Fotografo_Viajero_V1.0 (1)

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Ejemplar licenciado para uso personal de Emilio Guirao Soto [email protected] - 58093 - 29/06/2017

Fotógrafo Viajero

 Autores: Caro Musso y Alexa de Blois  Autores: Caro Dirección Editorial: Mario Pérez Producción: Blog del Fotógrafo SL Editado y publicado por Blog del Fotógrafo | www.blogdelfotografo.com Versión 1.0 ©Copyright 2017 Blog del Fotografo SLU Todos los Derechos Reservados Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida bajo ninguna forma, electrónica, mecánica ni ningún otro modo sin el previo y explícito consentimiento del Editor. Editor. Las imágenes que ilustran este libro son propiedad del autor del libro o de sus respectivos autores que las han compartido bajo licencia Creative Commons.

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© 2017 Titular de los derechos de edición, publicación y distribución Blog del Fotógrafo 

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Indice Introducción ....................................................................................................................................................................... 6 Capítulo 1. Preparativos del Viaje................................................................................................................................ 7 Capítulo 2. Equipo Fotográfico: Recomendaciones Recomendaciones ............................................................................................. .... ......................................................................................... 13 Capítulo 3. Trucos de Composición Para Para Tus Fotografías de Viaje ................................................................. 22 Capítulo 4. Cómo Dominar la Luz en Tus Fotografías de Viajes ........................................................................ 33 Capítulo 5. En Busca de Una Fotografía de Viajes Original ................................................................................ 42 Capítulo 6. 7 Trucos Para Contar Una Historia Con Tus Fotografías de Viaje................................................ Viaje................................................ 47 Capítulo 7. El Arte de Retratar a Desconocidos...................................................................................................... 66 Capítulo 8. Trucos Para Captar Impresionantes Paisajes .................................................................................... 76 Capítulo 9. Arquitectura y Monumentos ................................................................................................................... 86 Capítulo 10. Gastronomía ............................................................................................................................................. 95 Capítulo 11. Amaneceres y Atardeceres Originales .............................................................................................. 98 Capítulo 12. Blanco y Negro ....................................................................................................................................... 102 Capítulo 13. Street Photography ................................................................................................................................ 105 Capítulo 14. Retratos de Lugareños ......................................................................................................................... 109 Capítulo 15. Paisaje ........................................................................................................................................................ 113 Capítulo 16. Cultura y Tradición .................................................................................................................................. 116

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Jeshoots

INTRODUCCIÓN Viajar nos permite descubrir el otro 99,9% de este planeta en el que vivimos y del que no conocemos más que una parte minúscula. Viajar nos enriquece como personas y nos llena de experiencias que de otro modo jamás viviríamos. Viajar nos hace ser más conscientes de la belleza, diversidad y grandeza de este planeta en el que nos ha tocado vivir. vivir. Mario Pérez Blog del Fotógrafo

Viajar nos hace más humanos si cabe. Más terrícolas. La fotografía de viajes supone una doble satisfacción para la mayoría de nosotros: la de viajar, y la de hacerlo cámara en mano. Pocas cosas son más gratificantes que el poder sintetizar experiencias, vivencias, escenas, colores, historias, emociones, ideas, olores y sabores en una sola toma, un disparo, un encuadre, una fracción de segundo. Solo la fotografía de viajes te da ese poder. Fotógrafo Viajero es un libro que nos lleváis pidiendo desde hace mucho tiempo, y que hoy ponemos entre tus manos con la intención de proveerte de todos los conocimientos que necesitas para volver de tu próximo viaje cargado de “grandes fotografías” dignas de una revista de viajes. Tu próxima gran fotografía está a la vuelta de la esquina.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía AnnieSpratt 

Capítulo 1

PREPARATIVOS DEL  VIAJE Existen pocas cosas que nos puedan gustar más, a los que amamos viajar y la fotografía, que la fotografía de viajes; escasos momentos tan inspiradores, tan emocionantes y retadores, fotográficamente hablando, como un viaje. Todo aquello que es diferente estimula muestra mirada fotográfica, nuestra inspiración, nuestra alma fotográfica, despierta nuestros sentidos y pone nuestro cerebro a trabajar. Ahora bien, para que todo fluya y asegurar las mayores garantías de éxito, es necesario un buen trabajo de preparación previa. De nada sirve toda la estimulación viajera si luego llegamos al destino sin la más remota idea de lo que queremos obtener como fotógrafos, de cuáles son los mejores lugares, las mejores horas, los mejores paisajes o si, simplemente, no sabemos dónde encontrar aquello que tenemos en mente al salir de casa con las maletas a cuestas.

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La ruta fotográfica Un viaje fotográfico se prepara con la fotografía en mente. Es decir, puede que haya lugares a los que como no fotógrafo  no querrías ir o no serían tu primera opción, pero que, como fotógrafo, no querrás perderte. Por lo tanto, prepara tu ruta fotográficamente hablando porque, si eres un apasionado de los paisajes será más lógico que te centres en ellos y que dispongas de varias horas para encontrar el mejor lugar y la mejor luz, no que te pierdas en un mercado de artesanía de alguna remota ciudad, ¿verdad? ¿Cómo esbozar la ruta?

Son varios los aspectos a considerar a la hora de establecer tu ruta fotográfica. El primero es tener claro que no existe la ruta perfecta. Normalmente falta tiempo, o falla el transporte, o aquello que creías que te iba a retener horas y horas lo descartas en media hora. Toca cargarse de  flexibilidad y tolerancia a los cambios en pleno viaje, de lo contrario te auguramos un poquito de frustración . Otros aspectos que no puedes olvidar te los enumeramos a continuación: Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de kasabubu

�RECOMENDACIÓN!

Averigua siempre los horarios de aquello que desees visitar: monumentos, edificios, museos, mercados… Así como los días de la semana  en que funcionan. Lo que en tu país es una norma, no tiene por qué tener nada que ver con el de al lado .

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1. Localiza los lugares que deseas conocer. Una buena opción es que escribas una lista de imprescindibles  y algunos que te encantaría visitar pero de los que puedes prescindir en caso de que

algo falle o de que improvises durante tu viaje. 2. Escoge las mejores horas para fotografiar esos lugares. Por aquello de los imprescindibles. Ya

sabemos que el tiempo en los viajes siempre es menor de lo que nos gustaría o de lo que necesitamos para dar con las situaciones perfectas que llevamos en nuestra cabeza al salir de casa. Por eso es importante que priorices aquellos lugares que sueñas fotografiar y las mejores horas para hacerlo. ¿Es al amanecer el mejor momento?, ¿en la hora azul?, ¿o buscas el bullicio de una ciudad en hora punta? Considera todo ello a la hora de esbozar tu ruta, la diferencia es abismal entre unas horas y otras, lo comprobarás en el cuarto capítulo. 3. Estudia las distancias. No es lo mismo desplazarse en burro que en un tren de alta velocidad. Ten

en cuenta cuánto puedes tardar de un lugar a otro a la hora de establecer tu recorrido, tus horarios, etcétera.

Inspiración previa Al tiempo que preparas tu ruta, no puede faltar en tus preparativos una búsqueda de imágenes de tu destino. Serán una fuente de inspiración indispensable a la vez que te ayudarán a planificar y localizar tu ruta fotográfica. Un buen método para pensar tus propias fotografías, saber qué es lo que puedes conseguir en el lugar que vas a visitar, cómo puedes ser diferente y descubrir algunos errores a evitar. Dónde inspirarte Flickr, Instagram, Pinterest, 500px,  etcétera, son algunos de los muchos lugares online  destinados a compartir imágenes donde podrás inspirarte, así como las galerías de fotógrafos especializados que te

serán de muchísima ayuda.  Anota tus ideas

No negaremos que existe gente con una memoria prodigiosa pero como, por desgracia, es más una excepción que una norma, apunta todas aquellas ideas que te vengan a la cabeza mientras observas las imágenes de los lugares que piensas visitar. “Taj Mahal en Blanco y negro, practicar marcos naturales en Street Photo, jugar con los reflejos en el agua, fotografiar la fuente X de noche en larga exposición, jugar con el movimiento de la gente en el mercadillo de XX…” Lo que se te ocurra .

Las Guías de Viajes  más visuales también suelen incluir una buena selección de imágenes que te ayudarán a descartar o añadir lugares, así como todo tipo de información de interés. Y las puedes llevar encima, con la

�RECOMENDACIÓN!

ventaja de que no necesitan ni baterías ni internet

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Costumbres del lugar Es esencial como viajero, y sobre todo como fotógrafo, conocer cómo es el lugar al que vas, cómo es su gente, cuáles son sus creencias, sus costumbres, sus horarios e incluso sus leyes. Por ejemplo, no es lo mismo viajar a determinadas zonas de la India donde la gente casi te pide fotos, que fotografiar mujeres en Afganistán, igual que no es lo mismo fotografiar un edificio de uso militar que uno de uso civil o un monumento, e incluso no es lo mismo intentarlo con o sin trípode. Conocer las normas y costumbres del lugar te garantiza no solo tu propia seguridad sino la posibilidad de profundizar en el país que pretendes conocer. No te quedes en la superficie, busca, remueve, habla con los lugareños, pregunta, pide ayuda. Aunque no te lo parezca, a la gente, por regla general, le encanta ayudar. Te sorprenderás de la cantidad de experiencias (e imágenes) asombrosas que vivirás si rascas un poco la superficie de aquello que pretendes descubrir. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de mydaydream

Mejores fechas para viajar Quizá te venga a la cabeza una frase tipo: “¿fechas? Pues las que tengo, Agosto y Navidad a lo sumo, quizá unos días de Semana Santa este año, pero poco más ” .

¿Qué vas a ver y cuál es la mejor forma de fotografiarlo? Repite esta pregunta como un mantra, así cuando llegues al destino no te costará arrancar y ponerte a tomar fotos .

�TRUCO!

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Bien, aunque sean algo forzadas , una fecha es una fecha y poco tienen que ver unas con otras. Son muy importantes a la hora de planificar cualquier viaje, porque no solo intervendrán en la cantidad de ropa de abrigo o chancletas que vas a necesitar, influirán en lo que más te preocupa: las imágenes. 1. Días más o menos largos, según la época del año dispondrás de más o menos horas de luz natural

para tus fotografías. 2. Lugares con climatologías adversas en momentos puntuales del año, es preferible evitarlos, y no nos referimos a la lluvia, niebla, etcétera, sino a monzones, tornados y demás. Si bien no tienen por qué ser totalmente disuasorios, si puedes escoger otra fecha en la que no te los vayas a encontrar, mejor, ¿no? 3. Existen fiestas populares en determinados lugares del planeta que por sí solas merecen un viaje. Procesiones de Semana Santa, Tomatina, carnavales, Holi, Año Nuevo, etcétera, son ocasiones únicas y de lo más fotogénicas. Considéralas a la hora de planificar tu viaje. Si puedes coincidir, ¿qué mejor forma de obtener fascinantes imágenes de tu viaje? Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de S tephanieadams

4. Fenómenos atmosféricos únicos. Ten en cuenta que no todo el año tenemos el mismo clima o la

oportunidad de disfrutar de fenómenos atmosféricos únicos como auroras boreales, lluvias de estrellas, lluvias monzónicas… Seas un cazador de rayos, de tornados o de auroras boreales o un enamorado del mar o la nieve… infórmate de cuál es el mejor momento para viajar a tu destino.

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Planificador de ruta Imprime esta hoja y utilízala para planificar tu próximo viaje fotográfico. Una vez hayas apuntado los lugares, fechas y momentos ideales para capturar tus fotografías, utiliza un marcador de color para indicar aquellos lugares “imprescindibles” para fotografiar.

CIUDAD O PUEBLO

�RECOMENDACIÓN!

LUGAR O MONUMENTO

FECHA

HORA IDEAL

Antes de tu viaje averigua aspectos relacionados con el cuidado del equipo y con las mejores técnicas y ajustes para fotografiar las diferentes condiciones atmosféricas: balance de blancos, compensación de la exposición, etcétera.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía Alice Donovan Rouse

Capítulo 2

EQUIPO FOTOGRÁFICO: RECOMENDACIONES Parte del éxito o del desastre de un viaje fotográfico radica en la elección del material con el que se va a trabajar. Pensar y elegir concienzudamente el equipo para prevenir situaciones dramáticas como quedarte sin batería, echar de menos un trípode o un flash, olvidarte ese filtro que te chifla, equivocarte de lente, o cargarte como un burro; marcarán la diferencia entre el triunfo o la catástrofe .

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Conócete a ti mismo Sí, conocerse a uno mismo ayuda en todas las facetas de la vida, incluida la fotográfica. También podríamos titularlo: No te engañes  . Con esto venimos a decir que, antes de empezar a empaquetar todo tu arsenal fotográfico de complementos, filtros, cámaras, mini trípodes, flashes externos etcétera, te detengas y te preguntes: • Quién soy , de dónde vengo y a dónde voy

• Que es lo que me gusta fotografiar de  verdad • Qué espero conseguir en este viaje • Qué situaciones (presuntamente) se me van a presentar • Cómo es el lugar al que voy • Qué medio de transporte voy a utilizar una vez llegue a mi destino • ¿Es mi viaje una ruta? ¿Voy a estar siempre en el mismo sitio? En base a las respuestas, puedes comenzar a elaborar tu maleta fotográfica.

Lo imprescindible Lo verdaderamente imprescindible es la ligereza y la comodidad, teniendo en cuenta todo lo que verdaderamente necesitas de forma general y obviando aquello que solo podría presentarse de forma casual. Es decir, si lo que planeas es fotografiar exclusivamente paisajes, no será necesario, probablemente, que te lleves el flash externo de la cámara. Nadie mejor que tú se conoce y sabe aquello de lo que realmente disfruta, fotográficamente hablando. Olvídate del por si acaso  y llévate aquello que sea esencial para ti.

Cámara Por mucho que estés en #modoréflex, probablemente para llegar hasta aquí hayas pasado por algún otro formato, como las compactas o las Bridge . En ese caso, plantéate el llevarte más de una cámara a tu viaje. El mayor inconveniente es el peso, aunque una segunda cámara puede serte muy útil en determinadas situaciones. Si posees una compacta, no lo dudes, no pesa nada, es discreta, y puede salvarte en más de una ocasión . Si solo dispones de una, no tendrás ningún tipo de dilema, pero cerciórate de: • Limpieza: sensor, botones, pantalla… Asegúrate de que todo está perfecto antes de salir y de no

olvidarte de meter el kit (de emergencia) en tu maleta fotográfica. • Baterías cargadas (y más de una) • Cargador de las baterías • Tarjetas de memoria: siempre aconsejamos más de una y no de grandísimos tamaños, ya que corres el riesgo de que si te falla o se te pierde te quedes sin ninguna foto. Mejor de menor capacidad y varias. Y por supuesto: ¡¡¡¡no te la olvides!!!!!

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de sbtlneet 

Mochila Escoger bien el modo en que vas a transportar tu equipo fotográfico es esencial, puesto que de la comodidad dependerán, en gran medida, las ganas que te queden de tirar fotos después . Opciones con las que cuentas: • Funda • Bolso • Bandolera • Mochila • Maletín rígido A continuación, te dejamos algunos aspectos a considerar en tu elección. • Comodidad: en el momento de transportarla, pero también a la hora de acceder a su interior de forma ágil • Tamaño: suficientemente grande como para almacenar todo el equipo fotográfico de forma ordenada  y cómoda • Seguridad: que sea impermeable y que tenga protección contra golpes o robos

No hay una mejor que otra, pero sí una mejor para ti y para el material que vas a llevar y/o las situaciones con las que te vas a enfrentar. Elige la que mejor se adapte a ti y, sobre todo, asegúrate de que sea cómoda y proteja bien tu equipo. Si dudas, aquí dispones de un completísimo artículo de Blog del Fotógrafo sobre cómo escoger una buena mochila para tu cámara Réflex.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Unsplaxsh

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Trípode Aquí podrías incluir una casilla de Sí/No. Si nunca lo utilizas o lo utilizas en raras ocasiones, te recomendamos que vayas marcando “No” . En cambio, si le das mucho uso, plantéate incluirlo o, por lo menos, llevarte uno más ligero o plegable. • Monopie • Mini trípode • Trípode

Flash externo Podrías marcar una casilla de Sí o No parecida a como lo harías con el trípode. Si nunca lo utilizas, no vas a usarlo en un viaje, seguro. Ahora bien, si te ha salvado de más de un apuro y eres consciente de sus ventajas, llévatelo, no ocupa demasiado y es muy útil si sabes exprimirlo.

Ópticas Cuando empezamos en el mundo de la fotografía no solemos prestarle demasiada atención a las ópticas y es un gran error que aprendemos con el tiempo. Con perspectiva, descubrimos que nos gastábamos el presupuesto alegremente en conseguir modelos superiores de cámaras que nos iban extremadamente grandes en vez de intentar mejorar las ópticas que teníamos… ¡Ay! Qué inocentes éramos . Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de jarmoluk 

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Las ópticas son la parte más esencial de nuestro equipo fotográfico, las que determinan en gran medida la calidad de las imágenes, su luminosidad, su profundidad de campo, su ángulo, o incluso el encuadre y la composición.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de andreas160578 

Te vamos a hablar ahora de los dos aspectos más importantes a considerar a la hora de elegir tu equipo para el viaje: distancia focal y luminosidad.

