GEOMORFOLOGÍA DE VENEZUELA

May 15, 2020 | Author: Anonymous | Category: Clima, Andes, Venezuela, Velocidad del viento, Ciencias de la tierra y de la vida
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GEOMORFOLOGÍA DE VENEZUELA Compendio de geomorfología de Venezuela INTRODUCCION El presente trabajo consta de una breve recopilación de ejemplos sobre la morfología de Venezuela. Por lo tanto, no se pretende agotar en tan pocas páginas todo lo referente al estudio del relieve de este país del norte de Sudamérica. El objetivo es dar a conocer algunos casos concretos siguiendo el esquema aplicado por Strahler (1981). Los modelos tomados por dicho autor son extraídos en su mayor parte de la morfología norteamericana; sin embargo, son comunes a una gran cantidad de hechos naturales propios del medio intertropical. Los estudios sobre el relieve venezolano son realmente escasos. Los de mayor acceso al público son tan sólo breves capítulos que forman parte de los textos de geografía de la educación básica, los cuales quedan cortos ante la gran variedad de hechos geomorfológicos, muchos de ellos desconocidos por las grandes mayorías. El autor del presente escrito espera entonces contribuir con la difusión de estos conocimientos, lo cual pudiera ser útil tanto para los investigadores interesados en el tema, así como para los estudiantes que se inician en el estudio de las ciencias de la Tierra.

MORFOLOGIA FLUVIAL El río Orinoco es el más extenso del país; a lo largo de su curso, desde sus nacientes hasta su desembocadura, ha determinado la formación de diversos paisajes. En sus cabeceras, al igual que en sus ríos tributarios, el Orinoco presenta valles encajonados, cuyos cuerpos de agua circulan por valles en forma de V. Las fracturas del basamento producen saltos o cataratas. No muy lejos del cerro Delgado Chalbaud, los ríos han desarrollado un pequeño lecho de inundación, lo que les permite divagar en trenes de meandros, bordeados ocasionalmente por lagunas en media luna. Los valles más amplios poseen una terraza bien drenada; es decir, que escapa al efecto de las inundaciones, lo cual ha permitido la construcción de pistas de aterrizaje por parte de mineros furtivos. Los rellenos aluvionales de un buen número de dichos valles, son ricos en oro, por lo que es común observar actividades mineras ilegales. Dicho mineral suele encontrarse en capas profundas, entremezclado con capas de arena, grava y cantos rodados. Esta capa de sedimentos gruesos está recubierta por suelos arcillosos que sustentan a una vegetación boscosa exuberante (Santiago, 1993). En las inmediaciones de Platanal y Mavaca, el Orinoco circula sobre amplias planicies constituidas por aluviones en cuyas capas superficiales predominan las texturas finas. En general, el río está controlado por las estructuras (fallas y diaclasas) del basamento, por lo cual exhibe tramos rectos y angulares, y en su lecho son característicos los afloramientos rocosos. Cuando el río atraviesa rellenos de materiales no consolidados tiende a formar meandros, aunque no tan pronunciados. El paisaje en el cauce del Orinoco es distinto entre las épocas seca y húmeda: en el estiaje quedan al descubierto afloramientos de rocas de distinta índole (gneises, granitos, etc.); a su vez, se generan extensas barras de arena a lo largo de los sectores de flujo lento. Todos estos rasgos quedan sumergidos durante el período de aguas altas, cuando el líquido se torna de un color marrón claro debido a la enorme carga de sedimentos en suspensión que viajan pendiente abajo. Las planicies que bordean al Orinoco son de carácter inundable. En el estado Amazonas las planicies tanto de este río como de muchos otros, presentan un microrrelieve irregular a causa de la sufusión; es decir, gracias a la pérdida de suelo por el transporte subterráneo de partículas. Por eso se han originado redes intrincadas de hoyos y canales (Santiago, 1995).

Cerca de Tamatama, el Orinoco se bifurca y drena parte de sus aguas hacia el brazo Casiquiare. Este fenómeno se debe al retroceso de las cabeceras de dicho brazo, el cual tiene la tendencia de capturar completamente las aguas de las cabeceras del Orinoco. En los alrededores de Ciudad Bolívar, el Orinoco está bordeado por las altiplanicies de la formación Mesa, constituida por sedimentos del Plio-Pleistoceno. El origen de estas elevaciones se debe a un levantamiento reciente en los alrededores del norte del escudo Guayanés; en consecuencia, la socavación vertical de los cuerpos de agua ha creado relieves de mesas bordeadas por escarpes de moderadas a fuertes pendientes, vertientes afectadas considerablemente por la erosión en cárcavas. Los ríos que dividen las mesas, en muchos casos, por haber desarrollado amplios lechos de inundación, siguen una trayectoria curvilínea o meandrada. Topográficamente, en Ciudad Bolívar las mesas presentan dos niveles, lo que sugiere que el levantamiento de la región ha sido objeto de alguna pausa. En el medio físico de esta ciudad también hay rellenos del Holoceno, justo a orillas del Orinoco. El casco antiguo de dicha población se ha erigido sobre una elevación conformada por rocas metamórficas del complejo de Imataca (Precámbrico). Estas lomas estuvieron seguramente sepultadas por los sedimentos de Mesa durante el Pleistoceno. La desembocadura del río Orinoco se caracteriza por la presencia de un delta de grandes dimensiones, de forma más o menos arqueada; éste posee un patrón de drenaje anastomosado, con numerosos ramales interconectados (Fig. 1). Las islas de este paisaje poseen áreas inundables donde se han acumulado extensas capas de turberas, o restos de materia orgánica que se acumula en las zonas pantanosas. En los flancos de los brazos se han formado muros de contención naturales o bancos, de textura arenosa y de mejor drenaje, que es donde se ubican los poblados o caseríos. En las proximidades del océano se han producido pantanos costeros o marismas. Durante la pleamar la inundación es más severa que durante la bajamar, sobretodo si se trata de la época de lluvias. En los caños, la dirección de la corriente se invierte y fluye aguas arriba durante la pleamar.

Figura 1. Patrón de drenaje entrelazado en un sector del delta del río Orinoco. El norte queda al lado derecho de la imagen. Tomado de googleimages.com Los depósitos costeros del delta se orientan hacia el noroeste siguiendo la misma dirección de la corriente del Atlántico. A largo plazo quizás sea posible que la zona continental se conecte con Trinidad mediante el continuo aporte sedimentario del Orinoco. En los brazos del delta predomina la vegetación de manglar; este tipo de vegetación hace que los sedimentos se estabilicen y que la parte continental le gane cada vez más territorio al océano. El manglar es un ambiente especial, criadero de infinidad de especies de animales (aves, mamíferos, peces, etc.) y es además una fuente potencial de madera (TECMIN,1991).

Cabe destacar otros ejemplos interesantes de la morfología fluvial de Venezuela. Tal es el caso de las potentes terrazas formadas en los ríos del sistema de Los Andes, como en los ríos Motatán y Chama del estado Mérida, donde la acción fluvial ha construido hasta tres niveles de terrazas (Figs. 2 y 3). Esto se debe, seguramemente, a los cambios climáticos ocurridos durante el Cuaternario inferior, cuando el clima era muy frío, seco y la vegetación era escasa; por lo cual grandes extensiones de suelo quedaban al descubierto, sin defensa alguna ante el ataque de las lluvias torrenciales.

Figura 2. Panorámica de la terraza de Mérida en la cuenca media del río Chama. Tomado de googleimages.com El arrastre y sedimentación excesivos se encargó de colmatar, entonces, el fondo de los valles, a manera de numerosos abanicos coalescentes. Luego, al cambiar las condiciones climáticas o al hacerse el clima más húmedo y cálido, el relleno sedimentario fue cortado verticalmente, creándose una terraza (Schubert, 1976); es decir, un relieve de tope plano bordeado por un escarpe ascendente y por otro descendente. Posteriormente, la alternancia de períodos secos y cálidos hizo que aparecieran otros niveles de terrazas a modo de escalones. Dichos relieves son el asiento de la mayor parte de las ciudades y pueblos de Los Andes, así como de la mayoría de las actividades humanas: agricultura, vías de comunicación, servicios turístico-recreacionales, etc.

