Filosofía mística española - J. Domínguez Berrueta
Short Description
Descripción: Filosofía mística española - Juan Domínguez Berrueta...
Description
.
[
/
JUAN^DOMINGUEZ
^
NOV 201951
B E R R U E T^gg/GAL fe
FILOSOFIA MISTICA
ESPAÑOLA
CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES
CIENTIFICAS
INSTITUTO "LUIS VIVES". DE FILOSOFIA
MADRID
19
4
7
GRAFICAS CARLOS
-
]AIME
~ Ave
Moría, 52. Teléfono 27 02 82.
-
MADRID
I
FILOSOFIA MISTICA "Si
se entiende
por
nDÍsticismo
una
vida interior y profunda, entonces toda filosofía es mistica."
cierta llamada a la
Bergson.
I.
Séneca, Vives, no son autores místicos, en
el
En
el
concepto
de Bergson, que hemos adoptado por lema,
la
filosofía
sentido que suele darse a esta palabra.
de esos
también.
Además, en
como quiera
llamarse, no
pensadores es mística
nuestro presente ensayo,, o
pretendemos esbozar biografías, lóg'cas, ni nos sentimos ficiente
lamente señalar el
lo
semblanzas psico-
con capacidad intelectual su-
para una historia de
eternos, en
ni
la filosofía.
Queremos
so-
que hay de universal, de valores
alma naturalmente cristiana de pensado-
res que saben ver las cosas sub specie aeternitatis.
Ni
pretendemos mostrar erudición" alguna, limitándonos a consultar autores, para dar autoridad a nuestras hu-
mildes apreciaciones, reseñando las obras citadas, en Bibliografía.
la
6
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
En
podemos afirmar que Filosofía mísespañola, poca o mucha, hay en las sentencias de
tica
este sentido
Séneca, iberorromano
mundo Sabunde;
en
;
la
Teología natural, de Rai-
Tratado del alma y de la vida, de Vives, valenciano en Europa; en los Diálogos de amor, de León Hebreo, judío español; en los Comentarios, del
en
el
hispanomusulmán Aben- Abad de Ronda.
Filosofía mística española, toda
ella,
se halla en
bla" de Castilla de Santa Teresa; en
San Juan de Cruz; en
nica de
data verba, de Fr. Juan de
los
Si se nos permite expresar
la
la
el
Y
"ha-
poesia ecumé-
prosa castiza, emen-
Angeles. el
teorema recíproco de
Bergson, podríamos decir que toda mística cristiana es filosofía.
es
"Desde que el Verbo se hizo carne, todo el mundo Atenas" dijo profundamente el fundador de la fi-
—
losofía cristiana, Clemente de Alejandría. {Cohortatio
ad gentes.)
En
este
mismo
sentido decía
"las verdades de
los
{De bono mortis.)
Y
afirmaba: ritu
"La
San Ambrosio, que
filósofos gentiles son nuestras."
de acuerdo con esto, Santo,
verdad, dígala quien
Santo viene"
(Iii
I.
Cor.,
Tomás
la diga, del Espí-
12).
Los gnósticos paganos dividían a
los
hombres en
hylicos (materiales), psíquicos (racionales) y neumáti-
cos (espirituales).
Y
San
griega, se servía de esa el
hombre perfecto
píritu vivificante".
Ireneo, padre de
misma
idea,
la
Iglesia
para decir que
se
compone de "cuerpo, alma y
Y
Tertuliano afirma que Dios ha
es-
hombre en "cuerpo, alma y Espíritu Santo'\ Pedro Lombardo {magister scntcntiarnm) lo dice del
creado
al
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
7
Es digno de notarse arqueólogo Rossi, en Roma, halló
"cristiano en estado de gracia".
que modernamente
una inscripción
el
sepulcral, que
dice así
Spiritum Samctum. Rindió a Dios "el
el
Reddidit
:
Deo
Espíritu Santo,
alma en gracia". Clemente Alejandrino llama gnóstico
gnosis a
fundándose en
fe cristiana,
la
al cristiano,
y Evangelio
el
de San Juan (XVII; 3): "Esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, sólo, Dios verdadero, y a Jesu-Cristo a quien has enviado." Y San Pablo llama gnosis, conoa
cimiento,
la
ciencia de
en virtud. Que es
salvación,
la
Panaretos sophia (Sabiduría de
el
toda virtud), libro que luego
mado
Eclesiástico.
el
transformada
Es
la
la
Iglesia latina
mentís sanitas,
ha
lla-
la salud del
alma, que han entrevisto, en sus inspiraciones geniales,
los
Un
grandes filósofos moralistas. benedictino contemporáneo,
tion),
es lo
P.
Walsh
(presi-
American Catholic Philosophical Associaha dicho bien: "El Cristianismo, en sí mismo,
dente de
la
que puede llamarse
San Agustín, San cerse cristianos,
filosofía cristiana."
Justino, filósofos paganos, al ha-
realizaron, en
sí
mismos,
filosofía
la
cristiana.
Filosofía es, desde su definición etimológica
de
la
sabiduría".
Mística
dicional: "Sabiduría de
Sápida
"Amor
desde su definición tra-
amor".
San Bernardo. filosofía a un juego de
scientia, de
Si se reduce la
"componer
es,
:
la
conceptos, a
máquina", de que habla Pascal, comen-
tando a Descartes, entonces
hora de fatiga".
la
filosofía
"no vale una
8
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
Por eso un i>ensador como Bergson {L'énergie spirituelle) ha afirmado: si la filosofía no tiene nada que
más grave de
decir sobre "el problema
plantearse
la
humanidad",
el
problema:
los
que pueda
¿De dónde
ve-
nimos f ¿Adonde vamos f; si la filosofía no tiene nada que responder a estas preguntas, entonces "sería el caso de decir,
que toda
volviendo su sentido a
de
frase
Pascail
no vale una hora de fatiga".
la filosofía
En cambio
la
la mística,
en cuanto
puede
filosofía, se
se desentiende un momento de ese ¿De dónde venimos f ¿Adonde vamos?
decir que no
blema:
Y Un
todo
ello sin
pro-
dejar de ser "sabiduría de amor".
religioso mínimo,
el
P. Avrillon (siglo xviii), es-
un admirable opúsculo, exponiendo "cincuenta y
cribió
dos matices" del amor divino, sacados del Cantar de los Cantares,
En
el
con una finura de espíritu extraordinaria.
diálogo platónico Symposio (Convite) se ha-
define:
so."
Y
"El amor
Y
amor".
bla de que "toda ciencia es ciencia de
de engendrar o producir
lo
de que "quien contempla cara a cara la belleza
misma, con
los
ojos
con que puede ser contemplada,
simple, pura, no revestida de ninguna apariencia tal,
se
hermo-
sino uniforme y divina,
mor-
no producirá ya imágenes
de virtud, sino virtud misma...".
Y
produciendo verdadera virtud "se hará amigo de
los dioses, lo
si
algún hombre llega a ser inmortal, éste
será sin duda".
He
ahí ideas de filosofía mística, en
la filosofía el
y
humana, "divino
el
filósofo", llamado así por
beato Alonso de Orozco, en su tratado
dad de Dios.
maestro de
De
la
suavi-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Autores bien enterados de Garrigou-Lagrange, O.
dre
mística natural, en
vite.
El Gorgias hay,
que
es la mística (Pa-
de una
tratan
P.)
pre-
que hay inspiraciones divinas,
la
En
de orden natural.
lo
9
diálogos platónicos El con-
los
sin duda,
algo de esas inspira-
ciones.
Fray Luis de Granada
"¿Qué
dijo,
en elogio de El convite:
cristiano habrá que no se espante de ver en
estas palabras de gentiles reconocida la principal parle
de
cristiana?"
la filosofía
Para Fr. Juan de ria de
los
Angeles,
Platón abarca toda
la
la
disciplina
moral y toda
la
amatopsico-
logía.
"Las verdades de
filósofos
los
gentiles
son nues-
tras", volvemos a decir.
Marco
Aurelio,
habla de
liloquios^
el
la
"emperador filósofo" en sus Sovida casi divina que puede llevar
el filósofo que practica las máximas. Que le basta al hombre "saber conversar con sola aquella mente (endon daÁmon, o Theos) que dentro de sí tiene".
"La
filosofía
nia ni lesión
el
—añade— debe
espíritu o
conservar sin ignomi-
mente
interior..."
Un
varón
como un sacerdote y ministro de sirve,- como es razón, de aquel numen
perfecto viene a ser los dioses,
que se
que tiene en su pecho consagrado.
"Tu alma
o mente será
tal,
cuales fueron las cosas
en que frecuentemente pensares; porque
imbuida
y como penetrada de
sus
el
ideas
alma queda y
pensa-
mientos."
Y
vuelve a hablar del
numen
interior,
"que
partecita desprendida de la divinidad, la cual
es
una
Júpiter
JUAN DOMÍNGUEZ HERRUETA
10
mismo
dió a cada uno por ayo y conductor, y ésta mente y razón que cada cual en sí tiene". "Consiste la felicidad de un hombre en tener buen
es la
numen
buena alma y buena conciencia. Pues, ¿qué haces acá, Oh, imaginación mía!
interior, o
siendo esto
asi,
Vuélvete, te lo pido por los dioses,
para nada
¿No
como has
venido,
te necesito---"
son todas esas verdades, puestas en cristiano,
"vueltas a lo divino*', que diría San Juan de la Cruz,
verdades de filosofía mística?
¿Y aun
mente, numen, que nos recuerda
el
términos como
ánimo, centro, ín-
timo, hondón, ápice, de nuestros autores místicos?
Permítasenos citar
una
vez
más
filósofo
al
de
nuestro tiempo, Bergson, que en su última obra (Las
dos fuentes de
moral y de
la
acercándo-
la religión),
se a nuestra fe católica, de la que estuvo alejado desde el
comienzo de su vida
mar: ".--que crear
la
para
amor". Que "Dios rrogarle
Y
todo^ y
el
asociarse
es el
seres
dignos
primer Amor".
afir-
de
"Amor
que entregaría a quien supiera
su
que inte-
secreto de la creación,"
añade más:
método
ha llegado a
Creación es una empresa de Dios, para
creadores,
ha creado
intelectual,
filosófico
"Nuestra iniciación
data desde
el
al
verdadero
día en que rechazamos
las soluciones verbales, por haber encontrado en la vida
interior
un primer campo de experiencias."
Menéndez Pelayo, tratando de la "filosofía platónica en España", en sus Ensayos de critica filosófi2.
FILOSOFÍA MÍSTICA ESI'AÑOLA
ca, dice bien
que
organización,
que
II
de sistemática
la filosofía aristotélica,
dialéctica
había
cerrada,
influido
más
de Platón, en las escuelas medievales. Pero, en
la
camb'o, "todos los insurrectos de judía o cristiana son
la escolástica
más o menos
árabe,
platónicos".
de vagos anhelos y generosas idealidades, estímulo de invención y de proexpansiva,
Filosofía
pio pensar,
poética,
según palabras de Menéndez Pelayo,
filosofía
platónica
ha
podemos
decir, en
la
influido
más que ninguna
la
otra,
evolución de nuestra mística es-
pañola.
Escuela española de mística, afirma
el
maestro de
nuestra literatura (Historia de las ideas estéticas, Li-
bro
cap. VII),
II,
a la que
"no
se
la
injuria
consi-
derándola como una filosofía popular, que dió a nuesvida intelectual durante
tra raza el pasto de
muchas
Rousselot {Les mystiqnes espagnoles,
generaciones".
"La mística española y más original filosofía.*'
París, 1869) había ya afirmado:
ha dado
a
España su más
Páginas antes, de observaba que
la
real
lo citado,
de
Menéndez Pelayo,
mística propiamente dicha (la de Rus-
brock, Tauler y Juan de la Cruz) "fué mucho menos popular de lo que generalmente imaginiamos". Que casi
siempre
el
ascesis.
Ya
sentido práctico de la raza se detuvo en la
trataremos de este punto
filosofía española de
La Media
hablar de
tradición platónica no se extinguió en la
gracias a
San Agustín. Luego, por
no "bautizados en todo
el
la
Santa Teresa de Jesús.
Seudo-Areopagita, que contenía
Y
al
las
aguas de
las
Edad
obras del
los
conceptos de Ploti-
la
teología cristiana".
neoplatonismo cristiano de Alejandría.
JUAN DOMÍNCIIEZ HERRUETA
12
Raimundo de
la
yo
—
Lulio,
"nuestra mayor gloria
segunda Edad Media"
En
.
sofía en
el
que
—
llama Menéndez Pela-
lo
elemento artístico convierte
el
una especie de poética símbolo, parecen
la alegoría, el
filosófica
teosofía,
donde
la filoel
mito,
única vestidura dig-
la
na de concepciones, que tienen tanto de poesía como de metafísica.
Después,
Raimundo Sabunde,
discípulo de Lulio,
que dio método y forma escolástica a maestro. León Hebreo, representante
mo
del
de su
neoplatonis-
Malón de Chaide, que imitó a Mar-
judío hispano.
silio
la filosofía
F'icino, cristiano platonizante.
tima manifestación
del
Y
Nieremberg,
úl-
platonismo místico cristiano, en
su Tratado de la hermosura de Dios (1641), aunque
"de prosa recargada y exuberante". Nieremberg, con Malón de Chaide, La conversión de
Magdalena (1592), son
la
los
"retóricos" de nues-
tra literatura mística.
El mismo Malón de Chaide se declara neoplatónico y secuaz de Plotino, "que dijo divinamente que
1?'^
Dios, y de él lo tomó mi Padre San Agustín, y de San Agustín, los teólogos". ideas están en
Cervantes, en
el
prólogo del Quijote, dice de León
Hebreo: "Si tratáredes de amores, con dos onzas que
León Hebreo que mismo prólogo: "Si
sepáis de lengua toscana toparéis con os hindha las medidas".
no queréis andaros por tenéis
todo tal
lo
Y
en
el
tierras extrañas, en vuestra casa
Fon seca Del Amor de Dios, donde se cifra que vos y el más ingenioso acertare a desear en
a
materia."
"Libro de verdadera
decadencia
—
dice
Menéndez
FILOSOFIA MISTICA liSl'ANOLA
farragoso y pedantesco, y tal, que sólo debe reputación de que disfruta, entre los que no le han
I'elayü la
—
leído,
a
,
casualidad de haberlo citado
la
menos que en
''nada
"Libro de
los
Cervantes",
León Hebreo".
cotejo con
llamados "predicables"
—añade—
es
y textos para uso de los predicadores".
"Libro tan ponderado maestro de
que hay
es
critica
la
—termina —
graciosamente
el
^donde lo poco bueno
literaria
de Platón, del falso Areopagita y de todo
género humano." Citemos, por último, entre los filósofos de
tica española, a Fr.
Miguel de
hombre (1610):
ires vidas del
la
la
mís-
Fuente, Libro de las
"el
mejor tratado de
psicología mística que tenemos en castellano, a lo
nos de lo
;
de los repertorios de lugares comunes, senten-
decir,
cias
el
13
me-
que yo conozco", dice Menéndez Pelayo. Asi
los
entiende también quien estas líneas escribe, pues lo
ha leído
0011 interés
y admiración. Además, avalora to-
das sus páginas, con humildad notoria, fundamentan-
do todas sus aserciones con infinidad de autoridades de Sagrada Escritura, y de filosofía humana, filosofía ecléctica,
y
la
lica,
entre
la
afectiva de
podemos
3.
En
intelectual de Dionisio el
San Buenaventura, entre
decir,
el
y
Cartujano la
aristoté-
la platónica.
diálogo El convite viene a decir Pla-
el hombre ha de poseer la ciencia, primero, forma bajo la de una "adivinación", de un. "mito". Y en el Pedro presenta a las almas con alas. Cuando con
tón que
-
templan
la
esencia de las cosas, con la divinidad, con-
JUAN DOMÍNGUEZ ]!ERRU£TA
14
servan
den
las alas
las alas
cuando pierden
;
y caen a
tierra.
la
La
contemplación, pier-
adivinación es
mi-
la
sión del vate, del poeta. Filosofía
toda el
poética
la literatura
Cantar de
[los
es
la
mística.
No
sabemos que
mística católica tenga otro origen que Cantares. toda la metafísica de la
Y
Noche oscura^ y de la Subida del Monte Carmelo, y de la Llama de amor viva, está contenida, según el mismo en unas "canciones", que va glosando en su
autor,
prosa.
Así fuera
se explica
que
filosofía del
la
neoplatonismo
preferida de los místicos, empezando por
la
el
Seudo-Areopagita.
Es más: el "mito" de Psiqiiis^ cuyo origen se remonta a un himno ritual de la India, mil quinientos años antes de Jesu-Cristo, y que ha recorrido todas las el símbolo con que se ha revestido, para conservarse en el misterio, la filosofía del amor platóliteraturas, es
nico, la "filografía",
que
el
comentarista Marsilio Fi-
cino llamó con acierto "teología platónica".
El mito de Psiquis la
interpretado religiosamente,
es,
tradición bíblica del paraíso perdido.
temas
fundamentales:
"prohibición",
Con
sus tres
"curiosidad",
"desgracia".
Y
la
interpretación filosófica platónica es ésta:
deseo coinstituye curiosidad,
como
la dicha,
por su aspiración
al ideal
;
el
la
conseguida, vana y engañosa, lleva a la desgracia, como se echa por tierra la ilu-
sión,
cuando
la ciencia
se la toca
con
el
dedo.
:
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Pasados
los sigilos,
ordinario de tiempo, en
el
15
permítasenos citar
el
caso extra-
una exótica mística poética de nuestro poeta indio Rabindranath Tagore, de gran
influencia en los países de lengua bengalí. Era un asceta, ''que
nos ha cantado
decía de
un doctor de
él
la
vida en hinmos de amor",
Era un contemplativo,
la India.
que pasaba dos horas diarias meditando sobre leza de Dios, en su jardín,
donde
brados a su presencia, se
posaban en
bían de
le
los pájaros, las
la
natura
acostum-
manos y
Leía una vez en una pagoda de Calcuta un
Una
y se llenó
el
templo para
Uno
le
con-
de los poemas de Tagore se titula Gitanjaii.
ellos (el
"Día ñor de
191 3 se
premio Nóbel de literatura.
el
tar ante
oírle.
The Mystic Way, y en
una colección de 103 salmos. de
oficio
escritora inglesa, miss ünterhill, le dió a cono-
cer en su obra cedió
reci-
bendiciones y caricias.
él
religioso,
-
ti,
los
aquí
la
versión de uno
76)
tras día, ¡oh,
"Bajo
He
Es
Señor de mi vida!, ¿podré yo es-
cara a cara, con las
mundos
!,
¿
manos juntas? ¡Oh, Se-
podré yo estar ante
ti
cara a cara?"
grande- firmamento, en soledad y silencio, con humildad de corazón, ¿podré yo estar ante tí, cara el
a cara?"
"En
éste tu laborioso
muntío tumultuoso, con traba-
jo y lucha, entre la multitud presurosa,
ante
ti,
"Y ¡oh, ti,
¿podré estar
cara a cara?-'
cuando mi obra haya terminado en
Rey de
reyes!, ¿podré yo, solo y
cara a cara?"
este
mundo,
mudo, estar
ante'
:
:
l6
JUAN DOiMÍNGUEZ liERKUETA
No
.
es posible hablar de filosofía poética en la mís-
mentar a San Juan de
tica sin
Es
poeta de
el
la
mística
cantor de la teología, de
la
Cruz. universal, católica.
El
sabiduría divina.
"Sería ignorancia pensar
mente
la
—
^ha
afirmado magistral-
—
que los dicfios de amor... con alguna manera de palabras se pueden bien expresar." (Prólogo
al
Cántico espiritual.)
"Toda la doctrina que entiendo tratar en esta Subida del Monte Carmelo está incluida en las siguientes canciones"
La
—
dice.
este "saber de amor", que es la San Juan de la Cruz en su poesía: "Consiste esta suma sciencia En un subido sentir De la divinal Esencia Es obra de su clemencia Hacer quedar no entendiendo Toda sciencia trascen-
definición de
mística, la da
—
—
— —
—
diendo."
Y desenvuelve to,
en las ocho estrofas este pensamien-
base de toda filosofía mística, expresada en dos for-
mas
antitéticas
"Un
entender, no entendiendo; y
un no entender
entendiendo." Si de Dante se ha dicho que había sido
mundo para encarnar musicalmente la religión de la Edad Media, de San Juan de la Cruz podríamos decir que vino al mundo para encarnar musicalmente la mística de todas las Edades. La idea, mo enviado
al
-
tivo guía, de la
Alma
Noche
oscura, se halla en la poesía del
que se huelga de conocer a Dios por
que dice
"Qué que
bien sé yo la fonte que
es de noche..."
mana y
corre
fe.
Y
— Aun-
l^'ILOSOFÍA
Toda
MÍSTICA ESPAÑOLA
17
de los Diálogos de amor, de León
la filosofía
Hebreo, pudiéramos decir que caben en esas estrofas, de
profunda sabiduría mística.
De
ahí
genial del
acierto
el
Pelayo, al decir de la poesía de
literarios,
"Por
ha pasado
allí
cito
dudar que
ma
del escritor."
el
el
Menéndez
San Juan de
que no parece ya de este mundo,
con criterios
maestro
ni es posible
espíritu de Dios."
Cruz,
la
medirla
"No
Espíritu Santo guiaba y regía
es
lí-
la plu-
"Juzgar esa poesía como una oda de Horacio o de Pindaro parece profanación irreverente."
"Con
comparaciones y semejanzas, antes rebosan algo de lo que sienten, y de la abundancia del espíritu vierten secretos y misterios, que con razones lo
figuras,
declaran"
—
^dice el
mas amorosas, donde hace entender, y
las
poeta de el
la
mística
—
,
Espíritu del Señor
hace sentir, y
las
"de
las al-
mora y
las
hace desear".
un
Salterio, en griego, "hacer sonar las cuerdas de
instrumento musical". Salmo, es canción acompañada de cítara o de arpa. Dante llama a David
el
"Cantor
del
Espíritu Santo".
En
el
Salterio
hallan
los
padres y doctores de
iglesia toda la "teología abreviada".
Toda
la
la filosofía
mística abreviada, podemos añadir. Las verdades cristianas circulan por sus estrofas,
de amor.
La
sede de
la
con efusión de fe y
actividad intelectual en los sal2
JUAN DOMÍNGUEZ ÜERRUETA
i8
mos
es "el corazón".
Ningún
utro libro, fuera del
Nue-
vo Testamento y de las Sapienciales, encierra tanta "filosofía del corazón humano".
David fué puesto por Dios "a
fin
duría nuestros corazones." {Eccli.
de Dios es
líibra
transforma
XXX; mo
sólo
el
ideas
con
la
más
las
el
"La
31.)
pa-
cual la sabiduría I;
18-
paralelismo hebreo, en los Salmos es
rit-
Eccli.
-
28, etc.)
de i^ensamiento, es
fora es
"Diríase que
ix)esía.
forma natural
la
metá-
pensamiento, y que las abstractas no salen nunca sino incorporadas del
imágenes, para mejor consustancializarse con
humana"
nuestra condición to
vehículo por
corazón" (Pvov. IV; 23
el
24- LI;
Ya
el
de llenar de sabi-
XLV,
—afirma
bien
el
P. Ruper-
M. de Manresa, del Libro de los Salmos, en hebreo. ¿Qué ejemplo de filosofía poética en la mística pue-
de ponerse mejor que
San Juan de
la
el
Salterio f
Cruz, tratando de los "estados mís-
ticos", de los Profetas en la
Sagrada Escritura
David: Fui aniquilado y no supe (Salmo
Noche
oscura, II
Si a esto se
;
cita a
LXXXII:
22-
8).
añade
las versiones,
en castellano, que
tenemos de nuestros mejores poetas hebraístas, no cabe ejemplo más selecto de filosofía mística.
Fray Luis de León habla de su versión de ciones
sagradas de
la
Biblia, en las cuales
imitar la sencillez de su fuente, y
dad que en
sí
tienen, lleno, a
y majestad". Tenía la convicción de que
mundo
se hallaba
en
las
can-
"procuré
un sabor de antigüe-
mi parecer, de dulzura
la
más grande
los libros del
poesía del
Antiguo Testamen-
:
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
to,
culminando en
Cantar de
el
19
Cantares y en
los
los
Salmos.
He mera
como ejemplo de su versión, Salmo 1 {Beatits vir).
aquí,
del
—
varón "Es bienaventurado no anduvo descuidado licioso
—
so
— detuvo
el
—
estrofa pri-
la
que en concilio' mani el
paso perezo
-
camino peligroso."
del
La misma estrofa, según versión del hebraísta Tomás González Carvajal, dice así: aquel que con los malos "¡Oh varón venturoso no
se liga
—
—
en
ni
cios se fatiga
—
hablando
ni
y mordaces chocarreros
Y
la
la
ventura —
bueno
al
—
el
mengua
se le
lleva siempre de lleno
mano santa y pura. — No que por
se
los vi
el
su bien; que
— donde impíos — no
toca, su
asi de los
viento arrebatados
De Hermann,
-
!"
estrofa quinta
"Así jamás
— camino de detiene — con impíos
escandaloso
el
— cual polvo de
así,
baldíoiS.*'
alemán, que fué obispo de Astor-
ga (1266),
se conserva su versión de los 70 primeros Salmos. (En un manuscrito de El Escorial.)