Longitud Focal

La longitud focal o distancia focal de un objetivo se mide en milímetros (mm) y determina el ángulo de visión que cubre de la escena, así como

la magnificación o capacidad de acercarnos o alejarnos de la misma. Según la longitud focal, podemos dividir los objetivos, principalmente, en tres tipos: • Gran Angular: como su nombre indica, estos se caracterizan por cubrir una gran porción o ángulo de la escena (de 50º a 70º es lo estándar). Ofrecen una mayor profundidad de campo (permiten

mantener mayor zona de la imagen en foco) y exageran la perspectiva y la profundidad de la escena. Utilizados muy cerca del sujeto distorsionan los rasgos agrandando aquello que queda más cerca de la óptica y empequeñeciendo aquello más alejado. Ideal para la fotografía de paisajes, pero también de interiores, arquitectura, o documental.

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• Normal o estándar: es la focal más parecida a la visión del ojo humano y se sitúa entre los 35-50mm. Ideal para la mayoría de situaciones, retrato, arquitectura, paisajes… ya que, como hemos comentado

antes, el ángulo de visión y la distorsión son muy similares al ojo humano. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Angie Muldowney 

• Teleobjetivo: los teleobjetivos, al contrario que las focales más angulares, se caracterizan por permitir un menor ángulo de visión (de 10º a 25º aproximadamente) y por un elevado grado de magnificación

(capacidad de acercarnos a los elementos) de la escena. Como resultado, al contrario que con los grandes angulares, se pierde la sensación de profundidad puesto que se aplana la imagen (primer plano y segundo plano aparecen más cercanos de lo que están en realidad). También jugamos con una menor profundidad de campo (fondos más desenfocados). Se considera una óptica teleobjetivo la que se sitúa aproximadamente entre los 100 y los 300mm. Ideal para fotografiar todo aquello que por la circunstancia que sea, te queda lejos

. Fotografía de

animales (pájaros, safaris, etcétera), deportes, determinados eventos…

�CUIDADO!

La longitud focal puede variar en función del tamaño del sensor de tu cámara (si es full-frame  se mantiene igual, si no lo es, se debe aplicar un factor de conversión que depende de cada marca). Más información aquí.

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Y una idea, puedes aprovechar el efecto de apelmazamiento de los planos de un teleobjetivo para fotografiar desde lejos, por ejemplo, un monumento de forma más original. ¿Cómo? Incluye en el encuadre parte del monumento y parte de la c iudad o de la arquitectura que lo rodea, quedarán casi en el mismo plano, casi como si fuera un montaje, creando un efecto diferente, una fotografía original. ¿Lo probarás? Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de LubosHouska

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Luminosidad

El otro aspecto clave a la hora de hablar de objetivos es la luminosidad. La luminosidad de un objetivo determina la cantidad de luz que es capaz de dejar pasar al sensor y se expresa en valores de apertura de diafragma (f). Cuanto más luminosos es el objetivo, más bajo es ese valor (por ejemplo f/1.2 o f/1.4) o, lo que es lo mismo, más se puede abrir el diafragma del objetivo para dejar entrar la luz. Esto, evidentemente, se traduce en más calidad (y generalmente mayor precio ). Cuanto más luminoso sea tu objetivo, más capacidad tendrá para aislar a los protagonistas mediante el desenfoque del fondo, porque la luminosidad va directamente relacionada con la profundidad de campo de la escena. ¿Un zoom todoterreno o varios objetivos de focal fija?

No existe una sola respuesta a esta pregunta puesto que depende de la  versatilidad que necesites en cada momento o del tipo de fotografía que te guste realizar. Lo que sí es cierto es que las ópticas fijas son, por norma general, bastante mejores que los objetivos todoterreno (por ejemplo, los que vienen en el kit inicial que suelen ser tipo 18-200mm), porque son más luminosas, tienen lentes de mayor calidad y están diseñadas para funcionar perfectamente en esa distancia focal. En cambio, las todoterreno se ven obligadas a dar el pego en un rango focal elevadísimo, que muchas veces va del gran angular al teleobjetivo, lo que las hace más inexactas, poco luminosas, y suelen ser de peor calidad que una focal fija de características similares. En contrapartida, son mucho más versátiles, un mismo objetivo te sirve para abarcar situaciones muy dispares. Si puedes escoger, piensa bien qué tipo de fotografía buscas y atrévete con una focal fija. Si no puedes elegir por el momento, no te agobies, intenta sacarle el mejor partido a lo que tengas . El equipo no debe ser una limitación, sino una oportunidad.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Anthony Delanoix 

Capítulo 3

TRUCOS DE COMPOSICIÓN PARA TUS FOTOGRAFÍAS DE VIAJE Logística a un lado, llega el lado más artístico de la experiencia. Has preparado el viaje y decidido el equipo, es hora de adentrarte en la parte más fotográfica. En este capítulo te hablaremos de cómo componer tu imagen, o lo que es lo mismo, cómo colocar los elementos de la escena dentro del encuadre, porque sí, tú tienes un papel activo, no eres un mero copiador de lo que sucede ante tus ojos. A la hora de fotografiar, en tu mano está que esa escena cobre interés en una imagen bidimensional, sin los olores, los ruidos o todo aquello que enriquece el ambiente y la experiencia que estás viviendo en tu viaje. Si deseas (cosa que no dudamos) que las personas que observen tu foto queden atrapadas por la escena desde la distancia como tú in situ, tendrás que poner de tu parte y eso es algo que se logra, principalmente, a través de la composición y de la luz. Esta última la veremos en el siguiente capítulo, ahora nos sumergimos en la parte compositiva.

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Reglas de composición Tal vez te preguntes por qué hablamos de reglas en una disciplina artística, es probable que pienses que en el arte todo vale. Y llevas razón, en parte. La belleza de una imagen depende de cada cual que la observa, de su experiencia vital, de sus gustos, anhelos y vivencias. Ahora bien, existen ciertos criterios estéticos universales de los cuales no somos plenamente conscientes, pero que son aceptados por todos. Estos criterios son los que conforman las reglas de composición en fotografía, o los que dictan cómo colocar las notas en una partitura para que la melodía resulte armoniosa, o cómo combinar colores en un cuadro con el fin de lograr un resultado visualmente equilibrado. ¿Es necesario seguir invariablemente las normas? No, no lo es. Es más, es recomendable saltárselas en muchas ocasiones, pero con una clara intención, siempre conociendo la regla y siendo consciente de por qué en esa situación es mejor romperla. De hecho, encontrarás numerosos ejemplos a lo largo de esta publicación en los que se han roto las normas de forma intencionada. Sin embargo, si las trasgredes por desconocimiento, te aseguramos que será evidente para el ojo de quien observa la fotografía y el trabajo quedará desmerecido. La vista del espectador no se posará en tu imagen más de lo que dura un pestañeo.

Regla de los tercios Aunque, culturalmente, hemos asumido la premisa de que lo que está en el centro es lo importante, es un error trasladar este hecho a la fotografía, además, uno muy frecuente en los primeros disparos. Por eso te presentamos la regla de los tercios, un recurso básico que lleva siglos utilizándose en pintura. Se trata de alejar al sujeto protagonista del centro y colocarlo en uno (o cerca) de los puntos de interés en la imagen. ¿Cuáles son esos puntos? Si divides una imagen, tanto vertical como horizontalmente, en tres partes, a través de líneas imaginarias, resultarán cuatro puntos de intersección. Cerca de estos puntos es donde el motivo cobra fuerza e interés.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de  unsplash

Algunas cámaras traen la opción de visualizar una cuadrícula. Al principio te puede servir de ayuda, con la práctica verás que, sin darte cuenta, encuentras los puntos a ojo y con una exactitud que te sorprenderá. Esta regla te servirá en tus viajes tanto para retratos, como para paisajes o cualquier otro motivo. Tenla siempre presente y notarás la diferencia. Seguro. Empieza a practicarla ya . Ley del horizonte

Esta otra regla te indica dónde colocar el horizonte para añadir atractivo y lograr un efecto más dramático. Considérala, sobre todo, a la hora de fotografiar paisajes; ahora bien, recuerda que el horizonte siempre está, aunque no lo veas. Puedes ayudarte de las líneas horizontales que te hemos presentado en la regla de los tercios. Si el cielo (o la parte superior de la imagen) es lo interesante, coloca el horizonte en la línea inferior, de lo contrario, no le cedas tanto protagonismo y posiciona el horizonte en la línea superior. Porque si colocas el horizonte en medio, salvo que busques una simetría, un reflejo, etcétera, transmitirás, con toda probabilidad, que nada de lo que aparece en la imagen importa de verdad.

�CUIDADO!

Coloques donde coloques el horizonte, que esté recto. Ayúdate de la cuadrícula de la cámara, de los puntos de enfoque o arréglalo en el procesado. También puedes hacer uso de los niveles de burbuja para cámaras. Un horizonte torcido no lo perdonan ningunos ojos .

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Dino Reichmuth

Ley de la mirada

Para que los ojos recorran la imagen con fluidez y con una sensación positiva y agradable, es conveniente que dejes espacio por delante del sujeto  cuando realices retratos de lugareños, o de un objeto en movimiento, por ejemplo una bici o un transporte que desees fotografiar en tu viaje. También puede ser un animal. Se conoce como ley de la mirada y es una forma de permitir que la imagen respire. Este recurso puede invertirse para provocar otras sensaciones, como angustia, tensión, etcétera, aunque en este caso, el resto de la imagen ha de ir en consonancia con el sentimiento que se desea despertar.

Si te has quedado con ganas de más, puedes echar un vistazo a este completo artículo del blog sobre la ley de

�RECOMENDACIÓN!

la mirada en fotografía de retrato .

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De izquierda a derecha

En occidente leemos de izquierda a derecha y cuando observamos una foto también actuamos de esta manera. Por ello, te recomendamos que siempre que te sea posible, a la hora de componer tus fotografías durante tu viaje,  facilites que la lectura se realice en esta dirección, verás cómo gana en atractivo.

Otros recursos compositivos Más allá de las normas, existen otros recursos que pueden servirte a la hora de componer una fotografía y que resulte impactante, y no solo por lo que muestre, sino por cómo lo muestre. En ocasiones, lo bello puede parecer insulso en una imagen mientras que algo feo o en apariencia sin interés, es capaz de atrapar miradas y arrancar suspiros. Esto ocurre porque se ha sabido capturar con un buen ojo fotográfico, algo que tiene mucho que ver la composición. Insinuación

Si crees que hay que enseñarlo todo en una foto, estás en un error. Dejar espacio a la imaginación es abrir una puerta al espectador, es ofrecerle herramientas con las que completar la imagen a su gusto o con la que plantearse preguntas. En numerosas ocasiones, es mejor insinuar que mostrar, por ejemplo, la torre de un edificio en lugar del edificio entero, un rostro que no se ve completamente, un plato que queda cortado justo por la mitad, etcétera. Patrones

Los grupos de elementos tienden a captar la atención del ojo, sobre todo si están conformados por números impares.

Por otro lado, los elementos repetidos pueden aportar ritmo en una imagen, ayudando así a crear dinamismo. La forma en la que se capten los patrones puede generar armonía, si son patrones uniformes y que no se interrumpen; o tensión, si se rompe bruscamente la secuencia. ¿Qué patrones puedes encontrar en tus viajes? Infinitos. Personas, alimentos en un mercado, barcos en un puerto, automóviles, ventanas de un edificio, adornos de una fachada, bancos, arcos, piedras, señales y un sinfín más. Solo tienes que mirar con atención, porque están ahí, delante de tus ojos, mires donde mires.

Utiliza un encuadre vertical para los elementos verticales y para potenciar las líneas en esta dirección. Si tienes dudas ante un encuadre, prueba los dos y compara para ver cuál te convence más.

�TRUCO!

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Wagner T. Cassimiro “Aranha” 

Líneas

Las líneas son conductoras de miradas, ayudan a la hora de provocar sensaciones y pueden incluso ser protagonistas por sí solas. Las verticales provocan dinamismo y fuerza; las horizontales transmiten paz y tranquilidad; las curvas son sensuales y armónicas; las diagonales, por su parte, son las que más fuerza visual aportan, crean tensión y resultan muy atractivas. A la hora de componer tu imagen, apóyate en las líneas para conducir la mirada o reforzar sensaciones. Si te fijas en la imagen del oficio religioso, aunque se trata de patrones repetidos, su autor ha encuadrado de forma que los hombres y sus gorros formen líneas diagonales, además, ha roto los patrones incluyendo el pasillo. Esta composición le aporta dinamismo a una imagen que, de lo contrario, podría resultar peligrosamente aburrida.

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Marco natural

Cuando encuadras el centro de interés con un elemento de la misma escena, conduces inevitablemente la mirada hasta él, aumentas su protagonismo. Es un recurso muy efectivo a la hora de realizar retratos o de capturar un monumento. Como ejemplo, podemos ver al monje enmarcado por los arcos del templo. ¿No se te desvía la mirada una y otra vez hacia él? Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de  Magdalena Roeseler 

Perspectiva y punto de vista

Nunca falla. Cambiar el punto de vista desde el cual solemos mirar, es un recurso de lo más efectivo. Los ojos están acostumbrados a ver siempre desde el mismo ángulo, por eso, cuando se topan con una imagen que tiene otra perspectiva, se sorprenden. Si quieres captar la atención, no dudes en probar con un ángulo cenital (un disparo desde arriba, perpendicular al suelo) o un nadir (justo al revés, mirando hacia arriba, con la cámara perpendicular al techo o al cielo). Tampoco dudes en tirarte al suelo si es necesario, el resultado merecerá la pena . Y mucho.

�TRUCO!

Para conseguir diagonales cuando no las ves de forma natural, solo tienes que cambiar la posición de tu cámara y forzar su aparición.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de PublicCo

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En el momento de fotografiar los monumentos o iconos más típicos del lugar al que viajas, prueba a  jugar con la perspectiva o a disparar desde otros lugares. Si a la hora de preparar el viaje sigues nuestras recomendaciones del primer capítulo y echas un vistazo por la red para inspirarte, observarás que casi todas las fotos de ese lugar son similares. No te lleves a casa la misma imagen que el resto. Si quieres nuestro consejo, procura mirarlo desde otro ángulo, ve más allá de donde van los demás, es la única forma de sorprender de verdad. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de timmz

Espacio negativo

Otra forma de otorgar más protagonismo al motivo es incluir un espacio negativo, o lo que es lo mismo, un espacio sin información visual. Este recurso sirve, también, para provocar distintas sensaciones en función de la relación que tenga el centro de interés con el espacio visual, no es lo mismo que se encuentre sobre éste o debajo, a un lado o a otro. Si se encuentra por debajo transmite sensación de libertad, como si el sujeto estuviera flotando. Sin embargo, si el espacio negativo queda sobre el sujeto, la sensación que puede llegar a evocar, según la temática y otros elementos de la imagen, es de agobio, de aplastamiento.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Peng Zhang

Profundidad

Una forma de aportar más realismo a una imagen es incluir elementos en el primer plano, en el plano del medio y en el fondo. De esta forma se consigue una mayor sensación de profundidad. Las líneas conductoras pueden resultar un gran apoyo en esta ocasión. No olvides este truco a la hora de fotografiar paisajes naturales o de ciudad, aunque te lo recordaremos cuando te hablemos de ellos en el capítulo 8. Color

Algunas veces obviamos que podemos realizar una composición simplemente utilizando el color. Cuando viajamos, nos encontramos más receptivos a los aromas, los sonidos o incluso los colores. Estamos en un estado de mente abierta, o al menos se le presupone este estado a cualquier viajero que lo haga con mente y alma y no solo por el hecho de hacerse la foto de rigor y dar envidia en las redes sociales. Pero tú no eres de este último grupo, ¿verdad? Lo sabemos, tú viajas con el corazón, para capturar toda esencia con tu cámara y tu alma, para enriquecerte y disfrutar de la experiencia con los cinco sentidos.

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Prestar atención a lo que te rodea te servirá para lograr composiciones basadas en el color, bien a través de la armonía de colores de una misma gama tonal, o bien con colores que contrasten. O también, composiciones en las que el color forme parte de un juego, como en la imagen de la fachada londinense.

Estos recursos compositivos son ingredientes más que suficientes para comenzar, aunque hemos de decirte que aún hay mucho más. Sigue leyendo porque, a lo largo de esta publicación, vas a encontrar más herramientas para lograr unas fotografías espectaculares. Y un consejo, estos trucos no solo son exclusivos de los viajes, por lo que te recomendamos fervientemente que comiences a ponerlos en práctica desde ya, para que el día de la partida te resulten tan familiares que no necesites estar mirando la chuleta .

