Ferrer Navarro - Conquista y Repoblacion Del Reino de Valencia

April 18, 2017 | Author: José Llanes | Category: N/A
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AMÓN FERRER N A -

VARRO (Villarreal),

Profesor de Historia Medieval en la Universidad de Valencia, en la que se licenció en 1970 y doctoró en 1972. Becario del C.S.I.C., colaborador del I.C.I. y Académico de número de la Real Academia de Cultura Valenciana. Ha participado como ponente en diversos congresos, tanto nacionales como internacionales. Autor de varios monográficos sobre fuentes, comercio medieval valenciano, repoblación, instituciones, minorías, toponimia y mentalidades, entre los que cabe citarse "El Libre del Repartiment del Regne de Valencia", "Coses vedades en 1393", "La exportación valenciana en el siglo xiv", "Los puertos en el reino de Valencia durante el siglo xiv", "La Lonja como paradigma del comercio medieval valenciano ", "La repoblación del Reino de Valencia vista a través del Libre del Repartiment", "Aspectos demográficos de la conquista: población preexistente y repoblación en el Reino de Valencia ", "La repoblación deXátiva", "Conquistay repoblación de la Vall de Bayrén ", "La repoblación de una comarca alicantina ", "Repoblación de tierras alicantinas por Jaime I", "Repoblación y feudalismo en el Reino de Valencia", "La repoblación medieval", "El filero de Aragón y la pretendida dualidad valenciana", "Los judíos en el comercio valenciano durante el siglo xiv", "Aspectos económicos de la Inquisición turolense a finales del siglo xv", "Los judíos valencianos y la Inquisición en el siglo xv", "Documentos y datos para un estudio toponímico de la región valenciana ", "Data histórica oséense", "El entorno medieval de sor Isabel de Villena ", "La Valencia de Luis Vives ", "Ausias March y su época ", "El profesor Ubietoyel medievalismo hispánico ".

RAMÓN FERRER NAVARRO

CONQUISTA Y

REPOBLACIÓN DEL

REINO DE VALENCIA

ESTE TRABAJO OBTUVO EL PREMIO DE INVESTIGACIÓN DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE VALENCIA EN LOS JUEGOS FLORALES DE LO RAT PEN AT DEL AÑO 1998

Queda rigurosamente prohibida la reproducción total o parcial de este libro, su incorporación a un sistema informático, su trasmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin la autorización escrita de los titulares del "copyright", bajo las sanciones establecidas en las leyes.

Ilustración de la cubierta: Ruinas del Castillo de Alcalatén

© RAMÓN FERRER NAVARRO

O De esta edición: PROMOCIO DE CULTURA VALENCIANA (DEL SENIA AL SEGURA), S. L.

I.S.B.N. 84-85446-63-1 Depósito legal: V. 3.565 - 1999 Artes Gráficas Soler, S. L. - La Olivereta, 28 - 46018 Valencia

A Ramón, Gabriel y Anna

ÍNDICE Pág. PRÓLOGO I. LA CONQUISTA

La conquista en la Historiografía La conquista Precedentes Primera etapa: 1225-1236 Segunda etapa: 1236-1239 Tercera etapa: 1239-1245 Sublevaciones mudejares Causas de la conquista La conquista, ¿una cruzada? Confrontación nobleza/monarquía Empresa de aragoneses y catalanes II.

LA REPOBLACIÓN

Repoblación: un nuevo modelo Heurística de la repoblación. El Libre del Repartiment Cronología de la repoblación Geografía de la repoblación Nomenclatura de la repoblación Objetivos de la repoblación Distritos rurales: una nueva división Repoblación comarcal Alto Maestrazgo Bajo Maestrazgo Plana Alta Alcalatén Alto Mijares Plana Baja Alto Palancia Camp de Morvedre

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15 22 23 25 44 57 67 70 75 78 79 85

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Pág. Camp de Tuna Serranos Huerta HoyadeBuñol Ribera Baja Ribera Alta Canal de Navarrés Safor Costera Valí de Albaida Marina Alta Comtat Alcoiá Marina Baja III. EL SEÑORÍO

Cronología del señorío Geografía del señorío Características del señorío Los recipiendarios del señorío IV.

EL REALENGO

El paisaje agrario La tierra repartida. Su ubicación El modelo de propiedad Tipos de cultivos El paisaje urbano Las casas repartidas. Su número Nueva red de poblamiento Regalías: obradores, hornos y molinos V. REPOBLADORES

Concepto y número Origen de los repobladores Perduración de los repobladores Minorías repobladoras La mujer Judíos Musulmanes

139 140 140 154 154 158 164 164 169 174 177 180 181 182 185

185 193 197 201 223

223 224 229 245 251 252 261 265 277

277 282 296 301 301 303 304

ÍNDICE TOPONÍMICO

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ÍNDICE ONOMÁSTICO

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PRÓLOGO

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IN lugar a dudas, el Libre del Repartiment es la fuente coetánea más importante que se conoce para estudiar la repoblación de las tierras valencianas tras la conquista de aquellas por Jaime I. Lo integran los registros 5, 6 y 7 del Archivo de la Corona de Aragón. Fuente de gran valor, ha tenido, junto con otros documentos similares, gran importancia desde sus primeros momentos siendo un elemento indispensable a la hora de cualquier decisión sobre delimitaciones de términos, propietarios, etc., como lo demuestra, entre otros ejemplos, la decisión del Conseil de Valencia que, el 30 de agosto de 1343, acuerda lo siguiente: "Item, fon proposat en lo dit Conseil que com gran temps hi sie estai e sie pleit entre la Ciutat e los tenents per raho del terme de la Ciutat. E per ço sien fêtes moites messions e grans dampnatges enseguits. Es diga que en l'archiu de Barchinona on son los registres de totes les donacions deis lochs situais en lo terme de Valencia, e diu-se que en les dites donacions es contengut cascun loch quantes jovades deu haver e que seria bo que hi trametets hom a Barchinona I bona persona que vengues aprob los mitsagers que son anats al Rey, per parlar ab lo dit senyor Rey, de la dita raho e suplicar-li que li placia anantar que los dits registres sien regoneguts per veure si hi trobara hon les dites donacions. E lo dit Conseil acorda e tench per be que en Pere de Splugues, laurador, vaja a Barchinona ". El citado documento, juntamente con varios más, nos informa de la gran importancia que se le venia dando al denominado Repartiment, pese a lo cual no se contaba con una edición; será Próspero de Bofarull, quien en 1856, publique en el volu11

men X de la "Colección de Documentos inéditos del Archivo de la Corona de Aragón", una edición calificada por todos como incompleta y acrítica. Esta publicación no colmó las necesidades de los investigadores del tema que seguían reclamando una publicación que les permitiera estudiar el rico contenido del Repartiment. Prueba de esta voluntad "popular" es lo publicado, en 1932, por la revista Anales del Centro de Cultura Valenciana: "A primers de febrer fon tornat peí nostre Director a l 'arxiu de la Corona d Aragó a Barcelona el Llibre del Repartiment, el qual ha estat exposat a la nostra Universität per dos mesos. Els treballs per a la reprodúcelo de l 'esmentat llibre son molt alvangats, es ja tot fotocopiat i n 'hi ha molts fotogravats trets; l'Ajuntament de Valencia a eixemple de la Diputació, ha acordat també subvencionar la publicado ab sis mil pessetes; l'Ajuntament d'Alacant s 'ha suscritper trenta exemplars; un bon valencia ha donat mil pessetes, i es de creure que la Diputado d'Alacant i les corporacions provincial i municipal de Castello atendrán també la nostra crida, contribuint aixi les tres capitals germanes a la publicado d 'aquesta obra. Es prioritat del Centre de Cultura, que'l primer volum o siga la reprodúcció fotográfica, aparega ans de finar l 'any, per a comengar després la tasca del II, en el qual han d'anar la transcripció, una traducció en la nostra llengüa i varis indexs que faciliten la seua consulta ". Nada mejor que este apunte para comprender el gran interés que se tenía por el Libre del Repartiment, una obra en cuya realización se involucraban las más altas instituciones valencianas de aquellos momentos. A pesar del enorme entusiasmo, la culminación de semejante obra no pudo llevarse a cabo; únicamente vio la luz una reproducción fotográfica realizada por el arabista y académico Julián Ribera. Una vez más, las miserias del día a día frenaban la trayectoria de empresas como la descrita, que durmió el sueño del olvido hasta que en 1979, en colaboración con la Dra. M. D. Cabanes, iniciamos la publicación de dicha obra. Fueron tres volúmenes, uno por cada registro de los que se compone el manuscrito; cada uno de los cuales consta de la transcripción del texto, de índices onomásticos y de lugares, así como de un breve estudio-introducción. Disponíamos, pues, de una edición que nos permitía abordar "in extenso" el estudio sobre la re12

población de las tierras valencianas llevada a cabo por Jaime I. Dividimos el trabajo a realizar, la Dra. M. D. Cabanes se ocuparía de la repoblación de la ciudad de Valencia, encargándome yo de la correspondiente al reino. Desde los primeros momentos creí ver la gran relación que guardaba la repoblación con la conquista; incluso podríamos decir que, es la conquista, su cronología, la modalidad que se empleó en cada caso -asedio, pacto, represión etc.- la que marcaría la forma de repoblación que se iba a llevar a cabo, de ahí que comencé por replantearme las líneas generales de la conquista de lo que iba a ser el reino de Valencia, del Sharq Al-Andalus. Fruto de ese análisis ha sido la publicación de algunos trabajos como Perspectives per a una nova visio de la reconquista del Regne de Valencia, o La conquista del Reino de Valencia, que me permitieron iniciar mi contacto investigador con el Repartiment, lo que hice estudiando el fenómeno repoblador en lugares y momentos concretos como La repoblación de Xátiva, Conquista y repoblación de la Vall de Bayrén, La repoblación de una comarca alicantina, Repoblación de tierras alicantinas por Jaime I, Repoblación y feudalismo en el reino de Valencia, La repoblación medieval, La repoblación del Reino de Valencia vista a través del Libre del Repartiment. Estudios que han posibilitado que tomase cuerpo el trabajo que el paciente lector tiene en sus manos. Estructurado en dos apartados: conquista y repoblación, será este último el que ocupe la mayor parte, puesto que el primero está concebido como una introducción aclaratoria de la repoblación. A pesar del tiempo dedicado a su estudio, debo reconocer que el tema no está domeñado ni mucho menos; son miles los datos manejados, lo que puede conducir al investigador a quedar atrapado ante semejante tela de araña. Si bien es cierto que, en general, se ven con claridad ciertas tendencias, no lo es menos que, de pronto, unos pocos datos hagan devanecerse lo que se creía como sólida tesis; de ahí que la obra use y abuse de continuos interrogantes, muchos de ellos sin contestación. En el capítulo de agradecimientos, confieso mi deuda con un buen número de compañeros a quienes agradezco tanto los consejos dados como las indicaciones recibidas, en especial a la Dra. M. D. Cabanes que siempre me ha prestado su colaboración y total ayuda. 13

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LA

CONQUISTA

L A CONQUISTA E N L A HISTORIOGRAFÍA

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A conquista de las tierras valencianas llevada a cabo por Jaime I ha sido un tema tratado de forma diversa por la historiografía a lo largo del tiempo. Por lo que respecta a la cronística, el Libre dels feyts, conocido igualmente como Crónica de Jaime 1, dedica una parte importante a reflejar los acontecimientos acaecidos en la conquista de lo que iba a ser el Reino de Valencia. Casi coetáneamente ofrece una información directa, narrada por el propio monarca. El hecho de que se concibiera como una obra que muestra las extraordinarias virtudes de su protagonista hace que algunos sucesos aparezcan un tanto exaltados, mientras que otros ni siquiera son mencionados; si a esto unimos que no suele presentar fechas como base para establecer la secuencia de los hechos, comprenderemos las enormes dificultades que presenta a la hora de interpretar con exactitu 1

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Libre deis Feyts, edición Casacuberta, Barcelona, 1926. En adelante citaremos siempre por esta edición. Entre los primeros estaría A. Ubieto, Orígenes del Reino de Valencia. Cuestiones cronológicas sobre su conquista, Valencia, 1975. Entre los segundos N. D'Olver, "La Crónica de Ramón Muntaner. Filiació deis seus textos", en Homenaje a Antoni Rubio y Lluch, vol. I, pp. 69-76. 2

Hoy parece existir un amplio consenso admitiendo la gran validez de esta obra respecto a la conquista de las tierras valencianas, conquista que permaneció inédita hasta que en 1515 fue publicada por Luis Alanya como prólogo a su obra Aureum Opus. La narración del Libre deis Feyts es la única fuente cronística que dedica gran atención a la empresa conquistadora valenciana ya que el resto de crónicas apenas si tratan el tema, excepción hecha de las de Desclot y Muntaner; con todo, el primero presenta la conquista de forma muy esquematizada, sin aportar nada nuevo, mientras que el segundo dedica un único capítulo al citado evento, capítulo que está plagado de inexactitudes. El primero que aumenta el caudal de conocimientos aportados por la Crónica, en lo referente a la conquista valenciana, es Jerónimo Zurita, quien en 1562, publica el primer volumen de sus Anales de la Corona de Aragón, obra en la que el gran historiador aragonés confronta lo señalado en el Libre deis Feyts con documentación diplomática; fruto de este trabajo es la rectificación de algunos hechos y sobre todo el facilitar la cronología de otros de los cuales la Crónica no daba fechas. El gran paso dado por Zurita apenas si tiene continuidad hasta el siglo xix y ello a pesar de que Tourtoulon publicó la primera obra de 3

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La parte correspondiente a la conquista valenciana apareció como prólogo a la obra de Luys Alanya, Aureum Opus regalìum privilegiorum civitatis et regni Valentie, Valencia, 1515. Véase M. D. Cabanes Pecourt, Aureum Opus, Valencia, 1972. El Libre deh Feyts corno tal se publicó por primera vez en Valencia en 1557 con el título de Chronica o comentan del gloriosisim e invectissim rey en Jaume per la gracia de Deus rey Darago, de Mallorques e de Valencia, compie de Barcelona e de Urgell e de Montpesller, feyta e sciita per aquell en sa ¡lengua natural e treyta del archiu del molt magniflch Racional de la insigne ciutat de Valencia hon stava custodiada. Jaume I, Bernal Desclot, Ramon Muntaner, Pere III. Les quatre grans cròniques, edición Soldevila, Barcelona, 1971. Otras crónicas contienen igualmente alguna mención, generalmente a la conquista de la ciudad de Valencia, entre las extranjeras destacan: Gesta Ludovici regís, de Guillaume de Nangis; Vie de Saint Louis, de Guillaume de Nangis; Chronicon, de Guillaume de Nangis; Chroniques de Saint Denis; Flores Historiarum; Annales Sanctae Iustinae Patarini; Historia anglorum, de Matthew Paris; Annales Sancii Victoris Massiiienses; Chronica malora, de Matthew Paris; Liber de temporibus et aetatibus, de Albertus Malioli; Cronica, de fra Salimbene de Adam; Flores chronicorum seu cathalogues pontificum romanorum, de Bernard Gui. 4

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carácter general sobre el reinado de Jaime I. Es más, con alguna excepción, cronistas y eruditos no sólo no avanzaron en el conocimiento del tema sino que lo llenaron de inexactitudes. Será Roque Chabás quien, fiel a la concepción historiográfica imperante en Europa en aquellos momentos, quien se dedique a limpiar de falsedades y leyendas todo lo concerniente a la conquista de las tierras valencianas, manejando documentación como base de sus asertos. Será en las páginas de la revista El Archivo en donde publique una serie de documentos que arrojan luz sobre el tema que nos ocupa. Años después de la aportación del canónigo Chabás, y con motivo del VII Centenario del nacimiento de Jaime I, se celebra en Barcelona el "Primer Congreso de Historia de la Corona de Aragón", dedicado al estudio del reinado del citado monarca. Los participantes en dicha reunión se encontraron con un panorama ciertamente desalentador ya que muchos de los aspectos del reinado del Conquistador, entre ellos el de la conquista de las tierras valencianas, se hallaban prácticamente como los había dejado Zurita. Ante tal situación se llegó a una especie de compromiso, al decir de los profesores Suárez y Udina, acuerdo según el cual no debería acometerse ningún tipo de síntesis sobre el reinado del Conquistador mientras no se publicaran toda una serie de documentos desconocidos hasta entonces. El acuerdo tácito propugnado en 1908 se verá realizado muy pronto con la publicación de una serie de fuentes documentales de extraordinaria importancia, tales como la obra de Huici Miranda editada en 1916 y la de Miret i Sans que ve la luz en 1918, obras estas a las que seguirán otras de menor entidad. De especial importancia es la aparición en 1920 de la revista Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura en la que, desde el primer volumen y hasta 5

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L. Suárez Fernández, F. Udina Martorell, "Historiografía y fuentes del reinado de Jaime I, desde 1909 hasta 1975", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Zaragoza, 1979, pp. 315-340. A. Huici Miranda, Colección diplomática de Jaime I el Conquistador (12171253), 3 vols., Valencia, 1916-1922. Existe una nueva edición corregida y aumentada: A. Huici, M . D. Cabanes, Documentos de Jaime I de Aragón, vols. I, II, III, IV, Valencia-Zaragoza, 1976-1982. En adelante citaremos siempre por la edición HuiciCabanes. J. Miret i Sans, Itinerari de Jaume Iel Conqueridor, Barcelona, 1918. 6

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la actualidad, se vienen publicando una serie de documentos relacionados directamente con el tema de la conquista valenciana. La aparición de estas series documentales ha permitido a los historiadores la publicación de trabajos en los que se perfila el estado de la cuestión; así, los de Font Rius y Gual Camarena, a los que siguen otros. En 1975 el profesor Ubieto edita Orígenes del Reino de Valencia, obra esta en la que por primera vez se confronta exhaustivamente lo señalado por la Crónica con lo aportado por la documentación aparecida hasta entonces. Se trata de un importante esfuerzo para dotar de una cronología precisa a los diferentes eventos de la conquista, tratada esta como un elemento puramente político y dando 8

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Relacionados con la conquista del territorio valenciano tenemos, entre otros: M . Beti, "Carta puebla de Ares", en Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, I, 1920, pp. 187-191. "El castillo de Mirabet y sus sufragáneos", en B.S.C.C., II, 1921, pp. 186-187 y 300-303. J. Puig, "Conquista de Ares y Morella", en B.S.C.C., XIV, 1933, pp. 126-142; "Senyors de Morella durant el segle xiii", en B.S.C.C., XXI, 1955, pp. 89-105. Ramón de María, "Acerca del día de la conquista de Castellón", en B.S.C.C., XIV, 1933; "Ganado por Pedro Cornei el lugar de Almazora, Jaime I lo toma bajo su protección y concede a sus moradores salvoconducto, inmunidad y franquicias", en B.S.C.C, X V , 1934, pp. 286-293; "Pondo de Torrella y el asalto a Peñíscola", en B.S.C.C, XVIII, 1943, pp. 271-274. H. García García, "Rendición del castillo de Xivert", en B.S.C.C, XXIV, 1948, pp. 231-233; "Del Castellón de Burriana al Castellón de la Plana", en B.S.C.C, XXVIII, 1952, pp. 115-125. J. Sánchez Adell, "Jaime I y Castellón", en B.S.C.C, XXXIII, 1957, pp. 143-152. M. Guai Camarena, "Reconquista de la zona castellonense", en B.S.C.C, X X V , 1949, pp. 417-441. V. García Edo, "Blasco de Alagón", en B.S.C.C, LXII, 1986, pp. 383-410. "Nuevas aportaciones documentales sobre don Blasco de Alagón", en B.S.C.C, L X V , 1989, pp. 287-301. F. Giunta, "La Corona de Aragón en el Mediterráneo y la comarca de Castellón", en B.S.C.C, L X V , 1989, pp. 153-160. J. M. Font Rius, "La reconquista y repoblación de Levante y Murcia", en La reconquista y repoblación del país, Zaragoza, 1951, pp. 85-126. M. Guai Camarena, "Precedentes de la reconquista valenciana", en Estudios Medievales, I, Valencia, 1952. J. Martínez Ortiz, Participación de Teruel en la conquista de Valencia, Valencia, 1964. A. Ubieto, "La conquista de Valencia en la mente de Jaime I", en Saitabi, XII, 1962, pp. 117-139. "Puntualizaciones sobre reconquista valenciana", en Ligarías, I, 1968, pp. 161-178. F . Mateu Llopis, "Consideraciones sobre nuestra reconquista", en Hispania, XLII, 1951, pp. 3-46. C. Sánchez Martínez, Don Jaime el Conquistador en Alicante, Alicante, 1958. J. E. Martínez Ferrando, El Puig de Santa María. Una evocación de la reconquista. Valencia, 1957. 9

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por supuesto que el avance de los conquistadores fue el resultado de un empuje tanto militar como político. En el año siguiente a la aparición de los Orígenes del Reino de Valencia se realiza el "X Congreso de Historia de la Corona de Aragón", dedicado igualmente a la persona de Jaime I y su época. De las diversas ponencias de que constó, destacan la de los profesores Suárez y Udina, que recogen y comentan la bibliografía existente sobre el monarca aragonés publicada hasta el año 1975 y una segunda sobre la conquista de Valencia y Murcia, del profesor Ubieto, que apenas si modifica nada de lo aportado por él mismo un año antes en su obra ya señalada. Aunque el trabajo del profesor Ubieto produjo un revuelo entre algunos investigadores del tema, lo relevante es que no aparecen nuevas obras sobre el particular hasta algunos años después; en 1980 se edita Nuestra Historia, en cuyos volúmenes Pierre Guichard dedica su atención a la "reconquista" valenciana en un trabajo que incorpora varios documentos no tenidos en cuenta hasta entonces, así como el conocimiento de alguna fuente musulmana que aclara aspectos poco 11

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A. Ubieto, Orígenes del Reino de Valencia. Cuestiones cronológicas sobre su reconquista, Valencia, 1975. X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Zaragoza, 1976. L. Suárez Fernández, F. Udina Martorell, "Historiografía y fuentes del reinado de Jaime I desde 1909 hasta 1975", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Zaragoza, 1976, pp. 315-340. A. Ubieto, "La reconquista de Valencia y Murcia", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Zaragoza, 1976, pp. 149-165. Igualmente versan sobre el tema de la "reconquista" valenciana los trabajos de M. Gual López, J. Zafra Serrano, "Nuevas aportaciones al itinerario de Jaime I el Conquistador", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón. Comunicaciones, 1 y 2. Zaragoza, 1980, pp. 81-88. J. Martínez Ortiz, "Turolenses en la conquista e integración de Valencia y su reino", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Comunicaciones 1 y 2. Zaragoza, 1980 pp. 101-117. A. Castañeda Juste, "Castillos de Sancho el Fuerte en los dominios de la Corona de Aragón", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Comunicaciones, 1 y 2, Zaragoza, 1980, pp. 359-364. V. Castell Mahiques, "Los obispos de Segorbe-Albarracín en la conquista de Valencia y su reino. Identificación de un obispo desconocido: Pedro Ginés", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón, Comunicaciones 1 y 2, Zaragoza, 1980 pp. 475-495. J. M. del Estal, "Alicante en la política territorial de los dos Jaimes de Aragón", en X Congreso de Historia de la Corona de Aragón. Comunicaciones 1 y 2. Zaragoza, 1980, pp. 65-80. 12

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conocidos. Con posterioridad, en 1984, E. Belenguer publica Jaume I a través de la Historia, obra escrita en respuesta a Orígenes del Reino de Valencia y que, estructurada en tres partes, dedica únicamente la última de ellas al asunto de la conquista sin aportar novedades significativas con respecto a lo ya señalado por Ubieto y Guichard, si bien contiene errores en lo referente a la cronología de algún que otro pasaje. En 1988, y con motivo del 750 aniversario de la conquista de la ciudad de Valencia, se programó un ciclo de conferencias en las que diversos especialistas expusieron sus conocimientos respecto a temas como el de la conquista y repoblación entre otros. Mientras tanto han seguido apareciendo trabajos diversos sobre la problemática que nos ocupa, fundamentalmente con motivo de algún congreso. 15

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P. Guichard, Nuestra Historia, vols. II y III, Valencia, 1980. E. Belenguer, Jaume la través de la Historia, 2 vols., Valencia, 1984. Relacionados con el tema de la conquista valenciana tenemos: J. M. Font Rius, "La conquesta: un procés historie", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. I, Valencia, 1989, pp. 237-278. E. Belenguer, "Jaume I", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. I, Valencia, 1989, pp. 279-301. J. M. Pérez-Prendes, "Aspectos jurídicos de la conquista: las cartas pueblas", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. I, Valencia, 1989, pp. 335-343. M . D. Cabanes Pecourt, "Aspectos demográficos de la conquista: población preexistente y repoblación de la ciudad de Valencia", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. I, Valencia, 1989, pp. 303-318. R. Ferrer Navarro, "Aspectes demografics de la conquista. Poblacio preexistent i repoblacio en el Regne de Valencia", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. I, Valencia, 1989, pp. 319-334. R. Azuar, "La conquista de Alicante", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. II, Valencia, 1989, pp. 115-140. J. M. del Estal, "Integración de Alicante en el Reino de Valencia", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. II, Valencia, 1989, pp. 141-162. F. Roca Traver, "Precedentes y conquista de las tierras castellonenses", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. II, Valencia, 1989, pp. 163-190. J. Sánchez Adell, "Las cartas pueblas de Castellón", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. II, Valencia, 1989, pp. 191-206. V. Simó Santonja, Jaime l rey de Valencia, Valencia, 1976. V. Giménez Borja, La fiindación del Reino de Valencia, Valencia, 1977. A. Ubieto, "Dos actitudes 15

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La práctica totalidad de las publicaciones realizadas hasta hace pocas fechas basan sus conclusiones en el manejo de las fuentes cristianas, lo que ha determinado una visión unilateral del problema. A medida que se han ido incorporando al examen de la conquista valenciana historiadores que trabajan en el campo de la heurística musulmana, se ha enriquecido el conocimiento que poseemos sobre el particular. Así, lo que comenzó como una mera historia política musulmana en las obras de Sanchis Guarner y Huici Miranda se ha convertido hoy en una magnífica aportación con las obras de Chaimeta, Rubiera, Epalza, Azuar y otros. 18

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ante la reconquista de Valencia", en Temas Valencianos, Valencia, 1977. C. Barceló, "El sayyid Abu Zayd: príncipe musulmán, señor cristiano", en Awraq, 3, 1980, pp. 101-109. Cicle de conferencies commemoratives del VII Centenari de Jaume I, Valencia, 1977. A. Ubieto, "La creación de la frontera entre Aragón, Valencia y el espíritu fronterizo", en Homenaje a don José María Lacarra, vol. II, Zaragoza, 1977, pp. 95-114. R. Ferrer Navarro, "Una hipótesis en tomo al fracasado prohijamiento de Sancho el Fuerte y Jaime I de Aragón", en Homenaje a don José María Lacarra, vol. II, Zaragoza, 1977, pp. 165-174. E. Molina López, Ceyt Abu Ceyt. Novedades y rectificaciones, Almería, 1988. R. I. Bums, "Los límites interiores de la Valencia de la reconquista: un género de tipología documental", en Medievalia, 1980. M. D. Cabanes Pécourt, "Los castillos de frontera en el Reino de Valencia", en Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón, vol. X, Zaragoza, 1975, pp. 635-669. A. Bazzana, P. Guichard, "Les tours de defense de la Huerta de Valence au xine siècle", en Mélanges de la Casa de Velázquez, XIV, 1978. R. Ferrer Navarro, Perspectives per a una nova visió de la reconquista del Regne de Valencia, Valencia, 1982. "La conquista del Reino de Valencia", en VI Curso de Historia y Cultura Valenciana, Gandía, 1986. "El Reino de Valencia, conquista y repoblación", en La consolidación de la Corona de Aragón, Barcelona-Zaragoza, 1990, pp. 174-241. "Conquista y repoblación de la Valí de Bayrén", en Real Academia de Cultura Valenciana, Serie Histórica, 7, Valencia, 1991, pp. 89-109. P. López Elum, "La conquista de Valencia", en Cuadernos de Historia 16, n° 143. M. Sanchis Guarner, Historia del País Valencia. Època musulmana, Barcelona, 1965. A. Huici Miranda, Historia musulmana de Valencia y su región. Novedades y rectificaciones, 3 vols. Valencia, 1969-70. P. Chalmeta, "Al-Andalus: société féodale", en Hommage M. Rodinson, París, 1982; "Concesiones territoriales en Al-Andalus", en Cuadernos de Historia de España, VI, 1975. R. Azuar, Castellologia medieval alicantina: Area Meridional, Alicante, 1981; "La época islámica", en Historia del Pueblo Valenciano, 9, Valencia, 1989, pp. 161-180; "Una posible frontera en época almohade (segunda mitad del siglo xii, primera mitad del siglo xin)", en Castrum, 4, 1988. R. I. Bums, "La guerra de Alazraq de 1249", Sharq Al-Andalus, 4, Alicante, 1987, pp. 18

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L A CONQUISTA

Una de las características de la conquista de las tierras valencianas por parte de Jaime I es la rapidez con que se efectúa, en tan solo doce años, de 1233 a 1245, el territorio que conformaba el Sharq A l Andalus pasa a integrarse en la Corona de Aragón. En una etapa que podemos considerar como corta se incorporan 24.000 kilómetros cuadrados de territorio musulmán. No obstante la brevedad cronológica de la empresa conquistadora, el dominio del territorio valenciano por parte de los cristianos de la Corona de Aragón, atravesará una serie de "etapas" que marcan claramente la situación de cada momento. Es más, incluso se puede hablar de períodos en los que no hay la más mínima actuación bélica, el monarca ni tan siquiera se ocupa de la empresa valenciana. Por todo ello, vamos a analizar el proceso conquistador siguiendo la división en etapas que ha venido manteniéndose en la mayoría de los trabajos dedicados a este tema. Por nuestra parte distinguiremos un primer período considerado como un precedente al inicio conquistador; una primera etapa que abarcaría las conquistas en tierras castellonenses entre los años 1225 y 1236; un segundo espacio temporal que comprendería los preparativos y la conquista de la capital, años 1236 a 1238 y finalmente un tercer tramo cronológico que comprendería los años 1239 a 1245 en los que se consagra la conquista de las tierras al sur del Júcar hasta la frontera Busot-Biar. La forma de llevar a cabo muchas conquistas -mediante pactoses la causa de que al poco tiempo de haberse producido, una parte de la población mudejar se subleve contra Jaime I. Las sublevaciones y su tratamiento por los cristianos forma parte del último capítulo dedicado al estudio de la conquista de las tierras valencianas.

109-122. P. Guichard, "La conquista militar y la estructuración política del Reino", en Nuestra Historia, vol. III, Valencia, 1980, pp. 13-42. A. Bazzana, P. Cresier, P. Guichard, Les châteaux ruraux d'Al-Andalus. Histoire et archéologie des Husun du Sud-Est de VEspagne, Madrid, 1988. E. Molina López, "El gobierno de Zayyan ben Mardanis en Murcia (1239-1241)", en Miscelánea Medieval Murciana, Murcia, 1981, pp. 157-182. M. J. Rubiera, M . Epalza, Xàtiva musulmana (siglos viii-xin), Alcira, 1987. 22

Precedentes En vísperas del ataque de Jaime I a las tierras valencianas, los almohades habían logrado reunir bajo su dominio los territorios que en aquellos momentos componían Al-Andalus, consiguiendo con ello restablecer el control sobre la cuenca occidental del Mediterráneo, a la vez que frenaban el avance de los feudales cristianos en la Península. Este éxito almohade terminará de raíz con la sangría económica que suponía el pago de las parias, lo que permitirá a los nuevos dominadores el desarrollo de una política fiscal más moderada. Todo ello se completará con la potenciación del excedente agrario gracias a la roturación de nuevas tierras y al aumento de la población. Con todo, esta política de prosperidad se quiebra rápidamente; por un lado, una serie de sequías provocan el aumento de los precios y la escasez de productos; por otro, la rota producida por los cruzados en las Navas de Tolosa en 1212, lo que les supone a los almohades la pérdida de su potencial militar y, por tanto, el hundimiento de su prestigio, tan necesario en todo ejército invasor. Como había sucedido anteriormente con los almorávides, también ahora se produce una fuerte contestación por parte de los otros grupos beréberes del norte de África, se inician así luchas dinásticas que traen como secuela una serie de insumisiones en las tierras dominadas por los almohades. De tal modo, a la muerte del califa almohade Iusuf II en 1224 le sucede un tío suyo, proclamación que es contestada por el gobernador de Murcia, quien se nombra califa. Todos los gobernadores de Al-Andalus lo reconocen como tal, a excepción del gobernador almohade de Valencia, lo que significa que, a partir de ese momento, el gobernador de Valencia, Ceyt Abuceyt, se queda sólo enfrentado al resto y gobernando unos territorios que comprenden Valencia, Alcira, Xátiva y Denia. Por lo que respecta a las tierras que configuraban la Corona de Aragón, tras el brillante reinado de Alfonso II -que lleva las fronteras de sus estados a Olocau, Vallibona, La Cenia, Castell de Cabres, 20

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R. Azuar, "La época islámica", en Historia del Pueblo Valenciano, n° 9, p. 170. M. J. Rubiera, M. Epalza, Xátiva musulmana, p. 97. 23

Benifazá, siguiendo por Polpis hasta llegar al mar-, su sucesor Pedro II apenas si luchó contra los musulmanes; únicamente realizó tres incursiones en territorio valenciano, en la segunda de las cuales, en 1210, obtuvo los castillos de Ademuz, Castellfabib, El Cuervo y Serratella. Su corto reinado se distinguió por los enormes dispendios realizados, lo que se tradujo en una auténtica bancarrota, como nos dice Jaime I en su Crónica: "E tota la renda que nostre pare havia en Arago e en Catalunya era empenyorada tro ais juheus, e ais sarrayns; e aneara les honors, que eren DCC cavallerias en aquel temps; e nostre pare lo rey don Pedro havia les totes donades, e venudes de CXXX emfora. E no haviem a I dia, quant nos entram en Monso que menjar, si era la térra destroyda e empenyorada ". La muerte de Pedro II en Muret en 1213, precedida por la de la reina unos meses antes, dejaba el trono en manos de un niño de cinco años, con un territorio totalmente hipotecado en lo económico y desgarrado en lo social. Jaime I ni tan siquiera había sido reconocido como heredero legítimo por su padre, teniendo que ser el propio Legado Papal el que lograse establecer la regencia y firmar treguas con los musulmanes. Desde el comienzo de su reinado el nuevo monarca va a ser un rehén de su propia nobleza, que se había acostumbrado en la época de Pedro II a ampliar sus tierras y rentas a base de arrebatárselas a su propio rey más que a conquistarlas a los musulmanes. Tiene que ser el enviado pontificio quien proceda a reorganizar el gobierno de la Corona nombrando un Procurador General a cuyo lado estarían dos gobernadores, uno para Aragón y otro para Cataluña. Es en 1218 cuando Jaime I inicia su gobierno "personal" en medio de una absoluta soledad. Sus nobles forman bloques antagónicos intentando obtener las prebendas que cada uno podía arrebatar al rey y al resto de los nobles, lo que se traducirá en una auténtica anarquía. Como consecuencia de los problemas por el condado de Urgel, la nobleza catalana se lanza a una lucha contra el rey, lucha que se 22

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Libre deis Feyts, I, 30. L. González Antón, La consolidación de la Corona de Aragón, BarcelonaZaragoza, 1990, p. 74. 23

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extiende en 1222 hasta Aragón. La impotencia del monarca es tan grande que, cuando los habitantes de Jaca se quejan de los atropellos de que eran objeto por parte de la nobleza, les tiene que contestar que no contaba con medios para oponerse e impedirlo; incluso tuvo que tolerar que esa misma nobleza le encerrase juntamente con su mujer, la reina, en la Zuda de Zaragoza en 1225. Tampoco en lo económico funcionan mejor las cosas, don Jaime, a pesar de haber confirmado el valor de la moneda jaquesa, mandó acuñar la primera moneda de su reinado con una ley inferior y ante la protesta general hubo de retractarse, lo que supuso un nuevo retroceso económico.

Primera etapa: 1225-1236 Con todos estos problemas no resulta extraño el que se dejara de lado la empresa de conquistar tierras musulmanas; sin embargo, el rey decide súbitamente retomar la lucha contra el infiel. Es en el Concilio de Tortosa en 1225 cuando "toma la cruz para combatir a las bárbaras naciones". Posiblemente en esta empresa haya que ver un intento por parte del monarca de detener las guerras feudales que arrasaban sus territorios, liberando estas energías hacia una empresa común exterior. El resultado de esta decisión es el cerco al castillo de Peñíscola; transcurridos tres meses desde el inicio, el monarca abandona su intención de conquista y se retira. El sitio al castillo de Peñíscola es una de las empresas más "extrañas" de cuantas llevó a cabo Jaime I. Extraña para el historiador por cuanto apenas si se sabe nada de ella, ya que ni el Libre deis feyts ni las fuentes musulmanas mencionan el asunto. Tan solo Desclot dice: "lo rey stech aqui gran temps que no li poch res fer e de co que mester havia e quant viu lo rey que no li podía res acabar, levasen e tornasen ab ses hosts ". Dada la falta de documentación, cuanto se ha señalado al respecto no deja de ser simple elucubración de los historiadores. Con todo, 24

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Desclot, Crónica del rey Pere, edic. 1885, XIII, p. 56. 25

tomando en consideración un par de documentos sobre las despesas que hizo el obispo de Tortosa para pagar los gastos ocasionados por esta acción militar, parecería lógico pensar que fue el citado obispo quien ofreció al monarca la posibilidad de pelear con los musulmanes corriendo él con los gastos de la empresa a cambio de que el lugar conquistado perteneciera a su diócesis, parte de la cual la constituían poblaciones todavía en poder de los musulmanes, como era el caso de Almenara, Nules, Onda, Bounegre, Alcalatén, San Juan de Moró, Culla, Ares y Morella. Ha sido el profesor Ubieto quien ha señalado los posibles motivos del fracaso de la empresa; por un lado, la equivocada elección del objetivo; por otro, la nula colaboración de la nobleza. Esa nula colaboración afecta más aún a los del Temple y el Hospital, para quienes el hecho de que se conquistase Peñíscola significaba un cambio en la utilización de los caminos que iban por Morella y Tortosa-Ulldecona, lo que repercutiría a los freires en una pérdida de los impuestos recaudados a quienes pasaban por sus tierras para ir a la de musulmanes. Respecto a lo equivocado del lugar elegido, no parece tal dado que el punto escogido objeto de conquista está próximo a la frontera cristiana y en la costa; no era posible elegir una fortaleza o una localidad más hacia el sur porque hubiera supuesto el internarse y acampar en territorio musulmán durante todo el tiempo que durase el sitio; por otra parte, de los castillos norteños destacan el de Peñíscola y el de Morella y éste resultaba inexpugnable por su ubicación en el interior del país, mientras que el de Peñíscola, al ser costero, entrañaba mayor facilidad para los sitiadores ya que podían ayudarse con la presencia de una armada, en unos momentos en que el dominio del mar correspondía a los cristianos y no a los musulmanes como demuestra la documentación de la época. El hecho de que la nobleza no colaboró lo suficiente lo deduce el profesor Ubieto tras conocer la elevada nómina de nobles que se ha25

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A. Huici, M . D. Cabanes, Documentos de Jaime I de Aragón, vol. I, Valencia, 1976,docs.n°70y71. A. Ubieto, Orígenes del Reino de Valencia, 2 ed., p. 96. R. Ferrer Navarro, E. Guinot Rodríguez, "La repoblación medieval", en Historia del Pueblo Valenciano, n° 13, p. 252. 26

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liaban presentes en el cerco. Están allí los prelados de Barcelona, Lérida, Zaragoza y Tortosa, el prior de Poblet, el vizconde de Bearne, el senescal Guillermo Ramón de Monada, Guillermo de Cervera, Pedro Ahones, Ato de Foces, Atorella, el Justicia Pedro Pérez, Ramón Berenguer de Ager, Guillem de Tarrasa, Guillem de Mediona, Ponce Guillem de Torrella, Gil Garces de Azagra, Rodrigo Jiménez de Luesia y Berenguer del Puig. Ahora bien, lo señalado no deja de ser una mera hipótesis ya que no existen datos sobre el hecho y por tanto no se puede probar nada. Lo que sí resulta comprensible es la ausencia en el asedio del Maestre del Hospital y el del Temple con sus mesnadas. Ello justificaría el hecho de que la conquista del castillo perjudicaba a ambas órdenes militares, por lo que no acudieron a prestar sus servicios. En este sentido serían verosímiles las hipótesis del profesor Ubieto; menos lógicas parecen las suposiciones de E. Belenguer, quien, sin el menor aporte documental, señala que el fracaso en la conquista de Peñíscola se debió a la no colaboración de los nobles aragoneses, puesto que esa conquista serviría para dar a Cataluña unas tierras que, según dichos nobles aragoneses, suponían la salida al mar desde Aragón. E. Belenguer achaca a la minoría aragonesa el fracaso de una empresa patrocinada, pagada y ejecutada por catalanes, lo que resulta un tanto extraño, por no decir imposible. La primera actuación de Jaime I en la conquista del territorio valenciano se saldaba con un fracaso total, fracaso que el monarca intenta ocultar, por lo que, no solo no lo consigna en su Crónica sino que, con motivo de los problemas que tendrá más adelante en la conquista de Burriana, el propio rey señala que nunca dejó una conquista sin concluir y que no iba a ser una excepción el caso de Burriana, "e les coses que havem començades havem gitades, la merce de Deu a bon cap. I que en nostra ninea hajam pres I regne que es sobre mar, e que siam entrat el regne de Valencia la primera vegada que jo anch hi entre, e que haja assatjat ab vosaltres I logar tan vil com aquest, que no es maior d. un corrall". Al año siguiente de la fallida conquista de Peñíscola, Jaime I planea una expedición de saqueo por tierras valencianas. Ahora se trata 28

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E. Belenguer, Jaumela través de la Historia, vol. II, p. 134. Libre deis Feyts, III, p. 88. 27

de ir hacia la costa partiendo de la ruta interior, esto es, desde Teruel. A tal fin se ordena que se reúnan en dicha localidad todos cuantos tenían la obligación de participar en la empresa real. En la fecha señalada el rey no encuentra a nadie en Teruel y, como él mismo indica en la Crónica, mientras esperaba a que acudieran "haguessem de menjar els queviures aplegáts per entrar en terra de moros ". La expedición no llegó a realizarse, no obstante Jaime I obtiene lo mismo que consiguieron sus predecesores cuando entraban en tierras valencianas, esto es, cobrar parias de los musulmanes. Ahora es Ceyt Abuceyt el que pacta con el monarca aragonés y se compromete a pagarle un quinto de sus rentas de Valencia y Murcia, descontada la peyta. Por este pacto, Jaime I se compromete a no hacer la guerra al gobernador almohade, ni él ni ninguno de los suyos, de ahí el problema que surge cuando Pedro de Ahones, saltándose lo firmado por su rey, se dirige hacia tierras valencianas para razziarlas. Jaime I tiene que enfrentarse a su vasallo para impedírselo; el resultado de este enfrentamiento no es otro que la muerte del antiguo consejero pontificio y uno de los responsables de la revuelta de 1225, Pedro de Ahones. Su muerte va a dar lugar a una auténtica guerra civil, una reacción violenta por parte de las ciudades y de la nobleza contra el rey, quien ve cómo sus territorios pasan por uno de los peores momentos. En medio del ingente marasmo, el monarca cuenta con la inestimable ayuda de Blasco de Alagón, uno de los jefes del bando realista. Como recompensa por los servicios prestados, Jaime I le concede al citado don Blasco un privilegio por medio del cual le autoriza a que fuera suyo "cualquier castillo o villa que pudieseis obtener en tierras de sarracenos, con todos sus términos y pertenencias, por todos los lugares". 30

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A. Ubieto, Orígenes del Reino de Valencia, 2" ed., p. 39. J. Zurita, Anales de la Corona de Aragón (1137-1228), libro II, Valencia, 1967, p. 252. F. Arroyo, "Blasco de Alagón y el comienzo de la reconquista valenciana", en Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón, IX, Zaragoza, 1973, p. 99: "...quodcumque Castrum sive villam vos capere sive rapere gratis vel vir ve! quolibet alio modo poteritis in terram sarracenorum, cum omnibus suis terminis et pertìnentiis sive pertinentibus per omnia loca, sub tali vero conditione, quod de ilio castro sive villa quodcumque vel quacumque sit, nobis vel succesoribus nostris neque terre nostre malum aliquodsive dapnum ulto unquam in tempore non eveniat autprocedat". 31

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¿Qué valor tiene esta concesión? Salvando el hecho de que en el momento en que se otorga, en 1226, los musulmanes valencianos contaban con fuerzas como para oponerse a los cristianos, o cuanto menos con el dinero suficiente para comprar la paz, lo bien cierto es que la donación realizada a Blasco de Alagón es diferente de cuantas habían hecho, hasta entonces, los monarcas de la Corona de Aragón puesto que en ellas se entregaba un lugar determinado para cuando se conquistara, mientras que ahora se concede todo cuanto pudiera conseguir el citado noble, sin precisar dónde, ni cuándo. Si en 1226 no se adivinaban consecuencias peligrosas para Jaime I por haber concedido a don Blasco este privilegio, la realidad es que muy pronto iba a cambiar todo esto como consecuencia de los trastornos a los que se verá sometido todo Al-Andalus. En efecto, en 1227 se produce una hambruna en todo el territorio andalusí como consecuencia de las enormes sequías que se venían sucediendo desde 1215. El descontento popular es capitalizado por Ibn Hud de Murcia que se subleva y, en agosto de 1228, se proclama emir de los musulmanes peninsulares reconociendo como califa a un miembro de la familia de los abbasíes. Rompía de este modo con el norte de África y con los almohades. Los arráeces de Alcira, Xátiva y Denia reconocen la autoridad de Ibn Hud, por lo que Ceyt Abuceyt pierde parte del territorio que gobernaba hasta entonces quedándose únicamente con el de Valencia hasta el río Júcar. En este territorio se subleva un indígena notable, Zayyan de Onda, estallando entre ambos la guerra civil. En cuatro años, de 1224 a 1228, la situación de las tierras que conformarán el reino cristiano de Valencia ha cambiado totalmente. De un territorio formado por Valencia, Alcira, Xátiva y Denia, controlado por un gobernador independiente, Ceyt Abuceyt, se pasa a la 33

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Los monarcas solían donar algún lugar para cuando se conquistase a los musulmanes; desde Alfonso I el Batallador hasta Jaime I, los ejemplos abundan. Véase varias de estas donaciones en M. Gual Camarena, Precedentes de la reconquista valenciana. R. Azuar, La conquista de Alicante, p. 127. R. I. Burns señala cómo Ibn Hariq refiriéndose a la Valencia de las guerras civiles, la denomina "paraíso envuelto en dos desgracias; el hambre y la guerra". Islam under the crusaders, p. 3. 34

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separación en dos partes, la del norte del rio Júcar en donde se produce la guerra civil entre Zayyan y Ceyt Abuceyt, la del sur del citado río en donde gobiernan los oligarcas originarios de Alcira, Xátiva y Denia que obedecen a Ibn Hud. En tan solo unos meses Ceyt Abuceyt pierde los territorios del sur del Júcar y se halla en guerra civil con Zayyan por la posesión de la taifa de Valencia. Ante esta situación, Ceyt Abuceyt debió pedir ayuda a Pedro Fernández de Azagra con el fin de que le ayudase en su lucha contra Zayyan, a cambio de lo cual entregó Bejís y posiblemente la cuenca del río Turia con Chelva, Tuéjar, Andilla, Domeño y Chulilla. A pesar de este pacto Ceyt Abuceyt pierde la ciudad de Valencia y tiene que refugiarse en Segorbe. Este fracaso debió de ser el móvil que le llevó a pactar de nuevo con Jaime I; el 20 de abril de 1229 firman en Calatayud un acuerdo según el cual el musulmán se reconoce vasallo del monarca cristiano, le pide ayuda para expulsar a Zayyan prometiéndole a cambio la cuarta parte de las rentas del territorio perdido, ofreciendo además la entrega de Peñíscola, More11a, Culla, Alpuente y Segorbe. Por su parte, Jaime I se compromete a prestarle ayuda en su lucha contra Zayyan así como a entregarle los castillos de Ademuz y Castelfabib, castillos que había conquistado Pedro II en 1210 y de los que no habíamos vuelto a tener noticias hasta que se citan en el mentado pacto de Calatayud. La realidad de cuanto se cumplió lo desconocemos; algo sí debió de llevarse a cabo ya que Jaime I daba, el 2 de mayo de 1230, el lugar de Coracha al monasterio de Escarpe y este territorio debió de recibirlo el monarca en el pacto que estamos mencionando. Asistimos a los estertores del dominio musulmán en la taifa de Valencia, a un caos total en el que Jaime I, sin lucha alguna, consigue obtener territorios y sobre todo, que uno de los combatientes musulmanes, Ceyt Abuceyt, se declare vasallo suyo. Cuando todo hace pensar que el monarca aragonés podía conquistar fácilmente el territorio valenciano hasta el río Júcar, sorprendentemente el rey se decide por la conquista de Mallorca, en septiembre de 1229, dejando totalmente abandonados los asuntos valencianos y a su aliado y vasallo Ceyt Abuceyt. 36

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A. Ubieto, La reconquista de Valencia y Murcia, p. 154. A. Huici, M. D. Cabanes, Documentos de Jaime I de Aragón, doc. n° 129. 30

La vuelta a los citados asuntos valencianos la realiza el rey a finales del año 1231 con motivo de una reunión que tuvo lugar en la localidad de Alcañiz y en la que junto al monarca participaron Blasco de Alagón y el Maestre del Hospital Hugo de Folcalquer. La Crónica cuenta con todo lujo de detalles lo ocurrido; el Maestre del Hospital le indica al rey que, puesto que ha conquistado Mallorca, por qué no hace otro tanto con el reino de Valencia, empresa en la que él le ayudaría y contaría además con el asesoramiento de Blasco de Alagón, gran conocedor de esas tierras ya que vivió en ellas cuando estuvo desterrado ( "que jo, seyor, he estat en Valencia be III anys, o pus, quan vos me gitas de vostra terra "). Blasco de Alagón le señala al rey cuál debía de ser, según su entender, el plan para conquistar las tierras valencianas: "si jo us conseylava que anassets assetjar I fort castell, dar vos hia mal conseyl car be n. i a XL o L que, mentre que menjar haguessen, vos ni tot vostre poder no Is poriets pendre. Mas conseyl vos, en quant jo se ni enten, que anets a Borriana, per aquesta rao: car Borriana es loch pia e es prop de vostra terra, e venra vos hi per mar e per terra, mils que no furie si pus luny fossets en la terra ". Oído esto, don Jaime le responde cuál iba a ser la estrategia a seguir: "Nos nos ni. irem a Borriana, e haurem conduyt, aquel que levar puxam en azembles de Terol, e farem venir d. altra part, per mar conduyt per rao que abast en la osi; e levar hi em II fenevols. E quan hajam presa Burriana, farem hi venir la reyna nostra muyler, per tal que entenen les gents que major cor hi havem d. estar. E aquels Castells qui son a les espades axi com es Paniscola e Cervera e Exivert e Polpis e les Coves d. Avinroma e Alcalaten e Morda e Culla e Ares qui viuen del Camp de Burriana de conduyt e serán entre nos e terra de cristians, tots s'hauran a retre perqué nos serem denant e no poran haver lo conduit que'ls venia de Borriana ". 38

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Una vez expuesto el plan de conquista de las tierras valencianas por parte de Jaime I, la Crónica no señala nada más acerca de la reunión de Alcañiz y pasa a narrar cómo un tiempo después, estando el rey en Gea de Albarracín, se le presenta un mensajero diciéndole que 38

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Libre deh Feyts, III, p. 30. Libre deis Feyts, III, p. 32-34. 31

los peones de Teruel y de la frontera habían tomado Ares, uno de los castillos citados en la reunión de Alcañiz. El rey se pone en camino con el fin de tomar posesión de esta conquista, en el camino recibe la noticia de que Blasco de Alagón había ganado Morella. Ante esta situación, el monarca decide variar el rumbo y dirigirse directamente a Morella, instalándose frente a ella y presionando a Blasco de Alagón hasta conseguir que éste se la entregase, cediéndosela a su vez en feudo, para lo cual el de Alagón realiza el pertinente homenaje de manos y boca como castellán de Morella, a cambio de esta cesión don Blasco recibe Sástago y María. En definitiva, la Crónica señala que primero hubo una reunión en Alcañiz en donde se trató de la conquista del reino de Valencia y luego don Blasco obtuvo Morella; en ningún momento se habla de fecha alguna, por lo que nos hallamos ante uno de los episodios más polémicos de la conquista valenciana. De todo lo señalado nos interesan dos aspectos: el plan trazado en Alcañiz y las fechas, tanto de dicha reunión como de la toma de Morella. Por lo que se refiere al plan trazado en Alcañiz, Blasco de Alagón recomienda que se ataquen poblaciones en el llano, caso de Burriana, y no castros. Por su parte, Jaime I indica estar de acuerdo con don Blasco a la vez que expone su plan, que al decir de la Crónica, ya había trazado tiempo atrás cuando estaba en Mallorca. En síntesis dicho plan constaría de tres etapas: - La conquista de Burriana y la mayor parte de localidades castellonenses. - La ocupación del Puig y desde allí expugnar y conseguir Valencia. - La ocupación de las tierras del río Júcar. De todo ello destacamos lo siguiente: En la reunión de Alcañiz se planifica la conquista del reino de Valencia como algo nuevo, como algo que hay que iniciar, sin mencionar para nada lo ocurrido en Peñíscola varios años antes, da la sensación de que el monarca "olvida" lo del fracaso ante el castillo musulmán. 40

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Libre deis Feyts, III, p. 33.

Blasco de Alagón aconseja comenzar la empresa bélica atacando un lugar en el llano, una villa, nunca un castro. Sin embargo poco tiempo después vemos al mismo Blasco de Alagón dueño de More11a, uno de los castros más importantes de cuantos hay en tierras valencianas. ¿Qué explicación puede tener semejante contradicción? Simplemente que don Blasco no conquista Morella, que se beneficia de la guerra existente entre Ceyt Abuceyt y Zayyan, obteniendo la localidad como aliado de uno de los dos combatientes. No existe pues contradicción entre lo señalado en Alcañiz y lo realizado un tiempo después ya que no hay conquista, como señala la Crónica, "senyor, saluda us don Blasco, e dis vos que sua es Morela ". No se habla para nada de que la haya obtenido por las armas, simplemente se dice que Morella es suya, lo que habría que entender como que se le ha entregado. El plan que Jaime I tiene para conquistar el reino de Valencia se puede calificar de "magistral". Dado que la Crónica se escribe años después de que hubiera ocurrido la conquista de las tierras valencianas, don Jaime presenta en ella como futurible algo que ya ha sucedido, de ahí lo acertado de todos y cada uno de los aspectos señalados; sólo conociendo de antemano los hechos se puede "pronosticar" con tal grado de exactitud. En efecto, el hecho de que el monarca escoja la conquista de Burriana desechando los ataques a los castros ya que estos caerían por sí solos al "depender" de Burriana, es algo que únicamente puede enunciarse cuando ya han ocurrido los sucesos, pues de lo contrario no se comprende tal afirmación. ¿Qué dependencia puede tener un castro de la importancia de Morella de una villa tan alejada y ajena a él como es Burriana? Ciertamente ninguna, ni por proximidad geográfica ni por importancia, pues como la misma Crónica señala, Burriana es "logar tan vil que no es major d'un corrall", mientras que Morella aparece en la misma obra como "que val tant cotn un comtat ab ses pertenencies ". No existe pues ninguna relación entre Morella y Burriana; sí es cierto que el norte castellonense se entregó una vez conquistada Burriana, pero esto se debió a que Morella ya estaba en poder de los cristianos antes de la caída de Burriana, la rendición de 41

Libre dels Feyts, III, p. 36. 33

los castros del norte valenciano se debió a que Morella era cristiana, no a que lo fuera Burriana. Si en la primera empresa bélica el monarca elige el ataque a una población del llano para obtener la rendición de los castros por el llamado "efecto dominó", para la segunda etapa el rey planifica la acción a la inversa; conseguido el Puig caerá Valencia y su entorno. Mucho más "extraña" es la tercera etapa de su plan logístico ya que en ella no se señala absolutamente nada; en esa vaguedad no se nos oculta la experiencia por la que pasó Jaime I para obtener la zona al sur del Júcar, con toda una serie de pactos y luchas contra los arráeces de Alcira, Xátiva y Denia. Un último comentario al plan esgrimido por don Jaime para obtener las tierras valencianas es el hecho de que en él no se hace mención alguna a operaciones marítimas, y ello a pesar de que el nuevo territorio ofrece toda una fachada de cara al mar y que en aquellos momentos la supremacía marítima la tenían los atacantes cristianos y no los defensores musulmanes. Por lo que se refiere a las fechas de la reunión y la conquista, el profesor Ubieto indica que la citada reunión de Alcañiz se debió de producir en los primeros meses de 1233, basándose para ello en un documento de ese año por el cual Jaime I dona a Hugo de Folcalquer los castillos y villas de Torrente y Silla. El documento está fechado en "Alcaman", lugar desconocido y que bien podía ser "Alcanicio". El principal testigo de la donación es Blasco de Alagón. Se señala pues la fecha del 15 de enero de 1233 por el hecho de que hay un documento en el que están juntos Jaime I, Hugo de Folcalquer y Blasco de Alagón, reunión que podía ser en Alcañiz si ese "Alcaman" fuese en realidad "Alcanicio". En cuanto a la conquista de Morella, el mismo investigador dice que debió de realizarse en el año 1232, antes del 17 de octubre, posiblemente el 7 de enero de 1232. Para tal afirmación se basa en una fuente musulmana que dice: "el año 629 el enemigo se apoderó de Morella en la provincia de Zaragoza". Las deducciones del profesor Ubieto suelen ser aceptadas por el resto de investigadores, incluso por E. Belenguer, a pesar de que en 42

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A. Huici, M . D. Cabanes, Documentos de Jaime I de Aragón, doc. n° 126. A. Ubieto, Orígenes del Reino de Valencia, 2 ed., pp. 64-65. a

este punto ambos historiadores discrepan en casi todo lo demás. En efecto, E. Belenguer indica que la conferencia de Alcañiz se produjo el 15 de enero de 1233 y que Ares y Morella se tomaron en septiembre de 1232. Tanto el profesor Ubieto como E. Belenguer señalan que la Crónica cambia los hechos ya que, cuando se produjeron las vistas de Alcañiz a principios de 1233, Morella ya estaba en manos de Blasco de Alagón. De los trabajos de García Edo se desprende que la realidad fue otra; el hallazgo de una copia del texto completo de la donación de los castillos y villas de Sástago y María, hecha por don Jaime en favor de Blasco de Alagón, donación fechada el 22 de febrero de 1232, demuestra claramente que Morella se debió de obtener como más tarde ese 22 de febrero de 1232 ya que Jaime I da a don Blasco Sástago y María como compensación por Morella. Por otra parte, el propio García Edo demuestra cómo el primer documento sobre la delimitación de los términos generales del castillo de Morella, promulgado por Blasco de Alagón, es del mes de febrero de 1232. Por lo tanto, la conquista de Morella debió de producirse a partir del año 629 que indica el Rawd al-Quirtas, que comenzó el 29 de octubre de 1231 y las fechas que señalan, tanto el documento de la donación de Sástago y María, como el de la delimitación de los términos generales del castillo de Morella, en febrero de 1232. Sería pues a finales de 1231 o a comienzos de 1232. Si hacemos caso a la Crónica, esta dice que cuando Jaime I se presenta delante de Morella para pedírsela a don Blasco, nevaba pues había pasado ya la fiesta de San Miguel. Dado que no dice nada de la Navidad, cabría pensar que Morella se pudo obtener después del 29 de septiembre y antes del 25 de diciembre de 1231. 44

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E. Belenguer, Jaume I a través de la Historia, vol. 2, p. 178. Para E. Belenguer la reunión de Alcañiz se produce con posterioridad a la conquista de Ares y Morella, por lo que reconstruye "lo que debió ser" la citada reunión, ya que no podía producirse como lo señala la Crónica. Véase Jaime I a través de la Historia, vol. 2, pp. 173-180. V. García Edo, "Blasco de Alagón", en B.S.C.C., LXII, 1986, pp. 383-410. V. García Edo, "Nuevas aportaciones documentales sobre don Blasco de Alagón", en AS. C.C., L X V , 1989, pp. 287-301. V. García Edo, "Blasco de Alagón", p. 395. 45

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En lo referente a la reunión de Alcañiz, esta se produjo, según la Crónica, antes de la toma de Morella ya que allí se dijo que tras la conquista de Burriana se rendirían una serie de castillos, entre ellos el de Morella; por lo tanto el evento de Alcañiz hubo de llevarse a cabo antes del 22 de febrero de 1232. García Edo llega a señalar que debió de celebrarse entre la segunda quincena de octubre y antes de la Navidad de 1231. Es pues a lo largo del año 1231 o a comienzos de 1232 cuando se inician las "conquistas" en tierras valencianas a cargo de nobles como Blasco de Alagón o de los peones de la frontera, quienes, habiendo obtenido Ares, siguen presionando con sus incursiones a las poblaciones fronterizas de Arcos de las Salinas, El Toro, Manzanera, Barracas, Pina de Montalgrao, Villahermosa del Río y Cortes de Arenoso. Mientras tanto, Jaime I permanece ajeno a todos estos asuntos de conquista; la única actuación que le documentamos con respecto a los asuntos valencianos -además de conseguir las cesiones de Morella y Ares- es un nuevo pacto con Ceyt Abuceyt en enero de 1232, por el cual el musulmán, además de lo consignado en el pacto de Calatayud, daba ahora las rentas de Valencia y su huerta. A este pacto se reduce toda la actividad de Jaime I respecto de Valencia ya que la fecha de un documento según el cual el monarca aragonés se hallaba, en enero de 1232, en Burriana concediendo exenciones a los habitantes de Almazora, se ha demostrado equivocada y, en realidad, ha de anotarse la de enero de 1235. Es en 1233 cuando se inician las conquistas de Jaime I en tierras valencianas con la obtención de Burriana. Para que le ayuden en esta empresa, el monarca cita a los ricos-hombres, a los maestres del Temple, Hospital, Uclés y Alcántara en la localidad de Teruel para comienzos del mes de mayo. Llegada la fecha prevista únicamente acuden el obispo de Zaragoza, Pedro Fernández de Azagra y Jimeno Pérez de Arenos, lo que suponía unos ciento veinte caballeros, además del concejo de Teruel. Con este reducido ejército inicia el rey la marcha hacia tierras valencianas, utilizando una estrategia que ha 49

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V. García Edo, "Blasco de Alagón", p. 392. A. Huici, M. D. Cabanes, Documentos de Jaime I de Aragón, doc. n° 162.

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puesto de manifiesto F. Arroyo. Jaime I podía dirigirse a Burriana desde sus posesiones por tres vías: -Utilizando la Vía Augusta, lo que podía suponer un ataque frontal contra Peñíscola y desaprovechar las mesnadas concejiles aragonesas. - Recorrer el camino que de Alcañiz llevaba a Morella y Ares y de aquí hasta Burriana. Tenía similares desventajas a las vistas en el caso anterior, si bien en este supuesto sí que se podían utilizar las fuerzas concejiles aragonesas. - Ir de Teruel hacia tierras valencianas siguiendo las cuencas de cualquiera de los ríos que unen Aragón con Valencia: Mijares, Palancia y Turia. El último no era aconsejable por tener enfrente nada menos que a Valencia. Seguir el Palancia suponía penetrar por territorio de Ceyt Abuceyt que era aliado de Jaime I, pero tenía el inconveniente de toparse con la plaza fuerte de Sagunto, fiel a Zayyan. La ruta del Mijares significaba el choque con la fortaleza de Onda. Ante esta tesitura el aragonés escoge entrar por el Palancia, avanzando por territorio aliado y antes de llegar a Sagunto recoge a los maestres del Temple y del Hospital, así como al comendador de Alcañiz y con todos ellos se encamina a Burriana, con lo que evita el enfrentarse tanto con los de Sagunto como con los de Onda. Desde mediados de mayo pone cerco a la localidad de Burriana, sitio que dura hasta la mitad de julio a pesar de que, como ya hemos señalado, Burriana era un lugar no mayor que un corral y estaba cercada por un nutrido ejército que poco a poco iba reuniéndose en torno a la localidad sitiada, ejército que al decir de la Crónica lo componían "don Ferrando, nostre onde, e l bisbe de Leyda en Berenguer d. Asil, e de Tortosa, el maestre del Temple, e del Espital, e era hi don Blasco d. Alago, e en G. de Cervera, seyo quifo de Iuneda, e N.G. de Cardona, frare quifo en R. Folch; e era hi don Rodrigo de Licana, e don Pero Ferrandez d. Acagra, seyor de Albarrazi, e don Éxemen d. Orrea, e don Blasco Maga, e don Pero Corneyl, e en Be52

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F. Arroyo, Blasco de Alagan y el comienzo de la reconquista valenciana, pas-

sim. 5 2

R. Ferrer Navarro, Perspectives per una nova visió de la reconquista del Regne de Valencia, p. 26. 37

renguer Guillem, pare d. aquest qui ara es, e era oncle nostre, e el prior de Sancta Crestina, e el comanador d. Alcanig, e de Montalba, e l conseyl de Tortosa; e Is de Saragoga venien, mas ans fo presa Borriana que y fossen ". Desde el inicio del cerco a la villa, el rey intenta estimular la voluntad de los elementos más representativos de su ejército a base de otorgarles importantes donaciones; así, los templarios reciben las alquerías de Benahamet y Matella, franquicia para sus vasallos por todo el reino, una parte de Burriana y el castillo de Chivert; a los de San Jorge les entrega la alquería de Carabona; a los del Hospital la de Benirrage; no menos cuantioso es lo conseguido por los de Calatrava que reciben rahales y casas en la localidad. El sitio se realizó únicamente por tierra, a pesar de que Burriana era una localidad costera; prueba de que no hubo bloqueo marítimo es que durante el cerco llegaron dos galeras de Tarragona, propiedad de Berenguer de Santa Eugenia y de P. Martell, con víveres para los sitiadores, Jaime I quiso retenerlas por si los de Valencia ayudaban a los burrianenses por mar, los propietarios de las naves le pidieron 60.000 sueldos, cantidad que al no poseerla el monarca, salen como fiadores los Maestres del Temple y del Hospital, quienes pidieron como contraprestación que el rey les confirmase las donaciones que tenían de los antepasados del monarca. Jaime I se ve obligado a confirmar los privilegios dados al Temple y al Hospital, con lo que, por no tener navios propios, ha de hipotecar parte de las conquistas. A estos problemas se unirán otros: varios nobles entre los que están Blasco de Alagón, Jimeno de Urrea, Rodrigo de Lizana, Blasco Maza, Jimeno Pérez de Tarazona y el Justicia de Aragón, intentan persuadir al monarca para que deje el cerco ya que los concejos deben marchar a sus lugares para segar las mieses y los ricos-hombres iban a quedarse sin provisiones: "Ara en est feyt de Burriana, veem vos gran embarch, aixi que Is conseyls no podest aqui reteñir, que anar se n volen per segar les messes; e nos, richs homens, no havem que menjar ". 53

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Libre deis Feyts, III, p. 73. P. Ramón de María, El repartiment de Burriana y Villarreal, Valencia, 1935. Libre deis Feyts, III, p. 87.

El monarca resiste las presiones de sus feudales consiguiendo así la rendición de los burrianenses que le proponen una capitulación consistente en permanecer en la villa durante cuatro días hasta el momento de marcharse con los bienes que pudiesen llevar consigo, siendo protegidos en su ida hasta la vecina localidad de Nules. El rey acepta estas condiciones temeroso de que, si toma la localidad al asalto, se pueda organizar una batalla por el reparto del botín entre sus propias fuerzas compuestas por aragoneses, catalanes y gentes de otras partes, "e guardan encara que l podia haver gran barayla al entrar de la vila entre cathalans e aragonesos e molta altra gent que y havia estranya, e altra que havia molí pa en la vila que porta romanir a queles qui tendrien la frontera, e per acó e per moltes d. altres coses tinguem per bo que presessem aquel pleyt". Tomada la ciudad a mediados de julio de 1233, se licencia al ejército y se deja guardando la villa a Blasco de Alagón y a Jimeno de Urrea con sus respectivas tropas durante un período de tiempo hasta que son relevados por Pedro Cornel. Todavía el monarca ha de sufrir presiones por parte de sus nobles, ahora los catalanes G. de Cervera y el obispo de Lérida, quienes le aconsejan que abandone la conquista realizada ya que le va a costar gran peculio el mantenerla: "que vos no n havets tresaur, ni vos havets gran renda, ni havets pa en loch del mon, ans sots enbargat de viure anan per vostra térra ¿con cuydats, dones, vos fer tan gran messio en aquel loch, e que sia dues jornades en térra de moros, e que vos cuydets teñir aqui tants cavallers, e que no y poran viure menys de batayla o de morir, e vos no les porets acorrer? ". La conquista de una plaza como la de Burriana, distante dos días de marcha de los territorios dominados por Jaime I y realizada tras dos meses y medio de cerco, solo puede entenderse desde una postración total a la que han llegado los musulmanes valencianos a causa de la guerra civil entre Ceyt Abuceyt y Zayyan; han quedado tan rotos y divididos que el nuevo señor, Zayyan, simplemente se esconde tras los muros de Valencia, sin atreverse a socorrer a sus vasa56

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Libre deis Feyts, III, p. 103. Libre deis Feyts, III, p. 107. 39

líos, en este caso a los de Burriana. Por eso, cuando los cristianos comiencen a realizar correrías por el norte castellonense, entre Morella y Burriana, los habitantes de esta zona, sabedores de que no van a recibir ayuda de nadie, se rinden sin oponer resistencia. Los primeros en hacerlo son los de Peñíscola -según Gual Camarena entre agosto y noviembre de 1233-, lo que les permite seguir con la ley e impuestos que habían tenido en épocas anteriores: "E nos atorgam los lur ley e aqueles franqueses que solien haver en temps de sarrains; e els dixeren que eren apareylats de liurar a nos la vila e el castell. E nos dixem los que les escrivans nostres no eren aqui, per co com nos veniem tan coytosament, mas que escrivissen aqueles coses que nos donarien, e nos que us avendriem ab els, e quan nos fossem avengutsab els, go que les prometriem, que les ho atendriem e Is ho complirien. E nos lo queremos ens fiaremos en tu, e dar t. emos lo castello en la tua fe. E els triaren II serrains, I alfaquim e I altre, e nos donam los tota nostra companya, que pujassen lassus. E les altres serrahins romangueren ab nos, qui eren be CC, e estoven nos danant; e nos guardavem nos be que negu d. els no ns pogues pendre les regnes del caval. E quant vim los nostres que cridaven: Arago!, pujam nos en ab los serrains en u. E altre dia mati anem nos en ves Tortosa, ab serrains que ns liuraren que n aportasen los vestirs, e l conduyt e l bestiar que Is deviem dar, aixi con en la carta que era entre nos e els era contengut. E aquel dia que entram en Tortosa complim lo ho tot, si que en l altre dia nos entornam a Panniscola; e foren venguts los escrivans, e faem los les caries ". La caída de Peñíscola trae aparejada la de las alquerías del distrito castral, Benicarló, Iría y Binalaroç entre otras. Pocos días después es Polpis la que se rinde al monarca. Conocedores de la debilidad de los musulmanes, todo el que dispone de fuerzas realiza incursiones a territorio musulmán. Incluso el papa Gregorio IX ordena en agosto de ese año a los obispos de la provincia eclesiástica de Burdeos que instiguen a sus fieles a luchar contra los del Islam bajo la dirección de Jaime 1. Ante estas incursiones se le rinden al monarca las loca58

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Libre deis Feyts, IV, pp. 7 y 9. A. Ubieto, La reconquista de Valencia y Murcia, p. 157.

lidades y castillos de Castellón, Borriol, Cuevas de Vinromá y Villafamés. La intervención de templarios y hospitalarios se traduce en la obtención de Chivert con las alquerías de Alcalá, Alcocebre, Almedíjar y Castellnou por parte de los primeros, mientras que los segundos ganan Cervera cuya posesión llevaba aparejado el dominio sobre Alí, Calig, El Carrascal, La Barsella, Chert, El Molinar, Mas deis Estellers, Traiguera, San Mateo y San Rafael del Río. También los nobles sacan partido, es el caso de Jimeno de Urrea, quien al decir de Zurita conquista Alcalatén. A finales de 1233, y mientras sus tropas siguen saqueando territorio castellonense, Jaime I realiza una marcha desde Burriana hasta Albalat de la Ribera, pasando por Almenara, Sagunto, Puzol, Paterna, Manises y Torre Espioca. Esta primera incursión a la Ribera del Júcar le supuso al rey el internarse con un pequeño ejército por territorio enemigo, dejando a sus espaldas poblaciones tan importantes como Sagunto o Valencia, a pesar de lo cual el ejército cristiano no recibe el más mínimo acoso por parte de Zayyan, quien en ningún momento presenta batalla: "E de sent Miquel tro a nadal acordam que faessem una cavalgada en ribera de Xuchar. E poguem esser tro a CXXX cavallers de paratge; d almugavers, tro a CL; e peons tro a DCC. E quan nos fom albergats, dix I serrahi que si esperassem Cahen tro al sol exit, que l que us daria batayla. E nos enviam li a dir que l esperariem tro al sol exit; que y envías si enviar hi volia. E esperam lo tro al mati; e quan vim que no venia, cargam nostres azembles, e trobam nostra algara en ribera de Xucar; e anam passar a Albalat e estiguem aqui IV dies ". Los sarracenos se guardaron tanto de encontrarse con los cristianos que estos tan sólo pudieron capturar unos sesenta prisioneros; el pobre botín obtenido se salvó, en palabras del propio rey, gracias a la gran cantidad de cebada y de gallinas que se les pudo tomar. 60

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J. Zurita, Anales de la Corona de Aragón, libro III, Valencia, 1968, p. 88. Sobre la "reconquista" de la zona castellonense véase M. Gual Camarena, Reconquista de la zona castellonense; F. A. Roca Traver, "Precedentes y conquista de las tierras castellonenses", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. II, pp. 163-190. Libre deis Feyts, IV, pp. 11 y 13. 61

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Mientras tanto, desde Burriana se siguen realizando cabalgadas, fruto de una de ellas es la conquista de Almazora, que se obtiene entre el 16 de noviembre de 1233 y el 10 de octubre de 1234 al decir de R. de María. Todo hace pensar que la conquista de Culla debió de producirse por estas fechas ya que Jaime I la entrega a Blasco de Alagón en mayo de 1235. Las conquistas y rendiciones ponen de manifiesto que los cristianos se han apoderado de una zona importante de territorio musulmán llevando la frontera, en opinión de Gual Camarena, por Burriana, A l mazora, Castellón, Borriol, Villafamés, siguiendo por una zona desconocida hasta Bejís, Alpuente, Santa Cruz de Moya, Ademuz y Vallanca. Ahora bien, el hecho de que la frontera vaya por los lugares señalados no quiere decir que todo el territorio estuviese conquistado; en la zona castellonense hasta la comarca de la Plana Baja podemos hallar hasta tres tipos de territorios: - Los conquistados por Jaime I y sus vasallos. - Los lugares que siguen fieles a Zayyan: Onda, Valí de Uxó, A l menara. - La zona del Alto Mijares que permanece fiel a Ceyt Abuceyt. Este último territorio va a integrarse en los dominios cristianos ya que Ceyt Abuceyt, viendo que no tenía nada que hacer para recuperar la taifa de Valencia, se somete a Jaime I convirtiéndose al cristianismo y aportando las localidades de Arenos, Montan, Castiel Montan, Cirat, Tormo, Fuentes, Villamalefa, Villamalur, Tardelles, Artas, Ayódar y Bounegre. Esto es, el Alto Mijares se incorpora también por estas fechas, con seguridad antes del 22 de abril de 1236. A partir de la obtención de Almazora y Culla, Jaime I abandona los asuntos valencianos para dirigirse a Cataluña y Aragón; así, en enero de 1234 lo documentamos en Barcelona y Sigena, en febrero está de nuevo en Barcelona, solo vuelve a Burriana en junio y diciembre de ese año, y hasta enero de 1235 no se ocupará de la guerra contra los musulmanes valencianos. Tanto la Crónica como Zurita, 62

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P. Ramón de María, Ganado por Pedro Cornel el lugar de Almazora, Jaime I lo toma bajo su protección y concede a sus moradores salvoconducto, inmunidad y franquicias. M. Gual Camarena, Reconquista de la zona castellonense, p. 432. 63

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que la sigue fielmente, hablan de una nueva expedición realizada hasta Cullera; acompañan al rey el infante don Fernando, el obispo de Lérida, Blasco de Alagón, Pedro Cornel, Jimeno de Urrea, los Maestres del Temple y del Hospital. La hueste acampa delante de la localidad de Cullera en donde se refugian los que viven en las alquerías del término; ante esta situación, el monarca señala que el lugar se podría conquistar fácilmente ya que, al estar repleto de personas y animales, las piedras lanzadas por las máquinas de guerra no fallarían el tiro causando tal mortandad que obligaría a los cercados a rendirse. e quant la pedra erras lo casíell, que no feris, feria de la parí hon nos erem, que era totpie defembres e d. bestiar. 64

Son los nobles quienes impiden que se lleve a cabo la conquista, en esta ocasión pretextando que no había piedras con que cargar las catapultas. Levantado el cerco, el ejército regresa hacia Valencia acampando delante de Silla, allí don Jaime convence a sus más próximos -al Maestre del Hospital, a Pedro Cornel y a Jimeno de Urreacon el fin de que estos convenzan a su vez al resto de expedicionarios sobre el plan que tenía el rey para conquistar las torres de Moncada y Museros. La necesidad de estas conquistas la basa el rey en el hecho de que la expedición que habían llevado a cabo hasta Cullera había resultado un fiasco ya que no se había conseguido nada fuera de unos veinte o treinta cautivos. El plan del rey se basaba en lo siguiente: a la ida, cuando el ejército cristiano pasó por delante de Moncada camino de Cullera, los musulmanes, ante el peligro de verse atacados, mandaron a sus mujeres, hijos y ganado a refugiarse a Valencia, al no ser atacados debieron de pensar que el enemigo no tenía esa intención. A la vuelta, confiados en ello no tomarían, posiblemente, esas mismas precauciones, por lo que se les podría sorprender atacándoles de improviso. Aceptado el plan, los cristianos se lanzan súbitamente contra los de Moneada, quienes tienen que meterse precipitadamente en la torre, hombres, mujeres, niños y ganado. Atacados con catapultas, las pieLibre deis Feyts, IV, p. 23. 43

dras que les arrojan los sitiadores hicieron tal carnicería que no tuvieron otra alternativa que la de rendirse al quinto día del cerco, cayendo prisioneros un total de 1.147 personas, de las que el monarca seleccionó un centenar a los que vendió por 17.000 besantes.

E era tan gran la presa de les femmes, et deis enfants, e de les vaq e del altre bestiar que era lains en l. albacar de la torra, que les pedraes que tirava lo fenevol mataven aquel bestiar; e era tan gran l pudor que les duia aqueta morí del bestiar (que l fenevol tirava de dia e de nuyt, que no cessava), que quan vench al V dia, els se ref ren per catius, e la torra e si mateys; e exirenne MCXLVII. E exi n molía bona roba, e perles e sarces de coyl e brassaderes d. aur e d. argent e molt drap de seda e d. altres robes moltes; si entre les sa rains e co que n exi, que ben puja a C milia besans. 65

Destruida la torre de Moneada se repitió la operación con la de Museros, cuyos defensores se rindieron y fueron canjeados por un sobrino de Guillem de Aguiló que se hallaba prisionero en Valencia.

Segunda etapa: 1236-1239 El 15 de octubre de 1236 se celebran Cortes en Monzón con asistencia de nobles y magnates catalanes y aragoneses, representantes de los concejos de Lérida, Tortosa, Zaragoza, Teruel, Daroca, Calatayud, Tarazona, Huesca y Barbastro, el electo arzobispo procurador de Tarragona Guillermo de Montgrí, los obispos de Barcelona, Zaragoza, Tarazona, Vich y Tortosa, así como un buen número de abades y otros cargos eclesiásticos. En dichas Cortes se establece, entre otros asuntos, todo lo relativo a la conquista del Reino de Valencia. Este hecho resulta cuanto menos curioso, si tenemos en cuenta que el evento se planifica como si se tratara de una empresa que va a iniciarse, cuando la realidad nos muestra que en aquellos momentos Jaime I y los suyos ya habían conquistado una parte importante de dicho reino.

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Libre deis Feyts, IV, p. 37.

