Filosofía Seleccion de Textos

July 29, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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© Sergio Rábade Romeo F. Alvarez-Palencia Agustín Rodríguez José María Atencia J. Feo. del Corral © Editorial Librería Agora, S.A. Carretería, 92; Tlf.: 228699; Fax: 226411 2 9 0 0 8 -M Á L A G A I. S . B . N . : 8 4 -8 5 6 9 8 -7 4 -6 Depósito Legal: GR-1657-1991 Portada: Antonio Herráiz Pacheco Ilustraciones: Esculturas de Rodín Compone: PERCIEYOSU Alcalde Tomás Domínguez, 4.° 12-A 2 9 0 0 7 -M Á L A G A Imprime: T.G. ARTE, Juberías & CIA, S.A. Rubén Darío, s/n. 1 8 2 0 0 -M A R A C E N A (G ra n a d a )

 

PRÓLOGO Tanto los hábitos de trabajo que desde hace tiempo se han impuesto en las aulas como los nuevos diseños curriculares que configuran los bachilleratos de la Reforma de las EE MM, acentúan la autonomía profesional profesional del docente y hacen posible una participación más significativa significativa del alumno en su propio aprendizaje. Es más, casi nos atreveríamos a decir que no sólo sólo ofrecen esa posibilidad, sino que también la plantean com o exigencia. Los autores d el presente libro se han decidido a contribuir al desarrollo de la publicación de estos diseños curriculares poniendo a disposición de profesores y alumnos un material de trabajo en sintonía con lo que podría ser un nuevo modo de enseñar la filosofía. En efecto, la presente selección de textos pretende ser, ante todo, útil y práctica: se trata de fragmentos seleccionados a lo largo de años, propuestos muchos de ellos ellos en diferentes ocasiones a los alumnos como ejercicio de comentario y que han resultado ser adecuados a su compresión. A éstos se les propone, pues, la interpretación, interpretación, el comentario y la crítica crítica de textos de los filosofas. Es el diálogo directo del alumno con los pensadores mismos lo que querríamos, ante todo, todo, propiciar aquí. Este diálogo, digámoslo ahora, n o es fácil ni tiene por qu é serlo. serlo. No se consigue sin esfuerzo y sin el ejercicio sostenido de una reflexión tanto crítica como abierta. A veces los filósofos no han sido demasiado considerados con los principiantes y no se se han tomado tomado la molestia de poner a su alcance las ideas que un día defendieron co mo verdaderas y dieron sentido a sus vidas. Otras veces la dificultad radica en que la filosofía es abstracta, intrincada y compleja. Lo cierto es que en todos los casos exige esfuerzo, un esfuerzo personal. Dijo un filósofo, Kant, que   no  se aprende filosofía, se aprende a filosofar . Esta idea nos sigue pareciendo la mejor reflexión para iniciarnos en la filosofía: al alumno no puede enseñarle filosofía ni este este libro ni ningún otro. Tampoco puede hacerlo ningún profesor. Pueden enseñarle cosas en relación con la filosofía: los sistemas filosóficos, las obras de los autores, la vida de éstos, la terminología que emplearon... Pero filosofía no es un saber acabado o hecho, no es una doctrina para aprenderla, sino una actividad, o , mejor, una actitud. Consiste en pensar desde uno mismo y por tanto no puede enseñarla nadie. La filosofía, el filosofar, es algo personal, una posición que se adopta ante las cosas y ante uno mismo. Pues bien, nada hay mejor para iniciarse en esta actitud que pensar con los autores o incluso contra ellos: analizar sus ideas ideas desde los propios supuestos que las

