Filosofia y Medio Ambiente

June 11, 2019 | Author: Noemi Ccallo | Category: Ozone, Earth, Dialectic, Chlorofluorocarbon, Pesticide
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CAPITULO I EL MEDIO AMBIENTE 1.1. CONCEPTO DE MEDIO AMBIENTE. Medio ambiente ambiente,, conjunto conjunto de elementos elementos abióticos abióticos (energía (energía solar, solar, suelo, agua y aire) aire) y bióticos (organismos vivos) que integran la delgada capa de la Tierra llamada biosfera llamada biosfera,, sustento y hogar de los seres vivos.

FIGURA Nº 1 Medio ambiente y desarrollo sostenible

1.2. 1.2. FACT FACTOR ORES ES NATU NATURA RALE LES S En la actualidad existen altos niveles de contaminación causados por el hombre hombre,,  pero no sólo el hombre contamina, sino que también existen algunos factores naturales que así como benefician, también pueden perjudicar al medio ambiente. Algunos de éstos son:



Organismos vivos

Existen animales de pastoreo de  pastoreo que son beneficiosos para la vegetación, como lo es la vaca que con sus heces abona la tierra, también existen animales como el chivo que con sus pezuñas y su forma de comer  erosionan afectando la tierra.



Clima

La lluvia es necesaria para el crecimiento vegetal, pero en exceso provoca el ahogamiento de las plantas. El viento sirve en la dispersión de polen y semillas, proceso beneficioso para la vegetación, pero lamentablemente, en exceso produce erosión. La nieve quema las plantas, pero algunos tipos de vegetación como la araucaria requieren de un golpe de frío para que puedan fructificar. La luz del sol es fundamental en la fotosíntesis El calor es necesario pero en exceso produce sequía y la sequía, esterilidad de la tierra.



Relieve

Existen relieves beneficiosos, como son los montes repletos de árboles árboles,, pero también los perjudiciales como son los volcanes que pueden afectar el terreno ya sea por la ceniza o por el riesgo de explosión magmática.El relieve lo forma cualquier irregularidad que se produce en la superficie terrestre. Por tanto, puede dar lugar a elevaciones como a hundimientos en el terreno. El relieve actual de la Tierra es el resultado de un largo proceso. Según la teoría de la tectónica de placas la litosfera está dividida en diversas placas tectónicas que se desplazan lentamente, lo que provoca que la superficie terrestre esté en continuo cambio, teoría de la deriva continental.



Deforestación

Es un factor que afecta en gran manera la tierra porque los árboles y plantas demoran mucho en volver a crecer y son elementos importantes para el medio ambiente.



Sobreforestación

Este extremo también resulta perjudicial al Medio ambiente pues al existir mucha vegetación,, ésta vegetación ésta abso absorb rbee todo todoss los los mine minera rale less de la supe superf rfic icie ie en que que se

encuentra.De esta forma, el suelo se queda sin minerales suficientes para su propio desarrollo. Una forma de evitar esto consiste en utilizar una Rotación de cultivos adecuada a la zona.



Incendios forestales

Se le podría llamar un tipo de deforestación con efectos masivos y duraderos al terreno. La tierra que ha sido expuesta al incendio se demora cientos de años para volverse a utilizar. 1

1.3. PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES. A. Dióxid Dióxidoo de carbo carbono no Uno de los impactos que el uso de combustibles fósiles ha producido sobre el medio ambiente terrestre ha sido el aumento de la concentración de dióxido de carb carbon onoo (CO2 (CO2)) en la atmó atmósf sfer era. a. La cant cantid idad ad de CO2 CO2 atmo atmosf sfér éric icoo habí habíaa  permanecido estable, aparentemente aparentemente durante siglos, pero desde 1750 se ha incrementado en un 30% aproximadamente. Lo significativo de este cambio es que puede provocar un aumento de la temperatura de la Tierra a través del proceso del  proceso conocido como efecto invernadero. El dióxido de carbono atmosférico tiende a impedir que la radiación de onda larga escape al espacio exterior; dado que se  produce más calor  y puede escapar menos, la temperatura global de la Tierra aumenta.

FIGURA Nº 1 Expulsión del Carbón

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CTMA (1996): Estrategia ambiental Nacional. La Habana.

Un calentamiento global significativo de la atmósfera tendría graves efectos sobre el medio ambiente. Aceleraría la fusión de los casquetes polares, haría subir el nivel nivel de los mares, mares, cambia cambiaría ría el clima clima region regional al y global globalmen mente, te, altera alteraría ría la vegetación natural y afectaría a las cosechas. Estos cambios, a su vez, tendrían un enorme impacto sobre la civilización humana. En el siglo XX la temperatura media del planeta aumentó 0,6 ºC y los científicos prevén que la temperatura media de la Tierra subirá entre 1,4 y 5,8 ºC entre 1990 y 2100.

B. Destru Destrucci cción ón del ozono ozono En las décad décadas as de 197 19700 y 1980, 1980, los cientí científic ficos os empeza empezaron ron a descub descubrir rir que la actividad humana estaba teniendo un impacto negativo sobre la capa de ozono, una región de la atmósfera que protege al planeta de los dañinos rayos ultravioleta. Si no existiera esa capa gaseosa, que se encuentra a unos 40 km de altitud sobre el nive nivell del del mar, mar, la vida vida serí seríaa impo imposi sibl blee sobr sobree nues nuestr troo plan planet eta. a. Los Los estu estudi dios os mostraron que la capa de ozono estaba siendo afectada por el uso creciente de clorofluorocarbonos clorofluorocarbonos (CFC, compuestos de flúor), que se emplean en refrigeración, aire aire acondi acondicio ciona nado, do, disolv disolvent entes es de limpie limpieza, za, materiales de empa empaqu quet etad adoo y aerosoles. El cloro, un producto químico secundario de los CFC ataca al ozono, que está formado por tres átomos de oxígeno, arrebatándole uno de ellos para formar monóxido de cloro. Éste reacciona a continuación con átomos de oxígeno  para formar moléculas moléculas de oxígeno, liberando liberando moléculas moléculas de cloro que descomponen descomponen más moléculas de ozono. Al prin princi cipi pioo se creí creíaa que que la capa capa de ozon ozonoo se esta estaba ba redu reduci cien endo do de form formaa homogénea en todo el planeta. No obstante, posteriores investigaciones revelaron, en 1985, la existencia de un gran agujero centrado sobre la Antártida; Antártida; un 50% o más del ozono situado sobre esta área desaparecía estacionalmente. estacionalmente. En el año 2001 el agujero alcanzó una superficie de 26 millones de kilómetros cuadrados, un tamaño similar al detectado en los tres últimos años. El adelgazamiento de la capa de ozono expone a la vida terrestre a un exceso de radiación ultravioleta, que  puede producir cáncer de  piel y catar catarata atas, s, reduc reducir ir la respue respuesta sta del del sistema inmunitario, interferir en el proceso de fotosíntesis de las plantas y afectar al

crecimiento del fitoplancton oceánico. Debido a la creciente amenaza que representan estos peligrosos efectos sobre el medio ambiente, muchos países intentan aunar esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.  No obstante, los CFC pueden permanecer en la atmósfera durante más de 100 años, por lo que la destrucción del ozono continuará durante décadas.

C. Hidrocarburos clorados El uso extensivo de pesticidas sintéticos derivados de los hidrocarburos clorados en el control de plagas ha tenido efectos colaterales desastrosos para el medio ambiente. Estos pesticidas organoclorados son muy persistentes y resistentes a la degradación biológica. Muy poco solubles en agua, se adhieren a los tejidos de las  plantas y se acumulan en los suelos, el sustrato del fondo de las corrientes de agua y los estanques, y la atmósfera. Una vez volatilizados, los pesticidas se distribuyen  por todo el mundo, contaminando áreas silvestres a gran distancia de las regiones agrícolas, e incluso en las zonas ártica y antártica. Aunque estos productos químicos sintéticos no existen en la naturaleza, penetran en la cadena alimentaria. Los pesticidas son ingeridos por los herbívoros o  penetran directamente a través de la piel de organismos acuáticos como los peces y diversos invertebrados. El pesticida se concentra aún más al pasar de los herbívoros a los carnívoros. Alcanza elevadas concentraciones en los tejidos de los animales que ocupan los eslabones más altos de la cadena alimentaria, como el halcón peregrino, el águila y el quebrantahuesos. Los hidrocarburos clorados interfieren en el metabolismo del calcio de las aves, produciendo un adelgazamiento de las cáscaras de los huevos y el consiguiente fracaso reproductivo.

D. Otras sustancias tóxicas Las sustancias tóxicas son productos químicos cuya fabricación, procesado, distribución, uso y eliminación representan un riesgo inasumible para la salud humana y el medio ambiente. La mayoría de estas sustancias tóxicas son  productos químicos sintéticos que penetran en el medio ambiente y persisten en él durante largos periodos de tiempo. En los vertederos de productos químicos se

 producen concentraciones significativas de sustancias tóxicas. Si éstas se filtran al suelo o al agua, pueden contaminar el suministro de agua, el aire, las cosechas y los animales domésticos, y han sido asociadas a defectos congénitos humanos, abortos y enfermedades orgánicas. A pesar de los riesgos conocidos, el problema no lleva camino de solucionarse. Recientemente, se han fabricado más de 4 millones de productos químicos sintéticos nuevos en un periodo de quince años, y se crean de 500 a 1.000 productos nuevos más al año.