En las Cortes de Monzón se traza el plan de reunir un gran ejército capaz de llevar a cabo la conquista de una ciudad de la importancia de Valencia. Escarmentado como estaba el rey por los fracasos de las anteriores convocatorias para enfrentarse a los musulmanes valencianos, recurre ahora a un doble ofrecimiento: promete ventajas tanto de tipo espiritual como material a todo el que acuda a su llamada. Por lo que se refiere a las ventajas de tipo espiritual, Jaime I obtiene la fervorosa colaboración del papa Gregorio IX, como lo demuestran las once bulas que, desde el 3 de febrero al 11 del mismo mes, expidió el citado pontífice relativas a la conquista de Valencia. El 3 de febrero de 1237 se despacha una bula dirigida a los arzobispos de Narbona, Arles y Dax y a sus sufragáneos, en la misma fecha se emite otra dirigida al obispo de Barcelona para que no se impida el cumplimiento del voto de los cruzados de la provincia eclesiástica de Tarragona, exceptuados los de las diócesis de Pamplona y Calahorra, ya que estas pertenecían, en parte, a los reinos de Navarra y Castilla respectivamente. Dos días después, el 5 de febrero, se ordenaba la predicación de la cruzada en la provincia eclesiástica tarraconense, exceptuadas las dos diócesis indicadas; otra bula señalaba idéntica predicación en las diócesis de Narbona, Arles y Aix, con excepción de la ciudad de Marsella. Siete bulas más fueron expedidas entre el 5 y el 11 de febrero en las que se señalaba que se aplicaría la indulgencia reservada a los peregrinos a Jerusalén a quienes permanecieran en el ejército hasta la conquista de Valencia. 66

Lo primero que llama la atención es el hecho de que las citadas bulas tienen un marcado carácter "nacional"; esto es, restringen la cru6 6

J. Goñi Gaztambide, Historia de la bula de cruzada en España, Vitoria, 1958, pp. 165-166. Sobre las bulas de cruzada para la conquista de Valencia: "Si presumentibus", Archivo Secreto Vaticano. Registro Vaticano 18, fol. 226v. L. Auvray, Les registres, n° 3489. "Si presumentibus", A.S.V. Reg. Vat. 18, fol. 227. L. Auvray, Les registres, n° 3490. "Missus a sede", A.S.V. Reg. Vat. 18, fol. 227. L. Auvray, Les registres, n° 3483. "Missus a sede", A.S.V. Reg. Vat. 18, fol. 227, L . Auvray, Les registres, n° 3484. "Ut facile", "Ut facile", "Ut christianorum", "En aliquibus", A.S.V. Reg. Vat. 18, ff. 226v-227, L. Auvray, Les registres, 3485, 3486, 3488, 3493. "Lecta coram", A.S.V. Reg. Vat. 18, fol. 226. L. Auvray, Les registres, 3481. "Dilecte filii", A.S.V. Reg. 18, fol. 225 L. Auvray, Les registres, n° 3480. 45

zada lirnitándola a los subditos de la Corona de Aragón ya que queda excluida de la predicación la provincia eclesiástica toledana, así como los obispados no aragoneses de Pamplona y Calahorra. Es más, ni tan siquiera se conceden indulgencias a los fieles de toda la diócesis tarraconense como es el caso de Aix, Marsella, Narbona y Arles, por lo que se frena la posible venida de cruzados de gran parte del Midi francés, quedando única y exclusivamente una participación parcial, con aportaciones de gentes del Rosellón y Monpelier o de localidades cercanas (Lunel, Lattes). Sí vendrá una representación de Narbona, cuyo arzobispo P. Amiel aporta un nutrido grupo de caballeros y peones, en cambio no colabora Marsella cuyos habitantes son excluidos de los beneficios espirituales ya que en aquellos momentos la citada ciudad se había puesto en contra de la política pontificia ayudando al conde de Provenza Ramón Berenguer V y al conde Ramón VTI de Tolosa. El transfondo político que rezuman estas bulas y su complicado cumplimiento ha hecho que los historiadores disientan entre sí a la hora de valorar lo que representó esta convocatoria en la lucha contra los musulmanes valencianos. Mientras que para alguno esta cruzada representa el nudo gordiano de la conquista, caso de R. I. Burns, para otros como Ubieto o Guichard apenas tuvo la menor incidencia. Como fuere, lo cierto es que casi no hallamos mención sobre el particular en la documentación de la época, tan solo en la Crónica se habla de la cruzada pero sin darle el más mínimo realce. 67

e ab la ajuda de Deu e ab aquels qui teñen nostres feus en Cathalunya e honors en Arago, e l. archebisbe e els bisbes (que ns prometeren ajuda quan faem la Cort de Montso e ns croam). 68

Por lo que respecta a las ventajas materiales, estas se concretan en la promesa del monarca de repartir propiedades a quienes acudie67

P. Guichard, Estudios sobre Edad Media, Valencia, 1987, pp. 191-192. Libre deis Feyts, V, p. 27. Una de las escasas citas en donde se puede encontrar una mención a la cruzada contra Valencia la hallamos en la dispensa del impedimento de consanguinidad para su boda que Gregorio IX otorga a Folch, conde de Cardona, aceptando el ofrecimiento de este de enviar cuarenta soldados a la conquista de Valencia. J. Rius Serra, San Raimundo de Peñafort. Diplomatario, Barcelona, 1954, pp. 45-46. 68

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ran a la hueste, tanto laicos como eclesiásticos. En lo concerniente a estos últimos, el rey señala que dotará a la catedral y a las iglesias sufragáneas para que los dichos clérigos puedan mantenerse dignamente. Las ventajas materiales se concretan en permitir que todos cuantos se alistasen en el ejército pudieran demorar la entrega de créditos y réditos, y ello desde el día en que tomasen la cruz hasta el regreso del grueso del ejército. Mientras se tramitan todos estos documentos, el rey convoca a sus ricos-hombres y concejos para la Pascua de 1237. Llegado el día, la ausencia de participantes es casi total. ¿Qué ha sucedido para que apenas acuda nadie a la convocatoria del monarca? Según el profesor Ubieto, el fracaso de la convocatoria bien pudo deberse a que las bulas llegaron tarde, particularmente a Cataluña. Esta opinión es válida como hipótesis de trabajo pero no definitiva; el hecho de que las bulas de cruzada llegasen tarde, solo significaría que aquellos que quisieran enrolarse en la cruzada no lo pudieron hacer, pero esto únicamente afectaba a unos pocos, el grueso del ejército lo debían componer los ricos-hombres, Órdenes Militares, ciudadanos y concejos, y estos fueron los que fallaron. El hecho de que no acudiesen a la cita quienes, cruzada aparte, tenían la obligación de hacerlo, ya es mucho más significativo. Recordemos al efecto que en Monzón, donde se aprobó la lucha contra los musulmanes valencianos, estaban todos los prelados de Aragón y Cataluña, los representantes de las Ordenes Militares, los nobles catalanes y aragoneses, así como los representantes de los concejos de Lérida, Tortosa, Zaragoza, Teruel, Daroca, Calatayud, Tarazona, Huesca, Jaca y Barbastro, lo cual nos da a entender el escaso poder de convocatoria que tenía el monarca entre sus vasallos. Dado que la convocatoria había constituido un rotundo fracaso, la pequeña hueste permaneció unos días en Teruel desde donde partió hacia el castro del Puig, fortaleza que había sido destruida por Zayyan para que los cristianos no se apoderasen de ella y desde allí hostigaran a los musulmanes de Valencia y su huerta, como se había "planificado" en la reunión de Alcañiz. Jaime I comienza la reconstrucción del castro, tras lo cual abre un camino desde la for69

A. Ubieto, La reconquista de Valencia y Murcia, p. 158. 47

taleza hasta el mar para poder aprovisionarse de vituallas. Realizado todo ello se establecen en el Puig, a la espera de que se les reúnan las fuerzas que aún no habían llegado. De nuevo surgen problemas entre los nobles que han acudido a la fortaleza; cuando descubren que la intención del monarca no es la de realizar una correría por tierras valencianas en busca de botín y retirarse, sino que quiere permanecer en el Puig para hostilizar a los musulmanes, se rebelan contra la idea del rey: "e nos, a exida de Terol, per lo cami on anavem, guardaren los de la ost les besties carregades que portaven les tapieres; car negu de la ost no sabia nostre secret, ni on anavem, ne on no ". Ante el malestar de su nobleza, el monarca comienza a repartir territorios entre los que le acompañan; se trata de donaciones de lugares que todavía no se han conquistado, pero que en la mayoría de los casos se obtendrían con la rendición de la ciudad de Valencia; de esta manera se les motiva para que, a partir de esos momentos muestren mayor interés ya que su patrimonio dependerá del éxito de la empresa que va a realizarse. El 9 de julio de 1237 se empieza a redactar un registro notarial en el que se consignan las donaciones realizadas por el rey o sus representantes, registro al que denominamos Libre del Repartiment. En la necesidad de contentar a quienes manifiestan descontento por la nueva empresa es donde habría que situar la novedad que significa el Libre del Repartiment. El rey no espera a la obtención de territorios para entregarlos a sus nobles, sino que se ve en la necesidad de realizar las donaciones antes, con el fin de que estos acudan y no abandonen. Se reparten tierras, villas, castros, con antelación a su conquista, caso único ya que todos los repartimientos se efectúan una vez conquistado el territorio. La Crónica señala que, calmados los ánimos, el monarca deja a su tío Guillem de Entenza al frente de la fortaleza junto con cien caballeros que vienen desde Burriana para encargarse de su custodia. A través de las donaciones anotadas en el Libre del Repartiment pode70

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Libre deis Feyts, IV, p. 47. M. D. Cabanes Pecourt, R. Ferrer Navarro, Libre del Repartiment del Regne de Valencia, 3 vols. Zaragoza, 1979-80. 71

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mos conocer perfectamente la identidad de los primeros defensores de la fortaleza del Puig. Pacificadas pues las iniciales resistencias, el rey abandona el Puig a comienzos de agosto e inicia un viaje por Tortosa, Barcelona, Huesca y Zaragoza intentando "vender" la idea de la lucha contra Valencia. Estando en este quehacer recibe la noticia de que sus tropas han obtenido una importante victoria sobre Zayyan en la denominada batalla del Puig que según las fuentes musulmanas debió de acontecer el 20 de agosto de 1237. Fue esta la única batalla importante realizada a lo largo de toda la conquista valenciana y en ella no estaba presente el monarca, por lo que, a pesar de la pormenorización que de ella se hace en la Crónica, en este caso el rey habla de oídas ya que no fue testigo presencial de los hechos. Todo hace pensar que pudo tratarse de una batalla importante, al menos por el número de combatientes, realizada en campo abierto ya que los sitiados en el Puig salieron a defenderse. La victoria cristiana se exagera cuando se describen los dos bandos contendientes ya que el ejército musulmán, al decir de la Crónica, era extremadamente numeroso, contenía guerreros de todos los territorios en poder de Zayyan, "e dien que Caen ab tot lo poder de Xativa tro a Onda (e que eren be DC cavallers e be XI milia homens a peu) vingueren aytal dia al sol exit, gran mati, per combatre al Puig ". 72

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Sorprende un tanto el hecho de que un ejército tan numeroso no sólo fuera derrotado por un centenar largo de caballeros, sino el escaso número de bajas que causó entre la tropa cristiana, ya que únicamente se contabilizó la muerte de tres caballeros: "e moriren deis nostres Ruy Xemenez de Lusia, que tant entra a les primeres ferides que anch hom no l vee tro que l trobaren mort; e mori hi son Jíyl don Xemen Pong de Terga, lo major, e I altre qui tenia la 72

Entre los que reciben las donaciones, y por tanto se hallaban en el Puig desde los primeros momentos, tenemos: Artal de Luna, Ochoa Peralta, el comendador de Alcañiz, G. de Vic, Gomicio Muñoz, Gil de Atrosillo, Martín de Sicilia, G. Bou, F. de Nanina, R. Bayneres, G. de Rondors, G. de Alegret, P. Duran, A. Jorda, R. de Rubi, P. Bufil, Berenguer Español, G. Genovés, R. Rossel, B. Gilabert, B. Sagalea, Bafiel, Gonzalvo Pérez de Cuenca, Rodrigo Giménez de Luesia, García Pérez de Figuerola, etc. Libre deis Feyts, IV, p. 59. 73

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senyera de don Bn G; e ach hi cavalers ferits, mas no que n morissen ". El rey regresa al Puig a comienzos de 1238 y premió a los combatientes a los que reemplazó los caballos perdidos, además de renunciar al quinto del botín. Su estancia en la fortaleza no duró demasiado ya que tenía que atender los agudos problemas que atravesaban sus estados. De nuevo los caballeros forman ligas contra él y ha de ser el propio papa Gregorio IX el que intervenga ordenando la disolución de tales ligas. Superado el problema, Jaime I reanuda la actividad propagandística en favor de la lucha contra Valencia y cita a cuantos quisieran ir a pelear contra los valencianos para que se reúnan en el Puig en la Pascua de 1238. Una vez más, la nobleza intenta boicotear la empresa real; ahora lo hacen aconsejando al rey que abandone el Puig ante el fallecimiento de Guillem de Entenza, a quien, como se recordará, el monarca le había encomendado la custodia de la citada fortaleza, "senyor, aquest es l acort en que tuyt havem vist e pensat; e havem a guardar la vostra azina, e no tan solament la vostra azina, mas la messio que puscats fer en reteñir aquel pug; e veem que vos no havets aquela riquea per que vos tan gran messio con comengada havets puscats acabar". Dado que la situación de la tropa estacionada en el Puig se hacía difícil debido a todos estos problemas, Jaime I intenta elevar la moral con el fin de poder seguir dedicándose a reclutar nuevos combatientes por sus territorios de Aragón y Cataluña, lo que paraliza al conocer que las tropas que custodian el Puig habían concertado abandonarlo secretamente tan pronto se hubiera ido él. Ante tal situación el monarca permanecerá en el Puig, jurando ante todos los caballeros que no cruzaría el Ebro ni Teruel; esto es, que no iría a Cataluña ni a Aragón sin haber conquistado antes la ciudad de Valencia y, para más abundamiento, hace venir a su mujer a la frontera. Visto el cariz que toman los acontecimientos, Zayyán propone un pacto al monarca aragonés; ofrece todos los castillos ubicados dentro 74

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Libre deis Feyts, IV, p. 63. Libre deis Feyts, IV, p. 67. Libre deis Feyts, V, p. 11.

del triángulo formado por el río Turia, Tortosa y Teruel, una quinta de recreo en las afueras de Valencia, en la Zaydía, y diez mil besantes de renta anual. Jaime I no acepta el pacto señalando que lo que quiere es conquistar el territorio valenciano. Ante la determinación del soberano aragonés, una serie de poblaciones que permanecían fieles a Zayyán y que se encontraban tanto al norte como al sur del Puig, inician tratos con Jaime I para rendirse. Estos pactos los realiza directamente la nobleza local o la aljama con el monarca, sin mediar para nada Zayyán, lo que viene a significar el escaso poder de quien, atrincherado en Valencia y abandonado por el resto de los gobernadores de Al-Andalus, observa cómo sus territorios se van entregando al soberano aragonés. Al decir de Guichard, los pactos entre las aljamas y Jaime I en el momento de la conquista parecen demostrar que cada comunidad ejercía derechos colectivos al mismo tiempo sobre el territorio que ocupaba y sobre el castillo que constituía su centro. De tal manera que las aljamas no corresponderían a "pueblos" sino a distritos rurales relativamente extensos, formados por varias alquerías agrupadas alrededor de una fortificación de refugio o de un poblado fortificado de altura. En los casos en los que la Crónica nos cuenta los pactos de las aljamas con el rey, se ve cómo lo que este intenta obtener de las dichas aljamas es la rendición de los numerosos castillos controlados directamente por aquellas, más numerosos que los dependientes del reyezuelo Zayyán, como ocurría con Almenara por ejemplo: "que el era en aquel castel per Çahen, rey de Valencia, e era cavaller". El rey pacta con las aljamas de. Almenara, Nules, Castro y Alfandech; por lo general cada aljama le pide el mantenimiento de su religión y de un sistema tributario más liviano que el que venían soportando, igualmente solicitan que se les regale ropas y cabalgaduras para los que realizan el trato y un número determinado de cabezas de ganado para el resto de la comunidad. En el caso concreto de Almenara, los regalos demandados eran: "e demanarem nos que les here77

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P. Guichard, Estudios sobre Historia Medieval, p. 177. P. Guichard, Estudios sobre Historia Medieval, p. 240. Libre deis Feyts, V, p. 37. 57

tassem, a cada I de part co que haviem en Almenara, de III jovades de térra a cascun, e que n donassem a parents lurs, que haurien en aquest feyt lur ajuda, XXX jovades e que totes aqüestes jovades serien de los alguebers, go son, d. aquells qui havien desemparat lo logar, qui se n eren fuytes; e que les donassen CC vaques e M entre oveyles e cabres, e que les vestissem de drap de grana XL de lurs parents d. aquels qui serien ab els en lo feyt e que donassem a aquels II sengles rocins, que anassen en comte de caváls ". Con la rendición de los castillos señalados, Zayyan pierde prácticamente todo el poder en la actual provincia de Castellón, únicamente se mantenía bajo su autoridad la localidad de Onda. A estas rendiciones le siguen otras como las de Paterna, Bétera y Bufilla; con ellas Jaime I cuenta con bases ubicadas muy cerca de Valencia, incluso a las espaldas de esta, cuando aún no había puesto cerco a la capital del Turia. Si resulta difícil entender el pacto de las aljamas castellonenses con Jaime I todavía nos parece más complicado el que se le rindieran las citadas plazas de Paterna, Bétera y Bufilla, estando tan próximas a Valencia en donde estaba Zayyan con su caballería. La Crónica no señala las posibles causas de esta rendición, únicamente indica que su pase a poder cristiano produjo una gran ira entre los musulmanes de la ciudad de Valencia "e quan saberen los serrains de Valencia que nos haviem Paterna, per una ira e dolor que havien de primer, los dobla, e quant tant nos acostavem a ells ". La conquista del territorio continúa, el antiguo gobernador Ceyt Abuceyt, convertido al cristianismo y como un feudal más, conquista la comarca de los Serranos como lo prueba un documento según el cual el 19 de abril de 1238 el citado Ceyt dona al obispo de Segorbe las iglesias de Alpuente, Tuéjar, Azagra y Domeño. La llegada de nuevos contingentes de tropas al castro del Puig decide al rey a dirigirse hacia Valencia comenzando su cerco el 22 de abril de 1238, al decir de Ibn Al Abbar, secretario de Zayyan. El ejército acampó la primera noche entre Valencia y su Grao, lugar del que se mudaron cuando los almogávares conquistaron la importante alquería de Ruzafa ("a dos tiros de ballesta de Valencia"), trasladándo80

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Libre deis Feyts, V, p. 33. Libre deis Feyts, V, p. 47.

se allí la parte más selecta del ejército, ocupando los personajes más importantes las casas de la citada alquería. Mientras permanece el cerco a la ciudad, las tropas cristianas van aumentando en número hasta alcanzar un gran contingente de combatientes. Exageradamente la Crónica habla de mil caballeros y sesenta mil peones, provenientes de todos los lugares: Aragón, Cataluña, Castilla, Navarra, Francia, Alemania, Hungría, Portugal, Italia e Inglaterra. Frente a este ejército, el de Zayyan, muy inferior según la misma Crónica -unos cuatrocientos de a caballo y unos diez mil peones-, se encierra en la ciudad y no saldrá en ninguna ocasión más que para realizar torneos singulares o para intentar robar a la hueste cristiana. 82

e veem estar Qaen ab tot lo poder de Valencia en I torra, que es en la mijania entre Valencia e Ruçafa, on ha mes roques e ajusta s. y aygua quan plou, e de les sequies (la qual torra te ara en R. Riquer), e aestmam los que y podía haver tro a CCCC homens a caval, e a peu la major forga deis homens de Valencia e al semblan de nos e d. aquels qui eren ab nos, aestmam los no poch mes o poch menys de X millers. E la ost ana y crexen, e los serrains estrengueren se en tal manera, que anch no osaren exir a nos sino de torneg que havien ab alguns de la ost. 83

Si llama poderosamente la atención el hecho de que Zayyan pierda varias de sus plazas sin que, al menos aparentemente, haga el más mínimo esfuerzo por retenerlas, más raro resulta que habiendo puesto cerco los cristianos a una ciudad tan importante como era Valencia, el Islam no haga nada por socorrerla. La posible contestación a esta paradoja podría residir en que tanto el cerco como la posterior conquista de Valencia coincide con uno de los momentos de mayor desunión entre los musulmanes hispanos. El asesinato de Ibn Hud en 1238 deja a Zayyan sin aliados puesto que las familias que controlan Alcira, Xátiva y Denia no le reconocen, dejándole solo en Valencia. Esta soledad intenta paliarla Zayyan mandando una embajada a Túnez con el encargo de negociar el reconocimiento de Abu Zakkari82

M. D. Cabanes Pecourt, R. Ferrer Navarro, Libre del Repartiment del Regne de Valencia, vol. I, asientos n° 217, 222, 237, 252, 253, 260, 282, 309, 318, 421, 583, etc. Libre dels Feyts, V, p. 49. 83

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ya como califa, a cambio le pide ayuda militar contra Jaime I. Esta ayuda le llega en forma de doce galeras y seis taridas que fondean en el Grao de Valencia, sin atreverse a desembarcar por miedo a una emboscada; pensaban que los sitiadores cristianos abandonarían el cerco de la ciudad al verse entre dos frentes. Al no levantar el cerco la hueste cristiana, las naves tunecinas pusieron rumbo a Peñíscola intentando apoderarse de dicho castillo siendo vencidas por Fernando Pérez de Pina, quien contó con la ayuda de los musulmanes del lugar; fracasados en este intento, los navios se dirigieron hacia Denia en cuya playa descargaron parte de las vituallas que traían y se volvieron de nuevo hacia Túnez. Abortada toda ayuda, Zayyán comenzó a negociar el pacto de rendición de Valencia, pacto que se mantuvo en secreto ya que Jaime I no se fiaba de sus nobles, "molts ni y havia a qui no playa que Valencia fos presa, que mes la amaven que fos de sarrains que no que vingues a nostrepoder". En lo concerniente a la capitulación de la ciudad del Turia, la Crónica alcanza uno de los momentos literarios más expresivos, cuando el monarca comunica a sus nobles que ha pactado la rendición de Valencia, estos reaccionan así: "don Nuno, don Exemen de Orea, don P. Fernandez d. Açagra e don P. Corneyl perderen los colors aixi com si hom los hagues ferits endret lo cor ". Las causas que llevaron a Zayyan a rendir la plaza fueron el fracaso de los socorros tunecinos, el fuerte cerco a que estaba sometido, así como la certeza de que no podría resistir mucho tiempo ya que en Valencia se había refugiado mucha gente de los poblados de los alrededores y pronto iban a faltar los alimentos. Este cerco debía de ser únicamente por tierra ya que en ningún momento se habla para nada de bloqueo marítimo y el hecho de que la escuadra tunecina se moviera a sus anchas frente a la costa valenciana demuestra que Jaime I utilizó el mar únicamente para aprovisionar a sus tropas. Las negociaciones de la rendición fueron rápidas, el documento de capitulación se firmó el 28 de septiembre de ese 1238 y en él se disponía lo siguiente: 84

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Libre deis Feyts, V, pp. 51-53. Libre deis Feyts, V, p. 61.

- Los musulmanes que quisieran irse podían hacerlo salvos y seguros, pudiendo llevar "toda su ropa mueble". - Los musulmanes que quisieran quedarse lo podían hacer salvos y seguros bajo la protección de Jaime I, pero deberían ponerse de acuerdo con quienes tuviesen las heredades. - Jaime I promete a Zayyan una tregua valedera por siete años para Denia y Cullera con sus términos. - Zayyan promete entregar en veinte días todos los castillos y villas que tenía hasta el rio Júcar, excepción hecha de Denia y Cullera. castro et villas que sunt et teneo citra Xuchar, infra predictos viginti dies, abstractis et retentis mihi illis duobus castris Denia, scilicet et Cuilera. 86

Para obligar a los nobles a cumplir lo pactado, que ellos rechazaban por privarles del asalto y por lo tanto de obtener un sustancioso botín, Jaime I hace suscribir como testigos de este documento al infante don Fernando, Nuño Sanz, Pedro Cornel, Pedro Fernández de Azagra, García Romei, Rodrigo de Lizana, Artal de Luna, Berenguer de Entenza, Guillem de Entenza, Atorella, Assallito de Gudal, Fortún Aznar, Blasco Maza, Roger conde de Pallars, Guillem de Moneada, Ramón Berenguer de Ager, Guillem de Cervelló, Berenguer de Eril, Ramón Guillem de Odena, Pedro de Queralt, Guillem de San Vicente, los arzobispos de Narbona y Tarragona, los obispos de Barcelona, Huesca, Tarazona, Segorbe, Tortosa y Vich. Dueño de un territorio que abarcaba hasta la orilla izquierda del río Júcar, Jaime I comienza por hacer efectivas las donaciones que había prometido a sus nobles y caballeros antes de la conquista de Valencia, donaciones a las que ahora añade otras más. Con estas nuevas concesiones el monarca intenta contentar a sus nobles disgustados por el hecho de que la ciudad se hubiera obtenido por pacto escamoteándoseles la oportunidad de obtener botín en el asalto. La conquista de Valencia le proporcionó a Jaime I una gran fama en toda la cristiandad; R. I. Burns ha recogido una serie de noticias al respecto. Así, el papa Gregorio IX mandó un mensaje de congratulaA . Huici, M . D. Cabanes, Documentos de Jaime I de Aragón, doc. n° 273. 55

ción a las provincias de Aix, Auch, Arles, Narbona y Tarragona. Por su parte, Milán, Piacenza, Bolonia y Faenza invitaron al monarca victorioso a que acaudillara el norte de Italia contra el emperador Federico II, ofreciéndose a pagarle los costos y a hacerse sus vasallos. Los trabadores del Languedoc, al conocer la noticia de la conquista de Valencia, lamentaron en sus versos que tal poder hubiera emigrado de su propia tierra hacia el sur. En la lejana Inglaterra, Matthew París anotó cómo "con sus aliados, el espléndido e infatigable guerrero, el señor de Aragón, había asolado de tal forma con su guerra sangrienta la gran ciudad de Valencia, que la había obligado a rendirse". Luis IX de Francia le envía una espina de la Corona de Cristo "como muestra de especial afecto". Esa fama no se traduce en un dominio del rey sobre sus nobles. Una vez más la Crónica nos habla de cómo el monarca pide a los ricos-hombres y a los trescientos ochenta caballeros heredados en Valencia que permanecieran durante un año guardando dicha ciudad y que, pasado dicho tiempo, fuesen a sus tierras a resolver sus asuntos y que luego volvieran a sus heredades valencianas. Los nobles no aceptaron esta petición y su contraoferta fue la de permanecer en la ciudad únicamente cien caballeros durante cuatro meses y los otros marcharse a sus asuntos, transcurrido dicho plazo vendrían otros cien caballeros a relevarlos durante otros cuatro meses a la conclusión de los cuales, cien caballeros más volverían a Valencia para guardarla por espacio de los cuatro meses restantes. 87

E que nos haviem hereíats CCCLXXX cavallers e l. regne, menys deis richs homens; e que s aturassen I any ab nos aquels qui havien heretats, e de I any en avant, que porien tornar a lur térra e fer ses faenes e vendre ço que havien la, per venir açi; e que nos la tenrien mentre els seriem la, tro a I terme convinent... que volguessem que MI meses nos servisen C cavallers, e altres MI altres C, e altres MI meses que serian compliment del any, que us servissen altre C; e ab aitant que fossem pagats d. els. 88

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R. I. Burns, El Reino de Valencia en el siglo xm. Iglesia y Sociedad, 2 vols., Valencia, 1982, p. 30. Libre deis Feyts, VI, pp. 9-11. 88

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Incluso en el aspecto económico no parece que la conquista de Valencia representara para el monarca una inmediata inyección de dinero ya que tuvo que ir a Monpelier a pedir que le ayudasen para resarcirse de los gastos que le había ocasionado la conquista de la mencionada ciudad "e nos faem armar una galera, que anassem a Montpellier per demanar los que, us ajudaden per les messions que nos havem feytes en conquerir Valencia ". 89

Tercera etapa: 1239-1245 El pacto entre Jaime I y Zayyan establecía que el monarca aragonés recibía las tierras hasta la orilla izquierda del río Júcar; que Zayyan se reservaba para sí las localidades de Cullera y Denia con sus territorios; que entra en vigor una paz entre el rey cristiano y Zayyan valedera durante siete años en los que Jaime I no podía atacar ambas poblaciones. Según esto, don Jaime tenía las manos libres para conquistar las tierras al norte del Júcar que todavía estaban en poder de los musulmanes, otro tanto podía hacer con las situadas al sur del mentado río; de ambas partes se excluían las posesiones de Zayyan, esto es, Cullera y Denia. La mayoría de los historiadores que se han ocupado de estudiar este período han centrado su interés en demostrar si se cumplió o no el pacto entre Jaime I y Zayyan, analizando la actuación del primero de ellos. La realidad parece ser bastante diferente a lo aportado por este tipo de análisis. En principio Jaime I no se dedica a incorporar las tierras al norte del Júcar todavía en posesión de los musulmanes, sino que se ausenta del reino dejando al frente de las tierras conquistadas a una serie de vicarios que no controlan la situación. Merced a ello un buen número de aventureros, desde nobles a almogávares, se dedican a realizar saqueos y correrías cuya única finalidad es conseguir botín, dañando gravemente a los musulmanes, tanto a los que se habían sometido a la autoridad de Jaime I como a los que vivían en las tierras al sur del Júcar y que por tanto no eran vasallos del monarca aragonés. El terri85

Libre deis Feyts, VI, p. 13. 57

torio valenciano, y especialmente la frontera sur, se convierte en lugar de tropelías de los guerreros cristianos contra los musulmanes. E nos hoim estes noves en Arago, que mal anava ais moros qui eren al regne, e que no gozaven exir a les cavalgades e que vinguessem al regne, que gran mester hi era. 90

Ante este estado de cosas, Jaime I vuelve a tierras valencianas y con su presencia se detectan una serie de actitudes cuyo análisis nos puede dar las claves para comprender las conquistas que se van a realizar al norte y sur del Júcar. Por lo que respecta a la conquista de las tierras al norte del río Júcar, nos encontramos con dos tipos de territorios; por un lado, aquellas localidades que estaban en poder de las noblezas locales o de la aljama y que por tanto podía obtenerlas perfectamente el monarca aragonés, de algunas conocemos el momento de su incorporación al mundo cristiano, casos como el de Eslida, Veo, Ahín, Pelmes, Sueras y Sentquero, que lo hacen el 22 de mayo de 1242; de otras ignoramos el instante de su conquista, tal como sucede con Liria, que debió de entregarse en 1240 según las Efemérides Turolenses, u Onda, de la que se ha venido señalando su rendición en 1241, fecha un tanto improbable ya que el monarca estuvo ausente del reino durante ese año. El segundo tipo de territorio lo constituye Cullera, localidad que a tenor de lo pactado no se podía obtener hasta pasados siete años, hasta 1245. En 1239 el monarca aragonés se apodera de Cullera, por lo que no respetó el pacto firmado con Zayyan. Algunos historiadores sostienen que no debió de romperse el pacto pese a la conquista de Cullera en 1239; para ello aducen el hecho de que, con posterioridad a la apropiación de Cullera por el aragonés, Zayyan se entrevistó con él proponiéndole un trato -el musulmán le entregaba al cristiano el castillo de Alicante a cambio de que aquel le cediera Menorca en vasallaje-; en ningún momento de esta entrevista Zayyan acusó a Jaime I de haber roto el pacto. Ahora bien, todo lo que sabemos de la citada entrevista lo conocemos a través de la Crónica

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Libre deis Feyts, VI, p. 44.

y, por tanto, no es una fuente válida para este tema en concreto ya que Jaime I no iba a inculparse de haber cometido una felonía. Lo único cierto es que en 1239 Jaime I tenía Cullerà, población que según lo pactado no podía conseguir antes de 1245. En cuanto a los territorios al sur del río Júcar, tenemos por un lado a Denia, que pertenecía a Zayyan y que, como en el caso de Cullera, no se podía obtener hasta 1245; por otro lado las tierras gobernadas por los partidarios de los "huditas", tierras sobre las cuales no pesaba pacto alguno que impidiera al aragonés el hacerse con ellas. Esta situación pudo cambiar radicalmente a partir del 19 de abril de 1239, fecha en que Zayyan consigue el reconocimiento de los gobernadores "huditas" del sur del Júcar, convirtiéndose en dueño de un territorio que se extiende desde el citado río hasta los confines de una línea que unía Almería, Granada y Jaén. La pregunta que se hacen los historiadores ante este suceso es si el pacto que habían firmado Jaime I y Zayyan en la capitulación de Valencia, se traslada ahora a las tierras al sur del Júcar. Algunos han respondido afirmativamente; así, el profesor Ubieto señala que con la proclamación de Zayyan como rey de Murcia las tierras al sur del Júcar quedan automáticamente incluidas en las treguas firmadas el 28 de septiembre de 1238, así mismo que estas treguas fueron rotas en dos ocasiones, hacia junio de 1239 con la conquista de Rebollet por parte de Guillem Aguiló y con la expedición de R de Alcalá a Xátiva en 1240. También E. Belenguer indica que el nombramiento de Zayyan como rey de Murcia supuso el cese de las expediciones guerreras cristianas ya que entra en vigor el pacto entre Jaime I y Zayyan. Por lo que respecta a los sucesos de Guillem Aguiló sobre Rebollet y de P. de Alcalá sobre Xátiva, el citado autor indica que Jaime I actuó de forma distinta en cada caso. Por nuestra parte hemos de señalar que no se conoce documento alguno que manifieste que el pacto relativo a Denia y Cullera se hizo extensible a partir de abril de 1239 a todas las tierras al sur del Júcar; es más, en un documento fechado el 15 de julio de 1240, Jaime I señala que le quedan cinco años de pacto con Zayyan y que pasados 91

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A. Ubieto, La reconquista de Valencia y Murcia, p. 163. E. Belenguer, Jaume I a través de la Historia, vol. 2, p. 161. 59

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los cuales no piensa renovarlo. ¿A qué pacto se refiere el rey? Obviamente se está refiriendo al realizado con motivo de la capitulación de Valencia del que han transcurrido dos años (estamos en 1240) y por tanto quedan otros cinco. ¿A qué lugares se refiere este pacto? Necesariamente ha de referirse a Denia puesto que Cullera ya no pertenece a Zayyan. Estamos en julio de 1240 y Jaime I señala que está cumpliendo el pacto firmado con Zayyan, sin embargo desde la firma en 1238 hasta julio de 1240 en que se fecha este documento han ocurrido los siguientes hechos: - En abril de 1239 se inician las conversaciones con el alcaide y los representantes de la aljama de Bayrén, quienes prometen entregar el castillo siete meses después, cosa que cumplen juntamente con los de Villalonga, Borró, Palma y Vilella. Jaime I trata directamente con el alcaide y aljama de Bairén sin que intervenga para nada Zayyan; las tierras de Bairén estaban en territorio que entonces gobernaba Zayyan ya que su autoridad iba desde el Júcar hasta Almería-Granada-Jaén. -Entre abril y mayo de 1239 el rey autorizó una cabalgada hacia Villena y Sax, territorios dependientes de Murcia y por tanto bajo la autoridad de Zayyan. Cabalgada en la que participa una buena muestra de la nobleza, el infante don Fernando, Pedro Cornel, Artal de Alagón, Rodrigo de Lizana, juntamente con los caballeros de la Orden de Calatrava. Todos los nobles, a excepción de Artal de Alagón, habían suscrito el pacto entre Jaime I y Zayyan. La expedición acabó con el cerco baldío de Villena y la muerte de Artal de Alagón en Sax, pero a la vuelta los calatravos obtienen la rendición de Villena. Que el rey consentía y aprobaba la conquista de Villena es algo perfectamente probado puesto que así se escribe en su Crónica. Villena pertenecía a Zayyan por encontrarse en la taifa de Murcia, este hecho se produce a finales de abril o a comienzos de mayo de 1239. don Ferrando, ab los de Calatrava, e ab don Pero Corneyl, e don Artal de Alago e don Rodrigo de Liçana, anaren assetjar Billena; e levaren I almajanech. E anaren hi per lur acort que havien ja enpres A. Huici, M. D. Cabanes, Documentos de Jaime I de Aragón, doc. n° 312. 60

car nos ho dixeren, e nos dixem los que anassen en bona ventura, e si la podien haver, que la heguessen. 94

- Entre junio y noviembre de 1239, Guillem Aguiló ataca y conquista Rebollet; vuelto el rey a Valencia castiga a los culpables, desterrando al caballero catalán y devolviendo lo que se pudo recuperar del botín. La acción del destierro del malefactor así como la devolución de Rebollet a los musulmanes se interpreta por E. Belenguer como la prueba de la existencia de que aquel pacto entre Zayyan y Jaime I de 1238 regía ahora para los territorios del sur del Júcar. La realidad más bien parece otra; la misma Crónica lo señala: "si havets 95

deservid feyt, per II raons; la una, perqué havets feyt mal ais sarrains; l. altra per que havets trencat nostre manament, que les serrains vivien en nostra fe e havets trencat co que nos los haviem pro96

mes ". Jaime I acusa a Guillem Aguiló de haber causado daño a los musulmanes (a los de Rebollet), que vivían confiados en la palabra dada por el rey, lo que significaba que hubo un quebrantamiento de lo acordado, de lo pactado. ¿Qué quiere decir todo esto? Que Rebollet se hallaba entre los lugares que, juntamente con Bayrén, habían pactado con Jaime I entregar su territorio siete meses después de haberse terminado las conversaciones, por tanto contaban con la protección real una vez habían acordado su entrega; en ese impás, entre el final de las conversaciones y el plazo de siete meses, es cuando aparece Guillem Aguiló atacándoles y apoderándose de la localidad. Por tanto los de Rebollet "vivían confiados en nuestra palabra y habéis roto lo que nosotros les habíamos prometido". - En febrero de 1240 Pedro de Alcalá hace una expedición de saqueo contra Xátiva, la aventura termina cayendo prisionero el tal Pedro de Alcalá, juntamente con cinco compañeros de expedición. Jaime I aprovecha la coyuntura para dirigirse a Xátiva con un ejército pidiendo que le entreguen los prisioneros. La propia Crónica describe perfectamente los procesos por los que pasa la confrontación entre Jaime I y los de Xátiva. En un principio, cuando el aragonés

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Libre deis Feyts, VI, p. 35. E. Belenguer, Jaume I a través de la Historia, vol. 2, p. 162. Libre deis Feyts, VI, p. 29. 61

llega a la capital de la Costera se queda maravillado tanto del castillo como de su término: "e anam la, e aquel coyl agut qui est part del castell; e veem la plus bela orta que anch haviem vista en vila ni en castell, e que y havia mes de CC algorfes per la orta, les plus beles que hom pogues trobar, e les alqueries en torn de la orta, moltes e espeses; e veem encara lo castell, tan noble e tant bel, e tan bela orta ". A partir de ese momento se propone obtener la plaza a pesar de todos los problemas; así el alcaide de Xátiva le señala cómo P. de Alcalá había roto una tregua que el mismo Jaime I había firmado con los de Xátiva: "se maraveylas perqué nos fayem acó, que ell avia son cor e sa volentat de fer nos tot que el pogues fer per nos ab rao, mas que ells li havien trencada la tregua que nos li haviem dada, e sobre acó que se n ach a deffendre ". Jaime I hace oídos sordos a esa tregua ya que "car nos enteniem mes haver Xátiva que els cavallers, nos que enteniem mes en lo castell que en los cavallers ". Incluso señala el monarca que cuando un notable de Xátiva le indicó que si no les cercaban les entregarían a los prisioneros, él se calló esta información mintiendo a los suyos con el fin de que estos mantuvieran el asedio a la localidad, "vench Abenferri, e dix nos a una part, devan lo trujiman nostre, que si no l talavem, que us daría los catius. E nos dixem li que se n anas sa carrera, que tant ho havia tardat, que d. uy mes no fariem aquel pleyt. E dixem a don Rodrigo Licana que no les volien rendre; e aixi, cobrim nos d. ell, epensam nos entre nos que pus valia que romanguessen en preso I temps e que nos aguessem Xátiva, pus Deus nos ho havia appareylat". Continúa el cerco manteniendo los engaños, cerco que reviste una dureza inusitada ya que se dedicaron a talar la vega, a romper azudes y a destruir los molinos. Ante tales barbaridades, los de Xátiva capitulan; el pacto que hacen con Jaime I les obliga a entrar en vasallaje con el monarca, entregarle la fortaleza de Castellón de Xátiva y a devolver a P. de Alcalá y a sus compañeros. A pesar de que Xátiva estaba en territorio gobernado por Zayyan, los habitantes de esta localidad pactan directamente con Jaime I sin intervención de aquel. 97

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Libre deis Feyts, VI, pp. 45-47. Libre deis Feyts, VI, p. 47. Libre deis Feyts, VI, p. 47. Libre deis Feyts, VI, p. 49.

Si se dice que se está respetando la tregua y en el impás se ha producido la incorporación de los castros de Bayrén, Villalonga, Borró, Palma y Vilella, la conquista de Villena y la expedición de Pedro Alcalá a Xátiva, todo ello en territorio gobernado por Zayyan, habrá que admitir que esa tregua únicamente puede referirse a Denia, a ningún sitio más, no hay un pacto global para todo el territorio al sur del Júcar. En el verano de 1241 destronan a Zayyan. Los historiadores que hablan del pacto global hasta 1245 señalan que a partir de la fecha del destronamiento ya no existe impedimento alguno para que el monarca aragonés conquiste los territorios de aquel; de ahí la frase del monarca cristiano cuando dice en su Crónica que volvía a la lucha "per que aitambe haguessem tot latre regne com haviem tro a Xuquer". Nuevamente disentimos de lo señalado; precisamente cuando se destrona a Zayyan es cuando se le presentan los problemas a Jaime I. A la caída de Zayyan el territorio al sur del Júcar se desintegra en una serie de pequeñas unidades al mando de los arráeces que se declaran independientes, por lo que el nuevo soberano hudita recurre a Fernando III de Castilla (pacto de Alcaraz de 1243); a cambio de la mitad de sus rentas, le pide ayuda al castellano para recobrar el poder sobre sus territorios. El peligro proviene ahora de los castellanos que, haciendo valer su papel de aliados del nuevo gobernante hudita, intentarán apoderarse de Alcira, Xátiva y Denia. Por eso, Jaime I regresa nuevamente a los asuntos valencianos a partir de septiembre de 1243, con el fin de adelantarse a su yerno, el futuro Alfonso X, que se había acercado a Alcira e intentaba pactar con los de Xátiva una vez obtenidas Enguera y Mogente. 101

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e quan vench I mes passat dixeren nos que Enguera e Muxen havien retut al infant don Alfonso de la qual cosa nos maraveylam molí, que ell presses neguna cosa de la pertinencia de Xátiva, per co com era de la nostra conquesta. 103

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Libre deis Feyts, VI, p. 61. R. Azuar, La conquista de Alicante, p. 133. Libre deis Feyts, VI, p. 77.

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Al extenderse la noticia de que Jaime I iba a atacar las fortalezas del sur del Júcar, el arráez de Alcira huye a Murcia dejando sola a la aljama local que entabla negociaciones con el monarca aragonés; a cambio de garantías para el mantenimiento de las propiedades y de su legislación, los alcireños aceptan entregarle una torre cercana a la puerta de Valencia. Conseguido lo cual, Jaime I pide otras tres torres con el fin de tener el espacio suficiente para convertirlo en una fortaleza en donde poder tener una guarnición separada del resto de la ciudad. De ser esto así, se podría considerar mediando 1242 como el momento de la obtención de Alcira; Guichard señala acertadamente que en esas fechas el Libre del Repartiment contiene donaciones referentes a Alcira, lo que demuestra que en esos momentos Jaime I ya posee el término de la ciudad puesto que lo reparte. Podría pensarse que la fecha señalada por la tradición para la conquista de la ciudad la del 30 de diciembre de 1243, debió de ser la entrada "oficial" del rey en la localidad, un caso similar a la del 9 de octubre de 1238 para la ciudad de Valencia. Restaban unas plazas por las que pugnaban castellanos y aragoneses, de todas ellas la más importante es Xátiva que había entrado en negociaciones con el infante don Alfonso de Castilla. Por ello, Jaime I aprovecha la primera coyuntura que se le presenta para asegurarse el dominio de la localidad. La ocasión le viene, según la Crónica, como consecuencia de una incursión que realizan gentes de Rodrigo de Lizana y almogávares; a su vuelta, al pasar frente a Xátiva, son prendidos por los musulmanes de dicha población, ayudados por los de Tous, Terrabona y Cárcer. donaren los salt los moros sens e cavallers de Xátiva, e tolgueren los de la cavalgada, e muís e rocins tro a V o VI e mataren hi II caváis. 104

Pretextando este incidente, don Jaime comienza un nuevo cerco a Xátiva a partir de enero de 1244. Frente a las alegaciones del alcaide setabense de que fueron los cristianos los primeros en romper el pacto, Jaime I señala que Xátiva era la "clau del regne" y por lo 104

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Libre deis Feyts, VI, p. 65.

tanto no podía considerarse rey del reino de Valencia si no poseía Xátiva. mas que pus Deus volia que nos fossem rey del regne de Valencia, e que Xativa era lo pus noble loch que y fos de Valencia enfora, que ell ho devia voler car d altra manera li poriem nos fer be, si que el e son linatge en porien viure honradament; altra que l castell de Xativa que feya per nos, car era clau del regne, e nos no seriem rey del regne de Valencia si Xativa no era nostra. 105

El cerco de Xátiva dura desde enero hasta comienzos de junio, momento en que el aragonés llegó a un acuerdo con el alcaide por el que éste cede el castillo menor, reservándose el mayor durante dos años, a cuyo término (julio de 1246) se lo entregaría. Según la historiografía musulmana, mientras don Jaime se hallaba en el cerco de Xátiva, el 11 de mayo de 1244 se le entregó Denia, rendición a la que seguiría la de Ondara, lo que sucedería en junio. Con el fin de presionar a los de Enguera, que se habían entregado a los castellanos, Jaime I cerca la población cogiendo a un grupo de unos diecisiete prisioneros de los que decapita a unos y ahorca al resto: "e puys altre dia anam a Enguera, e dixem los que ns rendessen Enguera, e si no ho feyen que d aquets XVII fariem justicia, e de tots aquels que poyriem pendre fariem atretal, tro fos erma. E per tot acó que nos los enviam a dir, no us volguen retre lo castell, e a vista d els fayem en la meytat escapear e l altra meytat enforcar". Ante tales acciones los de Enguera se le entregan, hecho lo cual el monarca aragonés entra en contacto con el calatravo que custodiaba Villena y Sax para incorporarlas a su corona, obteniendo igualmente de los moros las localidades de Caudete y Bugarra. Ante esta situación el futuro Alfonso X accede a entrevistarse con su suegro y rival Jaime I; la entrevista se realiza el 25 de marzo de 1244 pactándose el reparto de territorios entre la Corona de Aragón y Castilla; el aragonés entrega Villena, Sax, Caudete y Bugarra a su yerno mientras que éste le da Enguera y Mogente. 106

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Libre deis Feyts, VI, p. 89. Libre deis Feyts, VI, p. 79. 65

En ese mismo año 1244 actúan en las comarcas alicantinas una serie de aventureros que consiguen botín cuando no conquistas estables; uno de estos, Ceyt Abuceyt, es quien arrebata a sus excorreligionarios los castillos de Tibi, Orcheta, Torres y Castalia. Estando en Valencia, Jaime I recibe a una delegación de musulmanes de Biar que le piden que vaya a su población para rendirle el castillo. Trasladado a Biar con este fin, los de la localidad se niegan a entregárselo, por lo que inicia su cerco que dura desde septiembre de 1244 hasta febrero de 1245. El hecho de haber conquistado Biar no significa que Jaime I posea todas las tierras al sur del rio Júcar que le correspondían según el tratado de Almizrra; por el contrario, extensas zonas seguían en poder de las noblezas locales. Para conseguir un rápido avance, Jaime I firma acuerdos con ellos, pactos que garantizan la continuidad; esto es, que la nobleza local se mantendrá por un tiempo al frente de los castillos pagando rentas al rey cristiano. De entre todos los notables locales con los que pactó don Jaime, el más conocido es Alazraq con el que se firmó un tratado por el cual, el monarca aragonés recibe los castillos de Yurulas, Margalita, Alcalá, Perpuchent y Gallinera durante tres años, repartiendo las rentas; en contrapartida, y por el mismo espacio de tiempo, el aragonés le entrega a Alazraq las rentas de Ebo y Tollos. Transcurridos los tres años, el rey recibiría todos los castillos, excepto el de Alcalá y el de Perpuchent, cuyas rentas seguirían en poder del caudillo musulmán. En tan sólo seis años, 1239-1245, Jaime I logra obtener el territorio al sur del Júcar, la rapidez de su obtención es directamente proporcional a lo inseguro de ese dominio; extensas zonas con importantes castillos gobernados por las noblezas locales, tierras muy pobladas de musulmanes en donde los cristianos no representan sino la excepción. 107

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F. de P. Momblach, "El rey don Jaime y las guerras de Alazraq", en V Asamblea de Cronistas Oficiales del Reino de Valencia, Valencia, 1968. Por su parte Torró señala lo siguiente: "Al Azraq retiene para sí los castillos de Alcalá y Perpuchent y cede al rey cristiano los de Tárbena y Pop reservándose durante tres años la custodia de los de Gallinera, Castells, Margarida y Cheroles, de cuyas rentas percibirá la mitad".

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SUBLEVACIONES MUDEJARES

La conquista del territorio al sur del río Júcar se había realizado, en gran parte, mediante pactos con las noblezas locales; si a ello añadimos que apenas hubo repoblación cristiana hasta fecha muy posterior, tendremos claro que se había conquistado la zona pero que no se dominaba; casi todo permanecía igual que antes de la conquista, por lo que podía estallar una revuelta en cualquier momento. Los motivos de la sublevación mudejar los ve F. de P. Momblanch en el hecho de que los alcaides musulmanes se negaron a devolver los castillos a Jaime I cuando se cumplieron los plazos acordados. Entre los sublevados se hallaba Alazraq, quien, en el momento del pacto con el infante Pedro (hijo de Jaime I), dominaba una zona que comprendía los castillos de Pop, Tárbena, Margarida, Cairola, Castell de Castells, Alcalá, Gallinera y Perpuchent. Al sublevarse se apodera de los de Serra y Pego. Sorprendido fuera del reino, y ante la gravedad de los hechos, Jaime I se traslada a Valencia trazando el siguiente plan; expulsará a los mudejares de todo el territorio, guarnecerá los castillos que tiene en su poder y repoblará con cristianos el vacío provocado por la expulsión. Con el fin de llevar a término dicho plan reúne a finales de 1247 al obispo de Valencia, a los clérigos y a los principales ciudadanos de la capital, así como a los nobles de la comitiva a todos los cuales les expone su intención. A pesar de la oposición de los nobles, se señala el 6 de enero de 1248 como fecha para hacer pública la expulsión. Se mandan avisos a las aljamas notificándoles que tienen un mes para abandonar el reino con los bienes muebles que pudieran llevar consigo. Ante esta noticia, las aljamas más importantes intentan llegar a un acuerdo económico con el rey a fin de evitar su expulsión, lo que no se consigue. La Crónica dice que en Montesa se juntaron 60.000 para salir del reino, esta cifra la componían únicamente aquellos que 108

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F. de P. Momblanch, Alazraq capitán de moros, Valencia, 1977. Véase igualmente R. Bañó, "Contribució a l'estudi de les sublevacions d'Alazraq en les comarques d'Alcoiá i Comtat", en Revista del Instituto Estudios Alicantinos, 1977, p.33.

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no podían combatir, los que eran útiles para el combate permanecieron en sus tierras, acaudillados por Alazraq, haciéndole la guerra al rey. La expulsión, lejos de acallar la sublevación lo que hizo fue darle mayores bríos; así, si por el sur los sublevados toman Benicadell, por el norte vencen a un ejército cristiano en la Sierra de Espadan. Victorias como estas hacen que nuevas aljamas se sumen a la sublevación; los de Xátiva se agrupan bajo Alazraq, refugiándose un grupo de ellos en Luchente, por lo que el rey se ve forzado a poner cerco a dicha localidad. La sublevación sigue pujante a lo largo de 1248 y 1249. A partir de ese año hay una ausencia casi total de noticias referidas a dicho evento hasta 1258; únicamente sabemos que Alazraq tuvo una entrevista con don Jaime por la que debieron de cesar las hostilidades entre ambos. A partir de esos momentos el caudillo musulmán gozó de una cierta autonomía en la zona dominada por él; esta autonomía debió de romperse en 1258 ya que en esta fecha Alazraq vuelve a guerrear contra el aragonés a quien le arrebata los castillos de Finestrat, Orcheta, Torres, Polop y Jalón. Reanudadas las hostilidades, Jaime I expulsa al caudillo musulmán de Benicadell, quedando aquel reducido al dominio de los valles de Alcalá y Gallinera. Ante esto, el musulmán pidió una tregua en la Pascua de 1258, el aragonés no se la concede sino que se traslada a Cocentaina en donde se reúne con varios alcaides de la zona para preparar la conquista del territorio que aún poseía Alazraq, lo que se logra tras una breve campaña ya que el 8 de junio de ese 1258 Jaime I recobra Alcalá, Gallinera y dieciséis castillos más que dominaba el musulmán. Tras la capitulación del caudillo mudejar, el rey le destierra y entrega los castillos de Polop, Altea, Jalón, Tárbena, Planes, Orcheta, Torres y Serra de Finestrat a los alcaides musulmanes que le habían ayudado en su lucha contra Alazraq. Esta donación duró muy poco ya que, en 1261, se encomendó el castillo de Planes a Guillem de 109

R. Ferrer Navarro, "Aspectes demografics de la conquista. Poblacio préexistent i repoblacio en el Regne de Valencia", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, vol. I, Valencia, 1989, p. 325. 68

Rocafull, el de Tárbena fue recuperado en 1268 y los de Polop, Torres y Serra de Finestrat volvieron a manos cristianas en 1270. El único alcaide musulmán que permaneció al frente de un castillo fue el antiguo arráez de Xátiva, que se había trasladado a Montesa tras la toma de la ciudad por el rey cristiano. Coincidiendo cronológicamente con esta etapa de recuperación de castillos cedidos a los alcaides musulmanes, asistimos de nuevo a una segunda etapa de efervescencia mudejar en el sur valenciano. El hecho inmediato lo inducen los castellanos que realizan una serie de saqueos en el territorio granadino, ante lo cual los nazaríes solicitan la ayuda del rey de Marruecos que les envía una tropa de "genets", jinetes benimerines, quienes no sólo repelen los ataques cristianos, sino que se adentran en territorio castellano. En una de esas incursiones de los "genets" mueren el gobernador Nuño Gonzales de Lara y el arzobispo de Toledo, don Sancho, hijo de Jaime I. La noticia de los éxitos de los granadinos y de sus aliados benimerines envalentonan a los mudejares valencianos que se animan a imitarlos. La tensión que se vive en el sur del reino se agudiza todavía más con la llegada de unos almogávares que se dedican a saquear varias poblaciones musulmanas de la zona, como ocurre, entre otras, con Cocentaina e Ibi. La conjunción de todos estos conflictos locales hace que el rey, el 5 de marzo de 1275 ordene a los bayles de Cocentaina, Xátiva, Penáguila, Benicadell y Biar, que refuercen sus guarniciones ya que varios repobladores han abandonado estos lugares por miedo a las incursiones benimerines; es más, se hace hincapié en que las localidades de la zona meridional del reino deben prepararse para hacer frente a una posible sublevación de la población mudejar. La fuerza de la segunda sublevación es mucho mayor que la de la vez anterior ya que, además de las propias fuerzas, los mudejares cuentan ahora con la ayuda de los "genets", lo que les posibilita hacer la guerra a campo abierto luchando contra la caballería cristiana. Ante el empeoramiento de la situación, el monarca se traslada a Xátiva en febrero de 1276 para dirigir personalmente las operaciones contra la revuelta, que sigue aumentando. De la extensión de esta segunda sublevación nos da muestras el propio Jaime I cuando indica que se les puede causar daño a los musulmanes de Gallinera, Tárbe69

na, Alcalá, Pego, Guadalest, Confrides, Serra y Torres ya que todos ellos se habían levantado contra él. En una de tantas incursiones de los "genets" muere Alazraq, que había vuelto de nuevo al reino acompañando a los benimerines, vencedores de las tropas cristianas en el barranco de la Batalla (Alcoy) y en Luchente, en donde apresan al maestre del Temple. Estas victorias hacen que se sumen nuevas aljamas a la revuelta, tal es el caso de Relleu, Biar, Garig, Pop, Orcheta y Alfandech, entre otras. Donde no hubo intervención de los "genets", los mudejares valencianos fueron derrotados; tal es el caso de Liria en donde fracasó un ataque lanzado por los peones de los poblados del Camp de Turia que fueron vencidos por los caballeros cristianos reunidos en Valencia. La situación en el reino de Valencia es tan complicada como consecuencia de la segunda sublevación mudejar que, el monarca ha de recurrir a su hijo para que le ayude en su lucha contra los sublevados. Cuando el infante Pedro llega al territorio valenciano se encuentra con un panorama desolador; el rey, su padre, muñéndose y todo el reino sublevado. Jaime I muere el 27 de junio de 1276 y tendrá que ser su hijo y sucesor, Pedro III, quien acabe con la segunda revuelta mudejar.

C A U S A S DE LA CONQUISTA

La conquista del territorio valenciano llevada a cabo por Jaime I hay que analizarla como un elemento más dentro del proceso que se da en la Península Ibérica entre los siglos vm-xv y en el que se enfrentan dos mundos: el oriental y el occidental. Precisamente por ello, la explicación dada por los historiadores al proceso valenciano no difiere, en lo esencial, de lo enunciado para otros lugares peninsulares; esto es, se dan esquemas globales. Así, Guichard señala la dialéctica existente entre una sociedad cristiana, fuertemente feudalizada, y otra sociedad la musulmana, tribal, cuyo modelo tributario le lleva inexorablemente a la necesidad de comprar su tranquilidad mediante el pago de parias. De este modo, la conquista se va a producir por el simple hecho de que una sociedad estática, la musulmana, se 70

ve imposibilitada para generar una estructura sociopolítica que permita una defensa militar fuera del pago de las parias; es por ello por lo que el citado historiador indica la superioridad militar de la Corona de Aragón frente a los musulmanes, quienes a pesar de su alto grado cultural y de su riqueza económica, no se orientan hacia una estructura militar de la fuerza de la cristiana. La superioridad militar cristiana procede para Furió y García del modelo de sociedad feudal, fenómeno éste ligado estrechamente a la idea de expansión. Según estos autores, en el modo de producción feudal, la guerra es, si no el único sí el medio más adecuado para aumentar el poder/riqueza de la clase dominante. El carácter inmóvil de la tierra exigiría la movilidad de los señores para acceder a nuevos territorios, aunque estuvieran alejados del núcleo originario. Junto a la superior capacidad militar cristiana, los mencionados autores hablan igualmente de la debilidad de la clase dominante musulmana que tiene su origen en el fraccionamiento en diversas entidades, independientes y enfrentadas unas a otras, en que se convierte el territorio valenciano. Igualmente global es la explicación que da Azuar cuando señala que la conquista es la respuesta a un momento de expansión que en la Península coincide con la desarticulación del gobierno almohade, lo que supone un retraimiento de la economía musulmana; proceso agravado por un descenso demográfico que afecta directamente al patriciado urbano, lo que paraliza la actividad de las ciudades. En definitiva, fuerte dinamismo expansionista de la sociedad feudal de la Corona de Aragón frente a una situación de extrema debilidad andalusí. También global, si bien de significado distinto, es la interpretación que da R. I. Burns; para el jesuíta norteamericano la conquista 110

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P. Guichard, "La conquista militar y la estructuración política del Reino", en Nuestra Historia, vol. III, pp. 13-42. A. Furió, F. García, "Algunas consideraciones acerca del feudalismo medieval valenciano", en Homenaje a M. Tuñón de Lara, vol. I, Madrid, 1981, pp. 109122. A. Furió, F. García, "Algunas consideraciones acerca del feudalismo medieval valenciano", p. 119. R. Azuar, La conquista de Alicante, vol. II, p. 126. 111

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habría que contemplarla como un proceso en el que se enfrentan dos mundos, uno de ellos como invasor del otro, debido a un fenómeno puntual como es la cruzada, cruzada a la que se califica como el motor que mueve el avance cristiano frente al mundo musulmán. Lo señalado hasta ahora no son sino análisis estructurales que nos permiten comprender globalmente el fenómeno de la expansión de la sociedad cristiana sobre la musulmana; o lo que es lo mismo, el proceso de conquista peninsular en su conjunto. Ahora bien, ¿estas explicaciones globales siguen teniendo validez a la hora de explicarnos el fenómeno concreto de cada conquista?, ¿sirven estos esquemas a la hora de resolvernos la causalidad concreta de la conquista valenciana? Esto ya no parece tan claro puesto que, si toda expansión feudal coincidente con una crisis musulmana ha de llevar inexorablemente a un avance conquistador cristiano, ¿significa que tales coyunturas no se dieron con anterioridad a los ataques de Jaime I a la región valenciana? Lo cierto es que, con anterioridad a que se produjeran las conquistas jaiminas, tanto la sociedad aragonesa como la catalana estaban fuertemente feudalizadas, mientras que la musulmana se hallaba en postración -pagaba parias- largo tiempo y, sin embargo, no se produce conquista alguna; de un lado los musulmanes detienen el avance cristiano comprando la paz; de otro, los feudales amplían sus posesiones de tierras sin necesidad de buscarlas en territorio musulmán, simplemente despojando al monarca de las suyas. No ocurre otra cosa en tiempos de Pedro II cuando la nobleza se hace con la mayor parte del realengo, o incluso en los años de minoridad del propio Jaime I en los que las fracciones nobiliarias se reparten rentas y territorios. Es más, si cada vez que existe presión demográfica o una bajada de la renta nobiliaria la clase dominante debiera invadir territorio musulmán, no se comprende las enormes reticencias de la nobleza, tanto aragonesa como catalana, a la conquista del territorio valenciano. Recordemos al respecto cómo la Crónica habla repetidamente de los grandes problemas que el monarca ha de vencer para embarcar a los feudales en la empresa conquis114

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R. I. Burns, El Reino de Valencia en el siglo xw. Iglesia y Sociedad, vol. I, pp. 27-40. Libre deis Feyts, V, p. 31. 115

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tadora; una nobleza refractaria a la posesión de territorio musulmán, incluso cuando aquel ya ha sido conquistado, recuérdese si no el caso de la conservación de la localidad de Burriana. A las explicaciones globales del problema, para el caso valenciano habrá que añadir las coyunturales específicas pertinentes; coyunturas apuntadas por varios historiadores y a las que añadimos por nuestra parte dos muy concretas: la pugna nobleza/monarquía por un lado y la indefensión o agotamiento del sistema de los musulmanes valencianos por otra. Ambas circunstancias nos permiten suponer por qué se lanza el rey a la conquista en un momento concreto y cómo esa empresa resulta exitosa. Por lo que se refiere a la pugna nobleza/monarquía, hay que pensar que la conquista y repoblación de Mallorca no debió de solucionar las demandas de la nobleza jaimina. Los feudales siguieron con sus luchas intestinas y contra la monarquía. Acostumbrados como estaban a que los musulmanes comprasen la paz mediante las parias, son reacios a cambiar de sistema y únicamente aspiran a seguir cobrando los tributos al musulmán; todo lo más realizan alguna que otra incursión como forma de obtener botín. Frente a esta mentalidad el monarca encabeza otra en la que, por primera vez, se decide a cambiar de criterio; no les interesa percibir parias sino conquistar el territorio. El monarca cree que es más provechoso el obtener los territorios valencianos que seguir cobrando parias de ellos, por eso al necesitar de sus feudales para alcanzar tal evento, se establece una especie de pugna entre él y la nobleza, pugna en la que cada uno defiende sus propios intereses. El rey logrará vencer la resistencia de sus feudales que le ayudarán, aunque con reticencias, en la conquista del territorio valenciano. Es Jaime I el que cambia, con la oposición de sus nobles, la relación existente entre los musulmanes y los cristianos de la Corona de Aragón desde tiempos de Ramón Berenguer IV, relaciones que se l i 116

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Vid. nota 55. M. J. Rubiera, M. Epalza, Xátiva musulmana. M. C. Barceló, El sayyid Abu Zayd: príncipe musulmán, señor cristiano. R. Ferrer Navarro, "El Reino de Valencia, conquista y repoblación", en La consolidación de la Corona de Aragón, p. 207. 117

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mitaban a la compra de la paz por los valencianos mediante cantidades pecuniarias y a la percepción de éstas por parte de los catalanoaragoneses. Será Jaime I quien acabe con todo esto y por su propio interés se pasa a otro sistema de relaciones en el cual lo importante será la lucha, la conquista y no el simple beneficio económico. Si los motivos de esta nueva mentalidad pueden ser más o menos discutibles, lo que parece fuera de toda duda es que Jaime I rompe el sistema que venía funcionando con sus antecesores, lo que ocasiona la conquista de la región valenciana. Merced a la voluntad del rey se inicia la pugna con los musulmanes; ahora bien, el hecho de que esta empresa resulte totalmente satisfactoria para el monarca aragonés se debe, casi en exclusividad al comportamiento de los musulmanes; solo por el agotamiento del sistema llevado a cabo por los musulmanes hasta entonces se puede entender el éxito de la conquista. Un pueblo que se había acostumbrado a comprar la paz mediante el pago de parias, cuando falla este sistema no puede o no quiere adaptarse a otro, entregándose a una indefensión total. Un país que cuenta con un sistema defensivo importante, con una serie de fortalezas que cubren todas las rutas, recordemos cómo en la Crónica don Blasco de Alagón señala "car be n y aXL o L (castells) que mentre que menjar haguessen, vos ni tot vostre poder

no les porets pendre " y que funcionan a la perfección en los momentos de la invasión jaimina como denota el sistema de señales que se envían unas a otras al decir de la propia Crónica. Un territorio erizado de castillos en el que fortalezas como las de Sagunto u Onda no opusieron resistencia, entregándose cuando ni tan siquiera se vieron cercadas por los invasores; importantes castillos como el de Bayrén, únicamente aparecen en la Crónica para señalar que su alcaide los rindió sin luchar, o el ejemplo de Peñíscola que se entrega sin resistencia en 1233 cuando tan sólo ocho años antes, en 1225, había resistido un intento de conquista por parte de Jaime I al que acompañaba en aquella ocasión un ejército más numeroso que el que tenía cuando se le rindió. De todo lo cual se desprende que la rendición no es más que un punto y seguido en la política de los dirigentes musulmanes; se trata del único mecanismo que les permite mantenerse en el poder aunque sometidos a otro señor; por otra parte, la población local obtenía una 74

disminución de sus impuestos al tiempo que conservaba su "modus vivendi". Si bien hay que atribuir a la voluntad del monarca el hecho de hacer posible la conquista de las tierras valencianas -recordemos que desde hacía años se estaban dando la expansión feudal y la debilidad musulmana-, no es menos cierto que esa conquista fue posible únicamente por el hecho de que los musulmanes valencianos, cuando les falló el sistema de defensa basado en el pago de las parias, se adaptaron a una nueva realidad en la que las redes cástrales como tales carecían de sentido.

L A CONQUISTA, ¿ U N A CRUZADA?

Uno de los historiadores que más se han ocupado de la etapa inmediatamente posterior a la conquista, R. I. Burns, ha defendido siempre que la empresa conquistadora de don Jaime en tierras valencianas fue una verdadera cruzada, idea que mantiene en sus trabajos hasta el punto de denominar The Crusader Kingdom of Valencia a uno de sus libros más logrados. La idea central de este historiador se resume en estas palabras: "los cruzados valencianos andaban con Dios. Estaban animados de la noble convicción de que su empresa, incluso en sus detalles contaba con la aprobación de Dios. San Jorge se hizo presente con su gran ejército de soldados celestiales para conducir a los cruzados en la batalla decisiva del Puig". Como argumenta el citado historiador, es cierta la existencia de una serie de textos referidos a la conquista de Valencia en los que se observa cómo sus autores están persuadidos de realizar una cruzada, y no sólo el papado y varios eclesiásticos, sino también el mismo monarca. Ahora bien, ¿la existencia de esta literatura significa que 119

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R. I. Burns, El Reino de Valencia en el siglo xiii. Iglesia y Sociedad, vol. I, p. 45. Dice Gregorio IX al anunciar la conquista de Valencia: "Ahora que la oveja perdida había sido encontrada, la dracma recuperada, la oposición rota y el pueblo de Dios retornaba de la esclavitud faraónica; incluso el duro de corazón debe regocijarse". Dice el arcediano de Barcelona, refiriéndose a Jaime I: "señor, la noble causa que habéis emprendido procede de Dios y todo lo que viene de Dios debe de ser 1 2 0

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la conquista de las tierras valencianas la hemos de considerar como una auténtica cruzada? Veamos: En la Península Ibérica, la cruzada cuenta con una larga trayectoria desde Barbastro en 1064 a las Navas de Tolosa en 1212. Siempre se repite lo mismo: se declara una cruzada para la conquista de un lugar concreto y el ejército cruzado se dedica a la matanza de enemigos por el simple hecho de no tener su mismo credo religioso. Si comparamos estas características con las que se dieron en la conquista del territorio valenciano, la diferencia es abismal; la conquista del reino de Valencia no se produce mediante una acción única, es el fruto de un período de doce años en los que alternan las fases de belicosidad con otras de paz y tregua. Frente al asalto y destrucción que proclama toda cruzada, lo que impera en tierras valencianas es el pacto, pactos en los que el monarca cristiano concede a los musulmanes seguir viviendo como lo habían hecho hasta ese momento. Si la conquista de localidades como Peñíscola, Almenara, Castro, Bayrén, etc., se hubiera realizado mediante cruzada, ¿habrían podido seguir los habitantes de estos lugares practicando su religión en las mezquitas, enseñando a sus hijos el Corán o rigiéndose por la xara y la cuna? La violencia del ejército conquistador sólo se da en contadas ocasiones en la conquista de las tierras al sur del río Júcar, en tal caso jamás se habla para nada de cruzada. A lo largo de todo el proceso conquistador la documentación habla en dos ocasiones acerca de la cruzada; la primera es con motivo del intento de Jaime I de conquistar Peñíscola en 1225, los documentos dicen que don Jaime "toma la cruz para combatir a las bárbaras naciones"; ya no se señala más, no se habla para nada de bulas ni de ejército cruzado. La segunda ocasión es con motivo de la conquista de la ciudad de Valencia. En este caso sí que se otorgan las bulas de cruzada por parte de Gregorio IX; ahora bien, como hemos señalado ya, se trata de una cruzada limitada a una serie de participantes, lo que desembocará en una afluencia mínima de cruzados de fuera de bueno y debe llevar a un desenlace feliz". O las palabras del obispo de Barcelona refiriéndose al rey: "sois un hijo de Nuestro Señor cuando pretendéis derrotar a los enemigos de la fe y de la cruz", R. I. Burns, El Reino de Valencia en el siglo xiu. Iglesia v Sociedad, vol. 1, p. 47. 76

las tierras de Jaime I, como lo indica el mutismo tanto de la Crónica como del resto de documentos. La única vez pues que se llega a la petición de cruzada en la empresa conquistadora valenciana es con motivo de la conquista de la capital del Turia, e incluso en tal caso nos aparece ésta como una cruzada un tanto devaluada, sobre todo porque no hubo un verdadero ejército cruzado, como lo prueba que Valencia se rindiera por pacto y no que fuera tomada al asalto. La mentalidad de los cruzados era distinta a la que tenían los cristianos peninsulares y prueba de ello es que Jaime I intentó realizar una cruzada a Tierra Santa, como otros que le precedieron. Para los cristianos peninsulares la lucha contra el Islam no debía entenderse como cruzada y por eso intentan ir a combatir a Oriente cuando aquí tenían la misma oportunidad; en más de una ocasión tendrá que ser el propio pontífice el que indique a algún rey o conde deseoso de ir a luchar a los Santos Lugares, que desista de tal empresa ya que era en la Península en donde debía luchar contra la morisma. No existe pues auténtica cruzada en lo concerniente a la conquista de las tierras valencianas; el hecho de que tanto el monarca como muchos de sus nobles hiciesen hincapié en que la lucha contra los musulmanes valencianos era una acción al servicio de la divinidad y por ende las conquistas se revistiesen de carácter divino, o que el ejército del conquistador tuviera algún que otro cruzado venido de cualquier parte, no significa que la conquista del Reino de Valencia fuera fruto de una cruzada en el sentido pleno de la palabra. Es más, ni tan siquiera a la Iglesia le interesaba que la conquista se hiciera por medio de una cruzada ya que aquella percibía rentas de los musulmanes vencidos y la desaparición física de estos le hubiera significado fuertes trastornos económicos. Contrariamente a lo ocurrido en Mallorca, cuya conquista cristiana significó un verdadero genocidio entre los musulmanes de la isla, la conquista de la región valenciana no utiliza mas que de forma secundaria los mecanismos propios de la cruzada, dándose una conquista de pactos, lo que posibilita la permanencia de la población autóctona. 77

CONFRONTACIÓN NOBLEZA/MONARQUÍA

A lo largo de toda la conquista se ve permanentemente un "tour de forcé" entre el rey y los nobles por imponer sus ideas. Por un lado el monarca, partidario decidido de la conquista, por otro la nobleza que se inclina por el saqueo, la expedición en busca de botín, todo lo más el cercar alguna localidad con la intención de abandonar la empresa tan pronto como los sitiados ofrezcan una cantidad de dinero. La confrontación de estas dos posturas se da en todos y cada uno de los acontecimientos que se producen, desde la toma de Burriana hasta la conquista de Valencia, pasando por la estancia en el Puig. Posturas distintas las del rey y las de la nobleza, y que estos últimos no dudan en llevarlas a cabo incluso cuando su consecución signifique mancillar la palabra dada por el rey a los sarracenos, como ocurre con Pedro de Ahones cuando intenta razziar tierras que estaban bajo la protección de Jaime I, o la toma de Rebollet por parte de Guillem de Aguiló a pesar del pacto que los musulmanes de esta localidad habían obtenido del monarca cristiano. Existe una conflictividad entre la monarquía y la nobleza que se salda a menudo a favor de estos últimos, incluso en los momentos de mayor gloria para el rey, tal como acontece con los caballeros heredados en Valencia que imponen su voluntad frente a la del monarca en lo concerniente a la guarda de la ciudad. El rey tiene que plegarse al criterio de su nobleza aceptando a menudo lo que estos le proponen, aun siendo contrario a sus deseos. Quien señala por primera vez la problemática entre don Jaime y sus feudales es Zurita. Este historiador habla de los enfrentamientos del monarca con los nobles aragoneses. El que Zurita cuente las desavenencias entre los feudales aragoneses y el monarca se debe a que el gran historiador se basó a la hora de historiar el reinado de Jaime I en el Libre dels feyts y en dicha obra don Jaime vierte duras descalificaciones sobre la nobleza aragonesa. Si es cierto que Zurita obtiene motivos del enfrentamiento de Jaime I con los feudales aragoneses a través de la lectura de la Cróni121

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R. Ferrer Navarro, "Conquista y repoblación de la Valí de Bayrén", en Real Academia de Cultura Valenciana. Serie Histórica, 7, 1991, pp. 89-94. 78

ca, no es menos cierto que esa misma obra ofrece toda una serie de indicios sobre la existencia de problemas entre el rey y la nobleza no aragonesa; así, cuando se conquista Burriana son nobles catalanes quienes quieren forzar al rey a que abandone el lugar; es el arzobispo de Tarragona el que se desmarca de la conquista de Valencia y pide autorización para embarcarse en la de Ibiza; Guillem Aguiló, noble catalán, es quien rompe los pactos de Jaime I con los de Rebollet, etc. Es el conjunto de la nobleza la que participa y está presente en todos y cada uno de los eventos más importantes de la empresa valenciana como atestiguan documentos como el de la rendición de Valencia, el de la creación del Reino de Valencia o el de la expulsión de los mudejares, en todos ellos firman como testigos tanto feudales aragoneses como catalanes; unos y otros se niegan a seguir los mandatos del rey a la hora de custodiar la recién conquistada ciudad de Valencia. El problema que se percibe es el del enfrentamiento entre dos comportamientos, el del rey y el de su nobleza, sin exclusión de nacionalidad. Todo ello en una monarquía fuertemente feudalizada cuando los aires comenzaban a soplar en otra dirección.

EMPRESA DE ARAGONESES Y CATALANES

En general la historiografía ha señalado que la conquista de las tierras valencianas fue una empresa de aragoneses y catalanes, haciendo hincapié en que en un principio la conquista fue un deseo de los aragoneses ya que sus dirigentes deseaban una expansión por tierras valencianas como la habían tenido los catalanes en Mallorca. Este deseo aragonés se traduce en una especie de monopolio que poco a poco se irá perdiendo hasta alcanzar un grado de equidad entre aragoneses y catalanes; el fuerte dinamismo inicial aragonés se va diluyendo tras las primeras campañas para ir emparejándose con la iniciativa catalana. A partir de estas premisas, una serie de historiadores han intentado cuantificar lo realizado por ambos componentes en la conquista; en este sentido, mientras E. Belenguer sitúa el fin del monopolio aragonés tras la conquista de Burriana, González Antón lo retrasa hasta 79

la toma de Valencia. Ambos historiadores basan sus asertos en una serie de razonamientos; para Belenguer el arranque inicial de las fuerzas aragonesas se va a ver contrapesado paulatinamente por el aporte catalán; la participación catalana en la empresa valenciana se justificaría en dos necesidades de Jaime I: que los 24.000 km. cuadrados del territorio valenciano, con una densa población musulmana y con gran número de fortalezas, resultaba un esfuerzo demasiado grande para una colectividad como la aragonesa con una población demasiado escasa; se precisaba pues la colaboración de los catalanes para aunar esfuerzos. En segundo lugar, los nuevos territorios presentaban una fachada marítima que recorría el país, lo que hacía necesario el contar con una flota, bien para impedir los ataques de las naves musulmanas, bien para atacar las importantes ciudades costeras. Según González Antón la conquista de Mallorca fue una empresa catalana, obra de su burguesía que necesitaba dominar las Baleares como nudo gordiano para el comercio mediterráneo, Norte de ItaliaMidí-Cataluña, que comienza en esos momentos a tener una importancia que irá en aumento en los siglos venideros. Si a la burguesía catalana le interesa el dominio de los enclaves portuarios, a la nobleza, clase dominante en Aragón, lo que le importa es la posesión de la tierra, y eso sólo lo podían realizar por el sur, y ahí estaban las tierras valencianas. Determinante geopolítico que además se veía favorecido por el hecho de que el dominio de estas tierras representaba la única salida al mar para los aragoneses. Si bien la conclusión a la que llegan ambos historiadores es acertada: la empresa valenciana es obra de aragoneses y de catalanes, las premisas esgrimidas para llegar a ella no parecen serlo tanto. Por lo que se refiere a la cronología, señalan que las primeras campañas las llevan a cabo solo los aragoneses, lo que nos parece incorrecto; la primera de todas las campañas es la del intento fracasado de la conquista de Peñíscola, empresa auspiciada y sufragada por el obispo de Tortosa y realizada con la finalidad de ampliar los límites de la dió122

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E. Belenguer, Jaume la través de la Historia, vol. 2, pp. 114-126. L. González Antón, Las uniones aragonesas y las Cortes del Reino (12831301), Zaragoza, 1975, vol. V, pp. 87-92. 123

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cesis dertusense y que, a tenor de la documentación promulgada por la cancillería de Jaime I, entre los que estaban en el cerco hallamos a los prelados de Barcelona, Lérida y Tortosa, el prior de Poblet, el senescal Guillem Ramón de Moneada, Guillermo de Cervera, Ramón Berenguer de Ager, Guillem de Tarrasa, Ponce Guillem de Torrellas, entre otros. La segunda campaña es la de la toma de Burriana, y ya hemos señalado cómo el rey ha de aceptar la capitulación propuesta por los musulmanes de Burriana con el fin de evitar una pelea entre los aragoneses y catalanes que había en su ejército. Lo que cuenta el rey en su Crónica es que en la empresa humánense había aragoneses y catalanes, y en un número tal que ambos podían enzarzarse en una pelea, por lo que no serían mucho más numerosos los unos que los otros. Si para E. Belenguer la conquista de Burriana fue el fin del monopolio aragonés, para González Antón hemos dicho que es la toma de Valencia. Mal podría ser Valencia el final de algo que nunca existió dado que, desde un principio, la empresa fue tanto de los aragoneses como de los catalanes. La Crónica señala expresamente que en el ejército que cercó Valencia había gentes de todas partes. E. Belenguer justifica la participación catalana en la conquista de Valencia aduciendo que fue una empresa de larga duración y que tuvo necesidad de contar con la marina catalana. En primer lugar habría que precisar que, de los doce años que se tarda en conquistar el territorio valenciano, la actividad bélica se reduce únicamente a un par de años fraccionados a lo largo de todo el período señalado. No existen batallas con excepción de la del Puig; los cercos realizados a las plazas que se quiere rendir son escasos y de corta duración: Burriana, Valencia, Xátiva, Biar. Durante largos espacios de tiempo el rey permanece fuera del territorio valenciano ocupado en los más diversos asuntos de sus estados. Dado que, en lo esencial la conquista se basó en los pactos con los musulmanes, la participación de los ejércitos cristianos tuvo un interés relativo, prueba de cuanto estamos diciendo son las correrías que realizó Jaime I por territorio enemigo, con escaso acompañamiento y sin que nadie se atreviese a atacarles. 124

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Como curiosidad cabe recordar que el concejo de Zaragoza llegó al cerco de Burriana cuando la población ya se había rendido. 81

Por lo que respecta a la participación de la marina catalana como elemento indispensable a la hora de llevar a cabo las conquistas, la simple lectura de la Crónica lo desmiente rotundamente; en ninguna de las operaciones bélicas llevadas a cabo por los cristianos se cuenta con la flota como elemento activo, ni tan siquiera cuando se pone cerco a alguna ciudad costera como Burriana o Valencia. Las naves se utilizan para aprovisionar de víveres a los combatientes; ahora bien, se trata de naves de particulares a las que se contrata y paga por realizar tal menester. Es más, la ausencia de la flota cristiana como participante en la empresa conquistadora se pone de manifiesto en dos momentos clave: cuando en el cerco de Burriana Jaime I quiere retener dos galeras que le habían traído suministros, para evitar que los musulmanes pudieran bloquear con sus naves futuros avituallamientos, los propietarios de las naves le piden 60.000 sueldos y, como no los tiene, han de salir fiadores de la operación los maestres del Temple y del Hospital, que reciben a cambio la confirmación de las donaciones que les habían hecho los predecesores de don Jaime. El segundo momento clave se produce con motivo del cerco de Valencia, el único refuerzo que reciben los sitiados de la capital les viene por mar, una flota de Túnez, señal inequívoca de que los cristianos no cuentan con naves. No se ve pues ninguna actuación de navios cristianos en la conquista de tierras valencianas. 125

González Antón señala a la nobleza aragonesa como la clase social interesada en la conquista de la región valenciana, indicando que el hecho constituye un determinante geopolítico: la salida al mar para Aragón. ¿Desde cuándo a la nobleza aragonesa le interesaba una salida al mar para su país?, ¿acaso la nobleza patrocina una expansión mediterránea? Cabría recordar al efecto los graves problemas que tuvieron algunos monarcas con la nobleza aragonesa por el hecho de propiciar aquellos una expansión marítima para sus estados. Ciertamente la conquista de las tierras valencianas fue desde un principio la culminación de los esfuerzos de aragoneses, catalanes y, en menor medida, de gentes de otros lugares.