 

hicieron posibles, discutirlos, criticar sus tesis y apreciar todo lo que en ellos hay de esfuerzo en pos de la verdad. Enestil lo oquede aenseñanza los profesores se refiere, hemos dicho atrás de quela elrefor nuevo estilo que parece se consagra con lamás llegada reforma ma del Bachillerato propicia y exige una mayor libertad y autonomía al profesional profesi onal de la docencia. Más que mantener una programación estable que puede llegar a no plantear dem asiadas exigencias y que se halla halla muy lejos de los conocimientos que adquirimos en su día y que se nos exigieron para poder ejercer la enseñan za, ho y parece que se nos ofrece la posibilidad de diseñar por nosotros mismos los contenidos y la metodología metodología que configuran el trabajo en clase. Con esta obra querríamos poner al alcance del profesor una serie de textos en los cuales cuales el alumno, como queda dicho, lleve a cabo su su primer encuentro con la filosofía. El que sea él quien deba protagoniza r este encuentro no resta en absoluto importancia a otro hecho igualmente decisivo: este encuentro no será posible sin la presencia del profesor. Los textos serían mudos o incomprensibles sin su su explicación explicación previa, su apoyo permanente, sus recursos y su experiencia. El presente libro deja a todos la posibilidad de hacer por sí mismos   la propia asignatura, en cuya enseñanza se podrá podrá actuar con la mayor libertad y dentro de la la máxim a iniciativa personal. Pero, al mismo tiempo, el recurso al texto del filosofo hecho posible en esta selección puede constituir un valioso instrumento de trabajo. En fin, si la filosofía filosofía implica un reto reto —el de pensar por uno mismo— la enseñanza de la filosofía plantea una dificultad en muchas ocasiones ardua y no pocas veces ingrata: en en un contexto contexto social masificado y abandonado a la presión de los medios de comunicación, comunicación, de la permanente excitación excitación al consumo y en el que reina la más absoluta inautenticidad; en un mundo presidido por la superficialidad y la la apariencia de lo fácil, hay que intentar inculcar en los jóvenes la idea de que pensar por uno mismo es el único camino para ser libre y para ser él mismo... mismo... Nada menos. Los autores están convencidos de que, a pesar de todo, este esfuerzo esfuerzo de servicio a la juventud y a la sociedad no siempre es inútil, no siempre pasa desapercibido y de que, en cualquier caso, es necesario. Incluso merece la pena. Habrían conseguido su propósito si la antología antología que hoy ponen a disposición de sus colegas fuera capaz de ayudarles en su trabajo contribuyendo, modestamente, al cultivo y a la difusión de la filosofía.

LOS AUTORES

 

INDICACIONES METODOLÓGICAS En la selección y ordenación de los textos incluidos en este trabajo se ha perseguido un doble objetivo: por una parte, ofrecer una colección de textos variada, rica y asequible al alumno, que pudiera ser   útil  en clase a la hora de hacer prácticas de trabajos con los textos; de otro lado, se ha pretendido introducir en dicha colección un orden sistemático. En virtud de esta ordenación de los textos y de los temas resulta posible servirse de ella como guía del curso en su totalidad. Los temas abordados son los previstos para la nueva asignatura de filosofía, y los textos incluidos en cada una de sus unidades temáticas responden a diferentes aspectos del problema a considerar,  orgánicamente relacionados entre sí  y no meramente yuxtapuestos. Al final de cada uno de los temas figura una breve bibliografía que, en lo posible, incluye obras específicamente dirigidas al alumno, ap arte de aquellas que se ofrecen al propio profesor. En consecuencia, este libro puede ser utilizado como guía del trabajo en clase, al mismo tiempo que como colección de textos sobre los que trabajar. Las sugerencias que figuran a continuación no tienen otro valor que el de presentar una serie de posibilidades de trabajo en clase y con los textos. Tal vez sea posible intentar y experimentarlas todas o, simplemente, optar por alguna o algunas de ellas, en función del interés y las características específicas de cada grupo. Puede ser una buena estrategia la de proponer los distintos tipos de ejercicio   sucesivamente  a lo largo del curso de modo que el alumno aprenda a enfrentarse a un texto y a la filosofía desde diferentes posiciones y actitudes. En cualquier caso, creemos que el trabajo con los textos debe ir precedido y acompañado de la explicación del profesor. Sólo cuando el alumno tenga una visión global del problema, estará en condiciones de   interrogar  por sí mismo al texto. A partir de ese momento y sólo entonces podrá enfrentarse a su riqueza y dificultad con posibilidades posibilidades de desarrollar su capacidad tanto d e com prensión como de crítica. Entre todas las "estrategias" que pueden conducirle a ello, he aquí las que nos parecen más eficaces: 1) Es importante, en primer lugar,   aprender a leer  filosofía. Recomendaríamos dos niveles distintos y sucesivos de lectura: una primera, por así decir, sintética,  y otra en segundo lugar,  analítica, en la que se detenga la atención en los aspectos de detalle que resulten ser más significativos. Lo primero, 7