E. Radiación Aunque las pruebas nucleares atmosféricas han sido prohibidas por la mayoría de los países, lo que ha supuesto la eliminación de una importante fuente de lluvia radiactiva, la radiación nuclear sigue siendo un problema medioambiental. Las centrales siempre liberan pequeñas cantidades de residuos nucleares en el agua y la atmósfera, pero el principal peligro es la posibilidad de que se produzcan accidentes nucleares, que liberan enormes cantidades de radiación al medio ambiente, como ocurrió en Chernóbil, Ucrania, en 1986. Un problema más grave al que se enfrenta la industria nuclear es el almacenamiento de los residuos nucleares, que conservan su carácter  tóxico de 700 a 1 millón de años. La seguridad de un almacenamiento durante periodos geológicos de tiempo es, al menos, problemática; entre tanto, los residuos radiactivos se acumulan, amenazando la integridad del medio ambiente.

F. Pérdida de tierras vírgenes Un número cada vez mayor de seres humanos empieza a cercar las tierras vírgenes que quedan, incluso en áreas consideradas más o menos a salvo de la explotación. La insaciable demanda de energía ha impuesto la necesidad de explotar el gas y el  petróleo de las regiones árticas, poniendo en peligro el delicado equilibrio ecológico de los ecosistemas de tundra y su vida silvestre. La pluvisilva y los  bosques tropicales, sobre todo en el Sureste asiático y en la Amazonia, están siendo destruidos a un ritmo alarmante para obtener madera, despejar suelo para  pastos y cultivos, para plantaciones de pinos y para asentamientos humanos. En la década de 1980 se llegó a estimar que las masas forestales estaban siendo destruidas a un ritmo de 20 ha por minuto.

G. Erosión del suelo La erosión del suelo se está acelerando en todos los continentes y está degradando unos 2.000 millones de hectáreas de tierra de cultivo y de pastoreo, lo que representa una seria amenaza para el abastecimiento global de víveres. Cada año la erosión de los suelos y otras formas de degradación de las tierras provocan una  pérdida de entre 5 y 7 millones de hectáreas de tierras cultivables. En el Tercer  Mundo, la creciente necesidad de alimentos y leña han tenido como resultado la deforestación y cultivo de laderas con mucha pendiente, lo que ha producido una severa erosión de las mismas. Para complicar aún más el problema, hay que tener  en cuenta la pérdida de tierras de cultivo de primera calidad debido a la industria, los pantanos, la expansión de las ciudades y las carreteras. La erosión del suelo y la pérdida de las tierras de cultivo y los bosques reduce además la capacidad de conservación de la humedad de los suelos y añade sedimentos a las corrientes de agua, los lagos y los embalses. Véase también Degradación del suelo. 2

1.4. LA EDAD MEDIA DE LA FILOSOFÍA EN LA CRISIS DEL MEDIO AMBIENTE EDAD MEDIA Es la expresión utilizada para referirse a un período de la historia europea, aunque  pretende hacerse creer que es para toda la sociedad, la cual transcurrió desde la desintegración del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d. n, e, hasta la caída de Constantinopla en 1453. Asimismo fue la época de las cruzadas acaecidas entre el siglo XI y XIII. También se señala como fecha de la invención de la imprenta en 1455, o el descubrimiento de América en 1492, el mismo año en el que los moros –musulmanes- son expulsados de España después de siete siglos de dominio en la península ibérica. La edad media se caracterizó, entre otras, por su dogmatismo, manera sesgada de mirar el mundo con la presencia de un dios cristiano que en lugar de liberar  2

González, Francisco (1996): Ambiente y Desarrollo. Ensayos. Editorial IDEAL. Instituto de Estudios  Ambientales para el desarrollo.

secuestraba, sometía y trituraba conciencias. Ese período de mil años, que no se  puede registrar de un solo trazo o con distraídas anécdotas, tuvo momentos de resplandor que no siempre se le quiere reconocer, pero en términos generales la edad media registra una etapa en donde el pensamiento poco evolucionó para dar   paso a un dominio religioso despiadado, oscurantista, en un evidente retroceso a la libertad material y de ideas, incluso se pretendió imponer un solo modelo para facilitar el control social como lo pretendió, sin ser el único, el imperio carolingio. La Nueva Edad Media, según María Dolores F.-Fígares, se ha venido anunciando desde 1930 por el ruso Nicolás Berdiaeff, quien planteó la medievalización de la sociedad. Lo dramático es que en el siglo XXI ha tomado mayor fuerza, puesto que se dan unas similitudes como: las dificultades de comunicación el exceso de información, afecta como la carencia-, la especialización tecnológica, la inseguridad y provisionalidad, el formalismo intelectual, la presencia de los señores de la guerra, el surgimiento de herejes e inquisidores y la pretensión de establecer una lengua común, entre otros. Aunque idos están esos tiempos, no indica que fuesen superados. A veces, así  parece que estamos hoy con la filosofía en relación con el medioambiente, como si estuviera de vuelta al oscurantismo, quizás por eso a los filósofos oscurantistas les/nos agrada buscar culpables, satanizar a los demás, mientras ellos, como los curas inquisidores, que aún existen, persisten en juzgar y condenar a los demás. En ciertas épocas la filosofía, en su fuero interno y externo, no pasa de hacer unos  pequeños ruidos, en remedos de misas, que finalmente no salvan a nadie, pero si dejan, de modo parcial, un poco tranquilos tanto a los oficiantes como a los feligreses.

1.5. LA PREGUNTA A LA FILOSOFÍA POR EL MEDIO AMBIENTE Preguntarle a la filosofía por el medio ambiente es exigirle que abandone, así sea  por un corto espacio, los dislates metafísicos. Es forzarla a salir de su concha, de su mundo de marfil, consiste en provocar una discusión que, en un principio, ha estado liderada por grupos ambientalistas, organizaciones no gubernamentales e

incluso, hasta mejor comprendida por los medios de información que por la filosofía o la educación misma. Por si acaso, existe la filosofía del medioambiente, una rama que quiere despertar  del letargo y reflexionar sobre lo ecológico. Así las cosas, el principal valor de la Filosofía del medio ambiente es poner de relieve y argumentar de forma  persuasiva que las actuaciones decisivas en materia ecológica no sólo son de naturaleza ética, sino que también hay imbricaciones políticas, económicas, culturales, estéticas, científicas, metafóricas y míticas entre otras. Es sabido que la ecología puede proponer determinadas soluciones, pero la adopción de las mejores medidas no es algo que dependa de la calidad de las propuestas, en definitiva, está sometida al vaivén de la política y a la dinámica del mercado. Si se dejan las soluciones ambientales al juego de los partidos políticos o al juego de contradicciones del mercado, las perspectivas de perlaboración no serán las más óptimas ni sanas. Queda en el medio una estela de pequeñas fuerzas entrópicas que inciden en los resultados finales, dándole razón a la pensadora Patricia  Noguera, cuando escribe que falta reencantar el mundo en una re-conciliación a  partir de la dimensión ambiental. Es decir, si ello no sucede y no reencantamos la  política y el mercado de capitales, el devenir ecológico estará en fragmentaciones y panoramas de tremor. Hay un palimpsesto frente al medio ambiente, una escritura borrada y reescrita encima, en una multiplicidad de voces, a veces, discordantes y atosigantes. La  preocupación por lo ambiental debe estar en constante vibración en un trayectodeyecto-proyecto, donde el preguntar se deslice instigado por las prácticas filosóficas que demande una constante re-visión, en un evidenciar los usos tecnológicos y las re-percusiones ambientales de los dispositivos tecnológicos, rescatando que cualquier acción genera una reacción y en el plano ambiental no  podemos darnos el lujo de continuar en la pedagogía ensayo-error sin prever las consecuencias. Ha de inquirirse ¿qué de lo político en el aula indaga o no por lo ético ambiental? Evitando alejarse de lo que es un auténtico pensar. Se rastreará en  poiesis, en desocultamiento de la mimesis en negativo, puesto que para Aristóteles todas las artes son mimesis y la base del aprendizaje se da por mimesis o

imitación. Se incursionará por las propuestas que son elementos creadores en un hacer o contemplar y establecer cuáles son copias deshonrosas de lo existente. Descubrir si hay simulación de la realidad y los pasos que propician ello. Finalmente, es necesario reconocer las actividades que conducen a la formación emancipadora o conllevan al mantenimiento de falsos ídolos. ¿Cuánto de mito es el medio ambiente? ¿Cuáles son los niveles de realidad que anuncian el holocausto ecológico?. La raza humana está llena de pasión o exceso de reflexión con dificultades de articulación, en donde el hombre llega a ser libre a través de los sueños y se esclaviza en el tránsito a la realidad, entendiendo que las palabras y las ideas  pueden cambiar el mundo, ocultar la realidad o alterar el desenlace humano ¿la verdad es un despeje, un encubrimiento o ambas? Si la exigencia de respetar el medioambiente no es real, se corre el peligro de ser un sueño, acercándose a  pesadilla. Para navegar más allá del atardecer siempre se requerirá de un denuedo, de un antojo por lo venidero, entonces no esperemos el atardecer, el oscurantismo del medio ambiente para navegar en desconcierto, sabiendo que desde ahora aún  podemos iluminar el camino para no caer al abismo inquisitorio o al régimen de la queja. Insinuación segunda. Ecce homo, he aquí al hombre. Génesis-Apocalipsismesianismo. Estas categorías bíblicas de nacimiento-creación, muerte-destrucción y defensa-salvación han sido recurrentes en el acontecer humano. Es in-dudable que la preocupación por el medio ambiente viene siendo abordado por mu-chas disciplinas, por activistas, grupos religiosos, minorías étnicas, pero los filósofos, salvo los no oscurantistas, no parecen haber asumido el asunto con denuedo,  permitiendo que con terrible impunidad emerjan grupos que se ubican entre los forjadores-en-génesis, los profetas y/o predadores-apocalípticos y los protectoresmesiánicos. 3

3

Ortega y Gasset, J: Meditaciones de la técnica y otros ensayos sobre ciencia y filosofía. Revista Occidente. Alianza. Editorial Madrid 1982.

En todo caso las siguientes preguntas deben ser hilvanadas y reformuladas en su régimen de validez: •

¿Existirá crisis del medio ambiente del modo que se anuncia?



