Frankfurt · On bullshit (sobre la manipulación de la verdad).pdf
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ONBULLSHIT
PAIDÓS CONTEXTOS
HARRY G. FRANKFURT
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J. Entwistle, El cuerpo y la moda E. Bach y P. Darder, Sedúcete para seducir Ph. Foot, Bondad natural N. Klein, Vallas y ventanas C. Gilligan, El nacimiento del placer E. Fromm, La atracción de la vida R. C. Solomon, Espiritualidad para escépticos C. Lomas, ¿Todos los hombres son iguales?' E. Beck-Gernsheim, La reinvención de la familia A. Comte-Sponville, Diccionario filosófico E. Bach y P. Darder, Des-edúcate. Una propuesta para vivir y convivir mejor J. Goodall y M. Bekoff, Los diez mandamientos para compartir el planeta con los animales que amamos J. Gray, Perros de paja L. Ferry, ¿Qué es una vida realizada? E. Fromm, El arte de amar A. Valtier, La soledad en pareja R. Barthes, Roland Barthes por Roland Barthes W. Fischman y otros, La buena opción A. Comte-Sponville, El capitalismo ¿es moral? H. G. Frankfurt, Las razones del amor Ph. Breton, Argumentar en situaciones difíciles A. Comte-Sponville, Pequeño tratado de las grandes virtudes R. Ogien, Pensar la pornografía G. Apfeldorfer, Las relaciones duraderas amorosas, de amistad y profesionales W. L. Ury, Alcanzar la paz A. Comte-Sponville, Improptus A. Comte-Sponville, ¿Qué es el tiempo? M.-F. Hirigoyen, Mujeres maltratadas F. Fromm, El miedo a la libertad H. G. Frankfurt, On Bullshti. Sobre la manipulación de la verdad
ON BULLSHIT Sobre la manipulación de la verdad
Título original: On Bullshit
Publicado en inglés, en 2005, por Princeton Uníversity Press, Princeton, Nueva Jersey Traducción de Migud Candel
Cubiei:ta de Mario Eskenazi
Para Joan, con sincero afecto
Queda n rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los
titulares del copyright, bajo las sanciones esrnblecidas
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la reproducción toral o parcial de esra obra por cua1quier medio o
procedimiento, comprendidos la reprografía, y el tratamiento
informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o
préstamo públicos.
© 2005 by Prínceton University Press © 2006 de la traducción, Miguel Candel © 2006 de todas las ediciones en cas1ellano, Ediciones Paidós Ibérica, S. A.,
Mariano Cubí,
92 - 08021 Barcelona
http://www.paidos.com ISBN:
84-493-1883-1 9-305/2006
Depósiro legal: B.
Impreso en Novagrafik, S. L.
Vivaldi, 5 -
08110 Monteada i Reixac (Barcelona)
Impreso en España - Printed in Spain
Uno de los rasgos más destacados de nuestra cultura es la gran cantidad de
bullshit * («charlatanería») que se da en ella. Todo el mundo lo sabe. Cada uno de nosotros contribuye con su parte alícuota. Pero tendemos a no darle im portancia. La mfiyoría confía bastante en su capacidad para detectar la charla tanería y evitar verse afectado por ella. Por eso el asunto no ha suscitado nun ca demasiada preocupación ni ha sido objeto habitual de investigación. En consecuencia, no tenemos una idea clara de lo que es la charlatane ría, por qué abunda tanto o para qué *
Término de muy difícil traducción, que
revela desprecio o manipulación de la verdad. En la presente obra será traducido por «charlatanería». (N. del e.)
