Folleto de Romanos

April 18, 2018 | Author: geduardo88 | Category: Paul The Apostle, Augustus, Salvation, Justification (Theology), Faith
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Descripción: informacion teologica del libro de romanos...

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TABERNACULO BIBLICO BAUTISTA “AMIGOS DE ISRAEL”

COLEGIO BAUTISTA DE TEOLOGIA DE EL SALVADOR MATERIA

CARTA A LOS ROMANOS

VISION SIGLO XXI

PROGRAMA DE ASIGNATURA

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Nombre de la Asignatura: Año Académico: Duración del curso: Día y hora:

ROMANOS Ciclo I, Año 20 semanas

DESCRIPCION DE LA ASIGNATURA Esta materia desarrolla con claridad los fundamentos de la fe cristiana. Todos los hombres somos pecadores. Cristo murió para perdonarnos del pecado; llegamos a ser declarados justos ante Dios mediante la fe, y esto da inicio a una nueva vida con una nueva relación con Dios. Pablo da a los creyentes en Rma y a todos nosotros una guía clara y práctica del tema la JUSTICIA DE DIOS. No es suficiente conocer el evangelio, debemos dar que la palabra transforme nuestras nuestras vida y permitir que Dios nos impacte completamente. Entre algunos de los grandes temas que Dios en Romanos se pueden destacar los siguientes: Pecado, Salvación, Crecimiento, Crecimiento, Soberanía y fidelidad de Dios Servicio OBJETIVO GENERAL El objetivo general de el estudio de esta carta se centra en la necesidad de dar a conocer la verdad del evangelio de Cristo en relación a la manera en como Dios ha establecido el proceso de justificación del hombre delante de él. Para ello pablo primeramente da a conocer su autoridad como apóstol de Cristo, luego hace ver la condición del hombre y lo que Dios hace sobre esa condición, establece la nueva vida en Cristo y como debemos actuar dentro de ella. OBJETIVOS ESPECIFICOS ACTITUDES: Estar dispuesto a presentar el valor del evangelio, como fuente de salvación. Estar dispuesto a mantener en alto los principios de la gracia y la justicia. CONOCIMIENTOS Saber el tema, contenido, estructura y propósito de la carta a los Romanos. Conocer el trasfondo histórico, geográfico, cultural y espiritual de la carta. Presentar los principios de la Doctrina de la justificación. justificación. HABILIDADES. Predicar mensajes de esta epístola con aplicación aplicación a la realidad que vive el hombre pecador. Mensajes que formen convicción en los oyentes que la única fuente de justicia es Dios, quien por medio de Cristo justifica al hombre pecador. CONTENIDOS PROGRAMATICOS

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Nombre de la Asignatura: Año Académico: Duración del curso: Día y hora:

ROMANOS Ciclo I, Año 20 semanas

DESCRIPCION DE LA ASIGNATURA Esta materia desarrolla con claridad los fundamentos de la fe cristiana. Todos los hombres somos pecadores. Cristo murió para perdonarnos del pecado; llegamos a ser declarados justos ante Dios mediante la fe, y esto da inicio a una nueva vida con una nueva relación con Dios. Pablo da a los creyentes en Rma y a todos nosotros una guía clara y práctica del tema la JUSTICIA DE DIOS. No es suficiente conocer el evangelio, debemos dar que la palabra transforme nuestras nuestras vida y permitir que Dios nos impacte completamente. Entre algunos de los grandes temas que Dios en Romanos se pueden destacar los siguientes: Pecado, Salvación, Crecimiento, Crecimiento, Soberanía y fidelidad de Dios Servicio OBJETIVO GENERAL El objetivo general de el estudio de esta carta se centra en la necesidad de dar a conocer la verdad del evangelio de Cristo en relación a la manera en como Dios ha establecido el proceso de justificación del hombre delante de él. Para ello pablo primeramente da a conocer su autoridad como apóstol de Cristo, luego hace ver la condición del hombre y lo que Dios hace sobre esa condición, establece la nueva vida en Cristo y como debemos actuar dentro de ella. OBJETIVOS ESPECIFICOS ACTITUDES: Estar dispuesto a presentar el valor del evangelio, como fuente de salvación. Estar dispuesto a mantener en alto los principios de la gracia y la justicia. CONOCIMIENTOS Saber el tema, contenido, estructura y propósito de la carta a los Romanos. Conocer el trasfondo histórico, geográfico, cultural y espiritual de la carta. Presentar los principios de la Doctrina de la justificación. justificación. HABILIDADES. Predicar mensajes de esta epístola con aplicación aplicación a la realidad que vive el hombre pecador. Mensajes que formen convicción en los oyentes que la única fuente de justicia es Dios, quien por medio de Cristo justifica al hombre pecador. CONTENIDOS PROGRAMATICOS

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UNIDAD UNO El evangelio: La justicia de Dios La necesidad de justicia Justificación por medio de la fe Abraham y la justicia de Dios UNIDAD DOS Resultados de la justificación La santidad del justificado Libertad espiritual del justificado El Espíritu Santo del justificado El Espíritu Santo en el justificado justificado UNIDAD TRES La justicia de Dios y la elección de Israel La incredulidad de Israel Justicia y restauración futura de Israel El justificado y su relación con Dios UNIDAD CUATRO El justificado y su relación con el gobierno civil El justificado y su relación con los débiles en la fe El justificado ministrando el evangelio El justificado y su relación con el liderazgo cristiano Cinco objeciones en contra de la Evoluciòn

CARTA A LOS ROMANOS INTRODUCCION AL IMPERIO ROMANO DEL PRIMER SIGLO 1. LA CIUDAD La ciudad de Roma fue fundada alrededor del 753 a.C., según la tradición por Rómulo y Remo. Una leyenda relata que fueron amamantados por una loba. Desde su fundación, el gobierno se le confió a) a un Senado formado por los jefes de los clanes familiares del lugar y b) a un Rey electivo. Supuestamente Rómulo fue el primer rey durante el período del 753 al 715 a.C. Se cree que él asesinó a su hermano Remo. La ciudad fué gobernada por 7 reyes hasta el 509a.C. año considerado como el fin de la monarquía . Del 509 al 27ªaC. se transformó en una República oligárquica, y después de tener un principio humilde como centro del pequeño reino romano, se fue engrandeciendo a medida que crecían el poder y la extensión de la nación. Mediante las guerras Púnicas (264-146 aC) Roma se extendió hacia el oriente y por las guerras Macedónicas Macedónicas (214-190 aC) hacia el occidente. Pompeyo dominó a Palestina por el 63aC. Con lo cual completó su conquista del oriente, e hizo parte de la República los territorios comprendidos entre el Helesponto y el Eufrates. En 47aC. Julio César nombró procurador a Herodes El Grande y siete años después Octavio y Antonio le dieron el título de “rey de los judíos” (Mateo 2:1).

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En la batalla del Accio (31aC) Octavio derrotó a Antonio y Cleopatra, y convirtió a Egipto en provincia romana, con lo cual, el Mar Mediterráneo casi se convirtió en un lago romano. En 48 aC. Julio César inició una dictadura, presagio del establecimiento del Imperio, pero murió cuatro años después. Surgió un Triunvirato integrado por Lépido, Antonio y Octavio, pero Lépido se retiró y se se entabló una lucha entre los dos miembros restantes. Sin embargo, como en la antedicha batalla del Accio había derrotado a Antonio, Octavio puso fin a IMPERATOR. éste triunvirato, quedando como caudillo único en Roma. El pueblo lo proclamó IMPERATOR. En el 27aC. Octavio estableció un nuevo gobierno, dando fin a la República e iniciando el IMPERIO ROMANO. 1. EL IMPERIO Cuando el imperio fue instituido en el 27aC., la Roma republicana ya había conquistado vastísimos territorios, neutralizando en tres siglos de guerra a sus principales rivales de la cuenca del Mediterráneo. Octavio estableció un nuevo gobierno. Se declaró Príncipe y asumió el título de AUGUSTO. AUGUSTO. Con el título de “Pontífice Máximo” encabezó la religión del estado, y en todas las provincias se le rindió culto. Además, controló todas las fuerzas militares del país. Reinó de ésta manera desde el 27aC. Hasta el 14 dC. Aproximadamente en el año 22 de su reinado, nació el Señor Jesucristo. El Imperio en el occidente se mantuvo hasta el 476 d.C. cuando fue conquistado por los Bárbaros, mientras que en el oriente se mantuvo hasta 1453. Fue el Imperio multiétnico más duradero de la historia. En resumen, la historia de Roma puede dividirse en tres períodos : l. La Monarquía del 753-509 a.C. 2. La República, del 509-27ª.C. 3. El Imperio, desde 27ª.C. al 476 d.C. (1453 en el Oriente del continente europeo). europeo).

ASPECTOS SOCIALES Y RELIGIOSOS Para el primer siglo el Imperio abarcaba desde el Océano Atlántico, todo el norte de Africa, o sea la costa mediterránea, la parte occidental del medio medio oriente y buena parte de la actual actual Europa. La vida vida giraba giraba principalmente alrededor de tres actividades: La guerra y aspectos relacionados con la misma El circo Vida desenfrenada Para los días de Pablo se calcula que la ciudad de Roma tenía aproximadamente aproximadamente 1 millón de habitantes, de los cuales unos 400,000 eran esclavos, 300,000 ociosos que el gobierno sustentaba con “pan y circos” y 300,000 eran libres. Para entretener a los ociosos y divertir a los ricos, construyeron: El circo Máximo, completado por Nerón: cupo 150,000 personas Teatro de Pompeyo, con capacidad de 40,000 personas El Coliseo construido por Vespasiano con cupo para 50,000 personas Los ricos vivían en casas suntuosas en las colinas de la ciudad o en las áreas suburbanas. Había opulencia exagerada y pobreza masiva. La gran mayoría de los habitantes vivían apretados en los insulae una especie de grandes edificios multifamiliares, rodeados de calles angostas, sucias y bulliciosas, en tal grado que la condición social de Roma era anormal y lamentable. El ambiente era de intrigas, delitos y suicidios. La filosofía de la vida carecía de doctrinas, a las religiones les faltaban dogmas. Abundaban las supersticiones, las divinidades de todas las

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regiones conquistadas eran bienvenidas y algunos emperadores se atrevieron a recibir culto divino. Abundaban los divorcios, las adopciones y la destrucción de la familia. El libertinaje sexual era tal que algunos emperadores fueron reconocidos como homosexuales, se intercambiaban las mujeres y algunos filósofos llegaron a escribir que la inocencia ya no existía. Séneca llegó a escribir que el mundo estaba lleno de crímenes y vicios. Una ciudad como Roma atraía a personas de todo el mundo de entonces, y entre ellos había muchos judíos (Hechos 18:2; 28:17). En tiempo de los Macabeos ya habían judíos en la ciudad, y el número aumentó cuando Pompeyo conquistó Palestina y llevó a Roma muchos cautivos judíos. El número siguió aumentando hasta alcanzar la cifra de cerca de 30,000. Vivían en 4 barrios y tenían 13 sinagogas. Su religión era lícita ante los ojos del gobierno. Algunos judíos eran celosos en propagar su fe y ganaron “prosélitos” de entre los romanos. Los judíos gozaron en cierta medida del favor de Julio César y Augusto, pero tuvieron dificultades con Tiberio y Claudio. Religiosamente hablando, Roma estaba en bancarrota espiritual. Su religión politeista, regida por un código moral bastante alto, desapareció cuando por las conquistas del oriente, los romanos entraron en contacto con la filosofía escéptica de Grecia y con las religiones de misterio y sensuales de Asia. El imperio tenía una política religiosa muy liberal. Generalmente permitía que los pueblos conquistados continuaran sus prácticas religiosas, en tanto que no estorbaran la paz política ni corrompieran la moral pública. Las religiones que se ajustaban a éstos criterios se llamaban lícitas y las que no, “ilícitas”. El judaísmo era religión lícita y, puesto que el cristianismo parecía una tendencia dentro del judaísmo, gozó al principio de la misma libertad. No fue sino hasta el final del reinado de Nerón(54-68 d.C.) que el imperio asumió una actitud hostil hacia el cristianismo. La Epístola del Apóstol San Pablo a los ROMANOS INTRODUCCIÓN 1. Título. Cuando Pablo escribió esta epístola probablemente no le puso ningún título. Sencillamente era una carta que escribía a los creyentes de Roma; pero posteriormente la epístola llegó a ser conocida como "A los Romanos", Gr. Pros romáious, que es el título que se le da en los manuscritos más antiguos. En manuscritos Posteriores este título fue ampliado a "La Epístola de Pablo el apóstol a los Romanos", título que con algunas ligeras diferencias es el que se usa en las versiones castellanas. 2. Paternidad literaria. Nunca se ha puesto seriamente en duda que el apóstol Pablo sea el autor de esta epístola. Algunos eruditos han sugerido que el cap. 16 quizá no formaba parte de la epístola original enviada a Roma, sino que fue una carta separada enviada a Efeso, donde Pablo había trabajado durante algún tiempo (Hech. 19). Esta teoría se basa principalmente en la extensa lista de nombres que hay en dicho capítulo, y en la suposición de que difícilmente Pablo podría haber conocido a tantos amigos en una ciudad que aún no había visitado. Sin embargo, como la gente afluía a Roma desde todas partes del imperio, es muy posible que el apóstol hubiera tenido muchos amigos en la ciudad capital. Además, todos los manuscritos más antiguos incluyen el cap. 16 como una parte de la epístola. Por lo tanto, los eruditos conservadores modernos dejan la epístola tal como se encuentra ahora. 3. Marco histórico. Parece evidente que la Epístola a los Romanos fue escrita desde Corinto, en su tercer viaje misionero, durante la permanencia de Pablo de tres meses en esta ciudad (Hech. 20: 1-3). Muchos eruditos ubican esta visita a fines del año 57 y comienzos del 58; pero algunos prefieren una fecha más antigua. Que la epístola fue escrita desde Corinto es claro por sus referencias a Gayo (Rom. 16: 23; cf. 1 Cor. 1: 14) y a Erasto (Rom. 16: 23; cf. 2 Tim. 4: 20), y por su encomio a Febe, a quien Pablo describe como una creyente que había prestado servicios especiales a la iglesia de Cencrea, el puerto marítimo oriental de Corinto (Rom. 16: 1). Cuando Pablo escribió la epístola estaba por regresar a Palestina, pues llevaba una contribución de las iglesias de Macedonia y Acaya para los pobres que había entre los cristianos de Jerusalén (Rom. 15: 25-26; cf.

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Hech. 19: 21; 20: 3; 24: 17; 1 Cor. 16: 1-5; 2 Cor. 8: 1-4; 9: 1-2). Después de terminar esa misión, se proponía visitar a Roma, y desde allí continuar con su viaje a España (Hech. 19: 21; Rom. 15: 24, 28). Hasta ese momento no había podido visitar a la iglesia cristiana de la ciudad capital del Imperio Romano, aunque con frecuencia había deseado hacerlo (Rom. 1: 13; 15: 22). Pero ahora creía que había completado sus labores misioneras en Asia y Grecia (cap. 15: 19, 23), y anhelaba proseguir rumbo al oeste para fortalecer la obra en Italia e introducir el cristianismo en España . Para poder llevar a cabo este último propósito, Pablo deseaba estar seguro del apoyo y la cooperación de los creyentes de Roma; por lo tanto, antes de su visita les escribió esta epístola en la que bosqueja con términos vigorosos y claros los grandes principios de su Evangelio (cap. 1: 15; 2: 16) 4. Tema. El tema de la epístola es la JUSTICIA DE DIOS. Ante la realidad de la pecaminosidad universal de los hombres y la gracia universal de Dios, la cual proporciona un camino por el cual los pecadores pueden ser perdonados y también restaurados a la perfección y la santidad, Dios ofrece una salida, este "camino" es la fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, que murió, resucitó y vive eternamente para reconciliarnos y restaurarnos. El Hijo de Dios es “la Justicia de Dios…para todos los que creen en él” (Romanos 3:22)

Cuando Pablo escribe esta epístola, su mente está llena de los problemas que han surgido en sus conflictos con los judaizantes. Se ocupa de las cuestiones básicas, y les da respuesta mediante una presentación amplia de todo el problema del pecado y del plan de Dios para hacer frente a esa emergencia. Pablo muestra en primer lugar que todos los hombres -judíos y gentiles- han pecado y continúan alejados del glorioso ideal de Dios (cap. 3: 23). No hay excusa para este alejamiento, pues todos -judíos y gentiles, sin excepción- han recibido algún grado de revelación de la voluntad de Dios (cap. 1: 20). Por lo tanto, todos están, con justicia, bajo condenación. Además, los pecadores son completamente impotentes para liberarse por sí mismos de esa situación, pues en su condición depravada les es absolutamente imposible obedecer la voluntad de Dios (cap. 8: 7). Los intentos legalistas de obedecer la ley divina no sólo están condenados al fracaso, sino que también pueden ser evidencia externa de un arrogante rechazo generado por ajusticia propia de no reconocer la debilidad del hombre y su necesidad de un Salvador. Sólo Dios mismo puede proporcionar remedio, y esto lo ha hecho mediante el sacrificio de su Hijo. Todo lo que se pide del hombre caído es que ejerza fe: fe para aceptar las condiciones necesarias para perdonar su pasado pecaminoso, y fe para aceptar el poder que se ofrece para llevarlo a una vida de rectitud. Este es el Evangelio de Pablo tal como se desarrolla en la primera parte de la epístola. Los capítulos restantes se ocupan de la aplicación práctica del El evangelio ante ciertos problemas que tienen que ver con el pueblo escogido y con los miembros de la iglesia cristiana. CONTENIDO DE ROMANOS CAP. 1 : EL EVANGELIO: JUSTICIA DE DIOS CAP.2 : NECESIDAD DE JUSTICIA CAP.3 : JUSTIFICACION POR MEDIO DE LA FE CAP. 4 : ABRAHAM Y LA JUSTICIA DE DIOS CAP. 5 : RESULTADOS DE LA JUSTIFICACION CAP. 6: LA SANTIDAD DEL JUSTIFICADO CAP. 7: LIBERTAD ESPIRITUAL DEL JUSTIFICADO CAP. 8 : EL ESPIRITU SANTO EN LA VIDA DEL JUSTIFICADO CAP. 9: LA JUSTICIA DE DIOS Y LA ELECCION DE ISRAEL CAP.10: LA JUSTICIA DE DIOS Y LA INCREDULIDAD DE ISRAEL CAP. 11: LA JUSTICIA DE DIOS Y LA RESTAURACION FUTURA DE ISRAEL CAP.12:EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON EL CUERPO DE CRISTO CAP. 13: EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON EL GOBIERNO CIVIL CAP.14: EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON LOS DEBILES EN LA FE

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CAP. 15: EL JUSTIFICADO MINISTRANDO EL EVANGELIO DE DIOS CAP. 16:EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON EL LIDERAZGO CRISTIANO COMENTARIO A LOS ROMANOS

TEMA PRINCIPAL: LA JUSTICIA DE DIOS

CAPITULO UNO: EL EVANGELIO: LA JUSTICIA DE DIOS PRESENTACION Y SALUDOS TEXTO: Romanos 1:1-7 Esta es la introducción más larga a una epístola de Pablo. Una de las razones es porque él estaba escribiendo a una iglesia que no le conoce. Al presentarse, Pablo hace referencia a su misión apostólica (v.1, 5), y eso le lleva a describir el evangelio que predicaba (v.2-4). 1. LA DESCRIPCION DEL AUTOR (v.1) a. Su Nombre El apóstol se presenta con su nombre griego: “ Paulos”. En Hch 7:58 encontramos su nombre hebreo, “Saulos”. A partir de Hch 13:9, Lucas cambia el nombre que usa para hablar de este gran siervo de Dios. Muchos han debatido el significado de estos dos nombres, y por qué Pablo, en sus cartas, siempre utiliza el nombre “Paulos”. Nos parece que la explicación más acertada es que, siendo judío, sus padres le dieron un buen nombre judío: “ Saulos” Sin embargo, dado a que su padre fue otorgado ciudadanía romana, Pablo n ació como ciudadano romano (ver Hch 22:27, 28); por ende, sus padres también le dieron un nombre griego: “Paulos”. Dado a que Pablo ministraba principalmente a los gentiles, él prefería usar su nombre griego. b. Su Oficio Pablo usa tres frases para describir su ministerio. [1] “siervo de Jesucristo ” Pablo se llama “siervo”, v.1 (“ doulos”). Para una persona de trasfondo griego, este sería un término despectivo y humillante. Sin embargo, es importante recordar que Pablo escribe desde un trasfondo hebreo. En la LXX, “ doulos kuriou ” era un título de honor, acordado a Moisés, a Josué, a David, y a los profetas (Josué 14:7; 24:29; etc.). Para Pablo todo creyente es un “ doulos kuriou ” (1 Cor 7:22, etc.). La palabra expresa un compromiso total del creyente con Cristo, por ser su amo, y el dueño de toda su vida. [2] “llamado a ser apóstol ” El verbo “kalein” habla del llamado de Dios a la salvación (que es a la vez un llamado al servicio y a la obediencia). Para Pablo, todo creyente es “llamado” (v.6). Sin embargo, Pablo usa el verbo aquí en relación con su apostolado; él quiere enfatizar que es un apóstol, no por voluntad propia (o la de otra persona), sino por la elección de Dios.

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El sustantivo “ apostolos” significa “representante” o “agente autorizado”. Esta palabra se usa a veces en un sentido general (Juan 13:16, “ enviado”); pero normalmente en el Nuevo Testamento se usa de los Doce Apóstoles. Los requisitos para ser Apóstol eran: [1] haber visto a Cristo (1 Cor 9:1). [2] haber sido elegido personalmente por Cristo (Hch 26:15-18; Gál 1:1). [3] tener el poder para hacer “señales y prodigios” (2 Cor 12:12). Pablo escribe a la iglesia en Roma en su capacidad de Apóstol, y por lo tanto espera que le presten la debida atención. [3] “apartado para el evangelio ” (v.1) La tarea de Pablo era la de anunciar el evangelio con toda claridad y autoridad (v.5). El verbo “ aforizein” (= “delimitar”, “separar por medio de una frontera”) se usa en la LXX [1] de personas y animales consagrados a Dios (ver Ex 13:12, “ dedicarás”). [2] de los levitas (Núm 8:11). [3] de Israel en general (Lev 20:26). Quizá Pablo también tenía en mente Isaías 49:1 y Jeremías 1:5 (comparar Gál 1:15, donde Pablo usa el mismo verbo). Todo creyente tiene que predicar el evangelio, pero Pablo tenía una responsabilidad especial; por lo tanto dedicó toda su vida a anunciar el evangelio. Nota: Pablo amplía la descripción de su misión en el v.5. 2. LA DESCRIPCION DEL EVANGELIO (v.2, 3a) Habiendo mencionado el evangelio (en v.1b), Pablo procede a describir este evangelio. Notemos en primer lugar que Pablo enfatiza que el evangelio (= “buenas noticias”) no es suyo, sino de Dios (ver notas posteriores sobre v.16, 17). El evangelio es de Dios, no simplemente porque es idea Suya, sino porque la misma justicia que nos salva viene de Él (Rom 3:21). ¡Él es el Autor de todo! Pablo es simplemente un HERALDO del evangelio. [1] “ prometido antes... ” (v.2) Pablo está queriendo establecer que el evangelio no es una invención novedosa, sino algo que tiene raíces antiguas. Por “ profetas” debemos entender la mayoría del A.T., porque las promesas del Mesías y de Su evangelio se encuentran en todas las secciones del A.T. (el Pentateuco, los libros Proféticos, y los Escritos). La interpretación correcta del A.T. apunta a Cristo y a Su evangelio. repetidas veces en Romanos. [2] “acerca de Su Hijo... ” (v.3a)

Este es un tema que Pablo tratará

Pablo sigue definiendo el evangelio, afirmando que el contenido de estas "buenas nuevas" se centra en la Persona del Hijo de Dios, Jesucristo: en Su vida, muerte y resurrección. 3. LA DESCRICPION DE CRISTO (v.3b - 4) Pablo ahora se detiene para ampliar detalles acerca de la persona de Cristo: a. Su Humanidad (“del linaje de David... ”, v.3b)

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El A.T. apunta a un Mesías que sería descendiente de David (2 Sam 7:16; Sal 89:3s,19ss; Is 11:1,10; etc.). El N.T. confirma que Cristo fue descendiente de David (Mat 1:1-16, 20; Lucas 1:27; 3:23-31; etc.). Debemos notar que tanto en la genealogía de Mateo, como en la de Lucas, fue José quien descendió de David. Para que Cristo fuese del linaje de David, José tendría que haberlo adoptado oficialmente como su hijo. La otra alternativa (más probable) es que María también era del linaje de David. b. Su Divinidad (“declarado Hijo de Dios ...”, v.4) Comentaristas no están de acuerdo acerca de cómo traducir el verbo “ orizein” Cranfield prefiere traducir este término, "nombrado", "constituido", "instalado". El verbo originalmente significaba "delimitar"; y por consiguiente, "definir". Algunos comentaristas modernos tratan de afirmar que Cristo no llegó a ser “divino” hasta después de la resurrección. Sin embargo, Pablo aquí NO está afirmando que la resurrección concedió a Cristo Su divinidad, sino simplemente que la resurrección evidenció Su deidad. Se ha debatido mucho el significado de la frase, “ según el Espíritu de santidad ”. Quizá simplemente sea una referencia al hecho de que el Espíritu Santo tuvo algo que ver con la resurrección de Cristo.

4. LA DESCRIPCION DEL MINISTERIO APOSTOLICO Habiendo descrito el evangelio y a la Persona central del mensaje que predicaba, Pablo ahora vuelve a hablar de sí mismo, haciendo referencia al ministerio apostólico que Dios le había otorgado. a. La Fuente de Su Ministerio Las palabras “ por quien recibimos la gracia y el apostolado ” describen la fuente del ministerio apostólico de Pablo. Cristo mismo fue quien le dio a Pablo la gracia y el ministerio apostólico. b. El Propósito de Su Ministerio Pablo describe el propósito fundamental de su ministerio apostólico en la siguiente manera: “ para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre ”. El evangelio no llama simplemente a una fe, sino a una obediencia (ver Hch 17:30). Nuestra fe se muestra genuina a través de la obediencia (Heb 11:7,8,17).

5. LA DESCRIPCION DE LOS LECTORES (v.6, 7a) Pablo menciona su llamado a ser apóstol a los Gentiles en v.5. Ahora pasa a incluir a los creyentes en Roma dentro de su ámbito de trabajo. En esta manera Pablo puede justificar el hecho de escribirles, y querer visitarles. Las palabras, “a todos los que estáis en Roma ” (v.7a), indican que Pablo no escribe sólo a los líderes de la iglesia, sino a todos los creyentes en esa ciudad. Estos creyentes eran personas sumamente especiales, a quienes Pablo describe en la siguiente manera: [1] “llamados a ser de Jesucristo ” (v.6)

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Pablo usa aquí el mismo verbo que usó en v.1. Los “ kletoi ” son las personas a quienes Dios ha llamado, y quienes han respondido al llamado de Dios (ver Rom 8:30; 9:11, 24). [2] “amados de Dios ” (v.7a) Vivir en Roma quizá constituía un gran privilegio  –  era el centro del imperio, y un lugar de gran cultura y educación. Sin embargo, el ser amados de Dios era un mayor privilegio, y Pablo desea que los creyentes en esa ciudad sean conscientes de esto. Es interesante notar que Pablo no hace referencia, en primer lugar, al amor que los creyentes tenían para con Dios, sino al amor de Dios para con ellos. Fue Su amor que llevó Dios a llamarles a la salvación. [3] “llamados a ser santos ” (v.7a) La santidad de los creyentes en Roma fue el resultado, o la consecuencia, del llamado de Dios sobre sus vidas. Si Dios los había "llamado", entonces ellos tenían la responsabilidad de vivir vidas separadas de las cosas del mundo, y dedicadas al servicio de Cristo (comparar 1 Cor 1:2).

6. EL SALUDO APOSTOLICO (v.7b) El mismo saludo se encuentra en 1 y 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, y Filemón. El saludo comprende dos palabras: [1] “gracia” (v.7b) Aunque esta palabra refleja el saludo griego, es importante enfatizar que Pablo no la usa simplemente como un saludo convencional. En los escritos neo-testamentarios, esta palabra abarca todo el evangelio de Cristo. “ jariz ” significa el amor inmerecido de Dios, manifestado en la persona de Cristo. La palabra ocurre 24 veces en Romanos. [2] “ paz ” (v.7b) Este término representa el saludo judío . Para los judíos, la palabra “ shalom” no significaba simplemente la ausencia de tensiones, sino también todas las bendiciones que vienen de saber que Dios está a favor nuestro (podemos notar la manera en que Pablo usa esta palabra en Filip 4:7). Quizá el mejor comentario sobre el significado de este término es provisto por Pablo en Rom 8:28-39 (aunque ver también Rom 5:1-11).

PABLO Y LA IGLESIA EN ROMA TEXTO: Romanos 1:8-15  En el tiempo de Pablo, las cartas comenzaban generalmente con una petición a los dioses por la salud y el bienestar de la persona a quien se dirigía la carta. Pablo sigue el modelo contemporáneo, pero usa esta introducción para informar a los hermanos en Roma, tanto de sus oraciones por ellos, como de su deseo de verles. 1. PABLO ORA POR LA IGLESIA EN ROMA  (v.8, 9) a. Su Acción de Gracias (v.8)

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Pablo da gracias a Dios por la fe de los creyentes en Roma. No porque la fe de ellos sea particularmente grande, sino simplemente porque ahí en la capital del imperio Dios tenía Su Iglesia; un grupo de personas que creían en Él. Al dar gracias a Dios, Pablo estaba reconociendo que la fe de los romanos era el fruto de la obra de Dios en sus corazones. b. Su Intercesión por Ellos (v.9) Pablo describe su ministerio apostólico como un servicio a Dios (“ a quien sirvo en mi espíritu ”). El verbo que él usa aquí es “latreuo”, que significa “ofrecer un servicio cultual” (cf. Rom 15:16). Pablo afirma que sirve a Dios “en mi espíritu ”. Algunos interpretan esto en el sentido de "sinceramente", "de todo corazón" (Calvino). Parte de su servicio a Dios era orar por los creyentes. Dado a que la vida de oración de Pablo se llevaba a cabo en secreto, sólo Dios sabía la verdad de lo que Pablo estaba escribiendo. Por lo tanto, Pablo invoca a Dios mismo como testigo de la veracidad de su declaración de orar por ellos constantemente. 2. EL DESEO DE PABLO DE VISITAR A LA IGLESIA EN ROMA  (v.10-15) Aunque Pablo había tenido muchos deseos visitar la Iglesia en Roma, confiesa haber sido estorbado (v.13a). Por eso Pablo estaba orando, para que Dios pueda hacer posible la visita ahora (v.10). ¿Por qué Pablo deseaba tanto ir a Roma? Él afirma que era: a. Para “comunicaros algún don espiritual ” (v.11a) El verbo en griego es “ metadidomi ”, que significa “compartir” (ver Rom 12:8, “ reparte”; Efe 4:28; 1 Tes 2:8). Generalmente se comparte lo que uno tiene; a veces se comparte algo que pertenece a otras personas. En este caso, lo que Pablo anhelaba compartir era un “ jarisma” (“don espiritual ”). Este término se usa en varias maneras en Romanos: [1] del don inmerecido de la persona de Cristo (Rom 5:15,16). [2] de los dones de Dios a Israel (Rom 11:29). [3] de los dones del Espíritu Santo (Rom 12:6). Quizá la mejor manera de entender el uso de esta palabra aquí es en el sentido general de una bendición dada por Dios a los creyentes en Roma, a través de la visita y el ministerio de Pablo entre ellos. b. Para “que seáis confirmados” (v.11b) La palabra “confirmados” es la traducción que la RV ofrece del verbo “ sterizo”. Este verbo significa “fortalecer” (ver NVI, “que los fortalezca”). El propósito de Pablo era fortalecer la vida espiritual de los creyentes en Roma; es decir, establecerlos en su fe y en su obediencia (ver Rom 16:25; Lucas 22:32; Hch 18:23). c. Para “ser mutuamente confortados ” (v.12) Pablo añade esto como su verdadero deseo – lo que dice en el v.11 era sólo parte de este deseo más amplio. Calvino nota en estas palabras la humildad de Pablo. El gran apóstol reconoce que él mismo podría ser animado, en su vida cristiana, por los creyentes en Roma. No hay creyente alguno, por tan humilde que sean sus dones, que no pueda ayudarnos en la vida cristiana. Lo único que nos impide aprender de otro creyente es nuestro orgullo espiritual (Calvino).

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NOTA: Pablo usa el verbo “ sumparakaleo”, que significa “ser confortado [o consolado] juntamente con” (comparar “ parakletos” = “el Consolador”, en Juan 14:16, etc). El Espíritu Santo nos puede “consolar” directamente, o por medio de otros creyentes. d. Para Predicar el Evangelio (v.13b -15) Pablo siente que es importante informar a los creyentes que por mucho tiempo él había querido ir a Roma, pero que hasta el momento no le había sido posible. La expresión “ propuesto ir ” implica que Pablo en algunas oportunidades había llegado a trazar ciertos planes para ir a Roma, solo que los planes no se llegaron a concretizar. En 1 Tes 2:18 Pablo menciona algo parecido, añadiendo que en ese caso fue Satanás quien impidió su viaje. Aquí no hay mención de Satanás; Rom 15:22,23 mas bien implica que lo que le había detenido a Pablo era simplemente la obra evangelística en la cual él estaba ocupado. Pablo anhelaba tener “ algún fruto ” en Roma. Esto podría ser más almas convertidas, o simplemente que los creyentes sean fortalecidos en su fe. ¿A quiénes se refiere Pablo en v.14? - “griegos” (“ellenes”) - “no griegos ” (“barbaroi ”) - “sabios” (“sofois”) - “no sabios” (“anoetois”)

= los gentiles de un trasfondo griego-romano. = los demás gentiles en todo el mundo. = gentiles educados e inteligentes. = gentiles poco educados o menos inteligentes.

NOTA: Al usar estos términos, Pablo no estaba hablando con desprecio, sino simplemente proveyendo una descripción de las categorías de personas de ese entonces. Pablo quería ir a Roma no simplemente por un mero deseo personal, sino porque sentía que era su responsabilidad apostólica hacerlo (comparar, “ deudor ”, v.14). EL TEMA PRINCIPAL DE LA CARTA TEXTO: Romanos 1:16-17  Introducción Habiendo declarado su disposición de predicar el evangelio en la capital del imperio romano, Pablo pasa a exponer cuál es el mensaje central que predicaba. Este será el tema principal de la primera parte de la carta a los Romanos (Rom 1:18 - 8:39). Por ser dos versículos tan importantes, los estudiaremos detenidamente. Lo primero que Pablo afirma es que no se siente avergonzado del evangelio. Esta es simplemente una forma negativa de decir que se siente orgulloso del evangelio. ¿Por qué afirma esto? Pablo reconoce que en una ciudad como Roma, los creyentes bien podrían ceder a la tentación de avergonzarse del evangelio. El mundo siempre será hostil hacia el evangelio, y aún más en una ciudad grande e importante como Roma. El evangelio es un mensaje que parece ser “locura” para el hombre sabio (1 Cor 1:18,21). El hombre “natural” no entiende el mensaje de salvación; mas bien, lo rechaza (1 Cor 2:14). Por lo tanto, los creyentes siempre corren el riesgo de avergonzarse del evangelio (ver Marcos 8:38; 2 Tim 1:8).

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¿Por qué será que Pablo no se avergonzaba del evangelio? detalladamente lo que dice:

En v.16b y 17 él da la respuesta. Analicemos

1. LA DEFINICIÓN DEL MENSAJE (v.16) Pablo resume el mensaje que predica en una sola palabra: “ euaggelion” (v.16). Este término constituye una descripción o definición del mensaje apostólico. La palabra en si significa “buenas nuevas” o “buenas noticias”. Sin embargo, para apreciar todas las implicancias del uso de la palabra “ euaggelion”, hay que entender tanto el uso de esta palabra en el griego clásico, como en la LXX y en el N.T. En el griego clásico, esta palabra se usaba para anunciar buenas noticias relacionadas con el emperador; por ejemplo, para anunciar el nacimiento de un heredero, o de una victoria en el campo de batalla. En la LXX, el término se utiliza en lugares tales como Sal 40:9; 96:2; Is 40:9; 41:27; 52:7; etc. “euaggelion” consistía en la llegada del reino de Dios; es decir, en la manifestación de Su salvación.