¿Entramos a un epigonismo ecológico-conceptual?



¿Hay Apocalipsis ecológico o sólo existen unos predadores lingüísticos?



¿Estamos como en la edad media, sólo viendo paganos, herejes y enemi-gos?



¿Hemos comprendido el desenvolvimiento de la naturaleza o estamos en deuda de conocimiento?



¿Cuál es la utopía de los mesianismos? ¿Quizás toda su andadura?

1.6. TEORÍA DEL PODER EN FILOSOFÍA-MEDIOAMBIENTE Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo. Marx El poder de la teoría, como en tantas fases, de nuevo entra aquí a flaquear ¿Cuál es el poder de la filosofía? ¿Cuál es el poder del medio ambiente? Estamos frente a una realidad difusa, un reflejo de espejo, una imagen que se desvanece ante cualquier amenaza de sombra. Aún conservamos, y sin mucho esfuerzo, un filosofar de orden meta-físico, muy distanciado del hombre, en tanto que la tierra se desvanece con sus filósofos oscurecidos. Esta crisis de volver a una edad media no sólo afecta a la filosofía como lo referencia María Dolores F.-Fígares, en el texto La Nueva Edad Media, donde nos indica que también hay paralelismos en el ámbito de la cultura. En la pasada Edad Media nos encontramos un ambiente de muchas discusiones, tremendas disputas escolásticas por mínimos matices en la expresión, grupos religiosos divididos, corrientes enfrentadas y duramente en pugna por pequeñas definiciones dogmáticas, por pequeños añadidos a ciertas frases evangélicas. Y bueno al amparo de ella diremos que si parece certero, puesto que en filosofía se presentan  pequeñas disputas o ruidos, mientras que los grandes temas no se abordan con la entereza del caso tal como su-cede con el medioambiente.

Todo lo anterior conlleva a la tonada popular que dice: “Lo fácil se aprende enseguida, lo difícil nos cuesta la vida”, será por ello que se mundializa lo negativo o Light con extrema velocidad, al cabo que las grandes dificultades no se leen a tiempo. ¿Qué debemos hacer para mundializar una ética por la vida, una filosofía por el acontecimiento? La que conlleve al respeto por lo ambiental. Para Patricia Noguera, la filosofía ambiental debe entrar en la dimensión poética (estética) de la memoria del mundo. Refiere que más que un cúmulo de conceptos fríos, la filosofía ambiental debe poetizar las relaciones entre los seres huma-nos y la tierra, construyendo una ética-estética del respeto, del agradecimiento, de la emoción y del culto. Este llamado urgente de la pensadora Patricia, no ha tenido el eco suficiente, puesto que los filósofos, en el más de los casos, nos dedicamos a congelar ideas, a momificar conceptos para luego traficar con ellos y, quizás por  eso, no poetizamos en renovación para reencantar al hombre y hacerlo sentir  dueño y responsable del mundo. Insinuación sexta: Reforestar el cerebro. Plantar expresiones no dichas para no dejar ampliar el desierto del cerebro, generar tsunamis que movilicen  pensamientos, oxigenar las ideas en un pensar ecológico que perdimos, o que quizás nunca tuvimos. Si en palabras del dramaturgo francés Antonin Artaud, yo soy lo incapaz del pensamiento, ¿dónde radica la incapacidad del pensamiento humano para vivir en ar-ticulación con el medio ambiente? Las incapacidades del  pensar filosófico en relación con el medioambiente son alarmantes, parece haber  un oscurantismo, un vedamiento no denunciado en el debatir filosófico sobre lo ambiental.

1.7. ¿QUÉ ROL CUMPLE LA FILOSOFÍA EN MEDIO DE ESTE PANORAMA DIVERSO Y COMPLEJO? Los mayores efectos se notaron en el área de la filosofía práctica, a través del cuestionamiento de creencias, valores y metas de la civilización industrial moderna, aunque también revitalizando muchos aspectos ‘ecológicamente’ apropiados de la herencia cultural de la humanidad. La primera publicación amplia en inglés sobre ecofilosofía, neologismo surgido en los setenta, (Davis, 1989) fue

el libro del filósofo e historiador de las ideas australiano John Passmore Man’s Responsibility for Nature, de 1974. Y dentro del variado espectro de reflexión de la filosofía ambiental que podemos encontrar hoy a lo largo de todo el mundo, se destaca la especial radicalidad del movimiento caracterizado como deep ecology, (ecología profunda). La expresión ecología profunda fue introducida al comienzo de los setenta por un grupo de ambientalistas noruegos, entre ellos el filósofo Arne Naess. Este la incorporó en su ponencia The shallow and the deep. Long-range ecology movements: a Summary presentado en 1972 en Bucarest, en ocasión de la Tercera Conferencia sobre el Futuro del Mundo. El trabajo fue publicado luego en la revista Inquiry 16, Oslo, 1973. Allí propuso siete aspectos por los cuales distinguir  a un movimiento ambientalista filosóficamente más profundo que el ambientalismo reformista predominante. Passmore consideraba, en el libro mencionado, que la crisis ambiental es un tremendo problema social, pero entendiendo por tal la ocurrencia de situaciones que obstaculizan el normal desarrollo y funcionamiento de la comunidad, al igual que los accidentes de tránsito, la violencia urbana, el aumento del alcoholismo, etc. Como en el caso de cualquier disfunción social, los problemas ambientales deberían solucionarse, según el pensador, reduciendo la incidencia o gravedad del factor perturbador, como la creciente contaminación o la acumulación peligrosa de residuos. Es una postura reformista, que supone activar medidas económicas, políticas, administrativas, y científico-tecnológicas. Naess se propuso ir más allá destacando que el ambiental es un problema social que revela una crisis más profunda del hombre actual, en relación a valores, actitudes culturales y pautas económicas que deberían reconsiderarse seriamente. 4

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Engels, Federico: El Papel del trabajo en la transformación del mono en hombre. En Dialéctica de la naturaleza. Editora Política, 1979.

1.8. INFLUENCIAS

DEL

AMBIENTALISMO

CIENTÍFICO

EN

LA

FILOSOFÍA AMBIENTAL Entre los líderes prominentes del ambientalismo científico hemos mencionado a Commoner y a Carson. Muchos representantes de la ética ambiental y de la filosofía ambiental tales como Baird Callicott, Tom Regan, Arne Naess, George Sessions, han reconocido en su momento la fuerte impresión que dejó en ellos la figura de Rachel Carson. Sin embargo hay que recordar que, en la década del ’70, la relación del ambientalismo en general y de la ecofilosofía en particular con la ciencia natural –incluyendo a la ecología- era francamente ambigua.

Diversas prevenciones hacia la ciencia se expresaban de distintos modos. Los grupos más radicalizados reclamaban el fin de la ciencia. En el mejor de los casos, se trataba del fin de la creencia en la ciencia tal como es usualmente concebida. En realidad, lo que estaba en entredicho para algunas corrientes contraculturales era el paradigma de la modernidad mismo. (Holton, 1993) Para ciertas representantes del movimiento feminista, la ecología también estaba sospechada de complicidad con la destrucción del planeta, simplemente por ser un  producto más de la nefasta comunidad científica logocéntrica, androcéntrica, eurocéntrica. (Lewis, 1996) Finalmente, para otros pensadores de la contracultura la ecología se mostraba como una ciencia 'anticientífica', subversiva, al punto que feroces impugnadores de la modernidad creyeron reconciliarse con 'la ciencia' a través de la ecología. Se la consideraba ligada a lo femenino, a la madre naturaleza, tan explotadas ambas a lo largo de la historia por el varón racional competitivo dominante blanco europeo. Esta prevención hacia la ciencia está presente, por ejemplo, desde la primera  propuesta del Movimiento Ecología Profunda de 1973. El filósofo noruego Arne  Naess advierte que los principios que caracterizan al movimiento no se derivan lógicamente de la ciencia ecológica, si bien la ecología -pero sobre todo el estilo de vida de los ecólogos de campo- han inspirado, sugerido y fortalecido su  perspectiva. El nuevo paradigma cultural propuesto por el MEP intenta ir más allá de la aproximación científica, a la que considera parcializada.

Podríamos preguntarnos ¿qué aspecto de la vida del ecólogo o biólogo de campo es el que produce la inspiración? ¿Será su metodología de comprobación de hipótesis? ¿Será la adecuación del marco teórico a la realidad? No especialmente, sino más bien su percepción, su capacidad o posibilidad de conexión con los seres naturales no humanos. Algunas expresiones de Carson del artículo ‘El mundo real que nos circunda’ pueden servir de ejemplo de sus vivencias, que indican una tendencia a ir más allá del saber minucioso hacia una percepción sensible de lo  particular, su profunda empatía con cada uno de los seres que estudiaba, con la maravilla de la diversidad biótica que se ofrecía a sus ojos, sentidos y a su corazón:



He dedicado gran parte de mi vida a algunos de los misterios y bellezas de esta Tierra que constituye nuestro entorno, y a los misterios aún mayores de la vida que mora en ella’.



 Nadie puede vivir largo tiempo en ese medio sin concebir pensamientos  profundos, sin plantearse a sí mismo preguntas penetrantes y a menudo incontestables, y sin arribar a cierta filosofía’.



La belleza natural ocupa un lugar necesario en el desarrollo espiritual de todo individuo y de cualquier sociedad.’



La preocupación por el prodigio y la belleza de la Tierra ha ejercido un  poderoso influjo sobre el curso de mi vida.



Yo creo que conforme más claramente fijemos nuestra atención en las maravillas y realidades del universo que nos circunda, menor será nuestra afición a la destrucción.