 

pues, que creemos debe hacerse, es llegar a la certeza de que el alumno ha captado suficientemente el texto y su significado. No nos es posible ahora, (ni estamos seguros de que sea el momento de hacerlo) profundizar aquí en las características del lenguaje "filosófico", si es que pudiera hablarse así y hubiera realmente   un  lenguaje filosófico. Como es sabido, la filosofía se ha expresado de muy diversas formas a lo largo de su historia y las formas y estilos que tendrían derecho a ese nombre serían muchos, desde el aforismo hasta el diálogo o el tratado, por poner sólo tres ejemplos. En cualquier caso, sí pueden hacerse al alumno algunas breves observaciones que le ayudarán a afro ntar la dificultad dificultad específica de la comprensión del texto filosófico: Muchos de los textos seleccionados poseen un carácter que podríamos llamar doctrinal,  exponen una regla, un mandato, un precepto o admonición, o simplemente   definen  una situación y enuncian una tesis general. Otros asumen un carácter   especulativo,  y más que enunciar una idea la la elaboran, la plantean como problemática, o, si se quiere, expresan su gestación. Lo más frecuente es que se trate de   argumentaciones.  Las hay de varios tipos, pero destacamos dos: se argumenta de modo   deductivo  cuando se desciende de lo universal a lo particular y de manera   inductiva  cuando desde ejemplos o datos concretos se asciende a una afirmación general. Finalmente, otros ostentan ostentan una índole  dialéctica.  En consecuencia, polemizan y discuten planteando tanto la  tesis  como su antítesis  y llegando en ocasiones a una   síntesis. Para captar bien la ordenación de los párrafos, lo que a veces no es fácil del todo, es útil prestar atención a los llamados "ordenadores del discurso", que suelen poner de manifiesto la estructura estructura lógica del texto   (por tanto, de donde, por ello, por eso, en consecuencia, por consiguiente, pues, luego, así que, sin embargo, n o obstante, por el contrario, ahora bien, a pesar de todo, etc.).  Tal cosa, que es siempre recomendable, lo es más en el caso de textos filosóficos, que a veces tienen una densidad grande y que pueden desanimar a un lector poco habituado. 2) Es frecuente que en cada texto se susciten   cuestiones  y que éstas sean diferentes según los grupos, los alumnos y el propio profesor: en este sentido, la serie de preguntas que hemos propuesto nosotros no son más que algunas entre otras muchas que cabría plantear. En cualquier caso, la reflexión que deben suscitar nos parece tan importante como la comprensión misma del texto y su principal consecuencia. 3) Nos parece particularmente indicado el que cada alumno elabore, desde el primer día, su propio   vocabulario  en relación con la filosofía. Cuando 8

 

decimos "en relación con la filosofía" queremos decir que no sólo figurarán en él los términos filosóficos en sentido estricto, sino otros muchos que surgirán a lo largo de las lecturas. Enriquecer así el vocabulario del alumno nos parece uno de los objetivos primordiales de la asignatura. 4) Un ejercicio importante, sobre todo al principio, nos parece el de la paráfrasis   del texto. Este ejercicio hace que el alumno deba pensar en sus propias palabras la idea idea allí contenida: cuando llegue a ser capaz a expresarla en su lenguaje, y sólo entonces, será posible decir que lo ha comprendido. 5) El resumen del texto viene pedido en muchas de las cuestiones que nosotros mismos planteamos. Este ejercicio nos parece complementario del de la paráfrasis e igualmente importante. 6) Podrían elaborarse las respuestas a las distintas cuestiones en   grupos,  o bien plantear un   debate  sobre su contenido en el que toda la clase participe. Algunos de los textos son polémicos y pueden suscitar opiniones encontradas en los alumnos. El inducirles a defender sus ideas recurriendo exclusivamente a la fuerza de sus razones también puede ser una estrategia eficaz. César Tejedor llega a decir que incluso "el diálogo con un texto puede llegar a dramatizarse. Un grupo de alumnos prepara interrogantes, críticas... desde su propio punto de vista o desde el punto de vista de algún filósofo opuesto 1 al autorautor" estudiado, y el otro grupo estudia el "a texto desde grupos el puntoque d e preparen vista del propio . También es posible encargar diversos el comentario de texto desde cada uno de los distintos puntos de vista posibles".

