina ditoral Ltda. Texto: mán Puert Res tre lle 12 Nº H20, Tels (57 r) 36o307727701 f 57 I) 2373805
Correo elerónco panaedpanamercanacom.co wpanamercaedtoralcom gotá D. C ,Colomb a
Tos los drhos rados. oi reprcó total o parcal por cualqur edo s rmso del dtor. Impreso por Panamea Formas e Impresos S. A. lle 65 N 5-28, Te. 57 ) 4302u43355, ax 57 r) 27638 gotá D C, Colomba Qe sólo actúa como mpresor Impro en Colomba Pnd in Clmb
NTODUCCIÓN
Desde empos remoos la conemplacn del celo sus fnmenos llev a las anguas culuras a calcuar con basane precsn los más evdenes cclos naurales de a bveda ceese : día noche, fases de la luna, movmeno de los planeas, esacones del año. Sn embargo, la evdenca parecía señalar ue la Terra era el cenro del unverso, lo ue ayud a a d fusn de los ssemas cosmolgcos basados en el geocenrsmo; el más conocdo, e dseñado por el asrnomo, ge grafo maemáco aejandrno Claudo Tolomeo, haca el sglo d. C. Tolomeo, en su lbro Amagesto, ej sus propas deas cosmolgca s basad o en as ense ña nzas de Pla n, Ars eles, Hparco y oros lsofos asrnomos gregos Su ssema vsualz a la Terra como el cenro del unverso rodeada por el Sol, la una los planeas , grando en grandes bas esf rcas llamadas defeentes. A su vez, esos cuerpos celeses enían un segundo gro más peueño alrededor del deferene, llamado Aunue no represen ab podían a exacamene a realdad, los eicico. recursos geomrcos del ssema usars para redecr con cera aproxmacn a ocazacón de s cuer os celeses en cualuer momeno. El ssema de lomeo e acepado por generacones de nelecuaes durane cs rece sglos enía u sgnfcado claramene losco en la
comprensn del unverso. El círculo es, en efeco, el símbolo de la perccn de las co sas celeses la cua les , según la sca de Arseles, no so n de la msma nauraleza ue las de l a Terra n obedecen a las msmas lees. La Terra es el domno del nacmeno, el cambo la muere; el celo es perco, nmu able eerno. Má s allá de los asros , en la úl ma esra , esán las esrellas fjas el reno de Dos. Con la caída fnal del Impeo omano, haca el sgo v, gran pare del conocmeno clásco desaparec en Europa, aunue se pres erv en el publcaron mundo slámco. árabes acogeron las eorías de Tolomeo, grandesLos alas del celo, renaron el asrolabo raduj eron al árabe muchas de las obras del mundo clásco. Haca el sglo x los nuevos cenros de co nocmeno eran las unversdades del slam, pero la asrono mía seguía sendo un are flosco, más ue una cenca ma emáca, domnada por el concepo arso lco de los cuerpos celeses ue gran en percas, nalerables, concnrcas crsalnas esras alrededor de una Tea nmvl Haca el sglo x el mpero bzanno, con su capal, Consa nno pla, se convr en el nu evo cenro culura l ue acog el cono cmeno clásco ára be. os erudos bzannos fueron experos en la asronomía olomeca, árabe pesa adureron un gran número de exos orgnales de los gran des pensadores del mundo anguo. En 14, cuando ca Consannopla en manos del mpero urco oomano , un gran número de nelecuales hu aca Iaa a os facoes fueron deerm nanes para el enacmen o en Iala, especalmene en el avance del esudo naural en
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sus aspecos maemácos y cenícos: raducones dsponbes de exos cáscos gre gos al laín, en muchos cas os hechos por os erudos legados de Consannopla; un espíru ue esmu e avance de conocmeno, ndependene de las necesdades regosas o, en oras palabras, la rebeln de la nelgenca conra a fe; el esablecmeno de unversdades y cenros de esudos acadmcos con fueres parocnos plí cos y econmcos, com o el oorgado por los Mdcs de Florenca; y un nven o revoluconaro: la mprena de pos mvles, ue puso a alcance de oda uropa las obras cláscas y la expresn escra del humansmo de la poca. Maravllados por os progresos y los descubrmenos geográcos, el espíru de los humansas se esaba separando gradualmene de las radcones y os dogmas. uno con el crecmeno de la bur guesía, ue se ner esaba en la aplcacn de la cenca y ecno ogía a a produccn y el comerco, en oposcn al deca dene ssema feuda, se deron las condcones favorables para ue os hombres doados desarrolaran odo su geno a gls ue en e medoevo hab ía adopado la crsanacn del ars oesmo, esaba en grave pegro de dsu Haca I 00, el asrnomo polaco Ncols Coprnco re descubr un exo de Arsarco de Samos (sglo a C) su ssema yhelocnrco, un modeo con el Sol del cosmos odos los planeas, ncluyendo a lacomo erra,cenro grando a su arededor. Coprnco no ue ese ssema ofrecía una explcacn más naural y armnca de movmeno planea ro ue la arfcosa y complej a geome ría de Tolom eo. n su obra De Revoutionius Obium Coeestium esa en I I
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pero publc ada en 1 54 3 , el añ o de su muer e, Coprnco esablec u e la Terra gra so bre su propo ej e y, co mo los dem ás planeas, orba alrededor del Sol. Slo la una orba alrededor de la Terra. El modelo explca los cambos daros y esac onales de los asros , el engmác o movmen o rergra do de unos planeas y la varacn en su brllo El redescubrmeno de esas deas do nco a una eapa de la cenca y la asronomía conocda hoy como la evoución coenicana Aunue el ssema coperncano esaba apoyado en la observacn, fue como del agrado muchos del públco general.no El Sol cenrodedel mundoerudos afecabay deas ben esablecdas durane sglos y aenaba conra los prncpos relgoso s de su empo, pues o ue relegaba a a Terra a un modeso lugar del unverso, concepo ue conradecía agunos precep os bíblcos . D fundr deas ncmodas para la I le sa era un asuno pelgroso, especalmene luego del Conclo de Treno (15451563) cuyo objevo cenral fue esablecer en forma defnva la docrna de la Iglesa en respuea a la herejía proesae, además de avanzar una complea reor ma nerna. as conclusones del Conclo de Treno se levanaron como un frmdable o bsáculo para los pensad ores de la po ca. En maeras de fe y moral, la radcn de la Iglesa y las Sagradas Escruras se rearmaron como la revelacn dvna, y la Bbla slo podía ser nerpreada según emono de los Padres. En 1562 el Conclo publc un decreo con el cual esablec un índce o lsa de lbros prohbos, cora ros a la fe y la moral rs ana s. Sumado al rees a blc no
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de la Inuscn en Iala (1542), en la segunda ma del sglo XV el mayor resgo para los nnovadores era la acusa cn de herejía, como lo podría esfcar Gordano Bruno. runo nac cerca de Nápoles en 548 y en su juvend ue monje domnco. Abandon s u carrera rel gosa por s r mdable rrevere nca haca la auo rdad de la Iglesa y su men e abera a las nuevas deas. En sus obras y dscursos arm ue e crsansmo era eneramene rraconal, sn nnguna base cenífca, y ue slo los gnoranes podían omar las enseñanzas de la Bb la leralm ene. Fue un propagador ac vo del ssema coperncano, y asegur ue el unverso ea nno y ue esaba lleno de n numerables mundos hab ados Su acud haca Arseles se usra con la reerada armacn de ue su flosofía esaba vcada por la predomnanca e la dalc ca so bre la maemáca respec o al mund o naural. Acu sado de hereje, fue ejecuado por la Inuscn en la hoguera el 1 de fbrero de 1600 en oma Bruno no fue conde nado por su defens a del ssema coper ncano, n por su docrna de la pluraldad de los munos ha bados, sno por sus errores eolgcos. Tales son los anee denes y el ambene del sglo XV en el cual apareen res grandes mpulsadores de la nueva cenca: un exraornaro observaor, (15461601) un agudo o, JohannesTycho KeplerBrahe (1511630), y un genal físco,maemá Galleo Galle (15641642). ycho Brahe, nacdo e n e l seno d e una fam la danea ars craa, con con grandes medos econmcos para dedcar se de lleno a la asroomía. Aunue no conoc el elescop,
s convrt n uno d los más grands obsrvadors dl c lo d todos los tmpos; fctu prcsas m dd as d la poscn d los astros dscur nuvos fnmnos como la strlla nova dl año 1572. Est vnto, u contradcía la toría d la nmuta bld ad d los cl os d Ars ttl s, l produj o a Tcho una gran sorprsa. Aunu popularmnt s ntrprtaba su prsnca como auguro d algún vnto snsaconal, Tcho dmostr con mddas mu prcsas u s trataba d una s trl a. Sn mbargo, al parcr por razons tolgcas , no uso adoptar l novdoso sstma coprncano. Conscnt d las mprfccons dl sstma tolomco, magn más bn un sstma híbrdo, dond los plantas gran alrddor dl Sol, pro l Sol, con su cortjo plantaro, gra alrddor d la Trra. ugo, n Praga n 1600, Tcho Brah contrat como asstnt a un prof sor d matmátcas almá n, Johanns K
plr. Su tara: l anlss d la nmnsa cantdad d obsr vacons hchas por Tcho n 20 años d trabajo n trras dansas. En spcal T cho l a sgn a Kplr e studo el movmnto d los plantas, cuas obsrvacons ludían las rbtas prfctamnt crculars stablcdas por Coprnco A Kplr l tom och o años d con tnuo trabaj o rsolvr ees l "ls d dllos clo, más conocdas como sno dengma Keenlassusrbtas plantas no son crculares, líptcas, l Sol s uno d sus focos; la vlocdad d los pla nta s no s cons tant s aclra cuando l plan ta s acrca al Sol; l tmpo d rvolun d los p lanta s esá en fun n d su dstanca al Sol. Kplr rtc el sstema opernano
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haciédoo más secio y exaco, y sus descu brimieos moivaro la complea reforma de la asrooma de la época. E a edició de sus obras Astonoma Nova e 1609, y Hamo nices Mundi e 1 619, Kepl er es e primer asró oo e demosrar si equvocos a eora heiocérica. Le correspodió al flósofo, maemáico, fsico y asróo mo Gaileo Galilei revolucioar la forma e ue se esudiaba los feómeos auraes. Desarroló experimeos para comprobar sus ideas sobre la fsica y la asrooma ua aproximació radical y ovedosa ara su época, aplicó la ueva ecolog a del elescopio y sembró la semilla d e la cie cia experimea. Isaac Newo (16421727) recogera luego odo e coocimieo de sus aecesores para cosoidar de forma defiii va e sisema heio cérico co el descubrimie o de la ley de la graviació uiversal.
SPÍITU D A GOMTÍA
El primer biógrao de Galielo Galilei, Vicezio Viviai, fue además su úimo discpulo y asisee, y sea por su maesro ua eorme admiració. Al morir Galileo, Vi viai colocó e su casa e Florecia ua iscripció comemoraiva e la cual airmó que Dios cosoló a los oreios, porque cuan do Miguel Á gel, el gra pior, esculor y arquieco ialiao, acab aba de mori r, hizo que vii era al mudo Galileo para que coiuara la sucesió si ierrupcioes de geios de la cidad. El 1 5 de ebre ro de 1 5 64 ac ió Gal ileo e isa, el úl imo de u seleco grupo de grades hombres de la proicia de Toscaa a quiees se les cocede el hoor, por coseso ui versal, de reerirse a ellos sólo por su ombre de pila, como Miguel Á gel, Dae y Leoardo El hermao mayor de su bisa buel o era u moso médi co y prosor, ocu pó imporaes cargos públicos y si duda uvo ua iluecia oable e su descediees . El padre de Galile o, Vicezio Galile 5 1 59 1 ), y su dre, Gu era, lia Ammaa 1 muy 58 cociees 1 60 ), hij a de comercie e sedas, por lo ao, de u su lia e, auque siempre ue ua amilia co di culade s eco ómicas. Vicezio Galilei se esableció e sa como coe ciae, pero era ambié u gra músico, saba de maem cas y dab a clases paricuares pa ra apoyar sus igr eo s Geo
apredió e su iñez a ocar e l laúd y el órgao, además co mpoa y a parecer era u bue caae. Ere 157º y 1578 aciero los hermaos de Gaileo Beedeo, irgiia, , Micheagelo y Li via . E 57 icezio y su famil ia se rasladar o a Florecia, d ode el pequeño Galileo iició sus esu dios de la y de lógica co u sacerdoe e e moaserio de Saa Mara de alombrosa. Galileo fue ovicio e aombrosa hasa os caorce años, y u biógrafo armó que su padre, poco afeco a esa profesió para su hijo , l aparó de la o rde co la excusa de raare ua e fermedad e los ojos, pues quera que se dedicara al egocio de la laa y la s ela s, e vez de esudia Galil eo ambié apredió reórica y griego, pro odo parece idicar que icezio o pudo cosear ua mejor educació primar ia para su ijo mayor. E 1577 apareció u especacular comea que le produjo a Galileo ua gra curiosid ad, y o oservó po r varos d as . A mismo iempo , e Dia marca , el gra asróomo ycho Brahe demosraba que ese asro pasajero o pereeca como se crea al mudo sublua r, sio más b i al d las s rs c lses. Los cielos como a ierra, esaba sujeos al cambio As aacaba ua de las bases de la filosofa arisoélica y de la cosmologa de olomeo. U año después, icezio raó d ober ua bca e la Uiversidad de isa para la profesió que cosidera ba id al para su hijo la medicia. No a cosiguió, pero u pare de la madre de Galileo, Muzio edaldi, se oreció para aloar a Galileo e isa, dode se mariculó el 5 d spimbr 5 8 e la Faculad de Ares com o sud a d mda
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La Uiversidad de isa era e ese momeo ua siució de meiao presigio y amaño, y la mayor pare de sus esudiaes esaba mariculados e la Faculad de Derecho, paso recomedable para aquelos ieresados e vicularse al Esado. E Ares se esudiaba medicia, losof a y ua i s ciplia de baja cocurrecia maemáicas. De los das de esudiae de Galileo, como de su ifacia y juveu es muy poco o que se s abe. El episodio más cooci do sucedió u da e que asisió a u oici o religioso e la caedral d e is a. Ga lleo oó desde o alo de la ave ceral el balaceo de ua lámpara, y usado su propio pulso como reloj descubrió que o impora cuá argas o coras sea las oscilacioes, cada ua oma el mismo úmero de pulsos. Ese feómeo, lamado isocronismo, le permiirá años más arde desarrollar esudios y experimeos compleos sobre el pédulo y los relojes. Es posibe q ue Galileo uvier a su prime r coa co co la s maemáicas y la geomer a como esudiae e la Uversdad de sa. ero e 15 8 3 asisi ó a las cofreca s que el mae máico de a core, Osilio icci, dicaba sobre Eucldes, y Galileo quedó impresioa do. Imediaamee e xpresó su gus o por la geoera y las maemáicas y las esudió a escodidas de su famila. Vicezio, auque, como gra músco no era eemigo de las, maem áicas, dmás eseaba que su se graduara como médico ua ocupació reable quehjo la de músico o maemáico . E aquellos das omo ahor a u médi co a aba reia veces el saario de u profesor. S duda, Galleo hubiera sido u gra médico, arisa o músico, pues era e verdad u hombre del eacimieo doado de mucos ale