La apertura a lo maravilloso, al misterio, a lo que asombra encontró eco en diversos ecofilósofos, -como sería el caso de Arne Naess- para quien la filosofía comienza en el asombro y termina en el asombro. Al estar supuestamente lejos del laboratorio y en contacto directo con la diversidad viviente, se considera al científico que hace trabajo de campo en mejores condiciones para comprender el hecho de que todos los seres tengan igual derecho a vivir y florecer, lo cual captaría de un modo más intuitivo, directo. También se nota en esto la idealización

de la figura legendaria del naturalista estadounidense Aldo Leopold. Siendo responsable de la administración de caza del estado de Winsconsin, escribió uno de los ensayos más decisivos para el movimiento ambientalista: The Land Ethics –  Ética de la tierra-, 1946, el cual quedó incorporado al volumen de escritos  póstumos A Sand County Almanac de 1949. Admirado por muchos como un ecofilósofo avant-la-lettre, Leopold ejerció una amplia influencia en corrientes de la ética ambiental y de la filosofía ambiental en general.

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1.9. INFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA AMBIENTAL EN LAS CIENCIAS AMBIENTALES Sería oportuno hacer también una referencia a la influencia recíproca que reciben las ciencias naturales, desde el campo de la filosofía ambiental. Nos referimos por  ejemplo a la biología de la conservación. Frente a la ecología y la biología como ciencias puras o básicas, surge la biología de la conservación, introducida por  Michel Soulé a partir del ‘85, con fuertes componentes de estudios de campo y la intencionalidad de la ciencia aplicada. Esta modalidad asocia ciencia con ecosofía, aceptando valores y la obligación de actuar. Los axiomas de la biología de la conservación -la evolución en buena, la diversidad es buena- han sido tomados  bajo inspiración de la ecología profunda. Los biólogos de la conservación se refieren a la suya como una ciencia de crisis. Quieren cambiar el modo en que la cultura valora la naturaleza, tratando también de cambiar la cultura de la ciencia misma. Por ejemplo, no sostienen la dicotomía hecho/valor. Su misión es desarrollar herramientas para invertir o mitigar el  proceso de deterioro de la biodiversidad. Las áreas silvestres retroceden por el aumento de la población, por lo tanto hay que pensar estrategias de conservación. (Soulé, 1985) Ellos han generalizado el término biodiversidad (que suplanta al de naturaleza) y  biosfera, como una herramienta para ser usada en la lucha contra la destrucción de la vida planetaria. Lo esencial de la biodiversidad es el sostenimiento de todo

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Rodríguez, Neris: Hacia una reflexión filosófica del desarrollo sostenible. En Monografía

 proceso biótico. La constatación del alto grado de influencia humana sobre los ecosistemas ha ampliado la tarea de los ecólogos. En el presente no basta con describir y entender los procesos vitales del ambiente, sino que se requiere también un trabajo de ordenamiento territorial y de  planeamiento respecto al diseño de los paisajes en que deseamos habitar y el tipo de relación que queremos establecer con el medio ambiente. (Primack, Rozzi, et al., 2001) En este sentido, la incorporación del concepto de biosfera ha sido muy significativa, pues impide dejar a la humanidad afuera. A partir de ahora será imposible no considerarla como integrante y protagonista cada vez más relevante en los cambios que soporta el planeta. La tendencia es aceptar que los seres humanos comparten con todas las demás especies una herencia genética y numerosos lazos ecológicos que forman el contexto dentro del cual las sociedades humanas han desarrollado un complejo conjunto de valores psicológicos, éticos y espirituales relativos a la biodiversidad. El reconocimiento de esta realidad lleva hoy el nombre de restauración biocultural. Otro punto en el que se acercan la biología de la conservación y la ecología  profunda es la actitud de no separar hechos de valores. De modo muy esquemático  podemos apreciar las diferencias entre la actitud normal del científico y la del científico que apunta a la biología de la conservación:

Esta nueva dimensión del trabajo ecológico va más allá de la prueba de hipótesis y de la consistencia lógica como criterios de validación científica, y enfatiza las relaciones entre el contexto histórico-social, la formulación de explicaciones científicas y el tipo de relación que establecemos con la naturaleza.

CAPITULO II PROBLEMAS DEL MEDIO AMBIENTE DESDE LA FILOSOFÍA 2.1. EL MEDIO AMBIENTE DESDE LA FILOSOFÍA El hombre históricamente ha pensado y teorizado acerca de los problemas ambientales y sus vínculos con la naturaleza, cuestión esta que forma parte del  pensamiento filosófico. Así, los antecedentes más remotos de esta problemática se encuentran en el devenir histórico del vínculo sociedad – naturaleza. Esta relación está íntimamente vinculada a la cuestión fundamental de la filosofía, la de la actividad del sujeto que conoce y actúa ante el objeto que existe fuera de su conciencia. El objeto natural que en la conceptualización metafísica se contrapone al hombre como fuerza ajena y hostil, en la visión materialista del mundo surge como componente del sistema del ser en todas las etapas de su desarrollo. El hombre moderno, que  posee un gigantesco poder ío, no puede existir sin las condiciones naturales que le son necesarias en la misma medida en que no podía existir sin ellas el hombre  primitivo que dependía de la naturaleza. Estos mismos postulados filosóficos constituyen el fundamento de las exigencias del desarrollo científico técnico incluidos aquellos elementos materiales de los que depende directamente, y son imposibles de satisfacer fuera del marco del medio natural donde la sociedad y en particular la comunidad desarrolla su actividad de manera que el fundamento material del desarrollo científico – técnico contemporáneo, los ritmos que alcanza hoy y puede alcanzar en el futuro mediato e inmediato, descansan en las posibilidades que pueda brindar el medio natural aún cuando en general no sean las idóneas. Por consiguiente la dependencia actual de la sociedad con respecto a la naturaleza, crece con la misma intensidad y sentido que crecen los objetivos que se propone la civilización humana contemporánea.

Las necesidades culturales, estéticas y de otra índole del hombre tienen como  presupuesto esencial los objetivos que este se traza y la naturaleza que lo circunda y en este sentido se esfuerza por transformar aquellas condiciones del entorno adversas para el logro de sus objetivos, sin tener presente no en pocas ocasiones cuáles son las leyes objetivas que rigen el desenvolvimiento de los acontecimientos naturales, desconociendo las leyes de la envoltura geográfica que condicionan incluso la posibilidad de la existencia del propio hombre, y que en los  procesos de reacomodo de la naturaleza (que pueden demorar cientos de miles de años), muchos de los cuales tienen su causa en alteraciones provocadas por el hombre, éste lleva siempre la peor parte, si es que su existencia se prolonga hasta  poder ver los resultados de dicho reacomodo. Esta no es una posición catastrofista sino una reflexión realista y dialéctica de la problemática a la que nos estamos enfrentando.6

2.2 ENUESTRA VISIÓN DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES Constituyen una consecuencia negativa de la actividad práctica del sujeto que conoce y transforma al objeto y esta puede estar dada tanto por la sobreexplotación desmedida de la naturaleza para lucrar con ella, por el desarrollo y la pobreza, por la falta de conciencia y conocimiento, etc. por eso vale decir que es importante el conocimiento de los factores que posibilitan esa relación dialéctica del hombre con la naturaleza. Cabe aquí recordar las palabras de Martí en sus "Escritos sobre Educación", quien con visión filosófica que trascendió a su época expresó. "Divorciar al hombre de la tierra es un atentado monstruoso y es meramente escolástico ese divorcio. A las aves alas, a los  peces aletas, a los hombres que viven en la naturaleza, el conocimiento de la naturaleza, esas son sus alas". (Martí). Esta importante reflexión martiana da cuenta de una idea central de este trabajo que es la necesidad de que se eleven los conocimientos en cuanto a la relación hombre – mundo como elemento esencial en el camino hacia la transformación del mundo y la auto transformación del hombre a partir de un cambio de mentalidad 6

Engels, Federico: Ludwing Feurerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. OE en 3t, t3. Editorial  Progreso, Moscú, 1988.

que permita,- como dirían los representantes de la Ecofilosofía (al margen de sus  posiciones ecocéntricas) - intentar pensar como deberíamos pensar para llegar a vivir armónicamente entre nosotros y en relación con el planeta. A estos  propósitos en mucho ayuda la visión filosófica del mundo basada en la dialéctica que nos permite comprender la necesidad de tener presente la complejidad de los  procesos naturales y sociales en los que interactúa materia viva con materia no viva, objetividad y subjetividad; pero además, enfrentar posiciones como la  presentada por Lovelocken su conocida teoría de la GAIA que considera al planeta tierra como un organismo vivo, último nivel de la evolución, regido por leyes  biológicas. Partiendo de la concepción del desarrollo enarbolada por la dialéctica materialista, nos oponemos a la extrapolación de leyes que rigen determinados niveles de organización de la materia, a niveles de otro grado de complejidad, con independencia de las interrelaciones que entre ellos puedan darse.