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En el N.T., el “euaggelion” es el anuncio de la llegada del reino de Dios, en la persona de Cristo (ver Marcos 1:14,15). Desde el momento en que Adán y Eva pecaron, Satanás llegó a ser el “príncipe de este mundo” (Juan 12:31). Cristo vino para destruir las obras de Satanás, e instituir el reino de Dios (Mat 12:28-29; 1 Juan 3:8b). En este reino se encuentran el perdón de los pecados, la reconciliación con Dios, y todas las demás bendiciones espirituales que la Iglesia goza en Cristo. Este era el mensaje al cual Pablo se dedicaba a predicar (Rom 1:1), y que anhelaba anunciar también en Roma (Rom 1:15). De tal mensaje Pablo nunca podía avergonzarse.

2. LA EFICACIA DEL EVANGELIO  (v.16) Pablo describe la eficacia del evangelio en las siguientes palabras: “ es poder de Dios ” (v.16). Esta era otra razón por la cual Pablo no se avergonzaba del evangelio, porque a pesar de aparentar ser un mensaje débil, en realidad el evangelio era el poder supremo de Dios dirigido hacia la salvación del hombre pecador. La palabra “dunamis” significa “el poder eficaz” (para realizar algo). Este poder se entiende a la luz de versos tales como Gén 1:3,6; Is 55:11; Jer 23:29. Es el poder de la Palabra de Dios (= Jesucristo). Es Cristo quien hace que el evangelio sea eficaz, porque Su obra fue decisiva en obtener la salvación para todas las personas que crean en El. La acción de Dios en enviar a Su Hijo, con el propósito de morir por los pecados del mundo, y luego resucitar para la justificación de los creyentes, es la clave para comprender el PODER de este mensaje aparentemente tan débil y menospreciado. El evangelio es el poder eficaz de Dios que actúa en el mundo para liberar al hombre de la ira de Dios, y devolverle la gloria que el hombre perdió cuando cayó en el pecado (Cranfield). La seguridad del creyente radica en la fuente de este poder (Juan 10:28,28; Judas 24). Dado a que es el “ poder de Dios ”, sus resultados están garantizados.

3. EL PROPÓSITO DEL EVANGELIO  (v.16)

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Con las palabras, “ para la salvación ” (v.16), Pablo expresa el propósito del evangelio. Esta es la tercera razón por la cual Pablo no se avergonzaba del evangelio; es el mensaje de Dios para la salvación del ser humano. El sustantivo “ soteria” está relacionado con el verbo “ sozo”. En el N.T., la salvación tiene aspectos negativos y positivos; es decir, hay cosas de las cuales necesitamos ser protegidos, y hay cosas para las cuales debemos ser salvos. En Romanos, Pablo menciona varias cosas que están comprendidas en la salvación del hombre: [1] La liberación de la ira de Dios, tanto ahora como en el día del Juicio Final (Rom 1:18; 5:9). [2] La liberación del poder del pecado (Rom 6:6). [3] La liberación de la muerte (Rom 8:10,11). [4] La liberación de la ley (Rom 6:14; 10:4). [5] La restauración de la gloria de Dios (Rom 3:23; 8:30). [6] La reconciliación con Dios, y la paz que proviene de ello (Rom 5:1,10). [7] El don de la vida eterna (Rom 6:23). Además de tener aspectos negativos y positivos, la salvación de la cual Pablo habla tiene aspectos presentes y futuros. El creyente goza ahora de su salvación; es decir, de una buena relación con Dios, y todos los frutos que esto trae (ver Rom 5:1ss). Sin embargo, durante toda su vida aquí en la tierra, el creyente está esperando la manifestación final y completa de su salvación (ver Rom 8:17-25). El aspecto futuro y el aspecto presente de nuestra salvación están entrelazados en Rom 8:31-39. 4. EL MÉTODO DEL EVANGELIO (v.17) Habiendo establecido que el evangelio “ es poder de Dios para salvación ”, Pablo procede, en el v.17, a explicar cómo Dios salva al hombre pecador; es decir, cómo lo rescata de su estado pecaminoso delante de Él. El método divino para salvar al hombre consiste en LA JUSTIFICACIÓN. Pablo afirma que, “ en el evangelio la  justicia de Dios se revela ” (v.17). Aquí, el apóstol simplemente introduce esta doctrina; posteriormente la va a ampliar y explicar (Rom 3:21-26). En cierto modo, el resto de esta carta a los Romanos es simplemente una explicación más detallada de la doctrina de la justificación por la fe. En el v.17 Pablo presenta por primera vez la palabra que va a dominar el resto de su carta: “ justicia”. Por ser un término tan importante nos detendremos para estudiarlo en detalle. Pablo usa varios términos relacionados: “ dike” (“juicio”), “dikaios” (“justo”), “dikaiosune” (“justicia”), y “ dikaioo” (“justificar”). Al estudiar el significado de estas palabras, hay que tener en cuenta dos cosas: el significado original de estas palabras en el griego clásico, y el uso de estas palabras en la LXX.

a. El Uso de los Términos en el Griego Clásico La palabra “dike” originalmente significaba “costumbre”. Según Solón,  el gran legislador de Atenas del siglo 6 a.C., “dike” era la ley divina – tanto del universo, como de la vida cívica. Comprendía la verdadera norma para el comportamiento humano; lo que define qué es lo “justo” o lo “recto” para el ser humano. Posteri ormente, esta palabra fue tomada por el mundo jurídico, con el significado de “dictamen”, “sentencia”, “juicio”, “proceso legal”. El adjetivo “dikaios” (= “recto”) describe la conducta del hombre que se conforma a la “ dike”. Tal persona observa las costumbres establecidas por la sociedad, y se conforma a ellas. Es un hombre “recto” o “justo”.

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Aunque esta palabra podría tener referencia a la relación entre el hombre y Dios, generalmente se refiere a la relación entre seres humanos. Era un término que describía la ética. El sustantivo “dikaiosune” (= “el justo”) señala una persona o alguien que tiene la cualidad de ser “ dikaios” (= “recto”). El término se utiliza para hablar de la virtud cívica de un hombre honesto, que guarda las leyes de la sociedad, y que cumple todas las obligaciones sociales y morales. El verbo “dikaioo”, significa “tratar justamente” – especialmente en el contexto de pasar un juicio o un dictamen de ley, para castigar o exonerar al enjuiciado. b. El Uso de los Términos en la LXX Para el pensamiento judío, el significado de estas palabras fue profundamente afectado por el uso que se hizo de ellas en la LXX. Los traductores de la LXX usaron estos términos para traducir una serie de palabras hebreas relacionadas con la raíz “sdk ”. El sustantivo “ sedek ” significa “lo que se conforma a una norma”. Cuando “ sedek ” se usa para describir la conducta de una persona, se refiere al cumplimiento de ciertas obligaciones que surgen de las exigencias del momento (por ejemplo, lo que se debe hacer si uno encuentra el buey que el vecino ha perdido). También puede usarse para describir la relación existente entre dos o más personas; por ejemplo, entre padres e hijos. En Israel, lo que más importaba era el comportamiento del hombre frente a las demandas de Dios, expresadas en Su Ley; demandas que surgían del Pacto que existía entre Dios y el pueblo. “ Sedek , en el A.T., debe ser entendido mayormente en el contexto del cumplimiento del Pacto. El adjetivo “saddik ” se utilizaba para describir a las personas cuyo comportamiento se caracterizaba por ser “sedek ”. Pero hay varios pasajes en el A.T. donde “ saddik ” refiere a la posición legal de una persona (frente a la Ley y el Pacto), y no a su comportamiento ético. El verbo en hebreo se usa en varios sentidos: 1. "ser justo", "ser recto" (Job 35:7; Sal 19:9; 51:4). 2. "estar en lo recto" (Gén 38:26). 3. "ser justificado", "ser declarado justo" (Sal 143:2; Is 43:26). 4. "librar de culpabilidad", "absolver" (Ex 23:7; Deut 25:1). c. El Uso de los Términos en Romanos Aunque Pablo indudablemente conocía la manera en que estas palabras se usaban en el griego clásico, sus escritos reflejan el uso de estos términos en la LXX. Esto es especialmente el caso cuando consideramos el uso del verbo “dikaioo”. Este verbo ocurre 15 veces en Romanos, y nunca se usa en el sentido del griego clásico: es decir, en el sentido de “tratar justamente”. Más bien, Pablo usa el verbo en el sentido en el cual se encuentra en la LXX; es decir, “absolver” o “librar de culpabilidad”. Por siglos, teólogos han debatido si el uso bíblico del verbo “ dikaioo” significa simplemente una declaración legal frente a la ley (= "absolver", "declarar sin culpa"), o si el verbo también significa la implantación de un comportamiento santo (es decir, "hacer justo"). La Iglesia Católica afirma que al justificar al pecador, Dios no sólo lo declara "justo", "sin culpa", sino que también le imparte una nueva vida moral , por medio de la cual el hombre puede vivir rectamente, y así obtener la salvación. Sin embargo, la mayoría de teólogos protestantes

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niegan esto, afirmando que la justificación es simplemente la declaración legal por medio de la cual Dios trata al hombre pecador como si fuese libre de toda culpabilidad. La dificultad en todo este debate ha sido la toma de posturas extremistas. Teólogos católicos han ido al extremo de mezclar la “justificación” con la “santificación”, mientras que algunos teólogos prote stantes han negado rotundamente el aspecto de la regeneración moral (en la justificación), para no caer en la trampa de la salvación por obras. El balance bíblico es afirmar que, por un lado, la justificación es simplemente una declaración legal de parte de Dios, por medio de la cual Él absuelve al pecador de toda culpabilidad. Pero, por otro lado, hay que afirmar también que las personas a quienes Dios absuelve de esta manera, también son regeneradas, para que dejen el pecado, y vivan vidas de justicia delante de Él. La “justificación” y la “santificación” son dos cosas muy distintas, pero Dios hace que las dos cosas ocurran en la vida de toda persona a quien Él otorga la salvación. En nuestro estudio de Romanos, notaremos como Pablo tuvo que luchar por establecer claramente la diferencia entre la “justificación” y la “santificación”. Anticipando el estudio de capítulos posteriores, podemos por el momento afirmar que la enseñanza de Pablo es que la “justificación por la fe” es lo que nos salva; pe ro que a las personas a quienes Dios justifica, Él también las regenera y santifica. d. “la justicia DE DIOS ” La frase en griego es, “ dikaiosune theou ”. Para explicar bien esta frase, hay que entender qué clase de genitivo Pablo está usando, cuando escribe “theou ” (“de Dios”). Algunos afirman que este es un genitivo subjetivo; es decir, que describe la justicia que es  propia de   Dios, y que es la característica de toda Su actividad. De ser así, lo que Pablo estaría diciendo es que el evangelio manifiesta que Dios es justo en Su accionar (ver Rom 3:26); en otras palabras, que la manera en que Dios salva al pecador es intrínsicamente  justa. Otros, sin embargo, afirman que es un genitivo de origen, y que describe la justicia que el hombre pecador obtiene de parte de  Dios. En este caso, lo que Pablo estaría diciendo es que el evangelio manifiesta la justicia que Dios otorga al pecador que deposita su confianza en Él. Según Cranfield, la segunda interpretación es la más probable. Concordamos con esta postura. 5. EL INSTRUMENTO DEL EVANGELIO La pregunta que ahora surge es: “¿cómo puede Dios declarar justo a un hombre pecador?” Pablo va a contestar esta pregunta en más detalle en Rom 3:21-31; p ero por el momento lo resume en las palabras “ por fe y para fe ”. Debemos notar que Pablo ya hizo referencia a la importancia de la fe en el v.16, cuando escribió, “ para salvación a todo aquel que cree ”. Al estudiar la relación entre la fe y la justificación, debemos tomar en cuenta dos cosas: a. El Contenido de la Fe Bíblica En primer lugar tenemos que contestar la pregunta: “¿tener fe en qué?” Esta pregunta es muy importante porque es obvio que muchas personas, en todo el mundo, tienen “fe” en algo. Sin embargo, el mero hecho de tener “fe”, no les “justifica” ante Dios.

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La “fe” de la cual Pablo habla, se basa en el evangelio de Dios (Rom 1:1 -4). Es decir, lo que el hombre tiene que creer es la revelación de Dios en Cristo Jesús: en los detalles de Su vida, muerte, resurrección y ascensión (ver Marcos 1:14,15). Como Pablo va a ampliar en Rom 1:18 - 3:20, el hombre tiene que reconocer su propia pecaminosidad delante de Dios, tiene que dejar de confiar en su habilidad de agradar a Dios, y tiene que descansar en la obra de salvación que Dios ha hecho a favor del hombre en la cruz del calvario. b. Las Características de la Fe Bíblica Entre evangélicos, frecuentemente existe cierta confusión acerca de lo que el verbo “creer” significa. Por  lo tanto, es importante aclarar cuál es el significado bíblico, tanto de este verbo, como del sustantivo, “fe”. [1] En primer lugar, debemos reconocer que la palabra “creer”, en castellano, no es muy satisfactoria, porque parece poner el énfasis sobre aceptar la veracidad de algo; es decir, sobre algo meramente intelectual o cerebral. Aunque es cierto que el verbo “ pisteuo” tiene un aspecto cognitivo (ver Sant 2:19), el énfasis en la Biblia es otro. La Biblia pone el énfasis sobre la idea de “tener fe en” o “confiar en” algo o alguien. Por eso, frecuentemente sería mejor usar el verbo “ confiar ”, en vez de “creer” (Rom 3:22; 4:3 -5; etc). [2] En segundo lugar, hay muchos creyentes que hablan de la fe como si fuese la parte que al hombre le toca hacer, para gozar la salvación de Dios. La impresión dada es que la fe es una suerte de condición que Dios impone sobre el ser humano, para que éste pueda obtener la salvación. El peligro con esta forma de pensar es que fácilmente hace de la fe una obra meritoria humana, por medio de la cual el hombre obtiene la salvación. Lo que debemos entender es que si la salvación es por la gracia de Dios, entonces la fe nunca debe ser presentada como si fuese una obra que el hombre hace , por medio de la cual él gana el derecho de la salvación. Aquí es importante tomar en cuenta lo que Pablo advierte en Rom 4:4, y debemos usar el verbo “confiar” en v.5 (“ mas al que no obra, sino confía  en aquel que justifica al impío, su confianza le es contada por  justicia”). [3] En tercer lugar, debemos hacer la pregunta, “¿de dónde viene la fe?” Algunos hablan de la fe como si fuese algo que el hombre produce por su propio esfuerzo. Aunque es cierto que en este mundo existen muchas creencias religiosas (‘fes’), y cada uno elige creer lo que quiere, hay que tener cuidado de no pensar que la fe cristiana es igual a las demás. La Biblia enseña que la habilidad de entender y responder correctamente al evangelio es parte de la obra de Dios, que Él hace en la vida de un ser humano para concederle la salvación  (ver 1 Cor 2:7-14; 2 Cor 4:3-6; Efe 2:4-9). Dios, entonces, es el autor de la fe, y Él da la fe en el contexto de escuchar la palabra de Dios (Rom 10:17). La responsabilidad del hombre es simplemente hacer buen uso de esta fe que Dios le da. Analogía: La fe es como una soga que alguien tira a la persona que se está ahogando en el mar. La persona en el mar no produce la soga; su responsabilidad es simplemente la de cogerse de la soga para así ser salvo del mar. Habiendo dicho esto, hay que enfatizar que Dios no salva a nadie aparte de su fe personal. La salvación no es una mera obra soberana de Dios, que no toma en cuenta absolutamente nada de la voluntad del hombre. El hombre debe querer ser salvo, y este querer debe manifestarse en una plena confianza en el plan de Dios para la salvación del hombre, ejecutado por el Señor Jesucristo.

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Romanos 10:9-17 es todo un comentario sobre la importancia de la fe en la salvación del hombre, y cómo el hombre puede obtener tal fe. c. La Expresión “por fe y para fe” Lo único que nos queda estudiar ahora es esta expresión extraña de Pablo, en v.17. En griego, la frase es “ek pisteos eis pistin ”. Cranfield  nota doce interpretaciones diferentes de esta frase, que implica mucha incertidumbre en cuanto al significado exacto de la expresión. Quizá la mejor forma de entender esta frase es: “la justicia de Dios que se revela POR MEDIO de la fe, y A FAVOR DE los que tienen fe”.

6. LA UNIVERSALIDAD DEL EVANGELIO (v.16) Acerca del evangelio, Pablo afirma: “ es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree ”. Este es un tema que Pablo enfatiza mucho en la carta a los Romanos: el evangelio es para toda clase de hombres (ver Rom 1:14). Hoy en día, la universalidad del evangelio es algo aceptado por todos, pero en el tiempo de Pablo no lo era; a lo menos no entre los judíos. Ellos creían que la salvación de Dios era sólo para ellos, y que los gentiles sólo podían obtener la salvación si se volvían “judíos” (circuncidándose y cumpliendo toda la Ley de Moisés). Una vez que la Iglesia comenzó a expandirse, surgió un gran debate en torno a la universalidad del evangelio (ver Hechos 15:1,2), y Pablo se vio inmiscu ido en esto. Como “apóstol a los gentiles” (Rom 11:13), él tuvo que defender la universalidad del evangelio. Para defender esta doctrina, Pablo apeló a DOS cosas fundamentales (ver Rom 3:21 - 4:25): 1. Que la justificación es únicamente por medio de la fe. 2. Que los santos del A.T. fueron salvos por medio de la fe. Sin embargo, es importante notar lo que Pablo añade: “ al judío primeramente, y también al griego ” (v.16). La palabra, “ primeramente” es “ proton”. Esta palabra a veces tiene el sentido de prioridad de tiempo, y esto concuerda con el hecho de que Dios se manifestó primero a los judíos (Rom 3:2; 9:4; ver también Heb 1:1). Sin embargo, muchos comentaristas son de la opinión de que en este pasaje la palabra “ proton” tiene el sentido de prioridad de derecho; es decir, que los judíos tienen el derecho, en primera instancia, a escuchar el mensaje de salvación. Este derecho se basa en la elección de Israel por parte de Dios, para ser Su “ especial tesoro ” (Ex 19:5), y en el hecho de que Dios se manifestó al mundo a través de los judíos (Juan 4:22). Las palabras de Pablo indican que Dios aún tiene una especial consideración por los judíos, y que por ende ellos deben gozar mayor derecho de escuchar el evangelio. En ciertos pasajes de los Evangelios, vemos como Cristo reconoció que los judíos tenían este derecho (Mat 10:5,6; 15:21-26). Pedro también reconoció la prioridad que los judíos tenían en el evangelio (Hch 2:39). Aun Pablo, a pesar de ser “el apóstol de los gentiles”, generalmente predicaba primero el evangelio a los judíos, en las sinagogas (ver Hch 13:5,14). Es importante reconocer el significado de pasajes tales como Hch 13:46 (comparando Hch 14:1), y Hch 17:1-3, 10, 17, etc). Algunos comentaristas afirman que en el Nuevo Pacto, la relación que Dios tuvo con Israel se acabó para siempre. Sin embargo, debemos notar lo que Pablo dice en Rom 11:29. Aunque a Dios le haya complacido

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salvar también a los gentiles, la manera en que Pablo habla en Rom 11, indica que todo el plan de Dios parece tener muy en cuenta a los judíos (ver Rom 11:24-29). Habiendo enfatizado la prioridad que los judíos tienen sobre los gentiles de gozar la salvación de Dios, debemos notar como Pablo habla de la igualdad fundamental de todo ser humano, de tener acceso a la salvación de Dios. La cosa importante que debemos reconocer es que en el Nuevo Testamento la salvación es igual para todos. 7. LA REVELACIÓN DEL EVANGELIO (v.17) Pablo escribe: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela ...” El verbo que Pablo usa es “apokaluptein”, que significa literalmente: “quitar el velo”, “revelar”. Pablo usa el tiempo presente, indicando que la salvación de Dios es algo que se está revelando constantemente, por medio de la predicación del evangelio. Este verbo se utiliza 26 veces en el N.T., y siempre se refiere a una revelación que tiene su origen en Dios (ver Efe 3:3-5). Por lo tanto, aunque el mensaje de salvación es algo comunicado por los labios de los predicadores, en un sentido más profundo la revelación (eficaz) de la “justicia de Dios”, que resulta en la salvación del hombre, es algo que sólo Dios puede hacer (ver 2 Cor 4:3-6). LA NECESIDAD DEL HOMBRE PAGANO TEXTO Romanos 1:18-32 Introducción En los v.16 y 17, Pablo planteó el tema central que iba a tratar en esta carta. Ahora, en Rom 1:18, él comienza a desarrollar este tema en detalle. Lo primero que Pablo quiere hacer es comprobar la necesidad que todo ser humano tiene de la salvación divina. La sección de Rom 1:18 – 3:20 se puede dividir en cuatro partes: [1] La Necesidad del Hombre Pagano (Rom 1:18-32) [2] La Necesidad del Hombre Moral (Rom 2:1-16) [3] La Necesidad del Hombre Judío (Rom 2:17 – 3:8) [4] Resumen y Conclusión (Rom 3:9-20) Es interesante notar que en las primeras tres partes Pablo menciona tres maneras diferentes en que Dios se ha revelado al ser humano: [i] a través de la creación (Rom 1:20). [ii] a través de la conciencia (Rom 2:14,15). [iii] a través de la ley de Moisés  (Rom 2:17ss). El pensamiento central de Pablo es que, a pesar de las diferentes maneras en que Dios se ha revelado al ser humano, el hombre no se ha sometido a la revelación divina, sino que se ha rebelado contra ella. Esta reacción frente a la revelación divina es lo que ha colocado al hombre bajo la ira de Dios, y ha resultado en la necesidad universal de la salvación.

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LA REVELACION DE LA IRA DE DIOS En el v.17 Pablo mencionó que en el evangelio hay una revelación de la justicia de Dios. Esta revelación es necesaria porque hay otra revelación que se está dando al mismo tiempo. Pablo se refiere a esta revelación en v.18, cuando escribe: “ Porque la ira de Dios se revela...” a. La Naturaleza de la Ira de Dios Antes de avanzar con el tema, es importante aclarar lo que Pablo quiso decir con “ la ira de Dios ”. Lo primero que hay que decir es que existe una gran diferencia entre la ira de Dios y la ira del hombre. En el hombre, la ira es generalmente un sentimiento pecaminoso, porque implica la pérdida de control, y un enojo desenfrenado y caprichoso. Sin embargo, en el caso de Dios, Su ira nunca tiene los elementos pecaminosos existentes en la ira del hombre. Según la Biblia, la ira de Dios es Su reacción justa y santa contra todo pecado. Dios ha establecido Su ley, y esa ley afimra que “ la paga del pecado es muerte ” (Rom 6:23). Por lo tanto, la ira de Dios es simplemente la aplicación justa de la ley de Dios a los que han transgredido esa ley (ver Juan 3:36; Rom 9:22; Efe 5:6; Col 3:6 y 1 Tes 1:10). Muchos comentaristas liberales levantan objeciones ante la doctrina de la ira de Dios, alegando que tal doctrina milita contra el carácter bueno y amoroso de Dios. Pero esto no es cierto. En realidad, si Dios no sintiera indignación por la pecaminosidad humana, El no sería un Dios bueno. “Sentir indignación contra toda perversidad es una virtud en el hombre, mientras éste viva en un mundo de maldad. Un hombre que conoce algo de la injustic ia y la crueldad del ‘apartheid’, y que no se sienta enojado ante tal maldad, no sería considerado como un hombre realmente bueno. Su falta de ira sería una falta de preocupación por su prójimo; sería una falta de amor.” b. La Provocación de la Ira de Dios ¿Qué es lo que ha provocado la ira de Dios? Pablo, en el v.18, menciona dos cosas: “ impiedad ” e “injusticia”. La primera palabra es “ asebeia”= “falta de reverencia”, “falta de respeto”  (ver Rom 4:5; 5:6 y 11:26). Esta palabra resalta el hecho de que todo pecado humano es una afrenta a la majestad de Dios; es un insulto dirigido directamente a Dios por parte de una criatura Suya; es una falta de tratarle con el respeto que Él merece siendo Dios. Algunos comentaristas toman esta palabra como refiriéndose al quebrantamiento de la primera ‘tabla’ de los Diez Mandamientos. La segunda palabra es “ adikia” = “falta de justicia”, “no observar el orden establecido” (ve r Rom 1:29; 2:8; 3:5; etc.). Esta palabra resalta el hecho de que el pecado es también una violación contra el orden establecido por Dios (manifestado en la segunda ‘tabla’ de los Diez Mandamientos), y consiste en cometer injusticias contra otras personas. Martyn Lloyd-Jones nota que el orden aquí es importante. El primer aspecto negativo del pecado es que es una falta de respeto a Dios. Esta es la característica más seria del pecado humano. Es cierto que el pecado también afecta a los seres humanos, pero eso está en un segundo plano. Hoy en día es importante enfatizar el primer aspecto de la pecaminosidad del hombre, porque la Iglesia corre el peligro de perder esto de vista, ante la tendencia antropocéntrica del mundo contemporáneo. Dado a que el pecado es primordialmente un insulto a Dios, el pecador está bajo la ira divina. La maravilla del evangelio, es que Dios quiere salvar al hombre pecador, a pesar de que éste le ha insultado tan seriamente. Habiendo introducido el tema de la ira de Dios contra todo pecado, Pablo comienza a aplicar esto al caso de los gentiles paganos (v.19-32).

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2. LA REVELACION DE DIOS (v.19, 20) Pablo comienza con la doctrina de la revelación general de Dios. Hay tres aspectos de la revelación de Dios que debemos señalar: [1] La revelación general  (por medio de la creación y la conciencia del hombre). [2] La revelación especial  (en las Escrituras, y especialmente en Cristo). [3] La revelación personal  (cuando Dios aplica esta revelación al individuo, por obra del Espíritu Santo). Pablo aquí se limita a hablar de la revelación general. Lo hace bajo tres puntos: a. El Hecho de la Revelación (v.19) Hay ciertas cosas acerca de Dios que todo ser humano debería saber, aun los gentiles que no han tenido acceso a la revelación especial que Dios impartió a los judíos en el A.T. El verbo que Pablo usa aquí es “ faneroo”. Esta palabra se usa de la revelación especial (1 Juan 1:2), como también de la revelación personal (Juan 17:6). Aquí se usa de la revelación general de Dios al ser humano (el Salmo 19:1-4 contiene una magnífica descripción de esta revelación divina, por medio de la creación). Podemos notar que esta manifestación no es algo accidental en la creación; mas bien es producto de la voluntad y la acción de Dios. También debemos observar que esta revelación ha sido dirigida específicamente a los hombres. Pablo usa una forma gramatical muy fuerte: “ faneron estin en autois ”. El tiempo es presente continuo. NOTA: El verbo al final del v.19 es “ efanerosen” (aoristo). b. El Contenido de la Revelación (v.20a) Pablo aclara que la revelación de Dios, a través de la creación, consiste en la manifestación de ciertos aspectos invisibles de Dios (“ Su eterno poder y deidad ”). Es decir, la creación pone en claro ciertos aspectos de los atributos impersonales de Dios. La creación, en sí, no nos dice mucho acerca del carácter de Dios. Esta revelación ha sido permanente y continua, desde la creación del mundo, para todas las generaciones de esta tierra. c. El Resultado de la Revelación (v.20b) ¿Es posible tener un verdadero conocimiento de Dios (aunque obviamente limitado) sólo por medio de considerar Su creación? Teólogos han debatido mucho este tema, y es algo que se debe estudiar más a fondo en un curso de Teología Sistemática. Sin embargo, lo que podemos notar aquí es que Pablo NO concluye el verso 20 diciendo: “de modo que ellos conocen a Dios”, sino “ de modo que no tienen excusa ”. Si el hombre pagano no llega a conocer a Dios por medio de la creación, esto no es porque la revelación general es defectuosa. Pablo indica que la revelación general es muy clara. Él afirma, “ Porque las cosas invisibles de Él... se hacen claramente visibles ...” (v.20). El problema radica en la percepción espiritual del ser humano. La enseñanza bíblica indica que Satanás ha cegado espiritualmente a los hombres (2 Cor 4:4; comparar el resultado de esta ceguera, en 1 Cor 2:14). Por consiguiente, el hombre natural no logra conocer a Dios por medio de la creación. Lo único que la revelación general logra hacer es quitarle al hombre pecador cualquier excusa que piensa tener ante Dios

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3. LA REACCION DEL HOMBRE ANTE LA REVELACION DE DIOS  (v.18b, 21-23) ¿Qué hace el hombre frente a la revelación divina? Pablo nota TRES cosas, que en su conjunto, encierran toda la tragedia del hombre: a. El Hombre “detiene” la Verdad (v.18b) Aquí vemos una de las más grandes manifestaciones del pecado del hombre. Frente a la gracia de Dios manifestada en la revelación general, el hombre pecador decidió ‘detener’ esta verdad. El verbo “katejo”, significa “sujetar”, “reprimir” (ver Lucas 4:42 y 2 Tes 2:6,7). Exegetas observan que este verbo, en el tiempo presente, contiene la idea de que esto es sólo un intento, un esfuerzo por parte del hombre. El contexto indica que el hombre realmente no logra detener la verdad de Dios. Hendriksen lo traduce así: “hombres que constantemente están intentando reprimir la verdad” (ver Sal 14:1). Cranfield comenta: “El pecado siempre constituye un ataque contra la verdad; el intento de reprimirlo, de sepultarlo fuera de vista, de borrarlo de la memoria. Pero la realidad del pecado es que nunca puede ser algo más que un intento de sofocar la verdad; un intento que siempre a la larga ha de ser inútil.” En Rom 1: 18-32 Pablo describe la condición del hombre pagano en el primer siglo. A lo largo de 2,000 años, el hombre ha avanzado mucho en la ciencia. Lamentablemente, a pesar de todos estos estudios, el hombre moderno, lejos de conocer más a Dios, lo ha rechazado totalmente. El problema no está en que los científicos han logrado comprobar que Dios no existe, sino en que ellos han permitido que las conclusiones de sus estudios estén bajo el control de Satanás, quien no quiere que ellos crean en Dios y vengan al conocimiento de Él. b. El Hombre no Reconoce a Dios (v.21a) Pablo señala que hubo un momento en e l cual los gentiles conocieron a Dios (“ habiendo conocido a Dios ”). El verbo aquí es un aoristo. Podría ser que Pablo se refiere al conocimiento de Dios que el ser humano tuvo al comienzo de la creación. Sin embargo, otros comentaristas lo toman en el sentido de que todo hombre, en alguna manera, tiene un verdadero conocimiento de Dios, pero que simplemente no lo quiere reconocer, y no quiere actuar sobre la base de este conocimiento. En vez de reconocer a Dios, y por ende glorificarle y reverenciarle como Dios, los gentiles optaron por todo lo opuesto. c. El Hombre se Vuelve Necio (v.21b, 22) Pablo expresa las consecuencias del rechazo de la revelación de Dios por parte del hombre en tres frases: [1] “se envanecieron en sus razonamientos ” (v.21b) [2] “su necio corazón fue entenebrecido ” (v.21b). [3] “se hicieron necios ” (v.22). El resultado de esta triple reacción del hombre frente a la revelación de Dios es la IDOLATRIA (v.23). El hombre gentil intentó reprimir la revelación divina, y rechazó el conocimiento que tenía del Dios verdadero. Pero el hombre no pudo vivir en un vacío espiritual; por lo tanto él inventó dioses para adorar.

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4. LA REACCION DE DIOS ANTE EL PECADO DEL HOMBRE (v.24-31) Pablo resume la reacción de Dios frente al rechazo humano de la revelación divina en una frase que repite TRES veces en estos versos: “Dios los entregó ” (v.24, 26 y 28). Comentaristas debaten el significado de esta frase. Algunos lo toman en el sentido de que Dios simplemente dejó al hombre vivir con las consecuencias de sus decisiones. Si los gentiles han decidido rechazar a Dios, Dios les permite hacerlo, y sufrir las consecuencias de esta decisión. Sin embargo, Cranfield lo toma en el sentido de que Dios, en un acto de juicio, entregó a los gentiles a una vida de más y más pecaminosidad, para que al final ellos vuelvan a Él, desesperados por hallar una solución a su perversidad. Es decir, Dios los ‘hirió’ para sanarlos (ver Is 19:22). En un sentido, esto fue lo que pasó en los primeros siglos de la era cristiana. La gente del imperio romano estaba tan cansada de una vida de inmoralidad, que muchos estaban ya listos para escuchar el mensaje de salvación. Por su parte, Hendriksen nota que estos versos están en el contexto del v.18, y por ende entiende la frase: “Dios los entregó ...” como una expresión o manifestación de la ira de Dios. De todos modos, el resultado de esta acción divina es clara y triste: el hombre se vuelve más y más pecador. Pablo señala dos cosas: i. El incremento en la inmoralidad sexual (v.24, 26-27). ii. La perversidad total de la sociedad (v.28-31).

5. EL RESULTADO FINAL (v.32) Pablo describe el triste resultado final de todo este proceso, en el v.32 - la depravación total del hombre. Pablo vuelve a esta conclusión en Rom 3:9-18, después de haber tratado el caso de los judíos. Pablo aclara que el hombre, en su conciencia, reconoce que Dios le juzgará por sus pecados, sin embargo los gentiles no sólo siguen pecando, sino que aprueban a los que hacen tales cosas. Antes de concluir esta sección, debemos recordar cuál era el propósito de Pablo en hacer todo este análisis de la condición del hombre pagano. Él no estaba escribiendo un tratado sobre "La Antropología Bíblica" (es decir, no está describiendo en forma sistemática la doctrina bíblica del hombre), sino que está explicando la necesidad que los gentiles tienen de la salvación de Dios. Pero aún más que esto, Pablo quiere también comprobar que el hombre no puede salvarse a sí mismo (por sus buenas obras), sino que está en la necesidad de recibir la “justicia de Dios” como un regalo, que sólo viene por la fe. Por lo tanto, la conclusión de Pablo es esta: el hombre gentil es tan depravado espiritualmente, que lo único que puede hacer es pecar. Lo que él necesita, no es un camino a la salvación por medio de las buenas obras (porque él simplemente no puede hacer buenas obras), sino un camino a la salvación que implique   ser  justificado delante de Dios por medio de la fe en Cristo.