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sirve. Y carecemos de una valoración
da a resultar arbitraria. Por un lado,
consciente de lo que la charlatanería
la expresión charlatanería suele em
significa para nosotros. Dicho de otra
plearse en sentido muy vago (simple
manera: carecemos de una teoría de la
mente, como un término genérico de
charlatanería. Propongo que empece
significado parecido al de «falsedad»,
mos a elaborar una concepción teórica
con un sentido literal escasamente
de la charlatanería, ante todo mediante
determinado). Por otro lado, el fenó
un análisis filosófico provisional y ex -
meno en sí mismo es tan vasto y
ploratorio. No voy a estudiar los usos
amorfo que no hay análisis de su con
y abusos retóricos de la charlatanería.
cepto, por muy brillante y perspicaz,
Lo único que pretendo es dar una de
que no sea reductivo. Y sin embargo
finición aproximada de «charlatane
debería ser posible decir algo de utili
ría» y explicar en qué se diferencia de
dad, aunque no fuera decisivo. Inclu
lo que no es tal. O bien -dicho de
so las preguntas más básicas y preli
manera algo diferente- exponer, más
minares acerca de la charlatanería
o menos esquemáticamente, su estruc
siguen en definitiva, no sólo sin res
tura conceptual.
ponderse, sino sin plantearse siquiera.
Cualquier indicación de cuáles sean las condiciones lógicamente ne
Por lo que sé, es muy poco lo que se ha trabajado sobre este tema. Yo
cesarias y suficientes para la constitu
tampoco me he puesto a estudiar la
ción de la charlatanería está condena-
literatura al respecto, en parte por-
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que no sé por dónde empezar. Para
cado de paparrucha (humbug) está
la versión inglesa del término hay
cerca del de charlatanería (bullshit) .
desde luego un lugar bastante obvio
Desde luego, ambas palabras no pue
donde buscar: el Ox/ord English Dic
den intercambiarse con total libertad;
tionary. El OED tiene un artículo so
está claro que se usan de modo dis
bre bullshit en los volúmenes suple
tinto. Pero la diferencia parece tener
mentarios, así como también
que ver más, en general, con cuestio
artículos sobre diversos usos perti
nes de registro y otros varios paráme
nentes de la palabra bull («toro») y
tros retóricos que con el significado
otros términos conexos. A su debido
literal estricto, que es lo que más me
tiempo examinaré algunos de esos ar
interesa. En inglés es menos drástico
tículos. No he consultado dicciona
y menos despectivo decir «¡hum
rios en lenguas distintas del inglés.
bug!» («¡paparruchas!») que decir
Otra fuente interesante es el ensayo
« j bullshit!» (« j charlatanerías!»).
que da título a The Prevalence o/ Humbug, de Max Black.1 No estoy
Por mor de este estudio partiré del
seguro de hasta qué punto el signifi-
supuesto de que no hay ninguna otra diferencia importante entre ambos términos.
l. Max Black, The Prevalence of
Black propone una serie de sinó
Humbug, Ithaca, Cornell University Press,
nimos de humbug, entre ellos: balder
1985.
dash («disparate»), claptrap («farama-
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lla»), hokum («chorrada»), drivel
exponer las características esenciales
(«fantasma da»), buncombe («patra
de la charlatanería. Como preámbulo
ña»), imposture («impostura») y
al desarrollo de un estudio específico
quackery ( «chuminada»). Esta lista de
de dichas características, comentaré
rebuscadas equivalencias no es dema -
los diferentes elementos de la defini
siado útil, la verdad. Pero Black
ción de Black.
aborda también el problema de de
Tergiversación engañosa: esto pue
terminar la naturaleza de una papa
de parecer pleonástico. Black piensa
rrucha de manera más directa y ofre
sin duda que la paparrucha está nece
ce la siguiente definición:
sariamente dirigida o destinada a en gañar, que la tergiversación no es
PAPARRUCHA: tergiversación
meramente inconsciente. En otras
engañosa próxima a la mentira, espe
palabras, que es una tergiversación
cialmente mediante palabras o accio
«deliberada». Ahora bien, si por ne
nes pretenciosas, de las ideas, los sen
cesidad conceptual la intención de
timientos o las actitudes de alguien.2
engañar es un rasgo invariable de la paparrucha, entonces la propiedad
Una formulación muy similar po dría utilizarse plausiblemente para
de ser paparrucha depende, al menos en parte, del estado mental de quien la enuncia. No puede identificarse,
2. Ibíd., pág. 143.
por tanto, con ninguna de las propie-
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dades -inherentes o relacionales
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do estado mental- de vehículo de
correspondientes simplemente al acto
una paparrucha o una mentira. En
por el cual la paparrucha se enuncia.