SIGUIENDO EL NUEVO PARADIGMA DE LAS CIENCIAS Se viene conformando en los últimos tiempos, el paradigma de la complejidad, y que a nuestro modo de ver entronca perfectamente con la concepción filosófica y metodológica de la dialéctica Materialista vemos, (y coincidiendo con Ovidio  ,

D`Angelo en su trabajo "Subjetividad Social, Desarrollo y Retos de la Complejidad) como nuevas elaboraciones que expresan las relaciones múltiples y diversas del entramado social, en un contexto de racionalidad e incertidumbres combinados, cristalizan como visión universal de los fenómenos interconectados, en sus cursos a veces sorprendentes y, en parte, impredecibles. La sociedad compleja; es decir, la que realmente existe y necesita ser interpretada en toda la diversidad de sus fenómenos, impone nuevos derroteros. No se puede actuar en una de sus dimensiones sin alterar el conjunto; no se puede enfrentar   parcialmente un problema, sin que surjan otros, no pocas veces inesperados. Del análisis metodológico de la situación ambiental moderna se deriva la importante conclusión filosófica de que los problemas ambientales pueden resolverse solo sobre la base de la lógica dialéctica con su concepción de la concatenación general de los fenómenos, pues en el mundo ningún fenómeno está

aislado del resto sino que éste se presenta como un sistema complejo, como totalidad. En la unidad del mundo se encierra la conexión y la condicionalidad recíproca de los objetos y fenómenos. . La base teórica de tal interpretación científica es la dialéctica materialista, que uniendo orgánicamente el principio del desarrollo y el principio de la unidad del mundo fundamenta el enfoque monista de la relación del hombre y el medio. Desde la óptica de la dialéctica en la sociedad se establece la correlación entre las distintas formas de movimiento; las relaciones e interconexiones entre sus miembros independientemente de la diversidad existente porque, tienen un fundamento común; su materialidad. "La complejidad de la cuestión medioambiental es tal que encontrar una fundamentación teórica para vislumbrar su posible solución práctica, debe pasar, ya no solo por los estudios interdisciplinarios que las distintas ramas particulares del saber brindan; sino además por una valoración generalizadora desde una  perspectiva filosófica que, por supuesto parte del vínculo estrecho con aquellas en los conocimientos que las mismas ofrecen". (Rodríguez 1998).

2.3 LA FILOSOFÍA ES UNA CONCEPCIÓN DEL MUNDO La filosofía es una concepción del mundo, una interpretación de la realidad que incluye aspectos de carácter ontológico, gnoseológico, metodológico y axiológico; de ahí que al abordar las cuestiones ambientales debe hacerse desde la misma visión filosófica y más concretamente del Materialismo Dialéctico, que permite comprender la dinámica del desarrollo natural y social. El análisis de la cuestión ambiental desde el ángulo filosófico permite determinar la presencia de un  problema de carácter cosmovisivo de la relación hombre - mundo, que se da objetivamente a partir de determinadas necesidades humanas y por tanto de esencia social e históricamente determinado. Movidos por las ansias de satisfacer  tales necesidades, los hombres establecen relaciones con sus semejantes y con el entorno físico, y en este proceso se manifiesta su cultura y su visión del mundo .7

En ese proceso de interacción del hombre con su medio, el primero ha estado históricamente en el centro de dicha relación y con un orden prioritario donde lo 7

Rodríguez, Neris: Hacia una reflexión filosófica del desarrollo sostenible. En Monografía

que cuenta es, por sobre todas las cosas, la consecución de sus aspiraciones, incluso en detrimento de las de otros hombres y del mantenimiento del equilibrio natural si fuera necesario.  Nuestra interpretación desde el ángulo de la filosofía versa alrededor de la idea de que las actuaciones individuales están en correspondencia con su concepción del mundo, con la manera en que su visión del mundo se ha ido ampliando a lo largo de la historia del desarrollo de las distintas formaciones económicas sociales y en correspondencia con el nivel que han ido alcanzando las fuerzas productivas materiales de las cuales se ha valido históricamente y se vale hoy, para materializar sus propósitos. En la medida en que el hombre ha ido aumentando su "poder sobre la naturaleza" y sobre los demás hombres, preocupado por sí mismo, ha ido venciendo sus temores a la naturaleza y con ello el temor a destruir el entorno, actuando siempre movido por las primera necesidades, sin prestar la debida atención a la existencia de leyes del desarrollo tanto natural como social, o en ocasiones tratando de "someterlas" a sus antojos para actuar "libremente", cuando en verdad la libertad es actuar con conocimiento de causa y en correspondencia con las leyes objetivas del desarrollo, tal como nos enseñaron los clásicos de la filosofía del marxismo. Este actuar como si solo existiera o solo importara el hombre es una expresión flagrante de un antropocentrismo desmedido y exagerado, es más bien egocentrismo, característico de las sociedades de élites, que consideran a la naturaleza y a los demás seres humanos como instrumentos, y es más bien fruto de la cultura consumista y la falta de racionalidad en el actuar, como si los intereses y necesidades de los demás no contaran, como profundizaremos en el epígrafe siguiente. Es este actuar irresponsable de este tipo de hombre el máximo culpable de la actual situación ambiental; por ello se plantea la necesidad impostergable de su cambio, a partir del cambio de las condiciones sociales que garanticen un tipo de hombre que no solo se considere importante a sí mismo sino que tenga en cuenta además a los demás hombres y a las demás especies vivientes que cumplen funciones vitales y en estrecha relación, pues el mundo es un complejo entramado en el que todo está concatenado. Como bien se afirma en la conferencia de

 premios Novel, celebrada en París del 18 al 21 de enero de 1988 "todas las formas de vida deben ser consideradas como formas esenciales de la humanidad. Alterar  el equilibrio ecológico es por consiguiente un crimen contra el futuro. La riqueza de la humanidad reside también en su diversidad, que debe protegerse en todas sus facetas: cultural, biológica, filosófica, espiritual. Con tal fin debe hacerse constante hincapié en la tolerancia, la capacidad de escuchar al otro y el rechazo de las verdades definitivas". Para que puedan materializarse tales aspiraciones es menester un hombre racional en su actuar respecto a los demás hombres y al ambiente del que es parte. A la comprensión de esta necesidad contribuye la visión filosófica. A pesar de que en el siglo XX tuvieron lugar importantes reuniones, cumbres y otros encuentros que involucraron a jefes de Estado, movimientos ambientalistas, investigadores, etc., que indican que en alguna medida se ha ido produciendo un consenso a nivel internacional en torno a la necesidad de tomar medidas urgentes  para salvar a nuestra casa común, el inicio del siglo XXI ha estado marcado por  acontecimientos genocidas, terroristas y guerreristas que lejos de minimizar la desfavorable situación del medio ambiente lo que hacen es agudizarla aún más  poniendo cada vez más en peligro la vida en el planeta Tierra no solo para las actuales generaciones de seres humanos sino también para las futuras. Uno de los problemas de la actualidad que con fuerza inciden en el empeoramiento cualitativo del entorno del hombre es la urbanización y el estilo de vida a partir del aumento continuo de la  presión demográfica sobre la naturaleza. En esta dirección el desequilibrio de los balances ecológicos naturales, están dados  por la contaminación de la naturaleza con los desechos de la actividad socioeconómica de los hombres, todo lo cual repercute negativamente en el normal desarrollo de las relaciones hombre – hombre, incluyendo el peligro de su  propia degeneración genética. La urgencia de atender los problemas medio ambientales está dada en última instancia, por la necesidad de establecer una armonía dinámica permanente entre

el progreso multifacético del hombre y la sociedad en su conjunto y el mantenimiento del medio ambiente, pero para lograrlo es preciso entre otras cosas, desarrollar en los hombres una cultura cada vez superior para el tratamiento de los mismos. Es indispensable que los individuos conozcan las interioridades que dimanen del desarrollo vertiginoso de la producción para lo cual se requieren nuevas fuentes de energía y nuevos recursos y que al mismo tiempo tengan en cuenta que la exposición de personas y animales a sobrecargas de determinados agentes materiales, tales como ruidos, el polvo, los vapores y otros, afectan considerablemente a la salud y al entorno. Y es que precisamente la percepción del alcance de los problemas es la única vía de preservación de la humanidad. Como ya se ha señalado en la solución de estos problemas las ciencias juegan un importante papel. Tanto las Ciencias Naturales y Técnicas como las Humanísticas y Sociales deben contribuir a que las amplias masas de la sociedad adquieran conciencia del significado de estos peligros y puedan pensar y actuar en busca de vías para preverlos y solucionarlos. Por ello en la formación de las nuevas generaciones es importante tener en cuenta estos aspectos, pues se precisa de una formación integral que contemple la toma de conciencia y una actitud adecuada ante el medio. Es por eso, que en el análisis de los problemas medio – ambiental y especialmente en la relación hombre – medio, es necesario revelarlos poniendo en claro y con sentido educativo la significación filosófica y cultural que los mismos  poseen. Es un aspecto que ya hoy forma parte del código de valores y conductas morales que ante la naturaleza y la propia sociedad demanda el futuro inmediato. En este sentido constituye una necesidad para la formación de las nuevas generaciones conocer estos problemas y sus posibles consecuencias para la humanidad, con el enfoque dialéctico, pues estos actores sociales, desempeñarán importantes funciones en la sociedad y desde el punto de vista de la protección del medio su influencia puede ser muy positiva o muy negativa según sea la orientación que en este sentido posean, y lo mismo es aplicable a las relaciones con los hombres que pueden ser favorecedoras o nocivas a la convivencia, al sentido de pertenencia, la identidad y la cultura. Esto demuestra la necesidad de

enfatizar en la responsabilidad de las generaciones actuales por el destino del medio ambiente en general, y de la humanidad en particular. 8

2.4 PARA SALVAR EL MUNDO Se sabe que, indica Andrew Zolli, empiezan a escasear productos básicos como el agua potable, combustibles fósiles, tierra cultivable, aire limpio, aluminio, ace-ro e incluso la silicona. Esto que parece una mala noticia también podría ser favorable en la idea de ingeniar productos ecológicos más duraderos y, por lo tanto, menos contaminantes. Eso nos forzará a volvernos mejores para extraer, reciclar y usar  materiales sustitutos. ¿Qué hace la filosofía al respecto? ¿Dónde se encuentran los filósofos para aventurarse a explorar estos asuntos? Si en Singapur existen filtros que purifican las aguas del alcantarillado en un 100%, qué pasa con las ciudades del tercer mundo que poco hacen por  descontaminar las aguas que impunemente vierten a los ríos. Ahí es donde debería aparecer el filósofo para indagar por la responsabilidad de los gobernantes. No es seguro que necesitemos hombres pensando en almas, en Platón e ideas eternas, en Kant y sus imperativos, en Nietzsche y la muerte de dios o en Hegel y lo absoluto,  pero si es evidente que requerimos filósofos terrenales, ocupados por las calidades de los gobernantes en el manejo de los recursos, en la igualdad de oportunidades, en el acceso a la educación, en fiscalizar las decisiones de la justicia, en pro promover el respeto por la vida e intrigarse por la preservación del medioambiente, cuando menos. Existen tarjetas de transacciones financieras que informan cuanto se está contaminando el entorno con la compra de un producto, y a su vez, sugiere suministrar un dinero para plantar árboles y resarcir el daño causado ¿será que necesitamos componentes similares a estos para que nuestros filósofos sepan cuanto están aportando en la contaminación de ideas? ¿Cuánto están haciendo para descontaminar su mundo? ¿Qué vienen emprendiendo para ocuparse de la realidad ecológica? Hay vestuarios que vigilan el estado de salud de las personas, aún no 8

