Flora y Fauna Cadaverica (2)

April 26, 2017 | Author: Doblew Grace | Category: N/A
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SOBRE FLORA Y FAUNA CADAVERICA FACULTAD DE MEDICINA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES MEDICINA LEGAL Y DEONTOLOGÍA MÉDICA

INTEGRANTES: ABALONE, PAOLA GIMENA MICHALZUCK, ANGELINA LORELEY

Lunes, 18 de octubre de 2010

Indice Introducción y reseña histórica .....................................................................4 Tanatologia ...................................................................................................7 Historia de la entomologia forense ..............................................................8

Objetivos de la entomologia forense...........................................................12 Sustancias atrayentes.................................................................................22 Entomofauna...............................................................................................24 Fauna cadavérica hídrica ...........................................................................25 Flora cadavérica .........................................................................................28 Casos..........................................................................................................28 Conclusión...................................................................................................35 Bibliografía...................................................................................................39

Introducción La muerte es ese gran misterio de la vida y ninguna persona deja de preguntarse por ella. El hombre primitivo la concebía como resultante de un acto violento entre los hombres, las fieras o como consecuencia de fenómenos meteorológicos. Los egipcios afirmaban que la muerte se producía por el “cese de la respiración a la que seguía la detención del corazón…” ( Papiro de ebers siglo XVI A.C.) Alcmeon de crotona, estableció la diferencia entre vida y muerte, diciendo que la muerte consistía en la perdida de armonía, con desaparición total de la sangre, principalmente en el cerebro. Para Galeno, muerte era” la postración total de la naturaleza y la extinción del calor natural” ( Galeno 200 a 129 A.C.) En 1902 Lacassagne, la define como el “cese de las funciones nerviosas, circulatoria, respiratoria y termorregulador Como estudiante de medicina, hay un atractivo especial por conocer más a fondo las cuestiones del fin de la existencia.

En particular, el tema de la flora y la fauna cadavérica nos lleva a un mundo desconocido y apasionante por su gran utilidad en la investigación de muertes dudosas, que entrañan una causa que necesita salir a la luz. Sabemos que no es tarea fácil, pero nos planteamos el desafío de investigar lo más posible para lograr un trabajo optimo del tema. Tanatología Antiguamente

se

la

consideraba

como

el

estudio

de

las

modificaciones que experimenta el cuerpo humano a partir de la muerte. Con el avance de la tecnología médica, se ha introducido el concepto de muerte encefálica, ampliando el campo. Actualmente se la define como “aquella parte de la medicina legal, que estudia las cuestiones medicas, biológicas y jurídicas relacionadas con la muerte.” Incluye: •

Tanatodiagnóstico.



Tanatosemiología



Tanatocronología.



Autopsia.



Tanatoconservación.



Tanatolegislación.

Comenzando por las cuestiones legales, la tanatolegislación se ocupa de las normas y leyes vigentes relacionadas con el fin de la vida. Estas deberán ser tenidas en cuenta por el medico en el momento

de

realizar

las

comprobaciones

y

certificados

correspondientes.

Fin de la existencia: Art. 103 del código civil dice “termina la existencia de las personas por la muerte natural de ellas”.

Certificado de defunción: la ley 17132 establece en el Art. 19 la obligatoriedad de realizar el certificado de defunción por parte del médico que haya asistido al paciente en su última enfermedad, debiendo expresar los datos de identificación, la causa de la muerte, el diagnóstico de la última enfermedad de acuerdo a la nomenclatura que establezca la secretaría de salud pública.

Inhumación: es el acto por el cual se da sepultura a un cadáver en tumba o nicho. El documento que habilita a tal efecto es la licencia de inhumación que es extendido por el registro del estado civil y capacidad de las personas, dentro de las 24 horas de producida la muerte mediante la presentación del certificado de defunción. La inhumación no puede hacerse antes de las 12 horas de producida

la muerte ni demorarse por más de 36 horas salvo disposición judicial.

Exhumación: es la extracción del cadáver de su sepultura. Se realiza por orden judicial para la realización o repetición de autopsia médico-legal.

Cremación: es la reducción de un cadáver a cenizas. Puede ser de carácter voluntario (por voluntad propia en vida o por pedido de familiares después de la muerte) u obligatoria (fallecidos por enfermedad epidémica, enfermos indigentes no reclamados y cadáveres procedentes de la morgue judicial previa consulta con el juez interviniente). En el caso de los pacientes fallecidos dentro de los hospitales de la ciudad de Buenos Aires, para tal efecto debe contarse con el certificado de “cadáver destinado a la cremación”, en el que están los datos del paciente y el médico, causa de fallecimiento y que el cadáver falleció de muerte natural. La autopsia Es el conjunto de operaciones que realiza el médico sobre el cadáver para determinar la causa y el mecanismo de la muerte. Con la necroscopia se observa externamente el cuerpo. Con la necrostomia se procede a abrir el cuerpo.

Autopsia

asistencial

(clínica):

puede

ser

anatomopatológica,

realizada en centros hospitalarios para corroborar la correlación entre los datos de la historia clínica y los hallazgos de autopsia, para ser realizada debe contarse con el consentimiento de los familiares del fallecido.

Autopsia científica: se realiza en centros de investigación y es parte de protocolos de estudios de una determinada patología, también debe contarse con el consentimiento de la familia.

Autopsia médico legal (obducción): se hace por pedido del juez para determinar la causa de una muerte violenta o de causa dudosa. Se realizan en la morgue judicial, la realizan médicos designado por el juez (peritos) que en general son médicos forenses de la Justicia Nacional, o médicos de la policía. Este tipo de autopsia es: o Completa: de todo el cadáver (abdomen, tórax y encéfalo). o Metódica: o sistemática: se efectúa siempre que esté indicada (muerte violenta y de causa dudosa). o Ilustrada: fotos, videos, gráficos, dibujos, etc.