RECOMENDACIÓN!

¿Te has quedado con ganas de más? ¿Necesitas profundizar en la composición? No te pierdas nuestra publicación Composición Para Una Fotografía Llena de Vida .

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Frank mckeena

Capítulo 4

CÓMO DOMINAR LA LUZ EN TUS FOTOGRAFÍAS DE VIA JES En el capítulo anterior, te adelantábamos que cuentas, principalmente, con dos herramientas para conquistar al público a través de tus fotografías: luz y composición. Si acabamos de presentarte cómo disponer los elementos dentro del encuadre, ahora te ayudaremos a hacer  magia. Sí, magia, porque, aunque no lo creas, dominando la luz te conviertes en un mago (o maga) de la fotografía. La luz es el alma de cualquier fotografía, no solo porque es necesaria para lograr una captura, sino porque determina el tipo de fotografía que será, si transmitirá una emoción u otra, si despertará un sentimiento de calma o de energía, por ejemplo. El control de la luz, además de ayudarte a lograr una buena exposición, es capaz de darle vida a una imagen que, de otro modo, podría pasar por delante de los ojos del espectador sin pena ni gloria. Ya lo hemos comentado, durante el viaje, todas tus experiencias se acompañan de sonidos, olores, sabores y un raudal de sensaciones. Tanta emoción te arrastra a apretar el botón de disparo de forma incansable. Quieres capturarlo todo, todo lo que sientes y vives. Lo que ocurre es no todo aquello que te rodea entra dentro de la foto. Solo la escena a nivel visual, así que debes añadir otros ingredientes para suplir estas carencias. En este capítulo veremos de forma clara y concisa las claves más importantes para dominar la luz, la cual te va a ayudar a transmitir gran parte de esa magia con la que quieres contagiar al resto.

�RECOMENDACIÓN!

Averigua cómo es el clima del lugar al que viajas y la luz, esto te ayudará a confeccionar una idea de qué tipo de fotografías puedes obtener y, tal vez, programar alguna sesión o una fotografía concreta.

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Variaciones de la luz Lo primero que debes saber es que la luz cambia en función del lugar lugar,, de la estación estación del  del año y del momento del día. día. Esto sin contar con las variaciones las  variaciones meteorológicas meteorológicas.. Con esto claro te evitarás muchas frustraciones y decepciones. En la siguiente imagen puedes comprobar cómo cambia la luz a lo largo del día y cómo puede transformar un escenario. Las sensaciones que despiertan estas imágenes son completamente distintas y lo único que varía es el momento del día en que han sido tomadas o las condiciones meteorológicas (niebla y nubes). Tienen cero edición (salvo corrección del horizonte ).

TRUCO!

Si tienes que realizar un retrato con luz cenital y te molestan las sombras, pide al sujeto que mire hacia arriba y busca un punto alto desde el que disparar. La luz acaba de convertirse en luz frontal, sin sombras incómodas bajo los ojos.

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Fíjate cómo se transforman los colores de la l a montaña, del mar, de la arena, del cielo o de las palmeras. Observa cómo cada imagen transmite una sensación diferente a pesar de ser un único escenario. ¿Cuál es la luz más adecuada? Esta podría ser una estupenda pregunta si tuviera una respuesta, pero no la hay. No existe la luz perfecta para la fotografía, sino un tipo de luz más agradable, otra más agresiva, otra más cálida, etcétera, pero no encontrarás una luz l uz perfecta que sirva para cualquier fotografía de viaje. Existe una luz apropiada para cada momento, para cada sensación o emoción que desees transmitir.. Por ello, es importante que analices cómo se comporta transmitir c omporta la luz y cómo puedes jugar con ella para obtener los resultados que deseas.

Dirección de la luz La dirección de la luz es otro factor que no puedes pasar por alto. No es lo mismo una luz lateral, que trasera o frontal. Cada situación provoca una relación distinta con el motivo, y las sensaciones que evocan son diferentes. Lo vemos de forma resumida: • Luz lateral: cuando la luz incide en un lateral, las sombras se alargan, las texturas se enfatizan y los cuerpos adquieren  volumen. Es ideal para crear sombras y perspectivas y lograr imágenes

más dramáticas. La luz rasante puede ser perfecta para fotografía de calle, paisaje o también para fotografiar platos de comida, pues al definirse la textura, la sensación táctil asociada estimula el sentido del gusto. • Luz frontal: si llega de frente, se pierden los volúmenes y las texturas, el motivo se aplana. Es muy

adecuada para sujetos muy coloridos, donde la perspectiva ni la textura tengan importancia. Ayuda a capturar mejor los detalles. • Luz cenital: proviene desde arriba y no es la más adecuada para realizar retratos por las sombras

que resultan en el rostro, especialmente en la zona de los ojos. También se considera que esta luz propia del mediodía es algo insustancial, no es tan dramática o interesante como la del atardecer atardecer,, por ejemplo. Sin embargo, esta luz dura define los colores y los vuelve más brillantes, ayuda a lograr imágenes más nítidas y resalta las texturas de las paredes, pues una luz cenital, en una pared vertical, se convierte en lateral. • Luz trasera (contraluz): la luz que llega por detrás del motivo crea contornos, siluetas, resalta las transparencias y aviva los colores traslúcidos. También También crea destellos creativos.

�TRUCO!

En las salidas y las puestas de sol, mide tu exposición en el cielo con el sol fuera del encuadre, para posteriormente encuadrar y disparar el paisaje que te interesa.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de rafa espada

Momentos del día Ya hemos adelantado que la luz varía no solo entre lugares o según el clima, sino que en función de la hora del día es muy distinta en cuanto a color y dirección. Has visto un ejemplo muy claro en el collage que te hemos presentado, ahora hablaremos de ello con más detalle.  Amaneceres y atardeceres

Estos suelen ser los momentos más anhelados y esperados por todo fotógrafo. La posición del sol, el color del cielo, la forma en que la luz baña las ciudades o los paisajes, etcétera. Todo Todo adquiere un cariz más romántico, cálido o dramático. Nos regalan lo que se conoce como c omo la hora dorada (aunque no dure una hora). Los resultados suelen ser espectaculares, se pueden lograr siluetas de monumentos o conocidos paisajes, o captar el sol jugando con el horizonte. Sin embargo, es conveniente que tomes ciertas precauciones: 1. Procura capturar amaneceres diferentes. Si bicheas por la red fotos del lugar al que viajas,

encontrarás muchas imágenes de los sitios más típicos, observa cómo son las fotos para no disparar de la misma forma. Intenta ser diferente. Te daremos más pistas en el capítulo 10. 2. Planifica la posición del sol. Es conveniente que antes de plantarte justo cuando va a amanecer o

a atardecer en el lugar l ugar elegido, te informes de la trayectoria del astro rey. Igual te piensas que vas a

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lograr una maravillosa imagen de un determinado templo y ahora resulta que el sol no está donde pensabas y los detalles tan bonitos que esperabas capturar están en sombra. Ayúdate de herramientas como, por ejemplo, The Photographer’s Ephemeris  que te indican la trayectoria del sol, porque igual, mientras piensas que un amanecer es perfecto para determinado lugar resulta ser un desastre y, sin embargo, el atardecer habría sido un acierto seguro (o al revés). Para ahorrarte disgustos, planifica bien tu escapada, recuerda que nuestro primer capítulo lo dedicamos a los preparativos, ¿crees que es algo casual? 3. Mucho cuidado con la exposición. Es probable que tengas que realizar ajustes, pues con el sol muy bajo las escenas son, en realidad, más oscuras de lo que le parecen a nuestros ojos. Te recomendamos revisar el histograma . 4. Duran muy poco. Esta luz tan deseada puede durar muy poco, no pienses que dispones de toda la

tarde para fotografiar la ciudad con la luz del atardecer. Selecciona qué quieres fotografiar con esta iluminación y aprovecha al máximo lo que duran la salida y la puesta de sol. La latitud en la que te encuentres determinará la duración. Aunque esta luz es impresionante y te permite lograr maravillosas capturas, no creas que todo se acaba aquí. El resto de momentos del día también tienen sus ventajas. Hora azul

Justo antes de que el sol aparezca tras el horizonte o cuando acaba de ponerse al atardecer, se conoce como la hora mágica o la hora azul. Tampoco dura una hora, su duración, al igual que la hora dorada, depende de la latitud en la que te encuentres y de la época del año; y la apariencia del cielo obedece a las condiciones atmosféricas. Ahora bien, si el cielo está despejado, tendrás la suerte de contemplar una degradación de color que va desde los cálidos naranjas y rojos hasta el negro, pasando por violetas y azules. Por eso es una hora mágica. Procura estar en el sitio adecuado para lograr lo mejor de esta luz. Volvemos a insistir en la importancia de planificar tu viaje para estar en el lugar exacto en el momento preciso. Las fotos que tanto te impresionan por ahí no son cuestión de suerte, sino de planificación y trabajo. Y si, con mucha suerte, lo encuentras por casualidad, pues ¡enhorabuena! Aunque mejor no lo dejes al azar.

�CUIDADO!

El balance de blancos automático puede jugarte malas pasadas y eliminar precisamente el tono cálido que estás buscando. Si no quieres preocuparte de este tema, dispara en RAW , aunque ten en cuenta que este formato ocupa más espacio en la memoria.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Sergi Pinedo Martínez

�CUIDADO!

La hora azul es el momento en el que las primeras luces de las ciudades quedan más favorecidas por el contraste con el cielo azul intenso, pero será conveniente que lleves un trípode, pues requiere una velocidad de obturación lenta.

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Mañana y tarde

El mejor momento para lograr colores más precisos y neutros es por la mañana o por la tarde. Con el ángulo oblicuo del sol, las sombras son menos duras y puedes capturar retratos más favorecedores de los lugareños. A estas horas, además, es más fácil capturar detalles en las luces y en las sombras. Aprovéchalas también para capturar sombras e incluirlas en tu composición. Mediodía

El mediodía es el que peor fama tiene en cuanto a luz se refiere, ahora bien, si crees que vas a tener que guardar la cámara, te equivocas. Es el momento de capturar imágenes más nítidas, con formas claramente definidas y colores precisos, brillantes y luminosos; y de poder usar velocidades de disparo más rápidas, es hora de descansar el trípode. También esta luz es excelente para lograr las imágenes abstractas de las que te hablaremos en el capítulo 5, y que se basan en la disociación de los elementos del contexto. Para ello, céntrate en el color, la forma y la textura a la hora de componer tu imagen, en lugar de querer representar la escena de forma realista. Por ejemplo, una fachada con distintos colores o desconchones o la textura de una puerta de madera. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Devanath

La hora azul puede ser un buen momento para la fotografía de arquitectura.

�RECOMENDACIÓN!

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Las sombras muy marcadas te ayudarán a definir texturas, formas y líneas. Y si el destino de tu viaje es un lugar de costa y aguas paradisíacas, no te vengas sin fotografiar ese paisaje a esta hora, pues lograrás que los colores brillen más que en ningún otro momento del día. Es hora de disfrutar de un buen mojito (o lo que se tercie) y capturar el azul turquesa del mar y la textura de la arena. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Sharonang

�RECOMENDACIÓN!

Con una luz tan brillante es difícil ver bien la pantalla LCD de tu cámara, comprueba el histograma para ase gurar una correcta exposición.

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Noche

Si crees que ha llegado la hora de guardar la cámara y salir a divertirte o, simplemente, descansar, es que aún no conoces los beneficios de la noche en la fotografía. ¿Qué te creías, que ya no había luz? Pues sí que la hay, en las ciudades e incluso en lugares aislados, solo hay que saber capturarla. En estos últimos lugares tendrás que tirar de trípode, pero… ¿qué nos dices de fotografiar auroras boreales, cielos estrellados o paisajes espectaculares bañados por la luz de la luna? ¿Te vas a venir sin una de estas imágenes? ¿Y en las ciudades? Las luces de neón, las estelas del tráfico cruzando sobre impresionantes puentes, la vida nocturna de las grandes ciudades, etcétera. Sea cual sea tu destino, exprime tu cámara antes de llevarla a dormir. Una experiencia así no se vive todos los días. La noche es sugerente y tiene mucha vida, vívela y captúrala. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Nicolai Bertsen

Como has podido comprobar, cada hora tiene sus ventajas y cada momento es perfecto para un tipo de fotografía. Has aprendido que utilizando la luz puedes, de alguna manera, hacer magia. Tráete un poquito de ese hechizo en tu maleta, o mejor dicho… en tu cámara .

¿Te has quedado con ganas de saber más sobre el efecto de la luz sobre una escena? No te pierdas nuestro libro

�RECOMENDACIÓN!

Lightbook, El Centro de La Fotografía.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Websi 

Capítulo 5

EN BUSCA DE UNA FOTOGRAFÍA DE VIAJES ORIGINAL Lejos quedan ya esos tiempos en los que hacer turismo era asunto de unos pocos privilegiados, en los que coger un avión parecía tan lejano como en la actualidad pensar en un viajecito a la luna en el puente de Mayo. A día de hoy, el turismo mueve millones de personas diariamente. El deseo de viajar, de conocer, de mezclarnos con otras culturas y de formar parte de un mundo sin fronteras, se ha apoderado de nosotros, y eso, en general, está muy bien para el que puede disfrutarlo, pero también tiene sus desventajas. No profundizaremos en el impacto medioambiental y en otros temas porque este no es el lugar apropiado , en cambio, sí hablaremos de la desventaja fotográfica más evidente: nunca serás el primero en llegar, nunca el primero en fotografiar algo. Eso se acabó. Si acaso nuestros bisabuelos o tatarabuelos, pero nosotros ya no. Nosotros vamos tarde, y eso significa que no es tan fácil ser diferente cuando millones de obturadores se dispararon ante ese monumento antes que tú. Nunca serás el primero en fotografiar algo pero sí puedes ser el primero en fotografiarlo de una determinada manera, bajo un prisma de originalidad. Con un poco de esfuerzo y técnica, todo se consigue . Veámoslo.

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Climatología adversa El esfuerzo y la motivación son el ingrediente necesario para casi todo lo que queramos lograr en la vida. La fotografía no es una excepción. Convertir lo que a priori  parece  parece una desventaja en una ventaja no solo es una filosofía de vida recomendable, también es una forma de trabajar la fotografía que te alejará de lo evidente y te permitirá conseguir imágenes diferentes y sorprendentes. Un gran ejemplo de ello es el mal tiempo o la climatología adversa. 1. Lluvia. A través de los cristales, los paraguas y sus colores, los charcos en el suelo y sus correspondientes reflejos, puedes conseguir imágenes fascinantes. 2. Niebla. Es un fenómeno relativamente poco común y, por lo tanto, ya nos ofrece de entrada imágenes diferentes. La luz en escenas con niebla es difusa, dejando imágenes con poco contraste y con

colores poco saturados. 3. Nubes de tormenta. La luz de tormenta es cálida e intensa y contrasta con el cielo oscuro cargado de

nubes. 4. Nieve. Los paisajes cubiertos de nieve cambian por completo la percepción que tenemos de ellos, se vuelven más minimalistas y abstractos y también son una buena oportunidad de conseguir grandes

imágenes. 5. Viento. Puedes jugar con el movimiento  de los elementos bien congelándolos o mostrando el

desenfoque originado por el viento a velocidades bajas.

Composiciones difer diferentes entes Si bien siempre decimos que para romper una norma lo l o primero es conocerla, una vez bien conocida y practicada, ha llegado el momento de buscar composiciones algo más arriesgadas, rompedoras o diferentes. Eso no significa que debas aplicarlo con todas tus imágenes, pero sí puedes probar en algunas. Con la práctica irás desarrollando tu propio estilo y aprendiendo a prever y a previsualizar el resultado final incluso antes de acercar el ojo al visor. A continuación, te presentamos algunas ideas para comenzar: • Romper la ley de la mirada para crear, por ejemplo, sensación de agobio • Centrar el motivo • Centrar el horizonte • Cortar cabezas en retratos

�RECOMENDACIÓN!

Este tipo de climatología suele dejar instantes fugaces por lo que debes prestar mucha atención para sacar lo mejor de cada momento. No olvides rayos o arcoíris, o determinadas formas de nubes, luces, etcétera. Desaparecen rápidamente pero si consigues cazarlos es probable que tu esfuerzo valga la pena.

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• Regla de los impares: en el tercer capítulo te contamos que los números impares son más atractivos,

no obstante, hay muchísimas imágenes de simetría que funcionan muy bien • Horizontes torcidos, cuidado, no torcidos levemente por descuido, sino torcidos gravemente, con la intención de crear una diagonal o similar • Sujetos movidos • Imágenes sin centro de interés claro • Trabajar las líneas, así como con sus puntos de fuga (allí donde se unen en la distancia dos líneas paralelas)

Iluminación La iluminación es decisiva a la hora de realizar cualquier imagen. En el capítulo 4, has podido comprobar cómo puede transformar completamente una escena. Si bien siempre buscamos las condiciones lumínicas estándar para las diferentes situaciones que se nos plantean, lo cierto es que las posibilidades que nos regalan las diferentes luces son infinitas: 1. Siluetas. Disparar de espaldas al sol no es una norma inquebrantable, las siluetas pueden dar

muchísimo juego en fotografía. 2. Nocturna. Está menos explotada que la diurna porque es de día cuando solemos hacer nuestra vida,

lógico, pero pero la noche es la otra mitad de cualquier ciudad o paisaje. paisaje. Perdérselo Perdérselo es casi un pecado • Fotografía de estrellas • Fotografía de la luna • Fotografía de ciudades y la mezcla de sus luces (y de sus diferentes temperaturas de color) • Movimiento y larga exposición

.