Figura 3. Esquema donde se muestran tres niveles de terrazas talladas sobre sedimentos. Elaborado por el autor. Cierta cantidad de ríos morfológicamente jóvenes ubicados tanto en las vertientes montañosas andino-costeras, así como en el escudo Guayanés, por la forma de sus valles (perfiles en V y alta capacidad de almacenamiento de agua) y de sus altos caudales, han determinado la construcción de represas útiles para la producción de energía eléctrica y para la obtención de agua potable; por ejemplo, los ríos Uribante y Santo Domingo en Los Andes y el río Caroní en Guayana.

Muchos ríos jóvenes, al desembocar en una zona de menor pendiente desparraman sus cargas de sedimentos y construyen abanicos aluviales, un tanto similares los deltas en cuanto a su geometría y al patrón de drenaje entrelazado. Por tratarse de zonas de bajas a moderadas pendientes pueden ser útiles para la agricultura y la construcción de urbanismos; sin embargo, las inundaciones periódicas pueden ser una seria amenaza para las comunidades que la habitan, tal como ocurrió en el estado Vargas, a finales de 1999, cuando fallecieron cerca de 20.000 personas ante el ataque de flujos de agua y lodo recargado de elementos de gran tamaño (Figs. 4 y 5).

Figura 4. Abanico aluvional de Carmen de Uria, estado Vargas, luego de la devastación ocasionada por las coladas de barro en diciembre de 1999. Tomado de googleimages.com

Figura 5. Bloques gigantescos de rocas transportadas por las corrientes densas de barro. Al fondo, obsérvese el resultado del impacto de estos elementos pesados. Tomado de googleimages.com Gran parte de los Llanos Occidentales (estados Portuguesa, Barinas, Apure) está conformada por depósitos aluvionales del Holoceno, provenientes de la destrucción de las vertientes andinas. En ellos es común la existencia de ríos meandrados, con lagunas “madre viejas” (Fig. 6). Los flancos de los ríos presentan bancos de texturas gruesas. El declive entre éstos y la zona más alejada recibe el nombre de napa, y está conformado por texturas intermedias (limos). Las zonas más depresionales o bajíos, poseen texturas más finas (arcillas) y permanecen inundadas durante la

época de lluvias. El terreno plano y la abundancia de nutrientes hacen de esta región un ambiente ideal para la cría de ganado y para la siembra de cultivos adaptados a los medios inundables.

Figura 6. Tren de meandros con sus numerosas lagunas madreviejas, en el río Capanaparo, estado Apure. Tomado de Google Earth.

ESTRUCTURAS HORIZONTALES Y PLIEGUES El ejemplo más concreto de estructuras horizontales en Venezuela se tiene en los estados Amazonas y Bolívar, en rocas de la provincia Roraima, del Precámbrico superior (Fig. 7). Las mesas o tepuyes están constituidas por rocas sedimentarias como areniscas, lutitas, limolitas, conglomerados y, localmente, por capas de rocas volcánicas. Las áreas de estratos horizontales se ubican en el centro de los macizos sedimentarios, mientras que en la periferia los estratos se hacen más inclinados; de manera que los relieves del núcleo son de topes planos o ligeramente inclinados, mientras que en los alrededores se presentan relieves como cuestas, hogbacks y valles monoclinales.

Figura 7. Panorámica con típicos tepuyes en la Gran Sabana, estado Bolívar. Tomado de googleimages.com

Sobre estas estructuras se observan también ríos consecuentes, cuerpos de agua que han conservado un mismo cauce a lo largo de millones de años. El fenómeno puede observarse en zonas como La Gran Sabana, Guaiquinima, el cerro Parú, etc. (Fig. 8). En ciertas localidades de Amazonas se observan, además, relieves desarrollados sobre estructuras anticlinales presentes en las rocas de Roraima. Se supone que la inestabilidad tectónica y el plutonismo fueron más fuertes hacia el oeste de la Provincia Roraima, por lo cual las rocas aparecen allí más deformadas y los cuerpos sedimentarios son menos extensos o menos continuos que en el este (TECMIN, 1987). En los relieves de Roraima ocurren procesos erosivos pseudo-kársticos, tales como se observa en la mesa del Sarisariñama, al suroeste del estado Bolívar. A raíz del proceso de disolución de la sílice de las areniscas, se han producido aberturas gigantes, o simas, a causa del colapso del techo de profundas cavernas (CORAVEN, 1993). Los orificios o cuevas que se observan en las paredes del cerro Autana, en Amazonas, son el resultado del mismo proceso. En el techo de las cuevas de areniscas se pueden formar, aunque escasamente, algunas estalactitas de cuarzo amorfo.

Figura 8. Corte esquemático sobre la morfología típica de la provincia Roraima y su relación con la estructura geológica. Elaborado por el autor. Las formas de relieve asociadas a pliegues se hacen patentes en los sistemas montañosos de la Costa y Los Andes, a causa del levantamiento de bloques que se han sucedido en esas franjas, a partir de la dinámica de las placas tectónicas. Por tal motivo, el ascenso de grandes masas de la corteza durante el Terciario ha generado la deformación de las rocas sedimentarias que, luego de ser parcialmente destruidas, dan lugar a relieves alargados de cuestas y hogbacks. Además de los movimientos verticales, los ha habido también oblícuos y horizontales, y como reflejo de esto se tiene en muchos casos la existencia de numerosos pliegues anticlinales y sinclinales, en rocas del Cretáceo que forman parte del sistema de la Costa Oriental, en los estados Anzoátegui, Monagas y Sucre. Al borde de la cordillera de Mérida también es notoria la existencia de estos lineamientos, cuyas rocas buzan hacia los piedemontes de las franjas montañosas. La abundancia de calizas en la zona de Monagas, por ejemplo, ha dado lugar a un extenso e intrincado sistema de galerías, producto de la disolución del carbonato de calcio (erosión kárstica), lo que se asocia a lluvias abundantes y a la acidificación de las aguas por parte de la materia orgánica presente en la superficie. El ejemplo más conocido es la cueva del Guácharo, ubicada en Caripe, estado Monagas, donde la acumulación de carbonato de calcio en el techo, paredes y suelo de las cuevas, ha dado como resultado esculturas naturales realmente espectaculares (CORAVEN, 1994). BLOQUES FALLADOS Venezuela posee bloques fallados a lo largo de todos los sistemas montañosos, lo cual es obvio en el desarrollo de los paisajes. La acumulación de fuerzas en el contacto de inmensas geofracturas, ha traído consigo el levantamiento, hundimiento, plegamiento y basculamiento de múltiples bloques, tal es el caso de la zona de fallas de Boconó, la que se extiende en sentido noreste por la parte central de Los Andes (Zinck, 1980). Las líneas de falla se han convertido en valles por donde

circulan los ríos principales de dicha región. Estos valles se han formado en algunos casos sobre bloques hundidos (grabens) bordeados por bloques levantados (horsts), como pudiera interpretarse en el corte geológico que atraviesa la ciudad de Mérida. Las penínsulas de Paria y de Araya, al noreste del país, sugieren que se trata de un bloque levantado de aproximadamente 250 km de largo. Estas estructuras se prolongan hacia el oeste y tienen una estrecha relación con el graben submarino de la fosa de Cariaco. La actividad de las fallas se presenta como una desventaja para los habitantes de estas regiones, puesto que han sido víctimas de ocasionales pero nefastos terremotos. En el Escudo Guayanés también se tienen numerosos casos de bloques fallados, uno de los más obvios en las imágenes de sensores remotos es el del río Padamo (Amazonas), al este del cerro Duida (Fig. 9). En esta zona la red de drenaje es fiel indicadora de que además de los movimientos verticales, también los bloques fueron objeto de desplazamientos horizontales a través de fallas de desgarre (Santiago, 1993). La baja sismicidad en el escudo o la inactividad de las fallas significan un bajo riesgo para las comunidades que lo habitan.