Se debe determinar el lugar de la muerte, examen externo del cadáver tal como fue hallado y recolección de rastros y huellas. Finalmente

se

realiza

el

examen

interno

y

los

estudios

complementarios (grupo y factor, pruebas toxicológicas, genéticas, etc. La tanatoconservación hace referencia al mantenimiento del cuerpo. Se realiza por: o Embalsamamiento:

suele

realizarse

para

el

transporte

internacional de cadáveres. o Refrigeración: entre 0 y 20 grados para poder conservar el cadáver cuando no es posible realizar al autopsia por impedimento médicos o legales.

El tanatodiagnostico comprende la definición de muerte, estimación del periodo agónico, el diagnostico de muerte y las formas medico-legales de la muerte. Definición de muerte: es el cese definitivo e irreversible de las funciones vitales respiratoria, cardiovascular y nerviosa (triada de Bichat).

Agonología: la agonía es el estado que indefectiblemente precede a la muerte. El término proviene del término “agon” (lucha o combate). La muerte no es un instante o momento porque todos los tejidos no mueren al mismo tiempo. La agonología estudia las modificaciones clínicas y texturales que se producen durante el período agónico. Se vale para su estudio de comprobaciones clínicas y post-mortem. Comprobaciones clínicas: se relacionan con el deterioro progresivo e irreversible de las funciones vitales. Comprobaciones post-mortem: autopsia (examen de coágulos y docimasias). Coágulos: si la agonía fue de corta duración la sangre es líquida, en cambio si fue prolongada hay coágulos adherentes de color amarillento y con la forma de la cavidad que los aloja. Los coágulos post-mortem, llamados cruóricos, no se adhieren a las paredes cardíacas ni vasculares, son fácilmente disgregables y son de color rojo negruzco. Docimasia: la hepática, investiga el glucógeno hepático, si la muerte fue súbita se encuentra esta sustancia (docimasia positiva), si la agonía fue prolongada la disminución guarda relación con la misma (docimasia negativa). La docimasia suprarrenal, se comprueba los valores de adrenalina que

experimentan una disminución directa con la duración del período agónico. Diagnostico de muerte Se hace en base a los signos: •

Cardiocirculatorios Ausencia del pulso y TA. Silencio auscultatorio en los 4 focos 5

minutos en cada foco. ECG negativo. •

Respiratorios Ausencia de ruidos respiratorios. Silencio auscultatorio. Ausencia de espejo empañado (signo de

Winslow). •

Nerviosos

Respuesta al dolor. Arreflexia total. EEG plano. Ausencia de reflejo pupilar y pupilas

midriáticas y fijas. •

Esqueleto-tegumentarios

Ventosas:

cuando

se

aplica

ventosa sobre la piel en el vivo se forman ampollas, en el muerto no. Signo de Lancisi: al apoyar un hierro candente en el muerto se forman lesiones distintas que en el vivo.

Formas medico-legales de la muerte Según se constaten los signos de muerte Muerte real: cuando se confirma el diagnóstico de muerte. Muerte aparente: las funciones cardiorrespiratorias resultan prácticamente imperceptibles. Este tipo de muerte debe ser breve, caso contrario se produce la muerte real. Las formas más frecuentes son la electrocutiva y la traumática. Muerte encefálica: termino introducido en la legislación por la ley de transplantes (ley 24193)

Según duración del período agónico Muerte súbita: se produce en estado aparente de buena salud. Existe la muerte súbita del adulto, la infantil y del lactante. Muerte inesperada: el individuo presenta patología, pero el pronóstico no hacía presumir la inminencia de la muerte. Muerte rápida: casi no hay período agónico. Se da en caso de accidentes, homicidio o suicidio.

Según la causa Natural: cáncer, infarto, infecciones, vejez, etc. Violenta: homicidio, suicidio o accidente.

De “causa dudosa”: los antecedentes y examen externo no refieren la causa de la muerte. Tanto en estos casos como en el caso de muerte violenta se debe realizar la autopsia médicolegal.

La tanatosemiología abarca la descripción de las transformaciones que experimenta el cuerpo una vez producida la muerte.

Signos tempranos (antes de las 48 horas)

Enfriamiento Es el descenso de la temperatura hasta equilibrarse con el medio ambiente. Las partes que primero se enfrían son el rostro y extremidades y las últimas son las regiones laterales del cuello y los huecos axilares. La temperatura puede indicarnos cuantas horas lleva de muerta una persona. Hay 2 métodos para tal determinación: o Método de Bouchut: la temperatura rectal desciende 0,8 -1 Cº por hora en las primeras 12 horas y de 0,3 – 0,5 Cº las siguientes 12 horas.

o Método de Glaister:relaciona la temperatura rectal con la

temperatura cadavérica del momento

Los niños y ancianos se enfrían más rápidamente, los obesos se enfrían más lentamente y los cadáveres sin ropa lo hacen más rápidamente que los que están arropados.

Deshidratación La pérdida de agua se produce por evaporación, se constata por la pérdida de peso, desecación de piel y mucosas y signos oculares (Stennon-Louis: pérdida del tonismo ocular, y la transparencia ocular. Signo de Sommer al deshidratarse la esclerótica posibilita ver la coroides por lo que se ve una mancha negra triangular primero en el lado externo y luego en el lado interno, aparece entre 3 y 5 horas después de la muerte en cadáveres que permanecen con los párpados abiertos).

Rigidez Primero hay miorrelajación y luego rigidez cefalocaudal y luego desaparece la rigidez en la misma forma en que apareció cuando comienza la putrefacción.

El frío determina una rigidez precoz y duradera mientras que el calor determina una rigidez también precoz pero breve. Espasmo cadavérico o signo de Taylor: es la persistencia de una contracción muscular después de la muerte. Se ve en las muertes rápidas tal como es el aferramiento del arma en mano en caso de suicidio (signo de Puopé), otras veces se interpreta como la persistencia del gesto que trata de impedir la causa que lleva a la muerte. No hay miorrelajación inicial. El sujeto queda en la posición en que murió.

