Fitoussi y Rosanvallon - La Nueva Era de Las Desigualdades
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La Nueva Era de las Desigualdades Fitoussi - Rosanvallon I. Los dos padecimientos 1. La sociedad opaca. Los dos discursos. Hay en la actualidad dos maneras profundamente diferentes de hablar de la sociedad: celebrar la buena salud relativa a nuestra economía, economía, o deplorar el ensanchamiento de la facturación. No tiene ningún sentido, por lo tanto, decir "todo va bien a excepción del desempleo". ues !ue es ustamente est# "excepción" la !ue constituye el problema. $el mismo modo, no importa tanto los promedios de ingresos, ingresos, como su dispersión y distribución. %os indicadores estadísticos estadísticos corrientes captan poco y mal: los fenómenos de precariedad, precaried ad, el sentimiento creciente de inseguridad, las formas múltiples de fragili&ación del vínculo v ínculo social. %a distancia distancia entre las diferentes diferentes lecturas lecturas de la soci socieda edad d ya es en si misma un síntoma de la fractu fractura ra !ue la atraviesa. 'sta coexistencia de dos discursos discursos contradictorios, pero igualmente ciertos, es ensimisma el síntoma de una profundi&ación de las desigualdades. desigualdades. (i el país continúa enri!ueci)ndose enri!ueci)ndose globalmente mientras crece la fractura social, es sin duda por!ue hemos entrado una nueva era de las desigualdades, aceptada por algunos con mayor o menor cinismo
El retorno ambiguo de la sociedad. No basta con hab hablar lar globalmente globalmente de la fractu fractura ra soc social ial par para a compr comprend ender er los nuevo nuevos s mecan mecanismo ismos s de las tensiones !ue estructuran nuestra sociedad. 's sorprendente comprobar !ue hoy los ata!ues de solicitud por los m#s pobres, se inscriben a veces en un enfo!ue muy indiscutible de los políticos. %a cuestión social se aborda con demasiada demasiada frecuencia en unos t)rminos !ue conugan tres grandes grandes perversiones de la política y los buenos sentimientos, sentimientos, el gusto por la política espect#culo y la simplif icación de los problemas.
La política y los buenos sentimientos. %a distinción entre la derecha e i&!uierda correspondía correspondía una )poca de enfrentamientos sociales e ideológicos, y de oposición de proyectos de sociedad. 'n un universo en !ue los t)rminos de las opciones y la naturale&a de lo !ue est# en uego parecen m#s vagos, se dibuan nuevas líneas de clivae *o anclae+. %a antigua opción entre progresistas y conservadores ser# reempla&ada entonces por la distinción entre los hombres políticos honestos y los corruptos, las personas de buena voluntad, preocupadas por el inter)s general, y los cínicos !ue persiguen una meta egoísta de ocupación del poder. %a compasión no puede servir como política. 'sta no es cosa de buenas intenciones, implica arbitraes de opciones. 'n la política de los buenos sentimientos, no se habla ni de impuestos ni del costo de la solidaridad, no se disc discuten uten los efect efectos os event eventualme ualmente nte per perverso versos s de ciertas políticas políticas soci sociales, ales, así como tampoco se procuran determinar verdaderos derechos.
El gusto por la política espectáculo. %a nueva atención prestada en la cuestión social se inscribe, desgraciadamente, en el linae de la política espect# esp ect#culo culo.. %a actualidad actualidad la mane manera ra como reto retorna rna lo soci social al ates atestigu tiguó ó inclu incluso so lo !ue podría podría llamar llamarse se un "voluntarismo espect#culo", !ue sería imposible confundir con expresión de una verdadera verdadera voluntad de cambio. odo sucede como si lo esenci esencial al fuera proclamar la propia generosidad generosidad y dar muestra de buena voluntad. ero con ello est estamo amos s en las ant antípo ípoda das s de un ru rumbo mbo ver verdad dader erame amente nte ref reform ormista ista:: no se toc toca a na nada da,, sol solo o no nos s contentamos con estigmati&ar.
El nuevo maniqueísmo. ero tal ve& sea sobre sobre todo la simplificación de los problemas problemas lo !ue constituye hoy en día un obst#culo obst#culo a la comprensión de las mutaciones !ue atraviesa la sociedad. 'sta simplificación es manifiesta en la manera como la mayoría de los hombres políticos tratar de exclusión. $esempleo de larga duración, duración, nueva pobre& pobre&a, a, sin techo, el ascenso de la exclusión ha constituido un hecho social !ue primera magnitud. %a invitación a luchar contra la exclusión tambi)n ha simplificado lo social, sin la din#mica social, en efecto, no puede reducirse a la oposición entre !uienes est#n adentro y !uienes est#n afuera. %a especie especie de mani! mani!ueísm ueísmo o !ue se impuso en los discursos discursos es a menu menudo do una manera de !uedarse !uedarse en la
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superficie de las cosas al mismo tiempo !ue se proclama un radicalismo de fachada. %a exclusión es resultado de un proceso, no un estado social social dado. -uerer reducirla sin modificar las reglas del uego para todos, no es m#s !ue ilusión y mentira.