He aquí la primera y quinta estrofa "Oh qué bienaventurado es el varón
del
Salmo
I:
— que no andu-
vo en
el
conseyo de los malos
—y
dores non sonó
— en
la
non sonó en
— Como aguas... — No
que fablan vanidades... bre los ríos de las
el
carrera de los pecala
moranza de
los
árbol plantado so-
así los
malos
— como
—
menuda (jue el viento echa de lera.'' Veamos algún ejemplo de la versión de los Salmos
la ])aya
•
feniteyiciales, de
Del Salmo
Pedro Guillén de Segovia
VI
:
"Señor, no
me
(siglo xv):
reprehendas
— en tu
"
20
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
-
saña
—
con tu ira tamaña comprehendas ca si yo malvadas sendas proseguí Ave tu merced de mí que nos enmiendas. ni
-
-
-
- de concor- de que maldad — jamás no negué — niego — maldades en que ciego me - pues a que — mi saK-ación a pido perdón — de cuan"La verdad, mi Dios querido — mucho amaste — saber me mostraste — escondido..." — "Cría en mí, por mesura - Corazón - muy - horrura... que agrada — ánima turbada — donde yace — y en obras complace — corrección — humilde razón — que Y Salmo CL: "Y no haz - de bre mí — cuantos yerros — cometí tudesfaz... — Como humo gastaron - Porque de santas mis — redraron — Mis huesos que denegaron, — morada — como cosa quemada — secaron..." "Las mis obras no acates — — que en medio de mis — me rebates." Del CXLII: "Mi alma deseando — porque — como — esperando — Pues mi vida va cesando — y — Oyeme, Señor, aína — delibrando..." Del Salmo L: - Señor, ave piedad por la tu misericordia y caridad en ceguedad he vivido de tus obras dia
-
-
ca
te
mí,
retraído
ni te
hallé
ti
a
te
las
sólo pe-
*ti
el
to erré..." ^
l3e tu
lo
tu
división
limpio, sin
ni
Sacrificio
te
place
es el
si
las
te
del
co-
satisface."
del
quites la tu
se
vías
los
días
so-
tus
se
ta
la
se
tan baldías
el
días
está
])eca
así
tierra seca
está
se inclina
¡
Es una
ia
en esta lengua vernácula como en que escribieron, en la suya, grandes místicos como delicia,
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Rusbrock, oír
más
las
21
sentidas expresiones de
la
filo-
sofía poética religiosa.
Veamos, en temas más prosaicos, de hallar también vislumbres de poesía, pues no olvidemos que se trata siempre en la mística de "sabiduría", de "ciencia sa-
brosa".
4.
RACIOCINIO. INTUICIÓN, PASCAL, LEIBNIZ, BERGSON
La
no debe ser un
filosofía
análisis,
a expresar una cosa en función de
lo
que se reduzca
que no es
debe colocarse fuera del objeto, sino en
el
ella.
No
interior del
mismo, por "intuición" por "simpatía intelectual", por coincidir con
en
él
lo
que tiene de "inexpresable".
esto se acerca la filosofía de
San Juan de pensar que
Cruz, cuando dice éste:
la
los
Bergson a
dichos de
amor en
En
mística de
la
"Es ignorancia
inteligencia divina...
con alguna manera de palabras
se
puedan bien ex-
plicar."
Es la
la
"duración cualitativa", sub specie durationis,
que llevó a Bergson a
bras de San Pablo
La es
de
:
in eo
la
idea de Dios, con las pala-
vivimus
et
movemiis,
cantidad es objeto del raciocinio;
la
et
summ.
cualidad, lo
la intuición.
Balmes
— en El
XVI —hace
criterio, cap.
una impor-
tante observación.
Santo Tomás afirma que poco alcance
del
el
entendimiento
;
discurrir es señal de es
una facultad que
se
nos ha. concedido para suplir a nuestra debilidad; así es
que
los
ángeles entienden,
más elevada
es
una
mas no
inteligencia,
discurren.
menos ideas
Cuanto
tiene, por-
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
22
que encierra en pocas,
que
lo
las
más
limitadas tienen
distribuidas en muchas. Dios, inteligencia infinita, todo lo
ve en una sola idea, única, simplicísima
misma
su
:
esencia.
La
humana,
"maintelectual superior. Santo Tode su vida, simplificaba más y más su
inteligencia
al
cabo de
los años, es
durada" para una vida más,
final
al
inteligencia suprimiendo fórmulas complicadas, y aca-
baba en una especie de contemplación.
Poco tiempo antes de morir, después de un "rapto" contemplativo, que experimentó durante
gaba su amigo Reginaldo que de
escr'^bir,
"No
de
de seguir
leer,
puedo escribir mas.
He
mis escritos son como paja"
Suma Teológica. Uno de los caracteres cía
la
misa,
le
ro-
volviese a su costumbre
las
controversias del día.
visto cosas ante las cuales
—
le
contestó
el
autor de la
del genio es la intuición, de-
ya Balmes un siglo antes de Bergson. El ver sin
esfuerzo.
Intuición (beata
z'isio)
es la
contemplación de una
verdad. Intiiens, llamaban los latinos
al
que "contem-
pla", al que admira. Platón llamaba a los contemplati-
vos "amigos de mirar". cosas por medio
de
Y
observaba que vemos
"conceptos" a través de
las
nues-
tros ojos.
De
"ideas", que vienen a ser los "puntos de vista"
de nuestra inteligencia.
La palabra con
el
"mística", que entró en
el
lenguaje usual
famoso Seudo-Areopagita, designa
miento experimental de Dios escondido. Es
mismo autor
distíngale
con
el
el
lo
conoci-
que
nombre de "rayo de
el ti-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Es
niebla".
nombre de el
que más tarde se ha estudiaclQ con
lo
"intuición''.
aspecto de
brenatural,
Desde
este punto de vista,
razón natural, sin incluir
la
de explicarla,
tratar
ni
tica, es filosofía
de
la
una verdad. En
la
la
en
acción so-
mís-
filosofía
la
el
"intuición".
Contemplación natural o
tica teología,
23
filosófica es la intuición
de
contemplación sobrenatural, o mis-
hay también "intuición".
La autoridad de la Iglesia, por boca del Pontífice Benedicto XIV, nos ha dado esta bella definición de teología mística: "Es la sencilla intuición del entendimiento, con amor sabroso de las cosas divinas..., la cual procede de Dios-.-, que concurre a estos actos por medio de los dones del Espíritu Santo, de Entendimiento
y Sabiduría."
Ricardo de San Víctor habla de un "raciocinio", que con trabajo, pero sin fruto.
se verifica
templación" sin trabajo, pero con fruto. medio,
la
Y de la "conY un término
"meditación" con trabajo y con fruto, que
trata de inquirir la verdad.
Este fruto 'Obtenido con luia el
la
"meditación", ¿no será
"intuición" también? Distinto es
el
"raciocinio",
trabajo de "discurrir", de caminar de unas cosas a
otras, de "relacionar"
moís en
un tratado de
cionar entre
sí los
unas ideas a otras. "Razón
Lógica—
^es
la
—
lee-
facultad de rela-
varios conocimientos que existen en
la inteligencia."
Con "razón" Víctor, que
el
afirma, pues,
el
místico Ricardo de
San
"raciocinio" se verifica con trabajo, pero
sin fruto.
"Dos
cosas iguales' a una tercera son iguales entre
24
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
No
SI.
neganios
Ja
importancia dialéctica que puede que se funda el silogismo pero no aprendemos con ello ninguna verdad, que no existiera ya en nuestra inteligencia. ten^r ese axionm, en
"Respecto a
el
la lógica,
sus silogismos y la mayoria sus densas reglas sirven más para explicar a los demás las cosas que se saben, o incluso, como el arte ae Luho, para hablar sin tíe
juicio de las que se ignoran que para aprenderlas "-dijo ya Descartes {Drscurso del Método, 2/ parte).
Ya
Fenelón y Bossuet trataron de la influencia que apologética católica habían ejercido los Pensat^ñentos, de Pascal. Los "filósofos" profesionales no le perdonaban a Pascal su desdén hacia aquella en
la
"filosofía" íin las historias de filosofía no suele figurar Pascal
porque no encerró sus pensamientos en un "sistema^'' En cambio, Bergson lo considera como el origen de ia comente filosófica que se puede llamar "sentimen^
tal", la de las "razo^nes del
de fineza", opuesto
Es
el
al
corazón", las del "espíritu
"espíritu de geometría".
filósofo de la
"lógica del corazón". Se com-
placía en afirmar que la
Sagrada Escritura
es la "cien-
cia del corazón".
"Llenóles
SI
corazón de discernimiento", dice el libro Eclesiástico (XVII; 6). "Si quieres ser enseñado, y aplicares tu corazón serás sabio" {Ibid. VI;
"No
el
33).
se entra
en
verdad sino por la caridad", es el pensamiento agustiniano, hecho suyo por Pascal. 'es enseñanza de San Pablo a los de Tesalónica, donde les habla de
la
la "caridad de tatem veritatis.
ia
verdad"
(2.° II;
10).
Chari-
:
:
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
25
Pascal fué contagiado del jansenismo de su época,
Su genio no podía encerrarse en ninguna
pero se liberó.
Su conversión
secta.
en 23 de noviembre de
se realizó
1654. Nadie que lea, sin prejuicio, los Pensmiientos, de Pascal, puede negarle
He les,
el título
de filósofo cristiano.
aquí algunos de sus Pensamientos fundamenta-
relacionados con
mística
la filosofía
"Sin duda que no hay bien alguno
sin el conoci-
miento de Dios, que a medida que uno se acerca a El es
más
dichoso, y que la última dicha es conocerle con
certidumbre; y a medida que uno se aleja se es desgraciado, y la última desgracia será
la
más
certidumbre
contraria."
"La más grande amor de la verdad." La verdad, sin la "Se hace un cal
—
es su
,
de las verdades cristianas es ,
caridad, no es válida.
ídolo de la A'erdad
porque la verdad fuera de
imagen y un
el
ídolo,
la
misma
—
dice Pas-
caridad no es Dios,
que no es necesario ni amar,
ni
adorar." Es, podemos añadir, la distinción de la verdad "pa-
gana" y
verdad "cristiana";
la
la
verdad "laica" y la trascendental que
verdad "teísta".
En
ha habido en
Historia, entre Jesús de Nazaret, di-
la
diálogo
el
más
vino Maestro, y Poncio Pilatos, preguntó este pagano
Quid
est véritasf
gunda vez a dad
:
Y
sin esperar la respuesta salió se-
los judíos.
Ego sum
Y tenía
sería tan
razón pida
al
misma Ver-
via, veritas, et zñta.
Pascal ha descubierto
"Y
delante a la
inútil
la
"lógica del corazón".
y ridículo
—
^ha
—que
dicho
la
corazón pruebas de sus i^rimeros princi-
26
JUAX DOMÍNGUEZ BKRRUETA
como que
])ios...,
corazón pidiese a
el
la
razón
sen-
uri'
timiento de las proposiciones que ella demuestra."
La
"corazón" y "razón" en Pasde los griegos entre nous y dianoia,
distinción entre
cal es
análoga a
entre
el
la
pensamiento puro (intuición) y
el
discursivo
(raciocinio).
En
hebreos,
los
el
"corazón" era también órgano
de conocimiento (Eclesiástico^ liebrea leb,
como
XVII;
5).
La palabra
griega Kardia, designan
la
parte
la
más intima del hombre, asiento de la vida espiritual. Que Dios ilumine "los ojos de vuestro corazón", dice San Pablo (Efesios, I, 18).
La "cantidad",
"medida", entendia Leibniz, como
la
Pascal, es objeto del discuiso; la "cualidad",
el
"or-
den", lo es del corazón. El Discurso de Metafísica ble
,
de Leibniz.
"Es
imposi-
acumular en tan breve espacio más cantidad de sus-
tancia metafisica"
—
dice
bien su inteligente traductor
y comentador Julián Marías. Es, en resumen,
el
pensamiento el
cepto de
pcrennis,
philosopJiia
la
rías.
— Posteriormente hemos
del
siglo
con ese
XV
título,
Agustín, T.
ma
al
de Dios
II.
—
leído
xvi, Agustín
una
síntesis
Intr.
B. A.
dice Julián
física del siglo XVII."
del siglo xvii.
fecundo
sido Leibniz quien acuñó
e
Ha
inquietante con-
afirma
Julián
Ma-
que fué un agustino
Stenco, quien denominó
filosófica.
( Obras
C, 1946.)—. "El
Marías
—
de San proble-
llena toda la meta-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Pues bien
relacionemos
:
la
27
metafísica de Leibniz con
nuestra filosofía mística española.
Nos Leibniz
basta, para nuestro objeto, señalar lo dicho por
mismo en
•cuanto a
André Morell (1690): "En
carta a
Santa Teresa, tenéis razón en estimar sus
obras; un día encointré en ellas este hermoso pensamiento, que
hubiera
el
alma debe concebir
más que Dios y
ella
:
lo
las
cosas como
no
si
que incluso sugiere una
reflexión filosófica estimable, que he empleado útilmente
en una de mis hipótesis."
"Una
persona de espíritu
por su santidad
—
elevado, y venerada
dice en su Discurso de Metafísica
acostumbraba a decir que
el
alma debe pensar
a
—
,
menudo
no hubiera más que Dios y ella en el mundo. nada hace comprender con más fuerza la inmortali-
•como
Y
muy
si
dad que esta independencia y esta extensión del alma, y que la pone absolutamente a cubierto de todas las cosas exteriores, puesto que ella sólo constituye todo su mun-' Go, y se basta con sin aniquilación,
Dios
como
;
y es tan imposible que perezca
es imposible
que
el
mundo
(de
quien es una impresión viva, peri^etua) se destruya
mismo tampoco ;
es posible
que
los
cambios de esa masa
extensa que se llama nuestro cuerpo afecten nada alma, ni que
la
él
el
disipación de ese cuerpo destruya lo que
es indivisible."
Se nos dispense do por
gran
la
lo
largo de
la citación
recompensa-
intensa y profunda reflexión que sugiere al
filósofo
el
i)en(Samiento de Santa Teresa.
¡Qué diferencia de
ese Discurso de Metafísica, de
Leibniz, a las lucubraciones del filósofo de nuestra época,
Heidegger! ¿Qué es metafísica?,
se titula
uno de
JUAN DOMÍNGUEZ BEREUETA
28
Y
SUS trabajos.
empieza
cebir la esperanza de sica.
Renunciamos a
que
Y que
va a hablar de
se
la
con-
metafí-
Siguen páginas y páginas nada y afirmar que la ser puro y la pura nada son lo
ello."
para "filosofar" acerca de
nada anonada.
"La pregunta hace
así:
el
la
mismo, como enseñaba Hégel hace un
siglo...
— Renun-
ciamos nosotros a seguir leyendo.
Acaba uno por no saber
ni
qué es metafísica
qué
ni
es filosofar.
"Kierkegaard
—
dice
Wachlens
—
es el representante
de un nihilismo aún lleno de ilusiones
un nihilismo consciente de
sí,
;
Nietzsche,
el
de
pero que se esfuerza por
superarse; ¿no será Heidegger
el
heraldo de un nihi-
lismo que se busca y quiere?" Decía Chesterton, en su g'enial estudio sobre Santo
Tomás
de Aquino:
"La mayor
filosofías
no son sino dudas
no saber
si
Nos
parte de las modernas
filosóficas,
y acaba uno por
existe o no la filosofía."
i^ermitimos calificar esas dudas filosóficas de
losofías del
"no
sé qué".
Y
es
que cuando
fi-
se prescinde
de Dios, o aparecer que "se ignora" su existencia, no
creemos que
se
pueda saber
si
existe alguna cosa a pun-
to fijo.
"Si no viéramos a Dios de algún modo, no veríamos cosa alguna"
Y ietes): el
— afirma Malebranche.
antes que ningún otro filósofo, Platón en
"El conocimiento de Dios
el
Tec-
es sabiduría y virtud;:
desconocimiento de Dios, ignorancia y malicia."
"
,
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
"En
29
libros titulados Teoría del conociinienio
—
escri-
be Ortega y Gasset {La Nación, Buenos Aires, 1930)
—
desde 1860 a 1920, jamás se planteaba en serio esta cuestión.
Asi
es,
en verdad, como hemos indicado antes, bajo
otros aspectos, en lo que llamábamos filosofías del sé qué'', llenas de angustias, inquietudes
En
cambio, en
la
del filósofo católico
"no
y problemas.
Teoría del conocimiento (1925),
alemán Juan Hessen,
se estudia el
conocimiento en su origen, su esencia, sus especies, y en su coinclusión: La fe y el saber. "Hasta que llega (la
conciencia del hombre),
en
el
terreno religioso, a
vivir por entero en lo divino, recibiendo de este
certidumbres siempre renovadas, que
con santa soinrisa de todas telecto
oprimido por
los
las
le
modo
hacen triunfar
angustias críticas del in-
problemas."
El ajutor hace constar en su prólogo que comparte
con Nicolás Hartzmann su convicción de que "el
mo
últi-
sentido del conocimiento filosófico, no es tanto resol-
ver enigmas
Hacemos
como descubrir
portentos".
nuestras, en ])rincipio, sus ideas sobre la
intuición. "Intuir" es conocer "viendo". Platón es el
primero que habla de una intuición espiritual. Las ideas son "intuidas" espiritualmente por
la
razón. Plotino ha-
bla de "la parte racional de nuestra alma, e
alimentada
iluminada continuamente desde arriba". Desde
el
Ñus
cósmico o Espíritu del Universo. San Agustín sustituye el
Ñus
pagano, por Dios personal del cristianismo. Plo-
tino admite
también una contemplación de
lo
divino,
una intuición mística de Dios, que San Agustín adopta
más esencialmente que
Plotino.
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
30
El pensamiento de San Agustín, afirma bien Hes-
pasó a la mística de la Edad Medía. La mística ve una fuente de verdad en la ''intuición" subjetiva, en sen,
ver, sentir, experimentar lo espiritual.
sum, de Descartes; en Pascal; en las
las
En el
cógito ergo
"razones del corazón", de
de Malebranohe, que "vemos todas
la tesis,
cosas en Dios", se halla reconocida
la
intuición
como
fuente de conocimiento.
En
cambio, i)ara Kant hay sólo conocimiento "dis-
cnrsivo-racional".
Y
en
neokantísmo de
el
Hermann Cohén,
se niega
escuela de
la
también a
¡a
Marhurgo, de intuición
como
medio de conocimiento. El
"intuicioiiismo"
Y
ya hemos expuesto.
volitivo.
en,
Al lado
vo- racional" coloca
"Como
el
Dilthey, después,
verdadero órgano
En
esfera de
la
tuiciones
En
del
en
la
como un
"intuitivo-irracional".
—
,
la
queremos
—
ésta es la
intuición es para nosotros
del conocimiento." la
metafísicas, la
modo
conocimiento "discursi-
seres que sentimos y
conclusión de Hessen
nal".
encuentra
de entrar en contacto de la realidad, de un
emotivo y
el
se
contemporánea de Bergson, desde luego, como
filosofía
modo
expreso
metafísica hay, además de in-
conocimiento "discursivo-racio-
esfera de la estctiea sólo hay una "intui-
ción" estética.
En
la
esfera religiosa, es
que nos da
la
la
"intuición" mística
experiencia de lo divino. Admitir sólo un
conocimiento "discursivo-racional" es confundir lafisicü'
con
ia
la religión.
la
me-
FILOSOFIA MISTICA ESPAÑOLA
5.
Siglo XVI, edad de oro de
la
31
literatura mística
en España.
El Arte de servir a Dios, de Alonso de Madrid
Tercer abecedario, de Osuna (1527); la Subida del Monte Sión, de Bernardino de Laredo (i535)j
(1521);
la
el
Paráfrasis del Andi Filia, de Juan de Avila (1530).
Fr.
Luis de Granada traduce
(1536).
La primera
Imitación de Cristo
la
versión castellana se había hecho
en Zaragoza (1490), atribuyendo
do con su tratado de
La
la
obra a Gerson, uni-
imaginación, del corazón.
Vita Christi, de Ludolfo de Sajonia;
el
La
Cartujano, tra-
ducida por Ambrosio de Montesinos (1502). Las Con-
San Agustín, traducción de Sebastián Toscano (1554). Los Novísimos, Los cuatro postrimeros trances, de Dionisio de Ryckel el Cartujo (1548). Los fesiones de
Diálogos de amor, de León Hebreo, traducción) española
de Garcilaso Inca de
la
Vega
(1590). Se conocen las
obras de Rusbrock, traducidas por Surio en latín (1549),
y
Taulero (1548). España, se puede decir, con Fierre Groult,
las de
desde 1550
la
''revivió'^
teología mística, "ciencia intuitiva y ex-
perimental de Dios". El P. Chócame, en su traducción de las obras de
San Juan de
la
Cruz, dice que
la escuela mística espa-
ñola es hija de la de Groenendael (Países Bajos). contesta bien
el
leído las obras de los
grandes místicos españoles para
sostener semejante tesis.
Y
creer que con Carlos
transportada a España, "no solamente casa de 15orgoña y mística también.
Le
abate Cuylits que es preciso no haber
la
pintura de
la
V
fué
política de la
Van Dyck",
sino la
32
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
El Rosetum, de Mauburnus, canónigo regular del Monte de Santa Inés, "es la única obra del Norte conocida en España a principios del siglo xvi", afirma Fierre Groult. Y añade que el Rosetiim es una "Rosaleda
muy
espesa", una enciclopedia de los autores septentrionales Rusbrock, Dionisio de Ryckel, etc.
Osuna estuvo en
Países Bajos (1535-36), pero ya aquella escuela estaba extinguida, y "no hay dependencia netamente acusada de Osuna", respecto los
a los místicos de ese país, afirma Groult en su notable obra sobre los místicos de los Países
Bajos y
la literatura
española del siglo xvi. El maestro Eckart (12Ó0-1327), dominico, de la es. cuela alemana, que enseñó en Estrasburgo, es teísta místico".
En
sus proposiciones.
1329, Juan
XXII
"pancondenó 28 de
A
pesar de su buena fe y protestar la Iglesia, es incontestable que había franqueado los límites de la ortodoxia. Tauler (1290de sumisión a
dominico alemán también, evitó el panteísmo afirmando que en la unión del alma con Dios la creatura "siempre permanece creatura". De este autor hicieron citaciones repetidas nuestras místicos del siglo xvi Del maestro Echart apenas se conoce de su doctrina más que las proposiciones condenadas. Y por ellas 1361),
es
ponderado como
filósofo místico por los autores
no
católicos.
Rusbrock (i 293-1 381), en su retiro de Groenetidael (Valle Verde), es el más genial de la mística holandesa.
De
mismo espíritu y escuela es Tomás de Kempei o Kanpis (i 380-1 471), autor de la famosa Imitaciór. su
de Cristo.
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Conocemos
la
versión libre francesa, Rusbrock
Admirable^ hecha por
el
selecto espíritu, místico
Ernesto Helio (1869), de
bién, de
33
la
el
tam-
traducción latina
de Surio (1609).
Rusbrock había
en
escrito
la
leng-ua vernácula del
país deFlandes.
Nada
mejor, para ejemplar de mística católica, de
auto-r septentrional, y
je
con
la
comparar
lo
oscuro de su lengua-
claridad de nuestros tres grandes autores cas-
tellanos del siglo XVI.
"Es doctrina de Rusbrock, y bien dificultosa, y que no me ha costado poco trabajo el reducirla a términos algo más claros que los suyos", dice Fr. Juan de los Angeles en una ocasión.
escribió Dioni-
Cartujo: "Era un hombre ignorante
sio el
Pero
bía latín.
herencia." to."
De Rusbrock
Y
lo
"No
la ciencia
sobrenatural
tuvo otro maestro que
compara
al
no sa-
fué dada en
le
el
c[ue
Espíritu San-
Seudo-Areopagita.
Tauler, que visitó a Rusbrock en su retiro de Valle
Verde, puede considerarse como discípulo suyo. Tauler hizo su plena conversión a los cincuenta años de .edad.
Rusbrock era un contemplativo desde su infancia hasta el fin
de su vida, a los ochenta y ocho años. Asi
su "Biografía", escrita por
"Un
lo
afirma
cartujo'".
Digamos, en pocas palabras, lo que entendemos, después de leídas la influencia
'las
de
opiniones
más competentes, acerca de en
los autores místicos septentrionales,
nuestra mística española del siglo xvi, en sus tres representantes principales. T)e
que
Santa Teresa creemos sinceramente no hay nade
decir.
Se conocen claramente sus lecturas.
No
cita 3
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
34
autor determinado nmiguno. Sólo dice los títulos de las obras un Arte de servir a Dios, una Subida del :
Monte, hay alguna inque Osuna o Laredo citen o
un Cartujano, un Tercer abecedario. fluencia indirecta, por lo
comenten de los místicos Santa Teresa.
Su obra
Si
del Norte, será lo
que conozca
es personalísima
y esencialmente española, castellana, en fondo y forma, como ampliaremos más adelante.
De
Subida del Monte, dice {Vida, XXIII
la
;
halló en ese libro las señales que ella tenía en ción,
"en
12) que la
ora-
que toca a la unión del alma con Dios". No creemos que necesitase saber lo que opinara en ese tema la niística de Rusbrock ni de Tauler. Del Tercer abecedario, dice {Vida, IV; "que tralo
7)
ta de
enseñar
la
oración de recogimiento".
Y
en otro
sí,
y otras
lugar {Moradas cuartas, III; 2):
"Dicen que
el
alma se entra dentro de
veces que sube sobre sí." cer abecedario
Lo leería también en el Ter{Tratado IX cap. 7). Pero veamos cómo ;
"Por este lenguaje no sabré yo aclarar nada, que esto tengo malo, que por el que yo lo sé decir pienso que me habéis de entender, y quizá será sola lo
conienta:
para mí."
De la doctrina del "centro del alma", no creamos que tuviera nada que aprender, ni directa ni indirectamente, de la mística alemana ni holandesa. Dice
así
Cantar de
{Moradas quintas,
I;
12),
comentando
del
Cantares (II; 4): Metióme el rey en la bodega del vino: "Su Majestad nos ha de meter y entrar El en el centro de nuestra alma..., no quiere que los
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
teng^amos en ésta
ha rendido,
se le
más
parte de voluntad, que del todo
que se
ni
tencias y sentidos...
;
35
le
abra
sino entrar en
puerta de las po-
la el
centro del alma sin
Pax
ninguna, como entró a sus discípulos cuando dijo vobis... Siu
Majestad quiere que
alma en su
le g"oce el
mismo centro aun más que aquí mucho en
postrera
la
morada." ¿Necesitaba
gran mística, que escribió soberana-
la
mente inspirada,
del
Eckart "inventara" siglos antes
que
el
Castillo interior, lo
"fondo"
del
que del
maestro
el
alma? Diez
místico alemán escribió Plotino, en
sus Enneadas, del fondo y centro del alma.
Y
Marco Aurelio
lo
llamaba mente.
Y
San Agus-
sumo.
tín,
"Si es cierto que esa idea dei centro del alma viene de
la
escuela alemana, por ella sola pueden ser consi-
derados San Juan de
la
Cruz y Santa Teresa como
de aquellos grandes
cípulos
maestros."
P. Crisógono, en su obra sobre (T.
dis-
Así dice
San Juan de
la
el
Cruz
pág. 445).
I,
No
creemos, como hemos indicado antes, que
del centro del
alma venga de
la idea
la escuela alemana.