Rodríguez, Neris: Hacia una reflexión filosófica del desarrollo sostenible. En Monografía

tenemos dispositivos creíbles ni suficientes pensadores que estén vigilando como  proteger la salud del planeta. De otra parte, aparecen los cultivos transgénicos que tampoco han sido abordados desde el pensar filosófico con adecuada autoridad. Esas mutaciones genéticas se le dejaron a la industria, a la agricultura, pero el debatir filosófico no se ha hecho sentir con suficiente fortaleza al respecto. De seguro, ello se opone al pensar débil  propuesto por Vattimo, más bien constituye un pensar en abatimiento, en una  prolija pereza. Para Heidegger, el olvido más profundo es no-recordar, entendido en un abandonar la imagen que consigo se trae, es el estar fuera de lo sucedido. ¿Cuáles serán los elementos de olvido del pensar filosófico en torno al medio ambiente? Espe-remos que no todos. Esto podría propiciar una expulsión de realidad, dada bien por exceso, bien por  defecto, la cual precisa leerse con abundante amplitud para no caer en un estrechamiento conceptual. Es indudable que la existencia, en un llevarse-a-símismo, implica la movilidad con y en otros. En ese caso ¡Estás en deuda filosofía! De seguir así, los filósofos estaremos en proceso de desaparición y, de pronto al estilo de los dino-saurios, moriremos antes que el medioambiente o que aparezca el órgano sugerido por Engels. Se requiere hacer una preelaboración, la cual designa un proceso psíquico que integra una interpretación del acontecimiento, y se va más allá de las resistencias que ella suscita. Se trataría de un trabajo mental de maduración, ligado a una nueva visión de las cosas que permitiría abandonar ciertos hábitos adquiridos como la repetición neurótica que conduce al desborde de la razón. La  preelaboración pide tiempo para realizarse, un tiempo que depende del ritmo  biológico y psíquico de cada uno. Estamos sobre diagnosticados y no hemos  preelaborado lo suficiente para enfrentar el problema medioambiental tanto desde lo filosófico como desde las ciencias. Insinuación octava. Carpe Diem: La expresión latina carpe diem, designa aprovechar el día, si ello es posible ¿cómo podremos aprovechar el día para no

 perder los años? ¿Cómo aprovechar la oscuridad para encontrar la luz? ¿Cómo aprovechan el día los filósofos?

2.5 EPISTEMOLOGÍA PARA UNA ÉTICA AMBIENTAL La nueva sensibilidad que ha comenzado a experimentar la sociedad de los últimos decenios y se ha puesto de manifiesto en el estilo de la cultura actual, también presenta una mirada diferente hacia la naturaleza. La preocupación ecológica y la simpatía por el entorno natural se puede decir que “está de moda”. Pero el término “moda” tal vez no sea la expresión más adecuada de esta realidad  por su connotación de ser “pasajera”. Esta nueva visión de la naturaleza no tiene aspecto de ser algo meramente epocal, así como tampoco lo han sido la nueva forma de racionalidad ha dado inicio a la filosofía en Mileto, o el método científico de Bacon y Descartes que ha abierto la vía a la ciencia moderna. La cuestión ecológica también abre una puerta que difícilmente se cierre. La razón es simple, cada vez más nuestra dependencia vital con el medioambiente es más acuciante, porque somos más y porque nuestro poder tecnológico tiene un alcance global.  Nuestro planeta se ha empequeñecido sobre todo desde la segunda mitad del siglo XX, no en cuanto a sus medidas físicas, ni siquiera porque somos algunos millones de habitantes más, sino sobre todo por la alta tecnología en materia de transportes y telecomunicaciones. De manera instantánea podemos enterarnos de lo que ocurre al otro extremo del planeta; en cuestión de horas podemos recorrer  una distancia que siglos atrás requería de varios meses, y con algunos instrumentos telemáticos numerosas personas pueden participar simultáneamente de una conferencia, distribuidas en los distintos continentes del planeta. Es muy significativa la expresión que se ha acuñado para señalar esta nueva realidad: la “aldea global”. Reflexionar acerca de la actitud que tiene el hombre con relación al medioambiente es uno de los temas de nuestra época y no lo podemos eludir. La ética ambiental es una reflexión sobre el comportamiento humano con relación al ecosistema y su intervención en los procesos naturales.

Que si los animales tienen derechos o que si nos volvemos vegetarianos no son más que aspectos de un fenómeno más amplio que en realidad cuestiona, tomando  prestado el título de la obra de Max Scheler, “la situación del hombre en el cosmos”. Por este motivo, ya no planteo la legitimidad de que haya o no una “ética ambiental”, la doy como un hecho. Habría que dar el segundo paso, ¿cuál o cuáles serían los métodos más adecuados para estudiar la ética ambiental? Esto es, ¿qué epistemología puede dar una explicación adecuada a la reflexión filosófica sobre la ecología? Esta pregunta puede iniciar la conversación y lo primero que  probablemente salga a colación sea la afirmación de que no se puede hablar de un solo camino o método para abordar este tema, porque la misma filosofía es diversa, amplia y rica en métodos. Aún así, ¿cuáles serían los caminos más aconsejables?

A continuación, me gustaría presentar lo que considero una de las vías para reflexionar sobre la ecología a partir del realismo metafísico . Esa corriente de  pensamiento que recupera la tradición clásica, sobre todo a Aristóteles y Tomás de Aquino. Para comprender mejor su pertinencia, comentaré dos aproximaciones que me parece que disgregan y atomizan el estudio de la ecología: la primera está representada por un tipo de racionalismo cientificista heredera de Augusto Comte, el segundo por el emotivismo de la segunda mitad del siglo XX que hunde sus raíces en Schopenhauer y pasa a la praxis con Freud9. Finalmente, me gustaría mostrar de qué manera el conocimiento por connaturalidad aborda la cuestión ecológica sin el riesgo de romper la unidad de sentido que tienen los elementos que la componen. Es una alternativa epistemológica que inspirada en Aristóteles está desarrollada en Tomás de Aquino. 9

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UNESCO (1997): Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental , Tbilisi. Informe final.

2.6 ¿RACIONALISMO HOY? Aunque algunos autores proclamen la irrupción de la posmodernidad desde la misma azotea que oyó sentenciar de Nietzsche la muerte de Dios, no se puede  pensar que el racionalismo haya desaparecido. Un cambio cultural no se produce de la noche a la mañana, es un proceso que se gesta paulatinamente, que puede verse acelerado por acontecimientos históricos, pero que en definitiva, tarda en cuajar. Nuestra sociedad actual todavía tiene un fuerte parentesco con Descartes, Kant o Hegel, y si se quiere, también con Comte. Un botón de muestra se puede ver en el auge de la ciencia y en el poder de certeza que produce en la gran mayoría. Si uno desea estar seguro de algo, busca una demostración científica, los medios de comunicación, para reforzar sus argumentos lo hacen respaldados por  algún comité, grupo o proyecto científico, incluso las decisiones más pedestres  buscan apoyo en lo que dice la ciencia. La ciencia es una forma de racionalidad legítima, pero cuando se la lleva al extremo que lo ha llevado Comte, entonces tenemos el cientificismo que platea un reduccionismo epistemológico por no considerar como válidas otras fuentes de conocimiento que no sean las demostraciones según el método empírico-positivo. ¿Qué criterios podemos utilizar para encontrar el adecuado orden de la naturaleza? ¿Se puede hablar de un ordenamiento ecológico? Si negamos la posibilidad de un orden en la ecología no podremos hablar de una “manera adecuada” de comportamiento que lleve, por ejemplo, al “desarrollo sostenible” Expresión que considero muy ambigua-. Estaríamos negando la posibilidad de una ética ambiental. Y si negamos una ética ambiental, da igual lo que hagamos con nuestro entorno o si vamos hacia nuestra autodestrucción. Aquí no pretendo ser  catastrofista, simplemente indico que si ahora aplicamos a nuestro modo de vida la ley de la jungla, con el poder tecnológico que tenemos, podemos durar muy poco tiempo más. Los criterios éticos tienen que ser elaborados de manera racional y omniabarcante, donde se integren las potencias operativas en un todo, considerando la unidad del ser humano. En esa unidad del ser humano, también habría que incluir una

realidad que muchos desean pasarla por alto, pero que la historia y la biografía de muchos millones de personas de todo el mundo la acreditan: la realidad espiritual. En este sentido, algunos han visto oportuno que los criterios para fundar una ética ambiental deben superar las posiciones antropocentristas y biocentristas (o geocentristas) y tener otra visión más alejada de esos dos polos: la posición teocentrista. La única manera de disminuir la supremacía del hombre sobre la naturaleza, y de recuperar la importancia de la naturaleza que merece el respeto  por parte del hombre, es por medio de una superación de ambas propuestas  ─biocentrista y antropocentrista─. Para algunos pensadores esa superación se conseguiría por medio de la teología.