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CAPITULO 2: LA NECESIDAD DE JUSTICIA TEXTO Romanos 2:1-16  Introducción En Rom 1:18-32 1:18-32 Pablo presentó un cuadro sumamente ‘oscuro’ de la condición del hombre gentil ante Dios. Aunque lo que el apóstol describió era la triste realidad, no todos los gentiles en el tiempo de Pablo vivían vidas completamente completamente degeneradas. Por eso surge la pregunta, ¿cuál era la situación de aquellas personas que lejos de hacer daño a otros, otros, intentan vivir vivir honradamente y ayudar ayudar a su prójimo? ¿Quizá ellas no estén estén en tanta necesidad de la salvación de Dios? Dios? Este es el tem temaa que Pablo trata en en Rom 2:1-16. El razonamiento de Pablo es el siguiente: ‘Hay personas que piensan que están viviendo vidas correctas, pero que en realidad son culpables de hacer las mismas cosas malas que ven y condenan en otros (v.1, 3); tales personas serán juzgadas según sus acciones (v.2). Dios tiene paciencia con estas personas, esperando que vean su hipocresía y se arrepientan (v.4), pero lamentablemente sus corazones están endurecidos (v.5). Dios  juzgará a los hombres, no según algún ideal de vida que tengan en sus mentes, mente s, o aun conforme a sus buenas intenciones, sino según sus propias acciones  (v.6), sean judíos o gentiles, porque Dios no hace acepción de personas (v.7-11). Los judíos serán juzgados según la Ley escrita, mientras que los gentiles serán juzgados según sus conciencias (v.12-16)’. (v.12- 16)’. Pasemos ahora a considerar en detalle el argumento que Pablo usa para demostrar que estas personas también necesitan la salvación. El propósito de Pablo es demostrar que estas personas están en exactamente la misma necesidad de la salvación que los gentiles paganos (Rom 1:18-31). 1. EL JUICIO DE LOS HOMBRES Y EL JUICIO DE DIOS  (v.1-3) En estos versos Pablo hace un contraste entre el juicio de los hombres ‘buenos’ (quienes piensan que son mejores que otros), y el juicio de Dios. Pablo demuestra que la actitud del hombre moral es mera hipocresía, mientras que el juicio de Dios es justo. a. El Juicio del Hombre ‘Bueno’ es Condenado  (v.1,3) Pablo, en v.1, habla en términos generales: “ O hombre”. ¿Estará Pablo hablando de hombres gentiles o de  judíos? Comentaristas Comentaristas no están de acuerdo en este punto. A la luz de v.9 y 10 nos parece que en esta sección Pablo no está hablando, ni de judíos ni de gentiles exclusivamente, sino de hombres (sean judíos o gentiles) que se consideran ‘buenos’ , y que critican a otros por vivir vidas ‘pecaminosas’. ‘pecaminosas’. Pablo tiene dos cosas que decir a tales personas que pasan juicio sobre otros: i. Ellos son culpables de cometer los mismos pecados. ii. Por ende ellos también están bajo la condenación de Dios. En otras palabras, tales personas simplemente son hipócritas, y por lo tanto caerán también bajo la condenación condenación de Dios. b. El Juicio de Dios Vindicado (v.2) Vindicado  (v.2) Por otro lado, Pablo establece la justicia del juicio de Dios sobre tales personas. El juicio de Dios es “ según Mateo 5:21-22, 5:21 -22, 27-28 y 33-37. La trampa para los moralistas es la de pensar verdad ”.”. Cristo habla de esto en Mateo que lo importante es lo que se hace externamente. Evidentemente, Evidentemente , las personas que Pablo describe en Rom 2:1,2 no se consideraban culpables de cometer los pecados mencionados en Rom 1:24-31. 1:24 -31. Sin embargo, la implicancia de las palabras de Pablo aquí es que aunque quizá no los cometían externamente, lo hacían internamente; internamente; es decir, en sus mentes y corazones. Dios ve esto, e sto, y Su juicio es “ según verdad ”.”.

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2. LAS CARACTERISTICAS DEL JUICIO DE DIOS  (v.4-16) Pablo ahora pasa a describir ciertas características características del juicio de Dios. Justo  (v.4, 6-15) a. Será un Juicio Justo (v.4, i. Dios da Tiempo Para el Arrepentimiento Arrepentimiento (v.4) Dios es bueno; Él soporta con mucha paciencia la pecaminosidad del hombre, anhelando que éste reconozca su pecaminosidad ante Dios, y busque el arrepentimiento. arrepentimiento. ii. Dios Juzgará Según las Obras del Hombre (v.6-8) La Biblia repetidas veces enseña que en el Día del Juicio Final, los hombres serán  juzgados según sus obras (Mat 7:21; 16:27; Juan 5:28-29; 5: 28-29; Apo 20:12-13; 22:12). El problema es que esto parece indicar que ciertos hombres podrán obtener la vida eterna haciendo buenas obras (v.7), que sería una clara contradicción contradicción de Rom 3:20, 28. Cranfield observa que comentaristas y teólogos han intentado varias maneras de explicar esta aparente contradicción. Después de evaluar diez de estas alternativas, Cranfield opina que las personas a quienes Pablo se refiere en v.7 y 10 son personas que primero han puesto su fe en Cristo, y que en base a la nueva vida que esto les otorga, buscan agradar a Dios con sus buenas obras. Es decir, estas personas no están buscando ganar su salvación por sus buenas obras, sino que sus buenas obras son una expresión de su verdadera fe que les ha salvado. Lo único que estas personas ahora están buscando son las recompensas que Dios dará a los justificados en el Día Final. Hodge comenta:“Los comenta:“Lo s pecadores serán castigados en base a sus obras y según sus obras; mientras que los  justos serán recompensados recompensados NO en base a sus obras, pero sí según sus obras. obras . Para los justos las buenas obras constituyen una evidencia evidencia de que ellos pertenecen a esa clase de persona quien será recompensado recompensado en base a los méritos de Cristo." iii. Habrán Recompensas y Castigos (v.7-10) Las recompensas que Pablo menciona incluyen: “ vida eterna ”, “gloria ”, “honra”,  paz ” (v.10). “inmortalidad ” (v.7) y “ paz  Los castigos incluyen: “ira” y “enojo” (v.8), “tribulación” y “angustia” (v.9). iv. Dios no Hará Acepción de Personas (v.11) Esta es una de las premisas fundamentales en toda la carta a los Romanos (ver Gál 2:6; Efe 6:9; Col 3:25; también Hch 10:34). Si Dios no hace “acepción de personas”, entonces ya no hay diferencia entre judío y gentil en cuanto a su acceso a la salvación de Dios.v. Habrá un Juicio para los que Tienen la Ley (v.12b, 13) Los judíos tienen la Ley (de Moisés), y por lo tanto serán juzgados según la Ley. Otra vez el v.13 parece contradecir Rom 3:20. Lo que debemos entender es que en estos versos Pablo no está exponiendo el plan de Dios para la salvación del hombre (eso vendrá en Rom 3:21-31), sino que está simplemente exponiendo los PRINCIPIOS PRINCIP IOS del juicio de Dios. En segundo lugar, podemos notar que aunque haya una posibilidad teórica de que alguien podría ser salvo por cumplir la Ley, en realidad nadie puede cumplir la Ley; por lo tanto este camino a la salvación queda queda efectivamente cerrado. Dios juzga según la Ley, pero eso no implica implica que por ende algunos serán salvos por guardar la Ley.

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vi. Habrá Otro Juicio para los que no Tienen la Ley (v.12a, 14-15) Los gentiles, que no tienen la Ley (de Moisés) serán juzgados también, pero bajo otros criterios (ver Lucas 12:47, 48), porque Dios es justo. Todo ser humano tiene una conciencia de lo bueno y de lo malo, y los gentiles serán juzgados según esa conciencia. Pero aquí hay que notar algo sumamente importante. Recordemos que Pablo en esta sección está hablando de cuál es la situación ante Dios de los hombres que se consideran ‘buenos’. ‘buenos’. El argumento de Pablo es que tal como los judíos, judíos, a pesar de tener la Ley, no cumplen cumplen la Ley; de igual modo los gentiles, a pesar de tener una conciencia, tampoco logran vivir totalmente de acuerdo a esa conciencia. La conclusión a la cual Pablo llega NO es que algunas personas ‘buenas’ (tanto judíos como gentiles) serán salvas al final por sus buenas obras, sino todo lo opuesto; que a pesar de c onsiderarse ‘buenos’, estas v ivido según la revelación personas terminarán siendo condenadas por la Ley o su conciencia,  por no haber vivido que Dios les ha dado. b. Será un Juicio Universal (v.9, Universal  (v.9, 10) El juicio de Dios será será sobre todos: tanto tanto judíos como gentiles. gentiles. Nadie escapará escapará del juicio de Dios. Cristo  (v.16) c. Será un Juicio Hecho por Cristo (v.16) La Ley y la conciencia serán los testigos, pero Dios será el Juez; y Él aplicará Su juicio por medio de la persona de Cristo. CONCLUSION El problema con estas personas pe rsonas ‘buenas’ es que ellas también tienen corazones duros y no arrepentidos (v.5). Tal como en el caso de los gentiles (ver Rom 1:18- 32), estas personas también están atesorando “ ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios .” Por lo tanto, estas personas por tan buenas que aparentan ser (¡y piensen que lo son!), ellas también están en la imperiosa necesidad de recibir la gracia y la salvación de Dios. LA NECESIDAD DEL HOMBRE JUDIO TEXTO Romanos 2:17 - 29 Habiendo tratado el caso del hombre pagano (Rom 1:18-31), y luego el caso del hombre moral (Rom 2:1-16), Pablo ahora trata el ccaso aso del hombre hombre judío. ¿Será que los judíos, por ser ser el el pueblo pueblo escogido escogido de Dios, Dios, no no necesitan el eevangelio vangelio de llaa justicia justicia de Dios? Pablo da respuesta respuesta a esta pregunta en Rom 2:17 - 3:8. 1. LA JACTANCIA DEL JUDIO (Rom JUDIO  (Rom 2:17-20) Pablo era judío, judío, y sabía muy bien del del orgullo orgullo de los judíos. judíos. Él menciona menciona varias cosas de las las cuales cuales ellos se  jactaban: [1] De Tener el Nombre de "Judío" (v.17a) [2] De Tener la Ley (v.17b) [3] De Conocer a Dios (v.17c) [4] De Conocer la Voluntad de Dios (v.18a) [5] De Aprobar lo Mejor (v.18b) [6] De Ser Guía de los Ciegos (v.19a) [7] De Dar Luz a los que Estaban en Tinieblas (v.19b) [8] De Ser Maestro de los Ignorantes (v.20a) [9] De Tener todo Conocimiento y Verdad (v.20b)

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Es interesante notar que Pablo no niega la validez de estas cosas (ver Rom 3:3 y 9:4,5). El problema para los  judíos era que en vez de llevarles llevarles a la humildad y al agradecimiento agradecimiento (por (por la manera en que la gracia de Dios se había manifestado en ellos), todos estos beneficios les llevaron al orgullo y a la vanagloria. JUDIOS  (Rom 2:21-24) 2. EL PECADO DE LOS JUDIOS (Rom Los judíos se jactaban de tener la ley de Dios; esa ley era la revelación especial de Dios para el mundo. Por lo tanto, los judíos tenían razón de sentirse contentos de tener la ley. ¡Era un gran privilegio! Sin embargo, tal como Pablo acusa al hombre pagano y al hombre moral de haber rechazado la revelación de Dios que estaba a su alcance (en la creación, y en sus corazones y conciencia, respectivamente), él ahora acusa a los judíos de haber rechazado la revelación de Dios contenida en la ley de Moisés. Aunque los judíos se sentían orgullosos de tener la ley de Moisés, Pablo demuestra d emuestra que por su desobediencia, desobediencia, ellos en realidad rechazaban la revelación de Dios. Pablo resume la desobediencia de los judíos en tres pecados principales (v.21-24). [1] El pecado de robar   (v.21). Pablo aquí está haciendo, quizá, una referencia a la práctica de los  judíos de cobrar cobrar intereses excesivos cuando prestaban prestaban dinero. dinero. adulterio (v.22a), sea física o mentalmente. [2] El pecado de adulterio (v.22a), sacrilegio (v.22c). [3] El pecado de sacrilegio (v.22c). Esta quizá sea una referencia a la costumbre que los judíos tenían de adquirir ídolos u otros tesoros robados de templos paganos, por los romanos. romanos. Otros afirman que estas palabras palabras refieren a la manera en que los judíos ‘robaban’ la honra que Dios merecía (por ejemplo, permitiendo negocios en el templo; Mat 21:13, etc). Pablo resume el pecado de los judíos en v.23, y cita Is 52:5; ver también Mal 1:11,12. 1:11,12. Aquí está la tragedia de los judíos, y a la vez lo que demuestra su necesidad del evangelio - ellos, que se gloriaban en Dios, realmente lo estaban blasfemando (algo que llevaba la pena de muerte, en la ley de Moisés). La conclusión a la cual Pablo nos lleva es que los judíos están en la misma necesidad de cualquier otra  persona de la salvación salvación de Dios . CIRCUNCISIÓN  (Rom 2:25-29) 3. EL VALOR DE LA CIRCUNCISIÓN (Rom Al afirmar que los judíos, por su desobediencia, anulaban las ventajas de tener la ley, Pablo se exponía a las críticas y objeciones de los judíos. La primera objeción tiene que ver con la circuncisión. El judío podía responder a Pablo en la siguiente siguient e manera: “Pero, ¿acaso no somos circuncidados? La circuncisión es la evidencia de que somos el pueblo de Dios. La marca en nuestros cuerpos es la garantía de nuestra salvación”  salvación”  Pablo trata el asunto de la circuncisión en forma radical (v.25-27), y concluye con una nueva definición de quién es un un verdadero judío (v.28, 29). 29). Notemos los siguientes siguientes pasos en el argumento de de Pablo: a. Pablo reconoce la validez validez de la circuncisión, siempre siempre en cuando la persona esté obedeciendo obedeciendo la Ley (v.25a). b. Si el judío no obedece la Ley, entonces su circuncisión externa no le sirve para nada; él viene a ser equivalente a un hombre no circuncidado (v.25b). c. Por otro lado, si el hombre gentil (“ el incircunciso ”) obedece la Ley, entonces Dios lo tomará como si estuviese circuncidado (v.26). d. El hombre que Dios acepta no es el hombre hombre circuncidado circuncidado externamente, externamente, sino el hombre que obedece Su Ley. Por lo tanto, el hombre gentil que guarda la Ley será aceptado por Dios antes que el judío que no guarda la Ley. Como Pablo dice, el hombre incircunciso “ condenará” al circuncidado circuncidado (v.27).

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e. Por lo tanto, el verdadero “judío” es aquel que lo es INTERIORMENTE. La única circuncisión’ que realmente vale ante los ojos de Dios es la ‘circuncisión’ interna, del coraz ón (v.28,29). Antes de avanzar valdría la pena notar dos o tres puntos teológicos del texto. 1. Pablo reconoce que la circuncisión tiene validez si es que el judío cumple la Ley (v.25). Pablo no niega absolutamente la validez de la circuncisión, porque fue algo dado por Dios a los judíos que realmente creían en Él (ver Rom 4:11). Por eso Pablo hizo que Timoteo sea circuncidado (ver Hch 16:3). Sin embargo, a la luz de esto, ¿cómo entendemos Gál 6:15? En Gálatas, Pablo está hablando de la circuncisión como un rito . Como un mero rito externo, la circuncisión no tiene valor alguno ante los ojos de Dios. Pero aquí en Romanos lo que Pablo está diciendo es que para el  judío que tiene una fe genuina en Dios, la circuncisión sí tiene valor (por ser una señal ordenada por Dios). 2. iEn v.27 Pablo habla de un gentil que “ guarda perfectamente la ley ”. ¿Es posible esto? ¿Puede una persona guardar toda la ley y de esta manera llegar a ser acepto por Dios? Pablo niega esto en Rom 3:20. Para entender esta aparente contradicción de Pablo, ver las notas anteriores sobre Rom 2:13.

CAPITULO TRES: JUSTIFICACION POR MEDIO DE LA FE 1. CIERTAS OBJECIONES DE LOS JUDIOS (Rom 3:1-8) Lo que Pablo dice aquí sería chocante para los judíos; aun para los judíos creyentes. Por lo tanto, antes de concluir su argumento, Pablo se detiene para contestar ciertas objeciones que seguramente surgirían en la mente de los judíos. OBJECION 1: “¿Hay ventaja alguno, entonces, en ser judío?”  (v.1, 2) Pablo responde que sí, y afirma que los judíos tienen muchas ventajas (especialmente la de haber recibido la revelación especial de Dios, v.2). En Rom 9:4, 5 Pablo menciona otras ventajas. OBJECION 2: “¿Será que la infidelidad de los judíos hace que Dios sea infiel?” (v.3, 4) Parece que la “incredulidad ” de los judíos (v.3) tiene que ver con su falta de creer en la Palabra de Dios, que Él les había revelado (v.2). Esta falta de fe se manifestó en falta de fidelidad al pacto entre Dios y ellos; es decir, en su desobediencia a Dios La pregunta que Pablo enfrenta es si la infidelidad de los judíos podría resultar en que Dios también sea infiel al pacto, y por ende rechace a los judíos para siempre. Pablo responde que no; Dios no puede ser infiel (ver 2 Tim 2:13). Posteriormente, Pablo va a tratar el tema de la elección de los judíos, y de lo que ha pasado con el Pacto entre Dios e Israel (Rom 9-11). OBJECION 3: “¿Tiene Dios el derecho de juzgarnos, si es que la injusticia de los homb res hace resaltar nuestra necesidad de la justicia de Dios?”  (v.5-8) La enseñanza de Pablo, desde Rom 1:18 hasta este punto, es que el pecado del hombre hace necesario la manifestación de la justicia de Dios. Es más, en Rom 3:3, 4 Pablo ha dicho (implícitamente) que la infidelidad del hombre es en contraste con, y resalta, la fidelidad de Dios. En conclusión, algunos incrédulos podrían argumentar (¡y seguramente lo estaban haciendo!) que si esto es cierto, entonces Dios no tiene por qué juzgar a los hombres; porque a Dios le conviene que el hombre sea pecador. El pecado del hombre parece servir para resaltar la fidelidad de Dios, como también para que el hombre se de cuenta de su necesidad de la salvación de Dios.

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Lo que Pablo dice aquí es que no debemos alcanzar conclusiones aparentemente lógicas, pero que terminan contradiciendo la palabra de Dios.

El problema es que el ser humano constantemente está rechazando la revelación de Dios. Esta es la actitud fundamental del hombre pecador que trae sobre él la ira de Dios (Rom 1:18). Las objeciones que Pablo menciona aquí no son más que otras expresiones de esta actitud básicamente hostil a la revelación de Dios. RESUMEN Y CONCLUSION TEXTO Romanos 3:9-20  En Rom 1:16, 17, Pablo estableció el tema central de la carta; es decir, “ La Justificación por la Fe ”. En la siguiente sección (Rom 1:18 - 3:8), Pablo comprueba que el mundo entero (es decir, judíos y gentiles) está bajo la ira de Dios, y por lo tanto necesita la salvación divina. En Rom 3:9-20 Pablo resume y concluye su argumentación de esta primera parte de su carta. 1. EL RESUMEN DEL ARGUMENTO DE PABLO  (v.9) Pablo comienza a resumir su argumento con la siguiente pregunta: “¿Somos nosotros (los judíos) mejores que ellos (los gentiles)?” A la luz de Rom 3:1,2 uno pensaría que Pablo contestaría esta interrogante en forma positiva; pero no lo hace así. Mas bien, niega rotundamente que el judío sea mejor que el gentil. La aparente contradicción entre v.2 y 9 se resuelve cuando tomamos en cuenta que Pablo está hablando de dos cosas diferentes. En cuanto a sus  privilegios históricos  ante Dios, los judíos tienen una gran ventaja sobre los gentiles (v.2); pero en cuanto a su pecaminosidad y a su necesidad de la justicia de Dios , los judíos no son mejores que los gentiles. Tanto judíos como gentiles, todos están “ bajo pecado ”, y por ende también bajo la ira de Dios (v.9). En otras palabras, las ventajas que los judíos indudablemente tienen por ser descendientes de Abraham, no cuentan para nada cuando pensamos en el asunto de la necesidad de la salvación. Mas bien, todo lo opuesto. Las mismas ventajas que los judíos tienen (por haber recibido la circuncisión, la ley de Moisés, etc.) los pone bajo mayor condenación, porque los judíos son tan pecaminosos como los gentiles. 2. CITAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO (v.10-18) Habiendo dicho en v.9 que “ todos están bajo pecado ”, Pablo procede a citar el A.T. para comprobar que ésta no era su idea, sino que es la clara enseñanza de la Palabra de Dios. Muchos critican a Pablo por ser demasiado pesimista en cuanto a la naturaleza del hombre, pero las citas del A.T. demuestran que ésta es la evaluación que Dios hace de la raza humana. Pablo enfatiza la universalidad del pecado usando expresiones como: “ No hay ...” (v.10); “ni aun uno ” (v.10); “todos...” (v.12); “ni siquiera uno ” (v.12). Veamos ahora cada una de las citas que Pablo utiliza: v.10-12 ---> Una cita abreviada y adaptada de la LXX del Sal 14:1-3. v.13a ---> Una cita exacta de la LXX del Sal 5:9b. v.13b ---> Una cita exacta de la LXX del Sal 140:3b. v.14 ---> Una cita ligeramente adaptada de la LXX del Sal 10:7a. v.15-17 ---> Una cita abreviada de Is 59:7-8a. v.18 ---> Una cita casi exacta de la LXX del Sal 36:1b.

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Uno de los propósitos de Pablo en usar estas citas es el de comprobar que el pecado afecta no solo a cada individuo, sino también al hombre en su totalidad  (mente, voluntad, "garganta", "lengua", "labios", "boca", "pies", "ojos"). NOTA Los versos 11b y 18 parecen contradecir la realidad que se ve en el mundo. Es obvio que en el mundo hay muchas personas ‘religiosas’; es decir, personas que aparentemente están buscando a Dios, y que parecen manifestar reverencia y temor ante Dios. Por ende, ¿cómo entendemos los versos 11b y 18? Lo primero que debemos notar es que la frase “ no hay quien busque a Dios ” (Rom 3:11b) no es exactamente lo que leemos en Sal 14:2b. El Salmista ahí simplemente afirma que Dios desde los cielos está mirando para ver si hay alguien que le busque; el Salmista no menciona explícitamente el resultado de esta investigación por parte de Dios (aunque se sobreentiende que el resultado fue negativo). El Salmo 14 consiste en una reflexión sobre la corrupción del hombre, y especialmente de los hombres gentiles.  Ellos tenían sus dioses; sin embargo, no estaban buscando al Dios verdadero . La frase “no hay temor de Dios delante de sus ojos ” (Rom 3:18) es una cita del Sal 36:1b. El Salmista comienza el Sal 36 meditando sobre el comportamiento de los impíos. La conclusión a la cual llega es que ellos no temen a Dios, sino que hacen lo que bien les parece. Aun en Israel habían muchos ‘impíos’. Por ende, Dios dice de ellos: “... este pueblo se acerca a Mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de Mí " (Is 29:13). CONCLUSION Pablo, en Rom 3:10-18, no niega que el ser humano sea ‘religioso’; lo que sí niega es que el hombre (‘natural’) esté buscando al Dios verdadero, y que se preocupe por hacer Su voluntad. Podemos comparar lo que Pablo dice en Hechos 17:22-32. Los atenienses eran ‘religiosos’, pero no conocían al Dios verdadero. El altar “ Al Dios no conocido ” (Hch 17:23) parece indicar que ellos querían conocer a Dios. Sin embargo, cuando Pablo les habla del Dios verdadero, la reacción de la gran mayoría (v.32) comprueba lo que Pablo dice en Rom 3:11b. Los únicos que realmente querían saber más del Dios verdadero eran las personas en quienes el Espíritu Santo estaba obrando (v.34). Los que dijeron, “ Ya te oiremos más acerca de esto ” (v.32b), serían personas que tenían un interés filosófico en ‘dios’ (v.21), pero no estaban buscando a Dios de todo corazón. La realidad de los judíos era bastante parecida a la de los gentiles (ver Is 29:13).

3. LA CONCLUSION DEL ARGUMENTO DE PABLO (v.19, 20) Pablo está llegando a la conclusión final del argumento que comenzó en Rom 1:18. Habiendo citado el A.T. (en Rom 3:10-18) Pablo concluye: “ todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley  ” (v.19a); es decir, a los judíos. Pablo aplica su conclusión a mane ra UNIVERSAL (“ para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios ”, v.19b). La razón por la cual Pablo puede llegar a esta conclusión es porque tanto Sal 14:2 como Sal 36:1 tienen un alcance más amplio que simplemente los judíos; es decir, en estos textos, el Salmista está pensando también en las naciones paganas. El v.20 es la conclusión final de la argumentación de Pablo, y es un verso muy importante. Pablo dice DOS cosas acerca de la Ley:

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a. La Ley No Puede Salvar  La gran equivocación de los judíos era la de pensar que Dios les había dado la Ley de Moisés para que por medio del cumplimiento de la Ley ellos podrían ser declarados JUSTOS ante Dios. Pablo niega la validez de esto: nadie será justificado ante Dios por sus buenas obras. El A.T. ya lo había declarado (Sal 143:2). Hay TRES razones fundamentales por esto: i. Dios no dio la Ley para que el hombre busque su propia justificación. Las únicas personas que podrían haber sido declaradas “justos” ante Dios, por guardar una ‘ley’, fueron Adán y Eva (en su caso, la ‘ley’ sería la orden de Dios de no comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal). Una vez que Adán y Eva pecaron, el camino a la justificación por medio de la obediencia a la ley se cerró para siempre. ¿Por qué? Por las siguientes dos razones: ii.

Porque el hombre es pecaminoso, y le es imposible obedecer fielmente la Ley divina (Rom 8:3; Gál 3:10).

iii.

Porque el hombre nace ya siendo pecador; por ende, aunque él logre obedecer la Ley durante toda su vida, al final sería condenado por el pecado que cometió ‘en Adán’ (ver Rom 5:12 -20).

b. La Ley Revela el Pecado Pablo termina el v.20 diciendo algo sorprendente acerca de la Ley; es decir, que uno de los propósitos de Dios, al dar la Ley, fue revelar el pecado del hombre . Para entender lo que Pablo está diciendo tenemos que notar Rom 5:13, 20 y 7:7-13. Dios dio la Ley para DEFINIR y ACLARAR qué es el pecado, y para demostrar con toda claridad que cada ser humano es un pecador. En resumen, el propósito de Dios en darnos la Ley era mostrarnos cuánto necesitamos a Cristo . Ver Gál 3:24.

LA MANIFESTACION DE LA JUSTICIA DE DIOS TEXTO Romanos 3:21-31 INTRODUCCION Esta sección es la más importante en toda la carta de Pablo a los Romanos; quizá sea el pasaje más importante en toda la Biblia. La importancia de estos versos radica en la explicación teológica que Pablo hace de la manera en que Dios salva al hombre. Es importante detenernos para estudiar a fondo este pasaje; en esta manera evitaremos tener una comprensión superficial del evangelio. Habiendo expuesto, en los versos anteriores, la necesidad que todo ser humano tiene de la justicia de Dios (Rom 1:18 – 3:8), y la imposibilidad de que el hombre se justifique por sus propias obras (Rom 3:20), Pablo ahora pasa a explicar el plan de Dios para nuestra salvación. Para nuestra mayor comprensión del pasaje, seguiremos el bosquejo ofrecido por Martyn Lloyd-Jones, el destacado predicador de Inglaterra del siglo 20.

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1. LA DESCRIPCION DEL CAMINO A LA SALVACION (v.21-24) a. Dios ha Provisto una Justicia (v.21). b. Esta Justicia Viene a Ser Nuestra Únicamente por la Fe (v.22a). c. Esta Justicia es para Todos: Judíos y Gentiles (v.22b, 23). d. Esta Justicia Viene Totalmente por la Gracia de Dios (v.24a). e. Esta Justicia Viene por la Muerte de Cristo (v.24b). 2. LAS CARACTERISTICAS DE ESTA GRAN SALVACION (v.25-31) a. Es una Salvación Acorde con el Carácter de Dios (v.25, 26). b. Es una Salvación que Da Toda la Gloria a Dios (v.27, 28). c. Es una Salvación que Demuestra que el Señor es Dios de Todo el Mundo (v.29, 30). d. Es una Salvación que Establece y Confirma la Ley (v.31).

1. LA DESCRIPCION DEL CAMINO A LA SALVACION  (v.21-24) a. Dios Ha Provisto una Justicia (v.21) Pablo nos dice varias cosas en este verso acerca de la “ justicia de Dios ”. Lo fundamental, por supuesto, es que ésta justicia viene de Dios; Dios es su AUTOR. Pablo ahora añade otros detalles acerca de esta justicia que Dios ha provisto en el evangelio: [1] El MOMENTO de la Provisión de la Justicia Divina Pablo dice: “Pero ahora...” (v.21). Estas palabras refieren al tiempo en el cual Dios ha provisto esta  justicia. En tiempos pasados los gentiles estaban bajo la ira de Dios, sumergidos en el pecado (Rom 1:18-32), y los  judíos buscaban en vano la santidad por las obras de la Ley (Rom 2:1 - 3:20). Pero AHORA, dice Pablo, en estos últimos tiempos, Dios ha revelado la manera en la cual el hombre puede ser justo delante de Él . Algo completamente nuevo ha ocurrido con la venida de Cristo . ¡Este es el evangelio! ¡Estas son las buenas noticias! [2] La MANERA de la Provisión de la Justicia Divina Pablo dice DOS cosas acerca de la manera en que Dios ha provisto la justicia que el hombre tanto necesitaba: i. “aparte de la ley... ” (v.21) Algunos han interpretado estas palabras en el sentido de que para Pablo la Ley ya no servía, era obsoleta (ver la objeción que algunos hacían a la enseñanza de Pablo, en Rom 6:15). Pero en el v.31 Pablo dice que el evangelio, lejos de abrogar la ley, la CONFIRMA (ver notas sobre el v.31). Además, Pablo en Rom 7:12 reconoce el valor de la Ley. Por lo tanto, cuando Pablo dice: “ aparte de la ley ”, hay que insertar las palabras “las obras de” para entender bien lo que Pablo está diciendo (ver v.20 y v.28). Lo que Pablo enseña es que esta justicia de Dios no tiene nada que ver con las buenas obras de la ley que nosotros podríamos hacer; es una justicia otorgada a los hombres en base a otros criterios.

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Más adelante notaremos que la “ justicia” que Dios nos otorga es en base al cumplimiento perfecto de la ley de Dios por parte de Cristo (ver notas sobre Rom 3:31; 5:18,19; 8:4). Es decir, la doctrina de la  justificación no es simplemente que Dios nos declara “SIN CULPA”, sino que Dios nos considera “COMPLETAMENTE JUSTOS”, como si realmente hubiésemos cumplido fielmente toda la ley de Dios, durante toda nuestra vida. ii. “se ha manifestado... ” (v.21) En Rom 1:17 Pablo usó el verbo “ apokaluptein” (= “quitar el velo”); aquí él usa el verbo “ faneroo” (= “manifestar por medio de una luz”). Realmente son palabras sinónimas, aunque la metáfora es  diferente1. La diferencia realmente importante entre los verbos es el tiempo en el cual se encuentran.. En Rom 1:17 Pablo usó el tiempo PRESENTE, porque Pablo estaba hablando de la revelación que se está dando por medio de la predicación del evangelio. En Rom 3:21 Pablo usa el tiempo PERFECTO, porque se está refiriendo a los eventos relacionados con la vida, muerte y resurrección de Cristo. Pablo usa el tiempo perfecto (en lugar del aoristo), porque quiere enfatizar que la manifestación de la justicia de Dios es algo permanente, que fluye de lo que ocurrió en el pasado. [3] La PREDICCION de la Provisión de la Justicia Divina Pablo escribe: “... testificada por la ley y por los profetas ” (v.21) Pablo afirma que esta salvación fue algo que Dios planeó desde la eternidad, y lo había predicho en el A.T. Esto implica que nunca debemos enseñar, o dar la impresión, que la salvación por medio de la fe en Cristo fue algo que Dios tuvo que ‘inventar’ después que el primer método (es decir, la salvación por cumplir las obras de la Ley) había fracasado. Todo el A.T. está lleno de referencias y alusiones a la salvación de Dios, que se iba a revelar con la venida de Cristo. Tales referencias tenemos, por ejemplo, en el ‘proto -evangelio’ (Gén 3:15); en la sustitución de Isaac por el carnero (Gén 22:13, 14); en los sacrificios del A.T. (Éxodo y Levítico); en varios de los Salmos (Sal 22, etc); y en los libros proféticos (por ejemplo, Isaías 9,11, 53 etc) 2. b. Esta Justicia Viene a Ser Nuestra Únicamente por la Fe  (v.22a) Pablo ahora pasa a hablar acerca de cómo el hombre puede obtener la justicia de Dios. La obtiene únicamente “ por medio de la fe en Cristo ”. Al estudiar Rom 1:16, 17 ya hemos notado las dos partes de la fe bíblica (ver notas anteriores). Una vez más hay que enfatizar que la fe no debe ser entendida como una obra que el hombre hace para obtener su salvación. Al fin y al cabo, no es la fe que nos salva, sino Cristo  – a través de Su vida, muerte y resurrección. LA FE ES SOLO EL INSTRUMENTO, NO LA CAUSA DE NUESTRA SALVACION. c. Esta Justicia es para Todos: Judíos y Gentiles  (v.22b, 23)

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Pablo ya ha comprobado que todo el mundo está bajo la condenación de Dios por su pecaminosidad. No hay diferencia alguna entre judío y gentil (en términos de su naturaleza pecaminosa, y la realidad de su condenación ante Dios). Para los judíos, tal enseñanza sería novedosa y chocante. En v.23 Pablo usa dos expresiones que colocan a toda la raza humana en la misma condición ante Dios: i. “ por cuanto todos pecaron...” (v.23) La palabra (“ jamartano”) significa “errar al blanco”. El verbo esta en el tiempo aoristo; significa un pecado cometido en un momento particular. La pregunta es, ¿a qué pecado se refiere? Pablo responde a esta interrogante en Rom 5:12. Es el pecado que toda la raza humana cometió (legalmente) en Adán. ii. “...y están destituidos de la gloria de Dios 3” El verbo “destituidos” (griego, “ justereo”) significa “estar en falta de”, o “no alcanzar”. El mismo verbo se usa en la parábola del Hijo Pródigo: “ y comenzó a faltarle ” (Lucas 15:14); también se usa en Heb 4:1 de los hijos de Israel que no alcanzaron el reposo. Aquí en Rom 3:23, el verbo está en el tiempo presente, indicando la condición actual y continua del hombre pecador. Uno de los propósitos de Dios, en la justificación, es cambiar esta situación, devolviéndo al hombre la gloria de Dios (ver Rom 2:7, 10; 8:18, 21, 30; también 2 Cor 3:18; 4:7, 17). Esto significa que el creyente empieza ahora a tener algo de la gloria de Dios, y la tendrá aún más en la eternidad. Toda la raza humana ha sufrido los estragos del pecado, y representantes de toda la raza humana podrán un día gozar de la gloria de Dios, a través de la salvación en Cristo Jesús. d. Esta Justicia Viene Totalmente por la Gracia de Dios  (v.24a) Pablo enfatiza que la justificación ante Dios es un don, un regalo que viene gratuitamente de parte de Dios. El apóstol usa dos palabras para enseñar esto: “ gratuitamente” (“dorean”4) y “ por Su gracia” (“caris”). El hombre no puede hacer nada para merecer la justificación; esto es lo que Pablo dice en Rom 4:4, 5. La “gracia” está completamente opuesta a la “ley” (en el sentido de obtener la salvación por medio de las obras de la Ley, Juan 1:17). e. Esta Justicia Viene por la Muerte de Cristo (v.24b) Aunque la justificación es gratis para el ser humano, Dios tuvo que pagar un precio altísimo para obtenerlo. Pablo hace referencia al costo de la justificación cuando escribe: “ mediante la REDENCION que es en Cristo Jesús” (v.24b). “REDENCIÓN” es una de las palabras claves en el N.T.(aunque sólo se encuentra 10 veces en todo el N.T.). La palabra en griego es “ apolutrosis”. La raíz de la palabra (“ lutroo”) originalmente se usaba de ‘aflojar’ la ropa o la armadura; después pasó a ser usado de ‘soltar’ animales, o las cadenas de los prisioneros. Finalmente se usó para hablar de ‘soltar’ a un esclavo, por medio del pago de un precio. Martyn Lloyd -Jones

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define la palabra “redención” en la siguiente manera: “la compra de la libertad por medio de pagar un precio de rescate”. Es la palabra que Cristo usó en Mat 20:28 y Marcos 10:45 (ver también Heb 9:11, 12 y 1 Ped 1:18, 19). ¿De cuál esclavitud necesitaba el hombre ser rescatado? La respuesta bíblica es que el hombre pecador necesitaba ser “rescatado” de la esclavitud del pecado y de Satanás. También tenía que ser rescatado de la ira de Dios. Él mismo no podía pagar el precio, por ser demasiado alto. Sin embargo, lo que el hombre no podía hacer para sí mismo, Dios lo hizo, enviando a Su Hijo Unigénito para morir en la cruz. Él pagó el precio de Su sangre5, para abrir las ‘puertas’ de la prisión, y dar al hombre su libertad, salvándole de la ira de Dios. Toda la gloria ha de ser dada a Cristo, porque El compró nuestra libertad. Es sólo por medio de la muerte REDENTORA de Cristo que Dios nos puede justificar ante Su presencia. Sin embargo, debemos enfatizar que no hemos sido rescatados simplemente para vivir libremente, como queramos; más bien hemos sido ‘comprados’ para ser siervos de Dios (Rom 6:12 -14, 17-22; 1 Cor 6:20). 2. LAS CARACTERISTICAS DE ESTA GRAN SALVACION (v.25-31) Habiendo descrito la manera en la cual Dios justifica al hombre (v.21-24), Pablo ahora pasa a describir las características resaltantes de este método de salvar al hombre (v.25-31). Dado a que Dios es el TODOPODEROSO, se supone que Él podría haber salvado al hombre en alguna otra manera, y no solo por medio de la muerte de Cristo (y la consecuente justificación del hombre pecador que cree en El). La pregunta entonces es: ¿por qué eligió Dios esta manera de salvar al hombre? ¿Por qué no le simplemente perdonó sus pecados? Para dar respuesta a estas preguntas tendremos que detenernos para ver algunas de las características de este gran plan de salvación. Felizmente Pablo expone estas características en los v.25-31, y ellas nos muestran todo lo que estaba implicado en salvar al hombre. Estudiando estas características de nuestra salvación, entenderemos mejor cuán sabia es la salvación de Dios, y por qué Dios no podía simplemente perdonarnos. a. Es una Salvación que Concuerda con el Carácter de Dios  (v.25, 26) La primera característica del método que Dios ha elegido para salvar al hombre es que esta salvación está exactamente de acuerdo con el carácter de Dios. Hay TRES cosas importantes que debemos notar en estos versos acerca de la muerte redentora de Cristo: [1] “ propiciación” (v.25a) La palabra “ propiciación” en griego es “ jilasterion”. La misma palabra está traducida en Heb  9:5 “propiciatorio”. El “propiciatorio” era el nombre que se dio a la tapa del Arca del Pacto (Ex 25:17 -22). El significado del “propiciatorio” fue que en el Día de la Expiación, la sangre del macho cabrío era derramada sobre la tapa del Arca del Pacto, para aplacar la ira de Dios; esto efectuaba la expiación de los pecados de Israel, y purificaba el santuario (Lev 16:14-16). Algunos dicen que la palabra, en Rom 3:25, debe ser traducida “propiciatorio”, alegando que lo que Pablo está enseñando es que Cristo es el ‘lugar’ en el cual se hace expiación y propiciación por los pecados. Pero esta parece ser una exégesis demasiada literalista y ‘forzada’, porque Pablo aquí no hace una referencia explícita a la ceremonia del Día de la Expiación. Además, en la LXX cuando esta palabra se usa para hablar de la tapa del Arca del Pacto, la palabra siempre lleva el artículo definido; sin embargo, en Rom 3:25 “ jilasterion” no lleva el artículo definido. Por lo tanto, la gran mayoría de exegetas evangélicos siguen la versión R.V. en traducir la palabra: “propiciación” o “sacrificio propiciatorio” (ver también 1 Juan 2:2 y 4:10). .

