Fernando Sor

Fernando Sor

Elena Sánchez Ruiz.

Hablar de Sor es hablar de uno de los puntos mas altos de la tradicón guitarrística universal y sus obras son tocadas, dos siglos después, por un inmenso número de guitarristas de todo el mundo, además, es autor de obras para piano, música de cámara, orquesta, obras escénicas y ballets. Algunas de estas composiciones han sido perdidas, lamentablemente.

Biografía Fernando Sor Montadas, también conocido por su nombre catalán Ferran Sor o por su nombre de bautismo Joseph Fernando Sor, nació, posiblemente el13 de febrero de 1778 en Barcelona y murió 10 de julio de 1839 en París. Fue un guitarrista y compositor nacido en Barcelona. Se le conoce a veces como el “Beethoven de la guitarra” en España. Nació en el seno una familia bastante acomodada, Sor descendía de una larga línea de soldados e intentó continuar esa tradición, pero se apartó de ella cuando su padre le introdujo en la ópera italiana. Allí entró en contacto con la música (violín, órgano y composición) de la mano del padre Anselmo Viola, director de la escolanía. Sin embargo sus profesores, sobre todo el padre Viola no apreciaban la guitarra, la formación de Sor para este instrumento es autodidacta, antes y después de su etapa en Montserrat. A los pocos años abandonó el monasterio y decidió dedicarse a la guitarra y a la composición. En 1797 estrenó su primera ópera, Telémaco en la isla de Calipso en el teatro de ópera de Barcelona. En 1799 se trasladó a Madrid donde se puso al servicio, primero de la duquesa de Alba y luego del duque de Medinaceli, como músico y administrador de sus bienes, lo que le permitió realizar numerosos viajes. Más tarde tomó parte en la guerra de la Independencia española (1808-1814) contra los franceses. En los años de la ocupación acepta de ellos un puesto administrativo; por este motivo tiene que abandonar España cuando los franceses son expulsados de la península Ibérica. Virtuoso de renombre europeo, es aplaudido en todas las capitales del continente, estableciéndose en París donde se le conocía con el sobrenombre del 'Paganini de la guitarra'. Su obra para este instrumento es muy extensa (63 opus y más de 250 piezas), muchas de ellas de gran calidad. En sus composiciones para la guitarra logró aproximarse a las grandes formas, como la sonata o las variaciones, reservadas hasta entonces para otros instrumentos. Dentro de su producción destacan también óperas, ballets, sinfonías, minués y piezas para piano. Escribió un método para guitarra de gran calidad. Murió el 10 de julio 1839 de cáncer de la lengua.

Estilo – Carácter de sus obras La personalidad de Sor es esencial en la historia de la técnica y la literatura guitarrística.Las interpretación de las obras para guitarra de Sor exigen, en general, un elevado nivel técnico, pues su estilo se distingue no sólo por la calidad de sus ideas musicales sino por la corrección de su escritura, por su maestría en la conducción de las voces, en las modulaciones y en la organización formal: el pensamiento del compositor hace evolucionar la técnica del instrumentista. Su estilo se caracteriza principalmente por el uso de un lenguaje guitarrístico bastante avanzado para su época, pero, aun así sigue siendo considerado como un compositor totalmente clásico. Sin embargo, muchos intérpretes acostumbran hacer una interpretación de sus obras con un enfoque "romántico". Sus obras son claras y en cierto modo sencillas, lo cual permite una fácil asimilación para aquel que las escuche. Hacia un uso frecuente de las tonalidades menores como preámbulo a sus piezas, un ejemplo claro es la introducción de las Variaciones sobre un tema de Mozart, la cual está en mi menor pero en el transcurso de ésta, modula para así mostrar el tema en Mi mayor. Otra característica de su estilo compositivo es el sutil uso de "retardos armónicos" muy al estilo de Haydn y Mozart. Esta influencia se debe además al estilo predominante de la época: el Estilo Galante. Cuando Sor acepta los límites de la guitarra, ante su relativo éxito con la música vocal, saca todo su genio creativo estimulado por la exigencia de conseguir del instrumento el máximo rendimiento expresivo. Su búsqueda es esencialmente armónica, el efecto tímbrico está subordinado. Además hay que destacar que es el compositor guitarrista que más uso el contrapunto, aunque esta técnica no aparece del todo en el contexto de su obra. El conocimiento de la escritura pianística le llevó además, a escribir en dos pentagramas como en el piano en algunas ocasiones. Hay que destacar que Sor empleaba la yema. Sor únicamente afirmó en su método que tocaba con la poca uña que tenía para imitar al oboe cerca del puente. “Es el único caso… Jamás he podido soportar un guitarrista que tocase con uñas” afirmaba. Obra Los maravillosos estudios de Fernando Sor, y sus lecciones y ejercicios, han sido una parte de la vida de los guitarristas durante un siglo y medio. Con su exuberancia y lirismo, su fino carácter libre y placentero, y con la belleza y simplicidad de las más tardías piezas fáciles para principiantes, forman una parte central del repertorio clásico para el instrumento. Sor compuso en total 24 estudios, 49 lecciones y 24 ejercicios.

Además, Sor escribió para opera (Telémaco en la isla de Calipso y Don Trastullo), así como Ballets (La feria de Esmirna, El señor generoso, Cenicienta, Hércules y Onfalia entre otros), también para música vocal (25 Boleros o seguidillas y 33 Arias), música orquestal (3 sinfonías y concierto para violín) y para música de cámara (3 Cuartetos de cuerda y tríos de cuerda con guitarra) aunque estos dos últimos están perdidos

Finalmente podríamos destacar como Fernando Sor frecuenta amateurs, profesionales y notables interesados en aprender el arte de la guitarra o de la armonía. Entre sus alumnos figuran Isabella Colbran y José de San Martín. Además Sor editó por sí mismo una obra didáctica que tenemos hoy en nuestros días: Método para guitarra el cual fue escrito originalmente en francés y publicado en París en el año 1830. El Método de Sor fue publicado también, unos años más tarde en inglés y alemán, pero, aunque en esta época Sor ya era célebre y respetado en toda Europa, no fue editado en castellano, lo que puede parece extraño si consideramos que Sor dominaba la lengua castellana antes que la francesa. Así permaneció, prácticamente, hasta hoy en día. Sin embargo para poder entender la cuestión es necesario saber la situación política y cultural de España, Francia y Europa en aquel momento.