Fotografía en Colombia

April 1, 2019 | Author: harold | Category: Colombia, Advertising, Paintings, Image, Portrait
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historia de la fotografia en Colombia...

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Retrato al daguerrotipo de Lucrecia Guerrero Uribe, 1848. Autor: Fermín Isaza.

Villanueva, Medellín, 1875, fotografía de Pastor Restrepo.

Construcción de la Catedral de Medellín, 1892, fotografía de Melitón Rodríguez.

Clase de anatomía en la Universidad de Antioquia, 1896, fotografía de Melitón Rodríguez.

María Anselma Restrepo, guerrillera en la Guerra de los Mil Días, Días, 1900, fotografía de Benjamín de la Calle.

Trabajadores de una empresa de tipografía, fotografía de Benjamín de la Calle.

Exterior de la plaza del Mercado de Medellín, 1928, fotografía de Francisco Mejía.

Asfaltado de una calle en Gramalote, fotografía realizada sobre 1950.

Edificio de la aduana en Barranquilla, fotografía realizada sobre 1940. La fotografía en Colombia se inició con la introducción del daguerrotipo a cargo del Barón Gros en 1841. Los primeros fotógrafos o daguerrotipistas procedían del campo de la  pintura, entre ellos pueden destacarse Luis García Hevia, Fermín Isaza y Demetrio Paredes. Los hermanos Restrepo introdujeron la técnica del colodión húmedo. A comienzos del siglo XX el trabajo fotográfico de Melitón Rodríguez, Leo Matiz, Benjamín de la Calle y Luis Benito Ramos impulsó el reportaje fotográfico y la fotografía como documento y a mitad de siglo empezó a considerarse su vertiente artística gracias a la obra de varios fotógrafos entre los que se encuentran Hernán Díaz, Abdú Eljaiek y Nereo López.

Contenido [ocultar ]   

1 Orígenes de la fotografía colombiana 2 La fotografía comercial 3 Fotografía contemporánea 3.1 Fotografía y periodismo 4 Bibliografía 5 Referencias 6 Enlaces externos o

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[editar] Orígenes de la fotografía colombiana En la Exposición Industrial de Bogotá de 1841 el pintor Luis García Hevia presentó unos daguerrotipos experimentales que se pueden considerar las primeras fotografías realizadas  por un colombiano, sin embargo la imagen más antigua que se conserva es una fotografía de la calle del Observatorio realizada por el diplomático francés Jean Baptiste Louis Gros en 1842.1 La permanencia del barón de Gros en el país y la lejanía de Francia permitió que artesanos colombianos colaborasen en la fabricación del aparato del daguerrotipo. En paralelo a la afición fotográfica del barón de Gros, otros daguerrotipistas extranjeros trabajaron profesionalmente en Colombia a mitad del siglo XIX, entre ellos se puede señalar al estadounidense John Armstrong Bennet que abrió el primer estudio fotográfico en Bogotá en 1848,2 al francés F. Goñi, al alemán Emilio Herbrüger y a los ingleses William y John Helsby.3 El pintor Luis García Hevia, que se hacía conocer como Evia, se convirtió en el neogranadino que más activamente promovió la difusión de la fotografía. Antioquia fue la segunda región colombiana a donde llegó el invento en 1848 gracias a Fermín Isaza,  probablemente alumno de García Hevia en la Academia de Dibujo y Pintura,4 que abrió un gabinete en Medellín donde puso en práctica el invento de Daguerre en septiembre de 1848. También podría mencionarse a Rafael Sanín que fue discípulo de Herbrüger y trabajaba en Medellín en 1857.4 El daguerrotipo se estuvo practicando durante una década ya que pronto se introdujeron  procedimientos fotográficos más baratos como el ferrotipo y el ambrotipo. Entre los fotógrafos que introdujeron estos procedimientos en Antioquia se encuentran el estadounidense Horacio Becker y el español Antonio Martínez de la Cuadra.4

[editar] La fotografía comercial Las fotografías que se realizaban entre 1850 y 1890 eran sobre todo retratos que tenían unos planteamientos casi idénticos con independencia del fotógrafo que los hiciese, era la