7) La   crítica  del texto también nos parece un objetivo en sí misma, siempre que sea, en todo caso, una crítica razonada y abierta a lo largo de la cual se esté siempre dispuesto a modificar las propias opiniones. Acaso sea ésta la última de las opciones, ya que probablemente el alumno no estará en condiciones de llevarla a cabo correctamente hasta bien avanzado el estudio de la asignatura. 8) Finalmente, el   comentario de texto  suele considerarse la práctica más característica en la enseñanza de la filosofía. Los métodos de comentario suelen ser parecidos 2   entre sí y existe un acuerdo entre los expertos en insistir en los siguientes   aspectos: A) El primero es la   comprensión del texto.  En este sentido, trataremos de situarlo en su contexto; analizaremos los términos (1)  TEJEDOR

CAMPOMANES,  C.: Didáctica de la filosofía. S.M., M adrid, 1984, pág. 104.

(2) Como es sabido, las normas de comentario de la Universidad de Oxford pasan por ser las más completas y exh austivas, pero en este nivel introductorio introductorio nos parecen excesivas. Están reproducidas in extenso tanto en la obra de Tejedor ya citada com o en la Didáctica de la Filosofía de  Víctor Santiuste y Francisco  Gómez de Velasco (Narcea, Madrid, 1984, págs. 138139). 9

 

y proposiciones que lo integran en un segundo momento, y, finalmente, procederemos al estudio de su estructura lógica. B) El segundo aspecto esencial del comentario de textos es el de la  explicación: en lugar del análisis descriptivo descriptivo nos interesa ahora la teorización expositiva; es el momento de   valorar críticamente su contenido   y de que el alumno por su parte redacte un escrito que, incorporando el propio lenguaje del autor, con él o contra él, tome postura ante el problema 3 . En cuanto a los pasos a seguir para obtener ambos resultados en el comentario de texto, podrían ser: a) Lectura. b) Análisis de la situación histórica del texto. c) Retención de los términos fundamentales. d) Detección del problema fundamental. e) Descripción del método y la estructura argumentativa. f) Análisis crítico del texto 4 . 9) Por último subrayamos la conveniencia de que sea el alumno quien, tras la introducción al tema por parte del profesor, y después de analizados los textos, forme su personal versión del mismo, asumiendo de este modo un papel protagónico en su propio proceso de aprendizaje.

(3) Cf.   TRÍAS MERCANT,  S.:  Teoría  y práctica práctica del com entario de textos filosóficos . En Revista de Bachillerato. Núm. 5, enero-marzo, 1978, págs. 25-33. (4) Cf. IZUZQUIZA, L: La clase de F ilosofía como simulación de la actividad filosófica. filosófica. Anaya, Madrid, 1982, págs. 76-77. 1

 

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PRIMERA PARTE EL SER HUMANO

I. ¿QUÉ ES EL HOMBRE? H. EL ORIGEN DEL HOMBRE. m . HOMBRE Y ANIMAL. ANIMAL. IV. EL HOMBRE, SER CAPAZ DE BUSCAR UN SENTIDO A SU VIDA. V. EL HOMBRE COMO PERSONA. A) ENFOQUE PSICOLÓGICO. B) ENFOQUE FILOSÓFICO. VI. EL HOMBRE, SER ABIERTO A LOS DEMÁS. LA COMUNICACIÓN.

 

TEMA I. ¿QUÉ ES EL HOMBRE? "Homo sum et humani nihil a me alienum puto."