De San Juan de la Cruz, cree tomó de Rusbrock la doctrina de
el
P. Crisógono que
los
toques espiritiia-
de advertencia sencilla y amorosa, la de quietud, así como una idea de la noche oscura, causada por
'es.
la
exceso de. luz divina, declarada en
Rusbrock por
ejemplo del murciélago, y en San Juan de el
de
la
lechuza.
VIII; 6) pone Aristóteles.
el
Pero en
la
la
el
Cruz por
Subida del Monte
(2.*,
ejemplo del murciélago tomado de
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
36
También indica que el número siete, aplicado a los gi'adüs de amor que hace San Juan de la Cruz, parece tomado del título de Rusbrock: De septem amoris graPero añade,
dihus.
bien,
el
P. Crisógono, de las remi-
niscencias indicadas, "apenas
que
tomó
santo otra cosa
el
terminología del místico alemán, dando a sus
la
palabras un sentido inmensamente superior" {Oh.
cit.,
página 49). Esa es nuestra convicción.
De de
la
Tauler, cree
Cruz
la
P.
el
Crisógono tomó San Juan
doctrina del "fondo del alma", y que
—ya hemos doctrina — y
"parece es original del maestro Eckart"
cho antes nuestra opinión sobre esta
Y
,
diel
doctrina de la fe "desnuda y sencilla", y las tres cautelas, de San Juan de la Cruz,
término "abisal".
ijue
parecen
la
tomadas
de
tres
las
de
Instituciones,
Tauler.
Pero, aun admitiendo estas analogías, siempre que-
y es que nuestro gran místico castellano nos habla en su lenguaje, en poesía "angé-
dará esta desemejanza
:
y divina", o en prosa, atormentada y difusa, pero inteligible, no nebulosa e inextricable como
lica, celestial
la del septentrión.
"Hasta aquí cultosa, y que cirla a
no
Rusbrock, y bien
es doctrina de
me ha
costado poco trabajo
términos más claros que
los
el
difi-
redu-
suyos", hemos
ci-
tado ya a Fr. Juan de los Angeles, comentando un texto del místico neerlandés.
Y cia [>io,
Juan de los Angeles quien más influenrecibió de Rusbrock, de Tauler y de Enrique Hares Fr.
prhici pálmente.
No hemos
de repetir aquí
lo
que hemos expuesto
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
en otros opúsculos, acerca de la
37
icleolog"ía
blaniza intelectual del .í;ran autor de
y
sem-
la
mística y de su
admirable erudición sagrada y profana. Como muestra, a nuestro parecer, interesante de fuentes bibliográficas de Fr. Juan de los Angeles,
las
hemos anotado, página por página, en sus Obras Completas (Nueva Biblioteca de Autores Españoles), el número de veces que
cita a los principales
landeses y alemanes rique Harpio, trece
:
;
Enrique de Palma, Rusbrock,
a autores de otras escuelas
:
siete
;
autores neer-
tres veces
;
En-
Tauler, ocho
Gerson, veinte veces
;
;
y
Lu-
dovico Blosio, cuatro; Dionisio de Rickel, una; Boecio, veinte;
Osuna, una; León Hebreo, dos; Bernardino
de Laredo, dos, e infinidad de veces Agustín', nos,
al
Areopagita, San
San Buenaventura, San Bernardo,
los Victori-
y gran copia de autores sagrados y profanos, de
todas las épocas.
El trabajo definitivo, documentado de las relaciones entre la escuela mística alemana con nuestros místicos el
Oro,
del Siglo de
se
ha hecho recientemente por
P. Sanchis Alventosa, O. F.
M. (Ob.
cit.
en nuestra
bibliografía).
Afirma, entre sus conclusiones, que
las doctrinas
de
esos autores, que pasan a los místicos españoles, "pue-
den reducirse a
la teoría
de los tres hombres, y todos
aquellos puntos doctrinales que con la
cionan". el
Y
misma
se
rela-
que "la ideología germana no transforma
pensamiento español", sino que, acaso, suceda todo
lo contrario:
"que
en colores crudos
el
sol del
lo que.
Med'odia no transforme
en conjunto, no es quizá sino
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
38
un matiz", como afirma
Groult, y lo suscribe
chis Alventosa, y nosotros también.
Nos permitimos a
la
,
indicar nuestra opinión. Respecto
"teoría de los tres
hombres"
decir
—
nuestros místicos, de
la
hombre querrá
P. San-
el
,
— de
no toda
las tres vidas del
habrá pasado a
ella
escuela alemana, pues en esa
teoría, a nuestro parecer, está contenida toda la
como puede entenderse
logía mística,
obra magistral de Fr. Miguel de
la
Teo-
estudiiando la
Fuente (ya
citada).
TEOLOGÍA MÍSTICA
6.
"Ciencia de Dios", obtenida no por discursos de la
razón, sino por las luces de
dían los Padres de
la Iglesia
la gracia.
griega,
Así
lo
enten-
San Clemente de
San Efrén. San Diadoco, obispo de Epiro (siglo v), habla del "don de teología", don de contemplación. San Juan de la Cruz, doctor de la Iglesia, afirma (Noche del Espíritu, V; i): "Esta noche oscura es una influencia de Dios en el alma.--, que llaman los Nisa,
contemplativos contemplación- infusa o mística teología, en
que de secreto enseña Dios
al
alma, y
la
ins-
truye en perfección de amor, sin ella hacer nada, ni
entender cómo es esta contemplación infusa" (Noche del Espíritu,
V;
i).
El acto contemplativo, según Santo Tomás, corres-
ponde
al
"don de sabiduría".
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
La la
39
teología "especulativa" procede por raciocinio;
mística, por amor. Esta es la sabiduría "irrazona-
ble",
que "sobrepasa a
del Seudo-Areopag-ita, pero
la
razón".
"El amor ha venido a ser ciencia", dijo genialmente
San Gregorio Magno.
La
psicología teológica o sobrenatural
"no cae bajo
experiencia científica", sino sólo bajo experiencia "mís-
contemporáneo P. Santiago Ra-
tica", dice el teólogo
mírez, O. P.
"La oración y la teología mística no son sino una misma cosa", llegó a afirmar San Francisco de Sales (Amor de Dios, IV; i). sola y
El Seudo-Areopagita habla del excessns mentís. Salir
de
sí
mismo para
sando de mirarse a
unirse a Dios. Por sí
el espíritu,
mismo y de apegarse
ce-
a las ope-
raciones del entendimiento, que no dan de Dios
más que
un conocimiento incompleto. Y por el corazón, cesando de amarse con amor egoísta, olvidándose de sí mismo.
San Máximo (mártir theia,
que
es
del siglo vii) habla de la apa-
purificación del espíritu.
la
Dice que
ieorétikos (contemplativo) es superior al práctikos
bre de acción).
Y
que
el
sí
misma; y
(hom-
alma, cuando se entrega a sus
pensamientos, que son inferiores ciende de
el
se eleva,
sujeto pensante, des-
al
cuando
se
va a
las co-
sas superiores, se recoge, se da a la contemplación.
En
la filosofía
necesario que al
el
neoplatónica de Plotino se lee:
órg^ano de
la
visión se
objeto que quiere contemplar...
;
haga semejante
y todo hombre debe
comenzar por hacerse hermoso y divino a belleza y la divinidad."
"Es
fin
de ver
la
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
40
Para contemplar a Dios por que
le
el
el
espíritu es preciso
corazón sea puro (Orígenes).
El Evangelio de San Juan (III; 2) dice: "Nosotros seremos semejantes (a Dios), porque le veremos tal
cual es."
"Bienaventurados
món
de
la
de corazón puro, porque ellos
los
verán a Dios", enseñó
el
Divino Maestro en
el
"Ser-
Montaña".
Quisiéramos, en todas estas consideraciones, diluci-
dar
el
diferente carácter de lo que verdaderamente per-
tenece a la "teología" mística; y de lo que no es otra
cosa que "filosofía" mística, a ferir solamente en
7.
el
la cual
nos queremos re-
presente ensayo.
ORIENTACIÓN ANTIESPECULATI VISTA
Excelentes tratados conocemos de auténtica teología mística (que reseñamos en nuestra bibliografía) empe-
zando por
magistral tratado de Fr. Miguel de los
el
Angeles (siglo xvii), Libro de bre^
que
calificó
las tres vidas del
Menéndez Pelayo
del
de psicología mística que tenemos en castellano". es,
en realidad, uno de
hom-
"mejor tratado
Y
que
mejores que conocemos de
los
Teología mística.
Conocemos los modernos La vida de unión con Dios, de Sandreau Dios en nosotros, del P. Plus, S. J. La :
;
;
imsióii del Espíritu
Santo en
las almas, del
Cardenal
;
La
Maiming";
mas
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
41
habitación del Espíritu Santo en las
al-
justas, del P. Froget, O. P.
de Bellamy
Nuestra
;
La
;
La
vista sobrenatural,
divinización del cristiano, de Ramiére
vida, sobrenatural,
monumental obra española mística, texto de
de Smedt. Y, sobre todo,
630 páginas, pleno de
citas de auto-
verdadero arsenal de doctrina, propio para una
res,
lección
la
Arintero, Evolución
del P.
y una depuración concisa de
estilo,
que
lo
se-
pre-
forma de más fácil lectura continuada. Sin que echemos de menos el "sistematizar" esa mis-
sentase en
teriosa (mística) doctrina, que,
ma
el
P. Arintero^ sería
sito" vaciándole ia
inefable
el
afir-
como "desfigurarla de propó-
indefinible sentido; y dar, en vez de
"mezquinas apreciaciones huma-
verdad,
nas", y de ahí
como acertadamente
escaso interés que suscita lo sobre-
el
natural "cuaindo es presentado en
frías y abstractas
fórmulas".
"Mezquinas apreciaciones humanas." Esto
nos
recuerda
13),
que
(XXIX;
escribas y fariseos
el
aquella
profecía
de
Isaías
Divino Maestro aplicaba a
{San Mateo,
XV;
7):
los
"En vano me
rinden culto enseñando doctrinas ([ue son preceptos de
hombres."
Más
vale ponderar los tesoros de vida y de ciencia
divina com^ las "atrevidas e inspiradas frases de las divinas Escrituras y de los grandes santos, que sentían estas cosas
muy
a
lo vivo,
que no sistematizarlos con
exageración, queriendo encajarlos por fuerza en los re-
ducidos moldes P. Arintero {Ob.
Y
en
otrO'
de
nuestro pensamiento",
cit.. 4."
afirma
el
edic, pág. 9).
lugar (pág. 455): "Para las almas llenas
42
JUAN-
DOMÍNGUEZ BERRUETA
del Espíritu Santo, los
dogmas
son,
más que verdades
abstractas, porteimtosas realidades vividas y sentidas."
Y
habla (pág. 520) de teólogos especidativistas fal-
tos de experiencia, de devoción y de sentido cristiano
que propenden a querer encerrar todas
las
operaciones
sobrenaturales, "'en los estrechos moldes de la psicolo-
aun formularlos adecuadamente
gía peripatética" (y
con un silogismo).
Representa
la
obra del P. Arintero, en
restaura-
la
ción de nuestra mística tradicional del siglo xvi,
na orientación
"La
la
bue-
filosófica, antisistemática.
filosofía
no
debe
ser
sistematizada", afirma
Un
Bergson, en su última obra.
cuarto de siglo an-
San Martín, en su Historia de la Filosofía Española, consignaba esta enseñanza: "El "sistema" es un artificio, un andamiaje. Si el "sistema" sigue en pie, al expOi'ner la doctrina, es que aún no ha logrado tes,
Bonilla
su objeto, es que no se ha edificado
Y
Menéndez Pelayo (en
la
obra."
su Historia de las ideas
estéticas, T. II; cap. VII), después de recoger la idea
de "mística teología", que expane San Juan de
en su
A'
oche oscura del alma, dice:
propiamente
se llama teología
"Y
la
Cruz
esto es lo que
mística: todo lo
demás
sumo, escalas y andamios." Quedan bien deslindados los campos. Contempla-
son accesorios,
y. a lo
don de sabiduría. Sápida scientia. Conocimiento amoroso experimental de Dios. Vida sobrenatural. Teo-
ción,
logía mística.
Y, por otro
lado, entendiendo,
son, por misticismo
como
el
una cierta llamada a
rior y profunda, filosofía mística
filósofo la
Berg-
vida inte-
hemos de poder
se-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
ñalar,
no sólo en
que han vivido
las intuiciones
la
43
de las almas místicas,
vida sobrenatural, sino en las ins-
piraciones naturales de los pensadores, de alma natural-
mente por
cristiana,
que han sabido regirse y gobernarse
la razóin.
Pues Dios
es
amigo de que
"por« razón natural sea
hombre regido y gobernado" (Subida melo^ T. II. cap. XXII). el
del
Monte Car-
II
MISTICA EN LOS FILOSOFOS
SÉNECA, PRIMER FILÓSOFO DE ESPAÑA.
I.
Lucio Anneo Séneca, primer pensador español, de influencia europea y universal.
En
el
mundo romano,
un imperio espiritual por
el
pueblo conquistado ejerció
el
pensamientoi español de Sé-
neca y su escuela.
Genio sentido.
bien
Espíritu realista, buen
hispánico.
filosófico
Séneca preludia nuestra
filosofía ortodoxa, dijo
Menéndez Pelayo.
Senequistas
españoles
Saavedra Fajardo. Dante,
a
Goethe,
Y al
fueron Gracián,
Quevedo,
su influencia europea alcanza a
mismo Erasmo, a Petrarca,
a
Schiller.
Santa Teresa es nuestra Séneca de tica; así lo
y San Juan de
la
Cruz
es el
llamaba) de Santa Teresa.
la
filosofía mís-
"Senequita" (como
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
46
Hoy, después de vemte
siglos de las Sentencias, de
Séneca, se publican constantemente en las bibliotecas de
educación de Inglaterra, de Francia y Alemania, de las de Marco Aurelio y Epicteto.
Comentemos algunas de
más
las
al
salientes y
lado
más
típicas.
"Mejor apruebas lo bueno que no lo sigues" {Ep., XXI). Esto es análogo a lo de San Pablo: "No hago el bien que quiero, sino hago el mal que no quiero" (Rom., VIII; latino,
19).
Y
al
conocido verso del poeta
"Video meliora, proboque, deteriora sequor"
(Ovidio).
Las comunicaciones de Séneca con San Pablo son verosímiles, aunque no parecen comprobadas históricamente. El año 62 llegaba San Pablo a Roma. Séneca murió el 65. Walter Burley la
(siglo xiv) publicó
"Vida y costumbres de
consigna
el
los
una obra sobre
antiguos filósofos", y
hecho de haber oído Séneca
las predicacio-
San Pablo en Roma. hermano de Séneca, Novato, que después adoptó el nombre de Galión, fué procónsul de Acaya. Y ante su tribunal fué acusado San Pablo por los judíos {Henes de
Un
chos, cap.
XVII).
Galión dispensó a San Pablo de defenderse y expulsó del tribunal a los judíos, diciéndoles:
de vuestra
ley, allá
os las hayáis."
"Son cosas
.
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Sócrates dijo a uno: de nada
te
"¿A
sirven los viajes,
si
qué
47
asombra
te
te llevas
a
ti
el
que
mismo.-.?
Contigo huyes" (Ep., XXVIII).
Es notable cómo hace suyo, Séneca,
el
pensamiento
de Sócrates, admirablemente elegido y expresado, del
hombre que no puede huir de
si
mismo.
Y
que no tiene
vida interior.
"¿Qué
es lo
más
alto en las cosas
con ánimo alegre
frir
como
cede
lo
si
la
humanas...? Su-
contrariedad; llevar cuanto su-
hubiese querido, y deberías quererlo
supieses que todo se hace por voluntad divina. mitir en
el
alma malos propósitos alzar ;
No
••
al cielo las
si
ad-
ma-
nos limpias..."
Pensamiento análogo, que hizo suyo
más subido y
Epicteto, de que lo
era "llevar todo' lo que
luntad propia los filósofos,
le
le
sucediese
como
por vo-
si
sucediera". Veinte siglos antes que en
paganos, se hallaba esa verdad en
grada Escritura: "Pon tus nará
perfecto
más tarde del hombre
los deseos de tu
la
Sa-
delicias en el Señor, y lle-
corazón" (Salmo
XXXVI
;
4).
Que no es otra cosa sino el renunciamiento de la vohumana para hacer nuestra la voluntad de Dios. "Déjalo todo y lo hallarás todo", es la máxima pre-
luntad
dilecta del autor de la Imitación de Cristo.
Y
lar
se
moderna "psicología" ha llegado a formuen forma paradójica: "La voluntad crea negándola." Véase nuestro opúsculo: La Nola
esta verdad
¡n litad
—
(1925)
—
JUAN DOMÍNC;UEZ BERRUETA
48
"Procura no hacer nada de mala gana; todo es necesidad para el que lo re])ugna nada es necesidad para el que lo hace queriendo" {Ep.. LXí). ;
Esta pañol
:
es la idea
"Hacer de
formulada en nuestro aforismo
la
es-
necesidad virtud."
Así, Santa Teresa, que no tiene poco de senequista,
"Padrenuestro": "Há-
dice^ al explicar la petición del
gase tu voluntad." "Ello
se
ha de cumplir, queramos
o no...; creedme, tomad mi parecer y haced de la ne-
cesidad virtud" (Camino de Perfección,
"Dejarás de temer
si
XXXH; 4).
dejas de esperar.
Ambas
co-
sas son de quien está solícito en expectación de lo futuro...
La memoria reproduce
lo anticipa.
(Ep.,
Nadie
al
es miserable
temor, y la previsión sólo con lo
presente"
V)
El concepto de esta seatencia co siglos
más
lo
vemos expuesto
cin-
tarde por Boecio, en su conocido texto
"Tu quoque si vis lumine, claro, cerneré verum..." Que utilizó San Juan de la Cruz (Subida del Monte..., 11;
21), acerca de la conveniencia de tener
libre de las pasiones del
des.
ánimo
las
verda-
"Si quieres con claridad natural conocer
dades, echa de el
alma para conocer
el
ti
el
gozo y
el
las ver-
temor, y la esperanza y
dolor."
"Dios, rector y guardiá.n del Universo, dueño y arMuchos nombres le títice de la máquina del mundo.
!
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
49
¿Quieres llamarle "Destino"?
convienen.
No
yerras,
pues de El, causa de causas, penden todos. ¿Quieres llamarle "Providencia"? Dices bien, pues todo nace de El.
¿Quieres llamarle "Voluntad"? Haces bien, pues
por
la
suya
hace todo" (Nat. Qiiacst.).
se
"Grande debió cuando a
ser
el
elemento español en Séneca
éste siguieron o imitaron nuestros moralistas
—
Menéndez Pelayo {La ciencia española) y cuando aun hoy es en España su nombre el más popular de los nombres de filósofos, y una especie de sinónimo de la sabiduría..." de todos los tiempos
—
^dice
,
Séneca llama exangües a
de
los libros
los filósofos,
porque instriuyendo, disputando, cavilando, no encienden ni enf ervoriza;n,
He
ahí,
el
alma.
en síntesis y quintaesencia,
la
doctrina del
filósofo español Séneca.
Presenta,
como
se ve,
profundas analogías con
el
cristianismo.
¡Lástima que
el
filósofo se apartara del
optimismo
cristiano con su errónea teoría del "suicidio", pesimis•
ta,
como remedio de
los
males terrenos
Trata Séneca de dos partes que
la
t'erra
;
la
—añade—cuál '
distinguen en
hombres y la que a Dios. Una enseña lo que hay que hacer en otra, lo que se hace eni el cielo. "Aprendo
la Filosofía,
se refiere
se
que se
refiere a los
es la materia del Universo, quién es su
autor y guardián, qué es Dios." "Si no se esto, ¿de qué me vale haber nacido?"
me
admite
4
— JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
50
¿No
parece esta interrogación de Séneca algo aná-
logo a lo de Pascal y Bergson,
que aspiramos saber, "la
no
si
se
responde a
lo
no vale una hora de
filosofía
fatiga"?
te,
Ya, veremos más adelante to
—
Obedecer a Dios es libertad" Séneca {De Vita Beata).
dice,
profundamen-
este pensamiento, expues-
en frase genial, por nuestra Santa Teresa de Jesús.
"Lo más del alcance
Y
hombre de toda potencia humana." perfecto que hay en
"He
añade:
más grande,
ni
ahí
el
el
firmamento."
más hermoso. "Y
templa y admira."
¿No
el
artífice
artífice
de
alma que
lo
con-
siglo después,
el
— Séneca varón cosas externas. su ventura" — Cervantes en
de su vida"
justo que no se deja vencer de
"Sea
No hay nada
se relaciona esto también con
numen interior, de que habla un filósofo Marco Aurelio? el
"Sea
está fuera
dice
del
las
dice
el
Quijote.
Tiene Séneca una bella idea de estética cristiana,
podemos
Habla de "los campos que, estando aramieses, dan también algunas flores." "Aun-
decir.
dos para las
que éstas deleitan trabajo."
"De
la
la vista,
no
misma manera,
se
puso para
el deleite
ellas
el
—comenta
no es paga ni causa de la virtud, "que es la paga de sí mismo". Sino que se nos da "por añadidura". He ahí
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
el
51
concepto estético de una aparición de amapolas, en
un campo de mieses. ''Buscad el Reino de Dios y su justicia, y lo demás dice Jesús, divino Maestro, se os dará por añadidura''
—
en su Evangelio.
De
contemporáneo de Séneca, tenemos
Epicteto,
"máximas", análogas a
"No
son las cosas
las Sentencias.
"Más
pena nos da
bajo, que el trabajo
la
que
te golpea,
(Epicteto).
"Es
hom-
opinión que tenemos del tra-
mismo"
"Acuérdate que no el
los
que tenemos de ellas" (Epicte-
bres, sino las opiniones to).
que atormentan a
las
(Séneca).
ofende
te
el
que injuria,
ni
sino la opinión que has concebido---"
cosa cierta que no puede llegar
la
in-
juria al sabio- •-, pues toda injuria es disminución del
sujeto en quien recae- •• en alguna de las cosas que es-
tán fuera de nosotros. Pero
el
sabio no puede perder
cosa alguna, porque las tiene todas depositadas en
mismo,
sin
haber entregado ninguna a
contentándose con
la virtud,
sas fortuitas" (Séneca:
De
la fortuna---;
que no necesita de la
sí
y
las co-
constancia del sabio).
Y
en otro lugar: "El que porfía, de igual a igual, aunque venza, se hizo igual."
Pues sufriendo a quita
el
otro,
no sintiendo
fruto, y el deleite de injuriar.
la injuria, se le
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUKTA
52
En Séneca
están ya apuntados los caracteres fun-
damentales del genio ta
:
filosófico nacional.
Espíritu realis-
bien sentido.
Séneca, pagano, pero a quien San Jerónimo
le
llama
"noster".
Su nombre
es
el
más popular
de los nombres de
en España. "El pueblo español
filósofos
—afirma
Karl
Yossler (revista Verdad y Vida, 1943) reconoció bien pronto, en Séneca, un parentesco espiritual con su pro-
Sus doctrinas y .su estilo tienen esenconformidad con el sentido práctico de nuestra raza,
pia idiosincrasia." cial
frente a los períodos de la prosa oratoria latina, de cuya
pobreza para expresar ideas abstractas se lamentaba ya nuestro filósofo español.
Séneca es un verdadera
aunque no diga un pensador sistenada de metafísica, aunque no sea mático. Asi lo demuestra Bonilla San Martín, siguiendo las huellas de su maestro, Menéndez Pelayo. Y con filósofo,
lelación a la mística, la nota realista se mantiene en
España, frente toda
al
filosofía
la
idealismo panteísta que caracteriza a
heterodoxa de importación en nues-
tro país.
Reminiscencias de
la
Santa Teresa nos recuerdan a Séneca su pensar, independiente,
rica de
mística
autora
buen sen H do en
filosofía del
castellana,
nos
;
y
la
índole ibé-
sereno, en
parecen
nuestra
senequistas
también.
"Hay
cosas que para saberlas no basta
el
haberlas
aprendido." Este aforismo, rebosante de simpatía intelectual,
que deberían tenerlo presente todos
los
que
es-
tudian, para no envanecerse de sus saberes, podríamos
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
atribuírselo con acierto a Sa-nta Teresa,
53
no
si
hubié-
lo
visto ya en los ''Proverbios" o Sentencias, de
ramos Séneca.
"Proverbios" que leería Santa Teresa en librería de su padre,
donde
se hallaban
con
buena
la
los libros
de Boecio y de Virg-ilio.
Citemos como primera muestra de Proverbios moraen nuestra lengua romance
les
labí
Don Sem
gnómica
la poesía
Toh, de Carrión (siglo xiv).
Poesía inspirada en los libros sapienciales.
De
"Li-
Cam-
bro profundamente semítico, nacido en tierra de
pos"
lo califica
De
Menéndez Pelayo.
supremacía
"Por aquesto
así: lo
la
"La lectura
del espíritu sobre la máteria, dice
fallesce
que siempre cresce
—
—
placer corporal.
el
de Séneca
—
dice
Menéndez Pelayo {His-
L
cap. I)
—produce
efecto general de vig'orizar, templar y levantar
mo más que
"Y
la
—Y
es lo espiritual."
de las ideas estéticas. T.
toria
del
el
el
áni-
de ningún otro autor antiguo..-"
por eso Séneca... ha ejercido una influencia tan
profunda, con sentencias y moralidades sueltas, y ha sido
uno de
los
principales educadores del
mundo mo-
derno, y especialmente de la raza española."
Así hemos entendido
2.
el
"senequismo español".
Raimundo Sabunde, el filósofo español DEL siglo XV
"Una
sola página de
un
escritor nos pinta
más
al
vivo su espíritu y su época que cuanto podrían decirnos los
más minuciosos
historiadores."
Esta certera frase
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
54
de Balmes, líos
su excelente obra El criterio (cap.
«en
ha guiado en
el
método que hemos seguido
XX), al es-
cribir nuestro presente ensayo.
—añade
Hállanse a cada paso
Balmes
—
descripcio-
nes de escuela, del carácter y pensamiento de una época... "Pero si se desea saber algo más que cuatro generalidades, es preciso leer los autores."
Sabunde
es
el
filósofo
lástica a la metafísica del
que dió método y forma escoamor, difundida en símbolos
y alegorías, en teodicea ix)pular, en poética teosofía del iluminado Raimundo Lulio.