época de los estudios fotográficos. Uno de los primeros fue abierto por Juan Bennet y para él trabajó García Hevia aportando fotografías de exteriores y de la guerra civil de 1862, que el estudio vendía de modo individual o en albúmes. Otro fotógrafo que destacó en esos años fue Demetrio Paredes que también se incorporó a la fotografía desde la pintura y fue  pionero en el empleo de las fotografías con fines políticos. Otros fotógrafos colombianos destacados fueron los Escovar, Gutiérrez Ponce y Rafael Villaveces. En 1858 se creó en Medellín la sociedad "Wills y Restrepo" en la que trabajaron tanto los hermanos Vicente y Pastor Restrepo Maya como los fotógrafos Ricardo Wills y Miguel Gutiérrez. Esta sociedad fue la que introdujo la técnica del colodión húmedo que permitió hacer más asequibles las copias fotográficas utilizando el formato de la tarjeta de visita  patentado por Disdéri. En 1869 tras el fallecimiento de Wills la firma adoptó el nombre de "Vicente y Pastor Restrepo" y diez años después "Restrepo, Latorre y Gaviria" hasta que en 1881 pasó a ser "Foto Gaviria" y estar regentada por Gonzalo Gaviria y Juan Nepomuceno Gutiérrez. Estas empresas disponían de estudios también en Bogotá y ofrecían los avances que se iban produciendo en el campo de la fotografía comercial.1 La publicación Papel Periódico Ilustrado dirigida por Alberto Urdaneta proporcionó a la fotografía un lugar destacado junto a los grabados que presentaba desde su fundación el 6 de agosto de 1881, en ella colaboraron entre otros Demetrio Paredes y Julio Racines hasta su cierre en 1888. Otro fotógrafo destacado de finales del siglo XIX y principios del XX fue Melitón Rodríguez que con su hermano Horacio creó una compañía de fotografía en Medellín con el nombre de "Rodríguez y hermanos" aunque en 1899 cambió su nombre a "Melitón Rodríguez e Hijos". Su trabajo gráfico ofrece un testimonio de la vida en Antioquia durante la última década del siglo XIX y la primera del XX.3 Dos de sus obras destacadas son reportajes sobre el Teatro Bolívar y el Parque Bolívar tomado desde la catedral. Benjamín de la Calle (1869-1934) también realizó reportajes interesantes sobre Yamural y Medellín y  junto a los establecimientos de los hermanos Rodríguez, Rafael Mesa y Fotografía Escovar son los únicos establecimientos fotográficos que aparecen en el "Primer Directorio de la Ciudad de Medellín" para el año 1906. El trabajo fotográfico de Leo Matiz (1917-1998) en diversos medios impresos ocupa asimismo un lugar destacado.

[editar] Fotografía contemporánea En el año 2005, el Museo Nacional de Colombia presentó una exposición de 300 fotografías representativas de la segunda mitad del siglo XX, a cargo de Eduardo Serrano, cuyo propósito fue estudiar el desarrollo de la fotografía en Colombia teniendo en cuenta las distintas vertientes temáticas y técnicas presentes en ese período, cuando "...la fotografía en Colombia pasó de ser un pasatiempo lujoso y una novedosa herramienta técnica de la cual se valieron numerosos pintores colombianos a finales del siglo XIX y a comienzos del XX, para convertirse en nuevo lenguaje que utilizan no sólo los fotógrafos sino también los artistas que hacen de ella un valioso medio expresivo.

En ese período las modalidades que habían surgido con los inicios de la fotografía alcanzaron un alto nivel de desarrollo; los fotógrafos se especializaron y los argumentos desde los cuales éstos se aproximaron conceptualmente a las distintas temáticas se transformaron."5 En ese medio siglo los siguientes temas acaparan el interés de los fotógrafos:          

La tradición del retrato; El desnudo; Documento social; Ensayo fotográfico; Seducción de la naturaleza; Arquitectura y urbanismo; Objetos, arte y abstracción; artes escénicas, el cine y la moda; Fotografía comercial; Consolidación de la reportería gráfica y Fotografía subjetiva.

El 15 de mayo de 1955 se fundó el Club Fotográfico de Medellín que estuvo dirigido por Gonzalo Restrepo Álvarez y entre sus socios fundadores se encontraban Pablo Guerrero, Joaquín Jaramillo Sierra, Juan Guillermo Lodoño, Edwin Bridge Mejía, Horacio Álvarez Correa, Octavio Mesa Tamayo y José Tejada Sáenz.1 Hasta la década de 1960 no se empezó a considerar a la fotografía de un modo artístico, sino que se trataba de una técnica, fue la obra de los fotógrafos Hernán Díaz, Abdú Eljaiek  y Nereo López la que proporcionó elementos para esta consideración tardía. La primera gran exposición antológica de fotografías se realizó en Medellín en la Biblioteca Pública Piloto en 1981 con el título "100 años de fotografía en Antioquia" y dos años después en el Museo de Arte Moderno de Bogotá se realizó otra titulada "Una historia de la fotografía en Colombia". Estas exposiciones abrieron el camino al reconocimiento de la denominada "memoria visual" de Colombia incrementando el interés institucional por los archivos fotográficos y la adquisición o donación de fondos de los fotógrafos más significados.6 [editar] Fotografía y periodismo