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NOTA: La gran mayoría de comentaristas liberales prefieren traducir la palabra “ jilasterion” = “expiación”. La diferencia entre “expiación” y “propiciación” es que la segunda palabra incluye la idea de que hay una persona ofendida (en este caso, Dios) cuya ira necesita ser aplacada por medio de un sacrificio; la palabra “expiación” simplemente denota la purificación o la limpieza (ceremonial) que el pecador requiere ante Dios. Dado a que los teólogos liberales rechazan la idea de la ira de Dios, es natural que ellos opten por la traducción “expiación”6. [2] “sangre” (v.25a) La “propiciación” está íntimamente relacionada con la “ sangre”, porque fue la muerte de Cristo en la cruz que aplacó la ira de Dios contra el pecado del hombre. El énfasis sobre la sangre de Cristo en todo el N.T. es demasiado obvio para necesitar mucha explicación aquí. Será suficiente hacer referencia a pasajes tales como Hch 20:28; Efe 1:7; 2:13; Heb 9:12; 10:19, 1 Juan 1:7; etc. La pregunta interesante es ¿por qué Pablo no escribió simplemente, “muerte”? ¿Por qué habla específicamente de “ sangre”? La respuesta sería que Pablo quiere traer a la mente de sus lectores todo el trasfondo del sistema sacrificial del A.T., en el cual la sangre de los animales sacrificados jugaba un rol muy importante. En el A.T. leemos que la vida del animal radicaba en la sangre (Lev 17:11, 14). Era por eso que el uso que se hacía de la sangre del animal sacrificado era tan importante. En un sentido, la muerte del animal no era suficiente; la sangre tenía que ser aplicada al hombre que hacía el sacrificio (y/o al altar), para que de esta manera su pecado sea propiciado. La ira de Dios caía sobre el animal, y la sangre era la demostración que el animal había perdido su vida, para que el pecador sea salvo. La sangre era la evidencia externa de que Dios había sido propiciado, y que por ende la culpabilidad del hombre había sido expiada (ver Heb 9:22). El hombre pecador apropia para sí mismo los beneficios de la propiciación a través de su fe en la sangre de Cristo. Esta fe incluye los siguientes elementos: [1] Fe en que Cristo murió como su sustituto. [2] Fe en que Cristo llevó y pagó por todas sus culpas. [3] Fe en que la sangre de Cristo le quita todo pecado. Es “ por medio de la fe en Su sangre ” que el hombre recibe los siguientes beneficios: [a] La justificación (Rom 5:9). [b] El perdón de los pecados (Efe 1:7). [c] La reconciliación y el acercamiento a Dios (Efe 2:13). [d] El acceso al Lugar Santísimo (Heb 10:19). [e] La comunión con Dios y con otros creyentes (1 Juan 1:7). [3] La Vindicación de Dios (v.25b, 26) La tercera cosa que Pablo nos va a decir acerca de la muerte redentora de Cristo es que ella sirvió para vindicar la justicia de Dios mismo. Notemos la frase que Pablo repite en v.25b y 26: “ para manifestar Su  justicia... con la mira de manifestar en este tiempo Su justicia ”. Este es un tema importante, pero poco enseñado o entendido en la Iglesia. .

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Pablo usa dos veces el verbo “ manifestar ”. El uso de este verbo señala el carácter público de la muerte de Cristo. Martyn Lloyd-Jones afirma que cuando Cristo murió en la cruz, Dios estaba efectuando una acción pública. Su deseo era que esta acción sea vista por todo el mundo, e inscrita en las Sagradas Escrituras como testimonio para todas las edades. Lo que Dios quería manifestar públicamente era Su justicia (en el sentido de Su justicia judicial). La pregunta surge, ¿por qué era necesario que Dios haga esto? Pablo responde con unas palabras muy interesantes: “ a causa de haber pasado por alto, en Su paciencia, los pecados pasados ” (v.25b). La frase “haber pasado por alto ” (“dia ten paresin ”) es una expresión técnica, que se deriva de la ley romana. Esta expresión se usaba cuando una persona importante se omitía del testamento de alguien; es decir, cuando el testador pasaba por alto a un familiar o amigo. Pablo usa esta expresión en el sentido que Dios había omitido el castigo de los pecados de ciertas personas en el pasado . Pablo evidentemente se está refiriendo al A.T. Dios había dicho claramente, que todo pecado sería condenado y castigado. Sin embargo, durante todo el A.T. hubieron muchas personas a quienes Dios perdonó sus pecados (Abraham, Moisés, David, etc.), y quienes al morir fueron a la presencia de Dios. La pregunta es, ¿en base a qué perdonó Dios estos pecados (o mejor dicho, los pasó por alto)? Heb 10:1-4 indica que la sangre de los animales sacrificados durante el A.T. NO PODIA QUITAR EL PECADO. Lo que Pablo enseña en Rom 3:25 y 26 es que cuando Cristo murió en la cruz, Él estaba pagando por todos esos pecados cometidos en el A.T. (ver Heb 9:15)  – pecados que los sacrificios sangrientos en sí no podían expiar, pero que Dios de todos modos había perdonado. Por ende, cuando Cristo murió en la cruz, Dios estaba declarando ante todo el mundo que la razón por la cual Él pudo pasar por alto los pecados de los que tenían fe en El durante todo el A.T., fue precisamente la muerte de Cristo . En otras palabras, la muerte de Cristo en la cruz vindicó todo el sistema sacrificial del A.T., y la manera en la cual Dios había tratado los pecados de los creyentes durante el A.T. Los sacrificios del A.T. eran una “sombra” (Heb 10:1), que apuntaban a Cristo. Cristo vino como cumplimiento de los sacrificios del A.T., y fue Su muerte en la cruz que manifestó ante todo el mundo que Dios actuó justamente al no castigar a los hombres del A.T. quienes habían confiado en El. Dios es justo. El no puede simplemente ‘hacerse de la vista gorda’, y olvidarse del pecado del hombre. La muerte de Cristo en la cruz fue la gran vindicac ión pública ante todo el mundo de que Dios es “ justo, y el que  justifica al que es de la fe de Jesús ” (v.26b). Fue porque Dios sabía que un día El iba a derramar toda Su ira contra los pecados del hombre, sobre la persona de Su Hijo Jesucristo, que Él, en el A.T., pudo con toda  justicia, pasar por alto los pecados de los que confiaban en El. La cruz del calvario, entonces, fue una vindicación pública del carácter justo de Dios, en Su trato con los creyentes del A.T. El gran dilema para Dios era que, por un lado tenía que ser JUSTO (en la aplicación de Su propia Ley), mientras que por otro lado deseaba JUSTIFICAR al hombre pecador. La única manera en que Él pudo hacer las dos cosas, fue por medio de la muerte de Su Hijo. Esta es la maravilla y la gran sabiduría del plan de salvación de Dios. ¡Hubiera sido imposible para el hombre inventar tal plan de salvación! Sólo Dios lo podría haber pensado. Por eso el cristianismo es tan diferente de todas las otras religiones del mundo, las cuales parecen ser más convincentes para la mente del hombre “natural”. b. Es una Salvación que Da Toda la Gloria a Dios  (v.27, 28) Una de las consecuencias de la manera en que Dios salva a pecador, es que le quita al hombre todo sentido de vanagloria o jactancia (v.27a). El orgullo o la jactancia es quizá el peor de los pecados del hombre. Los

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 judíos se jactaban de tener la Ley de Moisés, y los gentiles quizá se jactaban de su filosofía, etc. Por ende, Dios elige salvar al hombre en tal manera, que el hombre no tiene base alguna para gloriarse ante Dios. NOTA Hay que tener cuidado con la frase: “ la ley de la fe ” (v.27b). Algunos alegan que Dios, en el A.T., se dio cuenta que el hombre, por su naturaleza pecaminosa, no podía cumplir la Ley que Él había dado a Israel. Por lo tanto (según esta interpretación), Dios decidió ayudar al hombre, cambiando las reglas del juego. En el N.T., algunos alegan, Dios pide al hombre algo que sí puede hacer; es decir, tener fe en Cristo. Si el hombre cree en Cristo, entonces la “ ley de la fe ” le salvará. Pero si Pablo realmente estuviera diciendo esto, habría DOS consecuencias muy serias: i. Pablo estaría cambiando la fe en una ‘obra’ meritoria. Por ende, las personas que tienen fe en Cristo pueden jactarse que han obtenido la salvación a causa de su fe. ii. Pablo estaría negando el valor de la Ley de Moisés, diciendo que ya no sirve para nada. Lo único que el hombre tiene que hacer ahora es tener fe; Dios ya no le pide hacer nada más. Pero esto es exactamente lo que Pablo niega en el v.31. ¿Cómo entendemos, entonces, esta expresión “ la ley de la fe ”? Pablo no está haciendo un contraste entre dos clases de “ ley ” (es decir, entre la ‘ley de las obras’ y la ‘ley de la fe’). Más bien, la palabra “ ley ” en esta frase significa simplemente: "la REGLA" o "el PRINCIPIO". c. Es una Salvación que Demuestra que el Señor es Dios de Todo el Mundo  (v.29, 30) Otra característica que Pablo quiere enfatizar es que Dios ha elegido salvar al hombre en tal manera que la salvación esté al alcance de todos los hombres, tanto judíos como gentiles. ¿Por qué? Porque Dios es el único Dios de todo el mundo, y tiene interés en cada ser humano. Por lo tanto, las barreras que dividen al mundo desaparecen para siempre con el evangelio; especialmente la barrera entre judío y gentil. Esta es la gran enseñanza de Pablo, en Efesios 2:11-22 y 3:1-13. Por lo tanto, hay que tener cuidado con la teología dispensacionalista, que enseña que después del rapto de la Iglesia, Dios volverá a establecer Su viejo Pacto con los judíos y favorecerles a ellos. Algunos han tratado de hacer una dife rencia minuciosa entre las expresiones “ El justificará POR la fe  (griego, “ek pisteos”) a los de la circuncisión, y POR MEDIO DE la fe (griego, “di ates pisteos ”) a los de la incircuncisión” (v.30). Pero hay que tener cuidado aquí. Pablo varias veces varía su expresión literaria, sin tener en mente un cambio de significado. Ejemplo: En Gál 2:16, Pablo usa dos veces la expresión “ por la fe de (Jesu)Cristo”. La primera vez, él usa la preposición, “ dia”, mientras que la segunda vez él utiliza la preposición, “ek ” (sin variar materialmente el sentido).  Por lo tanto, no hay que tratar de forzar una diferencia de significado entre estas dos expresiones. Más bien, si trataríamos de hacerlo, estaríamos construyendo una vez más la distinción entre judío y gentil que Pablo tanto quiere derrumbar (en cuanto al acceso a la salvación). d. Es una Salvación que Establece y Confirma la Ley  (v.31) Finalmente, podemos notar que el método por el cual Dios se ha propuesto salvar al hombre es tal, que la  justificación del hombre establece y confirma la Ley de Dios, y no la contradice. En el v.31 Pablo enfrenta la objeción de algunos judíos que pensaban que la doctrina de la justificación por la fe invalidaba la Ley. Su argumento contra Pablo era el siguie nte: “Si ya somos salvos por la fe, entonces ¿qué lugar hay para la Ley? Tu doctrina parece enseñar que el hombre puede hacer lo que quiere porque, con tal que tenga fe, ya es salvo.

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Entonces, ¿para qué sirve la Ley? primer lugar”.

Tu enseñanza parece indicar que Dios se equivocó al darnos la Ley en

Pablo contesta esta objeción con las siguientes palabras: “ En ninguna manera, sino que CONFIRMAMOS LA LEY ”. En otras palabras, lo que Pablo afirma es que la verdadera predicación del evangelio, o sea el verdadero mensaje de salvación, lejos de invalidar la ley, la CONFIRMA, la ESTABLECE. “invalidamos”: Es el mismo verbo (“ katargeo”) que encontramos en v.3 (“ hacer nulo ”). “hacer inactivo” o “invalidar”.

El verbo significa

“confirmamos”: El verbo en griego (“ jistano”) significa, no tanto “preservar” o “mantener”, sino “establecer”. Martyn Lloyd-Jones menciona SIETE maneras en que el mensaje de salvación (por medio de la fe en la muerte propiciatoria de Cristo) establece la ley: 1. El Señor Jesucristo en Su vida terrenal obedeció perfectamente la ley de Dios (ver Mat 3:15 y 5:17). De este modo, reconoció y estableció la validez de la ley. 2. Por Su muerte en la cruz Cristo cumplió la ley. La ley dice: “La paga del pecado es muerte”. Cristo aceptó esto, y murió en la cruz (por nuestros pecados), sin quejarse ni murmurar. Él se sometió voluntariamente al castigo exigido por la ley, y en esa manera demostró Su aceptación de la validez de la ley. 3. La muerte de Cristo, y el mensaje de salvación, confirma y establece lo que la ley dice acerca de la santidad y la justicia de Dios. El propósito principal de la ley era el de manifestar la absoluta santidad de Dios. No hay nada que demuestre tan claramente la santidad de Dios como la cruz del calvario. Dios era tan santo, que Él se apartó aun de Su propio Hijo, cuando éste llevaba los pecados del mundo. 4. La muerte de Cristo también confirma lo que la ley dice acerca de la ira de Dios contra el pecado. La cruz es el momento y el lugar donde Dios manifestó claramente Su ira contra el pecado, la cual El había anunciado anteriormente en la ley. Por eso es tan importante enfatizar que la muerte de Cristo fue una muerte PROPICIATORIA. 5. La muerte de Cristo, y el mensaje de salvación por le fe, confirman todo lo que la ley había dicho acerca de la pecaminosidad del hombre. El hombre es tan pecaminoso que no puede salvarse a si mismo, por sus obras; él está totalmente perdido, y sin esperanza. 6. El mensaje de salvación por medio de la muerte de Cristo confirma todo el sistema sacrificial del Antiguo Testamento. Cuando Cristo murió en la cruz, Él estaba indicando que todos los sacrificios del Antiguo Testamento no fueron una equivocación; más bien, esos sacrificios apuntaban hacia Él, y encontraron su cumplimiento en la muerte propiciatoria de Cristo. 7. El mensaje de salvación confirma lo que la ley dijo: “sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecado” (ver Heb 9:22). Por lo tanto, nunca debemos enseñar que la ley ya no tiene validez para el creyente. Es cierto que la ley no tiene validez en cuanto a cómo obtener la salvación. ¡PERO ESTO NUNCA FUE EL PROPOSITO DE LA LEY! El propósito de la ley siempre fue el de preparar el camino para la venida de Cristo. Por lo tanto, nunca debemos hacer una dicotomía, o una antítesis, entre la LEY y el EVANGELIO. El evangelio establece y confirma todo lo que la ley dijo.

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CAPITULO CUATRO: ABRAHAM y LA JUSTICIA DE DIOS TEXTO: Romanos 4:1-25 Introducción En este capítulo Pablo no comienza una nueva sección, sino que sigue con el tema de la justificación por la fe. ¿Cuál es el propósito de Pablo al escribir este capítulo? ¿Por qué no pasa inmediatamente a describir los frutos de la justificación por la fe (Rom 5)? A manera de respuesta, notemos los siguientes puntos: [1] Pablo quiere ampliar  algo que ya dijo antes, en dos oportunidades; es decir, que el A.T. ya había predicho este método de salvación (Rom 1:1-2 y 3:21). [2] Pablo desea enseñar que los creyentes de la época del A.T. también fueron salvos por este mismo método.Es decir, no hay dos caminos a la salvación - uno en el A.T. (salvación por las obras), y otro en el N.T. (salvación por la fe), sino uno solo. Para lograr estos dos objetivos Pablo usa dos de los personajes más ilustres del A.T.: ABRAHAM y DAVID. ¿Por qué sintió Pablo la necesidad de detenerse en esta manera? ¿Cuál es la importancia del capítulo 4 de Romanos? a. Pablo quería ayudar a los creyentes en Roma que eran judíos. Ellos quizá seguían luchando con la idea de que las cosas eran de alguna manera diferente en el A.T., y que el N.T. había roto todas las estructuras del A.T. b. Pablo deseaba ayudar a los judíos inconversos, mostrándoles que si uno entiende bien el A.T., no tendrá problemas en aceptar el mensaje del evangelio. Es decir, que Cristo no vino para romper todos los esquemas del A.T., sino para comprobar y establecer el A.T. c. Pablo quería enfatizar que Dios es uno solo; que no hay dos dioses, uno del A.T. y otro del N.T., quienes tienen dos maneras distintas de salvar al hombre (esto es lo que el hereje Marción enseñó en el siglo 2). d. Pablo quería enfatizar una vez más lo que es quizá el aspecto más importante de la doctrina de la  justificación por la fe. Es decir, el hecho que este camino a la salvación quita al hombre toda base para el orgullo y la vanagloria. * En otras palabras, en el capítulo 4 Pablo está ampliando los puntos descritos en 3:27-31. DOCTRINALMENTE podríamos decir que el tema del capítulo 4 es: Hay un sólo Pacto de Gracia . Los hombres en todas las edades (dispensaciones) serán salvos en exactamente la misma manera. En el capítulo 11, Pablo volverá a tocar este tema, usando la metáfora de un árbol (el olivo) para hablar de la salvación. Allí el mostrará que hay un sólo ‘buen olivo’ (Rom 11:24), y que los gentiles simplemente son injertados en el antiguo ‘tronco’ (Rom 11:17). Para nosotros hoy en día, el capítulo 4 es importante por dos razones: a. Nos explica más claramente la doctrina de la justificación por la fe. b. Nos ayuda a entender mejor el A.T.

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ANALISIS DEL CAPITULO 4 1. Pablo cita el ejemplo de Abraham para comprobar su doctrina de la justificación por la fe (v.1-5). 2. Pablo cita el Salmo 32 para comprobar que David experimentó el gozo de la salvación en la misma manera (v.6-8). 3. Abraham obtuvo la justificación ANTES de ser circuncidado, mostrando que él no fue salvo por esa ‘obra’ como pensaban los judíos (v.9-12). 4. Abraham obtuvo la justificación ANTES que se diera la Ley, mostrando que él no fue salvo por cumplir la Ley, como pensaban los judíos (v.13-17). 5. Pablo termina el capítulo 4 detallando cómo Abraham manifestó su fe, y cómo nosotros también debemos tener fe (v.18-25). 1. EL CASO DE ABRAHAM (v.1-5) a. Un Problema de Traducción (v.1) Debemos notar que comentaristas difieren en su manera de interpretar este verso. La mayoría relacionan las palabras “kata sarka ” (“según la carne ”) con Abraham, tal como aparece en la RV y la NVI. Sin embargo, otros (Hodge, Godet, etc) afirman que estas palabras deben ser relacionadas con el verbo “ eurekenai ”. En este caso, el sentido del verso sería: “¿Qué, pues, diremos que Abraham, nuestro padre, halló según la carne?” En otras palabras, Pablo no está queriendo simplemente afirmar que Abraham es el padre carnal de los judíos; más bien, su propósito es preguntar cómo encontró Abraham la salvación. ¿Acaso lo hizo “en la carne” (es decir, por obras externas)? Un buen comentario sobre el uso de la expresión “según la carne”, en este verso, es Fil 3:3 -5. b. El Desarrollo del Argumento en v.2-5 Si Abraham hubiera sido justificado por sus obras (como creían los judíos), entonces él podría haberse gloriado delante de Dios (v.2). Pero la realidad es que Abraham fue declarado “justo” cuando simplemente creyó la palabra de Dios (v.3); Pablo aquí cita Gén 15:6. Si Abraham hubiera hecho buenas obras, entonces su salvación no hubiera sido un regalo de Dios, sino que hubiera sido el “sueldo” (es decir, la recompensa) por su trabajo (v.4). Pero Abraham no trató de ganar su propia salvación, sino que creyó en Dios; por lo tanto él obtuvo la salvación por medio de la fe (v.5). c. Notas Exegéticas Adicionales [1] “creyó Abraham... ” (v.3) Algunos dicen que Abraham simplemente creyó las promesas que Dios le hizo acerca de Isaac, etc. Pero esa no sería una buena interpretación del v.3. Lo que Pablo está queriendo afirmar aquí es que Abraham obtuvo la salvación (no simplemente un hijo) en la misma manera en que nosotros la obtenemos; es decir, por medio de la fe en Cristo. La Biblia enseña que Dios le reveló a Abraham Su plan de enviar a Cristo como Redentor del mundo, y que fue la fe de Abraham en este plan de redención  que le concedió la salvación (ver Gál 3:16; y comparar Gén 22:8, 13-14, y Juan 8:56).

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Obviamente Abraham no entendió todos los detalles acerca de la venida de Cristo, y Su muerte redentora. Pero Dios le reveló lo suficiente para que él pudiese depositar su fe en “Cristo”, y así recibir la salvación. El momento en que el carnero (provisto por Dios) sustituyó a Isaac como sacrificio seguramente fue un momento clave en la revelación de Dios a Abraham (Gén 22). [2] “le fue contado por justicia ” (v.3) Pablo usa el mismo verbo en v.4 (“ no se le cuenta ”), y en v.6 (“a quien Dios atribuye ...”). Esta palabra es muy importante, porque contiene la esencia de la doctrina evangélica de la justificación. El verbo se usaba para describir el acto de depositar un monto de dinero en la cuenta de alguien que no tenía recursos. Como pecadores, lejos de tener recursos ante Dios, estábamos infinitamente endeudados (Rom 6:23). Cristo vino con Sus riquezas infinitas de santidad, y las depositó TODAS a nuestra cuenta. El resultado es que ya no estamos endeudados con Dios, sino que somos ‘ricos’ en santidad; y nada ni nadie podrá jamás quitarnos esas riquezas de Cristo. ¡LAS RIQUEZAS DE LA JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO YA HAN SIDO DEPOSITADAS A NUESTRA CUENTA! [3] “mas al que no obra... ” (v.5) Según Martyn Lloyd-Jones, este es uno de los versos más importantes en toda la Biblia. Es la exposición más clara de la doctrina de la justificación que Pablo jamás hizo en las escrituras.  ¿Qué nos dice este verso acerca de la doctrina de la justificación? i. Dios salva “ al que no obra ”; es decir, al que no trata de obtener su propia justificación ante Dios, sino que descansa completamente en la obra redentora de Cristo. ii. Dios salva “ al impío ”. Abraham fue un impío en Ur; un idólatra. Hasta que Dios hiciera Su obra de salvación en él, Abraham siguió siendo un ‘impío’. Hay que notar bien el orden de la salvación; Dios no nos hace buenos primero, y después nos salva. El nos salva (nos justifica) siendo ‘impíos’, y después nos ayuda a ser buenos (nos santifica). iii. Es DIOS quien salva; no el hombre a sí mismo. Pablo, refiriéndose a Dios, dice “ sino cree en AQUEL que  justifica...”. iv.

La salvación parte de una declaración legal acerca de nuestra justicia delante de Dios: “ su fe le es CONTADA por justicia ”. La justificación no consiste en un cambio de comportamiento; es simplemente un cambio de ‘estatus’ ante Dios. El cambio de comportamiento viene después, como fruto de la justicia otorgada en Cristo.

2. EL CASO DE DAVID (v.6-8) Pablo ahora cita el caso de David, otro grande personaje del A.T. Es interesante notar como Pablo usa la cita del Sal 32:1, 2. David había hablado en un sentido negativo: que D ios “no inculpa de pecado”. Pero Pablo lo pone en una manera positiva: “ a quien Dios atribuye justicia... ” (v.6). En otras palabras, Pablo está interpretando las palabras de David. La doctrina de la justificación es más mucho amplia que algo simplemente negativo. Dios no sólo no nos inculpa de pecado, sino que nos otorga una justicia perfecta delante de Él. Nuestros pecados fueron colocados a la cuenta de Cristo, y la santidad de Cristo fue colocada a nuestra cuenta  (2 Cor 5:21).

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3. EL LUGAR DE LA CIRCUNCISION (v.9-12) Los judíos ponían tanto énfasis sobre la circuncisión que Pablo consideró necesario comprobar que la circuncisión no tuvo nada que ver con la justificación de Abraham. Los judíos diferenciaban la raza humana en dos categorías: los ‘circuncidados’ (= judíos) y los ‘incircuncisos’ (= gentiles). Para ellos, sólo los circuncidados serían salvos; porque según creía la gran mayoría de los judíos, era la circuncisión que los justificaba ante Dios (ver notas anteriores, sobre Rom 2:25-29). Por lo tanto, si un gentil quería gozar de la salvación, forzosamente tenía que ser circuncidado. Una vez que la Iglesia comenzó a predicar el evangelio, surgió un debate entre los creyentes: ¿tenían los gentiles que ser circuncidados? (ver Hch 15:1). Pablo hace la pregunta en v.9, “ Esta bendición  (ver v.6-8), ¿es sólo para los circuncidados (judíos), o también  para los incircuncisos (gentiles) ?” Pablo está queriendo establecer DOS puntos aquí: 1. La salvación es universal. 2. La salvación no tiene nada que ver con ritos (obras) externas. El Desarrollo del Argumento de Pablo Habiendo planteado la pregunta (v.9), Pablo procede a demostrar que históricamente Abraham fue declarado ‘justo’ (ver v.3, y compare Gén 15:6) ANTES de recibir la circuncisión (v.10). Por lo tanto, la circuncisión sólo sirvió como una señal (“ sello”) de la justificación que  Abraham había recibido 14 años antes, en Gén 15:6 (v.11a). El hecho que Abraham fuese declarado ‘justo’ antes de ser circuncidado, le permite ser considerado como “ padre” de los gentiles (v.11b); es decir, ellos serán salvos en la misma manera que Abraham lo fue. Pero Abraham recibió la señal de la circuncisión para que él pueda ser considerado “ padre” en la fe también de los judíos, siempre en cuando ellos tengan la misma FE que Abraham (v.12). 4. EL LUGAR DE LA LEY (v.13-17) a. El Desarrollo del Argumento de Pablo Habiendo aclarado que históricamente la circuncisión vino DESPUES de la justificación, y como señal de ella, Pablo ahora explica que la Ley también vino después que Abraham fuese justificado. Antes que viniera la Ley, Dios ya había dado Su PROMESA; y la promesa vino a causa de la justificación (v.13). Este orden es muy importante. La equivocación de los judíos fue la de pensar que Dios les dio la Ley para que por medio de guardarla ellos llegasen a obtener la promesa de la herencia. Ellos no lograron entender el concepto de la GRACIA de Dios. Pablo muestra que el hecho que Dios diera una promesa quita toda necesidad de tratar de cumplir la Ley para obtenerla; lo único que se requiere es tener fe en Dios – que Él cumplirá Su promesa (v.14). En realidad, la herencia tuvo que venir por fe en la promesa de Dios, porque de otro modo ya no hubiera sido un don de Dios (“ gracia”, v.16). Dios decidió dar la her encia sobre la base de la promesa justamente para que la herencia sea GARANTIZADA (“ firme”, v.16) para todos los que creyesen en El, porque Dios sabía que nadie podría cumplir la Ley perfectamente (v.15a).

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La pregunta surge: ¿Por qué Dios no dio la promesa de la herencia CONDICIONALMENTE? Es decir, bajo la condición de que obedecieran la Ley. En primer lugar, como ya hemos dicho, era porque Dios ya sabía que el hombre no podía cumplir la Ley. Pero hay una segunda razón. Si el hombre hubiera logrado cumplir la Ley, y así hubiera obtenido la promesa, entonces el hombre hubiera tenido algo de que gloriarse delante de Dios. Esto es exactamente lo que Dios quería evitar , porque toda la gloria de nuestra salvación le pertenece a El (Efe 2:9b; ver Rom 4:2). Quizá lo que Dios quiere evitar es que en la eternidad nosotros no caigamos en el mismo pecado que Satanás. b. Notas Exegéticas Adicionales “donde no hay ley, tampoco hay transgresión ” (v.15) Hay que tener cuidado con nuestra exégesis aquí. Pablo no está diciendo que si alguien desconoce la ley, entonces Dios ya no le puede condenar por ser pecador. El hecho de que hubo muerte todo el tiempo, entre Adán y Moisés, indica que aun si no hubiera una ley explícita, Dios todavía hubiera condenado al hombre por su pecaminosidad (ver Rom 5:14). Lo que Pablo está queriendo decir aquí (y lo repite más claramente en Rom 5:13), es que una de las funciones de le Ley fue la de definir qué es “pecado”. Una vez que se había dado una definición de lo que constituía “pecado”, entonces se podía ver claramente cuando ocurría una trasgresión. Antes de la revelación de la Ley, el hombre pecaba; pero después que Dios revelara la Ley, el hombre tuvo menos excusa por su pecado, y mayor condenación. En Rom 7:7 Pablo vuelve a tratar este tema (ver notas posteriores sobre esa sección). 5. LA FE DE ABRAHAM Y LA NUESTRA  (v.18-25) Esta sección comienza con una descripción de la fe de Abraham (v.18-22). siguientes elementos en la fe de Abraham:

Martyn Lloyd-Jones nota los

i. Su fe fue basada en la PALABRA de Dios (v.20, 21); no en sus deseos personales. ii. Su fe tuvo el elemento de CERTEZA (v.20, 21); no fue una mera esperanza incierta. iii. Su fe miró a las circunstancias pero no se debilitó (v .19); no fue una fe ‘ciega’, que rehusó mirar las realidades del caso por miedo de perder la fe. iv. Su fe se FORTALECIO cuando miró a Dios y le dio la gloria a Él (v.20). Abraham glorificó a Dios, considerando Sus atributos de omnipotencia y fidelidad, y vio sus circunstancias a la luz de eso. Después Pablo aplica el caso de Abraham a nosotros, aludiendo que nuestra fe debe ser igual a la de él (v.2325). Nuestra fe debe estar puesta en DIOS (quien levantó a Cristo de entre los muertos, v.24), y en la muerte y resurrección de Cristo (v.25). CAPITULO CINCO. RESULTADOS DE LA JUSTIFICACION TEXTO: Romanos 5:1-21 En Romanos 4, Pablo se detuvo para ofrecernos un ejemplo de la justificación por la fe en el Antiguo Testamento. Ahora en Romanos 5 Pablo vuelve a su exposición del tema central de esta carta.

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Este capítulo se divide en dos partes: 1. Versos 1-11, en la cual Pablo describe algunos de los ‘frutos’ o resultados de la justificación. 2. Versos 12-21, en la cual Pablo vuelve al tema de la justificación en sí, ilustrando y explicando cómo es que Dios puede justificar a muchas personas sobre la base de lo que una Persona (Cristo) hizo; esto surge de lo que Pablo dijo en vv.6-11. 1. LOS RESULTADOS DE LA JUSTIFICACION (v.1-11) a. Paz Con Dios (v.1) El primer resultado de la justificación, según Pablo, es “ paz para con Dios ”. Comentaristas están divididos en cuanto a lo que Pablo realmente escribió, y qué fue lo que él quiso d ecir con la expresión “ tenemos paz para con Dios”. Algunos comentaristas enfatizan la CONDICION OBJETIVA de tener paz con Dios, proveniente de la reconciliación. Es decir, antes de ser justificado, el pecador era un “ enemigo” de Dios (v.10); pero ahora que ha sido justificado, su condición objetiva delante de Dios ha cambiado radicalmente. Sin embargo, otros comentaristas prefieren enfatizar el aspecto del SENTIMIENTO INTERNO de paz; es decir, ahora que el pecador ha sido justificado (perdonado), él ya no tiene porque sentirse intranquilo ante la presencia de Dios, con temor a ser castigado. En realidad, las dos cosas son ciertas. En el contexto de estos capítulos de Romanos, la “paz” de la cual Pablo habla es el resultado de ya no estar bajo la ira de Dios. Esto obviamente resulta en una tremenda tranquilidad interna en la vida del creyente. Esta paz no viene simplemente de un perdón ‘barato’ de parte de Dios, sino de la justificación que Él nos concede por medio de la obra redentora de Cristo. Es tan importante que el creyente esté bien seguro de lo que es la justificación, para tener esta tranquilidad interna. Dios no va a cambiar Su opinión acerca de nosotros. La obra de salvación ya está completa (¡aunque no concluida!). Es interesante notar el tiempo de los verbos en v.1-2. - “justificados”, v.1 (aoristo – indica algo hecho en un momento dado) - “tenemos paz”, v.1 (presente – indica una condición permanente) - “tenemos entrada”, v.2 (perfecto – indica algo hecho en el pasado, que tiene resultados permanentes) - “estamos firmes”, v.2 (perfecto – algo hecho en el pasado con resultados permanentes) - “nos gloriamos”, v.2 (presente – una condición permanente). b. La Certeza de la Gloria de Dios (v.2) La “ gracia” de la cual Pablo habla en v.2 es la justificación (mencionada en v.1), que nos trae “  paz con Dios”. “Tenemos entrada ” a esta gracia, no sólo por Dios el Padre (quien nos justifica), sino también por el Señor Jesucristo (por quien somos justificados). En esta gracia, dice Pablo, “ estamos firmes ”. Pablo está enfatizando la seguridad de la salvación del creyente; cosa que él repetirá muchas veces en esta carta, por ser una de las consecuencias más importantes de la doctrina de la justificación por medio de la fe, que se basa en la obra redentora de Cristo en la cruz.