Figura 9. Sistema de megafracturas que crean la formación de bloques levantados (L) y hundidos (H), en la cuenca media del río Padamo, estado Amazonas. Elaborado por el autor sobre una imagen de Google Earth. Por otra parte, la importancia económica de las fallas radica en la posible ubicación de menas de minerales. Las fallas que afectan los cinturones de rocas verdes del escudo Guayanés se han convertido en planos por donde se han alojado millares de vetas de cuarzo aurífero. En profundidad (aunque no tengan relación con las formas superficiales), bajo la región de Los Llanos y en la depresión del Lago de Maracaibo, las redes de fracturas han influido notablemente en la creación de trampas petrolíferas. Las fallas profundas pueden influir, además, en la producción de aguas termales, de gran atractivo turístico en diversas localidades de los sistemas montañosos andino-costeros.

MASAS CRISTALINAS Y FORMAS VOLCANICAS Lo más típico del escudo Guayanés es la abundancia de masas cristalinas. En la parte norte, formando parte del complejo de Imataca, se han desarrollado distintos paisajes sobre cierta variedad de rocas metamórficas como gneises, granulitas, cuarcitas, anfibolitas y esquistos. Las rocas más resistentes ante el intemperismo dan lugar a relieves altos y alargados, como es el caso

de las cuarcitas y las granulitas. En cambio, las menos resistentes dan lugar a depresiones y valles o, al menos, colinas de poco desnivel. Los paisajes de esta región (montañas, lomeríos, peniplanicies y valles) forman franjas paralelas, alargadas y plegadas, tal como sucede hacia el oeste de la parte baja del río Caroní (TECMIN, 1992). Las elevaciones de cuarcita son de gran potencial económico cuando poseen un alto tenor de hierro, como es el caso de los cerros Bolívar (Fig. 10) y Altamira en los alrededores de Ciudad Piar. El clima Tropical Lluvioso de Sabana, caracterizado por un período seco prolongado, determina la existencia de una vegetación poco exuberante en la zona norte del estado Bolívar, en consecuencia, la baja protección hace que haya amplias superficies de roca desnuda a manera de atractivos domos de exfoliación y de abundantes aglomeraciones de rocas redondeadas (tors).

Figura 10. Panorámica del Cerro Bolívar. Masa de cuarcita ferruginosa de interés económico. Se asocia a otras rocas metamórficas como gneises. Tomado de googleimages.com Los plutones graníticos que intrusionan a diversas rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas, se presentan en el alto Orinoco a manera de gigantescas estructuras circulares ubicándose por lo general a mayor altura que las rocas encajantes (Fig. 11). Las elevaciones de granito de textura rapakivi en la zona de Los Pijiguaos, han dado lugar a una profunda capa de meteorización rica en hidróxido de aluminio (bauxita).

Figura 11. Plutón granítico, estructura típica del alto río Orinoco, estado Amazonas. Elaborado por el autor. En lo que a volcanes se refiere, en Venezuela no los hay. Sin embargo hay vestigios de que los hubo en un pasado remoto. La abundancia de rocas volcánicas en el escudo Guayanés así lo confirman, como sucede en las provincias Pastora y Cuchivero; incluso, dentro de la secuencia sedimentarias de Roraima se han encontrado estratos de rocas volcánicas extrusivas (tobas), así como diques y sills de cuerpos intrusivos propios del vulcanismo acaecido durante el Precámbrico superior. El rebajamiento de las rocas en el escudo no ha dejado vestigios más contundentes sobre vulcanismo tales como esqueletos o sistemas de diques rodeando a un cuello volcánico.

En la zona de Guaniamo del estado Bolívar, los geólogos han estado bajo el afán de encontrar chimeneas de kimberlita, roca madre de los diamantes, tal como ocurre en el sur de Africa. Y aunque las chimeneas no aparecen, sí pueden encontrarse numerosos diques de rocas que intrusionan los gneises, los que posiblemente son la fuente de los diamantes, minerales que son extraídos principalmente de los rellenos aluvionales de Quebrada Grande y de otros ríos de la zona (TECMIN, 1994). Otra especie de volcanes, ya no originados por el ascenso de magma, sino de lodo, tiene lugar a inmediaciones de El Tigre, estado Anzoátegui, y consisten de pequeñas elevaciones en forma de cono, de menos de 2 m de altura (Fig. 12). Los materiales ascienden a través de grietas que atraviesan los estratos de la formación Mesa, y son impulsados hacia arriba por los flujos de gas ubicados en las profundidades de los depósitos de hidrocarburos.

Figura 12. Volcán de lodo formado por el empuje de gases (hidrocarburos) desde el subsuelo. Tomado de googleimages.com

MORFOLOGIA DE LITORALES Venezuela posee una extensión aproximada de 2.100 km de costas en el mar Caribe y en el océano Atlántico. En el lago de Maracaibo el país posee cerca de 400 km de costas. Lo que suma un total de 2.500 km. En el tramo costero central predominan las costas de inmersión, caracterizadas por la abundancia de acantilados, promontorios y ensenadas. Parte de las veces las bahías se han colmatado de sedimentos y forman playas donde se ubican los balnearios. Estas costas fueron inundadas por el mar después de la última glaciación. Los sistemas de fallas son determinantes en la formación de los tipos de costas antes mencionados: las penínsulas de Paria y Araya, por ejemplo, son el producto del levantamiento de bloques a causa de la interacción entre la placa del Caribe y la de Sudamérica; los bordes costeros de estas penínsulas poseen la misma orientación de las fracturas que las bordean. Hacia el este de la Isla de Margarita, el borde costero, de orientación noroeste, consta a su vez de una fractura con la misma orientación, interrumpida transversalmente por una falla de desgarre. En la costa oriental de la isla se han producido amplias plataformas de abrasión (Fig. 13), mientras que, en la parte norte, el flujo de sedimentos aportados por la erosión de los acantilados y por los ríos que desembocan en ese flanco costero, han dado origen a un cordón litoral en forma de arco. Nótese que los vientos Alisios soplan desde el nordeste, lo que hace suponer que el cordón creció gracias a las derivas desde el nordeste hacia el suroeste, a lo largo de los últimos 11 mil años.

Figura 13. Plataforma de abrasión creada por la destrucción de un escarpe de falla. Elaborado por el autor. La evolución de una flecha litoral al norte del estado Falcón, puso en contacto a una isla con la parte continental, naciendo entonces la península de Paraguaná. Otras acumulaciones de esa naturaleza se tienen en los estados Anzoátegui y Miranda: cordones de arena y grava que encierran a las lagunas de Unare, Píritu y Tacarigua, de gran importancia para las actividades pesqueras y turísticas. Al igual que en la Laguna de la Restinga, al norte de Nueva Esparta (Figs. 14 y 15). En la desembocadura del lago de Maracaibo se tienen también flechas litorales que crean problemas a la circulación de los barcos de gran calado.

Figura 14. Imagen satelital del cordón litoral y la laguna de La Restinga, en la parte media del estado Nueva Esparta. Tomado de Google Earth.

Figura 15. Vegetación de manglar dentro de la marisma de la laguna de La Restinga. Tomado de googleimages.com Dentro de las costas neutras, aquellas que se forman por la acumulación de materiales, se tiene el arrecife coralino (tipo atolón) de Los Roques. Este se localiza a unos 120 km hacia el norte de La Guaira, y es en sí un archipiélago de gran interés ecológico y, a su vez, económico, puesto que se trata de un ambiente rico en vida submarina, con un paisaje ameno que atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros (Fig. 16).