algunas concepciones de lo que
A este respecto, la propiedad de ser
es mentir no s e considera que haya
paparrucha es similar a la de ser men
mentira mientras no se haga ningún
tira, que a su vez no se identifica con
enunciado falso; en otras, uno puede
la falsedad ni con ninguna otra de las
estar mintiendo aunque lo que dice
propiedades del enunciado que hace
sea verdad, en tanto en cuanto uno
el mentiroso, sino que requiere que
crea que es falso y lo diga con la in
éste haga su enunciación en un deter
tención de engañar. ¿Qué diremos en
minado estado mental, a saber, con la
el caso de la paparrucha y la charlata
intención de engañar.
nería? ¿Puede una expresión cual
Otra cuestión diferente es la de si
quiera considerarse una paparrucha o
hay otros rasgos esenciales de la pa
una charlatanería con tal de que la in
parrucha o de la mentira que no de
tención del hablante sea (por así de
pendan de las intenciones y creencias
cir) la que corresponde, o debe tam
de la persona responsable de la papa
bién la expresión poseer unas
rrucha o la mentira, o si, por el con
características determinadas?
trario, es posible que cualquier locu
Próxima a la mentira: parte de la
ción, sea la que sea, sirva -dado que
importancia de decir que la paparru
el hablante se halla en un determina-
cha está «próxima a la mentira» ha
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de ser que, aunque posee algunas de
son formas de tergiversación. No sal
las características propias de las men
ta a simple vista, sin embargo, cómo
tiras, hay otras de las que carece.
podría entenderse en cuanto diferen
Pero eso no puede ser todo. Al fin y
cia de grado la diferencia entre esas
al cabo, todo uso del lenguaje sin ex
varias formas de tergiversación.
cepción tiene algunos, pero no todos, los rasgos característicos de las men
Especialmente mediante palabras o acciones pretenciosas: dos son los
tiras: si no otro, al menos el de ser
puntos que hay que señalar aquí. Pri
simplemente un uso del lenguaje.
mero, Black establece la paparrucha
Sería, con todo, incorrecto describir
no sólo como una categoría de dis
todo uso del lenguaje como próximo
curso, sino también como una cate
a la mentira. La expresión de Black
goría de acción; puede consistir en
evoca la noción de algún tipo de con
palabras o en actos. Segundo, su uso
tinuo en el que la mentira ocupa un
del adverbio «especialmente» indica
cierto segmento, mientras que la pa
que Black no considera el carácter
parrucha se encuentra sólo en algún
pretencioso como una característica
punto anterior de la escala. ¿Qué
esencial o absolutamente indispensa
continuo podría ser ése, a lo largo del
ble de la paparrucha. No hay duda
cual se encuentra siempre la paparru
de que muchas paparruchas son pre
cha antes de encontrar la mentira?
tenciosas. Es más, en lo que concier
Tanto la mentira como la paparrucha
ne a la charlatanería, la expresión
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«charlatanería pretenciosa» es casi
mente dando una visión tergiversada
una frase trivial. Pero yo me inclino a
de sí mismo plantea algunas cuestio
pensar que cuando la charlatanería es
nes fundamentales. Para empezar,
pretenciosa, ello es así porque la pre
siempre que alguien tergiversa deli
tensión es su motivación más que un
beradamente cualquier cosa, ha de es
elemento constitutivo de su esencia.