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Libre deis Feyts, III, p. 85.

En síntesis, la conquista de las tierras valencianas por don Jaime es un proceso en el que confluyen dos fenómenos: por un lado, el cambio de mentalidad de la monarquía, conquista en lugar del cobro de parias, llevado a cabo por el rey en contra de la voluntad de la nobleza; por otro, el agotamiento del sistema musulmán seguido hasta entonces y mutado como única salida para poder seguir manteniendo su identidad.

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II LA

REPOBLACIÓN

REPOBLACIÓN: UN NUEVO MODELO

L

A conquista del Reino de Valencia supone la incorporación de unos 24.000 km. cuadrados a los territorios de la Corona de Aragón. Incorporación que plantea graves problemas al haberse realizado en tan sólo doce años. ¿Cómo se podía asimilar un territorio tan vasto y en plena producción? La única solución posible debía consistir en la introducción de una masa de población capaz de mantener la producción del espacio conquistado a la par que defenderla. ¿Qué modelo de repoblación debía desarrollarse con el fin de obtener los objetivos apetecidos? Lo llevado a cabo hasta esos momentos no podía satisfacer las nuevas necesidades ya que, en esencia, se basaba en la iniciativa privada y ésta no podía hacer frente a una empresa de la magnitud de la valenciana. De ahí que se adopte un "nuevo" sistema conocido como Repartimiento y que ya se había experimentado con éxito en la repoblación de Mallorca. Se trata de una modalidad que responde a la iniciativa real; es el rey el que dirige la ocupación del suelo a partir de un plan previamente desarrollado mediante el cual se consigue que no haya un colapso, tanto en lo referente al espacio agrario como al urbano. Como consecuencia de todo ello se producirá una reordenación del territorio, reordenación que estará en función de las nuevas necesidades que demandan la conservación y explotación de los diferentes lugares. 85

Mediante el Repartimiento lo que se va a intentar es repoblar un espacio importante para los intereses del rey que fomentará la implantación de una nueva sociedad en la que pocas cosas se dejan al azar, controlándose todo con el fin de alcanzar los objetivos fijados de antemano. El Repartimiento será el sistema elegido para repoblar los grandes espacios conquistados a los musulmanes en la primera mitad del siglo xm: Andalucía, Mallorca, Valencia y Murcia. Si bien, en cada uno de estos lugares contará con unas características propias; en el caso de Valencia, el rey no espera a obtener todo el territorio para comenzar a ordenar el asentamiento de repobladores; en muchos casos la repoblación se realiza simultáneamente a la conquista.

HEURÍSTICA DE LA REPOBLACIÓN. EL LIBRE DEL REPARTIMENT

Las fuentes más idóneas para el conocimiento de la repoblación valenciana del siglo xm son el Libre del Repartiment, los documentos de la Cancillería Real y las Cartas Pueblas. De las tres, la más importante es el Libre del Repartiment que recoge la mayor parte de cuanto atañe al reparto de bienes efectuado directa o indirectamente por Jaime I en el Reino de Valencia y que corresponde a los registros número 5, 6 y 7 del Archivo de la Corona de Aragón. Cada uno de los citados registros presenta contenidos y cronologías distintos; el número 5, contemporáneo a la conquista de la ciudad de Valencia, anota unas 1.800 donaciones referentes a villas, castros, alquerías, rahales, casas, tierras y regalías realizadas por el rey y sus colaboradores en la capital del Turia y en la comarca de la Huerta, entre los años 1237 y 1245. Esta etapa engloba dos períodos: por un lado las donaciones que se efectúan desde 1237 hasta 1244 y que alcanzan 1.717 concesiones; por otro lado, a partir de la donación 1.718 en la que se inicia un nuevo período que alcanza hasta el año 1

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M. D. Cabanes Pecourt, R. Ferrer Navarro, Libre del Repartiment del Regne de Valencia, 3 vols. Valencia-Zaragoza, 1979-1980. En adelante Libre del Repartiment. J. E. Martínez Ferrando, Catálogo de la documentación relativa al Antiguo Reino de Valencia, vol. I, Madrid, 1934. E. Guinot Rodríguez, Cartes de poblament medievals valencianes. Valencia, 1991. S6

1245. Durante los años 1237-1244 se conceden bienes raíces, mientras que en el segundo se reparten regalías. El registro número 6 contiene unas 1.400 donaciones, similares en su contenido a las del caso anterior, abarcando desde Peñíscola hasta Calpe y desde la Serranía y Hoya de Buñol hasta la Canal de Navarrés; su redacción se efectúa a lo largo de varios años, entre 1234 y 1252, pudiéndose observar los períodos siguientes: entre 1234 y 1242 donaciones copiadas del registro anterior referidas a villas, castillos y alquerías del reino o donaciones en la capital del mismo; entre 1240 y 1243/46 donaciones en Alcira, Bayrén, Xátiva y Denia; de 1248 a 1249 concesiones en todo el reino. El registro número 7 es una especie de inventario de las casas que contenía la ciudad de Valencia en el año 1239. Al primero de los registros, el número 5, lo podemos considerar como un verdadero registro notarial, donde se dejaba constancia de las diversas donaciones efectuadas, que se cancelaban o no según su efectividad; no ocurre lo mismo con el registro número 6 al que no consideramos como un texto único, sino como el conjunto de varios cuadernos de repartimiento o, al menos, como la copia de aquellos. Esta afirmación la basamos en el hecho de que Jaime I ordena el 7 de junio de 1270 que se reconozcan todas las heredades del reino "citra" y "ultra" el rio Júcar. En esta escritura el monarca cita que 2

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ya le han sido entregados "libri Aliecire et de Cullera et de Corbera et de Alqueriis ipsorum locorum... Item de Xativa et eius alqueriarum. Item libri de Denia, de Calp, de Cocentaina, de Guadalest, de Alcoy, de Sixona, de Castayla, de Almizra, de Bocayren, de Albaida, de Ontiyen, de Rogat, de Luxen et ipsorum locorum alqueriis, et tres quaterni supradicti de Murvedre et de Almenara". Así pues, habida

cuenta de que todos los lugares de los que el rey dice poseer los l i bros de repartimiento están mencionados en este registro, podría muy bien ser este el compendio de aquellos o una copia resumen de los mismos. El hecho de que el Libre del Repartiment cuente con un número elevado de donaciones para la repoblación de los distintos lugares del

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Libre del Repartiment, vol. III, pp. 8-18. Archivo de la Corona de Aragón, registro n° 16, fol. 192. 87

territorio valenciano no significa que esté resuelto el problema ya que la citada fuente presenta una serie de "limitaciones" que dificulta la labor investigadora. Entre las "limitaciones" que nos presenta el Libre del Repartiment tenemos: - Dejando de lado una donación para el año 1234, el citado manuscrito abarca únicamente las concesiones efectuadas entre los años 1237 y 1252, queda por tanto fuera de esta documentación lo repartido con anterioridad y posterioridad a estas fechas. Es más, faltan igualmente donaciones referidas a una serie de lugares que, aunque se debieron efectuar entre 1237 y 1250, no se recogen en la documentación señalada, con toda seguridad por el hecho de que se hallaban en alguno de los manuscritos que no se incorporaron al registro número 6. Tal ocurriría con tres libros que contenían donaciones de Xátiva y sus alquerías y que no se pudieron incluir en el denominado Libre del Repartiment por habérselos quedado la mujer de Bernart Sicart, como el propio monarca nos dice: "la muyler d'en Bernart Sicart, de Xativa, ten tres libres de la partido de Xativa e de les senes alqueries ". - Conocemos la repoblación efectuada en el realengo e ignoramos la llevada a cabo en el señorío. En el primer caso se señalan todos y cada uno de los recipiendarios, los bienes que se les entregan y el lugar concreto en el que se les concede, lo que nos proporciona un conocimiento bastante completo de la repoblación llevada a cabo; por contra, para el señorío se indica tan sólo el agraciado y el lugar que se le dona, sin entrar para nada en su posterior repoblación, caso de que la hubiera. El análisis de los datos del Libre del Repartiment nos proporciona pues un conocimiento parcial de la repoblación valenciana en tiempos de Jaime I, únicamente la de los territorios del monarca o realengo. Además de las limitaciones señaladas, el Libre del Repartiment presenta una serie de dificultades cuya resolución determina que los trabajos elaborados al respecto ofrezcan las más variadas soluciones, llegando a formularse opiniones totalmente opuestas. Entre las difi4

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Se trata del documento citado en la nota anterior y que va fechado el 7 de junio de 1270.

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cultades podemos destacar el significado o validez que habría que dar a los diversos signos que acompañan a algunas donaciones, así como la seriación que tendría el manuscrito original. Por lo que se refiere a la primera de las dificultades, las donaciones presentan una serie de signos que podemos agrupar en cuatro apartados: 1) Donaciones canceladas mediante barras inclinadas o cruces en forma de aspa. 2) Donaciones canceladas y posteriormente tachadas, sobrecargadas. 3) Donaciones tachadas y anuladas por cruces y sobrecargas, abundando las anulaciones de palabras e incluso de frases enteras. 4) Donaciones que carecen de todo signo. En cuanto a los asientos o donaciones comprendidas en el primer apartado, creemos que al hacerse cargo el beneficiario del título de propiedad definitivo, el escriba canceló el asiento del libro mediante los signos antes expresados; estaríamos ante una donación real y efectiva. En cuanto a las donaciones del segundo grupo, todo hace suponer que se trata de la anulación del asiento; por tanto, ¿se llevó a cabo la donación? Todos los asientos comprendidos en este apartado se refieren a donos importantes y sabemos por otro tipo de documentación que sí se realizaron; en tal caso, ¿por qué se tacharon? Simplemente por el hecho de que se repiten una a una en otro lugar del manuscrito, en el epígrafe "De alqueriis et villis franche datis ". El escriba las iba tachando a medida que las copiaba de nuevo todas juntas bajo el epígrafe señalado. Las donaciones que se agrupan en el tercer apartado, asientos tachados y anulados por cruces y sobrecargas, son aquellos cuyo texto ha sido invalidado. Suelen ser equivocaciones del escriba o modificaciones de lo concedido. Finalmente, las donaciones que carecen de todo signo son aquellas que no alcanzaron efectividad; si bien se anotó la donación, no llegó a extenderse el documento definitivo que hubiera dado lugar a la posterior cancelación del asiento. El manuscrito del Libre del Repartiment que se conserva hoy en día es incompleto y desordenado con respecto al primigenio. Incom5

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Libre del Repartiment, vol. I, pp. 17-26. 89

pleto como se aprecia perfectamente en una serie de desajustes cronológicos que contrastan con el resto del manuscrito, indicio de que faltan hojas e incluso cuadernos, tanto al principio como al final; desordenado, no sólo en cuanto a la seriación de sus folios sino incluso en su colocación, lo que se produjo en el momento de la encuademación que se le hizo el siglo pasado. Si la pérdida de folios es algo que ya no tiene solución, no ocurre lo mismo con su desorden, motivo por el cual hemos intentado restituir la seriación inicial, lo que significa que cambian de lugar más de doscientas donaciones, retrocediendo en su cronología. Queda pues claro que con la documentación que aporta el Libre del Repartiment podemos acceder únicamente a una realidad parcial, tanto en lo cronológico como en lo geográfico; ahora bien, con los miles de datos que contiene sigue siendo, con mucho, la fuente más completa a la hora de realizar el análisis de la repoblación llevada a cabo por Jaime I en las tierras valencianas; precisamente por ello basamos nuestro estudio en el análisis del citado manuscrito. 6

CRONOLOGÍA DE LA REPOBLACIÓN

Según el Libre del Repartiment, la cronología va desde el 9 de julio de 1237 hasta finales del año 1250. Las donaciones que realizó el rey 7

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Libre del Repartiment, vol. I, pp. 24-25. Dejamos fuera de este cómputo dos donaciones, la de Moneada realizada en 1234 y la que se hace en 1252 a los zapateros. Con respecto a la primera de ellas, la referida a Moneada, no tiene ningún sentido el que en medio de las donaciones correspondientes al año 1240 aparezca ésta con fecha del 2 de enero de 1234. No es que se trate de una ubicación un tanto rara, como es el caso de algunas de las que ya nos hemos ocupado, es que no puede ser ya que el Libre del Repartiment comienza con la donación de Paterna y Manises fechada el 9 de julio de 1237 y con anterioridad no hay ninguna donación. A partir de esa fecha inicial se enumeran las otras donaciones hasta el año 1250. Carece pues de sentido retrotraerse a una concesión realizada tres años atrás y no consignar ninguna más desde esa fecha hasta la de Paterna y Manises. El Libre del Repartiment se inicia con el asentamiento de las tropas de don Jaime en el Puig y no se hace mención de todo lo anterior, entre otras cosas del reparto de Burriana llevado a cabo por Pedro Cornel. El que aparezca en nuestro manuscrito la donación de Moneada tal como la conocemos tiene dos posibles expli7

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a quienes le ayudaron en las primeras conquistas, como la de Burriana, no se recogieron en un registro notai, se hallan dispersas en distintos fondos documentales. Comienzan a consignarse en un registro notarial a partir del asentamiento de las tropas de don Jaime en el Puig en 1237, y se seguirán anotando a lo largo de los años sucesivos hasta el de 1250. El Libre del Repartiment recoge pues miles de concesiones que se efectúan a lo largo de catorce años de forma ininterrumpida. 8

Años 1237 1238 1239 1240 1241 1242 1243 1244 1245 1246 1247 1248 1249 1250

N" donaciones 107 1.147 373 180 2 109 21 48 21 8 4 596 443 4

Porcentual 4,49 37,44 12,17 5,87 0,06 3,55 0,68 1,56 0,68 0,26 0,13 19,45 14,46 0,13

caciones: bien se trata de una fecha equivocada, en todo caso siempre debería ser posterior al 9 de julio de 1237; bien por haberse anotado en el Libre del Repartiment posteriormente a su redacción y por tanto como una nota posterior a cuando se confeccionó la copia de los distintos libros de repartimiento, copia que no es otra que lo que hoy conocemos como registro n° 6 del A.C.A. Con todo, no habría que olvidar el hecho de que la Crónica pormenoriza todo lo referente a la conquista y destrucción de la torre de Moneada, hecho éste que no está datado, pero que habría que situarlo entre 1235 y 1236, fechas posteriores a las que señala el Libre del Repartiment de la entrega a P. de Moneada, y en ningún momento se hace mención de que tal torre se hubiera concedido al noble catalán, lo que resulta extraño por demás ya que el citado caballero se hallaba en el ejército del rey. Todo nos lleva a la conclusión de que la fecha de la concesión, la de 1234, está equivocada. R. de María, Repartiment de Burriana y Villarreal, Castellón, 1936. 8

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Las cifras proporcionadas por el Libre del Repartiment nos hablan de unos años clave en el proceso repoblador valenciano; los años 1238, 1239, 1248 y 1249 representan un 83,52% del total de las donaciones efectuadas. Los dos primeros años significan un 49,61% mientras que los segundos, los de 1248 y 1249, alcanzan un 33,91%. El resto de las anualidades, diez años en total, apenas si cuentan en este evento ya que la suma de todos ellos no alcanza un 17%. Durante el período 1237-1250 se producen dos etapas con un peso específico importante; una primera representada por los años 1238 y 1239 y una segunda a lo largo del bienio 1248-1249; entre ambas apenas si existe más que un ligero goteo de donaciones, lo que significa que la concesión de propiedades en el reino de Valencia obedece a situaciones muy concretas: - Las donaciones que se conceden durante los años 1238 y 1239 alcanzan nada menos que un 49,61% del total; la existencia de tan amplia concesión de villas, castros, alquerías, rahales, tierras, casas y regalías se debe a que el monarca reparte bienes a muchos de los que han acudido a la conquista de la ciudad de Valencia, donaciones que aumentan en número a lo largo de los últimos meses de 1238, una vez obtenida la capital del Turia. Conseguida ésta, el rey abandona por un tiempo los asuntos valencianos, por ello el año 1239 significa una disminución en el número de donaciones, ya no se sigue el ritmo alcanzado durante el año anterior. La conquista de la ciudad de Valencia significa uno de los momentos de mayor euforia en lo que se refiere a reparto de bienes y asentamiento de repobladores en las nuevas tierras conquistadas; sólo hay que ver el número de repobladores que se asientan en la comarca de la Huerta y su comparación con las restantes comarcas. - Una vez realizados los asentamientos relacionados con Valencia y la Huerta, se producen unos años de atonía repobladora, una sequía de donaciones que abarca desde el año 1240 hasta el de 1247 inclusive. Es precisamente durante este período de sequía repobladora cuando se realiza la conquista de las tierras al sur del río Júcar hasta Biar-Busot. La conquista de las tierras al sur del Júcar, contrariamente con lo que había sucedido al norte de dicho río, no trae aparejada su inmediata repoblación. Las pocas donaciones que hallamos, años 1242, 1243, 1244 y 1245, se refieren casi exclusivamente a la repo92

blación de Alcira. La práctica ausencia de noticias sobre la repoblación de los años 1240 a 1247 que nos ofrece el Libre del Repartiment puede tener varias interpretaciones; fallos de la propia documentación, así como ausencia real de repoblación durante ese período. Hemos mencionado con anterioridad que el Libre del Repartiment se compone de tres volúmenes, los registros 5, 6, y 7 del Archivo de la Corona de Aragón, igualmente hemos señalado que el número 6, el que contiene la repoblación del reino, no es un texto único sino que es el conjunto de varios, cada uno de los cuales contiene la repoblación de un lugar: "libri Aliecire, et de Cullera et de Corbera... et de Xativa... et de Denia... de Calp, de Cocentaina, de Guadalest, de Alcoy, de Sixona, de Castayla, de Almizra, de Bocayren, de Albayda, de Ontyen, de Rogat, de Luxen ", El rey ordena reunir todos estos textos y copiarlos en un texto único. ¿Es eso lo que ocurrió realmente? En primer lugar está demostrado que el monarca no pudo reunir todos los textos que contenían las donaciones de los distintos lugares ya que, como él mismo nos dice: "La muyler de Bernat Sicart, de Xativa, ten tres libres de la partido de Xativa e de les seues alqueries ". Obviamente, según lo manifestado por el propio monarca, no se incorporó una parte de la documentación referida a la repoblación de Xativa y sus alquerías. ¿Únicamente de Xativa y de sus alquerías? A tenor de lo apuntado por don Jaime, eso parece pero la realidad debió de ser otra ya que no aparecen por ningún lado las donaciones que reflejan la repoblación de lugares como Denia u Onda de las que sabemos que sí se realizaron y que, sin embargo el Libre del Repartiment no las recoge. Por otro lado, hemos indicado igualmente que, a consecuencia de la moderna encuademación que se hizo del manuscrito del Libre del Repartiment, debieron de perderse algunas hojas o cuadernillos; hojas o cuadernillos que contenían donaciones de diversos lugares y que ahora desconocemos, luego la manipulación sufrida por el manuscrito del Libre del Repartiment ha supuesto la pérdida de parte de la documentación que tenía. Un ejemplo nos aclarará lo que estamos señalando: el folio 23 vuelto comienza con las donaciones de Bayrén 9

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Vid. nota 3. 93

en el año 1242 y finaliza con una concesión de 1240. Observando el original se ve que esta última donación no está escrita sobre el mencionado folio, sino pegada a él, aprovechando el espacio en blanco, y procedente de otro folio que por su mal estado debió de ser eliminado. Una prueba pues de la falta de hojas en el manuscrito actual, hojas perdidas con el paso de los tiempos o desechadas por su mal estado en el momento de su restauración. Con todo, no hay que descartar que durante los años 1239 a 1247 hubo poca repoblación fundamentalmente porque durante ese periodo de tiempo debía repoblarse el territorio al sur del río Júcar, territorio que siguió dominado por las autoridades musulmanas que pactaron con Jaime I y prueba de ello es que la primera sublevación mudejar se produjo precisamente en estas comarcas alicantinas al negarse las mencionadas autoridades musulmanas a devolver los territorios a Jaime I una vez que finalizó el plazo estipulado en los tratados acordados; será precisamente la ausencia de repobladores cristianos lo que permitió que Alazraq y los demás caudillos se apoderaran de un buen número de castillos sin apenas oposición. En definitiva, la escasa documentación que presenta el Libre del Repartiment para los años 1239-1247 bien puede deberse a la conjunción de las dos causas expuestas: la pérdida de una parte de esta así como la poca actividad repobladora llevada a cabo en esos años en las tierras al sur del Júcar. - La posible atonía repobladora dará paso a una fuerte actividad durante los años 1248 y 1249. Este potente impulso repoblador se produce como consecuencia de la primera sublevación mudejar; el rey se ve ante la necesidad de incrementar la presencia de pobladores cristianos en todos los lugares del reino, pero en especial en las comarcas sureñas, lugares de donde había partido la sublevación mudejar en 1247 y en los que, como acabamos de anotar, hasta los años 1248 y 1249 apenas si se había producido la más mínima presencia de cristianos. En resumen, el Libre del Repartiment nos ofrece una repoblación basada en dos momentos importantes, el de los años 1238-1239, con una población que se ubica básicamente en la extensa comarca de la Huerta y una segunda etapa durante los años 1248 y 1249 en la 10

Libre del Repartiment, vol. II, p. 14. 94

que se establecen pobladores a lo largo y ancho del territorio conquistado, asentándose en mayor cantidad en las comarcas al sur del río Júcar, algunas de las cuales se repuebla por primera vez.

G E O G R A F Í A DE LA REPOBLACIÓN

En el apartado referente a la cronología acabamos de señalar cómo las dos fases más importantes de la repoblación surgen como consecuencia de la conquista de la ciudad de Valencia y de la primera sublevación mudejar. ¿Significa esto que la geografía de la repoblación viene determinada por la cronología de la conquista? Sólo en parte, ya que los fenómenos de conquista/repoblación no siempre corren parejos; si una porción importante de la comarca de la Huerta se reparte incluso antes de su conquista, no ocurre lo mismo con algunas de las comarcas al sur del río Júcar que no reciben colonos hasta 1248 o 1249. Si ponemos en relación la geografía con la cronología, la repoblación de las tierras valencianas nos ofrece el siguiente rompecabezas: - A ñ o 1237: hallamos donaciones en lugares de la comarca del Alto Maestrazgo, Serranos, Alto Palancia, Ribera Alta, Huerta, Camp de Turia, Ribera Baja, Plana Baja, Hoya de Buñol, Alto Mijares y Camp de Morvedre. - A ñ o 1238: encontramos donaciones en las comarcas del Alcalatén, Alto Palancia, Safor, Plana Baja, Plana Alta, Camp de Turia, Huerta, Ribera Alta, Ribera Baja, Serranos, Camp de Morvedre y Hoya de Buñol. - Año 1239: se conceden bienes en las comarcas del Alto Mijares, Plana Alta, Plana Baja, Ribera Alta, Ribera Baja, Huerta, Camp de Turia, Valí de Albaida, Camp de Morvedre, Marina Alta, Alto Palancia y Marina Baja. - Año 1240: tenemos donaciones en la Huerta, Bajo Maestrazgo, Camp de Morvedre, Camp de Turia, Ribera Alta, Comtat, Ribera Baja, Safor, Marina Alta, Alto Palancia y Marina Baja. - Año 1241: Jaime I concede bienes en la comarca de la Huerta. 95

- Año 1242: las donaciones se hacen en las comarcas de la Huerta, Ribera Baja, Camp de Morvedre, Alto Palancia, Plana Baja, Ribera Alta, Safor, Marina Alta y Plana Baja. - A ñ o 1243: las concesiones se realizan en la Huerta y Ribera Alta. - Año 1244: las donaciones están en la Plana Baja, Huerta, Ribera Alta, Safor y Marina Alta. - Año 1245: las concesiones se ubican en la Ribera Alta. - Año 1246: los bienes se entregan en la Ribera Alta y la Costera. - Año 1247: se conceden donos en la Costera. - A ñ o 1248: donaciones en la Plana Baja, Alto Palancia, Camp de Morvedre, Camp de Turia, Huerta, Ribera Alta, Ribera Baja, Serranos, Costera, Valí de Albaida, Canal de Navarros, Alcoiá, Comtat y Marina Alta. - A ñ o 1249: concesiones en el Bajo Maestrazgo, Plana Alta, Plana Baja, Alto Palancia, Camp de Morvedre, Camp de Turia, Huerta, Ribera Baja, Ribera Alta, Safor, Costera, Valí de Albaida, Canal de Navarros, Alcoiá, Comtat, Marina Alta y Marina Baja. - Año 1250: donaciones en la comarca del Camp de Morvedre. El año 1237 es uno de los que presentan más "dificultades" a la hora de entender la geografía de sus donaciones ya que estas abarcan nada menos que once comarcas. ¿Cómo se pueden entregar bienes en comarcas como las de la Ribera Alta, Ribera Baja, Serranos u Hoya de Buñol? La explicación, como hemos señalado, viene dada por la concesión de señoríos por parte de Jaime I a sus nobles, señoríos situados por entonces en territorio musulmán, con excepción de los ubicados en tierras castellonenses que ya pertenecían al monarca, como es el caso de Ares que se lo entrega Jaime I a don Ladrón. Con esta operación el rey intenta incardinar en la empresa conquistadora a una nobleza hasta entonces muy reacia a cooperar con él. Por tanto no hay repoblación, se trata simplemente de donaciones de localidades musulmanas que pasarán a poder de la nobleza en cuanto se conquisten; en última instancia, todo esto no es más que continuar con una vieja tradición seguida por los antecesores de Jaime I que habían concedido señoríos en tierras valencianas a algunos de sus subditos 96

para cuando se conquistaran aquellos territorios. La gran diferencia entre las concesiones de Jaime I y las de sus predecesores estriba en que las del primero se podían hacer realidad rápidamente ya que ahora existía el propósito de arrebatar el territorio a los musulmanes. La concesión de señoríos no tiene pues nada que ver con la repoblación, por lo que no cabe hablar de esta en los donadíos concedidos a lo largo de 1237. Ahora bien, juntamente con las concesiones de señoríos, el monarca reparte igualmente, a lo largo del citado año 1237, lotes de tierra y casas a una serie de recipiendarios, donaciones que se realizan en lugares ubicados entre el Puig y la ciudad de Valencia; se trata de Campanar, Boatella, Masamagrell, Algirós, Rambla, Ruzafa, Albuixech, etc. El hecho de que lo entregado sean tierras y casas nos hace pensar que pudiéramos estar en presencia de la primera repoblación que el monarca realiza al sur del Palancia. ¿Significa esto que los agraciados con las citadas casas y tierra entregadas a lo largo del año 1237 pudieron instalarse inmediatamente en ellas o, por el contrario, tuvieron que esperar algún tiempo? Al respecto conviene recordar que las tierras circundantes al Puig estaban en poder de Zayyan y que posiblemente sólo la victoria de las tropas de Jaime I en la batalla del Puig -batalla que se libró el 20 de agosto de 1237- proporcionaría a los cristianos el dominio de un espacio indeterminado entre el Puig y Valencia. El propio Libre del Repartiment no ayuda a esclarecer el problema ya que en las donaciones referidas al año 1237, tan pronto utiliza un lenguaje vago e indeterminado, claro exponente de que no se conocía nada acerca del lugar entregado, como nos hallamos frente a donaciones en las que se refleja con todo lujo de detalles los bienes concedidos. Con todo, hay que observar que la in11

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1 1

M . Gual Camarería, Precedentes de la Reconquista valenciana, Valencia, 1953.

1 2

Como ejemplos del primer caso tenemos: "P. Duran: III iovatas in Campanar et

ortum et casas in illo loco "; "R. de Blanes: II iovatas et domos ". Caso contrario al lenguaje vago e indeterminado mencionado tenemos: "Bafiel: alfaquinus domini regís: casas d'Abengevir queJuerunt de Anaxe, suo socero (et VII iovatas) et reallu, cum orto eidem contiguo eiusdem sarraceni et dúos campos magnos vía in medio, quorum, unus est tapiatus et circumdatus tribus viis, et confrontatur in via que vadit ad Rascayna et in via i i ix ta alium dictum campum tapiatum, et est campo de Iahie Alhori, sarraceno et in quadam magna cequia et in casalibus usque ad caminum cequie ". 97

mensa mayoría de las donaciones de ese año 1237 hacen referencia a los arrabales de Valencia y ésta, en la fecha señalada, ni siquiera había sido sitiada, por lo que dichas donaciones tardarían al menos un año en hacerse efectivas. Solamente unas pocas, las que se otorgan en los alrededores del Puig, tienen visos de realidad repobladora, pero son tan escasas que apenas si cuentan para nada en la cifra total de lo entregado durante ese año de 1237. En realidad el citado 1237, más que considerarlo como el primer año de repoblación al sur del Palancia, habría que hablar de él como de un año de pre-repoblación. La tendencia observada en 1237 mantiene su vigencia en 1238 si bien se producen una serie de variaciones; disminuye el número de donaciones de señoríos, incluso algunos de estos ya están en poder del rey cuando se entregan a sus nuevos poseedores, lo que no significa que estos se dediquen a repoblarlos. Por contra, las donaciones en el realengo, que suponen la entrega de tierras y casas, aumentan en número con respecto a las efectuadas durante el año anterior, aumento que alcanza su culmen tras la conquista de Valencia al dominarse ya el territorio hasta el río Júcar. Asistimos por primera vez a una auténtica repoblación en las comarcas del Camp de Morvedre y de la Huerta. También a lo largo de 1239 se siguen produciendo donaciones, unas suponen señorío y otras se realizan en el realengo, ambas modalidades disminuyen de forma acusada con repecto al año anterior, sobre todo las referidas al señorío que prácticamente desaparecen. Nuevamente son el Camp de Morvedre y la Huerta las que se benefician de las donaciones realizadas este año. A muchas de las concesiones otorgadas durante el año 1240 se las podría considerar como "extrañas". En primer lugar porque se refieren a la localidad de Denia y a una especie de ensayo repoblador en la comarca de la Safor, lo que no tiene mucho sentido si nos atenemos a la fecha de la conquista de estas tierras; en segundo lugar, porque el resto de donaciones de ese año se conceden en la comarca de la Huerta y, en muchos casos, lo que se hace es entregar bienes 13

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 286, 1102 a 1154.

que ya se habían concedido a otros recipiendarios, a los que se les revoca lo entregado por no cumplir con alguna de las obligaciones que se les imponía a la hora de recibir el donadío. El año 1241 es prácticamente nulo en lo que se refiere a repoblación pues únicamente cuenta con dos donaciones que se realizan en la comarca de la Huerta. La actividad repobladora se reanima en 1242 con concesiones a repobladores que se asientan en Alcira, en la Ribera Baja. Donaciones que irán disminuyendo en su número pero que se seguirán efectuando a lo largo de los años 1243, 1244, 1245, 1246 y 1247, tanto en las dos Riberas como en la Costera. Los años 1248 y 1249 significan un nuevo impulso repoblador; por primera vez se repueblan comarcas meridionales, Valí de Albaida, Alcoiá, Comtat, Marina Alta, Marina Baja, territorio éste que, pese a estar conquistado desde 1245, apenas si había sido colonizado por los conquistadores. Juntamente con la primera repoblación de las citadas comarcas sureñas, los años 1248 y 1249 significan igualmente una nueva repoblación para el resto de las comarcas del país. Dejando de lado la concesión de señoríos, que recordemos una vez más no implican repoblación, la geografía del asentamiento de pobladores nuevos que nos señala el Libre del Repartiment nos permite establecer la siguiente relación cronológico-geográf ica: 1238-1239 repoblación de las comarcas del Camp de Morvedre y Huerta; zona Palancia-Júcar. 1240-1247 repoblación al sur del Júcar, hasta la comarca de la Costera. 1248-1249 repoblación de las comarcas del sur a partir de la Costera y segunda repoblación del resto.

N O M E N C L A T U R A DE LA REPOBLACIÓN

El Libre del Repartiment cita la donación de una serie de bienes a los que denomina "castro ", "castro et villa ", "turris ", "alquería ", "aldea " y "rahal". ¿Qué significa cada uno de estos vocablos? En lo relativo al "castro ", existe cierta coincidencia entre los historiadores cuando señalan que no debieron de ser centros de poder. 99

Posiblemente, sólo en los castillos cabeza de distrito residirían representantes del poder central o autoridades jurídico-religiosas de cierta relevancia; se trataría de lugares de refugio, tanto de la población como de sus ganados. En ocasiones el "castro ", además de desempeñar las funciones de refugio realiza igualmente las de habitat, se trata de verdaderos poblados de altura, generalmente asentamientos que ocupan una parte del albacar. En la época musulmana el territorio de un castillo estaba constituido por el conjunto de territorios de explotación de las alquerías adscritas a él. No existe un modelo único de "castro "; mientras R. I. Burns señala que puede ser tanto una población amurallada, un fuerte, una torre, e incluso una fortale14

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J. Torró, Poblament i espai rural. Transformations historiques, Valencia, 1990, p. 54. Sobre castros véase: P. Guichard, "Los castillos musulmanes del Norte de la provincia de Alicante", en Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval, 1, 1982, pp. 29-46. A. Bazzana, "Éléments d'arquéologie musulmane dans Al-Andalus: caractères spécifiques de l'arquitecture militaire arabe de la région valencienne", en Al Qantara, 1, 1980, pp. 339-363. A. Bazzana, "La défense des communautés rurales dans l'Espagne musulmane", en Prospections aériennes. Les paysages et leur histoire, Paris, fase. VII, 1983, pp. 105-202. A. Bazzana, "Approche d'une typologie des édifices castraux de l'exemple de la région valencienne", en Châteaux et peuplements, Fiaran, Auch, I, 1979, pp. 191-202. P. Guichard, "Castells andalusins al País Valencia", en L'Avenç, 66, 1983, pp. 85-88. A. Bazzana, P. Guichard, "Les sites castraux de la région valencienne au Moyen Âge", en Castelli. Storia e Archeologie, Convegno di Cuneo, 1981, pp. 39-52. A. Bazzana, "Albacar: la fonction refuge dans le château hispano-musulman de la région valencienne", en Châteaux et peuplements, pp. 192-197. P. Guichard, "L'albacar et sa fonction: un débat en cours", en Histoire et Archéologie de l'habitat médiévale, Lyon, 1986, pp. 113-118. A. Bazzana, "Les structures: fortifications et habitat", en Habitats fortifiés et Organisation de l'espace en le Méditerranée Médiévale, Lyon, 1983, pp. 161175. P. Guichard, "Châteaux chrétiens du royaume de Valence", en Châteaux et peuplement, pp. 197-202. A. Bazzana, "Un fortier ommeyade dans le Sharq al-Andalus", en Archéologie Islamique, 1, 1989, pp. 87-108. A. Bazzana, P. Guichard, "Otra vez sobre castellología", en Cuadernos de la Alhambra, 1988, pp. 11-14. R. Azuar, "El Sur del País Valenciano. Una posible frontera en época almohade (2 mitad del siglo xn-l" mitad del siglo XIII)", Castrum Erice, Sicilia, 4, 1988. J. Torró, Torres i Castells de l'Alcoià-Comtat, Alcoi, 1985. J. Torró, "Les fortificacions a les muntanyes de Sharq al-Andalus", en El Comtat. Una terra de Castells, Cocentaina, 1966. R. Azuar, "Una interpretación del hisn musulmán en el ámbito rural", RIEA, 37, 1982, pp. 33-42. R. Azuar, "Castillos y fortificaciones alicantinas en época islámica", en Castillos de la Provincia de Alicante, 1, 1986, pp. 16-18. a

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za importante, Bazzana, Cressier y Guichard llegan a distinguir una tipología castral de hasta siete categorías básicas en tierras de Sharq Al-Andalus. En el Libre del Repartiment se distinguen tres tipos de "castro": "castro", "castro et villa" y "turris". Entre los primeros, cuya misión fundamental era la de servir de refugio temporal a la población y a sus ganados, cita los de Veo, Chelva, Altura, Almedíjar, Almonacid Canals, Macerol, Corbera, Segart, Torrente, Silla, Monserrat, Ahín, Alfandech de Marignen y Calpe. La segunda variedad la conforman los denominados "castro et villa " y hace referencia a un castillo que está asociado a un habitat rural permanente, verdaderos poblados de altura, de los que se enumera Ares, Villafamés, Azuébar, Chiva, Pedralba, Andilla, Chulilla, Montroy, Buñol, Macastre, Villamarchante, Rebollet, Ganalur, Serra, Villa Roya, Quart, Torres-Torres, Liria, Almenara, Jérica, Sagunto y Castellón de la Albufera. Un tercer tipo de "castro" designado por la documentación hace referencia a la denominación "turris " de la que se pueden distinguir la "torre de alquería" y la "torre vigía". Las primeras se hallan en las alquerías más importantes o en aquellas que se encuentran lejos de los centros fortificados, en lugares llanos o en zonas poco accidentadas, las alquerías principales disponían de una torre que contaba con un pequeño recinto adyacente o albacar, además de una barrera de estacas que rodeaba el poblado, como se indi16

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R. I. Burns, El Reino de Valencia en el siglo xiii. Iglesia y sociedad, Valencia, 1982, vol. I, p. 15. A. Bazzana, P. Cressier, P. Guichard, Les châteaux ruraux d'Al Andalus. Histoire et archéologie des Husun du Sud-Est de l'Espagne, Madrid, 1988, pp. 69-73. Se trata de lugares fortificados de altura, situados sobre peñas en lugares abruptos y prácticamente infranqueables. Su función de refugio es algo que salta a la vista. Sus estructuras cástrales son muy simples, una muralla que cubre la parte más accesible. Tanto por su ubicación como por su forma física no se puede pensar en estos lugares como sitios de habitat permanente; por lo general cuentan siempre con una o dos cisternas. En ocasiones presenta unas defensas inferiores a lo señalado. Castro compuesto por tres recintos: la larga muralla que rodea la "vila"; un recinto menor y con mejor defensa, el albacar que serviría de refugio a los hombres de la villa y de las alquerías cercanas; en la parte más alta, el castillo propiamente dicho o celoquia, último reducto defensivo y lugar donde se instalaría el alcaide si la fortaleza era de cierta entidad. 16

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ca en la Crónica con respecto a Moneada. De este tipo sería, además de la citada, la de Canals. Por su parte, la torre vigía o atalaya tenía la función de vigilar zonas potencialmente amenazadas por incursiones enemigas, no sirviendo de refugio a la población del lugar. Entre estas, nuestro manuscrito cita los casos de Bufilla, Borgamusa, Bivalcadim y Quesa, entre otras. Otro componente es la alquería; los textos árabes utilizan la voz "qarya" para designar toda población rural ubicada dentro de una circunscripción administrativa denominada "amal" o "yuz". Por su parte, los conquistadores designaron con el nombre de alquería a todos los centros que no tenían la calidad de castillo o villa y que pertenecían al término de un centro fortificado. Dado que estamos ante una antigüedad heurística a la hora de definir lo que es una alquería, no es de extrañar que los historiadores no se pongan de acuerdo sobre lo que representa en realidad; así, para Guichard se trata de un asentamiento compuesto por varias casas que, a su vez, debieron de estar encuadradas en unidades mayores, los "husun", lugares defensivos y de refugio para varias alquerías, regidos por una asamblea comunal o "aljama". No existe el menor indicio de que la alquería haya dependido en lo social y económico de ningún señor. Todo le hace pensar al mencionado historiador que se trataba de una pequeña aldea de campesinos libres, propietarios de sus tierras. Muchas alquerías presentan una toponimia en "beni", lo que le permite suponer que se instituyeron sobre la base de grupos parentales agnaticios. Para Epalza la alquería no es sino una unidad impositiva, nunca una propiedad colectiva, simplemente una unidad 20

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Libre dels Feyts, ed. Casacuberta, Barcelona, 1926, IV, 22-36. P. Guichard, Estudios de Historia Medieval, Valencia, 1987, p. 180. Véase igualmente P. Guichard, "La société rural valencienne a l'époque musulmane", en Estudis d'Historia Agraria, 3, pp. 41-52. P. Guichard, "Le problème des structures agraires en al-Andalus avant la conquête chrétienne", en V Coloquio Historia Medieval de Andalucía, Córdoba, 1986, pp. 161-170. P. Bonnassie, Les communautés rurales en Catalogne et dans le Pays Valencien (ix-xive siècle), Fiaran, 1982, pp. 93-114. H. Kirchner, "El paper politic i social dels veils a les Ules i Règne de Valencia en la Crónica de Jaume I", en V Jornades Estudis Histories Locals, Palma, 1987, pp. 103-113. P. López Elum, La alquería islámica en Valencia. Estudio arqueológico de Bufilla, siglos xi a xiv, Valencia, 1994. 20

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fiscal de producción. Si Guichard ha considerado el topónimo como el del gentilicio de la familia, para Epalza, eso mismo se convierte en la evidencia de que esta familia es la propietaria de la alquería y que no reside en ella, serían habitantes de la ciudad que irían a la alquería simplemente a cobrar los impuestos y a controlar la producción, entregando posteriormente al Estado la parte correspondiente. C. Barceló señala la posibilidad de que los topónimos del tipo "beni" no se debieran a un asentamiento inicial de tribus beréberes, sino a la propia continuidad del poblamiento musulmán en tierras valencianas tras la conquista cristiana. Por su parte M. Barceló opina que las alquerías son territorios de ocupación con una distribución colectiva de las faenas agrícolas entre un conjunto de unidades gentilicias. Más confusas son las afirmaciones de R. I. Burns cuando señala que una alquería tanto puede ser la porción de una antigua propiedad rural como una comunidad agrícola dispersa, o incluso un villorrio; para el investigador norteamericano, la alquería islámica sería pues igual que la cristiana. La confusión reinante entre los historiadores a la hora de determinar qué es una alquería no la soluciona el análisis del Libre del Repartiment ya que comienza por confundir vocablos; unas veces equipara el "castro" con la "alquería": "alqueriis sive castris de Eyrb Alcobra et Huaegip Agogra " ; o se refiere a un mismo lugar denominándolo tanto "alquería " como "locum ": "Eximinus Petri, darocensi, 22

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M. Epalza,. "Los beréberes y la arabización del País Valenciano", en Miscelánea M. Sanchis Guarner, vol. I, Valencia, 1984, pp. 91-100. M. Epalza, M. J. Rubiera, "Estât actual deis estudis de toponimia valenciana d'origen àrab", en X Colloqui General de la Societat Onomàstica. I d'Onomàstica valenciana, Valencia, 1986, pp. 420-426. M. Epalza, M. J. Rubiera, "Els Beni, entre famílies i penyes", en Els noms árabs de Benidorm i la seua comarca, Alacant, 1985, pp. 54-62. C. Barceló, "Toponymie tribale ou familière et organisation de l'espace dans l'aree Valencienne a l'epoque musulmane", en Revue de l'Occident musulman et de la Méditerranée, 40, 1985, pp. 29-38. "Sobre alguns topònims àrabs del País Valencia. Els noms de Hoc de tipus Beni", en X Colloqui General de la Societat Onomàstica. Id'Onomàstica valenciana, Valencia, 1986, pp. 411-414. J. Torró, Poblament i espai rural. Transformations historiques, p. 49. R. I. Burns, El Reino de Valencia en el siglo mi. Iglesia y sociedad, vol. I, p. 15. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 29. 2 2

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locum iuxta Almenaram qui dicitur Cilx" y "Eximinus Petri de Darocha, alqueríam de Silx ". Existe pues una total confusión entre los nuevos conquistadores a la hora de definir con claridad todas y cada una de las denominaciones que heredan de los musulmanes, dándose la paradoja de que designan como conceptos distintos una misma realidad; así, mientras en el Libre del Repartiment se denominan alquerías a Paterna y Manises en la donación que se hace a Artal de Luna el 9 de julio de 1237: "Artallus de Luna, alqueriam de Paterna et de Manegar, VII idus iulii"; esa misma donación, fechada el uno de julio del mismo año 1237 se las denomina por la Cancillería real como "castro et villa "'. "castrum et villam de Paterna et castrum et villam de Manizes ". Otro problema que se plantea es el de la utilización de los vocablos "qarya" y "daia"; para algunos autores las voces alquería/aldea hacen referencia a una misma cosa, el hecho de que aparezcan en la documentación cristiana con una denominación u otra lo explica C. Barceló señalando que, en el momento de la conquista de las tierras valencianas, tanto los aragoneses como los castellanos tenían en su vocabulario el nombre genérico de aldea para designar a una unidad de producción rural, mientras que los catalanes lo hacen con la palabra alquería. El que aparezca una u otra voz se deberá, en última instancia, a que el documento lo redacte un escribano aragonés o catalán. Esta teoría no se confirma en la documentación aportada por el Libre del Repartiment; más bien sucede todo lo contrario ya que, entre las donaciones que recoge la citada fuente, hallamos unas que dicen: "Calema Hoto, sarracenas Xativa, alqueriam qui dicitur Muru, que est inter aldeas de Consoltanie "; o: "Ferrandus Didaci, 26

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Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 129 y 1208. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1. A. Huici, M D. Cabanes Pecourt Colección diplomática de Jaime I de Aragón, doc. n° 243. Sobre los escribanos aragoneses y catalanes del Libre del Repartiment, véase L. Peñarroja Torrejón, "Los escribas del Repartiment de Valencia y la diptongación mozárabe de /e/o/", en Anales de Filología Aragonesa, XLIV-XLV, 1990, pp. 209227. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 102. 27

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villam de Benaguacir et alqueriam de Felx, cum aldea de Abenaduf et locum de Beniaro, totum integre...". En ambos documentos aparecen las voces alquería y aldea como dos realidades distintas y no podemos pensar que tal hecho se deba a que en la redacción de los citados documentos haya intervenido un escribano aragonés y otro catalán ya que el tipo de letra demuestra estar escrita por la misma mano. Habrá que buscar una nueva solución al uso de uno u otro vocablo, solución que bien podría estar en la sugerente hipótesis de Guichard cuando afirma que a la caída del Califato, con la fuerte presión fiscal existente, los campesinos abandonan las alquerías incapaces de satisfacer los impuestos. Lo ocurrido en muchos casos es la apropiación de estas alquerías por parte de la creciente aristocracia urbana que las convierte en "daia", aldea, trabajada por aparceros. Si el significado de los vocablos "qarya" y "daia" ha sido objeto de polémicas historiográficas, no lo es menos el de "rahal"; para Guichard se trata de propiedades territoriales de tipo personal, de tamaño por lo general inferior al de las alquerías y que no representan una forma predominante de asentamiento ni de apropiación del espacio agrario. Es plausible que las más extensas de las explotaciones denominadas rahales fueran propiedades rústicas, situadas en la periferia de las huertas cultivadas y abarcaran además una buena parte de las zonas de secano contiguas. Un porcentaje importante de la superficie de dichos rahales estaría desde ese momento ocupada por la arboricultura de secano y la ganadería. Estos rahales estarían adscritos a ese sector de la gran propiedad rústica perteneciente a las clases acomodadas de las ciudades y principalmente a la categoría dirigente ligada al Estado. Su principal contraste con respecto a la alquería es que, mientras ésta era la propiedad colectiva de unos campesinos, el rahal pertenecía a un solo propietario. Contraria es la opinión de C. Barceló para la cual el rahal no es propiedad de grupos dirigentes de la sociedad andalusí, sino que se trata simplemente de huertos que poseen de manera privada algunos campesinos. M. Barceló tiene sus dudas sobre lo que acabamos de señalar y no ve claro la distinción 31

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Libre del Repartriment,, vol. II, asiento n° 51. J. Torró, Poblament i espai rural. Transformations historiques, p. 50. P. Guichard, Estudios de Historia Medieval, p. 181. 105

entre "rahal" y "qarya". Por su parte M. J. Rubiera define al "rahal" no como un tipo de asentamiento agrícola diferente a la alquería, sino como un simple redil para el ganado, teoría ésta que ha sido rebatida por M. Barceló y su equipo de arqueólogos. La documentación aportada por el Libre del Repartiment parece confirmar lo apuntado por Guichard ya que la existencia de rahales está relacionada con la proximidad de un núcleo de población importante; mientras en los alrededores de la ciudad de Valencia se entregan ochenta y seis rahales, en Xátiva veintinueve, en Alcira y Bairén ocho, en Denia, Onteniente, Albaida y Cullera solamente se conceden tres. Respecto al tamaño, la realidad nos dice que es variable, pues si bien la inmensa mayoría de los rahales se entregan a un único recipiendario, otros como el caso de Terrac, Alarif, Axuterni, etc., se reparten entre varios repobladores; algunos cuentan con un molino, e incluso en dos casos se producen sendos episodios que demuestran su importancia: durante el cerco a la ciudad de Valencia, la cancillería real se instaló en un rahal; las conversaciones que mantuvo Jaime I con el alcayt y la aljama de Xátiva, para obtener la entrega de la ciudad se llevaron a cabo en un rahal. A través del Libre del Repartiment no 34

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J. M. Lluro, F. Retamero, J. M. Torres, "Sobre baqqar(s), ramats, frigorifies i metodologia", en Les Ules orientais d'Al-Andalus, Palma de Mallorca, 1987, pp. 89101. Artículo que es la respuesta a los de M. J. Rubiera, "Raíais y raales; ravals y arrabales; reals y reales", en Sharq Al-Andalus, 1984, pp. 117-122. M. Epalza, "Funciones ganaderas de los albacares en las fronteras musulmanas", en Sharq Al-Andalus, 1, 1984, pp. 47-54. Véase igualmente P. Guichard, "A propos des rahals de l'Espagne Orientale", en Mélanges de la Casa de Velázquez, XV, 1989, pp. 11-24. Libre del Repartiment,, vol. I, asientos n° 87, 205, 208, 210, 264 a 276, 278, 279, 503, 554, 557, 781, 922, 1257, 1264, 1284, 1326 y 1468. Sobre torres véase A. Bazzana, "Les tours de défense de la Huerta de Valence au xui siècle", Mélanges de la Casa de Velázquez, 14, 1978, pp. 73-106. P. Guichard, "Géographie historique et histoire sociale des habitats fortifiés ruraux de la région valencienne", en Habitats fortifiés et organisation de l'espace en la Méditerranée médiévale, Lyon, 1983, pp. 87-93. P. Guichard, "Structures de peuplement et organisation de l'espace", en Histoire et Archéologie de l'habitat médiévale, Lyon, 1986, pp. 95-112. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 1, 10, etc. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 224. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 876. "Frater A. episcopo Valentie, et episcopis vestris succesoribus in eadem: per hereditatem propriam, francham et 35

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podemos confirmar plenamente lo señalado por Torró cuando afirma que posiblemente haya que ver en la población de los rahales una degradación de las condiciones comunitarias iniciales y la paralela privatización a manos de la aristocracia dirigente, lo que sí podemos constatar es que en muchos casos el antiguo propietario del rahal pertenecía a la aristocracia local. Otro tipo de bienes que encuentran los conquistadores son casas, molinos, hornos, obradores y tierra; de todos ellos, únicamente la tierra presenta cierta dificultad a la hora de interpretar su significado exacto ya que se la denomina de varias formas: "térra", "orto", "campo", "vinea", "prato", "olivar", "figueral". De la primera, "térra", la documentación sólo indica la extensión en la que se entrega, llegando incluso a suprimir la voz "térra "; "I. Puinera et filio suo Puinera: III iovatas in termino ". Si bien en alguna ocasión se entrega juntamente con otras variedades sin especificar la extensión de cada una de ellas, "duas iovatas terre inter ortos, vineas, et aliam terram ", por lo general se concede como algo diferenciado del resto, "// iovatas terre in Raiosa et ortum in Roteros ". El hecho de que la práctica totalidad de repobladores reciban varias j ovadas de esta variedad de tierra, nos induce a pensar que estamos en presencia del tipo de tierra más repartido. ¿De qué variedad se trata? Teniendo en cuenta las otras denominaciones, "orto", "campo", "vinea", "prato", "olivar", y "figueral", podemos pensar que debe de tratarse de tierra campa o de sembradura, aquella en la que el campesino sembraba el cereal. ¿Tierra de secano o de regadío? El definirse en este aspecto resulta un tanto complejo puesto que los datos aportados por la documentación son muy escasos; de los dos millares y medio de donaciones que contienen este tipo de tierra, únicamente veintitrés de ellas hacen referencia a si es de rega39

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liberam, illum reallum in termino Xative, qui est prope reallum Raymundi de Sancto Minato. Et in quo, primam compositionem fecimus cum alchaydo et sarracenis Xative de castro et villa de Xativa. III kalendas aprilis ". J. Torró, Poblament i espai rural. Transformacions históriques, p. 51. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1212. J. M. Cruselles, "Producción y autoconsumo en contratos agrarios de la huerta de Valencia (siglos xiv y xv)", en Icolloqui d'Historia de Valimentado a la Corona d'Aragó. Edat Mitjana, Lleida, 1985, II, pp. 61-78. 3 9

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dio o de secano; así ocurre una sola vez para la comarca de la Huerta, Camp de Morvedre, Marina Alta, Alto Palancia, Vall de Albaida y Costera, el resto de menciones son para la comarca de la Safor. Con todo, pensamos que ambas modalidades, regadío y secano, alternarían en los diversos términos en que se reparten, lo que ignoramos es el peso específico de cada una de ellas. El regadío, a pesar de las pocas menciones, debía de contar con una presencia importante en este tipo de tierra y ello por varias razones: - En ocasiones, al señalar la ubicación de la tierra se nos dice que linda con acequias: "/ iovatam in Boriaçot et affrontat cum hereditate de R. Figuerola et A. de Fonte et cequia maiori; et aliam iovatam in Godaylla et affrontat in cequia maiori"; "Viovatas in termino de Muriveteris, quorum una est in cequia "; "II iovatas terre in termino Xative, affrontant, I, in cequia vecinali". La cita de acequias se hace mayormente abundante cuando se entrega tierra en la comarca de la Huerta y, curiosamente, no se nos especifica que se trate de tierra de regadío, incluso en casos tan claros como este: "Michael Mores: LXXXV bracias in longitudine et LV bracios in latitudine, in loco illo qui est ante portam de Boatella prope cimenterium et portam de Boatella, contiguatas vie publice que vadit ad Rogafam et habeant partem omnium illarum aquarum sive cequiarum que transeunt per locum dictum in quibus mudandas non teneantur aliquod cequiagium inde daré". Indudablemente la existencia de acequias lindando con estas tierras quiere decir que en mucho o en poco había regadío. - En diversos términos rurales, la documentación indica la presencia de molinos hidráulicos, molinos que lindan con el tipo de tierra del que estamos tratando: "/ molendinum in Petraer... et VI iovatas in dicto molendino". Si estamos hablando de molinos hidráulicos, obviamente el sobrante del agua se destinaría al regadío de las tierras próximas, por lo que la abundancia de molinos es sinónimo de regadío. - En ocasiones las donaciones que se hacen de tierra campa o de sembradura proceden de la desmembración de rahales, "VII iovatas in raal Amambro et in raal Carpesy ", y siendo el rahal una finca pe42

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1225.

riférica a las grandes poblaciones y perteneciendo muchas de ellas a personajes importantes que tenían estas explotaciones agrícolas como negocio, no es probable que fueran de secano en su totalidad sobre todo si tenemos en cuenta la abundancia de acequias y molinos que hay dentro de los rahales según nuestro manuscrito. En definitiva, la base de la sustentación del campesinado lo debía de componer la tierra dedicada a la siembra de cereal, pudiendo ser esta tanto de secano como de regadío. Es más, ambas modalidades alternarían en la mayoría de los términos rurales como lo confirma el hecho de que el "modelo" de que disponían los escribanos a la hora de copiar cómo se debía hacer el reparto del término de una alquería, señala que éste había de hacerse entregando tierra "in loco irriguo et aliam in secano ". Unas veces se repartía a partes iguales, otras la variedad más entregada era la de regadío. Es más, da la sensación de que no debía de existir excesiva diferencia entre ambos tipos de tierra si nos atenemos a algo tan fundamental como es el hecho de que las dos modalidades pagasen el mismo impuesto. Otro tipo de tierra entregada es el que la documentación denomina "ortum "'. "Iacobo de Pilis: domos in Muroveteri, /ranchas et V 43

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1160: "Per nos et nostros damus et

concedimus vobis, tali et talis et ad que unum et aliorum populatorum de tali loco qui ibi fuerint populati et vestris et eorum successorum imperpetuum, alqueria que dicitur talis que est in termino tali, totam integre cum introitibus, exitibus, qffrontationibus, aquis, terminis et suis pertinentiis universis a celo in abissum, exceptis furnis et molendinis, ad omnes vestras vestrorum voluntates et aliorum populatorum eiusdem alcherie, cui et quibus volueritis perpetuo faciendas, exceptis militibus et Sanctis, ita quod vos predicti dividatis predictam alqueriam vobis et aliis populatoribus et recipiatis ad opus vestri et detis ibi unicuique aliorum populatorum, singulas domos secundum valorem personalem recipitis ad opus vestri, et detis octo aliorum meliorum et honorabiliorum populatorum eiusdem alquerie, unicuique, MI iovatas terram et vineas; et omnibus aliis populatoribus unicuique I iovatam. Et unicuique detis unam partem suarum iovatarum in loco irriguo et aliam in secano, ita tamen quod vos et omnes alii populatores dicte alquerie et vestris, habeatis domos franchas et liberas, et detis nobis et nostris, pro unaquaque iovatarum dicte alquerie, tarn terre quam vinearum, tarn loci irrigui quam seccani, decern solidis; et ista, hinc ad decern annos, non vendetis fatigam autem et laudimium et quodlibet aliud ius emphiteoticum quod non retinemus, etcetera que secuntur ". 44

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Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 530, 674, 831, 1078. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 1094, 1098, 1099. 109

iovatas terre in eodem termino, quarum una est in cequia, et altera est in Rambla, iuxta vineam domini regis; et residue sunt in Val de Sego et in Albaceto. Et tres fanecatas vinee et unum ortum duarum fanecatarum ". En ocasiones la concesión del "ortum " va acompañada de una serie de precisiones, lo que nos permite hacernos una idea bastante aproximada de sus características, extensión, forma y ubicación. Por lo que respecta a la primera de estas, se entrega siempre por hanegadas, entre una y dos por huerto; se trata de un tipo de tierra que se dona en extensiones muy pequeñas, lo que habla de su alto valor, como lo confirma el que se paga el mismo impuesto por una jovada de tierra de sembradura que por una hanegada de huerto. En segundo lugar, el "ortum " suele estar cerrado o tapiado, "clausus", "tapiatus", encontrándose, bien dentro de las poblaciones: "síngalas domos cum suis ortis in Valentia "; "ortum in carraña d'Albeb Alagar", bien extramuros, "I ortum, ante valium muri civitatis Valentie". Suelen ubicarse por donde discurren acequias, "et ortum cum cequia que est ante portam Exarea ". Estaríamos pues en presencia de huertos tapiados de pequeña extensión, como mucho una o dos hanegadas, y que se encontrarían dentro de las localidades o pegados a sus murallas, abastecidos de abundante agua procedente de las acequias que discurrían por allí. Se trataría pues del pequeño huerto en el que se cultivarían verduras y hortalizas para el autoconsumo. Ahora bien, no todos los huertos que nos aparecen en la documentación cuentan con idénticas características; así, a Assallito de Gudal se le dan dieciocho hanegadas, parte de un huerto que era del alfaquí Avincahado y que estaba junto al foso de las murallas de Valencia; a Egidio de Atrosillo se le entregan cuatro hanegadas de tierra en Ruzafa del huerto "in quo hospitabatur et fuit de Abiafar Albenen "; al médico Jacobo se le entregan varios bienes en Sagunto, entre ellos un huerto "cum turri parva que ibi est", mientras 46

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 446. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 217. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 26. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1360. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1347. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 447.

que a R. de Benviure se le concede "unum ortum cum columbario ". Estamos pues ante dos tipos de huertos, el urbano o periurbano, de una o dos hanegadas, tapiado o cerrado y dedicado al autoconsumo, y un segundo mucho más generalizado, de mayor extensión del que la documentación nunca dice que estuviera tapiado o cerrado, ni que lindara con casas o calles, por lo que suponemos que estaría fuera de las localidades. Viendo las características de este segundo tipo de huerto no resulta del todo extraño el hecho de que en alguna ocasión se equipare huerto con rahal: "Eximinus de Urrea: ortum sive reallum de Abinbedel in quo hospitabatur G. de Aquilone ". No debían de ser muy numerosos los huertos urbanos, pequeños y tapiados, o al menos no los suficientes para que bastasen a todos los repobladores ya que no es infrecuente el encontrar en la documentación del Libre del Repartiment una serie de donaciones de tierra con la condición de que el nuevo propietario las convierta en huerto; tal es a lo que obligan a R. Durfortis cuando le entregan "unam kaficiatam terre pro orto in Alcudia ", o a P. de Planes a quien se le dan "II fanecatas pro orto ". Todo parece indicar que la repoblación cristiana significa un aumento de los huertos, en tanto en cuanto se suelen entregar porciones de tierra con la condición de que se transformen en huertos; por regla general estos huertos copiarán la extensión de los existentes en época musulmana; no obstante, en alguna ocasión la tierra entregada para convertirla en huerto contiene una extensión mayor a las dos o tres hanegadas, en tales casos los destinatarios suelen ser personajes importantes. ¿Se repite a nivel cristiano la dualidad que pudo existir en época musulmana cuando alternaban dos tipos de huertos, los pequeños y urbanos y los grandes y periurbanos, propiedad estos últimos de personajes importantes? Un tercer tipo de tierra es la que la documentación define como 52

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"campo": "Bafiel, alfaquinus domini regis: casas d'Abengevir que fuerunt d'Anaxe, suo socero et VII iovatas sue hereditate, et reallu, cum orto eidem contiguo, eiusdem sarraceni et duos campos magnos, Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 338. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 361. 111

via in medio; quorum, unus est tapiatus et circumdatus tribus viis, et confrontatur in campo de Abin Anubil et de Abdela Abenfulfel et fratrum suorum et füiorum de Abinbalapha, ferrario, et alius campas confrontatur in via que vadit ad Rascayna et in via iuxta alium dictum campum tapiatum, et est campo de Ihahie Alhori, sarraceno et in quadam magna cequia et in casalibus usque ad caminum cequie ". 54

En el ejemplo que acabamos de anotar se puede comprobar cómo se habla de tierra concedida en jovadas o tierra campa, rahal, huerto y campo como algo diferente entre sí. Por qué se diferencia campo de huerto si todo parece indicar que son una misma cosa. Posiblemente se diferencien en su extensión y ubicación. El campo sería una especie de huerto pero de mayor extensión y ubicado fuera de la ciudad si bien en zonas fuertemente irrigadas ya que en todas las menciones que se hace de él, siempre está junto a acequias o molinos. En última instancia, el campo bien podría ser el equivalente a ese segundo tipo de huerto que hemos descrito como de mayor extensión y fuera de las localidades. El hecho de que se entreguen tierras para convertirlas en huertos y nunca en campos nos hace pensar que en ocasiones, los campos de época musulmana se fraccionan en pequeños trozos, de dos o tres hanegadas cada uno, para que los nuevos propietarios los conviertan en huertos. Hemos venido hablando de medidas de superficie. ¿Cuáles son y qué equivalencias tienen entre sí? Por lo que respecta al primer punto del interrogante, la tierra se concede en "jovadas", "kaficiadas", "fanecadas " y "peonatas "; por lo que respecta a sus equivalencias es en lo único que podría existir alguna discrepancia puesto que Jaime I varió su valor cuando las aplicó al Repartimiento de Valencia. Como el mismo monarca cuenta en su Crónica, tras la conquista de la ciudad de Valencia, don Jaime nombra partidores, "e quan vench a enant, en torn de III setmanes, metem partidors que partissen la térra del terme de Valencia. E Nos, que la voliem partir e hi haviem meses partidors, per que a Nos seria gran trebayl, don Assali de Gudar e don Exemen Peñe de Tarazona qui era lavors reboster nostre en lo regne d'Aragó", pero ante la presión de los ricos-hom-

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 26.

bres y prelados tiene que cambiarlos. "Nos tenim per bo, e conseylam que y metats II bisbes e II richs homens. E axi com lo loch es honrat, devet hi metre honrats homens ". Los nuevos encargados del reparto, los obispos de Huesca y de Barcelona, así como don Pedro Fernández de Azagra y don Jimeno de Urrea fracasaron en su intento de asignar propiedades ya que las concesiones excedían en extensión a la tierra disponible; por ello, una vez renunciaron a su tarea estos segundos repartidores y vueltos a sus puestos los primeros, Jaime I solucionó el problema rebajando la extensión de la jovada. "Nos vos mostrarem ara a partir la terra; e farets ho axi con se feu a Maylorques que daltra manera nos pot fer, vos baxats la jovada a VI kaffigades, e haura nom jovada e no u sera ". En definitiva, a pesar de su nomenclatura, la equivalencia entre las medidas de superficie con las que se entrega la tierra en el Repartimiento de Valencia es la siguiente: 55

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1 jovada = 3 hectáreas = 6 cahizadas = 36 hanegadas. 1 cahizada = 1/2 hectárea = 6 hanegadas. 1 hanegada = 8,31 áreas = 831,09 metros cuadrados. 1 peonata = 3/4 de hanegada. 57

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OBJETIVOS DE LA REPOBLACIÓN

La repoblación pretende cubrir dos objetivos, asentar nuevos pobladores en las tierras conquistadas a la vez que obtener unos beneficios de tipo económico. Para alcanzar lo primero, las donaciones que se hacen llevan aparejadas una serie de cláusulas condicio55

Libre deis Feyts, V, p. 94. Jovada o yugada es la medida de tierra que podía labrar en un día una yunta de bueyes o muías, correspondiendo a casi tres hectáreas, 9.973 metros cuadrados. Cahizada o jornal es la porción de terreno que podía sembrarse con un cahíz de grano y equivale a seis hanegadas, 4.986,54 metros cuadrados. Hanegada o faneca es la medida de tierra necesaria para admitir el trigo que cabe en una fanega o saco árabe, 831,09 metros cuadrados. Es la superficie equivalente a 3/4 de hanegada, o sea 623,32 metros cuadra56

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nales cuyo incumplimiento significa la pérdida de lo concedido. El beneficio económico comporta que algunos bienes vayan gravados con censos. Por lo que significa el primero de estos objetivos, las cláusulas condicionales no se suelen especificar en todas y cada una de las donaciones, más bien son escasísimas las ocasiones en las que se detallan; se sobreentiende que existan ya que desde un primer momento nos encontramos con revocaciones; esto es, se le quita lo entregado a un recipiendario, pero sin especificar el por qué. Únicamente en un caso se señala que se le revoca la donación "quia non venit ad diem "; por el hecho de no estar presente en la fecha acordada para la recepción de lo concedido. Esta falta de noticias da paso a una pormenorización mayor cuando, a partir de 1240, se hace una revisión de lo entregado hasta entonces. A consecuencia de esa revisión se revocan una serie de donaciones y se conceden dichos bienes a otros recipiendarios. En estas nuevas concesiones se especifica por qué se les ha revocado lo donado a los antiguos recipiendarios. En su inmensa mayoría la causa esgrimida es la de no hallarse presentes en el momento de la entrega, pero igualmente se señala el hecho de vender los bienes, "re\>ocat quia vendiderunt eum sine licentia "; un tercer motivo utilizado es el de la traición al rey, "quia se transtulit contra nos in subsidium paganorum ". 60

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Son tres las razones por las que hasta el año 1241 se revocan las donaciones concedidas: la obligación de estar presente en la fecha de la entrega de los bienes; la prohibición de enajenación y la obligatoriedad de defender el reino. Será en la repoblación que se realiza a lo largo de los años 12481249, cuando contemos con un mayor número de donaciones en las que se detalla las condiciones de la entrega de bienes; es más, como ya henos mencionado, en el Libre del Repartiment se anotan unos formularios, especie de plantillas que servían de modelos a los escri60

Libre del Repartiment, voi. I, asientos n° 142, 168, 190, 1182, 1273, 1338,

1351. 61

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Libre del Repartiment, voi. I, asientos n° 1518 a 1667; voi. II, 1554. Libre del Repartiment, voi. I, asiento n° 1550, 1552, 1557, 1560... Libre del Repartiment, voi. I, asiento n° 1554. Libre del Repartiment, voi. I, asiento n° 1579.

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baños a la hora de repartir los diferentes donos, lo que nos permite conocer un poco más lo concerniente a las condiciones que se les exigía a los recipiendarios para disfrutar de los bienes que se les entregaban. Así, a P. Sanz, a quien se le da una jovada de viña y tierra de sembradura juntamente con una casa, se le obliga a "quod in vita sua non possit ea venderé vel alienare, et post mortem suam dimita persone ubi consimili in Regno Valentie residentiam facienti, et a die qua instrumentum hoc factum est in unum annum, unitet se in Regnum Valentie causa faciendi ibidem residentiam personalem et nisi predicta fecerit, dominus rex posit predicta recuperare". En este 66

caso se fijan dos condiciones a la donación, el que no se pueda vender o enajenar de por vida y la obligación de residir en el territorio valenciano. Estas cláusulas se especifican todavía más en los formularios; así se señala que las donaciones se reciben "/ranchas et liberas cum introitibus et exitibus, affrontationibus et suis pertinentiis

universis a celo in habissum ", pero se impone el que no se puedan vender ni a nobles ni a personas religiosas, "ad omnes volúntales tuas et tuorum cuicumque volueris faceré, exceptis militibus et sanc-

tis et viris religiosis ", a la vez que se haga residente en el lugar del dono, "quod personalem residentiam faciam in Xativa "; es más, se especifica que no se enajenarán durante diez años, "ad X annos non vendas nec aliter alienes ". En definitiva, a través de la documentación del Libre del Repartiment hallamos una serie de condiciones que tienen la misión de regular las responsabilidades de los nuevos repobladores y que consistían en: - La obligación de residir en el lugar del dono. - Prohibición de enajenación, de por vida o al menos durante los primeros diez años. - La obligación de defender el reino. - La prohibición de vender a nobles y eclesiásticos. 65

Por lo que se refiere al primero vid. Libre del Repartiment, vol. II, asientos n° 203, 294, 308, 442. Por lo que respecta al segundo vid. Libre del Repartiment, vol. II, asientos n° 1156 a 1162. M. D. Cabanes Pecourt, "Formularios diplomáticos para la repoblación valenciana", en Anuario de Historia del Derecho Español, 49 (1979), pp. 533-545. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 961. 66

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La existencia de estas cláusulas se nos especifica a lo largo del tiempo, por lo que ignoramos si ya existían en el momento en que comienzan las donaciones de bienes; con todo, el hecho de que haya revocaciones ya en el año 1238 nos está indicando que al menos algunas de estas cláusulas sí debían de existir. El que estemos hablando de revocaciones no quiere decir que todo aquel que contraviniere alguna de estas obligaciones perdía automáticamente los bienes que se le habían entregado; de hecho, la prohibición de enajenación de lo donado se conculcó tantas veces que el monarca se vio obligado a levantar la prohibición de vender, reconociendo al mismo tiempo las enajenaciones realizadas antes del plazo de cinco años. Por lo que se refiere al segundo de los objetivos de la repoblación, el de obtener unos beneficios económicos para las arcas del rey, al margen de vender o saldar deudas mediante la entrega de bienes, el monarca concede, en ocasiones, propiedades a censo. Con respecto a este apartado el Libre del Repartiment contiene una serie de datos que nos permiten pensar que estamos ante un proceso que se desarrolla a lo largo del período repoblador y que se puede fragmentar en cuatro etapas: - La primera abarca las donaciones efectuadas a lo largo del año 1237 en las que no se grava ninguna, todas las propiedades se entregan en franco alodio. - La segunda comprende los años 1238 y 1239, en ella comienza a otorgarse algunas donaciones que traen aparejada la obligación del pago de un censo que se establece tanto en especie, "pro C fanecatis ordei", "pro L quatanis vini", "pro C arrovas fariña ", como en especie y dinero, "pro CC quartanis vini, CC arrovas farine et C solidis ". - L a tercera etapa corresponde a los años 1240-1242 y aparecen por primera vez donaciones gravadas con censos en metálico. En el primero de dichos años encontramos dos donaciones que se conceden con la obligación de pagar "// morábannos annuales " y "una magmutina iucifina ad Natale " respectivamente, mientras que para 67

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Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 715, 716, 821 y 1016. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n" 1070, 1076. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 1748 y 1749.

el segundo año, 1242, comienzan a ser más frecuentes las concesiones a censo ya que varias de ellas están gravadas por el pago de cinco sueldos censales. - La cuarta etapa corresponde a las donaciones efectuadas a lo largo de los años 1248-1249 y en la que se produce un gran cambio con respecto a todo lo anterior. En primer lugar, hay una gran disparidad, según el lugar en donde se efectúen las donaciones; mientras en algunos de ellos, como es el caso de Peñíscola en la comarca del Bajo Maestrazgo, se gravan todas las donaciones, "donationes de Panniscola ad X solidos pro iovata ", en otros lugares repoblados al mismo tiempo que Peñíscola, todas las donaciones son alodiales. En segundo lugar, de todos los bienes entregados, únicamente se grava la tierra, de acuerdo con su extensión y tipo de cultivo, "pro Xsolidis iovata " o "pro X solidis fanecata ". De este tipo de censo que podemos considerar como general, tanto por el número de donaciones que lo contienen como por el hecho de que se extiende prácticamente por todo el territorio repoblado, únicamente se produce una variación, se refiere a la repoblación de Castellón durante el año 1249; no se pagan diez sino doce sueldos y porque las cantidades obtenidas no van a parar a las arcas reales sino al monasterio-hospital de San V i cente de Valencia, "pro XII solidis monasterio Sancti Vicenti". 70

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DISTRITOS RURALES: UNA NUEVA DIVISIÓN

Cuando los cristianos de Jaime I conquistan el territorio valenciano se encuentran con un país que, en lo referente a su geografía tanto humana como administrativa, se hallaba organizada en distritos rurales; cada distrito rural comprendía el castillo o fortificación central y las alquerías. El territorio de cada castillo estaba formado por el conjunto de territorios en explotación de las alquerías adscritas a él, 73

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Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 186, 193, 194, 196. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 66. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 333. P. Guichard, "Toponimia y geografía musulmana valenciana", Temas Valencianos, n° 36, Valencia, 1979, p. 5. 71

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la comunidad de estas alquerías constituye la aljama. Los distritos rurales islámicos solían comprender unidades topográficas definidas y el número de asentamientos pertenecientes a cada distrito era variable, entre dos y veinticinco, si bien lo más frecuente era contar con unas diez alquerías. A la hora de repartir el territorio entre los diversos repobladores, Jaime I modifica las divisiones administrativas existentes hasta entonces; en unos casos reduce su extensión, en otros la mantiene e incluso crea duplicados, Albaida y Albaida la Vieja. El resultado de todo ello, que queda plasmado en el Libre del Repartiment, es un cambio con respecto a lo existente en la etapa anterior. La repoblación que se lleva a cabo por don Jaime significa una ruptura con respecto a la estructura que tenía en la época musulmana. A partir de estos momentos el país se organiza en los siguientes distritos rurales: -Alaguar, con sus alquerías de Portella, Benimantell y Valug Exabech. - Albaida, con sus alquerías de Azenet, Cayren, Porzonex, Ayelo, Zihueva, Hafif, Benexequir, Gayara, Alfadidi, Iunda, Conexchar, Benimantel, Beniabdon, Guadasequies, Ollas, Alfarrasí, Galim, Venalguazir, Alharral y Colata. - Albaida la Vieja, con sus alquerías de Benizaver, Algorf, Rahal, Abdulgelil, Beniatif, Bitilla, Benizenam, Benicofafa, Rahalboraibal, Ulexquer, Vechdebocalich, Benizoda y Alombo. - Alcira, con sus alquerías de Benitaatno, Tora, Ternils, Aculiel, Campanar, Alcol, Auryn, Beniacnon, Alaraf, Alocceyr, Bramalla, Canizane, Orfala, Cabanes, Abracapet, Alcanicia, Alfaz, Avintambluz, Benibardem, Benavayre, Xaxara, Marignen, Pranchet, Almunia, Carcasneu, Alcudia, Benimuslem, Albalat, Tedret, Vilela, Sopronat, Macacelim, Albocayna, Beniculaymen, Alasquer y Materna. -Alcoy, con sus alquerías de Cota, Huxol, Turch, Benehadal y Barcheta. - Alfandech de Marignen, con las alquerías de Benihayro, Egebalhobra y Egep Alcobra. - Almenara, con las alquerías de Benifacá, Fest y Losa. 74

J. Torró, Poblament i espai rural. Transformacions histdriques, p. 55. 118

- Altea, con las alquerías de Beniascher y Benimusa. - Bayrén, con las alquerías de Alabiar, Acera, Beninida, Benixvayre, Quacemalme y Almoemal. - Bocairente, con las alquerías de Lex, Vinacalazo y Algorf. - Borrón, con las alquerías de Rótova, Alfahuir y Almizrra. - Calpe, con las alquerías de Monteche, Belduia, Elcha, Oto, V i nanaia y Abdulsalem. - Castellón con sus alquerías de Benaayren, Vinarabe, Benimarva y Almalafa. - Cocentaina, con sus alquerías de Alcudia, Benident, Muro, Benimaznet y Atech. - Corbera con las alquerías de Liber, Laurín, Nacía, Alcudia, Signen, Fortolén, Matada, Almocada, Macalban y Benilocha. - Cullera, con las alquerías de Cuecha, Beniachil, Alborg, Ville11a, Fragalos, Noram, Muza, Colaybín, Candién, Lombos y Iunzana. - Chuches, con sus alquerías de Mozmuda, Alagema, Raal y A l cudia. - Denia, con las alquerías de Caneles, Alconci y Alpitranci. - Gandía, con las alquerías de Xaraco, Xeresa, Rafalizlem, Alcodar, Abeniacob, Beniopa, Beniazareg, Benidario, Pardinas, Beniquineyna, Beniató y Benampiscar. -Guadalest, con sus alquerías de Binacim, Benerida, Ondara, Ondarella, Benimantel, Benicecli, Benibhata, Maura, Niro, Benifató y Zaneta. - Jalón con sus alquerías de Cury y Cauvy. - Jérica, con sus alquerías de Fula, Acullo, Capdet, Alfadidinis, Pardinas, Buqueras y Marines. - Navarros con su alquería de Canal. - Olocayba, con las alquerías de Pedreguer, Benimazmut, Coracha y Gorgo. - Palma, con las alquerías de Addor y Navesa. -Pego, con las alquerías de Castelló, Benigalip, Benihayahet, Huxola y Beniomeyr. - Penáguila, con las alquerías de Raval, Binahalim y Alcholeya. - Pop, con las alquerías de Senija, Benaica, Mortia, Pareen, Ceylin, Mernisa, Benigela, Raalhabelhabar, Benalbacar, Alcanicia y Benilacrux. 119

-Rugat, con las alquerías de Metrién, Benichuran, Albenda, Laure y Haulen. - Sagunto, con las alquerías de Quartell, Alfara, Rafalell, Marda, Cunilara, Gausa, Labayren, Oliba, Puynnara, Albacet, Rifa, Montiber, Figuerola, Canet, Torrillas, Albalat, Sopeña y Beniarrés. - Segarría con la alquería de Vinamelim. - Segorbe, con la alquería de Albalat. - Seta, con la alquería de Toyllo. - Sumacárcel, con las alquerías de Xarquia y Garbia. - Travadell con la alquería de Gorgo. - Uxó, con las alquerías de Haraturle, Alcudia, Orleyl y Binazait. - Valencia con las alquerías de Algirós, Albuixech, Alboraya, Autel, Axacovi, Alquenicia, Achelim, Ahlarci, Ared, Almaxarachi, Albohayel, Aboid Alia, Almácera, Alguerof, Beniferre, Benimaclet, Benimacot, Borbotó, Benetúser, Benivolesar, Benitaha, Benimocrem, Benicató, Cassem, Coayr, Cactus, Malilla, Masalnasar, Macalterrac, Macarrochos, Miliena, Mislata, Morman, Nacarella, Petraher Aufaquia, Petra, Pala, Portade, Rambla, Rocafa, Rascaña, Raicol y Sedavi. - Villanueva de Castellón con sus alquerías de Yelechos y Roseta. - Xátiva, con sus alquerías de Enova, Ganim, Rahana, Podium Grossum, Barchata, Bisquert, Luxen, Noras y Sacra. Todos estos distritos pertenecen exclusivamente al realengo ya que cuando la donación se refiere al señorío, sólo se hace mención del castro o villa, sin indicar el nombre y número de alquerías que dependían de él; se utiliza siempre la fórmula "cum suis alqueriis ". Tal ocurre con los castras de Moneada, Chelva, Altura, Ares, Andi11a, Azuébar, Almonacid, Almedíjar, Ganalur, Serra, Villafamés, Mezer, Villarroya, Chiva, Pedralba, Montroy, Buñol, Macastre, Villamarchante, Liria, Torres-Torres, Monserrat, Rebollet, Torrente y Silla. Por tanto, aún desconociendo las alquerías que componían el término correspondiente a cada uno de los castillos enumerados, en el señorío nos encontramos con un total de veintitrés distritos rurales que habría que añadir a los consignados en el realengo, con lo que el Libre del Repartiment presenta una estructuración ocupacional del 120

territorio valenciano repartida en sesenta y tres distritos rurales, desde los extensos de Valencia, Alcira y Sagunto a los que cuentan con una sola alquería.