Livideces Son marcas color rojo violáceas, debidas a la estasis sanguínea en las zonas declives pero la sangre se conserva dentro de los vasos es decir no hay extravasación. No aparecen en las zonas de apoyo ya que ahí los vasos están comprimidos, por ende esa región aparece pálida. Aparecen entre las 3 y 6 horas. Luego de 24 horas no parecen nuevas livideces, las que están permanecen sin moverse. Si se mueve al muerto antes de las 12 horas las livideces pueden moverse pudiendo aparecer en nuevas zonas y desaparecer las anteriores. Entre las 12 y 24 horas el cambio de posición genera nuevas livideces sin desaparecer las anteriores.

Modificaciones tardías (luego de 48 horas) TRANSFORMACIÖN CADAVERICA

Descomposición o putrefacción Luego de la muerte comienza un período de intensos fenómenos auto líticos, al mismo tiempo comienza el ingreso de la flora intestinal al interior de los vasos conformando la “red vascular de putrefacción”, actuando en primer lugar los aerobios y luego los anaerobios. La putrefacción demora en comenzar aproximadamente 12 horas, dependiendo de la causa de muerte, la temperatura ambiente, etc. Consta de varios períodos sucesivos: 1. período cromático: aparece la mancha verde en la región

ileocecal

(fosa

ilíaca

derecha),

debido

a

invasión

de

microorganismos en la cavidad abdominal. En el recién nacido y feto que no ha respirado la mancha comienza a nivel de boca y fosas nasales. Depende de las condiciones medioambientales, entre 1 y 3 horas en verano y entre 12 y 18 horas en invierno

2. período enfisematoso: se forman ampollas llenas de líquido

verde-amarillento opaco de olor fétido y luego la piel cae en colgajos. 3. período colicuativo: se denomina así a la transformación de las

partes blandas externas e internas en una masa de tejido friable de color parduzco (putrílago). 4. esqueletización: el cadáver se encuentra reducido a piezas

óseas cuando se completa el proceso de colicuación. Depende de la temperatura, humedad, estado del cuerpo anterior a la muerte, etc 5. descalcificación: los huesos pierden los elementos minerales

haciéndose frágiles y fragmentándose.

Saponificación o adipocira En zonas de clima húmedo y sin viento el cadáver sufre transformación grasa. Se ve en cadáveres en el interior de ataúdes depositados en nichos o bóvedas. El tiempo mínimo requerido es de 2 a 3 meses, evolucionando luego a la calcificación o a la colicuación.

El valor médico legal reside en que es posible realizar identificación dactiloscópica y porque se mantiene la morfología de las lesiones traumáticas.

Corificación Se da en las mismas condiciones de la adipocira pero cuando el muerto está en ataúdes de metal. El aspecto de la piel es seco, negruzco y de consistencia firme, “aspecto de cuero”.

Momificación Desecación, retracción y piel adherida a los huesos. Se produce en lugares secos y ventilados con temperatura elevada. Requiere como mínimo 6 meses. Tiene el mismo valor médico legal que la adipocira.

Congelación El frío intenso y prolongado puede conservar el cadáver por tiempo indefinido en perfecto estado. Una vez producida la descongelación la putrefacción ocurre de manera acelerada. En la congelación la dureza se extiende a todos los tejidos y al flexionar las articulaciones se siente el ruido producido por la ruptura de los microcristales

Tanatocronología Es el conjunto de comprobaciones médico-legales que permite establecer la data de la muerte.

El tanatocronodiagnóstico se realiza antes o después de la putrefacción. Antes se hace en base al estudio de los fenómenos inmediatos (enfriamiento, deshidratación, rigidez, etc.). Se puede agregar la determinación de potasio en el humor vítreo (aumenta luego de la muerte) y el estudio del contenido gástrico (naturaleza y estado de los alimento que se hallen). Después de la putrefacción, se evalúan los fenómenos tardíos. La tanatoentomología, estudia la calidad y cantidad de insectos que intervienen en la transformación cadavérica, la secuencia de aparición de las distintas clases de insectos se relaciona con la data de la muerte.

La entomología forense o médico legal, es el estudio de los artrópodos asociados con cadáveres, se utiliza, entre otros propósitos, para estimar el tiempo trascurrido desde la muerte o intervalo postmortem (IPM) y la identificación de los posibles traslados del cuerpo, así como las características de las zonas de procedencia. Sobre el sustrato en rápido cambio que representa un

cuerpo en descomposición, se van sucediendo diversas especies de insectos. Muchas de ellas prefieren una etapa bien definida de la descomposición, y aun es posible que la actividad de una especie prepare el sustrato para la que le sigue.

El tiempo de desarrollo varía según la temperatura. En términos generales y con pocas excepciones, los insectos despliegan una actividad normal entre los 5°C y los 28-32°C (según las especies). Con temperaturas de 1-4°C suelen caer en un letargo del cual salen con facilidad en cuanto sube la temperatura. Las temperaturas por debajo del punto de congelación producen la muerte, aunque ésta puede tardar varios días. Por el contrario, cuando las temperaturas exceden el límite superior del intervalo óptimo, los insectos suelen desplegar una actividad desordenada, y cuando alcanza un valor límite (que también dependerá de la especie) mueren. Dentro del intervalo de temperaturas que permite la actividad normal de los insectos, habrá un intervalo más restringido para cada especie. Dentro del intervalo apropiado para la especie, el desarrollo se acelera con temperaturas elevadas y se hace más lento con temperaturas bajas. En climas templados y áridos, en donde la fluctuación circadiana es grande, el desarrollo parece retardarse siguiendo las temperaturas mínimas bajas

Historia de la entomología forense

El primer documento escrito de un caso resuelto por la entomología forense se remonta al siglo XIII en un manual de Medicina Legal chino referente a un caso de homicidio en el que apareció un labrador degollado por una hoz. Para resolver el caso hicieron que todos los labradores de la zona que podían encontrarse relacionados con el muerto, depositasen sus hoces en el suelo, al aire libre, observando que tan solo a una de ellas acudían las moscas y se posaban sobre su hoja, lo que llevó a la conclusión de que el dueño de dicha hoz debía ser el asesino, pues las moscas eran atraídas por los restos de sangre que habían quedado adheridos a la supuesta arma.