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Esta justificación nos da la certeza de que un día veremos, y participaremos en la gloria de Dios (ver notas sobre Rom 3:23). Debemos notar que el verbo “ nos gloriamos ” es utilizado por Pablo aquí en un sentido positivo, como sinónimo de “nos regocijamos”, o “nos alegramos grandemente”. c. La Habilidad de Soportar las Pruebas de la Vida  (v.3-5) Aunque el creyente justificado ya no está bajo la ira de Dios, eso no implica que él será exento de luchas y dificultades en la vida. La “ paz de Dios” no implica ausencia de sufrimiento . En realidad, muchas veces el creyente sufre más siendo cristiano (esto era muy cierto en los días de Pablo). Lo que Pablo enseña en estos versos es que las dificultades en la vida del creyente serán usadas por Dios para avanzar la obra de salvación en su vida. Las tribulaciones resultarán en “ paciencia” “ prueba” y “esperanza”. Antes de ser justificados, las aflicciones de la vida eran entendidas como expresiones de la ira de Dios sobre nosotros; ahora las tomamos como expresiones de Su amor (Heb 12:6). En esta manera, las tribulaciones vienen a ser motivo de gozo en la vida del creyente (ver Mat 5:10-12; Hch 5:41; Rom 8:28; 1 Ped 4:13,14). Valdría la pena notar que cuando Pablo dice, “ nos gloriamos en las tribulaciones... ”, él tiene en mente, no las circunstancias mismas del sufrimiento, sino la meta final para la cual Dios permite estos sufrimientos . En medio de las tribulaciones hay dos cosas que sostienen al creyente: (1) la “ esperanza” (certeza) de la salvación, y (2) “ el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo ” (v.5). d. La Seguridad de la Salvación Eterna (v.6-11) Para terminar esta sección Pablo quiere anticipar y contestar la siguiente interrogante: “¿Cómo puedo estar seguro que en el Día del Juicio Final realmente seré salvo de la ira de Dios?". Pablo enfatiza DOS cosas para expresar la seguridad que el creyente tiene de su salvación final: [1] Dios nos salvó (“amó”) mientras éramos aún pecadores (v.6-8). Hay dos frases que Pablo usa para expresar cuál era nuestra condición en el momento en que Dios expresó Su amor en Cristo: i. “cuando aún éramos débiles ” (v.6) ii. “siendo aún pecadores ” (v.8) Podemos notar también la palabra “ impíos” (v.6), y la expresión “ siendo enemigos ” (v.10). Dios no espera que seamos ‘buenos’ para salvarnos; nos salva tal cual somos, débiles, pecadores, incapaces de hacer absolutamente nada para mejorar nuestra situación ante Dios. [2] Dios aún más nos salvará estando ya justificados (v.9-11). Pablo usa dos palabras para hablar de la nueva situación en la cual el creyente se encuentra ante Dios: i. “estando ya justificados” (v.9) ii. “estando reconciliados” (v.10)

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La conclusión a la cual Pablo nos quiere llevar es que si ya somos justificados y reconciliados ante Dios, “seremos salvos de la ira ” (v.9) en el Día del Juicio Final. En v.10 Pablo expresa algo parecido, “seremos salvos por Su vida”. Valdría la pena notar aquí el comentario de Cranfield sobre estos versos: “...dado a que Dios ya ha hecho lo que era realmente difícil (es decir, justificó a los pecadores), podemos estar absolutamente seguros que Él hará lo que es, en comparación, muy fácil (es decir, salvar de Su ira, en el día final, a los que ya están justificados delante de El)”. En resumen, podemos decir que la seguridad del creyente radica en que siendo justificado, él está ahora en una nueva relación con Dios; es decir, está RECONCILIADO (v.10, 11). Esto sería otro fruto de la  justificación. Antes de ser justificado, el hombre estaba en enemistad contra Dios. Sin embargo, habiendo sido justificado, la relación del pecador con Dios cambia radicalmente; él deja de ser un enemigo, y pasa a ser un hijo de Dios, plenamente reconciliado con El (ver 2 Cor 5:17-21). 2. UNA ILUSTRACION DE LA VALIDEZ DE LA JUSTIFICACION POR LA FE  (v.12-21) En esta sección, Pablo está ilustrando la validez de la doctrina de la justificación por la fe. El problema con esta doctrina es que no encaja con la experiencia normal del hombre; es decir, la idea de que muchas personas pueden ser declaradas justas simplemente por la acción de una sola persona no es algo normal en el pensamiento humano. Muchos podrían reaccionar (y han reaccionado) ante la enseñanza de Pablo diciendo que tal doctrina simplemente no es válida. Por lo tanto, Pablo busca ilustrar y explicar la doctrina de la  justificación usando el ejemplo de Adán, y comparándolo con Cristo. Es decir, tal como por el PECADO de un hombre (Adán), muchas personas fueron condenadas, así también por la OBEDIENCIA de un Hombre (Cristo), muchas personas fueron justificadas (v.15, 17, 18, 19). La estructura de estos versos es la siguiente: a. La ilustración comenzada (v.12). Note que el apóstol sólo presenta la primera parte del argumento - el caso de Adán. b. Un paréntesis (v.13-17), para comprobar la verdad de la frase en v.12b, “ por cuantos todos pecaron ”. [1] Versos 13-14 son una explicación importante de la palabra “ pecado” en v.12. [2] Versos15-17 son una explicación de la diferencia entre Cristo y Adán. c. Concluye la ilustración de la doctrina (v.18, 19). d. El propósito de la Ley y la venida de la gracia (v.20, 21). Estudiaremos los versos 12-21 usando esta estructura. a. La Ilustración Comenzada (v.12) Pablo comienza su ilustración de la validez de la justificación por la fe, usando el ejemplo de Adán. La comparación que Pablo quiere hacer es entre Adán y Cristo, pero en este verso sólo cita el caso de Adán; recién completa la comparación con Cristo en los versos 17-19. Hay cuatro afirmaciones importantes que Pablo hace en este verso: [1] “el pecado entró en el mundo por un hombre ”

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Estas palabras han sido interpretadas en varias maneras (ver Apéndice). Para interpretar correctamente la enseñanza de Pablo hay que hacer un estudio detallado de los siguientes versos, y entender la comparación que Pablo hace entre Cristo y Adán. Cuando Dios creó el universo, el mundo material era perfecto y sin pecado; sin embargo, el pecado ya existía en la esfera espiritual – Satanás ya se había rebelado contra Dios. No obstante, esta realidad del pecado no “entró” al mundo material (en el sentido de afectarlo e n forma negativa) hasta que Adán pecó. Por ende, fue Adán quien introdujo al mundo humano la rebeldía contra Dios. La palabra “ jamartia” (“ pecado”) tiene una variedad de significados en el NT: 1. Pecado actual; actos individuales de pecado. 2. La tendencia pecaminosa. 3. La culpabilidad del pecado. Muchos comentaristas (incluyendo Calvino) toman el significado 2; es decir, que la caída de Adán introdujo en la raza humana la tendencia a pecar, que produce en cada uno de nosotros actos individuales de pecado. Otros lo entienden en el sentido 3. Hodge es de la opinión que se debe tomar como las tres cosas a la vez: que en Adán todos los hombres cometieron un pecado, que ellos heredan una naturaleza pecaminosa, y que también llevan la culpabilidad del pecado de Adán. [2] “y por el pecado la muerte ” Si el hombre no hubiera pecado, la muerte no hubiera afectado la raza humana. La enseñanza clara de toda la Biblia es que la muerte física es el castigo por el pecado (ver Gén 2:17; Ezeq 18:4; Rom 6:23). [3] “así la muerte pasó a todos los hombres ” Según Hodge la expresión “ así ”(‘kai outos’) debe ser traducida, “y por lo tanto”. porque el pecado es universal.

La muerte es universal

El término “pasó” es ‘ dielthe’, que significa (literalmente) “pasó a través de”, o “atravesó”. La muerte viene a ser como un veneno. Una vez introducido al cuerpo humano, rápidamente se desplaza por todo el cuerpo. [4] “ por cuanto todos pecaron ” La expresión “ por cuanto” es ‘ef’ o’. La Vulgata la traduce “en quien”. Sin embargo, la expresión literalmente significa “sobre que o quien”. Se usa, por ejemplo, de una persona sobre una cama (Marcos 2:4; Lucas 5:25). Por lo tanto, lo que Pablo está diciendo es que “la muerte pasó  a todos sobre la base de que todos pecaron”, o que “la muerte vino a todos porque el pecado vino sobre todos”. Para las varias interpretaciones que se han dado de la frase: “ por cuanto todos pecaron ”, ver Apéndice. Valdría la pena notar lo que un comentarista ha dicho: "El asunto aquí no es directamente acerca de cómo se ha propagado la naturaleza pecaminosa a todos los hombres, ni tampoco acerca de los pecados personales cometidos por todos los hombres individualmente, sino de la culpabilidad universal ante los ojos de Dios que ha sobrevenido a todo hombre, y que Pablo atribuye, no a los pecados cometidos personalmente por ellos, sino al pecado cometido por Adán”.

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b. Un Paréntesis (v.13-17) Habiendo hablado de Adán en v.12, Pablo debería haber hablado de Cristo en v.13, para completar la comparación. Sin embargo, Pablo no menciona a Cristo en v.13. La razón es porque él ha dicho algo en v.12 que bien podría ser mal interpretado. Para evitar esta mala interpretación, Pablo hace un paréntesis en v.13-17, y vuelve a la comparación entre Adán y Cristo en el v.18. Las dos cosas que Pablo quiere aclarar antes de seguir con su comparación entre Adán y Cristo son: (a) el significado de la palabra “ pecaron” en v.12, y (b) que hay una diferencia muy grande entre Cristo y Adán. [1] La Existencia del Pecado Antes que se Diera la Ley (v.13, 14). Para los judíos, “pecar” era sinónimo de quebrantar la Ley. La pregunta es, ¿cuál es la situación de los que vivieron antes que Dios diera la Ley? Pablo, en v.12, dijo categóricamente que todos los hombres son pecadores, y que por ende la muerte es universal. Pablo toma la universalidad de la muerte como su punto de partida, y deduce de ella que todos los hombres son pecadores; aun los que vivieron antes de tener la Ley. Por eso Pablo afirma que “ reinó la muerte desde Adán hasta Moisés ” (v.14). Podemos notar DOS INTERPRETACIONES de estos versos: INTERPRETACION 1 (Cranfield) Pablo reconoce que en cierto sentido “ no se inculpa de pecado ” si no hay ley. Sin embargo, hay que notar que él no está diciendo que si no hay Ley entonces no hay culpabilidad de pecado. El hecho de que la muerte fue universal entre Adán y Moisés, demuestra que en alguna manera todos eran culpables de pecado. Más bien, la frase “no se inculpa de pecado ” significa, que antes de la revelación de la Ley, el pecado no era algo bien definido. La expresión interesante es, “ aun en los que no pecaron a la manera de la trasgresión de Adán ”. Cuando Adán pecó, él se rebeló contra la voluntad divina expresada en un mandato de Dios. Después de la revelación de la Ley, los pecados de los hombres también tienen esta característica de ser rebeldía contra la voluntad divina manifestada en mandamientos. Pero durante los años antes de la manifestación de la Ley, aunque los hombres eran culpables de pecado, no era el mismo pecado de rebeldía abierta contra un mandato específico de Dios. Sin embargo (y esto es lo importante), la muerte siguió siendo algo universal, lo que indica que aunque el pecado de los hombres era en cierto sentido diferente, de todos modos era igualmente “pecado”, y merecía la pena de muerte. INTERPRETACION 2 (Hodge) La interpretación de Hodge es que Pablo no está hablando de pecados personales, sino del pecado que todos cometieron en Adán. Pablo reconoce que donde no hay Ley no se puede culpar de pecado; sin embargo, el hecho de la universalidad de la muerte (entre Adán y Moisés) indica que todos eran pecadores, aun si no existía la Ley todavía. El pecado de todos los hombres no era “ a la manera de la trasgresión de Adán ”, porque el pecado de Adán era personal, mientras que el pecado de todos los otros hombres fue algo cometido “en Adán” (es decir, el pecado de su representante legal ante Dios). La interpretación de Hodge tiene la ventaja de estar más de acuerdo con el contexto del v.12, y de toda esta sección en la cual Pablo está queriendo enfatizar la culpabilidad del hombre ‘en Adán’, y no de sus pecados personales. Es más, los judíos, lejos de considerar a los gentiles como ‘inocentes’ por no tener la Ley, los consideraban sumamente culpables y pecadores.

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La referencia a Adán, al fin del v.14, le hace recordar a Pablo que su tema principal en estos versos es la comparación entre Adán y Cristo, como representantes legales ante Dios. Por eso Pablo concluye el v.14 diciendo (de Adán), “el cual es figura [griego, “tupos”] del que había de venir ” (es decir, de Cristo). Ver 1 Cor 15:45. Pero, de inmediato surge una preocupación en la mente de Pablo; él no quiere dar a entender que Adán y Cristo son exactamente iguales. Por lo tanto, Pablo pasa a una segunda parte de su paréntesis, para explicar las diferencias que existen entre Adán y Cristo. [2] Las Diferencias entre Cristo y Adán (v.15-17). Podríamos resumir las diferencias que Pablo quiere notar entre Adán y Cristo en la siguiente manera: Adán transgredió la ley (v.15); Cristo obedeció la Ley. Adán trajo muerte (v.15); Cristo trajo vida. Adán trajo juicio y condenación (v.16); Cristo trajo justificación (v.16). Adán, por un solo pecado, trajo condenación a muchos (v.15, 16); Cristo salvó a los hombres de muchos pecados (v.16). Ciertas frases indican el énfasis que Pablo quiere dar para que quede clara la grandeza de la salvación que Cristo ha obrado; por ejemplo, “ abundaron mucho más para los muchos... ” (v.15), “mucho más reinarán en vida...” (v.17), “los que reciben la abundancia de la gracia. ..” (v.17). c. La Ilustración Concluida (v.18, 19) Pablo ahora llega al punto principal de esta sección (v.12-21), que es la de vindicar la acción de Dios de  justificar a muchas personas sobre la base de la obediencia de una sola Persona. Pablo muestra que Dios ya había tratado una vez a la raza humana en esta manera, en el sentido de que por la desobediencia de un hombre, muchos fueron considerados ‘pecadores’; por lo tanto, Dios tiene el derecho de hacer lo mismo (aunque en sentido contrario) en Cristo: justificando a muchos sobre la base de la obediencia de Uno solo. NOTAS EXEGETICAS [1] “vino la condenación a todos...vino a todos...la justificación ” (v.18) Teólogos han debatido el significado de los dos usos de la palabra, “todos”, en el v.18. El primero obviamente ha de ser entendido en el se ntido más amplio de la palabra; es decir, “todo individuo que haya vivido en la tierra” (ver Rom 3:23, etc.). Es el segundo uso de “ todos” que causa problemas teológicos, porque parece que Pablo estuviera  enseñando que todo individuo será salvo por la muerte de Cristo. En nuestra exégesis hay que tomar en cuenta varios factores: i. El uso de la palabra “todos” en el N.T. Juan 3:26).

No siempre se usa en el sentido universal (ver Lucas 2:1;

ii. El contexto de la palabra en Rom 5:18. Podemos notar como en el v.17 Pablo ha limitado la  justificación a “los que reciben la abundancia de la gracia ...”. Por ende, la palabra “todos” (en el segundo caso) debe ser limitada en la misma manera

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iii. En el contexto de los vv.12-21, Pablo está diciendo que todos los que están “en Adán” son considerados pecadores, y también que todos los que están “en Cristo” son considerados justificados. Por lo tanto, podríamos añadir las siguientes palabras en el v.18 para interpretarlo correctamente: “ vino la condenación a todos los hombres [que están “en Adán”]... vino a todos los hombres [que están “en Cristo”] la  justificación”. Ver 1 Cor 15:22. [2] “constituidos pecadores...constituidos justos ” (v.19). El uso del verbo en griego no implica que Dios los HIZO “ pecadores”/ “ justos”, sino que Dios los considera y los trata como tal. Por medio de la obediencia de Cristo, Dios coloca a todos los que confían en Él en la categoría de ser “justos”. d. El Propósito de la Ley y la Manifestación de la Gracia  (v.20, 21) Pablo ha explicado el caso, tanto de la condenación del hombre por el pecado de Adán, como la justificación del creyente por la obediencia de Cristo SIN REFERENCIA ALGUNA A LA LEY. La pregunta obvia (¡a lo menos para el judío!) era: “Entonces, “¿qué propósito sirve la Ley? “¿Para qué introdujo Dios la Ley?” El propósito de la Ley, dice Pablo, no fue el de dar al hombre la oportunidad de salvarse a sí mismo; más bien, todo lo opuesto. Dios dio la Ley “ para que el pecado abundase ” (v.20; ver Rom 7:7-13). Dios quería que el hombre mismo vea su condición de pecador, y sienta su propia inhabilidad de obedecer la Ley. Así que, la Ley “ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe ” (Gál 3:24). Dar la Ley no fue un acto de juicio por parte de Dios (comparar Rom 1:24, “ Dios los entregó ...”), sino un acto de gran misericordia. Para evitar la conclusión de que Dios ha sido ‘malo’ en tratar al hombre en esta manera, Pablo inmediatamente añade que “cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia ” (v.20). La meta final de Dios era la de conceder la ‘vida eterna’ a muchos (v.21). En otras palabras, Dios permitió el dominio del pecado y de la muerte, para después resaltar y exaltar el dominio de la justicia y de la vida en Cristo. ¡TODO ES PARA LA GLORIA DE DIOS!

RESUMEN DE LA COMPARACIÓN ENTRE ADAN Y CRISTO a. La Desobediencia de Adán y Sus Consecuencias [1] ADAN ACTUO COMO PREPRESENTANTE LEGAL DE TODA LA RAZA HUMANA Pablo enfatiza que el pecado de Adán fue el pecado de un solo hombre (v.12, 15-19). Sin embargo, hay que entender que este hombre estaba actuando como representante legal de toda la raza humana. Eso fue lo que hizo que su pecado sea tan importante. Si él hubiera obedecido, todos hubiéramos recibido la vida eterna. [2] LA ACCION DE ADAN INTRODUJO EL PECADO AL MUNDO Esto es lo que Pablo enseña en v.12. Satanás introdujo la tentación al mundo; pero fue Adán quien introdujo el pecado al mundo, y causó tanto daño a la raza humana. Pablo describe la acción de Adán como “ trasgresión” (v.14, 15, 17, 18) y “ desobediencia” (v.19).

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[3] EL PECADO DE ADAN INTRODUJO LA MUERTE AL MUNDO Pablo describe esto en v.12, 14, 17. Si Adán no hubiera pecado, no hubiera habido muerte humana. pregunta que a veces se hace, es si antes del pecado de Adán hubo muerte de animales, plantas, etc. pregunta tiene implicancias muy serias para la teoría de la evolución. Es interesante notar la expresión que Pablo usa en v.14, “ reinó la muerte ” (ver v.17).

Una Esta

[4] POR EL PECADO DE ADAN TODOS MURIERON Pablo no sólo dice que por el pecado de Adán, entró la muerte, y que por ende nosotros también un día moriremos; sino que dice algo mucho más dramático. Pablo afirma que es por el pecado de Adán que nosotros morimos (legalmente, ante Dios). El verbo el fin del v.12 es aoristo (“ por cuantos todos pecaron ”). El ser humano es pecador, y muere por sus propios pecados; pero ¿por qué mueren los bebés o fetos? Evidentemente, no es por sus propios pecados; tiene que ser por el pecado original de Adán. [5] POR EL PECADO DE ADAN TODO SER HUMANO ESTA BAJO CONDENACION Muchos quisieran pasar por alto lo que Pablo enseña aquí, pero él es muy claro. Dios considera toda la raza humana culpable por el pecado de Adán. Esto es lo que Pablo dice claramente en v.16, 18, 19. No solo todos morimos, por causa del pecado de Adán, sino que morimos bajo la condenación de Dios. Esto afecta aun a los bebés recién nacidos. Por ende, si ellos van a ir al cielo, es sólo por la gracia de Dios, evidenciada en la muerte de Cristo. b. La Obediencia de Cristo y Sus Consecuencias Habiendo notado todo lo anterior, es importante ahora notar lo que Pablo dice acerca de la obediencia de Cristo. [1] CRISTO ACTUO COMO REPRESENTANTE LEGAL DE TODO LOS CREYENTES Tal como la acción de Adán afectó a todos, porque él era representante legal de la raza humana, así la acción de Cristo tuvo un impacto sobre muchos (v.15, 18, 19). Pero debemos notar una diferencia importante. El pecado de Adán, afectó a toda la raza humana; pero la obediencia de Cristo solo beneficia a los creyentes. ¿Por qué? El vínculo que nos relaciona con Adán es el nacimiento humano; toda persona que nace físicamente en este mundo (con la excepción de Cristo) está relacionado con Adán (ver el caso de los levitas, y su relación con Abraham, en Hebreos 7:9, 10). En el caso del creyente, lo que le vincula con Cristo es la FE; por ende, toda persona que deposita su fe en Cristo, es unida con Él por el Nuevo Nacimiento, y goza de los beneficios de la acción de Cristo en la cruz. [2] LA ACCION DE CRISTO INTRODUJO LA JUSTICIA DE DIOS AL MUNDO Esto es lo que Pablo enseña en v.16, “ el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación ”. La palabra “don” es “ jarisma” (ver también v.15 y 17). Esta “gracia” se manifiesta en la “justicia” de Dios (v.18, 19). [3] LA OBEDIENCIA DE CRISTO INTRODUJO LA VIDA ETERNA AL MUNDO Tal como el pecado original causó la muerte universal, de igual modo la justicia de Dios obrada por Cristo, concede la vida eterna a todos los que creen en Cristo (v.17, 18). [4] POR LA OBEDIENCIA DE CRISTO TODO CREYENTE ES SALVO Esta es la consecuencia de la gracia de Dios, Su justicia y la vida eterna; todo se resume en "salvación" (v.21). [5] POR LA OBEDIENCIA DE CRISTO TODO CREYENTE ES DECLARADO JUSTO Esto es lo que Pablo enseña en v.19. El verbo es “katistemi ” (= “establecer”, “declarar”, “constituir”). es muy importante notar el paralelo entre:

Aquí

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- en Adán “los muchos fueron constituidos pecadores ” - en Cristo “los muchos serán constituidos justos ” Aquí está el problema para algunos que niegan ciertas implicancias del pecado original (como, por ejemplo, algunos en la Iglesia Católica, siguiendo Pelagio). Según éstos, las consecuencias del pecado de Adán no fue tanto que toda la raza humana fue declarada por Dios "culpable", sino que simplemente introdujo en la raza humana una tendencia hacia el pecado. Si esto es cierto, entonces la conclusión sería que la acción de Cristo tampoco nos constituye "justos" delante de Dios, sino que simplemente nos da cierta fuerza para hacer buenas obras, y por ende buscar nuestra propia justicia. Sin embargo, esto NO es lo que Pablo enseña. APENDICE A La Pecaminosidad del Hombre (Rom 5:12) Este es un verso muy discutido por teólogos y comentaristas. Dos frases han causado bastante polémica: “ el  pecado entró al mundo por un hombre ” y “la muerte pasó a todos, por cuanto todos pecaron ”. DOS preguntas necesitan ser respondidas: 1. “¿Qué relación hay entre el pecado de Adán y nuestra pecaminosidad ?” En la historia de la Iglesia, muchas respuestas han sido dadas a esta interrogante: 1. Algunos, asumiendo la filosofía platónica de la preexistencia de las almas, afirman que Adán fue la causa de la pecaminosidad de todos los seres humanos, porque él fue el líder de estas almas antes de la creación del mundo. Es decir, las almas cayeron en pecado antes de la creación del mundo material, y cuando, a su momento, estas almas se encarnan en un cuerpo humano, siguen su vida de pecado. Hay que afirmar que no hay base bíblica alguna para esta idea. 2. Otros, siguiendo a Pelagio, dicen que Adán fue quien introdujo el pecado al mundo sólo en el sentido de dar un mal ejemplo. Es decir, su caída no hizo que todos automáticamente sean pecaminosos; sino que su mal ejemplo afectó a otros, con el resultado de que ellos también vienen a ser pecadores posteriormente (por su libre albedrío). 3. Ciertos teólogos dicen que la pecaminosidad de todos fue el resultado de un decreto judicial  de Dios. Dios había decretado que si el primer hombre pecaba, entonces El consideraría a todos ‘pecadores’. Esto no era algo que necesariamente tenía que darse, sino que Dios simplemente decretó que sería así. 4. Otros afirman que Adán fue el causante de la pecaminosidad de todos porque por medio de su pecado, él debilitó la raza humana. Tal como ocurre en el caso de un hombre que contagia SIDA y lo pasa a su descendencia automáticamente, así ocurre con el pecado de Adán. 5. Algunos afirman que Adán no fue simplemente un hombre individual, sino que en él estaba toda la raza humana. Dado a que toda la raza estaba en él, su acto de pecado fue el acto de todos los hombres. Por lo tanto, Dios tiene el derecho de declarar a todos pecadores. 6. Adán fue el representante legal ante Dios por toda la raza humana. Dios consideró su acción como legalmente afectando a todos los hombres. Esta parece ser la respuesta más acertada acerca de la relación entre el pecado de Adán y nuestra pecaminosidad. 2. “¿En qué sentido “ todos pecaron ”?

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El debate histórico entre Agustín y Pelagio radicó en este verso. Pelagio entendió las palabras de Pablo en la siguiente manera: la muerte viene sobre todos porque todos PECAN . Es decir, la muerte sólo viene a los hombres individualmente, porque como individuos ellos pecan (es decir, no pecaron en Adán). Las objeciones a esta interpretación son las siguientes: 1. El tiempo del verbo “ pecaron”. El verbo está en el aoristo, que indica una acción cometida en un momento dado. 2. Si tal fuera el significado de Pablo, entonces rompería todo el esquema de la comparación que Pablo hace entre Cristo y Adán. Porque si los hombres sólo mueren por los pecados personales que cometen, entonces según la analogía que Pablo desarrolla entre la entrada del pecado y la salvación del hombre, los hombres sólo pueden ser salvos por las obras de justicia que ellos hagan. ¡Ni Adán ni Cristo entrarían en el asunto! 3. Lo que Pelagio dice es obviamente incorrecto, porque tantos fetos y bebés recién nacidos mueren, no habiendo cometido ningún pecado personal. La Iglesia Católica enseña que todos mueren por la imputación del pecado original de Adán, pero niega que cada persona nace con una naturaleza corrupta. Calvino, luchando contra esta negación de la pecaminosidad del hombre, puso tanto énfasis sobre la corrupción del hombre como la causa de la muerte humana, que parece negar que la muerte también es causada por el pecado original. Otros afirman que Adán estaba actuando como si fuera toda la raza; su acto pecaminoso fue el mismo acto de todos los hombres. El problema con esta interpretación es que aunque se puede entender que todos pecaron en el instante en que Adán pecó, decir que todos murieron en el instante que Adán pecó parece no ser cierto. La interpretación más acertada (según Hodge) es que Adán actuó como el representante legal, o la ‘cabeza’ de, la raza humana. Cuando Adán pecó, Dios tomó su acción como representativa de todos los seres humanos. El caso sería parecido al de un embajador; todo lo que él hace o dice se entiende como las palabras o las acciones de la nación a la cual él representa. Otro ejemplo sería la acción de un apoderado, esposo, etc. Ante la ley, lo que tal persona hace en su capacidad de representante legal del otro, afecta a la persona representada. Dios tomó a Adán como el representante legal de todos los hombres. Lo que Adán hizo, lo hizo (ante los ojos de Dios) como representante legal de todos los hombres. Por lo cual, cuando él pecó, su acción afectó a todos (por ser su representante). Cuando Adán pecó, todos fuimos CONSTITUIDOS, o declarados, pecadores. Cuando lo entendemos en este sentido, entonces logramos entender cómo lo que Cristo hizo nos afecta. Todo lo que Él hizo, tanto durante Su vida en la tierra, como en Su muerte, resurrección y ascensión, lo hizo en calidad de nuestro representante legal ante Dios; Por lo tanto, todo lo que Él hizo nos beneficia. Su muerte fue nuestra muerte, ante la ley de Dios. NOTA Tal como le costó a la Iglesia Universal muchos años de debate para aclarar y exponer correctamente las doctrinas de la Trinidad y la naturaleza de Cristo, lo mismo ocurrió con la doctrina de la pecaminosidad del hombre. No fue hasta el siglo 17 que los teólogos formularon una verdadera doctrina del pecado del hombre. CAPITULO SEIS: LA SANTIDAD DEL JUSTIFICADO COMENTARIO DR. GRANT LIBERACION DEL PODER DEL PECADO En el capitulo seis hay cuatro palabras claves que indican la responsabilidad personal del creyente en relación a la obra santificadora de Dios: a)SABER (v.3,6,9) o conocer la realidad de nuestra unión e identificación con Cristo en su muerte y resurrección;

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b) CONSIDERAR (V.11) que estos hechos son verdad en lo que se refiere a nosotros; c) PRESENTARNOS (V.13,16,19) o someternos una vez y para siempre como vivos de entre los muertos para ser posesión de Dios y para que El nos use; d) OBEDECER al darnos cuenta de que la santificación solo puede ocurrir cuando somos obedientes a la voluntad de Dios como esta revelada en Su Palabra (v.16-17). Con la comunión de Cristo establecida para el creyente  –  una comunión que hace de la nueva vida un contraste con la vida antigua heredada de Adán, y una gracia que reina donde habia reinado el pecado, gracia abundante sobre la enormidad del pecado  – hay una pregunta que algunos estarían muy inclinado a presentar. El apóstol se anticipa y contesta esto de modo encantador, en un estilo indiscutible. “¿Qué pues diremos?” ,¿Qué conclusión puede deducirse de la simple verdad de gracia que abunda sobre la poderosa corriente de pecado? “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?”    ¿Quién de los que verdaderamente han conocido la bendita realidad de la gracia de Dios podría tolerar la arrogancia impía? ”¡No lo permita Dios!”   Es por supuesto simplemente una sugerencia del diablo, más Dios lo enfrentaría inmediatamente. El pensamiento es contrario al carácter cristiano y naturaleza. “Porque los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aún en él?” . Este capítulo trata puntualmente y simplemente con la verdad de nuestra muerte al pecado en virtud de la asociación con la muerte de Cristo, quién “al pecado murió una vez por todas” . Romanos 7 habla más bien de nuestra muerte por la ley como un medio de producir frutos para Dios. Acerca del pecado, Dios tiene judicialmente y totalmente acabado el poder de este por la muerte de Su Hijo. Todos los creyentes son identificados con Él, habiendo por consiguiente necesariamente muerto por el pecado. El juicio de Dios ha sido ejecutado: la muerte ha tomado lugar, separándonos del mismo dominio en el que nosotros caminamos una vez. Cuándo Dios tiene, por muerte, la separación del pecado, ¿cómo nos atreveremos nosotros a conectarnos de nuevo con este? ¿De hecho, cómo puedo tomar yo placer en eso que dio al Señor Jesús Su agonía indecible en la cruz de Calvario? ¡OH, que nuestras almas renuncien absolutamente y aborrezcan todo pensamiento impío! Todavía, la verdadera base de este aborrecimiento del pecado está en el absoluto, establecimiento, del hecho invariable de la verdad, que “hemos muerto al pecado” . Es más, sumisión a la verdad y a la justicia de este juicio de muerte, es la única base de una vida que agrada de aquí en adelante a Dios. Ahora la ordenanza inicial del bautismo hacia Jesucristo se propuso para enseñar la lección señalada de nuestra identificación con la muerte: nosotros “hemos sido bautizados en su muerte” . El bautismo de agua habla por supuesto de la enseñanza en la cual no está, por consiguiente, involucrada la vida eterna. Pero por bautismo nosotros somos asociados con la muerte de Cristo. “Porque somos sepultados juntamente con él  para muerte por el bautismo” . El acto del bautismo es ser sepultado en identificación con el Señor. Así yo le doy el significado que he acabado con la carne  – siendo el bautismo, no la expresión o el resultado de la muerte, sino la figura de la muerte que yo confieso públicamente, en asociación con Aquel quién ha sido crucificado, como tomando la misma sentencia sobre mí mismo. La figura está por supuesto basada en el hecho de la muerte del Señor Jesús. Pero siguiendo esto como una esencial y lógica consecuencia, en nuestra responsabilidad práctica que está basada en el hecho de Cristo que es levantado de la muerte por la gloria del Padre. Si Cristo ha sido levantado de la muerte en una perfecta nueva condición de vida, es en esta esfera de vida que yo estoy viviendo  – ciertamente no en la esfera impía antigua de vida corrupta que ya ha venido bajo la sentencia de muerte. Se notará que aquí nosotros no encontramos habitando en nuestra posición como elevados con Cristo, puesto que esta doctrina está necesariamente conectada con el ministerio aquí  – pero más bien nuestra muerte como identificación con Su muerte, y nuestra responsabilidad de andar en novedad de vida, porque Él ha sido levantado de la muerte. Nuestra conexión con Él en resurrección ha sido vista como al futuro, además establecida promesa. Note los versos 5 y 8. En Colosenses nuestra posición es en la actualidad “resucitados con Cristo” esto es verdaderamente preciso al entrar en acuerdo con el carácter del libro. Pero en romanos nuestro vida futura, juntos con Cristo, es presentada como un poderoso incentivo de una presente sujeción a Él.