El crecimiento de la opacidad social. %a sociedad sociedad apa aparece rece menos legibles, legibles, m#s difícil de descifrar. descifrar. %os puntos puntos de referencia referencia era eran n rela relativamente tivamente claros: coincidían con los de las categorías sociales, las profesiones, los territorios. %a política podía apoyarse sobre esos datos datos geogr#ficos o sociológicos. 'n la actualidad, esas diferencias se deshicieron deshicieron poco a poco. uede decirse !ue !ue la política, en cierta forma, se desociologi&ó. desociologi&ó. 'n muchos aspectos, lo social se hi&o m#s inasible. hocamos con una verdadera dificultad de desciframiento global, !ue es otra faceta del d)ficit de representación representación !ue sufre sufre la sociedad. $e allí surge, por otra parte, parte, la tende ten denci ncia a a re redu ducir cir la cue cuesti stión ón so socia ciall al ún único ico fen fenóme ómeno no !u !ue e se presen presenta ta com como o ma masivo sivo y evid eviden ente: te: el crecimiento de la exclusión. on un número cada ve& mayor de informes puntuales, la socieda sociedad d aparece menos legible en su conunto. %os instrumentos de conocimiento estadístico, fueron concebidos e introducidos para captar la sociedad de clases, compartimentada, organi&ada er#r!uicamente, de movimientos relativamente lentos. /a no captan sino una parte limitada de la socieda sociedad d actual. (eguimos viv iendo, sin duda, en una sociedad muy diferenciada. %as es %as estad tadíst ística icas s tra tradic dicion ionale ales s se re revela velan n ine inepta ptas s pa para ra de descr scribi ibirr est este e nu nuevo evo uni univer verso so soc social ial com como o m# m#s s atomi&ado e individualista, de perfiles m#s fluctuantes e inestables. %a opacidad !ue experimentamos experimentamos proviene en primer lugar de allí. orresponde al hecho de !ue nuestros medios de conocimiento ya no se adaptan a la comprensión de los movimientos de una sociedad de energía sociales m#s d)biles y m#s difusas. %a desregulación desregulación económica y el crecimiento de la desocupación !ue marcaron los a0os 12 y 32 no han hecho m#s !ue aumentar la dificultad de descifrar la sociedad.
La entropía reformista. 4na de las grandes funciones de representación política consiste en producir legibilidad. Hoy en día est# produ pro ducci cción ón de leg legibi ibilid lidad ad com como o a la las s cie cienci ncias as so socia ciales les y a la pol polític ítica a su sufre fren n un de desp sperf erfect ecto. o. No rem remite ite únicamente al mal funcionamiento del sistema político. (e deriva del hecho de !ue la sociedad aparece aparece como m#s indescifrable como tanto para !uien es uno de los actores como para !uien !uiere intervenir sobre ella.
2. Las inseguridades i nseguridades sociales. %a inseguridad inseguridad es hoy la palabra clave. 5salariados, funcionarios, funcionarios, ubilado: todos a la ve& expresan temor temor a un ma0ana incierto. 'l sentido del futuro, al mismo tiempo, se ha invertido. /a no se lo percibe como el tiempo de la carrera, del progreso profesional, sino como el de lo aleatorio. odo parece inseguro en todo momento. 6ientras los asalariados viven en un imaginario de la fragilidad, el discurso político por su lado, no consigue darles confian&a del porvenir.
La relación con el tiempo. %a inflación resulta de una puesta sobre la permanencia permanencia del progreso y el crecimiento: en cuanto a la tasa de inter)s, marca el valor del futuro. (i es elevada, significa !ue est) es peligroso, !ue cuesta mucho dear pasar pasar el tiempo, !ue en principio hay !ue pagar antes de esperar. (i es baa, incluso nula, significa !ue el futuro se percibe "como el presente", dicho de otra manera, !ue el "ma0ana" ser# un "presente cercano", un mundo con el cual es posible establecer una connivencia. 'n el seno de las mismas familias, entre amigos, en las mismas categorías socioprofesionales, est#n !uienes ad!uirieron "bienes" en el momento oportuno y !uienes no le hicieron. 'l futuro se convirtió en un operador de discriminación entre personas !ue se creía en iguales.