Durante muchos años, se pensaba que al morir una persona las larvas que aparecían en el cadáver para alimentarse de el, bien aparecían por generación espontánea, o bien salían del propio cadáver. Estas creencias perduraron hasta que Francisco Redi, un naturalista del Renacimiento se propuso demostrar de una forma científica que estas larvas procedían de insectos, los cuales

depositaban sus huevos para que se desarrollasen sobre el cadáver. Para ello, realizó un experimento: expuso al aire libre un gran número de cajas descubiertas y en cada una depositó un trozo de carne, a veces cruda y otras cocida, para que las moscas atraídas por el olor fueran a desovar sobre ellas. A las diversas carnes acudieron las moscas y desovaron ante la presencia de Redi que observó cómo estos huevos depositados por los insectos se transformaban primero en larvas, después en pupas y por último cómo salían los individuos adultos. Redi distinguió cuatro tipos de moscas: Moscas azules (Calliphora); moscas negras con franjas grises (Sarcophaga carnaria); moscas análogas a las de las casas (Musca domestica o Curtonevra stabulans), y moscas de color verde dorado (Lucilia caesar). Hizo una contraprueba: las mismas carnes se colocaron en cajas, pero esta vez cubiertas con una gasa, para que también se produjese en ellas la putrefacción, pero las moscas no tuviesen acceso a ellas. Redi vio que las carnes se degradaban, pero que no aparecía sobre ellas ninguna larva. También observó que las hembras de las moscas intentaban introducir la extremidad del abdomen por las mallas tratando de hacer pasar a través de ésta sus huevos y que algunas moscas no depositaban huevos, sino

larvas vivas, dos de las cuales pudieron introducirse a través del tejido. Redi también demostró que las moscas no cavan la tierra y que las lombrices de tierra en ningún caso se alimentan de los cadáveres enterrados. Pero no fue hasta 1805 cuando Bergeret comienza a utilizar la entomología como ayuda en la medicina legal. Él, junto con Orfila y Redi, realizan otros estudios. Brouardel y Megnin, ampliaron y sistematizó la entomología forense. La primera publicación se realizó en "La Gazette hoddomaire de medicine et de chirugie" en un artículo titulado "De l’application de l’entomologie à la médicine légale", y después en una comunicación a la Academia de Ciencias, en 1887, bajo el titulo de "La Faune des Tombeaux". Aunque, el auténtico nacimiento de la entomología medico-legal tuvo lugar en 1894 con la publicación de "La Fauna de los Cadáveres. Aplicación de la Entomología a la Medicina Legal". Los diferentes grupos de artrópodos fueron definidos por Megnin como "escuadrillas de la muerte". Según el autor, estas escuadras son atraídas de una forma selectiva y con un orden preciso: tan preciso que una determinada población de insectos sobre el

cadáver indica el tiempo transcurrido desde el fallecimiento. Aunque no es tan exacto como el creía. A pesar de los estudios realizados por Megnin y colaboradores, la Entomología medico – legal se vio estancada desde finales del siglo XIX hasta mitad del XX por diversas razones, entre ellas el distanciamiento de los entomólogos y la falta de especialización en el tema. En 1978 Marcel Leclercq publica ‘Entomología y Medicina Legal. Datación de la Muerte’, y posteriormente el inglés Smith publica en 1986 el ‘Manual de entomología forense’. Acá empieza a ser de utilidad para la resolución de muertes dudosas.

Objetivos de la entomología forense

los principales objetivos de la Entomología Forense, que son: A. Datación de la muerte a través del estudio de la fauna cadavérica. B. Determinación de la época del año en que ha ocurrido la muerte.

C. Verificar que un cadáver ha fallecido en el lugar donde ha sido hallado o ha sido trasladado hasta el mismo. D. Dar fiabilidad y apoyo a otros medios de datación forense. Para un investigador criminalista que se enfrenta a un cadáver son tres las preguntas fundamentales que se le plantean: Causa de la muerte y circunstancias en las que se produjo, Data de la muerte y Lugar en el que se produjo la muerte. Él médico forense deberá diferenciar si las lesiones halladas en un cadáver semidevorado por animales carnívoros, fueron ocasionas post mortem, ya que tiene características especiales dependiendo de sí fueron ocasionadas antes o después de la muerte. De tal manera que los roedores dejan un área corroída y huellas de colmillos, las hormigas producen lesiones superficiales de tipo serpiginosas, los canidos devoran los miembros torácicos y podálicos dejando los huesos sin partes blandas y roídos en sus extremos. Las aves de rapiña devoran los órganos internos y posteriormente dirigen su ataque a los miembros. Los hongos se desarrollan en los cadáveres inhumanos, no así en aquellos que están expuestos al aire libre y el sol. Los que se encuentran con mayor frecuencia son los del tipo Mucor, Penicillium

y aspergillus. Este tipo de hongos no requieren de luz para desarrollarse ya que están desprovistos de clorofila. El tiempo transcurrido desde la muerte es un asunto de crucial importancia desde el punto de vista legal, para establecer culpabilidad o para identificar a la persona desaparecida. Uno de los métodos para determinarlo es la observación externa del cadáver, que incluye factores como temperatura corporal, livideces cadavéricas, rigidez, signos de deshidratación, lesiones externas, acción por animales e invasión de insectos. En cuerpos humanos es estimado por varios métodos: histológico, químico y zoológico. Sin embargo, transcurridas 72 horas, la entomología forense es usualmente el mejor método y en muchos casos el único para establecer el intervalo postmortem. Existen dos métodos para determinar el tiempo transcurrido desde la muerte usando la evidencia de los artrópodos, el primero utiliza la edad y tasa de desarrollo de larvas

el segundo método utiliza la sucesión de artrópodos en la descomposición del cuerpo:

Ambos métodos se pueden utilizar por separado o conjuntamente siempre dependiendo del tipo de restos que se están estudiando. Por lo general, en las primeras fases de la descomposición las estimaciones se basan en el estudio del crecimiento de una o dos especies de insectos, particularmente dípteros, mientras que en las fases más avanzadas se utiliza la composición y grado de crecimiento de la comunidad de artrópodos encontrada en el cuerpo y se compara con patrones conocidos de sucesión de fauna para el hábitat y condiciones más próximas. Sustancias atrayentes Toda vez que un cuerpo cesa sus procesos vitales, comienza su descomposición, iniciando desde la base misma de su estructura, las células. La muerte de éstas se da paulatinamente hasta la descomposición total del cuerpo. La producción de sustancias volátiles comienza en el proceso de autolisis en un medio prácticamente anaerobio, lo que favorece un rápido crecimiento en

la fauna bacterial del sistema digestivo (e. g. Bacteroides spp, Lactobacillus, Clostridia, Streptococco, Coliformes, Proteus, Pseudomonas, etc.) La mayoría de éstos organismos actúan de manera casi inmediata degradando carbohidratos, proteínas y lípidos produciendo ácidos, gases, y otros productos que son la bases de los cambios de color, olor y consistencia en un cadáver y que son los primeros signos evidentes en un cadáver, conocido como putrefacción. De los productos de la fermentación, los más destacados son los gases de metano, hidrógeno, sulfuro de hidrógeno, y dióxido de carbono. La flora entérica produce una gran variedad de ácidos orgánicos, en particular el láctico, acético, propiónico y el ácido acetoacético. En conjunto estos son los responsables de crear un ambiente ácido en el cuerpo en descomposición. Otros productos de importancia forense son los que resultan de la fermentación de alcoholes (etanol, butanol) y la acetona. Durante la descomposición, también destaca la desnaturalización de proteínas por la acción de exoenzimas que producen las bacterias, este proceso se da a nivel del citoplasma bacterial. Durante este proceso de descarboxilación se produce sulfuro de hidrogeno, putrescina y cadaverina; lo que le da el olor característico a un cadáver.

Entomofauna Fauna es el conjunto de los animales asociados con un lugar, un ambiente, etc La entomofauna cadavérica se refiere a aquellos insectos que se suceden con regularidad cronológica en un cadáver, desde el momento en que se produce la muerte hasta la destrucción completa de las partes blandas. Los episodios entomológicos postmortem, inician con los dípteros, a continuación suelen aparecen los coleópteros y durante un tiempo convivirán en nichos diferentes coleópteros y dípteros, por ultimo convivirán, también en nichos diferentes, coleópteros, ácaros y lepidópteros. Pero la propia secuencia de colonización y las especies implicadas variarán en función de múltiples parámetros, entre los que destacan la región biogeográfica, la época del año y las características ambientales particulares del hábitat en que se encuentre el cadáver. La muerte conlleva una perdida de la temperatura del cuerpo, la cual se equilibra con el medio ambiente en 24 horas, siempre que la temperatura exterior no sea demasiado baja. Aparecen livideces en el cuello y las partes declives en la primera hora, mientras que la

rigidez cadavérica se generaliza al cabo de unas siete horas para desaparecer según las circunstancias en dos, tres o cuatro días. En estos momentos, es cuando las primeras oleadas de moscas comienzan a llegar al cuerpo. Las hembras grávidas llegan al cadáver, lamen la sangre u otras secreciones que rezuman de heridas o los orificios naturales y realizan la puesta en los primeros momentos después de la muerte. También llegan atraídas por el olor de los gases desprendidos en el proceso de degradación Estos gases son detectados por los insectos mucho antes de que el olfato humano sea capaz de percibirlos, hasta tal punto, que en algunas ocasiones se han encontrado puestas en personas que aún se encontraban agonizando Los diferentes tipos de artrópodos que llegan a un cadáver pueden clasificarse de la siguiente forma: Especies necrófagas: son las que se alimentan del cuerpo. Incluye dípteros (Calliphoridae y Sarcophagidae) y coleópteros (Silphidae y Dermestidae). Especies predadoras y parásitas de necrófagos: este es el segundo grupo más significativo del cadáver. Incluye coleópteros como (Silphidae, Staphylinidae e Histeridae), dípteros (Calliphoridae y

Stratiomydae) e himenópteros parásitos de las larvas y pupas de dípteros. Especies omnívoras: se incluyen aquí grupos como las avispas, hormigas y otros coleópteros que se alimentan tanto del cuerpo como de los artrópodos asociados. Especies accidentales: aquí se incluyen las especies que utilizan el cuerpo como una extensión de su hábitat normal, como por ejemplo Collembola, arañas, ciempiés. Algunas familias de ácaros que pueden alimentarse de hongos y moho que crece en el cuerpo. En los cadáveres se produce una progresión sucesiva de artrópodos que utilizan los restos en descomposición como alimento y como extensión de su hábitat. Esta sucesión de artrópodos es predecible ya que cada estadio de la putrefacción de un cadáver atrae selectivamente a una especie determinada. Se menciona a los dípteros como los primeros colonizadores del cadáver, donde estos insectos cumplen una parte importante de su ciclo vital. Constituyen la primera oleada de necrófagos, que aparece inmediatamente después de la muerte. Está representada por dípteros pertenecientes a las familias de Calliphoridae

(Calliphora vicinia) y muy frecuentemente Sarcophagidae (Sarcophaga carnaria) Calliphoridae

Sarcophagidae

Las hembras de estas familias suelen depositar sus huevos en los orificios naturales del cadáver tales como ojos, nariz y boca, así como en las posibles heridas que pudiese tener el cuerpo. En Buenos Aires,algunas activas en primavera tardía y verano, como Lucilia sericata. Otras en otoño e invierno como Callíphora vicina. El color puede variar mucho. El tórax tiene brillo metálico tan fuerte como el del abdomen, y no presenta marcas negras. La familia Sarcophagidae no pone huevos, sino que deposita larvas vivas. Los huevos son aproximadamente de 2mm de longitud y poseen un corto periodo embrionario. El estadio de huevo suele durar entre 24 y 72 horas, siempre dependiendo de la especie.