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Porque, desde que nosotros hemos sido identificados con Él en la semejanza de Su muerte, es más un asunto de tiempo hasta nuestra pública identificación con Él en Su resurrección  – una cosa establecida, aún la vemos como una promesa en romanos. “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre ha sido crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado sea anulado, para que nosotros no sirvamos continuamente al pecado” (JND). Aquí nosotros tenemos un final, una muerte absoluta – “el viejo hombre” ha sido de una vez por todas crucificado con Cristo. Esto no es un asunto de experiencia, sino de hecho como recuerdo del estado en el que nosotros nacimos como hijos de Adán. El  juicio de Dios ha pasado: la sentencia ha sido ejecutada; el cuerpo de pecado ha recibido su anulación absoluta. Ninguna de sus demandas o carácter pueden siquiera nuevamente ser reconocida o considerada delante del trono del juicio de Dios: Dios ha considerado totalmente, encontrarlo y juzgarlo en la cruz de Cristo. Por la cruz “el cuerpo de pecado” es “anulado” (es la palabra apropiada); y el mismo demonio es anulado –  su poder completamente quebrado como memoria de la dominación que él una vez tuvo incluso antes de la cruz, aún sobre aquéllos quienes eran los santos de Dios, pero “y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”  (Heb. 2: 14, 15). Su dominio ha recibido su muerte  – desecho así para el que tiene el dominio del pecado, por medio de la cruz bendita de nuestro Señor Jesucristo. Necesariamente sigue por consiguiente, “a fin de que no sirvamos más al pecado” . Si él (por el pecado que es aquí personificado) había tenido su dominio anulado, ¿por qué le da la satisfacción de estar obrando como su siervo?. Es más, su dominio, acerca de nosotros, es anulado porque nosotros hemos muerto con Cristo y la muerte nos liberta de esa esclavitud anterior: nuestra libertad ha sido ganada  – y ganada en justicia: no es simplemente un asunto de ganancia de libertad, sino de asegurar una absolución honorable de un amo cruel. “Él que ha muerto está justificado de pecado”  (JND). “Y si morimos con Cristo, creemos que viviremos también con él; sabiendo que Cristo, habiendo sido resucitado de entre los muertos, no muere ya más; la muerte ya no tiene más dominio sobre él” (VM). Cuando “morimos con Cristo”,  esto sólo se refiere a los creyentes verdaderos  – no a aquéllos que han sido bautizados simplemente hacia Su muerte y así sencillamente se han identificado exteriormente con Él. Esto es realmente de la identificación con Cristo en Su muerte, como es también en el verso 5. El argumento procede de la forma por la verdadera identificación con Su muerte y desde allí a la identificación con Él en su estable vida en resurrección. Si hay esta realidad en nuestra identificación con Su muerte  –  es decir, si nosotros verdaderamente hemos muerto con Él  – nosotros entonces tenemos la convicción de fe que viviremos con Él. Es fe acerca del futuro ciertamente, pero un principio de fe para ser puesto en práctica ahora. Porque la muerte, teniendo el dominio en el mundo cuando Cristo vino, debido a la identificación de Cristo con los pecadores, este dominio ejerció sobre Él para llevarle a la muerte. Pero Él ha ascendido ahora, a una esfera diferente, donde la vida y la gloria moran, y la muerte no tiene dominio, ni puede jamás entrar  –  porque el pecado no tiene lugar allí. “Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas” . La muerte era la completa separación de Cristo del reino del pecado, en el que Él había entrado al nacer; y Su muerte ha puesto al lado de una vez por todas ese reino. “…mas en cuanto vive, para Dios vive” . En el reino antiguo, el pecado había abundado, no podía ser ignorado; debe ser considerado. En el nuevo reino de vida en la que Cristo está ensalzado, el pecado no tiene siquiera alguna consideración: “las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios” . Dios es la única consideración que mantiene el alma absorta. ¡Verdaderamente bendita Emancipación! ¡Dulzura inexplicable y santa libertad!. “Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro”  . Aquí vemos la aplicación de la verdad a nosotros de manera práctica. El verso 2 insiste que nosotros “hemos muerto al pecado” : es un hecho establecido, judicialmente. El verso 11 nos exhorta a “consideraos” nosotros como tal –y “pero vivos para Dios” . ¿Es esta la diaria consideración de nuestras almas? ¿Nos recordamos fielmente de nuestra posición “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios? (Colosenses 3: 3)  –  y especialmente así ¿cuando las innumerables palabras atractivas de la ascensión destacan estás sobre nuestra atención? ¿Hay entonces la simplicidad de fe que dice serenamente y

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firmemente, “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”  ?. Esto es poniendo la posesión en aquello “que es realmente vida”  (1 Tim. 6: 19, JND). “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias (lujurias)” . Si yo he muerto para el pecado, no es ya más mi señor: ha reinado sobre mí antes, pero ahora el reino de gracia es a través de la justicia. Por consiguiente yo estoy ahora para rechazar el pecado en cualquier autoridad, sea la que fuere. ¿Yo tengo otro Señor: por qué debo ser yo obediente al pecado? ¿Sí sus derechos y títulos han sido rotos: le permitiré yo entonces cualquier prerrogativa sobre mí? Dios lo prohíbe. “sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” . (Rom. 13: 14). “Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia” Es la sabiduría de cualquier criatura para reconocer con toda simplicidad que él está bajo autoridad. Incluso el más rebelde, degradado e infeliz en el mundo es así: incluso el más orgulloso, respetable, honorable noble de la sociedad – independiente y autosuficiente como él puede considerarse. Divergente como su natural carácter puede ser y aún puede estar sin Cristo, en ambos casos se han rendido a la autoridad del pecado. El hombre puede intensamente detestar esta misma palabra, “rendirse”, pero esto es en su misma naturaleza rendida: hacer lo contrario es imposible para cualquier criatura. Si no se rinde a Dios, simplemente se rendirá al pecado. ¡Bien pueden las almas de los cristianos ser movida en un solemne pensamiento! Nuestra preservación del poder del pecado y de la mentira sólo es en sujeción a Dios. Constantemente, aunque las frecuentes inconsistencias, nosotros estamos rindiendo nuestros miembros, ya sea a Dios o al pecado. Toda palabra, toda pequeña acción es manifiesta. Obstinación, orgullo, independencia de Dios son simplemente los resultados de rendirse a la voluntad inicua. ”Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”  son por otro lado los frutos de rendirse a Dios  – y de negar a mi voluntad inicua cualquier título de autoridad. Es sólo nuestro servicio inteligente, “como vivos de entre los muertos” . La relación entre romanos 12: 1 y estos versos es evidente. Los miembros de nuestros cuerpos son instrumentos que en el tiempo que nosotros vivamos están en uso, trayendo fuertes detalles de conducta que dan evidencia de sujeción a quien sea nuestro señor. Pero permítanos remarcar que en la rendición a Dios, no son simplemente los detalles de conducta mencionados; no simplemente nuestros miembros, es mejor primero, “presentaos vosotros mismos a Dios” (rendirse a Dios) y después “vuestros miembros.”   ¡Bendita, instrucción aprovechable aquí! No dejemos escapar nuestra sincera obediencia y meditación. Porque una cosa es buscar hacer mi conducta conforme a los deseos de Dios: otra cosa es rendirme a Él. Con todo entonces verdaderamente, después haber tenido todo, sin reservas me rindo, permitir a mis miembros que se vuelvan de forma consistente “A Dios como instrumentos de justicia.”  Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”    ¡La más admirable y simple conclusión! Si nosotros somos libertados de la esclavitud de la ley (qué aunque condenó el pecado, nunca podría libertar del pecado), y trajo bajo la bendición del reino de gracia, ¿dónde de hecho ha sido dejado algún lugar para el pecado? La gracia nos ha salvado de nuestros pecados, y del dominio en que el pecado una vez nos gobernó. ¡Bendita e inexplicable emancipación! Permitámonos valorar la gracia a su precio apropiado y asir seguro la santidad, y la pureza de su carácter. “Bajo la ley”   simplemente significa una posición donde la ley nos mantiene en autoridad, como estaba Israel desde el Monte Sinaí hasta la cruz de Cristo. “Bajo gracia”   tiene referencia a una posición en que la gracia nos ha poseído para introducirnos  – un contraste absoluto y distintintivamente atractivo. Las dos cosas no pueden mezclarse. “Bajo gracia” es nuestra posición como el resultado de la bendita cruz de Cristo: “bajo la ley”  era una posición que no suponía cruz y ninguna salvación de la esclavitud. “¿Qué pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera”  (“Dios lo prohíbe” VKJ). Esta pregunta, y aquella del primer versículo de nuestro capítulo, es el escepticismo natural en las interrogantes del incrédulo. Pero ellas son sinceras y totalmente enfrentadas. Esto es realizado para que no sea un simple hecho en nosotros el ser bendecidos por los beneficios de la gracia, ni hay allí cualquier pensamiento de gracia en tolerancia o autorización para el pecado; sino que nosotros somos libertados de una posición de esclavitud a una posición de gracia y libertad, donde la justicia tiene su perfecto lugar inamovible.

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¿Nos atreveremos entonces a sugerir que el pecado es permitido libremente en el reino? Esto sería en desprecio enteramente de la gracia en lugar de entenderla y apreciarla. “¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a qui  en obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?”  Es un principio simple: si yo me rindo al pecado, yo soy el siervo del pecado  – con la muerte como mi salario. Si yo me rindo a la obediencia de Cristo, tal es mi servicio y la justicia es el resultado. Esto se extiende por distintas líneas: nosotros podemos servir a sólo un señor. Pero Pablo no alteraría a los romanos cuestionando el carácter permanente de la liberación de la esclavitud del pecado. Más bien él insiste en ella y agradece Dios por ella. Ellos habían obedecido de corazón la forma de doctrina en la que habían sido instruidos, en el real e incuestionable hecho que habían sido “libertados del pecado” , volviéndose “siervos de justicia” . Él no desea, por cualquier medio, acusarles de retornar de hecho a la condición anterior de esclavitud del pecado. Semejante hecho no podría ser, excepto la profesión de Cristiandad que no haya sido el resultado de fe genuina en el Señor Jesucristo. En cuanto a esta última pregunta en la epístola a los hebreos es tratada; pero en Romanos esta no es la consideración. Mas la liberación práctica puede venir sólo del conocimiento apropiado de liberación real por medio de la crucifixión de Cristo. Los dos principios, pecado y justicia, son personificados como señores contrarios. Pablo habla así después a la manera de hombres, considerado la debilidad de nuestra carne. Porque no es que nosotros seamos simplemente esclavos para justicia: nuestro real Señor es Cristo. Mas al tratar con el deseo para caminar en  justicia por parte de un creyente, él pone esto de esta manera para dar distinción a su argumento. En el verso 18 trata con el hecho real: verso 19 con carácter práctico. Esto es fácilmente discernido, especialmente en la Nueva Traducción, donde verso 18 es dado con mayor fuerza  – “Y libertados del pecado, viniste a ser siervos de la justicia” . El verso 19, por otro lado, nos exhorta a “Así ahora ofreced vuestros miembros como siervos de justicia, para obrar la santificación” . “Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia”.   No reconocemos ninguna demanda de la justicia sobre nosotros mientras estamos en la esclavitud del pecado. Ahora, como siervos de la  justicia, las demandas del pecado son así para ser completamente repudiadas. “¿Pero que fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte” . En mi esclavitud anterior mi práctica era coincidentemente vergonzosa. Y entonces yo no tenía ningún pensamiento como “fruto”  para Dios, permítame solo traerlo a la vista. Ahora mi conducta anterior puede sólo hacerme avergonzar . A todos quienes han sido redimidos por la preciosa sangre de Cristo aprenden a estar totalmente avergonzados del “tiempo pasado de sus vidas” en el que ellos “caminaron según este mundo,” con un mínimo sentido de las demandas de Dios en ellos. “El fin de estas cosas es la muerte”: la única dirección que ellos llevan es hacia la muerte. Pero los romanos habían obtenido su libertad del pecado y se habían hecho siervos a Dios. El resultado es “vuestro fruto la santificación”  ¡Emancipación bendita que obra con tal efecto! “como fin, la vida eterna” . Estas cosas son correspondientes a la vida eterna en lugar de la muerte, como el fin de mi anterior párrafo escrito. Es un fruto duradero mejor que la obra que perece. No es un asunto de mi persona, sino del servicio. El servicio bajo el pecado ha de recibir solamente su justo pago  – la muerte: Tal es el resultado merecido. Pero para el creyente tal esclavitud ha sido rota por el don gratuito de Dios  – “vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” no merecido, pero gratuitamente dado. ¿Cómo podríamos nosotros no regocijarnos en semejante cambio de señor?. CAPITULO SIETE: LIBERTAD ESPIRITUAL DEL JUSTIFICADO La ley es valida solo durante la vida (7:1-6) Otro aspecto relacionado con la doctrina del Apostol Pablo sobre la “Justicia de Dios” como un don gratuito o  justificación solo por la fe, era la presencia de la Ley. La ley era tan venerado por los Judios que era una acusación grave declarar que la fe podía tomar su lugar. Por tanto Pablo desarrolla el tema de que la Ley es valida solo durante la vida.

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Romanos 7:1-3 desarrolla el tema de que la muerte disuelve la relación matrimonial. Asi como la muerte natural libera a una mujer de la ley del matrimonio, asi la crucifixion de Cristo libera al creyente de la Ley (el viejo esposo) y lo deja con la posibilidad de ser de otro, del Cristo resucitado. El punto de la analogía está en que el creyente al ser muerto a la ley, es libre para unirse al Señor Jesucristo. Aquí el apóstol sustituye la Ley por el pecado La ley y el pecado no son sinónimos Romanos 7:7-25 La tercera objeción a la enseñanza de Pablo es en cuanto a la ley. Desde Rom 3:20, Pablo ha presentado un cuadro bastante negativo acerca de la ley. Los judíos se gloriaban en la ley (Rom 2:17, 18), pensando que Dios les había dado la ley para que se salvaran por medio de ella. Pero Pablo afirma que en realidad, lejos de salvar al hombre, la ley lo CONDENA. Notemos las afirmaciones negativas que Pablo hace en cuanto a la ley: La ley revela el pecado (Rom 3:20). La ley produce ira (Rom 4:15). La ley se dio para que el pecado abundase (Rom 5:20). La ley estimula las pasiones pecaminosas (Rom 7:5). Pablo se da cuenta que todas estas afirmaciones darían la impresión que él está diciendo que la ley es realmente algo malo. Por eso Pablo tiene que contestar esta tercera objeción: "¿La ley es pecado?" (Rom 7:7). Una vez más Pablo contesta rotundamente: "En ninguna manera" (Rom 7:7), y procede a explicar qué es lo que la ley hace en la vida del hombre – le convence de pecado, y le lleva a Cristo. Rom 7:7-25 es uno de los pasajes más difíciles de interpretar en toda la carta a los Romanos. En estos versos Pablo escribe en la primera persona singular: YO. Pero la pregunta es, ¿está hablando Pablo de su experiencia ANTES o DESPUÉS de su conversión? Es decir, ¿está hablando Pablo aquí como creyente o como inconverso? ¿Cómo alguien todavía "en Adán" o como alguien "en Cristo"? Los comentaristas han dado una multiplicidad de respuestas a estas interrogantes. Antes de considerar estas respuestas valdría la pena notar cuáles son las cosas claras que Pablo enseña en este pasaje. 1. LA LEY ES BUENA Ante la objeción que algunos hacían a su enseñanza, Pablo dice claramente que la ley no es mala. en varias maneras: [1] Niega que la ley sea mala: " En ninguna manera " (v.7). [2] Reconoce que la ley " era para vida " (v.10). [3] Afirma categóricamente que " la ley...es santa ..." (v.12). [4] Implica que la ley " es bueno" (v.13, dos veces). [5] Dice que "la ley es espiritual " (v.14). [6] Repite que " la ley es buena " (v.16). [7] Pablo dice "me deleito en la ley de Dios " (v.22). [8] Termina afirmando " yo mismo...sirvo a la ley de Dios " (v.25).

Lo dice

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Pablo no podría ser más claro. Frente a la objeción de que él tenía un mal concepto de la ley (v.7), Pablo afirma, en primer lugar que para él la ley es algo SUMAMENTE BUENO. Pero Pablo no lo puede dejar ahí. Siguiendo lo que él ha dicho en v.5, Pablo ahora afirma que: 2. LA LEY ESTIMULA EL PECADO Aunque la ley en sí es buena, Pablo reconoce que en la experiencia del hombre, la ley en realidad estimula e incentiva el pecado. Pablo explica esto en varias maneras. a. La Ley Define el Pecado (v.7) Si no hubiera sido por la ley, el hombre no hubiera tenido conciencia de pecado; es decir, si la ley no le hubiera dicho "no codiciarás", el hombre no hubiera sabido que codiciar era algo malo (v.7). Aquí podemos comparar lo que Pablo dijo en Rom 3:20. Debemos notar que aquí Pablo está pensando más en el caso del hombre judío ante la ley de Moisés. En el caso del hombre gentil las cosas son un poco diferente (ver Rom 2:12-16). b. La Ley Estimula el Pecado (v.8) Esta es la tragedia y el dilema del hombre judío: la ley, lejos de ayudar al hombre a vivir una vida agradable ante los ojos de Dios, le hace pecar aún más (v.8). Hay que tener cuidado con la expresión " porque sin la ley el pecado está muerto ". La frase " el pecado " es sinónimo de "la naturaleza pecaminosa". La expresión, " está muerto ", debe ser entendida en el contexto del v.8, y significa "está inactivo". Es decir, si no hubiera sido por la ley, la naturaleza pecaminosa no hubiera sido tan activa en producir actos pecaminosos. c. La Ley ‘Revivió’ el Pecado  (v.9). Hay que interpretar este verso a la luz del v.8. Antes que Dios diera la ley, el judío era pecador (ver Rom 5:13); solo que no era muy conciente de serlo. Es en ese sentido que el judío, antes de la revelación de la ley, "vivía" (v.9); es decir, se sentía tranquilo ante Dios - su conciencia no le molestaba mucho. Pero una vez que Dios manifestó Su ley, el judío descubrió que su naturaleza pecaminosa “ revivió" (= se puso más activa), y como consecuencia él murió (es decir, comenzó a sentir una gran intranquilidad ante Dios). El hecho de que Pablo use la primera persona singular implica que en los versos 8 y 9, él está hablando de algo que ocurrió en su propia experiencia. Como niño, Pablo por un tiempo vivió en esa "inocencia", creyendo que estaba bien ante Dios. Pero al madurar, y aprender más de la ley, Pablo comenzó a sentir la necesidad de cumplir la ley para agradar a Dios. Sin embargo, el mismo hecho de tratar de cumplir la ley, le mostró a Pablo que no podía hacerlo. Por ende, la ley, lejos de ayudarle a agradar a Dios, resultó condenándole por ser un pecador. Aquí enfrentamos el dilema para el judío. Por un lado, la ley dada por Dios es algo bueno; pero por otro lado, la ley en realidad estimula el pecado en el hombre. ¿Cómo se explica este dilema? Pablo, como ya hemos visto, explica esta aparente contradicción introduciendo un tercer elemento: LA NATURALEZA PECAMINOSA DEL HOMBRE.

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3. LA NATURALEZA PECAMINOSA DEL HOMBRE Dios no creó al hombre con una naturaleza pecaminosa. Esta naturaleza es fruto del pecado de Adán. Todo ser humano, por estar "en Adán", tiene esta naturaleza pecaminosa. El problema con esta naturaleza pecaminosa es que toma aun lo bueno (la LEY), y lo usa para mal (para producir pecado en el hombre). Pablo llama a esta naturaleza pecaminosa, " el pecado " (v.8, 11, 13), personificándolo y presentándolo casi como si fuera una persona aparte de sí mismo. En cada uno de estos versos podríamos traducir la expresión, "el pecado ", por "la naturaleza pecaminosa". Esto nos ayuda a entender los v.17 y 20 NOTA: En v.14, Pablo usa la expresión " yo soy carnal " para describir su naturaleza pecaminosa. Ver también v.18, y comparar Rom 6:6, donde " el cuerpo del pecado " = "la naturaleza pecaminosa". En v.23, Pablo usa la frase " otra ley en mis miembros ", que se contrapone al " hombre interior " del v.22. Esta expresión también es sinónimo de la naturaleza pecaminosa. Finalmente, podemos notar la expresión " este cuerpo de muerte ", en v.24, que Pablo usa como otro sinónimo de la naturaleza pecaminosa. Esta expresión está relacionada con " yo soy carnal ", en v.14, y " el cuerpo de pecado " (Rom 6:6). En respuesta a esta tercera objeción, Pablo explica que aunque la ley incentiva el pecado en el hombre, el problema no está en la ley, sino en el hombre. La ley es buena; el problema es que el hombre tiene una naturaleza pecaminosa. Y tal es la maldad de esta naturaleza, que toma aun lo bueno (la ley), y lo utiliza para el mal (v.13). 4. EL HOMBRE EXPERIMENTA UNA GUERRA CIVIL Como hemos visto, Pablo usa varias frases para describir la naturaleza pecaminosa del hombre. Pero esto no es toda la realidad del hombre. En los versos 14-25 Pablo da a entender que ciertos hombres (de los cuales él es un ejemplo) experimentan una lucha contra el pecado. La lucha interna proviene de una parte del hombre que valora la ley de Dios, y la quiere cumplir. Por eso Pablo habla de desear cumplir la ley (v.15, 18, 21), y de deleitarse en la ley (v.22), y aun de servir la ley "con la mente" (v.25). La pregunta que ha causado tantos debates entre los comentaristas es: "¿De quién está hablando Pablo en estos versos?" "¿Del creyente o del inconverso?" Para contestar estas preguntas, lo primero que debemos hacer es notar la clara distinción entre los versos 7-13 y 14-25. a. La Identidad del "YO" en Versos 7-13 En los versos 7-13, Pablo obviamente está hablando del caso del hombre JUDIO. Quizá Pablo está recordando lo que pasó en su propia experiencia, al dejar de ser niño, y pasar a ser adulto (dentro del  judaísmo). Como niño, él no era tan conciente de la ley, y no sentía tanto la necesidad de cumplir la ley para agradar a Dios. Por lo tanto, en cierta manera " vivía" (v.9). Pero una vez que llegó a ser adulto, y como fariseo quería obedecer la ley para agradar a Dios, Pablo encontró que lejos de poder cumplir la ley, él se volvía cada vez más pecaminoso. Esto produjo en él toda clase de intranquilidad, y por lo tanto " murió" (v.9). Podríamos notar que ésta es la misma experiencia de todo hombre que escucha por primera vez la palabra de Dios, y comienza a sentir la convicción de pecado. Antes de la predicación del evangelio, el inconverso estaba en cierta manera viviendo una vida ‘tranquila’. Pero cuando se le predica el evangelio, el hombre comienza a sentir que no está bien ante Dios. Queriendo ponerse a cuentas con Dios, el inconverso primero trata de hacer las cosas que siente que a Dios le agradan. Pero cuanto más intenta hacerlo, más se da cuenta

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que no puede. Esto produce en él una desesperación ante Dios, que por fin lo lleva a rendirse a los pies de Cristo, y a confiar en Su muerte como la única base para su justificación ante Dios. EJEMPLO: Martín Lutero. En este sentido la ley es siempre el "ayo" del hombre, que lo lleva a depositar su fe en Cristo (Gál 3:24). ¡POR ESO ES TAN IMPORTANTE PREDICAR LA LEY ANTES DE PREDICAR EL EVANGELIO! b. La Identidad del "YO" en Versos 14-25 Pelagio y muchos otros, partiendo del punto de vista de que el hombre es fundamentalmente bueno (o a lo menos, negando que la pecaminosidad del hombre le haya quitado la libertad de elegir a Dios sin una obra previa de la gracia divina), afirman que Pablo aquí está hablando de la experiencia del INCONVERSO. Tal hombre reconoce su pecaminosidad, pero también puede anhelar servir a Dios. Por lo tanto, él siente una lucha interna; una lucha que finalmente lo llevará a los pies del Señor para ser salvo (v.24, 25). Pero a la luz de Rom 3:10-18, tenemos que rechazar esta interpretación. Ningún hombre inconverso podrá jamás decir que verdaderamente se deleita en la ley de Dios (v.22), y que sirve esta ley con su mente (v.25). Ver 1 Cor 2:14; 2 Cor 4:3,4. ¡Rom 7:14-25 no es la experiencia de todo hombre! Otros afirman que en los versos 14-25, Pablo está hablando de su vida como CREYENTE. El argumento es que sólo una persona regenerada puede decir que desea cumplir la ley de Dios, y que se deleita en ella (v.19, 21, 22). El problema con esta interpretación es que Pablo usa aquí varias expresiones que el creyente nunca usaría para hablar de sí mismo. Por ejemplo: " yo soy carnal " (v.14, entendiéndolo en el sentido de Rom 8:49); "vendido al pecado " (v.14); " pero no el hacerlo " (v.18); "me lleva cautivo a la ley del pecado " (v.23); "mas con la carne  [sirvo] a la ley del pecado " (v.25). Después de todo lo que Pablo ha dicho de la realidad del hombre justificado ante Dios (Rom 6:1 - 7:6), sería inconcebible que Pablo hablaría de sí mismo como creyente en los términos que él usa en Rom 7:14-25. Los siguientes versos nos ayudarán a entender mejor el problema con esta interpretación de Rom 7:14-25 Rom 6:2 (comparar Rom 7:14). Rom 6:6 (comparar Rom 7:23-25). Rom 6:12-14 (comparar Rom 7:14,23-25). Rom 6:17,18 (comparar Rom 7:14,23-25). Rom 7:4-6 (comparar Rom 7:23-25). Antes de dejar este punto debemos reconocer que el creyente sí experimenta una guerra civil. Pablo describe esta lucha en Gál 5:16-25. Pero nos parece que en Rom 7:14-25, Pablo está describiendo otra persona, no el creyente ya liberado de la ESCLAVITUD a la carne. Una tercera interpretación, es que en Rom 7:14-25 Pablo está hablando del CREYENTE INMADURO; el que aún no ha logrado la victoria sobre el pecado. Tal creyente ya ha sido justificado, pero todavía no ha logrado la victoria total sobre el pecado (es decir, la santificación). Esta es la posición oficial de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera (entre otras denominaciones), y la respetamos. Sin embargo, debemos decir que Pablo, en Rom 6:1 - 7:6 está hablando de la experiencia de todo hombre que descansa en la obra de Cristo para su  justificación ante Dios. Por lo tanto, encontramos difícil aceptar la idea de que el creyente solo puede alcanzar una vida victoriosa sobre el pecado a través de una segunda decisión de fe que él pueda tomar, aparte de la fe que lo justifica ante Dios. Finalmente, podemos notar una cuarta interpretación de Rom 7:14-25 que nos parece ser la más acertada. Según esta cuarta interpretación, Pablo aquí sigue con el pensamiento que comenzó a desarrollar en los versos 7-13; es decir, Pablo continúa hablando de lo que la ley hace en la vida de una persona, ilustrándolo de su propia experiencia como un HOMBRE BAJO CONVICCIÓN DE PECADO. Por medio de la obra preliminar del Espíritu Santo (usando la ley), llegó un momento en la vida de Pablo en el cual él deseaba de todo corazón

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poder agradar a Dios. El problema para Pablo era que lejos de poder agradar a Dios (por medio del cumplimiento de la ley), él estaba constantemente pecando. La guerra civil que él describe en los versos 1425, es la lucha que un hombre bajo una profunda convicción de pecado siente ANTES DE ENTRAR EN EL GOZO DE LA LIBERTAD DE LA JUSTIFICACIÓN. Esta es la manera en la cual la ley viene a ser el "ayo" que lleva a una persona a Cristo para obtener la salvación por medio de la fe en El. Es sólo Cristo quien puede dar al hombre pecador la victoria, y esta victoria Pablo la describe en Rom 8:1-4. CONCLUSION La tercera objeción era, " ¿La ley es pecado? " (Rom 7:7). Pablo da la respuesta en el mismo versículo. La ley no es mala, pero la ley tampoco fue dada para salvar al hombre. Mas bien, el propósito de la ley es CONVENCER AL HOMBRE DE PECADO (v.7). Sin embargo debemos notar que la ley por sí misma no puede producir esta convicción de pecado; la convicción de pecado depende de la obra interna del Espíritu Santo, quien usa la ley para producir en el hombre una profunda convicción de ser pecador. Es esta convicción de pecado que el Espíritu Santo usa para llevar al hombre a Cristo, para encontrar en El la  justificación ante Dios. Esta experiencia es lo que Pablo describe en Rom 7:7-25.

CAPITULO OCHO: “EL ESPIRITU SANTO EN LA VIDA DEL JUSTIFICADO

TEXTO Romanos 8 En Rom 5:1-11, Pablo ya comenzó a describir algunos de los frutos de la justificación en la vida del creyente. Ahora, habiendo contestado tres objeciones a su enseñanza, Pablo en Rom 8:1-39 vuelve al tema de los frutos de la justificación. Romanos 8 es uno de los capítulos más gloriosos de toda la Biblia. Tiene mucho contenido teológico y práctico. Por falta de tiempo, tendremos que simplemente resumir las enseñanzas importantes en este capítulo, esperando que el estudiante tenga el interés de indagar más estos temas personalmente. Podríamos dividir Romanos 8 en TRES SECCIONES. 1. LA LIBERACIÓN "EN CRISTO" DE LA CONDENACIÓN DE LA LEY  (v.1-4) En Rom 7:5 Pablo dijo que mientras una persona esté " en la carne ", su naturaleza pecaminosa usa la ley de Dios para manifestar su esclavitud al pecado, y por consiguiente lo condena ante Dios. Sin embargo, Pablo añade que es posible para el hombre encontrar la liberación de la condenación "de la ley" (Rom 7:6). La pregunta es, ¿cómo? Esta condenación que la ley produce por medio de la naturaleza pecaminosa del hombre es el tema de Rom 7:7-25, y Pablo llega a la misma pregunta en v.24: " ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? " El tema de Rom 8:1-4 es éste: “¿cómo puede Dios liberar al hombre de la condenación que la ley trae por medio de la naturaleza pecaminosa del hombre?" En dar respuesta a esta pregunta, Pablo vuelve a enfatizar el tema central de toda la carta a los Romanos; es decir, que todo ser humano está en una de dos posiciones: o está "en la carne" (= "en Adán"), o está "en Cristo Jesús". Veamos primero lo que Pablo dice acerca de estas dos posiciones, y luego notaremos cómo el hombre puede ser liberado de la condenación que viene por estar "en la carne".

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a. El Hombre "EN LA CARNE" y el Hombre "EN CRISTO " i. El Hombre "EN LA CARNE" Los que están " en la carne " (= "en Adán") VIVEN " conforme a la carne " (v.1; comparar v.5); además, están sujetos a "la ley del pecado y de la muerte " (v.2; comparar Rom 7:5 y 8-11). Por consiguiente, tales personas están bajo la condenación de Dios (ver notas sobre v.5-11). ii. El Hombre "EN CRISTO JESUS" Por otro lado, la persona que está " en Cristo Jesús " VIVE "conforme al Espíritu " (v.1); además, " la ley del Espíritu..." lo ha "librado de la ley del pecado y de la muerte " (v.2). Por consiguiente, tales personas ya no están bajo la condenación de Dios (v.1). b. La LIBERACIÓN que Viene por Estar "en Cristo" Ahora estamos listos para responder a la pregunta fundamental de toda la carta a los Ro manos: “¿cómo puede el hombre ser librado de la condenación que viene por estar ‘en Adán’?” Esta fue la pregunta que tanto inquietaba a Lutero, y fue el descubrimiento de la respuesta a esta pregunta que desató toda la Reforma Protestante. Lo que Lutero descubrió, y lo que Pablo afirma en v.3, es que " la ley " (o mejor dicho, ‘las obras de la ley’) no podía liberar al hombre de la condenación de Dios; no porque la ley era mala, sino "  por cuanto era débil por la carne" (v.3). Como Pablo afirma en Rom 7:7-25, la ley, lejos de liberar al hombre, lo condenaba aún más; porque dado a su naturaleza pecaminosa, el hombre no podía obedecer la ley de Dios (Rom 7:18-23). Lo que la ley no podía hacer, DIOS LO HIZO, " enviando a Su Hijo ..." (v.3). ¿Qué fue lo que Dios hizo? Pablo contesta: Dios " condenó al pecado en la carne " (v.3). ¿Con qué propósito? Pablo dice: " para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros ..." (v.4). Y ¿cuál es el resultado de todo esto? Pablo dice: " ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús " (v.1). Rom 8:1-4 contiene mucha doctrina, y hay que estudiar y meditar bien sobre estos versos para realmente entenderlos. 2. EL CONTRASTE ENTRE ESTAR "EN LA CARNE" Y ESTAR "EN EL ESPÍRITU " (v.5-11) Habiendo explicado en v.1-4 cómo el hombre puede ser liberado de la condenación que viene por la ley, Pablo pasa a notar el gran contraste entre los que están "en la carne" y los que están "en Cristo". a. La Condición Espiritual de los que Están "EN LA CARNE " (v.5-8) Pablo dice ciertas cosas muy claras acerca de las personas que están "en la carne" (= "en Adán"). i. " piensan en las cosas de la carne " (v.5) El verbo "pensar" (Gr. "fronein") tiene un sentido amplio aquí. Significa todo uso de la mente y del corazón. Los que están "en la carne" viven únicamente para "las cosas de la carne" (ver Efe 2:3). Ver v.6, "el OCUPARSE de la carne..." ii. "el ocuparse de la carne es muerte " (v.6)

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Otra vez Pablo usa el término " muerte" en el sentido amplio de la palabra: muerte espiritual y física. 2:1,5; 1 Tim 5:6.

Ver Efe

iii. "los designios de la carne son enemistad contra Dios " (v.7) El problema para el hombre que está "en la carne" no es simplemente que no puede obedecer la ley de Dios, sino que NO QUIERE HACERLO. Él es un enemigo de Dios, y todo lo que hace es una expresión de su enemistad contra Dios. Por eso decimos que Rom 7:14-25 no puede ser la experiencia de un hombre inconverso que no ha experimentado nada de la gracia de Dios; porque sin la obra previa de la gracia de Dios, el hombre "en la carne" nunca diría "me deleito en la ley de Dios" (Rom 7:22). iv. "los que viven según la carne no pueden agradar a Dios " (v.8) Para los que están "en la carne" les es IMPOSIBLE agradar a Dios. Todo lo que hacen, aun las cosas aparentemente "buenas", no son agradables ante los ojos de Dios (Is 64:6). Es a la luz de estos versículos que podemos entender mejor Rom 3:10-18. b. La Condición Espiritual de los que Están "EN CRISTO " (v.9-11) Los que están "en Cristo" viven otra realidad muy diferente. Pablo describe esta realidad en v.9-11, aunque previamente ya había dicho ciertas cosas acerca de la vida de la persona "en Cristo". i. "[piensan]...en las cosas del Espíritu " (v.5, 9) La mente y la orientación del creyente han sido fundamentalmente cambiadas. El Espíritu de Dios mora en la persona que está "en Cristo", y por lo tanto es una nueva criatura (2 Cor 5:17). El Espíritu Santo hace una obra interna en el hombre justificado (Sant 4:5; 1 Juan 3:9), con el resultado de que su forma de pensar cambia radicalmente (Juan 3:3; 1 Cor 2:12-16; 2 Cor 3:14-18; 4:6). ii. "el ocuparse del Espíritu es vida y paz " (v.6) No es que el creyente simplemente tenga la esperanza por delante de tener una vida eterna, sino que ahora mismo goza de la bendición de la vida eterna (1 Juan 5:12), especialmente cuando hace caso a la obra interna del Espíritu Santo. Si desobedece a la voz del Espíritu y peca, el hombre justificado ("en Cristo") perderá el sentido de paz, y esto le motivará al arrepentimiento. iii. "si Cristo está en vosotros ...el espíritu vive..."  (v.10) Pablo afirma que hay dos consecuencias de estar "en Cristo". Una es que " el cuerpo...está muerto ". ¿Qué significa esto? Lo importante es notar qué es lo que ha causado la muerte del "cuerpo"; Pablo dice que es "a causa del pecado". Esto indica que Pablo está hablando literalmente del cuerpo humano. Pablo ya ha dicho que la muerte entró por medio del pecado (Rom 5:12). Además, Pablo en Rom 6:12 habla del "cuerpo MORTAL" (ver también Rom 6:16,23). Por lo tanto, podríamos traducir v.10, "el cuerpo es mortal a causa del pecado", o "el cuerpo está muriendo a causa del pecado". Pero estando "en Cristo" la realidad del creyente es que tiene una nueva vida; una vida espiritual. Su espíritu está vivo "a causa de la justicia (= justificación)". El dilema para el creyente justificado es que arrastra un cuerpo que aún no ha sido redimido (ver Rom 8:23); un cuerpo que cada día es sujeto al desgaste (2 Cor 4:16) y que le causa tantos problemas en cuanto a las tentaciones. Pero lo bueno es que su redención ya ha comenzado: el creyente justificado ya tiene una nueva vida espiritual (ver 2 Cor 4:10,11).