os. ero o ue icci oó e Gaieo fue u fuuro promisorio e e campo de as maemáicas coveció a Vicezio de ue e permiiera a jove dedicarse a su esudio. Osiio icci fe e primer meor de Gaieo, e icucó as obras de Eucides Arumedes , ago más imporae e eseñó as écicas de a medició e esudio de a perspeci va . Gaieo es aba hecho para a geome ra as maemáicas, uego de cuaro años de uiversidad a abadoó sin graduarse como médico regresó a su casa e Forecia. Tea veiiú añosprivadas de edad.co Se icci dedicó a esudio maemáicas e cases asisió a desuas padre e a reaizació de experimeos acúsicos , o ue signi ica ue u e e su propia asa e dode se iició en a ciecia experimea. Su pr imer escrio de im poracia se re moa a a ño 1 5 8 6 es ua descripció de ua ovedosa baaza hidrosáica os méodos de medició de peso de os meaes. ueg o desarroó u rabajo sobre e cero de gravedad de os sóidos ue a mó a aeci ó de varios e edidos, dio c ases paricuares de maemái cas. Gaieo decid ió eoce s ue su profes ón dea era a de profesor de maemáicas se preseó para una va cane e a Uiv ersidad de Booia . Auue haba sido aumo de icci, saba de iosofa, ea agua experiecia e a eseñaza haba dado varias cofrecias púbicas especiamee ua e a Academia de Forecia sobre a ocaizació as dimesioes de "In iero de a Divina Comedia de Dae e Booia o se impresioaro por esas reerecias. Igua rechazo surió e as uiversidades de adua, isa Siea Gaieo decidió n
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oces, hacer su prime r viaj e a oma a fiales de 5 87 para buscar lo ue le haca fala recomedacioes. All lo recibió el flósofo, maemáico asróomo esuia Chrisop h Clavius, presigioso profesor del Coegio Romano, auor de la refor ma del caledario gregoriao defesor de las eseñazas e Arisóeles de olomeo, pero sesao para acepar las modi cacioes los cambos ue fuera claramee demosrados. Clavius apeas le cocedió el compromiso para revisar sus escrios, e eero de 1 5 8 8 Galileo le e vió u eorem a sobr e los ceros de gravedad obeer su laopiió. Clavius, lepero respo dió ue o esaba para saisfech o co demosració raó a Galileo ama blemee, como a u colega ue comieza su carrera. Fialmee, obuvo la recomedació a Booia del cardea Erico Caeai, pero la Uiversidad le egó la cia. Galieo isisió eoces, co oro maemáico de pre si gio, Guidobaldo del Moe, le evió su rabajo sobre los ceros de gravedad . G uid oba do se impresioó favora blee e e iició u iercambio de correspodecia co él sobre ua amplia gama de emas , le solició revisar su li bro so bre Au medes se compromeió a promocioar al brillae ove Guidobaldo raó de obeer para Galileo el pueo de profesor de maemáicas e Forecia , pero ampoco uv o éxi o, o ue osraba el presigio la gra demada ue ea esa posició e la Ialia del siglo XV Deiiivaee, para u j ove pricipiae era casi imposible o beer la cáedra de maemáicas e las mejores uiversidades ialiaas
A NUVA STA
Ua vacae e a cáedra de maemáicas de a Uiversidad de isa e permiió acceder a ese pueso e su ciudad aal co e apoyo de Guidobaldo y, sobre odo, por sus evidees capacidades Dicó su primera case uiversia ria de maemáicas e de oviembre de 5 89 a los veiici co años de eda d, co u reraso de seis das por ua iudació ue o e haba permiido egar a isa A pesar de elo, a uiversidad e cobró ua mua Uos meses después su madre surió ua grave ef ermedad y é se au seó por dieciocho das , y la Uiversidad e impuso ora mua Cosiderado e miserabe saario de 60 ories por año ue reciba Galileo, podemos supoer ue su iicio e a carrera de profesor o fue fácil E carácer poco coformisa de Gaieo se revea e va rios episodios La uiversidad era muy esrica e la vesi mea de os profesores y exiga e uso de a oga A ial de su primer a ño , Gaieo es ora ve z muado por o ir correca mee vesido, a o ue respode co a disribució ere sus amigosdedemudo uos versos saricos asegurado los maes se srciaro e e abadoo ue de aodos desu dez aura de araso rofesor briae y exposior ae o, imesamee popuar ere os esudiaes, ue ecesa rio cosruir u esrado de madera para ue odos ograra ver a geio, mieras os saoes de sus coegas práiame
e se desocupaba, lo ue aumeaba los celos de alguos de ellos hacia Galileo. or supueso, Gaileo vaoraba más su osició académica y la oporuidad de avazar e sus propias ideas ue el diero, auue le comuicó a Guidobaldo su ierés por ir a ora uiversidad más imporae. De odas formas, e el período pisao, iicia su cuesioamieo de las ideas de Arisóeles. E u episodio legedario de la vida de Galileo al parecer iexisee, e presecia de colegas y esudiaes, realizó varias veces el experimeo de lazar objeos desde lo alo de la T orre Icliad a de isa . De mosró así , ue dos cuer pos del mismo maeria peo de disio peso cae a la misma velocidad, mieras ue la ísica arisoélica y muchos pesa ores europeos soseía ue los objeos pesados cae co mayor rapidez ue los igeros. Auue desde hacía más de cie años oros ya había señaado ue Aris óeles esaba equivocado e el ema de la caída libre de los cuerpos, Galileo lo cuesioó por escrio y preseó, por vez primea, u esudio maemáico e el ema de movimieo, a la vez ue afrmó ue el pla académico de la uiversidad de maeer separadas las maemáicas de la filosofía era u error. E realidad, las maemáicas uca apasioaro demasiado a Galileo por sí mismas, pero las usó co mo el isrum eo más úil para la i vesigació de las leyes aurales. E su primer escrio sobre el movimieo, Galileo adopó la écica lieraria de diálogo e re dos pesoaj es imagiar ios ue represea ideas opuesas s obre el asuo. Auue iom peo, e es e raba o ya se desaca su ide a de aplicar las ma e
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áicas y la geoera para ee der el undo real su siuye do los dogas lo sóicos . E el diál ogo aparece T oloeo coo u persoa je able , apas superado por el divio Arue des a uie Galileo adiraba hasa el exceso. Galileo prese ó e s us escrios sobre el oviieo especial e la ob ra escria e la, De Motu (Sobre el oviieo) ua variedad de eas y experieos, coo el uso de plaos icliados, para ee der la ca da de los cuerpos y el la z aieo de proyeciles, geerale e criicado los erro res de la docria aris oélica y avazado e su pesaieo idepediee. Galileo per aeció e isa re s años eseñad o ae á icas, geoera y, ocasioalee, asrooa, coplee ado sus es casos igresos co clases pariculares, y escap ado de la ruia uiversiaria co sus esudios sobre el oviien o. Ua de las caracersicas de la vida acadéica de la época era el ie rcabio de exo s escrios, por lo cual es uy voluiosa la correspodecia de Galileo co oros ersoaes, especialee co auores de la Copaña de Jesús ue, si d uda, uviero ua gra iuecia sobre el jove profesor. Vicezio , el p adre de Gali leo, flle ció a ed iad os de 9 y Galileo uedó a cargo de la i lia, ya red ucida por la uer e e edad ifail de dos de sus heraos. Su bajos igresos se erados, adeás, poraladesocupació doe y los gasos desboda viero de s u heraa Virgiia, y por de su hera os Michelagelo y Livia, ue ayaba e la hara gaera, aprove hádose del caráce sociable y geeroso del herano ayor. urae ucho s años , Gaileo apoyara a su herao ecoó icaee para ue se esabeciera coo úsico, y abié
pagara la do e para la boda de L va , dez años después . De la madre de Galeo cas ada se sabe, pero se arma ue cua do uedó vuda se covró e ua pesada para sus hjos, especalmee para Galleo . E pueso e la peueña sa ya o le serva a Galleo, por su saaro, por sus expecavas, por las presoes famares; además, por su polémca persoaldad y sus aaues a Arsóeles, posbemee la uversdad pesaba o reovarle e cor ao. Fue ua graa oca la ue le comucó su Gudobado resulado de sus gesoes el de 26 proecor de sep embre de 1 59como 2 Galleo fue ombrado prof esor maemácas e la Uversdad de adua, s duda, u lugar más adecuado para su aleo. La vda cuura e ada ea como cero a Gova ell, u obe geovés, poseedor de ua eorme bboeca cosulada reg ularmee por os esudaes. Galeo se aloj ó calmee e a casa de ell y comparó las erulas culurale s ue al se reazaba, o ue cremeaba sus conac os co crculos elec uaes de Floreca y, especalmee, d e Veeca. Ahora su salaro como profesor de mamácas era de 1 80 fores, basae meos ue lo percbdo por el proesor de osofa, a cáedra más mporae Gaeo debó couar mparedo clases parculares, aluló ua casa dode cuso aoó esudaes y, poserormee, saló u peueño aller . La casa de Galeo e adua er a u lugar alegre, co j óvees esudaes de varos ugares de a pesula y del exeror ue dscua co el geo sobre geomera, aruec ura, asrooma y, por supeso, flosofa.
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E 7 de diciemb e de 1 5 9 Galieo se esreó e la U ivesidad de a dua , pouciado ua magca co frecia iaugua muy apaudida po sus coegas y e sudiaes. Co el iem hicieo po su mee biae y su faciidad de expesió muy popua e a uivesidad, peo su igeio modaz e acaeaa fama de pedecieo. A difeecia de o ue ocua e oos siios, a uivesidad disuaba de u ambiee de oea cia ue asegu a ba a ibead de pesamieo e ua ciudad co ga acividad comecial y aesaa, vecia de ga pue o de Veecia . Ere os coacos de ieli apaece u epreseae de afamado asea de Veecia, uie cosuó a Gaieo sobe e modo m ás eficaz de dispoer los emos e as embacacioes. Iició eoces Gaieo sus pimeras visias a Veecia, apeas a 3 5 kiómeos de adua, y a asea, dode ieacuó co os maios, capaaces, obreros y aesao s, experos y eedidos e el mudo mecáico y poco
dados a fiosofa. Fue e e peodo paduao cuado Gaieo desaroó su ex aodiaia habiidad mau a y su sciació po a foma e ue fu cio aba as cosa s. Apaec ió eoces e hombe ue uea eede o e poué sio el cómo fucioa e mudo. Gaieo dedicó os pimeos años e adua a a experimeació e de su ae y a reacioase coE s oda dos y amadoes de bacos a epúbica de Veecia. esa época, Iaia se ecoa ba eaivamee e paz y Gaieo, oamee apo ico, o pesaba e guea agua, sio e maemáicas apicadas. Eoces iició sus abajos sobe las rayecoias de os poyecies de aiea. aeó e Veecia u arefaco
ue elevaba el agua de riego, uilizado sol amee u caballo; luego iveó u compá s geomé rico ue, años des pués, sera el foco de ua agria coroversia; y e sus clases pariculares empezó a rabajar e aruiecura miliar y fricacioes, lo ue idica ue sus o bligacioes académicas o ie rfera, e modo alguo, co su remeda eerga creadora Al parecer, la idea segú la cual las mareas se debe a los movimieos de l a Tierra ambié se le ocurrió por esa época Ere las obligacioes docees de Galileo e adua se ecoraba u curso de elemeos asrooma y geografa Normalmee, paradeacosmografa, época, esa disciplia era de ierés para los esudiaes de medicia, pues ecesia ba de esos coocimieos para la aplicació de la asrologa e su rabaj o profesioal or lo ue se lee e las oas de sus esudiaes, Galileo o cooca o o mecioó el sisema de Nicolás C opér ico e esas co frecias ; prese ó la loso fa de Arisóeles si mayores cuesioamieos al vez recor dado la experiecia e isa, repiió los argumeos de Tolo meo, aseguró ue la Tierra podra eer u movmie o crcular o al ve z ser ba sae esable, y dej ó odo el a suo si resolver Lo más ro bab le es u e Gali leo hubiera decidido ue su audior io de aspi raes a médicos asrólogos o amer iaba u d ebae mayor o ue emiera las burlas de los pedaes ue audaba e odas par es A ales de l sigl o xv la eora de Copérico paeca ua hipóesis audaz, exciae como ema de discusió, pero o más prácica y a caree de prueas com o la de Tolomeo , l de Tycho o cual uiera ora La primera meci ó explci sobe
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la adhes ió de Galileo al sisema copericao apareció e ua cara ue escribió co fcha del 30 de mayo de 1 59 a Jacobo Mazzoi, uie acababa de publicar u libro sobre laó y Arisóeles. E esa cara, Galileo airmó ue las maemáicas y la geomera so eseciales para descubrir la verdad y expresó su decepció por la oposició de Mazzoi al ssema de Copérico. Ua de las dificulades ue se eco raba al acepar ue la Tierra gira alrededo r del So l era ue o s e vea igú cambio e el aspeco de las esrellas i jas cua do se obs ervab a des de lugares difre es, lo ue se cooce como araaje. or lo ao, las esrellas esaba a lejos y e uiverso era a grade ue la Tierra era, e comparació, casi isigiicae. Eoces el uiverso edra ua eorme cadad de espacio sobrae y desperdiciado, y odo ello para ue los co pericao s pudiera decir ue la Tierra era u plaea. Esa difculad de o bservar el cambio apare e e a p osi có o aspeco de las esrel las apeas vedra a reso verse más de dos siglos despu és. E odo caso, Galileo l e escribe a Mazzoi ue el amaño del uiverso podra ser a grade como lo demosrara las ivesigacioes y, ue de odas maeras, era mayor ue las mees proviciaas. A miso empo, oha es Keple publicó su obra Msterium Cosmograhicum y le cofió u amigoa uie dos ejemplares parabue ue uso los de llevara Ialia y losaeregara pudiera hacer elos. a Ua de esas aforuadas persoas fue Galileo, u compleo descoocido para Kepler. Imediaamee, Galileo le escribió a Kepler ua cara de agradecimieo co fecha e e agos o de 5 9 e la cual le revela su ad hesió a ssea coperi
cano, se alegra or enconrar una comaña en la búsueda de la verdad y felicia a Keer or sus magnicos descubri mienos. En algún aare de la cara se lee: Aún no me he atrevido a pubicar abiertamente mis argumen tos por temor a la suerte del propio Copérnico, que si conquistó una gloria inmortal delante de algunos, para una mutitud infinita de necios continúa siendo objeto de ridículo burla.