Los huevos puestos en un cadáver normalmente eclosionan todos a la vez, lo que da como resultado una masa de larvas que se mueven como un todo por el cuerpo. (Gof & Lord, 1994). Las larvas son blancas, cónicas, ápodas y formadas por 12 segmentos; nacen y se introducen inmediatamente en el tejido subcutáneo. Lo licuan gracias a unas bacterias y enzimas y se alimentan por succión continuamente. Cuando las larvas han finalizado su crecimiento, cesan de alimentarse y bien en los pliegues del cuerpo, de la ropa o alejándose del cuerpo, se transforman en pupa. El crecimiento y la transformación en pupa varían además de con cada especie, con las condiciones exteriores y dependen de la causa de la muerte y tipo de alimentación. Para metamorfosearse, la larva deja el cadáver y se entierra. Se transforma en pupa dentro de la cutícula de la larva: el pupario. La pupa se transforma en mosca adulta, la cual emerge rompiendo el pupario. Éste queda en la tierra: es un cuerpo en forma de barril, de 5-10 mm, castaño o negruzco. Si no se rompe por acción mecánica, queda por años y aun siglos. Lucilia sericata (mosca verde) y pupario vacio

Existen innumerables referencias de la temprana llegada de los dípteros al cuerpo una vez acaecida la muerte; también existen referencias sobre la presencia de puestas en cuerpos aún con vida, bien por la existencia de heridas abiertas o por procesos inflamatorios purulentos (Nuorteva, 1977). Las larvas que eclosionan en cuerpos con vida, en primer lugar se alimentan de los tejidos necróticos para seguir alimentándose de los vivos, causando las miasis. Por lo tanto, la presencia de los callifóridos en un cadáver reciente, es inevitable. Toda ausencia de huella de este paso, pupas vacías, adultos muertos, debe obligar a los investigadores a formular ciertas hipótesis: A. Que el cadáver haya sido trasladado de lugar, y aún en este caso se encontraría algún resto de estos dípteros.

B. Que el lugar del fallecimiento sea lo suficientemente oscuro e inaccesible a estos grandes dípteros cosa poco probable pues los callifóridos se encuentran dentro de las casas durante todo el año. C. Que los restos de los dípteros hayan desaparecido por la acción de los necrófilos (depredadores o parásitos de los necrófagos), o animales (aves insectívoras, hormigas, avispas). Ello no ocurre prácticamente nunca de modo completo, a no ser que el intervalo postmortem sea muy largo. Y aún en este caso, hay que tener en cuenta que la cutícula de los artrópodos es prácticamente indestructible, pudiendo permanecer miles de años; se han encontrado pupas fósiles de dípteros en el cráneo de un bisonte perteneciente al Cuaternario. D. Que el cadáver haya sido impregnado con productos repugnatorios, que hayan impedido el acceso de las primeras oleadas de insectos. En este caso aparecerían en el cadáver restos de productos como arsénico, plomo o formol, que se ha comprobado evitan la presencia de los primeros necrófagos en el cadáver. Normalmente, y a la vez que los callifóridos, aunque en muy pocos casos conviviendo en el mismo cadáver, aparece otro grupo de

dípteros los sarcofágidos. Que no aparezcan juntas con los callifóridos puede deberse a que las larvas de Sarcophaga depredan a las de Calliphorae. Otros callifóridos que también pueden aparecer en los cadáveres aunque con menos frecuencia que la Calliphora vicinia son los géneros Lucilia (L. sericata y L. caesar), Phaenicia (Ph. Sericata) y Chrysomyia (Ch. albiceps). Estos géneros son activos a partir de los 13º C y realizan sus puestas principalmente en los pliegues del cuerpo, eclosionando entre las 10 y las 52 horas de la puesta, el crecimiento de la larva dura entre 5 y 11 días y la pupación varía de forma importante ya que a unos 13ºC dura entre 18 y 24 días mientras que a temperaturas de 31ºC puede reducirse a entre 6 y 7 días. Mientras los sarcofágidos pupan entre la ropa o en los pliegues del cuerpo y aprovechan los orificios naturales para sus puestas, los callifóridos se entierran para realizar la pupación y prefieren hacer sus propios orificios. Con la aparición del ácido butírico en el cadáver aparecen los primeros grupos de coleópteros derméstidos como Dermestes maculatus, D. frischii y D. undulatus, y el lepidóptero Aglossa

pinguinalis. Son bastante comunes en cadáveres de aproximadamente un mes. Dermestes maculatus

Los adultos de Dermestidae emergen al principio de la primavera, abandonan su habitáculo de ninfa, se aparean y vuelan en busca de cadáveres o de restos de animales en descomposición. Las hembras efectúan puestas durante varias semanas de entre 150 y 200 huevos en grupos de 2 a 10 en las fisuras de las materias nutricias. Estos huevos eclosionan según la temperatura entre 3 y 12 días después de la puesta. Las larvas presentan un cuerpo alargado y progresivamente afilado por detrás, marrón rojizo, erizados de pelos cortos y largos seis patas móviles

Su ciclo vital dura entre 4 y 6 semanas. Es importante conocer que estas especies dan una sola generación anual o dos en condiciones favorables a 18 – 20ºC de temperatura y 70% de humedad. Son insectos que se alimentan especialmente de la grasa en descomposición mudas y desechos de las escuadras anteriores.