3. Flares. Esos molestos rayos de luz que se cuelan cuando nos empeñamos en disparar contra el sol,

muchas veces resultan de lo más fotogénicos. 4. Luz dura. Se caracteriza por crear unas sombras muy marcadas y por un paso muy brusco entre luces y

sombras (mucho contraste) resaltando volumen y texturas de los elementos.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Mysticsartdesign

Abstracción No solo lo evidente es un buen protagonista de nuestras imágenes. En ocasiones, una imagen es capaz de sostenerse simplemente  gracias  gracias a una textura, un color o una buena composición. c omposición. • Presta atención a los detalles, cuando eliminas el contexto c ontexto en algunas imágenes centrándote en los detalles, es fácil generar esta idea de abstracción • Trabaja las texturas • Juega con el color • Busca reflejos • Persigue sombras • Caza patrones • Convierte a blanco y negro

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Otros formatos El formato más normalizado es, sin duda, el horizontal, pero no siempre es el que mejor funciona. Esforzarte en trabajar con otros formatos te ayudará a impulsar la creatividad y aumentará tus posibilidades de crear mejores y más originales composiciones. Formatos con los que cuentas: • Formato vertical (2:3) • Formato panorámico (16:9) • Formato cuadrado (1:1) • Horizontal (4:3)

Puntos de vista diferentes Mira a tu alrededor. No te centres solo en lo evidente. Para. Respira. Piensa. Date una vuelta. “¿Cómo se vería ese monumento desde el retrovisor de aquella moto?, ¿cómo se vería fotografiándolo desde el suelo?, ¿cómo sería este retrato haciendo un fuerte contrapicado en vez de utilizar un punto de vista normal?”

Cambiar el ángulo o el punto de vista puede modificar por completo una imagen. Juega con la perspectiva y el punto de vista: lineal, picada, contra

picada, cenital, aérea o forzada. Seguro que las sensaciones que imprime este viaje en ti son muy diferentes al resto de viajeros, ¿por qué tus fotos iban a ser iguales que las suyas? Consigue una fotografía única, distinta, diferente. Tuya.

Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Pexels

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Mantas Hesthaven

Capítulo 6

7 TRUCOS PARA CONTAR UNA HISTORIA CON TUS FOTOGRAFÍAS DE VIA JE Tenemos que contarte un secreto que lo mismo no te gusta, o igual no es tan secreto y ya lo sabes (lo cual no evita que decepcione…). A ver, no es por herir tu orgullo, pero es muy probable que cuando quieras compartir (con una enorme satisfacción) las fotos de tu viaje, aburras al personal. Sí, vale, tus fotos son muy bonitas, lo haces muy bien, pero es que tú has vibrado con la experiencia, a quien está viendo las fotos solo le quedan las migajas del pastel, lo máximo que puede sentir es envidia (sana). Pero hay una noticia positiva, en tu mano está que, además de esa envidia, sienta interés por lo que le vas a mostrar. Esa es la razón de este capítulo, contarte algunos trucos para captar su atención y no con una fotografía aislada, sino con un grupo de imágenes. Lo que pretendemos ahora es que logres atraer su atención durante suficiente tiempo como para que pueda ver un conjunto de fotografías de tu viaje seleccionadas por ti sin morir de aburrimiento o sin salir por patas . Vamos a pensar en una peli, si la trama no te engancha a los cinco minutos cambias de canal, ¿verdad? O apagas la televisión y abres un libro, te duermes, te pones a mirar el móvil, etcétera. El verdadero reto de un director es atraparte durante el tiempo que dura su historia. Nosotros te vamos a dar las pistas para que montes una historia visual, para que cuentes tu viaje a través de un conjunto de fotografías y mantengas su atención. Hemos de lograr que a quien se las enseñes, en lugar de asentir diplomáticamente con una sonrisa de #aguantoestoporquenuestraamistadesverdadera, muestre interés, te pregunte por detalles de la foto, de lo que ocurrió y (por pedir) que acabe demandándote más fotos.

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Trucos Aquí van los trucos que te van a convertir en el próximo Spielberg  o la próxima Sofía Coppola

.

1. Cuenta el viaje a través de una serie de fotografías

Con este listado es muy probable que descubran dónde has estado sin necesidad de contarlo. Más adelante te vamos a dejar esta lista a modo de checklist , para que te la puedas imprimir. • Equipaje: una foto del contenido de la maleta empieza a dar pistas, un lugar cálido, playa o montaña, ¿o tal vez ciudad? Todo en orden y con una buena composición puede ser un punto de partida interesante. • Medio de transporte: ¿en qué viajas? ¿En avión, transatlántico, o tal vez un tren cama? Deja documentación gráfica del paisaje de la ventana, de los pasajeros o de algún detalle que te llame la atención. • Alojamiento: existen alojamientos con encanto, otros de pura supervivencia y otros de lujo, pero todos tienen algo especial, aunque tengas la mala suerte de que sea el lugar más cutre del planeta, seguro que sabes sacarle partido, una fotografía narrativa, la luz, los pasillos tenebrosos… Alguna historia tendrás para compartir a la vuelta. • Paisaje (urbano o de naturaleza): empiezan las fotos concretas del lugar, las que situarán de lleno al espectador en tu destino a través de tus imágenes. Un paisaje le dará una visión global del entorno al que acaba de aterrizar visualmente. • Gente: como seres humanos que somos sentimos predilección por otros humanos, nos atraen, nos identificamos como especie a la vez que el hecho de ver a otras personas distintas despierta nuestra curiosidad por la diversidad. • Gastronomía: es parte de la cultura de cualquier lugar y algo que también suele estimular la curiosidad. El estómago es uno de nuestros puntos débiles, ¿verdad? • Mercado: hablando de comida, un mercado es una zona que dice mucho del lugar. La comida, la ropa, los tenderos, cuanto más escondido esté el mercado, más auténtico será y mejor mostrará aspectos de la vida cotidiana del país o ciudad en cuestión. No te limites a los mercados más turísticos, estos se parecen demasiado entre ellos . • Arquitectura: ¿cómo son los edificios o las casas? ¿De estilo colonial, edificios modernos, casas de madera…? Cuenta a través de detalles y/o de fotografías más generales cómo es la arquitectura. • Iconos y monumentos: ¿y quién viaja sin fotografiar los monumentos más conocidos o los edificios históricos más famosos? La clave está en fotografiarlos desde un punto diferente, de impregnar la imagen con tu sello, con tu mirada única. Si vas a fotografiar lo mismo que el resto, igual te interesa comprar una postal y dedicarte a fotografiar otras cosas más interesantes . • Fotografía callejera: o Street Photography , ¿cómo es la ciudad? ¿Cómo se relaciona con sus gentes? ¿Qué historias ocurren en la calle o cómo interaccionan los viandantes con los elementos urbanos?

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• Vida doméstica: ¿se te presenta la oportunidad de convivir con gente del lugar? No pierdas la ocasión de fotografiar cómo es su vida cotidiana, o cómo viven su día a día. • Lugar de encuentro de los lugareños: un centro cultural, una plaza, el mercado, un templo, una asociación, etcétera, son lugares que suelen pasarse por alto pero que cuentan mucho más que los alrededores de sus monumentos, donde solo encontrarás turistas. Piérdete por las calles y busca la esencia de su gente. • Transporte público: en algunas ciudades o países se pueden encontrar transportes verdaderamente curiosos o muy típicos. Probablemente te montes en uno de ellos. Documéntalo. • Oficios y/o comercios tradicionales: es casi como meterte en una casa. Es el segundo hogar de sus propietarios, contienen parte de la esencia de su forma de vivir y de la particularidad del pueblo. • Artesanía: cada vez se está perdiendo más el arte de trabajar con las manos, esto hace que todo lo que tenga que ver con la artesanía nos atraiga. Si puedes capturar a un lugareño con las manos en la masa dispones de una oportunidad de oro para mostrar una labor encomiable y atractiva a los ojos. Las manos son una de las partes del cuerpo más expresivas, captúralas trabajando. • Cultura y tradiciones: cualquier detalle que pueda aportar información sobre la cultura y las tradiciones de ese pueblo, será un complemento redondo a tu historia. Sin esta parte, se quedará coja. • Fiestas: si coincides con alguna fiesta popular o una celebración, resulta una ocasión única para reforzar la historia que estás contando. Una oportunidad para capturar colores, emociones, cultura y/o diversión. • Vida nocturna: fotografiar la noche no siempre es fácil, pero cuanto más difícil, más satisfactorio puede llegar a ser el resultado, para ti, y para el espectador. • Otros (animales, agua, bares…): cada territorio tiene sus propias peculiaridades, puede habitar un animal único que tengas la oportunidad de retratar, unas tabernas muy típicas, existir una relación especial con el agua (por su abundancia o escasez) o cualquier otro aspecto. Lo que encuentres que te llame la atención, retrátalo, si a ti te interesa, al resto también puede despertarle interés. • Distintos momentos del día: asegúrate que entre las fotos anteriores has cubierto los distintos momentos del día y capturado su luz. ★ ★ ★ ★ ★ ★

Amanecer Día Mediodía Atardecer Hora azul Noche

2. No muestres todas tus fotos

El segundo truco para mantener la atención del espectador, es realizar una selección, elegir muy bien lo que quieres mostrar y no vomitarle las 5.879 fotografías que hay grabadas en tu tarjeta de memoria.

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Escoge solo las que más te gusten o las que mejor te hayan quedado, pero procura que haya al menos una de cada uno de los temas que te proponemos en la checklist. Si te apetece puedes incluir varias fotos del mismo tema o dejar alguno fuera, pero intenta no aburrir con ocho retratos de lugareños y olvidar varios puntos importantes, pues tu historia se quedará coja. ¿Te imaginas una peli en la que el inicio durara el 80%, 10% el nudo y 10% el desenlace? No tendría ningún sentido, ¿verdad? Pues con esto igual. Eso no significa que no tomes varias fotos de lo mismo, si logras ocho magníficos retratos, podrías sentirte muy feliz, pero, salvo que te los pidan, no los muestres todos de entrada. 3. Incluye alguna foto que cuente una historia

Si muestras una foto que plantee preguntas o cuente una historia por sí misma te aseguras de que surja la curiosidad y te pregunten, de forma que te dé pie a enlazar con las siguientes fotografías. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Mahir Uysal 

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4. Incluye una anécdota divertida

Unas risas siempre vienen bien, además, acercarán al espectador a la historia, relajarán el ambiente y le parecerá que lo que pensaba que iba a durar una eternidad le ha parecido muy corto, e igual te pide ver más. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de BANITATtour 

5. Aparece…

…, pero lo justo. Como protagonista del viaje deberías aparecer tú en una o varias fotos, pero que no sean demasiadas, lo interesante del viaje es el lugar, las experiencias, la gente, las tradiciones, no verte delante de cada monumento o tomando todo tipo de bebidas o comidas típicas. Guárdate esas para ti, tu pareja, tus descendientes o tus progenitores, a quienes seguro que les encanta verte .

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de xanagan

6. Estética similar

Seguro que logras fotos muy diferentes entre sí y muy interesantes. Ahora bien, procura que las que elijas para mostrar y contar tu viaje a través de ellas, tengan una estética similar. Si presentas una en blanco y negro y el resto en color, o unas de colores muy vivos y otras con colores apagados, o unas con alto contraste y otras con muy bajo contraste, no darán la sensación de formar una unidad y quien las contemple tendrá la sensación de que estás contándole experiencias distintas. Puede parecer una tontería, pero piensa, por ejemplo, en lo que se cuida el maridaje en una comida, o la fotografía de una película. O una novela, ¿te imaginas al narrador hablando al principio en primera persona, luego cambiar a tercera persona para volver a hablar en primera persona? Raro, ¿verdad? Lo mismo debes lograr con las fotos que elijas, que formen una unidad, que mantengan una misma estética que sirva también como hilo conductor y que no se rompa el ritmo. Puedes editarlas a la vez, esto te ayudará. 7. No dejes el orden al azar

No muestres las fotos de cualquier forma, éstas han de seguir un orden, una secuencia lógica; no tiene sentido, por ejemplo, que primero muestres una foto que hable de la religión, después una de arquitectura, luego el transporte en el que has llegado al lugar y detrás el retrato de una lugareña. El checklist  que te dejamos a continuación sigue más o menos un orden lógico, aunque tú puedes adaptarlo si encuentras un orden más adecuado a la historia de tu viaje.

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El Checklist de tu historia Como te hemos prometido, te dejamos la lista de fotografías que no puedes dejarte en tu lugar de destino. Esta es una lista ejemplo, puedes añadir o modificar temas, faltaría más, pero es un buen punto de partida. Y si no te apetece darle muchas vueltas, no tienes más que imprimirla y guardártela en el bolsillo. Podrás ir marcando aquello que caces con tu cámara. De esta manera traerás (con suerte) varias imágenes de un mismo tema, pero seguro que no te dejas nada olvidado.

Equipaje Medio de transporte Alojamiento Paisaje Gente Gastronomía Mercado Arquitectura Iconos y monumentos Fotografía callejera Vida doméstica Lugar de encuentro de los lugareños Transporte público Oficios y/o comercios tradicionales Artesanía Cultura y tradiciones Fiestas Vida nocturna Otros (animales, agua, bares Distintos momentos del día • Amanecer • Día • Mediodía • Atardecer • Hora Azul • Noche

Inspiración Para terminar, qué mejor que mostrarte una breve selección como ejemplo. Te puede servir también para comprobar si te parece o no un orden lógico, si crees que está bien representado el lugar (que te toca adivinar ), y si piensas que siguen una misma estética. Un pequeño ejercicio visual como entrenamiento.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Sayan Nath

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Jayden Yoon

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Igor-Ovsyannykov.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Varshesh Joshi 

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Fancy Crave

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Igor Ovsyannykov 

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de C Rayban

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Pablo Heimplatz

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Shane Alburqueque

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Saksham Gangwar 

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Gianandrea Villa

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¿Qué te ha parecido? ¿Te ha gustado? Pues la próxima selección te toca componerla a ti, desde el inicio del proceso, que es tomar todas y cada una de las imágenes; hasta la selección final, siguiendo los siete trucos que te hemos contado y, sobre todo, disfrutando del viaje y de tu gran pasión: la fotografía.

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Capítulo 7

EL ARTE DE RETRATAR A DESCONOCIDOS Cuando viajamos, cuando entramos en territorio desconocido, cuando nuevos olores, nuevos colores, nuevos idiomas, nuevas luces nos asaltan en cada esquina, dejamos atrás lo que conocemos como habituación , que no es más que la costumbre que barre nuestra inspiración, el acabar viendo como normal, cotidiano y exento de interés fotográfico, todo aquello que nos rodea. Por suerte, viajar nos brinda la oportunidad de romper con esa habituación. Viajar es sinónimo de inspiración, pero a la vez conlleva un reto, porque salir de nuestra zona de confort  no siempre resulta fácil, y enfrentarnos a según qué situaciones, tampoco. Seguro que los retratos a desconocidos es uno de los temas que te fascinan de un viaje y a la vez uno de los que suele darte más reparo y del que, consecuentemente, obtienes peores resultados, ¿nos equivocamos?

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Material recomendado Si posas fríamente delante de una cámara sin ser modelo profesional, verás lo difícil y desagradable que puede llegar a ser para algunas personas situarse delante del objetivo de tu cámara. Esta incómoda sensación es proporcional al tamaño de tu equipo . Cámara

Lo ideal es que el equipo sea, en general, lo más discreto posible. Puede que solo tengas una cámara Réflex, en ese caso, es evidente que esa será la que lleves, pero si dispones de algún formato más discreto como una EVIL o una compacta avanzada, no dudes en sacarla a pasear por la ciudad. Te permitirá una mayor libertad de movimientos (menos peso) y más discreción, lo que te será muy útil para lograr fotografías espontáneas.