REPOBLACIÓN COMARCAL

Acabamos de indicar que Jaime I, a la hora de repartir las tierras conquistadas, no siempre respeta las divisiones administrativas que tenían los musulmanes valencianos; el monarca cambia los distritos rurales realizando una nueva distribución que, según el Libre del Repartiment, abarca, entre el señorío y el realengo, sesenta y tres divisiones administrativas. A la hora de estudiar la repoblación llevada a cabo por don Jaime, nos encontramos con el problema del modelo a escoger: ¿qué división administrativa aplicamos, la que nos brinda el Libre del Repartiment u otra diferente? Si seguimos la división que presenta nuestro manuscrito nos encontraríamos ante una cantidad excesiva de unidades de repoblación, sesenta y tres; estaríamos ante un estudio demasiado singularizado que, posiblemente, no pusiera de manifiesto las relaciones existentes entre unos lugares y otros. Con el fin de obviar estos problemas hemos optado por utilizar la división comarcal; si bien es cierto que la comarca es una división moderna, que no tiene demasiado que ver con los términos cástrales de época musulmana, no lo es menos que en la totalidad de ocasiones, la comarca contiene la repoblación de uno o varios distritos rurales, con lo que no se produce distorsión alguna al utilizar esta división como unidad geográfica de repoblación. Cuando los diversos distritos rurales existentes en una comarca no guardan una relación entre sí sino que representan realidades diferentes, como los de las comarcas de la Plana Baja o Ribera Alta, intentamos subsanar el problema realizando los análisis de los diferentes distritos separadamente, con lo que no se mezclan espacios y tiempos distintos. Con la adopción del sistema comarcal las sesenta y tres unidades de repoblación que nos ofrece el Libre del Repartiment quedan reducidas a veintidós, que son: 121

- Alto Maestrazgo, con Ares. - Bajo Maestrazgo, con Peñíscola. - Plana Alta, con Castellón, Montornés y Cuevas de Berix. - Alcalatén, con Villar de Alcora. - Alto Mijares, con Eleydua y Ganalur. -Plana Baja, con Uxó, Almenara, Chuches, Burriana, Onda, Tales, Ahín, Artana, Artea, Veo, Lauret, Eslida y La Llosa. - A l t o Palancia, con Segorbe, Jérica, Altura, Azuébar, Almonacid y Almedíjar. - Camp de Morvedre, con Sagunto, Torres-Torres, Segart, Gilet y Arguines. - Camp de Turia, con Liria, Benaguacil, Villamarchante, Abenaduf, Bétera, Benisanó, Olocau, Naquera y Serra. - Serranos, con Andilla, Chestalgar, Chulilla, Chelva y Pedralba. - Huerta, con Albal, Albalat Aciflia, Albalat Aufaquía, Alboraya, Albuixech, Alcudia, Alcacer, Aldaya, Algirós, Almácera, Bellota, Benexenut, Beniaxan, Benimaclet, Benimahabar, Benioraix, Benioraphia, Borbotó, Burjasot, Carpesa, Catarroja, Cortexi, Coteillas, Cuela, Chirivella, Eilx, Foyos, Losa, Macalmardá, Macerol, Magüe11a, Manises, Masamagrell, Masanasa, Paterna, Picasent, Pobla de Farnals, Quart de Poblet, Rascaña, Silla y Torrente. - Hoya de Buñol, con Chiva, Buñol, Macastre, Cheste, Godelleta y Dos Aguas. - Ribera Baja, con Corbera, Cullera, Albalat, Rióla, Sollana, A l musafes, Espioca, Truilar y Beniacan. - Ribera Alta, con Alcira, Villanueva de Castellón, Carlet, A l farb, Catadau, Llombay, Pardinas, Cotes, Monserrat, Real de Montroy, Cárcer, Turís, Montroy, Alberique, Alginet y Algemesí. - Canal de Navarrés, con Navarrés y Quesa. - Safor, con Alfandech de Malignen, Gandía, Borró, Palma, Bayrén y Rebollet. -Costera, con Xátiva, Alcudia de Crespíns, Canals, Ayacor, Llosa de Ranes y Estubeny. -Valí de Albaida, con Albaida, Carbonera, Albaida la Vieja, Rugat y Bocairente. - Marina Alta, con Denia, Olocayba, Segarría, Pego, Xaló, Alaguar, Pop y Ondara. 122

- Comtat, con Agres, Cocentaina, Perpuchent, Seta y Travadell. - Alcoiá, con Alcoy, Penáguila y Benejama. -Marina Baja, con Callosa, Finestrat, Guadalest, Calpe, Altea, Teulada y Polop.

Alto Maestrazgo De esta comarca septentrional el Libre del Repartiment posee documentación referida a Ares, castro que entrega el rey al noble aragonés don Ladrón en el año 1237: "castrum et villam de Ares in feudum, retentis pace, guerra et potestate ". Se trata de uno de los poblados de altura más importantes de la frontera norte del territorio valenciano, que fue conquistado por los peones de la frontera de Teruel y entregado a don Jaime a finales de 1231 o a comienzos de 1232, por tanto en el momento de concedérselo a don Ladrón, la fortaleza estaba en poder del rey; no ocurre como en la mayoría de las concesiones de señorío realizadas a lo largo del año 1237. De la importancia del castro de Ares nos habla el hecho de que el rey recorta la concesión reteniendo para sí la "potestas, pax et guerra ". Don Ladrón recibe el poblado de Ares en 1237 y no otorga carta puebla hasta el 23 de enero de 1243. 75

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Bajo Maestrazgo El Libre del Repartiment contiene documentación referente a la localidad de Peñíscola, lugar de antiguas pretensiones por parte de los cristianos pues cabe recordar que el 3 de agosto de 1146, Ramón Berenguer IV otorgaba a Guillem Ramón la tercera parte de la ciudad de Tortosa, el castillo de Peñíscola y las islas de Mallorca, Menorca e Ibiza. Con la obtención por parte de Jaime I del castillo de 77

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7 6

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 24. E. Guinot Rodríguez, Cortes de poblament medievals valencianes, pp. 164-

165. 77

P. Bofarull, Colección Documentos Inéditos del Archivo de la Corona de Aragón, vol. IV, doc. LI, p. 113. 123

Peñíscola, se inaugura una serie de pactos por los que varias localidades castellonenses pasan a poder del monarca aragonés. En su Crónica el rey pormenoriza todo lo concerniente a las condiciones en las que se entregan los moros de Peñíscola; en poder de Jaime I desde 1233, no sabemos nada acerca de la primera repoblación que se produjo, si bien no debió de ser excesivamente numerosa ya que siguen habitando la localidad un gran número de musulmanes que ayudaron a Fernando Pérez de Pina en su lucha contra la flota del rey de Túnez cuando intentó conquistar el lugar, tras haber fracasado en su ayuda a los sitiados de la ciudad de Valencia. La población musulmana debió de ser importante hasta el momento de su emigración en 1248 con motivo de la primera sublevación mudejar; es entonces cuando don Jaime realiza una segunda repoblación a partir de 1249, concediendo a los habitantes cristianos una carta puebla el 29 de enero de 1250. El Libre del Repartiment conserva las donaciones efectuadas por el rey a los repobladores que vienen a dicha localidad en 1249; corresponde pues a lo que hemos denominado segunda etapa repobladora. Se trata de veinticinco donaciones en las que se concede una casa a cada recipiendario, con excepción de dos que no las reciben. La entrega masiva de casas nos hace suponer que, de lo que se trata es de ubicar a nuevos repobladores y no de entregar propiedades a gentes que ya habitaban este lugar y que ahora se beneficiaban de lo dejado por los expulsados. A los recipiendarios se les concede un total de 192 hectáreas de tierra, entre tierra campa, viña y huerta. Contrariamente a lo que ocurre en las donaciones referidas a otros lugares, en los lotes que se conceden en Peñíscola no se especifica la extensión que tiene cada variedad entregada. Un 70% de los recipiendarios reciben 6 hectáreas de tierra, un 18% cuenta con 9 hectáreas, mientras que el 12% restante obtiene 3 hectáreas; como puede verse, se hace una gradación importante a la hora de entregar tierra en la localidad, 78

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78

A. Huici, M. D. Cabanes Pecourt, Colección diplomática de Jaime I de Aragón, doc. 518. "Bernardus de Rubi: domos in Panniscola /ranchas et II iovatas et quinqué fanecatas inter vineam et vineas. XII kalendas aprilis, anno Domini MCCXL nono, /rancha. " Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 358. 79

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gradación que no impide el que una mayoría absoluta, el 70%, reciba 6 hectáreas. Todas las donaciones están sujetas al pago de un impuesto a razón de diez sueldos por jovada (3 hectáreas), cuando la tierra entregada es de sembradura y de diez sueldos por hanegada en caso de ser huerta. Peñíscola es uno de los lugares en los que se concede menos tierra en alodio, el porqué no lo sabemos, quizá pueda deberse al hecho de que, en 1249, al rey le interesa más repoblar las comarcas del sur, antes que las norteñas, como es el Bajo Maestrazgo, que ya han recibido repobladores desde 1233. Otra singularidad de las donaciones efectuadas en Peñíscola es que no suelen especificar la partida o alquería en donde se hallan, tan sólo en unos pocos casos se precisa que se encuentran en Laurel, Canadel y Doya. En la primera de estas alquerías se entrega tierra dedicada al cultivo de la vid.

Plana Alta De las diversas localidades que conforman esta comarca, el Libre del Repartiment muestra documentación acerca de Castellón para los años 1239, 1242 y 1249; igualmente sobre Montornés, Cuevas de Berix y Villafamés, localidades que constituyen el señorío y que las entrega el monarca en 1238 y 1239. En 1238 Jaime I otorga a su tío Nuño Sánchez todo el término de Montornés, otro tanto hace con R. Berenguer de Ager a quien concede el castro de Villafamés en 1239 a fuero de Barcelona, reteniendo la potestad y el servicio de guerra; por las mismas fechas el monarca concedía a P. de Valimayna las Cuevas de Berix, sitas junto a Borriol y de las que igualmente se reserva la potestad. Un tanto especial es el caso de Castellón de la Plana; sobre el poblado fortificado pesaban una serie de donaciones que habían reali80

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Poco tiempo tuvo en su poder dicho lugar el citado R. Berenguer de Ager puesto que el 30 de agosto de 1241, Guillem Ramón de Viella, como apoderado de Jaime I concede carta puebla a Villafamés. Vid. E. Guinot Rodríguez, Caries de poblament medievals valencianes, pp. 153-155. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 34. 81

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zado los predecesores de Jaime I; el 28 de noviembre de 1178 Alfonso II hacía donación del castillo de Fadrell y de sus pertenencias a la catedral de Tortosa, esta donación fue confirmada por don Jaime en Huesca el 27 de abril de 1224, repitiéndose de nuevo el 3 de septiembre de 1225. En el momento de su conquista, Jaime I se "olvidó" de la donación hecha al obispo de Tortosa y repartió el territorio entre su tío don Sancho y la Orden de Calatrava, lo que se tradujo en un pleito con la sede dertusense a cuyo fallo no quiso someterse el monarca. A la muerte del infante Sancho, y tras un leve lapsus -de septiembre de 1242 a agosto de 1244- en que vuelve a ser lugar de realengo, el monarca lo cede al infante don Pedro de Portugal, junto con otras propiedades, a cambio del condado de Urgell. El señorío del infante don Pedro de Portugal se prolongó hasta 1249 y en ese espacio de tiempo se produjeron varios acontecimientos: la donación del castillo al Hospital de San Vicente de Valencia, la posesión por parte del monarca del castillo y su término castral y el traslado a la llanura de la nueva población que, aun conservando la misma denominación que su antecesora, nada tiene que ver con el castillo ubicado en el cerro de la Magdalena. El Libre del Repartiment nos muestra las donaciones que se hicieron en la localidad de "Castellonis Burriane" en los años 1239, 1242 y 1249. Concretamente la de 1239 se refiere a una confirmación que hace el monarca a un tal G. Preça a quien R. Gaucelmi, posiblemente el encargado del primer reparto del término de Castellón, le dio una heredad; la donación efectuada en 1242 coincide con la breve etapa en la que la localidad vuelve a estar en posesión del monarca y se trata de la concesión a I. Cerca de un campo con un corral. Es en 1249 cuando se acomete un fuerte impulso repoblador, don Jaime reparte heredades a treinta y un repobladores que reciben tierra situada en las distintas alquerías que formaban el término castral, así como treinta y dos casas, todas ellas en la alquería de Benarabe. Se reparten 290 hectáreas, de ellas 287 corresponden a tierra campa o de sembradura, un 98,9%; la viña y la huerta con 0,5 y 3 hectáreas respectivamente, ocupan un espacio reducido, lo que no quiere decir que se hallen ausentes de las donaciones efectuadas, se debe más bien al hecho de que se entregan en extensiones muy pequeñas; mientras la tierra campa se concede en lotes que oscilan 126

entre 3 y 18 hectáreas por repoblador, la huerta tan solo alcanza las 1,5 o 3 hanegadas por recipiendario. El cultivo de la vid cuenta con poca prestancia pues tan sólo se entrega una cahizada. La documentación es tan precisa que nos permite conocer la alquería o partida del término en donde se concede cada donación, así como la variedad y cantidad de tierra concedida. Todas las donaciones se realizan en las alquerías de Benaayren, Benarabe, Benimarvá y Almalafa. Si llama la atención el que haya un número tan elevado de donaciones sujetas a impuesto en Castellón, no lo es menos lo concerniente a la cantidad que se ha de pagar; seis donaciones están sujetas al inusual pago de doce sueldos por jovada, igualmente se grava con doce sueldos la hanegada de huerta. Este hecho insólito se debe a que el monto de lo cobrado no va a manos del rey sino que estaba destinado al monasterio de San Vicente de Valencia, que debía recibir cada año por el mes de enero "unoquoque iovata pro XII solíais "; de todo lo cual el monasterio-hospital de San Vicente percibía 1.452 sueldos anuales. Los treinta y un repobladores que van a Castellón reciben un total de treinta y dos casas, todas ellas en la alquería de Benarabe, con lo que se culmina una empresa que, comenzando en el "castrum Castilione", acaba formando la puebla de Castellón. Cabe recordar que en el momento de la conquista, los cristianos se encuentran con un poblado fortificado con varias alquerías en su término castral. La repoblación no se hace en el poblado fortificado sino en una de sus alquerías, la de Benimahomet. Este cambio no debió de convencer ya que en 1248-1249 la población se vuelve a trasladar a otra alquería, ahora la de Benarabe, con lo que comienza una nueva ocupación que se prolongará hasta 1272. Se ha pasado, del poblado fortificado de altura dominando unas alquerías situadas en el llano en época musulmana a despoblar esta fortificación, bajar la población al llano y reagrupar todos los lugares en uno sólo, que será a la larga la población de Castellón. A los nuevos pobladores se les engloba en una estruc82

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"Bartholomeo Egidi.fratri suo: domos in Vinarabe et III iovatas terre, ambobus in termino de Benifayren, alcheria Castellionis Burriane, unaquaque iovata pro XII solidis monasterio Sancii Vincentii. Nonas ianuarii, anno Domini M CC XL nono. " Libre del Repartiment, voi. II, asiento n° 333. 127

tura social bastante homogénea ya que de los treinta y un recipiendarios, a veinte se les incluye en una donación colectiva en la que se reparten equitativamente 180 hectáreas de sembradura, 30 hanegadas de huerta y 20 casas, mientras que el resto disfrutan de donaciones muy similares a la mencionada.

Alcalatén De esta comarca interior el Libre del Repartiment contiene una donación referida al lugar denominado Villar de Alcora. Se trata de una concesión de señorío realizada en 1238 a favor de Ferrán Cabata, a quien se le da el citado lugar que está junto a la fuente del Cepo. Desconocemos de qué lugar se trata ya que no lo volvemos a documentar. Por lo que respecta al recipiendario, debió de ser un turolense ya que lo vemos en otras dos donaciones, una de ellas colectiva, en la que se le concede una casa en Valencia, en el barrio de Teruel. Por la fecha en que se le entrega la localidad y dada la ubicación de ésta, Villar de Alcora debía de estar ya algunos años en poder de los cristianos. 83

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Alto Mijares Según el Libre del Repartiment Jaime I realiza en esta comarca dos donaciones que constituyen señorío. En 1238 entrega al "miles" Blasco Maca la alquería de Eleydua, "iuxta Torralbam ", junto con una casa y tierras en Valencia. La segunda donación de señorío se realiza en 1239 y el destinatario es el ex rey de Valencia Ceyt Abuceyt, que recibe el castro de Ganalur, poblado fortificado situado cerca de Boytnegre. La entrega la realiza Jaime I previo seguro de que no va a recibir males desde dicho castillo: "ita quod dirruantur castrum et fortia que est ibi per quod aliqui de regno sive alii malum 85

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n" 863. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 254 y 1185. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 913. 128

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non advenianí". Por su situación geográfica, en los momentos en que ambos lugares se entregan a sus respectivos recipiendarios, tanto la alquería de Eleydua como el poblado en altura de Ganalur debían de estar en poder de don Jaime.

Plana Baja Contamos con documentación correspondiente a los distritos rurales de Uxó, Almenara y Chilches, así como con donaciones referidas a Burriana, Onda, Tales, Ahín, valle de Artana, Eslida, Artea, valle de Veo y Lauret. A pesar de que estos territorios están relativamente juntos, su conquista no es coetánea; mientras en la zona costera, Burriana fue la primera localidad conquistada por don Jaime y Almenara es uno de los castros que se rindieron con prontitud al monarca aragonés, en la Sierra de Eslida la población musulmana permaneció independiente hasta finales de la conquista valenciana y, tanto en la primera sublevación mudejar como en la segunda, será uno de los bastiones de oposición a los cristianos de don Jaime. La repoblación presenta también momentos distintos; mientras Burriana se repuebla durante los años 1233 y 1234, operación dirigida por Pedro Cornel y que no recoge el Libre del Repartiment, en la Sierra de Eslida las donaciones se realizan a lo largo de los años 1237, 1238 y 1239 por un lado y las de 1248 y 1249 por otro, si bien entre ambas etapas encontramos dos concesiones efectuadas en los años 1242 y 1244. Durante los años 1237, 1238 y 1239 se efectúan una serie de donaciones que nada tienen que ver con la repoblación; se trata de concesiones con las que el monarca premia a los que le ayudan en la empresa de la conquista de la ciudad de Valencia. Así es como hay que interpretar la donación a Martín de Noaylas de la alquería de Artea, situada en el término de Onda; la de F. Pérez de Pina a quien se le dan las alquerías de Ahín y Veo; la del caballero Jimeno de Fóces 87

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1463. Véase nota 8. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 75. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 148. 129

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al que se le entrega la alquería de Tales, lo mismo cabe pensar de las del valle de Artana y la alquería de Lauret concedidas a García Romei y García López de Peraselz respectivamente. En 1238 se concede a P. Pérez de Pina una torre vigía junto a Almenara y otra a Guillermo Raymundo de Biela; al año siguiente se le entrega a otro aragonés, Jimeno Pérez, el lugar de Chilches con su término que contiene las alquerías de Mozmuda, Alagema, Raal y Alcudia. Varias de estas donaciones, tanto por la fecha en que se entregaron como por la ubicación que tenían, debieron de ser poco efectivas en sus primeros momentos ya que los musulmanes de la Sierra de Eslida, como acabamos de señalar, se mantuvieron independientes hasta la década de los cuarenta. La primera donación en el realengo que recoje el Libre del Repartiment para esta comarca, se efectúa en la localidad de Burriana; se trata de un molino que debió de reservarse el monarca en el reparto llevado a cabo por Pedro Cornel y que ahora se lo entrega a un repoblador ya asentado en la localidad desde 1233. La segunda donación realizada en una fecha "rara" es la concesión de Veo y Ahín al conde Dionisio, quien las posee tras su antecesor F. Pérez de Pina. Esta segunda cesión de Veo y Ahín se realiza cuando estos territorios ya han pasado a manos de los cristianos, contrariamente a lo que ocurrió la primera vez cuando se los entregaron a P. Pérez de Pina; ahora bien, todo lo relativo a su repoblación todavía tardará. Será en el bienio 1248-1249 cuando se inicie la repoblación en la zona interior de la comarca, comienza ésta con la donación de una serie de bienes entre los que destaca la tierra de la que se entregan 267 hectáreas, entre tierra campa y viñedo. A esta extensión hay que añadir la correspondiente al término de Orleyl, cuya superficie exacta ignoramos. La cantidad total entregada se distribuye así: 91

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 71. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n" 820. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1208. El 31 de mayo de 1258 Jaime I da licencia a Bemat de Juneda, vecino de Onda, para que repueble con moros las alquerías de Artea, Tales y Sueras. R. I. Burns, Simposium Internacional de Mudejarismo, Madrid-Teruel, 1981. El 13 de marzo de 1256 Jaime I da Tales a Pere Castellnou. A. Huici, M. D. Cabanes Pecourt, Colección diplomática de Jaime I de Aragón, doc. 706. Libre del Repartiment, vol. II, asientos n° 976 a 982, 984, 985, 993 y 1010. 91

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Lugar

Tierra campa

Eslida

117 147

Valí de Uxó

Viña

Total Has.

3

120 147

Se entrega un total de 267 hectáreas a veintiún recipiendarios; 264 son de tierra campa y tan sólo 3 de viña. En esta comarca, a la hora de precisar el tipo de tierra que se entrega a los repobladores, se menciona "quinqué iovatas terre in regadivo in termino de Huxon "; se trata de una de tantas menciones referidas a la tierra de sembradura y que en esta ocasión se especifica que es tierra de regadío. La tierra destinada al cultivo de la vid se halla en el término de Eslida, mientras que la de sembradura de Vall de Uxó se encuentra repartida entre las alquerías de Haraturle, Alcudia, Orleyl, Denaldalamech y Binazait. Los recipiendarios obtienen entre 12 y 15 hectáreas cada uno. Por lo que a la recepción de casas se refiere, la reciben todos los que van a residir a Eslida, no ocurriendo lo mismo con los de Vall de Uxó. De entre los agraciados con donaciones en Vall de Uxó sobresale Gilaberto de Zanoguera, que obtiene nada menos que cuatro molinos y la alquería de Alcudia, lo que supone una cantidad muy por encima del resto de los repobladores. La documentación referente a Onda presenta unas características especiales, tanto por el tipo de bienes que de ella se realizan, tres hornos y cuatro molinos, como por tratarse de permutas y no de auténticas donaciones. El simple hecho de tratarse de permutas nos está indicando que hubo una repoblación anterior a la señalada por el Libre del Repartiment y que desconocemos. Por lo que respecta a las localidades costeras de Almenara y la Llosa, las donaciones hacen referencia a tierras y casas; en cuanto al primero de los bienes citados tenemos: 95

Lugar Almenara La Llosa

Tierra campa

Viña

Huerta

Total Has.

111 78,75

1,33 2

0,67 0,25

113 81

Libre del Repartiment, vol. II, asientos n° 976 y 977. 131

En Almenara la tierra campa con sus 111 hectáreas representa un total del 98,2%, mientras que la viña y la huerta, aun hallándose presentes en varias donaciones, obtienen una exigua representación ya que suman un escaso 1,8%. En cuanto a La Llosa, la tierra se halla en todas las donaciones, la de sembradura alcanza con sus 78,75 hectáreas un 97%, quedando el resto, 3%, para repartirse entre viña y huerta. Estos bienes se entregan en las alquerías de Fest, Benifacá y Bivalcadim. Todos los recipiendarios menos uno, reciben las tierras como bienes alodiales. No se reparte ninguna casa en Almenara, quienes reciben tierras en esta localidad obtienen sus casas en Sagunto y en La Llosa. La comarca de la Plana Baja es un buen ejemplo de lo complicado que resulta la repoblación del territorio valenciano; aquí, en un espacio reducido, encontramos la localidad de Burriana que se repuebla en 1233 mientras que sus vecinas Almenara, Vall de Uxó o Eslida no lo harán hasta bastantes años después, lo que significa una isla cristiana en medio de un mar musulmán. Otro tanto podemos pensar de lo que acontece en el señorío; se entregan puntos cruciales como Ahín, Veo, Artana, en unos momentos tan tempranos como 1237 y 1238 y sin embargo estas donaciones quedan como papel mojado ya que los lugares de la Sierra de Espadan siguen sin rendirse a los conquistadores cristianos hasta varios años después, siendo un peligro constante.

Alto Palancia El Libre del Repartiment contiene documentación sobre Segorbe, Jérica, Altura, Azuébar, Almonacid, Almedíjar, Geldo, Catava y Marinas. Las fechas de la repoblación señalan una vez más las dos etapas: vina primera correspondiente a los años 1237-1238 y una segunda referida al bienio 1248-1249. En medio de ambas encontramos una donación fechada en 1240; se trata de la permuta que hace don Jaime con I. López de Beat a quien da la torre de "Gelda" o Geldo, que había vuelto al poder del rey, a cambio de unas casas y cinco jovadas de tierra en Nacarella. Puesto que lo realizado en 1240 es un trueque, la donación debió de producirse con anterioridad. 96

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1598. 132

El señorío se instala pronto en la comarca, en 1237 el monarca entrega los castros de Altura, Azuebar, Almonacid y Almedíjar a personajes de la talla de P. Fernández de Albarracín, I. González de Heredia, el obispo de Barcelona y B. Bort, comendador de Alcalá. Además de estos castros, se conceden igualmente como señorío las alquerías de Catava y Marinas. Un caso atípico lo representan las donaciones que hace el monarca en 1238 al Concejo de Teruel del "castro et vila " de Jérica y de la "civitatem" de Segorbe al Concejo de Daroca para que las repueblen. Estamos ante el primer intento por parte de la Corona de repoblar localidades apartadas de la costa y con un término castral enorme, desde el río Alventosa hasta el "talatum de Bexexi", Villamalur, Segorbe y Liria. En este término se hallan las alquerías de Pardinas, Buqueras, Marinas y Guadalmar. Se trata de un caso especial ya que durante 1237 y 1238 se repuebla la zona costera, las comarcas de la Huerta y Camp de Morvedre, y se conceden señoríos en el interior. Aquí, sin embargo, se entregan dos localidades importantes para que sean pobladas rápidamente por los hombres de Teruel y Daroca, lo que nos hace pensar en la gran importancia que para Jaime I tenía el control directo de una zona como esta, que dominaba la vía de comunicación entre Aragón y las tierras valencianas, vía necesaria si se pretendía dominar este último territorio, tanto al norte como al sur del río Palancia. El control de la zona se consigue igualmente confirmando en la posesión de sus propiedades a los hombres de Ceyt Abuceyt, el aliado de Jaime I, personaje de gran ascendencia en esta comarca y que gracias a él, el monarca aragonés encontró el paso franco entre sus posesiones aragonesas y la tierra de conquista. Poco sabemos acerca de cómo respondieron los hombres de Teruel y de Daroca a las donaciones efectuadas por don Jaime, lo que sí es cierto es que diez años después el monarca realiza nuevamente 97

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57

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 674. "Concilium Turolii: castrum et villam de Xerica et accipiat términos de a rivo Alventosa citra, usque talatum de Bexexi; et in hoc termino sint vertentes de Manalgarau etAlmanza et Alcofa usque ad talatum de Villa Malur et usque ad congosto de Segorbe, et usque ad buqueras de Liria. Et in donatione ista sunt Pardinas, Buqueras, Marines et Guadalmar cum suis terminis et habeant forum Turolii, salvis donationis ", Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 414. 98

133

concesiones en ambas localidades. Donaciones que contienen tierras, casas y molinos, estos últimos se entregan, sin precisar su número, al justicia de Jérica, Domingo de Novaylas. Sí se precisa la cantidad de tierra repartida, así como la proporción que se da de los diferentes tipos de cultivo, a saber: 99

Lugar Segorbe Jérica

Tierra campa 626 72

Viña

Total Has.

5,25

631,25 72

En Segorbe la tierra se entrega a todos los recipiendarios de bienes; la tierra campa ocupa el 99%, de los cuales el regadío con 270 hectáreas representa un 42,7% y el secano, con 356 hectáreas alcanza el 56,4% restante. El cultivo de la vid acapara el 1%. Destaca sobremanera el altísimo porcentual alcanzado por el regadío al que no hay que confundir con la huerta, variedad ésta que no aparece para nada. Las tierras concedidas se hallan en las alquerías de Albalat, Sopeña y Amara, mientras que en Jérica se encuentran en las de Capdet, Alfandidis, Fula, Acullo, Pardinas, Buqueras, Marines y Ganalur. Todos los repobladores que van a Segorbe, con excepción de uno de ellos, reciben casas, entregándose un total de 73; por el contrario, de los 108 recipiendarios de bienes de Jérica únicamente uno de ellos recibe la correspondiente vivienda. Esta situación se debe a que se entregan las alquerías de Acullo y Fulla a cien hombres de Ceyt Abuceyt, y en dicha donación no se especifica que se les entreguen casas, lo que puede interpretarse de dos maneras: que haya que sobreentender la entrega de viviendas puesto que el concepto alquería comprende tanto tierras como casas; o bien que estos musulmanes vivían allí y por eso simplemente se les confirma lo que ya tenían, sin especificar más. 99

"Dominico de Novayllas, iusticie de Xerica: omnia molendina sive casalia molendinorum que sunt in Xerica et eius termino pro medietate (rancha domino regi, sine aliqua missione regis, salva medietate, dominio, fatiga et laudimio ", Libre delRepartiment, vol. II, asiento n° 415. 134

En la repoblación de Segorbe y Jérica se conceden dos donaciones colectivas, lo que significa que un 87% del total de nuevos propietarios reciben idénticos bienes, todos ellos en franco alodio.

Camp de Morvedre De la comarca del Camp de Morvedre el Libre del Repartiment contiene donaciones referidas a Sagunto y su extenso término castral formado por las alquerías de Quartell, Alfara, Rafalell, Mardá, Cumiara, Gausa, Labayrén, Oliba, Puynnara, Albacet, Rifa, Montíber, Figuerola, Canet, Torrillas, Albalat, Aliozar y Beniarrés; así como de los castros de Torres-Torres, Segart y Gilet y del "locum " de Arguines. La cronología de las donaciones resulta un tanto diferente a lo que venimos contemplando hasta ahora ya que abarca los años 1237, 1238, 1239, 1240, 1248, 1249, 1250. En el Camp de Morvedre no se produce lo visto hasta ahora: los años 1237-1238 se refieren exclusivamente a donaciones de señorío mientras que las de los años 12481249 hacen referencia a la repoblación del realengo; en esta comarca, la repoblación en el realengo se inicia a partir de 1237. El señorío se instaura en 1238 cuando el rey concede al abad del monasterio de Santa María de Fonteclaro la alquería de Albalat, dos años después le entrega a P. Andador el lugar de Arguines, ubicado junto a Torres-Torres, poblado de altura este último que se concede a Gauterio de Romaní. Se completa este tipo de donaciones en una fecha tan tardía como es la de 1249 al vender el rey el castro de Segart a Adam de Paterna. Como acabamos de indicar, la repoblación del realengo se inicia en 1237 al entregar el rey al monasterio de Benifazá propiedades en diversos lugares, entre ellas 15 hectáreas de tierra en la alquería de Canet, donaciones que finalizan en 1250 cuando se le concede al judío Abrahim Abenhalifa las heredades que habían pertenecido a su correligionario Salomón de Castelldasens. El eje repoblador gira en torno a Sagunto en donde se inician las concesiones en 1238 y terminan en 1250, a lo largo de estos años se realiza un total de 129 donaciones repartidas de la forma siguiente: 135

Años

N° de donaciones

1237 1238 1239 1240 1248 1249

4 2 56 65

Si bien para el año 1238 contamos con cuatro donaciones en el término de Sagunto que continúan a lo largo de los años 1239 y 1240, lo bien cierto es que durante estos años lo entregado únicamente significa un 6,3% del total de las concesiones. Será en 1248 cuando se inicie la auténtica repoblación de Sagunto, alcanzando las donaciones de ese año, juntamente con las de 1249, un 93,7% del total, el mayor o menor número de donaciones concedidas a lo largo de los años viene determinado por el momento en que se produce la conquista de la localidad saguntina; mientras ésta permaneció en poder de los musulmanes, apenas hay concesiones, tan sólo siete entre el año 1237 y 1240. Sin embargo, resulta extraño que no contemos con donaciones, para el inicio de la década de los cuarenta, cuando se obtiene la ciudad. El hecho de que haya que esperarse a los años 1248-1249 para contar con donaciones nos hace pensar que ignoramos una primera repoblación, la que debió de realizarse cuando la localidad pasó a manos cristianas, repoblación de la que no tenemos noticias en el Libre del Repartiment, posiblemente por hallarse en esos "quaterni" que no se incorporaron al registro n° 6 del Archivo de la Corona de Aragón, que conforma el segundo tomo de nuestro manuscrito como ya hemos señalado. La tierra entregada por el rey en sus diferentes clases y extensiones es la siguiente: Lugar

Tierra campa

Sagunto Torres-Torres Gilet

136

1.225 6 4,5

Viña

Huerta

Olivar

Higueral

Total Has.

179 -

11,5 -

9 -

3,5 -

1.248 6 4,5

La tierra campa, exclusiva en Torres-Torres y Gilet, es compartida con otras variedades en Sagunto, representa un 95,4% del total entregado. Cada recipiendario obtiene entre 9 y 30 hectáreas de tierra de sembradura mientras que a los que se les entrega huerta, higueral u olivar tan sólo reciben unas pocas hanegadas. La tierra campa se concede a todos los pobladores, la huerta a un 70%, la viña a otro 39%, mientras que el olivar y el higueral tan sólo a unos pocos. Las distintas variedades de tierra se entregan a lo largo y ancho del término de Sagunto, muy abundante en alquerías de las que conocemos con bastante precisión la variedad de cultivos que predominan en cada una de ellas; así, la vid se cultiva en las alquerías de Aliozar, Cunilara y Almardá; las higueras se ubican en Cunilara; los olivos en ésta última y en Gausa, mientras que las que tienen tierras de sembradura, con abundancia de secano, son las de Torrillas, Figuerola, Rifa, Larif, Quartell, Labayrén, Quart, Rafalell, Oliba, Puynara, Albacet y Montíber. La extensión de la tierra entregada a cada uno de los repobladores es muy desigual; otro tanto ocurre con la forma en que la reciben ya que, de los ciento catorce receptores, veintiséis vienen obligados a pagar el censo de diez sueldos por jovada de tierra campa y otro tanto por hanegada de huerta, lo que representa un monto anual de 1.350 sueldos que van a parar a manos del rey. La casa es otro de los bienes dados con prodigalidad: de los ciento catorce recipiendarios de bienes en Sagunto, noventa y siete, un 85,4%, reciben casas en dicha localidad, e incluso en alguna ocasión se le dan dos casas a un mismo personaje. Fuera de la localidad de Sagunto solamente se conceden dos casas en el castro de Torres-Torres. En Sagunto nos hallamos ante una repoblación de tipo selectivo; los pocos repobladores se ubican todos ellos en la población, dejando las alquerías para que las sigan habitando los musulmanes. Además de tierras y casas, algunos repobladores reciben regalías, tal es el caso de los seis molinos que se entregan en el valle de 100

1 0 0

Todavía en el siglo xv varias de las alquerías del término de Sagunto seguían pobladas exclusivamente por musulmanes como demuestra la documentación del impuesto del morabatí que podemos hallar en el Archivo del Reino de Valencia en su sección del Maestre Racional. 137

1 101

Segó, o un horno que se le da a R. de Frigola con la condición de que pague cinco maravedíes censales por año. La primera mención a la incipiente vida artesanal del Sagunto cristiano nos la proporciona el Libre del Repartiment cuando señala que se le entregan a Domingo Andrés, Johan Rubei, R. de Grayana, Martín de Morata, Domingo de Saragoza, Miguel de Agramunt, Fortún de Calatain, P. de Salces, Berenguer Jordá y A. Tolra, un total de diez obradores para que ejerzan su profesión de curtidores de pieles. Se trata de obradores para trabajar en ellos, no para vivir y prueba de ello es que se les conceden igualmente diez casas como vivienda. La donación de la casa y el obrador para cada uno de los artesanos se completa con una hanegada de huerta. Cada obrador se grava con dos maravedíes anuales, mientras que se les da francas tanto la casa como la hanegada de huerta. Nos hallamos ante la donación tipo que se les hace a la inmensa mayoría de artesanos que vienen a repoblar tierras valencianas; se les entrega una casa donde vivir, un obrador donde ejercer su profesión y, juntamente con ello, una pequeña extensión de tierra, una o dos hanegadas de huerta con las que completar su economía. La repoblación de la comarca del Camp de Morvedre atrae a un total de ciento cuarenta y cuatro recipiendarios a los que habría que sumar los provenientes del concejo de Momblanch, cuya cantidad exacta desconocemos pero que, por el monto de lo recibido, 150 hectáreas de tierra campa, no superarían la veintena. De entre los agraciados, once son judíos que reciben en más de una ocasión los bienes que pertenecieron a correligionarios suyos; otros pertenecían a la casa del rey, como los porteros Bartholomé y Marcho, el médico Jacobo, o los troteros Johan de Zaragoza y P. Bernardo. 102

103

101

Libre del Repartiment, voi. II, asientos n° 427, 428, 445, 463, 470, 495. Libre del Repartiment, voi. II, asiento n° 476. "Dominico Andree, Iohanni Rubei, R. de Grayana, Martino de Morata, Dominico de Saragossa, Michaeli de Armengot, Furtunio de Calataiu, P. de Salces, Berengario Lorda el A. Tolra: singula operatoria in villa Muroveteris et singulas fanecatas terre pro orto; et pro adobaría, unam domum iuxta aliubum superiorem, ita quod unusquisque pro suo operatorio et fanecata orti et iure quod habebit in ipsa domo adobarle det II morábannos. II katendas febroarii. " Libre del Repartiment, voi. I, asiento n° 542. 102

103

138

Camp de Turia Acerca de esta comarca el Libre del Repartiment contiene documentación referida a Liria, Benaguacil, Villamarchante, Abenaduf, Botera, Benisanó, Olocau, Naquera y Serra para los años 1237, 1238, 1239, 1240, 1248 y 1249. Con la excepción de Liria y Benisanó que vuelven al realengo, el resto de lugares sólo presentan la donación que los convierte en señorío. Los años 1237, 1238, 1239 y 1240 contienen donaciones de señorío; en 1237 se da a Egidio de Atrosillo la alquería de Naquera, ese mismo año el rey concede la alquería de Bétera al comendador de Alcañiz, Lope Martín, igualmente entrega al aragonés Fernando Díaz la localidad de Benaguacil, la alquería de Feilx, la aldea de Abenaduf, así como el lugar de Benisanó, importante donación que el rey mermaba al año siguiente al quitarle la alquería de Feilx al citado F. Díaz y dársela a Domingo López de Riela. La implantación del señorío seguía produciéndose a lo largo de 1238 con la donación del poblado en altura de Villamarchante a Pedro Cornel y de la villa de Liria al infante Fernando de Aragón, mientras que a Berenguer Burguet se le entregaba Serra con sus aldeas, donación que posteriormente concede a Gauterio de Romaní pretextando que el tal Berenguer Burguet "non venit ad diem ". De 1237 a 1240 el monarca ha ido dando castros, villas, lugares y alquerías a distintos señores constituyendo un importante enclave de señorío, del que únicamente Liria y Benisanó retornan a poder del rey, quien se ocupa de su repoblación durante los años 1248 y 1249. De un total de treinta concesiones que realiza Jaime I en Liria y Benisanó, veintiséis contienen tierra, que se entrega de la forma siguiente: 104

Lugar Liria Benisanó

104

Tierra campa

Viña

Total Has.

162,5 51

4,5

167 51

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1551. 139

La extensión de la tierra campa frente a la plantada de vides es enorme y no digamos en comparación con la que ocupa la huerta, a la que habría que añadir mayor extensión de la señalada si supiéramos la cantidad entregada a seis recipiendarios. Toda la tierra se concede en alodio, excepción hecha a un receptor que tiene que pagar 30 sueldos anuales, cantidad que recauda el rey de toda la comarca del Camp de Turia por el concepto de impuesto sobre la tierra. La casa se entrega con largueza a los que van a poblar las localidades señaladas; prácticamente todos reciben una, veintisiete casas frente a veintinueve recipiendarios. De entre los que obtienen casas en la localidad de Liria tenemos al infante de Aragón, a G. de Cardona, al comendador de Alcañiz, a Martín Pérez de Banasto o Ceyt Abuceyt, personajes que por su alcurnia no irían a instalarse allí; estamos por tanto en presencia de recipiendarios, no de repobladores. De entre las regalías se cita donaciones de molinos, uno a un tal Claramont de Jordá y tres a Bernardo de Roseló; la clara diferencia entre lo dado a uno y a otro queda compensada por el hecho de que los molinos entregados a Bernardo de Roseló cuentan con una muela, mientras que el de Claramont de Jordá tiene dos. Serranos Comarca interior que cuenta únicamente con concesiones de señorío referido a los lugares de Andilla, Gestalgar, Chulilla, Chelva y Pedralba durante los años 1237, 1238 y 1248. Se inicia en el primero de los años citados, el de 1237, con la donación por parte del rey a P. Fernández de Albarracín del castro de Chelva, reteniendo la potestad paz y guerra; ese mismo año se concede al caballero Berenguer de Entenza el poblado fortificado de Pedralba, al repostero real Jimeno Pérez le entrega el castro de Andilla. En 1238 el monarca dona Gestalgar a Rodrigo Ortiz; finalmente en 1248 don Jaime da a su escribano Pedro el castro de Chulilla. Huerta La comarca de la Huerta, por lo que a su repoblación se refiere, constituye un punto y aparte. De su importancia bástenos indicar 140

que, de los tres registros de los que se compone el Libre del Repartiment, el primero y el tercero contienen la repoblación de Valencia y su comarca. En esta ocasión no nos hallamos ante varios distritos rurales, simplemente se nos habla de Valencia y su término en el que se encuadran un centenar largo de alquerías y lugares, además de varios castros que se convierten en sendos señoríos. Hablar de las fechas del reparto de esta comarca es referirse prácticamente a todos los años conocidos e incluso a un par de ellos, los de 1234 y 1252, nuevos hasta ahora. Contamos con documentación para 1234, 1237, 1238, 1239, 1240, 1241, 1242, 1248, 1249 y 1252. En las comarcas analizadas hasta ahora hemos observado una dualidad; los años 1237, 1238 y 1239 en los que se crea el señorío, mientras que el bienio 1248-1249 significaba una verdadera repoblación. En lo concerniente a la comarca de la Huerta no se cumple esta tendencia. Existen dos donaciones "raras", la primera datada en 1234 y en la que se concede a "R de Montecatano, turrem de Moneada cum suis alqueriis ad consuetudinem Barchinone ", y una segunda, en 1252, en la que el monarca entrega a "Capateriis Valentie; illas tres carrañas in Valentía que dicitur Vállis Paradiso ", entre ambas donaciones se enmarca el reparto de la ciudad de Valencia y su término. De este último se inician las concesiones a partir de 1237, prolongándose ininterrumpidamente hasta el año 1242 inclusive, entregándose tierras, casas y molinos; donaciones que se reducen de forma drástica a partir de 1243. La repoblación de la comarca de la Huerta cuenta con una cronología diferente a la del resto del territorio; si, en general, el gran momento repoblador se produce durante los años 1248-1249, en el caso que nos ocupa ese proceso se inicia en 1237, culminando en 1238, año que representa un 61,4% del total de las donaciones realizadas. La repoblación de la comarca de la Huerta se "adelanta" a las restantes comarcas en una década, lo que nos habla a las claras del interés de Jaime I por introducir pobladores cristianos en una zona tan fértil y productiva, cubierta de alquerías y con una ciudad de la importan105

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Libre del Repartiment, vols. I y III, Valencia-Zaragoza, 1979-1980. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 22.Véase nota 7. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n" 21. 141

cía de Valencia; sólo con una temprana y abundante repoblación sería posible contrarrestar la densísima población musulmana que permaneció en ella tras la conquista. Entre los bienes entregados a quienes acuden a poblar la comarca de la Huerta destaca la tierra que cuenta con las variedades y extensiones siguientes: Lugar Abenadir Abendeixa Abeniemar Abinhalifa Abinmoherez Abinzolta Aboid Alia Abrahylel Acebyr Acehuy Achellelim Alagati Alamatari Alarif Alaripi Albacaf Albalat deis Sorells Alboraix Alboraya Alborgi Albuixech Alcudia Alcuranti Alfafar Algirós Alharar Alharol Alhaz Almácera Almageri

142

Tierra campa 6 24 30 15 9 1,5 9 15 4,5 15 12,5 24 18 21 15 15 54 3 6 3,5 30 18 15 43 10,5 18 6 6 27 42

Huerta —

-

-

0,5

-

-

-

--8 -

0,4 1

--

Viña

Total Has.



6 24 30

-

--

-

-

-

-

-0,6

-

-

-

15 9,5 1,5 9 15 4,5 15 12,5 24 18 21 15 15 54 3 6 3,5 30 26 15 44 11,5 18 6 6 27 42

143

Lugar

Tierra campa

Mislata Morman

184,5 82,5

Nacarella Oíanos

270 1

Pala Patraix Perancisa Petra Rambla Rascaña Raycol Roteros Ruzafa Sedaví

130,5 360 15

Sin especificar

375 372 22,5 4,5 450 1.669 18 2.514

Huerta

_

-1 0,5 1 0,5 2,5 0,5 32

-0,5

Viña

Total Has.



184,5

1,5

-

-

--

--

84 270 2 131 361 15 375,5 374,5 22,5

-

5 450 1.701

-2

18 2.516,5

Dejando al margen las donaciones en las que se conceden ranales y alquerías enteras cuya extensión ignoramos, el total de lo entregado asciende a 10.324 hectáreas, de las que 10.248 corresponden a tierra campa, 59,5 son de huerta y 14,5 contienen viña. La tierra dedicada a sembrar cereal representa pues un 99,2% del total entregado; el porcentaje alcanzado es fruto, tanto de la gran extensión con que cuenta en cada uno de los lotes entregados, como del elevado número de donaciones que contienen este tipo de tierra. Resulta harto frecuente que la documentación aquí manejada haga referencia a acequias pero en ninguna ocasión, al contrario que en otras comarcas, se precisa si la tierra campa está en el regadío o en el secano. La abundancia de este tipo de tierra es manifiestamente superior a la de otras variedades y se halla extendida nada menos que en ochenta y tres lugares, en alguno de los cuales se entregan pequeños lotes que no van más allá de las diez hectáreas, tal es el caso de Masalmardá, Macalterrac, Abenadir, mientras que de alquerías como Ruzafa, Campanar o Beniferri se reparten más de quinientas hectáreas. La tierra dedicada al cultivo de la huerta se reparte en una extensión que alcanza las 59,5 hectáreas, cantidad que comparada con la 144

tierra campa apenas si representa nada, pero que tiene gran importancia si pensamos que se entrega nada menos que a 447 recipiendarios. Se trata de un bien sumamente escaso, de ahí que se reparta en cantidades muy pequeñas -sobre dos hanegadas por beneficiariocon el fin de que lo puedan poseer el mayor número de repobladores. La viña con sus 14,5 hectáreas queda muy lejos, tanto de la tierra de sembradura como de la huerta y ello no sólo por su extensión sino también por el escaso número de receptores; se halla en Alfafar, Beniferri, Morman, Coteillas, Andarella y Coair, en pequeños espacios. A las 10.324 hectáreas de tierra entregada habría que añadir la correspondiente a las alquerías y rahales que se conceden íntegros y cuya extensión desconocemos; tal sucede con las alquerías entregadas a diversos concejos que vienen a repoblar y que se las reparten entre ellos. A los hombres de Barcelona se les entregan las alquerías de Achellelim, Ablanci, Albohayal, Ared Almaxarachi, Benihayro, Benivolesar, Cassen, Masarrochos, Meliana y Mencel Açen; a los de Teruel se les concede Alaquás; a los de Tortosa se les entrega Castelló de la Albufera; los de Daroca reciben Alhara y Gode11a; a los de Monpelier se les da Benetúser; mientras que Beniacaf y Marchalenes se reparten entre los hombres de F. Pérez de Pina. A las muchas hectáreas entregadas y no contabilizadas de las alquerías que se conceden enteras, hay que añadir lo que representan los rahales donados a un solo receptor sin especificar su extensión. Dada la cantidad tanto de alquerías como de rahales concedidos en esta comarca y cuya extensión desconocemos, no es aventurado suponer que el total de tierra entregada debió de ser muy superior a las 10.324 hectáreas reseñadas. La extensión de tierra que se entrega a cada repoblador es bastante variable, a saber: 108

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 376. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1500. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 174. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1391. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 359. Libre del Repartiment vol. I, asiento n° 428. 145

N" de hectáreas entregadas

N° de recipiendarios 506 1

1,5 2 3 4

64 4 184

6 9 12 15 18 21 24 27 30 33 36 90

138 98 40 60 3 1 1 13 1 2 1

Lo obtenido por recipiendario va desde las 90 hectáreas, cantidad que se da al abad del Monasterio de Grasa, a las 1,5 hectáreas que se conceden a quinientos seis repobladores. La donación efectuada al abad del Monasterio de Grasa se realiza el 9 de julio de 1237, pertenece a ese grupo de donaciones que hizo el rey antes de conquistar el territorio y que en muchos casos no se hicieron efectivas; se trata de una concesión poco habitual dada la gran extensión que se entrega. De otra parte, del total de los 506 recipiendarios a los que se les entrega 1,5 hectáreas, quinientos son marineros a los que se les concede esa tierra como complemento de otro tipo de bienes recibidos, lo que quiere decir que no era el cultivo de la tierra su único medio de vida, se trata de un complemento. Dejando pues al margen los casos señalados, meras anécdotas, los lotes de tierra entregados con mayor prodigalidad cuentan con 6 hectáreas, seguidos de los de 9 y 114

115

114

"P. abbas de Rassa: ecclessìam Sancti Vincentii et XXX iovatas in termino Valentia. " Libre del Repartimenl, voi. I, asiento n° 2. Libre del Repartiment, voi. I, asiento n° 741. 115

146

12 hectáreas. Por encima de estas cantidades, únicamente las donaciones con 18 hectáreas presentan un cierto predicamento. Estamos en presencia de unos repartos de tierra que no tienen nada de igualitarios, al contrario de lo que ocurre en otras comarcas. La desigualdad en la recepción de tierras se acentúa más puesto que no todos la reciben como un bien alodial, en algunos casos se ha de abonar el consabido impuesto. La casa es otro de los bienes que se entregan, su número así como su ubicación es la siguiente: Lugar Abenadir Abeniemar Abinhalifa Agacovi Alagati Alarif Autel Beniferri Benimaclet Benimahabar Campanar Castellò de la Albufera Cinquayros Malilla Marchalenes Masamagrell Morman Nacarella Pala Patraix Petra Rambla Ruzafa Sedavi Sin especificar Turre Cremata Vila Nova

N" de casas 1 10 5 1 8 2 23 9 4 1 12 72 3 8 1 1 1 4 3 8 2 27 55 1 12 1 1

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El total de las casas concedidas en la comarca de la Huerta asciende únicamente a 289; esta cifra tan baja se debe a que en nuestro análisis de la repoblación no nos ocupamos de la realizada en la ciudad de Valencia y, en la práctica totalidad, los heredados en esta comarca reciben la tierra en alguna de las alquerías del término y la casa en la ciudad. Las 289 casas que nos aparecen son las que se entregan fuera de la capital del Turia y que se concentran en un número reducido de localidades; frente a un total de 113 lugares en los que se entregan tierras, las casas se conceden únicamente en 29. Existe una clara selección a la hora de repoblar la comarca de la Huerta, la práctica totalidad de las casas entregadas se hallan o bien en los arrabales extramuros de Valencia, casos de Campanar y Patraix, o en alquerías muy próximas a la ciudad como Ruzafa o Beniferri. El único lugar un poco más apartado de la capital en el que se entregan varias viviendas es la alquería de Castelló de la Albufera. El interés por concentrar a la población cristiana en la ciudad y arrabales de Valencia así como en unas pocas alquerías cercanas a aquella, debe de estar relacionado no sólo con la seguridad de los nuevos pobladores sino también con la facilidad fiscal que proporcionaba la concentración. Si no es así no se comprende muy bien el porqué de este agrupamiento que no representa más que desventajas, como pérdida de tiempo a la hora de trasladarse a cultivar los campos, o el hándicap a la hora de transportar a casa los productos del campo. La alquería de Ruzafa es uno de los escasos lugares en los que se conceden varias casas; situada a las afueras de Valencia sirvió de cuartel general al ejército cristiano cuando éste puso cerco a la ciudad; tanto el monarca como algunos de sus feudales, en vez de plantar sus tiendas alrededor de la muralla valentina, lo que hicieron fue ocupar alguna de las casas de dicha alquería, aprovechando que sus moradores habían huido a Valencia. En varias ocasiones, al referirse a las viviendas que se entregan en Ruzafa, se hace mención de quien 116

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1 1 6

La cantidad de casas entregadas en la ciudad de Valencia asciende a 3.053, vid. M. D. Cabanes Pecourt, "El Repartiment de la ciudad de Valencia", en Temas Valencianos, 2, Valencia, 1977. J. Torró, Poblament i espai rural. Transformacions historiques, p. 81. 1 , 7

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las habitó durante el asedio: "Ladro, domos in Rogafa, in quibus hospitabatur", "I de Cornudellas, illas casas in quibus ipse hospitabatur in Rogafa", "Bertrandus de Turolio, reallus de Abrega in quo hospitabantur scriptoris domini regís ". Estas concesiones en la alquería de Ruzafa nos permiten conocer quiénes estaban con el rey en el cerco de la ciudad de Valencia y cómo una de estas casas fue ocupada por los escribas encargados de anotar las donaciones que realizaba el rey. La cancillería permaneció en Ruzafa, sin penetrar en la ciudad hasta una fecha muy posterior a la conquista, cuando se trasladaron a una casa situada frente a la iglesia de Santa María. Además de tierras y casas, algunos repobladores reciben igualmente molinos: 118

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 217. " Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 260. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 244. Libre del Repartiment, vol. 1, asiento n° 1374,

1

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La comarca de la Huerta es la que cuenta con mayor número de molinos, sesenta y dos sin sumar los existentes en los lugares de señorío de los que desconocemos su número exacto; si bien se hallan esparcidos por todo el término; lo bien cierto es que abundan sobremanera en los citados arrabales, principalmente en Campanar. Si importante es la repoblación del realengo no lo es menos la serie de donaciones que constituyen el señorío en esta comarca, el más abundante de cuantos se producen a lo largo y ancho de las tierras conquistadas: Lugar

Recipiendarios

Albalat Albalat Aciflia Albalat Aufaquia Alboraya Albuixech

Egidio de Atrosillo Marimón de Plegamans Sancha Pérez de Aguilar, Jimeno de Navascos Obispo de Huesca B. de Castellbisbal Obispo de Huesca Palacín y Artal de F ó c e s

Alcudia Alcacer Aldaya Alfafar Algirós Almácera Bellota Benexenut

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Ceyt Abuceyt, Hospital de San Vicente Miguel y García de Ladreti Guillem A g u i l ó Obispo de Huesca García Pérez de Rivaroga B. de Soler, B. Canellis 130

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132

133

134

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 240. Libre del Repartíment, vol. I, asiento n° 589. Libre del Repartíment, vol. I, asientos n° 438 y 1337. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 348. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 848. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 348. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 131. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 1462 y 1706. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 312. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 168. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 348. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 571. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 362.

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Lugar

Recipiendarios

Beniaxan Benimaclet Benimahabar

G. de la Escala G. y J. Pérez de Pina Aznar Pérez de Alfaro

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Benioraphia

Stacio

Borbotó Burjasot Carpesa Catarroja Cortexi Coteillas

G. de Caportela G. Pérez de Figuerola

Cuela Chirivella Eilx Foyos Losa Macalmarda Macerol Magüella Manises

135

135

139

140

B.Vidal"" Peregrá de Atrosillo Blasco Pérez de Ejea A. Larch Arzobispo de Narbona Comendador de Alcañiz Jimeno Pérez de Daroca Rodrigo Jiménez de Luesia 142

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P. Maca Monasterio de Escarpe Arzobispo de Narbona A. Vernet ArtaldeLuna

150

151

152

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n" 718. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 435. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n" 1353. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n" 393. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 224. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 30. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 306. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 238. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1180. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 317. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n" 908. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 134. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 129. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 29. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 360. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 65. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 908. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 417. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1.

153

Lugar

Recipiendarios

Masamagrell

Sancha Pérez de Aguilar Orden Militar de Calatrava Artal de Luna Rodrigo Cabata Deusdat Hospital de San Vicente

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Masanasa Paterna

,5S

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Picasent Pobla de Faraals Quart de Pöblet Rascaña Silla Torrente

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G. de A g ü i t ó Orden Militar del Hospital Orden Militar del Hospital

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La comarca de la Huerta sirve de moneda de pago a Jaime I; por ello, no es de extrañar el que ricos-hombres, Órdenes Militares, caballeros, instituciones religiosas, jerarquías eclesiásticas, servidores reales, etc., se vieran agraciados, unos con señoríos de la importancia de Torrente, Silla, Paterna o Moneada, otros con cualquier pequeña alquería. El recuento de cuantos reciben donaciones en la comarca de la Huerta alcanza la cantidad de 2.437, cifra ésta que debe de estar muy por debajo de la realidad, y ello por varios motivos: -Encontramos tres donaciones colectivas: "De Turolio... ita sicut est, cum octogentis hominibus de aldeis, habeant equaliter CL iovatas in flumine Guadalaviar super Roteros, iuxta Valentiam usque ad terminum de Quart"; "P Garcez de Ossa... et mille navarri, locum totum integrum de Roteros"; "R. Conpain... et D hominibus 163

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152

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 170. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 287. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 98. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1531. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1706. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 53. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 218. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 218. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 254. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 622.

marinarte qui nunc venerunt in ista caravana CC iovatas, in residuo Rogafa ". De ser cierto lo que nos indican estas tres donaciones, el número de los recipiendarios debería de aumentar en dos mil trescientos más; mil navarros, ochocientos aragoneses y quinientos catalanes. Ahora bien, ¿estamos ante cifras reales o simplemente se trata de cantidades ficticias, cifras redondas? Casi con toda seguridad se trata de lo segundo, porque de los mil navarros a quienes se les asigna el lugar de Roteros, nunca más se hace mención de ellos y el citado Roteros se reparte posteriormente entre varios recipiendarios, algunos de ellos también navarros, por lo que desestimamos como válida dicha donación no contabilizándola. Mucho más dudoso es el caso de los aragoneses y catalanes ya que a estos sí que se les cita con posterioridad. - Se realizan cuatro donaciones cuyos recipiendarios son las comunidades de hombres de Barcelona, Teruel, Daroca y Monpelier: "De Barchinona, domus probis hominibus de Barchinona qui nobiscum in exercitum permansistis... istas decem alquerías scriptas in ista carta. Primum alquería de Maçarroyos, alquería de Achellelim, alquería de Ahlarei, alquería de Benivolesar, alquería de Mengen Agen, alquería de Cassen"; "Homines de Turolio, alquería de Alaquanz cum tuto suo termino"; "Homines de Montepesulano, totum barrium sive callem de Rahabalcadi et alquerías de Benituçen et de rahal Abinxanso et alqueríam de Raicol et alqueríam de Alqueyxia et alquerías ambobus de Almaçaf"; "P. Deig... iuratis et concilio de Darocha, alquería de Alhara integram et alqueríam de Godeyla ". ¿A cuántos se heredó en las citadas donaciones? ¿Son los de Barcelona y los de Teruel los mismos que acabamos de mencionar en el punto anterior? No hay una respuesta con la suficiente garantía como para decidirnos por ella; sí que parece que los de Barcelona no son los quinientos catalanes a los que se les dan doscientas jovadas en Ruzafa. De los primeros dice el rey: "qui nunc venerunt 165

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 741. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 376. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1500. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 359. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1391. 153

in ista caravana", mientras que de los últimos señala: "qui nobiscum in exercitum permansistis ". Tampoco parece probable que los ochocientos hombres de las aldeas de Teruel sean los mismos a los que se les entrega el término de Alaquás. Como fuere, lo bien cierto es que desconocemos el número exacto de recipiendarios en la comarca de la Huerta, de ahí que hablemos de un total de 2.437 a los que habría que añadir los que se incorporaron con las donaciones referidas en los dos últimos puntos.

Hoya de Buñol Todas las donaciones que encontramos en el Libre del Repartiment referidas a lugares de esta comarca se refieren al señorío; en el año 1237 Berenguer de Entenza recibe el castro de Chiva, en 1238 se le otorga a Rodrigo de Lizana el de Buñol y Macastre, en ese mismo año el monarca entrega al Mayordomo de Aragón, Pedro Cornel, la alquería de Cheste, a Jimeno Sánchez de Gorraiz la de Godelleta, mientras que a García Puyo se le da la alquería de Dos Aguas. 170

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Ribera Baja Los distritos rurales sobre los que poseemos documentación son los de Corbera con sus alquerías de Liber, Laurín, Nacía, Alcudia, Signen, Fortolén, Matada, Almocada, Macalban y Benilocha; Cullera con sus alquerías de Cuecha, Beniachil, Alborgi, Vilella, Fragalos, Noram, Muza, Colaybin, Candien, Lombos e Iunzana. Juntamente con estos castros y sus alquerías el Libre del Repartiment contiene documentación sobre Rióla, Albalat, Sollana, Beniaxan, Almusafes, Espioca y Truilar entre otras. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 72. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 215. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 457. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 560. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1148 154

Las fechas de las donaciones corresponden a los años 1237, 1238, 1239, 1240, 1242, 1248 y 1249. En esta cronología encontramos hasta tres momentos diferentes en lo que a repoblación se refiere, el primero lo compondrían las donaciones realizadas a lo largo de los años 1237, 1238, 1239 y 1240, en ellas se conceden tanto señoríos como simples heredamientos en el realengo, en 1240 se efectúa una serie de donaciones en las que no se especifica con claridad lo entregado, "una heretat", "un ranal", lo que nos hace pensar que se trata de donaciones en lugares que todavía no se poseen, de ahí el lenguaje vago e indeterminado puesto que no se concreta dónde estaba y a quién pertenecía lo que se entrega. Un segundo período a partir de 1242, año en el que, tanto por el número de heredamientos entregados, como por el tipo de lenguaje empleado, podemos pensar que Jaime I domina ya el territorio y que no estamos frente a "predonaciones", sino que existe verdadera repoblación, que continúa en un tercer momento a lo largo de los años 1248 y 1249. Como viene siendo habitual, la tierra constituye el bien más repartido. Aunque desconocemos la extensión entregada en muchas de sus donaciones, de las que sí sabemos, tanto la variedad como la extensión, tenemos: Lugar

Tierra campa

Huerta

Albalat

408

Cornerà Cullerà

445 781,5

1 0,5

Fortaleriy Sueca

57 174,5

1

Viña

Total Has. 408

3,5

446 785,5 57 175,5

La tierra dedicada al cereal ocupa prácticamente la totalidad de lo entregado, 1.866 hectáreas frente a las 1.872 que representa lo repartido; altísima proporción la de la tierra campa que abunda por igual en todos los lugares, e incluso es exclusiva en Fortaleny y A l balat. La huerta, presente en Cullera, Sueca y Corbera, ocupa poca extensión pues apenas si se entrega y los pocos que la reciben cuentan únicamente con tres hanegadas por recipiendario. La viña 755

aparece mencionada en Cullera en donde se conceden cuatro donaciones. Si la tierra se reparte en todas las alquerías mencionadas, las donaciones de casas van a concentrarse únicamente en cinco puntos: Lugares

N" de casas

Benahuaquil Cullera Fortaleny Sueca Villella

30 62 4 15 10

Ante dos términos cástrales con la presencia de más de dos docenas de alquerías, la población cristiana una vez más es selectiva y se ubica en la población de Cullera y en cuatro alquerías, Sueca, Villella, Benahuaquil y Fortaleny, dejando el resto habitado exclusivamente por musulmanes. En el caso de Cullera se trata de un poblado fortificado a media altura y a poca distancia de las alquerías en donde se les concede la tierra. Una mención especial requiere Sueca, alquería de Cullera, que se repuebla desde el primer momento y que poco a poco irá desplazando no sólo al resto de las alquerías sino también a la propia Cullera. Una situación un tanto extraña se produce con la donación realizada a cincuenta y dos musulmanes, hombres de Ceyt Abuceyt, a quienes se les hereda en cuatro alquerías del término de Corbera y cuya donación no contiene la entrega de casas. Dado que las alquerías se las entregan "enteras", habrá que pensar que por eso no se mencionan ni la tierra entregada ni el número de casas. No creemos que se trate de un caso como el visto para las alquerías de Acullo y Fula en las que los musulmanes heredados en ellas ya vivían allí y que ahora simplemente se les respetan las propiedades que tenían. Entre las regalías repartidas conocemos la donación de cinco molinos, dos de ellos en Cullera, otros dos ubicados en Sueca que se le 175

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 416. 156

entregan "pro medietate francha et libera" a M. Graus; el quinto molino se halla en Nacía, cerca de Corbera. Igualmente se concede un horno en la alquería de Sueca, donación ésta que recae también en la persona de M. Graus. El señorío cuenta con buena implantación en esta comarca, en 1237 comienzan a entregarse alquerías y castros; al obispo de Zaragoza se le concede Albalat de la Ribera, Rióla pasa a manos del mayordomo de la reina P. Roic, Sollana es para Jimeno de Urrea, Alcacer y Espioca se entregan a Palacín y Artal de Fóces, Marimón de Plegamans recibe Truilar. Un año después, en 1239, Jaime I dona a la Orden Militar del Hospital la alquería de Alcudia, en Almusafes G. Davoro recibe una torre denominada Ragef con un rabal que perteneció a Ambarbut y que se entrega a cambio de una alquería que debía de tener en Jérica. P. Tena recibe otra torre cerca de Almusafes denominada Alcayt. Años después, en 1249, el monarca entrega a P. Guasch la alquería de Lombos, en ese mismo año el escribano real Guillame recibe otra alquería del término de Cullera denominada Iunzana. A R. de Rocafull se le entrega el castro de Corbera de por vida y con la misión de custodiarlo; ahora bien, mientras dure la rebelión de Alazraq, dicho castro dependerá directamente del monarca, quien lo cederá de nuevo al citado R. de Rocafull una vez terminado el conflicto con el caudillo musulmán. Los que reciben donaciones en el realengo ascienden a un total de 199 recipiendarios, cifra a la que habría que añadir los que vinieron de Monpelier pues Jaime I dio, en 1238, la alquería de Almusafes a los hombres de esta comunidad si bien parece que esta donación no fue completa ya que años después el rey sigue entregando 176

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 44. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 71. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 43. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 57. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 528. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 749. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1696. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 328. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 897. 157

bienes en Almusafes. Del mismo modo, habría que sumar a todos aquellos que, procedentes de Daroca, vinieron a la alquería de Alhara que les entregó don Jaime en 1239. Entre los recipiendarios encontramos a varios que no debieron de convertirse en repobladores, como el obispo de Zaragoza, el comendador de la Orden del Hospital, Ceyt Abuceyt, Egidio de Atrosillo, Sancho Pérez de Noales, Jimeno de Urrea, Palacín y Artal de Fóces y alguno más. A muchos de los repobladores se les conceden lotes de bienes de idéntica extensión; tal sucede con un grupo de treinta, lo mismo ocurre con los de Monpelier que van a Almusafes; otro tanto sucede en Albalat de la Ribera en donde los hombres de Daroca y los musulmanes de Ceyt Abuceyt reciben idénticos bienes. El castro de Corbera, con anterioridad a su entrega a R. de Rocafull, se había dividido en partes iguales entre diez ballesteros de Tortosa; Benilocha se reparte equitativamente entre una docena de repobladores; finalmente un grupo de quince colonos reciben bienes en Fortaleny, Liber y Nacía en igual proporción. Igualitarismo económico que se refuerza por el hecho de que todos obtienen sus bienes en alodio.

Ribera Alta La abundante repoblación que se produce en esta comarca se centra en el distrito de Alcira con sus alquerías de Binataat, Tora, Cabanes, Abacapet, Alcanicia, Alfaz Avintambluz, Benibardem, Benavayre, Xaxara, Marignén, Pranchet, Almunia, Carcasneu, A l cudia, Benimuslem, Albalat, Tedret, Vilela, Sopronat, Macacelim, Albocayna, Beniçuleymen, Alasquer, Materna, Ternils, Aculiel, Campanar, Alcol, Auryn, Beniacnon, Alaraf, Alocceyr, Bramalla, Canizane y Orfala; el de Sumacárcel con sus alquerías de Xarquia y Garbia; el de Villanueva de Castellón con sus alquerías de Yelechos y Roseta. Igualmente existe documentación referida a Carlet, Alfarb, Catadau, Llombay, Pardinas, Cotes, Monserrat, Real de Montroy, Cárcer, Turís, Montroy, Alberique, Alginet y Algemesí. La documentación se agrupa en dos apartados, el primero incluye desde Catadau a Llombay, juntamente con Turís, Montroy, Monserrat y Real de Montroy; el segundo recoge las restantes localidades. 158

Esta situación viene marcada tanto por las fechas como por el tipo de donaciones; en el primer caso los donadíos se refieren al señorío, en el segundo al realengo. Entre 1238 y 1240 Jaime I entrega los lugares de Catadau y Llombay a Galaubia, a Gombaldo de Entenza le concede Turís, Serra se la dona a P. Garcez de Deza, el castro de Montroy es para Rodrigo de Lizana, en 1240 se concede a Jimeno de Tovía el castro de Monserrat y la alquería de Raal. Coetáneamente a las donaciones de señorío, se efectúan otras en el realengo; las fechas se sitúan en los años 1237, 1238, 1239, 1240, 1242, 1244, 1246, 1248 y 1249. Nuevamente hay que resaltar las donaciones realizadas en fechas tan tempranas como los años 1237, 1238, 1239 y 1240. Se trata de donaciones efectuadas con anterioridad a la conquista de dichos lugares; presentan un indeterminismo total: "Mana Egidi: domos, hortos mallos et totam hereditatem quam Aben Amira habet in Aliacira et in suo termino "; o "Eximinus de Tovia: domos et honorem de Mahomet Maymo, tam in Aliacira quam in Corbera". A partir del año 1242 se especifican todos los datos en las donaciones que se entregan: "IIII iovatas in rahal Alcol, antepontem lapideum et domos de Mahomat Alucernat, prope domos G. Raimundi". Durante los años 1237, 1238, 1239 y 1240 se realizan nueve donaciones, para los años siguientes el monto de las concesiones realizadas asciende a doscientas treinta y cinco, lo que nos hace pensar que la comarca alcireña comienza a repoblarse tras su conquista; esto es, en 1242, año en el que, con sus cuarenta y nueve donaciones, representa el 20% del total, cantidad que irá disminuyendo en los años sucesivos hasta llegar al año 1248 en que cambia de signo. Los grandes tirones repobladores hay que centrarlos en los años 1242 y 1248. 185

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 83. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 60. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 40. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 61. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 101. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1239. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 149. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 168.

159

Una vez más, el bien que se reparte con mayor prodigalidad es la tierra, tierra que cuenta con las siguientes donaciones: Lugar

Tierra campa

Alberique Alcira

Huerta

Viña

Higueral

3

30,5

1

450 4.596,5

Total Has. 450 4.631

Alcudia de Carlet

15,5

Algemesí Benimuslem

15 12

12

Carcagente

75

75

Cárcer

123

Énova

307,5

Sumacárcer

183

Villanueva de Castellón

1.884

15,5 15

0,5

1,5 3

125 310,5 183 1.884

La tierra de sembradura presente en todas las localidades alcanza un porcentual del 92,2% en Alcira, un 96% en Cárcer y un 99,6% en Énova; el resto de localidades únicamente cuentan con este tipo de tierra. Distinto es el papel representado por la huerta, que sólo se halla en Alcira y Cárcer, si bien en esta última de forma casi testimonial. Las tres hectáreas de huerta que se conceden en Alcira apenas representan nada si las comparamos con la extensión de la tierra campa; únicamente un 19% de los recipiendarios de tierra cuentan con huerta, lo que demuestra su escasez. Más abundante es la concesión de viña, las 30,5 hectáreas entregadas representan una gran extensión y ello se debe a que los lotes se entregan por jovadas y no por cahizadas como en el resto de las comarcas. La superficie de tierra dedicada al cultivo de la vid aumenta con la repoblación cristiana, sobre todo en Alcira en donde se entregan campos con la condición de plantarlos de viña: "unam peciam ierre ad faciendum vineas ita quod nullum tributum dent nobis ". Otra variedad de cultivo que se concede es la del higueral, del que conocemos dos donaciones en el término de Alcira, concretamente en Xaxara. El reparto de casas entre los repobladores se realiza así: 160

Lugar Alberique Alcira Algemesí Benimuslem Cárcer Énova Sumacárcer

N"de casas 50 335 1 1 3 1 16

De un total de 427 casas, 335 se conceden en Alcira, de las cuales treinta están en las alquerías de su término; fuera de esta localidad únicamente cuenta Alberique, de la que se entregan cincuenta casas en lo que hoy es el despoblado de Fentina. Estos datos sugieren unas reflexiones: - En primer lugar, la comarca de la Ribera Alta cuenta con una nutrida malla de alquerías, en especial alrededor de la localidad de Alcira. Prueba de la pujanza de estas alquerías es que se entrega tierra en casi todas ellas y sin embargo, una vez más, a la hora de asentar a los repobladores se les ubica en Alcira en donde forman un grupo importante hasta el extremo de que los mudejares alcireños tienen que irse a vivir a un barrio o morería. De esa concentración de donaciones de casas únicamente se han "escapado" treinta repartidas por las diferentes alquerías; esta repoblación rural apenas significa nada si la comparamos con el gran número de mudejares que vivían en el conjunto de alquerías. De nuevo se repite la fórmula: los cristianos se agrupan en la localidad más importante, constituyendo allí la principal fuerza, mientras que los mudejares siguen campando a sus anchas en el espacio rural. - En segundo lugar hay una gran desproporción entre el número de recipiendarios que reciben tierras, ochocientos dieciocho, y el de los que cuentan con casas, solamente cuatrocientos veintisiete. La gran diferencia en el número de beneficiarios de ambos bienes se debe a que, en ocasiones, las donaciones colectivas no señalan taxativamente la concesión de casas, aunque todo hace suponer que sí las reciben: "Goncalvo, Iohannis, Dominici et Sabastiano, consobrino 161

Martini Sicilia, ad opus eorum et aliorum XLVIpopulatorum, alcheriam qui dicitur Carcer cum suis pertinentiis, exceptis furnis et molendinis". La frase "cum suis pertinentiis" significa que se les entregarían también casas a los cincuenta repobladores, lo que convertiría a esta localidad juntamente con Alberique, en el punto más importante de concentración de los repobladores cristianos, por detrás de Alcira naturalmente. - Otro motivo que explica el porqué de la diferencia entre agraciados con tierra y con casas es que a un grupo de doscientas personas se les entregan tierras en Villanueva de Castellón, mientras que las casas se las conceden en Xátiva: "Geraldo de Maçoteris et alus ducentis populatoribus; singulas domos in Xativa et sexcentas iovatas terre in Castellione Xativa ". En lo tocante a regalías, el monarca entrega molinos, hornos y obradores. Seis son los molinos que se conceden en Alcira y uno en Villanueva de Castellón. De los seis de Alcira, el primero se da a G. Belloc, notario; otro a R. Rocafull, con cuatro muelas y ubicado junto a la muralla; dos se donan a Bartolomé de Vilaseca, un quinto a Guillermo de Monpelier, mientras que el sexto, situado en la acequia de Aliarof, se entrega a Rostayn Guillermo y a la mujer de Pedro Torderes. El de Villanueva de Castellón tiene nada menos que nueve ruedas; los seis de Alcira se hallan situados, uno junto al cementerio, el segundo cerca del puente de madera, otro en la plaza de Santa Catalina, mientras que de los otros tres desconocemos su ubicación exacta. En cuanto a los obradores, pese a la fuerte repoblación realizada en Alcira, sólo se cita la entrega de dos obradores. Que debió de haber muchos más es fácil deducirlo, incluso por la propia documentación del Libre del Repartiment cuando dice: "/ operatorium quod vos tenetis, ita quod, pro dicto operatorio detis nobis tantum tributum quantum dabitur pro qualibet aliorum operatorium qui sunt in illa carraña que est dictum operatoñum ". Si importante ha sido la concesión de donaciones en el realengo, no lo es menos el otorgamiento de señoríos. En 1237 Jaime I dona a 193

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1247. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 610. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 928.

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P. Fernández de Albarracín la alquería de Cárcer, esta concesión debió de tener poca vigencia ya que, en 1248, el monarca repartía dicha alquería entre cincuenta repobladores. En 1238, y seguimos moviéndonos en fechas muy anteriores a las de la conquista de dicha comarca por Jaime I, se le da a Lope Ferrench de Lurcenich la "alquería sive villa " de Alberique, donación que se le cambiará por las alquerías de Abohacapet y Benimoclle; en ese mismo año 1238 se entrega al caballero Jimeno de Urrea la alquería de Pardinas, si bien se la quita días después para concedérsela a otro caballero, Rodrigo Enneguez; la última donación que comporta señorío hecha en 1238 es la que se hace de Carlet y Alfarb, que se entregan a P. de Montagut, hermano del obispo de Zaragoza. Años después, en 1243, el monarca satisface una deuda de cuatrocientos sueldos jaqueses que tenía con Berenguer Rubei, entregándole a cambio la alquería de Cotes, en el término de Alberique; dos años más tarde, en 1245, concede a Martín López de Ruilos la alquería de Alocceyr y en 1248 las de Albalat y Tedret a Berenguer de Tornamira. Los heredados con tierras en la comarca de la Ribera Alta, ochocientos dieciocho, reciben sus propiedades en alodio; las diferencias entre ellos vienen tanto de la variedad como de la cantidad recibida; la donación "tipo" no es la misma en todas las localidades. Estas diferencias desaparecen en las donaciones colectivas; así, para Alcira contamos con una concesión a cincuenta personas, otra a veinticinco, una tercera a cincuenta, una cuarta a otras cincuenta personas y la última a veinte; en todos los casos, los componentes del grupo obtienen las mismas propiedades. En Alberique, de un total de cincuenta y dos recipiendarios, cincuenta obtienen igual reparto a través de una donación colectiva; otro tanto ocurre con Énova y Sumacárcer. Se constituye de este modo una sociedad en la que la mayoría dispone de entre seis y nueve hectáreas de tierra campa, un poco de viña -al197

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n" 23. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n" 1114. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 88. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 70. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 206. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 248. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 937. 163

gunos una parcela de huerta- y una casa. Frente a la gran mayoría, bastante igualada en cuanto al disfrute de propiedades, hallamos a una reducida minoría de apenas media docena, que cuentan con bienes mucho más cuantiosos.

Canal de Navarrés De esta comarca interior nuestra documentación contiene información referida a Navarrés y Quesa, para los años 1248 y 1249. Mientras la torre de Quesa se entrega al italiano Drogo, Navarrés se reparte entre varios recipiendarios. De los bienes entregados en esta última apenas si se mencionan las casas, tan sólo cuatro; esta cantidad tan escasa se debe a que varios propietarios de tierras en Navarrés reciben sus casas en Xátiva. Mayor es el número de recipiendarios de tierras, quince en total, a quienes se les entregan 183 hectáreas de tierra de sembradura y 13,5 de viña. Es de notar la largueza con la que se entrega la tierra en esta comarca. 203

Safor En la comarca de la Safor se lleva a cabo una repoblación en los distritos de Alfandech de Malignen con sus alquerías de Benihayro, Egebalhobra y Hegep Alcobra; en el de Gandía con las alquerías de Xaraco, Xeresa, Rafalizlem, Alcodar, Abeniacob, Beniopa, Beniazareg, Benidario, Pardinas, Beniquineyna, Benampiscar y Beniató; en el de Borró con las alquerías de Rótova, Alfahuir y Almizrra; en el de Palma con las alquerías de Ador y Navesa; en el de Bayrén con las de Alabiar, Acera, Beninida, Benixvayre, Quecemalme y Almoemal, documentándose igualmente la donación de Rebollet. Toda la información se refiere a los años 1238, 1240, 1242, 1244 y 1249. Nada menos que en 1238, Jaime I efectúa la donación de A l fandech de Marignén con sus alquerías a su tío el infante don Ñuño. 203

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1291.