La crisis antropológica. 'l desarrollo de una desocupa desocupación ción masiva es el vector evidente y primordial de la sensación de insegurida inseguridad dy vulnerabilidad !ue tetani&a a la sociedad. 6archa unto a la gran mutación !ue experimentan hoy en día las economías a escala planetaria planetaria y traduce la gigantesca redistribución redistribución de las cartas entre individuos, clases y países !ue !ue la acompa0a. 'l escenario político ya no ofrece ni referencia para la comprensión comprensión de los problemas ni perspectivas para la acción. %a cri crisis sis es, en últ última ima ins instan tancia cia,, de or orden den estruct estructur ural al y com compet pete e tam tambi) bi)n n a un una a dim dimen ensió sión n de or orde den n antropológico. antropoló gico. 's a la ve& de civili&ación y crisis del individuo. 'n efecto, muestran simult#neamente simult#neamente sus fallas las instituciones !ue hacer funcionar el vínculo social y la solidaridad *crisis del estado providencia+, las formas - 2 -
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de relación entre la economía y la sociedad *crisis de trabao+ y los modos de constitución de las identidades individuales y colectivas *crisis del sueto+.
Del individualismo positivo al individualismo negativo. ara comprender su alcance, hay !ue destacar con claridad la ambivalencia del individualismo moderno. 'ste es a la ve& un vector de emancipación de los individuos, !ue incrementa su autonomía autonomía y hace de ellos suetos portadores de derecho, y un factor de inseguridad, !ue hace a cada uno, m#s responsable de su porvenir. 'n una perspectiva histórica, es innegable !ue la historia de la individuali&ación ha sido, en gran parte, una historia de la emancipación. 'n esta perspectiva hay !ue reubicar por eemplo la liberación de la muer !ue el círculo familiar o la con!uista de independencia independencia por parte de los óvenes. 'sta fase de "globalmente positiva" del individualismo moderno estaba llegando a su fin. %a independencia independencia se convierte en vulnerabilidad, la relación igualitaria con el otro se invierte transform#ndose en temor a su futuro incierto. or do!uier, nos vemos cada ve& m#s obligados a hacernos cargo de nosotros mismos. %as instituciones soci so cial ales es !u !ue e or orga gani ni&a &aba ban n y ca cana nali li&a &aba ban n nu nues estr tros os co comp mpor orta tami mien ento tos s se bo borr rrar aron on le lent ntam amen ente te.. %a individuali&a individ uali&ación7 ción7eman emancipac cipación ión se acom acompa0a pa0a con una individ individuali&a uali&ación7 ción7fragil fragili&ación i&ación.. odo se hac hace e m#s indeterminado y cada uno debe organi&ar su vida de manera m#s precaria y solitaria.
olítica y vida privada. 's innegable !ue si las transformaciones de los modos de regulación económica, desempe0aron un papel completamente fundamental en la remodelación de la sociedad, !uebrando las solidaridades tradicionales y modificando en profundidad las formas del contrato salarial. %os factores de orden económico sólo tuvieron pleno efecto por!ue intervenían en un contexto de particular fragili&ación del vínculo social ligado a una transformación a largo pla&o de nuestras sociedades.
3. El malesta malestarr identitario. %a decadencia de los cuerpos intermedios no puede anali&arse meramente como un retroceso del sentido de la solidaridad y el triunfo del repliegue sobre sí mismo. odos teníamos la sensación de !ue las normas sociales y las instituciones comunes no servían y ayudaban a con!uistar nuestro lugar. 5 la inversa, hoy se hace cada ve& m#s evidente !ue el porvenir de los individuos aparece menos ligado a un destino común. común. %a pertenencia a un grupo ya no estaba allí para dar sentido. 'sto entra0a una presión m#s fuerte sobre cada uno.