tar forzosamente tergiversando su
El hecho de que alguien actúe de ma
propio estado de ánimo. Es posible,
nera pretenciosa no forma parte, a mi
por supuesto, que uno tergiverse so
modo de ver, de lo que se requiere
lamente eso (por ejemplo, fingiendo
para que sus expresiones sean charla
que tiene un deseo o un sentimien-
tanería. Por supuesto, eso es con fre
to que realmente no tiene). Pero su
cuencia lo que cuenta para que la
pongamos que alguien, contando una
persona en cuestión se exprese así.
mentira o de otro modo cualquiera,
Sin embargo, no hay que dar por he
tergiversa algo. Entonces tergiversa
cho que la motivación de la charlata
necesariamente dos cosas como míni
nería sea siempre y necesariamente la
mo. Tergiversa aquello de lo que está
pretenciosidad.
hablando-a saber, el estado de co
Tergiversación [ ] de las ideas, los sentimientos o las actitudes de alguien: el requisito de que quien in
puede evitar tergiversar también su
vente una paparrucha esté esencial-
propio estado de ánimo. Así, por
. . .
sas que constituye el tema o referen cia de su discurso--- y, al hacerlo, no
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ejemplo, uno que mienta acerca de la
cosas de que se trata, sino que su in
cantidad de dinero que lleva en el
tención principal es dar al oyente una
bolsillo da una versión de ese hecho
falsa impresión de lo que pasa por la
y, a la vez, da a entender que él cree
mente del hablante. En la medida en
esa versión. Si la mentira pasa, su víc
que se trate de una paparrucha, la
tima es objeto de un doble engaño al
creación de esa impresión es su prin
tener una creencia falsa acerca de lo
cipal objetivo y lo que le da sentido.
que hay en el bolsillo del mentiroso y
La interpretación de Black con
otra acerca de lo que pasa por la
arreglo a estos principios induce a
mente de éste.
adoptar una hipótesis que expliq�e la
Ahora bien, no es probable que
caracterización que él hace de la pa
Black pretenda que la referencia de la
parrucha como «próxima a la menti
paparrucha. sea en todos los casos el
ra». Si yo le miento a alguien acerca
estado de ánimo del hablante. Al fin
de cuánto dinero tengo, no por ello
y al cabo, no hay ninguna razón espe
estoy afirmando explícitamente nada
cial para que la paparrucha no pueda
acerca de mis creencias. Por consi
versar sobre otras cosas. Probable
guiente, uno puede sostener de ma
mente, Black quiere decir que la pa
nera bastante plausible que, aunque
parrucha no se inventa primordial
al contar la mentira tergiverso cierta -
mente para inculcar al oyente una
mente lo que pasa por mi mente, esa
falsa creencia acerca del estado de
tergiversación -en cuanto que es
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distinta de mi tergiversación de lo
cuento efectivamente ninguna menti
que llevo en el bolsillo- no es, es
ra al respecto. A la luz de cuanto an
trictamente hablando, ninguna men
tecede, no parece antinatural ni
tira, pues yo no me descuelgo propia
inapropiado considerar que estoy
mente con ninguna afirmación acerca
tergiversando mis propias creencias
de lo que pasa por mi mente. Y tam
de una forma que resulta «próxima
poco la afirmación que hago -por
a la mentira».
ejemplo, «Tengo veinte dólares en el
Es fácil imaginar situaciones co
bolsillo>>-- entraña ningún enuncia
nocidas que confirman sin lugar a
do que me atribuya creencia alguna.
dudas la concepción que tiene Black
Por otro lado, es incuestionable que
de la paparrucha. Pensemos en un
al afirmar eso proporciono un funda
orador del 4 de Julio'� que pronun
mento razonable para hacer ciertos
cia un pomposo «Nuestro gran país
juicios sobre lo que yo creo. En parti
bendito de Dios, cuyos Padres Fun
cular, proporciono un fundamento
dadores, divinamente inspirados, in
razonable para suponer que creo te
auguraron una nueva era para la hu
ner veinte dólares en el bolsillo.
manidad». Esto es sin duda una
Como esa suposición es, por hipóte
paparrucha. Tal como apunta la ex-
sis, falsa, al contar la mentira tiendo a engañar a los demás sobre lo que pasa por mi mente, aun cuando no
*
Día de la Independencia, fiesta nacio
nal de Estados Unidos. (N. del t.)