En el periodismo fotográfico se puede incluir a Luis Benito Ramos (1899-1955) al que algunos autores consideran como un pionero en este campo y Daniel Rodríguez Rodríguez, asistente y estudiante de cámara fotográfica de Ramos, “considerado el padre de la fotografía moderna colombiana", Leo Matiz Espinoza que estuvo realizando reportajes entre 1939 y 1997, aunque también estuvo especializado en retratos. Algunos fotógrafos que ofrecieron su trabajo gráfico en relación con el Bogotazo fueron juntos a estos dos, Sady González, Manuel H. Rodríguez, Carlos Caicedo y Luis Gaitán. Este acontecimiento desempeña un papel muy importante en el periodismo fotográfico en Colombia ya que marca un nuevo concepto del mismo.

Otros fotógrafos en este campo fueron:            

Efraín García (Egar). Jorge Silva. Jorge Parga Francisco Carranza. Danilo Vitalini. Viki Ospina (primera fotógrafa en Colombia). José Crisanto Lizarazo. Jorge Mario Múnera. Fabio Serrano. Jesús Abad Colorado. Erwin Kraus. Andrés Hurtado García.

En 1950 se creó el Círculo de Reporteros Gráficos en el que participaron Luis Gaitán, Sady González, Alberto Garrido Solano, Carlos Jiménez, Manuel H. Rodríguez y Alicia Chamorro que fue la primera mujer que trabajó como reportera en Colombia.

[editar] Bibliografía 







Londoño Vélez, Santiago, Rafael Mesa. Catálogo de la exposición retrospectiva. Banco de la República, Medellín, 1988. Londoño Vélez, Santiago, Benjamín de la Calle, fotógrafo. Catálogo de la exposición retrospectiva, Banco de la República, Medellín, 1993. Mejía A., Juan Luis, La fotografía. En: Jorge Orlando Melo, Ed., Historia de Antioquia. Bogotá, Suramericana de Seguros, 1988. Serrano, Eduardo, Historia de la fotografía en Colombia. Bogotá, Museo de Arte Moderno / OP Gráficas, 1983.

[editar] Referencias 1. ↑ a b c  Miguel Escobar Calle. Biblioteca virtual de la Universidad de Antioquia (ed.): «Apuntes para una cronología de la fotografía en Antioquía». Consultado el 13 de marzo de 2011 2. ↑ Moreno de Ángel, P. (2000). El daguerrotipo en Colombia (2ª edición). Bogotá: Bancafé - Fondo Cultural Cafetero. ISBN 978-95-891-4468-8. 3. ↑ a b Sougez, M.L.; García Felguera, M.A., Pérez Gallardo, H. y Vega, C. (2009).  Historia general de la fotografía (2ª edición). Madrid: Ediciones Cátedra. pp. 598599, 611. ISBN 978-84-376-2344-3. 4. ↑ a b c  Londoño Vélez, Santiago. Pioneros de la fotografía en Antioquia. Revista Credencial Historia.(Bogotá - Colombia). Edición 75. Marzo de 1996 5. ↑ Tomado de los textos de prensa suministrados por El Museo para la exposición "¿Se acabó el rollo?Historia de la fotografía en Colombia 1950-2000,", del Museo  Nacional de Colombia.2005"¿Se acabó el rollo?Historia de la fotografía en Colombia 1950-2000"

6. ↑ González Cueto, D. (2005). «Una memoria visual para el futuro: la situación de los archivos fotográficos en el Caribe colombiano». Memorias (Revista digital de  Historia y Arqueología desde el Caribe) (Barranquilla: Universidad del Norte) 1 (001). ISSN 1794-8886. http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/855/85510106.pdf .

[editar] Enlaces externos 

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Pioneros de la fotografía en Antioquia

Museo Nacional de Colombia Exposición ¿Se acabó el rollo?

Historia de la fotografía en Colombia 1950-2000

Investigación realizada durante cuatro años por Eduardo Serrano, cuyo propósito fue estudiar el desarrollo de la fotografía en Colombia teniendo en cuenta las distintas vertientes temáticas y técnicas presentes en la segunda mitad del siglo XX. Serrano presenta una mirada a partir de las modalidades en las que los fotógrafos colombianos se especializaron a lo largo de ese tiempo, evidencia los cambios técnicos que experimentó este medio durante ese periodo e invita a una reflexión sobre la esencia de la fotografía y la transformación en su relación con el arte. Este proyecto es la segunda parte de una investigación en la que Eduardo Serrano documentó la historia de la fotografía en Colombia de 1840 a 1950 y a partir de la cual

se realizaron un libro y una exposición en el Museo de Arte Moderno en el año 1983.