Objetivo

El objetivo clásico para la Street Photography  o la fotografía callejera es el que se sitúa en un rango focal de 35mm a 50mm y es, como ya te hemos adelantado, el más equivalente al ángulo y al nivel de aproximación de un ojo humano. Si dispones de una focal fija en este rango, probablemente tendrás un objetivo luminoso (lo que te permitirá trabajar en todo tipo de situaciones lumínicas, incluso con poca luz) y, además, con una óptica discreta. Eso sí, para retratar la acción tendrás que perder el miedo a acercarte a la escena. En cambio, puede que cuentes solo con el objetivo del kit , que muchas veces incluye una  focal zoom de rango superior (hasta 80mm, 200mm…). En este caso, podrás trabajar desde más lejos, ya que estos rangos focales permiten acercar la imagen sin moverte del lugar. Por el contrario, este tipo de ópticas son menos luminosas.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de omeralnahi 

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Ajustes recomendados Ya sabrás, probablemente, que somos grandes defensores del modo manual y, aunque éste parezca otro buen momento para utilizarlo, al ser una situación en la que requieres más  velocidad de lo habitual, te recomendamos otra forma de trabajar que te permitirá tomar el mando de la imagen sin perder agilidad. Modos semimanuales

Hablamos de los modos semimanuales Prioridad a la Velocidad y Prioridad a la Apertura: • Modo de Prioridad a la Velocidad (símbolo S o Tv, dependiendo de la cámara): este modo permite trabajar personalizando la velocidad de obturación. Es decir, tú decides lo rápido o lento que se cierra

el obturador, influyendo directamente en la capacidad de congelar la imagen o transmitir el movimiento en la escena. Por ejemplo, pongamos que quieres congelar el salto de un niño con el monopatín. Entonces deberás configurar la velocidad mínima de 1/125 o 1/250s (siempre dependiendo de la distancia focal que estés utilizando), para congelar el movimiento. En cambio, si quieres plasmar el recorrido del movimiento, entonces tendrás que trabajar con velocidades más lentas como 1/30s. La cámara se encargará de decidir cuál es la apertura adecuada para lograr una correcta exposición. • Modo de Prioridad a la Apertura (A o AV dependiendo de la cámara): este otro modo de disparo permite controlar la apertura de diafragma (valor f/), siendo la cámara la que realiza los ajustes

necesarios de velocidad para que puedas obtener buenos resultados de exposición con el diafragma escogido. Recuerda que la apertura de diafragma está directamente relacionada con la cantidad de luz que entra a través del objetivo, así como con la amplitud de la zona enfocada que tendrás en la imagen (profundidad de campo). Es decir, si quieres conseguir un retrato con el fondo desenfocado, debes trabajar con valores de diafragma bajos (f/2.8, f/4, f/5.6). En cambio, si lo que quieres es trabajar con una gran profundidad de campo, enfocando más planos de la imagen, deberás situar el valor por encima de (por ejemplo) f/11.

Actitud Más allá de los ajustes o el equipo, seguramente lo que más te preocupe sea cómo enfrentarte a las situaciones que se te presentan, cómo abordar a un desconocido para que te ceda su imagen, ¿cierto? No encontrarás una única forma de trabajar, cada uno desarrolla su propio estilo, el que mejor le funciona y con el que se siente más cómodo, aunque, a grandes rasgos, cuentas con dos maneras de proceder: directa o indirecta. Directa

Es decir, siempre con tu mejor sonrisa, te presentas, saludas, explicas lo que estás haciendo, estableces un contacto e incluso pides permiso para fotografiarles.

�CUIDADO!

Trabajar con valores demasiado bajos de diafragma puede pasarte factura si el retratado está en movimiento, ya que te costará más acertar el foco  en el lugar indicado. En esos casos, procura trabajar con valores medios como f/5.6.

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• Ventajas: hablar con la gente te permite establecer lazos de confianza; las personas se sienten más

cómodas y permiten que te acerques más. Si estás el tiempo suficiente como para que se olviden de ti, podrás, además, conseguir imágenes naturales. • Desventajas: los posados forzados pierden algo de la magia de retratar al desconocido , pero si gozas

de paciencia y tiempo y les dedicas más de un minuto, comprobarás cómo se pierde la tensión inicial y los resultados son mucho mejores. Eso sí, necesitas tiempo .

Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de  jpeter2

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Indirecta

Es el estilo de Cartier-Bresson, el que salía de la nada, atento a todo, tomaba la foto y seguía adelante como si nada hubiese ocurrido. • Ventajas: las fotografías son mucho más espontáneas y naturales si la gente no repara en la presencia

del fotógrafo y te permite fotografiar actitudes únicas. • Desventajas: si bien está comprobado que la mayoría de la gente a la que le pides permiso acaba

diciendo que sí, es posible que, si no lo haces y se dan cuenta de tus fotografías, se sientan incómodos e incluso enfadados. Si esto ocurre, empatiza y, con educación, intenta explicar tu trabajo, si aun así te exigen que borres la imagen, hazlo y discúlpate.

Dónde fotografiar Cualquier lugar por donde transite gente es idóneo, sobre todo si estás de viaje, donde todo te sorprende y te inspira. No obstante, existen lugares donde te será más fácil encontrar modelos improvisados para tu fotografía: • Cruce de calles principales • Salidas de metro o estaciones de autobús, trenes… • Mercados al aire libre (alimentación, artesanía, muebles antiguos…) • Zonas comerciales • Eventos multitudinarios (carnavales, fiestas, deportes…) • Artistas callejeros

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de harutmovsisyan

Este tipo de lugares concurridos te serán útiles para pasar desapercibido, encontrar situaciones o modelos con más facilidad, así como para perder el miedo escénico y calentar motores antes de irte a barrios menos masificados o turísticos.

Elegir al protagonista No existe una norma para escoger a tu protagonista, simplemente que llame tu atención de alguna forma, o que preveas que pueda dar buen resultado plasmado en una fotografía. Por regla general, funcionan bien los rostros evocadores de alguna idea universal que el espectador pueda entender con facilidad (vejez, juventud, felicidad, tristeza…).

�TRUCO!

Camina, camina, camina con los ojos siempre bien abiertos. Cuando vayas con la cámara en mano, pon tus ojos de turista en reposo y activa tus ojos de fotógrafo .

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El foco en los ojos Estás capturando retratos, por lo tanto, son aplicables todos los consejos destinados a ellos. El foco en los ojos es clave en cualquier retrato, ya que es la parte que analizamos con más detenimiento y con la que más conectamos al observar un retrato.

Puntos de vista interesantes No te limites a un punto de vista habitual, prueba a inclinar la cámara, a bajar el ángulo o a subirlo. Comprobarás cómo la imagen cambia radicalmente. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de jodylehigh

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Trucos compositivos No solo es importante el sujeto que fotografíes, también lo es su entorno. A veces, encontrarás que la gente que te rodea no tiene nada particular o suficientemente interesante a simple vista como para que la imagen se sostenga por sí sola. Es entonces cuando el entorno y la composición cobran un papel aún más protagonista si cabe. Algunos trucos compositivos que te servirán en esta tarea y de los que ya te hablamos en el capítulo 3, son: 1. Marco natural. Para centrar la mirada y enmarcar la imagen añadiendo interés a la escena. El marco de

una puerta, una ventana, o las ramas de un árbol pueden ser perfectos marcos naturales de la escena. 2. Regla de los tercios. Recuerda la importancia del lugar que ocupan los elementos dentro del encuadre. No siempre has de seguir la regla de los tercios, pero sí evitar centrar por inercia o colocar

el centro de interés al azar dentro del encuadre. 3. Trabajar las líneas. Úsalas para guiar la mirada y transmitir suavidad, rapidez, lentitud, firmeza e incluso

agresividad. Además, puedes recurrir a estos dos trucos que te contamos a continuación. Escenarios

Algunos escenarios resultan tan interesantes que conforman el marco ideal para incluir casi a cualquier protagonista y ayudarte a aumentar el atractivo de tu imagen. Es por eso que debes ir con los ojos bien abiertos, no solo buscando rostros que fotografiar, sino lugares fotogénicos. Paredes con grafitis, con colores o texturas interesantes pueden ser ideales para complementar tu imagen.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de StockSnap

Minimalismo

En un ambiente con demasiados elementos, es fácil que la mirada se pierda en ellos y no consiga encontrar el centro de interés de forma fácil. Es por ello que solemos decirte que menos es más. Si dudas, si no consigues destacar el protagonista de tu imagen, procura darle la vuelta, cambiar el fondo, buscar otra perspectiva, o reducir la profundidad de campo, por ejemplo.

Haz muchas fotos Ya tendrás tiempo de borrarlas al llegar a casa. Eso sí, nunca lo hagas (a menos que tengas una urgencia de espacio en la tarjeta de memoria) directamente desde la cámara, es fácil equivocarse y eliminar la foto que no toca, o borrar fotos que estaban bien. Mejor desde casa con tranquilidad y en pantalla grande .

¿Te has quedado con más ganas de retrato? No te reprimas .

�RECOMENDACIÓN!

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de tpsdave

Capítulo 8

TRUCOS PARA CAPTAR IMPRESIONANTES PAISAJES Te encuentras delante de un paisaje espectacular. Como gran amante de la fotografía, no dudas ni un segundo en encender tu cámara, encuadrar y apretar el botón de disparo. Después miras la fotografía y, aunque el histograma dice que está bien expuesta, y así lo ves tú, no sabes por qué pero te llevas un chasco enorme. Algo no cuadra. Vuelves a admirar el paisaje y a mirar la fotografía y te parece estar  jugando al juego de las diferencias. ¿Dónde está el truco? Si no parece el mismo lugar, no es ni la mitad de bonito. Vuelves a disparar, cambias algún que otro parámetro y se repite la historia. La frustración se empieza a apoderar de ti. Y es que, no es lo mismo verlo que vivirlo, no es lo mismo sentirlo que te lo cuenten, ¿verdad? Pues esto es igual. Es muy diferente encontrarte delante de unas impresionantes montañas, respirando un aire puro que parece que te van a estallar los pulmones mientras la brisa te azota el rostro con suavidad y escuchas el aullido de un lobo, que ver unas diminutas formaciones rocosas en la pantalla de tu cámara (o más tarde en papel o en la pantalla de un ordenador). No, no es lo mismo. Para que no acabes frustrándote, has de ir más allá, no puedes quedarte en el hecho de fotocopiar el paisaje pretendiendo que el simple acto de apretar el botón encuadrando la escena capture todo lo que tienes delante. Tu objetivo debe ser transmitir todas esas sensaciones de alguna forma y eso es lo que te vamos a contar en este capítulo. Cómo darle vida al paisaje que acabas de descubrir para que te parezca, al menos, la mitad de bonito de lo que estás viviendo.

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Luz Hemos dedicado un capítulo entero (el cuarto) a hablarte de la luz y sus variaciones a lo largo del día. La luz es un elemento vivo que te ayudará a la hora de introducir en tu fotografía parte de la vivencia. Si los fotógrafos suelen perseguir la luz del atardecer y del amanecer para sus paisajes, es por una razón de peso. Como te decíamos en dicho capítulo, esta luz intensifica las sombras y al ser una luz lateral, crea volumen. Si a eso le añades los colores del cielo, el dorado que impregna todo el paisaje, el contraluz, o cómo la vegetación adquiere un halo brillante, entre otros aspectos, posees todos los ingredientes para que tus paisajes brillen con luz propia. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de asmuSe

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Te traemos como ejemplo la foto de una ciudad precisamente para recordarte que no todos los paisajes han de ser de naturaleza, también existen los paisajes urbanos y no puedes olvidarte de ellos. ¿Pero qué pasa si te encuentras con un paisaje espectacular y estás en pleno mediodía? ¿Te toca irte sin la foto porque no dispones de esa luz? Por suerte, no. Está bien que puedas aprovechar la hora dorada, o la hora azul, pero está mejor que puedas aprovechar cada momento. Si recuerdas, en ese mismo capítulo 4, te contábamos que la luz dura del mediodía es ideal para lograr colores más nítidos y brillantes. Para aguas de azul paradisíaco y arenas blancas, por ejemplo, es perfecta. También puede serlo para lograr imágenes en blanco y negro de alto contraste o capturar una zona desértica, pues esa luz reforzará la sensación de calor, de sequedad, de aridez. La planificación es básica, saber adaptarte a las circunstancias y obtener lo mejor de cada momento, también lo es. La luz es el instrumento con el que cuentas para emocionar, para transmitir las sensaciones que desees despertar en tu público, para que una parte de ese pellizco que estás sintiendo en tu estómago se quede atrapado en tu imagen.

Centro de interés Procura incluir un centro de interés en tu fotografía. Un elemento que destaque sobre el resto con el fin de que la mirada tenga dónde posarse y no se canse de dar vueltas por la fotografía. La mirada es como un pajarillo que revolotea pero necesita saber que tiene un sitio donde apoyarse cuando se cansa. Ese lugar será el centro de interés que elijas. ¿Cómo lograr que destaque? ¿Cómo guiar la mirada hasta el lugar de descanso? Aquí te dejamos algunas pistas que ya deben resultarte familiares: • Marco natural • Líneas • Regla de los tres tercios • Contraste (de luz, color…)

Líneas A través de las líneas (sí, otra vez las líneas ), puedes literalmente guiar la mirada hasta el centro de interés. Si vuelves a observar la fotografía del paisaje urbano al atardecer, verás cómo la carretera (que destaca por el color dorado) te conduce directamente hasta el rascacielos, el que resalta por encima del resto de edificios.

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O en el siguiente ejemplo del ciclista, donde la carretera y la montaña forman una “S” que te conduce hasta él. Puedes incluir líneas naturales de caminos, dibujos en la vegetación, o de la arquitectura urbana. Igualmente, cuentas con la opción de cambiar el encuadre para forzar las líneas o modificar la perspectiva con el objetivo de que el punto de fuga lleve al espectador hasta tu elemento protagonista. Como podrás comprobar, tienes más poder en tus manos del que piensas.

Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de David Marcu

Las líneas con forma de “S”  resultan tremendamente atractivas a la vista, siempre que puedas, inclúyelas en tu paisaje.

�TRUCO!

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Profundidad Pretendes llevar un paisaje de enormes dimensiones a un pequeño cuadradito. Esta es la realidad. Tus ojos están viendo un espacio tridimensional, el cerebro sabe que está dentro de la escena, mientras que cuando observas algo en dos dimensiones, esta sensación queda muy lejos. Existe un truco, que hemos mencionado en varios capítulos. Consiste en incluir elementos en los distintos planos para crear profundidad y que el espectador pueda imaginarse que está dentro del paisaje. Veamos un ejemplo. En primer plano tenemos la hierba; en el plano medio, la carretera; al fondo, las montañas y las nubes bajas. De esta forma se tiene la sensación de poder recorrer la foto, y no solo con la mirada, sino caminando. ¿No te dan ganas de meterte dentro de la fotografía? Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Jared Erondu

Como los objetivos gran angular exageran la profundidad y abarcan gran ángulo de la escena, son los más recomendados para fotografiar paisajes, aunque no son los únicos que te servirán .

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Personas Otra forma de transmitir la inmensidad de lo que contemplas y que esas enormes montañas parezcan tan enormes como son; o que se note que es un gran océano y no un pequeño lago, es incluir personas. Sin un elemento perfectamente reconocible en tamaño, es imposible saber si l o que aparece en la foto es una roca o una montaña, un árbol de dos metros o de veinte. Cuando incluyes a una persona (o un animal), al ser de un tamaño reconocible por el cerebro, estás mostrando el tamaño y la escala de lo que aparece en la imagen. Esto facilita que a quien lo contemple en tu fotografía le parezca tan impresionante como a ti. Además, incluir personas también tiene otras ventajas: contar con un centro de interés, narrar una historia, captar la atención del espectador al identificarse con una presencia humana o transmitir emociones. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de skeeze

Reglas Básicas No podemos continuar sin mencionar las reglas más básicas de composición, hemos hablado de ellas con detenimiento en el capítulo 3 y las hemos seguido mencionando, por lo que no las vamos a desgranar, pero tenemos que recordarte que, para que tu paisaje no quede desmerecido, consideres la regla de los tercios para destacar el centro de interés y la ley del horizonte para darle mayor protagonismo al cielo o a la tierra, según te interese, cediéndole dos tercios de la imagen.

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Y hablando del horizonte, aspecto importantísimo, que la línea del horizonte no esté torcida. Lo hemos comentado anteriormente, pero insistimos, porque una cosa es que en un ejercicio de creatividad fuerces el horizonte hasta formar una diagonal que cruce de esquina a esquina de la imagen (porque la escena y tu mente te lo pidan a gritos); y otra bien distinta es que, por descuido, tu línea del horizonte quede torcida. Esto es imperdonable, aunque sea un milímetro el cerebro de cualquiera que contemple tu paisaje lo detectará y no le gustará nada.

Cielos Un cielo repleto de nubes es mucho más dramático e interesante que un cielo despejado. Por mucho que nos encanten los cielos azul brillante, en una fotografía quedan bastante sosos. Si es el cielo que te ha tocado fotografiar, procura no darle mucho protagonismo, salvo que busques una foto minimalista y el cielo te sirva de espacio negativo. Y si hay nubes a la vista…. ¡ve a por ellas! Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de bosmanerwin

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Paisaje por capas La fotografía del monumento megalítico o Stonehenge nos viene muy bien para contarte este otro truco. Se trata de capturar un paisaje por capas. Al observar la imagen comprobarás que se distinguen perfectamente tres capas en el paisaje, el cielo, las piedras y la hierba, y que todas ocupan un espacio similar. Este tipo de composición suele ser bastante atractiva a la vista. Colores, texturas, patrones, etcétera, son algunas ideas para componer en capas. Lo importante es que queden bien diferenciados y que tengan más o menos la misma proporción.