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posición de Black, el orador no está
considere falsas sus afirmaciones. En
mintiendo. Estaría haciéndolo sólo
cambio, tal como indica la exposición
sí su intención fuera inculcar a su
de Black, el orador intenta que sus
auditorio creencias que él mismo
palabras transmitan una determinada
considera falsas en relación con
impresión de sí mismo. No está tra
cuestiones como la de sí nuestro
tando de engañar a nadie sobre la
país es grande, sí está bendito por
historia de Estados Unidos de Amé
Dios, sí los Fundadores estaban divi
rica. Lo que le importa es lo que el
namente inspirados y sí lo que hicie
público piense de él. Quiere que lo
ron fue realmente inaugurar una nue
consideren un patriota, alguien que
va era para la humanidad. Pero al
alberga ideas y sentimientos profun
orador no le importa en realidad qué
dos acerca de los orígenes y la misión
es lo que sus oyentes piensan de los
de nuestro país, alguien que aprecia
Padres Fundadores ni del papel de la
la importancia de la religión, que es
divinidad en la historia de nuestro
sensible a la grandeza de nuestra his
país, etc. Al menos, no es un interés
toria, cuyo orgullo ante esa historia
por lo que cada uno piense de esas
va de la mano de una actitud de hu
cosas lo que motiva sus palabras.
mildad ante Dios, etc.
Está claro que lo que convierte en
La concepción que tiene Black de
una paparrucha el discurso del 4 de
la paparrucha parece, pues, encajar
Julio no es básicamente que el orador
bastante bien en ciertos paradigmas.
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Sin embargo, no creo que capte con
In the elder days of art
suficiente exactitud el carácter esen
Builders wrought with greatest care
cial de la charlatanería. Es correcto
Each minute and unseen part,
decir que la charlatanería, tal como él
For the Gods are everywhere. *
dice de la paparrucha, está cerca de la mentira y que los que la sostienen dan
El sentido de estos versos es cla
en cierto modo una imagen. falsa de sí
ro. En los.viejos tiempos, los artesa
mismos. Pero lo que dice Black de
nos no cortaban por lo sano. Trabaja
esos dos rasgos no viene, desde luego,
ban con esmero y cuidaban cada
al caso. A continuación trataré, ba
aspecto de su trabajo. Tenían en
sándome en cierto material biográfico
cuenta cada una de las partes del
relativo a Ludwig Wittgenstein, de
producto y diseñaban y hacían cada
l'
hacer una valoración preliminar pero
una de ellas como era debido. Dichos
más ajustada de las características
artesanos no relajaban su concienzu-
fundamentales de la charlatanería. Wittgenstein dijo en cierta oca sión que el siguiente fragmento de un poema de Longfellow podría servirle a él de lema:3
en su introducción a R. Rhees (comp.), Reco llections o/Wittgenstein, Oxford, Oxford University Press, 1984, pág. xiii. *
En los viejos tiempos del arte/los crea
dores trabajaban con sumo cuidado I cada ele mento, por diminuto e invisible que fuera, I
3. Según testimonio de Norman Malcolm
pues los dioses están en todas partes. (N. del t.)
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da autodisciplina ni siquiera en deta
(bullshitter) , por su propia naturale
lles de su trabajo que generalmente
za, una persona zafia? Su producto,
resultaban invisibles. Aunque nadie
¿por fuerza ha de ser desaliñado o
fuera a darse cuenta de que esos de
basto? La palabra shit («mierda») en
talles no estaban bien acabados, los
el equivalente ihglés bullshit indica
artesanos habrían tenido mala con
sin duda eso. Un excremento no es
ciencia por ello. De manera.que no se
objeto de diseño ni trabajo sistemáti
barría nada debajo de la alfombra. O,
co; simplemente, se deja salir
dicho quizá de otra manera, no había
echa. Puede que tenga una forma
lugar para la charlatanería.-
más o menos coherente o puede que
Parece adecuado concebir los productos de mala calidad, fruto de un trabajo descuidado, como en cier
ó
se
no, pero lo que es seguro es que en ningún caso ha sido «trabajado». La noción de una charlatanería
to modo análogos a la charlatanería.
