GÉNESIS Creación

GÉNESIS La creación Hablamos de la idea de la creación y cómo el mundo hebreo la hizo complemente androcéntrica y olvidó a la mujer, sacándola del plano de importancia, al grado que hoy día en la trinidad tenemos 3 hombres que nos representan, y el concepto de familia se rompe. Si leemos Gn. 1 y 2:4ª, podemos ver como el autor, o los autores, por aquello de las escuelas Yavistas y Elohistas, toma la imagen del mundo y le da forma. Podemos asombrarnos como la división y la oposición son principios de orden y armonía. Aparecen entonces dos principios dinámicos: el aliento de Dios, que da vida, y la palabra de Dios, que da orden, asigna puestos y nombres. Además que si nos ponemos a contar hay una numerología interesante: 1. En tres días Dios separa, en otros tres Dios ocupa lo separado y le da forma y nombre. 2. En hebreo el primer verso tiene 7 palabras, en el segundo tiene 14, tierra aparece 21 veces, el séptimo verso tiene 35 palabras, Dios aparece 35 veces en ese versículo, así fue, aparece 7 veces, y Dios vio, aparece 7 veces, y el séptimo día Dios descansó 3. Hacer aparece 10 veces, de acuerdo a sus especies 10 veces, Dios dijo aparece 10 veces, hágase aparece 10 veces. 4. La composición está regida por 2 principios numéricos, 10 del decir de Dios y 7 de los días. Entre estos, claves son el primero, el cuarto y el séptimo, Luz, astros, descanso, la semana de 6 días de labor y un descanso, esto es el tiempo primordial, además de ser la división del mes lunar. 5. El séptimo día no tiene un fin, sólo descansó, los otros 6 fue la mañana y la noche de un día. Si uno analiza la ciencia del perfeccionismo se dará cuenta que Dios es increíblemente grande, tan sencillo como que el océano tiene 3.4% de sal en sus aguas, y el ser humano tiene exactamente el 3.4% de sal en el torrente sanguíneo. Otro dato interesante es que el corazón produce 2.5 vatios de energía eléctrica en cada pulsación, y el campo electromagnético de la tierra es de 2.5 vatios, esto hace que el mismo corazón crea un campo electromagnético idéntico al de la tierra misma. Entonces se vuelve rico saber que todo está o debe estar en orden, cuando no hay orden entonces comienza el caos y el caos genera destrucción y llega Tohu

Vavoju, y entonces hay enfermedad, entonces el cáncer es tohu vavoju, sin embargo para que haya sanidad, debe ponerse un orden. Supongamos las células cancerígenas se dan porque ellas viven en ácido, por ende, odio, rencor, soledad, generan cáncer, pero el cáncer no es malo, sólo es una forma de decir del cuerpo “estás haciendo las cosas mal”… piensen, el calentamiento global es cáncer, es la tierra diciendo “están haciendo las cosas mal”… Para el capítulo 2:4b-25 el relato es diferente, mientras que en uno hay una secuencia de número, aquí no hay nada de eso. Mientras que en el 1 Dios da órdenes y de ahí se realizan las cosas, en el dos Dios hace las cosas con sus manos, después de la costilla del hombre sale la mujer, para que el hombre sepa que ella, es la única con capacidad de ser su compañera. Algunos eruditos creen que éste relato es muy antiguo se creen que era de la cultura Acadia, y que los israelitas lo adaptaron a su pensamiento y lo usaron para explicar el origen del hombre y la mujer. Según el relato, tanto hombre como mujer fueron formados de la misma tierra “Adamah” y de ahí se hacen los animales (19), de ahí que Adán signifique “tierra o humanidad”. Hay también cosas interesantes en la creación del capítulo 2. 1. El hombre es hecho de la arcilla del suelo (polvo), los animales también. 2. El hombre es dotado de “aliento de vida”, que los animales también reciben (cfr. 7: 15 y 22) 3. El hombre es llamado “ser viviente”, los animales también (2:19)

Entonces ¿qué tiene el ser humano que lo hace mejor que el resto de la creación?, la capacidad de creer, crear o destruir, todo con discernimiento, no por instinto. Ellos estaban desnudos, esto es interesante, porque podemos ver que ellos, no se escondían de los otros. Actualmente la vestimenta es una forma de escondernos, una máscara que le enseñamos al mundo para no presentar nuestro verdadero yo. El ser humano tiene la capacidad de crear, pero también de destruir, tiene la obligación del cuidado de la Adamá, o tierra, pero ha olvidado el cuidado del mismo. No es imperante la importancia de releer la creación y sentarnos a crear, en un mundo como el que vivimos que es hermoso, la gente sigue pensando en destruirlo, los cristofers siguen pensando que el diablo existe como ente viviente fuera de nosotros y por ende, él tiene la culpa de nuestras miserias o de nuestros desahogos.