Raimundo Sabunde,
discípulo de esa escuela lulia-
na, escribe su Teología Natural, o Libro de las Cria
en
turas,
Traducido
latín.
francés
al
por
Montai-
gne (1581), fué difundida en Europa. El mismo Montaigne hizo una Apología de la obra de Sabunde, en el
más extenso de
He
sus Ensayos.
aquí una síntesis de los fundamentales pensa-
mientos de Sabunde, que constituyen una filosofía mística del
amor:
— Si
hombre quiere conocerse
el
preciso que entre en
de las
sí.
Y
para
ello
sí
y venga a la
sí,
sí
mismo.
obra Libro de
De
mismo,
es
y habite dentro
diversidad de todas
como camino para ascender
criaturas,
miento de
sí,
fué ordenada
a
al
conoci-
ahí, sin duda, el título de su
las Criaturas.
— El amor primero de todos otros dones de Dios no son — El hombre, entre todas es el
los dones.
Los
sino semillas de amor. las criaturas, es
imagen
de Dios viva. Por eso, después de Dios debe ser objeto de
amor
el
hombre, criatura de Dios.
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
— Como
nada tenemos
55
verdaderamente
que sea
nuestro y que esté en nuestro poder, si no es el amor, resulta que todo nuestro bien es el amor bueno, que es la virtud,
Y
vicio.
y todo nuestro mal,
el
amor malo, que
es
el
quien tiene ciencia de amor tiene ciencia de
bien del hombre, y quien ignora la naturaleza del amor ignora todo el bien del hombre. ( Aqui se sobre-
todo
el
entiende
la
importancia de
mística,
la
"sabiduría
de
amor".)
— Tiene
amor fuerza de convertir, convierte al amante en lo que ama. El amante se hace una cosa con el amado, por virtud del amor. Puesto que el amor lleva tras
sí
la
el
voluntad, que tiene
— La voluntad que ama rreno su amor. Si
el
señorío en
el
hombre.
la tierra, terrena es,
ama Dios
y
te-
se hace divina, y divino
su amor.
— El hombre puede, por amor, convertirse en cosa más o en cosa más — Sólo Dios digno de nuestro amor. — Como amor convierte nuestra voluntad en el
noble,
vil.
será, pues,
la
el
al hombre en Dios. Como la misma vanidad, el hombre que la ama
cosa amada, convierte criatura es en
sí
se convierte en vanidad.
— El
amor de Dios
es iluminante
;
el
amor propio
El primero produce amor y concordia hombres; el segundo, división y discordia.
es oscuridad.
entre los
— El amor en todas cosas que ame, amará más que a mismo. — Del mayor conocimiento nace mayor amor. propio,
se
Dios quiere que bién quiere que
las
no
sí
le le
amemos
3i
sobre todas las cosas, tam-
conozcamos.
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
56
— El
alma
según
el
el
(Es
claro, resplandeciente.
espiritual, útil, ágil,
tal,
a su cuerpo, y es parte
recobrarle y permanecer unida a estado de su misma alma, impasible, inmor-
de su perfección él,
hombre ama
del
el
argumento de Sabunde, que hace de su doc-
original
trina del amor, en pro de la resurrección de la carne.)
— El gozo que nace
deceptivo,
amor propio
del
siempre oculta
es sofístico
y
manera de
y
lleva
la
doctrina de los dos amores de Sabunde.
cierta
tristeza.
Tal es
Filosofía de la voluntad"
yo
—
Obra
.
del
mayor
—
dice bien
Menéndez Pela-
de capital interés para
historia de nuestra mística-
la
Está entre dos épocas,
de
la
la
Edad Media,
glo XIV, de Rusbrock y de Tauler
;
y
la
del
si-
del Renaci-
Santa Teresa, San Juan de
miento,- del XVI, de
xv y
filósofo español del siglo
la
Cruz
y Fr. Juan de los Angeles.
Es "ontologista", como para probar
como San Anselmo
Lulio, y
de Dios
y por otro lado, discípulo de San Agustín, preludia a Pascal en la docla existencia
amor y
trina del
del
;
conocimiento de
la
verdad, que
es Dios.
Raimundo Sabunde, decía:
Que
"Quiero con
es
el
tres
siglos
antes
libre albedrío; luego
fundamento
del
de
Dios
orden moral en
la
Kant,.
existe.'*
Crítica
de la razón práctica.
Además, Sabunde parece (|ue previó, un siglo antes de San Juan de la Cruz, el valor del pensamiento. "Necesario
es
porque de miento."
—afirmaba—que lo
contrario sería
Dios sea eterno,
infinito^
menos que nuestro pensa-
FILOSOFIA MISTICA ESPAÑOLA
Dos
que Pascal,
siglos antes
bunde pensaba que
hombre
el
el
57
Hlósofo español Sa-
difiere de todos los otros
seres "'mo por tener, sino por conocer que tiene."
Fray Juan de
los
Angeles, en
el
prólogo de su obra
Triunfos del amor de Dios, hace suyos pensamientos anteriores de Sabunde.
''Todo
amor,
el
,
bien y tesoro del
hombre y su riqueza
es
es bueno,
y su perdición y miseria, si es malo." "La virtud no es más que el amor bueno, y el el
vicio
si
un amor malo." "Quien
tiene de todo el
tiene ciencia de
amor
la
bien y mal del ¡hombre...; quien esto
ignora, dése por ignorante de todo género de bien o
mal que toque
Y en su
al
Lucha
de Sabunde: "Si
hombre." espiritual (caps. II y III)
ama
tierra, terreno es;
toma mucho
ama
si
cielo,
celestial."
Y
cómo
compone cierto matrimonio entre nuestra voluntad y la cosa amada, copia un ejemplo de Sabunde, que supone un rústico, con seis hijas, al declarar
se
Fr. Juan de los Angeles las reduce a tres:
mera y
la
la
casa con un rústico,
la
Que
la pri-
segunda con un rey
un emperador. Y del matrimonio vienen unas más nobles que las otras, según la dis-
tercera con
a ser las
tinta condición de sus esposos.
Fray Juan de si
los
Angeles no
cita a
su obra Theologia naturalis (en
la
Sabunde, pero Conquista del
Reino de Dios, diálogo IX), cuando trata de que por
;
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
58
la
razón de que
el
hombre debe amar a Dios,
está obli-
gado a amar a aquellas cosas que son y pertenecen a Dios, en cuanto suyas, como son todas las criaturas.
"Hasta lianas
—
hasta
el
las
dice
audacias de
la
Teología Natural son lu-
Menéndez Pelayo (Ob.
cit., t. I,
IV)
cap.
—
temerario propósito, mo de inventar o descubrir
(que esto fuera herético), sino de probar y confirmar por la razón natural los dogmas de la fe."
Esta ral.
Una
es, en. sintesis, la
esencia.de
especie, podria decirse,
naturalista" en
la
la
Teología Natu-
de "racionalismo sobre-
teoría del conocimiento,
como
se lee
en un docto articulo sobre "La historia del lulismo medieval", del profesor Carreras y
Artau
(revista
Verdad
y Vida, núm. 4).
Y
además, hay en
ontológico" luliano,
el
"voluntarismo ético"
obra de Sabunde
la
;
el
"realismo
"neoplatonismo psicológico" y asi lo entendemos también.
el
Del tecnicismo fantástico del Arte magna, de Lulio, conserva Sabunde
la idea
del "alfabeto",
donde cada
criatura es una letra, del Libro de las Criaturas, de la
Naturaleza, escrita por
Señalemos también
la el
mano
de Dios.
lulismo del famoso cardenal
Nicolás de Cusa, estudiado a fondo en
el
artículo antes
citado, permitiéndonos adelantar ía idea de que
biera conocido
Nicolás de Cusa
la
si
hu-
obra de Sabunde,
posterior a su muerte (1470), podríamos señalar al autor
de
la
Docta ignorancia como de
gía Natural.
la
escuela de la Teolo-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Cosa nada de extrañar, pues ignorancia se halla, como es
el
59
origen de esa docta
en
sabido,
areopagita del amor sin conocimiento, de irrazonable".
Y
Palma, cuya
tesis
entendimiento
en
Hugo
de el
hace suya Fr.
Amor
"Movióme, últimamente,
—
dice en
el
Prólogo
—
su mística
Juan de
los
de Dios.
a seguir este
camino afec-
y del amor, un sentimiento
grande de Enrique (Hugo) de Palma, prólogo de
"sabiduría
Theologia mystica, de
Angeles en sus Tviunfos del tivo
la
doctrina
de que no precede o acompañe
la
efecto,
al
la
Teología
aquellas palabras de Jeremías...
lo
¡os
:
el
cual en
manifiesta
el
sobre
caminos de Sión
Jioran, porque no hay quien vaya a la solemnidad.''^
Vives, filósofo del Renacimiento.
3.
I.
Vives
«mpieza
es el la
El gran pedagogo.
gran pedagogo
del
En una
escuela moderna.
todas las temeridades, profesó
dad
científica, el
•en la
Renacimiento.
el
En
él
época abierta a
principio de la sobrie-
"ars nesciendi''. Precursor de Bacon
importancia que dió al método de inducción.
Lange
dijo que Vives es
la filosofía de su época".
el
"mayor reformador de
Precursor de Descartes en
método de observación y de experiencia aplicados a los fenómenos del mundo interno.
el
Aunque
sus tendencias
le
llevasen a
conclusiones
"kantianas, su fe religiosa le aparta del error,
adoptando
— JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
6o
conforme a
inia teoría de la cdnciencia
la
de
escuela
la
escocesa.
"Luis Vives tiano mitigado,
—afirma Menéndez Pelayo— una
la
"razón", en
naturales", cjue no sino
más
son
un kan-
el
filósofo
de Hamilton,
especie
más parecido a él entre todos Expone Vives una original cicio de
es
modernos."
los
doctrina sobre
el
ejer-
que llama "informaciones
lo
las
innatas de Platón,
ideas
bien formas de pensar, "anticipaciones", que
están en "potencia", "semillas de conocimiento".
Otro pensamiento es
filosófico
fundamental de Vives
cuando afirma que "nuestro entendimiento
nosotros
como
la
medida de
Que no
las cosas".
son, sino según se nos
las
es
para
juzgamos
muestran o aparecen
("(i^-
prima Philosophia^^). Pero no cayó por eso nuestro ticismo de los antiguos sofistas.
convenimos con que afirmaba que le
la
sentencia de
las cosas
filósofo en
"No
por
el
escep-
eso—añade
Protágoras Abderita,
eran tales como a cada uno
parecian. Puesto que sería grave contradicción que-
quisiéramos trasladar a nuestro propio juicio
dad que no afirmamos de
Kant
las
la
ver-
cosas mismas."
afirma, en términos casi idénticos a
los
de
Vives, que no tenemos ningún derecho de imponer nuestros conceptos a la naturaleza.
II.
Sil filosofía.
El profesor Foster Watson (Introducción
al
tra-
tado del alma^ de Vives, 1925) califica a Vives de "pa-
dre de
la
psicología moderna".
— FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Se ha dicho que Bacon. "Pero
han
lo
fué Descartes, y otros que fué
Bacon
ni
6l
ni
Descartes
—
dice Foster
sido primeros escritores del Renacimiento que di-
El "cons-
rigieroin su atención a la ciencia psicológica.
ciente valor de la inducción", especialmente en psico-
debe retrotraerse, en un determinado aspecto,
logía,
hasta Luis Vives.
En se
el
prefacio
duque de Béjar dice Vives, que
al
ha separado de
"que
los estoicos,
al
querer definirlo
todo y envolverlo' en nimiedades sutiles derrocharon
hasta
Foster de
la
ser
—^como
considerado
mantenedor de
el
—
insiste
la
defensa del método
Vives
Emplea Vives
empírico.
Y
la
con este método se relaciona su estudio de
que no es cierto empiece con Hartley, Mili, ni se
la
ni
asociación,
con Stuart
con Hobbes, ni con Locke, afirma Foster, sino
remonta a Aristóteles, y
progreso de
ella,
en
el
se debe
Renacimiento. Así
también Hamilton, diciendo que en
las
de Vives está compendiado casi todo
lo
te
profesor
Bacon y que Des"introspección" como método
"asociación de las ideas". Teoría de
c}ue
el
psicología empírica, antes que
cartes.
la
su molesta palabrería".
infinito
el
Debe
de cuanto se
ciación, "lo
ha dicho sobre
mismo
el
a Vives lo
el
confirma
observaciones
más importan-
problema de
la aso-
antes que después". Así lo reconoce
también Coleridge. Si bien
Hamilton
ves no encierra
la
disiente de Coleridge
en que Vi-
asociación de las ideas en
y en el espacio, sino "en todas miento y del sentimiento".
Al reconocer Vives
la
el
tiempo
las relaciones del
pensa-
necesidad de observar
la
gran
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
62
variedad que 'hay en la
el
obra de Huarte (1559):
cido al ing-lés
( 1
hombre
espíritu del
Examen
dió base a
de Ingenios, tradu-
594).
Disting-uió Vives claramente la razón especulativa,
cuyo el
fin es la
verdad, de
la
razón práctica, cuyo
Bonilla San Martín observa
bien.
fin
es
semejanza de
la
esta teoría con la que después desarrolló Kant.
Y
ad-
vierte también que el término "anticipaciones naturaIes",
de Vives, es
teriormente en su
el
mismo empleado por Bacom
Novnm Organum
El psicólogo Harold Hoffding,
meno de coge
la
risa,
en
la
pos-
(1620). estudiar
al
el
fenó-
Psicología del sentimiento, re-
curiosa observación de Vives de que "cuando
la
tomamos, después de sufrir hambre largo rato, los primeros bocados, no podemos contener la risa". Y que lo
los
que
el
hombre expresa mediante
la
risa manifiestan
animales con "saltos y gritos informes". Acerca de la obra de Vives De "tradentis disciplinis^^
(1531), dice Foster que ningún otro escritor del Rena-
cimiento sobresalió
como Vives en
aplicar a la educa-
ción la psicología.
Es digno de notarse también psicología,
recomienda Vives
la
que,
como obras de
lectura de la Biblia y
los libros de Aristóteles: del tratado
"De Anima". Del
y del Nuevo Testamento se ha dicho bien, modernamente, que ningrin otro libro encierra "tanta S.'ilterio,
filosofía",
"tanto conocimiento del corazón humano".
Vives nació en Valencia brimiento de América (1492).
mismo año del descuMurió en Brujas (1540).
el
Residió en París (1509), en Brujas y Lovaina de-
dicado a
la
enseñanza. Enseñó en
la
Universidad de
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
63
Oxford (1523). Estovo en relación con los hombres más eminentes de su tiempo: el francés Guillermo Budé, el inglés Tomás Moro, hoy canonizado por la Iglesia, y
el
holandés Erasmo, de Rotterdam. Es, sin disputa, un español representativo, defen-
diendo en Europa misma
Además, Vives
ha
V14C Internacionale
del
humanis-
significa.
escrito
un ensayo
"humanismo español"
el
"Humanismo
que esto
lo
F. G. Bell
y original sobre
español.
una personificación
es
Veamos
español.
Aubrey
cultura del Renacimiento.
Humanismo
III.
mo
la
interesante
(Occident. Re-
de Hispaiiisme. Abril, 1940).
— — dice
es
un
enriquecimiento
del
hombre por un tesoro de asociaciones." Asociaciones con historia,
el
la
familia,
el
medio ambiente,
la
arte, la patria, Dios.
La Edad Media Renacimiento se ciación, con la
es
verdaderamente humanista. El
satisfizo
con un "humanismo" de aso-
antigüedad clásica griega y romana.
Humanismo no "medida de todas
es la exaltación del
las cosas", lo
hombre como
que hace surgir
el
"su-
perhombre",
"España
— afirma
Bell
—
se
puede considerar como
fuente y origen del verdadero humanismo." "El humanismo tuvo su apogeo añade en Cervantes y en el
—
—
misticismo de Santa Teresa y San Juan de
Una
renovación de sentido medieval de
cristianismo, no es sin razón que se
la
Cruz."
la fe
y del pueda esperar de
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
64
No
España.
será la primera vez que se adelanta
campeón de dad entera"
la
civilización occidental y de
—concluye
la
"como
cristian-
Bell.
Esto será con verdadero y nuevo "humanismo". Vives, cuya perfecta ecuanimidad, en medio siempre de los errores extremos,
hace adoptar un criterio de
le
"humanas",
nacer, íntegramente
las disciplinas
llamadas
"humanidades".
En
este sentido aparece la obra de Vives, en la cul-
más
tura europea,
Y
dor".
como la obra de un invescomo la de un "educañn supremo religioso de con-
bien que
tigador, que realmente lo
educador, con
el
es,
ducir los hombres hasta Dios.
La
religión para Vives es
formación
coronamiento de toda
el
cultural.
"Porque
el
hombre
—afirma
con-
toda verdad
—no ha
sido creado para sólo alimentarse, vestirse, ni para ad-
un conocimiento cualquiera
quirir el
y de
la
dero filósofo que es análisis, fin
—no
para
el
el
cual cada
eternidad
—añade como verda-
es otra cosa. Pues, en último
"Que
el
de
la
humanismo de Vives.
Filosofía mística.
hombre ha
eternidad y de
participar
uno ha sido creado".
sentido profundo del
IV.
la
la
todo perfeccionamiento consiste en conseguir
Tal es
de
por mejor decir,
naturaleza divina."
Porque "la perfección humana
el
o,
deseo de saber, sino para participar de
la
sido
creado para participar
naturaleza divina."
eternidad
y
del
"apetito
Y de
de ese espi-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
induce Vives
ritualidad",
He
65
inmortalidad
la
alma.
del
ahí idea mística en la filosofía de Vives.
Además, su ars nesciendi
"docta ignorancia*'
es la
de Nicolás de Cusa, que se revela en infinidad de pen-
samientos de
los
Areopagita hasta del Siglo de
"En
Hugo
de
Palma y nuestros místicos
secreto de tu
ánimo está Dios, por
bitro y testigo y juez de todo cuanto piensas"
ves {Introducción a la sabiduría) el
hondón,
el
"No hay
—
.
Es
infeliz
ár-
—dice Vi-
lo del
íntimo,
ápice de nuestros místicos.
cosa
más bienaventurada que amar, y por
esto Dios y los ángeles son felicísimos...; ni
más
Seudo-
el
Oro.
más
lo
autores de mística, desde
que aborrecer, por
la
hay cosa
cual pasión son los
demonios malaventurados." Recuérdese
lo
de que "el demonio es
el
ser
que no
ama, que no puede amar", frase atribuida a Santa Teresa.
De
la
inmortalidad del alma
humana {Tratado
alma, L, H, cap. 19) habla Vives en término's de
del
filoso-
fía mística.
Los sentidos internos no perciben
lo
espiritual en
los ángeles y en Dios.
El entendimiento es quien los concibe, y
un
es,
como
y "quien entiende la inmortalidad de aquéllos tiene también que ser inmortal". €llos,
Y
espíritu,
alude
al
poder de
alma, en esta frase:
como
cierto
las
tinieblas, al
"Lo que nos
enemigo
del
interesa es declarar
que existe alguna fuerza enemiga del hom-
bre, que se propone controvertir esa verdad tan necesa5
JUAN DOMÍNGUEZ BEREUETA
66
para nosotros, y de cuyas perniciosísimas tinieblas nos proteja Dios, luz inmemsa y verdadera." ria
Del amor (L. III, cap. I) escribe: "El amor más grande y ajrdiente es hacia Dios, en aquel que contempla debidamente a ese Ser heneficientisimo."
"El amor más grande y ardiente
es
de Dios a
el
le llamó sabiamente San Juan, no "amor mismo", y del propio modo, DioNombres Sagrados. Podemos afirmar con
nosotros; por eso
amante, sino nisio en los fe y
,
con razón verdadera que
sas lo
todo
un
ama
lo
Y alma
el
todo según
contiene en
más la
sí
y
el
autor de todas las co-
la
grandeza de su bondad..-, que
lo
convierte hacia El."
adelante: "El amante graba y esculpe en su
amado, y la lleva en ella como en cual se mira y reconoce el amado mis-
imagen
espejo, en el
del
a amar a modo como los
mo, viéndose obligado
aquel dentro del oual
cree que vive,
niños suelen besar su
imagen en
¿No
el
un, espejo."
nos recuerdan estas frases otras análogas de
Fr. Juan de los Angeles y de tantos otros autores que
tratan del
amor místico?
Cita Vives {Ihid., cap. IV) unas palabras del Apóstol:
"Todo
lo
des de Dios."
hombre
investiga
Y más
este deseo de
el
amor, hasta
las
profundida-
adelante escribe: "Se ha dado
unión en
el
al
amor, para que quiera
juntarse con su verdadero bien, que es Dios, para que,
hecho a su vez un Dios, por decirlo de su eterna bienaventuranza."
así,
sea copartícipe
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
67
II;
Las palabras que cita del Apóstol se hallan (1° Cor., 10) en esta forma: El Espíritu todo lo sondea, aun
las
profundidades de Dios. Sabido es cómo
Santo, en toda
la
el
Espíritu
doctrina mística, personifica la Cari-
dad de Dios, el Amor personal. "El Espíritu Santo, inspirado juntamente de las personas del Padre y del Hijo, es el amor" escribe Fray
—
Luis de León {Nombres de Cristo).
Amor
"El
mo
que
Santo"
Espíritu
nit., I;
es de Dios,
—
dice
"El Espíritu Santo, que Divina Escritura
la
Padre y del Hijo" {Cant., XIII; 11). del
Y
San Agustín
—
es
{De
misTri-
amor, también se com-
al aire,
dice
porque es espira-
San Juan de
el
Espíritu por
el
la
Cruz
la
en infinidad de textos, se confirma
así,
mística de Vives, de interpretar, en Pablo,
el
15).
para en
do
y que es Dios, es
la
idea
frase de
San
Amor.
León Hebreo (judío español)
4.
Sus Diálogos de amor, "apenas pero que no deja por eso de ser
el
leído
hoy de
nadie,
monumento más
no-
y aun lo produjo desde Plotino acá"
table de la filosofía platónica en el siglo xvi,
más
bello
que esa
filosofía
{Historia de las ideas estéticas, T.
Esta obra, verdadera phia,
como
la
II, cap.
filosofía del
VI),
amor, philogra-
llamó su autor, un saber de amor, una
doctrina mística.
He
aquí, en
forma esquemática,
lo
más
esencial para
68
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
nuestro objeto, de esa obra, prescindiendo de sus largos, dialogados razonamientos, y de su terminología. ''Sapiencia
— — dice
es la
que
los
griegos llaman teo-
logía o ciencia divina,
y también primera filosofía." ''La virtud es el camino de la sabiduría." "La felicidad consiste en un solo acto de entender," "La bien-
aventuranza consiste en miento divino, en se
ven todas
la
conocimiento del entendi-
el
visión divina (beatífica), en la cual
las cosas."
"El primer conocimiento
del
pan hace que
lo
ame
quien tiene hambre; y mediante este amor venimos al verdadero conocimiento unitivo del pan, que es cuando en acto se come, que es gustarlo."
He
en forma sintética,
ahí,
relación entre cono-
la
cimiento y afecto, y la idea de conocimiento afectivo, que analizan todos los autores místicos. Veamos más
pensamientos de
filosofía mística
El amor es producto de amante y amado. El amado es el padre, y el amante, la madre del amor. El amante,
en cuanto perior a
tal,
sí
es inferior a su
mismo, amante. En Dios
amado de
ser
amado. El amado es su-
sí
íiuioque su divina esencia consiste
participa el
amado
fo es
más es
de
la
divinidad que
hermoso en
acto,
el
amante, porque
como Dios, y
el
amante
en potencia.
Para Aristóteles no.
más sublime el sí mismo en unidad. El amado es
mismo, que en amarse a
Para Platón
el
amor
es querer bien para algu-
es querer (o desear) la
esto señala falta aplicarse a Dios.
—observa
hermosura. Pero
León Hebreo
—y
no puede
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
"En Dios
69
es voluntad de hacer, el b'en
acrecentando
perfección de las criaturas."
la
común de todo amor es lo hermoso; y la fmadre común es el conocimiento de lo hermoso. El El padre
(amor, hijo de ambos, tiene la parte material del cono-
cimiento materno y ¡na. ;i
la
formal de
la
hermosura pater-
El amor, segrin Platóo, es también "deseo de dar
hermoso, semejante
luz lo
Además de
al
padre".
León Hebreo deduc-
esas alegorías trae
alma. "Asi también
al
como la inmortalidad del preñada alma humana dice
hermosura, de
la
virtud y de la sabiduría, desea
ciones' filosóí^.cas, originales,
de
la
— —
,
dar generación de actos virtuosos y hábitos sabios, por-
que con
la
generación de éstos adquiere
la
inmorta-
lidad."
He vac'ón
profunda y luminosa- obserhace unificando doctrinas diferentes de Aris-
aquí, asimismo, ana ijue
tóteles y Platón.
Aristóteles llama potencia a la preparación del en-
tendimiento posible a recibir las formas, porque,
si
no
estuvieran en potencia, no pudiera recibirlas en acto.
Platón llama reminiscencia a ése nuestro entender de las
cosas que existían en
el
Las formas y especies-—dice del
manera de olvido. León Hebreo no saltan
ánima
a
—
cuerpo a nuestra ánima, sino que, representadas por
nuestros sentidos, hacen reliimhrar las mismas formas o esencias, que antes estaban, por
modo
latente, resplan-
decientes en nuestra ánima. Este relumbre, y
el
recuer-
do de Platón y la potencia de Aristóteles, es una misma cosa en diversas maneras de decir. El
amor de
las
hermosuras
inferiores,
entonces es
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
70
conveniente, y bueno, cuando es solamente para desti-
hermosuras
lar de ellas las
sombra de
ras corporales son
"Hay muchos hombres ánima hacia
los
espirituales.
cuerpos
sumergida y adherente
al
Las hermosu-
las espirituales.
—observa—que
la
tienen
muy
cuerpo, y
el
la
cara del
clara, por estar
cuerpo inobedien-
y ix>co vencido del ánima. Todo el conocimiento que tienen de las hermosuras corpóreas es sensible, y así es todo el amor que tienen a ellas. Y no conocen ni aman
te,
las
hermosuras espirituales."