Keler le conesó soliciándo e ue discreamene le informara de sus descubrimienos y le envió oros dos ejemlares de su obra. Galileo no le resondió. Como el salario en la universidad no se euiaraba con las obligaciones de Galileo y sus roios mérios, en 598, con miras a la renovación de su conrao, insisió en un au meno ara lo cual acudió a uno de sus mej ores amigos , Juan Francisco Sagredo, un noble y dilomáico muy influyene, generosamene ineresado or la ciencia. Sagredo exuso el caso, ue resuló en un salario de 3 0 florines, ero insisió en una suma mayor, o ue incomodó a los riformatori de la universida d. El redecesor de Galileo nunca haba ganado más de 300 flornes y la universidad dejó en claro ue si se insisa en esa sra reemlazado. En reensión, 59 9, a os 3Galileo 5 años de edad , Galileo conoció en Venecia a a joven Marina di Andrea Gamba, y la llevó a vivir a su casa en Padua. Manuvieron una reación muy esable or diez a ños y u vieron res hij os: Vi rginia ( 1 600) , Livia ( 1 60 1 ) y Vincenzio (1606). Nunca se casaron, al vez orue la siua 0
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ción financiera no era muy buena o orue en su vida, dedicada a la invesigación, no haba mucho esacio ara Marina. Galileo e un ad re muy resonsable y aoyó los esudios de Vincenzio, aunue uvo una relación más disane con sus hijas y las inscribió a muy emrana edad en el conveno de San Maeo de Arceri, cerca e Florencia ; al vez ensaba ue or ser ilegimas no odra casarlas aroiadamene. Por lo ue se sabe, la éoca de Padua fu muy fliz ara Galileo y ara odos los ue vvan en su casa, exceo cuando reciban la visia de Gulia, la madre de Galileo, con uien nunca udo desarrollar una relación cordial. Fue robablemene en 1603 el año en ue Galileo conrajo reumaismo, dolencia en las ariculaciones ue le acomañara durane el res o de su vida . Un even o u e sin duda imresionó roundame ne a Galileo fue la ejecución de Giordano Bruno, uemado vivo or la Inuisición en Roma, el 1 de ebrero de 1600. Bruno, aniguo monje dominico, filósofo, oea y libreensador, sosuvo oiniones muy desagradables ara la Iglesia, en esecial en emas religiosos y en sus abieros aaues a la flosofa arisoélica. Acusado de aeo y hereje, asó siee años en risión anes de su muere, una clara s eña l de las osibles consecuencias ara odo auel ue osara rasasar cieros lmies en el camo conocióde a Bruno, ero es basaneeclesiásico. seguro ueGalileo hubieranunca ledo algunos sus escrios. El 9 de ocub re de 1 604 se rodujo un gran alboroo con la aari ción de u na "esre lla nu eva , lo ue aho ra sabemos es el final exlosivo y muy brillane de cieras esrellas llamadas "novas . Aunue ycho Brahe ha ba esudiado dealladamene
la nova del año 15, "la esrela de Tycho, era un fenóme no ue coninuaba siendo un miserio, ero indicaba ue as esrellas odan nacer y morir: oro ru do goe ar a a visión ariso éica del universo. En re os rimeros en vera en Padua a noche del de ocubre, esaba Badassare Cara, aumno de Galieo, uien inmediaamene le noicó a su maesro, ocasión ue ése arovechó ara dar res confrencias úbi cas hacia noviembr e de 1 604 . Tal vez or a suersi ción y el error de muchos, ue aseguraban ue a esrea fuera el anuncio de odo io de desgracias, o or un sincero ierés en conocer a oinión del sabio, ara esa conferencias se adaó un audiorio ue abergara a más de mi ersonas. En esas diseraciones, el objeivo cenra de Galileo era ue el úbico comr endiea ue dado ue a es rea no mosraba aalaje o efeco de erseciva, se enconraba a una enorme disancia, mucho más allá de la Luna, como ambién lo afirmaron oros asrónomos. Caro esá ue Gaieo no esaba seguro de ue el eveno fuera reamene una esrea y en algún momeno sugirió ue ena su srcen en vaores condens ados ue odan rovenir de a misma Tierra. Es sorrendene esa idea de core arisoélico en Gaieo, ero realmene lo ue r aaba de hacer era diundir su esis de os cieos cambianes en unaulación, forma co comrensibe aa e úbico. Poco dad o a la esec ncluyó, en su úima conferen era cia al reseco, ue de manera caegórica nadie saba cuá la nauraleza de ese fenómeno ni el de las demás esrelas. Ínimamene, Galieo se sena desilusionado orue la esrella no le roorcionó ningun a rueba favorab e a s isema co 2
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ernicano, aunue no ano como ara descalicarlo Ese eveno asó a la hisoria como "la esrella de Keler or la ublicación en Alemania de su libro De Stea Nova (Sobre la esrella nueva, en el cual roone, enre las exlicaciones osibles, la unión casual de áomos en los cielos También en 1604 Galileo invenó un ermómero de gas ue no fu ncionaba muy bien ; y en 1 606 ublicó 60 ejemlares de n eue ño m anual ara el uso y manejo del comás geomérico ue haba diseñado años anes, esecialmene dirigido a oógrafos miliares y arilleros, or lo ue lo escribe en ialiano Ese manual uvo una amlia difusión y fue una de las rimeras ublcaciones ue le dieron ciero renombre en Ialia y en el exranjero En ese momeno se rodujo un he cho bochornoso: Baldassare Cara ublicó un libro en lan coiando las ideas de Galileo sobre el comás geomérico, asegurand o ue él lo h aba diseñad o e insinuando ue Galileo era un lagario, y comeió la imrudencia de ediarlo en la roia Padua La resuesa de Galileo fue demoledora Como Cara ya haba hecho algunos comenarios negaivos sobre las clases de Galileo, exisa ciera animadversión enre los dos Galileo afirmó e Cara no saba maemáicas y menos asronoma; con documenación y esimonios muy sólidos demosró ue éluilizó era el una auor del comás aeló anela losconribunales Galileo reórica f roz,yconsiguió fiscación de la ublica ción, la exulsión de la universidad y la comlea humillación de Cara Aunue ganó el cas o, los j ue ces uvieron ue conener al indignado Galileo ara ue no adelan ara m ás eiciones de ca sigo Incluso ara algunos am i
gos de Galileo, el ensañamento con Capra parecía exagera do, pues és te quedó con su repu tación totalmen te arrui nad a La vertical perso nalidad d e Galileo comenzó a cosecharle nuevos enemgos. Pero en estos años, Galileo tenía muchos amigos y gran prestigi o, que le valieron para conseguir un nuevo salario universitario de 20 orines. En 60 fue invitado a ocupar el puesto de tu tor de vacaciones de Cosme, el j oven pr íncipe de oscana, trabajo que por supuesto aceptó. Inició así Galileo su larga relación con los Médicis de Florencia, una rica y poderosa milia cuyo linaj e se remon ta ba ha sta el siglo x , vinculada a la banca y al comercio, con enormes influencias poltica s, símbolo s del Renacimien to en Italia y muy afe cto s a l a lteratura y las artes. En su palacio albergaban la biblioteca más grande de Europa, undaron varias academias y prác tica mente convirtieron a Florencia en el gran centro cltural de su tempo. Apoyaron a los grandes artistas, como Boticelli y Miguel Á ngel Bajo la regencia de Cosme , el gran duque de oscana, a provincia se transformó en una poderosa naciónestad o con su propi o ej ército . Luego de la muerte de Cosme , su hijo Fernando se c onvirtió , en 1 5 8, en gran duque y se casó con Cristna de Lorena, la gran duquesa, ambos con un renovado interés en lassuartes en las ciencias. A la en muerte de Fernando hijoymayo se convirtió el gran en 1609, duque Cosme , admirado de su maestro de verano Galileo Galilei. En 1620 murió Cosme y su hijo, Fernando , se convrtió a los die z años de eda d en el nuevo gran duque , pero asta su maora de edad, el gobierno estaría a cargo de las
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grandes duquesas Cristina y María Magdalena de Austria, esposa de Cosme Fue muy estreca la relación de Galileo con la gran duquesa Cristin a y con el pr íncipe, a quie n le rega ló una potent e pedra imantada para su colección, como símbolo de su ca rácter y poder Incluso llegó a elaborarle un horóscopo fvorable al gran duque Fernando cuando estaba enrmo aq uí ay que anotar que Galileo no tenía mucha simpatía por la astrología o la magia y, en privado, repochaba a Kepler su carácter místico. En 1 609 Galileo realizó su primer intento por conseguir el trabajo óptimo para continuar su vida de cientíico: profesor investigador del gra n duq ue de oscana . Le envió una carta a Antonio de Médicis, explicando en detalle su orta y presentó sus novedosas ideas de rma tal que le resultaran atractivas al gran duque. Deinitivamente, Galileo poseía un gran ta lento pa a la publicidad de sus descubrimien to s. Men conó en especial los experimentos relacionados con la resistenc ia de pieza s de madera y la t rayectoria de lo s proy ectiles , e los que ya abía descubierto la curva parabólica y el co espondien te cál culo matemático, peo que inexplicablemen te tardó treinta años más en publicarlos. Las razones por las que deseaba abandonar Padua eran las mismas de siempre: mejores condiciones de trabajo para desarrollar sus investigaciones y tiempo ar a escribir y edita sus libros. En cuanto al esplendor, sabía que éste llegaría mediante su trabajo y no gracias al dinero. En este momento su propues ta a la corte de oscana no tuvo éxi to y G alleo se re 5
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signó a aceptar la renovación de su contr to en la Universi ió dra dad de Padua. Pero, hacia junio de 609 todo cam máticamente cuando llegó a sus oídos el rumor de la nvencón de un nuevo instrumento óptco: el telescopo.
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Parece que la invención del lente se debe atribuir a los chinos. El sabi o inglés Rog er Ba con me ncionó hac ia 1 249 el us o de lentes en China para mejorar la visión de personas ancianas que tenían di icultad es para ver de cerca . Y en 14 5 el erudi to alemán Nicolás de Cusa propuso el empleo de lentes cóncavas, más delgadas en el centro que en los bordes, para llevar más lejos el rayo de luz y corregir las diicultades de visión lejana. No es de extrañar, entonces, que la bricación de anteojos ya fuera en la Europa del siglo xv una especialidad muy apreciada. El srce n del telescopio tie ne s u polémica. Hay vaga s referencias desde 5 50 de artilugios ópticos para ver próximas las cosas lejanas, pero está casi comprobado que el primer catalejo se construyó en Holanda, aunque el deseo de sus inventores de beneiciarse ellos solos de un aparato de cualidades ta n excep cionales impidió conocer el detalle de su srcen. En todo caso, el honor del invento se lo disputan al mismo tiempo, ohann Lipperhey, acob etius y Zacarías ansen. La historia atribuye el invento a una afortunada casualidad de un aprendiz que jugaba con los lentes. Era el año 1608 Unos meses más tarde , hacia mayo o junio de 1 609 Galileo recibió, según dijo él mismo, noticias del extraordnario invento holandés. En agosto llegó a Venecia un extranjero ven
diendo un catalejo con la condición de que no se desmontara para descubrir el secreto. Pero un asesor de la República y amigo de Galileo, Paolo Sarpi, afrmó que el sabo Galleo en Padua podía construir uno mucho mejor. Como no se sabía nada acerca de su construcción, Galileo se puso a meditar sobre el tema y, gracias a su enorme talento práctico, tuvo la satisfaccin de fabricar un primer anteojo que aumentaba en tres veces e l tamaño de lo s obj eto s. En septiembre, Galileo se presentó ante el senado veneciano con un telescopio de ocho aumentos y, como buen comerciante, lo entregó a manera de obsequo. Hizo una demostración desde el campanario de la iglesia e San Marcos y destacó s u uso militar . El instrumen to permitía "ver sin se r visto, pues se podía n avs tar lo s barcos enemigos con dos horas de antelación o dvisar las fortifica ciones ene migas . Los senad ores venec ianos quedaron imp resionados y a la sugerencia de Galileo de obtener un ingreso ma yor para su cátedra en Padua le respondieron con un salario de florines anuales de por vida Aunque era imposible mantener el secreto de la muy sencilla constru cción del telescopio, los senadores querían tener a Galileo en sus f ilas, pues sabían que era el mejor en su especialidad. Este afortunado momento en la vda de Galleo le traería nuevas crítica s por oecer invento que noaumento era suyo y por las envidias de sus colegas a suunextraordinario en el salario. Galileo jamás se atribuyó la invención del catalejo, pero afirmaría que su "anteojo era tan distinto que lo consideraba como una invención suya. Tenía la capacidad de construir los mejores de Europa por su elevada condición
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de mecánico y, además, porque saba dónde conseguir los mejores vidrios y herramientas de puldo: Florencia, el centro de cristalería más importante de Europa. En apenas ses meses, Galileo mejoró el poder de sus telescopios hasta los 30 aumento s, y la calidad de sus aparatos no pudo ser superada por nadie en toda Europa en los siguientes veinte años. Sólo Galileo poseía el genio para usar el telescopio como una palan ca para mov er el mundo. Y así lo hi zo. El 3 0 de no viembre de 1 609 diigió su inst rumento hac ia la Luna y se asombró al descubrir que su superficie no era plana como se creía, sino llena de montañas y valles muy semjante a los de nuestro planeta. Se inicó así el asalto a los cielos que habría de cambiar la ierra para siempre. El de ene ro de 1 6 des cu brió el disco de Júpiter con "tres estrellas ijas cercanas, y necesitó varias noches de observación para darse cuenta de que en realidad eran "pequeños planetas que giran alrededor del astr o. El 1 3 de enero encontró el cuarto . C uriosamente, es posible que Galileo , sin saberlo, hubiera "predescubier to el plane ta Neptuno, 234 años antes d e su descubrimien to oicial, pues sus apunes menconan una pequeña estrella cerca de Júpiter, que ahora se sabe era Neptuno en conjunción con Júpiter en enero de 16. Per Galileo no alcanzó a etectar nngún movimiento en este Ensegida descubrió queastro. la misteriosa banda blanquecina que cruza el firmam ento , la Vía Lác te a, en realida d se componía de innumerables estrellas, y que había muchas más estrellas en el cielo que las observables a simple vista. Advirtió qu e por todas parte s en el firmamento ha bía nebulos as qu e en
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realidad eran conglomerados de esrellas. l 5 de julio o servó que el planea Saurno enía "orejas o era "ricorporado , compues to por res asros ; claro esá que la calidad de su instrumen to no le permiió dein ir el anillo de S aurno, que sería descubiero por el asrónomo Chisiaan Huygens, 4 7 años ri después. Para complear su formidable jornada de descu mientos celeses, en diciembre divisó las fses de Venus. Si quisiéramos señalar un momeno para dividir el mundo aniguo del mundo moderno, sin duda ése endría que ser 1610 año en que cambió por compleo la visión del universo. Las j ornada s de Galileo con el el escopio so n memo rable s. Pasó varias noches sin dormir y apenas daba crédio a sus ojos de lo que en conra a e n el r mameno. Consignó su s descu rimientos en la o ra Sidereus Nuntios (en saje sideral) , y en varias caras dirigida s los édicis y al propio Kepler . scribió con la urgencia de quien desea cericar la primicia del hall azgo y en regó a la imprena su Mensaj en marzo de 6 l impaco de estos evenos fue an fuere en Galileo, que lo obligó a dej ar de lado, por los sigu iene s cinco a ño s, sus esudios sobre el movimieno, y se lanzó a la defensa del sisema copernicano con la seguridad de las pruebas que le oecía el eles copio . El carác er mo naño so d e la Luna, los s aéli es de úpiter impensabl es ibles para los y, sobreque todo,mostraba las fasesndegiros enus, incompa conarisoélicos el esuema planetario de olomeo, orecían una prue a direca, sensorial e innegable de la verdad del sisema heliocénrico. scribió el Mensaje en laín , aplicando su tradicional don de saber presentar sus ideas y descubrimienos en érminos