Donación que posiblemente no llegó a hacerse efectiva por la temprana muerte del destinatario; el citado valle revirtió a la Corona y en 1249 el monarca reparte Marignén con sus alquerías a una serie de recipiendarios entre los que destacan un grupo de Monpelier y otro de Tolosa. Inmediatamente a la obtención de estos lugares, Jaime I comienza a asentar repobladores; poco numerosos en 1240, aumentan a partir de 1242 y 1244, sobre todo en 1249, año que representa el 83,9% del total. En 1240, 1242 y 1244 se entregan donaciones en Bayrén, Beniató, Gandía y Rebollet, mientras que a lo largo de 1249 se reparten Beniató, Gandía y Marignén o Valldigna. La tierra se reparte de la forma siguiente:

Lugar Ador Almiserat Badel Bayrén Beniarjó Benifayró Beniopa Borró Gandía Xaraco Xeresa Marignén Palma Rótova

Tierra campa 153 27 16 822 78 72,5 36 710 15 48 1.183,5 48 120

Huerta

Viña

Higueral

Total Has. 153 27 16 822,5 78

0,5

3

4,5

1

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80 36 711 15 48 1.380,5 48 120

El reparto de tierra en la comarca de la Safor cuenta con la singularidad de que, al señalar la tierra de sembradura que se entrega, se precisa muchas veces cuánta de esta es de regadío y cuánta de secano, lo que nos permite conocer la extensión exacta de ambos tipos de tierra: 165

Lugar

Secano

Regadío

Total Has.

Ador

51

102

153

Almíserat

12

15

27

Badel Bayrén

16 822

16

Beniarjó

78

78

Benifayró

24

24

Beni opa Borró

68 36

36

Gandía Xaraco

710

710

Xeresa

48 730,5

Marignén Palma Rótova

6

822

4,5

9 453

48 90

30

72,5

15 48 1.183,5 48 120

El secano se entrega en los diferentes lugares alcanzando un promedio de 78,4% con las 2.982 hectáreas donadas; esta cifra ofrece una serie de altibajos: mientras en lugares como Benifayró, Jeresa, Bayrén, Borró, Palma y Beniarjó sólo se ofrece tierra de secano, en otros como Xaraco, Ador y Almiserat este tipo de tierra apenas alcanza un 50%. La tierra de regadío cuenta en esta comarca con una extensión de 613,5 hectáreas, lo que supone un 16%, llegando en algunos casos como en Ador y Almiserat a superar el 50%. También se entregan 4,5 hectáreas de higueral. Escasísima es la extensión de la huerta, únicamente se reparten 4,5 hectáreas, lo que significa una de las comarcas con menos tierra de este tipo, por contra se insiste mucho en la abundancia de tierra de regadío. Las casas se entregan en las cantidades y lugares siguientes:

166

Lugar

N" de casas

Ador

16

Almiserat Bayrén

2 18

Beniató

1

Benifayró

2

Beniopa Gandía

2 49

Xaraco

1

Xeresa

5

Rótova Valldigna

10 147

La relación entre el número de casas entregadas y el de heredados con tierra es de 253 frente a 394, lo que significa que la casa la obtienen un 64% de recipiendarios. Este promedio se alcanza tras unos altibajos muy significativos entre el conjunto de los lugares reseñados. Así, Benifayró, Xeresa, Rótova y Almiserat representan un cien por cien de heredados con casa, guarismo que disminuye un poco en Ador, Valldigna, Bayrén y Gandía, siendo ya grande la desproporción para Beniató, Borró, Palma, Badel, etc. Algunos de estos contrastes los puede explicar la misma documentación; la donación de casas y por tanto la repoblación de esta comarca presenta unos perfiles diferentes al del resto; teniendo un castro de la importancia de Bayrén, la población se distribuye por varios puntos en torno a una serie de alquerías como Xeresa, Ador y Rótova, se dispersa por el valle de Marignén y sobre todo se potencia la fundación de Gandía, lo que significa un esfuerzo por llevar la repoblación al llano, centrándola en un núcleo que devendrá eje de la comarca. Una vez más la repoblación tiende a transformar el antiguo habitat de época musulmana, si bien en este caso no se concentra a todos los repobladores en un único centro sino que se distribuye entre varios potenciando la llanura costera en lugar de la población en altura, Bayrén. De las regalías únicamente se documenta la donación de cuatro molinos, tres de ellos ubicados en el valle de Marignén y que se 767

donan a Bartolomé de Vilaseca, el cuarto en Gandía y, a diferencia de los otros que contaban con tres muelas cada uno, este tiene cuatro y se entrega con la condición de destinar al rey un tercio de las ganancias. También el señorío entra en la Safor de la mano de las donaciones que realiza Jaime I desde los primeros momentos; ya hemos mencionado y valorado la concesión que se realiza en 1238 a favor del infante don Ñuño del valle de Marignén con las alquerías de Eyrb Alcobra y Huaegip Açogra. En 1240 se entrega el poblado fortificado de Rebollet al almirante Carroç; en 1249 se concede a G. de Pereiro las alquerías de Palma y Ador; a I. de Mora se le dona la de Benampiscar; a P. de Vilaragut la de Alhahuy; a Raimundo Castellano la de Beniarjó a cambio de una cantidad monetaria. Dejando al margen a los recipiendarios del señorío, el resto de los repobladores que se instalan en esta comarca conforman una sociedad bastante igualitaria, en lo que a bienes recibidos se refiere; tal ocurre con los establecidos en Gandía o los que lo hacen en Beniató; ahora bien, no siempre ocurre lo mismo y podemos encontrar excepciones como Pere de Valls y su socio que reciben, además de sendos huertos y casas, 600 hectáreas de secano, donación por la que pagan 60 libras jaquesas al monarca; menor es la extensión entregada a un par de repobladores que obtienen 42 hectáreas de sembradura, cifras elevadas si las comparamos con las 9 hectáreas que representa la "donación tipo". Las diferencias no sólo provienen de la extensión recibida sino también del hecho de que unos obtienen las donaciones en franco alodio y otros vienen obligados a pagar un censo. 204

205

2 0 6

208

Libre delRepartiment, vol. II, asiento n° 103. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1293. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 263. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1016. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n°l 102. 168

207

Costera El Libre del Repartiment cuenta con documentación referida a Xátiva, Alcudia de Crespíns, Canals, Ayacor, Llosa de Ranes y Estubeny, para los años 1239, 1246, 1247, 1248 y 1249. La documentación, además de las donaciones correspondientes, contiene unos formularios. Se trata de modelos para las donaciones de casas, tierra, molinos y alquerías; al respecto M. D. Cabanes señala que "parecen creados exprofeso para la expedición de documentos de donación, tenencia y explotación de tierras de conquista, teniendo como fin el que los notarios o escribanos supieran a qué atenerse llegado el momento de efectuar la redacción definitiva que diera lugar a la toma de posesión por parte del beneficiario". Son modelos que contienen algunas fórmulas ya empleadas en Mallorca a las que se les añaden otras adecuadas al Reino de Valencia que fijan las características de residencia y libertad de venta. El reparto de las donaciones es muy desigual, durante 1239,1246 y 1247 únicamente se efectúan cuatro concesiones, mientras que el bienio 1248-1249 representa la práctica totalidad de los heredamientos. Resulta cuando menos sorprendente el hecho de que se recojan donaciones en el año 1239, sin embargo de seguir a Viciana habría que señalar la existencia de un repartimiento de Xátiva con fecha de 1240. Lo cierto es que las donaciones se suceden a lo largo del bienio 1248-1249, y se prolongan hasta 1250, ya que el 18 de mayo de ese año se confirman las donaciones realizadas. Los donos, consignados en una serie de libros, se quedaron unos en Xátiva, en poder de la mujer de Bernat Siscar, y otros pasaron a manos del rey; los que se quedaron en Xátiva han desaparecido, por lo que ignoramos la repoblación recogida en ellos, mientras que los que se entregaron al rey formaron parte del segundo de los registros recogidos en el Libre del Repartiment. La concesión de tierra se halla presente en un 59% de las donaciones efectuadas; tierra que se reparte de la forma siguiente: 209

210

2 0 9

M . D. Cabanes Pecourt, Formularios diplomáticos para la repoblación valenciana, p. 535. M . D. Cabanes Pecourt, Formularios diplomáticos para la repoblación valenciana, p. 539. 2 , 0

169

Lugar Alcudia Ayacor Estubeny La Llosa Xátiva

Tierra campa Huerta Viña 30 12 3 315 2.259

Olivar Higueral Prado

Total Has.

3

30 15

75

3 390

9,5

366

1,5

1,5

1,5

2.639

De todas las localidades, Xátiva es la que presenta una mayor variedad de tipos de tierra. El total de 2.639 hectáreas, se distribuye entre tierra campa, viña, huerta, olivar, higueral y prado. Dada la gran diferencia de extensión con que se concede cada una de estas variedades, no es de extrañar que la tierra dedicada a la sembradura alcance un 85,60%, lo que viene indicado tanto por las nueve hectáreas que se entrega por repoblador, como por hallarse presente en casi todas las donaciones. La viña se encuentra en la mayoría de las concesiones, pero al entregarse en extensiones más pequeñas que la tierra campa, únicamente representa un 13,86%, porcentual que significa un caso singular ya que el resto de las comarcas cuentan con unos porcentajes mucho más pequeños. La huerta, tanto por la exigua extensión con la que se reparte, como por la escasez de donaciones que la contienen, alcanza un minúsculo 0,35%, mientras que el olivar, higueral y prado, que se entregan en partes iguales, alcanzan un exiguo 0,17%. La tierra campa se reparte entre las diversas alquerías del término de Xátiva: Yeneve, Ganim, Barchata, Turbayos, Rahana, Podium Grossum, Ycor y Bischert. La viña parece predominar en Podium Grossum y en Rahana, en la primera de las cuales no sólo hay viñedo sino que se entrega tierra con la condición de que se planten cepas en ella, "ad plantandum vineam ". Para las otras localidades, la tierra entregada no comporta tanta variedad, Ayacor y Llosa de Ranes cuentan con tierra campa y viña, mientras que Alcudia de Crespíns únicamente tiene tierra de sembradura. El total de recipiendarios de casas asciende a 780 que se reparten de la forma siguiente:

170

Lugar

N° de casas

Alcudia

4 2 2 4 50 718

Ayacor Canals Estubeny Llosa de Ranes Xátiva

Una vez más podemos comprobar cómo la repoblación cristiana se centra en un sólo núcleo, en este caso es Xátiva, dejando el resto de localidades prácticamente sin habitar. Nos encontramos con una repoblación de tipo urbano, desalojando a los antiguos pobladores y mandándolos, bien a ocupar el barrio de la morería, bien a instalarse en las alquerías del término en las que los repobladores cristianos tenían sus tierras pero no sus casas. De un panorama en el que los musulmanes ocupaban Xátiva y todas las alquerías del término, pasamos tras la conquista a una concentración de cristianos en Xátiva, lo que significa el realojo de los antiguos habitantes en un barrio periférico y en el resto de alquerías de las que los cristianos únicamente ocupan Llosa de Ranes. Las casas se reparten con largueza en la localidad de Xátiva; sin contabilizar las destinadas a obradores o a tiendas, se entregan 718 viviendas, a las que hay que añadir otras cuatro que se destinan a establos y una quinta que se dedica a bodega; en alguna ocasión se entregan hasta cuatro habitáculos a una misma persona. La casa aparece en mayor número de donaciones que la tierra, lo que significa que a ciertos recipiendarios se les entrega casa en Xátiva y tierra en otros lugares: Albaida, Cárcer, Benejama, Énova. El caso más extremado lo constituye la concesión a G. de Macoteris, que dirige un grupo de doscientos recipiendarios que reciben tierras en Villanueva de Castellón y casas en Xátiva, hecho que ya hemos apuntado. La cifra de 718 casas no representa el total de lo repartido ya que, en ocasiones, al hablar de los lindes, aparecen propietarios que no hallamos entre los agraciados con casas; uno de estos es el propio monarca que cuenta con varios inmuebles en Xátiva. 171

De las regalías, la documentación nos habla de la concesión de dieciséis molinos, doce en Xátiva y cuatro en Canals; predominan los de tres muelas, sobresaliendo uno de ellos, perteneciente al antiguo alcaide musulmán, que cuenta con catorce muelas y que se entrega a tres recipiendarios. La mayoría de estos molinos están situados en el curso del rio Montesa; el lucro se divide en partes iguales entre el destinatario y el monarca. La continuidad de la vida artesanal nos la confirma la concesión de cincuenta y seis obradores, de entre los que cabe destacar la entrega a veintiocho peleteros a quienes se les otorga otros tantos talleres; igualmente la donación que realiza el monarca a los carniceros, a los que se les da una calle entera para instalar en ella sus carnicerías, calle que se encontraba en el lugar en donde se vendían los cántaros antes de la conquista. Las indicaciones que se hacen a la hora de conceder casas en Xátiva nos aportan pormenores de cómo era la ciudad en el momento de su conquista. Varias donaciones nos hablan de la muralla; de las cuatro concesiones que la citan, únicamente una nos permite localizar su trazado: se habla de la entrega de un solar a los frailes menores situado junto a la muralla para que construyan allí su convento. También se habla de dos puertas de dicha muralla, la denominada "de Valencia" de la que partía la vía que iba a esta localidad y otra que daba lugar al camino que conducía a Albaida. Se cita igualmente el nombre de algunas calles, como la de "Aziza" y otra llamada "deis Alatars", en donde se conceden varios obradores, lo que supone una continuidad en sus funciones de calle artesanal. En ocasiones, lo que se menciona son los nombres o la situación de una plaza, la forma de denominarla le viene determinada por la función o cobijo en tiempos 211

pasados, "plateam in qua vendebatur ganatum tempore sarracenorum ", o "placiam sive carrariam qua est in Xativa ubi modo est macellum et corrallum in quo vendebantur cantan tempore sarracenorum contiguum dicte carnicerie ad excoriandas carnes "; por los edi-

ficios que albergaba "plateam balneorum ", o por las donaciones que se realizaron, "placiam que est ante domos fratres minores ". No se cita la morería a pesar de conceder bienes a varios musulmanes; tampoco parece mencionarse la judería, al donar una casa a P. de Odena 211

172

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 628.

se señala que ésta se hallaba "in carrada que fuit asignata iudeis "; se habla de la calle dada a los judíos heredados en Xátiva, no se dice que se tratara de la antigua judería. Se hace referencia a ciertos edificios que los consideraron representativos: mezquitas, "mesquita que tenent fratres minores ", e iglesias, de las que se mencionan la Mayor o de Santa María, la de Santa Tecla y la de San Miguel, esta última en el arrabal. Frente a la enorme importancia de la repoblación en el realengo, la Costera cuenta con un exiguo señorío, tan sólo la alquería de Mediona que se entrega al almirante Carroç y la de Turbayllos al justicia de Xátiva, P. Bosch. No es propiamente donación lo que acontece con el húngaro Dionisio al que le permutan sus posesiones de Ahín y Veo por la alquería de Canals y la torre de Crespíns. Las donaciones en la Costera se realizan tanto a cristianos como a musulmanes y judíos; un total de tres musulmanes, siete judíos y setecientos sesenta y ocho cristianos; de entre estos últimos algunos ocupan un lugar importante dentro de la escala social del momento, es el caso de Carroc, Dionisio de Hungría, Jimeno Pérez de Tarazona, Atorella o el obispo de Valencia. ¿Qué peso específico podían tener estos señores en medio de la sociedad establecida en la comarca? A primera vista no parece que debieron de jugar un papel importante dado que, por un lado, no residirían aquí y por otro los bienes que se les entregó eran idénticos a los del resto de repobladores; se tratará pues de simples propietarios absentistas. Un caso especial lo representan las comunidades religiosas que aparecen entre los receptores de propiedades; en el caso de los franciscanos, se les da un solar para edificar en él un convento, mientras que a los dominicos y mercedarios se les entregan bienes sin especificar que fueran el soporte de la edificación de sus conventos. En cuanto a la masa de recipiendarios, conviene señalar que buena parte de ellos reciben unas nueve hectáreas de tierra de sembradura y una parcela de viña. Si no existe gran diferencia por lo que reciben, sí la hay en cómo lo reciben; mientras a un 58% se le dan propiedades en alodio, el resto 212

2,3

214

212

213

214

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1051 Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 839. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 878. 173

tiene que pagar el conocido censo de diez sueldos por jovada, lo que significa una percepción anual de 4.545 sueldos para la hacienda real. Atendiendo a la naturaleza de los bienes entregados, cabría pensar que en esta comarca únicamente se asientan agricultores, molineros, carniceros y peleteros ya que se entregan tierras, molinos y obradores. La realidad es muy otra; concretamente en Xátiva se asientan gentes cuya profesión no tiene nada que ver con las que hemos mencionado puesto que son médicos, mercaderes, sederos, pergamineros, veterinarios, juglares, etc.

Valí deAlbaida La documentación referida a la repoblación de esta comarca existente en el Libre del Repartiment hace referencia a los distritos rurales de Albaida, con sus alquerías de Azened Cayrén, Porzonex, Ayelo, Zihueva, Hafif, Benixequir, Gayara, Alfadidi, Iunza, Conexchar, Benimantel, Beniabdón, Guadasequies, Ollas, Alfarrasí, Galim, Venalguazil, Alharael y Colata; Carbonera con sus alquerías de Benizaver, Algorf, Rabal, Abdulgelil, Beniatif, Bitilla, Benizenam, Benicofafa, Rahalboraibal, Ulexquer, Vechdebocalich, Benizoda y Alombo; de Rugat con las alquerías de Metrién, Benicharán, Albenda, Laure y Haulen; finalmente del de Bocairente con las de Lex, Vinachalazo y Algorf. En estos lugares la repoblación se realiza a lo largo de los años 1248 y 1249, es decir, que se inicia después de la primera sublevación mudejar y no inmediatamente a su conquista. La comarca de la Valí de Albaida es la más "norteña" de cuantas tienen abundancia de donaciones colectivas. Donaciones que, a diferencia de lo que ocurre en otras comarcas en donde todos los recipiendarios de este tipo de concesiones reciben idénticos bienes, en el caso de la Valí de Albaida el monto de lo recibido suele estar en función de la categoría social del recipiendario; el caballero obtiene el doble que el peón. La posible explicación al porqué de este tipo de donaciones habría que buscarla en la necesidad que tiene Jaime I de repoblar una zona como ésta, densamente poblada por musulmanes y que se había erigido en el centro de la primera revuelta mudejar. In174

tentando evitar precedentes, el monarca busca asentar soldados-repobladores con el fin de asegurar el territorio, y con esta filosofía premia con mayor o menor largueza la función que puede desarrollar cada repoblador-soldado, si puede combatir a caballo será más provechoso para la defensa del territorio que si lo hace a pie, por tanto es justo que reciba más. Se trata de una variación importante con respecto a lo realizado por el monarca durante la primera etapa, 1237-1238; entonces necesitaba gente para rendir un bastión de la importancia de Valencia, por eso entrega señoríos a algunos de los feudales que acudieron, mientras que a los peones les concedió tierras y casas; ahora no es el mismo problema, el territorio ya está conquistado, de lo que se trata es de repoblarlo, por eso acude no a los feudales que son propietarios absentistas sino a los que pueden trasladarse a vivir allí, recompensándolos según lo que aporten para la defensa del territorio. La tierra, de sembradura, huerta y viña, se reparte de la forma siguiente: Lugar Adzaneta Albaida Alfarrasí Beniajar Benigánim Bocairente Carbonera Cuatretonda Guada sequies Luchente Onteniente Rugat

Tierra campa 18 3.780 108 81 48 2.122 549 318 246 250,5 106,5 186

Huerta

Viña

Total Has.

8,5

3 57

21 3.845,5 108 81 48 2.140,5

18

1,5

1,5 38

549 318 246 252 145 186

La tierra campa se halla presente en la casi totalidad de las donaciones pues con sus 7.755 hectáreas representa un 97,6%. Porcentual éste que se alcanza en conjunto y que lo rebasan Alfarrasí, Guadasequies, Beniajar, Cuatretonda, Benigánim y Rugat, en donde significa 175

un 100% mientras que en Luchente llega a un 99% y en Bocairente un 99,1%, únicamente en Carbonera y en Onteniente se está por debajo del promedio. Esta superficie se reparte de forma desigual entre secano y regadío, en Albaida hay 3.765 hectáreas de secano y 15 de regadío; en Carbonera 513 y 36; en Onteniente 99 y 7,5 respectivamente. La huerta se halla en lugares como Albaida y Onteniente, con un porcentual insignificante, un 0,20% y un 0,68%. Ahora bien, más que por su extensión, la importancia de la huerta hay que medirla por el número de recipiendarios y en las citadas alquerías se entrega a bastantes repobladores. Mayor extensión cuenta la tierra dedicada a la viña, el total alcanza las 117,5 hectáreas, lo que supone un 1,4%. La casa es un bien que no se prodiga mucho en las donaciones efectuadas a quienes vienen a esta comarca: Lugar

N" de casas 63 1 1 3 24

Albaida Benigánim Bocairente Carbonera Onteniente

La nómina de personas que reciben casas no puede ser más exigua si la comparamos con la de quienes obtienen tierra, 92 frente a 842. ¿Qué significa esto? No existe una adecuación entre los recipiendarios de tierras y los de casas; la proporción adecuada tan sólo se da en Onteniente con 24/26, pero frente a esto, lugares como A l baida, Carbonera o más concretamente el caso de Bocairente, 63/342, 3/121, 1/232, son desconcertantes; desconcertantes porque no aparecen las casas en las donaciones y no existe la posibilidad de que a una misma persona se le entregue tierras aquí y casa en otro lugar sin que la documentación lo señale. Desconocemos por qué no se ha anotado la donación de casas, la realidad debió de ser bastante diferente a lo que nos indica la documentación; no se entiende la despro215

215

176

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 715.

porción entre receptores de casas y recipiendarios de tierra, ¿dónde iban a vivir los que no cuentan con casas? Cabría la posibilidad de que las viviendas entregadas en alguna de las localidades de esta comarca estuvieran en uno o varios libros que, al igual que los tres de Xátiva, no pasaron a poder del rey y por eso no se incorporaron a lo que hoy denominamos Libre del Repartiment. No deja de ser una simple hipótesis con pocos visos de verosimilitud, pero algo debe de fallar ya que no es posible una repoblación sin viviendas, como es el caso que nos ocupa. Con todo, lo que nos señala la documentación nos permite observar una repoblación que se centra en dos puntos, Albaida y Onteniente, dejando de lado la vastísima red de alquerías que componen los términos cástrales aquí señalados. Se crea un nuevo núcleo de población al que se le denomina igualmente Albaida, pasando a llamarse "Albaida Vetula" la antigua localidad. Una vez más nos hallamos frente al mantenimiento de un topónimo que no hace referencia a la localidad de época musulmana sino a otra nueva emplazada en lugar diferente. Hornos y molinos componen otro de los bienes entregados; se dona un horno que perteneció a A l i Alcuxo, alcaide de Albaida y diez molinos de los que seis se hallaban en Albaida y los cuatro restantes en Onteniente. Frente a la extensa repoblación del realengo, el señorío tan sólo cuenta con la alquería de Elcha que se entrega a Carroç en 1248. Donación que se fecha en las idus de febrero, si bien el 18 de agosto del mismo año, el monarca está concediendo de nuevo tierras y casas en dicha alquería, lo que nos hace pensar que la citada concesión al almirante Carroc, o no fue efectiva, o dejó de serlo unos meses después.

Marina Alta De esta comarca el Libre del Repartiment contiene donaciones referidas a los términos cástrales de Denia, Olocayba, Segarría, Pego, Xaló, Alaguar, Pop y Ondara para los años 1238, 1240, 1242, 1244, 1248 y 1249. Dos aspectos llaman la atención; en primer lugar el escaso número de donaciones, la mayoría de quienes se han ocupado 777

del tema coinciden en señalar que Jaime I encargó a Carroc el reparto de la zona de Denia y que las donaciones efectuadas por el señor de Rebollet no fueron recogidas en su totalidad en la documentación que hoy denominamos Libre del Repartiment. En segundo lugar, el hecho de que se efectúen donaciones en los años 1238 y 1240. A l guna de las donaciones realizadas en esta comarca aparecen duplicadas; se trata de una duplicidad un tanto especial ya que mientras en la primera se suele consignar la cantidad de tierra entregada, en la segunda, además de la tierra se indica la donación de la casa y si se entrega como alodio o contra el pago de un censo. Más que duplicidad lo que hay es una complementariedad. La tierra, en sus variedades y extensión se entrega así: 216

Tierra campa

Viña

Total Has.

Alaguar Denia Xaló Ondara Pedreguer Pego

402 24 561 12

3 3

Pop Segarría

552 78

405 27 561 12 123 854 552 78

Lugar

123 854

Un hecho resulta evidente, estamos ante cifras falseadas, falseadas porque no es posible que se entregue una cantidad tan pequeña de tierra; el caso de Denia con 27 hectáreas es el ejemplo claro de que en el Libre del Repartiment falta la repoblación llevada a cabo por Carrog, que debió de ser importante como corresponde a una localidad que había sido capital de la taifa de su nombre. La escasa cantidad de tierra de la que tenemos noticia hace referencia fundamentalmente a tierra campa, un 99%, dejando el resto para la viña y huerta. Las donaciones se ubican en los lugares de Caneles, Alconci 2 1 6

El total de donaciones que recoge el Libre del Repartiment referidas a la repoblación de Denia asciende únicamente a cuatro. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1345, y vol. II, asientos n° 286, 289 y 1088. 178

y Alpitranci, alquerías de Denia; Pedreguer, Benimazmut, Coracha y Gorgo, alquerías de Olocayba; Vinamelim, alquería de Segarría; Castellò, Benigalip, Benihayahet, Huxola y Beniomeyr, alquerías de Pego; Cury y Cauvy, alquerías de Xaló; en Portella, Benimantell y Valug Exabech, alquerías de Alaguar; Benalbacar, Senija, Benaica, Mortia, Pareen, Ceylen, Merniça, Benigeba, Raalhabelhabar, Alcanicia y Benilacrux, todas ellas pertenecientes al término castrai de Pop. La casa se entrega en los lugares siguientes: Lugar Alaguar Denia Pedreguer Pego Pop

N" de casas 23 4 2 65 20

Un total de 114 casas para 199 recipiendarios de bienes, únicamente un 57% reciben casa; este porcentual presenta grandes diferencias; mientras en algunos casos, como Pego y Alaguar, la proporción entre quienes reciben tierras y los que obtienen casas es prácticamente la misma, en otros la diferencia es enorme. Las casas entregadas no estaban ubicadas en los castros sino que se hallan diseminadas en los términos rurales. En Pego se conceden casas en las alquerías de Castelló, Benigalib, Benihayet, Huxola, Beniomeyr, Ceylen, Mernisa, Benigela, Raalhabelhabar, Benalbacar, Alcanicia y Benilacrux. Otro tanto ocurre con las alquerías de Pop que se reparten un total de veinte casas, o las de Alaguar con veintitrés casas diseminadas en tres alquerías. Este tipo de repoblación resulta único ya que hasta ahora siempre se ha intentado situar a la repoblación cristiana en los castros o villas y se ha dejado el término con sus alquerías para la población musulmana, aquí no ha ocurrido así. Ahora bien, no conocemos la repoblación de Denia llevada a cabo por Carroc, ignoramos si se repobló o no dicha localidad; en caso afirmativo tendríamos una repoblación total, del centro urbano y del medio rural, algo que para el resto del territorio todavía tardará en producirse pero 179

que aquí bien pudo darse por las condiciones singulares que tenían las comarcas sureñas tras la primera sublevación mudejar. Entre los recipiendarios de bienes de esta comarca encontramos a aquellos que obtienen donos en Denia y su término, personajes como don Ladrón, Carroç, Berenguer de Pao, los sobrinos de Carroç, que reciben abundantes bienes; frente a este grupo, al grueso de los recipiendarios únicamente se les da unas hectáreas de tierra y casa. Un aspecto difícil de entender es el hecho de que en una comarca como ésta, con dificultades para atraer pobladores debido al conflicto con los mudejares, se entreguen tierras a censo, lo que le supone al rey unos beneficios anuales de 4.050 sueldos.

Comtat La documentación del Libre del Repartiment hace referencia a los castros de Agres, Cocentaina, Perpuchent, Seta y Travadell con sus términos para los años 1240 y 1249. La mención al año 1240 es una más de las que venimos considerando como "raras". En ese 1240 Jaime I entrega al sarraceno Çalema Hoto la alquería de Muro con sus hornos y molinos. Donación que no debió de llegar a realizarse o si se produjo duraría muy poco ya que en 1249 el propio monarca reparte tierras en esta alquería. La tierra cuenta con preeminencia a la hora de entregar bienes, repartiéndose las siguientes extensiones: 217

Lugar

Tierra campa

Agres

102 710,5 924 186 99 21

Cocentaina Muro Perpuchent Seta Travadell

217

180

Huerta

Viña

0,5

16,5

Libre del Repartiment, voi. II, asiento n° 102.

6

Total Has. 102 727,5 924 186 99 27

La tierra campa con sus 2.060,5 hectáreas, de un total de 2.083, representa un 98,9%, lo que deja poca opción para el resto de las variedades; ahora bien, aunque la huerta no cuenta apenas en lo que se refiere al porcentual alcanzado, su importancia es grande ya que además de la señalada, otros cuarenta recipiendarios obtienen sendos huertos de los que no se especifica su extensión. Las casas se reparten un tanto irregularmente, se entregan 5 en Agres y 47 en Cocentaina. Nuevamente nos hallamos ante una concentración de la repoblación cristiana en lo referido a su habitat; se dan tierras en Agres, Cocentaina, Muro, Perpuchent, Seta y Travadell pero casas únicamente en Agres y Cocentaina; es en esta última en donde parece concentrarse todo el esfuerzo repoblador con el fin de disponer de una cuña de repobladores cristianos en el corazón de la revuelta de Alazraq, en la zona que juntamente con Alcoy conforma lo que se ha venido en llamar "la vía estratégica". Del interés y de la dificultad por repoblar los términos cástrales señalados en una fecha tan tardía como es la de 1249, nos dan cuenta dos situaciones: en primer lugar, la donación "tipo" que se concede a quienes vienen a residir a esta comarca equivale al doble de lo entregado a quienes van a las comarcas más norteñas; aquí se conceden entre 15 y 18 hectáreas de tierra cuando en las otras suelen ser únicamente 9 hectáreas. En segundo lugar, no hay concesiones a la nobleza absentista, laica o eclesiástica. Lo que interesa es conceder propiedades a quienes vayan a residir en estas tierras, e incluso a ser posible, que los repobladores estuviesen relacionados con el ejercicio de las armas, cosa que ocurre en más de una ocasión pues varias donaciones se refieren a caballeros y peones.

Alcoiá Las localidades documentadas son Alcoy, Penáguila y Benejama con repoblación para los años 1248 y 1249. Las dos primeras anotan sus repartos en 1249, mientras que Benejama lo hace en ambos años. La mayoría de las donaciones efectuadas son de tipo colectivo y en ellas se entregan tierra y casas; de la primera, el reparto es el siguiente: 181

Lugar Alcoy Benejama Penáguila

396 456 93

3

399 456 93

La tierra campa, dominante en las tres localidades con sus 915 hectáreas, representa un 96,7%. Sólo comparte extensión con la viña en Alcoy. Estas hectáreas se entregan concretamente en las alquerías y partidas denominadas Cota, Huxol, Turch, Benehadal y Barchata en Alcoy; Raval, Benihalim, Alcoleya y Avinfierro en Penáguila; en Benejama se da tierra en la partida de Negret, especificándose que las 456 hectáreas de tierra de sembradura se hallan, 426 en el secano y las 30 restantes en el regadío. Se reparte un total de 72 casas, 32 en Alcoy y 40 en Benejama. Se trata de una cifra importante si tenemos en cuenta que únicamente hay 83 recipiendarios de tierras; esto es, un 86,7% de los heredados en el Alcoiá cuentan con casas, lo que nos hace pensar en la imperiosa necesidad que tiene el rey por situar en esta zona tan peligrosa en 1249 el máximo de repobladores cristianos, así como la escasez de estos. Una novedad, y que no acaba de cuadrar con la importancia estratégica que tiene el Alcoiá, son las donaciones colectivas que destinan el mismo número de bienes a todos los recipiendarios. Esto se debe a que los receptores no tienen nada que ver con la profesión de soldados, lo que resulta un tanto extraño en una comarca como ésta, corazón de la sublevación mudejar y desde la que Alazraq llegará a poner en peligro los logros alcanzados por Jaime I en tierras valencianas.

Marina Baja Documentamos los lugares de Callosa, Finestrat, Guadalest, Calpe, Altea, Teulada y Polop referidos al año 1249 exclusivamente. Sobresale la gran cantidad de donaciones colectivas que sobrepasan en número a las individuales; en Callosa, Finestrat, Calpe, Altea y Teulada sólo se dan las concesiones de tipo colectivo. 182

Los bienes repartidos son tierras y casas, entre los primeros tenemos:

Lugar Altea Calpe Callosa Finestrat Guadalest Polop Teulada

Tierra campa 486 457 720 174 999 18 75

Huerta

0,5

Viña

Total Has.

12

486 457 720 174 1.101,5 18 75

Se reparte un total de 2.941 hectáreas que cuentan con un porcentaje muy desigual entre los distintos lugares ya que si bien Guadalest representa un 37%, Polop no pasa de un 0,5%, Calpe de un 15%. La tierra campa no sólo es predominante, 2.929 hectáreas, sino exclusiva en seis de los siete lugares mencionados, únicamente Guadalest lo comparte con la huerta y la viña. Esta tierra se reparte entre las alquerías de Beniaçim, Benerida, Andarella, Benimantel, Benicecli, Benibhata, Maura, Niro, Benifato, Zaneta, todas ellas en Guadalest; en las de Canahor, Beninaraix, Merec, Pertu, Aibinen, Leusa, Lens y Benimaglur en Calpe; las de Beniascher y Benimusa en Altea; finalmente las de Teulada y Polop. Las casas se entregan de la forma siguiente: Lugar Altea Callosa Finestrat Guadalest Polop Teulada

N° de casas 40 71 15 60 5

183

Se concede van total de 192 casas en unos puntos estratégicos a 281 heredados; se trata de una proporción no muy elevada, lo que pudiera deberse a deficiencias de la documentación, como ocurre en el caso de Calpe: "R. Savassona, Margot, R Quarter, G. de Sespina, G. Despuy, A. de Savassona, Benedictas de Savassona, et XXIII sociis custodientibus castrum de Calp, V iovatas uniquique et predictus R. I iovata in loco qui dicitur Merec in termino de Calp, Albinen, Leusa, Lens, Benimaraix et Canahor". . Esta donación habla de la tierra concedida a treinta soldados encargados de guardar el castro de Calpe, ¿dónde viven? En el Libre del Repartiment no se mencionan las casas, por lo que, una de dos: o ya vivían en Calpe y por eso sólo reciben tierras, o por el contrario se les sitúa ahora y no se habla para nada de su vivienda. Dado que la inmensa mayoría de las donaciones son colectivas y que en ellas todos reciben lo mismo, asistimos a la plasmación de una sociedad que, en lo material, inicia su andadura con propiedades iguales entre ellos; esta igualdad sale fortalecida por el hecho de que todos poseen los bienes en franco alodio. 218

218

184

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1045.

III EL

SEÑORÍO

U

NA de las novedades que conocerán las tierras valencianas como consecuencia de su conquista por los cristianos es la implantación del señorío. Elemento desconocido hasta entonces en el territorio valenciano, iniciará su génesis efectiva en el momento mismo de la conquista. En teoría, el señorío es una institución a través de la cual se establece el control de amplias masas campesinas al tiempo que facilita las bases económicas para el mantenimiento de una clase nobiliaria ligada a un monarca por relaciones feudovasalláticas. El señorío implica un poder político que se aplica en la jurisdicción señorial, gracias a la cual corresponde al señor el gobierno y la aplicación de la justicia en sus dominios; significa igualmente la percepción de las rentas que obtiene su titular, unas provienen de la cesión de tierras a los campesinos, otras del poder señorial como son las multas y penas que puede imponer; las llamadas regalías como la participación en el diezmo eclesiástico, derechos monopolísticos sobre la transformación o comercialización de productos como son los derivados del monopolio del horno, molino y tiendas. Lo que acabamos de describir vendría a ser como un modelo. ¿Tiene las mismas características el señorío que se implantó en el Reino de Valencia por Jaime I? Veamos:

CRONOLOGÍA DEL SEÑORÍO

La concesión de señoríos en territorio valenciano gozó de cierta tradición por parte de los monarcas de la Corona de Aragón desde 185

mucho antes de la conquista; no resulta inusual que los reyes concedieran a alguno de sus vasallos la potestad sobre un determinado lugar para cuando se conquistase a los musulmanes. Ahora bien, estos donadíos no tuvieron ninguna efectividad ya que dichos territorios permanecieron en poder de los musulmanes; por tanto, la formación del señorío en la zona valenciana comienza de hecho con Jaime 1. El Libre del Repartiment representa la fuente más valiosa a la hora de ofrecer información sobre las concesiones de señoríos que lleva a cabo don Jaime; señoríos que se entregan a lo largo de los años 1234, 1237, 1238, 1239, 1240, 1243, 1244, 1245, 1246, 1247, 1248 y 1249. Durante este período, más que un goteo continuo de donaciones, lo que se produce son momentos de prodigalidad seguidos de otros de extrema parquedad: 1

2

Año 1234 1237 1238 1239 1240 1243 1244 1245 1246 1247 1248 1249

Nº de señoríos concedidos 1 22 84 11 1 1 3 1 1 1 10 18

Los resultados que ofrece el cuadro de concesiones indican dos momentos álgidos, el de los años 1237, 1238 y 1239 por un lado y el de 1248 y 1249 por otro; en medio, un período en el que apenas si ' M. Gual Camarería, Precedentes de la Reconquista Valenciana, Valencia, 1953. M. Gual Camarena, Precedentes de la Reconquista Valenciana, docs. XLIII a 2

LV. 186

hay concesiones. ¿Qué sentido tienen estas cifras? Sin lugar a dudas el de señalar que el otorgamiento de señoríos en tierras valencianas está ligado a un doble proceso; el de la conquista de la capital y el del intento por asegurar el dominio del territorio tras la primera sublevación mudejar. Cuando Jaime I prepara la conquista de la ciudad de Valencia lo hace intentando conformar un ejército lo suficientemente numeroso como para conseguir tal hazaña; con el fin de atraerse el mayor número de combatientes, ofrece a quienes se alisten en su ejército, poder lucrarse tanto de gracias espirituales como de bienes materiales. Para lo primero, consigue que se declare cruzada la conquista de la capital, en cuanto a lo segundo se compromete a entregar tierras, casas, castros, alquerías, etc. Sabedor de que sin el concurso de la nobleza, la empresa estaba condenada al fracaso, el monarca atrae a sus feudales con donaciones que, en ocasiones, comportan el señorío de algún lugar. La preparación de la conquista de la capital del Turia la inicia Jaime I en el año 1237 y, ese mismo año, a partir del 9 de julio, cuando se sitúa en el Puig, comienza a repartir señoríos a una serie de personajes e instituciones con el fin de comprometerles en la tarea conquistadora. Se entregan los castros de Chelva, Altura, Villarroya, Ares, Andilla, Chiva, Pedralba y Benaguacil, así como las alquerías de Paterna, Manises, Bétera, Bufilla, Naquera, Foyos, Burjasot, Rascaña, Sollana, Masamagrell, Masalmardá, Gayuvel, Tales, Picasent, Feilx y Avenaduf. La mayoría de estas donaciones las efectúa el rey antes de realizarse la batalla del Puig, por lo que no poseía casi ninguno de los lugares entregados. Estamos ante una operación de propaganda, el monarca entrega unos lugares que aún no tiene a una serie de nobles y representantes de instituciones eclesiásticas para que le ayuden a conquistar Valencia, pensando que la ocupación de la capital reportaría el dominio de la mayoría de los lugares que había entregado. La tarea comenzada en 1237 continúa y se amplía a lo largo de 1238. Todavía desde el Puig, el monarca sigue entregando señoríos, 3

3

Libre del Repartiment, asientos n° 1, 6, 10, 30, 51, 53, 54, 55, 60, 65, 67, 71, 72, 98, 106 y 107. 187

los castros de Azuébar, Montroy, Buñol, Silla y Torrente, las alquerías de Soto, Nacarella, Lule, Eix, Alcacer, Espioca, Chirivella, Ahín, Veo, Albalat, Algirós, Masamagrell, Turís, Acecha y Borbotó. De todos estos, el monarca podría poseer alguna de las alquerías situadas entre el Puig y la ciudad de Valencia, como Masamagrell o Borbotó, pero el resto de lo entregado seguía estando en manos de los musulmanes. El caudal de concesiones aumenta vertiginosamente a partir del momento en que se pone sitio a la ciudad de Valencia; en el corto período en el que los cristianos tienen cercada la capital Jaime I entrega los castros de Axerra, Villafamés, Mazer, Almonacid, A l medíjar y Villamarchante, así como las alquerías de Benicalapech, Roteros, Alboraya, Masanasa, Carpesa, Coscollar, Albalat, Carlet, Alfarb, Arrióla, Almácera, Losa, Benexenut, Artea, Farnals, Gestalgar, Magüella, Alcudia, Benimaclet, Albalat Aufaquia, Alaquás, Benillop, Truilar, Chirivella, Catadau, Alambert, Godella, Serra, Bellota, Pardinas, Albalat Aciflia, Beniemen, Cota, Portade, Lauret, A l buixech y Pardinas. Muchos de los señoríos entregados en esos momentos hacen referencia a alquerías que se hallan en el entorno de la ciudad de Valencia por lo que seguramente estaban ya controlados por Jaime I; ahora bien, el monarca sigue concediendo señoríos en lugares acerca de los cuales no tiene ninguna autoridad. Obtenida la plaza de Valencia el monarca sigue concediendo señoríos; ahora ya no lo hace para atraer gente a sus filas sino como recompensa por los servicios prestados. La conquista de Valencia le ha significado al monarca cristiano el dominio de un territorio que llega hasta el rio Júcar y, curiosamente, cuando el rey dispone de un gran espacio para repartir entre sus feudales, es cuando el número de concesiones desciende de forma ostensible; a lo largo del año 1239 únicamente se realizan once donaciones. El descenso en la entrega de señoríos concuerda con el resto de la política del monarca con respecto a los asuntos valencianos, Jaime I los abandona momentáneamente. El descenso en la donación de señoríos continúa ampliándose a lo largo de los años 1240, 1243, 1244, 1245, 1246 y 1247; la ausencia de donaciones coincide con los años en los que se conquista el territorio al sur del río Júcar, hasta la frontera de Biar-Busot. Durante alguno de estos años Jaime I reunió un ejército para cercar localida188

des como Xátiva, Mogente o Biar; actuando con una crueldad desconocida hasta entonces, con acciones como el ajusticiamiento de los rehenes de Enguera o la destrucción de parte de la vega de Xátiva. Pues bien, a pesar de que para todas estas acciones el monarca tuvo que contar con la ayuda de la nobleza, apenas si se producen concesiones de señoríos; contrariamente a la abundancia de donaciones al norte del Júcar, la conquista de las comarcas del sur del citado río apenas si incrementa el señorío ya existente. La práctica inexistencia del señorío en las comarcas del sur resulta difícil de explicar. Se ha puesto de manifiesto que una gran parte de esas conquistas se llevaron a cabo mediante pactos con la nobleza y aljamas locales, por lo que no hizo falta congraciarse con sus feudales otorgándoles señoríos; ahora bien, al norte del río Júcar hubo igualmente muchas rendiciones mediante pacto y pese a ello se extendió el señorío. ¿Por qué al norte del Júcar sí y al sur no? Da la sensación de que ante dos situaciones iguales, la conquista de ambos territorios, se producen soluciones diferentes y ello no es así. Existe una diferencia esencial entre ambas empresas conquistadoras, al norte del Júcar se quiere obtener una ciudad de la importancia de Valencia y todo lo que ocurre, promulgación de una cruzada, reparto de bienes antes de conquistarse el territorio, levantamiento de sanciones a quienes acudan a conformar un gran ejército conquistador, todo está en función de su conquista. La donación de señoríos es un elemento más de esa preparación cuyo fin es dominar la capital del Turia. Al sur del río Júcar no existe una plaza de la trascendencia de Valencia, Xátiva no es comparable con aquella, por lo que no ha lugar a lo realizado con Valencia, incluida la entrega de señoríos. La atonía en la concesión de señoríos remonta su curso a lo largo del bienio 1248-1249; el aumento viene motivado por la remodelación que se plantea en la repoblación llevada a cabo hasta entonces en el reino como consecuencia de la primera sublevación mudejar. Ahora el rey necesita a sus nobles, no para formar un gran ejército, como había sido el caso de la conquista de la ciudad de Valencia, sino para pacificar un territorio que se había sublevado contra él; por eso les entregará fundamentalmente castros y torres, lugares estratégicos desde los cuales la nobleza cristiana podría controlar a la población mudejar, evitando así cualquier movimiento social. Con la fi189

nalidad de que le ayuden a controlar el país, Jaime I entrega a sus nobles lugares tan estratégicos como los de Geldo, Segart, Negret, Crespins, Canals, Corbera, Navesa, Quesa, Avinfierro, entre otros. El planteamiento que hemos realizado acerca de la concesión de señoríos tiene mucho que ver con la estrategia bélica llevada a cabo por Jaime I y, muy poco, con la repoblación; por tanto, nos hallamos en el polo opuesto a cuantos han venido hablando de la creación del señorío ya que lo suelen relacionar con el afán repoblador del monarca. Así lo interpreta, entre otros E. Belenguer, para quien la creación del señorío en las comarcas interiores se debió "a la falta de repobladores". Su tesis es: dado que hay dificultades para atraer pobladores a las tierras conquistadas, el rey entrega señoríos a sus nobles para que estos se encarguen de repoblarlos. Esta teoría carece de sentido; nada menos que un 59% de los señoríos entregados por el monarca, lo fueron antes de su conquista, por lo que difícilmente podían crear problemas de repoblación si aún no se habían conquistado. Es más, si examinamos la fecha de las cartas pueblas de los lugares de señorío, tenemos lo siguiente:

190

Año

Lugar

Otorgante

1233 1233 1233 1233 1233 1233 1233 1233 1234 1234 1234 1235 1236 1237 1237 1237 1237

Morella Zorita Cinctorres Castell de Cabres Herbés Alabor Perarola Vallibona Bel Calig, Ali La Mata Cervera Boixar, Fredes Mola Escaboca Vilanova Coraxa Pena Aranonal

Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Orden del Hospital Blasco de Alagón Orden del Hospital Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón Blasco de Alagón

Año

Lugar

Otorgante

1237

San Mateo

Orden del Hospital

1237 1237

Roseli

Orden del Hospital

Almazora

Hospital Sta. Cristina

1237

Castellfort

Blasco de Alagón

1238

Blasco de Alagón

1238

Tirig Salsadella

1239

Benasal

Blasco de Alagón

1239

Catí Albocácer

Blasco de Alagón

1239 1239

Castell de Cabres

Blasco de Alagón

Villafranca

Blasco de Alagón

1239

Benimahomet

1239 1240 1241

Carrascal Trahiguera

Nuño Sanz Orden del Hospital Orden del Hospital

Museros

Orden de Santiago

1242

Assallito de Gudal

1243

Puzol Albocácer

1243

Ares

Orden de Calatrava Ladrón

1243

Villamalefa Carpesa

Ceyt Abuceyt Bernat Vidal

Cabanes

Obispo de Tortosa

1239

1243 1243

Blasco de Alagón

Blasco de Alagón

1243

Seca

Orden del Temple

1243 1244 1244

Silla

Orden del Hospital

Culla Polpis

Guillem de Anglesola Orden de Calatrava

Albal V. de Alcolea Sueca

Orden de Calatrava Orden del Hospital

1244 1245 1245 1245 1245

Capítulo Seo de Valencia

Alcudia Saucelles

Orden del Hospital

1246

Forcali

Pedro de Portugal

1247 1248

Binata

Orden del Temple

Moneada Alcacer

Orden del Temple

1248 1248 1248 1251

Silla Torrente, Picana Cortes de Arenoso

Orden del Hospital

Artal de Fóces Orden del Hospital Orden del Hospital Jimeno P. de Arenos

Año

Lugar

Otorgante

1251 1251 1251 1252 1254

Alcalá

Orden del Temple Guillem de Anglesola Orden del Temple Pere Montagut Guillem de Moneada

Vistabella Masarrochos Carlet Moncofa

De los ciento dieciocho señoríos otorgados por don Jaime entre los años 1237 y 1240, tan sólo uno de ellos se repuebla en una fecha coetánea a la de su concesión; se trata de la pequeña alquería de Benimahomet repoblada por el infante Nuño Sanz en 1240; la carta puebla de Museros es del año 1241, mientras que la de Puzol data de 1242. La repoblación del señorío podríamos decir que comienza en 1243 cuando se conceden las cartas pueblas de Ares, Villafranca, Carpesa y Silla, si bien en 1245 vuelve a descender el número de señoríos repoblados ya que únicamente se conceden cartas pueblas para lugares de la Huerta y la Ribera, posesiones todas ellas de la Orden del Hospital. Los señoríos que cuentan con cartas pueblas coetáneas a la fecha de donación por el rey apenas sobrepasan la docena. Otra teoría, esta vez en relación con la cronología del señorío, es la que afirma que éste se implanta primero en el interior y luego en la costa. Quienes mantienen esta afirmación indican que don Jaime entrega primero los castros que están en el interior del país y luego las alquerías, ubicadas en la costa. Así pues, se inicia el señorío en el interior en 1237 mientras que se implantaría en la costa en 1238. Según el Libre del Repartiment, la primera donación de un castro la realiza Jaime I el III de las nonas de agosto de 1237, mientras que el VII de las idus de julio de ese mismo año 1237 había entregado las alquerías de Paterna y Manises a Artal de Luna; a estas dos le siguen otras como Bétera, Bufilla, Naquera, Foyos y Burjasot igualmente en la misma fecha. En realidad ocurre lo contrario a lo mantenido por 4

5

6

4

5

6

192

E. Belenguer, Jaume 1 a través de la Historia, Valencia, 1984, vol. II, p. 184 Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 51. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 6, 10, 418, 30, etc.

E. Belenguer y otros historiadores; se produce la concesión de señoríos primero en la costa y luego en el interior; ahora bien, la diferencia de tiempo entre unas y otras donaciones es tan pequeña que no cabe hablar de prioridad de unas sobre otras. Las concesiones de castros y alquerías entrelazan sus fechas, de ahí que no se pueda seguir afirmando que la señorialización en tierras valencianas se inició en el interior para alcanzar posteriormente la costa.

GEOGRAFÍA DEL SEÑORÍO

La geografía del señorío en tierras valencianas ha dado lugar a la teoría del "dualismo valenciano", teoría que ha gozado de gran aceptación en la historiografía reciente valenciana. En el año 1947 Gual Camarería publicaba un trabajo titulado "Contribución al estudio de la territorialidad de los fuero de Valencia"; en él se enumeran los diferentes fueros que contenían las cartas pueblas concedidas en el territorio valenciano a lo largo de los siglos xiii, xiv, xv y xvi, centrándose en el análisis de los dos más extendidos, el de Aragón y el de Valencia; proseñorial el primero y proburgués el segundo según el citado autor. En 1962 aparecen dos estudios que, apoyándose en lo proporcionado por Gual Camarena, aportan nuevas conclusiones; Martínez Ferrando, autor del primero de ellos, señala el antagonismo existente en las tierras valencianas entre el espíritu burgués y democrático catalán y el feudal aragonés. En el estudio de Martínez Ferrando el fuero de Aragón es exclusivo de los nobles aragoneses, mientras que el de Valencia es el de los burgueses catalanes. Para Joan Fuster, autor de la segunda publicación, el dualismo señalado por Gual Camarena se convierte en la esencia de la personalidad va7

8

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7

M. Gual Camarena, "Contribución al estudio de la territorialidad de los fueros de Valencia", en Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón, 3 (1947-48), pp. 262-289. M. Gual Camarena, Contribución al estudio de la territorialidad de los fueros de Valencia, p. 268. J. E. Martínez Ferrando, "Estado actual de los estudios sobre la repoblación en los territorios de la Corona de Aragón", en VII Congreso de Historia de la Corona de Aragón (1962), pp. 143-184. 8

9

193

lenciana: "les comarques aragonitzades, en general, sota un régim de feudalisme per contrast amb les catalanes on l'organització va teñir un fonament mes aviat burgués". La primigenia idea sigue pues avanzando, de la existencia de dos fueros con sus características propias se pasa a su aplicación, el uno para los feudales aragoneses, el otro para los burgueses catalanes; con Joan Fuster estas características se plasman con exclusividad en unas comarcas determinadas, unas habitadas por feudales aragoneses y otras por burgueses catalanes. La idea central de Joan Fuster la recoge Joan Regla, quien en 1967 la sintetiza de la manera siguiente: "després de la conquista 10

Jaume I crea a Valencia un regne independent dins la Corona d'Aragó, sotmés i repoblat per aragonesos i catalans. En general pot dir-se que els primers van predominar en les comarques de l 'interior, i els segons en les del litoral. Les comarques de repoblado aragonesa es van desenrotllar básicament sota un régim senyorial, en contrast amb les de repoblació catalana, terres de reialme que tingueren un floriment industrial i mercantil en els nuclis urbans ". En el es11

tudio de Regla se aprecian dos novedades con respecto al de Fuster; por un lado, las comarcas repobladas por catalanes están situadas en la costa, mientras que las pobladas por aragoneses se ubican en el interior; por otro, se abandona el elemento jurisdiccional y se pasa a una concepción socioeconómica. A pesar del cauto "en general pot dir-se " con el que empieza su autor, lo señalado por Regla como hipótesis va a convertirse en una rotunda tesis. Tal ocurre con el trabajo de E. Belenguer, quien partiendo de lo señalado por Regla concluye a su vez: "La repoblación muestra dos claras directrices: a) en los núcleos urbanos y estratégicos de primer orden se utilizó el Repartimiento individual dando origen a un tipo de propiedad rústica media: repoblación de realengo, próxima al litoral y con elementos procedentes fundamentalmente del Principado catalán. b) la falta de repobladores para aplicar esta modalidad en todo el

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11

194

J. Fuster, Nosaltres els valencians, Barcelona, 1962. J. Regla, Aproximado a la historia del País Valencia, Valencia, 1967, p. 40.

reino y los mismos compromisos adquiridos con los dirigentes musulmanes que significaban el reconocimiento de ciertos derechos a la población no cristiana obligó a la realeza a ceder la mayor parte del ámbito rural -de forma genérica- a los señores conquistadores. De este modo, la repoblación señorial del transpaís valenciano, con aragoneses dominantes sobre la población autóctona de vasallos musulmanes, se oponía con su latifundismo continental al Repartiment originario" 12

Con Belenguer se establece el siguiente dualismo: realengo - catalanes - mediana propiedad - fuero de Valencia, señorío - aragoneses - latifundio - fuero de Aragón. La teoría del dualismo valenciano, que acabará convirtiéndose en la esencia misma de la personalidad valenciana, vendrá dada desde la repoblación y marcará dos zonas muy concretas, un interior de señorío y una costa de realengo. El que haya un interior de señorío y una costa de realengo es algo que no se puede seguir manteniendo por carecer del más mínimo rigor científico. Según el Libre del Repartiment del total de las veintidós comarcas repobladas, en catorce de ellas se alternan el señorío y el realengo. Es más, algunas de las comarcas costeras son las que cuentan con mayor número de señoríos; la Plana Alta, Plana Baja, Camp de Morvedre, Huerta, Ribera Baja y Safor, todas ellas costeras, contienen más señoríos que las interiores. Caso especial lo constituye la comarca de la Huerta en la que el señorío forma una especie de dogal a modo de cuentas de rosario en torno a la ciudad de Valencia. Dado que 13

12

E. Belenguer, "En torno a la sugestiva tesis de Joan Regla: el dualismo en Valencia y sus desequilibrios", en Boletín de la Real Academia de la Historia, 174, Madrid, 1977, pp. 145-146. Como ejemplo tenemos los de Ador, Alaquás, Albal, Albalat de la Ribera, Albalat deis Sorells, Albalat deis Tarongers, Alberique, Alboraya, Albuixech, Alcudia de Carlet, Aldaya, Alfafar, Alfara del Patriarca, Alfandech de Malignen, Alfarb, Alfarrasí, Alginet, Algirós, Almácera, Almazora, Almenara, Almusafes, Altea, Bañeres, Benifayó, Benimaclet, Benimodo, Beniparrell, Benampiscar, Benisa, Benisanó, Borbotó, Burjasot, Canals, Carlet, Carpesa, Castellnou, Catarroja, Corbera, Chuches, Chirivella, Foyos, La Llosa, Masalavés, Masalfasar, Masanasa, Masarrochos, 1 5

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existe tanto en el interior como en la costa, no se puede hablar de "dualismo valenciano". Ateniéndonos estrictamente a la documentación, la geografía del señorío en tierras valencianas presenta la siguiente distribución: a) Zona norte, hasta el río Mijares. Se trata de una zona que se conquistó y repobló con anterioridad al 9 de julio de 1237, por tanto no se recoje en el Libre del Repartiment. Ahora bien, algunas de las donaciones de señorío que se hacen en esta zona son posteriores a la citada fecha y sí que se recogen en nuestro manuscrito, tal es el caso de los señoríos de Ares y Villafamés entre otros. Se trata de una zona con gran densidad de señoríos que comparten el espacio con importantes núcleos de realengo b) Zona norte-centro, hasta el río Palancia. Espacio que cuenta con una vasta red de señoríos que se extiende por la Sierra de Espadan y la de Eslida, prolongándose por Olocau, Altura, Almedíjar, valle de Almonacid, Azuébar, etc. Importante bastión del señorío si bien compartido con fuertes plazas de realengo, tanto en la zona costera, Burriana, como en el interior, Onda. c) Zona central, hasta el río Júcar. El señorío cuenta con fuerte predicamento, sobre todo en las comarcas costeras, la Huerta y las dos Riberas, en donde abunda este tipo de donaciones como sucede con Albal, Alboraya, Albuixech, Alfafar, Algirós, Burjasot, Carpesa, Catarroja, Chirivella, Foyos, Manises, Masamagrell, Masanasa, Paterna, Picasent, Quart de Poblet, Silla, Torrente, etc. Estos pequeños donadíos se hacen más importantes a medida que penetramos hacia el interior. Si en las dos Riberas los señoríos de Catadau, Llombay, Turís, Montroy, Monserrat, Real de Montroy, Chelva, Carlet, A l farb, etc., comparten espacio con el realengo, en las comarcas de Buñol y Serranos los señoríos de Chelva, Chulilla, Pedralba, Chiva, Macastre, Godelleta y Dos Aguas ocupan todo el territorio. d) Zona meridional, hasta Biar-Busot. Se trata de un espacio cuya conquista no trae aparejado la concesión de señoríos; la situación cambiará cuando Alazraq y otros caudillos musulmanes se suMoncada, Moncófar, Museros, Nules, Oliva, Oropesa, Palma, Pego, Peñiscola, Picaña, Picasent, Pobla de Farnals, Puig, Puzol, Quart, Rebollet, Ribarroja, Silla, Sollana. Sueca, Torrente... 196

bleven. El monarca, para asegurar el control de la zona utiliza una doble fórmula: por un lado, repuebla la mayor parte del territorio con colonos relacionados con el uso de las armas: jinetes y caballeros; por otro, entrega a sus nobles varios de los puntos estratégicos, castros y torres, para que controlen desde ellos cualquier movimiento de los mudejares. Es pues como consecuencia de la primera sublevación mudejar cuando comienzan a surgir señoríos al sur del Júcar. Hablar de dualismo valenciano, como consecuencia de la presencia/ausencia del señorío durante la primera repoblación de las tierras valencianas, equivale a ignorar por completo todo lo relacionado con la implantación del señorío. Su presencia o ausencia no tendrá nada que ver con la costa o el interior de las tierras valencianas; no se trata de un problema de horizontalidad sino más bien de verticalidad, propiciada por la forma en que se conquistó el país, siempre a lo largo y nunca a lo ancho. Desde la frontera norte hasta el río Júcar hay abundancia de señoríos, son numerosos en la costa y abundantes en el interior. Desde el río Júcar hasta la frontera sur del territorio, la existencia de señoríos es muy escasa tanto en la costa como en el interior.

CARACTERÍSTICAS DEL SEÑORÍO

En los apartados precedentes nos hemos ocupado del "cuándo", "dónde" y el "por qué" del señorío, ahora lo hacemos del "cómo"; cómo son los señoríos valencianos. Apenas si hay bibliografía que se ocupe del tema para el siglo xiii; uno de los escasos trabajos que han estudiado este aspecto es el de E. Guinot, quien, al plantearse el origen de los señoríos valencianos, señala: "El que constatem és que l'origen deis senyorius valencians és en absolutament tots els casos, el que en la historiografía castellana s'anomenaven «senyorius territorials» diferenciats allí deis jurisdiccional per una serie de raons inexistents al País Valencia. En uns casos, aquests propietaris de pobles i alqueries per donado real reberen simultániament la jurisdicció, mes freqüentment sois l'anomenada civil o mixte imperi, mentre que la alienado al seu favor de la jurisdicció criminal o mer imperi 197

será un fenomen que es desenvolupará básicament al llarg del segle 14

xiv". Para este investigador, los señoríos valencianos serían de tipo "territorial"; caso de recibir la jurisdicción, sería la civil, o mixto imperio, ya que la criminal, o mero imperio, no se concederá hasta el siglo xiv. La documentación que aporta el Libre del Repartiment hace difícil conocer la naturaleza de los señoríos entregados por Jaime I. La información, en la mayoría de los casos no va más allá de precisar el recipiendario, el dono entregado y su ubicación; sólo en alguna ocasión se añade algo más: si el rey se reserva o no los hornos y molinos, si lo da franco o si lo entrega reteniendo la potestad paz y guerra. En general, del análisis del Libre del Repartiment podría pensarse que estamos ante unos señoríos de tipo territorial; ahora bien, dos donaciones rompen el esquema visto hasta ahora: 15

R. Gaucelmi: alqueriam de Castelon qui est in termino Valentie, totam integre cum omni iure et dominio regís, exceptis furnis et molendinis. F. infans Aragonum: castrum et villam de Liria, totam ab integro, cum dominio et iure regio.

Estamos ante unas concesiones en las que sí se habla de jurisdicción, lo que nos permite avanzar un poco más en lo aportado hasta ahora y señalar que en el siglo xni, además de los señoríos de tipo territorial, los más, existían otros de tipo jurisdicional. ¿Qué tipo de jurisdicción? Varias de las donaciones de señoríos que aparecen en 14

E. Guinot Rodríguez, "Eis senyorius de la noblesa valenciana a l'época de Pere el Gran (1276-1285)" en Estudios en recuerdo de la profesora Sylvia Romeu Alfaro, Valencia, 1989,pp. 489-502. Fuera de esto apenas si hay donaciones que aporten más datos; tal ocurre con la del castro de Corbera o la de Ganalur en la que se especifican situaciones muy concretas y que no varían los conceptos que estamos tratando: "R. Rocha/olio: D solidos et castrum de Corbera quod teneat in vita sua. Quos D solidos percipiat in redditibus de Corbera. Et custodiat castrum sine missione regis et quantum durabit guerra de Alazraq teneamur nos sibi restituere missionem dicti castris ", Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 897. "Aceyt Abuceyt: castrum et villam de Ganalur, iuxta Boytnegro. Ita quod dirruatur castrum et fortia que est ibi per quod alicui de regno sive alii malum non adveniat, cum furnis et molendinis ", Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1463. 15

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nuestro manuscrito se hallan igualmente "in extenso" en la documentación de la Cancillería real; tal es el caso de Paterna y Manises, Andilla, Buñol, Montroy, Macastre, Almonacid, Benimaclet, Cuevas de Berig, Quart y Ladea, Castellón, etc. En estas donaciones "in extenso" se puede averiguar mucho más; en la de Paterna y Manises, Jaime I entrega a Artal de Luna dichos donadíos "per hereditatem 16

propriam, liberam et francham... cum ómnibus terminis et pertinencias suis et cum pratis, pascuis, erbis, aquis et lignis et cum terriis cultis et incultis, cum molendinis et furnis cum turribus et aleareis et fortitudinibus... Cum hominibus eciam et mulieribus qui ibi populaverint et habitaverint ad habendum, scilicet perpetuo et tenendum, possidendum et expletandum /ranche et libere, ad dandum eciam et vendendum, impignorandum, alienandum ad populandum et stabiliendum et ad omnes vestras proprias et vestrorum voluntates... cum omni dominio et potestate nostra atque iure, sine omni nostra nostro-

rumque retencione ". El noble aragonés Artal de Luna recibe ambas alquerías con lo que tienen, incluidos sus habitantes "cum omni dominio et potestate nostra atque iure, sine omni nostra nostrorumque retencione". ¿Estamos ante una fórmula que se repite en todas y cada una de las donaciones de señorío? Sólo en parte, no existe un estereotipo sino que cada donación aporta cláusulas particulares. Así, la que se le hace a Jimeno Pérez del "castro et villa " de Andilla se matiza que se le entrega "cum pratis, pascuis, herbis, lignis, furnis et molendinis, iusticiis, caloniis, censis, peytis, monetaticis, exitibus, cavalcatis et earum redemptionibus et cum toto iure et dominio nobis et nostris pertinentibus et debentibus pertinere, cum hominibus et mulieribus ibi habitantibus... retento in eodem castro nobis et nostris pace et guerra contra omnes homines et nullus contra nos ". En esta

ocasión, a lo concedido en las donaciones de Paterna y Manises habría que añadir el justiciado, calonias, censos, peyta, monedaje, etc. En la donación de Montroy, Buñol y Macastre que se le hace a Rodrigo de Lizana, se concede "cum terminis etpertinentiis suis et cum decimis et primiciis, cum pratis, pascuis, herbis, aquis et lignis... 16

A. Huici, M. D. Cabanes Pecourt, Colección diplomática de Jaime I de Aragón, docs. 243, 244, 249, 250, 253, 256, 257, 258, 261, 271, 291, 306, 334, 360 y 398. 199

cum furnis et molendinis... cum cenis, pedidis, piscariis, usaticis et consuetudinibus, cum monetaticiis, cum hostibus et cavalcatis et earum redemptionibus sive fonsaderiis, cum iusticiis et caloniis et cum universis et singulis que ad propietatem domini pertinent et pertinere possunt vel debint de consuetudine vel de iure et cum omni omnino iure pleno et dominio ac potestate nostra sine omni retencio-

ne ". Ahora son las décimas y primicias además de otras ventajas lo que aparece en esta concesión. Nuevamente hallamos más elementos en la donación que se hace de la alquería de Castelló que se entrega "ad habendum... cum exercitibus, cavalcatis et aerum redemptionibus: cum questiis, peitiis, cenis, serviciis, tributis, censibus, usaticis cum trobis et cum omni dominio et pleno iure nostro et cum ómnibus aliis pertinenciis a celo in abissum, sine omni retentione nostra et nostrorum quam in aliquibus predictorum non facimus ullo modo, extrahentes dictum castrum et villam et alia omnia et singula supradicta de dominio, iure et possesione nostra et nostrorum et in ius dominium et plenariam ac corporalem possesionem dictum monaste-

rium... ". Finalmente, la donación de las Cuevas de Berig contiene el siguiente párrafo: "...cum pratis, pascuis, herbis, aquis, lignis, furnis, iurisdiccionibus civilibus et criminalibus ". Jaime I concede a P. de Valimayna la jurisdicción civil y criminal en Cuevas de Berig y nada menos que en 1238. Los pocos documentos "in extenso" que poseemos sobre las concesiones de señoríos vienen a informarnos de la variedad de estos; prácticamente no hay dos donaciones iguales, existe siempre alguna cláusula que lo diferencia del resto. Con todo, a tenor de lo que conocemos, podemos pensar que una buena parte de los donadíos entregados corresponden a señoríos territoriales, tal es el caso de los que se conceden "cum pratis, pascuis, herbis, aquis, lignis, términis, introitibus, exitibus et suis pertinenciis universis "; en menor cuantía

encontramos señoríos jurisdiccionales, incluidos los que poseen el mero y mixto imperio: "iurisdiccionibus civilibus et criminalibus ", a cuyos poseedores se les entrega unas veces "monedatico, cenis, albergáis, trobis, questiis, serviciis, bovaticis, peitis, exercitibus, caval-

catis ", en otras "cum hominibus eciam mulieribus qui ibi populaverint et habitaverint", o "cum hostibus et cavalcatis et earum redemptionibus sive fonsaderiis cum iusticiis et caloniis". Lo analizado 200

hasta ahora nos permite afirmar que, lo concerniente a la concesión de señoríos, los más se entregarían sólo como territoriales, pero alguno de ellos, una minoría, se concederían con su jurisdicción, tanto civil como criminal, y ello desde los primeros momentos, concretamente desde 1238.