Al mal tiempo buena cara Cuando uno viaja, lo primero que anhela con todas sus fuerzas es que el mal tiempo no le arruine la escapada. Te deseamos que disfrutes de la mejor meteorología que puedas esperar, ahora bien, si no es así, te animamos a aprovechar este imprevisto retratando su lado más fotogénico. Como te contamos en el capítulo 5, la meteorología adversa como la niebla, las nubes o la lluvia, puede no ser tan adversa y convertirse en un perfecto aliado para lograr una fotografía única y original, y también para darle vida a tu paisaje.

Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de  Carsten Stalljohann

Consigue niebla para tu fotografía de manera artificial, e mpañando con vaho un filtro UV (ultravioleta).

�TRUCO!

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Larga exposición Añade un extra a tus paisajes con exposiciones largas. Agua con efecto sedoso, nubes en movimiento o estrellas son algunas de las maravillas con las que puedes impresionar a quienes contemplen los paisajes de tu viaje. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Robson Hatsukami Morgan

Filtros Te vamos a presentar tres filtros con los que mejorar tus paisajes, algo a tener muy en cuenta, pues ocupan muy poco espacio en la maleta en comparación con el efecto que consiguen. • Polarizador: aumenta los contrastes, satura los colores y elimina los reflejos del agua. • Degradado neutro: sirve para compensar los altos contrastes entre zonas con mucha luz y zonas muy

oscuras. Los hay con colores para teñir el cielo de esas tonalidades que tanto impresionan. Siempre pensamos que es edición cuando muchas veces es un filtro . • Densidad neutra: imprescindible para realizar largas exposiciones a plena luz del día, pues se utiliza para reducir la entrada de luz. Si necesitas más información sobre filtros para paisajes, pincha aquí.

�CUIDADO!

No intentes realizar fotografías de larga exposición durante el día sin un filtro de densidad neutra o te saldrán todas quemadas (sobreexpuestas).

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Creatividad Por último, te invitamos nuevamente a saltarte las normas y dejar libre tu creatividad. Si las normas son necesarias, transgredirlas también lo es. Crea panorámicas, paisajes diferentes, abstractos, movidos, con poca profundidad de campo, minimalistas, con luz dura, en blanco y negro, etcétera. No todos los paisajes tienen que ser flores o mar al atardecer. Hay mucho más, seguro que en tu viaje encuentras numerosas oportunidades, ¡no las dejes escapar! Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Diggeo

Después de leer estos trucos, ¿qué piensas hacer? ¿Meterlos simplemente en la maleta? Bueno, eso no está mal si quitamos el simplemente  y es un gesto complementario. Lo que este Equipo Editorial te recomienda, encarecidamente, es que practiques lo que te acabamos de contar antes de seguir leyendo. En lugar de atiborrarte de información antes del viaje y ponerte a probar allende las fronteras, agarra tu equipo y sal en busca de un paisaje cercano, no tiene que ser paradisíaco, tiene que ser un lugar al que no te dé pereza ir, que te pille cerca y en el que te sientas bien. Solo tienes que practicar, no lograr una foto para el National Geographic  (aunque mira, si lo consigues, nos harás muy felices ).

�RECOMENDACIÓN!

Si has descubierto que lo tuyo son los paisajes y necesitas seguir profundizando en ellos, te recomendamos leer Cómo Captar Espléndidos Paisajes Con Tu Cámara de Fot os Réflex .

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de MIchaelGaida

Capítulo 9

 ARQUITECTURA Y MONUMENTOS Seamos o no conscientes, hacemos fotografía de arquitectura continuamente. Siempre que decimos “siéntate ahí en esas escaleras, ponte delante de esta puerta, súbete a ese banco, mira qué reflejo del puente más bonito sobre el río o qué bonito se ve el Big Ben al atardecer, ponte ahí que nos hacemos un selfie…” , estamos fotografiando arquitectura.

Puede que pienses que solo son retratos o recuerdos familiares o de amigos, pero lo cierto es que detrás de esas imágenes hay un marcado elemento arquitectónico que por mucho que adornes con tus seres queridos, probablemente, sea un elemento de interés por sí mismo.

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Material recomendado A continuación, te contamos cuál es el equipo recomendado para acompañarte en esta sugerente tarea. Cámara

Lo ideal, como siempre, es una cámara en la que puedas controlar todos los parámetros de la toma y que ofrezca la posibilidad de intercambiar objetivos. Si posees un Réflex, ya tienes la cámara. Si cuentas con una EVIL, también. Si no dispones de ninguna de estas cámaras, fotografía con lo que tengas, el material casi nunca es excusa para no salir a capturar buenas fotografías . Recuerda que una cuidada composición es capaz de suplir las carencias tecnológicas. Objetivo

El objetivo ideal para una perfecta fotografía de arquitectura, el que casi ninguno de nosotros tiene pero que no está de más conocer, es un objetivo conocido como Tilt & Shift (descentrable y basculante), y se caracteriza por ser capaz de mover la lente para mantener rectas las líneas de los edificios. No obstante, para nosotros, simples mortales, será suficiente con un objetivo con una distancia focal estándar (35 a 50mm) o incluso un angular. Con un objetivo angular, tendrás un campo de visión amplio que te permitirá fotografiar en su totalidad los elementos arquitectónicos de la escena; con uno estándar, tendrás que alejarte más, pero mantendrá las líneas rectas de la imagen siempre que la cámara se sitúe en un plano horizontal al elemento en cuestión. Trípode

El trípode es esencial para poder trabajar con seguridad y evitar que se caigan  las líneas verticales, así como para decidir la composición tranquilamente. El trípode ideal, debería ser robusto, con rótula y permitir una amplia libertad de movimientos. Es interesante también contar con un nivel de burbuja para asegurar que la cámara queda colocada completamente horizontal o vertical, según tu deseo. Filtro Polarizador

Puesto que el cielo y los reflejos van a ser una constante en este tipo de fotografía, es muy recomendable contar con un filtro polarizador. Este filtro, como te hemos contado en el capítulo anterior, elimina los reflejos y aumenta el contraste del cielo, añadiéndole interés a la escena.

La escala En fotografía de arquitectura, el elemento humano también ayuda a transmitir la escala de tamaño al espectador, al tiempo que añade interés (tendemos a fijarnos más en imágenes con un ser vivo que en

�TRUCO!

La mayoría de programas de edición permiten corregir las líneas de forma relativamente satisfactoria. No obstante, como siempre, cuanto menos corrijamos en el procesado, mejor, puesto que siempre se pierde parte del encuadre.

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imágenes sin él). Además te ayudará a transmitir la idea de edificio vivo , e incluso de movimiento, para contrastar con el estatismo de la edificación.

Las líneas En el mundo todo está compuesto de líneas, pero en arquitectura son el protagonista principal de la imagen. A la hora de retratar edificios u otros elementos arquitectónicos, es de vital importancia procurar que las líneas no se tuerzan, que no se caigan  y que se muestren, por lo tanto, verticales u horizontales dependiendo de cómo sean originalmente. Para ello es esencial mantener la cámara completamente horizontal o vertical (dependiendo del encuadre que busques). Solo así evitarás que las líneas paralelas se tuerzan y converjan al final de la imagen.

Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Pexels

�RECOMENDACIÓN!

La hora azul, que combina una iluminación artificial (ya que está relativamente oscuro) con la natural del cielo azul intenso, es una de las más favorecedoras para fotografiar arquitectura.

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La luz La luz no es solo esencial en fotografía, también lo es en arquitectura. Un mismo edificio a diferentes horas del día tiene lecturas completamente diferentes. Las texturas cambian, las sombras generan nuevos patrones y nuevas sensaciones. Las primeras y últimas horas del día generan sombras suaves y laterales (realzando las texturas) y una luz cálida. Podrás también jugar con los tonos rosados del cielo o aprovechar los instantes previos o posteriores a la salida y puesta de sol (que ya te hemos presentado como la hora azul) para enmarcar tus elementos arquitectónicos. Por su parte, las horas centrales del día generan una luz dura y sombras muy marcadas y contrastadas. La noche es otro momento que no puedes desaprovechar, puesto que muchos de los monumentos y edificios más emblemáticos se iluminan creando escenarios de gran belleza. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Donations_are_appreciated 

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En su contexto Normalmente, los edificios se proyectan teniendo en cuenta no solo la  función que van a desempeñar, sino también el lugar en el que serán edificados. Es por ello que, incluir sus alrededores, resulta una buena forma de hablar de ellos, de añadir atractivo y ayudarte a explicar la historia y su función dentro del lugar donde se ubican. El cielo está continuamente presente cuando fotografiamos elementos arquitectónicos. Por tanto, piensa en la mejor forma de introducirlo en tu imagen. Puedes, por ejemplo, probar con largas exposiciones para reflejar el movimiento de las nubes. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Pexels

El interior también Solemos pensar a lo grande cuando hablamos de arquitectura: en fachadas, puentes y grandes monumentos. Sin embargo, arquitectura encuentras en todos los rincones de un edificio, muchas veces incluso más elaborada en el interior. Por ello, detente a observar también los edificios por dentro, analiza cada esquina, piensa que cada puerta está pensada y colocada allí por algún motivo, cada ventana; presta atención a los muebles, a las lámparas, a las luces y sombras que se cuelan por la ventana y se proyectan en las paredes y suelos…

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Detalles No solo el conjunto o el interior merecen tu atención. Muchas veces el secreto reside en los detalles, en las texturas, en el material, en el dibujo de las baldosas del suelo, en las lámparas que iluminan el edificio, etcétera.

Composición En arquitectura, la composición es clave para obtener buenos resultados, ya que es muy probable que sea el centro de interés por sí misma de nuestra imagen. Si quieres conseguir excelentes fotografías de elementos arquitectónicos, cuídala, y mucho. Patrones

Son un clásico en arquitectura por estar presentes en la mayoría de las construcciones: ventanas, puertas, columnas, todo aquello que se repite de forma más o menos ordenada y rítmica. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Skeeze

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Marcos naturales

Para añadir interés compositivo a las imágenes y enmarcar algunas de las escenas, recurre a los marcos naturales: marcos de puerta o de ventana, puentes, ramas de los árboles, etcétera, ¿recuerdas al monje enmarcado por los arcos del capítulo 3? Sombras

Ya hemos comentado antes la importancia de la luz en fotografía arquitectónica. Los juegos de luces y sombras, el ritmo y la abstracción que generan, son buenos protagonistas de este tipo de fotografía.  Vertical y horizontal

No olvides que los dos encuadres existen y que ambos te serán de utilidad en diferentes ocasiones, permitiéndote mostrar la realidad de forma completamente distinta. Si no consigues atractivas composiciones es posible que te estés equivocando de formato. Prueba a darle la vuelta a tu cámara antes de tirar la toalla . Punto de vista

Si bien antes hablábamos de la importancia de que las líneas no caigan en una imagen arquitectónica, lo cierto es que la creatividad no tiene límites y, una cosa es que se te tuerzan por error y, otra muy distinta que no puedas jugar con diferentes encuadres, con los puntos de fuga, con puntos de vista atrevidos, con perspectivas desde el suelo o desde lo alto de un edificio contiguo. Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de 3093594

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Blanco y negro

La escala de grises, en las composiciones arquitectónicas, suele ser un gran aliado a la hora de trabajar las líneas. El blanco y negro, por su ausencia de color, nos transporta a un mundo más abstracto y formal, permite centrarnos en las líneas, las texturas, las luces y las sombras. Reflejos

Buscar la originalidad no es fácil, sin embargo, si entrenas y trabajas tu mirada fotográfica, al final vas añadiendo recursos a tus espaldas que pueden serte de gran utilidad. Los reflejos son uno de esos recursos en los que conviene reparar. Los reflejos de las ventanas, en los charcos de lluvia, en el retrovisor de un coche o de un autobús, en un espejo… No dudes en buscar imágenes diferentes, seguro que el resultado te sorprende. A ti, y al público.

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7 GRANDES FOTOGRAFÍAS DE VIA JES CÓMO LOGRAR LA TUYA PASO A PASO

A lo largo de los capítulos anteriores, te hemos hablado de preparativos, de equipo, luz, composición y hemos compartido contigo un buen número de trucos para lograr impresionantes fotografías en tu próximo viaje. Ahora vamos a dar un giro, con toda esta información que te hemos presentado, y que, si nos has hecho caso, has practicado, vamos a pasar a una parte más práctica, si cabe. Algo muy visual. En los siguientes capítulos te vamos a presentar 7 maravillosas fotografías de viaje contándote cómo puedes tú también lograr una imagen similar. Más práctico imposible . Este ejercicio te servirá también para comprobar que no es imposible lograr esas fotos tan espectaculares que encuentras en la red, tú también puedes conseguirlas. ¿Impaciente? ¡Adelante!

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Brooke Lark.

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Capítulo 10

GASTRONOMÍA  La gastronomía es parte de la cultura de un país. No es solo alimento para el cuerpo, es también alimento de fiestas, una excusa para reunirse, es parte de la personalidad de un lugar. Hay incluso quien hace turismo gastronómico, por algo será… Pensamos que no puedes volver de tu viaje sin por lo menos una foto que capture la esencia de la gastronomía del lugar que vas a visitar, y por eso la hemos incluido tanto el checklist del capítulo 6, como en el siguiente ejemplo práctico que veremos a continuación. Te proponemos la siguiente fotografía, interesante tanto por su perspectiva como por la atrevida combinación de colores que contiene. ¿Te animas a tomar una igual? Vamos a verla.

Composición

Lo primero que salta a la vista en esta fotografía es el contraste de color. El fondo neutro gris que cede todo el protagonismo a los colores del plato, unos colores muy vivos que combinan entre sí perfectamente. En este caso resulta un acierto incluir parte de la mesa. El detalle de los pétalos repartidos por ella, alrededor del plato, ayuda a mantener el equilibrio visual. Si el plato es digno de fotografiar pero sus alrededores no, no dudes en rellenar el encuadre y cortar por lo sano para incluir solo aquello que resulte atractivo y mantenga el equilibrio. También piensa en trucos como el de esparcir unos pétalos alrededor del plato y en él, para aportar así mayor interés y mayor contraste de colores si cabe. Puedes también cambiar el punto de vista desde el que estás tomando la foto, aunque la perspectiva cenital utilizada en la foto de ejemplo permite ver el plato en su totalidad y la comida enmarcada de forma natural, a la misma vez que supone un mayor  impacto visual. Otros detalles compositivos que puedes observar e intentar aplicar, por ejemplo, son la servilleta de tela se ha arrugado para darle un mayor volumen, o el predominio de las diferentes formas circulares, todas en una posición muy cuidada, manteniendo el equilibrio y con un patrón circular roto por los cubiertos. Imagínate la misma fotografía sin los cubiertos en el plato. ¿Faltaría algo verdad? Son estos pequeños detalles de los que te puedes acordar en una fracción de segundo y los que pueden suponer una gran diferencia entre una foto normal y una impresionante. Y ahora viene algo impresionante. Prepárate: si te fijas, la foto es un clarísimo  juego de tres, tres elementos (plato, vaso, cubierto) y de tres en tres (tres platos, tres vasos y tres cubiertos). Por si no lo sabías el tres es un número mágico en fotografía, una forma muy sutil de captar la atención, un truco que tú puedes introducir en tu fotografía gastronómica.

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Luz

En este caso se mezclan dos tipos de luz, natural y artificial. Si no dispones de suficiente luz natural, puedes incluso utilizar el flash incorporado de tu cámara o de tu teléfono móvil, si es que no dispones de uno externo que puedas rebotar, aunque te vamos a contar un truco para el flash incorporado. Busca un pañuelo de papel o una servilleta blanca (idealmente semi-traslúcida) y envuelve el flash, verás como la luz resulta más difusa y agradable sobre la foto. La luz frontal ayuda a ver con más detalle la comida mientras que una luz lateral resalta las texturas, ¿qué te interesa más a la hora de mostrar tu plato? Objetivo

Para lograr una imagen similar a la del ejemplo utiliza un objetivo estándar, tipo 35mm o 50mm.  Ajustes  Velocidad de obturación: se trata de una escena estática en la que no es necesario congelar ni capturar

el movimiento, en este caso es recomendable ajustar primero la apertura deseada y, en base a ella, ajustar la velocidad de disparo para lograr una exposición correcta.  Apertura de diafragma: como puedes observar, solo aparece nítida la comida y la parte superior de los vasos, para un efecto como este usa una apertura amplia (por ejemplo, f/2.8, incluso un número inferior si puedes). De esta forma la comida adquiere aun mayor protagonismo. ISO: con suficiente luz y una apertura amplia, no parece necesario subirlo. En caso contrario, es preferible

que tires de flash al ser un objeto cercano antes que aumentar mucho el ISO, o añadirás un ingrediente (el grano) que amargará la comida . Balance de blancos: si se trata de una mezcla de luces, artificial y natural, es conveniente que vigiles el

balance de blancos y lo ajustes de forma manual. Modo de medición: puesto que la luz es homogénea puedes utilizar el modo de medición evaluativa.