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que podía entender cualquier persona medanamene insru da. El libro está dedicado al gran duque Cosme , algo nor mal e el sistema de patronato de la época, en la portada consigna el nombre que le ha dado a los satélites de úpiter: medicea sidera, astros mediceos. En un pri ncipi o pens ó bautizarl os como "estrell as cósmi cas para halagar a Cosme, pero la idea de aludir a toda la famil ia fue más acer ta da . Sin embar go, la denominación popular de "lunas de Galileo sobrevive hasta nuestros días. Los dibuj os de Gali leo, en especi al los de la Luna, demuestra n que e sabio también habrí a podido ser un gran ar tista . El éxito del libro fue instantáneo, particularmente por la sen sacional novedad de los satélites de úpiter que muestra qe no todos los astros giran alrededor e la ierra. El Mensaje sidera anunció, tanto a los filósofos como a la gente común, que el universo había cambiado por completo. Galil eo ue el prime ro e n escribir editar lo s descubrim ien tos celestes con el telescopio comunicador formidable, apro vechó para hacerse publicidad, no para satisf acer su vanidad, si no pa ra pre parar e l campo de la def ensa de sus ide as de su trab aj o. El hallaz go de los satéli tes de úpiter se lo comunicó inmedia tam ente a n tonio de Médicis en una car ta. A inales de enero le escribió al secretario de Florencia, Belisario Vinta, para darle cuenta dede susEstado descubrimientos de la redacción del Mensaje manif estó , otra vez, su d eseo de trabaj ar para el gran duque. Luego dic tó tres conf erencias públicas en la Universidad de Padua sobre lo descubierto En mar zo, Galileo le prometió a Vinta obsequiarle a la familia ducal
su mejor telescopio para que pudieran contemplar los planeta s de Júpiter. La oferta de telesco pios ta mbién la haría a otro s príncipes, cardenales y proesores de la Igesia. A ines de marzo, Galileo le enió el Mensaje al embajado r to scano en Praga pa ra qu e le fue ra remi tido a Kepler, quien ya en ese momento estaba bajo la protección del cuerpo más dinámico e innoador de la iglesia los jesuitas. La inmediata respuesta de Kepler fu e m ás que faorable c on un libro ti tulad o Conversaciones con e mensajero sidera de Gaieo apoyando abiertamente los descubrimientos del sabio, y le expresó Viciste Gaieae" ( "Venciste, Galileo ) . En abril, Gali leo lleó su telescopio a Bolonia para mostrarle los cielos Giovanni Magini, profesor de matemáticas, geógraf y astrónomo. La demostración fue un acaso, pues a Magini todo le pareció iluso rio . En la controve rsia con Magni in terino Kepler, qui en le enió un ejemplar de sus Conversaciones reiterando su apoyo a Galileo. E n septiembre, Magini, con encido, ya estab a utilizando un tele scopio. Para enmas cara r su s halla zgos de lo s inqui sidore s j os de los ignorantes, Galileo acostumbraba eniar a sus colegas en Italia y Alemania anagramas en latín. El anagrama q ue recibió Johannes Kepler sobre Saturno decía Atissimum anetam tergeminum podríatripe traducirse comono"He obserado el planetaobservavi más dista que nte como . Kepler pu do resoler el acer ti jo y unos meses después Galileo le envió la soluc ión. El descubrimiento de las fases de Venus y de Mercurio, si éste no estu iera tan cerca del Sol fue un marailloso punto a faor del sistema copernicano, que enterró el tolomeico y
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también a solución intermedia de ycho Brahe. Además, se robab a que los lane tas er an cue ros oaco s que brillan por elejo de la luz del Sol . Keler y los astrónomos de tod a Europa quedaron sorrenddos con estas conclusiones. En diciembre es comunicó sus hallazgos sobre Venus a su amigo y alumno el monje bendic tino Benedett o C astelli y a su aniguo parocinador Christoh Clavius, quien le certiicó que los jesuitas en el Colegio Romano o r in ha bían vis to los s atél ite s de Júpter en la ráctica reendaban lo visto por Galileo. En mayo, Galileo le envió otra carta a Vina, reiteró su dese o de trab aj ar ara el gra n duq ue, y sugirió que se le otor gara el ttulo de ilósoo y no solamente el de astrónomo o matemático. Vinta le contestó que su deseo había sido concedi do y Galileo renun ció a su cátedra e n Padua el 5 de junio de 1610. Había estado allí diecioco años y, como él lo conesó varias veces, ueron los años más lices de su vida. Cosme irmó el nombramiento el de julio jee matemático de la Universida d de Pi sa y primer ilóso y matemáico del gran duque de oscana a erpetuidad. Galileo se searó en orma amistosa de su amante, quien se quedó en Padua con Vincenzio, y se trasladó a Floencia en setiembre, llevándose a sus dos hijas; había or in alcanzado la posición que le correspondía 1610,verdaderamente a la edad de cuarenta y seis años.en el maravilloso año La evidente cometencia entre los dos grandes estados, Florencia y V enecia, se manis tó en est e momento. Venecia le abía otorgado a Galileo, unos meses antes, un aumento muy generoso de su sueldo, y ahora lo rechazaba ara irse con su
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rival. Para algunos, esto ue una descortesía, para otros u error, pues el alegre liber al puerto veneciano era m ás propi cio para un individuo como Galileo que la mucho má s coser vadora sociedad lorentina.
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En toda Europa e éxito de Galileo era inmenso y había numerosos pedidos de su Mensaje y del maravilloso instrumen to que acer caba las es trellas. El carden al del Mon te esc ribe: " Si aún viviéamos en la antigua república romana, creo sincera mente que en el Capitolio habría sido erigida una columna en honor de Galileo. El 9 d e marzo de 1 6 1 viajó a Rom a en cali dad d e invitado de hono del embajaor toscano. La ciudad era un epi centro de actividades culturales y artísticas, y se disponía a inaugura las nuevas obras de la basílica de San Pedro, niciada en 1 5 06 : la enorm e nave, la im presionan te achada y la cúpula de Miguel Á ngel ina lme nte ter mina da. En Roma, Galileo ue acogido con desbordante simpatía, los cardenales príncipes l o tataba n como un gra n personaje , a sistió a nu merosos banque tes , maravilló a tod os con su telescopio y, además, e recibido por el papa Pablo v Un evento que llenó de orgull o a Galileo ue su inscripción en la prestigiosa Academia dei Lincei cientíicas, la Academia Linces, por unasudeestudio las primeras sociedades quede se los distinguía de la naturaleza y las matemáticas, y cuyos miembros lo apoyarían con decisión en el utur o. E 14 de abril de 1 6 , en la ceremonia presidida por el patrón y undador de la academia, edeico Cesi se usó por vez primera, el nombre de "telescopio.
El Colegio Romano, con el padre Clavus a la cabeza, sesion en su honor una jornada completa. Lo s tres mese s que pa só en Roma, e n medi o d e tantos aga sajos, no lo desviaron de su investigación, y deinió los perio dos orbitales de los satélites de Júpiter, una tarea abuma dra en la que obtuvo un ro tund o éxito. Luego, inventó un métod o para aplic ar los tiempos de rotación de los satélites de Júpiter en el cál cul o de la lon gitud de las naves en el ma r. De vuel ta en Florencia, luego del triunfo romano, Galileo reemprendió la investigación cientica con renovada fuerza, y en 1 61 3 publi có las Cartas sobre as anchas soare s donde present a su notable estudio so bre el Sol y lo destaca como otro argumen to a vor del sistema copernicano Y contra la tesis aristotélica de la incorruptibilidad de los cielos. Estudiando en detalle el mo vimiento de las manchas solares, dedujo la rotación del Sol sobre s mismo en 2 das y la inclinación sobre su eje. Galileo afirmó ser el primero en observar las manchas solares y entró en una ácida controversia con otros astrónomos, especialmente con el padre jesuita Christoh Scheiner, de Baviera, que en 1612 le haba dirigido cartas a Kepler y al propio Galileo reportando su descubrimiento. Claro, ninguno de los dos saba qe los chinos conocan las manchas sola res desde haca siglos. Kepler atribuyó las manchas a un eniamiento de par te de la superici e del So l, y Galileo dem ostró que éstas giraban con el Sol, cambiaban continuamente de frma y , en consecuen cia, t ambién el Sol esta ba sujeto al naci miento y a la muerte Scheiner, defensor de las ideas aristotélicas, consideraba a las manchas solares como pequeños
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planeta s cercanos al S ol. En esta controversia Galileo recibió e total respald o de la Academ ia de los Linces. En Roma el influyente cardenal Mafeo Barberin le envió a Galileo una carta de felicitaciones por sus descubrimientos. Galileo se convirtió entonces en el más imporante centífico del momento pero como es usual aparecieron de inmediato los odi os de los "profesores y académ icos en par te por celos y en parte por ignorancia. Además todos aquellos que en algún momento se habían sentido heridos por el orgullo y la inolerancia de Galileo se unieron a la camarilla que pretend ió ridiculizar al genio . Algunos se negaron por prin ci pio a mirar por el telescopio " ¿Para qué discu tir con A ristóteles ? y otros asegurar on que los fenómenos de Júpi ter eran ilusiones óp ticas . Galileo reaccionó con desprecio y l os bautizó como la "Liga de ls Pichones en referencia a uno de sus miembros Luovico delle Colombe (coombe "paloma en italiano) un a stotélico de la Univ ersidad de Pisa que no o cultaba su enemistad hacia Galileo. En respuesta y con alarde de gran vanidad Galileo declaró varias veces en público que todo aquel que contradijera el sistema copernicano debería ser tenido como un "pigmeo mental. En una ocasión enterado del deceso de uno de sus contradictores Giulio Libri que s había negado a mirar telescopio a modo de epitao "En Pisa muriópor el iellósof Libri escribió impugnado r acérrimo de mis saélites quien puesto que rehusó mirarlos desde la ierra los verá tal vez al pasar camino al cielo. Galileo tenía gran cilidad para hacer amigos y también enemigos sobre este aspecto se afirma que "creaba la ía e 7
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implacable hostilidad que el genio arrogante, sin humildad, genera entre los mediocres. Pero Galileo no enía nnguna prueba maemáica de la validez del sistema copernicano; lo había acogido por la sencilla razn de que le parecía más simple que el toloméico y más racional, por lo que no tuvo ningún reparo en presentar el asunto como mera hiptesis. Así, las lunas de úpiter, las fases de Venus y las manchas sol are s ape nas sugerían que Aristteles estaba errado. La prueba ya existía en los descubri mientos de Kepler sobre las rbitas planetarias, pero Galileo lo menosp reci por sus a ctividades astro lgic as . La conspiracin se aprovech de esta debilidad; el primero en atacar fue Ludovico delle Colombe, que publicó un tratado, vituperando a Galileo y a Copérnico en el plano religioso. Enseguida el padre dominico Nccolo Lorini critic públicamente a Galileo, algo muy osado en su momento dado su gran prestigio. So n la s primeras se ña les de un peli gro no mu y leja no. Poco después, en diciembre de 1613, el padre Castelli le escribi a Galileo que circulaban rumores en la cort de los Médicis so bre graves error es en sus ideas y escri to s, los cuales habían generado cierto malestar, en especial, en la madre del gran duque, Cristina de Lorena Castelli afirmaba que estas resisen cias se debían al hechoen de la q Biblia ue las respecto nuevas teorías paecían contradecir lo afirmado al movimiento de los astros. Esta fue una pésima noticia para Galileo. No sl o era profesor en Pisa, sino filosofo del gran duque y su protegido, aspecto muy importa nte para s u proyec to de renovacin ien
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tíica cultual. Inmediatamente, le espondió a Castelli con una cata que luego sea tomada como la pimea pueba de ss acusadoes . En la Carta a Castei Galleo se mues ta see no, confado convencido de sus agumentos, asegua que sus descubimen tos no pueden despecia se basánd ose en los pasajes de las Sagada s Escitu as: "s bien las Esci turas no p ueden equvocase, pueden hacelo sus intépetes comentaistas de vaios modos ... en las Esctuas se encuentan muchas poposiciones falsas s se toma el desnudo sentido d e las palabas . Galileo cometió su pime eo al abandona el campo estctamente cientfico paa adentase en temas teológicos, dond e qued aba más expuesto a los ataques de los def ensoes del ais totelismo. A f inales de 1 6 14, oto dominico, ommaso Caccini, hizo una viulenta pédica en Floencia conta las concepciones heliocént ca s de Copénico Galileo, emitén dose a los pasajes de la Bblia que negan la nmovilidad del Sol. Po ejemplo, Josué, combatiendo a los listeos exclamó: "Detente Sol, lo que sin duda pobaba el movimiento del Sol la inmovlidad de la iea. El 7 de febeo de 6 Loin le envió una ca ta al cadenal Paolo mlo Sondat, pefecto de la Congegacón del Índce del Santo Ocio, acompañada de una copia de la cata de Galileo a Castelli. E l esci to de Loini es consideado como una peza maesta de lo que se conoceía después duante siglos como "el asunto Galileo: hay mucha propoicione que no parecen opechoa y temeraria . . que en la coa naturale tenga má fuerza el argu-
mento ilosóco o astronómico que el sagrado el divino sin tiendo que se habla poco honorablemente de los santos padres an tiguos de Santo Toms, que se pisotea toda la filosofa de Aristóteles
Lorini captó la naturaleza del problema y procuró o hablar de Galileo sino de los "galileístas: "Pero quiero decir que consid ero a esos galileí stas hombres de b ien y hombre s cristi a_ nos, pero un poco rígidos y presuntuosos en sus opiniones. Aquí Lorini parece presentar a Galileo coo jefe de una secta o mo vmiento hereje al que h abía que en rentar y cínicamente ins nu aba sus defec to s. Ad emás , no se pedía una veri icación, no se tocó el tea científico, se daba coo cierta la culpa y solicitó, en forma velada, la acción del tribunal. Una simple carta anónima podía iniciar un proceso nquisitorial y con mayor razón la de un rale dominico. El 25 de fbrero de 1615 la Congregación del Santo Ofi cio decidió abrir el caso. Galileo comprendió el verdadero pelgro que debía evi tar a toda co sta , o sea , que la Igl esi a condena ra la nueva concepción cientí ica, prolongando el oscurantismo medieval . En su primera reacción le escribió una car ta a Cristina de Lorena, la arta a a gran duquesa buscando afirmar la posibles pro tección de laque c asa Médicis . En estaencarta aclara l as dudas se pudieran tener tre loGalileo verda dero teoógico y lo verdadero científico o en otras palabras, entre la fe y la razón. Escrita en un lenguaje mordaz, la carta se iltró y tuvo el efec to de u na bom ba . El 9 de ma rzo de 1 61 5 el papa P ablo v, que presidía la reunión del S anto Ofi
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cio, ordenó que uera escucha do como testigo el padre C accini, quen conirmó todo lo dicho por Lorini, especialmente en el contraste entre la Bibli a y la tesis copernicana. Galileo, que apenas podía enterarse de estos eventos, decidió ir a Roma para explicarlo todo verbalmente, optimista y con iado en sus apoyos polí ticos y en su propi o prestigio . En Roma se alojó donde el embajador del gran duque de Toscana, que en esta oportunidad no ocultó su disgusto, convencido ue el visitante l e tra ería problemas . Si n embargo, Galileo no advirtió a tiempo su verdadera debilidad: la ingenuidad. Conaba en su gran capacidad para demostrar la veracidad del sistema copernicano para evitar su condena, per o no advirtió el proble ma real. La Iglesia surgida del Concilio de rento estaba deci dida a mantener la hegemonía absoluta en la interpretación de las Sagradas Escrituras y a erosionar el poder de las iglesias reormadas. No era la argumentación cientíica lo que estaba en juego, sino la autoridad de la Iglesia. Galileo pretendía convencer al Papa en persona y explicar que sus teorías es ta ban "rigurosamente demos trada s adj untó como prueba, en una carta dirigida a Paulo v, su tesis de las mareas como ua consecuencia directa del movimiento de la ierra . El Papa tomó a ma l el asun to rechazó o torgarle la au diencia a Galileo y le envióy heréticas. un recado aconsejándole renun ciar a sus ideas "erróneas Los amios d e Galileo en l a jerarquía eclesiástic a hicieron todo lo posible por evitar el conlicto, en especial Barberini, que tenía gran in luencia so bre el Sa nto Oicio . En ebrero de 1616 el proceso ya había tomado una dirección precisa: se