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iv. "vivificará también vuestros cuerpos mortales ..." (v.11) La buena noticia que Pablo da en v.11, es que el mismo Espíritu Santo, que dio vida espiritual al creyente  justificado, también hará algo con su cuerpo mortal - LO RESUCITARÁ (v.11). Ver 2 Cor 4:14. Por toda la eternidad el creyente tendrá un cuerpo celestial; un cuerpo que ya no le causará los problemas de las tentaciones que su cuerpo actual le trae. 3. RESPONSABILIDADES Y PRIVILEGIOS DE ESTAR "EN CRISTO " (v.12-39) Habiendo expuesto que el hombre justificado ha sido liberado de la condenación de la ley, por estar "en Cristo" (v.1-4), y habiendo descrito las tremendas diferencias entre una persona que está "en la carne" y la persona que está "en Cristo Jesús", Pablo ahora pasa a describir las responsabilidades y los grandes privilegios que el hombre justificado tiene ante Dios. a. La Responsabilidad de " hacer morir las obras de la carne " (v.12, 13) Lo primero que Pablo dice es que el creyente debe matar "las obras de la carne" (v.13). El cuerpo del creyente está muriendo, pero todavía le causa muchos problemas. En Rom 6:6 notamos que el propósito de Dios en crucificar al "viejo hombre" era que "el cuerpo de pecado sea destruido". La naturaleza vieja que el creyente aun tiene, le lleva a cometer pecados; lo que el hombre justificado tiene que hacer es crucificar los deseos carnales (Gál 5:24). En otras palabras, Pablo aquí está hablando de la SANTIFICACIÓN del creyente. Esto es algo que él tiene que hacer, con la ayuda del Espíritu Santo (v.13). Debemos tener cuidado con nuestra interpretación del v.13a, "si vivís conforme a la carne, moriréis". Pablo no está diciendo que el hombre justificado puede perder su salvación. La muerte de la cual Pablo habla es la misma muerte del v.6. Lo que Pablo está diciendo es que la obra de justificación que DIOS hace, va de la mano con la obra de santificación que el CREYENTE hace, con la ayuda del Espíritu Santo. Todo hombre  justificado se preocupará de su santificación; esta es la evidencia absoluta y contundente de que ha sido  justificado. Si un hombre afirma haber sido justificado, pero sigue viviendo "en la carne", esto es muestra de que nunca fue justificado, y por lo tanto tal persona morirá en sus pecados si no se arrepiente. b. La Seguridad de Ser un Hijo de Dios (v.14-17) La manera en la cual el hombre justificado puede hacer morir las obras de la carne, es por el Espíritu (ver Gál 5:16-17). El creyente debe aprender a ser guiado por el Espíritu (v.14) en su lucha contra "las obras de la carne" (ver Gál 5:18). El Espíritu Santo no sólo ayuda al hombre justificado en su lucha contra el pecado, sino que también le concede la seguridad de ser un verdadero hijo de Dios (v.15, 16). Ver Efe 1:13,14. Antes, estando "en Adán", el hombre vivía en la "esclavitud" al pecado y a Satanás; pero el hombre justificado es un hijo de Dios, y le sirve libremente (ver Rom 6:18-22). Uno de los gloriosos beneficios de ser un hijo de Dios es que el creyente viene a ser un heredero de Dios, y coheredero con Cristo (v.17a). El que antes fue un "impío" (Rom 5:6) y un enemigo de Dios (Rom 5:10), ahora viene a ser un heredero de todas las riquezas de Dios. Aunque en este contexto Pablo evita el TRIUNFALISMO, hablando de la necesidad de sufrir con Cristo antes de entrar en la herencia (v.17b).

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c. La Certeza de Participar en la Gloria Escatológica (v.18-25) Tal como la creación misma está sujeta a "vanidad" (v.20) y a "corrupción" (v.21), con el resultado que "gime" (v.22) para ser liberada de todo el impacto del pecado, así también el hombre justificado es expuesto a las "aflicciones" (v.18), y gime internamente "esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo" (v.23). Para la idea poética de la creación entera anhelando la salvación de Dios, podemos ver Is 55:12. Pero en esta espera, el creyente puede tener absoluta confianza de su salvación final (v.24, 25). Aquí debemos notar una vez más que el sustantivo "esperanza", y el verbo "esperar" (en el idioma griego), conllevan la idea de SEGURIDAD (ver Rom 5:2-5) y certeza. d. Ayuda Divina en la Oración (v.26, 27) Es el Espíritu Santo quien nos concede la seguridad de la salvación final (v.23; ver Rom 5:5), y es el mismo Espíritu Santo quien nos ayuda a desarrollar nuestra comunión con el Padre, por medio de la oración (v.26). e. La Protección Absoluta de Dios  (v.28-39) Pablo es suficientemente realista para mencionar los sufrimientos que el creyente padecerá en esta vida terrenal (v.17b, 18a). Esto provoca una pregunta: en medio de todas estas luchas y sufrimientos, ¿podrá el hombre justificado perder su salvación? Ante esta interrogante, Pablo contesta rotundamente ¡NO! La salvación final del creyente está absolutamente garantizada. No tanto porque él podrá mantenerse fiel al Señor, sino porque el Señor se mantendrá fiel a Sus propósitos. Es por eso que ahora Pablo comienza a hablar de los PROPÓSITOS de Dios (v.28). Resumiendo este pasaje podemos decir lo siguiente. ¿Cuál es la base de la seguridad de la salvación final del creyente? ¿Cómo puede el creyente justificado estar plenamente seguro de su salvación? Notemos las varias cosas que Pablo dice en respuesta a estas preguntas implícitas en este pasaje: i. Dios tiene el propósito de salvarnos (v.28-30). ii. Dios, con todo Su poder, está a favor nuestro (v.31-32). iii. Es Dios quien nos justifica (v.33). iv. Cristo intercede por nosotros (v.34). Ver Heb 7:25. La conclusión de todas estas afirmaciones es que "somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó" (v.37). La doctrina de la seguridad de la salvación del creyente es clara a través de toda la Biblia (ver Juan 10:28-29; Fil 1:6; 1 Pedro 1:3-5; Judas 24-25). Sin embargo, esta doctrina nunca debe ser interpretada en una manera que parezca implicar la pasividad del creyente, y que Dios salvará al hombre justificado aun contra su propia voluntad si fuera necesario. El creyente tiene que luchar contra el pecado, y tiene que mantener su fe en Cristo; sólo así será salvo. Pero al final, es Dios quien produce en el hombre justificado la fe que le ayudará a permanecer firme en su vida cristiana. Es cierto que sólo el hombre que persevere hasta el fin será salvo; pero ningún creyente podría perseverar hasta el final sin la ayuda de Dios. El mejor comentario sobre esta paradoja es Fil 2:12-13.

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NOTA SOBRE LA PREDESTINACIÓN En v.28-30, Pablo introduce la doctrina de la predestinación. Esta doctrina ha sido fuertemente discutida por cristianos y filósofos por siglos, y no es posible aquí tratar este tema detalladamente. Por lo tanto, nos limitaremos a hacer los siguientes breves comentarios: 1. La doctrina de la "predestinación" (v.29-30) está íntimamente relacionada con el PROPOSITO DE "de Dios (v.28b; comparar Rom 9:11). Nos parece que la clara enseñanza de la Biblia es que Dios, desde la eternidad, se ha propuesto salvar al hombre, y que esta salvación se centra en un propósito de Dios (2 Tim 1:9). 1. Dios es soberano, y por lo tanto Sus propósitos son soberanos. En otras palabras, con Dios no hay nada contingente. Pablo dice que Dios "hace todas las cosas según el designio de Su voluntad" (Efe 1:11). Dios bien podría haber decidido salvar a todos los hombres; el hecho de que no todos son salvos indica que éste no fue el propósito eterno de Dios. Es inconcebible que Dios se proponga hacer algo, y no lo logre. 2. Dios, entonces, tenía el propósito de salvar a ciertas personas. Estas personas a quienes Dios propuso salvar son "llamados" (v.28, 30). Aquí entra la doctrina de la "elección". 4. Pedro habla de ser "elegidos según la presciencia de Dios" (1 Ped 1:2); algunos entienden esto en el sentido de que Dios desde la eternidad pudo ver quienes responderían a la oferta del evangelio, y por ende Dios eligió salvar sólo a estas personas. Pero Pablo, en Rom 8:29, no habla simplemente de conocer de antemano la decisión de ciertas personas, sino que Dios CONOCIÓ A LAS PERSONAS MISMAS ("a los que antes conoció..."). Ver Jer 1:5. Quizá el ejemplo más claro de esto es Juan el Bautista - él fue lleno del Espíritu Santo antesque naciera (Lucas 1:15,44). Eso se debió a la decisión de Dios, no de Juan. Es más, esta enseñanza de que Dios eligió salvar sólo a los que Él pudo ver de antemano que iban a responder al evangelio se contradice en Rom 9:15,16 y Juan 1:13). 5. La enseñanza paulina es que Dios desde la eternidad propuso salvar a ciertas personas. A estas personas Dios "predestinó", "llamó", "justificó" y "glorificó" (v.30). La salvación de estas personas está garantizada porque éste es el propósito de Dios. El ejemplo de Esaú y Jacob ejemplifica esto. Se supone que Esaú también podría haber sido progenitor de la nación de Israel. Entonces, ¿por qué no lo fue? ¿Simplemente porque él rechazó a Dios? ¿O era porque Dios había elegido de antemano que Jacob iba a ser el padre de la nación de Israel? Ver Rom 9:11. 6. Dios ofrece el evangelio a todo el mundo; pero por obra de Satanás y la propia pecaminosidad del hombre, nadie puede responder a este evangelio aparte de la gracia de Dios (1 Cor 2:14; 2 Cor 3:14-17; 4:3-6; Efe 2:16). Esta es la enseñanza de Juan y del Señor Jesucristo (Juan 3:3-11; 6:44,65) El hombre no sólo no puede responder al evangelio, sino que tampoco desea hacerlo (Juan 3:19; 5:40). 7. Por lo tanto, si alguien va a responder al evangelio, esto depende de una obra de gracia de Dios previo a la respuesta del hombre al evangelio. En otras palabras, Dios tiene primero que darle vida al inconverso para que éste pueda responder al evangelio (ver Juan 1:12,13; 5:21,25). EJEMPLO: Un ejemplo claro de esto el caso de Lázaro; mientras él estaba aún muerto, no podía salir de la tumba. Cristo primero tuvo que darle vida, hablando la palabra de revivir. Una vez que el cuerpo de Lázaro revivió, recién él pudo escuchar la voz de Cristo y responder. Lázaro no respondió al llamado deCristo simplemente porque él tuvo fe; tampoco fue el caso que Dios decidiórevivir a Lázaro porque Él podía ver de

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antemano que Lázaro iba a responder al llamado de Cristo. Más bien, el propósito de Dios era resucitar a Lázaro, y Dios le dio la vida para que él pueda salir de la tumba. 8. Cristo no da vida espiritual a todos por igual, sino sólo a los que el Padre le dio de antemano para salvar (Juan 6:37,39; 10:29; 17:2, 6, 9, 24; 18:9). Obviamente esto es equivalente a la enseñanza de Pablo, en cuanto a la "predestinación" y de la "elección". Ver tambiénJuan 10:14-16, donde entra la idea de "presciencia" (especialmente en el v.16). Es más, Dios obviamente no se encarga de dar la misma oportunidad a todos para responder al evangelio. Esto es claro cuando miramos al mundo. Por cientos de años los incas no escucharon el evangelio. ¿Por qué no? Porque sencillamente América no fue descubierto por los Europeos hasta el siglo 15. Pero, ¿no es cierto que Dios en Su soberanía podría haber ordenado las cosas para que América sea descubierto antes? ¿Por qué no lo hizo? La única respuesta es que éste no era el propósito de Dios. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero hay que añadir algo aquí. Dios es justo, y Su juicio final será justo para todos los hombres. Los que rechazan el mensaje del evangelio tendrán, en cierto sentido, mayor culpabilidad ante Dios que los que nunca escucharon el evangelio. 9. El hecho de que el hombre natural no pueda responder al evangelio no quita su responsabilidad de hacerlo. El hombre se ha hecho esclavo del pecado por su propia voluntad, por medio de Adán - su representante legal ante Dios. Además, el hombre es un esclavo del pecado por su propia voluntad (Rom 6:16). Dios tiene todo el derecho de ordenar al hombre arrepentirse (Hch 17:30). Su inhabilidad de hacerlo es parte del juicio de Dios sobre el hombre.

CAPITULOS NUEVE AL ONCE: LA JUSTICIA DE DIOS Y LA NACION DE ISRAEL CAPITULO NUEVE: LA JUSTICIA DE DIOS Y LA ELECCION DE ISRAEL Introducción En Romanos 8:28-39, Pablo describió la seguridad que el creyente tiene de su salvación; una seguridad basada en el propósito eterno de Dios (v.28). Pero esta doctrina enfrenta una objeción muy seria (especialmente en la mente del judío), y es la siguiente: si los propósitos de Dios son tan seguros, ¿qué pasó con Israel? El Antiguo Testamento enseña que Dios escogió a los judíos para ser Su pueblo. Sin embargo, repetidas veces los judíos desobedecieron a Dios, y fueron castigados. Es más, cuando Cristo vino, los judíos lo rechazaron. Por lo tanto, Dios aparentemente desechó la nación de Israel, y estableció a la Iglesia como Su nuevo pueblo escogido. Pero, si los judíos rechazaron a Dios, y ellos a la vez fueron rechazados por Él, ¿no podría pasar lo mismo con la Iglesia? Entonces, ¿dónde quedaría la seguridad del creyente, de la cual Pablo habla tan elocuentemente en Romanos 8? Esta objeción es muy seria, y Pablo se detiene para contestarla en Romanos 9-11. Al dar respuesta a esta pregunta, Pablo no sólo describe la absoluta soberanía de Dios sobre Su creación, sino que también aclara cuáles son los verdaderos propósitos de Dios para con Israel. Romanos 9-11, entonces, son fundamentales no solo para entender el Antiguo Testamento, sino también para entender el plan de Dios para la salvación del mundo. Es por eso que Pablo concluye esta sección con una tremenda doxología (Rom 11:33-36).

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Por falta de tiempo no podremos dar una exposición detallada de estos capítulos; simplemente esbozaremos los temas principales que Pablo trata en esta sección de Romanos. Lo haremos capítulo por capítulo, aunque debemos notar que el argumento de Pablo es uno sólo, y hay que entender los tres capítulos juntos. Los puntos principales en todo este argumento de Pablo son los siguientes: 1. No todos los descendientes de Abraham constituyen el verdadero pueblo de Dios (Rom 9:6), sino que Dios se reserva el derecho de ELEGIR a quienes conformarían Su pueblo (Rom 9:7-11). 2. La mayoría de los judíos fueron rechazados, porque en vez de confiar en Dios para su " justicia" (= salvación), quisieron establecer su propia justicia, por medio de las obrasde la ley (Rom 10:3-17). Pablo dice que esto constituyó la esencia de la rebeldía de los judíos (Rom 10:21). 3. Dios no ha rechazado totalmente a la nación de Israel. Él siempre ha tenido un remanente de judíos que le han sido fiel, y aún lo tiene en la Iglesia (Rom 11:1-5). Pero este remanente se encuentra en la Iglesia, por la soberana elección de la gracia de Dios (Rom 11:5-6), y no por los méritos de haber guardado la ley. 4. El rechazo temporal del grueso de los judíos dio lugar a la salvación de los gentiles (Rom 11:11), pero el propósito final de Dios es volver a restaurar al grueso de los  judíos dentro de Su pueblo (Rom 11:11b, 25-32). 5. El pueblo completo de Dios será conformado por judíos y gentiles, pero sobre la base de la revelación anterior de Dios a los judíos (Rom 11:16-24). 6. Dios es soberano en todo, y Pablo nota que el plan divino de salvación muestra la gran sabiduría de Dios (Rom 11:32-36). “LA ELECCIÓN DE ISRAEL ”

TEXTO Romanos 9 ANÁLISIS DEL CAPITULO a. Pablo comienza el capítulo expresando su profundo sentimiento para con sus compatriotas, los judíos (v.15). b. Pablo niega que los propósitos de Dios (= "la palabra de Dios") hayan fallado, en relación con el pueblo de Israel (v.6a). c. Pablo muestra que no todos los hijos de Abraham son verdaderos "israelitas", sino que Dios tiene el derecho de elegir quiénes de ellos conformarían Su pueblo (v.6b-13). d. La enseñanza de Pablo enfrenta dos objeciones, a las cuales Pablo da respuesta: OBJECION 1: Dios es injusto, al elegir a unos, mientras que condena a los demás (v.14). Respuesta: No es asunto de injusticia, sino de misericordia (v.15-18). OBJECION 2: Dios no tiene el derecho de condenar a quienes Él no ha escogido (v.19).

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Respuesta: Dios es soberano, y Él tiene el derecho de decidir qué hacer con la del ser humano (v.19-21). NOTA: La manera de saber que nuestra doctrina de la elección es realmente bíblica, es cuan se expone a estas dos críticas. Si no nos exponemos a estas críticas, es porque no estamos enseñando correctamente la doctrina de la elección. e. Pablo expone la soberanía absoluta de Dios sobre todos los hombres (v.22-29). f. Pablo comienza a tratar el tema del tropiezo de Israel (v.30-33). EXPOSICIÓN 1. El Sentimiento de Pablo para con los Judíos (v.1-5) Pablo comienza esta sección exponiendo sus sentimientos de profundo amor y preocupación por los judíos (v.1-3). ¿Por qué comienza así? En los siguientes capítulos, él va a decir ciertas cosas que serán duras para los judíos aceptar, y Pablo no quiere dar la impresión que él guarda un resentimiento contra ellos, por la forma en que se oponían a la predicación del evangelio. Pablo no sólo expone sus sentimientos de profundo afecto, sino que también reconoce los grandes privilegios que Dios ha concedido a los judíos (v.4-5). 2. Pablo Niega que los Propósitos de Dios Han Fallado  (v.6a) En Rom 8:28-39, Pablo aseguró que el poder de Dios será suficiente para asegurar que Sus propósitos se cumplirán en la salvación de Su pueblo. Pero, ¿qué de la nación de Israel? ¿No es cierto que Dios escogió a Israel para ser Su pueblo, y para bendecir al mundo? Entonces, ¿por qué Dios rechazó a Israel, y comenzó de nuevo con otro pueblo (la Iglesia)? Si las promesas de Dios acerca de Israel en el Antiguo Testamento no se han cumplido, ¿qué seguridad puede haber para el creyente, en la Iglesia? Al dar respuesta a esta pregunta, Pablo tiene que aclarar cuál era el propósito de Dios para con Israel. Más específicamente, Pablo tiene que demostrar que cuando Dios dijo que Él bendeciría al mundo por medio de los hijos de Abraham, no estaba hablando de todos los hijos carnales de Abraham, sino sólo de cierta clase de "hijos"; es decir, los hijos de "PROMESA" (Isaac), y los hijos de "ELECCION" (Jacob). 3. El Verdadero Pueblo de Dios (v.6b-13) En v.6b, Pablo aclara algo muy importante: que " no todos los que descienden de Israel son israelitas ". En otras palabras, Pablo está preparando el camino para dar una nueva definición de quién es un verdadero judío. Recordemos que él ya hizo esto en Rom 2:28-29. Pablo comprueba esto, afirmando algo que todo judío sabía: que no todos los hijos de Abraham llegaron a formar la nación de Israel, sino sólo los descendientes de ISAAC (v.7-9). Este punto le permite a Pablo decir que al fin y al cabo, el verdadero pueblo de Dios no se define por la acción del hombre, sino por la PROMESA de Dios (ver Juan 1:12-13). En segundo lugar, Pablo afirma otra cosa que todo judío sabía: que ni aún todos los hijos de Isaac llegaron a formar el pueblo de Dios, sino sólo los hijos de JACOB (v.10-12). ¿Por qué? Pablo dice: " para que el  propósito de Dios conforme a la elección permaneciese ..." (v.11b). En otras palabras, Dios había escogido a

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Jacob en preferencia a Esaú, antes de su nacimiento, justamente para que el PROPÓSITO eterno de Dios se cumpliera. Es decir, Dios no eligió a Jacob porque Él podía ver de antemano que en alguna manera Jacob iba a responder bien a la obra de Dios en su vida, mientras que Esaú iba a resistir esta obra. La elección de Dios no tuvo nada que ver con acciones o decisiones de estos hombres. Dios escogió a Jacob antes que él naciera, para que quede lo más claro posible, que la elección de Dios se basaba simplemente en lo que Dios se proponía hacer en la vida de Jacob. En resumen, el verdadero pueblo de Dios se establece sobre la base de dos cosas: [1] la PROMESA de Dios (y la fe del hombre en ella), y [2] el PROPÓSITO de Dios (y la elección que parte de eso). NOTA: Valdría la pena notar el detalle al fin del v.11. Cuando Pablo dice: " no por la obras ...", pensaríamos que él debería haber terminado la frase, con las palabras: "...sino por la fe"; sin embargo, Pablo dice "no por las obras sino por El que LLAMA ". Nos parece que esto establece una vez para siempre dónde debemos poner el énfasis en cuanto a la salvación del hombre: NO en la respuesta de fe del hombre, sino en el llamado de Dios. 4. La Respuesta de Pablo a Dos Objeciones (v.14-21) a. PRIMERA OBJECIÓN (v.14-18) La primera objeción que Pablo contesta es: " ¿Hay injusticia en Dios? " (v.14) En otras palabras, la objeción consiste en alegar que Dios es injusto, porque Él escoge a unos de antemano (muy aparte de sus obras), mientras que rechaza a otros. Respuesta: Pablo contesta, diciendo que la persona quien está haciendo la objeciónestá enfocando mal el problema. El asunto no es que Dios sea injusto, sino que Él manifiesta MISERICORDIA (v.15-18). Pablo bien podría haber dicho: "dado a que el hombre es un pecador, no merece la salvación (por eso no es un caso de injusticia)". Pero notemos cuán fuerte Pablo lo explica en el v.18, " De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece ." b. SEGUNDA OBJECION (v.19-21) La segunda objeción que Pablo contesta es: “ ¿Por qué, pues, inculpa? ” (v.19) En otras palabras, esta objeción consiste en afirmar que si Dios es quien está haciendo todas las cosas, según Sus propósitos, entonces el hombre ya no es responsable por sus acciones (¡sino Dios!); por lo tanto Dios no tiene el derecho de condenar al hombre, dado a que él simplemente está cumpliendo los propósitos eternos de Dios. Respuesta: Pablo contesta en dos maneras. En primer lugar, Pablo declara enérgicamente que el hombre no tiene el derecho de cuestionar a Dios, dado a que Dios es su Creador (v.20). En segundo lugar, Pablo afirma que Dios, por ser el Creador, tiene el derecho de hacer con Su creación lo que a Él bien le place (v.21). NOTA: Esta respuesta quebranta y humilla al hombre delante de su Creador, y no debemos esperar que el hombre "natural" lo acepte fácilmente. 5. La Soberanía Absoluta de Dios Sobre Todos los Hombres  (v.22-29)

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Todo lo que Pablo ha dicho hasta este momento presupone la SOBERANÍA de Dios sobre Su creación. Pablo ahora amplía este tema, en quizá una de las partes más ‘duras’ de Romanos. La imagen del alfarero en v.20 21, lleva a Pablo a hablar de dos clases de " vasos" (= personas): i. "VASOS DE IRA" (v.22) La pregunta surge, ¿por qué son " vasos de ira"? La respuesta está en Rom 1:18. Hay dos cosas que debemos notar en este verso: [1] El propósito de Dios - " queriendo mostrar Su IRA y hacer notorio Su  poder ..." [2] La paciencia de Dios - "... soportó con mucha paciencia ..." Una persona caprichosa actúa sin criterio; Pablo afirma que Dios sí tiene criterios bien definidos. En segundo lugar, aunque Dios tiene poder absoluto, está dispuesto a SOPORTAR el mal comportamiento de los inconversos. ii. "VASOS DE MISERICORDIA" (v.23) Dios también tiene un propósito bien definido para con los creyentes: manifestar en ellos, y por medio de ellos, Su gloria (ver Juan 17:22,24). NOTA: Es interesante ver el cambio de verbo en v.22 y 23. Los ‘vasos de ira’ son o han sido " preparados..." (Gr. ‘katertismena’ , participio pasivo perfecto: ‘habiendo sido preparados/alistados...’; Pablo no dice por quién). Mientras que los vasos de misericordia, dice Pablo, " El preparó ..." (Gr.  ‘proetoimasen’ , indicativo activo aoristo, con el énfasis sobre algo ‘hecho de antemano’ [‘ pro- ’]. Pablo dice que a los " vasos de misericordia ", que Dios preparó de antemano para Su gloria, Él también los llamó (v.24; comparar Rom 8:28-30). No sólo judíos, sino también gentiles. Pablo sustenta esto del A.T. (v.25-26), comprobando que él no está diciendo algo nuevo. Es interesante notar como Pablo termina esta sección, hablando del remanente de Israel (v.27-29). Pablo reconoce, que aunque Israel era una nación numerosa, sólo un remanente sería salvo (v.27). ¿Por qué? La respuesta debe ser: ‘Por la pecaminosidad del ser humano’ (v.29). Si Dios no hubiera elegido a un remanente para salvar, NADIE SERIA SALVO; sino que toda la nación de Israel hubiera sido destruida (como ocurrió con Sodoma y Gomorra). 6. El "Tropiezo" de Israel (v.30-33) Pablo concluye este capítulo notando el contraste entre los judíos y los gentiles. Por un lado, los judíos estaban buscando la justicia, pero no la encontraron, porque estaban buscando establecer su propia justicia, sobre la base de guardar la ley (v.32); mientras que los gentiles sí alcanzaron la justicia de Dios, porque la recibieron por fe (v.30, 32). El gran problema para Israel, y lo que llegó a ser su tropiezo, fue que los judíos, en vez de confiar en Dios, trataron de establecer su propia justicia ante Dios. La " piedra de tropiezo " (v.32-33) estaba en Sion. Esta es una referencia a Cristo, y a Su muerte en la cruz, que es la base para la justificación del hombre. Podemos notar el verbo "CREYERE" (v.33b).

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CAPITULO DIEZ: “LA JUSTICIA DE DIOS Y LA INCREULIDAD DE ISRAEL”

TEXTO: Romanos 10  Este capítulo comienza con otra declaración de Pablo, de su afecto por los judíos (v.1). En realidad, Romanos 10 es una continuación del argumento que Pablo comenzó en Romanos 9:30-33. El tema central de este décimo capítulo es: La única justicia que vale ante los ojos de Dios es la que Dios concede al hombre que confía en Él. La temática de Romanos 10 es muy importante dentro de toda la carta a los Romanos, porque nos explica cómo la fe opera en el hombre para su justificación, y cuál es el origen de esta fe que lo justifica. ANÁLISIS a. La razón por la cual los judíos "tropezaron" fue que ellos, en vez de confiar en Dios, quisieron establecer su propia justicia (v.1-4). b. El contraste entre la justicia que viene por las obras de la ley, y la que viene por fe en Dios; Pentateuco (v.5-8a).

Pablo cita el

c. Pablo explica cómo la fe opera en la vida del hombre para que éste sea justificado ante Dios (v.8b-13). d. Pablo explica el origen de la fe que justifica al pecador (v.14-17). e. Si los judíos escucharon la palabra de Dios, ¿por qué no creyeron? (v.18-21) EXPOSICIÓN a. La Explicación del "Tropiezo" de Israel (v.1-4) Estos versos son una continuación de Rom 9:30-33, donde Pablo comenzó a explicar por qué Israel no alcanzó la justificación (= salvación). El problema era que Israel, en lugar de poner su fe en Dios, intentó obtener su propia justificación, por medio de las obras de la ley (Rom 9:32). Pablo explica que a pesar de tener un gran " celo de Dios " (es decir, un fervor espiritual por las cosas de Dios), los judíos no entendían bien las cosas (v.2). Pablo afirma que los judíos IGNORARON la justicia de Dios (v.3a). La pregunta que surge es, ¿fueron ellos culpables de esta ignorancia? A primera vista uno pensaría que no, porque el A.T. había dicho repetidas veces que el hombre que cumpliera la ley, viviría por medio de ella. En el v.5 Pablo cita Lev 18:5 (ver también Neh 9:29; Ezeq 18:5-9; 20:11). Sin embargo, el hecho de que Pablo diga en v.3 que los judíos "no se SUJETARON a la justicia de Dios" implica que él los consideraba culpables por esta falta de entendimiento en cuanto a cómo ser justificados delante de Dios. Esta falta de entendimiento constituía parte de la rebeldía de los judíos contra Dios (comparar 2 Cor 3:14-15). En otras palabras, Dios dio la ley a Israel, no para que los judíos establecieran su propia justicia ante Dios, sino PARA DEMOSTRARLES QUE NO PODÍAN ESTABLECER SU PROPIA JUSTICIA (ver Rom 5:20; 7:7-11). Ellos deberían haberse dado cuenta de que no podían cumplir la ley. Sin embargo, el orgullo de los judíos no les permitió reconocer esta falta de habilidad de cumplir la ley, y por ende no se preocuparon por dejar que la ley sea su " ayo" para levarles a Cristo (Gál 3:24). Esta es la esencia de la rebeldía de los judíos (Rom 10:21), y la razón por la cual ellos fueron rechazados por Dios.

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Pablo explica esto muy claramente en v.4: " el fin de la ley es Cristo ". Hay que tener cuidado con nuestra exégesis aquí. La palabra " fin" no significa "algo que ha concluido", sino "META". En este sentido, v.4 dice exactamente lo mismo que Gál 3:24. El propósito, o la meta, de la ley, era llevar al judío a Cristo; es decir, preparar el camino para Cristo. ¿Para qué? Para que el judío (al igual que todo ser humano) sea justificado por medio de la fe en Cristo. Esto fue lo que los judíos ignoraron, y Pablo los consideraba culpables de esta ignorancia. Por consiguiente, dado a esta ignorancia, los judíos fueron rechazados temporalmente por Dios. b. El Contraste Entre la Ley y la Fe (v.5-8a) Pablo ahora pasa a exponer las diferencias entre la justicia " que es por la ley " (v.5) y la justicia " que es por la fe" (v.6), usando dos textos del Pentateuco. i. "la justicia que es por la ley " (v.5) Pablo cita Lev 18:5 (al igual que lo hace en Gál 3:12). " justicia":

Hay dos cosas que se podría decir acerca de esta

1. Sería una justicia obtenida por el hombre (por sus obras), y por lo tanto no sería un regalo de gracia (ver Rom 4:4). 2. Dada la pecaminosidad del hombre, es imposible alcanzar esta " justicia". ii. "la justicia que es por la fe " (v.6-8a) Lo que Pablo afirma en estos versos, es que la verdadera justicia que Dios otorga al hombre, no depende de un gran esfuerzo por parte del hombre, sino de una ACTITUD INTERNA (del " corazón"). El hombre usa su " boca" y su "corazón" para obtener esta justicia de Dios (ver v.9). Debemos notar que las palabras " No digas en tu corazón ..." (v.6), son tomadas de Deut 8:17 y 9:4 (LXX). Estos dos versos de Deuteronomio, ocurren en contextos en los cuales Dios advierte al hombre del peligro del orgullo y la auto confianza. Habiendo aludido a estos dos versos, Pablo pasa a citar más extensamente Deut 30:12-14. El pasaje en Deuteronomio, habla del hecho de que la ley no está lejos del hombre, sino que está dentro de su mismo corazón. Aunque es difícil entender el argumento de Pablo aquí, lo que está diciendo es que cumplir la ley, no implica tener que hacer un enorme esfuerzo humano, sino que es simplemente un asunto del corazón (es decir, de tener fe). Pablo interpreta Deut 30:12-14 en el sentido de que la ley equivale a Cristo (hace esta identificación, por lo que escribió en el v.4). La ley apunta a Cristo, y los dos están íntimamente relacionados. c. Cómo la Fe Opera en el Hombre (v.8b-13) Habiendo mencionado " boca" y "corazón", en v.8a, Pablo procede a explicar cómo la fe opera en el hombre (v.9). Menciona dos aspectos: [1] Confesar con la " boca", que "Jesús es el Señor "(v.9a) [2] Creer en el " corazón", que "Dios le levantó de los muertos " (v.9b) Pablo amplía esto en el v.10. Algunos intentan hacer una clara distinción entre estas dos frases; sin embargo, es mejor entender que Pablo está hablando de dos aspectos de una misma cosa: TENER FE EN CRISTO. Es

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decir, la fe que salva tiene dos elementos: el aspecto interno (creer en el " corazón"), y el aspecto externo (confesar con la " boca"). Y esto es igual para todos; sean judíos o gentiles (v.11-13). d. El Origen de la Fe (v.14-17) Habiendo expuesto cómo la fe opera en el hombre, Pablo pasa a tratar la cuestión del ORIGEN de la fe. ¿De dónde viene la fe del hombre? La lógica de Pablo es muy sencilla en este punto (v.14-15a): [1] El hombre no podrá invocar a Cristo, si no creyere en Él. [2] El hombre no podrá creer en Cristo, si no ha escuchado de Él. [3] El hombre no escuchará de Cristo, si nadie le predica el evangelio. [4] Nadie predicará el evangelio, si Dios no le envía. Pero la cosa no es tan sencilla; porque como dice Isaías (el predicador): “ ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? " (v.16b) La verdad es que en todo el A.T., pocos respondieron a la predicación de los profetas. ¿Por qué? Por su falta de obediencia al mensaje (v.16a,21). ¡El Día de Pentecostés cambió eso! Toda la Biblia concuerda en afirmar que, aparte de la obra interna del Espíritu Santo, nadie podrá obedecer a Dios y/o responder al evangelio (Jer 32:39; Ezeq 36:26,27). e. La Falta de Fe en el Pueblo de Israel (v.18-21) Este era el problema fundamental con Israel. Dios dio a los judíos Su palabra (v.18), pero ellos no lograron tener fe en Dios; los judíos insistieron en buscar su propia justificación, en vez de confiar en la salvación de Dios les quería ofrecer. Dado al rechazo por parte de Israel, Dios se manifestó a los gentiles (v.20).

CAPLITULO ONCE: “LA JUSTICIA DE DIOS Y LA RESTAURACION FUTURA DE ISRAEL

TEXTO: Romanos 11 ANÁLISIS a. Dios no ha desechado totalmente a los judíos, sino que mantiene un remanente de judíos dentro de la Iglesia (v.1-6). b. Los "escogidos" entre los judíos alcanzaron la justicia de Dios, mientras que los demás fueron " endurecidos " (v.7-10). c. Dios no ha desechado para siempre a los judíos, sino que por un tiempo ha limitado su participación en el evangelio (por su propia desobediencia), para que los gentiles sean salvos (v.11-31). d. Pablo concluye con una expresión de alabanza a Dios por Su sabiduría en la salvación de todos los hombres (v.32-36).

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EXPOSICIÓN a. El Remanente del Pueblo de Israel (v.1-6) Aunque Pablo ha dicho que el pueblo de Israel ha sido rebelde y desobediente (Rom 10:16-21), esto no quiere decir que Dios ha desechado para siempre a los judíos de la posibilidad de la salvación. Pablo se presenta a sí mismo como un ejemplo de que Dios aún está dispuesto a salvar a los judíos (v.1). Dios no ha desechado a Su pueblo, sino que mantiene un " remanente", tal como lo hizo en el tiempo de Elías (v.2-4). Por lo tanto, aún en la Iglesia hay un " remanente" de judíos. Este " remanente" está en la Iglesia por la elección de Dios, y no simplemente por algún derecho que tenían los judíos  –  menos por haber hecho buenas obras (v.5-6). b. El Endurecimiento de los Demás Judíos (v.7-10) La conclusión a la cual Pablo llega, es que aunque la gran mayoría de los judíos no han alcanzado la salvación (por razones que Pablo expuso en Rom 9:30-32 y 10:3), los " escogidos" sí la han alcanzado (v.7). Parece que en estos versos Pablo todavía está hablando exclusivamente de los judíos. Por lo tanto los " escogidos" serían el "remanente" de judíos que Pablo menciona en v.5. Los demás judíos fueron "endurecidos" (v.8-10). c. La “Defección” de los Judíos y la Recepción de los Gentiles  (v.11-31) Pablo no quiere dar a entender que el " endurecimiento" de los judíos es algo totalmente negativo, ni que será la última palabra de Dios; por lo tanto, Pablo aclara dos cosas en el v.11: [1] El endurecimiento de los judíos sirve un buen propósito: la salvación de los gentiles. [2] El endurecimiento de los judíos es sólo algo temporal, porque después Dios usará la inclusión de los gentiles en la Iglesia como parte de Su estrategia de salvar a los judíos ("para provocarles a celos"). Pablo es ‘apóstol a los gentiles’, y se gloría de ello (v.13); sin embargo, aclara que una de sus  motivaciones, al trabajar tanto entre los gentiles, era " provocar a celos" a los judíos (v.14). Obviamente Pablo tenía esta motivación porque había llegado a entender el plan de Dios (ver el v.25, donde Pablo habla del "misterio"). Pablo, en v.16-24, usa la metáfora de un árbol, para hablar del trato de Dios, tanto con Israel como con los gentiles. En el A.T., los patriarcas de Israel (Abraham, Isaac, y Jacob) eran la " raíz ", y los judíos la " ramas" naturales. Por su desobediencia, Dios quitó las " ramas" naturales (es decir, a los judíos), y en su lugar injertó a las "ramas" silvestres (es decir, a los gentiles). Pero Dios se reserva el derecho de volver a injertar a las "ramas" naturales (v.23-24). Pablo, por medio de una revelación de Dios, predice que en los últimos tiempos, cuando " haya entrado la  plenitud de los gentiles " (v.25), Dios volverá a injertar a los judíos (v.25). En esta manera, dice Pablo, " todo Israel será salvo ". Algunos afirman que la expresión " todo Israel ", implica que la generación de judíos, que vivirá en los últimos tiempos, será salvo, en su totalidad. Pero tal interpretación parece contradecir Rom 9:6. Sería mejor interpretar " todo Israel " en el sentido del "Israel espiritual"; es decir, la Iglesia  – compuesto tanto de  judíos como de gentiles. Pablo termina resumiendo el plan de salvación de Dios en v.30-32.