cuidadosamente elaborada encierra,
Pero ¿de qué modo exactamente?
pues, una cierta tensión interna. La
¿Acaso se parecen en que la charlata
atenta consideración de los detalles
nería siempre es zafia y poco exigen
exige disciplina y objetividad. Impli
te, nunca busca la perfección y en su
ca aceptar las normas y'limitaciones
montaje jamás se presta una atención
que proscriben dejarse llevar por el
meticulosa a los detalles a los que
impulso o el antojo. Es precisamente
alude Longfellow? ¿Es el charlatán
esa actitud no egocéntrica lo que, en
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conexión con la charlatanería, resul ta incongruente. Pero en realidad
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Pero aún queda algo por decir al respecto. Por muy atenta y conscien
esa actitud no queda excluida por
temente que proceda el charlatán,
completo. Los campos de la publici
sigue siendo verdad que trata de li
dad y las relaciones públicas, así
brarse de algo. Hay sin duda en su
como el de la política, hoy día estre
actuación, como en la del artesano
chamente relacionado con los ante
desaliñado, cierta forma de laxitud
riores, están repletos de ejemplos de
que resiste o elude las exigencias de
charlatanería tan descarados que
una disciplina desinteresada y auste
pueden servir como algunos de los
ra. La forma pertinente de laxitud no
paradigmas más clásicos e indiscuti
puede equipararse, es evidente, al
bles del concepto de charlatanería.
simple descuido o falta de atención a
Y en esos campos hay artesanos
los detalles. A su debido tiempo tra
extremadamente diestros que -con
taré de ubicarla con más exactitud.
ayuda de avanzadas y exigentes téc
Wittgenstein dedicó en gran parte
nicas de estudios de mercados, en
sus energías filosóficas a identificar y
cuestas de opinión, tests psicológi-·
combatir lo que consideraba formas
cos, etc.- se dedi-can sin descanso a
insidiosamente disolventes de «sin
lograr que cada una de las palabras e
sentido». Según parece, él era tam
imágenes que producen sea absolu
bién así en su vida personal. Esto
tamente correcta.
puede verse en una anécdota relacio-
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nada con Fania Pascal, que lo cono
L a verdad es que esa caracterización
ció en Cambridge en la década
de su estado de ánimo -tan cando
de 193 0:
rosamente próxima al vulgar tópico «sentirse como un perro»- no re
Me acababan de extirpar las
sulta lo bastante provocativa como
amígdalas y me hallaba en el Evelyn
para suscitar una reacción tan viva o
Nursing Home con el ánimo por los
intensa como el fastidio. Si el símil
suelos. Entonces llamó Wittgenstein.
Yo gruñí: «Estoy como un perro al que acaban de atropellar». Él respon dió con fastidio: «Tú no tienes ni idea de cómo se siente un perro atropellado».4
¿Quién sabe lo que ocurrió real mente? Parece muy raro, casi increí ble, que alguien pudiera objetar en serio a lo que Pascal cuenta que dijo.
de Pascal es ofensivo, ¿qué usos figu rativos o alusivos del lenguaje no 1o serán? De manera que quizá la cosa no ocurrió realmente como dice Pascal. Quizá Wittgenstein trataba de hacer una pequeña broma y se le fue la mano. Sólo pretendía regañar a Pas cal en broma haciendo una pequeña hipérbole, y ella interpretó mal el tono y la intención. Pensó que su ob servación molestaba a Wittgenstein
4. Fania Pascal, «Wittgenstein: A Perso
nal Memoir», en Rhees, op. cit., págs. 28-29.