Y del
hace una observación psicológica de
alma con
"La
el
la
relación
cuerpo.
potencia y oscuridad de las formas en
ligadura que tiene con
viene por parte de
la
Y esta
muy
potencia es
el
el
ánima
cuerpo. •
diversa en las ánimas de los in-
dividuos humanos, según
la
obediencia de los cuerpos
-i
sus ánimas."
También señalaremos esta idea sobre el lenguaje. "La materialidad de las palabras impide demostración de
las
Y
cosas espirituales." man'fiesta su opinión favorable a expresar las
verdades intimas o secretas de
la
filosofía
en alegorías,
en fábulas o en parábolas.
"Los antiguos
— — estimaron dice
ser odioso a la na-
turaleza y a la divinidad manifestar a todo secretos,
porque es echar
la
verdad en
hombre sus
los inhábiles
de
en cuyas mentes se corrompe y adultera, y cada vez se corrompe más andando de ingenio inhábil en
ella,
ingenio inhábil, y en nuestros tiempos, por
el
mucho
parlar de los modernos, apenas se halla vino intelectual
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
pueda beber, y no esté adulterado, en vasos donde anda."
que
los ruines
se
Y que
que Aristóteles, contestando a Alejandro,
refiere
se sorprendía de
tan secretos de
la
que hubiese manifestado
sagrada
los libros
que sus
filosofia, le dijo
li-
bros eran "publicados, y no publicados". Quiso decir
que
los
había escrito con
artificio,
que no
los
entende-
rían sino sus oyentes mismos, llamando así a aquellos
cuyo entendimiento "entiende
Tocante ya a
la
al
modo mismo
teología mística
miento de León Hebreo, acerca
del
vemos
del suyo".
este pensa-
origen del amor:
"Del amor intrínseco de Dios amado y amante..." "En la Divinidad, la mente o sabiduría amante se deriva hermosura amada, y el amor nació ab aeterno de ambos a dos, del hermoso amado, como paab aeterno de
dre,
la
y del sapiente o amante, como de madre."
5.
Aben, Abad de Ronda (precursor hispano-
MUSULMÁN DE SaN JuAN DE LA CrUz).
Hemos
estudiado con simpatía intelectual las obras
de Asín Palacios en
tesis general,
(cit.
en
la
Bibliografía), cuyas ideas,
hacemos nuestras, como enseñanzas de
quien es maestro indiscutible en esas materias.
He
aquí
lo
que hemos aprendido de ese estudio, en
síntesis, con lo que hemos estudiado en como Grabmann (Ob. cit.).
El Islam
es,
realmente, una "desviación" del cris-
tianismo, que luego influye en restitución".
otros autores
él
como una verdadera
San Juan Damasceno, que fué ministro
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUKTA
72
de un Califa de Damasco, considera
una la
simi)le herejía
islamismo como
cristiana que niega la
Encarnación. Todo
yor parte de su
el
el
culto,
Trinidad y resto de su teología, y la ma-
es
una
copia,
más o menos
fiel,
del credo y de la liturgia judeocristiana.
Un el
error \'ulgar es lo del fatalismo musulmán, pues
Islam admite
el
concurso de Dios y el hombre, de la sustentada por Santo Tomás.
una manera análoga a
Una
mo
prueba
del error
determiinista en los árabes son sus frases referen-
Dios: In saa Allah! (Si Dios
tes a la providencia de
Wa
quiere). es
de creer en un ciego fatalis-
saa Allah! (Dios lo quiera). Esta última
¡ojalá! español.
el
,
Bien antes de Mahonia,
árabes de Siria, Pales-
los
Mesopotamia habian sido catequizados por mon-
tina y
y monophysitas, que practicaban la oración, la limosna y el ayuno. Y el Corán autorizó las creencias y prácticas que los árabes habían recibido de jes nestorianos
los cenobitas cristianos.
La
cultura antigua de Egipto, con
de Alejandría, y
mo de
el
cristiano de los Padres del la
el
neoplatonismo
misticismo de Persia, con
Yermo, y
el
ascetis-
anacoretas
los
Tebaida, había de ser transmitida por
el
sufismo
de los árabes. El mahometismo, propiamente dicho, en cambio, es
opuesto tal.
la
al
Negar
Arabia
lacios
—
,
misticismo
,
que surgió
la influencia de los
es
pensar como
que no adm'te
el
del
monacato orien-
cenobios cristianos en
Mahoma
—afirma
"monacato"- en
el
Asín PaIslam, y lo
sustituye con "la guerra santa".
Frente
al
fatalismo que puede haber en
Mahoma y
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
73
en su espíritu guerrero y de dominación, aparece ascética de los sitfics islamitas,
la
\
ida
y su evolución en la
doctrina del sufismo o misticismo árabe.
Notable es
contraste que se ofrece entre
el
metismo bélico y
el
sufismo místico de
los
el
maho-
contempla-
tivos árabes.
Basta recordar
los
mártires cristianos que produjo
mahometana en Córdoba, bajo el poder de Abderramán II. Aben Arabi (i 164-1240) es el- continuador de la escuela del cordobés Aben Massarra (883-931). Y éste es el iniiciador de la filosofía musulmana en España, donla i)ersecucíón
de introdujo
la tesis
de
la
do-Empédocles, sacada de
mundo
''materia espiritual" del Seulas
Encadas de
Plotino. Rai-
Lulío utilizó también ideas místicas de
Aben
Massarra y de Aben Arabi.
La renuncia musulmanes blo
(/.'
a los carismas de los siifies hispano-
Cor., XII),
valen sin
la
San Pacarismas nada
tiene su or'o-en en la doctrina de
donde expone que
los
caridad.
Esta doctrina, profesada por
el
monacato
oriental
y adoptada ix)r Aben Arabi, contemplativo de Murcia, fué tra.nsm{t{ási a Abul-Hasan (murió en 125Ó), el fun-
dador de
la
escuela Sadili, que produjo dos sutiles pen-
Aben Ata Allah, de Alejandría (murió en y Aben Abbad, de Ronda (en 1394). Este es el
sadores: 1394),
que nombra Asín Palacios:
sulmán de San Juan de
la
Un
[precursor
hispanomu-
Cruz.
La obra át Aben- Abbad se titula Comentario a las sentencias de Aben Ata Allah de Alejandría. Era Aben Abbad humilde y casto em extremo. Mu-
JlAX DOMÍNGUEZ ÜERRUETA
74
En
rió en olor de santidad.
"como
nía
la
presencia de Dios se Lc-
la
más pequeña de las sabandijas", compa la de San Juan de la Cruz, que se
ración análoga a tenía por
una "bestezuela".
Aben Abbad emplea "anchura" de gustia, en,
espíritu, "apretura",
que
día luminoso,
"vacío", "desnudez",
títulos:
Dios
se revela
como
al
"noche" de
alma,
an-
la
más que en
el
de nuestra mística castellana.
los
Formula un cuadro de preferencias: la pobreza a riqueza, el hambre a la hartura, lo bajo a lo alto, humillación a
la ía
honra.
la
En San Juan
de
Cruz vemos: "No a
la
lo
más
fá-
no a
a lo más dificultoso; no a lo más sabroso, sino más desabrido...; no a lo más, sino a lo menos; lo más alto, sino a lo más bajo y despreciable;
no a
lo
cil, sinoi
a
lo
que es querer algo, sino a no querer nada" (Su-
bida i.\ XIII;
6).
Aben Abbad expone que nes corresponde
la
al
renuncia de
ascetas y principiantes
(
de
la
amor de
las tribulacio-
los carismas.
Que
a los
vía purificativa) Dios les
da "anchura de espíritu".
Pero
si
se
apega a
quien ama, sino a
la
consolación no es a Dios
mismo. Los
sí
fectos rehuyen los carismas, pues para ellos
dero carisma es a
la
providencia, Dios se revela
de sus atributos. es
más
Y
perfección mística.
la
Y
bien para
erfecta y oscura, y
como San Pablo llama enigmá-
tica" (/.' Car.).
Y
cita
el
Apocalipsis (VII,
17),
cuando dice que
Dios, en aquella felicidad etenna, "dará a cada uno de
suyos una piedrecilla menuda, y en
los
escrito- •
Que no
es otra cosa sino
el
su esencia, que comunicará Dios con
ella
un nombre
tanto de la vista
y de
si
y
el
en-
tendimiento de cada uno de los bienaventurados...; y el nombre con que entonces nombramos a Dios será todo aquello que entonces en nuestra alma será Dios, el
cual,
como
dice
San Pablo
(/."
Cor.), será en todos
todas las cosas."
Hace
el
maestro León una profudda observación.
Qiue tratando Moisés de la creación de todas las co-
y habiendo nombrado en ellas muchas veces a Dios, hasta que fué creado el hombre, nunca le nombró con sas,
su nombré, que
lo
puso
el
mismo
Dios.
"Y como
Dios
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
85
hombre después, hxtgo que hombre, quiso humanarse nombrándose."
tenía ordenado de hacerse
saHó a hiz
el
¡Qué admirable afirmación!
Y
trata después de los
qué son muchos
los
que
nombres de
se le atribuyen,
Cristo, y por
"conviene, a
saber, su nombre, grandeza y los tesoros de sus per-
muchedumbre de
íecciones riquísimas, y juntamente la sus oficios, y de los
demás bienes que nacen de El y
se
derraman sobre nosotros."
Y que
la
asf vienen a ser casi innumerables los nombres
Escritura divina da a Cristo.
Nombres que hombre.
En una
sólo
convienem a
época en que
los
Cristo en cuanto
"alumbrados", como
observa certeramente Alain Guy, pretendían hacer abs-
humanidad de Cristo, y hasta el ortodoxo Francisco de Osuna aconsejaba en la oración de "re-
tracción de la
cogimiento" despojarse de todo
creado en
lo
la
medi-
tación para sólo considerar la trascendencia de Dios,
el
maestro León, siguiendo a Santa Teresa, considera
la
humanidad de Cristo "como puerta segura y camino único por donde las almas llegan a Dios".
El Dios abstracto del deísmo y de
la filosofía
está
bien lejos del pensamiento de Fr. de León.
Penetramos, con Alain Guy, en del
pensamiento del maestro de
iamanlca, en
el
siglo xvi,
tas anteriormente.
la
el
fondo
filosófico
Universidad de Sa-
condensando sus
ideas, expues-
"
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
86
He
aquí, en breve síntesis, con las palabras autén-
ticas castellanas.
El
último de todo ser es "avecinarse
fin
Dios". Acercarse a Dios, hacerse
ra a
la criatu-
semejante a
Dios.
Las cosas materiales,
segTÍn Platón, son ideas divi-
nas realizadas, y existen en
la
medida de su participa-
ción a las ideas eternas.
Coeli enarrant gloriam Dei. ticos
han glosado
Pero
los
grandes mís-
esta idea.
la filosofía
griega ignoraba
Creación, ni penetró en
Agape
Todos
místico, ét
la
esencia del
la
doctrina de la
Amor
que habla San Pablo
{i."
divino, del
Cor., XIII).
Para Fr. Luis de León el alma contiene las cosas pensar en ellas. Esto recuerda la filosofía neoplató-
al
nica de Plotino:
iin'teligencia
es todas las cosas, pero
sas,
El alma
no
"La
es,
quedando en
sí
misma- ••
de algún modo, todas las cosas que son...;
es la piedra la
"La
forma..."
posee todas las co-
que es en
el
alma, sino solamente su
inteligencia en acto es las cosas
cuando
ella las piensa.
Es
acaso, por intermedio de la
Guía de extraviados,
de Maimónides, y de la Fons vitae, de Avicebrón, por
donde pudieron haber llegado a Fr. Luis de León doctrinas platónicas y plotinianas. Plotino definía precisamente a Dios
suprema. pia,
que
Y cada le
ser debe realizar
permitirá acercarse
lo
en
sí
más
como
la
las
Unidad
su unidad proposible a la Di-
vinidad. •
el
Fray Luis de León de
la
tiene entre sus temas constantes
investigación de
la
"unidad" por
las criaturas.
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Usa
de
la
87
palabra ''concierto", asociándose todos los
un acorde unificado y armonioso. Se puede recordar la palabra evangélica Uf omnes iinimi, sint, sicut, seres en
Tu, Pater,
Y la
me,
in
forma de toda
Como
et
ego in
te.
fórmula de San Agustín: "La unidad
la bella
es
belleza."
conclusión de
teoría del
la
peculación luisíana, afirma Alain
nombre en
Guy
la es-
que, "gracias a
Fr. Luis de León, los nombres tienen ya adquirido de-
recho de ciudadanía en
campo de
el
la
filosofía".
Porque con Dionisio Areopagita, en sus Nombre.^ divinos, la filología era sierva de la teología, sin haber
alcanzado su ^^erdadera autonomía.
El autor de los
Guy
—aparece
ante
ciador y creador de
En
—
Nombres de Cristo afirma Alain la Historia como el verdadero inila
lengua española."
toda Europa, desde
el
lenguas sabias y muertas
las
servadas a
siglo xv, se (el latín,
luchaba entre
sobre todo), re-
y ontología, y las lenguas populenguaje hablado y en las obras de
la teología
lares y vivas, en
el
recreación.
Cierto que Fr. Luis de
Granada
escribía en caste-
llano sus obras, conocidas y divulgadas, pero su estilo
oratorio no crea cas,
para
la
el
lenguaje propio de las obras clási-
lectura y los tratados doctrinales y cientí-
ficos.
Fray Luis de León hizo sica.
del castellano
una lengua
clá-
Santa Teresa, en su manera maravillosa de escri-
— 88
JUAN DOMÍNGUEZ BERKUETA
bir, elevó la
también
habla de Castilla a las alturas de
el
perfección.
Lope de Vega, en Luis de León: "Tú,
— Que deseaste
na,
m el
la
A polo,
honor de
introducción
— Que puede
al libro
dice de
Fray
lengua castella-
la
— Viendo
introducir escrita.
romana tanto imita romana."
a la
En
Laurel de
que
competir con
la
Nombres de
III de los
Cristo tiene que defenderse de los que se extrañan que
un "teólogo"
se contenta
con hacer un libro en "ro-
mance", y de los que no han querido leerlo, porque no estaba "en su lengua", que es el latin.
—muy tener por que y de poco valor todo en romance." "Error que — añade— "Es un
el
error
—
dice
el
maestro
corriente creer
fácil
es es-
lo
crito
naice
,
o del
mal uso que suele hacerse de nuestra lengua en cosas fútiles,
o de
la
ignorancia de creer que no es capaz de
expresar materias de importancia."
"Las palabras
—
que estén en latín."
dice con gracia
Y
eridades a los atribulados".
:
III
FILOSOFIA EN LOS MISTICOS Santa Teresa de Jesús.
De que haya basta
filosofía
para afirmarlo
la
en
las
obras de Santa Teresa
autoridad
hemos ya anticipado en otro
de Leibniz,
como
lugar.
como si no hubiera en el mundo más que Dios y ella." Hermoso i:)ensamiento, lo califica Leibniz. Digno de consideración. Que sugiere una reflexión que él ha empleado útilmente
"Que
el
alma debe concebir las cosas
en una de sus hipótesis
"Nada hace comprender
con
más fuerza
la
inmor-
talidad que esa independencia y esta extensión del alma,
que
la
pone absolutamente a cubierto de todas puesto que
exteriores,
mundo y
se basta
ella
sola
constituye
las cosas
todo
su
con Dios." (Discurso de Metafísi-
ca, 32.)
En
tres
lugares de sus obras repite Santa Teresa
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
I02
SU pensamiento. "Hacer cuenta que no hay en sino Dios y ella (el alma)." {Vida^ XIII, 9.)
la tierra
"Como no
hay embarazo de lo exterior (estáse sola el alma con su Dios)". {Camino, XXVIII, 8.) "De lo mucho que importa este entrarnos a solas con Dios." {Camino,
XXXV,
I.)
Pascal, escribiendo de la grandeza de Santa Teresa,
hace esta confesión humilde: "Se muere uno por imitar su
i)lática,
¿Cómo
pensando imitar su manera de ser." se
explica esta admiración de Pascal por
Santa Teresa? Por su humildad, ante Dios; y sus ante los hombres
—
—
dice explícitamente
.
más
patía intelectual está en la coincidencia de sus ciales Pcnsauiieiitos cristianos,
con
las
luces,
Pero su simesen-
verdades místi-
cas de Santa Teresa.
"La más grande de las verdades cristianas amor de la verdad", escribe Pascal. Y hace suya la San Agustín: "No
de por
la
caridad."
mental de
Y
se entra
se asimila,
la filosofía
en
la
verdad
además,
es preciso conocerlas antes
que amarlas, pero
frase
no es
si
la idea
mística de que las cosas
es el
funda-
humanas
las divinas
es preciso amarlas para conocerlas.
Santa Teresa, en su lenguaje, condensa esta
cuando escribe: "No está mucho, sino en amar mucho." sofía,
Es se
la
misma doctrina
la
cosa
en pensar
platónica también de que
conoce verdaderamente a un ser más que en
dida que se ama".
filo-
la
"no me-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
103
Santa Teresa, ejemplar representativo blo español, popularizó la disciplinas mentales: el
más
gran pue-
del
y escondida de las
alta
Santa Teresa, como
la teologia.
pueblo español, aclara su pensamiento con "senten-
modismos de refraneros. Menéndez Pelayo que su ginalidad está en el "método de sentencias". cias" o con
De San
Esa
es
Isidoro dice
ori-
literatura por excelencia del pueblo del
la
Siglo de Oro, que halló su expresión genial en la escritora mistica castellana, de
mentos
vitales
un idealismo
lleno
de ele-
y concretos.
Teologia popular brilla en toda
la
doctrina de Santa
Teresa. Mil ejemplos podrían entresacarse de sus
es-
critos.
El problema de
han naufragado lo
la
unión de Dios con
los místicos
de
la
el
heterodoxia panteísta,
formula Santa Teresa en este verso, a
romancero popular: "Juntáis quien no Ser que no
se
alma, donde
la
manera de
tiene ser,
con
el
acaba."
El problema de
la libertad del
hombre, y
la
provi-
dencia de Dios, lo vislumbra en esta admirable excla-
mación: "¡Oh,
libre
albedrio, tan esclavo de tu libre
no vives enclavado con
tad, si
te crió!"
La
el
temor y amor de quien
{Exclam., XVII, 41).
intuición que sobrepasa la razón, sin contrade-
y que ilumina todo, permaneciendo invisible, es manera ideal y suprema del conocimiento filosófico.
cirla, la
Una
luminosa visión
interior.
Intuición, realismo,
buen
sentido, éstas son las ca-
racterísticas de la filosofía española.
Y
si
se define
el
buen sentido, como Descartes: "La
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
104
jjotencia de distinguir lo
verdadero de
falso", o
lo
espíritu de discernimiento y simpatía, que
que
la intuición espiritual,
es la del
no es otro
de Saíita Teresa
la filosofía
buen sentido.
Con qué
gracia, explicando las profundas sublimi-
dades de sus "moradas",
con símiles y ejemplos:
más
el
dice,
"Y
después de aclararlo todo,
no pensemos que hay aquí
algarabías, ni cosas no sabidas ni entendidas."
Claridad, sencillez.
Esa
no es un "sistema", es una historia de su
propia experiencia, experiencia de
Santa Teresa cia".
Santa Teresa. Su
es la característica de nuestra
filosofía
un caso
es
San Francisco de
parecer ignorante
la
"docta ignoran-
típico de
Sales es
señalado, con estas palabras:
lo divino.
"Su
ciencia de
el
primero que
lo
ha
sabia ignorancia hace
gentes de letras, que
después de gran estudio se ven avergonzadas de no entender tica del
lo
que
amor
ella escribe,
tan felizmente, de la prác-
divino."
Y
en nuestros días, un filósofo y teólogo, el P. Garrigou-Lagrange, no vacila en afirmar "la contempla:
ción es lo que hay de vital y positivo en lo que se llama la
docta ignorancia".
Letrados y medio letrados. (Vida,
"...
siempre fui amiga de
letras,
V
y
XXXV.)
aunque gran daño
hicieron a mi alma confesores medio letrados, porque
no
los tenía de tan
buenas letras como quisiera.
He
visto
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
por experiencia que es mejor,
siendo virtuosos y de
santas costumbres, no tener ninguna, porque ni ellos se fían de ni
yo
me
sí,
preguntar a quien
sin
fiara; y
las
tenga buenas,
buen letrado nunca me engañó."
Aparece aquí, con
el
gracioso decir de
la
Santa,
el
repetido defecto, en todos los tiempos, de los semidoctos,
que son mucho peor que
los semiperitos, los imperitos.
A
la semiciencia,
los indoctos
y
en cualquier disciplina,
es preferible la ignorancia completa.
El ignorante que no se fia de
que
sí,
es
mucho mejor
semisabio, envanecido- y petulante. Pero también algún doctor que se fía demasiado de el
su saber, suele equivocarse de medio a medio.
Tratando de José según renta,
la
la
fundación del Monasterio de San
regla de ix)breza, que no había de tener
no sabiendo qué hacer Santa Teresa entre tantas
razones
como
la
daban para persuadirla a tener
renta,
consultó a un letrado dominico.
"Y
envió escritos dos pliegos de contradicción y teo-
logía para que no lo hiciese, y así
había estudiado mucho.
Yo
seguir mi llamamiento, y
le
el
me
lo decía
que
lo
respondí que, para no
voto que tenía hecho de
pobreza, y los consejos de Cristo con toda perfección,
que no quería aprovecharme de teología, letras en este caso
Es de
lo
más
me
hiciese
notable.
Dos
ni
con sus
merced." pliegos de contradicción,
de argumentos, sin duda; y de teología, para concluir en que no siga gélicos...
el
voto de ix)breza, ni los consejos evan-
Santa Teresa resuelve de plano: no quiere
"aprovecharse" de esa teología, trado, en este caso, tampoco.
ni
de las letras del
le-
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
io6
Le servían de
libro el
campo,
el
agua, las flores.
(Vida, IX.)
"Aprovechábame a mí también ver campo, o agua, flores. En estas cosas hallaba yo memoria del Criador, digo,
que
me
despertaban y
recogían, y
servían de
libro..."
Campo, agua, ñores. En una de sus cartas, escrita desde Alba de Tormes a la priora de Salamanca, la dice "Tengo una ermita, que se ve el río (el Tormes), y también a donde duermo, que estando en la cama pue:
do gozar de
él,
que
es harta recreación para mí".
Esto nos recuerda el
el
Himno
de los tres jóvenes en
horno de Babilonia: "...Mares y
ríos,
bendecid
al
Señor, loadle y ensalzadle sobre todas las cosas por los siglos." {Libro de Daniel, III, 51.)
Cosas inanimadas, criaturas todas de Dios, bendecid al Señor.
Decid bien, loadle y ensalzadle. Esta es
la
significación de que le servían de lección, le servían de libro,
a Santa Teresa.
Además
de suponer en
ella
una
sensibilidad exquisita, unos ojos aptos para ver la belleza,
un alma de
poeta.
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Pensamiento desatinado. (Camino,
Un
XXVI y XXXI,
10.)
autor del siglo xvi, en su obra titulada Médula
Mystica (1695), la
107
es decir, meollo o sustancia intima de
Mística, nos define algo de lo que se entiende por
pensamiento, en mística teológica, en estas palabras:
'•Pensamiento es un conocimiento descaminado, que sin eficacia ni fin
determinado de obrar, por varias partes
anda vagueando."
Con perdón de
la ciencia
encerrada en esa definición,
que a los no iniciados nos deja .en la misma ignorancia que teníamos sobre lo que es el pensamiento, en mística teológica, nos acogemos al habla de Santa Teresa, que ciento treinta años antes de ese autor, escribió: "Si
el
entendimiento (o pensamiento), por más declararme, a los
mayores desatinos
y déjele para y vendrá."
necio,
del
mundo
se fuere, ríase de él
y estése en su quietud, que
Pero a Santa Teresa,
al
irá
él
ponernos sobre aviso de
los
^'desatinos" del pensamiento, para que no altere la quie-
tud de una oración sobrenatural, no se
marlo por
definición,
como parece
referencia y los de su escuela.
yores desatinos del
mundo
Y
lo
le
tomó
ocurrió toel
autor de
dice: "Si a los
se fuere, ríase
de
él
ma-
y déjele
para necio."
mismo se de molino." (Mo-
Pensamiento que en esos desvarios puede llamar imaginación o "taravilla radas ^r,
I,
13.)
lo
JUAN DOMÍNGUEZ ÜERRUETA
108
Hace se a nuestra medida. ("Camino de Perfección,
Ya sabemos mirad
XXVIII,
2, 11.)
que Dios está en todas partes. "Pues^
—continúa Santa Teresa—
,
que dice San Agustin
buscaba en muchas partes, y que le vino a hallar dentro de si mismo. ¿ Pensáis que importa poco para un
que
le
alma derramada entender esta verdad, y ver que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo... ni
ha menester hablar a voces? Por paso (quedo) que
hable, está tan cerca que nos oirá, ni
para
ir
ha menester
alas
a buscarle, sino ponerse en soledad, y mirarle
dentro de sí."
Y
más
adelante pondera
la
grandeza de Dios
:
"quien
mundos y muchos más", al encerrarse en una cosa tan pequeña como nuestra alma. "A la verdad, como es Señor, consigo trae la libertad, y como nos ama, hácese a nuestra medida." hinchiera mil
¡
res,
Cuántas veces habremos oido, o que
la
leido en los auto-
inmensidad de Dios se encierra dentro de
nosotros, y ninguno ha sabido dar la razón amorosa del misterio
en estas tan expresivas palabras
nuestra medida"
:
"hácese a
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Ganarse a
para
sí,
sí.
109
XXIX,
( Camino,
y.)
Llegarnos interiormente a Dios, donde hemos de hallarlo,
como San Agustín, dentro de
Y
sí.
esto, aclara
Santa Teresa con su autoridad de experiencia mística,
"no es cosa sobrenatural". Está en nuestra mano "que es señorearse poco a poco de sí mismo, no perdiéndose en balde; sino ganarse a de sus sentidos para
Creemos más
sí
para
sí,
lo interior".
que vemos, que
lo
Qué expresión
que nos dice
lo
(Moradas segundas,
\
que es aprovecharse
la /í?."
¿.)
/,
tan enérgica y tan firme de
lo
que
es la fe!
Santa Teresa dice que "está muerta creemos más
Hay
en
que vemos que
lo
la
filosofía
lo
que
ella
fe",
la
que
nos dice.
espiritualista actual
un pensa-
miento profundo que se relaciona con esta idea de Santa Teresa. El espíritu
que "cree rialista
lo
—
se afirma
que ve". Es
— "ve
decir,
lo
que cree", por-
que en lugar del mate-
"ver para creer", se afirma
el
espirituahsta
"creer para ver".