Fotografía y arte en Colombia “En la actualidad nadie discutiría el carácter artístico que pueden tener las imágenes fotográficas, muchas de las cuales no sólo documentan y divierten, seducen y enseñan, sino que consiguen reflejar creatividad y emoción, significar crecimiento espiritual, proveer una mirada inédita y profundamente reveladora sobre la realidad, o crear realidades nuevas aleccionadoras y sorprendentes. Tampoco nadie negaría la importancia de la fotografía en el terreno del saber, como fuente de reflexión o como objeto de investigación, ni el interés que ha despertado recientemente en el campo de la crítica. Desde sus comienzos, sin embargo, se esbozaron numerosos razonamientos en contra de otorgarle a la fotografía el carácter de medio para la producción artística. Su componente tecnológico condujo a que sus imágenes fueran tomadas más bien como el producto de una industria, de un oficio, de una máquina”. Durante la segunda mitad del siglo XX la fotografía en Colombia pasó de ser un pasatiempo lujoso y una novedosa herramienta técnica de la cual se valieron numerosos pintores colombianos a finales del siglo XIX y a comienzos del XX, para convertirse en nuevo lenguaje que utilizan no sólo los fotógrafos sino también los artistas que hacen de ella un valioso medio expresivo. En ese período las modalidades que habían surgido con los inicios de la fotografía alcanzaron un alto nivel de desarrollo; los fotógrafos se especializaron y los argumentos desde los cuales éstos se aproximaron conceptualmente a las distintas temáticas se transformaron. Este lapso da cuenta, además, del fenómeno mundial del reconocimiento artístico de la fotografía. Hasta el punto que el crítico Douglas Crimp afirma que si bien la fotografía fue inventada en 1839, sólo fue descubierta en 1970. Precisamente en esa década la fotografía irrumpió en los museos, despojó a la pintura de su predominio como lenguaje expresivo y cuestionó la validez de conceptos modernos como originalidad y autenticidad. Las fotografías comenzaron, entonces, a formar parte de las colecciones, ya como piezas de arte gráfico, asimiladas a los grabados, ya como piezas únicas en las que su producción mecánica y su carácter serial dejaron de ser considerados una limitación, y se convirtieron, precisamente, en dos de sus valores intrínsecos más característicos. De igual manera, durante ese tiempo en nuestro país el registro fotográfico cobró importancia en los museos y galerías; fue tenido en cuenta en los salones nacionales y

empezó a formar parte de los currículos universitarios. Según Serrano, este oficio se profesionalizó, ganó respetabilidad, contempló nuevas consideraciones y desarrolló nuevos ángulos para su apreciación. “En conclusión, siguiendo el desarrollo de la fotografía durante las últimas cinco décadas del siglo XX, resulta claro que ha ido cobrando la importancia que le corresponde en el seno de la sociedad colombiana; que cada vez hay más fotógrafos tanto aficionados como profesionales, y más personas y entidades interesadas en la catalogación y estudio del acervo fotográfico nacional, y que, como se verá más adelante, a través de la fotografía no sólo se han conseguido valiosos documentos sobre la realidad, sino pronunciamientos artísticos de inusitados alcances donde las apreciaciones y raciocinios subjetivos, más que los testimonios o la información, concentran el interés de las imágenes”.

¿Se acabó el rollo?

La exposición temporal (septiembre-octubre de 2005) La exposición presenta en once capítulos temáticos la variedad de aproximaciones de la fotografía en Colombia a partir de 1950; el desarrollo de estilos propios en cada una de las modalidades; el incremento de su uso hasta convertirse hoy en día en un vehículo de expresión masiva; su estrecha relación con los argumentos artísticos actuales y la revisión de algunos de los logros de artistas colombianos a través de este medio. Los capítulos son los siguientes: La tradición del retrato; El desnudo; Documento social; Ensayo fotográfico; Seducción de la naturaleza; Arquitectura y urbanismo; Objetos, arte y abstracción; Las artes escénicas, el cine y la moda; Fotografía comercial; Consolidación de la reportería gráfica y Fotografía subjetiva. Las 300 fotografías que conforman la muestra fueron seleccionadas teniendo en cuenta sus calidades técnicas, su interés documental, la creatividad implícita en las imágenes, su contenido y significado, al igual que su aporte a la construcción de una historia visual del país.