Procesado

En este caso, una vez ajustada la exposición a tu gusto y revisado el balance de blancos, si has disparado en RAW, puedes ajustar un pelín el contraste y la saturación para que los colores queden muy vivos, pero con mucho cuidado que demasiada saturación puede estropear la imagen al volverla irreal. ¿No te ha entrado hambre? Un plato tan apetecible lo es aún más si cuidas la estética que lo rodea, si pones tanto cariño como quien lo ha cocinado. Cuando disparas estás aspirando su aroma, incluso es probable que lo hayas probado, pero si quieres que quien observe tu imagen gastronómica acabe salivando, mima la composición, ilumina bien la comida, apunta desde el ángulo acertado y lograrás que su estómago vibre tanto como su mirada.

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Capítulo 11

 AMANECERES Y ATARDECERES ORIGINALES Los amaneceres y atardeceres son ocasiones únicas para obtener grandes imágenes. La suavidad de la luz que proyectan y la direccionalidad de esta, brindan escenas con mucho potencial fotográfico. Eso sí, no somos los únicos que conocemos este secreto, así que también es caer en una fotografía de amanecer demasiado aburrida. ¿Por qué no intentar captar mejor unas preciosas y sorprendentes imágenes de amaneceres, con un punto de originalidad y personalidad? Si eres de los que creen que ya está todo hecho en fotografía de amaneceres, te traemos esta imagen para demostrarte lo contrario . Esta fotografía nos encanta porque el fotógrafo se ha metido en el agua para capturar el instante, y por el modo en que consigue transportarnos más vívidamente al momento que capta con su objetivo. ¿Qué te sugiere a ti? ¿Crees que podrías conseguir algo así? ¿No? Vamos a demostrarte que sí . Composición

La primera regla de composición que nos viene a la cabeza al ver esta imagen es la  ley del horizonte, según la cual, si la recuerdas del capítulo 3, se recomienda dejar aproximadamente dos tercios del espacio total de la imagen para la zona de la escena que queremos destacar. Si bien en esta ocasión no se cumple al 100%, porque el fotógrafo quiere (acertadamente) incluir el reflejo de los niños en el encuadre, sí vemos que la zona del cielo ocupa más espacio que la inferior. ¿Qué te parece? ¿La hubieras planteado igual? ¿Habrías preferido destacar el cielo para poder así captar la trayectoria del agua como en el caso de esta fotografía? ¿Te hubieras acercado más? ¿Menos? Otro recurso que puedes utilizar a la hora de captar un amanecer o atardecer diferente en tus viajes es incluyendo el elemento compositivo conocido como la simetría. La foto trae un buen ejemplo: fíjate en lo simétrico de la composición, no solo entre los niños que juegan en el agua sino también en su reflejo en el mar. Todo ello conjugado con un desafío claro a esa norma que nos invita a alejar el centro de interés del centro de la imagen. En este caso sí se ha colocado en el centro de la imagen y vemos que funciona perfectamente. Romper las normas, a veces, da grandísimos resultados, y este es un ejemplo claro de ello . Recuerda, no temas ser original y déjate llevar por la creatividad. Luz

Para conseguir una imagen con esta tonalidad, deberías trabajar al atardecer. Gracias a la suavidad y calidez de estas horas del día, la imagen no solo adopta un fotogénico tono cálido, sino que también te permite disparar con el sol de frente consiguiendo un fantástico contraluz. En este caso concreto, el fotógrafo consigue conservar información de los dos niños que juegan con el agua y de las nubes que rodean al sol.

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Objetivo

Puedes deducir que se ha utilizado un gran angular (20mm) por la forma en que se distorsiona ligeramente la línea del horizonte y, sobre todo, por la sensación de profundidad que ofrece. Si quieres imágenes que cubran una gran porción de paisaje y trabajar los diferentes planos de tu fotografía, te recordamos que este es el objetivo que mejor te va a funcionar.  Ajustes  Velocidad de obturación: si quieres congelar el movimiento del agua como en la fotografía del ejemplo,

deberás seleccionar una velocidad de obturación rápida, una por encima de 1/250, aunque eso depende siempre de la focal utilizada así que tendrás que experimentar. Recuerda que cuanto más rápido se abre  y cierra el obturador de la cámara, más se congela el movimiento. Si, por el contrario, quisieras plasmar el movimiento de los niños, deberías bajar la velocidad de obturación, quizás a valores como 1/30s o menos. Si ves que se te queda la foto sobreexpuesta, utiliza un filtro de Densidad Neutra.  Apertura de diafragma: para conseguir un resultado como el de la foto del ejemplo, con unos

primeros planos perfectamente enfocados y con un fondo (las palmeras) ligeramente desenfocado, deberás trabajar con una apertura de diafragma media (valor f/ alrededor de 5.6 u 8). De este modo conseguirás reforzar el centro de interés a través del enfoque y la profundidad de campo, aislando a los protagonistas de la escena. Mira de nuevo la fotografía del ejemplo. ISO: en situaciones de luz suficiente o con ópticas lo suficientemente luminosas, una ISO baja conserva la nitidez de la escena, por lo que es recomendable conservarla en valores bajos (125, 200) siempre que te

sea posible. Balance de blancos: en casos como el de esta imagen que nos ocupa, es recomendable que utilices un balance de blancos manual para evitar que la cámara corrija los tonos dominantes. Otra opción es que

trabajes en RAW (como siempre, muy aconsejable gusto en el procesado de la foto.

) con el fin de que puedas ajustar los tonos a tu

Procesado

Siempre es recomendable disparar en RAW si pretendes procesar la imagen, pero en fotografías como esta donde hay tonalidades dominantes y la diferencia entre luces y sombras es acusada, es aun más recomendable. Por eso te lo hemos vuelto a comentar al hablarte del balance de blancos en el párrafo anterior. El archivo RAW te será muy útil para trabajar con los marcadores de altas luces y sombras para acabar de ajustar la exposición a tu gusto sin perder apenas calidad de imagen. Si observas detenidamente la escena, podrás ver que también se ha cuidado el contraste y sobre todo el balance de blancos, que es la herramienta esencial para adecuar los tonos de la imagen, en la medida de lo posible, a aquello que queríamos retratar o nuestro gusto personal. Tenlo en cuenta siempre en este tipo de fotografías.

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Determinadas fotografías solo se reservan para los  valientes, para los que se atreven a meter los pies en el agua al atardecer cámara en mano, para los que no se quedan en la orilla tirando de zoom. Si esperas lograr buenas imágenes, tendrás que ser diferente, mojarte los pies, tirarte al suelo o subirte a un árbol. En definitiva, el esfuerzo siempre, siempre, marca la diferencia. ¡Ve a por ella!

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Capítulo 12

BLANCO Y NEGRO Aunque tu viaje esté repleto de colores, algunas imágenes merecen lucir en escala de grises. Es una forma de capturar una escena de forma atemporal, de darle su toque de romanticismo e, incluso, de mostrar su alma desnuda. Si bien los colores pueden ser una fabulosa ornamenta, e incluso protagonistas de una imagen, en algunas ocasiones solo consiguen desviar la atención. Observa esta fotografía, ¿sientes su fuerza? Está despojada de distracciones, desnuda para ti, con toda su belleza al descubierto. Composición

Dos reglas básicas son las que sostienen la composición de esta fotografía. La primera es la regla de los tercios que sitúa el Taj Mahal fuera del centro del encuadre. La segunda es la ley del horizonte, según la cual se ha dejado un mayor protagonismo a la parte superior de la imagen, donde se encuentran el edificio y el cielo repleto de nubes y pájaros. ¿Has tomado nota? Las claves de esta fotografía son dos reglas muy básicas que a estas alturas conoces de sobra. El resto también te va a resultar familiar. Para lograr una imagen tan impresionante como esta, dispara desde un lugar poco habitual, con una perspectiva diferente, pues este cambio atrae la mirada y la atención de forma inmediata e irremediable. Disparar desde un ángulo bajo también ayuda a ensalzar los edificios, aunque se vean desde lejos. ¿Cuántas fotos del famoso Taj Mahal habías visto ya antes? Todas eran parecidas entre sí, ¿verdad? ¿Cuántas fotos de Taj Mahal parecidas a esta habías visto antes? Siempre que puedas, incluye nubes para aportar interés al cielo, como te comentábamos en el capítulo 8 de paisajes, y ten la paciencia de capturar pájaros volando para lograr un equilibrio perfecto. Otro aspecto a valorar es la profundidad creada al incluir elementos de los distintos planos en el encuadre. Te hemos hablado de este truco varias veces a lo largo de los diferentes capítulos. De esta forma logras que quien la observe se sienta parte de la fotografía, que tenga la sensación de que es una puerta abierta a otro mundo y no un dibujo en papel. Como último detalle, cuida la lectura de izquierda a derecha, tal y como estamos acostumbrados en Occidente, aunque la foto haya sido tomada en Oriente . Luz

Un contraluz así solo podrás obtenerlo al atardecer o al amanecer. Esta luz trasera ayuda a que la escena contenga todos los tonos de la escala de grises, desde los más oscuros de las sombras hasta los más claros de la luz del sol. Objetivo

Un gran angular (en este caso se ha utilizado una distancia focal de 16mm), te ayudará a transmitir una sensación de profundidad, como en este caso, a la vez que permitirá capturar un gran ángulo de escena e incluir los elementos que acompañan al edificio o al protagonista que hayas elegido.

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 Ajustes  Velocidad de obturación: para poder congelar el movimiento de pájaros deberás usar una velocidad de

obturación muy rápida, en este caso ha sido de 1/2500.  Apertura de diafragma: en una imagen así lo normal es que quieras conseguir que todos los planos

estén enfocados. Para ello deberías utilizar una apertura de diafragma de por lo menos f/8. Como siempre, prueba varias configuraciones de apertura hasta conseguir la que mejor resultado te dé. ISO: con una velocidad de obturación rápida y una apertura media, si no hay suficiente luz no te quedará

más remedio que subir el valor ISO. La fotografía del ejemplo se ha disparado con un valor de ISO bajo de 200, dado que había mucha luz en la escena. Si en tu caso no dispusieras de luz suficiente tendrías que subir el valor ISO un poco más, o quizás probar bajando la velocidad de disparo, pues en blanco y negro el ruido es más evidente que en color. Dependerá de lo que soporte tu cámara, o de lo que tú puedas soportar creativamente hablando. Balance de blancos: puedes pensar que en una fotografía en blanco y negro el balance de blancos no es

importante, pero sí que lo es. Lo más recomendable es disparar en RAW y en la edición comprobar qué balance de blancos ofrece un resultado más acorde a tus deseos. Si no quieres disparar en RAW puedes optar por capturar una foto con temperatura cálida, otra neutra y otra fría para ver en la conversión cuál te convence más. Modo de medición: con una medición puntual podrás controlar en un contraluz si deseas una silueta

oscura midiendo el cielo, o que se distingan los detalles del edificio midiendo sobre este. Procesado

Para lograr una fotografía en blanco y negro similar a esta, tendrás que pasar por el procesado sí o sí, aunque solo sea para convertir a blanco y negro, pues el monocromo de tu cámara no es opción (salvo para comprobar si es una escena que funciona en escala de grises o no). Si quieres un gran resultado dispara en color y, además, en RAW, así tendrás un control total de las luces y las sombras y podrás lograr un buen rango dinámico. Tienes dos opciones, traerte a casa la misma imagen que el resto de turistas o poner toda tu alma para capturar algo diferente, una fotografía que, al igual que esta, arranque suspiros. ¿Por cuál optas?

Si necesitas ayuda para editar el blanco y negro, echa un vistazo a este artículo del blog: Cómo Convertir a

�RECOMENDACIÓN!

Blanco y Negro con Lightroom.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Mike Wilson

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Capítulo 13

STREET PHOTOGRAPHY  La Fotografía Callejera o Street Photography  es uno de los temas más recurrentes y atrayentes de la fotografía para alguien que empieza y que se ha dejado seducir por grandes como Cartier Bresson, Frank Cappa o Vivian Maier o, simplemente, para todos aquellos fanáticos cazadores de rostros y vidas ajenas, de instantes precisos, de momentos únicos. La fotografía callejera engancha como pocas, pero también es complicada y requiere de valentía, perseverancia, rapidez y educación infinitas. Porque pocos instantes son tan fugaces y únicos como los que nos ofrece este tipo de fotografía y es precisamente allí, en su fugacidad, donde radica su magia. ¿Qué es lo que nos atrae de la fotografía que te proponemos? Nos encanta este instante evocador que provoca la calidez de la luz en oposición al fondo oscuro. Cómo evoca seguridad y bienestar en oposición al resto de la imagen, repleta de soledad y misterio. La composición, vertical y muy acertada, ayuda a centrar la atención en el hombre del puesto de comida, y las líneas del tranvía invitan a viajar al fondo del encuadre… Chula, ¿eh? Composición

Al analizar esta imagen, lo primero que probablemente te llama la atención es el encuadre vertical, muchas veces un gran olvidado en fotografía, sobre todo en este tipo de fotografía callejera. En este caso el encuadre vertical funciona a la perfección, permitiéndonos analizar una imagen donde todos los elementos son relevantes y no sobra nada, cosa que en horizontal probablemente no hubiera sido así. Anímate siempre a probar ambos formatos cuando quieras retratar algo, verás cómo se abre un mundo entero de posibilidades y aciertos. Si analizas la distribución de peso en la imagen, verás que también es muy acertada. Como puedes ver, el protagonista se sitúa en la zona central de la imagen, rompiendo así las reglas de composición , y repartiendo el peso de la escena en una diagonal superior, con el camión de comida rápida en ella, y una inferior dominada por unas líneas diagonales muy sugerentes que nos transportan hacia el fondo de la imagen. Otro claro ejemplo de que romper las normas de composición con cabeza, funciona, y funciona muy bien. Luz

Si la luz juega un papel definitivo en cualquier imagen, en este caso puedes ver claramente el porqué. La luz cálida que proyecta el puesto de comida baña al protagonista principal, destacándolo y acogiéndolo de la oscura noche que le rodea. Es tenue y a la vez sugerente, permitiéndonos viajar a través del encuadre hasta perdernos en la lejanía del fondo donde termina la historia.

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Cuando andes a la caza de imágenes callejeras, no te limites a reclutar buenos protagonistas, busca situaciones, luces especiales y sugerentes. En esta imagen que nos sirve de ejemplo, se observa claramente que el sujeto es, prácticamente, lo de menos. Lo que importa es el aura que le rodea, creada por la luz y la composición. Objetivo

El objetivo estándar de 35mm-50mm es el más usado en este tipo de fotografía. Puedes reconocerlo en esta fotografía gracias a la poca distorsión de las líneas tanto verticales como diagonales que dominan la escena, y porque conservamos una buena profundidad en la imagen (recuerda que con un teleobjetivo los diferentes planos se apelmazan ). Si dispones de un objetivo fijo con esta distancia focal, es el momento de exprimirlo al máximo, sin miedo, son ópticas discretas, suelen ser luminosas (lo que te dará mucho juego con la profundidad de campo), y te obligan a acercarte a la acción (y esto te va a enseñar mucho).  Ajustes  Velocidad de obturación: puesto que la escena es oscura por lo general, necesitarás una velocidad

de obturación relativamente lenta. Un 1/60 debería ser suficiente. En cualquier caso, la escena tiene relativamente poco movimiento así que tampoco debería de haber problema a la hora de congelar la acción. Si no sabes exactamente a qué velocidad disparar, recuerda hacerlo siempre un poco por encima de 1/distancia focal de tu objetivo. Es decir, si trabajas con un 50mm y no sufres de un pulso terrible, con una velocidad de 1/50s o 1/60s sería suficiente para congelar un movimiento no excesivo. No es muy científico, pero es sencillo y suele funcionar .  Apertura de diafragma: analizando la imagen podemos imaginar que la apertura utilizada se sitúa en torno a f/4 (un paso más o menos). Lo podemos deducir por la cantidad de zona enfocada en la escena y

por la cantidad de luz de la escena, que como se ve, si bien es suficiente, no es mucha. Si observas con atención, verás que el suelo situado justo antes del protagonista está desenfocado, y que las luces del camión de detrás del protagonista aparecen claramente desenfocadas creando un efecto Bokeh . Si quieres aislar a tus protagonistas en los retratos de calle, es buena idea que te sitúes en diafragmas intermedios (f/4, f/5.6, f/8): por un lado podrás desenfocar el fondo para dar protagonismo al sujeto, por otro, tendrás suficiente profundidad de campo como para que no te cueste demasiado enfocarlo. ISO: en una escena nocturna con poca luz, para conseguir unos parámetros de velocidad y apertura suficientes, suele ser necesario subir el valor ISO, aumentando con ello el ruido o la pérdida de nitidez

en la escena. En este caso, si bien se aprecia algo de ruido, vemos que conserva la nitidez bastante bien. Para conseguir una fotografía similar prueba con ISO del rango 400-800, dependiendo también del grado de ruido que quieras conseguir. Balance de blancos: por la multitud de luces y variantes que aparecen en las escenas callejeras nocturnas, con sus respectivas temperaturas de color, deberías escoger preferiblemente el formato RAW y decidir qué tonalidad te interesa en el procesado y no in situ .