La inversión de la emancipación. %o !ue cada uno debe hacer no es simplemente construir su existencia de manera m#s individuos. $ebe tambi)n dar un sentido m#s personal personal a su vida. (e siente a la ve& económica y socialmente m#s vulnerable, pero tambi)n m#s fr#gil psí!uicame psí!uicamente, nte, viviendo vi viendo en un universo m#s aleatorio y menos organi&ado. %os individuos, debido a !ue est#n relativamente liberados de todas las determinaciones exteriores y m#s emancipa eman cipados dos,, est# est#n n tambi tambi)n )n m#s aba abando ndonad nados os así mismo mismos. s. %a din# din#mica mica de eman emancipac cipación ión se acompa0ó acompa0ó imperceptiblemente con la constitución de una sensación de abandono. 5l mismo tiempo t iempo !ue se libera, el individuo ve rehacer sobre sus hombros cada cada ve& m#s respo responsabilidad nsabilidades. es. 'n efecto, la dependencia en !ue vivía anta0o en los diferentes diferentes #mbitos, ya se tratara de la empresa o la fami lia, tenía como contrapartida la constitución de solidaridades y sostenes de los !ue hoy est# en gran medida despoado 5 medida !ue fla!uea el apoyo de las instituciones de encuad encuadramiento ramiento y las normas sociales de conducta, brota br ota un una a an angu gusti stia a tan dif difusa usa com como o ap apre remia miante nte.. 8nc 8ncap apace aces s de an anali ali&ar &ar cla claram rament ente e su sus s mec mecani anismo smos, s, organi& org ani&amos amos nuestras nuestras actitudes sobre sobre las formas m#s elementales elementales de la tran tran!uili !uilidad: dad: la del retorno del gendarme y la de la propuesta "pararreligiosa", con el desarrollo del fenómeno de las sectas.
El nuevo padecimiento psíquico. es para inten intentar tar mitigar mitigarlo lo !ue se des desarr arrolla olla el uso creciente creciente de toda clase medicamento medicamentos s 7so 7somnífer mníferos, os, tran!uili tran !uili&ante &antes s y antid antidepre epresivos7, sivos7, de los !ue se espera espera una ayuda ayuda par para a hac hacer er frente a toda todas s las nuevas exigencias y responsabilidades !ue pesan sobre nosotros. omo tambi)n las nuevas formas de hacerse cargo del individu individuo o a las !ue por su lado nos invi invita ta la tel televis evisión ión,, con sus reality reality sh sho9 o9s s y su sus s pr prog ogram ramas as de confidencia.
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El individuo y la familia. %a pertenencia a una estructura familiar "cl#sicas", en efecto, ofrecía un punto de e!uilibrio al individuo, al mismo tiempo !ue lo insertaba en un espacio de sost)n social y redistribución económica, !ue le brindaba un punto de apoyo y referencia. %a reducción creciente de la familia agrava la sensación moderna de inseguridad.
El proceso de la !usticia. %a modernidad modernidad,, tal ve& ust ustamen amente te por por!ue !ue conduce conduce a la rep represi resión ón de todo absoluto absoluto,, eman emancipó cipó al individ individuo uo cuando introduo los principios democr#ticos en el cora&ón del espacio dom)stico un sobre una base de igualdad igua ldad entre entre homb hombres res y muer mueres. es. %a familia demo democr#ti cr#tica ca se convirtió en un foro, cuyo cuyos s confli conflictos ctos son regulados por el derecho. ueces y asistentes sociales, son los encargados de la puesta en pr#ctica de los procedimientos procedimiento s de gestión, desde el momento en !ue se declara en los conflictos. 'ste elemento importante de la crisis de la civili&ación demo democr#ti cr#tica, ca, la esfe esfera ra privada, privada, se convierte entonces entonces en un lugar lugar de conflicto sin !usticia.. 'l desenlace de un conflicto conyugal ya no es predecible. !usticia
El costo de la desafiliación. odría ser !ue, llevados por el movimiento de la individuali&ación, concebida como "libertad sin límites para !ue tuviese así mismo" hubi)ramos olvidado esa parte parte de anclae de la familia en la construcción social, !ue consiste en procurar sobrevivirse en sí mismo a trav)s de la descendencia, en !ue se tienen deberes, una especie de deuda primaria de solidaridad para con a!uellos en !uienes se encarna ese deseo. (i la pertenencia es el tesoro de !uienes tienen la suerte de go&ar de ella, es en cambio la tumba de a!uellos !ue, cada ve& m#s numerosos, no se inscriben en ninguna trayectoria familiar estructura estructurante. nte.
Delincuencia y desunión social. %as nuevas formas de delincuencia !ue atraviesa nuestra sociedad produce igualmente, a su manera, ese fenómeno general de de su unión social y fragilidad !ue hemos, subrayado r#pidamente, son "patologías del vínculo social" *acta visibilidad, vi sibilidad, violencias viol encias sexuales, trastornos trastornos sociales sociales y familiares+. famili ares+. ara numerosos óvenes delincuentes !ue abandonaron muy pronto la escuela y viven en familias sin padres, sin ninguna perspectiva de empleo, la delincuencia les ofrece una oportunidad de probarse, de hacerse viriles, en suma, de sociali&arse, aun!ue sea de manera negativa. 'l mensae dirigido a los adolescentes es contradictorio, y se expresa en dos imperativos incompatibles:;+ "deben respetar las normas del mundo de los autos", y
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