Los RECIPIENDARIOS DEL SEÑORÍO

A lo largo de este trabajo venimos repitiendo que la concesión de señoríos está en función de la estrategia bélica llevada a cabo por el monarca; en especial, por lo que atañe a dos momentos: ante la necesidad de formar un gran ejército capaz de conquistar la ciudad de Valencia y frente a la no menos acuciante urgencia por asegurar una serie de puntos clave ante la primera sublevación mudejar. Partiendo de esta premisa se podría pensar que todo noble que viniera en ayuda del rey se vería recompensado con uno o varios señoríos. ¿Ocurrió así? La única forma de contestar al interrogante planteado es conocer de antemano la nómina de los nobles que intervinieron en la conquista y pacificación del territorio valenciano para de esta forma comprobar si recibió o nó algún señorío. Esta nómina la podemos obtener, si bien parcialmente, del análisis de tres fuentes: la Crónica, la documentación de la Cancillería de Jaime I y el Libre del Repartiment. A través de las citadas fuentes conocemos a una serie de no17

17

En la Crónica, el monarca, al ir narrando los sucesos, menciona a la gente que está con él, que interviene en los diversos acontecimientos; ahora bien, únicamente se refiere al grupo de nobles que está en torno a él, por lo que nuestro conocimiento es bastante relativo, relatividad que se centra en los nobles más importantes. Por lo que respecta a la emisión de documentos por parte del rey, cada uno de estos documentos está firmado por una serie de testigos, testigos que en el momento de la emisión están acompañando al rey, por eso actúan confirmando lo realizado por el rey; la lista de estos testigos completa la que obtenemos a través de la Crónica ya que por la documentación real desfilan más personajes que en la Crónica. Finalmente el Libre del Repartiment nos proporciona unos pocos casos para ampliar nuestro conocimiento sobre los nobles que actuaron en tierras valencianas entre 1233 y 1249; se trata de unas donaciones en las que se menciona a una serie de personajes que se hospedan en casas de la alquería de Ruzafa durante el asedio a la ciudad de Valencia. 201

bles que intervinieron en ayuda del monarca; es más, la participación de cada uno de ellos la podemos plasmar en las distintas etapas en las que se produjo la conquista y pacificación del reino de Valencia, a saber: A) De 1233 a 1236, conquista de Burriana y obtención de varias plazas en tierras castellonenses. B) De 1237 a 1238, desde la estancia en el Puig a la conquista de Valencia y su reparto hasta el río Júcar. C) De 1239 a 1245, conquista del territorio al sur del Júcar hasta la línea Biar-Busot. D) De 1246 a 1249 pacificación del territorio y segunda repoblación. Distinguiendo estas cuatro etapas, la lista de los nobles que estuvieron en tierras valencianas, según las fuentes mencionadas, es la siguiente:

Guillem d'Aguiló Bertrán d'Ahones Ferran d'Ahones Artal de Alagón Blasco de Alagón Rodrigo de Albarracin Pere d'Alcalá Guillem d'Alentom Jimeno Alvero Guillem d'Anglesola G. de Angularia G. Antillón Berenguer Arnal Arzobispo de Narbona Arzobispo de Tarragona G. de Asín Atorella Egidio de Atrosillo Pelegrín de Atrosillo Fortún Aznar 202

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R. de Belloc Ramón Berenguer d'Ager Fortún de Berga Vidal de Berga Guillem de Boixadors Pelegrín de Bolas Gerardo de Cabrera G. de Cardona Ramón de Cardona Carroc Pelegrín Castellacelo R. Castellano Jacbert de Castellnou Bernardo Centelles Guillem de Cervello G. de Cervera Egidio de las Ceylas Pere de Clariana Comendador de Alcañiz Comendador de Aliaga

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Comendador de Calatrava Comendador Montalbán Pedro Cornel Bertrán de Comudella Guillem de Creixelles G. de Crudells Femando Díaz García Doro Romeo Durforte Rodrigo Enneguez Berenguer d'Entenza Gombau d'Entenza Guillem d'Entenza Berenguer d'Erill P. Fernández Sancho Fernández P. Fernández Albarracín P. Fernández Azagra Ferrando (infante) L. Ferrench de Lurcenich M. Ferrer Marco Ferriz A. de Fóces Egidio de Fóces Jimeno de Fóces R. Folch de Cardona A. Font Galaubia Fernando Garcés Gil Garcés Miquel Garcés F. Garcez de Roda P. Garcez de Roda G. de Grayena R. Guardia Artal de Gudal Assallito de Gudal Bernat Guillem B. Guillem d'Entenza Pons Huc L. Jiménez de Luesia R. Jiménez de Luesia

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Lope Jiménez de Castelet Ladrón R. Letón Rotlan Ley F. Lizana P. Lizana Rodrigo Lizana Pere Lobera S. López de Albero Artal de Luna Jimeno de Luna Maestre del Hospital Maestre del Temple S. Martín de Oblites Blasco Maza P. Maza B. de Moneada G. de Moneada P. de Moneada R. de Monpelier P. de Montagut Sanz de Mora Obispo de Barcelona Obispo de Huesca Obispo de Lérida Obispo de Segorbe Obispo de Tortosa Obispo de Valencia Obispo de Vich Obispo de Zaragoza Jimeno d'Orregia P. (conde de Urgel) P. (infante de Portugal) Pere Palasi Jimeno Pérez Marti Pérez Pedro Pérez J. Pérez de Arenos G. Pérez de Castalia J. Pérez de Daroca Miguel Pérez de Ixer F. Pérez de Pina

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i. Pérez de Tarazona Jimeno Pérez de TeTga Galcerán de Pinos B. Pórtela G. Pórtela Berenguer de Posis Prior Santa Cristina Guillem de Puig Poncio de Queralt B. Ramón de Ribelles Jaufredo de Rocabertrán Arnau de Rocafull Roger (conde Pallars) García Romei R. Ruiz de Casp Alamán de Sadava

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G. Saguardia G. San Vicente Nuno Sanz P. Scintilles G. de Sessa R. de Timor Jimeno de Torna B. de Tornamira Jimeno Tovia Galcerân de Urgel Jimeno de Urrea Sancho de Valls Gonzalvo de Vera Garcia de Vera A. de Vernet

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+ = presencia - = ausencia

Aunque parcial, el listado que hemos obtenido del análisis de las fuentes mencionadas debería corresponderse con el de aquellos que recibieron señoríos en tierras valencianas; ¿fue así?, ¿fueron estos, juntamente con otros, los destinatarios de las donaciones del señorío realizadas por Jaime I? Veamos la nómina de los recipiendarios del señorío para comprobar el grado de coincidencia. Ceyt Abuceyt Guillem d'Aguiló Guillem d'Alcalá B. de Alfocea Jimeno de Almoravit Hurtado de Alora García Álvarez P. Andador P. Arcec Arzobispo de Narbona Egidio de Atrosillo Pelegrín de Atrosillo R. Berenguer d'Ager 204

P. Bosch Berenguer Burguet G. de Caportella Carroç Rodrigo Ortiz R. Castellano B. de Castellbisbal B. de Castellnou Guillermo Compayn Convento S. María de Fonteclaro P. Cornel G. Davoro R. Despedriz

Deusdat Femando Díaz Dionisio Drogo Rodrigo Enneguez P. Enneguez de Diacastillo Berenguer d'Entenza Gombau d'Entenza Berenguer d'Espiels G. d'Escala P. Fernández de Albarracín Ferrando (infante) Sancho Ferrando L. Ferrench de Lurcenich Artal de Fóces Jimeno de Fóces Palacín de Fóces Galaubia P. Garcez de Deza P. Garcez de Roda P. Gasch R. Gaucelmi I. González de Heredia Guillamo Calema Hoto Sancho Jiménez de Luesia Sancho Jordá Miguel Ladreti Ladrón A. Larch Rodrigo de Lizana I. López de Beat G. López de Peraselz Domingo López de Riela Martin López de Ruilos Fortún López de Sadava Sancho López de Suvissa Artal de Luna M. Martin de Boleya Mascarello

Blasco Maza P. Maza P. Vilaragut Monasterio Escarpe Monasterio Montearagón Monasterio de Ripoll Monasterio de San Vicente Monasterio de Scala Dei P. de Moneada P. de Montagut I. de Mora Jimeno de Navascos Martín de Novaylas Obispo de Barcelona Obispo de Huesca Obispo de Zaragoza Orden Militar de Calatrava Orden Militar del Hospital Orden Militar del Temple Rodrigo Ortiz Adam de Paterna Pedro G. de Pereiro Jimeno Pérez Sancha Pérez de Aguilar Aznar Pérez de Alfaro Blasco Pérez de Azlor Jimeno Pérez de Daroca Blasco Pérez de Ejea García Pérez de Figuerola García Pérez de Oso F. Pérez de Pina García Pérez de Pina Jimeno Pérez de Pina Femando Pérez de Riudiroga Blasco Pérez de Tarazona Marimond de Plegamans Guillem de Puig Gil de Rada G. Raimundo de Biela

R. de Rocafull Romeo de Rocha P. Roiz

Jacobo de Solzina G. de Solzina Stacio

Gauterio de Román í García Romei Berenguer Rubei Fernando Sabata P. Sabata Rodrigo Sabata P. Sánchez

R. de Teillet P. Tena Torinna

Jimeno Sánchez de Gorraiz P. Sánchez de Marañón Sancho Ñuño Sanz B. de Soler B. de Solzina

Berenguer de Tornamira Jimeno de Tovia Jimeno de Urrea P. Valimayna García de Vera A. Vernet B. Vernet B. Vidal Gilaberto de Zanoguera

No hay coincidencia entre ambas nóminas, la de quienes intervinieron en los asuntos valencianos ayudando al monarca y la de aquellos que recibieron señoríos, ¿a qué puede deberse esto? Las razones pueden ser varias: En primer lugar, es lógico que no haya una gran coincidencia entre ambos listados ya que en el relativo a los que ayudaron al rey, nuestro conocimiento es parcial; parcial porque el rey en su Crónica únicamente cita a aquellos que están más relacionados con él, los íntimos del monarca; otro tanto sucede con los que confirman los documentos emitidos por la Cancillería real, se trata de una minoría selecta, los que conforman el cortejo real; por otro lado, resulta evidente que, del numeroso ejército que cercó la ciudad de Valencia, únicamente unos pocos pudieron instalarse en las casas de la alquería de Ruzafa. Hubo muchos nobles que, aun anticipando en la conquista y pacificación del país, no se les menciona por su nombre. La misma Crónica indica que, en el asedio de la capital del Turia, a Guillem de Aguiló le acompañaban quince caballeros, treinta estaban con Rodrigo de Lizana y cuarenta vinieron con el arzobispo de Narbona. ¿Quiénes eran esos ochenta y cinco caballeros que participaron en las tareas de conquista de la ciudad de Valencia? Como éstos debió de haber muchos más casos. Por tanto, no es extraño que hallemos 206

como recipiendarios de señoríos a unos personajes que no aparecen entre quienes colaboraron con Jaime I; posiblemente sí que lo hicieron, lo que ocurre es que las fuentes consultadas no nos dan sus nombres. En segundo lugar, la poca coincidencia entre ambas nóminas puede deberse al hecho de que, entre los recipiendarios de señoríos hubo personajes que no pertenecían ni a la nobleza ni a las jerarquías eclesiásticas; eran personas que recibían por primera vez un señorío, por lo que difícilmente podían estar incluidas en el listado de personajes influyentes que acompañaban al rey. Queda claro que es comprensible el hecho de que, al confrontar la nómina de quienes estuvieron con el rey y la de quienes recibieron señoríos, no haya una total coincidencia; no conocemos la identidad de todos los que colaboraron con el rey. Ahora bien, lo que ya no es tan fácil de entender es que, de los ciento sesenta personajes de la nobleza que hemos hallado ayudando al rey en los asuntos valencianos, únicamente cuarenta y tres reciben señoríos; tres cuartas partes de los citados en la nómina de intervinientes, no se repiten en la de recipiendarios. De ser cierto lo presentado podríamos estar ante una de las mayores contradicciones: el rey pide ayuda a sus nobles prometiéndoles señoríos en el territorio valenciano y, a la hora de la verdad, no cumple con su palabra. Dado que el monarca necesitaba la participación de su nobleza para llevar a cabo la empresa valenciana, y que esta participación está unida a la recepción de señoríos, no se entiende que no se los entregara. 18

18

La relación de recipiendarios es: A. Vernet, Artal de Fóces, Artal de Luna, el obispo de Barcelona, Berenguer d'Enteriza, Berenguer de Tornamira, el obispo de Zaragoza, Blasco Maza, Carroç, Ceyt Abuceyt, Egidio de Atrosillo, F. Pérez de Pina, el infante Fernando, Fernando Díaz, G. de Aguiló, Galaubia, Guillem de Puig, García Romei, García de Vera, Gombau d'Entenza, Jimeno de Fóces, Jimeno Pérez, Jimeno Pérez de Daroca, Jimeno Pérez de Pina, Jimeno de Tovía, Jimeno de Urrea, Ladrón, Lope Ferrench de Lurcenich, Nuño Sanz, Orden Militar de Calatrava, Orden Militar de San Juan del Hospital, Orden Militar del Temple, arzobispo de Narbona, P. Cornel, P. Enneguez de Diacastillo, F. Fernández de Albarracín, P. Maza, P. de Moneada, P. de Montagut, Pedro, Pelegrín de Atrosillo, Raimundo Castellano, Ramón Berenguer d'Ager, Rodrigo Sabata, Rodrigo Enneguez, Rodrigo Gómez, Rodrigo Jiménez de Luesia, Rodrigo de Lizana, obispo de Huesca. 207

Por tanto, ¿dónde esta el fallo? A la hora de señalar la participación de la nobleza en la ayuda al monarca, hemos dividido ésta en cuatro períodos; de tal manera que conocemos en cual o cuales de ellos participó cada uno; de tal manera que, los que colaboraron con el rey durante el primer período, en los años 1233 a 1236, etapa en la que se conquista Burriana y se obtienen una serie de localidades en la zona castellonense, difícilmente pueden aparecer en la lista de recipiendarios de señoríos anotados en el Libre del Repartiment ya que estos, salvo contadísimas excepciones, se entregaron con anterioridad al 9 de julio de 1237, fecha en la que comienzan las donaciones de nuestro manuscrito. Hubo otros que solamente colaboraron con el rey a lo largo de los años 1239 a 1245 en los que se conquista el territorio al sur del Júcar, una etapa en la que ya hemos indicado que no se entregan señoríos, por lo tanto no es de extrañar que no aparezcan como recipiendarios puesto que no se concedieron señoríos. Encontramos igualmente a una serie de personajes que ayudaron al rey durante los años 1248 a 1249 en los que se intenta pacificar la primera sublevación mudejar, el resultado de esta pacificación se traduce en una escasa concesión de señoríos por lo que únicamente unos pocos los recibieron. Se trata de etapas en las que el rey no condiciona la participación de la nobleza a la entrega de señoríos, por lo que no resulta contradictorio que, quienes aparecen en la nómina de colaboradores del rey durante esos años, no reciban señoríos como premio. Donde sí hubo promesa de repartir donadíos a los nobles que le ayudaron es en el período de los años 1237 y 1238, en el que se emprende y ejecuta la conquista de la ciudad de Valencia, por eso quienes colaboraron con Jaime I debían de recibir lo prometido. Si comparamos los listados de los actuantes durante este período y la de los recipiendarios de señoríos, la coincidencia es mucho mayor que la de los otros momentos. De aceptar la hipótesis que acabamos de señalar, hay mayor coincidencia entre ambos listados; con todo, no deja de resultar "extraño" la ausencia de ciertos personajes a la hora de participar en el reparto del señorío valenciano; no acertamos a explicar cómo algunos personajes que estuvieron ayudando al rey durante varias de las etapas señaladas, sobre todo en la correspondiente a los años 1237-1238, no los hallamos entre los recipiendarios de señoríos. ¿Acaso no conoce-

os

mos todas las donaciones que se hacen del señorío? Posiblemente sea este uno de los motivos, pero así y todo, resulta muy pobre este último argumento; habrá que seguir investigando para poder acercarnos más a la realidad. Algo sí que podemos precisar, la entrega de señoríos a la nobleza debió de ser más selectiva de lo que todos hemos venido repitiendo; no todo aquel que vino en ayuda del monarca fue recompensado con un donadío. Una prueba de lo que estamos diciendo nos la brinda el mismo Libre del Repartiment; nuestro manuscrito califica como "miles", caballero, a ciento treinta y ocho recipiendarios de bienes. De la mayoría de ellos ignoramos cuál fue su participación en los eventos de la conquista de las tierras valencianas; tan sólo conocemos que fueron agraciados con donaciones y que el Libre del Repartiment los denomina "miles ", por tanto pertenecientes a la nobleza. Pues bien, de un total de ciento treinta y ocho "miles ", únicamente veinticinco obtuvieron señoríos, el resto tuvo que conformarse con donaciones en el realengo. Pero hay más, cuando se repueblan las 19

20

19

Se trata de Aznar Pérez de Alfaro, B. de Castellbisbal, Berenguer de Enteriza, Blasco de Maza, Blasco Pérez de Ejea, Domingo López de Riela, Jimeno de Almoravit, Jimeno de Fóces, Jimeno Pérez de Daroca, Jimeno de Urrea, G. de la Escala, García López de Peraselz, García Pérez de Rivoroga, García de Puio, García de Vera, I. Gonzálvez de Heredia, P. Arcez de Roda, P. Garcez de Deza, Palacín de Foces, R. Berenguer d'Ager, Rodrigo Enneguez, Rodrigo Ortiz, Rodrigo de Cabata, S. Sancho de Loriz, Sancho Pérez de Noales. 20

A. de Fontova, A. Londa, Aznar Pérez de Alfaro, B. de Balcareim, B. Caportella, B. d'Ezlor, B. de Orta, B. de Rosanes, B. de Tegores, B. Zacort, B. de Zasala, Berenguer de Ciutadía, Berenguer de Crosins, Berenguer de Solot, Berenguer de Tornamira, Blasco Orela, Domingo López de Pomar, Donaya, Jimeno de Albero, Jimeno de Almoravit, Jimeno de Pacho, Jimeno Pérez de Pina, F. Pérez de Loriz, F. Poncio, Fernando de Arnedo, Fernando de Arsen, Fernando Roye, Fortún Garcez de Moros, Fortún Pérez de Sesse, Hurtado de Aceyt, Hurtado Pérez de Aceyt, G. de Campcemeler, G. de Espailarges, G. de Fontes, G. de Pax, G. de Peruga, G. Pérez de Galur, G. Pérez de Novailas, G. de Sarria, G. de Seguer, García de Araos, García de Osea, García Pérez, Garcia Terrer, García de Uncastillo, García de Vera, Geraldo d'Alentorn, Gombau de Berga, I. Gerget, I. Pérez de Ejea, I. Pérez de Pabia, I. Solsonete, I. de Stada, Jacobo de Puig, L. Jimeno d'Acots, L. Jimeno de Luesia, Martín de Casoes, Martín Jimeno de Luesia, Martín Pérez de Banasto, Martín Ruiz, Martín Sánchez de Loris, Miguel Díaz, Miguel de Ejea, Miguel Pérez de Viñals, Miret de Ciutadía, Montoliu, Ochoa Alamán, P. Aznar de Caseda, P. Biel, P. de Castroviejo, 209

comarcas del sur del reino, durante los años 1248 y 1249, se realiza un buen número de donaciones colectivas; esto es, se establece a grupos de repobladores concediéndoseles bienes a todos ellos de una sola vez. En estas donaciones se especifica con todo lujo de detalles que la cantidad de bienes entregados está en función de la categoría social del recipiendario: "A. De Podio, et duobus aliis vobiscum equos et arma tenentibus: uniquique, singulos ortos I fanecatarum et VII iovatas ierre. Et LXXXXIII peditibus, sociis vestris, uniquique, singula fanecata orti et IIII iovatas terre ". Quienes posean "equos et arma tenentibus " reciben siete jovadas mientras que aquellos que no los posean, "peditibus ", obtienen únicamente cuatro jovadas. Se distingue con toda claridad a caballeros e infantes. ¿Quiere decirse que a todos los "equos et arma tenentibus ", hay que calificarlos como caballeros o pertenecientes a la baja nobleza? No lo sabemos, lo que sí conocemos es que la documentación denomina como "miles" o caballero a una serie de personajes que obtienen sus bienes en la comarca de la Huerta durante los años 1237, 1238 y 1239; esto es, a los que se recogen en el primer volumen del Libre del Repartiment. Ninguno de los que reciben sus donaciones en el sur del territorio valenciano, durante la repoblación de los años 1248-1249, recibe la calificación de "miles ". Es más, cuando un mismo personaje recibe donaciones en la comarca de la Huerta, durante los años 1237, 1238 y 1239 e igualmente es agraciado con donativos en las comarcas del sur a lo largo de los años 1248 y 1249, en el primer caso se le denomina como "miles": "Berenguer d'Entenza, miles", "B. De Castellbisbal, miles"; en el segundo caso simplemente se anota su nombre sin más: "Berenguer d'Entenza", "B. De Castellbisbal". P. de Clariana, P. Elias, P. Enneguez, P. Galiners, P. Gonzálvez de Ossa, P. Jordá d'Alfambra, P. Lay, P. López de Belchite, P. López de Pomar, P. Martínez d'Agón, P. Martínez de Santa María, P. Matanz de Riela, P. Pomar Dola, P. R. de Fontova, P. Ramírez, P. Roiz, P. Sánchez de Marañón, P. de Viacamp, Pedro Martín de Agón, Pedro Martín de Bolea, Pedro Ramírez, Pedro de Vilaragut, Petruxa, Poncio de Monsoriu, Portóles de Castellblanch, R. de Calvera, R. Pérez de Quintana, R. de Vera, Rodrigo de Bolas, Rodrigo de Corella, Rodrigo de Figuerola, Rodrigo Gómez de Sasse, Rodrigo Sánchez, S. Cascante, S. Martín de Oblites, Sancho Sánchez de Loriz, Sancho de Bunne, Sancho de Castelot, Sancho de Fraga, Sancho Marqués, Sancho Martín, Sancho Royz, Sancho de Sasse, Sancho de Valles. 210

¿Por qué a un mismo personaje se le denomina de dos formas, dependiendo si lo hallamos en el primero o en el segundo de los registros del Libre del Repartimentl Dado que hay distintas formas de calificar socialmente a algunos de los repobladores, ¿podemos pensar que los "equos et arma tenentibus" equivale a "miles", lo que ocurre es que en cada uno de los registros del Libre del Repartiment se les denomina de una forma distinta? ¿Estamos en presencia de unos personajes pertenecientes a la pequeña nobleza o, simplemente a lo que en Castilla se denomina como caballería villana? Creemos que las voces "equos et armas tenentibus " y "miles " no designan un mismo concepto, que a los primeros habrá que designarlos como componentes de la caballería villana mientras que los "miles" son los que pertenecen a la nobleza. De todos modos ya fueran todos nobles, los "miles" y los "equos et arma tenentibus", como si únicamente lo son los primeros, lo cierto es que no todos los nobles recibieron señoríos; de ahí que no podemos seguir repitiendo que todo aquel noble o alta dignidad eclesiástica que vino a la conquista de las tierras valencianas, fue agraciado con uno o varios señoríos. El reparto de estos fue mucho más selectivo que lo que habitualmente se ha dicho. Si bien es cierto que la donación de señoríos a la nobleza no gozó de la prodigalidad con la que se ha venido repitiendo, no lo es menos que, la mayoría de los donadíos fueron a parar al citado estamento. Entre los recipiendarios observamos lo más granado de la nobleza de aquellos momentos, es el caso de Guillem d'Aguiló, Egidio y Pelegrín de Atrosillo, Ramón Berenguer d'Ager, Pedro Cornel, Fernando Díaz, Gobau y Guillem d'Entenza, P. Fernández de Albarracín, el infante don Fernando, L. Ferrench de Lurcenich, Artal y Jimeno de Fóces, don Ladrón, Artal de Luna, Blasco y Pedro Maza, P. de Moneada, P. de Montagut, Jimeno Pérez de Daroca, F. Pérez de Pina, Ñuño Sanz, etc. Junto a estos, también la baja nobleza obtiene señoríos: A. Larch, B. de Soler, B. Vidal, G. Davoro, G. de Escala, I. de Alfocea, I. de Mora, P. Bosch, P. Valimayna, P. Roiz, R. Despedriz, etc. Al grupo nobiliario deberíamos añadir una serie de personajes a los que podríamos catalogar como "aventureros" que ayudaron al 211

monarca en la conquista valenciana, tal es el caso de Carroc, Drogo, Galaubia, el conde Dionisio o incluso el mismo Ceyt Abuceyt, entre otros. Un segundo contingente de recipiendarios de los señoríos valencianos lo representa el estamento religioso; el arzobispo de Narbona, los obispos de Zaragoza, Huesca y Barcelona, los representantes de las Órdenes Militares de Calatrava, Hospital, Temple y Santiago, los monasterios de Escarpe, San Vicente de Valencia, Montearagón, Ripoll y Scala Dei, entre otros. De nuevo aquí, como con la nobleza, encontramos ausencias muy significativas. Si bien los representantes de las Órdenes Militares tuvieron una presencia importante en el transcurso de la conquista del reino de Valencia y fueron recompensados con señoríos, no ocurre lo mismo con el episcopado; de los que, únicamente fueron agraciados con señoríos los de Barcelona, Huesca y Zaragoza. Posiblemente la presencia de obispos no es muy frecuente a lo largo de la conquista valenciana, sólo conocemos la participación bélica del arzobispo de Narbona, P. Amiel, que viene a tierras valencianas con cuarenta caballeros y seiscientos peones; no es de extrañar que el citado arzobispo sea de los más agraciados a la hora del reparto del señorío. Los que sí reciben varios donadíos son los abades de los monasterios más nombrados del momento. Un tercer grupo de recipiendarios del señorío lo componen una serie de personajes cuyo nexo común era el no pertenecer a la nobleza en el momento de la concesión del donadío. Unos estaban al servicio de la Corona, escribanos, justicias, médicos, notarios -como el caso de Guillamo, Sancho, Stacio, Deusdat, Mascarello-, quienes recibirían seguramente el señorío como recompensa por su labor en favor del monarca; otros, desligados del servicio del rey, lo obtendrían por motivos distintos. Casos curiosos los representan Adam de 21

2 1

Según R. I. Burns no existe ningún personaje llamado Galaubia; se trataría de una mala lectura. Según él, debería ser G. Olabia. R. I. Burns, El Reino de Valencia en el siglo xin. Iglesia y Sociedad, vol. I, p. 16. No compartimos esta opinión ya que el tal personaje no solo aparece en el Libre del Repartiment y por tanto podría ser una mala lectura nuestra, sino también lo hace signando un documento de Jaime I; Ambrosio Huici lo transcribe igualmente como Galaubia. A. Huici, M. D. Cabanes Pecourt, Documentos de Jaime I de Aragón, doc. n° 491. 212

Paterna y Berenguer Rubei, quienes reciben Segart y Cotes respectivamente como cancelación de sendas deudas que el rey tenía con ellos. Al margen de los tres grupos que acabamos de mencionar, habría que añadir a una veintena de recipiendarios de señoríos acerca de los cuales lo desconocemos todo; no sabemos si pertenecían a la nobleza, al estamento eclesiástico o si eran simples hombres libres a los que el rey distingue por algún hecho. A la hora de entregar señoríos en tierras valencianas Jaime I podría haberse determinado por tres tipos de recipiendarios: - por aquellos que ya eran nobles; - por los que no lo eran; - por unos y otros. A tenor de quienes conforman el colectivo de agraciados con donadíos queda claro que el monarca opta por la tercera de las alternativas; concede señoríos tanto a la nobleza ya existente como a aquellos otros que acceden por primera vez a la titularidad de un señorío. En torno a un 65% de los recipiendarios ya poseían otro u otros señoríos fuera de nuestras tierras, un 20% poseen señoríos por primera vez, el restante 15% forma parte de ese grupo del que desconocemos sus orígenes. Por tanto, la más beneficiada en el reparto de los donadíos en el territorio valenciano fue la nobleza de Aragón y de Cataluña. Igualmente beneficiados resultan los representantes de la Iglesia, algunos de cuyos miembros, como las Ordenes Militares, concretamente la del Hospital, obtienen un número importante de señoríos. Por último, la incorporación del reino de Valencia a la Corona de Aragón sirve para que una serie de simples hombres libres, no pertenecientes a la nobleza, accedan a la posesión de algún señorío Sabemos que un número de nobles, de representantes del estamento religioso y de simples hombres libres reciben señoríos en el reino de Valencia. ¿Cuál es la participación de cada uno de estos grupos?, ¿son la nobleza catalanoaragonesa y el estamento eclesiástico los más favorecidos o, por el contrario, el monarca se inclina por crear una nobleza nueva? Veamos qué señoríos y a quienes se los entrega el rey.

213

Recipiendario

Señoríos

A. Larch

Coteillas Magüella Segart

A. Vernet Adam de Paterna Artal de Fóces Artal de Luna Arzobispo de Narbona Aznar Pérez de Alfaro

Alcacer, Espioca Paterna, Manises Macerol, Zuela, Zaydia Benimahabar

B. Castellbisbal B. de Alfocea B. de Castellnou B. de Soler

Albuixech

B. de Solzina B. Vidal

Portade

Berenguer Burguet Berenguer d'Entenza Berenguer d'Espiels Berenguer de Rubei Berenguer de Tornamira Blasco Maza Blasco Pérez de Ejea Blasco Pérez de Azlor Blasco Pérez de Tarazona Calema Hoto Carro? Ceyt Abuceyt Convento de Fonteclaro Deusdat Diego López de Riela Dionisio Drogo

Chirivella Alaquas Benexenut Carpesa Serra Chiva, Pedralba Coscollar Cotes Albalat, Tedret Eleydua Cortexi Avinfierro Belinas, Mosquera Muro Mediona, Elcha, Rebollet Aldaya Albalat Puebla de Farnals Feilx Canals, Crespins Quesa

Egidio de Arrosillo F. Pérez de Pina F. Pérez de Riudiroga Fernando Díaz Fernando Sabata Ferrando

Naquera, Serra, Alboraya Veo, Ahín, Borgamusa Cárcer

Fortún López de Sadava

Alginet

214

Benaguacil, Feilx, Abenaduf, Beniaro Villar de Alcora Liria

Recipiendario

Señoríos

G. Gaportella

Borbotó

G. Compayn

Rotova

G. Davoro

Racef

G. de Alcalá

Godella, Puebla de Famals

G. de Escala

Beniaxan Ador, Paterna

G. de Pereiro G. de Solzina G. López de Peraselz

Portade

G. Pérez de Riudiroga

Bellota

G. Raimundo de Biela

Bivalcadim

Galaubia

Catadau, Llombay

García Álvarez

Castelló Alfandega

García de Vera García Pérez de Figuerola

Lauret

Burjasot

García Pérez de Pina

Geldo Benimaclet

García Romei Gauterio de Romaní

Valle de Artana Torres-Torres, Serra

Gil de Rada Gilaberto de Zanoguera

Lule

García Pérez de Oso

Gimeno Pérez de Pina Gombau d'Entenza Guillamo Guillem d'Aguiló Guillem de Puig Hurtado de Alora I. de Mora I. González Heredia I. López de Beat J. Sánchez de Gorraiz Jacobo de Solzina Jimeno de Almoravit Jimeno de Fóces

Alcudia Benimaclet Turís Iunzana, Alagema, Alcudia Rascaña, Algirós Dos Aguas, Nacarella Soto Benampiscar Azuébar Geldo Godella Alguar Chinqueyr Tales

Jimeno de Navascos Jimeno de Tovía

Albalat Monserrat, Real de Montroy

Jimeno de Urrea

Pardinas, Sollana

Jimeno Pérez

Chuches, Andilla

Recipiendario

Señoríos

Jimeno Pérez de Daroca

Chuches

L. Ferrench de Lurcenich Ladrón

Alberique

M. Martín de Boleya

Coquoroco

Marimond de Plegamans

Albalat, Beniemen, Truilar

Martín de Novaylas Martín López de Ruilos

Artea

Mascarello Miguel Ladreti

Navesa

Monasterio Escarpe Monasterio Ripoll

Masalmardá Benitahan Burjasot

Monasterio S. Vicente Monasterio Scala Dei

Quart, Aldaya Cota

Ñuño Sanz Obispo de Barcelona

Montornés, Valldigna

Obispo de Huesca

Alboraya, Almácera, Alcudia Villarroya, Albalat de la Ribera

Monasterio Montearagón

Obispo de Zaragoza Orden Militar de Calatrava

Ares

Alocceyr Alfafar

Almonacid, Alcudia

Masanasa

Orden Militar del Temple Orden Militar del Hospital

Bétera, Bufilla, Chirivella, Almedíjar Torrente, Silla, Alcudia

P. Andador P. Arce? P. Bosch

Argüines

P. Cornel

Villamarchante, Cheste Moneada

P. de Moneada P. de Montagut P. Enneguez Diacastello P. Fernández de Albarracín P. Garcez de Deza P. Garcez de Roda P. Gasch P. Martín de Boleya P. Maza P. Roiz P. Sabata P. Sánchez 216

Masamagrell, Garuvel Turballos

Carlet, Alfarb Benisanó Chelva, Altura, Cárcer, Valle de Canava Serra Gayubel Lombos Valle de Arrosal Losa Arrióla Barchata Almusafes

Recipiendario

Señoríos

P. Sánchez de Marañón P. Valimayna P. Vilaragut

Catava, Marines Cuevas de Berig Valle de Ebo, Alfahuir

P. Tena Palacín de Foces

Alcayt Alcacer, Espioca

Pedro Pelegrín de Atrosillo R. Berenguer d'Ager R. Castellano R. de Teillet R. Despedriz R. Gaucelmi R. Jiménez de Luesia

Chulilla Roteros, Catarroja Villafamés, Valle de Veo Beniarjo Benicalapech Binazait Castelló Foyos

R. Rocafull Rodrigo de Lizana Rodrigo Enneguez Rodrigo Ortiz Rodrigo Sabata Romeo de Rocha S. Jiménez de Embit

Corbera Montroy, Buñol, Macastre Olla Gestalgar Picasent

Sancho Sancho Ferrando Sancho Jordá Sancho López de Suvisa

Benixequir Negret Masamagrell, Albalat deis Sorells Iunzana Eleydua Acecha Crespins

Stacio Torinna

Benioraphiz Albalat

Sancha Pérez de Aguilar

Desde la perspectiva de un análisis cuantitativo, el 71% cuentan con un sólo señorío; algo más de un 19% obtiene dos, a un 6% se le entregan tres, mientras que un 3% consigue cuatro. Existe una manifiesta desigualdad a la hora de recibir los señoríos, mientras una aplastante mayoría obtiene solamente uno, una exigua minoría recibe cuatro. ¿Quiénes forman en las filas de los más favorecidos? Entre los que reciben un mayor número de señoríos, ese exiguo 3%, se hallan el arzobispo de Narbona, Egidio de Atrosillo, el obispo de Hues217

ca, Carroç, Femando Díaz, P. Fernández de Albarracín, Guillamó, Rodrigo de Lizana, P. Fernández de Pina, así como la Orden Militar del Temple y del Hospital. Salvo escasísimas excepciones, posiblemente sólo la del escribano Guillamó, nos hallamos en presencia de los representantes de la alta nobleza, así como de los cuadros más cualificados de las instituciones religiosas de la Corona de Aragón. Por contra, entre los que ostentan una sola concesión, ese 71%, cabe destacar a la inmensa mayoría de quienes se incorporan por primera vez a la posesión de señoríos. Si tuviéramos que calificar el resultado de la concesión de señoríos únicamente desde la perspectiva cuantitativa, resulta evidente que deberíamos señalar que los grandes beneficiados fueron la alta nobleza y el estamento religioso, mientras que la "nueva nobleza" no pasa de ser un simple apéndice, sin fuerza alguna ya que sus componentes tuvieron que conformarse con un único señorío. Por tanto, la concesión de señoríos en tierras valencianas no sirvió para promocionar a una "nueva nobleza", no hallamos una renovación nobiliaria con peso específico lo suficientemente importante como para equipararse a los feudales catalanoaragoneses. Ahora bien, hay que tener presente no sólo el número de señoríos que se entregan a cada recipiendario sino la importancia o valor que poseen; no es lo mismo recibir un castro con un amplio término castral que una pequeña alquería, o un señorío territorial que otro jurisdiccional; de ahí que, juntamente con el análisis cuantitativo, debamos valorar el cualitativo. De los varios señoríos entregados, los más importantes -los poblados de altura como Ares, Villafamés, Azuébar, Chiva, Pedralba, Andilla, Montroy, Chulilla, Macastre, Villamarchante, Rebollet, Ganalur, Serra, Villarroya, Quart, Torres-Torres- se conceden sin excepción a los representantes de la alta nobleza, sus recipiendarios son don Ladrón, Ramón Berenguer d'Ager, Berenguer d'Entenza, González de Heredia, Jimeno Pérez, R. de Lizana, Carroc, P. Cornel, Egidio de Atrosillo, Gauterio de Romaní, entre otros. Otro tanto ocurre con los castros de Veo, Chelva, Altura, Almedíjar, Almonacid, Macerol, Corbera, Segart, Torrente, Silla, Monserrat y Ahín; también en este caso es la alta nobleza la destinataria de estas concesiones puesto que las reciben F. Pérez de Pina, P. Fernández de Albarracín, el arzobispo de Narbona, la Orden Militar del Temple y 218

la del Hospital, el conde Dionisio, etc. Incluso las torres, de las que se entregan Canals, Crespíns, Moneada, Negret, Geldo, Borgamusa, Bivalcadim, Bufilla, Cárcer, Coquoroso, Benizanó, Navesa, Quesa, Castellón y Avinfierro, van a parar, por lo general, a manos de nobles de la importancia del conde Dionisio, P. de Moneada, F. Pérez de Pina, P. Fernández de Albarracín o la Orden Militar del Temple. Los señoríos más importantes, salvo rarísimas excepciones, van a engrosar las posesiones de la alta nobleza y del estamento religioso; la baja nobleza, así como los que acceden por primera vez al señorío, suelen obtener, por lo general, pequeñas alquerías. Tanto por el número de señoríos recibidos como por la importancia de estos, quien sale favorecido en el reparto es la alta nobleza catalanoaragonesa así como los representantes del estamento religioso. En su mayor parte, la concesión de los señoríos valencianos ha ido a aumentar las posesiones de la antigua nobleza, tanto laica como eclesiástica; por el contrario, la "nueva nobleza" ha de contentarse con unos donadíos mínimos. El reparto del señorío valenciano no ha servido para que se produzca una auténtica renovación de la nobleza en tiempos de Jaime I, más bien ha significado un continuismo total con apenas alguna incorporación de signo menor. Juntamente con un puñado de aventureros que reciben una serie de señoríos importantes -Carroç con Mediona, Elcha y Rebollet; Ceyt Abuceyt con Aldaya; Dionisio con Canals y Crespins; Drogo con Quesa; Galaubia con Catadau y Llombay-, son los nobles tanto de Aragón como de Cataluña los que obtienen los mejores señoríos. Es cierto que hallamos mayor número de nobles aragoneses, los Atrosillo, Pérez de Pina, Foces, Gudal, Lizana, Luna, Maza, etc., entre los recipiendarios de señoríos, pero no lo es menos que también hay nobles catalanes, como Ñuño Sanz, conde de Rosellón, quien recibe de su sobrino Jaime I el rico señorío de Alfandec de Marignen con sus alquerías, así como el lugar de Montornés, junto a Castellón; B. de Castellnou, caballero radicado en Cervera, de la fa22

2 2

V. Pons Alós, El señorío de Sumacárcer en la Baja Edad Media. De mudejares a moriscos, Valencia, 1995, pp. 19-27. E. Guinot Rodríguez, "L'Alta noblesa catalana en la conquesta de Valencia", en Anuario de Estudios Medievales, Barcelona, 1996, n° 26/2, p. 666. 23

219

23

milia del vizconde de Castellnou, al que se le entrega Alaquás; P. de Moneada, senescal y barón de Aitona-Seros-Soses-Mequinenza, que obtiene la torre de Moneada con las alquerías dependientes de ella; Guillem d'Aguiló, también perteneciente a la alta nobleza catalana, quien recibe las alquerías de Rascaña y Algirós; Berenguer d'Entenza, señor de la baronía de Entenza, obtiene los importantes núcleos de Chiva y Pedralba; Gombau d'Entenza recibe la alquería de Turís; Ramón Berenguer d'Ager obtiene Villafamés y el valle de Veo con sus alquerías. No se trata de la obtención de alguna pequeña alquería por parte de algún noble catalán, encontramos una importante representación -bien que con ausencias significativas como señala E. Guinot- de la alta nobleza catalana que obtiene varios de los señoríos más importantes, tanto en el interior como en las comarcas costeras. Una vez más, la pretendida teoría del dualismo valenciano se demuestra falsa; en este caso cuando se señala que la obtención del señorío es algo que corresponde exclusivamente a la nobleza aragonesa. También la nobleza catalana obtiene importantes señoríos por lo que el régimen señorial en tierras valencianas lo van a detentar, tanto los feudales de Aragón como los de Cataluña. Como conclusión, el señorío implantado en el reino de Valencia tras su conquista por Jaime I, cabría calificarlo como de poco importante, y ello por lo siguiente: 24

- Excepción hecha de unos pocos poblados de altura y unos cuantos castros, el rey entrega pequeñas alquerías, lo que se traduce en la formación de un señorío de escasa importancia si lo comparamos con el realengo. ¿Qué trascendencia puede tener una serie de diminutas alquerías frente a localidades de la importancia de Onda, Burriana, Sagunto, Valencia, Alcira, Xátiva, Denia, etc., que se reserva el rey? - En su inmensa mayoría el monarca concede señoríos territoriales, el rey suele reservarse para sí la jurisdicción al igual que las regalías; el resultado de todo ello es que una gran parte de los recipiendarios de los señoríos valencianos han de conformarse con la posesión de una pequeña alquería de la que únicamente ostentan el 24

E. Guinot Rodríguez, "L'Alta noblesa catalana en la conquesta de Valencia", p. 670. 220

dominio territorial. En realidad su valor no sería mucho mayor que el que tenían muchas de las donaciones de tierras y casas que el rey hacía a simples hombres libres en el realengo; prueba de ello es que varios de los recipiendarios de estas pequeñas alquerías las permutan por donaciones de tierras y casas en el realengo. - Cuando se reciben varios señoríos, suelen estar lo suficientemente separados los unos de los otros para impedir que el recipiendario concentre mucho poder. El hecho de recibir señoríos de escaso valor da lugar a una inestabilidad en su mantenimiento; la nobleza catalanoaragonesa no arraigará con fuerza en el territorio valenciano puesto que, los señoríos obtenidos suelen ser de inferior valor a los que ya tenían en sus lugares de origen, por lo que no echarán raíces en el nuevo reino, vendiendo a menudo lo recibido. Por su parte, la "nueva nobleza" tendrá igualmente una presencia muy efímera debido al poco valor de lo concedido. Tanto unos como otros van a ostentar la titularidad de sus señoríos durante un corto espacio de tiempo; el cambio de titulares es tan numeroso que la nómina de los recipiendarios de señoríos que acabamos de presentar no tiene nada que ver con la que proporciona E. Guinot, sólo unos años posterior, concretamente para el reinado de Pedro el Grande. En definitiva, si bien el origen del señorío valenciano está ligado a Jaime I con la conquista y pacificación del reino, no es menos cierto que se trata de una nobleza que cuenta con poco poder en el territorio valenciano, que se deshará de sus propiedades con relativa facilidad y que, en su mayor parte, será sustituida por otra, de tal forma que, cuando aparezca una línea de continuidad en la posesión de los señoríos, ya en el siglo xiv, estaremos ante una nobleza que nada tiene que ver ni con la conquista ni con la primigenia repoblación del Reino de Valencia. 25

26

25

J. Millán Rubio, "La familia de los Atrosillo. Su fundación de Santa María de El Olivar", en Ugarzas, 1 (1975), pp. 85-132. E. Guinot Rodríguez, Els senyorius de la noblesa valenciana a l 'época de Pere el Gran (1276-1285), pp. 500-502. 2 6

221

IV

EL

REALENGO

EL PAISAJE AGRARIO

E

N el momento de la conquista, los cristianos se encuentran con un paisaje en el que predominan dos elementos, la alquería y el rahal. En el primero hallamos campesinos libres que trabajan tierras suyas; en el segundo a personajes de la administración o de profesiones liberales que gestionan sus propiedades a través del cultivo indirecto o a campesinos que cultivan directamente su predio. En general, la estructura del paisaje rural se apoyaba en la participación de una sociedad amplia de vínculos sanguíneos. Esta situación cambiará radicalmente con el asentamiento de los repobladores cristianos, que basan su organización en torno a la familia conyugal o nuclear y, por tanto, las concesiones de tierra estarán en función de la nueva capacidad de la unidad de producción. De ahí que, por lo general, no suela concederse al nuevo repoblador la propiedad íntegra de un musulmán, sino que se establecen unas superficies convencionales que se aplican con mayor o menor largueza en función de varios factores; clase de tierra entregada, situación política del momento, ubicación de esas donaciones, categoría social del recipiendario, posibilidades, etcétera. La repoblación cristiana significa pues una clara ruptura con respecto a lo anterior y, por tanto, la formación de un nuevo paisaje rural, por lo que se refiere a su parcelario, número de propietarios, etc. Todo este proceso se puede analizar perfectamente en el 223

realengo ya que es en él en donde nuestra documentación atesora una mayor información en lo referente a la cantidad de tierra entregada, su variedad, así como el modelo de propiedad que se establece.

La tierra repartida. Su ubicación A la hora de cuantificar la cantidad de tierra que se entrega a quienes vienen a repoblar el reino de Valencia, hay que tener presente una serie de "peculiaridades" que presenta nuestra documentación, "peculiaridades" que imposibilitan conocer con total precisión la cantidad exacta de tierra entregada: - En primer lugar, algunas de las concesiones que se efectúan no indican la cantidad exacta que se entrega al nuevo propietario. En tales casos se suele utilizar una serie de fórmulas como "unam pieçam terram", "un hort", "uno rahal", "una alquería". Cuando se trata de las dos primeras, podemos pensar que la superficie que se sustrae al cómputo total no debía de ser muy grande, algunas hanegadas, por lo que su desconocimiento no falseará en mucho la cantidad total que nos proporciona el resto de las donaciones; ahora bien, cuando se entregan rahales o alquerías y no se especifica su extensión, el falseamiento de la realidad puede ser importante ya que, tanto los rahales como las alquerías, suelen abarcar grandes extensiones. De ahí que, para algunas comarcas, como en el caso de la Huerta, nuestro conocimiento acerca de la superficie total entregada a los nuevos repobladores no pase de ser relativo. - En segundo lugar, un minucioso análisis del Libre del Repartiment nos indica que en algunas comarcas la documentación conservada es incompleta, faltan donaciones. En el caso de la comarca del Camp de Morvedre, el propio monarca señala en un documento, datado el 7 de junio de 1270 que se le han entregado los libros, "libri", de varias localidades, pero en el caso de Sagunto no habla de "libri" sino de "quaterni". ¿Toda la documentación referida a una población de la entidad de Sagunto cabe en unos "quaterni"? Lo cierto es que las donaciones referentes a Sagunto se limitan a un total de ciento veintiuna y todas ellas efectuadas durante los años 1248 y 1249. Si tenemos en cuenta que la localidad saguntina se rindió hacia el año 224

1240, debió de producirse una primera repoblación inmediatamente a su obtención por los cristianos; una primera repoblación de la que nuestro manuscrito no conserva más que unas pocas donaciones, por lo que cabe conjeturar que desconocemos la mayor parte de la primera repoblación de Sagunto y que únicamente conservamos la segunda, la que se llevó a cabo durante los años 1248 y 1249. -Otro tanto podemos decir de la Costera; en el documento de 1270 que acabamos de mencionar se nos dice "la muyler d'en Bernat Siscart de Xativa ten tres libres de la partido de Xativa e de les seues alqueries ". Se trata pues de tres libros conteniendo donaciones de la Costera que no se incorporan a lo que hoy conocemos como Libre del Repartiment. En otro trabajo hemos señalado que, con toda probabilidad esos tres libros contarían con la primera repoblación de Xativa así como con un buen número de donaciones de los años 1248-1249, posiblemente aquellas en las que se entregaba tierra a los repobladores. - Distinto es el caso de la Marina Alta; no se nos da ningún detalle acerca de la ausencia de documentación referente a la repoblación de esta comarca; ahora bien, sabemos que Jaime I encargó a Carro? la repoblación de Denia, repoblación que no se ha recogido en el Libre del Repartiment más que en una mínima parte, apenas nada si tenemos en cuenta la importancia de la citada localidad. Por lo que respecta a las comarcas castellonenses del Bajo Maestrazgo, Plana Alta y Plana Baja la repoblación se efectuó en gran parte con anterioridad a la fecha en que comienzan a anotarse las donaciones en nuestro manuscrito, por lo que no constan en él. Para estas comarcas el Libre del Repartiment únicamente muestra las donaciones efectuadas los años 1248 y 1249; esto es, la segunda repoblación. Una segunda repoblación que se refiere a unas pocas localidades, Peñiscola y Castellón, dejando el resto sin apenas mencionar, como ocurre con Burriana, Onda o Almenara entre otras. Nos hallamos ante una documentación muy mermada con respecto a lo que debió de ser. - Otro ejemplo de falta de documentación es el relativo a las comarcas del Alto Palancia y Camp de Turia; en el primer caso, el monarca entrega las localidades de Segorbe y Jérica a los concejos de 1

1

R. Ferrer Navarro, "La repoblacio de Xativa", en Revista de Filología Valenciana, Valencia, 1996, n° 3, pp. 73-93. 225

Teruel y Daroca sin precisar la extensión de tierra concedida; años después, el propio Jaime I realiza una segunda repoblación de ambas villas. Nuevamente nos hallamos ante un claro ejemplo en el que carecemos de datos para saber la extensión de la tierra entregada en la primera repoblación y únicamente conocemos la de la segunda. Similar es lo acontecido en la comarca del Camp de Turia, Jaime I entrega Liria al infante portugués, ignoramos si hubo repoblación por parte del citado infante, lo único que sabemos es la posterior repoblación llevada a cabo por el monarca de dicha localidad. Lo expuesto nos lleva a la conclusión de que nuestros conocimientos en lo referente al reparto de tierras que nos presenta el Libre del Repartiment es incompleto; partiendo de esta premisa, lo que hoy conocemos sobre el particular lo podemos plasmar en el cuadro siguiente: Comarca Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí de Albaida

Total Has.

Porcentuales

927 703,5 192

2

1.438,5 218 196,5 2.083,5 3.076 10.324 2.612

1,53 0,42 3,12 0,47 0,42 4,52 6,67 22,40

7.701 1.872 3.188

5,66 6,37 0,63 1 16,70 4,07 7

7.879,5

17,09

2.941,5 290,5 460

Aun contando con las carencias que acabamos de mencionar, el total de tierra repartida asciende a 46.104 hectáreas, cifra ésta que 226

variaría sensiblemente si dispusiéramos de la totalidad de la información; ahora bien, con los datos parciales de que disponemos, podemos intentar analizar su significado. Sobresalen claramente tres momentos en la repoblación que lleva a cabo Jaime I de las tierras valencianas; una primera etapa, la realizada a lo largo de los años 1237 a 1239 que abarca exclusivamente la comarca de la Huerta de la que se reparten 10.324 hectáreas, además de lo que debió de suponer los rahales y alquerías entregados sin especificar su extensión. Un segundo momento repoblador sería el de los años 1240-1242 en los que se realiza un pequeño reparto en las comarcas de la Ribera Baja, Ribera Alta y la Safor. Finalmente un tercer período, el de 12481249, en el que se entregan tierras en todas las comarcas excepción hecha de la Huerta. Esto es: a) Contamos con un reparto bastante completo de la comarca de la Huerta a lo largo de los años 1237 a 1239. b) Disponemos de un primer momento repoblador para las comarcas de las dos Riberas y la Safor, repoblación que se realiza durante los años 1240-1242. c) Finalmente una tercera etapa, la de 1248-1249, en la que por primera vez se repueblan las comarcas de la Costera, Vall de Albaida, Canal de Navarrés, Comtat, Alcoiá, Marina Alta y Marina Baja, continúa las de la Ribera Alta, Ribera Baja y Safor; a la par que se produce una segunda repoblación, simplemente tapar unos huecos dejados tras la expulsión mudejar, en las comarcas castellonenses del Bajo Maestrazgo, Plana Alta, Plana Baja y, posiblemente, Camp de Turia. Dado que existe una continuidad entre las primeras concesiones que se hacen en las dos Riberas y la Safor a lo largo de los años 1240 a 1242, y las posteriores, las de 1248 y 1249, en estas mismas comarcas, en realidad, nos hallamos ante dos grupos muy definidos: la de la comarca de la Huerta con su repoblación de 1237 a 1239 y la del resto de comarcas, Ribera Baja, Ribera Alta, Safor, Costera, Valí de Albaida, Canal de Navarrés, Comtat, Alcoiá, Marina Alta y Marina Baja que se repueblan entre 1240 y 1249. Las comarcas del Bajo Maestrazgo, Plana Alta, Plana Baja, Alto Palancia y Camp de Turia son un caso especial ya que de ellas únicamente conocemos una se227

gunda repoblación, muy superficial, e ignoramos la primera que debió de ser la importante. Básicamente tenemos dos momentos en los que se entregan tierras: el de 1237 a 1239 en el que se conceden 10.324 hectáreas, todas en la comarca de la Huerta, y el de 1240 a 1249 cuyo monto asciende a 35.780 hectáreas y que se reparten en el resto de las comarcas. Dejando de lado el papel tangencial que juegan en este reparto de tierras las comarcas castellonenses, así como la del Camp de Turia, nos encontraríamos con que se reparten 10.324 hectáreas entre 1237 y 1239 en la comarca de la Huerta y 33.916 en el resto de las comarcas entre 1240 y 1249. El hecho de que se reparta tres veces más tierra al sur del Júcar que al norte de dicho río nos obliga a plantearnos una serie de cuestiones: - Quienes se han ocupado hasta ahora de la repoblación de las tierras valencianas llevada a cabo por Jaime I han señalado que, debido a la escasez de repobladores, el monarca se vio precisado a repoblar fundamentalmente la costa, dejando el interior para fechas más posteriores, excepción hecha de algunos puntos claves para el sistema de comunicaciones, como podía ser la zona del Alto Palancia. Con los datos que nos proporciona el Libre del Repartiment no se puede seguir manteniendo esta afirmación; sin dejar de admitir la importancia de las donaciones efectuadas en la comarca de la Huerta, debemos admitir que las concesiones que se hacen diez años después, triplican con mucho lo realizado en la comarca capitalina. Es más, en algunas de ellas, situadas en el interior del país, caso de la Valí de Albaida, se entregan nada menos que 7.879,5 hectáreas, por no decir que entre la Valí de Albaida y la Costera se reparten más tierras que las concedidas en la Huerta. Ha llegado el momento de replantearse las tesis mantenidas hasta ahora y no dar absoluta prioridad al reparto de tierras en la costa, sin precisar que el interior tiene un peso específico superior. - Igualmente hemos venido repitiendo que la repoblación llevada a cabo en la comarca de la Huerta representa la culminación de una 2

3

2

3

228

R. de Mana, El Repartiment de Burrianay Viltarreal, Valencia, 1935. V. García Edo, Segorbe en el siglo xiu. (Notas para su estudio), Segorbe, 1987.

magna empresa como fue la conquista de la ciudad de Valencia; empresa para la que se pide y obtiene la declaración de cruzada por parte de Roma; empresa para la que se reúne un gran ejército a cuyos componentes se ha de recompensar por sus servicios prestados; empresa que es, en definitiva, el epicentro de toda la gloria alcanzada por Jaime I. Frente al magno acontecimiento de la conquista de la capital del Turia, el hecho de la primera sublevación mudejar y las consecuencias derivadas de ella, como la expulsión de los citados mudejares y la repoblación de las comarcas sureñas, es algo que ha pasado más desapercibido para los historiadores, algunos incluso ignoran estos acontecimientos. Sin entrar ahora en la polémica sobre la importancia o nimiedad de la expulsión de los mudejares, lo más significativo es el esfuerzo repoblador por parte del monarca de las comarcas del sur, algo ciertamente importante; pensemos que las tierras que se repueblan por primera vez entre 1248 y 1249 significan la concesión de 19.716 hectáreas, casi el doble de lo repartido en la comarca de la Huerta, lo cual obliga a replantearnos los viejos clichés que machaconamente hemos venido oyendo acerca de la repoblación costera y la del interior. 4

El modelo de propiedad El Libre del Repartiment es una de las escasísimas fuentes que ofrecen la posibilidad de observar cómo se diseña el establecimiento en tierras valencianas de una sociedad que, formada por gentes venidas de otras partes, se radican aquí. Dado que el bien más importante que reciben para su subsistencia es la tierra, de su cantidad y condiciones de recepción va a depender, en gran medida, el papel que juegue cada familia dentro de la propia sociedad. Es cierto que la cantidad no es el único elemento mensurable, se puede recibir mucha tierra de baja calidad y viceversa; ahora bien, en el caso que nos ocupa,

4

R. Ferrer Navarro, "Aspectes demografics de la conquista. Poblacio préexistent i repoblacio del Regne de Valencia", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, Valencia, 1989, vol. I, pp. 319334. 229

todos reciben los mismos tipos de tierra, de sembradura, viña y huerta, no puede darse el caso enunciado, mucha tierra pero mala o poca pero buena. Por tanto, la extensión entregada, aun no siendo el único elemento a tener en cuenta, se convierte en uno de los elementos más importantes a la hora de clasificar a los recipiendarios, escalafonándolos dentro de la sociedad que forman. Dado que las tierras pertenecen al rey por derecho de conquista, en sus manos está el establecer el modelo de sociedad que va a instalarse en el reino valenciano. ¿Qué modelo va a adoptar Jaime I?, ¿el de una sociedad igualitaria o, por el contrario, con fuertes diferencias?, ¿de campesinos con grandes o medianas propiedades?, ¿con alta o baja fiscalidad? Pensemos que estamos ante una ocasión única; va a formarse una sociedad nueva en un territorio recién conquistado, no hay un antes, por tanto dependerá de la voluntad de su "creador". Por lo que se refiere a la extensión de las propiedades que se entregan a los nuevos repobladores tenemos: N° de donaciones

N" de Has.

Porcentaje

506 1

1,5 2

367 4

3 4

11,79 0,02 8,55 0,09 1,91 11,02 2,21 36,78 3,63 12,61 0,09 6,17 2,21 0,37 0,51 0,53 0,04

82 473 95 1.578 156 541 4 265 95 16 22 23 2 22 230

4,5 6 7,5 9 10,5 12 13,5 15 18 21 22,5 24 27 30

0,51

N° de donaciones 1 10 1 1 57 2 1 1

N" de Has.

Porcentaje 0,02 0,23 0,02 0,02 1,32 0,04 0,02 0,02

33 36 37,5 42 45 48 60 90

Los lotes de tierra que se conceden abarcan un amplio espectro que va desde las 1,5 hectáreas hasta el de 90 hectáreas; un total de veintiséis tipos diferentes. Dejando de lado aquellas extensiones que se entregan en muy pocas ocasiones, todavía restan dieciséis variantes de las que las más significativas son las que contienen lotes de 6, 9, 12 y 15 hectáreas. De todas ellas, la más repetida es la que cuenta con 9 hectáreas. Si consideramos pues a la concesión de 9 hectáreas como la "donación tipo", podemos establecer una gradación de tres tipos: - Donaciones que contienen menos de 9 hectáreas; hallamos una serie de concesiones en las que se entregan lotes de 1,5, 3 y 6 hectáreas. De todas ellas destaca las donaciones que contienen 1,5 hectáreas; como ya hemos señalado, nada menos que 506 recipiendarios reciben otros tantos lotes de tierra con esta extensión. Llama la atención el que se concedan lotes de tierra tan pequeños, máxime cuando el monarca necesita repoblar un vasto territorio y cuenta con pocos repobladores, ¿cómo va a atraer a estos concediéndoles bienes tan exiguos? El posible contrasentido tiene una explicación que nos parece coherente: se entregan quinientas parcelas de tierra de 1,5 hectáreas cada una a otros tantos marineros. No se trata de familias campesinas que deban vivir de la explotación de estas pequeñas extensiones. En este caso concreto, los lotes de 1,5 hectáreas son simplemente un complemento para la economía de unos marineros que se ganarán su sustento con actividades que nada tienen que ver con el cultivo 5

5

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 254. 231

de la tierra. Sí que se entregan a familias campesinas para que vivan de su explotación, lotes de 3 y 6 hectáreas, lo que quiere decir que un 19,57%, casi una quinta parte de los recipiendarios de tierras obtienen unas propiedades no excesivamente extensas. - Donaciones que contienen 9 hectáreas; alcanzan un 36,78% del total, lo que las hace, con mucho las más numerosas, triplican a las de 12 hectáreas que alcanzan el segundo puesto con un 12,61%. El que nos hallemos ante una "donación tipo" que se prodiga con tanta insistencia habrá que interpretarlo como que es la extensión considerada como la ideal por los que dirigen la repoblación. - Donaciones que contienen más de 9 hectáreas; representan un total de 39,68%. Ahora bien, si descontamos aquellas que apenas si se entregan, las de 90, 60, 48, 42, 37,5, 33, 27 y 13,5 hectáreas, las más repartidas, las de 10,5, 12 y 15 hectáreas alcanzan un 22,41%, lo que quiere decir que, una quinta parte de recipiendarios, obtienen propiedades extensas. Estamos pues frente a un reparto de tierras por medio del cual, los beneficiarios de ella los podemos encuadrar en tres grupos: un primer grupo, en torno a un 20% que obtendrá lotes de tierra cuya extensión será inferior a las nueve hectáreas; un segundo grupo, sobre un 58%>, cuyas parcelas tendrán nueve hectáreas; finalmente un tercer grupo, un 22%, que alcanzará lotes de tierra de una extensión superior a las nueve hectáreas. Estas cifras las obtenemos de un análisis que abarca todo el territorio del realengo, ¿significa esto que el reparto realizado por el rey es igual en todas las comarcas?, ¿se reparte igual extensión de tierra por repoblador en la primera repoblación, la de los años 1237 y 1238, que en la realizada a lo largo de los años 1248-1249? Veamos qué ocurre analizando las donaciones efectuadas comarca por comarca: N" de donaciones Plana Alta

232

N° de Has.

Porcentual

1 25

3 9

3,33 83,33

2

12

6,66

1 1

15 18

3,33

3,33

N"de donaciones Plana Baja

Alto Palancia

5,40

3

1

6

2,70

22

9

59,45 2,70

1

10,5

6

12

1

13,5

2,70

3

15

8,10

1

45

2,70

16,20

4,5 6

2 1 2

3 10 7 37 36 11 6 1 2 1

Camp de Turia

Porcentual

2

64 1 1 1 1 Camp de Morvedre

N" de Has.

1 2 4 12 1 5 1 1

7,5 9 12 15 21 30 1,5 3 6 9 12 15 18 21 24 30 1,5 3 4,5 6 7,5 9 12 15

2,73 1,36 2,73 87,67 1,36 1,36 1,36 1,36 2,63 8,73 6,14 32,45 31,57 9,64 5,26 0,87 1,75 0,87 3,70 7,40 14,81 44,44 3,70 18,50 3,70 3,70

233

N° de donaciones N" de Has. Huerta

Ribera Baja

500

2

0,08

64

3

5,70

4 184 138

4 6 9

0,35 16,41 12,31

98

12

8,74

40

15

3,56

60

18

5,35

3 11 1

21 24 27

0,26 0,98 0,08

13 1

30 33

1,15 0,08

2

36

0,16

1

90

0,08

1

6 7,5 9

0,55 34,63 20,11

33

10,5

18,43

31 12

12 15

17,31 6,70

2 l

18 21

1,11 0,55

1

30

0,55

30

3

4,58

5 78

4,5 6

0,76 11,90

2 423

7,5 9

0,30 64,58

2

234

44,60

1

62 36

Ribera Alta

1,5

Porcentual

10,5

0,30

38 8

12 15

5,80 1,22

11 4

18

1,67

21

0,61

N° de donaciones N° de Has.

Safor

1

27

0,15

2

30

0,30

1

36

0,15

50

45

7,63

1 124 1 13 6 88

Costera

Vall de Albaida

Porcentual

1,5 3

0,39 48,81

4,5

0,39

6

5,11

7,5 9

2,36 34,64

1

10,5

0,39

6

12

2,36

1

13,5

0,39

3

15

1,17

3

18

1,17

2

22,5

0,78

2

30

0,78

1

36

0,39

1

42

0,39

1

60

0,39

1

1,5

0,29

11 6 85 74

3 4,5 6 7,5

3,20 0,29 24,78 21,57

154 7

9 10,5

44,89 2,04

1

12

0,29

2 1 1

18 24 36

0,58 0,29 0,29

3

12,22

100 4

4,5

0,48

3

6

0,36 235

N" de donaciones 18 431 62 161 22 2 2 8 1 2 2 Canal de Navarrés

Comtat

Alcoià

236

N" de Has. 7,5 9 10,5 12 15 18 21 24 36 45 48

Porcentual 2,20 52,68 7,57 19,68 2,89 0,24 0,24 0,97 0,12 0,24 0,24

3

9

21,42

4 1 1 4 1

10,5 12 13,5 15 37,5

28,57 7,14 7,14 28,57 7,14

12

9

13,33

9 6 1 46 4 2 20 1 1

10,5 12 13,5 15 18 21 22,5 24 30

10 6,66 1,11 51,11 4,44 2,22 22,22 1,11 1,11

2

6

2,43

63

9

76,82

11 3 1 2

12 15 30 36

13,41 3,65 1,21 2,43

N" de donaciones N" de Has. Marina Alta

Marina Baja

21

Porcentual 15,32

2

6 9

1

12

1,45 0,72

105

15

76,64

4

18

2,91

2

36

1,45

2

45

1,45

40

6 9

22,38

10,5 12

45,07

75 49 151 15 1 2 2

15 18 21 45

11,94 14,62 4,47 0,29 0,59 0,59

Cuando el análisis lo centramos, no en la totalidad del realengo sino comarca por comarca, es cuando aparecen los matices. Las tres comarcas castellonenses, Plana Alta, Plana Baja y Alto Palancia, cuentan con un predominio casi exclusivo de lotes de 9 hectáreas; las otras extensiones apenas si se entregan. También la comarca del A l coiá cuenta con idénticos tipos de donaciones. Con variantes a lo visto hasta ahora deberíamos incluir a la Ribera Alta y a la Valí de Albaida, igualmente en ellas la donación predominante es la de las nueve hectáreas pero cuentan con bastante predicamento tanto las superiores como las inferiores. Distinto es lo que acontece con las comarcas del Camp de Morvedre, Ribera Baja, Canal de Navarrés, Comtat, Marina Alta y Marina Baja, en todas ellas el lote de tierra más entregado es el que contenía más de nueve hectáreas; ahora bien, en unas, Camp de Morvedre, Canal de Navarrés, Comtat y Marina Baja, la segunda extensión más repartida es la de 9 hectáreas, en la Ribera Baja y Marina Alta, la segunda lo representan donaciones de menos de nueve hectáreas. Finalmente el Camp de Turia, Huerta, Safor y Costera cuentan con un reparto en el que la extensión más 237

veces concedida es inferior a las nueve hectáreas. Según esto podríamos realizar tres grupos: - Comarcas en las que predominan las donaciones con menos de nueve hectáreas, caso de Camp de Turia, Huerta, Safor y Costera. - Comarcas en las que es mayoritaria la concesión de nueve hectáreas, Plana Alta, Plana Baja, Alto Palancia, Ribera Alta, Alcoiá y Valí de Albaida. - Comarcas en las que las donaciones de más de nueve hectáreas representan la mayoría, caso del Camp de Morvedre, Ribera Baja, Canal de Navarros, Comtat, Marina Alta y Marina Baja. La triple clasificación de las comarcas, según el tipo de extensión que predomina en cada una de ellas, rompe por completo la posibilidad de atribuir la mayor o menor extensión concedida según el momento de la repoblación ya que hallamos juntas en un mismo grupo a comarcas que se repoblaron en momentos distintos. Sí resulta "lógico" el que comarcas como la de la Huerta, cuenten con predominio de donaciones que contienen extensiones inferiores a las nueve hectáreas, recordemos una vez más que su repoblación se realizó durante la primera etapa, la de los años 1237, 1238 y parte de 1239, y que el mismo monarca nos cuenta en su Crónica que había más gente que tierra para repartir y que por ello hubo de rebajar la extensión de la jovada. No resulta tan "lógico" encontrar en este mismo grupo a comarcas como la Safor o la Costera. La única explicación que hallamos para la Safor es que en ella abunda, en mayor medida que en las otras comarcas, la tierra de regadío, por lo que, posiblemente, se entregaría con menor esplendidez. Por el contrario, no hallamos ninguna explicación plausible para la comarca de la Costera ya que se halla entre las que cuentan con predominio de donaciones con una extensión inferior a las nueve hectáreas, habiéndose repoblado durante los años 1248-1249, los mismos que las comarcas meridionales, en las que abundan las donaciones superiores a las nueve hectáreas. Los otros dos grupos, aquel que predominan las donaciones de nueve hectáreas y el que abundan las concesiones de más de nueve hectáreas, sí que cuentan con una "lógica", especialmente este último, ya que en él se encuadran las comarcas repobladas durante la segunda etapa, 1248-1249, abundando en ellas el asentamiento de soldados-repobladores, varios de los cuales son los que hemos citado como "equos et arma tenentibus ", a los que se les entregan extensiones superiores a las nueve hectáreas. 238

Una vez más los datos que nos proporciona el Libre del Repartiment contradicen la teoría del "dualismo valenciano", en esta ocasión en lo referente a la extensión de las donaciones: mientras en la costa predominaba el regadío sobre el secano, en las comarcas del interior ocurría todo lo contrario, de ahí que se concediesen lotes de mayor extensión en el interior que en la costa. Nuestra clasificación de las comarcas en tres grupos, según el tipo de lotes de tierra que predomina en cada una de ellas, nos lleva a emparejar en un mismo grupo a comarcas de la costa y del interior, integrando en los diferentes grupos comarcas costeras e interiores. En el caso de las que reciben mayoritariamente donaciones inferiores a las nueve hectáreas están tanto las interiores Camp de Turia y Costera como las que lindan con el mar, Huerta y Safor. Por contra, las que obtienen lotes más extensos son, tanto el Camp de Morvedre y Ribera Baja como la Canal de Navarrés o la del Comtat; es más, con los datos del Libre del Repartiment podríamos señalar que, mientras comarcas costeras como Camp de Morvedre, Ribera Baja y las dos Marinas, cuentan con predominio de concesiones de más de nueve hectáreas, las comarcas interiores Camp de Turia y Costera tienen mayoría de donaciones con menos de nueve hectáreas cada una. Los recipiendarios obtienen lotes de tierra de diferentes extensiones; nos encontramos ante una sociedad que no es igualitaria en lo que recibe, por ello no habrá que esperar a la aparición de diversas coyunturas, como la fortuna demográfica de algunas familias o el impacto del crédito y endeudamiento, para escalafonar esa sociedad. Desde su comienzo asistimos a la formación de una sociedad no igualitaria, ¿quiénes reciben más?, ¿hasta qué punto la diferencia de lo recibido divide a la sociedad entre los que llevan una gestión directa y los que no? Analicemos estos dos puntos por separado. Con respecto al primer punto, P. Guichard señala que "A Valencia les quantitats que es donen en el Repartiment son les següents: entre tres i sis jovades per ais colons no nobles, simplement lliures i de nou a deu jovades per a cada miles ". De ser cierta la afirmación del investigador francés tendríamos resuelto el problema, la mayor o 6

6

Citado por E. Guinot Rodríguez, "Origen i evolució del feudalisme al Maestrat de Castelló (s. xiu-xiv)", en La formado i expansió del feudalisme cátala, Estudi General, vol. 5-6, 1985-86, p. 326. 239

menor extensión de los lotes de tierra concedida estaría en función de la categoría social del recipiendario, ya se tratara de simples hombres libres o de "miles". Desgraciadamente no es así; en primer lugar, no todos los simples hombres libres obtienen entre tres y seis jovadas (entre nueve y dieciocho hectáreas). Es cierto que la mayor parte de los recipiendarios obtienen parcelas cuya extensión abarca entre nueve y dieciocho hectáreas, pero no lo es menos el que a muchos colonos se les entregan lotes de tierra que abarcan otras extensiones. Por otro lado, frente a la tajante afirmación del citado investigador francés según el cual los nobles obtienen entre nueve y diez jovadas (veintisiete y treinta hectáreas) cada uno, hay que señalar que el Libre del Repartiment muestra cómo tampoco esto es cierto. No hay unanimidad entre los nobles por lo que se refiere a la tierra que se les concede; si por un lado tenemos un grupo de nobles, entre los que destacan Berenguer d'Entenza, Blasco Maza, Jimeno de Fóces, Jimeno Pérez de Daroca, Jimeno Pérez de Pina, Jimeno de Urrea, R. Berenguer d'Ager etc., que reciben, además de señoríos, donaciones de tierras y casas en el realengo y en extensiones mayores a las señaladas por P. Guichard; igualmente hallamos un buen número de "miles" que obtienen parcelas mucho más pequeñas. Si entre los simples hombres libres no encontrábamos unanimidad en cuanto a la extensión de los lotes recibidos, tampoco lo hallamos cuando el recipiendario pertenece a la nobleza. Pero es más, en ocasiones encontramos a colonos que son simples hombres libres recibiendo tierras con mayor extensión que la que obtienen algunos "miles ". Ni todos los recipiendarios que pertenecen a los simples hombres libres reciben lo mismo ni todos los nobles tampoco. Es más, no siempre, ni mucho menos, los "miles " obtienen mayores extensiones que los simples l i bres. La teoría pues de que la mayor o menor extensión de tierra concedida está en función de la categoría social del recipiendario no se puede aceptar tal cual con los datos que proporciona el Libre del Repartiment. Sin embargo, sí que se podría aceptar esa teoría si se redujera únicamente a la repobalción llevada a cabo en alguna de las comarcas meridionales en las que hemos señalado que, un buen número de colonos allí heredados son repobladores-soldado. En tales 7

7

Hay 138 donaciones de 9 hectáreas, 230 con más de 9 hectáreas y 753 con menos de 9 hectáreas. 240

casos sí que se establece una diferenciación a la hora de entregar los lotes de tierra, mientras el hombre libre (peditis) suele obtener nueve hectáreas, el "equos et arma tenentibus " recibe cantidades mayores, prácticamente el doble. Ahora bien, esto únicamente ocurre en unas pocas comarcas del sur del reino y jamás la documentación les denomina "miles " sino "equos et arma tenentibus ", con lo que no está claro que perteneciesen a la nobleza como ya hemos apuntado con anterioridad. Por tanto, lo señalado por P. Guichard habría que contemplarlo como una simplificación de la realidad; es cierto que, por lo general, los nobles obtienen más cantidad de tierra que los simples hombres libres, pero no siempre. Igualmente es cierto que la mayoría de los colonos que no son "miles " obtienen entre tres y seis jovadas de tierra, pero otros muchos reciben lotes de otras extensiones; lo mismo ocurre con los nobles, alguno de los cuales recibe tierras cuya superficie es inferior a la obtenida por los colonos simplemente l i bres. Si bien estamos de acuerdo en que la condición social del recipiendario es muy importante a la hora de recibir mayor o menor extensión de tierra, sin embargo no es la única. Existen otros factores que tienen igualmente su importancia: el momento en que se obtiene la tierra; no es lo mismo el reparto que se hace a quienes vienen a repoblar la comarca de la Huerta en 1237, 1238 y 1239, que lo que acontece en algunas comarcas meridionales durante la repoblación de los años 1248 y 1249. Por regla general, quienes acuden a poblar las comarcas del sur del reino, son agraciados con extensiones de tierra que, por lo menos, duplican e incluso triplican las recibidas por quienes se ubicaron en la comarca de la Huerta, y ello independientemente de la condición social del recipiendario. Otro factor diferenciador es la ubicación de las tierras que se conceden; durante el mismo año se reparten las de la Costera y las de la Marina Alta y los lotes entregados en la segunda son más extensos que los de la primera. Incluso en cada una de las comarcas hay grandes variaciones en cuanto a la extensión que se entrega a los que van a repoblarla. En última instancia, el percibir más o menos cantidad de tierra está en función de una serie de factores que van más allá de la sola condición social; por otro lado, tampoco podemos indicar que todos los "miles" obtienen entre nueve y diez jovadas y los hombres libres 241

entre tres y seis jovadas. Existe una amplia variedad incluso dentro de cada comarca. Por lo que respecta al segundo interrogante que nos planteábamos: ¿hasta qué punto la diferencia de lo recibido divide a la sociedad entre los que llevan una gestión directa y los que no?, podemos pensar que, mientras las explotaciones agrarias musulmanas contaban con una distribución colectiva de las faenas agrícolas entre un conjunto de unidades gentilicias, el feudalismo rompe con la organización comunitaria de la producción social individualizando la renta por familias, por tanto tiende a reducir las unidades de trabajo, como mínimo hasta la escala familiar y una familia campesina difícilmente puede trabajar más allá de siete u ocho hectáreas. Por tanto, ¿existe correspondencia entre las donaciones de tierra que se les entregan y las explotaciones de base? Veamos: -Hallamos un grupo de colonos que reciben quince, veinte, treinta o más hectáres de tierra cada uno; en tales casos no puede existir relación alguna con las unidades de explotación, sus propietarios deberán recurrir a la ayuda de mano de obra asalariada o dividir la propiedad en unidades más pequeñas cediéndolas en régimen de enfiteusis o en arriendo. En tales casos estaríamos ante una gestión de tipo indirecto de la propiedad que afectaría a un grupo de recipiendarios que podemos cifrar en un 24%, cuyos miembros pertenecerían en su mayoría a los "miles ", pero también a los simples hombres libres. - Un segundo grupo de recipiendarios que obtienen entre cuatro, seis y ocho hectáreas, en torno a un 23%; en estos casos debe de existir una correspondencia total entre las donaciones y las explotaciones de base ya que se trata de superficies perfectamente dominables por una familia campesina; estaríamos ante una correspondencia entre lo obtenido y la posibilidad de trabajarla, por tanto una parte importante de las donaciones supondrían unidades de explotación directa. -Finalmente sobre un 53% de las donaciones contienen entre nueve y doce hectáreas, ¿representan unidades de explotación básica o familiar? Ya hemos señalado que, por lo general, quienes se han ocupado de estos temas coinciden en afirmar que para el siglo xiii, el máximo que puede trabajar una familia campesina de tipo conyugal, 242

como son las de los colonos que vienen a las tierras valencianas, no va más allá de las ocho hectáreas, por tanto resulta difícil equiparar las donaciones de nueve y doce hectáreas con las unidades de explotación familiar. ¿Quiere decir ésto que más de la mitad de cuantos reciben tierras en el Reino de Valencia tienen que llevar una gestión indirecta debido a la extensión de sus donaciones? El hecho de que en la mayoría de los casos la extensión que se entrega a los repobladores es la que contiene nueve hectáreas, nos hace pensar que esa debía de ser la dimensión idónea para etablecer un tipo de sociedad campesina que basará su gestión en la explotación directa, cuando la mayoría de la tierra se dedicaba al cultivo del cereal; todo ello con un desahogo suficiente como para recurrir ocasionalmente a mano de obra asalariada. Todo parece indicarnos que la sociedad campesina que se instala en nuestro país, mayoritariamente gestionaría directamente la explotación familiar, siendo una minoría los que no lo hicieran; ahora bien, la diferencia no sólo estribaría entre los que llevaran una gestión directa y los que no lo hicieran, también entre los primeros podemos observar matizaciones: una minoría con propiedades más pequeñas y por tanto muy ajustado a sus necesidades y una mayoría mucho más desahogados, teniendo que recurrir en ocasiones incluso a mano de obra asalariada, con toda seguridad mudejar. Si el primer punto básico, a la hora de hablar de la economía campesina, es la extensión de sus propiedades, qué duda cabe que el segundo ha de ser cómo poseen esa tierra. También aquí nos encontramos con el hecho de que el Libre del Repartiment pormenoriza en todas las donaciones si se realizan en franco alodio o gravadas con un censo. Como hemos señalado, el impuesto varía según el tipo de tierra: diez sueldos por jovada si es tierra campa, por cahizada si es viña y por hanegada si es huerta, y ello en todo el territorio con excepción de Castellón. La relación entre donaciones alodiales y censitarias es la siguiente:

243

Comarcas Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja

Alodiales

Censuarías

83 178

0 4

0 138

25

27 14 86 230 1.213 120 335

Ribera Alta Ribera Baja Safor

11 41 665 179 233

ValldeAlbaida

726

36 1 0 1 84 192 19 0 20 0 0 0 21 92

¿Por qué unas comarcas cuentan con donaciones alodiales y censitarias y otras solamente alodiales?, o, ¿por qué en una misma comarca se conceden tierras en franco alodio y tierras a censo? No hallamos la posible causa o causas por la que se da esa dualidad. No se debe a la calidad o cantidad de la tierra entregada; tampoco se debe a la categoría social del recipiendario. No se da ninguna de las circunstancias señaladas; tanto las donaciones gravadas con un censo como las concedidas en alodio, se hallan en idénticos lugares, con extensiones y calidades iguales, sea quien sea su recipiendario. Lo único que podemos señalar es que, el censo de diez sueldos por jovada de tierra campa o por hanegada de huerta, se establece a partir de la repoblación del bienio 1248-1249, con anterioridad se imponían otros tipos de censo. Al margen del por qué unas donaciones pagan y otras no, la cantidad que recauda la Hacienda real, excluida la que se paga en Castellón y que va al Monasterio-Hospital de San Vicente de Valencia, asciende a 16.922 sueldos anuales, cifra ésta que se reparte de la forma siguiente: 244

Total sueldos

Comarca

40

Alto Patencia

640

Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre

1.350

Camp de Turia Comtat

1.200

Costera

4.545

Huerta

5.199 4.050 140

30

Marina Alta Safor

728

Valí de Albaida

Todo lo relacionado con este impuesto va a tener una vida muy efímera ya que, Jaime I revisa, en el año 1270, lo referente a las donaciones efectuadas hasta aquel momento haciendo francas todas las donaciones.

Tipos de cultivos Los tipos de cultivos que menciona la documentación son la tierra campa o de sembradura, viña, huerta, olivar, higueral y prado. Su reparto se realiza de la forma siguiente: Tierra Comarca

Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta

campa

915 698

1.235,5 213,5 183,5 2.060 2.619 10.248

Total Viña

12,5 5,5

179 4,5 13,5 22,5 444 14,5

Huerta

Olivar

Higueral

Prado

_

0,5





-

-

-

-

-

-

11,5

9

3,5

-

-

--

-

-

-

1,5

1,5

-

-

-0,5 9,5 59,5

-

-1,5

Has.

928 703 192 1.438,5 218 197 2.083 3.076 10.324

245

Comarca

Tierra campa

Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja

2.606 2.929

Ribera Alta Ribera Baja Safor

7.661,5 1.866 2.982

Valí de Albaida

7.755

287 453

Viña 6 12,5 0,5 6 3,5 3,5 200 114,5

Total Huerta Olivar Higueral Prado Has. —

_



0,5

-

3 1

-

3,5 2,5

-

1,5

4,5

1,5 10,5

-

2.612 2.942 290,5 460 7.670 1.872 3.188 7.880

Por lo que se refiere a la tierra campa o de sembradura, con sus 43.971 hectáreas, de un total de 46.104, su dominio, con respecto a las demás variedades, es absoluto ya que representa un 95,37%. Esta superioridad ¿es fruto de una igualdad en todo el territorio o, por el contrario, unas comarcas lo imponen a otras? Veamos: Comarca Alto Palancia Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí Albaida

Has. entregadas 703,2 1.291 217,8 206,5 1.957,4 2.627 10.324 685 4.127,3 287,5 460,5 7.711,3 1.872 3.804,4 7.941,5

Has. tierra campa 428 1.227 213 193 1.940 2.169 10.248 667 3.716 287 436 7.659 1.866 2.982 7.755

Porcentaje 60,88 95,05 98 93,68 99,13 82,56 99,26 97,37 90 99,72 94,78 99,32 99,67 78,39 97,65

De un total de dieciséis comarcas, siete están por debajo de ese 95,37% que representa el porcentual alcanzado por la tierra de sem246

bradura. Este hecho no representa una enorme diferencia entre unas comarcas y otras, por lo que a la presencia de la tierra de sembradura se refiere, ya que con excepción de la del Alto Palancia, Safor y Costera, en el resto los porcentajes son muy parecidos y, como mínimo, se roza ese 95,37%. Salvo las tres comarcas mencionadas, en el resto la tierra campa alcanza porcentuales muy similares lo que quiere decir que su predominio lo basa en una uniformidad comarcal casi total. El segundo factor que nos permite conocer si la superioridad de la tierra campa, frente a las demás variedades de tierra es o no uniforme en todo el territorio colonizado, es analizando si el porcentual de quienes la reciben es similar o no en todas las comarcas:

Comarca Alcoiá Alto Palancia Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí de Albaida

Donaciones de tierra 83 182 175 29 15 101 710 2.437 145 335 31 41 818 199 437 842

Donaciones de tierra campa 83 133 114 27 14 99 696 1.405 139 335

Porcentaje 100 73 65 93 93,3 98 98 70,2 95,8

37 665

100 96,7 90,2 81,2

179 384

89,9 87,8

818

97,1

30

Tanto por la extensión que ocupa en la hacienda de los colonos, como por el número de los que la reciben, la tierra campa representa el componente esencial de la agricultura valenciana en todas y cada una de las comarcas. Estamos pues en presencia de la variedad de 247

tierra más importante para el sustento de las familias campesinas; tierra de cereal fundamentalmente que participaría tanto del regadío como del secano; dualidad ésta que se daría en casi todas las alquerías ya que, a la hora de realizar los repartos de tierra, los formularios, que servían de guías a los escribanos a la hora de redactar las donaciones, indican claramente que se entregará tierra de sembradura "tam irrigui quam secani", por lo que tenía que haber de las dos modalidades. En el regadío y en el secano, sin que podamos saber en qué proporción, la tierra campa constituye el punto neurálgico sobre el que se cimenta la agricultura llevada a cabo por los musulmanes y que ahora se transmite a los colonos cristianos. La viña es otro de los cultivos con buena presencia en las tierras valencianas en el momento de su conquista por las tropas de Jaime I; se halla en todas las comarcas si bien con desigual presencia, desde el 16,90% que alcanza en la Costera hasta los porcentuales insignificantes de otras. Se trata de una variedad de tierra mucho menos abundante que la tierra campa pero más apreciada, como lo demuestra que se entrega con mayor parquedad que aquella. Las hectáreas plantadas de vides que encuentran los cristianos en su conquista de las tierras valencianas, hablan por sí solas del predicamento que debía de gozar este tipo de cultivo entre los musulmanes, predicamento que no sólo no va a mermar con la entrada de los colonos cristianos sino que se aumentará ya que no es infrecuente que se entregue tierra a los repobladores con la obligación de que plantasen vides en ellas. La fórmula que se emplea es la del "conplantandum "; esto es, se exime del pago del impuesto sobre la tierra hasta el momento en que se obtenga fruto. La huerta es un cultivo documentado en trece de las comarcas repobladas; se trata de la variedad de tierra más escasa y, por el contrario, la más apreciada, hasta el punto de que, para que la puedan obtener el mayor número posible de colonos, se reparte en extensiones muy pequeñas, una o dos hanegadas por recipiendario. Que se trata del tipo de tierra más apreciado lo confirman dos hechos: el impuesto que ha de satisfacer, diez sueldos por hanegada; si lo comparamos con el que paga la tierra campa, diez sueldos por jovada, vemos que la proporción entre huerta y tierra de sembradura es la de uno a treinta y seis, se paga lo mismo por una hanegada de huerta que por trein248

ta y seis de tierra campa. El segundo elemento que nos informa de la gran apetencia que se tiene por la posesión de este tipo de tierra es que, en unos años en los que el monarca reparte tierra gratis a todo aquel que viene a repoblar las tierras valencianas, exista un mercado de la tierra en el que se compran huertas, pagando cincuenta sueldos por hanegada. Higueral, olivar y prado cuentan con una presencia prácticamente testimonial; el primero de ellos se documenta en una sola donación para la del Camp de Morvedre, Ribera Alta, Safor y Costera. Resulta un tanto extraño que un cultivo como el del higueral, elemento importante en la alimentación de muchos musulmanes valencianos a la par que de amplia exportación, apenas aparezca documentado en nuestro manuscrito. La extrañeza es grande ya que, incluso la Crónica se hace eco de la existencia de higuerales en muchas partes del territorio valenciano dado que en varias ocasiones, el monarca y sus tropas acampan o se esconden en campos plantados de higueras. Otro tanto podríamos decir acerca de la ausencia, en nuestra documentación, del cultivo del olivar, cultivo esencial en el mundo musulmán hispano y que, junto con el cereal y la vid componían la trilogía del secano mediterráneo. Tanto un tipo de cultivo como el otro no aparecen prácticamente entre lo repartido a los colonos según el Libre del Repartiment, ¿a qué puede deberse esta ausencia? Puesto que la presencia de ambos tipos de cultivo está documentado para la época musulmana en nuestras tierras, indudablemente la causa de que no aparezcan entre lo repartido ha de deberse a un "fallo" de nuestra documentación. Quizá esta ausencia se deba a lo que se entendía por "terra " cuando se realizaban las donaciones. Hemos señalado que, al anotar los distintos cultivos o variedades de tierra que se concedían, los escribanos apuntaban "terra", "vinea", "hort", "prato", "figueral", "olivar"; con excepción del primero, todos los demás vocablos tiene fácil comprensión; ahora bien, ¿qué hay que entender por "terra "? No se explica con total claridad su especificidad; hasta ahora la hemos venido definiendo como tierra campa o de sembradura, ¿podemos pensar que se trataba de un tipo de tierra, mayoritariamente campa y, por tanto, destinada al cultivo del cereal, pero que podía contar igualmente con algún árbol, olivos e higueras? Todavía en la actualidad, en muchos lugares de nuestra geografía se 249

llama secano a un tipo de tierra que se dedica a la sembradura de cereal pero que alberga igualmente algunos olivos, higueras e incluso viñedo. ¿Estamos ante este tipo de tierra cuando los escribanos anotan "terra "? Si esto fuera cierto, ¿qué significado tiene el que se especifique, en unas poquísimas donaciones, que se concede un olivar o un higueral? Posiblemente, en este caso se puede tratar de verdaderas plantaciones de olivos o de higueras y no de un tipo de tierra que presenta unos cuantos árboles de los citados esparcidos aquí y allá. De lo analizado cabría concluir que en el momento de la conquista, los vencedores se encuentran con un paisaje rural en el que cabe resaltar la tierra campa, ya sea de regadío o de secano, la viña y la huerta; la primera de ellas muy superior al resto, abarcando la amplia mayoría del espacio roturado; junto a la tierra de sembradura, la vid, que representa la segunda de las superficies cultivadas y, a larga distancia, la huerta con una mínima extensión pese a lo cual se entrega a muchos de los recipiendarios. Esta realidad, vastísima extensión de tierra campa, mediana de viña y pequeña de huerta, ¿se mantendrá o variará tras la repoblación? Sobre este particular cabría recordar las teorías formuladas por Guichard y Bazzana y que M. Barceló ha desarrollado de forma más pormenorizada. Para este investigador, la sociedad andalusí y la feudal cristiana presentan grandes diferencias en lo referente al tipo de cultivos que realizan; mientras el campesino musulmán organizaba los ciclos productivos y el espacio agrario de forma autónoma, de acuerdo con sus propias necesidades, la otra sociedad adecuaba, no sólo la producción sino también el espacio agrario, a las exigencias de la renta feudal, por ello organiza al máximo el régimen cerealista rechazando en parte el regadío puesto que la renta feudal tiende a minimizar los excedentes inaprehensibles. Frente a la agricultura feudal constreñida por la renta, la andalusí pudo desarrollarse de forma más variada, con lo que nos hallaríamos ante un gran espacio irrigado y con cultivos variados. Siguiendo la argumentación de M. Barceló, la repoblación cristiana de las tierras valencianas significaría una serie de modificaciones en el paisaje agrario tendentes a potenciar el cultivo del cereal y de la viña en perjuicio de los cultivos de huerta. Cambio que no se produciría obviamente por los hábitos alimenticios de los con250

quistadores sino por la necesidad de almacenar una parte de la producción para poder satisfacer la demanda de la renta. Los cambios que se detectan en el Libre del Repartiment van por dos caminos: en primer lugar, ampliar la extensión del cultivo de la vid para lo cual, incluso incentivarán que se planten vides; ahora bien, ¿a qué se dedicaba la tierra que ahora, con la repoblación cristiana, se quiere transformar en viña? No lo sabemos con toda seguridad, pero no resulta demasiado arriesgado pensar que, gran parte de ella, sería tierra campa, en su variedad de secano, ya que en varias ocasiones se dice que estas tierras, que se quieren dedicar a la plantación de viñas, estaban o lindaban con "térra erema ". Por tanto el aumento de la tierra dedicada a la viña se haría a costa de la tierra campa, por lo que el aumento del cultivo de la vid no implicaría, en ningún caso, la disminución de los cultivos de regadío. Es más, el segundo cambio anotado por la documentación lo constituye la formación de huertos, "pro orto faciendo ". ¿Cómo se formaban estos huertos? En la mayoría de los casos, estos huertos se hacían parcelando rahales y convirtiéndolos en pequeñas fincas que se reparten como huertos, de tal forma que la cantidad de tierra dedicada al cultivo de los huertos no disminuye tras los primeros momentos de la repoblación. Nuestra documentación no confirma pues la teoría de M. Barceló; antes al contrario, lo que parece indicar que, con la repoblación cristiana, asistimos a un aumento de los cultivos de la vid y de la huerta, por lo que el secano más bien disminuiría con respecto a la etapa anterior. 8

E L PAISAJE URBANO

El paisaje urbano que encuentran los conquistadores al ocupar las tierras valencianas es el de un territorio cuyo habitat lo conforman tres tipos de asentamientos: ciudades, centros en los que se concentra el poder político, económico, militar y religioso-cultural; poblados 9

8

llò (s.