(TERENCIO)

"Yo provengo, mas no sé de dónde; soy, mas no sé quién; he de morir, mas no sé cuándo; parto y no sé hacia dónde; es inconcebible que esté contento." (Karl JASPERS)

INTRODUCCIÓN

El primero de los núcleos temáticos que integran la asignatura está referido al hombre. Probablemente esta primera parte es la más importante en la medida en que todos los demás elementos del programa encuentran unidad en su común referencia al tema del hombre; dicho de otro modo: el conocimiento, la acción, la sociedad, van a ser estudiados y considerados desde el punto de vista de su carácter de funciones humanas, emanaciones o creaciones del hombre. Nos ha parecido lo mejor indagar, en primer lugar, la razón de por qué hoy por hoy no nos es posible definir al hombre, al tiempo que nos hacemos presentes algunas de las concepciones de lo humano que se mantienen o se han mantenido en la historia. A continuación, en la segunda unidad, nos referimos a su origen evolutivo; el hombre comparte con el resto de los animales una serie de características a las que se refieren los textos de la tercera unidad, mientras que los de la cuarta se centran en la diferencia que lo separa de ellos. En la quinta se expresará esa difere ncia ya en la distinción de los diferentes niveles de conciencia que cabe apreciar en el ser humano y en su consideración como "persona". Finalmente, en la sexta unidad, los textos se refieren a una faceta humana realmente decisiva: el ser humano es capaz de comunicación y de sociedad con sus semejantes, con los que comparte su vida de un modo ya muy alejado de la mera coexistencia a nimal.

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¿Qué es el hombre? ¿Cuál es su naturaleza? ¿En qué consiste su definición? Puede decirse que nunca como en la actualidad se han sabido tantas cosas y al mismo tiempo tan poco del hombre, es decir, de nosotros mismos. A primera vista el hombre debería ser el objeto más conocido ya que es el más próximo a nosotros mismos. Pero la palabra "objeto" significa etimológicamente "aquello que se halla frente a mí", "puesto ante mí". Alude, por consiguiente, a algo que está situado enfrente y, por tanto, que se distingue y es observable por mí. Es evidente, pues, que el hombre no puede ser "objeto" para sí mismo; cuando pretende conocerse, en él sujeto que conoce y objeto conocido se identifican y coinciden. Quizá es ésta la razón por la que el tema se llena rápidamente de equívocos, de malentendidos y confusiones. Y quizá por esto se hayan dado a lo largo de la historia tantas definiciones sobre el hombre, y ninguna definitivamente válida. Además, estas concepciones se han enunciado en la historia, son históricas; lo que el hombre ha pensado de sí mismo ha dependido de cómo se ha visto en cada momento histórico; por esta razón, al ser diversos esos momentos, forzosamente han variado con ellos las distintas teorías sobre lo humano. En esta primera aproximación vamos a hacernos presentes una serie de definiciones sobre el hombre, dadas a través de la historia, desde los filósofosque antiguos hasta nosotros. ComoComo es natural, estánnotodas, pero sí algunas nos parecen importantes. hemos no dicho, hay ninguna que las resuma y compendie a todas. No hay por tanto, después de tanto tiempo,  un a  definición del hombre. Incluso puede decirse que no acabamos de saber lo que somos. ¿Tendremos que confesar, entonces, que la filosofía ha perdido el tiempo intentando esa definición? No del todo. Es verdad que esta serie de intentos podría llevarnos a confusión, pero también lo es que supone una serie de profundizaciones en el problema que ha enriquecido nuestra propia autocomprensión. Pero sobre todo, el hecho de que sean muchas las definiciones y ninguna suficiente nos orienta hacia una salida del problema. Si no se ha llegado a la solución definitiva, si no llegamos a una única definición de la realidad humana que la agote en una sola fórmula, quizá es que ello, de suyo, es imposible, precisamente porque esa realidad que llamamos "hombre" es una realidad indefinibley

Y siunello así, si el indefinible, es probablemente es ser  esindefinido , eshombre decir, es queunnosertiene una naturaleza determinadaporque o que su naturaleza consiste, precisamente, en esa indefinición.

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1.6. El hombre, animal simbólico.

pli i la frase "Tal "Tal y como los individuos manifiesrjdau rjdau así son". t e 
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