2.7 CONOCIMIENTO POR CONNATURALIDAD Y ECOLOGÍA El hombre por sus características corpóreas tiene una relación natural con el medio ambiente y con los seres de la naturaleza. Esta relación se establece por su misma constitución humana, bajo aspectos apetitivos y cognitivos. Desde los primeros instantes de la vida humana tiene una referencia instintiva hacia la conservación de su vida y para ello “despliega” todo su ser que entra en contacto con el entorno  para “adaptarse” y “con-vivir”. La relación con la naturaleza surge en función de esta mutua adaptación, porque todos los seres naturales coinciden en un lugar físico y por tanto están en “interrelación”.Un hombre que establezca una relación positiva con la naturaleza puede alcanzar a descubrir su belleza y bondad, y comprender la necesidad del “respeto” que merece. Este “respeto” llevado al plano racional significa situar este elemento de una manera ordenada en el todo del sistema vital, sabiendo que lo material es limitado y no se lo puede malgastar o usar indebidamente, abusarlo. Por eso, el respeto a la naturaleza exige su cuidado. A veces la admiración que suscita puede sublimarse, como ocurre con algunos artistas o como ocurría en las antiguas religiones de culto naturalista, que no comprendían plenamente el orden natural —  incluso de lo inerte— y los sobrevaloraba confundiendo muchas veces, criatura con Creador. Este abuso también suele aparecer en la actualidad en las corrientes más extremas de los movimientos “verdes” que polarizan la comprensión de la naturaleza en un biocentrismo fuerte24.

El hombre que sabe contemplar su entorno va disponiendo sus hábitos de tal forma que puede percibir una profunda relación con los demás seres de la existencia. De alguna manera, misteriosa si se quiere, hay un nexo que hace coincidir nuestro paso por esta vida con el destino de los que nos rodean. Solamente aquel que puede ver más allá de sus impulsos de supervivencia o de las sugestiones del consumismo que abunda tanto en nuestra civilización encontrará la sintonía que es necesaria para llegar a la armonía con los seres de la naturaleza. Esto no quiere decir caer en el puritanismo extremo ─aunque algunos lo hacen, incluso de modo religioso─, simplemente quiere decir tener una mirada llena de amor y respeto por aquello que se nos ha dado. ¿Por qué destruir y avasallar lo que no hemos creado nosotros? A la ética ambiental le corresponde estudiar los límites y sugerir lo conveniente o inconveniente de la actuación humana con respecto a su medioambiente, pero no es algo impuesto porque sí, sino por nuestra condición vital misma. La connaturalidad y su peculiar tipo de conocimiento nos ofrecen una alternativa que procede de nuestra misma condición humana para valorar las razones con las que se puede fundamentar una ética ambiental. La epistemología que sustenta los  principios de la ética ambiental también puede acudir a sus fuentes clásicas y tal vez se encuentre con sorpresas al descubrir que también había ecologistas en aquellos tiempos 10

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Engels, Federico: Ludwing Feurerbach y el fin de la filosofía clásica alemana. OE en 3t, t3. Editorial  Progreso, Moscú, 1988.

CONCLUSIONES 1. Con todo lo expresado anteriormente, se demuestra la importancia que tiene la humanidad de enfrentar y resolver diversos problemas del medio ambiente, de cuya solución depende, objetivamente, la existencia de la especie humana, siendo un  problema cardinal y prioritario la solución de estas afectaciones ecológicas basada en la concepción materialista y dialéctica del mundo, así como sostenida en la concepción científica del mundo. 2. Se observa y se evidencia la falta de la práctica para la protección ambiental en el mantenimiento del equilibrio entre la sociedad y el medio ambiente, a pesar de los esfuerzos que se realizan, que son aún insuficientes. Es imprescindible limitar las declaraciones teóricas aunque debemos apoyarnos en ellas y estimular las acciones  prácticas no solamente utilitarias del hombre y la sociedad sobre el medio ambiente, considerando la unidad indisoluble entre ambos y la necesidad del desarrollo sostenible. 3. La filosofía ambiental ha venido incorporando saberes actualizados de las ciencias  biológicas y del ambiente, y muy especialmente en las últimas décadas ha sentido la necesidad de incorporar conocimientos propios del campo de la antropología, de la economía y de la sociología. 4. Las perspectivas de futuro, en lo que al medio ambiente se refiere son poco claras. A  pesar de los cambios económicos y políticos, el interés y la preocupación por el medio ambiente aún es importante. La calidad del aire ha mejorado, pero están  pendientes de solución y requieren una acción coordinada los problemas de la lluvia ácida, los clorofluorocarbonos, la pérdida de ozono y la enorme contaminación atmosférica del este de Europa. Mientras no disminuya la lluvia ácida, la pérdida de vida continuará en los lagos y corrientes del norte, y puede verse afectado el crecimiento de los bosques. La contaminación del agua seguirá siendo un problema mientras el crecimiento demográfico continúe incrementando la  presión sobre el medio ambiente. La infiltración de residuos tóxicos en los acuíferos subterráneos y

la intrusión de agua salada en los acuíferos costeros de agua dulce no se ha interrumpido. 5. El agotamiento de los acuíferos en muchas partes del mundo y la creciente demanda de agua producirá conflictos entre el uso agrícola, industrial y doméstico de ésta. La escasez impondrá restricciones en el uso del agua y aumentará el coste de su consumo. El agua podría convertirse en la crisis energética de comienzos del siglo XXI. La contaminación de las aguas dulces y costeras, junto con la sobreexplotación, ha mermado hasta tal punto los recursos de los caladeros  piscícolas que sería necesario suspender la  pesca durante un periodo de cinco a diez años para que las especies se recuperaran. 6. Para reducir la degradación medioambiental, las sociedades deben reconocer que el medio ambiente es finito. Los especialistas creen que, al ir creciendo las poblaciones y sus demandas, la idea del crecimiento continuado debe abrir paso a un uso más racional del medio ambiente, pero que esto sólo puede lograrse con un espectacular  cambio de actitud por parte de la especie humana. El impacto de la especie humana sobre el medio ambiente ha sido comparado con las grandes catástrofes del pasado geológico de la Tierra; independientemente de la actitud de la sociedad respecto al crecimiento continuo, la humanidad debe reconocer que atacar el medio ambiente  pone en peligro la supervivencia de su propia especie.

RECOMENDACIONES 1. No botes la basura a la calle ni la deposites en lugares cercanos a las viviendas,  porque darán origen a la aparición de insectos y roedores que dañan la salud de los seres humanos. 2. Denuncia la circulación de vehículos cuyos escapes arrojen cantidades de humo a la calle, porque emiten monóxido de carbono que causa graves daños a la salud humana y animal. 3. La lucha contra la exterminación de los árboles. Un árbol proporciona de acuerdo a la frondosidad de su copa, cantidades de oxigeno que purifican el aire y limpian la atmósfera. 4. Sugiere a las autoridades que las calles tengan canaletas para encaminar el agua de las lluvias por las que eventualmente produzcan inundaciones a fin de proteger a los  pobladores. 5. Denuncia y lucha contra los relaves mineros que derivan sobre causes de rios y usos de agua, lagos, lagunas o en el mar, porque esa contaminación elimina animales y  plantas a veces irreversibles. 6. Nunca quemes basura en las calles ni en tu casa para eliminarlas. Si los desechos son papales, plásticos, jebes, si los quemas provocaras la contaminación del entono donde vives. 7. Desinfecta habitaciones y locales comerciales cuando se necesario con y utilización de sustancias que no provoquen contaminación. 8. No arroje aguas hervidas o de desechos a la calle. Usa los sistemas de desagüe de tu casa o del establecimiento donde te encuentras. 9. No hagas ruidos excesivos con aparatos musicales en su casa o establecimiento, ni compites, ni con bocinas den las calle, el ruido es también una forma de contaminación que daña a los seres humanos. 10. Colabora con autoridades u organizaciones comunitarias en la plantación de árboles y en cuidado de las áreas verdes. Cada árbol cerca de tú casa es una fuente de oxigeno

BIBLIOGRAFÍA •

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UNESCO (1997): Conferencia Intergubernamental sobre Educación Ambiental, Tbilisi. Informe final.

GLOSARIO Acciones antrópicas Acciones realizadas por la especie humana. Del griego anthropos (hombre). Acidez Son ácidas las disoluciones que tienen un pH menor que 7. Esto significa que su concentración de iones H3O+ es mayor que la de iones OH-. Las disoluciones ácidas corroen los metales, tienen un sabor picante característico (ej.: limón, vinagre, etc.) y  pueden producir quemaduras y otros daños si se ponen en contacto con la piel, cuando el pH es muy bajo. ADN Acido desoxirribonucleico. Molécula del núcleo celular que contiene la información genética. Cuando resulta dañada por las radiaciones u otros motivos, cambian los genes, lo que provoca mutaciones y malformaciones genéticas. Aerobio Proceso que tiene lugar en presencia de oxígeno. En las zonas de las plantas depuradoras en las que tiene lugar este proceso se mantiene el agua fuertemente agitada  para que haya abundante oxígeno en el agua y las bacterias puedan realizar sus procesos metabólicos. Aguas residuales Son aquéllas que no tienen un valor inminente para ser utilizadas, al no poseer una suficiente calidad para un uso apropiado en el momento de su captación. Aguas subterráneas Es el agua extraida desde o por vía de una formación subterránea, esto es, desde un acuífero. Los acuíferos son todos los depósitos ,permanentes o temporales, de agua de suficiente calidad para un uso adecuado. Aguas superficiales continentales Son las aguas con corriente superficial o las que se retienen sobre la superficie de una hondonada terrestre, es decir, embalsadas, o las aguas de los cauces naturales (ríos, arroyos, lagos) y los cauces artificiales (canales de regadío, drenaje, reservas artificiales, la industria, etc). Biocenosis Es la comunidad: el conjunto de seres vivos de un ecosistema. Biodiversidad Variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas.