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Modo de medición: esta imagen, tal y como la observamos, solo es posible utilizando un modo de medición puntual (aquella que mide la información de un punto muy concreto de la escena que le

indicamos previamente). Si el fotógrafo hubiera utilizado otro modo, la imagen sería completamente distinta en cuanto a luz y sensaciones. Si deseas priorizar una luz por encima de la iluminación que le rodea, este es el modo de medición más adecuado, ya que es muy útil para imágenes con una gran diferencia entre luces y sombras. Procesado

Volvemos a recomendarte encarecidamente que trabajes en RAW, sobre todo en escenas con luces complicadas  como esta. Aquí se han trabajado el contraste y la saturación de los colores, así como el viñeteado de los bordes de la escena para enfatizar aun más el centro de interés. Es impresionante lo que una simple luz, en oposición a la oscuridad del entorno, es capaz de hacernos sentir, cómo puede transmitir la seguridad y la calidez de una zona y el misterio de otra en un simple vistazo, cómo una composición es capaz de guiarnos por la imagen al antojo del fotógrafo o fotógrafa que la pensó. ¿Qué te parece?, ¿sientes la inspiración?, pues a por la cámara, aprovecha, que las musas tan pronto vienen como se van, y ya sabes aquello de que es mejor que te pillen trabajando…

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Boris Thaser 

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Capítulo 14

RETRATOS DE LUGAREÑOS Son muchos los motivos por los que nos fascinan los retratos. Probablemente, el más poderoso cuando salimos de viaje sea que las personas de ese lugar son parte esencial de la experiencia. Su forma de vivir, sus costumbres, su etnia, sus facciones… todo nos atrapa. Ellos son el alma del lugar, la mirada a través de la que puede viajar el espectador. Un retrato de un lugareño es absolutamente irresistible y altamente inspirador. ¿Quieres ver cómo lograrlo? Composición

En un retrato, indiscutiblemente, el corazón son los ojos. La mirada es la puerta al alma de toda persona, el escaparate de sus emociones, el dibujo de su sonrisa. Por ello tienes que alejar los ojos del centro, como en este caso que, siguiendo la regla de los tercios se ha colocado la mirada en uno de los puntos fuertes de la imagen. En este primer plano, destaca también el fuerte contraste del naranja de la camisa contra el fondo oscuro. El contraste de colores es un truco que puedes usar para darle vida y destacar los retratos de tu viaje, las ropas exóticas, los colores vivos, todo aquello que resulta llamativo porque no estamos acostumbrados a verlo a diario. También, parte de la fuerza de este retrato radica en la expresividad del rostro, ya no solo por el gesto, y por la cabeza levemente alzada intentando desafiar pero con timidez, sino por ese bigote tan llamativo y simpático que enmarca la media sonrisa que deja entrever un solo diente. En tu excursión fotográfica recuerda buscar rostros expresivos, interesantes, aquellos que creas que pueden captar la atención de tu espectador como han captado la tuya. Luz

Este retrato se ha realizado en un interior pero con una peculiaridad: si te fijas, este señor estaba probablemente sentado en la puerta del establecimiento, pues recibe luz natural. La foto ha sido tomada sin flash, mientras que el rostro está iluminado de forma frontal, aportando más detalle de la piel. Si amplias la imagen puedes ver el reflejo en los ojos y descubrir el horizonte y el cielo. Nuestra recomendación es que sigas esta premisa a la hora de captar retratos en tu próximo viaje, utiliza

el flash con desconocidos estrictamente lo necesario. La luz natural te permitirá naturalidad en el retrato y más acercamiento, pues el flash lo menos que conseguirá será intimidar a la persona a la que vayas a fotografiar, por no hablar de los resultados más fríos y distantes que vas a obtener. La luz suave y difusa, como la que se ha usado en esta fotografía, dulcifica el rostro y transmite mayor serenidad. Por el contrario, una luz dura habría dado un punto más agresivo a su rostro.

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Encuentra una luz suave a primera o última hora del día, en un interior, en un lugar a la sombra o aprovecha si está nublado. Objetivo

En este caso se ha utilizado un gran angular (27 mm), si bien no es el más usado para este tipo de fotografía, nos ayuda a demostrarte que se puede lograr un gran retrato con un objetivo que no sea el específico o el más recomendado para la ocasión. Lo ideal es que utilices un objetivo estándar de 50mm o un 35mm, sin embargo, te animamos a disparar con el objetivo que tengas en tus manos, pues ya ves que es más que viable.  Ajustes  Velocidad de obturación: este retrato se ha disparado a una velocidad de 1/250. Pero como no hay

movimiento que congelar, no es necesaria una velocidad rápida, usa la suficiente para que no salga movida, dependiendo de la focal y de tu pulso . Recuerda la regla de disparar por encima de 1/distancia focal del objetivo.  Apertura de diafragma: para destacar la mirada y el rostro del retratado y darle el protagonismo que se

merece, desenfoca el fondo (más si no es precisamente liso como este) con una apertura amplia, como f/2.8 o similar. Esta apertura permite que todo el rostro esté en foco (salvo las orejas y el cuello) y no solo los ojos, como habría ocurrido, por ejemplo, con f/1.8. Acercándote más al sujeto podrías conseguir desenfocar más el fondo si tu objetivo no te permite una mayor apertura, pero también conseguirías incomodar al sujeto y eso no te conviene. ISO: el ruido que se observa en la imagen es porque se ha disparado con un valor ISO alto, de 2500. Lo

más probable es que se haya utilizado un valor tan alto por la falta de luz. El sol ya se habría escondido tras el horizonte, el propio fotógrafo tapa parte de la iluminación. Si utilizas una velocidad más lenta igual te puedes permitir bajar el ISO, ahora bien, si eres de pulso débil mejor una foto con ruido que una trepidada . Balance de blancos: o trabajas en RAW o ajustas el balance de blancos manualmente, si está en sombra

o nublado puedes utilizar estos ajustes predeterminados, pero si te fijas, la piel no tiene una dominante naranja ni azulada. Si no quieres estropear tu retrato con una temperatura de color que no corresponde, no olvides ajustarlo o disparar en RAW. Somos muy insistentes con este tema, pero es que el formato RAW tiene muchas ventajas. Modo de medición: para un retrato con luz suave y homogénea como en este caso, puedes utilizar el

modo de medición evaluativa o ponderada al centro.

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Procesado

En el procesado se ha ajustado seguramente la exposición y se ha cuidado que el balance de blancos ofrezca una temperatura neutra a la imagen. Aspectos que debes valorar a la hora de procesar tus retratos de viajes. Otro aspecto a cuidar es el enfoque en los ojos, sobre todo si es para un uso digital, no temas darles un mayor enfoque o claridad para que destaquen bien. También puedes aumentar la nitidez con el fin de dar mayor protagonismo a las arrugas y otras marcas de la piel, como en este caso, así como los pelos del bigote y las cejas. Un detalle que aporta más dramatismo al retrato. Conseguir un retrato no es traerte un souvenir , es robar parte del alma del sujeto. Conecta con él, procura capturar sus miedos y sus anhelos, parte de su personalidad y de su experiencia vital. De esta forma te aseguras atraer la atención del espectador y que sienta el alma de esa ciudad o país al que has viajado.

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Capítulo 15

PAISAJE Todos nos hemos encontrado alguna vez delante de un paisaje abrumador y todos hemos tenido más de un resultado decepcionante al intentar plasmar esa belleza en una fotografía. Existen muchos motivos por los que esa decepción es posible, algunos los hemos mencionado ya: pasar de la tridimensionalidad del mundo real a la bidimensionalidad del formato fotográfico, una composición aburrida, una mala exposición, o una pésima elección del sujeto fotográfico. A veces lo que parece más evidente resulta ser lo más difícil de fotografiar, por ello todos los trucos son pocos para conseguir un buen resultado . Ahora bien, dentro de los millones de imágenes que circulan por la red siempre aparece alguna que destaca por encima del resto. Un punto de vista original, una situación climática adversa, una luz diferente, etcétera, pueden convertirse en una maravillosa imagen como la que ilustra este ejemplo. ¿Te gustaría tomar una así? Composición

Como puedes observar, la imagen se divide claramente en cielo y tierra, ocupando cada parte aproximadamente una mitad del encuadre. El horizonte queda así en el centro de la escena, rompiendo la conocida norma. Si observas la imagen a través de sus líneas, verás también una conjunción muy interesante de estas. Por un lado tenemos una horizontal clara marcada por el horizonte, pero a la vez muchas líneas  verticales generadas por la multitud de montañas que aparecen en la escena. Finalmente, nos encontramos con una sinuosa línea curva generada por el río que es la que nos transporta por el encuadre y ayuda a añadir sensación de profundidad a la composición. Si te entretienes en las líneas, si aprendes a visualizarlas y a utilizarlas en tu provecho, verás cómo tus composiciones mejoran sustancialmente. Luz

Siempre imaginamos amaneceres y atardeceres con cielos despejados cuando pensamos en un paisaje, con el tiempo te irás dando cuenta que limitarte a esos pocos instantes del día es un error. Situaciones que sobre el papel no son las mejores, pueden convertirse en tu mejor imagen, así que nunca desaproveches una oportunidad, nunca dejes la cámara en casa pensando que no vas a disponer de la mejor luz, o del mejor clima. En este caso, la luz es fría y dispersa, está nublado y hay niebla. Normalmente guardarías la cámara y te irías a casa. Pero mira qué imagen es posible lograr estando en el lugar adecuado, en el momento adecuado y con la motivación adecuada .

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Objetivo

El gran angular es el objetivo que siempre te recomendamos para fotografiar paisajes, puesto que, como tendrás claro a estas alturas, su gran ángulo permite abarcar mayor porción en la escena. Además, ofrece mucha profundidad de campo y separa mejor los planos de la imagen, permitiendo así generar mayor sensación de profundidad. Si no posees un gran angular, utiliza la mínima distancia focal de la que dispongas (muchos objetivos del kit  sí lo tienen incluido en forma de 18mm). Trípode: siempre que fotografías paisajes, la  nitidez se vuelve clave. Es por ello que te animamos a

llevarte un trípode contigo si preparas una excursión fotográfica basada en paisajes. Así evitarás l as trepidaciones generadas al sujetar la cámara. Disparador remoto: Si no cuentas con uno externo, procura utilizar el disparador retardado de tu cámara.

De este modo evitarás también mover la cámara en el momento del disparo.  Ajustes  Velocidad de obturación: para acentuar la textura de la niebla y las nubes, se ha utilizado una velocidad

de obturación lenta (1/20s). Si te encuentras con una escena así y quieres enfatizar este fenómeno atmosférico tan único, recuerda la importancia de una  velocidad de obturación baja. Eso sí, siempre que previamente nos hayas hecho caso y te hayas llevado el trípode .  Apertura de diafragma: cuando busques mostrar la amplitud y la profundidad de un paisaje es importante que escojas un diafragma cerrado. En este caso, se ha utilizado una apertura de f/16, que es muy común en fotografía de paisajes puesto que suele encontrarse cerca del punto más nítido del objetivo. ISO: mantener una ISO lo más baja posible dentro de nuestras posibilidades es una norma general que puedes aplicar a cualquier escena. Ya sabes que a mayor ISO, mayor ruido, por lo que, a menos que

quieras trabajar con ruido con algún objetivo artístico, lo mejor es que la mantengas lo más baja posible. Balance de blancos: si observas la imagen elegida, verás que hay una clara dominante fría (azulada) en

la escena. Con el balance de blancos en modo automático, probablemente tu cámara lo corregiría con un tono más cálido. Para evitarlo, tendrás que configurar el balance de blancos en modo manual. De este modo, podrás controlar el resultado y evitar que tu cámara corrija las dominantes de la escena sin tu permiso . Procesado

La imagen nos ha gustado especialmente no solo por su composición sino por su aparente naturalidad. Probablemente cuente con algo de edición en algunos tonos como los verdes pero, en general, se conserva a la perfección la atmósfera recreada, de modo que casi podemos sumergirnos en ella. Si ambicionas imágenes realistas de paisajes en las que el espectador sea capaz de sumergirse solo mirándolas, procura no distorsionar demasiado la imagen con la edición. El abuso del procesado muchas veces crea imágenes irreales y poco favorecedoras.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de sasint 

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Capítulo 16

CULTURA Y TRADICIÓN Nos atraen las culturas y tradiciones distintas, generan curiosidad y expectación. A veces por su belleza, otras por su sabiduría y otras por ambas. En cualquier caso, suponen un alimento para nuestra mente y nuestra alma. Por ello, retratar la cultura del lugar al que viajas se convierte en otro ejercicio imprescindible, tanto a nivel fotográfico como a nivel personal. Composición

Para lograr una fotografía con una estética impecable como esta, no solo basta con estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, sino que es necesario cuidar la composición. En este caso, contamos con un encuadre natural, un ángulo de disparo bajo, patrones y un contraste de color. El rojo destaca del resto de marrones neutros que sirven como fondo. Y aunque te parezca que el protagonista está centrado, el paraguas, que es donde realmente se desvía la atención, está en unos de los puntos fuertes según la regla de los tercios. Como puedes comprobar, son recursos que te hemos mencionado en distintas ocasiones a lo largo de toda la publicación, analizado así no parece tan difícil, ¿verdad? ¡Tú también puedes conseguirlo! Luz

Siempre que desees transmitir sentimientos de paz, calma, tranquilidad, ternura, melancolía o emociones similares, opta por una luz natural suave, como en este caso, que se cuela entre las columnas de madera pero sin llegar a incidir de forma directa. Objetivo

Para fotografiar lugares de acceso restringido, como parece ser este caso (por la ausencia de turistas), la única forma es utilizar un teleobjetivo. Aquí se ha utilizado una focal de 200mm para acercar la escena. Sin embargo, salvo que sea un lugar al que no puedas acceder, para captar la cultura de un país te servirá cualquier objetivo que tengas montado en tu cámara. Eso sí, si es luminoso te permitirá un mayor desenfoque y aislar al sujeto, aunque igual te interesa incluir el contexto y para ello no necesitas aperturas demasiado amplias.  Ajustes  Velocidad de obturación: el movimiento del monje caminando no es tan rápido como el de, por ejemplo,

los pájaros de la fotografía del Taj Mahal, por lo que una velocidad de disparo de 1/250 es suficiente para que no aparezca movido.

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 Apertura de diafragma: en esta fotografía se ha utilizado una apertura de f/2.8 para aislar al sujeto

y cederle todo el protagonismo. Si es lo que quieres, opta por una apertura de diafragma amplia, sin embargo, si lo que deseas es incluir parte de la escena porque aporta más información, utiliza un número f/ mayor, el que te permita lograr una buena exposición. ISO: en este caso se ha disparado con un valor ISO de 450, un valor que resulta bastante bajo en muchas

cámaras. Como puedes comprobar no hay un ruido evidente en la imagen. Con una velocidad no muy rápida, una apertura amplia y con luz, no es necesario subir más este valor y arriesgarse a estropear la imagen con un ruido excesivo. Balance de blancos: en una situación similar a esta puedes probar en automático, pero para asegurarte

dispara con el predeterminado para sombra. Y ante la duda… ya sabes, RAW. ¿Te suena? Procesado

Una vez ajustada la exposición de luces y sombras, la saturación y comprobar que el balance de blancos ha quedado a tu gusto, una imagen de este tipo no precisa mucha más edición. Sí que puedes bajar el contraste para potenciar la sensación de calma, si es lo que buscas. Esta es una fotografía muy bella, repleta de armonía y a la vez de fuerza. Presta atención a los detalles, a la religión, las tradiciones y las costumbres y lograrás imágenes tan o más bellas que esta. No mires solo con los ojos, observa también con el corazón. Observar con el corazón te brindará la posibilidad no solo de adentrarte en la cultura de ese lugar, sino de ver más allá de lo que todos ven. Te permitirá sentir y eso acabará reflejándose en tus imágenes, en esta y en cualquier otra que dispares durante tu viaje. Viajar implica abrir la mente, abrir el corazón, nutrir tu alma y dejarte invadir por cientos de vivencias. Viajar con una cámara de fotos resulta para los amantes de la fotografía una experiencia única para aprender, capturar aquello que siempre hemos soñado, sumergirnos en un océano de inspiración y hacer al espectador vivir esa misma experiencia. Siente la fotografía. Disfruta del viaje.

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Fotografía bajo licencia Creative Commons, cortesía de Sylwia Bartyzel