E. Guinot Rodríguez, "Origen i evolució del feudalisme al Maestrat de CasteXIII-XTV)", p.

325.

9

C. Barceló, C. Domingo, M. J. Teixidor, "El papel de las ciudades en la configuración del Reino de Valencia", en Saitabi, XXXIV, 1984, pp. 231-247. 251

de altura, pequeños núcleos de población cuya ubicación, a la sombra protectora de un castro, permitía a sus habitantes una seguridad defensiva; alquerías, poblamiento intercalar en multitud de pequeños núcleos de viviendas repartidos por todo el territorio. Ante este panorama, ¿cuál va a ser el comportamiento de los repobladores cristianos?, ¿van a asentarse en todos y cada uno de los tipos de poblamiento que tenían los musulmanes o, por el contrario, establecerán unas prioridades? El Libre del Repartiment nos informa acerca de las casas que se entregan a estos colonos, por lo que su estudio nos permite deducir si reconvierten o no el paisaje urbano que encontraron en el momento de la conquista.

Las casas repartidas. Su número Las casas que se entregan a los colonos, su número y ubicación, es el elemento fundamental para poder conocer qué tipo de asentamiento realizan los nuevos dominadores del territorio valenciano. Ahora bien, antes de entrar en la valoración acerca de cuantas y en donde se entregan las casas a los pobladores cristianos, permítasenos una aclaración: las cifras que vamos a presentar no son totales, más bien son todo lo contrario ya que no representan más que una parte de la realidad y ello por dos motivos: En primer lugar, no contabilizamos en este apartado las casas que se entregan en la ciudad de Valencia; como hemos señalado en su momento, el estudio de la repoblación de la ciudad de Valencia lo está llevando a cabo la doctora M. D. Cabanes, por lo que no lo incluimos en este punto. El privarnos voluntariamente de este apartado equivale a señalar que, en lo relativo a la concesión de casas, estamos dejando de lado a la práctica totalidad de la repoblación desarrollada durante la primera etapa, la de los años 1237-1239 puesto que a lo largo de estos años se repobló la comarca de la Huerta en la que, 10

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M. D. Cabanes Pecourt, "Aspectos demográficos de la conquista: población preexistente y repoblación de la ciudad de Valencia", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, Valencia, 1989, vol. I,pp. 301-318.

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con contadísimas excepciones, se entregaba tierra en alguna de sus alquerías y casas en la ciudad de Valencia. En segundo lugar, conviene insistir una vez más en que desconocemos la primera repoblación realizada en varias de las comarcas; en unos casos, como sucede con las del Bajo Maestrazgo, Plana Alta y Plana Baja, por haberse realizado su repoblación en fechas anteriores a las anotadas por nuestro manuscrito; en otros, como las del Camp de Morvedre o Marina Alta, de cuyas localidades más importantes, Sagunto y Denia, el Libre del Repartiment no recoge apenas la repoblación anterior a 1248. Así pues, en lo relativo al número de casas que se entregan a los repobladores cristianos para asentarse en las tierras conquistadas a los musulmanes de Sharq Al-Andalus, habrá que tener presente su parcialidad ya que contamos con una documentación que ignora parte de lo realizado, mientras que por nuestra cuenta voluntariamente dejamos la repoblación de la capital de la comarca de la Huerta. Partiendo pues del hándicap que acabamos de señalar, el análisis de nuestro manuscrito nos indica que el número de casas que se reparten en todas las comarcas es el siguiente: Comarca Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí de Albaida

Casas entregadas 72 74 23 99 27 4 52 780 289 114 192 32 22 427 121 253 92

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Hallamos un total de 2.683 viviendas entregadas en las diversas comarcas. Dado que la casa es un elemento imprescindible para todo repoblador, ¿todos cuantos reciben bienes obtienen también casa? Dejando al margen la comarca de la Huerta, en general, el número de recipiendarios de bienes es superior al de casas entregadas, diferencia que se refleja en el cuadro siguiente: Comarca Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí de Albaida

Total recipiendarios

Casas entregadas Porcentual

83 182

72 74

86,7 40,60

32 175 29 15

23 99 27 4

71,87 56,57 93,10 26,66

101 710

52 780

51,4 109,9

-

-

145 335 31 41

114 192 32

78,6 57,2 103,22

22 427 121 253 92

53,65 52,2 60,80 57,8

818 199 437 842

-

10,9

Con fuertes oscilaciones según comarcas, la relación casa/recipiendario es de un 64%, lo que equivale a decir que un 36% carece de vivienda. ¿Cómo se puede entender esto? Una de las obligaciones con que cuenta todo repoblador es la de residir en el lugar en que se le entregan los bienes; por tanto, si atendemos a las cifras apuntadas deberíamos admitir que nada menos que un 36% de los que obtienen bienes no pueden ser repobladores por carecer de viviendas. Resulta muy elevada la diferencia entre recipiendarios y casas entregadas, hasta el punto de representar una contradicción ya que, si lo que se quiere es repoblar un territorio no se entiende que entreguen bienes 254

diversos y entre estos no siempre se halle la casa donde vivir. Por tanto, ¿estamos ante una contradicción real o sólo aparente? Más bien ante lo segundo puesto que el número de casas entregadas lo hemos obtenido partiendo del análisis de una fuente, el Libre del Repartiment, que presenta una serie de posibles "fallos" interpretativos: Se producen donaciones en las que se concede una o varias alquerías a un grupo de repobladores, en tales ocasiones se suele indicar que se entrega "totam integram", o "cum suis pertinentiis", "cum terminis et pertinentiis earum". ¿Cómo hay que interpretar estas fórmulas?, ¿entre las pertenencias de la alquería estaban las casas? Con toda seguridad sería así, pero la documentación no lo señala taxativamente, quizá por obvio, pero el caso es que no se indica que se entreguen las casas de dichas alquerías o lugares. Está claro que cuando se trata de donaciones que abarcan una o varias alquerías en su totalidad la documentación no especifica el número de casas entregadas ya que estas, al igual que el resto de los bienes concedidos, se hallan implícitas en la fórmula empleada "totam integram ", o "cum suis pertinentiis". Es más, entre los formularios que tantas veces hemos comentado, en el apartado correspondiente al reparto de una alquería entera, se dice lo siguiente: "detis ibi uniquique aliorum populatorum singulas domos secundum valorem personalem recipitis ad opus vestri"; esto es, se señala que a cada repoblador se le entregue su correspondiente casa. El hecho de que se sobreentienda la donación de casas pero que no se especifique, hace que, a la hora de contabilizar donaciones de viviendas, no se anoten todas las que deberían constar. En segundo lugar, la repoblación que se efectúa a lo largo de los años 1248-1249 se basa, en muchos casos, en donaciones colectivas, aquellas en las que a un grupo de recipiendarios se les concede únicamente tierra; en tales ocasiones, ¿cómo van a poder cultivar dicha tierra si no cuentan con casas en donde vivir? Es más, en la repoblación de las comarcas meridionales, debido al peligro que ha supuesto la primera sublevación mudejar, se intenta repoblarlas asentando en ellas a pobladores-soldados para que defiendan estos lugares, ¿cómo van a protegerlos si no se les entregan casas para vivir allí? Incluso 11

11

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1157.

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en casos tan claros como el de los guardianes del castro de Calpe: "R. de Savassona, Macot, P Quarter, G. De Sespina, G. Despuy, A. De Savassona, Benedictus de Savassona et XXIII sociis custodientibus castrum de Calp: V iovatas unicuique et predictus R.. I iovata in loco qui dicitur Merec, in termino de Calp, in alquería que dicitur alquería de Pertu de Calp, Albinen, Leusa.Lenes, Benimaraix, Benimaglur et Canahor. XV kalendas septembrís ". ¿Se comprende que se entreguen bienes para la subsistencia de treinta guardianes del castro de Calpe y que entre dichos bienes no estén las casas?, ¿cómo iban a cumplir con su cometido si no vivían allí? Obviamente esto carece de sentido y la única explicación posible es que, en la redacción de estas donaciones, se da por hecho que se les entregan las correspondientes casas. 12

Si tenemos en cuenta lo que comportan las donaciones de alquerías enteras y las entregas de tierra a grupos de recipiendarios, la cifra que hemos señalado, relativa al número de casas entregadas, ha de variar, modificando los porcentuales de varias de las comarcas que ofrecerán perspectivas distintas, a saber: En el Alto Palancia, Hamet Ambedic y noventa y nueve sarracenos más reciben las alquerías de Fula y Acullo, "cum terminis etpertinentiis ", lo que nos hace suponer que se les debieron de entregar las correspondientes cien casas. Igualmente en esta comarca, en Jérica, se asentaron los del "concilium Turolii" a los que se les entregan las alquerías de Pardinas, Buqueras, Marines y Guadalmar con sus correspondientes casas y cuya cifra desconocemos. Por todo ello, para esta comarca, al número de casas entregadas que hemos señalado habría que añadir otras cien más de los musulmanes de Fula y Acullo, así como otra cantidad desconocida para los turolenses que pueblan Jérica. En el Camp de Morvedre se asientan una parte de los "nomines de Montealbo" recibiendo tierra y casas, pero sin especificar ni cuántos vinieron ni el número de casas entregadas. 13

14

12

13

14

256

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1045 Libre del Repartiment, vol. II, asiento n 416. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 414. D

Ya hemos señalado que en la comarca de la Huerta se suele entregar tierras en cualquiera de las alquerías de su término y casas en la ciudad; así sucede con los de Barcelona a los que se entrega diez alquerías en el término y "quintam partem domorum civitatis infra muros"; a los de Monpelier se les entregan tierras en cinco alquerías y para vivir "totum barrium sive callem de Rahabalcadi"; a quinientos marineros se les da tierra en Ruzafa y casas en "totum illum barrium de uno capite ad aliud sicut via vadit recte de parte Exerea usque ad portam de Bebalcarrac"; a los hombres de Lérida se les da tierra en el término de Valencia y quinientas casas en la ciudad. Ahora bien, no ocurre lo mismo con los hombres de Daroca, "concilio Darocha ", que reciben las alquerías de Alhara y Godella, "integran cum montibus et pratis, aquis etceteris ", luego en ese "integram " debían de hallarse las casas. Ni tampoco el de un grupo que reciben la alquería de Castellón de la Albufera "totam integram " y de los que se especifica que eran "LXXII personas ", luego habría que contar con setenta y dos casas más. En la Ribera Alta hallamos dos donaciones colectivas; una se refiere a la entrega que se hace a Gonçalbo, Johan, Domingo y Sebastián juntamente con cuarenta y siete socios suyos, quienes reciben la alquería de Cárcer "cum suis pertinentiis, exceptis furnis et molendinis". Se excluye de todas sus pertenencias los hornos y molinos, por tanto si no se hubieran entregado las casas igualmente se hubiera mencionado. También se omite la entrega de casas en la donación que se hace a cincuenta y dos musulmanes, hombres de Ceyt Abuceyt, en las alquerías de Alahara, Aboaylet, Sagayren y Arrióla. Por tanto, de confirmarse nuestras suposiciones, a las casas anotadas en esta comarca habría que añadir otras ciento tres. 15

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ls

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22

Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 376. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 359. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 87 Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1341. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1391. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1750. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1247. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 658 257

En la comarca de la Safor se produce la donación de la alquería de Xaraco, "totam integram ", que se entrega a Arnaldo Busquet y trece socios. Puesto que se da "totam integram exceptis furnis et molendinis" habrá que suponer que se entregan, al menos, catorce casas a los recipiendarios. La Valí de Albaida es una de las comarcas en las que se da una mayor proporción de recipiendarios sin casa. Tal es lo que ocurre con cien recipiendarios, siete caballeros y noventa y tres peones que reciben tierras en Albaida; otro tanto pasa con ciento un hombres de Momblanc, que obtienen solamente tierras en Carbonera; o los cuarenta, diez caballeros y treinta peones, a los que se entrega tierra en las alquerías de Beldiya y Monteche; o los trece caballeros a quienes se da tierra en el término de Carbonera, en las alquerías de Vinanaia y Abducalem; idéntico es el caso de los veintidós recipiendarios a los que únicamente se les hereda con tierra en el término de Luchente. Más raro, si cabe, nos resulta la repoblación de Bocairente, todas las donaciones se hacen a grupos de recipiendarios y en ellas tan sólo se concede tierra, repitiéndose una y otra vez la frase "III iovatas terre ". ¿Cómo puede entenderse esto? Lo más lógico es pensar que todos estos grupos reciben sus casas en donde poder residir y, por lo que sea, la documentación no lo señala taxativamente. Si suponemos que todos los componentes de estos grupos obtuvieron su correspondiente vivienda, la comarca de la Valí de Albaida presentaría una relación casa/recipiendario radicalmente distinta a la señalada ya que contaría con cuatrocientas casas más de las anotadas. La comarca del Comtat presenta dos donaciones colectivas, por la primera se les entrega a Martín de Pichacén y diecinueve socios, tierras en el término de Perpuchent; lo mismo ocurre con R. de 23

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1091. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1208. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1241. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1276. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1277. Libre del Repartiment, vol. II, asientos n° 258, 328, 442, 527, 556, 558, 560, 562, 565, 567 a 572, 575 a 580, 583 a 585, 587, 588, etc. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1294. 24

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Pina y nueve socios a los que se les dona tierra en Cocentaina; en total, a las cincuenta y dos casas concedidas en esta comarca, se les deberían añadir treinta más, las que necesitarían los componentes de los dos grupos para poderse instalar en Perpuchent y Cocentaina. La comarca del Alcoiá cuenta con una donación colectiva realizada a siete personas, "P. ballisterio cum se sexto: unicuique, III iovatas terre in Benexama ", por lo que, de ser cierto que necesitaban la vivienda para ubicarse en la localidad de Benejama, habría que sumar siete viviendas más a las setenta y dos que se habían entregado. La relación casa/recipiendario mejoraría ostensiblemente en la comarca de la Marina Alta si tuviéramos presente el hecho de que en ella se entregan tierras a P. Cátala, B. Trobat, Poncio de Peralta y a veintiocho socios más; la tierra se les da en Cuca, término de Xaló; mal podrían tomar posesión de lo concedido si no contaban con una casa para vivir allí. La Marina Baja cuenta con dos donaciones colectivas del tipo de las que estamos analizando aquí; se entregan tierras en Senija, Benaica, Mortia y Pareen, alquerías de Calpe a treinta y cuatro recipiendarios que únicamente obtienen estos bienes, al igual que los treinta guardianes del castro de Calpe y a los que se les conceden tierras en las alquerías de Pertu, Albinen, Leusa, Lens, Benimaraix, Benimaglur y Canahor. En el caso de esta comarca, a las ciento noventa y dos casas entregadas habría que añadir otras sesenta y cuatro. De ser cierta la hipótesis que acabarnos de dasarrollar, al total de las 2.683 casas habría que añadir otras ochocientas veintisiete, provenientes de las donaciones colectivas realizadas en varias comarcas en las que no se entregan casas y en las que todo nos hace pensar que sí debieron de concederse pero que no se anotaron como tal. Esas ochocientas veintisiete casas repartidas entre las diversas comarcas nos darían los siguientes resultados: 31

32

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1342 Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1312 Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1004.

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Comarca Alcoiá

Total recipiendarios

Casas entregadas

Alto Palancia Bajo Maestrazgo

83 182 32

Camp de Morvedre Camp de Turia

175 29

Canal de Navarrés Comtat

15 101

Costera

710

82 780

Huerta Marina Alta

145

145

Marina Baja

335

256 32 22 530

23 99 27 4

95,18 95,60 71,87 56,57 93,10 26,66 81,18 109,85

-

Plana Alta Plana Baja

31 41

Ribera Alta Ribera Baja Safor

818 199

Valí de Albaida

79 174

Porcentual

437 842

121 267 570

100 76,41 103,22 53,65 64,79 60,80 61,09 67,69

Las nuevas cifras arrojan una proporción diferente a lo señalado en el cuadro anterior; ahora el número de recipiendarios de casas alcanzaría un 84% con respecto al total, cifra mucho más acorde con lo que entendemos debe de ser una repoblación en la que lo fundamental es la casa en donde vivir; entre ese 16% restante habrá que incluir a todos los que no debieron recibir casas, recipiendarios que obtuvieron otro tipo de bienes y que no eran repobladores en el estricto sentido del término, tal como lo fueron algunos nobles o representantes de establecimientos religiosos a los que no se les entregan casas ya que no van a trasladarse a los territorios conquistados. Los datos señalados hasta ahora, en lo referente a la concesión de casas, se refieren casi exclusivamente al territorio al sur del Júcar, por lo que el panorama descrito es muy parcial. Dentro de esta parcialidad cabe destacar que, de entre las comarcas de las que contamos con mayor cantidad de datos, sobresalen Púbera Alta, Costera, Valí de Albaida y Marina Baja como centros de asentamiento de repobladores. 260

Nueva red de poblamiento Se ha venido señalando que, dadas las características de la conquista, la primera oleada repobladora se situará en la zona costera ocupando las ciudades musulmanas así como los lugares fortificados y ubicados estratégicamente para llevar a cabo el control del territorio ya que en esos primeros momentos, el objetivo esencial de la minoría repobladora cristiana era asegurarse la superioridad militar, lo que vendría a significar la práctica continuidad de los núcleos urbanos de época anterior. Es más, se señala cómo, frente a la forma de habitat intercalar del poblamiento musulmán, los nuevos pobladores se ubican de forma diferente. Se trata de un poblamiento agrupado que se sitúa en un número limitado de asentamientos, por lo general villas o ciudades, dejando de lado multitud de alquerías que seguirán habitadas por musulmanes; se revela así una estrategia por medio de la cual, los repobladores cristianos se ubican en los centros de población situados preferentemente en las llanuras litorales así como en las principales vías fluviales, lo que refleja un interés por controlar las rutas y corredores interiores. De esta forma, los emplazamientos poblados por cristianos vendrán a articular el territorio desde la perspectiva militar, a la vez que su elección coincidiría casi siempre con los espacios agrarios más idóneos y productivos. Por tanto, la concentración de colonos en unos lugares determinados, no se justificaría, únicamente, por el peligro e inseguridad que significaba ser minoría cristiana en medio de una mayoría musulmana, sino que tendría igualmente motivos económicos para la Corona; el concentrar a los repobladores en unos pocos lugares favorecía el control fiscal a la hora de las capitulaciones, así como una utilización general de los monopolios. Frente a lo señalado, el Libre del Repartiment confirma cómo desde las primeras donaciones del año 1237 hasta las últimas de 1250 se realizan dos modelos de repoblación: 33

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3 3

Hay una gran coincidencia en esta apreciación, desde V. García Edo, Segorbe en el siglo xin. (Notas para su estudio), hasta J. Torró, Poblament i espai rural. Transformacions históriques, Valencia, 1990. J. Torró, Poblament i espai rural. Transformacions históriques. 34

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- Aquel que se fija en las localidades que son centro de distrito y que dominan grandes áreas; se trata de ciudades que durante la etapa anterior habían concentrado el poder político, económico, militar y religioso-cultural. - El que se ubica en núcleos de nueva creación, tanto costeros como del interior, creados en función de la estrategia militar o del aprovechamiento económico. Entre los de carácter económico el Libre del Repartiment nos muestra la creación de Castellón y Gandía, a los que seguirán con el tiempo otros muchos como Vinaroz, Benicarló, Benicásim, Villarreal, Nules, Benidorm, Vilajoyosa, Guardamar en la costa y San Mateo, Salsadella, Benlloc, Villanueva de Alcolea, Villafamés, entre otras, en el interior. Por lo que respecta al primer tipo de repoblación, aquel que se fija en las ciudades ya existentes, hay que significar que es de tipo selectivo presentando algunas variedades según que comarcas: - En unos casos se elige un núcleo en el que se ubican todos los pobladores a los que se les entregan tierras en las diversas alquerías que componen su término; tal es lo que ocurre con el Bajo Maestrazgo en el que a todos los colonos se les da la casa en Peñíscola, sin tocar para nada las viviendas de las alquerías de Laudel, Canadel o Doya. Otro tanto ocurre con Castellón en la Plana Alta, en la que se hereda a todos los pobladores con una vivienda en la alquería de Benarabe a la que se elige como nuevo emplazamiento de la localidad, en sustitución del castillo de Sax. Las comarcas del Alto Palancia y Camp de Turia son igualmente paradigmas de ese tipo de repoblación selectiva; en el primer caso Segorbe y en el segundo Liria, concentran todas las donaciones de viviendas no entregándose ninguna en las diversas alquerías de sus términos respectivos. Con todo, el modelo más representativo le cabe a la comarca del Camp de Morvedre, en la que Sagunto concita toda la repoblación; ningún repoblador recibe una sola casa en su amplísimo término en donde se hallan las alquerías de Aliozar, Cunilera, Almardá, Gausa, Torrillas, Figuerola, Rifa, Larif, Quartell, Labayrén, Quart, Rafalell, Oliba, Puignara, Albacet y Montíber. Se trata de comarcas en las que los repobladores se centran en un sólo núcleo y dejan en manos de los musulmanes la vasta red de alquerías; un poblamiento agrupado, el cristiano, frente a otro diseminado, el musulmán. 262

- Una segunda modalidad de este poblamiento de tipo selectivo es aquel en el que los repobladores reciben las casas mayoritariamente en una ciudad, pero a algunos se las entregan en unas pocas alquerías; tal es lo que acontece en la Huerta, allí la repoblación se sitúa abrumadoramente en la ciudad de Valencia y recibe tierras en las innumerables alquerías y rahales que componen su extenso término; ahora bien, toda la población no se ubica en la capital, existe una serie de lugares y alquerías en los que también se conceden casas a los repobladores; en cifras concretas, podríamos significar que se dan tierras en ciento trece lugares del término y casas en veintinueve; con todo, el hecho de que no se entreguen viviendas sólo en alquerías importantes, Ruzafa, Castellón de la Albufera, Burjasot, etc., sino también en pequeños lugares como Marchalenes, Masamagrell, Morman, Nacarella, Pala, Petra, Sedaví, Alagati, Alarif, etc., nos está indicando que, junto a un núcleo dominante como es la ciudad de Valencia, se radica igualmente a una serie de repobladores en varios puntos de su término; estamos pues frente a una nueva modalidad de repoblación, la que se efectúa sobre un núcleo principal y varios subalternos. Lo mismo podemos señalar con respecto a la repoblación llevada a cabo en la Costera, en ella el elemento dominante es Xátiva, con una supremacía total y absoluta con respecto al resto, pero no el único; una serie de pequeñas localidades, de alquerías, ven ubicarse en ellas a unos pocos repobladores, tal es el caso de Alcudia, Cañals, Ayacor, Llosa o Stubeny. Idéntica motivación encontramos a la hora de repoblar la comarca de la Ribera Alta; Alcira es la que absorbe buena parte de los colonos a los que se les entregan muchas casas, no obstante a otros repobladores se les concede su vivienda en varias localidades cercanas a Alcira como Alberique o Sumacárcel e incluso en alguna alquería como la de Xarquia y Garbia o las de Cota y Cárcer; llama la atención el hecho de que entre las muchísimas alquerías pertenecientes a Alcira, más de cuarenta, sólo se entregan casas en dos de ellas, Benimuslem y Alcanicia, del resto únicamente se conceden sus tierras. - Un tercer modelo de repoblación selectiva es el que se realiza en las comarcas de la Plana Baja, Ribera Baja y Safor en las que no existe una localidad predominante con respecto a las otras. En la primera de estas comarcas, los colonos se ubican tanto en Eslida como 263

en el valle de Uxó o en las alquerías de Almenara; es más significativa la entrega de casas en la Ribera Baja, en ella la concesión de viviendas tan pronto se concentra en puntos concretos, sesenta y dos casas en Cullera y quince en Sueca, como se desparraman por las diversas alquerías, diez en Villella, treinta en Benihuaquil, cuatro en Fortaleny. Dado que el castro de Corbera pertenece al señorío, la repoblación del realengo se realiza diseminando colonos por las alquerías del territorio; un total de cuarenta y una casas que se conceden en Benilocha, Laurín, Alcudia, Fortaleny, Liber, Nacía, Beniacir y Macalban. Por su parte, la Safor presenta un grupo de localidades en las que se entregan casas, en unos sitios más que en otros, pero sin haber uno, ni siquiera Gandía, por encima del resto; es más, las alquerías de Egebahobra y Egebazora en Marignén son los lugares en los que se asienta mayor número de colonos, haciéndolo igualmente en lugares como Gandía, Rótova, Almizra, Ador, Bayrén, Beniopa, Almiserat, Benieto, Benifayró o Xeresa. - Finalmente, un cuarto grupo lo conforma la repoblación de las comarcas meridionales, la realizada durante los años 1248 y 1249. La Valí de Albaida, Marina Alta, Alcoiá y Marina Baja muestran una repoblación en la que las casas que se entregan están repartidas en profusión de alquerías; viviendas en Benizaver, Algarf, Rahal, Abdulgelil, Beniatif, Bitilla, Azenet, Benizenam, Benicofafa, Rahalboraibal, Ulexquer, Vechdebocalich, Benizoda, Alombo, Zihueva, Elcha o Benigánim, además de Onteniente, Luchente y, casi con toda seguridad, Bocairente. Las casas entregadas en la Marina Alta se hallan en Pedreguer, Portella, Benimantel, Valug Exabech, alquerías de Alaguar; Castelló, Benigalip, Binihayahet, Uxola y Beniomeyz, alquerías de Pego; Benalbacar, Ceylen, Mernisa, Benigeba, Raalhabalhabar, Alcanicia, alquerías de Pop. De la localidad de Denia, como ya hemos repetido, desconocemos la repoblación llevada a cabo por Carroç. En el Alcoiá los colonos se reparten entre Benejama, Alcoy y sus alquerías, Cota, Uxol, Turch, Benehadel y Barchata. Por último, los repobladores que van a la Marina Baja se desparraman por las alquerías de Altea, Teulada, todas las de Calpe, Polop y Callosa. Las conclusiones a las que podemos llegar una vez analizados los datos que nos ofrece el Libre del Repartiment confirman sólo en parte el modelo de repoblación señalado hasta ahora; si bien es cierto 264

que nos hallamos frente a una repoblación de tipo selectivo y agrupada en la que se escogen unos pocos núcleos y se rechaza el resto, dejando sin poblar la inmensa mayoría de las alquerías que seguirán habitadas por mudejares, no lo es menos que lo señalado no pasa de ser un modelo más entre los varios que se producen, pudiéndose encontrar hasta cuatro modalidades de repoblación: - Comarcas en las que todos los repobladores se ubican en un sólo lugar: Bajo Maestrazgo, Plana Alta, Alto Palancia, Camp de Morvedre y Camp de Turia. - Comarcas en las que los colonos se asientan preferentemente en un lugar sin rechazar otros de menor importancia: Huerta y Ribera Alta. - Comarcas en las que los repobladores se distribuyen por varios puntos sin que unos predominen sobre los otros: Plana Baja, Ribera Baja y Safor. -Comarcas en las que los que vienen a poblarlas se reparten entre sus múltiples alquerías, tal es lo que sucede con la Valí de A l baida, Marina Alta y Alcoiá.

R E G A L Í A S : OBRADORES, HORNOS Y MOLINOS

Algunas donaciones contienen obradores, hornos y molinos; mientras los primeros son el exponente del mundo artesanal, los hornos y molinos lo son del mundo feudal. Dejando al margen los obradores que se entregan en la ciudad de Valencia, en el resto del territorio se concede un total de sesenta y ocho, repartidos así: Lugar

N° de obradores

Alcira

1

Boatella

1

Sagunto

10

Xátiva

56

Estamos ante unas cifras que difícilmente pueden ser creídas, únicamente Xátiva cuenta con un número lo suficientemente im265

portante como para reflejar la realidad existente, no pudiendo decir lo mismo del resto de lugares. Es cierto que la inmensa mayoría de los obradores se hallaban en la ciudad de Valencia, como pone de manifiesto el propio Libre del Repartiment, pero de ahí a encontrarnos con ausencias tan notorias en localidades importantes es algo que no acertamos a comprender; es más, la propia documentación pone de manifiesto una serie de "fallos" en lo concerniente a la concesión de obradores. Así, en una de las donaciones se dice: "Sancio de Osea et uxore sue Marie: domos in Aliazira que fuerunt de rayz Alfulfa, que sunt in moraría et I operatorium quod vos tenetis ita quod dicto operatorio detis nobis tantum tributum quantum dabitur pro quolibet aliorum operatorium qui sunt in illa carraria in qua est operatorium ". El documento señala con rotunda claridad que en Alcira hay una calle en la que se hallan obradores, obradores que no aparecen para nada en las donaciones efectuadas en dicha localidad. Debieron de existir una serie de obradores, entregados a los repobladores, puesto que se indica que están pagando un censo, "quantum dabitur pro quolibet aliorum operatorium "; incluso el monarca es propietario de alguno de ellos ya que al conceder unas casas dice que estas lindan "in tendis nostris que affrontant ante mazellum ". Existen una serie de obradores que, por lo que sabemos, debieron entregarse a repobladores pero cuyas donaciones no constan en nuestra documentación. Otro problema que no siempre resuelve el Libre del Repartiment es el de indicar a qué se destinaba la entrega de los obradores; únicamente conocemos el destino de cincuenta y ocho; los diez de Sagunto se dedican al curtido de pieles y cueros, lo mismo que veintiocho de Xátiva, mientras que los otros veinte restantes, también en Xátiva, se entregan a carniceros. Dado que los obradores son los medios de los que se valen los artesanos para realizar su trabajo, lo más lógico sería pensar que se entrega un obrador por artesano para que ejerza en él su profesión, lo que no ocurre; en la donación por medio de la cual se entregan veintiocho obra35

36

35

36

266

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 928. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n" 838.

dores, uno de los recipiendarios, A. Guasch de Arions, ya había obtenido otros dos en otra concesión; lo mismo ocurre con A. Guillermo de Monlón, quien además de recibir uno de los veintiocho obradores repartidos, había percibido previamente otros cuatro en otra donación. Estas donaciones de varios obradores a una sola persona nos demuestra que se trata de un bien que, como la casa o la tierra, se recibe en mayor o menor cantidad. No se entrega uno por artesano ni todos los recipiendarios son ministriles; tal sucede con Bernardo Eimerich, un ballestero que recibe dos obradores en Xátiva. Lo señalado hasta ahora nos hace apoyar la teoría mantenida por R. I. Burns, quien defiende la continuidad de la actividad artesanal por parte de los mudejares sobre todo en actividades tan importantes como la producción de cerámica, papel, cuero y metal. Es más, como ha apuntado R Chalmeta, podríamos añadir que, frente al dominio de la técnica y la perfección del artesano musulmán, el cristiano sigue apegado a viejos modos, como el de completar su actividad artesanal con el cultivo de un pequeño huerto, por eso cuando un artesano cristiano se establece en tierras valencianas no sólo se le entrega un obrador, en donde pueda desarrollar su actividad sino que se suele completar su economía con la concesión de un pequeño huerto; frente a la profesionalidad del artesano mudejar nos encontramos con el cristiano, a mitad camino entre las funciones de artesano y las de agricultor. La segunda de las regalías que se concede a alguno de los que vienen a repoblar las tierras valencianas es el horno; los donados a lo largo y ancho de la geografía valenciana, con excepción de la ciudad de Valencia, suman un total de once, repartidos así: 37

38

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 762. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 888. P. Chalmeta, "Estructuras socioeconómicas musulmanas", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, Valencia, 1989, vol. I,pp. 13-52. 38

3 9

267

Localidad

N° de hornos

Albaida Alcira Corbera Onda Sagunto Sueca Xàtiva

1 4 1 2 1 1 1

Ninguno de los recipiendarios de este bien es hornero; es más, a los horneros que aparecen en el Libre del Repartiment recibiendo bienes, no se les concede ningún horno, lo cual no es de extrañar ya que juntamente con el molino, el horno representa uno de los elementos emblemáticos de la percepción de rentas en el mundo feudal, por eso a partir de la conquista, los recipiendarios de tales bienes suelen ser personajes importantes como R. de Rocafull o R de Angularia, a quienes se les entrega juntamente con algún molino. La tercera de las regalías que reparte el monarca se refiere a los molinos, un total de ciento veintiocho esparcidos por las siguientes comarcas: 40

Comarca

40

N° de molinos

Camp de Morvedre Camp de Turia Comtat Costera

5 4 2 16

Huerta Marina Alta Marina Baja

62 1 3

"Ponç, forner Terrachone. Popter absentiam Tomasii d'Artea, quia ad diem non fuit assignatam eidem, domos Mahomet Asogorbi, ante ecclesiam Sancte Cathaline, circa Carniceriam", Libre de! Repartiment, vol. I, asiento n" 1453. "Pondus, forner. III operatoria contigua domibus suis, pro III morabatinis in natale Domini", Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1719. 268

N" de molinos Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí de Albaida

10 7 4 4 10

Prácticamente, la mitad de la molinería que se reparte se encuentra en la comarca de la Huerta hallándose desperdigados en su mayor parte por los alrededores de la ciudad de Valencia, si bien encontramos zonas en donde la concentración es mayor, como Campanar, Mislata, Boatella y Roteros; la primera de las cuales cuenta nada menos que con doce; los de la Plana Baja se reparten entre Onda, con cuatro, Burriana con uno y Valí de Uxó con otros cuatro; los del Camp de Morvedre se ubican todos en la Valí de Segó, el término de Sagunto; también se hallan esparcidos los cuatro del Camp de Turia; los de la Ribera Baja se localizan en Cullera, Corbera y Sueca; los de la Ribera Alta lo hacen en el término de Alcira; mientras que los de la Safor se reparten en la Valí de Marignén; por su parte, los dieciséis de la Costera se ubican en Xátiva; mayor dispersión tienen los de la Valí de Albaida ya que cinco de ellos se hallan en la nueva localidad de Albaida; del resto, cuatro lo hacen en Onteniente y el último en Carbonera; los dos del Comtat se ubican en Cocentaina, los de la Marina Baja lo hacen en Callosa y el único de la Marina Alta se encuentra en Sagarría. Una vez más nos hallamos ante resultados parciales; varias donaciones de molinos no constan en nuestro manuscrito, a modo de ejemplo tenemos: "P. de Carcassona: unum cásale molendinorum in termino Xative quod fiiit de Almaczem et quod est mediocris, ínter cásale Bernardi Graz et cásale P. de Pulcroloco, pro medietate sine missione regís "; "Iachesio Sanz: quondam cásale molendinorum in Xativa quod est subtus cásale molendinorum quod tenet R. de 41

41

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 591.

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Sancto Minato "; "Frater G. de Cardona, magistro Templi et ordini Templi: quasdam domos infra muro ville de Uria... que affrontant... et ex alia in via qui itur ad portam Ferriçam et que exit ad molendinum de Noguer". En estas donaciones, los bienes concedidos lindan con molinos cuyas concesiones no se hallan en el Libre del Repartiment. Aunque con restricciones, los datos aportados por nuestra documentación con respecto a la molinería nos permiten participar en la polémica establecida en torno a las dos "ecologías" o mentalidades, la feudal-cristiana y la andalusi, con respecto al aprovechamiento productivo del agua. Polémica que viene a señalar como, en una misma red de aprovechamiento hidrológico, los intereses de la moltura y del riego resultan incompatibles, por lo que uno de los elementos ha de subordinarse al otro. M. Barceló sostiene la teoría según la cual, en el mundo feudal, el molino, al constituir una fuente de in43

44

42

Libre del Repartimení, vol. II, asiento n° 622. Sobre molinos véase, S. Selma, "El molí hidràulic de farina i l'organització de l'espai rural andalusi. Dos exemples d'estudi arqueològic a la Serra d'Espadà (Castellò)", en Mélanges Casa de Velàzquez, 27, 1991, pp. 69-106. S. Selma, "Molins i rodes. Entorn d'una discussió desafortunada", cnAfers, 15, 1993, pp. 11-26. L. P. Martínez, "La lluita per l'aigua com a factor de producció. Cap a un model conflictivista d'anàlisi deis sistemes hidràulics valencians", en A fers, 15, 1993, pp. 27-44. S. Selma, Eis molins d'aigua medievals a Sharq al-Andalus, Onda, 1994. 43

Libre del Repartìment, vol. II, asiento n° 402. M . Barceló, El diseño de espacios irrigados en Al-Andalus. Un enunciado de principios generales. El agua en zonas áridas, Almería, 1989, pp. XV-XVI. Sobre esta teoría, véase T. Glick, L. P. Martínez, "La molinería hidráulica valenciana: questions obertes", en TV Trobada d'Historia de la Ciencia i de la Tècnica (en prensa). T. Glick, L. P. Martínez, "La molinería hidráulica al País Valencia: Tecnologia, historia i context social", Societat Catalana d'Història de la Ciencia i de la Tècnica, 1966, pp. 1-9. A. Bazzana, P. Guichard, "Irrigation et société dans l'Espagne Orientale au Moyen Âge", en L'homme et l'eau en Méditerranée et Proche-Orient, Lyon, 1981, pp. 115-140. A. Bazzana, P. Guichard, "L'eau dans le monde musulman médiévale", en Travaux de la Maison de l'Orient, 3, 1982, pp. 117-124. A. Bazzana, M. Bertrand, P. Cressier, P. Guichard, Y. Montmessin, "L'hydraulique agraire dans l'Espagne médiévale", en L'eau et les hommes en Méditerranée, Marsella, 1987, pp. 43-66. K. W. Butzer, E. Butzer, J. Mateu, P. Kraus, "L'origen deis sistemes de regadiu al País Valencia: romà o musulmà'?", en Afers, 7, 1988-89, pp. 9-68. T. Glick, "Las técnicas hidráulicas antes y después de la conquista", en En torno al 750 aniversario. Antecedentes y consecuencias de la conquista de Valencia, I, 1989, pp. 53-72. 4 4

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gresos de primera magnitud acapara la cabecera de la red y los espacios regados, caso de haberlos, se alimentarán de las aguas sobrantes. La primacía del molino sobre el regadío vendrá refrendada por la utilización de la rueda vertical, la cual, para poder desarrollar su potencia necesita gran cantidad de agua, por lo que requiere la construcción de presas con el fin de aumentar la energía potencial acumulada a la masa de agua; de ahí que las exigencias del molino de rueda vertical hagan imposible el regadío de extensas zonas. Por el contrario, en el ámbito andalusí, la prioridad se otorgará al regadío; el molino se ubicará al final del sistema aprovechando la escorrentía sobrante para desarrollar sus actividades, lo que proporciona unos espacios de regadío de considerable extensión con respecto a su alternativa feudal; el molino será un elemento secundario, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo. De rueda horizontal, se caracterizará por su economía de construcción y mantenimiento, adecuado a las necesidades campesinas y libre de cualquier tipo de imposición política, no constituirá ningún aparejo para el reforzamiento del control social tal como ocurre con el molino feudal. Al comparar el molino musulmán de rueda horizontal con el feudal de rueda vertical, del primero se dice que era pequeño y primitivo, al alcance de cualquier economía por débil que fuera, frente a los feudales, muy poderosos y únicamente al alcance de grandes inversiones. Al decir de M. Barceló y otros historiadores, el dominio de la sociedad feudal frente a la musulmana significará un cambio en lo relativo a la producción agraria; en Al-Andalus el campesino organizaba los ciclos productivos y el espacio agrícola de forma autónoma de acuerdo á sus necesidades; por contra, en las sociedades feudales, la producción y el espacio agrícola se adecuaban forzosamente a las exigencias de la renta feudal y esta se captaba fundamentalmente por el molino harinero, por lo que los feudales imponen un régimen de secano cerealero. De ser ciertas las afirmaciones realizadas por M. Barceló y que hemos resumido aquí, los molinos que aparecen en nuestra documentación se hallarían a la cola del sistema aprovechando únicamente la escorrentía sobrante, lo cual resulta difícil de mantener ya que, 45

45

T. Glick, L. P. Martínez, "La molinería hidráulica al País Valencia. Tecnología, historia i context social".

271

en los casos en que se nos especifica la ubicación del molino, sabemos que los de Xátiva se hallan "in rivo maioris " o en el "rivo de Muntesa"; los de Alcira estaban "in acequia de Aliarof"; los de Onda se hallaban "in cequia maiori" o "in rivo de Milars ". El hecho de que estén en grandes acequias o junto al cauce de ríos nos hace pensar que no tienen nada que ver con la cola del sistema sino todo lo contrario. Al respecto, es significativa la donación que se hace a los dominicos a quienes se les concede el poder sacar una cantidad importante de agua para regar, tanto de día como de noche, de una acequia "que vadit ad molendina B. de Turolio ". El hecho de que en ocasiones se cite los lindes de los molinos musulmanes nos permite conocer que se hallaban unos a continuación de otros: "unum casalem molendinorum in término Xative... inter cásale Bernardi Graz et cásale R de Pulcroloco "; "quodam cásale molendinorum in Xativa quod est subtus cásale molendinorum quod tenet R. de Sancto Minato "; "est super cásale molendinorum quod est iuxta pontem rivi Muriveteris "; "unum casalem molendinorum in Val de Segon, subtus cásale molendinorum Arnaldi de Montpalatio". Varios molinos se hallan agrupados unos junto a otros lo que significa que necesitan fuertes caudales para su funcionamiento, y esto difícilmente se comprendería si se hallasen a cola del sistema. Más convincentes si cabe son los datos que el Libre del Repartiment nos aporta sobre los molinos de la comarca de la Huerta; se hallan ubicados fundamentalmente en Campanar, Boatella y Roteros. En el primer caso, Campanar representa la cabecera de acequias tan importantes como Rascaña y Mestalla, mientras que Boatella y Roteros lo son de las acequias de Favara y Rovella. De seguir pues lo documentado en el Libre del Repartiment cabría señalar que al menos un gran número de los molinos musulmanes se hallaban en la cabecera y no en cola de las principales acequias. Con respecto a la comparación entre el molino pequeño musulmán y el grande de los feudales, nuestra documentación permite matizar un tanto lo señalado. En varias donaciones se nos indica el número de muelas: 46

46

272

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 105.

N"de molinos

N" de muelas

1 1 6 4 6 11 7 13 12

14 9 8 6 5 4 3 2 1

Hay una evidente diversidad, desde molinos con una s o l a muela hasta con catorce, por tanto no se puede generalizar denominando como pequeño al molino musulmán; los hay pequeños, los de una y dos ruedas que son numerosos, pero los hay medianos e incluso grandes. No se puede calificar como pequeño, primitivo y al alcance de cualquier economía un molino con ocho, nueve o catorce ruedas. Si el molino de catorce muelas se entrega nada menos que a tres recipiendarios es porque debía de ser importante. No existe uniformidad en la potencia de los molinos musulmanes que contiene la documentación del Libre del Repartiment sino más bien todo lo contrario, por lo que no es posible aplicarles un único calificativo. En algunos casos la documentación menciona al antiguo propietario musulmán, lo que nos permite conocer su "status"; en todos los casos en que esto sucede se trata de personajes importantes, "alcayt", "raye", lo que viene a demostrarnos que la propiedad de estos molinos no estaba al abasto de cualquiera sino más bien todo lo contrario y que los tenían como un medio de explotación. En este aspecto creemos que la concesión de estos molinos a los conquistadores no vino a significar grandes cambios ya que los nuevos recipiendarios tampoco tenían nada que ver con el oficio de la molinería; se trata, por 47

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"R. Golmers et Mulner et Tibalt, menescal: unum casalem molendinorum quod fuit de alcaydo Xative, et sunt ibi XI1II rote, pro medietate sine missione", Libre del Repartiment, vol. II, asiento n" 588.

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lo que sabemos, de personajes importantes como el Justicia de Aragón, Pedro Pérez, R. Molner de Cavallería, Sancho López de Albero, Sancho de Bolas, etc., que reciben estas donaciones. Dado que los receptores de molinos no tienen nada que ver con el oficio de molineros y que se trata simplemente de un bien con el que obtener unos beneficios, no siempre se entrega un molino por recipiendario; en unos casos un solo molino se reparte entre cuatro beneficiarios, mientras que en otros, un único personaje recibe cuatro molinos; más que el número de molinos entregados, lo que hay que computar es el número de muelas o ruedas que se conceden, los cuatro molinos que se le dan a Bartholomé de Vilaseca suman un total de ocho muelas, las mismas que obtiene Bernardo Busquet con uno sólo. Por último, lo apuntado por M. Barceló y otros historiadores según lo cual el dominio de la sociedad feudal frente a la musulmana significaba un cambio en lo relativo a la producción agraria, debido a las exigencias de la renta feudal captada fundamentalmente por el molino harinero, como ya hemos apuntado al hablar de los diversos cultivos, los datos que nos proporciona el Libre del Repartiment, aun siendo escasos, no vienen a confirmar la mencionada tesis; no aparece para nada el aumento del espacio dedicado al cultivo del cereal; los cambios van siempre hacia el aumento del huerto, "pro orto ", y de la viña, "ad plantandum vineas ", cosa lógica si pensamos que el 97% de la tierra que se les entrega a los repobladores es tierra campa, por lo que difícilmente se puede aumentar esa proporción si no es a costa del 3% restante, lo que no confirma la documentación. Lo que sí queda probado desde el primer momento es que, al contrario de lo que pasa con la tierra y las casas, la concesión de obradores, hornos y molinos va a significar una fuente de ingresos para la hacienda real; la práctica totalidad de estas regalías se entregan con la condición de que aporten unas cantidades a las arcas del rey; en el caso de los obradores el censo siempre es en dinero y oscila entre uno y tres morabatinos anuales, "pro uno morabatino alfonsino in Natale ", "pro unaquaque tabula dent singulis annis in mense iannuarii, III morabatinos". En el caso de que la regalía sea un horno, el tipo de censo que se impone puede ser de dos formas: bien 48

48

274

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 628.

en dinero, y en tal caso varía entre cinco y diez morabatinos por año, o estableciendo una fórmula en la que se reparten los beneficios entre el rey y el recipiendario, "medietatem lucri, francham. Retento laudimio, dominio et fatiga ". En el caso del molino nunca se fija una cantidad pecuniaria sino que se reparten las ganancias el beneficiario y el rey, salvando la parte correspondiente al molinero. Las fórmulas son varias si bien lo único que cambia es la parte que le corresponde a cada uno: tertium totius lucri rotarum et quartum campi levato iure molendinariorum. medietatem domino regi, francham, levata quinta parte pro molendura. medietatem domino regi levato quarto pro iure molendinariorum. medietatem emolumento tracia molendina de común, medietatem francham domino regi; laudimio, dominio et fadiga.

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V REPOBLADORES

CONCEPTO Y NÚMERO

A

lo largo del trabajo, a todo aquel que recibía algún dono lo hemos venido denominando recipiendario o repoblador; a pesar de esta alternancia, ambos vocablos representan conceptos diferentes; para ser recipiendario basta con recibir bienes en las tierras conquistadas a los musulmanes; para ser repoblador, además de lo anterior, se ha de guardar una serie de condiciones, la más importante de las cuales es la de residir en el lugar en el que se ha obtenido la donación. Ahí radica la gran diferencia entre repoblador y recipiendario, en que el primero ha de vivir en el lugar en el que se le ha otorgado algún bien, mientras que el segundo está exento de tal obligación. Cuando a un mismo personaje se le conceden bienes en distintos lugares, se le considera recipiendario en cada uno de estos y repoblador en uno de ellos, en el que fija su residencia. Partiendo de la condición de tener que residir allí donde se le conceden los bienes para poder tener la categoría de repoblador, ¿a cuántos podemos considerar como tales en el Reino de Valen1

1

A varios personajes se les entregan tierras en un lugar y casa en otro; en tales circunstancias sólo los consideramos repobladores del lugar en el que tienen la casa. Entre los muchos ejemplos que podríamos aportar, tenemos el tantas veces citado G. de Macoteris, que encabeza un grupo de doscientas personas que reciben las casas en Xátiva y la tierra en Villanueva de Castellón.

277

cia según los datos que nos proporciona el Libre del Repartiment?: Por lo que respecta al señorío, lo único que nos indica la documentación es a quién se le entrega la titularidad del lugar, ya sea persona física o institución. ¿Podemos considerar a los poseedores de estos señoríos como auténticos repobladores o simplemente como meros recipiendarios? Repasando la lista de los agraciados con señoríos hallamos, entre otros, a varios abades: el de Santa María de Fonteclaro, Ripoll, Scala Dei, Petra, Montearagón, etc., que reciben estos donadíos como vicarios de las instituciones, los monasterios; igualmente encontramos a arzobispos y obispos: de Narbona, Barcelona, Zaragoza, Huesca; a comendadores de las Órdenes Militares del Temple, Hospital, Calatrava; a lo más granado de la nobleza tanto aragonesa como catalana. Teniendo presente la categoría de los personajes y conociendo el "modus vivendi" de la nobleza de la época, no nos cabe la menor duda de que ninguno de ellos trasladó su residencia al nuevo señorío que se les había concedido en tierras valencianas; en unos casos, esta ausencia se debería a la imposibilidad de abandonar sus residencias propias, tal sucedería con los abades y obispos; en otros, estaríamos ante la negativa a trasladarse a la nueva propiedad, caso de los nobles, ya que les era más rentable y hasta necesario el ir en la comitiva real de un lugar a otro, sin olvidar que la inmensa mayoría de los beneficiados con señoríos en tierras valencianas ya contaban con otros, bien en Aragón, bien en Cataluña. Únicamente se debieron afincar en el nuevo señorío aquellos que recibieron alguna pequeña alquería y que no pertenecían ni al clero ni a la nobleza terrateniente; el resto de los poseedores no se residenciaron en ellos, por lo que se les debe considerar como meros recipiendarios y no como repobladores. Por lo que respecta a las tierras de realengo, tampoco aquí la equiparación repoblador-recipiendario es total; si por lo general estamos en presencia de auténticos repobladores, esto no siempre es así ya que existe toda una serie de causas por las que no se cumple la necesidad de trasladarse al nuevo lugar, tales como: - En ocasiones las donaciones van a parar a instituciones religiosas, casas de caridad, hospitales, etc.; es el caso de los monasterios de Veruela, Santa María de Fonteclaro, Petra, Poblet, Roncesvalles, 278

Santes Creus, San Rufo, Vallbona; los hospitales de los Pobres de Burriana, de Xátiva, de San Vicente de Valencia, etc. En ninguno de estos ejemplos hubo traslado al lugar en donde se les concedió los bienes. Lo único que hicieron fue lucrarse con los beneficios que pudieron obtener de lo donado, pero no cambiaron de residencia. Estamos ante unas donaciones que no crean repobladores, sólo recipiendarios. - La práctica totalidad de poseedores de señoríos en tierras valencianas cuentan igualmente con propiedades en el realengo; obispos, abades, Órdenes Militares, así como la inmensa mayoría de los nobles reciben tierras y casas en varios lugares del territorio de realengo. Tampoco en estos casos podemos pensar que estos agraciados se trasladarían a vivir a estos lugares, debemos considerarles como meros recipiendarios, nunca como repobladores. - C o n cierta frecuencia podemos observar cómo a una misma persona se le entregan bienes en distintos lugares; el número de ejemplos es enorme, si bien citaremos uno sólo: "Per nos et nostros laudamus, concedimus et confirmamus vobis Eximinus Petri de Tirasona et vestris, in pepetuum, per hereditatem propriam, francham et liberam, domos in Xativa que fuerunt de Axacxi; et alias domos eisdem contiguas, ad opus stabuli; et alfundicum pro cellario ante ipsas domos; et reallum cum campo eidem contiguo; et vineas quas tenetis in via de Sallent; et domos, ortum et hereditatem in Algezira de la Bramaylla, et ortum de Albarrazim: et domos que vocantvr Alhapz et tres iovatas terre in alcheria de Huarat Falla; et domos in Valentía, ante ecclessiam seáis maioris, sicut undique viis publicis confrontantur; et furnum ante domos Sancti Merini; et cellarium, Sellerie; et furnum ante domos magistri Guidoni, mediéis nostri; et balnea que fuerunt Iohannis, capellani, ante ecclessiam Sancti Nicholai; et tabulas piscaterie et hereditatem et molendina de Ceelim; et sex iovatas terre eidem hereditati contiguas; et vineam maris et rapitam iuxta eam; et vineas et totam hereditatem Macaroyos quam causa emptionis habetis; et hereditatem de Alfara et domos cum orto suo ante pontem ligneum; et ortum de Roteros contiguum orto Bonanati et Poncii del Soler; et hereditatem quam a Iohanne Petri de Cuyllera emistis in Sacra et in Segarria et in Pego et fuit de Aveneziza; et domos in Muroveteri cum duobus corrallis; et ortum qui dicitur Vir279

ginum; et vineam in Murvedre; et domos cum fumo intus ipsas domos et unam iovatam terre in Onda que fuerunt de dompno Ladro; et domos cum aliis domibus ante ipsas de Amet Abenbediz; et unum ortum in Xericha. Que omnia et singula supradicta, habeatis cum introitibus, exitibus, affrontationibus et suis pertinentiis universis a celo in abissum, ad omnes voluntates vestras et vestrorum cuicumque volueritis perpetuo faciendas. Datum Valentie, idus febroarii, anno M CC XLVIIH". En este caso, de dónde sería repoblador Jimeno Pérez de Tarazona: de Xátiva, Alcira, Valencia, Roteros, Segarría, Pego, Sagunto, Onda, Segorbe o Jérica? Si bien recibió bienes en todos ellos, es evidente que únicamente podía fijar su residencia como repoblador en uno sólo. - Son abundantes los ejemplos en los que a un mismo personaje se le da casa en un lugar y tierras en otro; tal es lo que sucede con varios propietarios de tierras en Villanueva de Castellón y casas en Xátiva; de tierras en Bayrén y casas en Xátiva. En estos casos habrá que considerar a estos receptores como repobladores de aquellos lugares en los que está ubicada la casa que se les entrega. De lo dicho se desprende que no todos los que recibieron bienes en las tierras valencianas quisieron o pudieron trasladarse a estas, por lo que existirá una diferencia entre la nómina de los que hemos definido como recipiendarios y la de repobladores, diferencia que da las cifras siguientes: 2

Comarca

N° de recipiendarios N" de repobladores

Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Tuna Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta

2

280

83 182 34 175 29 15 101 710 2.437

Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 291.

83 176 32 128 20 11 84 625 1.815

Comarca Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí de Albaida

N" de recipiendarios N° de repobladores 145 335 31 41 818 199 437 842

118 326 24 38 535 177 327 644

La cifra de repobladores es obviamente inferior a la de simples recipiendarios, 5.153 frente a 6.614, lo que significa una diferencia de 1.461. La diferencia entre recipiendarios y repobladores varia según qué lugares; mientras en unas comarcas los guarismos que representan a uno y otro son muy distintos, en otras casi coinciden. ¿Por qué esos cambios entre unas comarcas y otras? Las motivaciones son varias: - Comarcas como el Bajo Maestrazgo, Alcoiá y Marina Baja en las que o no hay variación entre ambas cifras o, caso de haberlas, es muy pequeña. Esta coincidencia o pequeña diferencia se debe a que no se hacen donaciones a nobles, estamentos eclesiásticos, ni se entregan bienes en lugares distintos a una misma persona. - Comarcas como las de la Plana Alta, Plana Baja, Alto Palancia, Camp de Turia, Ribera Baja, Costera, Canal de Navarrés y Comtat, en las que la diferencia entre el número de recipiendarios y repobladores no es excesiva pero sí significativa. En todas ellas se observa la existencia de bastantes donaciones a la nobleza, así como la entrega de bienes en lugares distintos a un mismo personaje. - Comarcas como el Camp de Morvedre, Ribera Alta, Safor, Valí de Albaida, Marina Alta y Huerta, en las que hay grandes diferencias entre las cantidades que representan a los recipiendarios y las de los repobladores. Cada una de ellas cuenta con una problemática distinta; en el caso del Camp de Morvedre, además de concederse bienes a entidades como el Convento de Santa María de Fonteclaro o el Monasterio de Benifazá, a nobles como Artal de Fóces, Jimeno Pérez de 281

Tarazona o Gauterio Romano, hallamos a un nutrido número de personas, a las que se les conceden tierras en esta comarca y casas en la vecina del Alto Palancia. Por lo que respecta a la Ribera Alta, además del gran número de nobles que reciben bienes en ella, existe el tantas veces citado grupo de doscientos repobladores, dirigidos por G. de Magoteris, a los que se les entregan tierras en esta comarca y casas en la Costera. Distinto es lo que acontece en la Safor, en ella a una serie de personas se les conceden los bienes en dos localidades distintas dentro de la misma comarca, casas en Gandía y tierras en Bayrén, con lo que se eleva artificialmente el número de donaciones. La comarca de la Valí de Albaida es un típico caso de duplicidad comarcal en la que se entregan tierras a gente que tiene sus casas en otros lugares, por lo general en la Costera. El caso de la Marina Alta es similar a lo visto: muchos de los propietarios de tierras poseen las casas en las comarcas vecinas. Finalmente, la Huerta cuenta con una diferencia muy acusada entre el número de recipiendarios y el de repobladores; diferencia que se deberá un poco a todas las causas que hemos anunciado: aquí es donde se entregan bienes a todos los representantes de las instituciones religiosas, conventos, monasterios, Órdenes Militares, obispados, etc. Igualmente perciben propiedades la práctica totalidad de la nobleza catalanoaragonesa. Muchos de los que reciben bienes aquí en los años 1238 o 1239 vuelven a recibirlos diez años después en las comarcas del sur del reino. 3

ORIGEN DE LOS REPOBLADORES

El origen de los repobladores del Reino de Valencia es un tema polémico a la vez que desconocido; polémico para la opinión pública y desconocido por la investigación científica. A la escasez bibliográfica sobre el particular habría que añadir dos aspectos más; por 4

3

Véase nota 1. Sin lugar a dudas, el origen de los repobladores del Reino de Valencia ha sido, y en buena medida lo sigue siendo, un tema estrella, tanto en la sección "cartas al director" en la prensa local, como en discusiones de tertulia. Por contra, no existe ningún estudio acerca del particular, ni tan siquiera parcial. 4

282

un lado, ninguna de las investigaciones realizadas hasta ahora abarca el conjunto del territorio valenciano, se trata siempre de zonas concretas, por lo que carece de sentido el trasvasar esos datos a otros ámbitos o valorar la parte como un todo. Por otro, algunos de los trabajos realizados utilizan una metodología tan "peculiar" que no sólo no aportan demasiada fiabilidad a los resultados obtenidos sino más bien crean un cúmulo de confusiones y hasta de despropósitos. Teniendo presente las dificultades apuntadas y conscientes de que, en este aspecto, los datos proporcionados por el Libre del Repartiment no son todo lo completos que quisiéramos, intentaremos averiguar la procedencia de cuantos repobladores sea posible, sabedores de antemano de que este intento no puede ir más allá de una simple cata o muestreo, dadas las características de la documentación que manejamos. Desconocemos la identidad de varios de los que vienen a repoblar el territorio valenciano, lo que se debe a: - En algunos casos, los bienes entregados van a parar a grupos de repobladores de los que conocemos el número total y la identidad de alguno de ellos: "P Giberti et P. Res: cum x sociis, xxx iovatas uniquique in Turch, alquería deAlcoy"; "G. Bertrandi, P. Arnaldi, Petro de Palatio cum xxx sociis ". De estos grupos de repobladores, con excepción de sus cabecillas, hagamos lo que hagamos, únicamente podemos conocer su número. Ante este problema, algunos investigadores han propuesto considerar a todo el grupo como procedente de un 5

5

J. Camarería Mahiques, E. Furió Beltrán, "El «Repartiment» en la zona de Játiva", X Congreso de Historia de la Corona de Aragón ", Zaragoza, vol. 3, 4 y 5, pp. 87-110. Al hablar del origen de los repobladores de Xátiva los autores dicen: "Y nos lanzamos a calcular a ojo de buen cubero, para completar los de origen explícito, según los apellidos nos parezcan de ésta o aquella afiliación, teniendo buen cuidado de apartar los muchos que parecen inciertos o que, estando escritos en latín, pueden derivar de o acabar en cualquier forma. Hechas todas estas salvedades y repitiendo que se trata de una impresión basada en noticias incompletas e inconcretas, diremos que, a nuestro parecer, es una población de fuerte predominio catalán, citra o ultrapirenaico. Aproximadamente los dos tercios. ¿Que por qué? No lo sabemos. Nos parece...".

283

mismo lugar; esta solución no es acertada ya que cuando todos tienen un mismo origen, la documentación lo señala taxativamente, "de Turolio ", "ylerdensis ", "de Darocha ", etc. Cuando la .documentación no lo señala no se puede pensar que todos los repobladores proceden de un solo lugar; es más, en aquellas donaciones colectivas en las que, además de señalar su número, se nos indican también sus nombres, se observa que el origen de estos es distinto, componiéndolos gentes que vienen de lugares diversos. - En ocasiones, a la hora de mencionar a los recipiendarios de las donaciones, nuestro manuscrito lo hace con una escasez de datos tal que resulta del todo imposible identificarlos y por tanto poder determinar su posible origen; "A. F unum casalem molendinorum", "G. domos in Aliacira", ¿quiénes son esos personajes?; obviamente, existe un número importante de repobladores de los que poseemos tan pocos datos que no podemos conocer nada de lo relacionado con su procedencia. De lo expuesto cabe deducir que, un fuerte porcentaje de repobladores carece, según nuestro criterio, de los datos suficientes como para poder indicar su procedencia. Ante esta situación no contamos con ellos a la hora de hablar de los orígenes de quienes vienen a repoblar las tierras valencianas. Si llevamos a cabo la eliminación de todos aquellos que se hallan comprendidos en los supuestos enunciados, nos encontraremos con que, de los 5.153 repobladores, 2.795 no cumplen para nada este apartado, por lo que únicamente podemos contar con un 54,24% del total, del resto no conocemos su origen. Por el contrario, el Libre del Repartiment precisa o permite precisar el posible origen de varios de los repobladores: - Nuestra documentación señala con toda exactitud el origen de algunos repobladores; procedencia que se indica de forma variada: 6

6

Veamos algunos ejemplos: "/, Muilerat, P. de Roda, D. de Roda, P. de Cardona, G. de Barchinona, P. de Valbona, B. de Pailars ", Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 630. "Domingo de Segara, Terren, Bertrandus d'Aulas, Bernardus Dezpin, Matheus Cobertorer, Dominicus de Stada, Bernât de Almenar, Guillem d'Ezlor, Ramon Rex, Dominicus de Moragues, Poncius de Comes, Bernardus de Balaguer, Petrus de Tarrega, Bernardus de Menresia, Arnaldus de Fenollers ", Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1051.

284

"LXpopulatores Darocha", "¡tomines Montepesulani"', "concilio Turolii", son, entre otras, las formas que utiliza el Libre del Repartiment para referirse al origen de un grupo de repobladores; cuando se refiere a casos individuales emplea frases como "A. deAger, ylerdensis ", "Michael, darocensis ", "Marchesie, civis Osee ". En tales casos aceptamos siempre como válido el origen señalado para cada repoblador. - En ocasiones, a la hora de anotar al destinatario de una donación, el escribano lo hace indicando no sólo su onomástica sino también un locativo a modo de segundo apellido: "lohanni Petri de Turolio ", "Dominico Egidi de Tudela ", "Dominico Petri de Olito ", "A. Raymundi de Almenario ". En tales casos creemos que el topónimo debe hacer referencia al lugar de donde procede el repoblador, o al menos al solar en el que originariamente se asentó la familia. También en esta ocasión aceptamos las procedencias que indica la documentación. - En varios casos los documentos indican no sólo la onomástica del repoblador sino también su profesión y el lugar en donde la ejercía: "Matheo, archipresbitero de Terol", "P. Bertrandi, claverius Castellionis ", "G. Bertrandi, canónico Barchinona ", "P. Box, ballistario Ilerda", "Egidius Barrachina, iuratus Daroche". Cuando nos encontramos ante tales casos, podemos entender que se trata de naturales de los lugares señalados o bien que ejercían la profesión en la citada localidad. Así, "P. Box, ballistario Ilerde" se puede entender como que, el citado P. Box es un ilerdense cuya profesión es la de ballestero, o, por el contrario, se trata de un ballestero que ejerce su actividad en Lérida y del que no sabemos si es de allí o no lo es; el ejecer una profesión en un lugar no es sinónimo de ser natural de dicho lugar. Con todo, ya fuera originario de donde ejerce la actividad o no lo fuera, lo que sí queda claro es que venían de allí a la hora de repoblar las tierras valencianas. Volviendo al caso anterior, "P. Box, ballistario Ilerde ", si no era natural de Lérida, al menos sí que venía de dicha localidad cuando recibe bienes en el nuevo territorio. Esta regla cuenta naturalmente con sus excepciones; en algunos casos tenemos la plena convicción de que no hay coincidencia entre el lugar en el que se ejerce la profesión con el de su origen: "P. Boscho, iusticia de Xativa", "B. Escriptor Burriane"; en ambos casos queda 285

claro que se trata de dos personajes que ejercen su actividad en Xátiva y Burriana pero que no son originarios de tales lugares ya que ambas localidades se habían conquistado recientemente y, por tanto, no había transcurrido el tiempo suficiente como para haber nacido allí y ya estar ejerciendo una profesión. - Suele ser bastante frecuente la existencia de antrotopónimos: "Berenguarius de Barberano", "Vidal de Berga", "G. de Podio". ¿Hasta qué punto dicho antrotopónimo hace referencia al lugar de origen del citado repoblador? No existe una respuesta válida para todos los casos; es más, en ocasiones, a continuación del antrotopónimo se señala la procedencia del repoblador: "P. de Ayerbe, darocensis", "A. de Ager, ylerdensis". Posiblemente la respuesta pueda ser la siguiente: los antrotopónimos hacen referencia al lugar de origen; solamente en aquellos casos en los que no existe esa coincidencia, se expresa a continuación cuál es el solar del que se es originario. - La documentación muestra una serie de parentescos entre los repobladores; padre e hijo, hermanos, etc. Cuando conocemos el origen de alguno de ellos, aplicamos el mismo para el resto: "Sancio García, filio Saturnino de Montealbo"; para nosotros padre e hijo proceden del mismo lugar. Siguiendo lo que acabamos de enunciar en los puntos tratados, obtenemos información acerca del origen de 2.514 repobladores, lo que quiere decir que conocemos el origen de un 48,69% de los que vienen a repoblar el territorio valenciano, este porcentual presenta fuertes alteraciones si lo analizamos comarca por comarca:

Comarca Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat

286

Total repobladores

Repobladores de origen conocido

Porcentual

83 176 32 128 20 11 84

9 115 8 54 14 8 24

28,5 65,3 25 42 70 22 72,7

Comarca Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Vall de Albaida

Total repobladores 1.815 118 326 24 38 535 177 327 644

Repobladores de origen conocido

Porcentual 84,6 17,7 7 29 36,8 24,2 18,6 37,9 27,5

1.536 21 23 7 14 130 33 124 142

La oscilación en los porcentuales es tan elevada que va desde un 7% en la Marina Baja a un 84,6% en la Huerta. El porqué de estas variaciones hay que relacionarlo con el tipo de repoblación que se ha hecho en cada comarca; mientras en la comarca de la Huerta encontramos un buen número de donaciones colectivas en las que se nos indica el origen de todos ellos; en otras comarcas, como es el caso de la Marina Baja, las donaciones colectivas únicamente anotan la procedencia del cabecilla del grupo y al resto se le señala por su número y la voz "socii", por lo que el porcentual alcanzado es muy bajo. Entre arribos extremos se hallan el resto de comarcas en las que predominan las donaciones individuales y en las que el porcentaje de los repobladores de origen conocido depende de la voluntad del escriba, si lo anota o no. De cuantos vinieron a poblar las tierras valencianas, el Libre del Repartiment nos proporciona el poder determinar el origen o procedencia de 2.514; estamos en presencia de: aragoneses, catalanes, navarros, castellanos, ultrapirenaicos, valencianos, húngaros, italianos, mallorquines, asturianos, portugueses y vascos. Acerca de estos repobladores nos interesa analizar en dónde se ubicaron y en qué número lo hicieron. Por lo que respecta a los lugares en que fijaron su residencia los nuevos pobladores, tenemos: 7

7

Cuando hablamos de valencianos nos estamos refiriendo a musulmanes de Sharq Al-Andalus y por tanto de tierras valencianas. 287

A

B

C

D

E

F

G

H

I

J

K

L

Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Valí de Albaida A. Aragoneses. B. Catalanes. C. Navarros. D. Ultrapirenaicos. E. Castellanos. F. Valencianos. G. Italianos. H. Húngaros. I. Mallorquines. J. Asturianos. K. Portugueses. L. Vascos.

Los aragoneses se ubican en diecisiete comarcas, los catalanes en dieciséis, los navarros en trece, los ultrapirenaicos, castellanos y valencianos en ocho, los húngaros en cinco, los italianos en cuatro, los mallorquines en dos, los asturianos, portugueses y vascos en una. Una vez más los resultados obtenidos del análisis del Libre del Repartiment vienen a demostrar la falsedad de algunas teorías sobre el asentamiento de repobladores en las tierras valencianas; los aragoneses se asientan en todas y cada una de las comarcas analizadas, ya sean interiores o costeras; otro tanto ocurre con los catalanes a los que vemos instalados en todas, con excepción de la Canal de Navarrés, por lo que, con datos en la mano, no se puede seguir manteniendo la teoría del dualismo valenciano que señala el asentamiento de aragoneses en las tierras del interior y de catalanes en la costa. Por el contrario, unos y otros comparten asentamientos en los mismos lugares, mezclándose unos con otros, siendo vecinos de los mismos barrios, tanto en la costa como en el inte8

8

Véase la bibliografía correspondiente al capítulo del Señorío, notas n° 7, 8, 9, 10, 11 y 12. 288

rior. Fuera de aragoneses y catalanes, la presencia del resto de repobladores es ya muy inferior, si bien los navarros se hallan en todo el territorio repoblado con la excepción de las comarcas castellonenses del Bajo Maestrazgo, Plana Alta, Plana Baja y la alicantina del Alcoiá. Castellanos, ultrapirenaicos y valencianos ocupan ocho comarcas, dejando ausencias tanto en la zona castellonense como en la valenciana y alicantina. Poco significativa es la presencia de húngaros, italianos y mallorquines, mientras que la participación de asturianos, portugueses y vascos es puramente anecdótica. Los datos analizados nos llevan a la conclusión de que aragoneses y catalanes se esparcen por la totalidad del territorio repoblado conformando el asentamiento absoluto en algunos casos, mientras que en otros lo compartirán con navarros y ultrapirenaicos fundamentalmente. Por el número de lugares en los que se asientan cabe pensar que los elementos mayoritarios procedían de Aragón y Cataluña, y solo en segundo lugar de Navarra y Ultrapuertos. Por lo que respecta a la aportación que representa cada uno de los grupos tenemos:

Alcoiá Alto Palancia Bajo Maestrazgo Camp de Morvedre Camp de Turia Canal de Navarrés Comtat Costera Huerta Marina Alta Marina Baja Plana Alta Plana Baja Ribera Alta Ribera Baja Safor Vall de Albaida

A

B

1 3 6 24 7

6 10 1 19 4

-

4

9 9 89 78 712 754 15 5 7 15 2 5 4 7 51 48 20 10 57 23 116 23

C

D

E

F

— 1

-

-

-

3 3 3 4 10 31 1 1

4

1 1 100 1 1 -

-

-

16 1 3 1

1

8 16

1 3

-

H

I

J

K

L

-

-

1

1

_ 1

-

-

-

1

_

_

1 5 10

3

5 5

1 4

-

-

-

-

5 1

4 53 1

1

1

40

-

-

G

1

--

_ -

1 1

_

_

_

-

_

1

1

-

-

1

-

2

A. Catalanes. B. Aragoneses. C. Navarros. D. Ultrapirenaicos. E. Castellanos. F. Valencianos. G. Italianos. H. Húngaros. I. Mallorquines. J. Asturianos. K. Portugueses. L. Vascos. 289

En cuanto a su distribución comarca por comarca, tenemos: Bajo Maestrazgo. Un total de 32 repobladores repartidos así: catalanes

6

aragoneses

1

valencianos origen desconocido

1 24

Plana Alta. Contamos con 24 repobladores cuyos orígenes son: catalanes aragoneses origen desconocido

5 2 17

Plana Baja. Se asienta un total de 38 repobladores, a saber: catalanes aragoneses

7 4

mallorquines

1

asturianos ultrapirenaicos

1 1

origen desconocido

24

Alto Palancia. De un total de 176 repobladores tenemos: valencianos aragoneses catalanes castellanos navarros origen desconocido

9

100 10 3 1 1 61

9

Existe un grupo de repobladores que procede de Teruel, "concilio Turolio ", otro de Daroca, "concilio Darocha"; no los hemos contabilizado por desconocer número exacto. 290

Camp de Morvedre. Un total de 128 repobladores que se reparten así: catalanes aragoneses ultrapirenaicos navarros italianos húngaros mallorquines valencianos origen desconocido

24 19 4 3 1 1 1 1 74

10

Camp de Turia. Son 20 repobladores cuyos orígenes son los siguientes: catalanes aragoneses navarros origen desconocido

7 4 3 6

Huerta. Encontramos un total de 1.815 repobladores repartidos así: aragoneses catalanes navarros ultrapirenaicos castellanos italianos húngaros valencianos portugueses origen desconocido

754 712 31 16 10 5 4 3 1 279

11

10

Para esta comarca contamos con el asentamiento de un número indeterminado de hombres procedentes de Momblanch, "homines Montealbo ". Se conceden donaciones a grupos procedentes de Barcelona, Teruel, Tortosa, Daroca y Monpelier cuyo número desconocemos. Igualmente se realiza una donación a mil navarros que no la contabilizamos por creer que no fue efectiva; Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 622. 11

291

Ribera Baja. Hallamos 177 repobladores cuyos orígenes son: valencianos catalanes aragoneses castellanos navarros origen desconocido

53 20 10 1 1 92

12

Ribera Alta. Con un total de 535 repobladores que se reparten así: catalanes aragoneses navarros castellanos valencianos ultrapirenaicos mallorquines italianos húngaros origen desconocido

51 48 16 5 4 3 1 1 1 405

Safor. Tenemos un total de 326 repobladores de las siguientes procedencias: catalanes ultrapirenaicos aragoneses navarros valencianos origen desconocido

57 40 23 3 1 203

Costera. Se establecen un total de 625 repobladores cuyo origen es: catalanes aragoneses navarros ultrapirenaicos italianos

12

292

89 78 10 8 5

Se asienta igualmente un número desconocido de hombres de Monpelier.

castellanos húngaros vascos origen desconocido

5 1 1 428

Valí de Albaida. Se instalan en esta comarca 644 repobladores, a saber: catalanes aragoneses castellanos navarros origen desconocido

116 23 2 1 502

Canal de Navarros. Conocemos 11 repobladores: aragoneses navarros húngaros origen desconocido

4 3 1 3

Comtat. De un total de 84 repobladores, sus orígenes son: aragoneses catalanes navarros valencianos castellanos origen desconocido

9 9 4 1 1 60

Alcoiá. Contamos con 83 repobladores: aragoneses catalanes castellanos ultrapirenaicos origen desconocido

6 1 1 1 74

Marina Alta. Para esta comarca hemos contabilizado un total de 118 repobladores, a saber: 293

catalanes aragoneses navarros origen desconocido

15 5 1 97

Marina Baja. Un total de 326 repobladores repartidos así: catalanes aragoneses navarros origen desconocido

15 7 1 303

Todo lo cual nos ofrece los siguientes resultados: Origen

N° repobladores

Porcentual

Catalanes

1.138

45,26

Aragoneses Valencianos

1.007 164

40,05 6,52

Navarros Ultrapirenaicos Castellanos

82 70 29

3,25 2,78 1,15

Italianos Húngaros

10 8

0,40 0,31

3 1 1 1

0,12 0,04 0,04 0,04

Mallorquines Asturianos Portugueses Vascos

Las cifras son harto expresivas; sin lugar a dudas los catalanes y aragoneses son los que se asientan mayoritariamente en tierras valencianas. Los primeros, con un total de 1.138 repobladores, representan nada menos que un 45,27%, mientras que los segundos suman 1.007 significando el 40,06% del total. El resto apenas si cuentan más que un 14,77%, de los que los musulmanes valencianos son los más numerosos. Los catalanes representan la mayoría de repobladores de origen conocido en doce de las dieciséis comarcas en las que se ubi294

can, mientras que los aragoneses les superan únicamente en cuatro. Cabe pues afirmar que, en la primera repoblación valenciana llevada a cabo por Jaime I catalanes y aragoneses copan por completo las filas de quienes se trasladan a las tierras valencianas. Catalanes y aragoneses son los que se asientan mayoritariamente en el nuevo territorio. Ahora bien, cuando se conquistan las tierras valencianas, sus aledaños, la Cataluña Nueva y el Bajo Aragón, todavía no han sido totalmente repoblados, por tanto el inicio del nuevo proceso repoblador podría interferir negativamente en la repoblación que venía produciéndose en estas zonas. ¿Cómo se resuelve la cuestión? Si los repobladores procedieran de las zonas fronterizas al nuevo reino, el hecho redundaría en una crisis puesto que se interrumpiría el proceso repoblador que venía desarrollándose en ellos. Todo apunta a pensar que tal fenómeno no se produjo, por tanto, ¿de dónde vino la mayor aportación humana? Por lo que respecta a Aragón, la actual provincia de Teruel, salvo su capital, aportó pocos repobladores procedentes de dieciséis localidades. Más repobladores aporta la actual provincia de Zaragoza de la que vienen gentes oriundas de cuarenta y dos núcleos de población. Es la provincia de Huesca la que envía el mayor contingente de repobladores que vienen a instalarse en las nuevas tierras conquistadas, provenientes de sesenta y cinco lugares. La participación de las diferentes provin13

14

15

13

Las localidades turolenses de donde proceden los repobladores son: Albarracín, Alfambra, Alventosa, Calanda, Castellote, Castralbo, Gúdar, Languesuén, Mirambel, Montalbán, Peraselz, Pobo, Rubielos de Mora, Segura, Teruel y Villarquemado. Las localidades zaragozanas son: Agón, Alagón, Alfajarín, Alfocea, Asín, Bayo, Belchite, Biel, Biota, Borja, Calatayud, Caspe, Cetina, Daroca, Embit, Ejea de los Caballeros, Gallur, Lobera, Lucerni, Luesia, Luna, Magallón, Mainar, Miedes, Morata, Moros, Novallos, Ortiz, Pina, Plenas, Ricla, Sadaba, Sabifián, Sos, Tarazona, Terrer, Uncastillo, Urrea del Jalón, Valimaña, Vilamayor, Zaragoza y Zuera. Tenemos: Abiego, Ahones, Ahuero, Ainsa, Albero, Alquezar, Anzano, Aragués, Ascón, Atrosillo, Ayera, Ayerbe, Azcón, Azlor-Bailo, Banastón, Barbastro, Benasque, Berdún, Berga, Binefar, Bolas, Bolea, Buil, Calvera, Canfranc, Castillazuelo, Celias, Claravalls, Conchel, Cornudella, Entenza, Esquedas, Estada, Falces, Foces, Fraga, Grañena, Graus, Jaca, Huesca, Laguarres, Larraz, Liguerre, Lizana, Loarre, Monflorite, Montearagón, Monzón, Novales, Oso, Palerol, Pomar de Cinca, Puibert, Rafals, Riglos, Sallent, Sanguarren, Sariñena, Servisse, Sase, Sessé, Sobrarbe, Telia, Viacamp, Villanova y Vinals. 14

15

295

cias catalanas es muy desigual; Tarragona y Gerona envían poca gente, de diecinueve lugares la primera y de doce la segunda. Los repobladores proceden mayoritariamente de las actuales Barcelona y Lérida; de la primera anotamos originarios de treinta y seis localidades, los ilerdenses proceden nada menos que de cincuenta y dos. La mayor aportación humana partió de los núcleos más lejanos, Huesca y Lérida, por lo que el aprovechamiento demográfico y la competencia por la atracción de repobladores que se estableció con las áreas limítrofes, bien puede explicar la lentitud y parquedad del proceso repoblador valenciano llevado a cabo por Jaime I. 16

18

17

19

PERDURACIÓN DE LOS REPOBLADORES

A la hora de plantearnos los resultados de la repoblación, debemos conocer no sólo cuántos vinieron sino también si permanecieron o, por el contrario, abandonaron pronto su nuevo asentamiento. Más que estudios al respecto, lo que contamos es con un abundante repertorio documental que nos muestra cómo de los veintidós jueces turolenses que percibieron bienes en el reino de Valencia, varios de ellos

16

Son los de Anguera, Aseó, Bañeres, Barbara, Blancafort, Cambrils, Conessa, Creixell, Flix, Godall, Momblanch, Prades, Rápita, Riudoms, Tarragona, Tortosa, Vallmol, Valls y Vilaseca. Son los de Besalú, Bestraca, Blanes, Bisbal, Camós, Castelló de Ampurias, Gerona, Junqueras, Llagostera, Peralada, Saga y Vilabertrán. De las localidades barcelonesas tenemos: Anglesola, Bagá, Barbera, Barcelona, Berga, Cabrera, Caldas de Montbuy, Calderes, Calonja, Canellas, Capellades, Cardona, Castellbisbal, Cervelló, Clariana, Copóns, Escala, Esparraguera, Fabregas, Granera, Granollers, Gravasola, Mayans, Manresa, Martorell, Moneada, Odena, Oleza de Bones Valls, Penedés, Plegamans, Pontóns, Riusech, Rubí, San Andrés de Torra, Vesiana, Vic y Vilatorrada. Los núcleos ilerdenses de donde proceden los repobladores son: Ager, Agramunt, Agulló, Aitana, Albares, Alguayre, Almacellas, Almenar, Anglerola, Aran, Archs, Auro, Balaguer, Belloc, Bellvehí, Bellver, Bereut, Boix, Canellas de Segre, Capdella, Casáis, Casos, Castelldesens, Cervera, Claret, Cubells, Escarp, Freix, Fontanet, Gallineres, Golners, Guimerá, Lérida, Olióla, Masoteras, Montoliu, Nargo, Pallars, Pavía, Puigvert, Remolins, Sanahuja, Saportella, Solsona, Taltaull, Tárrega, Termens, Timo, Tremp, Verdú, Vernet y Vilagrasa. 17

18

19

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renunciaron a lo obtenido, volviéndose a Teruel; igualmente, los hombres de Barcelona a los que se les había entregado la alquería de Masarrochos, el 13 de junio de 1238, abandonaron aquellos en su mayor parte yendo a parar la citada alquería a manos de Jimeno Pérez de Arenos quien la permutó con la Orden del Temple. Tampoco debió de perdurar la estancia de los cien pobladores venidos de Calatayud a repoblar Moneada, puesto que al ser demasiados para la tierra repartida, varios de ellos vendieron su parte y regresaron a su localidad natal. Basta con examinar las cartas pueblas correspondientes al siglo xm, o la colección de pergaminos de la Catedral de Valencia, entre otras fuentes, para apercibirse de la gran movilidad existente en el proceso repoblador valenciano. Movilidad que plasma nítidamente el Libre del Repartiment cuando muestra cómo desde el primer momento se producen cambios entre los titulares de las donaciones; en efecto, a partir del año 1238, y de forma más numerosa en 1240, nuestro manuscrito presenta una serie de revocaciones acaecidas a varios de los recipiendarios a los que se les quita los bienes por contravenir alguna de las condiciones exigidas para la validez de la concesión. Así, a un total de treinta y seis recipiendarios se les revoca lo concedido porque ni siquiera vinieron a hacerse cargo de ellos. La fórmula empleada es la de "revocata quia non venerunt". Tal es lo que ocurre con Bernarda de P. Rocha de Monpelier y los hijos de P. Rocha, quienes perdieron "XVI fanecatas que fuerunt assignate dicto P. in Raycol, et VIIII fanecatas ibidem de G. Cogoila ". El platero G. Gasch se lucró con una serie de donos que dos años 21

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M. D. Cabanes Pecourt, "La repoblación valenciana y los jueces de Teruel", en Al Profesor Antonio Ubieto Arteta en Homenaje Académico, Zaragoza, 1989, pp. 149-159. V. Febrer Romaguera, "La carta pobla de la alquería de Massarotjos" en Cronico del Regne de Valencia, n° 36, 1988, pp. 22-23. E. Guinot Rodríguez, Caries de poblament medievali valencianes, Valencia, 1991, pp. 242-244. E. Guinot Rodríguez, "L'Alta noblesa catalana en la conquesta de Valencia", en Anuario de Estudios Medievales, 26/2, Barcelona, 1996, p. 670. Libre del Repartiment, vol. I, asientos n° 1536, 1544 a 1547, 1549 a 1555, 1557, 1560, 1561, 1563 a 1566, 1569, 1571, 1573 a 1575, 1579, 1580, 1582, 1585, 1587, 1591 a 1593, 1596 a 1598, 1605 a 1608, 1617 a 1621, 1625 a 1627, 1629, 1631 a 1634, 1639,1640, 1644, 1645, 1647, 1650 a 1652, 1654, 1666. 21

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antes habían recibido nada menos que once personas y que ahora en 1240 lo pierden por no venir a hacerse cargo de ellos. Por no estar presentes el día señalado se vieron privados de sus bienes un total de ciento treinta y cuatro recipiendarios a los que se les aplica la fórmula "revocata quia non interfuit diei assignato ", tal como ocurre con B. Calvet a quien se le conceden unas casas, "domos de Iahie Agenady" pero que dos años más tarde se entregan esas mismas casas a P. de Teuls, "domos que fuerunt de B. Castelet.. quia dictus B. non interfuit die, revocat". Otro tanto ocurre con veinte escuderos de F. Pérez de Pina que estuvieron en Peñíscola y, al no recibir soldada, se les concede en 1238 las alquerías de Marchalenes y Beniacaf como gratificación, donaciones que no se hicieron efectivas ya que los citados escuderos "ad diem non venerunt", por lo que estas propiedades fueron repartidas de nuevo a lo largo del año 1240 entre otros recipiendarios, incorporándose en cada una de las concesiones del citado año 1240 la frase de que aquello se había concedido a los escuderos de F. Pérez de Pina pero que no estuvieron presentes el día señalado. 24

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El vender sin licencia los bienes recibidos es otro motivo por el que unos cuantos recipiendarios, ocho en total, pierden lo concedido, tal como les ocurre a los trompadores Ferriol y Pelegrino, a quienes se les entregó un huerto en Alcudia de cuatro hanegadas en 1238 pero se les quitó, entregándose de nuevo a Stephano de Salino yaque sus anteriores propietarios "vendederunt eum sine licentia ". No defender el reino es otra de las causas por las que Lope Jimeno de Açots, Gonzalbo Ruiz de Udala, P. Acnar y Domingo de Boleya pierden sus bienes, que pasan a otros tantos nuevos agraciados. La fórmula que se emplea es la de "se transtulit in subsidium sarracenorum contra nos ". De todos cuantos recibieron donaciones en la comarca de la Huerta a lo largo de los años 1237, 1238 y 1239, un total de ciento 28

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1644. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1440. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1552. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1574. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1554. Libre del Repartiment, vol. 1, asiento n° 1545.

setenta y dos no superaron los dos años de estancia al frente de los bienes recibidos. Contrariamente a lo ocurrido en la comarca de la Huerta en la que se producen bastantes bajas entre sus repobladores, el asentamiento de colonos en el resto del territorio llevado a cabo a lo largo de los años 1248-1249 no muestra más que dos revocaciones. ¿Quiere decir esto que con dos excepciones, todos los que obtuvieron bienes en Peñíscola, Alcira, Xátiva, Onteniente, Gandía, Albaida, Calpe, Alcoy, Cocentaina, etc., no los abandonaron ni se vieron privados de ellos por contravenir alguna de las condiciones impuestas, como ocurrió repetidamente con los que fueron a la comarca de la Huerta? Con toda seguridad que debieron de producirse más revocaciones de las que señala nuestro manuscrito, el que no las conozcamos puede deberse a que esta repoblación a la que nos referimos se produjo a lo largo de los años 1248 y 1249 y el Libre del Repartiment, excepción hecha de una donación realizada en 1250 y otra en 1252, únicamente alcanza hasta ese mismo año 1249; en tal caso, las revocaciones, al producirse con posterioridad a la citada fecha de 1249, no se recogen en nuestra fuente documental. La hipótesis que acabamos de enunciar cuenta con una dificultad: con anterioridad a los años 1248 y 1249 se produce la repoblación de una localidad de la importancia de Alcira y tampoco en este caso hallamos ninguna revocación, revocación que muy bien se hubiera podido señalar en las donaciones de los años 1248 y 1249. Todo nos hace pensar que las donaciones posteriores al año 1240 no van a ser revisadas hasta 1270 cuando se hace una revisión general por parte del monarca Jaime I. Un caso un tanto especial lo constituyen aquellos personajes que reciben bienes durante la primera etapa repobladora en la comarca de la Huerta y que, de nuevo los vemos como recipiendarios en la segunda etapa, durante los años 1248 y 1249, en las comarcas meridionales del reino; posiblemente el caso más llamativo sea el tantas veces citado, de G. Maçoteris, sacerdote que recibe bienes en la comarca de la Huerta formando parte de un grupo de hombres de A l 30

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Únicamente hay dos revocaciones para el territorio al sur del río Júcar y a lo largo de un período que abarca desde 1240 a 1249, ambos inclusive. 299

menar y al que volvemos a encontrarlo años después, nada menos que como repartidor de Xátiva y encabezando un grupo de repobladores que obtiene casas en Xátiva y tierras en Villanueva de Castellón. En tales casos, la documentación no indica qué pasó con los bienes que se les entregaron en la comarca de la Huerta. Al menos, por lo que se refiere a la primera época repobladora, un buen porcentaje de recipiendarios no permanecieron más allá de dos años al frente de sus propiedades; concretamente, en torno a un diez o quince por ciento, abandonaron aquellas o, ni siquiera se presentaron para recibirlas. No se presentaron para hacerse cargo de lo concedido, lo vendieron, lo abandonaron, en última instancia, renunciaron a formar parte de una nueva sociedad que se estaba estableciendo en aquellos momentos en el Reino de Valencia. ¿A qué pudo deberse este desinterés? Si repasamos las donaciones que se revocan, en la mayoría de los casos observaremos que se trata de concesiones poco importantes; G. Gasch recibe, además de otros bienes, dos jovadas menos dos cahizadas, esta cantidad se había repartido antes, nada menos que a once recipiendarios; otro tanto ocurre con Guillermo Damiano, al que se le conceden tres jovadas de tierra en Meliana, cantidad que dos años antes se había distribuido entre ocho recipiendarios. Todo hace pensar que muchas de las donaciones efectuadas en los primeros momentos en la comarca de la Huerta fueron poco importantes, de ahí que muchos de los repobladores las abandonaran o ni siquiera tomaran posesión de ellas. Ese posible fallo se corregirá en la segunda etapa repobladora, años 1248-1249, entregándose lotes de tierra mucho más extensos con lo que era más fácil atraer y retener a los repobladores. 31

La imagen que nos transmite el Libre del Repartiment, con respecto a la permanencia o no de los repobladores al frente de lo que se les había entregado, habrá que calificarla como algo vivo; como de un continuo vaivén desde comienzos; gentes que abandonan sus propiedades y se marchan siendo reemplazados por otros que vienen. 31

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1627.