cuando en realidad éste sólo trataba de animarla fingiendo un exagerado
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reproche o tomándole el pelo. En ese
Wittgenstein como para tener senti
caso, el incidente no es en absoluto
do para ella. A los efectos del presen
increíble ni raro. Pero si Pascal no se dio cuenta de que Wittgenstein estaba sólo hacien
te análisis aceptaré la información de Pascal al pie de la letra, suponiendo que cuando se trataba de recurrir al
do guasa, quizá la posibilidad de que
uso del lenguaje alusivo o figurado,
hablara en serio no quedaba final
Wittgenstein era realmente tan ri
mente descartada. Ella lo conocía
dículo como ella lo presenta.
y sabía lo que se podía esperar de él;
Entonces, ¿qué es propiamente lo
sabía cómo la hacía sentirse. La ma
que el Wittgenstein de su anécdota en
nera en que entendió o malentendió
cuentra objetable? Supongamos que él
la observación de Wittgenstein pro
no se equivoca en cuanto a los hechos:
bablemente no resultaba, pues, de
es decir, que Pascal no sabe cómo se
masiado discordante con la percep
sienten los perros atropellados. Aun
ción que ella tenía de la forma de
así, cuando ella dice lo que dice, es ob
ser de él. Podemos suponer con bas
vio que no está «mintiendo». Habría
tante aproximación que, aun cuando
mentido si al hacer su afirmación hu
su narración del incidente no se aten
biera sido consciente de que se sentía
ga plenamente a los hechos en cuanto
bastante bien. Pues por poco que su
a la intención de Wittgenstein, se
piera de la vida de los perros, Pascal
aviene lo bastante con su idea de
debía tener bien claro que un perro,
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ON BULLSHIT
cuando lo atropellan, no se siente muy bien que digamos. De modo que, si se hubiera sentido realmente bien, habría mentido al decir que se sentía como un perro atropellado. El Wittgenstein de Pascal trata de acusar a ésta, no de mentir, sino de una tergiversación de otro tipo. Ella caracteriza su estado de ánimo como el propio «de un perro atropellado». Sin embargo, no está realmente fami liarizada con la sensación a la que di cha frase se refiere. Por supuesto, la frase dista mucho de ser un completo sinsentido para ella; no está en modo alguno hablando por hablar. Lo que dice tiene una connotación inteligible que ella ciertamente entiende. Es más, sabe algo acerca de cómo es la sensación a la que la frase hace refe rencia: sabe al menos que es una sen-
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sación indeseable y nada placentera, una «mala» sensación. Lo malo de su afirmación es que trata de comunicar algo más que el simple hecho de que se siente mal. La caracterización de su estado de ánimo es demasiado específica, demasiado particular. El suyo no es simplemente un sentirse mal sino, con arreglo a su explica ción, la peculiar manera de sentirse mal propia de un perro cuando lo atropellan. Para el Wittgenstein del que nos habla Pascal, a juzgar por su respuesta, esa explicación es precisa mente una charlatanería. Ahora bien, suponiendo que Wittgenstein vea realmente la carac terización que hace Pascal de su esta do de ánimo como un ejemplo de charlatanería, ¿por qué le molesta hasta ese punto? Lo hace, creo yo,
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porqu� percibe lo que Pascal dice -hablando de manera un tanto sim
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afirmación es correcta. Es muy proba ble, desde luego, que diga lo que dice
plista- como ajeno a todo interés
sólo porque trata, un tanto torpemen
por decir la verdad. La afirmación de Pascal no encaja en la empresa de
o parecer vivaz o de buen humor; y
describir la realidad. Ni siquiera cree saber, como no sea de la manera más
Wittgenstein -tal como ella la pre
vaga, cómo se siente un perro atrope llado. La descripción que hace de su propio estado de ánimo no es, por tanto, más que una ficción. Es, de arriba abajo, una pura construcción; o bien, si la ha sacado de alguna des cripción distinta, se está limitando a repetirla casi sin pensar y sin tener para nada en cuenta cómo son las co sas realmente. Es por esa despreocupación por lo que el Wittgenstein de Pascal riñe a ésta. Lo que le molesta es que Pas cal no se moleste siquiera en ver si su