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d. La Doxología de Pablo (v.33-36) El resumen del plan divino de la salvación del hombre provoca en Pablo una tremenda expresión de ALABANZA a Dios. Él alaba a Dios por Su " sabiduría", "ciencia", " juicios" y "caminos" (v.33). Pablo reconoce que Dios es soberano en todo lo que Él hace, y que todo lo que Él hace, lo hace para Su gloria. CAPITULOS DOCE AL DIECISEIS: FRUTOS DEL JUSTIFICADO CAPITULO DOCE: “EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON EL CUERPO DE CRISTO ”

TEXTO: Romanos 12:1 – 21 Habiendo expuesto en gran detalle la doctrina de la justificación por la fe, Pablo ahora pasa a aplicar esta doctrina a la vida de los creyentes. Aquí notamos que la doctrina de la justificación nunca debe ser divorciada de la doctrina de la santificación. El propósito de la justificación es la SANTIFICACION, porque " sin [la santidad] nadie ver a Dios " (Heb 12:14b). 1. INTRODUCCION GENERAL (Rom 12:1-2) En estos dos versos, Pablo pone las bases para todo lo que escribe en los siguientes capítulos. Al estudiar Rom 12:3 - 15:13, uno tendrá que volver constantemente a estos dos versículos. ¿Qué es lo que Pablo enseña en estos versos? a. Toda la Vida del Creyente es un CULTO a Dios (v.1) Pablo, en v.1, usa la palabra " culto". En griego la palabra es ‘ latreia’. Pablo usó la misma palabra en Rom 9:4, donde la palabra significa todo el sistema cultual externo del A.T.; especialmente los sacrificios y los servicios en el templo. Pero la palabra también tiene el sentido de la actitud interna de la persona que adora a Dios. Lo interesante en este verso, es que Pablo relaciona la palabra " racional " con el término " culto". La palabra en griego es ‘logikos’, de la cual en castellano tenemos "lógico". Los comentaristas debaten acerca de qué estaba queriendo decir Pablo con esta palabra. Algunos opinan que Pablo está afirmando la necesidad de que el culto a Dios sea una verdadera expresión del corazón del hombre, y no simplemente un rito externo. Otros afirman que Pablo está diciendo que el culto que el creyente ofrece a Dios debe ser consecuente con, y sobre la base de, un buen entendimiento de todo lo que Dios ha hecho a su favor. Podemos notar que en el v.2, Pablo habla de la renovación de la MENTE. Obviamente Dios quiere que el pueblo que Él ha salvado, lo adore  – no solo externamente, sino de todo corazón. Y que tal culto esté basado en un buen entendimiento de la salvación que Dios ha otorgado al hombre. En estos versos, Pablo puntualiza ciertos aspectos importantes del culto a Dios: i. El "Culto" Implica el Buen Uso de TODO EL CUERPO Aunque Pablo había dicho ciertas cosas fuertes acerca del cuerpo (ver Rom 7:24, etc.), en realidad no tenía una perspectiva negativa del cuerpo humano (tal como la tenían los platónicos). Por lo tanto, él no tiene reparo alguno en afirmar que el creyente justificado tiene que traer su CUERPO ENTERO (y por supuesto, todo lo que hace con su cuerpo) como expresión de su culto a Dios. El mejor comentario sobre esto está en Rom 6:13.

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El culto que a Dios le agrada, no es simplemente lo que el creyente expresa con sus labios, sino con todo su cuerpo; es decir, con toda su vida. Podemos comparar Is 1:10-18. Es más, este culto que se le ofrece a Dios implica SACRIFICIO. No siempre será fácil adorar y servir a Dios. Pero el mejor culto a Dios es el que nos cuesta algo. Dios hizo un tremendo sacrificio para salvarnos; ahora Él espera que nuestro servicio nos cueste algo; que estemos dispuestos a hacer un sacrificio por servirle. ii. El "Culto" Requiere SANTIDAD En el A.T., los judíos traían animales para sacrificar a Dios. Pero Dios había dicho que sólo animales perfectos y sin defecto podían ser traídos al templo. El creyente ha de presentar su cuerpo puro y santo ante Dios, como su "culto racional ". iii. El "Culto" Tiene Como Meta AGRADAR A DIOS Hoy en día, la filosofía humana es agradarse a sí mismo. Pero el creyente debe entender que el culto a Dios no tiene como meta la satisfacción propia, sino la satisfacción de Dios. Debe ser algo muy secundario, si el culto en la iglesia nos agradó a nosotros; la pregunta primordial es, ¿le agradó a Dios? Hay una necesidad urgente de definir qué clase de culto agrada a Dios. Tal culto no siempre será del agrado de la "carne", pero tenemos que entender que nuestra meta debe ser agradar a Dios. b. La Vida del Creyente Necesita ser TRANSFORMADA (v.2) Para poder agradar a Dios, es muy importante que el creyente justificado sea transformado. Pablo ya había dicho que " los que viven según la carne no pueden agradar a Dios " (Rom 8:8). La filosofía y modo de vivir en el ‘mundo’, no agrada a Dios (1 Juan 2:15 -17). Por lo tanto, el creyente no debe conformarse al ‘mundo’, sino debe ser transformado. La palabra en griego es ‘ metamorfousthe’ (imperativo, en voz pasiva; "sed transformados"). El uso del imperativo implica que ésta es una responsabilidad del creyente, mientras que el pasivo implica que otra persona [en este caso, el Espíritu Santo] también tiene un rol que jugar. En otras palabras, la responsabilidad del creyente es "permanecer en Cristo", para que el Espíritu Santo lo vaya transformando "de gloria en gloria " (2 Cor 3:18). Notemos dos cosas que Pablo dice: i. Existe el Peligro de CONFORMARSE AL MUNDO La Biblia habla de dos edades: el "siglo presente" y el "siglo venidero". Todos los que están "en Adán", son parte del "siglo presente"; mientras que toda persona que está "en Cristo", es integrante del "siglo venidero". La justificación nos traslada de un "siglo" al otro (Col 1:13). Pero el peligro para el creyente es seguir viviendo según las corrientes de "este siglo", y no adecuar su vida a los principios vigentes en el reino de Cristo. ii. La Transformación de Vida Viene por la RENOVACIÓN DE LA MENTE Pablo anima a sus lectores a ser transformados " por la renovación de vuestro entendimiento ". Aquí está el secreto de la transformación de vida; la transformación tiene que comenzar con la MENTE. Cuando la forma de pensar y de ver la vida haya cambiado, toda la vida del creyente será transformada. Obviamente la Palabra de Dios juega un papel muy importante en esta renovación. En Romanos 12-14, Pablo va a querer inculcar en los creyentes una nueva comprensión de la vida, y de cómo vivirla. El uso de los dones en la Iglesia (Rom 12), el sometimiento del creyente al estado (Rom 13), y la actitud del creyente frente a los más débiles (Rom 14), requerirá tener una mente totalmente renovada. Esta nueva manera de pensar resultará en una nueva forma de vivir.

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2. LA VIDA DEL CREYENTE EN LA IGLESIA  (Rom 12:3-21) Habiendo expuesto, en términos generales, la necesidad que el creyente tiene de cambiar su forma de vida, para que su " cuerpo" sea un sacrificio santo y agradable a Dios, Pablo ahora comienza a tratar puntos específicos. Lo primero que tiene que decir concierne la vida del creyente dentro de la congregación local. a. El Creyente Tiene que Reconocer que la Iglesia es un "Cuerpo"  (v.3-5) Quizá en Roma, uno de los grandes problemas era el orgullo humano. El orgullo siempre rompe la unidad en la iglesia (ver Fil 2:3-4). Por lo tanto, la primera manera en la cual los creyentes deben ser transformados, es en cuanto a la HUMILDAD (v.3). En el ‘mundo’, es normal ser orgulloso; mas no en la Iglesia. La humildad es necesaria para mantener la unidad del cuerpo de Cristo (v.4-5). Cada creyente debe reconocer que en el cuerpo de Cristo hay variedad, y que cada miembro es importante. No sólo eso, sino que cada miembro debe reconocer la necesidad que él o ella tiene del servicio de los otros miembros (ver 1 Cor 12:14-27). b. El Creyente Tiene que Usar los Dones que Dios le ha Dado  (v.6-8) Habiendo dicho que en el Cuerpo de Cristo hay " muchos miembros ", Pablo pasa a hablar de los dones del Espíritu Santo. Lo que Pablo desea inculcar, en estos versos, es la necesidad que cada creyente tiene de usar el don o los dones que Dios le ha dado. Aquí tenemos la segunda cosa que cada creyente debe manifestar en su nueva vida: EL DESEO DE SERVIR A OTROS, usando todo lo que uno tiene. Los dones son ‘carismáticos’, porque son " según la gracia (‘caris’) que nos es dada " (v.6). En 1 Cor 12:31, Pablo usa la palabra ‘ carismata ’ (" dones"). Por eso, el creyente ha de usar su don con humildad; porque lo ha recibido de pura gracia, y no merece tenerlo. Podríamos definir un don espiritual como "cualquier habilidad que Dios da al creyente para servirle en la edificación o en el ministerio de la Iglesia". En sus cartas, Pablo presenta varias listas de los dones espirituales: Romanos 12:6-8 ----> SIETE dones. 1 Cor 12:8-10 ----> NUEVE dones. 1 Cor 12:28,29 ----> NUEVE dones. Efesios 4:11 ----> CINCO dones. En cada caso la lista de dones es un poco diferente, y obviamente ninguna lista pretende ser completa. c. El Creyente Debe Ser Amoroso y Ferviente (v.9-14) Las siguientes cosas que deben caracterizar la vida del creyente son AMOR y FERVOR (aunque en realidad Pablo menciona varias cualidades que el creyente debe buscar en su vida personal: ser trabajador, v.11; tener gozo, v.12; soportar sufrimiento, v.12; ser constante en la oración, v.12; ayudar a los necesitados, v.13; y amar a los enemigos, v.14).

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d. El Creyente Debe Mantener la Unidad en la Iglesia  (v.15-21) Pablo termina este capítulo tal como lo comenzó, inculcando en los creyentes en Roma la necesidad de mantener la unidad de la Iglesia. Para que esto sea realidad, Pablo señala varias actitudes que serán necesarias tener en cuenta: * Sentir con otros lo que ellos sienten (v.15). * La humildad (v.16). * No pagar mal por mal (v.17, 19-21). * Buscar estar en paz con todos (v.18). ¡Qué lindo sería ser miembro de una iglesia llena de hermanos así!

CAPITULO TRECE: EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON EL GOBIERNO CIVIL 3. LA VIDA DEL CREYENTE EN LA SOCIEDAD  (Rom 13:1-14) Habiendo hablado de las características que el creyente justificado debe manifestar en su vida congregacional, Pablo ahora pasa a hablar acerca de las actitudes y el comportamiento que el creyente debe tener fuera de la iglesia. a. El Comportamiento del Creyente Frente a las Autoridades  (v.1-7) Al estudiar estos versos, debemos tomar en cuenta que Pablo está escribiendo a creyentes que vivían en Roma, en la ciudad del temible emperador romano. Pablo enseña que el creyente justificado debe SOMETERSE a las " autoridades superiores ", y señala dos razones por la cual él debe hacerlo: i. Porque es Dios quien ha establecido las autoridades (v.1-2). ii. Porque las autoridades tienen el derecho de castigar a los infractores de la ley (v.3-4). En resumen, el creyente debe " estar sujeto " (= obedecer) a las autoridades seculares para evitar el castigo, y también para tener una buena conciencia ante Dios (v.5). Parte del sometimiento del creyente a las autoridades es pagar los impuestos (v.6-7). Pablo parece tener en mente autoridades que realmente son justas, y que están sirviendo a Dios (v.4). La pregunta que frecuentemente surge es, ¿qué hacer cuando la autoridad secular está actuando en contra de la ley de Dios? Para una respuesta, podemos ver Hch 4:18-20. b. El Comportamiento del Creyente Frente a Otras Personas (v.8-10) Para Pablo, el comportamiento del creyente frente a otras personas se resume en el segundo gran mandamiento: " Amarás a tu prójimo como a ti mismo " (v.9; ver Lev 19:18; Mat 22:39). Por lo tanto, el creyente no debe defraudar en ninguna manera a su prójimo, sino tratarle como él quisiera que se lo traten a él. Viviendo en una sociedad en el cual muchos buscan la oportunidad de estafar o engañar a otro, estos versos son muy importantes.

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c. El Comportamiento del Creyente en Su Vida Personal  (v.11-14) Finalmente, Pablo trata el asunto del comportamiento del creyente en su vida personal. El apóstol dice que dado a que el creyente no pertenece a "este siglo", sino que está esperando la manifestación del " siglo venidero" (v.11), él debe poner a un lado " las obras de las tinieblas " y vestirse de " las armas de la luz " (v.12). En la práctica, esto implica dejar todo pecado de índole carnal (v.13), y vivir según la imagen de Cristo (v.14).

CAPITULO CATORCE: EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON LOS DEBILES EN LA FE 1.LA ACTITUD DEL CREYENTE FUERTE HACIA EL DEBIL EN LA FE  (Rom 14:1 - 15:6) Habiendo hablado de la vida del creyente en la sociedad, Pablo vuelve a tratar el tema de la vida del creyente dentro de la Iglesia. Pero ahora Pablo tiene en mente un asunto muy específico, que seguramente estaba surgiendo en Roma: el tema de cómo debe ser la relación entre hermanos que discrepan en cuestiones de la vida práctica del creyente. Esto era quizá muy importante en la Iglesia en Roma, dado a la mezcla de creyentes judíos y gentiles.

a. El Creyente no Debe Juzgar a Otros (14:1-6) La unidad de la Iglesia es bastante frágil, y Satanás siempre está buscando maneras de dividir la Iglesia. Una de las estrategias más exitosas de Satanás es la de usar debates entre los hermanos acerca de asuntos secundarios de la vida práctica del creyente. Para contrarrestar la estrategia satánica, Pablo orienta a los creyentes en Roma a que no deben juzgar ligeramente a sus hermanos en la fe. En primer lugar, Pablo señala que los creyentes más fuertes deben recibir " al débil en la fe " (v.1). ¿Quién es esta personal “ débil ”? Comentaristas ofrecen varias sugerencias, y no podemos evaluarlas todas aquí. Una sugerencia frecuentemente hecha es que el " débil en la fe " es un creyente que tiene miedo de tomar alimentos que han sido ofrecidos previamente a un ídolo (ver 1 Cor 8 y 10). El problema con esta interpretación es que Pablo no menciona nada de idolatría en Rom 14, y además tal interpretación no explicaría el asunto de guardar ciertos días. La mejor explicación parece ser que el " débil en la fe " es un creyente judío, que entiende que ya no necesita cumplir la ley para ser justificado ante Dios, pero que sin embargo aún siente cierta incomodidad al comer algunos alimentos, o en no guardar ciertos días. Rom 15:7-13 habla de la relación entre judíos y gentiles, y esto parece confirmar la interpretación que el " débil en la fe " es un judío creyente, mientras que el "fuerte en la fe" es un gentil. ¿Qué dice Pablo a tales hermanos? i. No Juzgar en Cuanto a las COMIDAS (v.2-4) El "débil en la fe " no quería comer nada de carne, sólo legumbres; mientras que el "fuerte" comía de todo (v.2). El v.21 indica que el " débil " también se abstenía de " vino", aunque no es tan claro por qué. El problema era que se estaban juzgando mutuamente. El " débil " menospreciaba al " fuerte" por no tomar en cuenta la ley ceremonial, mientras que el " fuerte" juzgaba al "débil " por ser inmaduro espiritualmente (v.3). Pablo condena AMBAS actitudes (v.4), aunque parece tomar más el lado del " débil en la fe ". ii. No Juzgar en Cuanto a los DÍAS (v.5-6)

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De igual modo en el asunto de guardar ciertos días. El " débil " hacia "diferencia entre día y día", mientras que para el "fuerte" todo día era igual. Las recomendaciones de Pablo son las siguientes: [1] Entiende que Dios ha recibido a todos sobre la base de su fe en Cristo (v.3b). [2] Toma en cuenta que Dios puede hacer firme al " débil " (v.4b). [3] Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente (v.5b). [4] Cada uno haga todo para el Señor (v.6). b. El Creyente Sirve a Dios y Será Juzgado por Él  (14:7-13) Lo que Pablo hace hincapié en estos versos es que tal como cada creyente sirve a Dios, así cada creyente será juzgado por El. i. El Servicio a Dios (v.7-9) Lo que Pablo escribe en v.6, le lleva a hablar del creyente como SIERVO de Cristo (ver Rom 6:15-22). Obviamente el servicio a Dios está muy relacionado con el tema de la necesidad de guardar la ley para cumplir la voluntad de Dios y agradarle a Él. En vez de estar mirando el uno al otro en la Iglesia, para ver qué está haciendo, cada uno debe estar mirando al Señor para ver si Él está complacido con su servicio. ii. El Juicio de Dios (v.10-12) Hablar de servir a Dios lógicamente le lleva a Pablo a hablar del juicio de Dios, porque Dios pasará juicio sobre todos Sus siervos. Pablo dice que el creyente comparecerá ante el TRIBUNAL de Cristo (v.10). Pablo ya ha hablado de la universalidad del juicio de Dios, en Rom 2:5-16. En 2 Cor 5:10 Pablo también habla de los creyentes compareciendo ante el tribunal de Cristo. Hay que enfatizar que este comparendo no pone en tela de juicio la salvación del creyente. El juicio del creyente no será para salvación o condenación (¡él ya es salvo!), sino para RECOMPENSAS. El juicio será según sus obras, para recibir recompensas eternas. Ver 1 Cor 3:13-15; Apo 20:11-13. Lo que Pablo quiere inculcar aquí es que en vez de estar pasando juicio sobre otros hermanos en la Iglesia, cada creyente debe estar pensando en que él un día tendrá que rendir cuentas a Dios (v.12). CONCLUSIÓN (v.13) La conclusión a la cual Pablo llega es que en vez de estar mirando el uno al otro, para juzgarlo, cada creyente debe mirar a su hermano, y proponerse no ser pie de tropiezo para él; porque esto es lo que Dios juzgará. c. Las Instrucciones de Pablo Acerca de Cosas Dudosas  (14:14-23) Lo más importante para Pablo era cortar estas actitudes negativas que los hermanos tenían entre ellos. Pero Pablo no lo puede dejar ahí. Él tiene la responsabilidad de orientar a los hermanos, especialmente al " débil en la fe", acerca de qué cosas puede o no puede hacer.

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i. Nada es " inmundo" (v.14, 20) Pablo comienza afirmando categóricamente que " nada es inmundo en sí mismo " (v.14a, 20); por lo tanto el creyente puede comer o beber cualquier alimento. Sin embargo, inmediatamente Pablo añade que si alguien PIENSA que algo es inmundo, entonces ese "algo" ES inmundo para esa persona (v.14b). Es decir, si la conciencia de alguien le indica que comer o beber algo es malo, entonces ir en contra de su conciencia sería malo. Podemos notar que la conciencia de cada persona será tomada en cuenta en el día del juicio final (Rom 2:15,16). ii. Se Debe Tomar en Cuenta al Hermano " Débil " (v.15-21) Aunque nada es inmundo en sí mismo, el creyente además de tomar en cuenta su propia conciencia, también debe tomar en cuenta la conciencia de otros (v.15). Por lo tanto, debemos entender que lo que comemos o bebemos es muy secundario (v.17-18); lo importante es no hacer tropezar u ofender a otro hermano (v.20-21). El creyente siempre debe buscar la edificación de otros, y no su propio bienestar (v.19). iii. Se Debe Tener Una Conciencia Limpia (v.22-23) Pablo concluye esta sección enfatizando una vez más la necesidad de no ir en contra de la conciencia. Él se da cuenta que lo que acababa de escribir, podría estimular a algunos creyentes judíos a ‘experimentar’, comiendo o bebiendo cosas que su conciencia realmente les prohíbe hacer. Pablo les pone sobre alerta que esto sería peligroso para ellos. Además, los creyentes más "fuertes" no deben incentivar a los creyentes  judíos a ingerir ciertos alimentos, porque para ellos esto sería pecado. En v.23 Pablo parece usar la palabra " fe" en un sentido especial, con el significado de ‘libertad interna’ o ‘libertad de conciencia’. Si el creyente no siente esa libertad interna, y va en contra de su conciencia, tal acción sería pecado, porque estaría actuando en contra de lo que su conciencia le indica ES LA VOLUNTAD DE DIOS. Y todo lo que hacemos, sabiendo (o dudando) que no es la voluntad de Dios, es pecado. *** Quizá aquí encontramos uno de los propósitos principales de Pablo,al escribir esta carta a los Romanos; él quería INSTRUIR LA CONCIENCIA DE LOS "DEBILES" PARA QUE GOCEN DE LA LIBERTAD CRISTIANA.

CAPITULO QUINCE: EL JUSTIFICADO MINISTRANDO EL EVANGELIO DE DIOS Instrucciones Finales (15:1-6) Lo que Pablo más anhela es la unidad en la Iglesia (v.5), y la responsabilidad de esto recae sobre los más "fuertes" en la fe. Ellos deben "soportar las flaquezas de los débiles", y no simplemente agradarse a sí mismos (v.1). Pablo usa el ejemplo de Cristo para incentivarles (v.3). CONCLUSION (Rom 15:7-13) Pablo concluye esta sección, en la misma forma en que la comenzó, instruyendo a los creyentes a aceptarse los unos a los otros (v.7; ver Rom 14:1). Otra vez, el énfasis está sobre la necesidad de los creyentes gentiles de tratar con mucho cuidado a los creyentes judíos. Si Cristo " vino a ser siervo de la circuncisión " (v.8), cuánto más lo deben hacer los creyentes gentiles; y no sentirse orgullosos (Rom 11:18). Por otro lado, Cristo

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también vino para que los gentiles " glorifiquen a Dios por Su misericordia " (v.9), cosa que los judíos no habían hecho a lo largo de muchísimos años. Por lo tanto, los creyentes judíos deberían valorar a los creyentes gentiles, y no menospreciarles. La finalidad de Pablo es que la Iglesia en Roma estuviera llena " de todo gozo y paz en el creer ..." (v.13).

CAPITULO DIECISEIS: EL JUSTIFICADO Y SU RELACION CON EL LIDERAZGO CRISTIANO CAPÍTULO 16 1 Pablo envía saludos a muchos hermanos, 17 y recomienda que se tenga cuidado con aquellos que ofenden y causan disensión. 21 Después de enviar saludos de sus colaboradores, concluye con una alabanza y agradecimiento a Dios. 1. Nuestra hermana. En sentido espiritual, hermana en la fe. Febe. Este nombre significa "radiante" o "brillante". Nada más se sabe de ella. Puede haber sido la que llevó la epístola de Pablo. Diaconisa. En el texto griego se emplea la palabra de género masculino diákonos. Es la única vez en el NT en que se aplica este término a una dama. El uso de esta palabra sugiere que el cargo de "diaconisa" ya podría haber estado establecido en la iglesia cristiana primitiva. Por lo menos Febe en algún sentido servía como "diácono" en la iglesia de Cencrea. Cencrea. El puerto marítimo oriental de Corinto, a unos 11 km. de la ciudad (ver com. "Cencrea", Hech. 18: 18). 2. Como es digno de los santos. O como corresponde a los santos. Ayudéis. Gr. paríst'mi, literalmente "estar al lado de". Este vocablo y el que se traduce "cosa" (prágma; cf. 1 Cor. 6: 1), son términos que se usaban en los procedimientos legales. Es posible que Febe atendiera algunos asuntos legales en Roma, y que los miembros de la iglesia en esa ciudad pudieran serle de alguna ayuda. Como había "ayudado a muchos", es claro que no necesitaba ayuda por causa de su pobreza. Ayudado. "Ha sido protectora" (BJ). Gr. prostátís, "ayudador", "protector". Este vocablo sólo aparece aquí en el NT. Quizá Febe ocupaba una posición que le permitía ayudar a sus hermanos en la fe, no sólo financieramente, sino también política y socialmente. 3. Saludad. Gr. aspázomai, palabra que se usa varias veces en este capítulo. Priscila. La evidencia textual establece el texto "Prisca" (BJ), cuyo diminutivo es "Priscila". Aquila, su esposo, era un  judío del Ponto. Cuando los judíos fueron expulsados de Roma por Claudio, Priscila y Aquila fueron a Corinto, donde Pablo los encontró y donde se convirtieron (Hech. 18: 1-3). Posteriormente se trasladaron a Efeso (Hech. 18: 18-19, 26; 1 Cor. 16: 19). Cuando se escribió esta epístola ya habían regresado a Roma, pero parece que después volvieron a Efeso (2 Tim. 4: 19). 4. Expusieron su vida. En alguna ocasión que desconocemos, Priscila y Aquila evidentemente arriesgaron sus vidas por Pablo durante el ataque de los judíos en Corinto (Hech. 18: 6-18), o en el tumulto en Efeso (Hech. 19). Iglesias de los gentiles. Las que estarían especialmente agradecidas en vista de la obra de Pablo entre ellas.

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5. Iglesia de su casa. Como los primeros cristianos no tenían templos donde reunirse, dependían de la hospitalidad de los miembros que permitían las reuniones en sus casas (cf. Hech. 12: 12; 1 Cor. 16: 19; Col. 4: 15; File. 2). Los creyentes de Roma pueden haber dispuesto de varios lugares como éstos para reunirse, según se deduce de Rom. 16: 1415. Epeneto. Nombre que significa "digno de alabanza". No se sabe de él sino sólo lo que se menciona aquí. Acaya. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "Asia" (BJ, BC, NC). Si se retiene "Acaya", parece haber un conflicto con 1 Cor. 16: 15. Epeneto fue, sin duda, uno de los primeros conversos o "primer fruto" de los que fueron ganados en la provincia de Asia. 6. María. Quizá no se identifique con ninguna de las otras Marías del NT. 7. Andrónico. Nombre que significa "vencedor". Junias. O "Junia" (BJ, NC). Junia es nombre de mujer; Junias, de varón. La forma acusativa del nombre no permite saber cuál es el nominativo. El que haya sido compañero de prisión sugiere un hombre. Parientes. Gr. suggen's, aquí posiblemente significa "compatriotas", como en cap. 9: 3. Compañeros de prisiones. Literalmente "compañeros de cautiverio". Andrónico y Junias quizá fueron encarcelados con Pablo durante uno de los muchos encarcelamientos del apóstol (ver 2 Cor. 11: 23), aunque ésta puede no ser necesariamente la interpretación del pasaje. Sencillamente alguna vez pudieron haber estado en prisión así como Pablo lo estuvo por causa del Evangelio. Estimados. Gr. epísimos, literalmente "que lleva una señal", "distinguidos" y por lo tanto "ilustres" (BJ). Entre los apóstoles. El significado podría ser que eran bien conocidos por los apóstoles, o que eran apóstoles distinguidos. Antes de mí. Es decir, habían aceptado el cristianismo antes de la conversión de Pablo. 8. Amplias. La evidencia textual establece el nombre "Ampliato" (BC, NC); "Amplias" es una forma abreviada de ese nombre. El nombre es latino y significa "agrandado". Amado mío. Es evidente que Pablo era su amigo personal. 9. Urbano. Nombre latino que significa "cortés". Estaquis. Nombre que significa "espiga de granos". La frase "amado mío" indica que Pablo lo conocía personalmente. 10. Apeles. Sólo se sabe de él que era "aprobado en Cristo". Aprobado en Cristo. Es decir, un cristiano fiel y probado. De la casa de Aristóbulo. Literalmente "los de Aristóbulo", expresión que podría aplicarse a sus esclavos. Pablo no aclara si Aristóbulo era cristiano o no. Varios comentadores creen que es probable que este Aristóbulo fuera nieto de Herodes el Grande. 11. Herodión. Judío, tal como lo indican las palabras "mi pariente" (ver com. vers. 7). Narciso. Quizá sea el infame favorito de Claudio, ejecutado después de que Nerón fue coronado como emperador. Los cuales están en el Señor . Esto implica que otros de esa casa no eran cristianos. 12. A Trifena y a Trifosa. Quizá dos hermanas. Nada más se sabe de ellas. Pérsida. Activa cristiana. No se nombra más en el NT.

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13. Rufo. No se puede afirmar que este Rufo sea el que se menciona en Mar. 15: 21 como hijo de Simón de Cirene. Su madre y mía. No la verdadera madre de Pablo, sino que sin duda había sido como una madre para él. 14. Asíncrito. No se identifica en ninguna otra parte a las cinco personas mencionadas en este versículo, ni se da la razón para presentarlas en conjunto. Los hermanos. Quizá se refiera a otra congregación cristiana que se reunía en algún lugar de Roma (cf. vers. 5, 15). Muchos de los nombres de este capítulo también aparecen, con mayor o menor frecuencia, en inscripciones relacionadas con los que pertenecían a la casa de César. Es significativa la coincidencia general de nombres teniendo en cuenta la mención que hace Pablo de los santos "de la casa de César" en Fil. 4: 22. 15. Filólogo. Los cuatro nombres aquí mencionados no se identifican en ninguna otra parte del NT. 16. Osculo santo. El beso era y es saludo acostumbrado en el Medio Oriente (ver 1 Cor. 16: 20; 2Cor. 13: 12; etc; cf. com. Mat. 26: 48). Todas las iglesias de Cristo. Estas palabras no aparecen en ninguna otra parte del NT. 17. Os fijéis. Gr. skopéÇ, "observar", "acechar", "atender a", "cuidarse de". Pablo interrumpe sus saludos para amonestar a los creyentes romanos contra los falsos maestros que podrían tratar de turbar su armonía y destruir su fe. Pablo había experimentado en Galacia y Corinto los perniciosos resultados de tales influencias. Divisiones. Gr. dijostasía, "disensión", "desacuerdo", "desunión". La misma palabra se ha traducido como "disensiones" en 1 Cor. 3: 3 y Gál. 5: 20, las únicas otras veces que aparece en el NT. Tropiezos. Gr. skándalon, "causa de tropiezo, "estorbo" (ver com. Mat. 5: 29). Doctrina. Gr. didaj', "enseñanza", "instrucción", aquí con referencia a las verdades fundamentales del cristianismo. Os apartéis de ellos. Cf. 2 Tes. 3: 14. 18. No sirven. Gr. douleÇ, "servir como esclavo" (ver com. cap. 1: 1; 6: 6, 18). Sus propios vientres. Sus motivos eran viles y sus propósitos egoístas (cf. Fil. 3: 17-19; Col. 2: 20-23). Suaves palabras. Gr. jr'stología, "palabra o discurso bien dicho", aunque no siempre sincero. Lisonjas. Gr. eulogía, "elogio", aquí "adulación". Engañan. Gr. exapatáÇ, "engañar". Ingenuos. Gr. ákakos. Y, "inocentes", "sin malicia". Este término sólo aparece en un pasaje más del NT (Heb. 7: 26), donde se ha traducido "inocente". 19. Vuestra obediencia. Es evidente que hasta ese momento los falsos maestros sólo habían hecho poco daño, y Pablo tenía confianza en los creyentes de Roma (cf. cap. 15: 14). A pesar de todo anhelaba que se mantuvieran en guardia. Sabios. Compárese con el consejo de Jesús de ser "prudentes como serpientes, y sencillos como palomas" (Mat. 10: 16). Ingenuos. Gr. akéraios, "sin mezcla", "puro", "incontaminado", "sencillo". No es la misma palabra del vers. 18 (ver comentario respectivo).

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20. El Dios de paz. Es apropiado que Pablo se refiera a Dios con este título, pues ha estado amonestando acerca de las influencias que ponían en peligro la paz de la iglesia (cf. com. cap. 15: 33). El "Dios de paz" es el que destruye a Satanás, pues el maligno es quien procura destruir la paz del pueblo de Dios. Aplastará. Pablo anticipa la victoria final predicha en Gén. 3: 15, que no está lejana. Este triunfo final sobre las fuerzas del mal se presagia en cada victoria conquistada por los creyentes cristianos sobre la tentación y el engaño. Pablo piensa en la victoria que espera que alcancen los creyentes de Roma "apartándose" (cf. vers. 17) de los falsos maestros que se esfuerzan por dividirlos y confundirlos. Gracia. Ver com. cap. 1: 7. 21. Timoteo. Pablo menciona el nombre de este converso de sus primeros esfuerzos y colaborador en todas sus otras epístolas, excepto Gálatas, Efesios y Tito. En el saludo inicial de esta epístola a los Romanos (cap. 1: 1-7), el nombre de Timoteo no está asociado con el del apóstol como en otras epístolas (ver 2 Cor. 1: 1; Fil. 1: 1; Col. 1: 1; 1 Tes. 1: 1; 2 Tes. 1: 1; File. 1). Quizá estuvo ausente cuando comenzó la carta, y vino después a unirse con Pablo en la víspera de su partida para Jerusalén (ver Hech. 20: 1-4). Lucio. Quizá el Lucio de Cirene mencionado en Hech. 13: 1. Jasón. Posiblemente el que había hospedado antes a Pablo en Tesalónica (Hech. 17: 9). Sosípater . Quizá sea el Sópater de Hech. 20: 4. Parientes. Gr. suggen's, aquí posiblemente "compatriotas" como en cap. 9: 3. 22. Tercio. Secretario de Pablo, a quien el apóstol permitió que enviara un saludo en su propio nombre. Parece que Pablo por lo general dictaba sus cartas a un escriba y añadía un saludo de su propia mano (ver 1 Cor. 16: 21; Col. 4: 18; 2 Tes. 3: 17; com. Gál. 6: 11). En el Señor. Esto indica la clase de colaboradores que Pablo buscaba. Tercio no era sólo un escriba sino un hermano en la fe, y debe haber seguido con gran interés las instrucciones de Pablo para los cristianos de Roma. 23. Gayo. Este nombre aparece cuatro veces más en el NT (Hech. 19: 29; 20: 4; 1 Cor. 1: 14; 3 Juan 1). El Gayo que se nombra aquí podría ser el mismo que Pablo había bautizado antes en Corinto (1 Cor. 1: 14). Se le llama "hospedador. . . de toda la iglesia", porque tal vez la iglesia se reunía en su casa. Erasto. Ver Hech. 19: 22. Tesorero. Gr. oikonómos, "ecónomo" o "administrador"; "cuestor" (BJ, BC), el nombre que daban los romanos al magistrado encargado de los asuntos financieros. Ver com. Hech, 19: 22. El hermano. "Nuestro hermano" (BJ), en el sentido cristiano. Cuarto. Sólo se lo menciona aquí. 24. La gracia. La evidencia textual favorece la omisión de este versículo. Ver com. cap. 1: 7. 25. Al que. Pablo termina su carta a los Romanos con la más magnífica de todas sus doxologías (cf. Fil. 4: 20; Heb. 13: 2021). Confirmaros. Gr. st'rízÇ, "establecer", "fortalecer", "confirmar", "sostener", "consolidaros" (BJ). Cf. cap. 1: 11. Según mi evangelio. Cf. cap. 2: 16. El Evangelio de Pablo era el mensaje de salvación que le había sido confiado. La predicación de Jesucristo.

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