Georges Bataille - El Valor de Uso DAF de SADE
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[EL VALOR DE USO DE D.A.F. DE SADE (1)]
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(Carla abierta a mi; actuales cl!marculas) Si considero oportuno dirigirme en esta carta
el. mis cama.es porqu~ las propc-~icioncs gue contiene les conciernan. Es probable incluso que les parezca que dichas propcslciones no concier:-.cn en concreto a nadie. Pero en ta! caso :1ec~sito sl men::>s tor:r'at co:Tio testigos a unas cuantas personas para verificar una de.fección tan completa. Es posi~ bJe qt:e existan :\lguna$ declaraciones que, a falta ce Otra coc;a , :1\!ce:;iten .Tidícu!r.men:e ur. co~o a k Qntig~a . porqu.!, pese a tOdo, suponen como eft'cto un I:i.1Ínimo de asoe1bro, de incomp:-ensiór. e de repugnancia. Perú nzdie se dirige a un coro pilra cClnvencerle o p~r:t ganárselo, en todo c2~0 ¡::ara no s•.tfrí:- sin puita absurdo defendéria - habtía sido preciso tra'tiu no con unos individuos análogos a los que ya cono1.co, sino únicamente con uno:; hombrt:s (y sobre todo co.r. uoas 1nasas) comparativamente descompuestos, converti· dos en amorfos ·e incluso expulsados violentamente de toda iorma, Ahora hien, ec:. muy posible (y seguro en cuanto a }.;s roa:;as) que e!:o:; individuos roda1:!a no ex.ísta!l. Todo lo que puecto afirmar es que pronto apatecc::L"án, dado que los lazos sociales actuales no tardarán en des'-lacersc y que son Incapaces de arrastrar por mucho tiempo la habi~ual esdavítud de los caracteres y Je !as costumbres. Las masas se de~ compondrán a su vez cuando vem desaparecer e\ pr~t!gio de la realidad industrial a la gue estaban unidas, es decir cuando e! proceso de progreso roilterial y de transformación rápida en que han tenido que _¡:.articipar (tanto dóciles como rebeldes) alcance un estancamiento desagradable y sin solución. As! pues, mi ciecisi6n es indefendible porq•Je t:Hmina- !10 sin resentimiento- to•:b sa;:i.;fat:cién inrr.edia~a ... Apartr: de las prop0siciones que sélo podrían adquirir sen· tido a tcavés de unas consecuencias muy generales, sucede adea:.ás .:¡ue me ürge satisfacer --con poco riesgc- 'l!la part~ de este rt>s~ntimi~nto: que al menos sea posible limpiar del habitual cambalache el angosto terreno donde se wt;tiene a p3.rtir de aho!a el debate. Es ~videi1te, en efecto, que si UilOS !Jornbres inca paces d ~ farsas suceden a lus de hoy, no encontrarán mejor ;naneri! de imaginar las dJa¡:.ucerfas fras~lógicas r¡•Jc imperab~n en la é?oca ac'lu:~l que recordiln~o la suer:e rcstnada por un cierto núme~o oe escrit0res a h~. memorh: de i).A.F. de Sade (y sca110 pa ~:c~cz, además, ccn basta01:e rcpído;. de una maner:l H:uy genera!, qumbrcs.