renunció a atacar directamente a Gaileo como hereje de masiado famoso y sóidament e proteg ido y lanzó todo el peso del tribuna so bre las tesis cien tífica s. El 4 de febrer o se censuraron las proposiciones de que e Sol fuera el centro del mundo y, en consecuencia, carente de movimiento local y, la segunda, que a ierra no era el centro del muno, inmóvil, sino que se movía toda según e movimiento diurno. El 6 de ebrero de 1616, Gaileo fue citado, no al Santo Oicio, sino a la residencia privada de su consultor, el cardenal Roberto Belarmino, un jesuita astuto y el teólogo más importante e iustrado de a Iglesia, que había mostrado interés en e trabajo de Galileo. En presencia de cinco eclesiásticos como testigos, u e requ erido "a abandonar toalmen e di cha opinión de que e Sol sea el centro del mundo e inmóvil y a ierra se muev a y, uego, que de ningún modo la sostenga, la enseñe o la deenda, tanto verbalmente como por escrito en caso contrario, e Santo Oicio procederá en contra de él. Galileo se so metió y prometió obedece r. Además , se emi tió un decreto atacando a Copérnico, y su ora, De Revoutionibu s Orbium Coeestium, fue colocada en el Índice, mien tras se le efectuaban ciertas correcciones para que todo uera "hipotético. Las irregularidades del proceso eran evidentes, pues as obras de Galileo no fueron conscadas ni prohibidas, lo cual confi rmab a que e in terés de la Iglesia en es ta parodi a era condenar el sistema copernicano por su amenaza a la supremacía de la Iglesia en la interpretación de la Biblia. A pesar de que su proyecto de convencer a la Iglesia de abrazar la nueva visión cientíca quedó gravemente lesiona
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do, Galileo sali ó indemne del proceso y con su pr estigio intacto. Además, en toda su vida jamás tuvo la intención de socavar las bases de la Iglesia cristiana, sino de revisarlas. Las reales consecuencas del asunto fron históricamente más graves para la Iglesia, pues al ele gir abandonar el camino de la inves tigación y de la nueva cultura ya transitado por muchos en sus propias f ilas, nota blemene los jes uita s, se anclaba en la visión aristoélica del mundo irreversiblemente superada. Se certifcó el con icto entre la Iglesia y la mo dernidad , ue ten dra tremendas consecue ncias en poco tiempo en toda uropa . Galileo, inalme nte , fue recibido po r el Pap a y pa se ó con él durante un a hora. De esta entrevis ta escribió: "Me dijo que viviese con el espírtu tranuilo, porue continuaba en tal concepto de Su Santidad y toda la congregación, ue no se daría la más mínima escucha a los calumniadores y ue yo (mientras él viv iese) podí a estar segu ro . Palabras de doble sentido , muy propias de la e strategia de los inuisidores. Los enemigos de Galileo, buscando su total desprestigio, pusieron a circular el rum or de una pre sunta a bju ración del sabio a las ideas copernicanas. Para un hombre de ciencia no hay peor humillación ue, s abi éndose poseedor de la verdad sin poder probarla, sea silbado por un audi torio de ignorantes. Galileo dirigió entonces al cual cardenal Belarmino para conseguir un se desmentido ocial, el fue emitido con prontitud con un certificado ue subrayaba que Galileo no había abjurado ni recibido penitencia alguna, ue había sido requerido a presentar sus ideas sobre el sistema apenas como hipótesis, y ue sólo le había sido notiicada la declaración.
IÁLOGOS CON L UNIVSO
De nuevo en Florenc a , Galileo no camb ió para nada su táctica, lo cual ha sido objeto de debate por parte de varios estu diosos. ¿Por qué su insistencia de convencer a la Iglesia de conciliar la y la investigación científica? ¿Por qué un hombre de tal inteligencia no advirtió el terreno tan escabroso que transitaba? La explicación más plausible airma que Galil eo era un nd viduo carente por comple to de tod a tendencia mística o con templativa que le a brigara alguna alterna tiva; su única opción era la interpretación de la naturaleza mediante la geom etría y la s matemáticas . En otras pa labra s, Galileo era total y absolutamente moderno. Galileo retornó con renovado vigor a sus estudios del mo vimiento y de la mecánica celes te. En cierta oc asión , a instan cias del gran duque Cosme , que quería mejorar sus resultados en los juegos de azar, Galileo escribió un pequeño ensayo sobre el juego de dados; como resultado, el concepto de pro babi lida d aleatoria e es ta blecido por ve z primera por Galileo, aunque e pareció el tema no al tenía may or interés. En 1de6 1 8 le enviól su tratadoque de las mareas archiduque Leopoldo Austria. En ese mismo año, tres cometas que aparecieron en el cielo inspiraron a un jesuita del Colegio Romano, el padre Orazio Grass i, a concluir qu e se desplaza ban en órbitas regula res como los planetas, a una distancia muy lejana de la Luna,
pero más cercanos que el Sol. Pero las órbitas resultaban tan elípticas q ue no eran compa tibles co n el sistema circula r de Copérnico Galileo no pudo observar el último y más importan te de esto cometas por un ataque de reuma que lo oblió a guardar cama Aún postrdo, entró en una uerte polémica con Grassi y escribió su Discurso sobre os comes en el que, contra riando sus propios argumentos, arma que son ilusiones ópticas, como las auroras boreales. En 1 6 1 3 , Marin a se casa y Vi ncenzio debe volv er a Flor encia con su padre En mayo de 60 muere Gul ia, la mad re de más un Galleo, lo cual tuvo que representar para el sabi respro que un dolor por las continus riñas que ésta tenía con toda la familia. La muert e de S agredo, ese mism o año , s es causa de gran pe na, pues desaparece su má s el consej ero e íntimo amigo En 1 6 1 muere su mecenas, el g ran duue Cosme , a la ed ad de trei nta años, s ucedi do por su hijo Fernando de apenas diez año s. Mientras tan to , sigue la polé ica so bre los com eta s, que se p rolon gó has ta 1 6 3 con la publicación I Saggiatore (El ensay sta ) de Galileo, que con tiene apar tes memorables Aquí Galileo presenta una direncia capital entre las cualidades primarias de la na turaleza, como la posición, la forma y el movimiento de los cuerpos, y las cualidades secundarias, como los colores, lo s olores y los gus to s, que no exis ten más que en la conciencia del observador Así se stablece pr prmera vez, la distinción moderna entre el universo cuantitativo y objetivo de las ciencias experimentales y aquel subjetivo de los valores é tic os, estéticos y religiosos En uno de sus apartes se lee un erdadero maniesto de lo que está por venir: "El
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universo está escrito en lenguaje matemático y los caracteres son trián gulos, círcu los y otras i guas geomé trica s. Sin estos medios, es humanamente imposible entender nada sin ellos lo único que queda es dar vueltas sin sentido por un oscuro laberinto. E ensaista ue publicado en Roma bajo el auspicio de la Academia de los Linces. Pero el libro estaba lleno de ataques y refutaciones sarc ásicas conra Grass i. Aunue es una obra maestra del géneo de la polémica y un clásco de la prosa italiana, el Colegio Romano se enfadó por completo por el roz ataq ue a uno de los suyos que cau só la enemisd deini tiva de Galileo con los jesuitas. No hay duda de que Galileo perdió va lioso tiempo d e inves tigac ión por enfr ascars e en lar gas y áridas polémica s de carácter más persona l que cientíco. En este mismo año muere el papa ablo v y, ¡oh maravi lla ! , e s el ilus trado amigo de Galile o, el carden al Maffeo Bar berini, qui en subió al trono pon tiici o el 6 de agos to de 1 6 3 con el nomb re d e Urban o vm, luego del breve pon tiicado de Gregorio x La admiración de Baberini por Galileo era tal, que años antes le había enviado un poema compuesto por él en su hono, titulado Aduatio erniciosa. El nuevo Papa se poc lamó po teco e las artes y la s ciencias y ent re los Linces estalló la eufoia. En 64 el Papa le confsó al cardenal de Hohenzollen que la Iglesia jamás condenaría l sistema copernic ano como heréic o, sino apenas como temerario . Galileo inmediatamente le dedicó E ensaista al nuevo Papa, se pre cipitó a Roma, obuvo seis audiencias con el pontífce, una pensión p ara su hij o una pin ura y un a medalla de oro, pero 5
no consiguió la supresión del decreto de 1616 Urbano vm le explicó que podía escribir todo lo que se le ocurriera siempre y cuando evi tar a los argumen tos te ológicos y presen tar a todo como hipó tesis. Y le advirti ó: "Aunque una hipótes is explique de manera satisfactoria un fenómeno dado, esto no significa que sea necesariamente cierta, pues Dios es todopoderoso y puede producir el mismo fnómeno por otros medios que escapan al entendimiento humano. Éste se conocera después como "el argumento de Urbano vm " , que le ocasionaría serios problemas a alileo. Pero en el caso e Ga lileo , la pasión sust ituía la razón. Con la seguridad del resp aldo del Pap a, de los mecenas nota blemente de los Médicis, de sus muchos amigos algunos de ellos, simpes aduladores, y en la cumbre de su prestigio, Galileo se sintió invulnerable y libre de hacer lo que le placiera, y se lanz a escribir su monumental obra, Diaogo Sora i Due assimi Sstemi de ondo (Diálo go sobre los dos máximos sistemas del mundo), una apología del sistema copernicno que tarda mucho tiempo en ser redactada, a causa de sus recuentes en rmedaes. En 1 62 9 Galileo l e había e scrito a Ce si que el cuerp o central del Diáogo estaba termi nado, pero que le empezaba a fallar la vista. Conclu yó en 1 63 0 el texto f ial
paraMientra impresión. s tanto, ha bían sucedido vari os eventos importantes en la vida f amiliar de Galileo: en 1 62 7 su hermano Miche langelo, que vivía hace varios años en Alemania, quiso volver a Florencia y le envió con anterior idad a su esposa y a su hijo . Esto aumentó l a presi ón s obre los gastos, pero al año siguien te
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su hermano, afortunadamente, vovió a llevarse a su amilia a Alemania, pues el so brino de Galileo resul tó ser un joven vago e insolente y, para colmo, ateo. En diciembre de 1629 Galileo se convi tió en abuelo , pues s u hij o Vincenzio, casado con Sestilia Bocchineri, tuvo un hijo y el 1 de noviembre de 1 6 3 muió Kepler. El gran astrónomo y matemático jamás vería el Diáogo de Galileo. El Diáogo se basa en el encuentro enre tres personajes: Salviati, Sagredo y Simplicio que, en cuatro jornadas, deben debatir sobre las razones a favor y en contra de las hipótesis astronómicas más importantes: la aristotélicatoloméica y la copernicana El personaje Saviati es un deensor del sistema copernicano y presenta las ideas de Galileo, homenaje a un compañero de la Academia de los Linces a quien Galileo apreciaba Sagredo, inspirado en su amigo desde los tiempos de Padua, es la figura neutral y desempeña en el diálogo el papel de quien estimula y orienta la discusión Simplicio deiende el geocentrismo y el aristotelismo, y al parecer debe su nombre a un comentaista de Aristóteles del siglo v; se presenta como un personaje oscuro, mal informado y que recuentemente raya en la estupidez , por lo que se airma que su nombre es sinónimo de "simple. Unaafirma de lasque objeciones clásicas el movimiento ierra si la ierra gira,ntra todo aquello que no de estéla remnte sujeto a ella sería expulsado hacia �rás: las balas de cañón, los pájaros, las nubes, la gente. En su argumenta ción, Galileo roza muy cerca la teoría exacta de la inercia de los cuerpos que establecería Newton años después. Galileo
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explica que una piedra lanzada desde lo alto del mástil de un barco en marcha, no caería hacia atrás porque ella participa de la velocidad adquirida por el barco por analogía, la piedra lanzada desde lo alto de una torre, p articipa de la elocidad adquirida por la ierra Uno de los argumentos más importantes se expresa en uno de los "experimentos mentales encerrados en la habitación de un barco detenido y sin vista al exterior notaremos que una gota de agua vertida por el agujero de un recipiente ca verticalmente coninguna n el barcoalteración en movimie ta n rápido como se equiera, no se nota en nto, el desplazamiento de la gota de agua. En otras palabras, la apariencia de los fenómeno s en el in terior del barco es la misma, se mueva o no se mueva y, por analogía, los eventos serán iguales, se mueva la ierra o no se mueva. En el siglo este argumento es conocido como el rinciio de reatividad de Gaeo . En cambi o, la explicación de Galileo del movimiento de la ierra misma no es muy afortunada, pues insiste en su vieja teoría de las mareas, uno de los temas prin cipales del libro . Galileo estaba convencido de que en el fenómeno de las mare as esta ba la clave para encon trar una prueba irreu table del movimiento de la ierra, por lo que la presenta cmo el nal más adecuado para su libro . Rechaza los argumentos tra dicionales notablemente los de Kepler, por asociarlos a alguna mis teri osa influencia de la Luna y, en cam bio , presen ta una explicación basada en la razón. La había observado en las barcazas que llevaban el agua potable a Venecia cuando la barcaza reducía su marcha, el agua mantenía su movimiento
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y se acumu laba en la parte delantera del co ntenedo r y cuando la barcaza acelerab a, el agua se desplazaba haca la parte trasera del rec pente . Del msmo mod o, el océano debí a ser como un enorme recpente y el flujo y el reflujo de los mares, consecuenca del do ble movme nto de la erra sobre sí msma y alrededor del Sol, movimientos que se anulaban en la noche y se cobnaban de día. Galleo afrmó, en todo caso, que a pesar de que su eplcacón no era de ntva, pues en las marea s nfluyen otros ctores que requeren mayor elaboracón, su É argumento princpa . sta ,sepues conoce como equvocacón más nteligel era nteváldo de Galleo habría que "la esperar a Newton, muchos años después, para encontrar la respuesta correcta. En el Diáogo y en otras obras, Galleo a �rmó qu e s Ar stóteles pudera reg resar a la vda y ob servar el cielo con el te lescopo, estaría de acuerdo con él. Hzo énfass en su dea central de la mposibldad de entender el mundo real sn la ayuda de las matemáticas y la geometría, y ostensblemente, reutó la teoría de la nmutabilidad de los cielos, aunque jamás pudo presentar una prueba rrefutable de que la teoría de Copérnco uera el auténtco y únco sstema del uverso, pues su argumentacón sobre las mareas, las fases de Venus y el desplazamiento de las manchas solares no resultarn sui centes. Galleo no era tan refinado en astronomía terca como Keple r, y e sta ba tan seguro de la v aldez del sstema co perncano que no se preocupó por su total verfcacón, pues arm aba que, de todas formas, alguen la obten dría después. Para resp etar el decreto de 1 6 1 6 el Diáogo no desembo ca en
conclusón alguna, pero cualquer lector la deduce avorable al sstema copernicano. Para obtener el imrimatur del Diáogo Galleo viajó a Roma en mao de 63 vstó al censor p rncpa l, el padre Nccolo Rccard, quen años antes había hecho comentarios mu favorables sobre E ensayista y, además, era amigo de Castell. Castell quedó perplejo al leer la obra, pues se dio cuenta de que tení a ante sus oj os un alegato apenas dis az ado en defensa de Copérnco. Galileo obtuvo una entrevista con elsobre Papalasmarea notó que éste no esaba a gusto con su ción s. Entonces Galileo se reunió conexposisus amigos, el emba jador de oscana , Niccolini, C astell y el secrerio pontco Campol, junto con Rccard decderon revisar el texto envarlo paulatnamente al mpresor. Con la segurdad de que su lbro estaría en circulacón ese otoño, Galleo paró para Floenca. Pero sucedieron dos hechos sorpres vos su gran def ensor en Roma , el príncip e Federco Cesi, muró, lo que signicó el fn de la Academia de los Lnces; el resurgimento de la peste. La gran epdemia ya había asolado el continente europeo en el siglo XV conocda como la " peste negra , una for ma de peste bubónica. Se arm a que la enfermedad provenía de la India que llegó a Europa como consecuenc a de los con tacto s comerciales de la potencias mercant les de Italia , transmtda por las ratas infec ta da s. Se extendió ápd amente hasta Inglate rra y el norte de Europa con consecuenc a s catastró cas; en algunas zonas, el descenso demográco fue mpresionante hasta 3 5 se calcula que mureron alrededor de 2 5 mllon es de h abitantes . La peste