Figura 16. Vista parcial del atolón (arrecife coralino) de Los Roques. Tomado de googleimages.com

MORFOLOGIA GLACIAL Las glaciaciones del Pleistoceno, finalizada la última de ellas hace aproximadamente unos 11.000 años, fueron responsables del modelado actual de las tierras venezolanas ubicadas por encima de los 3.000 msnm afectadas por la formación de glaciares o grandes volúmenes de hielo. Se estima que estos períodos fríos tuvieron una duración promedio de 100.000 años (Erickson, 1991), tiempo suficiente como para que las vertientes más elevadas de Venezuela fuesen atacadas por procesos como: gelifracción, nivación y abrasión glaciaria. En efecto, en el Sistema de Los Andes (cordilleras de Mérida y Perijá) han quedado como evidencias los rasgos geomorfológicos típicos de tales procesos. En las sierras de La Culata y Nevada de Mérida, hay abundantes circos dispuestos en

cadenas a modo de rosarios. Estas pequeñas depresiones están ocupadas por pequeños lagos bordeados por aristas y agudos picachos (Fig. 17).

Figura 17. Picachos, aristas, circos y lagunas al pie del pico Humboldt, Sierra Nevada de Mérida. Tomado de googleimages.com En ciertos casos, la intersección por erosión retrógrada de dos circos ha dado lugar a pasos naturales o ensilladuras. A lo largo y al final de las artesas o valles glaciares quedaron abandonadas grandes masas de detritos de formas arqueadas, conocidas como morrenas; estas nos dan una idea de hasta donde se extendieron las lenguas glaciarias (Fig. 18). La elevada pedregosidad de la superficie es un hecho generalizado a lo largo y ancho de estos paisajes, y eso se refleja en la abundancia de muros de contención y en las paredes de las viviendas de los campesinos de Los Andes.

Figura 18. Corte longitudinal de un valle glaciar mostrando la ubicación del circo y las morrenas de retroceso. Elaborado por el autor. Hoy en día, el único glaciar existente en Venezuela se ubica al pie del pico Bolívar, cercano a los 5.000 msnm. Esta masa de hielo ha disminuido de tamaño a lo largo del último siglo, aproximadamente en un 80% (Zinck, 1980). Es posible que esto tenga relación con la ocupación antrópica en el valle del Chama, lo cual haya podido alterar las condiciones climáticas en las cumbres de la Sierra Nevada. Es de recalcar que la gelifracción es todavía un proceso altamente efectivo, a partir del cual se han derivado extensos taludes o conos de derrubios al pie de los riscos rocosos.

Entre los valles de origen glacial mayormente utilizados por el hombre de Los Andes están los de las cabeceras de los ríos Chama, Motatán y Santo Domingo, en el estado Mérida. Dichos valles son el asiento de carreteras y de múltiples caseríos, comunidades que dependen principalmente de las actividades agrícolas y turísticas.

MORFOLOGIA EÓLICA El caso más concreto de morfología eólica en Venezuela se localiza al norte de Coro, estado Falcón. En esta zona el clima es semiárido, con un promedio anual de 442 mm de precipitación. La sequedad de tal región determina la existencia de una capa de vegetación escasa (xerófita) que aporta una muy pobre protección a los materiales sueltos que recubren la superficie. Estas condiciones son favorables a la erosión eólica, máxime si la velocidad de los vientos Alisios del nordeste sopla en el lugar con velocidades promedio entre 16 y 24 km/hora a lo largo del año. Nótese la diferencia si apenas se necesita una velocidad de tan solo 3,6 km/hora para levantar granos de arena de 0,1 mm de diámetro. Por lo tanto los suelos quedan a merced de la deflación y se hace propicia la formación de campos de dunas.

Figura 19. Norte de Coro, Falcón: Combinación de dunas longitudinales, transversales y barjanes. El viento sopla desde el noreste. Tomado de googleimages.com Una de las fuentes de materiales es la que aporta el oleaje sobre las playas en el istmo (tómbolo) de Paraguaná, desde donde se producen dunas longitudinales orientadas de acuerdo con la misma dirección de los Alisios. En el parque nacional Médanos de Coro, existen además dunas transversales y barjanes (Fig. 20). En este caso, la distribución geográfica de los distintos tipos de dunas obedece principalmente a los cambios de velocidad del viento a medida que éste avanza desde el mar hacia tierra adentro, tal como se afirma en los tratados de geomorfología clásica: las altas velocidades producen cuerpos de arena longitudinales; las velocidades intermedias generan dunas transversales y, a menores fuerzas, aparecen los barjanes o dunas en forma de media luna.

Figura 20. Barjanes del parque nacional Médanos de Coro. Tomado de googleimages.com En otros lugares del país, como es el caso de los topes de las mesas en el sur de Monagas, también es posible encontrar pequeñas áreas de acumulaciones eólicas. Hacia el este de Apure, las imágenes de sensores remotos indican la existencia de paleodunas fijadas por la vegetación (PDVSA, 1992). Se trata de dunas longitudinales y en horquilla, orientadas también de acuerdo a la dirección de los Alisios. La forma longitudinal dependió seguramente de la incidencia de vientos de altas velocidades y de una alta disponibilidad de arenas de grano fino (González, 1990); pues las partículas de menor tamaño son más fácilmente removidas por las corrientes de aire. La presencia de tan enorme campo de paleodunas hace suponer que en el este de Apure había un desierto donde quizás no llovía durante años. El fenómeno tiene que ver con los períodos secos y prolongados del Pleistoceno, a diferencia del clima de la actualidad (Tropical Lluvioso de Sabana), caracterizado por una precipitación cercana a los 1.500 mm anuales y por la ocurrencia de una prolongada época de sequía anual, cuando son favorecidas las condiciones detonantes de la actividad eólica y la consiguiente formación de barjanes, justo allí donde las paleodunas quedan sin la suficiente humedad y sin la vegetación herbácea o arbustiva que las suele recubrir durante la época de lluvias.

introducción El clima es el estado medio de la atmósfera de un lugar determinado a base de los datoscorrespondientes a un intervalo de varias décadas. Dos de los elementos más importante en el establecimiento de un clima y las precipitaciones. Los factores prals. de que depende ambas magnitudes son la latitud, la altitud y la distribuciónde las tierras y mares de un lugar. Existen diversas clasificaciones de los climas según los datos a los que se atiendan para su establecimiento. Clima El Clima es el efecto a largo plazo de la radiación solar sobre la superficie y la atmósfera de la Tierraen rotación. El modo más fácil de interpretarlo es en términos de medias anuales o estacionales de temperaturay precipitaciones. Las áreas de tierra firme y las marinas, al ser tan variables, reaccionan de modos muy distintos ante la atmósfera, que circula constantemente en un estado de actividad dinámica. Las variaciones día a día en un área dada definen su climatología, mientras que el clima es la síntesisa largo plazo de esas variaciones (ambas pueden considerarse subdisciplinas de la meteorología). El clima se mide por medio de termómetros, pluviómetros, barómetros y otros instrumentos, pero su estudio depende de las estadísticas. Hoy tales estadísticas son realizadas competentemente por ordenadores. Con todo, un resumen sencillo a largo plazo de los cambios climáticos no proporciona una representación exacta del clima. Para obtener ésta es necesario