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Pero dado que Sade ha expuesto su concepción de la vida terrestre de la manera más insultant e (dado asimismo que no es posible exponer inmediat ameute dicha concepción de otm manera q,;e bajo una forma terrorífica e inadmisi ble) quizá no resulte sorprend ente que se háya creído posible situarse fuera de su alcance. Los literatos tienen aparente mente los mejores motivos para no confirmar con una prá~tica una apo· logíu b:iilante , verbal y aséptica. Podrían pretende r incluso que Sade ha sido el primero en preocupa rse de situar el ámbito que describió fuera y por rncima de cualquie r realidad. Podrían afirmar fácilmen te que el valor fulguran te y sofocante que quiso dar a la existt:ncia humana es inconceb ible fuera de la ficción; que sólo la poesía, eximida de cualcuie r aolicación práctica, permite disponer en cierta medida de la f.:l· guración y de la sofocaci ón que tan impúdica mente intentab a provocar e! marqués de Sade. Es justo reconoce r que, incluso practicada bajo !a forma iroplkita que ha mantenid o hasta ahora, una manipulación de es2 índole basta par:; descalificar a sus autores (al menos ante aquellos que - aunque sintiesen horror por el sadism o- se nieguen a interesarse, tanto por buenas como por malas razo::~.es, por unas simples pre~tidigitacione~ verbales) . D pcsiHe establecer int~~- ---· [ectuatmente hacia !o que realmente exist:rá m~s adelante es el . ;.;nico lazo que U;"~e -~ unas cua~tas proposici~mes preli~ __ nares que pro::eden de una voluntad que sigue ~tanda en: · fe;ma 1 de agitación. Por el momento, una anunctacton abn:pta y h'Jérfana de ex?licJciones me parece que responde en l:l medida de lo posible ~ la desorientación intelectual de quienes podrían tener ocasi0n Je conoce~:a. Y (aungu~ ~hora ya esté, en parte, eri condiciones de haceTies) dejo para más adelante unas exposiciones ard-;,¡as e inrerminable!:, análogas a las de cualquier otra teoría elaborada. Enuncio, pu~, -a p2rtir de ahora las contadas proposiciones que permiten introducir entre otros los va-.· lores establecidos por el marqués de Sade, no evidentemente er. el 1\mbíto de la impertinenda gratnit.::, sino dire~arnente en el de la misma Bolsa donde, cu cierto modo, se anota día a día el créJ!ro que unos inc:.liifiduos e ind'.lso unas .colt;tdA sorrre:-~ccr dcs:nes-.Judtm~nte lt inteligencia de q;.~ien es~({ al"os!Umbraao a los problema~ p;an· historia de lt~s teligion~s. Eí c:1dlive: no es r.1ucho Mlis te?dos :epugnar.te que )s;. mi::rde y el c:~pe-..'1fC' .:¡u.: rroy~ta SU _hv~or :s SQ• ~rado !odu$0 11 lo.-. .:.jo~ Ge !os tc-.6bt~ ::nodernv!. La $1~Hente fraS de ex~recíón compue&¡o to, en tanto que es necesano para !a producc1Ó,1 de un ritmo ~ alternativo, por ejempio en el fragmento siguiente de Sade: ":'-ri~ V erneuil hace cagar, se come el moión y pretende que -~.' coma11 el suyo. Aquella a quien ha hecho comer su mierdJ · vomita, él traga lo que eila expulsa. · ) -!.. La forma elemental de la apropiadón es el consumo or3tt· considerado corno comunión (participación, identificación, t coi'poración o asimilación). El consumo es sacramental (sacrii', ~ .licio) o no según se subraye o se destmya convencional menté .J el car~cter heterogéneo de los alimentos. En el segundo clSQ¡ _ la identificación se desarrolla a partir de la pr'!paració:-l de · los alimentos que deben ser presentados bajo un sorp:endente ' · aspecto de homogeneidad que se basa en unas convenciones estrictJls. La manducación propiamente dicha interviene entonces er. el proceso como un fenómeno complejo en el se~ tido de que el mismo hecho de engullir se preseuta como una· ruptura pa:cial del equilibrio fisiológico y se acompaña, en.' ·' tre otras co:;as, d~ una repentina liberación de grandes canti.' dades de saliva. De todo~ modcs, el ckmento de ltpropi3ci6n; en forma medida y racio~al, do~ina de hccno, '!O e] ~entido de que los casos en que la m2nd:.~cación tiene como objetivo. príndp~l el distt.:rbio fisiol6gico ( comllonas o bo;racheras se.' guidzs de vó•ní~os) son incomestablemEntc excepdooales. Así, r;_¡~~, el proreso c.le apropiación se ct.~racreriza por una hor:~ogencíd~d (equilihri) del autor de lr.J arropiaci6n y cie les obj~tos
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