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tuvo nuevo s brotes en lo s s iglos sigui entes , hasta que en 1 66 5 se rep ortó la última epidemi a e n Lond res. La enrm edad in fluyó de manera decisia en la crisis económica y social que vivió Europa en los siglos XV y xv No es extraño que ante la alarma de un bro te epidémico , se tomaran edidas ex tremas, muchas de e la s po r completo absur das, como lo tes tifica uno de los episodios más nefastos de la Edad Media. La cuare ntena esta bleciµa po r la epidemia en Italia en 1 6 3 afectó las comunicaciones entre Roma y Florencia. Entonces Galileo, que no quería pe rder más tiempo, insis tió que el Diá ogo fuera impreso en Florencia co el imrimatur romano, pero Riccardi se opuso. Los amigos de Galileo en Roma, encabezados por el embajador de oscana, visitaron al censor y obtuvieron un nuevo acuerdo: el prefcio y las conclusiones serían aprobadas en Roma y el resto del libro sería revisado por el inquisidor de Flore ncia, el padre Egidi. Galileo rechazó el papel de Egidi y propuso que la revisión la hiciera un hom bre de su confianza, el padre Stefani. Agotado por el hostiga miento , Riccardi ced ó , a sa biendas de que su ermiso de impresión no era válido en Florencia. Stefani aportó algunos retoques d e rma en acuerd o con el autor , enmascar aron cmo sueños , quimeras y experi mentos men tales los argumentos que Diáogon satisfctorios consideraban el resultaro está plagado de este tipo depeligrosos. términos qDe ue, hech, al parecer, a Riccardi. Al final, Steani se declaró "conmovido hasta las lágrimas p or la humilda d y la resp etuosa sumisión del libro . Orginalmen te, las mar eas ap arecía n en el título del libr o, Diá ogo sobre e ujo e reujo de mar pero Riccardi aseguró
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que por orden del Papa debía cambiarse, a lo que Galileo accedió. El 22 de febrero de 632 aparecieron los primeros ejem plares del Diáogo, que obtuvo una gran acogida tanto en Ita lia como en el extranj ero . Está e scrito en italian o, contiene numerosas y bellas ilustraciones y d ibuj os, y fue r pidamen e traducid o a varias lenguas . Pero también comenzaron a circular algunos rumores hostiles al texto y a su autor, especialmente aquello s que ai rmab an que la igu ra de Simplicio era una iró nica represe ntac ión del mismo Papa . Galileo puso algun os argumentos obre la esencia divina de la naturaleza en boca de Simpli cio quien, a rmab a haberlos o btenido " de un persona je muy eminnte y erudito, delante del cual sólo podemos agachar la c abe za . Urbano V tal vez instigado por alguien, se enfureció al creerse carica turiz ado en el tonto Simplicio y los j esuitas vieron la ocasión para desembarazarse del incómodo Galileo. Uno de ellos, el padre Grienberger, diría más tarde: "Si Gaileo no se hubiera ganado el disgusto de la Compañía, abría podido escribir libremente sobre el movimiento de la Tierra hasta el fin de s us dí s . Para colmo, Belarmino había muerto y su sucesor como consultor del Santo Oficio el padre jesuita s ridiculizados por era Galileo a ñoFirenzuola, s ante s. La uno horade delos arreglar cuentas había llegado.
R é y
conografía
Dice la leyenda que mientras Galileo trabajaba en Pisa (I 5 89 -592) cmo prfesr de matemáticas, realizó una serie de experimentos lanzando objetos desde la torre inclinada. Su propósito era desmentir a los aristotélicos probar que objetos de distinto pes caen a la misma velocidad Grabad, circa, I620.
j Grabado, circa, 63 0
conografía
Galileo Galilei
Iconografía
A: En 63 el poeta inglés ]ohn Mi/ton le hace una visita a
Galileo en la Villa de Arcetri para conversar sobre sus teorías. Pintura según el grabado de Lessi
Pá u: u d.
Tras su juicio, Galleo fue condenado
a prisión por tiempo indefinido, anqe jamás estvo en la condición que muestra esta popular imagen
Pá : u pp según Robert Hen Circa, 4
Gaieo Gaiei
Iconogra
Grabado de Gaieo ya anciano, según e retrato de Ramsey Circa, JO
EL POCSO
La Inquisición ue una institución judicial creada en la Edad Media por la Iglesia para erradicar la herejía. En el siglo V con el reconocimiento del cristianismo cmo religión estatal po r parte l os emperadores romanos, l os heejes empeza ro a ser considerados como enemigos del Estado, sujetos a fuertes penas, aunque la Iglesia en general desaprobó los casigs ísicos La Inquisición en sí no se constituyó hasta el siglo X bao el pontiicado del papa Gregrio X smetiendo a los inquisidores bajo su jurisdicción y aumentando la severidad de las penas, como el encarcelamiento y la coniscan de propiedades El cargo de inquisidor ue asignado casi exclusivamente a dominicos y anciscanos, a causa de su mejor preparación teológica y su supuesto rechazo a las ambiciones mundanas Los inquisidores eran personajes que contaban con grandes poderes y podían excomulgar incluso a prínci pes y obispos, y su acción se extendió principalmente a Italia, Alemania, Francia y España, y más tarde, por supuesto, a América Los inquisidores podían entablar pleito contra cualquier persona sospechosa. Quienes se presentaban por su propia voluntad o conesaban su herejía recibían penas menoes además, los acusado s baj o el perverso sis tema j udicial po dían convertirse en sus propios acusadores. El testimonio de dos
testigos se consideraba, por lo general, prueba de culpabili dad la sentencia no podía ser apelada. Aunque en sus comienzos la Inquisición dedicó su atención a los sectores herejes organizados, m ás tarde, atacó a los grupos sospechosos de brujera, a los magos adivinos. En 1252 el papa Inocencio V autorizó la práctica de la tortura para extraer la verdad a los sospechosos, la pena de muerte usual era quemar vivo al reo atado a una estaca. Una vez que los gru pos herejes estuvieron baj o control, a x
principios deli por siglocompllaeto. actividad Inquisición había aparecido cas Alarmde adolapor la difusión del des pr o testantismo su penetración en Italia, en 542 el papa P ablo m estableció en Roma la Congregación de la Inquisición, co nocida también como Santo Ocio. La nueva Inquisición se preocupó más por la ortodoxia académica, en especial por los individuos, las opiniones los escritos que atentaran contra los dogmas principios es tabl ecidos en el Conci lio de rento. La persec ución se hizo más activa baj o el pon tificado de Pab lo V cuando encargó a la Congregación la elaboración de una Índice lista de libros que afectaban la f o la moral; el primer de libros prohibidos se publicó en 562. El Diáogo de Galeo se imprimió en febrero de 632 hacia agosto fue prohibido por el Papa, que ordenó que una comisión especial examinara el libro. En septiembre, basado en el repor te de la com isión , el propio Papa remi tió el caso a la Inquisición, encabezó la reunión donde se decidira la comparecencia de Galileo ante el Santo Oficio en Roma. Mucho se ha escrito sbre el cambio radical de actitud del
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Papa hacia Galileo en lo cual sn duda inluyeon divesos factore s su indignación por la bul a a la cu al se creyó expu esto en e lbro la evidente desobediencia de Galileo al deceto de 1616 y a la popia orden del Papa las consejas del Colegio Romano la acción concertada de conspiadores entre ells Schein er y los j esuita s el temo del Papa de mosra poca r meza en mateia tan gave y hasta su propia vanidad que alguna vez lo había llevado a declara que sabía más que to dos los cardenales juntos. El eán popular "lo que los bárba ros dejaron los Barberini se lo llevaron alude al compora miento del Papa su familia y su corrupto sobrino el cardenal Francesco Barberini. Una eciente tesis airma que el Papa se imagin ó que Glileo es ta ba vinculado con las herej ías de Gior dano Bruno y que el Diáogo contenía un smbolsmo hermé tico ocul to . Urbano V vivía e n todo cas o un momen to diícil pues el centro de Europa esta ba ensangren ta do por la guera de los reinta Años un conicto relgioso de una volencia inaudita y se le hic eon ac usacion es direc ta s de no def ender con suficiente vigo la e católica conta la agresividad de los países potestantes. En resumen todo se conjugaba para que la Inquisició n trataa duamen te a Galileo. Galleo esta ba enseía graves problem asypero to nadie imaginaba cuál el esu lta do el sa en bioesytesumomen s amig os pensaron en el m ej o el etio del libro paa su core cción. El 4 de septiembe de 1 63 2 el embaj ado toscano Ni ccol ini f ue ecbido po el Papa y lo encon tó iracundo porque a segurab a que Galileo y sus amigos incluyendo al censo Riccadi lo
habían engañado. Además, le expresó que Galileo sabía de sobra los errores cometidos, en referencia a las conversaciones pri vadas que habían sostenido, que el Diogo sería revi sado palabra por pala bra por la comisión, y calificó su contenido de "perverso . El informe de la com isió n fue durísim o y fue extendido al examen de las circunstancias que rodeaban el asun to la viola ción de l decr eto de 1 6 1 6 y la u tilizac ión ile gal del imrimatur de Roma. Resultar on vano s todos los esfuerzos y apelaciones del em bajador toscano y de los influyentes amigos de Gaileo para obtener un trato benevolente. No fue suficiente la avanzada edad de Galileo sesenta y nueve años, sus enrmedades, su problema de visión, tal vez por la imprudente observación del Sol , el largo va je desde Florencia a Roma en pleno invie rno, los riesgos de la peste. Incluso Galileo remi tió l os certiicado s de tres médicos que atestiguaron que suió de "vértigos, melancolía hipocondríaca, debilida d estom acal , inso mni o, hernia y dolores en todo el cuerpo . Nada impidió que el San to Ocio ordenara la comparecencia de Galileo en Roma, "encadenado si era necesario como un bandido cualquiera. Galileo llegó a Roma e n febrero de 1 63 3 luego de un penoso viaje de vei ntitrés día s, y se le concedió aloj arse en la residencia de Niccolin en una situación i bertad vigilada. Incluso,un cuando fue tra slad ado a parecida a sede dealala Inquisició , le asignaron confortable apartamento de cinco salas con vista a los jardines del Vaticano, co ayudante de cámara, el mayordomo del embajador, y cierta libertad de movimiento. Sn embargo, la severidad del proces resultó inalterable. 6
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Galileo c ompareció ante el tribu nal el 1 de abri l de 1 63 3 . El primer paso fue un largo informe de Riccardi que acusaba a Galileo de pesentar el sistema cope rncano no como hitsis sno como algo verdadero. Y la acusación más grave: "Haber callado faudu lentamente una admonicó n que le hizo l Sano Ocio en 1616 a través de un inorme de la enrevisa on Belarmino, desconocido por Galileo, y el cual aparece como un docume nto sin rma que, posteri ormente , varios stud osos del caso Ga lileo han asegur ado que era f also En ese documen to, al respecto de la enseña nza o defensa del si stea copernca no, se lee la ase quovis modo (de ninguna manera) Arriesgando todo, Galileo airmó que había presentado sus d eas úncamente co mo hipó tesis y, pa ra apoyar su tesmo nio, adj untó una copi a del certificado que Belarmino le h abía expedido e n 1 6 1 6 el cual pensaba que era el únc o válido, en el cual se le permi tía usar l a doctrina copernicana ex suosi tione (como hipótesis). En una sesión, res días después, los asesores del tribunal exhibieron una larga lisa de cias del li bro que mostraban exactamente lo contrario, pues los argu mentos se presenaban como concluyentes a favor de Copé nico y en contra de olomeo, y el recurso de presenar las de as como fantasías lo calificaron de subterfugio. Galileo respon-
diónoque no había para escrbir el libro, porque él apoyaba, nipeddo enseñapermso ba , ni defe ndía las ideas de Copérnco. Entonces el tribunal presentó la Carta a a gran duquesa como una prueba más de que Galileo era discípulo de Copérnico. El comisario del Santo Oicio, Firenzuola, vo la oportunidad de ac usar a Galieo del gra ve carg o de perj urio y en un a
reunión extrajudicial encaró al sabio. Le dijo que su estrate gia de defensa era insos tenib le y que lo me j or era que conf esa ra su error. Entonces, Galileo se vio perdido y se derrumbó. En la sesión del 30 de abril izo una declaración an te el r ibu nal que sólo puede atribuirse a un cataclismo nervioso, pus airmó que, efectivamente, su libro tena cieros pasajes que permitan creer que está defendiendo el sistema copernica no, pero ¡estaba dispuesto a agregar do s captul os en los cuales refutara el sistem a! El trib unal rechazó la escandalo sa oferta. En la sesión del de mayo Galileo declaró qu e lo s errores de su obra no correspondan a una intención maligna, sino a "desfallecimientos de su pluma y volvió a exhibir la que era en verdad su única densa el certicado de Belarmino. Fi nalmente, solicitó que se tuviera en consideración su estado de salud, su edad y su buen nombre. El 6 de junio de 6 3 3 se ini ció la parte final del proceso , luego de que el Papa recibió el informe del Santo Oficio Urbano vm quera el éxito total , no sólo una confesión sen ti da , sino un acto formal uerte qu e tuvier a tod a la relevancia polti ca y una amplia difusión. El 21 de junio, Galileo intentó una última densa y ai rmó que en su lib ro no aba prueb as con cluyente s para ninguno de los dos sistemas cosmológic os , por lo que no aba inring ido la pro ibic ión de la Iglesia. l vez n un ambiente más f vorable est e argumento abra funcio na do, pero al tribunal le pareció una defensa muy débil contra la acusación de perjurio . Se gún el proce dimie nto lega l, Galileo ue informado en ese momento que tena dos oportunidades para decir la verdad la primera, por volun ta d propia la segun 70
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da, median te el examen riguroso o sea, b ajo la amenaza de la totua Galleo nunca coió peli o de se totuado, pues Él esa pena no podía se inligida a un hombe de su edad insistó ante el t bunal que ceía no habe deendi do el sstem a copenicano desde ebeo de 1616 peo inalmente aceptó lo s eoes con tendo s en el Diáogo La Iglesia en este históico poceso tató a Galileo con cieta indulgencia, pues su objetivo ea silenca al sabio, no convetilo en mát , como suc edió con Buno , que en la Hi stoia o cupa el pues to de má ti del libe pensamien to , inclus o más que Galileo Ahoa se ta ta ba de most ale al mundo que nadie, así uea el gan Galileo, podía bulase impunemente del Papa y desaia a la Iglesia Esta vez no se debatían las deas, pues incluso los jesuitas se pepaaban paa haceles taga a los teólogos la amaga píldoa del elocentismo Ahoa, el asunto ea ataca al hombe, y po un extavagante accid ente de la histoia, este dudoso hono le coespondió al toscano La sentenca ue mada po siete de los diez cardenales jueces y leída po el tibun al el de junio de 1 63 3 en l a Basíica de Mneva: Afirmamos, jugamos
declaramos que tú, el susodicho Ga lleo, por aquellas cosas. . . que tú has confesado. . . te has hecho grandemente sospechoso de herejía a este Santo Oficio, habiendo tú creído mantenido una doctrina falsa contrara a las Sagra das Escrturas. . . que consiguientemente has incurrido en todas las censras pena . . . establecidas promulgadas contra tales
delincuentes; de as cuales nos pace que seas absueo, con a de que anes, con sinceridad de corazón y con fe no fingida abjures, madigas y detestes os sobredichos errores y herejías.