el análisisde los patrones diarios, mensuales y anuales. La investigación de los cambios climáticos en términos de tiempogeológico es el campode estudio de la paleoclimatología, que requiere las herramientas y métodos de la investigación geológica. La palabra clima viene del griego klima,que hace referencia a la inclinación del Sol. Además de los efectos de la radiación solar y sus variaciones, el clima siempre está bajo la influencia de la compleja estructuray composición de la atmósfera y de los mecanismos por los que ésta y los océanos transportan el calor. Así pues, para cualquier área dada de la Tierra, debe considerarse no sólo su latitud (que determina la inclinación del Sol), sino también su altitud, el tipo de suelo, la distancia del océano, su relación con sistemasmontañosos y lacustres, y otras influencias similares. Otra consideración a tener en cuenta es la escala: el término macroclima hace referencia a una región extensa; mesoclima, a una más pequeña; y microclima, a un área diminuta. Por ejemplo, puede especificarse que un buen microclima para cultivar plantases el que hay al abrigo de grandes árboles de sombra. El clima tiene una gran influencia en la vegetacióny la vida animal, incluyendo a los humanos. Desempeña un papel significativo en muchos procesosfisiológicos, desde la concepción y el crecimiento de los seres vivos hasta la saludy la enfermedad. El ser humano, por su parte, puede influir en el clima al cambiar su medio ambiente, tanto a través de la alteración de la superficie de la Tierra como por la emisión de contaminantes y productosquímicos, como el dióxido de carbono, a la atmósfera. El Clima En Venezuela Por su posición latitudinal ( 1o a 12o N), al norte de Sudamérica, Venezuelaestá bajo la influencia de la hondonada intertropical de bajas presiones ecuatoriales, donde convergen los vientos alisios del noreste y del sureste. Como consecuencia de la circulación general de la atmósfera, de diciembre hasta abril la mayor parte del país está afectada por la zona del alisio del noreste, donde se produce subsidencia de las masas de aire, que origina fuertes inversionesde temperatura a alturas de 1500 a 2000 msnm (inversiones del alisio). Por encima de esa altura, el aire carece por completo de humedad, por lo que el procesoconvectivo de formación de nubes se ve muy limitado, produciendo así la temporada seca en Venezuela. La región norte del país se ve afectada con relativa frecuencia por perturbaciones de origen extratropical, especialmente frentes fríos, entre enero y abril, que provocan precipitaciones dentro de la temporada seca. Desde mediados de abril hasta noviembre, debido al desplazamiento gradual del sistemade presiones hacia al norte, el país está casi en su totalidad bajo la influencia de la zona de convergencia intratropical, franja de muy intensa actividad covectiva (formación de nubes), que determina la temporada lluviosa sobre Venezuela. La zona sur del país, entre los paralelos 1o y 4o N, aproximadamente, está siempre bajo la influencia de la convergencia intertropical, por lo que nunca se presenta un período seco. En el país se presentan muy diferentes situaciones climáticas; la precipitación varía de menos de 400 mm anuales en parte de la franja costera a más de 4000 mm anuales en el sur del país, y las temperaturas medias diarias oscilan de más de 28oC a menos de 0oC en los páramos andinos. Según la clasificación de Koeppen, en Venezuela existen estos tipos climáticos: 

Tropical Desértico (árido), ubicación hacia la franja costera de Falcón y de Sucre, en el golfo de Cariaco, en las islas de Coche y Cubagua, y en la zona de Restinga, de la isla de Margarita.











  

Tropical Estepario (semiárido), ubicado hacia la parte norte de los estados Zulia y Falcón, la depresiónLara-Falcón, la zona costera central, las zonas costeras de la depresión de Unare y parte del estado Sucre, hacia el golfo de Cariaco, y gran parte de la isla de Margarita. Tropical de Sabana, ubicado en toda la zona de los llanos, en los pie de montes de las serranías de la Costa y de los Andes, en gran parte de los estados Zulia y Lara, en todo el norte del estado Bolívar, incluyendo la zona de la Gran Sabana, en parte de la costa de los estados Falcón y Yaracuy, y en parte de la costa hacia el golfo de Paria. Tropical Monzónico, ubicado como una franja transicional entre los climas tropical de sabana y tropical de selva, hacia el piedemonte de Perijá, al sur y parte de la costa oriental y suroriental del lago de Maracaibo, en parte de las costas del estado Sucre y el piedemonte de turimiquire, en parte de los estados Delta Amacuro, Bolívar y Amazonas, en el piedemonte de las serranías de San Luis (estado Falcón) y de la costa (estados Yaracuy, Carabobo, Aragua y Miranda). Tropical de Selva, ubicado hacia las sierras de Perijá y San Luis, el sur del lago de Maracaibo, Barlovento, en la parte oriental de los estados Delta Amacuro y Bolívar, en la parte sur del estado Bolívar y en todo el estado Amazonas. Templado de altura siempre lluvioso, ubicado hacia las zonas más elevadas de los estados Bolívar y Amazonas, en las partes más altas de las serranías de turimiquire y de Perijá, en ambas vertientes de la cordillera de los andes y en la zona de El Nula, estado Táchira. Templado de altura, ubicado en gran parte de la cordillera de los Andes. Páramo de altura, ubicado en las zonas localizadas a más de 3000 msnm en la cordillera de los Andes. Glacial de altura, ubicado en los picos nevados de la cordillera de los Andes.

Además de estas diferencias en los climas del país, dentro de cada gran región climática se presentan diferencias espaciales y temporales en el comportamiento de los parámetros climáticos. Así, por ejemplo, en los llanos, a pesar de formar parte de lazonacon clima tropical de sabana, y de su gran uniformidad fisiográfica, existe un gradiente general este-oeste de precipitación, que va de un inicio de la temporada lluviosa en junio, con una duración de 5 meses y 900 mm anuales en los llanos orientales, hasta un inicio de la temporada lluviosa en abril, con una duración de 9 meses y 1800 mm anuales en los llanos altos occidentales. Esta variabilidad espacio-temporal es aún mayor en las zonas montañosas. En general, los meses más fríos del años son diciembre y enero, y los más cálidos marzo y abril, excepto en la zona de los llanos, donde a menudo los meses más fríos son julio a septiembre, por efecto de las elevadas precipitaciones. Las temperaturas medias son, en general, elevadas, variando entre 23oC y 29oC; el principal factor modificador de la temperatura es la altitud. En las zonas montañosas del país se presentan muy fuertes gradientes de temperatura, como se observa en el caso de las estaciones El Vigía (130 msnm) y Mucubají (3560 msnm), donde las temperaturas del mes más frío varían de 26.3oC a 5.4oC, en una distancia horizontal menor de 100 Km La amplitud térmica anual (diferencia entre el mes más frío y el más cálido) es muy baja, en general menor 5oC, por lo que el clima del país puede calificarse de isotermo. La amplitud térmica diaria o termoperíodo (diferencia entre las temperaturas máximas y mínima medias) está por el orden de 9oC a 12oC, excepto en las zonas costeras, donde disminuye a unos 6oC.

En Venezuela, las direcciones prevalecientes del viento (es decir, desde donde sopla), son la Norte (N), Nornoroeste (NNE) y Noreste (EN). En las zonas costeras, la direcciónprevaleciente es la Este franco (E), excepto cuando algún accidente de la costa modifica la entrada, como en Barcelona. En las zonas montañosas el patrón planetario del alisio está profundamente modificado, y la dirección prevaleciente del viento depende de la topografía, como se observa en el caso de Mérida. Estas direcciones prevalecientes , y así, en la temporada lluviosa, aumenta la frecuencia de vientos con componente sur, especialmente del Sur-Oeste. La velocidadmedia del viento (correspondiente a la dirección prevaleciente) varía, en la zona costera, de unos 2.5 m/s al este a unos 5 m/s al oeste; en el centro del país, las velocidades son del orden de unos 3 m/s en promedio.

Regiones naturales de Venezuela Venezuelaes un país destacado por su diversidad biológica siendo considerado unos de los países Megadiversos del mundo, en el país aunque comúnmente reconocidas 4 grandes regiones naturales siendo estás la región de los andes, la región caribeña, la región de los llanosy la región de la selva amazónica. Diversos estudios y personalidades han realizado divisiones del país según varios puntos de criterio reconociéndose así, en algunos casos, hasta decenas de regiones naturales distintas en Venezuela. Sin embargo, a fin de facilitar el estudio y organización del país, han sido reconocidas nueve grandes regiones naturales que, aunque sin homogeneidad en su territorio, presentan características relacionables que han servido para delimitarlas.