Estos coleópteros evolucionan sobre las grasas en fermentación al mismo tiempo que las orugas de una pequeña mariposa de género Aglossa (A. pinguinalis). Estos lepidópteros viven con mucha frecuencia en las cuevas, las bodegas, las plantas bajas deshabitadas o utilizadas como almacenes de alimentos. Revolotean al amanecer desde la mitad de junio hasta septiembre. Las hembras hacen la puesta en varias veces, en los productos de origen animal olvidados. El olor rancio de las grasas descompuestas las atrae poderosamente. Desaparecen en el

cuerpo y se alimentan un mes largo, después salen y se transforman en crisálidas durante 20 días en un capullo formado de restos diversos. La temperatura provoca su eclosión si es suave o la retarda hasta la primavera siguiente en caso contrario. Después de la fermentación butírica de las grasas aparece la fermentación caseica de los restos proteicos. En estos momentos, son atraídas las mismas moscas que pueden acudir al producirse la fermentación del queso o del proceso del secado del jamón: la especie más importante es la Piophila casei, con un ciclo vital de unos 30 días. En este momento se peden encontrar otras grupos de dípteros como Fannia scalaris, F. canicularis, F. incisurata, así como drosofílidos, sépsidos y esferocéridos. Fannidae

Piophila casei

Entre los coleópteros hace su aparición la especie (Necrobia. violacea) con las mismas preferencias nutritivas que Piophila casei; el ciclo vital dura aproximadamente entre 25 y 35 días.

El siguiente proceso en aparecer es la fermentación amoniacal. En este periodo van a visitar el cadáver los últimos grupos de moscas pertenecientes al género Ophira (O. leucostoma, O. cadaverina y O. antrax) y al grupo de los fóridos (Triphleba trinervis, T. hyalinata, T.opaca, Diploneura abdominalis, Prora aterrina, etc). Ophira aenescens

Estos grupos de moscas viven habitualmente en nidos de pájaros, madrigueras de pequeños mamíferos, habitáculos de insectos sociales, etc. Y se nutren a expensas de los restos alimenticios, excrementos o residuos orgánicos de sus hospedadores. Frecuente en el cementerio de Chacarita. Exhumaciones, casos de encierro después de 1-2 meses Otra especie es la mosquita amarilla (Megaselia scalaris). Cosmopolita. Frecuente en cementerios de Buenos Aires. Típica de exhumaciones. Casi nunca al aire libre. En encierro más bien rara. Suele aparecer cuando las primarias normales quedan excluidas: fuertes calores en verano, encierro y calefacción en invierno.

Megaselia scalaris

Formando parte de esta escuadra se encuentra a los coleópteros necrófagos por excelencia. Especies como Necrophorus humator, N. vespilloides y N. vestigator, Necrodes littoralis y Silpha obscura, son comunes en los cadáveres en avanzado estado de descomposición Coleópteros necrófagos

Pertenecientes a la familia de los estafilínidos aparecen las especies Coprophilus striatulus, Omalium rivulare y Creophilus maxillosus; y entre los histéridos miembros de los géneros Hister

(H. bimaculatus, H. unicilor, H. ignobilis) y Saprinus (S. semipunctatus, S. depresus, S. semistriatus) Estafilinidos

Han pasado ya más de 6 meses y se entra en la etapa de Desaparición de los restos con el cadáver prácticamente seco o con un grado de sequedad bastante importante; en este momento aparecen en el cadáver verdaderas masas de ácaros, generalmente de tamaño microscópico, que se cuentan por millares de individuos. Pertenecen a ocho o diez especies no bien conocidas. Los más estudiados son los que pertenecen al grupo de los tiroglífidos (Tyroglyphus siro). En ocasiones pueden ser observados en el jamón muy seco, cecina u otros productos secos o ahumados. Tras la desaparición de los ácaros el cadáver ya está completamente seco. Hacen entonces su aparición una serie de coleópteros que van a alimentarse de los restos de pelo, piel, uñas, etc., pertenecientes a

los géneros Dermestes (D. maculatus), Attagenus (A.verbasci), Rhizophagus, etc.; también vuelven a aparecer algunas especies de derméstidos que ya habían aparecido en etapas anteriores. Aparecen también algunos lepidópteros con los mismos hábitos alimenticios en estado larvario: Aglossa caprealis, Tineola bisselliella, entre otros. A partir de 1-1,5 años de la muerte, en el cadáver no quedan más que escasos restos orgánicos, huesos y en su entorno restos de los artrópodos que lo han visitado. En este momento hacen su aparición tres especies de coleópteros muy característicos que se alimentan a base de estos residuos, Ptinus brummeus, Trox hispanus y Tenebrio obscurus. Toma y conservación de la muestra Las moscas que llegan a un cadáver reciente van de preferencia a los ojos, la nariz y las heridas cuando existen. Pasado un lapso de 12 a 36 horas según las circunstancias y la época del año, los ojos y la boca (si no han sido colonizados) dejan de ser atractivos porque las mucosas se resecan. Si llegan moscas entonces, van a la boca, los oidos o la región genitoanal cuando está expuesta. Si no lo está, pueden transcurrir otras 12-24 horas hasta que las moscas se sientan estimuladas a oviponer sobre las ropas que cubren la región genitoanal. En este período puede evidenciarse

también una atractividad del área periumbilical.

Resulta evidente que luego de unas 48 horas (en verano) una muestra de la región nasal, con larvas II, será diferente de una muestra de la boca, con larvas I, y de la muestra, por ejemplo, del pantalón del sujeto, que puede presentar huevos.

También existen sucesiones anormales:

En casos de crimen sexual, puede ocurrir que la colonización comience por la región genitoanal. En ese caso, la fauna de esa región estará adelantada en desarrollo a la fauna de la cara.

Algo similar puede ocurrir en casos de abandono (infantes, ancianos, enfermos) en que los excrementos actúan como atractivo.

En los ahorcados, se suele observar colonización de la cabeza entera, que está congestionada de sangre.

En personas que fallecen en su cama muy arropada, a menudo la colonización se demora mientras el cuerpo se deshidrata, y comienza por el cuero cabelludo.