Es necesario aclarar que la investigación da cuenta de los fotógrafos que han documentado su trabajo en catálogos, han publicado sus imágenes de manera reiterada en los medios, han obtenido premios en certámenes importantes o sido objeto de estudios publicados antes del 2001. Sin embargo, no todos los fotógrafos a los cuales hace referencia Serrano en su libro forman parte de la exposición debido a la dificultad de ubicar las piezas, sus originales, restricciones de uso por derechos de autor o la manifiesta intención de

algunos de ellos de no participar en exposiciones colectivas.

1. L a tradici ón del retrato En la década de 1940 las firmas de fotógrafos dedicados al retrato empezaron a emerger tratando de enriquecer la tradición en este género; se buscó otorgar al retrato una calidad artística y en ese empeño, los propietarios de los estudios, que por lo regular eran los mismos fotógrafos, adoptaron posiciones propias de la pintura académica. En la década de 1960, el retrato comenzaría una exploración de sus posibilidades como modalidad fotográfica creativa y expresiva, con una aguda comprensión de las oportunidades que brindaban los adelantos técnicos en materia de cámaras y otros implementos y, sobre todo, en una clara sintonía con la modernidad en la expresión artística. Finalmente, desde la década de 1970 empieza a percibirse en los círculos artísticos colombianos una nueva actitud hacia la fotografía, sin duda relacionada con su ascendiente reconocimiento como medio artístico. Trabajos experimentales, nociones novedosas y objetivos totalmente diferentes de los que por lo regular se le adjudicaban a la fotografía, comenzaron a hacerse evidentes en las obras de muchos fotógrafos.

 2. E l des nudo La fotografía de desnudo como género comenzó a surgir en las primeras dos décadas del siglo XX. Han sido pocos los fotógrafos que se han adentrado con argumentos propios y una mirada reveladora en este tema. La mayoría de los fotógrafos que empezaron trabajando el desnudo en Colombia lo hicieron más sugestiva que directamente, más interesados en la poesía de las imágenes que en sus posibilidades eróticas. Paulatinamente fueron apareciendo fotógrafos que confrontaron más abiertamente el tema, y el cuerpo comenzó a ser explorado tanto en su conjunto como en sus detalles, desde varios puntos de vista y sin sombras protectoras, bajo insinuantes iluminaciones o a la luz del día. Los fotógrafos entendieron que el cuerpo por sí solo constituía un sujeto fotográfico capaz de una enorme expresividad y particularidad estética.

 3. Documento s oci al Las arraigadas ideas de que el trabajo con la cámara fija un fragmento de la realidad, que descubre verdades ocultas y que ofrece testimonios incontrovertibles de un presente, dieron pie para que buen número de fotógrafos colombianos se propusiera realizar documentos que ilustran la situación y el contexto social del país. Se trata de registros que dan cuenta de las particularidades de individuos o de grupos, de sus

circunstancias, convicciones y valores. La producción de estos fotógrafos ha oscilado entre dos tipos de motivaciones: para unos se ha tratado de plasmar situaciones y circunstancias que moldean la realidad nacional con el fin de construir un instrumento de conocimiento, una evidencia de cómo somos los colombianos y cuáles son nuestros problemas. Para otros, en cambio, se ha tratado de despertar conciencia sobre determinados aspectos de esa realidad y de mover a la acción, a tratar de subsanar la problemática revelada o enfatizada por sus imágenes. Gracias a estos convencimientos y a su perceptiva labor, existe un valioso acervo de información visual sobre el mestizaje étnico y cultural, las condiciones laborales de obreros y campesinos y la vida tanto en las áreas rurales como en las grandes ciudades. Muchas de las fotografías que han buscado reflejar la realidad social del país tienen un claro acento costumbrista y ponen de relieve una mirada entre nacionalista y antropológica de los sectores de nuestra sociedad que documentan, complementando así proyectos e investigaciones.

4. E l ensayo fotog ráfico Dentro de esta categoría se presentan los trabajos fotográficos que se concentraron en un asunto determinado y que fueron registrados una y otra vez, desde cada uno de sus ángulos con el fin de develar su esencia, registrar la realidad, evidenciar las circunstancias que los produjeron y tal vez vaticinar el futuro.  Asimismo, se exhiben otros tipos de ensayos fotográficos cuya importancia radica en las reacciones y reflexiones que las imágenes suscitaron en el espectador. Así, esta temática, en sus dos vertientes, reveló la fuerza del detalle, identificó la belleza en lugares insospechados e invitó a razonar en favor o en contra de numerosas causas para el hombre y la sociedad colombiana a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.