Creemos fe viva
La
lo
que vemos, pero no menos
—hemos fe
detrás de
de ver
lo
—
si
tenemos
que creemos.
va por delante. La materia pide que vaya la visión.
—
"
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
lio
El espíritu "ve
que "cree
lo
lo
que cree"; pero es también por-
que ve". Es, en cierto sentido,
credo,
el
ut iiitelligam, de la visión. Creer para entender.
Dejemos andar
esta taraznlla de molino, f Cuartas, I, 13.)
moradas "no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho". "Quizá no sabemos qué es amar." Porque no está en el mayor gusto nuestro, sino en la mayor determiPara subir a
nación de
la
altas
las
voluntad, de desear en todo contentar a
Dios.
"Y
no penséis que está- la cosa en no pensar otra
cosa.
"Yo
he andado
—
gran maestra de espíritu pensamiento" bien apretada."
dice la
en esta "baraúnda del
Hasta que vino a entender, por experiencia que el pensamiento, o imaginación, no es el entendimiento. Pues el pensamiento puede estar a veces "tan tortolito",
que vuela de presto, "que sólo Dios puede atarle",
cuando "nos ata así", que parece estamos en alguna
manera "desatados de
Y
no obstante,
el
este cuerpo".
entendimiento,
como potencia
alma, puede estar recogido en Dios, aunque
el
del
pensa-
miento (o imaginación) ande alborotado en "el arrabal del castillo".
"Dejemos andar
esta taravilla de molino,
nuestra harina", no dejando de obrar tendimiento.
la
y molamos
voluntad y en-
— 1
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Alma y "Lo
I 1
(Moradas séptimas,
espíritu.
ii.)
1,
morada de Dios. De manera (jiie, en cierto modo, "hay división en el alma". Y a manera de Marta cuando se esencial del alma",
jamás
se
mueve de
quejó de María. "Esto parecerá desatino"
Teresa
—
.
Mas verdaderamente
entienda que riores que
el
es así,
—
la
dice Santa
que aunque
se
alma está toda junta, se ven cosas intehay diferencia en cierto modo
se entiende
"del alma al espíritu", aunque sea todo uno.
Es
esta observación, de las cosas
Santa Teresa. (i."
y
el
Es confirmación de
más lo
geniales de
de San
Tesalon, V, 23), que habla del "espíritu",
"cuerpo" que hay en nosotros.
Y
que
de Dios es tan viva y eficaz, "que separa
Pablo
el
"alma"
la
palabra
el
alma
del
12). Y que hay "cuerpo animal" y "cuerpo espiritual" /." Cor., XV, 46). Las palabras de Dios, que son- obras en nosotros, apartando en el alma lo que es corpóreo en ella, la deja "en puro espíritu" para que se pueda juntar con el Espí-
espíritu" [Hebreos, IV,
(
increado, que
ritu
el
mismo Señor
"la ha de henchir
de sí", añade Santa Teresa.
Queda
el
espíritu de esta
alma hecho una cosa con
Dios.
"Quizá lo
—
es esto
dice
ingenuamente Santa Teresa
de San Pablo: "El que llega a Dios, hácese un espí-
ritu con él."
Cor., VI, 17.)
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETa
112
Libertad \ csclaiiiiid. {'Exclam., Xl/Il, 4.)
"jOh,
libre albedrío, tan esclavo de tu libertad, si
no
amor de quien
te
vives enclavado con
el
temor y
el
crió!" ¡
Esclavo en
cree esclavo la
!
lo
que se cree
Es toda una
desenvolviera adecuadamente.
que puede oponer
la
y libre donde se para que un Leibniz
libre
filosofía
A
;
la
duda y sospecha
ilusión de nuestro "yo",
que cree
debe vivir, antes que nada, en su libertad, Santa Teresa responde con su magnifica exclamación.
No
conocemos, en i^ensador alguno anterior a Santa
Teresa, quien haya llegado a esa idea
lummosa y
funda de
un
ser "esclavo de la libertad",
pro-
libre'albedrio
mal entendido.
Es en el mismo tratado (Ibid., 3) donde expresa el "muera ya este yo y viva en. mí otro, que es más que yo". Y añade: "¿Qué mayor ni más miserable cautiverio que estar
En to,
la
alma suelta de
la
mano
de su Criador?"
nuestro lenguaje popular castellano hay, en efecfrase "estar dejado de la
revela si
el
el
mano
de Dios", que
lamentable estado del hombre sin posesión de
mismo, esclavo de sus pasiones.
Volver
"No
la
cabeza hacia
sí.
(Moradas primeras,
/,
i.)
y confusión que por nuestra culpa no entendamos a nosotros mismos, ni sepamos es pequefia lástima
quién somos."
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
"¿No
sería
gran ignorancia
sen a uno quién es y no
"Es gran cosa
se
—añade —que pregunta-
conociese?"
propio conocimiento."
el
Hay almas tan enfermas y mostradas "a estarse en cosas exteriores", que no hay rviiied'o, "ni parece puedan entrar dentro de
"Y
estas almas no procuran entender y remediar
si
su gran
sí".
han hechas estatuas de sal, cabeza hacia sí. así como quedó la
miseria, quedarse
por no volver
la
mujer de Lot por volverla." ¿Qué mejor ni mas sencilla y clara explicación del famoso conócete a ti mismo^ principio de verdadera filosofía?
'Wo
entenderlo
Rogando decir
(I,
hace gran
en
las
"Dicen
aún no acaban de darle"
Y cómo
lo
que quiere
verdadero sentido de
del
que los doctores escribieron
f Conceptos, 1,8.)
declarasen
le el
palabras
escribe:
i),
regalo.''^
a letrados que
Espíritu Santo y
el
misterios res
me
Cantar de
los
los
Canta-
letrados consultados)
(los
muchas exposiciones, y que
(el
sentido).
aquí explica, con una discreción admirable, ella
se decidirá
el
a escribir algo más acerca de
esos misterios que los doctores
"no acaban de dar
el
sentido".
"Parecerá demasiada soberbia así,
la
mía, siendo esto
quereros yo declararos algo; y no es mi intento,
por poco humilde que soy,
pensar que atinaré a
la
verdad."
"Lo que
pretendo
es,
que
así
como yo me regalo en 8
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
114
lo
que
oigo,
me
Señor
el
da a entender, cuando
de ello
alg:o
que decíroslo por ventura os consolará como a mí."
Nótese que
le
hace "gran regalo'' no entenderlo,
lo
que no podemos alcanzar "con nuestros entendimientos tan bajos"; pero
le
hace regalo
lo
que Dios
le
da a
entender.
Es
de San Agustín
"Entendamos, y vuele nuestro entendimiento, en tanto que podamos y cuando no lo
:
;
pudiéremos, creamos."
Más
más de
adelante (cap. VI, 7) trae otro ejemplo
cómo hemos de "rendir nuestros entendimientos y que para entender
jjensar
grandezas de Dios, no
las
la
humildad
será esto?
—El Es-
virtud del
muy
valen nada". El ejemplo es de primer orden
de
la
Virgen.
Preguntó
—¿Cómo
Angel:
Santo sobrevetidrá en
píritu te
al
ti; la
:
alio
hará sombra.
Y
la
Virgen "no curó demás disputas"
—
Teresa
.
dice
Santa
Entendió luego que interviniendo estas dos
cosas no había
"No como lleva el
—
más qué
saber, ni dudar.
algimos letrados
Señor por este modo de
— concluye—que
no
les
oración, ni tienen princi-
pio de espíritu, que quieren llevar las cosas por tanta ra-
zón y tan medidas por sus entendimientos, que no parece sino que han ellos, con sus letras, de comprender todas las
grandezas de Dios."
No
cabe decir nada más, ni mejor, de cómo ha de
entenderse la limitación de nuestro entendimiento.
en qué sentido puede
la filosofía,
como
lo
Y
comentó Vi-
ves, interpretar el error de Protágoras, de ver en nues-
tros entendimientos la
"medida de todas
las
cosas".
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
San Juan de la Cruz.
2.
"Más vale un mundo" (32) (a). Aquí Juan de
pensamiento
está condensad© todo
Cruz.
la
mundo no
es
Y
del
el
hombre que todo
valor filosófico de
San
''Todo
añade, en otro lugar:
el
el
digno de un pensamiento del hombre, por-
que a sólo Dios se debe; y así cualquier pensamiento
que no
se tenga en
E-^ta
Dios se
lo
hurtamos" (37)
:-.egunda parte es la "vuelta a
aplicación
teológica
de
mística,
su
lo
(b).
divino",
afirmación
la
filo-
sófica.
San Juan de la Cruz (Juan de Yepes) era enfermero del Hospital de San Anión, en Medina del Campo, por los el
famoso
años (1557 a 1564) en que era médico filósofo español
Gómez
allí
Pereira, que reducía
todos los fenómenos psicológicos al pensamiento, y que un sig-Io antes que Descartes había afirmado: Nosco,
ergo siim. "Conozco que conozco algo; todo
lo
que
conoce es; luego yo soy."..
Nos permitimos
creer que
(juince a veinte años,
tudio, aprendió
joven enfermero, de
Juan de Yepes, aficionado
al es-
su aforismo utilizando enseñanzas de
filosofía natural del
(a)
el
1.a numieración
médico
es
AtÁsos y Sentencias. Puntos de amor. (b)
de
filósofo.
la
Gómez
Pereira pu-
edición Breviario. P. Silverio.
''6
JUAN DOMÍNGUEZ BERkUKTA
blicó SU del
famosa obra Anioniana Margarita en Medina
Campo (1554). Más tarde, San Juan
Mathia), en
la
Cruz (Juan de Santo Universidad de Salamanca (i 564-1 567). de
la
debió de leer con arición
la Consolación de la filosode Boecio, fía, a quien cita por dos veces {Subida. 3.°
XXI;
8-3.',
XYI;
6).
Tu quoque,
vis
si
—
lumine
claro...
Trata
Boecio
de las
cuatro
del alma: "Gozo, esperanza, dolor y temor", y de cómo hay que desecliarlas o dominar'las, para alcanzar la verdad.
pasiones
San Juan de la Cruz tiene esta "Sentencia" (^15): "Niega tus deseos, y hallarás lo que desea tu corazón." Es la filosofía del Kcmpis: "Déjalo todo, y lo hallarás todo."
Y en
otro lugar {Subida,
en aquellos versos Del todo y
ma
filosofía:
"Para
i.°,
XIII;
11 y 12),
expone
la nada,
venir a gustarlo todo
—
mis-
la
no quie-
ras tener gusto en nada... Porque para venir del todo al todoi
do
lo
— has de negarte
del todo
vengas del todo a tener
en todo.
—
— Y cuan-
has de tenerlo
sin
nada querer."
Otro pensamiento de do con
el
mundo
alto valor filosófico, relaciona-
exterior {Subida,
3.°,
VI;
3):
"No
sólo al alma, sino a los casos adversos aprovecha
lle-
varlo todo con igualdad de ánimo,"
Relacionado con
esto,
pensaba Descartes: "La
gría interior tiene alguna fuerza para hacer
la
ale-
fortu-
na más favorable." Otros i>ensadores modernos (P. Gratry) han expresado esta misma idea: "Las tendencias llegan a
la lin-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
de."
II7
El entusiasmo es una señal de éxito. "El reino
de Dios llega cuando se tiende hacia él."
Santo Tomás (Suma Teol, P.
12; 6): "El de-
i."; q.
hombre para conseguir
seo hace apto y prepara al
lo
que desea."
San Juan de de Dios
Cruz {Llama.,
la
es disposición
para unirse con
"A'cerca de Dios, cuanto
za" {Subida,
VII;
3.°;
El principio de de
—
ella
"El
dice la
III; 26):
más
el
se espera,
"El deseo
mismo Dios." más se alcan-
2).
sabiduría es un verdadero deseo
la
Sagrada Escritura (Sap., VI;
17).
de toda filosofía es hacer posible una es-
fin
peranza", ha afirmado genialmente un pensador mo-
Hans
derno,
Y
hace
Driesch.
siglos,
Chilon, uno
de
los
siete
Grecia, decía, al preguntarle en qué se sabio del ignorante:
"En
las
la
sofos, luego que
una tabla rasa." ve
por
VIII;
las 3),
filosofía
la
Como
ventanas
el
natural en
Cruz: "El alma, como dicen
Dios
de
buenas esperanzas."
Veamos más pensamientos de San Juan de
sabios
diferencia
infunde en
el
los filó-
cuerpo está como
en una cárcel oscura, que sólo
de
los
Pero "no ocupan
el
sentidos
(Subida,
alma, ni
la
dañan
i.",
las
mundo, pues no entran en ella, sino la voluntad y apetito de ellas, que moran en ella" (Ibid. 4). He ahí otra superioridad de nuestra alma sobre el mundo exterior, si sabe dominar sus pasiones. Ciego es el apetito, y la razón su mozo de ciego. "El cosas de este
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
que
se
ceba del apetito es
cual aquella luz antes
Y
en otro lugar (Subida,
contemplación, a
la
rayo de
i i
los ojos
cual totalmente
dimiento se ha a
mente nos ral
la
el
pez encandilado
VIII;
2.",
le
lo
que llama
el
vSeudo-Areopagita
murciélago
del
misma
han con
se
el sol,
hace tinieblas, asi nuestro enten-
que es más luz en Dios, "que
total-
es tiniebla".
He aquí un pensamiento de propia "Un rayo de sol que entra por una
:
al
tratando de
6),
"Aristóteles dice, que de la
niebla:
manera que el
como
sirve de tinieblas- -"
le
filosofía natu-
ventana, tanto
menos se ve cuanto más puro de átomos y motas está." 'Porque la luz no es propio objeto de la vista, sino el medio con que ve lo visible." Los visibles son donde el
rayo de luz se refleja (Subida, 2",
La
filosofía
moderna
XIV;
9).
en forma paradójica:
dice,
"La
voluntad se crea negándola."
Y (2.°
San Juan de la Cruz, fundándose en San Rabio Cor., VI; 10): A^o teniendo nada, nosotros poseemos
todo,
expone que
la "libertad
de ánimo, claridad en
razón, sosiego, etc.", se adquiere sin codicia de poral.
"Y más
de ellas."
"No
gozo en se
las criaturas
puede gozar en
con
lo
la
tem-
desapropio
el
ellas si se las
mira con
asimiento de propiedad---"
"El uno (el
las
goza, según la verdad de ellas;
que está asido), según
anubla
el juicio; la
El que
las
le
negación del otro deja
posee asido a
poseen a
él, el
la
ellas,
el
otro
mentira." El gozo del uno el
juicio claro.
no posee nada antes,
corazón (Subida,
;
3.".
XX;
2; 3).
ellas
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
119
He
aquí otros "avisos y sentencias", seleccionados entre los que más se señala la filosofía natural: "Dos veces trabaja
pájaro que se asentó en
el
la liga; es,
a
en desasirse y limpiarse de ella, y de dos maneras pena el que cumple su apetito: en desasirse, y
saber
:
después de desasido en purgarse de lo que de
pega"
(22).
"Escoge para
ti
un
él se
le
no
espíritu robusto,
asido a nada, y hallaras dulzura y paz en abundancia,
porque
la
sabrosa y durable fruta en tierra fría y seca
coge" (39). "Como el que tira el carro cuesta arriba, así camina para Dios el alma que no sacude el cuise
dado y apaga
apetito" (53). "Sin trabajo sujetaras
el
gentes, y te servirán las cosas,
las
y de
ellas
ti
mismo"
Señalemos,
si
te olvidares
(66).
pensamientos que
finalmente,
indican,
acaso, reminiscencias de las enseñanzas del médico
Gómez
sofo de Medina,
de
filó-
Pereira.
Dice así San Juan de
"En
demás enfermedades cúranse contrarios con contrarios; mas la dolencia de amor no se cura sino con amor" (Cániico,
del
del oído se allega el
deleite
alma
el
es
más a
que causa
"Las afecciones en
Cruz:
el
entendimiento. El sentido
las
XI).
"El oído eso
la
es
más
del dolor,
que
el tacto,
y por
espiritual" {Cant.,
XV).
lo espiritual
como
las
aguas, entran
alma."
"Las afecciones de vuelan a desear
lo
la
esperanza,
como
los aire¿,
que
ausente que se espera. Las afecciones
.ir.W DOMÍNtiUEZ BF.RRUETA
I20
del gozo,
como
los
ardores que inflaman
afecciones del temor,
como
Aquí
se nota
la
de
Cruz prestaba
la
también
los
miedos"
el
Las
corazón.
{Cayii.,
XXX).
atención repetida que San Juan
a la Consolación de la filosofía,
de
Boecio.
Terminemos exponiendo una acepción pular, de la palabra amor, empleada
Juan de
Cruz, en
la
sabia tanto de
En
notable, po-
una vez por San
sentido de cansa, motivo,
el
la filosofía del
carta que escribió
él
que
amor.
á doña
Ana
de
Peñalosa
(21 de septiembre de 1591) comunicándola:
"Mañana
me voy
a
Ubeda
a curar unas calenturillas, que,
como ha
tan,
me dan cada día y no se me quiparéceme habrá menester ayuda de medicina." Al
final
de
más
de ocho días que
la
carta dice:
escribir, y
"Ahora no me acuerdo más qué
por amor de
la
calentura también lo dejo^
que bien me quisiera alargar."
No
dice
"amor
a la calentura", sino
calentura". El maestro Gonzalo
manista
mor
della, a lo rústico,
castellano-leonés
Ob.
cit.,
por amor de ella." de
tierra
de
la
Correas, notable hu-
del siglo XVII, en su Vocabulario, escribe:
lecto
se
"amor
de
En
Salamanca
bibliografía) se dice todavía "por
"Por dia-
el
(véa-
mor" por .
amor, y significa por causa, por motivo de ella. Esto es, que la calentura es, por su inclinación, su "amor" (la
causa o motivo), "de ella", no "a ella".
No
pode-
mos menos de hacer notar el error, perfectamente disculpable de un autor extranjero, Baruzi (Ob. cit.. pági-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
121
ñas 225-22Ó), en su admirable obra, de bibliografía y crítica, de erudición y concienzuda investigación en archivos, en
honor de San Juan de
la
Cruz, en
la
que
terpreta esas palabras, '^amor de la calentura", '^exquisitas y mórbidas", y añade:
mente
el
gusto del sufrimiento
contramos en todos
los ascetas
"No
físico, :
es
del
in-
como
es aquí sola-
como
lo
una curiosidad
enpsi-
cológica que se expresa, y puesto que la palabra está
más agu-
allí
pronunciada, un amo7- de una experiencia
da,
turbia y clara juntamente, dolorosa y seductora a
la
vez."
No
es por afecto a la calentura, lo que quiso signi-
San Juan de la Cruz, sino por causa o motivo "de ella", como hemos explicado antes. No es extraño, decíamos, en un autor extranjero, desconocer el significado de una palabra castellana del ficar
dialecto vulgar usada ya. y quizá antes, del siglo xvi.
Además, y te,
es defecto esencial de esa, por otra par-
estimable obra,
concebida, que
le
el
criterio racionalista con
que está
hace ver "problemas" insolubles, de
experiencias de "curiosidad psicológica", "exquisitas y mórbidas", a la vez, donde no hay sino una palabra,
uno de cuyos sentidos
I.
3.
que
y vulgar.
Fray Juan de los Angeles.
Fray Juan de lo
es claro, sencillo
los
Angeles es
la síntesis
se sabía de mística en su tiempo,
lenguaje modelo de
Su originalidad
estilo,
viva de todo
expuesto en
el
de castellano del siglo xvi.
está en la
manera de
decir, ideas
que
,
JUAN DOMÍNGUEZ BEJOIUETA
122
hace verdaderamente suyas, con erudición exegética ad-
Es moralista y
mirable, de infinidad de autores.
psicó-
logo ante todo.
(el
Sus obras completas ocupan dos extensos volúmenes 20 y 24) de la Nueva Biblioteca de Autores Espa-
ñoles.
Hemos
de limitarnos para nuestro objeto aquí, en se-
amor propio, donde se halla en su elemento peculiar, en su Manual de vida perfecta, donde alcanza la perfección de su estilo y la madurez leccionar su filosofía del
de su espíritu.
"No
es para todos
—
dice en
el
prólogo
al lector
—
de humildad y limpieza, es para los determinados y valientes de Dios, que saben hacer es
para
fuerza a
para
los
los estudiosos
la
misma
naturaleza, y
domar
sus pasiones
que de todo en todo desconfían de
Dios confían; es para menosprecio de
sí
Amor propio
los
o voluntad propia.
la
hay
;
es en los
es
el
aniquilación."
la
—
dice
no hay
di-
"A mí parecer IV
Fr. Juan de los Angeles {Dicklogo, si
;
y de sólo
que siempre estudian en
mismos y trabajan en
íerencia ninguna, y
sí
—
4)
,
nombres."
Dificultosísima cosa es vencer la propia voluntad.
Pelea ella contra
sí
misma. San Agustín llamó a
pia voiluntad "corazón perverso".
corazón" a
los
que se ajustan a
Y llamó
la
"torcidos", a los que quieren traer a la suya.
la pro-
"derechos de
voluntad de Dios, y la voluntad de Dios
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
123
—
— —
"Amante de sí dice San Bernardo es el que se ama con amor privado y demasiado." "El amor propio observa Fr. Juan de los Angeles
— siempre
competencia con Dios acerca de
trae
suma honra y primado para
del
fin,
queriendo uno y otro
sí."
Y
añade en su lenguaje: "Antei>ón a
tad de Dios, y deprende a amarte a le
a
la
la
ti
volun-
no amándo-
ti,
ti."
"Negarse uno
a
sí
mismo
como vida y cuerpo de
vida,
cuerpo y su amigo, sino
es tener su
otro,
no
enemig-o." Platón, que decía que morir
Cita a
cuando, viviendo halagos de
el
alma en
el
hombre
es
cuerpo, desprecia los
carne y se desnuda de
la
el
las
[¡asiones
y
apetitos sensuales.
Niégiiese a
vénzase a
No
dicia.
sí,
se
sí
y acocea p'iesta en tierra su misma coha de buscar el extraño para ser acome-
tido y herido, ni
para
mismo, dice Cristo, "Pelee consigo,
la batalla
;
de fuera se ha de traer
materia
la
dentro de nosotros está armado
migo; conviene, a saber,
el
amor
propio" —
el
ene-
^concluye
Fr. Juan de los Angeles.
Y
más
adelante {Diálogo, IV; 7): "Si quieres ve-
nir a la espiritual o intelectual contemplación,
desnuda
y vacía perfectamente tu voluntad de todo querer y no querer propio..."
"Lo la
más
adelante: sí,
sin salir
que ha de entender; diferente mucho voluntad, que no pára buscando lo que ama" {Diá-
de casa, todo
de
Y
natural del entendimiento es atraer a
logo, V, 4.°)
lo
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
124
Lucha espiritual (caps. XV a XVII), trata también del "amor propio". He aquí uno de sus pensamientos: "Como amando yo cualquier cosa fuera de mí me convierto en ella, amándome a mi mismo claro está que me convierto en mí, y me hago mi fundamento propio mío, fuera de Anteriormente, en
la
Dios y contra Dios." "Y no reconociendo otro Señor, soy mi señor;
lo
cual es sólo propio de Dios, que no tiene superior a
sí
mismo."
Veamos, en forma de aforismos^ los pensamientos más seleccionados de Fr. Juan de los Ange-
filosóficos les,
que hace suyos en su original
"No ti
es posible quedándote tú en
su morada." (Diálogo,
"En ninguna Ik
universidad
de
I,
ti,
hacer Dios en
Conquista del Reino.)
de cuantas criaturas Dios crió halló
vanidad asiento
mundo.
estilo.
sino'
en
todas las
hombre, y así es vanidades que hay
el
él
una
en
el
{Ibid., III.)
"Con
toda verdad
te sé decir
que nunca gocé de mi
propia voluntad hasta que por Dios
en El se cobra
lo
que por El
la
se pierde
negué, porque
o renuncia."
(Ibid.)
Ya hemos
indicado en otro lugar anterior que
ésta es
una de
verdades de
las
la filosofía espiritualista
moderna, que dice "la voluntad se crea negándola". Dice
la
Sagrada Escritura
{Eccli.,
XIII, 9):
"Hu-
mano." Fr. Juan de los Angeles traduce: "Humíllate y sufre sus manos." Y lo
míllate a Dios, y espera de su
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
"Que
explica así:
en
el
ánimo humilde
se labran per-
"No
fectamente labores de virtudes y merecimientos."
hay
que en material vivo labre obra perfecta,
artífice
porque resiste a
Y
fección." el
manos que
las
pone
ejemplo del
el
hortelano haga en
no queda rastro de con
él
algunas figuras, en breve tiempo
ellas,
porque es material vivo, que
mucha priesa crece. La idea tan repetida por
amante en dijo que
la
han de dar su perarrayán, que aunque
le
cosa amada,
los místicos: convertirse al
expone
la
así:
hombre era de naturaleza
el
"Un
suelta.
filósofo
Es
decir,
que no tenía figura propia, sino extraña, y forasteras muchas, porque por la fuerza del amor se transforma en
Lo
¿
que quiere." (Ludia
Qué
"Ya
espiritual, cap. II.)
es lo primero, el cc^nocimiento o el afecto
los filósofos
finitos y
?
griegos entendieron que los bienes
perecederos, primero los conocemos que los
amamos. Los bienes divinos y sobrenaturales, en cambio, apenas pueden ser entendidos si no precede el amor a ellos." {Ibid.,
XIII.)
"Nadie puede con
el
llaman
espíritu, los
"Ama
llegarse a Dios, que es Espíritu, sino
no entendiendo, sino amando."
— místicos — dice
A
esto
"centella de la sindéresis".
y serás amado, decía Séneca.