Regiones naturales Las nueve regiones en las que está dividida Venezuela, y sus subregiones, son:   





Los Andes o La Cordillera de Mérida Lago de Maracaibo o El Zulia, la Serranía del Perijáy el lago propiamente dicho. Insular o La Isla de Margarita, la isla de Cochey la isla de Cubagua, que forman el Estado Nueva Esparta. o Las Islas de Sotavento de Venezuela. Cordillera Central o El Lago de Valencia, la Llanura de Barlovento, los Valles del Tuy, los Altos Mirandinos y el Macizo de Nirgua. Se divide en la Cordillera de la Costay la Serranía del Interior. Es el lado occidental de la Cordillera Caribe. Se separa de la Oriental por la depresión de Unarey la Fosa de Cariaco. Cordillera Oriental o El Macizo de Turimiquirey las penínsulas de Araya y Paria. Incluye el golfo de Paria. Es el lado oriental de la Cordillera Caribe. Se separa de la Cordillera Central por la depresión de Unare, y la Fosa de Cariaco.

 

 

Sistema Deltaico o El delta del Orinoco. Los Llanos o Los Llanos del Orinoco. Se subdividen en los Llanos Altos al norte y los Llanos Bajos al sur. Sur del Orinoco o La Guayana Venezolanay la Gran Sabana. Formación Lara-Falcón, o Sistema Coriano o Los Médanos de Coro y su istmo, la península de Paraguaná, las sierras de San Luis, Aroa, Buena Vista, Churuguara, Barigua, Motatare y Siruma.

Margarita Las seis provincias fisiográficas distinguibles en el relieve venezolano, son las siguientes: - La Cordillera de la Costa que se extiende desde la depresión Turbio- Yaracuy al Oeste, hasta la doble península de ArayaParia al Este (incluyendo el Norte de Anzoátegui y Monagas); de Norte a Sur está comprendida entre el mar Caribe y la depresión llanera; se encuentra dividida en 2 sistemas: el central y el oriental, separados por la depresión de Unare; ambos abarcan total o parcialmente las entidades federales de Yaracuy, Cojedes, Carabobo, Aragua, Vargas, Guárico, Distrito Capital, Anzoátegui, Sucre y Monagas. Como regiones naturales se diferencian; macizo de Nirgua, cadena del Cordillera de Los Andes Litoral, depresión del lago de Valencia y Valles del Tuy medio. - Las

serranías de Lara, Falcón y Yaracuy, constituyen una provincia que se caracteriza por presentar un relieve poco elevado, de transición, el cual se extiende entre los Andes y la cordillera de la Costa. Pueden distinguirse como regiones naturales las siguientes: las serranías de Coro; la depresión de Carora y el Tocuyo medio; la depresión del Turbio-Yaracuy y la sierra de Aroa.

-La

provincia fisiográfica de los Andes agrupa 2 subprovincias; los Andes venezolanos y la sierra de Motilones-Perijá; ambos relieves son de origen Terciario; la cordillera de Mérida o Andes venezolanos es un relieve de dirección SO-NE, con una longitud de 460 Km.; aquí es donde se encuentran los picos más elevados del relieve venezolano; entre ellos, destacan el pico Bolívar con 4.986 mts. y las cumbres de Humboldt y Bonpland con Los Andes Venezolanos 4.942 y 4.883 mts. respectivamente; La sierra de Motilones -Perijá es una prolongación de la cordillera oriental colombiana; configura 2 secciones de morfología y amplitud diferentes; se inicia en el valle del río Intermedio y termina en los Montes de Oca; la sección Sur constituye la sierra de Motilones, de orografía simple; la sección Norte, se divide en 2 filas: la serranía de Valledupar al Oeste y sierra de Perijá al Este. -La provincia fisiográfica de los llanos está localizada entre los Andes, la cordillera de la Costa y el Escudo Guayanés y ocupa una tercera parte del territorio nacional; desde los Andes hasta las bocas el Orinoco. Tiene una longitud aproximada de 1.300 Km., y hacia el Oeste, se prolonga fuera del país, hasta la llanura amazónica. Esta provincia presenta diferencias morfológicas notables, se distinguen 4 regiones de los llanos: meridionales (o bajo llano), occidentales, centrales y orientales.

Guayana

Llanos Venezolanos

-La Guayana venezolana es la provincia fisiográfica que corresponde a los estados Bolívar y Amazonas; está delimitada al Norte y al Oeste por el río Orinoco; al Este y al Sur por las sierras de Imataca, Cuyuní, Pacaraima, Curupira y Tapirapecó. El Escudo Guayanés conforma las tierras más antiguas del país, pudiéndose diferenciar 4 regiones naturales: los llanos ondulados, la cuenca del Cuyuní, las mesetas del Sur y la penillanura del Casiquiare.

-Las llanuras costeras e islas integran una provincia fisiográfica, conjuntamente con la plataforma continental y están localizadas en la periferia de los relieves montañosos del país. Las regiones naturales más destacadas en cuanto a superficie abarcada, son de Oeste a Este las siguientes: las llanuras deltaicas, la costa de Araya-Paria, la planicie de Aragua-Neverí, la isla de Margarita Isla de Margarita (núcleo montañoso oriental, núcleo montañoso occidental, llanura costera), la cuenca del Unare,la llanura de Barlovento,la costa alta del centro, la planicie aluvial de los ríos Yaracuy y Aroa,la llanura deltaica de El Tocuyo, la planicie del Hueque y el Ricoa, la península e istmo de Paraguaná, la costa baja de Coro y la cuenca del lago de Maracaibo (con sus 5 sectores: norte-oriental, meridional, occidental, marabina y Guajira).

El relieve variado y accidentado del país presenta una geomorfología muy diversa, para cuya mejor comprensión es conveniente distinguir las siguientes provincias geomorfológicas. Provincias

fisiográficas de Venezuela

 Cordillera de

los Andes y Sierra de Perijá

 Cuenca de

Maracaibo

 Delta del

Orinoco - San Juan

 Escudo de

Guayana

 Los Llanos  Plataforma  Sistema montañoso del Caribe  Valles y serranías de Falcón - Lara - Yaracuy