 5. La s educción de la naturaleza La naturaleza del territorio nacional fue un tema fotográfico atractivo y mediante el cual lugares desconocidos y deslumbrantes fueron registrados para conocimiento y orgullo de los colombianos. Esas populares “vistas exteriores” de los crepúsculos que se distribuyeron a través de tarjetas postales, para la década de 1950, se transformaron gracias a un renovado interés documental por reconocer los accidentes geográficos de cada región y, con una manifiesta intención artística, encontraron en los avances tecnológicos y en la aparente reducción de los costos del material fotográfico sus mejores aliados para recorrer cada rincón de la geografía. Dentro de este contexto, la singularidad de las fotografías de paisaje, no radicó en el difícil acceso a los lugares que documentó, sino en la manera como el fotógrafo se

aproximó al entorno natural. Algunos fotógrafos se concentraron en las cordilleras, los resplandores de las rocas y la nieve, la inmensidad de los parajes y la vegetación paramuna. Otros, seducidos por algún detalle de la naturaleza, posaron toda su atención en hojas, flores o animales. En algunos casos, el nivel de especialización y el compromiso con la naturaleza fueron utilizados con propósitos ecológicos.

6. A rquitectura y urbanis mo Esta sección combina el ánimo documental con la intención estética de registrar el paisaje urbano. Gracias al trabajo de fotógrafos interesados tanto en la arquitectura como en el urbanismo, se conserva el testimonio de cómo se desarrollaron a través de los años las poblaciones colombianas, del incesante reemplazo de lo viejo por lo nuevo, y del uso o el desuso de algunos materiales constructivos. Las imágenes reunidas, publicadas en revistas especializadas de arquitectura, diseño y decoración, hoy nos permiten ser testigos de 50 años de transformaciones en el gusto y el pensamiento de los colombianos en relación con el espacio público y privado, con la ornamentación de las ciudades y con su amoblamiento, permitiéndonos reconstruir el escenario de numerosos episodios en la historia nacional.

7. Objetos, arte y abstracción El registro de objetos constituyó una de las modalidades en las que la relación entre arte y fotografía fue más evidente. Al igual que la pintura, la mayor parte de la fotografía artística de objetos en Colombia se inscribió dentro del género pictórico conocido como ‘bodegón’. Es decir, su propósito fue el registro de flores, comestibles y utensilios de cocina o de mesa con fines simbólicos o puramente estéticos. Dentro de esta corriente expresiva, en la década de 1950, la tendencia de plasmar imágenes abstractas incitó a los fotógrafos del país a aprovechar elementos como hojas de palma, arrumes de zunchos, armazones de hierro o encuadres de maquinaria para realizar imágenes en las que estructuras, patrones y detalles prescindieron de los datos sensoriales y de las nociones usuales de las formas de la naturaleza. De igual forma, la utilización de prismas, lentes y la manipulación libre de químicos y ácidos del laboratorio fotográfico, produjo algunas imágenes que traen a la memoria los patrones de la pintura geométrica.

8. Las artes esc énicas, el cine y la moda Bailarines, actores y modelos conformaron el eje temático que privilegió una aproximación más imaginativa y fantasiosa que la utilizada en publicidad o reportería. El artificio fue uno de los principales ingredientes, que durante 50 años creó ilusiones y ayudó a establecer algunos cánones del gusto, todo con el fin de destacar movimientos, gestos o vestimentas, apoyándose de manera recurrente en la pose, la

iluminación o la decoración del escenario en que se ubicó el personaje. Los fotógrafos que hicieron de las artes escénicas su campo de acción, combinaron un interés personal por las tablas con el conocimiento detallado del guión, los movimientos y la iluminación, para registrar el momento del clímax. La toma por medio de la cámara fotográfica de algunas de las escenas que se registran por medio de la cámara cinematográfica, generó una especialización denominada como ‘foto fija’. Las fotografías de moda, así como la reportería gráfica, se llevaron a cabo con el fin primordial de ser reproducidas en los medios de comunicación, pero sus imágenes no siempre han constituido un aviso publicitario. El incremento de los medios impresos y de las ferias de moda que se presentaron en Colombia durante las últimas tres décadas del siglo XX incentivó el nivel de producción y la especialización en esta área.

9. F otog rafía comercial El desarrollo de la fotografía comercial, en su modalidad publicitaria, surgió a mediados de la década de 1950, cuando se fundó el primer estudio orientado a este tipo de trabajo. En ese momento la publicidad -complementada con el dibujo- se centraba primordialmente en el producto. En la década siguiente se empezó a incorporar el contexto en el que aparecía el artículo y la fotografía empezó a ocupar todo el espacio de los avisos. Surgiría una nueva generación de fotógrafos publicitarios que tendría en cuenta las prioridades en el diseño de las mercancías al alcance de los consumidores. Luego, en la década de 1980, fue más patente el uso del primer plano o close up y, adicionalmente, cambiaron los formatos, pues fue posible realizar grandes panorámicas para ser utilizadas en vallas. En la década de 1990 el ánimo experimentador cobró nuevos rumbos gracias a los programas que permitieron la intervención de las imágenes por computador; esto no fue un asunto completamente novedoso, debido a que la fotografía publicitaria ya había desarrollado todo tipo de artificios.