Y
como la seme-
janza es causa de amor, y una cierta naturaleza, según Platón, pues si yo soy semejante a otro, o me hago
semejante a
él,
del
mismo modo
él
es semejante a mí, o se
ha hecho semejante a mí." "Así
el
amado que
se re-
JUAN DOMÍNGUEZ HERRUETA
126
mismo en el amante es impulsado a amarle, sí mismo que vive en él." Esto recuerda misma doctrina expuesta por Sabunde y por León
conoce a
sí
por amarse a la
Hebreo. Aristóteles dijo que en
el
hombre virtuoso todas
las
cosas exteriores o interiores hacen consonancia con
la
razón. El eminente oratoriano inglés P. Faber ha ex-
puesto
la
idea de que
el
hombre santo
es
ejemplar de
el
persona perfectamente razonable. Fr. Juan de geles,
comentando a
Aristóteles,
los
An-
afirma: "Así es que
nuestro espíritu atraído de Dios, consecutivamente atrae a sí todas las cosas que son del cuerpo, de
donde resultan
dos maravillosas uniones: una. del espíritu a Dios, y otra, del cuerpo al espíritu" {Ihid., 2.^, cap. V).
De
el libro
del
Cantar
de los Cantares''^ del cual sólo se conocen
los
dos pri-
su obra Consideraciones sobre
meros capítulos, que forman un volumen, con interesantísimas observaciones de erudición exegética, sólo selec-
cionaremos
los siguientes
pensamientos de
filosofía,
ex-
cluyendo los de teología mística, que no son de nuestro objeto aquí.
"Si alzarle
el
que gobierna un
las pesas,
el artificio del
reloj
no tiene cuidado de
necesariamente se ha de parar todo
reloj,
porque
las pesas,
gravedad, siempre van caminando a tarse en el suelo, que es
el
lo
con su natural bajo hasta sen-
lugar de su descanso."
"Pues eso mismo digo yo de este reloj de nuestro hombre interior, que con el peso de la carne, que siem-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
127
agrava y lleva para la tierra, muy de ordinario está parado, y para que se menee y ande concertado es menester que Dios le alce las pesas, quiere decir que pre
le
aligere la
pesadumbre
(Cant.,
3.)
I,
del
ánimo y
"Algunos, echándolas de sal,
todo
{Cant.,
lo
I,
sí.''
alma por
filósofos, tienen el
más, para que no huela mal
cuerpo."
el
14.)
"El bien terreno el
arrebate para
la
en cuanto dura en nosotros
es bien
mal."
Profundo pensamiento
que explana Fray
filosófico,
Juan de los Angeles así: "Los bienes del cuerpo y deí alma casi todos los deseamos y procuramos como medios para conseguir algián
fin,'
o para remedio de alguna
mengua que padecemos; y por esto los deleites que de todos recibimos, son menguados y no puros lo uno, :
porque se fundan en mengua, y más de cuanto ella dura."
"¿Qué ¿
Y
en
la
deleite
bebida,
hay en si
el
comer,
sí
porque no duran
falta
no hay sed ? Luego
en cuanto dura en nosotros
"Y
lo otro,
el
el
el
hambre?
bien es bien
mal."
hay aquí otra miseria: que no
se
puede
el
honi-
bre entregar a los deleites y bienes de acá a rienda suelta,
porque pasando de aquel punto hasta donde llegan a deleitar,
más
sirven de tormento que de gusto."
I
IV
APENDICES I.
-
TRASCeNDENCIA EUROPEA DE
LA
CULTURA
ESPAÑOLA El admirado hispanista, profesor de Munich, re-
putado autor de Lope de Vega y su tiempo y de La sola poesía española, Karl Vossler, en importan-
ledad en tes
conferencias dadas en Alemania, ha tratado de
trascendencia europea de del
más
la
cultura española".
alto valor hispánico, expuesto,
nidad en
He
dad
una
crí-
fondo y de atrayente ame-
forma.
la
de comentar en las presentes líneas, en forma
esquemática
mó
el
Tema
además, por un
fino espíritu, adornado de las mejores dotes de tica certera e imparcial en
la
— —
la
Bergson
intelectual
,
parte
útil del
las ideas
como
la
trabajo mental, que afir-
fundamentales de una autori-
de Vossler en su visión de Es-
paña.
9
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
I30
El auténtico tipo del español es afirma Vossler, ya que la lengua y tica
el
del castellano,
orientación polí-
la
que alcanzó más éxito y el carácter más definido la meseta de Castilla al resto de
se extendieron desde
España, dándole unidad nacional. Pero esto no quiere decir que nuestro pais presente
un "tipo
cultural,
ni
cerrado y único", sino que aparecen en él unidas distintas fuerzas, como ocurre en todas las unidades viracial,
vas, entre las
Castilla y
el
España
que
se destacan "el espíritu
de señorío de
sentimiento burgués catalán".
llegó a
una acción de trascendencia univer-
unión de esas dos maneras de ser
sal
por
las
dos coronas de Castilla y Aragón en los Reyes Ca-
la
al
reunirse
tólicos.
La saica,
coexistencia de tres confesiones religiosas,
mahometana y
cristiana en
el
mo-
sur de la Penín-
sula "fueron garantía de la libertad espiritual de toda
Europa". Sirva de lección esa certera afirmación de Vossler a pre en
la
mediocridad intelectualista, pensando siem-
la intolerancia
una excepción en
Mucho
el
como una vergüenza y
horizonte europeo.
antes de que se realizase
Auf-klarung,
la
mania, Francia
e
la
española
afirma Vossler, en
el
movimiento de
"ilustración" del siglo xviii en AleInglaterra, el
hubo una Auf-klariing,
siglo xii, en
España. Sería
in-
teresante, añade, seguir la pista a las ideas que pasaron
de aquella "ilustración"
al
enciclopedismo moderno.
hay duda que Spinosa fué
el
No
intermediario entre las
dos épocas, como continuador de Averroes y Maimonides y precursor de Leibniz. de Lessing, de
de Goethe.
Kant y
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
En
siglo xii escribía Abentofail de
el
Y en
Filósofo autodidacto.
fué traducido
produciendo
Pero
Guadix su
1671 este libro hispanoárabe
alemán, inglés y francés, y admiración de Leibniz. latín
al
la
al
que esta Aiif-klarung medieval, a
es de notar
diferencia del enciclopedismo nórdico moderno, presenta
una íntima relación con
la mística,
con
la filosofía
neo-
platónica.
Y
aquí advierte, con intuición genial. Vossler
característica de lo
de
la
que llama bellamente "metafísica
la luz".
El averroísta estaba convencido de que sus ideas procedían de una inteligencia supraterrena,
filosóficas
como por
y dones de la gracia entre Dios y de ahí la simpatía con que fué recibida
las relaciones
Y
hombres.
los
los
Dante sobre
poetas, por
Señala aquí Vossler
la
todo.
otra faceta errónea de la
servar que,
Nos permitimos obcomo ha demostrado Asín Palacios, no es
Averroes
autor de
"doble verdad" del averroísmo.
el
la
doctrina de la "doble verdad".
Que Averroes
fué
el
mayor adversario
racionalista",
que
le
atribuyeron los intérpretes latinos
del
"averroísmo
siglo XIII.
del
Considera Vossler a Raimundo Lulio como un "cabecilla militar"
nacio, cial
más
para
como un precursor de San Igque como un pensador. Y como esen-
de
bien
el tipo
la fe,
de misionero español, observa Vossler
que Lulio recomendaba en el
Concilio de Viena (131 1) estudio de las lenguas orientales como cometido urel
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
132
gente de
obra misional.
la
patria antes que nadie,
para propagar
como lengua
difundir, con los pueblos
Celo en
do Lulio
y,
el
la
Reina Católica
el
maestro
habla de Castilla, nuestra fe por todos
la
defensa de
la
fe ve Vossler en
Raimun-
además, como fenómeno secundario, un ba-
rroquismo lógico
;
es decir,
Islam funda
el
un doble sentido de
los
juegos
hispanoárabe.
la dialéctica
Cien años antes de
campaña de Lulio contra el Domingo de Guzmán la Orden
la
castellano
de Predicadores para convertir a
Y
poética y teológica
nuevamente descubiertos.
de ideas de
ses.
dialecto de su
su Gramática castellana para
presentarle
al
el
magnifica idea del imperio de
la
lengua que exponia ante
Nebrija,
emplea
la fe.
Esto nos recuerda la
Y
los
herejes albigen-
otros cien años antes aparecen en
el
suelo es-
pañol las primeras Cruzadas europeas. Ningún país de
Europa, afirma Vossler, ha engendrado, como España, el
espíritu de la lucha por la fe.
Ahí están
cuatro Ordenes militares para atesti-
las
guarlo, desde los siglos xii
al
xiv.
Y
las
empresas
ultramarinas, y las conquistas en Africa y en Asia. el
En
fondo no son otra cosa que Cruzadas.
Toca Vossler ma. Conocida
el
es
la
tema
del
Renacimiento y
la
Refor-
tendencia de muchos intelectuales
España no habíamos tenido Renacimiento, porque no habíamos tenido Reforma. españoles, desde
el
98
acá, de que en
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
Hasta
negar o desconocer, con marcada
se llegó a
ideología tendenciosa,
el
renacentista de Cer-
espíritu
acertó
vantes, que, sin alardes de cultura pedantesca,
a recoger en su obra todo el verdadero humanismo de su tiempo. Afortunadamente, basta la obra de un extranjero, Aubrey Bell, para demostrar que hubo Renacimiento en España sin necesidad de que hubiese Reforma protestante. Otro extranjero, Ludwing Pfandl, llega a afirmar, con razones convincentes, que nificó
una oposición
al
obra de Lutero "sig-
la
Renacimiento, no sólo en Ale-
mania, sino también, en cierto sentido, en España".
segunda mitad
del siglo
xvi
la
califica
La
acertadamente
Pfandl de Segundo Renacimiento español, que penetra en las vías de la Contrarreforma.
Veamos
la
visión de Vossler: "Si
hiere a la Reforma, falta..."
"Una
es,
España no
ante todo, porque no
se ad-
la
hacía
intimidad y severidad religiosa que con-
servan toda su frescura y que caracterizan, lo mismo entonces que hoy, al catolicismo español, constituyen el
motivo verdadero
del fracaso de la
Reforma en
la
Pen-
ínsula Ibérica."
Y
añade
estudiando
el
los
docto hispanista, con certero atisbo, que
Autos sacramentales
se
ve clarísimamen-
te
que había algo en España que cerraba
la
Reforma
el
camino
a-
protestante.
Aquella representación tenía por objeto servir de
una manera declarada a acudiendo a
la
los fines
de
la
Contrarreforma,
fantasía de los españoles, y su inclina-
ción a la fe mágica, ante las revelaciones del eucarístico.
dogma
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
134
Por otra
parte, señala bien Vossler el
gran anta-
Ve
gonista del protestantismo: Ignacio de Loyola, él el
las
"militarismo espiritual". Así como en
armas
el
español es
del espíritu es
— — dice
,
organizador, del
soldado prusiano",
germánicos y del mundo protestante. Donde quiera que se lucha en torno a
no a
si
antípoda
el
lo
del polemista filósofo de los pueblos
lo es
tra siempre,
lucha de
la
guerrillero nato, en la lucha
complemento
"el
mismo que
el
militarista
el
en
la
Compañía de
la fe se
encuen-
Jesús, por lo
menos
su espíritu, su escuela, su disciplina, y concluye Vossler con esta independiente afirmación: "Es una ironía de la Historia, la
y
al
Compañía de
favorecido a tinción
campo
la
mismo tiempo un timbre de
gloria de
Jesús, que su ciencia pedagógica
haya
vida espiritual de Europa toda, sin dis-
de confesiones y
de pareceres",
tanto en
de las ciencias, de la teología, de la política,
el
como
del teatro o de la arquitectura.
"Las armas y
las letras
fueron siempre de
en España", dice bien Vossler. Pero el entusiasmo paganizante de italianos
los
la
mano
humanistas
no produjo gran impresión en España. Los
españoles llevaban dentro de
sí
la
vieja sabiduría de
Oriente, y los
más
masiado
y graves para caer en
viriles
sabios entre ellos "resultaban dela
práctica de
un
diletantismo puramente artístico".
"Hay un humanismo su explicación no es la
español", para Vossler. Pero
misma que
la
del
humanismo
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
En
humano me es extraño", "todo lo extraño me humaniza". Afirma Vossler que de ese "humanismo español"
europeo.
vez del "nada
se tiene el
salió la
gran poesía y
gran arte
el
del barroco,
por un
y por otro, el arte de tratar y dominar al hombre. con el principio de la Edad Moderna se despierta
lado,
Y que
en España,
lo
mismo que en
el
resto de Europa, "el
individualismo".
Pero un individualismo, de
la alta
meseta española,
caracterizado por "la capacidad de resistencia, por
la
firmeza estoica, senequista, de los antiguos iberos".
"El honor
—
dice Vossler
—
llegó a ser estimado en
España como una cosa sobrenatural, precisamente cuando el resto del mundo estaba a punto de ver en el honor, y en
el
poder, algo profano y natural, dimanante
mismo tiempo que rompía su
de nuestra voluntad, "al
encanto teocrático."
De España tipo de
humanidad,
que confundir
hombre
del
un nuevo gran señor". "Que no hay
es la gloria de haber realizado "el
— afirma certeramente Vossler—
Renacimiento, ni con
señala
el
concepto del honor como
Ejército español
mundo, durante verbio militar: dos,
del ideal español
— conclu-
honor."
es el sentimiento del
Y al
el
,
"El rasgo más destacado
—
con
"espíritu fuerte"
el
del enciclopedismo."
ye
ni
cuando era
el
el
que inspiró
más poderoso
del
xvi y xvii. Y cita este prohonra, pon la vida; y pon las
los siglos
"Por
la
honra y vida, por tu Dios."
Más
adelante confiesa Vossler lo difícil que es "para
nosotros, los racionalistas de
hoy"
—
dice
—comprender
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
136
la
psicología de los españoles.
como algo
Y
que para explicarla
fantástico evocan frecuentemente la figura
novelesca de
Don
lleva dentro
un i^equeño Quijote".
Quijote y afirman "que todo español
Pero sobre esto
del "quijotismo" español, quien es-
cribe estas líneas trata de ello en
apéndice
el
III.
Así como del "humanismo español" hemos tratado en
el
artículo acerca de Vives.
Más
concreto y nada "racionalista" aparece en se-
guida Vossler cuando afirma que "la propensión a trascendente y capacitó
al
la
aversión a
lo
inmanente" fué
español "para romi)er
el
lo
lo
que
estrecho marco de
vida medieval europea... y para crear un inmenso imperio universal, católico, que se concretaba en: un la
Fe y un Imperio". "Imperio tan admirado como odiado y temido mientras fué fuerte", dice bien Vossler, como olvidado e» Dios, una
cuanto sintió su decadencia.
"El racionalismo francés, cia de la
gleses
Baja Alemania y
—afirma
Vossler
el
el
espíritu de independen-
genio comercial de los in-
— dieron
el
golpe de gracia
al
poderío español". Cita después a uno de los pensadores tantes "de la burguesía
ilustrada",
más impor-
Benedetto Croce,
que en 1926 daba por anticuadas y sospechosas o diculas "la metafísica
y
la filosofía
sistemática o defi-
como investigación de una por encima o más allá de la experien-
nitiva"; a saber: metafísica realidad que está
ri-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
y filosofía sistemática
cia,
como construcción de un
sis-
tema cerrado".
A esto
responde bellamente Vossler
España de
decir que la
la
(jue
si
ello
quiere
Contrarreforma puede con-
como acabada, no sólo como potencia politica, como "ideológica", a su modo de ver perdura en
siderarse sino
otra forma,
viva y
para
la
como
poesía y arte,
conciencia
fecunda,
y
hasta
imprescindible
humana, "como recuerdo e idea, como añoranza y anhelo, esta mag-
y señorial España no puede morir nunca para hombres".
los
nífica
Además, nos permitimos añadir, nuestra mística de
como
si
Croce alude a
más
realidad por encima o
allá
y a una "filosofía sistemática", nos opinión de Bergson, que ha vistO' en nues-
la experiencia,
atenemos
a'
tra mística
la
una "experiencia de
lo
divino",
y en
la
filosofía intuicionista, todo lo opuesto a filosofía siste-
mática y a "sistema cerrado".
Pero en lugar de
la
España
cada vez más activa en
la
—
real,
que toma una parte
vida intelectual de Europa,
—
amenaza introducirse afirma Vossler "la visión de una España poética y pintoresca, absolutamente literaria". Para salir al encuentro de esa "moda", el docto crítico sienta
unas conclusiones interesantes, que hemos
ne señalar.
Que apenas una forma
literaria española
ha conse-
guido alcanzar un valor europeo de carácter general, ^'ero esto
no
significa
nada en contra de su poder de
138
DOMÍNGUEZ ñERRUETA
JL'AX
penetración. Porque son precisamente "las formas ar-
autóctonas"
tísticas
las
que más difícilmente
cen, imitan y trasplantan.
Velázquez un
En
¿Cómo
se tradu-
querer hacer de un
o una manera de un Cervantes?
estilo,
eso reside precisamente su mayor secreto. Lope y Calderón influyen fuera de España a través
de sus motivos y de su pensamiento, "pero no
i>or
su
técnica".
Esta técnica está estrechamente unida a su patria.
La exportación
"prueba de no haber sido
es difícil,
concebidas de una manera pura, y que no es posible desligarlas del país donde se produjera" afirma Vos1er
—
ció
—
De
.
en
¿No
el
Celestina, dice
la
más que
extranjero,
es ello
su patria?
docto hispanista, se apre-
el
nada, "su valor retórico".
también "técnica" unida estrechamente a
— nos
Antes de que
permitimos preguntar.
Don
Quijote fuera considerado
como
literatura pura, fué tenido por sátira, crítica, burla o
diversión, etc.
Así
es,
en efecto,
como
lo
afirma Vossler, y
lo
ex-
ponemos aparte.
Que en
la crítica
manera de concebir
el
moderna
se encuentra repetida la
genio español
como
creación limi-
tada y empequeñecida por el origen, la costumbre, la autoridad, o restringida por una fuerza exterior, obser\'a
profundamente Vossler.
Cuando
— — ^dice
sobre
,
la
se
ha empezado a estudiar,
sin
prejuicios
influencia de la Inquisición y de la censura
la literatura
española y
las Bellas
Artes, "se ha
puesto en claro, con gran sorpresa, que dicha influencia
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
es escasísima". Basta, en efecto, haber leído a
Menén-
dez Pelayo.
"La
presión sobre
ron entonces,
más
píritus
el
pensamiento apenas
la sintie-
mejores cabezas
ni los es-
ni siquiera las
delicados."
Anotemos
esta noble y valiosa
confesión del reputado hispanista extranjero.
Merecen párrafo aparte das y
filosóficas
Dicte
así:
las
observaciones profun-
tocante a la mística española.
"El hombre viene a ser un espacio
del
Las visiones religiosas de los grandes místicos españoles, aun sin olvidar su origen platónico, descanespíritu.
san por completo en
la
concepción de espacios intelec-
tuales, y se esfuerzan en llevar al alma humana hacia Dios, a través de moradas, jardines, caminos, puentes, '
y grados sobrenaturales." Es una visión admirable del concepto de nuestra mística, que no se parece en nada a tanta superficial
escalas
aun
que
extranjera, y española, suele exponer frecuentemente.
e inexacta visión
la crítica literaria
Este género de "alma y espíritu", "como un espacio ideal" añade Vossler certeramente se dife-
—
—
rencia precisamente por ello "del tipo del
mántico y trágico". ¡Exactamente!
No hay
,
hombre
ro-
sentimiento
trágico de la vida en nuestro misticismo español.
Estas intuiciones geniales del "espacio del espíritu", de "alma y espíritu" como "espacio ideal", nos sugieren unas reflexiones originales, que hemos de exponer en el
apéndice IL "Mística del tiempo y del espacio."
I
II.
-
FILOSOFIA MISTICA DEL TIEMPO Y DEL ESPACIO
La orientación en las
I.
El averío de desde abril a tiago.
Y
los
julio,
aves.
vencejos alegra nuestro ambiente,
a las vueltas de
de San-
la fiesta
se vuelven a las tierras de Africa, de
han venido. Alternan con
las
donde
gaviotas de Dinamarca,
que vienen a nuestros ríos por noviembre y
van en
se
abril.
¿No el
nos maravilla esta emigración periódica, con
acierto misterioso de la orientación?
se dice, y
Para
no la
se piensa
al
cielo
las
gentes, que no se dignan
para nada, esto de
tación de las aves es una de las cosas del
mundo;
no merece
la
les
basta darle un nombre:
pena de pensar en
no hubiesen necesitado
instinto,
el
más.
mayoría de
levantar los ojos
Es
ello.
Como
más el si
la
orien-
naturales
instinto; y los
hombres
siglos de geografía y de historia,
de viajes, de mapas y de brújulas, para saber llegar
Africa o a Dinamarca.
al
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
142
La cosa no será tan fácil y tan hacedera cuando ha sido objeto de la atención de verdaderos sabios, en constantes y serios estudios.
En
Congreso Internacional de Filosofía de Bolonia, en 191 1, presentaba el profesor Elias d'Cyon su documentada memoria La solución fisiológica del proel
:
blema del tiempo y
del espacio
y sus consecuencias
psi-
cológicas.
Recordaba que un Venturi, afirmó que de los sonidos es
siglo antes el profesor de Bolonia,
lo
que nos orienta en
sentido del oído.
el
la
la dirección
misma
época,
abate Spallanzani observó que los murciélagos, pri-
el
vados de
en
el
la vista, se
orientaban aún. Supuso que poseían
oído un "sexto sentido", del que los
tenemos
idea.
las alas
y en
Años más que
humanos no
Cuvier creía, equivocadamente, que a
murciélagos ciegos, para orientarse,
en
En
la
les
bastaba
el
los
tacto
oreja exterior.
tarde, Autenrieth llega a la intuición de
los "tres canales
semicirculares" de nuestro oído
interno están relacionados con las "tres dimensiones del espacio".
Flourens (en 1828) la
lo
confirma
así.
Y
observa que
destrucción de los conductos horizontales en
el
oído
de un animal produce el desequilibrio del cuerpo, rodando alrededor del eje vertical del mismo. La destrucción de los conductos verticales transversos produce
movimiento de
la
cae hacia atrás. posterioTes
cabeza de arriba abajo.
La
mueve
Y
el
el
cuerpo
destrucción de los canales anterola
cabeza de atrás adelante, y
el
cuerpo da vueltas hacia adelante y cae apoyándose sobre la
cabeza.
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
El profesor E. d'Cyon reanuda esos estudios, y llega a la conclusión de que en el oido interno está el sentido orientación en espacio y tiempo. Sentido geométrico, el primero, del espacio; y sentido aritmético, el
de
la
segundo, de -tiempo y número.
Las lampreas, con
sólo dos canales semicirculares,
únicamente se mueven en dos direcciones. Los animales
que no poseen
del todo canales se orientan
las" de su oído externo.
por
las
"sácu-
Los ratones japoneses, que ofre-
cen danzas extrañas y movimientos de rotación y de zig-
zag continuos, presentan una degeneración en
el
labe-
rinto del oído.
Los
seres
humanos sordomudos no experimentan
el
vértigo.
¿Qué duda las
cabe, después de estas sugerencias,
aves emigradoras,
los vencejos, las
gaviotas,
que que
atraviesan los mares, que traspasan las montañas, no es por la vista, el
oído, por
el
aun maravillosa que tengan, sino por
que se orientan?
Los canales semicirculares
sirven
para darnos
noción de las tres dimensiones del espacio, y llevar cerebro, inconsciente, la
nos indica
la
imagen de un espacio
ideal,
la al
que
posición de los objetos y la de nuestro
cuerpo.
Teniendo un fundamento tro oído interno siones, se
la
fisiológico natural
en nues-
noción del espacio de tres dimen-
deduce que
las
geometrías no euclidianas nos
conducen a conclusiones puramente imaginarias, inaccesibles a nuestro conocimiento sensorial.
La
psicología fisiológica de
Wundt. una época que
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
144
estuvo tan vn boga, fracasó porque ninguna psicología
verdaderamente
científica
puede ser
\
una
iable sin
so-
lución previa del problema del tiemix) y del espacio.
Consecuencias filosóficas.
2.
Bergson observaba que
los
naturalistas señalaban
como digna de atención la facilidad extraña con que muchos vertebrados y algunos insectos llegaban a dirigirse en
el
Se ha intentado, decía
espacio.
el
filósofo,
explicar ese sentido de la dirección, no ya por la vista
o
una
olfato, sino por
el
néticas
que
ijermitiría al
maganimal "orientarse como una
¡percepción de corrientes
brújula".
He
aquí
consecuencia filosófica que deducía Berg-
la
son (en su primer
libro,
diatos de la conciencia)
géneo para
:
Ensayo sobre
"Que
el
los datos
inme-
espacio no es tan
homo-
animal como para nosotros."
el
"dirección" no reviste para
él
Y
que
la
una forma puramente
geométrica.
Y
Y
habla de un "matiz", de una "cualidad" propia.
que "fracasamos
si
la
queremos
Esa "cualidad" nos sugiere sical,
del
definir".
la idea del
sonido
mu-
ritmo acústico, percibido únicamente por
el
sentido del oído, y que sirve de orientación a las aves emigradoras. El oído es el más intelectual de los sentidos,
no
aun para
sólo en el
el
hombre. Pues nos "orienta" también,
mundo
físico,
sino en
el
psíquico, en los
conceptos del tiempo y del espacio, bases del conocimien-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
H5
humano. Sin necesidad de acudir a corrientes mag-
tü
néticas.
Decia un pensador, Vierardt, que
gara a dar una respuesta positiva a de las sensaciones del tiempo,
conocimiento de
Ya el
ciencia
la
lle-
cuestión del origen
nos conduciria
ello
naturaleza y de
la
la
el
espacio
;
el
al
esencia del alma.
hace dieciséis siglos que San Agustin dijo que
cuerpo se mueve en en
la
si
alma, por
la
el
voluntad,
tiempo.
El tiempo, dijo profundamente San
Agustín, "es
una especie de extensión de nuestra alma". añade en donde mido Es en ti, oh, alma mía !
¡
los
tiempos." Porque
el
el
,
alma "espera, atiende y recuer-
el
futuro llega
tación"; ni en
tos
—
presente y sigue al pasado. tiempo no es largo en el futuro, sino en la "espec-
da", donde
Y
—
el
al
pasado, sino en
la
"memoria".
Ningún filósofo moderno ha entrevisto estos concepde San Agustín mejor que Bergson. "Las trazas pasado
del
— —no dice
existen, sino para
una "concien-
cia" que las i>ercibe e interpreta; la conciencia retiene
y prepara con
ese "pasado"...;
él
un "futuro", que
ella
contribuye a crear."