te, de hablar con un lenguaje colorista no hay duda de que la reacción de senta- es de una intolerancia absur da. Pero sea como fuere, parece claro de qué reacción se trata. Reacciona Wittgenstein como si creyera que ella habla de sus sentimientos de manera irreflexiva, sin prestar verdadera aten ción a los hechos pertinentes. Su afir mación no está «construida con el mayor cuidado». Pascal la hace sin molestarse en tener en cuenta para nada la cuestión de su exactitud. Lo que molesta a Wittgenstein no es, obviamente, que Pascal haya co metido un error en su descripción de
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cómo se siente. Ni siquiera que haya
se toma en serio lo.que ella dice
43
incurrido en un descuido. Su laxitud
como una afirmación que pretende
o descuido no estriba en haber deja
dar una descripción informativa de
do que se deslizara un error en su ex-
cómo se siente ella. La entiende dedi
posición provocado por una caída,
cada a una actividad en la que resulta
inconsciente o debida a una momen
crucial la distinción entre lo que es
tánea negligencia, del grado de aten
verdadero y lo que es falso sin por
ción que prestaba a la correcta pre
ello preocuparse en absoluto de si lo
sentación de los hechos. La cuestión
que dice es verdadero o es falso. Es
es más bien que, hasta donde Witt
en ese sentido en el que la afirmación
genstein puede ver, Pascal ofrece una
de Pascal aparece como ajena a todo
descripción de un cierto estado de
interés por la verdad: no le preocupa
cosas sin atenerse verdaderamente a
el valor veritativo de lo que dice. Por
las exigencias que impone la empresa
eso no s� puede considerar que esté
de brindar una adecuada representa
mintiendo; pues ella no presume co
ción de la realidad. Su falta no estriba
nocer la verdad, por lo cual no puede
en que no logre presentar las cosas
estar enunciando deliberadamente
correctamente, sino en que ni siquie
una proposición que ella sabe de an
ra lo intenta.
temano falsa: su afirmación no se
Esto es importante para Witt
basa ni en la creencia de que es ver
genstein porque, con razón o sin ella,
dadera ni -tal como corresponde a
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ON BULLSHIT
HARRY G. FRANKFURT
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una mentira- en la creencia de que
ticipantes en las tertulias fueran gene
no lo es. Es precisamente esa ausen
ral o normalmente hombres, la afir
cia de interés por la verdad--esa in
mación de que una tertulia no es
diferencia ante el modo de ser de las
esencialmente más que una discusión
cosas- lo que yo considero la esen
informal entre hombres sería tan pe
cia de la charlatanería. Paso ahora a estudiar (de manera
regrina como la afirmación paralela de que un cotilleo es simplemente
bastante selectiva) algunas entradas
una conversación informal entre mu
del Ox/ord English Dictionary que re
jeres. Seguramente es cierto que los
sultan pertinentes para clarificar la
participantes en un cotilleo han de
naturaleza de la charlatanería (bull
ser mujeres. Sin embargo, el término
shit). El OED define una bull session
cotilleo comporta algo más específico
(«tertulia») como «una conversación
que eso respecto al tipo concreto de
o discusión informal, especialmente
conversación informal entre mujeres
de un grupo de varones». Pues bien,
al que corresponden típicamente los
como definición, es a todas luces
cotilleos. Lo que distingue el tipo de
errónea. De entrada, el diccionario
discusión informal entre hombres que
parece suponer que el uso del térmi
constituye una tertulia es, en mi opi
no bullen bull session sirve primor
nión, esto: aunque la discusión puede
dialmente para indicar el sexo. Pero
ser intensa e importante, no versa, en
aun cuando fuera verdad que los par-
cierto sentido, sobre
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