10. C onsolidación de la reportería g ráfica Los reporteros gráficos comenzaron a especializarse desde las primeras décadas del siglo XX; sin embargo, el interés periodístico y la documentación de los hechos violentos acontecidos a raíz de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán en 1948, marcaron una nueva época para este oficio. A través de la reportería gráfica de la segunda mitad del siglo, ha sido posible reconstruir con imágenes la historia del país. Las fotografías han permitido guardar y difundir la memoria de los hechos más sobresalientes en distintos campos, a través de periódicos y revistas.

Se registraron el acontecer político, las acciones de los presidentes y de los partidos, el orden público, las visitas de personalidades extranjeras como papas y primeros mandatarios, así como imágenes relacionadas con el progreso del país o con los desastres naturales. También se captó el devenir de la vida cotidiana: las procesiones, salidas de la plaza de toros, la actividad artística, las condiciones de vida en el campo y las migraciones hacia la ciudad; es en la década de 1970 que se detecta un incremento en los trabajos relacionados con las circunstancias sociales del país. El deporte fue un área que contó desde ese momento con publicaciones especializadas y permitió que algunos fotógrafos se desarrollaran en ese campo, a pesar de que la mayoría de los reporteros debían cubrir las novedades que se fueran presentando, sin importar su naturaleza. Los fotógrafos desarrollaron su propia mirada sobre los distintos temas y explotaron las posibilidades documentales y artísticas de la reportería.

11. Fotogr afía subjetiva Desde finales de la década de 1960 comenzó a percibirse cierto ambiente favorable para el reconocimiento como arte de las imágenes fotográficas. Las obras se apartaron del énfasis documental que hasta ese momento había acompañado a la fotografía en Colombia y se internaron, en cambio, en el empleo de ésta como recurso para representar ideas. Para el desarrollo de la misma como obra de arte fue fundamental la apertura de los salones de arte y los museos a las obras fotográficas que se produjo en la década de 1960. Por otra parte, en las décadas de 1980 y 1990 tomó una especial dinámica en Colombia la transición que se había empezado a generar en los decenios anteriores: de un arte donde la sensibilidad y la estética eran los ingredientes fundamentales hacia un arte en el cual el carácter cerebral o el concepto de las realizaciones es uno de los factores definitivos de su validez. Este espacio comprende las obras de aquellos artistas que han acudido a la fotografía para la expresión de sus ideas. Las posibilidades de la fotografía subjetiva se vislumbraron en la década de 1970, cuando se privilegiaron las ideas del creador sobre los registros de la realidad. Gracias a esta tendencia se apartaron de procedimientos y maneras de difusión y presentación de los fotógrafos tradicionales. Algunos artistas se desprendieron de la cámara y experimentaron con materiales fotográficos como el fijador, el papel y diversos soportes, y se acercaron a medios como la pintura, el dibujo e incorporaron las distintas técnicas de grabado y el vídeo. La fotografía se utilizó, entonces, para registrar el arte efímero: las  performances y las instalaciones. En algunos casos, los artistas se han servido de fotografías de otros autores para que sean parte central de sus obras y otros han sido los protagonistas de sus propias creaciones. En la década de 1990 se multiplicaron las maneras de aproximación a la

fotografía y también el número de artistas que asumieron la fotografía como vehículo expresivo, hecho que se ha evidenciado recientemente en el especial interés que ha cobrado la cultura urbana.

Consulte más información en internet:

www.museonacional.gov.co

HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA EN COLOMBIA HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA EN COLOMBIA

La fotografía apareció en Colombia a mediados del siglo XIX, cuando viajeros ilustres, como el diplomático francés Jean-Babtiste-Louis, barón Gros, trajeron las primeras cámaras de daguerrotipo.

El Barón Gros, tomó en 1842 la imagen fotográfica de mayor antigüedad que se conoce hasta ahora en Colombia: una calle de Bogotá que tiene por fondo los cerros tutelares.

 Poco después, el pintor neogranadino  Luis García Hevia 1816-1887 se convirtió en el neogranadino que más activamente promovió la difusión de la fotografía.