Puesto que la palabra herejía no aparece por ningún lado en tencia h el decreto de 1616 en otras circunstancias la se bría sido escandalosa. Además, se ordenó la colocación del Diogo en el Índice de libros prohibidos , el encarc elami ento de Galileo por tiempo indefinido y la penitencia de rezar por tres años seguidos, una vez por semana, los siete salmos pe nitenciales. Galileo, acto segudo, leyó, firmó la sentencia y procedió al acto de abjuración la máxima humillación; hincado de rodillas, recitó la retractación en la que nadie de los presente creía: Yo, Gaileo, hijo de Vi ncenzio de Forencia, de seena años, arrodiado ante vosotros, eminenísimos y reverendísios cardena les.. . , teniendo delante de mis ojos os sacrosanos evangeios, a os que oco con mis manos, juro que siempre he creído y creo ahora, y con la ayuda de Dios creeré en e fuuro, odo o que sosiene, predica y enseña a Igesia Pero coo este ano Oficio me ha inimado jurídicamene a que debía abandonar a fsa opinión de que e ol es e cenro de mundo y que se mueve, y que no podía acepar, defender, ni enseñ ar ... dicha falsa docrina . y dado a imprimir un ibro en e que rato dicha eoría ya condenada . . he estado vehemene sospechoso de herejía . Por o ano, con co razón sincero y fe no ngida abjuro, madigo y deesto dichos erro res y herejías.
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La leyenda afirma que el sabio entre dientes dijo: ¡Eur si muove! (¡Pero se mueve!). Esto es falso, pues si alguien lo hubiera esc uchado, nada ha bría salvado a Galile o. No lo dij o, pero tal vez lo pensó.
NACIMINTO D A NUVA CINCIA
El juicio a Galileo es un episodio trágico y lleno de tristeza. No represen ta el coque terible entre dos filosofías opuestas sobre la concepción del universo sino un combate de individuos con tempeaentos arrogan tes agravado por coincidencias desafortunadas y una sectaria pandilla acadéica con espíritu de vengnza que toma partido en la discusión. Al aderirse Galileo al sistema copernicano duran te año s trató de imponer sus ideas aplastando a todos sus adversarios ueran tradicionalistas o innovadores sin disponer de arguentos científicos suficientes para asegurar su victoria. La consecuencia de sus actos es el fin de las esperanzas de Galileo por aso ciar a la I glesia católica con la nuev a cultura y la renovada visión cientíica del mundo y un ejemplo clásic de lo que sucede cuando un científico desprecia la política. La figura más importante de la nueva ciencia había sido destrui da o a men os así lo creyeron sus enemigos. La sentencia y el texto de la a bjrac ión se envia ron a toda s las dióce sis iporta los inquculturaes isid ores en para fueran leídas y difun didas ntes en losy acentros lasque universidades católicas y en las iglesias Galileo se encon traba así ab andonad o por mu cos de sus amigos y admiradores con excepción del gran duque de oscana Fernando , un joven de veintidós años que poco pudo a cer par a cambiar el curso de los aconte cimiento s.
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Enviar a prisión a Galileo habría sido un despropósio lo esencial era aislarlo y conrolarlo. Luego del juicio, se le permiió la esancia en la embajada oscana, y el 6 de julio salió desde Roma hacia Siena, donde lo hospedó con grandes miramienos el arzobispo Ascanio Piccolomini, aniguo alumno de Galileo. Hacia diciembre, la policía inquisiorial observó que el ais lamieno en Siena no era suiciene y acordó su ras lado a Arceri, en las colinas vecinas a Florencia, cerca del conveno de sus hijas. La soliciud de Galileo de alojarse en Florencia fue negada , y algunos desplazamienos a esa ciu dad le fueron concedidos de mala gana. n marzo de 1634 un permis o para viaj ar a Florencia a una consul a médica e ne gado, adviriéndole que la insistencia sería respondida con su raslado a prisión. ¿emía el Papa que la exraordinaria personalidad del sab io le ocasionara nuevos problemas ? Algunos hisoriadores airman que fue en ese momeno cuando Galileo expresó a varios amigos la siguene senencia: "Admiir que personas absoluamente ignoranes de un are o una ciencia sean llamados a ser los jueces e aquellos que las saben, he ahí lo qu e arr uina a los Esad os . En cuano a la pena d e reciación de los salmo s, en acuerdo con la Iglesia, fue delegada a la hi ) a mayor de Galileo, Virginia. La de vida en elresultó empobrecido conveno de San Maeo Arceri muy dura para las carmelia hijas de Galileo. Virginia omó el nombre de hermana María Celese, en honor al trabajo de su padre, y Livia, el de hermana Arcángela, siempre desdichada, que nunca pudo en er una relación amistosa con Galileo . María Celese permaneció si empre muy unida 6
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io de a su padre, sobre todo a través de un vasto intercam carta s a lo largo de dieciocho años , en las cuales se visualiza a Gali leo no com o el titá n científico ue pre ten de ar ras ar con la Biblia y la Iglesia, sino como un devoto católico ue creía en el poder de la oración y que siempre trató de conciliar sus du das como ho mbre de ciencia con su religión. n Arcetri , aría Celeste cuidaba a su padre con gran fervor, pero inrtunada mente murió muy pronto , el de ab ril de 1 63 4 a la eda d de 3 3 años, tras una breve enfermedad. ste fue un durísimo golpe para el anciano, ap enas consolado por la noticia ue el Diogo se estaba publicando en latín en París. n Arcetri le estaba prohibido admitir visitas para entabl ar discusiones. Pero fueron varios lo s amigos y no ta bles ue obviaron la orden, entre ellos, Fernando , el gran duue de oscan a el pin tor Su ster mans, ue le hizo un retrato el j oven poeta inglés John Milton el filósofo inglés homas Hobbes, quie n le con tó ue el Diogo se había traducido en ondres el gran físico vangelista orricelli, quien sería s u a sistente en sus últimos años, y docenas de eles y antiguos discípulos Ahora, en su tranuila villa en Arcetr i era e l momen to de recupera r el tiempo pe rdido, sobreponerse al infor tunio y volver a su verdadera pasión: los estudios del movimiento. Y de esta forma,ciego a los y71legalme años, nte conprisionero, grandes dolencias casi otalmene a partir defísic unas, enorme acopio de los materiales guardados desde su juventud y con ayuda de sus asistentes, Galileo escribió su obra magna, Discorsi e Dimostrazioni Matematiche Intorno a Due Nuove Scienze (Discursos sobre las dos nuevas ciencias).
En éste, su último escrito, Galileo despliega todo su genio concentrándose en el estudio de la resistencia de los materiales y en el movimien to , las d os nuevas ciencias , runend o otra vez a Sagredo, Salviat y Simplicio para que discutan, a ma nera de diálogo y seminarios, en taliano y en latín. En la primera parte del libro, Galileo describe sus experimentos sobre el movimiento acelerado en los planos inclinados, determinando la relación entre a velocidad y el gado de inclinación. Sob re la resistenca de ma teri ales, demuestra con prueb as geométric as que un b arc o, un edificio o un animal tienen un lím ite en su tamaño, determnado por la naturaleza y la resistencia de los materiaes que los componen. En esta primera parte tamb ién prese nta la teoía de lo s péndulos y los experimen to s que hací a co n su padre , cinc uenta años atás, sobre la tensión de las cu erdas en lo s instrumentos music ales, una sc a elemental del sonido. En la segunda pate presenta el complejo problema de calcular la trayectoria de los proyectiles Antes se pensaba que, según los principios del aristotelismo, un proyectl se guía una línea recta hasta que perdía su "ímpetu y caa d ectamente a tierra. Luego fue evidente que en realidad caía al suelo en una tayectoria curva, pero es Galileo quien oeció la explicación correcta. Gracas a sus experimentos me-está diciones, Galileo concluyó que la trayectoria del proyey ctil determnada por dos movimientos uno vertical producido pr el propio peso de la bala, que la hala hacia abajo, y uno horizontal, gobernado por la inercia, producido por la fuerza de empu j e del ca ñó n. El reul tado es el recordo del poyec tl
a lo largo de una curva en forma de parábola descrptble matemátcamente. En cuanto a la caída lbre de los cuerpos, recordando sus experimento s e n Ps a, concluyó cor rectamen te qu e en un me di o qu e no or ezca ress tenca, como el vacío, todos l os cuer pos caerán con la msma velocdad. Además, establecó que la velocdad nal de l ob jeto es drectam ente proporconal a la ds tanca recorrda desde su pun to de part da . Más exac ta mente , la distancia recorr da por e o bjeto es proporc onal al cuadrado del tempo transcurrdo. Se conoce como la e de a caída ibre de os cueos y su demostracón es ahora señalada por los e studosos como el verdadero nc o de la físca moderna Faltó poco para que el genal toscano antcpara los conceptos de masa y gravedad como lo percbmos a leer el sguente aparte en boca de su amgo Sagredo: Uno siempre siente la presión sobre sus hombros de una ar ga; pero si uno desiende on la misma rapidez on que aera a arga ¿ómo puede ela presionaro? Por o tanto debes onuir que durante la ada libre natural una piedra pequeña no pre siona la grande enima de a ual está ooada en onseuenia no aumenta su peso omo lo hae uando están en reposo.