El cap. 2 del Génesis es de fuente J, pero ya sabemos que parece ser que la "fuente J" (su autor o autores), compilaron allí enésimos relatos más antiguos, algunos muy anteriores al período "bíblico". De hecho, algunos expertos creen que de "J", sólo tiene el nombre de Yãhwêh y que en realidad es una muy compleja compilación de fuentes varias). Lo primero que habría que separar es la cuestión de "como se originó la mujer" y todo el cúmulo de problemas de género que implica la "teología" de esos pasajes, del otro punto importante (seguramente mucho más antiguo y significativo) que es la metáfora del Árbol de la Vida y del otro Árbol, el del "Bien y del Mal" (a la mayoría se le escapa que eran dos y no uno). (ver Génesis 2:9). Aquí aparece algo realmente muy antiguo, parecido al mito de Prometeo de la Hélade, pero en realidad todavía más ancestral en cuanto a su significado: La primer caída del Hombre (a mi juicio, antropológicamente se pueden identificar dos etapas en esto), fue cuando "CONOCIÓ" que morirá, que existía "lo bueno" y "lo malo", cuando comenzó a aprender. Si una persona es infeliz, mayormente lo es no por lo que le ocurrió o por lo que le está ocurriendo en el momento (ya que la generalidad de los momentos de crisis se viven con un alto nivel de adrenaliza, endorfinas y enfocados en sobrevivir, no en "penar por estar sufriendo"), sino por el conocimiento (y el temor) por lo que le ocurrirá. Lo que no nos permite ser felices es la preocupación, el miedo y la ansiedad. No el sufrimiento en sí. Este "conocimiento" es lo que nos hizo "caer". Cuando no lo teníamos, vivíamos en una "edenica" felicidad, desde la cuna a la tumba. El "Edén" original (más allá de no perdernos en analizar su posible origen geográfico en Bahrein -en nombre sumerio para "Edén" es Dilmun), etc... Se refiere claramente a un período en al evolución de nuestra especie en el cual NO TENÍAMOS consciencia del mal, de la muerte o del dolor. No es que estas cosas no ocurrieran, pero como pasa con las demás especies animales, las sufríamos en el momento, pero al abandonar nuestro horizonte de eventos, nuestro campo empírico, dejaban de existir de nuevo. Eventualmente, el Hombre aprendió y conoció sobre el "futuro", comenzó a proyectarse hacia él y en ese punto fue que la infelicidad nació. Esa es la "caída" de que habla el Génesis. El que la mujer, junto con la "serpiente" fueran los promotores de esto, no es casual: La serpiente (por más que fue anatematizada en la cultura bíblica, a partir de una cerrada interpretación de este mito), siempre fue símbolo de sabiduría (tanto en Egipto como en todas las culturas indoeuropeas) y el género femenino, siempre lo fue de la sexualidad. ¿Hace falta aclarar que los dos promotores de la evolución de la consciencia profunda en el Hombre fueron las experiencias onírico-shamánico-alucinógenas (¿qué sería originalmente "el fruto prohibido"? La Biblia no dice que fuera una manzana, sólo el arte y la interpretación popular así lo

piensan)

y

la

sexualidad

misma?

Para dejar clara mi explicación anterior, diré brevemente, que según entiendo, desde lo antropológico (y refieren algunas tablillas de Nippur), la "segunda caída" del Hombre fue la urbanización. En el mito sumerio, se le dice al Hombre: "Los dioses les hemos dado el conocimiento para construir ciudades, pero no penseis que sereis felices en ellas, con este conocimiento os sobrevendrá todos los males" -va de memoria, perdón si tiene errores- (Puede que la "Caja de Pandora" sea otro equivalente). En la narrativa del Génesis, esto (claramente) se representa con la Torre de Babel. Ahora, enfocándome en lo que Miguel plantea como problema principal del relato de Adán y Eva, no está claro de donde salió la idea de que la Mujer fue "construida" a partir de la costilla del Hombre. Seguramente, el que nuestra especie tenga costillas "flotantes" tiene algo que ver con ello. Pero hay mitos sobre divinidades que se crean entre sí con partes de sus respectivas anatomías, así que pudo surgir de cualquier parte. Lo que sí creo obvio es, darnos cuenta, que el asunto fue metido allí con intenciones "midrasicas" (machistas), tan comunes en la composición de todo el A.T. y que fue siempre utilizado por el sistema de creencias hebreo/judio para reforzar el patriarcado. Me parece que la solución es obvia: Dejar de lado el asunto como una simple metáfora (al igual que la otra parte donde dice que "Yãhwêh que se paseaba en el jardín en el fresco del día..." Gen. 3:8. ¿No es raro para el dios de Moisés, que era invisible a los ojos de todos?), y que ni siquiera es fuente J, sino algo más arcaico y recuperado poéticamente para agregarlo allí, y simplemente tomar el "primer relato" de la Creación, donde Hombre y Mujer fueron "hechos" en status de igualdad y sin ninguna diferencia de poder o autoridad. "Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó." Génesis 1:27 ... (Queda claro que "creo" una especie con dos géneros, sin hacer ninguna distinción entre ellos). Esto es obviamente producto de que el versículo es de la fuente E y quizás "compilado y ordenado" por la fuente P o posteriores (cuando se le dio el formato final, durante la escuela de escribas de Esdras. Siendo que la fuente E es mucho más espiritual y profunda que la J (por la obvia razón de tener como herencia directa los miles de años previos de la cultura cananea y mesopotámica). Nota malévola: Cuando yo fui al catecismo de la ICAR, allá por mis 7 y 8 años, nunca me hablaron demasiado del "primer relato", siempre se concentraron en el "segundo" (Es más, reparé en ello muchos años después, cuando comencé a estudiar el origen de las religiones por mi propia cuenta). >:)