 Antioquia fue la segunda región colombiana a donde ll egó el invento en 1848 gracias a

Fermín Isaza, probablemente alumno de García Hevia."Nueve años (después de que se anunciara oficialmente en Francia el descubrimiento del daguerrotipo, el pintor envigadeño Fermín Isaza abrió en Medellín, en septiembre de 1848, un gabinete donde puso en práctica el invento de Daguerre. Isaza nació en Envigado, Antioquia, en 1809."

"El músico y fotógrafo viajero alemán Emilio Herbrüger llegó a Medellín en julio de 1849, procedente de Estados Unidos, México, Centro América y Cuba. Contaba con tres cámaras que le permitían producir imágenes de distintos tamaños y precios: desde $4 hasta $12 enmarcados o en cajas, y desde $10 hasta $20 en alfileres y relicarios dorados... El daguerrotipo más antiguo que se conoce en Antioquia, identificado con certeza por el fragmento de una carta autógrafa fue elaborado por Herbrüger hacia 1849. Muestra la imagen, al parecer coloreada a mano, de una dama entrada en años y elegantemente ataviada".

Vicente y Pastor Restrepo En 1858 estableció el estudio fotográfico de “Will s y Restrepo”. Sociedad que fundó con Vicente Restrepo y el químico bogotano y Ricardo Wills Pontón. En el taller fotográfico se trabajó con negativos de colodión húmedo y se especializó en l a producción de tarjetas de visita. Fue el primero que se estableció de manera permanente en Medellín y por ello es el origen de toda una tradición fotográfica

La tarjeta de visita

La tarjeta de visita fue tal vez la forma más popular de retratos desde mediados de 1800, hasta finales del siglo XIX. En 1854 el fotógrafo francés André Adolphe Disdéri patentó su nuevo invento: una fotografía de 8.75 x 6.25 centímetros, pegada sobre una tarjeta un poco más grande, la cual era producida durante la toma de 8 i mágenes en una sola sesión usando una cámara con cuatro lentes. La persona posaba en forma relajada, generalmente de cuerpo entero y utilizando poses, fondos y mobiliario muy teatral. Algunas veces se fotografiaba sobre fondo blanco y se colocaba la fotografía entre un recuadro o un ovalo, algunas veces profusamente decorado. Una vez salió al mercado éste nuevo invento se popularizó de inmediato y vino a reemplazar las tarjetas con el nombre y la dirección que se usaban como una forma de presentación personal. En un principio las fotografías eran hechas en estudio y muchas veces trataban de imitar famosas obras de arte, pero luego fueron tomando su propio lenguaje y l os adultos posaban con las herramientas propias de su trabajo y emblemas de su rango y

los niños con sus juguetes. Luego se utilizaban monumentos y lugares públicos para hacer las tomas.

Melitón Rodríguez Lo primero que sorprende en Melitón Rodríguez (1871-1942) es su óptica, la manera de abordar el problema de la imagen, su interés no sólo en un orden visual, sino también en la objetividad cifrada en el testimonio, el documento y la historicidad. Su registro es total y abarca una exhaustiva multidisciplinariedad temática; no obstante, por razones metodológicas y para efectos de la muestra que se presenta, hemos seleccionado seis temas primordiales: los retratos (la gente y los notables), las costumbres (modas y usos sociales), la ciudad (arquitectura y d esarrollo urbano), el paisaje (rural y citadino) y sus transformaciones, el transporte (cambios y evolución) e ingeniería. Pero no debe olvidarse además, su trabajo como publicista en la década del 10, a través de los Cromos repartidos en las cajetillas de Cigarrillos Hidalgos, consistentes en series coleccionables de fotografías de expresidentes, clérigos, personajes destacados, damas de la época, artesanos, etc. También debe destacarse su aporte a la medicina en el ámbito l ocal, con fotografías de-ejemplos sintomáticos de enfermedades, así como su interés en la arquitectura, la ingeniería y el diseño, codificando y recopilando información y datos técnicos. Dejó también constancia en innumerables fotografías de obras de artistas de su época; igualmente fotografió para la posteridad un extenso conjunto de documentos.

BENJAMÍN DE LA CALLE

Benjamín de la Calle (1869-1934) aprendió su oficio de fotógrafo con Emili ano Mejía, quien hacia 1882 abrió en la ciudad de Medellín un gabinete de fotografía y pintura artística después de estudiar en París. Las más antiguas fotografías de De la Calle indican que inició su oficio hacia 1897 en Yarumal, su pueblo natal, localizado en las tierras altas y frías del norte de Antioquia en Colombia. Allí y hasta fecha desconocida mantuvo abierto el estudio con su hermano Eduardo al trasladarse a Medellín, donde se radicó definitivamente en el populoso sector de Guayaquil un año después, para anunciar sus trabajos con el lema "Fotografía artística e instantánea" y "Todos los negativos se conservan

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