continental, islas y llanos costeros

Los Andes venezolanos, accidente orográfico más prominente del país, tienen unos 36.120 kilómetros cuadrados de extensión, y constituyen una prolongación de Los Andes colombianos orientales, que al llegar al Nudo de Pamplona se bifurcan en dos cadenas: la Cordillera de Los Andes y la Sierra de Perijá, que en conjunto abarcan aproximadamente el 6% de la superficie territorial venezolana. Los Andes venezolanos propiamente dichos comienzan en el suroeste en la depresión del Táchira, desde donde se extienden en dirección noreste hasta la depresión de Barquisimeto-Acarigua en los Estados Lara y Cojedes. Toda la cadena constituye una culminación topográfico-tectónica, centrada en los alrededores de la ciudad de Mérida, donde se presentan los picos más elevados (Bolívar, 5.007 metros) y las unidades más antiguas (Grupo Iglesias, Precámbrico Superíor). A lo largo de sus 300 kilómetros de longitud aproximada y 80 de anchura, constituye una vasta divisoria entre las cuencas hidrográficas de los ríos Apure y Orinoco al sur, y del Lago de Maracaibo, Mar Caribe al norte, sin valles transversales de importancia. En contraste, los valles longitudinales constituyen profundas hendiduras, frecuentemente relacionadas con fallamiento. Entre estas depresiones axiales merecen mención la del valle del río Chama y su prolongación al noreste en el curso superíor del río Santo Domingo y los valles de Boconó, Guárico y Sanare. Esta gran depresión separa a la Sierra de La Culata y Cordillera de Trujillo al norte, de los macizos de la Sierra Nevada de Mérida, Sierra de Santo Domingo, etc., al sur. Las cadenas septentríonales caen hacia el noreste, en la depresión de Barquisimeto y continuan en la Sierra de Aroa, mientras que las cadenas meridional es continuan morfológicamente en la Sierra de Nirgua y el Sistema Montañoso del Caribe. La transición de la Cordillera de Los Andes a las planicies circundantes es predominantemente abrupta, especialmente en el flanco septentrional en el Estado Mérida, extremadamente abrupto, y en el flanco meridional al oeste de Acarigua, donde se desarrolla una estrecha faja piemontina ocupada por unidades conglomeráticas jóvenes. En las cercanías de Motatán se separa hacia el norte la Serranía de Trujillo. En la culminación tectónica de Los Andes (Estado Mérida), además de las metamórficas antiguas ya mencionadas, afloran unidades paleozoicas de metamorfismo bajo a muy bajo, mientras que en ambos declives, de Táchira y Lara, afloran predominantemente rocas mesozoicas no metamorfizadas. A consecuencia de esto, la geomorfología andina no sólo esta influenciada por la estructura primaria, en realidad un gigantesco y complejo pilar tectónico, sino también por la clase de rocas expuestas, y se acusan profundas diferencias topográficas entre las zonas donde afloran las unidades paleozoicas y más antiguas, y aquellas donde predominan rocas del Mesozoico. Son dignas de mención las grandes terrazas fluviales que flanquean los valles axiales y la presencia de vestigios de antiguas glaciaciones pleistocenas en los característicos valles y lagunas en "U". Aproximadamente en el paralelo 9°N se desprende de la Cordillera Oriental de Colombia, de rumbo N20W, la Sierra de Perijá, que se inicia con rumbo N20E, estrechamente relacionada con la Cordillera de Los Andes, tanto en lo estratigráfico como en lo tectónico. El sector sur, o Sierra de Los Motilones, constituye una divisoria de aguas bastante simple entre el valle del río Cesár en Colombia y la cuenca del Lago de Maracaibo en Venezuela, con alturas que excepcionalmente alcanzan los 2.600 metros. El sector norte, entre las cabeceras de los ríos Araguise y Tocuco y el borde de las llanuras de la península de La Goajira, se caracteriza por la presencia de varias filas paralelas, entre las cuales se destaca la Serranía de Valledupar, extendida hacia el norte hasta las cabeceras del río Guasare. El flanco oriental de la Sierra de Perijá pasa bruscamente a la zona piemontina, exceptuando únicamente la parte nororiental o cuenca del río Socuy, donde se observan algunas cadenas de origen tectónico, subparalelas a la Sierra propiamente dicha.

En su extensión de unos 18.000 kildmetros cuadrados, la Sierra de Perijá esta sostenida por rocas ígneas, metamórficas del Precámbrico (?), unidades del Paleozoico y, especialmente, rocas mesozo icas estratifi cadas que imparten a su geomorfología sus características más distintivas.

La cuenca del Lago de Maracaibo, limitada por la Sierra de Perijá al oeste y el flanco occidental de Los Andes y la Serranía de Trujillo al este, ocupa una depresión tectónica de unos 52.000 kilómetros cuadrados de extensión, donde se han acumulado más de 10.000 metros de espesor de sedimentos cuyas edades se extienden desde el Cretácico hasta el Reciente; constituye la cuenca petrolífera mas rica de America del Sur. Tectónicamente se relaciona con el levantamiento post-Eoceno de la Sierra de Perijá y de la Cordillera de Los Andes. La gran mesa de agua que ocupa la parte central de la cuenca está emnarcada por llanuras casi sin relieve, parcialmente anegadizas, que se extienden hasta las estribaciones de las Serranías circundantes, donde afloran rocas de edad variable entre el Terciarío Inferior y el Precámbrico (?). Un fenómeno fisiográfico interesante es el hundimiento o subsidencia de ciertas zonas costeras del Lago de Maracaibo como son Lagunillas y Tía Juana.

Las llanuras inundables de los deltas del Orinoco y del San Juan abarcan unos 32.000 Km2de extension y se desarrollan en su casi totalidad en sedimentos blandos del Reciente. Su característica más prominente son los caños de marea, intercomunicados entre sí formando islas, generalmente pantanosas y con menor frecuencia de terreno más firme. El delta se traslada hacia el este a medida que el gran volumen de sedimentos aportados por los ríos forman bajos, donde las raíces entrelazadas de manglares arraigados contribuyen a detener más sedimentos, los cuales acrecientan las islas existentes o forman nuevas islas. Unicamente en la parte oriental extrema del Delta se conocen pequeños afloramientos de rocas terciarias, indirectamente relacionadas con fallas, y más directamente con fenómenos diapíricos de vulcanismo sedimentario, como sucede en Isla de Plata, Punta Pedernales, Capure y Punta Tolete. En esta zona se presentan algunos lagos de asfalto, como Guanoco y La Brea, y volcanes de barro como El Hervidero, al este de Maturín.

Esta provincia fisiográfica constituye el 45% de la 2 superficie territorial total (423.000 Km ) y se extiende al sur del río Orinoco hasta las fronteras de Guyana al este y Brasil y Colombia de sureste a suroeste. Es la región minera por excelencia, con placeres auríferos y diamantíferos y grandes reservas de hierro. La región está constituida principalmente por las rocas más antiguas en la geocronología del territorio venezolano (Precámbrico Inferior) entre las cuales las de más edad están profundamente metamorfizadas e inyectadas por ígneas preferentemente ácidas, en estructuras complejas. La cubierta de plataforma (Formación Roraima) no muestra metamorfismo de importancia en una secuencia levemente metamorfizada en la que predominan areniscas arcósicas con intervalos menores de conglomerados y lutitas, intrusionadas únicamente por volcánicas básicas. Mientras que las rocas metasedimentarias están estructuralmente muy deformadas, las rocas de la Formación Roraima se mantienen casi o totalmente horizontales. Ambos elementos, composición litológica y estructura, contribuyen a fijar las características fisiográficas. En el extremo sureste, desde cerca del paralelo 6°10' hasta la frontera con Brasil y Guyana, la fisiografía se caracteriza por la presencia de imponentes altiplanicies o "tepuis", sustentados por la Formación Roraima, que alcanzan hasta 2.775 m de altura. Tales tepuis son de forma tabular, drenaje centrípeto y están limitados por escarpados abruptos, de los cuales se desprenden saltos y cascadas de gran altura (como por ejemplo, el Salto Angel o Querepacúi-Merú, con una caída libre de 979 metros sobre el valle del río Churún). Al oeste del río Paragua, las altiplanicies se van convirtiendo en cerros aislados y masas esporádicas de menor extensión, algunas de las cuales coronan las alturas de la Sierra de Maigualida, hacia el oeste del río Erebato. Esta Serranía está sostenida por un complejo ígneo-metamórfico mal conocido, de topografía mucho más compleja que las altiplanicies de Roraima, y alturas de hasta 2.300 metros en las elevaciones de Icutú, Yaví y Guanay que forman la divisoria entre los ríos que corren hacia el norte (Cuchivero, Suapure, etc.) y los que forman la hoya del río Ventuari. La Sierra desciende hacia el suroeste a la depresión de Casiquiare, cruzada por ríos de comportamiento paradójico, que unen las aguas del Orinoco con las del río Negro o Guainia, tributario del Amazonas. Al norte de la subprovincia de Roraima aparecen las sabanas de Guayana, extensa franja con alturas de 400 metros en promedio, que sustentan vegetación variable desde la de sabanas abiertas hasta tupidas selvas tropicales. Gran parte de esta variación se debe a la naturaleza de las rocas, ya que mientras los flujos de lavas e intrusiones básicas que forman parte de las formaciones del Grupo Pastora tienden a producir una topografía accidentada cubierta por vegetación espesa, las rocas graníticas suelen ocasionar poco relieve y sabanas de suelos arenosos y vegetación escasa. Más al norte, el elemento geomorfológico dominante es la Serranía de Imataca, con alturas de 300 a 600 metros, donde se presentan los yacimientos ferríferos, practicamente paralela al río Orinoco desde las márgenes del bajo Caura al oeste, hasta desaparecer por debajo del delta del OrinocoSan Juan al este, con unos 510 kilómetros de longitud. Nuevamente los componentes litológicos del Complejo de Imataca influyen sobre la fisiografía, y mientras que las capas de cuarcita ferruginosa forman crestones que se levantan abruptamente sobre el nivel de la sabana, los afloramientos de gneises y granitos presentan formas redondeadas o están profundamente meteorizados en las sabanas planas.