Biomasa Conjunto de toda la materia orgánica procedente de la actividad de los seres vivos  presentes en la biosfera. A la parte aprovechable energéticamente se le conoce como  biomasa energética o simplemente biomasa. Biosfera Todos los organismos vivos de la Tierra. Reúne, por tanto, a todas la comunidades. Biotopo Se suele denominar así al substrato no vivo del ecosistema, es decir al conjunto de todos los elementos abióticos (no vivos). Borne Pieza metálica en forma de botón que sirve para comunicar un aparato eléctrico o una máquina con un hilo de la corriente eléctrica. Cadena alimentaria Serie de transferencias de alimentos y, por tanto de energía de un grupo de organismos a otro. Cada eslabón de la cadena se alimenta y obtiene energía del eslabón precedente, y a su vez proporciona alimento y energía al eslabón siguiente. Cinegética Actividades de caza. Clima Es una media de los tiempos meteorológicos de una zona a lo largo de varios años. Para definir un clima se suelen usar medias de temperatura, precipitación, etc. de veinte o treinta años. Un clima es, por ejemplo, el mediterráneo, caracterizado por veranos cálidos y secos, inviernos tibios y lluvias, a veces torrenciales, en otoño y primavera. Tiempo meteorológicoes la situación actual de la atmósfera en un lugar determinado. Está caracterizado por una combinación local y pasajera de temperatura, presión, humedad, precipitaciones, nubosidad...Es cambiante en cuestión de horas o días. Los tipos de tiempo son, por ejemplo: borrascoso, caluroso, lluvioso, etc. Clorofluorocarburos (CFC) Moléculas orgánicas formadas por átomos de Cl y F unidos a C. Por ejemplo CCl3F (Freón-11) o CCL2F2 (Freón-12). Se han utilizado mucho en los "sprays", frigoríficos, etc.Son los principales responsables de la destrucción de la capa de ozono. Combustible fósil  Nombre colectivo para el carbón, el gas natural y el petróleo. Con su combustión se generan gases responsables del efecto invernadero y de la lluvia ácida. Compostaje Es una forma natural de reciclaje, tal y como ocurre continuamente en la naturaleza. Consiste en la transformación de material orgánico (material vegetal) por medio de

descomposición producida por los invertebrados (insectos y gusanos) que transforman el material en abono vegetal. Contaminación Introducción directa o indirecta mediante la actividad humana de sustancias, vibraciones, calor o ruido en la atmósfera, el agua o el suelo, que pueden tener efectos  perjudiciales para la salud humana o la calidad del medio ambiente, o que puedan causar daños a los bienes materiales o deteriorar o perjudicar el disfrute u otras utilizaciones legítimas del medio ambiente.

Deforestación Pérdida de masa forestal de un territorio determinado, lo que implica la pérdida de terreno fértil. Delta Zona de acumulación aluvial aluvial de forma triangular, creada por un río al desembocar en un mar o en un lago. Demanda Biológica de Oxígeno: DBO Es el oxígeno que se consume en un determinado volumen de agua en un plazo fijo de tiempo de tiempo (5 días), a una temperatura estándar (15ºC y en condiciones de oscuridad. Nos indica la materia orgánica presente en el agua, porque cuanta más hay, más activas estarán las bacterias aerobias, y más oxígeno se consumirá. Por tanto si la DBO es alta indica contaminación y mala calidad de este agua y al revés. Derrubios Escombros que se forman cuando se explotan las minas. En las explotaciones mineras se utiliza el mineral aprovechable, pero el resto del material que acompaña al mineral y no es útil (ganga) se deja acumulado cerca de las galerías o explotaciones en mineras en forma de derrubios

ANEXOS ¿QUIÉN CUIDA EL MEDIO AMBIENTE EN EL PERÚ? En el Perú existe el consejo nacional del Medio Ambiente (CANAM) encargado del cuidado del medio ambiente. Señala que uno de los factores que determina el deterioro ambiente en el Perú es la  pobreza. El CONAM ha creado comités regionales de preservación, con misiones especificas que tienen a conciliar la Biodiversidad de la naturaleza con las actividades industriales, de modo de los daños al medio ambiente sea lo menos significativos  posibles. Las autoridades de Arequipa se aprestan ha aprobar un estándar de calidad de aire lo que se había convertido en un problema esencial, debido a los altos índices de contaminación que causaba Arequipa es la quinta ciudad después de Lima Chimbote, La Oroya Y Moquegua en acusar un alto índice de contaminación por lo que las autoridades municipales y el CONAM pusieron en movimientos a instituciones diversas a fin de resolver mancomunadamente el problema, al establecer los comités regionales, teniendo en cuenta que los problemas ambientales no son los mismo en toda las regiones del país. En el centro existe una gran polución atmosférica provocada por las fundiciones. En las localidad ribereñas como Pisco la contaminación incide especialmente en el mar y en Chimbote los daños afectan doblemente a la población  porque se producen en el mar y en la atmósfera debido a la presencia de numerosas fabricas de harina, pescado que no poseen los equipos purificadores adecuados.

El principal funcionario del ambiente en el Perú es el Ministro del Ambiente El Ministerio del Ambiente fue creado el 14 de mayo de 2008, mediante Decreto Legislativo Nro 1013 (97.34 kB), como ente rector del sector ambiental nacional, que coordina en los niveles de gobierno local, regional y nacional. Los problemas ambientales globales, principalmente el cambio climático, la pérdida de los recursos naturales, la disminución de los bosques y la crisis del agua, que amenazan la vida en el planeta, concitan hoy la atención internacional. Por ello, el mundo ha empezado a entender el verdadero significado del cuidado del ambiente y el Perú no es la excepción. Indudablemente en el siglo XXI – decisivo para la búsqueda del crecimiento económico sostenible con equidad social, la conservación de los recursos naturales y el cuidado del ambiente - los retos para el país se basan en el cumplimiento de la Constitución Política del Perú y en el marco de los compromisos de los tratados y convenios, los Objetivos del Milenio y los acuerdos comerciales suscritos, así como en el logro del desarrollo sostenible.

CONTAMINANTES DEL MEDIO AMBIENTE

INDICE INTRODUCCIÓN

CAPITULO I EL MEDIO AMBIENTE 1.1. CONCEPTO DE MEDIO AMBIENTE................................................................................1 1.2. FACTORES NATURALES..................................................................................................1 1.3. PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES.............................................................................3 1.4. LA EDAD MEDIA DE LA FILOSOFÍA EN LA CRISIS DEL MEDIO AMBIENTE.........7 1.5. LA PREGUNTA A LA FILOSOFÍA POR EL MEDIO AMBIENTE...................................8 1.6. TEORÍA DEL PODER EN FILOSOFÍA-MEDIOAMBIENTE .........................................11 1.7. ¿QUÉ ROL CUMPLE LA FILOSOFÍA EN MEDIO DE ESTE PANORAMA DIVERSO Y COMPLEJO?...................................................................................................................12 1.8. INFLUENCIAS DEL AMBIENTALISMO CIENTÍFICO EN LA FILOSOFÍA AMBIENTAL......................................................................................................................13 1.9. INFLUENCIA DE LA FILOSOFÍA AMBIENTAL EN LAS CIENCIAS AMBIENTALES...................................................................................................................... ...................................................................................................................................................16

CAPITULO II PROBLEMAS DEL MEDIO AMBIENTE DESDE LA FILOSOFÍA 2.1. EL MEDIO AMBIENTE DESDE LA FILOSOFÍA ...........................................................18 2.2 ENUESTRA VISIÓN DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES......................................19 2.3 LA FILOSOFÍA ES UNA CONCEPCIÓN DEL MUNDO..................................................21 2.4 PARA SALVAR EL MUNDO ............................................................................................25 2.5 EPISTEMOLOGÍA PARA UNA ÉTICA AMBIENTAL.....................................................27 2.6 ¿RACIONALISMO HOY?..................................................................................................29 2.7 CONOCIMIENTO POR CONNATURALIDAD Y ECOLOGÍA........................................30 CONCLUSIONES RECOMENDACIONES BIBLIOGRAFÍA

GLOSARIO ANEXOS

INTRODUCCIÓN El presente trabajo destaca cómo al abordar el problema del medio ambiente debe tenerse presente la dinámica de la relación del hombre con su entorno así como su especificidad, dado que éste no es un problema simple sino que encierra aspectos económicos, políticos, éticos, educativos, cuestiones de identidad, etc., lo que pone de manifiesto la urgencia de estudios filosóficos que rebasen el marco particular presente en la mayoría de las investigaciones realizadas, pues la Filosofía siempre ha estado vinculada al conocimiento y ha sido expresión de diferentes concepciones del mundo que han caracterizado las comunidades humanas, en tanto su reflexión gira en torno a los problemas de la relación hombre- mundo. La problemática ambientalista ha venido a ocupar uno de los espacios significativos hoy en los más diversos círculos de intelectuales, políticos, economistas, científicos de las más variadas ramas, tecnólogos, organizaciones , personalidades, hombres, mujeres y niños de diferentes naciones, credos, culturas, etc. Las relaciones del hombre con su entorno y del hombre con el hombre se hacen cada vez más controvertidas, pues éste históricamente ha tratado de satisfacer sus necesidades a costa de la naturaleza y no  pocas veces en detrimento de las de sus semejantes, lo que ocasiona el deterioro del  planeta, que en los últimos tiempos ha alcanzado un ritmo acelerado. Para superar la desfavorable situación se toman numerosas medidas de carácter  sociopolítico, económico, jurídico, científico y técnico, que no siempre constituyen la solución a los  problemas. Las complejas relaciones de los organismos vivos con su medio y las consecuencias que de ello se derivan no son hoy asunto privativo de las ciencias biológicas en general ni de la ecología en específico. Las ciencias, tanto sociales como naturales y técnicas, están llamadas a enfrentar con urgencia y en mancomunidad la misión de encontrar  soluciones duraderas, o mejor, definitivas, al grave estado de deterioro a que la actual civilización ha sometido a nuestra casa común.

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