Es importante guardar por separado las muestras de diferentes partes del cuerpo, o de otros lugares en donde pueda haber insectos, como la tierra bajo el cadáver.

El conservante ideal es alcohol. El formol vuelve quebradizos a los insectos; el agua no es conservante, los insectos en agua se pudren. Se puede usar alcohol medicinal, rebajado a 75-80% con agua (blanda). Los insectos de tegumentos duros (hormigas, avispas, escarabajos) se echan directamente al alcohol, con lo que mueren rapidamente. También se pueden poner en alcohol los insectos que se encuentren muertos y pegoteados.

Las formas juveniles blandas, las larvas ("gusanos") requieren tratamiento especial. Aunque su cutícula es blanda y fina, es impermeable, y no deja pasar el alcohol hasta que ya se han comenzado a macerar los tejidos. Para evitar esto es necesario fijar antes de conservar. Hay varias técnicas, pero la más sencilla es echar sobre las larvas un gran golpe de agua muy caliente,lo que causa la muerte en forma instantánea y fija las larvas en extensión. El calor coagula las proteínas; detiene la autólisis al desactivar las enzimas, y además los tejidos quedan mejor preparados para

conservarse. Luego de unos cinco minutos, se pasan las larvas al alcohol. Es importante recordar ese paso. El calor fija; el alcohol conserva; el agua no conserva.

Pero no todos los cadáveres aparecen en tierra, aparecen cadáveres sumergidos en agua, tanto dulce como salada. La fauna cadavérica hídrica a la que hace mención por primera vez Raimondi y Rossi en 1888, no es conocida como la fauna terrestre, debido a la dificultad que entraña su estudio. No obstante, Porta, en 1930, lleva a cabo una serie de investigaciones que se esquematizan en la Tabla II.

Tabla II Fauna cadavérica hídrica por periodos

SUMERSIÓN EN AGUA SUMERSIÓN EN AGUA DE MAR DULCE Fauna Periodo

Fauna cadavérica

Periodo cadavérica

Cromático

Moluscos

Cromático

Larvas de

insectos Crustáceos Crustáceos Moluscos (escasos) Sanguijuelas Larvas de insectos Crustáceos Enfisematoso

Moluscos Enfisematoso

(abundantes)

(escasos) Crustáceos (abundantes)

Peces Protozoarios Peces

De disolución inicial

Celenterados

Sanguijuelas Crustáceos (excepcionalmente)

De disolución Peces terminal

Cualicuativo

Ademas de la temperatura a la hora de la determinación del intervalo postmortem, existen otros factores importantes que hay que tener en cuenta, como el fenómeno de pedantismo y canibalismo entre los insectos; la existencia de insectos predadores, como hormigas y avispas, que en ocasiones capturan y destruyen las larvas de dípteros que se desarrollan en un cadáver. Hay un fenómeno de canibalismo existente entre larvas de especies vecinas que se encuentran en un momento determinado en un mismo lugar. Por ejemplo, las larvas de Sarcophaga carnaria pueden convivir con las de Lucilia, pero en un momento determinado, si escasea el alimento, éstas últimas pueden ser devoradas por las de Sarcophaga.

Flora cadavérica La sumersión, es la muerte violenta producida como consecuencia del ingreso de un elemento líquido en las vías aéreas; obedeciendo el deceso a la acción mecánica de la columna líquida sobre el intercambio gaseoso y a los efectos producidos por el pasaje de líquido a la circulación. Desde el punto de vista médico legal la causa más frecuente es de

naturaleza accidental. Existen distintas modalidades en función del sitio y la forma en que se produjo la muerte. Prácticamente todas las aguas poseen en suspensión organismos animales y vegetales microscópicos, genéricamente denominados "plancton". En un ahogado, el líquido de sumersión inunda los pulmones, la circulación general y los órganos de su dependencia, arrastrando consigo dichos organismos. Investigando estas partículas biológicas en los sitios anatómicos adecuados, puede intentarse corroborar el diagnóstico de sumersión. Los órganos electivos de búsqueda son el corazón y la médula ósea. La celeridad de los cambios putrefactivos en cerebro, hígado, bazo y riñones, brinda menores márgenes de seguridad en los resultados. Deben interpretarse cautelosamente los hallazgos a nivel pulmonar, dada la posibilidad de difusión pasiva post-mortem. Las determinaciones deben orientarse dentro de la comunidad planctónica viviente, específicamente al fitoplancton (de mayor utilidad que el plancton animal) y dentro de éste al género conocido como diatomeas. La clasificación de las microalgas debe ser ecológica, valorando

cualitativamente las especies, a fin de orientar acerca del sitio probable de sumersión y diferenciar organismos presentes en las vísceras previa sumersión. Deben correlacionarse en lo posible los organismos hallados en el cadáver con los provenientes de las muestras del líquido de sumersión. Asimismo, deben comparase las especies encontradas en corazón con las de médula ósea si las hubiere, valorando todos éstos hallazgos en el contexto global de la autopsia. En cadáveres putrefactos, el sitio anatómico de elección para la investigación es la médula ósea.

Casos

"Sergio y Pablo Schoklender fueron acusados y condenados por el asesinato de sus padres, en octubre de 1981. La carátula dice muerte por estrangulamiento mecánico. Sin embargo, el doctor Avelino Dopico encontró plancton en las vísceras de los dos cadáveres. Y el plancton, como se sabe, sólo está en el agua.

Bibligrafia

• Patito, José Angel : Medicina Legal-2ª edicion. Editorial ECN. Bs As.Abril 2002 • Entomologia Forense- Colegio postgraduados. • La entomologia forense y su aplicación a la Medicina LegalData de muerte- Concha Magaña-españa 2003 •

Laboratorio de Antropología. Instituto Anatomico Forense. Ciudad universitaria de Madrid.

• www. entomología forense. unq.edu.ar- Dr. Nestor Centeno • Dra Adriana Oliva( doctora en ciencias biologicas UBAinvestigadora del CONICET-Jefa del laboratorio de entomologia forense MACN)

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