Esta Serranía está flanqueada al norte por llanuras bajas suavemente inclinadas hacia el Orinoco, constituidas principalmente por sedimentos holocenos predominantemente arenosos y muy semejantes a la Formación Mesa de Anzoátegui y Monagas meridionales. A través de esta delgada cubierta aparecen masas ígneas, redondeadas por la erosión hasta formar verdaderos "monadnocks". En el extremo noroeste del Escudo se presenta un complejo ígneo-metamórfico (Grupo Cuchivero), cuyo componente más destacado, geomorfológicamente (Formación Cinaruco) sostiene colinas bajas o "galeras", extendidas hasta dentro del Estado Apure, donde se presentan en su forma más característica; además se destaca, desarrollando una topografía abrupta, la secuencia de volcánicas ácidas que suprayacen a la Formación Cinaruco.

Los llanos constituyen una provincia con extensas superficies de relieve casi plano (50-200 metros sobre el nivel del mar) en el centro del país, entre los sistemas montañosos del Caribe y Los Andes y el río Orinoco, y son parte de una región mucho mayor que se extiende a Colombia y Brasil. Abarcan aproximadamente un 25% de la superficie territorial total (237.280 Km2). Están constituidos por sedimentos blandos del Terciario Superior y Cuaternario, depositados en una extensa cuenca de relleno progresivo y finalmente suavemente levantada, en la cual ha habido poca erosión. La región contiene los yacimientos petrolíferos del llano venezolano, en las cuencas sedimentarias de BarinasApure (113.810 Km2) y Venezuela oriental (117.900 Km2), subdividida esta en las subcuencas del golfo de Paria, Guárico y Maturín. Aproximadamente en la zona axial de la región, cerca del meridiano 68°, se levanta un pequeño complejo aislado, el Macizo de El Baúl, sostenido por rocas metamórficas e ígneas del Paleozoico y Mesozoico Inferior. Este divide a la provincia en las dos subprovincias mencionadas, de Barinas-Apure al este, y de Venezuela Oriental al oeste, separación que no se produjo hasta el Terciario. Los llanos de Barinas-Apure forman una gran superficie plana cubierta en su casi totalidad por sedimentos blandos cuaternarios, y grandes extensiones de depósitos aluviales y coluviales recientes. Los llanos de Venezuela Oriental presentan mayor diversidad geomorfológica por influencia de su geología. El manto pleistoceno (Formación Mesa) ha sido removido por erosión en gran parte de Guárico y en Anzoátegui suroriental, y las formaciones arcillosas del Mioceno asi expuestas producen una topografía caracterizada por un drenaje más complejo, recticular y dendrítico y en consecuencia, más disecada que las monótonas mesas del este-sureste de Anzoátegui y Monagas sur-central.

La zona erosionada termina hacia el este en una notable línea de farallones indentados que se extiende de sur a norte, desde la región de San Diego de Cabruta hasta cerca de Santa Rosa, Estado Anzoátegui. Esta línea forma, de modo general, la divisoria generalizada entre los llanos centrales (principalmente Guárico) y los orientales (principalmente Monagas y Anzoátegui suroriental). En contraposición con los primeros, los llanos orientales se caracterizan por la presencia de mesas extensas y planas (entre los cuales se destacan las de Guanipa, Morichal Largo y Tigre), de unos 280 metros de altura sobre el nivel del mar, y 120 metros sobre el nivel de la llanura circundante, siempre mal drenadas, frecuentemente con drenaje centrípeto hacia una depresión central o axial. Estas suelen estar bordeadas por los farallones abruptos que constituyen el cauce mayor de los morichales o de los grandes ríos, de curso generalmente oeste-este.

Esta provincia, que ocupa el norte y noreste del país, tiene unos 188.000 kilómetros cuadrados de extensión, de los cuales 1.800 corresponden a las 72 islas de soberanía venezolana y el resto a la depresión de Unare en el extremo centro-nororiental, a las llanuras y planicies costeras de muy bajo relieve (0-100 metros), que son de emersión al oeste, estructurales en el centro y de inmersión al este, y a las cuencas sedimentarias de los golfos de Venezuela y Cariaco y subcuenca del golfo de Paria. La isla de Margarita, correspondiente fisiográficamente a esta provincia, se ha incluido en la del Sistema Montañoso del Caribe. Toda la provincia está cubierta por sedimentos marinos y fluviales del Cuaternarío, salvo parte de las islas del Caribe, constituidas por rocas ígneas y escasas metamórficas del Mesozoico, y la península de Paraguaná, donde afloran rocas metamórficas jurásicas, intrusivas básicas y ultrabásicas del Mesozoico y granitos del Paleozoico Superíor, además de sedimentos locales del Mioceno y Cuaternario. Las planicies costeras tienen expresiones fisiográficas diferentes: en Falcón son áridas, desérticas y parcialmente cubiertas de dunas. En el bajo Yaracuy son fértiles, húmedas y boscosas, como también en el bajo Tuy. Las planicies de las bocas de Unare y Barcelona contienen abundante albuferas y salinas, que

caracterizan también a las planicies costeras de la isla de Margarita.

En las cercanías de Motatán, Estado Trujillo, se desprende de la Cordillera de Los Andes hacia el norte un ramal orogénico conocido como Serranía de Trujillo, que al llegar a la zona limítrofe entre los Estados Zulia, Falcón y Lara se arquea violentamente hacia el este para formar las Sierras de Falcón, de rumbo en general este-oeste, con excepción de la Sierra de Siruma, predominantemente norte-sur. Esta provincia está situada al noreste del país, entre el Sistema Montañoso del Caribe y Los Andes venezolanos, y abarca un 30% de la superficie territorial total. Está limitada al sur por el borde nororiental de Los Andes, que cae a los típicos llanos Interiores de Lara (cabañas de Carora), al norte de los cuales se desarrolla la Sierra de Baragua, que muere al este en el valle del río Tocuyo. Más al norte aparece el verdadero espinazo del sistema que comienza en la Loma de Los Caballos, cuya culminación alcanza los 1.990 metros de altura, y continúa hacia el este en la Serranía de Bella Vista, la Sierra de Churuguara, etc., hasta cruzar el río Tocuyo y terminar en el Cerro de La Misión. Otra línea de menor importancia, situada más al norte, es la de las montañas de Avaria y Sierra de San Luis. Entre ésta y las planicies costeras de Falcón sólo se interponen pequeñas lomas y líneas de cerros alargados. Las llanuras encerradas, de origen lacustre-fluvial, son regiones semiáridas, y las planicies costeras de la región contienen el único desierto venezolano, los Médanos de Coro, con dunas movedizas. Con excepción del Alto de Siquisique, donde afloran rocas ígneas de edad desconocida, la Serranía de Trujillo y las sierras de Falcón están sostenidas por rocas principalmente paleocenas, eocenas y oligocenas, y sólo en la franja septentríonal se encuentran sedimentos más jóvenes del Mioceno. En los valles hay espesos depósitos de aluvón, con terrazas y zonas topográficamente bajas rellenas con el fango arrastrado de las laderas de Los Andes. Estos grandes espesores de aluviones sugieren que el clima en estas partes bajas de la provincia, hoy esteparío, fue de mayor precipitación en el Pleistoceno; el desecamiento se debe en parte también a fenómenos de captura de corrientes en la provincia.

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