Ni más n menos que el concepto de ingravidez o, más xactamente, ingravidez dinámica; hasta estas onteras llegaon los aportes fundamentales de Galleo a la cenca del momento. Los Discursos tambén ncluyen temas de geneía de construccón ngeniería hdráulca e ngenería mltar,
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y aniciparon cómo deben ser los libros de ísica: serios, con análisis matemáticos de los experimenos, seguidos por de ducciones. En resumen, los Discursos son un compendio de todas la invesigaciones y descubrimientos de Galileo en los emas de erza, resisencia de los maeiales y movimieno. El mensaje implício en la obra es muy claro: sin saber maemáicas, nadie puede emprender el esudio del movimiento por lo ano, los arisoélicos son unos analbeos ane el libro de la natualeza. Discursos. Ahora prob lema era el imprimir loslocal inrmóLaque primera elección ueel Venecia, pero inquisidor a Galileo "no se le permte publicar nada, ni siquiera el padre nesro. Enonces a Galileo se le ocurió invenar que un manuscrio suyo se había publicad o sin su conocmien o, con siderando que en aquella época circulaban manuscrios por todos lados. En octubre de 166 Galleo recibió el permso para viajar a Poggibonsi, una peque ña villa ce rca de Siena, pa ra entrevisarse con el embajador ancés en Roma, ranos de Noailles, amigo y aniguo alumno de Galileo. Noalles acepó recibir el manuscrio para protegerlo y enviarlo al ex ranjero para su publicación. Por supueso, en los Discursos Galileo no presenó la nueva ciencia del movimiento como un elemeno ndamental del sistema copernicano, y los inqusi dor es no eran an lis os como para de tectar que o da esa ma temática era mucho más revolucionaria que cualquier ora obra de Galileo. Enconrar un edior en el exranjero ampoco era sencillo debía ser compeene e mpermeab le a la s inri gas , lo ca l des
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cató países en teos po esta baj o la inf luenc ia de lo s j esuita s. Scheine, desde Viena, podía impedi su publicación en toda Alemania. Finalmente, luego de una visita a Galileo en Aceti del impeso Lodewijk Elzevi, el libo se comenzó a impimi en Leyde n, Holanda, a f inales d e 1 63 6 Al ec ibi las p u as, Galileo comentó "D escubo has ta q ué punto la edad avanzada educe la viveza y la velocidad de pensamiento cuando me esuezo po entende muchas cosas que descubí y demosté yo mismo cuando ea más j oven . En fbeo de 63 la oba estabLos a completa. Discursos so n ampli amente consi deados en la actuaidad com o la piez a angula de la evolu ción ci entífica. Paa dój icame nte , con es ta ob a, G alil eo apo tó su con ti bución al decisivo tiun fo del heliocen tismo , pues aplicando a l mundo celeste de Keple la dinámica teeste de Galil eo, Newton eaizaía la sín tes is maavillosa en s u oba Principia Mtaica, pu licada 5 3 años después. En Aceti, poco antes de la ceguea total, descubió un nuevo movimiento de libación de a Luna y pedijo, con in sólita exact itu d, que más allá de Satuno se encon ta ían oto s planetas en el sistema sola. Sobe la velocidad de la luz, la consideaba medible, peo ininita, compaada on los movimiento s y distancias tees tes . A pincip ios de 1 63 8 Castelli le infomó a Galileo so e a posibilid ad de o btene la libe ta d, y ecib ió la visi ta del inquisido local acompañado po un médico. La lamentable salud de Galileo y su evidente ceguea tanquilizaon al inquisido pues aseguó que el anciano apenas podía escuca ls
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libros y cartas que le leían sus asistentes y visitantes. Aunque Galileo había dejado de ser una amenaza para la Iglesia, la peición de libertad ue negada. Cuado Holanda le envió a Galileo una valiosa cad ena de o o, en señal de ga titud po la presentación de su método de usar las lunas de úite para determinar la posición en el mar, el cardenal Francesco Bar berini le indicó al inquisidor en Florencia que examinara si el remitente era hereje Prudentemente, Galileo se anticipó a re chazar el regalo. La salud de Galileo empeoró con problemas de hernia, taquicardia y un insomnio constante, y aimó que escuchaba continuamente la voz de su adorada hija llamándolo. A fina les de 1 6 3 7 G alileo perdió completamente la vista: "El universo, que con mis maravillosas observaciones y claras demostraciones se ha expandio miles de veces, ahora ha quedado educido a mi popia pe sona . Sin embargo, se alegó al ente rarse de que su Carta a la gran duquesa ya estaba impresa y ciculaba en Europa. La olémica persiguió a Galileo hast a el inal de sus dí as y, por supuesto, no la rehuía; seis años antes, demostraciones iguales a las de Galileo habían aparecido en un libro sbe secciones cónicas del matemático Bonaventura Cavalieri, pupilo de su ami go y alumno Benede to Ca stelli . Cuando Galileo se enteró, escibió varias catas aimando que sus cálculos eran uto de 4 0 año s de inves tigación, y que al m enos debía n otorgarle la cortes ía de la primera publicació n. Cavali eri, apenado, le respo ndió de inmediato a irmando que había dedi cado su libro a Galileo y a Casteli; le en vió un ej emplar y le aseguró
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que todo el mundo s abía que el descubrimiento de la trayetoa parabólica de los proyectiles era de Galileo. El sabio quedó tan satisfecho, que no vacló en califca a Cavaliei oo el nuevo Aqu medes . Por recomendación del gran duque, en 1639 el joven Vi cenzio Vivian i entró a d esemp eñar el papel de último asistente de Galileo; lo apoyaba en el dictado de la intensa corespon dencia que el sabio man tuvo hasta su muer te . Cuando recibió el ejemplar completo de los Discursos y lo único que podía hacer era so stenerlo entre sus mano s, declar ó: "Este libro abrirá el camino para la realiz ación de toda una serie de maravillos os descubrimientos y demostaciones. En marzo de 1 64 1 C astelli solici tó perm iso para visitar a Galileo y ayudarlo e spiritualmente a prepararse para la muer te, a lo que accedió el inquisidor omano advirtiéndole que estaba prohibida cualquie iscusión con el anciano sob l sistema copernicano. Hasta el fnal, Galileo estuvo lúio y activo intelectualmente, pues en mayo de 1641 se e ocurró aplicar sus teorías sobre el péndulo a la regulación de los re loj es, desarrollo que har a correctamente , años después hstiaan Huygens; el error promedio en la medición del tiempo caera de quince minut os por da a menos de diez seg undos. Galileo vencido la muerte el 8 de de eneo eGalilei 1 642 fue a la filmente muy a vanzada edad,porpara su tiempo, 78 años. Es una curiosa casualidad que el año de la muerte de Galleo haya coincidido co n el del naci miento d e Isaac New ton. La celebración de un solemne funeral público fu e ustrada por la n tervención del cadenal F ancesco Barberi ni, en nom
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bre del Papa la Inquisición, dejando en claro que Galile había muerto cumpliendo condena por una grave onsa a l Iglesia. Sin duda, Urbano vm su sobrino querían evita cualquier escándalo. Además, prohibió erigi r monumen to al guno si en él se ponía alguna palabra que pudiera ofnder l reputación del Santo Oficio. Su hijo Vincenzi sus amigos oparon por ocul tar el cuerpo hasta que ue pues to en la tumba familiar en la Igl esia de Santa Croce, en loren cia, e un mau soleo que hizo erigir Viviani. Allí se puede leer una inscrip ción que dice: "Lo entregó tod o a la geome trí a, la astronomía la ilosofía. Ningún otro de su tiempo se le compara. Desa pareció a sí la úl tim a gran gura del Renacimien to , el heraldo de la investgación racional del universo, el undador de la ciencia experimental, el primer hombre mderno.
j NCIST, AIO!
En 1 77 3 uno de l os descendi entes de la f amilia Méd icis, Gian Gaston e, erigió un monumento en hon or de Gali leo en la Igle sia de Santa Croce durante el traslado de sus restos, algunas partes del esqueleto de Galileo se perdieron entre varias per sonas que los consideraban una reliquia. Uno de los dedos de Galileo se encuen tra aho ra en el Museo de Historia de la Cien cia, en Florencia. Para ese entonces, las ideas de Galileo ya eran acep tad as unive rsalm ente , aunque el caso Galileo es ta ba cubier to p or un man to d e silencio, incluso en re los miembros más avanzados de la Iglesia. Las obras de Copérnico, Kepler y Galileo no fueon eliminadas de l Índice hasta 1820 por decisión del papa Pío v, y su lectura dejó de amenazar a los lectores con conscuencias nefastas en ésta y en la otra vida. Hacia el ao 89 el papa León X estableció que dogma de la inflibilidad regía únicamente dentro del terreno de la fe y la temática apostólica. Apenas en 1968 dieron losdeprimeros pasos paraal cerrar la herida no se cicatrizada la condena al reales hombre, cual la ciencia moderna le debe ca si todo. El cardenal K oenig manifestó entonces "Hay que eliminar las oscuras barreras del pasado. Y una de las más oscuras para la justicia de la Iglesia y d e los hombres es e l caso Galile .
n 1979 el pa pa Juan Pablo reconoció que la Iglesia caólica romana se había equvocado al condenar a Galileo, y nombr una comisn inerdsciplnara para reabrir el caso: Espero que teólogos, eruditos e historiadores, animados de un espíritu de sincera coaboración, estudien e caso Gaieo más pron damente en leal reconocimiento de las culpas de cuaquier ado que vengan, disipen la desconiana que todavía se opone, en muchas mentes, a una ructífera concordancia entre la ciencia la fe
La comsión esudió el caso Galileo durane dez años y concluyó que los j ueces de la época cayeron e n un error subjeivo de juicio, incapaces de disocar la fe de una cosología ancuada . Pensaron qu e si se ad opab a el sisema coper nicano no demosrado, la radicn caólica sufriría un daño. Fue una equvocacón, Galleo no debería haber sido condenado. En 1998 en su en cíclica Fe razón el papa Juan Pablo rehabili oalmene a Galileo y omó cias de la cara de Galleo a Caselli del 21 de diciembre de 1613: Las Sagradas Escrituras el libro de a naturalea proceden igualmente de la palabra divina, las primeras dictadas por el Santo Espíritu, el segundo por un fiel ejecutando a voluntad de Dios La investigación metódica en todos los dominios del conocimiento, si respeta las normas moraes, no se opondrá jamás a a fe
La rehabilación de Galileo es el verdadero "riunfo romano , pero queda clar o ue Galleo no neces iaba de al ge so
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era la Iglesia la que se rehabilitaba al reconocer su error de 36 años atrás. Galileo o ue slo un gran cientíico terico capaz de extraer leyes generales a partir de observaciones y experimentos, sino también un gran inve ntor. Fue el creador de la mecánica y el primero en establecer los principios modernos de la ísica y la hidráulica, y cambi para siempre la manera de estudiar y observar la realidad, vinculando la experimentacin con las matemáticas. A pesar de lo impresionantes que ueron sus descubrimientos astronmicos por lo cual es popularmente conocido, es en el campo de la ísica donde se revela todo su geno, pues hizo de ella una ciencia exac ta. Es el símbolo del pensamiento cientíico moderno, según el cual las verdades de la ciencia son siempre incompletas, pero el cientíico tiene la obligacin de buscar la verdad. Galileo ue un hombre de carác ter, y la densa de sus idea s lo llev siempre a la primera línea de uego. Las comparaciones entre Kepler y Galileo son inevitables, pero se podría airmar que Kepler, siendo un hombre de la Edad Media, la enterr, mientras Galileo eng endr la Era Moderna. Entre los homenajes a Galileo habría que destacar que un gran cráter lunar lleva su nombre, así como un rasgo en Venus toma el nombr depopularmente su hija, MaríaseCeleste. Las cuatro"lulunas mayores de Júpiter, conocen como nas gali leanas , y e 199 la nave Gaeo se convirti en la primera misi espacial en colocarse en rbita alrededor del gigantesc o plane ta y lanzar una sonda al interior de s u atmsra.
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Esamos ya en leno siglo la cenuria en la cual el ser humano ondrá sus ies en Mare, y al ve en las lunas de Galileo en Júie r Ya o r fin desa areci l a nu sci n, ero aún roser an las " Lgas de los Pich ones , agaaadas en las burocr acias, lsas a ej ercer su no leran cia ara conser var sus rivilegios, a cosa de los innovadores
ONOLOGÍA
1 5 64: (fb rro 1 5 ) Nac Gallo Gal l n sa ala. 1 5 4 : Novco n monas ro d Sana a ría d V allom brosa. l 5 8 l : S marcula como sudan d mdcna n la Unvrsdad d sa. 1 5 8 3 : Formul a l socr onsmo dl éndu lo obsr vando as osclacons d las lámaras n la Cadral d sa. nca sus sudos d mamáca s con Oso Rcc. 1 5 8 5 : S r ra d la Un vrsdad s n radu ars. 1586: nca sus rabajos n físca nvna una balanza hdrosáca 1 5 8: rm r vaj a Roma. Conoc al as rnomo y ma máco Chrsoh Clavus. 1 5 8 8 : Da u na lc ura úbl ca n la Acad ma lo rnna sobr l nrno d la Divina Comedia d Dan 1589: Obn l uso d rofsor d mamácas n la Unvrsdad d sa. D acurdo a la lynda lanza objos dsd lo alo d la uvocado. T orr nclnada d sa ara dmosrar u Arsls saba l 5 9 u r su a dr Vncnzo Gall y G all o asum la rsonsabldad d la famla. 159: Obn l uso d rofsor d mamácas d a Unvrsdad d adua.
1 59 5 : S dcl ara avorab l al ss ma cor cao y dsa rrolla la oría d las maras ara xlcar los movmos d la Trra 159: Iva u comás gomérco 1 599: S rlacoa c o a ra d Gamba 1 600: ( brro 1 ) Gor dao Bruo s jcua do or la I quscó 1600: Nac la hja mayor d Gallo Vrga más ard conocda como la moja aría Cls 1 60 1 : Nac la sguda hja d Gallo Lva más ard l a moja Arcágla 1 604 : Traa d o br ao yo dl duqu d a ua Ica sus xrmos d aclracó sobr laos clados (ocu br ) U a s rlla ova s obsrva da adua 1 60 5 : D ca rs cor cas sobr la s rlla uva l a Unvrsdad d adua L ddca su lbro sobr l comás a Cosm , d la casa édcs 1606: Prmros sudos sobr la raycora arabólca d los roycls Nac l hjo d Gallo Vczo 1608: rosor d vrao la cor d los édcs S aa l lscoo Holada 1609: Cosm s covr n l Gra Duqu d ToscaNueva astronom ía. Faa ca Johas ublca obra uo br su rmKlr r lscoo y su rsa al sad o vca o Ica la obsrvacó dl clo co l lscoo 6 : ( ro Dscubrm o d los saés d Júr ublcacó dl Mensaje sidera. Cara d aoyo d Klr Gallo ob l uso mamáco y lósoo dl gra duqu 0
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d oscana. Obsrva a Saurno con l lscoo. Traslado a Flornca. Dscubrimno d las ass d Vnus. l6 Via a oa nscrcn n la Acadma d los Lncs. El Colgo omano ssona n honor a Gallo. 1613 Gallo ublca Caras sobre las manchas solares. 1 6 1 4 El domnico ommaso Caccn ronunca un sr m conra Gallo. l 6 l El domnico iccolo Lorn l nvía una cara a la Inquscn cricando a Gallo. Gallo scrb la Carta a la ran duquesa. Gallo vaa a Roma a dndr sus das. 1616 La Inqusicin dclara hr l ssma corncano. El aa Paulo v l ordna al Cardna Blarmno advrr a Gallo d no dndr l ssma corncano. 1618 Aparcn rs comas vsbls. 1620 El cardnal afo Barbrn l comon un oma d adulacn a Gallo.
1621 ur d Cosm ascnso d su hjo Frnando
como gran duqu. 1623 Gallo ublica El ensayisa. ao Barbrn s lgdo Paa con l nombr d Urb ano V 1 6 2 4 Urbano V l advr a Gallo raar l ssma coprncano úncamn como hss.
Johanns Klr. Gallo obra d 1630 sour Diálogo bre los dos máximos sistem as delrmna mundo su . Bro plaga. 1632 Imprsn d los Diálogos. Urbano V rohíb la dsribucn d los Diálogos. La Inqusicn abr un rocso conra Galo. 1
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633: (brro 3) Gallo lla a Roma Gallo s rroado or la nq usc n. Coda a Gallo Abj urac d Gailo Rro d Gallo Arc r. 63: ur aría Cls 636: Gallo rma su obra Discursos sobr s dos nvs cincis. 63: Gallo rd la vsa comlam 6: Cocb la alcacn dl éndulo a los lojs 6: (ro 8 ) ur d Gallo Arcr
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BILIOGRAFÍA
Alshulr José A propósito de Gaieo Fondo d Culu ra Econmica éxico 2002. Bnazi Naal y D Amico ao E ibro negro de a Inquisición rinr Lainoamricana Booá 2ooi. Casilioni Saba Historia de os Papas Labor SA Bar clona 1 9 64 . Cochr an Eric W., Forencia en os sigos ovidados, l 5 2 7 1800, Univrsiy of Chicao r ss Chicao 197· Cruz Irn Nosnik Abraham y Rcillas Esa Gaieo Gaiei: El hombre de a torre incinada ColcinciasAlfaoma Booá 2002. Drak Sillman " Galilo' s Discovr of h Law of F r Fall Scientific American mayo d 197 Drak Silman y ac Lachlan Jams "Galilo's Discovry of h arabolic raj cory Scientific American, marzo d 1 9 7 5 rada Blanca Inés Gaieo, Kepe Descartes: Crea dores Bucaramana 2002. ,Gai eo rcury Books de pensamiento Sanillaa Gior iomoderno E crimen de Londrs l96i. Sharra ichal Gaieo: E desaf de a verdad mas d Hoy adrid 1996.
Sobel, Dava, alileo 's Daugthe Walker and Company, Nueva Yo, 1999· Sol s S , Crl os, alileo -Kepler E mensaje el mensajero sderal Aliza, Madrid, 199º
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SUMARIO
Inoducción
7
E esiu de a geomea
23 La nuev a esel a
37 El mensaje celese
45 Ene a fé a azón
55 Diáogos con e univeso
65 E oceso 75
E nacimieno de a nueva ciencia
85 ¡Venciste Galileo! 89 Cronología 3 Biblografía
m Este libro se ternó de imprimir en el mes de febrero del año 2009 en los talleres bogotanos de Panamericana Formas e Impresos S.A. En su composición se utilizaron tipos y
Sabon, Bodoni Akzidens Grotesk de Poster la casa Adobe.
Escaneado, procesado y compilado por: +Sir+Math Bogotá, Colombia Agosto de 2014
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