MINORÍAS REPOBLADORAS

A la hora de hablar de repoblación, lo más generalizado es pensar que a un cristiano se le entregan bienes que habían pertenecido a un musulmán o a un judío. Esta situación cuenta con una serie de excepciones, excepciones que tienen que ver tanto con el sexo como con la religión de los agraciados con bienes. En ocasiones las propiedades se entregan a una mujer; en otros casos, los donos van a parar a manos de judíos e incluso de musulmanes. Mujeres, judíos y musulmanes conforman lo que denominamos minorías repobladoras. La mujer Aparece en varias ocasiones como receptora de bienes; concretamente ciento ochenta y nueve donaciones van referidas a ella, lo que supone un 4,5% del total de recipiendarios, porcentaje importante si tenemos en cuenta la capacidad que nuestros fueros otorgan a la mujer; ahora bien, se trata de una cifra que habría que matizar ya que en noventa y una ocasiones, la mujer aparece como esposa del recipiendario, por lo que, en realidad, las donaciones referidas a la mujer, como destinataria de bienes propios, habría que rebajarlas a un 2,3% del total. Como destinataria de donaciones, la mujer aparece en nuestra documentación de varias formas: como soltera: "Berengaria de Samigo, domos in vico sancti Andree, contiguas domibus Berengarii Zaquadra et G. de Valle Aureix et Ciutadie et in balneis ". En algunos casos se consigna junto a su padre: "G. Maçip IIII iovatas in Alasquer et filie sue Gratie de Selva, II iovatas in Alasquer et predictis ambobus, domos de Alacceym Alagyar et domos de lucef Abenhamic". En lo referente a las solteras, merecen mención especial aquellos casos en que los bienes entregados se conceden como dote: "María, serrana de Fariça et María filie tue: domos in Valentía de Mohamad Albaxad, iuxta domos de Lop Exemenig, in casamento 32

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P. López Elum, M. Rodrigo Lizondo, "La mujer en el Código de los Furs de Valencia", en Las mujeres medievales y su ámbito jurídico, Madrid, 1983,pp. 125-135. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1759. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 256. 33

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predicte Marie, filie fue "; "Guillelma Robiana: pro casamento, II iovatas in termino de Valentie, et domos in civitate de Mahomat Exama, et unum ortum ". Como casada, pero recibiendo ella los bienes: "Dolga, muiler de P Boria: domos de Mahomat Avenievir Agayech et II iovatas in Andarella et I fanecatam ierre in orto de Cayt Agadramin in Roteros ". Como viudas: "Agirona, uxor quondam Petri, balistarii: II iovatas in Aliesira in restitutione II iovatas, quas ipse Petrus habere debebat in Meslata ". Como huérfanas a las que, al parecer, se les concede la parte que le hubiera correspondido a su padre: "G. Marrochi, Bernardo de Cabrera et Berengarie, filie quondam Berengarii Vives: uniquique singulas domos in Muroveteri et duas iovatas terre in eodem termino ". El bien que mayoritariamente reciben las mujeres es el de una casa, la tierra se entrega en menos ocasiones, mientras las regalías como hornos, molinos y obradores únicamente las reciben en tres ocasiones. Si la naturaleza de los bienes concedidos es similar a la entregada a los hombres, también la cantidad es pareja; unas jovadas de tierra campa, un huerto y un poco de viña es lo más corriente. Dentro del grupo de mujeres, Sancha Pérez de Aguilar representa un caso especial, es la única mujer que recibe un señorío, el de Albalat deis Sorells (Albalato Aufaquía), pequeña alquería que permutará con Jimeno de Navascos por la de Masamagrell. Además de este señorío, Sancha Pérez de Aguilar recibe igualmente un huerto en Petraher Aciflia y un azucach. La singularidad del señorío concedido a Sancha Pérez de Aguilar destaca más si tenemos en cuenta que reciben bienes Teresa Gil de Vidaure y Teresa Alfonso. 36

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1231. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 333. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1111. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 204. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 516. "Teresa Gil: domos de Abdela Avincenna et ortum d'Alhatie Alfequen et V iovatas in Albalato Aciflia ", Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 453. "Taresia Alfonso: domos in quibus nos hospitabamur tempore tale, in alcherie que dicitur Hegebalhobra, que est in valle de Marignen. Et III iovatas terre in termino eiusdem alcherie, ante ipsas domos, versus rivum, et unam iovatam vinearum in eodem termino". Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 1002. 36

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No deja de ser cuando menos curioso el hecho de que muchos de los bienes que se entregan a mujeres proceden del patrimonio de una musulmana, Acica, a quien la documentación denomina "rica mora". 41

Judíos También los judíos son heredados con bienes en el proceso repoblador valenciano; en treinta y una ocasiones, y refiriéndose a un total de treinta y siete personas, las donaciones tienen como destinatarios de sus bienes a personajes de esa religión: "Agach Avernos, iudeo, domos in Muroveteris... ". Se asientan fundamentalmente en la comarca de la Huerta, un total de veinticinco, mientras que el resto lo hacen en Xátiva, Sagunto y Gandía, lugares en los que reciben tierras y casas en idénticas cantidades que el resto de recipiendarios, sin embargo no se les conceden regalías, ni siquiera obradores. En ocasiones, el recipiendario judío no recibe bienes procedentes de otras personas, simplemente se le confirman las propiedades que tenía antes de la conquista cristiana, tal es el caso de Abrahim Arroti Annaiar a quien se le confirma en la posesión de una viña y unas casas que ya poseía en Boatella. Este personaje aparece de nuevo recibiendo un campo de otro judío, Abrahim Abenmucat Alquesez, a la par que se le confirma otro suyo en Aliozar. Por lo general los bienes que se entregan a los judíos que vienen a poblar el territorio valenciano proceden de correligionarios suyos; en la mayoría de las ocasiones, la documentación al citar el antiguo propietario señala que era judío: "domos Farayx Abynçeid, iudei". La fuente documental remarca igualmente la existencia de juderías o barrios habitados por judíos durante la época musulmana; al señalar el lugar en donde se hallan las casas entregadas a los judíos, se indica que están "in barrio iudeorum ", "in iuderia " o "in loco iudeorum ". El hecho de que 42

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n" 954. Libre del Repartiment, vol. II, asiento n" 541. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1105. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1404.

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los bienes de los judíos que emigraron con la conquista cristiana se entreguen a correligionarios suyos que, procedentes de los más diversos lugares, vienen a asentarse en tierras valencianas, significa que la inmigración fue inferior a la emigración puesto que, los bienes dejados por los judíos que emigraron fueron suficientes para cubrir las necesidades de los que vinieron, e incluso sobraron y se entregaron a repobladores cristianos; luego, se fueron más de los que vinieron o quienes emigraron gozaban de un gran patrimonio.

Musulmanes Entre los receptores de bienes encontramos a musulmanes. Cuando sucede tal cosa se rompe la constante establecida, la de despojar a musulmanes y judíos valencianos de sus propiedades para entregárselas a inmigrantes cristianos o judíos; en los casos en los que el recipiendario es un musulmán, los bienes pasan de un moro a otro. Los bienes que se les entregan a los musulmanes son importantes, varias alquerías, castros, tierras y casas, nunca regalías. A diferencia de lo ocurrrido con los judíos cuyos bienes se concentraban mayoritariamente en la comarca de la Huerta, con los musulmanes las propiedades que se les entregan se hallan diseminadas por todo el territorio. De entre los receptores destaca el antiguo gobernador almohade y ex rey de Valencia Ceyt Abuceyt a quien, bien individualmente, bien como cabeza de sus subordinados, se le hacen varias donaciones. Se le conceden los señoríos de la alquería de Aldaya y del poblado de altura de Ganalur, ambos "cum furnis et molendinis". Además de estos dos señoríos, Ceyt Abuceyt recibe igualmente bienes en el realengo, casas y tierras en Valencia. Este personaje aparece igualmente encabezando a cincuenta y dos hombres suyos que reciben un total de ciento treinta y seis jovadas de tierra en las alquerías de Alaha, Alboaylet, Sagayren y Arrióla, situadas en Albalat de la Ribera. Otro personaje musulmán que recibe un donadío importante es Çalema Hoto, de quien desconocemos absolutamente todo y al que se le entrega la alquería de Muro. Al margen de estos dos per45

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Libre del Repartiment, vol. II, asiento n° 102.

sonajes, las donaciones se reducen a una colectiva y a una docena de individuales. La primera se refiere a un grupo de cien musulmanes encabezados por Hamet Ambediç a quienes se les entregan las alquerías de Fula y Acullo; las donaciones individuales se refieren a siete musulmanes que reciben sus bienes en la comarca de la Huerta; tres en la de la Safor, uno en la del Camp de Morvedre y otro en la de la Ribera Alta. En ocasiones, no se trata de auténticas donaciones sino de meras confirmaciones, se les confirma un bien que ya poseían, "Mahomat Albarbech Hannaiar: hereditatem quam habet in Coscoylar"; en otros casos, además de confirmarles sus antiguas propiedades se les conceden otras; así, "Mahomat, seder sarracenus: domos suas iuxta domos de Hahemnuno et omnem hereditatem quam habebat in Valentía et suo término, et ortum iuxta Galip Bardanix et campum et domum aliam in Petra qui fuit de Mahomat Ibençabahi, et vineam in Beniraix, qui fuit de Mahomet Açacha ". Bien confirmando sus antiguas posesiones, bien entregándoles otras, no llega a dos centenares los musulmanes heredados en su propia tierra, cifra ésta que nos parece muy baja si pensamos en la enorme cantidad de mudejares que quedan viviendo en el nuevo reino cristiano y a los que nuestra documentación ignora por completo. 46

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Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 1405. Libre del Repartiment, vol. I, asiento n° 396.

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ÍNDICE TOPONÍMICO

Aba?apet, 158 Abdulgelil, alquería de Albaida Vieja, 118, 174, 264 Abdulsalem, alquería de Calpe, 119, 258 Abenadir, alquería de Valencia, 142, 144, 147 Abenaduf, aldea de, 122,139,214 Abendeixa, alquería de Valencia, 142 Abeniacob, alquería de Gandía, 119,164 Abeniemar, alquería de Valencia, 142, 147 Abinhalifa, alquería de Valencia, 142,147 Abinmoherez, alquería de Valencia, 142 Abinzolta, alquería de Valencia, 142 Ablanci, alquería de Valencia, 142, 145 Aboacapet, alquería, 163 Aboid Alia, alquería de Valencia, 120, 142 Abracapet, alquería de Alcira, 118 Abrahylel, alquería de Valencia, 142 Acebyr, alquería de Valencia, 142 Acecha, alquería, 188 Acehuy, alquería de Valencia, 142 Acera, 119, 164 Acullo, alquería de Jalón, 119,134, 156, 256, 305 Achelim, alquería de Valencia, 120 Achellelim, alquería de Valencia, 142, 145 Addor, alquería de Palma, 119, 164-168, 215,264 Ademuz, 24, 42 Adzaneta, 175 África, 23, 29 Agres, 123,180-181 Ahín, castro, 58, 100, 122, 129-130, 132, 173,188,214,218 Ahlarci, alquería de Valencia, 120

Aix, 45-46, 56 Al Andalus, 23,29, 51,271 Alabiar, alquería de Bayrén, 119, 164 Alabor, 190 Alagati, alquería de Valencia, 142, 147,263 Alagema, alquería de Chuches, 119, 130,215 Alaguar, 118, 122, 177-179, 264 Alahara, alquería de Albalat Ribera, 257, 304 Alamatari, alquería de Valencia, 142 Alambert, alquería, 188 Alaquás, alquería de Valencia, 145,154, 188, 214 Alaraf, alquería de Alcira, 118, 158 Alarif, alquería de Valencia, 142, 147 Alarif, ranal, 106,263 Alaripi, alquería de Valencia, 142 Alasquer, alquería de Alcira, 118, 158 Alatars, calle de Xátiva, 172 Albacaf, alquería de Valencia, 142 Albacet, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Albaida, 106, 118, 122, 171-172, 174-177, 258,268-269, 299 Albaida la Vieja, 118, 122, 177 Albal, 122, 191, 196 Albalat, alquería de Alcira, 118, 122, 158, 163 Albalat, alquería de Sagunto, 120,135 Albalat, alquería de Segorbe, 120,134 Albalat Aciflia, alquería de Valencia, 122, 150 Albalat Aufaquia, alquería de Valencia, 122, 150,188 Albalat de la Ribera, 41, 157-158, 216, 304

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Albalat deis Sorells, alquería de Valencia, 142, 217, 302 Albenda, alquería de Rugat, 120, 174 Alberique, 122, 158, 160-163, 216, 263 Albinen, alquería de Calpe, 183,259 Alboayet, alquería de Albalat Ribera, 304 Albocácer, 191 Albocayna, alquería de Alcira, 118, 158 Albohayal, alquería de Valencia, 120, 145 Albohayel, alquería de Valencia, 120 Alboraix, alquería de Valencia, 120 Alboraya, alquería de Valencia, 120, 122, 142, 150, 188, 196,216 Alborgí, alquería de Cullera, 119, 154 Alborgi, alquería de Valencia, 120 Albuixech, alquería de Valencia, 97, 120, 122, 142, 150, 188, 196,214 Alcacer, 122, 150, 157, 188, 191,214,217 Alcalá, 41,66-68, 70, 133, 192 Alcalá, alquería de Chivert, 41 Alcalá, castillo, 192 Alcalatén, comarca, 26,41, 95, 122, 128 Alcanicia, alquería de Alcira, 118, 158, 263 Alcanicia, alquería de Pop, 119,179,264 Alcanicio, 34 Alcántara, maestre de, 36 Alcañiz, 31-37,47, 139-140, 202 Alcira, 23, 29-30, 34, 53, 63-64, 87, 93, 99, 106, 118, 121-122, 158, 160-162, 220, 263, 265-266, 268-269, 272, 280, 299 Alcocebre, alquería de Chivert, 41 Alcodar, alquería de Gandía, 119,164 Alcoiá, comarca, 96, 99, 123, 181-182, 226227, 236-238, 244-245, 247, 253-254, 259260, 264-265, 280-281, 286, 288-289, 293 Alcol, alquería de Alcira, 118, 158 Alcoleya, 182 Alconci, alquería de Denia, 119, 178 Alcoy, 118, 123, 181-182, 264, 299 Alcudia, alquería de Alcira, 118, 158, 160, 216 Alcudia, alquería de Castellón, 117, 119 Alcudia, alquería de Cocentaina, 119 Alcudia, alquería de Corbera, 119, 154 Alcudia, alquería de Chuches, 119, 130 Alcudia, alquería de Uxó, 120, 131 Alcudia, alquería de Valencia, 122, 142, 150 Alcudia de Crespins, 122, 169-170, 173, 190, 214,216-217,219

308

Alcuranti, alquería de Valencia, 142 Alcholeya, alquería de Penáguila, 119 Aldaya, 122, 150,214,216, 219, 304 Alemania, 53 Alfadidi, alquería de Albaida, 118, 174 Alfafar, alquería de Valencia, 142, 145, 150, 196,216 Alfahuir, alquería de Borró, 119, 164, 217 Alfandech, 51, 70, 100, 118, 122, 164-168, 269 Alfandidis, alquería de Jérica, 119, 134 Aliara, alquería de Sagunto, 120,135 Alfarb, 122, 158, 163, 188, 196,216 Alfarrasí, 118, 174-175 Alfaz Avintambluz, alquería de Alcira, 118, 158 Algarf, alquería de Carbonera, 264 Algemesí, 122, 158, 160-161 Alginet, 122, 158,214 Algirós, alquería de Valencia, 97, 120, 122, 142, 150, 188, 196,215,220 Algorf, alquería de Albaida Vieja, 118, 174 Algori, alquería de Bocairente, 119, 174 Alguerof, alquería de Valencia, 120 Alhara, alquería de Valencia, 142, 145, 158, 257 Alharar, alquería de Valencia, 142 Alharol, alquería de Valencia, 142 Alharral, alquería de Albaida, 118, 174 Alhaz, alquería de Valencia, 142 Ali, 190 Ali, alquería de Cervera, 41 Abozar, 135, 137, 262, 303 Almacán, vid. Alcañiz Almácera, alquería de Valencia, 120, 122, 142, 150, 188 Almageri, alquería de Valencia, 120, 142 Almalafa, alquería de Castellón, 119, 127 Almardá, vid. Mardá Almaxarachi, alquería de Valencia, 120, 142, 145 Almazora, 36, 42, 191 Almedíjar, 41, 100, 120, 122, 132-133, 188, 196,216,218,225,264 Almenara, 26, 41-42, 51, 76, 101, 118, 122, 129-132 Almería, 59-60 Almiserat, 165-167, 264 Almizrra, alquería de Borró, 119, 264,

Almocada, alquería de Cortera, 119, 154 Almoemal, alquería de Bayrén, 119, 164 Almonacid, castro, 100, 120, 122, 132-133, 188, 196,199,216,218 Almunia, alquería de Alcira, 118,158 Almusafes, 122, 154, 157-158, 216 Alocceyr, alquería de Alcira, 118, 158, 163, 216 Alombo, alquería de Albaida Vieja, 118, 174, 264 Alpitranci, alquería de Denia, 119, 179 Alpuente, 30, 42, 52 Alquenicia, alquería de Valencia, 120 Altea, 68, 119, 123, 182-183,264 Alto Maestrazgo, comarca, 95, 122-123, 227 Alto Mijares, comarca, 42, 95, 122, 128 Alto Palancia, comarca, 95-96, 108, 122, 132, 225-228, 233, 237-238, 244-247, 253-254, 256, 260, 262, 265, 280-282, 286, 288-290 Altura, castro, 100, 120, 122, 132-133, 187, 196,216,218 Alventosa, río, 133 Amara, alquería de Segorbe, 134 Amogeyt, alquería de Valencia, 143 Andalucía, 86 Andarella, alquería de Valencia, 143, 145 Andilla, poblado de altura, 30, 101,120, 122, 140, 199,215,218 Annaxahar, alquería de Valencia, 120, 143 Aragón, 24-25, 27, 37, 42, 46, 50, 53, 82, 133,213,220, 289 Aragón, fuero de, 193, 195 Aragón, Justicia de, 38 Arcos de Salinas, 36 Ared, alquería de Valencia, 120, 145 Arenos, 42 Ares, 26, 35-37, 96, 100-101, 120, 122-123, 187, 191-192,196,216,218 Arguines, 122,135,216 Arles, 45-46, 56 Arrióla, alquería de Albalat Ribera, 188, 216, 257, 304 Arrosal, valle de, 216 Artana, 122, 132 Altana, valle de, 129-130, 215 Artas, 42 Atech, alquería de Cocentaina, 119 Auch, 56

Auryn, alquería de Alcira, 118, 158 Autel, alquería de Valencia, 120,143, 147-148 Avenaduf, 187 Avinfierro, alquería de Penáguila, 182, 190, 214, 219 Axacovi, alquería de Valencia, 120, 143 Axat, alquería de Valencia, 120, 143 Axerra, castro, 188 Axeyt, alquería de Valencia, 143 Axuterni, rabal, 106 Ayacor, 122,169-171,263 Ayelo, alquería de Albaida, 118, 174 Ayhet, alquería de Valencia, 143 Ayódar, 42 Azagra, 52 Azenet, alquería de Albaida, 118, 174, 264 Aziza, calle de Xàtiva, 172 Azuébar, poblado de altura, 101, 120, 122, 132-133, 188,196,215,218 Badel, 165-166 Bajo Aragón, 295 Bajo Maestrazgo, comarca, 95, 117, 122, 125, 225-227, 244-245, 253-254, 260, 262, 265, 280-281, 286, 288-290 Barbastro, 76 Barbastro, concejo de, 44,47 Barcelona, 17,27,42, 44-45, 49, 55, 81, 113, 125 Barcelona, concejo de, 257, 296 Barcelona, hombres de, 145, 153, 212, 257, 297 Barchata, alquería de Alcoy, 118, 182, 216, 264 Barchata, alquería de Xàtiva, 120, 170 Barracas, 36 Barsella, La, 41 Bayrén, 60-61, 63, 74, 76, 87, 93, 106, 119, 122, 133,203, 205,216, 278 Bearne, vizconde de, 27 Bejís, 30,42 Bel, 190 Beldiya, alquería, 258 Belduia, alquería de Calpe, 119 Belinas, 214 Bellota, alquería de Valencia, 122, 150, 188, 215 Benaayren, alquería de Castellón, 119, 127 Benaguacil, 122, 139, 187,214

309

Benahamet, alquería, 38 Benahuaquil, 156, 264 Benaica, alquería de Pop, 119, 179, 259 Benalbacar, alquería de Pop, 119, 179, 264 Benampiscar, alquería de Gandia, 119, 164, 168,215 Benarabe, alquería de Castellón, 126-127,262 Benasal, 191 Benavayre, alquería de Alcira, 118,158 Benehadel, alquería de Alcoy, 118, 182,264 Benejama, 123,171,181-182,259,264 Benerida, alquería de Guadalest, 119, 183 Benetúser, alquería de Valencia, 120, 143, 145 Benexenut, alquería de Valencia, 122, 150, 188,214 Benexequir, alquería de Albaida, 118 Beniabdon, alquería de Albaida, 118, 174 Beniacaf, alquería de Valencia, 145,298 Beniacan, 122 Beniacim, alquería de Guadalest, 183 Beniacir, 264 Beniacnon, alquería de Alcira, 118, 158 Beniachil, alquería de Cullera, 119, 154 Beniajar, 175 Beniarjó, 165-166, 168,217 Beniarrés, alquería de Sagunto, 120, 135 Beniascher, alquería de Altea, 119,183 Beniatif, alquería de Albaida Vieja, 118, 174, 264 Beniato, alquería de Gandia, 119, 164-165, 168 Beniaxan, alquería de Valencia, 122, 150,215 Beniazareg, alquería de Gandía, 119,164 Benibardem, alquería de Alcira, 118, 158 Benibhata, alquería de Guadalest, 119, 183 Benicabo, alquería de Valencia, 143 Benicadell, castillo, 68-69 Benicalap, alquería de Valencia, 143 Benicalapech, 217 Benicarló, 40, 262 Benicato, alquería de Valencia, 120 Benicecli, alquería de Guadalest, 119, 183 Benicofafa, alquería de Albaida Vieja, 118, 174, 264 Beniculaymen, alquería de Alcira, 118, 158 Benicharan, alquería de Rugat, 120, 174 Benidario, alquería de Gandía, 119, 164 Benident, alquería de Cocentaina, 119

310

Benidorm, 262 Benietó, 167, 264 Benifaca, alquería de Almenara, 118, 132 Benifato, alquería de Guadalest, 119, 183 Benifayró, 165-167, 264 Benifazá, monasterio de, 24, 135, 281 Beniferri, alquería de Valencia, 120, 143145, 147-149 Benigalip, alquería de Pego, 119, 179,264 Benigánim, 175-176, 264 Benigeba, alquería de Pop, 119,179,264 Benihayahet, alquería de Pego, 119, 179, 264 Benihayro, alquería de Alfandech, 118, 164 Benihayro, alquería de Valencia, 143, 145 Benilacrax, alquería de Pop, 119, 179 Benilocha, alquería de Corbera, 119, 154, 158, 264 Benillop, alquería, 188 Benimaclet, alquería de Valencia, 120, 122, 143, 147, 150, 188, 199,215 Benimagot, alquería de Valencia, 120 Benimaglur, alquería de Calpe, 183, 259 Benimahabar, alquería de Valencia, 122, 147,149-150,214 Benimahomet, alquería de Castellón, 127, 191-192 Benimahor, alquería de Valencia, 143 Benimantel, alquería de Guadalest, 119, 179, 183,264 Benimantel, alquería de Albaida, 118,174 Benimaraix, alquería de Calpe, 259 Benimarva, alquería de Castellón, 119, 127 Benimazahot, alquería de Valencia, 143 Benimazmut, alquería de Olocayba, 119,179 Benimaznet, alquería de Cocentaina, 119 Benimoclle, alquería, 163 Benimocrem, alquería de Valencia, 120 Benimusa, alquería de Altea, 119, 183 Benimuslem, alquería de Alcira, 118, 158, 160-161,263 Beninida, alquería de Bayrén, 119, 164 Beniomeyr, alquería de Pego, 119, 179, 264 Beniopa, alquería de Gandía, 119, 164-167, 264 Benioraix, alquería de Valencia, 122, 143 Benioraphia, alquería de Valencia, 143, 150 Benioraphiz, 122, 217 Beniquineyna, alquería de Gandía, 119, 164 Benirrage, alquería de Burriana, 38

Benisanó, 120, 139,216,219 Benitaatno, alquería de Alcira, 118 Benithaha, alquería de Valencia, 120, 143, 216 Benivolesar, alquería de Valencia, 120, 145 Benixen, alquería de Valencia, 143 Benixvayre, alquería de Bayrén, 119,164 Benizaver, alquería de Carbonera, 118, 174, 264 Benizenam, alquería de Albaida Vieja, 118, 264 Benizoda, alquería de Albaida Vieja, 118, 174, 264 Benlloch, 262 Bétera, 52, 122,139,187, 192, 216 Biar, 22, 66, 69-70, 81, 92, 188-189, 196, 202 Binahalim, alquería de Penáguila, 119 Binalaroc, alquería de Peñíscola, 40, 262 Binata, 191 Binataat, 158 Binazait, alquería de Uxó, 120, 131, 217 Bisquert, alquería de Xátiva, 120, 170 Bitilla, alquería de Albaida Vieja, 118, 174, 264 Bivalcadim, torre, 102, 132,215, 219 Boatella, extramuros de Valencia, 97, 149, 265,269,272, 303 Bocairente, 119,122,174-176, 258, 264 Boixar, 190 Bolonia, 56 Borbotó, alquería de Valencia, 120, 122, 150, 188,215 Borgamusa, torre, 102, 214, 219 Borriol, 41-42, 125 Borró, 60,63, 119, 122,164-166 Bounegre, 26,42, 128 Boytnegro, vid. Bounegre Bramalla, alquería de Alcira, 118, 158 Bramalla, alquería de Valencia, 143 Bufilla, 52, 102, 187, 192, 216, 219 Bugarra, 65 Buñol, poblado de altura, 101, 122, 154, 188, 199,217 Buqueras, alquería de Jérica, 119, 133-134, 256 Burdeos, 40 Burjasot, alquería de Valencia, 122, 143, 149-150, 187, 192, 196,215-216, 263

Burriana, 27, 32-34, 36-42,48, 73, 78-82, 91, 122, 129-130, 132, 196, 202, 208, 220, 225, 269, 286 Burriana, hospital de, 279 Busot, 22,92, 188, 196,202 Cabanes, alquería de Alcira, 118,158, 191 Cactus, alquería de Valencia, 120 Cairela, castillo, 67 Calahorra, diócesis de, 45 Calahorra, obispado de, 46 Calatayud, 30, 36,297 Calatayud, concejo de, 44,47 Calatrava, Orden Militar de, 38, 60, 126, 152, 191,203,205,212,216,278 Cálig, alquería de Cervera, 41,190 Calpe, 87, 100, 119, 123, 182-184, 256, 259, 264,299 Callosa, 123,182-183,264, 269 Camp de Morvedre, comarca, 95-96, 98-99, 108, 122, 133, 135, 138, 195, 224, 226, 233, 237-239, 244-247, 249, 253-254, 256, 260, 262, 265, 268-269, 280-281, 286, 288-289,291 Camp de Turia, comarca, 70, 92, 122, 139140, 225-228, 233, 237-239, 244-247, 253-254, 260, 262, 265, 268-269, 280281,286,288-289,291,305 Campanar, alquería de Alcira, 118,158 Campanar, alquería de Valencia, 143-144, 148-149, 272 Campanar, extramuros ue Valencia, 97, 147, 150,269 Canadel, alquería de Peñíscola, 125,262 Canahor, alquería de Calpe, 183,259 Canal de Navarras, comarca, 87, 96, 122, 164, 226-227, 236-239, 244-247, 253-254, 260, 280-281, 286,288-289,293 Canal, alquería de Navarrés, 119 Canals, 100, 102, 122, 169, 171-173, 190, 214,219, 263 Canava, valle de, 216 Candien, 119, 154 Caneles, alquería de Denia, 119, 178 Canet, alquería de Sagunto, 120, 135 Canizane, alquería de Alcira, 118, 158 Capdet, alquería de Jérica, 119,134 Carabona, alquería de Burriana, 38 Carbonera, 122, 174-176, 258, 269

311

1

Carcagente, 160 Carcasneu, alquería de Alcira, 118, 158 Career, 64, 122, 158, 160-161, 163, 171, 214, 216,219, 257, 263 Carlet, 122, 158, 163, 188,192,196,216 Carpesa, alquería de Valencia, 122, 150, 188, 191-192,196,214 Carpesy, alquería de Valencia, 143 Carrascal, 41 Cassen, alquería de Valencia, 120, 145 Castalia, 66 Castell de Cabres, 23, 190-191 Castell de Castells, castillo, 67 Castellfabib, 24 Castellfort, 191 Castellnou, 41 Castellò, alquería de Pego, 119, 152, 217 Castellón, 4142, 117, 119, 122, 125-127, 147, 225,243-244, 262 Castellón de la Albufera, alquería, 101, 145, 148, 257, 263 Castellón de Xàtiva, 62 Castellón, provincia de, 52 Castellonis Burriane, vid. Castellón, Castiel Montan, 42 Castilione, vid. Castellón Castilla, 45, 53,65,211 Castro, 51, 76 Catadau, 122, 158-159, 188, 196,215,219 Cataluña, 22, 27, 42, 47, 50, 53, 80, 213, 220, 289 Cataluña Nueva, 295 Catairoja, alquería de Valencia, 122, 150, 196,217 Carava, alquería de Alto Palancia, 132-133, 217 Catí, 191 Caudete, 65 Caudien, alquería de Cullerà, 58-59 Cauvy, alquería de Jalón, 119, 179 Cayren, alquería de Albaida, 118,174 Cenia, La, 23 Cepo, fuente del, 128 Cervera, 27,41, 190, 219 Ceylen, alquería de Pop, 119, 179, 264 Chelva, 30, 100, 120, 122, 140, 187, 196, 216,218 Chert, alquería de Cervera, 41 Chestalgar, 122

312

Cheste, 122,154,216 Chuches, 119, 122, 129-130, 215-216 Chirivella, 122,150, 188, 196,214,216 Chiva, poblado de altura, 101, 122, 154, 187, 196,214,218,220 Chivert, castillo, 38,41 Chulilla, 30,101, 122, 140, 196, 217-218 Cinctorres, 190 Cinquayros, alquería de Valencia, 143, 147 Cirat, 42 Coayr, alquería de Valencia, 120, 143,145 Cocentaina, 68-69, 119, 123, 180-181, 259, 269,299 Colata, alquería de Albaida, 118,174 Colaybin, alquería de Cullerà, 119, 154 Comtat, comarca, 95-96, 99, 123, 180, 226, 237-239, 244-247, 253-254, 258, 260, 268-269,280-281,286,288-289 Conexchar, alquería de Albaida, 118,174 Confrídes, castillo, 70 Coquoroco, 216, 219 Coracha, alquería de Olocayba, 119, 179, 190 Coraxa, 30 Corbeta, castro, 100, 119, 122, 154-158, 190, 217-218,264,268-269 Corona de Aragón, 22-23, 29, 46, 65, 71, 73, 85, 185,218 Cortes de Arenoso, 36, 191 Cortexi, alquería de Valencia, 122, 150, 214 Costera, comarca, 62, 96, 99, 108, 122, 169, 173, 225-228, 235, 237-239, 241, 244249, 253-254, 260, 263, 268-269, 280282, 288-289, 292-293 Cota, alquería de Alcoy, 118, 182, 216, 263264 Coteillas, alquería de Valencia, 122, 143, 145, 150,214 Cotes, alquería de Alberique, 122, 158, 163, 212,214 Cuatretonda, 175 Cuca, término de Jalón, 259 Cuecha, vid. Sueca Cuela, alquería de Valencia, 122, 150,214 Cuervo, El, 24 Cuevas de Berig, 122, 125,199-200, 217 Cuevas de Vinromá, 41 Culla, 26, 30,42, 191 Cullerà, 43, 55, 57-60, 106, 119, 122, 154157,264, 269

Cunilera, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Cury, alquería de Jalón, 119, 179 Daroca, 158 Daroca, concejo, 44, 47, 133, 226 Daroca, hombres de, 145, 153, 257 Dax,45 Denaldalamech, alquería de Uxó, 131 Denia, 23, 29-30, 34, 53-55, 57, 59-60, 63, 65, 87, 93, 98, 106, 119, 122, 177-180, 220, 225, 264 Domeño, 30, 52 Dos Aguas, 122, 154,196,215 Doya, alquería de Peñiscola, 125, 262 Ebo, valle de, 217 Ebro, río, 50 Egebalhobra, alquería de Alfandech, 118, 164,264 Egep Alcobra, alquería de Alfandech, 118, 164, 168, 264 Eilx, alquería de Valencia, 122, 150, 188 Elcha, alquería de Calpe, 119, 177, 214, 219, 264 Eleydua, alquería de Alto Mijares, 122, 128129,214,217 Enguera, 63, 189 Énova, 120, 160-161, 171 Escarpe, monasterio de, 30, 150, 205, 212, 216 Eslida, 58, 122, 129-132, 263 Espioca, torre, 122, 154, 157, 188, 214, 217 Estubeny, 122, 169, 170-171, 263 Europa, 17 Fadrell, castillo de, 126 Faenza, 56 Favara, acequia de, 272 Feilx, alquería, 139, 187,214 Fest, alquería de Almenara, 118,132 Figuerola, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Finestrat, castillo, 68, 123, 182-183 Forcall, 191 Fortaleny, 155-156, 158, 264 Fortolén, alquería de Corbera, 119,154 Foyos, alquería de Valencia, 122, 143, 150, 187, 192, 196,212,216-218

Fragalos, alquería de Cullera, 119, 154 Francia, 53 Fredes, 190 Fuentes, 42 Fula, alquería de Jérica, 119, 134, 156, 256, 305 Galim, alquería de Albaida, 118, 174 Gallinera, valle de, 66-69 Ganalur, poblado de altura, 101, 120, 122, 128-129, 134,218, 304 Gandía, 119, 164-168, 262, 264, 282, 299, 303 Ganim, alquería de Xátiva, 120, 170 Garbia, alquería de Sumacárcel, 120, 158, 263 Garig, 70 Garuvel, 216 Gausa, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Gayara, alquería de Albaida, 118, 174 Gayuvel, 187,216 Gea de Albarracín, 31 Geldo, alquería del Alto Palancia, 132, 190, 215,219 Gestalgar, 140, 188,217 Gilet, 122, 135-137 Godella, alquería de Valencia, 143, 145, 188, 215,257 Godelleta, 122, 154, 196 Gorgo, alquería de Olocayba, 119, 179 Gorgo, alquería de Travadell, 120 Granada, 59-60 Grao de Valencia, 52, 54 Grasa, monasterio de, 146 Guadalest, 70,119, 123, 182-183 Guadalmar, alquería de Jérica, 133, 256 Guadasequies, alquería de Albaida, 118, 174175 Guardamar, 262 Hafif, alquería de Albaida, 118,174 Haraturle, alquería de Uxó, 120, 131 Haulen, alquería de Rugat, 120, 174 Herbes, 190 Hospital, Orden Militar, 26-27, 36-38, 43, 82, 152, 157-158, 190-192, 203, 205, 218, 278 Hoya de Buñol, comarca, 87, 95-96, 122, 154

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Huerta, comarca, 86, 92, 94-96, 98-99, 108, 122, 133, 140-141, 148, 154, 192, 195196, 210, 226-229, 233, 237-239, 241, 244-247, 252-254, 257, 260, 263, 265, 268-269, 272, 280-282, 287-289, 291, 298-300,303-305 Huesca, 49, 55, 113, 203, 205, 212, 216-217, 278, 295-296 Huesca, concejo de, 44,47 Hungría, 53 Huxol, alquería de Alcoy, 118, 182 Huxola, alquería de Pego, 119, 179 Ibi, 69 Ibiza, 79, 123 Inglaterra, 53, 56 Irta, alquería de Peñíscola, 40 Italia, 53, 80 Iunda, alquería de Albaida, 118 Iunza, 174 lunzana, alquería de Cullera, 119, 154, 157, 215,217 Jaca, 47 Jaén, 59-60 Jalón, castillo, 68, 119 Jérica, 101, 119, 122, 132-135, 157, 225, 256,280 Jerusalén, 45 Júcar, río, 29-30, 32, 34, 55, 57-61, 63-64, 66-67, 76, 92, 94-95, 98-99, 188-189, 196197, 202, 228 Labayren, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Languedoc, 56 Larif, 174, 262 Lattes, 46 Laudel, alquería de Peñíscola, 125,262 Laure, alquería de Rugat, 120, 174 Lauret, alquería, 129-130, 188, 215 Laurin, alquería de Corbeta, 119, 154, 264 Lens, alquería de Calpe, 183, 259 Lérida, 285,296 Lérida, concejo de, 44, 47 Lérida, hombres de, 257 Lérida, obispo de, 27, 39, 43, 81, 203 Leusa, alquería de Calpe, 183,259 Lex, alquería de Bocairente, 119, 174

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Liber, alquería de Corbera, 119, 154, 158, 264 Liria, 58, 70, 101, 120, 122, 133, 139, 214, 226,262 Llombay, 122, 158-159,196,215, 219 Llosa de Ranes, 122, 169-171, 263 Llosa, La, 122, 131-132 Lombos, alquería de Cullera, 119, 154, 157, 216 Losa, alquería de Almenara, 118, 216 Losa, alquería de Valencia, 122, 150, 188 Luchente, 68, 70, 175-176, 258, 264 Lule, alquería, 188,215 Lunel, 46 Luxen, alquería de Xátiva, 120 Macacelim, alquería de Alcira, 118,158 Macalban, alquería de Corbera, 119,154,264 Macalterrac, alquería de Valencia, 120, 143144 Macarrochos, alquería de Valencia, 120 Macaste, poblado de altura, 101, 122, 154, 196,199,217-218 Macerol, alquería de Valencia, 122, 150,218 Macerol, castro, 100, 214 Magdalena, cerro de, 126 Magüella, alquería de Valencia, 122, 150, 188,214 Malilla, alquería de Valencia, 120,143, 147 Mallorca, 30-31, 73, 77, 79-80, 85-86, 123, 169 Manises, 41, 104, 122, 150, 187, 192, 196, 199,214 Manzanera, 36 Marchalenes, alquería de Valencia, 143, 145, 147, 263, 298 Mardá, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Margarida, castillo, 66-67 María, 32, 35 Marignen, vid. Alfandech Marignen, alquería de Alcira, 158 Marina Alta, comarca, 95-96, 99, 108, 122, 123, 177, 225-227, 237-238, 241, 244247, 253-254, 259-260, 264-265, 268-269, 281-282, 287-289,293 Marina Baja, comarca, 95-96, 99, 123, 182, 226-227, 237-238, 244, 246-247, 253-254, 259-260, 264, 268-269, 281, 287-289,294

Marines, alquería de Jérica, 119, 132-134, 217, 256 Marruecos, 69 Marsella, 45-46 Mas deis Estellers, 41 Masalfasar, alquería de Valencia, 143 Masalmarda, alquería de Valencia, 122, 143144, 152, 187,216 Masalnasar, alquería de Valencia, 120 Masamagrell, alquería de Valencia, 97, 122, 143, 147, 152, 187-188, 196, 216-217, 263, 302 Masanasa, alquería de Valencia, 122, 143, 150, 188, 196, 216 Masarrochos, alquería de Valencia, 145, 192, 297 Mata, La, 190 Matada, alquería de Corbera, 119,154 Matella, alquería, 38 Materna, alquería de Alcira, 118, 158 Maura, alquería de Guadalest, 119, 183 Mazer, castro, 188 Mediona, alquería, 173, 214, 219 Mediterráneo, 23 Meliana, alquería de Valencia, 120, 143,145, 300 Mencel Acen, alquería de Valencia, 145 Menimanhor, alquería de Valencia, 143 Menorca, 58, 123 Merec, alquería de Calpe, 183 Mernisa, alquería de Pop, 119,179,264 Mestalla, acequia de, 272 Metrien, alquería de Rugat, 120, 174 Mijares, río, 37, 196 Milán, 56 Miliena, alquería de Valencia, 120 Mislata, alquería de Valencia, 120, 144, 149, 269 Mogente, 63,65, 189 Mola Escobaca, 190 Molinar, El, 41 Momblanc, hombres de, 138,258 Moneada, 27, 43-44, 102, 120, 149, 191, 216,218, 297 Monpelier, 46, 57,145,153,158,165,257,297 Monserrat, 122, 158-159 Monserrat, castro, 100, 120, 196, 215, 218 Montan, 42 Montearagón, monasterio, 205, 212, 216, 278

Monteche, alquería, 258 Monteche, alquería de Calpe, 119 Montesa, 67, 69 Montesa, río, 172 Montiber, alquería de Sagunto, 120, 135, 137,262 Montornés, 122, 125,216,219 Montroy, poblado de altura, 101, 122, 158159, 188,196, 199,217-218 Monzón, cortes de, 44-46 Morella, 26,30,32-37,40, 190 Morman, alquería de Valencia, 120, 144-145, 147, 263 Mortia, alquería de Pop, 119, 179, 259 Mosquera, 214 Mozmuda, alquería de Chuches, 119, 130 Murcia, 19, 23, 28-29, 59-60, 64, 86 Muret, batalla de, 24 Muro, alquería de Cocentaina, 119, 180-181, 214, 304 Museros, 43-44, 191-192 Muza, alquería de Cullerà, 119, 154 Nacarella, alquería del Alto Palancia, 132, 188 Nacarella, alquería de Valencia, 120, 144, 147,215,263 Nacía, alquería de Corbera, 119, 154, 157158, 264 Naquera, 122, 139, 187, 192, 214 Narbona, arzobispo, 45-46, 55-56, 150, 202, 206,212,214,217-218,278 Navarra, 45, 53, 289 Navarrés, 119, 122,164 Navas de Tolosa, 23, 76 Navesa, alquería de Palma, 119, 164, 190, 216,219 Negret, partida de Benejama, 182, 190, 217218 Niro, alquería de Guadalest, 119, 183 Noram, alquería de Cullerà, 119, 154 Noras, alquería de Xàtiva, 120 Nules, 26, 39,51,262 Olarios, alquería de Valencia, 144, 149 Oliba, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Ollas, alquería de Albaida, 118, 174, 217 Olocau, 23, 122, 139, 196 Olocayba, 119,122,177, 179

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Onda, 26, 29, 37, 42, 52, 58, 74, 93, 122, 129, 131, 196, 220, 225, 268-269, 272, 280 Ondara, alquería de Guadalest, 65, 119, 122, 177-178 Ondarella, alquería de Guadalest, 119 Onteniente, 106, 175-177, 264, 269, 299 Orcheta, castillo, 66,68, 70 Orlala, alquería de Alcira, 118, 158 Orleyl, alquería de Uxó, 120, 130-131 Oto, alquería de Calpe, 119 Pala, alquería de Valencia, 120, 144, 147, 263 Palancia, río, 37, 97-99, 133, 196 Palma, 60, 63, 119,122, 164-166, 168 Pamplona, diócesis de, 45 Pamplona, obispado de, 46 Pareen, alquería de Pop, 119, 179, 259 Pardillas, alquería de Gandía, 119-120, 164, 188 Pardinas, alquería de Jérica, 119, 133-134, 215, 256 Paterna, 41, 52, 104, 122, 152, 187, 192, 196, 199,214-215 Patraix, 144, 147-149 Pedralba, poblado de altura, 101, 122, 140, 187,196,214,218, 220 Pedreguer, alquería de Olocayba, 119, 178179, 264 Pego, 70,119, 122, 177-179,264,280 Pego, castillo, 67 Pelmes, 58 Penáguila, 69, 119, 123, 181-182 Peña Arañonal, 190 Peñíscola, 25-27, 30, 32, 37, 40, 54, 74, 76, 80, 87, 117, 122-125, 225, 262, 269, 298299 Perancisa, alquería de Valencia, 144 Perarola, 190 Perpuchent, castillo, 66-67, 123, 180-181, 258-259 Pertu, alquería de Calpe, 183,259 Petra, alquería de Valencia, 120, 144, 147, 149, 263 Petra, 263, 278 Petraher Aufaquia, alquería de Valencia, 120, 302 Piacenza, 56

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Picana, 191 Picasent, 122, 152, 187, 196, 217 Pina de Montalgrao, 36 Plana Alta, comarca, 95, 122, 195, 225-227, 232, 237-238, 244, 246-247, 253-254, 260, 262,265,281,287-290 Plana Baja, comarca, 42, 95-96, 121-122, 132, 195, 225-227, 233, 237-238, 244, 246-247, 253-254, 260, 263, 265, 269, 281,287-290 Planes, 68 Pobla de Faraals, 122, 152, 188,214-215 Pöblet, monasterio, 81, 278 Pöblet, prior de, 27 Podium Grossum, alquería de Xátiva, 120, 170 Polop, castillo, 68-69, 123, 182-183, 264 Polpis, 24, 191 Pop, castillo, 67, 70, 119, 122, 177-179, 264 Portade, alquería de Valencia, 120, 188, 214215 Portella, alquería de Alaguar, 118, 179,264 Portugal, 53 Porzonex, alquería de Albaida, 118, 174 Pranchet, alquería de Alcira, 118, 158 Puig, 32, 34, 47-50, 52, 75, 78, 81, 91, 97-98, 187-188, 202 Puynnara, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Puzol,41, 191-192 Quacemalme, alquería de Bayrén, 119, 164 Quart, poblado de altura, 101, 137, 199, 216, 218,262 Quart de Pöblet, 122, 152, 196 Quarteil, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Quesa, 102, 122, 164, 190, 214, 219 Raal, alquería de Chuches, 119, 130, 159 Raalhabelhabar, alquería de Pop, 119, 179, 264 Racef, torre, 157,215 Rafalell, alquería de Sagunto, 120, 135, 137, 262 Rafalizlem, alquería de Gandía, 119, 164 Rahal, alquería de Albaida Vieja, 118 Rabal, alquería de Carbonera, 174, 264 Rahalboraibal, alquería de Albaida Vieja, 118, 174, 264

Rahana, alquería de Xàtiva, 120,170 Raicol, alquería de Valencia, 144 Rambla, alquería de Valencia, 97, 120, 144, 147, 149 Rascaña, alquería de Valencia, 120, 122, 144, 152,187,220, 272 Raval, alquería de Penáguila, 119,182 Raycol, alquería de Valencia, 120 Real de Montroy, 122, 158,196,215 Rebollet, 59, 61, 78-79, 101, 120, 122, 164165, 168,214,218-219 Relleu, 70 Ribera Alta, comarca, 95-96, 99, 121-122, 158, 161, 163, 196, 226-227, 233, 237238, 244, 246-247, 249, 253-254, 257, 260, 265, 269, 281-282, 287-289, 292 Ribera Baja, comarca, 95-96, 99, 122, 154, 192, 195-196, 226-227, 233, 237-239, 244, 246-247, 253-254, 260, 263-265, 269,281,287-288,292, 305 Ribera del Júcar, 41 Rifa, alquería de Sagunto, 120, 135,137,262 Rióla, 154, 157 Ripoll, monasterio, 205, 212, 216, 278 Rocafa, alquería de Valencia, vid. Ruzafa Roncesvalles, monasterio de, 278 Roseli, 191 Rose11ón,46, 219 Roseta, alquería de Villanueva de Castellón, 120, 158 Roteros, 144, 149, 188, 217, 269, 272, 280 Rótova, alquería de Borró, 119, 164-167, 215, 264 Rovella, acequia de, 272 Rugat, 120, 122, 174-175 Ruzafa, alquería de Valencia, 52, 97, 110, 120, 144, 147-149, 153,257,263 Sacra, alquería de Xàtiva, 120 Safor, comarca, 95-96, 98, 108, 122, 164165, 168, 195, 226-227, 235, 237-239, 244-247, 249, 253-254, 258, 260, 263265, 269, 281-282, 287-289, 292, 305 Sagunto, 37, 41, 74, 101, 110, 120-122, 132, 135-137, 220, 224-225, 262, 265-266, 268, 280, 303 Salsadella, 191,262 San Mateo, 41, 191,262 San Miguel, iglesia de Xàtiva, 173

San Rafael del Rio, 41 San Rufo, monasterio de, 279 San Vicente, monasterio-hospital, 117, 126127, 150,205,212,216,244 Santa Cruz de Moya, 42 Santa María de Fonteclaro, monasterio de, 135,204, 278, 281 Santa María, iglesia de Xátiva, 173 Santa Tecla, iglesia de Xátiva, 173 Santes Creus, monasterio de, 279 Santiago, Orden Militar, 191, 212 Sástago, 32, 35 Saucelles, 191 Sax, castillo de, 60, 65, 262 Scala Dei, monasterio, 205,212,216,278 Seca, 191 Sedaví, alquería de Valencia, 120, 144, 147, 263 Segarria, 120, 122, 177-179, 280 Segart, castro, 100, 122, 135, 190, 213-214, 218 Segó, valle de, 138, 209 Segorbe, 30, 120, 122, 132-135, 225, 262, 280 Segorbe, obispo de, 52, 55, 203 Senija, alquería de Pop, 119,179,259 Sentquero, 58 Serra, 70, 122,139, 159, 188,214, 218 Serra, castillo, 67, 69 Serra, poblado de altura, 101, 120, 215-216 Serra de Eslida, 67, 196 Serra de Finestrat, castillo, 68-69 Serranos, comarca, 52, 95-96, 122, 140,196 Serratella, 24 Seta, 120,123, 180-181 Sharq Al-Andalus, 22, 100,253 Sierra de Espadan, 132 Sigena, 42 Signen, alquería de Corbera, 119,154 Silla, 34, 43, 100, 120, 122, 152, 188, 191192, 196,216,218 Soltaría, 122, 154, 157, 187,215 Sopeña, alquería de Sagunto, 120 Sopeña, alquería de Segorbe, 134 Sopronat, alquería de Alcira, 118, 158 Soto, alquería, 215 Sueca, 119,154-157, 191, 264, 268-269 Sueras, 58 Sumacárcel, 120, 158, 160-161, 263

317

Tales, 122, 129-130, 187,215 Tarazona, concejo de, 44,47 Tarazona, obispo de, 44, 55 Tárbena, castillo, 67-69 Tardelles, 42 Tarragona, 38,45, 56,296 Tarragona, arzobispo de, 44, 55, 79,202 Tedret, alquería de Alcira, 118, 158,163,214 Temple, Orden Militar, 26-27, 36-38, 43, 70, 82, 191-192, 203, 205, 212, 216, 218-219, 278,297 Temils, alquería de Alcira, 118,158 Terrabona, 64 Terrac, rahal, 106 Teruel, 28, 32, 36-37, 50-51, 123, 133, 153154,295-297 Teruel, barrio de, 128 Teruel, concejo de, 44,47,133, 145,226 Teulada, 123, 182-183, 264 Tibi, 66 Tierra Santa, 77 Tírig, 191 Toledo, arzobispo de, 69 Tolosa, 165 Tora, alquería de Alcira, 118, 158 Tormo, 42 Toro, 36 Torre Espioca, 41 Torrente, 34, 100, 120, 122, 152, 191, 196, 216,218 Torres, castillo, 66,68-70 Torres-Torres, poblado de altura, 101, 120, 122, 135-137,215,218 Torrillas, alquería de Sagunto, 101, 120,135137, 262 Tortosa, 25-26,49, 51,123,126,158 Tortosa, concejo de, 44, 47, 145 Tortosa, obispo de, 26-27, 44, 55, 80-81, 191,203 Tous, 64 Toyllo, alquería de Seta, 120 Trahiguera, alquería de Cervera, 41, 191 Travadell, 120, 123, 180-181 Truilar, 122, 154,157, 188,216 Tuéjar, 30, 52 Túnez, 53-54, 82, 124 Turbayos, alquería de Xátiva, 170, 173, 216 Turch, alquería de Alcoy, 118, 182, 264 Turia, capital del. Vid. Valencia 318

Turia,río, 30,37,51 Turís, 122,158-159, 188, 196,215,220 Uclés, maestre de, 36 Ulexquer, alquería de Albaida Vieja, 118, 174,264 Ultrapuertos, 289 Ulldecona, 26 Urgel, condado, 24 Uxó, 120, 122, 129,264 Uxola, 264 Valencia, 19-20, 23, 28-30, 32, 34, 36-39, 41,43-45,47-55, Valencia, fuero de, 193,195 Valencia, obispo de, 173, 203 Valencia, Reino de, 15, 31-33, 44, 65, 70, 77, 79, 85-86, 169, 185, 202, 221, 224, 243, 277, 282, 296, 300 Valencia, taifa de, 30, 42 Valug Exabech, alquería de Alaguar, 118, 179, 264 Valí de Albaida, comarca, 95-96, 99, 108, 122, 174, 226-228, 235, 237-238, 244247, 253-254, 258, 260, 264-265, 269, 281-282, 286, 288-289,293 Valí de Uxó, 42, 131-132, 269 Vallanca, 42 Vallbona, monasterio de, 279 Valldigna, vid. Alfandech Vallibona, 22,190 Vechdebocalich, alquería de Albaida Vieja, 118, 174,264 Venalguazir, alquería de Albaida, 118,174 Veo, castro, 58, 100, 122, 129-130, 132, 173, 188,214, 217-218, 220 Veruela, monasterio de, 278 Vich, obispo de, 44, 55, 203 Vilajoyosa, 262 Vilanova, 147, 190 Vilela, alquería de Alcira, 118, 158 Vilella, 60, 63, 154 Villa Roya, poblado de altura, 101, 205, 216, 218 Villafamés, 41-42, 101, 120, 125, 188, 196. 217-218,220, 262 Villafranca, 191-192 Villahermosa del Río, 36 Villalonga, 60, 63

Villamalefa, 42, 191 Villamalur, 42, 133 Villamarchante, poblado de altura, 101, 122, 139,188,216,218 Villanueva de Alcolea, 191,262 Villanueva de Castellón, 120, 122, 158, 160, 162,171,280,300 Villar de Alcora, 122, 128,214 Villarreal, 262 Villella, alquería de Cullera, 119, 156,264 Villena, 60, 63, 65 Vinacalazo, alquería de Bocairente, 119,174 Vinamelim, alquería de Segarria, 120, 179 Vinanaia, alquería de Calpe, 119, 258 Vinarabe, alquería de Castellón, 119 Vinaroz, vid. Binalaroc. Vistabella, 192 Xaló, 122, 177-179, 259 Xaraco, alquería de Gandía, 119,164-167,258 Xarquia, alquería de Sumacárcel, 120, 158, 263 Xátiva, 23, 29-30, 34, 53, 59, 61-65, 68-69,

81, 87-88, 93, 106, 120, 122, 162, 164, 169-174, 177, 189, 220, 225, 263, 265269,272,280, 286,299-300,303 Xátiva, hospital de, 279 Xaxara, alquería de Alcira, 118, 158 Xeresa, alquería de Gandía, 119, 164-167, 264 Ycor, alquería de Xátiva, 170 Yelechos, alquería de Villanueva de Castellón, 120, 158 Yeneve, alquería de Xátiva, 170 Yurulas, castillo, 66 Zaneta, alquería de Guadalest, 119, 183 Zaragoza, 25,34,49,295 Zaragoza, concejo de, 44,47 Zaragoza, obispo de, 27, 36, 44, 157, 158, 203,205,212,216, 278 Zaydia,51,214 Zihueva, alquería de Albaida, 118, 174,264 Zorita, 190 Zuda, 25

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ÍNDICE ONOMÁSTICO

Abenhalifa, Abrahim, 135 Abenmucat Alquesez, Abrahim, 303 Abu Zakkariya, 53 Agica, 303 Ager, Ramón Berenguer d', 27, 55, 81, 125, 202, 204, 211, 217-218, 220, 240 Agramunt, Miguel de, 138 Aguiló, Guillem, 44, 59, 61, 78-79, 150, 152, 202, 204, 206,211,215,220 Ahones, Bertrán, 202 Abones, Pedro, 27-28, 78, 202 Alagón, Artal d\ 60, 202 Alagón, Blasco d', 28-29, 31-36, 38-39, 4243,74, 190-191,202 Alanya, Luis, 16 Alazraq, 66-68,70,94, 157,181-182,196 Albarracín, Rodrigo, 202 Alcalá, Guillem, 204,215 Alcalá, P., 59, 61-63, 202 Alcuxo, Ali, 177 Alentorn, Guillem, 202 Alfocea, B., 204, 211,214 Alfonso, Teresa, 302 Alfonso II, 23, 126 Alfonso X, 63-65 Almoravit, Jimeno, 204,215 Alora, Hurtado, 204,215 Álvarez, García, 204, 215 Alvero, Jimeno, 202 Ambarbut, 157 Ambedric, Hamet, 256, 305 Amiel, Pedro, 46,212 Andador, P., 135, 204,216 Andrés, Domingo, 138

Anglesola, Guillem, 191-192,202 Angularia, G., 202 Angularia, P., 268 Antillon, G., 202 Arce?, P., 204,216 Arnal, Berenguer, 202 Arroti Annaiar, Abrahim, 303 Arroyo, Femando, 37 Asin, 6, 202 Atorella, 27,55, 173,202 Atrosillo, Egidio, 110, 139, 150, 158, 202, 204,211,214,217-218 Atrosillo, Peregrín, 151, 202, 204, 211,217 Avingahado, 110 Aznar, Fortún, 55, 202 Azuar, Rafael, 21,71 Barceló, C , 103-105 Barceló, Miquel, 103, 105-106, 250-251, 270-271,274 Bartholome, 138 Bazzana, A., 100, 250 Belenguer, Ernesto, 20, 27, 34-35, 59, 61, 79-81, 190, 193-195 Belloc, G., 162 Belloc, R., 202 Benviure, R., 111 Berga, Fortún, 202 Berga, Vidal, 202 Bernarda, 297 Bernardo, P., 138 Biela, Guillermo Raimundo de, 130, 205, 215 Boixadors, Guillem, 202

321

Bolas, Pelegrin, 202 Bolas, Sancho, 274 Boleya, Domingo, 298 Bort, B., 133 Bosch, P., 173, 204,211,216 Box, P., 285 Burguet, Berenguer, 139, 204,214 Burns, R. I., 46, 55,71, 75,100,103, 267 Busquet, Amaldo, 258 Busquet, Bernardo, 274 Cabanes, M. D., 169,252 Cabata, Ferran, 128, 206,214 Cabata, Rodrigo, 152, 206,216-217 Cabrera, Gerardo, 202 Calatain, Fortún de, 138 Calvet, B., 298 Canellis, B., 150 Caportella, G., 151,204,215 Cardona, G., 140, 202 Carroc, 168, 173, 177-180 202, 204, 212, 214,218-219, 225,264 Castellacolo, Pelegrin, 202 Castellano, Raimundo, 168,202, 204,217 Castellbisbal, B., 150,204,210,214 Castelldasens, Salomón, 135 Castellnou, Jacbert, 202, 214, 220 Cátala, P., 259 Centelles, Bernardo, 202 Cervelló, Guillem, 55,202 Cervera, Guillem de, 27, 39, 81,202 Ceylas, E., 202 Ceyt Abuceyt, 20, 28-30, 33, 36-37, 39, 42, 52, 66, 128, 133-134, 140, 150, 156, 158, 191, 204, 212, 214, 219, 257, 304 Chabás, Roque, 17 Chalmeta, Pedro, 21, 267 Clariana, Pere, 202 Compayn, Guillem, 204,215 Cornel, Pedro, 39, 43, 55, 60, 129-130, 139, 154, 203-204,211,216,218 Cornudella, Bertrán, 203 Creixelles, Guillem, 203 Cressier, P., 100 Crudelles, G., 203 Damiano, Guillermo, 300 Davoro, G., 157,204,211,215 Desclot, 16, 25

322

Despedriz, R., 217 Deusdat, 152, 205,212,214 Díaz, Femando, 139, 203, 205,211, 214, 218 Dionisio, 130, 173, 205,214,218-219 Domingo, 257 Doro, García, 203 Drogo, 164, 205, 212, 214, 219 Durforte, Romeo, 111, 203 Eimerich, Bernardo, 267 Enneguez, Rodrigo, 163, 205,217 Enneguez de Diacastillo, P., 203,205,216 Entenza, Berenguer d', 55, 140, 154, 203, 205,210,214,218,220,240 Entenza, Gombaldo, 159, 203, 205, 211, 215, 220 Entenza, Guillem d', 48, 50, 55, 203, 211 Epalza, Mikel, 21, 102-103 Eril, Berenguer, 55,203 Escala, G. de 1', 151,205,211, 215 Espiéis, Berenguer, 214 Federico II, 52 Fernández, P., 203 Fernández, Sancho, 203 Fernández de Albarracín, P., 133, 140, 163, 203,205,211,216,218-219 Fernández de Azagra, Pedro, 30, 36, 55, 113, 203 Fernando, 43, 55, 60, 139, 203, 205, 211, 214 Fernando III, 63 Ferrech de Lurcenich, Lope, 163, 203, 205, 211,216 Ferrer, M„ 203 Ferriz, Marco, 203 Fóces, Artal de, 150, 157, 191, 203, 205, 211,214, 281 Fóces, Ato, 27 Fóces, Egidio, 158, 203 Fóces, Jimeno, 129, 158, 203, 205, 211, 215, 240 Fóces, Palacín, 150, 157, 205, 217 Folcalquer, Hugo de, 31, 34 Folch de Cardona, R., 203 Font, A., 203 FontiRius, J. M., 18 Forriol, 297 Frigola, R., 138

Furió, A., 71 Fuster, J., 193-194 Galaubia, 159,203, 205, 212, 215,219 Garcés, Femando, 203 Garcés, Gil, 203 Garcés, Miquel, 203 Garcés de Azagra, Gil, 27 Garcés de Deza, P., 159,205, 216 Garcez de Roda, F., 203, 216 Garcez de Roda, P., 203, 205, 216 García, F., 71 García Edo, Vicente, 35-36 Gasch, G., 297,300 Gasch, P., 205,216 Gaucelmi, R., 126, 205,217 Gil de Vidaure, Teresa, 302 Goncalbo, 257 Gonzales de Lara, Ñuño, 69 González Antón, Luis, 79-82 González de Heredia, I., 133, 205,215 Graus, M., 157 Grayana, R., 138 Grayena, G., 203 Gregorio IX, 40,45, 50, 55, 76 Gual Camarena, Miguel, 28, 40, 42, 193 Guardia, R., 203 Guasch, P., 157, 297 Guasch de Arions, A., 267 Gudal, Artal, 203 Gudal, Assallito de, 55, 110, 191, 203 Guichard, Pierre, 19-20, 46, 51, 64, 70, 100, 103, 105,239-241,250 Guillame, 157, 205, 212, 215, 218 Guillermo, Rostayn, 162 Guinot, E., 197, 220-221 Heredia, González de, 218 Hoto, Calema, 180,205,214, 304 Huc, Pons, 203 Huici, Ambrosio, 17, 21 Ibn al Abbar, 52 Ibn Hud, 29-30, 53 Iusuf II, 23 Jacobo, 110,138 Jaime I, 15-19, 22-31 Jiménez de Castelet, Lope, 203 Jiménez de Embit, S., 217

Jiménez de Luesia, L., 203 Jiménez de Luesia, Rodrigo, 27, 151, 203, 205,217 Jimeno de Acots, Lope, 298 Johan, 257 Jordá, Berenguer, 138 Jordá, Claramont, 140 Jordá, Sancho, 205,217 Ladreti, García, 150,205,216 Ladreti, Miguel, 150 Ladrón, 96, 123, 180, 191, 203, 205, 211, 216,218 Larch,A., 151,205,211,214 Letun, R., 203 Ley, Rotlan, 203 Lizana, F., 203 Lizana, P., 203 Lizana, Rodrigo de, 38, 55, 60, 64, 154, 159, 199,203,205-206,217-218 Lobera, Pere, 203 López de Albero, Sancho, 203,274 López de Beat, I., 132, 205, 215 López de Peraselz, García, 130 López de Peraselz, R., 205,215 López de Riela, Domingo, 139, 205,214 López de Ruilos, Martín, 163, 205, 216 López de Sadava, Fortún, 205, 214 López de Suivissa, Sancho, 205 Luis IX, 56 Luna, Artal, 55, 104, 151-152,192, 199, 203, 205,211,214 Luna, Jimeno, 152 Macoteris, G., 171, 282, 299 Marcho, 138 María, Ramón de, 42 Martell, P., 38 Martín, Lope, 139 Martín de Boleya, M., 205, 216 Martín de Oblites, S., 203 Martínez Ferrando, Jesús, 193 Mascarello, 205,212,216 Maza, Blasco de, 38, 55, 128, 203, 205, 211, 214,240 Maza, P., 151,203,205,211,216 Mediona, Guillem, 27 Miret i Sans, J., 17 Molner de Cavalleria, R., 274

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Momblanch, F. de P., 67 Moneada, Guillem, 27, 55, 192, 203, 216, 219-220 Moneada, Guillem Ramón, 81, 203, 205 Monpelier, Guillermo de, 162,203 Montagut, P., 163, 192,203, 205,211,216 Montgrí, Guillem, 44 Mora, 1., 168,205,211,215 Morara, Martín, 138 Muntaner, Ramón, 16 Navascos, Jimeno, 150, 205, 215,302 Noaylas, Martín, 129, 205 Novaylas, Domingo, 134, 216 Ñuño, 164, 168 Odena,P„ 172 Odena, Ramón Guillem, 55 Orregia, Jimeno, 203 Ortiz, Rodrigo, 140, 204-205, 217 Palasí, Pere, 203 Pao, Berenguer, 180 París, Matthew, 56 Paterna, Adam, 135, 205, 212,214 Pedro, 140, 205,217 Pedro de Portugal, 67, 70, 126, 139, 191, 203 Pedro II, 24, 72 Pelegrino, 298 Peralta, Poncio, 259 Pereiro, G., 168,205,215 Pérez, Jimeno, 130, 140, 199, 203, 205, 215216 Pérez, Martí, 203 Pérez, Pedro, 27, 274 Pérez de Aguilar, Sancha, 150, 152, 205, 217, 302 Pérez de Alfaro, Aznar, 151, 205, 214 Pérez de Arenos, Jimeno, 36, 191, 203 Pérez de Arenos, Jimeno, 297 Pérez de Azlor, Blasco, 205, 214 Pérez de Banasto, Martín, 140 Pérez de Castalia, G., 203 Pérez de Daroca, Jimeno, 151, 203, 205, 211, 216, 240 Pérez de Ejea, Blasco, 151, 205,214 Pérez de Figuerola, García, 151, 205, 215 Pérez de Ixer, Miguel, 203 Pérez de Noales, Sancho, 158 Pérez de Oso, García, 205, 215

324

Pérez de Pina, Femando, 54, 124, 129-130, 145, 203, 205,211,214, 218-219,298 Pérez de Pina, García, 151,205,215 Pérez de Pina, Jimeno, 151,205, 215, 240 Pérez de Pina, P., 130 Pérez de Riudiroga, Fernando, 205, 214-215 Pérez de Rivaroga, García, 150 Pérez de Tarazona, Jimeno, 38, 173, 204205,214, 280-281 Pérez de Terga, Jimeno, 204 Pérez de Riudiroga, F., 204 Pichacen, Martín, 258 Pina, R., 259 Pinos, Galcerán, 204 Planes, P., 111 Plegamans, Marimond, 150, 157, 205, 216 Portela, B., 204 Posis, Berenguer de, 204 Preca,G., 126 Puig, Berenguer, 27, 204-205, 215 Puyo, García, 154 Queralt, Pedro, 55 Rada, Gil, 205,215 Ramón, Guillem, 123 Ramón Berenguer IV, 73,123 Ramón Berenguer V, 46 Ramón Vil, 46 Regla, J., 194 Ribelles, Berenguer Ramón de, 204 Rocabertran, Jaufredo de, 204 Rocafull, Arnau de, 204 Rocafull, Guillem de, 68 Rocafull, R., 157-158, 162,206,217, 268 Rocha, P., 297 Rocha, Romeo, 206,217 Roger, 55, 204 Roí?, P, 157, 206,211,216 Romani, Gauterio, 135, 139, 206, 218, 282 Romei, García, 55, 130, 204, 215 Roselo, Bernardo, 140 Rubei, Berenguer, 163, 206, 213-214 Rubei, Johan, 138 Rubiera, M. J., 21, 106 Ruiz de Gasp, R., 204 Ruiz de Udala, Gonzalvo, 298 Sadava, Alamán, 204 Saguardia, G., 204

Salces, P. de, 138 Salino, Stephano, 298 San Vicente, Guillem, 55, 204 Sánchez, P., 206,216 Sánchez de Gorraiz, Jimeno, 154, 206, 215 Sánchez de Marafion, P., 217 Sanchis Guarner, Manuel, 21 Sancho, 69, 206,212,217 Santa Eugenia, Berenguer de, 38 Sanz, Ñuño, 55, 125-126, 191-192, 204, 206, 211,216,219 Sanz, P., 115 Saragoza, Domingo, 138 Scintilles, P., 204 Sebastián, 257 Sessa, G., 204 Sisear, Bernât, 88, 169 Soler, B., 150, 206,211,214 Solzina, B., 206 Solzina, G., 206, 214-215 Solzina, Jacobo, 206, 215 Stacio, 151,206,212,217 Suárez, Luis, 17, 19 Tarrasa, Guillem, 27, 81 Teillet, R., 206,217 Tena, P., 157, 206,217 Teuls, P., 298 Timor, R., 204 Tolra, A., 138 Torderes, Pedro, 162

Torinna, 206, 217 Torna, Jimeno, 204 Tornamira, Berenguer, 163,204, 206, 214 Torrellas, Ponce Guillem, 27, 81 Torró, J., 107 Tourtoulon, 16 Tovia, Jimeno, 159,204, 206,215 Trobat, B., 259 Ubieto, Antonio, 18-20, 26-27, 34-35, 46-47, 59 Udina, Federico, 17, 19 Urgel, Galceran, 204 Urrea, Jimeno d', 38-39, 41-42, 113, 157158, 163,204, 206,215,240 Valimayna, Pere, 125, 200, 206, 211, 217 Valls,Pere, 168 Valls, Sancho, 204 Vera, Goncalo, 204, 206 Vemet, A., 151, 204, 206, 214 Vernet, B., 206 Viciana, Martín, 169 Vidal, Bernat, 151,191,206,211,214 Vilaragut, P., 168, 205,217 Vilaseca, Bartolomé de, 162, 168, 274 Zanoguera, Gilaberto de, 131, 206, 215 Zaragoza, Johan, 138 Zayyan, 29-30, 33, 37, 39,47,49-55, 57-63, 97 Zurita, Jerónimo, 16-17, 40-42, 78

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