Vivimos en
las cosas, es decir,
en
el
de vivir en nosotros mismos, es decir, en ¿
No
espacio; antes el
tiempo.
es esta idea análoga a la de coinsiderar el tiem-
po como una especie de extensión de nuestra alma ?
Y respecto al instinto tral
y definitiva:
"Hay
dice
es capaz de buscar, pero '
trará jamás. Esas cosas
no
las
Bergson esta frase magis-
cosas que
el
que por
la sí
inteligencia
sola
misma no encon-
instinto solo las hallaría, pero
buscará jamás." 10
JUAN DOMÍNGUEZ BERKUETA
146
El instinto es simpatía (en de
Hay
palabra).
la
sentido etimológico
el
en sus reflexiones sobre
surdo suponer
—expone—que
ce por la inteligencia,
"Es
ab-
sphex ammofilo cono-
el
como un entomólogo, a
para saber paralizarla sin matarla. Pero entre
instinto
el
de los animales esta originalisima explicación.
si
se
la
oruga
admite que
sphex y su víctima hay una simpatía que
el
inf orma de lo vulnerable de la oruga,
por la cual
el
ammofilo hace
lo
Idu
le
intuición, vivida
que quiere de
la
oruga,
que en nosotros llamamos simpatía "adi-
se parece a lo
vinadora". Spengler, en su famosa obra
La
decadencia de Oc-
se plantea también el problema
cidente,
del espacio
y
Dentro de su enorme confusión de ideas y de palabras, se vislumbra una acertada oposición a la
del tiempo.
menos
teoría kantiana, en la que echa de
"dirección",
característica
tiempo sin dirección?
—
posee "dirección", "instinto".
rentada con
vimiento
En sino
el
La
Una
—
.
"¿Qué es el Todo ser vivo
"movilidad", empa-
anhelo, que no tiene relación con
el
mo-
físico.
este
Goethe.
el
tiempo.
del
dice Spengler
nota de
la
punto recordemos una profunda intuición de
En
el
tiempo no veía
idea de "distancia",
la
"sentimiento".
música, podemos afirmar, mejor que
físico, es la
que mide
el
tiempo,
el
el
péndulo
ritmo sentimental,
concorde con las pulsaciones de nuestro corazón.
Todo esto confirma
nuestras apreciaciones acerca del
sentido del oído, y del "instinto" de orientación en las
aves emigradoras.
Puede
decirse que "sienten"
el
tiempo, no
el
espa-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
cío,
no
la distancia.
cuando
Y
se trasladan,
así,
"su tiempo", cuando
llega
sin tener para
H7
nada que "medir
la
como
flechas,
sienten o lo oyen,
lo
distancia" que tienen
que recorrer. El "espacio" se piensa,
"inventan",
los geórrietras; lo
absurdo, para
esa
Einstein,
el
"imaginan", como
el
"tres".
concepción geométrica,
tiempo es
Al convertir extensión.
lo
cerebro humano, de "ene" dimensio-
más que
interno",
piensan los filósofos o
podemos concebir, con nuestro actual "oído
nes, pues no
En
el
lo
la
cuarta dimensión del espacio
mundo
el
Desaparece
no euclidiana, de
la
físico
en geometría, todo es
idea -del tiempo,
cualitativa". Sin tiempo, toda es materia,
"duración
mens momen-
tánea, que definía Leibniz.
3.
Filosofía mística del tiempo y del espacio. El tiempo
un "no-ser",
humano del
es,
en potencia,
la
eternidad.
Como
el
espacio es
tiempo divino.
Es un
"no-ser", del tiempo humano.
En
la inteligencia
"discursiva"
tiende" en dirección a la materia.
en
la simpatía, el
el espíritu
En
la
se
"ex-
"intuición",
espíritu se extiende, en dirección al
tiempo, en sentido cualitativo.
Se habla de "espacios de tiempo".
Hay
otro sentido espiritual, relación de espacio y
tiempo.
En
hay un ejemplo notable en la Sagrada Escritura, no muy conforme al contexto, en la este sentido
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
versión de la Viilgata: "¿Quién a fuerza de preocupaciones puede añadir un
codo a su estatura?" {Ma-
VI, 27.) La versión griega dice "duración", "lar-
teo,
gura de
la
¿Qué
vida", no estatura.
interés,
en efecto, tendría para
ciones de la existencia añadir
Salmos también
Así, en los
las
un codo a
la
(XXXIX,
preocupaestatura? 6)
se lee:
un palmo mis días." la medida de dos "palmos", Fr. Luis de León traduce: "Pues das tan cortos plazos a mi '•'Has reducido a
El codo era
vida."
El péndulo nos parece que mide
confundiéndole con
mos
las oscilacioines,
sucesión cualitativa. fía el
el
espacio.
A
el
tiempo, pero es
no ser que imagine-
como las notas de una melodía, en Es hasta donde alcanza la filoso-
moderna, con Bergson, en
lo
que es esencialmente
tiempo.
Se adivina ción"
íntima que tiene esta "intui-
la relación
como
filosófica,
la
profunda y original doctrina
de San Agustín.
El ritmo musical mide mejor
más de nuestra
dulo, porque es
Es en
la
tiempo que
el
el
pén-
alma.
"soledad sonora" donde
entiende la "ciencia de voz" que
el
el
alma recibe y
poeta de
la mística,
San Juan de la Cruz, decía que tienen todas las cosas del mundo, cuya redondez llenó el Espíritu del Señor. Es la "música callada", testimonio que dan todas las cosas
Esa litativo,
alma.
en
sí,
y muestran
lo
que en
ellas es Dios.
es la visión mística del espacio intelectual, cua-
como
el
tiempo, extensión espiritual de nuestra
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
"Dios mueve a cada cuerpo, en
el
espacio; al
ser,
149
según su naturaleza,
Angel en
el
tiempo", enseña *
Santo Tomás. Así, las aves, con sus alas,
como
los ángeles,
parece que se mueven, que se orientan, en
Así la
los
vencejos,
que nos llegan
del
el
nos
tiempo.
Africa,
con
primavera.
Hay
que verlos, en bandadas, que evo'lucionan con
fiebre voladora, con sus picos abiertos, bebiendo
y
al
la luz,
que
les
sirve de alimento.
el
Trazan curvas
aire in-
verosímiles, de ligereza y de gracia, cruzándose en todos sentidos,
nosa.
como
flechas vivientes,
Se alzan más
con
rapidez vertigi-
nubes a veces, y otras con vuelo "planeado", y se
allá de las
descienden, a nuestra vista,
dejan llevar, con las alas extendidas y quietas, flotando como barcos de vela, en el azul.
III.
-
£L
I.
PENSAMIENTO ESPAÑOL EN
El "Quijote" como
sátira,
EL
"QUIDOTE"
como burla.
El verdadero "quijotismq". Leyendo
que se ha escrito por
lo
los
más renom-
brados autores españoles y extranjeros de los tres últimos siglos acerca del pensamiento español en la Historia, difícilmente se obtiene de todos ellos
un concepto
claro y certero de lo que es España, de lo que ha re-
presentado en
Mucha
la
vida intelectual del mundo.
divagación, ampulosidad, "contentos e hin-
chados" de su
ciencia,
como
decía Fr. Luis de
los "titulados" teólogos de su
"teología". Esto es
de
lo
Y
que
se
lo
León de
tiempo que no tenían
la
que suele encontrarse en no poco
ha escrito sobre
este tema.
es que, "hasta para escribir historia, se necesita
humildad",
ha
dicho
bellamente
el
norteamericano
W
alsh en su bien orientada obra Isabel de España.
la
que tiene
la
franqueza y
compatriota Prescott
—uno
el
En
acierto de afirmar que su
de los prestigios consagra-
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
do como historiador "oficial" de "era incapaz de comprender
Y
pañol". tir;
el
Reyes Católicos
los
espíritu del siglo
xv
es-
poco más o menos, a otros pres-
asi les pasa,
mundiales.
ios
Tenemos un medio breve y cepto que tienen sobre
el
sencillo de saber el con-
hom-
espíritu español algunos
bres representativos de la mentalidad contemporánea.
¿Cómo
Y
entienden
aplicándoles
"Dime
Quijote?
el
el
acertado
aforismo,
que
dice:
que admiras y te diré lo que eres", podemos conocer lo que realmente representan en la vida menlo
que saben de España, y lo que nosotros debemos aprender de lo que tan de cerca nos atañe, de lo qu^ es tal,
lo
n.uestro espíritu español.
Pfandl.
"Don
reputado hispanófilo alemán, nos dice:
el
Quijote,
como Ceivantes
tal
ejemplar español de jote parece
Greco
la
lo
concibió,
é])oca de los Austrias.
es
Don
es el
más genuino y
el
legítimo represen-
como
tante del tiempo de Felipe II. Nadie supo pintar él al
Qui-
"Y
arrancado de un cuadro del Greco."
—añade—
un
hidalgo castellano."
Es
Pero no nos dice nada
cierto.
ñol en
el
Quijote.
Algo
que no puede verse Quijote,
Pero
el el
se
libre del
Greco, Felipe
del espíritu espa-
vislumbra del prejuicio del todo un extranjero
:
Don
II.
concienzudo historiador alemán quiere en-
trar a fondo en el pensamiento de la obra de Cervantes.
He
aquí, en resumen, su apreciación.
"El Quijote ro se propone época, contra
el
es
un
una
sátira.
ideal.
El extravagante caballe-
Contra
la
degeneración de
la
"vértigo del sentimiento barroco". Su
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
ideal es humanitario.
rización del ideal"
—
-153
Sale para combatir "la proleta-
dice con acierto Pfandl.
*'Don Quijote hace cosas como
mayor
el
pero
loco,
como el mayor discreto, que borran sus loSancho es el hombre lleno de sentido común. La
dice cosas
curas.
sabiduria y la razón en
frazarse
en
la
Quijote tuvieron que dis-
el
boca de un
y de
loco, de locura
razón."
Concluye ñol es
sin"
el
autor alemán con esta idea: "El espa-
un pueblo predispuesto a tomar a burla todo."
Es un
juicio correcto
y cortés
del espiritu español a
través del Quijote.
Unicamente, que se nos ocurre una observación de alguna importancia el
:
los hidalgos españoles pintados
por
Greco no parece que estén predispuestos a tomar a
burla nada.
Otro prestigioso historiador, dice de Cervantes que es
el
inglés,
Martín Hume,
único español que con
hciente agudeza supo personificar
el
su--
"agonizante espí-
de sus compatriotas"..., y que hizo "una despiadada descripción del marchito ideal...", y "escarnio de ritu
su ridiculez. Cínico desengaño, que de toda se
mos
juicios
más
este
reputado autor, del que conocía-
favorables y certeros acerca del espí-
ritu español, hiciera
suyo
el
que en España .pedían que la
nación
había apoderado".
Lástima que
el
la
concepto derrotista de los se cerrara
sepulcro del Cid, y que desapareciera memoria de los hombres.
Querían decir: "Que muerto.
Que
los
los
con
Don
siete llaves
Quijote de
antiguos dioses habían
exaltados heroísmos de España en lo
"
JLAX DOMÍNGUEZ BERRÜETA
154
sucesivo sólo provocarian
Asi
lo creia
Era miedo ñola, de hace l>erdido
el
hilaridad de su pueblo."
la
también erróneamente
el
historiador inglés.
ridiculo de aquella mentalidad espa-
al
medio
siglo,
de europeizantes que habian
espiritu español.
Pero dándose cuenta más
tarde que no bastaban unos gritos subversivos, para
enterrar una ñgura, que puede llamarse histórica, ima-
ginada por un ingenio creador, quisieron poner a su lado, de europeizante heterodoxo,
también a Cervantes,
afirmando que "su cristianismo era esencialmente erasmista". Juicio bastante
más digno de
Ramón
tenerse en cuenta es
—
—
y Cajal "Jamás escribe el genio anglosajón... creó la personificación más exquisita del inel
de
:
dividualismo indómito
"Don la
y de
la
abnegación sublime."
Quijote se siente fortalecido por esa fe ciega en
fortuna, caracteristica de los grandes conquistadores
de almas y de tierras.
Por eso ve con acierto Cajal, en los descubridores y conquistadores de América y Oceanía, "rasgos exquisitamente quijotiles". Así es de cierto, como puede verse
en Balboa. Alvar Núñez, en Pizarro, en Cortés.
Y
en
el
"quijotismo" ve Cajal simbolizado "el
to ferviente a
un
orientada hacia
Pero Cajal,
alto ideal de conducta,
la luz
sin
y
cul-
obstinadamente
la felicidad colectiva".
embargo, preocupado con su hondo
saber fisiológico, no se explica la locura del héroe, y ve
en
el
Quijote "un desolador pesimismo". Se olvida de
su certero atisbo anterior, de lectivas.
la
luz y la felicidad co-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
EL CABALLERO ANDANTE. EL INGENIOSO HIDALGO.
2.
EL SOÑADOR ENLOQUECIDO.
Menéndez y Pelayo tuvo uno de sus aciertos críticos cuando vió en El Quijote "la más original de las pedagogías la conquista del ideal por un loco > un :
rústico".
Pero en Don Quijote
"El caballero andante",
psicología:
dalgo",
En
siglo
xiv había llegado
decadencia de
la
"caballería" a un punto lamentable. El tes
dice que la
triunfo de
la
la
mismo Cervanera debida "al
falta de "caballeros"
pereza, de la ociosidad, de la gula y del
regalo". El Quijote va a aparecer
dante de
-'ingenioso hi-
el
"soñador enloquecido".
el el
una complicada
se encierra
la ascética,
como
paia combatir a
espíritu de la caballería,
caballero an-
el
enemigos
los
"dar libertad a
los
del
.encadena
dos, soltar a los presos, socorrer a los miserables, alzar
a
los caídos,
Don cruza
socorrer a los menesterosos".
Quijote va a ser
las llanuras
el
Aragón que Mancha, dictando
"Justicia" de
de Castilla y de
la
sentencias y reformando leyes. Ese es
el
hidalgo es-
pañol armado "caballero".
Pero Don Quijote
es,
además,
el
"ingenioso hi-
dalgo".
Los comentaristas vanaban tes
del Quijote, del siglo xix, se de-
los sesos al tratar
de explicarse cómo Cervan-
pudo llamar ingenioso a un
loco.
No
les
cabía en
la
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
156
cabeza que dijese cosas con cia cosas
como
el
mayor
el
mayor
ingenio, quien ha-
loco.
Permítasenos dar nuestra modesta interpretación. El Hidalga de
la
Mancha
se enfrascó tanto en la lec-
tura de los libros de caballería, que del poco dormir y
mucho
cavilar vino a
"ingenio".
más
tampoco
])erdió
Y
O
el
perder
bien,
el
"juicio", pero no
el
¿por qué no pensar que no
"juicio", sino
el
"sueño"?
que comenzó a soñar, como un "sonámbulo", y
no volvió a despertar del todo, sino para
sueño" de
Y
la
"el
recibir
muerte.
aquí entra
el
acierto genial de Cervantes, cuan-
do pone a su "ingenioso hidalgo" en
el
trance de la
locura.
Y
así se explica el reniedio eficaz del Bachiller
curar de todo
al
caballero sonambulante.
mismas armas, presentarle
Armarse de
las
batalla y derribarle del "ca-
ballo" de sus desvelos y de sus "ensueños". jote, al verse
para
vencido del Caballero de
la
Don Qui-
Blanca Luna,
pierde la fe en su caballería andante, y empieza a despedirse de su "ensueño" y de su vida también. Al re-
más que
cobrar la razón en su lecho de muerte no hace despertar para morir.
Admirable idea de Cervantes para volver de su ensueño a
Don
Quijote. Precipitado de la altura de sus
quimeras, que era como desmontarle de su "caballería" real tal
y andante, por medio de otro "caballero andante", como él. Hubiera sido un molino de viento el que
y sigue soñando que es un gigante pero es un bachiller disfrazado de "caballero andante", y pierlo derriba,
;
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
de
fe en su
la
"sueño" porque ha
157
visto de
un modo
palpable lo que soñaba.
Cuando en casa de
verdaderamente
existía
si
Quijote: "Dios sabe o
es fantástica o
si
el
preguntaron que
le
De
ahí
el
lícito
dudar de
la realidad
acierto genial de Cervantes lla-
a su héroe.
hace salir en busca de aventuras, como un
lo
autómata, como un sonámbulo, juzgando de los
mente,
el
no fantástica."
mar "ingenioso hidalgo"
por
felices
como
o
las cosas,
que cruzan su
siniestros ensueños
me—según ha Paúl de Saint-Víctor — juzgando por
los
jor que nadie
antiguos augures
visto
el
,
vuelo de las aves augúrales, según cruzaban a
recha o a
en
el
la
izquierda.
i:>ero
nunca en
3.
Pero los lo
así se convertía
si
el
el
la
de-
unas veces
"enajenado ca-
"loco de remate".
EL HUMOR. LA IRONÍA.
Cervantes pone en infinitos trances ridícu-
a su héroe, jamás se ríe de
él,
nunca irónicamente
menosprecia.
Don
Quijote puede decir, como
verse acribillado por al
Y
"ingenioso hidalgo" y otras en
ballero",
Don mundo
respondió
Dulcinea,
hay Dulcinea o no en
si
"loco", nos es
de su locura.
Y
duques
un punto tan fundamental contesta tan cuer-
Si en
damente
los
el
ridículo:
filósofo griego al
el
"Yo
soy invulnerable
desprecio."
La
"triste figura" del hidalgo, de
una elegancia mo-
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
158
ral insuperable,
va envuelta desde
principio hasta
el
el
de un austero optimismo, que no es ironía frivola,
lin,
ajena por completo al espíritu español, ni pesimista del
humor
desolación
la
anglosajón.
Se ha comparado Hamlet con
Don
Quijote.
No hay
paridad posible. El humor pesimista y sombrío del prín-
Dinamarca, que
cipe de
ble a la alegre ironía,
se hacía el loco,
no es compara-
que rodea continuamente
al ca-
ballero andante español, con la eterna filosofía optimista al lado
de su rústico escudero,
senequistas, impregnadas de
de las sentencias
el
un estoicismo
cristiano
y
popular.
No
conocemos nada mejor que
la
obra de Bergson
Ensayo sobre la significación de lo cómico (1908), donde define de un modo magistral el "huacerca del
mor" y
la
reír,
"ironía".
—
"El hombre mal que sabe
reír
dice
el
pensador francés
—
es
un
ani-
y que hace reír."
Don Quijote es, por lo tanto, podemos decir, el tipo más humano que ha podido crear la literatura, porque es el
que umversalmente ha hecho más
Una
cosa inanimada es cómica, en cuanto toma
aspecto de humana. tanto
reír.
Y
a
la inversa, el ser
más cómico, en cuanto da
un autómata. El "humor", enseña Bergson,
la
humano
el
es
impresión de una
cosa, de
es juzgar de "lo
que
es", fingiendo creer que es "lo que debería ser".
La
ironía es enunciar "lo que debería ser", fingien-
do creer que es "lo que es". El "humor" de Hamlet es
el del
desdeñoso y enso-
berbecido personaje, que juzga de "lo que es", de lo
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
que ve a su alrededor en
la
vida
que es "lo que debería ser", en
'59
fingiendo creer
real,
mundo
el
de sus en-
sueños.
A
inversa,
la
"ironía", paradójica, genial,
la
Quijote, es la de ver
como
viento",
mundo
el
real, los
del
"molinos de
"lo que debería ser", en su locura, des-
aforados gigantes, fingiendo creer que
lo son,
como
lo
hacía, con la fuerza creadora de su imaginación, Cer-
nombre de su héroe.
vantes, en
¿Cómo
conciliar
humor
el
melancólico, que puede
desprenderse de algunas escenas del Quijote^ con
gre ironía del espíritu español, que da a
la
epopeya cómica
del
el
la ale-
tono general
género humano ?•
Aquí tenemos que volver a
visión intuitiva
la fina
de
Bergson. El reír
— — dice
,
como
irisación,
espuma de
la
conocido de
lo
sublime a
cosa que en suprimir
media
la
la
lo ridículo
emoción. El paso
no consiste en otra
emoción.
escena de tragedia se convierte en paso de co-
sin
más que
prescindir de
Cervantes mantiene
al
un toque emocional.
héroe de su epopeya cómica
en un tono de altiva dignidad, sin tocar lo sublime, ni
No toma
de
que
le
los límites
de
lo trágico.
ninguna postura hierática de
las clásicas tragedias.
blo de
mar,
;
El enemigo directo del reír es
Una
las olas del
amargo pero también un centelleo, una como de "efervescencia de alegría".
tiene algo de
—
San Víctor sirven, como
Don
Quijote
héroes de
—ha dicho bien Pa-
a las
inmundas comidas
asistiera a la
"Tabla Redonda",
se sienta
si
los
JUAN DOMÍNGUEZ JiERRüETA
i6o
Las zahúrdas toman, desde que entra en
ellas,
un
aire
aristocrático.
El Quijote es gico de
la
antitesis de todo sentimiento trá-
la vida.
4.
Pero
LA FILOSOFÍA DE SANCHO.
español está, además, y esencialmente, representado en la figura del rústico escudero el
espíritu
Sancho.
Hace
años, cuando imponían su criterio los secua-
ces de la decadencia española, nadie se hubiera atrevido
a hablar de una filosofía de Sancho, sin ser acribillado
por
el
ridiculo, de los iconoclastas de todo lo español.
Después ha venido leyenda antiespañola.
la
Ha
reacción intelectual contra la llegado
la
hora de
reivni-
la
dicación del Quijote, bajo todos los aspectos.
El primer triunfo de za,
Don
Quijote es Sancho Pan-
como pensó bien Menéndez y Pelayo. La estatua ruda, de forma obesa, acaba por
a fuerza de vivir
Y
el
lado de la hidalguía personificada.
hidalgo soñador, por su parte, a fuerza de re-
cibir encuentros
dero,
al
afinarse
con
la
peña viva del despierto escu-
deja de soñar muchas veces, para oír las sen-
"Sancho, amigo; Sancho, bendito; Sancho, amable", cuando tencias de aquel rústico, al que acaba por llamar:
él un aliento de aire sano de la realidad. Anotemos una apreciación de un filósofo extranjero,
recoge de
acerca de
lo
que pudiéramos llamar
Sancho. Se trata
del
la
"filosofía" de
alemán Hermann Cohén y
lo re-
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
l6l
su discípulo español Ortega y Gasset (El Espec-
íiere
tador, 191 5). El filósofo Cohén, al releer
191
el
Quijote, en
exclamó: "¡Pero, hombre, este Sancho emplea
1,
misma palabra de que hace Fichte el funfilosofía!" Era la palabra Tathandlung (de la traducción de Tieck), que significa "Hazaña". Con perdón de la prestigiosa opinión, nos parece siempre
la
damento para su
equivocada. •
En
la filosofía
"¿Qué
tido era ésta: las
de Sancho, su
máxima
del
buen sen-
tienen que ver los escuderos con
aventuras de sus señores?"
Las "hazañas" de que habla Sancho son las de su señor. Y hasta una vez se burla de ellas, "y el
amo y
caballero andante
—
le
—dice
el
en
espaldas
asestó dos palos tales
como
autor
del
Quijote
los
recibiera en la cabeza, quedara libre de pagarle
salario,
si
,
que
no fuera a
Sancho no cree las
si,
ni
los recibió
Una
sola
el
los herederos".
en las "hazañas" del Cid ni en
de Bernardo del Carpió (Parte
(i.°;
las
vez habla de
21), "que no han.de
i."; c.
"hazañas"
salir
49).
de escuderos
— —de dice
los "límites
escuderiles".
La
"filosofía" de
Sancho no
nuestro humilde parecer
Sancho
—con
es senequista español,
tiene la
nada que ver
filosofía
—
de Fichte.
con sus refranes, que son
sentencias de nuestro pensar español.
11
JUAN DOMÍNGUEZ BERRUETA
102
5.
EVOLUCIÓN DE LA INTERPRETACIÓN EUROPEA
DEL
En España
aparece
'''quijote".
el
Quijote en
el
momento más
Es una "sátira de costumbres'', dice un contemporáneo, don Manuel de Faura y Sousa. Y como cosa de risa, de ridiculizar los libros de ca-
oportuno de su
ballerías,
pasa
historia.
libro inmortal.
el
Estaban demasiado cerca
el
Pero nada más.
hombre y su
,
obra, para
que a sus compatriotas parecieran grandes. Los hombres no se ven
Francia
como
las
montañas.
se hallaba en el siglo de
Luis XIV. El
mia".
Un
libro
cla-
la
"Acade-
de aventuras caballerescas,
a pleno
sicismo francés, las "preciosas ridiculas",
cuyos protagonistas eran un loco y un rústico, no podía interesar nada a aquel "gran público" de la vida aire,
convencional, de
En
la
vida "de salón".
Inglaterra ven a
morismo"
Don
Quijote a través del "hu-
británico, a través del caballero
"Uudibras",
obra puritana, debida a Bufler.
En
171
1
se
imprimía en Londres una "vida de
Don
Quijote, alegremente traducida, en verso hudibrástico".
En
los Viajes
diculizado
el
de Giilliver aparece enormemente
ri-
Quijote español, soñador idealista, caballe-
ro de un mundo imaginario.
:
FILOSOFÍA MÍSTICA ESPAÑOLA
El segundo período de
163
mentalidad europea com-
la
prende desde mediadas del siglo xviii hasta
la
mitad
del XIX.
Comienza en Inglaterra lismo", que repercute en
Fielding crea su
de esa obra es
humana".
Tom
el
el
Tom
la filosofía del
filosofismo francés.
Jones.
"Homero
Jones es
el
"individua-
Según Byron,
en prosa de
la
el
autor
naturaleza
Quijote, que va adquiriendo
caracteres epopéyicos.
En es
Francia, en cambio, escribe Lesage su Gil Blas
Quijote, de aventuras picarescas.
el
Montesquieu, por aquella época, finge creer, con iro-
que
nía,
el
Quijote es
el
mejor
libro de nuestra literatu-
ra "porque se burla de los demás".
En Alemania
"romanticismo, de Goethe y de Schelling", y hablan del héroe romántico, y lamenaparece
el
tan que decae hasta lo doloroso, lo grosero. Se equi-
vocan esencialmente pensando que Cervantes
se burla
de su héroe.
Más
acertados se muestran B-outeAveck en Gotin-
ga (1803),
View more...
Comments